Religious Belief And Doctrine">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Novena A La Virgen Del Carmen

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

Novena a la Virgen del Carmen

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de
manera especial los días previos a la festividad (7 al 15 de julio)

Por la señal, etc.


ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi
ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico.
A ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío. Me
has de perdonar mis culpas y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que
tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A Ti te amo sobre todas las cosas. A
Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me
arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón. Pésame, Dios mío, de
haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Propongo firmemente, ayudado con vuestra
divina gracia, nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderos,
confesarme, satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros.
Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a la santísima Virgen,
Madre vuestra y Señora mía, y alcance por su poderosa intercesión la gracia especial
que en este Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra, y provecho
de mi alma. Amén.

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS


Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial
Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te
engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu
querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi
alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia
especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de
mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa,
y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder
alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces,
diciendo: (rezar tres avemarías)
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la
sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía,
por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del
Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos
benigna tu amorosa protección. Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo
Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación
y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con
ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a
tu divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que
todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la
eternidad. Así sea.

DÍA PRIMERO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que fuiste figurada en aquella
nubecilla que el gran Profeta de Dios, Elías, vio levantarse del Mar, y con su lluvia
fecundó copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que diste al
mundo a tu querido Hijo Jesús, para remedio universal de nuestras almas: te ruego,
Señora, me alcances de su majestad copiosas lluvias de auxilios, para que mi alma
lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras, a fin de que sirviéndole con
perfección en esta, vida, merezca gozarle en la eterna. Así, Señora, te lo suplico
humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

DÍA SEGUNDO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los
Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con
las luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente gozaron. Te ruego, Señora,
me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para
conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas y
llorarlas para saber como debo comportarme a fin de servirle con toda perfección; y
para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra y gloria y
edificación de mis prójimos. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios
te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

DÍA TERCERO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con
singular amor el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron
los primeros que en tu honor edificaron un templo en el Monte Carmelo, donde
concurrían fervorosos a darte culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances sea mi
alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes, donde El
habite siempre amado, adorado y alabado por mi, sin que jamás le ocupen los afectos
desordenados de lo temporal y terreno. Así, Señora, te lo suplico humildemente,
diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.
DÍA CUARTO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para mostrar tu
especialísimo amor a los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y
hermanos tuyos, alentando con tan singular favor su confianza, para buscar en ti,
como en amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus
necesidades y aflicciones, moviéndoles a la imitación de tus excelsas virtudes. Te
ruego, Señora, me mires, como amorosa Madre y me alcances la gracia de imitarte,
de modo que dignamente pueda yo ser llamado también hijo tuyo, y que mi nombre
sea inscrito en el libro de la predestinación de los hijos de Dios y hermanos de mi
Señor Jesucristo. Así Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve,
Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

DÍA QUINTO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los
Carmelitas, tus hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del Carmen,
mostrando siempre el amor y singular predilección con que los amparas, mandaste al
Sumo Pontífice, Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto,
dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu divino Hijo, la repentina
muerte de dos que especialmente la contradecían. Te ruego, Señora, me defiendas de
todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz viva siempre en el
santo servicio de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios
te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

SEXTO DÍA
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los
Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del
santo escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que
devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera
que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me
alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del
santo escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción.
Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de
misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.
DÍA SÉPTIMO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu santo Escapulario
diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos
los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad
con tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa
poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros
encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando siempre tu
especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico humildemente,
diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

DÍA OCTAVO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces tu especial
protección en la hora de la muerte para con los que devotamente visten tu santo
escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta
vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me
asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera
penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y
ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene, sino
que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria. Así, Señora, te lo suplico
humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

DÍA NOVENO
Comenzar con el acto de contrición y la oración.
ORACIÓN. ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo tu amor hacia
los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten
tu santo escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con tus
ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios,
nuestro Señor, en la gloria. Te ruego, Señora, me alcances de su divina Majestad
cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la devoción del santo escapulario, de
modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo suplico humildemente,
diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, etc.
Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena. Terminar con la
oración final.

También podría gustarte