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Cap. 80 Arteriviridae Quinn

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Los arterivirus, anteriormente clasificados como miem- bros de la familia Togaviridae, han sido asignados re- cientemente a la familia Arteriviridae. Su organizacién genémica y su modo de replicacién son similares a los de los miembros de la familia Coronaviridae y junto con ¢sa familia constituyen el orden de los Nidovirales. En la familia Arteriviridae solamente existe un género, el Arterivirus. El nombre del género deriva de la enferme- dad denominada arteritis equina, causada por la especie tipo. Los arterivirus son esféricos, tienen un didmetro de 40.260 nm y poseen una envuelta lipfdica con unas pe- uefias proyecciones (Fig. 80.1). Poseen dos proteinas mayores y cuatro proteinas menores en su envuelta, cuatro de las cuales son glucoproteinas. La nucleocdp- side icosaédrica contiene una molécula de ARN mono- catenario lineal y de sentido positivo. La replicacién tie- ne lugar en el citoplasma de las células infectadas y se caracteriza por la formacién de vesiculas de doble mem- brana que probablemente transportan el complejo de replicacién, Las nucleocdpsides preformadas penetran Por gemacién en el interior de las membranas intracelu- lates del reticulo endoplasmico liso y/o del complejo de Golgi. Los viriones con envuelta se acumulan en vesicu- has intracelulares que son transportadas hasta la mem- brana celular para ser liberadas mediante exocitosis. Los arterivirus, que son relativamente fragiles, son sensibles Capitulo 80 Arteriviridae Virus con ARN monecatenario, de tamafio medio y con envuelta ‘Simetria icosaédrica Replicacién en el citoplasma de los macréfagos y de las células endoteliales. Causan la arteritis vrica equina y el sindrome respiratorio yy reproductivo porcino al calor, los valores de pH bajos, los solventes lipidicos, los detergentes, la radiacién ultravioleta y muchos des~ infectantes. Infecciones clinicas Los miembros del género son especificos del hospeda- dor y no estén relacionados antigénicamente. Se han escrito infecciones en caballos, cerdos, ratones y mo~ nos. Las eélulas diana primarias son los macr6fagos. La infeccién se extiende de forma horizontal mediante ‘aerosoles, a través de picaduras o mediante transmision venérea, Las infecciones suelen ser persistentes. m7 Escaneado con CamScanner 778 Figura 80.1 Particulas de arterivius tal como se observan en microscopia electronica y su representacién esquemiatica (véase ‘cuadro inserto) Arteritis virica equina ‘Aunque Ia infeccién por el virus de la arteritis equina (EAV) esti presente en todo el mundo, los brotes de la enfermedad clinica son comparativamente raros. Sus principales caracteristicas clinicas son la infeccién del aparato respiratorio superior, el edema ventral y los abor- tos. Se ha comprobado la existencia de diferencias bio- légicas y genéticas entre los aislados del EAV pero su variacién antigénica es limitada, Solamente se reconoce un serotipo del virus, Epidemiologia ‘Son sensibles a la infeccién los caballos, asnos y mulos. El porcentaje de animales seropositivos es superior entre los animales trotones de raza Standardbred que entre los, purasangre Thoroughbred, No esté claro si esas dife- rencias son un reflejo de su distinta sensibilidad o bien obedecen a un diferente grado de exposicién como re- sultado del manejo al que se les somete, Aunque la infec- cién es prevalente en algunas poblaciones equinas, los brotes de la enfermedad son esporddicos. En los tiltimos afios ha aumentado la frecuencia de los brotes confit- mados de arteritis viriea equina. Entre los factores que pueden contribuir a ese incremento se encuentra el ma- ‘yor movimiento internacional de caballos, el empleo més Microbiologia y enfermedades infecciosas veterinarias generalizado de la inseminacién artifical y el mayor ca, rnocimiento sobre la enfermedad. = Durante la fase aguda de la infeccién, el virus se dice, ‘mina de forma primaria a través de aerosoles del aparaty respiratorio. El virus también se excreta con las haces la orina y las secreciones vaginales. El contacto este. cho facilita la diseminacién de la infeccién. El virus ue. Je eliminarse de yeguas y potros castrados en un plazy de | a 2 meses pero puede persistir en cerca del 35% de Jos sementales infectados. Los sementales portadores son asintométicos y excretan el virus de forma continua en su semen, Mas del 80% de las yeguas cubiertas pop sementales portadores pueden resultar infectadas, Lg infeccién persistente, que no afecta a la fertilidad de os sementales, parece ser dependiente de la testostetona (McCollum ef al., 1994). Las yeguas infectadas de for. ‘ma venérea pueden transmitir el virus horizontalmente a los animales sensibles en contacto con ellas. Las yeguas no resultan infectadas de manera persistente. Cuando se infectan las yeguas gestantes puede producirse el aborto © la infeccién del potro. Patogenia y lesiones ‘Tras la transmision mediante aerosoles, el virus se repi- ca en los macrofagos pulmonares. Posteriormente se disemina hasta los ganglios linfaticos bronquiales y se produce la viremia. Las lesiones, resultantes de la infee- cién de las células endoteliales y de una arteritis necrética extensa, consisten en edema, congestion y hemorrasias en diversos tejidos. Los fetos abortados suelen presea- tar autolisis pero raramente muestran lesiones caracte- risticas. ‘Sintomas clinicos EI periodo de incubacién varia desde 3 a 14 dias. Mu- chas infecciones son subclinicas. La enfermedad tiend= a ser més grave en los animales muy jévenes y 1m viejos asi como en aquellos sometidos a un animales afectados presentan fiebre, anorexia, depresion, conjuntivitis, rinitis y marcha envarada. El edema, que suele ser manifiesto, puede afectar a los pirpado la zona ventral del abdomen y las extremidades, especial mente las traseras. Con frecuencia aparecen lesiones del tipo de la urticaria en la piel del cuello. Se ha descrito un proceso respiratorio agudo y generalmente mortal ns Potros (Del Piero ef al., 1997). Los caballos afectados casi siempre se recuperan completamente y adquiet®™ inmunidad generalmente durante varios afios. Los sit mas clinicos de los asnos son similares a los de los ballos aunque por lo general son mas leves. Escaneado con CamScanner piagnéstico ido a que la arteritis equina se parece a numeroses fatermedades equinas en sus manifestaciones clinicas §} dingnéstico definitivo requiere una confirmacién en el ratorio. Se han publicado procedimientos de andlisis eapados internacionalmente (Timoney, 1996; OIE, 2008). « Blaislamiento del virus se realiza en lineas eelulares adecuadas como las células de riftén de conejo 0 ca- pallo. Las muestras apropiadas para los procedimic tos de aislamiento virico son los escobillones de na- sofaringe y conjuntiva, el tejido de la placenta y los telids y fluidos fetales, | ELARN del virus se puede detectar en el semen y ‘tras muestras empleando la reaccién en cadena de la polimerasa transcriptasa inversa. Se han publicado fivers0s protocolos (OIE, 2008). «+ Pueden remitirse muestras de sangre de las fases agu- das y de convalecencia para su anilisis serol6gico. La téenica de neutralizacién virica, considerada sensible yaltamente especifica, es la més utilizada y suele rea- iizarse en placas de microtitulacién con adicién de complemento para mejorar su sensibilidad + Los sementales portadores pueden identificarse me- diante analisis serolégico. Si son seropositivos, se in- tenta llevar a cabo el aislamiento del virus a partir de su semen, La fraccién rica en células del semen es apropiada para intentar el aislamiento del virus 0 para aplicar la RF-PCR. De otra forma, los animales porta- dores pueden ser eruzados con yeguas seronegativas que son vigiladas para detectar su seroconversién. Tratamiento En los casos graves esti indicado el tratamiento sinto- mitico, El estado de portador en los sementales no se puede corregir mediante quimioterapia. Controf Los sementales infectados de forma persistente deben ser identificados y posteriormente castrados 0 eutana- siados, Con el fin de reducir el riesgo de que los potros se conviertan en portadores, se recomienda su yacuna- cién a los 6 a 12 meses de edad (Timoney y MeCollum, 1996). Se dispone de dos tipos de vacunas: * Una vacuna viva modificada adaptada en cultivo celu- lar que induce una buena proteccién frente a a enfer- rmedad clinica pero no frente ala infeceiOn. El empleo de esta vacuna esté contraindicado en las yeguas BO" tantes y en los potros de menos de 6 semanas de edad. Arterivridae 79 Los sementales vacunados no parecen desarrollar el estado de portador del virus vacunal. Una vacuna inactivada a base de virus completo y con adyuvante considerada segura para las yeguas gestantes pero que requiere inyeceiones de recuerdo a intervalos de 6 meses (Fukunaga, 1994). Se ha comprobado que fas particulas replicén, derivadas de una cepa vacunal del virus de la encefalitis equina venezolana (VEE) que expresa las dos principales pro- teinas de la envuelta, son capaces de inducir anticuerpos neutralizantes protectores (Balasuriya ef al., 2002). Sindrome respiratorio y reproductivo porcino Este proceso de importancia econémica se caracteriza por un problema reproductivo en las cerdas madres y por una neumon{a en los cerdos jévenes. El sindrome fue descrito por primera vez en los EE. UU. en 1987. A pesar de los intentos realizados para controlar su exten sién, la enfermedad es endémica hoy en dfa en muchos paises. Su agente etiolégico, denominado inicialmente virus Lelystad, fue aislado por vez primera en los Paises Bajos (Wensvoort ef al., 1991). Se caracterizé como arterivirus y se redenominé como virus del sindrome respiratorio y reproductivo poreino (PRRSV). Resultan evidentes las diferencias antigénicas y genémicas entre Jos aislados americanos y europeos del virus, denomina- dos como subespecies del tipo I y del tipo II, respectiva- mente, Sin embargo, los aislados del tipo I han sido des- pués encontrados en América, mientras que los aislados del tipo II han sido introducidos en Europa mediante el empleo de una vacuna viva modificada elaborada a partir de un aislado norteamericano. Epidemiologia La infeccién natural afecta a los cerdos y los jabalies. El virus se excreta en la saliva, orina, semen y heces y es dltamente infeccioso. Se considera que el contacto di- recto entre las narices de los animales es la principal via de transmisi6n, La transmisién aerdgena entre las gran- js tuvo importancia durante Tos brotes de fa fase aguda di la enfermedad, cuando se exeretaban grandes eanti- ades de virus. En la actualidad solamente parece tener importancia cunndo las densidades de las poblaciones porcinas son alta y eur las condiciones meteorolo- pleas son adecuadas. La supervivenci del virus, que es mayor en los meses de inviero en Tos que existe una baja temperaturay tna elevada humedad,faclitasu trans> mision, La infeccion se introduce en las granjas normal- mente a través de la llegada de cerdos infectados 0 de Escaneado con CamScanner 780 semen infectado, En las granjas infectadas de forma en- démica el virus se transmite de manera continua 0 en oleadas. El mantenimiento del virus en las explotaciones porcinas es multifactorial (Atbina, 1997), La inmunidad de origen matemo tiene una duracién tan breve que los lechones son sensibles a la infeccién cuando tienen de 4 ‘a 10 semanas de edad. Los cerdos de reposicién sensi bles mantienen la infeccién en las granjas endémicas. La infeccién se puede extender de un modo lento e impre~ decible con el resultado de que algunos animales de las granjas infectadas siguen siendo sensibles a la misma. Los cerdos inmunocompetentes, cuyos niveles de anti- cuerpos disminuyen progresivamente a lo largo de va- rios meses, pueden volverse sensibles a la reinfeccién, En los cerdos infectados de forma experimental, la in- feccién persiste hasta 157 dias (Wills et al., 1997). Patogenia y patogenicidad La infeccién se produce habitualmente por la via respi- ratoria. El virus posee una afinidad por los macréfagos alveolares pulmonares y probablemente los pulmones son sus érganos diana (van Reeth, 1997). Las respuestas iniciales mediadas por anticuerpos no son eficaces en la eliminacién de la infeccién virica. En la enfermedad se ha descrito una estimulacién de la infeccién de los ma- créfagos alveolares pulmonares dependiente de los anti- cuerpos. Tras su transporte a los ganglios linféticos re~ gionales, el virus se extiende a los macr6fagos tisulares repartidos por todo el organismo. Tambiéri se produce la infeccién transplacentaria de los fetos. Por motivos que todavia no se han elucidado, los problemas reproductivos son més dificiles de inducir experimentalmente al princi- pio de la gestacién que al final de la misma (Kranker et al., 1998). No siempre se observan anomalias fetales © placentarias y el mecanismo de las muertes fetales y de los trastornos de la reproduccién no ha sido aclarado, Aunque el virus no parece tener un efecto inmunosupre- sor sistémico, predispone a la infeccién por otros mi- ‘croorganismos como Streptococcus suis, el coronavirus respiratorio porcino y Haemophilus parasuis (Albina etal., 1998). Sintomas clinicos La introducci6n del PRRSV en una granja de reproduc- cién suele ir seguida de 1a aparicién de problemas eproductivos que pueden tomar Ia forma de abortos, partos precoces, incremento de! niimero de mortinatos y de fetos momificados, nacimiento de lechones débiles y retrasos en la aparicién del celo en las cerdas afecta- das. Se ha descrito 1a aparicién de una «inapetencia Microbiologia y enfermedades infecciosas veterinarias —j rodante» que afecta progresivamente a los animales ge tina explotaci6n infectada, En algunos casos, se hao. servado una cianosis de las orejas y de la vulva junto coq) Ta apariein de placas eritematoses sobre la piel (center. medad de las orejas azules»). En los cerdos neonatos eg tcaracteristico de Ia enfermedad el desarrollo de una gif. ultad respiratoria y el aumento de la mortalidad predes. tete, La infeccién subelinica es habitual. Entre los facto. res que pueden exacerbar la enfermedad clinica se ‘encuentran el exceso del ndmero de cerdos, Ja virulencia de la cepa del PRRSV y la presencia de suelos de rejila, Si bien las principales manifestaciones clinicas en la mayoria de las granjas afectadas son los problemas res- piratorios y reproductivos esporddicos, en algunas de esas granjas predominan los problemas erénicos (Zim- mermann ef al, 1997). Sin embargo, en China se han desorito brotes mas graves con muertes que afectaban’ tanto a cerdos jvenes como adultos, y con tasas de mortalidad de alrededor de! 20% (Tian et al., 2007). Diagnéstico © Suele ser necesaria la confirmaci6n del laboratorio por- que la presentacién clinica, especialmente en las granjas con infeccién endémica, es variable. ‘* Laserologia es el método de diagnéstico mas utilizado. ‘Se dispone de diversas técnicas serolégicas, incluyen- do el ELISA y la técnica de inmunoperoxidasa en mo- nocapa. Sin embargo, esas técnicas no permiten dife- renciar a los animales vacunados de los portadores. Existen técnicas de uso comercial (Okinga et al..2009) + La presencia del PRRSV se puede detectar mediante: el aislamiento del virus, fluorescencia directa. hibri= dacién in situ o reaccién en cadena de la polimerast transcriptasa inversa (Kleiboeker er al., 2005). El ais Jamiento del virus es complejo y requiere el empleo d macréfagos alveolares poreinos. Las muestra 89 piadas son el suero, liquidos fetales, bazo, tonsilas, ganglios linfiticos y tejido pulmonar. Se ha diseitado una técnica PCR multiplex para diferenciar los sla- dos americanos y europeos del PRRSV (Gilbert et al 1997). Tratamiento No existe tratamiento especifico, Pueden ser iitiles el tratamiento sintomudtico y laadministracién de antibisticos para evitar las infeeciones secundarias. Control La vacunacién y las medidas higignicas y de manejo S* nitario son importantes para controlar la infeccién. Escaneado con CamScanner ., Bxiste una vacuna viva modificada comercial destina- da a cerdos de entre 3 a 18 semanas de edad y que ede aplicarse a las cerdas no gestantes antes de su feproduccién. No es apropiada para los verracos las cerdas gestantes ni tampoco puede usatse en fas granjas exentas de la infeccién por el PRRSV. Se ha descrito la difusién del virus vacunal a animales no yacunados, dando como resultado la enfermedad cli- nica en algunos casos. También esta disponible una vyacuna inactivada con adyuvante (Plana-Duran ef al, 1997). La vacunacién permite lograr una proteceién razonable frente a los efectos clinicos de la infeccién. Las vacunas pueden contener virus del tipo | 0 del tipo Il. Se considera que las vacunas que contienen virus estrechamente relacionados con el virus de cam- circulante logran aleanzar el mejor resultado (Scortti et al, 2007; Okuda et ai, 2008). «+ Es necesario conseguir la estabilizacién de la granja de cerdas madres para evitar la creacién de subpobla- ciones de cerdas no inmunes, asi como para romper el ciclo de reinfecciones. Las cerdas de reposicion deberian ser introducidas en la explotacién tinicamente cuando se hayan cumplido unos protocolos de aisla- rmiento y aclimatacion eficaces. Se han propuesto otros métodos de control referidos al destete y crianza de Jos lechones en las granjas infectadas asi como estra- tegias para la eliminacién de la infeccién en las explo- taciones (Dee y Joo, 1997; Dee y Molitor, 1998). Bibliografia Albina, E. (1997). Epidemiology of porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS): an overview. Veterinary Microbiology, 55, 309-316. ‘Albina, E.,Piriou, L., Hutet, E.,et al. (1998). 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