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Las Neuronas Espejo-Reseña
Las Neuronas Espejo-Reseña
Las Neuronas Espejo-Reseña
Las neuronas
espejo
Marco Iacoboni. (2009).
Madrid: Katz.
Traducido por Isolda Rodríguez
Villegas
Por su título el libro lleva de inmediato al potencial lector a inferir que se trata, o
bien de una obra para lectores especializados (la palabra “neurona” es un aversivo en
divulgación psicológica equivalente a las fórmulas matemática en los libros escritos
por físicos y biólogos) o bien de una metáfora para referirse a una suerte de predis-
posición de nuestro sistema nervioso para la imitación y el aprendizaje. Como se verá
a continuación no se trata ni de una cosa, ni de la otra.
Por una parte, lejos de lo que inicialmente podría pensarse, Las neuronas espejo no
es una obra dirigida a especialistas en neurociencias sino a un público más amplio.
Vol. 3. No. 2. Julio -Diciembre de 2011
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Universidad de Antioquia
Este objetivo se ve mejor reflejado en su denominación en lengua inglesa: Mirroring
People: The New Science of How We Connect with Others1. Este nombre es mucho
más amigable que el de la versión española y está probablemente más acorde al
tono divulgativo y al alcance del público general que el autor procura dar al tema.
Por otra parte, el tema central de la obra se refiere precisamente a eso: a una
variedad específica de células nerviosas, al parecer distribuidas en diversos sectores de
la corteza cerebral, que responden (el término en jerga neurocientífica es “disparan”)
ante estímulos sumamente específicos, es decir, neuronas que “atienden” a conductas
ejecutadas por otros individuos. Dichas conductas tendrían como particularidad el estar
relacionadas con propósitos concretos. No se trata pues de una metáfora biologicista,
sino de un planteamiento por lo menos controvertido, cuyas implicaciones afectan
diversas esferas del estudio del comportamiento desde lo celular hasta lo social.
Cabe preguntarse entonces: ¿Cuáles son esas implicaciones? La respuesta a esta pre-
gunta debe contemplar inicialmente aquello que hasta hace diez años era una certeza
acerca del funcionamiento de las células nerviosas. Hasta hace una década aproxima-
damente las neuronas podían clasificarse, a grandes rasgos, en tres tipos: neuronas
receptoras, interneuronas y neuronas efectoras. Todas estas células contaban con una
distribución estructural y funcional definida, siendo claramente identificables las vías
sensoriales y motoras, desde su origen hasta su destino. Un ejemplo esquemático (y
enormemente simplificado) sería el de las vías somato-sensorial y motora: la primera
“inicia” en las terminales nerviosas localizadas en la piel y “finaliza” en la circunvolución
postcentral conocida como corteza somatosensorial. Así mismo, la vía motora “inicia”
en porciones específicas de la corteza frontal y “finaliza” en terminales que inervan
los músculos esqueléticos. Como se aprecia aquí, ambas funciones: la sensibilidad y
el movimiento, se encuentran discriminadas neuroanatómicamente e interconectadas 101
por células destinadas a servir como relevo y procesamiento en el encéfalo.
Ahora bien ¿son las neuronas espejo (estas neuronas respondientes a conductas
específicas) neuronas sensoriales? La respuesta es que no. He aquí la primera im-
plicación interesante de este descubrimiento.
1 “Reflejando” (como lo hace un espejo) gente: la nueva ciencia acerca de cómo nos conectamos con los otros.
Lo anterior debería ser suficiente para obtener Dichos estudios dan cuenta de diversos niveles
todo el interés por parte de quienes se dedican de capacidad presentes en varias especies pri-
al estudio del cerebro y ahuyentar al resto de las mates y no primates para acceder a informa-
personas que tienen algo mejor que hacer con ción no relacionada con la realidad inmediata
su tiempo. Pero, como se dijo anteriormente, y buscan respuestas acerca de las similitudes y
las implicaciones de esta particular variedad de diferencias entre la teoría de la mente humana
células cerebrales abarcan un espectro mucho y la comprensión de los estados mentales pre-
más amplio que el celular. sente en otras especies diferentes a la nuestra
El patrón de activación selectiva de las neuronas Para Iacoboni, la tesis de que la lectura de los
espejo, en respuesta a la observación de acciones estados mentales de los otros se lleva a cabo, en
orientadas a objetivos específicos, ha llevado los humanos, mediante una simulación interna
a algunos neurocientíficos, Iacoboni incluido, a de dichos estados por parte del observador, se ve
proponer que en estas neuronas se encuentra la respaldada biológicamente por la actividad de las
explicación neurobiológica a lo que en ciencias neuronas espejo. Un argumento neurocientífico
cognitivas se conoce como “la teoría de la mente”, para respaldar la tesis de la “teoría de la simu-
es decir, la cuestión acerca de cómo atribuimos lación”, de acuerdo con la cual, el mecanismo
a los otros una mente y unos procesos represen- interno mediante el cual se atribuye a otro una
tacionales similares a los propios. Esta propuesta mente equipotencial a la propia, consiste en una
se enmarca en la discusión sobre la naturaleza de simulación interna de los estados mentales de
nuestra habilidad para resolver, en la vida coti- los cooperadores y competidores presentes en
diana y de forma no consciente, el “problema de el entorno social específico a la propia especie.
las otras mentes”: los pequeños rompecabezas y
acertijos que enfrentamos al tratar de descifrar Para Iacoboni es claro que la actividad de las
los estados mentales de nuestros semejantes. neuronas espejo, estimulada por la observación
de actos dirigidos a propósitos específicos, per-
102 El debate acerca del problema de las otras mentes mite hablar de un sustrato neurobiológico de
se nutre de diversas fuentes, entre ellas la psi- la simulación de la actividad mental de otros,
cología, la filosofía de la mente, la neurociencia tanto en primates (humanos y no humanos)
cognitiva, la etología en general y la primatología como en otras especies.
en particular. Son abundantes los estudios que
buscan determinar los niveles de autoconciencia Probablemente los temas más relevantes del
de diferentes especies animales, a la vez que su libro sean los hasta ahora mencionados: los
capacidad de comprender la mente de otros simi- descubrimientos de neuronas motoras que res-
lares a ellos mismos, siendo representativos de los ponden a estímulos sensitivos por una parte y
primeros los experimentos en que se marcan par- de que dicha actividad es altamente específica
tes del cuerpo de los organismos experimentales en relación a la intención de los movimientos
para registrar su reacción ante su propia imagen observados por el sujeto experimental (macacos
en un espejo y, de los segundos, la observación Rhesus inicialmente y luego personas) por otra.
de las conductas de engaño, especialmente en Sin embargo el autor, como suele suceder con
especies gregarias como primates y delfines. este tipo de descubrimientos revolucionarios,
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trata de ir más allá (demasiado, tal vez) en su reflexión acerca de los alcances del
nuevo descubrimiento científico.
A manera de crítica puede pensarse en esta tercera y última parte del libro como un
agregado ambicioso por parte del autor, el cual hace al lector preguntarse si de verdad
será posible estirar tanto una hipótesis para que ésta llegue a explicar prácticamente
“todo” lo relacionado con la conducta del ser humano en su calidad de especie social,
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