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EnagelicosYPolitica 2023
EnagelicosYPolitica 2023
EnagelicosYPolitica 2023
ISBN: 978-956-6189-02-2
Fecha de publicación: Mayo 2023
Autores:
- Panotto, Nicolás Esteban - Argentina
- Ramos, Humberto - Brasil
- Tostes, Angelica - Brasil
- Corazza, Delana - Brasil
- van Andel, Arianne - Chile/Países Bajos
- Soto, Oscar - Argentina
3. METODOLOGÍA 10
3.1. Perfiles 11
3.2. Contexto de los perfiles 12
4. INTRODUCCIÓN 15
Religión, espiritualidades y política en
América Latina y el Caribe: activismo
evangélico y movimientos sociales 15
5. LÍNEAS DE ANÁLISIS
5.1. FORMAS DE DEFINIR RELIGIÓN Y ESPIRITUALIDAD 23
La ambivalencia de la fe 23
Una complementariedad necesaria 27
6. CONCLUSIONES 119
Bibliografía 125
1. PRESENTACIÓN
1 La idea de la “secularización” ha sido impulsada por pensadores que defendían la separación entre Iglesia y Esta-
do, sin embargo, su desarrollo conceptual y político ha tendido, con cierta vehemencia, a proponer el decline de
lo religioso en lo público, relegando la religión a un plano meramente privado de las personas (Aylwin, et al., 2021).
6
los supuestos e inquietudes que nos movilizaron, así como los interrogan-
tes iniciales que abrieron paso a esta etnografía en tiempos de excepción:
Intuiciones básicas
Dicho esto, ¿cuál es, entonces, el objetivo de fondo que nos propusimos?,
¿que buscamos con la quimera de proponer un diálogo urgente?, en defini-
tiva ¿qué cambios en la relación entre evangélicos y movimientos sociales
8
2. OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL:
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
3. METODOLOGÍA
3.1. Perfiles
Definir perfiles es una decisión de trascendencia teórica y metodológica.
De allí que, encuadrar las subjetividades y contextos de análisis haya sido
una tarea fundamental a los fines de este proyecto. Por lo tanto, nuestro
plan de análisis, partió de diagramar las tres categorías de sujetos que nos
darían elementos más completos para concretar tanto el objetivo general,
como los específicos, estos son:
4. INTRODUCCIÓN
Religión, espiritualidades y política en América Latina y el Caribe:
activismo evangélico y movimientos sociales
2 La utilización acrítica del andamiaje teórico europeo al momento de asimilar la experiencia religiosa latinoameri-
cana, ha redundado en la incomprensión de la originalidad cultural regional. Contraposiciones como la materialidad
(de lo político) y la espiritualidad (de la fe), sumada a las nociones que suponen a la modernidad o posmodernidad
en clara oposición a las adscripciones religiosas, obturan la comprensión de la religiosidad en Nuestra América.
16
nes políticas. De hecho, con respecto a esto último, una cosas es certera:
el factor religioso nunca se ha declarado prescindente de las disputas po-
líticas en nuestro continente (Florez, 2021; Basterretxea y Álvarez Sainz,
2017; Alonso, 2008), muy por el contrario ha sido una de las dinámicas
constitutivas de la histórica confrontación por el poder que describe el
devenir de la socio-religioso latinoamericano; testimonio de ello son los
cientos de miles de militantes ecuménicos que han pasado por el marti-
rio, producto de las luchas políticas de las últimas décadas (Löwy, 2000),
como lo es también el remanido uso del cristianismo para explotar cultu-
ras ancestrales y legitimar élites político-económicas.
LA VIDA RELIGIOSA EN
AMÉRICA LATINA CONFIGURA
UNA FORMA CULTURAL DE
VIDA QUE NO PUEDE SER
DISOCIADA DE AQUELLO QUE
REMITE A LO MÁS PURO DE LOS
SENTIMIENTOS
HUMANOS.
LÍNEAS DE
ANÁLISIS
23
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
5. LÍNEAS DE ANÁLISIS
5.1. Formas de definir religión y espiritualidad
La ambivalencia de la fe
3 En junio de 2009, luego del intento del entonces Presidente Manuel Zelaya por convocar una Asamblea Nacional
Constituyente, las fuerzas armadas nacionales con respaldo del Congreso Nacional detienen y envían al exilio al
presidente en funciones. El episodio hondureño inauguró un nuevo ciclo político en América Latina, caracterizado
por lo que luego se denominaría “lawfare”: a diferencia de los golpes de Estado “tradicionales” del siglo XX, median-
te una judicialización de los actos políticos, se interrumpen procesos políticos de corte progresistas, sin por ello
discontinuar sus formas institucionales.
26
Creo que los contextos arman los conceptos. Previo al golpe de Estado
yo tenía una espiritualidad “un poco más ingenua”. De niño fui muy cre-
yente, siempre he sido muy creyente, pero creo que a partir del golpe de
Estado y las posiciones que tomaron las iglesias católicas, provocaron una
fractura en la sociedad […] estar en contacto con el lado de los oprimidos
te hace tener otro grado de espiritualidad, no necesariamente en base a
una deidad pero sí puedes identificar en medio del caos del país, quien es
buena persona y quien es mala persona (Diego-Honduras/MNR).
Sobre ello, Leticia avanza y ofrece una ilación entre la concepción de gé-
nero y espiritualidad:
Mi espiritualidad está muy ligada a mi ser mujer, pero más allá de lo ideo-
lógico, mi ser mujer desde la fortaleza que una mujer tiene a la hora de
pararse y ocupar lugares que muchas veces están ocupados por hombres y
donde el machismo es muy fuerte […] (Leticia-Argentina/MNR).
también, por el sentido de la vida, el por qué estamos acá, cuál es nuestro rol.
Personalmente lo vínculo con eso. En mi experiencia me he encontrado con
distintas percepciones de la espiritualidad” (Leila-Argentina/MNR).
De este modo, inferimos que la espiritualidad sería algo presente en casi todas
las personas, independientemente de su expresividad en clave religiosa; dicho
de otro modo, la espiritualidad contiene en su seno a las distintas religiones:
Sí he podido ver que casi todas las personas tienen una espiritualidad, una
preocupación del tipo que te decía. Muchos lo expresan y viven a través de
religiones y he podido ver que está muy presente, en los barrios, en el día a
día de las personas, el tema de la espiritualidad, ya sea por participar en una
parroquia o en un grupo [...] siempre ha estado presente la espiritualidad,
pero de formas muy diferentes (Leila-Argentina/MNR).
Resulta posible pensar que la misma palabra religión deviene una categoría
teórico-práctica en disputa. No todos los que tienen fe la asocian con la
religión, al igual que la religión no es algo directamente relacionado con
los que experimentan su espiritualidad. Por lo tanto, cuando hablamos de
la importancia de considerar profundamente la fe del pueblo latinoameri-
cano, no estamos evocando el marco institucional de las creencias confe-
sionales, más bien todo lo contrario. La fe y la espiritualidad son caminos
fundamentales para los procesos de liberación y disputa de sentidos en la
coyuntura regional y global. Así como la idea de religión desborda lo me-
ramente institucional, no es menos cierto que las instituciones del mundo
religioso, en particular del entramado evangélico, deben cuestionarse su
lugar en contextos de crisis social y política. Para avanzar en esta disputa de
relatos, nos parece saludable entender la religión, la fe y la espiritualidad del
pueblo como un componente necesario. Es ineludible mirar el papel tras-
cendente de la religión, lo inexplicable e indeterminable del hecho religioso
en Nuestra América. Dicho de otra manera, se torna urgente entender a
´Dios´ en este proceso.
¿Cómo podemos romper esa inercia? […] Eso es difícil, pero la contradicción
está en que, ahí cuando a uno le decían que “pobres siempre habrá, ¡qué
vamos a hacer!, no podemos hacer nada, conformemonos, sigamos nuestra
vida...”. Eso es lo que dice Marx sobre “la religión como el opio de los pue-
blos”. Esa idea de que no podemos hacer nada, que es como “suframos acá
porque en el cielo vamos a gozar” […] Ahí fue cuando yo tuve la contradic-
ción más grande. Yo traté de salir de eso y buscar soluciones a ese tipo de
problemas que veíamos en el barrio… (Ana María-Argentina/EM).
33
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
LO SAGRADO PUEDE
DARNOS ELEMENTOS
PARA ENTENDER EL
SENTIDO DESEABLE DE
UNA SOCIEDAD
POLÍTICAMENTE
JUSTA.
34
Del otro lado, hay quienes asumen a los movimientos sociales como un
signo de división entre las personas, en buena medida por la fragmen-
tación que la organización de sus demandas denota: cada movimiento
lucha por una causa distinta.
Sí. Hay mucha gente con la que estamos en contacto que han trabajado
este tiempo con refugiados de diferentes partes del mundo, gente que
ha sido desplazada por la guerra. También hay grupos que están traba-
jando en lugares donde las mujeres tienen muy restringidos sus derechos
y tratan de darles el valor que tienen. Para mí son muy importantes (Pa-
blo-Argentina/ENM).
4 Si bien el vocablo de “movimientos sociales” remite a un vasto y diverso campo teórico y político, en nuestro
caso retomamos esta noción como una forma de autodesignación frecuente en organizaciones populares y sujetos
colectivos de América Latina. Concretamente, en la vinculación de este concepto con el plano religioso y político,
traemos a cuento la “consideración de las particularidades que signan a la conflictividad social y la acción colectiva
desplegada en la región desde mediados de la década de los ´90 a la luz de las transformaciones estructurales que
caracterizaron la implantación en la región del capitalismo en su versión neoliberal” (Seoane, Taddei y Algranati,
2009, p. 11). En nuestro caso hablar de movimientos sociales y religión denota fundamentalmente lo implícito del
acto político en sus manifestaciones.
35
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
¿Por qué es una pena? Porque, es... [...] porque entonces estamos divi-
didos como seres humanos. Y entonces uno peleará por los indios, el
otro peleará por los negros, el otro peleará por la mujer, el otro peleará
por el niño, el otro peleará por la Amazonía. Donde, de hecho, todos
deberíamos ser uno. Es... es muy triste lo que estamos viviendo. Eso que,
como seres humanos, tenemos que dividirnos para que cada uno levante
su bandera… (Eugênia-Brasil/ENM).
Conflicto y resiliencia
Somos seres humanos, somos una sola raza. Entonces incluso le dije a mi es-
poso, eso está mal. El que gobierne tendrá que gobernar para las negras y para
las blancas. El que gobierne tendrá que gobernar para el niño de la periferia
blanca y para el niño de la periferia, sí, negro. Pero lamentablemente sabemos
que esa no es la realidad. Vivimos en una realidad donde cada uno tiene que
luchar por su propia causa. Y eso me parece triste, me parece triste. ¿Por qué?
Sí, de hecho, todos los seres humanos somos iguales (Eugênia-Brasil/ENM).
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Yo creo que el mismo Cristo luchó por estas cosas si no recuerda fue Jesús
quien acercó a las mujeres a la palestra ya que antes estaban relegadas a
un segundo plano, el judaísmo es un sistema patriarcal que inclusive ha
servido de base para el patriarcado, y esto lo considero muy bueno, Jesús
no hace discriminaciones por nadie de ningún tipo. Entonces todas las
personas que luchan por reivindicaciones de gente discriminada, está si-
guiendo el camino de Jesús, si cristo lo hizo ¿Por qué no hacerlo las demás
personas? […] (Lisandro-Honduras/ENM).
[…] creo que hoy en día lamentablemente las personas nos hemos alejado
mucho de lo que es la palabra y de cómo, textualmente, quiso que fué-
semos nosotros… Si todos fuésemos iguales creo que no existirían estas
desigualdades. Si fuéramos todos creyentes de verdad y tuviéramos te-
mor de Dios, creo que no viviríamos los niveles de violencia que tenemos,
la injusticia que tenemos (Antonella-Chile/ENM) .
Yo me lleno mucho con lo que yo hago por ejemplo aquí hay luchas con
los movimientos sociales que están trabajando el tema de la defensa del
territorio por todas estas compañías extranjeras que vienen y expropian,
o sea, hay conflictos muy grandes y he tenido la oportunidad de estar
cercano al núcleo y poder conocer a personas que viven otro tipo de
idiosincrasias […] a pesar de ser momentos muy duros, la resiliencia que
tienen ellos para tomar este tipo de acción me da una cierta energía […]
entonces lo espiritual ahí pega mucho al nivel de lo que vos ves (Alfre-
do-Honduras/MNR).
A partir de las luchas sociales y políticas que los movimientos sociales asu-
men, el lugar marginal de nuestro continente opera como un dispositivo epis-
temológico necesario para poder entender las percepciones de lo religioso.
Con todo, lo que nos interesa marcar es que luego de transitar procesos
de fuerte vinculación del universo religioso y las perspectivas emancipa-
torias de los movimientos sociales, la expansión actual de los evangélicos
en sus diversas categorías, en la política y la cultura, constituyen una gran
preocupación para las fracciones militantes progresistas no religiosas.
Pese a ello, no son pocos los que buscan construir caminos de confluen-
cia con un tipo de religiosidad eminentemente popular.
5 Renée De la Torre y Pablo Semán (2021) sostienen al respecto que, si hacemos el ejercicio de comparar la condi-
ción regional con relación a los accesos a una modernidad económica trazada desde los centros del poder colonial,
es posible constatar cómo desde el sur o desde las periferias latinoamericanas distintos proyectos religiosos han
contribuido a generar proyectos alternativos nacionales e incluso regionales, al tiempo que cobran vigencia peque-
ños colectivos que conforman redes no tan visibles en torno a espiritualidades alternativas.
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En la misma línea Leila, también desde Argentina, sostiene que “se ve fuerte el tra-
bajo territorial de los evangélicos […] Hay trabajo con jóvenes, tratando diversos
temas como las adiciones, sobre prevención del embarazo, derechos sexuales y
reproductivos (...) Hay una actividad muy fuerte” (Leila-Argentina/MNR).
Ahora bien, en el fondo, lo que perdura desde los espacios progresistas es una
mirada crítica de las posiciones conservadoras que asumen las iglesias protes-
tantes (claro que acontece de manera equivalente con la institucionalidad ca-
tólica), en tanto sus valores morales se predican en contraposición a derechos
humanos básicos, que por otro lado alientan ciertas modalidades de opresión
de clase, raza, género, entre otras tantas. Bernardo lo resume así: “la iglesia re-
presenta secularmente un instrumento de dominación de la clase burguesa. Así
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No estamos sugiriendo aquí que exista una reciprocidad plena entre las
formas en las que el mundo no religioso asume a las vocaciones de fe, ni
mucho menos afirmando que haya una confluencia natural. Es más, hay
quienes desde la lejanía de la institucionalidad religiosa, no dejan lugar a
dudas sobre la consideración del espectro más fundamentalista y conser-
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Los considero como un cáncer, porque tienen una lógica muy mercan-
til muy empresarial no muy diferente a la católica también, pero la gran
diferencia es el tema del servicio social, la Iglesia católica tiene una gran
cobertura de ayuda a los demás, de acción social de la iglesia como tal,
a diferencia de la protestante que es más doctrinaria, entonces tenemos
a pastores enriquecidos a través de la pobreza y la ignorancia, entonces
tenemos un abuso que principalmente ocurre en las comunidades cam-
pesinas (Diego-Honduras/MNR).
De hecho, para Diego “que haya más iglesias evangélicas que escuelas en las
comunidades campesinas, indígenas, y en la periferia de la urbe […] -muestra
que- forman una parte integral de una estructura cancerígena, que profun-
diza la desigualdad, el empobrecimiento y justifica la violencia”. Inclusive,
es producto de la coyuntura hondureña y el rol de las iglesias que Débora
describe lo siguiente: “las iglesias Evangélicas que están en auge, dominan
gran parte del imaginario colectivo, de hecho, han sido una herramienta
muy útil para la dictadura que estamos viviendo, para poder legitimarse y
generar esta falsa percepción” (Débora-Honduras/MNR).
Ahora bien, lo que nos parece necesario resaltar es que el avance de cier-
tos formatos de religiosidad evangélica, de corte profundamente conser-
vador, tienen asidero en la incomprensión de cierta militancia no religioso
sobre el fenómeno de la fe: “también pienso que esos espacios los están
ocupando esas personas porque hay otros espacios que no están hacien-
do las cosas bien [...] Lo que yo veo de las izquierdas, aunque esa catego-
rización es complicada, es que muchas veces le falta la organización que
tienen ellos” (Débora-Honduras/MNR).
Tal vez, para concluir este apartado valga la pena recuperar la noción de
´traducción´ que nos sugiriera Leonardo, militante social argentino que,
con una sensibilidad especial, nos orientó acerca de la percepción de lo
religioso en las organizaciones populares latinoamericanas:
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EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Claro que hay miradas de género y de clase con las que no podemos
coincidir, pero sí intentamos traducir…hacer un ejercicio de traducción.
Ante esa mirada espiritual de la institucionalización religiosa -que ya viene
mediada e interpretada por otros que suelen “bajar” a las bases- nosotros
tratamos de que ese discurso, impuesto muchas veces desde las clases
dominantes, pueda ser traducido en otra cosa sobre todo a partir de las
situaciones concretas que existen, como lo es la opresión de la mujer, la
opresión de los pobres […] Como táctica o como idea podremos decir
que la idea de traducción que mencionaba antes está presente en nuestra
práctica. No hemos ido a buscar a nadie pero en la militancia nos encon-
tramos con gente que trabaja desde lo religioso y creo que más de una
vez hemos tenido que hacer ese ejercicio de traducir y de interpretar…
lo que yo decía antes creo que lo llevamos a la práctica constantemente
(Leonardo-Argentina/MNR).
La disputa diaria de la fe
Para mí es una forma de vivir y una forma de ver el mundo. También im-
plica relaciones, relación con Dios, con mi prójimo, con la gente que nos
rodea, con toda la creación. Implica también una subcultura, historias de
vida. En mi vida siempre ha estado muy presente la religión. Eso podría
decir en términos generales (Gustavo-Chile/ENM).
Hay una palabra muy utilizada en los círculos protestantes que puede ayudar
a lo que Gustavo intenta expresar, proviene del alemán “weltanschauung”,
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EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
y significa visión del mundo, es decir: formas de ver, interpretar, sentir y ac-
tuar en el mundo y en las relaciones. Charles, de Honduras, sostiene que “la
religión es la manera en que alimentamos y sostenemos nuestras creencias
a través de rituales, costumbres, liturgias, todo esto siempre enmarcado o
como base en la cosmovisión que tenemos” (Charles-Honduras/ENM).
Sobre estas sutilezas que deja la religión vivida, en evangélicos de los paí-
ses incluidos en nuestro trabajo llama la atención lo recurrente de esta
noción: “el cristianismo no es una religión”. Es decir que, para muchos
practicantes evangélicos, no se trata de institucionalidades fijas asociada
a preceptos normativos, antes bien identifican su experiencia espiritual
6 Bajo la idea de ´disputa´ procuramos remitir a muchas subjetividades evangélicas creyentes que asumen las
tensiones internas y externas que produce el ejercicio de su fe, particularmente con relación al mundo político. Para
estos fieles, la fe se expresa también en la materialidad de sus acciones sociales, de allí que su compromiso político
asome como corolario de su vivencia espiritual; con todo, ese compromiso no suele ser verbalizado como tal.
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con una “forma de vida”. Eso señalaron, entre otros, Jânio y Stephanie. Es
más, al preguntarle el significado de la religión para Antonella de Chile,
nos responde: “la verdad no creo mucho en el concepto de religión, yo
más creo en Cristo que es mi camino, la religión en sí es una palabra, la
realidad es la creencia que uno tiene en Jesús, eso para mí es” (Antone-
lla-Chile/ENM). A ello agrega Pietra: “es algo que no se puede imponer
bajo ninguna circunstancia a nadie” (Pietra-Brasil/ENM).
No soy un tipo que tenga una disciplina para leer y estudiar la biblia... Es dejar
que Dios me hable, tan sencillo como eso. [...] Me gustaría ser un tipo más
constante, no te voy a mentir [...] pero cada tanto vuelvo. Como fuente de par-
tida y de llegada, si yo tengo que tomar una decisión importante, ya sea a nivel
laboral, a nivel familiar, a nivel de relaciones, se caldea algo, sin duda, tarde o
temprano, termino leyendo la Biblia, esa es una realidad (Joel-Argentina/ENM).
Observamos que esta vida cotidiana de los fieles, se mezcla con las idas a
las instituciones religiosas, sin embargo, esa recurrencia a la institucionali-
dad como tal, no termina de definir la creencia y la intensidad con la que
se vive ese credo. La presencia de la Biblia actúa como una guía en el día a
día, para tomar decisiones y conocer mejor su propia religión y deidad. Va
de suyo que, la centralidad de la figura de Jesucristo también es eviden-
te en esta relación entre religión e institucionalidad. A eso remite Pablo
cuanto subraya las enseñanzas de Jesús:
[…] amar a tu prójimo, al que está al lado tuyo [...] Es por eso que digo que
el cristianismo es un movimiento liberador, porque trata todos los males
que están en el mundo, y una forma es amar primero a Dios y después
amar a las personas que están sufriendo con hambre, desnudez, prisión;
como dice Mateo 25… (Pablo-Argentina/ENM).
de los conceptos bíblicos. Es, en la experiencia mística con Jesús, que se uni-
fican las prácticas heterogéneas del entramado evangélico latinoamericano.
Sí, hoy, hoy, las emociones están muy presentes. Y hoy en día los medios
digitales, muestran cómo está la persona emocionalmente. Justo hoy he
visto el estado de una, una hermana de la iglesia, lo ha puesto así… A
veces no hablamos, muchas veces, pero tenemos muchas situaciones en
las que nos gustaría hablar con alguien y no hay nadie con quien hablar. Y
entonces, detecté que tenía una necesidad. Y entonces le envié un men-
saje, le dije: “Oh, si quieres tomar un café, un agua, estoy disponible”. Y
luego puso una cara, así que hoy ni siquiera hace falta hablar con la per-
sona físicamente para saber, para ver sus necesidades. Otro día también
ocurrió otro hecho, un colega publicó en Facebook: “no puedo soportar
esta situación”. Y no sabía cuál era la situación, pero la propia frase ya… ya
sentía un grito de auxilio. No sé por qué, no, le pregunté si quería hablar y
me dijo que no. Pero podemos hacerlo si queremos, sé que la vida es muy
ajetreada, mucho correr de un lado a otro. Tenemos muchas cosas que
hacer, sobre todo las mujeres, pero tenemos una sensibilidad para esto y
podemos detectar, sí, la necesidad del otro (Eugênia-Brasil/ENM).
7 Los efectos de la pandemia de COVID-19 en América Latina no solo ha puesto en entredicho a la sociedad política
y sus instituciones estatales, sino que además ha abierto profundos desafíos al interior de la sociedad civil, en
particular sobre movimiento sociales y espacios religiosos de las clases subalternas y barriadas populares en toda la
región. Las entrevistas que estructuran este informe, ya se ha mencionado, están atravesadas por la precuela y las
consecuencias de dicha pandemia.
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EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
NO ES AZAROSO QUE EL
MARIDAJE ENTRE RELIGIÓN
Y POLÍTICA VEA FLORECER
VARIADOS FUNDAMENTALISMOS
RELIGIOSOS.
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Tal como hemos desglosado en este informe, uno de los puntos de discu-
sión que sobrevuelan los estudios de religión y política en la región, están
vinculados a las contradicciones y acuerdos que emanan de la práctica insti-
tucional de estas esferas sociales fundamentales. En esa dirección, desde el
comienzo de nuestra tarea de investigación nos ha interesado comprender
ciertas tensiones evidentes en el mundo evangélico; una de ellas tiene que
ver con la fácil asimilación de la narrativa de los derechos sociales en mu-
chas de esas comunidades, empero se presente contradicha en las opciones
electorales de corte fuertemente conservador y/o en el rechazo a las me-
diaciones sociopolíticas que implican el ejercicio efectivo de esos derechos.
Asumir las vocaciones políticas que implica el hecho religioso es también dis-
cutir los ´sentidos comunes´ impuestos en nuestras sociedades contempo-
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EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
ráneas, en las entrevistas realizadas -al menos- eso ha quedado bastante claro
para los evangélicos progresistas: “… es muy difícil, porque cuando vas con
cada uno de los temas, te vas dando cuenta que hay algo ideológico detrás.
Hacerte el apolítico […] es ideológico también” (Gustavo-Chile/EM).
[…] creemos que toda esa fuerza territorial debe construir una herramienta
inclinada hacia la lucha por la dignidad de los barrios y que eso se expresa
en lo político para cambiar la realidad de nuestro pueblo. Si no creemos eso,
la termina construyendo el enemigo, termina utilizando la espiritualidad,
termina apropiándose de nuestro signo, de nuestro lenguaje para terminar
dando la bendición a aquello que viene a matar, hurtar y a destruir […]
creo que ahí el movimiento popular tiene que ser parte de la discusión po-
lítica ahí está en juego la posibilidad de que los movimientos puedan gober-
nar o sólo dedicarse cortar rutas, rascar la olla… ahí las comunidades juegan
un rol preponderante porque son las que están en el territorio porque el
Estado no está presente o se aleja, te abandona, lo único que queda cuan-
do el Estado te abandona son los movimientos populares y las iglesias te
puede gustar más o menos lo que predican, pero están en la trinchera, los
tipos están en la trinchera… (Diego-Argentina/EM).
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8 Pensamos aquí en la idea de diálogo y concientización presente en los trabajos del pedagogo brasilero Paulo
Freire (2015)
55
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Sí, tienes el libro de los Hechos. Sí, empezamos a conocer la iglesia primi-
tiva, la gente compartía todo lo que tenía. Era casi una utopía, cierto. Si
pensamos, viendo hoy esta lucha entre el capitalismo y los gobiernos so-
cialistas, comunistas. Verás, esa iglesia primitiva en el libro de los Hechos
de los Apóstoles, es casi utópica (Jânio-Brasil/ENM).
[…] yo creo que cuando las palabras no alcanzan hay que hacer cosas que
escandalicen. Ese es para mí el rol profético, por eso más de una vez es-
tuve tomando shoppings o tomando una comisaría con los movimientos
populares, atrincherado en casa para que no desalojen familias o me vie-
ron preso o me vieron encabezando marchas, acompañando a Dolores,
construyendo sindicatos… en fin qué sé yo... lo que sí somos es apasio-
nados de lo que hacemos y yo vivo con mucha intensidad el Evangelio
(Diego-Argentina/EM).
La gente vendía sus posesiones, compartía, la Biblia dice que nadie te-
nía necesidad. Porque los que tenían más compartían con los que tenían
menos. Bernabé, por ejemplo, creo que esta traducción es muy hermosa.
Porque, como he dicho, para nosotros, que creemos que esta vida aquí
es pasajera, que tienes una eternidad por vivir y que nada de lo que hay
aquí tiene mucho sentido. Correr tras el dinero, correr tras las posesiones,
etc. Luego ves que la Biblia dice, hay una versión que dice, que Bernabé
vendió una propiedad como propia. Es decir, era consciente de que esa
tierra era demasiado terreno para él. El tipo tenía demasiado. Qué hizo,
fue allí, lo vendió, lo compartió con los pobres, ayudó a esa gente. Así que
creo que la fe está totalmente relacionada con la ayuda a las minorías,
totalmente relacionada. Al menos la fe que tengo hoy. La fe que, el punto
que he alcanzado hoy, a los 32 años de edad, la madurez, el conocimiento
de la palabra y ver el reflejo de la vida de Jesús. Hombre, es imposible que
no, mi fe no va dirigida a las minorías. Tengo que vivir esto, sabes. Lo que
tengo que vivir es esto, si no, no tengo fe, mi fe está muerta. La Biblia lo
dice. La fe sin obras está muerta (Jânio-Brasil/ENM).
Creo que, por ejemplo, como cristiano, como he dicho, es moral que lu-
che por los derechos, para que la gente tenga las mismas oportunidades
que yo, las mismas oportunidades de acceso a la comida, acceso a la vi-
vienda, acceso a la educación. Entonces, veo que quizás en este punto
habla mi fe, porque es moral que todos tengan acceso… no que vaya a
participar en un movimiento social, ya sea por el derecho a la vivienda,
que luchemos por el derecho a la vivienda y decir, oh, tienes que ser cris-
tiano, porque ser cristiano es no sé qué, y esto está interrelacionado. No.
Tal vez siendo yo un defensor de los derechos humanos y trabajando así,
veo que no hay, no hay, lucha por causas. Ser cristiano. Pero no necesaria-
mente […] Quiero decir que, por el hecho de ser cristiano no tengo que
luchar por estas causas y que todas las personas que no son cristianas no
tienen que luchar por ellas (Pietra-Brasil/ENM).
Si hemos dicho antes que los formalismos estrictos de la lectura bíblica han
cambiado el mundo evangélico latinoamericano, es atendible el hecho de
que uno de los elementos de ese cambio sea una especie de ´re-democra-
tización´ de la vía de contacto personal con la escritura sagrada. Es decir,
así como el universo protestante se caracterizó por desacralizar la institu-
ción-iglesia, y colocar en su lugar a la Biblia y el acceso de sus fieles a ella, la
fuerte influencia pentecostal y neo-pentecostal en América Latina ha am-
pliado los márgenes de flexibilidad y autonomía popular a la hora de rein-
terpretar las sagradas escrituras. De allí que Pietra en Brasil use la Biblia como
fuente de consuelo y respuestas en momentos difíciles y Joel en Argentina
argumente que, aunque no estudia la Biblia tan disciplinadamente, en mo-
mentos de decisiones difíciles, “siempre vuelve a ella” (Joel-Argentina/ENM).
Lisandro nos decía que usa la Biblia diariamente para revisar y estudiar,
ya que se debe tener la Biblia “tanto en el corazón como en la cabeza
siempre”, pues de ella deriva la forma de vivir su fe: “en la integridad, ac-
ciones un poco más transparentes, en tener una sola pareja, en no actuar
de manera violenta, sino tratando de reconciliar las cosas y las partes,
la forma de hablar…” (Lisandro-Honduras/ENM). Incluso, esa forma de
vida puede evidenciarse en la profesión escogida. En definitiva, si en algo
comulga todo el universo de creyentes consultados, es que el mensaje
más importante de Jesús lleva indefectiblemente al amor, el perdón y la
reconciliación con Dios.
Por caso, Eugênia (Brasil/ENM) llama a la Biblia un libro “vivo”, dado que con la
lectura de sus pasajes, el receptor puede adaptar el mensaje a su conveniencia:
La palabra de Dios dice así, que la biblia está viva, ¿no? Entonces depende
del receptor, de cómo estoy en ese momento. Y esa es realmente la gen-
te hoy en día, es decir, yo diría que la interpretación viene de lo que te
conviene, ¿no? Entonces, si me conviene, entonces lo interpreto de algu-
na manera. Si no me conviene, interpretaré a otro… (Eugênia-Brasil/ENM).
Hay un pasaje, por ejemplo, que va a hablar de lo que vivimos mucho, que
es sobre la homosexualidad. Y luego, sí, hubo un cambio, hay un cambio
en relación con eso, ya sabes. ¿Para qué?... Dar fundamento y sustentabi-
lidad a los argumentos de esta gente. Entonces, lo diré de nuevo: si me
conviene, lo interpretaré de esa manera (Eugênia-Brasil/ENM).
66
Hablar de la biblia es una tarea álgida, sobre todo si tenemos en cuenta las
lecturas del Antiguo Testamento y las re-lecturas del Nuevo, en cada una
de las fracciones del universo evangélico. No nos hemos propuesto en
esta investigación dilucidar enfoques y detalles del propio texto bíblico,
pero a los fines de lo que exponen los y las entrevistadas se torna nece-
sario resaltar la importancia de comprender todo el texto en sus recortes
históricos. Con relación a eso, Segunda, evangélica que vive en Argentina,
si bien describe a la Biblia como “un libro de mucha reflexión muy actua-
lizado”, nos aclara que ella prefiere la lectura de los evangelios. En todo
caso –dice Segunda- las diferentes interpretaciones surgen:
9 Para graficar su explicación, este evangélico sostiene que, por ejemplo, el mandamiento de sumisión de las muje-
res está en nuestra cultura, no así en la Biblia (Charles-Honduras/ENM).
68
Jânio concuerda:
69
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Sí, fue una mala interpretación de varias personas durante mucho tiempo,
cierto. La verdad es que la gente que tenía el poder también tuvo la biblia,
durante mucho tiempo. Entonces manipularon a la gente, ¿verdad? De he-
cho, esta manipulación todavía existe hoy. Vemos iglesias neopentecostales,
iglesias donde el público en general, los miembros, son gente más sencilla,
con poca educación, y son manipulados hasta el día de hoy para dar dinero,
sí, mucho más de lo que tienen para sobrevivir, lo donan a la Iglesia. Más de la
mitad de los ingresos a veces la persona está donando allí. He visto a un pas-
tor pedirles a personas que viven de alquiler que le den una oferta idéntica al
alquiler, ya sabes, algunas tonterías como esa (Jânio-Brasil/ENM).
Resultó interesante descubrir una serie de ´claves´ que las y los consul-
tados utilizan para una interpretación correcta de la Biblia. Tanto “el amor
al prójimo y la compasión”, como la referencia estricta al modo de “vida
de Jesús”, o la “conexión con el Espíritu Santo” responden a virtudes que
el cristiano cultiva como forma de deducir el corazón del mensaje de fe.
70
El amor al prójimo
Veamos uno de los ejemplos citados. Un versículo que resuena como men-
saje central del cristianismo y criterio de interpretación bíblica, es el man-
damiento de Jesús de “amar a Dios y al prójimo como a ti mismo”10. Pablo,
desde Argentina, remite en la conversación a versículos bíblicos que certifi-
can su idea de que el cristianismo es un movimiento liberador. En particular
menciona las palabras de Jesús sobre la importancia de que al momento
del “juicio final” se haya hecho el esfuerzo por servir a los y las que sufren:
Es una parte que dice: “Hay que amar a Dios sobre todas las cosas y amar
a tu prójimo, al que está al lado tuyo, como a uno mismo” […] como dice
Mateo 2511 …Como cristianos debe ser una reacción normal de encontrar
el amor de Dios. Reaccionar al sufrimiento de otra persona. Y cuando Je-
sús habla eso de “cuando tuve hambre, me dices de comer; cuando tuve
sed, me diste de beber”, nos enseña que es lo que tenemos que hacer
como parte fundamental del cristianismo... Creo que lo más visto es la
preocupación por el prójimo. Al ayudar a los que están necesitados. Más
que nada, en esta época de pandemia, uno vio a mucha gente aferrándose
a lo propio sin ver a quienes tenían necesidades en este tiempo y gracias
a Dios pudimos ayudar a varias personas en situaciones complicadas, con
falta de trabajo [...] (Pablo-Argentina/ENM).
Según Lívio la religión no es una ideología que te define o ate, como opio
del pueblo, sino es un tema de fe y de seguimiento a Jesús, que se define
en el amar a Dios y al prójimo como a ti mismo “tal como lo especifica el
libro de Lucas 10,27” (Lívio-Honduras/ENM). Segunda concuerda: para ella
el mensaje central es la acción compasiva frente a otros y la ayuda al pró-
jimo; “especialmente en épocas de pandemia” (Segunda-Argentina/ENM).
10 Libros como Levítico 19,18; Mateo 22: 37-40, Marcos 12: 28-31 y Lucas 10, 27, dan cuenta de ello
11 Nuestro entrevistado hace referencia al libro de Mateo 25, 31-46 en que Jesús relata la parábola del juicio a las
naciones.
71
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Inclusive, este creyente resalta la tensión que existe en poder hacer efec-
tivas esos deseos:
Sí… Yo creo que para hacer una interpretación correcta de la biblia, todo
se reduce a Jesús. Ver las huellas y pisadas de Jesús (Stephanie-Chile/ENM).
Claro, la verdad, es que para mí, son interpretaciones, la Biblia son inter-
pretaciones, también uno puede leer un texto en una situación de vida
y te da un mensaje, y lo lees en otra condición, en otra situación y te
entrega otro tipo de mensaje, entonces va a depender, también… bueno
yo creo mucho en el Espíritu Santo, entonces también el espíritu te va
guiando en lo que uno requiere en ese minuto, […] claramente es varia-
ble, pero si de una otra forma, como es la palabra, es viva, entonces va a
depender de cómo y cuándo genere ese estudio (Antonella-Chile/ENM).
Bueno considero que la palabra tiene mucha sabiduría, y hay que tener,
creo que un tiempo de estudio bíblico, lo cual hay que lograr dárselo y en
lo posible hacer ese estudio con personas de estudio, ya sea que cuando
uno tome la palabra de la biblia y la pueda entender e interpretar, porque
es compleja, no es un libro cualquiera. No es como llegar y ´voy a leer
este libro´, no. Considero que es un libro con mucha sabiduría y no hay
que tomarlo como cualquier cosa (Antonella-Chile/ENM).
Por su parte, Jânio, evangelico no militante de Brasil, admite que hay textos en la Bi-
blia que aisladamente pueden dar la impresión de que justifican guerras o esclavitud:
12 Se refiere a Mauricio López, pastor protestante, teólogo e intelectual argentino. López que era, entre otras cosas,
Secretario en el Departamento Iglesias y Sociedad, en el Consejo Ecuménico de Iglesias (Ginebra, Suiza), miembro
directivo del Consejo Mundial de Iglesias y uno de los fundadores de la Filosofía y la Teología de la Liberación
en América Latina, fue secuestrado y desaparecido el 1 de enero de 1977 por la última dictadura militar argentina
(Paredes, 2008).
75
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Así describe esa ambigüedad interpretativa y cree que sólo se puede su-
perar estudiando y explicando los contextos, y tomando el amor y la vida
de Jesús como criterio mayor:
Porque muchas veces hay personas que leen la Biblia, sacan conclusiones
precipitadas y hacen lo incorrecto allí sin siquiera pensar en ello. El tipo sale
a hablar, sale mandando a miles de millones de personas al infierno solo
porque lee un versículo ahí sin leer el resto de la Biblia, ¿entiendes? Sin leer
la vida de Jesús. La vida de Jesús tiene que ser leída. Él era el verbo, así que
también tenemos que leer la acción de ese verbo, ¿no? (Jânio-Brasil/ENM).
Dice que “la palabra de Dios es vital, es importante, y tiene cabida para
todo espacio” (Lívio-Honduras/ENM), citando el libro de Timoteo 3:16-17
afirma: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra...”
(Lívio-Honduras/ENM). Además, es el único entrevistado que vincula el
texto bíblico con las dificultades ambientales actuales; relata acerca de las
leyes sanitarias y la administración de la tierra en el Antiguo Testamento,
y dice “en la palabra de Dios podemos encontrar la respuesta a muchos
problemas de hoy en día, y muchas veces se pasa por alto”:
Para todos los y las evangélicos no militantes, la Biblia tiene gran impor-
tancia y autoridad para guiar el diario trajinar de la vida. La mayoría la
lee y estudia regularmente, de hecho en las entrevistas florecen las citas
bíblicas. Se habla sobre la Biblia como una palabra viva, que se adapta y
responde a los problemas y preguntas de hoy día. Varias mujeres encuen-
tran que una puede interpretar la Biblia como quiera, buscando respues-
tas y consuelo. Otras enfatizan la importancia de nuestra propia historia
y mirada en la lectura.
Creemos, como una hipótesis de partida, que tal como sostiene nuestra
compañera teóloga Angélica Tostes (2021), la Biblia es indiscutiblemente el
libro de la clase obrera. A partir de ese supuesto es que nos resulta, cuan-
to menos, curioso que militantes de los movimientos sociales latinoame-
ricanos afirman no conocerla. Pues bien, si el campo progresista percibe la
importancia de la formación y la educación popular en los territorios en los
que trabaja, al menos esta trama literaria debería ser una molestia, un inte-
rrogante, precisamente por el hecho de ser una de las referencias narrativas
más visitadas por las clases subalternas de América Latina13.
13 De hecho, muchos trabajadores con escasa o nula formación se animaron a aprender a leer gracias a la Biblia,
para saber lo que estaba escrito allí, en esas pequeñas letras, en ese amplio conjunto de libros que condensa tanta
complejidad.
79
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
En esa línea, Alfredo nos decía con honestidad: “sé que existe, más nunca
la he leído, por contarte algo, hace unos meses se murió mi abuela y aquí
es costumbre escribir algo sobre el ataúd, por lo que el caballero me pre-
guntó “¿le escribo un salmo? “, y yo le dije que no, yo nunca he tomado
ni un versículo, más que los que están pegado en los negocios” a eso
agrega: “yo creo que es uno de los libros con mayor influencia en el mundo
para regir un estilo de vida […] aún sin conocerla soy capaz de darme cuenta
del nivel de influencia enorme que tiene sobre las personas” (Alfredo-Hon-
duras/MNR). Sucede que, aun en un continente con una fuerte influencia
cultural religiosa, los márgenes de distancia con la idiosincrasia de la fe,
son cada vez más marcados: “[…] bueno yo nunca tuve una formación
religiosa, no crecí así, crecí sabiendo muy poco de la Biblia a pesar de ser
algo que todo el mundo hablaba” (Débora-Honduras/MNR).
con ella que los fieles van tejiendo sus cosmovisiones, su forma de ser y
actuar aquí y ahora, sus conceptos y prejuicios (Tostes, 2021) y es, también
a través de ella, que muchos encuentran esperanzas y consuelo en un
mundo desencantado (Alves, 2010).
Ahora bien, pese a que esa visión de la Biblia como un texto guía para el
comportamiento moral de los creyentes es compartida en el mundo de las
organizaciones populares en los países indagados, muchos desconocen la
necesidad de interpretar que se pone en juego en esas lecturas hermenéu-
ticas del submundo cristiano-evangélico. Dicho de otra manera, si bien per-
siste un diagnóstico del movimiento reflexivo e ideológico que efectúan
los lectores de la Biblia, es probable que eso no interpele a buena parte de
la militancia no religiosa, respecto del porqué de esas afirmaciones:
…Creo que falta muchos temas por trabajar, cuando la Biblia dice Adán
y Eva, la Biblia manda a la mujer a obedecer al hombre, la Biblia manda
al hombre hacer cabeza de la familia, ese tipo de referencias son muy
comunes, no solo en el espacio campesino o indígena si no que a nivel re-
gional. Y tienen mucho que ver con esta visión más doctrinaria que tiene
la iglesia protestante en Latinoamérica, lo bueno y lo malo está justificado
en Dios. Si pasa algo bueno es porque Dios quiso, lo mismo si pasa algo
malo… (Diego-Honduras/MNR).
Narrativas en disputa
La mujer que sólo se somete, que cuida, que sirve y que se conforma
con estos roles, no está presente de forma hegemónica en los territorios
periféricos de nuestros países, aunque se sitúen también allí, claro. Por
tanto, nos parece que mostrar grietas en las lecturas fundamentalistas
de la Biblia a partir de la vida cotidiana del trabajador creyente, ya no es
una opción, sino una necesidad que sólo tendrá éxito cuando la Biblia
esté en el listado de lecturas de los movimientos sociales. En todo caso,
encontrar la voz de los y las creyentes y sus disquisiciones bíblicas, implica
observar la audacia de muchos cristianos y cristianas que reinterpretan su
fe a partir de una imaginación. Imaginación que, entre otras cosas, funge
como acción concreta de resistencia a la violencia contra las mujeres (Co-
razza y Tostes, 2021).
Por otro lado, Leticia, por su itinerario social y religioso dice que respeta
este libro como guía ante la necesidad de fortalecer su espiritualidad. Al
margen de que ya no adscribe a ninguna iglesia, destaca un cambio res-
pecto a otra época de su vida en que la concebía como una “pauta para
la acción”, ahora la propone en términos de una fuente de aprendizajes
sobre la base de las experiencias vividas por otras personas:
84
A partir de las entrevistas realizadas, nos da la impresión de que para los mi-
litantes no cristianos, la Biblia es un libro que ha estado presente de forma
satelital en sus vidas, es decir, en sus hogares donde han tenido una educa-
ción cristiana, o absorbiendo los discursos hegemónicos que resuenan más
85
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
allá de las iglesias. Las lecturas bíblicas se hacen presentes en el día a día de
las clases populares, como así también en los medios de comunicación, en
las narrativas fundamentalistas que llegan a todos, etc.
Dado que, como hemos afirmado, se trata de un libro obrero, los trabaja-
dores tienen contacto directo o indirecto con esta obra. El entrevistado
que nos habló de la Biblia en un contacto más directo e intencional fue
en el sentido de buscar su propia espiritualidad independiente de las ins-
tituciones. Es interesante que ninguno de los interrogados mencionara un
acercamiento a la Biblia en el sentido de absorber sus valores y preceptos
para el diálogo con la clase trabajadora, pese a que sus biografías militantes
se escriben al interior del mundo popular y los movimientos sociales.
Sobre esto último, vale la pena traer aquí la reflexión de la teóloga Angélica
Tostes (2021):
La materialidad de la fe
Y por eso vemos mucho este tema de tener familias en las que el marido
está en el bar y la mujer en la iglesia, cierto. Porque el espacio de socia-
bilidad de él está en el bar y el de ella en la iglesia (Leontina-Brasil/MNR).
88
Porque el que tiene dinero, el que tiene estudios, como decía, suele sen-
tirse autónomo. Independiente. Ni siquiera necesita a Dios, tal vez. Pero el
pobre, el que tiene hambre, el que tiene frío, el huérfano, la viuda. Están
muy necesitados y necesitan mucho apoyo de la gente (Jânio-Brasil/ENM).
14 Tanto la “teología de la prosperidad” como la “confesión positiva” son formatos que asume una práctica de
(neo) pentecostal muy difundida en América Latina. Tanto una como conforman “un conjunto de proposiciones
dogmáticas, rituales y eclesiológicas en las que se afirma una relación entre la comunión con Dios y el bienestar
material” (Cervantes-Ortiz, 2019)
90
Racismos persistentes
Sí. Es porque sería difícil que un Jesús negro tuviera éxito. Difícilmente, sí,
ese es el lado bonito de esto. No, porque la biblia, incluso la biblia no retrata
eso […] Pero eso es lo que vende, eso es lo que vendió. Es lo que hay, por-
que la biblia no retrata a Jesús de esa manera, ¿no? […] y lo que vende es la
belleza. Desgraciadamente, es lo que pasa. Lo vuelvo a decir, no sé cuántos
candidatos hay, no sé si hay 11 o 12 candidatos a la alcaldía de Osasco… No,
de São Paulo. Y hay un hombre negro, así que, la belleza vende. La belleza
es bella, por desgracia (Eugênia-Brasil/ENM).
Así que, le digo a la gente, este Jesús no existe. No está en la Biblia. Entonces
la gente dice: “¿Qué quieres decir? No, no lo es. Pero es lo que se hizo, y
generalmente se hace lo que se vende. Porque nadie producirá algo que no
se venda […] si haces algo que no se vende, no tendrás beneficios. Por lo
tanto, ha cambiado un poco, pero sigue siendo muy fuerte en nuestro, en
nuestro entorno, por desgracia (Eugênia-Brasil/ENM).
Como vemos, sus argumentos tienen un perfil teológico que convive con
el intento de conferir cientificidad a sus tesis. Después de señalar las ra-
92
zones geográficas y biológicas por las que Jesús no podía ser blanco, Jânio
subraya que Jesús sería fácilmente identificado como hijo de Dios si fuera
distinto de las demás personas en su convivencia (dando a entender que
ser fácilmente identificado como hijo de Dios no sería un objetivo del
nazareno). En un pasaje de su discurso, Jânio expresa que entiende que
estas cuestiones deben ser problematizadas por las iglesias de hoy. Ellos
son los responsables de la proliferación de esta comprensión errónea so-
bre la aparición de Jesús.
Incluso mi iglesia no tiene una imagen y todo lo demás, tenemos una, por
las otras iglesias que tienen imágenes visualizando a Cristo en esa carac-
terística que usted dijo. Sólo que tampoco puedo poner leña en el fuego.
Es que la gente que es realmente historiadora, una parte de la carrera
sobre la gente que nace, es, en Jerusalén, no tendría esas características.
Entonces, estoy totalmente de acuerdo, es decir, si nació en tal o cual
lugar, tendría que tener tales o cuales características. Pero tenemos una
configuración histórica que realmente muchas imágenes fueron distor-
sionadas por una visión racista, sí (Pietra-Brasil/ENM).
Obviamente que Jesús, que es la persona que tiene todo el poder de decir
lo que es verdad y lo que no, que sea rubio de ojos azules es violento. Pero
hoy lo entendemos así, pero no creo que la intención haya sido tener un
héroe blanco. Tampoco creo que Jesús haya sido negro, para mí Jesús es.
Si de repente estoy hablando con un niño mapuche y él me pregunta si
tiene que parecerse a Jesús y debe tener características similares a él, no.
Es mucho más que como era físicamente. Jesús es un legado, está vivo y
actuando en la gente [...] Nosotros también, a veces, ocupamos el mismo
término que decíamos de ´salvador blanco´ y vemos cosas que no sabe-
mos si están. Yo no puedo decir que es racista porque yo tendría que
preguntarle a la comunidad negra qué dicen ellos (Stephanie-Chile/ENM).
Un hecho importante (bastante notorio, por cierto) que hay que destacar
es que ninguno de los entrevistados y entrevistadas de base religiosa cues-
tionó la validez de la Biblia o incluso de la iglesia. Desarrollan sus argumen-
tos dirigiendo sus críticas a personas malintencionadas que, por razones
espurias, han distorsionado el sentido y la razón originales de los textos
y/o grupos religiosos. Evidentemente, tal recurso hermenéutico constituye
94
Yo creo que ahí el mejor referente que tengo es Martin Luther King y Lute-
ro. Son personajes históricos que hicieron un movimiento de cambio en la
sociedad, para demostrar los valores y la creencia… Efectivamente, si es para
el bien de una comunidad, creo que está bien usada. Pero si es utilizada para
hacer una inquisición como hicieron en la época medieval, los católicos
apostólicos romanos, donde se caía en una exageración y en un grave error
porque se interpretó mal lo que quería Cristo. Gracias a él eso cambió. Son
posturas que con el tiempo se van abriendo camino a la creencia y al cuida-
do del otro. Pero nos hemos ido al otro extremo… (Antonella-Chile/ENM).
En palabras de Joel:
Con respecto al aborto yo creo que está mal encarado con que es una
conquista de las mujeres y nada más, es más compleja la cuestión. Yo es-
toy convencido que no tiene que ver con la impronta de los movimientos
populares, de los débiles. Los que establecieron de un tiempo a esta parte
lo del aborto de llevarlo a la legalización y a una mercantilización muy
fuerte, han sido los europeos, los norteamericanos, la IPPF, la Fundación
Rockefeller… (Joel-Argentina/ENM).
Ante esta línea argumental, que por cierto no suele ser tan frecuente, po-
demos destacar que, aunque es evangélico y posiblemente tenga razones
teológicas para estar en contra del aborto, Joel no utiliza este argumento.
Otro punto, que vale la pena mencionar, es que los elementos que con-
forman la tesis del entrevistado suelen estar presentes y formar parte de
la izquierda latinoamericana, pero para referirse a los intentos de los países
96
Por otro lado, con referencia a la cuestión de género, uno de nuestros entre-
vistados en Honduras aboga por una igualdad total entre hombres y mujeres.
[…] yo escuché un día que la iglesia es lo que el pastor predica porque la gente
se va nutriendo de lo que escucha de su líder religioso, desde el altar… la
manera de dar su prédica puede instruir acerca del respeto a las mujeres. Mi
pastor decía ´si una mujer recibe un golpe de su pareja, no debe permitir que
pase ese golpe e inmediatamente debería de separarse para demostrar que
no debería estar sufriendo violencia´... Cuando se sufre violencia, se rompe
una línea de respeto y evidencia que el amor se acabó hace rato, entonces,
desde ahí, desde cómo interpretamos las verdades bíblicas es que nosotros
como iglesia podemos incidir a frenar este mal (Charles-Honduras/ENM).
[…] hay algunas que prefieren no tocar ese tema porque el patriarcado sigue
siendo poderoso y no se puede ni siquiera mencionar que hubo una mujer
violada y maltratada y que está viviendo violencia doméstica o violencia
económica. Entonces, considero que ahí va a depender mucho de la cabeza
de la iglesia. En mi iglesia todos estaban complicados con la ley de culto en
relación a que iban a aceptarse los matrimonios homosexuales y que iban
a empezar a existir las personas gay, hasta que se empezó a dar cuenta que
nada pasó, que son personas y que tienen libertad de venir si es que quie-
ren […] La iglesia a la que iba antes, que era la de mi abuela, era impensado
ir con pantalones… era casi pecadora. Por eso creo que ahí va a depender
de cómo se encasilla en la cabeza de la iglesia, que ahí está el pastor y la
pastora (Antonella-Chile/ENM).
…Pero, por desgracia, estos grupos no sólo persiguen los derechos huma-
nos, sino que ahora han creado esas rencillas, ya sabes, contra la iglesia en
general, contra los evangélicos, incluso a veces contra los católicos, porque
la Iglesia católica, que suele estar en la cuerda floja, a veces se posiciona y
dice cosas que les dejan más en evidencia. Creo que dicen sus opiniones
y luego se crea, se acaba aislando. No le gustan los derechos humanos, ni
los evangélicos. Acaba en un tercer grupo. Pero de todos modos, creo que
estos grupos tienen su validez, que son importantes. Me entristece mucho
ver que las iglesias han perdido la oportunidad de ayudar a estos grupos y
fortalecerlos, y de luchar por los derechos de estas minorías. Sí, yo perso-
nalmente me empeño en ayudar y corroborar mucha de la información que
difunden y demás. Pero siempre me cuido de no atacar a la iglesia, porque
a la iglesia se la ataca mucho. Pero trato de encontrar el equilibrio que se
perdió, ya sabes. De defender a las minorías, de ponerme en la posición de
ayudarlas pero también de defender a la iglesia porque sé que la iglesia
puede hacer mucho por estos grupos (Jânio-Brasil/ENM).
[…] la mujer golpeada por el hombre se tiene que callar porque el hombre
es la cabeza del hogar. Ha habido, a lo largo del tiempo, cierto discurso
muy delicado –igual pasa con la violencia contra los hijos, no solo golpes,
sino que también violaciones y abusos hacia los niños– que era justificado
por los líderes religiosos de alguna forma. Jesús hablaba de esta gente,
´tumbas blancas´, que parecían relucir perfectos por fuera pero que por
dentro estaban llenos de muerte y de pudrición, porque justamente se
trata de una doble vida […] (Joel-Argentina/ENM).
[…] En cierta manera ahora también lo miro con esperanza. Quizás hace 10
años atrás era distinto el tema y me tiene muy esperanzado ver algunos
cambios por lo que he visto en mi propia congregación y en otros grupos
de creyentes en que cada vez más sesgos que se han ido superando. Tam-
bién lo he visto en mi propia vida. También asumo esta inequidad entre
el rol de un hombre y el de una mujer dentro de una congregación [...] La
Iglesia podría tener una voz ahí bien importante y también una actividad
práctica, digamos, de apoyar a las mujeres de encontrar las formas de
denunciar, de encontrar otras comunidades que la ayuden a liberarse de
relaciones que puedan ser tóxicas (Gustavo-Chile/ENM).
Estoy en contra. Soy diácono y sé que mi esposa sería una excelente dia-
conisa. ¿Por qué? Porque me asiste en mi diaconato. Sin ella, no podría ser
un buen diácono. Va conmigo a repartir cestas de comida en los barrios,
está conmigo cuando estamos cuidando el templo, está conmigo todo el
tiempo. Entonces, ¿por qué no es diaconisa? ¿Porque la iglesia ha decidido
que no puede serlo? Juzgo que a los ojos de Dios, ella es tanto como yo. Y si
tomamos una teología aún más profunda, si ella y yo somos uno en cuerpo
y espíritu y si yo soy diácono, ¿cómo es que ella no lo es? ¿Lo entiendes?
Por lo tanto, creo que el papel de las mujeres en la iglesia es fundamental.
Lo es, hasta el punto de que la iglesia es llamada la novia. La iglesia no es un
novio. La biblia trata a la iglesia como una mujer (Jânio-Brasil/ENM).
Hoy en día la mujer ha sido fundamental porque, por más que uno crea
o no crea, la mujer ha hecho que todo esto se abra camino. A la mujer
cuando se le mete algo en la cabeza, se hace. Pero, a diferencia del hom-
bre que, si está, está, y si no está, no está no más y no se quiebra más la
cabeza… Porque se supone que somos iguales hombres y mujeres pero
es una mentira aquí y en la quebrada del ají, no somos iguales, no pode-
mos compararnos, el hombre tiene sus cosas, nosotras tenemos nuestras
cosas. Podemos querer lo mismo pero nuestras maneras son diferentes,
con distintos puntos de vistas… querer el bien es objetivo. De cómo y la
perspectiva que se haga creo que claramente es muy distinto (Stepha-
nie-Chile/ENM).
Yo creo que el papel que ellas quieran ocupar. Es eso. Vamos a las ancianas y les
preguntamos ´¿qué quieren hacer aquí en esta comunidad de fe?´, y que ella
te diga ´nosotras queremos predicar´, que prediquen. Si quieren limpiar, hay
gente que es tan feliz limpiando y se sienten tan contentas […] Lo más rico es ir
conociendo a la gente, a tu comunidad. Uno se va dando cuenta, conversando
con ellos, que se van deconstruyendo a ellos mismos (Stephanie-Chile/ENM).
Para Lívio, evangélico de Honduras, las mujeres tienen una labor funda-
mental en la formación de los niños, ya desde la tradición judía. Cree que
también en la iglesia son especialmente buenas para la enseñanza de los
niños y la escuela dominical. Por eso también afirma que es vital que las
mujeres estén presentes en casa en los primeros años de sus niños. En la
iglesia está a favor de equipos mixtos, ya que “las mujeres ven cosas que
no ven los hombres, para mí el público mixto es clave, porque hay cosas
que solo las mujeres entienden, y cosas que solo los hombres entienden’’
(Lívio-Honduras/ENM).
Para Joel, las mujeres son iguales que los varones, y pueden tener los mis-
mos puestos de liderazgos. Refiere a liderazgos en la Biblia (menciona a
Ruth y Deborah), y no está de acuerdo con las diferencias en sueldo, y
la justificación de las iglesias de la inferioridad de las mujeres, que llama
“otro tipo de violencia” -al lado del racismo. Cree que desde Jesús no es
justificable ningún tipo de violencia con base en la fe: “si es de izquierda o
de derecha está bien, allá usted, pero si es violento, agresivo [...] y justifica
la violencia o la humillación social contra una persona, ahí hay un pro-
blema (Joel-Argentino/ENM). La iglesia puede trabajar en la lucha contra
la maldad y la violencia interna. También habla críticamente frente a la
colonización europea y la idea que la fe se impone como civilización a la
barbarie: Jesús no obligó a nadie.
Cree que el rol de la mujer es diferente que el del hombre, por ejemplo
en dar vida y amamantar. Dice que los dos tienen capacidades diferentes
y tienen que complementarse. En su Iglesia hay ayuda a mujeres víctimas
de violencia: él no concuerda con posiciones que dicen que las mujeres
tienen que aguantar la violencia.
Finalmente, podemos decir que a partir de las entrevistas nos damos cuen-
ta de que existe una crítica al machismo dentro de las iglesias con respecto
a la violencia y a la falta de espacios de gestión para las mujeres, sin embar-
go, las salidas nunca aparecen, o si lo hacen, se hacen en uno u otro diálogo
con las mujeres eclesiásticas más próximas, dentro del hogar entre marido
y mujer, pero no como un cuestionamiento público de la institución en la
que participan. Nos parece que aunque se visualizan estos temas, se da en
un grado de inercia, en el sentido de que no hay propuestas de acciones
directas y mucho menos organizadas para combatirlos.
Sí, escuché algo esta semana y me entristeció mucho una persona que ha-
bló sobre los feminicidios. Y entonces la señora dijo: ´esto está ocurriendo
porque las mujeres están muy empoderadas´... Y luego: ´muy empodera-
das, quieren mandar a los hombres´. Y entonces me puse a pensar, cuando
buscas tener tu trabajo, cuando buscas tu libertad financiera, cuando bus-
cas ayudar y luego, si el hombre no está de acuerdo, si el hombre no está de
acuerdo, ¿mereces la muerte por eso? (Eugênia-Brasil/ENM).
Estamos en camino
Nuestra tarea es la del diálogo, la relación tras objetivos comunes… en ese senti-
do uno busca precisamente los vínculos que satisfagan esa necesidad espiritual
que nacen de cumplir la voluntad de Dios. Es precisamente relacionarse con los
demás entonces… y frente a esto hay muchos grupos, muchos espacios que se
van abriendo en los cuales participo […] (Manuel-Argentina/EM).
Mi comunidad está muy ligada a una asociación que se llama Centro Car-
los Mugica. A través de ellos nosotros estamos participando en huertas
comunitarias, radio comunitaria y distintos trabajos de campo que lle-
van a tratar de mejorar la vida de las personas… (Ana María-Argentina/EM).
En Honduras nos aclararon que “hay compañeros del movimiento que sí son
evangélicos, pero de ahí a trabajar con instituciones evangélicas no hemos
tenido la posibilidad, pero como te digo se respetan, mientras se intente
no mezclar esas cosas (que es casi imposible), pero mientras se respeten
las creencias de los demás y las opiniones de mi sentir y mi actuar” (Alfre-
114
El diálogo sobre estos temas trajo a cuento una reivindicación por parte
de muchos militantes, tanto evangélicos como aquellos no religiosos, del
cristianismo de base surgido al calor de las teologías liberadoras latinoa-
mericanas. A diferencia del momento fuerte de esas narrativas progresis-
tas y populares, en la actual coyuntura emerge un amplio movimiento de
“derechas” político-sociales que dirimen importantes decisiones incluso
en espacios de poder político. En este sentido, los tres entrevistados de
movimientos sociales argentinos aluden a la existencia de una alianza
cristiana conservadora en Argentina entre evangélicos y católicos: “han
encontrado una alianza muy importante con la Iglesia católica, en estas
agendas contra lo que llaman ´la ideología de género´ y todas esas co-
sas, formando una agenda común [...] de todas las fuerzas conservadoras”
(Leticia-Argentina/MNR), y perciben la temática de la despenalización del
aborto como un núcleo del debate.
tema del Rechazo y el Apruebo16. Como dicen por ahí, se quisieron robar
nuestra voz porque yo, por ejemplo, jamás votaría rechazo, si sé lo que se
está queriendo buscar, es un cambio de Constitución que nos va a llevar
a tener mejoras en muchos ámbitos: Salud, educación, dignidad para las
personas, la dignidad que se nos fue robada. Yo nací en plena dictadura,
yo sé cómo Chile ha vivido estos sufrimientos […]” (Marieta-Chile/EM).
16 Se refiere al plebiscito nacional chileno que se llevó a cabo en octubre del año 2020, con vistas a un proceso
constituyente para redactar una nueva Constitución.
116
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO
119
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
6. CONCLUSIONES
A continuación ordenamos algunas notas centrales de este amplio recorrido.
Por otra parte, es posible vislumbrar cierto consenso con respecto a los
modos de diferenciar una postura conservadora y otra progresista. Más
allá de las temáticas específicas que conllevan cada “agenda”, con sus res-
pectivas tensiones y desacuerdos, emergen dos elementos que se des-
tacan. En primer lugar, el hecho de que una visión religiosa conservadora
es individualista, mientras que una progresista posee una lectura y prác-
tica más colectiva. En segundo lugar, mientras las visiones conservadoras
piensan más intra-eclesialmente, las progresistas nos ayudan a ser más
“coherentes” con el evangelio (de Jesús) en relación con el trabajo entre
los marginalizados/as.
política, aunque en otra clave hermenéutica (es decir, desde una mirada
progresista). Segundo, valoran el alcance territorial de las iglesias en sec-
tores populares que, de alguna manera, no responden a las lógicas de las
voces evangélicas hegemónicas, inclusive a pesar de su posicionamiento
conservador. Finalmente -lo que resulta aún más significativo- en las en-
trevistas se observa cómo se complejizan nociones sociopolíticas a partir
de la militancia junto a religiosos/as, no necesariamente progresistas. Lo
vemos en la crítica al binomio izquierda-derecha, progresismo-conserva-
dor, las cuales no logran expresar la diversidad de prácticas y posiciones
dentro del mundo religioso. También en las prácticas paradójicas que los
entrevistados/as levantan con respecto a religiosos/as que pueden tener
posiciones teológicas conservadoras en algunos temas, pero una práctica
totalmente progresista en otros ámbitos.
Por otra parte, nos resultó significativo que sobre estas sutilezas que deja
la religión vivida, en evangélicos de los países incluidos en nuestro trabajo
llama la atención lo recurrente de esta noción: “el cristianismo no es una
religión”. Es decir que, para muchos practicantes evangélicos, no se trata
123
EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
Seria impropio negar que en América Latina se observa una ofensiva del
fundamentalismo religioso, así como es imposible omitir las diversas for-
mas sobre las cuales se reorganizan las espiritualidades, particularmente,
en el universo de constelaciones socioreligiosas al que podríamos llamar
–con cierta generalidad- el “campo progresista”, enrolado en perspectivas
de fuerte predicamento social, muchas de ellas tributarias de un “cristia-
nismo liberador” surgido en Nuestra América.
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ANEXO: cuestionarios
1. Evangélicos militantes:
1) ¿Qué significa para usted la religión?
2) ¿Cómo ve usted el lugar de lo religioso en las luchas políticas/ en lo político?
3) ¿Conecta la lucha de su movimiento con su propia espiritualidad/fe? ¿Cómo?
4) ¿Se conversa en su movimiento sobre la fe o creencias religiosas de los/as mi-
litantes? ¿Cómo?
5) ¿Cómo se vinculan las cuestiones de género, raza y clase en sus luchas? ¿Cómo
actúa su religión contra estas opresiones?
6) ¿Cómo y por qué empezó tu activismo? ¿Qué papel juega tu religión en este
camino?
7) ¿Tu activismo y tu religión alguna vez han entrado en contradicción? ¿Por qué?
¿Qué “pesó” más para usted en ese momento?
8) ¿Cómo dialoga su espiritualidad / religión con el mundo político / social que lo
rodea? (dar ejemplos de actividades que realizan en el territorio)
3. Evangélicos no militantes
1) ¿Qué significa para usted la religión?
2) ¿Cuál es la importancia de la Biblia para usted?
3) ¿En qué momento toma la Biblia en su vida cotidiana? ¿Puede describir un mo-
mento así?
4) Si otras personas leen un texto Bíblico de manera distinta que usted (sacan otro
mensaje): ¿cómo explica eso?
5) ¿Qué es para ti la enseñanza más importante de Jesús?
6) ¿Cómo cristiano/as debemos preocuparnos por la defensa de las personas que
sufren? ¿Por qué? ¿Cómo?
7) ¿A través de qué acciones en tu vida cotidiana la gente puede notar que eres
cristiana/o?
8) ¿Qué piensa usted de grupos y organizaciones que luchan por los derechos hu-
manos: en temas como el acceso a la tierra, la vivienda, la educación, los derechos
de las mujeres, la gente negra, los indígenas?
9) ¿Estas luchas para usted tienen que ver con la fe?
10) ¿Cuál es para ti el papel de las mujeres en la iglesia o en la fe cristiana?
11) Vivimos en un tiempo difícil para las mujeres. (dar ejemplos de forma mediada:
el feminicidio y la violencia doméstica están creciendo). ¿Tiene la iglesia un papel
en cambiar eso? ¿De qué manera?
12) Alguna gente dice que la imagen de Jesús como hombre blanco con ojos azules
es racista. ¿Qué opina usted de eso?
13) La Biblia fue usado para justificar la esclavitud, guerras y otras violencias: ¿Qué
opina de eso?
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EVANGÉLICOS Y POLÍTICA
CRÉDITOS
Autoría y coordinación: