La Estructura Narrativa
La Estructura Narrativa
La Estructura Narrativa
El texto narrativo es un tipo de texto que se caracteriza porque en él se cuentan una serie de
hechos o acontecimientos, los cuales pueden ser reales o ficticios. Estos hechos son
protagonizados por personajes y ocurren en un lugar y tiempo determinados. De todos los
personajes que aparecen en la narración, el más importante es el narrador, quien se encarga de
informar al lector de todo lo que ocurre en el relato. Algunos de los ejemplos más conocidos de
textos narrativos son los cuentos, las novelas, las crónicas o las biografías.
Generalmente, los textos narrativos siguen una estructura fijada en tres partes: planteamiento,
nudo y desenlace.
Esta introducción sirve para presentar al lector el personaje o los personajes protagonistas, así
como la situación inicial que posteriormente desencadenará algún conflicto por resolver.
Asimismo, el planteamiento sitúa la narración en una época y tiempo concretos, de manera que el
lector puede hacerse una idea de cuál es el contexto que lleva a los personajes a actuar de una
forma u otra. Como ejemplo, el inicio de una de las obras más universales de la literatura
española:
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un
hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Suele ser el protagonista o los protagonistas los que, finalmente, solucionan el problema. Este
conflicto se utiliza para plantear el tema general de la obra, una vez se han presentado todos los
elementos esenciales en el planteamiento inicial.
El desenlace
El desenlace es la parte final de todo texto narrativo. En ella se desvelan aquellos interrogantes
planteados en el nudo. De igual manera, se presenta al lector la solución del conflicto central de la
narración y también se muestra el destino tanto de los personajes protagonistas como del resto de
personajes.
Dependiendo de la tipología de la obra, el texto narrativo puede tener un desenlace feliz, en el que
el conflicto se resuelva de manera satisfactoria para los personajes, o bien este puede ser de
carácter trágico, por ejemplo, con la muerte del protagonista.
Así, el desenlace puede tratarse de un final cerrado, cuando la acción se concluye de manera
definitiva y la historia no puede continuar, o puede ocurrir lo contrario, es decir, que el final sea
abierto, de forma que alguno de los conflictos queden sin resolver para así poder continuar la
narración en obras posteriores o para que sea el propio lector quien los interprete.
Dentro de toda narración nos encontramos una serie de elementos que conforman el texto:
El narrador: es la voz que utiliza el escritor para contar al lector lo que ocurre en la
narración. El narrador es el encargado de presentar y describir al resto de personajes,
situándolos en un contexto espacio-temporal determinado. Es una de las figuras más
importantes y representativas del texto narrativo. El tiempo: los hechos que se desarrollan
a lo largo del texto narrativo están situados en un tiempo delimitado; es decir, el tiempo
en el que ocurre la acción. Este puede ser lineal, es decir, seguir un orden cronológico o
bien todo lo contrario, tratarse de un texto narrativo en el que se intercalen fragmentos
que correspondan a distintos tiempos.
El espacio: es el lugar o los distintos escenarios en los que se lleva a cabo la acción
principal de la narración. Un texto narrativo puede tener un único espacio o muchos y muy
variados, dependiendo del tipo de acción que se cuente y de los acontecimientos que les
pasen a los personajes.
Dentro de una historia, el narrador es el personaje que relata los acontecimientos, hechos y
anécdotas que se van sucediendo a lo largo de un texto. Es una de las piezas fundamentales
dentro de un relato ya que, a través de su mirada, nosotros como los lectores, percibimos e
interpretamos la narración. En otras palabras, el narrador es el vínculo entre la acción descrita por
el autor del libro y los lectores del mismo.
No todas las historias están escritas de la misma manera. Por esta razón, existen diversos tipos de
narradores. A continuación, te enseñamos cuáles son los tipos de narradores y las principales
características de cada uno de ellos para, así, poder aprender a definirlos e identificarlos.
"Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a
noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno
que las lea halle algo que le agrade [...]"
"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre
me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera."
En este caso, el personaje que nos cuenta la historia es el propio protagonista de la misma, el
personaje principal que conoce el transcurso de los acontecimientos que nos narra. Utiliza la
primera persona del singular (yo) y, generalmente, adopta un punto de vista subjetivo sobre los
hechos, transmitiéndonos su opinión acerca de lo que nos está contando. Este tipo de narrador es
el más característico de géneros como las autobiografías o el diario personal.
Monólogo interior
Esta técnica literaria se emplea para introducir una reflexión profunda sobre un tema paralelo al
hilo argumental de la historia. A través del monólogo interior se busca retratar los pensamientos
más profundos y desconocidos de un personaje en concreto, tal y como se muestra en el siguiente
ejemplo extraído de la obra La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca:
"Yo sueño que estoy aquí / destas prisiones cargado, / y soñé que en otro estado /más
lisonjero me vi. / ¿Qué es la vida? Un frenesí. / ¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra,
una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños,
sueños son."
se caracteriza principalmente por el desdoble de personalidad que lleva a cabo con el objetivo de
combinar su rol de narrador con el de personaje de la historia. Lo entenderás mejor con el
siguiente fragmento de la novela Aura de Carlos Fuentes:
Además del narrador omnisciente, existe también un narrador en tercera persona que no emite
juicios de valor sobre los personajes, al que se conoce como narrador observador, que trata de
contar de manera objetiva los acontecimientos, igual que si fuese una cámara de vídeo que graba
los hechos tal y como sucedieron, como en el texto que sigue, perteneciente a La Colmena:
"Don Pablo extiende el periódico sobre la mesa y lee los titulares. Por encima de su
hombro, Pepe procura enterarse. La señorita Elvira hace una seña al chico."