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4 Revelation (Global SP) - A4

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ESTUDIOS  

BÍBLICOS  EN  COMUNIDAD   1

Apocalipsis Lección 4—Apocalipsis 3

Cartas  a  Tres  Iglesias  


¡Memoriza la VERDAD!
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con
él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20

DÍA 1: Apocalipsis 3:1-6—Sardis: ¡Despierta!


1. La iglesia en Sardis tenía reputación de estar viva. Pero, ¿cómo veía Jesús a la gente en la iglesia? ¿Cómo explicarías
la diferencia?

2. ¿Qué pasos específicos prescribió Jesús para restaurar a esta iglesia, y qué advertencia hizo para aquellos que
hicieran caso omiso de Su instrucción?

3. ¿Cuáles tres cosas prometió Jesús al vencedor?

¡Aprende la VERDAD!
¿Alguna vez te has preguntado que piensa Jesús de ti? Si es así, puedes hacer esta oración que
hizo David: “Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis
pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno” (Salmo 139:23-24). Pide a
Jesús que te diga lo que Él ve cuando te observa. Él anhela ayudarte con tus “pensamientos de ansiedad” y
“caminos ofensivos”. ¡Él es lleno de gracia y de verdad! (Juan 1:17). Prepárate para hablar sobre esto con tu
Grupo Pequeño.

DÍA 2: Apocalipsis 3:7-10—Filadelfia: Fidelidad en las Pruebas


4. ¿Qué atributos de Jesús se describen en el versículo 7?

5. Los de Filadelfia permanecieron fieles a pesar de las dificultades para guardar la Palabra de Dios y no negar Su
nombre. ¿Qué crees que significa para un creyente guardar la Palabra de Dios?

6. ¿Qué recompensas prometió Jesús si los de Filadelfia perseveraban?

7. ¿Qué dificultad te ha llamado Dios a soportar pacientemente, ya sea en la actualidad o en el pasado? ¿Qué te ayudó a
soportó esa prueba, o pruebas en general?

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Apocalipsis – Lección 4 2
DÍA 3: Apocalipsis 3:11-13—¡Aférrate Fuerte!
8. En 3:11, ¿a qué quería Jesús que “se aferraran” los de Filadelfia?

9. Según 3:12, ¿qué prometió Jesús a los “vencedores”? ¿Te motiva o te alienta a ti de alguna manera específica la
promesa de Jesús?

DÍA 4: Apocalipsis 3:14-19—Laodicea: Ni Caliente Ni Frío


10. ¿Qué problemas veía Jesús en los creyentes de la iglesia de Laodicea?

11. ¿Cómo concibes que se vería una iglesia o un cristiano “tibio”?

12. ¿Cómo se compara la auto-evaluación que hacían los laodicenses de ellos mismos con la evaluación que hace Jesús
de ellos en 3:17?

13. ¿Cómo explica 3:19 la motivación de Jesús para corregirlos? (Véase también Hebreos 12:7-11.)

DÍA 5: Apocalipsis 3:20-22—La Invitación de Jesús


14. ¿Qué súplica hizo Jesús en 3:20?

15. ¿Ha habido algún tiempo en tu vida cuando has sentido que Jesús te estaba hacienda esta misma oferta a ti? ¿Cómo
respondiste?

16. ¿Qué prometió Jesús al que vence? ¿Qué significa esta promesa para ti personalmente?

¡Aplica la VERDAD!
¿Qué diría Jesús si te escribiera una carta? En oración, tómate un tiempo para escribir palabras
que pienses que Él pudiera compartir contigo. Pídele que te muestre lo que Él aprecia de tu
relación con Él. Pregúntale qué áreas en tu vida requieren de la atención de Él y tuya. ¿Qué
aliento crees que Él quiere darte en tu situación actual? ¿Qué advertencias? Continúa orando durante este
año que Él cumpla Su propósito para ti al darte esta carta. Después de escribir esta carta, dóblala, escribe
tu nombre en el exterior, y llévala a clase para entregarla a tu líder de Grupo Pequeño. Él o ella te lo
devolverá al final del año (sin abrir), para que puedas ver por ti mismo cómo Dios ha cambiado tu vida en
este año y ha respondido a tus oraciones concernientes a esta carta. Prepárate para compartir sobre esto
en tu Grupo Pequeño.

DÍA 6: Participa en Clase


Apocalipsis – Lección 4 3

Lección 4 Comentario
Cartas  a  Tres  Iglesias  
Apocalipsis  3  
Jesús se vuelve ahora hacia las tres iglesias restantes. Sardis estaba muerto, viviendo de su reputación pasada.
Filadelfia era una iglesia fiel a la que Jesús animó a mantenerse firme contra la misma oposición que había
enfrentado Esmirna. Y la tibia Laodicea era rica materialmente, pero miserablemente pobre espiritualmente.
La Iglesia en Sardis
La quinta carta de Jesús fue dirigida a Sardis. Jesús tenía "los siete espíritus de Dios y las siete estrellas". Los
“siete espíritus” pudiera referirse al Espíritu Santo o a los ángeles. Las estrellas podrían ser los ángeles de las
iglesias (ver 1:20). Jesús le hizo pocos elogios a Sardis. No le impresionó la reputación de Sardis de estar "viva".
Desde su punto de vista, estaban muertos.
Sardis había perdido su enfoque. Lo que quedaba estaba a punto de morir. Así que Jesús llamó a los creyentes en
Sardis a la acción: "¡Despierten!" Si no lo hicieran, Su venida sería totalmente inesperada, como la de un ladrón.
Les dijo que reforzaran lo que estaba muriendo y que recordaran lo que habían recibido y oído. Si obedecían a la
verdad que ya conocían, podrían volver a la espiritualidad—una vez vibrante—que habían perdido.

Piensa en el auto-engaño. En Mateo 25:31-46, Jesús se refirió a las personas que no se ven
correctamente a sí mismos. Algunos, sin darse cuenta de ello, Lo alimentaron, vistieron,
recibieron y visitaron a Él. Otros, también sin saberlo, le negaron estos mismos actos de amor.
Ninguno de los grupos se veía como Jesús los veía. De igual modo, las iglesias de Sardis y
Laodicea tenían opiniones incorrectas de sí mismos. Necesitaban a Jesús para ayudarles a verse
claramente. ¿Cómo podría distorsionarse su autopercepción? Tú puedes pensar demasiado poco o
demasiado alto de ti mismo. De cualquier manera estarías mal. Lo que Jesús piensa de ti es lo único que
importa.

Aunque Jesús no tuvo ningún elogio para la iglesia entera de Sardis, sí señaló a ciertos individuos “dignos” que
no habían comprometido su fe. Aquí, se simbolizan los efectos del pecado con ropas sucias, que contrastan con
la ropa blanca de Él. Jesús les prometió a estos creyentes que andarían con Él con vestiduras blancas. El blanco
simbolizaba la pureza que tendrían debido a su fe en Él. Además, sus nombres no serían borrados del Libro de la
Vida. Finalmente, Jesús prometió que Él confesaría sus nombres ante el Padre y los ángeles (compárese Mateo
10:32; Lucas 12:8).
La Iglesia en Filadelfia
La sexta iglesia a la que se dirigió Jesús fue Filadelfia. Era una iglesia de muchos nombres, habiendo agregado
por lo menos tres títulos a su nombre durante su historia. A Su pueblo en esta ciudad, cuyo nombre honraba a los
emperadores, Jesús le prometió que grabaría Su nombre en ellos. Todo el mundo sabría que ellos Le pertenecían
a Él. Y ellos serían columnas eternas en el templo de Dios, para la gloria y honra sólo de Él. Colocada
estratégicamente en un estrecho puerto montañoso, Filadelfia era una entrada o “puerta” sobre una importante
ruta comercial. La mención que hizo Jesús de una “puerta abierta” para la iglesia de Filadelfia es importante.
Recalca el absoluto poder de Él y Su cuidado de Su pueblo.
Jesús se describe a Sí mismo como “santo” y “verdadero”. Él posee la llave de David, sugiriendo Su autoridad
sobre el reino de Dios, como el Hijo de David, mesiánico. Con esta llave, Él abre y nadie puede cerrar. Él cierra,
y nadie puede abrir. Elogió a los de Filadelfia por muchas razones. Él conocía sus obras. Dijo que Él había
puesto delante de ellos una “puerta abierta”. Estaba muy complacido con la fidelidad de los de Filadelfia.
Aunque tenían “pocas fuerzas”, habían guardado Su palabra. No habían negado Su nombre.

Piensa en cómo evalúa Dios el éxito. No siempre se trata de “resultados”. A pesar de que los de
Filadelfia tenían “pocas fuerzas”, Jesús los elogió por su perseverancia y constancia. Habían
guardado Su Palabra. Estaban dispuestos a defender el nombre de Él. No habían comprometido
su testimonio ni habían permitido mancharse por el mundo. Para Jesús, la pureza, el carácter
Apocalipsis – Lección 4 4
piadoso y la constancia en la fe era lo que definía el verdadero éxito.

Debido a que habían perseverado pacientemente, Jesús prometió librarlos de una inminente “hora de prueba”
mundial. La frase griega que se traduce librar de puede significar ‘evitar que pasen por’ o puede significar
‘guardar a través de’ (proteger). En cualquiera de los casos, podemos estar seguros de que Dios está velando por
Sus hijos, guardándolos y ayudándolos a permanecer fuertes.
Jesús exhortó a los de Filadelfia a aferrarse a lo que tenían mientras esperaban Su venida. Él no quería que ellos
renunciaran a su corona (2:10) o que perdieran su recompensa. La promesa de Jesús de hacer a los vencedores
“columnas” en el templo de Dios, obviamente es una metáfora. Muestra que los creyentes tienen un lugar
permanente en la presencia de Dios, para siempre. Jesús dará a los vencedores tres nombres nuevos: el nombre
de Dios, el nombre de la ciudad de Dios (la Nueva Jerusalén), y Su propio nombre nuevo.
La Iglesia en Laodicea
Laodicea fue la última iglesia a la que se dirigió Jesús. Se refirió a Sí mismo como el “Amén”, el “testigo fiel y
verdadero”, y “el principio de la creación de Dios”. Jesús es la verdad (Juan 14:6). Como “el principio de la
creación de Dios”, pudiera haberse estado refiriendo al hecho de que Él es el origen de la creación de Dios (Juan
1:3) o que Él tiene autoridad sobre esa creación.
Laodicea no recibió ningún elogio de parte de Él. Sus creyentes eran “tibios”. Aunque no habían abandonado
por completo su fe, su compromiso era meramente mediocre. No eran “ni fríos ni calientes”. Jesús estaba a
punto de rechazarlos. Él los vomitaría de Su boca como si fueran café o té tibio. Jesús les dijo a los de Laodicea
que estaban engañados. Ellos creían que eran ricos y que no tenían necesidad de nada. Pero en realidad eran
espiritualmente pobres. Eran “infelices, miserables, pobres, ciegos y desnudos”.
Con tierna ironía, Jesús, exhortó a los laodicences a “comprar de mí oro refinado por el fuego, para que te hagas
rico”. De nuevo, Jesús habló de vestir “ropas blancas”, sugiriendo santidad y pureza como se describe en Isaías
61:10. Las personas pueden estar elegantemente vestidas físicamente, pero estar espiritualmente desnudos a los
ojos de Dios. Jesús recomendó colirio para aquellos creyentes engañados para que pudieran reconocer su
verdadera condición. Les recordó que Él disciplina a aquellos a quienes ama.
La muy conocida promesa del versículo 20 no es un reto evangelístico para Laodicea, aunque su vívida
imagenología ha sido usada por evangelistas por siglos. Más bien, es un tierno ofrecimiento. Jesús recibía a estos
creyentes distanciados para que reanudaran una relación íntima con Él. Él esperaba pacientemente a la puerta del
compañerismo personal, deseoso de entrar de nuevo, pero la condición de ellos lo excluía a Él. “Si alguno oye
mi voz y abre la puerta, entraré”, les aseguraba.
El capítulo concluye con la promesa de Jesús de que los vencedores compartirían con Él Su reino. Esta última
carta de las siete invita a todo el pueblo de Jesús a “oír lo que el Espíritu dice a las iglesias”.

¡Personaliza la VERDAD!
En Juan 15:15, Jesús dijo que Él ya no llamaría a Sus discípulos “siervos”, sino que les llamaría
“amigos”. A veces pensamos que Jesús tiene interés, sobre todas las cosas, porque Le sirvamos
mejor. Pero lo que Él más desea es una relación. Una de las maneras en las que los amigos difieren de los
siervos es en que disfrutan pasar tiempo unos con otros, quizá alrededor de la mesa. En Apocalipsis 3:20,
Jesús invitó a los laodicenses a sentarse con Él y platicar como amigos. ¿Tú de qué hablarías? ¿Cómo te
sentirías? ¿Hay algo que quisieras preguntarle? ¿Qué crees que Él te diría? Al orar en esta semana, además
de cualquier petición que le hagas al Señor, toma tiempo para simplemente fortalecer tu relación con Él.
Expresa tu amor por Él. Comparte con Él tus deleites y tus cargas. Guarda silencio por unos momentos para
oír de Su amor por ti. Disfruta tu tiempo con Él.

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