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Secuencia Didactica Malvinas
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FICHA TÉCNICA
Años: 3°, 4°, 5° y 6° de la Escuela Secundaria.
http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo1/cap2.pdf#page=2
● 3. De la Revolución Mexicana a nuestros días. Capítulo 3 El modelo neoliberal
bajo dictadura y democracia (1973-1999).
http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo2/cap3.pdf#page=1
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
PROPUESTAS PARA EL AULA
Momento 1:
Solicitar a los y las estudiantes que lean el apartado citado y luego resuelvan las
consignas:
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inexcusable desprenderse del yugo de una potencia para pasar a la de otra, sin
embargo, frente al poderío español y portugués, el apoyo inglés se presentó como
una opción atractiva.
La actitud oficial de Gran Bretaña cambió, en la mayoría de los territorios 3
latinoamericanos, luego de la presión que generó la posición de Estados Unidos que
en 1823, no solo reconocía a los nuevos gobiernos, sino también expresaba su
voluntad expansionista a través de la doctrina Monroe. Así, a partir de 1825 y luego
de arduas negociaciones al interior de su propio entramado político, comenzó el
reconocimiento de las nuevas repúblicas y se profundizó el accionar de la diplomacia
inglesa en la región que ahora sí poseía un plan estratégico. La diplomacia se
convirtió entonces en el aliado primordial de las burguesías comerciales que,
lentamente, se iban apropiando del rumbo de las repúblicas nacientes y fomentando
la balcanización regional.
La diplomacia fue, entonces, el instrumento que posibilitó al Imperio británico ejercer
una dominación económica sobre las excolonias españolas. Los países
latinoamericanos —formalmente independientes— desarrollaron a lo largo del siglo
XIX, una economía complementaria subordinada a la británica, abasteciéndola de
materias primas y consumiendo sus productos manufacturados. La construcción
del orden semicolonial se realizó mediante diversas estrategias. Entre ellas, se
destacaron el apoderamiento de los medios de transporte y comunicación, el control
de los mecanismos financieros (tales como los empréstitos otorgados en esta época
y la presencia en los directorios de las entidades bancarias creadas por los nacientes
Estados), la firma de tratados de amistad y libre comercio (en beneficio de las
burguesías comerciales-portuarias y en perjuicio de los sectores vinculados a la
producción artesanal local) y el establecimiento de firmas y compañías británicas
que explotaban los recursos estratégicos locales.”
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pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
Consignas:
Momento 2:
Solicitar a los y las estudiantes que lean el apartado citado y luego resuelvan las
consignas:
El archipiélago fue ocupado por primera vez por Francia, a través del accionar de
Louis-Antoine de Bougainville, que desembarcó en las Islas en 1764. Fundó
entonces, en la isla Soledad, el puerto y fuerte de San Luis, en nombre del rey de
Francia, Luis XV. Pero la ocupación fue efímera ya que, luego del reclamo de
España el 2 de abril de 1767, Francia reconoció oficialmente la soberanía
hispánica y al año siguiente emprendieron la retirada.
En 1765, una expedición británica llegó a las Islas Malvinas y levantó un fuerte en
un lugar que llamó Port Egmont, en una isla situada al oeste de la Gran Malvina.
España protestó exponiendo sus derechos. Como no tuvo una respuesta aceptable,
en 1770 expulsó por la fuerza a sus ocupantes, quienes fueron desalojados por
Francisco de Paula Bucarelli. El conflicto provocó el peligro de un enfrentamiento
bélico, evitado por el acuerdo firmado en 1771, donde se acordó que los ingleses
se retirarían de Port Egmont, hecho concretado en 1774. Finalmente, en 1790, con
la firma del Tratado de San Lorenzo del Escorial, entre España y Gran Bretaña, esta
última se comprometió a no establecerse en el territorio de Hispanoamérica.
Los intentos franceses y británicos por establecerse en el Atlántico Sur y en la
Patagonia no cesaron. Este peligro, sumado a la continua amenaza de expansión
portuguesa sobre el Río de la Plata, condujo a la creación en 1776 del virreinato del
Río de la Plata con el fin de mejorar la seguridad de la región.
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Estas reformas político-administrativas fortalecieron a las autoridades españolas
que conservaron el control territorial de las Islas a través de un gobernador
nombrado desde la capital del virreinato, Buenos Aires. El 6 de noviembre de 1820,
el oficial de marina David Jewett tomó posesión de las Islas Malvinas en nombre 5
de las Provincias Unidas del Río de la Plata en un acto público, en Puerto Soledad.
A partir de ese momento, la presencia de las Provincias Unidas fue permanente. El
10 de junio de 1829, el gobierno de Buenos Aires promulgó un decreto creando la
Comandancia Política y Militar de las Malvinas y Luis Vernet fue designado como
gobernador de las Islas. A fines de 1832, el comandante británico John James
Onslow, al mando de la corbeta «Clío», arribó a Puerto Egmont en la isla Gran
Malvina. Más tarde, el 2 de enero de 1833, la corbeta ancló frente a Puerto Soledad.
Onslow informó al capitán Pinedo, quién era la autoridad argentina por ausencia de
Vernet, que había llegado para ejercer los derechos de soberanía británica sobre
las Islas y que debería arriar la bandera argentina al día siguiente y reemplazarla
por la inglesa. Pinedo abandonó las Malvinas.
El capitán de la Clío, John James Onslow, partió de las Islas Malvinas al poco
tiempo de desalojar a las autoridades de la Confederación. Onslow dejó como
encargados de mantener la ocupación británica al capitán Mathew Brisbane, a
quien se lo trataba como superintendente del gobierno inglés; William Dickson,
comandante de las Islas Malvinas en nombre de su majestad británica, quedó a
cargo de cuidar la bandera inglesa y mantenerla siempre izada; Juan Simón, por su
parte, fue designado capataz de peones. Para agosto de 1833, vivían en las Islas
Malvinas, treinta y ocho individuos, de los cuales doce eran ingleses, dos alemanes,
uno francés, dos españoles, uno chileno, y los restantes argentinos, entre los que
podía incluirse algunos gauchos e indígenas. Otros, eran de nacionalidad que no
ha sido establecida; además, en el grupo había tres mujeres y dos niños. El lunes
26 de agosto se produjo el levantamiento de los gauchos comandados por Antonio
Rivero. Los gauchos entraron en la casa de Juan Simón (donde fue ejecutado por
Rivero) y requisaron las armas, espadas, sables, escopetas y pistolas que había en
la casa. El capitán británico Mathew Brisbane, «primer gobernador inglés», intentó
alcanzar sus pistolas, pero Rivero no le dio tiempo y lo mató de un disparo. William
Dickson, el custodio de la bandera inglesa también murió. La misma suerte corrió
el alemán Wagner, en cuya casa había buscado refugio Dickson. Luego de retirar la
bandera británica, Rivero y sus hombres se retiraron al interior de la isla y el resto
de los pobladores se refugiaron en las Islas Hog, Peat y Kidney. Sin embargo, el 7
de enero de 1834 arribó a Puerto Soledad el buque inglés «Challenger», que retomó
el control de la situación. Nuevamente, Rivero se refugió con el grupo rebelde en el
interior de la Isla, pero esta vez la persecución de las fuerzas inglesas consiguió
aislarlo y obligó al grupo a entregarse. Antonio Rivero fue enviado preso a
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Inglaterra y entregado a la justicia. Sin embargo, fue dejado en libertad porque el
juez que tuvo a su cargo la causa concluyó que «los hechos por los que se acusa
al señor Antonio Rivero sucedieron fuera de los dominios de la Corona». En 1838,
Antonio Rivero regresó para Suramérica y luego de desembarcar en Montevideo, 6
se dice —aunque no hay pruebas documentales de ello— que cruzó el río Paraná
para integrarse a las filas argentinas que luchaban contra el bloqueo anglo-francés,
muriendo en combate el 20 de noviembre de 1845 en la batalla de la Vuelta de
Obligado.
Consignas:
1. ¿Quién fue el primer ocupante de las Islas Malvinas? ¿Cuándo y por qué abandonó
las Islas?
2. Investiguen los hechos ocurridos a partir del envío de la fragata argentina La
Heroína y la respuesta del gobierno británico.
3. ¿Quién fue el Gaucho Rivero? ¿Por qué fue y es una figura controvertida en la
historia malvinera?
4. En grupos, desarrollar una investigación sobre las actividades económicas,
sociales y culturales que se desplegaron en las Islas Malvinas durante la gobernación de
Luis Vernet. Elaboren un cuadro sinóptico.
Momento 3:
A partir de las lecturas realizadas debatir en grupos sobre alguna de las siguientes
temáticas:
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Actividad Nº 2: Malvinas: neoliberalismo, dictadura y guerra
Momento 1: 7
Pedir al grupo de estudiantes que se dividan en dos grupos de trabajo. Cada grupo
deberá leer el fragmento asignado (textos 1 y 2) y resolver las consignas posteriores.
Texto 1
El inicio de la guerra
Hacia fines de 1981 debido a la crisis política y económica inglesa, la primera
ministra, M. Thatcher, decidió reducir la Armada británica en las Islas Malvinas,
ocupadas ilegalmente en 1833. Pero existían grupos de presión (de los cuales era
parte la Royal Navy) que frente a la pérdida de influencia buscaron un motivo para
evitar la aplicación de la medida tomada por Thatcher. Aprovecharon el hecho y
desembarcaron en las Georgias del Sur un grupo de obreros de la empresa argentina
Georgias del Sur S.A. en marzo de 1982 para comenzar una fuerte campaña en favor
de aumentar la presencia militar en las Islas. Finalmente, lograron que el parlamento
británico exigiera al Gobierno el aumento de la fuerza militar. Ante la presión sobre
Buenos Aires, el 26 de marzo de 1982 el Gobierno de facto ordenó enviar una fuerza
de desembarco a las Islas Malvinas. El plan era tomar militarmente las Islas, antes
de que llegaran los refuerzos que estaba enviando Londres, y una vez recuperadas
las Islas sentarse a «negociar» con Gran Bretaña. El Gobierno de facto creía que
Londres no iría a una guerra y que Estados Unidos no permitiría que se llegara a un
conflicto. Luego del 2 de abril Inglaterra movilizó todos sus medios al Atlántico Sur y
se puso en marcha la mayor operación militar británica desde la crisis del canal de
Suez en 1956, operación que involucró un 80% de la fuerza naval británica.
La reacción popular
Cuando se conoció la noticia de la recuperación de las Islas Malvinas el 2 de abril de
1982, se produjo un estallido de adhesión popular a la causa argentina, provocando
una ola de movilizaciones espontáneas que se apropiaron de todos los espacios
públicos. Esta ocupación de las calles y las plazas reinauguró un nuevo ciclo de
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participación masiva de la sociedad en la política, que ya no iba a detenerse hasta el
retorno de la democracia en la Argentina.
La adhesión del pueblo a la causa de la recuperación de las Islas no produjo, como
esperaban algunos sectores de la dictadura, adhesión al Gobierno militar. Es 8
ilustrativo, en este sentido, el pronunciamiento que la Confederación General del
Trabajo (CGT) difundió apenas sus trabajadores recuperaron la libertad luego de
haber sido detenidos en una marcha anterior del 30 de marzo exigiendo respeto por
la soberanía nacional en Malvinas y el retorno de la soberanía popular en el
continente. A propósito, el documental «Hundan al Belgrano», de Federico Urioste,
relata cómo el pueblo argentino diferenció la gesta de la dictadura frente al arribo el
10 de abril del «mediador» de Estados Unidos Alexander Haig: «Cuando Haig llega a
la Argentina, lo espera una manifestación de más de cien mil personas que acusan a
Londres de piratería y cantan: «Malvinas sí, Proceso no». La voz se acompaña con
las imágenes de las manifestaciones y con una pancarta que rezaba: «Malvinas sí,
Proceso no». El pueblo argentino separaba la causa de Malvinas de la salvaje
dictadura cívico-militar y en la Plaza de Mayo se oía: «Atención/Atención/Las
Malvinas son del Pueblo/La Rosada de Perón».
La reacción latinoamericana
Por otra parte, el apoyo latinoamericano a la causa argentina fue contundente. Las
embajadas de nuestro país en todo el continente iberoamericano comenzaron a
recibir miles de voluntarios para combatir en Malvinas. También solicitaron ir a
defender las Islas, exiliados argentinos y presos políticos, defendiendo la consigna
«no hay soberanía nacional sin soberanía popular». Tanto es así que el actual
embajador de Bolivia en Argentina, Liborio Flores Enríquez, que en ese entonces se
desempañaba como subteniente de la Fuerza Aérea de Bolivia fue el primero en
presentarse como voluntario para combatir en las Islas.
Argentina también recibió ayuda militar de otros países: [Venezuela, Perú, Libia]
(…) Asimismo, el 3 de abril de 1982, reunido el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, el ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Jorge Illueca, hizo una
histórica defensa de la causa argentina. En relación con la discusión que precedió a
la votación de la Resolución 502, advirtió: «Acabo de manifestar mi discrepancia con
el proyecto de resolución presentado por el Reino Unido. Quiero ahora poner en claro
mi coincidencia con algún punto. La República Argentina no amenaza a nadie; la
República Argentina no lleva a cabo hostilidades contra nadie; no nos interesa un
enfrentamiento armado con nadie y estamos dispuestos a negociar
diplomáticamente todas las diferencias que nos separan del Reino Unido. Excepto,
señor presidente, la soberanía, que no es negociable» (Jorge Illueca, 1982). Luego
agregó: «Lo que va a ocurrir es que cuando el portaaviones Invencible y las unidades
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de la Armada británica lleguen a aguas territoriales argentinas, entonces sí va a
haber hostilidades, y lo que está haciendo aquí hoy el Consejo es sencillamente
armar la estructura para unas hostilidades que no se están resolviendo aquí [...]. Con
respecto al proyecto de Resolución Panamá [...] no va a pedir que se someta a 9
votación, porque se va a reservar el derecho de presentar ese mismo proyecto,
posiblemente fortalecido con otros elementos, cuando este problema que no es
resuelto hoy por el Consejo de Seguridad, tenga que volver aquí dentro de cinco, diez
o quince días más. Entonces tendremos ocasión de hacer planteamientos mucho
más serios, muchos más graves, que afectan la paz del hemisferio occidental y que
tendrán que ser definidos dentro del sistema que existe aquí, en este hemisferio y
que van a hacer que se tomen posiciones categóricas para darnos cuenta de quiénes
somos, dónde estamos y qué futuro tenemos». Una vez aprobada la resolución,
expresó: «En modo alguno [la 502] autoriza al Reino Unido a usar la fuerza a través
de sus unidades navales o su marina de guerra. Que quede claro que el Consejo no
ha autorizado al Reino Unido para una operación bélica como la que está
actualmente desarrollando a través del Atlántico y que se dirige ahora hacia el
territorio argentino de las Islas Malvinas» (Jorge Illueca, 1982).
Como si el apoyo internacional fuera poco, el 2 de junio de 1982 el canciller Nicanor
Costa Méndez viajó a Cuba donde participó de la Reunión de los «Países No
Alineados» y allí se reunió con Fidel Castro, quien le manifestó que la guerra de
Malvinas era una lucha de «liberación nacional».
La solidaridad también se expresó en manifestaciones populares espontáneas en
apoyo a la causa argentina, tal como ocurrió en Caracas luego del hundimiento del
crucero General Belgrano, un crimen de guerra donde murieron 323 combatientes.
De esta manera podemos comprobar que, tanto el pueblo argentino como el pueblo
latinoamericano en su totalidad, entendieron fehacientemente de qué se trababa la
causa Malvinas y supieron diferenciarla a todas luces de la sangrienta dictadura
cívico-militar.
Fuente: Atlas Histórico de América Latina y el Caribe, 3. De la Revolución Mexicana a nuestros días.
Capítulo 3 El modelo neoliberal bajo dictadura y democracia (1973-1999). Pp. 325-328. Disponible
en: http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo2/cap3.pdf#page=1
Consignas:
1. ¿Cuál era el plan del gobierno de facto para propiciar una salida negociada al
conflicto y cuál fue la respuesta del Reino Unido?
2. ¿Cómo fue la respuesta popular ante los hechos? Explique la consigna «Malvinas
sí, Proceso no».
3. ¿Cuál fue la respuesta de los países latinoamericanos? Mencionen un ejemplo.
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Texto 2
El combate
10
A pesar de la valentía y el arrojo de los soldados argentinos que comprobaron su
bravura en cada combate, poco se habla de ellos en estos términos y mucho se los
recuerda como los «pobres pibes» de la guerra. Hasta los propios ingleses han
reconocido la gran labor de los argentinos. En este sentido, durante la batalla de
Darwin-Pradera del Ganso (noche del 27 de mayo hasta la mañana del 29), un
corresponsal inglés relata lo siguiente: «Los servicios de informaciones habían
comunicado específicamente que las posiciones argentinas eran a cielo abierto. En
realidad, sus trincheras tenían sólidos tejados, y los informes sobre una guarnición
desmoralizada y desganada parecían sin fundamento. Tantas mentiras que se nos
dijeron sobre que no querían pelear, y están peleando como leones» (Simon Jenkins,
1982). Como este, son varios más los testimonios británicos que remarcan el valor
de los soldados argentinos.
En 1982, Esteban Vilgre la Madrid cursaba cuarto año del Colegio Militar de la Nación,
pero la inminencia de la guerra hizo que tanto a él como a sus compañeros tuvieran
que egresar tempranamente como subtenientes en comisión. La Madrid, quien
finalmente terminó en Malvinas al frente de una sección del Regimiento de Infantería
6, destaca en una entrevista para el programa radial Malvinas Causa Central que:
«Después de Malvinas se nos hizo a nosotros, a los que habíamos combatido, los
jóvenes combatientes, los padres de la derrota. Hay un viejo dicho que dice: la
victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana, y bueno a nosotros nos
hicieron padres de esa derrota. Nosotros somos y lo seremos siempre orgullosos
padres de esa derrota. Fuimos a pelear por nuestra nación y lo hicimos de la mejor
manera. Yo mejor que nadie puedo decir que no hubo ningún chico de la guerra, yo
me animo a discutir con cualquiera que diga eso, a refutar, a decir que eso es una
mentira. La patria tuvo soldados valientes y yo lo vi. Que pusieron el pecho al
enemigo. El soldado Horisberger, cuando nos estaban atacando los británicos, tres
veces se levantó para cambiar el cañón de su ametralladora y continuar disparando,
el soldado Becerra, el soldado Bordón, el soldado Echave, el soldado Valviládez, el
soldado Luna, todos caídos de mi sección en el monte Tumblendown. En la soledad
absoluta del combate y la noche, bajo las bengalas esperaron y resistieron
heroicamente a los británicos y murieron. Pero también cayeron heridos varios más
como la Pantera Eduarte, Herrera, Adorno, Pedevoi y varios más que tendría horas
para contarte, ellos cayeron en su posición y otros fueron tomados prisioneros, eso
es el espíritu del soldado argentino. Ese es el soldado que combatió, los quieren
llamar los chicos de la guerra llámenlos pero fueron tremendos hombres que pusieron
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lo mejor de sí por nuestra patria, deben ser un ejemplo para un montón de argentinos.
Así que yo, soy un orgulloso padre de esa derrota y no me siento ningún chico de la
guerra.
En el mismo tono el Informe Rattenbach destaca que «la artillería de campaña y de 11
defensa aérea, las compañías de comandos, el escuadrón de exploración de
caballería, los elementos de aviación de ejército, algunos elementos de apoyo de
combate y especialmente elementos del Regimiento 25 de Infantería, demostraron
un elevado grado de adiestramiento y profesionalismo, así como una adecuada
acción de comando, lo que fue puesto de manifiesto especialmente en la defensa de
Puerto Argentino, donde tuvieron un desempeño destacado» (Informe Rattenbach,
1982/1983).
Desmalvinización
Fuente: Atlas Histórico de América Latina y el Caribe, 3. De la Revolución Mexicana a nuestros días.
Capítulo 3 El modelo neoliberal bajo dictadura y democracia (1973-1999). Pp. 325-328. Disponible en:
http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo2/cap3.pdf#page=1
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Consignas:
1. Según los relatos citados en el texto, ¿cómo fue el desempeño de los soldados y 12
Realizar una puesta en común con los dos grupos de los resultados del momento
anterior.
Momento 2:
Momento 3:
Como actividades de cierre los y las estudiantes abordarán las siguientes consignas:
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Incluya sus propias referencias y los siguientes datos:
● Sitios donde estaban ubicadas las tropas argentinas.
● Batallas terrestres más destacadas
13
2. Observe la caricatura y describa qué representa la escena. Investigue
qué es el TIAR y relacione esto con la situación diplomática descripta
anteriormente. ¿Por qué no se aplicó en el caso de la Guerra de Malvinas?
Investiga y justifica tu respuesta.
Momento 1:
Realizar una exposición dialogada del tema a cargo del/la docente. Pedir a los/as
estudiantes que se organicen en grupos y realicen la del siguiente apartado,
respondiendo las consignas que se presentan al final del texto.
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El espacio del Atlántico Sur como recurso estratégico
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océanos. Para ello solo interesaba el control de dos grandes corredores: el istmo
centroamericano de Panamá por el norte y por el sur, el área magallánica.
Las Islas Malvinas representan un punto de apoyo o «posta marítima» hacia el
corredor magallánico. Su posesión asegura el control y monitoreo de los flujos 15
bioceánicos en la región de los tres estrechos Magallanes, Beagle y Hoces («Drake»,
para la toponimia inglesa) hacia el Pacífico —actual motor económico mundial—,
siendo el primero el más utilizado en el tránsito interoceánico. Es por ello que
durante la Primera Guerra Mundial, se libró la batalla de las Malvinas por el control
del estrecho entre la Kaiserliche Marine y la Royal Navy fondeada en las Islas. En la
actualidad, mantiene plenamente su importancia geoestratégica dado que
representa la única alternativa de acceso bioceánico en el caso de un cierre eventual
del canal de Panamá.
Por otra parte, la posesión de las Malvinas garantiza el acceso al continente blanco.
Los británicos anclan su pretensión de soberanía en la Antártida —si bien
formalmente «congelada» por el Tratado Antártico— que incluye la totalidad del
sector antártico argentino y parte del territorio antártico chileno (con base en sus
posesiones coloniales en el Atlántico Sur). Las Islas ofician de cabeza de puente al
permitir en términos operativos su presencia permanente en el continente blanco,
aspecto «legitimante» en los hechos de su pretensión de jure, que apuntala su
posición en el escenario pos-Tratado Antártico hacia el 2048. Puerto Argentino junto
con Ushuaia y Punta Arenas constituyen las principales puertas de entrada donde se
concentra la mayor cantidad de bases científicas y las áreas de recepción turística.
Su proximidad a la estratégica península antártica (a escasos 1000 km del
subcontinente suramericano) es un requisito fundamental para el fenomenal
despliegue logístico que requiere un ambiente bajo condiciones de extrema
hostilidad.
En Ushuaia predomina el tránsito de cruceros turísticos y desde Punta Arenas se
realizan mayormente tareas de apoyo logístico a las bases científicas
internacionales. El British Antartic Survey dispone de un centro operativo en Puerto
Argentino desde donde realiza tareas de apoyo logístico y abastecimiento de sus
cinco bases antárticas y dos bases científicas en las Georgias.
Pensar Malvinas desde esta perspectiva impone considerar la encrucijada
geopolítica en la que se encuentra atravesada la región más austral de Sudamérica.
Permite comprender las razones estructurales a partir de las cuales una potencia
mundial está dispuesta a defender los vestigios de su «perimido» dominio colonial —
pero inserto como pieza central en el esquema de seguridad global
norteamericano— enviando una imponente flota de guerra y mantener, a más de
treinta años del conflicto, con elevadísimos costos políticos, económicos y
diplomáticos, sofisticadas bases militares incumpliendo sistemáticamente con las
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resoluciones de la ONU. Estos factores permiten comprender que lo que está en
juego en la cuestión Malvinas es mucho más que la disputa por «dos islitas» o «dos
pedazos de turba donde llueve 400 días al año», al decir de Aldous Huxley.
El complejo de bases militares británicas —base naval, aérea y de lanzamiento de 16
misiles—, Monte Agradable, localizado a 50 km al sur de Puerto Argentino, es el
centro militar más importante de toda América Latina.
Este complejo conforma una serie o «collar de perlas» con las bases de Ascensión,
Tristán da Cunha, Santa Helena, que conjuntamente con la de Diego García en el
Índico, ofician de trípode de control militar de la doble confluencia bioceánica Índico-
Atlántico y Atlántico-Pacífico.
A partir de esta infraestructura, que posibilita operaciones para los británicos y sus
aliados en la vastísima área del hemisferio sur, fuerzas de la OTAN concurren a las
Islas Malvinas para realizar entrenamiento militar de zona fría. Tropas inglesas y
norteamericanas entrenadas allí combatieron en Irak.
La OTAN, a través de Gran Bretaña, posee una infraestructura militar en Malvinas
absolutamente desproporcionada respecto de la presencia de fuerzas argentinas.
Sus bases le permiten desarrollar tareas de control de toda el área circundante
además de las acciones de apoyo a las actividades británicas en la Antártida
(incluido el monitoreo de los flujos desde y hacia el estrecho de Magallanes).
Asimismo, la potencia ocupante viene incrementando paulatinamente sus
capacidades militares —ya no solo defensivas—generando las condiciones
materiales para eventuales intervenciones en la Antártida, todo el Atlántico Sur —
occidental y oriental—, la Patagonia continental, e incluso Brasil. La presencia militar
británica es violatoria de la resolución 41/11 de la ONU que declara el área como
zona de paz y cooperación y prohíbe situaciones que promuevan un agravamiento
del conflicto. Genera tensión e incertidumbre y procura efectos en la estrategia
desplegada por Gran Bretaña tendiente a influir grupos, procesos y relaciones en
función de sus intereses geopolíticos. De esta manera, la sola presencia militar
incide en los reclamos territoriales y la delimitación de fronteras presentes y futuras
en toda la región.
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Consignas:
1. Explicar con sus propias palabras cuál es la relación entre los espacios 17
Momento 2:
Las líneas de fuerza geopolítica que atraviesan el Atlántico Sur les otorgan a sus
Islas un valor geoestratégico en tanto enclaves para la proyección de fuerza dentro
de un entorno regional de Estados nacionales constituidos, ahora en proceso de
integración, cuyo carácter soberano interfiere en el accionar de facto de las
potencias imperiales localizadas a miles de kilómetros. En este contexto, los
aspectos de valorización estrictamente económica no pierden relevancia, por el
contrario, se articulan potenciando las estrategias de control y dominación imperial.
La posesión en Malvinas posibilita la explotación de una vasta área del Atlántico
Suroccidental y la convergencia antártica plena de recursos ictícolas,
hidrocarburíferos, minerales y microorganismos apenas explotados en el contexto de
agotamiento de las reservas en el hemisferio norte.
La confluencia de la corriente marina cálida del Brasil y la corriente fría de Malvinas,
extensión de la corriente antártica, dotan al espacio marítimo del Atlántico de una
notable riqueza biogeográfica y potencialidad ictícola, principalmente de especies
con alto valor en el mercado internacional, como la merluza negra y austral, el
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langostino y el calamar Illex argentinus. En un contexto de creciente demanda
mundial de alimentos, la explotación de recursos pesqueros —de gran valor
nutricional— adquiere vital importancia económica, biológica y geopolítica. Los
caladeros del Atlántico Norte, más próximos a las costas de los principales 18
mercados consumidores, dan muestras de agotamiento por modalidades de
consumo intensivo y prácticas de sobrepesca que no tienen en cuenta la tasa de
reproducción biológica. La condición de reserva estratégica del Atlántico Sur, por
tanto, se torna crucial frente a la presión extractiva de embarcaciones de diversos
orígenes, incluidos pesqueros bajo bandera de las Falklands.
La CONVEMAR establece que los Estados ribereños poseen derechos económicos
exclusivos sobre los recursos marítimos dentro de la milla 200 (incluyendo fondos
marinos, lecho y subsuelo plataforma continental). Luego, hasta las 350 millas el
Estado tiene atribuciones para determinar umbrales de captura permitida de
especies migratorias o asociadas a la cadena trófica de las especies dentro del
dominio marítimo argentino y plenos derechos sobre la plataforma continental. Esto
es significativo en la medida que casi todas las especies del mar argentino se
encuentran en el Atlántico Sur y océano Antártico, entre la franja de las 200 a 350
millas y el océano adyacente a esta.
La pesca «ilegal, no reglamentada, no regulada» tiene bajo costo de extracción y no
cumple ninguna regulación ambiental, laboral, ni de seguridad a bordo. Estas
prácticas abusivas incluyen tanto la pesca ilegal en stricto sensu como aquellas con
licencias otorgadas por el Gobierno falklander a flotas bajo bandera coreana, china,
rusa o española que operan dentro y fuera de la zona de exclusión de pesca
establecida unilateralmente por Gran Bretaña (Zona de Exclusión Pesquera, FICZ, un
espacio aproximado de 210 000 km2, establecido arbitrariamente por Gran Bretaña
alrededor de Malvinas). Las embarcaciones que realizan esta pesca ilegal utilizan la
zona de exclusión británica como refugio ante el patrullaje de las autoridades
argentinas. Solicitar licencia a la Argentina conforme a derecho implicaría la
obligación de tener parte de la tripulación argentina, descargar en puerto argentino,
procesar en fábricas argentinas y tener observadores a bordo (regulaciones exigidas
a nivel internacional). Los británicos se limitan al cobro de licencias, pero no exigen
ningún requisito laboral, de seguridad ni ambiental. De esta manera, posibilitan que
los barcos con licencia isleña transgredan los umbrales de pesca máxima permitidos
perpetrando así una depredación de los recursos al interferir en las cadenas
alimentarias de las especies en el mar argentino.
Desde 1987 el Reino Unido vende en forma ilegítima, con aceptación tácita de los
sucesivos Gobiernos argentinos (hasta el año 2007), licencias de pesca a buques
extranjeros. Hacia el 2014, de las aproximadamente 400 embarcaciones
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
monitoreadas, 150 tenían licencia otorgada por el Gobierno de las Falklands, según
Milko Schvartzman, experto en océanos.
A partir de los Tratados de Madrid y de Londres firmados en 1990, que colocó bajo la
«fórmula del paraguas» la cuestión de la soberanía con el objetivo de incluir otros 19
temas de agenda en asuntos bilaterales relacionados con la navegación y
comunicaciones, la economía de las Islas se orientó hacia la pesca y la exploración
de los recursos petrolíferos de la zona marítima circundante. Estas negociaciones
incluyeron cooperación científica en materia pesquera —que fue aportada en su
totalidad por Argentina—, pero dejaron de lado el tratamiento de los derechos de
explotación.
Estos derechos posibilitaron a los isleños pasar de una economía basada en la
agricultura, principalmente la cría de ovejas, a usufructuar un PBI per cápita de los
más altos del mundo. La venta ilegítima de derechos de pesca permite a los isleños
el autofinanciamiento de su sistema de bienestar social y de órganos de gobierno, a
excepción de las bases militares.
En el año 2007, la Argentina denunció la parte de los acuerdos suscritos en
septiembre de 1995, a través de la Declaración Conjunta sobre Cooperación sobre
Actividades Costa Afuera en el Atlántico Suroccidental. La Resolución 31/49 de las
Naciones Unidas de 1976 —surgida como consecuencia de las protestas argentinas
ante el envío de la misión Shackleton, misión exploratoria británica en busca
hidrocarburos en el mar adyacente a las Islas— insta a la Argentina y el Reino Unido
a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales mientras no se resuelva la
disputa de soberanía. Sin embargo, Gran Bretaña persiste en ampliar la ocupación de
los espacios marítimos desde la contienda bélica de 1982, amparada en la
pretensión de erigir a sus dependencias del Atlántico Sur en Estado ribereño ante la
CONVEMAR, opacando su condición de colonia británica con población trasplantada.
En 1982, el área marítima ocupada por el Reino Unido se restringía solo a las 3 millas
marinas de mar territorial. A partir de allí fue ampliando paulatinamente el área
desconociendo las resoluciones de la ONU.
En 2007, el Reino Unido anunció su pretensión de extender su jurisdicción al límite
de las 350 millas incluyendo la plataforma continental en torno a las Islas Malvinas,
Georgias, Sandwich del Sur y la Antártida lo que implica una superficie adicional
estimada en tres millones de kilómetros cuadrados.
De la misma manera, Gran Bretaña realiza actividades ilegales de exploración y
explotación de hidrocarburos desde 1975. Desde ese año, se estima una alta
probabilidad de existencia de petróleo en esta subcuenca hidrocarburífera de
Malvinas,prolongación de la cuenca austral patagónica con reservas estimadas en
sesenta millones de barriles de petróleo de calidad comercial.
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
Entre 1960 y 1982, las negociaciones bilaterales entre argentinos y británicos se
venían desarrollando en términos de acercamiento y cooperación en materia de
transporte, abastecimiento y comunicaciones como modo de avance paulatino hacia
la cuestión de la soberanía. A partir de ese año, la diplomacia inglesa operó una 20
drástica inflexión en la negociación deviniendo en obstaculizadora e intransigente
respecto de la cuestión de soberanía. El Reino Unido comenzó a incluir como tema
de agenda la exploración y explotación hidrocarburífera, hasta ese momento
ausente. El área de la subcuenca petrolera de Malvinas totaliza un área de 400 000
km2, más de treinta veces el tamaño de las Islas Malvinas y cerca de un 50 por
ciento más grande que los campos petroleros del mar del Norte.
En 1996, el Gobierno de las Islas otorga ilegítimamente licencias de exploración y
explotación petrolífera a empresas británicas con participación de capitales
norteamericanos. Desde el 2009, el Gobierno británico de las Islas autorizó trabajos
de explotación petrolera a cargo de las empresas Desire Petroleum, Rockhopper
Exploration, BHP Billiton, Falkland Oil and Gas Ltd., Argos Resources y Borders &
Southern Petroleum. En el año 2010 iniciaron operaciones en la zona norte de la
cuenca donde es más probable su explotación por encontrarse a menor profundidad
respecto del sector oriental y sur. Entre las operadoras se destaca el holding
Falkland Island Company, consorcio monopólico isleño fundado en 1852, señalado
por Eric Hobsbawn como el auténtico lobby propiciador del conflicto bélico. La FIC
detenta un 14% del paquete accionario de la Falkland Gold and Minerals Ltd. y un
18,3 % de su subsidiaria Falkland Oil and Gas Ltd. A través de la primera controla la
explotación de la totalidad del archipiélago mediante concesiones de licencias
adquiridas; con la segunda participa ( junto a la australiana BHP-Billiton) en trece
licencias exploratorias off-shore.
El Gobierno argentino, tanto como la totalidad de las naciones latinoamericanas, ha
manifestado su repudio ante la operación de estas empresas en los ámbitos del
Mercosur, ALBA, Unasur y CELAC. Asimismo, las empresas que realizan la
explotación fueron denunciadas en el 2014 por el Estado argentino ante la Justicia
Federal de Tierra del Fuego.
De acuerdo con informes de la operadora Rockhopper, el crudo que se estima extraer
en el espacio marítimo circundante de las Islas Malvinas permitiría al Reino Unido
ahorrar cuatro años de importaciones de crudo por unos 25 673 millones de dólares
(a la cotización vigente al barril en el 2009) lo que podría convertir al Reino Unido en
exportador neto de crudo, beneficio económico que implica fundamentalmente un
reempoderamiento geopolítico que la coloca al nivel de Dinamarca, el único país de
los 27 de la Unión Europea que no importa petróleo para satisfacer sus necesidades
domésticas. Además, permitiría el reforzamiento de su posesión en Malvinas —clave
para la proyección británica en la Antártida— al extender su autonomía financiera al
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
mantenimiento de las bases militares, reforzando la estrategia británica de convertir
alas Malvinas en Estado ribereño y —a partir de la explotación de recursos
petrolíferos usurpados— poderoso.”
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Fuente: Atlas Histórico de América Latina y el Caribe, 4. Abordajes imprescindibles de Nuestra
América. Malvinas, causa latinoamericana. Pp. 591- 594. Disponible en:
http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/abordajes/malvinas-causa latinoamericana.pdf
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/
Consignas:
Momento 3:
Realizar una puesta en común por grupos de las respuestas individuales y las
actividades realizadas, expresando las conclusiones finales en afiches para exponer en
el aula.
Autoras: Lic. Prof. Mónica Beatriz Cavallo, Prof. Karina Noemí Nahuel
Jaramillo, A (Dir.). (2016). Atlas histórico de América Latina y el Caribe. Aportes para la descolonización cultural y
pedagógica. Remedios de Escalada: EDUNLa. http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/