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Desafíos de La Formación Profesional en Turismo

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Turismo, pandemia ¿y después?

Desafíos de la formación profesional en un


nuevo escenario
Tourism, Pandemic, and Then? Challenges of Professional Learning in a New
Context
María Levalle y Sofía Perotti

María Levalle es docente e investigadora de la Escuela Sofía Perotti es docente e investigadora de la


de Relaciones Internacionales y de la Licenciatura en Escuela de Ciencia Política y de la Licenciatura en
Turismo, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Turismo, Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Internacionales, Universidad Nacional de Rosario,
Argentina. Argentina.
E-mail: maylevalle@hotmail.com E-mail: sofia.perotti@fcpolit.unr.edu.ar

resumen summary
El presente artículo tiene como objetivo reflexio- This article aims to reflect on the learning
nar sobre la formación de los profesionales del process of tourism professionals at the Public
Turismo en la Universidad Pública frente al de- University, in the new context of Covid-19
safío de la pandemia de Covid-19. A tal efecto, pandemic. To this end, we will describe the
describiremos las principales problemáticas que main problems that tourism activity faces in

temas y debates nro.especial / año 24 / julio-diciembre 2020 / pp. 459-465


enfrenta la actividad turística en este escena- this unprecedented scenario of uncertainty and
rio inédito de incertidumbre y transformación. transformation. Consequently, we will propose
Consecuentemente, propondremos algunas con- some considerations on the task of teaching,
sideraciones sobre la tarea de enseñar, investigar researching and learning in tourism, taking into
y aprender en materia de turismo, teniendo en account the role of future professionals in the
cuenta el rol de los futuros profesionales en la reconfiguration of the activity.
reconfiguración de la actividad.

palabras clave keywords


turismo / pandemia / formación / actividad tourism / pandemic / learning / professional
profesional activity 459
El futuro llegó hace rato / Todo un palo, ya lo ves / Veámoslo un poco con tus
ojos / El futuro ya llegó
Indio Solari y Skay Bellinson (1987)

El presente artículo se propone compartir con los lectores y las lectoras algu-
nas consideraciones en torno a la formación de profesionales del Turismo en la
Universidad Pública frente al desafío que supone la pandemia de Covid-19. A
tal efecto, reflexionaremos, en primer lugar, sobre las principales problemáticas
que enfrenta la actividad turística en este escenario inédito de incertidumbre y
transformación que ha planteado un antes y un después para el sector. Conse-
cuentemente, propondremos algunas ideas sobre la tarea de enseñar, investigar y
aprender en el campo turístico, y acerca del rol de los futuros profesionales en la
reconfiguración de la actividad.
A comienzos del presente año, 2020, la Licenciatura en Turismo de la Universi-
dad Nacional de Rosario se encontraba iniciando su tercer año de implementación,
con una cohorte que realizaba los primeros pasos del Ciclo Superior de la carrera.
Es decir, estudiantes que en 2021 cursarán el cuarto y último año, próximos a
convertirse en la primera camada de graduados y graduadas en nuestra casa de
estudios. En este contexto, el turismo pasó de ser una de las principales activi-
dades de la economía global a ser una actividad detenida por completo y en todo
lugar, con lejanas perspectivas para su restablecimiento. De acuerdo con los datos
brindados por la ONU en su Informe de Políticas titulado “COVID-19 and Trans-
forming Tourism” (2020), para 2019 el turismo representaba el tercer lugar en las
exportaciones a nivel mundial, y uno de cada diez empleos en todo el mundo. El
impacto crítico de la pandemia se manifestó dramáticamente en la cancelación
generalizada de vuelos, reservas y excursiones, en el cierre de hoteles, hospedajes
y alojamientos de todo tipo, así como de espacios culturales, de entretenimiento y
gastronómicos. En consecuencia, dicho impacto se tradujo en la pérdida de millo-
nes de empleos a nivel global. Más precisamente, las estimaciones de la Organi-
zación Mundial del Turismo indicaban, para junio de este año, el riesgo de perder
alrededor de cien millones de empleos, muchos de ellos provenientes de pequeñas
y medianas empresas, así como micro-emprendimientos, en gran parte desem-
peñados por mujeres y jóvenes, muchas veces en condiciones de informalidad y
vulnerabilidad.
La pandemia reactualizó el argumento de Álvarez Sousa (2004: 15) cuando se-
ñala que entender los cambios, tendencias y desafíos del turismo requiere estudiar
las transformaciones que acontecen en esa sociedad que condiciona al turismo. De
esta manera, los factores que más condicionan al sistema turístico provienen de
elementos exógenos al propio sistema, antes que de sus acciones endógenas. En
este sentido, como vemos, la actividad turística se vió afectada como pocas, y el
horizonte que se vislumbra es difuso. Estamos en un contexto en el que ni siquiera
puede realizarse intra-turismo (De Diego Ruiz, 2009), porque los museos, los par-
ques y los espacios culturales se encuentran cerrados. La actividad turística, enton-
ces, no pudo hacer más que proyectar casi a ciegas lo que será: delinear protocolos
y rediseñar procesos fue la primera tarea. En adelante, la inventiva debe ir más allá
de la oferta de viajes y experiencias, pues es necesario asegurar las condiciones sa-
nitarias adecuadas para disminuir el riesgo de contagio, así como también para que
usuarias y usuarios de los servicios se sientan seguros. Se trata de pensar un nuevo
turismo más cuidado, pero, ¿seremos capaces de que ese cuidado no devenga en
control? Duccio Canestrini se preguntaba, allá por el año 2009, cómo serían los
turistas del futuro: “¿Viajaremos más libres o más controlados? ¿Como personas
adultas y responsables o como niños protegidos e irresponsables? (...) ¿Viajaremos
en un mundo aún lleno de diversidad, o ya casi todo igual?” (2009: 11). El futuro
llegó, y es momento de pensar qué turismo propondremos. Pretendemos poner el
foco en la importancia de una mirada despierta, perspicaz y abierta a la diversidad
por parte de los y las turistas. Sabemos que hoy el cuidado y la puesta en práctica
de protocolos –ayer inimaginables– es imprescindible. El desafío radica en ir ten-
sando las cuerdas de ese equilibrio inestable para crear maneras más responsables
de hacer turismo, pero no por eso menos libres; más cuidadas, pero no en todos los
casos controladas; más seguras y sustentables para las personas y para el planeta.
En este marco, la reparación del medio de vida para millones de familias que
dependen del sector turístico constituye una prioridad. Como señalábamos, la ne-
cesidad de innovar siempre existe en el campo turístico, pero ahora esa innovación
es un requisito excluyente para subsistir. Hablamos de innovación como un cambio
incremental o radical de las estructuras existentes –un producto, un área, un pro-
ceso–, orientado a los fines de solucionar un problema complejo, un déficit o una
debilidad, y generar así un beneficio para la comunidad. Desde esta perspectiva, la
innovación requiere de la colaboración y articulación de los actores involucrados
en un entorno favorable. Es decir, no se reduce a una mera idea, sino que represen-
ta un proceso abierto y complejo, del cual se esperan impactos y resultados. Es en

temas y debates nro.especial / año 24 / julio-diciembre 2020 / pp. 459-465


este sentido que Álvarez Sousa destaca la necesidad de complementar estrategias
públicas y privadas para favorecer la innovación en el sector turístico: “La acción
de innovación que una organización pública o privada dedicada al turismo pueda
desarrollar, dependerá del contexto donde se implemente, no teniendo las mismas
probabilidades si existe o no un entorno proclive, favorecedor de la innovación,
o no” (Álvarez Sousa et al., 2008: 27). De esta forma, la reconfiguración post-
pandemia del sector turístico y sus estrategias de innovación frente a los desafíos
planteados no han de ser iniciativas individuales o exclusivas, sino necesariamente
fundadas en la capacidad de articulación de la diversidad de actores del sector.
En un contexto en el que el turismo sustentable comenzaba a ganar terreno, po-
demos preguntarnos si no es el momento de apostar por opciones turísticas menos
nocivas para el medio ambiente y para las poblaciones locales. Debemos tener
en cuenta que ya no podrán reproducirse algunas situaciones, como la de un con-
tingente de turistas encimados tomando fotografías en la Garganta del Diablo, o
doscientos turistas al unísono entrando a una sala de un museo, para observar de
cerca la misma obra de 77x53cm. Si analizamos la adaptabilidad a los cambios
exógenos, podemos observar cómo las plataformas vinculadas con la actividad
turística buscan mantener el contacto con sus potenciales consumidores, al ofre- 461
cerles crédito disponible para alojamiento, pasajes a mitad de precio, estadías en
hoteles y más, porque no se sabe cuándo, no se sabe cómo y mucho menos con
quiénes podrán llevarse a cabo estas experiencias. Sin embargo, si algo saben las
plataformas es inmiscuirse allí donde la ansiedad se esconde. La incertidumbre de
cada día es tal, los cambios de una fase a otra son tan volátiles, las cosas pueden
cambiar tanto que, quizá, para una persona de clase media, tener reservada una
semana en un destino que no conoce para cuando todo esto acabe puede llegar a
saciar, al menos superficialmente, esas ansias de saber algo del futuro.
Si nos enfocamos en una solución más colectiva e institucional, que involucre
a la mayor parte de los actores afectados en nuestro país, podemos mencionar la
sanción de la Ley 27.563, de sostenimiento y reactivación productiva de la acti-
vidad turística nacional, que, de implementarse, aminorará algunos de los males
atravesados por todo el sector en este contexto. La Ley cuenta con incentivos
para la oferta y para la demanda, como bonos para los consumidores de servi-
cios turísticos nacionales, o el reintegro del 50% del valor del producto o servicio
adquirido en preventa; reducción de las contribuciones patronales; prórrogas en
pagos de impuestos; y asistencia económica para garantizar la continuidad de los
puestos de trabajo del sector. Todas estas medidas necesarias reflejan el complica-
do momento en el que se encuentra el sector. En el mismo sentido, dichas medidas
han sido contempladas a nivel provincial y municipal. Lo que aún es poco viable
hacer, incluso desde el Estado, es planificar una acción a largo plazo, porque la
incertidumbre impide proyectar un escenario factible. Aquí es donde las ciencias
sociales pueden llegar a realizar su aporte, a partir de la construcción de diversos
escenarios plausibles y de las consecuentes acciones y políticas que podrían lle-
varse adelante en cada caso.
Frente a este panorama, cabe preguntarnos: ¿de qué manera orientar el proceso
de aprendizaje de los y las estudiantes de Turismo? ¿Cómo brindarles herramien-
tas teóricas, prácticas y metodológicas para que formen parte de la reconstrucción
del sector turístico? El propio turismo se encuentra en una reconfiguración de
sus conceptos, teorías, organizaciones y estrategias. La Universidad, por su parte,
garantizó un eficiente sistema –la Plataforma Comunidades UNR– que permitió
dar curso a los procesos educativos y las actividades académicas en el marco del
aislamiento. Si bien la Plataforma Comunidades UNR ya funcionaba con anterio-
ridad, se constituyó en muy poco tiempo en el escenario sobre el cual se centraron
las actividades de acompañamiento pedagógico virtual. En este sentido, pasó de
registrar un tráfico de ochocientos usuarios por día a un tráfico de treinta mil usua-
rios diarios luego del mes de marzo de 2020. Cabe destacar que en modo alguno
esta herramienta sustituye la presencialidad, ese valioso encuentro dialógico entre
docentes y estudiantes en el aula, o las distintas actividades y encuentros que dan
esencia a la vida universitaria. Justamente por eso, en tiempos de pandemia y
aislamiento social, entendemos que la Plataforma resulta una herramienta que,
en interacción con otras, permitió sostener el vínculo pedagógico, desarrollar los
contenidos, organizar encuentros, responder consultas, así como evaluar y promo-
ver el avance de los y las estudiantes en el cursado de la carrera. Este recorrido ha
contado con un notable compromiso por parte de los y las docentes. Dio lugar a
un valioso proceso de aprendizaje colectivo e institucional, a través del desarrollo
e implementación de nuevas herramientas y estrategias pedagógicas, nuevas mo-
dalidades de evaluación, y nuevas prácticas para la defensa de trabajos finales y
tesis. En el caso de la Licenciatura en Turismo, por ejemplo, todas las asignaturas
del tercer año, el primero del Ciclo Superior de la carrera en sus dos orientacio-
nes, tuvieron su primera implementación en el presente año bajo la modalidad de
acompañamiento virtual.
En este marco, la recuperación y desarrollo post-pandemia del sector turístico
es quizá el mayor desafío profesional de los nuevos graduados en los próximos
años, y también para quienes nos desempeñamos en los espacios de formación de
dichos profesionales. Por ello, lejos de transmitirles un ánimo incierto respecto
de las oportunidades laborales y el futuro de la actividad para destinos, presta-
dores, turistas y trabajadores, queremos reforzar justamente la mirada opuesta.
Buscamos promover, de esta manera, la capacidad de hacernos preguntas una y
otra vez; cuestionar lo existente, lo usual, lo que aparece como dado, para pensar
críticamente los fenómenos sociales en su proyección histórica. Intenamos desna-
turalizar dichos fenómenos y procesos para dar cuenta del carácter de construcción
social de lo que nos acontece, apropiándonos de la posibilidad de transformar
nuestra realidad.
La recomposición del sector luego de la pandemia necesariamente requerirá de
profesionales con una formación integral y compleja, capaces de motorizar nue-
vas preguntas, procesos innovadores y emprendimientos creativos. Requerirá, a
su vez, de profesionales con responsabilidad ambiental, perspectiva de género,
compromiso social y solvencia técnica. Estos futuros profesionales deberán ser
capaces de idear y poner en juego nuevas tecnologías, de comprender y articular

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los canales de diálogo entre Estado y mercado, de impulsar nuevas y mejores
formas para garantizar el turismo como derecho en un sentido sostenible, seguro,
accesible y equitativo, sea cual sea la inserción laboral que construyan y elijan:
grandes empresas, emprendimientos propios, organizaciones de la sociedad civil,
asociaciones mixtas, el sector público en sus diversas agencias y escalas o el ejer-
cicio independiente de la profesión.
Al promediar estas páginas, cobra sentido retomar una pregunta que atravie-
sa permanentemente nuestros debates, clases e indagaciones: ¿el turismo es una
fuente inagotable de beneficios sociales y económicos? ¿O más bien el turismo es
una seria amenaza, que implica la destrucción del equilibrio ambiental y la mer-
cantilización de la cultura?
Aquí es donde volvemos a destacar el valor de las herramientas del pensamiento
social para quien se está formando como profesional del turismo en la Univer-
sidad Pública. Porque, frente a posiciones extremas como “turismo-solución” o
“turismo-destrucción”, pareciera que no tenemos opciones, que no tenemos lu-
gar, que no tenemos nada que hacer. Sin embargo, consideramos que siempre es
posible acercarnos a la realidad social con una mirada crítica, para dar cuenta de
sus desafíos, y aportar, así, a la resolución colectiva de sus problemáticas. De esta 463
forma, podremos transformar nuestro medio a través de los proyectos y acciones
que consideremos estratégicos, valiosos, oportunos. Si tenemos en cuenta las con-
tradicciones presentes en el campo turístico, seremos capaces hacer de nuestro de-
sarrollo profesional una actividad socialmente relevante, capaz de generar empleo,
fortalecer la identidad local y expresar ideas innovadoras.
No trabajamos en el vacío, sino en contextos crecientemente complejos, diver-
sos y cambiantes. En este marco, los conceptos de las ciencias sociales nos brindan
algo muy importante: herramientas para poder entender la sociedad, hacia dónde
va, cómo cambia, qué relaciones y contradicciones están presentes, qué proble-
mas o factores de riesgo existen, qué aspectos priorizar para tomar las decisiones
necesarias. Pensemos en las dos orientaciones de la carrera, donde la toma de
decisiones es una actividad fundamental, tanto para la administración como la
planificación turística. En este sentido, los conceptos de las ciencias sociales re-
visten gran importancia para pensar/nos críticamente, para comprender la relación
entre la experiencia individual y la dimensión colectiva de los fenómenos sociales,
formular proyectos, tomar decisiones. ¿Qué buscarán los y las turistas que co-
miencen a viajar luego de la pandemia? ¿Qué necesitan las comunidades locales,
los prestadores, los trabajadores y trabajadoras del sector? ¿Cómo construir pro-
puestas sustentables, equitativas, accesibles y económicamente viables en nuestro
territorio? ¿Cómo innovar para poner en valor el patrimonio natural, histórico y
cultural de nuestro entorno y, así, promover el turismo de cercanía? ¿Cómo tra-
ducir esta oportunidad en propuestas concretas para la recreación, el descanso, el
enriquecimiento cultural, el aprendizaje, el disfrute, la convivencia, la empatía, la
diversidad en un entorno seguro? ¿Cómo fomentar que parte de la población que
nunca pudo viajar pueda disfrutar de esta experiencia, de este derecho? ¿Cómo
incorporar crecientemente la voz de las mujeres y las disidencias sexuales en las
narraciones, los destinos y los espacios de decisión en materia de turismo?
En este sentido, podemos ver que las preguntas son muchas, los desafíos son
serios, las oportunidades son diversas, y hay que construirlas. La innovación y la
creatividad son una herramienta fundamental para ello, y tienen un enorme valor
cuando se implementan en beneficio de la comunidad. Desde los espacios univer-
sitarios tenemos una gran responsabilidad de promover esta capacidad y compro-
meternos desde nuestro lugar en la construcción de lo común.

Bibliografía
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Sociología: transformaciones globales: confianza y riesgo. Grupo: turismo, ocio y deporte, 15-44.
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articulo?codigo=2701283
Canestrini, D. (2009). No disparen contra el turista. Un análisis del turismo como colonización. Bar-
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De Diego Ruiz, P. (2009). Intraturismo y ocio rápido. Potencia y simulación. En M. Cuenca Cabeza y
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temas y debates nro.especial / año 24 / julio-diciembre 2020 / pp. 459-465

María Levalle y Sofía Perotti, “Turismo, pandemia ¿y después? Desafíos de la formación profesional
en un nuevo escenario”. Revista Temas y Debates. ISSN 1666-0714, año 24, número especial, julio-
diciembre 2020, pp. 459-465.
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