LIBRO OCLUSIVO 2021 Unlocked
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LIBRO OCLUSIVO 2021 Unlocked
com
ISBN: 978-84-09-10716-2
EBOOK BFR
INDICE
PRÓLOGO .......................................................................................................................... 4
HIPERTROFIA..................................................................................................................... 7
FUERZA ........................................................................................................................... 18
FATIGA ............................................................................................................................ 41
DOLOR Y MOVILIDAD...................................................................................................... 49
FUNCIÓN VASCULAR....................................................................................................... 60
SEGURIDAD ..................................................................................................................... 74
PRÓLOGO
El objetivo de los profesionales de la salud –independientemente de su rama de
especialización– es devolver o restaurar el equilibrio funcional de las personas,
eliminar o mitigar su dolor y devolverles la percepción de salud y de bienestar. La masa
muscular y la fuerza juegan un papel primordial en nuestra salud, nuestra autonomía y
nuestra calidad de vida. En los últimos años se han publicado hallazgos sorprendentes
al respecto, como el hecho de que la esperanza de vida de una persona mayor esté
directamente condicionada por la masa muscular, la fuerza y la capacidad funcional de
su hemicuerpo inferior. O que la masa muscular sea uno de los mejores predictores de
éxito al afrontar una intervención quirúrgica. Tanto es así, que incluso ha llegado a
discutirse la necesidad de considerar la fuerza y la masa muscular entre las constantes
vitales, un espacio entre las estrellas de la predicción de salud como la frecuencia
cardíaca de reposo o la tensión arterial. Lejos del ámbito de actividad física y la salud,
en el ámbito deportivo o de la estética y la proporción corporal, la masa muscular y la
fuerza se consideran factores de rendimiento con una influencia directa sobre el éxito
personal y profesional.
constituye un nivel de acceso a la base científica que respalda los efectos del
entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo. El lector podrá seleccionar de su
bibliografía los trabajos que sean más adecuados a sus inquietudes para extender su
formación más allá de las fronteras de esta obra, pues este libro es un primer peldaño
en la formación deseable para poder aprovechar esta herramienta tan valiosa en un
entorno seguro.
HIPERTROFIA
La mejora de los niveles de masa muscular es un objetivo común en los campos de la
salud y el rendimiento deportivo. Su relación con las mejoras de los niveles de fuerza y
capacidad funcional determinan su importancia a nivel mecánico (1). Sin embargo, el
músculo cuenta con una importante función endocrina, comunicándose con otros
órganos y sistemas a través de esta vía (2,3). Además, su rica inervación (husos
musculares) confiere una gran cantidad de aferencias que pueden ser
transcendentales en el manejo de situaciones con dolor, déficits de movimiento o
cualquier otro output cerebral (4).
Mecanismos Fisiológicos
Son muchos los estudios que intentan dilucidar respuestas claras sobre los
mecanismos fisiológicos que subyacen a las mejoras en el crecimiento muscular con
BFRT (7–9). Sin embargo, hasta la fecha, no se puede confirmar su conocimiento por
completo. Este hecho no debe desilusionar a ningún profesional, sino todo lo
contrario. Se debe seguir investigando y trabajar sobre el empirismo clínico para
aportar luz a esta cuestión.
Una de las características del BFRT es la utilización de cargas bajas cuando se realiza
junto con entrenamiento de fuerza. Los estudios siguen utilizando los porcentajes de la
repetición máxima (RM) (entre el 20-40%) como variable más frecuente para medir la
intensidad del ejercicio (7,8,10); aunque podemos encontrar otros ensayos donde se
utilizan porcentajes sobre la contracción voluntaria máxima (MCV) (11–13).
Para el traslado a la práctica diaria con esta herramienta es esencial conocer que
variables se utilizan para la determinación de la carga y su correcta interpretación.
Pues como si de la dosis de un determinado fármaco se tratase, los efectos de esta
estrategia de entrenamiento variarán, como acontece si se administra un principio
activo de 10 miligramos o 10 gramos, por ejemplo.
Teniendo en cuenta sólo estos resultados no se pueden afirmar que la hipertrofia sea
selectiva de las fibras tipo I si utilizamos BFRT y cargas bajas, dado que la comparación
se realizó entre grupos con intensidades muy diferentes. Además, tampoco se añadió
ningún control del volumen total realizado por cada grupo, pero se puede presuponer
que habría diferencias importantes en cuanto a las repeticiones necesarias (volumen
total) para que un powerlifter llegue al fallo muscular trabajando al 30% o al 80% de su
1 RM.
En otro artículo se quiso analizar si existían ganancias musculares remotas con el BFRT
(ganancias musculares en la extremidad opuesta a la que se le aplico la restricción del
flujo sanguíneo) (24). La hipótesis del estudio vino dada por los hallazgos que se han
encontrado en la mejora de la fuerza con el entrenamiento del miembro contralateral,
así como entre miembro inferior y superior. El grupo BFRT y control realizaban el
mismo entrenamiento (flexión de codo unilateral y extensión de rodillas bilateral) con
la única diferencia de la aplicación de la restricción durante el trabajo de miembros
inferiores (60% sobre la presión para alcanzar la oclusión total de la extremidad o
PAO). La sección transversal medida a través de tomografía computarizada mostró
mejoras en el grupo BFRT, pero sin cambios significativos en el brazo sin
entrenamiento. Este hecho parece indicar que los efectos remotos en fuerza se deben
a mejoras a nivel neural y no a cambios estructurales (hipertrofia).
Para finalizar el análisis de este estudio, se debe nombrar una gran fortaleza a nivel
metodológico y es que a mitad de intervención (semana 4) se volvió a realizar una
medición de la RM para ambos grupos con el objetivo de progresar en la adaptación de
los sujetos de la muestra.
Los cambios en hipertrofia se midieron a través del grosor muscular del bíceps con
ecografía, mostrando mejoras durante las 4 semanas; pero sin diferencias entre grupos
de BFRT, y sí con el control. Dentro de las limitaciones del ensayo se encuentra la no
actualización de las mediciones de fuerza pico en los grupos, provocando que la
intensidad relativa a cada semana de entrenamiento no fuera la misma durante toda la
intervención.
Cuando se aplica BFRT, la localización de los manguitos es siempre sobre la región más
proximal de la extremidad que se desea entrenar. Por ello, también se ha investigado
si las ganancias en hipertrofia son las mismas en la musculatura proximal y/o distal a la
zona de aplicación del manguito (11). En el estudio referenciado se realizaron 4
protocolos de entrenamiento con 12 hombres sanos y con al menos 6 meses de
experiencia de entrenamiento. Las condiciones de entrenamiento fueron:
1
La influencia de la contracción excéntrica sobre la mejora de la hipertrofia ha sido estudiada de forma
aislada mostrando en algunos casos valores superiores a la contracción concéntrica (1,26).
Como último estudio para terminar este sub-apartado de evidencia actual, se recoge la
revisión sistemática y meta-análisis llevado a cabo en el año 2018 por Lixandrão y
colaboradores (31). Su objetivo fue comparar las adaptaciones en fuerza y masa
muscular entre BFRT y entrenamiento tradicional o de cargas altas. Aunque existan
bastantes limitaciones metodológicas, como, por ejemplo, el número de artículos
seleccionados (sólo 10 artículos) hay que valorar de forma muy positiva 3
características del artículo:
Los resultados en referencia a las ganancias de masa muscular muestran que el BFRT
promueve aumentos similares al HL-RT. Además, no parece que la presión de
restricción ni el ancho del manguito sean factores influyentes en las ganancias
hipertróficas en comparación al HL-RT. Es por ello que los autores defienden la
utilización de presiones bajas en BFRT debido a su mejor tolerancia por la persona y a
la obtención de resultados similares cuando se compara con presiones de restricción
superiores.
Aún estamos lejos de poder afirmar que el BFRT promueve incrementos en la masa
muscular superiores al HL-RT, pues falta una mayor evidencia y mayor calidad sobre
ello. No obstante, ha sido ampliamente demostrado que el BFRT es una opción a tener
en cuenta cuando por cualquier razón no se pueda aplicar un entrenamiento con
cargas altas, situación común en el mundo de la rehabilitación y la readaptación, así
como en el entrenamiento con personas con un bajo nivel de forma física.
Para finalizar este capítulo sobre hipertrofia, en la tabla 1 se recogen todas las
variables que se han de tener en cuenta a la hora de aplicar BFRT con el objetivo de
mejorar la hipertrofia. Debido a que no existe una fórmula exacta o receta en su
aplicación, pues siempre se debe tener en cuenta las características individuales del
cliente y los objetivos a conseguir, se ha querido reunir en la tabla 2 los valores más
utilizados dentro de la metodología científica.
VARIABLES VARIABLES
PRESIÓN ENTRENAMIENTO
Anchura Manguito Volumen (repeticiones y series)
VARIABLES EVIDENCIA
Intensidad 20-40% RM o MVC
Volumen 50-80 reps (30-15-15-15)
Frecuencia 2-3 sesiones/semana
Descanso Interserie 30-45 segundos
Velocidad Ejecución Máxima
Selección Ejercicio Analíticos y globales
Duración Oclusión (total) 15<x>30 minutos
Presión Oclusiva 50-80% PAO
6-13,5 cm miembro inferior/ 3-6 cm
Anchura Manguito
miembro superior
Aplicación Manguito Proximal
Tabla 2 Variables para la mejora de la hipertrofia muscular más utilizadas en la bibliografía del Entrenamiento con
Restricción del Flujo Sanguíneo
PUNTOS CLAVE
El BFRT cuenta con un gran apoyo científico para la mejora de la
hipertrofia muscular.
Referencias Bibliográficas:
FUERZA
Cuesta imaginar una situación del día a día en la que no interese mejorar los niveles de
fuerza, pues es unos de los determinantes de la salud y del éxito deportivo (1,2).
Fuerza
Relación fuerza-tiempo o
Pico máximo fuerza
velocidad
Fuerza
Fuerza Dinámica Tasa de
Curva Fuerza-
Isométrica Máxima Desarrollo de
Máxima
Velocidad
(repetición la Fuerza (RFD)
máxima o RM)
Ilustración 1 Índices de fuerza
En el campo de la salud, empiezan a cobrar importancia los niveles de fuerza como uno
de los factores más determinantes. No es que le haya restado protagonismo a otros
factores como la capacidad cardiorrespiratoria o al índice de masa corporal, sino que
se ha demostrado su relación inversa con la presencia de comorbilidades, e incluso con
la muerte (7–10). Por todo ello, la mejora de los niveles de fuerza es un ítem de
obligado cumplimiento por entrenadores, readaptadores y fisioterapeutas.
La presencia de grandes déficits de fuerza en la condición física del cliente, una lesión
(a nivel muscular o articular) o simplemente la balanza riesgo-beneficio a la hora de
aplicar un entrenamiento, puede hacer que utilizar cargas iguales o superiores al 70%
RM no sea la elección más apropiada. Este límite acotado por la National Strength and
Conditioning Association (NSCA) es el que llevaría a la mejora de la fuerza muscular;
entendiéndose como entrenamiento convencional (o de cargas altas, cuya traducción
al inglés sería high-load resistance-traning) (HL-RT).
Es en este punto donde el entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o blood
flow restriction training (BFRT) se presenta como un método efectivo para la mejora de
la fuerza, empleando cargas bajas, que se encuentran alrededor del 30-40% 1 RM.
En este capítulo se resumen los mecanismos fisiológicos que están detrás de las
mejoras en los valores de fuerza alcanzadas a través del BFRT, la evidencia científica
cuando esta estrategia se ha aplicado en diferentes poblaciones y su comparación con
otros tipos de entrenamiento, así como conceptos básicos de su utilización.
Mecanismos Fisiológicos
Las mejoras en los valores de fuerza tras la aplicación de BFRT pueden ser observadas
tanto a corto (21–26) como a largo plazo (17-20). Sin embargo, los mecanismos
fisiológicos que pueden explicar dichas mejoras en ambos intervalos de tiempo
parecen diferir (20).
Los efectos a corto plazo no pueden explicarse por mejoras estructurales (aumento de
la sección transversal, ángulos de peneación, etc.) debido a que se necesitan periodos
de tiempo mayores para que puedan producirse (19,20,27). Para poder explicar estas
mejoras a corto plazo se comenzó a investigar los efectos del BFRT sobre el sistema
nervioso, observándose que tales mejoras podrían estar asociadas a la activación de
diferentes mecanismos que van desde la unión neuromuscular hasta la corteza motora
(22,25,28,29).
Mayor producción
Fuerza
Menor Actividad
Muscular
Ilustración 2 Eficiencia Energética: producción de Fuerza y Actividad Muscular (medida con EMG)
durante la Contracción Excéntrica
Si se sigue ascendiendo por el sistema nervioso, llegamos a nivel del sistema nervioso
central (médula espinal y encéfalo). Colomer-Poveda y colaboradores (2017) (22)
estudiaron los efectos sobre la excitabilidad de las motoneuronas y sobre la hipertrofia
tras 4 semanas de entrenamiento unilateral de baja carga con y sin restricción. En este
ensayo controlado y aleatorizado se aplicó la presión en referencia a la circunferencia
del miembro, algo común en el uso clínico, pero también avalado científicamente (34).
En este estudio se observaron mejoras en la MVC en ambos grupos, pero no fueron
significativas. Las variables utilizadas para observar cambios a nivel central fueron el
reflejo de Hoffman y la onda V. El reflejo de Hoffman o H reflex se utiliza como
indicador de la excitabilidad o inhibición presináptica de las motoneuronas, mientras
que la onda V o V wave proporciona información sobre la respuesta motora de centros
Brandner y colaboradores (2015) (26) analizaron la respuesta aguda, tras una única
sesión, con diferentes intervenciones. Para el control de la presión de restricción se
utilizó la presión sistólica medida con un esfigmomanómetro automático. Aunque el
estudio cuenta con una muestra pequeña, sólo de 10 hombres (sanos y no
entrenados), se aplicaron 4 protocolos diferentes a cada extremidad del individuo:
Las funciones cognitivas son un conjunto de procesos mentales que permiten llevar a
cabo una tarea cualquiera (desde encestar una canasta hasta coger la taza del armario;
todo es una consecución de tareas con más o menos dificultad). Las funciones
cognitivas hacen posible que el cliente tenga un papel activo en los procesos de
recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de
la información, permitiendo que se desenvuelva en el entorno que le rodea con la
mayor eficacia y eficiencia posible.
En esta revisión se recogen estudios que muestran mejoras relacionadas con factores
cognitivos tanto a nivel celular y molecular, como a nivel funcional y estructural. En el
plano celular y molecular, tras la aplicación de BFRT se muestran asociaciones con
hormonas que provocan adaptaciones neurofisiológicas positivas (IGF-1, GH y VEGF).
Por otra parte, el incremento de la excitabilidad cortical en áreas motoras y la
disminución de los niveles de hemoglobina desoxigenada en el área prefrontal
muestran una mejora de la función cognitiva. Además, se señala que, aunque son
muchas las incógnitas que quedan por resolver sobre los efectos en la función
cognitiva (parámetros del entrenamiento, presión, variables de medida, población
aplicable...), la evidencia actual parece indicar que la aplicación del entrenamiento de
fuerza junto con restricción del flujo sanguíneo puede ser una herramienta válida en
este sentido.
El rol aferente del BFRT es bimodal; la compresión mecánica estimula las fibras
aferentes, posiblemente mejorando la entrada sensitiva a nivel corticomotor. Además,
la acumulación de metabolitos estimula las fibras aferentes (III y IV) debido a la
disminución del pH provocada por la hipoxia local.
NIVEL CELULAR
Y MOLECULAR
NIVEL NIVEL
FUNCIONAL ESTRUCTURAL
Ilustración 3 Hipótesis de los efectos del BFRT en la función cognitiva
Por último, las mejoras en fuerza a largo plazo se piensa que pueden estar
relacionadas con los cambios estructurales producidos a partir del BFRT. Este tema se
analiza en profundidad en el capítulo dedicado a la hipertrofia muscular.
Población Sana
Son muchas las vías de investigación relevantes en la práctica clínica en la mejora de la
fuerza con BFRT. Una de ellas es la comparación con el HL-RT.
En otro estudio anterior del mismo autor (36) se analizaron los efectos de la intensidad
(entendida como el % del RM) y la presión de restricción tras 12 semanas de BFRT. Este
estudio contaba con una muestra relativamente alta (26 hombres sanos, no
entrenados) donde se plantearon 4 protocolos diferentes. Cada participante realizaría
2 protocolos diferentes en cada miembro inferior, sin haber grupo control dentro del
estudio. La carga fue actualizada a la mitad del protocolo (semana 6) en base a una
nueva medición del RM. Los resultados muestran como la fuerza muscular aumentó de
forma similar en todos los grupos BFRT, pero fue menor a la ganancia obtenida con el
entrenamiento con cargas altas (convencional). Por tanto, la utilización de presiones
mayores no supone una mayor ganancia en fuerza medida a través del RM.
Poblaciones Específicas
La utilización del BFRT es preferible al HL-RT cuando por cualquier razón se
desaconseja utilizar cargas altas y el objetivo es la mejora de la fuerza y/o masa
muscular. En todos los casos, independientemente de la condición que provoque esa
situación transitoria, el objetivo será la progresión hacia el entrenamiento
convencional. Esto se debe a que la mejora de la capacidad funcional o del
rendimiento deportivo pasa por los criterios de mejora en la tolerancia a la carga,
donde se debe de exponer a la persona a toda la gama de intensidades. Para quienes
trabajen con VBT intentarán mejorar todo el espectro de la curva, trabajando con
velocidades altas y bajas (Ilustración 4).
Curva Fuerza-Velocidad
16
14
12
Velocidad (m/s)
10
0
400 800 1200 1600
Fuerza (n)
Pre-intervención Post-intervención
En personas mayores, el número de estudios disponibles sobre los efectos del BFRT es
relativamente amplio (14,15,17,37–39).
La revisión sistemática con meta-análisis llevada a cabo en 2018 por Centner y
colaboradores (39) compara los efectos del BFRT con dos tipos de entrenamiento (alta
carga o HL-RT y baja carga o LL-RT y andando). Cuando se contraponen los tamaños
del efecto entre BFRT y HL-RT se observa una mayor ganancia de fuerza en los
protocolos de HL-RT. En la comparación de LL-RT y BFRT solo se incluyeron 2 estudios,
en los cuales el efecto de BFRT fue superior, promoviendo mayores ganancias de
fuerza. Los estudios que comparaban andar, con y sin BFR, mostraron mayores
ganancias de fuerza con restricción de flujo sanguíneo. Sin embargo, la heterogeneidad
de los estudios con esta intervención era muy alta; es decir, los estudios que se
comparaban no eran muy parecidos, por lo que las conclusiones que se pueden sacar
son limitadas.
Otra población específica donde se ha estudiado la respuesta del BFRT ha sido con
mujeres. La participación de mujeres en las muestras de los estudios sobre BFRT ha
sido muy escasa, siendo una de las limitaciones reportadas por diferentes revisiones y
meta-análisis.
Con todo ello, se puede afirmar que el BFRT es una herramienta válida y efectiva en la
mejora de los niveles de fuerza en un gran espectro de poblaciones (mujeres,
hombres, mayores, patologías…). Sin embargo, aún necesitamos de mayor evidencia
para poder concluir que mecanismos subyacen a dichos efectos.
PUNTOS CLAVE
El BFRT cuenta con un gran apoyo científico para la mejora de la fuerza,
sobre todo cuando se compara con el mismo entrenamiento sin
restricción en diferentes poblaciones (ej: patologías, mayores, hombres
y mujeres sanas, etc.)
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RESPUESTAS HEMODINÁMICAS
Durante el transcurso de la sesión de entrenamiento y tras su finalización, todos los
sistemas deben adaptarse con el objetivo de la búsqueda del equilibrio corporal u
homeostasis (1).
El empleo del entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo o blood flow
restriction training (BFRT) lleva al sistema cardiovascular (SCV) a una situación de
demanda importante, debido a la aplicación de una compresión externa (manguito de
oclusión) que conlleva a la disminución del retorno venoso y a una restricción parcial
del flujo arterial (2). El SCV es un sistema doble (arterial y venoso) cerrado, por lo que
la alteración de cualquier variable es susceptible de provocar diversas respuestas en el
mismo. Dichas respuestas durante y/o tras la aplicación del BFRT se denominan
respuestas hemodinámicas (3–5).
Para conocer la magnitud del estímulo que debe soportar una persona durante el
entrenamiento, se sabe que, por ejemplo, frente un ejercicio de alta intensidad, la
mayor demanda energética provocada va a dar lugar a un aumento del flujo sanguíneo
hacia el músculo, que puede llegar a suponer el 80% de la respuesta cardiaca total
(volumen de sangre por minuto necesario para responder frente a la demanda) (6).
Esta, y otras respuestas, deben ser coherentes con las características de la actividad
que se realiza. De lo contrario, nos encontraríamos ante una situación patológica (ej:
hipertensión).
Como se ha podido comprobar en el transcurso del libro, gran parte de las aplicaciones
del BFRT se dan en personas que no pueden entrenar de manera convencional o con
cargas altas (>70% de la repetición máxima o RM), cuya traducción al inglés es high-
load resistance-training (HL-RT) (7,8).
En este capítulo se conocerán los mecanismos fisiológicos que rigen dichas respuestas
y, su magnitud; por ende, es vital determinar la capacidad que debe tener una persona
para poder utilizar este método de entrenamiento de forma segura.
Mecanismos Fisiológicos
La preocupación de que la restricción excesiva pueda conducir a la sobreactivación de
los reflejos musculares y/o del comando central con el consiguiente desarrollo de
hiperreactividad simpática, llevó a Spranger y colaboradores (2015) (9) a revisar la
relación entre el EPR y el BFRT.
Si bien el ejercicio de resistencia con BFRT resultó en una mayor hipotensión post-
ejercicio que el ejercicio tradicional, se observaron valores más altos de PBS y / o PBD
durante el ejercicio con BFRT comparado con el ejercicio tradicional, especialmente en
individuos hipertensos.
Por lo tanto, el ejercicio con BFRT se debe prescribir con precaución cuando el control
de la presión arterial sea necesario durante el ejercicio. Haciendo referencia al autor
principal: “no debes centrarte solo en controlar las variables de presión, pues es un
factor más. La presión sanguínea está influenciada por todas las variables del
entrenamiento (volumen, frecuencia, intensidad…). Por tanto, todas ellas se deben
tener en cuenta en la prescripción de BFRT en personas sanas y con hipertensión”.
Dos revisiones sistemáticas (4,14), una de ellas con meta-análisis (4), han comparado
los efectos sobre la presión sanguínea entre el entrenamiento con y sin BFRT, así como
con HL-RT.
La revisión llevada a cabo por Neto y colaboradores (2015) desvela como el BFRT
promueve un aumento en la frecuencia cardiaca, presión sanguínea y el producto del
ratio de presión ([PBS / PBD] * FC) en comparación al grupo No-BFRT. Este último valor
Lo más interesante del estudio fue la aplicación de sensores de presión debajo de cada
manguito, para medir el grado de compresión del miembro durante el ejercicio y el
descanso.
Los resultados mostraron que la presión ejercida fue menor durante el descanso que
en el ejercicio para todos los sistemas de BFRT. El dolor y la percepción del esfuerzo
(RPE) fueron mayores en la 3ª y 4ª serie con RI y HS en comparación a PT. La presión
arterial media (mean arterial pressure o MAP) fue mayor en RI y HS comparado a PT
tras 1 y 5 min post-ejercicio. Con todo ello, los autores concluyen que a mayores
presiones con cualquier sistema de BFRT aumenta la presión arterial media y la
percepción del esfuerzo, y que los sistemas automáticos de BFRT parecen regular de
forma efectiva la presión durante el ejercicio con menor respuesta en MAP y RPE, por
lo que pueden ser mejor tolerados.
Los resultados mostraron que las arterias de bajo calibre se mantuvieron con mayor
rigidez durante un período de tiempo más prolongado tras vibración con BFRT.
Además, la restricción de flujo parece aumentar la demanda del sistema cardiovascular
(frecuencia cardiaca), pero no se encontraron cambios en la RPE. Los hallazgos
también indicaron que el tipo de ejercicio realizado y / o la ubicación de la medición
son muy importantes y deben tenerse en cuenta al examinar la respuesta arterial.
BFRT muestra los mismos valores hemodinámicos durante el ejercicio, menor RPE y
menor concentración de lactato que el grupo sin BFRT, aunque se observó una mayor
demanda hemodinámica durante los descansos en comparación con HL-RT.
Otra indicación común del BFRT es su uso tras cirugías (18–20). La respuesta
hemodinámica, dolor y RPE se ha estudiado en pacientes intervenidos de ligamento
cruzado anterior (LCA) comparando dos entrenamientos de cargas bajas con y sin
restricción del flujo sanguíneo (BFRT y No-BFRT) (21). Una segunda comparación
incluyó a pacientes intervenidos de LCA y a personas sanas con BFRT y HL-RT. Como
datos curiosos de la metodología tenemos:
Los resultados muestran un RPE mayor en BFRT comparado con No-BFR en pacientes
intervenidos de LCA. El dolor muscular fue mayor en ambos grupos BFRT que en HL-RT.
No hubo diferencias entre grupos en las variables de presión arterial (sistólica y
diastólica). Con todo ello, podemos afirmar que ni la percepción del esfuerzo ni el
dolor son limitantes en el uso del BFRT en pacientes con LCA.
PUNTOS CLAVE
En personas sanas, el BFRT no ha mostrado promover diferencias
significativas en las respuestas hemodinámicas comparado con el
entrenamiento de cargas altas.
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FATIGA
Mejorar la capacidad de recuperación del paciente entre sesiones, o de un deportista
tras una competición exigente, puede ser uno de los objetivos comunes que persigue
cualquier profesional del ejercicio. Las estrategias que pueden llevarse a cabo para ello
son muy variadas; se puede incidir en retrasar la aparición de la fatiga, mejorando la
condición física de la persona (1) pero también se puede optar por optimizar aquellos
mecanismos fisiológicos que aceleran dicha recuperación (2,3).
De acuerdo con lo descrito anteriormente, los objetivos del presente capítulo serán los
siguientes:
Bunevicius y colaboradores (2017) (9) examinaron el efecto agudo del BFRT sobre la
fatiga entre 2 series de flexión plantar al 75% de la repetición máxima (RM). Las
variables que se utilizaron para comprobar la existencia de fatiga fueron el volumen de
flujo arterial, la saturación de oxígeno y la máxima contracción voluntaria (MVC). Tras
analizar los resultados, se observó como la aplicación de BFRT acelera la aparición de la
fatiga con la disminución de la saturación de oxígeno y la capacidad de trabajo
(número de repeticiones x kg). Más allá de los resultados, en la metodología del
estudio se observa que la cuantificación de la carga no ha sido realizada de la forma
más correcta. La estimación del RM de forma directa es muy variable entre el nivel de
los sujetos y entre sesiones. Además, el realizar repeticiones hasta el fallo muscular
provoca grandes diferencias en el volumen (número de repeticiones realizadas) entre
los grupos BFRT y control.
También se ha explorado qué ocurre tras la aplicación del BFRT sobre el nivel de DOMS
y su relación con el esfuerzo percibido o rate of perceived exertion (RPE) (11). Este
artículo contempla aspectos metodológicos que suelen escapar al resto de estudios de
la misma temática:
Todos los participantes realizaron un curl de bíceps unilateral, durante 4 sesiones con
7 días de descanso entre las mismas. Los resultados muestran mayores niveles de
DOMS para BFRT-Intermitente y BFRT-Continuo hasta las 72 horas post-intervención
comparados con los grupos de entrenamiento de cargas altas (80% RM) y bajas (20%
RM). A las 96 horas, los niveles de DOMS vuelven a sus estados basales para todos los
grupos. El esfuerzo percibido fue mayor para los grupos de BFRT y entrenamiento de
cargas altas en comparación con cargas bajas, sin diferencias entre BFRT-Intermitente
y cargas altas. Aunque el volumen fue menor en cargas altas, no hubo correlación
entre el volumen total y los valores pico de DOMS o RPE.
Como se ha adelantado en la introducción del capítulo, son muchos los factores que
influyen en la percepción del esfuerzo. A modo de resumen, los más influyentes en
relación con el BFRT serían:
Anchura Manguito
Presión
Localización (miembro superior o inferior)
Variables del Entrenamiento (volumen, intensidad…)
Características Cliente (nivel condición física, enfermedad, estrés…)
RPE-BFRT
Ejercicio a una misma intensidad: Mayor RPE en grupo BFRT
Ejercicio con diferente intensidad: RPE mayor grupo BFR si la presión es alta y
manguito ancho
Novatos vs Experimentados: RPE mayor en nuevos practicantes.
DOMS: Similar en protocolos al fallo muscular, pero mayor con BFR en mismo volumen
Tabla 1 Relación entre Esfuerzo Percibido (RPE) y Entrenamiento con Restricción de Flujo (BFRT)
Pero, ¿por qué se utilizan escalas y no otros marcadores más objetivos, como es el
caso de marcadores sanguíneos (creatina, lactato o pH) o pruebas de esfuerzo
(consumo de oxígeno durante un test de carrera o newtons en una dinamometría)?
Las escalas miden sensaciones, valores subjetivos (dolor, rigidez, esfuerzo, fatiga…)
que son específicos para la persona y para el momento en el que se realiza. Además,
su coste e inmediatez en la obtención de los resultados hacen de ellas un gran aliado
durante las sesiones.
VALOR PRE-
COMPRESIÓN
VALOR
INTRA-
EJERCICIO
VALOR POST-
COMPRESIÓN
Recuperación
El BFRT ha demostrado tener efectos positivos a nivel de la formación de nuevos vasos
sanguíneo, proceso conocido como “angiogénesis” (15–18). Como se ha comentado en
el punto anterior, la capacidad de oxigenación de los tejidos es un posible
determinante de la fatiga neuromuscular. Por lo que, si el BFRT aumenta la creación de
nuevos vasos, podría darse un aumento del flujo arterial y mayor oxígeno disponible
para las células musculares o miocitos.
PUNTOS CLAVE
El BFRT muestra mayores niveles de fatiga (RPE, DOMS, volumen total
realizado…) cuando se compara con el mismo entrenamiento sin
restricción del flujo.
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DOLOR Y MOVILIDAD
Por Antonio Piepoli
Para explicar estos hechos, el primer paso sería conocer qué es el dolor, y qué relación
tiene el mismo con la reducción del rango de movimiento.
Las neuroetiquetas primarias son aquellas cuya acción es tangible y tiene como
objetivo un órgano determinado. Las neuroetiquetas de acción pueden ejercer
su influencia sobre un músculo o articulación (neuroetiqueta motora), sobre la
consciencia (neuroetiquetas de sensaciones o pensamientos) o cualquier otra
respuesta del sistema.
Neuroetiqueta
secundaria
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Sensación
secundaria primaria
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Creencia
secundaria primaria
Neuroetiqueta Neuroetiqueta
Movimiento
secundaria primaria
Neuroetiqueta
secundaria
Neuroetiqueta
secundaria
BFRT y Dolor
Efectos Agudos: la evidencia sobre los efectos agudos del BFRT en el dolor es
escasa. Solo tres estudios han analizado la respuesta sobre el dolor anterior de
rodilla a nivel agudo.
Los resultados muestran que los pacientes con PFP que utilizaron BFRT durante
8 semanas, obtuvieron una mayor reducción significativa del dolor en
comparación con el grupo control. No hubo diferencias entre grupos en la
percepción del “worst pain” traducido al español “peor dolor” y la función
relacionada con el dolor (Kujala), el tamaño muscular o la fuerza. Otro hallazgo
a destacar es que un subgrupo de pacientes pudo aplicar más fuerza en el
ejercicio de extensión de rodilla cuando utilizaban BFRT, mientras que en el
grupo control no se observó este hecho.
Otro estudio que analiza los efectos del BFRT sobre el dolor de rodilla es el de
Korakakis y colaboradores de 2018 (10). Todos los sujetos del estudio (30
hombres) realizaban el ejercicio de extensión de rodilla con BFRT, midiéndose
el dolor post-intervención en tres ejercicios (sentadilla unipodal profunda,
cuarto de sentadilla y bajar de un escalón). Una vez realizadas las pruebas, toda
la muestra llevaba a cabo una sesión de fisioterapia estándar (45 minutos) que
incluía ejercicios de fuerza y equilibrio; al finalizar la misma se volvía a medir el
dolor en dichas pruebas.
Los resultados del estudio muestran como la aplicación de BFRT produjo una
disminución de los niveles de dolor en las tres pruebas seleccionadas;
manteniéndose los valores tras la sesión de fisioterapia.
En otro estudio de los mismos autores (14), se investigaron los efectos sobre el
dolor de rodilla comparando la misma intervención con y sin restricción del
flujo sanguíneo. Las mejoras en la reducción del dolor durante las pruebas
funcionales en el grupo con BFRT respecto al que no tenía restricción fueron
desde el 73% hasta el 237%. Durante la intervención ningún participante del
grupo BFRT mostró un aumento del dolor. Sin embargo, el 20% de los
participantes del grupo control mostró un aumento de los síntomas post-
intervención, y un 15% tras la sesión de fisioterapia (45 minutos después).
con cargas bajas (30%RM). Los niveles de dolor medidos a través del
cuestionario KOOS mostraron una mayor disminución del dolor en el grupo
BFRT, sin embargo las diferencias no fueron significativas en comparación al
grupo control.
Son necesarios más estudios que investiguen los mecanismos subyacentes a dichos
efectos, aunque principalmente la hipótesis más aceptada actualmente está
relacionada con el Diffuse Noxious Inhibitory Control (DNIC) (7). Este sistema de
modulación descendente está condicionado por la presencia de otro estímulo
nociceptivo que difiere en localización o intensidad. Una de las razones por las que la
nocicepción no es igual a dolor es que hay una multitud de sustancias químicas que se
liberan supraespinalmente y que pueden actuar para suprimir o bloquear las señales
nociceptivas ascendentes. Una región clave del cerebro involucrada es la materia gris
periacueductal (PAG) que se proyecta a la médula ventromedial rostral (RVM) (8).
Las áreas cerebrales múltiples se proyectan hacia la PAG, como la corteza, el sistema
límbico y el hipotálamo, lo que significa que puede verse afectada la percepción de
dolor por factores como los pensamientos, las emociones y el estrés. El RVM se
conecta al asta dorsal y puede actuar para inhibir o facilitar la nocicepción. Las vías
descendentes pueden inhibir los elementos postsinápticos dentro de las astas dorsales
y las fibras aferentes presinápticas en los extremos terminales, además de provocar la
excitación de las interneuronas inhibitorias o facilitadoras dentro de la médula espinal
que también afectan la señalización nociceptiva. Hay una gran cantidad de otros
productos químicos, mecanismos y sistemas que intervienen en la mediación de la
modulación descendente, incluidos: Noradrenalina, Serotonina, GABA, Cannabinoides
(9).
Finalmente, debido a los efectos observados del BFRT y flossing sobre el dolor (10,11)
se puede creer que estas herramientas son capaces de activar los sistemas de
modulación descendente, disminuyendo la percepción de amenaza del sistema y por
consecuencia disminuyendo la percepción de dolor (3).
Flossing y Movilidad
El flossing es la aplicación de un vendaje elástico recubriendo una determinada zona
corporal, normalmente una articulación o un segmento muscular. Su relación con el
BFRT proviene de los inicios de este tipo de entrenamiento. Cuando empezó a
desarrollarse el BFRT, la restricción del flujo sanguíneo se realizaba con bandas
elásticas. Sin embargo, la utilización del vendaje con el objetivo de mejorar la fuerza y
la hipertrofia muscular acarreaba con una gran limitación, pues la cuantificación de la
presión era imposible de realizar. De la necesidad de tener un control y poder
progresar en el entrenamiento se comenzó a extender el uso de manguitos, bien sea
manuales (a través de un esfigmomanómetro) o mecánicos (con un compresor de
aire).
No fue hasta el año 2013 cuando Kelly Starret y Glen Cordoza incluyeron en su libro el
flossing como una herramienta de mejora de la movilidad y disminución del dolor (13).
Las hipótesis en las que basan estos autores los efectos del flossing eran el “creeping”
o cizallamiento fascial provocado por la compresión del vendaje sobre los tejidos, y la
mejora del flujo sanguíneo debido a la restricción previa del vendaje.
El cizallamiento fascial tiene como objetivo la mejora del deslizamiento entre planos
fasciales (entre fascículos musculares o entre los propios grupos musculares) para la
mejora de la movilidad, y, por ende, del dolor. Esta hipótesis restringe los efectos a
aquellas zonas corporales en las que se puede aplicar el vendaje y que siempre la
mejora de la movilidad precederá a la disminución del dolor. Esta hipótesis no ha sido
estudiada en ningún artículo científico, y la experiencia clínica nos muestra como la
movilidad no siempre precede a la mejora del dolor, pudiendo ser respuestas
independientes. Además, los efectos no solo se producen a nivel local sino que, por
ejemplo con la aplicación del vendaje sobre el pliegue inguinal, podemos conseguir
mejoras en la movilidad y/o el dolor de la cadera.
Por tanto, el marco teórico sobre el que se basa la utilización del flossing guarda una
estrecha relación con la teoría de las neuroetiquetas. Como se ha reflejado en el
apartado anterior, la relación entre la limitación del rango de movimiento (pérdida de
movilidad) y el dolor se basa en que comparten neuroetiquetas secundarias o de
modulación comunes (Ilustración 2) (3).
Nociocepción
Amenaza visual
Conducción Neuroetiqueta
externa Dolor
primaria dolor
Expectativa
Amenaza
Neuroetiqueta
primaria Movimiento
Percepción del Movimiento
estado actual del
tejido
Percepción de la
posición/localización
actual del cuerpo
Conducción
interna
Amenaza social
Ilustración 2 Adaptación del diagrama de relación entre Dolor y Movimiento. (Wallwork et al, 2016)
La evidencia disponible respecto al dolor y el uso de flossing es, de nuevo, escasa. Prill
y colaboradores (2018) (2) estudiaron los efectos agudos del flossing en la disminución
del dolor muscular post-ejercicio, más comúnmente conocido como “agujetas”. Con
una muestra pequeña (15 personas) se realizó un entrenamiento sobre los flexores de
codo de forma bilateral, pero solo se aplicó flossing a uno de los brazos de forma
aleatoria. Se controló el dolor y la fatiga a través de la Escala Visual Analógica (EVA) y
la Escala de Borg en tres ocasiones (inmediatamente después de terminar el
entrenamiento, a las 24 y 48 horas). Tanto los valores de dolor como de fatiga
disminuyeron en el brazo al que se le aplicó flossing.
se utilizaron valores objetivos para medir la fuerza o el rango de movimiento, sino que
sólo se utilizó la EVA y el índice de disfunción para muñeca-mano (Wrist-Hand
Disfuction Index o WHDI) semanalmente.
En referencia a la mejora de la movilidad, los estudios que han investigado los efectos
del flossing son mayores en número y mejores en calidad metodológica. Drill y
colaboradores llevan a cabo en 2016 un estudio sobre los efectos del flossing en la
movilidad del tobillo y el rendimiento del salto unipodal. Cincuenta y dos corredores
recreacionales componen la muestra del estudio, sobre los que se aplica flossing de
forma unilateral (sirviendo el otro tobillo como grupo control) (4).
Los resultados mostraron mejoras significativas entre grupos (tobillo con y sin flossing),
así como a lo largo del tiempo (pre-post). Sin embargo, el tamaño del efecto para
todas las variables comparadas fue pequeño.
Sólo dos estudios han investigado los efectos del flossing sobre la movilidad del
miembro superior. Kiefer y colaboradores en 2017 investigaron los efectos sobre el
ROM en la flexión de hombro (6). El estudio cuenta con una muestra amplia (60
jóvenes), divididos en un grupo experimental (flossing) y otro control (no flossing).
Ambos grupos realizaron un estiramiento (child’s pose strecht) 5 veces durante 30
segundos, midiéndose el ROM pasivo a través de goniometría y la percepción de
“flexibilidad” (facilidad percibida por la persona al llegar a su máxima tolerancia de
estiramiento). Los resultados muestran como ambos grupos mejoraron los valores en
flexión de hombro comparando pre y post-intervención, sin diferencias entre grupo
Aunque los estudios mencionados presentan ciertas limitaciones (ej: falta de grupo
control con placebo, duración del periodo de seguimiento, etc.), el flossing se presenta
como una herramienta útil en la disminución del dolor y mejora de la movilidad de
forma aguda gracias a su acción sobre el sistema nervioso central, más que por sus
poco plausibles efectos a nivel local (ej: cizallamiento fascial)
PUNTOS CLAVE
El dolor y la reducción de la movilidad son situaciones comunes en
personas que se encuentran en un proceso de rehabilitación de
lesiones.
Referencias Bibliográficas:
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FUNCIÓN VASCULAR
Las diferentes demandas exigidas a cada sistema corporal durante una sesión de
entrenamiento y/o rehabilitación necesitan de la correcta función vascular, con la
intención de que las sustancias de desecho y nutrientes viajen a donde se necesite. Su
relación con los procesos de curación tisular (1), así como en la recuperación muscular
y fatiga (2,3), denotan la importancia en la recuperación tras una competición o
durante un proceso lesional.
Las interacciones entre función vascular y ejercicio son bidireccionales. Los estudios
recogidos en la revisión de Durand y colaboradores (2014) (4) muestran una clara
regulación positiva con el ejercicio aeróbico (mejorando el stiffness arterial y la función
endotelial). Aún no se comprende en plenitud los mecanismos por los que mejora
dicha función con el entrenamiento aeróbico. Estos pueden estar relacionados con las
adaptaciones a nivel cardiaco (ej: mayor volumen por latido) que provocarían un
mayor stress mecánico sobre la pared vascular.
Puede parecer que existe una dicotomía entre utilizar un tipo u otro de
entrenamiento, pero no tiene porqué ser así. El BFRT es una herramienta que, en
cierto modo, podría incorporar lo mejor de ambos.
Antes de estudiar la relación entre BFRT y la función vascular, se deben conocer cuáles
son los índices de la función vascular y qué información aportan. En la siguiente tabla
se han recogidos los índices más comunes descritos en la literatura científica.
La evidencia científica más actual, que cuenta con una gran revisión llevada a cabo
sobre este aspecto (12), muestra como con el BFRT no hay grandes cambios en la
rigidez arterial, mientras que la función endotelial, medida a través de la dilatación
mediada por flujo, aumenta. Los efectos en la reactividad vascular necesitan de más
estudios para ser concluyentes.
Angiogénesis
Este proceso fisiológico, que se menciona en otros capítulos del libro2, se define como
el aumento del número de vasos o capilares por unidad de superficie. Este aumento
de capilares produce un incremento en la superficie disponible para la difusión de
sustancias, así como una disminución de la distancia de difusión (1,13). Al final, tal
proceso da lugar a una mejora de la biodisponibilidad de nutrientes en el tejido que
precede al aumento de la actividad enzimática durante el ejercicio.
No se puede olvidar que también conforma una vía de comunicación entre los
distintos órganos, teniendo la sangre como mensajeras a las hormonas. La mejora del
estado hormonal podría influir en cualquier función orgánica.
Ambas hipótesis dan relevancia a la angiogénsis en el ejercicio y la salud. Si se quiere
ampliar el estudio sobre la respuesta angiogénica al ejercicio, se recomienda recurrir a
la revisión de Gustafsson y colaboradores (2001) (1), pues es, sin duda alguna, la
revisión sistemática más completa sobre el tema en la actualidad.
De forma específica y en relación con el BFRT, son varias las vías de investigación
llevadas a cabo:
Expresión Génica: la evidencia muestra que tras aplicar BFRT se produce una
mayor expresión de genes relacionados con la angiogénesis (PEGF-1 y HIF-1)
(14,15). Sin embargo, las muestras de los estudios fueron muy pequeñas, solo 6
personas en cada uno.
2
La angiogénesis es comentada en los capítulos de Poblaciones Clínicas II y Sistema Inmune.
Osteogénesis
El estímulo mecánico de un ejercicio es necesario no sólo a nivel de crecimiento
muscular, sino también en el proceso de remodelación ósea. Por ello, en situaciones
donde no es posible aplicar cargas altas, como con el entrenamiento tradicional de
fuerza (>70% de la repetición máxima o RM), se ha propuesto al BFRT como
alternativa.
Estas variables informan a corto plazo sobre el estado dinámico del metabolismo
óseo. Podría compararse a una instantánea o una foto, donde la información que
podemos extraer de ella es únicamente del momento en la que se realizó. Quizás la
utilización de otras variables, como la densitometría ósea, podría proporcionarnos más
información a largo plazo.
Aunque los resultados sean positivos, se debe tener en cuenta que aún se está lejos de
poder dar una respuesta segura sobre su efectividad en la mejora del metabolismo
óseo. Pero, igualmente cierto es que los datos son esperanzadores y que podría tener
gran utilidad en procesos como la osteoporosis, fracturas por estrés, etc.
PUNTOS CLAVE
La relación entre ejercicio y función vascular es bidireccional.
Referencias Bibliográficas:
SISTEMA INMUNE
El sistema inmunitario (SI) es el encargado de mediar la respuesta de reconocimiento
(inmuno-vigilancia), defensa celular y tisular frente a cualquier estrés (1). A pesar de la
visión que se brinda en los grados de Fisioterapia y Ciencias del Deporte sobre este
sistema, como su vinculación con las infecciones por microorganismos y/o virus, o por
reacciones adversas contra antígenos que no tienen por qué ser tóxicos (ej: alergias);
lo cierto es que se le debe de tener en mayor consideración. El sistema inmune está en
relación con la capacidad de recuperación tras un entrenamiento o competición (2),
con los cambios en la función a nivel molecular, celular y tisular (3), y de forma más
específica, en la aplicación del ejercicio físico en el ámbito clínico u hospitalario (4,5),
por lo que cobra un papel importante para todas las personas.
Tradicionalmente se ha dividido al SI en dos partes para facilitar el conocimiento de
sus funciones, teniendo en cuenta que su actuación siempre es conjunta.
Por un lado, tenemos al sistema inmune innato (SII) que se encarga de la primera línea
de defensa que posee cualquier persona frente a un estímulo estresante. Los
componentes principales del SII se recogen en la tabla 1.
Citoquinas y Quimioquinas
Por otro lado, el sistema inmune adquirido o adaptativo (SIA) el cual se caracteriza
por mejorar la capacidad defensiva frente a exposiciones sucesivas. Como ocurre en
cualquier tipo de adaptación que se quiera llevar a cabo en el entrenamiento y en la
rehabilitación, se necesita un periodo de aprendizaje para optimizar una determinada
respuesta. El SIA está representado mayormente por dos tipos de células, linfocitos T y
B. Ambos tipos celulares, junto con los referenciados en la tabla anterior, van a
intervenir en la respuesta inmune humoral y celular, respectivamente.
El ejercicio físico es uno de los grandes moduladores de la función inmune (6), junto
con la nutrición, el sueño y los factores psicológicos y sociales (7). Conocer los efectos
de la carga del entrenamiento y su tolerancia definirá si las adaptaciones provocadas
tendrán un efecto beneficioso o perjudicial en la salud y el rendimiento (8,9). Este
concepto es aplicable tanto en el caso de un atleta que se prepara para las olimpiadas,
Cuando se han querido comparar los efectos del entrenamiento tradicional o de cargas
altas (HL-RT) y el BFRT con cargas bajas se han observado algunas diferencias en la
respuesta del SI (14,15). El estudio de Dornerles y colaboradores (2015) (15) los
comparó sobre una población específica de células inmunes (natural killers) y unas
proteínas vitales (quiomiocinas) para este sistema.
Un pequeño inciso para aclarar el porqué de estudiar esas dos variables del SI y cómo
se suele llevar a cabo. Los NK forman parte del grupo de células blancas o leucocitos,
contando con un gran poder citotóxico. Por otro lado, las quimiocinas tienen una
función de movilización y regulación de la respuesta leucocítica. Como si de un arma se
tratase, el natural killer podría ser el cohete de nuestro sistema defensivo, mientras
que la quimiocina cumpliría con el papel de GPS armamentístico. Para analizar la
respuesta inmune se utilizaron anticuerpos específicos monoclonales. Este grupo de
glucoproteínas se unen con gran afinidad y especificidad a una molécula determinada
(antígeno). De su variación a nivel sanguíneo podemos identificar marcadores
fenotípicos únicos de un tipo particular (ej: NK) e interacciones moleculares (Ej: CCR5)
Los resultados del estudio (15), con relación a los NK, demostraron una menor
concentración sanguínea tras intervención y a las 24 horas post-ejercicio para el grupo
HL-RT comparado con los niveles pre-intervención. Por su parte, el grupo BFRT sólo
mostró diferencias entre la medición post-intervención inmediata y tras 24 horas. Por
otro lado, la expresión de CCR5 mostró una interacción entre mediciones temporales,
pero sin diferencias significativas entre grupos.
Tras el análisis de los resultados se concluye que una sola serie de ciclos de baja
intensidad con BFR es insuficiente para inducir respuestas de "estrés" intracelular (por
ejemplo, altas tasas de recambio de sustrato e hipoxia local) necesarias para activar la
señalización de autofagia del músculo esquelético. Por ello, es posible que la
utilización del BFRT junto con ejercicio aeróbico de baja intensidad no sea la mejor
opción en la mejora de la síntesis proteica.
Hay que añadir que el presente estudio cuenta con una gran limitación metodológica,
como es la biopsia muscular previa a todas las intervenciones y que no se tiene en
cuenta el carácter adaptativo de cada intervención. Sin embargo, sería interesante
analizar como el orden de las intervenciones puede interferir en los resultados a lo
largo de las sesiones.
Además, este mismo grupo de investigadores estudiaron como las células inmunes
pueden inducir al remodelado muscular tras la aplicación del BFRT (25). Se ha
observado cómo tras el BFRT, los neutrófilos son las primeras células del SI en iniciar el
proceso de remodelación por diferentes vías. El aumento en la producción de
citoquinas y el reclutamiento de otras células inmunes, monocitos y otros macrófagos,
favorecen los procesos de fagocitosis, diferenciación mioblástica y la formación de
miotubos.
Tres son las hipótesis que se plantean en el efecto del BFRT sobre la respuesta inmune,
que como veremos en el apartado siguiente son independientes del daño muscular
provocado:
Aumento del HIF-1: la hipoxia local producida por la restricción parcial del flujo
sanguíneo promueve un aumento del HIF-1. Este factor inducible por la hipoxia
está en relación con la liberación del MCP-1, una quimiocina con una potente
función de reclutamiento y activación de macrófagos.
Aumento de Interleucina-6 (IL-6): la liberación de IL-6 produce un aumento en
el reclutamiento de neutrófilos para el remodelado muscular.
Liberación de Catecolaminas: la noraprinefina, por ejemplo, posee un potente
efecto en la función neutrófila.
Los niveles menores de daño muscular e inflamación que se recogen en otra nueva
revisión de 2018 (26) apoyan el uso del entrenamiento de BFRT con baja carga en
poblaciones de riesgo con baja masa muscular, incluidos pacientes que se encuentran
en situación de reposo en cama, poblaciones en envejecimiento y pacientes en
proceso de rehabilitación músculo-esquelética.
PUNTOS CLAVE
El Sistema Inmune es clave en la consecución de adaptaciones en
situaciones de patología músculo-esquelética y/o mejora del
rendimiento.
Referencias Bibliográficas:
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SEGURIDAD
Por Moisés Picón Martínez
Desde que comenzó a utilizarse el BFRT a principios de los años 80, se han
empleado diferentes tipos de manguitos para generar la restricción vascular,
como por ejemplo: cámaras neumáticas de bicicleta, bandas elásticas y/o
dispositivos electrónicos (2).
B) Tipo de manguito
Durante las últimas décadas, los investigadores han utilizado una gran
variedad de anchuras de manguito tanto para miembros inferiores (4,5-
18,5 cm) como superiores (3-12 cm) (15). Existe consenso en relación a
que cuanto más ancho es el manguito, menor presión de hinchado se
requiere para llegar a la PRT en comparación con un manguito más
estrecho (5, 7, 16). Esto deja patente la imperante necesidad de aplicar
una presión relativa al ancho del manguito (8).
Además, Loenneke et al. (7) informaron que las extremidades con una
circunferencia mayor requieren de una mayor presión de restricción
para alcanzar el mismo nivel de oclusión arterial que una extremidad de
menor circunferencia. Por ese motivo, estos autores sugieren que, a la
hora de aplicar el BFRT, se debe tener en cuenta tanto el ancho del
manguito como el perímetro de la extremidad a ocluir. Así pues,
manguitos más anchos (13-18 cm) se reservarán para aplicar la
restricción en miembros inferiores mientras que manguitos más
estrechos (3-5 cm) se utilizarán para los brazos.
Presión de restricción:
Seguridad y BFRT
Una vez demostrada la efectividad del método, las investigaciones se han orientado a
evaluar diferentes aspectos de seguridad, sobre todo en relación con las respuestas
cardiovasculares, musculares y del sistema nervioso (4, 33, 34).
posible activación del reflejo presor y sus posibles riesgos a nivel cardiovascular
que este tipo de metodología podría suponer sobre el/la entrenando. En este
sentido, Sundblad et al. (42) encontraron que, tras un periodo de 5 semanas de
entrenamiento isométrico, el grupo que entrenó en condiciones de isquemia
obtuvo una reducción significativa en la actividad del reflejo presor cuando se
comparó con el grupo de entrenamiento sin restricción. En contraposición a lo
anterior, Crisafulli et al. (43), tras un mes de entrenamiento dinámico con
restricción del flujo sanguíneo, encontraron una reducción en la presión arterial
media (PAM) sin cambios significativos en la actividad del reflejo presor. Esta
reducción en la PAM ya había sido documentada por otras investigaciones (35,
39, 41), encontrándose como una respuesta positiva para el entrenando,
aunque todavía no se conoce con detalle si tal reducción podría venir
desencadenada por una disminución en la actividad del reflejo presor. Por ese
motivo, Spranger et al. (20) sostienen que es importante tener una mayor
evidencia sobre parámetros como la duración óptima y la presión de hinchado
del manguito, aspectos que cobran una mayor relevancia cuando el BFRT se
aplica a segmentos poblacionales con diferentes patologías o en pre-
adolescentes.
Entre los estudios que han evaluado los efectos agudos del BFRT sobre el daño
muscular, cabe destacar varios trabajos donde no se encontraron incrementos
significativos en distintos marcados inflamatorios (ej. lactato deshidrogenasa,
creatinquinasa) ni de estrés oxidativo (ej. proteína carbonilo, ácido úrico,
radicales libres). (34, 46-49). Además, recientemente, Neto et al (50), al
comparar los efectos del BFRT sobre distintos biomarcadores de inflamación
Con relación a las respuestas a largo plazo del BFRT sobre los marcadores de
daño muscular poco es conocido. Clark et al. (34), tras aplicar 4 semanas de
entrenamiento con restricción del flujo para miembros inferiores, encontraron
incrementos en los valores de fuerza máxima sin alteraciones en los
marcadores de coagulación e inflamación (IL-6, CRP). Más recientemente,
Nielsen et al. (52), al evaluar diferentes marcadores miocelulares de daño
muscular (CK) estrés oxidativo (TAC, GSH) e inflamación (MCP1, IL-6, TNF-a),
tampoco observaron cambios significativos, lo que nos lleva a indicar que, a la
vista de la evidencia disponible, esta metodología de entrenamiento no induce
daño muscular cuando es aplicada durante un periodo prolongado de 3-4
semanas. A pesar de ello, nuevos estudios son necesarios para dotar de mayor
solidez tales hallazgos.
El riesgo de trombosis venosa también ha sido investigado por varios estudios. En este
sentido, Madarame et al. (36) no encontraron cambios significativos en diferentes
marcados de coagulación sanguínea tras una sesión aguda de BFRT, donde se realizó el
ejercicio de press de pierna con una presión de restricción de 150-160 mmHg. Por su
parte, Nakajima et al. (33) informaron que, únicamente el 0,055% de los profesionales
encuestados en su estudio habían observado un riesgo de trombosis venosa. A pesar
de ello, es necesario reconocer que aplicar una oclusión arterial completa implica un
serio problema de seguridad, pudiendo llegar a causar la formación de un trombo e
incluso necrosis celular (4, 33, 57). Además, el riesgo de formación de trombos puede
incrementarse si el BFRT se realiza hasta el fallo muscular (58), por lo que es necesario
asegurarse de que se están empleando presiones de restricción relativas e
individualizadas para cada individuo.
PUNTOS CLAVE
Los manguitos neumáticos con control de la presión siempre serán más
seguros que los manguitos prácticos.
Referencias Bibliográficas:
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POBLACIONES CLÍNICAS I
Por Iván Chulvi Medrano
Introducción
El entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo (RFS) o blood flow restriction
training (BFRT) ha demostrado ampliamente su eficacia en la población sana y atlética
tal y como se ha desarrollado en capítulos previos.
Adicionalmente, los estudios disponibles han documentado que el BFRT resulta seguro
cuando se realiza un diseño y supervisión adecuados (10–12), existiendo una escasa
aparición de efectos secundarios entre los practicantes (7,8,13). Sin embargo, no está
exento de complicaciones y la literatura científica ha descrito algunos casos de
respuestas indeseadas como rabdomiólisis (14,15), síncopes (16) o pérdida de visión
(17), si bien son casos esporádicos.
Dentro de las poblaciones clínicas pueden establecerse dos grandes grupos en los que
se ha aplicado el entrenamiento con BFRT. Por un lado, su uso en la rehabilitación de
lesiones musculo-esqueléticas y, por otro lado, su uso en personas afectadas de alguna
enfermedad. En el primer caso, se ha comenzado a estudiar su aplicación en el periodo
postoperatorio y situaciones de rehabilitación en las que las cargas elevadas impuestas
por metodologías de entrenamiento neuromuscular no pueden ser asumidas. El
objetivo principal en este tipo de poblaciones es evitar la atrofia muscular asociada a la
inmovilización articular, por ejemplo tras un reemplazamiento del ligamento cruzado
anterior de la articulación de la rodilla, por lo que existe un creciente número de
investigaciones en los que se aplica el BFRT con fines de rehabilitación orientada a
evitar la pérdida de masa muscular (2,18–20). Aunque recientemente, la aplicación se
ha extendido incluso como coadyuvante en el tratamiento no quirúrgico de fractura de
radio (21). La aplicación del BFRT en la rehabilitación de lesiones musculo-esqueléticas
ha sido desarrollada en el capítulo de Poblaciones Clínicas II, por lo que el presente
capítulo se centrará en aportar los datos preliminares de la aplicación del BFRT en
poblaciones afectadas de alguna patología o comorbilidad (22).
En relación con la posibilidad de ganar masa muscular, este es uno de los atributos
más atractivos del BFRT para aplicar en población de edad avanzada puesto que uno
de los mayores problemas asociados al envejecimiento es la pérdida de masa
muscular, situación conocida como sarcopenia. El incremento de la prevalencia de la
sarcopenia es preocupantemente, habiéndose pronosticado que en Europa, en el año
2045, se podrán diagnosticar de sarcopenia hasta el 63,8 % de la población de entre 65
y 100 años frente al 11,1 % que se diagnosticó en el año 2016 (24). Este incremento
estará asociado a la inactividad, lo que conlleva a una aceleración de este proceso que
afectará en conjunto al sistema óseo y al músculo-esquelético (24–26). Por ello, resulta
importante y necesario incorporar actividades que estimulen el sistema
neuromuscular, como es el caso del entrenamiento de fuerza (26,27). Sin embargo, en
las recomendaciones internacionales establecidas por el American College of Sports
Medicine, se recomienda progresar hacia intensidades moderadas-altas (28) las cuales
en algunas ocasiones no pueden ser utilizadas (29), bien sea por la propia sarcopenia
como por comorbilidades asociadas. Por ello, se recomienda BFRT, y la evidencia
disponible fundamenta esta aplicación por el impacto positivo que genera a nivel
muscular, así como cardiovascular, existiendo ciertas evidencias que apuntan que
también ejercerá un efecto positivo sobre la densidad mineral ósea (30,31).
Otra situación que ha sido ampliamente estudiada y que la mayoría de los resultados
apuntan hacia su potencial beneficio es la relación del entrenamiento BFRT en
población con hipertensión. Debido a que durante el entrenamiento se altera la
hemodinámica tanto por acción mecánica como por acción hormonal, se ha advertido
de la posibilidad de desencadenar el reflejo presor inducido por el ejercicio, el cual es
el resultado de la activación del metaboreflejo y el mecanoreflejo muscular (1). En
conjunto desencadenará una hiperactividad simpática que puede incrementar el riesgo
de episodios cardiovasculares adversos (1), aunque recientemente este hecho ha sido
contradicho en sujetos sanos (34).
muscular (37). En un estudio reciente, en que se aplicó BFRT, con una presión
equivalente al 130% de la presión arterial sistólica, durante ejercicio aeróbico en
población de edad avanzada diagnosticada de hipertensión, se pudo comprobar que
dicho entrenamiento desencadenó un incremento de la respuesta de defensas
antioxidantes (incremento de la superóxido dismutasa y la glutatión-S-transferasa así
como una reducción de los niveles de tioles no proteicos) que genera una influencia
positiva sobre la tensión arterial (38).
Por otro lado, diversos estudios han puesto de manifiesto que el entrenamiento de
BFRT puede suponer un estímulo angiogénico por dos mecanismos principalmente. En
primer lugar por el incremento del estímulo del estrés de cizalla y por otro, por el
incremento de óxido nítrico sintasa endotelial como respuesta a la situación de
restricción del flujo sanguíneo (39). El estímulo angiogénico permitirá el crecimiento
de la red de capilares como respuesta al BFRT y con ello mejorará la perfusión tisular y,
por tanto, la hiperemia reactiva. En conjunto parece ser que el entrenamiento con
BFRT no perjudicará la función vascular (40) y desencadenará una estímulo positivo a
nivel circulatorio (36).
EL BFRT ha sido recientemente incorporado como herramienta para las personas con
lesión espinal incompleta. En un estudio preliminar se analizó el comportamiento
agudo de la respuesta hemodinámica y del riesgo de trombosis venosa profunda en 9
personas con lesión espinal incompleta a diferentes niveles. Los autores no
documentaron efectos secundarios indeseados y específicos como la disreflexia
autonómica o la formación de trombosis venosa profunda (41) tras realizar 3 series de
10 repeticiones del ejercicio de extensión de rodilla unilateral con una presión del 125
% sobre la presión total para la oclusión venosa (41).
Aunque se han puesto de relieve las posibilidades terapéuticas que puede suponer el
entrenamiento de BFRT, resulta conveniente detallar algunas consideraciones y
advertencias de la aplicación de estos, máxime cuando se aplica en población clínica.
Advertencias
Tal y como se ha resaltado en la introducción, aunque se considera que el BFRT es
seguro, siempre existe un riesgo de aparición de efectos secundarios. Este riesgo debe
minimizarse al máximo particularmente en población con situaciones clínicas. Por ello,
en este apartado se describen brevemente algunas consideraciones importantes
previas a la aplicación del BFRT que han sido abordadas por la investigación científica.
Por otro, lado en personas con afectación de las válvulas conniventes o flebitis, el
incremento de la congestión forzada por el BFRT puede incrementar patológicamente
la distensibilidad de las paredes vasculares así como generar impotencia en las válvulas
vasculares (54). No obstante, no se conoce ningún estudio que haya reportado tal
situación.
PUNTOS CLAVE
Por todo lo anteriormente expuesto se puede indicar que el
entrenamiento con BFRT, tanto en combinación con ejercicio aeróbico
como de fuerza, puede resultar una opción válida para personas que
puedan tener una situación en la que las cargas moderadas-altas no
sean recomendables, pero requieran de mejorar sus niveles de fuerza y
masa muscular.
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POBLACIONES CLÍNICAS II
Las lesiones que afectan al sistema músculo-esquelético pueden clasificarse de
distintas formas atendiendo a su etiología, fisiopatología, localización, etcétera.
Cualquier lesión atiende a un desequilibrio entre carga y tolerancia a la misma por
parte del tejido, órgano o sistema (1). Los factores que modifican la tolerancia a la
carga están comprendidos dentro del modelo biopsicosocial, siendo los factores
biológicos modulados de forma diaria por el entorno y el estado psicológico de la
persona (2).
Entre los objetivos para la aplicación del entrenamiento con restricción del flujo
sanguíneo o blood flow restriction traning (BFRT) se encuentra la utilización de cargas
bajas para mantener o mejorar los niveles de fuerza y de masa muscular, lo que hace
que sea una herramienta ideal para personas con lesiones (4).
Por tanto, el BFRT puede ayudar a conseguir los objetivos propuestos para la
estructura lesionada y mantener el nivel de rendimiento o performance del resto.
Hipertrofia
Sistema
Osteogénesis
Cardiovascular
BFRT
Dolor Fuerza
Angiogénesis
Otro efecto del BFRT que puede servir tanto para el preoperatorio como para el
postoperatorio son los producidos a nivel del sistema nervioso central (SNC). En el
capítulo de fuerza se habló largo y tendidamente sobre las adaptaciones producidas,
así como de diferentes hipótesis relacionadas con el SNC, que podrían estar detrás de
las mejoras tempranas en fuerza (12,13). Por ello, cualquier lesión que necesite de un
periodo de inmovilización o de reposo relativo (nunca absoluto) va llevar a cambios
centrales que afectarán a respuestas como el dolor y el movimiento (14). El BFRT
puede ser útil en la lucha contra estos cambios centrales, como cualquier herramienta
que ayude a limitar y controlar la carga (piscinas, cintas antigravedad, sistemas de
suspensión, etc).
Es cierto, que se deben respetar los procesos de curación de los tejidos, teniendo en
cuenta todas las variables (tipo de intervención, metabolismo tisular, estado
inmune…). Pero también se debe entrenar para evitar el desacondicionamiento del
resto de estructuras y todos los cambios sobre el sistema nervioso central.
En esa lucha, el BFRT puede ayudar a mejorar la entrada de información a nivel cortical
gracias al estímulo de compresión y a la activación de fibras aferentes relacionadas con
los déficits de oxígeno provocados por la restricción parcial del flujo sanguíneo (4,15).
De forma conjunta, utilizar herramientas como la vibración, la imaginería motora
gradual o la aplicación de electroterapia (TENS y NMES) pueden ser muy útiles en fases
muy tempranas. En el siguiente diagrama (Ilustración 3) se muestra cómo y cuándo
aplicar el BFRT en cualquier postoperatorio.
BFRT y
Entrenamiento
Convencional
Trabajo de Vuelta al
juego y/o Actividad
laboral
Ilustración 2 Diagrama de Aplicación BFRT en Postoperatorio.
VENTAJAS DESVENTAJAS
Una revisión de 2018 analiza el papel del BFRT en diferentes lesiones atendiendo a la
localización de la misma (ligamentosa, ósea, muscular, etc) (20). En ella se concluye
que independientemente de la patología músculo-esquelética que se presente, la
aplicación de BFRT es una alternativa a tener muy en cuenta en la mejora de la fuerza,
masa muscular y disminución del dolor. Además, se presenta el caso común en la
práctica clínica en el que el profesional es incapaz de prescribir una dosis de
entrenamiento a la persona sin que los síntomas se agudicen o aumenten. Esta
situación se debe al equilibrio mencionado entre carga y tolerancia. Cuando la
tolerancia es muy pequeña, debido al periodo sin actividad tras la lesión o a que nunca
se ha entrenado, una dosis mínima de carga puede suponer un problema de
adaptación a la persona. Aplicar cargas bajas con BFRT puede ayudar a trabajar en un
intervalo "seguro", pero con un estímulo suficiente que permita mejorar su tolerancia.
Ese aumento en la seguridad al entrenar con restricción del flujo sanguíneo podría
explicar los resultados obtenidos en personas con dolor patelofemoral. La presencia de
dolor patelofemoral no tiene porqué correlacionarse con una lesión estructural; por lo
que no es una patología, pero sí un síntoma común en clínica. En relación al BFRT se
ha observado una mayor efectividad en la mejora de la fuerza durante la extensión de
rodilla que el entrenamiento convencional (21).
PUNTOS CLAVE
Los efectos del BFRT son de gran utilidad en el manejo de lesiones
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without blood flow restriction in the treatment of patellofemoral pain: a double-
blind randomised trial. Br J Sports Med [Internet]. 2017;51(23):1688–94.
Available from: https://bjsm.bmj.com/content/51/23/1688
AGRADECIMIENTOS
Mi nombre es Alejandro Becerra, director de En-forma. Espero que te haya gustado
este libro sobre “entrenamiento oclusivo”, o mejor dicho “entrenamiento con
restricción parcial del flujo sanguíneo”; pero para finalizar me gustaría contarte un
poco, como empezó este proyecto.
Este ebook nace con la intención de acercar a todos los profesionales del
entrenamiento y la salud, una herramienta que usamos todos los días en nuestro
centro BIOS.
Nos pareció una herramienta tan efectiva, que llega a ser un aliado idóneo para
nuestros compañeros, y nos sentíamos con la necesidad de darlo a conocer. Esto,
unido a la falta de conocimiento académico, como artículos científicos o literatura de
habla hispana en comparación a otros contenidos, hace que el entrenamiento con
restricción de flujo sanguíneo sea muy poco conocido y empleado en España.
Consecuentemente, este libro se presenta como una forma de aportar conocimiento
novedoso y actual al sector.
Por ello, decidimos contactar con cinco grandes profesionales, permitidme ser
informal, puesto que su valor como profesional es fácil de observar por sus
currículums, pero no se suele hablar de las personas y su comportamiento a la hora de
crear un proyecto.
Empezamos por Daniel Varela Martínez, una persona incansable y constante, que
durante meses ha estado realizando una búsqueda exhaustiva de referencias
bibliográficas, con el fin de resumirlas y adaptarlas para todos los profesionales.
Más información: https://healthymove.blog/category/bfr/
Iván Chulvi Medrano, uno de esos profesores que pocas veces dicen que no, de estas
personas que cuando coges el teléfono, siempre dicen “¿Qué hay que hacer?”.
Además, nos ayudó a contactar con Juan Martín Hernández, profesional que ha
realizado el prólogo y siempre se ha propuesto a colaborar.
Más información: http://ivanchulvimedrano.blogspot.com/
Moisés Picón Martínez, ha tenido que hacer su capítulo por las noches, después de 40
horas de entrenamiento a la semana, sólo por aportar al sector y sumar, siempre
sumar. Nos ha revisado este libro palabra por palabra en un fin de semana. Existen
personas trabajadoras y gente a la que le ilusiona su trabajo, ese es Moisés.
Más información: https://www.researchgate.net/profile/Moises_Picon2
Antonio Piepoli, el amigo de los libros. Era imposible que dijera que no y menos a la
creación de conocimiento para los profesionales o estudiantes del área. Ha estado
revisando y dando feedback sobre aspectos a mejorar durante toda las fases del
proyecto.
Más información: https://antoniopiepoli.com/
Juan Martín Hernández, tan solo dos correos faltaron para finalizar esta obra, en la que
ha aportado un prólogo directo y fácil de entender. Aunque no he tenido la suerte de
conocerlo personalmente, seguro que nos vemos pronto.
Por último, agradecerte a ti, lector, que nos permite que hagamos lo que más nos
gusta; compartir nuestra pasión del día a día a otros compañeros. Si te ha gustado, te
animamos a compartir con nosotros tu opinión, el mejor regalo para un escritor, es
saber que su obra ha sido leída.
GRACIAS.
https://en-forma.es
formacion@en-forma.es
675 74 73 79