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TEG-Estereotipos de Género Asociados Deporte. María Zambrano (1) REV

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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO

ALVARADO DECANATO EXPERIMENTAL DE


HUMANIDADES Y ARTES PROGRAMA DE

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO ASOCIADOS AL DEPORTE EN DOCENTES


DEL DEPARTAMENTO DE DEPORTES DE LA UPTAEB

Trabajo de investigación presentado


por: María de los Á. ZAMBRANO
NIEVES

Tutor académico:
MSc. Gerardo SÁNCHEZ RAMÍREZ

Barquisimeto, Marzo de 2022.


UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO
ALVARADO DECANATO EXPERIMENTAL DE
HUMANIDADES Y ARTES PROGRAMA DE

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO ASOCIADOS AL DEPORTE EN


DOCENTES DEL DEPARTAMENTO DE DEPORTES DE LA UPTAEB

Trabajo de investigación presentado


por: María de los Á. ZAMBRANO
NIEVES

Al programa Licenciatura en Psicología como requisito parcial para obtener el


título de Licenciado en Psicología

Tutor académico:
MSc. Gerardo SÁNCHEZ RAMÍREZ

Barquisimeto, Marzo de 2022.


Dedicatoria
A todos los hombres y mujeres que han aportado a mi crecimiento personal y
profesional enseñándome que hay otras formas de ver el mundo.
A las mujeres, aquellas deportistas y entrenadoras en quienes me inspiré para la
realización de este estudio.
Agradecimientos

A mi tutor, profesor Gerardo Sánchez, por acompañarme en todo el proceso de esta


investigación y confiar desde el inicio en el propósito de la misma.
A los docentes y entrenadores del Departamento de Deportes de la UPTAEB por su
participación en este estudio y permitirme con ello la finalización de esta meta.
A todas las personas que de alguna manera me apoyaron y estuvieron presentes en
este proceso.
A todas y todos ¡Gracias!
Índice de Contenido
Resumen.............................................................................................................................9
Fenómeno de Estudio.......................................................................................................10
Referentes Teóricos..........................................................................................................14
Estereotipos..................................................................................................................15
Género..........................................................................................................................17
Roles de Género............................................................................................................18
Estereotipos de Género.................................................................................................20
Estereotipos de Género y Deporte................................................................................22
Disciplinas Deportivas según el Género.......................................................................24
Estudios previos referentes a la investigación..............................................................24
Método.............................................................................................................................32
Naturaleza de la Investigación......................................................................................32
Participantes..................................................................................................................33
Técnicas e instrumentos de recolección de la información..........................................34
Procedimiento para la recolección de información......................................................35
Procedimiento para el análisis de la información.........................................................36
Credibilidad..................................................................................................................37
Confirmabilidad............................................................................................................37
Transferibilidad............................................................................................................37
Consideraciones Éticas.................................................................................................38
Análisis de la Información...............................................................................................39
Reflexiones Finales..........................................................................................................63
Limitaciones y Recomendaciones................................................................................69
Referencias Bibliográficas...............................................................................................70
Anexos..............................................................................................................................74
Índice de Anexos

Anexo A. Consentimiento Informado..............................................................................75


Anexo B. Guion de Entrevista..........................................................................................77
Índice de Tablas

Tabla 1. Categorías..........................................................................................................39
Tabla 2. Agrupamiento de Etiquetas...............................................................................40
Tabla 3. Categoría Posición del Hombre.........................................................................41
Tabla 4. Categoría Estereotipos y Roles de Género........................................................44
Tabla 5. Categoría Rendimiento Deportivo....................................................................47
Tabla 6. Categoría Discriminación..................................................................................51
Tabla 7. Categoría Sexualización....................................................................................54
Tabla 8. Categoría Iniciativa...........................................................................................59
UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO ASOCIADOS AL DEPORTE EN


DOCENTES DEL DEPARTAMENTO DE DEPORTES DE LA UPTAEB

Autora:
María de los Ángeles Zambrano Nieves
Tutor:
Gerardo Sánchez Ramírez

Resumen
Esta investigación la realicé con el propósito de develar los estereotipos de género
asociados al deporte que están presentes en entrenadores deportivos. Fue un estudio
cualitativo que se enmarcó desde la psicología social tomando como referencia la teoría
de género, ubicándome en el paradigma simbólico-interpretativo y en la fenomenología
hermenéutica como aproximación epistemológica, a fin de conocer cómo se han creado
las ideas que se tienen en función del género en los entrenadores deportivos. Los
participantes fueron 5 docentes del Departamento de Deportes de la Universidad
Politécnica Territorial de Lara Andrés Eloy Blanco, cuatro de ellos hombres y una
mujer, quienes se desempeñan como profesores universitarios en dicha casa de estudios
y a su vez, son entrenadores en alguna especialidad deportiva; estos docentes fueron
seleccionados de manera intencional a través de un muestreo en cadena. Para la
recolección de información usé la entrevista semiestructura y para el análisis de la
información hice uso de la técnica de análisis de contenido. Del proceso de análisis
surgieron 6 categorías, las cuales analicé mediante un proceso de triangulación. Como
resultado obtuve que los docentes asumen que hay diferencias en relación a lo que es ser
hombre y ser mujer, creencias que han concebido dentro de una cultura y sociedad
patriarcal y que llevan al contexto deportivo, por tanto, la participación en el deporte está
mediada por prácticas discriminatorias hacia el género femenino. Aunado a esto, los
entrenadores desconocen cómo los estereotipos de género influyen en su práctica, y a
pesar de mantener un discurso que no esté mediado por los estereotipos socialmente
impuestos, siguen reproduciendo un discurso de desigualdad y discriminación hacia las
mujeres, al ser prácticas que están naturalizadas en este sistema. Por último, las mujeres
en el contexto deportivo no solo son discriminadas por su condición de mujer, sino que
deben enfrentarse a un ámbito que mantiene una imagen sexualizada de ellas que
promueve que sufran acoso sexual constantemente.

Palabras claves: Estereotipos, Género, Estereotipos de Género, Entrenadores, Deportes,


Discriminación.
10

Fenómeno de Estudio
Durante mi niñez practiqué el deporte del voleibol, participando así, en algunas
competencias de categoría menor; además, fui una aficionada de la gimnasia rítmica.
Aunado a esto, he tenido amistades y pareja que se han dedicado a distintas disciplinas
deportivas a nivel profesional, así como, al entrenamiento deportivo. Tener ese
acercamiento al ámbito de la práctica deportiva me dio la oportunidad de participar en
debates relacionados a las diferencias que pueden existir entre hombres y mujeres, que
hacen que cada uno pueda practicar un deporte u otro. A estas diferencias se le atribuyen
los roles que tiene la mujer y el hombre, los propósitos de vida, lo que se debe hacer
según el sexo al que se pertenezca, entre muchos otros argumentos.
Asimismo, he percibido y experimentado la desigualdad existente en cuando a la
práctica deportiva, puesto que, escuchaba la atribución que se hace del deporte al género
masculino y el por qué a la mujer se le hace difícil dedicarse al deporte a nivel
profesional, siendo notorias las diferencias en oportunidades de participación y
crecimiento de las mujeres en este ámbito. En esos momentos creía que esos argumentos
eran normales, aunque también sentía esa desigualdad como mujer, sin embargo,
pensaba que no podía hacerse nada porque así “debía ser”.
En este sentido, muchos de los argumentos que escuchaba venían de parte de
entrenadores deportivos directamente, por ello, surgió la curiosidad de saber ¿por qué
sucede?, ¿en qué se basan los entrenadores para tener esos argumentos sobre el género y
la práctica del deporte?
Al comenzar mis estudios en psicología, conozco el concepto de estereotipos.
Según Fernández (2016), los seres humanos tenemos una serie de apreciaciones o ideas
que son llamadas estereotipos y que median entre lo que es la realidad y lo que
percibimos, indica además, que los estereotipos vienen a ser un velo bajo el cual
apreciamos a las demás personas.
Los estereotipos son creados partiendo de las suposiciones y expectativas que se
tiene de un individuo de acuerdo a su pertenencia a un grupo o categoría, es decir, son
aquellas ideas atribuidas a un grupo de personas en particular (Castro y Jiménez, 2018).
Estas autoras señalan además, que los estereotipos se crean en el medio social y son
producto de una historia y una cultura característica, para responder a las demandas del
11

contexto y preservar unas normas sociales. Es importar señalar lo acotado por Fernández
(2016) donde indica que "el empleo de estereotipos supone una asociación de ideas que
implica que su uso se convierta en algo casi automático, obligatorio" (p. 56).
Ahora bien, dentro de esas expectativas y suposiciones, nos encontramos con las
que son atribuidas al género. Los estereotipos de género vienen a ser esas creencias que
implícitamente llevan una definición social que señalan los papeles asignados a hombres
y mujeres, marcando los comportamientos de cada uno según su sexo (Rodríguez,
Martínez y Mateos, 2005).
Históricamente, la concepción general de la humanidad se ha representado en una
visión dualista en relación al género, y es que, ser hombre o mujer trae consigo formas
diferenciadas de ser y/o actuar, y esto lleva a la existencia de roles que están vinculado
en función de ello (López, 2020). Los roles permeados por el contexto y los discursos
dominantes, moldean los pensamientos, sentimientos y prácticas de hombres y mujeres
(Castro y Jiménez, 2018).
En este mismo orden de ideas, el género se ha basado tradicionalmente en dos
categorías: la masculina y la femenina (López, 2020). Partiendo de dichas categorías, se
elaboran identidades genéricas tomando las diferencias sexuales como innatas e
inmutables, y es en la niñez donde se toman patrones de conducta distintivos al ser de
uno u otro sexo y luego, esa distinción en las habilidades que se desarrollen, se asumirán
como naturales, lo que lleva a aprender un significado de lo que es ser hombre y ser
mujer (Cortez, 2020). Según esta autora, es a partir de esto y aunado a la ideología
patriarcal que domina, que se crean los estereotipos de género.
Esto explica el discurso que constantemente escucho, aquel que me dice qué debo
hacer y qué no debo hacer como mujer, por ejemplo, señalando que cada quien según su
sexo está para cumplir un rol característico y que por ende, si no cumplo con esas
expectativas me salgo del "orden natural" de las cosas.
Ahora bien, el ámbito deportivo no escapa de esto, si hacemos una revisión
histórica del deporte, su práctica se consideraba sólo para hombres, incluso, en los
primeros Juegos Olímpicos en Grecia, había participación exclusivamente masculina
(Zapico y Tuero, 2014). Estos mismos autores señalan que el deporte se ha convertido
en estilo de vida para muchas personas y ya no sólo se concibe como una práctica
cotidiana, puesto que, ha
12

venido tomando fuerza como manifestación de la propia cultura de las sociedades.


También, señalan que la expansión que ha tenido la práctica deportiva se ha desarrollado
con el fin de que ésta sea diversa, heterogénea y abierta, para que pueda responder a los
intereses de las diferentes partes de la población.
En este punto, es interesante lo acotado por Azaña (2019) quien indica que pese a
la expansión y globalización del deporte, existen los estereotipos de género dentro de la
práctica físico-deportiva, estereotipos que controlan y en donde predominan los hombres
sobre las mujeres.
Por su parte, Zapico y Tuero (2014) hacen mención que hay suficientes evidencias
para mostrar las desigualdades existentes desde la perspectiva de género, que ha servido
para mantener una estratificación en relación a esto. Estas desigualdades impiden un
desarrollo en igualdad de condiciones en este ámbito puesto que, señalan que el deporte
está unido a criterios estereotipados en el cual predomina la masculinidad y la
participación de los hombres. Sea por tradiciones o por modelos culturales, en el deporte
está latente esa estratificación.
Según Azaña (2019) los estereotipos existentes en el ámbito deportivo se
reproducen tanto en las familias como en instituciones educativas para mantener en la
sociedad el mismo sistema de organización patriarcal que se ha venido trayendo, y es
por ello, que el impulso que puede dar la familia a la práctica y participación en alguna
disciplina deportiva, esta mediada por la consideración de que hay deportes para los
hombres y deportes para las mujeres.
Ahora bien, si ubicamos la formación de entrenadores deportivos, la Universidad
Politécnica Territorial de Lara "Andrés Eloy Blanco" (UPTAEB), es la única
universidad en el estado que forma a nivel profesional técnicos y licenciados en
deportes, capacitándolos para ser entrenadores a nivel profesional en el ámbito
deportivo. De esta manera, mi aproximación fue indagar en participantes que se
desempeñaran como docentes en el departamento de deportes de dicha universidad.
Así, al hacer revisión teórica, encuentré que los estudios que se han realizado en el
área están asociados a la condición de la mujer en el deporte, las experiencias y
dificultades que presentan, la poca participación deportiva, lo complejo que les es llegar
a nivel competitivo y las prácticas que generan para mantenerse a pesar de esas
13

dificultades (Azaña, 2019; Castro y Jiménez, 2018; Selva, Pallarés y González, 2013;
Ramos, 2019; Zapico y Tuero, 2014;). También, se ha estudiado la influencia de los
estereotipos en la práctica deportiva en niñas y adolescentes así como en la educación
física (Marcías, 1999; Pastor, Sánchez, Sánchez y Martínez, 2019).
No obstante, algunas investigaciones sugerían ampliar el estudio de los
estereotipos de género asociados al deporte, y que no solo se tenga presente a deportistas
femeninas sino también a la gerencia deportiva, profesores de educación física y
entrenadores; estos últimos han sido considerados como figuras importantes debido a
que tienen gran influencia para las deportistas, aunado a que la participación de estos
resultaría clave para ayudar a fomentar nuevas perspectivas dentro del contexto
deportivo (Azaña, 2019; Guamán, 2020; López, 2020; Selva, et al. 2013). En este
sentido, no se encontraron registros de investigaciones sobre este tema en la región.
Esta investigación pretendió aportar información a quienes tienen interés en el
tema de los estereotipos de género en el deporte y quedar como antecedente a otras
investigaciones en el área de psicología, deportes, educación y áreas afines, puesto que,
permitió conocer cómo se han formado las ideas y apreciaciones en función del género
en el deporte, entendiendo además, como la práctica deportiva está influenciada por
estos mismos. Es importante acotar que esta investigación se desarrolló desde el área de
la psicología social, al tratarse de un estudio que radica en un fenómeno latente dentro
del ámbito deportivo, permitiendo la explicación y comprensión de este fenómeno
social.
Por ello, la presente investigación partió de mi inquietud en estudiar los
estereotipos de género asociados al deporte, a través de las narraciones de quienes han
sido entrenadores deportivos y se dedican también a la formación de nuevos
entrenadores a nivel profesional. Así, los participantes fueron los docentes adscritos al
Departamento de Deportes de la UPTAEB, quienes desde su mirada y experiencias
expresaron esta realidad. Frente a la situación descrita, entonces me planteé las
siguientes interrogantes:
¿Cuáles son los estereotipos de género que están asociados al deporte según docentes del
ámbito deportivo?, ¿cómo se interpretan los relatos de estos docentes y que están
relacionados a los estereotipos de género en el deporte? Finalmente, esta investigación
tuvo como propósito general develar los estereotipos de género que están asociados al
deporte en los docentes del departamento de deportes de la UPTAEB.
14

Referentes Teóricos
La siguiente sección pretende exponer el recorrido investigativo sobre los
estereotipos de género en el deporte, mostrando definiciones, características, modelos
teóricos e investigaciones previas asociadas a este estudio. Así, se presentarán las
descripciones de los constructos: estereotipos, género, roles de género y estereotipos de
género; se expondrán los estereotipos de género relacionados al deporte así como
también, la clasificación de las disciplinas deportivas según el género, y por último, los
estudios realizados previamente y que fueron referentes a la investigación.
Al hablar de estereotipos se hace referencia a que son constructos cognitivos o un
conjunto de creencias compartidas, injustificadas y a su vez generalizadas que se usan
para el procesamiento de la información sobre los atributos personales de un grupo
social o los miembros de uno (Morales y Moya, 1996, citado en Macías, 1999; Azaña,
2019). Ahora bien, cuando se hace mención a los estereotipos de género
específicamente, Rodríguez et al. (2005) señalan que estos se asocian a rasgos y
características que se les asignan a las personas según su género y van variando de
acuerdo a la estructura social en la cual se sustentan, marcando así el comportamiento de
los seres humanos debido a que se asocian rasgos y características que identifican a cada
sexo en particular.
Por su parte, el deporte es una práctica cotidiana y se ha convertido en un estilo de
vida para muchas personas, contando con un seguimiento por parte de la población que
puede considerarse de gran escala (Zapico y Tuero, 2014). Sin embargo, estas autoras
también destacan que así como sucede en cada ámbito de nuestra vida, el contexto
deportivo también pasa por un criterio estereotipado que impide el desarrollo y trato
igualitario entre mujeres y hombres, y es que, el deporte está unido a las actitudes y
valores que se forman por los modelos culturales y las tradiciones que terminan
incorporándose en nuestra identidad social y personal.
En este sentido, esta investigación se enmarcó desde la psicología social, siendo
esta una rama de estudio que tiene como objetivo conocer los hechos sociales del ser
humano y cómo sus ideas, sus pensamientos y sentimientos son el resultado de la
influencia de algún estímulo en particular (Rizo, 2006). Para Martín-Baró (2006), la
psicología social se acerca directamente a la actividad humana individual y grupal,
ubicándose en un contexto histórico determinado y que aborda los fenómenos sociales
15

desde el rompimiento de la opresión social. Por este motivo, este estudio se ubicó desde
la psicología social al abordar el tema de los estereotipos de género contextualizados en
el deporte.
Para el desarrollo del marco teórico tomé como referencia la teoría de género con
el fin de tener un entendimiento más claro de este fenómeno de estudio. La perspectiva
de género, señala Lagarde en 1996, está basada a partir de la ética al hacer crítica del
concepto androcéntrico de la humanidad, concepción que ha dejado a la mitad de los
seres humanos por fuera, a las mujeres. De esta forma, describe:

La perspectiva de género permite analizar y comprender las características


que definen a las mujeres y a los hombres de manera específica, así como
sus semejanzas y diferencias. Esta perspectiva de género analiza las
posibilidades vitales de las mujeres y los hombres; el sentido de sus vidas,
sus expectativas y oportunidades, las complejas y diversas relaciones
sociales que se dan entre ambos géneros, así como los conflictos
institucionales y cotidianos que deben enfrentar a las maneras en que lo
hacen (Lagarde, 1996, pp. 2-3).

Con base a esto, Quiroa (2018) señala la importancia de estudiar desde un enfoque
de género las adversidades a nivel social existentes en los deportes considerados
masculinos, puesto que, desde esta perspectiva se puede conocer la inequidad y la
desigualdad presente en la práctica deportiva y visualizar además, cómo las creencias
asociadas a cada género en particular afectan las oportunidades y vida en general de las
personas.

Estereotipos

Los estereotipos, señala Fernández (2016), forman parte de las representaciones


sociales y giran en relación a eso que se conoce como el “otro”, percibiéndose la imagen
de este “otro” a través de varios filtros, en los que uno de ellos son los estereotipos. En
este sentido, esta autora aporta unos elementos considerados esenciales para definir qué
es un estereotipo y en un intento de definirlos, como ella misma señala, dirige a una serie
de características que enumero a continuación:
1. Es un fenómeno de reducción, debido a que se hace una transformación de una
opinión que comienza siendo singular y acaba siendo una afirmación universal.
2. Adquiere un carácter de obligatoriedad o noción de verdad.
16

3. Carece de verificación, por tratarse de la opinión de segunda o tercera mano.


4. Forma parte del imaginario social al depender de modelos culturales. Esto lleva a que
un gran número de individuos lo compartan.
5. Es un elemento simplista que tiene influencia cuando se percibe al “otro” y al mundo
en general. Es decir, simplifica lo que se percibe.
Por tanto, Fernández (2016) resume que, entre sus características, los estereotipos
tienen la repetición, la obligación y la asociación. Además de ello, indica tres funciones
que los estereotipos desempeñan en las interacciones sociales, mostrando así que, tienen
una función cognitiva, una social y una literaria.
La autora señala la función cognitiva porque facilitan la apropiación de la realidad
y con ello se confirman ideas e imágenes previas que se tienen como prejuicios, resalta
además que, cada significado es construido por una sociedad en un contexto histórico
específico. La función social que desempeñan los estereotipos ayuda a que exista una
cohesión interna de un grupo determinado y a su vez, guía a los seres humanos en la
interacción con el otro, por lo que considera que esta función tiene un factor pragmático.
Como tercera función, a la que la autora denomina literaria, sirve para conectar al autor
con el lector al reflexionar que la acción de ambos termina dando significado completo a
una obra.
Por su parte, Azaña en el 2019 añade otra característica a los estereotipos,
indicando que los mismos se contraponen en una misma categoría, es decir, las divide; y
para dar un ejemplo de esto señala que a nivel de género se identifica lo masculino y lo
femenino. También relata que los estereotipos tienen un impacto en el autoconcepto de
una persona, debido a que, son incorporados en el esquema mental de esta y por tanto, la
percepción de su desempeño y de sus competencias se ve alterada.
Por otro lado, Moreno, Soto, González y Valenzuela (2017) expresaron que los
estereotipos son simplificaciones dicotómicas que reflejan prejuicios y a su vez, están
cargados de expectativas que conforman roles. Además, explican que a través del
proceso de socialización, cuando el individuo adquiere sus normas y creencias
apreciadas culturalmente, los estereotipos son internalizados, y es allí, en esos
mecanismos de socialización, donde se mantienen las desigualdades de categorías.
17

Género

Para Lamas (s.f.), el género es “el conjunto de creencias, prescripciones y


atribuciones que se construyen socialmente tomando a la diferencia sexual como base”
(p. 1), por tanto, simboliza lo que es “propio” de los hombres y de las mujeres, aquello
considerado como lo masculino y lo femenino, respectivamente. En este sentido,
Moreno, et al. (2017) definen al género como una construcción social y cultural de
contenido binario y formada por aquellas representaciones, ideas y prácticas que giran
en torno a las diferencias sexuales anatómicas entre hombres y mujeres; a su vez,
exponen que el género forma parte de los significados compartidos socialmente, puesto
que, se integra en la cultura y origina formas de convivencia.
Guamán (2020), señala que cuando se hace referencia al género, se habla de una
construcción social que engloba no solo valores y expectativas, sino también, las
relaciones de poder y subordinación que existen entre hombres y mujeres en una
determinada sociedad. Esta construcción social, indica Lamas (s.f.) es un “filtro” cultural
que está en constante funcionamiento y con el cual se interpreta al mundo, sirviendo
también como armadura con la que se imponen oportunidades y decisiones que
dependen de cómo se tenga el cuerpo, si de mujer o de hombre.
Por otro lado, Castro y Jiménez (2018) consideran que el género es un sistema de
regulación social que se construye partiendo de un dato biológico y orienta a
estructuraciones cognitivas bien diferenciadas y normalizadas en lo que se concibe como
masculino y femenino. Resulta relevante mencionar lo expresado por Cortez (2020) que
asume que el género aunque tome como base el sexo biológico, no necesariamente
coincida con el mismo, debido a que en él intervienen muchos procesos tanto
ambientales como socioculturales y por ello, se debe considerar al género como una
realidad compleja, según la autora “el género no está directamente determinado por el
sexo, ni es directamente determinante de la sexualidad”.
Para Aguilar, Valdez, González y González (2013), el término género se reforzó en
la década de los sesenta por las aportaciones de las autoras denominadas de segunda ola
del movimiento feminista, debido a que estas manifestaban que el significado de sexo y
género tienen variaciones según la familia, la comunidad, la cultura, las relaciones
18

grupales, normativas e interpersonales, y que además, tienen su distinción de acuerdo al


tiempo y contexto especifico y a cada generación en particular.

Roles de Género

A lo largo de la historia se ha asumido que existen roles vinculados al género


(López, 2020). Por su parte, Macías en 1999 señaló que, los roles se entienden como
aquellas conductas esperadas; y al hablar de género específicamente, estos son
culturalmente aprendidos y vienen a ser las conductas que se consideran apropiadas para
un sexo en particular en una sociedad característica.
Con lo anterior se hace referencia a que estos roles representan los
comportamientos y la forma en que se actúa en la vida de acuerdo a lo que se considera
que es apropiado para el hombre y para la mujer (Aguilar, et al. 2013). Por tanto, existe
una división de roles para hombres y mujeres que está asociado a la necesidad de
reproducir desigualdad (Quiroa, 2018).
Según Guamán (2020), los roles de género son las expectativas que los individuos
tienen acerca de los comportamientos y características que deberían de acompañar a una
persona según su sexo. Además, expresa que es la sociedad la encargada de colocar esas
identificaciones o prácticas que se consideran adecuadas para cada sexo y que
representan a lo masculino y a lo femenino. Para Lamas (s.f.), al ser la sociedad la
encargada de clasificar lo que le es propio a cada sexo, la misma a través de
prohibiciones simbólicas constituye las obligaciones sociales para cada uno de los sexos.
Es importante en este sentido mencionar lo expresado por Castro y Jiménez
(2018), quienes indican que “el dato biológico no determina la normatividad cultural de
las maneras en que se constituye simbólicamente la diferencia de los roles sexuales” (p.
21). Además de ello, explican cómo es entendida la masculinidad y la feminidad,
indicando que la masculinidad es un conjunto de significados de carácter social que es
dinámica y se construye de acuerdo a la necesidad e interacción con los demás, por lo
tanto, como es algo que se construye a través de la socialización, resulta de esto una
serie de masculinidades diversas. No obstante, explican:

El aprendizaje del ser masculino inicia al creer que se posee el control de las
emociones y sentimientos hacia sí mismo, por ello los hombres desarrollan
un espacio emocional limitado en el cual se confunden sus emociones con
las
19

expectativas que su grupo social tiene de ellos. Además, tradicionalmente la


masculinidad se asocia directamente con la fuerza, la violencia, la
agresividad y la idea de que es necesario estar probando y probándose
constantemente que se es hombre (Castro y Jiménez, 2018, pp. 22).

Por otro lado, estas autoras señalan que la feminidad se entiende como “la
caracterización cultural que históricamente ha sido determinada a partir de la condición
genérica la cual, es excluyente y antagónica frente a la masculinidad del hombre” (p.
23). Aunado a esto, mencionan que estas características se construyen a partir del
patriarcado como atributos inherentes que constituyen y definen el rol de la mujer. Por
tanto, se espera que las mujeres se comporten, se relacionen y piensen desde el papel
que deben desempeñar en la sociedad.
Para Moreno, et al. (2017), a las mujeres se le atribuyen roles asociados a la
maternidad, el cuidado, la expresión emocional y la sumisión. Para López (2020), los
roles que le son atribuidos a las mujeres se ven influenciados por la religión católica,
donde el refuerzo que se realiza de estos roles es lo que ha generado las desigualdades en
los ámbitos sociales y profesionales. Aunado a lo anterior, Azaña (2019) señala que
según los roles atribuidos a cada género, se asignan actividades como en el caso de las
mujeres de generar armonía, preocuparse con el bienestar de los demás y ser afectiva.
Rodríguez, et al. (2005), dicen que lo femenino se asocia con la pasividad y la sumisión.
Por su parte, Quiroa (2018) indica que tradicionalmente al rol femenino
corresponde el cuidado de los hijos y las actividades del hogar como lo es cocinar, ser
ama de casa, madre y esposa. Por tanto, se inserta a la mujer al cuidado y servicio del
hombre, reproduciéndose un pensamiento en la sociedad que asume que la importancia
que tiene la mujer radica en cumplir al hombre, limitándola con esto no solo a que existe
en relación a otro sino también que está para proveer algo a los demás.
Se asocian a los hombres aquellos roles relacionados a la capacidad de decisión y
control, a la provisión y al dominio (Moreno, et al. 2017). Para Quiroa (2018), todas
aquellas actividades relacionadas a la cacería, la guerra, la agricultura y domesticar
animales se asocian al rol masculino. Azaña (2019) hace mención que al hombre se le
atribuye el logro de objetivos, el poder y la autoridad. Por su parte, Rodríguez, et al.
(2005), indican que lo masculino suele relacionarse comúnmente con la agresividad, la
independencia y la competitividad.
20

Estereotipos de Género

Los estereotipos de género vienen a ser un subtipo de estereotipos sociales (Castro


y Jiménez, 2018). Para Guamán (2020) cuando se habla de los estereotipos que están
basados en el género se hace referencia a “creencias sobre las características de los roles
típicos que hombres y mujeres tienen que tener y desarrollar en una etnia, cultura o en
una sociedad” (p. 11), además, estas creencias definen expectativas y metas para cada
sexo y marcan la diferencia en relación a la evolución de estas, justificando en muchas
ocasiones situaciones de discriminación. Por tanto, se denominan estereotipos de género
a las atribuciones sobre cómo deben comportarse y ser los hombres y las mujeres
(Moreno, et al. 2017).
Según López (2020) el ser humano es abordado por los estereotipos de género de
manera constante a lo largo de toda su vida, ante esto señala que una forma de visualizar
los estereotipos de género es vestir a las niñas de color rosa y asignarles juegos de
muñecas mientras que a los niños se les suele vestir de azul y asociarles juegos de guerra
y carros. Aunado a esto, Castillo y Montes (2014) señalan que estas creencias sobre el
género nacen debido a que al observar el comportamiento y los roles de cada grupo, esto
supone que existen disposiciones distintas de cada género en particular, y esto junto a los
procesos individuales de cada personas y el proceso de socialización, favorecen el
mantenimiento de los estereotipos cuando aparecen comportamientos diferenciados
entre hombres y mujeres.
El estudio de los estereotipos, indican Castillo y Montes (2014), se realiza
especialmente a partir de rasgos de personalidad. En este sentido, las autoras hacen
mención a que se distinguen dos dimensiones fundamentales, la instrumentalidad o de
agente y la expresividad o comunalidad. Así, los rasgos atribuidos como instrumentales
o agentes (independiente, orientado al logro, autoeficaz) se asocian a los hombres y los
considerados expresivos o comunales (amable, orientada a los demás, cariñosa), se le
atribuyen a las mujeres.
Por su parte, Castro y Jiménez (2018) señalan que esta serie de creencias
consensuadas sobre las características de hombres y mujeres influyen grandemente en la
percepción del mundo, de sí mismo y de sus comportamientos. En esta misma línea de
ideas Castillo y Montes (2014) indican que en estos atributos que se asocian a un género
21

u otro, están presentes tanto la autopercepción como la heteropercepción y que además,


tienen carácter descriptivo al indicar cómo son los grupos según el género y carácter
prescriptivo al indicar cómo deben ser esos grupos.
Ahora bien, al hacer mención de las consecuencias que generan los estereotipos de
género, Castillo y Montes (2014) explican que uno de los efectos que se producen se
relacionan con la aceptación y cambio de los estereotipos, al favorecer y justificar la
naturalización de esas diferencias que se asocian a ambos géneros, por tanto, se trata a
cada grupo según los papeles más apropiados para cada uno.
Cortez (2020) señala que estas consecuencias abarcan distintos niveles y se
asumen como negativas para el ser humano puesto que, limitan el desarrollo integral de
los mismos al influir en sus preferencias, aspiraciones, emociones, desarrollo de
habilidades y rendimiento, aparte de generar desigualdades en la calidad de vida y
oportunidades de las personas. No obstante, resalta que en mayor medida, estas
consecuencias recaen sobre las mujeres y aumenta la vulnerabilidad de las mismas. Por
su parte Rodríguez, et al. (2005) hacen mención de la disminución tanto de la
espontaneidad como de la libertad de los hombres y las mujeres cuando se les mira a
través de los estereotipos de género.
Ahora bien, Castillo y Montes (2014) indican que estos estereotipos compartidos
dentro de una cultura, en conjunto con la ideología e identidad de género, generan
conductas de discriminación las cuales están basadas en esa categorización que se
atribuye y se asocia a un hombre o una mujer. En concordancia con lo anterior, Moreno,
et al. (2017) indican que los estereotipos de género y sus mecanismos de socialización,
aunque son opresivos y exigen tanto a mujeres como a hombres, mantienen las
desigualdades dejando a las primeras en una posición de subordinación, posición que es
mantenida en la sociedad a través de prácticas sexistas.
Ante lo anteriormente planteado, Castillo y Montes (2014) señalan que el carácter
“favorable” asociado al estereotipo femenino, sumándose la valoración positiva que hace
la sociedad de los roles asociados a las mujeres, hace que para estas sea difícil rechazar
este régimen. Sin embargo, también indican que un cambio en roles de género resultaría
en un cambios de los estereotipos, y que los cambios de roles que han venido
experimentando las mujeres en los últimos tiempos explica un mayor cambio de los
estereotipos asignados a estas. Por su parte, Rodríguez, et al. (2005), han indicado que
22

aquellas características que se asumen como parte de la “naturaleza femenina” o de lo


“femenino”, son producto de un contexto social, histórico y cultural determinado.

Estereotipos de Género y Deporte

Según Iglesia, Lozano y Manchado (2013) es innegable que históricamente en la


participación deportiva no ha existido un equilibrio entre mujeres y hombres, puesto
que, las primeras han sido constantemente minimizadas y esto se evidencia en la poca
participación que tienen en comparación con los hombres en competencias
significativas. Ante esto, Azaña (2019) señala que las mujeres practican mayormente
disciplinas que están fuera de organizaciones establecidas para alta competencia, como
es el caso de los Juegos Olímpicos, también expresa que de practicar algún deporte, las
mujeres lo hacen en menor porcentaje a diferencia de los hombres y también desisten
más rápido que ellos.
Por otro lado, aunque en la actualidad existe un incremento de la participación de
las mujeres en el contexto deportivo, sigue predominando el género masculino no solo
en participación sino también en entrenamiento, organización y gerencia deportiva,
además de ello, en este ámbito se sigue privilegiando y reconociendo a aquello que va
relacionado al género masculino, por tanto, la atención y el valor que prestan los medios
de comunicación va dirigida mayormente a cubrir el desempeño y las actividades que
realizan los hombres en el deporte (Azaña, 2019).
En concordancia con lo anterior, Iglesia, et al. (2013) expresan que los medios de
comunicación influyen en gran manera en la invisibilización de las mujeres en el
deporte, puesto que, la mayoría de los deportes difundidos están asociados a la
participación masculina. Aparte de esto, mencionan que en la literatura y bibliografía
deportiva también se evidencia que se describen básicamente aspectos relacionados a los
actores de género masculino, no obstante, esta situación ha venido cambiando en los
últimos años.
Por su parte, Zapico y Tuero (2014) describen que los medios de comunicación
insisten en exponer la fuerza, la competitividad y el choque físico como atributos y
expresiones del deporte, debido a que están interesados en la relación que existe entre
este y el espectáculo. Es en este punto donde estos rasgos al ser opuestos a los asociados
a la feminidad, indican estas autoras, puede llevar a que los medios de comunicación
tengan poco interés en cubrir el deporte femenino.
23

Ahora bien, a las mujeres que se relacionan con aquellos deportes considerados
por esta sociedad como masculinos, se les imponen etiquetas tales como “lesbianas”,
“marimachos” o son señaladas como “hombres”, debido a que según los estereotipos
asociados a su género, la virilidad que está inscrita a estos deportes puede modificar la
anatomía de la mujer y por tanto se estaría alejando de lo que es femenino (Azaña,
2019). Señala esta autora, además, que las características antagónicas a las que hacen
mención los estereotipos de género en el deporte, lleva a que la fuerza, resistencia,
contacto y velocidad se asocien con lo masculino, mientras que la debilidad y la estética
son asociadas a las mujeres.
Los argumentos de las características mencionadas anteriormente han tenido como
fundamento las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, situación que ha llevado
a mantener a las mujeres fuera del ámbito deportivo y a su vez convencerlas de que son
incompetentes para su práctica (Azaña, 2019). Ante esto, López (2020) explica que ha
existido la idea de que practicar algún deporte podía ser hasta antinatural para las
mujeres, tomándose como base las creencias de que ellas son frágiles, débiles e
incapaces de ejercer actividades de gran exigencia a nivel físico.
En este punto es importante mencionar lo señalado por Cortez (2020). quien indica
que incluso aquellas deportistas que valoran su participación en el deporte y a que su vez
se sientes capaces de desempeñarse dentro de este ámbito, al tratarse de una actividad
percibida como masculina puede alterar el desenvolvimiento de estas mujeres a causa de
las creencias que se tienen sobre el deporte, práctica de este y el género. Ya Azaña en el
2019 señalaba que los estereotipos de género influyen tanto en la toma de decisiones
como en la actividad deportiva a desempañar.
Por último, al hacer referencia al acercamiento de una persona a practicar deportes,
Macías (1999) describe que los varones no solo suelen expresar un interés mayor por la
práctica deportiva, sino también, que son ellos quienes ven más deportes en la televisión
y a su vez asisten a más competencias que las mujeres. Aunado a esto, este autor señala
que la valoración que hacen hombres y mujeres a la práctica deportiva es diferente, por
un lado los hombres valoran el aumento de la fuerza física y la resistencia, mientras que
las mujeres valoran el adelgazar mediante la actividad física que quieren desempeñar en
24

el momento. Esto evidencia entonces que existen estereotipos de género asociados al


deporte que influyen en el interés que pueda presentar una persona para acercarse a este.

Disciplinas Deportivas según el Género


La participación de los hombres y las mujeres en el ámbito deportivo mantiene una
visión estereotipada relacionada al género. En este sentido López (2020) señala que
aquellas disciplinas que están relacionadas al uso de la fuerza u objetos pesados y el
contacto físico, como los deportes de lucha y de equipo, están asociados a los hombres,
mientras que las disciplinas expresivas y sutiles como el patinaje sobre hielo y la danza,
se consideran deportes de mujeres.
Además de lo anterior, el mismo autor explica que al considerarse de manera
tradicional la apariencia sumisa, dócil y atractiva como características de la feminidad,
se suele vincular entonces a las mujeres en los deportes y actividades conformes a esos
atributos con las que se les describe, como por ejemplo la danza y la gimnasia,
recordando además que el deporte en sí se le vincula al hombre por estar asociado con la
fuerza física y virilidad.
Tomando esto en consideración, es importante mencionar que ya Azaña en el 2019
señalaba que entre los deportes asociados con estereotipos femeninos se encuentran la
gimnasia, el atletismo, la natación y el patinaje, por otro lado, entre los deportes
llamados masculinos se destacan el rugby, futbol, lucha y boxeo. Así también, destaca
que existe una tendencia en que cada género practique bien sea deportes femeninos o
masculinos según al grupo al que pertenezcan, y por tanto, estas prácticas oscilan entre
los deportes sin contacto físico e individuales o de contacto y colectivo, respectivamente.
Añade también, que los deportes considerados masculinos se piensa que son muy
salvajes y rústicos para ser practicados por las mujeres.

Estudios previos referentes a la investigación


En este apartado se hace la presentación de investigaciones que fueron relevantes
para el tema en estudio. Partiendo de ello, se exponen en orden cronológico, sin
embargo, se debe tomar en cuenta que se pueden presentar saltos en las temáticas de
estereotipos de género asociados al deporte y lo que hacen las mujeres que practican
alguna disciplina
25

deportiva, así como también, algunas investigaciones realizadas en el ámbito educativo.


Dicho esto, se describen a continuación:
Iglesia, et al. (2013), llevaron a cabo una investigación que tiene como título
“deporte e igualdad: las voces de las deportistas de élite” y en la cual se plantearon como
objetivo analizar y valorar las percepciones de las deportistas de elite ante su insuficiente
presencia en el deporte. La muestra estuvo conformada por 35 deportistas femeninas de
alto rendimiento que a su vez estaban clasificadas para participar en los Juegos
Olímpicos de Londres en el 2012, en los deportes: atletismo, judo y balonmano. En su
mayoría, estas participantes eran atletas de larga trayectoria profesional y tenían edades
comprendidas entre 21 y 35 años. Otra característica a resaltar es que las participantes de
esta investigación desarrollaban simultáneamente su profesión con su formación
académica.
Durante esta investigación se examinaron los pensamientos y creencias de las
participantes, haciendo uso de una metodología de análisis de narrativas con el programa
informático Analysis of Qualitative Data (AQUAD Seven), obteniéndose como
resultados que las participantes perciben la discriminación y ausencia de igualdad en
relación a las oportunidades de desarrollo profesional en el ámbito deportivo.
Soto (2015), realizó una investigación que tenía como objetivo analizar los
factores que facilitan o dificultan para las mujeres la práctica del futbol y el desarrollo
apropiado del futbol femenino. Este estudio se titula “barreras sociales que dificultan el
desarrollo del futbol femenino: un estudio cualitativo con jugadoras sénior” y se
desarrolló con la participación de 20 jugadoras de futbol de la mencionada categoría, las
cuales tenían edades comprendidas entre 18 y 26 años, y se desempeñaban en 4 equipos
distintos en España, se tomaron 5 participantes de cada equipo.
Para conocer entonces las experiencias de estas jugadoras desde su inicio hasta la
actualidad en la práctica del futbol femenino, se utilizó una entrevista semiestructurada,
obteniéndose como resultados que, entre los factores que facilitan la práctica de este
deporte se encuentra el apoyo de padres y madres, la pasión que sienten por el futbol y el
apoyo que se dan entre compañeras de equipo. Por su parte, entre los factores que
dificultan un desarrollo adecuado del futbol femenino se tienen: rechazo de la sociedad
hacia las mujeres que lo practican, falta de respeto hacia las diferentes identidades
sexuales, la baja remuneración económica, la poca divulgación de los medios de
26

comunicación, la poca oferta de equipos de futbol femenino, así como también los
prejuicios de incompetencia motora y el sexismo en la ropa deportiva.
Borja (2016), llevó a cabo un estudio titulado “la lucha silenciosa de las mujeres
en las ligas barriales de Quito, Ecuador”, el cual tuvo como objetivo visualizar el
significado que tiene para las mujeres que practican al fútbol en las ligas barriales, la
conquista de un espacio y de un tiempo marcado por una sociedad machista. Este estudio
consistió en entrevistar a mujeres que se han dedicado a practicar al futbol no aspirando
llegar al deporte profesional, sino que juegan por el placer que les genera hacerlo.
También, se entrevistó a mujeres que son dirigentes del futbol y árbitros, así como a
entrenadores hombres.
Esta investigación deviene de un estudio que la misma autora realizó en el año
2002 que tenía como fin conocer lo que ocurre cuando las mujeres incursionan en un
espacio que es de orden masculino, y en el cual realizo un trabajo de campo con dos
ligas barriales de Quito, ligas que han participado en esta nueva investigación y a la cual
se le han sumado dos ligas más. Importante resaltar que las reflexiones de la autora están
basadas desde la perspectiva de género para encontrar lo que sustenta y perpetúa la
construcción de desigualdad para las mujeres.
Dentro de las consideraciones de esta investigación se obtuvo que aunque la
participación de las mujeres en las ligas barriales de futbol en Ecuador ha ido en
aumento en los últimos años, aún continúa la discriminación. Por otro lado, se
evidencian los cambios a nivel personal en estas mujeres a la hora de organizar su
tiempo y en algunas ocasiones en los roles de género establecidos.
Moreno, et al. en el 2017, realizaron un estudio titulado “rompiendo con los
estereotipos: una experiencia educativa con enfoque de género en una escuela básica”.
Dicho estudio constó de una intervención cuya duración fue de dos años y la cual tuvo
como objetivo favorecer el debilitamiento de perspectivas y conductas sexistas por
medio del pensamiento crítico. Fue realizado en una escuela municipal de educación
básica ubicada en la Región Metropolitana de Chile, trabajando específicamente con el
alumnado del curso de 7° año básico y posterior 8° año básico.
Esta intervención estuvo compuesta por dos ejes: el considerado principal donde se
abordaron críticamente los estereotipos de género a través de 42 sesiones y el segundo lo
27

denominaron “taller de género” donde se llevaron a cabo 8 sesiones bajo un enfoque


desde lo femenino. Además, la propuesta fue elaborada tomando en consideración
diferentes técnicas cualitativas de producción de datos, donde se incluyen la
observación, la entrevista semiestructurada y el grupo de discusión. Dentro de los logros
considerados en esta intervención, los autores señalan la importancia de la escuela para
generar transformaciones, a su vez, destacan la importancia del pensamiento crítico
debido a que este fomenta una convivencia sin conductas sexistas
Castro y Jiménez (2018) llevaron a cabo un estudio titulado “Generatividad en
mujeres deportistas frente a los prejuicios y estereotipos de género en el fútbol”,
teniendo como objetivo comprender las prácticas generativas que utilizan estas las
mujeres que se desempeñan en dicho deporte. Las participantes fueron seleccionadas de
forma intencional y fueron jugadoras profesionales del Club Independiente de Santa Fe,
Colombia. Cabe resaltar que estas eran mayores de 18 años y han practicado al futbol
desde sus 8 años aproximadamente, considerando además este deporte como carrera
profesional.
Este estudio se fundamentó desde una mirada compleja, el construccionismo social
y también la teoría ecológica, llevándose a cabo una investigación cualitativa y donde se
realizaron entrevistas semiestructuradas a las participantes descritas. Mediante este
estudio se exploraron los significados que ellas atribuyen al deporte, sus metas y
objetivos, la determinación para llegar al deporte profesional, la construcción de
identidad de sí mismas, qué redes consideran como apoyo y el dialogo que utilizan para
no desistir y hacer frente a los prejuicios y estereotipos que existen en el contexto
deportivo.
Estas autoras han concluido de su estudio que los estereotipos y prejuicios que
giran en el entorno deportivo van relacionados a las etiquetas que le son impuestas a las
mujeres cuando se alejan de las características que normalmente son consideradas
propias del género femenino.
Quiroa (2018) realizó una investigación titulada “futbol femenino y relaciones de
género en la liga parroquial de la Floresca”. A través de este estudio se buscó entender la
construcción de las relaciones de género junto a la integración de una representación de
lo que es considerado como femenino, en un ámbito que ha sido históricamente
masculino,
28

en este caso la práctica del futbol. El estudio se realizó en una liga barrial de Quito,
Ecuador, conocida como Liga Parroquial de La Floresca.
Esta investigación se desarrolló a través de la observación que la autora realizó del
espacio donde se practica este deporte en La Floresca, a su vez realizó entrevistas
semiestructuradas tanto a mujeres como a hombres que hacen vida en esta liga y
entrevistó también a personalidades entre las cuales se encuentra el presidente de esta
liga.
Aunado a la observación y entrevistas, la autora mostró una serie de imágenes de
mujeres jugando futbol a los y las participantes, para conocer sus reacciones y
pensamientos al ver estas fotografías. Es importante mencionar que quienes participaron
en esta investigación pertenecían a varias categorías incluyendo personas de tercera edad
que practican este deporte en la mencionada liga. De esta investigación se concluyó que
el futbol barrial femenino se convierte en un espacio donde las mujeres que lo practican
pueden construir un discurso distinto a lo normalizado por la sociedad, como por
ejemplo: el lugar de la mujer, la ocupación de la mujer en un espacio considerado solo
para hombres y las implicaciones de lo femenino y lo masculino.
Un estudio que también se considera relevante por tratarse de la participación de la
mujer en otro deporte asociado a la masculinidad y que se aleja del rol de género que es
tradicional para ella, fue el de Azaña (2019), que tiene por título “¿jugadoras de rugby
en Lima?: estereotipos y autopercepciones presentes en la vinculación con este deporte”.
Esta investigación tuvo como objetivo comprender qué motiva a las mujeres a practicar
un deporte como el rugby y qué papel tienen los estereotipos y autopercepciones en la
toma de decisiones en este proceso. Participaron en este estudio 11 mujeres de Lima
Metropolitana que eran integrantes o exintegrantes de equipos de rugby.
Así, se buscaba comprender el significado de la experiencia de estas jugadoras y
para ello, como metodología utilizada, se realizó el estudio bajo un enfoque cualitativo y
con diseño de análisis fenomenológico hermenéutico. Entre los resultados de dicha
investigación, se encontró que cada jugadora desde niña recibió comentarios de
desaprobación por su preferencia a lo que no se asocia con lo femenino. A su vez, que
los factores que intervienen en la toma de decisiones para la iniciación, el mantenimiento
y abandono del rugby es variado, donde se involucran factores cognitivos,
socioculturales y
29

motivacionales, por tanto, obtener un logro ha predominado en algunos casos sobre los
roles de género.
Aunado a lo anterior, decidir practicar un deporte “masculino” las llevó a
cuestionar lo que se considera que su rol femenino debe desempeñar e incluso, eso les ha
permitido dar respuesta a su entorno y adquirir estrategias de afrontamiento en aquellos
episodios de inequidad de género al que están expuesta, conociendo además en la
práctica de este deporte, otras mujeres con las que se sentían identificadas y lo cual
permitió aceptarse a sí mismas.
Otro estudio de gran relevancia fue el realizado por Guamán en el año 2020,
titulado “percepción de discriminación en jugadoras de un equipo de fútbol profesional
del cantón Cuenca”. Dicho estudio tuvo como objetivo describir la percepción de
discriminación que tienen las jugadoras de fútbol profesional y fue realizado en la
ciudad de Cuenca, Ecuador. Participaron en esta investigación 9 mujeres, con edades de
18 años en adelante, además, eran residentes de dicha ciudad y también habían sido
convocadas a juegos de competencia nacional.
El estudio fue de tipo exploratorio transversal bajo un enfoque cualitativo, entre
los instrumentos utilizados para recolectar información estuvo una ficha
sociodemográfica para determinar al grupo de participantes y una entrevista
semiestructurada que permitió saber las experiencias discriminatorias que estas habían
tenido. El autor describe que se obtuvo de esta investigación que la discriminación que
las participantes perciben tanto de aficionados como de familiares ha ido disminuyendo
de manera notable si se le compara con años anteriores. No obstante, estas participantes
consideran que el trato que reciben de las organizaciones y de las personas que están a
cargo del futbol, es de manera discriminatoria.
Como conclusión, Guamán señala que la discriminación por parte de familiares y
aficionados ha disminuido debido al apoyo que han recibido las participantes en los
últimos años en los medios de comunicación, donde son más visibilizadas. Por otro lado,
queda claro que estas jugadoras perciben que no es equitativo el apoyo que reciben de la
gerencia deportiva, lo que evidencia que aún se mantiene la inequidad de género en el
ámbito deportivo.
30

Por otro lado, López (2020), realizó una investigación con la finalidad de conocer
si existen o no estereotipos de género asociados a la actividad física y el deporte en el
ámbito educativo de segundaria, la cual tuvo como título “estereotipos de género en la
actividad física y el deporte en estudiantes de educación secundaria obligatoria y
bachillerato: estudio de caso y propuesta de intervención”. La idea inicial era realizarlo
en el Centro Obra Diocesana Santo Domingo de Silos de Zaragoza, sin embargo, se
redirigió a un grupo de estudiantes del mismo periodo de diferentes centros de la
Comunidad Autónoma de Aragón, España.
La muestra de este estudio estuvo conformada por 33 estudiantes, 21
correspondían al género femenino y 12 al género masculino, con edades comprendidas
entre 12 y 18 años. Cada estudiante residía en la Comunidad Autónoma de Aragón, entre
los municipios Huesca, Zaragoza y Sabiñánigo; y en su mayoría los estudiantes
afirmaron que practican algún tipo de actividad física o deporte de forma regular. Los
instrumentos utilizados para la recogida de información fueron dos cuestionarios, el
primero fue el cuestionario Creencias y Estereotipos de Género hacia la Actividad Física
y Deporte (CEGAFD) y el segundo fue el Physical Activity Stereotyping Index (PASI).
Entre los hallazgos del cuestionario CEGAFD se mostró la existencia de
estereotipos de género en los estudiantes. Por su lado el PASI resultó ser un
complemento idóneo puesto que a través de este cuestionario se vieron asociados ciertos
deportes de acuerdo a los estereotipos de género, observándose entonces que los
estudiantes perciben ciertas disciplinas deportivas como masculinas, otras como
femeninas y otras como neutras. Entre los deportes masculinos propuestos por el PASI,
los estudiantes asociaron: ciclismo, motociclismo, aeronáutica y caza; no se apreciaron
diferencias considerables para el futbol y boxeo y se consideró como neutro el esgrima y
el golf.
Como deportes femeninos se asociaron de forma muy marcada todos los
propuestos por el cuestionario, entre ellos: baile, gimnasia, patinaje, hipismo, danza y
aerobic; el pilates y expresión corporal se consideró neutro. Por último, en el apartado de
las disciplinas propuestas por el cuestionario como neutras: surf, orientación, pentatlón,
atletismo, natación, deportes de invierno y sedentarismo; resultaron ser percibidas de
esta forma por los estudiantes, la única que tuvo una ligera inclinación a asociase al
género masculino fue el hockey.
31

El autor señala que educar desde la igualdad de género se considera un reto para
un profesor de educación física, por tanto, los resultados descritos anteriormente y
aunado a lo encontrado en un estudio de caso que fue analizado de forma descriptiva,
trajo consigo la creación de una propuesta de intervención que busca visibilizar la brecha
de género en el ámbito deportivo y las consecuencias que esto trae para la personas y la
sociedad en general.
Por último, otro estudio realizado que se considera aporta en gran manera a la
literatura de mi investigación, fue el de Cortez (2020) titulado “estereotipos de género e
identidad atlética en jóvenes deportistas de una universidad privada de Lima
Metropolitana”. Tuvo como objetivo comprobar la relación que existe entre los
estereotipos de género y la identidad atlética en deportistas universitarios de ambos
sexos en una universidad de Lima, Perú. La muestra estuvo compuesta por 175
estudiantes que tenían niveles deportivos distintos y se dedicaban a disciplinas
deportivas variadas.
Entre los instrumentos aplicados estuvo la Escala de Estereotipos de Roles
Sexuales de Raguz (1991) y la Athletic Identify Measurement Scale-E de Peiró, Fos y
Devís (2016). Con estos instrumentos, los participantes pudieron describir a un
deportista hombre, a una deportista mujer y una persona deportista. Se obtuvo como
resultado de este estudio que se asignaron más características masculinas en la
identificación como atleta independientemente del sexo, además, que la variable que
altera más la identificación atlética es el nivel de competencia deportiva, asignándose
rasgos masculinos al rol de atleta. Por tanto, el autor concluye que a pesar de mantenerse
las mismas condiciones de competencia, sigue predominando el género masculino en el
ámbito deportivo.
32

Método

Naturaleza de la Investigación

El presente estudio lo realicé bajo un enfoque cualitativo, el cual describe


Hernández, Fernández y Baptista (2014) busca comprender los fenómenos a través de la
exploración de la perspectiva de los participantes, en la que el investigador se vincula y
se relaciona con el contexto de estos para conocer cómo experimentan y perciben algún
fenómeno. Para esta investigación seleccioné este enfoque debido a que como plantean
los autores antes mencionados, busqué profundizar en el punto de vista de los docentes
sobre los estereotipos de género asociados al deporte, para conocer e interpretar el
significado que ellos tienen en relación a esto. Aunado a lo anterior, el tema de mi
investigación ha sido poco explorado, por lo que desde este enfoque busqué profundizar
en el mismo.
Para esto, consideré oportuno ubicarme desde el paradigma simbólico –
interpretativo. Dicho paradigma, según Vain (2012), consta de un proceso que involucra
por un lado, el modo en que los seres humanos interpretan la realidad, la cual ha
construido socialmente; y por otro lado, también consta del proceso que lleva a cabo el
investigador para comprender cómo los participantes construyen socialmente esa
realidad. Por tanto, este autor señala que mediante este paradigma se realiza un proceso
de doble interpretación.
Tomando en consideración lo anterior, la aproximación epistemológica escogida
para este estudio fue la fenomenología hermenéutica, que se refiere a la muestra de la
experiencia de las personas en su contexto natural, es decir, tal y como se presenta
(Laverty, 2003). En este punto es importante mencionar lo que indica Álvarez (2003), el
cual expone que la corriente fenomenológica se caracteriza por partir desde la
experiencia personal de los seres humanos. Así también, este autor hace referencia a la
existencia de dos premisas en esta corriente, las cuales describe:

La primera se refiere a que las percepciones de la persona evidencia para


ella la existencia de un mundo, no como lo piensa, sino como lo vive; así el
mundo vivido, la experiencia vivida, constituyen elementos cruciales de la
fenomenología. La segunda señala que la existencia humana es significativa
e interesante, en el sentido de que siempre estamos conscientes de algo, por
lo
33

que la existencia implica que las personas están en su mundo y solo pueden
ser comprendidas dentro de sus propios contextos. (p. 86).

Por tanto, tomando en consideración lo que expresaron los participantes, tomé


como referencia las narraciones de docentes para ser interpretadas y conocer de sus
propias voces, cómo perciben el fenómeno a abordar en este estudio.

Participantes

Para esta investigación, los participantes los seleccioné de manera intencional a


través del muestreo en cadena, denominado también “muestreo en bola de nieve”, el cual
consiste en que el investigador selecciona a los participantes que considere que cumplen
con los criterios necesarios o convenientes para los fines del estudio, y estos a su vez,
recomiendan a otros participantes que una vez contactados, estos últimos, se incluyen en
la muestra (Martínez, 2006; Hernández y Mendoza, 2018). Según (Salamanca y Martín,
2007), este tipo de muestreo es práctico y eficiente, puesto que, gracias a la
recomendación de los participantes ya seleccionados, resulta fácil constituir una relación
cercana con los nuevos participantes, y además, que permite acceder a personas que
antes no se tenían identificadas.
Tomando en consideración lo antes mencionado, para este estudio escogí como
participantes a docentes del Departamento de Deportes de la Universidad Politécnica
Territorial de Lara "Andrés Eloy Blanco" (UPTAEB), y les solicité que recomendaran a
otros posibles participantes que contaran con los siguientes cuatro criterios:
1. Ser especialista en alguna disciplina deportiva.
2. Haberse desempeñado como entrenador deportivo.
3. Ejercer la docencia en el Programa Nacional de Formación en Deportes en el
Departamento de Deportes de la Universidad Politécnica Territorial de Lara
"Andrés Eloy Blanco" (UPTAEB).
4. Contar con un mínimo de 4 años de antigüedad en el Departamento de Deportes
de la universidad ya mencionada.
Los criterios descritos me permitieron tener una referencia en conjunto que facilitó
el análisis sobre los estereotipos de género asociados al deporte que han construido los
docentes a lo largo de sus experiencias personales como entrenadores deportivos y
34

profesores universitarios, así como también, visualizar cómo se han construidos los
estereotipos de género en el deporte y cómo se perpetúan en su labor como formadores
de nuestros entrenadores deportivos. A continuación, la descripción de los participantes:

-D1: Entrenador de Béisbol y docente del Departamento de Deportes de la


UPTAEB desde hace 8 años.
-D2: Entrenador de Lucha Olímpica (Grecorromana y Libre) y Sumo.
Docente del Departamento de Deportes de la UPTAEB desde hace 12 años.
-D3: Entrenador de Futbol y Baloncesto. Docente del Departamento de
Deportes de la UPTAEB desde hace 18 años.
-D4: Entrenadora de Judo y docente del Departamento de Deportes de la
UPTAEB desde hace 4 años.
-D5: Entrenador de Levantamiento de Pesas Olímpicas y docente del
Departamento de Deportes de la UPTAEB desde hace 27 años.

Técnicas e instrumentos de recolección de la información

Para la recolección de información hice uso de la entrevista, Truncoso y Amaya


(2016), refieren que la entrevista es una de las herramientas más utilizadas en estudios
con enfoque cualitativo. Además, señalan que permite que el investigador comprenda
aquellas experiencias del individuo, obteniendo información relevante para la
investigación mediante la interacción con este.
Ahora bien, dentro de los tipos de entrevistas se encuentra la entrevista
semiestructurada, caracterizada por su flexibilidad, puesto que, están constituidas por
preguntas que se pueden adaptar fácilmente a las respuestas que van dando quienes están
siendo entrevistados (Truncoso y Amaya, 2016). Por su parte, Díaz, Torruco, Martínez y
Varela (2013), señalan que este tipo de entrevista presenta mayor flexibilidad,
posibilitando la adaptación según los participantes y a su vez, permite aclarar términos,
identificar ambigüedades y reducir formalismos.
Para registrar la información que fue suministrada por los participantes, usé la
grabadora de voz de un teléfono celular, esto con la finalidad de que, en el momento de
transcribir dichas entrevistas, se pudiera consultar la información y se facilitara el
análisis de la misma. Es importante mencionar que previo a realizar las entrevistas,
utilicé un
35

documento de consentimiento informado (Anexo A), con el fin de que los participantes
pudieran conocer el propósito de la investigación y acordaran participar en esta de
manera voluntaria.

Procedimiento para la recolección de información

Para el proceso de recolección de información procedí de la siguiente manera:


1. Realicé un formato de entrevista semiestructurada, elaborando aquellas preguntas
que sirvieron de guía para la entrevista (Anexo B).
2. Me dirigí a la Universidad Politécnica Territorial de Lara Andrés Eloy Blanco
(UPTAEB) y establecí contacto con el Departamento de Deportes de esta
universidad, explicando los motivos de mi investigación al Jefe de este
Departamento.
3. Realicé un muestreo aplicando la técnica “bola de nieve” entre los docentes
adscritos al Departamento de Deportes de la UPTAEB.
4. Realicé contacto con los docentes seleccionados para conocer la disposición de
participar en el presente estudio, acordando con cada uno de ellos el día y hora
del encuentro.
5. Procedí a realizar las entrevistas, donde antes de comenzar expliqué los motivos
de la investigación a los participantes. En ese proceso hice entrega del
documento de consentimiento informado y las entrevistas fueron realizadas de
manera individual con cada participante en las instalaciones de la UPTAEB.
Importante mencionar que las entrevistas fueron grabadas desde el inicio hasta el
final de las mismas, sin embargo, fue necesario tomar anotaciones que fueron
partes del discurso que expresaron los participantes fuera de la grabación.
6. Finalizada la entrevista, agradecí a cada docente por la disposición de participar
en la presente investigación.
7. Posteriormente, cada una de las entrevistas las transcribí en un documento Word
para su posterior análisis, escribiendo el discurso de los participantes sin realizar
alteraciones ni resúmenes del mismo.
36

Procedimiento para el análisis de la información

Para procesar la información obtenida de las entrevistas, utilicé la técnica de


análisis cualitativo de contenido, la cual es un acercamiento empírico de análisis de
textos, que siguiendo una metodología controlada y reglas analíticas de contenido,
permite adentrar en los contextos de la comunicación, sin realizar una cuantificación de
estos (Mayring, 2000, citado en Cáceres, 2003). Por su parte, Andreu (2000) señala que
se trata de técnicas de interpretación del contenido manifiesto y contenido latente y la
relación de estos con su contexto social.
En este sentido, el análisis del contenido lo desarrollé paso a paso como lo expresa
Cáceres (2003), así, el procedimiento que realicé, lo describo a continuación:
1. Teniendo ya transcritas en un documento Word las entrevistas, procedí al análisis
partiendo de la teoría de género para su interpretación.
2. Tomando como base las transcripciones de las entrevistas realizadas, asigné un
código a cada participante y enumeré cada línea de los discursos, realizando un
preanálisis de estas, es decir, hice un primer intento de ordenar la información,
resaltando aquellas ideas de contenido similar que considerara que eran de mi
interés como investigadora, lo que dio lugar a unidades de análisis que consideré
de mayor relevancia.
3. Procedí a la definición de las unidades de análisis. En este sentido, tomé
segmentos del contenido, tales como palabras y frases que fueran más
representativas de todo el discurso de los participantes.
4. Seguidamente, establecí códigos de clasificación, y en la medida en que fueran
guardando relación entre sí los segmentos seleccionados, fui agrupando e
identificando a cada grupo. De esta manera, asigné etiquetas a estos segmentos
de contenido representativo que fueron agrupándose.
5. Comencé con el desarrollo de categorías. Así, hice un agrupamiento de las
etiquetas que ya había elaborado, tomando en consideración elementos tanto
inferenciales como teóricos que me permitieron realizar esa agrupación.
6. Por último, habiendo hecho la definición y desarrollo de categorías, procedí a
realizar una integración y análisis de los hallazgos.
37

Para dar refuerzo y rigor científico a esta investigación, a continuación se


describen los criterios establecidos que tienen como finalidad, hacer una valoración de la
aplicación de técnicas y el procesamiento de la información que realicé.

Credibilidad

Partiendo del concepto de lo expuesto por Plaza, Uriguen y Bejarano (2017) los
cuales hacen mención de este criterio como un “concepto aplicable a algo que no siendo
testigos directos es creíble” (p. 348), y tomando de estos autores también que con la
credibilidad se busca la verdad de la investigación desde el consenso de todas las partes
implicadas en el estudio, buscando que la información y el resultado sea aceptado como
veraz; para dar cumplimiento de este criterio, una vez analizada la información recurrí a
los docentes participantes de este estudio para que ellos pudieran apreciar los hallazgos y
conclusiones de esta investigación.

Confirmabilidad

Para cumplir con este criterio, toda la información fue concebida de manera
neutral, y a su vez, se llevó registro de todo el proceso, manteniendo una aspiración
desde la ética que permitió revelar aquellos sesgos que quizás como investigadora tuve
durante el proceso (Plaza, et al. 2017). Así, dejando registro del proceso realizado, podrá
otro investigador o investigadora, confirmar el conocimiento generado, y a su vez,
tomarlo como referencia para futuras investigaciones.

Transferibilidad

Para Noreña, Alcaraz, Rojas y Rebolleda (2012), en estudios con enfoque


cualitativo, los hallazgos se trasfieren y no se generalizan, por tanto, es importante
exponer claramente las criterios de los participantes y su contexto, para que luego, los
hallazgos de una investigación, se trasladen a otros participantes, a otros contextos y
puedan compararse también, con investigaciones similares. Para efectos de este estudio,
se han descrito las características de los participantes de esta investigación.
38

Consideraciones Éticas

El presente estudio fue regido por el Código de Ética profesional del Psicológico
en Venezuela (1981), considerando los artículos 55, 57 y 60 que hacen referencia a
los deberes éticos que deben estar inmersos en la elaboración de los estudios de
investigación. Dichos artículos dictaminan que toda investigación debe ser supervisada
por profesionales que estén científicamente calificados, además, cumplí con los
requisitos de participación voluntaria e información a los entrevistados de la libertad
que tenían de participar o no en la investigación o en su defecto, de suspender la
colaboración hacia la misma en cualquier momento, protegiendo así la integridad de
los participantes. Así también, expliqué a estos cuál era la finalidad de mi investigación
y por último, garanticé el anonimato de los entrevistados y de la información que estos
suministraron durante el
proceso de entrevista.
39

Análisis de la Información
Para cumplir con el propósito de este estudio, realicé entrevistas semiestructuradas
a cinco docentes adscritos al Departamento de Deportes de la Universidad Politécnica
Territorial de Lara Andrés Eloy Blanco (UPTAEB). Mediante estas entrevistas pude
recabar información acerca de aquellas creencias asociadas al deporte que tienen los
docentes participantes de este estudio, y que están basadas en el género.
Posterior a la realización de estas entrevistas, comencé con el análisis e
interpretación de las mismas, tomando como base la teoría de género, con la cual, pude
profundizar en el contenido de los discursos de cada participante desde esta perspectiva.
Por tanto, haciendo uso de técnicas de análisis de contenido, surgieron seis (6)
categorías, las cuales fueron el resultado del agrupamiento de los códigos de
clasificación o etiquetas. El criterio para dicho agrupamiento tuvo que ver con las ideas
que fueron similares entre los participantes y a su vez, también se tomaron en
consideración elementos teóricos e inferenciales que me permitieron realizar este
agrupamiento.
A continuación, se muestra la Tabla 1, la cual contiene los nombres de las
categorías que surgieron del proceso de análisis.

Tabla 1. Categorías.

Temática Categorías
Posición del Hombre

Estereotipos y Roles de Género

Rendimiento Deportivo
Estereotipos de Género
y Deportes
Discriminación

Sexualización

Iniciativa

Seguidamente, en la Tabla 2, se muestra el agrupamiento de etiquetas.


40

Tabla 2. Agrupamiento de Etiquetas.

Posición del Estereotipos y Rendimiento


Discriminación Sexualización Iniciativa
Hombre Roles de Género Deportivo
Sociedad Cuidadosa. Fuerza. Oportunidad. Hombre asociado a Cambios.
patriarcal y Relaciones y Musculatura. Visualización de la sexualidad. Cultura.
machismo. compartir. Elasticidad. logros. Sexualización de Empoderamiento e
Cultura. Familia. Reacción orgánica Salario. la mujer. Iniciativa de las
Formación de la Respeto. al entrenar. Discriminación. Acoso. mujeres.
sociedad. Relajado. Intensidad del Competencia. Estética y Leyes.
El jefe y señor. Independencia y entrenamiento. Potenciar atracción del Potenciar
Fuerza. superación. Ciclo menstrual. cualidades. deporte femenino. cualidades.
Oportunidad. Sensibilidad. Mujeres Homosexualidad y Discriminación.
Debilidad. superiores. Lesbianismo. Iguales.
Delicadeza. Iguales. Cultura. Estudios.
Entusiasta y Embarazo e hijos.
alegre. Respeto.
Guerrera. Delicadeza.
Organización. Disciplina.
Responsabilidad
del hogar.
Decisión.
Sinceridad.
Flojos.
Hombre y deporte.
Fuerza.
Temerosa.
41

Categoría: Posición del Hombre


Tabla 3. Categoría Posición del Hombre

Posición del Hombre


En esta categoría, los participantes hacen referencia a que la sociedad y cultura
mantienen a la mujer en una posición menor con respecto al hombre, implicando que
este último tenga mayores oportunidades en cualquier ámbito de acción. Sin embargo,
hacen una descripción del hombre, en la que muestran que este posee características
que
consideran son superiores a las que puede tener mujer.
“Siempre el hombre está por Lagarde en 1996, al Durante el discurso de
encima de la mujer” D1 (107-108) hablar de perspectiva los participantes, hubo
“yo creo que es una una cuestión de género, refiere que referencia a palabras
más que todo todavía del hemos existido en un como machismo y
patriarcado” D4 (304-306) mundo patriarcal y hace patriarcado, con las
“A lo mejor todavía estamos en la una crítica a la cuales hicieron una
sociedad machista todavía, o concepción que se ha descripción del papel
tenemos ese pensamiento tenido de la humanidad, subordinado que juega
machista” D5 (321-323) la cual es la mujer en esta
“la incidencia del hombre androcéntrica. Señala sociedad. Sin embargo,
predomina y se impone” D3 (270- además, que cada a pesar de manifestar la
271) sociedad tiene una necesidad de un cambio
“porque si nos vamos a otras concepción particular de sistema, al hacer
culturas, la mujer no tiene valor” del género tomando referencia al hombre, lo
D4 (350,351) como base la describían como jefe,
“Yo pienso que no hay esa concepción que tiene su señor y el sexo fuerte,
formación de la sociedad” D1 propia cultura. Esta evidenciándose una
(154,155) autora explica que contradicción en cuanto
“Digamos que, no el jefe de la dicha perspectiva hace a crítica que hacen de
casa” D1 (17) crítica de aquello que este sistema de
“Se dice que somos el sexo fuerte” produce una organización patriarcal
D1 (187,188) organización social que aún se mantiene y la
42

“Por parte del hombre todas las desigual, que asigna manera en cómo se
puertas abiertas” D1 (42, 43) rangos a las personas refieren a los hombres,
“es el señor que lleva la conducta de acuerdo al género y al cual asignan
o el respeto hacia los demás” D5 por tanto, termina características de
(9-11) siendo superioridad.
opresiva.

En primer lugar, nace la categoría Posición del Hombre, para la cual los
participantes explican que a lo largo de la historia, la figura del sexo masculino ha
predominado sobre la mujer y ha estado en un primer lugar, dejando al sexo femenino en
una posición de subordinación “Siempre el hombre está por encima de la mujer” (D1,
107- 108). Dan ejemplos de cómo esta imposición del hombre se ha mantenido debido a
que es algo cultural, y que es la misma sociedad machista y sistema patriarcal que
afianzan esta creencia de que el hombre tiene más relevancia y libertad para realizar
cualquier cosa “Yo pienso que no hay esa formación de la sociedad” (D1, 154,155).

Refieren que es necesario cambiar la cultura y el pensamiento machista que aún se


mantiene. No obstante, aluden a que el hombre es el “jefe” de la casa, es el “señor” y
tiene más fuerza que la mujer “Digamos que, no digamos fuerte porque igualmente la
mujer es fuerte, pero digamos a la hora de necesitar esa fuerza, ¿verdad?, está el
hombre pues,
¿ok?” (D1 22-25)
En este sentido, Lagarde (1996), plantea que como sociedad hemos existido en un
sistema patriarcal y con una concepción androcéntrica de la humanidad. Aunado a lo
anterior, las autoras Castro y Jiménez (2018), señalan que los estereotipos se crean y son
producto de una cultura y una historia característica, con el fin de preservar unas normas
sociales; creencias que están permeadas por un contexto en particular y un discurso
dominante que moldea no solo los pensamientos de hombres y mujeres, sino también, su
accionar. Es por ello, que desde la perspectiva de género se evidencian aquellas
desigualdades que están basadas en el sexo con el que se nace, que sirven para mantener
una estratificación de la sociedad (Zapico y Tuero, 2014).
43

Por todo lo antes descrito, se evidencia que a pesar de hacerse referencia a que
como sociedad vivimos en un sistema patriarcal y tenemos consigo un pensamiento
machista, manifestando con ello, que es necesario cambiar, trascender, para que las
mujeres puedan tener los mismos derechos, oportunidades y condiciones que los
hombres;

D2: “Porque no hemos logrado trascender la sociedad machista que que


seguimos hasta reproduciendo inconscientemente. No hemos logrado, no
hemos no nos hemos sabido ehh reubicar, no hemos querido asumir, no
hemos querido, no hay intenciones ni de cambiar ni de aceptar eso pues”
(219-226).

Dicho discurso se presenta o está construido dentro de una contradicción, puesto


que, los participantes al hacer una descripción de lo que es ser hombre y mujer, han
expresado que los hombres poseen ciertas características de superioridad en relación a
las mujeres, asociando características a estas últimas que la dejan como el sexo débil y
que necesita de la fuerza física del hombre “Se dice que somos el sexo fuerte” D1
(187,188). Por otro lado, estos docentes no solo expresaron que hombres y mujeres
“debemos”
ser vistos como iguales, sino que se evidenció una necesidad de expresar que las mujeres
somos superiores y mejores que los hombres, tal y como lo veremos en la categoría de
Rendimiento Deportivo.
Entonces, la desigualdad a la que los participantes hicieron mención, explicando
cómo las mujeres han sido menospreciadas en este sistema; la crítica a un sistema de
dominación del hombre y a un pensamiento machista y la superioridad que tenemos las
mujeres; todo eso queda en contradicción con lo que ellos perciben de lo que es ser
hombre y lo que es ser mujer, donde dejaron en evidencia la apreciación que tienen de la
mujer como un ser inferior al hombre.
Por más que los participantes a lo largo de su discurso, mantuvieron una intención
de demostrar que hombres y mujeres somos igual de importantes, y a pesar de que
hicieron uso también de términos basados en la crítica en la que se fundamenta la
perspectiva de género, dejaron en evidencia a través de su discurso que la mujer aún se
mantiene una posición de subordinación.
44

Categoría: Estereotipos y Roles de Género


Tabla 4. Categoría Estereotipos y Roles de Género

Estereotipos y Roles de Género


Esta categoría agrupa aquellas creencias de los participantes que están asociadas tanto
a hombres como a mujeres, así como, las actividades esperadas para casa uno;
haciendo referencia también, que el deporte es una característica que está asociada al
rol
masculino.
“a las relaciones interpersonales, Los estereotipos Cada uno de los
que se ve una incidencia mayor en basados en el género, participantes hizo una
las niñas que en los niños” D3 (24- son creencias que descripción de lo que es
26) definen expectativas ser hombre y lo que es
“Las damas tienen más para cada uno de los ser mujer. Descripción
responsabilidades familiares que sexos (Guamán, 2020). que estuvo enmarcada
los caballeros” D5 (127-129) Dichos estereotipos en los roles que
“El hombre es un poquito más, tu llevan a pensar cómo socialmente son
sabes, más relajado” D1 (149-150) deben ser y cómo se esperados para cada
“El hombre hasta este, te dicen que deben comportar las sexo en particular. Así,
es insensible” D2 (46,47) mujeres y los hombres. mientras la fuerza, la
“la sensibilidad, que pareciera que Por tanto, los independencia y el
la sensibilidad es algo que es estereotipos hacen dominio estuvieron
innato en la mujer” D2 (19-21) simplificaciones asociados a los
“Hay hombres que son sensibles dicotómicas que están hombres; el cuidado, la
así sean deportistas” D4 (248,249) cargadas de organización, la
“Un caballero cuando está expectativas que expresión de
concentrado en Caracas, mire ellos conforman roles emociones, la
a veces hasta lloran” D5 (167-168) característicos para delicadeza y la
“delicada un poco, porque la cada uno de los sexos responsabilidad del
misma disciplina deportiva, o sea, (Moreno, et al. 2017). hogar y de la familia,
nos lleva a ser rústicas” D4 (111- Por su parte, Macías fueron atribuidas a las
113) (1999) señala que los mujeres.
45

“El caso de las niñas un poco más roles de género, son Por otro lado, el
al orden” D3 (22, 23) aquellas conductas deporte fue atribuido al
“nosotros somos más toscos a la esperadas y que se rol masculino,
hora de hacer o decidir algo” D1 consideran apropiadas explicando con ello,
(39,40) tanto para hombres que es extraño para la
“¡ah, tienen una entrenadora como para mujeres, mujer desempeñarse en
mujer, tan raro eso así!” D4 existiendo con ellos, el ámbito deportivo
(435,436) una división de roles sobre todo si practica
“el niño no puede llorar porque ya que produce alguna disciplina
tiene que ser un hombre ya” D4 desigualdad (Quiroa, deportiva que sea
(465,466) 2018) catalogada como
masculina.

Como segunda categoría, surge Estereotipos y Roles de Género. En ella, se


agrupan las características que son atribuidas tanto a hombres como a mujeres. Así, los
participantes han hecho una descripción de cómo es y cómo se comporta cada uno.
Comienzan entonces a asociar ciertas cualidades a cada uno de los sexos, que se
explican en una marcada diferenciación entre uno y otro.
En este sentido, al describir a una mujer señalan que esta es más cuidadosa,
organizada, sociable, delicada, sentimental, con más responsabilidades en el hogar, más
allegada a la familia, es guerrera, entre otras características que socialmente están
asociadas a las mujeres. Por otro lado, describen que el hombre es más fuerte, relajado,
tosco, flojo, busca la independencia, el liderazgo y superación; características que
también la sociedad atribuye al rol masculino, “en el caso de las mujeres es más
cuidadosa, este tiene la tendencia en lo que son las relaciones interpersonales de integrar,
de cuidar, de ayudar. Y el hombre más bien es un poco busca un poco más la
independencia, el resaltar sobre el grupo, etc, etc.” (D3, 43-50)
Antes lo antes descrito, Lamas (s.f.) señala que la sociedad es la encargada de
hacer esa clasificación de lo que es propio para cada sexo, mediante prohibiciones
simbólicas que constituyen las obligaciones sociales para uno. Por su parte Moreno, et
al. (2017), describen que los roles asociados a la maternidad, el cuidado, la sumisión y la
expresión emocional, son roles que se le atribuyen a las mujeres, mientras que, la
capacidad de
46

decisión y control, la provisión y el dominio, se asocian a los hombres. Por tanto, se


evidencia cómo los participantes atribuyen ciertos roles a cada género, que están basados
en criterios estereotipados. Por otro lado, en lo que respecta al ámbito deportivo, siendo
este un contexto considerado de dominio del hombre, así lo dejan ver los participantes,
los cuales hacen alusión que existen deportes catalogados como masculinos y por tanto,
es extraño ver que una mujer lo practique. Por ejemplo:

D1: “Había una que era pitcher, mira como un hombre, o sea, no se le veía la
diferencia” (215-217) (…) “Bueno, digamos que porque hay deportes que
son catalogados principalmente como masculinos, ¿cómo cuáles? Boxeo,
Béisbol, el ejemplo que te acabo de dar, béisbol, softbol. Sin embargo, el
softbol es mejor visto femenino, o sea, no es, pero el béisbol si, el béisbol,
nadie ve el béisbol como femenino” (233-240).
D3: “Hay una característica este también que son, sí, cognitivas y socio
afectivas, este y las características los niños son un poco más a los juegos
bruscos, rudos, a los deporte. El caso de las niñas un poco más al orden, al
cuidado este a las relaciones interpersonales que se ve una incidencia mayor
en las niñas que en los niños”.

Con lo antes descrito, se demuestra cómo los participantes mantienen criterios


basados en los estereotipos de género dentro del mismo contexto deportivo, haciendo
referencia que el deporte no solo se asocia al género masculino, sino que si una mujer
demuestra ciertas habilidades deportivas, se aprecia como si esta fuese un hombre.
Ahora bien, esta categoría es un enlace al fenómeno de estudio y al propósito
planteado para esta investigación. En este análisis se develan esas creencias asociadas al
género que terminan arropando también a los deportes. Sin embargo, es importante en
este punto tomar en consideración lo expresado en la primera categoría sobre la
influencia del sistema de dominación patriarcal, un sistema que estipula formas de ser y
actuar con el fin de producir una desigualdad entre hombres y mujeres. En este sentido,
si se mantienen los estereotipos y roles de género, se afianza también un sistema opresor.
Si hablamos directamente del ámbito deportivo, más adelante en la tercera categoría se
podrá dejar en evidencia cómo estos estereotipos y roles de género se mantienen incluso
en la práctica y entrenamiento de los deportes.
En este punto considero importante señalar que los participantes, los cuales son
entrenadores y a su vez docentes de la formación de entrenadores a nivel profesional,
47

mantienen criterios estereotipados que terminan influyendo en cómo perciben estos a


mujeres y hombres, por lo cual, si partimos de que los estereotipos son creados por un
sistema con la finalidad de producir desigualdades, que los entrenadores mantengan
estos estereotipos trae como consecuencia que desde ellos se genere una desigualdad
también.

Categoría: Rendimiento Deportivo


Tabla 5. Categoría Rendimiento Deportivo

Rendimiento Deportivo
Alude a condiciones tanto fisiológicas como anatómicas descritas por los participantes
que influyen en el entrenamiento y en los resultados a nivel competitivo de los y las
atletas.
“Los huesos de los masculinos son Azaña (2019) señala Por un lado algunos
más fuertes” D3 (322,323) que existen participantes señalan
“el caballero se desarrolla más mas características que el entrenamiento
que se yo, en el sentido de de antagónicas que hacen debe ser distinto para
volumen muscular y las damas no, mención a los cada sexo,
se desarrollan poco” D5 (110-113) estereotipos de género argumentando que
“las mujeres son más elásticas, asociados al deporte. existen diferencias tanto
tienen más movilidad que el Dichas características fisiológicas como
hombre” D1 (72,73) tienen como anatómicas entre
“La misma reacción que tenemos fundamento las hombres y mujeres,
cuando generamos ehh el ATP que diferencias biológicas también hacen
es la célula de energía, lo producen entre mujeres y referencia a que pueden
las damas y lo producen los hombre, y de las cuales entrenar de igual
caballeros en el momento de se toman los manera, y que en el
entrenar” D5 (115-120) argumentos que han deporte no hay
“tenemos las mismas capacidades llevado a que las distinción entre ambos.
y que podemos lograr muchas mujeres se mantengan Estas diferencias que se
cosas igual que ellos” D4 (386- fuera del ámbito plantean que existen y
388) deportivo y considerar que condicionan el
48

“se entrena igual y se le y la además, que son entrenamiento, están


misma intensidad se le aplica” D2 incompetentes para su ligadas a los mismos
(152,153) práctica. Así, se prejuicios que nacen
“El entrenamiento es diferente considera que la debido a los
porque la fisionomía es diferente” fuerza, resistencia, estereotipos de género,
D3 (346,347) velocidad y contacto, como por ejemplo, la
“si yo me trazo un objetivo, me va acorde al ser fuerza que está
trazo el objetivo esencial para los masculino; y la asociada al hombre y la
dos géneros” D5 (332-334) debilidad y la estética delicadeza que le es
“hay docentes, entrenadores que son asociadas al ser atribuida a la mujer.
toman en cuenta ese tipo de femenino. Se mencionó el hecho
cambios biológicos que en Por su parte, López de que mientras la
determinado momento tiene la (2020) explica que mujer está embarazada
mujer, y lo aprovechan y tienen dichas características y no entrena, el hombre
mejores resultados,” D1 (97-101) mantienen la idea de puede trabajar y
“he visto mujeres superiores a los que practicar algún continuar con su
hombres en disciplinas, oíste, o deporte podría ser entrenamiento.
sea, nada que envidiarles a los considerado antinatural Por otro lado, se quiso
hombres” D1 (67-70) para las mujeres, mostrar a la mujer
“En este compromiso no se debido a la creencia de como superior en
diferencian dama y caballero” D5 que estas son débiles, cuanto a logros a nivel
(154,155) frágiles y por tanto, deportivo, haciendo
“Piensa mejor, razona mejor, es incapaces de realizar alusión que estas
más calmada, hay más disciplina” actividades que tengan cuentan con unas
D5 (51,52) una exigencia a nivel capacidades que los
físico. hombres no tienen.

Como tercera categoría tenemos Rendimiento Deportivo, la cual explica las


diferencias anatómicas, orgánicas y/o fisiológicas existentes entre hombres y mujeres
que fueron planteadas por los participantes y que terminan influyendo en el
entrenamiento, y por tanto, en el rendimiento de cada género.
49

Así, los participantes describen que los hombres poseen una estructura ósea más
fuerte y un desarrollo de volumen muscular mayor que las mujeres y que estas a su vez,
poseen mayor elasticidad que los hombres.

D5: “las damas anatómicamente y fisiológicamente hablando, las damas


tienen su anatomía es más diferente o más pequeña que el ser que el hombre.
Por supuesto, sí un músculo que es más grande, que es el cuádriceps mide 30
cm, las damas 25, 24 cm; esa es la diferencia, ok, entre los dos deportistas”
(36-43).

Aunado a lo anterior, refieren que a la hora del entrenamiento deportivo es


importante tomar en cuenta el ciclo menstrual de una mujer, debido a que estas lo toman
como una “excusa” para no entrenar aun cuando durante estos días, según los
participantes, la mujer puede tener mayores o mejores resultados deportivos. Por otra
parte, hacen alusión a que durante los días de menstruación, la mujer suele ser más
“emotiva”, y por tanto, es algo con lo que se tienen que aprender a lidiar.

D2: “Es más, a veces tenemos que ser más duros con ellas con la mujer
porque se quieren escudar en ciertos momentos que ellas manifiestan por
ejemplo la menstruación, en la menstruación empiezan que no puedo
entrenar, o fulano entrenador no pudo porque tengo el periodo” (153-160).
D3: “El tema del periodo en la mujer le genera unas incidencias no
solamente físicas sino emocionales que un hombre las desconoce” (351-354)
(…) “son momentos que tiene la deportista que son emocionales, que si tu
desconoces su ciclo menstrual, entonces te vas a conseguir con una jugadora
con unas emotividades muy distintas en un proceso, entonces claro, si tú no
lo sabes interpretar entonces bueno puede entrar en una pelea, en una disputa
con la jugadora, o ellas con sus otras compañeras” (359-368).

Tomando como base lo anterior, Azaña en el 2019 plantea que hay características
antagónicas que se fundamentan en las diferencias biológicas de hombres y mujeres, las
cuales argumentan los estereotipos de género que se asocian a la práctica deportiva.
Señala además, lo que afirman los participantes, por ejemplo, que la fuerza y resistencia
se asocia a la masculinidad y la debilidad es apreciada como una característica de lo
femenino.
Otro punto del que han hecho mención los participantes, se refiere a que la mujer
al estar en estado y tener más responsabilidad en el hogar y con su familia, su
compromiso con el deporte se ve arropado por estas responsabilidades, por tanto, el
hombre es quien está más abocado al deporte porque tiene la libertad de hacerlo y
cuenta con menos
50

responsabilidades que la mujer. “Las damas tienen más responsabilidades familiares que
los caballeros. Y eso a veces nos corta, nos corta la similitud en entrenar ¿Por qué? Por
supuesto, las damas bellas salen en estado. El caballero no, el caballero entrena” (D5,
127- 133)
Tomando lo anteriormente descrito, considero importante señalar que las
diferencias biológicas entre ambos sexos, los participantes las asocian directamente a la
concepción del género, demostrando que existe una confusión entre la conceptualización
sexo-género y cómo ellos conciben que uno responde automáticamente al otro. Por otro
lado, el tema del ciclo menstrual y el de las responsabilidades del hogar y familiares
que asocian a la mujer directamente, también están cargados de creencias y
atribuciones asociadas al género. En este sentido, asocian la “emocionalidad”
específicamente a las mujeres, argumentando que esto sucede por su ciclo menstrual
y también, que estipulan que el cuidado del hogar y de la familia, es una
responsabilidad que les es exclusiva a las mujeres. Justificar el por qué la mujer no
entrena igual que el hombre por no contar con el tiempo suficiente, y que esto se debe
por sus responsabilidades del hogar y familiares; evidencia lo ya planteado en la
categoría anteriormente descrita, que los criterios estereotipados que como
entrenadores traen consigo, trae como consecuencia que
reproduzcan en su mismo ámbito, esa desigualdad y trato diferente hacia las mujeres.
Por otro lado, los participantes indican que ambos sexos pueden entrenar y que lo
que va a variar en la intensidad del entrenamiento, va a depender de la carga y/o
capacidades que tengan como personas independientemente de que sean hombres o
mujeres, mencionando con ello, que ambos sexos presentan la misma reacción orgánica
al entrenar “La misma reacción que tenemos cuando generamos ehh el ATP que es la
célula de energía, lo producen las damas y lo producen los caballeros en el momento de
entrenar” (D5, 115-120)
No obstante, a pesar de referir que tanto hombres como mujeres están aptos para
desempeñarse en el mundo deportivo, y que de alguna manera, en la actualidad en
muchos deportes hombres y mujeres entrenan juntos, también refieren que el trato de
hombres hacia mujeres suele ser cauteloso, afirmando lo que señala López (2020), el
cual explica que existe la creencia de que las mujeres son débiles, frágiles, e incapaces
de realizar actividades que puedan exigirle a nivel físico.
51

Por otra parte, es importante destacar lo que ya se mencionó en la primera


categoría, que se evidenció en los participantes la necesidad de mantener un discurso que
coloca a la mujer no a la par del género masculino, sino en un lugar de superioridad,
indicando que estas han tenido mejores resultados a nivel deportivo, por ejemplo, en lo
que respecta al deporte venezolano “Si tú analizas las estadísticas del deporte
venezolano, ehh quienes han tenido mayores logros o están casi a la par, la mujer, la
mujer está llevando ehh ehh, pienso que está llevando la delantera” (D2, 35-40).

Categoría: Discriminación
Tabla 6. Categoría Discriminación

Discriminación
Hace referencia a cómo en el ámbito deportivo la mujer tiene no solo menos
oportunidades de participación que el hombre, sino también, que ya siendo una atleta
de alta competencia, se menosprecian sus resultados.
“a nivel deportivo la mujer la tiene El ámbito deportivo no Señalando que el
cuesta arriba” D1 (55,56) escapa de un criterio deporte es una actividad
“Yo creo que el hombre en el estereotipado, lo que que permite potenciar
ámbito deportivo es, no es más impide el desarrollo y las cualidades de una
fácil, sino que tiene un poco más trato igualitario entre mujer como ser
de facilidades” D4 (122-124) mujeres y hombres humano, los
“Un hombre realiza o gana una (Zapico y Tuero, 2014). participantes también
medalla, como por decirte algo, es Azaña (2019) plantea hacen mención a que
bien visto, las noticias, la que el género existe una desigualdad
información es grande. Si lo gana masculino sigue en el contexto
una mujer se minimiza” D1 (108- predominando en los deportivo, donde se
112) deportes, no sólo en minimiza la
“hay mayor reconocimiento al participación sino participación de las
jugador masculino” D3 (379,380) también en mujeres en el mismo.
“los promotores deportivos, pues, organización, práctica y Así, las premiaciones y
le dan más prioridad, más gerencia. Señala las competencias de las
52

vistosidad y protagonismo al además, que se sigue mujeres tienen poca


hombre” D4 (324-326) reconociendo y atención y se suele
“10,000 veces por debajo el privilegiando a los acelerar su curso por el
salario de una mujer que hombres, y por tanto, poco interés que se
igualmente es buena en la parte la atención que prestan tiene en estas. Ahora
deportiva” D1 (135-138) los medios, se dirige bien, con respecto al
“hay un tema de inversión mayormente al deporte salario, hubo una
también hacia el deporte masculino. En diferencia marcada, y
masculino mayor, hay un tema de concordancia con esto, es que mientras algunos
preferencia, de designación de los Iglesias, et al. (2013) aseguran que las
espacios para entrenar al manifiestan que no se mujeres reciben menos
masculino que al femenino” D3 puede negar que las pago que los hombres,
(380-385) mujeres continuamente otros señalan que el
“se está generando desde la han sido minimizadas y salario es igual para
misma, si, de la misma estructura esto lo explica la poca ambos géneros. Esto
de la sociedad, esa desatención al participación que dependerá de la
derecho de la mujer a potenciar su tienen en competencias disciplina deportiva a la
vida, a través de la actividad de gran significado. que se pertenezca.
deportiva” D3 (271-275)

Discriminación es la cuarta categoría que emerge de este análisis. En ella, se


agrupan aquellas prácticas expresadas por los participantes que son discriminatorias y
que tienen que enfrentar las mujeres dentro del ámbito deportivo. Para dar muestra de
ello, manifiestan que para el hombre es fácil entrar y mantenerse en el mundo de los
deportes, puesto que, cuenta con mayores oportunidades de participación que las
mujeres.
Asimismo, expresan que la cobertura a nivel de competencia y ceremonias de
premiación por parte de los medios de comunicación, es mayor para los eventos
masculinos, aunado a que incluso la planificación y el calendario de competencias en
que participan las mujeres, suelen alterarse para dar rápidamente por terminado dichos
eventos, esto evidencia la poca importancia que se le dan a las competencias
protagonizadas por mujeres.
53

D2: “a los hombres siempre se, los días de competencia se cumplen, en


cambio, en la lucha, hablo de mi deporte, ehh, se quiere terminar una
competencia que se puede tomar en 3 días, en un solo día. La mujer siempre
ehh en este deporte, en este momento, la experiencia que he tenido ha
sucedido así. Y eso va en menoscabo del rendimiento y de la salud de la
compañera. Pero para que tú veas lo contradictorio, la compañera si 5
combates le toca al día, 5 combates hace. ¿Se queja? lógico, tiene que
quejarse, me estas este exigiendo, me estas construyendo unas condiciones,
me estas llevando a una competencia en unas condiciones para las que yo no
venía preparada” (185- 202).
D3: “hay unas diferencias marcadas, ese estadio lo han pisado para jugar
mujeres que jugaron unos torneos internacionales de la selección de
Venezuela y en los años que tiene yo creo que han hecho un solo evento
femenino ahí. Entonces bueno eso dice la discriminación que hay porque hay
un equipo profesional masculino que si juegan todos los fines de semana”
(297-306)
D4: “en Japón se practica el Sumo profesional, pero las mujeres no entran al
al Sumo profesional, solamente los hombres” (354-357) (…) “Cuando tú vas
a un dōjō, ehh nosotros las mujeres no podemos entrar a un dōjō profesional,
a un dōjō amateur si, a universidades, a clubes así como tales, amateur. Pero
incluso allí se ve como los hombres están hacia adelante y las mujeres están
hacia la parte de atrás, estamos afuera” (363-370).

De acuerdo a lo descrito anteriormente, es evidente lo minimizadas que han sido y


aún son las mujeres en el deporte, ante lo cual Azaña (2019) señala que se sigue
reconociendo la participación deportiva de los hombres y es por ello que los medios
prestan mayor atención a estos que al desempeño deportivo femenino. Así, en el deporte
siguen estando presentes los estereotipos asociados al género, y es por ello que Zapico y
Tuero (2014) destacan que son estos estereotipos los que impiden que las mujeres no se
desarrollen ni sean tratadas de igual forma que los hombres es este ámbito.
Llegado a este punto, me pregunto, si aun sabiendo los entrenadores que las atletas
se han preparado para responder a una planificación y unos días de competencia en
específico ¿Por qué permiten que ellas compitan en condiciones para las que no fueron
entrenadas? ¿Por qué si se cumplen los días de competencia para hombres, por qué el
silencio ante este tipo de atropellos que le hacen a las mujeres en los eventos deportivos?
Otro punto importante al que hicieron mención los participantes y que permite
seguir ejemplificando la discriminación sufrida por las mujeres en el contexto de los
deportes, tiene que ver con el tema salarial. Por un lado refieren que existen diferencias
abismales en el pago que reciben ambos géneros, puesto que, es conocido que los
hombres
54

ganan mayores sueldos que las mujeres en los deportes profesionales “10,000 veces por
debajo el salario de una mujer que igualmente es buena en la parte deportiva” (D1, 135-
138).
Ahora bien, también han hecho referencia a que no existe diferencia alguna en el
sueldo recibido, y que el mismo dependerá de los logros obtenidos por los o las atletas
“va a depender de la beca, depende de de de lo que tú hayas logrado de las de las
competencias, de los resultados obtenidos, no depende de si eres mujer o si eres
hombre” (D4, 288-292).
Es importante resaltar que esta diferenciación de posturas que se ha podido
apreciar se debe a que dependerá de la disciplina deportiva en la que se participe y
dependerá también, si es un deporte amateur o profesional. Así, se ha podido entender
que mientras en los deportes amateur no se experimenta esas diferencias de sueldos, en
los deportes profesionales sí se percibe que el salario de las mujeres es menor que el de
los hombres. Sin embargo, independientemente de la disciplina deportiva, es conocido
que así como las mujeres no tienen oportunidades de participación iguales que los
hombres en el mundo deportivo, también existen diferencias en relación al salario de
estas.
Tal como sucede en otros contextos, donde a la mujer se le suele pagar menos que
a los hombres, en el deporte también está presente esa desigualdad. Entonces, teniendo
esto en cuenta, y siendo una práctica evidente de discriminación hacia las mujeres, están
desnaturalizado los entrenadores estas formas de discriminación.

Categoría: Sexualización
Tabla 7. Categoría Sexualización

Sexualización
Corresponde a cómo la participación de la mujer en el mundo deportivo es sexualizada
y cómo los medios promueven esta sexualización. Además que, con la práctica de
algunos deportes, se asume que la atleta posee una orientación sexual distinta a la
hereronormativa.
“pienso que el hombre cuando Las mujeres que Se asocia al género
pasa ahí, después que sale, practican deportes masculino con la
comienza a decir ciertas, a catalogados por la sexualidad, por tanto se
describir como ha sido todo ese sociedad como justifica que estos
55

escenario, esta está así, esta está masculinos, se les tengan más necesidades
no y lo otro” D2 (130-134) asignan etiquetas tales sexuales que las
“por lo que se nos ha enseñado como “lesbianas”, o mujeres. La imagen de
culturalmente, verdad, el género suelen ser señalas la mujer tiene que tener
masculino está asociado en torno como “hombres”; una connotación sexual
a la sexualidad” D3 (1-4) puesto que, debido a para que pueda ser
“ciertas palabras que uno les los estereotipos de llamativa en el deporte
hablaba y ellos de una vez lo género, la virilidad con y es así como se
asociaban con la parte sexual” D4 la que se asocian los promueve. Aunado a
(439-441) deportes para hombres, esto, los participantes
“ellos tienen cierta atracción, pueden alejar a la señalan que la mujer al
tienen ciertas necesidades” D4 mujer de su feminidad participar en el deporte,
(198-200) al modificar la estas le dan más
“para que sea llamativa tiene que, anatomía esperadas estética a este, siendo la
tiene que estar prácticamente en para ellas (Azaña, estética una de
poca ropa” D4 (308-309) 2019). Esta autora las
“los promotores, los esponsor y de también indica que la características que
que la mujer es es un objeto debilidad y la estética, principalmente se
sexual” D4 (331-333) son características que asocia a las mujeres, y
“escuchas en la radio es música les son atribuidas a las por lo cual, termina
donde se denigra y se degrada a la mujeres. Por su parte, siendo atractivo. Por
mujer a un simple objeto sexual” López (2020) explica otro lado, describen
D2 (255-257) que al ser la apariencia cómo practicar algún
“el deporte desde que se incluyen sumisa, dócil y a la vez deporte no solo
las damas como que le da más atractiva como catalogado como
estética” D5 (304-305) características de lo masculino, sino
“si practican las mujeres béisbol femenino, se vincula a también que sea un
entonces ya las tildan de que las mujeres a deportes deporte colectivo, hace
homosexuales” D1 (241-242) que respondan a esos que a las mujeres se les
“necesitamos una dama que sea atributos con las que tilde de homosexuales
entrenadora de la selección ellas son descritas por y
la sociedad. lesbianas aun cuando
estas tienen una
56

femenina, porque ellas tienen que orientación


estar allí, porque masculina y heterosexual. Por
masculina se entiende” D5 (325- último, el acoso que
328) sufren las mujeres en el
“el tema de la cultura tiene mucha ámbito deportivo es
incidencia en el tema de la algo señalado por la
sexualidad” D3 (88-90) única participante mujer
“por eso me tuve que retirar de una dentro de este estudio.
de una disciplina deportiva, Tema al que ningún
porque me pasó eso” D4 (177- caballero hizo alusión.
179)

La quinta categoría lleva por nombre Sexualización. Esta explica la connotación


sexual que se le da a la mujer en la práctica de los deportes y las creencias que están
asociadas a cada género en relación a la sexualidad. Como primer punto, se evidencia
que hay una creencia, afianzada además, por nuestra cultura, de que el hombre está
vinculado directamente a una necesidad sexual, que pareciera, por lo que describen los
participantes, es exclusivamente del sexo masculino “por lo que se nos ha enseñado
culturalmente, verdad, el género masculino está asociado en torno a la sexualidad” (D3,
1-4).
Con eso, se explica que el hombre es consumidor de la imagen femenina, por eso
se detalla a la mujer, y es por eso también, que los promotores haciendo uso de esto,
tienden a visibilizar al deporte femenino de manera sexualizada, porque es lo que atrae.
Así, se considera que para que el deporte femenino sea llamativo, las participantes o
atletas deben presentarse por ejemplo, con poca ropa “los promotores, los esponsor y de
que la mujer es es un objeto sexual” (D4, 331-333).
Lo anterior se hace evidente en la forma en que se presentan a las atletas
femeninas, cómo en los deportes se muestra una imagen sexualizada de la mujer, que
más a allá de su desempeño deportivo, se ve de ella sólo su cuerpo como un producto de
consumo. Aunado a esto, es importante resaltar que los participantes hombres han hecho
mención que la participación de la mujer en el deporte le ha aportado estética al mismo,
señalando además, que por eso el deporte femenino es vistoso “el deporte desde que se
incluyen las damas como que le da más estética” (D5, 304-305).
57

Este tipo de argumentos reafirma los estereotipos asociados a la imagen de la


mujer y la necesidad de mostrarla de una forma sexualizada al público. Tal como lo
plantea Azaña (2019), la estética es una característica que le es atribuida a la mujer. En
este sentido, los mismos entrenadores deportivos tienen sexualizada la figura femenina
en el deporte.

D2: “Es más, el deporte femenino es más vistoso que el masculino, para mí
el deporte femenino es más vistoso, tiene más estética por lo que ella
representa como mujer, o sea, se ve lo bello del cuerpo formado, eso también
es atractivo, eso también es atractivo” (94-100).

Otras de las creencias arraigadas en la sociedad y que así han evidenciado los
participantes de este estudio, es considerar que una mujer que se relaciona con algún
deporte, sobre todo si es catalogado como masculino, puede terminar en una orientación
homosexual, o también, suelen describirla o compararla con un hombre. Esto sucede
porque al asociarse algunos deportes con la virilidad, aquellas mujeres que los
practiquen, se cree que se alejan de su feminidad y por tanto, suelen ser llamadas
“hombres” o son etiquetadas como “lesbianas”, tal como plantea Azaña (2019).
Con lo anterior es importante mencionar que hubo referencias hacia el tema del
lesbianismo por parte de algunos entrenadores, comentarios que fueron realizados fuera
de grabación. Esto, deja en evidencia los prejuicios que tienen los entrenadores en
relación a las orientaciones sexuales distintas a la heteronormativa. Además, que desde
ellos mismos para referirse a una atleta femenina con un buen rendimiento deportivo, la
comparaban con un hombre, dejando ver que la actividad deportiva se asocia
directamente al género masculino, tal como ya se ha expresado anteriormente.

D3: “porque trabajando en el deporte y se lo explique, mira hay esta


debilidad del lesbianismo” (486-489) (…) “que tuve miedo por mi
experiencia en el entrenamiento con equipos femeninos viví esa realidad y
no la supe no la supe si no la supe entender ni la supe sobrellevar. Entonces
bueno, recurrí a una estrategia para que mi hija no jugara un deporte
colectivo, que tal vez ella se hubiese desarrollado muchísimo ahí y la puse
en un deporte individual, cuidando de que en mi en mi madurez cultural no
fuera a pasar esa situación. Entonces bueno. Si, que no que no fuera a caer
en el lesbianismo” (494-507). D1: “Había una que era pitcher, mira como un
hombre, o sea, no se le veía la diferencia” (215-217).
58

Para seguir describiendo esta categoría, es importante hacer mención de un tema


que sólo fue expresado explícitamente por la única participante mujer de este estudio,
que tiene que ver con el acoso que sufren las mujeres dentro del contexto deportivo. Lo
sufren las atletas y lo sufren también las entrenadoras, es decir, las mujeres que
participan en un ámbito dominado y protagonizado por hombres se enfrentan a
insinuaciones e invitaciones de carácter sexual. Esta participante ha mostrado que para
las mujeres permanecer en el ámbito deportivo es difícil, puesto que, no solo tienen
menos oportunidades en un contexto que está asociado y dominado por hombres, sino
que también son acosada dentro de este contexto, y esta situación muchas veces las lleva
a retirarse de la disciplina deportiva a la que se dedican.

D4: “lo difícil que es para la mujer que a veces la mayoría de los dirigentes
deportivos son hombres y a veces no tienen los valores o me ha pasado a mí
en otras disciplinas deportivas” (170-174) (…) “Y yo pasé por eso, por eso
me tuve que retirar de una de una disciplina deportiva, porque me pasó eso.
Entonces decidí retirarme, me pasaron una serie de circunstancias. Y así
como este, me ha pasado en la mayoría de todas las, de todos los deportes,
que para obtener un beneficio, para para este, alguna atención, entonces a
veces lo llevan hacia otro lado, lo trasladan hacia el ámbito de la atracción o
el sentimental, entonces es es complicado” (176-187).

Por su parte, los entrenadores no hicieron alusión a esto. Ocurrió lo mismo que con
el tema anterior, hubo comentarios respecto al acoso y abuso sexual que sufren las
mujeres por parte de sus entrenadores deportivos, pero estos fueron luego del momento
de la entrevista. Esto lleva a preguntarme ¿Por qué mencionarlo fuera de la entrevista y
no en el momento de la misma? ¿Acaso es esto una omisión cómplice? Porque si lo
mencionan es decir que lo saben, saben que esto pasa pero no lo dicen, lo omiten.
Para finalizar el análisis de esta categoría, haré alusión al termino Mansplaining, el
cual Santamaría (2021) describe como un “hábito que tienen muchos hombres de
explicar las cosas a las mujeres sin que se lo pidan, sin que lo necesiten y de manera
paternalista o condescendiente” (p. 48). Aunado a esto, que las relaciones entre hombres
y mujeres están mediadas por la dominación masculina y la constante necesidad de
seducir, ante lo cual, Sánchez (2020) plantea que el poder social es la fuente del poder y
privilegios de los hombres y que la masculinidad hegemónica promueve prácticas
asociadas al género que permiten legitimar el patriarcado. Esto considero que es
relevante describirlo, no sólo
59

porque la entrenadora hizo mención a ello, sino también porque el proceso de entrevista
estuvo trazado por estos fenómenos.

Categoría: Iniciativa
Tabla 8. Categoría Iniciativa

Iniciativa
Representa los cambios para promover la participación de las mujeres en el deporte.
Ideas que han venido desde las mujeres y que ha teniendo mayor incidencia en la
actualidad.
“en Venezuela tuvo la Según Lagarde (1996), Se señala que hay
característica de que esa inclusión la perspectiva de cambios en los últimos
al deporte se orientó en buena género estudia no solo tiempos y que en la
proporción al deporte femenino” las características con actualidad la mujer tiene
D3 (136-139) las que se definen a mayor participación en
“han habido cambios en cuanto a hombres y mujeres, el ámbito deportivo.
ese tema de que la mujer tiene el sino también permite Cambios que se han
mismo derecho que el hombre” D1 analizar las venido gestando desde
(82-84) posibilidades de ambos las mismas mujeres en
“la sociedad va entendiendo pues en relación a sus la lucha por lograr
de que la mujer tiene esos expectativas y igualdad de
derechos, este, que es una oportunidades. Por condiciones. Sin
actividad que va a potenciar las tanto, toma en cuenta embargo, se
cualidades de la mujer” D3 (194- también los responsabiliza a las
198) inconvenientes mismas mujeres de no
“la Federación nos está pidiendo cotidianos e querer asumir un
que obligatoriamente tenemos que institucionales a los empoderamiento para
tener equipo femenino” D3 (400- cuales se deben lograr una participación
402) enfrentar. deportiva, cuando han
“comienza a generarse una serie de Lamas (s.f) señala que sido ellas las que a
leyes, una cantidad de la construcción social través de sus esfuerzos y
organizaciones, desde las mujeres del género impone luchas han podido tener
60

para intentar lograr este lo que se oportunidades y una posición en la


creó al principio como una idea, decisiones que actualidad, no solo en el
pero después se convirtió en ley” dependen del sexo deporte sino en otros
D3 (102-106) al que se pueda ámbitos.
“si el Estado genera una política pertenecer. Se dice que el deporte
de inversión hacia la inclusión del Es por ello que Quiroa brinda oportunidades de
deporte a la mujer, la incidencia en el 2018 señala que potenciar las cualidades
va a ser mucho mayor” D3 (294- es importante estudiar de la mujer y que la
297) “en la mujer deportista ella desde un enfoque de mujer que no hace
como que tiene, este, el deporte le género, para así actividad física o
brinda esta oportunidad” D2 (86- conocer las deportiva está
88) desigualdades desaprovechando esa
“La mujer que no practica presentes en el mundo oportunidad. Sin
deporte, o sea, está deportivo, y también embargo, aún no se
desaprovechando una oportunidad visualizar que los tiene las mismas
de potenciar sus cualidades” D3 estereotipos de género oportunidades que los
(251-253) afectan las hombres. Aun cuando
“a la mujer, se sigue oportunidades de los se habla de inclusión, a
discriminando por más que haya seres humanos. las mujeres se les sigue
leyes” D2 (207- 208) discriminando y
“hacen falta estudios científicos. menospreciando en el
Con la mayor incidencia deporte.
actualmente de las mujeres en en
cualquier escenario” D3 (411-414)

La sexta y última categoría es Iniciativa, en la cual los participantes hacen


referencia a cambios que se han logrado a través del tiempo y que han permitido que la
mujer tenga mayores oportunidades de participación y protagonismo no solo en el
contexto deportivo sino también en otros ámbitos. Ciertamente, a las mujeres en la
actualidad se les tiene permitido participar en muchos espacios, sin embargo, no se
puede negar que se sigue menospreciando e invisibilizando a las mujeres y el deporte no
escapa de ello. Los mismos participantes han podido describir la discriminación a la que
se enfrentan las mujeres dentro del deporte y han explicado que esto se debe a la misma
cultura en la que vivimos.
61

Por lo anterior, resulta importante citar a Quiroa (2018), quien plantea la


importancia de estudiar desde una perspectiva de género los fenómenos presentes en el
deporte, para así dar visibilidad de cómo los estereotipos de género afectan las
oportunidades de las personas dentro de este contexto y a su vez, conocer las
desigualdades que están presentes en el mismo. Tal y como señala Lagarde (1996), al
estudiar desde una perspectiva de género, se analizan las posibilidades, oportunidades e
inconvenientes a los que se puedan enfrentar los seres humanos.
Ahora bien, se ha hecho mención de que muchas mujeres no quieren asumir un
empoderamiento que les permita tener más actividad dentro del deporte, sin embargo,
los mismos participantes resaltan que los logros obtenidos por las mujeres, han sido
desde la misma iniciativa que estas han tenido para luchar por una equidad de género.
Con esto, se evidencia que ante la desigualdad existente entre hombres y mujeres en esta
sociedad, se quiere mostrar que dicha desigualdad es debido a una falta de interés de las
mismas mujeres, y con lo que se pretende responsabilizar a quienes son las que padecen
dentro de un sistema desigual y opresor.

D1: “Está de parte de las mujeres hacer esa, digamos, de incentivar a su


género a practicar ese deporte porque siento que «mira que yo lo hice, tú
también lo puedes hacer. No solamente es de hombres, las mujeres también
lo podemos hacer». La mujer también tiene parte ahí, de que, incentivar a las
mujeres a que pueden practicar igualmente ese deporte que te estoy diciendo,
que son catalogados como masculinos netamente pues” (248-258).
D2: “tú ves casos, no, todas las mujeres reclamando «epa ya va, esto es así»
y lo dicen con este, con cierta autoridad, porque se siente empoderada; pero
nuestra mujer, en la mayoría de los casos no quiere asumir el
empoderamiento, no quiere, como el hombre no quiere asumir que ella, no
quiere aceptar que ella esta, tiene derecho por igual” (228-237).
D4: “dicen que la mujer, a bueno «que no, que sí, la mujer lo, que está
siendo incluida en todo» pero todavía falta bastante para que, para que
lleguemos a ser iguales que los hombres. Aunque nunca vamos a igual pues,
pero que tenemos las mismas capacidades y que podemos lograr muchas
cosas igual que ellos” (380-388).

En este sentido, es importante señalar una contradicción presente en esta categoría,


puesto que, así como dicen los participantes que las mujeres luchamos por nuestros
derechos y por ocupar sitios que “en verdad merecemos”, también nos cuestionan de que
no queremos asumir esa responsabilidad. Ese cuestionamiento lo que deja en evidencia
es
62

que está presente una desigualdad no solo en el mundo deportivo sino en todos los
ámbitos, y que por parte de los entrenadores, ellos colocan la responsabilidad sobre las
mujeres cuando somos nosotras las que sufrimos esa desigualdad.

Por último, señalan la importancia de que la mujer tiene el derecho de realizar


actividad física y deporte y que esto le permite potenciar cualidades. Sin embargo, me
pregunto cómo aprovechar las ventajas que el deporte brinda a los seres humanos, si
como mujeres no tenemos las mismas oportunidades que los hombres, y también porque
los mismos entrenadores perpetúan estereotipos que terminan reproduciendo este
sistema de dominación masculina, donde además, se cuestiona a la mujer por no “querer
asumir” una responsabilidad.
63

Reflexiones Finales
Para la presente investigación me planteé como objetivo develar los estereotipos
de género que están asociados al deporte, desde las narraciones de docentes adscritos al
departamento de deportes de la UPTAEB, quienes se han desempeñado como profesores
universitarios en la formación de entrenadores deportivos, y a su vez, son entrenadores
en alguna especialidad deportiva. La investigación se desarrolló además, desde un
enfoque cualitativo tomando como base la teoría de género, y en la cual fueron
participes cinco (5) docentes, cuatro de ellos hombres y una mujer.
Este estudio nació desde la inquietud de conocer aquellas creencias que tienen los
entrenadores en relación al género y que se presentan dentro del contexto deportivo
como formas de discriminación hacia las mujeres. Surgió la necesidad de querer dar
respuesta a este fenómeno específicamente en el ámbito deportivo debido a la
participación y acercamiento que tengo en el mismo, donde he percibido y
experimentado la desigualdad existente dentro de la práctica deportiva, puesto que, fue
escuchando argumentos que provenían directamente de entrenadores deportivos lo que
generó esa inquietud de querer saber en qué se fundamentan para tener estas creencias.
Dado a que los participantes de este estudio se dedican a formar nuevos entrenadores,
consideré relevante conocer cómo ellos perciben este fenómeno.
Luego de haber realizado el análisis de la información suministrada por los
participantes, emergieron 6 categorías, las cuales fueron: Posición del hombre,
Estereotipos y Roles de Género, Rendimiento Deportivo, Discriminación, Sexualización
y por último, Iniciativa. Teniendo estas categorías establecidas, procedí a la realización
del proceso de triangulación en cada una de ellas, tomando en consideración el
contenido de los discursos de los participantes, los referentes teóricos de este estudio y
la interpretación que como investigadora realicé de dichos discursos.
Durante este proceso, pude evidenciar cómo se han construido los estereotipos de
género que están asociados al deporte. Así, comenzando con el análisis de la primera
categoría, pude darme cuenta que los estereotipos de género son creados a partir de un
sistema de organización social que se centra en el predomino del hombre, como lo
plantea Lagarde (1996) y que mantiene a la mujer en un estatus de subordinación, “la
incidencia del hombre predomina y se impone” (D3, 270-271). De este modo pude
darme cuenta que
64

los participantes tienen presente que vivimos en un sistema que genera desigualdad,
“siempre el hombre está por encima de la mujer” (D1, 107-108).
Ahora bien, habiendo entendido que es a partir de este sistema que se asignan las
formas de ser y actuar a hombres y mujeres (Lamas, s.f.), pude notar que existe una
relación bidireccional entre el orden patriarcal y los estereotipos y roles basados en el
género, puesto que, mientras el sistema da paso a la creación de estos, la incidencia de
dichos roles y estereotipos, mantiene este mismo orden social y mantiene la idea de
superioridad del sexo masculino “es el señor que lleva la conducta o el respeto hacia los
demás” (D5, 9-11), dejando así a las mujeres en una posición menor “se le da relevancia
al hombre” (D2, 270,271). Por tanto, las categorías “Posición del Hombre” y
“Estereotipos y Roles de Género”, ambas se influyen mutuamente.
En este sentido, pude encontrar también, que aunque los participantes hacen un
señalamiento al sistema de dominación patriarcal, indicando que este es el responsable
de que existan desigualdades “yo creo que es una una cuestión más que todo todavía del
patriarcado” (D4, 304-306), mantienen creencias asociadas al hombre como un ser
superior “pero el hombre es más fuerte” (D4, 113, 114).
En relación a los estereotipos y roles de género propiamente dichos, me topé con
que los entrenadores mantienen una diferenciación en lo que es ser hombre y lo que es
ser mujer, “Digamos que la mujer, podría decir en base a mi experiencia que es un poco
más social que el mismo hombre” (D3, 50-52); “Las damas tienen más
responsabilidades familiares que los caballeros” (D5, 127-129). Creencias que ellos
como entrenadores reproducen en el ámbito deportivo, es así como la categoría
“Estereotipos y Roles de Género”, influye sobre “Rendimiento Deportivo”.
Partiendo de lo anterior, mediante el análisis del discurso de los participantes,
quedó en evidencia que el deporte también pasa por un criterio estereotipado en función
del género, predominando en este ámbito la masculinidad y la participación de los
hombres (Zapico y Tuero, 2014). Así, los entrenadores hicieron alusión al deporte como
un practica asociada al hombre “los niños son un poco más a los juegos bruscos, rudos, a
los deporte” (D3, 20-22); “Había una que era pitcher, mira como un hombre, o sea, no se
le veía la diferencia” (D1, 215-217).
65

Aunado a esto, al analizar la categoría de rendimiento deportivo, los entrenadores


aluden “Los huesos de los masculinos son más fuertes” (D3, 322,323); “las mujeres son
más elásticas, tienen más movilidad que el hombre” (D1, 72,73); “se quieren escudar en
ciertos momentos que ellas manifiestan, por ejemplo, la menstruación” (D2, 155-157)
dando muestra de que consideran las diferencias biológicas entre hombres y mujeres
como diferencias antagónicas que argumentan los estereotipos de género que se asocian
al deporte o al rendimiento deportivo (Azaña, 2019).
Con lo anterior, pude apreciar la confusión que presentan los entrenadores en
relación a la conceptualización sexo-género, y por lo cual, toman como base las
diferencias biológicas entre ambos sexos para reproducir estereotipos de género,
teniendo con esto que la categoría “Rendimiento Deportivo” también se relaciona con
“Estereotipos y Roles de Género”, para el mantenimiento de estos.
Otro hallazgo fue cómo los entrenadores hicieron una exaltación a las cualidades
de la mujer y la describieron como un ser “superior”, sin embargo, con un discurso que
igual demostró que esta afianzada la idea de que el hombre es el ser dominante “he visto
mujeres superiores a los hombres en disciplinas, oíste, o sea, nada que envidiarles a los
hombres” (D1, 67-70); “siempre la tendencia del hombre también cuando juega contra la
mujer de tratar de no este de no hacerle daño pues, de no lesionarla” (D3, 326-329), esto
último confirmando lo planteado por López (2020), el cual señala que existe una
creencia de considerar a las mujeres como seres frágiles. De esta manera, desde el
contexto deportivo se evidencia la discriminación hacia las mujeres.
Así también, durante el análisis de la categoría “Discriminación”, pude apreciar el
menosprecio que sufren las mujeres en el deporte, como por ejemplo, en oportunidades
de participación “a nivel deportivo la mujer la tiene cuesta arriba” (D1, 55,56); “Yo creo
que el hombre en el ámbito deportivo es, no es más fácil, sino que tiene un poco más de
facilidades” (D4, 122-124). Ratificando lo mencionado por Zapico y Tuero (2014),
quienes señalan que la discriminación se debe a que los estereotipos de género impiden
el desarrollo y trato igualitario entre hombres y mujeres. En este punto pude notar que
las prácticas discriminatorias hacia las mujeres están normalizadas por los entrenadores.
Entonces, “Rendimiento Deportivo” se relaciona de manera causal con esta categoría de
“Discriminación”.
66

En relación a la categoría “Sexualización”, categoría influenciada por


“Estereotipos y Roles de género”; el análisis de los discursos me permitió conocer cómo
se asocia al hombre directamente a la sexualidad “ellos tienen cierta atracción, tienen
ciertas necesidades” (D4, 198-200) y también cómo la imagen de la mujer en los
deportes, sea cual sea la disciplina a la que se dedique, esta sexualizada.
En concordancia con lo planteado por Azaña (2019), quien refiere que la estética
es una característica asociada a la mujer, los participantes mencionaron “para que sea
llamativa tiene que, tiene que estar prácticamente en poca ropa” (D4, 308-309) y “el
deporte femenino es más vistoso, tiene más estética por lo que ella representa como
mujer” (D2, 96-98). Esto mantiene una forma de discriminación latente hacia las
mujeres, puesto a que el valor de las mismas se da en función de la exposición que se
hace de ella de manera sexualizada. “Sexualización” causa “Discriminación”. De esta
manera, pude ver que los entrenadores tienen también sexualizada la imagen de la mujer
“Y el deporte la dama, mire eso, la belleza más, no puedo describir la belleza, tanta
belleza junta” (D5 310- 312).
Otro de los hallazgos más relevantes surge del contraste entre el testimonio de los
entrenadores deportivos hombres y la entrenadora deportiva mujer, y se refiere al acoso
que sufren las mujeres dentro del deporte, “por eso me tuve que retirar de una de una
disciplina deportiva, porque me pasó eso” (D4, 177-179); “alguna atención, entonces a
veces lo llevan hacia otro lado, lo trasladan hacia el ámbito de la atracción o el
sentimental” (D4, 184-189). Esto me llevó a preguntarme el por qué los entrenadores
hombres no hicieron alusión a esto, si es porque desconocen esta realidad o la omisión
tiene algún motivo de complicidad. En este punto pude comprender que este tema sólo
fue mencionado por la entrenadora porque es ella que como mujer lo ha vivido.
Asimismo, otro de los hallazgos importantes sobre esta categoría tiene que ver con
considerar a la mujer que se dedica a un deporte catalogado como masculino como
“lesbiana” u “hombre”, “porque trabajando en el deporte y se lo explique, mira hay esta
debilidad del lesbianismo” (D3, 486-489). Pude evidenciar que son los mismos
estereotipos de género los encargados de establecer este tipo de prejuicios y que los
mismos están presentes en estos docentes. En este sentido, “Estereotipos y Roles de
género” causan “Discriminación”.
67

En relación a la categoría “Iniciativa”, esta me permitió ver cómo los entrenadores


perciben que poco a poco la mujer ha tomado lugar en las distintas esferas incluyendo en
los deportes, “el tema de la participación en deportes en el caso femenino es mucho
mayor que en otro tiempo” (D3, 140-143), y el trabajo que se está realizando de
inclusión, “la Federación nos está pidiendo que obligatoriamente tenemos que tener
equipo femenino” (D3, 400-402). Sin embargo, también pude evidenciar que desde ellos
se responsabiliza a la mujer por la desigualdad que esta ha sufrido a lo largo de la
historia “nuestra mujer, en la mayoría de los casos no quiere asumir el empoderamiento”
(D2, 232-234). De esto pude obtener que la crítica hecha por los participantes a un
sistema opresor, se contrapone a la idea de dejar la responsabilidad en las mismas que
han sido minimizadas por este sistema. Tomando en cuenta lo descrito anteriormente,
“Iniciativa” influye en “Posición del
Hombre”, y viceversa, por tanto ambas categorías se relacionan mutuamente.
Por último, en respuesta al propósito de este estudio, puedo develar que los
docentes del Departamento de Deportes de la UPTAEB, asumen que hay diferencias en
relación a lo que es ser hombre y ser mujer, creencias que han concebido en su propio
proceso de socialización dentro de una cultura y sociedad de organización patriarcal,
llevando lo que ellos asumen como natural para hombre y mujeres, al contexto
deportivo, trayendo como consecuencia que desde la concepción estereotipada sobre
hombres y mujeres, la participación en el deporte esté mediada por prácticas
discriminatorias hacia estas últimas, “porque a las mujeres no se le da la cabida” (D1,
102,103).
Aunado a esto, los entrenadores desconocen cómo los estereotipos de género
repercuten significativamente en la concepción que se hacen estos de los y las atletas. En
este sentido, se pudo evidenciar en los participantes un esfuerzo de mantener un discurso
que no esté mediado por los estereotipos socialmente impuestos, sin embargo, siguen
reproduciendo un discurso de desigualdad y discriminación hacia las mujeres, al ser
prácticas que están naturalizadas en este sistema, y que pese a que en los últimos
tiempos la participación de la mujer en el mundo de los deportes ha tenido mayor
incidencia, siguen siendo minimizadas “a la mujer, se sigue discriminando por más que
haya leyes” (D2, 207-208); “todavía falta bastante para que para que lleguemos a ser
iguales que los hombres” (D4, 383-385).
68

De esta manera, también puedo develar que las mujeres en el contexto deportivo
no solo son discriminadas por su condición de mujer, sino que deben enfrentarse a un
ámbito que mantiene una imagen sexualizada de ellas, lo que promueve que las mujeres
sufran de acoso sexual de manera constante, “se le pueden presentar infinitas infinitas
este situaciones en las cuales uno tiene que saber manejar” (D4, 204-210).
69

Limitaciones y Recomendaciones

Limitaciones:
1- Una de las limitaciones que tuvo esta investigación fue la dificultad al acceso de
participantes de sexo femenino.
2- Este estudio estuvo circunscrito a una sola universidad que imparte la formación
profesional en deportes.
3- Los participantes de esta investigación fueron entrenadores de disciplinas
consideradas socialmente de dominio masculino.
4- Como criterio para la selección de los participantes, se mantuvo que estos fuesen
entrenadores deportivos.
5- Esta investigación se limitó a los estereotipos de género.
6- Fue un estudio que se desarrolló bajo un enfoque cualitativo.

Recomendaciones:
1- Ampliar la cantidad de entrenadoras femeninas con el fin de conocer otras
experiencias en relación a los estereotipos de género asociados al deporte.
2- Tomar a profesionales del área de la actividad física y deportes de otras casas de
estudio, como por ejemplo la Universidad Politécnica Experimental Libertador
(UPEL), la cual imparte la carrera de Educación Física; con la finalidad de
conocer los estereotipos de género en docentes de esta universidad.
3- Incluir a entrenadores y entrenadoras de deportes considerados femeninos, con el
objetivo de comprobar si se reproducen los estereotipos género y contrastar los
hallazgos.
4- Tomar en cuenta a la gerencia deportiva, promotores deportivos y representantes
de federaciones, para conocer de qué manera se perciben los estereotipos de
género asociados al deporte.
5- Estudiar las temáticas encontradas como la sexualización de la mujer en el
deporte y los prejuicios, con la finalidad de develar o conocer de qué manera se
presentan estos fenómenos.
6- Abordar desde un enfoque cuantitativo algunos aspectos relacionados a los
estereotipos de género asociados al deporte.
70

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74

Anexos
75

Anexo A. Consentimiento Informado


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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO”


DECANATO EXPERIMENTAL DE HUMANIDADES Y ARTES
PROGRAMA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo: , portador de la cédula de identidad


N° V- _, manifiesto:

1. Mi aceptación de participar voluntariamente en la investigación


“ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN EL DEPORTE EN DOCENTES DEL
DEPARTAMENTO DE DEPORTES DE LA UPTAEB”.
2. Que la investigadora me ha explicado y he entendido las condiciones generales
de esta participación, del destino que tendrá la información que le suministre y
también, que puedo retirarme de esta investigación en cualquier momento si así
lo decido.
3. Que la investigadora me ha explicado que la información registrada será
confidencial y se compromete a mantener mi privacidad en la manera en que se
publicará esta investigación.
4. Que la información que le brindo será verdadera y corresponde a mi realidad
como docente del departamento de deportes de la UPTAEB.
5. Que he leído y comprendido íntegramente este documento y en consecuencia,
acepto y accedo a lo anteriormente mencionado.

Fecha y Firma del Participante


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Anexo B. Guion de Entrevista


78

Guion de Entrevista

1. ¿Cómo describirías a un hombre y cómo describirías a una mujer?


2. ¿Hay diferencias entre ambos? ¿Cuáles? ¿Por qué?
3. Y en el deporte ¿Cómo es ser un hombre y una mujer deportista?
4. ¿Crees que existen diferencias entre una mujer deportista y una que no? ¿Como
cuáles?
5. ¿Crees que hay diferencias entre hombres y mujeres en el deporte?
6. ¿Consideras que hay diferencias en oportunidades de participación y las
condiciones en las que participan mujeres y hombres en el ámbito deportivo?
(Sueldos, atención mediática, fanaticada).
7. ¿Por qué estas diferencias?
8. ¿Por qué consideras que no hay igualdad de condiciones en el deporte para
hombres y mujeres?

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