Mexico">
La Batalla de Zacatecas
La Batalla de Zacatecas
La Batalla de Zacatecas
Una de las grandes batallas libradas en nuestro país y la que definió la suerte de la revolución mexicana fue la
batalla de Zacatecas, en la que fuerzas constitucionalistas de la División del Norte derrotaron a los mejores
contingentes del Ejército Federal que sostenía el régimen de Victoriano Huerta.
El Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, ordenó al General Francisco Villa que
mandara parte de la División del Norte, a reforzar al General Natera en la toma de la Zacatecas. Gracias a
esta acción el General Villa solicitó partir hacia Zacatecas con su División en lugar de sólo enviar refuerzos,
después haciendo caso omiso a las órdenes de Don Venustiano Carranza, decidió tomar la ciudad.
Al llegar los primeros contingentes a la estación Calera, a 25 kilómetros de Zacatecas, procedieron a tomar
posiciones que serían el punto de partida de sus ataques, mientras tanto los Generales Felipe Ángeles y
Tomás Urbina, hicieron los reconocimientos necesarios para presentar el plan de ataque y adoptar los
dispositivos correspondientes.
La Ciudad de Zacatecas, capital del estado del mismo nombre, fue una plaza de importancia, por ser el centro
vital de las comunicaciones del norte del país; el gobierno de este estado, estaba bajo control de las tropas
federales, por tal motivo, Venustiano Carranza ordenó al general Pánfilo Natera que tomara la Ciudad de
Zacatecas.
La Ciudad, se encuentra ubicada en el centro de serranías que dan pie a una cañada, misma que se extiende
al margen del arroyo de la plata, el cual inicia al noroeste de la ciudad, entre los cerros de “El Grillo” y “La
Bufa” y culmina al este de la capital en la presa “La Zacatecana” salida a “Aguascalientes”. Los cerros en su
mayoría cuentan con abundantes rocas y escasa vegetación como lo son nopales, mezquites, huizaches y
chaparrales, por lo que en estos es fácil el desplazamiento de la infantería, más no el cerro del “El Grillo” en el
cual la caballería puede actuar, ya que este no presenta cortaduras o barrancas que impidan el
desplazamiento de tropas.
El día 23 de junio de 1914 se inició el avance para realizar la consolidación de algunos objetivos secundarios
que permitirían realizar el ataque principal, para esto el General Severino Ceniceros, tomó el cerro de la Tierra
Negra, vecino de la Bufa, apoyado por el fuego de la artillería del Mayor Miguel Saavedra. Raúl Madero tomó
el cerro de Tierra Colorada (El Loreto), al mismo tiempo, atacó por la derecha el dispositivo adoptado por el
Ejército Federal.
A las 1000 horas de la mañana comenzó la batalla, el General Francisco Villa, ordenó que 24 cañones,
emplazados entre Veta Grande y Zacatecas, iniciaran el fuego contra los cerros de la Tierra Negra y otros en
El Loreto y las tropas de infantería avanzaron sobre el monte Esmeralda.
Los revolucionarios avanzaban y consolidaban posiciones y las piezas de artillería alargaron sus disparos
para protegerlos, pero en la parte del cerro de la Sierpe, por la falta de accesos se originó un cuello de botella
que ocasionó que la infantería subiera lenta.
El General Francisco Villa, ordenó que la artillería fuera reubicada hacia el cerro de la Sierpe; en el lugar el
fuego de fusilería fue intenso, después el apoyo fue para el General Servín, que ascendía por los flancos de la
elevada pendiente del cerro de la Sierpe y estaba a punto de ser rechazado.
Con el arribo de la artillería a las inmediaciones del cerro de la Sierpe, recibió apoyo por el fuego las tropas
del General Servín, con esto el enemigo evacuo el lugar. Mientras tanto el General Tomás Urbina, al mando
de su tropa, se le designo para tomar los cerros de Tierra Negra y Tierra Colorada. Las tropas del General
Maclovio Herrera, capturaron la estación del ferrocarril y los cerros del Grillo y Clérigos.
Después de esta acción, las tropas de la División del Norte ganaron terreno, aproximadamente a las 1730
horas, debido a las acometidas constitucionalistas, las tropas federales, que sumaban aproximadamente
8,000 soldados, derrotados abandonaron el lugar.
Por lo anterior, las tropas federales, al perder terreno, iniciaron el desalojo de sus posiciones, mismas que se
concentraron en la ciudad para reorganizarse y enfrentar a los constitucionalistas. Con esto el General
Francisco Villa, ordenó que las tropas de reserva, atacaran el resto del ejército federal, consumándose la
derrota total de las tropas antes citadas. Con el triunfo de la batalla de Zacatecas, el ejército constitucionalista
obtuvo el paso libre para dirigirse a la Ciudad Capital y poder después establecer el orden del país.
FUENTES CONSULTADAS:
A.H.S.D.N., Toma de Zacatecas por F. Ángeles, XI/480/74.
ÍNDICE DE IMÁGENES.
En 1913, una insurrección militar liderada por Victoriano Huerta acabó con
la presidencia de Madero. La reacción a este suceso no se hizo esperar y
pronto se formó un frente unido para tratar de expulsar a Huerta del poder.
Índice [Ocultar]
1 Antecedentes
o 1.1 Zacatecas
o 1.2 Petición a Francisco Villa
o 1.3 Preparativos
2 Toma de la ciudad
o 2.1 Saqueos
3 Causas
o 3.1 Económicas
4 Consecuencias
o 4.1 Victoria decisiva para los revolucionarios
o 4.2 Destrucción de infraestructuras
5 Referencias
Antecedentes
El gobierno de Francisco I. Madero trató de democratizar el país después de
las décadas del Porfiriato, derribado por la Revolución mexicana. Sin
embargo, sus esfuerzos serían infructuosos.
Por una parte, tuvo que afrontar algunos levantamientos de otros líderes
revolucionarios, como el de Emiliano Zapata, que lo consideraba demasiado
moderado en sus planteamientos. Sería, no obstante, un golpe de estado
encabezado por Victoriano Huerta y Félix Díaz, sobrino de Porfirio, el
causante de su salida de la presidencia y de su asesinato.
Zacatecas
Aparte de eso, por Zacatecas pasaban los principales cruces de las líneas
de ferrocarril de toda la nación, sin dejar de lado su importancia económica
por los yacimientos de plata y otros minerales.
Preparativos
La División del Norte emprendió camino hacia Zacatecas desde Torreón,
Coahuila. Fueron, nada menos, que 18 trenes los necesarios para trasladar
todo la artillería y hombres hasta las cercanías de la ciudad que pretendían
tomar.
Toma de la ciudad
El 23 de junio de 1914 el ejército bajo el mando de Villa empezó su ataque
a Zacatecas. A pesar de la superioridad numérica y de armamento, la toma
de las cimas que rodeaban la ciudad costó la vida de numerosos soldados.
Saqueos
Causas
La importancia de Zacatecas como nudo de comunicaciones le concedía una
gran importancia estratégica. Buena parte de las vías de ferrocarril del país
pasaban por allí, lo que era un factor fundamental en la guerra.
Económicas
Consecuencias
La Toma de Zacatecas está considerada como uno de los enfrentamientos
bélicos más sangrientos de toda la Revolución. De acuerdo a los datos
oficiales del momento, se contabilizaron 8000 muertes durante la batalla.
Sin embargo, otras fuentes afirman que el número de muertos puedo
superar los 10.000.
Destrucción de infraestructuras
Antes de huir, los defensores dinamitaron las vías férreas que pasaban por
la ciudad. Fue un intento de retrasar el avance de los revolucionarios,
aunque la suerte final estaba decidida.
Por otra parte, Carranza evitó que Villa llegara el primero a la Ciudad de
México. Para ello detuvo el envío de carbón para los trenes de la División
del Norte.
La toma de zacatecas
Durante la Revolución Mexicana la ciudad de Zacatecas fue escenario de una de las batallas
más importantes que libró la División del Norte, dirigida por el general Francisco Villa, en
contra del Ejército Federal (junio de 1914). Su trascendencia se debió a que con la caída de
esta plaza, los villistas lograron despejar de enemigos el camino a la ciudad de México. Éxito
rotundo para los revolucionarios que acrecentó aún más la fama del Centauro del Norte,
(1) porque también ahí se derrotó a los oficiales más destacados de las tropas huertistas.
Un elemento clave para esta victoria fue, sin duda, la estrategia que se diseñó para
apoderarse de una población, en la que el enemigo había ocupado ya las mejores posiciones
para defenderse.
Los militares federales habían estado combatiendo al ejército de Villa por varios meses sin
lograr derrotarlo. De hecho, huían de estas tropas rebeldes que ya tenían el control del estado
de Chihuahua y de la parte sur de Coahuila, razón por la cual se refugiaron en la capital de
Zacatecas. Era una ciudad segura por estar ubicada en la sierra y, por tanto, rodeada de
cerros, de difícil acceso para un asalto frontal. Los federales intentaban recuperarse moral y
físicamente de las diversas pérdidas sufridas a manos de los villistas.
El ejército que apoyaba al presidente Huerta empezó los preparativos para recibir a
sus rivales. Colocó a sus artilleros en los cerros más altos que bordean la población -
conocidos como El Grillo y La Bufa-, para que con sus cañones impidieran el avance de los
villistas sobre los mismos. Estos emplazamientos elevados para los cañones eran pieza clave
para la defensa. La situación no iba a ser fácil para los revolucionarios, porque con el enemigo
cazándolos desde las alturas eran prácticamente un blanco seguro.
Antes, las diferentes batallas enfrentadas -y ganadas también- en Chihuahua por la División
del Norte, fueron por lo regular sobre terreno más o menos plano, lo que permitió que la
táctica utilizada con mayor eficacia por Villa consistiera en las cargas de caballería. Era común
que iniciara así sus acometidas, pero en esta ocasión el tipo de terreno era otro y, de no variar
su manera de atacar, era previsible un gran número de bajas o posiblemente el fracaso.
El Centauro comprendió que en este caso se requería otro tipo de maniobra, y por ello
encargó su diseño al general Felipe Ángeles, militar de profesión y especialista en artillería. Lo
primero que hizo el colaborador de Villa fue un recorrido por la zona, acompañado del general
Natera, quien conocía muy bien la región, para examinar el terreno en que se libraría el
combate, observar las posiciones donde estaban colocados los cañones del enemigo y con
esto poder planear el contraataque.
Para neutralizar los cañones enemigos ubicados en los cerros ideó una táctica de
engaño. Desplegó su artillería de manera provisional -simulando que desde ahí dispararía-
para luego, durante la noche previa a la batalla, establecerla en posición definitiva y
sorprender a la fuerza rival. Después de cada cañonazo, la infantería avanzaría sobre los
cerros en sincronía exacta para evitar bajas por fuego "amigo". La toma del Grillo y La Bufa
eran el principal objetivo y, para que el resultado fuera exitoso, la coordinación entre ambas
fuerzas era importante.
El resto de las tropas -la caballería- rodearían la ciudad y atacarían por todos los
frentes al mismo tiempo. También, para asegurar que ningún federal escapara, bloquearon los
caminos que conectaban con otras poblaciones. Las tropas del gobierno quedaron
completamente cercadas, sus opciones inevitables serían: vencer o morir, porque la huida era
prácticamente imposible.
El 23 de junio de 1914 inició el combate con enfrentamientos por todos lados. Avance
de los de a pie e intercambio de cañonazos entre los cerros que, al paso de las horas,
quedaron en manos de los revolucionarios. Los federales se refugiaron inútilmente en la
ciudad, porque hasta ahí llegaron los villistas para culminar la obra.
El resultado de la batalla
Esta acción militar marcó el inicio de la caída del presidente usurpador Victoriano Huerta,
(3)quien al considerar inminente el arribo de los revolucionarios a la ciudad de México, decidió
renunciar y salir del país en julio de 1914.
Las tropas del general Villa no pudieron llegar ese año a la capital de la República, ya
que entre Venustiano Carranza y el Centauro de Norte se habían generado serias diferencias
debido a la independencia con que éste último manejaba las tropas y los recursos en las
zonas que iba liberando de federales. Los villistas tuvieron que regresar hacia Torreón para
iniciar pláticas con el dirigente del movimiento revolucionario a nivel nacional.
Como es bien sabido, el siglo XIX por innumerables altibajos que afectaron la historia de
México. Cuando inició la guerra de Independencia, Zacatecas intervino, representada por
personajes connotados como Víctor Rosales y José María Cos. El 21 de septiembre de 1810
día en que Hidalgo entró a Celaya, circuló en Zacatecas la primera noticia del movimiento.
Después de diez años de lucha, y tras firmarse los Tratados de Córdoba, la Independencia fue
jurada en la ciudad de Zacatecas por las autoridades locales el 5 de julio de 1821.
Durante los primeros años de la vida independiente, el estado de Zacatecas y su capital
adoptaron como escudo de armas un águila real devorando una serpiente, quedando obsoleto
el que en el siglo XVI otorgara Felipe II. El rango de la ciudad la convirtió en capital del Estado
Libre y Federado de Zacatecas, sede de los poderes estatales, residencia de Gobernadores,
entre ellos, Francisco García Salinas, uno de los padres del federalismo en México.
Entre 1824 y 1825 la ciudad fue testigo y escenario de la aparición de algunas instituciones:
operó la primera imprenta en Zacatecas, se estableció la Tesorería General del Estado y la
Administración de Rentas de la capital, fue creado el Supremo Tribunal de Justicia; entró en
vigor la primera Constitución Política del Estado (una de las primeras del país); se
establecieron, además, el Tribunal de Alzadas del Comercio y el Tribunal de Alzadas de la
Minería. Fue fundada la Sociedad Patriótica de Amigos del País con fines culturales, cívicos y
sociales, integrada por mineros, comerciantes, agricultores, artesanos y hombres de letras; su
órgano de difusión fue el Correo Político, apareció el primer ejemplar en abril de 1825, siendo
el primer periódico publicado en Zacatecas.
En 1826 abrió sus puertas la primera escuela normal, ubicada en los altos de la casa conocida
como de la Condesa; salieron a la luz publicaciones diversas, entre ellas, El abanico, revista
dirigida especialmente a la mujer. En este año se abolió la esclavitud en el estado. En 1827
iniciaron las obras de construcción del portal de Rosales y en el lugar ocupado antes por la
cárcel, en 1833, un teatro que tiempo después llevaría el nombre del dramaturgo Fernando
Calderón, majestuoso edificio con capacidad para dos mil espectadores. Por desgracia, el 3
de octubre de 1889 sufrió un terrible incendio que lo dejó en muy mal estado. En este tiempo
se terminó la edificación del mercado principal, magnífico edificio cuyo segundo piso funcionó
como teatro y centro cultural, en lugar del teatro incendiado que ocho años después se
reinauguraría como el faustuoso teatro Calderón.
A fines del siglo XIX surgieron artistas notables como Fernando Villalpando y Genaro Codina,
autor de la Marcha Aréchiga o Marcha Zacatecas, considerada como el segundo Himno
Nacional. Durante el porfiriato se construyeron numerosos edificios y monumentos sobre los
cimientos de muchas fincas antiguas que amenazaban con venirse abajo. También durante
este periodo florecieron las artes con una marcada influencia francesa. En 1884 llegó el primer
tren a la ciudad y fueron instalados la energía eléctrica, el teléfono y el telégrafo.
Post revolución
Siglo XIX
Como es bien sabido, el siglo XIX por innumerables altibajos que afectaron la historia
nacional. Cuando inició la guerra de Independencia, Zacatecas intervino, representada
por personajes connotados como Víctor Rosales y José María Cos. El 21 de septiembre
de 1810 día en que Hidalgo entró a Celaya, circuló en Zacatecas la primera noticia del
movimiento. Después de diez años de lucha, y tras firmarse los Tratados de Córdoba,
la Independencia fue jurada en la ciudad de Zacatecas por las autoridades locales el 5
de julio de 1821.
Durante los primeros años de la vida independiente, el estado de Zacatecas y su
capital adoptaron como escudo de armas un águila real devorando una serpiente,
quedando obsoleto el que en el siglo XVI otorgara Felipe II. El rango de la ciudad la
convirtió en capital del Estado Libre y Federado de Zacatecas, sede de los poderes
estatales, residencia de Gobernadores, entre ellos, Francisco García Salinas,
Gobernador modelo y uno de los padres del federalismo en México.
En 1826 abrió sus puertas la primera escuela normal, ubicada en los altos de la casa
conocida como de la Condesa; salieron a la luz publicaciones diversas, entre ellas, El
abanico, revista dirigida especialmente a la mujer. En este año se abolió la esclavitud
en el estado. En 1827 iniciaron las obras de construcción del portal de Rosales y en el
lugar ocupado antes por la cárcel, en 1833, un teatro que tiempo después llevaría el
nombre del dramaturgo Fernando Calderón, majestuoso edificio con capacidad para
dos mil espectadores. Por desgracia, el 3 de octubre de 1889 sufrió un terrible incendio
que lo dejó en muy mal estado. En este tiempo se terminó la edificación del mercado
principal, magnífico edificio cuyo segundo piso funcionó como teatro y centro cultural,
en lugar del teatro incendiado que ocho años después se reinauguraría como el
faustuoso teatro Calderón.
A fines del siglo pasado surgieron artistas notables como Fernando Villalpando y
Genaro Codina, autor de la Marcha Aréchiga o Marcha Zacatecas, considerada como el
segundo Himno Nacional. Durante el porfiriato se construyeron numerosos edificios y
monumentos sobre los cimientos de muchas fincas antiguas que amenazaban con
venirse abajo. También durante este periodo florecieron las artes con una marcada
influencia francesa. En 1884 llegó el primer tren a la ciudad y fueron instalados la
energía eléctrica, el teléfono y el telégrafo.
Siglo XX.
Durante la Revolución Mexicana, le correspondió a Zacatecas convertirse en escenario
de una de las batallas decisivas de la historia nacional: la Toma de Zacatecas ocurrida
en 1914. Allí triunfaron las fuerzas revolucionarias y se cavó la tumba del huertismo.
Por este solo hecho la ciudad mereció un título honorario más: el de Heroica Ciudad.
En esos años, el escudo de armas de la ciudad original -el mismo que concedió Felipe
II en 1588-, fue desempolvado y puesto de nuevo en uso, ya no solo como escudo
oficial de la ciudad, sino del estado de Zacatecas.
Para concluir, vale la pena señalar, que a mediados de este siglo comenzó a realizarse
el rescate y la preservación de la fisonomía arquitectónica de la ciudad. Ello hizo
posible que en diciembre de 1993 la Comisión de Patrimonio Mundial de
la UNESCO aprobara la inscripción del centro histórico de Zacatecas como Patrimonio
Cultural de la Humanidad.
La Post-revolución.
La Post-revolución.
Autor
Fecha de publicación
16 de julio de 2015
Zacatecas
Por
Nohelia Murillo
Las danzas y bailes típicos de Zacatecas, al igual que todas sus
expresiones culturales, son producto de la influencia europea como
resultado del auge minero de esta región, durante los tiempos de la
colonización.
1. El baile de Mexicapan
Este baile fue creado en 1947, inspirado en el poema del vate zacatecano
Severo Amador Sandoval.
2. Cuadrillas de Morelos
–Las mujeres: blusa verde de cuello alto y manga bombacha, falda rosa
con holanes, faldón y botines de raso negro.
3. Jarabes de Jerez
5. Danzas de Matlachines
Zacatecas nos brinda con su folklor remembranzas del México de antaño y nos traslada, en
momentos, hasta la época Porfiriana. De este mosaico folklórico se desprenden los bailes mineros
como "Los Barreteros", "El Baile de Mexicapan", "Las Cuadrillas de Morelos y de Valparaíso", entre
otros. Asimismo, "Los Sones o Jarabes de Jerez".
Baile Mexicapan
El baile de Mexicapan fue creado en 1947 por los profesores Julio Salinas (maestro de danza) y
Marcelino González (maestro de educación física), Cleofas de la Rosa y Marcos Fragoso (músicos),
que se inspiraron en el poema del vate zacatecano Severo Amador Sandoval; es la manifestación
folklórica más representativa a nivel nacional e internacional des estado de Zacatecas. Es un
popurri compuesto por 6 melodías: La Jesusa (polka de Quirino Mendoza), Las Barrancas (vals), La
Barzobiana (mazurca), La Botella (jarabe), Los Barreteros (chotis de Don Emeterio Fragoso) y El
Diablo Verde (polka). En sus principios el arreglo se conformaba por 3 melodías, posteriormente se
le agregaron las otras 3.
Cuadrillas de Morelos
El iniciador de este baile fue el Señor José Bañuelos, quien llegó a Morelos, Zac.,
aproximadamente en 1888 y quien le puso música fue el señor Genaro Ambriz, originario de Casa
Blanca Guadalupe, Zac., quien denominaba los nombres de las cuadrillas. Originalmente eran
Libres, Francesas, Lanceros, etc. Pero fueron sustituidas por nombres según las figuras
coreográficas, cambio de lugares, entrada al centro, galopa, etc.
Las cuadrillas eran bailes de salón, que se bailaban con mucha elegancia propios de la gente
adinerada, para lucir sus vestuarios.
Jarabes de Jerez
Podemos considerar a los sones jerezanos como una alegre tradición que data de la época
colonial e insurgente. Estos sones se componen de partes zapateadas y descansos.
Todos los sones eran bailados con escrúpulo y fina coquetería en la mujer, y con una actitud viril
y resuelta en el hombre, quien galanteaba y asediaba a su gentil compañera. La coreografía se
ejecutaba por parejas o sueltos, generalmente uno frente a otro. El hombre cruza sus manos atrás;
ella, grácil y coquetamente, ejecuta su faldeo con garbo y alegría.