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Un medio de comunicación es un instrumento o forma de contenido por el cual se realiza

el proceso de comunicación. Usualmente se emplea el término para hacer referencia a los


medios de comunicación de masas, sin embargo, otros medios de comunicación, como el
teléfono, no son masivos sino interpersonales. Desde que los medios de comunicación
nacieron y se desarrollaron, se han vuelto una gran fuente de poder e influencia social a
nivel mundial.

Los medios de comunicación son instrumentos en permanente evolución ya que a través de


los años su forma de transmitir información se ha hecho bastante masiva e instantánea.
Muy probablemente la primera forma de comunicarse entre humanos fue la de los signos y
señales empleados en la prehistoria, cuyo reflejo en la cultura material son las distintas
manifestaciones del arte prehistórico. La aparición de la escritura se toma como hito de
inicio de la historia. A partir de ese momento, los cambios económicos y sociales fueron
impulsando el nacimiento y desarrollo de distintos medios de comunicación, desde los
vinculados a la escritura y su mecanización (imprenta –siglo XV–) hasta los medios
audiovisuales ligados a la era de la electricidad (primera mitad del siglo XX) y a la
revolución de la informática y las telecomunicaciones (revolución científico-técnica o
tercera revolución industrial –desde la segunda mitad del siglo XX–), cada uno de ellos
esenciales para las distintas fases del denominado proceso de globalización.

Fines y características

El propósito principal de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar con


objetividad, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en: informar, educar,
transmitir, entretener, formar opinión, enseñar, controlar, etc.

 Positivas. Las características positivas de los medios de comunicación residen en


que posibilitan que amplios contenidos de información lleguen a extendidos lugares
del planeta en forma inmediata, como pueden ser noticias, avances tecnológicos,
descubrimientos científicos, etc. De esta forma más personas tienen acceso a este
tipo de información de manera inmediata. Los medios de comunicación, de igual
manera, hacen posible que muchas relaciones personales se mantengan unidas o,
por lo menos, no desaparezcan por completo a medida que facilitan la comunicación
en tiempo real. Otro factor positivo se da en el ámbito económico: quien posea el
uso de los medios puede generar un determinado tipo de consciencia sobre una
especie de producto, es decir, puede generar su propia demanda, ya que los medios
muchas veces cumplen la función de formadores de opinión. Entonces, visto desde
el ámbito empresarial, es un aspecto ampliamente positivo al hacer posible el
marketing y anuncios para el mundo.
 Negativas. Las características negativas recaen en la manipulación de la
información y el uso de la misma para intereses propios de un grupo específico. En
muchos casos, tiende a formar estereotipos, seguidos por muchas personas gracias
al alcance que adquiere el mensaje en su difusión (como sucede al generalizar
personas o grupos). Otro aspecto negativo de los medios masivos de comunicación
radica en que la censura no es absoluta, por lo tanto menores de edad pueden tener
acceso a contenido explícito como es el caso de la televisión o el internet.
El medio es el mensaje.
Marshall Mac Luhan

Clasificación

Debido a la complejidad de los medios de comunicación, Harry Pross (1972) ha separado


estos en tres categorías, a partir de su teoría.

 Medios primarios (sin máquinas, por ejemplo la voz humana)


 Medios secundarios (uso de ayudas técnicas por parte del emisor del mensaje, por
ejemplo: un periódico)
 Medios terciarios (el emisor y el consignatario usan las máquinas, por ejemplo la
radio).

Distintos medios de comunicación

Enciclopedia Brockhaus Konversations-Lexikon, 1902.

Con el avance de la tecnología, han ido desarrollándose diferentes medios de


comunicación, tanto masivos (comunicación social) como personal (comunicación entre
individuos privados).

Medios sociales de la información cotidiana

Estos medios engloban diversas tecnologías utilizadas principalmente para transmitir


noticias de interés social o noticias relevantes para un número elevado de personas,
transmitidas de manera impersonal y generalizada a muchos individuos. Estos medios de
comunicación a veces llamados "medios de información sociales" también pueden ser
usados para mensajes que no necesariamente sean la transmisión de novedades relacionadas
con la actualidad, por lo que pueden ser usados en una forma similar a como es usada la
historieta o el cine que si bien transmiten mensajes socialmente relevantes. No son usados
para novedades informativas de la actualidad cotidiana. Además diversos críticos han
señalado que existen sesgos en los medios de comunicación que afectan a las minorías
religiosas o étnicas. Durante el siglo XIX, el "boom" de la información rápidamente avanzó
debido a los sistemas postales, aumento de la accesibilidad de periódicos, así como escuelas
de "modernización". La revolución de la información se basa en los avances modernos. El
cambio en la temporización basado en la innovación y la eficiencia pueden no tener una
directa correlación con la tecnología.
Los periódicos son medios de comunicación escrita, que deben su nombre a ser escritas de
manera periódica en intervalos de tiempo fijos. Así los diarios, semanarios y anuarios eran
tipos de publicaciones periódicas de periodicidad diaria, semanal y anual. Los diarios por
su alta periodicidad han sido usados básicamente para temas de actualidad cotidianos y en
menor medida para el análisis de cuestiones sociales relevantes. En cambio los semanarios
se centran en algunos temas sociales sobresalientes que son analizados en mayor
profundidad y en el que muchos hechos de la actualidad cotidiana menos importantes son
dejados a un lado.

Con el advenimiento de internet muchos periódicos fueron publicados también de manera


electrónica, a veces de manera exclusivamente electrónica. Aunque en gran parte se
conservó la periodicidad diaria, ofreciéndose en algunos casos actualizaciones cuya
periodicidad es inferior a 24 horas.

Algunas publicaciones científicas, también son publicaciones periódicas, pero no están a la


transmisión de informaciones sobre la actualidad cotidiana sino sobre cuestiones científicas
y sociales de interés, así como la publicación de las investigaciones originales realizadas
por personas altamente especializadas.

Periódicos

Artículo principal: Prensa escrita

Los periódicos son medios de comunicación escrita, que deben su nombre a ser escritas de
manera periódica en intervalos de tiempo fijos. Así los diarios, semanarios y anuarios eran
tipos de publicaciones periódicas de periodicidad diaria, semanal y anual. Los diarios por
su alta periodicidad han sido usados básicamente para temas de actualidad cotidianos y en
menor medida para el análisis de cuestiones sociales relevantes. En cambio los semanarios
se centran en algunos temas sociales sobresalientes que son analizados en mayor
profundidad y en el que muchos hechos de la actualidad cotidiana menos importantes son
dejados a un lado.

Con el advenimiento de internet muchos periódicos fueron publicados también de manera


electrónica, a veces de manera exclusivamente electrónica. Aunque en gran parte se
conservó la periodicidad diaria, ofreciéndose en algunos casos actualizaciones cuya
periodicidad es inferior a 24 horas.

Algunas publicaciones científicas, también son publicaciones periódicas, pero no están a la


transmisión de informaciones sobre la actualidad cotidiana sino sobre cuestiones científicas
y sociales de interés, así como la publicación de las investigaciones originales realizadas
por personas altamente especializadas.

Redes sociales

Dentro de la variedad de formas de comunicación basadas en internet, algunas redes


sociales virtuales como Twitter y Facebook han probado funcionar como maneras usadas
por un gran número de individuos para mantenerse informados sobre la actualidad
cotidiana, e incluso como medio de filtraje y selección de mensajes relevantes. En dichos
medios puede darse el intercambio de información sobre actualidad cotidiana junto con otro
tipo de mensajes más típicos de los medios de entretenimiento; sin embargo, no se produce
un proceso comunicativo donde el hombre intercambie esa información cara a cara para
discutirla y llegar a un análisis sobre el tema. Esto es reafirmado por Chang (2015) cuando
menciona que "pocos estudios han explorado cómo a las personas les ha afectado la forma
en que interactúan con otros en las redes sociales, tales como Facebook (FB) –donde 1 mil
millones de usuarios han generado más de 1,13 billones de lines, establecieron 140,3
millones de amigos conectados, y subido 219 mil millones de fotos–, 1 datos que reafirman
que las redes sociales solo son un medio de información, pero no de comunicación.

Muchos de los usuarios de Facebook, son adolescentes, quienes en busca de amigos e


información de su realidad, llegan a "copiar" los estereotipos, patrones de desarrollo y
formas de socializar"2 que se proponen en estas redes sociales.

Todas las personas van a ser un medio de comunicación en sí mismo.3

Medios de comunicación interpersonal

Correo postal

Artículo principal: Carta

Las cartas y el intercambio epistolar en formato de papel fue uno de los primeros medios
de comunicación interpersonal a distancia. Durante siglos fue el único medio de
comunicación a distancia entre individuos, y con el advenimiento de tecnologías más
inmediatas, rápidas y eficientes, el uso de cartas y misivas se ha reducido mucho. En la
actualidad, se usan en gran parte para la transmisión de mensajes puramente publicitarios y
comunicaciones oficiales.

Teléfono

Artículo principal: Teléfono

El teléfono es un dispositivo diseñado para transmitir por medio de señales eléctricas la


conversación entre dos o más personas a la vez en distintos lugares. El teléfono fue creado
por Antonio Meucci en 1877. Durante mucho tiempo Alexander Graham Bell fue
considerado el inventor del teléfono. Sin embargo Bell no fue el inventor de este aparato,
sino solamente el primero en patentarlo.

Fax

Artículo principal: Fax


Un fax, marca Samsung.

El fax (abreviación de facsímil), a veces llamado telecopia, es la transmisión telefónica de


material escaneado impreso (tanto texto como imágenes), normalmente a un número de
teléfono conectado a una impresora o a otro dispositivo de salida. El documento original es
escaneado con una máquina de fax, que procesa los contenidos (texto o imágenes) como
una sola imagen gráfica fija, convirtiéndola en un mapa de bits, la información se transmite
en forma de señales eléctricas a través del sistema telefónico.

Correo electrónico

Artículo principal: Correo electrónico

El correo electrónico (abreviado correo-e o e-mail) comparte algunas de las características


del viejo intercambio epistolar, si bien dada la forma de transmisión electrónica el tiempo
transcurrido entre comunicaciones sucesivas tiende a ser mucho menor, por lo que han
surgido formas nuevas de usar el correo-e que no podían ser usadas en un intercambio
epistolar típico. De hecho, el correo-e por su inmediatez comparte algunos rasgos típicos
que usualmente tiene la comunicación interpersonal mediante teléfono.

Medios de entretenimiento

Muchos medios de entretenimiento no están pensados para transmitir información


cotidiana, aunque pueden servir la transmisión de mensajes sociales, sensibilización
respecto a cuestiones sociales y creación de estados de opinión pública.

Historieta

Artículo principal: Historieta

La historieta, convertida en medio de comunicación de masas, gracias a la evolución de la


prensa decimonónica, vivió su época dorada en cuanto a número de lectores tras la Segunda
Guerra Mundial. Con la proliferación de nuevas formas de ocio en la segunda mitad del
siglo XX, va dejando de ser un medio masivo en la mayoría de los países, creándose
formatos más caros, tales como álbumes o revistas de lujo, y buscando nuevos tipos de
lectores.

Cine
Artículo principal: Cine

El cine (abreviatura de cinematógrafo o cinematografía) es la técnica de proyectar


fotogramas de forma rápida y sucesiva para crear la impresión de movimiento mostrando
algún vídeo (o película, o film, o filme). La palabra «cine» designa también las salas o
teatros en los cuales se proyectan las películas. El cine fue desarrollado por los Hermanos
Lumière a partir de 1892.

Internet y sitios web

Artículo principal: Internet

Internet es un método de interconexión de redes de computadoras implementado en un


conjunto de protocolos llamados TCP/IP y garantiza que redes físicas heterogéneas
funcionen como una red (lógica) única. Hace su aparición por primera vez en 1969, cuando
ARPANET establece su primera conexión entre tres universidades en California y una en
Utah. Ha tenido la mayor expansión en relación a su corta edad comparada por la extensión
de este medio. El acceso a Internet en todo el mundo lo convierte en un medio de masas,
donde cada uno puede informarse de diversos temas en las ediciones digitales de los
periódicos, expresar sus ideas en blog o subir material audiovisual como en el popular sitio
YouTube.4 Algunos dicen que esto convierte en los principales actores de la internet a los
propios usuarios.56

Consecuencias sociales de la presencia de medios de comunicación

Intereses privados de los medios de comunicación

Una de las críticas a los grandes medios de comunicación social, es su subordinación a


poderosos grupos empresariales. En algunos países, poderosos grupos económicos son
dueños de extensos medios informativos, como es el caso del Grupo Clarín en Argentina,
Grupo Telefe en Argentina, Grupo Televisa en México, Televisora Nacional (TVN) en
Panamá y Mediaset y Atresmedia en España.

De esta forma, según intereses económicos, políticos y sociales, los medios de


comunicación son utilizados para la consecución de objetivos que trascienden la
comunicación objetiva mediante la manipulación de la opinión pública.

Como forma de contrarrestar esta subordinación a intereses privados, han surgido redes de
información autodenominados "independientes", colectivos sin fines de lucro y basados en
voluntarios. Entre los más conocidos se encuentra Indymedia.

Derecho a la información y democracia

Diversos analistas e intelectuales, desde Albert Einstein en Why Socialism? han señalado
que la existencia de una democracia de ciudadanos capaces de participar de manera
adecuada en los procesos electorales requiere la existencia de medios de comunicación
libres, veraces y con un amplio grado de independencia respecto a los intereses privados de
quienes participan en ellos. Así algunas constituciones recogen el derecho a la información
veraz y varias constituciones de países en América Latina contemplan amplias medidas de
intervención estatal para asegurar dicho derecho.

Prácticamente todos los países democráticos del mundo, recogen de una manera u otra tanto
la libertad de expresión, como la libertad de información, ya que se entiende que dichas
libertades son medios que aseguran o refuerzan la capacidad de la opinión pública para
hacerse una idea cabal de diferentes problemas y expresar adecuadamente sus referencias.
Sin embargo, en muchos países no se contemplan demasiadas medidas específicas para
hacer efectiva la pluralidad de medios y el acceso a información veraz, relevante y no
sesgada a todos sus ciudadanos.

Opinión pública

Otra consecuencia importante es la existencia de mayor homogeneidad en las opiniones


públicas, hasta el punto de que en temas particulares o sobre sucesos concretos puede
aparecer una opinión ampliamente compartida, en gran parte inspirada, estimulada o
directamente extraída de los medios de comunicación masivos. En sociedades antiguas sin
medios de comunicación masivos y de rápida difusión se podían observar variaciones
regionales más importantes y era dudoso que existieran opiniones más o menos elaboradas
sobre muchos sucesos particulares recientes.
Miguel Otero Silva

(Barcelona, Venezuela, 1908 - Caracas, 1985) Poeta, novelista y periodista venezolano, uno
de los máximos exponentes de la literatura social en su país. Miguel Otero Silva participó
activamente en las revueltas estudiantiles de febrero de 1928 y también en la conspiración
militar del 7 de abril de ese año y la aventura, al año siguiente, de una proyectada invasión
por las costas de Falcón. Estos fueron los síntomas anunciadores de lo que iba a ser su
actitud vital más constante: una pasión genuina por la justicia social, la insumisión ante las
tiranías, la fe en las posibilidades de transformación de la sociedad venezolana.

Miguel Otero Silva

Oriundo de Barcelona, la capital del estado Anzoátegui, su padre, Henrique Otero


Vizcarrondo, pertenecía a una familia de hacendados que se enriqueció al descubrirse que
sus tierras atesoraban asfalto y petróleo. Cuando tenía seis años, Miguel se trasladó a
Caracas con su familia, que se instaló en el barrio de La Pastora. Cursó estudios en el San
José de Los Teques y en el Liceo Caracas, que dirigían Luis Ezpelosín y Rómulo Gallegos.
En las aulas de este plantel coincidió con un grupo de jóvenes estudiantes que iban a
constituir la élite intelectual y política del país después de la muerte del dictador Juan
Vicente Gómez: Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Isaac J. Pardo, Rafael Vegas.

En 1924, con quince años, Miguel Otero Silva había concluido sus estudios de bachillerato,
y su padre, alentado por el talento matemático del hijo, lo instó a que estudiara ingeniería
civil. Ese mismo año se inscribió para cursar esta carrera en la Universidad Central de
Venezuela, y efectivamente la cursó hasta el final. Pero ya sus intereses eran otros, y
Miguel Otero no se molestó siquiera en recoger su título de ingeniero. Había empezado a
escribir y, sobre todo, había descubierto el periodismo, que será, con la política y la
literatura, su otra actividad constante. Con el seudónimo Miotsis dio sus primeros
brochazos humorísticos en las páginas del periódico Fantoches y la revista Caricaturas.

En enero del año decisivo de 1928 circuló en Caracas el número, destinado a ser único, de
una revista titulada Válvula. Allí podía leerse un editorial que, a primera vista, se limitaba a
exponer el ideario estético de una generación de venezolanos que descubría, tardíamente
pero con bríos, las grandes vanguardias que desde 1910 sacudían Europa: Futurismo,
Dadaísmo, Ultraísmo. Sin embargo, entre líneas podía adivinarse la aparición aún tímida de
un espíritu de revuelta dirigido no solamente contra anquilosadas formas artísticas, sino
también contra una sociedad provinciana, aherrojada por un caudillo atávico.

A la luz de la revuelta estudiantil que se produjo apenas un mes después de su publicación,


hay frases del editorial de Válvula que resuenan como una amenaza de cambio inminente:
"Abominamos todos los medios tonos, todas las discreciones, sólo creemos en la eficacia
del silencio o el grito. Válvula es la espita de la máquina por donde escapará el gas de las
explosiones del arte futuro". Las firmas que acompañaron este manifiesto con forma de
editorial son un compendio de intelectuales que dejarán una obra perdurable y de futuros
actores del cambio político y social que vivirá el país a partir de 1936: Arturo Uslar Pietri,
Antonio Arráiz, Miguel Otero Silva, Fernando Paz Castillo, José Antonio Ramos Sucre y
José Nucete Sardi, entre otros.

Miguel Otero Silva

Durante la semana tradicionalmente dedicada por los caraqueños a la celebración de las


fiestas de Carnaval, un grupo de estudiantes y autoridades universitarios, que había ya
logrado algunas reformas democráticas en la Universidad Central, organizó una serie de
manifestaciones, de carácter cultural y festivo, con el fin de recaudar fondos para la
fundación de una institución, la Casa de Bello, inspirada en la Residencia de Estudiantes de
Madrid. Entre otros sucesos, la intervención en estos actos de Pío Tamayo, dirigente
político e introductor del marxismo en Venezuela, y de los estudiantes de derecho Rómulo
Betancourt, Jóvito Villalba y Joaquín Gabaldón Márquez, se saldó con la represión de los
festejos y el apresamiento de Tamayo y los jóvenes activistas.

El resto de los estudiantes, en señal de protesta, se entregó a las autoridades, quienes los
encarcelaron durante dos semanas. Al ser liberados, el pueblo de Caracas los vitoreó en las
calles de la ciudad. Era la primera vez que se producía un acercamiento entre los
universitarios y el pueblo, y la primera que se producían fisuras en la fachada del régimen.

A diferencia de otros jóvenes, como Antonio Arráiz y Andrés Eloy Blanco, Miguel Otero
Silva pudo huir del país tras la intentona fallida protagonizada por un grupo de militares en
abril de ese mismo año. Desde el exilio se sumó, en 1929, a otra fallida aventura, liderada
esta vez por Gustavo Machado y Rafael Simón Urbina. Un año después, el joven prófugo
se afilió al Partido Comunista Internacional, y por estas fechas comenzó a escribir Fiebre.
De España fue deportado a Francia, donde se afilió también al Partido Comunista Francés.

La muerte del dictador Juan Vicente Gómez, en diciembre de 1935, le permitió regresar al
país, donde sacó a relucir brillantemente su vena humorística escribiendo Sinfonías tontas,
versos satíricos publicados en el diario Ahora con el seudónimo Mickey. El régimen de
Eleazar López Contreras no le vio gracia al asunto, y de nuevo tuvo Miguel Otero que
refugiarse fuera del país, esta vez en México (donde publicó su primer libro, el poemario
Agua y cauce) y posteriormente en Estados Unidos, Cuba y Colombia.

Inicialmente, Miguel Otero Silva pareció desligarse de los acontecimientos políticos de su


país y volcarse, como militante comunista, en las dos grandes conflagraciones que
sacudieron Europa: la Guerra Civil española y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Con
todo, regresó a Venezuela en 1939, y un año después publicó Fiebre, la novela de aquella
generación del 28 que había tomado las calles de Caracas para protestar contra el tirano,
llevada al cine por Juan Santana en 1976 con un guión de Salvador Garmendia.

Para Garmendia, "Otero Silva sorprende la soporosa monotonía reinante en el ámbito de la


escritura novelística de esos años introduciendo sin aviso previo, en su primera página,
como un golpe súbito de iluminación, la jitanjáfora de los estudiantes del 28, que es
entonada con furia juvenil en el patio de la casona de San Francisco: "Grita la voz: "¡Alá y
Balaja! ¡Sigala y Balaja!" Y el coro responde: "¡Sacalapatalajá!". Y añade: "La realidad
primero es la llamada de atención que cruza de un extremo a otro toda la obra literaria del
autor de Fiebre; en la novela, en la poesía donde descansa el peso de sus inquisiciones y
reflexiones sobre el destino del país; en el humorismo y el periodismo como espacio para el
trabajo diario, el tubazo certero, la frase ingeniosa, un guiño de ojos desafiando la
solemnidad".

La década de 1940 fue crucial para Otero Silva, quien se dedicó de lleno al periodismo. En
1941 fundó, con Francisco José Kotepa Delgado y el caricaturista Claudio Cedeño, el
semanario humorístico El Morrocoy Azul, donde publicaron el veterano Francisco Pimentel
Job Pim, Antonio Arráiz, Andrés Eloy Blanco, Aquiles Nazoa e Isaac J. Pardo. También
ese mismo año participó en la fundación de ¡Aquí está!, semanario de izquierda. Otero
contó con el respaldo económico de su padre: en 1943, después de viajar a Estados Unidos
y adquirir una imprenta para El Morrocoy Azul, Henrique Otero decidió fundar un
periódico. El 3 de agosto de ese año salió a la calle por primera vez El Nacional, que habría
de convertirse en el periódico venezolano de referencia, con una tirada incluso superior a la
del más conservador El Universal.

El primer jefe de redacción de El Nacional fue, lógicamente, Miguel Otero Silva, y su


primer director, Antonio Arráiz. En 1946, Miguel Otero contrajo matrimonio con la
periodista María Teresa Castillo, quien se convertirá, a partir de la década de 1960, en una
de las figuras más relevantes de la vida cultural del país como directora del Ateneo de
Caracas. El matrimonio tuvo dos hijos, Mariana y Miguel Henrique, quien siguió las
huellas de su padre en el terreno del periodismo y tomó su relevo al frente de El Nacional.
Antes de finalizar la década, Miguel Otero Silva se graduó de periodista en la Universidad
Central de Venezuela y fue designado presidente de la Asociación Venezolana de
Periodistas.

A partir de la década de 1950, ya asentada su carrera periodística, Otero Silva se dedicó de


lleno a la literaria. Comenzó desligándose del Partido Comunista de Venezuela y se instaló
en tierras llaneras, en el estado Guárico, donde investigó el auge del pueblo de Ortiz y su
casi total extinción debido a las fiebres palúdicas, para verter luego sus observaciones en su
segunda novela, Casas muertas, publicada en Buenos Aires en 1955 y por la que recibió el
Premio Arístides Rojas y el Nacional de Literatura. "No obstante el aporte de Fiebre a la
contemporaneidad del género (prosigue Garmendia) la más popular de las novelas de Otero
Silva sigue siendo Casas muertas, por la madurez del estilo, la persistencia del humor, aun
dentro del tono elegíaco que envuelve la agonía y desaparición del pueblo de Ortiz y el
éxodo de sus moradores, y en especial el sabor y color costumbrista que mantienen la
simpatía y el regocijo del lector, entre coloridas descripciones y anécdotas de la vida rural."

Semanas antes de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez fue apresado, y tras su
liberación fue elegido senador por el estado Aragua, en diciembre de 1958. Ese mismo año
publicó Elegía coral a Andrés Eloy Blanco y obtuvo el Premio Nacional de Periodismo.
Utilizó la influencia que le dio el cargo de senador para impulsar en 1969 la creación del
Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA), sustituido en 1975 por el Consejo
Nacional de la Cultura (CONAC), que también contribuyó a fundar.

Sus simpatías declaradas por la revolución cubana le granjearon la enemistad del gobierno
de Rómulo Betancourt, que hizo presión para que dejara la dirección del periódico, lo que
acabó efectivamente logrando. En 1961 publicó la novela Oficina n.º 1, escrita en su villa
de Arezzo, que Gabriel García Márquez inmortalizó en un relato de fantasmas publicado en
Doce cuentos peregrinos. En Oficina n.º 1 auscultó la Venezuela petrolera, y en su
siguiente novela, La muerte de Honorio (1963), retrató las luchas políticas contra el
régimen de Pérez Jiménez.

En 1965, junto a su retorno a la poesía con La mar que es el morir, publicó uno de sus
libros de versos satíricos más populares, Las celestiales, en el que atacó cruda y
jocosamente a la Iglesia, con el seudónimo Iñaqui de Errandonea. Su última novela
centrada en acontecimientos políticos del país, Cuando quiero llorar no lloro (1970), se
convirtió en una obra mítica para la generación que vivió los movimientos de guerrilla de la
década de 1960, y tres años después fue llevada al cine por Mauricio Wallerstein.
Los últimos quince años de su vida los dedicó Miguel Otero a dos de sus grandes pasiones,
el coleccionismo de arte (en su casa de Caracas, bautizada Macondo en homenaje a Cien
años de soledad, llegó a atesorar, entre otras piezas de gran valor, un ejemplar de la efigie
de Balzac, de Auguste Rodin, y una de las más importantes colecciones privadas de iconos
sagrados rusos), y el humorismo, con el estreno de una versión hilarante de Romeo y
Julieta (1975), y a escribir dos novelas históricas: Lope de Aguirre, príncipe de la libertad
(1971) y La piedra que era Cristo, publicada en 1984, un año antes de su muerte.

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