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Psicologia Criminal

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1

I,

A mis padres Edelmira y Napoleón

A mis hermanos Olivo, Aristóteles (t),


Azalea y Cristian, los quiero

A mi querido hijo Pablo,


por ser la fuerza motivadora de mi superación

A mi gran amigo Jesús, por ayudarme y creer en mí,


por estar a mi lado cuando más lo necesité
y ser mi amigo incondicional, por aceptarme como soy

Al Dr. Eduardo López Betancourt


y Mtra. Elba Cruz de Betancourt
por todo el cariño y apoyo que me han brindado

Al Dr. Mauricio Moreno Vargas


y Mtra. Diana Recillas de Moreno
como una muestra de agradecimiento
por todo el apoyo otorgado
JUSTIFICACIÓN

Dentro de la dogmática del Derecho penal no ha sido fácil comprender la


importancia que tiene el ~s~udio o la par~icip~ción de la psicología crimi-
nal misma que puede existrr como una CIenCIadentro del Derecho penal
co~o una fuente que puede ser de gran ayuda para conocer las principa-
les causas que dan origen a la conducta antisocial delictiva. Es fundamen-
tal el estudio de la conducta no sólo del indiciado, sino también de la víc-
tima o de los testigos que deponen en el proceso conductas que pueden
ser de interés para la psicología criminal, misma que nos auxiliará a com-
prender la complejidad del ser humano.
En la actualidad, la psicología criminal no ha sido considerada como
una ciencia dentro del Derecho Penal. La psicología criminal se encarga
del estudio de la conducta antisocial del delincuente, pero es probable
que ni la ciencia jurídica ni los estudiosos del Derecho la consideren im-
portante en virtud del desconocimiento de la misma.
El estudio y aplicación de la psicología criminal conlleva el propósito
de que tanto el juez como los defensores conozcan cuál es el contexto psi-
cológico del individuo sometido a proceso, asimismo considero importan-
te que antes de emitir una sentencia el juez ordene la peritación psicológi-
ca de todo indiciado, o en su caso los defensores de los indiciados
soliciten la peritación no como un medio de prueba o de defensa, sino
como un antecedente para que se les proporcionen datos aproximados
de la personalidad del probable autor de un delito y de la confiabilidad de
sus declaraciones, para que éstas sean emitidas de manera libre, espontá-
nea, fuera de toda presión o cuando sean vertidas como simples mecanis-
mos de defensa, o cuando sean hechas por sugestiones extrañas o por de-
liberado propósito de evadir o desviar la acción de la justicia.
La psicología es una ciencia cuyo campo de estudio es el comporta-
miento humano derivado de sus conductas, y se ha clasificado en Psicolo-
gía Clínica, Industrial, Educativa, Social y la Psicología Criminal.
Dentro de la Psicología Clínica y la Criminal, se sitúa la materia de
Psicopatología, la cual se encarga de los desajustes de la personalidad en
sus diferentes grados y ambientes.
Los motivos que me determinaron a realizar esta temática surgen de
10's difeTente~ estudios realizados y a través de las diversas notas de estu-

IX
x JUSTIFICACIÓN

dios extraídas de renombrados teóricos de la personalidad, psicólogos, so-


ciólogosy juristas de prestigio como lo fueron: Freud, Erikson, Horney,
Adler, Watson, Quiroz Cuarón, los cuales nos permitirán como estudiosos
del derecho tener una perspectiva más amplia de lo que son los desajustes
que afectan y transforman la personalidad en formación, capacitándonos
también para canalizar apropiadamente hacia la institución idónea al in-
dividuo desadaptado.
La labor que del mismo modo poseemos y que debemos desarrollar
como ejecutores del derecho, también lo es no sólo con individuos ajusta-
dos al ámbito biopsicosocial,por lo que se nos hace necesario e importan-
te, conocer las variables y los rasgos que caracterizan a un individuo que
presenta diferencias con respecto a otro que se considera un individuo
normal, con el propósito de encauzar, orientar y facilitar el proceso labo-
ral de los profesionistas del Derecho. Es necesario adentrarse en la Psico-
patología, pues tiene un rol relevante y de apoyo en su labor profesional.
La PsicologíaCriminal nos aporta la aplicación de todos aquellos co-
nocimientos proporcionados por la investigacióncientífica de la conducta
del hombre delincuente, así como de la reacción social hacia ellos, en el
intento de preservar la armonía de acciones destinadas a alcanzar la justi-
cia y equilibrio social, y no sólo en cumplimentar un compromiso social,
reprimiendo al individuo sin lograr los objetivos del principio de Justicia
y Legalidad.
Considero importante que los profesionales del Derecho adquieran
conocimientos en esta área, pues les será de gran utilidad -no solamente
a los defensores, sino también aquellos que tiene la función de hacer valer
el Derecho-, para cumplir con una verdadera aplicación de la ley; es
deci'r, la readaptación del individuo para que éste sea incorporado a la
sociedad de una manera' digna y sin deseo de reincidir en su conducta
antisocial.
ALEYDA ÁNGELES AsTUDILLO
f

INTRODUCCIÓN

MARCO TEÓRICO

Desde hace algunas décadas, algunos psiquiatras han manifestado su


vehemente deseo de incursionar en la peritación psicológica antes de emi-
tir una sentencia, pero no sólo en algunos casos, sino en todos, para que
el especialista obtenga el más aproximado conocimiento de la personali-
dad del probable autor de un delito y la confiabilidad de las partes que
1
deponen en un proceso; esto es que una conducta o hecho de un ofendi-
1
do, indiciado o testigo pueda ser conocida, en términos generales.
Tanto los psicólogos como los psiquiatras obtendrían ayuda al valorar
las pruebas, estudiando los aspectos que son todavía un misterio dentro
de la psicología del testimonio humano, el que a su vez está sometido a
importantes variaciones, no solamente en la formación de los juicios sobre
J
las experiencias vividas, sino desde el momento mismo de su percepción.
e
La psicología criminal trata de averiguar, de conocer qué es lo que in-
r
duce a un individuo a delinquir, qué significado tiene esa conducta para
s
él, por 'qué la idea del castigo no lo intimida y no lo hace renunciar a sus
a
conductas delictivas antisociales. La tarea de la psicología criminal es útil
a
para aclarar su significado dentro de una perspectiva histórica-genética.
Un análisis completo y exhaustivo del hombre delincuente requiere
o de por sí un trabajo interdisciplinario, es decir, la participación de profe-
sionistas en diversas disciplinas que nos van a brindar un apoyo sustancial
en el conocimiento de la conducta y la personalidad del individuo como
un ser social con problemas de adaptación; esto resulta una paradoja, en
virtud de que si el hombre es considerado como un ser totalmente social,
toda vez que no puede vivir fuera de la sociedad, asuma actos o conductas
que resultan contraproducentes a la sociedad en que se desenvuelve. Es
interesante, por ello, el estudio profundo de la conducta del hombre que
delinque, el porqué de esta conducta, cuáles son las motivaciones históri-
cas que repercuten en la conducta social, consecuencias y desvíos de tal
conducta, y para encontrar una respuesta a estas interrogantes considero
necesario realizar una evaluación del hábit.at de dichos individuos conside-
rados antisociales por diversas disciplinas que desconocen los anteceden-
tes histórico-genéticos del delincuente, dacaso no será la misma sociedad

XI
~
r

XII INTRODUCCIÓN

la que los induce a delinquir?, o dacaso no será su entorno familiar el que


influye o engendra estos individuos? Considero necesario también realizar
un análisis del entorno familiar en que se desarrolló dicho individuo, de
su cultura en sus diferentes aspectos, de sus procesos de endoculturación,
educación, enseñanza y organización social, de sus estructuras políticas, de
su religión. Probablemente para los conocedores y órganos de aplicación
del Derecho resulte innecesario realizar una evaluación psicológica de los
individuos sometidos a proceso en virtud del desconocimiento que se tie-
ne de esta área del conocimiento, pero llevarla a cabo nos daría la posibi-
lidad de conocer al sujeto y darle una pena sustancial para que al cumplirla
el sujeto pueda reincorporarse a la sociedad sin la intención de delinquir
otra vez. Si efectivamente el objetivo de aplicación de las penas es la rege-
neración del sujeto, entonces la evaluación psicológica nos indicará que el
individuo tiene probabilidades de regeneración. Para muchos esto resulta-
ría inverosímil, ya que actualmente los individuos sometidos a proceso no
se regeneran al cumplir sus penas, por el contrario, adquieren nuevas des-
trezas para delinquir y manifiestan un exagerado sentimiento de venganza
en contra de la sociedad que los condenó.
Para los psicólogos y los psiquiatras, es importante el estudio del de-
lincuente a nivel psicológico y con una metodología específica, recalcan
que el objeto de estudio debe ser tomado como un fenómeno unitario y
complejo que no se agota ni se aprende totalmente en la investigación
psicológica, considerando que es factible la regeneración del individuo al
otorgarle penas que vayan de acuerdo con sus antecedentes psicológicos y
que a través de un estudio encontremos la forma de poderlo adaptar a su
contexto social de una manera productiva. En el área de la psicología del
delincuente, podríamos decir que nuestro objeto de estudio son los seres
humanos, reales y concretos cuya personalidad está funcionalmente corre-
lacionada con la estructura de la organización social. Para dicho estudio
nos apoyamos en la psicología social, que nos aporta elementos importan-
tes, toda vez que el entorno social de un individuo juega un papel decisi- ?
va, según lo analizaremos más adelante.
En el análisis concreto de una conducta delictiva nos encontramos con
un individuo que ha evolucionado en un medio con una determinada con-
figuración social, económica y cultural, que tiene una historia individual,
nunca idéntica a la de otros individuos que pertenecen al mismo contexto,
que han sintetizado de una manera personal con sus experiencias vita-
les, que tiene un modo muy particular de concentrarse con su realidad
histórico-social, y con su situación expresa su personalidad y su modo par-
ticular de conexión con la realidad.
Ahora bien, para poder explicar lo señalado anteriormente, parto de
las siguientes interrogantes, mismas que surgen de la hipótesis planteada:
"EL AUTOR DE UN HECHO ILÍCITO NO ES UN DELINCUENTE: ES UN INDIVIDUO
INTRODUCCIÓN XIII

ENFERMO"; ¿quién es el hombre que delinque?, dpor qué delinque?, ¿cuál


es su posible readaptación a la sociedad?
Con el estudio de la personalidad del delincuente lograremos dar una
respuesta a las interrogantes planteadas; si se efectúa la aplicación del psi-
co-diagnóstico del individuo, se prevé un pronóstico y se considera un tra-
l tamiento adecuado para su readaptación, a través de una labor terapéuti-
ca integral obtendremos avances extraordinarios en el estudio de la
conducta antisocial del delincuente; pero al mismo tiempo surge otra inte-
rrogante: ¿acaso esto no resultará una elevada inversión para el Estado, a
1 través del sistema judicial que poco interés tiene en la regeneración de un
r delincuente? Los sistemas judiciales tienen como objetivo la aplicación de
penas y que el delincuente cumpla con ellas; si se regenera o no, no es del
1 interés propio de estos órganos de impartición de la justicia, puesto que
esto dependerá del libre albedrío del delincuente. Erróneamente sostene-
)
mos esta convicción, puesto que el delincuente en un momento dado tiene
la necesidad de afirmarse, de reeducarse y esto, desde el punto de vista
a psicológico, no surge como por arte de magia, por el contrario, implica un
estudio profundo de su personalidad y motivación del delito como fenó-
meno social a fin de determinar, mediante investigaciones, los factores
n que influyen en sus manifestaciones para lograr una posible solución.
y Dentro de los postulados fundamentales de la escuela positivista, se
n
especifica que el delito es un hecho de la naturaleza y como tal debería es-
tl tudiarse; no estudiarlo como un ente abstracto, ni jurídico, sino como un
Y ente real, actual y tangible. En el determinismo "el libre albedrío no exis-
u
tía". Así tan claro, así de tajante. La escuela positivista es netamente deter-
~l
minista, es decir, propone que una serie de circunstancias físicas o de cir-
cunstancias sociales llevarían al hombre a delinquir. Si estas circunstancias
no se dan, el hombre no delinquirá. ,\
o
Ferri afirma que "el hombre no es tan libre como él cree, su conducta,
1-
que aparentemente puede ser independiente, está en realidad manejada
1-
por toda una serie de circunstancias. La psicología positiva justifica que el
n
pretendido libre albedrío es una pura ilusión subjetiva". 1
}-
En los postulados fundamentales de la Escuela Positivista encontramos
.1, que para los precursores la responsabilidad moral es sustituida por la res-
J,
ponsabilidad social. El hombre es responsable socialmente por el solo he-
;¡- cho de vivir en sociedad, y lo será mientras viva en ella.
ld La tarea de la psicología nos permitirá conocer los aspectos de la per-
r- sonalidad de cada uno de los delincuentes, esenciales para diferenciar un
caso de otro y para reconstruir la génesis y la dinámica del fenómeno cri-
le
a: 1 FERRI,Enrico, Los nuevos horizontes del Derecho y del procedimiento penal, Madrid, Cen-
ro tro Edi torial de Górgona, 1887,
XIV INTRODUCCIÓN

minal desde su perspectiva real y no solamente de supuestos que no estén


debidamente fundamentados y comprobados.
Resultaría interesante realizar un estudio de la conducta delictiva
como síntoma de enfermedad, en función de las causas que la originan, la
personalidad del delincuente, de su contexto social y cultural. El delin-
cuente se adapta al mundo a través de las conductas aprendidas en el ho-
gar, en la escuela, en la sociedad, y la significación e intencionalidad de
las mismas constituyen un todo organizado que se dirige a un fin determi-
nado. Los seres humanos nos identificamos a través de nuestros actos y
nuestras conductas, ya sean éstas positivas o negativas; el delincuente de-
sarrolla ciertas patologías de una manera más profunda, todo esto en vir-
tud de sus antecedentes histórico-biológicos-genéticos, pero no con ello
queramos excluirnos de este sector antisocial, ya que todos tenemos deter-
minadas patologías. El ser humano por esencia propia es considerado
como un sujeto con un potencial criminológico determinado, ya que den-
tro de nuestro aprendizaje desarrollamos diversas patologías que en un
momento establecido se desencadenan, ¿quién no desarrolla una conducta
agresiva? La expresión de la psicopatología particular del delincuente se
halla manifiesta en cada uno de los individuos, pero algunos no la desa-
rrollan como una conducta que transgreda las normas de la sociedad a la
que pertenece. Se sabe que a nivel psicológico toda conducta se encuentra
sobredeterminada, tiene una policausalidad muy compleja; el ser humano
es complejo por propia naturaleza, y las conductas o actos antisociales se
derivan de un contexto singular proveniente de múltiples relaciones. Sin
embargo, podemos manifestar que la conducta delictiva está motivada es-
pecialmente por innumerables frustraciones a las necesidades internas y
externas que en un momento determinado sobrelleva el individuo, princi-
palmente encontraremos la falta de afecto de los progenitores, sentimiento ---
de inferioridad y de rechazo.
El hombre se proyecta a través de sus conductas, sus conflictos psico-
lógicos, ya que la conducta implica siempre conflicto o ambivalencia, des-
conocimiento de nuestra propia personalidad, necesidades, afectos y valo-
ración de nuestra persona, muchas veces la aceptación de nosotros
mismos gira en torno de la aceptación de los demás.
El hombre delincuente se proyecta a través del delito; de acuerdo con
el delito que comete podemos analizar sus conflictos psicológicos. A través de
la conducta delictiva busca resolver sus conflictos y tensiones producidas, la
conducta es una respuesta al estímulo configurado por su situación psi-
co-emocional, es un mecanismo de defensa o erróneamente configurado
mentalmente como un mecanismo de aceptación, de superación a sus
problemas de baja autoestima o de personalidad; en este sentido la men-
te se protege de organismos desorganizados que esencialmente regulan las

I
J.
INTRODUCCIÓN xv

tensiones producidas. La conducta es el resultado de un vínculo en refe-


rencia siempre con otro. Resulta de una experiencia relacionada con otros
seres humanos: aprendemos a hablar como resultado de escuchar hablar a
otros, aprendemos a caminar por imitar a otros, también tenemos conduc-
tas aprendidas por el instinto de supervivencia.Se ha comprobado cientí-
ficamente que el hombre es imitador por naturaleza, por lo tanto también
tenemos conductas que imitamos de otros seres, ya sea dentro de nuestro
vínculo familiar o de nuestro entorno.
Algunos autores creen que la conducta es simbólica, toda vez que con-
sideran que uno de los elementos más importantes en el análisis de la
conducta delictiva es su carácter simbólico. Este proceso simbólico se im-
pone en los crímenes cuyas motivaciones extrañas parecen surgir de me-
canismos inconscientes, pero este mecanismo inconsciente es producto de
un antecedente psicológicoaprendido, ya que no podemos manifestar con-
ductas delictivas no adquiridas, en dado caso serían conductas realizadas
por instinto, es decir, si nuestro entorno fuese el hábitat de una manada
de simios, realizaríamos conductas similares a los simios; si fuera una ma-
nada de tigres, igual sería nuestra conducta. Por instinto buscaríamos ali-
mentarnos como los animales en los cuales nos desplegamos, mataríamos
por sobrevivir.Es evidente que el ambiente familiar en el que nos desarro-
llamos y los procesos de interacción tienen gran influencia en la conducta;
se considera al delincuente como un emergente del grupo familiar, expo-
nente y consecuencia de las tendencias del grupo. La familia es un sector
que funciona como un sistema de equilibrio, inestable o dinámico, estruc-
turado en torno a la diferencia de sexos, edades y alrededor de algunos
papeles fijos y sometido a un interjuego interno y de extragrupo. La fami-
lia es considerada como un portador de emociones, ansiedades y conflic-
tos. La estructura familiar y las actividades desplegadas por ella contribu- -
ye~ esencialmente a determinar la naturaleza específica de la conducta
delictiva; la familia es una base social, portadora de valores y actividades
tendientes a contribuir esencialmente y determinar la naturaleza específi-
ca del individuo.
En el área de la psicología se ha observado que de los problemas de la
relación familiar, particularmente aquellos vinculados con la madre, la au-
sencia de toda conducta de protección materna, la falta de una persona
con la que el individuo pueda identificarse, o bien, la madre demasiado
débil con quien el niño no puede aprender a soportar la oposición en el
medio familiar, contribuye a crear individuos con problemas de adapta-
ción social. Ya se han hecho experimentos para probar la teoría del afecto
materno y de identificación con un grupo de simios; los simios que reci-
bieron afecto materno, se desarrollaron de manera normal, afectuososy
con una identificación determinada; al grupo de simios al que le pusieron
XVI INTRODUCCIÓN

una madre sustituta (un simio artificial), desarrolló conductas de agresivi-


dad, de inadaptación. Esto mismo lo podemos entender con los niños ca-
rentes de afecto: son agresivos y tienen conductas altamente delincuencia-
les; sienten rechazo social y a través de sus conductas manifiestan su
carencia de afecto.
r
I
I

ABREVIATURAS

EM Edad mental.
EC Edad cronológica.
MMPI Minesota Multiphasic Personality Inventory.

El MMPI consiste en nueve escalas relacionadas con nueve diferentes gru-


pos de trastornos clínicos. Las escalas y sus abreviaturas son:
ns . Hipocondría.
D Depresión.
ny Histeria.
pd Desviación psicopática.
Mf Masculinidad-femineidad.
ra Paranoia.
Pt Psicastenia.
se Esquizofrenia.
Ma Hipomanía .
.
DSM-IV-TR.Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales
El Estímulo incondicionado
EC Estímulo condicionado
RC Respuesta condicionada
EEG Electroencefalógrafo
el Coeficiente intelectual.
TAT Test de Apercepción Temática.

XVII
CAPÍTULO1
ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA CRIMINAL,
SU GÉNESIS CONDUCTUAL y SUS MÁXIMOS EXPONENTES

A) EUROPA

IVÁNPETROVICHPAVLO~(1849-1936). Fue un notable fisiólogo que


descubrió en 1890 los reflejos condicionados, estudió los diversos planos
funcionales del sistema nervioso central y analizó la excitación y la inhi-
bición.l
Una vez enfocada la psicología sobre el aprendizaje, se originaron nu-
merosas investigaciones y teorías. Pronto dos tipos de aprendizaje empe-
zaron a atraer la atención de los investigadores en psicología: el primer
tipo de condicionamiento clásico había sido descubierto por el psicólogo
ruso Iván Pavlov. En sus estudios sobre el proceso digestivo notó que al
suministrar carne pulverizada a un perro éste salivaba instintivamente, sin
aprendizaje previo. Puesto que la carne pulverizada provocaba automáti-
camente la salivación, a esto se llamó estímulo incondicionado, y la res-
puesta de salivación fue llamada respuesta incondicionada. Sin embargo,
Pavlov hizo otro descubrimiento más importante en el sentido de que
cuando el estímulo incondicionado había sido precedido varias veces de
un estímulo neutro, como el sonido de un timbre, el sonido en sí (el estí-
mulo condicionado) era capaz de provocar una respuesta de salivación (la
respuesta condicionada).
EDWARD THORNDIKE.En vez de estudiar la asociación entre los estí-
mulos, como lo había hecho Pavlov, Thorndike se interesó en el efecto de
las consecuencias sobre el comportamiento. A partir de uno de sus experi-
mentos anteriores realizado con gatos formuló lo que se convertiría en un
principio muy importante, a saber, la ley de efecto: una conducta seguida
por consecuencias satisfactorias para el organismo se repetirá, pero la
conducta seguida por consecuencias sirve de instrumento para alentar o
desalentar su propia repetición.
ALBERTOVON HALLE(1707-1777). En sus elementos de fisiología ha-

1 RODRÍGUEZ MANZANERA,Luis, Criminología, México, Porrúa, 16 ed., 2002, p. 392.

1
2 ALEYDA ÁNGELES'ASTUDlLLO

bía recalcado la importancia del cerebro dentro de las funciones psíquicas


y se había abocado al estudio de los cerebros de los locos por. medio de di-
secciones post-mortem. Sin embargo, la prim.era presentación sistemática
de su trabajo la llevó a cabo el psiquiatra alemán Willram Griesinger
(1817-1868), quien ya en su texto La patología y la terapia de los desordenes
psíquicos, publicada en 1845, insistía en que la psiquiatría debería proce-
der sobre la base de los estudios clínicos y fisiológicos, y ponía énfasis en
la creencia de que los trastornos mentales podrían ser explicados en tér-
minos de patología cerebral.
A este concepto de los desórdenes mentales es a lo que se ha llamado
el enfoque biológico. A pesar de que tal vez su aplicación se extendió de-
masiado, aun antes de darnos cuenta de sus limitaciones y de su ámbito
de aplicación, representa el primer gran avance de la ciencia moderna en
la comprensión y el tratamiento de desórdenes mentales.
EMIL !<.RAEPELIN (1856-1926). En su texto Lehrbuch. der Plsychuurie, pu-
blicado en 1883, no sólo subrayó la importancia de la patología cerebral
en los trastornos mentales, SIDO que hizo varias contribuciones relaciona-
das eGD el enfoque biológico que ayudaron a consolidarlo. La mayor de
estas contribuciones fue el sistema de clasificación que estableció a partir
de la observación de la regularidad de ciertos patrones de síntomas, lo
que daba pie a pensar que constituían tipos específicos de enfermedad
mental. De ahí procedió a describir y a clarificar estos tipos de enferme-
dades y elaboró un esquema de clasificación que es aún la base de nues-
tras categorías. Lo qtle 'Constituyóun trabajo hercúleo y representó la ma-
yor contribución al campo de la psicopatología fue la integración del
material clínico que subyace en la clasificación.
. Kraepelin miraba a cada tipo de trastorno mental como aislado y dis-
tinto de todos los otros, y a partir de ahí pensó que el curso de cada uno
estaba tan determinado y era tan _predecible como el sarampión. Estas
conclusiones condujeron, a un interés bastante extendido pata la descrip-
ción precisa y la clasificación de 10s desórdenes mentales, ya que por estos
medios cualquier tipo de trastorno podfa ser predicho, aunque todavía no
se vislumbrara la forma de controlarlo. El periodo posterior en la psicopa-
tología ha sido llamado "la era de la descripción", ya que se puso g an én-
fasis en la descripción y la clasificación de las enfermedades mentales.

B) AMÉRICA
BURRHUS FREDERIC SKINNER (1904-1990). Psicólogo norteamericano,
profesor de la Universidad de Harvard desde 1948, autor de múltiples
obras. Tal vez el más influyente de los psicólogos actuales, fundador de la
investigación intensiva de la conducta operante y de la aplicación de los
descubrimientos experimentales a la educación y sociedad norteamericana.
1
,
;

o PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 3

LS El objetivo de Skinner y de los skinnerianos, así como el de Watson, es


1- la predicción y control de la conducta. Estos experimentadores esperan
:a que, al analizar la conducta en términos de estímulos, respuestas y conse-
:r cuencias, pueden determinar cuándo habrán de ocurrir ciertas respuestas.
~s En este caso la información obtenida debería contribuir a indicar cómo se
3-
forma una conducta y cómo se puede cambiar. En el método skinneriano,
n a menudo llamado método operante por estudiar la conducta que opera
[-
sobre el ambiente, se evita utilizar términos abstractos ..
Skinner cree que para ofrecer una explicación completamente satis-
.0 factoria de la conducta humana la psicología debe limitar su atención a es-
-'" tímulos, respuestas y consecuencias o reforzamientos directamente obser-
:0 vables.
-n En las últimas décadas ha. habido un interés cada vez mayor en un ter-
cer tipo de aprendizaje, es decir, la imitación. Todos sabemos que se pue-
_l-
de aprender observando e imitando a los demás. Los trabajos experimen-
al tales demostraron que el observar a alguien realizar las actividades puede
a- incrementar o disminuir diversos tipos de conducta, como el compartir la
Le agresión y el miedo.
Ir JOHN BROADUSWATSON(1878-1958.) Psicólogo norteamericano, a
lo quien puede considerarse el fundador del conductismo o behaviorismo,
ld que parte de negar la existencia de la mente, lo consciente, el inconscien-
e- te, etcétera.
s- Sólo existe lo observable y medible, y los únicos métodos válidos son
a- la observación, los tests, los reflejos condicionados y los informes verbales.
el Para Watson, el objeto de la psicología, es el estudio de la relación
constante entre una reacción y una situación, entre la respuesta y el es-
s- tírnuló.
lO El hombre no es más que un conjunto de reflejos innatos y condicio-
as nados, y la finalidad de la psicología conductiva es la modificación de la
p- conducta a base de aprender y desaprender.
~s Watson negó toda influencia de la herencia en materia psicológica, así
lO como la existencia de los instintos; posteriormente reconoció haber exage-
a- rado en lo relativo o los instintos, pero explicó que lo había hecho para
0- hacer salir a las gentes de su "estancamiento".
De acuerdo con el conductismo, las categorías mentales (conciencia,
sentimientos, etc.) no pueden ser objeto de la ciencia psicológica, conside-
rándolas únicamente una categoría filosófica.
Watson afirmaba que podía hacer de cualquier bebé sano, criándolo
O, en un mundo determinado, cualquier persona: "un médico, un abogado,
es un artista y aun un mendigo o un ladrón con completa independencia de
la sus talentos, predisposiciones, inclinaciones, aptitudes y ascendencia".
os DOROTEADIX. (1802-1887). Fue una dinámica maestra de escuela de
La. Nueva Inglaterra que se vio forzada a retirarse aún joven debido a que su-
4 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

fría ataques recurrentes de tuberculosis. En 1841 empezó a dar lecciones a


mujeres encarceladas. A través de este contacto pudo darse cuenta de las
condiciones deplorables prevalecientes en cárceles, hospicios y asilos. En
1848 envió al Congreso de Estados Unidos un "Memorial" en el que afir-
maba que había visto "más de 9,000 idiotas, epilépticos y locos en Estados
Unidos, desprovistos de cuidado y protección adecuados ... atados con ca-
denas de galeón inclinados por sus grilletes y con bolas de fierro uncidas
a sus piernas y amarradas a una cadena, lacerados con cuerdas, flagelados
con varas y aterrorizados bajo tormento de excreción y golpes crueles,
ahora sujetos a golpes y bofetadas, y todo tipo de torturas, ahora abando-
nados a las violaciones más escandalosas".
Corno resultado de sus observaciones, Dix se comprometió con una
celosa campaña, enrre los años 1841 y 1881, con la cual conmovió la con-
ciencia de la gente y de los legisladores para que se dieran cuenta del tra-
tamiento inhumano que recibían los enfermos mentales. A través de sus
esfuerzos se recabaron millones de dólares para mejorar las condiciones
por medio de la construcción de hospitales más adecuados, acción en la
que se involucraron en forma directa aproximadamente veinte estados de
la Unión. Sus esfuerzos no se hicieron extensivos sólo a Estados Unidos,
I sino que Canadá mejoró también las condiciones con la apertura de dos
\ .
11' ~
grandes instituciones. Dix también fue la responsable de que se reformara
el sistema de asilos en Escocia y en otros pq1ses. Dix enriqueció su carrera
organizando las fuerzas de enfermeras en los ejércitos del norte durante
la Guerra Civil. En 1901 .se aprobó en el Oongreso de Estados Unidos
designarla como "uno de los más nobles ejemplos de humanitarismo en
toda la historia".

C) MÉXICO

SAMUEL RAMOS (1897-1959). Uno de los autores que con mayor preci-
sión (y crueldad) ha explorado el alma del mexicano.
De su obra nos ocuparemos principalmente de El perfil del hombre y la
cultura en México, por su aplicaciár: eriminolágica:
En su capítulo "Psicoanálisis del mexicano"," parte de la idea del un
complejo de inferioridad colectivo, producto de siglos de mestizaje, colo-
nización y dominio.
Para llevar a cabo el análisis divide a la población en cuatro grupos:
El indígena se aparta y es "como un coro que asiste silencioso al dra-
ma de la vida mexicana".
El "pelado" representa a las clases más menesterosas de la sociedad;

2 RAMOS, Samuel, El perfil del hombre y la cultura en México, Argentina, Esparsa Calpe,
1952, p. 54.

1
~
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologí d 1d . 5
as e ehncuente

"en la jerarquía económica es menos que un . 1 tario y en la intelectual,


. .."
un prurutrvo la vid a 1e ha SI?O
, como .a."1 . hostilPIpor
o e. todos lados, su acutu.
. d
L ~nt~ ella es de resentlffiIe.nto.Es.un mdividuo que lleva, como no~bTe 5;1
IndIca, el alma al descubierto, SIn que nada esconda en s:usIIl.aSíntimos
resortes.
El citadino tiene como característica clave la desconfianza y una acti-
tud uegativista, así, "la vida mexicana da la impresión, en conjunto, de
una actividad irreflexiva, sin plan alguno".
El burgués disimula de un modo completo sus sentimientos de infe-
rioridad, de manera que es fino y atento, con una cortesía a menudo exa-
gerada. Construye una imagen conforme al deseo de superioridad, lo que
i demanda una atención y un cuidado constante en sí mismo, huyendo de
su verdadero "Yo" para refugiarse en un mundo ficticio e individualista.
ANICETO ARAMONI. En su Psicoanálisis de dinámica de un pueblo3 realiza
s un amplio análisis sobre el fenómeno del machismo en México. Partiendo
S del estudio de los pueblos indígenas (principalmente azteca y español),
1 analiza el mestizaje y sus consecuencias psicológicas explicando la integra-
ción padre español conquistador, señor admirado, y madre indígena con-
quistada e infravalorada que dio al mestizo sentimientos ambivalentes,
S inseguridad y afirmación de la figura masculina sobre la femenina, for-
1 mándose así el machismo.
a Aramoni concluye su obra afirmando: "Es claro que la criminalidad en
México tiene causas muy diversas y complejas. Debe considerarse, sin em-
S bargo, que el machismo puede por sí solo explicar el porcentaje mayor
1 que en cualquier otra porción del universo. Dirimir cualquier dificultad
mediante golpes, herida o muerte, hace la situación de un país grave. Se
dilapida lo más valioso que existe: la vida en sí y la vida del hombre, que
constituye la riqueza máxima de la humanidad't.t
SANTIAGO RAMÍREZ. En su obra El mexicano- hace una revisión histó-
rica para explicar las pautas dinámicas en la organización de la familia
mexrcarra.
Estudiando 10,000 historias clínicas del Hospital Infantil, y 135 fami-
lias proletarias, se encuentra que en el 32% de los casos el padre está au-
1 sente o la mujer carece de esposo, el número de embarazos es de 5.8 por
madre, y los niños por familia son cinco.
Esto implica una interna relación madre-hijo, una escasa relación pa-
dre-hijo y una ruptura traumática de la relación madre-hijo ante el naci-
miento del hermano menor.

3 ARAMONI, Aniceto, Psicoanálisis de la dinámica de un pueblo. (México tierra de hombres),


México, B. Costa-Amic, 1965, p. 320.
4 Idem.
5 RAMÍREZ, Santiago, El mexicano, psicología de sus motiuaciones, México, Pax, 1959, p. 89.
6 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Ramírez siguió a algunos niños para ver los resultados de su situación


familiar, entre los que encontró casos de robos, daño en propiedad ajena,
formación de pandillas; etcétera.
El hombre adulto abandonará, reinvidicando así en su conducta el ha-
ber sido abandonado de niño y reproduciendo la conducta que se intro-
yectó en su infancia.
FRANCISCO GONZÁLE'Z PINE1)A. Ha e el estudio de la psicología del
mexicano con un enfoque de psicología social;"considera a la Iglesi1Y al
Estado como un "Super Yo" nacional y analiza los conflictos entre ambas
instituciones y de ellas con el ciudadano.
En su libro El mexicano, psicología de su destructividad expone: "En el te-
rreno criminal, los delitos basados en mentira, engaño fraude, etc., se
multiplican hasta el infinito, y la vida de los que los cometen y de los que
los sufren transcurren en un eterno conflicto, siempre en busca de un
equilibrio fuera del orden o estatuto jurídico. En algunos casos el incons-
ciente social revela tal conformidad sado-masoquista, que sólo la negación
diaria y eficaz de la realidad hecha por todas las partes de la colectividad
lo explica".7
González Pineda ejemplifica con la adulteración de alimentos, de me-
dicamentos, los fraudes de médicos, abogados y comerciantes, y la menti-
, I
II
ra en general como substituto (o forma velada) de agresión.
Finalmente, describe 1a dinámica psicológica de algunos de los gran-
des agresores del pueblo mexicano: el cacique, el líder, el miembro del
grupo financiero.

6 GÓNZALEZ PINEDA, Francisco, El mexicano, su dinámica psicosocial, México, Pax, 1969,


p.40.
7 Idem.
:J
1
n
l,

-
I
1-

:1
CAPÍTULO 11
II
.s BREVE ESTUDIO DE LAS CORRIENTES PSÍQUICAS
:-
e A) ASPECTOS GENERALES
e
n A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre ha reacdonado casi
,- siempre con miedo y asombro ante la lOcura. Probablemente la enferme-
n. dad mental, con su connotación misteriosa, resulta mucho más difícil de
d afrontar que cualquier otra enfermedad. ¿No será qué nos cuestiona de-
masiado directamente como individuos o grupo (familiar o social) y que
:- careciendo de respuestas nítidas y precisas preferimos obv'Íarla?¿Por qué
1-
no soportamos el discurso de un "loco" y ante él huimos con tanta facili-
dad? Quizás estemos descubriendo, tras su incongruencia aparente, el do-
1-
loroso intento de encontrarse consigo mismo y de solucionar un tipo de
:L
conflicto interno que no estamos dispuestos a abordar por nuestra parte.
Podría parecer que en esta época de seguridad y confort (al menos en
algunas sociedades privilegiadas como la nuestra), de explicaciones raciona-
les para todo y de ausencia de duda, en apariencia no tenemos miedo de
nada. Ante la enfermedad mental, al menos, deberíamos aceptar que no
es así; aislamos a los enfermos ("lo más lejos posible"), nos sigue costando
un trabajo excesivo hablar de nuestros problemas en este ámbito ("no va-
yan a decir que estoy loco"); no podemos, en definitiva, abordar los tras-
tornos mentales como cualquier otra enfermedad que puede resolverse.
Tal vez las características más dolorosas de los problemas mentales sea
la incapacidad de comunicar a los otros el sufrimiento y la angustia inte-
rior. Por esa razón, quizás, la locura provoca la angustia, del grupo y las
reacciones con frecuencia agresivas contra el enfermo. "Ese está loco" si-
gue siendo una forma de invalidar una persona.
Una actitud valiente ante cualquier probl€u'la mental, propio o ajeno,
nos parece pues una buena garantía individual de lucha por la felicidad.

B) ANTECEDENTES DE LAS ENFERMEDADES PSÍQUICAS

Los términos "enfermedad" y "mental" se han dis~)Ciadocon excesiva


frecuencia, atrapado el pensamiento común en el drlerna del dualismo

7
¡l· '
8 ALEYDA ÁNGELES ASTUDlLLO

cartesiano. Para determinadas corrientes el trastorno mental se entiende,


sobre todo, como "enfermedad", reductible en su esencia a lesiones físicas
de forma que no habría una diferencia sustancial entre enfermedades
mentales y enfermedades orgánicas en general, desapareciendo para~llo
la: referencia de-una estructura psíquica significativa de la persona. Para.
otros, en cambio, el reduccionismo se ha producido en el sentido contra-
rio y equiparan a la enfermedad mental con una reacción puramente psí-
quica, donde el referente fisiológicocarece de importancia. Otras corrien-
tes, finalmente, explicarían de forma excluyente la enfermedad mental
por la acción distorsionante de la organización social sobre los individuos.
Los aspectos físicos,psíquicos y socialesquedan así tajantemente sepa-
rados, en mayor o menor grado, en la forma de entender el origen y la
posible curación de la enfermedad mental. Por eso, p;;rrasituarnos en una
perspectiva' adecuada ante las enfermedades de la mente será necesario
separar la oposición biológica y lo mental, por' un lado, y la del individuo
y el grupo social por otro.
Si entendemos a la persona como una unidad de estructura orgánica,
cuya vida es siempre psicosomática (aspectos físico y mental integrados)
y cuyavida de relación (aspecto social)constituye una inserción en la exis-
tencia propiamente humana, tendremos una base sólida para acercarnos a
la enfermedad mental,
Una vida que se desarrolla y avanza por la senda de esta integración
múltiple es una vida psíquicamente sana; la enfermedad mental aparece,
entonces, como un retroceso (regresión), más o menos profundo, en su
contexto físico, psíquico y social; dependerá, en consecuencia, de las con-
diciones orgánicas de su constitución y de la deformación, inmadurez o
disolución de su estructura.psíquica, rectora del proceso evolutivo.
Por On"O lado, cada cultura en la historia de la humanidad ha dispues-
to una serie de códigos antropológicos (religiosos,filosóficos,ideológicos),
merced a los cuales se decide quién está cuerdo y quién está enfermo des-
de- un punto de vista mental. Se podría decir que la locura es un asunto
personal que se formula en el plano de la cultura. El enfermo es percibido
como un inadaptado al orden socialvigente, que no comparte las reglas de
juego y se aísla o es aislado por ello. Es alguien anormal y distinto, que fa-
vorece por esa razón la reafirmación de la sociedad en sus propios.valores.
Los criterios que hasta hoy rigen la denotación de salud y enfermedad mental
son estadísticos y de valor. Los primeros se refieren a un promedio de fre-
cuencias que se desvían más o menos de una norma. Los segundos son cuali-
tativos. Tenemos por fuerza que apelar siempre a una mezcla de ambos para
detectar el grado de salud o enfermedad mental. Entre los criterios de valor
posibles hay uno que convendría subrayar especialmente: el de la unidad
existencial, unidad y armonía del sentir y del pensar, del hacer y del decir. El
trastorno mental ha de concebirse como un desorden personal, una ruptura o dese-
)
r PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 9

quilibrio, una contradicción no resuelta que se da entre las partes constitutivas de esa
unidad psicofisica que es el hombre. Esta idea del trastorno mental como fractura, ..
s
desorden o disolución corresponde a una idea homóloga de salud como equi-
s
librio dinámico y unitario de una estructura que se hace en permanente rela-
)
ción con otro, y en cuyo proceso, en parte consciente y voluntario, puede ha-
3.
ber claudicaciones o fracasos. Los síntomas del trastorno mental revelan
precisamente contratiempos en este proceso en virtud del cual el ser humano
adviene con el tiempo en persona.

.1 El acercamiento a las actitudes hacia la enfermedad mental en los di-


ferentes momentos culturales de nuestra historia no es un juego teórico
inútil. Por el contrario, nos puede permitir entender mejor y contextualizar
a toda una serie de problemas de la psicología actual; recurrencia cíclica de
a actitudes positivas o negativas del grupo hacia el enfermo mental, génesis
o de los sistemas terapéuticos, etc. Sin embargo, para realizar esta tarea es
o importante definir, en primer lugar, la metodología histórica que se em-
plea, es decir, cómo nos aproximaremos a otras culturas del pasado. Se
L, trata de un debate abierto en el que Se están dando pasos tan significativos
;) como la aceptación común de la necesidad de apoyarse en las fuentes ori-
)- ginales y la búsqueda de una confluencia de diferentes enfoques (psiquia-
a tría, sociología, antropología) que permitan, en otros estudios, profundi- .
zar en las diferentes manifestaciones de lo que llamamos. enfermedad
n mental (esquizofrenia, neurosis, etc.) desde una perspectiva histórica.
En el estudio de otras culturas, el historiador Ackerknecht (1942) pro-
U
pone utilizar los conceptos de "autonormal" y "heteronormal" para dife-
l-
renciar lo que en el seno de un grupo se considera normal o patológico y
o la consideración de esos mismos aspectos por miembros de una sociedad
o cultura que los observa. Podríamos preguntarnos, por ejemplo, si los
poderes extrasensoriales, la homosexualidad y la drogadicción, que se en-
s-
), tienden como normales o patológicos en determinadas culturas, lo serían
en todas. Pretendemos introducir con este comentario una inquietud en
s-
estudiantes sobre la dificultad de evitar el "etnocentrismo" (consideración
:0
de otros pueblos y momentos históricos desde la óptica de nuestra civiliza-
lo
ción), que puede desvirtuar el acercamiento que proponernos.
le
Algunos de los escritos históricos más antiguos, entre los que se cuen-
a-
tan textos chinos, egipcios, hebreos y grOegos, nos transrniten sorprenden-
's· tes "historias de casos" de individuos pertw'bados. Saúl, rey de Israel en el
al siglo XI a.C., sufría de episodios maniaco depresivos recurrentes .. Durante
e- un ataque de manía (excitación), se quitó toda la ropa en un lugar públi-
li- co; en otra ocasión, trató de matar a su hijo jonathan.
ra Cambyses, rey de Persia en el siglo VI á.C.; fue uno dé los primeros al-
DI'
cohólicos registrados. Sus excesos eran aparentemente asociados a perio-
id
dos de ira incontrolable durante los cuales se portaba como "un loco sin
El
re-
dominio de sus sentidos". En una ocasión, SIn preparar provisiones para
10 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

alimentar a su ejército, se lanzó contra los etíopes, que lo habían enfureci-


do por haber llamado a los persas "comedores de estiércol". Derrotado, se
le forzó a regresar a Menfis, donde encontró a su gente celebrando la fies-
ta de Apís. Enfurecido por lo que consideró que era la celebración de sji
fracaso, ordenó que fueran ejecutados todos los participantes de la fiesta.
En otra ocasión, utilizó al hijo de un amigo suyo como blanco de sus fle-
chas con el fin de demostrar que su hábito de beber en exceso no afectaba
su habilidad con el arco. Su tiro fue certero, y mató al muchacho, lo que
probó que estaba en lo correcto, por lo menos para su propia satisfacción.
La mitología griega contiene muchas descripciones de personas con
trastornos mentales, lo cual nos proporciona cierto discernimiento respec-
to de la naturaleza de los casos de la vida real, a partir de los cuales se hi-
cieron dichas descripciones. Por ejemplo, Hércules parece haber sufrido
de ataques convulsivos acompañados de reacciones homicidas fugaces. Sus
ataques son descritos gráficamente por Eurípides en la furia de Hércules:
ponía los ojos en blanco, su conciencia se obnubilaba, arrojaba espuma
por la boca, mostraba una furia violenta y atacaba a las personas a su ma-
nera; luego caía, se contorsionaba y después se quedaba profundamente
dormido. Al despertar, presentaba amnesia del ataque. Durante el trans-
curso de varios ataques, Hércules mató a dos de sus propios hijos y a dos
.1' de los hijos de su hermano, quien era su mejor amigo y su maestro. Ayax
también sufrió un disturbio mental, sacrificó a un rebaño de ovejas bajo la
impresión de que atacaba a sus enemigos. Al recuperar el sentido fue aco-
sado por tan fuertes remordimientos que se suicidó, arrojándose sobre su
propia espada.
Es probable que muchos personajes notables de la Grecia y la Roma
antiguas, incluyendo a Sócrates, Alejandro Magno y Julio César, hayan pa-
decido trastornos mentales de un tipo o de otro. Los periodos que siguie-
ron a la Edad Media contienen innumerables casos de conducta anormal.
El gran conquistador oriental Tamerán (1336-1405), por ejemplo, se com-
placía construyendo pirámides de cráneos humanos; se dice que una de
dichas pirámides contenía más de 40,000 cráneos.
En tiempos más recientes, Jorge III de Inglaterra (1738-1778), cono-
cido como "el monarca loco", mostró una cantidad de síntomas, entre los
que se incluían periodos de excitación intensa e hiperactividad. Durante
esas etapas cambiaba rápidamente de un tema a otro, hacía preguntas, in-
gería la comida con tal voracidad que los miembros de su corte tenían que
engullir la propia o se quedaban sin comer; subía y bajaba las escaleras
corriendo y hacía correr a su caballo hasta dejarlo exhausto, al borde de
la muerte; también se recreaba usando el lenguaje obsceno.
El filósofo Francés Jean Jacques Rousseau (1712-1778) desarrolló
marcados síntomas paranoides en su vejez. Estaba obsesionado con el te-
mor a sus enemigos secretos, y llegó a pensar que Rusia, Inglaterra, Fran-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 11

cia, el rey, los sacerdotes y mucho' otros estaban tramando una guerra te-
rrible en su contra. Creía que estos enemigos eran la causa de que
padeciera de i~digestión, de diarrea y de otros malestares inter~os. pero
1 511 rnáxirno ardid era el torturarse tratando de conseguir beneficIOs y con-
sideraciones más allá de lo normal al grado de llegar a corromper a los
vendedores ambulantes para que le vendieran a él las mejores verduras al
pr cio más barato, cosa gu ?€spués tomaría como una maniobra para
probar que él era, malvado" mlentr~s que los ot.ros eran generosos. .
Los nombres de los filosofas, pmtores, escntores, músicos y todo tipO
de celebridades que sufrieron de disturbios emocionales formarían una
.- larga lista. 'Mozart, por ejemplo, durante el tiempo en que componía el
Réquiem, pensó que trataban de envenenarlo. Beethoven, a pesar de que
o vivía en la miseria, se veía impulsado a cambiar de habitaciones constante-
s il1ente1 llegando a tener alquiladas tres o cuatro al mismo tiempo. Keats
I

;: sufría de tensión crónica y estaba sujeto a periodos cortos de risa o llanto


a incontrolable.
l- En cierta ocasión, Van Gogh se cortó una oreja para mandársela a una
e prostituta, acción que debió llevar a cabo bajo un estado de conciencia ob-
;- nubilada como resultado de su condición epiléptica. Schopenhauer, Cho-
IS pin y John Stuart Mill padecieron de ataques de depresión. Reabelais, Sa-
x muel Butler, Burns, Byron y Poe ingerían alcohol en exceso y Coleridge
a usó opiáceos antes de escribir Kubia Khan.
)- Muchos soberanos y conquistadores han hecho gala de sus inclinacio-
u nes sádicas, por ejemplo, Atila el Huno, al que se recuerda principalmen-
te por la brutalidad de sus conquistas. La reina María I de Inglaterra, me-
la jor conocida como Bloody Mary (María, la Sangrienta), fue la responsable
1- de la persecución mariana y la quema de los protestantes, por herejes, du-
rante los años de 1553 a 1558.
J. Al recopilar estos casos históricos de conducta anormal, debemos te-
1- ner en cuenta que estamos evaluando estas conductas, hasta cierto punto,
Le a la luz de los conceptos modernos de enfermedad mental. En su tiempo,
algunas de estas personas fueron consideradas como perfectamente nor-
J- males, y otras como excéntricas o poco comunes. También debernos desta-
)s car que aunque muchos de los individuos con desórdenes mentales han
te hecho contribuciones significativas a su sociedad y a la configuración de la
a- historia, han sido los hombres y las mujeres cuyo ajuste de personalidad
le fue más efectivo los que han soportado la carga más pesada en la consecu-
as ción del progreso social.
le Los misterios de la mente y del cerebro humano han sido llamados,
con razón, la última frontera de nuestra comprensión científica, tanto de
ló nosotros mismos, como de la relación que guardamos con el resto de la
e- naturaleza. Aunque nos damos cuenta de que se han hecho enormes pro-
n- gresos en nuestro acercamiento a esta frontera, continuamos perplejos
12 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

ante una serie de problemas fundamentales que aluden a nuestros lnejo-


res esfuerzospor resolverlos.La psicología de lo anormal no está, en este
sentido, más avanzada que su contraparte. la psicología de 10 normal. La
historia de los intentos que se han hecho para ganar terreno en la com-
prensión de la anormalidad es fascinante. Los comienzos de esta historia
son precisamente el tema de este capítulo.
Existen muchas concepcionespopulares erróneas acerca de los desór-
denes mentales que tienen sus raíces en un lejano pasado, aunque tam-
bién muchos de nuestros conceptos científicosmodernos'y de métodos de
tratamiento también se remontan a ese entonces. Por ejemplo, la cirugía
de} cerebro de los tiempos modernos. como veremos, tuvo un precursor
temprano hace varios miles de años, y los tratamientos con electrochoque
para combatir la depresión severa y otros desórdenes serios datan de la
época en que se azotaba a una persona, o se le sumergía en agua fría o se
le aplicaba algún otro tipo rudin'len:tariode shock. Iricluso el método de la
"asociaciónlibre", que es un pilar de la terapia psicoanalítica -diseñado
para permitir la entrada de los conflictosy de las emocionesreprimidos,
en la conciencia-, ya había sido descrito por Aristófanes, dramaturgo
griego, en.su obra Las nubes. y por si eso fuera poco interesante, la escena
¡I en que Sócrates trata de calmar y provocar un conocimientode sí mismo a
·:¡1 Esrrepsíades, se completa con "LID diván.
Es, basta hace relativamente poco tiempo, sin embargo, que se ha he-
cho un reconocimiento general de que los desórdenes mentales tienen un
origen natural.

1. ÉPOCA ANTIGUA

Nos referirnos con un término tan ambiguo a las culturas preliterarias


o primitivas. objeto de estudio de la llamada etnopsiquiatría.
Son grandes, sin embargo. las dificultades que se encuentran para in-
vestigar la enfermedad mental en la antigüedad, pues en principio sólo
disponernos de obras de arte aisladas o bien de reliquias literarias más
concretamente; ruinas de edificios erigidos con finalidades religiosas o de
salud, estatuas religiosas o votivas, pinturas pr'ehistór icas, amuletos, talis-
manes y fragmentos literarios recogidos en forma de tablas cuneiformes y
papiros. No obstante, sobre la base de investigaciónrealizada hasta ahora
en este campo, existe un consenso bastante general sobre algunos puntos
importantes:
• La emigración de las culturas desde el Asia Central hacia el Próxi-
mo Oriente por un lado, y hacia América a través de Alaska, por
otro lado,
• La creencia, común a la mayoría de las culturas del Mediterráneo
Oriental, a las culturas precolombinas de América y a muchas del
o PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 13

)-
área africana, de que las enfermedades mentales o cualquier enfer-
:e medad, han sido enviadas por Dios o por los dioses, justifican de
.a esta manera todo tipo de rituales propiciatorios y expiatorios, atri-
}-
buyéndose las causas de la enfermedad (lo que nosotros considera-
La mos como tal) a la violación de tabúes, al olvido de los ritos o a la
brujería.
r- • La consideración del "enfermo" como alguien que se disocia signifi-
1.-
cativamente del quehacer habitual del grupo, en los pueblos que no
le separan normalmente cuerpo y alma o comunidad y entorno geo-
ía gráfico.
)r • La orientación de las prácticas terapéuticas sobre todo hacia la utili-
le zación simbólica de elementos purificadores como el agua o de pa-
la labras y ritos que solicitan el perdón de la deidad causante del mal,
se aunque se utilizaran también una serie de drogas, de origen animal
la o vegetal, para .exorcizar al afectado o evacuar al espíritu maligno
lo que lo poseía hacia elementos sustitutivos como los animales ritua-
)s,
les, las sangrías y la trepanación craneal, como métodos evacuato-
~o [ rios, están también presentes desde el neolítico en amplias zonas
la ~ geográficas (Mediterráneo y África, sobre todo).
,a ~ • La importancia de la figura del chamán, hombre médico que cum-
ple un papel de intermediario entre el ser humano y la deidad en
.e-
casi todas las culturas antiguas.
In

\
2. GRECIA
~.
l··
~ En la tradición griega es Hipócrates (siglo IV a.C) quien sitúa por pri-
~
" mera vez el cerebro como lugar donde residen los sentidos y la vida inte-
.as M
lectual del hombre y analiza diversas enfermedades como la epilepsia o
i enfermedad sagrada, y estudia sus características. Purgantes como el helé-
n-
110
I boro negro o los baños y dietas alimenticias son algunas de las terapias
~ aplicadas. Sócrates anticipa las relaciones entre genio y locura y sostiene
rás
que la "virtud" se enseña intelectualmente.
de La tradición popular griega considera, por su lado, la costumbre de
lS-
deambular sin orientación o una tendencia excesiva a la violencia como
~y los signos más evidentes de la enfermedad mental y la posesión por espí-
Ira ritus malignos, castigo de los dioses, como la causa que la origina. En la
.os filosofía y la literatura griega existe un amplísimo abanico de conceptos
psicológicos a lo largo de sus diferentes épocas desde Homero (siglo X
xi- a.C.), con los héroes "alocados" por la pasión de una "conciencia moral"
ior en la Odisea, hasta las formulaciones de Platón y Aristóteles.
La extensión e importancia del helenismo hace que no podamos dete-
,eo nernos en un análisis exhaustivo de sus aportaciones. Queremos, sin em-
fel bargo, apuntar algunos aspectos terapéuticos utilizados, por ejemplo, las
14 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

prácticas vegetarianas de las comunidades pitagóricas (siglo VI a.C.), o


función del teatro, desempeñada por toda la comunidad como liberación
catártica de emociones alternadoras. Resaltamos en el arte dramático las
figuras de Esquilo, Eurípides y Sófocles (autor de Edipo Rey, referente im-
portante en las investigaciones de Segismund Freud).
Aparece también entre los griegos la distinción progresiva entre sorna
(cuerpo) ypsyche (nostalgia del rnurido de las ideas de Platón), que ha con-
figurado todo el pensamiento posterior. Subdivide Platón el alma en ape-
tito, razón y temperamento, formulado el Fedro cuatro clases de locura:
• La profética (equivalente al paroxismo temporal de los chamanes);
• La ritual (liberación de necesidades instintivas durante ritos colecti-
vos);
• La poética (posesión del artista por las musas en los trances de crea-
ción);
• La erótica (asociada al acto sexual, incluida la homosexualidad).
Los médicos griegos y romanos posteriores continuaron trabajando
sobre los lineamientos racionales establecidos por Hipócrates, particular-
mente en Alejandría (que después de su fundació , en 332 a.C., por Ale-
jandro Magno, se convirtió en el centro de la cultura griega) y Egipto, en
,jo
r
donde las prácticas médicas se desarrollaron a altos niveles, y los templos
dedicados- a Saturno fueron sanatorios de primera clase. Los alrededores
eran considerados de gran valor terapéutico para los enfermos mentales,
a quienes se les proporci naban actividades constantes que incluían fies-
tas, danzas y caminatas enIos jardines del templo, .rernar a lo largo del río
Nilo y conciertos musicales. Estos médicos griegos y romanos empleaban
también una amplia gama de medidas terapéuticas que comprendían die-
tas especiales, masaje, hidroterapia, günnasia, hipnotismo y educación, as-í
como otra serie de medidas menos deseables tales como sangrías, purgas
y restricciones del movimiento.

3. ROMA

La importancia posterior de Roma en los aspectos político y militar


no impidió que la cultura griega impregnase en gran medida su produc-
ción literaria o filosófica de los conceptos psicológicos. Cabe mencionar
que la obra de Celso, en el primer siglo de nuestra era ("De Re Medica"),
insistía en la importancia de la relación individual entre el médico y el pa-
ciente, que tanta importancia tiene en la actualidad, y proponía además
algunas actividades grupales (lecturas en común, por ejemplo) como me-
dida terapéutica.
La medicina romana refleja el pragmatismo de los romanos. Los mé-
dicos romanos querían comodidad para sus pacientes y usaban terapias fí-
sicas agradables tales como baños tibios y masajes. Seguían también el
LO PSICOLOGÍA CRIMINAL Análisis de las psicopatologías del delincuente 15

o rincipio del contraris contrarius, por ejernp lo, hacían ingerir vino helado
Sn ;1 paciente que se encont:aba. sumergido :n un
baño~caliente" .
.as No obstante que los histor-iadores consideran la calda de Roma bajo la
ll- invaslOn de los bárbaros hacia el final del siglo v, y consideraban a esto
corno una línea divisoria entre la Edad Antigua y la Edad Media, la era
na oscurantista en la historia de la psicopatología comenzó con la muerte de
In- Galeno en el año 200 d.C. Las contribuciones de Hipócrates y de los mé-
)e- dicos griegos y romanos posteriores a él fueron rápidamente arrolladas
por la superstición popular, y la mayoría de los médicos romanos de la
decadencia retornaron a la demonología. Una notable excepción a esta
:ti- corriente, fue Alejandro Traliano (525-605 d.C.) que siguió las obras de
Galeno de cerca, pero puso demasiado énfasis en los factores de la consti-
::a- tución física, afirmando, por ejemplo, que la: gente delgada y de pelo
oscuro tenía más tendencias a ser afectada por la melancolía que las per-
sonas de pelo rubio y construcción robusta. Vale la pena mencionar algu-
nos de los casos clínicos que recopiló (Whitwell, 1936), como el de la mu-
do
jer cuyo delirio consistía en creer que con el dedo medio de la mano
ar-
ñjado mantenía el mundo entero bajo su poder. Esto le provocaba una
le-
gran angustia, pues tenía miedo de doblar su dedo ya que eso significaba
en
voltear al mundo al revés y destruir todo. Otro caso interesante es el de
los
res un hombre que se sentía profundamente deprimido porque estaba con-
es, vencido de que le habían amputado la cabeza. Traliano informó que solu-
es- cionó este caso poniéndole al enfermo un gorro de plomo apretado sobre
río la cabeza para que al sentir el peso del artefacto de metal, creyera que la
.an cabeza le había sido devuelta. En este sentido, Traliano se anticipó a cier-
.ie- tas terapias "conductistas" directas que se usan en nuestros días en el tra-
así tamiento de los disturbios psicológicos.
~as
4. CULTURA CHINA

Confucio entiende al hombre como reflejo de los prmcipios del uni-


verso, sin disociar las funciones físicas y las mentales. Distingue cinco ele-
tar mentos básicos (agua, fuego, madera, metal y tierra), armonizados por las
uc- fuerzas del yin y del yang (fuerzas opuestas y atrayentes de lo femenino y
'lar de lo masculino). El tao o principio universal guía toda la actividad huma-
l ") , na. Explica la enfermedad como ruptura del equilibrio de los elementos
pa- básicos en la persona, la pérdida de la piedad filial o de la imagen moral
nás de la persona.
ne- Tseg (1973) estudió el desarrollo de los conceptos sobre trastornos
mentales en China a través de las revisiones de los documentos que des-
né- cribían los desórdenes mismos y los tratamientos recomendados para ello,
: fí- por ejemplo, lo que se muestra a continuación se tomó de un antiguo tex-
el to médico chino atribuido a Huang Ti (2674 a.C.,), tercer emperador le-
16 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

gendario, ahora considerado por los historiadores como un documento


más reciente, posiblemente del siglo séptimo antes de Cristo;'
Aún en fechas tan tempranas, la medicina china se basaba más en lo
natural que en causas sobrenaturales; según el ying y el yang, el cuerpo hu-
mano como cosmos está dividido en una fuerza positiva y otra negativa;
ambas son complementarias y contradictorias una respecto de la otra. Si
las dos fuerzas están en equilibrio, el resultado es la salud mental y física,
pero si no lo están, se produce la enfermedad en consecuencia."
La medicina china parece haber alcanzado un nivel relativamente so-
fisticado durante el siglo I1, cuando Chung Ching, llamado el Hipócrates
de China, escribió sus dos renombradas obras médicas alrededor del año
200. Al igual que Hipócrates, basaba sus puntos de vista sobre los desór-
denes tanto mentales como físicos en observaciones clínicas, y consideraba
a la patología de los órganos como causas primarias de éstos. Sin embar-
go, también creía que las condiciones psicológicas estresantes podían cau-
sar el daño orgánico, y su tratamiento, como el de Hipócrates, consistía
en el uso de drogas y el establecimiento del equilibrio emocional a través
de actividades apropiadas. Durante este periodo, por ejemplo, había un
tratamiento recomendado para la locura con excitación."
I! Puede notarse aquí que el exceso de fuerza positiva, de acuerdo con el
ying y del yang, estaba basado en la idea de que un órgano vital había roto
su estabilidad esencial y, por tanto, estaba interrumpiendo el ritmo nor-
mal de vida. Mientras que aparentemente éste era un método de trata-
miento bastante pasivo, estaba orientado tanto social como humanitaria-
mente.
Sin embargo, al igual que en Occidente, los puntos de vista de los chi-
nos hacia los desórdenes mentales sufrieron un retroceso al creer en cau-
sas sobrenaturales como agentes de la enfermedad. Desde la segunda mi-
tad del siglo II hasta comienzos del siglo IX se relacionaba fantasmas y
demonios con la "locura de los fantasmas malignos", que se creía resulta-
ba del encantamiento de los espíritus malvados. No obstante, la era oscu-
rantista en China nunca fue tan severa en términos del tratamiento a los

! a persona que padec€: de' locura exaltada al principio sé siente triste, come y duer-
me menos; después llega a sentirse _grandiosa, muy noble e inteligente, se la pasa hablando
y regañando día y noche, cantando, comportándose de manera extraña, viendo cosas raras,
oyendo voces desconocidas y creyendo que puede ver a Lo' dioses y a los demonios ...
2 Como tratamiento para tal condición de excitación se debía negar el alimento, dado
que .la comida se consideraba €orno la fuente de la fuerza positiva y se pensaba que el pa-
ciente tenía necesidad de hacer decrecer este tipo de fuerza.
3 Si un paciente quiere irse, déjenlo ir; si quiere quedarse, déj,enlo que se quede; no le
nieguen riada de lo que quiera y no lo repriman, Si complacemos sus deseos y lo dejamos
satisfacer Sus necesidades, toda la fuerza positiva en ex eSO será propiamerite descargada y,
por consecuencia. se aliviará.
LO PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 17

.ito acientes1 ni duró tanto como en Occidente; y así, se regresó tanto a los
~unt~s ~e vista somáticos como a los factores psicosociales en los siglos
lo qué slguleron. '. .~
lU- En este contexto, es rnteresante observar la conclusión de Tseng en el
va; sentido de que "los conceptos de cómo se percibían la enfermedad mental
Si y la patología ~a.n pasad~ a ~-a:és de secuencias d~ etapas sobrenaturale~,
tea, naturales, somáticas y pSlcologicas, tanto en el Or'ierrte como en el OCCI-
dente" Y en ambos sitios hubo retrocesos. Las eras de oscurantismo, im-
so- plicaron un retorno a los puntos de vista prehistóricos respecto a los ma-
ites los espíritus y a las fuerzas causales relacionas con lo sobrenatural.
año
sór- 5. BABILONIA
aba En el Antiguo Testamento y el Talmud babilónico, dentro de la cultura ju-
)ar-
daica, diversas palabras sirven para distinguir claramente la enfermedad
:au- mental de la física. Sus causas provienen del incumplimiento de los man-
stía damientos divinos o de los otros factores como la herencia, el exceso de
ivés
relaciones sexuales, la pereza o la suciedad. Se trata, en todos los casos, de
un un castigo divino, no obstante la actitud social hacia el enfermo era tole-
rante en términos generales, porque en cualquier caso, el hombre es la
n el imagen de Dios.
~oto
10r-
6. EGIPTO
ata-
rria- En esta cultura la vida psíquica normal se basaba en la adaptación equili-
brada del hombre a determinados sucesos cíclicos, desde el momento de
chi- nacer hasta la muerte, en relación con las cosechas propiciadas por el
cau- Nilo. La terapia de inadaptación o enfermedad se intentaba por diferen-
ml- tes medios físicos o de comunicación sobrenatural (especialmente con el
as y espíritu de los faraones), a través del sueño curativo inducido con técnicas
.ilta- de incubación (de incubare; dormir en una habitación santa) .
ISCU-
1 los 7. INDIA

En la medicina védica de la cultura india de la época, la teoría de la tras-


migración de las almas al morir (como parte del "alma global") es un as-
duer-
lando pecto central del concepto de la función psíquica. La enfermedad se en-
raras, tiende fundamentalmente como la presencia del Universo. "El pensar en
los objetos sensuales produce el apego a ellos (fetichismo), el apego causa
dado
el pa- su deseo; del deseo surge la ira; de la ira surgen las convicciones deliran-
tes; de las convicciones delirantes se pr'oduce una pérdida de memoria; de
no le la perdida de la memoria surge la pérdida de la discriminación y de esta
jamos
ada y,
última el fin de todo" (Bahagavad-Gita).
18 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

8. MÉXICO
En su Historia de las cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún
describe las enfermedades cuyos nombres obtuvo al consultar las fuentes
indígenas, y menciona la preocupación de nuestros antepasados por el al-
coholismo. Para combatirlo se iba desde la recomendación del emperador
de que no s.econsumiera octli, hasta el repudio del alcohólico y a los casti-
gos de exponerlo a la vergüenza pública; finalmente se llegaba a las penas
corporales, como el apaleamiento y aun la muerte en el caso de que el al-
cohólico fuera personaje notable o sacerdote; sin embargo, a los viejos se
les permitía beber.
Durante la Conquista se eliminaron los castigos, y el alcoholismo au-
mentó en cierto modo, porque nunca los medios represivos como la
prohibición absoluta dan resultados. Por otra parte, el alcoholismo se ma-
nifestaba ya como huida y refugio ante la pérdida de la identidad, de la
familia, de la religión, etc., y, además, corno recurso político-económico
de la Conquista para el más fácil sometimiento de los hombres. Así se ori-
ginaron grandes fortunas con "caldo de tinacal", corno hoy las hay amasa-
das con el lúpulo de cerveza.
Durante la Colonia se crearon importantes hospitales, corno lo fue el
I~ de Nuestra Señora de la Concepción -hoy de Jesús Nazareno- fundado
por Hernán Cortés, y en el cual se guardan sus restos óseos. Cuando Ber-
nardino Álvarez, andaluz de Utrera decidió dejar de comerciar con el
Perú, a su regreso a la Nueva España se dedicó durante algunos años a
cuidar enfermos en el actual Hospital de Jesús. El 2 de septiembre de
1566 fundó el Hospital de San Hipólito, donde caritativamente eran aten-
didos los enfermos, ancianos y enajenados mentales.
Se merece mención especial el Hospital de la Canoa. Poco más de un
siglo después de la fundación del Hospital de Nuestra Señora de la Con-
cepción, un humilde carpintero, José Sáyago, y su esposa recogen y alojan
en su hogar a algunas enfermas mentales que, abandonadas por sus pro-
pias familias y por la sociedad, vagaban mendingando por la ciudad.
En 1690, el arzobispo Francisco de Aguilar y Seijas decide ayudar a
esta obra, e instala a las 60 pacientes en una casa. situada frente a la iglesia
de San Pedro y San Pablo, hasta que la congregación del Divino Salvador
compra una casa en "La Canoa", y ahí construye un hospital para enfer-
mas mentales, en 1700.
Es así corno México se adelanta en más de dos siglos a toda América en
el establecimiento de instituciones psiquiátricas, ya que es en 1673 cuando
se funda la de Williamsbur, Virginia, y en 1675 la de Quito, Ecuador.
En el México independiente, el T"de octubre de 1821, la orden de los
Hipólitos es suprimida por decreto de las constituciones españolas el hos-
pital de San Hipólito pasa a manos del Ayuntamiento, pero los religiosos
,LO 19
OGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente
pSICO 1~

... daustrados continúan cuidando de los eriferrnos hasta 1843. El Hospital


ún .~ la C4I1oa corre mejor destino, ya que en 1824 se le dan las utilidades
tes d: una lotería y sus co~diciones ~on satisfactori~s. ~uan de Dios Peza se
al- e¡,:.prcsóasí ~acerca de~ CItado ~10spltal:"Los ~ormltonos y otras dependen-
lor ias honranan al mejor hospital ele Europa.
sti- el En Guadal~ara, en 1860, se construyen dos hospitales psiquiátricos:
1.as unO para hombres y otro para mujeres, y el Hospital Civil de Monterrey
organiza un departamento para enfermos mentales.
al-
En el siglo xx, para conmemorar el primer centenario de la Indepen-
se
dencia de México, el gobierno del general Porfirio Díaz crea el Manico-
mio General inaugurado ello de septiembre de 1910; 344 años después
au-
de fundado San Hipólito y 210 años más tarde que el de la Canoa. El Ma-
la
na- nicomio General, al que por haberse construido en terreno de la hacienda
~la de la Castañeda se le conoció con este nombre, se construyó en 14 meses
lCO
y costó $1 783, 13; tenía cupo para 800 o 1,000 enfermos, pero llegó a
)rl- contener más de 3,500.
lsa- El hacinamiento en el Manicomio General de la Castañeda se hace
patente porque construido para 800 pacientes albergó a más de 3,500;
~el pero, además del hacinamiento existía la promiscuidad, pues albergaba
ido tanto a hombres como a mujeres y niños. Por tanto se convirtió en institu-
,er- ción inoperable; por otra parte, fue construido con el criterio imperante
Lel de la época, que consistía en aislar al enfermo para proteger a la socie-
IS a dad. Hoy, la psiquiatría tiene otra filosofía y, sobre todo, nuevos recursos
de terapéuticos.
.eri- Felizmente, el gobierno resolvió la desaparición de esta institución
inoperante. Los pacientes clasificados, se distribuyeron,en varios hospi-
un tales.
on-
~an C) LA POSTURA FILOSÓFICA DE PLATÓN, ARISTÓTELES,
iro- CICERÓN y GALENO RESPECTO A ESTE TÓPICO

lr a PLATÓN(429-347 a.C.). Intentaba explicar los aspectos irracionales


esia del ser humano que podrían reorientarse por la razón. Aristóteles enfocó
dor los problemas conductuales desde un punto de vista mucho más empírico
fer- (sus análisis de la alteración, de la percepción de los sentidos, por ejem-
plo), y buscó cauces mediadores entre el cuerpo y la mente con una in-
1en fluencia decisiva en el pensamiento occidental y más concretamente en la
ndo psicología moderna. Entendía los rituales como posibilidad terapéutica
(creencia cornúri en la época) porque liberaban pasiones reprimidas, re-
: los quisito de la salud mental, con tres elementos básicos presentes en todos
:10S- ellos:
)SOS • El entusiasmo (estado de locura temporal ligado a la sexualidad).
20 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

• La adivinación a través de los sueños.


• La adivinación a través del azar.
Platón, el gran filósofo griego, estudió el problema de cómo tratar a
los individuos mentalmente perturbados que cometían actos delictivos.
Escribió que tales individuos eran, en un sentido "obvio", irresponsables
de sus actos y no debía castigárseles en la misma forma que a las personas
normales: "... alguien puede cometer un acto cuando está loco o afectado
por una enfermedad ... [Si es así,] hágasele pagar sólo por los daños y exí-
masele de cualquier otro castigo". Platón también previó cómo debían ser
tratados los casos mentales en la comunidad de la siguiente manera: "Si
alguien está loco, no se le debe dejar transitar abiertamente por la ciudad:
déjese que sus parientes lo vigilen de la mejor manera que ellos conozcan,
y si son negligentes, oblíguese a éstos a pagar una multa .." Al hacer estas
sugerencias humanitarias Platón estaba legislando en la misma forma
como se hace en nuestros días: Se utiliza el argumento de "demencia" como
defensa legal cuando se comete un delito y se indica el tratamiento apro-
piado para las personas cuya conducta pública se considera ofensiva o pe-
ligrosa para el orden social."
Añadió a este énfasis sobre el tratamiento más humanitario a los per-
turbados mentales una contribución a la comprensión de la conducta hu-
mana, señalando que todas las formas de vida, incluyendo la humana, es-
taban motivadas por necesidades fisiológicas o "apetitos naturales". Tal
vez su contribución más significativa fue considerar los fenómenos psicoló-
gicos como respuestas del organismo en su totalidad, como reflejo de su
estado interno. Parece que él también se anticipó al discernimiento de
Freud hacia las funciones de los sueños y las fantasías como satisfactores
substitutos, concluyendo que en los sueños el deseo tendía a satisfacer en
la imaginación cuando las facultades superiores no inhibían más a las "pa-
siones". En su República, Platón enfatizó la importancia de las diferencias
individuales en las habilidades intelectuales y en muchas otras más, seña-
Iarido también el papel que desempeñan las influencias socioculturales en
el moldeamiento del pensamiento y de la conducta. No obstante lo mo-
derno de estas ideas, Platón compartía la idea de su tiempo de que los de-
sórdenes mentales eran, en parte, orgánicos, morales y de origen divino.
ARISTÓTELES (384-322 a.C.). El célebre sistematizador, discípulo aun-
que no seguidor de Platón, escribió extensamente sobre los desórdenes
mentales. Entre sus contribuciones más perdurables a la psicolo~ía se en-
cuentran sus descripciones sobre el contenido de la conciencia. El, por su
parte, también se anticipó a Freud sobre el punto de vista que al "pensar"

4 C. COLEMAN, James, N. BUTCHER, James, c. CARSON, Robert, Psicología de la anormali-


dad y vida moderna, México, Trillas, 2a. ed., 1990, p. 38.
LLO LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente
pSIC O 21

. daba como un empeño dirigido hacia la eliminación del dolor y la ob-


.' placer. Sobre la cuestión acerca de que si los desórdenes men-
se Cl'o~ndel
ten
rr a _.leS podían ser causados por factores psicológicos tales como la frustra-
vos. ~~óny él conf]i.cto, Aristótel~s dis~utió. es~a posibili~a~ y la rechazó, y s/u
oles . fluencia se hIZO popular. El creta, siguiendo a Hipócrates, en la teona
.nas : los disturbios en la bilis: la bilis caliente generaba los deseos amorosos
la locuacidad Y era también la responsable de los impulsos suicidas.
ado
y CIGERÓN(106-43 a.C), Distinguirá cuatro tipos de perturbaciones: su-
exí-
frimiento, miedo, placer y deseo violento o libido (es el primer autor co-
ser
nocido en utilizar el término "libido"), y señala que el exceso de perturha-
"Si
ción es el origen de la enfermedad.
lad: Cicerón fue el primero en afirmar categóricamente que las dolencias
can, del cuerpo podían ser el resultado de factores emocionales. Un siglo más
.stas tarde, Areteo observó que ciertos desórdenes mentales eran sólo la exten-
rma sión de los procesos psicológicos normales. Pensaba que las personas irri-
:>mo tables, violentas y que se entregaban fácilmente a la alegría y al placer,
pro- eran propensas a desarrollar una excitación maniaca, mientras que las
pe- personas serias eran más propensas a la melancolía. Areteo fue el primero
en describir las diferentes fases de la manía y la melancolía, y a considerar
per- a ambos estados patológicos como la expresión de la misma enfermedad.
hu- Sus discernimientos hacia la importancia de los factores emocionales y ha-
_,es- cia las personalidades prepsicóticas de los pacientes fueron grandes logros
Tal para su tiempo.
:oló- GALENO(130-200 d.C.). Un devoto seguidor de la teoría de Hipócra-
.e su tes, no contribuyó con grandes hallazgos en el tratamiento de los desórde-
:>de nes mentales o en su descripción clínica, sin embargo, hizo muchas contri-
:ores buciones originales concernientes a la anatomía del sistema nervioso.
Ten También mantuvo un enfoque científico en el campo de .Ia psicología,
"pa- pues compiló e integró el material existente (Guthrie, 1946). En las últi-
netas mas recopilaciones, dividió las causas de los desórdenes mentales en físi-
;eña- cas y mentales. Entre las causas que nombró estaban los golpes en la cabe-
es en za, el exceso de alcohol, el shock, el miedo, la adolescencia, los cambios
mo- menstruales, los reveses económicos y las desilusiones amorosas.
s de-
no.
aun-
lenes
e en-
or su
nsar "

ormali-
\
CAPÍTULOIII
ANÁLISIS, CONCEPTOS DE LA PSICOLOGÍA,
PSICOLOGÍA CLÍNICA y DE LA PSICOPATOLOGÍA

A) DEFINICIONES Y APORTACIONES TEÓRICAS


DE DIVERSOS AUTORES DE PSICOLOGÍA

LA PSICOLOGÍA.-Esla disciplina académica, profesión y ciencia que


trata del estudio de los procesos mentales y de la conducta del hombre y
de los animales.
La psicología es en la actualidad la ciencia que estudia el comporta-
miento humano.
Para una gran parte de los psicólogos ésta no puede ser considerada
una ciencia, ya que su objeto de estudio no es susceptible de ser investiga-
do por medio de un método experimental y por eso no cumple con una
de las principales condiciones de cualquier ciencia.
En México, aunque se reconoce que la psicología es importante para
la ley, no hay un estudio sistematizado de la relación entre aquélla y el de-
recho. Aun así, dentro del ámbito académico ha habido intentos dirigidos
al estudio o descripción de tales interacciones. Uno de ellos es un artículo
publicado por Francisco López Valadez (1986) quien discute, desde una
perspectiva psicológica, la naturaleza y el alcance de la conducta involu-
crada en la dinámica legal. Otro trabajo es la tesis de licenciatura en D~-
recho de Gallegos (1990), la cual analiza, también desde una perspectiva
psicológica, algunas premisas conductuales contenidas en las leyes mexica-
nas. Por último, se han publicado algunos artículos relacionados con los
aspectos conductuales y legales del maltrato infantil en México (Corral y
Frías, 1988; Frías y Corral, 1989; Frías, 1994).
Aparte de estos esfuerzos, hubo estudios previos a los mencionados
que trataron sobre psicología y derecho en este país. El primero de ellos
fue Los niños moralmente abandonados de Salvador Lima (1926), mientras
que en 1934 Roberto Solís Quiroga reportó los resultados de estadísticas
obtenidas en cortes juveniles desde 1927. El objetivo de este estudio fue el
de determinar las causas de la delincuencia perpetrada por menores. En
1936, éste mismo autor publicó La familia antisocial y la delincuenciajuvenil,

23
24 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

también producto de su trabajo en las cortes juveniles. De manera


análoga, Matilde Rodríguez Cabo publicó sus Estudios acerca de la delin-
cuencia y la infancia abandonada en 1931, y en 1935 González Tejeda con-
dujo un estudio en el que pretendió investigar la delincuenciajuvenil des-
de una perspectiva global, incluyendo aspectos psicológicos como la
atención, la memoria, la imaginación, la asociación, la afectividad, las
emociones y el lenguaje (GonzálezTejeda, 1937).
Hay, por otro lado, una larga tradición de estudios acerca de la con-
ducta criminal en México. En 1923 Boder estableció el Departamento de
Psicometríay Salud Mental en la Prisión, en la ciudad de México. Este de-
partamento condujo los primeros estudios sistemáticos en psicología den-
tro de escuelas correccionales y prisiones. Los resultados de este estudio
fueron publicados en el libro La escala Binet-Simon-Terman: La adaptación a
México, dado que el mismo consistió en la administración de 800 tests de
inteligencia de la escala antes mencionada. En 1924 fue establecida una
sección de psicometría y sistema carcelario en México, DF. El objetivo de
esta sección fue el de estudiar al delincuente que había obtenido su liber-
tad bajo palabra. Subsecuentemente, de 1924 a 1925 se administró una
vez más a los prisioneros la escala de inteligencia Binet-Simon-Ferrnan.
. Itl
1;1
.·~i1
Hacia la misma época fue creada la Dirección General de Establecimien-
" tos Penales y Correccionales en la ciudad de México. Esta dirección orga-
nizó y condujo los primeros estudios acerca de criminales "anormales."
Otra área de estudio fue la de la vida en prisión, en la que se considera-
ron aspectos como el de la sexualidad de los criminales en la cárcel.
A finales de 1923 se desarrolló la Primera Conferencia en Criminolo-
gía en México. En esta conferencia se 'presentó un significativonúmero de
trabajos, incluyendo "Psicología legal y reformas a los códigos" de Enri-
que o. Aragón; "El estudio de las causas de la delincuencia" "Factores so-
ciales que determinan la delincuencia", y "La separación de los prisione-
ros de los militares que sufren anormalidades mentales" de Rafael
Santamarina. Además, Boder presentó "Los departamentos de psicome-
tría en las prisiones" y "Los establecimientoscriminales que llenan los re-
querimientos educativos, de aislamiento y de rehabilitación de acuerdo
con la psicometría y la salud mental"; Agustín Molina presentó "La rela-
ción entre la delincuencia juvenil y el retardo mental" y "Las pruebas in-
dividuales para el estudio de los crirniriales".Aparte de la gran variedad
de trabajos presentados en esta conferencia hubo un área de investigación
en criminología que consistió en el estudio del biotipo de criminales en
prisión, la cual tenía como objetivo determinar los índices de peligrosidad
de los criminales en México (Folk, 1942).
Adicionalmente, dentro del campo profesional, psicología y derecho
han estado interactuando en diferentes áreas. Una de estas interacciones
puede encontrarse en la creación de una corte juvenil en 1926: La llama-

~I,
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 25

era da Corte Juvenil Administrativa, para la cual se crearon las "Reglas para
~in- calificar al delincuente juvenil en el Distrito Federal". Estas reglas estable-
)n- cían que la corte debería estar constituida por un maestro, un médico y
.es- UIl experto en "estudios psicotécnicos" (Gallegos, 1990). El objetivo de
la esta corte fue el de "corregir" las perturbaciones mentales o físicas de los
las menores y eliminar los primeros "gérmenes de perversión moral" (Valde-
rrama y Jurado, 1985). Las reglas indicaban la obligación del gobierno
on- mexicano de proveer el trabajo de un departamento técnico en las cortes,
de el cual tenía la tarea de estudiar mental, social y médicamente a los ofen-
de- sores juveniles. Estas mismas reglas establecían que los delincuentes juve-
en- niles deberían ser evaluados y clasificados con el fin de determinar el me-
dio jor tratamiento para ellos. El examen consistía en una prueba general de
na inteligencia, una investigación de habilidades manuales y un estudio del
de temperamento. También se llevaban a cabo estudios de peligrosidad de
lna los menores. Todos estos estudios tenían como finalidad la de establecer
de cuál sería el mejor tratamiento a seguir con estos delincuentes (González
ier- Enríquez y Dávila García, 1935).
lna En 1929 el "Código de competencia, organización y proceso" cambió
.an. la estructura de la corte juvenil, la cual en 10 subsiguiente estaría constitui-
.en- da por un psiquiatra, un maestro y un abogado (que fungía como director
'ga- de la corte). En 1930, el "Proyecto de reglamento para delincuentes juve-
es." niles en el Distrito Federal" conservó la estructura de la corte y agregó un
era- psicólogo a la subdirección de psicología. Sin embargo, esta estructura ha
sido modificada posteriormente, y la interacción entre abogados y profe-
)10- sionales de la salud mental ha sido más bien desorganizada (Valderrama y
, de Jurado, 1985).
nn- En Sudamérica, durante los años cuarenta, se creó el Instituto de Psi-
so- cología de la Universidad de Chile, cuyos objetivos eran el desarrollo de
me- investigación en los campos de psicología experimental y diferencial, y
fael psicología aplicada a la ley, educación y trabajo. En 1948 esta universidad
me- estableció un departamento de psicología que incluyó la especialización
, re- en criminología (Ardila, 1978). Aunque hay pocas referencias de produc-
:rdo tos académicos de estas instituciones, (reportes de investigación, artículos,
'ela- entre otros) su impacto en la formación de profesionistas chilenos ha sido
: m- notorio. En Venezuela, por otro lado, en unos de los pocos reportes que
dad se pudieron rescatar se detalla el trabajo de Casalta (1972, 1974), quien
:::ión condujo la investigación en el tratamiento de delincuentes.
~ en Como en el caso de México, Argentina es uno de los países en donde
.dad el desarrollo de la psicología aplicada estuvo altamente relacionado con el
estudio y la aplicación de la ley. Después de que Rivarola y Weigel inaugu-
-cho raron su cátedra de psicología en Argentina, Horacio Piñeiro y J osé Inge-
.mes nieros, estructuraron la psicología como una ciencia en ese país. Ingenie-
una- ros dirigió los archivos criminológicos de medicina legal y psiquiatría de
26 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

1903 a 1915 (KIappenbach, 1994) y Roberto Piñeiro fundó la Sociedad de


'Antropología Criminal en 1889. Esta sociedad fue establecida para estu-
diar científicamente la delincuencia. Piñeiro se interesó en estudiar tanto
la personalidad del delincuente como en establecer el grado de responsa-
bilidad de los criminales (Olmo, 1992) mientras que Ingenieros escribió el
primer estudio a nivel mundial sobre personalidad del delincuente (Olmo,
op. cit.). En 1905, este autor asistió a la V Conferencia Internacional de
Psicología en Roma, en la cual presentó un artículo titulado "Clasificación
del delincuente", cuya principal tesis era la de que la antropometría del
criminal era igual a la de todos los "desviados", y que la diferencia se en-
contraría en su psicopatología (Olmo, 1992). Ingenieros argumentaba que
la morfología empírica sería algún día sustituida por la psicología científi-
ca (La Plaza" 1955). En el campo profesional, la psicología interactuaba
con la ley en ese país en el área de la criminología. Los psicólogos evalua-
ban delincuentes en casos de absolución cuando un criminal completaba
dos tercios de su' sentencia (Olmo, 1992).
Aunque la evolución histórica de la psicología en países latinoamerica-
nos nos muestra que el desarrollo de la psicología aplicada, y en algunos
casos de la psicología científica, fue el resultado del interés de algunos in-
vestigadores en el estudio de la conducta criminal, no existió un interés
notorio posterior por promover la interacción psicología-derecho en el
ámbito de la investigación. En España, con una estructura cultural similar,
aunque con un sistema jurídico diferente, se han desarrollado varios estu-
dios en psicología jurídica en las últimas décadas, entre ellos se han abor-
dado investigaciones en las áreas de testimonio, delincuencia y rehabilita-
ción de delincuentes (Garrido, 1994). Otros, como Prieto Diges y Bernal
(1990), han estado explorando la relación entre la confianza en la exacti-
tud con la que se presenta el testimonio y su influencia en miembros de
un jurado. Sibral (1990) estudió la influencia de los perfiles sociológicos
de miembros de jurados, los veredictos que éstos producen y la indulgen-
cia dejurados opuestos a los jueces. Garrido y Elena (1990) han estudiado
los contenidos de sentencias y los reportes positivos de la Guardia Civil
(un cuerpo de guardias que se especializa en aspectos de seguridad en el
tráfico a 10 largo ele todo el país). Fernáridez Villanueva, Fernández Can-
tero y Orts Poveda (1988) han estudiado las sentencias dadas a crímenes
de parricidio, que han sido apeladas y sentenciadas por la Suprema Corte
en el periodo 1972-1983. Hay además varios estudios en el área de la cri-
minología (Garrido, 1994).
Por otro lado, en los Estados Unidos el desarrollo alcanzado por la
psicología jurídica ha sido enorme en las últimas dos décadas. Existe in-
vestigación psicolegal que aborda el proceso de toma de decisiones de los
jurados, testimonio en juicios, violencia familiar, defensa por insanidad
mental, testimonio de niños, evaluación para la asignación de custodia le-
·LO
p SIC>'C)lOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatolog-ías del del'lncuente
J 27

de gal, análisis psico~ógico ~e conceptos legales, derecho ünpositivo, dere-


tu- choS de personas incapacitadas, derechos al tratamiento de personas. con
Ito trastornos conductuales, derecho penal, aCQ,SOsexual estudios de nll..lJeres
sa- golpe~das, .aná~i~isac~rca de los o~'íw~nesy causas del crímen, influen?a
Iel de la InveStIgacIOn social en las decisiones de la Corte" evaluación de delin-
no, cuen~es con tras~ornos mentales y jurisprudencia terapéutica, entre o~r~s
de (Farngon, Hawk.ins y Lloyd-Bostock, 1979). La intervención de los pSI~O-
.óri
logos en las cortes se ha incrementado en todas las áreas. Estos profesIO-
del nales evalúan delincuentes con trastornos rnen tales, delincuentes juveniles,
en- dan testimonio psicológico de expertos y presentan investigación psicoló-
lue gica en las cortes.
.ífi- . Aunque. es sabido que. en Latinoamérica algunos psicólogos trabajan
iba en cortes o Juzgados y que mteractuan con abogados, su relación con éstos
ua- se limita a los servicios de salud mental en prisiones y al estudio de delin-
iba cuentes. Por otro lado, en muchos países latinoamericanos la investigación
psicolegal se ha limitado al estudio de la' conducta delictiva y a la peligro-
tea- sidad de los criminales.
[lOS
ln- B) DEFINICIONES Y APORTACIONES TEÓRICAS
:rés DE DIVERSOS AUTORES DE LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
l el

lar, PSICOLOGÍA CLÍNICA


stu-
ior- Aspectos generales
ita- La psicología clínica es el campo que dirige el estudio, diagnóstico o
'nal tratamiento de problemas o trastornos psicológicos o conducta anormal. Se
.cti- dedica al bienestar humano y se enfatiza en la búsqueda del conocimiento .
de Feldman, R. (1998) dice que "es la rama de la psicología que versa so-
LCOS
bre el estudio, diagnóstico y tratamiento del comportamiento anormal".
.en- HISTORIA
ado Establecer un determinado periodo o designar a una persona en par-
.ivil ticular como iniciador de la psicología clínica no sería arbitrario, sino
1. el francamente engañoso. De hecho se puede ir hasta los filósofos griegos,
.an- como Tales, Hipócrates o Aristóteles, quienes mucho antes del nacimiento
.nes de Cristo especulaban acerca de los seres humanos y la naturaleza del
)rte pensamiento, la sensación y la patología.
CrI- En los años anteriores a 1890 existe realmente muy poco en la historia
de la psicología clínica como para separarla de la psicología de lo anor-
r la mal, o como lo denominaron Ziboorg y Henry (1941), psicología médica.
In- Reisman, D. (1976) dice que "encuentra más útil buscar las raíces de
o los la psicología clínica moderna en los movimientos reformistas del siglo
dad XIX, cuyos propósitos incluyeron el mejoramiento en los cuidados de los
l le- enfermos mentales".
28 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Estas mejorías y los impulsos humanitarios de aquellos que los alenta-


ron, fomentaron los débiles comienzos de las profesiones de la salud 'men-
tal, como se le conoce hoy (Hothersall 1984). Una de las principales figuras
del movimiento fue Philippe Pinel, un médico francés horrorizado por la
brutalidad que era acostumbrada en los hospitales mentales del siglo XIX,
logró que se le nombrara director del manicomio de Bicétre y después, de
La. Salpétriere.
Dentro de un campo cerrado es poco claro si se debe considerar los
logros de Pinel como algo personal o como desarrollos lógicos derivados
la filosofía de Rousseau y del enfoque de la salud mental, y en última ins-
tancia de la psicología clínica. Casi al mismo tiempo, un inglés, William
Tuke, se dedicó al establecimiento que se podría Ilamar un hospital mo-
derno para el tratamiento humanitario de enfermos y perturbados.
En Estados Unidos, Eli Todd trabajó con éxito durante mucho tiempo
para establecer un retiro a Hatford para enfermos mentales. Como sus co-
legas europeos, Todd enfatizó el papel de cuidado civilizado del respeto y
de la moralidad. A través de sus esfuerzos, se volvió menos convencional
considerar a los pacientes con enfermedad mental como incurables.
La búsqueda de los antecedentes psicológicos y un énfasis en el trata-
.! ;11
¡tI; .', miento habían empezado a reemplazar la rudeza rutinaria de la custodia.
'r; '1
.t I
Otro estadounidense que tuvo un profundo efecto en el movimiento
de la salud mental fue Dorothea Dix, quien con determinación y obstina-
ción presionó, estimuló y lisonjeó hasta conseguir respuestas de los repre-
sentantes del gobierno utilizando la fuerza de la lógica. De los hechos del
sentimiento público y de tal conocido cabildeo, impuso su voluntad, y en
1948 Nueva Jersey respondió con la construcción de un hospital para los
enfermos mentales, el primero entre más de treinta estados en hacerlo. A
través de los esfuerzos de este tipo de personas se establecieron las bases
de la psicología clínica, pero sería erróneo evaluar sólo estas contribucio-
nes independientes de las fuerzas sociales de este tiempo.
En el siglo XIX los filósofos y escr itores proclamaban la dignidad e
igualdad de todos los seres humanos. Los gobiernos estaban empezando a
responder a la psicología, que apenas surgía. Entonces empezó a prevale-
cer una atmósfera en la que se ponderaba el conocimiento a través de la
experimentación.
El sentimiento que las personas podíaI1. predecir, comprender y quizás
aun controlar la condición humana comenzó a reemplazar a la vieja sabi-
duría. El fenómeno ciencia-literatura-poütica-gobierno-reforma se combinó
para producir los primeros signos claros e inconfundibles de nuevas pro-
fesiones en lo que llegarían anocheceres de salud mental.
Función del psicólogo clínico
La función del psicólogo clínico consiste en la prevención, diagnóstico
~O PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 29

.a- y tratamiento de todo tipo de trastornos conductuales que pueda presen-


n- tar una persona.
as El campo de acción es muy grande y abarca desde pequeños desajus-
la teS en la relación del individuo con su medio (neurosis, fobias, timidez,
x, ete.), hasta patologías, como la esquizofrenia, que desestructuran casi por
de completo la personalidad del sujeto y cuyo tratamiento presenta muchas
dificultades.
.os La psicología clínica es ciencia y práctica que consiste en aplicar los
.os hallazgos de la psicología académica a los pr oblernas clínicos y de salud .
1S- La psicología clínica está relacionada con la aplicación de técnicas psicoló-
un gicas a un amplio espectro de problemas, tanto en adultos como en niños,
LO- ya sea de forma individual o en grupo.
Hans J urgen Eysenck realizó estudios fundamentales sobre la perso-
po nalidad y defendió la terapia conductista, es decir, el tratamiento que inci-
::0- de en la modificación de conducta de una persona.
Jy Durante la Segunda Guerra Mundial surgió un gran interés por las
.ial "mediciones mentales" como forma de seleccionar a los reclutas para el
ejército, constituyendo el punto de partida para desarrollar las matrices
.ta- .. progresivas y los tests destinados a medir la capacidad intelectual. Al mis-
a. ~ mo tiempo, el psicólogo Hans Jurgen Eysenck, investigador del Hospital
.ito de Urgencias de MilI Hill de Londres, puso en funcionamiento los prime-
na- ros proyectos para desarrollar un curso de formación de psicólogos díni-
re- cosoDurante las décadas de 1940 y 1950, los psicólogos clínicos trabajaron
del en los grandes hospitales desarrollando tests psicométricos y dedicándose
en a la investigación. Hans Eysenck y otros psicólogos británicos, en desa-
los cuerdo con el rumbo que había tomado la psicología clínica en Estados
,.A Unidos, concedieron una mayor importancia al diagnóstico y a la investi-
.ses gación, y no a la terapia y el tratamiento, aspectos que los psicólogos esta-
::10- dounidenses desarrollaron con más profundidad. Ese apego a la tradición
empírica sentó las bases de una fidelidad a la tradición científica de la ob-
i e servación y el análisis estadístico, que persiste en la actualidad.
oa
EL CONDUCTISMO
3.1e-
Hans Eysenck, al promover la idea de que los psicólogos clínicos de-
~,la
bían ser asesores e investigadores, contribuyó al desarrollo de un proceso
que habría de cambiar la profesión con sus críticas a la psicoterapia tradi-
izás
cional y su defensa de la ciencia y el tratamiento "nuevo" de la terapia
abi-
conductista, terapia cuyo objetivo es la modificación de conducta de una
iinó
persona y no el análisis de las causas que la provocan, objeto del psicoa-
)ro- nálisis.
La psicología clínica es una disciplina que se fundamenta en la investi-
gación. Los programas de evaluación y tratamiento que utiliza están basa-
tico dos en teorías psicológicas y han sido probados en condiciones controladas
30 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

y con criterios objetivos. Por ejemplo, el"tratamiento conductista-cognitivo


de la depresión se ha analizado en gran número de individuos que sufrían
síntomas específicos reconocidos como parte de esta enfermedad. Este tra-
tamiento se compara con otros (tratamientos con drogas y terapias) y sus
resultados son a la vez comparados y evaluados por investigadores que
desconocen qué tipo de tratamiento ha seguido cada paciente ("tests cie-
gos"). Para comprobar la mejoría de los pacientes se incluyen también
métodos objetivos, como los cuestionarios.
Este tipo de "test ciego' no es la única forma de establecer los efectos
de un tratamiento determinado, y hay casos en los que no es recomenda-
ble por razones éticas o prácticas. En estos casos se recurre a otros méto-
dos tales como los estudios ."ndividualizados, en los que se aplica un trata-
miento de forma intermitente y no continuada. Si un observador "ciego"
comprueba que existe una mejoría durante la aplicación del tratamiento Ji
un deterioro al suspenderlo, es razonable:'!concluir que el. tratamiento re-
sulta efectivo.
U na de las áreas más prometedoras dentro de la investigación está re-
lacionada con la aplicación de las técnicas conductistas-cognitivas en los
desórdenes psicóticos. Estos desórdenes, en especial la esquizofrenia, se
han venido tratando principalmente, y hasta hace muy poco tiempo, con
tranquilizantes. Estos fármacos, que han servido de gran ayuda a un alto
porcentaje de pacientes, presentan desventajas, ya que no son eficaces en
tratamientos posteriores a dos semanas y crean dependencia física. Algu-
nas investigaciones recientes han demostrado que es posible ayudar a los
pacientes a librarse de ciertos síntomas muy molestos, como las alucina-
ciones, y han modificado sus actitudes ante estos síntomas. Por ejemplo,
en lugar de considerar la alucinación como una voz que proviene del exte-
rior, se les .recomienda que intenten "clasificarla" como una parte inacepta-
ble de sí mismos. Este tratamiento, combinado con algunos fármacos, está
dernostrarrdo se]"de gran ayuda para muchas personas con enfermedades
mentales. I

C) DEFINICIONES y APORTACIONES TEÓRICAS


DE DIVERSOS AUTORES DE LA PSIQUIATRÍA

Psiquiatría.-Ciencia médica que estudia el origen, diagnóstico, pre-


vención y tratamiento de los traumas mentales.s

1 Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corpora-


tion.
2 H. FRAZIER, Shervert, CAMPBELL,
Robert J., Diccionario de psiquiatría, México, Trillas,
1999, p. 107.
LO '()LOGÍA CRIMINAL Análisis de las psicopatologías del delincuente 31
pSIC

vo psiquiatría.-Campo de la medicina que se ocupa de la comprensión,


an la evaluación, el tratamiento y la prevención de los desórdenes meritales."
ra-
HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA
sus El término psiquiatría ha sufrido avatares terminológicos, políticos y
lue ientífic0S a lo largo del tiempo. Nació como alienismo en medio de la
le- ~evoll.1ción Francesa, s transformó en medicina mental con el crecimien-
.én to del campo anatomoclínico y luego pasó francamente a ser psiquiatría
con l{raepelin y Magnan.
tos Vemos que la psiquiatría (de psyclie = alma, iatréia = curación, iatros =
ja- médico) es una práctica teórica altamente tecnificada. Actualmente se le
to- considera la rama antropológica o humanista de la medicina. Según el
ita- diccionario de Littré, la psiquiatría es la parte de la medicina que trata de
,
ro" las enfermedades mentales, mientras que la neurología trata a las del sis-
oy tema nervioso. Según Jorge Saurí, la denominación nace en el centro de
re- Europa a mediados del siglo XIX. psicosis, psicopatía, psicopatología, psi-
quiatría crecen desde un centro de creencias comunes basado en la idea
re- del progreso ilimitado y en el avance extraordinario de la ciencia experi-
los mental.' Para algunos, el término es utilizado por primera vez por Johann
se Cristian Reil en 1803. Aquí, y ya en su origen, la psiquiatría toma como
::on emblemática a la psicoterapia (terapias psíquicas, tratamiento moral, et-
ilto cétera).
en La psiquiatría se ha definido como rama de la medicina que se ocupa
gu- del estudio, prevención, tratamiento y rehabilitación de los trastornos psí-
las quicos, entendiendo como tales tanto las enfermedades propiamente psi-
na- quiátricas como patologías psíquicas, entre las que se incluyen los trastor-
nos de la personalidad.
?lo,
K-te- Para la mayoría de los autores, la psiquiatría es una rama de las cien-
cias médicas, cuyo carácter científico se alcanza a través de la psicopatolo-
::>ta-
está gía. Según Jaspers, por ejemplo, es una "práctica teórica" altamente sofisti-
cada que en su esencia técnica es heteróclita, es decir, se vale de distintos
.des
procederes. Desde el punto de vista teórico y más aún epistemológico, la
psiquiatría es heterológica (Castilla del Pino). Se debe a que siendo una
rama de la patología médica, su corpus doctrinario es la psicopatología (y
su aplicación práctica, la semiología propedéutica) siendo su objeto el ser
humano en cuanto a la historia de su devenir, siempre sujeto social, ser so-
cial por antonomasia.
pre-
Dentro de lo dicho anteriormente se desprende que la psiquiatría en-
tonces se maneja dentro de un amplio campo, en estrecha relación con:
1) la patología médica general; 2) la neurología, con la que comparte una
oora- "

'iHas, 3 COLE¡vtAN, James C., BUTCHER, James N., Psicología de la anormalidad y vida moderna
México, Trillas, 2a. ed., 1990, p. 732.
32 ALEYDA ÁNGELES ASTUDlLLO

base neurofisiológica cada vez más amplia; 3) la psicología, principalmen-


te en el área de psicología médica y psicopatología clínica, y 4) la sociología,
en la búsqueda de elementos psicopatógenos ambientales y sociales. To-
das ellas se diferencian claramente de la psiquiatría, pero todas a su vez
mantienen importantes conexiones con el cuerpo doctrinarlo de la misma.
PSIQUIATRÍA
EN LA EDADANTIGUA
Las antiguas civilizaciones tenían una concepción mágico-animista o
demonológica de gran parte de las enfermedades, en especial de los tras-
tornos psíquicos. Es así como en Mesopotamia los primeros médicos babi-
lonios fueron los sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las enfermeda-
des internas y, especialmente, de las afecciones mentales, que eran
consideradas como posesiones demoníacas y tratadas con métodos mági-
co-religiosos. Más adelante aparecieron los tnéclicos "no sacerdotes" que
se ocupaban de las manifestaciones patológicas externas, como curar heri-
das, utilizando formas más naturales de tratamiento.
Los egipcios, mucho antes que los griegos, establecieron en sus tem-
plos un tipo de medio ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a
entretenerse con actividades recreativas, como excursiones, conciertos,
, Il~ danzas, pintura y dibujo. Los dos papiros egipcios más importantes refe-
, '.' rentes a medicina datan de 1550 a.C. y son el papiro de Ebers y el de
1.,
Edward Smith; en este último se reconoce, por primera vez en la historia,
al cerebro como "localización de las funciones mentales". Los egipcios
describieron el trastorno emocional denoJIlinado luego como "histeria"
por los griegos, atribuyéndolo a una mal posición del útero, por lo cual
fumigaban la vagina corno tratamiento, con la intención de devolverlo a
su posición original.
PSIQUIATRÍA
GRECORROMANA
Los griegos fueron los primeros en estudiar las enfermedades mentales
desde el punto de vista científico, separando el estudio de la mente de la
religión, es decir, atribuyeron las enfe medades psíquicas a un origen
na tnr al, lo cual subsistió hasta fines del siglo XVIII. La medicina griega
buscó leyes universale-s que pudieran constituir la base de una ciencia real
de la enfermedad, investigando a fondo las leyes que gobiernan las enfer-
medades y buscando la conexión entre cada parte y el todo, la causa y el
efecto. Además de los tratamientos somáticos de la escuela hipocrática, los
griegos emplearon tres tratamientos psicológicos: inducción del sueño,
interpretación de los sueños (a cargo de sacerdotes) y el diálogo con el
paciente.
HIPÓCRATES(460-370 a.C.). Sostuvo que las enfermedades se produ-
cían por un desajuste de los cuatro humores esenciales: flema, bilis ama-
rilla, bilis negra y sangre. Así, el exceso de flema causaba demencia; el
LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 33
pSICO
~

[1-
de 1 ilis amarilla, ira maní ca, y el de- bilis negra, melancolía. Pequeños
a, "cesos de estos tres humores y de sangre daban lugar a personalidades
0- ~.eJIláticas, coléricas y sanguíneas. Hipó~r~ates ubicó en el cerebr~ ~a capa-
ez cidad para pensal~, sentir o soñar. Tamblen fue pionero en descr ibn- y cla-
a. ificar racionalmente enfermedades como epilepsia, manía, paranoia, deli-
;iO tóxico, psicosis puérpera], fobias e histeria.
Más tarde AIuSTÓT ~LES (384-322 a.C.) continuó con las concepciones
o hipocráticas acerca de las perturbaciones de la bilis, mientras que su
lS-
maestro PLATÓN (427-347 a.C,) consideró que los tr astorrios mentales
H-
eran en parte orgánicos, en parte éticos y en parte divinos, y clasificó la
a-
locura en cuatro tipos: profética, ritual, poética y erótica.
in
Los romanos siguieron directrices similares a las griegas y postularon
~l- que las pasiones y deseos insatisfechos actuaban sobre el alma producien-
lle do enfermedades mentales. Entre sus máximos exponentes en esta área se
[1-
encuentra CELSO(25 a.C.-50 d.C.), conocido como el "Hipócrates latino",
quien dividió las enfermedades en locales y generales; dentro de estas úl-
ll-
timas incluyó las enfermedades mentales, que a su vez dividió en febriles
ia (delirios) y no febriles (locura). ARETEO(50-130 d.C.), que hizo descripcio-
os, nes clínicas de diversas enfermedades y se preocupó por el bienestar de
fe- los pacientes, encontró que la manía y la melancolía podían presentarse
de . como parte de una misma enfermedad. Fue el primero en hablar de per-
la, sonalidades prepsicopáticas; así, concluyó que las personas propensas a la
.os manía eran irritables y violentas, en tanto que las propensas a la melanco-
a" lía eran de carácter depresivo. Adelantándose a Kraepelin, sostuvo que el
lal pronóstico es determinante en la naturaleza de la enfermedad.
la El médico romano GALENO(130-200) hizo una síntesis de los conoci-
mientos existentes hasta ese entonces, convirtiéndose en un sumario, o
más bien un epílogo del periodo grecorromano, pues a su muerte comen-
zó la era del oscurantismo.
les
la PSIQUIATRÍA
MEDIEVAL
Y RENACENTISTA

en Edad Media
'ga Con la caída del Imperio Romano, las prometedoras ideas de las cul-
eal turas griega y latina sufren una evolución. La Iglesia excluyó a la psiquia-
er- tría de la medicina, pero no pudo abolirla, pues reapareció bajo el nombre
el de demonología. Así pues, las enfermedades mentales fueron consideradas
los como posesiones demoníacas, y la demonología debía estudiar los signos o
estigmas de posesión diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba en-
el tre el rechazo y la tolerancia, renació el primitivismo y la brujería, con lo
que reapareció el modelo extranatura1 de la enfermedad mental. En este
lu- tiempo se destacaron algunos médicos árabes como Razés (865-925), co-
J.a- nocido como el "Galeno persa", quien se opuso a las explicaciones demo-
el nológicas de las enfermedades.
34 Al.EYDA ÁNGELES ASTUDILLO

El Renacimiento
El Renacimiento, que se originó tras la toma de Constantinopla por
los turcos, ofreció la promesa de un nuevo espíritu de humanismo y cono-
cimiento, pero terminó por convertirse en uno de los capítulos más nefas-
tos en la historia de la psiquiatría. En 1486, los teólogos alemanes HEIN-
RICHKRAMER y J OHANNSPRENGER, con el apoyo del Papa, publicaron el
Malleus maleficarum (El martillo de las brujas), que aludía a una conspiración
contra el cristianismo, dando lugar a una cacería de brujas que condujo a
la muerte a miles de personas, la gran mayoría mujeres, y atribuía a la
vez la causa de todas las enfermedades mentales al demonio. El "trata-
miento" prescrito para la enfermedad mental fue entonces la tortura, aun
si se llegaba a la muerte, y la cremación como un acto de piedad, para "li-
berar el alma" del "desdichado".
En este periodo acontecen también algunos hechos muy positivos, es
así como ocurre la Primera Revolución Psiquiátrica, consistente en la fun-
dación del primer hospital psiquiátrico del mundo, en Valencia en 1409,
por el sacerdote Fray Juan Gilbert Jofré. Entre 1412 y 1489 se fundaron
en España cinco centros similares, y en 1567 se formó el primer centro
mental en el Nuevo Mundo (México).
PARACELSO (1493-1541) se opuso duramente a las creencias médicas de
su época. Rechazó la demonología, así también lo hizo Vives (1492-1540),
considerado como el padre de la psiquiatría moderna y primer psiquiatra.
PSIQUIATRÍA BARROCA
Ocurren en este periodo grandes avances en múltiples áreas de la me-
dicina (histología, fisiología, anatomía, etc.), pero la psiquiatría no presen-
tó grandes cambios. Los pacientes psicóticos permanecían recluidos en
asilos, pues se les consideraba una especie de "alienados". Surgen aquí
dos médicos ingleses, Sydenham (1624-1689) y Willis (1621-1675), quie-
nes plantean que la histeria no sería una enfermedad del útero, sino del
cerebro, y que existe también la histeria masculina.
Como puente a la Ilustración puede considerarse la concepción ani-
mista o vitalista del profesor alemán Stahl (1660-1734).
PSIQUIATRÍA ILUSTRADA
Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la hoguera, su
suerte era aún lamentable durante la Ilustración. Si no eran internados en
los hospitales, vagaban solitarios, siendo objeto de desprecios, burlas y mal-
tratos. En 1656, un edicto en Francia estableció asilos para insanos, cuyos
directores estaban autorizados para detener personas indefinidamente, y
en los cuales se llegó a encerrar enfermos mentales junto con indigentes,
huérfanos, prostitutas, homosexuales, ancianos y enfermos crónicos, a lo
que se sumaba que debían soportar los inhumanos tratamientos: eméticos,
purgantes, sangrías y torturas.
.LO OGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 35
pSIC()L '

Alrededor de 1800 cornienza en Francia la psiquiatría científica, con la


ior bra del médico y reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien
10- O lántea qu no d ben onsrruirse nuevas hipótesis sino limitarse a la ob-
as- ~eI a 'iÓD y des ri ción de hechos. La contribución fundamental de Pinel
IN- fue arobiar la a titud' e la se ciedad hacia los enfermos mentales para
el que fuer~ :onsiderados como ~e:esh~mal:os merece.dores de un trata-
ón miento medico. A cargo de la Bicétre, liberó a los pacrent.es de sus cade-
)a nas en 179:3; dos años después hizo lo mismo en La Salpétr iere. Pinel Ila-
la
rnó a su labor "tratamiento moral", y muchos de sus principios conservan
.ta-
su valor hasta hoy. En su obra Tratado de la insania (1801), clasificó las en-
un
fermedades mentales en cuatro tipos: manía, melancolía, idiocia y demen-
"li-
cia, explicando su origen por la herencia y las influencias ambientales.
es Con la obra de Pinel y sus seguidores, como Esquirol, la psiquiatría se li-
1n- bera de las interpretaciones demonológicas y se sustituye la especulación
09, por la observación empírica, originándose así la Segunda Revolución Psi-
'on quiátrica.
tro PSIQUIATRÍAROMÁNTICA
ESQUIROL(1782-1840), discípulo de Piriel, fue el psiquiatra más influ-
de yente de esta época. Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo'
~O), como el arma más poderosa contra la enfermedad mental; fue autor de
ra. una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo en cada de-
partamento de Francia. En su libro Enfermedades mentales: un tratado de in-
ne- sania (1838), acuñó el término "alucinación", que diferenció de la ilusión.
en- Además, clasificó las insanias en "monomanía" (insanias parciales, como la
en paranoia) y "manías en general" (similar al delirium); a la monomanía aso-
quí ciada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el primer curso de
ue- psiquiatría. Entre sus principales seguidores tenernos aJean Pierre Falret
del (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-1890), que describieron la "insania
circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-1884), que fue el pri-
mi- mero en describir un cuadro psicótico inducido por una droga (el hachis).
El cirujano inglés JAMESBRAID(1795-1860) descubrió que los estados
de trance, como los inducidos por Mesmer, no son por magia ni magne-
, su tismo, sino por exceso de fatiga muscular debida a prolongados periodos
en de concentración; acuñó el término "hipnosis". Este procedimiento lo uti-
aal- lizó en cirugía para disminuir el dolor.
yos El neurólogo francés JEAN MARTINCHARCOT(1825-1893) diferenció
::, y entre las pacientes con lesiones orgánicas y aquéllas cuyos síntomas eran
tes, de origen psicológico o "histérico". Fue también e! pr-imero en estudiar la
1. lo función del trauma psicológico en el origen de la histeria, suponiendo que
cos, los recuerdos traumáticos se almacenan en el inconsciente, separados de
la conciencia, y dan lugar a los síntomas físicos.
36 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

Otros autores importantes de esta época fueron: J ohann Reil


(1759-1813), alemán, creador de la psicoterapia racional y fundador de la
primera revista psiquiátrica, fue también el primero en utilizar la palabra
"psiquiatría"; Benjamin Rush (1745-1813),reconocido como el "padre de
la psiquiatría norteamericana"; Joseph Adams (1756-1818), inglés. sostuvo
que se hereda la susceptibilidad a la enfermedad y no la enfermedad en
sí, con lo cual permitió pensar en prevención y curación; J ohann Chris-
tian I-Ieinroth (1773-1843), alemán, el primero en utilizar el término "psi-
cosornático"; James CowlesPritchard (1786-1848), inglés, dijo que la acti-
tud antisocial es una forma de enfermedad mental, describiendo lo que
luego se denominó psicopatía; Wilhem Griesinger (1817-1868), alemán,
proclamó que las enfermedades mentales son patologías cerebrales; Carl
Wernicke (1848-1905), alemán, seguidor de Griesinger, .interitó localizar
fenómenos psiquiátricos en estructuras cerebrales; Walter Cooper Dendy
(1794-1871), inglés, introdujo el término "psicoterapia", al que definió
como prevención y remedio mediante influencia psíquica; J ohn Gonolly
(1794-1866), inglés, en su obra Tratamiento de la insania sin. restricciones me-
cánicas (1856) insistió en la eliminación de los tratamientos coercitivos;
Daniel Rack Tuke (1827-1895), bisnieto de William Tuke, autor, junto
, con J ohn Charles Bucknill (1817-1895), del primer texto completo de psi-
quiatría.
PSIQUIATRÍA POSITIVISTA
En esta época es donde comienza la decadencia de la psiquiatría fran-
cesa con la "teorfa de la degeneración" de MOREL (1809-1873), quien en
su Tratado de enfermedades mentales (1860) postuló que algunas enfermeda-
des.mentales,podían heredarse de padres con afeccionessimilares y que,la
predisposición podía sufrir una activación lenta hasta convertirse en una
enfermedad debido a transmisión vertical repetida o bien a una activación
repentina por eventos externos como traumas sociales, alcoholismo o in-
fecciones.Introdujo la denominación de "demencia precoz" para referirse
a la actual esquizofrenia.
Otros exponentes de esta teoría fueron: Valentin Magnan (1835-1916),
francés, uno de sus iniciadores; Richard Von Krafft-Ebing (1840-1902),
alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886) describió varios casos de per.:.
versiones sexuales y los atribuyó a degeneración, siendo considerado
como el fundador de la sexología; Cesare Lombroso (1836-1909), italiano,
autor de El hombre delincuente (1876) y La mujer delincuente (1893), donde
sostuvo que la criminalidad representa un fenómeno biológico producto
de la degeneración, identificable a partir de la fisonomía, induciendo la
creación de una escuela de antropología criminal, de donde se desarrolló
la criminología.
A mediados del siglo XIX ocurre la Tercera Revolución Psiquiátrica,
.0 PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 37

:il con las concepciones de Kraepelin (1856-1926): Hay que acercarse al le-
la cho del enfermo JI observarlo, y de Freud (1856-1939): Hay que escuchar
ra al enfern10 y comprenderlo. Así Kraepelin valoró especialmente la investi-
le gación clínjc~ por sobre la es~eculación teórica y la anatomía patológica,
10 dando espeCIa valor al estudio del curso completo de la enfermedad. y
~n Freud, por su parte, descubre que el ser humano tiene algo más que la
lS- luente consciente, creando en 1896 el "psicoanálisis" para referirse a su
;;¡- técnica de asociaciones libres e interpretación de sueños con el propósito
ti- de traer a la conciencia los recuerdos traumáticos del pasado almacenados
_le en el inconsciente. Fue el creador también de la teoría de la personalidad
n, y describió los mecanismos mentales de defensa del yo.
tri
PSIQUIATRÍA ACTUAL
ar
La psiquiatría alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo xx, con
dy
las clasificaciones internacionales, las diferentes psicoterapias y con la apa-

rición de la psicofarmacología.
lly
El suizo EUGEN BLEULER,en su libro Demencia precoz o el grupo de las
l,e-
esquizofrenias (1911), afirmó que, como -no todos los casos de demencia
)s;
precoz evolucionan hacia la demencia, era más apropiado usar el término
.to
"esquizofrenia". Mencionó cuatro síntomas fundamentales en esta enferme-
SI-
dad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la asociación y afectividad.
El alemán KARLJASPERS(1883-1969) realizó un estudio fenomenoló-
gico exhaustivo de la mente humana. Influyó notablemente .en la psicopa-
m- tología y en la psicoterapia en general.
en El alemán ERNST KRETSCHMER(1888-1964) describió dos tipos corpo-
la- rales: leptosómico y pícnico, los cuales vinculó con la esquizofrenia y la
la psicosis maniaco-depresiva, respectivamente.
na La figura dominante de la psiquiatría norteamericana, ADOLF MEYER
ón (1866-1950), desarrolló un concepto psicobiológico de la psiquiatría que
m- integraba aspectos biológicos y psicológicos en la génesis y tratamiento de
~se los trastornos mentales. Es autor de Psicobiología: una ciencia del hombre
(1957).
6), El alemán KURT SCHNEIDER(1887-1967), autor de Psicopatologia clínica
2), (1959), implementó los enfoques descriptivo y fenomenológico de Kraepe-
er- lin y Jaspers, respectivamente. Dividió los síntomas de la esquizofrenia en
do primarios (conocidos ahora como schneiderianos) y secundarios.
10, ALFREDADLER(1870-1937) fue el primer psicoanalista en diferenciar-
.de se de las ideas de Freud, fundando la escuela de psicología individual.
eto Acuñó las expresiones "estilo de vida" y "complejo de inferioridad".
la Posteriormente el psicoanálisis comienza a desgranarse en múltiples
.lló escuelas, siendo los primeros en desligarse de Freud: Ana Freud, Carl
Jung y Melanie Klein.
ca, En plena expansión del psicoanálisis el ruso PAVLOV(1849-1936) en
38 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

sus experimentos sobre conducta aprendida y no aprendida da origen al


conductismo o psicología del comportamiento, tras él destacan en esta
área WATSON(1878-1958) y SKINNER(1904-1990).
Se desarrollan también otro tipo de psicoterapias, como es la psicote-
rapia centrada en el cliente de Carl Rogers (1902-1987), donde responsa-
biliza al paciente por sus sentimientos y evolución de su terapia; la terapia
gestáltica de Fritz Perl (1893-1970) busca el alivio terapéutico de una ex-
periencia dolorosa para el tratamiento de la neurosis; el análisis transac-
cional de Eric Berne (1910-1970), que postula que los padres crean un li-
breto de vida en la primera infancia que conforma e inhibe la vida del
sujeto, por lo que la terapia busca descifrar ese guión.
En la década de los sesenta, surge en Inglaterra la llamada antipsíquia-
tría como movimiento social, teniendo como iniciadores a Ronald D.
Laing (1927-1989), con su obra El yo dividido (1960), y David G. Cooper
(1'931), autor de Psiquiatría y antipsiquiatría (1967) Y La muerte de la familia
(1971). Este movimiento cuestionó a la familia y al Estado, convirtiendo a
la enfermedad mental en un mito, un rótulo arbitrario utilizado para des-
calificar a ciertas personas, siendo los psiquiatras instrumentos del poder
opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras fundaron la institución King-
1I • sley Hall (1965-1970), en donde los supuestos enfermos podían realizar li-
bremente sus "viajes" regresivos. En Italia, FRANCOBASAGLIA (1924) influ-
yó en la promulgación de la ley 180, que cerró los hospitales psiquiátricos.
Como todo movimiento de contracultura, la antipsiquiatría tuvo una exis-
tencia efímera.
Otros tratamientos utilizados a lo largo del siglo xx han sido la induc-
ción de malaria en pacientes con paresias generales, el coma insulínico, el
electrochoque y la psicocirugía.
En el ámbito de la psicofarmacología, en 1952 los psiquiatras france-
ses J ean Delay (1907-1987) Y Pierre Deniker (1917-1998) demostraron las
propiedades antipsicóticas de la clorpromazina, que significó el primer
tratamiento realmente efectivo contra la esquizofrenia, por lo que se con-
sidera el año en que se produce la Cuarta Revolución Psiquiátrica. En los
siguientes años aparecieron nuevos antipsicóticos fenotiazínicos y de otros
grupos. En 1960 se sintetizó la clozapina, el primero de los denominados
antipsicóticos atípicos. En 1957 el psiquiatra suizo Roland Kuhn (1912) Y
el psiquiatra norteamericano Nathanial Kline (1916-1983), demostraron
respectivamente los efectos antidepresivos de la imipramina (del grupo de
los tricíclicos) y de la fenelzina (del grupo de los inhibidores de la monoa-
minooxidasa). En 1987 se introdujo la fluoxetina, el primer inhibidor se-
lectivo de la recaptación de la serotonina. La aparición de los psicofárma-
cos ha significado la mayor revolución en el campo de la psiquiatría,
llegando a convertirse en parte imprescindible del tratamiento de muchas
enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos afectivos
.LO
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 39

al
tIlayor€s, el tras~orno obsesivo-co~p rlsivo y ~tro~ trastornos de ansiedad.
sta
Actualmente eX1~teuna g~~n vanedad.?e psicofármacos y se busca cada
~ez m.ayor eficacia y . electividad de aCCIOn,con menos efectos colaterales.
te- ,Al comenzar el siglo xx '1 se conocían cinco fármacos con propie-
sa- dades sedantes: bromuro (introducido en 1853), hidrato de cloral, p aral-
)la
dehído, uretano y sulfonal. La aparición del fenobarbital en 1912 dio' lugar
~x- a la síntesis de 2,500 barbitúricos, de los cuales cincuenta se utilizaron co-
ac- mercialmente. En 1957 se sintetizó el clordiazepóxido. Durante la década
li- de los sesenta, los barbitúricos fueron desplazados por las benzodiacepinas.
Iel Fue en 1949 que el psiquiatra australiano John Cade (1912-1980) des-
cribió los efectos del litio para el tratamiento de pacientes maniacos, sin
ia-
embargo, debido a los temores que despertaba este elemento por su toxi-
D. cidad, recién en 1970 la FDA aprobó su uso en los Estados Unidos.
ier La peculiaridad histórica más importante de la Psiquiatría es el de ser
:lia la más j oven de las ramas de la medicina, ya que ha sido la última de las
) a especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo largo de la historia,
es- las enfermedades mentales, al igual que el resto de las enfermedades,
ler pero en mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la reli-
19- gión, y se ha cuestionado continuamente su condición misma de enferme-
li- dades, ya sea atribuyéndoles un origen diabólico, en los tiempos antiguos,
lu- o un origen netamente social en la mucho más reciente antipsiquiatría.
OS.
Pero se ha avanzado bastante desde entonces, tanto en el estudio de la
.is-
parte biológica, genética, neurofisiológica y epidemiológica de la psiquia-
tría, como en la uniformidad de criterios diagnósticos y de lenguaje en
.ic-
psiquiatría, de la que se considera una nueva revolución actualmente en
el
proceso.
ce-
las D) DEFINICIONES Y APORTACIONES TEÓRICAS
rer DE DIVERSOS AUTORES DE LA PSICOPATOLOGÍA
)n-
los Psicopatología.-Desorden mental.v
:-os Psicopatología.-Estudio de las causas y procesos significativos en el de-
los sarrollo de los trastornos mentales; también, las manifestaciones y de los
trastornos mentales."
) y
un PSICOLOGÍA PATOLÓGICA
de Se centra en el estudio científico de la conducta anormal, tanto en los
Ja- aspectos descriptivos (clasificación, diagnóstico, descripción clínica, etc.),
se- como en los etiológicos (factores causales, teoría y modelos etiológicos,
.ia- etc.), es decir, se ocupa tanto de describir la conducta desadaptada y los
'ía,
las
4 Ibídem, p. 732.
lOS
5 Ibídem, p. 104.
40 ALEYDA ÁNGELES ASTUDlLLO

procesos psicopatológicos implicados como la explicación de la misma. En


consecuencia, son objeto de la psicología patológica tanto el estudio de los
procesos psicopatólogicos como el de los diferentes trastornos o entidades
clínicas (trastornos psicopatológicos).
ENFOQUES A LA PSICOPATOLOGÍA
Dentro de la perspectiva histórica, podemos considerar a la teoría psi-
coanalírica como el primer acercamiento sistemático para demostrar en
qué forma los procesos psicológicos humanos pueden dar por resultado
algu.nos desórdenes mentales. En la misma medida en que la perspectiva
biológica desplazó con su explicación de la patología cerebral a los demo-
nios y a las brujas como las causantes de los desórdenes mentales, la pers-
pectiva psicoanalítica desplazó a la patología cerebral como la causante e
instituyó que las causas de por lo menos algunos desórdenes mentales son
las defensas exageradas del yo contra la angustia.
FREUD. Avanzó tanto en la comprensión de la conducta normal como
en la de la anormal, y muchos de sus conceptos y de los de sus seguidores
se volvieron fundamentales para nuestra comprensión acerca de la natura-
leza y la conducta humana. Dos de sus contribuciones que destacan por su
!j . importancia son:
1. El desarrollo de técnicas tales corno las de la asociación libre y del
análisis de los sueños para poder familiarizarse tanto con los procesos
conscientes como los inconscientes de la vida mental. Los datos obtenidos
por Freud lo llevaron a hacer énfasis en: a) la dinámica de las motivacio-
nes inconscientes y los procesos de los mecanismos de defensa del yo; b) la
importancia de las primeras experiencias de la infancia en el desarrollo
adaptado o desadaptados de la personalidad, y e) la importancia de los
factores sexuales en la conducta humana y en los trastornos mentales. No
obstante, como ya dijimos, Freud usó el término sexo de una manera más
amplia de lo que ordinariamente se usa, la idea fue captada por la imagi-
nación del público general, y finalmente se manejaron de manera abierta
los factores sexuales de la conducta humana, convirtiéndolo así en un tó-
pico apropiado para la investigación científica.
2. Demostró que ciertos fenómenos mentales anormales se presentan
como el resultado de los intentos por hacer frente a los problemas difíci-
les y son simples exageraciones de los mecanismos de defensa del yo. Con
este concepto de que los mismos principios psicológicos se aplican tanto a
la conducta anormal como a la normal, se corrió el velo de misterio y míe-
do que rodeaba al desorden mental y ayudó a muchos' enfermos mentales
a recobrar su dignidad humana.
La perspectiva psicoanalítica ha recibido muchos ataques provenientes
de varias direcciones, ya sea dentro de otras disciplinas como dentro del
mismo psicoanálisis. Se les ha criticado por el énfasis exagerado en la pul-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 41

ciÓll sexual; por el excesivo pesimismo acerca de la naturaleza humana;


.01' lo exagerado del papel .inconsciente eu los procesos mentales; por las
rallas de no considerar las motivaciones hacia el propio crecimiento y la
leoilud; por la negligencia m la consideración de las diferencias cultura-
fes en el moldeamiento de la conducta, y por -la falta de demostraciones
;1-
científicas para apoyar muchas de sus premisas o para evaluar el éxito de
~U
la terapia psicoanalítica. Por último, corno la terapia psicoanalítica a veces
lo abarca meses Y en otras varios años, se le ha criticado porque resulta muy
la costosa.
Han aparecido algunas variantes del enfoque psicoanalítico que son
o-
sin duda producto parcial de las críticas anteriores. Dos de los primeros
s-
seguidores de Freud, C. Jung y Alfred Adler, se encontraron en desacuer-
e
IU
do con e! maestro desde el principio de sus estudios, en especial en lo que
consideraban que era un énfasis exagerado en el sexo como determinante
de la conducta. Jung, fundador de la escuela analítica de psicología propu-
LO
so conceptos avanzados como son e! del "inconsciente colectivo" y el de la
es
"autoexperiencia interna". Según Jung, cada individuo tiene su propio in-
a-
consciente, así como uno colectivo que ha heredado a través de toda la
su
historia de la humanidad y que consiste en los recuerdos guardados en
la estructura cerebral con lo que constituye las imágenes primarias o "ar-
e!
quetipos". El individuo sólo puede llegar a un sentimiento de "totalidad"
:)s
hasta que las fantasías, las imágenes y los sueños de su inconsciente, tanto
:)s
personal como colectivo, se han hecho accesibles a la conciencia del mismo.
o-
Adler difirió de Freud y de J ung al enfatizar más en lo social que en
la
lo heredado corno lo determinante de la conducta. Opinaba que las perso-
lo
nas son seres con herencias sociales y que su motivación básica consiste en
:)s
lograr un sentido de permanencia y de participación dentro de un grupo
fo
social. Adler insistió en un self activo, creativo y consciente que juega un
ás
papel central en los intentos del individuo por organizar sus experiencias,
~1-
tomar responsabilidades y lograr la plenitud como ser humano.
ta
Karl Menninger se conservó más dentro de! marco teórico desarrolla-
ó-
do por Freud y ha sido una figura central en la elaboración y difusión del
psicoanálisis en Estados Unidos; fundó una famosa clínica, la Clínica Men-
tU
niger, en Topeka, Kansas, en donde ha podido recoger datos que apoyan
:1- los principios de Freud y sobre los que ha escrito extensamente.
)U
Eric Erikson elaboró y amplió el concepto de las etapas psicosexuales
a de Freud por medio de la descripción de conflictos que se generan en
e-
ocho etapas, cada uno de los cuales puede resolverse de manera sana o
es enferma. Por ejemplo, durante la etapa oral el niño puede configurar una
confianza o una desconfianza básica. A pesar de que estos conflictos nunca
es se resuelven totalmente y de una sola vez, la falla que se tenga para resol-
e! verla, el conflicto de una etapa imposibilita cada vez más la oportunidad
u- de resolver los conflictos de las etapas posteriores. Por ejemplo, la con-
42 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

,1 fianza básica va a ser necesaria para adquirir las aptitudes de la vida futu-
I
ra en muchas áreas; un claro sentido de identidad es un requisito previo
para poder lograr la intimidad con otra persona; esta intimidad, a su vez,
es Uña precondición para llegar a ser un padre alimentador.
Así, muchas de las primeras ideas de Freud han sido reconsideradas o
descartadas. Sin embargo, lQS principios básicos psicoanalíticos son toda-
vía ampliamente aceptados, ya que existen muchos psicoanalistas en prác-
tica terapéutica y un número considerable de sociedades psicoanalíticas a
través de Estados Unidos, en donde estos profesionales proporcionan y
reciben entrenamiento. Aunque recientemente se han cambiado algunos
de los enfoques hacia el tratamiento que parecen alejarse del psicoanálisis,
se siguen publicando cada año una gran cantidad de artículos y de libros
sobre sus métodos.
LA PSICOPATOLOCÍA y LA CIENCIA
Antes de penetrar en el laberinto de la psicopatología, meditemos en
qué puede hacer la ciencia para mejorar los enfoques convencionales apli-
cados al estudio de la conducta anormal. Después de todo, es larga la his-
toria de los intentos hechos por la humanidad para enfrentarse a cual-
¡, quier desviación.
En ningún campo ha habido mayor resistencia al análisis científico que
en el estudio ·de la psoicopatología, empero, paradójicamente no ha sido
del todo una posición antideterrninista la que ha retardado el progreso,
sino un tipo equivocado de determinismo. La historia abunda en nociones
que plantean relaciones significativas entre ciertos eventos; por una parte
la desviación, por la otra, se pueden diferenciar esas nociones llamándolas
sabiduría popular, enfoques pseudocientíficos y enfoque pseudodetermi-
nistas.
Por ejemplo, entre los primeros se incluyen afirmaciones como que
"la pobreza engendra el delito" y "el alcoholismo se hereda". Basta con
meditar brevemente sobre esas relaciones putativas para revelar su insufi-
ciencia como elementos de predicción. No todos los pobres son delin-
cuentes, ni todos los delincuentes provienen de la pobreza. Asimismo mu-
chos alcohólicos tuvieron padres abstemios, y en el hijo puede ser causa
de sobriedad al alcoholismo del padre. Entonces, se trata simplemente de
índices que enuncian correlaciones de bajo nivel y que, por consiguiente,
tienen limitado poder de predicción. El que en 'un enunciado general
exista un elemento de verdad 110 puede bastarle al científico para creer en
una relación aceptable y predecible entre eventos. El científico espera algo
mejor que un poder de predicción sujeto al azar, pues de otro modo,
¿para qué molestarse en dedicar tiempo y esfuerzos a la búsqueda de co-
nocimientos y refinamientos? Cuando las predicciones resultan en igual
medida ciertas y equívocas, es necesario rechazar o revisar el enunciado o
.o PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 43

1- la relación que sirvió para. deducir la predicción. La bibliografía popular


.0 está replet~ de generalizaciones defectuosas sobre las condiciones patoló-
z, gicas, Po~.desgracia, a menud? se aceptan esas generalizac~ones sin valo-
rarlas cntlcalnente y suelen dictar el modo en que la socIedad trata de
o controlar la desviación, por ejemplo, cabe pensar que se podría eliminar
1- la pobreza y continuar la delincuencia.
c- Desde luego, muchas personas reconocen que esos enunciados no
a plantean u~a relación uno a uno; sin eIil~argo, a veces se diría que una
y vez estableCIdas tales reglas, uno queda satIsfecho de haber logrado perca-
)S tarse de ellas y dicha satisfacción imp ide un análisis más completo del
s, proble~~. . .
)S ASImIsmo, respecto a algunas nociones pseudocientíficas, se nos ha di-
cho que la desviación es resultado de cualquier cosa, desde las fases cam-
biantes de la Luna (y de aquí la palabra lunático) hasta de las protuberan-
cias de la cabeza. Desafortunadamente, a pesar del exceso en número de
:n tales especulaciones, nunca han estado acompañadas por un grado com-
li- parable de documentación científica. Al contrario, quizá por ser tan multi-
s- facética la conducta humana, casi cualquier enunciado que exprese una
.r. relación entre supuestas causas y efectos patológicos ha encontrado apoyo
en algún lugar.
le Finalmente, se han considerado pseudodeterministas a muchos siste-
Lo mas clínicos simplemente porque atribuyen causas a agentes internos ficti-
o, cios que funcionan de un modo metafísico. En la psicología clínica ocurre
es que con frecuencia se expresa dicha posición en términos mentalistas. Por
te ello, se considera "mentalmente enferma" a la persona que se desvía de la
as pauta aceptada. Muchas autoridades han desacreditado el uso de tal ter-
lI- minología por considerarla el remanente de un periodo anterior, cuando
se pensaba que las enfermedades físicas eran producto de fuerzas natura-
le les y la conducta anormal era producto de fuerzas sobrenaturales; no obs-
)n tante, siguen invocándose tales conceptos y se realiza la búsqueda de
u- agentes causales en algún lugar interior del individuo (usualmente el cere-
[1- bro), donde la tradición nos dice que se encuentra. Una vez que el foco de
u- atención está dirigido a los acontecimientos mentales propuestos, los ele-
sa mentos de observación pasan a una posición subordinada, con lo que se
le reduce la probabilidad de aislar condiciones.
e, STUART (1970) afirma que tal enfoque de la conducta humana es "ge-
al notípico"; es decir, en esencia trata de explicar la conducta con base en
~n estados dinámicos o de personalidad subyacente, en contraste con el enfo-
~o que "fenotípico", que hace hincapié en las acciones observables y que, por
o, consiguiente, es de mayor relevancia científica.
0- Aunque se volverá a estudiar el tema, reconózcase por el momento
al que esos enfoques tradicionales tienen un atractivo poderoso y apre-
o miante para gran parte de la gente, pues abarcan muchos aspectos de
44 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

., psicopatología y nos hacen creer que por haber aplicado una etiqueta
I
familiar o expresada una relación sencilla hemos aislado un agente cau,
sativo.
MÉTODOS CIENTÍFICOS EN LA PSICOPATOLOGÍA
y EN LA PSICOLOGÍA CLÍNICA
En gran medida fueron los psicólogos clínicos quienes hicieron p'ro-
gresar el estudio de la patología. A principios de este siglo surgió la psi-
cología clínica como una disciplina, pues hasta entonces los psicólogos
se dedicaron a diagnosticarla; los problemas psicológicos surgidos como
consecuencia de la primera y la segunda guerras mundiales, dieron im-
pulso adicional a dicho progreso, pues se llamó a un gran número de
psicólogos para que analizaran y trataran desórdenes causados o aumen-
tados por el trauma de la guerra; sin embargo, tampoco este movimiento
pudo establecer principios generales válidos y científicamente docu-
mentados.
Muy a principios de su historia, la psicología clínica adoptó del psi-
coanálisis y otros antecedentes históricos la estrategia analítica que lógica-
mente parecía más adecuada para tratar la conducta patológica: el méto-
do de estudio del caso. Este procedimiento atiende al paciente o cliente
I'
individual e intenta obtener de su historia los datos pertinentes a los pro-
blemas que tenga. El estudio del caso suele consistir en informaciones ob-
tenidas en entrevistas, observaciones y pruebas estandarizadas, diseñadas
para revelar cómo se desarrolló la psicopatología del paciente; se trata,
pues, de un análisis retrospectivo. En su mejor empleo, en manos de clíni-
cos sumamente perceptivos, puede revelar indicadores de síntomas y con-
diciones de antecedentes generales, pero rara vez revela un antecedente
específico o "causal", configuraciones de estímulo o incluso estímulos de
mantenimiento presentes que mucho ayudarían al tratamiento. En su
peor momento, el estudio del caso proporciona un volumen de material
sin importancia para la conducta actual que necesita tratamiento o modifi-
cación. A veces, sin duda, debido a que se enfocan rasgos de la conducta
del paciente supuestamente importantes, quienes practican dicho método
concluyen de manera errónea que se han descubierto las causas de la pa-
tología, por ejemplo, cuando se deducen (pero no se documentan) aconte-
cimientos históricos supuestamente traumáticos.
Como este método carece de las manipulaciones y observaciones con-
troladas posibles en el laboratorio, claramente se ve que actúa fuera del
ámbito del análisis experimental. Aun así, el experimentalista o psicopató-
logo avezado examina periódicamente las contribuciones venidas de estu-
dios de casos, pues a menudo le sugieren conductas interesantes y varia-
bles independientes de las que pudieran ser funcionales.
~O PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 45

ta La observación de campo controlada es otra estrategia clínica, un mé-


u- todo que con frecuencia emplean los investigadores al realizar observacio-
nes más formales en ambientes clínicos. El método proviene, ante todo,
de la antropología y la sociología, donde quizá sea imposible manejar va-
riables independientes que afectan a grandes grupos de personas. Con
0- ello no quiere decirse que sea imposible tal manipulación, pues hoy mu-
chos psicólogos llevan a cabo análisis experimentales de la conducta de
os grupOS;empero, tal como se le usa a menudo, el método en cuestión tiene
1.0 como núcleo la correlación de acontecimientos y, con frecuencia, de con-
n- ductas. De este modo, el estudio de campo aportará interesantes ideas so-
::le bre clases de respuestas correlacionadas (covariantes), pero sin aislar ni
ri-:
manipular las variables independientes que controlan la conducta; el mé-
to
todo no puede ocupar un lugar entre las ciencias exactas. En algunas oca-
u-
siones, los investigadores clínicos han intentado ampliar el método para
que incluya la medición (aunque no la manipulación) de una variable in-
SI-
.a- dependiente; por ejemplo, quizá consista la variable independiente en
:0- una clase particular de membresía (digamos, esquizofrénico en oposición
ite a normal, neurótico ansioso en oposición a esquizofrénico indiferenciado,
·0- rígido en oposición a disperso, o autoritario en oposición a creador-artís-
,b- tico), pero como la membresía en cualquiera de esas clases depende de la
las conducta, sigue en pie el problema de especificar qué variable indepen-
ta, diente manipular.
:11- Por esas y otras razones, hasta hoy la contribución metodológica de la
psicología clínica no ha resultado muy impresionante y pocas variables de
ite las que influyen sobre la conducta patológica se han aislado mediante ta-
de les análisis. He aquí un campo de búsqueda en que se ha presenciado una
su amplia investigación; más de cuarenta años de esfuerzos se han dedicado
ial al intento de aislar las condiciones familiares responsables de la patolo-
ifi- gía, es decir, a saber, ¿qué variables de familia están relacionadas con la
::ta psicosis, la drogadicción, la delincuencia, etc.?, sin embargo, una recien-
do
te revisión de la bibliografía hizo concluir que no se ha aislado experi-
>a-
mentalmente ningún factor que diferencie entre aquellas familias que re-
te-
velan elevadas tasas de conductas patológicas y aquellas con miembros
normales.
)n-
No sorprende, entonces, que siga existiendo una considerable confu-
lel
tó- sión entre el lego y el profesional por igual respecto a las circunstancias
tu- responsables de las condiciones patológicas, y que muy a menudo mitos
la- y leyendas continúen ejerciendo gran influencia sobre el modo en que
practicantes y organizaciones sociales intentan enfrentarse a esos pro-
blemas.
46 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

E) CORRELACIÓN CIENTÍFICA DE ESTAS DISCIPLINAS


CON EL DERECHO PENAL

Es importante el estudio de las aportaciones teóricas de la psicología,


la psicología clínica y la psiquiatría con el Derecho Penal en virtud de que
a través de ellas encontraremos la importancia del pr oblema de los crimi-
nales anormales ante la ley. Como argumento actual y relevante, ya que
nos permite conocer el fenómeno criminal, cuyas manifestaciones concu-
rren y combinan en varias formas que representan los cuatro ciclos de la
vida humana, el biológico, el psicológico, el sociológico y el ambiente, que
construye la expresión más peligrosa de la anormalidad para la sociedad.
En el campo del Derecho Penal es importante que el jurista, en su pa-
pel de juez, comprende mejor la importancia del estudio interdisciplina-
rio de los casos individuales de estos sujetos para que descubra, por sí
mismo, lo raro y lo difícil del delito laberíntico y paranoico, que ni su pro-
pio autor acierta explicarse, y así, se allegue de los conocimientos necesa-
rios a su augusta misión de comprender y juzgar las conductas humanas,
en función de sus múltiples motivaciones, es decir, que el análisis .crítico
del juzgador, respecto de la personalidad penal de los hombres delin-
u • cuentes, debe apoyarse no solamente en el mundo normativo sino tam-
" bién, y fundamentalmente, en las disciplinas criminológicas, ya que los
hombres han castigado desde siempre al criminal, y han encontrado que
el delincuente es, de algún modo, una persona diferente, extraña o co-
rrupta y en diversas ocasiones un condenado como lo peor de la humani-
dad sin considerar que puede ser un hombre enfermo que desconoce la.
génesis de su conducta y actúa solamente en función de lo que su organis-
mo muchas veces le decreta, como lo analizaremos en el cuerpo de la pre-
sente investigación.
Ahora bien, la administración de justicia en materia penal, para cum-
plir el fin que en su denominación ostenta, requiere de múltiples conoci-
mientos, entre ellos, los que proporciona el análisis psicofisiológico del
delincuente, para que, ya en el mundo fenoménico y dentro de un univer-
so axiológico, pueda resolverse la gran problemática que plantea ese com-
plejo fenómeno que atenta contra la dignidad del ser humano, como es el
crimen.
Dentro del universo conceptual del Derecho Penal, problema inquie-
tante plantea la delincuencia concretada por individuos anormales, en
cuanto a que muchas veces es sumamente difícil distinguir entre el enfer-
mo diagnosticado, el no diagnosticado como tal y el simulador.
Si el Derecho Penal -como objeto de estudio de la ciencia del Dere-
cho- tiene como ingredientes elementos típicos y fácticos como la vo-
luntariedad (general capacidad de conocer de querer la concreción de la
parte objetiva no valorativa del particular tipo legal) y a la imputabilidad
,LO OGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 47
pSICOL

_neTil capacidad para comprender la concreta ilicitud), se exige que el


(g~eto activo (autor material) sea .siernpre una persona con conciencia y
Stl:lhLD.tadnormales. He aquí la relación con las denominadas ciencias posi-
.ía, v,os dentro de ellas las llamadas ciencias naturales, pues la constitución
ue
nl-
uva,·
órgánica d: l ~nmlna infl
. , I 1· d 1 Ii
. uye, en mayor o menor gra o, en a rea izacion
,

del acto cnmlnal. . , .' ,


[ue Dentro de estas ciericias naturales, lugar especial ocupa la biología,
:::u- ue nOSenseña a no perder de vista que toda conducta humana tiene ba-
la ;es biológicas, así corno taInbiéü·a no olvidar que lo que se llama persona-
[ue
lidad e.~ una mera abstracción. es un evento de la vida psíquica del hom-
:l.
bre, que para entenderla en Su plenitud es necesario conocer sus bases
oa-
biofísico-químicas y psicológicas, aun cuando no todo delincuente es un
na-
. sí ser anormal ni toda persona con una anormalidad se convierte totalmente
ro- en delincuente.
Ahora bien, consideremos que, sin que se caiga en un eclecticismo
-sa-
simplista, en el hombre que llega a realizar alguna acción criminal concu-
las,
rren cuatro tipos de factores: 1) los predisponentes al crimen, el tempera-
1CO
.m- mento con toda su estructura biofísico-química; 2) el carácter -que no es
.m- lo mismo formarlo dentro de un cúmulo de miserias que en un universo
los de ostentación-; 3) otros que serían los que preparan para el crimen (és-
tos más bien se dan en torno al criminal), y por último 4) los desencade-
lue
co- nantes. Por lo que se hace necesario evitar las generalizaciones, para ana-
mi- lizar el caso concreto, al hombre para así poder hablar de responsabilidad
! la
ó no responsabilidad. Tema de alta dificultad como bien se ha expresado.
1.1S-
¿Quién puede señalar una división crucial en el torrente de la conducta
rre- humana que va desde algo que no nos complace denominar como cordura
hasta el desvarío de la locura? ¿Cuál es el punto en que un ser humano
lm- deja de constituir lo que se llama un ser responsable? y hacer lo mejor
)CI- posible para poder implementar una sentencia que vaya de acuerdo con
del los actos voluntarios o involuntarios que el mismo hombre delincuente en
/er- diversas ocasiones desconoce padecerlos; en el asunto de la patología del
rm- la conducta es donde más se esfuma cualquier sistema de la ley correcti-
s el va y coercitiva y es donde se presenta el problema serio, en cuanto a la
posible responsabilidad, en relación con la conducta realizada durante el
.ue- acceso en el que se carece de conciencia y voluntad .
en Este tema resulta bastante controvertido; los especialistas estiman que
fer- para llegar a la solución exacta es necesario: 1) indagar las relaciones exis-
tentes entre la reacción que ha producido el delito y el estado prodrómico
ere- o postaccesual; 2) tener en cuenta la reacción que imprime una enferme-
vo- dad psicopatológica como nota constante temperamental, incluso fuera
e la del acceso, y 3) considerar si la conducta psicopatológica ha influido en la
dad creación de una constitución criminal.
48 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Todo esto nos lleva a insistir en que no es posible, como pretenden


muchos juristas, establecer a priori la responsabilidad de los enfermos ps],
copatológicos, sino que es necesario estudiar al hombre concreto, valorar
el caso particular a través de una actividad interdisciplinaria que dé lugar
a un diagnóstico panorámico que comprenda a ese hombre como una en,
tidad biopsicosocioambiental. Recordando siempre, que este hombre,
como cualquiera de nosotros mismos, puede expresar, con toda razón, yo
soy yo y mis circunstancias.
LO

~ar
m-
re,
yo CAPÍTULO IV
DESARROLLO TEÓRICO-PRÁCTICO DE LA PSICOLOGÍA
GENERAL O NORMAL Y LA PSICOLOGÍA ANORMAL

A) ASPECTOS DE LA PSICOLOGÍA EN LOS ENFOQUES


CONCEPTUALES DE NORMALIDAD y ANORMALIDAD

Es importante que antes de entrar al estudio de los modelos de la psicolo-


gía definamos el concepto de normalidad y anormalidad de conducta.
El avance de la psicología ha repercutido en el terr'erio de la crimino-
logía. El estudio de la conducta y la personalidad del delincuente es todo
un reto para el psicólogo. pues una de las conductas que el psicólogo le
presenta más problemas es sin duda el de la personalidad del delincuente.
Desde el punto de vista psíquico, el sujeto normal no llega a delinquir
porque su personalidad se encuentra ajustada y no choca con el medio so-
cial, en cambio el que padece alguna anormalidad puede llegar a cometer
actos de carácter antisocial.
Lo que es normal para un comunidad, como la muerte de quienes
presentaban deformaciones, puede ser considerado como anormal -por otra,
lo que en un tiempo se aceptó como normal (homosexualidad en la anti-
gua Atenas), en otras épocas es considerado como anormal.
Se revela así que el concepto de normalidad es relativo. Es diferente
según las distintas civilizaciones y sociedades, la situación y la edad,
distinto también en cada sexo y en los varios estados mentales, tales
como la vigilia y el sueño, la calma y la excitación. Un tipo de conduc-
ta es normal cuando la sociedad está de acuerdo en llamarlo así.!
La anormalidad de una persona, desde el punto de vista estadístico,
se determina por su identificación con una tendencia central del grupo,
asimismo, desde el punto de vista normativo se refiere a la conducta del
individuo acorde con los valores aceptados por la comunidad. Desde el
punto de vista clínico el sujeto anormal es quien sufre una considerable al ..

1 WOLF,Werner, Introducción a la psicopatología, México, Breviarios del Fondo de Cul-


tura Económica, número 119, 4a reimpresión, 1970, p. 10. ;

49
50 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

teración en su vida psicofisiológica que le impide desarrollar sus capacida,


des o su vida social.
Aun cuando debemos admitir la relatividad del concepto de n orrna,
lidad, creemos que algunas manifestaciones psíquicas tales como la debili,
dad mental, la acromegalia, el cretinismo, la idiocia; más difícil de identi-
ficar otros trastornos psíquicos que se aparten de la normalidad.
Ahora realizaremos un breve recorrido por los principales modelos
que sirven para estudiar la conducta anormal.

B) ESTUDIO DE LOS MODELOS PSICOLÓGICOS


DE LA CONDUCTA ANORMAL

El término modelo indica que se está estableciendo una analogía. En


un modelo se intenta aplicar los conceptos de un campo a otro, suponien-
do que el campo nuevo es similar al ya conocido y que se le puede enten-
der mejor estudiándolo en esa forma. Por ejemplo, se puede imaginar al
cerebro como si fuera una computadora y alojo como si fuera una cáma-
ra fotográfica, lo cual no significa que el cerebro sea una computadora
compuesta por circuitos electrónicos y teclado. Por el contrario, lo que se
postula es que el funcionamiento del cerebro puede entenderse mejor si
se le compara con el manejo de una computadora.
En el campo de la psicología anormal, el término modelo es más co-
mún. Por ejemplo, al formular un modelo médico de desorden mental se
toman ciertos conceptos de la medicina para aplicarlos, por analogía, a un
nuevo campo, es decir, al de la conducta anormal. Sin embargo, un mode-
lo también funciona como paradigma al determinar la manera en que se
estudiará la materia, qué problemas se plantearán y qué tipo de informa:'
ción se utilizará. Conviene notar que en el ámbito de la psicología anor-
mal los modelos no son tan desarrollados ni tan formales como los de
otras disciplinas, ni incluso, como los de ciertas áreas de la psicología. Por
el contrario, es mejor considerar los modelos de psicología anormal como
series un tanto flexibles de postulados o puntos de vista. Por esta razón no
es posible enumerar uno por uno los postulados específicos de cada mo-
delo, y en consecuencia trataremos de reproducir sólo la esencia de tres
puntos de vista generales.

C) EL MODELO MÉDICO
y SU CONSECUENCIA COMO ENFERMEDAD

El estudio de la conducta anormal está históricamente relacionado


con la medicina. Muchos investigadores antiguos y también contemporá-
neos han utilizado el modelo de la enfermedad física como base para defi-
nir la conducta anormal.
,LO LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 51
pSICO

la~ CONCEPTO DE ENFERMEDAD


El supuesto básico del modelo médico es que la conducta anormal se
la~ uede comparar con una enfermedad. Para entender cómo un modelo de
ili~ Puferm_edad se puede ap icar a la conducta anormal, es preciso examinar
lti~ erimero el oncepto de enfermedad ,según se utiliza en medicina.
P En primer lugar, la enfermedad se puede definir con base en dos cri-
los terios un tanto amplios: 1) Cada enfermedad presenta un conjunto especí-
fico de síntomas o síndrome; 2) este síndrome tiene un agente causal o
etiología específica. Dentro de esta noción un tanto general de lo que es
una enfermedad, cabe distinguir tres diferentes tipos de enfermedad, de
acuerdo con sus causas.
l. En una enfermedad infecciosa.-Un microorganismo como un ger-
En
:n~ men o un virus ataca a un órgano o a un sistema orgánico. El resfriado co-
mún, la pulmonía y la hepatitis son ejemplos comunes de enfermedad in-
.n-
fecciosa causada por un microorganismo.
al
2. La enfermedadsistemática.-Representa una disfunción no producida
la-
Ira por una infección. Un órgano se enferma, tal vez a causa de un defecto
hereditario. Un ejemplo clásico es el de la diabetes, causada por el mal fun-
se
SI
cionamiento de las células pancreáticas encargadas de secretar la insulina.
3. La enfermedadtraumática.-. Es causada por un agente externo y am-
:0- biental. La ingestión de una sustancia venenosa es un ejemplo de este tipo
se de enfermedad. También una pierna o un brazo fracturado entrarían en
un la definición de enfermedad traumática porque una tensión externa apli-
te- cada al cuerpo ha provocado un mal funcionamiento.
se Según esto hablar sólo "del modelo médico" o "del modelo de enfer-
la- medad" constituye una simplificación excesiva, pues existen muchos mo-
)r- delos de este tipo. Dos de estos modelos de enfermedad se caracterizan
de por otro factor. En las enfermedades infecciosas y sistemáticas, síntomas
'or como una temperatura corporal de 104°C o la incapacidad de metabolizar
no el azúcar tienen una causa interna. Un proceso dañoso que ocurre dentro
no del organismo produce los síntomas. Sin embargo, la enfermedad traumá-
lO- tica no implica necesariamente un proceso interno. El síntoma manifiesto,
'es es decir, una pierna o un brazo fracturado, es resultado directo de la apli-
cación de un agente externo, por ejemplo, un golpe fuerte.
Cada uno de estos' tres modelos de enfermedad se ha aplicado a la
conducta anormal. El modelo de enfermedad infecciosa gozó de gran po-
pularidad cuando se descubrió que las espiroquetas sifilíticas penetraban
el cerebro causando un deterioro del tejido nervioso, lo cual a su vez pro-
do ducía el estado de demencia paralítica o parálisis general progresiva.
"á- Como se veía que los síntomas de la demencia paralítica eran muy simila-.
'fi- res a los de otros llamados desórdenes mentales, fue bastante natural su-
poner que otros muchos desórdenes eran causados por infección. Sin em-
52 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

bargo, no se comprobó tal cosa y en la actualidad no hay muchas pruebas


que inviten a pensar que una infección sea la causa de numerosos desór-
denes mentales.
En las últimas décadas el modelo de enfermedad sistemática estuvo
ampliamente aplicado al campo de la psicología anormal. Una importante
teoría atribuyó la esquizofrenia a una deficiencia en la transmisión nervio-
sa. De acuerdo con esta teoría, el mal funcionamiento de un sistema cor-
poral es la causa de la esquizofrenia. De la misma conducta neurótica se
origina una falla del sistema nervioso autónomo que hace que una perso-
na se excite demasiado fácilmente. Estas hipótesis son ambas somatogéni-
cas, pero también son posibles modelos psicogénicos de enfermedad según
los cuales los procesos psicológicos sustituyen a los órganos corporales
como locus de la enfermedad. Así, además de las disfunciones de ciertos
órganos, como el cerebro y los nervios, también cabe considerar como en-
fermedad sistemática el funcionamiento defectuoso de procesos psicológi-
cos tales como la atención, la fuerza del yo y la capacidad para tolerar la
tensión. Semejante elaboración técnica supone una metáfora: los procesos
psicológicos se equiparan a las funciones de los órganos corporales.
Empero, los procesos psicológicos en realidad son muy diferentes a las
funciones de los órganos que, desde luego, se pueden observar y localizar
en el cuerpo. En cambio, los procesos psicológicos mencionados en los
modelos médicos psicogénicos son inobservables y su existencia es tan sólo in-
ferida.
Finalmente, el modelo de enfermedad traumática se ha aplicado con
mucha frecuencia al área de la conducta anormal. La anormalidad con-
ductual que resulta de un golpe fuerte en la cabeza es una enfermedad
traumática de tipo somatogénico. Además, de la misma manera que una
enfermedad sistémica puede consistir en el mal funcionamiento de un
proceso psicológico, también un trauma externo puede ser psicológico
más que físico y atacar procesos psicológicos en lugar de órganos físicos.
Los modelos psicogénicos de enfermedad traumática han sido adoptados
por los psicopatólogos de orientación conductual.
Wolpe (1958) se apoya en un viejo experimento llevado a cabo por
Watson y Rayner (1920) en el cual se produjo en un niño el miedo a las
ratas asustándolo con un fuerte ruido cada vez que se ponía ante él uno
de estos animales. Wolpe adopta esta demostración como modelo según el
cual se desarrollan todas las neurosis humanas. Según este punto de vista,
se desarrollan fobias al realizar un acto por lo general inocuo, como en-
contrarse en sitios elevados o en espacios abiertos. De alguna manera se
convierte en una experiencia traumática, causante de una extrema ansie-
dad. A partir de este momento, se produce un estado de ansiedad cada
vez que la persona se enfrenta a circunstancias similares. Esta persona
LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 53
pSI CO

as pronto aprende a evitar este tipo de circunstancias cada vez que le es po-
sible hacerlo.

vo D) EL MODELO PSICOANALÍTICO
.te
0- Es probable que en la psicopatología el modelo psicogénico de enfer-
)r- medad más difundido sea el psicodinámico o psicoanalítico, formulado
se originalmente por Sigmund Freud.
,0- Freud dividió a la mente o psique en tres partes principales, el ello, el
u- yo y el super yo, cada una de las cuales representa funciones o energías es-
Jn pecíficas. El ello está presente al nacer y constituye la parte de la persona-
les
lidad de donde proviene toda la energía con que se maneja la psique.
.os Freud, debido a su formación de neurólogo, consideraba que toda la
.n- energía del ello era originalmente biológica y que luego se convertía, me-
diante ciertos procesos, en energía psíquica, la cual era inconsciente y es-
gl-
taba por debajo del nivel perceptual.
la
Freud postuló la existencia, dentro del ello, de dos instintos básicos:
lOS
el Eros y el Tánatos. El más importante es el Eros, considerado por Freud
es.
como fuerza vital integradora, de carácter principalmente sexual. La ener-
las
gía del instinto de Eros se llama libido. Los términos Eros, libido y energía
sar
sexual suelen usarse indistintamente, pero libido y Eros a veces se utilizan
los
también para referirse a todas las fuerzas integradoras y perpetuadoras de
ln-
la vida, algunas de las cuales pueden no ser estrictamente sexuales. La
energía vital del ello presente desde el nacimiento se convierte de conti-
on nuo y rítmicamente en energía biológica; esta libido, que es la energía del
>n- Eros, es principalmente sexual. El Tánatos, instinto de muerte, desempe-
ad ña un papel relativamente insignificante en el pensamiento freudiano, y
.na de hecho su energía nunca recibió nombre.
un El ello busca su satisfacción inmediata y funciona de acuerdo con lo
lCO que Freud llamó el principio del placer. Cuando el ello no está satisfecho, se
os. produce una tensión, y el ello lucha para eliminar dicha tensión lo más rápida-
los mente posible. Por ejemplo, el bebé que siente hambre, un impulso aversi-
vo, se ve impedido a gesticular y a hacer movimientos de succión con el
ior fin de disminuir la tensión que surge de su impulso insatisfecho. Esta
las conducta, llamada actividad refleja, constituye para el ello un medio de sa-
.no tisfacción; representa la primera transacción entre el organismo y el am-
lel biente. El otro medio de satisfacción es el proceso primario, el que crea imá-
ita, genes de lo que se desea. El bebé que desea la leche de su madre imagina su
~n- seno, y de ese modo satisface en cierta manera a corto plazo su impulso
se de hambre mediante la fantasía de lo que está satisfaciendo efectivamen-
ne- te; el ello, con su necesidad de reducir y eliminar la tensión, busca un esta-
lda do de tranquilidad, el cual, irónicamente quizás, no se logra más que con
ma la muerte.
54 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

La segunda parte de la personalidad, totalmente consciente, llamada


el yo, se empieza a desarrollar a partir del ello durante la segunda mitad
del primer año de la vida. El yo debe lidiar con la realidad y, por lo tanto,
intenta a menudo dernorar la inmediata gratificación exigida por el ello.
El yo desaprueba el proceso primario, puesto que la fantasía no contribu-
ye a conservar la vida de los organismos. Mediante sus funciones de plani-
ficación y de toma de decisiones, llamadas proceso, el yo se da cuenta de
que operar de acuerdo con el principio de placer en todas las ocasiones,
como lo quisiera el ello, tal vez no constituya siempre la manera más efec-
tiva de mantener la vida. El yo opera entonces según el principio de reali-
dad en su medición entre las exigencias de la realidad y las del ello.
Sin embargo, el yo obtiene toda su energía del ello y puede comparar-
se con un jinete que recibe del caballo que se encuentra debajo de él la
energía que necesita para desplazarse. Pero un verdadero jinete dirige a
su caballo con su propia energía, sin depender de la del caballo para pen-
sar, planear y moverse. El yo, en efecto, obtiene del ello todas las ener-
gías, y sin embargo debe dirigir aquello de lo que depende enteramente
para obtener energía.
El super yo es la tercera parte de la personalidad, y es esencialmente
portador de las normas morales de la sociedad, tales como las interpreta-
ron los progenitores del niño. El super yo se desarrolla a través de la reso-
lución del conflicto edípico y, para ser breves, equivale generalmente a lo
que llamamos conciencia. Cuando el ello presiona al yo para satisfacer sus
necesidades, el yo debe lidiar no sólo con las restricciones impuestas por
la realidad sino también con los juicios morales del "bien" o del "mal" del
super yo. La conducta del ser humano, según Freud, es, por tanto, una
compleja interacción entre tres sistemas psíquicos, los cuales pugnan por
obtener metas que no siempre pueden ser conciliadas. Esta interacción de
fuerzas activas se llama psicodinámica de la personalidad.
Freud estudió la mente gracias a los trabajos que realizó Breuer sobre
hipnotismo e histeria. El papel aparentemente poderoso desempeñado
por factores de los cuales los pacientes parecían estar inconscientes, llevó
a Freud a postular que gran parte de nuestra conducta es determinada
por fuerzas inaccesibles a la conciencia. Los dos instintos del ello son in-
conscientes y muchas de las actividades del superyo los son también. El yo
es principalmente consciente, por ser la metáfora de los sistemas psíquicos
encargados del pensamiento y de la planificación. Empero, el yo tiene
también importantes aspectos inconscientes, como los mecanismos de defen-
sa que lo protegen contra la ansiedad. Freud pensaba que la mayor parte
de los aspectos importantes de la conducta eran inconscientes.
Freud consideraba que la personalidad humana era un sistema cerra-
do de energía; en cualquier momento, el ello dispone de una cantidad fija
de energía para manejar el aparato psíquico. Por lo tanto, las tres partes
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 55

a de la personalidad rivalizan para obtener una cantidad específica de ener-


d @'ia. Además Freud consideraba que la mente tenía como naturaleza total-
),
~ente determinista. Como especialista en ciencias naturales, Freud rela-
). cionaba causas incons .ientes específicas para cada conducta, aun para los
l- lapsuslinguae aparentemente triviales.
l-
ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL
e
s, Freud pensaba que la estructura de la personalidad se desarrollaba a
través de cinco diferentes etapas psicosexuales. En cada etapa, una parte
específica del cuerpo es más sensible a la excitación sexual que todas las
z-
demás, y es por lo tanto la más capaz de proporcionar satisfacciones libi-
r- dinosas al ello.
la a) Etapa oral.-Durante ésta el bebé satisface al máximo los impulsos
a del ello por medio de la excitación de las terminales sensoriales situadas
I- alrededor de la boca. La succión y la alimentación son sus principales pla-
r- ceres. ,
:e b) Etapa anal.-En el segundo año de su vida se inicia esta etapa, al si-
tuar su placer en el ano así como en la eliminación y retención de las heces.
te c) Etapa fálica.-Que se extiende desde los tres hasta los cinco o seis
a.- años, la satisfacción máxima se debe a la estimulación de los órganos ge-
J- nitales.
lo d) Etapa de latencia.-Entre los seis y los doce año, el niño se encuen-
1S tra situado en esta etapa, durante la cual los impulsos del ello probable-
)r
mente tiene poca importancia 'en la motivación directa de la conducta.
el La conducta del niño es asexual, aunque de acuerdo con el esquema teó-
la rico de Freud, toda conducta es básicamente motivada por los impulsos
)r
del ello.
le e) Etapa genital.-Es la etapa final, correspondiente a la edad adulta,
durante la cual predominan intereses del tipo heterosexual.
re La manera en que la persona, al crecer, y resolviendo en cada una de
lo estas etapas los conflictos que surgen entre lo que quiere el ello y lo que
¡ó ofrece el ambiente, determina los rasgos básicos de personalidad que ha-
la brán de perdurar a lo largo de toda su vida. Una persona que en su etapa
n- anal obtiene una satisfacción, excesiva o deficiente, lo cual depende de su
yo régimen de entrenamiento sanitario, y quien por esta razón no progrese
os más allá de esta etapa, se dice que tiene una personalidadanal. Este tipo de
:le personalidad retentiva se considera como mezquino y a veces obsesiva-
n- mente limpio. Estos rasgos permanecen a lo largo de toda la vida, pero se
'te les presta mayor atención durante la edad adulta, cuando las personas
suelen consultar a los psicoanalistas; tiene su origen en eventos anteriores
'a- y en la manera en que las satisfacciones correspondientes fueron propor-
Ua cionadas o negadas al niño. Freud llamó fijación a este congelamiento del
,es desarrollo en una etapa psicosexual anterior.
56 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

Quizá la crisis más importante del desarrollo ocurre durante la etapa


fálica, alrededor de los cuatro años, porque entonces el niño, según Freud,
se siente dominado por un deseo sexual hacia el progenitor del sexo
opuesto. Debido a la amenaza de un terrible castigo de parte del progeni,
tor del mismo sexo, puede reprimir todo este conflicto, desplazándolo sin
darse cuenta al inconsciente. Este deseo, con su subsiguiente represión, se
llama complejo de Edipo, para los hombres, y complejo de Electra, para
las mujeres. El dilema se resuelve generalmente mediante una creciente
identificación con el progenitor del mismo sexo y adoptando las costum.
bres sociales que prohíben que el niño desee a su progenitor. El super yo
se desarrolla a través de este aprendizaje de valores morales.
Freud modificó su teoría, presentada aquí a grandes rasgos, casi conti-
nuamente durante toda su vida. Sus alumnos y colegas hicieron también
modificaciones importantes a la teoría psicoanalítica. Los analistas del yo,
en particular, discrepan con el papel relativamente insignificante que
Freud asigna al yo. Concentraron su atención en las funciones iridepen-
dientes de toma de decisiones y de planeación de esta parte fundamental-
mente consciente de la personalidad.
El modelo analítico de la conducta anormal se relaciona con diversas
enfermedades traumáticas y sistémicas. Freud decía que los traumas psico-
lógicos de la infancia desempeñan un papel importante en la aparición de
neurosis en la edad adulta. Uno de estos traumas es la llamada escena pri-
mitiva, cuando el joven niño presencia sin querer una relación sexual en-
tre sus progenitores. Sin embargo, en el modelo psicoanalítico, el trauma
en sí no es el que produce la neurosis. Los impulsos y las necesidades de-
ben ser intensos. En la teoría de Freud, los impulsos intensos del ello sub-
stituyen al órgano defectuoso de una enfermedad sistémica. Como Freud
mismo' lo explica:
Los desajustes cuantitativos deben ser los responsables de la inadecuación y del
sufrimiento de los neuróticos. La causa determinante de todos los tipos de vida
mental humana se debe buscar desde luego en la interacción entre las disposiciones
innatas y las experiencias accidentales. Ahora bien, puede darse el caso que un ins-
tinto particular seá-por naturaleza demasiado fuerte o demasiado débil o que una
habilidad particular esté atrofiada o insuficientemente desarrollada en la vida (en-
fermedad sistémica). Por otra parte, las impresiones y experiencias externas (enfer-
medades traumáticas) pueden resistir diferentes fuerzas en diferentes personas, y lo
que la constitución de una persona pueda sobrellevar tal vez resulte una tarea im-
posible para otra.
CONCLUSIÓN
Es .posible diagnosticar una esquizofrenia según sus síntomas sin pre-
tender que la esquizofrenia cause dichos síntomas. Se podría aducir, en-
tonces, que aunque se ignore la causa de los síntomas, esta información se

'o
) PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 57

1 podría obtener a posteriori. Quizá se podría descubrir en los esquizofréni-


cos alguna sustancia química, revelando con ello la causa del trastorno. En
) resumidas cuentas, si postulamos en formas más especializadas un modelo
de enfermedad, podemos reconocer que hay poca información acerca de
1 sus causas, pero, una vez que la haya en principio, será posible evaluar en
forma independiente síntomas y etiología como medicina. En cierto senti-
do existe la probabilidad de que se descubrirá un factor errático y de que
se facilita la búsqueda de dicho factor colocando a ciertos individuos en
categorías particulares de diagnóstico para investigar posteriormente sus
) causas internas o traumáticas.

E) EL MODELO DEL APRENDIZAJE


1.
,
1
Se concentra en la psicopatología como conducta aprendida. Este mo-
e delo es uno de los más recurrentes toda vez que son las conductas que
aprendemos por imitación en la familia, en los medios de comunicación, y
en la sociedad en general, por lo regular se realiza en los primeros años
de infancia, por ejemplo, cuando el niño imita los actos de su madre o de
s su padre.
1-
Enfocada la psicología sobre el aprendizaje, se originaron numerosas
e investigaciones y teorías. Pronto, dos tipos de aprendizaje empezaron a
atraer la atención de los investigadores en psicología. El primer tipo, el
condicionamiento clásico. Había sido descubierto a principios de siglo por
a el psicólogo ruso Iván Pavlov. En sus estudios sobre el proceso digestivo,
notó que al suministrar carne pulverizada a un perro, éste salivaba instin-
1-
tivamente, sin aprendizaje previo. Puesto que la carne pulverizada provo-
caba automáticamente la salivación, se le llamó estímulo incondiciona-
do (EINe), y la respuesta de salivación fue llamada respuestas incondicio-
~l nada (RINC). Sin embargo, Pavlov hizo otro descubrimiento más impor-
a tante en el sentido de que cuando el estímulo incondicionado había sido
'S
precedido varias veces de un estímulo neutro, como el sonido de un tim-
bre, el sonido en sí (el estímulo condicionado EC), era capaz de provocar
a una respuesta de salivación (la respuesta coridicionada.x RC,) y se repre-
senta una típica curva de aprendizaje. Al aumentar el número de presen-
"-
taciones de carne pulverizada al mismo tiempo que se hace sonar el tim-
o
bre, también aumenta el número de salivaciones producidas por dicho
sonido. La curva de extinción que aparece indica lo que ocurre con la RC
establecida, cuando a los repetidos sonidos del timbre ya no les sigue nin-

2 Recientes investigaciones (por ejemplo, Kimble, 1961) sugieren que la RC difiere a


l- veces de la RINC, semejantes sutilezas, a pesar de ser importantes para los científicos del
e aprendizaje, son relativamente poco importantes para nuestros fines.
t »:
58 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLa

gún suministro de carne pulverizada. Se producen cada vez menos saliva,


ciones y la RC se extingue con cierta rapidez.
El caso del niño Alberto y de la rata blanca (Watson y Rayner, 1920),
que se mencionó anteriormente como modelo psicogénico de enfermedad
traumática, indica la posible relación entre el condicionamiento clásico y
la formación de ciertos desórdenes de tipo emocional, en este caso, una
fobia. A Alberto, un niño de once meses de edad, se le enseñó una rata
blanca. En un principio, no manifestó miedo al animal y pareció tener ga-
nas de jugar con él. No obstante, cada vez que tocaba a la rata, el experi-
mentador producía un ruido fuerte (el EINC) golpeando una barra de aoe-
ro por detrás de la cabeza de Alberto, provocando en él un gran susto (la
RINC). Después de cinco experiencias de este tipo, Alberto empezó a dar
señales de gran perturbación al sólo ver la rata blanca, aun cuando no se
golpeaba la barra de acero. El miedo inicialmente asociado con el ruido
fuerte había llegado a ser provocado por el estímulo previamente neutro,
es decir, la rata blanca (ahora EC).
El segundo tipo principal de aprendizaje, el aprendizaje instrumental, se
encuentra analizado sobre todo en los trabajos de Edward Thorndike. En
lugar de estudiar como lo había hecho Pavlov, la asociación entre los estí-
mulos, Thorndike se interesó en el efecto de las consecuencias sobre el
comportamiento. A partir de uno de sus experimentos anteriores realiza-
do con gatos, formuló lo que se convertiría en un principio muy impor-
tante, a saber, la ley del efecto: una conducta seguida por consecuencias sa-
tisfactorias para el organismo se repetirá, pero la conducta seguida por
consecuencias nocivas o desagradables desaparecerá. Así, la conducta o
respuesta que tiene consecuencias sirve de instrumento para alentar o de-
salentar su propia repetición. Este principio básico ha sido extensamente
aplicado por B.F. Skinner en trabajos más recientes. El objetivo de Skin-
ner y de los skinnerianos, así como el de Watson, es la predicción y con-
trol de la conducta. Estos experimentadores esperan que analizando la
conducta en términos de estímulos, respuestas y consecuencias, puedan
determinar cuándo habrán de ocurrir ciertas respuestas. En este caso la
información obtenida debería contribuir a indicar cómo se forma una con-
ducta y cómo se puede cambiar. En el método skinneriano, a menudo lla-
mado método operante por estudiar la conducta que opera sobre el am-
biente, se evita utilizar términos abstractos. Por ejemplo, es notable que
en los escritos skinnerianos no se usen palabras comunes como necesidad,
motivación y deseos. Skinner cree que para ofrecer una explicación com-
pletamente satisfactoria de la conducta humana, la psicología debe limitar
su atención a estímulos, respuestas y consecuencias o reforzamientos di-
rectamente observables.
En un experimento típico sobre el condicionamiento operante, se pue-
de colocar a una rata hambrienta en una caja, en uno de cuyos extremos
)
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 59

se encuentra un pedal (la famosa "caja de Skinner"). En un principio, la


rata explorará su nuevo ambiente y por casualidad se acercará al pedal.
En este momento, el experimentador puede dejar caer una bolita de ali-
1 mento en un receptáculo situado cerca del pedal. Después de realizar
v unoS cuantos contactos fortuitos, todos ellos recompensados, la rata em-
:l
pieza a tocar el pedal con mayor frecuencia. Una vez bien establecida la
:l
conducta de tocar, será más restrictivo el criterio de recompensa. El ani-
mal debe ahora oprimir el pedal. De esta manera, la conducta deseada, es
decir, la presión del pedal, se ve gradualmente modelada mediante un
proceso de aproximaciones sucesivas. El número de presiones se incre-
:l
menta en cuanto éstas se convierten en el criterio para obtener el alimen-
r
to, y disminuye en cuanto deja de caer la bolita de alimento en el recep-
táculo después de ser presionado el pedal.
)
En las últimas décadas ha habido un interés cada vez mayor en un ter-
cer tipo de aprendizaje, es decir, la imitación. Todos sabemos que se púe-
de aprender observando e imitando a los demás. Los trabajos experimen-
tales demostrarán que al observar a alguien realizar ciertas actividades
1
puede incrementar o disminuir diversos tipos de conducta, como el com-
partir la agresión y el miedo. Por ejemplo, Bandura y Manlove (1968) uti-
1
lizaron un tratamiento de imitación con el fin de mitigar en los niños el
miedo a los perros. Después de presenciar varias interacciones entre un
perro y un modelo que no les tenía miedo, los niños inicialmente temero-
r sos demostraron un marcado incremento en su voluntad de acercarse a un
)
perro y de interactuar con él.
Como en el caso del modelo médico, no existe un modelo único de
aprendizaje. A pesar de que algunos investigadores (Ullmann y Krasner,
1969; Bijou y Baer, 1961) se refieren al aprendizaje en términos de un
conductismo estrictamente skinneriano, sin embargo la mayoría utiliza
'1 conceptos mediadores, como son los impulsos y las creencias, o se limitan
1 al método operante. Estos investigadores también se consideran conduc-
1 tistas y han hecho contribuciones importantes al estudio de los estados
internos y de la conducta manifiesta dentro de lo que es a menudo llama-
do marco de mediación. En la teoría de la mediación, un estímulo no inicia
directamente una respuesta, sino que activa un proceso interventor, el
cual, a su vez, inicia la respuesta. Por lo tanto, el concepto mediador es un
pensamiento u otro proceso interno, entidad cuya existencia se infiere a
pesar de que no puede ser observada. En estos casos, los científicos del
r aprendizaje trabajan con un paradigma que sostiene que en ciertas cir-
cunstancias es legítimo ir más allá de los hechos observables. De la misma
manera, en física y en química los cinéticos hacen amplio y efectivo uso de
variables no directamente observables, pero cuya existencia se adivina o se
s infiere.
60 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

F) EL MODELO DE APRENDIZAJE
DE LA CONDUCTA ANORMAL

Ahora estamos listos para examinar lo que implican los pr incipio ,


conductuales referidos al estudio de la conducta anormal. El punto funda-
mental de este enfoque es el supuesto de que la conducta anormal se
aprende de la misma rrianera que la mayor parte de las otras conductas
humanas. Este punto de vista subestima la importancia de los factores bio-
lógicos y genéticos y constituye, por lo tanto, una posición principalmente
psicogénica. Cuando se adopta el punto de vista del aprendizaje, el objeti-
vo esencial de la investigación será evidentemente descubrir los procesos
de aprendizaje que produjeron la conducta desadaptada. La brecha entre
la conducta normal y la anormal se ve reducida por ser observadas ambas
dentro de un mismo marco conceptual general; así se tiende un puente
entre la psicología general experimental y el campo de la psicología anor-
mal. Además, según muchos de los que han adoptado este modelo de
aprendizaje, la anormalidad es un concepto relativista. El llamar anormal
a alguien o a alguna conducta está íntimamente ligado a un contexto so-
cial o cultural determinado. Por ejemplo, sufrir alucinaciones puede que-
dar bajo la competencia de una institución mental. Sin embargo, algunas
tribus africanas se basan en los trances y visiones de sus brujos y shamanes
para curar a los enfermos y controlar los eventos que afectan al bienestar
común.
Una ventaja muy importante de que en psicopatología se aplique el
punto de vista del aprendizaje es la creciente precisión de las observacio-
nes que se hace. Los estímulos deben medirse cuidadosamente, las res-
puestas registrarse en una forma confiable, y las relaciones entre estímu-
los, respuestas y resultados anotarse cuidadosamente. A pesar de que
consideremos como sumamente ventajosos éste y otros rasgos de los mo-
delos de aprendizaje en el comportamiento anormal, es difícil persuadir a
quienes no estén ya convencidos por otro paradigma de que este modelo
es apropiado. La posición del modelo de aprendizaje para la conducta
anormal es muy similar a la del modelo médico.
Finalmente, es posible que los enfoques médicos y de aprendizaje no
sean tan distintos entre sí como se afirmó. Ya analizamos cómo el condi-
cionamiento clásico de una fobia (Watson y Rayner) puede considerarse
como ejemplo de una enfermedad mental traumática. El estímulo incon-
dicionado funciona a la manera de un trauma productor de un miedo sin
fundamento ante el estímulo previamente neutro. Si se nos permite una
observación, el rechazo a menudo vehemente por parte de los coriductis-
tas del "modelo médico" tal vez refleje no tanto una consideración desa-
pasionada de los datos disponibles sino un deseo muy humano de crear
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 61

un paradigma radicalmente distinto al que había prevalecido por cierto


tiempo.

G) DE LAS CORRIENTES PSICOLÓGICAS

A partir del movimiento psicoanalítico han surgido diversas escuelas


que aportan aspectos nuevos en un intento de ampliar la comprensión de
la enfermedad mental y abren la problemática de la relación interperso-
nal del sujeto enfermo al entorno social; entre éstos se encuentran los
neofreudianos K, Horney, E. From, H. S. Sullivan y los "antipsiquiatras",
que cuestionaron las formas más clásicas de abordaje de la enfermedad
mental (Laing, Cooper, Basaglia, Guettari, Szasz).
Otras teorías se centran en el desarrollo del yo (instancia psíquica del
aparato mental, conceptualizada por Freud) y postulan su relevancia en la
génesis tanto de la salud como de la enfermedad mental (Hartman, Erik-
son, Rapaport).
En Palo Alto (California), Bateson, Don] ackson y otros profundizan
en el análisis de la comunicación interpersonal que sitúa en sus alteracio-
nes la génesis de los trastornos mentales.

H) LOS GRANDES ESTUDIOSOS


Y SUS APORTACIONES EN ESTA MATERIA

l. ALFRED ADLER
Vienés, tuvo una infancia difícil, pues fue un niño débil y raquítico, lo
que orientó sussprcocupaciones sobre el complejo de inferioridad física.
Fue profesor del Pegagogium de Viena, y posteriormente de Long Island
Medical College en Nueva York y de la Universidad de Columbia, (EUA).
Era ya un médico reconocido cuando se reunió con Freud, convirtién-
dose en uno de sus primeros seguidores y trabajando en conjunto durante
diez años (1902-1911).
Su obra es abundante, de ésta destacan: Estudio sobre las inferioridades
orgánicas (1907), El carácter nervioso (1912), El conocimiento del hombre
(1927), El sentido de la vida (1933).
Se separa de Freud por claras diferencias en la teoría, que el funda-
dor del psicoanálisis no podía aceptar; entonces Adler funda su propia es-
cuela, que desarrolla la "psicología individual".
La psicología individual, según las teorías de Adler, no implica una
oposición entre lo individual y lo colectivo, por el contrario, para Adler
las influencias ambientales tienen una gran importancia, en realidad se
usa individual, o "individuo", es decir aquello que es uno solo lo indiviso,
62 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

lo que no se haya dividido, lo que no puede dividirse sin perder su natu-


raleza.
La psicología individual fija su atención en tres principios que deter-
minan la conducta humana.
1°. El sentimiento de inferioridad genético, orgánico o condicionado
por la situación.
2°. El esfuerzo por compensar este sentimiento de inferioridad por
medio de la ambición de poder.
3°. El sentimiento de comunidad que atenúa el sentimiento de infe-
rioridad y controla los impulsos de poderío.
El sentimiento de inferioridad es universal en el hombre; para Adler,
todos nos sentimos inferiores con relación a algo o a alguien.
La base de la psicología individual de Alfred Adler reside esencial-
mente en tres postulados: los sentimientos de inferioridad, los impulsos
de poderío y los sentimientos de comunidad."
Considera que los sentimientos de inferioridad son congénitos y uni-
versales (esta afirmación señala la ruptura con Freud), cualquier situación
que acentúa los sentimientos de inferioridad es un factor desencadenante
de neurosis. Para Adler los sentimientos de inferioridad controlan los im-
pulsos de poderío.
El sentimiento de inferioridad es un estado psicológico que la mayoría
de los seres humanos padecemos, es un estado que se adquiere ya sea
a través de las conductas que aprendemos en el hogar, mismas que van a
repercutir en el ser humano y su desempeño en el entorno social. Este
gran problema subsiste como uno de los principales problemas sociales,
ya que la sociedad se jntegra patológicamente por seres que padecen este
grave mal; es considerado como un mal tratable puesto que el ser humano
puede aprender nuevas conductas y sustituir las conductas adquiridas a
través de la educación que obtuvo en el hogar. La crisis económica contri-
buye notablemente, ya que la extrema pobreza en que vive nuestro país es
una condicionante para ello, en virtud que el niño o el adolescente se en-
cuentra con la carencia de valores que se adquieren a través de la familia;
los padres o tutores tienen que buscar el sustento para la familia y por lo
tanto son los niños menores los encargados de sobrellevar las actividades
del hogar mientras que los padres se encuentran fuera; asimismo el arrai-
gado machismo que subsiste en nuestra sociedad es una de las principales
causas toda vez que los padres por ignorancia influyen en la educación
condicionante del individuo misma que se va a reflejar en sus actos cuan-
do adquiere su madurez psicológica.
Las primeras inferioridades provienen de las minusvalías físicas, cuando

3
ADLER, Alfred, El Sentido de la vida, México, Latinoamericana, 1952.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 63

hay algún órgano dañado, luego de inferioridad real en que se encuentra


el niño frente a los adultos.
Por lo regular el individuo que padece el síndrome de inferioridad es
una persona que adquiere estas conductas impuestas por adultos que pa-
decen del mismo mal, toda vez que los adultos patológicamente afectados
descargan sus frustraciones ante los más pequeños en virtud de que éstos
na pueden repeler la agresión psicológica que está siendo descargada so-
bre ellos; asimismo los niños consideran que su entorno es una situación
real toda vez que las personas adultas son consideradas por ellos como
personas que actúan de acuerdo con los patrones normales y por lo tan-
to las conductas que se adquieren serán manifestaciones reales ante la
sociedad.
Como causas del complejo de inferioridad, Adler encuentra principal-
mente las minusvalías orgánicas y la inferioridad psíquica, por carencia o
deformidad de órganos; debilidad de los mismos, etc. Pero son éstas las
causas únicas, ya que las condiciones sociales y económicas, cuando son
extraordinariamente contrarias al sujeto, le hacen fracasar, cuando en
condiciones normales hubiera triunfado.
Una vez descubierta la incapacidad de convivencia se plantea -dice
Adler- un nuevo problema, que es de vital importancia para la curación
del individuo: dcuárrdo y cómo quedó interceptado el desarrollo del senti-
miento de comunidad? El análisis de antecedente conduce a la época de
la infancia y a aquellas situaciones que perturbaron el normal desarrollo.s
Si bien es cierto que existen deformaciones biológicas y orgánicas,
mismas que afectan la psique del individuo, también lo es que estas defor-
maciones pueden ser controladas a través de tratamientos neurológicos
una vez que son detectadas, ya que pueden originar conductas antisociales
en los individuos. Pero una vez más nos encontramos ante factores econó-
micos que juegan un papel sumamente importante, ya que la carencia de
recursos económicos no permite al individuo contratar a un especialista;
asimismo la ignorancia, no permite asimilar al individuo que las actitu-
des de su comportamiento son padecimientos que en un momento dado
pueden ser si no curables sí controladas. Las conductas antisociales pue-
den ser detectadas a temprana edad, pero lamentablemente las institu-
ciones educativas, que son los establecimientos idóneos en donde se pu-
dieran detectar estos problemas, carecen de un cuerpo de psicólogos
efectivos para poder tratar los problemas de esta especie en sus primeras
etapas y en su momento canalizar al niño hacia las instituciones corres-
pondientes para un mejor tratamiento.

4 Idem.
64 ALEYDA ÁNGELES ASTUDlLLO

Hay ocasionesen las cuales el sentimiento de inferioridad es tan pro-


longado, tan invencible, que ante la impotencia de superación se desarro-
lla el complejo de infer-ioridad."
Hay que distinguir pues la inferioridad propiamente dicha del senti-
miento que produce tal inferioridad, del complejo, que es patológico y
que puede inmovilizar al sujeto.
Ante el sentimiento de inferioridad puede reaccionarse en dos for-
mas: o se enferma y entonces se atrae la atención de los demás, se les ma-
nipula y se ejerce poder sobre ellos, o se compensa entrando a una franca
lucha por el poder.
El hombre se halla siempre conducido por un afán de superioridad,
la tendencia a la superación se convierte en la ley fundamental de la
vida.
Se considera que un individuo que padece síndrome de inferioridad,
.siempre buscará elementos de superioridad, su tendencia de superación
se convierte en una ley fimdamental en su vida, no le importan los medios
con los que conseguirá esos elementos, va a tratar de ejercer su poder so-
bre personas más débiles que él; manipulará, buscara trabajos adecuados
en donde ejerza el poder que por propia naturaleza no puede ejercer.
Un trabajo en donde éstos seres encuentran sus conatos de poder es
como policías preventivos, policíasjudiciales, o algún otro puesto de ser-
vidor público en donde puedan desempeñarse como sujetos con un poder
"aceptable".
El afán continuo de superación hace que el hom re busque continua-
mente la perfección, pero al no encontrarla se siente inferior; surge así el
sentimiento de inferioridad: "ser hombre equivale a p seer un sentimieh-
to de inferioridad que nos impele de continuo a la superación".6
Junto con el sentimiento de inferioridad y la tendencia a la supera-
ción, el sentimiento de comunidad viene a constituir un elemento básico
para la interpretación adleriana.
Este sentimiento se va formando en el individuo desde la edad peque-
ña, gracias a la influencia familiar, y cultivará su formación en la escuela y
finalmente en la sociedad.
Como ya lo habíamos analizado anteriormente, el individuo va a for-
mar sus patrones de conducta a través de la influencia de su entorno fami-
liar, mismo que seguirá impulsándolo a través de su formación en la es-
cuela, y si ese individuo no es detectado -lo que sucede por lo regular-
puesto que su formación escolar'es deficiente, toda vez que las institucio-
nes carecen de personal especializado, simplemente tomarán las conduc-
tas del niño como las propias de un niño rebelde sin darle la importancia

5 ADLER, Alfred, El sentido de la vida, Miracle, Barcelona, 1970, p. 112.


6 Ibidem, p. 75.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 65

adecuada; asimism.o, es en la escuela en donde va a reforzar su conducta


dependiendo de su entorno escolar, actuará con una doble personalidad:
será sumiso con los elementos que considere superiores a él y como un su-
jeto con poder cuando se una con sujetos de condiciones psicológicas infe-
riores a las de él. Estas conductas van a ser perceptibles en su adolescen-
cia o en su edad adulta, Cabe manifestar que los sentimientos de
inferioridad se exteriorizan en etapas; hay algunos sujetos que logran es-
tabilizarlos y no van más allá de simples problemas emocionales, pero
cuando un sujeto rebasa la etapa crítica, es posible que caiga en el alcoho-
lismo y las drogas, e incluso llegue a manifestar una conducta incontrola-
ble, entonces estaremos hablando de un sujeto delincuente carente de
conductas apropiadas y valores.
El sentimiento de comunidad implica una idea de comunidad ideal,
y en realidad debe interpretarse también como una búsqueda de la per-
fección.
El sentimiento de comunidad puede verse seriamente alterado por
factores endógenos, como malformaciones o minusvalías físicas, y por fac-
tores externos, como una mala educación, excesiva gratificación de los pa-
dres al hijo, excesiva severidad, etcétera.
Cuando hablamos de comunidad ideal podemos encontrar que el su-
jeto se considera dentro del mundo que ha identificado como propio o
real. Las malformaciones o minusvalías físicas pueden ser factores que
pudieran ser solucionados siempre y cuando se hayan atendido a tempra-
na edad, en un ambiente de seguridad y de aceptación por parte de sus
padres, quienes hacen reflexionar al niño, y le enseñan que su incapaci-
dad física puede ser superada toda vez que no es una persona con capaci-
dades diferentes a los demás. Hoy nos encontramos con grandes artistas,
atletas reconocidos que han trascendido sus limitaciones físicas. El proble-
ma se agrava cuando los padres que albergan sentimientos de culpabili-
dad por haber tenido un hijo con deformaciones físicas, proporcionan
una mala educación, una sobreprotección, así como excesiva severidad o
gratificación para los mismos y les crean un mundo irreal en donde ellos
no pueden desenvolverse. En el momento en que los padres de estos ni-
ños acepten la realidad de su problema y tengan el valor suficiente para
aceptar que sus hijos tienen capacidades diferentes, pueden otorgarles
una educación en centros de educación especial en donde los niños senti-
rán que se relacionan con personas de capacidades semejantes, y su entor-
no se volverá una realidad y en la que podrán desarrollarse mejor.
La mitad de los sujetos que llega a cometer un delito son trabajadores
sin profesión determinada que fracasaron en la escuela. Estas personas
buscan amigos exclusivamente entre gente de su medio, con lo que de-
muestran lo limitado que es su círculo social. El complejo de superioridad
66 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

que presentan procede de la convicción de que son superiores a las vícti-


mas, y de que en cada delito que llevan a cabo burlan las leyes y a sus SU-
penores.
El delincuente realiza su delito, con la seguridad de que no será des-
cubierto si hace las cosas bien. Si es detenido se hallará completamente
convencido de que su error fue la omisión de algún detalle.
Adler dice que el criminal tiene un estilo de vida distorsionado; así
como existe un grado relativamente alto de actividad, existe un interés so-
cial subdesarrollado y una convicción de superioridad.
En 1935 publicó el artículo "Estructura y prevención de la delincuen-
cia", en el que señalaba en la evolución del delincuente un desarrollo in-
suficiente del interés social. Así se refería a un deficiente adiestramiento
dado por la madre como un elemento responsable del estilo de vida en
estos casos. El niño pensará en sí mismo, entonces siempre verá sólo su
posibilidad de éxito, esperará todo de su madre, no contribuirá en nada,
tomará siempre sin dar nunca. Utilizará a los demás como objetos. Adler
dice que los delincuentes que han cometido uno o más crímenes describen
el mundo como un lugar donde todo lo demás existe para que ellos lo ex-
ploten. Aquí se observa cómo el interés social de estas personas no alcan-
zó una madurez completa. Siempre fueron niños que debido a los mimos
llegaron a una detención precoz en el desarrollo de su interés social y rea-
lizaron motines, dañaron, carecieron de consideración, huyeron, ataca-
ron a los demás, en una muestra evidente de desconsideración hacia las
personas."

2. ALEXANDER y STAtJB

Para estos autores, todo hombre es innatamente un criminal, es decir,


un inadaptado. Conserva en su plenitud esta tendencia durante los prime-
ros años de la vida; la adaptación del sujeto a la sociedad comienza des-
pués de la victoria sobre el complejo de Edipo, en un periodo de latencia
que empieza entre el cuarto y sexto año de edad y termina en la adoles-
cencia, es decir, el desarrollo del individuo sano y del criminal es hasta ese
momento completamente igual. Mientras que el individuo normal consi-
gue durante el periodo de latencia reprimir las genuinas tendencias crimi-
nales de sus impulsos y las dirige en un sentido social, el criminal fracasa
en esta adaptación. Es decir, criminal transforma en acciones sus instintos
inadaptados a la sociedad."

C 7 ADLER, Alfred, Superioridad e interés social, México, Fondo de Cultura Económica,


1968.
8 ALEXANDER y STAUB, El delincuente y sus jueces desde el punto de vista psicoanalítico, Bi-
blioteca Nueva, 1961.
-_
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 67

Todo ser humano es innatamente un criminal debido a las diversas


patolo~ías q~e. adquiri~os en la infancia, asi~ismo, lo consi~~ro COI'TIO un
potencIal criminal en vIrt~d de que en .algun ~Q~en~o crmco los s.eres
humanos desarrollamos mas este potencial de cr-irniualidad. Es notorra la
conducta criminal en los momentos en que perdemos el control de nues-
trOSimpulsos; en algunos momentos de cólera se nos presentan represen-
taciones mentales e impulsos de golpear, asesinar o causar un daño a la
persona que supuestamente nos provoca el conflicto. Utilizo el supuesto
en que alguien externo nos provoca conflicto, puesto que nuestro primer
pensamiento es él me está ocasionando daño, pero al reflexionar adverti-
mos que nadie nos puede causar un daño si no le permitimos a nuestra
mente la configuración de este daño. A veces nos es difícil controlar nues-
iros impulsos, ya que nuestra mente está condicionada a responder de
manera agresiva, lo importante es aprender a crear un campo de protec-
ción entre la agresividad externa y nuestra agresividad interna; no es con-
veniente reprimir estos impulsos, sino darles solución en el instante en
que se nos presenta, analizando la agresión y minimizándola en virtud
de que nadie nos puede controlar de manera externa.
Los autores explican que la primera relación del recién nacido con su
medio es un impulso ilimitado de apoderarse de todo. Este impulso de
posesión se exterioriza en acciones verdaderamente caníbales del niño y
es el contenido de la primera fase que el psicoanálisis denomina oral-sádi-
ca. Las perturbaciones sufridas durante esta fase instintiva, especialmente
los descuidos en la educación, pueden influir en la posterior relación del
niño con la sociedad. La primera condición para adaptarse a las exigen-
cias de los adultos la sufre el niño con la llamada disciplina de la limpieza.
La satisfacción del placer, enlazada a los sucesos fecales en virtud de que
éstos le proporcionan un placer que se relaciona tanto con la retención
de los excrementos, como con su expulsión, se perturba por las exigen-
cias de los adultos respecto al orden, limpieza y disciplina; si evitáramos
estos considerandos y permitiéramos la defecación libre sin imponer tales
medidas de limpieza, el niño ejercería su propia libertad sin limitaciones.
Un grave error que siempre cometen las madres es imponer desde la más
corta infancia el autoritarismo; el niño por temor a ser castigado o repro-
chado por los adultos aprende a dominar y regular la actividad de su es-
fínter. El primer delito que cometen todos los hombres sin excepción es el
quebrantamiento de las reglas de la limpieza.
Alexander y Staub manifiestan que el neurótico y el criminal han fra-
casado en su incapacidad de resolver el problema de sus relaciones con la
familia en un sentido social. Lo que el neurótico exterioriza simbólica-
mente y en síntomas inocentes para los demás hombres, lo realiza el cri-
minal mediante acciones reales. Claro que se plantea la pregunta funda-
68 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

mental de por qué causa uno se satisface con la fantasía criminal y su


retribución suplementaria por el sistema neurótico, mientras que el otro
no puede renunciar a la acción delictiva. Esta pregunta se refiere a la eco-
nomía y a la estructura del aparato psíquico.
Es evidente que para comprender la criminalidad se necesita conocer
cómo se ha formado la parte del )'0 adaptado socialmente al salir del gran
.reservorio de la vida instintiva y a .ocial, es decir, del ello.
Alexander y Staub denominan criminales neuróticos al grupo muy nu-
meroso de delincuentes que en su estructura anímica muestran una seme-
janza interior con los enfermos de neurosis, es decir, que poseen el con-
flicto neurótico entre tendencias sociales y asociales. Se refieren con esto a
todos los criminales cuya acción se basa en sucesos inconscientes semejan-
tes a los que pueden conducir también a la formación de neurosis.
Mientras que una parte de los criminales se caracteriza por la tensión
excesiva que en ellos existe entre las exigencias sociales y las del instinto,
demostrando que los modelos educativos no se han fundido orgánicamen-
te con el yo y se oponen a éste como a un extraño, hay otro grupo de cri-
minales muy importantes en la práctica que no demuestra en su estructu-
ra psíquica esta desviación con la norma recibida. Se han adaptado a las
personas adultas delincuentes que los rodean y sus modelos criminales.
Son asociales en una sociedad criminal, observan una moral criminal pro-
pia, con frecuencia muy rigurosa, que significa la identificación con una
sociedad, aun cuando ésta no sea la sociedad de nuestra vida civil.

3. OTROSCONTEMPORÁNEOS
H. MASLOW(1908-1970). Dedicó más de dos décadas a mostrar las
potencialidades de los seres humanos para un autodesarrollo y un funcio-
namiento más amplio.
CARL. R. ROGER(1902). Ha contribuido significativamente a la pers-
pectiva humanista con sus formulaciones teóricas y sus estudios sistemáti-
cos sobre el proceso terapéutico y sus resultados.
THOMASS. SZASZ(1920). Psiquiatra que ha discutido que "enferme-
dad" es un término inapropiado para la mayor parte de las conductas de-
sadaptadas a las que ve como problemas que resultan más de las vivencias
que de las causas originales.
FRITZPERLS(1893-1970). Influyó en el desarrollo de los procedimien-
tos terapéuticos para lograr el ensanchamiento de la experiencia y el fun-
cionamiento humanos particularmente en el contexto de los grupos de
confrontación.
o LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 69 ,
pSI CO

U 1) DE LAS ESTADÍSTICAS COMO MODELO


D EN MATERIA PSICOLÓGICA
1-

Desde el punto de vista estadístico, los puntos que se toman en cuenta


r s01) las características específicas de las personas, como son los rasgos de .
1 su personalidad o su conducta y la distribución de dichas características en
la población. Un tipo de distribución de la población, la curva normal, co-
loca a la mayoría de las personas en su parte central, y muy pocas de ellas
quedan en alguno de sus extremos. Según el modelo estadístico, el su-
puesto de que una persona es normal implica que no se desvía del prome-
dio en cuanto a un rasgo particular o un patrón de conducta. Por ejem-
1
plo, si consideramos que la ansiedad es una dimensión de la anormalidad,
las personas con un nivel "medio" de ansiedad se considerarán normales.
En cambio, las personas muy ansiosas o las que experimentan muy poca o
1
ninguna ansiedad se considerarán anormales. Según clasificaciones más
tradicionales, una persona con un nivel considerable de ansiedad será
neurótica, y otra que experimenta muy poca ansiedad será sociópata. De
la misma manera, una persona con muy poca inteligencia se considera
anormal lo mismo que considerarse genial en el caso contrario. Para deci-
dir en cuanto a la normalidad o anormalidad de una persona, simplemen-
te se evalúa la característica en cuestión y se determina la posición de esta
persona sobre la curva de distribución en forma de campana. Sin embar-
go, el modelo estadístico no nos indica cuáles rasgos o conductas son los
que se deben medir. Muy pocos intentarían seriamente relacionar la nor-
malidad o anormalidad psicológica con características tales como estatura,
peso y color del cabello; más bien se adoptarían como criterios apropia-
dos la tendencia que una persona manifiesta hacia la ansiedad o las aluci-
naciones. Puesto que la mayoría de las personas no tienen visiones, el mo-
delo estadístico indicaría que quienes las tienen son anormales.
Como ejemplo de un modelo estadístico consideremos la manera en
que Eysenck (1960) clasifica a las personas. Su clasificación se basa en las
tres dimensiones más notables, según él, de la personalidad. La primera,
el neuroticismo, se refiere principalmente a la emotividad o a la facilidad
con que pueden excitarse las personas. La segunda, la introversión-extro-
versión, se refiere sobre todo a la posibilidad de ser condicionados; se su-
pone que los extrovertidos adquieren lentamente respuestas condiciona-
das que se pierden rápidamente, mientras que sucede lo contrario con
los introvertidos. La tercera, el psicoticismo, está relacionada con el con-
tacto de la persona con la realidad. Cada una de estas tres dimensiones se
puede medir supuestamente con diversas técnicas, como los cuestionarios
de personalidad, las pruebas de laboratorio y otras similares. Una vez de-
terminado el rango de una persona sobre cada una de estas tres dimen-
siones podemos encajarla en el sistema más tradicional de diagnóstico. A
70 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

las personas que presentan alguna desviación, es decir, las que están colo-
cadas en algún extremo de una diruensión particular, se les juzga anorma-
les; por ejemplo, para Eysenck, una persona con alto nivel de neuroticis.
mo y de extraversión es considerada como psicópata. De acuerdo con la
teoría de Eysenck sobre la organización de la personalidad, las dimensio-
nes que definen la anormalidad se encuentran fuera de los modelos esta-
dísticos.
¿Cómo se puede evaluar el modelo estadístico de una conducta anor-
mal? En primer lugar, al aplicar este modelo, el investigador relaciona
una baja frecuencia con una desviación. Generalmente existe una relación
entre la baja frecuencia y el hecho de clasificar como anormal una con-
ducta, pero también se dan casos en que esta relación falla. Los el bajos
pueden ser un tema adecuado de estudio para los psicólogos clínicos,
pero el caso contrario, es decir, los el altos, ¿pueden considerarse de su
competencia? Además, dcuán baja debe ser exactamente una frecuencia
para que la conducta se considere como anormal? El modelo no especifi-
ca qué fenómenos son los que se deben medir y no proporciona indi-
cios acerca de qué variables pueden relacionarse con el desarrollo de la
conducta anormal. Por lo tanto, a pesar de que describe parcialmente
la anormalidad, el modelo estadístico debe considerarse un tanto inade-
cuado.

1. LA UTILIDAD DE LAS ESTADÍSTICAS PARA ESTE ESTUDIO

a) PSICOMETRÍA

• Conjunto de mé.todos e instrumentos de medida que se utilizan


para la investigación, descripción y comprobación de datos sobre el
comportamiento psíquico.
• Medida objetiva y tipificada de una muestra de conducta.
Medición: medida interpretada que es implícita a la medición de un
test.
Objetiva: método y procedimiento en la administración de un instru-
mento sin influencia de factor externo, que al ser repetida en igualdad de
circunstancias deben obtenerse resultados iguales.
TiPificada: debe ser aplicable a una población diferenciada por ciertas
características.
Muestra de conducta: es muestra ya que ningún tipo de comportamien-
to es posible de medir completamente, lo que hacemos es aproximarnos a
su medición a través de una muestra.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 71

MEDICIÓN
Consiste en reglas para asignar símbolos a objetos de manera que:
1. Representen numéricamente cantidades de atributos (escalas de
medida).
2. Definan si los objetos caen en las mismas categorías o en diferentes
con respecto a un atributo determinado (clasificación).
Tanto las escalas de medición como la clasificación implican la formu-
lación Y evaluación de reglas. Estas reglas son usadas para medir atributos
de los objetos por lo general, pero no de manera exclusiva, sino también de
personas. Es impor~ante Fe~brdar que podemos me?i~ sólo atributos de los
opjetos~ no a Jos objeto ITllSU'lOS. Entre las caracterísucas de las buenas re-
glas están la receptibilidad (confiabilídad), y de modo más importante la
validez en los sentidos que se describan. La estandarización es un objetivo
importante de la medición debido a que facilita la objetividad, cuantifica-
ción, comunicación, 'economía y generalización científica.
La medición usa matemáticas, pero las dos sirven a papeles separados.
La medición necesita relacionarse con el mundo físico, pero las matemáti-
cas puras sólo se ocupan de la consistencia lógica. Un aspecto tradicional-
mente importante, pero controvertido de las escales de medición, es que
éstas por lo general caen en uno de cuatro niveles (han sido sugeridos
otros): nominal, ordinal, de intervalos y de razón. Estos cuatro niveles re-
presentan de manera progresiva reglas mejor articuladas, por ejemplo, las
escalas nominales tan sólo definen si dos objetos son equivalentes o no,
entre sí, con respecto a un atributo crítico, pero las escalas ordinales de-
terminan si un objeto que no es equivalente a otro es mayor o menor que
el otro; son posibles resultados más consistentes con niveles superiores de
medición. El concepto de invarianza es básico para estos niveles de medi-
ción, el cual tiene que ver con lo que permanece igual cuando se realizan
cambios permisibles en la escala. Las escalas de niveles superiores están
más restringidas en cuanto a la manera en que pueden ser transformadas
y aún conservar invarianzas claves.
ESCALAS DE MEDICIÓN
Stevens propuso que las mediciones entran en cuatro clases principa-
les de escala de medición (nominal, ordinal, de intervalo y de razón), las
cuales permitieron que se ejecutaran en las medidas procedimientos cuan-
titativos cada vez más complicados, pero a su vez demandaron cada vez
más de las operaciones de medición.
Escalas de medición:
• Nominal: contiene reglas para decidir si dos objetos son equivalentes
o no para una categorización. El resultado de una escala nominal es
una serie de clases a las cuales podría darse una designación numé-
72 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

rica. Es importante distinguir entre usar categorías "nombres", lo


cual es impropio, y la categoría "frecuencias" la cual es bastante
apropiada.
• Ordinal: contiene reglas para decidir si un objeto es diferente a otro
es mayor o menor con respecto a un atributo determinado.
• De intervalo: reflejan operaciones que definen una unidad de medi-
ción, así como mayor, igual o menor.
• De razón: es una escala de intervalo con un cero (O)racional (verda-
dero )'. en lugar de un cero (O)arbitrario. Un cero (O)racional signi-
fica la ausencia del atributo y no simplemente razonable.

Igualdad
o diferencia
de intervalos

b) RELACIÓN PSICOMETRÍA-PSICOLOGÍA
Las primeras pruebas psicométricas tuvieron lugar en íntima conexión
con los comienzos de la psicología experimental y sirvieron para la inves-
tigación de ciertos aspectos de la psicofisiología humana, luego se emplea-
ron en la psicología diferencial siendo así el soporte de los test mentales;
los esfuerzos de la psicología experimental se centran cada vez más en la
ideación de métodos e instrumentos que permitan obtener medidas del
comportamiento humano.
SISTEMAS DE MEDIDA
Los más importantes son los que toman como punto de partida la
edad del sujeto, los percentiles y las puntuaciones típicas.
• Las puntuaciones en relación con la edad' son:
• Edad mental: introducido por Binet, basado en la hipótesis de que
-al menos durante la infancia y la adolescencia- a rnedida que au-
menta la edad cronológica, aumenta el nivel de inteligencia.

\
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 73

• Cociente de inteligencia: sistema de medida ideado por el psicólogo


alemán Stern; consiste en dividir la edad mental por la edad cro-
nológica y multiplicarlo por cien.
• Percentiles: punto de distribución por encima y por debajo del cual
se sitúa un determinado tanto por ciento del grupo; los 99 puntos
percentiles dividen la distribución en 100 partes y cada una de
ellas contiene el 1% de los casos.
• Puntuaciones típicas: poner en relación las puntuaciones directas refi-
riéndolas a la medida del grupo normativo y utilizando como medi-
da de comparación la desviación típica de la distribución o alguna
fracción de ella. Las modalidades de puntuaciones típicas más im-
portantes son:
• Notas Z: la media se iguala a O y la desviación estándar es 1.
• Notas T: la media equivale a 50 y la desviación estándar a 10.
• Notas CEEB: la media equivale a 500 y la sigma equivale a 100.
• Notas ACCT: la media se iguala a 100 y la desviación estándar a 20.
CAPÍTULO V

ENTRE LA CRIMINALIDAD
y LOS DIVERSOS TRASTORNOS DEL SUJETO
EN SU CONDUCTA ENFERMA O DESADAPTADA

A) CONCEPTO DE CRIMINALIDAD

ALEXANDER Y STAUB realizan la siguiente clasificación:


• El criminal neurótico.-Su conducta de enemistad social representa el
punto de escape del conflicto que nace de influencias anímicas se-
mejantes a las que producen la psiconeurosis y que tiene lugar du-
rante la primera i~fancia o en la vida posterior (etiología psicoló-
gica).
• El criminal normal.-Su estructura anímica semeja a la de un hombre
normal, pero lo identificado por la educación con modelos crimina-
les (etiología sociológica).
• Criminales a causa de procesospatológicosorgánicos.-Es otro grupo con-
dicionado orgánicamente. (Etiología biológica)
A estos tres grupos de delincuentes, proclives al crimen por una dis-
posición (somática o psíquica), los llaman criminales crónicos para dife-
renciarlos del gran número de personas normales -que, en ciertas condi-
ciones, caen en el delito: los criminales agudos,'
Estos últimos delinquen no por pertenecer a un grupo determinado
de hombres, sino por hallarse en condiciones tales que cualquier persona,
puesta en la misma situación, infringiría la ley. En estos casos, lo caracte-
rístico no son las particularidades del sujeto, sino las de situación, y aun-
que no pueden entrar en una teoría de los tipos criminales y sociales co-
munes son, sin embargo, de un interés psicológico excepcional.
La clasificación diagnóstica de un hecho criminoso como pertenecien-
tes a este grupo es de una importancia decisiva para los tribunales, ya que
aquí el tratamiento penal no puede servir ni para adaptar al delincuente a
la vida social, ni para intimidarlo evitando su reincidencia.

1 ALEXANDER Y STAUB, op. cit.

75
76 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Para el diagnóstico criminal es necesario conocer el grado de parti-],


pación del yo consciente y del yo inconsciente en el hecho. Al considerar
la criminalidad exclusivamente desde este punto de vista, ellos presentan
el siguiente esquema: 1. Acciones criminales de individuos criminalmente
afectados (criminalidad crónica). Se trata de sujetos proclives a la delin~
cuencia por la estructura de su aparto psíquico. II. Acciones criminales de
hombres no criminales (criminalidad accidental).
T das estas.formas y modos de criminalidad oscilan entre dos tipos Ií-
mires polares, que sólo se pueden establecer con claridad teóricamente. A
un lada. se encuentra el criminal puro, en el que las exigencias sociales
no han logrado tener una representación interna en la forma de un super
yo, y que por eso inhibe sus tendencias antisociales sin ninguna convicción
íntima y sólo forzado por el temor ante el poder social. El otro límite ]0
constituirán aquellas personas tan perfectamente adaptadas que sin con-
flicto interior prefieran el propio interés al de la sociedad, fundido así
en una unidad el yo y el super-yo. La realidad no presenta nunca estos ca-
sos límites problemáticos sin gradaciones intermedias. Todas las personas
pertenecen a estos grados medios, en donde la personalidad no forma
una unidad homogénea, sino que existe más bien una tensión perma-
nente entre la parte ancestral y la parte civilizada del aparato psíquico.

B) CONDUCTA DESADAPTADACRÓNICA.
ASPECTOSCLÍNICO, BIOLÓGICO Y SOCIOLÓGICO
CONDUCTA DESADAPTADA CRÓNICA
l. Criminalidad crónica.-Los delincuentes criminales con super yo cri-
minal no están adaptados a la sociedad, ya que éstos tienen una moral
propia, única y distinta a la de los demás hombres que les impulsa a co-
meter infracciones. En este grupo encontramos también al criminal genui-
no con desadaptación innata que le impide sujetarse a norma alguna; este
sujeto carece de super yo. Sería el delincuente nato de Lornbroso y Ferri.
La vida de algunas personas está compuesta de periodos alternos de
hospitalización y de existencia submarginal en la comunidad. A diferencia
de muchos estados de salud ele los que puede esperarse que mejoren en
periodos relativamente cortos, la enfermedad mental crónica continúa por
muchos años. A continuación describimos los diversos componentes típi-
cos de un paciente crónico voluntario.
Actualmente, ha habido trn movimiento tendiente a sacar de las insti-
tuciones a estos pacientes o a devolverlos a la comunidad. Bajo la bandera
de atención proporcionada a la comunidad, muchos de ellos viven ahora
en casas para ancianos, casas de huéspedes, hoteles residenciales (con fre-
cuencia en vecindarios indeseables) y en apartamentos subsidiados.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 77

a) Acciones criminales por causas tóxicas o por otros acontecimientos orgáni-


ca_patológicos. La función del yo está perjudicada o desconectada en gran
medida. .
En este grupo entran todos los casos que la jurisprudencia y la medici-
na señalan como irresponsables. El grado de participación del yo en la ac-
ción puede llegar a ser nulo (enfermos mentales, alcohólicos y toxicóma-
noS en general). Pero como la intoxicación se puede producir voluntaria-
mente por el sujeto para anular sus instancias impeditivas, y, en cambio,
en otros casos (por ejemplo, en los toxicómanos) el estado de intoxicación
es la consecuencia y la exteriorización de una neurosis grave, sólo se pue-
de comprender en este grupo una parte y no todos los delitos que se rea-
lizan por personas intoxicadas.
b) Acciones criminales condicionadas neuróticamente. Estas acciones están
condicionadas en primer lugar por motivos inconscientes y, por tanto, la
parte consciente de la personalidad no puede tener ninguna relación con
tales motivos, inasequibles para ella. El yo es ganado para la ejecución del
hecho mediante especiales mecanismos neuróticos que relajan su depen-
dencia del superyo, ocultándole el verdadero sentido de la acción sobre
los móviles reales, según los mecanismos que producen efectos principal-
mente en la acción.
Delitos por autocoacción o sintomáticos (cleptomanía) son los más
próximos al síntoma neurótico. El impulso coactivo surge en el yo como un
cuerpo extraño, sin sentido y asimismo aislado del restante contenido de la
conciencia. El yo en estos casos está superado por tendencias inconscientes.

C) CRIMINALIDAD ACCIDENTAL.
ASPECTOS CLÍNICO-BIOLÓGICO y SOCIOLÓGICO

2. Criminalidad aguda o accidental.-En este grupo analizaremos los SI-


guientes delitos:
a) Delitos por equivocación (culpa o negligencia). Cuando el yo está con la
atención fija en una cosa distinta de la situación real en que se encuentra,
cualquier tendencia criminal inconsciente puede llegar a desbordarse; el
yo rechaza por completo el hecho realizado en estas circunstancias.
Son los típicos delitos culposos que tienen una tendencia criminal in-
consciente que llega a desbordarse. El yo rechaza por completo el acto
ejecutado en circunstancias en las que ha triunfado el ello por inadverten-
cia del consciente.
b) Delitos de situación. Todo el mundo comprende y disculpa las accio-
nes realizadas en ciertas situaciones especiales cuyo choque afectivo provo-
ca en el sujeto una reacción criminal. Se citan entre estos casos aquellos
en que se trata de una situación real de dolor que lesiona tan fuertemente
78 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

el sentimiento de los justos, que el poder impeditivo del superyo, aún fun,
cionando perfectamente en distintas condiciones, queda anulado en el he-
cho concreto.
Son acciones' ejecutadas en condiciones en que el choque afectivo del
sujeto provoca una reacción criminal, situación que anula al superyo y
permite la acción. Todo el mundo comprende y disculpa estas acciones.
Ejemplo:
El delincuente político.-El
Estado tiene para el adulto identificación
análoga como la del padre para el hijo. El pánico ancestral ante la autori-
dad se proyecta en la imagen del Estado, que hace' obligatoriamente
abrigar un oculto deseo de venganza contra el ser humano. La raíz afecti-
va de cada delito político deberá ser buscada en la especial situación edi-
piana del autor.
• Psicoanálisisdel suicida.-El suicidio es un acto de venganza y un au-
tosadismo intenso del yo, el que realiza una acción agresiva de tal
fuerza contra sí que procura destruirse. Se produce el suicidio a cau-
sa de la pérdida del objeto libidinoso de importancia vital (proble-
mas económicos o afectivos), y ante la imposibilidad de recuperarlo,
se produce una identificación del yo con el objeto perdido que lleva
a tratar de anular el yo, igual que con el objeto desaparecido. Freud
fue más lejos al formular la tesis de una criminalidad establecida en
las profundidades del inconsciente y sugerir la hipótesis de que
existe en la colectividad un inconsciente sentimiento de justicia que
se revela cuando el delincuente no es adecuadamente reprimido.
Aunque no podernos compartir la afirmación de que el delito se ha-
lla dentro de la psique, tampoco podemos ignorar que esta corrien-
te psicológica ha enriquecido el conocimiento de la conducta huma-
na, aspecto que no es lógico desechar cuando se pretende llegar a
una explicación integral de la criminalidad.

D) CONDUCTA ANTISOCIAL (PSICOPÁTICA)

La personalidad antisocial es un desorden de la personalidad cuyas


características sobresalientes están marcadas por una falta de desarrollo
ético o moral, y por la dificultad para seguir ciertos patrones de conducta
aprobados. Básicamente, estos individuos son insociables y aparentemente
incapaces de lealtad significativa hacia otras personas, otros grupos o cier-
tos valores sociales. Estas características los hacen entrar sistemáticamente
en conflicto con la sociedad. Los términos personalidad psicopática y per-
sonalidad sociopática se usan también comúnmente para referirse a este
tipo de desorden.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 79

La categoría llamada personalidad antisocial incluye a un grupo mixto


de individuos: gent de nego ios sin escrúpulos, abogados tramposos,
doctores charlatanes. políticos corruptos, impostores, traficantes de drogas,
una buena cantidad de pr stitutas y varios tipos más de delincuentes y cri-
rninales. Uno cuanto' de estos individuos llegan a asistir a clínicas de la
comunidad o a los hospitales mentales. Aunque la mayoría de ellos están
coilflnados en instituciones penales, el tener un historial de repetidas in-
fracciones sociales o legales no es una razón suficiente para suponer que
un individuo es psicópata. De hecho, debemos señalar que la mayoría de
los psicópatas se las arreglan para mantenerse al margen de las institucio-
nes correccionales, no obstante que tienden a estar en constante conflicto
con las autoridades.
Las manifestaciones de la psicopatía se realizan desde la infancia en
los hombres, pero de manera típica en las mujeres se manifiesta hasta
después de la pubertad.
CUADRO CLÍNICO DE LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Las personalidades antisociales son, de manera típica, inteligentes, es-
pontáneas y muy agradables a primera vista, pero son engañosas y mani-
puladoras y usan a los demás de manera malévola para lograr sus propios
fines. A menudo, parecen vivir en una serie de momentos presentes sin
tener ninguna consideración por el pasado ni por el futuro.
Los individuos antisociales son capaces de asumir responsabilidades y
de perseguir una meta a largo plazo, pero lo hacen de manera poco ética,
y con carencia de consideración por los derechos y el bienestar de los
demás.
También quedan incluidos en la categoría de personalidad antisocial
los "psicópatas hostiles", que son expertos en actuar sin el menor remor-
dimiento y a menudo con una violencia sin sensibilidad.
Sólo a los individuos que tienen más de 18 años se les puede diag-
nosticar como personalidades antisociales. De acuerdo con la clasifica-
ción actual del DSM-III, el diagnóstico se hace con base en los siguientes
criterios: a) si existen por lo menos dos de los casos de conducta desvia-
da tales como robo, vandalismo o conductas agresivas anormales antes
de los 15 años; b) si desde los 15 años ya se han presentado por lo menos
tres problemas de conducta, como irresponsabilidad financiera, ocupación
ilegal y una historia pobre de trabajo y no ha habido un periodo más lar-
go de cinco años sin que se presente uno de estos problemas, y e) si la con-
ducta antisocial no es un síntoma de cualquier otro desorden mental.
Para completar el cuadro clínico, empezaremos por resumir las carac-
terísticas que parecen compartir las personalidades antisociales, después
pasaremos a describir tres casos muy diferentes que ilustren el amplio
rango de patrones de conducta que pueden estar involucrados.
80 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

CARACTERÍSTICAS COMUNES
A pesar de que no todas las siguientes características se encuentran en
un caso particular, son bastante típicas de la conducta antisocial en general.
l. Desarrollo de conciencia inadecuado y carencia de ansiedad y culpa, Las
personalidades antisociales son incapaces de entender y aceptar los valo_
res éticos, excepto a nivel verbal. Ellos hacen verbalizaciones desparpaj.¿
das y claman su adherencia a altos estándares de moralidad que no guar-
dan conexión aparente con su conducta. Dada su gran inteligencia y la
marcada discrepancia de ésta con sus niveles de desarrollo de conciencia,
se les ha llamado "tontos morales".
Las personalidades antisociales tienden a "actuar" sus tensiones y pro-
blemas más que preocuparse de ellos. Su aparente carencia de ansiedad y
de culpa, combinada con la apariencia de sinceridad y candor los capacita
para evitar su suspicacia y la detección por sus actividades ilegales y de
robo. A menudo muestran desprecio por aquellos de quienes son capaces
de tomar ventaja, los "marcados".
2. Conducta impulsiva e irresponsable: baja tolerancia a la frustración. Los
individuos antisociales. Normalmente muestran una falta de consideración
insensible por los derechos, las necesidades y el bienestar de los demás.
Son mentirosos crónicos y han aprendido a tomar, en vez de ganarse, lo
que quieren. Son expertos en buscar las emociones fuertes y la conducta
desviada y poco convencional, a menudo rompen la ley de manera impul-
siva y sin consideración por las consecuencias. Muy rara vez posponen el
placer inmediato en espera de ganancias futuras o de metas a largo plazo.
Viven en el presente, sin consideraciones realistas al pasado y al futuro,
usando la realidad exterior para una gratificación personal inmediata. A
menudo cambian de trabajo, pues son incapaces de seguir una rutina o de
mantener cualquier responsabilidad sobre sus hombros.
3. Habilidad para poner "una buena fachada" a los demás para impresionar-
los y explotarlos, proyectar la culpa sobre otros por la propia conducta socialmente
desaprobada. A menudo los individuos antisociales son agradables y hasta
encantadores, poseen un carisma especial que fácilmente les hace ganar
amigos. De manera típica, tienen un buen sentido del humor y son opti-
mistas. Si le les sorprende en algunas mentiras, muestran una sincera
preocupación y prometen enmendarse, pero no lo hacen. Parecen tener
una buena perspectiva de las necesidades de los demás y de sus habilida-
des, y son expertos en explotarlas. Por ejemplo, muchos psicópatas se in-
volucran en esquemas poco éticos de ventas en los que usan sus propios
encantos y la confianza que inspiran para hacer "dinero fácil". Rápida-
mente encuentran excusas y racionalizaciones para su conducta antisocial,
) PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 81

y proyectan la culpa en alguien más. Así, encuentran fácil convencer a los


l demás, como a sí mismos, de que ellos quedan libres de toda falta.
4. Rechazo a la autoridad e incapacidad para sacar provecho de la experien-
cia. Los individuos antisociales se comportan como si las reglas sociales no
se les aplicaran a ellos: nunca juegan a las reglas del juego. Frecuente-
mente tienen un historial de dificultades con las autoridades educativas y
de reforzadores de la ley y, sin embargo, aunque ellos a menudo se invo-
lucran en actividades delictuosas, no son delincuentes profesionales calcu-
ladores. A pesar de las dificultades en las que se meten y de los castigos
que puedan recibir, continúan comportándose como si fueran inmunes a
las consecuencias de sus acciones.
f
,5. Incapacidad para mantener buenas relaciones interpersonales. A pesar
de que al inicio de la relación son capaces de agradar y de formar amigos,
las personalidades antisociales rara vez pueden mantener un amigo ínti-
mo, dado que son irresponsables y egocéntricos, normalmente cínicos y
poco compasivos, ingratos y sin remordimientos en sus tratos. Parecería
que no pueden entender el amor de los demás ni pueden darlo en corres-
pondencia.
La personalidad antisocial constituye una amenaza no sólo para los
conocidos circunstanciales, sino para la familia y los amigos. Siendo mani-
puladores y explotadores en las relaciones sexuales, son compañeros irres-
ponsables e infieles y aunque a menudo prometen cambiar, raramente lo
hacen en largos periodos de tiempo.
Muchas de las características anteriores pueden encontrarse también
en varios grados en las personalidades neuróticas, sobre todo en los toxi-
cómanos y en otras que muestran patrones de conductas desadaptadas. En
el caso de la personalidad antisocial, estas características están muy marca-
das y se presentan al margen de otros "síntomas" de la psicopatología.
Por ejemplo, mientras que la mayoría de los individuos neuróticos son
atacados por la preocupación y la ansiedad y tiene tendencias a evitar las
situaciones difíciles, las personalidades antisociales actúan sus impulsos sin
el menor temor, sin pensar en ello, ni en las dificultades que puedan pre-
sentarse.
Las desadaptaciones leves afectan la vida del individuo y posiblemente
la de un pequeño número de otras personas; sin embargo, algunas veces
lo que comienza como una desadaptación personal llega a amenazar, en
alguna forma, a otras personas. Entonces se convierte en una desadapta-
ción social.
Existen individuos que ven a este tipo de personas como criminales y
delincuentes, como personas con problemas, desean que se les castigue
por infringir la ley. Es entonces cuando la conducta delictuosa se conside-
82 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

ra ilegal a la vez que desadaptada, y trae como consecuencia medidas ri-


gurosas del control social, como el encarcelamiento.
Un porcentaje considerable de criminales, aunque pueden tener pro-
blemas personales, no muestran la extravagancia ni la falta de contacto
con la realidad que caracteriza a la gente con graves trastornos lnentales;
sin embargo, una de las variables que causan los trastornos psicológicos
parece desempeñar también un papel importante en la conducta criminal
y delictuosa. Por ejemplo, las relaciones familiares poco usuales car actej-],
zan tanto a los esquizofrénicos como a la delincuencia juvenil.
El papel de la familia en la conducta antisocial se revela en la siguien_
te descripción, dada por un muchacho de 14 años, sobre el intenso con-
flicto emocional entre su padre y su madre. Habían traído al muchacho a
la clínica de una comunidad porque había cometido pequeños robos en el
vecindario, había observado mal comportamiento sexual, se había ausen-
tado de su casa, no hacía caso del trabajo de la escuela y tenía frecuentes
conflictos con su padre. Este joven no tenía grandes antecedentes policía-
cos y no era un delincuente endurecido. Obviamente era un muchacho
poco común y muy inteligente; se sabía expresar y era observador. Sin
embargo, la descripción que hacía de las personas importantes de su fami-
lia parece a la de muchos otros delincuentes, tenía reacciones ante una si-
tuación familiar difícil que hace que la sociedad intervenga. Algunas per-
sonas tienden a hacer que la sociedad intervenga porque no pueden
seguir funcionando por sí mismas.
Desde el psicoanálisis: Otto Kernberg
Otto Kernberg enfatiza en que hay que diferenciar lo que es la con-
ducta antisocial de la estructura de personalidad antisocial y que es muy
importante diferenciar la conducta antisocial de la criminalidad. La crimi-
nalidad es un concepto legal, la conducta antisocial es un concepto clínico
psiquiátrico y critica al DSM IU, porque la definición de la personalidad
antisocial lo realiza en términos de conducta criminal.
Con respecto a la sinonimia, Kernberg dice que el término tradicional
para el tema que estamos tratando era de persona psicopática. Luego fue
reacción antisocial; el término contemporáneo es personalidad antisocial.
Para este autor, la personalidad antisocial tiene una estructura de perso-
nalidad de tipo narcisista. Kernberg dice que los fundamentos de esta
personalidad son: autorreferencia excesiva, grandiosidad, tendencia a su-
perioridad exhibicionista, dependencia excesiva de admiración por parte
de otros, superficialidad emocional, crisis de inseguridad que alternan con
la grandiosidad usual. Luego, dentro de las relaciones de objeto (con los
otros), sería intensa envidia consciente e inconscientemente, mecanismos
contra la envidia, especialmente tendencia de explotación, incapacidad de
depender de otros, falta de empatía con otros, falta de compromiso inter-
LOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 83
pSICO

. en otras relaciones. Luego habla de las formas leves de patología del su-
n.O 'yo dentro de las estructuras narcisistas: la incapacidad de experimen-
pe~ d~pres_i6n, la tendencia a tener grandes cambios de ánimo, una
tal dencia a estar r'egido por vergüenza en vez de culpa, el hecho de hacer
S; te~os antisociales. En este sentido, el temor a que lo pillen determina ser
IS ~~ILrado Yno un sentimiento de una moral interna. El sistema adolece de
tI ~alor ético adulto, o sea que, para Kernberg, los valores son infantiles.
l- v La persona narcisista quiere ser admirada, porque es la más rica, la
ue tiene más objetos, porque es la más bonita, la mejor vestida, en con-
~aste por querer ser estimada por los valores más adultos.
y con respecto a la patología del super yo grave, que para Kernberg
a constituye el síndrome del narcisismo maligno, las características son: con-
1 ducta antisocial, agresión ego sintónica dirigida contra otros en forma de
sadismo o dirigida contra sí mismo en forma de tendencias automutilado-
ras o suicidas, sin depresión y con orientación paranoide.
En la estructura antisocial propiamente dicha tenemos conducta anti-
social desde la infancia (mentir, robar, falsificar cheques, prostituirse,
asaltar, robar, asesinar, robo armado), hay una ausencia auténtica de ca-
pacidad de sentimiento de culpa y de remordimiento. Esto es importante,
porque el psicópata puede presumir de remordimientos y una vez que lo
han agarrado (no antes), puede aparentar culpa y sentirse realmente arre-
pentido o demostrar estar arrepentido, simplemente para conseguir una
atenuación de la penq.
La otra característica es la total incapacidad de mantener una relación
afectuosa con otros. Hay relaciones de tipo parasitarias. El paciente, por
ejemplo, dice el Dr. Kernberg, puede tener una excelente relación con su
tía, pues resulta que la tía es la que le da dinero todo el tiempo, y por tanto
es la única persona con quien se cuida de mantener una buena relación.

E) CONDUCTA ADAPTADA Y DESADAPTADA

Si se midiera la inteligencia de un grupo numeroso de personas, pro-


bablemente se encontrarían pocas realmente muy brillantes, y que algunas
funcionan muy deficientemente; sin embargo, la mayoría de ellas estaría
situada en algún punto intermedio. También se encontraría algo muy se-
mejante si se observara su conducta en general: la mayor parte de la gen-
te estaría justamente en un término medio de sus capacidades, pocas se-
rían extremadamente talentosas y algunas parecerían estar siguiendo su
propio código de conducta. La psicología anormal se enfoca en este últi-
mo grupo, gente cuya conducta parece decir que ellos no pueden o no de-
sean vivir en el mismo mundo como el resto de nosotros. La psicología
anormal trata sobre el ser diferente, y cómo se siente ser diferente, y
cómo trata la sociedad a los individuos que considera diferentes.
84 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Ser diferente no es necesariamente ser indeseable. Albert Einstein ,


además de ser un genio, fue lo que con seguridad podríamos llamar Un
excéntrico. Sin embargo, debido a que era un genio, el significado que se
le dio a su ser diferente fue abrumadoramente positivo, y la sociedad lo
trató como tal, diciendo cosas agradables acerca de él y condecorándolo.
Un individuo con menos talento que mostrara el mismo grado de excen~
tricidad, sería juzgado con más dureza. Por esta razón, la psicología
anormal se enfoca en los significados social y personal de "ser diferente".
CONDUCTA ADAPTADA Y DESADAPTADA
La gente como Einstein es poco común. La mayor parte de la condu-,
ta estudiada por la psicología anormal está relacionada con los fracasos e
insuficiencias humanas. Los casos de gente diferente con fracasos llaman
frecuentemente la atención de los especialistas en salud mental (por ejem~
plo, de los psiquiatras y psicólogos clínicos), del sistema jurídico, de los
maestros y de los funcionarios públicos. Estos fracasos se deben pr-incipal,
mente a fallas en la adaptación humana, la cual implica el equilibrio entre
lo que la gente hace y lo que desea hacer, por un lado, y lo que el medio
ambiente -la comunidad- desea o espera del otro.
La adaptación es un proceso dinámico. Cada uno de nosotros reaccio-
na ante el medio ambiente y ante los cambios que ocurren en él. La forma
como nos adaptemos depende de dos factores: de nuestras características
personales (habilidades, actitudes, destrezas, condición física, etc.,), y de la
naturaleza de las situaciones a las que nos enfrentemos (conflicto familiar,
desastre natural), ambos factores determinan si sobrevivimos, si estamos
contentos y prósperos, o si caemos a la orilla del camino. Puesto que nada
-ni nosotros mismos ni el ambiente- permanece igual por mucho tiem-
po, la adaptación debe realizarse a cada instante. La extremada rapidez
con que cambia el mundo moderno impone una tensión particular sobre
nuestra capacidad de adaptación. Por otra parte, adaptarse con éxito a
determinadas circunstancias no garantiza que pueda uno adaptarse con
éxito a otras.
Definir el nivel de adaptación de una persona es un problema difícil
por varias razones. Los seres humanos han desarrollado formas sutiles de
leriguaje, un nivel refinado de pensamiento, habilidades superiores para
resolver problemas, intrincadas relaciones sociales y complejos procesos
de comunicación. A diferencia de los animales, nuestros éxitos y fracasos
en la adaptación no pueden medirse simplemente en términos de supervi-
vencia y reproducción de nuestra especie. En el mundo moderno la cali-
dad de vida y el propio nivel de satisfacción eclipsan, en gran parte, la ne-
cesidad de satisfacer las exigencias biológicas.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 85

l. CONCEPTO
A veces se establece una distinción entre adaptación y ajuste. La adap-
tación se refiere a la supervivencia de la especie, mientras que el ajuste se
refiere al dominio individual del ambiente y a la sensación de estar en paz
con uno mismo. En muchas ocasiones ésta es una distinción válida y útil;
sin embargo, en ciertos casos esta división simplifica exageradamente las
circunstancias humanas. Los sentimientos de fracaso de un individuo pue-
den estropear sus relaciones sociales, y el conjunto de factores heredita-
rios puede ser afectado significativamente cuando estas personas se casan
y tienen hijos. Por otro lado, muchos individuos con determinados ti]. os
de insuficiencias, que probablemente no podrían sostenerse a sí mismos
dentro de un sistema económico más primitivo, sí sobreviven y se repro-
ducen en el mundo occidental gracias a las instituciones sociales, a los
programas de asistencia, a la seguridad social y a las medidas de salud.
Haciendo a un lado los factores biológicos, debemos considerar la ma-
nera como vivimos y lo que pensamos acerca de la adaptación humana.
Por lo tanto, la mayor parte de nuestra atención la enfocaremos a la
adaptación personal y social de la gente. Para nosotros, adaptación signi-
fica capacidad o incapacidad de la gente para modificar su conducta,
como respuesta a las cambiantes exigencias del medio ambiente.
ESTRÉS y VULNERABILIDAD
Cuando hablamos sobre cuán bien se adapta la gente, es importante
que consideremos las condiciones bajo las cuales se realiza la adaptación.
Por ejemplo, Daniel, que tiene siete años de edad, puede adaptarse bien
cuando tiene una maestra comprensiva, cuando sus padres se llevan bien,
y cuando se encuentra sano. Pero si tiene una maestra odiosa, si sus pa-
dres discuten consuetudinariamente y están a punto de divorciarse, y si va
a caer enfermo de sarampión, es posible que le afecte mucho más de lo
que habríamos previsto el no ser el jugador que comience el juego en el
primer partido de su equipo de futbol.
Una misma persona puede enfrentarse satisfactoriamente a una situa-
ción difícil o atemorizan te en una ocasión, y en otras hacerlo en forma de-
sadaptada. Ante una determinada situación, algunas personas pueden
portarse adecuadamente y otras pueden manejarla en forma que deja mu-
cho que desear. ¿Por qué sucede esto? Dos conceptos, el estrés y la vulne-
rabilidad, nos ayudan a entender estas diferencias en la conducta.
El estrés se refiere a nuestras reacciones ante situaciones que presen-
tan exigencias, coacciones u oportunidades. Por ejemplo, una persona
puede sentirse bajo estrés al ver a un niño caer en un río que corre rápi-
damente, o cuando la despierta una sirena y percibe olor a humo; o cuan-
do recibe un ascenso a un puesto que supone mayores responsabilidades.
La vulnerabilidad se refiere a la probabilidad de que reaccionemos en for-
86 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

ma desadaptada ante ciertas situaciones. La vulnerabilidad puede incre-


mentarse por determinadas clases de factores hereditarios, tales como te-
ner padres esquizofrénicos, por ciertas habilidades, como saber conservar
la serenidad en situaciones problemáticas, o por una acumulación de ex-
periencias negativas, como las que afectaban a Daniel.
Algunas personas son más vulnerables que otras en todas las situacio-
nes, debido a que manejan con menos eficacia lo que les sucede en la vida
diaria. Otras son más vulnerables debido a factores independientes que
les han ocasionado estrés recientemente. Algunas sólo son más vulnera-
bles en determinadas situaciones que les remueven el recuerdo de proble-
mas o dificultades anteriores. Por ejemplo, al ver que un niño es arrastra-
do por la corriente de un río, una persona puede reaccionar inadecuada-
mente si vio cómo moría uno de sus hermanos pequeños en un accidente
cuanto ella tenía cinco años. También podría estar más propensa a alte-
rarse porque la experiencia anterior afectaba su percepción del resultado
del presente accidente.
El estrés y la vulnerabilidad interactúan. Cuanto mayor sea el estrés,
se necesita tener menos vulnerabilidad para que no ocurra una conducta
desadaptada. Cuanto menor sea el estrés, mayor será la vulnerabilidad ne-
cesaria para que se ·produzca una conducta desadaptada.
TIPOS DE CONDUCTA DESADAPTADA
Toda conducta desadaptada es conducta desviada. Sin embargo, la
conducta desviada no es necesariamente desadaptada. Alguna conducta de
este tipo, como en el caso de Einstein, es altamente adaptada. y algunas
otras conductas, como ponerse corbatas muy llamativas, negarse a viajar
en avión, beber diez tazas de café al día y necesitar leer durante dos horas
en la cama antes de dormirse, pueden parecer extrañas o molestas, pero
la gente que las sigue no necesita hacer mayores esfuerzos de rehabilita-
ción para poder vivir una vida feliz y productiva. La conducta que se pre-
senta con poca frecuencia en la población en general no es necesariamen-
te desadaptada, así es que una definición puramente estadística de la
desadaptación no siempre es útil.
Describir una conducta como desadaptada implica que exista un pro-
blema, y se sugiere que la vulnerabilidad del individuo o un estrés excep-
cional en el ambiente lo han llevado al fracaso para hacer frente a los pro-
blemas de la vida. Los estudiosos de la conducta desadaptada están
especialmente .in.reresados en aquella conducta que no es simplemente di-
ferente o desviada, sino también representa un motivo de preocupación
para el individuo, para su familia y amigos, o para la sociedad. Esto signi-
fica, por ejemplo, que los estudiosos de la conducta desadaptada deben
dedicar más atención a los que tienen un cociente de inteligencia más
bajo que a los que lo tienen alto, o a aquellos que no son felices en vez
de a los que sí lo son.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 87

La desadaptación tiene muchas causas. En algunos casos (por ejemplo,


en ciertas formas de daño cerebral) se descubre una causa orgánica. En
otrOS casos aparece implicada una relación social indeseable del presente
o del pasado (como por ejemplo, la relación entre padre e hijo). En otros
más, la combinación de estos factores, junto 'con un estrés de vida desacos-
tumbrado, juegan un papel decisivo (como la muerte de un ser amado o
el nacimiento de un hijo). La desadaptaciones varían desde aquellas preo-
cupaciones y temores que son inquietantes pero no incapacitantes, hasta
la pérdida casi completa de la orientación, la deformación grave de la rea-
lidad y la incapacidad para comunicarse. Pueden representar la infelici-
dad del individuo respecto de su vida, o pueden representar la preocupa-
ción y el miedo de la comunidad sobre lo que podría suceder si esa
persona no es sacada de la comunidad y colocada en una institución.
Algunas veces es difícil, incluso para 16s profesionistas, decidir dónde
se encuentra la línea divisoria entre la conducta desadaptada y aquella
que simplemente es poco común.

2. EL SUJETOy SUSREACCIONES
INDIVIDUALES
COMORESULTADO DESU DESADAPTACIÓN
SOCIAL
EL PSICÓPATA
Iniciaremos por establecer el significado etimológico de la palabra
psicópata, dicho concepto proviene del griego psique, alma y patos, dolen-
cia, es decir, dolencia en el alma."
Ahora surge el interés por entender el significado de la palabra psico-
patía o personalidad psicopática. La Asociación Psiquiátrica Americana
(APA)la define como "una persona cuya conducta es predominante amo-
ral y antisocial que se caracteriza por sus acciones impulsiva e irresponsa-
bles encaminadas a satisfacer sus intereses inmediatos y narcisistas sin im-
portar las consecuencias sociales, sin demostrar culpa ni ansiedad"," La
APA,se pronuncia por trastornos sociopáticos de la personalidad, es de-
cir, reacciones antisociales, sujetos crónicamente antisociales con inmadu-
rez emocional. 4
Diversos autores difieren en cuanto al significado de "personalidad
psicopática". Hilda Marchiori cita a Cleckly "El psicópata es una persona
asocial, altamente agresiva e impulsiva, que carece de sentimientos de cul-
pa, que es incapaz de crear lazos duraderos de afecto con otros. seres hu-
manos; pueden llegar a crear fugazmente ligaduras pero carecen de

2 Diccionario Sauri de la Lengua Española, t. 1, España, 1988.


3 QUIROZ CUARÓN, Alfonso, Medicina Forense, México, Porrúa, 8a, 1996, p. 758
4 Idem.
88 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

profundidad emocional; frecuentemente tienen explosiones agresivas,


mostrando una capacidad afectiva seriamente dañada". 5
En cambio para la Dra. Hilda Marchiori; el psicópata, se encuentra una
necesidad de afirmación de la propia personalidad sintomática, de una es-
casa capacidad de adaptación a la disciplina en general, necesidad de eva-
dirse de las normas y de vivir una vida aventurera por el placer de riesgoe
Zac manifiesta: que el psicópata posee una estructura narcisista, cuyas an-
siedades básicas primarias son características francamente persecutorias
que pueden alcanzar gran intensidad, y es por ello que necesita agredir a
los demás. Es intolerante a la frustración, una mínima privación le produ-
ce un intenso sufrimiento Yoico.?
Salomón menciona que el psicópata ignora los códigos sociales y los
valores. Actúa solamente en respuesta a sus propios deseos e impulsos. El
castigo no lo conmueve y no asimila la experiencia. No puede resistir la
tentación puesto que no tolera la frustración, y culpa a otros hábilmente
cuando es prendido. Stone y Chuch expresan que el psicópata carece ha-
bitualmente de la conciencia o de un super yo; y aunque pueda hablar fá-
cilmente al referirse a los valores y hacer promesas y resoluciones superfi-
ciales, nunca tiene dificultades para ver su propia responsabilidad porque
su inteligencia, aunque esta dentro de los límites normales, es esencial-
mente superficial y exterria.s
CARACTERÍSTICAS PSICOPATOLÓCICAS
El psicópata presenta dificultades en el pensamiento, en especial en re-
lación a un pensamiento lógico debido a que se mueve en un plano bas-
tante inmaduro e infantil. Existen alteraciones en el desarrollo de la sim-
bolización que afectan la posibilidad de formular el pensamiento verbali-
zado."
El juicio está en desconexión con la realidad y esto posibilita las fanta-
sías y ansiedades persecutorias. Las características están dadas por la
permanente hostilidad, de manera que existe un nivel consciente de dis-
torsión frente a las amenazas que la sociedad representa para él. La co-
municación es inestable y predomina un contenido verbal sádico e infan-
til, es inestable en su comportamiento y tiene una enorme facilidad para
pasar a la acción. El lenguaje es concreto, cortado, autoritario. La afectivi-

5 MARCHlORI,Hilda, "Su personalidad psicopática" publicada en la Revista mexicana de


prevención y readaptación social núm. 3.
6 Idem.
7 MARCHIORI,Hilda, El estudio del delincuente, tratamiento penitenciario, México, Porrúa,
4a. 2002, p. 119 2.
8 Ibidem. p. 4.
9 QUIROZCUARÓN,Alfonso, Medicina forense, México, Porrúa, 8a, 1996 p. 112.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 89

dad, el sentimiento de culpa está muy disminuido en el psicópata, tiene


escasa capacidad para experimentar emociones normales de depresión. 10
La angustia que manifiesta está proyectada por una búsqueda constante
de una relación de dependencia, por lo común se manifiesta a través de
sus conductas agresivas y sádicas que le proporcionan un alivio a sus esta-
dos de angustia y ansiedad. La orientación espacio-temporal no presenta
trastorno en esta área, pero es notoria su falta de consideración real de la
dimensión temporal, ya sea del presente, de la relación con el pasado o el
futuro; en su conducta no sigue ningún plan o meta establecida. El psicó-
pata presenta una alteración de la conciencia, ,ya que lo conduce a pertur-
baciones en su adaptación social; especialmente es indiferente a lo que
piensan los demás y muestra tendencias a las relaciones superficiales; la
atención dispersa se encuentra disminuida por una gran inestabifidad.!!
La adaptación a la realidad es especial, debido a que prevalecen sus
deseos y fantasías y por lo tanto no se puede adaptar al medio ambiente
familiar y social o a la cultura en que vive porque su interpretación de la
realidad es fantaseada. El psicópata es hiperactivo, se mueve constante-
mente y busca nuevos ambientes y situaciones, se advierte un deterioro en
el plano moral y ético, existe una acentuada distorsión de los valores de la
cultura a la cual pertenece.w
En un estudio realizado en 1975 en México, el Dr. Patiño manifestó
las siguientes características de la personalidad de psicopática:
"
• Inmadurez de la personalidad.
• Funciones intelectuales normales.
• Incapacidad para adaptar su comportamiento a normas culturales y
grupales.
• Conductas sistemáticas asociales y parasociales.
• Incapacidad de negar su comportamiento por pautas normales.
• Incapacidad de asimilar experiencias que orienten la trayectoria de
su vida.
• Conducta anormal desde la infancia.
• Tendencia a la satisfacción inmediata de caprichos.
• Pocos sentimientos de culpa.
• Incapacidad de afectos profundos, mitómano.
• Frustración social.
• Desconfianza total.
• Persona con marcada inestabilidad en todos sus comportamientos
con grave conflictiva interna.

10 Ibidem, p. 113,
11 Idem.
12 Idem.
90 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

• Dificultad en el pensamiento lógico, debido a que se mueve en el


plano inmaduro.
• Desconexión con la realidad posibilitándose así fantasías y ansieda-
des persecutorias en función de la hostilidad.
• Comunicación inestable, contenido verbal infantil y sádico, tiende a
la manipulación y a burlarse de las personas.
• Lenguaje cortante.
• Angustia manifiesta proyectada por la búsqueda constante de una
relación de dependencia manifiesta en sus conductas agresivas y sá-
dicas que proporcionan un alivio a la angustia ..
• Frente a los demás parece frío y tiene una coraza externa para pro-
tegerse de sentimientos internos.
SUBCLASIFICACIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL PSICÓPATA
Psicópatas hipertómicos: se caracterizan por ser alegres, activos, amiga-
bles, pero al mismo tiempo superficiales, imprudentes, volubles, influidos.
Pueden llegar a cometer algún delito, del cual se arrepienten, pero se ol-
vidan de él y reinciden en lo mismo.
Psicópatas lábiles de ánimo: muy sensibles, con estados de ánimo varia-
bles, inquietos, incapaces de soportar los problemas que se les presenten ..
Generalmente son alcohólicos, derrochan el dinero y roban.
Psicópatas depresivos: son pesimistas, su conducta es reservada, silencio-
sa y rígida.
Psicópatas inseguros: presentan sentimientos de inseguridad e insufi-
ciencia, buscan en sí mismos la culpa de todo fracaso o acontecimiento.
Tienen con frecuencia conflictos sexuales.
Psicópatas fanáticos: tienden a sobrevalorar ciertos principios, ideas que
adquieren una posición dominante en su pensamiento. En ocasiones su fa-
natismo los lleva a cometer crímenes verdaderamente impresionantes.
Psicópatas necesitados de estima: se caracterizan por tener una sensibili-
dad afectiva aumentada, falta de perseverancia, tienen ideas fantasiosas,
por lo cual tienden a la mentira, se excitan muy fácilmente, son sensibles,
vanidosos, egoístas, susceptibles de ser influidos, impulsivos e hipocon-
dríacos, quieren ser el centro de atención. Es común que cometan fraudes.
Atacan sexualmente a las mujeres para lograr algún propósito y suelen re-
latar los hechos con detalle.
Psicópatas explosivos: se enfurecen por el motivo más insignificante, en
cualquier momento pueden llegar a suicidarse o a cometer homicidios.
Por lo general son alcohólicos y beben para aminorar su coraje. Cuando
están casados golpean constantemente a la pareja y a los hijos. Causan un
sinnúmero de daños materiales.
Psicópatas desalmados: no sienten compasión por nada, ni por nadie, no
se arrepienten ni hacen caso a los valores morales. Son considerados alta-
-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 91

mente peligrosos. Desde la niñez se caracterizan por una marcada cruel-


dad con animales y niños. Son sumamente destructores.
Psicópatas abúlicos: fácilmente seducibles por otros individuos o por las
situaciones. Los instrumentos con lo que generalmente cometen sus deli-
ros son múltiples, prefieren las armas de fuego. Se sienten seguros cuando
poseen un arma u algún instrumento para su defensa (psicología jurídica
y criminológica).13
La conducta delictiva que más frecuentemente se manifiesta en el psi-
cópata es el robo, esto no quiere decir que los demás delitos quedan fuera
de su conducta, ya que también cometen homicidios, fraudes, etcétera.
He aquí un ejemplo de personalidad psicópata:
Edmund Emil Kemper nació el 18 de diciembre de 1948 en Califor-
nia. Como la mayoría de los asesinos reincidentes, se crió en el seno de
una familia disfuncional cuyos padres reñían constantemente. Con el
tiempo se divorciaron, y la madre mandó a Ed a vivir a la apartada granja
de sus abuelos paternos. Cuando el corpulento muchacho tenía 15 años,
disparó contra su abuela y luego la apuñaló porque ella insistía en que la
ayudara con las tareas domésticas. Después le pegó un tiro a su abuelo y
dejó el cadáver tendido en el jardín. Las autoridades lo internaron en una
institución para psicópatas.
Lo dejaron en libertad cuando tenía 21 años, para entonces ya medía
2.05 metros de estatura y pesaba unos 135 kilos; el 7 de mayo de 1972 re-
cogió en su coche a dos muchachas de la Universidad Estatal de Fresno,
las llevó a un sitio retirado y allí las manó a puñaladas. Luego trasladó los
cuerpos a casa de su madre, les tomó fotografías, los descuartizó, y ente-
rró los restos en un cerro de las inmediaciones. En unos cuantos meses
asesinó a tres universitarias más y a un chica de 15 años.
Mientras se entregaba a esta orgía criminal acudió a una evaluación
psiquiátrica a las que debía someterse con regularidad y fingió tal lucidez
que, según los peritos que lo examinaron, ya no representaba una amena-
za para sí mismo ni para los demás. Ese día llevaba en el portaequipaje de
su coche los restos de su víctima más reciente. Finalmente, Kemper mató
a su madre y a una amiga de ell a.t+
En su condición de ser humano, el hombre no es sereno o valiente
por naturaleza, y no es necesariamente malvado.
Incluso la personalidad antisocial, en su forma retorcida, está absolu-
tamente segura de que está actuando bien y comúnmente se ve a sí misma
como la única persona buena que hay, haciendo todo para el bien de to-

13 Gaceta Universitaria Minesota, 16 de noviembre de 1998, op. cit., p. 11.


14 Revista Selecciones de Reader's Digest, mayo de 1996, Libros condensados.
92 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

dos. El único error en su razonamiento es que si uno mata a todos los de,
más, no queda nadie a quien proteger de los males imaginarios. La con:
duela en su entorno y hacia sus semejantes es el único método para
descubrir tanto a las personalidades antisociales como a las sociales. Los
motivos que tienen para sí mismas son similares: la autoconservación y la
supervivencia. Simplemente procuran conseguirlos de formas diferentes.
Por lo tanto, ya que el hombre no es ni valiente ni sereno por natura,
leza, cualquiera tiende, en cierto grado, a estar alerta contra las personas
peligrosas, y por consiguiente, la cacería de brujas puede comenzar.
Por eso, resulta aún más importante identificar a la personalidad so-
cial que a la antisocial. Así se evita fusilar a los inocentes por mero prejui.
cio, antipatía o debido alguna mala conducta momentánea.
Se puede definir con más facilidad a la personalidad social mediante
la comparación con su opuesta, la personalidad antisocial.
Esta distinción se hace fácilmente y jamás debe idearse ninguna prueba
que aísle sólo a la persona antisocial. En la misma prueba deben aparecer
tanto el nivel más elevado como el más bajo de las acciones del hombre.
Una prueba que revele sólo a las personalidades antisociales sin poder
identificar también a la personalidad social. sería en sí una prtreba supre-
siva. Sería como responder "sí" o "no" a la pregunta: "é'Todavía le. pega a
su mujer?". Cualquiera que se sometiera a la prueba resultaría culpable.
Aunque este mecanismo podría haber sido adecuado en los tiempos de la
Inquisición, no se ajustaría a las necesidades modernas.
Como la sociedad funciona, prospera y vive sólo por los esfuerzos de las .
personalidades sociales, es necesario conocerlas, ya que son ellas, y no
las antisociales, las que valen la pena. Éstas son las personas que deben te-
ner derechos y libertad. Se presta atención a las antisociales sólo para pro-
teger y ayudar a las personalidades sociales de la sociedad.
Todas las normas basadas en el principio de la mayoría, las intencio-
nes civilizadoras e incluso la raza humana, fracasarán a menos que uno
pueda identificar y obstruir a las personalidades antisociales, así como
ayudar y apoyar a las personalidades sociales de la sociedad. Ya que la
misma palabra "sociedad" implica conducta social, y sin ésta no hay socie-
dad alguna, sólo una barbarie en la que todos los hombres, buenos o ma-
los, están en peligro.
El punto débil que tiene el enseñar cómo puede distinguirse a las per-
sonas dañinas, es que éstas pueden aplicar esas características a las perso-
nas decentes para hacer que se les persiga y erradique.
El canto del cisne de toda gran civilización es la melodía que tocan las
flechas, las hachas o las balas que usa la persona antisocial para asesinar a
los últimos hombres decentes.
El gobierno sólo es peligroso cuando las personalidades antisociales lo
-! --,AA

PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 93

pueden emplear para sus fines. El resultado final es la erradicación de to-


das las personalidades sociales, y el derrumbe de Egipto, Babilonia,
Roma, Rusia u Occidente.
Se advierte en las características de la personalidad antisocial que la
inteligencia no es una pista para descubrirla. Son inteligentes, estúpidas o
de capacidad media. Por lo tanto, la que es extremadamente inteligente
puede ascender a alturas considerables, incluso a la altura de jefe de Estado.
La importancia y la habilidad o el deseo de ascender por encima de
los 'demás tampoco son indicios de la persona antisocial. Sin embargo,
cuando llegan a ser importantes o a ascender, son bastante visibles por
las amplias consecuencias de sus actos. Pero igualmente pueden ser per-
sonas sin importancia, o que ocupan cargos muy modestos y no desean
nada mejor.
ASÍ, las características presentadas son las únicas que identifican a la
personalidad antisocial. y estas características invertidas son los únicos cri-
terios de la personalidad social, si uno desea ser veraz respecto a ellas.
La identificación o designación de una personalidad antisocial no se
puede hacer con honestidad y exactitud a menos que en el mismo examen
de la persona también revisemos el aspecto positivo de su vida.
Todas las personas que están bajo tensión pueden reaccionar con
arranques momentáneos de conducta antisocial; eso no las hace perso-
nalidades antisociales. La verdadera persona antisocial tiene la mayoría
de las características antisociales. La personalidad social tiene la mayoría de
las características sociales.
Así que se necesita.examinar lo bueno y lo malo antes de poder desig-
nar verdaderamente al antisocial o al social.
Al revisar asuntos como éstos, lo mejor es obtener testimonios y prue-
bas muy amplios. Uno o dos casos aislados no determinan nada. Debemos
buscar todas y cada una de las características sociales y todas y cada una
de las doce antisociales, y decidir basándonos en pruebas reales, no en
opmrones.
La personalidad social actúa de forma natural, basándose en el mayor
bien para el mayor número de personas y áreas de la vida.
No la persiguen enemigos imaginarios, pero sí reconoce a los enemi-
gos verdaderos cuando existen. La personalidad social quiere sobrevivir y
desea que los demás sobrevivan; mientras que la personalidad antisocial,
de manera real y encubierta, quiere que los demás sucumban.
Básicamente, la personalidad social quiere que los demás sean felices
y que les vaya bien, mientras que la personalidad antisocial es muy hábil
para hacer que a los demás les vaya realmente mal. Sus éxitos no son un
indicio básico de la personalidad social, sino sus motivaciones. Cuando
tiene éxito, la personalidad social es, con frecuencia, el blanco de la anti-
social, y por esta razón puede fracasar. Pero sus intenciones incluían a
94 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

otros en su éxito, mientras que la antisocial sólo aprecia la ruina de los'


demás.
A menos que podamos descubrir a la personalidad social y mantenerla
a salvo de la represión inmerecida, y podamos descubrir también a la an-
tisocial y refrenarla, nuestra sociedad continuará sufriendo por la de-
mencia, la criminalidad y la guerra, y el hombre y la civilizaciónno per-
durarán.
De todas las destrezas técnicas que existen en Cienciología, esa dife-
renciación está en el lugar más alto, ya que de fallar, ninguna otra destre-
za puede continuar: pues la civilización,que es la base en que actúa, no
estará aquí para darle continuidad.
No aplaste a la personalidad social, y no deje de hacer ineficaz a la
antisocial en sus esfuerzos por dañar a los demás.
El simple hecho de que un hombre ascienda por encima de sus seme-
jantes" o asuma un papel importante, no hace de él una personalidad an-
tisocial; el simple hecho de que un hombre pueda controlar o dominar a
otros, no hace de él. una personalidad antisocial. Lo que distingue al anti-
social del social son sus motivos al hacerlo y las consecuenciasde sus ac-
tos.
A menos que nos demos cuenta de las verdaderas característicasde los
dos tipos de personalidad y las apliquemos, continuaremos viviendo en la
incertidumbre de quiénes son nuestros enemigos, y al hacer esto, sacrifica-
remos a nuestros amigos.
Todos los hombres han cometido actos de violencia u omisión por los
que podrían ser censurados. En toda la especie humana no existe un solo
ser humano que sea perfecto. Pero existen los que tratan de hacer el bien
y los que se especializan en el mal, y basándose en estos hechos y caracte-
rísticas, pueden conocerse.

3. EL SUJETO Y SUS REACCIONES INDIVIDUALES COMO RESULTADO


DE SU DESADAPTACIÓN SOCIAL (CONDUCTA DELICTIVA)

Cuando 'hablamos de enfermedades de la mente no nos estamos refi-


riendo específicamente a aquellas enfermedades producto de problemas
biológicos endocrinos o psicológicos, como lo pudieran ser el retraso
mental, sino que también a las distorsiones de conducta o de personalidad
generadas en un momento dado por cuestiones biológicas, físicas, endo-
crinas y psicológicas.
Los trastornos de la conducta o personalidad se inician en la infancia.
niñez o en la adolescencia; aún no se ha demostrado científicamente que
estos trastornos se realicen en el periodo prenatal, o sea antes del naci-
miento; en este caso pudieran existir problemas de carácter biológico
como malformacionesfísicas,problemas neurológicos que en un momento
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 95

dado van a traer como consecuencia incapacidad física o mental en el in-


dividuo, En cuanto a los trastornos de conducta o personalidad existen in-
finidad de factores que imposibles de mencionar en el presente trabajo de
investigación jurídica, puesto que principalmente nos interesan aquellos
trastornos encaminados o dirigidos hacia la psicología criminal.
La conducta delictiva grave es una forma extrema de mala conducta
contra otros individuos o contra la sociedad en general. Por tal razón, está
más relacionada como un desorden de la personalidad que con otras for-
mas de conducta desadaptada. Muchos, aunque no todos los delincuentes,
podrían clasificarse como poseedores de un desorden de la personalidad.
El "delito" es más una categoría legal que una psicológica, sin embargo,
un delito es una violación a una ley y, por lo tanto, lo que se define como
delito depende de la sociedad que lo legisla.
En nuestra propia sociedad se han definido dos tipos de delitos: los
graves o dolosos y los menores o culposos. Los graves, como el homicidio
o el robo, acarrean penas legales severas, incluyendo la restricción de los
derechos ciudadanos para votar o detentar un puesto público. Los meno-
res en cuantía, como su nombre lo indica, son ofensas tales como la con-
ducta desordenada, la vagancia. El hecho de que tal o cual conducta se
clasifique de una u otra manera varía considerablemente de un país a
otro, cosa que ilustra una vez más la importancia de las definiciones socia-
les y culturales al etiquetar conductas como "anormales".
FACTORES CAUSALES DE LA CONDUCTA DELICTIVA
En nuestra revisión de los desórdenes de la personalidad haremos no-
tar la importancia de la patología personal omnipresente de la familia pa-
togénica y de los patrones de conducta de los compañeros, de los factores
socioculturales generales que fomentan las conductas antisociales y del es-
trés severo. Estos mismos factores también se examinaran en relación con
la conducta delictiva de los adultos como poseedores de factores que in-
cluyen la aberración cromosómita, el delito como profesión y el delito or-
ganizado.
a) Factores hereditarios y constitucionales. Un gran número de investiga-
dores atribuyeron la conducta delictuosa a la herencia. Entre esos investi-
gadores destaca Lombroso y sus seguidores, que llegaron a formar la
"Escuela Italiana sobre Delitos" (Lombroso Ferrero, 1911). Según Lom-
broso, el delincuente tenía un "tipo innato" con rasgos "estigmatizantes",
tales como frente pequeña, cabeza y mandíbula de formas poco normales,
cejijunto y orejas prominentes. Se suponía que este tipo de rasgos distin-
guiría al delincuente de la gente normal. Estos rasgos eran considerados
como regresiones a lo "salvaje" y por, lo tanto, un clara señal de que un
individuo estaba predispuesto a la conducta delictiva.
A pesar de que hace mucho se descartó el punto de vista de Lombro-
96 ALEYDA ÁNGELES ASTUDIllO

so, cierto número de investigadores contemporáneos han vislumbrado la


posibilidad de que un cromosoma Y extr a, que es una anormalidad gené~
tica que ocurre en el sexo masculino, estuviera asociado con tal conducta
deli .tiva. Aunque hay muchas excepciones. los hombres con un tipo cro,
mosórnico Xyy, se caracterizan por ser desusadamente altos, con una itite_
ligencia limítrofe y una tendencia a mostrar episodios de conducta extre_
madamente agresiva.
El primer estudio en este campo fue llevado a cabo por J acobs y sus
colegas (1965) quienes publicaron su descubrimiento sobre los estudios de
197 sujetos anormales internos en una institución de seguridad especial
en Escocia. Se consideraba que todos aquellos tenían tendencias crimina-
les peligrosas y violentas, y ahí se vio que de ellos, el 3.5% eran del tipo
cromosómico XYY.
Con base en una revisión bibliográfica intensa de resultados posterio-
res, Jarvik, Klodin y Matsuyama (1973) descubrieron que la frecuencia to-
tal de hombres XYY dentro de la población de delincuentes era del 2%,
aproximadamente. Esta frecuencia es 15 veces mayor que la que se en-
cuentra entre la población masculina en general.
Se supone que el cromosoma y extra estimula una producción excesi-
va de testosterona, hormo:t;1amasculina que algunos investigadores han li-
gado al aumento de agresividad. Sin embargo, esta hipótesis no es tan
simple como aparece a simple vista porque no todos los hombres XYY son
agresivos. Además, sus delitos son en la mayoría de las veces en contra de
la propiedad y no en contra de las personas. Para resolver este aparente
contrasentido, Ginsburg presentó en 1974 cierta prueba que muestra que
la agresividad de un hombre XYY depende de si este cromosoma extra es
heredado de un padre agresivo o de uno moderado, también sugirió que
cuando ocurre la agresividad puede estarse reflejando un defecto de la es-
tructura cerebral y de su funcionamiento, originados en la anormalidad
genética más que en el -exceso de testosterona.
b) Otros factores biológicos. Las tendencias a la conducta violenta también
se han relacionado con otras variables biológicas que incluyen el daño ce-
rebral, el retraso mental, la epilepsia psicomotora y los cambios cerebrales
degenerativos asociados con la ancianidad. Se calcula que de 10 a 20 mi-
llones de individuos tienen una u otra forma de daño cerebral menor, y
muchos investigadores están buscando la posible vinculación entre este
tipo de condiciones y la conducta delictiva, particularmente en conjunción
con otros factores como el estrés severo o el U$O del alcohol ti otras drogas.
Aunque se informó de una desproporcionada Incidencia de electroen-
cefalogramas anormales entre los prisioneros, tanto mujeres como hom-
bres, no hay una conclusión evidente de la relación que pudiera existir
entre las lesiones cerebrales y la conducta criminal, excepto en un mínimo
de casos (Climent y Col, 1973; Small, 1966). Es interesante hacer notar
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 97

que mientras estudiaba a presos por delitos graves, Small encontró que
entre los que los tenían un electroencefalograma normal había menos
probabilidades de verse comprometidos en conducta criminal "hábil",
pero se les acusaba sistemáticamente de robo. Los que no daban ninguna
muestra de lesiones en el sistema nervioso central era los que estaban in-
volucrados en delitos más graves, tales como el asalto, el asesinato y la vio-
lencia a la fuerza.
Patología personal y familiar. Como observamos, aunql,le delito es un
término legal y no psiquiátrico, Jun y Col (1978) descubrieron que cerca
de un tercio de los prisioneros sentenciados podrían considerarse, con
base en la examinación psiquiátrica, como casos psiquiátricos. Aun entre
los criminales que no muestran patología biológica relacionada con su
conducta delictiva, es común encontrar patología personal. En un estudio
precursor. Ariefy Bowie(1947) encontraron que de un grupo de personas
que robaban en las tiendas de autoservicio todas caían dentro de las 18
categorías psiquiátricas. En un estudio llevado a cabo con 300 falsificado-
res de cheques, Mac Donald (1959) descubrió que no sólo había un alta
incidencia de personalidades psicopáticas y alcohólicoscrónicos, sino tam-
bién, aunque en número menor, esquizofrénicos, maniacos, seniles y re-
trasados mentales. La forma más común parece ser la personalidad anti-
social, el alcoholismo y la toxicomanía, sin embargo, también puede
observarse un número desproporcionadamente alto de individuos limítro-
fes y psicóticos (Guze Goodwwiny Crane, 1969; Sutker y Moan, 1973). El
estrés severo, particularmente en conjunción con patología personal tam-
bién parece ser un factor importante como disparador de actos impulsivos
de violencia y de otras conductas antisociales.
Muchos delincuentes y criminales que muestran personalidad patoló-
gica muy marcada y continua provienen de hogares deshechos por el con-
flicto y la disensión, que a menudo da como resultado la separación de los
padres o el divorcio; también es frecuente encontrar en los antecedentes
familiares el rechazo por parte de los padres, la inconsistenciay los casti-
gos brutales. Estas características parecen ser particularmente comunes,
aunque no exclusivas,de los reclusos que han cometido crímenes con vio-
lencia (Climent y Col, 1973; Sutker y Moan, 1973). Otra vez, no obstante,
tendremos que ser cautos para no hacer inferencias causales, puesto que
muchas personas que tienen antecedentes similares a los recién descritos,
no dan muestras de patología personal ni se ven involucrados en conduc-
tas delictivas.
Influencia socioculturales. Con frecuencia, la patología personal parece
originarse primordialmente en la patología social, como se muestra me-
diante la alta incidencia de delincuentes tanto juveniles como adultos en
los barrios bajos de las grandes ciudades. Esas áreas se caracterizan por
una desorganización social extrema que da lugar a formas diferentes de
r
98 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

socialización.Los valores que mueven a la ulayor parte de La población se


tienen en baja estima 0, de plano, se rechazan, y también son caracterfstr,
cos los sentimientos altamente diseminados de frustración con desespe,
ranza combinados con hostilidad hacia las autoridades establ ciclas.B~o
tales condiciones, la conducta ilegal y agresiva puede llegar a convertirse
en la norma para todo el subgrupo.
El delito corno profesi6n. El concepto de asociación diferencial, desarro-
llado por primera vez por Sutherland a fines de la década de los treinta,
proporcíonó un marco de referencia para la comprensión de la importan-
cia de las influencias subculrurales en el "entrenamiento" de delincuentes
profesionales, o sea pel'sonas que se contratan corno matones, ladrones o
estafadores. Como lo subrayan Sutherland y Cressey (1966) el proceso bá-
sico de socialización es el mismo para todos: el 'irrd.ivicluotermina por
aceptar los estándares de conducta y de valores enfatizados por aquellos
con los que se asocia sobre la base de una intimidad repetitiva, siendo los
más notables los padre:s y los compañeros.
En el caso de una persona joven que crece dentro de una subcultura
en donde la conducta delictiva es la norma, los valores y los estándares in-
ternalizados así como las habilidades aprendidas, es muy probable qüe sea
muy diferente a aquellos que enfatiza la sociedad convencional. De este
modo, los individuos que se convierten en delincuentes profesionales nor-
malmente adquieren su entrenamiento en la misma forma en que lo
hacen los profesionales legítimos: por medio de la respuesta a las .oportu-
nidades de aprendizaje, a los valores y los reforzamientos que les propor-
ciona ese ambiente. En forma diferente a la personalidad antisocial, éstos
sí son "socializados",pero de manera desviada.
Los criminales profesionales se especializan típicamente en una sola
forma de delito, como la estafa o el robo, y desarroilan un tipo especial de
operación, ya que su meta es hacer dinero del modo más rápido y seguro
posible. En general intenta evitar la violencia, puesto que ésta incrementa
el riesgo de ser detenidos y encarcelados. Aunque a menudo son muy há-
biles, sus delitos están bien planeados y hasta pueden haberlos ensayado.
El posible arresto y la prisión son los peligros de la profesión para los que
están preparados; si entran en prisión, tratan de adaptarse a la vida de la
prisión y de pasar "bien el rato".
También se ha usado el término personalidad disocial para describir a
105' individuos que aparentemente no parecen mostrar una psicopatología
particularmente importante aparte de su apego a los valores y a los códi-
gos de su propio grupo. Stojanovich (1969) ha hecho sonar una nota de
precaución. Mientras que muchos de los delincuentes que él estudió mani-
festaban las llamadas características disociales, tales como la depreda-
ción, el buen control de los impulsos internos y la habilidad para sacar
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 99

provecho de la experiencia, otros mostraban características más asociadas


con las conductas antisociales.
Delito organizado. Es difícil evaluar o discutir sobre la naturaleza y la
incidencia del delito organizado, puesto que no tiene una definición legal,
de la misma manera que los actos delictivos individuales como la violación
con fuerza y el homicidio. Además, el delito organizado mantiene activa-
mente un bajo nivel de visibilidad social. Sin embargo, en general, el "de-
lincuente organizado" es un individuo que comete actos delictivos mien-
tras ocupa una posición dentro de una organización que se preparó para
perpetrar actividades específicas de ese tipo.
La organización criminal más grande de Estados Unidos es la Cosa
Nostra, también conocida como la mafia, el sindicato y la banda. Cerca
del 70% de los ingresos ilegales de esta organización se derivan de los jue-
gos de azar, y la mayoría de los otros 30% de los estupefacientes, del con-
trabando y de los intereses de la usura despiadada.
A medida que cambia nuestra sociedad también cambian los patrones
del delito organizado y las actividades que el "sindicato" encontraba re-
compesadoras en otros tiempos, como la prostitución, actualmente son
desechadas a favor de otras más remunerativas, como el juego o el tráfico
de drogas. En años recientes, el dinero de la Cosa Nostra también se ha in-
vertido en varios negocios legítimos, con lo que complementa sus ingresos.
La contribución mínima de la Cosa Nostra a las campañas políticas es de
cerca del 15% de su costo total. Como opera en la mayoría, si no es que
en todas las grandes ciudades y también en algunas más pequeñas, el "sin-
dicato" representa una fuerza poderosa y omnipresente.
Para luchar contra el crimen organizado, las instituciones que hacen
cumplir las leyes deben obtener pruebas y buscar las detenciones, sin em-
bargo, dado que la violencia y la intimidación son una parte integral del
crimen organizado, dichas pruebas son muy difíciles de obtener. Algunas
veces se ofrece protección a los testigos y más aún se les instala en otras
partes del país con identidades cambiadas, pero aún así estas precaucio-
nes no siempre han sido las adecuadas. En 'vista de que el delito organiza-
do es una gran amenaza para cualquier sociedad basada en la justicia, en
la ley y el orden, es necesario encontrar métodos más eficaces para en-
frentarlo.
Cambios de los tipos de delincuentes. Durante los primeros años de la dé-
cada de los sesenta, varios investigadores notaron el crecimiento de la
cantidad de individuos que cometían actos delictivos por una satisfacción
propia y por buscar "emociones fuertes". Estas emociones fuertes se obtie-
nen cuando se lleva a cabo un acto que es tabú, normalmente un acto de
violencia sin sentimientos que sirve para intensificar el momento presen-
te, y que lo diferencia claramente de la vida cotidiana. Mientras que los
100 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

delincuentes profesionales calculan cuidadosamente sus acciones, por 10


general poniendo atención a la máxima ganancia con el mínimo riesgo,
este nuevo tipo de delincuente comete un acto violento derivado de sus
impulsos simplemente porque "le hace sentirse bien".
Es típico que los actos ilegales de tales criminales sean espontáneos y
sin premeditación; en la mayoría de los casos no existen pruebas de qUe
hayan tenido W1. acto previo con la víctima. Aun cuando participan en ac-
tos delictivos planeados primordialmente les interesan "las emociones
fuertes". A diferencia de otros criminales, no buscan ganancias más allá
del placer derivado del acto delictivo en sí mismo.
CAPÍTULO VI
LAS ENFERMEDADES y DEFICIENCIAS MENTALES
CORRELACIONADAS CON LA LEGISLACIÓN PENAL

A) DE SU CLASIFICACIÓN,
COMO DEFICIENTES, ENFERMOS,
TRASTORNADOSCON CAPACIDADESDISMINUIDAS
Y SU MANIFIESTAPERSONALIDADCONDUCTUAL
La deficiencia mental ha sido tratada con menos profundidad a me-
diados del siglo XIX y a principios del siglo xx. Se puede decir que hace
falta mucho por descubrir para determinar el grado de deficiencia mental
que el hombre sufre a través de su formación, y en ocasiones a través de
su vida.
El deficiente mental también es conocido como interdicto, alienado,
enajenados, etc. En la elaboración del presente trabajo de investigación
jurídica, esta ponente prefiere referirse y denominarlos como sujetos con
trastornos de la conducta y de la personalidad, para evitar confundirlos
con los deficientes mentales por causas biológicas.
Los trastornos de conducta y de la personalidad se traducen en anor-
malidades psíquicas o trastorno general y persisten de las funciones neop-
síquicas cuyo carácter patológico es ignorado o mal comprendido por el
enfermo y que le impide la adaptación lógica y activa a las,normas del
medio, sin derecho para sí misma ni la sociedad.'
Otros más consideramos a los deficientes mentales como sujetos con
"alteraciones de la salud que obedecen a muy diversas causas"."
Existen una infinidad de clasificaciones,en cuanto a los trastornos de
la conducta y de la personalidad, sin embargo, expondré la que a mi jui-
cio es la más completa, la desarrollada por el ilustre maestro Alfonso Qui-
roz Cuarón, quien fue eminente criminólogo, profesor de dicha materia,
en la escuela de derecho de la Universidad Autónoma de México (nacio-
nal), y además profesor de Medicina Legal, Psiquiatría Forense, en el cur-

1 ROJAS,Nerio, Medicinal Legal. Citado por Quiroz Cuarón, Alfonso, Medicina Forense,
Porrúa, 1980" P. 754
2 QUIROZCUARÓN,Alfonso, Medicina forense, Porrúa, 1980, p. 743.

101
102 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

so de posgrado en el Hospital Fray Bernardino Álvarez de la Secretaría de


Salubridad y Asistencia del Distrito Federal. Quiroz Cuarón murió en el
año 1978.3

B) TRASTORNOS y SÍNDROMES MENTALES ORGÁNICOS

Son trastornos provocados, o asociados a alteraciones de la función


del tejido cerebral; en estos casos el enfermo reacciona agresivamente. Se
clasifican de la siguiente manera:

l. DEMENCIA SENIL Y DEMENCIA PRESENIL


La sintomatología principal es un deterioro de la memoria, a corto y
largo plazo, del pensamiento abstracto y de la capacidad de juicio. Tam-
bién se suelen presentar cambios de personalidad. La demencia más co-
mún es la degenerativa primaria, tipo Alzheimer, que puede presentarse
en dos variantes:
• De InICIOsenil. Después de 65 años.
• De inicio presenil. Antes de los 65 años.

2. PSICOSIS ALCOHÓLICA

Delirium tremens.-Aparece una reducción en la capacidad de mante-


ner la atención hacia estímulos externos. Se produce una reducción del
nivel de conciencia, con desorientación en cuanto al tiempo, el espacio o
el reconocimiento de las personas.

3. DESÓRDENES PSICOSOMÁTICOS

No es nueva la idea de que las perturbaciones emocionales están unidas


a un exceso de actividad fisiológica, que puede producir enfermedades e
incluso la muerte. Tampoco está confinada a nuestra época o a nuestra cul-
tura. Ya los antiguos escribieron acerca de esto, y sus conceptos han sido
confirmados y ampliados a través del tiempo. En los siglos XIX y XX los rá-
pidos progresos en los conocimientos sobre las enfermedades infecciosas,
los desórdenes metabólicos y las intervenciones quirúrgicas han hecho cen-
trar la atención, sin embargo, en las técnicas de laboratorio y quirúrgicas, y
consecuentemente ha disminuido el interés por el paciente, como persona.
ESTRÉS EMOCIONAL Y ENFERMEDAD CORPORAL
En toda actividad normal participan los órganos internos y los tejidos,

3 QUIROZ CUARÓN, Alfonso, Sus mejores casos de criminología, México, J. Ramón Cararn-
beila, 1980, p. 18.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 103

aunque gran parte del tiempo no nos damos cuenta de ello. El corazón
varía su ritmo y el volumen de sangre que bombea, los pulmones se ex-
panden y se contraen, los sistemas genitourinarios cambian de ritmo y de
patrón y el sistema gastrointestinal sufre cambios musculares y glandula-
res. todo ello como parte del vivir cotidiano. Incluso la piel, que separa a
la persona de su medio circundante y, a la vez, la pone en contacto con él,
presenta cambios vasculares y glandulares que no están sujetos al control
voluntario; enrojece y palidece de modo muy parecido a como las mem-
branas mucosas lo hacen.
Cuando una persona se ve sujeta a un estrés desusado, sea de proce-
dencia interna o externa, es probable que se prepare fisiológicamente, ya
sea para huir o para pelear. Según lo interpretó W. B. Cannon, se media
tal preparación con ayuda de las glándulas suprarrenales y el sistema ner-
vioso autónomo o vegetativo. Dado que este último también regula el
equilibrio de los órganos internos de todo el cuerpo, así como la piel, ine-
vitablemente participan éstos en toda la preparación para una emergen-
cia. El sistema nervioso autónomo o vegetativo ejerce efecto muy variado y
diseminado debido a su distribución anatómica y a su forma de funciona-
miento fisiológico.
Si es posible la acción directa, si se puede expresar el enojo agresiva-
mente o el miedo, se provoca una fuga inmediata, se disipa y consume la
energía movilizada en las reacciones viscerales. La tensión visceral, al no
tener alivio en la acción, produce una amplia gama de alteraciones fisioló-
gicas. Cuando tal tipo de sucesos se vuelve crónico u ocurre repetidas ve-
ces, los cambios viscerales sobrepasan los límites normales, se vuelven pa-
tológicos y producen desórdenes psicosomáticos. Tal origen se atribuye
hoy a muchos casos de úlceras pépticas, de asma bronquial, de colitis ulce-
rosas, de hipertensión, de migraña y de artritis.

4. DESÓRDENES PSICÓTICOS
En los pacientes psicóticos la regresión es más profunda que en la
neurosis. Lo que llamamos síntomas psicóticos es un intento de compro-
miso -por ejemplo, el delirio o la alucinación-, pero, a diferencia del
compromiso neurótico, significa una distorsión seria de la realidad. Esto
se debe a la intrusión masiva de material del proceso primario, que los
síntomas intentan incluir reconstruyendo la realidad externa.
La persona que sufre un desorden psicosomático no forma un com-
promiso neurótico ni distorsiona seriamente la realidad externa. En cam-
bio, trata de descargar sus tensiones y aliviar su ansiedad mediante proce-
sos autónomos y viscerales directos. ¿Cómo explicar esto? Los expertos en
el campo han ofrecido muchísimas explicaciones ingeniosas, pero el hacer
justicia a esas explicaciones y a sus autores tomaría volúmenes enteros,
104 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

por lo que habremos de satisfacernos con una pequeña muestra de ciertos


enfoques representativos.
En un punto se está de acuerdo: los desórdenes psicosomáticos consjj,
tuyen regresiones profundas a una fase de desarrollo del ego casi iridiñ-,
renciada. Tal acuerdo tiene como base el carácter fisiológico primitivo de
la reacción psicosomática y neurosis tales como las reacciones de ansiedad
y las convenciones. En las neurosis se emplean fantasías y símbolos obvios
para crear el síntoma neurótico, mientras que en el desorden psicosomáti-
co no hay tales fantasías ni simbolizaciones aparentemente.
A veces es difícil hacer una diferenciación con respecto a las reaccio-
nes de ansiedad, debido a lo difuso de su carácter. Sin embargo, un estu-
dio cuidadoso de los pacientes trae a la superficie gran cantidad de simbo-
lismos inconscientes existentes en las reacciones de ansiedad, es algo muy
diferente a la falta o a la escasez de simbolismo en los desórdenes psicoso-
máticos.
La enorme importancia de la vida psíquica interna del ser humano,
tan distinta de todo lo encontrado en otros organismos vivientes, y las al-
teraciones emocionales, intrincadamente estructuradas de los seres huma-
nos en una sociedad socialmente integrada, no puede ser hecha de lado
cuando se trate de desórdenes psicosomáticos, tal y como no pueden ha-
cerse de lado los factores fisiológicos. Debemos tener presente siempre
que no importa cuán regresivo sea un desorden psicosomático, se presen-
ta en un adulto que lleva toda un vida de experiencias y conductas adqui-
ridas en su equipo de respuesta. Tal y como fue el caso de las neurosis y
las psicosis, en los desórdenes psicosomáticos la regresión nunca es igual a
un regreso a la infancia. Los infantes no tienen el antecedente de una lar-
ga vida de experiencias con el proceso secundario y desde el principio de
su existencia hay pocas diferencias en las respuestas emocionales que dan
a la frustración.
PSICOPATOLOGÍA DE LOS DESÓRDENES DEL CEREBRO
A nadie es necesario recordarle que a veces se desarrolla una patolo-
gía en personas con señales de ineficiencia cerebral, así como también en
aquellas cuyo cerebro parece estar funcionando normalmente. Lo que se
necesita subrayar aquí es que la mera presencia de una ineficiencia cere-
bral relativa no necesariamente explica la presencia de una psicopatolo-
gía. Los clínicos descubren que la ineficiencia cerebral, aunque presente,
tiene una parte insignificante en la psicopatología. En tales casos los pa-
cientes no se diferencian mayormente, ni en sus patrones de reacción ni
en la facilidad con que así reaccione, de otros pacientes expuestos a estrés
y tensiones similares, que no dan señales de ineficiencia cerebral. Cuando
las consecuencias del desorden cerebral contribuyen significativamente a
la psicopatología -es decir, a las reacciones neuróticas y psicóticas, a los
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 105

desórdenes psicosomáticos y a los cambios de carácter-, pueden hacerlo


de distintas maneras.
En algunas personas la psicopatología surge porque no pueden reco-
nocer ni aceptar que su capacidad ha disminuido. Tal pérdida hace que
los pacientes intenten cosas de las que ya no son capaces, y se resisten
agresivamente a las limitaciones que los demás tratan de imponerles. Se
tienen ejemplos evidentes en las excitaciones de irritación y de autoafir-
mación de los pacientes con intoxicaciones o infecciones cerebrales. Sin
embargo, el problema es, socialmente hablando, mucho más importante
y, desde el punto de vista terapéutico, más excitante en las adaptaciones
inadecuadas que surgen en millones de personas cuya ineficiencia cerebral
avanza lentamente. Por ejemplo, en quienes van envejeciendo la incapaci-
dad de reconocer y aceptar la pérdida de capacidad, cuando la declina-
ción, aunque lenta, es inexorable, a menudo culmina en una psicopatolo-
gía que, al menos potencialmente, es prevenible.
Para ilustrar de modo más específico la precipitación de psicopatolo-
gías en personas con ineficiencia cerebral, se ha elegido cuatro grupos clí-
nicos comunes e importantes: 1. La intoxicación aguda no enfrentará una
vez más a la psicopatología del paciente delirante. 2. Las lesiones en la ca-
beza representan la base físicamente traumática de la psicopatología. 3.
La paresis general, aunque menos común y más tratable de lo que solía
ser, constituye una infección cerebral típica. 4. Los desórdenes cerebrales
seniles y arterioscleróticos no son únicamente ejemplos comunes de una
ineficiencia cerebral que progresa por lo común sin llamar la atención,
sino también enfermedades que sin duda aumentarán de importancia se-
gún crezca nuestra población de ancianos.
Dentro de las psicopatologías de los desórdenes del cerebro encontra-
mos psicopatología de las lesiones de la cabeza, psicopatología de la pare-
sis general, psicopatología de la degeneración cerebral senil y arterioscle-
rótica.

C) ENFERMEDADES
y ENFERMOS MENTALES NO PSICÓTICOS

l. DESÓRDENES DEL CARÁCTER


O DE LAS DISTORSIONES DE PERSONALIDAD

Como personalidad entendemos la integración del comportamiento


individual, fundamentada en factores genéticos y aprendidos.
Sólo en el caso de que los rasgos de la personalidad sean inflexibles y
causen una incapacitación significativa se habla de trastornos de la perso-
nalidad.
106 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

PERSONALIDAD O CARÁCTER COMPULSIVO


En toda persona normal hay algunas tendencias compulsivas. Se rna,
nifiestan como un afán automático de orden, como limpieza, frugalidad y
obstinación o como conformidad automática, inhibición y escrupulosidad.
Sin esas inclinaciones relativamente inflexibles sería imposible una socio,
dad estable.
.Hablamos de una. personalidad o carácter cornpu,lsivo.-Únicamente cuan;
do esas tendencias son tan pronunciadas e insistentes qué provocan una
ansiedad severa cuando 1a gente o las circunstancias interfieren con su
realización. Esa amenaza de sufrir una ansiedad severa hace que algunas
personas practiquen un conformismo extraño, que estén sumamente
conscientes de sí mismas y que manifiesten inhibiciones mutiladoras en
aquellos campos donde la iniciativa o una participación activa es esencial
para lograr una función normal, especialmente en cuanto al sexo y a la
agresión. La gente con una distorsión compulsiva de la personalidad o del
carácter sufre de por vida una preocupación sin bases respecto al confor.
luismo, a conflictos sobre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, la
limpieza y la suciedad. Tal vez compensen en exceso sus tendencias com-
pulsivas hurrdiéndose en el trabajo y eliminando virtualmente todo relaja-
miento Q diversión. Se trata de las personas "compulsivas". Tenemos
ejemplos de tal compensación en hombres de negocios y en profesionales,
en amas de casa y en madres, quienes descuidan otros elementos que
equilibrarían sus vidas al llenar su tiempo con exceso de trabajo, Se tienen
otros ejemplos de 'personas que se conforman tan rígidamente respecto a
algún conjunto de normas; a veces las normas de un grupo rebelde son
incapaces de mostrar una flexibilidad inteligente cuando se enfrentan a
nuevas situaciones.
PERSONALIDAD y CARÁCTER HISTÉRICO
Se dice que el carácter ° la personalidad es histérico cuando las mani-
festaciones histriónicas, narcisistas y exhibicionistas continúan en la edad
adulta casi iguales que durante la niñez, y cuando las críticas o las interfe-
rencias provocan en la persona afectada un enojo, un resentimiento o una
autodepreciación inmoderados. En los casos moderados "el alma de la
fiesta" termina por ser una molestia para todos. En los casos más agudos
la p rsona que presenta una personalidad o un carácter histérico parece
no haber crecido. Se porta siempre como un actor, quien insiste en ser el
centro de la atención. Hace cosas para sorprender, divertir o impresionar
a las personas, y no tanto por la necesidad de autoexpresión -todos ne-
cesitamos expresarnos- como por un narcisismo patológico, una necesi-
dad consumidora de que lo noten, de que lo admiren o teman, de ser siem-
pre conspicuo. Sus nexos emocionales pasajeros y superficiales son, en
cierta medida, consecuencia de esa orientación general y, en cierto grado,
) PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 107

su causa. La impresión de inestabilidad, de falsedad y de superficialidad


es consecuencia también de una orientación que pone el ser, el centro de
¡ la atención en la"jerarquía motivacional.
PERSONALIDAD PARANOICA
Esa exquisita sensibilidad de la persona paranoica respecto a las ten-
dencias relativamente ligeras y a menudo por completo inconscientes de
los demás proviene de su disposición para captar agresiones, seducciones
y engaños e~_su medio ci~cundante. Esto, a su vez, origina en los princi-
pios de la nmez la creencia de ser tratado con sadismo o, por lo menos,
de tomar por sádicos a críticos o a acusadores.
Podernos suponer que la falta de confianza básica en la infancia inter-
firió con el desarrollo de una relación simbiótica normal con la figura ma-
terna de que se disponía. Esto, a su vez, significa que las identificaciones
del ego y, más tarde, del super ego no permitieron que se formaran lími-
tes del ego normales o que hubiera una maduración normal del superego
y del ideal del ego, interfiere excesivamente con la verificación de la rea-
lidad, de modo que a la persona paranoica le es imposible diferenciar
claramente entre lo que es un hecho social compartido y lo que es una
fantasía privada interna. Por otra parte, las fijaciones esencialmente neu-
róticas presentes en las' personas paranoicas les permiten a éstas un con-
tacto general más adecuado con la realidad externa que en el caso de las
personas depresivas y esquizoides.
PERSONALIDAD CICLOTÍMICA (MANIACO-DEPRESIVA)
La existencia de una personalidad ciclotímica o maniaco-depresiva
tiene como base la presencia en ciertas personas de una fluctuación del
humor, obviamente sin un correlativo externo que justifique dichas fluc-
tuaciones. También se basa en que en algunas personas persiste sin fluc-
tuaciones un humor eufórico o deprimido. La clasificación oficial insinúa
que la cordialidad, la amistad y la generosidad de los ciclotímicos es apa-
rente o superficial. Parece aceptar el ya gastado punto de vista de que los
humores depresivos y maniacos son endógenos, es decir, que surgen den-
tro y que supuestamente son independientes o casi independientes de los
factores externos y de los conflictos o las fantasías externas.
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
Al igual que la personalidad paranoica, la esquizoide parece tener su
origen en una falta de confianza básica, que se remonta a la relación sim-
biótica madre-hijo de principios de la infancia, así como en ansiedades,
miedos y sadismo surgidos durante esta primera fase y después de ella. El
carácter de las personalidades esquizoides en la niñez y la adolescencia
hacen pensar seriamente que esas personas nunca se han sentido del todo
aceptadas, incluso en el sentido de haber tenido durante la infancia un
108 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

contacto físico íntimo, y que, a diferencia de los paranoicos, no se les ha


permitido expresar la ira que debieron haber sentido y, en muchos casos,
ni siquiera la agresión normal y ordinaria. A menudo se les describe corno
niños callados, tímidos y obedientes, sumamente sensibles a las críticas y
los rechazos de los demás, que rehuyen el tener relaciones interpersonales
con otros y que, al mismo tiempo, se sienten solitarios y ajenos a las cosas.
PERSONALIDADES INADECUADAS E INESTABLES

Personalidad inadecuada
En este grupo, la clasificación oficial sitúa a las personas cuyas res-
puestas a las demandas comunes y corrientes de la vida -intelectuales,
emocionales, sociales y físicas- por lo general son ineficaces. Dichas per-
sonas no parecen en exceso deficientes cuando se les aplican pruebas
mentales y se les hacen exámenes físicos. No obstante, en la vida resultan
ineptas, muestran continuamente una capacidad de juicio pobre y por lo
común carecen de sentido normal de la responsabilidad. A menudo son
de buen carácter, trato fácil y no dan problemas a los demás, excepto por
su incapacidad para perseverar en nada, aun cuando la recompensa esté a
la vista. A pesar de tener una inteligencia normal o superior a lo normal,
buscan placeres iguales que un niño y son incapaces de posponerlos en
bien del principio de realidad. A menudo se les describe como que les fal-
ta vigor físico y emocional, descripción que hace pensar en la vieja idea de
una personalidad "psicópata constitucionalmente inferior".
Personalidad emocionalmente inestable
Al igual que la personalidad inadecuada arriba examinada, la emocio-
nalmente inestable está descrita en la clasificación oficial como incapaz de
lograr un control de sí mismo maduro, sin que se tomen en cuenta sus po-
sibles orígenes psicodinámicos. Se hace hincapié en la presencia de una
hostilidad, una culpa y una ansiedad sumas y pobremente controladas
que, junto con la impulsividad, le impiden a la persona emocionalmente
inmadura establecer y mantener relaciones interpersonales estables y sig-
nificativas. Se afirma que la persona emocionalmente inestable reacciona
en ocasiones con intensidad explosiva a un estrés externo relativamente li-
gero. En el transcurso de esa reacción emocional puede gritar, amenazar
y atacar a otros o destruir objetos. Se les describe como celosa y peleonera
respecto a personas del sexo opuesto. Incluso pudiera intentar suicidarse
para liberarse de una situación intolerable. Cuando no se encuentra emo-
cionalmente perturbada, llega a mostrarse amable y amistosa.
PERSONALIDADES PASIVO AGRESIVAS
En este subgrupo la clasificación oficial incluye un continuo de perso-
nas inmaduras y dependientes que han sido dividas en tres tipos. El pasi-
vo dependiente se muestra abiertamente pasivo e infantilmente dependien-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del deli.ncuente 109

te, El pasivo agresivo mueStra su agresión de modo pasivo, comparable a


la desobediencia civil y a las huelgas de brazos caídos. El agresivo, aunque
sumamente dependiente bajo la superficie, se manifiesta hostil y provoca-
do. Bastarán unas cuantas palabras para describir a cada uno de esos tres
tipos.
a) El tipo p~sivo dependiente.-Son personas al parecer desvalidas, ~de-
císas.y dopendientes, como niños pequeños. A pesar de tene~,una actltu?
hostil subyacente contra los demás, evitan mostrar tal agreslOn, se mam-
fiestan t~merosas y tímidas y rehuyen las situaciones hostiles. Parecen be-
bés cr'ecirlos temerosos y airados.
b) El tipo pasivo-agresivo.-Cumplen, en su vida personal, los princi-
pios de la desobedien~ia civil. Su agresión pasiva puede resultar tan enfu-
recedora p.a:a sus amigos co~o las huelgas de brazos caídos para los,pa-
trones. Utilizaron rla desobedIencia civil y las huelgas de brazos caldos
personas que se consideraban maltratadas por figuras de autoridad contra
las que no podían emplear la violencia sin provocar con ello duras medi-
das en contra. Los adultos que no se encuentran en tal peligro, pero que
son emocionalmente inmaduros, pueden comportarse como si lo. estuvie-
ran en realidad. Se muestran hoscos y tercos y recurren a la ineficiencia y al
tortuguismo para derrotar a sus superiores, se quejan de malos tratos y
tienden a desmoralizar a los demás. Debajo de todo esto, se trata de per-
sonas opacadas y ansiosas que temen a la autoridad, e incluso a sus com-
pañeros, como si fueran tiranos dominadores.
c) El tipo agresivo.-Las personas agresivas de este grupo no son en lo
fundamental menos temerosas y dependientes que las anteriormente men-
cionadas. Su agresión es puramente reactiva y defensiva, más la de un
niño o un adolescente rebelde que la de un adulto. Esa agresión adopta
formas familiares para quien haya trabajado con niños y adolescentes re-
beldes. Son elementos típicos de este cuadro el sarcasmo, los actos provo-
cadores, un habla agresiva, una oposición y competitividad continuos y
exigencias de que se preste atención especial al agresivo. Algunos miem-
bros de este grupo parecen constantemente irritados, explotan en rabietas
y se muestran destructivos ante una provocación relativamente menor. A
menudo parecen buscar que los otros se desquiten. Algunos individuos
son ambiciosos y otros se permiten sueños de grandeza.
PERTURBACIONES DE LA PERSONALIDAD SOCIÓPATA
La persona sociópata parece incapaz de aprende~, es d,ecir, de aprove-
char las experiencias, en ciertos campos de las,relaClone~ Inte~personales.
Puede ser una persona de inteligencia pr?medlO o su~enor. SI? embargo,
continuamente se comporta como si atraJe~a el ostracismo ~oClaly, a me-
nudo, las acusaciones legales, mostrándo~~ Incapaz de carnbtar' su conduc-
ta impulsiva. Como regla, la persona soclOpata no llega a darse cuenta ca-
110 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILta

bal de que sus hechos resultan socialmente equivocados o peligrosos o qUe


ante la sociedad tiene la responsabilidad de controlar su conducta.

2. DESVIACIONES SEXUALES

HOMOSEXUALIDAD
A pesar de diversas fuentes de información, los psicopatólogos mode--,
nos siguen comprendiendo poco a la homosexualidad franca y menos aÚn
la comprende los legos. La persona común y corriente considera la horn.j,
sexualidad como una humorada sin consecuencias, cuando es entre muje-
res, pero se trata como un delito serio cuando ocurre entre hombres. La
ley suele aceptar el punto de vista del lego, tal vez por encontrarlo menos
ambiguo que las opiniones de los expertos.
Desde un punto de vista técnico, se habla de homosexualidad franca
cuando un adulto prefiere relaciones sexuales con una persona del mismo
sexo, a pesar de disponer de una pareja potencial del sexo opuesto. Por
acuerdo cornúri, se exceptúan los adultos que por largos periodos se han
visto impedidos de toda relación con el sexo opuesto. También exceptua-
mos a los adolescentes que experimentan relaciones homosexuales, pero
que no desarrollan tendencias homosexuales francas cuando adultos. Se
exceptúan también los niños cuyos jugueteos sexuales con sus amigos re-
sultan a veces más o menos indiscriminados.
EXHIBICIONISMO
El exhibicionismo genital se limita casi exclusivamente a los hombres.
Se trata de un fenómeno posterior a la pubertad y por lo común posterior
al matrimonio. Lo usual es que el exhibicionista muestre compulsivamente
su órgano genital a mujeres jóvenes o maduras en un lugar público, es de-
cir, una calle, un parque, un umbral y, a veces, un autobús, un tren, un
aeroplano o una tienda. Puede repetirse el acto varias veces en un solo
día, cada vez con mayor ansiedad por parte del exhibicionista. A menudo
se dice que hace esto para estimular en la mujer una conducta similar, sea
para observar si ella tiene un órgano masculino o para asegurarse de que
el de él está intacto. Tal vez sea la motivación inconsciente básica. El exhi-
bicionista afirma por lo común que no le interesa ver si no que lo vean.
Tal afirmación hace pensar en un narcisismo básico.
Gran parte de los exhibicionistas parecen inhibidos y tímidos en cuan-
to a la sexualidad. Algunos padecen una tendencia inexplicable a espiar y
traicionar a otros exhibicionistas, tendencia que tal vez se origine en la ri-
validad y la enemistad narcisista y que indica tendencias homosexuales in-
conscientes. Algunos exhibicionistas se muestran perplejos o son incapa-
ces de explicar su conducta. Se ha informado que los castigos legales de
nada le sirven.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 111

VOYEURISMO
Hablamos de voyeurismo cuando una persona obtiene su principal, y
a veces su única satisfacción sexual viendo órganos sexuales, la confor-
mación del cuerpo desnudo a las actividades sexuales de otros. Los uo-
yeuristas varones suelen estar sexualmente inhibidos e incluso ser impo-
tentes, pero casi siempre son heterosexuales respecto al objeto de
interés. Una de las formas más comunes de esta desviación es la de un
hombre que a escondidas observa mujeres desnudas o en proceso de
desnudarse; ocurre, por ejemplo, en los dormitorios. Por tratarse de una
invasión ilegal de la intimidad personal, propicia la intervención de la
policía.
FETICHISMO
El fetichismo adopta su nombre del empleo de algún objeto especial y
por lo común inanimado en las prácticas religiosas de sociedades prelite-
rarias (primitivas), las que atribuyen a dicho objeto mágico o fetiche po-
der, alivio o bienestar. En nuestra cultura los desviados sexuales emplean
algo, por lo general inanimado, como objeto sexual en lugar de una pare-
ja, o bien exigen que dicho objeto se encuentre presente para entonces
llevar a cabo el acto sexual.
Al igual que en otras desviaciones sexuales, también en el fetichismo
los orígenes son oscuros. Ahora bien, tiene contrapartes normales que,
aunque no explican la desviación, sí permiten comprenderla mejor. Por
ejemplo, se tiene la inclinación casi universal de los pequeños por los osos
de peluche, las muñecas, las mantas y objetos similares; incluso por peda-
zos de mantas que se han ido gastando. Estos fetiches normales parecen
funcionar como fuentes de seguridad, en especial a la hora de irse a la
cama, cuando el niño queda solo y a oscuras.
TRAVESTISMO
El término travestismo significa literalmente vestir opuesto. En esta
descripción se obtiene la satisfacción, o se simboliza la identificación con
el sexo opuesto, poniéndose la ropa que a éste corresponde. Esta desvia-
ción, al igual que el fetichismo, surge ante todo en hombres. Conviene
mencionar dos excepciones. No se habla de travestismo cuando los homo-
sexuales llevan ropa de mujer para atraer a una pareja masculina ambiva-
lente, ya que en tales circunstancias no se usa el travestismo en sí, sino
que es medio para lograr un fin homosexual. Tampoco se habla de traves-
tismo cuando las mujeres normales usan ropa por lo común considerada
masculina, como son pantalones vaqueros, shorts, etc., por simple comodi-
dad. En los últimos años las mujeres han adoptado de tal manera esas
prendas anteriormente masculinas, que en lugar de deteriorar la femini-
dad la enfatiza.
112 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILl,a

SADOMASOQUISMO
Sadismo significa obtener placer sexual al infligir dolor, aplicar caStj,
gos o prohibiciones o humillar. El masoquismo significa obtener placer
sexual al sufrir el sadismo. El sadismo es considerado una fijación en una
interpretación infantil errónea y una distorsión del papel masculino en el
acto sexual, que el adulto como un niño, malinterpreta como un ataque
brutal. También se considera al masoquismo corno una fijación en una iri,
terpretación errónea, una distorsión del papel femenino por parte del
niño, que cuando adulto lo interpreta como el placer que se recibe al su,
frir un ataque cruel y un daño físico. En esas actitudes se da por hecho
que el niño presenció en el dormitorio de los padres el acto sexual (esce~
na primaria). Hoy un buen número de niños duerme en el dormitorio de
los padres, donde es casi inevitable que observen el juego amoroso de éstos.

3. OUGOFRENIAS

La doctora Verónica Román Quiroz expone: El legislador entiende


por oligofrenia una "debilidad intelectual congénita sin causa demostra-
ble". La oligofrenia que tiene su origen en lesiones cerebrales en el claus-
tro materno, o en lesiones traumáticas durante el parto o en la primera
infancia, encaja por tanto ya en el elemento del "trastorno psíquico pato-
lógico"; con mayor razón rige lo anterior para el debilitamiento mental
debido a procesos orgánico-cerebrales patológicos posteriores.
a) Debilidad ·mentál.-SegúTI el grado de debilidad intelectual se distin-
guen tres clases de oligofrenias. El grado más ligero es la debilidad, en. la
que es posible la terminación de estudios escolares especiales y la mayoría
de las veces no se puede aprender una profesión, sin embargo se puede
ejercer una actividad práctica.
b) Imbecüidad.-Es el grado medio que ya no permite llevar una vida
independiente, sino que requiere atención familiar o institucional.
e) La idiocia.-Es el grado más severo. Conduce a la necesidad de
atención y custodia permanente; a menudo falta en los idiotas incluso la
capacidad de hablar."

4. EPILEPSIAS

La epilepsia ha inspirado pavor, miedo, sensación de misterio y des-


concierto a través de la historia. Una de las primeras alusiones a la epi-
lepsia se encuentra en el Código de Hamrnurabi, del año 1700 a.C. Hipó-
erales, antiguo médico griego, argumentó que la epilepsia era una enfer-

4 ROMÁN QUIROZ, Verónica, La culpabilidad y la complejidad de su comprobación, México,


Porrúa, 2000, p. 185.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 113

medad natural; no obstante, en la mayor parte de la historia moderna se


le ha considerado como un signo de posesión demoníaca. Muchos perso-
najes famosos, como Julio César, William Pitt, el mayor, Vincent Van
Gogh y Fedor Dostoyevsky, fueron epilépticos.
La incidencia de la epilepsia varía de un país a otro; las tasas son más
altas en los países más pobres, pues es más probable que en éstos se des-
cuiden las infecciones y los traumas leves del sistema nervioso central. En
Estados Unidos, la incidencia va del 0.3 al 0.4 %, cifra que equivale a una
décima parte de la incidencia del retardo mental, y quizás a la mitad de la
que corresponde a la esquizofrenia. Alrededor del 15% de los casos son
epilépticos psicomotores, y el tipo más común es el de grand mal. De los
niños que sufren de petit mal, una proporción considerable tiene niveles li-
mítrofes de inteligencia.
CAUSAS DE LA EPILEPSIA
Aunque es difícil hacer un cálculo preciso, quizá la mitad de los casos
de epilepsia podrían evitarse, pues son resultados de lesiones causadas al
nacer, o de infecciones y lesiones cerebrales posteriores. El problema clí-
nico de la epilepsia es particularmente difícil, ya que su solución a menu-
do requiere establecer la combinación de causas que provocaron un caso
determinado.
El neurólogo ingles Hughlings J ackson fue el primero en descubrir las
crisis epilépticas en términos de lesiones cerebrales. J ackson creyó que es-
tas crisis eran ocasionadas por el exceso de descarga de las células nervio-
sas en la materia gris cerebral, y que la irritación de zonas específicas del
cerebro ocasionaba los síntomas particulares que se manifiestan en los epi-
lépticos. J ackson describió un tipo de epilepsia diferente de los que ya he-
mos conocido. Los ataques de J ackson comienzan con crispamientos de
un grupo de músculos faciales o de los labios, y luego se extiende al cuello
y a las extremidades superiores e inferiores. Algunos tipos de ataques de
J ackson comienzan' en los dedos con sensaciones cutáneas poco comunes
(hormigueo) y funcionamiento autónomo atípico. En la mayoría de los ca-
sos, el daño cerebral que los ataques de J ackson ocasionan no puede ser
modificado. Se cree que estos ataques comienzan en una región del cere-
bro y que luego se generalizan. El ataque proviene de zonas cerebrales
afectadas. Las lesiones del lóbulo temporal son comunes en este tipo de
CriSIS.
El conocimiento de la epilepsia ha aumentado considerablemente
desde que J ackson informó sobre sus estudios de vanguardia, pero aún
queda mucho por averiguar. Las causas de las lesiones cerebrales encon-
tradas eh la epilepsia no están claras, y además, las lesiones cerebrales
no son la única causa de esta enfermedad. Algunas de las formas de este
trastorno parecen ser causadas por cambios químicos y estructurales del
114 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

sistema nervioso central. Se cree que los defectos congénitos y las enfe--;
medades infecciosas están relacionados con la epilepsia. También se cree
que la mayoría de las formas de epilepsia no son hereditarias; sólo alrede~
dor del 3% de los hijos de los epilépticos llegan a padecer esta enferrnj.,
dad. No obstante, parece que en algunas familias hay predisposición a la
epilepsia.
Mucha gente todavía considera la epilepsia como algo temible y mis,
terioso. Como resultado de estas actitudes, los epilépticos constituyen Un
grupo sumamente discriminado por la sociedad. Por las muchas inexacrj,
tudes y deformaciones, es obvio que se necesita dar información acerca
de la epilepsia y de cómo afecta la vida de las personas. Organizaciones
como la Epilepsy Foundatión of América trabajan para proporcionar esta (
información y para que disminuya la discriminación social, legal y laboral
de los epilépticos. Los datos que comunican estas organizaciones son de
este tipo: .
a) Los epilépticos tienen las mismas capacidades intelectuales que el
resto de la población.
b) Entre una y otra crisis, los epilépticos no sufren trastornos en su
función psicológica.
e) La mayoría de los casos de epilepsia (alrededor del 80%) pueden
ser controlados con éxito por medio de fármacos anticonvulsivos.
Además de estos factores, cada vez se reconocen más los problemas de
desarrollo que presenta la epilepsia. Por ejernplo, aproximadamente el
60% de los epilépticos sufren su primera crisis antes de los 10 años de
edad. Su estado representa un obstáculo irnportante en su desarrollo, du-
rante un periodo formativo de crecimientos físic<?sy psicológicos."

5. PSICOSIS MANIACO-DEPRESIVAS

Al intentar una comprensión de las reacciones maniacas y depresivas,


es útil recordar que todos nosotros pasamos por diferentes estados de áni-
mo. Podemos sentirnos regocijados y llenos de autoconfianza en un mo-
mento, y vagamente angustiados y deprimidos en otro. En un estudio pi-
loto de los estados de ánimo eufóricos y deprimidos en sujetos normales,
Jonson (1937) encontró diferencias notables en la forma en que las perso-
nas se abocaban a la resolución de un problema, dependiendo de si se
sentían de buen humor o si estaban deprimidos. En los estados de ánimo
eufóricos, los sujetos tenían conversaciones más espontáneas, hablaban
sólo lo necesario y llegaban a tornar una decisión más fácilmente. Asimis-
mo, hacían movimientos más expansivos en funciones psicomotoras del

5 SARASON, Irwin G., SARASON, Bárbara G., op. cit., pp. 373-375,
.L() SICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopat 1 _ 115
P o oglas del d Ii
elOCuente

ti'pO de la escritura, Por otro lado, en 1 d . -rcsivOSa


a epre' ~ dan leg
loS eventos de la niñez, tanto con el pe srori se sen 1 _,ernoria,
. nsami 00 a J.!.'~
se incrementaba la dificultad para tomar d . ~nto como e . 'b~a 011 letras
- ,,' 1 eCISIonesy se escrl 1 di
más pequenas Y mas slmp es; también se t ~ , . de las s-
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III , os paCIentes que
sórdenes afectivos, el desarrollo de técnica d' . '6' 1- :más modeT-
ti- . '. " s e irrvestigací 1 .
nas que Involucran la iriducción de estados d e anImo /' (tero porales) en los ,
ca sutetos normales, puede ser que nos propor . lt dos más proffil-
es :J .' Clonen resu a ."
ta
sanos. Por ejemplo,
. en uno de estos estudI'O s 1os sujetos
. demostraron ser
más ,expansrvos
. /"O estrechos , en sus expresI'on'es escriit a s y poseer mayor " .
al inactIvIdad o mas sociabilidad después de la inducción de estadOs de am-
le rno, felices o deprimidos (Strichland, Hale y Andersno, 1975); Potts
(1977) demostró efectos similares en lo que concierne a la preferencia por
el
actividades variadas.
Resultados de este tipo en sujetos normales nas: ayudan a entender los
efectos de los estados de ánimo más exagerados y de los cambios en los de-
sórdenes afectivos. Mientras que rruestros procesos cognoscitivos ordina-
ri
rios se mantienen bajo un control adecuado sobre nuestras percepciones y
nuestras reacciones a las situaciones de estrés, los procesos afectivos inva-
e den y determinan en gran medida la apreciación de los eventos y de las
~l experiencias de los individuos. Es posible, por supuesto, que los cambios
e en las cogniciones, como cuando uno empieza a percibir la propia situación
l-
de vida como desesperanzada, pueden preceder y preparar el camino para
una reacción de tipo afectivo, o bien puede ser que la relación que existe
entre la cognición y el afecto empiecen a dar vueltas en un círculo vicioso
en el que el aumento de uno produce el aumento del otro, y viceversa.
"

6. ESQUIZOFRENIAS
FORMAS SIMPLES
En el tipo sencillo de esquizofrenia subrayamos actualmente un co-
mienzo lento e insidioso y un curso de deterioro poco notable. Todo el
proceso parece el lento desaparecer de un momento que prometía duran-
te la niñez, una detención gradual del crecimiento de la personalidad, se-
guido por un declive monótono e inexorable, Sin embargo es necesario
decir que en pocos de esos casos el paciente ha sido una persona en espe-
cial vivaz, llena de espíritu o brillante. Es interesante, e incluso importan-
te en el aspecto psicodinámico, que en el tipo sencillo no se .presentan ni
delirios, ni alucinaciones, los que a menudo son intentos actIVOSde recu-
perar y conservar las relaciones con el objeto perdido.
116 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILla

TIPO HEBEFRÉNICA
La esquizofrenia hebefrénica es una caricatura de la primera adole--,
cencia normal, a la que a menudo sustituye. El término hebefrenia signifi,
ca, en realidad, mente de joven. El comienzo puede ser lento e insidioso,
pero también puede ser rápido, cuando se ha sufrido una pérdida o Un
fracaso personal. Es común aquí una conducta tonta. y desorganizada. Se
presentan sonrisas, risillas y risas, que al observador le parecen vacías y
carentes de sentido. Por otra parte, si hay tristeza superfi ial, si hay llanto,
carecerá de explicación. Tal vez haya explosiones de enojo.
TIPO CATATÓNICA
En este subtipo de esquizofrenia se subrayan las perturbaciones moto-
ras. En un extremo el paciente puede experimentar una excitación desor-
ganizada, en el otro, mostrarse mudo e inmóvil, como en un estupor. Pue-
den darse en la misma persona todo tipo de combinaciones de tales sínto-
mas. En la excitación catatónica puede haber el mismo grado de actividad
incesante que en las manías, junto con la misma incapacidad de dormir,
el mismo desánimo para comer o para beber. Sin embargo, y a diferencia
de las manías, lo catatónico es grotesco, poco realista e incoherente. En el
estupor catatónico la conducta' parece restringida, el sujeto se muestra rí-
gido, con los ojos cerrados y la cara parece una máscara, como si estuviera
representando su muerte. O por horas, sin parar, estará sentado o de pie
mirando fijamente al frente o al piso.
TIPO PARANOICA
En .este grupo los delirios dominan el escenario. El esquizofrénico pa-
ranoico por lo general ha tenido durante muchos años dificultades inter-
personales serias, antes de que aparezca la enfermedad. Por lo general se
muestra tenso, incómodo y desconfiado, tiende a dar significados hostiles
y de menosprecio a los comentarios de los demás, comentarios que suele
aplicarse. Tal vez haya intentado equilibrar su desconfianza manteniendo
un ojo vigilante y suspicaz en todo lo que a su alrededor sucede, de modo
que siempre esté listo para lo que pueda ocurrir. O tal vez por años se
haya manifestado defensivamente apartado, poco sociable y altivo, de
modo que nada puede tocarlo. Su costumbre inveterada es cavilar a solas,
buscando explicaciones que a él le parezcan plausibles. Claro está, sus
miedos, necesidades, deseos e incertidumbres personales mucho influyen
en esas cavilaciones solitarias.
La esquizofrenia paranoica se inicia cuando una persona comienza
a perder el contacto con la realidad, sustituye las realidades de las fun-
ciones sociales compartidas con interpretaciones erróneas y en fantasías
y actúa conforme a estas últimas, como si fueran hechos públicamente
aceptados.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 117

TIPO ESQUIZO AFECTIVA


Ésta es justamente lo que su nombre dice: una mezcla de síntomas es-
quizofrénicoscon maniacos o depresivos. Se considera como una clasifica-
ción conveniente y necesaria, aunque pudiera tener algunos aspectos di-
námicos. El cuadro clínico presenta, en esencia, elación o depresión, y los
delirios resultan más grotescos, vagos o peor organizados que lo usual.
Son comunes las alucinaciones, cosas que no ocurre en las manías ni en
las depresiones. Abundan la despersonalización y los delirios somáticos
grotescos.Por otra parte, el componente de elación o de depresión es más
estable, se encuentra mejor organizado y es más profundo que en glan
parte de las otras enfermedades esquizofrénicas. El comienzo, el transcur-
so y el resultado de la enfermedad son variables como en otros tipos, pero
las oportunidades de recuperación tal vez son mejores.

D) ENFERMEDADES
Y ENFERMOSMENTALESPSICÓTICOS

Para Neiro Rojas, la enajenación mental es la de aquel sujeto que su-


fre trastornos generales de las funciones psíquicas, cuyo carácter patológi-
co es ignorado o mal comprendido por el enfermo, que impide la adapta-
ción lógica o activa a las normas del medio en que vive, sin provecho para
sí mismo ni para la sociedad. Cuatro son los conceptos importantes en
esta definición: 1. Trastorno general y persistente de las funciones psíq~i-
caso2. Falta de autoconciencia. 3. Inadaptabilidad. 4. Ausencia de utili-
dad. Cuando se reúnen estas cuatro condiciones estamos frente a un ena-
jenado mental. Es el caso fácil en que generalmente es el vulgo el que ya
calificó al individuo y, por lo común, el psiquiatra coincide con el vulgo,
poniendo. al enfermo el nombre que dicta la ciencia y lo interna en un
hospital psiquiátrico para su tratamiento o guarda. La psicosis es un tras-
torno mental grave, muy regresivo, en el que se toma muy poco en cuenta
la realidad, por distorsión o desorganización de la personalidad que no
distingue entre lo subjetivo y lo objetivo. Freud afirmó que quienes la pa-
decen niegan la realidad y tratan de sustituirla por otra; crean su nuevo
ambiente al que adjudican las propiedades de la realidad que distorsionan
falsificándola en los delirios o alucinaciones."

6 Cfr. QUIROZ CUARÓN, Alfonso, Medicina forense, México, Porrúa, 4a• ed., 1995,
pp. 754-755.
118 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

E) PERSONALIDADES Y ALTERACIONES PROVOCADAS


POR SITUACIONES TRANSITORIAS

Son reacciones de adaptación, de lactancia, de la niñez, de la adoles_


cencia, de la vida adulta, de los últimos años de vida.
Consisten en una reacción desadaptada ante un estrés psicosocial defi_
nido. Se acompañan de una incapacitación para la vida social o laboral y
sus síntomas no corresponden a una reacción normal y esperada.
El doctor Alfonso Quiroz Cuarón menciona las conclusiones del profe-
sor de Medicina Legal de Buenos Aires Bonnet y son:
l. El trastorno mental transitorio completo equivale a un estado de
alienación mental de muy breve duración.
2. El trastorno mental transitorio incompleto equivale a un estado cre-
puscular, es decir, a un estado de semialienación.
3. El trastorno mental transitorio, mediante estas dos únicas formas
clínicas, permite la solución de todos aquellos problemas periciales en los
que se debe discutir el grado de conciencia, de inconsciencia, de memoria
y de amrresia.?

F) PERSONALIDADES Y ALTERACIONES EN LA MUJER

Las funciones sexuales de la mujer, más pasivas y receptivas, plantean


problemas diferentes, pero no menos difíciles. Entre los más comunes te-
nemos la frigidez, las dificultades en la menstruación y las reacciones pa-
tológicas al embarazo, al parto y al cuidado del bebé y de los hijos en ge-
neral. Se tiene una incidencia mucho mayor de patología fisiológica en los
problemas menstruales, en el embarazo y en el parto que en la disfunción
sexual, como en el varón. Limitaremos nuestro estudio a la patología que
parece de origen psicosomático, es decir, aquella en que tienen un papel
importante los factores emocionales.
Casi todos saben que el ciclo menstrual es sensible a las perturbacio-
nes emocionales, en especial a la ansiedad y a los desórdenes del humor, y
que los factores emocionales pueden tener un papel importante en la ovu-
lación, la concepción, el embarazo y el parto. Cuando se trata de la crian-
za y cuidado general de los bebés y de los niños, una vez más penetramos
en el campo de la conducta interpersonal.
En la actualidad en día se reconoce ampliamente que los desórdenes
ginecológicos suelen incluir importantes factores emocionales. Esto es evi-
dente en la experiencia de ginecólogos y obstetras que envían a sus pa-
cientes con problemas emocionales a ver a un psiquiatra. Parece existir
una relación íntima entre la función gonadal y las reacciones emocionales

7 Ibidem, p. 923.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 119

de la mujer. Las gónadas estimulan las manifestaciones emocionales del


impulso sexual, y al revés, las emociones influyen sobre el flujo menstrual
y sobre el momento y número de ovulaciones. La falta o pobreza de flujo
menstrual parece ser a menudo una defensa contra la sexualidad. Los
conflictos sexuales latentes producen ansiedad, y ésta a su vez parece
predisponer a la mujer para que reaccione más a los cambios hormona-
1
les del periodo premenstrual. Si bien la menstruación es un proceso fi-
siológico normal, las mujeres la describen como "ese castigo" o "esa enfer-
medad" y en parte debido a las actitudes negativas que se le atribuyen en
la tradición.

G) TRASTORNOS DE LA CONDUCTA DE .INICIO


EN LA INFANCIA, DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA
;,
El hecho de presentar una sección específica destinada a trastornos
que suelen diagnosticarse por primera vez durante la infancia, la niñez o
la adolescencia es sólo una cuestión de conveniencia, y no se pretende su-
gerir que exista alguna distinción clara entre trastornos -infantiles- y
-adultos-. Aunque la mayor parte de los sujetos con estos trastornos se
presenta en la asistencia clínica durante la infancia o la adolescencia, a ve-
ces los trastornos en cuestión no se diagnostican sino hasta la etapa adul-
ta. Además, varios trastornos suelen tener su inicio durante la infancia o
la adolescencia. Al evaluar a un niño o a un adolescente, el clínico debe
tener en cuenta los diagnósticos incluidos en este apartado. Los adultos
pueden ser diagnosticados si su presentación clínica satisface criterios
diagnósticos relevantes (ejemplo: tartamudeo, pica). Por otro lado, si un
adulto tuvo en su niñez síntomas que cumplían todos los criterios diagnós-
ticos de un trastorno, pero ahora presenta éste de forma atenuada o resi-
dual, puede indicarse con la especificación en remisión parcial (ejemplo:
trastorno por déficit de atención con hiperactividad tipo combinado, en
remisión parcial). En la mayor parte de los trastornos se presenta una ta-
bla de criterios que se aplica tanto en niños como en adolescentes y adul-
tos (ejemplo, si un niño o un adolescente tienen síntomas que cumplen los
criterios de trastorno depresivo mayor, se le asignará este diagnóstico
prescindiendo de su edad). Las variaciones en la presentación de un tras-
torno atribuible s a etapas del desarrollo se describen bajo el epígrafe Sín-
tomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo.
RETRASO MENTAL
Este trastorno se caracteriza por una capacidad intelectual significati-
vamente por debajo del promedio (un coeficiente intelectual de aproxi-
madamente 70 o inferior). Con una edad de inicio anterior a los 18 años y
déficit o insuficiencias concurrentes en la actividad adaptativa. Se presen-
120 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILla

tan códigos separados para retraso mental leve, moderado, grave y pro,
fundo, así como para retraso mental de gravedad no especificada."
TRASTORNO DEL APRENDlZAJE
Estos trastornos se caracter-izan por rendimiento académico sustancial,
mente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto. la
medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada a su edad. Los
trastornos específicos incluidos en este apartado son: trastornos de la lec-
tura, trastorno de cálculo, trastorno de la expresión escrita y trastornos
del aprendizaje no especificado.
TRASTORNO DE LAS HABILIDADES MOTORAS
Incluye el trastorno del desarrollo de la coordinación. Se caracteriza
por una coordinación motora que Se sitúa sustancialmente por debajo de
lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto y la medición de la inte-
ligencia.
TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN
Estos trastornos se caracterizan por deficiencias del habla o el lengua-
je, e~incluyen trastorno del lenguaje expresivo, trastorno mixto del len-
guaje receptivo-expresivo, trastorno fonológico, tartamudeo y trastorno de
la comunicación no especificado.
TRASTORNOS GENERALIZADOS DEL DESARROLLO
Estos trastornos se caracterizan por déficit grave y alteraciones gene-
ralizadas en múltiples áreas del desarrollo. Se incluyen alteraciones de la
interacción social, anomalías de la comunicación y la presencia de com-
portamienros .• intereses y actividades estereotipados. Los trastornos espe-
cificados incluidos en este apartado son trastorno autista, trastomo de
Rett, trastorno dcsintegrativo infantil; trastorno de Asperger y trastorno
generalizado del desarrollo no especificado.
TRASTORNOS POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
y COMPORTAMIENTO PERTURBADOR
Este apartado incluye el trastorno por déficit de atención con hiperac-
tividad, que se caracteriza por síntomas manifiestos de desatención y/o de
impulsividad-hiperactividad. Se presentan subtipos para especificar la pre-
sentación del síntoma predominante: tipo con predominio del déficit de
atención, tipo con predominio hiperactivo-impulsivo y tipo combinado.
También se incluyen en este apartado los trastornos de comportamientos
perturbadores: el trastorno disocial se caracteriza por un patrón de com-
portamiento que viola los derechos básicos de los demás a las principales
normas o reglas sociales propias de la edad el sujeto; el trastorno negati-

8 Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-IV·TR.


Texto revisa-
do, Masson, p. 45.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 121

vista desafiante se caracteriza por un patrón de comportamiento negativis-


ra, hostil y desafiante. Este apartado incluye asimismo dos categorías no
especificadas: trastorno por déficit de atención con hiperactividad no es-
pecificado y trastorno de comportanlÍento perturbador no especificado.9
TRASTORNOS DE LA INGESTIÓN y DE LA CONDUCTA ALIMENTARIAS
DE LA INFANCIA O LA NIÑEZ
Estos trastornos se caracterizan por alteraciones persistentes de la
conducta alimentaria y de la ingestión de alimentos. Los trastornos especí-
ficos incluidos aquí son: pica, trastorno de rumiación y trastornos de la in-
gestión alimentaría de la infancia o la niñez. Obsérvese que anorexia ner-
viosa y bulimia nerviosa han sido incluidas en Trastornos de la conducta
alimentaria.
Anorexia nerviosa: Se inicia en la adolescencia o al comienzo de la edad
adulta. Se manifiesta como un miedo intenso a convertirse en obeso, in-
cluso estando por debajo del peso normal. Existe una alteración en la per-
cepción de la silueta corporal. En las mujeres se presenta con amenorrea
(falta de regla).
Bulimia nerviosa: Hay episodios recurrentes en quienes sufren este tras-
torno de ingestión voraz de alimentos acompañada de vómitos provocados.
Pica: Se manifiesta por la ingestión de sustancias no nutritivas (pintu-
ra, yeso, cuerdas cabellos o ropa). Los niños mayores pueden ingerir are-
na, hojas, insectos o excrementos de animales.
Trastorno por rumiación: Aparece en forma de regurgitación repetida
de la comida, pérdida de peso o incapacidad para alcanzar el peso normal.
TRASTORNOS DE LA IDENTIDAD SEXUAOo
Trastorno de la identidad sexual en la niñez: El niño reconoce a qué sexo
pertenece, aunque experimenta malestar y sentimientos de inadecuación
frente al mismo.
Transexualismo: Se manifiesta por un malestar persistente y sentimien-
tos de inadecuación con respecto al propio sexo, pero se inicia cuando ya
se ha alcanzado la pubertad.
Trastorno de la identidad sexual en la adolescencia o en la vida adulta: Re-
ferido a los mismos problemas de malestar ante el propio sexo antes se-
ñalados.
TRASTORNOS DE TICSII
Estos trastornos se caracterizan por tics vocales y/o motores. Se han

9 Ibidem, p. 46.
io DAVISON, Gerald C., Psicología de la conducta anormal, México, Limusa, 3a. relmp.,
1991, pp. 36-37
11 Ibidem. p. 37.
122 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLa

incluido los siguientes trastornos específicos: trastorno de la Tourette,


trastornos de tics motores y tics vocales.
Trastornos por tics: El tic es un movimiento o una vocalización involu-¿
taria, repentina, recurrente y rápida. Suelen agravarse estos movimientos
con el estrés.
Tics motores: Pueden ser simples o complejos. Se consideran simples el
parpadeo, sacudidas de cuello, encogimiento de hombros y muecas faeia~
les. Entre los complejos se encuentran los gestos faciales más complicados)
golpes hacia uno mismo, tocar, pisotear u olfatear un objeto.
TRASTORNOS DE ELIMINACIÓN12
Encopresis funcional: Consiste en la evacuación repetida e involuntaria
de las heces en lugares inadecuados.
Enuresis funcional: Es la emisión involuntaria o intencionada de orina a
una edad en que ya 'no debería suceder.
Lenguaje confuso: Es un trastorno de la fluidez verbal que afecta a la
frecuencia y al r itrno dd lenguaje y se caracteriza por su falta de inteligi-
bilidad.
Tartamudeo: Repeticiones o prolongaciones frecuentes de los sonidos o
las sílabas que dificultan notablemente la fluidez del lenguaje.
Otro trastorno de la infancia, niñez o adolescencia:
Mutismo selectivo: Negativa persistente a hablar en casi todas las situa-
ciones sociales.

H) DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

l. DIAGNÓSTICO
El trabajo de la psicología en el ámbito penitenciario o criminológico,
siempre implica abordar esencialmente dos aspectos: diagnóstico y trata-
miento. Este trabajo en individuos con problemas antisociales plantea
conceptualmente un enfoque social, donde la conducta delictiva significa
una alteración, violación o transgresión de la norma social establecida,
cómo y porqué una persona determinada no puede aceptar la norma, no
puede incorporarse al medio y necesita atentar contra la sociedad y por
consecuencia lógica contra el sistema legal. Dentro de un enfoque indivi-
dual, es decir, de] sujeto rnismo, significa la incapacidad de aceptar las
normas sociales impuestas, lo que implica dificultades en el desarrollo de
su personalidad. La psicología intenta conocer esta problemática a través
de una tarea de diagnóstico y tratamiento.

12 Idem.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 123

El diagnóstico tiene como objetivo conocer quién es el individuo que


llega a una institución penitenciaria, y conocer las características de su
personalidad.
El diagnóstico puede ser: individual, grupal o institucional.
1) Diagnóstico individual.-Es el conocimiento de los múltiples y com-
plejos aspectos de la personalidad del delincuente. En el diagnóstico indi-
vidual se utilizan, generalmente las siguientes técnicas.
2) Diagnóstico colectivo.-A veces es necesario conocer las características
de un grupo especial dentro del penal, por ejemplo: los que trabajan en
determinado taller, las personas que están alojadas en un dormitorio, un
grupo de detenidos que llega.
3) Diagnóstico institucional: (por delitos simples, graves, asociacwn o delin-
cuencia grupal organizada).-Se refiere a conocer las características psicoló-
gicas que presenta la' institución o la organización. Comprende una tarea
en todos los niveles de la cárcel.

2. LA EVALUACIÓN: BASE DE LA CLASIFICACIÓN


Entrevistas focalizadas y abiertas.-Sontécnicas sumamente valiosas en
las instituciones penitenciarias, ya que permiten aprehender la situación
global en la que el sujeto está envuelto, además la flexibilidad que posee
la convierte en una técnica para la exploración de áreas en las que hay
pocas bases para saber qué preguntar y cómo formular las preguntas.
LA ENTREVISTA
La entrevista sigue siendo el instrumento de evaluación más usado.
Las entrevistas clínicas son de dos tipos: de evaluación y terapéuticas. El
propósito de la entrevista de evaluación o de diagnóstico es recabar infor-
mación y evaluar la conducta. Sobre la base de la conducta verbal y no
verbal del paciente durante la entrevista, el entrevistador debe determinar
por qué está buscando ayuda el paciente, y qué puede hacerse desde un
punto de vista terapéutico. La entrevista terapéutica se realiza después de
que se ha logrado cierto grado de evaluación. Su objetivo es modificar la
conducta y las actitudes desadaptadas.
La entrevista suele componerse de dos individuos (un entrevistador
y un entrevistado), aunque a veces incluye a otras personas, por ejem-
plo, a miembros de la familia. Pueden entrevistarse también separada-
mente a los miembros de la familia, y luego a todos juntos. Las decisiones
sobre el tratamiento se basan a menudo en los datos recabados en una en-
trevista de evaluación, que puede comenzar con una llamada telefónica y
seguir con una entrevista personal si se necesita más información para
planear el tratamiento.
124 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

CONTENIDO DE LA ENTREVISTA
Los entrevistadores tratan de identificar los problemas y determinar la
naturaleza y el grado de la conducta desadaptada, Generalmente comien,
zan tratando de averiguar cómo describe, entiende e interpreta su proble-
ma el entrevistado o la entrevistada. Luego pueden hacer preguntas sobre
sus antecedentes mientras obtiene esta información; el entrevistador pue-
de también enterarse del desarrollo total del p roblerna. En algunos ca_sos
la queja no es específica, como por ejemplo: "Siempre me siento tenso y-
preocupado". En otros casos, puede ser engañosament clara: "Mi hijito
es hiperactivo; no puedo controlarlo".
Las entrevistas de diagnóstico generalmente están muy poco estructu-
radas. Dependiendo del problema y de cómo se describa, el entrevista-
dor deberá tocar diversos tópicos W1.ay otra vez. Sin embargo, se hace el
intento de contestar las siguientes preguntas:
a) ¿QUién es el paciente? ¿Ouál es su nombre, edad, antecedentes ét-
nicos y culturales, estado civil y ocupación?
b) ¿Qué 10 indujo a buscar ayuda en esta clínica, hospital o consultorio
privado?
e) ¿Qué piensa y siente el paciente acerca de la vida en este momento>
d) ¿Cuáles son Sus preocupaciones y sentimientos?
a) ¿Cuál es la historia del problema y los antecedentes de su desarro-
llo? Dependiendo del problema, deben hacerse indagaciones sobre el cli-
ma físico y emocional de .su hogar durante la infancia, si duerme bien, su
desarrollo físico y motor y su desarrollo sexual y social.
j) ¿Cuál es el actual desarrollo psicólogo del paciente? ¿Qué cosa es
digna de atención respecto a su modo de hablar, sus pensamientos, crite-
rios, espíritu de cooperación y habilidad social?
Durante la entrevista de evaluación deben observarse y anotarse mu-
chos aspectos de la conducta del paciente, como su apariencia y arreglo
personal, tono de voz y hábitos al hablar y tipos de pensamientos que des-
cribe, así como $US expresiones faciales, su porte y sus posturas.
Los irrdividuos con problemas apremiantes manifiestan hechos, opi-
niones, actitudes y en algunos casos deformaciones y mentiras. Pueden
comportarse en diversas formas: pueden suspirar, gesticular, evitar la mi-
rada directa, mover nerviosamente los pies, sonreír o hacer gestos al en-
trevistador. Como consecuencia de este cúmulo de respuestas, el entrevis-
tador se ve obligado por lo general a extractar y usar sólo un pequeño
porcentaje de los datos disponibles en la entre-vista. Por otro lado, algunos
pacientes pueden dudar en exponer sus problemas abiertamente y pro-
porcionan poca información. Las respuestas a preguntas como: "¿En qué
forma 10 irrita su esposa?", difier en ampliamente en claridad y emoción.
Las respuestas imprevistas del entrevistado deben reconocerse y tomarse
en cuenta.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 125

Los entrevistadores necesitan observar la relación entre la conducta


verbal y la no verbal del paciente. A menudo, lo que el entrevistador escu-
cha contradice a lo que ve. El modo de hablar del paciente puede ser se-
reno Ysin emociones, pero quizá se le advierta tensión por signos no ver-
bales como el sudor y el retorcimiento de manos. En algunos casos hay
gestos, movimientos y expresiones faciales que dan pistas sobre las fuentes
de conflicto y de ansiedad. Los clínicos experimentados son afectos a ob-
servar ciertos matices de la conducta de los que no se dan cuenta los pa-
cientes o que creen estar disimulando con éxito.
Tests colectivos de inteligencia; tests de personalidad y tests proyecti-
vos, en especial la figura humana. (Machover.)
Aunque la tarea que deben realizar es individual, sin embargo la in-
terpretación puede realizarse en forma grupal.

a) EL HISTORIAL CLÍNICO y EL DETENIDO.


Historia clínica,.-Se refiere a la historia personal del sujeto. Compren-
de la evolución, su historia, contexto familiar, haciendo especial 'referen-
cia a la conducta delictiva. Se comienza, generalmente, por la situación ac-
tual, el trabajo en la institución, las visitas, la escolaridad, y se' estudian
aspectos de agresividad y peligrosidad.
El estudio psicológico de los individuos alojados en una institución
penitenciaria está siempre muy relacionada a la situación jurídica.
Detenidos .-La tarea psicológica consiste en un estudio de personali-
dad, pero utilizando como técnica la entrevista focalizada para atenuar si-
tuaciones de estrés y angustia que son tan frecuentes cuando un individuo
vivencia las situaciones de encierro. Esta atenuación de la sintomatología
de angustia previene cuadros depresivos agudos (suicidios), conductas au-
todestructivas (marcarse, cortarse), así como situaciones de pánico y agre-
sividad hacia otras personas.

b) EL HISTORIAL CLÍNICO y EL PROCESADO

Procesados .-Estudio de personalidad en forma integral aplicando


múltiples técnicas. Aquí se señala el tratamiento así como el diagnóstico.
Se observa que la situación del procesado todavía es de angustia desde el
punto de vista psicológico, ya que él no sabe si quedará en libertad o será
sentenciado, su inestabilidad es notoria, así como su estado emocional am-
bivalente.

c) EL HISTORIAL CLÍNICO EL SENTENCIADO


Sentenciados .-'-En esta etapa se realiza un test .Y ~e ~nte?-sificael trata-
miento psicológico. Se informa al Consejo InterdlsClplInano sobre las ca-
racterísticas de personalidad del interno, así como sobre su estado actual.
f
I

126 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Los sentenciados pueden estar en diferentes fases del tratamiento, pOI'


ejemplo: en preliberación, que consiste en salidas los fines de semana a su
casa. El psicólogo puede colaborar aquí con el trabajador social, visitando
el domicilio del sentenciado para apreciar el ambiente familiar y poder
detectar el grado de adaptación del sujeto a su medio, es decir, las dificuj,
tades de su reingreso. Hemos podido apreciar y observar la importancia
que tiene una salida progresiva y controlada del sujeto, pues con ésta rnu,
chas veces se evita una posible reincidencia.

d) APLICACIÓN DE TEST DE INTELIGENCIA, PROYECTIVAS,


DE PERSONALIDAD, ASCENDENCIA, DE INTERÉS Y ACTIVIDADES

PRUEBAS PSICOLÓGICAS
Aunque ya se ha llegado a un acuerdo sobre la necesidad de desarro,
llar formas válidas de calificar a los individuos, los clínicos no están de
acuerdo en cuál es la mejor forma de lograrlo. Como ningún iristrumen.
to de evaluación Se considera seguro, la evaluación se realiza en más de
una forma a fin de obtener una descripción más completa y exacta del in-
dividuo. Durante las últimas décadas ha surgido una serie de evaluaciones
auxiliares para la clasificación cuantificable, principalmente en forma de
pruebas psicológicas.
Aquí discutiremos tres tipos generales de prneba psicológicas: las
pruebas de inteligencia, los inventarios de personalidad y las técnicas pro-
yectivas que restringen en cierto modo la libertad de expresión de la per-
sona. Las respuestas restringidas de estas muestras de la conducta pueden
ser cuantificadas más fácilmente que las respuestas más libres y sin estruc-
turar que caracterizan a la entrevista. Pata lograr una imagen bien inte-
grada del individuo, la mayoría de los clínicos interpretan resultados psi-
cométricos cuantificados a la luz de las observaciones de la conducta
hechas en circunstancias menos restringidas.
Tests de inteligencia o pruebas de inteligencia.-Estas pruebas fueron los
primeros instrumentos de evaluación psicológica que se reconocieron en
muchos lugares. El interés por determinar las diferencias individuales sur-
gió al final del siglo XIX. En ese tiemp o, la inteligencia era equiparada
con los reflejos rápidos y la sensibilidad ante el ambiente. Por eso, los es-
fuerzos para evaluar la inteligencia dependían en gran parte de tareas
serrsonia.les y otras tareas discriminatorias. El científico inglés Francis Gal-
ton trató de evaluar la inteligencia midiendo cosas como el tiempo de
rea ción, la capacidad para escoger entre vari s presos, la sensibilidad al
dolo y la capacidad para diferenciar los tonos.
PruebasBinet.-A fines del siglo XIX y parte del XX, Alfred Binet, un
psicólogo francés, elaboró una serie de pruebas que diferían notablemente
de las que se habían usado anteriormente para medir la inteligencia. Bi-
net consideró la inteligencia como algo que crece con la edad, por lo que
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 127

[os niños de más edad son generalmente-rná inteligentes que los peque-
ñoS.Trató de medir la capacidad para razonar, para comprender y seguir
instrucciones:Ypara utilizar el criterio o sentido comÚTI.13
Binet también estableció el concepto de el (coeficiente intelectual)
como un medio para evaluar la puntuación de las pruebas. Un coeficiente
intelectual es computado en la siguiente forma: se divide la puntuación de
la prueba de una persona, llamado edad mental (EM) entre su edad cro-
nológica (Ee) y luego se multiplica el resultado por 100.
El uso de las pruebas Binet ha declinado, en parte porque las tareas
en las escalas Binet no se prestan al análisis separado, confiable y cuanti-
tativo. El CI global es el principal producto de Binet. Quizá la razón más
importante para la relativa declinación en el uso de las escalas Binet es
que fueron diseñadas primordialmente para trabajar con niños. Aunque
todavía se les considera como un instrumento valioso para este propósito,
las han suplantado otras pruebas de inteligencia más versátiles, especial-
mente para usarse con adolescentes y adultos.
Los tests mentales permiten conocer la capacidad intelectual. Los que
se utilizan más frecuentemente son: Test Wechsler, Test de Matrices Pro-
gresivas de Raven, Test de Pierre Gillés, etcétera.
En los establecimientos penitenciarios ubicados en áreas rurales es
necesario utilizar tests especialmente estandarizados a ese medio socio-cul-
tural.
Prueba de Wechsler.-Los principales competidores de las escalas Stan-
for-Binet en Estados Unidos son las escalas diseñadas por DavidWechsler
(1955-1958). Wechsler consideró deficientes las pruebas Binet porque
producían sólo una puntuación. Él creyó que la inteligencia es la suma de
muchas habilidades y que debe ser medida como tal. Una versión revisada
del trabajo original de Wechsler adult Intelligence Scale (EscalaWechsler de
Inteligencia en los Adultos) consiste de once subdivisiones, de las cuales
seis son verbales y cinco no verbales. Una ventaja importante de una
prueba de este tipo es que, además de ser capaz de computar puntos tota-
les, también puede computar separadamente cada una de las subdivisio-
nes. En las escalas de Wechsler se obtiene tres coeficientes intelectuales
(Cf., El CI verbal refleja el nivel logrado en las subdivisionesque tratan
con la información general, la comprensión, la capacidad para pensar en
.términos abstractos y la aritmética. El el de ejecución refleja el nivel lo-
grado en tareas que requieren la solución de acertijos, la sustitución de
símbolos por dígitos y la reproducción de diseños. El tercer tipo de el re-
presenta la puntuación total.
Tests o pruebas proyectivas.-Son técnicas sumamente significativasen el

13 SARASON, Irwin G., SARASON, Bárbara G., Psicología anormal. Los problemas de la conduc-
ta desadaptada, México, Trillas, 2000, p. 128.
128 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

diagnóstico de una problemática delincuencial, ya que permite la proyec.~


ción de los conflictos y tiende a explorar los aspectos no cognitivos de la
personalidad. Se utilizan: Test de Apercepción Temática (TAT) , la figura
humana (Machover), tests de completamiento de frases, el test de frustra_
ción de Rosenzweig y especialmente el test de Rorschach.
Un grupo de especialistas en evaluación cree que cuanta más libertad
se le dé a la gente para elegir sus respuestas, se obtendrán unas descrip,
iones y clasificaciones mas significativas. Como los inventarios de persn,
nalidad no dan mucha libertad para elegir, algunos psicólogos clínicos
prefieren usar técnicas proyectivas. En una prueba p.royecriva se muestran
a la persona estímulos ambiguos y se le pregunta qué es lo que piensa
acerca de ellos. Los inventarios de la personalidad y las técnicas proyecti-
vas tienen elementos en común; por ejemplo, las manchas de tinta son su-
mamente ambiguas, pero también lo son muchas de las afirmaciones del
MMPI. Otra similitud es que ambos métodos requieren del uso de situacio-
nes de prueba relativamente uniformadas.
Las técnicas proyectivas son más uniformadas que la entrevista; pero
le permiten al que las resuelve una gama más amplia de respuestas. Debi-
do a esta libertad algunos clínicos creen que las técnicas proyectivas son
muy sensibles a las dimensiones inconscientes de la personalidad. Los me-
canismos de defensa, las reacciones de transferencia, Ios impulsos latentes
y las ansiedades, todas han sido inferidas de datos recabados en situacio-
nes proyectivas. La elaboración de la mayoría de las técnicas de evalua-
ción que se realizan con lápiz y papel no ha recibido una fuerte influencia
de las diversas orientaciones teóricas de la psicología. Por otro lado, los
métodos proyectivos son derivados de los enfoques psicodinámicos de la
personalidad -.-especialmente de los psicoanalíticos.
Las manchas de tinta Rorschach.-Esta prueba, elaborada en-1942 por el
psiquiatra suizo Herrnán Rorschach, consiste de 10 cartas con manchas de
tintas. La mitad de las manchas. son de colores, y la mitad son hechas en
blanco y negl:'o. La prueba se realiza mostrando las 10 cartas, una a la vez
y pidiendo a la persona que describa 10 que ve en ellas. No hay respuestas
correctas o incorrectas. Después de que la persona describe lo que ve en
las manchas de tinta al estilo de la asociación libre, el examinador hace
preguntas sobre algunas de las respuestas anteriores ("¿qué le produjo a
usted esa impresión?", "¿qué hizo que eso le pareciera?"). Además de re-
gistrar lo que la persona responde a las manchas de tinta, el examinador
toma nota de sus poses, gestos y actitudes.
RORSCl-IACH elaboró su conjunto de manchas de tinta como parte de
un esfuerzo experimental para relacionar la percepción con la personali-
dad. Creyó que las reacciones ante las-manchas de tinta podrían dar pistas
sobre las tendencias básicas de la personalidad. Sin embargo, unos descu-
brimientos negativos de investigaciones han hecho que muchos de los que
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatolo ' 129
glas del delincuente

usan técnicas proyectivas se vuelvan es, é " 1 alidez de las rnan-


"
. " " ,e ptJ.cossobre a v " , "
chas de tinta como lndlCadare.s percept l. '. . ",lidad. Incluso SI
. .ua es de la persol14'"
las manchas de tinta son totalmente inú til ' opÓsito. la prueba
. . es para este pr ,
Ullsma puede ser un Instrumento para el análisis de la conducta social de
la gente y del contenido
. de sus produc"Clones ver b a1es. Tratar de obtener
ayuda del cxamiriador y usar respuestas verbales e tereotipadas son dos
e1emplos
:J
de los tipos de conducta que 1os cIírii
InICOSpu'eden observaI' al ha-
cer la prueba de Rorschach.t+ -
Pruebas y escala~o inventari~s de la personalidad.-perrtÚt.en conocer. los
rasgos de personahdad, es decir, que los ít '0.0' de una gran amphtud
id ems s .,
de conteru o y comprenden áreas como: manife:staciones neur6tlcas, PSI-
cóticas, ide~s obsesivas, tendencias sádicas y masoquistas, psico~atías? e~c.
Cabe mencionar, entre los que se aplican en una institución perutenciarra,
inventario .multifásico de personalidad de Minnesota integrado por escalas
tan. importante como mentira, desviación psicopática, paranoia, interés
SOCIal.
En vez de medir los conocimientos generales o las habilidades especí-
ficas cognoscitivas y motoras, los inventarios de personalidad hacen pre-
guntas a las personas sobre sí mismas. Estas preguntas vienen en una va-
riedad de formas. Tal vez haya que decidir si una serie de autodescrip-
ciones coinciden con la realidad, o responder falso o verdadero a una se-
rie de preguntas sobre usted mismo y sobre el mundo. Varios inventarios
requieren que uno califique el grado en que una serie de afirmaciones re-
fleja las características de uno mismo. Los inventarios modernos de la per-
sonalidad dan varias puntuaciones, cada una de ellas tiene por objeto re-
presentar un aspecto distinto de la personalidad.
La diversidad de los datos que incluyen estos inventarios puede verse
por las siguientes afirmaciones, tomadas de entre las 566 que componen
al Minnesota Multiphasic Personality lnventory (MMPI). A la persona que re-
suelva la prueba se le pide que responda a cada afirmación diciendo "fal-
so", "verdadero" o "no puedo decirlo". Ejemplo: a) Creo que hay un Dios;
b) Prefiero ganar un juego que perderlo; e) El sexo me preocupa; d) Creo
que están urdiendo intrigas en mi contra; e) Creo que se debe obedecer la
ley; j) Todo huele igual.
En la actualidad, el MMPI es el inventario de la personalidad que
más se usa. Comenzó a elaborarse en la Universidad de Minnesota en
la década de los treinta, como respuesta a la necesidad de contar con
un medio práctico y económico de describir y predecir la conducta de
los pacientes psiquiátricos. Sus creadores hicieron un esfuerzo para que
fuera fácil de usar y para superar muchos de los defectos conocidos de

14 Ibídem, pp. 132-133.


130 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

los anteriores inventarios de la personalidad. Se incluyeron diversos ti ,


pos de artículos y se hizo hincapié en que todos fueran comprensibles
incluso para personas con capacidad limitada para la lectura. La mayoría
de los inventarios anteriores habían sido adivinados fácilmente por los qUe
los resolvían, porque las tendencias desviadas se reflejaban en que todas las
respuestas eran verdaderas o todas falsas; sin embargo, en el MMPI deben
darse indistintamente respuestas de falso y de verdadero en los distintos
temas.
El MMPI consiste en nueve escalas relacionadas con nueve diferentes
grupos de trastornos clínicos. Las escalas y sus abreviaturas son: hipocon,
dría (Hs), depresión (D), histeria (Hy), desviación psicopática (pd), mascu-
linidad-femineidad (Mf), paranoia (Pa), psicastenia (Pt), esquizofrenia (Se)
e hipomanía (Ma).
Cada escala clínica fue elaborada viendo cómo los grupos de individuos
con diagnósticos apropiados respondían al MMPI. Hathaway y McKinley,
los autores del MMPI, también aplicaron la prueba a personas que no eran
pacientes psiquiátricos. Este grupo normal incluía visitantes al Hospital de
la Universidad de Minnesota (no pacientes), estudiantes universitarios, pa-
cientes no psiquiátricos y personal médico. Las respuestas de este grupo
normal se compararon con las de los que tenían determinados diagnósti-
cos psiquiátricos, por ejemplo esquizofrenia, Los puntos en los que había
una diferencia considerable llegaron a constituir la escala esquizofrénica.
Una puntuación alta en esta escala indica que la persona respondía a es-
tos puntos de una manera similar a la de los esquizofrénicos del grupo
original probado por Hathaway y McKinley.15
Tests de ascendencias-sumisión de AUpart.-Inventario de preferencias
personales de Edwards, etcétera.
Tests de intereses y actividades .-Se utilizan en especial para señalar las
tareas que pueda desarrollar el interno dentro de una institución, así
como su aprendizaje; se mencionan inventarios de intereses de Kuder, In-
ventario ilustrado de intereses Geist.

e) LA DIVERSIDAD DE TRATAMIENTOS

La base de un adecuado tratamiento es indudablemente un correcto


psicodiagnóstico. El tratamiento penitenciario intenta modificar, atenuar
la agresividad del individuo antisocial, hacer conscientes aspectos incons-
cientes en cuanto a sus conductas patológicas, sensibilizarlo en relación
con su afectividad, favorecer relaciones interpersonales estables, lograr
que pueda canalizar sus impulsos y verbalizar su problemática.

15 Ibidem, pp. 128-129.


PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 131

f) PSICOTERAPIA (INDIVIDUALES O GRUPALES, ETC.)


La psicoterapia al igual que el diagnóstico puede ser individual, gru-
pal e institucional.
La terapia individual.-Significa la relación interpersonal con el inter-
no. dentro de un encuadre riguroso. Implica por lo menos dos sesiones
semanales de una hora de duración.
Psicoterapiade grupo.-Se ha discutido mucho sobre el valor del análi-
sis de grupo en instituciones penitenciarias, en realidad, es poco lo que se
conoce sobre el tema, ya que la mayoría de los trabajos son investigacio-
nes aisladas. A través del estudio del grupo se intenta explicar la diversi-
dad, complejidad, fluidez de la situación grupal que proyecta los compor-
tamientos manifiestos, así como las motivaciones subyacentes. A través del
grupo, los internos pueden verbalizar sus conflictos y mejorar las relacio-
nes interpersonales que están deterioradas en estos individuos.
Terapia institucional.-En realidad, toda terapia debe ser integral, es
decir, deben intervenir todos los niveles de la institución penitenciaria en
relación con las necesidades del interno. Pero cuando aquí hablamos de
terapia institucional estamos refiriéndonos trabajo psicológico para que
los objetivos educativos y de resocialización de la cárcel como institución
se cumplan, a los cambios que deben operarse para que una institución se
convierta de "institución represiva" en institución resocializadora.
De la personas que trabajan en reclusorio, menos de 4% participan en
el tratamiento; el resto son guardias administrados y otro tipo de perso-
nal. Menos de 13% del personal correccional local y estatal se ocupa de
todas las libertades condicionales y libertades bajo palabra, -no obstante
que estas últimas constituyen más de dos tercios del total de la población
delincuente. En vista de estas cifras, podemos decir que tanto la facilidad
para el tratamiento como las facilidades de supervisión para los liberados
provisionalmente parecen ser desafortunadamente inadecuadas, lo cual
no ayudaría a explicar la alta tasa de reincidencia. Es necesario el encarce-
lamiento de ciertos infractores; éste puede llegar a tener un valor positivo
siempre y cuando incluya oportunidades significativas para la rehabilita-
ción, incluyendo tanto el desarrollo de un sentido de propósito y de res-
ponsabilidad para con la sociedad, como el desarrollo de las habilidades
sociales y vocacionales. El encarcelamiento sin estas características redimi-
bles no puede ser previsor de la conducta criminal ni tampoco ser de nin-
guna ayuda al tratamiento.
La preocupación por la rehabilitación más que por el castigo de los
delincuentes condujo, hace algunos años al uso cada vez mayor de las sen-
tencias indeterminadas y a la libertad provisional, para acortar el tiempo
en prisión, así como una variedad de intentos innovadores para modificar
la conducta durante el periodo de prisión.
132 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLa

1. Sentencias indeterminadas y libertad prooisional, En vista ele las cbndi~


cienes deplorables que existen en las instituciones penales, las cortes cada
vez rehusaban más a mandar ahí a los delincuentes, a menos que se consi_
derara completamente necesario, así fue como tuvo vigencia la sent ncia
indeterminada. Ésta tenía la intención de: a) permitir al personal de reha_
bilitación calificado determinar, dentro de limites amplios, cuándo deh-;
ría ser liberado el delincuente; b) introducir flexibilidad en las ideas lUUy
dispares de los diferentes jueces acerca de las sentencias apropiadas para
los infractores convictos; e) facilitar el regreso a la comuriidad a los prí,
siones que alcanzaban una buena calificación para lograr la libertad pro-
visional.
Desafortunadamente, las sentencias indeterminadas también sujetan
más el destino de los prisioneros a las caprichos de los que detentan el
poder, particularmente cuando se les aplica así. Entonces, podría ser que
los prisioneros se estuvieran en la prisión más tiempo, en vez de menos y
eSQpensando que el tiempo 1),0 era lo suficientemente largo. Los prisiones
deben hacerse a los modos que para ellos pueden ser ajenos o imposibles
o inclusive equivocado, por lo que muchos internos preferirían una pena
clara y definida en lugar de una sentencia indeterminada en la que tienen
que complacer a las autoridades para poder quedar Iibres. Además, toda
la estructura está basada en la suposición cuestionable de que el personal
de los que hacen cumplir las leyes puede predecir la conducta de los
transgresores en libertad bajo palabra.
Como consecuencia de tales consideraciones, la sentencia indetermi-
nada ha sido sujeta a críticas severas y se le usa menos de lo que se le usa-
ba antes.
2. Enfoques innovadores para el tratamiento .-También se han sugerido
varios enfoques innovadores para tratar a Jos infractores de la ley, y algu-
nos se han probado dentro ele 'tilla base limitada. Dentro de éstos están las
licencias para estudiar y trabajar y los programas de indemnización en los
que se le da al individuo un empleo que le permite trabajar para pagarle
á la VÍctima los daños a su propiedad o lo robado ..Estos progtamas de in-
demnización ya existen en 21 estados de la Unión Americana, -y se usan
muchos más para delincuentes juveniles.
Tarnhiérr se t a hecho el intento para lograr la integración sexual
dentro de las prisiones, para recibir la visita de los cónyuges y para im-
pulsar la integración familiar y llevar a cabo los programas de tratamien-
to institucional. No obstante que el encarcelamiento significa diferentes
cosas para las diferentes personas, en general tiende a ser degradante y
a crear serios problemas sexuales que pueden llevar a conductas homo-
sexuales, particularmente porque cerca de la mitad de los prisioneros son
menores de 25 años. Cuando el prisionero está casado y tiene una familia,
el encarcelamiento pone una tremenda carga en el cónyuge y los hijos.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 133

para ayudar a contrarrestar este problema, en las prisiones de México,


Suecia, India y de otros países, se permiten las visitas conyugales. En los
Estados Unidos, la primera prisión en la que se aceptaron las visitas con-
yugalesfue la penitenciaría estatal de Mississippi.Esta práctica, que inclu-
ye las visitas para pasar la noche con los amigos de los prisioneros solte-
rOS,parece estar ganando apoyo en Estados Unidos.
Asimismo existen medios de rehabilitación que van desde la medita-
ción trascendental hasta las técnicas de terapia conductual, el uso de fár-
macos y otras medidas médicas para los prisioneros que tiene alteraciones
cerebrales que aparentemente los hacen propensos a la furia y a los im-
pulsos violentos. Sin embargo, el "tratamiento" involuntario de los trans-
gresores mediante procedimientos médicos y psicológicos,se ha converti-
do en un tema muy controvertido que se centra alrededor del punto de
los derechos del delincuente.

1) ¿EL DELINCUENTE ES UN INDIVIDUO ENFERMO


O DESVIADOPOR NATURALEZA?
Parece ridículo por lo obvio expresar que el delincuente es un indivi-
duo enfermo, pero basta observar cómo considera nuestra sociedad al in-
dividuo que delinque para darnos cuenta cuán lejos se está de este enfo-
que. La sociedad actúa de una manera relativa con respecto a la conducta
delictiva,y esta actitud no sólo es inherente a losjueces sino también a to-
dos los aspectos referentes a la penas en sus fases legislativa,judicial y ad-
ministrativa.
El hombre no roba o mata porque nació ladrón o criminal; el delin-
cuente al igual que el enfermo mental realiza sus conductas como una
proyección de su enfermedad. Mientras que el hombre "normal" consigue
reprimir las tendencias criminales de sus impulsos y dirigirlas en un senti-
do social, el criminal fracasa en esta adaptación. Es decir, los impulsos an-
tisocialespresentes en la fantasía del individuo normal son realizados acti-
vamente por el delincuente.
El acto criminal es la expresión de una tensión mental, y debe satisfa-
cer necesidades psicológicas, pero también inconscientemente el delin-
cuente comete errores porque quiere cometerlos, como una autotraición,
pues en él se manifiestan dos tendencias opuestas: quiere ocultar su deli-
to, pero también quiere mostrarlo. Todo hombre es innatamente un cri-
minal. H~sta el periodo de lactancia logra reprimir las tendencias crimi-
nales, dirigiéndolas en un sentido social para adaptarse.
Algunos criminales se clasificanen neuróticos, cuya etiología es psicoló-
gica y proviene de conflictospsíquicos similares a las neurosis; hay los cri-
minales de etiología sociológicaeducados en modelos criminales.Tambien
existe el grupo de los criminales de origen orgánico (etiología biológica).
134 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLa

Para el diagnóstico de criminalidad debe considerarse la participación


del yo consciente y del yo inconsciente en el hecho delictivo. Desde esta
perspectiva, tendríamos dos tipos de acciones criminales. La cr-iminalidad
crónica, propia de sujetos proclives a delinquir por la estructura de Su
aparato psíquico, y la criminalidad accidental, 'Cuyas acciones son realiza~
das por sujetos no criminales en situaciones extremas especiales. °
El delincuente es un individuo neurótico, una personalidad excedida
con .ideas opuestas, Jo cual le crea un sentimiento de culpa. El delincuenjj,
no puede identificarse positivamente ni tampoco permanecer solo y aisla,
do, porq le esto le produce uri sentimiento de inferioridad y culpa.
También influye la ausencia de] padre, ya que es un factor detenni~
nante de ciertos comportamientos de la juventud de tendencia antisocial.
Muchos adolescentes delinquen luego de haber muerto el padre. Las per-
sonas tienden a repetir el amor y el odio, la rebeldía y la sumisión que ex-
perimentaron en su niñez. Se ha demostrado que los riiños muescran ten-
dencias antisociales y criminales y son aquellos que más temían una
venganza de sus padres como castigo por sus fantasías agresivas dirigidas
hacia ellos. Para estos niños el portarse mal pr oduce : In castigo real el
cual, por severo que sea, es un reaseguro en comparación con los ataques
asesinos que esperan continuamente de sus padres crueles.
Las tendencias agresivas de los criminales, siguiendo a Freud, son ver-
daderas fijaciones bajo la presión de tendencias sociales. Es una fijación
narcisista, ya que el objeto escogido es el más parecido al sujeto mismo
(delincuente). .

J') APORTAMIENTOS PSICOLÓGICOS


DE ANNA FREUD y SIGMUND FREUD
ANNA FREUD.-Para esta autora, existe en el niño el impulso de repe-
tir compulsiva e incesantemente en periodos ulteriores de su vida las mis-
mas formas que experimentó por primera vez en su infancia: el amor y el
odio, la rebeldía y la sumisión, la repulsión y el apego.tv
Anna Freud plantea, al igual que Sigmund Freud, el conflicto desarro-
llado en el niño (como en el adulto); es importante la relación en la vida
instintiva entre el yo y el super yo, pero considerando que el estrado del
super yo es muy distinto en infantes y en adultos, ya que en éstos se ha
formado por introyección de las figuras paternas y en cambio en los niños
no existe esa independencia del super YO.17
En sus trabajos, Anna Freud señala que al niño se le deben brindar en

16 FREUD, Anna, lntrotlucC1;6n l~tpsicoanálisü Pd1lL educadores, Buenos Aires, Paidós, y El yo


y los mecanismos de defe'l'ua, Buenos Aires, Paidós.
17 FREUD, Anna, JntxorJ,ucci6n al psicoamá lisi,s jJCI,.ra
educadores, Paídós, Buenos Aires.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 135

el tratamiento psicoanalítico normas educativas, es decir, preceptos educa-


tivos de control y socialización para prevenir conductas asociales o peli-
grosas. y en este aspecto preventivo el psicoanálisis brinda los siguientes
aspectos a la psicología educativa: corno doctrina de los instintos del in-
consciente y teoría de la libido amplía el conocimiento que el pedagogo
tiene del hombre y apoya su entendimiento en las complejas relaciones
entre el niño y los adultos que lo educan; en tanto método terapéutico, es
decir, como análisis del niño, procura remediar todos los daños que éste
puede haber sufrido en el curso de su educación.I"
SIGMUND FREUD.-Manifestó que las conductas delictivas se explican a
partir de un sentimiento de culpabilidad anterior al delito mismo (delin-
cuentes por sentimientos de culpabilidad). Sentimiento de origen edípico
y que viene de la intención de matar al padre por desear a la madre.
Comparados con estos delitos, el delito cometido es un alivio para el suje-
to atormentado.
Además, todos los individuos traen desde el nacimiento tendencias e
impulsos criminales y antisociales que posteriormente, debido a la educa-
ción, son reprimidos u orientados hacia otros fines para conseguir una adap-
tación social (sublimación). Sin embargo, los impulsos criminales tienden
a manifestarse si hay un debilitamiento de las instancias inhibitorias. .
Freud se inició como neurólogo clínico, pero también trabajó en neu-
roanatomía comparada. De que en esos difíciles campos no fue un hom-
bre limitado hay pruebas en sus primeras publicaciones, las cuales, aparte
de algunos ensayos producto de investigaciones, incluyen una monografía
sobre la afasia y una clasificación de las parálisis cerebrales de los niños,
durante cincuenta años fue la obra de cabecera de la neurología clínica en
todo el mundo occidental.
La necesidad de ganar dinero fuera de los círculos estrictamente aca-
démicos hizo que Freud se dedicara a la práctica privada, en la que se en-
contró de pronto en contacto con pacientes neuróticos y bastantes personas
a las que hoy se consideraría ~l borde de la psicosis. Freud mostró ser un
hombre con honestidad, valor, obstinación e imaginación extraordinaria,
dueño de una capacidad para la comprensión creadora, sólo comprensible
como genio. De esta matriz compleja de antecedentes personales y pro-
fesionales mencionaremos tan sólo cuatro influencias de' máxima impor-
tancia.!?
La primera influencia vino de los médicos que fueron sus maestros,
Brucke y Meynert. Brucke fue un fisiólogo distinguido de la Universidad

18 FREUD, Auna, Las emociones básicas del hombre, Paidós; Desarrollos en psicoanálisis, psi-
coanálisis de las perturbaciones psicológicas, Paidós.
19 CAMERON, Norman, Desarrollo y psicopatologia de la personalidad, "un enfoque dinámico",
México, Trillas, 2001, pp. 721-722.
136 ALEYDAÁNGELES ASTUDIlla

de Viena, enemigo jurado del vitalismo que insistía en dar una interpreta:~
ción naturalista a todas las funciones del ser humano; Meynert fue Un l'e~
nombrado neuroanatomista, especializado también en psiquiatría. Fre'Ud
trabajó en el laboratorio de Meynert, y en billa ocasión quedó encargado
de ~osservicios psiquiátricos. Estos hombres ayudaron a que el sello dé las
ciencias naturales quedara impreso en la perspectiva adoptada por FreucL
La segunda influencia vino de un colega, Breuer, con quien FreUd
discutía sus casos y con quien publicó los ensayos reunidos en la obra Stu-
dies oh hysteria. Una joven que trataba Breuer, pudo, sujeta a la h'ipnosíg y
hablando, liberarse de todos sus síntomas. Lo tenía que hacer cada cierto
número de días para no sufrir las consecuencias de otros síntomas severos.
Llamaba al tratamiento "cura por hahla", cuando comentaba en serio, y
"limpieza de la chimenea", cuando bromeaba. Freud y Breuer fueron ami-
gos durante cerca de doce años, pero finalmente se separaron para siem-
pre, al parecer debido a que Freud insistía en. el carácter sexual de la psi-
coneurosis (neurosis).
La tercera: influencia proviene del año que Freud pasó en París, en la
clínica Charcot, en 1885, cuando se le concedió una beca; también cuenta
su corta estancia, en 1889, con Berrihcim, profesor de medicina en Nancy,
quien además era distinguido hipnotizador y psicoterapeuta. Charcot in-
sistía. en que sólo podría hipnotizarse profundamente a pacientes histéri-
cos. Bérrib.eirn decía que a todos. Oharcot afirmaba la importancia univer-
sal del sexo en la histeria, y Fr eud se preguntaba, a menudo, porqué el
gran neurólogo nunca hablaba de esto en público. Pronto 10 descubriría.
De regreso a Viena, tras haber pasado aquel año en París, Freud encontró
que a ciertos pacientes no los podía hipnotizar. En 1889 llevó a uno de és-
tos con Berriheim, -para enterarse de que Bernheim no podía en realidad
hipnotizar 'a todos. El hecho de q_u~, en esos primeros años tradujera las
conferencias de Charcot y dos libros de Bernheim al alemán habla de lo
industrioso que era Freud.
La cuarta influencia fue el largo periodo dedicado por Freud al análi-
sis de los sueños. Al parecer, sitnnpré estuvo interesado, incluso cuando
muchacho, en los sueños y siempre soñó mucho. Fue en 1895, según pa-
rece, cuando terminó de trabajar en The Irüerpretatuni of Dreams, pero no
lo -publicó sino cinco años más tarde. Al mismo tiempo se interesaba tam-
bién en los sueños de sus pacientes, como puede verse en Studies on Hyste-
Tia. Pero el análisis de sus propios sueños ha quedado como uno de los
más atrevidos y reveladores documentos de la historia. No tiene igual
CO.IDO logro del autoanálisis sistemático, llevado a cabo sin el apoyo de
otro analista, ya que entonces no los había.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 137

K) CASOSQUE EJEMPLIFICAN
LA PERSONALIDADDEL DELINCUENTE
CASO NÚMERO UNO
Es notorio que cuando la agresión va tutelada a un miembro de la fa-
rnilia (propio grupo), la desorganización y la desinte9Tación de la perso-
nalidad de un sujeto es muy grave. Tal es el caso de Angel de 28 años de
edad quien cometió una infracción a los 22 años siendo soltero: "No re-
cuerdo muy bien lo que sucedió el día de los hechos; me encontraba to-
rnando cervezas y chínguere con mis compañeros en el trabajo, esto lo
hacíamos los días sábados cuando terminábamos de trabajar en la cons-
trucción. No entiendo lo que pasó, no recuerdo nada, pero mi apá me in-
tentó golpear y cogí mi machete y le di con él en diversas ocasiones, no
recuerdo cuántas veces levante el machete y lo dirigí a su cuerpo". Ángel
es el segundo hijo de tres hermanos y a raíz de su conducta delictiva la fa-
milia se volvió contra él y lo abandonó a su suerte. Cuando se le empezó a
tratar, Ángel llevaba cinco años en la prisión del Reclusorio Norte, y se
había logrado que su madre realizara visitas al reclusorio. Ángel cursó la
escuela primaria lo que le permitió aprender a leer y a escribir, pero por
las necesidades económicas de la familia y por la indiosincrasia de su pa-
dre abandonó sus estudios..Este tipo de personas de escasosrecursos eco-
nómicos no tienen posibilidades de terminar su instrucción básica en vir-
tud de que el padre de familia lo considera innecesario, puesto que tienen
que contribuir a la economía familiar. La familia se dedicaba a las labores
del campo y a la cría de animales para poder completar el gasto familiar;
sus padres son analfabetos. Ángel no tenía amigos y sus relaciones inter-
personales se reducían a convivir con su familia; la adicción al alcohol la
adquirió por la costumbre de ver a su padre emborracharse los días de
descanso. Es notoria en su vida la carencia de afecto. Toda la sintomatolo-
gía que Ángel presentó nos emite señales de una actitud evasivay de mu-
cho temor hacia el medio externo por la falta de convivencia,las caracte-
rísticas esquizoides y un profundo conflicto interior, acompañado de
sentimientos de inferioridad, de culpa y de rechazo por parte de sus seres
queridos; carece de deseos de superar sus conflictos internos. Es una per-
sona introvertida con una actitud de autocastigo permanente que le impi-
de la comunicación interpersonal, así como la búsqueda de nuevos intere-
ses. Ha intentado suicidarse varias veces, lo cual dio como consecuencia
una mayor vigilancia sobre él y un total rechazo por parte de los internos
así como de los guardias encargados de las celdas.
A la muerte de su progenitor, su situación familiar y social cambió. Su
problema de alcoholismo lo margina, se autopercibe aislado, solo, desinte-
grado totalmente de su núcleo familiar debido al total abandono de sus
progenitores.
138 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

En el presente caso notamos diversas patologías: depresión crónica


sentimientos de culpabilidad muy arraigados, autocastigo ·COrr10ma fortn~
de evadir su responsabilidad, presenra también lagunas mentales provoca~
das por su propio estado, además de que se presentan canto un mecarüs~
.mo de defensa para olvidar lo sucedido.
CASONÚMERO DOS
GABRIEL.-Casado,43 años de edad, analfabeto, padre de cinco hijos.
Senten iado a 15 años de prisión por el delito de 'homicidio. Refier-e qUe
el homicidio lo cometió en una cantina, en estado de ebriedad; había esta~
do consumiendo bebidas embriagantes durante cuatro días consecutivos.
Se encontraba con unos amigos en el momento de cometer el delito: \In
desconocido lo agredió verbalmente, y lo único que pudo realizar fue to-
mar su pistola y dispararle hasta: en tres. ocasiones a su agresor. De mane-
ra superficial di .ernos que este individuo presenta una actitud acentuada
de privación socio-cultural, es alcohólico; y ese estado lo orilló a realizar
la conducta delictiva; es una persona mmamente pasiva y muestra una
conducta inmadura e infantil. La actitud pasiva se nota a través de un
pensamiento pobre en asociaciones e ideas, su comunicación es simple.
Manifiesta intereses Iirnitados, dependencia con el alcohol, pues a través
de él adquiere seguridad, facilidad para poderse comunicar con los demás
y establecer relaciones interpersonales; libera su agresividad y aumenta su
ego, no tiene control de sus deseos .ni de su necesidades psicológicas. Sus
limitaciones intelectuales y el problema que presenta para obtener un
control de us conductas (control interno y externo) no le permiten una
adaptación al rriedio. El control de la conducta debe ser adquirida a través
del medid familiar, peto recordemos que estamos hablando de familias
analfabetas ql..1edesconocen reglas de conducta, casi pudiera manifestarse
que actúan sólo a través de conductas instintivas. Gabriel necesariamente
requiere un control tanto interno corno externo, mismo que no pudo ser
proporcionado en su ambiente farruliar, es decir, tuvo carencia total de
orientación y prevención. Necesariamente requiere el apoyo de la familia
para poder progresar en su mejora física y psicológica. También se re-
quiere de terapia familiar, misma que nos resultó difícil de proporcionar
dentro del centro de rcadaptaciórr social. Se .intentó enseñarle a leer y a
escribir para que él pudiera interesarse en la lectura y así obtener conoci-
mientos básicos y ampliar su cultura
CASONÚMERO TRES
MAXIMILIANo.-Casado,de 41 años de edad, profesionista. Él tenia
31 años cuando cometió el delito. Sentenciado a 18 años de prisión, refie-
re conocer a su víctima, ya que era su amasia; manifiesta haber cometido
el delito en estado de ebriedad, aunque de manera involuntaria. Narra
que se encontraba en la casa de su amasia de visita, había ingerido bebi-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 139

das alcohólicas, durante dos días consecutivos. Su amante se había separa-


do de su marido, pero éste la vigilaba y la visitaba esporádicanlente. Maxi-
miliano refiere desconocer dichas visitas, talllbién refiere que en el
momento en que fue sorprendido por el marido burlado, éste se le fue
encima con una navaja, misma que le causó una herida en su mano dere-
cha, pues trató de impedir que lo le"sionara de gravedad. En su estado al-
cohólico y. al ser agredido responde a la agresión sacando su arma de
grueso ~ahbre y apunta contra su agresor, dispara y hiere de. graved~d a
su amasia con una bala que le destrozo el cráneo .. Ella había intervenido,
con el afán de defender a su marido. También refiere que el sujeto se
hizo acompañar de otras personas familiares de la amante, que vivían en
la misma vecindad. No pudo alegar en su defensa, la legítima defensa
en virtud de que los familiares de los agresores vertieron sus testimonios
de cargo en favor del marido. Maximiliano nos presenta patologías causa-
das por sentimientos de inferioridad no superados, acompañados de agre-
sividad, descontrol de su conducta interna y externa. El alcohol le propor-
cionaba sentimientos de superioridad, en ocasiones mostraba conductas
pasivas y conductas extremas de agresividad; también localizamos agresio-
nes verbales (agresión psicológica) y agresiones físicas a su familia. Tenía
un comportamiento diferente cuando se encontraba con sus amigos, -pero
se tornaba agresivo cuando era atacado su ego. Maximiliano presenta en
su infancia conflictos que no fueron resueltos, a pesar de contar con ins-
trucción profesional, nunca consideró necesario realizar un análisis de su
conducta o al menos preguntarse por qué su comportamiento era anor-
mal, siempre justificaba su agresión en virtud de que consideraba que los
demás eran responsables y él confundía defensa con agresión, lo que nos
muestra una patología sumamente difícil de superar si no es a través de
terapia individual y familiar; asimismo nos presenta sentimientos de auto-
castigo, sentimientos de culpabilidad, pero al mismo tiempo justifica su
estado emocional y su agresividad.
CAPÍTULO VII
CARACTERÍSTICAS y PERFILES PSICOLÓGICOS
RELACIONADOS CON LA PERSONALIDAD
DEL DELINCUENTE

A) DIVERSOS ENFOQUES PSICOANALÍTICOS


DE LA PERSONALIDAD DEL DELINCUENTE

l. DELINCUENCIA NORMAL O CASUAL


Casi todos los niños de 6 y 7 años de edad llevan a cabo cierto núme-
ro de robos experimentales de los bolsillos de sus padres, esto no es serio
y habitualmente será superado. En las pandillas, especialmente de varo-
nes, se realiza una cierta cantidad de travesuras y juegos que sólo específi-
camente tienen un carácter mínimo delincuencial; el niño imita persona-
jes de su agrado y trata de expresar su habilidad para realizar pequeños
robos, se abastece con sus robos de las cosas que le son negadas; en la es-
cuela roba alimentos, lápices, gomas, etc.; en la tienda roba dulces cuando
obtiene la distracción del abarrotero.

2. DELINCUENCIA SUBCUL TURAL O SOCIALIZADA

Este tipo es más común. Es característica de los niños de clases social


pobre. Se identifica como una delincuencia de pandilla y posteriormente
puede llegar a ser una criminalidad individual.
La personalidad de los delincuentes socializados o subculturales no
parece diferir marcadamente de la personalidad de los no delincuentes.
Aunque los delincuentes socializados pueden tener tendencias hacia la
conducta antisocial, la situación en que crecieron (las actitudes paternales
hacia la conducta antisocial, el barrio en que vivieron y las presiones de
sus compañeros) ejerció una influencia notable en su interior.
¿Por qué rompen la ley los adolescentes? En un esfuerzo para contes-
tar esta pregunta, los investigadores de la Universidad de Michigan entre-
vistaron a más de 800 muchachos adolescentes que vivían en un zona de
alta delincuencia de Chicago. La imagen del delincuente metropolitano
que surgió es un joven que tiene poca confianza en sus probabilidades de

141
'1

142 ALEYDA Ál'JGELES ASTUOll


lo

triunfo dentro de la sociedad convencional. Su delincuencia puede ser


intento para encontrar otra ruta hacia el éxito, pOJ:"queprevé el fTac~ln'
dentro de los caminos normales de la vida. " So
Los jóvenes que teman problemas con la ley se destacaban en dos a
pectos itnportantes., ~r.imero eran m~cho más pesirnist~s que ~~s Otros
ven;s sobre-sus poslb~~ades de ter~ar la preparatona. Jov;ues :05
j~:
qUe
decían que sus probabilidades de terminar la escuela eran malas o "muy
malas" cometían tres veces más delitos que los que decían que sus proba_
bili.lades eran "buenas" o "muy buenas". En segundo lugar, los jóvenes
que cometían más delitos también esperaban tener empleos de baja cate~
goría y de POCQ prestigio cuando Ilegarari a adultos. Las actitudes pesimis_
tas acerca de terminar la preparatoria prevalecían tanto a los diez años
como posteriormente. Los pesimistas de más edad cometían más delitos
que los más jóvenes, pero incluso de los lOa los 13 anos los niños qUe
sentían que tenían pocas probabilidades de graduarse de las preparatorias,
eran significativamente más delincuentes que los OlTOS jóvenes, La posi-
ción académica (si un joven está atrasado, adelantado o en un grado nor-
mal para su edad) no estuvo relacionado con la delincuencia, pero la ex-
pectativa de1 fracaso en la escuela sí lo estaba.
Junto con otras pruebas, estos .resultados indican que los delincuentes
y los no delincuentes tienen diferentes percepciones del mundo y del fu-
turo. Podría esperarse que las perspectivas futuras de loa no de1inc_uentes
fueran más a nplias q"ue las de los delincuentes. En una investigación que
trató sobre esta probabilidad, se comparó a los grupos de delincuentes y
de no delincuentes en cuanto a su raza, edad. condición social y dominio
del idioma, y se les pidió que marcaran en Una lista de eventos lo que
pensaban que le ocurr-irían en la vida.
Los investigadores descubrieron que los no delincuentes se proyecta-
ban más hacia el. futuro que los delincuentes. Los no' delincuentes solían
proyectar sus metas futuras alrededor de sucesos relacionados con la for-
mación y la estabilidad de la familia, la jUQilacióIi y ciertas adquisiciones
materiales. con más frecuencia que los delincuentes. Los. no delincuentes
solían preferir eventos que podrían onsiderarse como socialmente desea-
bles (terminar sus estudios universitarios, casarse, tener su primer hijo,
llegar a ser abuelos). Los delincuentes respondían con más frecuencia "a
los eventos socialmente indeseables (emborracharse, ir a la cárcel). I
Estos resultados indican el papel de las perspectivas futuras en el pro-
ceso de ocialización. Los adolescentes más socializados.demuestran acep-
tar en mayor grado los valores y las metas de la sociedad, en comparación
con los adolescentes menos socializados. Lo que se necesita ahora son es-

1 SARASON, IRWIN G., G. SARASON, Bárbara, op. cit., pp. 444-445.


PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente
143

tudios ~ue comparen los tiP.os particulares de delincuentes; por ejemplo,


a los miembros de las pandillas de delincuentes con los que no pertene-
cen a grupos cohesivos.

3. DELINCUENTE NO SOCIALIZADO y PSICÓPATA

Este individuo se encuentra incapacitado para tener buenos senti-


mientos hacia los' demás y carece de ligaduras emocionales con la reali-
dad. Sostiene la notable indiferencia emocional del psicópat~, indivi-
dualmente en relación con las acciones que pueden ser profundamente
sensibles para el individuo normal.
.Este tipo de. d~lincuente es mucho más impulsivo y agresivo que los
dellll.cuentes socializados. Su control moral es mucho más débil, y su con-
ducta antisocial es menos comprensible en términos de presiones del am-
biente. Está igualmente propenso a cometer delitos "para divertirse" que
para obtener algo.
Existe la hipótesis de qu~ los psicópatas buscan estímulo en forma pa-
tológica, y que son sumamente susceptibles al aburrimiento. Para probar
esta hipótesis, se eligió una tarea experimental que requería atención y vi-
gilancia precisa de los estímulos que se presentaban. Se requería que cada
niño observara e informara sobre señales visuales transitorias presentadas
sobre un fondo neutro.
Si los delincuentes psicópatas tenían una deficiencia en la capacidad
para prestar atención a una estimulación regular y quizá monótona, po-
dríamos esperar de ellos un grado más bajo de actuación qué de los de-
más delincuentes. De hecho, los resultados del experimento de detección
de señales confirmó esta hipótesis. Los delincuentes psicópatas trabajaron
constantemente en un nivel más bajo. El grupo psicópata también se dedi-
có a obtener más autoestimulación (cantando, hablando), durante el curso
del experimento, en comparación con los otros grupos.
También se descubrió que los psicópatas tienen respuestas galvánicas
de la piel menos activas que las personas normales. Quizá se dediquen a
buscar sensaciones nuevas porque están subestímulados crónicamente.
Otra investigación indicó que los psicópatas no responden en forma nor-
mal al dolor. En los experimentos psicológicos, no parecen responder al
castigo con choques eléctricos en la misma forma que las demás personas:
Cuando se intenta motivar a los psicópatas, el castigo físico o la desapro-
bación social no parecen importarles, pero la pérdida de dinero parece
ser un castigo más eficaz con ellos que con los demás.s

2 Ibídem, pp. 448-449,


144 ALEYDA ÁNGELES ASTUDIllO

4. DELINCUENCIA NEURÓTICA

No es una neurosis, porque es una expresión indirecta de un no for,


mulado deseo o necesidad; ésta toma habitualmente la forma de robo a
sus padres (o a veces a un maestro o a sus compañeros). El niño se siente
aislado, sus robos son simbólicos, el niño no está interesado en el objeto
robado, sino en llamar la atención de sus padres, o roba como una mane,
ra de castigarlos por no amarlo.
Se ha detectado, de acuerdo con las historias clínicas de los ladrones ,
que sus primeros hurtos comienzan a la edad de nueve o diez años, ca,
múnmente en sus familias existe una diferencia con la conducta delin,
cuente normal en virtud de que esto lo hace como una agresión a sus pa-
dres, manifiesta conductas asociales, problemas de conducta escolares,
fugas, agresiones, etc.; presenta una historia familiar y social inestable,
historias infantiles regularmente traumáticas, tiene repetidos rechazos,
castigos frecuentes y privaciones reales. Esto se debe a una inadecuada
educación para impartir premios o castigos, que produce distanciamiento
en su relación afectiva. De acuerdo con su percepción los padres de los
delincuentes neuróticos no les otorgaban amor para estimularlos de niños
y superar sus conflictos sino que les habían reforzado su fijación de actitu-
des agresivas hacia la sociedad. La influencia de instituciones correcciona-
les en estos individuos en la mayoría de los casos resulta negativa.
El delincuente trastornado generalmente proviene de un hogar de ca-
tegoría socioeconómica más alta que los dos grupos anteriores. Sus fecho-
rías, que a menudo toman la forma de robos compulsivos o de piromanía,
parecen ser manifestaciones de conflicto y angustia.
Los métodos conductuales pueden ser usados con los delincuentes que
parecen estar psicológicamente trastornados. Con frecuencia se descubre
que estos delincuentes psicóticos están sumamente trastornados. A menu-
do ha habido una pauta muy prolongada de confusión y' heridas emocio-
nales que habían sido retenidas debajo de la superficie. Finalmente, algún
incidente, a veces sin importancia, desata la conducta violenta.

B) CLASIFICACIÓN TIPOLÓGICA, LA PARTICIPACIÓN


I
Y PERFILES PSICOLÓGICOS DEL ENTE DELINCUENTE

En el presente capítulo haré una descripción breve de los perfiles y las


características 'psicológicas que presentan los individuos delincuentes, toda
vez que cada una de las características individuales de los delitos cometi-
dos tendría que realizarse de una manera profunda. No pretendo hacer
uria análisis de esta magnitud; trataré de hacer una descripción de los
perfiles y conductas más frecuentes en los sujetos delincuentes.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 145

Las características que se presentan se refieren al papel del ser huma-


nO; como prImer análisis, lo realizaré en el papel del sexo masculino.

l. EN LOS DELITOS CONTRA LA VIDA

a) Su PERSONALIDAD. (HOMICIDA)

Es un individuo que tiene hábitos y normas sociales adaptadas a su


medio ambiente. Sus costumbres son socialmente adaptadas (a su vida la-
boral, familiar, social), carece de antecedentes policiales y penales. Es im-
portante hacer una exploración minuciosa de sus historias clínicas y anali-
zar las revelaciones que obtendremos en sus antecedentes, ya que estos
individuos tuvieron numerosas dificultades en su vida familiar durante su
infancia.
Se observa en todo homicida una historia de frustraciones a sus nece-
sidades, acumulación de tensiones como consecuencia de su agresividad
reprimida y controles sociales que faltan en determinadas circunstancias.
Es evidente que en los homicidas existen ciertas características de perso-
nalidad y una disposición a realizar la conducta delictiva. Surgen senti-
mientos de inferioridad reforzados por conductas aprendidas en su entor-
no familiar, presenta una historia vital, abundancia de obstáculos; este
individuo no puede comportarse de manera amable, siempre es agresivo.
Considerando que esta conducta patológica es la mejor que él puede rea-
lizar en un momento de confusión, difícilmente tiene control de sus accio-
nes, de su agresividad y de sus impulsos irracionales.
Existe una elevada disposición, una tendencia a descargar su agresión
que está muy unida a sus frustraciones internas y externas. Todas las cir-
cunstancias predelictivas, el hecho, el lugar, la relación con la víctima
componen una circunstancia especial para él, que prepara esa descarga
agresiva y a veces es tan intensa que los individuos la desplazan hacia per-
sonas que no conocen y que por extrema circunstancia se encuentran en
su camino en los momentos más tensos y agresivos en donde se encuentra
la víctima para descargar sus tensiones.

b) SUS CAUSALES

Es importante realizar una clasificación de los diferentes tipos de ho-


micidas que existen en virtud de la frecuencia con que se presentan cier-
tas situaciones: el homicidio como una conducta individual y el homicidio
como una conducta grupal. .
Al homicida con conducta individual lo dividimos en:
Homicidio por alcoholismo.-La conducta delictiva en estado de embria-
guez es muy frecuente en nuestro continente; el alcohol actúa como un
factor coadyuvante en un homicida, puede interpretarse desde dos puntos
"

146 ALEYDA ÁNGELES ASTUDll


la

de vista: la actividad del delincuente hacia el alcohol en general y su acf


tud en un instante en que se cometió el homicidio. i-
Un alcohólico puede mostrar la' misma .pauta de conducta en el ins~
tante de su homicidio y otra diferente en otros rnorneritos anteriOTes a su
hO~1Ícidio,esto es, que existen ante::den~es de su estado. alcohólíe-, qUe
a~tuan como conductas de preve~Cl.~n mismas que el sujeto 19noró. Él
pIensa que puede controlar su adicción al alcohol, cuando cornete 1Iio,
micidio considera que su conducta es normal, según su propia percepción.
En un momento extremo o culminante resulta incontrolable su conducta
impulsiva. '
Homicida por discusión o pelea.-EI conflicto aquí está dado por una dís.
cordia, que puede ser causada por un motivo sutil o, por el contrario, por
una larga enemistad que conduce a la agresión homicida. Resulta intere~
sante esta clasificación en virtud de que probablemente la conducta mani-
fiesta del individuo tenga una justificación o mecanismo de defensa, su
culpabilidad la justifica en que su agresor merecía la agresión y él simple-
mente trataba de defender su vida; éste es un acto considerado normal
para el delincuente, pero en el diagnóstico psicológico no es una acción
normal, toda vez que si partimos desde el punto de vista de nuestras pato-
logías adquiridas, ya existen síntomas de agresividad y mecanismos de in-
ferioridad en que el sujeto delincuente se siente ofendido y para mostrar
su poderío repele la agresión.
Homicida por necesidades económicas o búsqueda de seguridad pecunia-
ria.-Estas conductas realizadas por 'causas económicas o pecuniarias son
cometidas por personas que actúan generalmente de acuerdo con las nor-
mas y valores adquiridos de la subcultura delictiva a la que pertenecen;
entre estos individuos se encuentran frecuentemente ladrones reinciden-
tes. En su mayoría estas conductas son realizadas por individuos que se
encuentran inmersos en las adicciones y buscan el modo de seguir pro-
porcionando satisfactores a su adicción. Cuando por estas causas un indi-
viduo llega al homicidio, es que ha entrado dentro de un estado de nor-
malidad (subconsciente) en virtud de que ya no le ocasiona sentimientos
de culpabilidad repetir estas conductas; manifiesta su poder y el hecho de
ser admirado por sus hazañas realizadas; se encuentra en estado de que
sus mecanismos de inferioridad son superados al hacer alarde de su cri-
men y asimismo ser reconocido por dicha hazaña.
VON HENTING.-Se refiere al asesinato por cobertura, es decir, que se
comete el crimen para ocultar un hecho punible menos grave. Este tipo
de homicidio se da por temor a ser denunciado o a la persecución. Un
caso típico, por ejemplo, es el de un matrimonio de estafadores que al
principio sólo estafaba a sirvientas, pero como los denunciaban decidieron
matarlas para asegurarse de que no hablaran. Pareciera que las largas
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 147

condenas para los estafadores y ladrones reincidentes atemorizan al delin-


cuente y lo hacen buscar una salida que es la del crimen."
ABRAHZMSEN .-Se refiere al homicidio por móviles pecuniarios. Quien
lo realiza actúa con un concepto especial de la vida y de las reglas de la
sociedad. Este concepto se desarrolla corno una consecuencia del. hecho
de que su acción es aprobada por toda su personalidad.t
Homicidio en estadopsieótieo.-Se facilitan en caso de homicidios violen-
ros e inesperados cometidos por individuos que sufren ,de esquizofrenia;
son conductas criminales impulsivas, violentas e inesperadas que se pue-
den desarrollar sin ninguna manifestación. Son crímenes que se derivan de
una conducta o de un desencadenamiento imprevisto por la impulsividad
esquizoide; se manifiesta un odio agresivo e incontrolable respecto de un
desconocido o miembro de la familia.
HILDAMARCHIORI.-Expresa que la conducta posdelictiva de ciertos
individuos que han realizado un crimen al que podríamos denominar psi-
cótico tiene los siguientes aspectos:"
a) Realiza una conducta posdelictiva particular, que no se manifiesta
de ese modo en otros delincuentes. Esta observación parece obvia, pero
existen ciertas características comunes, propias en ladrones, violadores,
estafadores, etc., en función de la conducta delictiva, inclusive la conducta
posdelictiva del homicidio pasional no es la misma que la del homicidio
por robo, etcétera.
b) Una de las manifestaciones más peculiares es que el sujeto realiza
una conducta "opuesta" a la que parecía esperar que realice una persona
que acaba de matar a otra.
e) Surgen las expresiones artísticas.
d) Pensarnos que matar en estos individuos es una reaccion agresiva
ante un estado extremo de ansiedad, es una crisis en la cual la conducta
homicida es una defensa frente a la disgregación de su personalidad. La
conducta posdelictiva es aún la de una personalidad psicótica.
Homicidio por eelos (identificación emocional).-EI autor de esta conducta
delictiva ha sentido que han herido su propia estima, y "el prestigio" o
"fama" de su persona se ve vulnerada. El individuo cree poseer no sólo a
su compañera, sino que también tiene el derecho de su posesión yeso lo
hace celoso; al matar a su compañera se restablece su honor y en conse-
cuencia su propia estimación. Estos homicidios están ligados a condicio-
nes sociales específicas, especialmente étnicas, por las cuales un hombre
se siente traicionado en su honor y llega a ser también un hombre des-

3 VON HENTING,Estudios de psicología criminal, el asesinato, Espasa-Calpe, 1960.


4 D. ABRAHMSEN, Delito y psique, Fondo de Cultura Económica, 1946.
5 MARCHORI,Hilda, La conducta posdelictiva en homicidios de psicóticos, Universidad de
Córdoba, Argentina, 1970.
148 ALEYDA ÁNGELES ASTUDIllO

honrado y despreciado por la sociedad en que se desenvuelve; esta agte,


sión sólo puede rehabilitarse mediante el llamado delito de honor. Se de~
ben tomar en cuenta los conflictos y contrastes que se desarrollan en el
sujeto activo del delito y los del sujeto pasivo de los celos y las circunstafl~
cias que hacen siempre más profundas estas perturbaciones afectivas del
sujeto y provocan una progresiva.debilitación de las fuerzas inhibitorias.
Por eso, frecuentemente los homicidios por celos se cometen por falta de
valoración del sujeto pasivo, por sentimientos de inferioridad y teniar
al abandono. Es notorio que el homicida tiene anteceden.tes de aban~
donó y de rechazo por sus p ogenitores, asume sentimientos de propie_
dad de su compañera en sustitución del cariño y seguridad maternos.
Homicidiopor causaspolíticas.-Este homicidio es calificadopor sus cau-
sas y no por su esencia. En este tipo de homicidios interviene todo Un
conjunto de elementos políticos, socio-económicos, culturales, dentro del
contexto de una determinada época. Nótese el caso del magnicidio de Co-
losio, candidato a Presidente de la República: éste es un claro ejemplo de
homicidio por cuestiones de carácter político, en virtud de que se afecta-
ban intereses políticos. El sujeto activo puede ser un homicida asalariado
o probablemente un homicida fanático ya sea por defender alguna causa
religiosa o alguna causa de su propio interés.
Quiroz Cuarón, expone que este tipo de crimen constituye un ele-
mento táctico valorado o repudiado en diferente medida por los grupos
politizados que luchan entre sí.6
Homicidio asalariado.-Las características de este homicidio son como
los delitos realizados a la alta escuela. El sujeto delincuente es un criminal
profesional que obtiene una basta preparación para la realización de sus
delitos, llevados a cabo a cambio del pago de una cantidad de dinero,
son delitos planeados y previamente pactados, se desconoce a las vícti-
mas; el sujeto se limita a ejecutar el crimen, lo que revela"la índole de su
patología.

2. EN LOS DELITOS PATRIMONIALES

a) LA PERSONALIDAD DEL LADRÓN, DEL RATERO, DEL CARTERISTA


EL LADRÓN
Para los larones, el robo representa una actitud, una conducta particu-
lar del sujeto con respecto a la propiedad ajena, a los bienes de otros.
¿Qué busca realmente el ladrón? Es una acción con fines utilitarios, debi-
do a que se trata de objetos con valor de venta, o de algo que sirve para
satisfacer sus necesidades; sin embargo, esta finalidad utilitaria aparece en

6 QUIROZ, CUARÓN, A., Psicoanálisis del magnicidio, México, Jurídica Mexicana, 1965,
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 149

el análisis psicológico como cobertura de motivaciones más difíciles de


captar.
EL RATERO.
Las características de los individuos que cometen estos delitos son: fal-
ta de lazos afectivos,inseguridad, impulsividad, deseo de sustraer las pro-
piedades ajenas sin violencia ni intimidación; ~sta conducta tiene diversas
modalidades, se da a escala, van desde los hurtos más simples hasta los
más complejos, raros y audaces, se tiene una preferencia por objetos de-
terminados. El hurto es considerado el delito típico de la gente pobre.
El significado del delito puede ser conocido a través del historial del
delincuente, ya que roba determinados objetos como son: radios, autoesté-
reos, neumáticos, tapones de automóviles, ropa, alimentos, bebidas, yesos
objetos tienen un significado especial.
El sujeto tiene un obsesivointerés por aquellos objetos que satisfacen
su deseo de seguridad y posesión; se trata de poseer más que de satisfacer
sus necesidades materiales.
EL CARTERISTA
El sujeto activo de este delito presenta características diferentes a las
demás clasificaciones;su especialidad es robar carteras, joyas, relojes de
mano. Tiene una técnica muy bien constituida, realiza la sustracción en
grandes aglomeraciones: metro, autobuses de pasajeros, iglesias, merca-
dos. Se hace una distinción entre el carterista habitual y el que actúa con
contrabandos, en los que se domina una rigurosa disciplina cuyos robos
son preparados cuidadosamente y con técnicas perfeccionadas..
La mayoría de los carteristas son hombres; las mujeres intervienen so-
lamente como "colaboración" con los carteristas, y sólo en raros casos sue-
len "tomar". Frecuentemente, sin embargo, sirven de "cebo" o "señuelo"
para identificar y distraer la atención de las víctimas.
b) ROBOS. (GENÉRICO; DE AUTOMÓVILES)
El robo.-La conducta en esta modalidad difiere del hurto, toda vez
que el sujeto activo actúa con decisión en los medios y en los objetos; se
da el uso de la violencia física antes del robo para facilitar la sustraccióno
después de cometido el ilícito con el objeto de intimidar a las personas
para procurar la impunidad. Con respecto a su género de ejecución, al
igual que el hurto, el robo se ejecuta en múltiples formas, modo, partici-
pación, lugar, instrumentos utilizados, etc. Los robos cometidos en ban-
cos, negocios, almacenes y los robos de automóviles son los más comunes
en nuestro país.
Robo de automóviles.-Es un robo de alta escuela; una banda especiali-
zada lo organiza y realiza de manera minuciosa, considera el tiempo de
realización, los mecanismos utilizados, la detección de alarmas, de videos
150 ALEYDA ÁNGELES ASTUDIl
lO

o de elementos de seguridad. Su preparación conlleva una estricta plan.


ción en ~-res tiempos; a~tes del delito, en el momento y después de eje~~~
tado; existe otra modalidad del robó con el fin de vender el vehículo de~
sarmado y por piezas.
El fin especifico del robo de automóviles ejecutado por adolescentes
es buscar un medio para fugarse de su ambiente social; esta conducta se ca,
racteriza como' un préstamo por tiempo determinado para ejecutar Otro
delito o para realizar un viaje. A través de la posesión del autornóvjj y al
perpetrar esta cond cta el adolescente adquiere independencia, libertad.
e) EL ENFERMO CLEPTÓMANO
Esta conducta delictiva se presenta en individuos que roban por placer,
por el riesgo de ser descubiertos, no lo hacen por necesidad económica.
El placer que les proporciona el riesgo es una necesidad para ellos, tratan
de demostrar su habilidad y superioridad al no ser descubiertos, roban eh
grandes almacenes, pero sólo determinados objetos que son atractivos
para ellos y tienen la necesidad de poseerlos. Éste es considerado Como
un robo en mínima escala, porque no sustraen grandes cantidades de ob-
jetos; éstos deben ser pequeños para que no sean notorios. No existe
agresión física en este tipo de conductas. Si son descubiertos niegan la
sustracción de los objetos. En ellos la conducta consciente, impulsiva, ad-
quirida en la infancia por la negación de sus progenitores de obtener ob-
jetos que eran agradables para ellos. Por lo regular, el cleptómano es una
persona con suficientes recursos económicos.
En el estudio de las historias clínicas de los delincuentes por hur-
to-robo se ha detectado una infancia difícil y desfavorable para el desarro-
llo de una personalidad sana, inadecuado control familiar, debido a la fal-
ta de los padres o al abandono familiar de que fue objeto. frustraciones a
sus necesidades internas por la carencia de una adecuada protección y
también frustraciones a sus necesidades externas, es decir, falta de una vi-
vienda, ropa, cuidados, posibilidades de instrucción, de aprendizaje de un
oficio.
Estas situaciones llevan al niño y al adolescente a realizar conductas
rebeldes hacia la familia, la escuela y la sociedad.
La personalidad del cleptómano se caracteriza por ser inmadura, ines-
table, tiene escaso sentido de responsabilidad, manifiesta rebeldía hacia
las normas morales, sociales, escolares y del hogar. Hay carencia de senti-
mientos y de culpabilidad, no siente remordimientos por su conducta an-
tisocial, es hostil, frío, indiferente, carente de sentimientos de compasión,
se inclina al autocastigo para sí y para sus padres, le producen placer los
objetos así obtenidos de las personas ofendidas, hay ausencia de relacio-
nes emocionales. Asimismo, el cleptómano es explosivo, agresivo, falto de
capacidad para el afecto, sus conductas son una rnanera de castigar a sus
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 151

padres y a la sociedad por su carencia de afecto, trata de obtener con su


conducta la atención de sus padres, amigos, maestros; su capacidad de
afecto se encuentra seriamente deteriorada.
El ladrón es impulsivo, sus actos carecen de una verdadera meta, tiene
una personalidad altamente agresiva; no puede soportar que la sociedad
le ponga trabas a sus deseos o necesidades y esto lo conduce a que utilice
las cosas Ylas personas como meros objetos; tiene una enorme dificultad
para colocarse.en el lugar del otro, no puede identificarse, de ahí la falta
de culpa en sus conductas agresivas.
Tiene conductas imprevisibles, es activo, siente gran placer por la
aventura, por la excitación, y es por ello que sus satisfaccionesle parecen
efímeras, por eso busca constantemente otros ambientes y nuevas situacio-
nes, de ahí su inestabilidad; él experimenta placer en el cambio constante
y en la búsqueda de situaciones nuevas. Expresa frecuentemente con una
brutal y sádica agresión; existen casos en donde golpea o mata a la vícti-
ma, sus conductas son impulsivas.
d) EL ESTAFADOR
La conducta del estafador se caracteriza por una habilidad verbal, de
seguridad, naturalidad, inventa situaciones donde hace gala de poder o
de relación de poder con individuos inmersos en la esfera política, es sere-
no, dócil, persuasivo, tiene una personalidad de autosugestiónpara conven-
cerse de la verdad de sus peripecias y de sus palabras, tiene un carácter
agradable que le es necesario para lograr la confianzay simpatía de su víc-
tima, es mitómano, se convencea sí mismo de tener una buena posición so-
cial como la de un profesional o un alto funcionario.
Las características peculiares que son diferentes a otras conductas pu-
nibles en este delito son: delitos contra la propiedad, es una conducta
que difiere de otras donde se da el uso de la violencia,ya que el estafador
sólo actúa con engaños, enredos y artificios, es limitado en su percepción
de la peligrosidad.
Refiriéndose al estafador, Lombroso decía: "Tiene un aspecto y carác-
ter agradable, necesario para conquistar la simpatía y la confianza indis-
pensable para una más fácil realización de su delito".7
VONHENTING.-EI estafador es la contrafigura del individuo sospe-
choso que se presenta pobremente vestido y que no tiene meta ni ocupa-
ción fija, por ejemplo, el vagabundo. Para el estafador es necesario brin-
dar una imagen que represente un status social elevado."
Es cuidadoso en la preparación de sus conductas engañosas, vestimen-

7 LOMBROSO, César, El hombre delincuente, Torino, Cocea, 1889.


8 VON HENTING, Estudios de psicología, Espasa-Calpe, 1957.
152 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

ta, medios de trasladarse, relaciones con personas vinculadas en las altas


esferas político-socia-económicas, y también utiliza instrumentos COnIo el
estampillo, falsa documentación, identificaciones, pasaportes, cartas de re_
comendación, credenciales, fotografías: es un maestro en el arte de falsifi_
cación, asume identidades de otros, manifiesta una imagen de solvencia
que desea exhibir, evita que surjan sospechas hacia él. Es impostor hasta
en su persona, busca una identidad para justificar su narcisismo, su Con-
cepción de sí mismo, negando con ello su propia identidad, siente gran
necesidad de satisfacer sus sueños de grand~za, debe enmas ararse para
poder concretar sus fantasías, es inteligente, observador y podría dech~
que tiene una psicología innata para poder elegir a sus víctimas y corrvejj,
cerlas, utiliza el lenguaje verbal como técnica de acción sobre los demás,
tiene una percepción exagerada de su propia personalidad, es ávido y COn
una imaginación exuberante.
El estafador posee gran capacidad para detectar necesidades y conflic-
tos en sus víctimas, armas que utiliza eficazmente, explota la situación
afectiva al que ha sido llevada la víctima, creando así una situación de de-
pendencia, es decir, una unión afectiva e irracional entre ambos, se indi-
na por racionalizar o intelectualizar sus conductas delictivas. Tiene escasos
sentimientos de culpa por sus acciones, puesto que. en su configuración
mental la bondad con que se conduce justifica su engaño, tiene una omni-
potencia basada en la percepción exagerada de su propia personalidad,
niega sus aspectos negativos y los atribuye a los demás,
BERGLER.-Destacala importancia real de la capacidad que el niño
tuvo para "asimilar" la decepción de su megalomanía, por una real o fan-
taseada carencia de amor. Cuando ha logrado la "prueba" de que todos
los demás lo aman, eso mismo pierde importancia y la búsqueda narcisista
recomienza."
HILDAMARCHIORI.-Manifiestaque en este contexto se encuentra que
los estafadores provenían de familias de status socio-económicosy cultural
medio. El núcleo familiar primario presentaba irregularidades, dándose
situaciones de pérdida o separación de uno de los padres. Han tenido una
infancia desfavorable, por lo general con una educación estricta, es decir,
padres que los frustraban con prohibiciones severas.10
DEUTCHmanifiesta que la privación emocional, la combinación de in-
dulgencias y severa disciplina de los padres, la situación de sobreprotec-
ción materna, equivalente para ellos a la privación, y un padre despótico
que tiraniza a los hijos y a la madre, son situaciones que incrementan el
narcisismo infantil y dificultan la adaptación a la realidad y a relacionarse.

9 BLEGER,J., Psicología de la conducta, Eudeba, Buenos Aires, 1967.


ID MARCHIORI,Hilda, "Notas sobre el estafador", Revista de Criminología, núm. 3, Argen-
tina, 1970.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 153

El p~dre despótico aumenta la pasividad y facilita la identificación narci-


sista, favoreciendo el desarrollo patológico. Enfermedad, daño o muerte
del padre interrumpe la maduración del yo. La frustración intensa apare-
ce como consecuencia de perder el objeto por haberlo abandonado, lo •
que cimenta su creencia en la desvalorización de su yo.!'
Respecto de la conducta del estafador existen ciertos criterios erró-
neos que utilizan tanto los ministerios públicos, así como jueces de pri-
mera instancia en el ramo penal, toda vez que no consideran como deli-
to de estafa, cuando la víctima es un profesionista o una persona que
tiene conocimientos técnicos. De acuerdo con el análisis psicopatológico,
el delincuente tiene una habilidad profesional para seducir y engañar y
por lo tanto resulta hábil para poder estafar incluso a un conocedor del
derecho; cuántas veces no nos topamos con una persona así y aun logra
engañarnos, ya que su actitud bondadosa y su psicología innata nos des-
lumbra.

3. EN MATERIA DE DAÑO, LA PERSONALIDAD ° EL PERFIL


a) DAÑOS (A LAS PERSONAS, COSAS O BIENES MUEBLES,
EL INCENDIO O INMUEBLES)

La conducta del daño consiste en destruir, inutilizar o dañar de cual-


quier modo dañar un objeto ajeno. También son múltiples las circunstan-
cias relacionadas con el lugar, modo e instrumentos utilizados para dañar.
La conducta del delincuente de dañar va dirigida a bienes de uso público,
(plazas, paseos, estatuas, bibliotecas, etc., también existen daños a propie-
dades particulares, casas muebles, automóviles, etc.). También se da en las
instituciones penitenciarias; es frecuente que los internos se amotinen y
destruyan todos los elementos materiales que contiene el dormitorio don-
de están alojados; esta conducta es más común en los centros correcciona-
les de menores infractores.
Cuando esta conducta se realiza de manera individual, está dirigida a
objetos materiales que pertenecen a las personas con las cuales el delin-
cuente tiene una relación incierta, por ejemplo, la carencia del saludo de
su vecino lo obliga a agredir dañando sus bienes, ya sean vidrios, puertas,
o de algún negocio que le niega determinado servicio, como la venta de
alcohol; en una discusión familiar se da la destrucción de objetos y mue-
bles. Esta conducta reviste un carácter patológico cuando la agresividad es
orientada indiscriminadamente.
Incendio.-Es otra conducta delictiva que puede considerarse como

11 DUCACH P., SERRONE, A. y OVIEDO, "Estudio comparativo de la personalidad de un


grupo de menores delincuentes en relación con otros sectores de la población de Córdoba",
Revista de Criminología, núm. 1968, Argentina.
154 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

una expresión particular de agresividad destructiva. El delincuente en~


cuentra una especial satisfacción de estar presente en el incendio provo~
cado por él. El incendio voluntario tiene un aspecto de megalomanía ,
pues considera el simbolismo del fuego. A esta actitud se le denomina
también piromanía, en esta conducta, la vida humana no está directamen~
te amenazada y más que el atentado contra el bien público o privado
apunta al fin emocional que causa el incendio, que puede acarrear una ca~
tástrofe. .
El dañador posee una personalidad inmadura e infantil y padece de
un trastorno disocial, su pensamiento es lento, es sensible, el tipo de rela~
ción que tiene con su medio externo es más bien masoquista, no puede
independizarse de su núcleo familiar, sino que utiliza la acción como me-
dio de obtener satisfacción de sus necesidades. Tiene sensaciones internas
de soledad, aun cuando se encuentre rodeado de amigos; este tipo de so-
ledad proviene de ansiedades paranoides y depresivas que existen en todo
individuo, pero son excesivamente intensas en este enfermo. Sus conduc-
tas no son planeadas, son impulsivas, y el dañador por lo general no utili-
za armas.

4. EN LOS DELITOS SEXUALES

a) DELINCUENTE SEXUAL

Dentro de las diferentes formas de criminalidad se encuentran algu-


nos delitos como el exhibicionismo y algunas conductas de violencia de
naturaleza ocasional. Son individuos que por su conducta habitual pueden
considerarse "adaptados", y la dinámica de su conducta está ligada a una
momentánea exaltación erótica que viene a desarrollarse generalmente
bajo la influencia de condiciones ambientales particulares, de leves esta-
dos de intoxicación (alcohol), de la lectura de impresos pornográficos, etc.
En la dinámica de las conductas sexuales se encuentran dos elementos de
importancia: la particular sexualidad individual y el comportamiento de la
víctima. Este último puede observarse como valor determinante de la con-
ducta delictiva.

b) Su PERSONALIDAD

Se caracteriza por una acentuada inmadurez emocional, desequilibrio


afectivo, conducta sexual-agresiva, comportamiento tímido, retraído, inhi-
bido, desconfianza básica, insensibilidad, distorsión en las emociones -y los
sentimientos que se derivan de la falta de afecto y su búsqueda de afecto
generada por frustraciones infantiles y una búsqueda independiente (con
el objeto sexual), ideas obsesivas, ilógicas, personalidad inmadura e infan-
til, aislamiento y desconexión social, tiene una inteligencia inferior a la
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 155

normal y muestra un grave deterioro de los valores morales y sociales que


se va acentuando con la edad.

e) VIOLACIONES (ANORMAL, TUMULTUARIA, TÍPICA, SÁDICA,


COMETIDA A DÉBILES MENTALES, PROSTITUCIÓN INFANTIL,
IMPUDICIA EN NIÑOS, ABORTO, ETC.)

VIOLACIÓN
Es la relación sexual impuesta y consumada con violencia, en la cual
la víctima es forzada a realizarla. Se manifiesta por lo general como un
delito propio de los grupos rurales.
Modalidades de la violación
Violación clásica.~Conducta primitivamente agresiva.
Violación sádica.-En estos casos el estudio de la conducta revela que la
satisfacción ha sido producida por la experiencia de la agresión violenta y
sádica sobre el cuerpo de la víctima que por la significación genital de la
conducta; algunos individuos se complacen sin llegar a la violación con el
hecho de herir a la mujer, golpearla o matarla.w
Esta modalidad es muy común en los matrimonios de nuestro país, ya
que el individuo alcoholizado o drogado, reproduce estas conductas en su
mujer; es muy difícil que la mujer denuncie estas conductas a la autoridad
competente en virtud de que carece de educación de denuncia, además no
lo hace toda vez de que la considera una acción normal, cree que es una
obligación tolerar estas conductas, además no realiza la denuncia debido a
los lazos de amor que tiene con el esposo; asimismo tiene temor a ser aban-
donada, justifica las acciones del esposo y se engaña pensando que éste
cambiará su conducta. Las mujeres que realizan la denuncia lo hacen mo-
tivadas por el rechazo y el abandono, es más bien un acto de venganza al
ser abandonadas, manifestación de una conducta histérica y no deseo de
denunciar el daño que les fue ocasionado.
También es poco común que las víctimas de violación, ya sea hombre
o mujer, poco realizan la denuncia pues resulta un acto bochornoso, asi
mismo resulta complejo reunir los elementos que la autoridad solicita; en
este caso solamente se tendría el examen ginecológico que se realiza a la
víctima, y muchas veces no denuncian por evitar el bochorno del examen.
Violaciones cometidas a débiles mentales
Es común que la víctima de una violación sea un débil mental. Algu-
nos individuos sólo pueden superar sus sentimientos de inferioridad vio-
lando a su pareja, otros "deben" agredir sexualmente a la mujer de otro
individuo.

12 GAMA A., Sadismo, masoquismo en la conducta humana, México, Nova, 1960.


156 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Resulta significativo en la personalidad de los violadores la marcada


identificación homosexual, especialmente en la violación realizada por
grupos.
LA PROSTITUCIÓN
Es una expresión neurótica, infantil, ya que trasponen sus necesidades
afectuosas a lo corporal. Cuando la prostituta es una persona desprovista
de preparación escolar o su inteligencia es inferior, tiende a identificarse
con mujeres que viven apasionadamente y son mayores de edad; sus fan-
tasías consisten en ser admiradas y deseadas, vivir con riquezas y lujo.
Las conductas que orillan a la prostitución tanto a hombres como a las
mujeres, son predisposición al autocastigo, rnisma que puede ser conside-
rada como equivalente al suicidio. Éstas son conductas derivadas de senti-
mientos de venganza de los jóvenes dirigidas a sus padres, ya que destru-
yéndose ellos, destruyen a sus padres. Son' conductas de baja o casi nula
autoestima; en cada relación sexual se autodestruyen y expresan su odio
ya sea a su madre o a su padre. Son hijos o hijas de relaciones extramari-
tales o han tenido una mala relación con el padre; en cada cliente expre-
san el odio a su padre.
EL INCESTO
Es la relación sexual entre parientes consanguíneos. Von Henting.
manifiesta que el incesto es un delito de aislamiento. Los autores de estas
conductas tiene poco contacto con el mundo exterior; frecuentemente la
madre ha desaparecido como compañera y la hija ha pasado a ocupar su
lugar. En algunos casos la madre tiene muchas veces una parte de culpa
y responsabilidad, porque tolera calladamente la relación entre su mari-
do y su hija. Estas relaciones duran a veces años.!"
Es notorio que el incesto lo realicen hombres de mayor edad con sen-
timientos de inferioridad; muchas veces no tienen la capacidad de poder
conquistar a una nueva pareja. Consideran que su víctima tiene la obliga-
ción de presentar el papel de esposa; asimismo está comprobado que el
hombre que se encuentra en el ocaso de su vida, tiende a establecer rela-
ciones sexuales consanguíneas. En nuestro país es frecuente que las muje-
res abandonadas y con hijos, permitan las relaciones entre sus vástagos y
su nueva pareja, con el objeto de "atar" a ésta y no ser abandonadas otra
vez. Estas conductas se dan en parejas que carecen de educación o que tie-
nen un nivel intelectual bajo, también nos encontramos este tipo de con-
ductas en familias numerosas.
La relación incestuosa es más evidente cuando la esposa ya no realiza
la relación de pareja debido a su edad o por alguna enfermedad; el autor

13 VON HENTING, Criminología, Atalaya, 1948.


PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 157

y la víctima pertenecen a la misma estructura familiar. Este delito se da


por abandono de la esposa al marido y al hogar o por fallecimiento,o por
enfermedad que impide que la esposa sea pareja sexual; las principales
causas sobrevienen por el excesivo uso de alcohol, factor determinante
para desinhibir y la falta de defensas psicológicas estructuralmente ade-
cuadas.
IMPUDICIA EN NIÑOS
Éste es un delito cometido casi exclusivamentepor individuos de sexo
masculino,también es un delito típico de la ancianidad; entre los aspectos
determinantes de esta conducta debe mencionarse la demencia senil en
sus diversosgrados. También lo realizan personas cuya potencia sexual se
ha extinguido. Surge el llamado interés sexual manifestado en la desho-
nestidad con la víctima joven y es considerado por estos individuos como
un fenómeno sorprendente. Estos síntomas se conocen como catabolismo
demencial.
Existe un' distinto grupo de individuos másjóvenes cuyasreferencias a
una pérdida de la libido son más escasas. El delito suele ser tan incompa-
tible con su anterior actitud y modo de vida como entre los autores del
grupo senil.
PEDOFILIA
Existen severas disposiciones legales que prohíben la pedofilia, esto
es, el hecho de procurarse placer sexual con niños impúberes. Los pedófi-
los -hombres en su mayoría- pueden ser heterosexuales y homosexua-
les; aproximadamente dos terceras partes de los pedófilos se sienten atraí-
dos por niños del sexo opuesto. En algunos casos el ofensor asusta o
lastima físicamente al niño, pero la mayoría de las veces los niños sufren
más por las reacciones de sus padres que por la experiencia en sí.
Personalidad del pedófilo
Se ha descrito a los pedófilos como hombres débiles e inmaduros que
temen ser rechazados en sus relaciones heterosexuales con adultos. Los
estudios indican que muy rara vez son maniáticos sexuales. Se les ha des-
crito como hombres robustos y masculinos, religiosos, puritanos, solitarios
y con sentimientos de culpabilidad. Dos terceras partes de un grupo de
pedófilos buscaron procurarse satisfacción sexual con niños en un mo-
mento de su vida en que estaban por llegar a la edad madura, sufrían de
estrés social e interno y veían que su heterosexualidad con otros adultos
decaía.
r. Algunos estudios clínicos con los pedófilos han tenido éxito al utilizar
una técnica terapéutica llamada desensibilizacióncubierta. Con esta técni-
_ca, al paciente se le dan instrucciones para mirar a una niña en un deter-
minado contexto físico, y de imaginar sentir excitación sexual y el deseo
158 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

de tener relaciones sexuales con ella. Inmediatamente después se entrena


al paciente para que observe imágenes adversivas (por ejemplo, que Un
policía se ha dado cuenta de que el paciente se acerca a la niña). DespUés
de suspender las imágenes adversivas, se estimula al paciente a sentir ali~
vio (al dejar de acercarse a la niña y evitar así el arresto). Al avanzar en el
entrenamiento, se estimula al paciente para que imagine sentir atracción
por mujeres y para que no se sienta nervioso al acercarse a ellas. Antes y
después de entrenar al sujeto en la desensibilización cubierta, se muestran
dos proyecciones de fotografías de niñas y se mide la erección de su pene;
se observa una gran disminución en la erección como reacción ante las rii-
ñas después de la desensibilización cubierta, se compara la tasa subjetiva
que el hombre dio de la excitación sexual que le produjeron las fotogra-
fías de niñas, de la atracción que sintió por las fotografías de mujeres y de
la ansiedad que le produjo esa atracción. Aunque su inclinación hacia las
fotografía de mujeres aumenta muy ligeramente, hay una disminución en
la ansiedad que éstas le producían.t+
PORNOGRAFÍA INFANTIL y DESVIACIÓN SEXUAL
Generalmente se define como pornografía a los materiales explícita-
mente sexuales, ya sean escritos, fotografías, dibujos o películas, cuya fun-
ción primaria es provocar la excitación sexual de quien las observa. Aun-
que esta definición parece bastante simple queda sujeta a interpretaciones;
por ejemplo, una persona puede ver el cuadro de una mujer desnuda
como pornografía, mientras que otra puede verlo como una obra de arte.
Aun los jueces que participan en los juicios sobre obscenidad pueden te-
ner diferentes opiniones en lo concerniente a la naturaleza pornográfica
de los materiales específicamente eróticos.
En los últimos años se ha desatado una gran controversia y preocupa-
ción sobre la permisividad del clima cultural en nuestra sociedad, clima
este que permite películas clasificadas como sólo para adultos por ser ex-
tremadamente eróticas, libros eróticos y una amplia gama de materiales
"pornográficos" que se venden abiertamente. Son cuatro las preguntas
esenciales que se tratan sobre este tema.
l. ¿El estar expuesto a la pornografía provoca alteraciones indeseables
en la orientación sexual y delitos sexuales?
2. ¿La exposición a la pornografía hace que se disparen mecanismos
de actos sexuales?
3. ¿El estar expuesto a la pornografía despoja al sexo de la significa-
ción amorosa de las relaciones de tal manera .que se vuelvan un fin por
ellas mismas?

14 SARASON, Irwin G., SARASON, Bárbara, G., op. cit., pp. 242-243.
'." 44) . ai .Jk) h .!Iis ii. i ¡I

PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 159

4. ¿El estar expuesto a la pornografía amenaza a la familia y al entra-


mado moral de la sociedad?
Con las bases en las pruebas disponibles, la respuesta a 'las cuatro pre-
guntas anteriores parece ser "no". Por ejemplo, los violadores y los veja-
dores de niños reportan haber estado expuestos a la pornografía menos .
que otros jóvenes normalmente curiosos por el sexo durante sus años for-
mativos;tampoco existe ninguna prueba de que la exposición a materiales
pornográficos altere la orientación sexual del individuo en la dirección de
obtener patrones mal adaptados de conducta sexual, ni de que dispare ac-
tos antisocialestransitorios tales como leidofilia o la violación. De hecho,
después de que Dinamarca legalizó la pornografía, hubo reducción signifi-
cativa de los delitos sexuales, particularmente de los delitos cometidos
contra los niños.
PEDOFILIA
En la pedofilia, el objeto sexual es un niño: la intimidad de la relación
normalmente implica la manipulación de los genitales del niño, o en el
caso de una niña la penetración parcial o total de la vagina. Ocasional-
mente se induce al niño a la manipulación de los órganos sexuales del pe-
dófilo o se le pide que lleve a cabo un contacto oral con ellos.
Los ofensorespueden diversificarseen el tipo de acto que cometen, en
la intencionalidad o en las circunstancias generales que rodean al acto,
en la edad, la educación y el desarrollo de su historial. La mayoría de los
pedófilos son hombres, pero también las mujeres, ocasionalmente, se
comprometen en este tipo de prácticas. La edad promedio de estos ofen-
sores es cercana a los 40 años. Muchosde ellos están o han sido casados,y
muchos tienen hijos. En realidad, algunos hacen víctimasa sus propios hi-
jos. En un estudio pionero llevado a cabo con 836 infractores paidofilicos
de Nueva Jersey, Revitch y Welss (1962) encontraron que los pedófilos
más viejos tendían a buscar niños muy pequeños, mientras que los másjó-
venes preferían niñas y adolescentes entre los 12 y los 15 años de edad.
Las niñas eran más numerosas como víctimas que los niños en una pro-
porción de 2 a l.
En la mayoría de los casos de pedofilia, la víctima es conocida por el
ofensor, y la conducta sexual puede continuar por periodos sostenidos a
través del tiempo, pues normalmente no hay coerción física. A pesar de
que en algunos casos los transgresores son alentados y aun seducidos por
sus víctimas, Swanson (1968) encontró provocación o participación activa
de parte de la víctima en sólo 3 de los 25 casos estudiados.
Personalidad del pedófilo
a) El infractor de personalidad inmadura. Tiene dificultad en mantener
relaciones interpersonales satisfactoriascon hombres y con mujeres de su
160 ALEYDA ÁNGELES ASTlJDIl
la

edad, tanto en su adolescencia como en su vida adulta. Éste era, con 1l).u~
cho, el tipo más común. Se encuentra a gusto en compañía de niños, POI'
lo que en la mayoría de los casos, conoce a su víctima. Normalmente, el
acto no es impulsivo, sino que empieza con un cortejo que va desarmando
al niño y que al final de cuentas conduce al juego sexual. Las víctin1.as
pueden ser tanto niños como niñas.
b) El infractor regresivo. Durante la adolescencia mostró aparentemente
un desarrollo normal, tenía buenas relaciones con sus compañeros y algún
noviazgo y experiencia heterosexual. No está familiarizado con su víctima
y su acto es impulsivo.
c) El infractor "condicionado". Se incluyen en esta categoría a los ofenso_
res cuyas experiencias sexuales definitivas fueron con jovencitos, norrna],
mente en un reformatorio, y entonces esta conducta condicionada conti-
núa en la edad adulta en términos de preferencia. Estos individuos a
menudo son duros y explotadores en su conducta sexual, y tienden a fre-
cuentar lugares en los que se exhiben películas pornográficas corrientes y
otras zonas en donde puedan encontrar niños vulnerables. En muchos ca-
sos seleccionan a homosexuales "buscones", jóvenes que se encuentran
disponibles en las grandes ciudades. Algunos son muy cuidadosos para
evitar su detención, mientras que otros no lo son y tienen por tanto, un
largo historial de arrestos por tales delitos.
ABORTO
Aborto obstreticia
Se entiende por aborto la expulsión del producto de la concepción
cuando no es viable, o sea hasta el final del sexto mes del embarazo; la
expulsión en los tres últimos meses se denomina parto prematuro, por
la vialidad del pr oducto.t"
Aborto médico-legal
Se limita la acción del aborto aquellos que pueden ser constitutivos de
delito, es decir, a los provocados, a los que se originan en la conducta in-
tencional o imprudente del hombre; la medicina legal no atiende ni a la
edad cronológica del feto ni a su aptitud para la vida extrauterina o viabi-
lidad.w
Aborto jurídico-delictivo
La noción del delito en las diversas legislaciones presenta variantes:
algunas definen o reglamentan la infracción, entendiendo por ella la ma-

15 GONZÁLEZ DE LA VEGA, Francisco, Derecho penal mexicano, Porrúa, México, 32a. ed.,
2000, p. 128.
16 Ibidem.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 161

niobra abortiva. (Delito de aborto propiamente dicho.) Sin fijarse directa-


mente en que dé o no por consecuencia la muerte del feto.!?

5. DELITOSCOMETIDOS
PORLA MUJERDELINCUENTE .
a) PERSONALIDAD
Por lo general se ha considerado que el delito de la mujer es una con-
ducta aislada, casi de tipo pasional y que en relación con el hombre las
conductas antisociales son mínimas. La problemática de la mujer delin-
cuente es una de las más difíciles de analizar desde el punto de vista crimi-
nológico por la carencia de estudios y de investigaciones sobre su conducta
delictiva.
Es evidente que cada persona es única en sus aspectos psicológicos, en
su historia familiar y social, que reacciona de un modo particular que lo
hace diferente de los demás y con un enfoque existencial también único,
por lo tanto, la agresión del delito implica aspectos básicos bio-psico-so-
ciales también únicos. Surge de un emergente núcleo familiar enfermo en
el que la mujer traduce a través de la agresión, las ansiedades y conflictos
del intra-grupo familiar.
La conducta de la mujer delincuente/se manifiesta principalmente por
Una falta de equilibrio emocional, conductas autodestructivas, formas de
flagelar su conducta, presenta sentimientos de inferioridad, se siente des-
protegida, rechazada socialmente. La prostitución es un ejemplo claro de
sentimientos de venganza hacia sus progenitores, manifiesta conductas
masoquistas de autodestrucción; en algunos casos representa mentalmente
la prostitución como un equivalente del suicidio.

C. ENFOQUE PSICOANALÍTICO
DE LA MUJER DELINCUENTE
ALFREDADLER.-Manifiesta que el delito tiene una relación con la ex-
tinción o debilitamiento del sentimiento de comunidad y también con un
sentimiento de superioridad, donde el delincuente cree que la víctima es
inferior. Todo ello tiene su origen en la infancia, como por ejemplo, un
sentimiento de inferioridad hace que el sujeto busque una compensación
sintiéndose superior, a lo cual se suma un deficiente sentimiento de comu-
nidad.
También clasifica a los niños difíciles en pasivos (perezosos, indolen-
tes, etc.), y niños activos (hostiles, impacientes, anhelantes de poder). Des-
de la infancia piensan que la vida es hostil y buscan satisfacer sus deman-

17 Idem, p. 129.
162 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

das delinquiendo. La superioridad del delincuente proviene también de


creerse que nunca será descubierto.

D. EN LA COMISIÓN DE LOS DELITOS DE:


(TRABAJO y OFICIO) PROSTITUCIÓN, HOMICIDIO
POR CELOS; DE TIPO PSICÓTICOS, PARANOICOS, ROBO,
DAÑOS CONTRA LA LIBERTAD, ESTAFA, ABORTOS, ETC.

l. LA PROSTITUCIÓN
Es la conducta antisocial típica de la delincuente femenina, el com-
portamiento sexual antisocial, es una conducta autodestructiva debido a
complejos procesos psíquicos. Presenta un progresivo deterioro en todas
las áreas de la per sorialidad, especialmente por la automarginación que
ella misma se impone y por el medio social donde vive con patrones
culturales asociales. Desde muy joven va adaptándose paulatinamente a
un medio Iimitante que causa el gradual deterioro físico, psíquico y social
En el nivel inconsciente busca una vinculación afectiva, idealiza el amor
infantil, tiende a su destrucción física, psíquica y social, lo cual requiere
niveles terapéuticos complejos. Son acentuados sus sentimientos de infe-
rioridad, pero también por la marginación social se acentúa su progresi-
va autodestrucción.

2. HOMICIDIO

Especialmente en la mujer se le conoce como homicidio pasional; hay


una desintegración de la personalidad; sólo un gran estrés psicológico
puede provocar que una persona mate a otra. El descontrol psicológico
que permite la descarga de impulsos primitivos y destructivos se estructu-
ra a través de complejas circunstancias donde predominan elementos psi-
copatológicos y psicóticos. La conducta homicida implica aspectos de des-
control, marcada insensibilidad y sadismo que se proyectan con enormes
significados simbólicos.

3. HOMICIDIO POR CELOS

Es difícil hallar que una:mujer llega al homicidio por una problemáti-


ca de alcoholismo, caso muy común en lo hombres; no hay homicidio por
búsqueda de dinero o por una discusión o pelea, sino que siempre predo-
mina el elemento afectivo,y la agresión es manejada, no como en el hom-
bre que es impulsivo,es preparada minuciosa y sádicamente. Esta conducta
sucede para solucionar un conflicto interpersonal, estalla y se desencadena
después de un lento proceso en el que la mujer se siente despreciada,
marginada y humillada. Por las constantes acciones donde el marido la
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 163

golpea, arremete contra ella física y moralmente, inicia sus sentimientos


de venganza manifestados de una manera muy lenta, espera una circuns-
tancia en la que la víctima se encuentre en una ·postura de indefensión
dormido, de espaldas, para agredirlo hasta matarlo y en otros casos puede
darse el envenenamiento en pequeñas dosis; en un caso así la mujer dis-
fruta su venganza, cobra las humillaciones recibidas. Existe en este tipo de
delito una relación afectiva entre el autor y la víctima del crimen, hay un
proceso afectivo que desencadena el crimen.

4. HOMICIDIOS DE TIPO PSICÓTICOS CON PROCESOS PARANOICOS


Se realizan cuando la mujer se cree perseguida y tiene conductas deli-
rantes. Estos crímenes resultan ilógicos y sumamente sádicos, se producen
en zonas marginadas; a veces ocurre que una persona que pasa cerca de
su casa y ella cree que le hizo un mal, o que su hijo está enfermo debido a
que alguien le hizo mal de ojo. La mujer piensa que matando a la persona
que le ha hecho brujería salva a su familia. En este tipo de homicidios se
da la muerte de infantes porque la mujer piensa que matando a su hijo
éste no sufrirá en el futuro; después de matarlo existen intentos de suici-
dio. Los asesinatos de infantes también se dan por celos, ya que la mujer
piensa que sus hijos le han robado el cariño de su pareja.

5. ROBO

La mujer no se aparta de las características psicológicas señaladas al


referirnos a la personalidad del hombre delincuente. Podemos observar
que en ella predomina más el hurto en las tiendas, en los comercios, espe-
cialmente de ropa, que el robo con violencia. La mujer tiende a especiali-
zarse en robar determinados objetos, por ejemplo: sustrae únicamente za-
patos y no otra prenda de vestir, artículos de belleza, etc. También ayuda
en la conducta del carterista, como cebo para atraer a la víctima; es difícil
que actúe sola, siempre va acompañada de una pareja, ella actúa princi-
palmente como colaboradora del carterista.
No actúa con violencia, ni agresividad o fuerza, prefiere la simulación,
distracción de la víctima.

6. CARTERISTA
Raramente actúa sola, más bien es cómplice de su pareja, actúa como
señuelo distractor en lugares públicos o en transportes colectivos (metro,
transporte urbano, etc.).

7. SECUESTRO

Es una de las conductas más complejas, la mayoría de los secuestros


164 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

terminan en homicidio. Uno de los papeles más importantes en esta con-


ducta delictiva es el de la mujer; en el secuestro de niños es la que deter-
mina y organiza al grupo para realizar el delito, se encarga de recabar da-
tos de la víctima, organiza la forma en que se va a ejecutar el secuestro,
los hombres confeccionan el acto ilícito. Este delito se realiza por etapas:
la preparación o modo, la elección de la víctima, movimientos y posterior-
mente en la sustracción, cuidado y en algunas ocasiones el homicidio de la
víctima.
En muchas ocasiones el temor a ser descubiertos trae como conse-
cuencia el asesinato de la víctima del secuestro. En este delito se observan
conductas muy paradójicas, ya que la mujer desea la muerte de la víctima,
especialmente si la víctima es menor de edad. La mujer se encarga del
cuidado de la víctima, como enfermera o custodia, ya sea de un adulto o
de un niño. Su motivación es lucrativa o de venganza. Esta conducta pre-
senta una patología en la estructura mental de la mujer que secuestra; se
advierte un marcado enajenamiento y como resultado una grave patología
de su personalidad.

8. ESTAFAS

Son realizadas por personalidades histéricas. En los últimos años, la


mujer ha participado más activamente no sólo en la realización de las es-
tafas, sino en su preparación. Utiliza dispositivos engañosos para poder
realizar su comportamiento antisocial, busca una identidad que esté rela-
cionada a su narcisista concepción de sí misma para de esa manera satisfa-
cer sus sueños de grandeza; adopta identidades de otras personas de
acuerdo con su propio ideal.
Por lo regular la mujer estafadora no actúa sola, es parte de un pe-
queño grupo delictivo como integrante de una organización, esto según
los fines y los montos de las estafas. Indudablemente, en todos los casos
de estafa la mujer actúa como "señuelo" en los primeros dispositivos para
engañar a la víctima. La estafadora no puede soportar la frustración y
muestra por lo tanto una particular actitud hacia sus objetos; se dirige a
las personas utilizándolas para sus fines, presenta una específica combina-
ción de defensas basadas en la omnipotencia que se manifiesta especial-
mente al racionalizar o intelectualizar sus conductas delictivas.

9. INCESTO

Desde el punto de vista criminológico, esta conducta en la mujer es


sumamente rara, es decir, dentro de una situación madre e hijo o madras-
tra e hijastro. Sin embargo, es sumamente importante el papel de la mu-
jer como protectora de la relación incestuosa de su esposo con la hija, es
decir padre-hija.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 165

10. ABORTO

Son significativas las conductas sistemáticas de algunas mujeres en re-


lación con el aborto, que en su verdadero sentido implica una auténtica
conducta destructiva. Muchas veces se realiza por sentimientos de vengan-
za en contra del hombre que la abandonó, así también para ocultar su
vergüenza ante la sociedad.

11. TRÁFICO DE DROGAS

Actúa como miembro de una organización, presenta una personalidad


psicopática con un delirio de grandeza~ que busca el poder y el dinero y
tiene un gran sentimiento de omnipotencia.

E. DEL CONTENIDO VERDADERO


y FALSO EN SUS DENUNCIAS
Resulta de una conducta histérica el que las mujeres presenten denun-
cias de que han sido robadas, violadas, golpeadas, aunque en realidad no
les ha sucedido nada y la denuncia puede deberse a aspectos de su perso-
nalidad histérica con acentuados rasgos mitomaníacos; o puede ser que la
falsa denuncia sea levantada como una acción de venganza; a veces mu-
chas de las denuncias son realizadas contra médicos, odontólogos o maes-
tros de escuela. Se ha observado que muchas jóvenes amenazan a determi-
nados individuos diciéndoles que si no les entregan una cantidad de
dinero los denunciarán como agresores sexuales. Esto último es una ver-
dadera conducta de robo. es decir, también lleva implícito una conducta
utilitaria.
CAPÍTULO VIII
LA PSICOLOGÍA CRIMINAL
y LOS ESTUDIOS DOGMÁTICOS PSICOPATOLÓGICOS
DEL DELINCUENTE ANTE EL DERECHO PENAL

A) LAS CORRIENTES PSICOPATOLÓGICAS


QUE ENCUADRAN LA CONDUCTA DEL QUE DELINQUE

l. ANTROPOLÓGICA. (TEORÍA LOMBROSIANA)

a) INTRODUCCIÓN. CLASIFICACIÓN DE LOS DELINCUENTES

EL CRIMINAL NATO
La teoría del criminal nato es, sin duda, la más conocida y la más cri-
ticada y comentada por Lombroso.
Estudiando las diferencias antropológicas más sobresalientes entre las
diversas razas y al observar el cráneo de un criminal, Lombroso considera
que podría existir una raza o especie de hombre diferente: los criminales.
El cráneo que él estudiaba era el de un criminal llamado Villella; este fa-
moso ladrón italiano había muerto a edad avanzada y reunía una serie de
características muy especiales, ya que al final de su vida estaba bastante
deteriorado.
Lombroso comenta que en el cráneo de Villella encontró: "una larga
serie de anomalías atávicas, sobre todo una enorme foseta occipital media
y una hipertrofia del verme, análoga a la que se encuentra en los vertebra-
dos inferiores". "A la vista de estas extrañas anomalías, así como cuando
aparece una ancha llanura bajo un horizonte inflamado, el problema de la
naturaleza y del origen del criminal me pareció resuelto: los caracteres de
los hombres primitivos y de los animales inferiores debían reproducirse
en nuestros tiempos".
. Al encontrar en el mencionado cráneo algunas características atávicas,
surge un chispazo del que nace la teoría del criminal nato. Las anormali-
dades fundamentales que observó fueron varias defor~aciones del verme
y una foseta occipital media (todos tenemos o debemos tener cuatro fosas
occipitales; en algunas especies inferiores se encuentra una quinta foseta
occipital en medio de las otras cuatro), y piensa que se trata de un caso en

167
168 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

el cual la evolución natural se detuvo, es decir, que el sujeto no evolucin,


nó, sino que se quedó en una etapa anterior del desarrollo humano.
En su teoría de la evolución el hombre, Charles Darwin plantea qUe
entre el antropoide y el homo sapiens, falta el eslabón perdido. Al estudiar
"el caso Villella", Lombroso ve sus ideas reforzadas, pues descubre que
muchos de los rasgos de dicho personaje se asemejaban al antropoide,
por ejemplo, tenía una quinta foseta occipital, así como un gran desarro-
llo de los miembros superiores, lo que lo llevó a la afirmación de que el
"criminal nato" era el eslabón perdido.
Así, parte de la idea de que el criminal nato es un sujeto que no evo-
lucionó (teoría atávica), y se dedica a estudiar el crimen en los vegetales y
en los animales, encontrando una serie de actitudes que podrían compa-
rarse a lo que en el hombre se considera como delito.
Entre lo vegetales encontró, principalmente, las plantas carnívoras, y
en los animales se encontrarían equivalentes no solamente del homicidio,
sino también asociaciones criminales, robo, lesiones, etcétera.
De aquí pasa al estudio del delito y la prostitución entre los salvajes,
encontrando que éstos son hombres sin pudor, que se prostituyen con
gran facilidad, que viven en promiscuidad, que cometen fácilmente homi-
cidios, matando niños, viejos, mujeres y enfermos que roban y cuyas penas
son terribles; le llama particularmente la atención el canibalismo ya sea
por necesidad, religión, prejuicio, piedad filial, guerra, glotonería, vani-
dad, etcétera.
Observa que muchas de estas actitudes son comunes al tipo del hom-
bre delincuente nato, y a ése lo compara con un salvaje, al cual le gusta
tatuarse, es supersticioso, le gustan los amuletos, prefiere los colores pri-
marios, etcétera.
Con respecto a esta comparación difiero, puesto que si nos remonta-
mos a épocas pasadas, estas características son costumbres de algunos
pueblos, mismos que han sido retomados en la época moderna. El gusto
de tatuarse es una forma simbólica de adquirir una personalidad rebelde,
asimismo una forma de manifestar su inconformidad con las reglas socia-
les establecidas, puesto que el sujeto que marca su cuerpo no es aceptado
socialmente; en los tiempos antiguos tatuarse era un signo de belleza. Con
respecto a que el hombre delincuente es supersticioso, varía mi plantea-
miento en virtud de que el hombre por naturaleza es supersticioso, cree
en algo supremo. A lo largo de la historia el hombre ha creído en seres o
dioses buenos y tambien malos. En el México antiguo había numerosos ri-
tuales en los que se adoraban al dios del Agua, del Viento, la diosa Luna,
la diosa de la Fertilidad; también se adoraba al dios Jaguar, sinónimo de
fuerza, y a la Serpiente Emplumada, diosa de la Sabiduría. Con respecto
al uso de los colores primarios, es una manifestación de las emociones ex-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 169

presadas a través del arte. Nuestros antepasados, se pintaban la cara como


una muestra de fortaleza al iniciar la guerra.
Para Lombroso, el delincuente nato es como un niño: reacciona en
forma infantil, no tiene control adecuado sobre sus emociones, es notable-
mente cruel; el criminal nato y el niño coinciden principalmente en: a) la
cólera (furia); la venganza; e) los celos; d) la mentira; e) la falta de senti-
do moral; j) la escasa afectividad; g) la crueldad; h) el ocio y flojera; i) el
caló; j) la vanidad; k) el alcoholismo y juego; l) la obscenidad; ll) la imi-
tación.
Tomando en cuenta el concepto de degeneración que se estaba usan-
do en su época, Lombroso piensa si en algún momento de la gestación
había existido algún trauma o enfermedad por lo cual el sujeto no hubie-
ra podido evolucionar, quedándose en una etapa anterior, es decir, den-
tro de la teoría atávica del criminal nato, nos indica que éste vendría sien-
do una etapa intermedia entre el animal y el hombre,. En un momento
dado Lombroso piensa que ha encontrado el "eslabón perdido" de Dar-
win, ese ser que ha dejado de ser animal y que piensa y razona, pero que
aún no es hombre, pues le faltan las características de la civilización y mo-
ralidad que el hamo sapiens debería tener.
EL DELINCUENTE LOCO MORAL
La idea del hombre delincuente de Lombroso "loco moral" se basaba
en el estudio del caso Sbro... (no se conoce específicamente su nombre
completo): unjoven de 20 años sin razón aparente envenenó a su padre y
asesinó a su hermano; cuando iba a envenenar a su madre ésta "lo descu-
brió y lo recluyó en el manicomio de Regio Emilia, donde fue estudiado
por Tamborín y Ceppilli, los que hacen la descripción, la cual coincide en
muchos rasgos con la del criminal nato de Lornbroso, el cual comprende
que existe otro tipo de criminal que coincide con su descripción del crimi-
nal nato, por lo que se lanza a estudiar a los enfermos que en aquella épo-
ca se denominaban locos morales.
Seguramente Lombroso denominó a esta especie de delincuente como
loco moral en virtud de que en esa época la religión tenía gran influencia.
"Honrarás a tu padre y a tu madre" "Ama a tu prójimo como a ti mis-
mo". son mandamientos de la religión cristiana, por tanto, el hecho de
cometer un homicidio desobedeciendo los mandatos divinos es una gra-
ve falta moral.
Basándose en Krafft-Ebing y en Schule, Lombroso definirá al loco
moral como "una especie de idiota moral que no puede elevarse a com-
prender el sentimiento moral, o si por la educación lo tuviera, ésa se esta-
cionó en la forma teórica, sin traducirse en práctica; son daltónicos, son
ciegos morales, porque su retina psíquica es o se transforma en anestésica.
y como falta en ellos la facultad de utilizar nociones de estética, de moral,
170 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

los instintos latentes en el fondo de cada hombre toman en él ventaja. La


noción de interés personal de lo útil o de lo deseado, deducido de la lógi_
ca pura, pueden ser normales, por otra parte hay un frío egoísmo que re-
niega de lo bello, de lo bueno, ausencia de amor filial, indiferencia la des-
gracia y al juicio de los demás, un exagerado egoísmo da a su vez el
impulso a la satisfacción, a los intereses personales, golpeando o pasando
sobre los derechos de los otros. Cuando entran en colisión con la ley, en-
tonces la indiferencia se transforma en odio, venganza, ferocidad, en la'
persuasión de tener el derecho de hacer el mal.
EL DELINCUENTE EPILÉPTICO
En la tercera edición de su obra, Lombroso había realizado y acepta-
do dos clasificaciones ya mencionadas; sin embargo, al presentarse un
nuevo caso conocido como el "conde belga", o el. "conde k", aquél empie-
za a realizar estudios de una nueva clasificación del hombre delincuente,
'esta tercera posibilidad era la epilepsia.
, El conde K. había nacido de madre epiléptica, hijo único muy consen-
tido, un sujeto caprichoso y de carácter irritable, peleonero, agresor conti-
nuo de su mujer, atormentaba a los animales y a todos los que estaban a
su alcance, aunque en la esfera perceptiva e ideática, parecía normal.
Al realizar estudios en el célebre caso Misdea, Lombroso disipa todas
sus dudas en cuanto a la epilepsia. Misdea era un soldado napolitano de
unos 22 años, el cual un día de licencia se toma algunas copas; y al regre-
sar a su cuartel es víctima de las burlas de sus colegas militares, a las cua-
les reacciona de la forma más brutal: toma un rifle y dispara 52 cartuchos,
con los que alcanza a matar a siete de sus compañeros y a herir a 13, cap-
turado con gran esfuerzo (entre ocho soldados no podían contenerlo) juró
vengarse, lo que no 10gJ"ó,pues fue fusilado.
Los homicidas de reacción violenrísima quedan tranquilos y sin apa-
rentes remordimientos después de haber cometido el delito, los sujetos
generalmente dicen que en un momento dado "vieron rojo" y perdieron
por completo el control, afirman que les "tiembla la cabeza", sienten "vér-
tigos", la cabeza "gira" o da "vueltas".
Al hacer el estudio de Misdea, Lombroso descubre que se trata de un
epiléptico, y que no hay un claro estado alcohólico (por la extraordinaria
puntería del sujeto), ni tampoco encuentra enfermedad mental declarada;
ahora se dedica a buscar epilépticos en cárceles y manicomios, encontran-
do que, efectivamente, hay una gran cantidad de estos pacientes entre cri-
rniraales, y se da cuenta que el epiléptico es un sujeto altamente agresivo.
Así, Lombróso agrega: "estos epilépticos (larvados) son incluso mucho
más peligrosos que 10s locos morales, con los que en sí tienen extrema
analogía; si no es que ,como opinamos desde hace algún tiempo, epilepsia
y locura moral están conectadas íntimamente desde el punto de vista de
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 171

la patogénesis, pudiéndose considerar ambas como anomalías constitucio-


nales del desarrollo de la personalidad; de lo que es también argumento
irrefutable el fácil asociarse o sucederse de la una y la otra ... ".
Es importante manifestar que los estudios de Lombroso denotan una
gran genialidad al hablar de dos tipos de epilepsia, una epilepsia real y
una epilepsia larvada. La epilepsia real es aquella en la cual hay ataques,
el sujeto cae al suelo, echa espuma por la boca, tiene movimientos desor-
denados y convulsivos que los impulsa a morderse la lengua, etc., y por
otra parte se halla la epilepsia larvada, en la cual no hay el ataque, pero sí
las características señaladas anteriormente. A esta última forma de epilep-
sia Lombroso llamó "misdeismo", para separarla de la epilepsia real, que
era la única epilepsia considerada en aquella época.
EL DELINCUENTE LOCO
Pinel sacó a los locos de las cárceles francesas para meterlos en los
manicomios; Lombroso hace lo mismo en Italia y lucha por la formación
de los primeros manicomios criminales.
La preocupación por los enfermos mentales, por las causas psiquiátri-
cas del delito, existió siempre en Lombroso, quien ya había hecho notar
que en las cárceles se encuentran muchos enfermos mentales, que muchos
sujetos juzgados y sentenciados en realidad no eran más que locos.
Lombroso hace una diferencia entre los delincuentes locos y los locos
delincuentes, siendo estos últimos los dementes sin capacidad de entender
ni de querer, que cometen algún crimen sin saber lo que hacen; por el
contrario, el delincuente loco es el sujeto que ha cometido un delito y des-
pués enloquece en la prisión.
En esta clasificación, Lombroso considera como especiales tres tipos
de delincuente loco: el alcohólico, el histérico y el mattoide.
Delincuente alcohólico
Esta clasificación es una forma psiquiátrica del hombre delincuente,
que debe ser considerada por separada, principalmente por su frecuen-
cia, que encontramos en las estadísticas de la mayoría de los países y ade-
más porque el alcohol es un excitante que paraliza, narcotiza los senti-
mientos y transforma el cerebro; el alcohólico da lugar a hijos con
características delictivas; muchos alcohólicos delinquen para poder satisfa-
cer su adicción, otros consumen alcohol para sacar la fuerza y el coraje
necesario para delinquir.
El delincuente histérico
Esta clasificación se da en la patología del hombre delincuente; es más
común en las mujeres, tiene una herencia análoga a la de los epilépticos,
aunque pocos caracteres degenerativos. La mitad de la inteligencia está
intacta; el carácter está muy marcado por el egoísmo; una complacencia
172 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

hacia sí mismos los hace ávidos del escándalo. Debido a que son excesivg;
mente impresionables, un mínimo motivo los puede tornar coléricos, fero,
ces; son muy susceptibles a las simpatías y antipatías súbitas, irracionales;
son mitómanos, tienden al erotismo; la histeria se desarrolla alrededor de
las funciones sexuales. Padecen delirios, alucinaciones, llegan a suicidarse
y son muy dados a prostituirse.
Delincuente mattoide
Lombroso la deriva del estudio de un delincuente llamado Passnante,
un sujeto que intentó matar al rey Humberto I en Nápoles. Era un cocine,
ro honrado que había adquirido ideas políticas extremistas; escribió una
cantidad increíble de estudios sobre política, en los que plasmó ideas de
manera grandilocuente, con una extraña mezcla de anarquismo y pacifis-
mo. Las características de este tipo de delincuente se encuentran mayor-
mente entre hombres, raramente son jóvenes; abundan en las grandes
ciudades, donde adquieren con rapidez una cultura extraña. Tienen pocas
formas degenerativas y pocas anomalías en la fisonomía del cuerpo. Regu-
larmente son altruistas, conservan la sobriedad, exageran su sentido de la
ética y son muy ordenados. Intelectualmente no tienen anomalías, suplen
una gran inteligencia por una notable laboriosidad; escriben en forma
compulsiva. Se caracterizan por tener una convicción exagerada de sus
propios méritos; poseen una tendencia superlativa a la vanidad personal.
El delincuente pasional "
Surge principalmente de un caso que Lombroso denominó "Quadi".
Éste era un noble, diplomático, honrado, famoso, conocido de Lombroso,
que se"enamora perdidamente de una prostituta. La mujer engaña a Qua-
di haciéndole creer que es una dama honorable, con lo que logra obtener
grandes prebendas, entre ellas, la planeación de un buen matrimonio.
Algunos amigos de Quadi tratan de disuadirlo de sus propósitos, pero él
no cede; no obstante, surge en Quadi la duda y manda investigar a la mu-
jer, a quien sorprende prostituyéndose. Su reacción inmediata es suma-
mente violenta: mata a la prostituta e intenta suicidarse. Luego de que es
salvado, logra rehacerse y tener una vida normal; llega incluso a casarse y
a tener hijos. Veinte años después conserva la pasión: él mismo confiesa
que todavía sigue amando a aquella prostituta. En un estado terrible de
depresión se suicida.
Lombroso elabora la teoría del hombre delincuente pasional, que des-
pués Enrico Ferri desarrollará. Un delincuente pasional es una forma o
categoría distinta de todas las demás; se trata de un delito cuyo substrato
se encuentra en la violencia de alguna pasión. El delincuente pasional no
puede ser un delincuente loco, ni tampoco tiene aspectos atávicos, ni epi-
lepsia, ni locura moral, por lo tanto, es un sujeto con características dife-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 173

rentes. Su móvil es siempre inmediato, y la pasión que lo mueve es una


pasión noble que se distingue de las bajas pasiones que impulsan a delin-
quir a los delincuentes comunes.
LA MUJER DELINCUENTE
Lombroso tuvo especial atención al problema de la mujer delincuente.
Junto con Guillermo Ferrero escribe un libro en el que se considera que
la donna delinquente sigue el mismo esquema de desarrollo que el hombre
delincuente. Habla de la mujer delincuente nata, que tiene paralelo con la
epiléptica y la loca moral, habla además de la delincuente alienada, la pa-
sional y la ocasional;'
Se destaca en este estudio que la prostitución es un equivalente del
crimen: mientras el hombre recurre al crimen para satisfacer los impulsos
que no puede realizar legítimamente, la mujer tiene una segunda salida:
la prostitución, la cual implica menos riesgos y puede dar ganancias mu-
cho mayores que las obtenidas en acciones francamente criminales.
Según Lombroso, las causas que llevan a la mujer a prostituirse son
principalmente la frigidez y el atavismo; a éstas se le suman la ociosidad,
la poca inclinación al trabajo, la impudicia, la codicia, la locura moral, en-
tre otras.
EL DELINCUENTE POLÍTICO
Durante una visita que realizó Lombroso al Museo de la Patria en Tu-
rín, su joven discípulo Laschi le comentó en la sala de los héroes que en-
contraba en varios de aquellos prohombres características pertenecientes
al criminal nato. A partir de estas observaciones, tiempo después ambos
escriben El crimen político y las revoluciones, donde realizan un estudio com-
pleto del crimen político, encontrando que éste puede ser cometido por
toda clase de criminales: lo mismo se encuentran criminales natos, epilép-
ticos, locos morales, alienados ocasionales, y en forma notable los mattoides
y los pasionales ya mencionados anteriormente.
Para concluir en la Dirección Antropológica es necesario reconocer el
mérito de Lombroso al sistematizar una serie de conocimientos que hasta
entonces estaban totalmente disgregados. Hay quienes opinan que la teo-
ría de Lombroso no es original y tenía errores. Aunque en esa época no
existía la forma de comprobar científicamente la teoría, sin embargo
Lombroso logra dar pasos agigantados que posteriormente tuvieron al-
cances insospechados.

1 LOMBROSO, Cesar, FERRERO, Guillermo, La donna delincuente, la prostituta y la donna


normal, Bocea, Torino, Italia, 1903. Ver LIMA MALvIDo,María de la Luz, Criminalidadfemeni-
na, teorías y reacción social, México, Porrúa, 1991.
174 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

2. DIRECCIÓNBIOLÓGICA-FISIOLÓGICA.
(GENÉTICA,
NEUROPSIQUIATRÍA)

a) ENDOCRINOLOGÍA
CLAUDIOBERNARD.En 1851 nace la fisiología cuando se descubre la
función glucogenia del hígado y se demuestra que los azúcares se vierten
de éste al torrente circulatorio a través de las venas subhepáticas. De aquí
surge la diferencia entre glándulas endógenas y glándulas exógenas.
En 1855 THOMASADDISONdescribe la función de las glándulas supra-
rrenales y descubre la enfermedad que lleva su nombre.
En 1905 STANLINGEN llamará a las sustancias secretadas por las glán-
dulas endocrinas "hormonas" (hormona viene del griego yo excito).
El renombrado médico Gregorio Marañón hará las primeras conexio-
nes entre el aspecto endocrinológico y el aspecto psicológico. Marañón va
a demostrar cómo las glándulas influyen en el comportamiento humano, y
cómo es la interrelación entre cuerpo y espíritu.
LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS
Las glándulas se dividen en glándulas endocrinas (o de secrecion in-
terna) y glándulas exocrinas (o de secreción externa). Las segundas secre-
tan su contenido por medio un canal secretor (salivales, gástricas, sudorí-
paras, lagrimales), las primeras secretan hormonas directamente al
torrente sanguíneo.
Los diferentes rasgos de la personalidad dependen directamente del
funcionamiento glandular, y la personalidad cambia si las glándulas endo-
crinas son hiper (más) o hipo (menos) estimuladas, o si su función es in-
constante (dis).
Las glándulas endocrinas o de secreción interna y que tienen influen-
cia en la conducta criminal son:
1) Hipófisis. Glándula pituitaria situada en la base de cerebro, centro
de control glandular; a pesar de su pequeño tamaño (pesa medio gramo)
secreta unas 40 hormonas con las que dirige a las demás glándulas endo-
cnnas.
2) Tiroides. Situada en el cuello, delante de la tráquea, secreta tiroxina.
Es un acelerador biológico.
3) Paratiroides. Se trata de cuatro glándulas ubicadas en la parte poste-
rior de la tiroides con funciones opuestas a ésta. Secretan paratiroxina.
4) Suprarrenales. Son dos glándulas situadas cada una sobre un riñón.
Su médula secreta adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que actúan
sobre el sistema nervioso vegetativo, en especial cuando el organismo
debe actuar con rapidez en situaciones de emergencia. Son de gran im-
portancia, pues intervienen en los impulsos que conducen al crimen emo-
cional, al presentarse miedo, ira, odio, etcétera.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 175

5) Testículos. Glándulas sexuales masculinas, llamadas gónadas mascu-


linas, que tienen una doble función: producen espermatozoides y secretan
la testosterona, hormona que da los caracteres sexuales secundarios.
6) Ovarios. Gónadas femeninas que producen los óvulos. Secretan foli-
culina y progesterona. Regulan el ciclo menstrual y producen los caracte-
res sexuales secundarios.

b) LA ENDOCRINOLOGÍA
Y LA CRIMINALIDAD

PINATEL.-Divide la historia de los estudios endocrinológicos en CrI-


minología en tres periodos.s
La endocrinología ha aportado múltiples datos para la mejor com-
prensión del comportamiento humano, ya Pende afirmaba que el estudio
de las glándulas de secreción interna puede explicar "en parte el cómo y
no el- porqué del crimen".
DI TULLIOafirma que "es necesario tener presente, a este respecto, la
importancia de las glándulas de secreción externa, y especialmente las de
secreción interna, en el desarrollo del temperamento y del mismo carácter
individual, y por eso hace tiempo que se trata de conocer cada vez mejor
la influencia que las disfunciones hormónicas y neurovegetativas pueden
tener en la génesis y dinámica de los delitos contra las personas, contra
las buenas costumbres e incluso contra la propiedad. Es necesario, sin
embargo, indagar también en este campo, cada vez con mayor rigor
científico, para evitar conclusiones precipitadas y dañosas generaliza-
.
Clones. "
Se cree que entre las funciones hormonales y la actividad criminal se
pueden establecer las siguientes relaciones:
a) Relación de subordinación genética de las anomalías éticas y de las
tendencias criminales a las funciones hormonales.
b) Relación de simple coordinación y reciprocidad de las unas a las
otras, como manifestaciones de una especial disposición degenerativa del
individuo.
c) Relación entre las anomalías hormonales y éticas que permanecen
independientes y autóriornas."
Por otro lado, el maestro Di Tullio manifiesta que "de particular inte-
rés para el conocimiento de las causas de criminalidad son los procesos
endocrinos, fisiológicos o patológicos que pueden alterar las distintas fun-
ciones nerviosas y los distintos procesos psíquicos individuales"."
Sentado esto, se comprende cómo, entre los factores causales de la

2 DI TULLIO, Benigno, Tratado de Antropología Crirninal, IPAP, Buenos Aires, 1950, p. 145.
3 Ibidern, p. 6.
4 Ibidern, p. 145.
176 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

criminalidad, se debe necesariamente recordar también las alteraciOnes


funcionales de las glándulas de secreción, interna. Es bien sabido que Son
pocos los autores que han afrontado el problema de la relación entre
endocrinología y criminalidad, partiendo de la premisa de que las funci0~
nes de las glándulas de secreción interna, y especialmente sus disfunci..,
nes, pueden influir .también sobre el desarrollo de la criminalidad o bien
ser ésta una causa de dichas disfunciones.
Es notorio que un problema endocrino causa ciertas alteraciones en
las glándulas. Por ejemplo, en el proceso de ovulación la mujer sufre aln-,
raciones antes y después de su menarca (menstruación), tiene estados de
ánimos variables, puede ser muy emotiva (llanto espontáneo y depresión)
o muy agresiva (mostrar alteraciones en su carácter). Asimismo es notorio
que los problemas endocrinos manifiestan alteraciones en el sistema rier-
vioso, causan estrés, depresión, fatiga. Por el hecho de que tienen estre-
chos vínculos con el sistema nervioso vegetativo, que a su vez tienen estre-
chas relaciones con la vida instinto-afectiva, las glándulas de secreción
interna influyen fuertemente en el desarrollo del temperamento y del ca-
rácter individual. De ahí se explican las distintas relaciones que pueden
establecerse entre funciones endocrinas y actividad psíquica, entre tempe-
ramentos endocrinos y caracteres individuales, entre la relación hormonal
individual y la criminalidad.
GENÉTICA
Los estudios del monje agustino Gregorio Mendel (Austria,
1822-1884) dan nacimiento a una ciencia denominada genética, la encar-
gada de estudiar los mecanismos según los cuales se transmiten las carac-
teristicas hereditarias (normales o patológicas). Mendel desarrolló las le-
-yes de la herencia (válidas para toda la uaturaleza vivientej.con base en las
observaciones nevadas a cabo al cruzar plantas (guisantes).
Los descubrimientos de la genética llamaron de inmediato la atención
de los criminólogos, quienes buscaron desde luego la posibilidad de que
cierta disposición hacia el crimen pudiera ser hereditaria.
Los primeros descubrimientos se relizaron en enfermos mentales; se
descubrió gran incidencia de parentesco consanguíneo entre los anorma-
les.
Actualmente no se puede afirmar que la existencia de una tara heredi-
taria es explicativa de la génesis del delito, dado que no es la enfermedad
o la criminalidad lo que se hereda, sino la predisposición.
Entre las corrientes que buscan en la herencia la causa criminal, existe
.hóy el in terés por estudiar cuáles son los factores hereditarios y de qué
manera influyen en la conducta criminal.
Tres métodos se han utilizado básicamente para investigar la relación
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 177

entre herencia y criminalidad: el análisis de la genealogía del delincuente,


la genealogía estadística y la investigación de gemelos.
LAs FAMILIAS DELINCUENTES
Considerando la herencia criminal, investigadores como Geill, Lund,
Dugdale, Despine, Maxwel, Goring orientaron sus esfuerzos al estudio de
familias criminales, realizando un verdadera "genealogía criminal".
Encontraron concordancias notables y demostraron que existen familias
célebres en las que la rnayorfa de sus miembros son criminales.
Sin embargo, los sociólogos alegaron que esta situación era producto
del aprendizaje al interior de la familia; es lógico que los hijos de los cri-
minales sigan el ejemplo de los padres.
La crítica más generalizada hacia estas investigaciones es que los mé-
todos utilizados no son totalmente confiables, pues el diagnóstico de debi-
lidad mental, o la calificación de "vagos" o "prostitutas" se hace con base
en referencias generalmente verbales, y en ocasiones con un siglo de dife-
rencia.
Además, el contagio social es indudable en estas familias, por ello se
buscaron nuevos métodos de investigación.
LA ESTADÍSTICA FAMILIAR
Para vencer las dificultades anteriores, varios investigadores se preo-
cuparon por usar la estadística y buscar datos más directos, así como for-
mas de comparación o control.
Goring (1919) Y Lund (1918) coinciden en sus estudios al encontrar
que la proporción de los delincuentes condenados a prisión por delitos
graves es mayor entre aquellos en los que ambos padres fueron delin-
cuentes, que entre aquellos en los que uno solo de los progenitores fue
condenado, y estos últimos son más que aquéllos sin padres con antece-
dentes criminales.é
, Rudolf Bernahardt (1930) efectuó un estudio sobre criminales y los di-
vidió en dos grupos: "a) Aquellos cuyos padres no eran criminales, pero
los abuelos y otros ascendientes sí 16 fueron, y b) Aquellos sin parientes
criminales. El resultado es que en el grupo 'a' la proporción de hermanos
delincuentes es el doble que en el grupo 'b', a pesar de que ambos am-
bientes fueron considerados 'no criminógenos'v'"
Un grupo "bastante apreciable de investigadores se dedicó a buscar ta-
ras hereditarias de delincuentes convictos y distinguió taras directas (pa-
dre-madre), y taras en general (ascendientes).
El acuerdo es general en que los reincidentes tienen más del doble de
taras hereditarias que los delincuentes, primarios.

5 HURWITZ, Stephan, Criminología, Barcelona, Ariel, 1956, pp. 84-85.


6 Ibídem, p. 90.
178 ALEYDA ÁNGELES ASTUDIllO

En otras investigaciones se ha encontrado correlación entre antece~


dentes de enfermedad mental y conducta antisocial o parasocial.
Los ESTUDIOS EN GEMELOS
Iniciaremos por recordar que existen dos tipos de gemelos:
Monocigóticos (MZ), llamados también idénticos, uniovulares, monooj,
telinos y univitelinos, producto de un solo óvulo fecundado por un esper~
matozoide.
Dicigóticos (DZ), conocidos también como fraternos, heterocigóticos ,
biovulares o bivitelinos, procedentes de dos óvulos desprendidos al mismo
tiempo y fecundados simultáneamente por dos espermatozoides.
La diferencia es básica en cuanto a que los gemelos monovitelinos tie-
nen el mismo genotipo, todas sus características hereditarias son idénticas,
por lo que las diferencias que presenten son producto del medio; los biv],
telinas por el contrario contienen una variación, una diferencia en la he,
rencia, y aunque puedan ser muy parecidos llegan a tener diferencias tan
notables como el sexo, por ejemplo.
Se había ya observado que en gemelos hay una mayor correlación en
lo que al crimen se refiere, es decir, cuando un gemelo delinquía había
mayor probabilidad de que el otro delinquiera también; esta probabilidad
era menor entre simples hermanos.
Los sociólogos negaron que ésta fuera una prueba de factor heredita-
rios, y que por el contrario era argumento a favor del medio, pues los ge-
melos tienen una educación similar y comparten el medio con más inten-
sidad que los hermanos no gemelos; aquéllos tienen la misma edad,
reciben igual alimentación, generalmente asisten a la misma escuela,
etcétera.
POPENOEpor su parte encontró un 68% de coincidencia en gemelos
monocigóticos y 38% en dicigóticos.
En 1966 el científico BURT estudió las variantes para saber hasta
dónde puede influir el medio ambiente en el comportamiento de los
individuos, llegando a conclusiones estadísticamente fundadas, en las cua-
les encontramos que es indudable la influencia hereditaria y genética en
la conducta de éstos.
ABERRACIONES CROMOSOMÁTICAS
La especie humana tiene en sus núcleos celulares un conjunto de cro-
mosomas cuyo número varía de una especie animal a una vegetal, siendo
fijo para cada una de ellas. Así, en la especie humana existen 46 cromoso-
mas, de los 23 pares, 22 se llaman autosomas; en el par número 23 están
los cromosomas sexuales o gonosomas. En cuanto a la mujer se refiere los
cromosomas sexuales son idénticos (XX), sin embargo, en el hombre la
fórmula es XV, es decir, los cromosomas sexuales son distintos.
En 1959, el investigador Lejeune detectó una aberración cromosomá-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 179

rica humana en los autosomas y la denominó "trisomía 21", comúnmente


conocida como "mongolismo"; es decir, estos seres humanos (mongoles)
poseen 47 cromosomas, esto es, uno más que los normales. Estas aberra-
ciones cromosómicas se pueden presentar en los autosomas o en los go-
nosomas. En los primeros aparecen las enfermedades mentales (debilida-
des) graves o profundas así como malformaciones somáticas acentuadas.
En cuanto a las aberraciones cromo somáticas relacionadas con lo sexual,
puede que a veces falte uno de los dos cromosomas, lo que generaría una
fórmula xo o YO. La segunda parece conducir siempre a un aborto es-
pontáneo.
En el primer caso, el embrión sobrevive alrededor de una vez sobre
40 para convertirse en un niño con apariencia femenina, con padecimien-
tos del síndrome de Turner, cuya sintomatología es: genitales externos de
tipo femenino, es decir, ausencia de ovarios sustituidos por haces fibrosos,
estatura muy pequeña, múltiples malformaciones y alteraciones en la vista,
cuello corto y escurrido hacia los hombros, implantación baja de las ore-
jas, pecho ancho, manos subdesarrolladas y pezones muy separados, útero
pequeño, etc., se da un caso por cada 5,000 hembras.
El síndrome de Klinefelter tiene la siguiente sintomatología:
a) La fórmula XXY desarrolla el síndrome de Klinefelter: el sujeto ma-
cho, bien conformado, es de estatura alta, pero sus glándulas sexuales es-
tán poco desarrolladas, hay escaso vello en el cuerpo, piernas muy largas,
caderas anchas, circunferencia torácica; aunque los demás órganos se-
xuales son normales, hay una disminuida atrofia testicular; pueden tener
relaciones sexuales, pero son estér-iles. SU IQ (coeficiente intelectual)
promedio es de 83.9
b) La fórmula XXXY presenta los síntomas anteriores pero agravados;
principalmente hay una disminución de la inteligencia, pues el promedio
de IQ es de 52.2. Ésta ha sido encontrada en las mujeres que padecen de
una variedad de debilidad mental, acompañada de una apatía particular y
de un carácter insociable.
e) En cambio la fórmula XYY ha sido encontrada en sujetos machos,
de estatura alta, agresivos y delincuentes precoces.
Estas distintas fórmulas cromo somáticas relativas a los gonosomas per-
miten distinguir dos grupos principales:
El de los sujetos con cromatina positiva que tienen más de un cromo-
soma X en su careotipo, tales como el síndrome de Klinefelter y sus va-
riantes.
Los sujetos con cromatina negativa son hombres con un careotipo
normal o un careotipo que tiene cromosomas y en exceso, y mujeres de
careotipo XO.
Con base en lo anterior y desde muchos ángulos o perspectivas, pero
180
ALEYDA ÁNGEL"'S
• c. AS' !'tJ
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siempre ton el. rigor que ca acteriza al estudio científico 1 .()
-- .,' mue loS'
g~dores"h~n_tratado ~e .enc?utra,r a~g:Llnar lación entre estas aber ln~e:."lli~
cromosormcas y la criminalidad. AS1, se han encQntrados las' . ractQ1.l~
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1aClon~s:entre a elll~cllen~lay . Lsí dr . Slgu1en'"
sm o~.e dé Klinefelterpor la -, tes r~.
na posirrva; entre la ~LOlenC1a y la presencia en el careo tipo de unCl'OU:1ai,
sorna y suplementario, lo que se traduce en una fuerte predi .c~orn .
delito, desde luego, con la necesaria presencia del factor dese~POdSlCIÓ:Q al
/ 1 '.' 1 Ilos ei . cae
esto es e1 estírnu o cruruna • pero en e os ejerce una -may l' influellC' llt"ena
en el resto de Jos seres humanos que no lo padecen. Desde lUe la qu
muy re lati
ativo, y.e como
. acab amos- d'e mencionar, deben entrar" _go, esto
-. J¡

otros factores, CO.lIlO los psicol~gicos, 16ssociológicos y los ambie:~~aiuegO


pesar de ello, existen ya menciones en procesos durante los cuales 5:S.
mostró la presencia de anomalía en los careotipos, d-
Por tanto, "la predisposición a la criminalidad es la expresión de
complejo de condiciones orgánicas y psíquicas, hereditarias; congénitas aCJl\l
. 'd q~e
q_wn·as . acentuan do. 1a~ fu. er~as natura. 1es~mstrnnvas,
. . .
egoístas yao a.•.
s~vasy debilitando a las ln~ltonas ha~: par~1(:uJal:netlteproclive al i~di.
viduo a llegar a ~er un c~lnnnal, tambu;en, bajo la Influencia de estímuias
que q edan debajo de la Iínea operante sobre la masa de los individuos"
Desde el punto de vista biológico, la predisposición debe ser con~id'_
rada <,:QIDO una potencia ce desarrollo específico, una posibilidad evoluti-
va que puede: conducir a características particulares psicoñsicas o a forma
especiales de conducta. De aqui la necesidad del estudio específico y serio
de la tipología caracterológica: criminal, partiendo, pues, de los elemento
Constitutivos de la disposición criminal.
LA CRIMINALIDAD y LOS CROMOSOMAS
El exceso de gonosomas puede originar una predisposición a los tra -
tornos de conducta, pues el sujeto afectado posee características especia
que lo hacen más sensible que el resto de las personas ante estímulos'cri-
minales de tipo ambiental. 7
ESTUDIOS ELECTROENCEFALOGRÁFICOS
A partir del invento del electroencefalógrafo (EEG) (aparato usado
para el registro gráfico de la actividad eléctrica del cerebro, por medio de
electrodos aplicados en el cuero cabelludo) se ha intentado establecer al-
guna correlación entre disfunción, irregularidad ° arritmia cerebral y en-
minalidad.
La hipótesis de Monroe es que un mecanismo común detrás de.los ~~-
sórdenes episódicos de conducta es una respuesta focal de tipo eplléptLCO
!l
, . "Revista
7 M1ARISTA, Félix José, "Conducta antisocial y aberraciones cromo~omlCas,' 1 ·u~
Relación Criminológica, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, ano I, numo ,J
lio-diciembre de 1968, p. 137.

,
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delil1cuente 181

predominante en el sistema límbico, y que gene:ralmente no se registra en


el EEG. Esta respuesta guía conductas de carácter agresivo.
Para probar la hipótesis, se trabajó ocho meses aplicando test y EEG
con un anticonvulsivo, Primidone OvIysoline). El primer resultado es la
considerable evidencia de disfunción neurológica en sujetos no considera-
dos anteriormente como neurológicamente afectados.
Ochenta de 92 sujetos presentaron anormalidades, de los cuales sólo
pueden considerarse normales 13%. Otro resultado sorprendente es que
sólo cinco sujetos presentaron anormalidades en el lóbulo temporal, gene-
ralmente considerado como un centro de agresividad.
El grupo que presenta anomalía en el EEGes más agresivo, antisocial,
conflictivo en la institución, y presenta más cicatrices y marcas de naci-
miento que el grupo "normal".
SILVERMAN (1966) encontró grandes semejanzas entre esquizofrénicos
hospitalizados por corto tiempo y reos con penas cortas de prisión; igual-
mente son similares los resultados en esquizofrénicos hospitalizados largo
tiempo y en reos con larga estancia en prisión.

3. DIRECCIÓN
PSICOLÓGICA
O PSIQUIÁTRICA
PINEL.Hacia fines del siglo XVIII,cuando nacía la psiquiatría, este mé-
dico fundó el Hospital Psiquiátrico de Carenton, el primer hospital para
enfermos mentales. Antes de éste, los enfermos mentales eran recluidos
con otros individuos antisociales o con otro tipo de enfermos. Pinel inicia,
con actitud científica, el estudio de la locura moral. Él afirma que existen
determinadas personas perfectamente normales, excepto en su capacidad
para distinguir el bien o el mal. La idea de lo positivo o de lo negativo no
existe en ellos, o bien existe en forma elemental. Esto es lo que se conoce
como psicopatía. Asimismo, Pinel da las bases para clasificar a los delin-
cuentes en: a) delincuentes sanos mentalmente; b) delincuentes que pade-
cen una enfermedad mental.
Dentro de esta clasificación se establece que los primeros quedan cir-
cunscritos dentro del Derecho Penal; presentan una posibilidad de reso-
cialización, y se puede, mediante una terapia adecuada, disminuir su peli-
grosidad criminal, pues las esferas de su personalidad son normales. En
cambio, el enfermo mental se encuentra fuera del Derecho Penal; casi no
no tiene posibilidad de resocialización, y la peligrosidad criminal está en
aumento constante.
Esquirol, por su parte, es el primero en elaborar el concepto de esqui-
zofrenia y el primero en hablar de alucinaciones. Cesar Lombroso es el
pr imero en estudiar la epilepsia y, dentro de ella, a la personalidad epi-
léptica, enfermedad en la que notó gran cantidad de agresividad (en espe-
cial en el caso Misdea).
182 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Entre las psicosis maniaco-depresivas, se ve tendencia a la delincuen~


cia. En los maniáticos hay inclinación hacia el fraude (delitos contra la
propiedad); en el depresivo, el homicidio y el suicidio altruista.
Entre las llamadas personalidades psicopáticas, se encontró alta la
proclividad al delito, con fuertes componentes hereditarios. He aquí la re-
lación entre la enfermedad mental y la conducta del hombre delincuente.
En la actualidad se habla de la "tendencia hereditaria morbosa" (ten~
dencia hacia las enfermedades psicosomáticas de una herencia); de la
tendencia hacia las enfermedades psicopáticas; una tendencia hacia el al-
coholismo. Se puede saber si el delincuente tiene antecedentes de: a) en-
fermedades mentales; b) prostitución; e) alcoholismo y toxicomanía, y
d) traumatismo.
En el terreno de la psiquiatría son tres los grandes pensadores que
han intentado explicar la conducta criminal: Sigmund Freud, Carl Jung y
Alfred Adler.
Para Freud, el individuo es delincuente porque posee un rasgo carac-
terístico que lo separa del no delincuente; se debe a que una frustración y
una agresividad le provocan un profundo sentimiento de culpa. Se siente
culpable e inconscientemente trata de castigarse al pasar al hecho delicti-
vo, con lo que siente un gran alivio. La teoría psicoanalítica trata de expli-
car una gran parte de la criminalidad mediante los sentimientos de culpa-
bilidad que engendra el complejo de Edipo. Para eliminar su sentimiento
de culpa, el ego buscará el castigo, y dado que éste resulta del crimen,
este último será cometido. Se trata del llamado crimen por autocastigo al
cual se refiere Freud (1915) en su artículo "Criminales por sentimiento de
culpabilidad", en donde demuestra que el sentimiento de culpabilidad
(de origen edípico inconsciente) precede a ciertos crímenes.
Alexander y Staub (1931) describieron un cierto número de indivi-
duos nerviosos o desequilibrados que viven al margen de las leyes y códi-
go usual de honor, que se comportan como enemigos de la sociedad o
como perversos e inclusive como tipos "originales" o "excéntricos", con el
fin (de manera muy consciente o sin ninguna conciencia) de hacerse re-
prender, de ser malvistos, inclusive de ser castigados por su familia, sus
allegados, sus jefes, incluyendo la posibilidad de ser condenados por los
tribunales, para colocarse enseguida como víctimas .frente a ellos mismos
o frente a otros.
Para Alfred Adler esa realidad -el complejo edípico- no lleva al in-
dividuo a sentirse culpable, pues cuando el sujeto desea a la madre, es por
un deseo de poder, para adquirir cosas y. por lo mismo, al padre lo ve
como un enemigo que no le permitirá alcanzarlo. En muchos individuos,
esto provoca una gran ansiedad de poder que los lleva a cometer delitos.
Adler también analiza el concepto de frustración, así como el llamado
complejo de inferioridad (que él mismo vivió), mismo que puede conducir
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatol _ .
oglas del delincuente
183

a .la agresividad negativa. La lucha por la superioridad _"ser hombre si~-


nlfica estar atormentado por sentimientos de inferioridad Y tender hacia
situaciones de superioridad"- imprime el carácter original en la agresivi-
dad de estos individuos.
Cuando el individuo se hace consciente de su debilidad -manifiesta
Adler-, trata de compensarla. Estas tentaciones conducen con frecuencia
a una supercompensación, es decir, a excesos en el sentido opuesto a
aquel en el cual la inferioridad es la más evidente. La importancia de esta
tesis para la criminología es que el complejo de inferioridad puede con-
ducir a cometer un crimen, ya que es uno de los mejores medios para lla-
mar la atenciéri, para convertirse en el centro de interés, y compensar así
la inferioridad personal. Según este mismo autor, la frustración también
conduciría a la agresión, es decir, que aquélla se traduce en una alteración
emocional que provoca la agresividad; en este caso la delincuencia será
consecuencia de ello.
Por su parte, Jung plantea la existencia del subconsciente colectivo.
Explica que nuestros actos es~án motivados por una serie de vivencias
anteriores a nosotros y que son subconscientes. Habla de los sujetos que
han adquirido, a través de la tara hereditaria, una regresión, un atavis-
mo gigantesco, de generaciones pasadas y que los conducen al hecho de-
lictivo.
Otra explicación dada por la psicología es la de la ausencia del super
yo (Alchorn, 1925); esta teoría fue más tarde desarrollada por Alexander y
Staub, quienes distinguieron cuatro tipos de criminales: a) El tipo neuróti-
co cuyos actos delictivos tienen con frecuencia un carácter compulsivo y
son realizados bajo la presión de móviles inconscientes (sentimientos de
culpabilidad, por ejemplo); b) Aquellos que cometen crímenes a conse-
cuencia de procesos orgánicos destructivos, tóxicos y otros (por ejemplo,
los idiotas, los individuos que padecen enfermedades mentales orgánicas,
los alcohólicos y los toxicómanos); e) Los criminales normales, no neuróti-
cos, como los vagabundos, los mendigos, los gansters, los criminales pro-
fesionales, los carteristas, etc., y d) Los criminales verdaderos y que care-
cen de super ego.
Otra hipótesis sobre la criminalidad es "la ausencia del sentimiento de
comunidad; todo crimen constituye un daño intencional hacia los demás
en provecho de una ventaja personal". Es evidente que los criminales son
individuos en quienes el interés social y los sentimientos comunitarios no se
presentan o no están suficientemente desarrollados. Es, generalmente, el
resultado de un defecto de educación durante el proceso de socialización
(neurosis y criminalidad). Según los psicoanalistas, la neurosis difiere fun-
damentalmente del crimen en que la primera permite al sujeto del Edipo
guardar latentes, de manera eridoplástica, las tensiones agresivas, mien-
184 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

tras que en el futuro criminal, estas tensiones se vuelven exoplásticas y se


desarrollan hasta ser vividas y concretamente realizables. Otros distinguen
entre neurosis clásica (neurosis de alarma, obsesivas, histéricas y de angus_
tia) y las neurosis conflictivas caracterizadas por el "conflicto neurótico
que se deriva de una actuación conflictiva más o menos compleja y se rela_
ciona con un comportamiento descrito, con frecuencia antisocial".

4. DIRECCIÓN SOCIOLÓGICA

Los primeros estudios de sociología criminal se remontan a la escuela


cartográfica o geográfica, cuyos promotores han sido Guerry y Quetelet.
Desde 1850, la escuela socialista de Marx y Engelsd sostuvo que la crimi-
nalidad está en función de las condiciones económicas. Algunos años más
tarde, con Lombroso y la escuela positivista italiana, el enfoque biológico
dominó casi exclusivamente las investigaciones criminológicas durante dos
décadas. Las críticas dirigidas a la doctrina lombrosiana incitaron a su dis-
cípulo Ferri a intentar la síntesis entre los factores individuales y sociales.
Todos los crímenes -explica Ferri- son la resultante de las condiciones
individuales y sociales. La influencia de esos factores es más o menos
grande según las condiciones locales particulares.
La dirección sociológica en criminología subraya la importancia de los
factores socioculturales y su papel preponderante en la etiología criminal.
En el estudio de la socio-crimino génesis pueden distinguirse dos tenden-
cias ligeramente diferentes. La criminología sociológica de la ex Unión So-
viética afirma, siempre siguiendo a Marx y a Engels, que la criminalidad
es un fenómeno esencialmente económico. En los Estados Unidos, por el
contrario, se tiende a minimizar la importancia de los factores socioeconó-
micos, y se da mayor importancia a los factores socioculturales; se observa
el modelo cultural del aprendizaje, el conflicto de cultura y subculturas en
los delincuentes.
Ferri considera como factores sociales la densidad de población, la
opinión pública, los usos y costumbres y la religión. Con el mismo criterio
se refiere a la familia, al nivel de enseñanza, al grado de industrialización,
al de alcoholismo, pero para que dichos factores fueran completos, sería
necesario analizar además las condiciones de la vida económica y social, el
funcionamiento de las administraciones públicas (judicial, política, policia-
ca, penitenciaria). Se trata, en definitiva, de tomar en cuenta todas las co-
rrientes colectivas que actúan sobre el individuo.
Por su parte, Edwin Sutherland, en su teoría de la "asociación diferen-
cial", nos explica que el comportamiento criminal es aprendido, no here-
ditario. Es aprendido en el contacto con otras personas por un proceso de
comunicación verbal en su mayor parte, o bien, por ejemplo en el cine, en
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatol oglas
' d e l d e liincuente 185

los p:ri?dicos. Dicha formaci~n cri~inal comprende: a) La et_lseñanzade


las te~nIcas para co~eter ~~ InfraCCIón, a veces muy cornplej~ y. a vec~s
muy simple; b) La orientacion de los model s, e las tendenCIas irnpulsi-
vas, de los razonamientos y de las actitudes. La orientación de los móviles
y de las tendencias impulsivas está en función de la interpretación favora-
ble o desfavorable de las disposiciones legales.
El individuo se convierte en criminal cuando se dan las interpretacio-
nes favorables. Esto es lo que constituye el principio de la asociación dife-
rencial, principio que se aplica a las asociaciones criminales así como a las
asociaciones anticriminales, y se aplica igualmente a las fuerzas que actúan
en sentido contrario. Aquellos individuos que se convierten en criminales
lo hacen porque están en contacto con modelos criminales y porque no
tienen bajo sus ojos modelos anticriminales; cada individuo asimila inva-
riablemente la cultura del medio ambiente, a menos que otros modelos
vengan a abrir brecha en él. El principio de la asociación diferencial supo-
ne que las asociaciones que son neutras, en lo que concierne a la crimina-
lidad, tienen un efecto nulo o muy débil sobre la génesis del comporta-
miento criminal.
Las asociaciones diferenciales pueden variar en cuanto a la frecuencia,
la duración, la anterioridad e intensidad. Dicho de otra manera, las aso-
ciaciones con comportamiento criminal o anticriminal varían según esas
modalidades.
La formación criminal, por asociación con modelos. criminales o anti-
crimiales, pone en juego los mismos mecanismos que son aplicados en
cualquier otra formación. Inversamente, eso significa que la formación cri-
minal no se adquiere solamente por imitación. Aquel que es atraído, por
ejemplo, aprende el comportamiento criminal por asociación, pero ese
proceso no será normalmente descrito como un proceso de evolución.
Numerosas críticas ha recibido esta teoría:
1) No explica el origen de la criminalidad, pues la criminalidad debe
existir antes de ser aprendida por cualquier otro. ¿Por qué actúa el pri-
mer criminal? 2) No explica los crímenes pasionales o accideritales. 3) No
explica los crímenes cometidos por individuos que no tenían asociación
con criminales o modelos criminales. 4) No explica los casos de aquellos
que viven en un ambiente criminal, pero que no se convierten en crimi-
nales. 5) No hace distinción entre la conducta delincuente y la conducta
no delincuente, puesto que los dos tipos de comportamiento pueden
ser aprendidos. Una persona puede convertirse en dentista o católico
como resultado de la asociación diferencial. 6) No toma en consideración
el factor psicológico de motivación o "el modelo de reacción diferencial".
7) No explica de manera satisfactoria la tasa diferencial de la delincuen-
186 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

cia según la edad, el sexo, la urbanización y la pertenencia a un grupo mi-


noritario.e

5. LA VICTIMOLOGÍA COMO CORRIENTE DE LA CRIMINALIDAD


En nuestro país el aumento del delito es una realidad ineludible; eso
nos dicen las cifras que día a día proporcionan las diversas procuradurías
generales de los estados; las estadísticas no terminan por precisar el ver-
dadero número de delitos cometidos día a día en nuestro país.
Hoy existe la preocupación por evaluar el aumento o disminución del
crimen a través de las víctimas.
En el análisis del delincuente, de su potencial, está debidamente com-
probado que cualquier persona puede convertirse en víctima. Todo sujeto
que se propone cometer un delito, debe encontrar una víctima que se en-
cuentre indefensa y que le sea accesible.
La selección de víctimas juega un papel circunstancial, así como el há-
bitat, su empleo, las costumbres cotidianas. En algunos delitos, las
víctimas son escogidas por el sexo o por la edad o bien por el área en que
transitan, por los transportes que utilizan para trasladarse.
El estudio de la víctima en. estos tiempos juega un papel de suma im-
portancia para conocer "el lugar de los hechos". Mismo que sirve para te-
ner una idea de la gravedad del hecho punible. Los diversos delitos susci-
tados en zonas fronterizas, donde abunda el narcotráfico, el tráfico de
contrabando y desde hace diez años las muertes de las mujeres de J uárez
(cuyo móvil hasta la fecha no ha podido detectarse), son de materia fede-
ral; los delitos cometidos en territorio de las entidades federativas, las más
de las veces son del fuero común.
El lugar donde ocurre el hecho es un elemento para conocer el grado
de participación de una víctima en el delito. Si no se halla presente al-
guien en la calle, en algún lugar público, en el hogar, en un expendio o
en cualquier otro sitio, el asesino, el secuestrador, el ladrón no tendrá víc-
tima. Si no hay nada de valor- en el interior de una residencia, no entrará
nadie en ella con el-afán de buscar algo que robar.
El estudio victimológico nos revela el comportamiento culpable de la
víctima, estimulando, facilitando o agravando la lesión al bien jurídico. De
tal manera que debe realizarse una distribución de víctimas entre los di-
versos grupos sociales o por origen, credo, raza, etcétera. De lo que se
confirma con la creciente ola de crímenes es que si una persona vive, tra-
baja o acostumbra divertirse en una zona altamente delictiva, sea cual sea

8 AMARISTA, Félix José, "Conducta antisocial y aberraciones cromosómicas", Revista


Relación Criminológica, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, año 1, núm. 1, ju-
lio-diciembre de 1968, p. 137.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 187

su religión, raza, color, sea de Guerrero, del Distrito Federal o de Jalisco,


tendrá muchas probabilidades de ser víctima de un delito; para el delito no
existe una ciudad o zona rural det~rminada. Es cierto que en las grandes
ciudades la incidencia de delitos se acrecenta, y todos los individuos de
nuestros país tendrán las misma probabilidades de ser víctimas de un de-
lito. Por lo tanto, hoy la etiología del delito quedaría incompleta si no
realizamos un análisis, si no realizamos la incorporación de la victimología
como génesis del delito.
En diversos códigos penales se establece que "el juez fijará las penas y
medidas de seguridad que estime justas y procedentes dentro de los lími-
tes señalados para cada delito, con base en la gravedad del delito y el gra-
do de culpabilidad del agente, teniendo en cuenta:
"IV. La forma y grado de intervención del agente en la comisión del
delito, así como su calidad y la de la víctima u ofendido ... ".
Esto significa que, basado en el hecho y sus circunstancias, el juez de-
berá aislar la parte que le corresponde a la víctima (ofendido) para cono-
cer su personalidad, es decir, sus fines, los motivos de su conducta.
Si esto es así, entonces debe hacerse un estudio de la víctima, muy se-
mejante al que se hace del ofensor. Desde el inicio mismo de la acusación
(denuncia o querella), comenzando con su acción u omisión, si éstas fue-
ron dolosas o culposas, ya que la víctima pudo haber provocado dolosa-
mente (con toda intención o probablemente sin ella, puesto que nadie
querría que lo asaltaran o que lo violaran) al ofensor, al grado de llevarlo
a actuar, o bien lo hizo de manera inconsciente o imprudencial, por la fal-
ta de cuidado, lo que hará notar más culpabilidad en el autor del hecho
punible.
Analizado el comentario anterior y considerando que la víctima es un
activo participante en las circunstancias de un evento considerado delic-
tivo, esa contribución involuntaria ~ la dinámica de la situación justifica
investigar el papel que la víctima ha jugado. Muchas víctimas pueden des-
cubrir las circunstancias que anuncian el delito, mismo que los investiga-
dores policiacos usan como antecedentes de las relaciones víctima-ofensor
en todo crimen.
Es importante analizar las clásicas formas de inquirir, ya que están ín-
timamente estructuradas con las acciones del delincuente, por lo tanto, re-
sulta interesante analizar si la víctima: a) Conocía al ofensor, existía entre
ellos alguna relación o parentesco; b) si estaba armada la víctima; e) si la
víctima se conocía como persona agresiva.
Una relación previa entre la víctima y el ofensor no prueba la partici-
pación activa de aquélla en las circunstancias anteriores al delito, pero sí
revela una potencial contribución en dicho evento. Los menores pueden
proporcionar información del crimen cometido contra ellos por parte de
188 ALEYDA ÁNGELES ASTU,DILLO

parientes o amigos. Las mujeres contribuyen al delito porque algunas de


sus relaciones repentinamente van de lo normal a lo anormal.
Los amigos de la víctima y del ofensor pueden proporcionar una
abierta colaboración en el desarrollo de las investigaciones del delito,
cuando la víctima está deprimida, emocionalmente perturbada o triste.
Estas últimas buscan nuevos amigos y uniones casuales al calor de las co-
pas con compañeros, prostitutas, homosexuales, amigos de ocasión o per-
sonas que encuentran en su camino.
Una clara participación de la víctima se ve en el homicidio ocurrido
durante una riña, cuando fallece el provocador, puesto que en su voluntad
dolosa fue encaminada a provocar el hecho que concluyó con su muerte.
Manzini manifiesta: "El hecho doloso del ofendido puede tener carác-
ter activo u omisivo y ser además preexistente, simultáneo o posterior al
hecho del culpable"." Es decir, que sea cometido con la intención de pro-
ducir o de contribuir a producir el evento.
De tal manera, si ponemos especial interés a la realidad, percibiría-
mos esa extraña, complicada y a veces inexplicable relación entre ofensor
y víctima. Por desgracia, falta mucho camino por recorrer en materia de
pruebas. La mayoría de los jueces carecen de conocimientos, ya no diga-
mos en victimología, sino en criminología en general. Por ello su aprecia-
ción va más a lo objetivo que a lo subjetivo y no les permite observar el
papel que corno factor desencadenante juega muchas veces la víctima del
delito.
Por otro lado, los proyectos definitivos de códigos penales han esta-
blecido una disminución de pena tomando en cuenta la innegable menor
cantidad del hecho punible (por la participación del sujeto pasivo y de la
consecuente menor responsabilidad del culpablej.!?
David Abrahamsen dice que "sólo en muy raras ocasiones la mente
humana se encuentra obsesa por el impulso total a matar. Por el contra-
rio, según mi experiencia, en muchos casos, el homicidio es provocado o
estimulado inconscientemente por la víctima. Corno discípulo de Freud,
creo firmemente que la personalidad del asesino carga un torbellino de
emociones almacenadas desde la infancia. Cuando estas emociones por lo
general reprimidas, son provocadas, avivadas, agitadas o activadas, la
persona, sobre todo si se encuentra en un estado particular de excitación
o de frustración, se vuelve violenta. y de este modo, una persona en apa-
riencia normal y equilibrada, es poseída de pronto por el irnp'ulso de
rnat.ar"."!

9 Cito por NIEVES, H., El comportamiento culpable de la víctima, Universidad de Córdoba,


Argentina.
10 NIEVES, Héctor, op. cit., p. 66.
11 AsRAHAMSEN, David, La mente asesina, México, FCE, 1976.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicop toloc-r . 189
a o ogias del delIncuente

Es la sinergia e~tre el asesino y su víctima la que se ha tratado de ex-


poner del modo mas explícito ante los diversos tribunales. Al.respecto se
debe reco~oce: q~e hasta la fecha los esfuerzos han sido notoriamente nu-
los. Toda institución legal -la instrucción 1 acusación, el abogado de-
fensor, el juicio, la sentencia y el encarcel~m~ento- integran un sistema
definido rígidamente en nombre de la ley. Pero la justicia, la equidad, o
~or:n0se pre,?era. llaIl_larle,la equidad, sólo llegará cuando se conozca no
unIcamente. la hIstor~a ~e~caso" y no sólo el expediente, cuando verd.ade-
ramente se Juzgue al irtdividuo delincuente corno ser humano en la diver-
sidad de sus facetas; la psique inconsciente del homicida que libera el senti-
miento de culpa que surgirá de un acto comúnmente denominado
deliberado .
.En nuestro país no se enfrenta al problema de la delincuencia desde
el punto de vista científico, mas por los aspectos emotivos -en justicia
muy necesarios-, resultaría interesante conocer otro enfoque de la victi-
mología. El caso del comportamiento no culpable de la víctima es aquel
que conlleva, desde mucho tiempo atrás, la reparación del daño, la resti-
tución de la cosa perdida, el apoyo al sujeto pasivo o -cuando esto no es
posible- a sus familiares victimizadQs.
La reparación del daño ha transitado desde el pago directo a la vícti-
ma o, en su caso a los familiares, a través del equivalente en mercancía;
hoy algunos códigos penales consideran tanto la restitución de la cosa
obtenida por el delito "y si no fuera posible, el precio del pago de la mis-
ma"; la indemnización del daño material y moral causado, y el resarci-
miento de los perjuicios obtenidos". Elevándose, incluso, a nivel constitu-
cional, entre los derechos de la víctima o del ofendido se incluye recibir
asesoría jurídica para los efectos anteriores.
Es importante que el sistema judicial de nuestro país considere la vic-
timología como un método para prevenir los delitos y la criminalidad en
nuestro país.

B) ESTUDIO, DIAGNÓSTICO y TRATAMIENTO


DEL DELINCUENTE, SU CONDUCTA
y DE LA PERSONALIDAD ANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA

Detenidos.-La tarea psicológica consiste en un estudio de personali-


dad que utiliza como técnica la entrevista focalizada para atenuar situacio-
nes de estrés y angustia tan frecuentes cuando un individuo vivencia las si-
tuaciones de encierro. La atenuación de la angustia previene cuadros
depresivos agudos (suicidios), conductas autodestructivas (marcarse, cor-
tarse), así como situaciones de pánico y agresividad hacia otras personas.
Quiroz Cuarón manifiesta que estamos convencidos de que el Derecho
Penal se vigoriza y se vuelve más fecundo en cuanto se deja influir, pe-
190 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

netrar por disciplinas criminológicas. El Congreso de Derecho Penal en


Palermo fue designado por Carnevale como "el congreso del juez" pOr
cuanto que éste necesita del concurso de las disciplinas médico-biológicas ,
y sociales para el desempeño eficaz de su alta función. El Congreso del
Derecho Penal de Roma, de 1938, se dedicó al estudio de la personalidad
del delincuente; tema que en 1939 recoge el Congreso Latinoamerica_
no de Criminología, verificado en Santiago de Chile; después cada país,
incluyendo el nuestro, en reuniones científicas y en las aulas destacó la
importancia del hombre y su estudio. Ya Franz Von Liszt hacía notar que
no es al hecho delictuoso sino al autor a quien se castiga, y E. Ferri enfati-
zaba después su interés hacia el autor del delito: el hombre.
Este tema tiene una pequeña pero brillante historia -en lo teór'ico-c.,
en México. El Código de Organización y Competencia y Procedimientos
Penales de 1929, en su artículo 234 disponía: "Inmediatamente que un
funcionario tome en conocimiento un hecho delictuoso dispondrá que se
haga el examen psico-fisiológico, tanto del sujeto como de la víctima". y
el artículo 265 complementaba esta disposición: "Si el cargo fuere de tal
naturaleza que justificare la detención de la persona, la Policía Judicial or-
denará que en ese preciso momento sea examinado por médicos legistas
para que rindan dictamen acerca de su estado psico-fisiológico y se reca-
ben todas las pruebas posibles sobre las circunstancias personales, género
de vida, condiciones económicas, sociales y familiares del detenido".
Ambas disposiciones son acertadísimas y seguramente se adelantaron a su
tiempo siendo, probablemente, uno de los primeros ordenamientos jurídi-
.cos que las estableció, cuando hemos visto que en el Congreso Internacio-
nal de Criminología, verificado en París en 1950, el estudio individual de
la personalidad del infractor es del dominio de la criminología, y más
precisamente, de la criminología clínica. El paso importantísimo de la Le-
gislación de 1929, además de complementar la función penal, fue el de
establecer que el estudio se verificara desde el preciso momento en que el
sujeto entrara en contacto con el Ministerio Público o con la Policía Judi-
cial, es decir, desde antes del juicio, desde el inicio del periodo de inves-
tigación a través del cual, por ejemplo, desde el primer momento se po-
dría establecer la enfermedad mental del sujeto o su estado pasional, pero
además, adelantándose a la victimología, exigía también el examen de la
víctima. 12
Una vez hecho el análisis de los diferentes trastornos de la personali-
dad, en el presente capítulo analizaremos los trastornos de la conducta y
de la personalidad ante la averiguación.
Cuando en la diligencias de la averiguación previa aparezca que hay

12 QUIROZ CUARÓN, Alfonso, Medicina forense, México, Porrúa, sa. ed., 1996, pp. 863-864.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 191

motivos fundados para sospechar que el inculpado ha ejecutado el delito


hallándose en los estados de inimputabilidad que menciona el artículo 17
del Código Penal.P el funcionario del Ministerio Público ordenará su in-
ternación en un establecimiento adecuado en el cual se pondrá a disposi-
ción de la autoridad jurídica.
Cuando un enfermo mental comete un delito debe aplicarse una me-
dida de seguridad que considera la reclusión en un manicomio o departa-
mento especial por todo el tiempo necesario para su curación, y no es po-
sible aplicar esa medida sin que lo pida el Ministerio Público. De tal
manera que cuando éste tenga conocimiento de que un enfermo mental
ha cometido un delito, debe acudir al perito en psiquiatría para que éste
dictamine lo siguiente:
• Si la persona es o no un enfermo mental (loco, idiota, imbécil o ten-
ga cualquier otra deficiencia mental).
• Si debe ser sometido a tratamiento psiquiátrico.
El Código Federal de Procedimientos Penales dispone que si aquel a
quien se le imputa un hecho delictuoso es un enfermo mental, el agente
del Ministerio Público habrá de practicar la averiguación previa y, natu-
ralmente, satisfacer los requisitos que establece el artículo 16 constitucio-
nal para poder ejercitar la acción penal y el juez esté en aptitud de cono-
cer la situación jurídica planteada, en esta situación, el artículo 495 del
mencionado código contempla: "Tan pronto como sospeche que el incul-
pado esté loco, idiota, imbécil, o sufra cualquier otra debilidad, enferme-
dad o anomalía mental lo mandará examinar por peritos médicos, sin
perjuicio de continuar el procedimiento en la forma ordinaria. Si existe
motivo fundado, ordenará provisionalmente la reclusión del inculpado en
manicomio o departamento especial" .14
En lo anteriormente expuesto se observa que la participación del peri-
to médico en materia psiquiatría es determinante para resolver si el incul-
pado se encuentra con deficiencia mental o bien cometió el ilícito hallán-
dose en tales circunstancias, y una vez que el representante social se
ilustre con el dictamen correspondiente, tendrá una base para solicitar al
C. Juez la aplicación de la medida de seguridad que, como ya hemos vis-
to, consiste en la reclusión en manicomio o establecimiento especial hasta
la completa curación del enfermo.
Colín Sánchez expone: "Si la anomalía mental ('trastorno mental' o
'desarrollo intelectual retardado') es una causa excluyente del delito, lo
que en otros términos se traduce en ausencia de imputabilidad, no se jus-
tifica, jurídicamente hablando, ni puede esperarse que bajo semejante su-

13 Código Penal para el Distrito Federal.


14 Código Federal de Procedimientos Penales.
192 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

puesto una persona responda de su proceder, por indebido que sea; Por
ello, invocando al docto jurista de inolvidable recuerdo, Ignacio Villalo_
bos, considero que si alguien, en las condiciones anotadas, cometió un de.
lito, habrá de ser consignado tal y como se indica en nuestra legislación,
para que en esas condiciones el juez le tome la declaración 'preparatoria y
también, durante el término de setenta y dos horas, dado el caso, practi-
que careos y otras diligencias más, en las que habrá de intervenir el enaje_
nado mental, creándose con ello una erdadera competencia entre dicho
sujeto y la serena majestad del juez, para concluir, seguramente, cuál de
las dos enajenaciones mentales es mayor.!"
Es importante la realización de un peritaje psicológico independiente-
mente de que el individuo carezca de urr deficiencia mental diagnosticada,
puesto que si para comprender la capacidad de conocimiento y la capaci-
dad de motivación que son presupuestos existenciales para determinar la
imputabilidad del sujeto activo del delito, el juez debe someter a éste a un
diagnóstico psícofísiolégico para determinar si el sujeto activo efectiva-
mente tenía la capacidad de comprender la antijuricidad de la norma y
tenía la voluntad de cometer el hecho ilícito. Solamente se podrían deter-
minar estos aspectos subjetivos a través del análisis de la personalidad del
individuo, porque, como ya lo analizamos anteriormente, puede existir
una causa que invalide la capacidad de comprensión y la voluntad del de-
lincuente, que en muchas ocasiones ni el autor del ilícito tiene conoci-
miento. El juez no puede determinar por simple analogía la capacidad y
la voluntad del individuo en cuestión, puesto que para ello necesitaría el
dictamen correspondiente expedido no sólo por un perito en psiquiatría o
psicología, también es necesaria la intervención de otros peritos en dife-
rentes ramas, tales como un médico clínico, quien debe proporcionar un
historial clínico en donde se especifique que el individuo no padece algu-
na enfermedad psicosomática o endocrina; también es necesario el dicta-
lTIeD de un trabajador social quien determinará las causas socioeconómicas
del tndividuo, para que_ con: la opinión profesional se realice un diagnós-
tico provisional, --mismoque se revalorará para así otorgar un diagnóstico
final y poder iniciar en el momento procesal oportuno la individualiza-
ción de la pena para otorgar una sentencia justa apegada a la legalidad.
DIAGNÓSTICO
El enfoque interdisciplinario del caso concreto considera que la peli-
grosidad no la da la gravedad del delito sino las características de la per-
sonalidad del delincuente, las características del ambiente en que vivió el

15 COLÍN SÁNCHEZ, Guillermo, Derecho mexicano de procedimientos penales, México, Porrúa,


I8a. ed., 2002, pp. 829-830.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. AIlálisis de las psicopatologías del delincuente 193

sujeto autor del crimen, y de ambos factores: hombre y llledio, sujeto Y


ambiente, el "yo y sus circunstancias".
Con base en la teoría de la personalidad criminal, se bu.scarealizar el
estudio clínico del delincuente, sin percler de vista que aquélla sigue siendo
una hipótesis de trabajo, JI como tal difícil en su roan~jó. Lo estadios que
se siguen en dicho estudio son: 10) la observación del individuo concreto,
y 2°) la interpretación de lo que en él se observa. Con el primero se trata
de reunir el mayor número posible de datos sobre el sujeto que se estudia,
examinado por especialistas en medicina, psicología, psiquiatría, derecho
y sociología.
En segundo término, esos datos reunidos e interpretados dan lugar al
diagnóstico del estado del sujeto, tanto en su intensidad corno en su géne-
sis. Sobre estos datos se elaborará un pronóstico (predicción de la conduc-
ta futura del individuo) para llegar al tratamiento.
Tod~ tratamiento es individual, pues nos ocupamos de un caso con-
creto, y con aquél se busca la depuración no sólo individual sino también
social (modificación del ambiente familiar, escolar, etc., en que ha de mo-
verse el individuo). Con ello se persiguen dos fines: uno práctico, la reso-
cialización del individuo, y otro científico: la investigación de la personali-
dad del criminal.
Al requerir un diagnóstico de conjunto se hace necesaria la colabora-
ción de personal interdisciplinario, es decir, de profesionistas en diversas
ramas para formar un equipo, en el que principalmente participan: un
médico, un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social y un abogado.
Cada uno de estos profesionales tiene encomendada una tarea específica.
Al médico le corresponde realizar el examen anatómico y fisiológico, pero
orientado preferentemente hacia el encuentro de enfermedades que pue-
dan influir en el aspecto delincuencial, ya sea de carácter genético o endo-
crino, sin perder de vista el estudio de las correcciones psicosomáticas,
para conformar la historia clínica del individuo. Al psicólogo le correspon-
derá abocarse al estudio de la estructura de la personalidad del individuo,
a través de los diversos tests (de inteligencia, de personalidad, de orienta-
ción profesional, etc.). Al psiquiatra le corresponde el estudio de los casos
de los delincuentes considerados como anormales. Al trabajador social le
corresponde reconstruir la historia externa del delincuente, a través de
la observación del medio en que ha vivido y de los distintos grupos socia-
les a los que ha pertenecido. Al jurista o abb.g~do le orresponde~á el aná-
lisis de la sentencia, marco legal de referenc a. ~l,cual ha
tratamiento. Pero todos ellos deben tener irta V1SlOn
=
sl_lJetarseel
de conjunto, de equi-
po, de su respectiva tarea con los dem~s.' es d cir, debe exis~ir una inte-
rrelación entre los profesionistas paruCl'p.antes y ~ruzar la lnfo:mación
que se tenga. No se trata de conservar VISIOnesunIlaterales o dejarse in-
194 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

fluir por su formación profesional, pues esto traerla como consecuencia la


inutilización del trabajo en equipo.
Una vez que han concluido el estudio, los especialistas procederán, Se-
gún sus resultados, a establecer el diagnóstico del estado del individuo. y
antes de elaborar el diagnóstico total, se plantean los diagnósticos parcia_
les relativos a los componentes del estado psicológico, como son el de la
capacidad o inductividad a la criminalidad y el de la adaptabilidad social.
El primero se construye, sobre los estudios del egocentrismo, labilidad,
agresividad, habilidades e indiferencia afectiva y social. Ambos diagnósti_
cos serán analizados, según dos vertientes: la fenomenológica (modo de
aparición del estado del individuo y gravedad del mismo)' y la etiológica
(causas de tal estado); este análisis dará lugar a los diagnósticos parciales
sobre la capacidad del criminal y sobre la adaptabilidad social, los que a
su vez darán, al unirse, el diagnóstico definitivo.
En el diagnóstico final o definitivo se mostrará qué factores crimi-
noimpelentes y qué factores criminorrepelentes operan en la conducta del
sujeto sometido a proceso o procesado. El trabajo será doble: disminuir
los primeros y reforzar los segundos. Pero hay ocasiones en que ciertos
factores criminoimpelentes son demasiado violentos, o por su propia na-
turaleza, difíciles de atacar (una anomalía mental, personalidad psicopáti-
ca), en estos casos. es mejor reforzar los factores criminorrepelentes.
El diagnóstico es una interpretación de primer grado, sin embargo, es
necesario buscar una interpretación de mayor nivel y profundidad, como
es el pronóstico de comportamiento del individuo estudiado. Respecto a
la elaboración del mismo, .se emplean diversas técnicas. Una está basada
en el diagnóstico, otra, corno la tabla de pronóstico en el último análisis,
se sigue apoyando en datos suministrados por el diagnóstico, por tanto,
pueden ser manejadas por un equipo clínico.
Es necesario manifestar que estas técnicas, a pesar de su depuración
constante y de la búsqueda de su perfeccionamiento, no pueden dar un
pronóstico irreprochable en virtud de que la topografía o mapa mental
del ser humano es sumamente compleja y por lo tanto es imposible de
pronosticar con total certeza. Sin embargo, unida a otras técnicas y recur-
sos puede proporcionarnos excelentes resultados.
TRATAMIENTO
Una vez elaborado el diagnóstico y el pronóstico, nos quedan por
analizar los plaIlte:amientos respecto al tratamiento, el cual debe ser indi-
vidualizado, concreto. Desde el puntó de vista de la conducta criminológi-
co-clínica, se 'entiende por tratamiento "la acción individual sobre el de-
lincuente para tratar, para intentar reeducarlo y modelar su personalidad
con el fin de apartarlo de sus actos delictivos. En todo tratamiento, la co-
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 195

laboración del delincuente es indispensable e importante, pues debe com-


prometerse con su propia rehabilitación".
El tratamiento se desarrolla en dos formas: a) un cuadro externo que
se da en toda una serie de instituciones intermedias entre la prisión y la
libertad absoluta, como son los métodos de condena condicional; b) el tra-
tamiento institucional. Este último es el procedimiento más antiguo y el
más utilizado por su seguridad, en cuanto a delincuentes con graves ano-
malías psicopáticas. Desde luego que tiene también sus inconvenientes
(contaminación carcelaria, reincidencia, un alto costo, etcétera).
El tratamiento en semilibertad se da en dos perfiles: en contacto con
la prisión, y separado totalmente de ella. Este último se utiliza cuando las
penas de prisión son cortas y adopta las siguientes modalidades: a) prisión
durante el día y salida nocturna, y b) salida diaria con reclusión los fines
de semana.,
Un tratamiento sui generis es el de la libertad condicional, que será
funcional siempre y cuando lo haya precedido otro tratamiento, pues de
lo contrario se cae en riesgo de sufrir decepciones.

C) ESTUDIO, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO


DEL DELINCUENTE, SU CONDUCTA
y PERSONALIDAD EN E;L PROCESO

PROCESADOS
Estudio de personalidad en forma integral aplicando múltiples técni-
cas. Aquí se señala tanto el tratamiento como el diagnóstico. Se observa
que la situación del procesado todavía es de angustia desde el punto de
vista psicológico, pues él no sabe si quedará en libertad o será sentencia-
do; su inestabilidad es notoria, y su estado emocional, ambivalente.
IMPUTABILIDAD
Es un término eminentemente jurídico e indica la capacidad de impu-
tación; esta voz viene del latín imputare: atribuir a otro una cosa censu-
rable. La capacidad de imputación depende de dos condiciones indispen-
sables: la primera, el desarrollo mental completo, y la segunda, un estado
de salud mental, es decir, es imputable el que normalmente desarrolla sus
funciones mentales y se encuentra psicológicamente sano. La imputabili-
dad es una cualidad o atributo, pero este concepto abstracto se concreta
cuando se coteja con las circunstancias del caso singular y único que es
el que el médico examina, y respecto al cual el juez sentencia. Se entiende
que el sujeto imputable tiene discernimiento y que éste coexiste con un
desarrollo mental completo y con el estado de salud mental; habrá inteli-
gencia y capacidad de querer o, como es la cinética fórmula italiana, "ca-
pacidad de entender y querer". Psicológicamente la inteligencia está inte-
196 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

grada por las rnás altas funciones mentales intelectuales, y el querer es la


expresión de las funciones afectivo-instintivas. Procediendo con criterio
evolutivo, filogenético, la inteligencia o capacidad de entender es una fun-
ción recién llegada al hombre; es de reciente adquisición, en tanto que las
funciones de querer son mucho más antiguas. Con mucha razón el filósofo
de antaño y los psicólogos modernos han dicho que el hombre se mueve
más por sus sentimientos que por la razón. La síntesis de entender y del
querer, el conjunto de ambas funciones nos da la personalidad, y sola-
menté como artificio didáctico podemos decir que la capacidad de enten-
der corresponde a la idoneidad psicológica de la inteligencia para valorar
la propia acción II omisión, y que la capacidad de querer corresponde a la
libertad psicológica del criterio selectivo, o a la libertad de seleccionar y
autodeterminarse de acuerdo con las motivaciones irrdividuales.t"
Sergio Carda: Ramírez manifiesta que el problema de la imputabili-
dad o capacidad de -cUlpabilidad, según lo designa un sector de la doctri-
na (particularmente la alemana), ha transitado por terrenos polémicos en
el encuentro entre la tesis de la responsabilidad moral y la responsabili-
dad social, Y más adelante precisa. siguiendo la doctrina italiana, que la
capacidad de entender es la "capacidad de conocer el deber" o de com-
prender el carácter ilícito de la conducta; define la capacidad de querer
como la capacidad de inhibir los impulsos delictivos, o como la "aptitud
de la persona para determinar de manera autónoma, resistiendo a los im-
pulSOS".17 .
Estos autores manifiestan la importancia de la realización de exáme-
nes psico-fisiológicos para determinar la culpabilidad del delincuente; es
preciso manifestar que para poder determinar si efectivamente el indivi-
duo tenía la capacidad de entender y comprender, dicho examen no basta
para poder determinar tal capacidad, puesto que éste es uno de los com-
ponentes integrantes y no es un indicio o prueba única para determinar si
efectivamente el individuo tiene tal capacidad. Es comprensible que por
simplificación administrativa el órgano judicial acepte el dictamen de un
examen pericial incompleto, puesto que para poder determinar tal capaci-
dad es necesario realizar un estudio integral de la personalidad del indivi-
duo con los diversos elementos que mencionamos en el capítulo anterior,
y cuando verdaderamente se haya evaluado al ente delincuente, entonces
ofreceremos al juez evidencias suficientes para Elue él pueda emitir una
sentencia y otorgar una pena idónea al delincuente.

16 QUIROZ CUARÓN, Alfonso, op. cit., p. 904.


17 GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, La imputabilidad en el Derecho Penal federal mexicano, México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 1968.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 197

PRESUPUESTOS DE LA IMPUTABILIDAD (INIMPUTABILlDAD)


Manifiesta Strateweth, en su obra Derecho Penal, que no es posible de-
terminar la, capacidad de culpabilidad en forma positiva, sino captarla a
través de la ausencia de determinados fundamentos que la excluyen. Tales
fundamentos son, por un lado, la minoridad y, por otro, las HlOdificacio-
nes anormales de la personalidad o el déficit de la misma.
Desde la perspectiva biológica, según Maurach, la madurez puede fal-
tar por dos causas distintas: por no haber concluido un proceso natural,
fisiológico, constituido por el transcurso normal de una fase de transición
hasta la madurez, que al producirse en una determinada edad lleva. gene-
ralmente consigo capacidad de conocimiento y de determinación; y por
un obstáculo enfermizo, de base patológica, al natural desarrollo. Asimis-
mo las relevantes perturbaciones ("trastornos" transitorios. o permanente)
de las capacidades del conocimiento y determinación, de orden fisiológico
o patológico, reportan la ausencia de los presupuestos de imputabilidad, o
finalmente, la inimputabilidad puede ser debida a fenómenos regresivos,
a un quebranto anímico precedente al corporal.!"
Como lo refiere Bacigalupo en su obra Principios de Derecho español, la
exclusión de la responsabilidad de los menores de cierta edad se apoya en
la presunción jure et de jure, de que aún no han alcanzado la madurez ne-
cesaria para comportarse de acuerdo con su comprensión del Derecho, o
bien que no existe ninguna necesidad preventiva de punicíón.t"
Ahora bien, el momento de la consideración de la edad es el de la co-
misión del hecho, no el de la sentencia. Por momentos, el de la comisión
del hecho debe entenderse como el de la realización de la acción, sea que
se trate de una acción de autoría o de participación.
y aunque la exclusión de la responsabilidad se halla en el terreno del
Derecho material, la minoría de edad penal, según opinión unánime,
desde el punto de vista procesal no conduce a la absolución, sino a un
sobreseimiento del proceso. Empero, la impunidad de los delitos de
los niños no debe conducir a la ausencia de toda reacción estatal, así
el tribunal tutelar puede dictar medidas de protección.
El Código Procesal Penal, en su artículo 433 dice: "si al tomarse al in-
culpado su declaración preparatoria el juez estima que se encuentra en el
estado de inconsciencia que le impide conocer los cargos y contestarlos se

18 MAURACHReinhart Tratado de Derecho Penal, p. 102.


19 Como los' hechos d~ los niños no conmueven a los ojos de los adultos la conciencia
jurídica colectiva, y como la imposición de sanciones crim~nales contr~ los niños es preventi-
va, especialmente contraindicada, el legislador ha exclUIdo con razon la responsabilidad,
advierte CLAUSROXIN,Derecho Penal, parte general., Fundr:ment~s. La e:tructura de la teoría del
delito, T. 1; traducción y notas Diego Manuel Luzon Pena, MIguel Díaz y García Conlledo,
Javier de Vicente Remesal, Madrid, Civitas, 2a ed. alemana, 1997, p. 848.
198 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLQ

abstendrán de practicar las diligencias y desde luego le nombrarán defen_


sor suspendido del procedimiento ordinario. Si el inculpado estuviere su-
jeto a la patria potestad o a la tutela, las personas que la desempeñen po-
drán hacer la designación del defensor". 20
ART. 434.-Seguimos considerando lo manifestado en la ley, y en el
caso del artículo 433, el tribunal ordenará que el inculpado sea exa-
minado por dos peritos psiquiatras o en su defecto por médicos legis-
tas. Esta providencia se adopta sin perjuicio de seguir la instrucción
en los términos de este título, hasta en tanto aquéllos rindan su dicta-
men, lo mismo hará cuando durante su instrucciones se aprecie esa si-
tuación del procoso.s! [En este caso, el dictamen que realiza un médi-
co legista no es el mismo que en un momento dado pudiera emitir un
grupo interdisciplinario, como lo comentamos anteriormente, el dicta-
men sería incompleto.]
ART. 435.-Igualmente esta misma ley prevé que si el procesado no
tuviera tutor, el juez procederá a designarle uno provisional, quien lo
representará en todos los aspectos y actos del proceso sin perjuicio de
que se ordene su comparencia personal cuando se estime necesario
para el esclarecimiento de la verdad de los hechos. Si tuviera tutor,
éste lo representará en todos los actos del proceso.s"
ART. 436.-Igualmente se prevé si el dictamen rendido por los pe-
ritos psiquiátricos o médicos legistas en su caso resultare que el proce-
sado está incursado en algunas de las causas de imputabilidad, señala-
das en el artículo 17 del Código Penal vigente del Estado de México,
el juez inmediatamente, cerrado el' procedimiento ordinario, decla-
rará al procesado en estado de interdicción y le designará un tutor de-
finitivo, quien lo representará en lo sucesivo en todos los actos del
proceso sin perjuicio del juez de oficio, o a solicitud de la parte, que
lo estime necesario, disponga la comparecencia personal cuando sea
necesaria para el esclarecimiento de la verdad de los hechos.s"
ART. 437.-Igualmente se establece que si se comprueba la partici-
pación del procesado en los hechos, el juez, oyendo al Ministerio Pú-
blico y al defensor o al tutor, o a ambos a la vez, dictará resolución or-
denando el internamiento de aquél en los términos del artículo 52 del
Código Penal Vigente.24

20 Código Procesal Penal para el Estado de México, 1986, Art. 433.


21 Ibidem, Art. 434.
22 Ibidem, Art. 435.
23 Ibidem, Art. 436.
24 Ibidem, Art. 437.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 199

ART. 438.-Si el inculpado o procesado ha perpetrado el hecho pade-


ciendo la causa de inimputabilidad mencionada en la fracción 11 del
artículo 17 del Código Penal, o habiéndolo perpetrado, sufriendo la
causa señalada en la fracción 1 del propio título, pudiere darse cuenta
del procedimiento éste seguirá en la forma ordinario hasta la senten-
cia. Sin no pudiera darse cuenta del procedimiento ordinario, aunque
fuera imputable, se seguirá este procedimiento especial.P
Tradicionalmente en los estados de conexión biológico-psicológicos
se habla de un método biológico-psicopatológico de constatación de
inimputabilidad; sin embargo, de ese modo no se caracterizan correcta-
mente todos los datos, pues muchos trastornos de conciencia (el estado
pasional intenso, psicopatías, neurosis no se deben a manifestaciones de
deficiencias corporales, más bien son orgánicas (biológicas-patológicas) y
psicológicas.
Los TRASTORNOS· PSÍQUICO-PATOLÓGICOS
Pertenecen a este contexto, en primer término las psicosis exógenas.
"Exógeno" significa que penetra en el organismo desde fuera; con ello se
hace referencia a enfermedades que se deben a trastornos orgánicos ce-
rebrales demostrables; se habla por ello también de psicosis física o cor-
poralmente fundada. Enlazan aquí la psicosis traumática (por lesiones
cerebrales), la psicosis por intoxicación, a las que pertenecen, según la
concepción más reciente, también los estados de embriaguez producidos
por alcohol y otros medios; por tratarse de intoxicaciones corporales, las
psicosis por infección (como la parálisis progresiva), las dolencias convul-
sivas orgánico-cerebrales (epilepsia) y los casos de desintegración de per-
sonalidad con base orgánico cerebral (arterioesclerosis cerebral y atrofia
cerebral). También la meningitis cerebral, los tumores cerebrales, los de-
lirios condicionados por parálisis esclerótica, el deliriun tremens o las afec-
ciones metabólicas del cerebro pueden conducir a trastornos psíquicos
patológicos.
Entre los trastornos psíquicos patológicos se cuentan además las psico-
sis endógenas "endógeno" significa que procede del interior del cuerpo, y
que viene de dentro; entre ellas se encuentra la esquizofrenia y la cicloti-
mia. La ciclotimia se caracteriza también como "demencia maniaco-depre-
siva"; recibe ese nombre porque en ella a menudo se suceden fases mania-
cas y depresivas en determinados "ciclos".
TRATAMIENTO EN LOS TRASTORNOS PROFUNDOS DE LA CONCIENCIA
Por regla general estos estados no están incluidos en el ámbito de la
imputabilidad, sino en todo caso en la valoración de la medida de la cul-

25 Ibidem, Art. 438.


200 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

pabilidad. El trastorno ha de ser de tal intensidad, que la estructura p si, ,


quica del afectado esté destruida o perturbada.
La constatación de la capacidad de actuar de otro modo es un dato
psicopatológico, mismo que debe estar basado sustancialmente también
en una aserción normativa, es decir, un método "psíquico-normativo" o
"psicológico-normativo" .
Si bien es cierto que los trastornos psíquicos-patológicos no deben ex-
cluirse de la capacidad de culpabilidad o imputabilidad, también lo es qUe
deben servir de referencia de acuerdo con sus características, graves o
profundas, para orientar al órgano jurisdiccional con el fin de en el mo-
mento de emitir una sentencia, el juez lo haga con fundamento en los prin-
cipios de legalidad y de justicia. De acuerdo al análisis que se ha efectuado
en los capítulos IV y VII, al emitir un juicio sustancial de tales trastornos,
el Órgano Jurisdiccional debe tomar en cuenta que los trastornos psicopa.
tológicos salen del control del sujeto delincuente; se puede estimar que en
el momento del hecho está absolutamente excluida la capacidad de con-
trol, no con ello se manifiesta la exculpación del hecho por el propio esta-
. I
do de desequilibrio mental del delincuente. Lo que se propone al realizar
el estudio físico-psicológico es que al momento de dictar sentencia el juez
lo haga de acuerdo con el estado físico-psicológico que guardaba el proce-
sado en el momento de emitir su acción delictiva; con ello lograremos una
sentencia más justa y apegada a derecho, que la pena se individualice de
acuerdo con el estudio realizado de la personalidad del delincuente, tam-
bién, puesto que no caben circunloquios, salvo la loable actitud personal
de algunos jueces de inmediatez con el caso y el procesado, en los tribu-
nales de todo el país se suele sentenciar a expedientes y a no seres huma-
nos, asimismo esto le recurrirá al juez para que al cumplir su pena el sen-
tenciado no tenga voluntad para volver a delinquir.
Sentenciados
En esta etapa se realiza un test y se intensifica el tratamiento psicológi-
co. Se informa al consejo interdisciplinario sobre las características de per-
sonalidad del interno, así como sobre su estado actual. Los sentenciados
pueden estar en diferentes fases del tratamiento, por ejemplo: en prelibe-
ración, que consiste en salidas los fines de semana a su casa. El psicólogo
puede colaborar aquí con el trabajador social, visitando el domicilio del
sentenciado y así apreciar el ambiente familiar y poder detectar el grado
de adaptación del sujeto a su medio, es decir, las dificultades de su rein-
greso. Hemos podido apreciar y observar la importancia que tiene una sa-
lida progresiva y controlada del sujeto pues muchas veces se evita una po-
sible reincidencia.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 201

D) DEL TRATAMIENTO A ENFERMOS MENTALES y LOS


INCIDENTES PROMOVIDOS ANTE EL PODER JUDICIAL

LA LEGISLACIÓN PARA ENFERMOS MENTALES


a) Enfermos mentales en los diversos códigos penales vigentes en los Estados
Unidos Mexicanos. En el Código Penal de 1871 se consideraron causas ex-
cluyentes de responsabilidad, entre otras, la falta de desarrollo y salud
mental y la locura intermitente.
b) En el Código Penal de 1929 se señaló como causa excluyente de res-
ponsabilidad el trastorno mental transitorio.
En el artículo 59 de la legislación mencionada, se decía: existe inimpu-
tabilidad cuando se provoca automatismo cerebral, por ingestión de sus-
tancias, en forma accidental e involuntaria ... y se asimila el trastorno
mental cuando el automatismo cerebral que perturba la conciencia es pro-
vocado por la acción, accidental e involuntaria, sin conocimiento del suje-
to, de sustancias tóxicas o enervantes, y el estado psíquico anormal, pasa-
jero y de orden patológico que perturbe las facultades les impida conocer
la ilicitud del acto u omisión, si el sujeto no se produjo conscientemente
tal estado.
c) En el Código Penal para el Distrito Federal Vigente, en su capítu-
lo IV, artículo 15, fracción VII, dice q~e al momento de realizar el hecho
típico, el agente no tenga la capacidad de comprender el carácter ilícito
de aquél o de conducirse de acuerdo con esa comprensión, en virtud de
padecer trastorno mental o desarrollo intelectual retardado, a no ser que
el agente hubiere proyectado su trastorno mental dolosa o culposamente,
en cuyo caso responderá por el resultado típico siempre y cuando 10 haya
previsto o le fuere previsible.
Sigue expresando el mencionado artículo: "Cuando la capacidad a
que se refiere el párrafo anterior sólo se encuentre considerablemente dis-
minuida, se estará a lo dispuesto en el artículo 69 bis de este código" .26
d) El artículo 69 bis. de la mencionada legislación expone: "Si la capa-
cidad del autor de comprender el carácter ilícito del hecho o de deterrni-
narse de acuerdo con esa comprensión, sólo se encuentra disminuida por
las causas señaladas en la fracción VII del artículo 15 de este código, ajui-
cio del juzgador, según proceda, se le impondrán hasta dos terceras par-
tes de la pena que correspondería al delito cometido, o a la medida de se-
guridad a que se refiere el artículo 67 o bien ambas, en caso de ser

26 Código Penal para el Distrito Federal, México, Porrúa, 59a. ed., 2000, p. 10.
202 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

riecesarto, tomando en cuenta el grado de afectación de la imputabilidad


del autor.
e) El artículo 67 de la señalada ley cita: En el caso de los inimputa-
bles, el juzgador dispondrá la medida de tratamiento aplicable en interna-
miento o en libertad, previo el procedimiento correspondiente.
Si se tratara de internamiento. el sujeto inimputable será internado en
la mstitnción correspondiente para su tratamiento.
En el Código Penal vigente, en el capítulo IV, artículo 15, fracción II,
se indica que es circunstancia excluyente de responsabilidad: "hallarse el
acusado, al cometer la infracción, en un estado de inconsciencia de sus
actos, determinado por el empleo accidental e involuntario de sustancias
tóxicas, embriagantes o estupefacientes, o por un estado toxico-infeccioso
agudo por Un trastorno mental involuntario de carácter patológico y tran-
sitorio.
PROCEDIMIENTO PARA ENFERMOS MENTALES
De acuerdo con lo dispuesto en el Código Federal de Procedimientos
Penales, si aquel a quien se imputa un hecho delictuoso es un enfermo
mental, el agente del Ministerio Público habrá de practicar la averigua-
ción previa y, naturalmente; dejar satisfechos los requisitos del artículo 16
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para así
ejercitar la acción penal -y el juez esté en aptitud de conocer la situación
jurídica planteada en esa situación: "Tan pronto como sospeche que el in-
culpado esté loco" idlota, imbécil, o sufra cualquiera otra debilidad, enfer-
medad o anomolía mental lo mandará examinar por peritos médicos, sin
perjuicio de continuar el p ocedirniento en la forma ordinaria".
"Si existe lTIOtiVO
fundado, ordenará provisionalmente la reclusión del
inculpado en manicomio o departamento especial", previsto en el capí-
tulo 1 del titulo décimo segundo de-l Código Federal de Procedimientos
Penales, en su artículo 495.
LA ANOMALÍA MENTAL COMO "CAUSAS DE EXCLUSIÓN
DEL DELITO EXCLUYENTE DE RESPONSABILIDAD PENAL"
El ilustre maestro Colín Sánchez expresa: Si la anomalía mental (tras-
torno mental o desarrollo intelectual retardado), es una causa excluyente
del delito, lo que en otros términos se traduce- en ausencia de imputabili-
dad, no se justifica, jurídicamente hablando, ni puede esperarse que bajo
semejante supuesto, una persona responda de su proceder, por indebido
que sea; por ello, invocando aljurista Ignacio Villalobos, insisto en que si
alguien, en las condiciones anotadas, cometió un delito, habrá de ser con-
signado, tal y como se irrdíca en nuestra legislación, para que, en esas con-
diciones el j:uez le torne la declaración preparatoria y también, durante el
término constitucional de setenta y dos horas, dado el caso, practique los
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías del delincuente 203

careos y otras diligencias más, en las que habrá de intervenir el enajenado


mental, creándose con ello una verdadera competencia entre dicho sujeto
y la serena majestad del juez, para concluir, seguramente, cuál de las dos
enajenaciones mentales es mayor.t?
Sigue manifestando el ilustre Dr. Colín Sánchez: A excesos de esta na-
turaleza se llega si no se tiene la firme y consciente voluntad de "querer y
entender" que el estudio de la personalidad debe iniciarse desde el mo-
mento mismo en que es sabedor el agente del MinIsterio Público de la no-
titia criminis, dando injerencia plena al perito, para que de corroborarse la
situación, de inmediato no solamente se lleven al cabo los medios asegu-
rativos, -sino el tratamiento de quien delinquió bajo esas condiciones o,
¿habrá que esperar a que ocurran estas situaciones entre el juez y el pro-
cesado para que, con base en un auto de formal prisión, se aplique la cau-
sa de exclusión del delito y se inicie el tratamiento P'"
No existe violación alguna por el agente del Ministerio Público, en el
orden constitucional, al no realizar la consignación de enfermos mentales,
independientemente de que haya quienes digan que es el juez quien debe
decretar la procedencia de la causa de exclusión del delito, porque si el
agente del Ministerio Público no consigna, es en razón de que no tiene
elementos para ello, de acuerdo con lo establecido en el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; es evidente que si
no hay imputabilidad no hay delito, rndeperidientemente de la existencia
de la tipicidad, todo lo cual me induce a concluir lo inconsistente de una
consignación bajo esas bases.s?
El que el agente del Ministerio Público no ejercite acción penal, en si-
tuaciones corno la indicada no significa imposibilidad para adoptar medi-
das inmediatas a favor del enfermo mental. d No existen autoridades en-
cargadas de proveer lo necesario, respecto a la salud de las personas?, ¿se
ignora lo que los integrantes de la Suprema Corte de Justicia han' dicho
respecto a los menores, también considerados inirnputablesi'>"
Si bien es cierto que dentro de la legislación penal en nuestro país se
habla del procedimiento que se debe dar cuando se trate de casos de
enfermos mentales, tal parece que al órgano jurisdiccional se le olvida
que no solamente los idiotas, imbéciles o locos deben ser contemplados

27 COLÍN SÁNCHEZ,Guillermo, Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, op. cit.,


pp. 829-830.
28 Idem, p. 830.
29 Ibidem.
30 Tomo LXXX, 10 de mayo de 1944, SÁNCHEZ
MORENO,Carmen; Tomo CXIII, l° de
julio de 1949, Terrazas Durán, J. Jesús.
204 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

como causas excluyentes de responsabilidad, también aquellos individuos


que padecen algún desorden de personalidad, como lo hemos analizado
en capítulos anteriores; éstos deben tener un trato individual, aunque mu-
chas veces las deficiencias psicológicas de las personas sometidas a proce_
so no son notorias, el juez de la causa debe cerciorarse que efectivamente
dicho individuo no padece alguna deficiencia en su estructura biofísica y
psicológica, para que en el momento de dictar sentencia lo haga de acuer_
do con los principios de legalidad y equidad.
Para justificar lo anteriormente dicho, invoco el siguiente concepto
del Código Federal de Procedimientos Penales en su artículo 146 que a la
letra expone: Durante la instrucción, el tribunal que conozca del proceso deberá
tomar en cuenta las circunstancias peculiares del inculpado allegándose datos para
conocer su edad, educación e ilustración, sus costumbres y conductas anteriores, los
motivos que lo impulsaron a delinquir; sus condiciones económicas y las especiales
en que se encontraba en el momento de la comisión del delito, la pertenencia
del inculpado, en su caso, a un grupo étnico indígena y las prácticas y
características que como miembro de dicho grupo pueda tener; los demás
antecedentes personales que puedan comprobarse, así como sus vínculos de paren-
tesco, amistad o nacidos de otras relaciones sociales, la calidad de personas ofendi-
das y las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que en su con-
junto demuestren la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del
agente.
Si bien es cierto que-el legislador, al implementar su idea dentro del
texto analizado anteriormente a pesar de no tener conocimientos especia-
les en materia de conducta psicológica del individuo delincuente, mani-
fiesta lo que muchos psiquiatras, psicólogos y juristas han pretendido ha-
cer valer dentro del sistema jurídico penal, ya que si estudian las causas o
motivaciones de la conducta humana también deducen que dichas premi-
sas son importantes para analizar la conciencia que perturba la relación
interhumana, o bien si existe enfermedad y trasformación en una patolo-
gía, como en los casos de enfermedad mental no detectada, ya que estas
desviaciones individuales y colectivas contribuyen a la erosión de la vida
en sociedad e incrementan las tensiones comunitarias de la convivencia
social.
Cómo podría el juez emitir una sentencia legal y con equidad cuando
hace a un lado lo postulado en el artículo 146, mismos que contiene ele-
mentos esenciales para concretar la individualización de la pena y así mis-
mo emitir una sentencia justa y apegada a derecho. ¿En qué elementos se
basa el juez para dictaminar que un responsable de homicidio calificado
es merecedor de una pena de 40 años cuando desconoce las condiciones
específicas que dieron origen a esa conducta delictiva, si de acuerdo con la
investigación de campo realizada un 90% de los jueces desconocen las
reacciones que puede manifestar una conducta desequilibrada, en virtud
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías d 1 d . 205
e ehncuente

que en ningún momento del procedimiento


. . ordenó
eno un p eritaie:J
psicolé
.
gi-
co para conocer las causas que origmaron la cOllclu ta d Iictiva, Yaplica su
juicio o veredicto en una sentencia dictada por sirn 1e analogía, carente
de toda legalidad, violando con ello los derechos humanos fUndamentales
del individuo que comete un acto antijurídico .
.Si bien es cierto que el artículo 146 d~l mencionado precepto legal es-
. pecifica entre otra cosas: "... Durante la z'nstrucción, el tribunal qLU! COfl,Qzca;
del proceso deberá tomar en cuenta las ciTcU/nstanciaspeculiares del inculpa,do
allegándose datos para conocer su edad, educación e" ilustración sus cost'umbre Y
conductas anteriores, los motivos que lo impulsaron. a delinqui;', sus condiciones
económicas y las especiales en que se encontraba en el momento de la cmnisión del
delito... ", también lo es que al emitir una sentencia el juez de la causa omi-
te al tomar en consideración lo ordenado por el presente artículo y por lo
tanto estaría violando garantías constitucionales del sentenciado; así mis-
mo, en los diversos expedientes penales no existe peritaje psicológico
emitido por un grupo interdisciplinario, conformado con profesionistas
especialista en la materia, en donde se especifique que el juez verdadera-
mente ha estudiado la conducta del delincuente y por consecuencia emitir
una sentencia idónea apegada a derecho.
Es importante manifestar y analizar lo que sigue especificado en el ar-
tículo en comento: "... los demás antecedentes personales que puedan comprobar-
se así como sus vínculos de parentesco, amistad o nacidos de otras relaciones so-
ciales, la calidad de personas ofendidas ... ", si bien es cierto que para conocer
la verdadera génesis del delito cometido por el individuo sometido a
proceso, también lo es que el juez debe cerciorarse de los factores causa-
les y motivantes pues éstos 'varían de una persona a otra y no podemos
juzgar de manera generalizada de acuerdo con la experiencia obtenida a
través de los años que se tengan en servicio, puesto que cada una de las
motivaciones del delito difieren de una persona a otra.
Continuando con el análisis del precepto legal invocado en su segun-
do párrafo expone: El tribunal deberá tomar conocimiento directo del sujeto, de
la víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso
teniendo amplias facultades para allegarse los datos a que se refiere este artículo
pudiendo obrar de oficio para ese objeto.
No se puede ser más claro en lo que se especifica, si el juez tiene la fa-
cultad de ordenar de oficio prueba idónea que en este caso sería un peri-
taje psicológico, para allegarse del conocimiento de la personalidad del
sujeto y el juez omite tal mandato y por lo tanto con dicha omisión viola
las garantías constitucionales del individuo que infringió la ley, y por lo
tanto la sentencia emitida sería nula, en virtud de que se carece del cono-
cimiento adecuado para emitir una sentencia apegada a la individualiza-
ción de la pena.
En su párrafo tercero del artículo 146 se especifica: "La misma obliga-
206 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

cum señalada en los párrafos precedentes tiene el Ministerio Público durante la


averiguación previa y en el curso de la instrucción, para el efecto de hacer funda:
damente los señalamientos y peticiones que correspondan al ejercitar la acción pe~
nal o al formular conclusiones". La interpretación que deben dar los defen,
sores, ya sea de oficio o particulares, es que en cualquier momento de la
averiguación previa, preinstrucción o instrucción, deben obligar al órgano
jurisdiccional, para que se realicen los peritajes psicológicos, ya sea del in-
diciado, procesado o sentenciado, y en su momento procesal oportuno ha~
cer valer dicha prueba y solicitar al órgano competente para analizar la
conducta delictiva y sobre todo la detección de sujetos anormales, o fran,
cos enajenados mentales o aquellos que sufran alguna alteración psicopa,
tológica.
El numeral analizado establece la obligación del juez y del Ministerio
Público de reunir durante el proceso de pruebas idóneas y los elementos
de juicio suficientes para conocer las características personales del indivi-
duo sometido a proceso, con el fin de estar en posibilidad de conocer su
culpabilidad, motivaciones objetivas y subjetivas de su conducta, misma
que nos proporcionará con justicia y legalidad el Quantum de la pena que
le corresponda de conformidad con lo que establecen los artículos 51, 52
Y aun el 65 del Código Penal Federal.
Con fundamento en el artículo en comento, tanto los jueces de distri-
to como los jueces del fuero común no deben dictar sentencias sin las
pruebas idóneas y suficientes que demuestren las peculiaridades del incul-
pado a efecto de justipreciar su culpabilidad, pues de otro modo no pue-
den hacer legalmente el juicio de reproche y, menos aún, determinar el
Quantum de la pena, o sea la fijación fundada y motivada de imponer la
que le corresponda entre el mínimo y el máximo, dado que, de ninguna
manera pueden considerarse como suficientes ni válidos para esto los sim-
ples datos que se toman como "generales" al inculpado al rendir su decla-
ración preparatoria, toda vez que estarían juzgando por simple analogía
un expediente y no a un ser humano con individualidad propia. Resulta
obvio que la inobservancia del artículo 146 en comento-no sólo originará
que se le viole al inculpado el principio de legalidad y por lo tanto los ar-
tículos 14 y 16 constitucionales, sino que por ello el juez de la causa incu-
rre en responsabilidad en términos del artículo 225 fracciones VI y VII
del Código Federal Penal.
Es importante .considerar la crítica que realiza el Dr. Guillermo Colín
Sánchez al manifestar que "a nadie escapa la tendencia o en muchos casos,
por qué no decirlo, la maniobra de malos, falsos o perversos defensores,
que bajo el señuelo del 'trastorno mental', en alguna de sus formas, lo han
utilizado común y corrientemente para 'salvar' a sus defendidos, a lo lar-
go de procesos tediosos y teatrales, de la aplicación de la pena a la que,
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologías d 1 d li 207
e e tncuente

en realidad, se hicieron acreedores por haber trans redido gravemente


una norma penal substantiva". g
En esto coincido
. con el- Dr. Colín Sánchez , pero tam biélen es cierto que
.
no pueden pagar Justos por pecadores. El hecho de realizar un peritaje
psicológico no es en el. sentido de. que se libere de toda responsabilidad
aquel que ha transgredl~o.l~ l~y, SUiOque en estos casos se pugna porqu.e
el transgresor tenga un JUI~lO. Justo, apegado a los principios de la legali-
dad, y en el ca~o de que eXIStIer~.alguna motivación psicopatológica no ~e
pretende excluirlo de responsabilidad total, sino que se realice un estudio
apegado a derecho y en su caso aphcar la imputabjlidad disminuida Yuna
sentencia apegada "a la"individualizació,~ de la pena.
El maestro Cohn Sanchez expresa: Frente a estas actitudes en las que
algunos jueces, ha,n sid?"presa fácil para 'caer en el garlito', se ha adverti-
do la repulsa Indlg~aclOn y desconfianza social, por lo indebido de hacer
aparecer co~o ~naJenado me~tal al que hasta cierto punto goza de salu~,
en el orden irrdicado, que oscila dentro de los ámbitos en los que es POSI-
ble afirmar que son normales" ,31
"A estos procederes no son del todo ajenos los peritos que en su caso,
valga el uso de la expresión, en muchas situaciones sirven, lisa y llana-
mente, de 'música de acompañamiento.vse
Si bien es cierto que en diversas ocasiones los abogados defensores
pretenden sorprender al juez de la causa, también lo es que el juez debe
tener amplios conocimientos en estos casos, y si no los tiene por eso preci-
samente el artículo 146 del Código Federal de Procedimientos Penales, le
da la pauta para que se apoye en personas especializadas, y que si en caso
de que existiera corrupción en los peritos, también tiene la facultad am-
plia, de imponer la sanción correspondiente a aquellos que cometan actos
de corrupción.
Asimismo, resulta complejo aceptar que el delincuente, a pesar de la
saña de sus crímenes, pueda ser víctima de una personalidad desajusta-
da, puesto que ninguna persona se levanta al otro día con la fijación en
la mente de "hoy vaya matar u hoy vaya violar", por lo tanto resulta in-
teresante realizar un análisis de dicha personalidad desajustada, fuera
de toda emoción para imputar y hacer valer el Derecho Penal; además,
no debemos olvidar que el Estado tiene la obligación de proporcionar
salud pública, educación, seguridad económica suficientes y adecuados
en beneficio de sus representados, y si ésta no es idónea o adecuada se
manifestará en la criminalidad como la que actualmente se está viviendo
en nuestro país.

31 COLÍN SÁNCHEZ, op. cit., p. 825.


32 Idem.
208 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILlO

E) ALTERNATIVAS LEGALES EN LA INDIVIDUALIZACIÓN


DE LAS PENAS POR PARTE DEL JUEZ A SENTENCIADOS
POR ENFERMEDAD PSICOPATOLÓGICAS

En la realidad cotidiana de la ejecución de la leyes donde se advierte


la mayor victimización y las historias vivas, palpables, que las enmarcan.
Cada día es más difícil aceptar que el sentido de la leyes el de dirigir_
se a las conductas humanas para que se le adecuen; no obstante, cabe du-
dar que mediante una ley pueda modificarse en un ápice la realidad so-
cial; la constante es la severidad para quienes, paradójicamente, aún hoy,
son considerados enfermos.
En nuestro país las penas se centran más en la actividad material del
delito y la búsqueda de la verdad objetiva. Interesa más el delito y la lla-
mada seguridad social o pública que los jueces creen investir, que los acto-
res del drama penal, víctima y victimario.
Los juzgados se ven desbordados por el creciente cúmulo de causas y
resultan escasos para el crecimiento proporcional de éstas cuando aumen-
tan los índices demográficos al menos en algunos país latinoamericanos
existe una permanente delegación de funciones, lo que se traduce en una
visible transgresión a las leyes procesales. Los jueces se ven obligados a
delinquir diariamente. Si bien el encabezamiento y el pie de páginas de la
mayoría de los actos procesales registran la presencia del juez, resulta im-
posible e impensable (salvo a recurrir a la cimentación según se vea) que
estuviera en todos ellos al mismo tiempo con un don de omnipresencia,
que no es precisamente don de los humanos.
En un país democrático se requiere de un Poder Judicial a la par que
independiente, digno y con medios y servicios adecuados. Con jueces y
fiscales que sean ineludibles de ese poder, idóneos, versados y con forma-
ción criminológica. No debe perderse de vista este fundamental aspecto ni
volverlo complejo como ocurre en la actualidad, con la designación de
amigos en cargos que deberían ocupar los que tienen vasto conocimiento
en la materia. Es preciso una reestructuración o cambio que permita que
los jueces sean designados por méritos reconocidos por las corporaciones
de quienes actúan en la justicia y no por designaciones amistosas o por
componendas políticas.
Los jueces no deben perder la visión. No solicitan, lorderian! y no de-
ben renunciar por problemas de personalidad y sucumbir ante indescifra-
bles temores o silencios porque eso es prostituir a las instituciones y a las
personas a la vez, y sin remedio, sobrellevar la propia oscuridad.
En el sistema carcelario tal parece que confunde sus funciones en tér-
minos de disciplinar por domesticar mediante un sistema coercitivo. Sepa-
rar y aislar al individuo en el sentido de no permitir conductas que le pro-
porcionen cierta libertad cognoscitiva y disposición de su tiempo.
PSICOLOGÍA CRIMINAL. Análisis de las psicopatologfas del delincuente 209

La población penal es una porción reducida del cuerpo social, es so-


metida a una homogeneización específica en donde sólo se exigen con-
ductas, también específicasy homogéneas, de adaptación del grupo a una
armoniosa intransigencia y al buen funcionamiento del penal, por un
lado, y la denominada readaptación o resocialización,por el otro. Se ge-
neralizan de tal modo una serie de situaciones y de coacciones que pre-
tenden y logran, a esta altura de la evolución penal, aunque con disiden-
cias doctrinales cada vez más ostensibles; legitimar e individualizar las
penas de acuerdo con los problemas psicopatológicos del delincuente
traerá como consecuencia que el individuo se vea comprometido consigo
mismo, que la pena no es una venganza o castigo del Estado o de la socie-
dad, sino que implica el resultado de sus actos antisociales, pero cuando
es considerado no como un expediente más sino como un ser humano
que se equivocó,'reconocerá y comprenderá la magnitud de sus actos.
. El sentenciado, que por lo general vive a la defensiva, analiza, sabe
quién lo quiere amaestrar o quién catequizar, ayudarlo en la búsqueda del
sentido del error, el camino de los anhelos y la esperanza, compadecerlo
o, simplemente, disciplinarlo.
El cúmulo de medidas carcelarias van desde la vigilancia a la integra-
ción e implican la clausura de lo individual mediante actitudes inducidas
por el control.
El claustro del tiempo y la supresión del acontecer se liga al llamado
tratamiento carcelario, a la religión, al trabajo, y se explicita directamente
como una suerte de medios y medidas para restituir al delincuente la mo-
ral perdida y, en lo fundamental, dotar de coherencia legítimamente a la
pena en sí, según aparece y se glosa en las reglas socialesy en los códigos.
La disciplina impuesta, por un lado, ligada al denominado tratamien-
to penitenciario o readaptación social del delincuente, por otro, sólo sir-
ven para legitimar a la penalidad y a todo el sistema criminalizador, des-
de que la sanción privativa de libertad resulta mayoritaria en la legislación
del país.
Quien ingresa a la prisión se convierte en una categoría legal. Un
dependiente que pasa a servir a la imposición penal que advierte que el
castigo, la punición, recaerán estrictamente sobre su vida, sin redención
posible.
El Estado se apropia del individuo; en el mejor de los casos, lo educa,
le da normas de higiene y moral, le enseña a trabajar y, en síntesis, lo saca
de una cotidianidad. En la prisión, se le planifica su forma de sobrevivir,
su vida presente y futura. Mediante la coerción física, el Estado logra una
de las formas más tangibles de control y dominación. Es el detentador de la
receta absoluta de esa violencia que planifica y centraliza al individuo a la
vez que refuerza la legitimación del sistema, pero que no readapta al indi-
viduo para reintegrarlo a la sociedad de manera digna.
210 ALEYDA ÁNGELES ASTUDILLO

Con estas acciones el Estado trata de ponderar una ideología de nor-


malidad que destruye y anestesia la espontaneidad y la capacidad creativa.
Ésa es la primera flagelación ya sea moral, ética, que el Estado impone al
delincuente. El Estado adiestra o amaestra, pero no readapta.
A los delincuentes sentenciados por enfermedades psicopatológicas, si
en verdad se estimara esta particularidad, deberán contar con una aten-
ción psicológica o con un tratamiento psicoterapéutico que les permita
observar otro modalidad para que tanto los psicólogos y psiquiatras sean
apreciados por lo reclusos, y no sólo sean vistos como elementos del per-
sonal penitenciario, puesto que para ellos son sólo guardianes, miembros
del sistema que los castiga y los reprime.
Los albergues tutelares para menores, los centros de readaptación so-
cial y los manicomios son lugares de violencia donde los hombres encie-
rran y castigan a otros seres humanos que han transgredido las normas y
pautas que corresponden al equilibrio, a la "normalidad" propiamente
dicha. Se recurre al contragolpe social que se enmarca en la llamada dis-
criminación para la seguridad social. Ésta es una forma de descargar el
compromiso social que el Estado tiene. Es un régimen escogido, delibera-
do, de ordenar medidas y de disciplina cuyo objeto tiene como consecuen-
cia quebrar la moral, el psiquismo y lo rescoldos de la poca autoestima
que aún le reste. De tal forman que llevan al individuo a la pérdida de su
identidad humana.
Desde su ingreso a un centro de readaptación social, el individuo
siente que ha perdido su identidad, pasa a ser una cifra que toma entidad
para el momento de los recuentos, es un número más que ha ingresado a
una institución, que lo sumerje en la violencia y que lo restringe de su li-
bertad a un ámbito que lo absorbe y que lo trata de disciplinar de un
modo coercitivo.
Gran parte de la población inalterable, tal cual ocurre con los reclusos,
es resquebrajada en su interior, pero esto no parece ser muy palpable.
Casi nunca hay nuevas evaluaciones, por lo tanto, la posibilidad de nuevos
diagnósticos es nula. El rótulo de loco o demente es como un estigma in-
deleble desde su ingreso que limita sus posibilidades futuras. Como si las
perturbaciones mentales tuvieran naturaleza química u orgánica.
La ley penal presupone tratamientos médico-psicológicos, pero como
se advierte precedentemente, el enfermo queda librado a la eventualidad,
como si el cuidado de la salud, en él ámbito mental formara parte inelu-
dible de ella y no constituyera un derecho inherente al ser humano, se
ñalado, de modo explícito, en la declaración universal de los derecho hu-
manos. Esto resulta una violación intrínseca a sus derechos o garantías in-
dividuales establecidas constitucionalmente.
CONCLUSIONES

A) La psicología como disciplina científica tiene su campo de estudio


principalmente en el comportamiento humano, y ante lo diverso se ubica
en la psicopatología, encargada del estudio de los desajustes de la perso-
nalidad en sus diferentes grados y ambientes.
B) En la antigüedad los trastornos psicológicos eran tomados como in-
cumplimiento a los mandamientos divinos debidos a factores como la he-
rencia, el exceso de relaciones sexuales, la pereza o la suciedad.
C) Los sentimientos de inferioridad que el sujeto padece son conduc-
tas adquiridas a través de los adultos que padecen el mismo mal.
D) En el método de la psicología humanista encontramos que no exis-
ten delincuentes, toda vez que todos los seres humanos estamos conforma-
dos por una serie de conductas impuestas en nuestra tierna infancia por
los adultos y por lo tanto actuamos, a criterio de los psicólogos, regidos
por conductas inconscientes.
E) Las conductas delictivas se explican a partir de sentimientos de cul-
pabilidad anterior al delito mismo (delincuentes por sentimientos de cul-
pabilidad).
F) Todos los individuos traen desde el nacimiento tendencias e impul-
sos criminales y antisociales que posteriormente, debido a la educación,
son reprimidos u orientados hacia otros fines para conseguir una adapta-
ción social' (sublimación). Sin embargo, los impulsos criminales tienden a
manifestarse si hay un debilitamiento de las instancias inhibitorias.
G) El acto criminal es la expresión de una tensión mental, y debe sa-
tisfacer necesidades psicológicas, pero también inconscientemente el de-
lincuente comete errores porque quiere cometerlos, como una autotrai-
ción, ya que tiene dos tendencias opuestas: quiere ocultar su delito pero
también quiere mostrarlo. Todo hombre es innatamente un criminal. Has-
ta el periodo de lactancia logra reprimir las tendencias criminales, diri-
gidas en un sentido social para adaptarse.
H) Para el diagnóstico de la criminalidad debe considerarse la partici-
pación del yo consciente y del yo inconsciente en el hecho delictivo. Des-
de la perspectiva, tendríamos dos tipos de acciones criminales: la crimina-
lidad crónica, propia de sujetos proclives a delinquir por la estructura de

211
212 CONCLUSIONES

su aparato psíquico, y el criminal accidental; acciones realizadas por suje-


tos no criminales en situaciones extremas o especiales.
1) Sigmund Freud fue un investigador empírico de las anormalidades
psicológicas, toda vez que no utilizó investigaciones científicas; fue un
gran memorista que revolucionó el mundo de la psicología con su método
del psicoanálisis, a mi criterio uno de los más exactos aunque estuvo suje-
to a muchas criticas.
J) J ung avanzó más que Freud y aunando su método conductista con
el psicoanálisis, es un método ecléctico que nos proporciona mejores re-
sultados. El psicoanálisis ofrece importantes aportes en un proceso de de-
fensa. El juez de instrucción puede muy bien utilizar los aportes que le
proporcionan las investigaciones del psicoanálisis para tratar de esclarecer
los móviles oscuros de un crimen y el determinismo de ciertas respuestas
o de ciertos actos de un acusado o de un testigo. Los instintos, thánatos y
eros, están también en discusión, pero es innegable la 'aportación freudia-
na de la teoría de la destructividad innata del hombre. Actualmente se
sabe que el ser humano tiene, al igual que los animales, una fuerza inte-
rior que lo lleva a atacar; es la agresividad, la fuerza psicológica al servicio
del instinto de conservación. Esta fuerza puede superar a los inhibidores y
convertirse en agresión misma que produce la conducta antisocial.
K) Hemos encontrado que ningún punto de vista por sí solo da cuenta
de la miríada de tipos de conducta desadaptada que exhiben los seres hu-
manos. Al tratar con tipos particulares de desorden o con casos específi-
cos, podremos encontrar que este o aquel tipo de enfoque es más útil.
En genera.l, sin embargo, necesitamos evaluar la interacción de los facto-
res biológicos, psicológicos y socioculturales involucrados en todo cuadro
clínico.
L) La administración de justicia en materia penal, para cumplir con el
fin que en su denominación ostenta, requiere de múltiples conocimientos,
entre ellos, los que proporciona el análisis psicofisiológico del delincuente,
para que, ya en el mundo fenomenológico y dentro de un universo axioló-
gico, pueda resolverse la gran problemática que plantea ese complejo fe-
nómeno que atenta contra la dignidad del ser humano, como es el crimen.
M) La justicia o equidad, o como se prefiera llamarle, sólo llegará
cuando conozcamos no únicamente la historia del caso, consciente sino
también algo que es aún más importante: la psique inconsciente del delin-
cuente que lo libera del sentimiento de culpa que surgirá de un acto deli-
berado.
N) Si el criminal tiene el deseo inconsciente de ser castigado, es evi-
dente que la pena, tal como es actualmente concebida, no puede servir
como prevención para el criminal ya que lejos de evitarlo lo favorece. El
problema consiste en encontrar penas que vayan dirigidas no solamente al
consciente, sino que pudieran controlar, en alguna forma, al inconsciente.
CONCLUSIONES 213

O) En la actualidad, ni agentes del MinisterioPúblico,ni defensores,ni


jueces o magistrados cuentan con la preparación debida, en relación con
los dispuesto en los artículos 51 y 52 del Código Penal para toda la Repú-
blica en materia federal. Esto es, en relación con la fijación de la pena y
del tanto de la misma para efectosde la readaptación, rehabilitación,reso-
cializacióno repersonalización de quienes sufren una pena de prisión y de
la que tanto se habla en el discurso oficial, pero que nunca se lleva a la
realidad.
P) Sin fa medicina forense no será posible precisar ni la edad, ni las
condiciones personales del indiciado, mucho menos comprender el resul-
tado material y su atribuibilidad a la acción o a la omisión.
Q) Sólo la psiquiatría permite obtener elementos sobre la naturaleza
de las causas de la omisión o de las causas de la acción. La extensión del
peligro corrido, las condiciones especiales en que se encontraba el indi-
ciado en el momento de delinquir, las circunstancias de tiempo, de lugar,
así como las de modo y ocasión que demuestren su mayor o menor culpa-
bilidad.
R) Con el apoyo de la psicología, se podrán precisar las peculiarida-
des del delincuente, y hasta dónde llegó el peligro que corrió al cometer
el delito, los motivos que lo impulsaron o determinaron a delinquir, las
condiciones especiales en que se encontraba en el momento de cometer el
delito. Se podrían precisar las circunstancias de tiempo, de modo y de
ocasión que demuestren la mayor o menor culpabilidad a que ya se ha he-
cho referencia.
S) Con el apoyo de la sociologíase conocerá el medio en que actuó el
indiciado, ya que es indispensable precisar, para la determinación de la
pena, la extensión del peligro corrido.
T) Para conocer las condiciones personales del indiciado, procesado o
sentenciado, son indispensables los conocimientos de la medicina forense
y del trabajo social.
PROPUESTAS

. "~)Se propo~e que tan.to los ~~tristerios públicos, defensores, jueces y


magistrados
, '.
realicen. estudios
'.
p,enClales
. ~ "
pS'l'col
"
~ . .
OglCOS con e
1fin de tener un
COnOClITUentQ ampho que servirá de soporte dentro del Derecho Penal.
Esto es en relación c~n la fijac~~n d.e la pena y del tanto de la mis~a p~:a
efectos de readaptación, rehabllltaclón, resodaliza:ción o repersonahzaclOn
de quiene~ sufren una pena de prisión y de la que tanto se habla en el dis-
curso oficial, pero que nunca se lleva a la realidad.
2) Se propone que en todos los expedientes en materia penal, tanto
del fuero común como del fuero federal, se cumpla con el requisito que
marca el artículo 146 en sus tres fracciones' del Código Federal de Proce-
dimientos Penales, para que el juez de la causa se cerciore que efectiva-
mente el individuo sometido a proceso no padece alguna deficiencia en su
estructura biofísica y psicológica, para que en el momento de dictar sen-
tencia lo haga de acuerdo con los principios de legalidad y equidad.
3) Se propone que la psicología y la psiquiatría criminal sean conside-
radas como disciplinas auxiliares del Derecho Penal, en virtud de los cono-
cimientos que aportan, mismos que son de gran relevancia para enten-
der la personalidad del delincuente, sus patologías y su estructura psico-
fisiológica, para conocer la génesis del individuo delincuente y su hecho
ilícito.
4) Se propone la realización de peritajes psicológicos realizados por
grupos interdisciplinarios, conformado por profesionistas de diferentes
disciplinas que dominan diversos conceptos, métodos, datos y términos, y
que se organizan en un esfuerzo común, en donde exista la intercomu-
nicación continua entre los participantes del grupo colegiado para emi-
tir un dictamen final psicológico que ayude al órgano jurisdiccional en-
cargado de la impartición de justicia, a tener un panorama más amplio
del individuo, en el momento de aplicación de la individualización de la
pena.
5) Se propone que en los centros de readaptación social del Estado se
apliquen los tratamientos idóneos para la reada.p~aCIón de sentenciados.
6) Se propone que en la práctica de la JustICIa Penal se considere la
victimología como disciplina auxiliar del Derecho Penal, ya que nos pro-

215
216 PROPUESTAS

porciona estudios de la personalidad y atención especial de los factores


pertinentes al desarrollo emocional y social de la persona o grupo que re-
sulta víctima de un crimen. En este planteamiento de la conducta criminal,
que consistirá en explicar la forma en que la víctima misma contribuye a
su propia agresión, y que tal conocimiento nos servirá como estructura de
prevención de los delitos.
7) Se propone que los integrantes del Poder Judicial sean elegidos por
examen de oposición o por elección popular. En un país democrático
como el nuestro se requiere de un Poder Judicial a la par que indepen-
diente, digno y con medios y servicios adecuados. Con jueces y fiscales
que sean ineludibles de ese poder, idóneos, versados y con formación cri-
minológica. No debe perderse de vista este fundamental aspecto ni hacer-
lo complejo, como ocurre en la actualidad, con la designación de amigos
en cargos que deberían ocupar los que tienen vasto conocimiento en la
materia. Es preciso una reestructuración que permita que los jueces sean
designados por méritos reconocidos por las corporaciones, y no por desig-
naciones amistosas o por componendas políticas.
8) Se propone la creación e incremento de juzgados de acuerdo con
las causas que se desahogan, ya que los juzgados que existen en la actua-
lidad se ven desbordados por el creciente cúmulo de causas y resultan
escasos para el crecimiento proporcional de éstas, al aumentar los índi-
ces demográficos, ya que existe una permanente delegación de funcio-
nes, lo que se traduce en una visible transgresión a las leyes procesales.
Los jueces se ven obligados a delinquir diariamente. Si bien el encabeza-
miento y el pie de páginas de la mayoría de los actos procésales, regis-
tran la presencia del juez, resulta imposible e impensable (salvo a recurrir
a la cimentación según se vea) que estuviera en todos ellos al mismo tiem-
po con un don de omnipresencia, que' no es, precisamente, don de los
humanos.
9) Se propone la humanización en el sistema carcelario pues tal pare-
ce que confunde sus funciones en términos de disciplinar por domesticar
mediante un sistema coercitivo. Separar y aislar al individuo en el sentido
de no permitir conductas que le proporcionen cierta libertad cognoscitiva
y disposición de su tiempo.
10) Se propone que a los delincuentes sentenciados por enfermedades
psicopatológicas, cuenten con una atención psicológica o con un trata-
miento psicoterapéutico que les permita observar otra modalidad para
que tanto los psicólogos y psiquiatras sean apreciados por lo reclusos, y no
sólo sean vistos como elementos del personal penitenciario, puesto que
para ellos son sólo guardianes, miembros del sistema que los castiga y los
reprIme.
11) Se propone que el Congreso de la Unión faculte a la Comisión
PROPUESTAS 217

Nacional de Derechos
o"
Humanos par . a que sus r eC011lendaciones adquie-
..
ran relevancia y caracter coercitivo d ~ancionar a los órganos
di l y pue an eris -' de Ios : di
Juns icciona es que no acaten sus res oIuciories
UClones· benefiCio e os, ID. l-
o o o

ciados, procesados o sentenciados, cuando se vulneren sus garantlas In-


dividuales.
ANEXOS
1. PROCESO DE INVESTIGACIÓN jURtDICA DE CAMPO

1. Dentro del proceso de la investigación jurídica de campo, para comprobar


la hipótesis se hizo uso de la encuesta como técnica de investigación a través del
cuestionario del cual se recopiló el testimonio de 10 jueces de Primera Instancia
del Ramo Penal, 10 médicos legistas o forenses, 15 agentes del Ministerio Público
y 15 defensores, haciendo un total de 50 encuestados.
2. También se realizó una encuesta a través de un cuestionario, el cual fue
contestado por los siguientes individuos 20 indiciados, 15 procesados y 15 senten-
ciados, haciendo un total de 50 encuestados.
3. La encuesta es la técnica por medio de la cual se recopilan testimonios
(provocados o dirigidos) cuyos propósitos es conocer hechos, actitudes y opiniones
de una muestra de población previamente determinada.
4. El cuestionario contiene los siguientes elementos:
a) una breve explicación del objetivo e importancia de la investigación que se
está llevando a cabo.
b) Datos del encuestado tales como nombre, desempeño laboral y años de
serVICIO.
e) Instrucciones a seguir para llenar el cuestionario.
d) Un cuestionario con una base de preguntas que serán contestadas por los
encuestados .
. e) Identificación del encuestador.
5. En cuanto a las preguntas del cuestionario, tuvieron las siguientes carac-
terísticas ..
a) Cerradas.-Que son aquellas preguntas en los que el encuestado tenía res-
puestas previas, que a su vez fueron:'
b) Dicotómicas.-Preguntas que presentan uno sola opción de respuesta.
e) De abanico.-Preguntas que presentaban varias opciones de respuestas.
6. Dentro del proceso de investigación jurídica de campo se hizo uso de la
observación directa sin participación, por medio de la cual se tuvo como meta de-
tectar cómo funciona una institución jurídica en la realidad social; la observación
se realizó en dos centros de readaptación social.
7. La observación nos dio la oportunidad de determinar la distancia que exis-
te entre el ser y el deber ser, entre la norma y su aplicación misma.
8. Se llevó a cabo la observación ordinaria no participante, la cual consiste en
examinar un problema desde afuera, sin incorporarse al grupo social y sin partici-
par en sus actividades.

221
222 ANEXO1

INVESTIGACIÓN DE CAMPO
CUESTIONARIO
NOTA: El uso de la información obtenida en el presente cuestionario es estricta-
mente para efectos didácticos y confidenciales.

Nombre: __
Desempeño laboral. _ Años de servicio. _

INSTRUCCIONES:De acuerdo con su experiencia laboral marque con una X la res-


puesta que considere conteste correctamente la pregunta.

1. ¿Tiene conocimiento de las patologías de la personalidad?


SÍ NO

2. ¿Conoce las reacciones de las patologías de la personalidad?


SÍ NO

3. ¿Conoce las excluyentes de responsabilidad?


SÍ NO

4. ¿Sabe qué es un individuo normal?


SÍ NO

5. ¿Sabe qué es un individuo anormal?


SÍ NO

6. ¿Dentro de su desempeño laboral ha solicitado u ordenado peritajes físi-


cos-psicológicos?
SÍ NO

7. ¿En qué clase de juicios que tramita ha ordenado u solicitado peritajes físi-
cos-psicológicos?
CIVIL MERCANTIL FAMILIAR PENAL

8. ¿Le es importante solicitar u ordenar peritajes físicos-psicológicos en?


INDICIADOS PROCESADOS SENTENCIADOS

9. ¿Considera importante realizar peritajes físicos-psicológicos de acuerdo con lo


establecido en el artículo 146 del Código Federal de Procedimientos Penales?
SÍ NO

10. ¿Considera importante realizar peritajes físicos-psicológicos para la aplicación


de la individualización de la pena?
SÍ NO
ANEXO I 223

11. ¿Considera que el sistema de peritajes físico-psicológicos en el estado es


idóneo?
SÍ NO

12. ¿Considera benéfico la aplicación de un peritaje físico-psicológico con base en


el dictamen emitido, aplicar un tratamiento adecuado al sentenciado?
sí NO

13. ¿Considera que en los centros de readaptación social del Estado se aplican los
tratamientos idóneos para la readaptación del sentenciado?
SÍ NO

REALIZÓ: Aleyda Ángeles Astudillo.


224 ANEXO 1

CUADRO ESTADÍSTICO
En la investigación de campo se realizó un cuestionario donde participaron
los siguientes profesionistas: 10 jueces de Primera Instancia del Ramo Penal, 10
médicos legistas o forenses, 15 ministerios públicos y 15 defensores. haciendo un
total de 50 encuestados. Se obtuvieron los siguientes resultados:

1. ¿Tiene conocimiento de las patologías de la personalidad?

NO 49 0.98 98
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80
60
40 o Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

2. ¿Conoce las reacciones de las patologías de la personalidad?

pW:;'':;:;,,-,,:
('. ..:,::;,¡Rí!8 "'p
.)~~.' ':úa'- ~~t~"
d~!I: ~a.,~.
.- "1ru:l(len~ijl' ,~..,:-.,..: .'"., i%i.. .."-,,.: ~."
...·.......
SI - 2 0.04 4
NO 48 0.96 96
TOTAL 50 1.00 100

120.---------------------------------------~,
100+-----------------------------------~~~
80~-------------------------------- • Sí
60+---------------------------------- • No
40 +-----, O Total
20 +-----
O +---==z:::::¡
Frecuencia Incidencia %
ANEXO 1 225

3. ¿Conoce las excluyentes de responsabilidad?

NO o 0.00 o
TOTAL 50 1.00 100

120~--------------------------------------~
100+-----------------------------~~--~~-4
80+-----------------------------~·~~ • Sí
60+-----------------------------~ .No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

4. ¿Sabe qué es un individuo normal?'


'f!reé:UenCUl
.....'., .;",~
..'
--: w.:
u
Respue$~ 1·,~¡[
..~:·J~~ide~c:ia: ,'"
:'>·:i:~:'; ..'~C}f/.,'(. •_

SI 15 0.30 30
NO 35 0.70 70
TOTAL 50 1.00 100

120.---------------------------------------~
100+-----------------------------------~~~
80-1-------------------------------------~ • Sí
60+---------------------------------
• No
40 -1-------1 O Total
20+---
O -t--_.....=
Frecuencia Incidencia %
226 ANEXO 1

5. ¿Sabe qué es un individuo anormal?

. ,'O F.~enCla • .. .,.


,/R~Jl~ea(aa~j{
~-;.;:~: 17~,r }'incidf)1l_qif...:. I/_:::~' _"> % -~ ...

SI 15 0.30 30
NO 35 0.70 70
TOTAL 50 1.00 100

120~--------------------------------------~
100+-----------------------------------~--~~
80 +-----------------------------------~ • Sí
60+---------------------~----------- .No
40 +--------1 O Total
20 --1-----
0+-......1:5:
Frecuencia Incidencia %

6. ¿Dentro de su desempeño laboral ha solicitado u ordenado peritajes físi-


cos-psicológicos?
.....-
.,;.
~spuestaS "P'iearttenclll D .} .:_Ineidencla ., ~ =.',

SI 8 0.16 16
NO 42 0.84 84
TOTAL 50 1.00 100

------

120
100
80 • Sí
60 • No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %
ANEXO 1 227

7. ¿En qué clase de juicios que tramita ha ordenado u solicitado peritajes físi-
cos-psicológicos?

Re$puefita -'Frecuencia .:
Incidencia , ,,:',S
CIVIL 15 0.30 30
MERCANTIL 15 0.30 30
FAMILIAR 15 0.30 30
PENAL 5 0.10 10
TOTAL 50 1.00 100

120
100
• Frecuencia
80 r-
60 r- • Incidencia
0%

I-
40 ~r- r-
r-- ;-- ~
20 r---- r-

O n I
el I
[""""""iJ, n I

. .~
a
..:.:

8. ¿Le es importante solicitar u ordenar peritajes psicológicos en?


..
.i~[:'1'
~,~,d_.Re~~~8fA:.~ ,
....::!"tecúenC'.!P.'~:" -, IJicide~~~ ':
..:..1:J!.~f~;tjW.f.\f~i\i::'.~\\_'~
\
INDICIADOS 1 0.02 2
PROCESADOS 2 0.04 4
SENTENCIADOS O O O
NINGUNO 47 0.94 94
TOTAL 50 1.00 100

120
r---_
100
- • Frecuencia
80 _
60
40
...-
r----
. I-
r-I
r-- r-
.._

D %
Incidencia

20
O
(5:
o""
,---,
- o'"
,--,

(5:
o'"
r----

o
¡--

~~
~
r----

.~
.,::sr ~
¡j -,::sr
,0 .¡;;-4'
~ OÜ
.q,..r.::; ji
.8 ~
'-$
c,<Ü
228 ANEXO 1

9. ¿Considera importante realizar peritajes físicos-psicológicos de acuerdo a lo


establecido en el artículo 146 del Código Federal de Procedimientos Penales?

Respuestas F~~ueDcitt, IJjcidenaia ..-. %


SI 46 0.92 92
NO 4 0.08 8
TOTAL 50 1.00 100

120 ~--------------------------------------~
100
80 +---------------------------~ • Sí
60 +-----------------------------~i .No
40 _'_-.I:,'. ~:;':.I---I
O Total
20
O +-------~--~-.~==~--~==--~~~--~--~~
Frecuencia Incidencia %

10. ¿Considera importante realizar peritajes físicos-psicológicos para la aplicación


de la individualización de la pena?

SI 45 0.90 90
NO 5 0.10 10
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80
• Sí
60 +- 1
• No
40
O Total
20
O +-_L__~ _L~~~~---C==L-~~~

Frecuencia Incidencia %
ANEXO 1 229

11. ¿Considera que el sistema de peritajes físico-psicológicos en el Estado es


idóneo?

Re~uesta8 Fr:ecuencia Incidencia % "


.'
SI 6 0.12 12'
N.o 44 0.88 88
T.oTAL 50 1.00 100

120
100
80 +------- __
• Sí
60 +- _
.No
40 +- _
O Total
20 -f------

O
Frecuencia Incidencia %

12. ¿Considera benéfico la aplicación de un peritaje físico-psicológico con base en


el dictamen emitido aplicar un tratamiento adecuado al sentenciado?

.s: _:tespuestafil
SI
0~' FtecqeJJ.~
48
.~c '.~~ci4,~~~i4::'
0.96
;.0,-. tÜ: -« I ~ ....!,; .•' '- .r ;: .
96
N.o 2 0.04 4
'LOTAL 50 1.00 100

120
100
80 • Sí

60 • No

40 O Total

20
O
Frecuencia Incidencia %
230 ANEXO 1

13. ¿Considera que en los centros de readaptación social del Estado se aplican los
tratamientos idóneos para la readaptación del sentenciado?

SI 3
NO 47
TOTAL 50

120
100
80 • Sí
60 +-----------~--------------------- .No
40 +-----
O Total
20 -t----

O -t-_..................

Frecuencia Incidencia %

REALIZÓ: Aleyda Ángeles Astudillo.


11. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Dentro del siguiente proceso de investigación jurídica obtuvimos los siguientes re-
sultados:
1. En la aplicación de la encuesta como técnica de investigación a través del
cuestionario del cual se recopiló el testimonio de 10 jueces de Primera Instancia
del Ramo Penal, 10 médicos legistas o forenses, 15 agentes. del Ministerio Público
y 15 defensores, haciendo un total de 50 encuestados, se codificaron de la mues-
tra obtenida los siguientes resultados:
a) En la primera pregunta un 2% sí tiene conocimiento de las patologías de la
personalidad; el 98% contestó que desconoce las patologías de la personalidad.
b) En la segunda preguntaun 4% sí conoce las reacciones de la patología de la
personalidad; un 96% no conoce las reacciones de la patología de la personalidad.
e) En la tercera pregunta de si conocen las excluyentes de "responsabilidad un
100% contestó que sí conoce las "excluyentes de responsabilidad.
d) En la cuarta pregunta de que si sabe qué es un individuo normal, 30%
afirmativo y 70% dijo que no sabe qué es un individuo normal.
e) En la quinta pregunta un 30% sí sabe qué es un individuo anormal y un
70% no sabe qué es un individuo anormal.
j) En la sexta pregunta un 16% ha solicitado u ordenado peritajes físico-psi-
cológicos; un 84% declaró que no ha solicitado u ordenado peritajes físico-psicoló-
gICOS.
g) En la séptima pregunta que dice que en qué clase de juicios que tramita ha
ordenado u solicito peritajes físico-psicológicos se obtuvo un 30% en materia civil,
un 30% en mercantil, un 30% en materia familiar y un 10% en materia penal.
h) En la octava pregunta de que si es importante solicitar u ordenar peritajes
físico-psicológicos se obtuvo un 2% en indiciados, 4% en procesados, un 0% en
sentenciados; a un 94% no le es importante solicitar u ordenar peritajes físico-psi-
cológicos
i) En la novena pregunta un 92% sí considera importante realizar peritajes fí-
sico-psicológicos de acuerdo con el artículo 146 del Código Federal de Procedi-
mientos Penales y un 8% que no considera importante realizar peritajes.
j) En la décima pregunta un 90% considera importante realizar peritajes físi-
co-psicológicos para la aplicación de la individualización de la pena y un 10% no
considera importante realizar per'itajes físico-psicológicos para la aplicación de la
individualización de la pena.
k) En la décima primera pregunta se reporta que un 12% sí considera que el

231
232 ANEXO 11

sistema de peritajes físico-psicológicos es idóneo en el Estado, y un 88% no consi-


dera que el sistema de peritajes físico-psicológicos es idóneo en el Estado.
l) En la décima segunda pregunta, considera un 96% benéfica la aplicación de
un peritaje físico-psicológico y con base en el dictamen aplicar un tratamiento
adecuado al sentenciado; un 4% no considera benéficá la aplicación de un peri-
taje físico-psicológico y con base en el dictamen aplicar un tratamiento adecuado
al sentenciado.
m) En la décima tercera pregunta, el 6% considera que en los centros de rea-
daptación social del Estado se aplican los tratamientos idóneos para la readapta-
ción de los sentenciados; un 94% no considera que en los centros de readaptación
social del Estado se apliquen los tratamientos idóneos para la readaptación de los
sentenciados.
ANEXO11 233

INVESTIGACIÓN DE CAMPO
CUESTIONARIO
NOTA:El uso de la información obtenida en el presente cuestionario es estricta-
mente confidencial para efectos didácticos.

Nombre:
-----------------------------------------------------------------
INSTRUCCIONES: Marque con una X la respuesta que considere conteste correcta-
mente la pregunta.

1. ¿Tiene conocimiento de las patologías de la personalidad?


SÍ NO
2. ¿Conoce las reacciones de las patologías de la personalidad?
sí NO
3. ¿Conoce las excluyentes de responsabilidad?
SÍ 'NO
4. ¿Sabe qué es un individuo normal?
SÍ NO
5. ¿Sabe qué es un individuo anormal?
SÍ NO
6. ¿Le han solicitado u ordenado peritajes físicos-sicológicos?
sí NO
7. ¿Tiene conocimiento de la importancia de realizar peritajes psicológicos para
la aplicación de la individualización de la pena?
SÍ NO
8. ¿Considera que el sistema de peritajes físicos-psicológicos en el Estado es
idóneo?
SÍ NO
9. ¿Considera que en los centros de readaptación social del Estado se aplican los
tratamientos idóneos para la readaptación del sentenciado?
SÍ NO

REALIZÓ: Aleyda Ángeles Astudillo.


234 ANEXO 11

CUADRO ESTADÍSTICO
En la investigación de campo se realizó u~ cuestionario donde participaron
los siguientes individuos: 20 indiciados, 15 procesados, 15 sentenciados. Esta in-
vestigación se realizó en dos centros de readaptación social.

l. ¿Tiene conocimiento de las patologías de la personalidad?

R~¡:¡pU~9tas Freauencia' Incidencia %


SI 1 0.02 2
NO 49 0.98 98
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80 • Sí
60 • No
40 O.Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

2. ¿Conoce las reacciones de las patologías de la personalidad?


-
Respuesta!; w,'H:' li, Freeuelloia: .~ ..' :~ Incidencia 11: , c¡.ó.
SI 2 0.04 4
NO 48 0.96 96
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80 • Sí
60
• No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %
ANEXO 11 235

3. ¿Conoce las excluyentes de responsabilidad?

i: B,es ,:"1.-.:... 'L'I ~~iL


1';" ~L,·;)"~tiaeGda lncJd@ci~~ ú ,;, IJ~~ ,1 ..~'
-~%-;. Jl ':

SI 50 1.00 100
NO O 0.00 O
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80 • Sí

60 .No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

4. ¿Sabe qué es un individuo normal?

Resp\lestas; ';";;-'1I Ft'ec::~.~cia ]~cidencit!-·:- ,', 1: e-/ 't: ''--~\''n~:~~;t-~j'


'"-
SI 15 0.30 30
NO 35 0.70 70
TOTAL 50 1.00 100

120
100
• Sí
80
• No
60
40 O Total

20
O
Frecuencia Incidencia %
236 ANEXO 11

5. ¿Sabe qué es un individuo anormal?

SI 15 0.30 30
NO 35 0.70 70
TOTAL 50 1.00 100

120.----------------------------------------,
100+-----------------------------------.--,~
80+-----------------------------------~ • Sí

60+-------------------------------- .No
40 -I---------j O Total
20+---
O
Frecuencia Incidencia %

6. ¿Le han solicitado u ordenado peritajes físicos-sicológicos?

SI 8 0.16 16
NO 42 0.84 84
TOTAL 50 1.00 100

120
100
80 • Sí
60 • No

40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %
ANEXO II 237

7. ¿Tiene conocimiento de la importancia de realizar peritajes psicológicospara


la aplicación de la individualización de la pena?
'.:t~~~, J'~....~ ;'l'~III~;
I~~~ ::~ ~
l.~
..' ",
~.;; e ~~. ...
; ,'~'.'; ~t'"'!< 1'1" '!.'f\, ..' 'J '''-':~~
SI 46 0.92 92
NO 4 0.08 8
TOTAL 50 1.00 100

120
100
• Sí
80
60 .No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

8. ¿Considera que el sistema de peritajes físicos-psicológicosen el Estado es


idóneo?

II·~
1HX. ~ ~.~ 111 LF~.~it1i ·Jfl"!~!i
~"!; c.o. "-.~ (l'

SI 3 0.06 6
NO 47 0.94 94
TOTAL 50 1.00 100

120
100
• Sí
80
60 .No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %
238 ANEXO 11

9. ¿Considera que en los centros de readaptación social del Estado se aplican los
tratamientos idóneos para la readaptación del sentenciado?

NO 47 0.94 94
TOTAL 50 1.00 100

120
100
• Sí
80
60 .No
40 O Total
20
O
Frecuencia Incidencia %

REALIZÓ: Aleyda Ángeles Astudillo,


239

PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

, la aplicación de la encuesta como técnica de la" investigación se realizó un


En"sriona,riodonde participaron los siguientes individuos: 20 indiciados, 15 pro-
Cl.IC::'clOS 15 sentenciados. Haciendo un total de 50 encuestados se codifico de las
cesa uestas" ob teru.das
as Ios
os si .
srguientes resu Llados:
reSP
a) En la primera pregunta un 2% sí se tiene conocimiento de las patologías
de la personalidad; el 98% contestó que desconoce las patologías de la persona-
lidad.
b) En la segunda pre:gunta se obtuvo un 4% de que si conoce las reacciones de
la ,patología de la perso~dad y un 96% de que no conoce l~s reacciones de la
atología de la personalidad.
P e) En la tercera pregunta de si conocen las excluyentes de responsabilidad un
100% contestó que sí conoce las excluyentes de responsabilidad.
d) En la cuarta pregunta de que si sabe qué es un individuo normal, un 30%
dijo que sí y ~ 70%, dijo que no sabe qué es .un indi~iduo norm~l. . "
e) En la qumta pregunta un 30% respondió que SI sabe qué es un individuo
anormal y un 70% no sabe qué es un individuo anormal.
j) En la sexta pregunta un 16% ha solicitado u ordenado peritajes físico-psico-
lógicos, y un 84%, no ha solicitado u ordenado peritajes físico-psicológicos.
g) En la séptima pregunta un 92% sí considera importante realizar peritajes
psicológicos para la aplicación de la individualización de la pena, y un 8% no con-
sidera impoFtante r-ealizar peritajes psicológicos para la aplicación de la individua-
lización de la pena.
h) En la octava pregunta se reporta que un 6% sí considera que el sistema de
peritajes psicológicos es idóneo en el Estado, y un 94% no considera que el siste-
ma de peritajes psicológicos es idóneo en el Estado.
i) En la novena pregunta, el 6% considera que en los centros de readaptación
social del Estado se aplican los tratamientos idóneos para la readaptación del sen-
tenciado; un 94% no considera que en los centros de readaptación social del Esta-
do se aplican los tratamientos idóneos para la readaptación del sentenciado
III. OBSERVACIÓN DIRECTA SIN PARTICIPACIÓN

En la observación directa sin participación realizada en dos centros de readapta-


ción social en el Estado se obtuvieron los siguientes resultados:

INFRAESTRUCTURA

a) Cuenta con 10 dormitorios con la siguiente clasificación:


b) Dormitorio A destinado para las reclusas del sexo femenino.
e) Dormitorios B, e, D, E, F, G, H, K, L destinados a los reclusos del sexo mas-
culino.
d) Cuenta también con los siguientes talleres: carpintería, ebanistería, confec-
ción de hamacas.
e) También cuenta con un pequeño reclusorio en el interior, denominado el
Cerecito, donde se encuentran recluidos algunos funcionarios públicos que están
siendo procesados o sentenciados.
/) Cuenta con un área en donde se encuentran las oficinas de Gobierno co-
rrespondientes al Centro de Readaptación Social.
g) Cuenta con dos canchas para actividades deportivas.
h) Cuenta con un área de psiquiatría donde se realizan los estudios y los peri-
tajes psicológicos y médicos.
i) Cuenta con un área de observación y clasificación de los enfermos mentales.

PERSONAL QUE LABORA EN EL ÁREA DE PSIQUIATRÍA

a) Un psiquiatra.
b) Un psicólogo.
e) Un trabajador social.
d) Un médico.

POBLACIÓN

a) Integrada por un total de 1,698 reclusos, de los cuales 1,617 son del sexo
masculino y 81 son del sexo femenino.
b) PROCESADOS.-Hayun total de 657, de los cuales 637 son del sexo masculi-
no y 20 del sexo femenino.
e) SENTENCIADOS.-980de sexo masculino y 61 del sexo femenino, haciendo
un total de 1,041.

241
242 ANEXOIlI

d) Existe un total de 698 sentenciados por delitos del fuero común, de los
cuales El64son del sexo masculino y 34 del sexo femenino.
e) Por delitos del fuero común, hay un total de 532 procesados de los cuales
523 son del sexo masculino y 9 del sexo femenino.
f) Por delitos del fuero fede "al en proceso hay un total de 125, de los cuales
114 son del sexo masculino y 11 del sexo femenino.
g) Por delitos del fuero federa] hay un total de sentenciados, 343 de los cuales
316 son del sexo masculino y 21 del sexo femenino.
h) De la población total 17 son extranjeros del sexo masculino.
i) Hay 40 indígenas, de los cuales 35 son del sexo masculino y 5 del sexo feme-
runo.
j) Hay 3 niños, hijos de las reclusas.

RESULTADOS

En la observación directa sin participación se observó:


a) Que no se realizan los diagnósticos físico-psicológicos adecuados para de-
termlnar 'la situación de los procesados y sentenciados.
b) No se realizan adecuadamente los tratamientos para los reclusos procesa-
dos y sentenciados.
e) No se realizan las visitas domiciliarias sin ningún procedimiento por parte
del trabajador social.
d.) No existen instalaciones adecuadas para que los reclusos realicen actividades
deportivas o actividades recreativas.

OBSERVACIÓN DIRECTA SIN PARTICIPACIÓN EN DOS JUZGADOS


DE PRIMERA INSTANCIA EN MATERIA PENAL

a) Con la autorización de sus titulares se realizó la observación a 50 expedien-


tes de los cuales en ninguno de los expedientes se encontró algún peritaje médico
o peritaje psicológico.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

ABRAHAMSEN, David, La mente asesina, FCE, México, 1976.


ADLER,Alfred, El sentido de la vida, Mirecle, Latinoamericana, México, 1952.
--, Superioridad e interés social, Fondo de Cultura Económica, México, 1968.
ALEXANDER Y STAUB,El delincuente y sus jueces desde el punto de vista psicoanalítico,
Biblioteca Nueva, México, 1961.
--, El Sentido de la vida Latinoamericana, México, 1952.
--, Superioridad e interés social, Fondo de Cultura Económica, México, 1968.
ARAMONI,Aniceto, Psicoanálisis de la dinámica de un pueblo. (México tierra -de hom-
bres), H Costa-Arnic, México, 1965.
--, Sus mejores casos de Criminología, J. Ramón, Garambella, México, 1980.
--, Psicoanálisis del magnicidio, Jurídica Mexicana, México, 1965. -
AMAruSTA,Félix José, "Conducta antisocial y aberraciones cromosómicas", Revista
Relación Criminológica, Universidad de Carabobo, Valencia, Venezuela, año 1,
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Biblioteca de Consulta Microsoft, Encarta, 2003, 1993-2002, Microsoft Corporation.
ÍNDICE

Pág.
JUSTIFICACIÓN IX
INTRODUCCIÓN XI
ABREVIATURAS XVII

CAPÍTULO I
ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA CRIMINAL,
SU GÉNESIS CONDUCTUAL y SUS MÁXIMOS EXPONENTES
A) Europa. 1
B) América. 2
C) México. 4

CAPÍTULO 11
BREVE ESTUDIO DE LAS CORRIENTES PSÍQUICAS
A) Aspectos generales . . . . . . . . . . 7
B) Antecedentes de las enfermedades psíquicas 7
l. Época' antigua. 12
2. Grecia. . . . 13
3. Roma. . . . 14
4. Cultura china. 15
5. Babilonia. 17
6. Egipto. 17
7. India . . 17
8. México. . 18
C) La postura filosófica de Platón, Aristóteles, Cicerón y Galeno respecto
de este tópico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 19

CAPÍTULO 111
ANÁLISIS, CONCEPTOS DE LA PSICOLOGÍA,
PSICOLOGÍA CLÍNICA y DE LA PSICOPATOLOGÍA
A) Definiciones y aportaciones teóricas de diversos autores de la psicología. 23
B) Definiciones y aportaciones teóricas de diversos autores de la psicología
clínica. . . . . . . -. . . . . . .. 27

247
248 ÍNDICE

Psicología clínica . . 27
Aspectos generales 27
Historia. . . . . . 27
Función del psicólogo clínico 28
El conductismo. . . . . . . 29
C) Definiciones y aportaciones teóricas de diversos autores de la psiquiatría 30
Historia de la psiquiatría . . . 31
Psiquiatría en la Edad Antigua. . 32
Psiquiatría grecorromana. . . 32
Psiquiatría medieval y renacentista 33
Edad Media . . . 33
El Renacimiento 34
Psiquiatría barroca 34
Psiquiatría ilustrada 34
Psiquiatría romántica 35
Psiquiatría positivista 36
Psiquiatría actual . . . 37
D) Definiciones y aportaciones teóricas de diversos autores de la psicopatología 39
Psicología patológica. . . . 39
Enfoques a la psicopatología. . . . . . . . . . . . . . .. 40
La psicopatologta y la ciencia . . . . . . . . . . . . . .. 42
'Métodos científicos en la ,psicapatalogía y en la psicología clínica. 44
E) Correlación científica de estas disciplinas con el Derecho Penal . . .. 46

CAPíTULO IV
DESARROLLO TEÓRICO-PRÁCTICO DE LA PSICOLOGÍA GENERAL
O NORMAL y LA PSICOLOGÍA ANORMAL
A) Aspectos de la psicología en los enfoques conceptuales de normalidad
y anormalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
B) Estudio de los modelos psicológicos de la conducta anormal 50
C) El modelo médico y su consecuencia como enfermedad 50
Concepto de enfermedad. . . . 51
D) El modelo psicoanalítico . . . . . . . 53
Etapas del desarrollo psicosexual . 55
Conclusión. . . . . . . . . . 56
E) El modelo dé! aprendizaje. .... 57
F) El modelo de aprendizaje de la conducta anormal. 60
C) De las corrientes psicológicas . . . . . . . . . 61
H) Los grandes estudiosos y sus aportaciones en esta materia 61
1. Alfred Adler . . . . 61
2. Alexander y Staub . . . . . . . . . . . . . . 66
3. Otros contemporáneos . . . . . . . . . . . . 68
1) De las estadísticas como modelo en materia psicológica 69
1. La utilidad de las estadísticas para este estudio 70
a) Psicometría. 7O
Medición 71
ÍNDICE 249

Escalas de medición . . . . . 71
b) Relación psicometría-psicología 72
Sistemas de medida '. . . . . 72

CAPÍTULO V
ENTRE LA CRIMINALIDAD y LOS DIVERSOS TRASTORNOS
DEL SUJETO EN SU CONDUCTA, ENFERMA O DESADAPTADA
A) Concepto de criminalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 75
B) Conducta des adaptada crónica. Aspectos clínico, biológico y sociológico. 76
Conducta desadaptada crónica. . . . . . . . . . . . 76
C) Criminalidad accidental. Aspectos clínico biológico y sociológico. 77
D) Conducta antisocial (psicopática). . . . . . . . 78
Cuadro clínico de la personalidad antisocial 79
Características comunes. . . . . . . . 80
Desde el psicoanálisis: Otto Kernberg. 82
E) Conducta adaptada y desadaptada. . . 83
Conducta adaptada y desadaptada 84
l. Concepto. . . . . . . . . . 85
Estrés y vulnerabilidad. . . . . 85
Tipos de conducta desadaptada . 86
2. EL sujeto y sus reacciones individuales como resultado de su desa-
daptación social. . . . . . . . 87
El psicópata . . . . . . . . . . . . . . . 87
Características psicopatológicas . . . . . . . 88
Subclasificación de la personalidad del psicópata 90
3. El sujeto y sus reacciones individuales como resultado de su desadap-
tación social (conducta delictiva) . . . . . 94
Factores causales de la conducta delictiva 95

CAPÍTULO VI
LAS ENFERMEDADES Y DEFICIENCIAS MENTALES
CORRELACIONADAS CON LA LEGISLACIÓN PENAL
A) De su clasificación, como deficientes, enfermos, trastornados con capaci-
dades disminuidas y su manifiesta personalidad conductual . 101
B) Trastornos y síndromes mentales orgánicos 102
l. Demencia senil y demencia presenil . 102
2. Psicosis alcohólica . . . . . . . 102
3. Desórdenes psicosomáticos 102
Estrés emocional y enfermedad corporal. 102
4. Desórdenes psicóticos. . . . . . . . . . 103
Psicopatología de los desórdenes del cerebro 104
C) Enfermedades y enfermos mentales no psicóticos . 105
l. Desórdenes del carácter o de las distorsiones de personalidad 105
Personalidad o carácter compulsivo. 106
Personalidad y carácter histérico. . . . . . . . . . . 106
250 ÍNDICE

Personalidad paranoica. 107


Personalidad ciclotímica (maniaco-depresiva) . 107
Personalidad esquizoide 107
Personalidades inadecuadas e inestables . 108
Personalidad inadecuada . 108
Personalidad emocionalmente inestable 108
Personalidades pasivo-agresivas 108
Perturbaciones de la personalidad sociópata 109
2. Desviaciones sexuales. 110
Homosexualidad 110
Exhibicionismo 110
Voyeurismo 111
Fetichismo . 111
Travestismo 111
Sadomasoquismo 112
3. Oligofrenias 112
4. Epilepsias 112
Causas de la epilepsia 113
5. Psicosis maniaco-depresivas 114
6. Esquizofrenias. 115
Formas simples. 115
Tipo hebefrénica 116
Tipo catatónico . 116
Tipo paranoico . 116
Tipo esquizo afectivo. 117
D) Enfermedades y enfermos mentales psicóticos 117
E) Personalidades y alteraciones provocadas por .situaciones transitorias 118
F) Personalidades y alteraciones en la mujer . 118
G) Trastornos de la conducta de inicio en la infancia, de la niñez y la ado-
lescencia. 119
Retraso mental . 119
Trastorno del aprendizaje. 120
Trastorno de las habilidades motoras . 120
Trastornos de la comunicación. 120
Trastornos generalizados del desarrollo 120
Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador 120
Trastornos de la ingestión y de la conducta alimentarias de la in-
fancia o la niñez 121
Trastornos de la identidad sexual 121
Tratornos de tics 121
Trastornos de eliminación 122
H) Diagnóstico y tratamiento. 122
1. Diagnóstico. 122
2. La evaluación: base de la clasificación 123
La entrevista . 123
Contenido de la entrevista 124
a) El historial clínico y el detenido 125
ÍNDICE 251

b) El historial clínico y el procesado. . . . . . . . . . . . . . 125


e) El historial clínico el sentenciado. . . . . . . . . . . . . , 125
d) Aplicación de test de inteligencia, proyectivas, de personalidad,
ascendencia, de interés y actividades 126
Pruebas psicológicas. . . . . . . . . 126
e) La diversidad de tratamientos . . . . . 130
j) Psicoterapia (individuales o grupales, etc.) 131
1) ¿El delincuente es un individuo enfermo o desviado por naturaleza? 133
J) Aportamientos psicológicos de Anna Freud y Sigmund Freud 134
K) Casos que ejemplifica la personalidad del delincuente 137
Caso Número Uno. 137
Caso Número Dos. 138
Caso Número Tres 138

CAPÍTULO VII
CARACTERÍSTICAS Y PERFILES PSICOLÓGICAS
RELACIONADOS CON LA PERSONALIDAD DEL DELINCUENTE
A) Diversos enfoques psicoanalíticos de la personalidad del delincuente 141
l. Delincuencia normal o casual . . . . 141
2. Delincuencia subcultural o socializada . 141
3. Delincuencia no socializado y psicópata 143
4. Delincuencia neurótica . . . . . . . 144
B) Clasificación tipológica, la participación y perfiles psicológicos del ente
delincuente . . . . . . . . . . 144
1. En los delitos contra la vida . . 145
a) Su personalidad. (Homicida). 145
b) Sus causales . . . . . . . 145
2. En los delitos patrimoniales . . 148
a) Su personalidad. (Ladrón, ratero, carterista) 148
El ladrón 148
El ratero. . . . . . . . . . . 149
El carterista . . . . . . . . . 149
b) Robos. (Genérico: de automóviles) 149
e) El enfermo cleptómano. . . . . 150
d) El estafador . . . . . . . . . 151
3. En materia de daño, su personalidad o perfil 153
a) Daños (a las personas, cosas o bienes mueble, el incendio o in-
muebles). . . . . 153
4. En los delitos sexuales 154
a) Delincuente sexual. 154
b) Su personalidad. . 155
e) Violaciones (anormales, tumultuarias, clásica, sádica, cometida a
débiles mentales, prostitución infantil, impudicias en niños, aborto,
etc.). . . . . . . . . . . . 155
Violación . . . . . . . . . . . . . . 155
Modalidades de la violación. . . . . . 155
Violaciones cometidas a débiles mentales 155
252 ÍNDICE

La prostitución . . 156
El incesto . . . . 156
Impudicia en niños 157
Pedofilia. . . . . 157
Personalidad del pedófilo. 157
Pornografía infantil y desviación sexual 158
Pedofilia. . . . . . . . 159
Personalidad del pedófilo . 159
Aborto . . . . . . . 160
Aborto obstetricia. . . 160
Aborto médico-legal. . 160
Aborto jurídico-delictivo 160
5. Delitos cometidos por la mujer delincuente. 161
a) Personalidad . . . . . . . . . . . . 161
C) Enfoque psicoanalítico de la mujer delincuente. 161
D) En la comisión de los delitos de: (trabajo y oficio) prostitución, homici-
dio por celos; de tipo psicóticos, paranoicos, robo, daños contra la liber-
tad, estafa, abortos, etc' 162
1. La prostitución . . 162
2. Homicidio . . . . 162
3. Homicidio por celos 163
4. Homicidios de tipo psicóticos con procesos paranoicos 163
5. Robo 163
6. Carterista 163
7. Secuestro. 163
8. Estafas. 164
9. Incesto. . 164
10. Aborto. . 165
11. Tráfico de drogas 165
E) Del contenido verdadero y falso en sus denuncias. 165

CAPÍTULO VIII
LA PSICOLOGÍA CRIMINAL
y LOS ESTUDIOS DOGMÁTICOS PSICOPATOLÓGICOS
DEL DELINCUENTE ANTE EL DERECHO PENAL
A) Las corrientes psicopatológicas que encuadran la conducta del que de-
linque. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
1. Antropológica. (Teoría lombrosiana) . . . . . 167
a) Introducción. Clasificación de los delincuentes. 167
El criminal nato. . . . . 167
El delincuente loco moral. 169
El delincuente epiléptico . 170
El delincuente loco 171
El delincuente alcohólico . 171
El delincuente histérico 171
El delincuente mattoide 172
-
ÍNDICE 253

El delincuente pasional. 172


La mujer delincuente 173
El delincuente político . . . . . . . . . 173
2. Dirección biológica-fisiológica. (Genética, neuropsiquiatría) 174
a) Endocrinología . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
Las glándulas endocrinas. . . . . 174
b) La endocrinología y la criminalidad. 175
Genética. .... 176
Las familias delincuentes 177
La estadística familiar . 177
Los estudios en gemelos 178
Aberraciones cromosomáticas 178
La criminalidad y los cromosomas 180
Estudio electroencefalográficos. 180
3. Dirección psicológica o psiquiátrica. 181
4. Dirección sociológica. . . . . . . 184
5. La victimología como corriente de la criminalídad 186
B) Estudio, diagnóstico y tratamiento del delincuente, su conducta y de la
personalidad ante la averiguación previa 189
Diagnóstico 193
Tratamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
C) Estudio, diagnóstico y tratamiento del delincuente, su conducta y per-
sonalidad en el proceso 195
Procesados. . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Imputabilidad . . . . . . . . . . . . . . . 195
Presupuestos de la imputabilidad (inimputabilidad) 197
Los trastornos psíquico-patológicos. . . . . . . 199
Tratamiento en los trastornos profundos de la conciencia. 199
Sentenciados. . . . . . . . . '. . . . . . . . . . 200
D) Del tratamiento a enfermos mentales y los incidentes promovidos ante
el Poder Judicial . . . . . . . . . . . . 201
1. La legislación para enfermos mentales. . . . . . . . . . .. 201
Procedimiento para enfermos mentales . . . . . . . . .. 202
La anomalía mental como "causas de exclusión del delito ex-
cluyente de responsabilidad penal". . . . . . . . . .. 202
E) Alternativas legales en la individualización de las penas por parte del
juez a sentenciados por enfermedad psicopatológicas . . . . . . . . 208

CONCLUSIONES 211
PROPUESTAS 215

ANEXOS
1. Proceso de investigación jurídica de campo 221
11. Procesamiento de la información. . . 239
111.Observación directa sin participación . 241
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS . . . 243

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