Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de La Agenda 2030
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de La Agenda 2030
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de La Agenda 2030
La innovación y el progreso tecnológico son claves para descubrir soluciones duraderas para los desafíos
económicos y medioambientales, como el aumento de la eficiencia energética y de recursos. A nivel
mundial, la inversión en investigación y desarrollo (I+D), como porcentaje del PIB, aumentó de un 1,5 %
en el 2000 a un 1,7 % en el 2015, y continuó casi en el mismo nivel en el 2017. Sin embargo, en las
regiones en desarrollo fue inferior al 1 %.
Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países
Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La desigualdad dentro de los países y entre estos es un
continuo motivo de preocupación. A pesar de la existencia de algunos indicios positivos hacia la reducción
de la desigualdad en algunas dimensiones, como la reducción de la desigualdad de ingresos en algunos
países y el estatus comercial preferente que beneficia a los países de bajos ingresos, la desigualdad aún
continúa. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los
pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las
frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las
consecuencias de la crisis. Al mismo tiempo, las desigualdades sociales, políticas y económicas han
amplificado los efectos de la pandemia. En el frente económico, la pandemia de la COVID-19 ha
aumentado significativamente el desempleo mundial y ha recortado drásticamente los ingresos de los
trabajadores. La COVID-19 también pone en riesgo los escasos avances que se han conseguido en
materia de igualdad de género y derechos de las mujeres durante las últimas décadas. Prácticamente en
todos los ámbitos, desde la salud hasta la economía, desde la seguridad hasta la protección social, los
efectos de la COVID-19 han agravado la situación de las mujeres y las niñas simplemente como
consecuencia de su sexo.
Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles
El mundo cada vez está más urbanizado. Desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado
viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60 % para 2030. Las ciudades y
las áreas metropolitanas son centros neurálgicos del crecimiento económico, ya que contribuyen al 60 %
aproximadamente del PIB mundial. Sin embargo, también representan alrededor del 70 % de las
emisiones de carbono mundiales y más del 60 % del uso de recursos. La rápida urbanización está dando
como resultado un número creciente de habitantes en barrios pobres, infraestructuras y servicios
inadecuados y sobrecargados (como la recogida de residuos y los sistemas de agua y saneamiento,
carreteras y transporte), lo cual está empeorando la contaminación del aire y el crecimiento urbano
incontrolado. El impacto de la COVID-19 será más devastador en las zonas urbanas pobres y
densamente pobladas, especialmente para el mil millón de personas que vive en asentamientos
informales y en barrios marginales en todo el mundo, donde el hacinamiento también dificulta cumplir con
las medidas recomendadas, como el distanciamiento social y el autoaislamiento. El organismo de las
Naciones Unidas para los alimentos, la FAO, advirtió de que el hambre y las muertes podrían aumentar de
manera significativa en las zonas urbanas que no cuentan con medidas para garantizar que los residentes
pobres y vulnerables tengan acceso a alimentos.
Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles
El consumo y la producción mundiales (fuerzas impulsoras de la economía mundial) dependen del uso del
medio ambiente natural y de los recursos de una manera que continúa teniendo efectos destructivos
sobre el planeta. El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado
acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los mismos sistemas de
los que depende nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra supervivencia).
Estos son algunos hechos y cifras:
Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a 1300 millones de
toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba pudriéndose en los cubos de basura de
los consumidores y minoristas, o estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de
recolección deficientes.
Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes, se ahorrarían 120
000 millones de dólares estadounidenses al año.
En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en 2050, se podría
necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios
para mantener los estilos de vida actuales.
La pandemia de la COVID-19 ofrece a los países la oportunidad de elaborar planes de recuperación que
reviertan las tendencias actuales y cambien nuestros patrones de consumo y producción hacia un futuro
más sostenible. El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos.
También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la
eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles.
Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
El 2019 fue el segundo año más caluroso de todos los tiempos y marcó el final de la década más calurosa
(2010-2019) que se haya registrado jamás. Los niveles de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de
efecto invernadero en la atmósfera aumentaron hasta niveles récord en 2019. El cambio climático está
afectando a todos los países de todos los continentes. Está alterando las economías nacionales y
afectando a distintas vidas. Los sistemas meteorológicos están cambiando, los niveles del mar están
subiendo y los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos. A pesar de que se estima que las
emisiones de gases de efecto invernadero caigan alrededor de un 6 % en 2020 debido a las restricciones
de movimiento y las recesiones económicas derivadas de la pandemia de la COVID-19, esta mejora es
solo temporal. El cambio climático no se va a pausar. Una vez que la economía mundial comience a
recuperarse de la pandemia, se espera que las emisiones vuelvan a niveles mayores. Es necesario tomar
medidas urgentes para abordar tanto la pandemia como la emergencia climática con el fin de salvar vidas
y medios de subsistencia.
Objetivo 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos
El océano impulsa los sistemas mundiales que hacen de la Tierra un lugar habitable para el ser humano.
Nuestra lluvia, el agua potable, el tiempo, el clima, los litorales, gran parte de nuestra comida e incluso el
oxígeno del aire que respiramos los proporciona y regula el mar. Una gestión cuidadosa de este recurso
mundial esencial es una característica clave de un futuro sostenible. No obstante, en la actualidad, existe
un deterioro continuo de las aguas costeras debido a la contaminación y a la acidificación de los océanos
que está teniendo un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad.
Asimismo, también está teniendo un impacto perjudicial sobre las pesquerías de pequeña escala.
Proteger nuestros océanos debe seguir siendo una prioridad. La biodiversidad marina es vital para la
salud de las personas y de nuestro planeta. Las áreas marinas protegidas se deben gestionar de manera
efectiva, al igual que sus recursos, y se deben poner en marcha reglamentos que reduzcan la
sobrepesca, la contaminación marina y la acidificación de los océanos.
Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e
invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad.
El brote de la COVID-19 resalta la necesidad de abordar las amenazas a las que se enfrentan las
especies silvestres y los ecosistemas. En 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA) alertó de que un aumento mundial de las epidemias zoonóticas era motivo de
preocupación. En concreto, señaló que el 75 % de todas las enfermedades infecciosas nuevas en
humanos son zoonóticas y que dichas enfermedades están estrechamente relacionadas con la salud de
los ecosistemas. «Con la COVID-19, el planeta ha enviado su mayor alerta hasta la fecha indicando que
la humanidad debe cambiar», ha explicado la Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen. En
Trabajar con el medio ambiente para proteger a las personas, el PNUMA detalla cómo «reconstruir
mejor», mediante una base científica más sólida, políticas que contribuyan a un planeta más sano y más
inversiones verdes. La respuesta del PNUMA se ocupa de cuatro áreas:
1. Ayudar a las naciones a gestionar los desechos médicos de la COVID-19.
2. Producir un cambio transformativo para la naturaleza y las personas.
3. Trabajar para garantizar que los paquetes de recuperación económica creen resiliencia para crisis
futuras.
4. Modernizar la gobernanza ambiental a nivel mundial.
Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas
Los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia continúan
suponiendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible. El número de personas que huyen de las
guerras, las persecuciones y los conflictos superó los 70 millones en 2018, la cifra más alta registrada por
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en casi 70 años.
En 2019, las Naciones Unidas registraron 357 asesinatos y 30 desapariciones forzadas de defensores de
los derechos humanos, periodistas y sindicalistas en 47 países. Por otro lado, los nacimientos de
alrededor de uno de cada cuatro niños en todo el mundo con menos de 5 años nunca se registran de
manera oficial, lo que les priva de una prueba de identidad legal, que es crucial para la protección de sus
derechos y para el acceso a la justicia y a los servicios sociales.
Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
Los ODS solo se pueden conseguir con asociaciones mundiales sólidas y cooperación. Para que un
programa de desarrollo se cumpla satisfactoriamente, es necesario establecer asociaciones inclusivas (a
nivel mundial, regional, nacional y local) sobre principios y valores, así como sobre una visión y unos
objetivos compartidos que se centren primero en las personas y el planeta. Muchos países requieren
asistencia oficial para el desarrollo con el fin de fomentar el crecimiento y el comercio. Aun así, los niveles
de ayuda están disminuyendo y los países donantes no han respetado su compromiso de aumentar la
financiación para el desarrollo. Debido a la pandemia de la COVID-19, se espera que la economía
mundial se contraiga fuertemente, en un 3 %, en 2020, lo que constituiría su peor recesión desde la Gran
Depresión. Ahora más que nunca es necesaria una sólida cooperación internacional con el fin de
garantizar que los países que poseen los medios para recuperarse de la pandemia reconstruyan mejor y
consigan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.