La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Constitución y tratados internacionales de derechos humanos. Protege tanto el interés individual de comunicar ideas como su trascendencia para el funcionamiento del sistema democrático, al contribuir a la transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Sin libertad de expresión no puede haber democracia plena.
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La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Constitución y tratados internacionales de derechos humanos. Protege tanto el interés individual de comunicar ideas como su trascendencia para el funcionamiento del sistema democrático, al contribuir a la transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Sin libertad de expresión no puede haber democracia plena.
La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Constitución y tratados internacionales de derechos humanos. Protege tanto el interés individual de comunicar ideas como su trascendencia para el funcionamiento del sistema democrático, al contribuir a la transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Sin libertad de expresión no puede haber democracia plena.
La libertad de expresión es un derecho fundamental reconocido en la Constitución y tratados internacionales de derechos humanos. Protege tanto el interés individual de comunicar ideas como su trascendencia para el funcionamiento del sistema democrático, al contribuir a la transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Sin libertad de expresión no puede haber democracia plena.
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La libertad de expresión es un derecho reconocido por la Constitución, así como por los
principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos como la Declaración
Universal de Derechos Humanos (artículo 19º), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 19º) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 13º), las mismas que fijan un amplio marco de protección y que resultan de obligatorio cumplimiento para el Estado peruano. Diversas instituciones internacionales y organizaciones de derechos humanos vienen promoviendo activamente su vigencia. Una de ellas, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ha venido precisando sus alcances, promoviendo su protección y celebrando acuerdos y declaraciones entre las que destaca por su importancia la Declaración de Chapultepec, adoptada por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión realizada en México, D.F. el 11 de marzo de 1994. Este derecho no se agota en un interés subjetivo de comunicar sin trabas ni censura previa pensamientos, opiniones y hechos o de acceder a informaciones y conocer opiniones, ideas o puntos de vista ajenos, sino que además cuenta con una trascendencia objetiva o institucional vinculada al funcionamiento del sistema democrático. Así desde su dimensión institucional, la libertad de expresión contribuye a la transparencia, a la participación informada y racional de las personas en los asuntos públicos, y a la rendición de cuentas (“accountability”). Brinda, en definitiva, las herramientas propias para llevar a cabo la fiscalización social y la vigilancia ciudadana del poder, así como el debate plural, todos estos aspectos esenciales en un Estado democrático de Derecho. Es por ello que a juicio de la Defensoría del Pueblo, sin libertad de expresión no existe democracia. De esta manera, compartimos las opiniones del Relator para la Libertad de Expresión quien en su informe hecho público en 1999 afirmó que: “Para lograr un desarrollo democrático participativo y estable, no solamente son necesarias una serie de elecciones, sino también que se desarrollen otros elementos propios de las sociedades democráticas, como son el respeto y reconocimiento de los derechos humanos; un poder judicial y legislativo independiente y eficaz, un sistema de partidos políticos que faciliten una comunicación fluida entre los ciudadanos y sus líderes, una sociedad civil participativa, y sobre todo una amplia libertad de expresión basada en un libre acceso a la información que asegure la existencia de una ciudadanía bien informada para tomar sus decisiones”1