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Frutos Nativos (Comu Coloquio)
Frutos Nativos (Comu Coloquio)
Frutos Nativos (Comu Coloquio)
Según el Dr. Antonio Brack el Perú tiene un muy alto sitial en diversidad de frutas con unas 623
especies algunas de ellas desconocidas para el mundo incluso, para el hombre citadino. La
costa, la zona andina y la región amazónica albergan numerosos frutales. Entre las especies
andinas más conocidas destacan en la zona andina: el aguaymanto (physalis peruviana); el
capulí (Prunus capulli, Rosaceae); la chirimoya (annona cherimola, Annonaceae); la lúcuma
(Pouteria lucuma, Sapotaceae); el Pacae (Inga feuillei, Leguminosae); Pepino (Solanum
muricatum, Solanaceae); tomate (Lycorpesicon esculentum. Solanaceae); el tumbo serrano
(Passiflora pinnastitipula); la tuna o nopal (Opuntia ficus-indica, Cactaceae). Asimismo, en la
cuenca amazónica se han identificado un total de 162 especies de frutas que son consumidas
regularmente por la población, de ellas unas 100 son comercializadas en los mercados de la
ciudad, entre los frutales más conocidos figuran el arazá (Eugenia stipitata); el caimito
(Pouteria caimito); el camu camu (Myrciaria dubia); el Ungurahui (oenocarpus bataua); el
marañon (anacardium occidentale); el guaraná (paulinia cupana); el huito (Genipa americana);
sin dejar de mencionar a la piña y el cacao que son originarios de la amazonia.
El Perú posee una gran diversidad biológica que incluye de forma importante a los frutales
nativos y representa un recurso vital para las sociedades rurales, pues constituye una fuente
de primer nivel en la dieta de la población, en la alimentación de animales silvestres y
domesticados, asimismo como materia prima para la agroindustria regional (Gonzáles-Coral,
2007).
Los frutos nativos constituyen una fuente de elementos nutritivos para la alimentación
humana. En el Perú existen muchas frutas nativas que poseen nutrientes esenciales para la
salud y que han sido poco estudiadas, tales como la cocona, el sanky, camu camu,
aguaymanto, la pitahaya, entre otros (Blanco de Alvarado-Ortiz, 2016; Campos, Chirinos,
Gálvez Ranilla, y Pedreschi, 2018).
De igual forma, Ramadan (2011) considera que la uchuva o aguaymanto es un fruto muy
valorado por su sabor, textura y color, y porque posee una gran variedad de compuestos
funcionales que pueden utilizados en las industrias de productos nutraceúticos y
farmacéuticos.
Etzbach, Pfeiffer, Weber y Schieber (2018) señalan que el Physalis peruviana ha recibido un
interés mundial debido a su presencia de compuestos bioactivos, su potencial de cultivo y a su
buena capacidad de almacenamiento. Este futo presenta compuestos carotenoides que lo
hacen potencialmente beneficioso para la salud.
De igual forma, la cocona (Solanum sessiliflorum Dunal) es una especie tropical que se originó
en la región superior del Amazonas, que abarca desde las estribaciones orientales de los Andes
hasta cuenca alta del río Orinoco. Fue utilizada tradicionalmente por personas de las cuencas
superiores del Amazonas y el Orinoco, antes de la llegada europea a América del Sur (Sereno
et al., 2018).
Varios autores han realizado contribuciones sobre la composición de la cocona. Tiene un alto
contenido de fibra, materia seca, carbohidratos, proteínas y una acidez titulable favorable para
la formulación de subproductos. Además, contiene cantidades significativas de selenio, fósforo
y hierro (Sereno et al., 2018; Serna-Cock, Vargas-Muñoz, y Rengifo-Guerrero, 2015). Esta fruta
tiene un gran potencial para convertirse en un producto importante en la industria alimentaria
(Jiménez, 2018).
Jiménez (2018) señala que la cocona se usa principalmente para consumo en fresco o para la
preparación de gelatina, jugos y mermeladas, entre otros productos; sin embargo, los usos en
medicina tradicional y popular son reconocidos por la gente de la amazonia para tratar varias
dolencias como quemaduras, diabetes, micosis cutáneas, para reducir el ácido úrico y el
colesterol, etc.
La pitahaya (Selenicereus megalanthus) es una fruta exótica subtropical con piel amarilla, su
pulpa tiene un sabor característico agridulce, con aroma y sabor delicados, y abundantes
semillas negras pequeñas distribuidas uniformemente en la pulpa. Además, la pitahaya
amarilla tiene altas cantidades de compuestos fenólicos y ácido ascórbico. (Vilaplana, Páez, y
Valencia-Chamorro, 2017).
El camu camu “Myrciaria dubia (Kunth) McVaugh es una fruta nativa que se encuentra en las
selvas tropicales del Amazonas. Las poblaciones naturales de esta especie crecen en áreas
densas expuestas a inundaciones sustanciales (inmersión completa durante cuatro a cinco
meses) en las orillas de ríos, arroyos, lagos y pantanos de Guyana, Venezuela, Colombia,
Ecuador, Brasil y Bolivia; sin embargo la mayor concentración de poblaciones naturales y de
fuente de variabilidad genética se encuentra en la región de Loreto, en la Amazonía peruana,
específicamente a lo largo de las cuencas del Amazonas, Putumayo, Napo, Curaray, Tigre,
Marañón, Yavari, Ucayali, Itaya, Nanay, Tahuayo, Pintuyacu, Ampiyacu, Apacayu, Manati,
Orozam y Curaray (Castro, Maddox, y Imán, 2018).
Varios estudios han indicado que el camu camu tiene un alto contenido de vitamina C, mucho
mayor que muchas frutas cítricas como la naranja, el pomelo entre otras y que además
presentan una fuente importante de antioxidantes que hacen de este fruto un alimento
altamente promisorio para la salud (Akter, Oh, Eun, y Ahmed, 2011; de Araújo Padilha et al.,
2018; Rodrigues et al., 2020).
En ese sentido, las frutas nativas, tienen cualidades únicas y usos potenciales como
ingredientes funcionales (Richmond, Bowyer, y Vuong, 2019). Representan un enorme
potencial para el desarrollo de nuevos productos funcionales, para consumo en fresco y con
fines de exportación, por lo que es necesario profundizar la caracterización de estos cultivos
nativos, los cuales son altamente promisorios y de trascendental importancia para la
alimentación y desarrollo agroindustrial de nuestro país.
El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, destacó que las cifras que vienen
logrando las exportaciones peruanas de arándanos harían prever que este producto nacional
lidere el ranking mundial en el 2022, por cuarto año consecutivo.
“Este sería un importante resultado a fin de año, llenando de orgullo a todos los peruanos,
principalmente a los agricultores. Nuestro país se viene posicionando como un líder en la
exportación de frutas en la región. No olvidemos, que somos también el primer exportador
mundial de uva de mesa y el segundo de palta”, comentó el titular del Mincetur.
Como se sabe, entre los productos que más crecieron en el primer semestre del 2022, estuvo
el arándano (fresco y congelado), con ventas al mundo ascendentes a US$ 164 millones
(+118,4%). Solo en junio, el Perú exportó arándano por US$ 13 millones, un incremento de
+197,9% en comparación al mismo mes del año anterior.
A lo largo de los años, el Mincetur viene desarrollando una política comercial basada en la
apertura de mercados y la mejora de la competitividad de las exportaciones, que viene
impulsando las agroexportaciones. Es importante recordar que nuestro país cuenta en la
actualidad con 22 acuerdos comerciales suscritos.