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Textos Expositivo
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● Evitar los “gastos hormiga”, para no malgastar el dinero se sugiere planificar las
compras necesarias. Muchas veces se acostumbra a comprar artículos por impulso
que no estaban considerados en el presupuesto.
● Cancelar o suspender servicios innecesarios, la tecnología permite que las
personas puedan realizar muchas actividades desde casa a un bajo costo o de
manera gratuita que pueden ser un punto de ahorro. Alternativas como conciertos
virtuales gratuitos, seminarios, talleres y muchas más opciones están disponibles al
público.
● Destinar un monto para el ahorro, este debe ganar terreno y ser algo
indispensable dentro de la familia durante esta nueva normalidad. Lo
recomendable es destinar al menos el 10% del ingreso y llevarlo en una cuenta
separada para que no se convierta en dinero corriente.
Manejar las finanzas familiares representa un reto que no es nada fácil. Estas, son más
susceptibles de desestabilizarse en comparación con una persona, pues hay muchos factores
que influyen para que la economía familiar sea exitosa. Conócelas.
En el hogar, el dinero debe ser un tema de conversación obligatorio, continuo y evolutivo, de acuerdo
a las situaciones que se presenten.
En el hogar, el dinero debe ser un tema de conversación obligatorio, continuo y evolutivo, de acuerdo
a las situaciones que se presenten. Discutir regularmente un presupuesto mensual, los gastos para la
semana y cómo se están alcanzado las metas de ahorro son aspectos fundamentales a tratar. Ya sea
que los problemas de dinero sean graves o que en este momento se goce de una buena economía
familiar, las cuestiones financieras son inevitables. Es por eso que este es un tema que no debe ser
ignorado.
Te presentamos entonces 5 causas posibles por las que una economía familiar podría estar
fallando:
• No tener suficientes ingresos: La falta de ingresos es el principal factor por el que las finanzas
familiares colapsan. Cuando el dinero no alcanza solo hay dos posibles soluciones: eliminar algunos
gastos o encontrar la manera de incrementar los ingresos familiares. Aunque no es lo ideal, puede
ser necesario un trabajo de medio tiempo o hacer trabajos extra con el fin de poner tus finanzas en
orden.
• Falta de habilidad en la gestión del dinero: Sabemos que esto no es nada fácil, pero es algo
necesario en cualquier familia. En algunos casos, la mala administración se debe a que pudimos
haber heredado malos hábitos que se observábamos de niños con nuestros padres. Esto se vuelve
un círculo vicioso, pero siempre existen herramientas con las cuales podemos ayudarnos a distribuir
mejor el dinero y llevar correctamente la administración de las finanzas familiares.
• Demasiadas deudas: En nuestro país, más de un millón de familias tienen problemas financieros
por sobreendeudamiento. El primer paso para salir de este bache es detener el uso de todas las
tarjetas de crédito. Después, revisar el presupuesto mensual y checar cuáles son los gastos
innecesarios o los que pueden ser eliminados para que con esto se puedan pagar las deudas poco a
poco.
• Pérdida de empleo: En la actualidad, ya no existe una persona que sea esencialmente el “sostén
de la familia”, pero en algunas aún existe. Si esta persona llega a perder el trabajo, la economía
familiar se podría desmoronar. Una buena idea sería tener un fondo de ahorro para cualquier
imprevisto de este tipo para que, si llegara a suceder, tengan algo que amortigüe ese duro golpe.
• Costo de los seguros de vida: No es malo pensar en el futuro de una familia y, para ello, comprar
seguros de vida. Pero muchas veces este y otros seguros, como el de la póliza del automóvil, suelen
ser una carga y un gasto considerable de dinero. Puedes tomarte el tiempo para investigar seguros
que proporcionen la protección que desees y que estén bajo tus posibilidades económicas, de forma
que puedas incluir este gasto en el presupuesto familiar.
• Gastos médicos: Para las familias con poco o ningún seguro de salud, una lesión o enfermedad
grave es suficiente para causar un desastre financiero. Las emergencias médicas siempre ocurren en
los peores momentos. A veces son impresionantemente caros y, dependiendo de la gravedad de la
situación, puede llevar hasta la bancarrota a una familia si es que esta no tiene contemplado un
fondo de ahorro para emergencias.