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    de 24

    De animales a

    dioses
    Yuval Noah Harari
    Equipo
    Elizabeth Valencia Flores
    María Aleshay Reyes Franco
    Midory Alineth Velázquez León
    Brandon Baltazar Hernández
    PARTE I:

    LA
    REVOLUCIÓN
    COGNITIVA
    Un animal sin importancia

    Hace unos 13.500 millones de años,


    materia, energía, tiempo y espacio tuvieron
    su origen en lo que se conoce como el big
    bang.
    Hace unos 70.000 años, organismos pertenecientes
    a la especie Homo sapiens empezaron a formar
    estructuras todavía más complejas llamadas
    culturas.

    El desarrollo subsiguiente de estas culturas humanas se


    llama historia.
    Esqueletos en el armario

    Los Homo sapiens ha mantenido escondido un secreto todavía más


    inquietante. No solo poseemos una abundancia de primos
    incivilizados; hubo un tiempo en que tuvimos asimismo unos cuantos
    hermanos y hermanas.
    Una raza de cocineros
    Un paso importante en el camino hasta la cumbre fue la
    domesticación del fuego. Algunas especies humanas
    pudieron haber hecho uso ocasional del fuego muy pronto,
    hace 800.000 años.
    PARTE II:

    El árbol del
    saber
    en el capítulo anterior se discutió la evolución de los sapiens y su capacidad para
    colonizar el mundo. Aunque los sapiens arcaicos no tuvieron un impacto notable en
    comparación con otras especies humanas, aproximadamente hace 70.000 años, los
    sapiens experimentaron una revolución cognitiva que les permitió lograr avances
    significativos. Se sugiere que esta revolución fue el resultado de mutaciones
    genéticas que cambiaron las conexiones internas del cerebro y les permitieron
    desarrollar un lenguaje más flexible y sofisticada.
    La teoría del chismorreo
    sostiene que este nuevo lenguaje evolucionó como una forma de compartir

    información social sobre los humanos, lo que facilitó la cooperación en grupos más
    grandes. Además, los sapiens desarrollaron la capacidad única de hablar sobre
    conceptos abstractos y ficticios, como leyendas, mitos, dioses y religiones. Esta

    capacidad para crear y compartir ficciones colectivas les dio a los sapiens la
    capacidad de cooperar de manera flexible en grandes números y fue un factor
    clave en su dominio del mundo.
    La teoría del chismorreo

    En resumen, la revolución cognitiva de los sapiens les permitió desarrollar un


    lenguaje flexible y sofisticado, compartir información social y hablar sobre

    conceptos ficticios, lo que condujo a una cooperación más avanzada y a su éxito


    como especie dominante
    Un día en la vida de Adán
    y Eva
    El capítulo habla que durante la mayor parte de la
    historia de nuestra especie, los seres humanos
    vivieron como cazadores-recolectores. Los últimos
    200 años, en los cuales ha habido un aumento en el
    número de personas que obtienen su sustento
    como trabajadores urbanos y oficinistas, y los 10.000
    años precedentes, en los cuales la mayoría de las
    personas vivían como agricultores y ganaderos, son
    comparativamente breves en relación con los miles
    de años en los que nuestros antepasados se
    dedicaron a la caza y recolección.

    Según la psicología evolutiva, muchas de nuestras


    características sociales y psicológicas actuales se
    desarrollaron durante esta larga era preagrícola. Nuestros
    hábitos alimentarios, conflictos y sexualidad son el
    resultado de la forma en que nuestras mentes cazadoras-
    recolectoras interactúan con el entorno postindustrial
    actual. Aunque ahora vivimos en un entorno que nos
    proporciona más recursos materiales y una vida más larga,
    a veces podemos experimentar alienación, depresión y
    presión debido a la desconexión entre nuestro entorno
    actual y las características que se desarrollaron durante la
    era de cazadores-recolectores.
    También habla sobre el tema de la alimentación, señalando que
    la gente tiende a consumir alimentos con alto contenido
    calórico, incluso cuando no son beneficiosos para nuestro
    cuerpo. Esto se explica a través del legado genético de nuestros
    ancestros recolectores, para quienes los alimentos dulces y
    grasos eran raros y la comida en general era escasa. Como
    resultado, nuestros instintos nos llevan a consumir alimentos
    ricos en calorías cuando los encontramos disponibles, a pesar de
    que ahora vivimos en un entorno con acceso abundante a la
    comida.
    Plantea teorías controvertidas sobre la estructura social de los
    antiguos grupos de cazadores-recolectores, argumentando
    que podrían haber vivido en comunidades sin propiedad
    privada, relaciones monógamas o incluso paternidad definida.
    En estas comunidades, las relaciones sexuales y los lazos
    íntimos podían formarse con múltiples personas
    simultáneamente, y todos los adultos colaboraban en el
    cuidado de los niños. Esta estructura social se puede
    encontrar en la naturaleza y en algunas culturas humanas
    actuales.
    Conclusión
    El capítulo habla sobre la importancia de comprender nuestra
    naturaleza y psicología a través del estudio de nuestros
    antepasados cazadores-recolectores. Se argumenta que
    muchas de nuestras características actuales, incluidos
    nuestros hábitos alimentarios y estructuras sociales, se
    formaron durante este período. Aunque ahora vivimos en un
    entorno diferente, nuestra mente y cuerpo aún conservan
    influencias de esta era ancestral.
    4. EL DILUVIO
    La revolución cognitiva

    «mundo exterior».

    continente Colonización de
    afroasiático Australia
    La teoría más razonable:

    Primeras sociedades de navegantes


    Archipiélago indonesio Aprendieron cómo construir y
    (un grupo de islas gobernar bajeles
    Se convirtieron en pescadores,
    separadas de Asia y entre comerciantes y exploradores a larga
    sí únicamente por distancia.
    estrechos angostos) Transformación sin precedentes en
    las capacidades y estilos de vida
    humanos.
    Animales que se adentraron en el mar
    (focas, sirenios, delfines) tuvieron
    que evolucionar para desarrollar
    órganos especializados y un cuerpo
    hidrodinámico.
    El viaje de los primeros humanos a Australia es importantes de la historia.
    Primera vez que un humano consiguió abandonar el sistema ecológico afroasiático

    (en realidad, la primera vez que un mamífero terrestre grande había conseguido cruzar desde
    Afroasia a Australia).

    Los sapiens colonizaron


    un gran número de islas
    pequeñas y aisladas en el
    norte.
    Las cadenas alimentarias en
    todo el ecosistema
    australiano se
    descompusieron y se
    reorganizaron. Fue la
    transformación más
    importante del ecosistema
    australiano durante millones
    de años, pero ¿acaso fue
    todo culpa de Homo sapiens?
    CULPABLE DE LOS CARGOS IMPUTADOS
    Tres situaciones hipotéticas:
    Las grandes bestias de África y Asia comprendieron gradualmente qué
    pretendían los humanos, y aprendieron a evitarlos.
    Los sapiens llegaron a Australia, ya dominaban la agricultura del fuego.
    Enfrentados a un ambiente extraño y amenazador. Eucalyptus en
    mayoría
    La caza y la agricultura del fuego desempeñaron un papel importante en
    la extinción, pero sostiene que no se puede ignorar por completo el
    papel del clima

    Si la extinción australiana fuera un acontecimiento aislado, podríamos conceder a los humanos


    el beneficio de la duda. Pero el registro histórico hace que Homo sapiens aparezca como un
    asesino ecológico en serie. Hay buenas razones para creer que si Homo sapiens no hubiera ido
    nunca a Australia, todavía habría allí leones marsupiales, diprotodontes y canguros gigantes.
    EL FINAL DEL PEREZOSO
    Estudios intentan exonerar a Homo sapiens y echan
    la culpa al cambio climático (lo que les obliga a
    plantear que, por alguna razón misteriosa, el clima
    de las islas caribeñas permaneció estático durante
    7.000 años, mientras que el resto del hemisferio
    occidental se caldeó).

    No se pueden eludir las bolas de excremento en


    América. Nosotros somos los culpables. No hay
    manera de eludir esta verdad. Aun en el caso de que
    hubiéramos contado con la complicidad del cambio
    climático, la contribución humana fue decisiva.
    EL ARCA DE NOÉ
    Quizá si hubiera más personas conscientes de las
    extinciones de la primera y la segunda oleada, se
    mostrarían menos indiferentes acerca de la tercera
    oleada, de la que forman parte.

    A diferencia de sus homólogos terrestres, los


    grandes animales marinos sufrieron relativamente
    poco en las revoluciones cognitiva y agrícola.

    Entre los grandes animales del mundo, los únicos


    supervivientes del diluvio humano serán los propios
    humanos, y los animales de granja que sirven como
    galeotes en el Arca de Noé.

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