Psychology">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Un Sublime Horror Llamado Fobia

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

VIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología

XXIII Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en Psicología del


MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires,
2016.

UN SUBLIME HORROR.

Diez, Verónica Gabriela.

Cita: Diez, Verónica Gabriela (2016). UN SUBLIME HORROR. VIII Congreso


Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología
XXIII Jornadas de Investigación XII Encuentro de Investigadores en
Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología - Universidad de
Buenos Aires, Buenos Aires.

Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-044/699

Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso
abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su
producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite:
http://www.aacademica.org.
UN SUBLIME HORROR
Diez, Verónica Gabriela
Escuela doctoral: Recherches en psychanalyse. Paris VII. Francia
RESUMEN La crisis de angustia en la fobia se desencadena frente a aquello
La crisis de angustia en la fobia se desencadena frente a aquello que que se presenta como un precipicio. Pero es necesario distinguir
se presenta como un abismo. Pero es necesario distinguir dos topos dos topos en la fobia: el de la puesta en función del objeto fóbi-
en la fobia : el de la puesta en función del objeto fóbico, que permite co, que permite delimitar una escena sin entrar en contacto con el
delimitar una escena sin entrar en contacto con el objeto del miedo objeto del miedo y el del momento de pánico, cuando el objeto se
y el del momento de pánico, cuando el objeto se desliza al interior desliza al interior de la escena haciendo estallar dicha escena.
de la escena haciendo estallar dicha escena. Si bien esta relación de Sigmund Freud, al exponer el caso Hans, subraya que en la fobia
la fobia al espacio está tempranamente distinguida por Freud, en el asistimos a una organización y desorganización del espacio. El fun-
campo psicoanalítico después de Lacan, nos habituamos rápidamen- dador del psicoanálisis escribe: Un día por la calle, Hans enferma
te a comprender el objeto fóbico en tanto que signiicante, evitando, de angustia: aún no puede decir de qué tiene miedo (…) Entretanto
a mi entender, la cuestión imaginaria de ese objeto. De esa forma, recogemos indicios de aquello en lo cual se ha ijado la libido de-
perdemos la perspectiva espacial que la fobia nos señala : cuando venida angustia. Exterioriza el miedo, totalmente especializado, de
justamente la fobia abre una pregunta radical sobre el espacio y lo que un caballo lo morderá. Llamamos « fobia » a un estado pato-
imaginario. Nosotros intentaremos recuperar esa pregunta que la lógico como éste, y podríamos incluir el caso de nuestro pequeño
fobia encarna. Primero abordaremos la cuestión del estatuto del ob- en la agorafobia si esta última afección no se singularizara por el
jeto y luego aquello que hace a la singularidad del enmarcado de la hecho de que la compañía de cierta persona escogida al efecto, el
escena fóbica. De este modo, la perspectiva espacial se ordenará en médico en el caso extremo, vuelve fácilmente posible la operación
virtud de las diversas formas de conigurar una escena subjetiva en en el espacio donde ella es de ordinario imposible. La fobia de Hans
el juego, el fantasma o en la fobia. no obedece a tal condición, pronto prescinde del espacio y toma,
cada vez con mayor claridad, al caballo como objeto…1
Palabras clave De este modo, Freud explica como la elección de un objeto, el ca-
Fobia, Objeto Fobico, Escena subjetiva ballo en este caso, permite a Hans hacer abstracción del espacio,
lo que produce una reorganización del territorio donde Hans puede
ABSTRACT moverse. Entonces, aún cuando se trata de la fobia a un objeto,
A SUBLIME HORROR y no de las fobias espaciales propiamente dichas: claustrofobia o
The panic attacks triggered the phobia against what is presented agarafobia, una “1relación compleja se establece entre el objeto
as a cliff. But it is necessary to distinguish two types of space in y el espacio. Podemos decir entonces que, la elección del objeto
the phobia: the commissioning function of the phobic object, which afecta, determina, recorta el espacio.
can deine a scene without contact with the object of fear and the Si bien esta relación de la fobia al espacio está tempranamente
moment of panic when the object slips into the popping scene that distinguida por Freud, en el campo psicoanalítico después de La-
scene.??While this relationship phobia space is distinguished by can, nos habituamos rápidamente a comprender el objeto fóbico
Freud early, in the psychoanalytic ield after Lacan, we become en tanto que signiicante , evitando, a mi entender, la 2 cuestión
habituated quickly understand the phobic object while signiicant, imaginaria de ese objeto. De esa forma, perdemos la perspectiva
avoiding, in my opinion, the imaginary question of that object. That espacial que la fobia nos señala: cuando justamente la fobia abre
way, we lose what the phobia spatial perspective tells us: when una pregunta radical sobre el espacio y lo imaginario.
the phobia just opens a radical question about space and the Nosotros intentaremos recuperar esa pregunta que la fobia en-
imaginary.??We will try to recover that question phobia embodies. carna. Primero abordaremos la cuestión del estatuto del objeto y
First we will address the question of the status of the object and luego aquello que hace a la singularidad de la escena fóbica. De
then that makes the uniqueness of the phobic scene. Thus, the spa- este modo, la perspectiva espacial se ordenará en virtud de aque-
tial perspective is ordered under that shapes a subjective scene. llo que conigura una escena subjetiva. Recordemos que Jacques
Lacan diferencia « el mundo de los acontecimientos », « la escena
Key words del mundo » : escena de palabras donde los acontecimientos son
Phobia, Object Phobic, Scene subjective verbalizados y « la escena sobre la escena »3. A partir de esta dis-
tribución, la escena subjetiva es abordable en relación a un fuera
de escena. El marco de la escena recupera así toda su importancia
El espacio puede desorganizarse, la escena, donde creemos estar en tanto lugar de clivaje que permite o no una articulación entre los
bien instalados, puede rasgarse, podemos sentir que un abismo dos lados de la escena: escena subjetiva y mundo. Esa diferencia
nos devora y que todo eso nos pasa sin que nadie, salvo nosotros entre las escenas, la concebimos en torno a un contrapunto entre
mismos, se de cuenta del terremoto que nos habita. Seguramente, la manera en la que la escena fóbica enmarca su escena con un
varios de nosotros podemos testimoniar sobre ese sentimiento de objeto del mundo y la manera en la que la escena fantasmática
vértigo. Hay lugares privilegiados para ello: una ventana, un balcón, encuentra su borde en la letra, siendo una escena de palabras que
una terraza, la montaña, lugares donde nos acercamos a un borde será puesta en acto después de la pubertad.
que puede hacernos vacilar. En ese punto, podemos experimentar Nuestra tesis es la siguiente: Proponemos abordar la fobia desde
el erotismo de la relación con esos sitios y esos abismos. el punto de vista de la función de su objeto en la delimitación del

212
contorno de su escena. Sostenemos que los límites de la escena Recordemos que, en ese cuadro, el mismo Velázquez es el que
fóbica devienen inquietantes por la presencia paradójica del objeto aparece pintando un cuadro al que no vemos. Sobre esa opera-
fóbico. Ese objeto sirve a ijar un punto del espacio que permite de- ción de Velázquez es que Lacan acuña la frase: « Tu no me ves
limitar un territorio habitable, frecuentable ; pero al mismo tiempo desde yo te miro » Lacan lo explica así: No hay un allá desde
favorece una suerte de continuidad entre la escena subjetiva y el donde Velázquez invoca ese « tu no ves desde donde yo te miro
fuera de escena. Lo que conlleva el riesgo de homogeneizar ambos ». Ese lugar, ese intervalo no marcado es, precisamente, ese allá,
lados de la misma. Es por ello que creemos que el sentimiento de lo donde se produce la caída de aquello que está en suspenso bajo
familiar inquietante, destacado por Freud, está intimamente ligado el nombre de objeto a. No hay otro allá del cual se trata, en el
a la fobia.”2 cuadro, sino de ese intervalo.7
De esta forma, Lacan ejempliica lo que hace a la división del sujeto
Estatuto del objeto fóbico y la pérdida del objeto a, como aquello que, en la constitución de la
El objeto fóbico evoca iguras como las del « sublime horror » o « visión, conforma la base del fantasma. Ese intervalo donde Lacan
el extranjero familiar » que son propias a la retórica del oxímoron. dice que cae el objeto a, conigura un borde que orillea un vacío.
¡Curiosa pieza ensambladora 4 de antónimos! Preservar ese vacío es atinente a los procesos de sublimación8.
Pero sobre todo, el objeto fóbico es aquel que quiero fuera de mi La sublimación permite una transformación económica del estatuto
vista pero al que no tengo que perder de vista! En este sentido, re- del objeto pulsional que no se basa en la sustitución signiicante
cordemos la cuidadosa atención de Hans con respecto a los caba- sino en la elaboración del vacío. El intervalo está en concordan-
llos y, especialmente, aquello que Hans expresa como sentimiento cia con ese lugar del vacío que es diferente del vacío que produ-
de rareza frente al caballo. Hans remarca lo oscuro alrededor de ce horror como en los fenómenos de lo ominoso. Ominoso es ese
los ojos del caballo, que Freud lúdicamente sitúa en relación a los sentimiento que se produce cuando aquello que debería faltar a la
anteojos del padre. imagen por ejemplo « mi mirada » aparece re-situado en la imagen
Guy Le Gaufey propone del objeto fóbico la deinición siguiente: « ella me mira ».”4Cuando el objeto fóbico opera en clave signii-
El objeto fóbico es un objeto del mundo elevado a la dignidad del cante permite trazar la linea, la raya, el marco que intenta separar,
objeto a. aislar, dejar fuera una mirada que puede devenir voraz.
No es un objeto a. Es una reduplicación imaginaria del objeto a, a Porque en efecto, hay ciertas miradas que son antropófagas ! Los
través del cual, el fóbico pone en escena, una verdad estructural : límites devienen inquietantes ante la vacilación de ese objeto. De
que el sujeto ex-siste al sistema signiicante o para decirlo de otro modo que, en los momentos de pánico, el objeto no solo deviene
modo : hay un límite en el hablante. Ello a condición de leer las desmedido sino que se desliza en lo enorme. Porque ese objeto
conductas evitativas de la fobia como una puesta en escena del es el ícono de la presencia de un otro tipo de objeto: el escópico
juego pulsional…5 que puede saltar a los ojos del fóbico. Así, en los momentos de
El objeto fóbico se presenta así como una reduplicación imaginaria pánico, podemos observar una dislocación entre lo imaginario del
del « objeto a ». objeto y su función signiicante. Cuando un fragmento del mundo
Precisaremos que, a nuestro entender, esa reduplicación del « ob- es percibido como separado, su sentido deviene indeterminable y el
jeto a » toma la forma del objeto escópico. Lacan aborda la cons- sentimiento de soledad y pánico se desencadena. Cuando el objeto
titución del objeto mirada a propósito del fantasma. Sabemos que mirada se desliza, de los 9 límites de la escena al interior de la
el fantasma escribe la relación entre el sujeto del inconciente por misma, el sujeto entonces pierde autonomía, la escena se deshace
un lado y el objeto perdido por el otro. Pero el fantasma no sólo es y el sujeto queda confrontado solitariamente al vacío. Un vacío des-
una frase articulada en una escena como el ejemplo de « un niño anudado de lo simbólico.
es pegado » sino que también se trata de la articulación a un objeto Es decir un vacío que lo confronta a la falla del Otro. Instante donde
pulsional. Lo importante a remarcar es que esa escena imaginada el sujeto debe reconocerse sin recursos del lado de ese Otro. Jorge
es vista y todo ello conforma el fantasma. Fukelman airmaba que « si el vacío no está anudado en lo simbóli-
Lacan, en El seminario El objeto del psicoanálisis, intenta explorar el co, es decir, articulado con la castración, ese real agujereado se me
campo visual del fantasma haciendo una analogía con la estructura presenta como una boca que puede tragarme ».10
del cuadro y la técnica de la perspectiva central. Está particular- En in, en la fobia no sucede como en el resto de las neurosis, donde
mente interesado en el marco del cuadro, y en el intervalo produ- el espacio se articula simbólicamente bajo la égida de la castración.
cido entre el punto del sujeto mirante y la escena representada en Tampoco se trata del espacio sin límites de la psicosis sino de una
el cuadro. Empieza por cuestionar el término « marco». Ensaya pre- presencia pulsional no suicientemente afectada por lo simbólico,
cisiones buscando otras maneras de nombrar aquello que quiere no suicientemente separada de su consistencia imaginaria.
cernir. Así vienen las palabras: ’framing’ del inglés, ‘practicable’ que
sería el decorado de fondo en el teatro, y ‘bastidor’ que hace alusión Una escena sin intervalos
no tanto al marco exterior que encuadra la tela, sino al armazón del Los padres de Guille consultan porque su hijo sufre de pesadillas
cuadro. De “3 hecho, con respecto al marco va a poner como ejem- y miedos recurrentes frente a una máscara que representa la cara
plo a René Magritte que tiene una forma muy singular de enmarcar. de un personaje infantil « Pie grande ». Esa máscara se encuentra
En cuanto a la técnica de la perspectiva central, Lacan aborda el colgada en la pared del primer piso de la casa, por donde Guille ya
célebre cuadro de Las Méninas de Diego Velázquez. El psicoanalista no puede pasar sin tener un ataque de angustia. Sobre la historia de
hace de ese cuadro una carta dada vuelta y lo expresa de la manera esa máscara surge que poco antes de lo síntomas, el padre jugaba
siguiente: a asustar a Guille con ella, se ponía detrás de la máscara y la ani-
Yo diría que ese cuadro es efectivamente una carta invertida (…) maba. En los encuentros con Guille, él propone juegos que implican
Velázquez está ubicado a una cierta distancia del cuadro que está la construcción de caras, de puertas enmascaradas, de mirillas por
pintando. Es esto lo que subyuga porque esa subyugación está en donde espiar a los monstruos. Fue a la ocasión del armado de una
relación directa a lo que yo llamo la subversión del sujeto.6 máscara que Guille decide agujerearla a la altura de los ojos, le in-

213
cluye párpados para abrir y cerrar los ojos y la irma con su nombre. donde esa escena se sostiene.
Un poco después de esa escena, Guille seguirá jugando con sus Si exponemos la cuestión del lado del espejo, diríamos que, gracias
pares y no ya en análisis.”5 a que algo no entra en la imagen virtual es que el espejo puede
Luego, volveremos a este pequeño recorte clínico. Por el momento, cerrarse. Fukelman decía « si hay un lado de acá del espejo quiere
retomemos el seminario El objeto del psicoanálisis. Alli Lacan expli- decir que no está en el campo del espejo » 14 El costado de acá
cita lo siguiente: El cuadro de Velázquez… es, según un término… del espejo implica un punto de exterioridad, un límite y por lo tanto
que tomo de Freud, representante de la representación (…) Ahora una diferencia, una heterogeneidad de dos lugares. Del lado de la
bien lo que nos importa en nuestra experiencia, la experiencia ana- escena lúdica, el espacio de juego está delimitado por algo que no
lítica, está centrado sobre el fenómeno de la pantalla… La pantalla entra en juego en ese espacio. Si el juego es el campo del « como
no es solamente lo que oculta lo real, lo es seguramente, pero al si » la verdad necesariamente está en disyunción con ese campo.
mismo tiempo lo indica. Ahí está el punto pivote a partir del cual te- Porque hay diferencia y heterogeneidad puede haber articulación
nemos, si queremos dar cuenta de los términos mínimos en nuestra simbólica de ambos lugares y entonces puedo sentir una imagen
experiencia como connotados por el término escópico y ahí desde como propia o que una escena me representa. El juego de presen-
luego no tenemos que ver sino con el recuerdo encubridor, tenemos cia ausencia, esencial al campo de la representación, permite la
que ver con ese algo que se llaman fantasma, tenemos que ver con constitución de ese espacio imaginario determinado y articulado
ese término que Freud llama, no representación, sino representante simbólicamente.”7
del sujeto.11 Ahora bien, si airmamos que la caída del objeto permite el armado
Cuando hablamos de representación hablamos de un signo que y cierre de la escena fantasmática, qué sucede con la fobia , donde
representa algo para alguien, por ejemplo, en la experiencia del venimos 15 de airmar que una de sus características es la necesi-
espejo : la imagen del cuerpo en el espejo representa « mi bebé » dad de la presencia del objeto para delimitar su escena ? El objeto
para la madre. Alguien se mira en el espejo y aparece representa- mirada, que es una de las formas del objeto a, no se ausenta de la
do en la imagen virtual, siempre y cuando reconozca esa imagen escena fóbica, muy por el contrario, la sostiene. La fobia ensambla
como propia, que esa imagen lo representa. Es decir, que hay una su mundo con esa curiosa pieza que le permite una respuesta de
distancia entre algo que se presenta y algo que se representa. Este táctica espacial frente al Otro. Táctica riesgosa porque deja un ca-
hecho establece una distancia entre representado y representante. nal abierto entre un lado y otro de la escena. Ello pone en riesgo
Jorge Fukelman nos ha enseñado a pensar esa diferencia entre una homogeneización de ambos lados de la escena, favoreciendo
representante y representación a la luz de otra diferencia, esta vez la proliferación de los fenómenos atinentes a lo ominoso, es decir,
entre el « ser copulativo » y el « ser óntico ». Él lo explicaba así: aquello que siendo familiar puede pasar de golpe del otro lado, de
Si ese cuadro que representa el padre de la patria, San Martin, lado de lo extraño e inquietante.
yo lo rompo, podrian castigarme porque ataqué un símbolo de la Retomemos nuestra viñeta. El objeto que se convirtió en fóbico para
patria. Dicho de otro modo, ese hecho dice que la representación Guille fue la máscara con la cual el padre había jugado a asustarlo.
no representa solamente, sino que, ese cuadro es San Martin (…) Podemos imaginar entonces que, en esa máscara, a la altura de los
La mediación, la distancia, es decir, la pérdida del objeto es aquello agujeros que se corresponden con la zona de los ojos, aparecía no
que da la posibilidad de no estar en relación con el ser óntico entre un vacío sino la presencia de los ojos del padre. Objeto escópico de
representante y representado una potencia temida. Cuando Guille logra hacer caer esa mirada,
(…) Lo que muestra que representante y representado pueden ho- agujerear esa máscara del
mogeneizarse.12 Otro, el abismo que antes se le abría en la escalera donde la más-
Es de esa pérdida del objeto que se sostiene la escena fantasmáti- cara se situaba, deja de ser un precipicio terroríico. Agujerear, per-
ca: si el objeto se presentiica en la escena el fantasma se disuelve. forar, extraer, sustraer son acciones que permiten la conquista de
La pérdida del objeto permite que la “6 escena se sostenga y por lo un nuevo espacio y la multiplicación de miles de puntos de fuga.
tanto que no se produzca una homogeneización de un lado y el otro El abismo se dispersa y da lugar a una acción posible porque el
lado de la escena. Si abordamos esta cuestión, desde la estética, vacío pasa a ser articulado simbólicamente. De este modo, una mi-
podemos leer como Louis Marin destaca la función performativa del rada, una perspectiva propia se constituye y él puede irmar con su
marco: El marco es un ornamento del cuadro, pero es un ornamento nombre la propia máscara.
necesario: es una de las condiciones de posibilidad de la contem-
plación del cuadro, de su lectura y de su interpretación (…) Si la A modo de conclusión
pintura no dispone de una lengua propia… dispone de recursos Las Méninas de Diego Velázquez es un cuadro que pertenece a un
especíicos que no son discursivos ni miméticos. El enmarcado del momento particular de la historia del arte : el barroco. Recordemos
cuadro es la condición semiótica de su visibilidad pero también de que, en esa época de la historia del arte, el marco tenía una función
su legibilidad (…) El marco es un signo performativo, un proceso de separación neta entre el mundo y la escena. Función que, si hoy
teórico que deine el lugar de una operación simbólica.13 nos parece evidente, es porque no tomamos en cuenta los años que
Ese marco, operando de separación entre la escena y el mundo o llevó en montarse tanto el marco como la misma idea de represen-
como cierre de una escena de representación, es propio a la escena tación. Facundo Tomás, historiador del arte, escribe :
fantasmática. En efecto, el marco que constituye la escena fantas- Con el Renacimiento, la representación se orienta hacia la imitación
mática es un signo performativo, gracias al cual, representante y de la apariencia de las cosas. (…) La pintura se orienta hacia la vo-
representado se mantienen como elementos separados y hetero- luntad de posesión de lo real; atrapar la realidad dentro del marco
géneos. Ello permite el intervalo necesario entre un lado y el otro de para disponer de tiempo y espacio a propio antojo. De la voluntad
la escena. En todos los aparatos de inscripción subjetiva como el gótica de ilusionar un”8 mundo celestial, un espacio sagrado e in-
espejo, el juego o el fantasma se trata del enmarcado de una esce- tangible, se pasa al deseo de semejar las cosas reales: el éxito del
na como cierre y armado de esa escena. Se trata de un recorte de pintor consiste ahora en engañar los sentidos del espectador para
la escena que produce una exterioridad, un ‘fuera de marco’ desde que crea que lo pintado es lo real mismo.16

214
Pero esa copia de lo real, esa articulación entre representación NOTAS
y mundo sólo puede lograrse porque es, en este período, que la 1 Sigmund Freud, « Análisis de la fobia de un niño de 5 años », (1909) O. C.
pintura ha pasado a ser una metáfora del mundo. El espacio del Vol. 10, Amorrortu, Buenos Aires,1988, p. 93-94
mundo de la ilusión igurado en el cuadro es diferente del mundo 2 Jacques Lacan, El seminario, libro 4, Las relaciones de objeto , Paidós,
real, por ello es posible la copia. Pero si nos remontamos al arte Buenos Aires, 2005
románico podremos comprobar la falta de segregación entre las 3 Jacques Lacan, Le séminaire, Livre 10, L’angoisse , Seuil, Paris, 2004,
distintas categorías de la realidad y entre diferentes artes. Tomás p. 43-45
explica: A este tipo de concepción del mundo no escindida, de in- 4 Ver Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas sobre las fobias,
tegración entre lo perceptible y lo espiritual, hallamos valores de Anthropos, Paris, 2000
airmación de la propia presencia de la pintura, de su materialidad 5 Guy Le Gaufey, « Le lieu-dit », Revue Littoral n° 1, Blasones de la fobia ,
y supericialidad : el arte se constituye como una continuación de Eres, Paris, 1981, p. 53-54. (La traducción es nuestra.)
la vida, ocupando lugares similares a los que ocupa cualquier otro 6 Jacques Lacan, El seminario, libro XIII, El objeto del psicoanálisis, A.L.I.
objeto cotidiano… Cuando hablamos de« simbolización » en los , 2010, p. 293
tiempos pregóticos, debemos entender una ligazón entre simboli- 7 idem, p. 329
zante y simbolizado que no permite pensar en dos entidades dife- 8 Cristina Marrone, El juego, una deuda con el psicoanálisis, Lazos, Buenos
rentes. (…) De nuevo un pensamiento mágico que liga lo tangible a Aires, 2005
lo inmaterial, como en la religiosidad romana o en ciertas religiones 9 Ver Pierre Kaufmann, L’expérience émotionnelle de l’espace, Vrin, Paris, 1999
sincréticas actuales. 17 10 Jorge Fukelman, « Ponerse en juego », Conferencia en Cartagena , In-
La fobia no enmarca su escena ni a lo Magritte, ni a lo Velázquez édito (al momento de esta tesis), 1996
sino al estilo de los pregóticos. Un marco que, no efectiviza un corte 11 Jacques Lacan, El seminario, Libro XIII, El objeto del psicoanálisis, A.L.I.,
entre mundo y escena, no es un marco performativo sino deíctico. 2010, sesión del 18-05-1966, p. 161
El objeto fóbico indica, designa el lugar inquietante delimitando el 12 Jorge Fukelman, « Ponerse en juego », Conferencia en Cartagena, 1996
espacio frecuentable de la escena subjetiva del fóbico. Es un obje- 13 Louis Marin, De la représentation , Gallimard, Paris, 1994, p. 316-317
to-signo más que signiicante. Signo del peligro, signo de la raya a 14 Jorge Fukelman, « Ponerse en juego », Conferencia en Cartagena, 1996
no cruzar, signo de la angustia a desarrollar, signo de una escena 15 Ver Alicia Lowenstein, Controversias acerca de la fobia , Letra Viva, Bue-
que, al no dar lugar al intervalo que anuda ambos lados de una nos Aires, 2010. Citamos p. 29 : « Formulamos la fobia como un conjunto de
escena, se arriesga a la catástrofe del desanudamiento subjetivo. elementos heterogéneos caracterizados por la insistencia de la angustia y
Recordemos nuestro objeto oxímoron: esa curiosa pieza banal pero la ausencia de fantasma como respuesta a la demanda del Otro »
que investida con las caracteristicas temidas pasa a ser venerada. 16 Facundo Tomás, Escrito, pintado, Visor, Valencia, 1998, p. 159
Objeto de culto que hace de ligazón entre lo tangible y lo inmaterial, 17 idem, p. 124-125
entre lo simbolizado y lo simbolizante. Ese objeto fóbico es un obje- 18 Ver Chantal Maillard, La sabiduría como estética, Akal, Madrid, 2000.
to de predilección, que salva de la pura angustia pero que mantiene Citamos p. 69: «No hay, en la obra de arte taoísta, centralidad convergente,
en la inquietud, es el objeto que libera y que tiraniza, que excita y sino múltiples puntos de fuga. Por ello el vacío atrae sin ser terrible. »
que horroriza.”9
Para terminar, algunas preguntas: si igura y marco tienen una fun- BIBLIOGRAFÍA
ción estética y retórica, ¿podemos atribuirles también una función Assoun, P-L., Lecciones psicoanalíticas sobre las fobias, Anthropos, Paris, 2000
subjetiva? Seguramente podremos acordar que el analista es aquel Freud, S., « Análisis de la fobia de un niño de 5 años » (1909), O.C., Amo-
que, en el marco del análisis, puede cada vez jugar al Fort-da ex- rrortu, Buenos Aires, 1998.
pulsando el peso del sentido. Pero, ¿no es también aquel que sabe Fukelman, J., « Ponerse en juego », Conferencia en Cartagena, 1996
dibujar contornos, permitiendo que lo familiar se separe de lo in- Kaufmann, P., L’expérience émotionnelle de l’espace, Vrin, Paris, 1999
quietante? ¿aquel que acompaña en los bordes arriesgando sus Lacan, J., El seminario, Libro 4, Las relaciones de objeto, Paidós, Buenos
propios abismos? ¿o aquel que cava intervalos en el eternopresente Aires, 2005
favoreciendo la apertura de agujeros carnavalescos 18 como emer- Lacan, J., El seminario, Libro 10, L’angoisse, Seuil, Paris, 2004
gencia de lo nuevo? Lacan, J., El seminario, Libro 13, El objeto del psicoanálisis, A.L.I., Buenos
Aires, 2010
Le Gaufey, G., « Le lieu-dit », Revue Littoral N° 1: Blasons de la phobie,
Epel, Paris, 1981
Lowenstein, A., Controversias acerca de la fobia, Letra Viva, Buenos Aires,
2010
Maillard, C., La sabiduría como estética, China : Confucionismo, taoísmo,
budismo, Akal, Madrid, 2000
Marin, L., De la représentation, Gallimard, Paris, 1994
Marrone, C., El juego, una deuda con el psicoanàlisis, Lazos, Buenos Aires,
2005
Tomás, F., Escrito, pintado, Visor, Valencia, 1998

215

También podría gustarte