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RICITOS
RICITOS
RICITOS
literaria
2° "C"
Vidal Melisa
“Ricitos de Oro” es un cuento de la tradición oral, de autor anónimo, del que existen diferentes
versiones. La historia se originó probablemente en Gran Bretaña, donde fue transmitida de
boca en boca entre familias y comunidades a lo largo de siglos.
¿Ya conocían esta historia? Quizás la conozcan con el nombre de “Los tres osos”.
¿Qué fue lo que más les llamó la atención de este cuento?
¿Qué piensan de lo que hace Ricitos?
Luego, para profundizar en la interpretación, se organiza el intercambio alrededor de los
ejes que se proponen a continuación.
Luego, se enuncia una nueva fórmula de inicio que introduce al personaje de Ricitos y la historia
avanza focalizando en sus acciones en la casa de los osos. Puede suponerse que “esa mañana”
en que ella estaba jugando en el bosque es la misma del episodio protagonizado por los osos y
la suposición se verifica enseguida, cuando siente “un olor delicioso a sopa”. Reparar en estas
marcas permite advertir que el paseo de los osos y la entrada de Ricitos a la casa de los
paseantes suceden al mismo tiempo. Sobre el final, las dos historias se entrelazan con el
regreso de los osos a su casa y el encuentro con Ricitos.
Por otra parte, las dos focalizaciones sucesivas son conocidas por el lector, pero no por los
personajes. Nosotros sabemos que el paseo de los osos durará poco tiempo -solo el necesario
para que la sopa se enfríe un poco- pero Ricitos no lo sabe, ni siquiera sabe quiénes son los
habitantes de la casa. La protagonista parece estar muy tranquila mientras los lectores nos
preocupamos por el riesgo que corre. Al releer las andanzas de la niña en la casa podríamos
plantear:
Volvamos a leer esta parte: “Ricitos alegremente se durmió y soñó con tres gatitos que
se acercaban a jugar con ella”. ¿Vieron que se durmió alegremente?... La niña está muy
tranquila pero nosotros estamos un poco inquietos. ¿Por qué? ¿Será que sabemos algo que
Ricitos aún ignora?
¿En qué momento se da cuenta ella del peligro que corre?
El intercambio puede detenerse luego en el regreso de los osos a la casa. También en este
momento del cuento los lectores sabemos antes que los personajes algo de lo que está
sucediendo. Se podría plantear:
¡Qué sorpresa se habrán llevado los osos al descubrir a Ricitos en su propia casa!
¿Cómo se habrán sentido?
¿Cómo se dieron cuenta de que había entrado alguien sin su permiso? Busquemos en el
cuento qué fue lo primero que notaron y qué fueron descubriendo después.
Y ustedes, ¿en qué momento sospecharon que los osos estaban a punto de encontrar a
Ricitos? Busquen en el cuento esa parte, así la releemos.
En este caso, la anticipación de las y los lectores está orientada por la estructura narrativa
regular y reiterada de algunos episodios de la historia: son ahora los osos quienes prueban los
mismos objetos y en el mismo orden que antes siguió Ricitos.
Ricitos va probando distintos objetos de la casa del bosque, ¿recuerdan cuáles son?
Siempre encuentra problemas cuando los va probando pero en cada intento, uno le resulta
“¡perfecto!”. ¿Cuál de los tres es el que le resulta “perfecto” siempre?
En otro grupo, cuando las chicas y los chicos escucharon la parte del cuento en que Ricitos
va probando las camas, enseguida se imaginaron que en la tercera cama iba a decidir
quedarse y recostarse cómodamente. ¿Cómo se habrán dado cuenta de eso antes de
llegar a leerlo, antes de que la niña eligiera en qué cama se acostaría?
Al conversar sobre lo no dicho, habrá que buscar cuáles de las pistas que ofrece el relato
autorizan al lector a atribuir a los personajes ciertas intenciones, deseos o sentimientos.
Durante el intercambio, será necesario releer aquellos pasajes en los que se describe a Ricitos
pero también aquellos otros que, si bien no aluden explícitamente a la forma de ser de la
protagonista, hacen posible inferir a partir de sus acciones que es una niña atrevida, nada
miedosa -parece que no midiera las consecuencias de sus actos-, y quizá algo transgresora.
¿Cómo es Ricitos?
Ustedes dicen que es muy curiosa y que no tiene miedo de entrar en una casa desconocida.
Busquemos en el cuento dónde dice eso.
Entonces... ¿cómo se dieron cuenta de que ella es muy curiosa y nada miedosa?
La o el docente puede proponer buscar en el cuento aquellas partes que dan pistas para
pensar cómo es Ricitos, así como hacerse cargo de la relectura de algunos pasajes y delegar
en las chicas y los chicos la relectura de otros fragmentos.
Cuando se trata de encontrar en el texto pistas que permitan inferir lo que no está
explícitamente dicho, las y los niños seguramente dirán que es todo lo que hace en la casa lo
que indica que la protagonista es muy curiosa -ya que prueba cada trío de cosas que
encuentra- e irán mostrando las páginas correspondientes, donde las imágenes son más que
sugerentes. Para que tengan oportunidad de verificar en el texto lo que han interpretado, los
textos correspondientes a esta parte de la historia pueden reservarse para que las y los
chicos los lean por sí mismos.
Por otra parte, hay cierto contraste entre la serenidad de Ricitos mientras paseaba por el
bosque y la celeridad de sus acciones en el interior de la casa. Para que observen este
contraste, se puede plantear:
Antes de llegar a la casa de los osos, ¿qué estaba haciendo la niña?
Vamos a releer ahora entre todos qué hace Ricitos en la casa de los osos.
El o la docente puede comenzar a leer marcando las primeras acciones y luego delegar la
lectura en las y los niños -organizados por parejas-. Lo que interesa es reparar en el rápido
suceder de las acciones y los cambios repentinos que va realizando Ricitos: dijo..., miró...,
corrió..., golpeó, probó una sopa, la otra y la otra; se sentó en la silla, en otra y otra; probó la
cama, se recostó en otra y se acostó en la última. El ritmo acelerado de la narración, marcado
por la sucesión de verbos en pretérito perfecto simple y la ausencia de remansos descriptivos,
puede generar en el lector la impresión de presenciar escenas que transcurren velozmente.
Esta rapidez podría atribuirse a un rasgo de personalidad de la niña, que en estas escenas
parece muy inquieta. Sin embargo, hay que considerar que, antes de encontrar la casa, “estaba
jugando en el bosque y se entretuvo persiguiendo a una ardilla”, lo que la muestra muy
tranquila y tomándose todo el tiempo necesario para disfrutar de su paseo.
¿Por qué cambiará su forma de actuar cuando está en la casa de los osos?
Las y los chicos pueden aportar diferentes explicaciones: tal vez Ricitos esté habituada a
pasear por el bosque en tanto que la casa es una novedad para ella; quizá esté movida por su
curiosidad, que la lleva a probar velozmente todo lo que encuentra; es posible que actúe con
rapidez porque -aunque no lo reconozca- tiene miedo de que los desconocidos dueños de casa
regresen pronto para tomar la sopa que dejaron preparada y la sorprendan in fraganti...
¿Cuál será la verdadera razón? El o la docente puede anunciar que va a releer esa parte del
cuento para que sus alumnos y alumnas se fijen si aparece alguna información o alguna pista
de cuáles son las razones que explican la forma de actuar del personaje.
Como el texto no se refiere para nada a lo que piensa o siente la protagonista, pueden
aceptarse todas las explicaciones que resulten verosímiles como posibles motivaciones
de Ricitos.
También habrá que detenerse en las reacciones de los tres osos que actúan en canon a lo largo
de la historia.
¿Cómo se habrán sentido los osos al descubrir que alguien entró en su casa?
Fíjense cómo reaccionan cuando descubren que alguien se sentó en su silla y, después, que
alguien se acostó en su cama. ¿Qué dicen?, ¿cómo es la voz de cada no?
En el cuento, ¿dice algo acerca de cómo se sentían los osos? Si no es así, ¿qué nos hace
pensar cómo se sentían?
Y el oso pequeño, ¿cómo les parece que se siente?
Para profundizar en este aspecto, la o el docente puede releer los fragmentos donde el
narrador describe las voces de los osos (“El oso grande levantó su tazón y con su voz gruesa
rugió...; “la osa mediana vio la cuchara dentro del tazón y chilló con su voz finita...”; “El oso
pequeño miró su tacita y lloró...”).
Al oso pequeño le pasa lo mismo las tres veces. Vamos a releerlo... ¿Por qué será que
nadie lo consuela?, ¿qué opinan ustedes?
Seguramente, las niñas y los niños notarán las oposiciones que contribuyen a caracterizar
cómo habla cada personaje (rugió/chilló – voz gruesa/voz finita/voz suave – lloró) y a indicar su
enojo o su tristeza, aunque estos sentimientos no se expliciten en el texto. Podrán ponerse
fácilmente en el punto de vista de los osos si piensan en cómo se sentirían ellos mismos si un
desconocido entrara en su casa durante su ausencia.
Actividades
FICHA DE REGISTRO DE LECTURA: Copia con sentido
HOY LEÍMOS
TÍTULO:
AUTORES:
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¿CÓMO LO DIJO?
ANIMALES PEQUEÑOS
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ARMAR PALABRAS
ESCRIBÍ EL NOMBRE SIN QUE TE SOBRE NINGUNA LETRA.
A U R E T P
A R B U J
A C M A
¿QUIÉN LO DIJO?
LEER LAS VOCES DE LOS OSOS CUANDO REGRESAN A SU CASA Y ENCUENTRAN QUE
ALGUIEN HA TOCADO SUS COSAS.
¡ALGUIEN SE HA
¡ALGUIEN SE ¡ALGUIEN SE HA
SENTADO
HA SENTADO SENTADO
TAMBIÉN
EN MI SILLA! EN MI SILLA!
EN MI SILLA!
¡Y LA HA HECHO
PEDAZOS!
LOS NOMBRES DE LAS COSAS PEQUEÑAS
CUCHARA ______________________
MESA _________________________
CAMPERA ______________________
ZAPATO _______________________
VASO _________________________
SÁBANA _______________________
BOTA __________________________
GORRA ________________________
CUENTO TRES VECES SUCEDE QUE...
ESCRITURA A TRAVÉS
DEL/LA DOCENTE
UN EPISODIO “NUEVO”
ESCRIBÍ EL EPISODIO EN EL QUE RICITOS ENCUENTRA SOBREROS EN LA
CASA DE LOS OSOS.