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Formato CV en Blanco - Criterio Merco Sur - Arcu Sur
Formato CV en Blanco - Criterio Merco Sur - Arcu Sur
Formato CV en Blanco - Criterio Merco Sur - Arcu Sur
a una empresa. Esto quiere decir que todos los departamentos y personas que integran la
compañía deben tenerlos en mente para garantizarles una mejor experiencia. Entender los
tipos de clientes con los que tratas e identificar su personalidad son aspectos
fundamentales para deleitarlos y fidelizarlos.
Diferenciar y establecer categorías para los clientes te ayuda a interactuar mejor con ellos,
cerrar más ventas y satisfacerlos. Esto mismo es lo que los convertirá en embajadores de
marca y al final terminará por beneficiar a ambas partes: a tus clientes y a ti.
Todos en la empresa deberán tener esta noción, pero con mayor razón la fuerza de ventas,
ya que representa el primer vínculo con el cliente y sus miembros mantienen un trato
frecuente con él.
Cliente ideal o fiel
Cliente amigable
Cliente detallista
Cliente conversador
Cliente racional
Cliente reservado
Cliente tímido
Cliente exigente
Cliente impaciente
Cliente indeciso
Cliente negociador
Cliente autosuficiente
Cliente crítico
Cliente indiferente
Cliente nervioso
Cliente distraído
Cliente ocupado
Cliente que discute
Cliente confundido
Cliente descortés
Cliente insatisfecho
Cliente entusiasta
Cliente conservador
Cliente impulsivo
Cliente mercenario
Cliente apóstol
Cliente informado
Todos en la empresa deberán tener esta noción, pero con mayor razón la fuerza de ventas,
ya que representa el primer vínculo con el cliente y sus miembros mantienen un trato
frecuente con él.
Una vez que conozcas el perfil de tus compradores podrás crear fórmulas efectivas para
cada uno de ellos. Esto te hará más cercano a los clientes y mejorará la experiencia en
general de tus consumidores.
Facilita la segmentación
Para diferenciar tus tipos de clientes piensa en qué compran, cómo lo compran, cuánto
compran y con qué periodicidad. Estar al tanto de estos detalles te dará una idea general y
sabrás realmente el potencial que tienen de convertirse. Además, podrás reconocer si
concuerdan con la oferta que tienes.
Es posible que descartes algunas opciones al identificar que un perfil preliminar no va con lo
que ofrece tu empresa. Pero al identificar a clientes potenciales de algunos otros que no lo
son es mucho más fácil llevar a cabo una segmentación de públicos que te ayude a priorizar
tus esfuerzos de venta, atención y seguimiento.
Más adelante veremos que cada perfil de comprador requiere ser tratado de diferente modo.
Esto lo lograrás poniendo atención en sus particularidades, intereses y hábitos de consumo.
Eleva la lealtad
De la mano con el punto anterior, podemos resaltar que una vez que conoces las
necesidades del cliente tienes las armas necesarias para ofrecerle una solución o trato
hecho a la medida. El deleite lo obtienes al generar una experiencia única para cada cliente,
de tal forma que quede satisfecho y contento, que reconozca que hiciste un cambio positivo
en su vida y te vea como su mejor opción.
Por último, está el nivel más alto al que toda empresa debe aspirar con sus clientes: la
fidelización. En este nivel se ha generado tal confianza que tus clientes se vuelven
promotores de tu producto y marca. Es la prueba de un vínculo sólido a largo plazo: te
siguen comprando y además te recomiendan.
La tipología en la que nos centramos en este artículo clasifica a los clientes con base en su
personalidad.
Recursos complementarios
Curso y certificación gratuita de Inbound Marketing | HubSpot Academy
2. Cliente amigable
Es un cliente de carácter afable, tranquilo y que siempre está sonriendo: es quien se
preocupa por tu comodidad. Es educado y atento, pero aunque sea amigable y se muestre
receptivo a lo que dices, no significa necesariamente que esté de acuerdo y que la venta se
esté cerrando. Es necesario que hagas preguntas concretas que te indiquen que su sonrisa
es porque está convencido con lo que le estás presentando.
También te ayudará compartir su optimismo y ser amable igual que ella o él. Busca
recordarle constantemente los resultados que van a generar tus productos o servicios en su
empresa.
3. Cliente detallista
Se caracteriza por su calma para tratar los temas y por su capacidad de observación y
atención en los detalles. Será un perfil que se mantendrá tranquilo, siempre y cuando lo que
presentes no tenga una falla. Por eso requieres tener seguridad total en tu persona y tu
discurso, así como plantear objetivos claros y concretos para la reunión. De lo contrario, la
junta puede extenderse, sobre todo por las preguntas que pueden surgir por parte del
cliente que busca conocer todo en detalle.
Características del tipo de cliente detallista
Busca respuestas claras
Es exigente y sabe lo que quiere
Busca información
Cómo tratar y fidelizar a un cliente detallista
Tu trabajo debe ser cauteloso; revisa dos o tres veces tu propuesta antes de hacer una
presentación. No prometas nada que no vayas a cumplir y no exageres las bondades de tus
productos o servicios.
La mejor manera de fidelizar a este perfil es cuidar los detalles. Busca que tu trato sea
cordial y que tu imagen, expresiones y cualquier material que presentes destaquen por su
limpieza, coherencia y visibilidad.
4. Cliente conversador
Se le reconoce por estar siempre hablando, usa frases largas y recurre a muchas
anécdotas; aunque puede ser amistoso, acapara la charla. Esto puede desviarte del objetivo
de venta, así que necesitas hacer interrupciones cordiales para que puedas hablar sobre lo
importante en la reunión.
Dale un trato respetuoso en todo momento, sé atento y cordial en las pausas que le
obligues a hacer. Preséntale un producto o servicio concreto y busca generar empatía al
recordar lo que te ha dicho. Una vez que concretes la venta, dale un espacio para que
converse un poco de un tema que no tenga que ver con la reunión.
5. Cliente racional
Suele ser muy concreto y puntual, así que no le gusta andar con rodeos; es alguien
informado en general y enterado de lo que ofreces. Sabe del ámbito en el que se mueve tu
empresa. Con este tipo de cliente no puedes perder el tiempo, así que toma la iniciativa y
céntrate en los beneficios de tus productos o servicios.
Diferenciar y establecer categorías para los clientes te ayuda a interactuar mejor con ellos,
cerrar más ventas y satisfacerlos. Esto mismo es lo que los convertirá en embajadores de
marca y al final terminará por beneficiar a ambas partes: a tus clientes y a ti.
Todos en la empresa deberán tener esta noción, pero con mayor razón la fuerza de ventas,
ya que representa el primer vínculo con el cliente y sus miembros.
Una vez que conozcas el perfil de tus compradores podrás crear fórmulas efectivas para
cada uno de ellos. Esto te hará más cercano a los clientes y mejorará la experiencia en
general de tus consumidores.
Facilita la segmentación
Para diferenciar tus tipos de clientes piensa en qué compran, cómo lo compran, cuánto
compran y con qué periodicidad. Estar al tanto de estos detalles te dará una idea general y
sabrás realmente el potencial que tienen de convertirse. Además, podrás reconocer si
concuerdan con la oferta que tienes.
Es posible que descartes algunas opciones al identificar que un perfil preliminar no va con lo
que ofrece tu empresa. Pero al identificar a clientes potenciales de algunos otros que no lo
son es mucho más fácil llevar a cabo una segmentación de públicos que te ayude a priorizar
tus esfuerzos de venta, atención y seguimiento.
Más adelante veremos que cada perfil de comprador requiere ser tratado de diferente modo.
Esto lo lograrás poniendo atención en sus particularidades, intereses y hábitos de consumo.
Eleva la lealtad
De la mano con el punto anterior, podemos resaltar que una vez que conoces las
necesidades del cliente tienes las armas necesarias para ofrecerle una solución o trato
hecho a la medida. El deleite lo obtienes al generar una experiencia única para cada cliente,
de tal forma que quede satisfecho y contento, que reconozca que hiciste un cambio positivo
en su vida y te vea como su mejor opción.
Por último, está el nivel más alto al que toda empresa debe aspirar con sus clientes: la
fidelización. En este nivel se ha generado tal confianza que tus clientes se vuelven
promotores de tu producto y marca. Es la prueba de un vínculo sólido a largo plazo: te
siguen comprando y además te recomiendan.
La tipología en la que nos centramos en este artículo clasifica a los clientes con base en su
personalidad.
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2. Cliente amigable
Es un cliente de carácter afable, tranquilo y que siempre está sonriendo: es quien se
preocupa por tu comodidad. Es educado y atento, pero aunque sea amigable y se muestre
receptivo a lo que dices, no significa necesariamente que esté de acuerdo y que la venta se
esté cerrando. Es necesario que hagas preguntas concretas que te indiquen que su sonrisa
es porque está convencido con lo que le estás presentando.
También te ayudará compartir su optimismo y ser amable igual que ella o él. Busca
recordarle constantemente los resultados que van a generar tus productos o servicios en su
empresa.
3. Cliente detallista
Se caracteriza por su calma para tratar los temas y por su capacidad de observación y
atención en los detalles. Será un perfil que se mantendrá tranquilo, siempre y cuando lo que
presentes no tenga una falla. Por eso requieres tener seguridad total en tu persona y tu
discurso, así como plantear objetivos claros y concretos para la reunión. De lo contrario, la
junta puede extenderse, sobre todo por las preguntas que pueden surgir por parte del
cliente que busca conocer todo en detalle.
La mejor manera de fidelizar a este perfil es cuidar los detalles. Busca que tu trato sea
cordial y que tu imagen, expresiones y cualquier material que presentes destaquen por su
limpieza, coherencia y visibilidad.
4. Cliente conversador
Se le reconoce por estar siempre hablando, usa frases largas y recurre a muchas
anécdotas; aunque puede ser amistoso, acapara la charla. Esto puede desviarte del objetivo
de venta, así que necesitas hacer interrupciones cordiales para que puedas hablar sobre lo
importante en la reunión.
Dale un trato respetuoso en todo momento, sé atento y cordial en las pausas que le
obligues a hacer. Preséntale un producto o servicio concreto y busca generar empatía al
recordar lo que te ha dicho. Una vez que concretes la venta, dale un espacio para que
converse un poco de un tema que no tenga que ver con la reunión.
5. Cliente racional
Suele ser muy concreto y puntual, así que no le gusta andar con rodeos; es alguien
informado en general y enterado de lo que ofreces. Sabe del ámbito en el que se mueve tu
empresa. Con este tipo de cliente no puedes perder el tiempo, así que toma la iniciativa y
céntrate en los beneficios de tus productos o servicios.
Será muy útil también que prepares materiales gráficos e informativos, que te centres en los
objetivos y no desvíes la conversación.
6. Cliente reservado
Este perfil es callado y educado: más allá del saludo no abunda en la conversación. Te deja
hablar, no interrumpe y hará preguntas específicas. No te cuenta nada de su ámbito
personal; quizá tampoco hable de su trabajo.
7. Cliente tímido
Es inseguro y lo demuestra; no es que sea callado, sino que no sabe qué preguntar o se
siente incómodo si tiene que hablar mucho. Lo mejor es generar un ambiente relajado para
que sea receptivo y no se tense.
8. Cliente exigente
Aunque puede ser cordial, es un cliente que está preparado y no se deja llevar por
argumentos sin sentido. Puede caer en exigencias más allá del proyecto, por lo que es
necesario que establezcas claramente lo que propones: cuál es su alcance o función y qué
beneficios tangibles ofreces con tus productos o servicios.
Dale una atención minuciosa y muéstrale una propuesta de valor que supere sus
expectativas. Tienes que ganarte su confianza y lograr que te vea como una autoridad en tu
industria.
9. Cliente impaciente
Aquí tenemos una persona que no quiere perder el tiempo ni tolera fallas o que des
circunloquios. Puede ser difícil en su trato y requiere que le expliques todo de una forma
muy clara, gráfica o con ejemplos muy prácticos para que no se detone su impaciencia.
Debes ofrecer una gama amplia de productos o servicios, cosas innovadoras y funcionales
para su negocio. Busca ser un asesor, no lo apresures y deja que piense en lo que quiere.
Prepara muy bien la reunión y enfócate en objetivos. Con este cliente es mejor que lleves
dos o tres propuestas concretas para que vea opciones entre las que pueda elegir la que
mejor le parezca.
Muestra interés en su conocimiento y enfócalo hacia casos de éxito que han tenido otras
empresas con tus productos o servicios. Puedes crear y entregarle material detallado y
especializado sobre el tema, ya que valorará un contenido que realmente ofrezca algo
diferente a otras propuestas.
Este cliente requiere diversas opciones, por lo que puedes ofrecer tu producto o servicio
más nuevo: el que esté enfocado en revolucionar la industria. Siempre intenta mostrar
calma y ten a la mano diversos materiales de soporte. Es un cliente que necesita atención y
concentración, así que no des pasos en falso.
Genera un ambiente de confianza. El mayor reto es la empatía, así que pon atención en el
detalle; requerirás de una memoria privilegiada o de notas que le demuestren que tienes el
control de todo. Proporciona información de tus productos o servicios innovadores para que
despiertes su interés.
Trátalo amablemente, con un tono profesional y que vaya directo al tema que tratarán en la
junta. No le hagas perder mucho tiempo, ten soluciones y no pretextos, y verás que puede
ser un cliente fiel.
Evitar engancharte en una discusión. Prepara datos, testimonios, gráficos y fuentes oficiales
de lo que argumentas, para que no haya espacio a una polémica. Concretada la venta,
puedes darle la satisfacción de conversar o abundar sobre un tema que no tenga que ver
con el trato comercial.
Recuerda que ese cliente es experto en asuntos que probablemente no conoces, así que
evita hablarle de forma condescendiente.
Cuando tienes un cliente insatisfecho es importante darle seguimiento a su caso una vez
que se haya resuelto la cuestión. Así construirás una imagen positiva de tu marca para que
se sienta motivado o motivada a volver a comprar.
Si bien este tipo de cliente puede parecerse mucho a los conversadores, es importante
tener en cuenta que el entusiasmo es más una emoción y no un comportamiento. Esto
significa que un cliente puede ser entusiasta aunque no sea demasiado expresivo.
Por otro lado, debes considerar que los clientes entusiastas siempre estarán abiertos a
emocionarse por otras ofertas en el mercado, por lo que puedes perder su interés si no
retienes su atención.
Si ninguno de los productos que ofreces se parece al que busca, entonces intenta generar
la suficiente seguridad para que considere hacerse tu cliente. Ofrece pruebas gratuitas o
garantías del producto. Esto facilitará que acceda a darte una oportunidad.
Estos clientes suelen responder a los estímulos de la publicidad y el marketing, por lo que
entrarán en contacto contigo después de un breve recorrido de compra con la disposición
inicial de adquirir tus productos y servicios. Aun así, los procesos de compra pueden estar
sujetos a muchas variables y fracasar si no los tratas de forma correcta.
Si has identificado a un cliente impulsivo debes ser claro sobre aquellas cosas que tiene
que considerar antes de la compra, con el fin de evitar que quede insatisfecho y presente
una queja o devolución. Debes encontrar el equilibrio entre informarle y no desmotivarlo.
Para remediar este inconveniente puedes ofrecer programas de lealtad que le den
descuentos cada vez más grandes dependiendo del número de productos o del monto que
acumule en sus compras. Los cupones de descuento con cada compra son otra alternativa
para retener su atención y llevarlos a fidelizarse con tu marca.
Podría decirse que estos clientes son embajadores de tu marca que estarán dispuestos a
recomendarte y a captar la atención de sus allegados, resaltando las virtudes de tus ofertas
y manteniéndose a la expectativa de tus nuevos productos y mensajes.
Todo ello hará que el cliente se sienta importante para ti y que se identifique con tu marca.
Para fidelizarlo debes mantener un alto nivel de servicio y seguimiento. Para ello puedes
ofrecerle alguna insignia como cliente destacado, darle recompensas por sus compras o
invitarlo a eventos de tu marca.
Esto hace que este tipo de clientela sea una de las más difíciles de manejar, ya que saben
qué es lo que puedes ofrecerles e, incluso, pueden saber más que el mismo personal de
ventas.
Una buena estrategia para captar la atención de los clientes informados es compartiéndoles
datos únicos que no conozcan o dándoles primicias de futuras ofertas. Esto los mantendrá a
la expectativa y generará mayor interés. Para fidelizarlos puedes ofrecer aprendizaje y
contenidos exclusivos que aumenten el conocimiento de tu producto, de tu empresa e,
incluso, de la competencia. Planifica una estrategia de lead nurturing a su medida.
Para saber frente a qué tipo de cliente te encuentras, realiza una investigación previa; en el
momento en que interactúes con él podrás detectar si se ajusta con lo que investigaste.
Desde el saludo ya puedes analizar algunos rasgos que irás confirmando al avanzar la
charla. Recuerda que todo puede ser una señal de un perfil específico: si el cliente sonríe,
fija la mirada en ti, va directo al asunto o charla antes.
Una vez que tengas esta información, puedes apoyarte en sistemas como el CRM gratuito
de HubSpot para gestionar todas tus interacciones con cada grupo de consumidores. Estos
sistemas son ideales para mantener identificadas las necesidades de cada uno de tus
clientes y tener presentes sus cualidades a la hora de tener tratos con ellos.
En cualquier caso, recuerda que lo importante es hablarle de manera clara y sencilla sobre
tu empresa y producto o servicio. De esta manera, al menos conocerá tu propuesta y podrá
considerarla para su toma de decisiones.