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La Historia

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Qué es la Historia?

La Historia es una rama de las Ciencias Sociales que tiene como objeto de estudio el
pasado de la humanidad, tanto el reciente como el remoto, y que se fundamenta para
ello en el análisis de diferentes tipos de fuentes.

Los estudios históricos se realizan siguiendo un método científico (específicamente, el


“método histórico”) consensuado por los especialistas. Sin embargo, los historiadores
no pueden dar cuenta del pasado tal cual fue; sus estudios son reconstrucciones que, al
ser interpeladas desde el presente, pueden interpretarse de diferentes maneras.

Por eso, a lo largo de los años, se han desarrollado diferentes escuelas o formas de
interpretación, que se diferencian por sus métodos de análisis, los objetos de estudio,
los campos de investigación y los valores de interpretación.

La palabra “historia” proviene del griego antiguo, idioma en que significaba


“investigación” o “información”, derivada a su vez de jistor, que significaba “hombre
sabio”, “testigo” o “juez”.

Ver además: Geología

Acepciones de la palabra "historia"


El término “historia” tiene numerosas acepciones, no todas referidas a la ciencia que
estudia el pasado. Por ejemplo, en el lenguaje ordinario, se usa “historia” para
referirse a una narración real o imaginaria, o para un recuento de eventos específicos,
como en el caso de la “historia clínica” de la Medicina.

Por otro lado, la palabra “historia” alude a la ciencia social que se ocupa del relato de
los sucesos del pasado. En este caso, se habla de Historia con mayúscula inicial. Los
historiadores son las personas especialistas que investigan, interpretan y elaboran
explicaciones sobre el pasado de las diferentes sociedades.

El método científico de la Historia


Para realizar las investigaciones de manera académica, los historiadores trabajan
siguiendo un método científico, también conocido como “método histórico”. Este
método tiene los siguientes pasos:

Elaboración del tema. Se establece el tema que se va a investigar y se formulan


preguntas elementales en relación a cómo, cuándo, dónde y por qué se sucedieron
ciertos acontecimientos.
Formulación de hipótesis. Se elaboran suposiciones para responder las preguntas del
tema. Estas suposiciones, llamadas hipótesis, serán corroboradas o desechadas a partir
de la investigación.
Búsqueda de información. Se busca información para la investigación. En primer
lugar, se hace un análisis del “estado de la cuestión”, es decir, de lo que han dicho los
historiadores sobre el tema. Además, se eligen las fuentes primarias del tema en
cuestión.
Análisis de información. Se relacionan y comparan las diferentes fuentes de
información utilizadas y se desarrolla un estudio al respecto. De esta manera se
determina si las hipótesis elaboradas son válidas.
Elaboración de conclusiones. Se realiza un trabajo escrito en el que se describe el
desarrollo de la investigación y se explican las conclusiones.
Difusión de la investigación. Se da a conocer el trabajo histórico a través de diferentes
medios (congresos, revistas, programas culturales, documentales, etc.).

Conceptos fundamentales de la Historia


Los estudios históricos utilizan ciertas concepciones y herramientas fundamentales:

Herramientas para medir el tiempo. Entre las herramientas más utilizadas por los
historiadores para medir y ordenar el tiempo, se encuentran la cronología y la línea de
tiempo. Además, es común la utilización de las categorías de milenio (1000 años),
siglo (100 años) y década (10 años) para establecer la ubicación temporal de los
sucesos históricos. Por cómo se desarrollaron los estudios históricos, se utiliza el
nacimiento de Cristo como principal criterio ordenador temporal.
Concepciones de cambio y permanencia. Los historiadores identifican los cambios,
las transformaciones, las permanencias y las continuidades que experimentan las
diferentes sociedades del pasado. A partir de ellas, nombran periodos de la historia
que comparten características generales, o establecen conceptos de análisis que
permiten comparar o distinguir diferentes sociedades. Por ejemplo, la clásica
periodización de Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea
implica la categorización de estructuras y modos de vida sociales que compartieron
diferentes sociedades en aquellos periodos de tiempo.
Concepciones de actores sociales. Durante siglos, los historiadores prestaron especial
atención a los sucesos políticos y a individuos importantes para explicar los
acontecimientos históricos. Desde el siglo XX, se incluye a las clases sociales, los
grupos políticos y diferentes entidades colectivas como factores fundamentales para
interpretar los eventos históricos.

Ramas de la historia
De acuerdo al período específico de su interés, podemos hablar de diversas ramas de
la Historia, por ejemplo:

Prehistoria. Es el estudio de la historia remota del hombre, es decir, aquella previa a la


invención de la escritura misma y, por lo tanto, a la invención del registro histórico.
Historia natural. Es el estudio de los períodos de formación de la tierra y de las
distintas comunidades biológicas vegetales y animales, previos a la aparición del
hombre.
Geohistoria. Es el estudio de sociedades determinadas del pasado y las estructuras
geográficas en las que se sustentaron y que influyeron en ellas.
Historia de las ideas. Es el estudio de las distintas transiciones del pensamiento
humano, considerado en un sentido muy amplio, así como de los distintos ámbitos en
que se han producido, y las posibles interpretaciones de su origen y significado.
Historia universal. Es el estudio del pasado de las sociedades humanas, desde tiempos
remotos hasta los eventos más recientes.
Historia del arte. Es el estudio de las distintas formas de expresión artística que el ser
humano ha desarrollado a lo largo de los tiempos, y las relaciones que puedan existir
entre ellas.
Historia de la religión. Es el estudio de las formas de manifestación religiosa y mística
que se han producido a lo largo del pasado humano, puestas en relación y estudiando
sus influencias y características.

Ciencias complementarias de la Historia


Historia
La arqueología ayuda a interpretar las fuentes materiales.
Los estudios históricos se complementan con otras disciplinas para conocer mejor el
pasado de las sociedades humanas, como la antropología, la arqueología, la
arquitectura, la literatura, la bibliotecología, la heráldica, la lingüística, la
numismática, la política e incluso la filosofía.

Las técnicas, conocimientos y miradas de estas disciplinas permiten analizar e


interpretar con mayor detalle y de manera interdisciplinaria las fuentes a partir de las
que se construyen los estudios históricos.

Análisis de la Historia como disciplina


La historia como ciencia puede estudiarse desde:

La historiografía. Se trata del conjunto de técnicas y métodos de revisión, análisis y


producción de contenidos disponibles para los historiadores, a menudo sometidos a
requisitos formales del método histórico y el método de las ciencias sociales. La
historiografía estudia las diferentes corrientes y escuelas de pensamiento y análisis de
la Historia.
La historiología. También denominada “teoría de la historia”, abarca el conjunto de
explicaciones y métodos comprensivos para deducir por qué y de qué manera se dan
ciertos fenómenos históricos. Se relaciona con la filosofía de la historia y busca
explicar las condiciones de la realidad histórica.

División del tiempo en la Historia


La periodización es una herramienta que utilizan los historiadores para ordenar el
tiempo histórico. No existe una periodización absoluta ya que no se corresponde con
el pasado tal cual fue, sino con el análisis y la interpretación que los historiadores
hacen del pasado.

Para cada sociedad o suceso histórico se utilizan diferentes periodizaciones. Existe


una periodización general, comúnmente utilizada en la divulgación y la comprensión
general del pasado de la humanidad. Se suele dividir el pasado en los siguientes
periodos:

Prehistoria (previo a 3000 a. C.). Es la historia previa a la invención de la escritura.


Comprende la Edad de Piedra (Paleolítico, Mesolítico y Neolítico) y la Edad de los
metales (Edad de Cobre, Edad de Bronce, Edad de Hierro).
Edad Antigua (3000 a. C.- 476 d. C.). Comprende las primeras etapas de la
civilización humana: la Antigüedad clásica y la tardía.
Edad Media (476-1492 d. C). Es la historia de las épocas en que Occidente sustituyó
su herencia de las culturas clásicas por la cultura teocéntrica (cristiana o islámica) y
que duró hasta el advenimiento de la Edad Moderna.
Edad Moderna (1492-1789 d. C.). Es la historia del fin del medioevo y el
oscurantismo Este período se caracteriza por el renacimiento de las culturas europeas
occidentales y su expansión por el mundo.
Edad Contemporánea (desde 1789 d. C.). Es la historia de los eventos más recientes
de los últimos tres siglos, en que el hombre construyó una sociedad mundial y se
embarcó en la revolución tecnológica e industrial.

La historia como tal no tiene un origen definido, ya que es difícil establecer cuándo el
hombre decidió registrar los eventos pasados como algo que contar a las generaciones
futuras.

Lo cierto es que se dice que el griego Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.) fue el
primer historiador y geógrafo propiamente dicho.

El “fin de la Historia” es una teoría del japonés Francis Fukuyama, en la que propone
que la historia, comprendida como un largo recuento de luchas ideológicas (es decir,
de intentos de imponer un modelo de humanidad sobre otra) ha terminado con la
victoria del capitalismo sobre el comunismo y la democracia liberal que siguió a la
Guerra Fría del siglo XX. Es una teoría debatida y controvertida en la actualidad.

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