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Capítulo 6

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Capítulo 6

El ambiente era silencioso, la oscuridad había dominado el bosque a diferencia de otras


noches. Los osos dormían separados, la madre descansaba en su lugar habitual, en la
profundidad de la cueva. Lex dormía al lado de ella, mientras que Pat se echaba en la entrada
de su hogar, esperando el día y ser el primero en salir a hacer su recorrido con su hermano. No
había noche tan callada como esta, cualquier ruido se ocultaba quizás en las entrañas de algún
árbol.

Fue aquí, como en un ambiente donde no reinaba la bulla, un crujir de hojas perturbaban las
orejas de Pat. Se oían varias pisadas, los arbustos resonaban, parecía que alguien manoseaba
el silencio y perturbaba los sueños de cualquier ser durmiente. Los sonidos se hacían cada vez
más fuertes, los suficientes para despertar a Pat. Los ojos del osito se entreabrían, su oído se
hizo agudo al escuchar el sonido de un arbusto en movimiento; sus ojos se abrieron de golpe al
escuchar eso, retrocedió y se quedó mirando la oscuridad del bosque. Se quedo en una
posición de alerta, una postura que le hacía que su cuerpo este casi apegado al suelo y sus
patas en una posición para retroceder en cualquier momento.

Estaba nervioso, su corazón latía más rápido de lo normal, y todo eso producto por desconocer
el origen de esos sonidos. << ¿Quizás sea Nico?>> pensó, pero los crujir de las hojas y los
arbustos eran de alguien más grande, sonidos que se sentía que algo se acercaba cada vez más
a la cueva.

Temblaba con frecuencia, y no era por frio, si no por una sensación nueva que no era común
que el oso lo experimentara. <<Miedo, ¿eso es lo que siento ahora?>> Una vez estado
consciente de sus emociones, pudo calmarse un poco. Dejo de estar en su postura de alerta, se
levantó por completo y se asomó afuera de la entrada de su hogar con más seguridad,
teniendo en mente averiguar por su cuenta el origen de esos sonidos.

Nadie había invadido estas profundidades del bosque, más que su familia incluyendo a Nico y
algunas aves migratorias. El oso salió de su cueva, miro por todas partes el causante de
despertar ahora su curiosidad. Las nubes despejaron el cielo para mostrar la pureza de la luna,
mostrando un poco de la luz suficiente para iluminar lo que tenía enfrente el oso. Lo primero
fue observar la situación, no podía presentir a nadie y solo escuchaba el viento tropezarse
contra los árboles. Se preguntó que pudo ocasionar todos esos ruidos, quizás haya sido un
animal extraviado, un ave aprendiendo a caminar o algo peor. Una vez tenido una idea clara,
decidido, se puso a buscar pistas.

Para Pat, la oscuridad le resultaba relajante y siempre lo comparaba con el sueño. Miro el
césped lleno de hojas y se puso a ver por todas las esquinas de los árboles si encontraría algo
que pueda guiarle a responder sus dudas. Su persistencia lo hacía quedarse quieto y atento de
percibir algo, cosa que le funciono, ya que rato después escucho las pisadas de alguien que
molían unas hojas secas del suelo. El oso capto ese sonido de inmediato, fijo su mirada en el
lugar donde salía ese sonido, y conmovido, miro a un ser extraño salir de un arbusto.

Este “ser” estaba alejado de Pat, ni siquiera se había percatado del osito ya que se dirigió por
otro camino lejos de su hogar. No podía comprender lo que estaba viendo, este “ser” parecía
no ser animal, caminaba en dos patas, estaba encorvado y caminando solitariamente por
lugares donde pocas almas las han recorrido.
Ingenuidad o no, el osito se hipnotizo por lo que vio y le siguió el paso. Estaba nervioso e
impaciente de saber si era lo que creía que era. Su mente estaba totalmente enfocada en una
sola cosa, en ese momento se olvidó que tenía una familia a quien debía que pedir permiso
para poder salir de su hogar. De todas formas, solo se autoengaño y se metió la excusa de que
haría un paseo rápido.

<< Quizás no se trate de una amenaza>> Fue lo primero que opinión al estar un poco más
cerca de la cosa que estaba persiguiendo, aun así, tenía que averiguar cómo logro llegar hasta
su hogar. Pat se escabullo entre los árboles, trato de acercase hacia su víctima. Fue ahí como
tuvo una oportunidad de verlo bien, su tamaño era mediano casi a la altura de los hermanos,
pero claro, si estos estuvieran uno encima del otro. A pesar de ver cómo era, también notaba
debilidad, parecía temblar mientras tomaba una postura más encorvada.

- ¿Sera qué? - Pat abrió bien los ojos, le costó mucho saber de quien se trataba.

Todos los detalles recopilados, pudieron formar una figura única y lo pudo reconocer por fin.
Había avistado a un humano.

<< ¿Cómo pudo venir hasta acá?>> Se pregunto así mismo, mientras lo seguía de manera
desapercibida << Debe de estar muy lejos de su hogar>> Le midió aún mejor su talla con la
vista, no era tan alto como su madre, pero parecía tener un tamaño promedio de una persona,
justo como lo solía ver en las revistas. Pero cada paso que daba, se llenaba de más preguntas,
no sabría a donde se dirigía, pero solo sentía que seguirlo sería la llave para encontrar el cofre
de respuestas que buscaba.

Se quiso acercar cada vez más. Pero, su presa estaba atenta a cualquier cosa, volteaba por
todos lados, el oso se ocultaba, pero teniendo un ojo pegado en su presa. Aún tenía ganas de
seguirlo para siempre. Pat no parecía estar cansado a pesar de la hora, pero alguien debería de
mostrar sus debilidades en el peor momento, ya que Pat vio como aquella persona se
desplomo sin ninguna amonestación.

La poca Luz de la luna que alumbraba el camino del pobre sujeto, era la luz justa para iluminar
su cansancio y deplorable estado. Pat siempre tenía una imagen fuerte y vigorosa en los
humanos, pero todos esos conceptos desvanecieron al igual que aquella persona.

Se acercó sin miedo alguno, parecía no haber riesgo en saciar su interés. Lo miro por todos los
ángulos, se fijó que llevaba una ropa muy abrigadora, ya que tenía una chompa holgada con
capucha y unos pantalones igualmente holgados. También reconoció un equipaje de
supervivencia que estaba en el pecho de la persona. Decidido voltearlo, ya que no podía verlo
completamente, miro su rostro y el osito inclino su cabeza con todas incógnitas posibles que se
pueda hacer su cuerpo. Ya que por motivos que él no entendía, y según lo que le había
hablado Nico, los humanos habían optado en cubrirse su rostro, ya sean por mascaras o alguna
prenda.

Volvió a ver a la persona de frente, se había puesto encima de su pecho y al ver una tela que le
tapaba su cara, decidió quitárselo. Y entre todo ese tejido de sudor, se encontraba una mujer
pálida e inconsciente. Al reconocer su genere con facilidad y verla detenidamente, sabía que
no había vuelta atrás sin antes ayudarla, el destino de muchos individuos de esta especie no
tenía buena muy suerte como Pat creía, pero tampoco quería que el destino de esta persona
siga siendo tan vacía como lo acaba de sentir en ese momento. No tenia en claro que hacer en
ese instante, no sabía de qué forma podía despertarla, mas que solo le lamio el rostro para que
pudiera reaccionar de alguna forma.

Había esperanzas en esta noche, la oscuridad podía cubrir a esta mujer hasta donde quiera ir, y
el oso podría llegar a su hogar y escribir lo que había sucedido para tener más información de
los humanos. Lamida tras lamida, Pat se percató como la mujer habría sus ojos despacio, vio
como ella lo miraba directo y aparto al oso de su cara con poca fuerza.

Pat había bajado de su pecho, la mujer se levantó el rostro y se quedo sentada viendo a su
alrededor. No hizo nada mas que ver con los ojos perdidos las profundidades del bosque. El
osito como no sentía que le estaban dando la atención que quería, dio unos pazos para ver de
nuevo los ojos de la mujer. Solo tomo unos segundos para entender que en su mirada perdida
le decía que no haría nada y solo esperaría quizás su muerte.

Podía ver mucha tristeza en ella, un humor deplorable que le hacia quedarse quieta como un
roble. El osito empatizo con ella, toda esa emoción que se le metió en su cuerpo hizo que se
pusiera entre las piernas de la mujer. Ella se sorprendió, vio una forma de volver a sonreír y
poso su mano sobre la cabeza del oso.

- Si tan solo supiera a donde ir- Dijo ella con voz calmada.

Para sorpresa del Pat, entendió a la perfección lo que había dicho. Hizo un plan en su mente
del cual consistía en llevarla a un refugio abandonado que gracias a su hermano habían
avistado. Pat se levantó de las piernas de la mujer, se alejó un poco de la mujer y le gruño
varias veces para que la siguiera.

Ella aun mas confundida por el comportamiento del oso, y como este se alejaba mientras le
gruñía, dedujo que quería que lo siguiera. Se paro, acomodo su equipaje y saco una linterna de
su bolsillo que al prenderlo pudo desaparecer una gran cantidad de oscuridad en un instante.
Pat freno un poco y quedo anonadado por la función de aquel aparato, pero la curiosidad del
osito no era tan fuerte ante su objetivo de llevarla a un lugar seguro a la mujer, por lo que
siguió con el camino y a su vez asegurándose que ella lo siguiese.

El lugar en la que la llevaba, era el mas tranquilo y natural para la comodidad de los humanos,
el osito estaba seguro de eso. No se le paso por la cabeza el hecho de llevarla a su cueva, no
quería que se asustase, ya que Pat sabia bien que los humanos no ven de una forma amigable
a todos los animales, ni mucho menos a los osos. Así que aprovecharía en tener la mejor
experiencia con un humano, una mejor que la de su hermano.

La mujer seguía en la misma postura en la que Pat la había visto al principio; encorvada y
temblando de frio mientras apuntaba su linterna a todos lados. Pat había notado nerviosismo
en ella por el camino, pensó por un momento que ella podría estar siendo la presa de alguien.
Donde su miedo se intensificaba más por cada paso que ella daba.

Nunca entendería sobre lo que ocurría hoy en día entre los humanos, tampoco es que tendría
mucha información para entender mejor sobre lo que se acontecía afuera del bosque. Pero se
percibía de muy lejos un peligro que no era habitual de ver ni de sentir. “¿Acaso era probable
que otro humano la esté cazando?” pensó Pat al verla, recordó que Nico le había dicho que los
humanos eran complicados de entender, y no habría forma de poder ayudarlos ya que
formamos parte de uno de sus cientos de problemas. Muchas de las cosas que le decía el
ratoncito a Pat, eran para frenar la curiosidad que tenía ante los humanos, pero no lo retendría
por esta vez y mucho menos harían en que no pueda dejar de acelerar el paso para llevar a la
mujer al refugio, y que ella se sintiera más segura de saber que cualquier miedo que le esté
persiguiendo, no la pudiera encontrar.

Traspasaron varios arbustos y salieron de los ultimo arboles que tapaban la vía hacia un campo
plano y extenso cercado con vallas de madera. Un lugar que no era del todo vacío, ya que
consigo mantenía una cabaña abandonada en medio. Se podía apreciar el estado en que
estaba el refugio, no era del todo perfecto, pero podría ver una forma de hacerlo acogedor
para una persona.

Parecía que la noche y la situación en la que estaban, hacían ver la cabaña como una fortaleza;
ya que se dirigieron corriendo así ahí, la mujer inspecciono cada rincón del hogar y se asomo
por las ventanas para asegurarse que no haya algo o alguien adentro. Pat sabia de cada acción
que, hacia ella, pero estaba seguro de que no había nadie dentro, así que le gruño y la dirigió
hacia la entrada. Según los recorridos que hacía con su hermano, sabía que había varios
lugares como estos en muchas partes del bosque, desconocía el por qué estaban
abandonados, y aunque antes le habían dejado una intriga enorme que le molestaba en su
cuerpo sobre estos refugios, pero ahora solo podía limitarse a pensar en que todas esas
personas que vivían en las profundidades del bosque habrán tenido un motivo, que Pat
desconocía, para irse y desaparecer sin más.

Subieron por los escalones de madera que había en la entrada, ambos deseaban descansar
tras haber realizado un largo camino. La mujer agarro la manija y antes de darle un giro, unos
pitidos resonaron de lejos, incomodaban los oídos del osito, por lo que trato de taparse las
orejas con sus patas. El sonido se intensificaba más y se sentía que se acervan a la cabaña. Pat
dejo de preocuparse de si mismo y vio a la mujer, se sentía angustiado de la actitud que había
tomado al escuchar ese sonido, parecía estar mas irritada y nerviosa que él, ya que giraba la
manija con fuerza y golpeaba con su hombro la puerta, pero todo intento que hacia no
lograban abrir la puerta que por mala suerte estaba cerrada. Decidido patearla, pero sin poder
conseguir nada volteaba con un estrés inyectado en su rostro.

Todo eso actos que hacia la mujer antes Pat, hacia créele que los miedos que ella sentía que la
perseguían, estaban cerca. El osito se quedó inmóvil y no pudo pensar en otra solución, el
pitido resonaba aún más, y la desesperación de humano y animal se alumbraron. Pat
entrecerró los ojos al ver como una luz chocaba con todas sus fuerzas en la cabaña. El osito vio
como si una linterna enorme estuviera iluminándolos. Dejo de estar desorientado y vio lo que
en varias revistas había visualizado, unos autos estacionarse lejos de la cabaña, pero a
dirección de la entrada del hogar.

Se escuchaba el motor rugir en todo momento, un sonido nuevo del que Pat estaba
experimentado. Después de poder tenerlos a la mira a la mujer, varias personas salieron de los
vehículos, algunos parecían estar poniéndose en posición y viendo a su presa con cautela.
Otros sacaban equipamiento que Pat desconocía, pero que eran muy diferentes al que llevaba
la mujer, pero cuyos equipamientos parecían estar en mejor estado y que no tenía propósitos
de ser utilizado para estar en un bosque.

Toda la situación, dejo impactado y conmocionado al osito, había recibido mucho mas de lo
que esperaba sobre su experiencia con un humano. Pudo obtener más información, sus
comportamientos, características, objetos y entre otra información que requería apuntarlo en
un papel de inmediato.
La chica, se había quedado pálida ante la situación, no podía moverse ni decir algo. El osito
también estaba igual que ella, conto cuantas personas había, y pudo ver a unas siete estar al
frente del vehículo, aunque sabia que seguro había otras pero que gracias a la cegante luz no
podía verlo. Aun así, vio con claridad a las personas que estaban en frente de los autos, tenían
sus rostros tapados y artefactos que engendraban terror ante otros humanos.

- ¡Por política de la ciudad, y del nuevo mundo ¡- Hablo una de las personas en voz alta- ¡Me
hicieron buscarte en las últimas dos horas para reincorporarte en la sociedad! ¡Nos
preocupamos de tu bienestar, de tu futuro! - Hizo una señal que el osito desconocía- ¡Pero
fallamos en la búsqueda con tiempo limitado!¡ Así que no hay otra opción más que hacer esto!
¡Lo siento!

Escondido y expectante, vio la silueta de un hombre alzar un arma y apuntar hacia la chica.
Qué; petrificado, no hizo nada mas que escuchar un sonido fuerte e hiriente para los oídos. Pat
estaba espectando una cruel, despiadada y sanguinaria acción, ella había sido impactado por
una bala que la hizo caerse por el impacto. Una salpicadura de sangre había manchado el piso.

El osito retrocedió con una postura de defensa, su mente negaba lo que había presenciado.
Sus patas actuaron por instinto, haciendo que se marchara de inmediato. Hizo mucho ruido al
escaparse, las personas se percataron de su presencia y por consecuente se escucharon otros
dos sonidos violentos que no impactaron en él. Pat corrió y se ocultó detrás de la cabaña,
esperando con las patas ocultando sus ojos, a que los cazadores se fueran.

No creyó que algo así sucediera, ni razón alguna de ver tal acción que destrozaba una gran
parte de su vida.

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