Cognition">
M1 - Metodología de La Intervención Social
M1 - Metodología de La Intervención Social
M1 - Metodología de La Intervención Social
Área: SOCIAL
Introducción ......................................................................................................................................................... 1
1. Caracterización de la intervención social ......................................................................................................... 2
1.1 Definiendo la intervención social: aportes de autores clásicos ................................................................................... 2
1.2 El imaginario social de la intervención social .............................................................................................................. 3
2. Problema social y la construcción de la realidad.............................................................................................. 5
2.1 El problema social como construcción histórica ......................................................................................................... 5
2.2 La vida cotidiana y la construcción de la realidad ....................................................................................................... 6
a. El problema social como construcción histórica ....................................................................................................... 6
b. La cuestión social y las problemáticas sociales............................................................................................................ 10
3. Desafíos de la contemporaneidad a la intervención social ............................................................................ 13
3.1 Propuestas contemporáneas de las ciencias sociales................................................................................................ 13
a. La propuesta de Habermas ..................................................................................................................................... 13
b. Propuesta de Guba y Lincoln................................................................................................................................... 13
3.2 Investigación social/intervención social como unidad de pensamiento y de acción ................................................ 15
Cierre del módulo ............................................................................................................................................... 17
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL
Definiendo la
intervención social:
autores clásicos
Caracterización de la
intervención social
El imaginario social
de la intervención
social
El problema social
como construcción
histórica
Problema social y la
Fundamentos de la construcción social de
El problema social como
intervención social la realidad construcción histórica
contemporánea La vida cotidiana y la
construcción de la
realidad La cuestión social y las
problemáticas sociales
La propuesta de Habermas
Propuestas
contemporaneas de
las ciencias sociales La propuesta de Guba y
Desafíos de la Lincoln
contemporaneidad a
la intervención social Investigación
social/intervención
social como unidad
de pensamiento y de
acción.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 1
Introducción
La comprensión de la caracterización de la intervención social plantea algunas discusiones epistémicas que
permitan fundar la intervención como respuesta a las explicitas exigencias que impone la contemporaneidad
y la inminente necesidad de desarrollar las capacidades de análisis, observación y diagnosis necesarias para
fortalecer el desempeño profesional en la praxis. Por esta razón, iniciamos el módulo con una indagación sobre
el concepto de intervención social, su relación con determinadas corrientes de pensamiento de las ciencias
sociales, la construcción de la intervención profesional desde una constante ruptura epistemológica con el
error y las formas de producción de conocimiento, estableciendo el vínculo entre las dimensiones acción social
e intervención social y su incidencia en el espacio específico del Trabajo Social.
La intervención social implica una responsabilidad del profesional en la sociedad. Matus plantea que “busca
poner en evidencia que toda intervención es capturada a partir de un lugar teórico, a partir de un modo de ver
[...] que tiene como resultado un hacer particular [...]”1, hacer que se traduce en una acción social especifica
del Trabajo Social sobre la realidad, siendo capaz de articular teoría y práctica en una dialéctica que nace en la
esencia de una comprensión social compleja, sobre una determinada constelación de fenómenos sociales que
son histórico – espacialmente definidos por los propios sujetos sociales, razón por la cual pueden ser
producidos y reproducidos socialmente y por consiguiente para su intervención. Es mediante el estudio de
dicha realidad, que el profesional puede comprender el sobre qué, el por qué y para qué se interviene. Con
ello se hace referencia a la relación entre epistemología, teoría social, objeto de intervención, práctica y el
sistema de valores y principios profesionales. Por tanto, las respuestas de la intervención social son una
construcción que surge como resultado de una continua reflexión teórica y de una permanente revisión de la
prácticas sobre los hechos y situaciones sociales propios de la vida cotidiana de las personas, en el sentido de
contribuir a la generación o reconocimiento de cambios positivos que posibiliten la sustentabilidad o
restitución de un equilibrio dinámico que promueva el bienestar de las personas y las colectividades, en la
dicotomía de lo micro y lo macro social. Para ello y desde una dimensión teórico – metodológicas, se trabajarán
los asuntos referentes a la construcción social de la realidad, que permitan en base a la práctica profesional
como práctica social, que se posiciona individual o colectivamente, configurar dicha realidad desde una
perspectiva situacional como “campo interventivo” en el cual se interrelacionan una serie de actores capaces
de formar parte de un lógico y operativo “sistema de acción”, donde Trabajador Social, sujetos de atención,
institución y entorno se interconecten con la finalidad de generar un proceso de mutuo apoyo social. La idea
es superar la espontaneidad que lleva a la desorganización de la acción que es sucedida tradicionalmente en
los diversos niveles profesionales.
1
Matus, T. (1999). Propuestas contemporáneas en Trabajo Social: hacia una intervención polifónica. Editorial Espacio. Buenos Aires.
Pp., 26 - 28.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 2
La intervención social es específica del Trabajo Social y recupera las matrices fundantes, lo que implica una
ruptura con la idea de ayuda o de intervención social espontanea. El módulo rescata la concepción de
intervención, que posibilite una ubicación profesional y disciplinar de Trabajo Social en los diversos dominios
del mundo de la vida. Es decir, asegurar la calidad de la acción del profesional, por medio de la producción y
reproducción un proceso de intervención capaz de generar realmente cambios positivos en las personas y en
el entorno, lo que sin dudas exige pensar la intervención, pensando y reconociendo el “cómo” las propias
personas perciben, entienden y comunican sus experiencias y el “cómo” ello incide en su comportamiento, en
sus situaciones de vida y en las modalidades de atención o enfrentamiento que ante ellas generan, desde una
perspectiva de coparticipación y de empoderamiento relacional de naturaleza reciproca que gesten
posibilidades ciertas de desarrollo y cambio.
El término intervención comienza a aparecer en la literatura del Trabajo Social a finales de los años 50,
sustituyendo al término tratamiento, acuñado, a principios del siglo, en los primeros planteamientos teóricos
de la disciplina por Mary Richmond. Este cambio se produce a causa de varios hechos, y marca el comienzo de
la conceptualización contemporánea de la práctica del Trabajo Social. Algunos de los más importantes hechos
para este cambio son:
El uso de nuevas conceptualizaciones de la psicología del ego y del funcionamiento social que hizo surgir
cuestionamientos al empleo del modelo médico en Trabajo Social. En sus inicios, usaba los términos de
diagnóstico y tratamiento que tienen fuertes connotaciones de la medicina y la enfermedad.
A fin de encontrar elementos comunes en la teoría práctica del casework, del Trabajo Social de Grupo y del
Trabajo Social de Comunidad, fue preciso revisar la terminología profesional. En el trabajo comunitario y en
algunos tipos de Trabajo Social con grupos, no puede utilizarse el término tratamiento, de modo que la
búsqueda de unidad entre los diferentes niveles de la práctica profesional hizo que se emplearan conceptos
comunes.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 3
En los últimos tiempos, se impone una práctica más comprometida del Trabajo Social. En efecto, a partir de
1960, la profesión se involucra con nuevos problemas, nuevos grupos sociales y nuevas situaciones que
demandan estrategias y técnicas diferentes a las clásicas, lo que lleva a los profesionales a plantearse cambios
en su pensamiento y en su práctica. Estos cambios representan no sólo cambios en el lenguaje, sino en la
manera de comprender a la persona en su situación. La intervención se centra en roles, relaciones e
interacciones, más que en aspectos intrapersonales de la vida de las personas. Esto supone comprender los
factores ambientales y su importancia en la vida del sujeto de atención.
La comprensión del SOBRE QUÉ, él PARA QUÉ, el CÓMO y CON QUIÉN de la intervención profesional,
comienzan a ser analizados y sustentados teórica y prácticamente. Teóricamente, porque paren del supuesto
que toda intervención se fundamenta en un conjunto de conceptos que guían el accionar del profesional.
Prácticamente, porque el profesional no sólo piensa, sino también actúa: por ello, pensar y actuar son dos
aspectos fundamentales de toda intervención llamada profesional.
IMPORTANTE
Toda forma de intervención social se apoya en referentes técnicos, necesita métodos y técnicas de acción y tiene
una intencionalidad dada por el marco ideológico, político o filosófico de quien realiza esas acciones.
La intervención profesional en Trabajo Social es un quehacer, es una práctica específica que intenta generar
algún cambio, transformación o modificación en la situación que le es presentada, lo que requiere una
construcción metodológica, esto es, un proceso metódico como veremos en los próximos módulos. Es una
acción específica del trabajador social considerando las estructuras, los sistemas y los procesos humanos para
producir cambios.
Los trabajadores sociales también son portadores de un imaginario social y en este sentido es posible compartir
algunas creencias como:
El entorno debe
Los individuos deben
procurar la
contribuir, tan
oportunidad y
efectivamente como
recursos para la
puedan a su propio
máxima realización de
bienestar y al de los
las potencialidades y
otros, en su
aspiraciones de todos
comunidad inmediata.
los individuos.
Autores clásicos de Trabajo Social como De Robertis 2plantea, en términos genéricos, que la intervención es
“querer actuar” “tomar parte voluntaria” en algún asunto, por lo tanto “convertirse en un mediador”. Desde
una perspectiva macrosocial, la intervención social constituye “una acción organizada y desarrollada
intencionalmente para modificar situaciones sociales.
La intervención es una actividad profesional que se operativiza en el ámbito de las políticas sociales, en el
proceso hacia el mejoramiento y modernización de las estructuras e instituciones de la sociedad, y promueve
la participación de los individuos…”.3
En el ámbito profesional del Trabajo Social la intervención es considerada o una “actividad llevada a cabo bajo
una óptica concreta”4. Para Escartín Caparrós5 la intervención es la actividad del trabajador social orientada a
provocar cambios en un sentido sistémico. Así concebida, la intervención es una acción específica con relación
a los sistemas o procesos humanos para producir cambios. Es el qué hacer, pero también el cómo hacer, ya que
en este nivel se inscriben los valores ideológicos interiorizados del profesional y la orientación de lo que hace
con los sujetos de atención. En consecuencia, la intervención es la acción guiada por el conocimiento, valores
y habilidades del trabajador social hacia la consecución de metas específicas.
Para comprender la intervención social, es preciso conocer como la sociedad construye, da origen a las
problemáticas sociales que dan origen a la intervención profesional.
2
De Robertis, C y otros. (1988). Metodología de la intervención en Trabajo Social”, Buenos Aires, Editorial Ateneo.
3
Rubí, Carmen. (1992). Introducción al Trabajo Social . Euge , 2º Edición, pp.18.
4
Rubí, Carmen. (1992).Introducción al Trabajo Social. Euge , 2º Edición, pp.18.
5
Escartín, M.(1992). Manual de Trabajo Social. Editorial Aguaclara, España, Págs 26-28
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 6
La vida cotidiana se experimenta como algo normal y evidente por si misma, vale decir, constituye una actitud
natural y se aprehende como una realidad ordenada. Sus fenómenos se presentan dispuestos de antemano en
pautas que parecen independientes de nuestra aprehensión de ellos mismo y que se les imponen. La realidad
de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos que han sido
designados como objetos antes de la existencia del sujeto.
El lenguaje usado en la vida cotidiana proporciona continuamente las objetivaciones indispensables y dispone
el orden dentro del cual estas adquieren sentido y dentro del cual la vida cotidiana tiene significado para los
sujetos. Esto es, se vive en un lugar que tiene un nombre geográfico; se utilizan herramientas, desde abrelatas
hasta autos deportivos, que tienen un nombre en el vocabulario técnico de la sociedad en que se vive; el sujeto
se mueve en una red de relaciones humanas, desde el club al que pertenece hasta el país que quiere visitar y
todo está ordenado, funcionando con su propio vocabulario. De esta manera el lenguaje marca las
coordenadas de la vida en la sociedad y llena esa vida de objetos significativos.
El sujeto experimenta la vida cotidiana en grados diferentes de proximidad y alejamiento, tanto espacial como
temporal. Lo más próximo es la zona de vida cotidiana directamente accesible a la manipulación temporal. Esa
zona contiene el mundo que está al alcance del mundo en el que actúa, en el que vive, en el que trabaja y en
el que es posible generar problemas y modificar la realidad.
En este mundo de actividad la conciencia está dominada por el motivo pragmático. La atención a este mundo
está determinada principalmente por lo que el sujeto ya ha hecho, por lo que hace y por lo que piensa hacer
en su vida y con su vida. De esta manera, el sujeto construye su mundo por excelencia. Sin embargo, la realidad
de la vida cotidiana incluye zonas que no resultan accesibles de esta manera, porque el sujeto no tiene un
interés pragmático en esas áreas o bien el interés por ellas es indirecto, en tanto puedan no querer conocer o
poder conocer manipulativamente para acceder y/o modificar.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 7
La actitud natural es la actitud de la conciencia del sentido común, precisamente porque se refiere a un mundo
que es común a muchos hombres. El conocimiento que se comparte es el conocimiento del sentido común,
este es el conocimiento que se comparte con otros en las rutinas normales y auto-evidentes de la vida
cotidiana.
Entonces, se debe entender que la realidad de la vida cotidiana se da por establecida como realidad. No
requiere verificaciones adicionales sobre su sola presencia y más allá de ella. Está ahí, sencillamente, como
actividad evidente de per se y es imperiosa, se sabe que es real. Aun cuando pueda abrigar dudas acerca de
su propia realidad el sujeto está obligado a suspender esas dudas porque existe rutinariamente en la vida
cotidiana. Esta suspensión de dudas es tan firme que, para abandonarla el sujeto tiene que hacer una transición
extrema porque el mundo de la vida cotidiana se impone por si solo y cuando quiere desafiar esa imposición
debe hacer un esfuerzo deliberado y nada fácil. La transición de la actitud natural a la actitud teórica del filósofo
o del hombre de ciencia, ejemplifica este punto. Pero no todos los aspectos de esa realidad son igualmente
problemáticos.
Comparadas con la realidad de la vida cotidiana, otras realidades parecen como zonas limitadas de significado,
enclavadas dentro de la suprema realidad caracterizada por significados y modos de experiencia circunscritos.
Podría decirse que la suprema realidad las envuelve por todos lados, y la conciencia regresa a ella siempre
como si volviera a un paseo, El teatro proporciona una excelente ejemplificación de este juego por parte de los
adultos. La transición entre las realidades se señala con la subida o bajada del telón. Cuando se levanta el telón,
el espectador se ve transportado a otro mundo, que tiene significados propios y a un orden que tendrá o no
mucho que ver con el orden de la vida cotidiana. Cuando cae el telón, el espectador vuelve a la realidad, es
decir, a la suprema realidad de la vida cotidiana en comparación con la realidad presentada sobre el escenario,
parece ahora tenue y efímera, por vivida que haya sido la presentación de momentos anteriores. Las
experiencias estéticas y religiosas son productores endémicos de zonas limitadas de significado.
Todas las zonas limitadas de significado se caracterizan por desviar la atención de la realidad cotidiana. Si bien
existen, claro está, desplazamientos de la atención dentro de la vida cotidiana, el desplazamiento hacia una
zona limitada de significado es de índole mucho mas extrema produciendo un cambio radical en la tensión de
la conciencia.
El mundo de la vida cotidiana se estructura tanto en el espacio como en el tiempo. La estructura espacial, es
totalmente periférica y posee una dimensión social en virtud del hecho de que la zona de manipulación de un
sujeto se intersecta con la zona de manipulación de otros. Por su parte, la temporalidad es una propiedad
intrínseca de la conciencia. El torrente de la conciencia está siempre ordenado temporalmente.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 9
Toda la existencia en este mundo está ordenada continuamente por su tiempo, está verdaderamente envuelta
en él. La propia vida es un episodio en el curso externamente artificial del tiempo. Existía antes de que el sujeto
naciera y seguirá existiendo después que el muera y el conocimiento de la inevitable muerte, hace que ese
tiempo sea limitado.
La misma estructura temporal, es coercitiva. No puede intervenir a voluntad las consecuencias que ella impone:
lo primero es lo primero constituye un elemento esencial del conocimiento de la vida cotidiana. Por ejemplo,
no puedo rendir un examen determinado sin antes haber aprobado ciertos cursos. De igual manera, la misma
estructura temporal proporciona la historicidad que determina la situación en el mundo de la vida cotidiana.
El sujeto nace} en una determinada fecha e ingresa a la escuela en otra, etc. Estas fechas, sin embargo, están
todas ubicadas dentro de una historia mucho más vasta y esa ubicación conforma decididamente la situación.
En la vida cotidiana hay un saber cotidiano, conceptos claves para la intervención profesional. El análisis de la
vida cotidiana y el saber cotidiano es de reciente incorporación en el Trabajo Social. Sin embargo, a lo largo de
la conformación de la profesión como disciplina, la vida cotidiana ha sido entendida, sin darle ese nombre,
como la relación de cercanía con el sujeto de atención en la que se intentaba comprender su mundo cultural,
sus formas de vida. Ello a fin de orientar la intervención profesional como una forma de educación social para
la integración de individuos. grupos y comunidades. La importancia de estos conceptos radica en el
reconocimiento de un espacio concreto en el que los sujetos construyen y configuran la sociedad y le dan
sentido a su vida, porque a través de esa construcción se pueden explicar los aspectos más significativos de la
vida social, aspectos que ayudan a identificar y enriquecer la intervención profesional en tanto ella puede
aportar elementos de análisis para la comprensión de la vida de los sujetos.
Por otro lado, tanto la vida cotidiana como el saber cotidiano constituyen puntos de partida importantes para
la construcción de saber científico. El mismo que aporta elementos para la crítica a la vida cotidiana. Las
prácticas sociales reproducidas por los distintos actores sociales están connotadas de experiencia histórica por
lo que sus acciones sociales tienen distintos intereses, motivos y razones expresando el lugar diferenciado de
los sujetos en esta sociedad, en consecuencia, el objeto de intervención nace en la interrelación de esos
intereses, motivos y razones, por lo que el conocimiento, comprensión y explicación de esa realidad debe
permitir al trabajador social ubicarse política y éticamente.
Desde la perspectiva de Parsons y Durkheim que tanta influencia ha tenido y tiene en Trabajo Social, cabe
mencionar que, a pesar de reconocer que esos intereses son conflictivos, dan una explicación que encubre el
carácter contradictorio de una divergencia al plantear que esos intereses emergen cuando el ordenamiento
social no es capaz de armonizar los propósitos de los diversos miembros de la colectividad en un consenso
simétrico.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 10
El objeto de intervención en su explicación más general debe tener en cuenta la teoría de los intereses,
específicamente, establecer de qué forma esos intereses son objetivados por los actores en la reproducción de
sus prácticas cotidianas, fundamentalmente cuando tienen que satisfacer sus necesidades. El objeto de
intervención se estructura en la reproducción de las prácticas cotidianas de los actores que son portadores de
necesidades, intereses, racionalidades y saberes distintos. Esto hace compleja la determinación del objeto de
intervención, más aún si no se tiene en cuenta el contexto inmediato en el que esos intereses y racionalidades
se explicitan a la hora de satisfacer las necesidades que los sujetos expresan a través de las demandas.
Las consecuencias prácticas y teóricas de la historia del Servicio Social llamada reconceptualización son la
recurrencia en el inconsistente uso de categorías marxistas de análisis y la tendencia a una ampliación
mecánica de dichas categorías en la realidad. Los modelos metodológicos desarrollados en esa época se
caracterizaron generalmente, por estructurar un conjunto de pasos que permitieran la aplicación de la teoría
del conocimiento. La lógica de construcción se basaba en determinar que la acción inmediata llevaba a
procesos cognitivos, que a su vez permitían concretar acciones de movilización junto con el pueblo, para lo
cual el trabajador social debería despojarse de su situación de pequeño burgués para una convivencia real con
el pueblo, dado que el pueblo posee la verdad revolucionaria.
6
Carballeda, Alfredo Juan Manuel. Problemáticas Sociales Complejas y Políticas Públicas. Revista CS. Universidad ICESI. Cali
Colombia. 2007.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 11
A pesar de las críticas realizadas a la reconceptualización y la construcción del objeto de intervención en esa
etapa, es necesario aceptar que ella significó en la profesión un intento de ruptura a las posiciones
conservadoras y anti modernas de la profesión y que marcaron de manera significativa su desarrollo posterior.
En la reconceptualización está el germen del análisis de aspectos problemáticos en la profesión como:
La convicción de que la teoría y la práctica forman una diada inseparable y son igualmente necesarias. La
dicotomía entre ambos es una falacia que tiene su origen en la importancia que se le asigna a la evidencia de
los hechos, cuyo origen se encuentra en la visión más positivista del conocimiento fundamentado en el Trabajo
Social en la propuesta de Mary Richmond. La necesidad de afianzar la investigación como parte sustancial del
desarrollo disciplinario y profesional. La investigación debe ser incorporada en tres niveles: como producción
de conocimiento sobre la disciplina, referida, fundamentalmente, a develar la naturaleza del Trabajo Social;
sobre problemáticas que surgen de las políticas sociales y la vida cotidiana de los sujetos, a fin de poder llenar
el vacío que tiene las ciencias sociales respecto al conocimiento de aspectos concretos que hacen a la dinámica
microsocial de sus vidas: y, finalmente como actitud incorporada a la práctica cotidiana de la intervención
profesional. Dicha actitud investigativa permite interrogarse sobre los aspectos más sustanciales de los sujetos
en la lucha por la satisfacción de sus necesidades y permiten direccional la acción profesional.
Estos niveles de investigación, incorporados a la vida profesional, permiten desarrollar la capacidad del Trabajo
Social de producir conocimientos y no ceñirse exclusivamente a la función de ejecutores de acciones diversas.
El contexto que determina el ámbito de las situaciones problemáticas que los actores expresan, está dado por
la reproducción cotidiana de la vida social que para el caso del Trabajo Social se entiende como explicitación
de la cuestión social, referida a la relación sujeto-necesidad.
La reproducción cotidiana de la vida social es el conjunto de las actividades que los hombres realizan. Agnes
Heller considera que el hombre que participa en dichas actividades es un hombre entero por participar en
dicha reproducción con sus sentidos, habilidades, capacidades, pasiones, ideas, ideologías, etc. En este sentido
la vida cotidiana es la verdadera esencia de la sustancia social. La reproducción de las prácticas de los actores
como prácticas cotidianas tiene el valor de la esencia de sustancia social, de alguna manera referida a la
reproducción de la estructura y acción de los sujetos en la sociedad, pero en ese proceso de reproducción hay
transformación, aspecto que nos diferencia de las posiciones reproductivas y mecánicas de los sujetos.
En este sentido, Giddens plantea que no hay separación entre estructura y acción por el carácter recursivo de
la vida social constituida en prácticas sociales: a partir de ello, podemos decir que la estructura es, a la vez
instrumento y resultado de la reproducción de las prácticas de los sujetos pero, además, simultáneamente,
forma parte de la constitución de las prácticas sociales, en consecuencia se considera que estas prácticas de
los sujetos en la vida cotidiana constituyen la textura misma de la sociedad.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 12
Esto significa que el espacio de constitución de las prácticas sociales no tiene una analogía con el ámbito de la
naturaleza: no existe un principio de uniformidad en el sentido de que se dan circunstancias y acontecimientos
empíricos que puedan ocurrir de forma idéntica como lo señala el paradigma positivista, pero sí existe en esas
prácticas cierto nivel de regularidad en el sentido de reproducción cotidiana. Las ciencias sociales
contemporáneas reconocen que el proceso de reproducción se da en un contexto histórico y genera
conocimiento, saber cotidiano, pero a su vez, el sujeto no es cautivo de dicha reproducción, por el contrario,
es un agente dinámico y transformativo.
A esto, Carballeda agrega que “… en la singularidad de cada situación de intervención, donde el sujeto que
emerge no es el esperado por los viejos mandatos institucionales. Ese otro, que muchas veces recibe la
mirada asombrada e interpelante de la institución que lo ratifica en el lugar de un objeto no anhelado”.
La intervención parte del supuesto de que ella se conforma en el desarrollo de los procesos sociales
reproducidos cotidianamente. Por ello, no es considerada como una actividad, o varias actividades, o la
ejecución de un proyecto planificado y, por último, no son respuestas múltiples y anárquicas al conjunto de
necesidades que los actores sociales demandan. Lo correcto es considerarla en la dimensión de lo que es, un
proceso de construcción histórico- social, un proceso dotado de historicidad que se genera en el desarrollo de
la dinámica social de los actores que intervienen en el ejercicio profesional y es, en esta dinámica generada por
esa relación donde se construye el objeto de intervención profesional.
Los procesos sociales se refieren a la producción y reproducción de la acción social de los sujetos con los cuales
se trabaja profesionalmente. Esa acción está argumentada por la ciencia social a partir de la explicación de las
circunstancias estructurales o sistemáticas de los actores de la actividad social. Sin embargo, esta comprensión
requiere del análisis de los sujetos en su cotidianeidad vivenciada en el espacio microsocial de la vida de los
actores. Al no ser analizada esta dimensión se deja un vacío en la producción de conocimiento respecto al
modo de vida de los sujetos. Al no considerar estos elementos estará ausente la explicación sobre las prácticas
concretas que dan lugar a la producción cotidiana de la vida social. Razón tiene Giddens, que señala que
producción de la vida social que los actores realizan, constituye la expresión objetivada de las propiedades de
las colectividades (sean estas clases, grupos, etc.) y sus procedimientos de acción se presuponen mutuamente,
puesto que no se puede separar la estructura de la acción.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 13
a. La propuesta de Habermas
Habermas (1984) propone la distinción entre ciencias empírico-analíticas, ciencias histórico- hermenéuticas y
ciencias sistémicas de la acción o ciencias orientadas a la crítica. Cada uno de estos tres modos de conocimiento
se fundamenta en el distinto tipo de interés que guía el conocimiento: Interés teórico, interés práctico e interés
emancipatorio, respectivamente.
Para Habermas (1984:170) “las teorías científicas de tipo empírico abren la realidad bajo la guía del interés por
la posible seguridad informativa y por la aplicación del éxito mediante el control de la acción”. Por su parte, las
ciencias histórico-hermenéuticas tienen un interés cognitivo de tipo práctico, por cuanto buscan “conservar y
ampliar la intersubjetividad de una posible comprensión orientada de la acción de sentido. La comprensión de
sentido dirige su dispositivo hacia el posible consenso de los actuantes en el marco de una auto-comprensión
transmitida”. (Habermas, 1984:170-171).
Las ciencias de la acción sistemáticas están fundamentadas en un conocimiento auto-reflexivo y crítico. Al igual
que las ciencias empírico-analíticas tienen como objetivo inicial la producción de leyes sobre la realidad social.
La crítica de las ideologías, que fijan las leyes, es un proceso de reflexión, de autorreflexión que libera al sujeto,
a los actores sociales de su dependencia y sometimiento a los poderes establecidos. Este autor afirma que “la
autorreflexión está determinada por un interés cognitivo emancipatorio”.
El Paradigma Postpositivista, ontológicamente, propone un realismo crítico, frente al realismo ingenuo de los
positivistas. El realismo ingenuo considera que mediante la percepción podemos conocer la realidad tal como
es. Para el realismo crítico, la percepción implica añadir algo al objeto conocido, y esto que añade el sujeto
investigador debe ser analizado y criticado. Epistemológicamente, el postpositivismo es dualista/objetivista. A
pesar de la injerencia del sujeto en el objeto es posible separar ambas dimensiones y llegar a un conocimiento
objetivo, sin interferencia de los valores que pueden adoptar el investigador. Pero para lograr esta objetividad
es necesario utilizar una metodología intervencionista, es decir, manipulativa y experimental que controle las
variables extrañas y permita medir con precisión los sucesos. La metodología estadística también posibilita
este control objetivo de la realidad mediante el muestreo y los procedimientos de análisis estadístico
correspondiente.
El paradigma crítico presenta una visión de la realidad, una ontología que no se diferencia con claridad del
realismo constructivista, pues, considera la realidad en su dimensión histórica e ideológica como una realidad
virtual configurada por los valores sociales, políticos y culturales, económicos, étnicos y de género. Esta
realidad virtual se cristaliza en estructuras consideradas como reales, es decir, naturales e inmutables. Esto es
lo que se denomina realismo histórico. (Cuba y Lincoln, 1944, citado en Valles, 1997: 56 y Rincón et al, 1995:25).
Epistemológicamente esta perspectiva es subjetivista e interaccionista por cuanto resalta el predominio del
sujeto que conoce sobre el objeto conocido y su capacidad para transformar la realidad, para modificar el
objeto de modo consciente de acuerdo con los valores del investigador-actor. La metodología resultante es
principalmente participativa, favorecedora de los procesos de transformación mediante la intervención y el
compromiso social.
La metodología Constructivista, considera que la objetividad viene dada por la capacidad de ponerse en el lugar
del otro, por la empatía. El investigador pretende comprender lo que investiga desde dentro, identificándose
con el punto de vista del actor social implicado en el fenómeno o suceso que se investiga. Más que la
generalización o explicación nomotética, se busca una comprensión holística, global, de lo que se investiga,
para después intervenir en el caso del Servicio Social, poniéndolo en la relación con otros fenómenos y
buscando el significado que la situación tiene para los actores, la interpretación que los actores hacen desde
su propia cultura.
La metodología sociocrítica se caracteriza por plantear una reflexión crítica sobre la realidad que desvele los
determinantes ideológicos de los sucesos y hechos sociales y permita una toma de conciencia crítica sobre la
realidad social. La finalidad de esta metodología es la “crítica y transformación de las estructuras sociales,
políticas, culturales, económicas, étnicas y de género que constriñen y explotan a la humanidad” (Guba y
Lincoln, 1994, en Valles, 1997: 57). Las estrategias de investigación de esta metodología son la investigación-
acción-participativa y la investigación colaborativa.
Estas conceptualizaciones forman parte de un proceso metodológico y provocan un quiebre con el Trabajo
Social conservador que tiene a reducir la intervención social a consejo a las personas portadores de dificultades
desconociendo que es un proceso metodológico. Finalmente, este proceso metodológico de intervención
empieza por un recorte geográfico y social del contexto en el cual el profesional inicia su práctica. Ello significa
iniciar un conocimiento del proceso en el cual se interrelacionan los actores en función de su relación con sus
necesidades. Para iniciar ese acercamiento, se establece un proceso de inserción. El mismo es considerado
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 16
Sin embargo, en la actualidad las intervenciones sociales son, en general, relativas a la implementación de
políticas sociales que son focalizadas y están destinadas a los sujetos que no son capaces de satisfacer sus
necesidades en el mercado. El trabajo es el local público donde se recibe un sueldo y es un quehacer que no
pocas veces es estresante y exigente.
El acceso a los bienes materiales, tener para vivir, tener un conocimiento prudente para una vida decente como
nos señala Boaventura Dos Santos cuando se refiere al conocimiento y a la transición paradigmática y obtenido
esto, el paso siguiente, es el acceso para la riqueza espiritual. Y la riqueza espiritual es viabilizada también
materialmente: es el conocimiento científico, la cultura, el arte y eso no se obtiene en la penuria.
La existencia de sujetos contemporáneos pasa, en primer lugar, por la negación o superación de las condiciones
estructurales de la sociedad. En la acción profesional, no son los profesionales actuando aisladamente, son
parte de una corporación. Un trabajador social nunca está solo, él tiene atrás de si, una historia, una tradición,
una cultura. En cualquier sociedad, la transformación del individuo más allá de sus propias particularidades, la
transformación en un ser plenamente social, en un sujeto social, es siempre una construcción, un trabajo de
educación que es, necesariamente, autoconstrucción y autoeducación.
La esfera pública donde el sujeto habita trasciende las instituciones formales circunscritas al ámbito de las
relaciones sociales, más que una extensión del Estado. El sujeto es resultado de múltiples desafíos sociales
donde surge una concepción de políticas sociales basada en los derechos sociales.
El desafío fundamental de la intervención social contemporánea para el Trabajo Social radica en implementar
una estrategia de democratización de la sociedad entendida como un proceso de socialización política. En este
contexto, el sujeto se articula en la interacción entre objetividad y subjetivad, si se considera que la realidad
interna y la realidad externa se construyen en la experiencia de vivir. El sujeto busca la seguridad en su medio
entendiendo la subjetividad como resultante de un complejo compuesto por territorio, historia, familia,
ambiente, estrato social, el propio cuerpo biológico, la tecnología, los medios de comunicación, entre otros.
Este sujeto, como realidad entrelazada de estos múltiples componentes, vive la incerteza, la esperanza, la
alegría, el peligro, el placer, la muerte, la miseria, la riqueza. ¿Cuál es la contribución del Trabajo Social en la
intervención social? El Trabajo Social es un instrumento propicio para el despertar del sujeto, con todo lo que
el posee de autonomía, creatividad y capacidad para escoger la propia vida a partir de sus valores, una
exigencia cada vez mayor en la sociedad.
Área: SOCIAL M1
Curso: METODOLOGÍA DE LA INTERVENCIÓN SOCIAL Pág. 17
El objetivo de la intervención realizada por el trabajador social es provocar un cambio, una transformación de
una situación inicial que provoca la consulta al profesional. Esta transformación es procesual, donde participan
el profesional y el sujeto de atención, sea individual o colectivo y está inserto en el espacio donde actúan
ambos, esto es, la intersección entre lo privado y lo público. Privado, el sujeto y su entorno familiar. Público, el
espacio territorial donde habita, el territorio vivido, donde desarrolla su vida cotidiana.
Lo privado y lo público conforman un todo indisoluble. En la conjunción de ambos espacios se vive la vida
cotidiana y se construye la realidad. Aquí el sujeto se produce, se construye como tal, y se reproduce.
Las problemáticas sociales han cambiado porque la realidad ha cambiado y consecuentemente las ciencias
sociales han avanzado en el conocimiento.
APORTE A TU FORMACIÓN
Esta asignatura es fundamental para la vida laboral, es la esencia de la profesión, es lo que el trabajador social ejecutar
todos los días en su vida laboral. El profesional, tradicional y actualmente, está inserto en instituciones, privadas o
públicas donde se implementan políticas sociales, proyectos y programas sociales. Es reconocida la capacidad del
Trabajo Social en estas áreas. Siempre el trabajador social piensa antes de actuar. Su quehacer diario no es
espontaneo, es pensado teóricamente y actuado metodológicamente. Es importante, entonces, aprender los
conceptos de este módulo para realizar un análisis coherente con la realidad en la prestación de servicios.