Mexico">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

La Batalla de Zacatecas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 28

LA BATALLA DE ZACATECAS.

(23 DE JULIO DE 1914).

Una de las grandes batallas libradas en nuestro país y la que definió la suerte de la revolución mexicana fue la
batalla de Zacatecas, en la que fuerzas constitucionalistas de la División del Norte derrotaron a los mejores
contingentes del Ejército Federal que sostenía el régimen de Victoriano Huerta.

El Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, ordenó al General Francisco Villa que
mandara parte de la División del Norte, a reforzar al General Natera en la toma de la Zacatecas. Gracias a
esta acción el General Villa solicitó partir hacia Zacatecas con su División en lugar de sólo enviar refuerzos,
después haciendo caso omiso a las órdenes de Don Venustiano Carranza, decidió tomar la ciudad.

Al llegar los primeros contingentes a la estación Calera, a 25 kilómetros de Zacatecas, procedieron a tomar
posiciones que serían el punto de partida de sus ataques, mientras tanto los Generales Felipe Ángeles y
Tomás Urbina, hicieron los reconocimientos necesarios para presentar el plan de ataque y adoptar los
dispositivos correspondientes.
La Ciudad de Zacatecas, capital del estado del mismo nombre, fue una plaza de importancia, por ser el centro
vital de las comunicaciones del norte del país; el gobierno de este estado, estaba bajo control de las tropas
federales, por tal motivo, Venustiano Carranza ordenó al general Pánfilo Natera que tomara la Ciudad de
Zacatecas.

La Ciudad, se encuentra ubicada en el centro de serranías que dan pie a una cañada, misma que se extiende
al margen del arroyo de la plata, el cual inicia al noroeste de la ciudad, entre los cerros de “El Grillo” y “La
Bufa” y culmina al este de la capital en la presa “La Zacatecana” salida a “Aguascalientes”. Los cerros en su
mayoría cuentan con abundantes rocas y escasa vegetación como lo son nopales, mezquites, huizaches y
chaparrales, por lo que en estos es fácil el desplazamiento de la infantería, más no el cerro del “El Grillo” en el
cual la caballería puede actuar, ya que este no presenta cortaduras o barrancas que impidan el
desplazamiento de tropas.

El día 23 de junio de 1914 se inició el avance para realizar la consolidación de algunos objetivos secundarios
que permitirían realizar el ataque principal, para esto el General Severino Ceniceros, tomó el cerro de la Tierra
Negra, vecino de la Bufa, apoyado por el fuego de la artillería del Mayor Miguel Saavedra. Raúl Madero tomó
el cerro de Tierra Colorada (El Loreto), al mismo tiempo, atacó por la derecha el dispositivo adoptado por el
Ejército Federal.

A las 1000 horas de la mañana comenzó la batalla, el General Francisco Villa, ordenó que 24 cañones,
emplazados entre Veta Grande y Zacatecas, iniciaran el fuego contra los cerros de la Tierra Negra y otros en
El Loreto y las tropas de infantería avanzaron sobre el monte Esmeralda.

Los revolucionarios avanzaban y consolidaban posiciones y las piezas de artillería alargaron sus disparos
para protegerlos, pero en la parte del cerro de la Sierpe, por la falta de accesos se originó un cuello de botella
que ocasionó que la infantería subiera lenta.

El General Francisco Villa, ordenó que la artillería fuera reubicada hacia el cerro de la Sierpe; en el lugar el
fuego de fusilería fue intenso, después el apoyo fue para el General Servín, que ascendía por los flancos de la
elevada pendiente del cerro de la Sierpe y estaba a punto de ser rechazado.

Con el arribo de la artillería a las inmediaciones del cerro de la Sierpe, recibió apoyo por el fuego las tropas
del General Servín, con esto el enemigo evacuo el lugar. Mientras tanto el General Tomás Urbina, al mando
de su tropa, se le designo para tomar los cerros de Tierra Negra y Tierra Colorada. Las tropas del General
Maclovio Herrera, capturaron la estación del ferrocarril y los cerros del Grillo y Clérigos.

Después de esta acción, las tropas de la División del Norte ganaron terreno, aproximadamente a las 1730
horas, debido a las acometidas constitucionalistas, las tropas federales, que sumaban aproximadamente
8,000 soldados, derrotados abandonaron el lugar.
Por lo anterior, las tropas federales, al perder terreno, iniciaron el desalojo de sus posiciones, mismas que se
concentraron en la ciudad para reorganizarse y enfrentar a los constitucionalistas. Con esto el General
Francisco Villa, ordenó que las tropas de reserva, atacaran el resto del ejército federal, consumándose la
derrota total de las tropas antes citadas. Con el triunfo de la batalla de Zacatecas, el ejército constitucionalista
obtuvo el paso libre para dirigirse a la Ciudad Capital y poder después establecer el orden del país.

FUENTES CONSULTADAS:
A.H.S.D.N., Toma de Zacatecas por F. Ángeles, XI/480/74.

ÍNDICE DE IMÁGENES.

1. La ciudad de Zacatecas. Grandes Batallas de la Independencia y Revolución Mexicana, México,


2010, Secretaría de la Defensa Nacional, p. p. 223.
2. Panfilo Natera. El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, México Secretaría de la Defensa Nacional,
1979, Tomo I, p. 229.
3. Plano de las Batallas de zacatecas. Grandes Batallas de la Independencia y Revolución Mexicana,
México, 2010, Secretaría de la Defensa Nacional, p. 230
4. Toma de zacatecas, El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, México Secretaría de la Defensa
Nacional, 1979, Tomo I, p. 219
5. Victoriano Huerta y Guillermo Rubio Navarrete, El Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, México
Secretaría de la Defensa Nacional, 1979, Tomo I, p. 392.
Toma de Zacatecas:
Antecedentes, Causas y
Consecuencias
Por
Joaquin Montano

La Toma de Zacatecas (1914) está considerada como uno de los hitos


bélicos más importantes durante la Revolución mexicana. La ciudad, capital
del estado homónimo, era un de los principales centros de comunicaciones
del país. En términos estratégicos, su conquista abría el camino para la
toma de Ciudad de México.

Después de que los revolucionarios desalojaran del poder a Porfirio Díaz, se


estableció un gobierno democrático bajo la presidencia de Francisco I.
Madero. Sin embargo, el mandatario no consiguió estabilizar el país y tuvo
que hacer frente a varios levantamientos armados.


En 1913, una insurrección militar liderada por Victoriano Huerta acabó con
la presidencia de Madero. La reacción a este suceso no se hizo esperar y
pronto se formó un frente unido para tratar de expulsar a Huerta del poder.

Los principales protagonistas fueron Venustiano Carranza, Álvaro


Obregón y Francisco Villa. En unos meses, gracias a victorias como la Toma
de Zacatecas, el dictador se vio obligado a partir al exilio.

Índice [Ocultar]
 1 Antecedentes
o 1.1 Zacatecas
o 1.2 Petición a Francisco Villa
o 1.3 Preparativos
 2 Toma de la ciudad
o 2.1 Saqueos
 3 Causas
o 3.1 Económicas
 4 Consecuencias
o 4.1 Victoria decisiva para los revolucionarios
o 4.2 Destrucción de infraestructuras
 5 Referencias

Antecedentes
El gobierno de Francisco I. Madero trató de democratizar el país después de
las décadas del Porfiriato, derribado por la Revolución mexicana. Sin
embargo, sus esfuerzos serían infructuosos.

Por una parte, tuvo que afrontar algunos levantamientos de otros líderes
revolucionarios, como el de Emiliano Zapata, que lo consideraba demasiado
moderado en sus planteamientos. Sería, no obstante, un golpe de estado
encabezado por Victoriano Huerta y Félix Díaz, sobrino de Porfirio, el
causante de su salida de la presidencia y de su asesinato.

La traición de Huerta, apoyado por el embajador estadounidense, provocó


pronto la reacción de buena parte de la sociedad mexicana. Así, el
Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, proclamó el Plan de
Guadalupe en marzo de 1913, poniéndose al frente del constitucionalismo y
en contra del gobierno dictatorial.

A Carranza se le unieron muy pronto otros líderes de la Revolución como


Francisco Villa y Álvaro Obregón. Emiliano Zapata, desde sus feudos del
sur, también declaró su oposición a Huerta.

Zacatecas

Zacatecas era uno de los lugares estratégicos en el conflicto entre los


constitucionalistas y las tropas de Huerta. Parte de su importancia residía
en su condición de centro vital de las comunicaciones del norte del país. Su
conquista era fundamental para facilitar la toma de Ciudad de México.

Aparte de eso, por Zacatecas pasaban los principales cruces de las líneas
de ferrocarril de toda la nación, sin dejar de lado su importancia económica
por los yacimientos de plata y otros minerales.

Cuando Carranza lanzó su Plan contra Huerta, Zacatecas quedó en mano de


los partidarios del dictador.

Sabedor de su importancia, Carranza dio orden de tomar la ciudad. Los


encargados de hacerlo fueron los generales Aragón y Pánfilo Natera, que
contaban con 6000 hombres a su cargo. Este primer intento, desarrollado
entre el 9 y el 13 de junio, acabó en fracaso.

Petición a Francisco Villa

Después de esa primera intentona, Carranza solicitó a Francisco Villa que


enviara refuerzos a la zona. La petición señalaba que debía enviar a 5000
soldados de la División del Norte. Villa, sin embargo, pidió marchar él
mismo hacia la ciudad con toda su División.

Esta posibilidad no gustó a Carranza. La influencia de Villa entre los


revolucionarios era muy grande y Carranza no quería que acumulara más
poder y retiró la orden dada.

Villa amenazó con renunciar si no se le permitía dirigirse a Zacatecas y


Carranza, en principio, aceptó su renuncia. No obstante, los generales de
Villa rechazaron ponerse a las órdenes de otro jefe y, al final, la División del
Norte, con Villa a la cabeza, se preparó para tomar la ciudad.

Preparativos
La División del Norte emprendió camino hacia Zacatecas desde Torreón,
Coahuila. Fueron, nada menos, que 18 trenes los necesarios para trasladar
todo la artillería y hombres hasta las cercanías de la ciudad que pretendían
tomar.

Tras dos días de viaje, el 19 de junio, llegaron a Calera, a 25 kilómetros de


Zacatecas. Las tropas villistas, casi 25000 hombres, doblaban en número a
los defensores y comenzaron a tomar posiciones alrededor de la ciudad.

A pesar de sufrir algunos ataques, los revolucionarios no contestaron hasta


que el 22 de junio llegó el propio Francisco Villa a la zona. Al día siguiente
comenzó el asedio para tomar Zacatecas.

Toma de la ciudad
El 23 de junio de 1914 el ejército bajo el mando de Villa empezó su ataque
a Zacatecas. A pesar de la superioridad numérica y de armamento, la toma
de las cimas que rodeaban la ciudad costó la vida de numerosos soldados.

A media tarde, los defensores comenzaron a retirarse y los villistas


entraron en la ciudad desde tres direcciones diferentes. Muchos de los
componentes del ejército partidario de Huerta quedaron atrapados por el
fuego, por lo que las bajas fueron considerables.

Saqueos

Al finalizar el día, la ciudad estaba ya en manos de los revolucionarios. En


un principio, los asaltantes diezmaron a buena parte de los soldados
defensores, causando también muchas bajas entre la población civil.

Según los historiadores, se produjeron muchos saqueos durante esas


primeras horas. Al día siguiente, Villa ordenó que estos actos de
vandalismo y violencia se detuvieran e, incluso, mandó fusilar a algunos de
los saqueadores, aunque el daño ya estaba hecho.

Causas
La importancia de Zacatecas como nudo de comunicaciones le concedía una
gran importancia estratégica. Buena parte de las vías de ferrocarril del país
pasaban por allí, lo que era un factor fundamental en la guerra.

La conquista de Zacatecas suponía, prácticamente, tener el camino abierto


para dirigirse a Ciudad de México y, en consecuencia, ganar la guerra
contra los partidarios de Huerta.

Económicas

Aparte de las consideraciones militares, la ciudad de Zacatecas era muy


importante económicamente. La zona producía varios tipos de minerales,
destacando la plata. La riqueza que proporcionaba la convertía en un
objetivo fundamental para la rebelión.

Consecuencias
La Toma de Zacatecas está considerada como uno de los enfrentamientos
bélicos más sangrientos de toda la Revolución. De acuerdo a los datos
oficiales del momento, se contabilizaron 8000 muertes durante la batalla.
Sin embargo, otras fuentes afirman que el número de muertos puedo
superar los 10.000.

Parte de estas víctimas no eran soldados, ya que se produjeron masacres


en hospitales e iglesias, así como asesinatos casa por casa.
No fueron solo los defensores y la población civil la que sufrió estas bajas.
Los atacantes también se vieron muy afectados. El costo en vidas fue muy
alto, por lo que algunos la consideran una victoria pírrica.

Victoria decisiva para los revolucionarios

La batalla y la posterior conquista de la ciudad significó la disolución del


frente huertista. El ejército no volvió a recuperarse.

Junto con la toma, por parte de Zapata, de la ciudad de Chilpancingo, la de


Zacatecas supuso que Huerta se quedara sin posibilidades de resistir.

Destrucción de infraestructuras

Antes de huir, los defensores dinamitaron las vías férreas que pasaban por
la ciudad. Fue un intento de retrasar el avance de los revolucionarios,
aunque la suerte final estaba decidida.

Por otra parte, Carranza evitó que Villa llegara el primero a la Ciudad de
México. Para ello detuvo el envío de carbón para los trenes de la División
del Norte.
La toma de zacatecas

Durante la Revolución Mexicana la ciudad de Zacatecas fue escenario de una de las batallas
más importantes que libró la División del Norte, dirigida por el general Francisco Villa, en
contra del Ejército Federal (junio de 1914). Su trascendencia se debió a que con la caída de
esta plaza, los villistas lograron despejar de enemigos el camino a la ciudad de México. Éxito
rotundo para los revolucionarios que acrecentó aún más la fama del Centauro del Norte,
(1) porque también ahí se derrotó a los oficiales más destacados de las tropas huertistas.
Un elemento clave para esta victoria fue, sin duda, la estrategia que se diseñó para
apoderarse de una población, en la que el enemigo había ocupado ya las mejores posiciones
para defenderse.

Refugio de generales derrotados

Los militares federales habían estado combatiendo al ejército de Villa por varios meses sin
lograr derrotarlo. De hecho, huían de estas tropas rebeldes que ya tenían el control del estado
de Chihuahua y de la parte sur de Coahuila, razón por la cual se refugiaron en la capital de
Zacatecas. Era una ciudad segura por estar ubicada en la sierra y, por tanto, rodeada de
cerros, de difícil acceso para un asalto frontal. Los federales intentaban recuperarse moral y
físicamente de las diversas pérdidas sufridas a manos de los villistas.

Aquí se concentraron diversos generales para reorganizarse y continuar,


posteriormente, los combates contra los revolucionarios, pero éstos avanzaron para atacar
dicha ciudad. Sus habitantes esperaban con temor el arribo de los sublevados.

El ejército que apoyaba al presidente Huerta empezó los preparativos para recibir a
sus rivales. Colocó a sus artilleros en los cerros más altos que bordean la población -
conocidos como El Grillo y La Bufa-, para que con sus cañones impidieran el avance de los
villistas sobre los mismos. Estos emplazamientos elevados para los cañones eran pieza clave
para la defensa. La situación no iba a ser fácil para los revolucionarios, porque con el enemigo
cazándolos desde las alturas eran prácticamente un blanco seguro.

Los federales tuvieron oportunidad de comprobar la efectividad de esta decisión antes


de enfrentar a las tropas del Centauro, ya que en los primeros días de junio de 1914 lograron
derrotar en dos ocasiones a las tropas revolucionarias de Pánfilo Natera,(2) quien había sido
enviado por Venustiano Carranza para tomar la ciudad. En virtud de ese fracaso, las tropas
del general Villa avanzaron hacia Zacatecas para enfrentar a los militares refugiados.
La necesidad de una nueva estrategia

Antes, las diferentes batallas enfrentadas -y ganadas también- en Chihuahua por la División
del Norte, fueron por lo regular sobre terreno más o menos plano, lo que permitió que la
táctica utilizada con mayor eficacia por Villa consistiera en las cargas de caballería. Era común
que iniciara así sus acometidas, pero en esta ocasión el tipo de terreno era otro y, de no variar
su manera de atacar, era previsible un gran número de bajas o posiblemente el fracaso.

El Centauro comprendió que en este caso se requería otro tipo de maniobra, y por ello
encargó su diseño al general Felipe Ángeles, militar de profesión y especialista en artillería. Lo
primero que hizo el colaborador de Villa fue un recorrido por la zona, acompañado del general
Natera, quien conocía muy bien la región, para examinar el terreno en que se libraría el
combate, observar las posiciones donde estaban colocados los cañones del enemigo y con
esto poder planear el contraataque.

Para neutralizar los cañones enemigos ubicados en los cerros ideó una táctica de
engaño. Desplegó su artillería de manera provisional -simulando que desde ahí dispararía-
para luego, durante la noche previa a la batalla, establecerla en posición definitiva y
sorprender a la fuerza rival. Después de cada cañonazo, la infantería avanzaría sobre los
cerros en sincronía exacta para evitar bajas por fuego "amigo". La toma del Grillo y La Bufa
eran el principal objetivo y, para que el resultado fuera exitoso, la coordinación entre ambas
fuerzas era importante.

El resto de las tropas -la caballería- rodearían la ciudad y atacarían por todos los
frentes al mismo tiempo. También, para asegurar que ningún federal escapara, bloquearon los
caminos que conectaban con otras poblaciones. Las tropas del gobierno quedaron
completamente cercadas, sus opciones inevitables serían: vencer o morir, porque la huida era
prácticamente imposible.

El 23 de junio de 1914 inició el combate con enfrentamientos por todos lados. Avance
de los de a pie e intercambio de cañonazos entre los cerros que, al paso de las horas,
quedaron en manos de los revolucionarios. Los federales se refugiaron inútilmente en la
ciudad, porque hasta ahí llegaron los villistas para culminar la obra.

El resultado de la batalla

Esta acción militar marcó el inicio de la caída del presidente usurpador Victoriano Huerta,
(3)quien al considerar inminente el arribo de los revolucionarios a la ciudad de México, decidió
renunciar y salir del país en julio de 1914.

Las tropas del general Villa no pudieron llegar ese año a la capital de la República, ya
que entre Venustiano Carranza y el Centauro de Norte se habían generado serias diferencias
debido a la independencia con que éste último manejaba las tropas y los recursos en las
zonas que iba liberando de federales. Los villistas tuvieron que regresar hacia Torreón para
iniciar pláticas con el dirigente del movimiento revolucionario a nivel nacional.

La Toma de Zacatecas en la memoria


La tradición popular rescató las hazañas de sus héroes a través de los corridos, en este caso
por medio del "Corrido de la Toma de Zacatecas" (Anónimo), del que compartimos unas
estrofas:

Voy a cantar estos versos Les tocó atacar la Bufa


de tinta tienen sus letras a Urbina, Villa y Natera,
voy a cantarles a ustedes porque allí tenía que verse
la toma de Zacatecas lo bueno de su bandera.

Mil novecientos catorce Decía el General García


mes de junio, veintitrés, con su Teniente Carrillo:
fue tomada Zacatecas "le pido permiso a Villa
entre las cinco y las seis. para atacar por El Grillo".

Al disparo de un cañón Fue tomada Zacatecas


como lo tenían de acuerdo, por Villa, Urbina y Natera,
empezó duro el combate Contreras y Ceniceros,
por lado derecho e izquierdo. Raúl Madero y Herrera.(4)

Como puede verse, aquí olvidaron al general Ángeles: el artífice de la estrategia y


comandante de la artillería villista quizá porque de todos los líderes era el único que no salió
directamente del pueblo. Sin embargo, su participación en la Toma de Zacatecas ha quedado
inmortalizada en la Plaza de la Revolución, construida sobre el cerro de La Bufa, donde están
colocadas las esculturas ecuestres de Villa, Natera y Ángeles. También está el museo Toma
de Zacatecas, donde se exhiben piezas de artillería, fotografías, periódicos y documentos que
ilustran este hecho revolucionario.
Siglo XIX[editar]

Moneda española de plata acuñada en Zacatecas en 1820.

Como es bien sabido, el siglo XIX por innumerables altibajos que afectaron la historia de
México. Cuando inició la guerra de Independencia, Zacatecas intervino, representada por
personajes connotados como Víctor Rosales y José María Cos. El 21 de septiembre de 1810
día en que Hidalgo entró a Celaya, circuló en Zacatecas la primera noticia del movimiento.
Después de diez años de lucha, y tras firmarse los Tratados de Córdoba, la Independencia fue
jurada en la ciudad de Zacatecas por las autoridades locales el 5 de julio de 1821.
Durante los primeros años de la vida independiente, el estado de Zacatecas y su capital
adoptaron como escudo de armas un águila real devorando una serpiente, quedando obsoleto
el que en el siglo XVI otorgara Felipe II. El rango de la ciudad la convirtió en capital del Estado
Libre y Federado de Zacatecas, sede de los poderes estatales, residencia de Gobernadores,
entre ellos, Francisco García Salinas, uno de los padres del federalismo en México.
Entre 1824 y 1825 la ciudad fue testigo y escenario de la aparición de algunas instituciones:
operó la primera imprenta en Zacatecas, se estableció la Tesorería General del Estado y la
Administración de Rentas de la capital, fue creado el Supremo Tribunal de Justicia; entró en
vigor la primera Constitución Política del Estado (una de las primeras del país); se
establecieron, además, el Tribunal de Alzadas del Comercio y el Tribunal de Alzadas de la
Minería. Fue fundada la Sociedad Patriótica de Amigos del País con fines culturales, cívicos y
sociales, integrada por mineros, comerciantes, agricultores, artesanos y hombres de letras; su
órgano de difusión fue el Correo Político, apareció el primer ejemplar en abril de 1825, siendo
el primer periódico publicado en Zacatecas.
En 1826 abrió sus puertas la primera escuela normal, ubicada en los altos de la casa conocida
como de la Condesa; salieron a la luz publicaciones diversas, entre ellas, El abanico, revista
dirigida especialmente a la mujer. En este año se abolió la esclavitud en el estado. En 1827
iniciaron las obras de construcción del portal de Rosales y en el lugar ocupado antes por la
cárcel, en 1833, un teatro que tiempo después llevaría el nombre del dramaturgo Fernando
Calderón, majestuoso edificio con capacidad para dos mil espectadores. Por desgracia, el 3
de octubre de 1889 sufrió un terrible incendio que lo dejó en muy mal estado. En este tiempo
se terminó la edificación del mercado principal, magnífico edificio cuyo segundo piso funcionó
como teatro y centro cultural, en lugar del teatro incendiado que ocho años después se
reinauguraría como el faustuoso teatro Calderón.
A fines del siglo XIX surgieron artistas notables como Fernando Villalpando y Genaro Codina,
autor de la Marcha Aréchiga o Marcha Zacatecas, considerada como el segundo Himno
Nacional. Durante el porfiriato se construyeron numerosos edificios y monumentos sobre los
cimientos de muchas fincas antiguas que amenazaban con venirse abajo. También durante
este periodo florecieron las artes con una marcada influencia francesa. En 1884 llegó el primer
tren a la ciudad y fueron instalados la energía eléctrica, el teléfono y el telégrafo.

Post revolución

Siglo XIX
Como es bien sabido, el siglo XIX por innumerables altibajos que afectaron la historia
nacional. Cuando inició la guerra de Independencia, Zacatecas intervino, representada
por personajes connotados como Víctor Rosales y José María Cos. El 21 de septiembre
de 1810 día en que Hidalgo entró a Celaya, circuló en Zacatecas la primera noticia del
movimiento. Después de diez años de lucha, y tras firmarse los Tratados de Córdoba,
la Independencia fue jurada en la ciudad de Zacatecas por las autoridades locales el 5
de julio de 1821.
Durante los primeros años de la vida independiente, el estado de Zacatecas y su
capital adoptaron como escudo de armas un águila real devorando una serpiente,
quedando obsoleto el que en el siglo XVI otorgara Felipe II. El rango de la ciudad la
convirtió en capital del Estado Libre y Federado de Zacatecas, sede de los poderes
estatales, residencia de Gobernadores, entre ellos, Francisco García Salinas,
Gobernador modelo y uno de los padres del federalismo en México.

Entre 1824 y 1825 la ciudad fue testigo y escenario de la aparición de algunas


instituciones: operó la primera imprenta en Zacatecas, se estableció la Tesorería
General del Estado y la Administración de Rentas de la capital, fue creado el Supremo
Tribunal de Justicia; entró en vigor la primera Constitución Política del Estado (una de
las primeras del país); se establecieron, además, el Tribunal de Alzadas del Comercio y
el Tribunal de Alzadas de la Minería. Fue fundada la Sociedad Patriótica de Amigos del
País con fines culturales, cívicos y sociales, integrada por mineros, comerciantes,
agricultores, artesanos y hombres de letras; su órgano de difusión fue el Correo
Político, apareció el primer ejemplar en abril de 1825, siendo el primer periódico
publicado en Zacatecas.

En 1826 abrió sus puertas la primera escuela normal, ubicada en los altos de la casa
conocida como de la Condesa; salieron a la luz publicaciones diversas, entre ellas, El
abanico, revista dirigida especialmente a la mujer. En este año se abolió la esclavitud
en el estado. En 1827 iniciaron las obras de construcción del portal de Rosales y en el
lugar ocupado antes por la cárcel, en 1833, un teatro que tiempo después llevaría el
nombre del dramaturgo Fernando Calderón, majestuoso edificio con capacidad para
dos mil espectadores. Por desgracia, el 3 de octubre de 1889 sufrió un terrible incendio
que lo dejó en muy mal estado. En este tiempo se terminó la edificación del mercado
principal, magnífico edificio cuyo segundo piso funcionó como teatro y centro cultural,
en lugar del teatro incendiado que ocho años después se reinauguraría como el
faustuoso teatro Calderón.

A fines del siglo pasado surgieron artistas notables como Fernando Villalpando y
Genaro Codina, autor de la Marcha Aréchiga o Marcha Zacatecas, considerada como el
segundo Himno Nacional. Durante el porfiriato se construyeron numerosos edificios y
monumentos sobre los cimientos de muchas fincas antiguas que amenazaban con
venirse abajo. También durante este periodo florecieron las artes con una marcada
influencia francesa. En 1884 llegó el primer tren a la ciudad y fueron instalados la
energía eléctrica, el teléfono y el telégrafo.

Siglo XX.
Durante la Revolución Mexicana, le correspondió a Zacatecas convertirse en escenario
de una de las batallas decisivas de la historia nacional: la Toma de Zacatecas ocurrida
en 1914. Allí triunfaron las fuerzas revolucionarias y se cavó la tumba del huertismo.
Por este solo hecho la ciudad mereció un título honorario más: el de Heroica Ciudad.
En esos años, el escudo de armas de la ciudad original -el mismo que concedió Felipe
II en 1588-, fue desempolvado y puesto de nuevo en uso, ya no solo como escudo
oficial de la ciudad, sino del estado de Zacatecas.

Para concluir, vale la pena señalar, que a mediados de este siglo comenzó a realizarse
el rescate y la preservación de la fisonomía arquitectónica de la ciudad. Ello hizo
posible que en diciembre de 1993 la Comisión de Patrimonio Mundial de
la UNESCO aprobara la inscripción del centro histórico de Zacatecas como Patrimonio
Cultural de la Humanidad.
La Post-revolución.

La Post-revolución.

Autor

Secretaría de la Defensa Nacional

Fecha de publicación
16 de julio de 2015

La década de los 20´s fue de muchos cambios para el


Ejército, ya que desde 1920 Venustiano Carranza quiso
imponer como candidato a la Presidencia al civil Manuel
Bonilla, ante esto el grupo de Sonora encabezado por
Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón
lanzaron el Plan de “Agua Prieta”.

Los rebeldes tomaron la Ciudad de México y Carranza tuvo


que huir rumbo a Veracruz, pero en el camino fue
asesinado en Tlaxcaltongo, Pue., el 20 de mayo de 1920.

Posteriormente el General Obregón fue electo Presidente


de la República y en 1923 ante la sucesión presidencial
apoyo la candidatura del General Plutarco Elias Calles, por
lo que Adolfo de la Huerta apoyado por varios Generales y
más de la mitad de las fuerzas del Ejército, encabezó una
nueva rebelión conocida como “Delahuertista”.

El General Obregón se puso al frente de las huestes leales


al gobierno con las que derrotó a los sublevados.

En 1926, un grupo de Yaquis trató de detener el tren en el


que viajaba el General Álvaro Obregón, para solicitarle que
les regresaran sus tierras. Las tropas que escoltaban al
General creyeron que era un ataque, por lo que se volvió
una escaramuza.

Tropas gubernamentales atacaron a los Yaquis en las


zonas de la sierra, acabando con la ultima rebelión Yaqui
del Siglo XX.

A fines de 1926 y principios de 1927, en el occidente de


nuestro país grupos de católicos se levantaron en armas
contra el gobierno del General Calles por considerar que la
Iglesia católica era hostilizada.

La rebelión se generalizó por todo el país, en especial en


los estados de Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco,
Guanajuato, Querétaro, Michoacán y Colima. Esta
sublevación concluyó en julio de 1929 al firmarse los
tratados de paz entre la Iglesia y el Estado.

Asimismo en 1927, los Generales Arnulfo R. Gómez y


Francisco R. Serrano se rebelaron ante la reelección del
General Álvaro Obregón, por lo que tropas
gubernamentales rápidamente acabaron con la
sublevación.

Dos años más tarde, se dio la rebelión escobarista, en la


que algunos generales desleales arrastraron a la infidencia
a las tropas de los estados del Norte, la rebelión fue
rápidamente liquidada y se inició el proceso de
pacificación y por ende el desarrollo económico.

La última rebelión la encabezó el General Saturnino Cedillo


en San Luis, lo cual fue rápidamente controlada por las
tropas leales a las instituciones legalmente establecidas.

A partir de 1925, se estableció un plan para profesionalizar


al Ejército surgido de la Revolución, para el efecto, el
General Joaquín Amaro, Secretario de Guerra y Marina,
reestructuró la educación militar, creó nuevos planteles
como la Escuela Telegráfica, remodeló los cuarteles
militares, se publicaron nuevas Leyes y Reglamentos.

Se crearon el Estado Mayor General y la Inspección


General del Ejército, se mandó a Generales al extranjero
como agregados militares, se crearon varias escuelas
como la Superior de Guerra, de Veterinaria, de Aplicación
para las Armas, para la tropa y para sus derechohabientes,
entre otras.

Zacatecas
Por

Nohelia Murillo
Las danzas y bailes típicos de Zacatecas, al igual que todas sus
expresiones culturales, son producto de la influencia europea como
resultado del auge minero de esta región, durante los tiempos de la
colonización.

El folklor de Zacatecas en su expresión dancística rememora al México de


antaño, especialmente al pueblo minero en los tiempos de la bonanza
económica.



Danzas y bailes típicos de Zacatecas


Las festividades zacatecanas patronales, religiosas y cívicas cuentan dentro
de sus principales atractivos con los diferentes coloridos y alegres bailes
típicos, expresiones autóctonas de la riqueza cultural de este importante
estado mexicano.

5 Danzas y bailes típicos principales de


Zacatecas

1. El baile de Mexicapan

Es la manifestación folklórica más reconocida del estado. Representa el


alma del pueblo y refleja el carácter del zacatecano: recio, galante y
fanfarrón.

Este baile fue creado en 1947, inspirado en el poema del vate zacatecano
Severo Amador Sandoval.

Es un popurrí que consta de seis melodías: La Jesusa, Las Barrancas, La


Varsoviana, La Botella, Los Barreteros y el Diablo Verde.

Originariamente era interpretado por un conjunto típico de cuerdas, hoy día


se acompaña con un tamborazo.

Al compás de la música, el bailador con movimientos exagerados corteja a


la dama y juntos de manera espontánea danzan realizando movimientos
improvisados que evocan la alegría y emocionalidad del zacatecano de los
antiguos tiempos.

El traje representativo de este baile es:

–Los hombres: pantalón tipo charro, camisa blanca de pechera y puños


adornados, paño amarrado al lado derecho de la cadera, botines negros y
sombrero zacatecano.
–Las mujeres: blusa blanca con holán de tela bordado en colores, falda de
paño rojo, calzonera blanca y botines negros.

2. Cuadrillas de Morelos

Es un baile zacatecano de origen francés.

Fue creado en 1888, inspirado en los antiguos y elegantes bailes de salón


originarios de Francia, propios de la alta sociedad y caracterizados por un
extravagante vestuario.

Este tipo de danza se ejecuta por turnos o cuadrillas y en el medio de cada


cambio se tocan melodías distintas, se realizan brindis y recitaciones.

El traje representativo de este baile es:

–Los hombres: pantalón negro de charro, camisa blanca y corbata negra.

–Las mujeres: blusa verde de cuello alto y manga bombacha, falda rosa
con holanes, faldón y botines de raso negro.

3. Jarabes de Jerez

Los sones jerezanos son alegres danzas tradicionales cuyo origen se


remonta a la época colonial.

Compuestos de partes zapateadas y descansos, la mujer hace gala de su


coquetería ejecutando su faldeo frente al hombre que la corteja durante la
coreografía, regularmente con las manos cruzadas en su espalda.

La vestimenta tradicional de este baile es:


–Los hombres: pantalón campero, camisa blanca, chaleco tipo charro,
corbatín, sombrero de copa alta y botines.

–Las mujeres: enaguas anchas, floreadas y de colores vivos, blusa


abotonada hasta el cuello y faldón con holanes, moños de colores en su
cabeza y botines.

4. La Danza de los Tastuanes

Es una celebración típica de los municipios zacatecanos Juchipila, Jalpa,


Moyahua y Apozol que conmemora la resistencia indígena en el siglo XVI.

Del 23 al 25 de julio de cada año, los tastuanes recuerdan la guerra del


Mixtón contra la invasión hispana.

Es así como vestidos con un sarape y chaparreras, portando en sus manos


cuernos de venado, alacranes y víboras de cascabel, con su rostro cubierto
por una máscara de madera de ocre rojo con rayas blancas, danzan por las
calles en señal de respeto y admiración hacia sus ancestros.

5. Danzas de Matlachines

Constituyen una tradición que rinde homenaje a los indígenas tlaxcaltecas


que se resistieron al dominio de los españoles.

En Zacatecas las danzas de matlachines varían de región en región, sin


embargo, en casi todas se usan monteras o penachos, nagüillas adornadas
con lentejuelas y canutillos que sirven para percutir, ataderas, huaraches
de tres agujeros y una sonaja que emite un sonido similar al sonar del
cascabel de una serpiente.
Referencias

1. Bailes Regionales Zacatecas. (s.f.). Recuperado el 30 de octubre


de 2017 de: bailezacatecas.galeon.
2. Barjau, L. (s.f.). Danza de los Tastuanes. Recuperado el 30 de
octubre de 2017 de: relatosehistorias.mx.
3. Cultura de Zacatecas. (s.f.). Recuperado el 29 de octubre de 2017
de: explorandomexico.com.mx.
4. Letechipia, M. (03 de febrero de 2015). Matlachines: Danza Ritual
de la Fiesta Zacatecana. En: ljz.mx.
5. Villa, H. (2016). El Baile de Mexicapan: Paradigma de un
Tradición. En: sibetrans.com

Zacatecas nos brinda con su folklor remembranzas del México de antaño y nos traslada, en
momentos, hasta la época Porfiriana. De este mosaico folklórico se desprenden los bailes mineros
como "Los Barreteros", "El Baile de Mexicapan", "Las Cuadrillas de Morelos y de Valparaíso", entre
otros. Asimismo, "Los Sones o Jarabes de Jerez".

Baile Mexicapan

El barrio de Mexicapan está enclavado en el extremo norte de la ciudad de Zacatecas; es un


barrio eminentemente minero.

El baile de Mexicapan fue creado en 1947 por los profesores Julio Salinas (maestro de danza) y
Marcelino González (maestro de educación física), Cleofas de la Rosa y Marcos Fragoso (músicos),
que se inspiraron en el poema del vate zacatecano Severo Amador Sandoval; es la manifestación
folklórica más representativa a nivel nacional e internacional des estado de Zacatecas. Es un
popurri compuesto por 6 melodías: La Jesusa (polka de Quirino Mendoza), Las Barrancas (vals), La
Barzobiana (mazurca), La Botella (jarabe), Los Barreteros (chotis de Don Emeterio Fragoso) y El
Diablo Verde (polka). En sus principios el arreglo se conformaba por 3 melodías, posteriormente se
le agregaron las otras 3.

En épocas anteriores el acompañamiento musical se hacía con cuerdas (conjunto típico);


Actualmente se acompaña con un tamborazo, conjunto musical por tradición zacatecano, que
según datos históricos es originario del cañón de Juchipila.

Vamos al vaile de Mexicapan, reune la manifestación del alma de un pueblo, en la forma


simplista, inocente, ausente de complicaciones representando la alegría del pueblo minero de
Zacatecas en la época de bonanza económica.

Cuadrillas de Morelos

El iniciador de este baile fue el Señor José Bañuelos, quien llegó a Morelos, Zac.,
aproximadamente en 1888 y quien le puso música fue el señor Genaro Ambriz, originario de Casa
Blanca Guadalupe, Zac., quien denominaba los nombres de las cuadrillas. Originalmente eran
Libres, Francesas, Lanceros, etc. Pero fueron sustituidas por nombres según las figuras
coreográficas, cambio de lugares, entrada al centro, galopa, etc.

Las cuadrillas eran bailes de salón, que se bailaban con mucha elegancia propios de la gente
adinerada, para lucir sus vestuarios.
Jarabes de Jerez

Podemos considerar a los sones jerezanos como una alegre tradición que data de la época
colonial e insurgente. Estos sones se componen de partes zapateadas y descansos.

Todos los sones eran bailados con escrúpulo y fina coquetería en la mujer, y con una actitud viril
y resuelta en el hombre, quien galanteaba y asediaba a su gentil compañera. La coreografía se
ejecutaba por parejas o sueltos, generalmente uno frente a otro. El hombre cruza sus manos atrás;
ella, grácil y coquetamente, ejecuta su faldeo con garbo y alegría.

También podría gustarte