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Tecnicas de Terapia Familiar Salvador Minuchin

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Salvador Minuchin

H. Charles Fishman

Técnicas
de terapia
familiar

Paidos Terapia Familiar


62 TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR

Veinte minutos habían pasado de la sesión; el terapeuta y la familia 4. PLANIFICACIÓN


estaban en contacto y trabajaban juntos en la terapia. Durante el resto
de la sesión, el terapeuta decidió tomar como centro al padre. Le de-
claró estar preocupado por la madre: era una persona demasiado dis-
puesta a servir a los demás, y eso no podía ser bueno para ella. Estaba
demasiado conectada a los demás. Le dijo que él tenía que aportar las
pinzas que cortaran esos cables de conexión, protegiéndola así. La fami-
lia terminó la sesión con la sensación de haber recibido una guía; y el
terapeuta, con el sentimiento de haber sido realmente útil a personas
que le inspiraban simpatía.
Hacerse copartícipe no es una técnica que verdaderamente se pueda
separar de la inducción de cambios en una familia. El terapeuta pro-
duce cambios cuando se hace copartícipe. Por otra parte, el proceso no
se circunscribe a una parte de la terapia. Hacerse copartícipe es una
operación que resuena de contrapunto en toda intervención terapéutica.
Si sobrevolaras una bandada de pingüinos, creerías que se
El terapeuta una y otra vez se hace copartícipe durante una sesión y en
trataba de una asamblea de mattres de restaurante: semejante
el curso de la terapia entera.
exactitud en la distribución del blanco y el negro y el aire ma-
No obstante, el carácter deliberado de la coparticipación disminuye jestuoso de los movimientos no podrían corresponder a otro
a medida que la terapia avanza. Al comienzo, el terapeuta y la familia grupo. Pero tan pronto como pudieras contemplar realmente a
no pueden menos que concentrarse en acomodarse entre sí y al papel estos individuos, te verías obligado a desechar esa hipótesis.
de líder del terapeuta. Pero a medida que pasa el tiempo, estos acomo- Los maitres tienen brazos, no alones; son humanos, y a todas
damientos se vuelven más automáticos. El terapeuta ya no tiene que luces no lo son estas criaturas. Pero entonces, ¿qué son? Verías
reflexionar sobre el modo de entrar en coparticipación. Puede confiar en a uno de ellos zambullirse y nadar con toda facilidad, y acaso
que las pautas del sistema terapéutico lo pondrán sobre aviso en caso decidieras que eran peces. Sólo un conocimiento más directo te
de que sea preciso atender a los acomodamientos en el interior del llevaría a desechar esta segunda hipótesis y te haría avanzar
sistema. hacia la solución correcta.
El empleo de técnicas para establecer coparticipación, lo mismo
que otros recursos terapéuticos, puede determinar que el terapeuta se Es siempre una equivocación, advirtió Sherlock Holmes, teorizar más
sienta como aquel ciempiés inmovilizado porque tenía que decidir qué allá de lo que permiten los datos. El tratamiento por planificación sólo
pata movería. Pero la eficacia del terapeuta depende de su capacidad se debe emprender con la conciencia de las limitaciones que tiene, como
de coparticipar al tiempo que cuestiona. El aumento de su repertorio nos lo advierte la fábula de los pingüinos. En efecto, los terapeutas de
hará de él, en definitiva, un mejor terapeuta. Y una vez que se haya familia aprenden a teorizar más allá de los datos que poseen acerca
convertido en hábil intérprete de la realimentación de la familia, reco- de una familia, pero siempre conscientes de que la estructura de ésta
brará la capacidad de mostrarse espontáneo, con la confianza de que su nunca se les manifiesta en seguida. Sólo en el proceso de coparticipar
conducta no rebasará los márgenes aceptados por el sistema terapéutico. con una familia, sondear sus interacciones y vivenciar la estructura que
la gobierna alcanzarán a conocer su modalidad de interacción. Las hipó-
tesis iniciales que se pudieron hacer tendrán que someterse a prueba
en la coparticipación y acaso muy pronto se las deba desechar a todas.
No obstante, una hipótesis inicial puede ser invalorable instrumento
para el terapeuta. Las familias que acuden tienen configuraciones y es-
tructuras diferentes, y como la forma no puede menos que influir sobre
la función, reaccionarán frente a los obstáculos según modalidades que
les vienen impuestas por su configuración. Esta indicará posibles cam-
pos funcionales v posibles eslabones débiles dentro de su ordenamiento
estructural.
El terapeuta se forma una idea sobre cierta familia como un todo
ra
s una primera inspección de ciertos aspectos básicos de su estructura.
64 THCNICAS ÜE TERAPIA FAMILIAR PLANIFICACIÓN 65

A partir de la más simple información recogida en la llamada telefónica de los miembros, planeará intervenciones para deslindar la frontera
en que se convino la primera ^entrevista, o registrada en la hoja de entre los componentes de la diada al tiempo que cancelará las que
admisión en una clínica, puede desarrollar algunos supuestos sobre la fa- mantienen a cada uno de estos individuos desvinculados de otras per-
milia. Por ejemplo, ¿cuántos son sus miembros y dónde viven? ¿Qué edad sonas. El terapeuta puede investigar las fuentes extrafamiliares de apoyo
tienen? ¿Influyen en este caso alguno de los puntos normales de transi- o de interés a fin de cuestionar la concepción «Somos una isla» de la
ción que crean dificultades a toda familia? El problema que motiva la realidad familiar.
demanda puede ser otra pista que indique sectores de fortaleza o debi-
lidad posibles en la familia cliente. Con estos elementos simples, el
terapeuta elaborará algunas conjeturas que le permitirán orientar sus Familias de tres generaciones
primeros sondeos en la organización familiar.
La señal más inmediata es la composición de la familia. Ciertas com- La familia extensa con varias generaciones que viven en íntima rela-
binaciones son indicativas de ámbitos definidos de investigación. Las ción es probablemente la configuración familiar más típica en todo el
configuraciones más comunes en la práctica son las de pas de deux, de mundo. Diversos terapeutas han destacado la importancia de trabajar
tres generaciones, del soporte, del acordeón, de la familia cambiante y con tres generaciones, sin tener en cuenta el posible distanciamiento
de la familia huésped. geográfico. Pero en el contexto urbano de los países de Occidente, la
familia de varias generaciones tiende a ser más característica de la clase
media baja y de los grupos socioeconómicos inferiores. En consecuencia,
es posible que el terapeuta se incline a considerar en esta configuración
Familias de pas de deux
familiar sus deficiencias, en lugar de pesquisar las fuentes de fortaleza
Supongamos que la familia se componga de dos personas solamente. adaptativa que esta forma contiene.
El terapeuta puede conjeturar que con probabilidad están muy ape- La configuración de la familia extensa aloja en la multiplicidad de
gadas. Si se trata de madre e hijo, es posible que éste pase mucho sus generaciones la posibilidad de una especialización funcional. La or-
tiempo en compañía de adultos. Acaso esté adelantado en su capacidad ganización del apoyo y la cooperación en las tareas familiares se puede
verbal; y como en un elevado porcentaje sus interacciones son con llevar a cabo con una flexibilidad inherente a esta forma de familia, y
adultos, se interesará por los temas de éstos antes que sus coetáneos y a menudo con una genuina pericia. Este tipo de organización requiere
parecerá más maduro. Quizá pase menos tiempo de lo corriente con de un contexto en que la familia y el medio extrafamiliar se encuentren
los niños de su edad; entonces tendrá con ellos menos cosas en común en armoniosa continuidad. Lo mismo que las demás configuraciones, la
y quizás esté en desventaja en los juegos físicos. La madre, si así lo familia extensa necesita de un contexto social que complemente sus
decide, tiene la posibilidad de dar al hijo más atención individual de la operaciones.
que podría si debiera ocuparse de un marido u otros hijos. En conse- Cuando trabajan con familias de tres generaciones, los terapeutas
cuencia, podrá ser muy sagaz para interpretar el talante de su hijo, de familia se deben guardar de su tendencia a obrar una separación.
satisfacer sus necesidades y responder sus preguntas. Y aun puede ten- Es que se inclinan a deslindar las fronteras de la familia nuclear. En
der a interpretarlo con exceso, puesto que no tiene otra persona en una familia compuesta por la madre, la abuela y un hijo, la primera
quien concentrarse. Es posible que no haya nadie cerca con quien pregunta del terapeuta de familia suele ser: ¿Quién se encarga de criar
pudiera cotejar sus observaciones. Y el resultado de todo esto puede al niño? Si las funciones parentales se delegan en la abuela, el cartó-
ser un estilo de vinculación intensa que alimente al mismo tiempo la grafo que todo terapeuta lleva dentro empieza a idear estrategias des-
mutua dependencia y el resentimiento recíproco. tinadas a reorganizar la configuración familiar de manera que la «madre
Otro ejemplo de familia de pas de deux es la pareja anciana cuyos real» asuma la principal responsabilidad por la crianza del hijo, y la
hijos ya han deiado el hogar. Se suele decir que padecen del síndrome abuela retroceda a urf segundo plano. Esta adhesión del terapeuta de
del nido vacío. Un ejemplo más lo constituyen un progenitor y su hijo familia a las normas culturales no debiera ser tan firme, puesto que
único adulto, que han vivido juntos toda la infancia de éste. muy bien podría ocurrir que en el caso de la familia de tres genera-
ciones lo indicado desde el punto de vista terapéutico fuera trabajar
Cualquier estructura familiar, no importa cuan viable pueda ser en
dentro del sistema cooperativo hacia una diferenciación de funciones,
ciertos casos, tiene sectores de dificultades posibles o eslabones débiles
y no promover la formación de una estructura acorde a la norma cul-
en la cadena. La estructura de dos personas es proclive a una forma-
tural.
ción de liquen en que los individuos contraen una recíproca dependencia
casi simbiótica. Es una posibilidad que el terapeuta sondeará. Si sus Para el terapeuta es importante descubrir el peculiar ordenamiento
observaciones indican que la unión excesiva cercena las potencialidades de la familia con que trata. Es probable que la abuela viva con su hija
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y su nieto. Pero lo es también que ella sea la cabeza de la casa, y madre Este ordenamiento funciona sin tropiezos mientras las responsabili-
e hijo estén a su cuidado. ¿Hay aquí una estructura deslindada con dades del niño parental están definidas con claridad por los padres y
claridad en que ambos adultos viven como iguales y uno actúa como el no sobrepasan su capacidad, considerado su nivel de madurez. El niño
progenitor primario del niño? ¿Cooperan los adultos en una organiza- parental es puesto en una situación que lo excluye del subsistema de
ción que contempla funciones y pericias diferenciadas, o los dos adultos los hermanos y lo eleva hasta el subsistema parental. Esa situación
están empeñados en una lucha por la primacía? Y si este último es el tiene aspectos atractivos, puesto que el niño tiene acceso directo a los
caso, ¿está el niño coligado con una de las mujeres en contra de la progenitores; además, puede promover sus habilidades ejecutivas. Este
otra? modo de relación ha dado buenos resultados durante milenios. No pocos
Son muchas las formas de familia de tres generaciones, desde la terapeutas son ex niños parentales. Pero la estructura de una familia
combinación de progenitor soltero, abuelo y niño, hasta la compleja red grande se puede quebrar en este punto y los terapeutas deben tener
de vastos sistemas de parentesco que no necesitan estar alojados en presente esa posibilidad.
un mismo domicilio para ejercer notable influjo. Puede ser indispen- Existe el peligro potencial de que los niños parentales contraigan
sable para el terapeuta descubrir cuál es realmente «la familia», cuántos síntomas cuando se descargan sobre sus hombros responsabilidades su-
miembros tiene y qué nivel de contacto sostienen éstos con la red ex- periores a sus fuerzas o no se les confiere la autoridad que les permi-
tensa. En ningún caso se debe subestimar el influjo de la familia exten- tiera ponerlas en práctica. Los niños parentales, por definición, quedan
sa sobre las funciones de la familia nuclear.1 tomados entre dos fuegos. Se sienten excluidos del contexto de los
Un posible eslabón débil en la familia multigeneracional es la orga- hermanos, pero no aceptados de manera genuina por el holón parental.
nización jerárquica. Cuando una familia extensa de tres generaciones Tienen dificultades para participar en el importante contexto de socia-
acude a la terapia señalando a uno de sus miembros como el portador lización que es el subsistema de los hermanos. Además, el niño parental
de síntoma, el terapeuta investigará eventuales coaliciones intergenera- puede bloquear el ejercicio de los cuidados tiernos que los más peque-
cionales que acaso tomen a uno de los miembros de la familia como ños neceskan de sus padres.
chivo emisario o vuelvan disfuncionales determinados holones. En la terapia puede ser eficaz emplear técnicas de fijación de fron-
En ciertas familias extensas desorganizadas, es posible que los adul- teras que reorganicen el subsistema parental sin el niño parental, y rea-
tos funcionen de un modo desapegado, centrífugo. En esos casos deter- lizar sesiones con los hermanitos solos, en que la posición de aquél sea
minadas funciones ejecutivas, incluida la crianza de los niños, pueden reorganizada. O bien, si el subsistema parental ya está recargado, la
quedar mal definidas y caer en los huecos de la estructura. Se suele responsabilidad de brindarle apoyo se puede distribuir de manera más
encontrar este problema en familias pobres que soportan excesivas car- equitativa entre los hermanos.
gas de trabajo y viven en villas misérrimas carentes de sistemas de
asistencia social. En estos casos, esclarecer las fronteras entre los holo-
nes puede ayudar a diferenciar las funciones y facilitar la cooperación.2 Familias acordeón

En ciertas familias uno de los progenitores permanece alejado por


Familias con soporte lapsos prolongados. El ejemplo clásico son las familias de militares.
Cuando uno de los cónyuges se ausenta, el que permanece en el lugar
La familia grande no es tan común como lo fue antaño en la cultura tiene que asumir funciones adicionales de cuidado de los niños, ejecu-
occidental. En cierta época, lo normal era tener muchos hijos. Se los tivas y de guía, pues de otro modo quedarían privados. Las funciones
consideraba un bien de la familia. Han cambiado los tiempos, pero no parentales se concentran en una sola persona durante una parte de
lo ha hecho el nexo estructural que se descubre en la mayoría de las cada ciclo. En estos casos es una cristalización posible la familia de un
familias grandes. Cuando las instituciones aumentan de tamaño, es pre- solo progenitor. El cónyuge que permanece en el hogar asume funciones
ciso delegar autoridad. Cuando son muchos los niños en un hogar, por adicionales a expensas de la colaboración entre los miembros de la pa-
lo común uno de ellos, y a veces varios de los mayores, reciben respon- reja. Los niños pueden obrar en el sentido de promover la separación
sabilidades parentales. Estos niños parentales toman sobre sí funciones de los padres, y aun de cristalizarlos en los papeles de «padre bueno
de crianza de los demás niños, como representantes de los padres. V madre mala, abandonadora» en una organización que tiende a expul-
sar al progenitor periférico.
1. Hope J. Leichter y William E. Mitchell: Kinship and Casework, Nueva York, Es posible que estas familias acordeón demanden terapia cuando el
Russell Sage Foundation, 1967.
2. Salvador Minuchin. Braulio Montalvo, B. G. Guerney, Jr., B. L. Rosman y progenitor viajero cambia de trabajo y se convierte en figura permanente
Q
Florence Schumer: Families oí Ihe Slums, Nueva York, Basi; Books, 1967. entro de la organización familiar. En ese momento es preciso que so-
68 TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR PLANIFICACIÓN 69

brevenga un desplazamiento en el modo que la familia tiene de orga- familias huéspedes


nizar sus funciones; en efecto, el programa antiguo estorba la elabora-
ción de funciones nuevas que incluyan al cónyuge ausente. El progenitor Un niño huésped es por definición miembro de una familia tempo-
periférico debe ser reinsertado en una posición provista de sentido. raria. Los asistentes sociales de los institutos de colocación dejan en
Como en otras situaciones de transición, la terapia incluirá en ésta ma- claro que la familia huésped no debe apegarse al niño; es preciso
niobras no sólo reestructuradoras, sino educativas. La familia tiene que evitar una relación padre-hijo. No obstante, estos lazos padre-hijo se
comprender que, en efecto, forma una familia «nueva». Esta concepción crean a menudo, sólo para quebrarse cuando el niño debe mudarse a un
es de aceptación bastante difícil porque las «partes» de la familia han nuevo hogar huésped o es devuelto a su familia de origen.
permanecido juntas durante largo tiempo; sólo la configuración de la Un problema potencial en esta configuración familiar es que en oca-
familia es nueva. siones la familia se organiza como si no fuera huésped. El niño es
incorporado al sistema familiar. Si después desarrolla síntomas, pueden
ser el resultado de tensiones dentro del organismo familiar. No obstante,
Las familias cambiantes el terapeuta y la familia pueden suponer que los síntomas del niño son
producto de su experiencia previa al ingreso en esta familia, o bien de
Ciertas familias cambian constantemente de domicilio. Por ejemplo, una patología internalizada, puesto que es un niño huésped y técnica-
en los guetos, las familias que lo abandonan cuando deben demasiadas mente no es miembro de la familia.
mensualidades de alquiler. Es también el caso de los gerentes de grandes Es preciso evaluar el nexo del síntoma con la organización familiar.
empresas que son transferidos con frecuencia de una sucursal a otra. En Si la sintomatología es el producto del ingreso del niño en un sistema
otras circunstancias, es la composición misma de la familia la que varía. nuevo, éste funciona como si atravesara una crisis de transición. Por el
El ejemplo más frecuente es el progenitor soltero que cambia de pareja contrario, si el niño ya está integrado plenamente a la familia, sus
una y otra vez. Un padre puede trocar muchas amantes, cada una de síntomas obedecen a la organización de ésta y se relacionan con las ten-
las cuales será esposa y madre en potencia. Esta configuración puede siones que otros miembros de la familia manifiestan de diverso modo.
permanecer oculta al terapeuta en el contacto inicial, pero se irá po- En la situación mencionada en último término, una complejidad adi-
niendo de manifiesto a medida que trabaje con la familia. cional de la familia huésped es la introducida por la presencia del
Si el cambio de contexto interesa a adultos que desempeñan un instituto de colocación. Estos institutos de colocación en familias hués-
papel significativo, es importante para el terapeuta reconstruir un his- pedes invierten mucho tiempo y esfuerzos en formar buenos padres
torial que le permita determinar si lo que parece una organización huéspedes, y por ello mismo tienden a cuidarlos particularmente. Pue-
estable no es, en realidad, transitoria. En tal caso parte de la función den entonces obrar de un modo que estorbe la posibilidad de acomo-
del terapeuta será ayudar a la familia para que defina con claridad su damiento entre el niño y la familia huésped. En estos casos el tera-
estructura organizativa. Si el cambio del contexto atañe al domicilio, peuta tiene que contemplar la posibilidad de introducir a la asistente
hay pérdida de sistemas de apoyo, tanto familiares como de la comu- social del instituto en el contexto terapéutico y utilizarla como cotera-
nidad. La familia queda aislada. Los niños que han perdido su red de peuta a fin de prestar asistencia al organismo familiar total, incluido
compañeros y deben ingresar en un contexto escolar nuevo pueden el niño.
desarrollar disfuncionalidad. Si la familia se convierte en el único con-
texto de apoyo en un mundo cambiante, es posible que sufra menos-
cabo su capacidad para entrar en contacto con el medio extrafamiliar. El formulario de admisión en la terapia no sólo suele contener
El terapeu:a tiene que tener presente que si la familia pierde su información sobre estas diversas configuraciones, sino además sobre el
contexto por cambio de domicilio, sus miembros entrarán en crisis y estadio de desarrollo en que se encuentra la familia. El desarrollo de
tenderán a funcionar en un nivel más bajo de capacidad que en circuns- esta supone transiciones. Las familias cambian para adaptarse a diver-
tancias en que se recibe el apoyo del contexto extrafamiliar. En conse- sas circunstancias. En consecuencia, sucesos que obedecen a estos esta-
cuencia, se vuelve importantísimo evaluar el nivel de competencia tanto dios de desarrollo pueden amenazar el equilibrio familiar. No pocas
de la familia en su condición de organismo, cuanto de sus miembros familias demandan terapia justamente porque se encuentran en un pe-
individuales. Es esencial no dar por supuesto que la crisis es producto nodo de transición en que la vida familiar tropieza con las demandas
de una patología existente en la familia. El holón de la familia es siem- de cambio, por un lado, y, por el otro, con los mecanismos que con-
pre parte de un contexto más vasto. Distorsionado el contexto más trarrestan la desviación, activados por esas demandas. Estos problemas
vasto, la familia manifestará distorsiones. de discontinuidad se presentan en familias con padrastro o madrastra,
y en familias con un fantasma.
PLANIFICACIÓN 71
70 TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR

étnico, se incluirán estos datos. Por último, el cuadro de situación con-


Familias con padrastro o madrastra tendrá el problema que motivó la demanda. Si un bebé no prospera,
el terapeuta sondeará eventuales disfunciones en la interacción madre-
Cuando un padre adoptivo se agrega a la unidad familiar, tiene que hijo. Si un niño «no entiende razones», el terapeuta pesquisará alguna
pasar por un proceso de integración que puede ser más o menos logrado. alianza dentro de la jerarquía familiar que le esté procurando apoyo
El nuevo padre puede no entregarse a la nueva familia con un compro- adulto para su desobediencia.
miso pleno, o la unidad originaria puede mantenerlo en una posición Ciertos síntomas son claro indicio de determinados ordenamientos
periférica. Es posible que los hijos redoblen sus demandas dirigidas al estructurales de la familia. Por ello el «problema que motiva la deman-
padre natural, exacerbando así el problema que a éste le plantea la da» pone en marcha la imaginación de todo terapeuta experimentado.
división de lealtades. En los casos en que los niños vivieron alejados En seguida evocará la página de cierto libro de psicología, el rostro de
de su padre natural hasta el nuevo casamiento de éste, tendrán que un niño a quien atendió antes o la configuración de una familia que
acomodarse tanto a su padre natural como al postizo. presentaba problemas semejantes. Estas imágenes son útiles para for-
En esta configuración familiar, las crisis son comparables a los pro- mar el conjunto inicial de hipótesis con que el terapeuta abordará a la
blemas que surgen en un organismo familiar reciente; se las debe con- familia.
siderar normales. La cultura occidental impone la formación instan-
tánea de la familia. Tras el ritual, legal o paralegal, los miembros de
una familia «mixta» se precipitan para constituir holones familiares. Familias descontroladas
Pero el tiempo no les ha conferido aún su legitimidad funcional. Es
posible que un terapeuta tenga que asistir a la familia introduciendo En familias en que uno de sus miembros presenta síntomas en el
esquemas para una evolución gradual. En ciertos casos puede ser con- área del control, el terapeuta supone la existencia de problemas en uno
veniente para los miembros de las dos familias originales mantener al o varios entre determinados campos: la organización jerárquica de la
comienzo sus fronteras funcionales y relacionarse como dos mitades familia, la puesta en práctica de las funciones ejecutivas dentro del sub-
que cooperan para resolver problemas en la vía que la familia sigue sistema parental y la proximidad entre miembros de la familia.
hacia la configuración de un solo organismo. El tipo de problemas de control varía según el estadio de desarrollo
de los miembros de la familia. En familias con hijos pequeños, uno de
los problemas más comunes que se presentan en una clínica pediátrica
Familias con un fantasma es el niño en edad preescolar a quien sus padres definen como un
«monstruo» que no quiere admitir regla alguna. Cuando un tirano de
La familia que ha sufrido muerte o deserción puede tropezar con veinticinco kilos aterroriza a una familia entera, se debe suponer que
problemas para reasignar las tareas del miembro que falta. A veces tiene un cómplice. Para que un tirano que no se eleva un metro del
la familia se colocará en la postura de decir que, si la madre viviera, suelo sea más alto que el resto de los miembros de la familia, es preciso
sabría qué hacer. Apropiarse de las funciones de la madre se convierte que esté subido sobre los hombros de uno de los adultos. En todos los
entonces en un acto de deslealtad a su memoria. Es posible que se res- casos, el terapeuta puede suponer con certeza que los cónyuges se des-
peten las antiguas coaliciones como si la madre siguiera con vida. califican uno al otro, lo que confiere al tirano triangulado una posición
Los miembros de estas familias pueden vivir sus problemas como de poder que es aterrorizante para él y para la familia.
la consecuencia de un duelo incompleto. Pero si el terapeuta obra con En esta situación la meta terapéutica consiste en reorganizar la fami-
este supuesto, puede cristalizar a la familia en lugar de ayudarla para lia de modo que los padres cooperen entre sí y el niño sea rebajado
que avance hacia una organización nueva. Desde el punto de vista tera- hasta su lugar. La elaboración de una jerarquía clara en que los proge-
péutico, se trata de una familia en transición. Las configuraciones ante- nitores tengan el control del subsistema ejecutivo requiere de un aporte
riores estorban el desarrollo de nuevas estructuras. terapéutico que influya sobre el holón parental en su totalidad.
En familias con adolescentes, es posible que los problemas de con-
trol se liguen con la incapacidad de los progenitores para pasar del
En el proceso de reflexionar el terapeuta sobre toda la información estadio de padres solícitos de niños pequeños al de padres respetuosos
inicial que posee sobre una familia, cobra forma una estructura fami- de adolescentes. En esta situación, los programas útiles para la familia
liar especulativa. Esta recoge la configuración que la propia familia antes, cuando los niños eran pequeños, estorban el desarrollo de la
presenta como esencial. Incluye elementos sobre el estadio de desarrollo configuración nueva. Es posible que los niños se adapten bien a los cam-
en que ella se encuentra y los problemas inherentes a ese estadio. Si bios que les impone su desarrollo, al tiempo que los padres no han
se conocen la religión de la familia, su nivel económico o su origen
72 TÉCNICAS DE TERAPIA FAMILIAR PLANIFICACIÓN 73

elaborado aún alternativas nuevas para el estadio de vida en que ellos hijo. Por lo común, la forman la madre y su hijo, a quienes el padre
mismos se encuentran. ataca de manera indiscriminada, como si se tratara de una alianza ene-
Puede ocurrir que entre un adolescente y un padre sobreprotector miga. En estas familias, los malos tratos entre los padres desbordan
exista una relación de apego tan excesivo que ninguna acción del hijo sobre el hijo..
pase inadvertida. En estas situaciones, el bloqueo de la interacción de La familia del bebé que no prospera se suele clasificar en la misma
unión excesiva puede aumentar los choques entre el holón parental y el categoría que la familia en que se maltrata a los hijos; esto se debe a
hijo, lo que promoverá la búsqueda de alternativas. que en ambos casos el efecto es poner en peligro al niño. No obstante,
En general, en el trato con familias en que hay adolescentes en una y otra familia ofrecen características diferentes. El desmedro del
conflicto, lo mejor es que el terapeuta siga un camino intermedio. Sus- bebé no obedece a una situación de proximidad, sino, por el contrario,
tentará el derecho de los padres a formular determinadas demandas y a la incapacidad de los padres para dar respuestas a las necesidades
a pedir que se los respete como tales. Y también apoyará las demandas de su hijo. En efecto, se trata de una organización de miembros desape-
de cambio que haga el adolescente. gados. La madre no alimenta al bebé en la medida en que sería nece-
En familias con hijos delincuentes, el control de los progenitores sario. Se distrae cuando tiene el niño al pecho o le da el biberón. En
depende de su presencia. Las reglas existen sólo mientras ellos están ahí estas situaciones, las técnicas terapéuticas procuran interesar a los pa-
para imponer su vigencia. El hijo aprende que en un contexto hay dres, a diferencia de las técnicas de deslinde de fronteras, que son las
determinadas reglas, que sin embargo no rigen en otros contextos. indicadas en caso de maltrato a niños.
En esta organización, los padres tienden a producir una alta proporción En dos tipos de familia los niños sufren de fobias escolares. En uno
de respuestas controladoras, a menudo ineficaces. El progenitor hace de ellos, la fobia a la escuela manifiesta una organización delicuencial.
una demanda controladora, el hijo no obedece; hace otra demanda En el otro, la situación es semejante a la de familias con hijos psicoso-
aquél, y así. Hay mutuo acuerdo de que tras cierto número de demandas máticos. La unión excesiva entre el niño y uno de los miembros de la
parentales, el hijo responderá. familia ata al niño y lo hace permanecer en la casa como compañero.
Las pautas de comunicación tienden a ser caóticas en estas fami-
lias. Los participantes no cuentan con ser escuchados, y los mensajes
sobre la modalidad del vínculo son más importantes que el contenido. Familias psicosomáticas
Las comunicaciones parecen organizadas en torno de secuencias o in-
teracciones nimias, inconexas, provistas de un valor afectivo. Cuando la queja que motiva la demanda es un problema psicoso-
Cuando estas familias tienen varios hijos, el subsistema de los her- mático de alguno de los miembros de la familia, la estructura de ésta
manos puede llegar a ser un contexto importante que permita iniciar incluye una excesiva insistencia en los cuidados tiernos. La familia pare-
la organización de una nueva configuración familiar y crear fronteras ce funcionar óptimamente cuando alguien está enfermo. Entre las carac-
significativas. En un trabajo de Minuchin y colaboradores 3 se exponen terísticas de estas familias se descubre sobreprotección, fusión o unión
otras técnicas terapéuticas para estas familias. excesiva entre los miembros de la familia; la incapacidad para resolver
En familias en que los niños son maltratados, el sistema no puede conflictos, enorme preocupación por mantener la paz o evitar los con-
controlar las respuestas destructivas de los padres hacia los hijos. Por flictos y una rigidez extrema. Pero no la rigidez del cuestionamiento,
lo común, esos progenitores carecen de sistemas de apoyo. Responden sino la del agua, que si se puede recoger con la mano es sólo para volver
a los hijos como si sólo fueran una continuación de ellos mismos. Cada a su forma originaria. Estas familias parecen enteramente normales, la
acción del hijo es vivenciada por el padre como una respuesta perso- familia típica. Sus miembros son buenos vecinos. No se querellan con
nal. Los progenitores que se encuentran en esta situación carecen de nadie. Este tipo de familia se destaca por las relaciones de lealtad y de
un contexto adulto en que se pudieran desenvolver competentemente. protección que en ella imperan; en suma, es la familia ideal.
La familia se convierte en el único campo en que el progenitor puede Uno de los problemas con que el terapeuta tropieza en estas familias
desplegar poder y capacidad, y esta restricción excesiva aflora como e
s justamente su carácter agradable. Sus miembros parecen ansiosos por
agresión. Así como las personas sólo se pueden golpear si se entreveran, responder. El terapeuta puede creer que cooperan con él, sólo para
sólo los subsistemas unidos en demasía tienden a producir padres que sentirse una y otra vez decepcionado por los problemas que le oponen,
infligen maltrato. asi como por la facilidad con que lo absorben en las melosidades de
En ciertos casos, la familia que maltrata a sus hijos se organiza en s
u política de paz a cualquier precio.
torno de una diada demasiado unida, uno de los progenitores y un

3. Minuchin y colaboradores: Families of the Slums, op. cit.

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