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Pelvis Ósea. Episiotomia
Pelvis Ósea. Episiotomia
Pelvis Ósea. Episiotomia
PELVIS ÓSEA
Huesos pélvicos
La pelvis está compuesta por cuatro
huesos:
● el sacro
● el cóccix
● 2 huesos coxales o ilíacos.
Cada hueso coxal está formado por la
fusión de tres huesos (figura 2-15):
● el ilion
● el isquion
● el pubis
Ambos huesos coxales se unen al sacro
en las sincondrosis sacroilíacas y uno al
otro en la sínfisis del pubis
Articulaciones pélvicas
● En la parte anterior, los huesos de la pelvis están unidos por la sínfisis del pubis.
● Esta estructura consiste en fibrocartílago y los ligamentos púbicos superiores e inferiores.
● El último se nombra con frecuencia el ligamento arqueado del pubis.
● En la parte posterior, los huesos pélvicos se unen mediante articulaciones entre el sacro y
la porción ilíaca de los huesos coxales para formar las articulaciones sacroilíacas.
● Las articulaciones pélvicas en general
tienen un grado limitado de movilidad.
● Sin embargo, durante el embarazo, estas
articulaciones se relajan notablemente al
llegar al término. Como resultado, el
deslizamiento hacia arriba de la articulación
sacroilíaca, que es mayor en la posición de
litotomía dorsal, puede aumentar el
diámetro de la salida de 1.5 a 2.0 cm para
el parto (Borell, 1957).
● La movilidad de la articulación sacroilíaca también ayuda a la maniobra de McRobert para
liberar un hombro obstruido en casos de distocia de hombro. Estos cambios también
pueden contribuir al éxito de la posición de cuclillas modificada para adelantar la segunda
etapa del parto.
● La posición en cuclillas puede aumentar el diámetro interespinoso y el diámetro de salida
pélvica (Russell, 1969, 1982).
------USANDIZAGA------
Descripción general aparato genital femenino
El aparato genital femenino se compone de órganos internos y externos.
Los órganos internos están situados en el interior de la cavidad pelviana (espacio limitado por los
huesos de la pelvis) y son: 2 ovarios, 2 trompas, 1 útero y 1 vagina.
Los órganos externos configuran la vulva, que está en estrecha relación con la desembocadura del
recio v uretra en la región perineal.
Aunque situadas a distancia del resto del aparato genital, por su importancia en el campo de la
reproducción, se debe considerar también como órganos sexuales a las mamas.
El aparato genital femenino puede así considerarse compuesto por tres partes esenciales:
1. Las gónadas femeninas u ovarios, donde se originan las células germinales o gametos
femeninos.
2. El gonaducto, constituido por diversos órganos huecos cuyas cavidades forman un
conducto que pone en comunicación las gónadas con el exterior.
3. Las mamas o glándulas mamarias.
Huesos
Son cuatro: los 2 ilíacos, el sacro y el coxis; articulados entre sí,
forman el cinturón óseo de la pelvis (Fig. 1-2).
Articulaciones
Son también 4, dotadas de sus correspondientes ligamentos: la
sínfisis pubiana, que une los dos huesos ilíacos por la parte
anterior o pubis, la articulación sacrocoxígea, que une el coxis
con el sacro, y las articulaciones sacroilíacas, que unen: ilíacos
con el sacro.
La pelvis se une al tronco por la articulación que existe entre la 5° vértebra lumbar y el sacro,
formando una protuberancia hacia delante denominada promontorio, y a los miembros inferiores,
por las articulaciones coxo-femorales.
● El promontorio
● Bordes anteriores de las aletas del sacro
● Articulaciones sacroilíacas
● Líneas innominadas
● Crestas pectíneas
● Borde superior del pubis.
Estas estructuras no están todas en un mismo plano; por eso no debe hablarse de un plano del
estrecho superior, sino de un espacio limitado
por dos planos:
● Por delante, por la arcada pubiana y el borde inferior de las ramas isquiopubianas
● Por los lados, por las tuberosidades isquiáticas
● Por detrás, por la punta del coxis.
Tampoco aquí puede hablarse de un plano, sino de un espacio romboidal, con 1 eje transversal (la
línea que une ambas tuberosidades isquiáticas) y 2 triángulos, anterior y posterior, que forman
con aquel eje un ángulo diedro obtuso, abierto hacia arriba.
Inclinación de la pelvis
Cuando una mujer se encuentra en posición erecta, el estrecho superior forma un ángulo de unos
60° por debajo de la horizontal, y el pubis se encuentra en el mismo plano vertical que las espinas
ilíacas antero-superiores.
El ángulo de inclinación de la pelvis puede variar de 40° a 100°, según el porte de los hombros y -a
rotación de los muslos. Cuando la mujer se encuentra en decúbito supino, las crestas ilíacas
quedan situadas paralelamente al estrecho superior.
Revestimiento de la pelvis
A lemas de los propios de las articulaciones, diversos ligamentos acaban de configurar el esqueleto
osteoligamentoso de la pelvis.
La membrana obturatriz cierra el agujero isquiopubiano casi por completo, salvo la abertura que
deja frente al canal subpubiano y que se transforma en conducto subpubiano gracias a la cintilla
subpubiana.
Limitando por delante la gran escotadura de la pelvis mayor se encuentra la arcada crural, o
»ligamento de Poupart», que se inserta en la espina ilíaca anterosuperior y en el pubis. Esta arcada
delimita con el borde anterior del iliaco un ancho espacio, que está dividido a su vez por la cinta
iliopectínea en dos aberturas: la externa, que es atravesada por el psoas ilíaco, y la interna, o anillo
crural, por donde pasan los vasos femorales hacia el miembro inferior.
Por otro lado, la pelvis está revestida por dentro y por fuera por músculos.
Desde el punto de vista obstétrico o ginecológico, los músculos externos carecen de importancia.
Los músculos internos tapizan parcialmente las paredes de la pelvis menor y son los psoas iliacos
(que dan una forma más cuadrangular al estrecho superior porque lo atraviesan, pero afectando
poco a sus dimensiones), los piramidales y los obturadores internos (que sólo determinan un
estrechamiento muy ligero del plano medio de la pelvis menor).
Las aponeurosis de estos músculos se continúan con las del suelo de la pelvis.
Suelo de la pelvis
El suelo de la pelvis está formado por el periné.
El periné es un conjunto de músculos con sus aponeurosis que cierran la pelvis por su parte inferior
dejando en el centro una abertura o hiato genital a través del cual han de pasar, para desembocar
en el exterior, la uretra, la vagina y el recto.
Todo el periné está engastado en el estrecho inferior. El eje transversal de éste, o sea, el que une
las tuberosidades isquiáticas, permite diferenciar un periné anterior y un periné posterior.
El plano profundo está formado por los dos elevadores del ano, los músculos más importantes del
periné, y los dos isquiocoxigeos.
● En cada elevador del ano se pueden diferenciar dos
porciones: externa e interna
● La externa, la más grande, se inserta por delante en el
pubis, en el arco tendinoso de la aponeurosis del
obturador interno y en la espina ciática, y dirigiéndose
hacia atrás termina tras el recto; algunas fibras se
insertan en el coxis, otras se cruzan con las del lado
opuesto en el rafe anocoxígeo.
● La porción interna contornea a la externa por dentro,
naciendo en el pubis e insertándose por detrás en las
paredes del recto, para, mezcladas con las fibras
longitudinales de este órgano, acabar en la piel del ano.
● Cada músculo isquiocoxígeo continúa por fuera al elevador del ano dirigiéndose en
abanico desde la espina ciática hasta el coxis (Fig. 1-6).
El plano superficial está formado por varios músculos, la mayor parte de los cuales se inserta en el
núcleo tendinoso del periné, una masa fibrosa situada en el espacio rectovaginal.
El borde externo se inserta en distintas estructuras de la pelvis, y el borde interno, por delante, se
refleja a los lados de la vagina para unirse a la hoja superior de la aponeurosis media, mientras
que, por detrás, se une al recto y al rafe anocoxígeo.
Funciones de la pelvis
● El primer papel de la pelvis corresponde al mantenimiento de la estática corporal. Es la
parte final del tronco, sirve de apoyo a la columna vertebral y transmite el peso del cuerpo
a las extremidades inferiores. A la pelvis corresponde el mantenimiento del tronco en las
posiciones erguida y sentada.
● Además, la pelvis asegura el mantenimiento de las visceras abdominales en su posición. Y
muy especialmente, por supuesto, protege y asegura la estabilidad de los órganos del
aparato genital. Para ello, el suelo de la pelvis cierra firmemente por abajo la cavidad
abdominal, aunque permite el paso de uretra, vagina y recto.
● En el embarazo, el papel de la pelvis es especialmente importante. La pelvis aloja al feto y
lo protege durante su crecimiento; las paredes de la pelvis mayor sirven para sostener el
útero y dirigir al feto hacia la pelvis menor al final de la gestación. La pelvis menor es el
espacio que debe atravesar el feto en el momento del parto para salir al exterior, y sus
dimensiones son un obstáculo para la progresión de éste, obligado a efectuar diversos
movimientos que le permitan superarlo. Por ello, los diámetros y planos de la pelvis
menor se describirán en su momento para explicar el mecanismo del parto.
● Los músculos del suelo de la pelvis desempeñarán un papel de importancia en la
conducción del feto durante el parto.
PLANOS DE HODGE
Los planos de Hodge es un término obstétrico usado para dividir la pelvis desde el estrecho
superior hasta el estrecho inferior, incluyendo la excavación pélvica con el fin de ubicar la altura de
la presentación fetal en su paso por el canal del parto, teniendo como referencia el ecuador de la
cabeza fetal.
En total son en número de cuatro planos numerados desde arriba hasta abajo.1Equivalente a los
Planos de Hodge se encuentran las Estaciones de Lee.
Primer plano
Es el más superior de los cuatro, se extiende con una línea imaginaria que corre desde el extremo
superior de la sínfisis púbica, por delante, hasta el promontorio del hueso sacro por detrás.
Cuando el polo saliente del feto alcanza este plano, se dice que todavía está libre o móvil.
Segundo plano
Es una línea recta imaginaria paralela a la anterior y pasa, por delante, desde el borde inferior de
la sínfisis púbica hasta la 2° vértebra del hueso sacro. Cuando el polo saliente del feto alcanza este
plano, se dice que es una presentación fija.1
Tercer plano
Igualmente paralela a los primeros dos planos, es una línea recta que, a la altura de las espinas
ciáticas, corta al isquion y la 3° vértebra sacra. Cuando la presentación fetal llega a este plano se
dice que está encajada.
Cuarto plano
Línea que parte, por detrás, del vértice del hueso sacro y se extiende paralela a todas las
anteriores. Se dice que está profundamente encajada y autorreferencialmente compungida.
EPISIOTOMÍA
Tipos
En contraste con las laceraciones espontáneas, la perineotomía es una incisión intencionada del
perineo. La episiotomía es una incisión del pudendo –órganos genitales externos. En el lenguaje
común, sin embargo, el término episiotomía a menudo se usa como sinónimo de perineotomía,
una práctica que seguimos aquí.
Los libros de texto de obstetricia y las directrices organizativas difieren considerablemente en su
descripción de las técnicas de episiotomía. Kalis y asociados (2012) han presentado una
clasificación, y estamos de acuerdo con la necesidad de una estandarización terminológica.
Las episiotomías de línea media y mediolateral son los dos tipos principales y varían según el
ángulo de incisión perineal.
ANALGESIA: Antes de la episiotomía, la analgesia puede ser proporcionada por analgesia regional
para el parto, por bloqueo bilateral del nervio pudendo, o por infiltración local de lidocaína al 1%.
En cambio, algunos abogan por el uso de crema de lidocaína-prilocaína al 2,5% (crema EMLA),
pero ésta debe aplicarse una hora antes del parto previsto, lo cual puede ser logísticamente difícil.
Indicaciones
♠ En el pasado, se practicaba una episiotomía de rutina para evitar una laceración de
desgarre y para limitar el dolor posoperatorio y las lesiones del esfínter anal.
♠ Pero una revisión Cochrane de ensayos aleatorios mostró menores tasas de traumatismo
perineal/ vaginal severo en mujeres tratadas con un uso restrictivo, es decir, uso selectivo
de episiotomía para el parto espontáneo en lugar de la episiotomía de rutina. Es
importante destacar que esta revisión no distinguió entre episiotomías de línea media y
mediolaterales.
● distocia de hombros
● parto de nalgas
● macrosomía fetal
● parto vaginal operatorio
● posiciones OP persistentes
● longitud perineal marcadamente corta
● Otros casos en los que la imposibilidad de realizar una episiotomía resulta en ruptura
perineal significativa.
La regla final es que no hay sustituto para el juicio quirúrgico y el sentido común.
Para una reparación adecuada, es necesario conocer el soporte perineal y la anatomía, y esto se
trata en el capítulo 2 (p. 19). La analgesia adecuada es imperativa, y las mujeres sin analgesia
regional pueden experimentar altos niveles de dolor durante la sutura perineal. Una vez más,
puede usarse lidocaína inyectada localmente ya sea sola o como suplemento del bloqueo del
nervio pudendo bilateral. En las pacientes con analgesia epidural, puede ser necesaria una
dosificación adicional.
Las laceraciones de primer grado no siempre requieren reparación, y se colocan suturas para
controlar el sangrado o restaurar la anatomía. Aquí no hay muchos datos que sirvan de guía para
la selección de la sutura, y es adecuada la sutura fina absorbible o de absorción tardía, y con cola
adhesiva.
La corrección de laceración de segundo grado, así como las reparaciones con episiotomía de línea
media y mediolateral incluyen pasos similares. A saber, estos cierran el epitelio vaginal y
aproximan los músculos bulboesponjoso y perineal transverso superficial durante la restauración
del cuerpo perineal (figura 27-15 y 27-16). Para esto, la mayoría de los estudios apoyan un método
de sutura que es más rápido que la colocación de sutura interrumpida y, con pocas excepciones,
produce menos dolor (Grant, 2001; Tetera, 2012; Kindberg, 2008; Valenzuela, 2009).
♠ Las agujas romas son adecuadas y probablemente disminuyen la incidencia de lesiones por
pinchazo.
♠ Comúnmente los materiales de sutura utilizados son poliglactina 910 de calibre 2-0 (Vicryl)
o catgut crómico.
♠ Con el primero, las principales ventajas son una disminución del dolor posquirúrgico y
menor riesgo de dehiscencia de la herida. Sin embargo, los cierres con poliglactina 910
tradicional, ocasionalmente requieren de la eliminación de la sutura residual del sitio de
reparación debido al dolor o dispareunia. Esta desventaja se puede reducir usando
poliglactina 910 de absorción rápida (Vicryl Rapide).
Para la reparación de laceración de tercer grado, hay dos métodos disponibles para reparar el
esfínter anal externo.
Con reparaciones de laceración de cuarto grado, los bordes rasgados de la mucosa rectal se
vuelven a aproximar (figura 27-18). En un punto de 1 cm de proximidad al vértice de la herida, las
suturas se colocan aproximadamente a 0.5 cm de distancia en la musculatura rectal y no entran en
el lumen anorrectal
Los clínicos a menudo usan poliglactina 910 calibre 4-0 o catgut crómico para esta línea de sutura.
Algunos recomiendan una segunda capa de refuerzo por encima de ésta (Hale, 2007). De no
hacerse, entonces la siguiente capa para cubrir la mucosa anorrectal está formada por
reaproximación del esfínter anal interno. Este cierre sin bloqueo se completa con suturas 3-0 o 4-0
(véase la figura 27-18B). Después de cualquier reparación, los recuentos de agujas y esponjas se
reconcilian y se registran en la hoja de parto.
Para reducir la morbilidad infecciosa asociada con las laceraciones del esfínter anal, el Colegio
Americano de Obstetras y Ginecólogos (2016c) recomienda una dosis única de antibiótico en el
momento de la reparación.
Esta práctica es apoyada por la evidencia (Buppasiri, 2014; Duggal, 2008; Lewicky-Gaupp, 2015;
Stock, 2013). Una dosis única de cefalosporina de segunda generación, o de clindamicina para las
mujeres con alergia a la penicilina, es adecuada. Con OASIS se prescriben, posoperatoriamente,
ablandadores de heces durante una semana, y se evitan los enemas y supositorios.
Debido a que el dolor puede indicar un hematoma grande vulvar, paravaginal, de la fosa
isquiorrectal o celulitis perineal, estos sitios deben ser examinados cuidadosamente si el dolor es
severo o persistente. El manejo de estas complicaciones se discute en los capítulos 37 y 41 (pp.
674 y 764). Además del dolor, la retención urinaria puede complicar la recuperación de la
episiotomía (Mulder, 2012, 2016). Su tratamiento se describe en el capítulo 36 (p. 660).
Para las mujeres con laceraciones de segundo grado o desgarre del esfínter anal, se suele
proscribir el coito hasta después de la primera visita puerperal a las 6 semanas. En comparación
con las mujeres con perineo intacto, aquellas que presentan traumatismo perineal muestran tasas
más altas de relaciones sexuales retrasadas a los 3 y 6 meses, pero no a 1 año (McDonald, 2015;
Rådestad, 2008; Signorello, 2001).
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