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La Decadencia en Oswald Spengler

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LA CATEGORÍA DECADENCIA EN SPENGLER

Resumen

En su análisis histórico, Spengler refiere que las organizaciones humanas experimentan ciclos y
etapas similares a las de los seres vivos, individuales y como especie; ciclos que manifiestan
particularidades dependiendo su momento. En ese sentido, existe un nacimiento, desarrollo, pináculo
y debacle para cada enclave humano.
Al pináculo en los alcances, capacidades y desarrollo de una entidad, Spengler le denominó Cultura;
al proceso de envejecimiento, desestructuración y hecatombe lo designó como Civilización.
Para este pensador, Occidente ya era una civilización porque se encontraba en su fase de
degradación. Por su parte, las regiones occidentalizadas como África, centro y Sudamérica, y
obviamente incluyendo a México, se encontrarán -por la configuración colonial que en ellas imprimió
Occidente-, también en esa fase de fenecimiento antropológico, ético, axiológico y epistemológico.

Palabras clave

Spengler, Cultura, Decadencia, Occidente, Occidentalización.

1
INTRODUCCIÓN

Dejando de lado los actos de explotación irracional que realizan ciertas empresas extranjeras y
nacionales en la república mexicana (sin cuidado del entorno natural, sin atención de las normas
ambientales, sin adecuado tratamiento de los residuos industriales -lo que de llevarse a cabo
implicaría cierta merma para sus ganancias-), nos enfocamos en situaciones contextuales, que si bien
generan daño en la comunidad y afectaciones en la salud del individuo, tienen otra causa.
Acciones institucionales, comunitarias e individuales, donde se descuida inconcientemente o se daña
deliberadamente al entorno y a la dinámica comunitaria donde se asienta el humano.
Actos de expolio o destrucción, y acciones de construcción irresponsable, que tendrán como
consecuencia más o menos directa, el daño a la integridad de la persona ubicada ahí.
Constancias de irracionalidad, falta de comunión y empatía, que llevan a actos destructivos y
autodestructivos.
Aunada a la explicación sociológica, complementamos el análisis de esa distensión comunitaria, con
una interpretación histórica; para entender la desestructuración de los procesos macro y micro, y la
degradación del ámbito social, será nuestro autor guía, el pensador alemán Oswald Spengler y su
texto “La Decadencia de Occidente”.
Es objetivo de esta reflexión, el retrotraer el análisis histórico de Spengler a nuestras condiciones
contemporáneas. Teoría vetusta que no obstante su antigüedad y lejanía geográfica de origen,
permite dar luz sobre ciertas problemáticas nacionales e internacionales.
La justificación de la presente labor heurística, es la de proporcionar elementos para clarificar las
distensiones deliberadas y tan dañinas que padecemos en nuestro entorno.
Crisis en los ámbitos económicos, educativos, sanitarios y científicos, que de manera medular
devienen de la estructuración y fin que nos correspondió como enclave invadido, ocupado, sometido,
como neocolonia posesión de capitales principalmente norteamericanos. 1
Solo teniendo claridad en cuanto a la problemática, podremos enfocarnos en su posible resolución;
resolución que no pasa por los partidismos, caudillismos y mesianismos que tan comunes son en
estas regiones sometidas.
Caudillismo que no por ser común, es efectivo o positivo para las comunidades, antes bien es una
herramienta para mantenerlas en ese tren.
Sabemos que estas líneas interpretativas son impopulares, periféricas, deliberadamente relegadas;
modo contrario a por ejemplo la Leyenda Negra Hispanofóbica, nuevamente utilizada por el caudillo
de turno, y para la cual se utilizan todos los medios masivos de comunicación propiedad del Estado.
Mitos que día y noche se difunden en los mass media y en las redes sociales.
1
A los sectores de jóvenes algo indispuestos a los estudios históricos de México, siempre les recomendamos
asistan al Museo Nacional de las Intervenciones, Ex Convento de Churubusco, como un modo de acceder al
pasado y presente sometido de “nuestro” país.
En este enlace se puede acceder a una breve presentación de las exposiciones permanentes del lugar:
https://www.intervenciones.inah.gob.mx/sitio/exposiciones_permanentes.php

2
Situación peculiar la de esa mitología, porque dejando de lado los análisis históricos serios, las voces
de historiadores disidentes y silenciados, se olvida casual y convenientemente la invasión, robo y
expolio pasado y presente por parte de los capitales norteamericanos.
Se olvida el sometimiento yanqui, pero se desentierra al fantasma español.
Conveniente e incongruente. Útil para manipular y distraer, toda una ideología.
Pues bien, la visión de Spengler se contrapone a los mitos, introyecciones e ideologizaciones que
buscan borrar al verdadero enemigo. No obstante entendemos que por la misma labor reificante, solo
ciertos sectores minoritarios se acercan a esta hermenéutica, a esta visión olvidada y vilipendiada,
periférica.
Tras esta presentación, comenzamos con la argumentación.

DESARROLLO

Dividimos este apartado en dos fracciones; comenzamos con el primero.

a.

Estamos en la decadencia…

En la excelentísima introducción de David Carpio al texto “La Decadencia de Occidente” del genial
pensador Oswald Spengler, se enuncia lo siguiente con relación a los cambios de fase, de etapa, que
ocurren en un enclave humano; cambios que van de la Cultura a la Civilización, del pináculo y
plenitud, a la debacle comunitaria y cognitiva; lo expresa así…

“Las Altas Culturas son organismos “vivientes”.


Siendo orgánicas por naturaleza, deben pasar por los estadios de nacimiento,
desarrollo, plenitud, decadencia y muerte. Esta es la “morfología” de la
Historia.
Todas las culturas anteriores han pasado por estas diferentes etapas y la
Cultura Occidental simplemente no puede ser una excepción. Más aún: hasta es
posible detectar en cual de esos estadios orgánicos se ubica actualmente.
El punto más alto de una cultura es su fase de plenitud, que es la “Fase
Cultural” por antonomasia.
El comienzo de la declinación y el decaimiento de una cultura está
constituido por el punto de transición entre su fase “cultural” y su fase de
“civilización”, que le sigue de modo inevitable.
La fase de “civilización” se caracteriza por drásticos conflictos sociales,
movimientos de masas, continuas guerras y constantes crisis.

3
Todo ello conjuntamente con el crecimiento de grandes “megalópolis”, vale
decir: enormes centros urbanos y suburbanos que absorben la vitalidad, el
intelecto, la fuerza y el espíritu de la periferia circundante.
Los habitantes de estas aglomeraciones urbanas –comprendiendo al grueso de la
población– se convierten en una masa desarraigada, desalmada, descreída y
materialista, sin más apetitos que el pan y el circo instrumentados, para
mantenerla medianamente conforme.
De esta masa provienen luego los felahs subhumanos 2, típicos representantes de
una cultura moribunda.
Con la fase de la civilización viene el gobierno del dinero y sus
herramientas gemelas: la democracia y la prensa.3
El dinero gobierna al caos y sólo el dinero saca provecho del mismo.
Los verdaderos portadores de la cultura –las personas cuyo espíritu todavía
se identifica con el alma de la cultura– sienten repugnancia ante este poder
plutocrático y sus felahs servidores. Consecuentemente, se movilizan para
quebrar este poder y tarde o temprano tienen éxito en su empresa, pero dentro
del marco de una sociedad ya masificada.
La dictadura del dinero desaparece, pero la fase de la civilización termina
dando lugar a la siguiente, que es la del Cesarismo, en dónde grandes hombres
se hacen de un gran poder, ayudados en esto por el caos emergente del último
período de los tiempos plutocráticos.
El surgimiento de los césares marca el regreso de la autoridad y del deber,
del honor y de la estirpe de “sangre”, y el fin de la democracia.
Con esto llegamos a la fase “Imperialista” de la civilización, en la cual los
césares con sus bandas de seguidores, combaten entre sí por el control de la
tierra.
Las grandes masas o bien no entienden lo que sucede, o bien no les importa.
Las megalópolis se deshabitan lentamente, y las masas poco a poco “regresan a
la tierra” para dedicarse a las mismas tareas agrarias que ocuparon a sus
antepasados varios siglos atrás.
El frenesí de los acontecimientos pasa por sobre ellos.

2
Felah en su sentido original se refiere a campesinos sin posesiones, asalariados sin tierra.
En éste contexto se entiende como trabajadores empobrecidos y principalmente embrutecidos, que colaboran a
favor de la hegemonía y en contra de su comunidad.
Marx por su parte había utilizado el vocablo Lumpenproletariado para referirse al producto pasivo de la
putrefacción de las capas más bajas de la sociedad; aquellos que están dispuestos a venderse a la reacción y servir
para sus maniobras. Básicamente aquellos que traicionan a su país y a su gente, ayudando a los intereses de las
hegemonías.
Cfr. Marx y Engels, Manifiesto Comunista, p 26.
3
En una actualización, hablaríamos en lugar de periódicos, de redes sociales y multimedias, como elementos
masivos de manipulación de la percepción, la cognición y la actuación.

4
Y en ese momento, en medio de todo ese caos, surge una “segunda
religiosidad”; un anhelo a regresar a los antiguos símbolos de la fe de esa
cultura.4
Las masas, fortificadas de ese modo, adquieren una especie de resignación
fatalista y entierran sus esfuerzos en el suelo del cual emergieron sus
antepasados.
Contra este telón de fondo, la cultura y la civilización creada por ella, se
5
desvanecen.”

De este texto de 1918 se pueden retomar varias cosas…


Ubicamos a nuestra Era dentro de la fase de la Civilización, pues lo que impera son los conflictos
sociales, diversos movimientos de masas: de etnia, partidismo, nacionalismo y género principalmente.
Crisis económicas y culturales, junto con guerras que si bien ya no son globales, sí destruyen y
diezman inmisericordes, la región donde ocurren.
Amplios sectores de los habitantes de las ciudades denotan comportamientos desalmados: violencia,
robo, violaciones y asesinatos son cosa de todos los días; bueno, a menos que se viva en zonas
acomodadas y residenciales con seguridad privada.
El nihilismo, hedonismo y materialismo cosificante es lo que predomina.
Amplios sectores de las masas humanas viven absortos en los dramones televisivos y políticos.
El dinero y la democracia populista tienen lugares primordiales en la vida privada y pública de los
habitantes.
Locos y enceguecidos por el peculio, el poder y la fama, hacen cualquier cosa por ellos.
Y no solo acabamos de entrar a la civilización, sino que ya estamos pasando del Cesarismo al
Imperialismo, donde los caudillos amados, odiados y sostenidos por amplios sectores de las clases
medias y bajas, acumulan riquezas y poder, manifestando comportamientos autoritarios,
intransigentes y totalitarios.
Son los fascismos negro, rojo y azul que describió Wilhelm Reich.
Caudillos que jamás se disculpan, jamás corrigen, nunca son razonables ni se preocupan por sus
súbditos; si acaso burlas y risotadas tendrán para las desgraciadas consecuencias que padecen sus
babeantes subordinados.
Imperialismo donde lo que determina la situación de un entorno, son las luchas por el control, que los
grupos hegemónicos realizan.
Cotos de poderosos peleando por la hegemonía, ante la ignorancia, complicidad e indiferencia de los
pobladores.

El regreso que hubo del pensamiento mágico, desde la contracultura de los sesentas, pasando por la
New Age, se explica con la teoría de Spengler:
4
Lo que puede verse, tanto en el New Age, como en la Sobremodernidad.
5
Spengler, La Decadencia de Occidente, pp 5-6.

5
Masas dolientes, sometidas, crédulas e ignorantes, calmando su frustración con segundas religiones o
con fe antigua.6
Impotencia, frustración y oscurantismo, que sumados a la indolencia e irreflexividad, llevan a un
regreso a lo peor de lo antiguo, que es más escape y capitulación, que verdadera espiritualidad,
cognición y evolución.7
Quieren olvidar, y sueñan con mágicos mundos y placenteros destinos, a sabiendas que la promesa
de la Modernidad no se cumplió: seguridad, comida, casa, educación y salud las hay, pero sólo para el
que las pueda pagar.8
Ciencia prostituida y tecnología elitista mediada por un Estado títere.
Para las mayorías: lo escaso, lo desfasado y lo caduco.
Para Tercer Mundo, las sobras de Primer Mundo.
Pasaron los viejos buenos tiempos de la Cultura, llegaron las épocas sórdidas, viscerales y
destructivas de la Civilización, y en el proceso, el ciudadano a pie va quedando diezmado, rezagado,
masticado, humillado y ofendido.

Continuamos con la segunda sección de este apartado.

b.

Son épocas oscuras...

No por nada, la descomposición familiar.


No por nada, ya no se exige en las escuelas.
No por nada, se degrada a las disciplinas.
No por nada, no se aumenta presupuesto a la ciencia.

6
Recordemos que hay diferencias fundamentales entre religiosidad y espiritualidad.
La religiosidad es negativa, la espiritualidad positiva.
La religiosidad son las creencias introyectadas que pasan por las instituciones, los rituales, los mediadores y sus
intereses mezquinos; ahí entra el Vaticano, los Borgia y la venta de indulgencias.
La espiritualidad es la modalidad luterana, donde la persona tiene un contacto directo, personal, inmediato e
íntimo con la Divinidad; no necesita de edificios, de doctrinas, ni de eclesiásticos.
7
Ejemplos lamentables de esta regresión: los horóscopos, el terraplanismo y el movimiento anti-vacunas.
8
Ciertos autores hacen la siguiente esquematización de Modernidad, Posmodernidad y Sobremodernidad; se
explican del siguiente modo:
- Modernidad: la edad de la razón, la mayoría de edad de la humanidad, donde lo que impera es el pensamiento
analítico y la fe en el desarrollo de la ciencia, como herramienta resolutiva de los problemas humanos.
- Posmodernidad: es el decantamiento, la decepción, el aceptar que las promesas de la ciencia de resolver los
problemas humanos, no se cumplieron; que la razón y la disciplinas cognoscentes fueron corrompidas o
desdentadas.
- Sobremodernidad: es el regreso hacia los viejos valores, las antiguas éticas; postular que las ideas novedosas
son falaces y que solo los vetustos conceptos pueden aportar elementos constructivos.
En ese sentido, en la etapa de Civilización, existe un tipo de Sobremodernidad.

6
El objetivo es restar valor al compromiso, a la dedicación, a la cognición, la creatividad y a la
conciencia social.
Se trata de quitarle valía y ridiculizar al conocimiento, a las ideas superiores y a los valores
trascendentes.
El propósito de esa anti-epistemología, anti-axiología y anti-ética, es masificar y difundir un tipo de
ontología: la producción de seres indiferentes, insensibles, superfluos, hedonistas y ensimismados.
Básicamente difundir su tipo de sociopatía.
Seres que no valoran ni la vida, ni el saber, ni la comunidad.
El propósito de la cognición disminuida, es la cautividad desde la irreflexividad; homogenización desde
la credulidad.
Las hegemonías quieren entes determinados: sujetos pasivos y sumisos, abúlicos y viscerales, que
produzcan, consuman y obedezcan.

Si ya desde hace décadas, las trasnacionales traían profesionistas de su tierra natal, para ocupar las
altas esferas gerenciales, cada vez más con la des-estructuración de los procesos analíticos, con los
anti-valores y con la pauperización educativa -vía la decadencia contextual-, seremos aún más
maquileros, obreros, mano de obra simple y barata.
Lumpen-países dependientes económica y epistemológicamente.
Lumpenproletariados que acatan, fabrican e ingieren compulsivamente.
Colonias sometidas comprando ciencia, tecnología y vacunas a primer mundo.
Con el nivel de nuestros profesionistas, disciplinas y paradigmas, aún más a la baja.
¿No les parece ni un poquito vergonzoso, que con todo y el gran renombre de las escuelas de
gobierno (Poli, UAM y UNAM), y pese a la mayor inversión e infraestructura de las escuelas privadas
grandes (Ibero, Anáhuac, Panamericana, ITESO), sigamos tan dependientes como en la Reforma?
Tantos ingenieros, biólogos y químicos del Poli o la UNAM, y no contamos con la ciencia básica que
genere la ciencia aplicada que permita que nosotros mismos creemos y patentemos (no solo
maquilemos), vacunas y tratamientos contra las contingencias sanitarias.
Y dicen que no somos tercer mundo…
Y se niegan a creer el desfase científico, tecnológico y cultural de décadas, que impera en México e
Hispanoamérica.
Somos agrestes, verdaderos cavernícolas.
Seguimos igual de ignorantes, pasivos y primitivos, como en los viejos tiempos priistas.
Los indígenas iletrados comprando la ciencia y la tecnología del hombre blanco, del sabio europeo.
En verdad vergüenza nos debería de dar.
Se tendría qué ocultar nuestro sometimiento al colonialismo cultural, y no estarlo anunciando en
redes, radio y televisión, como si fuera un logro.
Damos pena en verdad.

7
Y si a esas vamos, también las universidades de Colombia, Brasil y Argentina están en la misma
situación de nulidad y supeditación; tanto ego y discursos compensatorios, para seguir igual de
colonizados y dependientes; supeditados a la creatividad e investigación de Occidente.

Recordemos que en geopolítica, Occidente se considera a los enclaves económicos, culturales,


políticos, científicos y militares que tienen su ubicación en Francia, Inglaterra, Alemania y Estados
Unidos.
Potencias que tras la ocupación militar, implantan culturas condicionantes desde las cuales focalizan a
sus colonias.
África, centro y Sudamérica se consideran colonias occidentalizadas, que se guían para su
estructuración y funcionamiento por los criterios económico-culturales de Occidente.
Occidentalización que explica el poco o nulo desarrollo de academia, ciencia y tecnología propia y
autónoma.9
Se trata de seguirle consumiendo pasivamente al proveedor monopólico.

En ese sentido, cualquier signo de arrogancia que pueda dar alguna escuela de centro y Sudamérica,
será vacío, superfluo, dado que no hay ningún logro sustancial que la sostenga.
Eso pensando en las áreas cuantitativas.
En las áreas humanísticas, el equivalente se demuestra cuando por ejemplo, vamos a escuchar la
conferencia de algún estudioso británico, especialista digamos en lo prehispánico, donde
demostramos nuestra nulidad al estar en respetuoso silencio, pendientes de las palabras de ese
estudioso extranjero, que sabe más de nuestro entorno, de nuestro pasado, de nuestra historia y
problemáticas, que nosotros mismos. Vergonzoso.

Ahora…
Respecto a lo que contemporáneamente ocurre en nuestro país, no olvidar esa táctica que ya se ha
usado:
Así como en los filmes se rota el policía “bueno” y el policía “malo” para amedrentar y convencer al
cautivo, así también se rotan en las administraciones presidente “bueno” y presidente “malo”, y así
mismo se rotan tipos de regímenes.
No quiere decir que cuando toca presidente “malo”, no hay inversión en obras públicas, salud,
educación y transporte; recordemos los proyectos impulsados por Díaz Ordaz.
Tampoco quiere decir que cuando es presidente “bueno”, no hay actos de represión gubernamental;
no olvidar los actos sórdidos de la campaña y administración de Cárdenas.
9
Esto es algo que le comentamos continuamente a los estudiantes de pregrado y posgrado, que en ese sentido,
escuelas privadas y de gobierno son lo mismo: dado que sus teorías, métodos, técnicas, bibliografías, planes de
estudio y programas, devienen inexorablemente de corrientes, autores y textos occidentales.
Nos tocó el eurocentrismo y el anglocentrismo.
De haber estado en otra área geográfica, nos hubiese tocado la implantación asiocéntrica.

8
Simplemente es el manejo que del personaje, hace la maquinaria ideológica. 10
En este caso, amén que tocó presidente “malo”, se utilizó la bandera de izquierda, para que en el
siguiente ciclo, la derecha explícita sea mejor aceptada.
Se propagandeó en campaña un personaje de la pseudo-izquierda, que ya en funciones se programa
y maneja torpemente y de modo totalitario, para que en el cambio a la derecha explícita, ese sector y
su presidente-empleado se denote como liberal, eficiente, con más resultados que el personaje
antitético previo.
Quizás sea redundante, pero es importante no olvidar que en las neocolonias -en estos países
occidentalizados, ocupados y endeudados-, los vocablos democracia, igualdad, justicia, constitución y
estado de derecho, son elementos ideológicos que tienen como propósito nublar la realidad asimétrica
y piramidal.
Recordemos que primero son las colonias y de ahí derivan las neocolonias:
- Las colonias son ubicaciones sometidas vía la violencia explicita, desde la ocupación militar;
- Las neocolonias serán despojadas por la presión legal, por los “acuerdos internacionales”, por
la deuda, y por la amenaza de invasión.

Obviamente, ante la rebeldía de un enclave, el neocolonialista regresa a su fase colonialista, y


nuevamente vuelve a hacer uso de la fuerza bélica para someter a ese lugar.
Eso fue lo que le pasó a Mohammad Mossadegh en Irán, Jacobo Árbenz en Guatemala, Jaime Roldós
en Ecuador, John F. Kennedy en Estados Unidos, Salvador Allende en Chile, Omar Torrijos en
Panamá, Sadam Huseín en Irak, Muamar Gadafi en Libia, y Colosio en México.

Por ello, vocablos como libertad, justicia y demás, son términos ambiguos, nebulosos, vacuos aunque
glamorosos y grandilocuentes, que ocultan una realidad más simple y sórdida.
Ideologización que hace creer que la educación, y que las instancias ejecutivas, legislativas y
judiciales son limpias, honestas y genuinas.
La realidad, los hechos, los resultados, indican que no lo son.
Negar la realidad, mediante el bombardeo simbólico de los medios masivos de comunicación, es
fundamental para influir en la percepción, focalizar la cognición, y direccionar la actuación de la
comunidad ocupada.
Ante esta situación, ¿qué hacer?

10
Recordemos que desde Reich, referenciándonos con la psicología política, la clase alta internacional tiene tres
herramientas principales para alcanzar, consolidar y expandir su hegemonía:
- Maquinaria administrativa-jurídica; las leyes, constituciones y burocracia.
- Maquinaria ideológica; los mass media, los tecnócratas y epistemócratas.
- Maquinaria coercitiva; los violentócratas, ejercito, marina, guardia nacional y policía.
Cfr. Reich, La Revolución Sexual, pp 82-90.

9
Difícilmente podremos acceder al círculo interno mexicano, a Los Pinos, a Palacio Nacional, a San
Lázaro, a las salas donde se toman las decisiones nacionales 11, pero como educadores, al menos
podemos hacer nuestro aporte micro.
Clarificar lo que se nubla, develar lo que se oculta, desgranar esa madeja de discursos, números,
leyes y actos, en pos de comunicar al universitario que la cosa pública no es algo ajena, elevada, ni
mucho menos lejana.
Comunicarle que esos sectores toman decisiones sobre nuestra existencia, siendo muchas de esas
intenciones y acciones fundamentalmente utilitarias; acciones rapaces que quiebran la comunidad,
que dañan al humano, que afectan su salud, que laceran su vida.
Malos actos de malas personas que generan resultados perniciosos.
No por nada tantos ataques a las clases medias que no están cautivas al populismo y a los códigos
homogenizantes.

Si la constitución miente, si las leyes son irrealizables, si los medios masivos de comunicación falsean,
si los funcionarios federales engañan, si las plataformas estatales deforman, nosotros debemos ser
claros, directos, cuestionantes y contrastantes ante esa madeja de ocultamiento, ante esa marea de
manipulación.
Tras lo anterior comenzamos el cierre del documento.

CONCLUSIONES

Existen sectores de padres de familia jóvenes, principalmente de la clase baja, que creen que es una
gracia y un logro, que ya no se exija en el aprendizaje de sus niños.
Que sean aprobados por no hacer nada, que no se les exija, que no se les repruebe, que se les
permita ser groseros, pequeños sádicos ya.
Creen que les hacen un bien a los niños.
Pero no entienden que son la siguiente generación de cautivos contentos; que no es su decisión ni
para su beneficio, el que sean inoculados con gérmenes de sociopatía abstrayente y disgregante.
Y de ese nivel educativo básico y disoluto, la cadena concluye en universidades donde también nos
reducimos a lo utilitario, sin innovar ni romper paradigmas.
Obreros incultos y obreros pseudo-cultos.
Aparentes jóvenes y aparentes estudiados, que ya son necios, intransigentes y derechistas.
Sabemos que la universidad falló miserablemente:
- Cuando escuchamos a estudiantes y docentes defender a políticos y partidos;

11
Que en un acercamiento sociológico macro, se sabe que las decisiones globales e internacionales se toman en el
Banco Mundial, en el Fondo Monetario Internacional, en la Reserva Federal, en el Club de Londres y en el Club
de Paris.

10
- Cuando los vemos repetir consignas y proclamas emitidas por el régimen, y difundidas por sus
herramientas ideologizantes.

En ese sentido, universitarios y profesionistas se convirtieron también en Lumpen.


Que un albañil se ilusione y endiose con un político o un cantante, es comprensible, por sus durísimas
condiciones de explotación y agotamiento.
Pero que un universitario y un académico defiendan a los monigotes gubernamentales que programa
e instala el capital extranjero, es indicador, evidencia, de lo decadentes que son estos tiempos, de lo
pútrido que es el sistema educativo.
Abogados, ingenieros, arquitectos, e incluso de ciencias biológicas y de la salud, y de ciencias
sociales, cayendo en las redes de la repetición, de los introyectos alienantes, de las programaciones
condicionantes.
¿Dónde quedó lo universal, lo analítico, lo consciente y comunitario?
Al parecer la universidad dialéctica murió.
Lo que predomina es la instrucción formal institucionalizada, como productora de empleados crédulos
y de profesionistas irreflexivos que repiten, defienden, se alegran y se indignan como cualquier obrero
cautivo.
Sabes que todo se fue al cuerno, cuando el supuestamente ilustrado, reacciona con los mismos
estímulos que se utilizan para exacerbar, entristecer, enojar, alegrar y manipular a las masas incultas.
Sabemos que nuestra cultura y educación son inmundos, cuando estudiantes y académicos se dejan
arrastrar por la marea ideológica, y repiten como pericos las consignas populistas del tirano
disfrazado, del caudillo de turno, del empleado de los neocolonialistas.
Los universitarios eran lo mejor del país, ahora apenas se distinguen del albañil o el mesero:
Defendiendo, justificando, exaltados, ciegos y fanáticos ante las mentiras, el cinismo y el engaño del
presidente empleado de los capitales extranjeros.
Damos pena como mexicanos, como hombres, como mujeres, como universitarios y profesionistas.
Son tiempos de decadencia...

La ideologización es un proceso monstruoso, día y noche inoculando; mes tras mes alienando; cada
año condicionando.
Proceso homogenizante no solo de parte de los capitales privados, sino también ejercida por las
diversas instancias gubernamentales.
Es necesario por tanto ser cautelosos, defensivos y ofensivos con los elementos simbólicos con los
cuales nos bombardean y que sirven para desunir, debilitar, obnubilar y llevarnos a asentir con aquello
que se contrapone a la vida, a la unidad y a la comunión.
Dice Vicente Romano en su texto “La Formación de la Mentalidad Sumisa”, que así como se le
enseña a los niños a defenderse de los abusadores de la calle o la escuela, se le debe de enseñar a

11
defenderse del bombardeo ideologizante de los medios de comunicación 12, añadiendo nosotros que
también es fundamental una criba en torno al actuar y discursos gubernamentales.
Dialéctica y autoalerta para prevenirnos del condicionamiento y de los introyectos.
Es necesario no alimentar las partes sórdidas de nuestro Ser, al tiempo que se debe potencializar la
fracción luminosa: racional, constructiva, empática.
Proceso creativo, cuestionante y comunitario que es inusual, porque se lo dificulta y apaga.
El reto es resistir el embate de la marea inercial, de la plaga psíquica, de la neurosis colectiva, que
implantan y difunden quienes se benefician de esta decadencia.
Aquellos que nos vuelven rabiosos con el hermano pero sumisos con el amo.

Servidor:

Erick Daniel Granados Monroy.

12
Cfr. Romano, La Formación de la Mentalidad Sumisa, p 94.

12
REFERENCIAS

Marx, C., y Engels, F. (1948). Manifiesto Comunista. Chile: Editorial Babel.

Reich, W. (1976). La Revolución Sexual. México: Ediciones Roca.

Romano, V. (2006). La Formación de la Mentalidad Sumisa. Venezuela: Ministerio de Comunicación e


Información.

Spengler, O. (2006). La Decadencia de Occidente. Bosquejo de una Morfología de la Historia


Universal. Argentina.

Versión electrónica del Manifiesto Comunista, en el siguiente enlace:


https://drive.google.com/file/d/17yo-KXmCf9hS-PD1BsB4sSlVpllnLac3/view?usp=sharing

Un estudio que retoma y reconoce la vida y obra de Wilhelm Reich, se encuentra en esta dirección:
https://www.zaragoza.unam.mx/wp-
content/Portal2015/publicaciones/libros/FundamentosPsicologiaPolitica.pdf

En esta dirección se encuentra una versión electrónica del texto de Romano:


https://drive.google.com/file/d/1MZaKtVIn6xJImMycbPuR_RI_hS9lY_XZ/view?usp=sharing

Versión electrónica del texto de Spengler, en éste link:


https://drive.google.com/file/d/13lhVZnKkt1FOWuEyz8wuzpUt3d5nKmCm/view?usp=sharing

Introducción a las exposiciones permanentes del Museo de las Intervenciones:


https://www.intervenciones.inah.gob.mx/sitio/exposiciones_permanentes.php

13

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