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Movimiento Guerra Espiritual
Movimiento Guerra Espiritual
Movimiento Guerra Espiritual
Profesor:
Sigifredo Sabalza
Autores:
Edward Giovanny Hernández
Yovany David Montesnegro Navarro
Debemos recordar las Palabras del apóstol Pablo de no ir más allá de lo que
está escrito” (1 Corintios 4:6). Muchos falsos maestros han ido más allá de lo escrito,
y han enseñado a las iglesias que nosotros los creyentes debemos tomar un rol activo
atacando a Satanás. Esto se hace hablando o gritando a los aires “atando al diablo y
a sus demonios.” Existen distintos niveles de falsa doctrina, algunas iglesias enseñan
un poco, otras enseñan todo el paquete. Muchas iglesias escuchan u observan estas
prácticas de otros creyentes y comienzan inocentemente a imitar estas conductas
pensando que son bíblicas. Algunas de estas falsas enseñanzas dicen que detrás de
las enfermedades se encuentran demonios, así vemos a los ministros reprendiendo
al “espíritu de enfermedad” o “espíritu de cáncer.” También enseñan que atrás de
hábitos pecaminosos se encuentran demonios, así reprenden al “espíritu de
alcoholismo”, “espíritu de lascivia”, “espíritu de rebelión.” En muchas iglesias donde
se enseñan el falso evangelio de la prosperidad financiera, hasta enseñan que atrás
de la pobreza hay demonios, así gritan que “atan y echan fuera al espíritu de pobreza.”
Por lo general, se mencionan tres niveles en los que se lleva a cabo esta guerra
(Bernardo Stamateas enumera seis): El nivel superficial o lucha espiritual a ras de
suelo, el nivel oculto de guerra espiritual contra el ocultismo, y el más alto nivel que
es la guerra espiritual estratégica.
CRISTIANOS DEMONIZADOS
A la luz de las escrituras, se puede denotar que esta doctrina que profesa este
movimiento denominado Guerra espiritual es falsa, ya que, en el evangelio de Juan
en su primer capítulo nos enseña que aquellos que recibieron a Jesús fueron
engendrados por Dios, por lo tanto, le pertenecemos a Él, seguidamente el apóstol
pablo en la primera carta a los corintios nos hace referencia que somos templo y
morada del Espíritu Santo es por ello que nace la interrogante si, ¿en un cuerpo que
es templo y morada de su Espíritu puede habitar un demonio ? en respuesta a ello el
mismo apóstol Pablo en su segunda carta a los corintios en el capítulo 6 verso 14
que no puede haber comunión entre la luz y las tinieblas.
Por otro lado, Pablo en efesios 1:13 nos resalta que una vez llegamos a los
pies de Cristo somos sellados por su Santo Espíritu, es decir pasamos hacer
propiedad exclusiva de Él y desde ese mismo instante somos llamados Hijos de Dios
y Guiados por su Espíritu.
MALDICIONES GENERACIONALES
Según esta clase de guerra espiritual, son las múltiples formas usadas por
Satanás para transferir calamidades de una generación a otra. Por ejemplo. Si alguna
persona participo en un rito ocultista, es probable que sus hijos, nietos o bisnietos
sufran problemas espirituales y emocionales, aunque hayan recibido a Cristo.
Asimismo, pueden trasmitirse los demonios a los descendientes. Por tal motivo,
afirman los defensores de esta doctrina, se requiere liberar a las personas de estas
maldiciones. Incluso sugieren a los padres adoptivos que, para que no vivan bajo el
temor y la duda, lleven a los hijos a un culto de liberación que ahuyente a los seres
diabólicos o a cualquier influencia perniciosa.
Con respecto a este argumento la palabra nos enseña, que fuimos comprados
a precio de Sangre por el sacrificio hecho por nuestro Señor Jesucristo en la Cruz del
calvario anulando las actas y decretos que había en contra nuestra y clavándolas en
la Cruz junto a él, tal como lo describe el apóstol pablo en la carta a los colosenses
en el capítulo 2: 14-15 asimismo gálatas 3:13 señala que Cristo nos redimió de las
maldiciones, incluso en el antiguo testamento los profetas Jeremías y Ezequiel hacen
referencia a un refrán usado por el pueblo de Israel que decía que los padres
comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tenían la dentera, Jehová declaró
que dicho refrán estaría abolido y que cada quien comería del fruto de su maldad es
decir los Hijos no sufrirán por las decisiones o malas acciones de sus padres.
Con respecto esta Doctrina la biblia no hace una referencia concreta, los pocos
pasajes bíblicos que la sustentan han sido sacados de contexto. Sin embargo, en
Efesios 2 v.2 y 3, nos ofrece una especie de jerarquía en lo que al mundo espiritual
se refiere, haciendo una enumeración entre principados, potestades, gobernantes de
las tinieblas y huestes espirituales, la cual podría ser usada como un basamento de
las Escrituras para defender esta postura. No obstante, no existe en otras porciones
de La Palabra, un texto que permita asegurar la veracidad o existencia de dicha
jerarquía.
Ahora bien, lo que si nos deja claro es que los demonios aun siendo contrarios
a la luz son expulsados en el nombre de Jesús reconociendo su autoridad Mr:1:23-
24. También se nos da conocer que estos son enviados para atormentar, como en el
caso de Saúl, y Abimelec, son engañadores como se relata en 1 Timoteo 4:1. Todo
esto nos da a conocer que estos espíritus pueden tener influencia sobres los hombres
que no están bajo la cobertura de Dios (exceptuando el caso especial de Job)
perjudicando a los mismos, controlando al mundo pecaminoso (1 Juan 5:19) y
afligiendo con enfermedades.
Aun con todo esto, en ningún pasaje se sugiere que debamos tomar parte
activa identificando a estos demonios. Además, estos pocos textos son insuficientes
para aportar una información completa, por lo que la mayor parte de los datos son
producto de la especulación, la imaginación o en el peor de los casos es información
extraída de la “confesión” de algunos demonios.