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Por Qué Enferman Los Cristianos

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¿Por qué enferman los cristianos?

Al emprender un estudio de la Biblia, podemos encontrar al menos cuatro premisas sobre las
causas de padecimientos, limitaciones, enfermedades, malestares, dolores o problemas de salud
en las personas:

1. Hay enfermedades que son causadas de forma sobrenatural por Satanás o espíritus
malignos (Job 2:4-7, Mt. 4:24; Mt. 12:22-28, Lc. 8:2; Lc. 13:11-13, Mc, 9:14-29). Dios
permitió que algunas enfermedades tocasen a algunos de sus siervos como en el caso de
Job y de Pablo, a manera de prueba (Gál. 4:13-14).

2. Hay enfermedades graves que son el resultado natural de la práctica del pecado (Prov.
23:29-35; Mt. 9:2-7). La Biblia habla de las obras de la carne (en Gál. 5: 19-21; Rom. 1:29-
32) como cosas que acarrean muerte (1 Cor. 15:56) y que traen dolor en los impíos que
no confían en Dios (Sal. 32:10) o que tienen un corazón atormentado por su pecado (Sal.
38). Esto hace pensar que la Biblia reconoce algunos males psicosomáticos, pecados
mentales y "pasiones" pecaminosas que se vuelven "podredumbre para los huesos"
(Prov. 14:30) y "malos pensamientos"  que aunque provienen del corazón, contaminan
al hombre (Mt. 15:19; Mc. 7:21-23; etc.) 

3. Hay limitaciones físicas y padecimientos que pueden ser causados directamente por Dios
(Éx. 4:11; Dt. 32:39) por distintas razones. Dios puede enviar ciertas enfermedades de
forma sobrenatural, como un castigo por el pecado (Dt. 28:20-22; 1 Crón.
21:14; Sal. 119:67; Hch. 12:23), entre los cuales se cuenta la rebelión (Is. 53:8), la
incredulidad (Lc. 1:20), y el engaño o injusticia (Hch. 13:10-11). Sin embargo, Jesús dejó
muy claro que hay enfermedades que no son a causa del pecado (Jn. 9:2-3). 

4. Hay males que sobrevienen por violar las leyes naturales de Dios: el pueblo de Dios
perece por falta de conocimiento de estas leyes (Os. 4:6) y las personas que destruyen su
cuerpo, acarrean destrucción (1 Cor. 3:16-17; Gál. 6:7). 

Cada una de estas afirmaciones es importante y debe ser estudiada de forma detenida y
detallada, además de que debemos orar para que Dios nos de entendimiento de la causa de una
enfermedad. No obstante, estos cuatro puntos abarcan cuestiones en general, mientras que el
tema de este artículo se enfocará específicamente en la cuarta premisa. 

La Biblia contiene algunos ejemplos de creyentes con padecimientos físicos por causa de la edad
(como Isaac o  Eliseo) y de cristianos que estuvieron enfermos en algún momento de su caminar
con Dios (2 Tim. 4:20; Hch. 9:36-37; 2 Cor. 11:29; Fil. 2:26), sin embargo también
contiene muchos versículos interesantes que pueden ayudarnos a reflexionar sobre el tipo de
alimentación y forma de vida que Dios planeó para sus hijos (Gén. 1:29-30, 9:3-4; Prov. 23:2,
23;20; Mt. 6:25, 24:48-49; Lc. 12:45-46; 21:34; Rom. 8:4, 12:1; 14:1-5, 14;21;  Gál. 5:16, 5:24; 1
Cor. 3:16-17; 6:19; 1 Cor. 9:2;  10:3, 10:23-28; 1 Tim. 4:2).
Versículos de la Biblia para reflexionar sobre el cuidado de la salud.

Cada versículo debe ser revisado en contexto y hay que decir que en la Biblia en el tema de
alimentación se exhorta a que cada quien esté convencido de lo que come. Sin
embargo, Romanos 14:6, se nos enseña que lo que sea que comamos, lo comamos para gloria de
Dios, y lo que no comamos, por causa del Señor no lo comamos. A la vez, se nos dice que todo
nos es permitido, pero no todo nos conviene (1 Corintios 10:23), y también se nos llama a que lo
que comamos o lo que no comamos, lo hagamos "todo para la gloria de Dios" (1 Corintios
10:31). 
La pregunta es: ¿comemos para la gloria de Dios, con dominio propio, como debe ser con el fruto
el Espíritu Santo? (Gál. 5:23) ¿o comemos para satisfacer nuestros propios apetitos carnales, de
forma hedonista y autoindulgente? En lo que respecta a la manera de comer y vivir, ¿que tanto
glorificamos a Dios? 

En el libro de Génesis, primero se lee que Dios nos dio plantas, frutos y semillas para que nos
sirvieren de alimento (Génesis 1:29). Más tarde, se lee que también la carne de los animales que
se mueven en el cielo, la tierra y las aguas (Génesis 9:3), y muchas veces se cita al pueblo de
Israel comiendo carne de buey, carnero o cordero; se lee que Jesús y sus discípulos comieron
pan, pescado y un poco de vino, y que el Apóstol Pablo admitió comer todo tipo de carne (1 Cor.
10:25).

No obstante, en la misma Biblia se reconoce que es necesario que los cristianos se abstengan de
productos como la morcilla (Gen. 9:4, Lev. 7:26; Dt. 12:23; Hch. 15:20), en el Antiguo Testamento
se reconocen los efectos depurativos de una dieta a base de abundante agua, vegetales y/o
legumbres (Daniel 1:5-17) y se citan alimentos muy buenos que Dios recomendó consumir
abundantemente a un profeta (Ezequiel 4:9). El Nuevo Testamento también reconoce, por
ejemplo, las propiedades curativas o medicinales de un poco de vino para aliviar algunos
malestares digestivos (1 Tim. 5:23) y, en general, la Biblia refiere alimentos buenos y permitidos
en un consumo moderado, que, sin embargo, deberían evitarse en exceso (Prov. 15:17; 23:20-
21, 25:16, 25:27; Rom. 14:21).
No es de sorprenderse, por lo tanto, que Cristo mismo (Lc. 21:36) haya advertido a sus discípulos
de no comer desmesuradamente para no caer en una embriaguez mundana y en una glotonería
llena de auto-indulgencia (compárese esto con Prov. 23:2; 23:30, Is. 5:22). 

Hay creyentes que parecen sufrir de los mismos males que muchos no-creyentes o miembros de
otras religiones. Pero, ¿realmente el plan de Dios incluye esas enfermedades degenerativas y
males de salud que se hacen tan comunes en la época contemporánea? ¿o es la voluntad de
Dios que seamos más saludables? (3 Juan 1:2). Y si es así, ¿porqué a veces la fe no parece
resolver todos los problemas de salud de algunas personas? ¿será que estos problemas tienen
relación con la alimentación y el estilo de vida?
En el siguiente escrito, publicado por el diario Newsmax Health, leerás un
estudio de la luz que arroja la Biblia sobre algunas de estas fascinantes cuestiones y lo que se
puede deducir del estudio de la misma. Mas aún, el Dr. Chauncey Crandall, un especialista
médico que también es un devoto cristiano, comparte y compagina sus creencias cristianas y sus
conocimientos para vivir un vida saludable con una base centrada en el plan de Dios y sus leyes
naturales. El Dr. Crandall, egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, es
autor de los libros Y los muertos resucitan: El encuentro de un médico con lo milagroso  (2011)
y La simple cura del corazón  (2013) y se ha mostrado como un firme creyente en que "servimos
a un Dios de milagros". No obstante, él no se desentiende de las responsabilidades bíblicas que
los cristianos deben tener en el cuidado de su salud.

El material original de este mensaje, Why Christians Get Sick?,  incorpora también pensamientos
del Reverendo Dr. George Malkmus y su libro homónimo Why Christians Get Sick.   

"¿Porqué enferman los cristianos?"

"¿Alguna vez te haz preguntado porque hay cristianos que padecen de enfermedades del
corazón, artritis, cáncer, problemas digestivos, Alzhaimer o incluso gripa? ¿Será que estas
enfermedades solo atacan al azar  [o por casualidad]? ¿Será que el plan de Dios para nuestras
vidas realmente incluye estas enfermedades? ¿O tal vez, será la voluntad de Dios que estemos
saludables? Y si la enfermedad es el resultado de no vivir como Dios quería, ¿cómo podemos
redimir nuestras vidas al conformar nuestras vidas a  Su  voluntad?

En el mensaje de hoy, examinaremos lo que la Biblia enseña sobre estas preguntas fascinantes y
vitales. Y consultaremos a un experto médico, para ver cómo estas enseñanzas también se
orientan en la ciencia moderna.  Quizá te interese anotar algunas de las referencias de la
Escritura y frases médicas a medida que avanzamos...
Para empezar, vayamos al libro de  Oseas 4:6, en el Antiguo Testamento, donde Dios dice: 

"Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento"

Tú y yo vivimos en lo que se conoce como la era de la información. Pero la información y el


conocimiento no son lo mismo, ni en lo más mínimo. La información es colección de datos,
hechos o cifras. Hoy en día, tenemos más información que nunca. El conocimiento, sin embargo,
es colección de sabiduría. Nos ahogamos en un mar de información, pero, al mismo tiempo,
pasamos por alto la sabiduría atemporal que se nos entrega en la Palabra eterna de Dios. Si
buscas parte de esta sabiduría, este material,  ¿Porqué enferman los cristianos?, es
especialmente para ti. Es corto, es gratuito, e incluso podría cambiar tu vida. 

Como cristianos, creemos que Dios nos ama y tiene un plan maravilloso por nuestras vidas.
Leemos en el Libro de  Jeremías 29:11:

"Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes,  declara el SEÑOR, planes de bienestar y no de
calamidad, para darles un futuro y una esperanza."

Sin embargo, hay cristianos que parecen sufrir de los mismos males que aquejan a los no-
creyentes y a los miembros de otras religiones. Y hay cristianos más devotos que no parecen ser
particularmente más saludables que los cristianos menos devotos. Así que, ¿porqué no nos
protege nuestra fe en esto? ¿Qué se interpone entre nosotros y el plan maravilloso que Dios
tiene para nuestras vidas?...

...El Libro de Génesis nos dice que nuestros cuerpos fueron diseñados para trabajar 6 días a la
semana. En tiempos bíblicos, un día de trabajo duraba desde la salida del sol, hasta el ocaso o la
puesta del sol. No habían semanas de trabajo cortas de 40 horas, ni fines de semana largos de 3
días, y el plan de Dios para nuestro trabajo no implicaba una oficina cómoda, un sillón
confortable, un teclado o un volante. El plan de Dios implicaba que estuviéramos en el exterior,
en el aire fresco, en nuestros pies, con tareas físicamente demandantes como  cazar o recolectar
alimentos, o cultivar nuestra propia comida.  La labor física es la manera en que los hombres y
las mujeres vivieron por largas generaciones. Fue solo desde la Revolución Industrial, hace unos
150 años, que todo eso comenzó a cambiar. 

Claramente, la mayoría de nosotros ya no realiza estas mismas actividades para las cuales Dios
diseñó nuestro cuerpo. Eso no significa que todos tengamos que volver a hacerlas otra vez, pero
el resultado del estilo de vida sedentario de hoy en día y del amplio tiempo libre es bastante
evidente: obesidad, debilidad, dificultad para respirar, pérdida de tonicidad muscular, de fuerza
y de coordinación: todo esto es el resultado de no realizar la actividad física para la cual
nuestros cuerpos fueron diseñados.
¿Y qué hay sobre nuestra comida? La Biblia no tenía que decirnos que debíamos comer
solamente comida cultivada orgánicamente porque toda la comida era libre de químicos. La
Biblia tampoco tenía que decirnos que evitáramos alimentos transgénicos u organismos
genéticamente modificados porque los transgénicos simplemente no existían antes, hasta que el
humano los inventó en un laboratorio.

Lo mismo pasa con la comida enlatada, las grasas trans, comidas preenvasadas, colorantes
artificiales, conservadores y otras invenciones humanas, todas ellas con el objeto de cambiar la
comida que Dios había provista, de manera que nuestras vidas fueran más "cómodas". Todas
estas supuestas conveniencias han degradado los nutrientes en los alimentos que comemos para
sustentarnos. 

Hemos permitido que nuestra comida sea envenenada con sustancias químicas en las granjas y
se le han quitado sus nutrientes en el proceso al que se somete en plantas donde más químicos
se añaden a ella. ¡Y hemos comido estos alimentos por años! Entonces, ¿porqué nos
sorprendemos de porqué nos enfermamos tanto? O peor aún, culpamos a Dios por nuestra mala
salud.

Solo tomemos un ejemplo: el azúcar. Nuestro Creador nos dotó de papilas gustativas que
responden con placer ante el azúcar. Por miles de años, un poco de miel o un racimo de cerezas
satistizo nuestro paladar. Seguramente sabes que los científicos han descubierto que tanto la
miel como las bayas están cargadas con muchos nutrientes que mejoran la salud. Así que el plan
de Dios para nuestra salud verdaderamente funciona ¿no es así?  Pero hoy en día, marcas de
comida procesada y refrescos están llenos de azúcar refinada y saborisantes artificiales.
Consumimos estos compuestos en cada comida y entre comidas, a pesar de que tienen cero
valor nutricional.

La industria comercial alimenticia ha tomado nuestro usual gusto por las cosas dulces, lo ha
usado para obtener tremendas ganancias de una cantidad inimaginable de  personas. De tal
manera, nuestros niveles de azúcar, nuestros estados de ánimo se comportan erráticamente, la
función de nuestros riñones e hígado se hace más lenta, y nuestros cerebros no pueden trabajar
en la forma en que fueron diseñados, todo esto debido a un exceso de azúcar y a sustitutos de
azúcar. ¿Hay duda de que esta dieta no es lo que Dios quería? 

Mucho de lo mismo se podría decir de cualquier otro depresivo o químico que ponemos en
nuestro cuerpo y que causa nuestro deterioro. ¿Hay duda alguna de que Dios quería que
nosotros consumiéramos una dieta sana basada en alimentos completamente naturales? Saben,
Adán y Eva nunca comieron papas fritas. Moisés nunca comió una hamburguesa con queso. Los
12 discípulos obtenían su desayuno bien fresco del Mar de Galilea. De la Tierra Prometida se dijo
que fluiría "leche y miel"  [Éx. 3:8; Lev. 20:24; Núm. 13:23; Ez. 20:26]. Pero la mayor parte de
nuestra comida hoy en día no viene de la naturaleza, sino de fábricas gigantes de comida
procesada o cadenas de comida rápida.
Bien, necesitamos hacer una pausa porque aquí es cuando se torna personal. Esperamos no
ofender a nadie con esto.  Pero el hecho es poca gente (incluídos los cristianos) se detienen a
pensar que gastan mucho en tiendas de comestibles donde compran alimentos procesados y
cómodos que no son lo que Dios tenía por intención. Muchas comidas que vienen en cajas, latas,
y paquetes sellados o que contienen ingredientes que ninguno de nosotros podemos pronunciar,
son, probablemente, cosas que Dios no quería para nosotros.

Estamos tratando de sostener nuestra salud con alimentos que están restructurados en un
laboratorio por hombres, en vez de ser producidos por la naturaleza como Dios lo había
dispuesto.  Dicho de otra manera, en general, cada supermercado en Estados Unidos  está
repleto de grandes estantes de suplementos vitamínicos, sino es que de una farmacia gigante en
la que se ofrecen medicamentos prescritos. 
Los multavitamínicos no existieron sino hasta 1934: antes, simplemente no los necesitábamos.
Ahora, hay una gran cantidad de suplementos de minerales y vitaminas en cada supermercado;
y eso solo porque en la fábrica se le quitaron los nutrientes que en principio nos había otorgado
Dios. Si en una farmacia no se te venden productos para tu molesto estómag, entonces debe ser
la diabetes, la presión arterial, las que se te debe atender para que te fortalezcas. Todo esto con
el fin de reparar nuestra salud de los efectos destructivos de esa comida procesada que habías
cargado en tu carrito de supermercado ¡en esa misma tienda! Y, no se tú, pero todavía no he
visto una farmacia en el interior de un mercado de agricultores.

Cuando te detienes a pensarlo, es claro que nuestra dieta hoy en día no refleja lo que Dios
quería para nosotros en la Creación. Tal vez sea hora de repensar nuestros estilos de vida. Tal
vez es hora de tomar el plan de Dios y regresar a comer los alimentos y hacer el ejercicio que
Dios planeaba, en vez de aceptar que las enfermedades resultantes son parte del plan de Dios.
Estamos llamados a glorificar a Dios en todo lo que hagamos, y sin embargo, muchos dañan sus
cuerpos con alimentos artificiales y indulgencias poco saludables que Dios nunca quiso para
nosotros. A la luz de esto, ¿es tan difícil entender porqué tantos han visto su salud siendo
destruida por los estilos de vida modernos?

Bien, este es un punto claro que dista entre el mundo de hoy y los días bíblicos, pero ¿cómo
podemos aplicar estas enseñanzas y mejorar nuestra salud?
Para dar una perspectiva de esta pregunta, Nexsmax Health acudió a un médico que no solo es
un destacado cardiólogo, sino también, un devoto cristiano. Conozcan al  Dr. Chauncey Crandall,
egresado de la  Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y activo cardiólogo que ha
realizado más de  40,000 procedimientos quirúrgicos cardiacos, y que ha estado activamente
envuelto en misiones cristianas alrededor del mundo. Director de Medicina Preventiva en la
Clínica Cardiovascular de Palm Beach, el Dr. Crandal atiende a todo tipo de personas:
trabajadores comunes, ancianas y ancianos, millonarios y billionarios, y viaja a zonas pobres en
países tercermundistas, llevando cuidado, asistencia médica, y amor de Dios a aquellos que
están necesitados. Él es un firme creyente en la buena ciencia y, ofreciendo lo mejor de lo mejor
que se tiene en tecnología médica, y por su historial de carrera exitosa, al Dr. Crandall a menudo
se le pide que comparta sus experiencias con audiencias en todo el mundo. Y ahora, el Dr.
Crandall nos comparte con sus opiniones sobre porqué los cristianos se enferman...

NewsmaxHealth: Así que, Dr. Crandall: ¿porqué se enferman los cristianos?

Dr. Crandall: "Bueno, es muy claro para mí, habiendo tratado a miles de pacientes, que nuestros
estilos de vida modernos no son lo que Dios quería para nosotros. Tomamos alimentos hechos
por el hombre, trabajamos en ambientes hechos por el hombre, y nos entretenemos con
diversiones hechas por el hombre. Ahora bien, cierta parte de esto es inevitable, y no quiero
decir que debamos vivir en cuevas. Incluso mi propia profesión es practicada y realizada en un
ambiente altamente controlado y hecho por el hombre. Pero solo toma un esfuerzo
relativamente pequeño de nuestra parte para consumir una dieta saludable basada en comidas
naturales y para dar a nuestro cuerpo el ejercicio que Dios quería para nosotros. Mi creencia es
que combinar estas prácticas con la fe y la oración puede restaurarnos a la buena salud que Dios
planeaba para nuestras vidas. Dios no quiere que seamos enfermizos."
NewsmaxHealth: Dr. Crandall, usted es un especialista en cardiología y aquí hablamos de la
salud integral del cuerpo. ¿Puede un especialista como usted realmente referirse a la
perspectiva de todo el cuerpo humano?

Dr. Crandall: A saber, esa es una gran pregunta. El corazón es


el centro de la salud de todo el cuerpo por dos razones críticas. 

La primera es que el corazón es el que bombea el oxígeno a cada célula del cuerpo. Podemos
vivir sin comida por algunos cuantas semanas, y sin agua por unos cuantos días, pero nuestras
células empiezan a morir en minutos si no obtienen el oxígeno suplementado por el corazón. Si
tu corazón es saludable, tus células recibirán el oxígeno y los nutrientes que necesitan para estar
saludables, para regenerar nuevas células y para deshacerse de la enfermedad. 

Y la segunda razón es esta: que un tiempo de vida con malos hábitos tiende a manifestar sus
efectos primero y con la peor consecuencia en el corazón. Sin el suficiente ejercicio aeróbico, el
músculo del corazón se debilita y no puede bombear sangre eficientemente a todo el cuerpo.  Y
una mala alimentación lleva a niveles altos de colesterol y bloquea las arterias que están cerca
del corazón. Nuestro hígado y riñones pueden limpiar mucho del daño en nuestro cuerpo, pero
no pueden limpiar nuestras arterias. El daño progresa lentamente, trágicamente y en un gran
número de pacientes, los primeros síntomas de arterias tapadas es un ataque fatal al corazón.

Decir que un desayuno de puerco, tocino, huevo, queso, salchichas, papas fritas y salsa picante
equivale a un ataque al corazón, no es en tono de broma, y veo los resultados en mi oficina o en
la sala de operaciones todos los días. Mantener la salud del corazón es también esencial para
evitar una embolia y el Alzhaimer. 

NewsmaxHealth:  Una pregunta más Dr. Crandall:  ¿Qué consejo le daría a un cristiano   que
quiere conformar su vida a la voluntad de Dios y experimentar una perfecta salud?
Dr. Crandall:  Bien, el simple hecho de hacer la pregunta es un gran paso en la dirección
correcta.  He visto que mucha gente espera hasta que ya está en muy malas condiciones, antes
de que comience a tomar seriamente la cuestión de su salud, o de acudir a Dios por ayuda.  Esto
es especialmente cierto en lo que respecta a la salud del corazón. 

Soy un profundo creyente en consumir una dieta sana. Esto no significa que tengas que privarte
a ti mismo en comer como conejo. Simplemente significa escoger las comidas naturales que Dios
creó, las cuales son superiores en todos los sentidos a la comida procesada hecha por el
hombre. 

Dios describió la Tierra Prometida como una de la cual emanada leche y miel. Claramente, Dios
quiere que tengamos una alimentación que verdaderamente disfrutemos: está provista en una
abundancia de frutas naturales, vegetales, granos, carne, pescado y aves, todos los cuales son
para que los disfrutemos. Esto es consistente con la dieta mediterránea que es amigable para el
corazón, y no creo que sea ninguna coincidencia en absoluto el hecho de que la Tierra Santa está
en la Cuenca del Mediterráneo. Esta alimentación sana, basada en comida bíblica, ha sido
practicada desde el comienzo de los tiempos.   

Creo que los cristianos podemos mejorar nuestra salud y nuestra vida, la vida que Dios planeó
para nosotros, si simplemente conformamos nuestra vida a la Voluntad de Dios en estas
elecciones tan simples respecto a lo que comemos y bebemos. De hecho, no solo lo creo, Dios lo
promete..."

...El Dr. Crandall no solo es un reconocido conferencista; es


también el editor del Hearth Health Report, una hoja informativa publicada mensualmente para
tratar temas de una vida saludable para el corazón. En su trabajo, el Dr. Crandall se encontró
recientemente con el libro de un reconocido pastor cristiano que explora muchos de los asuntos
que hemos discutido en este mensaje. El libro se titula  "Por qué se enferman los cristianos"   y es
base para muchas de las ideas que hemos explorado el día de hoy. El libro fue publicado hace ya
varios años, y se volvió tan popular que se ha publicado de nuevo dos o tres veces. Contiene
respuestas precisas y bíblicas sobre porqué los cristianos nos enfermamos y continúa en más
detalle de lo que podemos hacer ahora. Analiza el impacto de los fármacos prescritos en la
profesión médica; el gran costo físico del estrés, los malos sentimientos y el ejercicio
inadecuado: cómo nosotros, como cristianos, involuntariamente violamos las leyes naturales de
Dios, y mucho más. 

En la primera página introduce el tema de especialidad del Dr. Crandall: las enfermedades del
corazón, haciendo notar que millones de personas mueren por causas cardiacas cada año. El
libro indaga cómo los cristianos pueden evitar tanta enfermedad y males cardiacos, al tiempo
que buscar responder cómo experimentar una mejor salud. Hace preguntas importantes, tales
como: ¿Puede librarse la gente de malestares físicos? ¿El cáncer y otras enfermedades que
amenazan la vida son evitables? ¿Qué puede hacer una persona para evitar la enfermedad, ya
sean alergias, o asma o Alzhaimer? 

Rev. George Malkmus, autor del libro


y fundador de Hallelujah Acres

El autor se hacía preguntas similares en su mente cuando   a los 42 años fue diagnosticado con
cáncer de colon.  "¿Cómo puede ocurrir esto?",  preguntó al Señor. "¿Cómo es posible que un
cristiano pueda adquirir cáncer?".  Negándose a aceptar el cáncer como lo que Dios quería para
su vida, él comenzó un intenso estudio bíblico y científico para encontrar el porqué, y, de ser
posible, encontrar una alternativa para los tratamientos tóxicos, invasivos y frecuentemente
insatisfactorios en la profesión médica. Lo que descubrió, no solo le trajo salud a su cuerpo, sino
que también resolvió muchas preguntas que otros creyentes bíblicos se hacen alrededor del
mundo, incluyendo el "por qué se enferman los cristianos?".... Hay muchos libros buenos sobre
salud hoy en día, pero es difícil encontrar uno solo en el que cada capítulo parta de la Escritura y
cada remedio esté basado en la Palabra atemporal de Dios.

En la página 30, se lee que las únicas fuentes de las cuales la sangre puede derivar el material
reconstructivo para las células, son: la comida que comemos, el líquido que bebemos y el aire
que respiramos, así que debemos tomar estas decisiones con mucha sabiduría... Quizá sea
tiempo de que dejemos de  escondernos del Señor  y culparlo por nuestros problemas... Contiene
un dato interesante de la página 38: la persona promedio pone más atención al grado de
gasolina que pone en su coche,   que a la comida que pone en su boca.   Luego, al comienzo de la
página 53, se leen perspectivas fascinantes sobre el uso de fármacos prescritos. ¿O deberíamos
decir: el mal uso? (porque gran parte de los fármacos prescritos realmente son un intento de
venir y salvarnos de las malas elecciones que hemos hecho sobre lo que ponemos en nuestras
bocas y qué tanto movemos nuestros cuerpos)... 

El Dr. Crandall ha viajado por el mundo estudiando culturas antiguas y contemporáneas. Ha


observado que otras culturas simplemente no sufren tanto de enfermedades del corazón como
los estadounidenses. Esto permanece como una evidencia convincente de que las enfermedades
del corazón son producto de la manera en que vivimos y comemos... también la dieta puede
prevenir posiblemente la artritis, la diabetes y la demencia cenil. 

El Dr. Crandall dice que hay algo malo en que nuestro sistema médico se haya vuelto tan
fragmentado. Un distinto especialista trata una distinta parte del cuerpo, pero, en la realidad, la
biología humana es un sistema unificado e interconectado. De tal manera que no le pareció algo
sorpresivo cuando aprendió que unos investigadores descubrieron una estrecha relación entre
enfermedad coronaria y la enfermedad de Alzhaimer. "Muy a menudo se lee  que no hay nada
que puedas hacer sobre el Alzhaimer, pero eso no es verdad", dice él; "si tienes tu corazón
saludable, hay una posibilidad muy alta de que tu cerebro también permanezca saludable..."

La oración también nos ayuda con muchas pruebas y tribulaciones que enfrentamos,
proveyendo una fuente de consolación y esperanza. Ahora hay estudios que demuestran que
también hay una conexión entre espiritualidad y menos depresión, menor presión arterial y una
habilidad mejorada para enfrentar dificultades económicas y dolor físico, para tener una salud
en general, y una vida más larga. Estas son muchas razones grandiosas para arrodillarte o
juntar tus manos en oración...  [pidiendo también que Dios te de fuerza y sabiduría para cambiar
tu alimentación y estilo de vida conforme a Su Voluntad...]

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