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La Diocesis de Garzon,Huila 1946-1964.Tesis 2020 - コピー
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La Diocesis de Garzon,Huila 1946-1964.Tesis 2020 - コピー
Tesis de investigación presentada como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Historia
Director:
Doctor: José David Cortés Guerrero
Línea de Investigación:
Estudios Sociales de la Religión
He obtenido el permiso del autor o editor para incluir cualquier material con
derechos de autor (por ejemplo, tablas, figuras, instrumentos de encuesta o
grandes porciones de texto).
________________________________
Fecha 28/12/2020
Agradecimientos
Primero agradezco a la Universidad Nacional de Colombia, especialmente al
Departamento de Historia por su enseñanza, su trayectoria investigativa y su visión
crítica de la realidad social.
Y en general, a la gente del Departamento del Huila, porque hay aquí una pieza
del rompecabezas de su memoria colectiva, de su identidad religiosa vista en un
periodo bastante convulso como lo fue la Violencia.
Resumen
La tesis estudia las formas de participación que tuvo la Iglesia católica en la
Violencia del Huila entre 1946 y 1964. Estas formas consistieron en el rechazo de
las reformas liberales, la ideología comunista y otros cultos religiosos como los
protestantes.
Through the collective pastorals published in the regional press, related to the
Episcopal Conference and in reference to the papal encyclicals, the diocese of
Garzón, administered by Bishop Gerardo Martínez and which covered the entire
department in the period under study, defined his project of re-Christianization and
configuration of religious thought.
In political matters, the diocese favored the conservative party, an aspect reflected
in electoral results, and in cases of direct participation during the Violence, in which
some religious came to take up arms in towns where the actions of parastatal
groups (birds) are witnessed. the most recognized case being that of Jesús Antonio
Munar. The thesis brings together political and religious sources in the region, which
constitutes a historiographic contribution that adds to other works on the Church
and Violence of this period.
Contenido
Pág.
Introducción ...................................................................................................................... 13
Lista de Ilustraciones
Ilustración 1. Prensa Acción conservadora. Biblioteca Nacional de Colombia. .... 75
Ilustración 2. Obispo Gerardo Martínez Madrigal. Foto de El Eco del Vaticano. 115
Lista de mapas
Mapa 1. División eclesiástica del sur del Tolima en 1900. ................................. 120
Lista de tablas
Pág.
Introducción
Como católicos preocupémonos de guardar los divinos mandamientos
condensados en el amor; y como colombianos esforcémonos en defender la
libertad de nuestra amada Patria.
Gerardo Martínez Madrigal
Obispo de Garzón
Enero 31 de 1963.
Las opiniones de los religiosos han sido importantes puesto que han generado algún
tipo de impacto en el pueblo católico que los sigue. Así, en la historia del período
estudiado, se observa que la configuración de la realidad social y política locales ha
estado relacionada con la institución católica. El discurso religioso alcanzó niveles
álgidos e indeseables en este escenario, al influir en las decisiones y acciones
políticas de la población civil. En varios casos los religiosos llegaron a participar de
la confrontación bélica en algunos municipios, departamentos o regiones del país,
como fue el caso del departamento huilense.
Considerando lo anterior, hay que cuestionar hasta qué punto este tipo de
pensamientos, que conciben la dimensión política y civil inherente al concepto
religioso, permeó la mentalidad de los habitantes de la región, llegando incluso en
un caso particular a movilizar eclesiásticos y fieles a la acción violenta. Se asume
en esta tesis, que el discurso ideológico y religioso del prelado, a veces violento,
enmarcado en un concepto recristianizador de la Iglesia en general, posiblemente
influyó en la acción violenta de algunos fieles y sacerdotes, así como en el
anticlericalismo de un segmento liberal.
Introducción 15
En cuanto a las fuentes, los productos académicos que han tomado el problema de
la relación en un escenario nacional son pertinentes, ya que dan razón de los
imaginarios sociales, los cambios políticos determinantes que reformaron las
relaciones entre los dos poderes, y explican cómo los eclesiásticos fueron partícipes
de estos conflictos; también permiten comprender cuáles han sido las principales
fuentes de primera mano que contribuyeron al proceso metodológico, siendo valioso
el análisis de los documentos oficiales tanto de los partidos tradicionales como de
la institución eclesiástica.
Los principales trabajos que plantean o tocan el problema objeto de estudio son los
que exponen la acción de la institución desde una perspectiva nacional y los que
mencionan en algunas partes las dinámicas clero-políticas en la región huilense.
Para hacer una mejor clasificación de la literatura histórica que ha deliberado el
tema de las relaciones entre los dos poderes, se debe tener en cuenta el balance
historiográfico de Cortés, ya que hay una revisión rigurosa de la procedencia y fines
de publicación de los textos historiográficos, lo que permite ilustrar la profundidad y
perfil de las investigaciones y de las múltiples referencias. 2
11
Gregorio Delgado García. "Conceptos y metodología de la investigación histórica." Revista cubana
de salud pública 36.1 (2010): 9-18, p. 11.
2
José David Cortés Guerrero, "Balance bibliográfico sobre la historia de la Iglesia católica en
Colombia, 1945-1995". Historia Crítica, 1996, vol. 17, no 12.
16 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
3
Cortés, "Balance", pp. 17-28. Son igualmente relevantes los resultados investigativos presentados
en José David Cortés Guerrero, "Balance historiográfico sobre las relaciones Estado-Iglesia en
Colombia desde la Independencia hasta finales del siglo XIX". Historia y Sociedad, 2010, no 18, pp.
163-190.
Introducción 17
4
José Jairo González Arias. La Violencia en el Huila. En Historia General de Huila. Vol. II. Academia
Huilense de Historia. Fondo de Autores Huilenses, 1996, pp. 303-456.
18 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Son igualmente valiosos los aportes compilados en los trabajos de los profesores
Carlos Parra Rojas y Luis Ernesto Lasso Alarcón en Palermo, caminos de paz.8 En
esta publicación figuran testimonios importantes sobre la Violencia en la región,
especialmente de la zona noroccidental, en donde hubo presencia de pájaros y
5
Olmedo Polanco, Historia de la radio en el Huila durante el Frente Nacional (1958-1974) Radio
Neiva, Radio Colosal, Voz del Huila, Armonías del Sur, Radio Garzón, Radio Sur y Atalaya
Agustiniana, Tesis no publicada de Maestría en Historia, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá,
2009.
6
Gabriel Calderón es profesor universitario en el Huila y fue alcalde de San Agustín entre 1995 y
1977. Su trabajo más importante es Memorias de la montaña Relatos para la historia íntima de
Huila”. Delta impresores, Neiva, 2007, p. 144.
7
Aurora Moreno Torres, Campesinos en el Sur del Tolima. Estudio de caso 1960-1965, 2011. Artículo
tipo 2: de reflexión. Según clasificación de COLCIENCIAS. Pertenece al proyecto de investigación
de tesis de pregrado en Historia de la Universidad del Valle.
8
Parra Rojas, Carlos y Lasso Alarcón, Luis Ernesto, Palermo caminos de paz. Neiva: 2016
Introducción 19
9
Adriana Fernández, Reconstrucción de la memoria colectiva de los habitantes del corregimiento de
San Luis –Neiva sobre los hitos o hechos más significativos en los últimos 50 años. Tesis de
Pregrado, Universidad Surcolombiana, Neiva, 2016.
20 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Teniendo en cuenta este proceso histórico de la segunda mitad del siglo XIX, las
reformas radicales liberales y la Regeneración y el Concordato, Cortés, en La
Batalla de los Siglos, 11 expone cómo se conformó un régimen de cristiandad, que
comprendía la recristianización y los procesos políticos centralizadores dados con
Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro. El autor presenta los antecedentes de la
participación de la institución clerical en los procesos educativos, políticos y
culturales del siglo XIX que permitieron futuras discusiones en el siglo XX, en torno
a la injerencia del clero en los asuntos civiles, discusiones relacionadas con el
impacto que trajo para la mentalidad clerical las reformas de Alfonso López
10
Christopher Abel, Política, Iglesia y partidos en Colombia, 1886-1953. FAES, Universidad Nacional
de Colombia, 1987.
11
José David Cortés Guerrero, La Batalla de los siglos. Estado, iglesia, religión en Colombia en el
siglo XIX. De la independencia a la Regeneración. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2016.
Ver también Cortés Guerrero, José David. "Regeneración, intransigencia y régimen de cristiandad."
Historia Crítica 15 (1997): 3-12, pp. 5-6.
Introducción 21
Otra obra importante es Iglesia, pueblo y política de Ana María Bidegaín,12 que
revisa el caso de la Juventud Obrera Católica en 1932, organización gremial
reconocida oficialmente en 1933 por el arzobispo de Bogotá, Ismael Perdomo. En
su trabajo expone el papel del Yocismo, una especie de “ethos” espiritual que
estableció principios católicos a la forma organizativa gremial de la juventud. Las
consideraciones sobre la organización de la clase trabajadora dispuestas por el
catolicismo colombiano están enmarcadas en el debate sobre la educación y el
sector productivo nacional, y se trató de una nueva forma de participación
eclesiástica en la vida ciudadana que se estaba desarrollando.
Para analizar procesos de Violencia social y política que presentan ese carácter
cruento del periodo entre 1948 y 1964 está el trabajo de Matar, rematar y
contramatar de María Victoria Uribe que analiza el caso de Tolima. La investigadora
profundiza en el pensamiento de los campesinos y permite comprender desde qué
lógica se volcaron hacia otros semejantes en su condición, cuya identidad política
consideraban contraria. Es importante ver la relación entre las masacres y los
valores fundamentales forjados en la comunidad Asimismo Victoria Uribe describen
de manera detallada los hechos historiográficos que afectaron a la población de este
departamento, considerando el aspecto cultural y político, los espacios de
socialización, la educación, la institución eclesiástica, las condiciones productivas y
12
Ana María Bidegaín de Urán, Iglesia, pueblo y política: un estudio de conflictos de intereses-
Colombia, 1930-1955, Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, 1985, 1985, pp. 26-
27.
22 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
13
Uribe, María Victoria. Matar, rematar y contramatar. Revista Controversia 159-60 (1990): 27-203.
14
Helwar Figueroa Salamanca. Tradicionalismo, hispanismo y corporativismo. Una aproximación a
las relaciones non sanctas entre religión y política en Colombia (1930–1952). Serie Religión,
Sociedad y política, Bogotá: Editorial Bonaventuriana (2009) 164.
15
Aline Helg. La educación en Colombia, 1918-1957: una historia social, económica y política.
Universidad Pedagógica Nacional, 2001.
16
Fernán Enrique González, Poderes enfrentados: iglesia y Estado en Colombia, Cinep, Bogotá,
1997).
Introducción 23
Por otra parte, también se encuentra el artículo del profesor de Juan Carlos
Acebedo, centrado entre 1905 y 1922, que si bien no abarca específicamente el
marco histórico que aquí se aborda, es un antecedente investigativo de la región
que aborda desde una postura no apologética la intervención de la institución
religiosa, tanto en su influencia sobre la enseñanza como en la formación misma
del conocimiento. Refleja la censura que ejerció el clero en cumplimiento de
directrices eclesiásticas del Concilio Plenario de finales del siglo XIX, concilio en el
que la iglesia prohibió de forma oficial todos los textos noticiosos de “herejes y
apóstatas que atentaran contra la fe católica, y aquellos documentos literarios que
17
Ricardo Arias Trujillo, El Episcopado colombiano: intransigencia y laicidad, 1850-2000. Centro de
Estudios Socioculturales e Internacionales-CESO. Instituto Colombiano de Antropología e Historia,
2003.
24 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Hay una investigación que centra su atención en los discursos oficiales de la Iglesia
en el marco de las elecciones del 5 en junio de 1949, con el fin de demostrar cómo
se dio una relación de las diócesis con el estado conservador del momento, de
acuerdo con la investigación de Andrés Felipe Manosalva Correa, titulada La
jerarquía eclesiástica y las elecciones del 5 de junio de 1949. El producto
investigativo de Manosalva es claro frente a los discursos que tomaron los obispos
en su momento, algunos que apoyaban fervorosamente al Partido Conservador e
instaban a sus creyentes a votar a favor de este previniéndolos de las supuestas
tendencias políticas comunistas. Esta forma de participación de hecho se expone
en el tercer capítulo, en función de un marco histórico más amplio y una población
más específica como es la diócesis de Garzón. En el trabajo de Manosalva son
relevantes los matices de las actitudes e inclinaciones políticas presentadas en los
jerarcas.19
18
Juan Carlos Acebedo Restrepo. Censura eclesiástica y libelo difamatorio en la prensa católica y
liberal del Departamento del Huila (Colombia): 1905- 1922, Revista Entornos 1, n.o 20 (14 de octubre
de 2014): 29-37, p. 29.
19
Andrés Felipe Manosalva Correa, "La jerarquía eclesiástica y las elecciones del 5 de junio de 1949
en Colombia", Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 41, no. 1 (junio 2014): 157–177,
pp. 173-174. Ver también la tesis de Maestría del mismo autor: Manosalva, Los obispos, p. 53.
20
Manosalva, "La jerarquía", p. 53.
Introducción 25
Manosalva en su tesis estudia el diálogo entre las jerarquías del clero y los procesos
de la Violencia.21 Como se ha visto hasta el momento, el ataque de este sector
religioso a todo lo que contradijera el orden conservador imperante radicaba en un
concepto de antiliberalismo, antiprotestantismo y anticomunismo. El enfoque de la
tesis de Manosalva recae en los discursos oficiales de los obispos y arzobispos de
los principales centros de administración clerical del país.
Los criterios de la Iglesia tuvieron impacto social, y contaron con una intención
política clara: detener el comunismo creciente. El ejercicio de adoctrinamiento venía
enmarcado en el Frente Nacional y divulgaba las ideas desarrollistas del programa
impulsado por Alberto Lleras Camargo (1958-1962): la Alianza para el Progreso. El
Campesino servía en la medida de su convicción, permeada por la fe católica de
acuerdo con el discurso hegemónico imperante. “Todo hombre del campo debe
estar bien instruido para ser buen agricultor, buen ciudadano y buen cristiano”. 22 El
Campesino ayudó a movilizar los valores y creencias católicos en un momento en
que la iglesia veía amenazada su hegemonía sobre los sectores rurales, entre otros
factores, por el avance del comunismo en la región. Incluso, algunas secciones del
semanario estaban dirigidas a difundir los preceptos de la religión católica,
permitiendo que el evangelio y los sermones del párroco se propagaran más allá de
las puertas del templo. 23
21
Manosalva, Los obispos, p. 32.
22
María José Acevedo Ruiz y Soraya Maite Yie Garzón, "Nos debemos a la tierra. El Campesino y
la creación de una voz para el campo, 1958-1962", Anuario Colombiano de Historia Social y de la
Cultura 43.1 (2016): 165-201, p. 170.
23
Acevedo Ruíz y Yie Garzón, p. 193.
26 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
24
Cuando se solicitó por medio escrito a la diócesis de Garzón el acceso a dicha información no se
obtuvo respuesta. Adicionalmente, en la indagación de fuentes digitales se encontró una base de
datos del archivo eclesiástico de las distintas parroquias de Colombia, y se observó el título de
algunos documentos que resultaban pertinentes porque se relacionan con el objeto de estudio. Estos
archivos fueron solicitados a la diócesis sin lograr respuesta: Liga de la Misa Cotidiana (1958-1992)
y Visitas pastorales (1944-1988) de Argentina; Acta de sesiones de la Acción Católica de Jóvenes
(1943-1968) de Baraya; Informaciones (1877-1984), Interrogatorios (1956-1982) y Peregrinos (1904-
1992) de Nátaga, y Sindicato Agrícola (1959), correspondencia-circulares (1926-1944) y
Providencias (1940-1944) de Saladoblanco.
En comunicación con el párroco de Argentina, se recibió información de que los archivos de cada
parroquia no se encuentran sino en la diócesis. De parte de otro sacerdote de un municipio del centro
occidental del departamento se recibió la información de que en reunión de religiosos estos
determinaron no suministrar ningún tipo de información ni de permitir consultar sus archivos a ningún
miembro externo a la Iglesia. Teniendo en cuenta esto, queda la duda sobre el contenido de los
documentos oficiales en mención, y sobre su importancia para comprender estas piezas locales del
conflicto.
Introducción 27
En este primer capítulo se analizan los antecedentes del conflicto: las reformas de
López Pumarejo, el sentido de integrismo católico que tuvo la jerarquía y la Iglesia
en general, los factores sociales de pobreza y de condiciones laborales y
económicas, el papel de la Acción Social y la Acción Católica, la postura de la Iglesia
frente a los hechos de violencia tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de
abril de 1948, el impacto que este fenómeno tuvo en poblaciones distintas a la
capital, el proselitismo político de algunos religiosos en regiones del país, la
influencia de ideas fascistas, liberales y comunistas en la élite política, el
antiliberalismo, el anticomunismo y el antiprotestantismo de la jerarquía, el papel de
la Iglesia colombiana frente a la dictadura de Rojas Pinilla tras el golpe de Estado
de 1953, el plebiscito del 1 de diciembre de 1957 que dio paso al Frente Nacional,
y la posición de la Iglesia en cuanto al Concilio Vaticano II.
caso poco común como lo fue el impacto de la violencia tras el discurso y la acción
de los religiosos. Por otra parte se sostiene que el estudio de la participación de los
religiosos en los problemas sociales del país es fundamental para comprender las
decisiones en las que la población ha participado y/o se ha visto afectada por ellas.
La iglesia tuvo la capacidad de conducir la mentalidad y las prácticas, llegando a
niveles de legitimar un partido y en casos particulares ejercer la violencia en la
región.
A través de los tres capítulos, especialmente del capítulo dos y tres, se busca
demostrar que la iglesia en la región huilense influyó de forma ideológica, hizo
proselitismo político y en un caso puntual ejerció acciones de hecho en procesos de
la Violencia, especialmente en la parte norte y occidente. La recristianización y
configuración ideológica y la participación más activa de la institución eclesiástica,
que no ha sido un tema estudiado en el caso regional, es un asunto importante para
comprender el impacto del sector religioso en una población de fuerte arraigo
católico, con profundos niveles de atraso económico, con un sistema educativo
confesional, caracterizado por la poca cobertura y aporte para el desarrollo.
La idea es ahondar en las líneas que relacionan lo político con lo religioso, y los
distintos mecanismos empleados por las autoridades eclesiásticas para influir en la
población. En el caso particular, la referencia constante al obispo radica en que es
tomado como protagonista histórico de este periodo, al haber sido él la cabeza de
la diócesis durante todo el periodo de violencia. También se observa la tendencia
conservadora en periodos de elecciones políticas y procesos de violencia de ciertas
poblaciones, caracterizadas por su arraigo católico y su marcada presencia de
grupos paraestatales, como pájaros y chulavitas. No se sostiene que el discurso
religioso de una pastoral determinada, por ejemplo, recayera en un hecho violento
específico, aunque sí se presentan algunos elementos coherentes entre los
discursos de los distintos actores, como el de los religiosos y las autoridades civiles.
Capítulo I 30
1
Campos, Germán Guzmán, Orlando Fals-Borda y Eduardo Umaña Luna. La violencia en Colombia.
Vol. 1. Taurus, 2005, p. 296.
Capítulo I 31
Para comprender estas dos formas en el contexto de la Violencia entre 1946 y 1964
es importante retomar procesos históricos anteriores, como los presentados durante
la República Liberal (1930-1946).
2
Ricardo Arias, "Estado laico y catolicismo integral en Colombia." Revista historia crítica 19 (2001):
69-96, p. 86.
3
Esta posición más activa se refiere a la de Miguel Ángel Builes, obispo de Santa Rosa de Osos
(1924-1971. Helwar Figueroa, "Monseñor Miguel Ángel Builes, un político intransigente y
escatológico (1925-1950)." Anuario de Historia Regional y de las Fronteras 21.1 (2016): 237-259.
Otras posiciones radicales como la del arzobispo coadjutor de Bogotá, Manuel González Arbeláez,
se observan en la obra citada de Abel. Hay un caso atípico de violencia ejercida por religiosos en el
Huila, y fue el del párroco Jesús Antonio Munar, de Órganos y San Luis que de acuerdo con las
fuentes militó armado y exhortó a la población a matar liberales. Sin embargo, la participación activa
de la iglesia en la violencia de la región huilense en el periodo señalado se expone en el tercer
capítulo. Ver González, "La violencia", pp. 328-329.
4
Para ver el papel de la Iglesia durante los procesos sociopolíticos hasta Rojas Pinilla, especialmente
sus medios de organización obrera y sindical en Colombia, ver Bidegaín, pp. 131-193. Para analizar
la acción eclesiástica durante la primera mitad del siglo XX, además de los trabajos de Abel y
Bidegaín ya mencionados: Rodolfo De Roux, "Las etapas de la laicización en Colombia." La
modernidad religiosa: Europa latina y América Latina en perspectiva comparada. Fondo de Cultura
32 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Para Gaitán y Malagón, 5 al igual que para el destacado liberal Gerardo Molina, 6
durante este periodo las dos grandes familias políticas colombianas, la
conservadora y la liberal, se debatían entre el franquismo y el antifranquismo
respectivamente. Ayala explica que la confrontación política de los dos partidos en
Colombia en relación al proceso de la Guerra Civil Española fue polarizado desde
el comienzo, considerando la relación ideológica que el liberalismo halló en la
república, y el Partido Conservador en el franquismo, lo que le valió a cada
organización política para sumar adeptos a los propios intereses de la élite
nacional.7 Los partidos tradicionales se utilizaron como vehículos para movilizar a
la población de acuerdo con De Roux.8
Económica, 2004. Michael Larosa, "De la derecha a la izquierda: historia de la iglesia católica en
Colombia, 1930-1980." Bogotá: Banco de la República. Fundación para la Investigación y la
Tecnología, 2000. Para comprender el papel de las guerrillas, la influencia estratégica e ideológica y
su relación con la experiencia de otros grupos armados en el contexto comunista: Eduardo Pizarro
Leongómez y Ricardo Peñaranda, Las FARC (1949-1966): de la autodefensa a la combinación de
todas las formas de lucha. Universidad Nacional de Colombia, Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones Internacionales, 1991. Mario Aguilera, Guerrilla y población civil. Trayectoria de las FARC
1949-2013. Bogotá: IEPRI/CNMH, 2013.
5
Julio Gaitán-Bohórquez y Miguel Malagón-Pinzón. "Fascismo y autoritarismo en Colombia".
Universitas 118 (2009): 293-316, p. 299. Web. marzo 6, 2019. Disponible en
http://www.scielo.org.co/pdf/vniv /n118/n118a1
3.pdf
6
Gerardo Molina, Las ideas liberales en Colombia, Bogotá, Tercer Mundo, 1989, p. 112.
7
César Augusto Ayala Diago, "Trazos y trozos sobre el uso y abuso de la Guerra Civil Española en
Colombia." Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 38.2 (2011), pp. 114-115.
8
Rodolfo Ramón de Roux. Una iglesia en estado de alerta: funciones sociales y funcionamiento del
catolicismo colombiano, 1930-1980. Servicio Colombiano de Comunicación Social, 1983, pp. 34-35.
9
González, Poderes, p. 286.
10
Bidegaín, p. 53.
Capítulo I 33
Helg, por su parte, estudia, la transformación del sistema educativo durante los
gobiernos liberales, primero de Olaya Herrera y luego de López Pumarejo. Durante
el gobierno de Olaya, las reformas educativas no alcanzaron a gran parte de la
población y la iglesia siguió manteniendo la enseñanza confesional en los centros
educativos de la élite nacional. El presidente liberal fundó cerca de 60 colegios entre
1930 y 1934 en Antioquia, Cundinamarca, Boyacá, Caldas, y un colegio en
Cartagena.11
La iglesia en el escenario mundial, tras haber discutido con el comunismo o con los
proyectos republicanos de España, no veía como fuerte amenaza las medidas
iniciales de los liberales. 12 De igual manera, durante el gobierno de Olaya no hubo
una reforma profunda a las disposiciones legislativas que regían al catolicismo de
entonces en Colombia. 13 Larosa explica que después de 45 años que los liberales
no asumían la presidencia, no se esperaba que Olaya hiciera reformas a la
Constitución de 1886 y al Concordato de 1887, pues su gobierno era de transición.
Además, Olaya tuvo buenas relaciones con el arzobispo Ismael Perdomo. 14
11
Helg, La educación, pp. 138-139.
12
Abel, Política, p. 183.
13
González, Poderes, pp. 285-286.
14
Michael Larosa, Capítulo III "Políticos liberales, violencia urbana y rural: Colombia, Iglesia y cambio
en las décadas de 1930 y 1940". De la derecha a la izquierda: historia de la iglesia católica en
Colombia, 1930-1980." Bogotá: Banco de la República. Fundación para la Investigación y la
Tecnología (2000), p. 6.
15
En la investigación consultada no se especifica el nombre del padre Guarín, de San José de Ávila.
De acuerdo con las fuentes que emplea Vázquez en su investigación, el religioso figura con su
apellido y no con su nombre completo. Ver María del Rosario Vázquez, "Anticlericalismo y primera
violencia en la Diócesis de Nueva Pamplona, Colombia (1930-1934): Clero, políticos, jueces y
policías." Hispania Sacra 66.133 (2014): 263-285.
34 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
16
Vázquez, "Anticlericalismo", pp. 274-276.
17
Abel, Política, p. 187.
18
Guzmán et. al., Vol. 1. pp. 38-41.
19
Ramírez-Giraldo, María Teresa y Juana Patricia Téllez-Corredor. "La educación primaria y
secundaria en Colombia en el siglo XX". Borradores de Economía; No. 379 (2006), pp. 30-31. Web.
enero 10 de 2019. Disponible en http://www.banrep.gov.co/docum/ftp/borra379.pdf
20
Javier Guerrero Barón, El proceso político de las derechas en Colombia y los imaginarios sobre
las guerras internacionales 1930–1945: La guerra con el Perú, la guerra civil española y la Segunda
Guerra Mundial, el ascenso del fascismo y la construcción del discurso del odio. Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2014, p. 124.
21
Ayala, "Trazos", pp. 131-132.
21
De Roux, Una Iglesia, pp. 34-35.
Capítulo I 35
22
Roberto Di Stefano, Ovejas negras: historia de los anticlericales argentinos. Sudamericana;
Buenos Aires, 2012, pp. 14-15.
23
El origen de la palabra se remonta al contexto francés de 1870 en donde se desarrollaron debates
en torno a la enseñanza laica, es decir, sin ninguna orientación confesional o religiosa. Carlos
Arboleda Mora, "Laicismo y laicidad en Colombia." Cuestiones teológicas 33.79 (2010): 69-95, p. 70.
24
Di Stefano, p. 13.
25
Bidegaín, p. 196.
36 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
frente a posibles injerencias de todo culto. La jerarquía no lo vio así. De ahí que los
cambios que introdujera en Colombia el liberalismo del siglo XX generaran fuertes
conflictos.
De ahí que el conservatismo viera como anticlericales las reformas que los
gobiernos liberales realizaron entre 1930-1946. Las consideraron nocivas para el
intento de construir la sociedad católica que pedía la jerarquía eclesiástica, volcada
contra toda idea hija de la modernidad, fuera liberal, protestante o comunista. Esto
fue un rasgo distintivo de la institución religiosa durante el periodo de la Violencia
que aquí se define entre 1946 y 1964. 27
26
Arboleda, "Laicismo", pp. 74-76.
27
Daniel Turriago Rojas, "La actitud de la Iglesia católica colombiana durante las hegemonías liberal
y conservadora de 1930 a 1953." Cuestiones Teológicas 44.101 (2017): 67-94, pp. 70-72.
28
Abel, Política, p. 323. La censura fue un medio de control de la iglesia sobre la población civil, y
se empleó no solo en la literatura sino en el cine y la radiodifusión. En el caso particular de la censura
del cine en Cali: María Arias Osorio, "El cine que corrompe o exalta: prácticas y discursos de la
Capítulo I 37
Ahora bien, al interior de la Iglesia colombiana se originó la polémica sobre qué tan
permisiva debía ser esta con el liberalismo, lo que resultó en dos posturas de los
religiosos respecto a las reformas de la República Liberal, siendo una más radical e
intransigente, respecto a la otra menos beligerante. Explica Abel que el clero en
Colombia durante los años 40 presentó “rivalidad entre los obispos de carrera y una
competencia mal encarada debido a la influencia de las diferentes órdenes
religiosas”.29 La división del clero se daba entre unas posiciones más radicales,
como las de Builes y González Arbeláez y unas posturas un poco menos
clericalistas, como las del arzobispo Ismael Perdomo y del obispo de Manizales,
Luis Concha Córdoba. 30 El arzobispo Ismael Perdomo era considerado frío frente a
las necesidades que imponía el proyecto de recristianización que establecía la
Santa Sede.31 En Antioquia también se presentaba esta división de la jerarquía. 32
Por otra parte, a la confrontación ideológica del clero con el gobierno liberal se sumó
la ideal del hispanismo y de las fuentes falangistas. El arzobispo coadjutor González
Arbeláez fue tildado de recoger los valores más hispanos de la guerra antiliberal y
anticomunista. El hispanismo alimentó el espíritu nacionalista de los conservadores
en Colombia, y era el motivo de orgullo y timón político de este partido. Para un
segmento del conservatismo la derrota indígena ante el hombre occidental
“marcaba el triunfo de la civilización sobre la barbarie”. 33 No obstante, hay que decir,
el hispanismo no logró echar las suficientes raíces y materializarse debido a que no
contó con la suficiente organización social y política.
Builes, de Santa Rosa de Osos, tampoco se hacía esperar, e instó a los religiosos
para mantener la lucha contra las reformas del lopismo “hasta la derrota o la
muerte”.34 En este punto Figueroa presenta el discurso escatológico e intransigente
del obispo antioqueño. Builes es clave en el conflicto bipartidista, ha sido el más
polémico en sus confrontaciones con los gobiernos que han reformado las
relaciones del Estado con el sector religioso, lo que la ha valido su papel más
mencionado y criticado en la historiografía del siglo XX en Colombia. 35
Es importante preguntarse hasta qué punto influyó en los feligreses las acusaciones
y las alegorías con tinte religioso-político del prelado antioqueño. Carballo afirma
que las pastorales de Builes, leídas en los escenarios religiosos “forjaron
sentimientos en las personas que las escuchaban. Y al educar la irracionalidad del
pueblo las gentes actuaron de manera violenta contra los protestantes”.36 Sin
embargo, cabe mencionar que Builes realizó su lucha contra las ideas modernas
con profunda convicción de su papel como evangelizador: “Cuando hablaba de
hombres o de hechos providenciales no estaba haciendo frases de propaganda sino
expresando un sentimiento surgido de su mismo corazón”. 37
34
Figueroa, "Monseñor", p. 239.
35
Abel, Política, p. 192.
36
Fabio Hernán Carballo, "Discurso antiprotestante en Miguel Ángel Builes." Revista Grafía.
Universidad de Antioquia. 14.1 (2017) 9-22, p. 20.
37
Miguel Zapata Restrepo, La mitra azul: Miguel Ángel Builes, el hombre, el obispo, el caudillo.
Editora Beta, 1973, p. 18.
38
Ángela Uribe Botero, "¿Puede el uso de metáforas ser peligroso? Sobre las pastorales de
monseñor Miguel Ángel Builes." Revista de Estudios Sociales 34 (2009): 113-122, p. 120. Web. 10
de diciembre de 2018. Disponible en https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.7440/res34.2009.10
39
Los actos perlocucionarios se entienden como los efectos o consecuencias en los sentimientos,
pensamientos y acciones de las personas cuando se dice algo. “Decir algo a menudo, o incluso
normalmente, producirá ciertos efectos consecuentes sobre los sentimientos, pensamientos o
acciones de la audiencia [...] y puede hacerse con el diseño, la intención o el propósito de producirlos;
Capítulo I 39
de la vida pública del catolicismo, Builes configuraba el mundo a sus feligreses y los
exhortaba para actuar en favor de la Iglesia, de Dios, de la religión católica, en un
mundo reducido y maniqueo, de dos colores opuestos (blanco y negro; el bien y el
mal), en donde el obispo y los párrocos eran los conductores del camino correcto
(el blanco, el bien), la perfecta autoridad. Uribe Botero abre un punto importante que
contribuye a esta investigación, el plano de la acción contenida en el discurso:
En términos de Austin, no creo que sea exagerado afirmar que la visión paranoica y simple
del mundo que presentó Builes a través del uso de metáforas en sus pastorales pudo
producir actos perlocucionarios que fueron afortunados (Austin 1975, 14-17); es decir, actos
a los que quizás respondieron muchos de los fieles con la serie de actos que correspondían
a la invitación que se les hizo.40
Cabe mencionar que en el caso del obispo Builes hay un pasado que posiblemente
explique su preocupación por evangelizar la población, así como su carácter
recalcitrante contra toda idea liberal, protestante o comunista. Figueroa escribe que
el prelado de Santa Rosa de Osos recibió un atentado anticlerical, lo que
posiblemente sumó a su desprecio antiliberal y anticomunista: “Este incidente es
considerado por sus biógrafos como uno de los motivos más significativos para que
Builes odiara al Partido Liberal”. 43 Carballo explica la preocupación de Builes por la
falta de evangelización de poblaciones en la región antioqueña, y el fortalecimiento
y podemos decir, pensando en esto, que el hablante ha realizado un acto. [...] Llamaremos a la
realización de un acto de este tipo la realización de un "acto perlocutorio" (Austin 1975, 101). Ctd. en
Uribe, p. 121.
40
Uribe Botero, p. 121.
41
De Roux, Una iglesia, pp. 127-128.
42
Manosalva, Los obispos, p. 32.
43
Figueroa, "Monseñor", p. 241.
40 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
del protestantismo liderado por un pastor de Santa Rosa de Osos. 44 Para esa tarea,
Carballo estudia el libro “Crónicas misionales” firmado con el seudónimo “Un Padre
Misionero”, que posiblemente es el obispo Builes, como un documento clave para
entender el pensamiento y la posición político-religiosa del obispo antioqueño.45
Por otra parte, en Builes hubo una forma de explicar la historia del país recurriendo
a distintos argumentos teológicos y a la historia del cristianismo. Empleó una historia
del país acomodada a los relatos religiosos que le permitía influir en la mentalidad
de sus feligreses. Carballo recurre al pensador francés Paul Ricoeur para explicar
la mímesis presente en los discursos antiprotestantes de Builes, los cuales constan
de tres momentos: en el primero, señala los puntos asociados a las acciones
sociales, a la información contenida en el tiempo y el espacio; en el segundo, se
dirige a la correspondencia de los hechos generales (globales) con los procesos
particulares del país, llenando de sentido particular el relato, y finalmente, viene el
momento de la interacción entre el orador y los oyentes, lo que permite que estos
últimos configuren “su propia realidad”.46 Esta última parte comprende también la
invitación a mantenerse en el catecismo, lo que a su vez dejaba abierta la acción
referida a los medios, a cómo alcanzar el objetivo de luchar contra las ideas
enemigas.
44
Carballo, p. 13.
45
Carballo, p. 12.
46
Carballo, p. 15.
47
Abel, Política, p. 193.
Capítulo I 41
48
Óliver Mora Toscano, "Los dos gobiernos de Alfonso López Pumarejo: estado y reformas
económicas y sociales en Colombia (1934-1938, 1942-1945)". Apuntes del Cenes. Editorial
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia vol. XXIX, no. 50, 2010, pp. 151-171.
49
Aline Helg, "La educación primaria y secundaria durante el primer gobierno de Alfonso López
Pumarejo (1934-1938) (Proyectos y realizaciones)". Revista Colombiana de Educación. n.º 6, Jun.
1980, p. 19. Web. octubre 12 de 2018. Disponible en http://revistas.pedagogica.
edu.co/index.php/RCE/article/view/5035/4117
50
González, Poderes, p. 288
42 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
entre otros”51 El clero, por su parte, defendía el integrismo contra el cambio en las
relaciones sociales, laborales, económicas que vivía Colombia a principios del siglo
XX; insistió en mostrar cómo estos cambios constitucionales alteraban los valores
tradicionalistas.52
Hay que resaltar que a pesar de las críticas recibidas el programa de López
Pumarejo tuvo avances en distintos aspectos. Las condiciones anteriores a 1936,
en la educación primaria, eran mucho más precarias que las del periodo 1936-1940,
de la primera presidencia de López. El sistema educativo no incrementó
significativamente la cifra de escuelas, maestros ni la cobertura de estudiantes, sin
embargo, tuvo importantes avances en términos cualitativos: mejoras en los
materiales escolares, las metodologías de enseñanza, el sistema de bienestar
51
Sandra Botero, "La reforma constitucional de 1936, el Estado y las políticas sociales en Colombia."
Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 33 (2006): 85-109, pp. 87-87. Web. septiembre
17, 2018. Disponible en https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/article/view/8216/8860
52
Carlos Leopoldo Piedrahita, "Religión y poder: confrontando al mundo moderno." Universitas
humanística 61 (2006): 201-215. Web. diciembre 2 de 2018. Tomado de
https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica /article/view/2076
53
Helg, "La educación primaria", p. 20.
54
Piedrahita, p. 208. González, pp. 373-374. Zapata, pp. 258-261.
Capítulo I 43
55
Helg, "La educación primaria", pp. 14-15.
56
Concordato entre la República de Colombia y la Santa Sede 1887. Disponible en
http://www.cortesuprem a.gov.co/corte/wp-
content/uploads/subpage/exequatur/Instrumentos%20Internacionale s/CONCORDATO%
20ENTRE%20LA%20REPUBLICA%20DE%20COLOMBIA%20Y%20LA%20SANTA%20SEDE.pdf
57
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per parochos”, No. 579. Garzón, septiembre de 1952. (Notas al
pie), pp. 139-140.
58
Piedrahita, pp. 212-213.
59
González, Poderes, p. 292.
60
González, Poderes, p. 286.
44 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, las relaciones de Laureano Gómez con Ismael Perdomo tuvieron
dificultades a raíz del traslado de monseñor González Arbeláez a Popayán y
posteriormente a España. 63 En su lugar, como promotor del movimiento sindical
católico en Colombia fue designado fray Eliécer Arenas, que desarrolló el sindicato
del servicio doméstico y la Obra de Nazareth para acoger, proteger y ayudar a las
mujeres que desarrollaban oficios domésticos. Esta acción se enmarca en la
intención de contrarrestar las organizaciones sindicales y sociales lideradas por
orientaciones socialistas y comunistas.64
A nivel global, la Iglesia emprendió acciones misionales para recuperar a sus fieles,
acciones que fueron canalizadas en la Acción Católica. Esta confrontación de dos
proyectos distintos de sociedad, el religioso católico con el liberal, laico, ha tenido
una continuidad en la historia nacional desde la segunda mitad de XIX, con las
reformas liberales especialmente con la Constitución de Rionegro de 1863. Previo
a la Violencia y durante el periodo que aquí se estudia (1946 y 1964) se revivieron
61
Manosalva, Los obispos, p. 53. Manosalva, "La jerarquía" p. 161.
62
González, Poderes, p. 293.
63
González, Poderes, p. 294.
64
William Elvis Plata Quezada, "El Sindicato del Servicio Doméstico y la Obra de Nazareth: entre
asistencialismo, paternalismo y conflictos de interés, Bogotá, 1938-1960." Revista de Estudios
Sociales 45 (2013), pp. 31-33.
Capítulo I 45
los debates. Ahora bien, la confrontación ha sido agravada por el carácter radical,
si se quiere, tanto de los liberales como de las castas conservadoras. Los liberales
se caracterizaron por su sentido anticlerical, y los conservadores, junto a la iglesia,
por su obsesión de controlar al Estado por medio de la religión católica.65 La iglesia,
como se ha explicado, se organizó en su propio proyecto social y político, por medio
de la Acción Católica.
65
Arboleda, "Laicismo", p. 86.
66
Este movimiento religioso nace en 1933 en Colombia con apoyo del nuncio Pío XI, que en la
Conferencia Episcopal de Colombia del mismo año aceptó la organización, en vista de los males que
amenazaban la sociedad: el ascenso del liberalismo, el comunismo y la expansión del
protestantismo. La Acción Católica puede definirse como “la colaboración de los laicos en la jerarquía
y que reúnen por medio de organizaciones especiales a todos los laicos que quieran trabajar en la
difusión de los principios cristianos y en su relación en la vida individual, familiar y social”. Bidegaín,
p. 55.
67
La Acción Social Católica fue un movimiento anterior a la Acción Católica, dirigido por los jesuitas.
Se relaciona con esta en su lucha antisocialista y anticomunista. Esta organización tuvo elementos
que simulaba el sistema democrático, en el sentido de la organización obrera y la preocupación de
reivindicar ciertos derechos labores de los obreros, aunque esto no transformara las relaciones
jerárquicas que la sociedad católica y que los prelados defendían. Figueroa Tradicionalismo, p. 164.
Bidegaín, pp. 169-170.
46 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
permitió inmiscuirse en aspectos de la vida pública y política del país.68 Para Cecilia
Henríquez, la Acción Católica lideró procesos de la lucha anticomunista a mediados
del siglo anterior, empleando todos los medios que tuvo a su alcance como se
explica en este apartado. Esta organización es hija del Apostolado de la oración y
administró al clero bajo el símbolo del Sagrado Corazón de Jesús. 69
La Acción Católica permitía al clero llegar a las regiones donde no había una fuerte
presencia de religiosos, empleando estrategias como las publicaciones periódicas,
el cine, la enseñanza escolar, la radiodifusión, todas con el fin de proclamar la
68
Sergio Armando Cáceres Mateus, "La Acción Católica en la organización y puesta en marcha del
Segundo Congreso Nacional Mariano de Colombia (1939-1946)." Anuario de Historia Regional y de
las Fronteras, Vol.22 no.2 231. Web. diciembre 1, 2018 239-240. Disponible en
http://dx.doi.org/10.18273/revanu.v22n2 -2017009
69
Cecilia Henríquez de Hernández, "El sagrado corazón en la historia de Colombia". Revista de la
Universidad Nacional (1944 - 1992), Número 22, 80-88, 1989, p. 86. Ver también Cecilia Henríquez
de Hernández. Imperio y ocaso del Sagrado Corazón en Colombia: un estudio histórico-simbólico.
Altamir, 1996, p. 144.
70
Conferencia Episcopal Colombiana. “Pastoral Colectiva de 1933” Junio 12, 2018, p. 2. Web.
Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asamblea-
Plenaria/1933/Acci%C3%B3n%20Cat%C3%B 3lica%20-%201933.pdf
71
Conferencia Episcopal Colombiana. “Necesidad de una misión divina”. Pastoral Colectiva de 1944.
julio 17, 2018 9. Web. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asam blea-
Plenaria/1944/Necesidad%20de%20una%20misi%C3%B3n%20divina%20-%201944.pdf
Capítulo I 47
nación a la Virgen María.72 No obstante, era importante que los textos y demás
medios comunicativos producidos fueran “cuidadosamente meditados y sometidos
a la aprobación de la autoridad eclesiástica".73 En el caso particular del séptimo arte,
la jerarquía acordaba hacer un llamado a las autoridades religiosas y civiles para
prohibir todo texto audiovisual que promoviera doctrinas “contrarias al espíritu
cristiano y a los principios éticos”, a fin de “solicitar por medio del Comité de
Moralidad de la Acción Católica, que las autoridades adopten las medidas
necesarias para prohibir la introducción de tales películas al país”. 74 Esta directriz
de moralización de los canales de difusión masivos se constituyó durante el
pontificado de Pío XI (1922-1939).75
La censura del cine con fines moralizadores se realizó por medio del Código de
producción en la industria de Hollywood y la Liga de la Decencia con oficina principal
en New York en 1934. Ambas organizaciones realizaban campañas para revisar las
películas que se iban a presentar a fin de rechazar aquellas que atentaran contra la
moral eclesiástica o los sentimientos de los católicos. 76 Es importante observar que
72
El dogma de la Inmaculada Concepción de María fue aprobado por Pío IX en 1854 como disciplina
del clero, y consistió en afirmar que “María desde el momento de su concepción estuvo libre de todo
pecado original por la gracia de dios, que debía transmitirse por ser descendiente de Adán y Eva”.
En el contexto colombiano la Inmaculada Concepción de María fue proclamada mediante la
exaltación de la Virgen de Chiquinquirá en 1919 durante el Primer Congreso Mariano de carácter
nacional. La Virgen de Guadalupe, ubicada en los cerros de Bogotá, se construyó en homenaje a
este encuentro. Cáceres, "La Acción", pp. 223-224.
73
Conferencia Episcopal Colombiana. “Necesidad de una misión divina. Pastoral Colectiva de 1944”,
p. 11. Web. Julio 09, 2018. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/
Asamblea-Plenaria/1944/Necesidad%20de%20una%20misi%C3%B3n%20divina%20-%201944.pdf
74
Conferencia Episcopal de Colombia. “Normas sobre el cine malo, Pastoral de 1948”, p. 1. Web.
octubre 1, 2018. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1948%20Normas%20%20sobre%20el%20cine%20malo.pdf
75
Desde la Santa Sede en 1929 la Iglesia ya había ordenado durante el pontificado de Pío XI la
conformación de la Oficina Católica Internacional de Cine (OCIC), encargada de agrupar las
entidades cinematográficas que cada país aprobaba “con el propósito de apoyar su trabajo y
ponerlas en conexión”. En el contexto colombiano el representante ante la OCIC fue el Centro
Católico de Orientación Cinematográfica. En el caso de la radio la Asociación Católica Internacional
para Radio y Televisión (UNDA) fue fundada en 1928. Hubo una preocupación moralizante por parte
de la iglesia al competir en todos los canales de difusión de pensamiento contrarios a su doctrina.
Laura Camila Ramírez Bonilla, Moralización y catolicismo al arribo de la televisión: Ciudad de México
y Bogotá, 1950-1965. Tesis de Doctorado, Colegio de México (2017), pp. 178-179.
76
Cáceres, "El Cine", pp. 201-202.
48 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
el cine es una producción cultural, por lo que aparece en la discusión sobre censura,
de acuerdo con lo estudiado por Arias Osorio en el caso de Cali. Esa investigación
fundamenta lo imprescindible que es el contexto sociocultural en las producciones
fílmicas.77 La Junta Nacional de Censura llegó a ser reglamentada en 1955 por
Rojas Pinilla, en el caso del cine, bajo el decreto 1727, con el fin de controlar las
producciones cinematográficas, nacionales o extranjeras, que fueran a ser
presentadas en espacios públicos. 78
Por otra parte, el clero también solicitó al Congreso Nacional acciones para evitar el
incremento de la embriaguez, sustituyendo los gastos fiscales originados por la
renta de licores para que no quedara como patrocinador de este “vicio” y que a la
larga fuera erradicado de la sociedad.79 Había a mediados del siglo XX un “régimen
de cristiandad”,80 legitimado con la Constitución de 1886 y el Concordato con la
Santa Sede de 1887, lo que permitió que la Iglesia católica desarrollara sus planes
amparada por la legislación del Estado.81
Se demostraba además cierta invitación a la acción social de los fieles por parte de
los prelados. La Acción Católica apareció en otras pastorales de las décadas del 40
y del 50 haciendo constantemente llamados a la unión del pueblo cristiano. 82 Cecilia
Henríquez explica que esta organización de laicos, aunque nació en la década del
30, fue en los 40 y 50 del siglo anterior en donde desarrolló sus principales
77
Arias Osorio, p. 277.
78
Arias Osorio, p. 279. Ver también Decreto 1727 de 1955. Web. diciembre 18 de 2019. Disponible
en http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decretos/1338267
79
Conferencia Episcopal de Colombia. “Licores”, 1951, p. 1. Web. diciembre 2, 2018. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1951%20Licores.
pdf
80
Luis Alberto Alfonso, “De la cristiandad a la nueva teología el caso de Colombia” (IV) y “El nuevo
liderazgo” (V), en Dominación religiosa y hegemonía política, (Punta de Lanza: Distribución,
Distribuidora Colombiana, 1978), pp. 97-163.
81
Cortés retoma la definición de “Régimen de Cristiandad” de Pablo Richard, que explica este
régimen como procesos de interacción de la sociedad con la autoridad religiosa, mediados por el
Estado. Desde este punto de vista se observa el deseo integrista del clero, y la aprobación del Estado
para que aquel desarrollara una sociedad confesional, y administre asuntos tan cruciales como el
sistema educativo y el matrimonio. Cortés, "Regeneración", p. 5.
82
Cáceres, "La Acción", p. 232.
Capítulo I 49
83
Henríquez, Imperio, p. 143.
84
Abel, Política, p. 185. Sobre el programa de Acción Católica: Bidegaín, p. 86. En cuanto al curso
por correspondencia: Bidegaín, pp. 117-118.
85
Conferencia Episcopal de Colombia, “Acción Social Católica”. Este documento contiene los
acuerdos y objetivos de las diversas organizaciones de laicos y clérigos, como sindicatos, círculos
intelectuales, ligas de mujeres, juventudes y campesinos. Los comunicados de los jerarcas se
publicaron en 1913, 1916, 1924 1927, 1944, 1948, 1951 y 1953. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WE_CEC/Documentos/
Documentos-Historicos/1913%20Accio%CC%81n%20Social%20Catolica.pdf
50 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Y si, como tan claramente lo han indicado los mismos Romanos Pontífices, los antecedentes
históricos y el ambiente favorable que explican la amenazadora difusión del comunismo en
el mundo deben buscarse en el abandono moral y religioso de las masas, en las tendencias
laicistas que han descristianizado a los individuos y a la sociedad, en el empeño de apartar
de Dios, de la religión y de la moral cristiana las costumbres privadas y públicas, el
matrimonio, la familia y las escuelas, es claro que el único remedio y el único dique eficaz
contra la perversión comunista solo podrán hallarse en la recristianización de los individuos
y de la sociedad, en la instrucción profundamente religiosa de la niñez y de la juventud; en
la moralización cristiana del matrimonio y de la familia, de las costumbres privadas y de las
instituciones públicas.89
86
Abel, Política, p. 194-195.
87
José Ángel Hernández, "Los Leopardos y el fascismo en Colombia." Historia y comunicación social
5 (2000): 221-227, p. 222. Web, marzo 1, 2019. Disponible en http://revistas.ucm.es/index.php
/HICS/article/viewFile /HICS0000110221A/19581
88
Conferencia Episcopal Colombiana. “Instrucción doctrinal sobre el comunismo. Pastoral colectiva
de 1948”, julio 3, 2018, p. 14. Web. Disponible en https://www.cec.org.co/sites
/default/files/WEB_CEC/ Documentos/Asamblea-
Plenaria/1948/Intruccion%20doctrinal%20sobrte%20el%20comunismo%20-%2019 48.pdf
89
“Instrucción”.
Capítulo I 51
Crisanto Luque, arzobispo sucesor de Ismael Perdomo, se mostró más acorde con
la doctrina de la Acción Católica, una especie de "modernización" que no era más
que una competencia contra los medios de difusión ideológica que planteaba la
sociedad moderna: la razón, la búsqueda de la mejora en las condiciones materiales
de vida y el rol del Estado. El prelado advirtió sobre las formas de expresión
excesivas de los religiosos:
Nos parece necesario advertir a los miembros del Venerable Clero secular y religioso, a los
miembros de la Acción Católica y a todos los que quieran trabajar en la acción social, que
deben evitar cuidadosamente los excesos en el modo de hablar en que a veces ha incurrido
un celo bien intencionado pero irreflexivo.90
Y en todo caso es necesario que esas organizaciones sindicales estén orientadas por las
luminosas enseñanzas de los Romanos Pontífices, especialmente de León XIII en la
Encíclica “Rerum Novarum”, y de Pío XI en la Encíclica “Quadragesimo Anno”, y por las
claras normas promulgadas por la Sagrada Congregación del Concilio el 5 de junio de
1929.92
90
Conferencia Episcopal de Colombia. “Pastoral Colectiva del Episcopado Colombiano para la
Cuaresma de 1958 sobre la cuestión social”, p. 18. Web. febrero 12, 2019. Disponible en
https://www.cec.org.co/s ites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1958%20pastoral%20la%20persona%20 humana%20y%20sus%20derechos.pdf
91
“Pastoral Colectiva”, p. 13.
92
“Instrucción”, p. 16.
93
Cáceres, "La Acción", p. 225.
52 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
94
Bidegaín, p. 68.
95
El término Yocismo de origen francés corresponde a las iniciales de Juventud Organización y
Cristianismo (J.O.C.). En la década del 30 las organizaciones obreras organizadas bajo los principios
cristianos se propusieron de acuerdo con Bidegaín tres objetivos: 1. perfeccionar en sus integrantes
la moral y desarrollo intelectual razón por la que realizaban círculos de estudio, conferencias y
construyeron bibliotecas; 2. brindar espacios a los jóvenes para el buen ejercicio de sus condiciones
físicas y mentales, apartándolos así de los males contemporáneos de nuevas ideologías; y 3. mejorar
las condiciones económicas y de bienestar, logrando una diferencia de ventaja a las asociaciones
de ayuda mutua. Por medio de publicaciones propias logró difundir el espíritu ideológico y
organizativo de los movimientos católicos en Colombia entre 1930 y 1955. Ver Bidegaín, p. 69.
96
Bidegaín, p. 70-73.
97
Cáceres, "La Acción", p. 231.
98
Para el impacto de los objetivos mediáticos de la prensa y la radio: Hernando Vaca Gutiérrez,
"Procesos interactivos mediáticos de Radio Sutatenza con los campesinos de Colombia (1947-
1989)." Signo Y Pensamiento, Vol. 30, n.º 58, 226-41 Apr. 2011. Web. febrero 2, 2019. Disponible
en https://revistas.javeriana.edu.co /index.php/signoypensamiento /article/view/2497. Aura Hurtado,
"La cultura escrita en sociedades campesinas: la experiencia de Radio Sutatenza en el Suroccidente
colombiano". Boletín Cultural y Bibliográfico 46.82 (2012): 68-91. Web. enero 12, 2019. Disponible
en https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/69/67
99
Cf. Broderick, Walter. Camilo Torres Restrepo El cura guerrillero. Círculo de Lectores, Bogotá,
1977, p. 137.
Capítulo I 53
El pontífice, desde Roma, agradeció y bendijo la labor realizada por todo el equipo
de la Acción Cultural Popular y de la radio en Colombia. 101 Escribió la Conferencia
Episcopal al respecto:
El aprovechamiento efectivo de todos estos medios, el desarrollo de las actividades con vida
propia en cada diócesis y en cada parroquia, y el necesario crecimiento del movimiento para
influenciar a un mayor número de personas, exigen una organización simultánea y
coordinada en los planos nacional, diocesano y parroquial.102
El episcopado abogó por una moralidad en una pastoral de 1951, 103 en la que pidió
al Secretariado de Prensa y Propaganda, asignado acorde a los estatutos de la
Acción Católica Colombiana, intervenir en la difusión de prensa, cine o actos
públicos a fin de prevenir que se presentaran ideas contrarias a la enseñanza
católica. Asimismo, se planteaba la necesidad de aprovechar la televisión, que
consistía en un medio masivo a punto de surgir en la sociedad colombiana de
entonces, como un canal de expresión de los contenidos religiosos. La jerarquía
organizó la Acción Católica y la Acción Social Católica que venía lidiando posiciones
recristianizadoras ante el socialismo que se expandía en Europa. 104 Es crucial este
punto, puesto que en el Huila también se desarrollan procesos de la Acción Católica
para disuadir a la gente de participar de alguna idea asociada al comunismo, por
100
Broderick, p. 154-155.
101
El Eco del Vaticano, “Mensaje del Papa a los campesinos de Colombia”. No. 587 [Garzón] mayo
de 1953, pp. 259-261.
102
Conferencia Episcopal de Colombia. “Instrucción Pastoral del Episcopado reunido en la XIX
Conferencia sobre Cultura Campesina y “Acción Cultural Popular” 3. Octubre 5, 2018. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asamblea-
Plenaria/1958/Cultura%20campesina%20y%20acci%C3%B3n%20cultural%20popular%20-
%201958.pdf
103
Conferencia Episcopal de Colombia, “Moralidad de prensa y propaganda”, 1951, p. 1. Web.
Diciembre 2 de 2019. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-Historicos/
1951%20Moralidad%20de%20prensa%20y%20propaganda.pdf
104
Conferencia Episcopal de Colombia, “Acción Social Católica”, pp. 1-32. Web. Diciembre 2 de 2019
Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1913%20Accio %CC%81n%20Social%20Catolica.pdf
54 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Sin embargo, la Guerra Civil Española y el triunfo del franquismo en 1939 permitió
también la migración de españoles académicos e intelectuales que se vincularon a
los principales centros de enseñanza del país, como el Gimnasio Moderno, las
Escuela Normal Superior, la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia. 106
También en este escenario hay que resaltar que mientras en Europa, para la década
del 30, había regímenes de derecha o dictaduras, en el caso colombiano se
presenta el ascenso del liberalismo, lo cual es una particularidad en la historiografía
del país.107
105
Figueroa, Tradicionalismo, pp. 128-130. Gaitán y Malagón, p. 307.
106
José Ángel Hernández García, "La influencia pedagógica del exilio republicano español: la edad
de oro de la enseñanza en Colombia." Latinoamérica. Revista de estudios Latinoamericanos 54
(2012) 135-153. Web. noviembre 10, 2018. Disponible en
http://www.scielo.org.mx/pdf/latinoam/n54/n54a6.pdf Yezid David. Sequeda Garrido, Las relaciones
bilaterales y el intercambio cultural entre Colombia y México 1926-1946. Tesis de Doctorado. Centro
de investigaciones y estudios superiores en Antropología social. Mérida, 2018, pp. 99-101. Web.
marzo 7, 2019. Disponible en
https://ciesas.repositorioinstitucional.mx/jspui/bitstream/1015/739/1/TE%20S.G.%202018%20Yezid
%20David%20Sequeda%20Garrido.pdf
107
Gaitán y Malagón, p. 297.
Capítulo I 55
108
Hernández, "La influencia", p. 138.
109
Hernández, "La influencia", p. 137.
110
Camilo Domínguez Ossa. "Ernesto Guhl Nimtz: semblanza de un gran geógrafo
humanista”. Boletín Cultural Y Bibliográfico, 46 (81), 8-19, p. 9. Tomado de
https://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/176
111
Domínguez, p. 18.
112
Malagón y Gaitán, pp. 304-305. Ayala, "Trazos", pp. 126-127.
56 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Los tres sucesos influyeron en las relaciones diplomáticas y bilaterales entre México
y Colombia. En los tres había una connotación de nacionalismo. Si bien en el caso
de la guerra con Perú se trataba de un nacionalismo territorial, en el caso de la
113
Sequeda, p. 96
114
Guerrero, p. 132.
115
Abel, Política, p. 210.
116
Gaitán y Malagón, p. 297.
117
Sequeda, pp. 102-103. Ver también Alfredo Molano, “Fragmentos de la historia del conflicto
armado (1920-2010)”, Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia, Comisión
Histórica del onflicto y sus víctimas, febrero de 2015, p. 548 y 552.
118
Ayala, "Trazos", pp. 113-116 .
119
Abel, Política, p 198.
120
Sequeda, pp. 76-104.
Capítulo I 57
121
Jean Meyer A. La Cristiada: la guerra de los cristeros. Trad. Aurelio Garzón del Camino. Cuarta
edición. Siglo XXI, 1976, pp. 41-48.
122
Abel, Política, p. 186.
123
Figueroa analiza el discurso de los intelectuales católicos defensores de la idea hispana, como
los escritores de la generación del 98, que pretendieron retornar la nación de España al papel de las
grandes potencias, como alguna lo fuera en la época imperial, y para ello recurrió a la memoria
histórica, basada en los valores tradicionalistas de “lengua, raza y religión”. Por otra parte, para
incentivar el espíritu misional de lucha por la nación era necesario, según esto, revivir la hidalguía
del pasado español. Figueroa, Tradicionalismo, p. 109. Ver también Gaitán y Malagón, p. 109
124
Gaitán y Malagón, p. 306.
58 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
jerárquico y tradicional del país, como sucedía con “los extranjeros que se han
apoderado del Ministerio de Educación”, 125 refiriéndose a los educadores
republicanos que habían llegado al país con las reformas migratorias de López.
Ahora bien, la actuación del clero ha estado orientada por una perspectiva integral
de la Iglesia, un sistema global de instituciones y delegados. Se ha manifestado
como un catolicismo “integral-intransigente”, que controla las esferas sociales, y “ha
predominado en Colombia, haciendo sentir su enorme influencia a lo largo de
nuestra historia”, esto es, su peso en perspectiva de larga duración. 128 De acuerdo
con Ricardo Arias las denuncias del episcopado nacional estaban dirigidas contra
la construcción en un modelo educativo laico, que privilegiaba el “naturalismo
pedagógico” restando importancia a la “dimensión sobrenatural del ser humano”.
Por otra parte, el modelo lopista proponía la coeducación mixta y la educación
“atea”, de acuerdo con la jerarquía nacional. Se trataba de un modelo que era una
“gangrena de la sociedad actual”. 129 Por esta razón, haciendo un cálculo deductivo
de la realidad nacional, se observa en la Diócesis de Garzón, durante el obispado
125
Gaitán y Malagón, p. 306.
126
Abel, Política, p. 208.
127
Miguel Malagón Pinzón y Diego Nicolás Pardo Motta. "Laureano Gómez, la Misión Currie y el
proyecto de reforma constitucional de 1952." Criterio jurídico 9.2 (2011), p. 10. Web. noviembre 2,
2018. Disponible en http://revistas.javerianacali.edu.co/index.php/criteriojuridico/article/view/330/884
128
Arias, "Estado", p. 69.
129
Arias, "Estado", p. 76.
Capítulo I 59
130
Arias, "Estado", pp. 83-84.
131
Mallimaci, Fortunato. "Religión, modernidad y catolicismo integral en Argentina." Perfiles
latinoamericanos: revista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México 2
(1993): 105-131, p. 117-118.
132
Arias, "Estado", p. 89.
133
La larga duración es un término que trasciende la historia de los acontecimientos. Corresponde a
la nueva historia como disciplina crítica de las Ciencias Sociales, que no privilegia la memorización
de datos correspondientes al “tiempo corto”, como un año, un mes, un día, sino que busca las
estructuras que tienen una estabilidad en el tiempo. Este concepto fue propuesto por Fernand
Braudel (1902-1985): “Los observadores de lo social entienden por estructura una organización, una
coherencia, unas relaciones suficientemente fijas entre realidades y masas sociales. Para nosotros,
los historiadores, una estructura es indudablemente un ensamblaje, una arquitectura; pero, más aún,
60 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Hay que observar en los discursos de los religiosos en Colombia del periodo de la
Violencia (1946-1964), cómo estas ideas de la sociedad católica o de la justa lucha
contra otras doctrinas (como el socialismo o el comunismo) siguieron presentándose
como se analiza a continuación.
una realidad que el tiempo tarda enormemente en desgastar y en transportar. Ciertas estructuras
están dotadas de tan larga vida que se convierten en elementos estables de una infinidad de
generaciones: obstruyen la historia, la entorpecen y, por tanto, determinan su transcurrir.” Fernand,
Braudel. "La historia y las ciencias sociales." Alianza editorial, 1968, p. 70.
134
Poulat, E. "Le catholicism sous observation (entretiens avec Guy Lafon). (1983). París: Editions
du Centurion". Cit en Türriago, "La actitud", p. 70.
Capítulo I 61
Posada explica que la incapacidad de las clases políticas y los profundos conflictos
bipartidistas conllevaron el subdesarrollo, lo que repercutió en formas de violencia:
una ejercida al servicio del latifundismo, basada en el despojo de tierras y a la que
se opusieron las organizaciones de campesinos guerrilleros, y otra forma como la
violencia socio-económica, vivida por innumerables colombianos a mediados del
siglo XX manteniendo vigentes estructuras de explotación. 136 Sobresalió el papel de
hacendados y testaferros que se escrituraron grandes extensiones de tierras,
135
De Roux, Una Iglesia, p. 28.
136
Francisco Posada, Colombia: violencia y subdesarrollo, Universidad Nacional de Colombia,
Dirección de Divulgación Cultural, s.f., pp. 166-168.
62 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Ricardo Arias plantea tres formas en las que las autoridades religiosas participaron
en el escenario de lo civil en el país, en el marco de la crisis producida por las
doctrinas “amenazantes”, y que son dicientes para el análisis de esta investigación,
en cuanto a los mecanismos, actores y circunstancias en que representantes de la
Iglesia en Colombia tuvieron injerencia o participación en los hechos de la
Violencia.138
137
Molano, p. 557-558. Ver también Daniel Pécaut, "Una lucha armada al servicio del statu quo social
y político." Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia (2015): 599-651, pp. 602-
603.
138
Arias, "Estado", pp. 85-87.
Capítulo I 63
entre otros. La Iglesia, primero con Pío XI, que luchó contra los agravios producidos
por la modernidad, y luego con Pío XII (1939-1958), que buscó todos los canales
posibles para combatir el protestantismo y el comunismo, estableció estructuras de
difusión de la moral católica y cohesión de sus fieles. El papel de Pío XII es
fundamental en la implementación de instrumentos para expandir el catecismo en
el mundo, siendo los más estudiados la prensa, el cine, la radio y la televisión. 139
Las cartas ideológicas que condujeron las intenciones de los religiosos católicos en
el mundo en cuanto a los medios de información fue la encíclica Vigilanti Cura de
1936, en donde el pontífice definió que “el propósito esencial del arte, su razón de
ser, es ayudar a la perfección de la personalidad moral, que es el hombre, y por esta
razón debe ser moral”.141 Por otra parte, la encíclica Miranda Prorsus, publicada por
la Santa Sede en 1957. En esta, el pontífice declaraba que los medios de difusión
debían “transmitir a los hombres un mensaje universal de salvación...”.142 La iglesia
encontraba que el mal uso de estos medios se debía a la mala acción de los seres
139
Ramírez Bonilla, p. 4.
140
Ramírez Bonilla, p. 9.
141
Vaticano. Encíclica Vigilanti Cura, 29 de julio de 1936. Disponible en
http://w2.vatican.va/content/pius-xi/pt/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_29061936_vigilanti-
cura.html
142
Vaticano. Encíclica Miranda Prorsus, 8 de septiembre de 1957. http://w2.vatican.va/content/pius-
xii/es/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_08091957_miranda-prorsus.html
64 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
humanos, es decir, al abuso que estos hacían de las técnicas (el cine, la radio y la
televisión) que son consideradas como obras de Dios. 143
En esta investigación las formas de participación del clero nacional y local son
concomitantes con lo propuesto por Ricardo Arias. El clero a partir de la información
de prensa, pastorales colectivas y episcopales, con matices de diferencia entre
algunos jerarcas, participó de la organización de la sociedad bajo principios
católicos, predicó la sana moral y justificó las diferencias de clase, incluso debatió
con el marxismo las relaciones de producción como se explica en este capítulo. La
143
Miranda Prorsus.
144
Arias, "Estado", p. 87.
Capítulo I 65
145
“Líderes católicos piden perdón por la participación de la Iglesia en la guerra, 03 de febrero de
2017”. Web. julio 26 de 2019. Disponible en https://colombiaplural.com/lideres-catolicos-piden-
perdon-la-participacion-la-iglesia-la-guerra/, p. 5.
146
A lo largo del capítulo VI el autor hace referencia al apoyo recibido por el Estado de parte del
clero, entendido como un órgano de influencia ideológica sobre la sociedad. Este concepto se
acepta, no obstante la generalidad de que el clero siempre sirvió al conservatismo. Hasta el momento
no hay investigaciones que abarquen estas tensiones entre los poderes y las alianzas en distintas
las regiones de Colombia, asimismo en las diócesis respectivas, por lo tanto la generalidad no se
sostiene. Libardo González, Contribución a la Historia Política de Colombia. Ed. La Carreta, Medellín
(1985), p. 182.
147
González, Poderes, p. 300.
148
Mauricio Archila, Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia 1958-1990:
Siglo de Hombre Editores, CINEP, 2da. Edición. Bogotá, 2018, pp. 87-91.
66 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
149
Molano, pp. 568-569.
150
Paul Oquist, Violencia, conflicto y política en Colombia. Vol. 1. Instituto de Estudios Colombianos,
1978, pp. 229-230.
151
Renán Vega Cantor, "La contra-revolución en marcha" y el derrumbe de la República Liberal
1942-1946." Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 15 (1987): 231-271, pp.254-255.
152
Vega, pp. 257-258.
153
Vega, p. 236.
Capítulo I 67
Para dar una pincelada del contexto específico de esta investigación, podemos ver
que el obispo de Garzón, en 1949, respondió en oposición a las reformas que había
dejado el liberalismo, e invitaba a luchar para contrarrestarlas. Gerardo Martínez
defendía con ímpetu la idea recristianizadora:
Ante la avalancha de doctrinas perversas, ante las emboscadas que los enemigos de la
Iglesia tienden para arrancar de los corazones la fe, se hace más necesaria que nunca, la
multiplicación de los defensores de la verdad católica. A cada una de sus escuelas hay que
oponer otra escuela; a cada periódico, otro periódico; a cada revista, otra revista; a cada
154
En esta organización de “pájaros” sobresalió la figura de Ángel María Lozano, dueño de una
extensa parte del norte del Valle del Cauca, que organizó la guerra contra los liberales y contra
quienes tuvieran pleitos de tierra. Fue apoyado por las autoridades, miembros de la policía, el ejército
y la Iglesia Católica. Gustavo Álvarez Gardeazábal escribe una novela al respecto, titulada Cóndores
no entierran todos los días. Ver también Guido Piccoli, "El sistema del pájaro. "Colombia,
paramilitarismo y conflicto social, Bogotá: Instituto Latinoamericano de Servicios Legales
Alternativos–ILSA (2005) 49.p. 50. Los “chulavitas” eran llamados así por su origen del pueblo
boyacense. Fueron personas organizadas de forma armada para asesinar a liberales y así disminuir
su fuerza electoral. Molano, p. 554, y pp. 557-558. Ver también, para el caso del Tolima. Uribe, Matar,
pp. 53-54.
155
Francisco Posada, Colombia: violencia y subdesarrollo, Universidad Nacional de Colombia,
Dirección de Divulgación Cultural, s.f., pp. 166-168.
156
Oquist, p. 233.
68 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
conferencia, otra conferencia, para evitar que la mala semilla fructifique en el seno de la
sociedad cristiana.157
157
Gerardo Martínez Madrigal, “Pastoral para la cuaresma de 1949”, marzo 19 de 1949, Acción
conservadora. [Garzón] enero 28 de 1949, p. 3.
158
Abel, Política, p. 202.
159
Henríquez, Imperio, pp. 141-142.
160
Orlando Villanueva Martínez, Guadalupe Salcedo y la insurrección llanera, 1949-1957. Editorial
Universidad Nacional de Colombia, 2012, pp. 104-105.
161
Guido Piccoli, "El sistema del pájaro." Colombia, paramilitarismo y conflicto social, Bogotá:
Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos–ILSA (2005), p. 49.
162
Manosalva, Los obispos, pp. 56-75.
Capítulo I 69
revelaba la preocupación de los jerarcas por continuar una línea más diplomática
contra las ideas liberales y comunistas. Sin embargo, otras investigaciones sobre la
Iglesia en Cali reflejan que el obispo Téllez asumió posiciones más radicales con el
comunismo y el protestantismo. 163
Una tercera posición consistió en la del obispo de Manizales Luis Concha Córdoba,
que expresó su enemistad hacia todo tipo de violencia, incluida la ejercida o
promovida por eclesiásticos. Para el prelado no se justificaba que los defensores de
la religión católica aprobaran el asesinato, independientemente de la filiación política
o religiosa de la víctima y del victimario. El caso del obispo de Manizales Luis
Concha Córdoba es un caso de catolicismo moderado, y consistió en no contribuir
a hechos violentos de ningún partido ni estar de acuerdo con exhortar al pueblo a
votar por determinado candidato. El obispo por el contrario prefería la libertad de
voto para los católicos. 164 Concha además resaltó el “tono respetuoso” que El
Tiempo empleaba para referirse a la Iglesia colombiana. 165
163
Carolina Abadía Quintero y Antonio José Echeverry Pérez. "De la intransigencia a la tolerancia.
La Acción Católica y los discursos del Episcopado Vallecaucano sobre la violencia, el protestantismo
y las ideas comunistas (1940–1965)". Reflexión Política, 20 (40), pp. 167-179. Web. marzo 2, 2019.
Disponible en https://doi.org/10.29375/01240781.3447171.
164
Manosalva, "La jerarquía", pp. 172-174.
165
González, Poderes, p. 191.
70 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
166
Helg, "La educación primaria", p. 16.
167
Conferencia Episcopal de Colombia, “Relaciones entre la Iglesia y el Estado”, 1948, p. 1. Web.
septiembre 5, 2018. Disponible en
https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1948%20Relaciones%20entre%20la%20Iglesia%20y%20el%20Estado.pdf
168
Conferencia Episcopal de Colombia, “Sindicatos confesionales”, 1951, p. 1. Web. septiembre 5,
2018. Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/1951%20Sindicatos%20confesionales.pdf
169
Absalón Jiménez y Helwar Figueroa. "Políticas educativas en la educación superior: 1952-1992."
Revista Colombiana de Educación 38-39 (1999), p. 11-12.
170
De Roux, Una Iglesia, p. 39.
Capítulo I 71
El clero se sentía con pleno derecho de abogar por sus espacios, entre ellos el
sindicato confesional. La reforma de 1952 promovida por Laureano Gómez fue de
corte corporativista, puesto que daba mayor participación al sector productivo, al
ejecutivo, y a la burocracia nombrada por instituciones del mismo gobierno con
mayor representación conservadora. Para esa Asamblea el presidente contaba con
seis miembros nombrados por él, cuatro por el Corte Electoral, dos exconsejeros de
Estado, diez miembros representantes de las entidades bancarias y agrícolas del
país, y una mínima representación de las universidades o institutos docentes de
enseñanza.174
171
Henríquez, "El sagrado”, p. 87.
172
Henríquez, Imperio, pp. 147-149.
173
Alfonso, p. 103.
174
República de Colombia Acto legislativo 1 de 1952. Disponible en http://www.suin-
juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1825107
175
Figueroa, Tradicionalismo, p. 189-193.
176
Figueroa, Tradicionalismo, p. 163-167.
72 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
1.2.1. Antiliberalismo
El liberalismo representaba un inminente error que algunos obispos atacaron
retrotrayendo el pensamiento del papa Pío IX expreso en el Syllabus. 178 El error 48
se refería al sistema educativo que se apartaba de la doctrina católica:
Pueden los católicos aprobar tal manera de formar la juventud, que esté apartada
de la fe católica y de la autoridad de la Iglesia, y que de manera exclusiva, o al
menos primaria, solo mire al conocimiento de las cosas naturales y a los fines de la
terrena vida social.179
El conocimiento que parte de la observación crítica de la realidad social desviaba la
atención de la juventud. La educación en Colombia fue un amplio escenario de
disputa entre las reformas liberales y los proyectos eclesiásticos, como también lo
fue durante la segunda mitad del siglo XIX. Por esta razón el rechazo de la jerarquía
a toda reforma de la República Liberal se debió principalmente a los cambios en
materia educativa. Por otra parte, los religiosos no encontraban siempre distinción
177
James Henderson, "El proyecto de reforma constitucional conservadora de 1953 en
Colombia." Anuario colombiano de historia social y de la cultura 13-14 (1986): 261-279, p. 264.
178
El “Syllabus errorum” corresponde al anexo de la encíclica papal Quanta Cura de 1864, y señala
los principales errores que había en las doctrinas liberales y el mundo moderno, de acuerdo con el
pontífice Pío IX. El documento, que señaló 80 errores, era definido por la Santa Sede como “catálogo
que comprende los principales errores de nuestra época señalados en las encíclicas y otras cartas
apostólicas de nuestro santísimo Señor Pío Papa IX”. Elisa Cárdenas Ayala, "El fin de una era: Pío
IX y el Syllabus." Historia mexicana 65.2 (2015): 719-746, pp. 722-724. Web. enero 10, 2019.
Disponible en http://www.scielo.org.mx/pdf/hm/v65n2/2
448-6531-hm-65-02-00719.pdf
179
“Instrucción”, p. 17.
Capítulo I 73
El Syllabus para la jerarquía era irreconciliable con las ideas de la modernidad, que
en el contexto colombiano se presentaron con las reformas de los liberales radicales
en la segunda mitad del siglo XIX, y que revivieron con las reformas de López
Pumarejo en 1936. Era evidente que los principios liberales eran hijos de
modernidad, que abogaban por derechos como la libertad individual y la autonomía
del Estado; el Syllabus, en cambio, impulsaba la romanización iniciada con Pío IX. 181
La Iglesia católica añoraba su naturaleza anterior al protestantismo, pues “el Estado
era considerado un fenómeno religioso y la religión un fenómeno social”, lo que
indica la unidad máxima entre lo social y lo religioso. Así “el Estado, la sociedad y
la religión estaban unidos en la mente y la experiencia del pueblo en general”. 182
El 29 de junio del mismo año, los obispos dedicaron una pastoral colectiva al comunismo,
mostrando su antagonismo con la religión cristiana. Algunos obispos como el futuro cardenal
180
Manosalva, Los obispos, pp. 27-28.
181
Arboleda, “Laicismo”, pp. 80-82.
182
Arboleda, “Laicismo”, p. 70.
183
Oquist, pp. 231-232.
184
Cfr. Herbert Braun, Mataron a Gaitán: vida pública y violencia urbana en Colombia, (Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, Centro Editorial, 1987).
185
En la noche de 13 de noviembre de 1985, después de la avalancha, había gente entre el lodo que
se lamentaba diciendo: “¿Por qué somos un pueblo matacuras? ¿Por qué fuimos un pueblo
matacuras?”. Andrés Felipe Ospina Enciso, "El sacrilegio sagrado: narrativa, muerte y ritual en las
tragedias de Armero". Revista Colombiana de Antropología 49.1 (2013) 177-198, p. 192. Web. julio
10, 2018. Disponible en file:///C:/Users/D/Downloads/RCA49(1)177-198Ospina.pdf.
74 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Crisanto Luque, entonces obispo de Tunja, Gerardo Martínez, obispo de Garzón, y monseñor
Builes condenaron al liberalismo como aliado del comunismo en los sucesos del 9 de
abril”.186
186
González, Poderes, pp. 296-297. Ver también: María Vázquez Piñeros, "La Iglesia y la violencia
bipartidista en Colombia (1946-1953). Análisis historiográfico". Anuario de Historia de la Iglesia, vol.
16, 2007., pp. 309-334. Editorial Universidad de Navarra. Disponible en
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35516021
187
El Siglo, “Rómulo Betancourt encabezó el complot contra la nación”. [Bogotá] julio 2 de 1948, p.
1.
188
“Rómulo”.
189
Oquist, p. 240.
190
Ricardo Arias, "Los sucesos del 9 de abril de 1948 como legitimadores de la violencia oficial."
Historia crítica 17 (1998): 39-46, pp. 44-45. Web, enero 6, 2019. Disponible en
https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/ 10.7440/histcrit17.1998.03. Ver también Molano, pp. 554-
556.
191
Miguel Ángel Builes, “El verdadero autor de la hecatombe del nueve de abril es el liberalismo,
declara Monseñor Builes”, mayo 13 de 1948, en Acción conservadora. [Garzón] mayo 29, 1948. En
esta prensa de la dirección del conservatismo regional se reprodujo con frecuencia pastorales
colectivas del prelado antioqueño.
Capítulo I 75
oportuna y valerosa colaboración del ejército”, lo que además elogió con frecuencia
la prensa regional católica de Garzón.192 No obstante, aunque la situación de orden
público parecía controlada, al mandatario no dejó de preocuparle que sus acciones
fueran insuficientes para sus expectativas: “No resulta fácil extirpar de un solo golpe
un movimiento de visibles conexiones internacionales...”.193
192
Mariano Ospina Pérez, “Alocución del Jefe del Estado”, Acción conservadora [Garzón] mayo 12
de 1948, pp. 1-3.
193
“Alocución”, pp. 1-2.
194
Abel, Política, p. 310.
195
Gerardo Martínez Madrigal. “Los prelados de Colombia condenan el liberalismo y prohíben votar
por candidatos abrileños”. Acción Conservadora. [Garzón] mayo 14, 1949, p. 2.
76 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
En la noche de la cena dijo Jesús a sus discípulos: Pues ahora, quien tiene la bolsa,
tómela; y también la alforja; y quien no la tiene, venda su túnica y compre espada.
Así me imagino que diría el mismo Nuestro Señor el viernes 9 de abril al Nuncio y al
Señor Primado y a los obispos todos de Colombia y a los sacerdotes y a los
religiosos y religiosas. El que no tenga revólver, venda su sotana y su hábito, y
cómprelo…196
Oquist observa que la iglesia católica realizó una labor partidista en varias diócesis
del país frente a las elecciones de 1949. El arzobispo de Bogotá, y los obispos de
Tunja, Pasto, Popayán, Pamplona, Socorro, San Gil y Santa Rosa de Osos, fueron
contundentes en su exhortación a votar por candidatos que representaran los
intereses de la Iglesia, que defendieran el conservatismo. 197 Builes además deliberó
con argumentos maniqueístas: “en Colombia y en general (…) solo hay dos partidos
que son dos tendencias y dos programas: el partido que milita con Cristo y su
doctrina y su Iglesia. El partido que milita contra Cristo y su doctrina y su Iglesia”.198
En Sogamoso, la población fue sometida a sanción canónica debido a que la
mayoría había votado por miembros del Partido Liberal en estas elecciones. 199
196
Abel, Política, p. 310.
197
Oquist, pp. 249-252.
198
Abel, Política, p. 200.
199
“Líderes católicos”, p. 6.
200
Oquist, p. 241.
Capítulo I 77
obtener poder absoluto, uno sobre el otro, o de formar alianzas con fines
hegemónicos, como había sucedido con la Unión Nacional. 201
1.2.2. Antiprotestantismo
Por otra parte, en el debate cívico-eclesiástico, el antiprotestantismo era otro
enemigo que la iglesia había encontrado y que a veces asoció al comunismo,
aunque, como sabemos, no se explica una relación entre estas dos esferas
ideológicas.
201
Oquist, p. 245. Villanueva, pp. 102-103.
202
Abel, Política, p. 195
203
Helg, La educación, pp. 256-264.
78 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, Eduardo Ospina señala que los protestantes utilizaban una
publicidad que atacaba a la institución eclesiástica, demostraba su ignorancia en
cuanto a la historia y los dogmas de la Iglesia, señalaba erróneamente como
idolatría la adoración de imágenes con origen divino de los católicos, como la
adoración a María. En este sentido la Iglesia encontraba tres medios de difusión del
protestantismo: los impresos, la instrucción y la beneficencia. 207 Estos mismos
escenarios, que la jerarquía encontraba para la difusión del mensaje comunista,
fueron constantemente atacados. La radio y la televisión al parecer no tuvieron un
amplio control protestante, si se sigue este argumento presentado por Eduardo
Ospina.
En el caso de los Llanos Orientales los protestantes fueron asociados a los grupos
de bandoleros y guerrilleros de la zona, como sucedió con Edmund Outhouse y su
esposa, Nohemí Kopp, líderes de la Misión Evangélica para el Casanare, sindicados
204
Miguel Ángel Builes. “El Protestantismo”. Cartas pastorales del excelentísimo señor Miguel Ángel
Builes, Obispo de Santa Rosa de Osos, 1940-1948. Bogotá: Empresa Nacional de Publicaciones,
1957 310-311. Ctd. en Carballo, p. 17.
205
Abel, "Misiones", p. 10.
206
Los debates dados en la primera mitad del siglo XX en Colombia sobre la educación no
confesional tienen relación con los presentados en la segunda mitad del siglo XIX, cuando se dio la
presencia de institutores protestantes y la conformación de la misión pedagógica alemana. La
jerarquía en Colombia buscó entonces la forma de continuar administrando la enseñanza y el sistema
educativo. Cortés, La Batalla, pp. 414-417.
207
Eduardo Ospina. Las sectas protestantes en Colombia: breve reseña histórica con un estudio
especial de la llamada" Persecución religiosa.". Imprenta Nacional, Bogotá, 1954, pp. 29-47.
Capítulo I 79
ellos de apoyar a los insurrectos liderados por Dumar Aljure, razón por la que el
padre Cuadros planeó la destrucción de la casa que servía de escuela. 208
Amaya también resalta que el partido liberal medió con el Departamento de Estado
de EE.UU. para desestimular las misiones protestantes, sin embargo, los frutos no
fueron los esperados, pues las misiones siguieron y el Departamento tomaba una
posición más neutral en materia religiosa.211 En la década del 40 la idea del
protestantismo era algo asociado al liberalismo. Es decir, no se hacían mayores
distinciones entre las ideas religiosas de los protestantes y el pensamiento liberal.
Carlos Arboleda explica que los protestantes que morían en acciones de la Violencia
lo hacían por sus ideas liberales y no por su condición religiosa. 212
Sin embargo, la persecución antiprotestante sí se presentó con cierta fuerza tras los
hechos del 9 de abril: pedreas a las viviendas de sus líderes, descuido de la atención
médica por parte de las Hermanas de la Caridad, prohibición del matrimonio civil,
confiscación de biblias y de literatura protestante. Los protestantes, organizados en
208
La escuela se había establecido desde 1942, en un lugar de los Llanos llamado El Secreto. A esta
escuela asistían jóvenes campesinos de la región. De acuerdo con el autor el centro de estudios
“contaba con una biblioteca, recursos didácticos, pedagógicos y maquinaria agrícola, suficientes
para brindar una eficiente educación”. Villanueva, pp. 353-354.
209
Abel, Política, p. 196.
210
Abel, "Misiones", p. 11.
211
Jeiman David López Amaya, "Misiones protestantes en Colombia 1930-1946. Geografía y política
de la expansión evangélico-pentecostal." Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 41.2
(2014): 65-103, p. 99.
212
Carlos Arboleda, "Pluralismo, tolerancia y religión en Colombia." Medellín: Pontificia Universidad
Bolivariana (2011): 204-205. Disponible en
file:///C:/Users/ESTUDIANTE/Downloads/Pluralismo_toler ancia_y_religin_en_Colombia.pdf
80 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
213
Abel, "Misiones" 16. Helwar Hernando Figueroa Salamanca, "Historiografía sobre el
protestantismo en Colombia. Un estado del arte, 1940-2009." Anuario Colombiano de Historia Social
y de la Cultura 37.1 (2010): 191-225, p. 199.
214
Figueroa, "Historiografía", pp. 197-198.
215
La Santa Sede siempre ha rechazado al protestantismo, cuyos orígenes se remiten a la figura de
Martín Lutero (1483-1543). Básicamente el problema del protestantismo es que quitó el carácter
sagrado de la sucesión apostólica de Cristo y la reemplazó por la figura de un hombre que no cuenta
con la misma legitimidad. Se preguntaba la jerarquía: “¿con qué fundamento se puede afirmar que
Lutero, o uno de los infinitos fundadores de sectas protestantes, es enviado por Dios?”. Conferencia
Episcopal Colombiana. “Necesidad de una misión divina”, 1944, p. 7. Web. marzo 4, 2019. Disponible
en https://www.cec.org.co/s ites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asamblea-
Plenaria/1944/Necesidad%20de%20una%20misi%C % B3n%20divina%20-%201944.pdf
216
Conferencia Episcopal Colombiana. “Necesidad de una misión divina”, 1944, p. 6. Web. marzo 4,
2019. Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asamblea-
Plenaria/1944/ Necesidad% 2 0de%20una%20misi%C3%B3n%20divina%20-%201944.pdf
217
“Necesidad”, p. 7.
Capítulo I 81
Los pastores eran falsos profetas ya que la visión del evangelio, para el clero, eran
“las visiones de su corazón”. En cambio los obispos, por ser delegados apóstoles,
llevaban la salvación, de acuerdo con la palabra de Lucas (X, 16): "Id por todo el
mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado se
salvará; mas el que no creyere será condenado". La Iglesia, que se levantó sobre
“la piedra” que Cristo indicó a Pedro, el primer obispo, junto a los sucesores
apostólicos y los fieles, siempre ha procurado mantenerse unida. La interpretación
de las obras sagradas no podía hacerse de forma libre como argumentaron los
protestantes. Los conocimientos sagrados requerían entonces de un guía que
pudiera llegar a “entenderlas acertadamente”.219
218
“Necesidad”, p. 11.
219
El debate sobre la interpretación libre de las escrituras se remonta a las reformas protestantes
relacionadas con la libertad de conciencia y la autoridad eclesiástica.
220
“Necesidad”, p. 10.
221
“Necesidad”, p. 11.
222
“Necesidad”, p. 11.
223
Villanueva, p. 357.
82 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
224
Villanueva, p. 358.
225
Ramírez Bonilla, p. 181.
226
William Mauricio Beltrán Cely, La expansión pentecostal en Colombia. Una revisión del estado
del arte. In: El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política.
Colección CES. Universidad Nacional de Colombia- Facultad de Ciencias Humanas- Centro de
Estudios Sociales (CES), Bogotá, 2010, p. 79.
227
Ospina, Las sectas, pp. 46-47.
Capítulo I 83
rural en regiones apartadas en donde, pese a las diferencias culturales, esta optaba
por el protestantismo a diferencia de las poblaciones con mayores condiciones de
vulnerabilidad que seguían siendo sostenidas por la Iglesia católica. De alguna
manera se subvertía el orden paternalista de la sociedad de hacienda que
mantenido en América Latina y se realizaba una protesta contra la institución
eclesiástica que lo defendía.228
1.2.3. Anticomunismo
El anticomunismo fue una posición eclesiástica que tenía un trasfondo sobre todo
ideológico y que confrontaba con las ideas del marxismo desde una lectura
bolchevique. Las ideas marxistas eran disímiles a la pretensión religiosa católica,
desde esta interpretación reduccionista de acuerdo con la encíclica Divini
Redemptoris. En este escenario era frecuente su desdén por todo lo asociado al
marxismo y comunismo empezando por la Revolución Rusa, y siguiendo con la
república española, la reforma laica de los años 20 en México, la reforma de los 30
y 40 del escenario colombiano y la Revolución Cubana. Ahora bien, contra este
mundo de la modernidad organizaba su sociedad integrista.
La encíclica Divini Redemptoris fue la carta que confrontó las ideas del comunismo.
En primera medida, para la Iglesia el comunismo mentía planes de justicia, igualdad
y fraternidad, pero también se trataba de un sistema social que excluía a Dios de su
método histórico y dialéctico. 229 Esa diferencia profunda entre estos dos mundos
ideológicos, el marxismo y el catolicismo, conllevó que la Iglesia atacara cada vez
que tuviera oportunidad cualquier pensamiento que se acercara al ideario marxista.
Cabe mencionar que la lectura realizada por la institución religiosa era la del
marxismo vulgar. Hobsbawm explica que el marxismo vulgar es aquel pensamiento
que no corresponde al sistema de ideas maduro de Marx, este es, el del
materialismo histórico. El marxismo vulgar está compuesto por ideas sobre la
“interpretación económica de la historia”, el modelo de “base y estructura”, el “interés
228
Beltrán, pp. 74-75.
229
Manosalva, “Los obispos”, pp. 26-27.
84 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
230
Eric Hobsbawm, Sobre la Historia, “¿Qué deben los historiadores a Karl Marx?, Ed. Planeta S.A.,
2014. Tr. Jordi Beltrán y Josefina Ruiz, Barcelona, 1998, pp. 152-153.
231
Jean-Yves Calvez, El pensamiento de Marx, versión de Florentino Trapero, Ed. Taurus, Madrid,
5º Edición, julio de 1966, pp. 560-561.
232
Calvez, p. 652
233
Calvez, p. 665-666.
234
Guzmán, et. al., Vol. 1. pp. 259-307.
235
Conferencia Episcopal de Colombia. “Por el episcopado español”, 1936. julio 15, 2018. Disponible
en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-Historicos/1936
%20 Por%2 0el%20Episcopado%20Espan%CC%83ol.pdf
Capítulo I 85
236
Helg, "La educación primaria", pp. 20-21.
237
Calvez, p. 562.
238
Conferencia Episcopal de Colombia, “Pastoral Colectiva de 1940”, p. 8. Web. Diciembre 4, 2018.
Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Asamblea-
Plenaria/1940/ La %20causa
%20de%20los%20males%20que%20afligen%20al%20pueblo%20cristiano%20es%20el%20
apartamiento%20de%20Cristo%20-%201940.pdf
239
Abel, Política, p. 199.
86 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Hacia la década de 1950 los movimientos universitarios católicos que contaron con
presencia de integrantes de los dos partidos rechazaron el comunismo
internacional.243 Si la Iglesia necesitaba cohesionar a sus “fieles” debía abarcar los
escenarios de mayor difusión, como el sistema educativo. La estigmatización
anticomunista configuró una imagen del enemigo hasta la década de los
sesentas.244
240
Distintas pastorales consultadas en Conferencia Episcopal de Colombia, agosto 13, 2018.
Disponibles en https://www.cec.org.co/search/node/1944
241
“Alocución”, p. 2.
242
“Instrucción”, p. 1.
243
Bidegaín, pp. 185-186.
244
Vilma Liliana Franco Restrepo, Orden contrainsurgente y dominación. Universidad de La Sabana,
2009, pp. 120-121.
Capítulo I 87
Vilma Liliana Franco explica buena parte de las relaciones encontradas hasta el
momento entre las medidas del clero, el conflicto político bipartidista y el contexto
de difusión del comunismo:
Por eso puede afirmarse que a través de la asignación de una connotación negativa del
comunismo y de su utilización como calificativo de una de las partes en conflicto, la Iglesia
católica, en particular, siguió desarrollando su conflicto ideológico con el liberalismo en torno
a temas como libertad de culto, matrimonio civil, divorcio vincular y escuela laica. En el marco
de la disputa bipartidista, mientras los conservadores —beneficiarios de la alianza del clero—
señalaban en sus proclamas que la lucha era la de la civilización contra la barbarie, para la
Iglesia lo que se enfrentaba era el bien contra el mal, la verdad contra el error, la luz contra
las tinieblas, Roma contra Moscú.249
La Iglesia a veces asociaba esta doctrina con los procesos laicos y liberales dados
en la primera mitad del siglo XX. Es decir, la Iglesia se movió en un sistema
245
“Instrucción”, p. 2.
246
“Instrucción”
247
Ayala, "Trazos", pp. 120-121.
248
Calvez, pp. 562-563.
249
Franco, Orden, p. 121.
88 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
No se trataba que la Iglesia actuara como un canal para la “difusión” de las ideas
anticomunistas y antiliberales simplemente, sino que existieron estructuras de
relación más complejas entre el poder eclesiástico y el Partido Conservador, que
abarcaban el proyecto de recristianizar la sociedad. Estas estructuras estaban
dirigidas por el arzobispo Manuel González y por el líder conservador Laureano
Gómez. En este sentido el clero prefirió el conservatismo puesto que daba mayores
garantías a la jerarquía para mantener una sociedad católica. La comparación de la
Iglesia con los medios de comunicación actual, como “instrumentos de mediación
simbólica colectiva”,250 no explica que la Iglesia careciera de proyectos propios de
sujeción.
Ahora bien, la relación que hallaba el clero nacional entre el comunismo y los hechos
de violencia del 9 de abril justificó que la jerarquía eclesiástica apoyara a Laureano
Gómez en las elecciones de 1949. Por otra parte, el periódico de mayor circulación,
El Tiempo, no constituyó una fuerte oposición, pues representaba más los intereses
e intenciones de sus jefes de prensa.251 Puede pensarse que las élites bipartidistas
no estaban tan preocupadas por resolver de fondo el problema de la desigualdad y
la pobreza, sino que evitaban que las organizaciones de corte comunista o socialista
entraran a la palestra política.
250
Franco, p. 137.
251
Abel, Política, pp. 216-217.
252
Alfonso, p. 103.
Capítulo I 89
sociedad, familia, autoridad y trabajo, cómo debían ser las obligaciones de los
“patronos” y “capitalistas” con sus trabajadores, por esta razón debían los primeros
comprometerse a
…dar un justo salario a los obreros; no estorbar sus justos ahorros por la violencia, o por el
fraude, o por procedimientos usurarios manifiestos o disimulados; darles libertad para
cumplir sus deberes religiosos; no exponerlos a las seducciones corruptoras y a los peligros
de escándalo; no apartarlos del espíritu de familia y del amor al ahorro; no imponerles
trabajos desproporcionados a sus fuerzas o inconvenientes a su edad o a su sexo. 253
La familia fue el centro de atención, puesto que era la reproductora del pueblo
cristiano. Hacia 1949, en vísperas del Congreso Eucarístico Bolivariano de Cali, el
papa Pío XII expresó la misión eclesiástica mundial en un radiomensaje:
Pocas necesidades habrá hoy tan apremiantes como la consolidación de la familia cristiana,
arco fundamental sobre el que descansa esa humana sociedad, que es como la cúpula que
corona todo el edificio de la creación; pocas tan urgentes como el saneamiento de esta fuente
natural de la vida, si se quiere salvar la existencia misma de la humanidad y hacer que no
se malogre en ella el fruto de la Redención. Hasta su misma unidad e indisolubilidad, hasta
su misma trascendental finalidad diríase hoy en peligro.254
El mensaje de Pío XII concluyó, en este evento, con bendiciones para el pueblo
colombiano: “Que el Dios eucarístico os bendiga a todos vosotros, queridos hijos, y
a todas vuestras católicas naciones, en las que la Iglesia tiene puestas tantas
esperanzas.”255 La familia es una institución importante para recuperar la sociedad
clerical propuesta por la Iglesia, tal como se observará en los comunicados del
obispo de Garzón.
Entre 1950 y 1953 se presentaron de nuevo alianzas para erradicar a las guerrillas
comunistas como sucedió en el caso del Tolima, en donde hubo negociación de
guerrillas liberales con el gobierno conservador y enfrentamientos de estas con las
guerrillas comunistas.256 En el caso de las guerrillas de los Llanos Orientales hubo
253
“Instrucción”, p. 15.
254
Vaticano, “Radiomensaje del Santo Padre Pío XII al I Congreso Eucarístico Bolivariano”, 30 de
enero de 1949. Web. julio 3, 2018. Disponible en https://w2.vatican.va/content/pius-
xii/es/speeches/1949/ documents/hf _p-xii_spe_19490130_eucar-bolivariano.html
255
“Radiomensaje”.
256
Eduardo Pizarro Leongómez, "Las FARC. De la autodefensa a la combinación de todas las formas
de lucha." Universidad Nacional de Colombia, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
Internacionales (1991), pp. 58-59.
90 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
una especie de “localismo”, como observa Villanueva, lo que no permitió que en los
dirigentes existiera una unión de los movimientos a nivel nacional. 257
Para guardar el orden de la naturaleza, que es al mismo tiempo, cuando se trata del hombre,
el orden moral establecido por el Creador, y se llama la ley natural, es indispensable
mantener y respetar esa jerarquía de valores, reconociéndole efectivamente al trabajador su
primacía de hombre sobre cualquiera otro factor económico. Pero es igualmente necesario
que el trabajador reconozca el puesto exacto que le corresponde y los deberes que le
incumben en orden a la producción. Porque la capacidad de producción no puede afirmarse
por igual de toda clase de trabajo humano, ni menos se puede atribuir esa capacidad
exclusivamente al esfuerzo material o trabajo manual. 258
Había una clara diferencia en la concepción del trabajo que tenían las llamadas
sociedades comunistas o socialistas y la concepción de la institución religiosa. La
iglesia veía como escenarios de confrontación de clases a los sindicatos, como lo
hicieron saber en la Conferencia Episcopal de 1958:
Los sindicatos deben ser instrumentos de concordia y que en esto difieren sustancialmente
de los sindicatos promovidos por socialistas y comunistas, quienes en los sindicatos ven un
cuerpo de choque, una arma de combate, destinada a destruir lo que ellos llaman la
burguesía, a eliminar las clases económicamente superiores para establecer el predominio
absoluto y exclusivo del proletariado.259
257
Villanueva, p. 363.
258
Conferencia Episcopal de Colombia, “Instrucción sobre el trabajo”, 1951, p. 4. Web. agosto 12,
2018. Disponible en https://www.cec.org.co/sites/default/files/WEB_CEC/Documentos/Documentos-
Historicos/ 19 51%20Instruccio%CC%81n%20sobre%20el%20trabajo.pdf
259
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 12.
Capítulo I 91
unas condiciones de vida dignas, en los escenarios reales, estos asuntos estaban
a merced de las autoridades o del patrón.
Se trata de los deberes de los obreros con sus patrones y la iglesia, y de su espíritu
cristiano, guiado por la bondad, la dignificación del hombre por el trabajo, y su
debilidad a la persuasión. Por esta razón debía evitarse que fuera “presa de las
260
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 6.
261
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 10.
92 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Dada la naturaleza social del hombre, la propiedad privada necesariamente tiene que ser
usada en una forma tal que de ella se beneficie la sociedad entera. Esa es la doctrina
enseñada por los Sumos Pontífices. La propiedad privada se justifica como medio para
conseguir un fin, que es la subsistencia propia y la de la familia.264
Los pobres, por su parte, no deben dejarse influir por esas prevenciones de aversión y de
odio contra los más afortunados; no considerar siempre como fruto de la injusticia el
bienestar de que ellos gozan, ya que son múltiples las causas, muchas de ellas fundadas en
la naturaleza misma, que determinan esas inevitables desigualdades. “Siempre tendréis
pobres entre vosotros”, nos dijo Nuestro Señor Jesucristo. Y si esto en todo tiempo y en todo
lugar será la verdad, lo será igualmente que los caminos contrarios a la caridad ya la justicia
jamás conducirá a mejorar de manera efectiva, lícita y estable la condición de nadie.
Esfuércense los trabajadores por ahorrar todo lo posible (…). De esta suerte al mismo tiempo
que elevarán su nivel de vida podrán estimular la generosidad de los patronos para que les
den mejor remuneración de su trabajo cuando vean que el alza de jornales y salarios redunda
efectivamente en mayor bienestar de sus trabajadores y no, como infortunadamente suele
suceder, en el aumento de la embriaguez, del juego y de otros vicios.265
262
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 11.
263
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 2.
264
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 3.
265
“Instrucción”, p. 15.
Capítulo I 93
Igualmente el dueño de vastas propiedades que no las cultiva o no usa sino una parte (por
ejemplo como criadero de ganado) y que no permite que gentes que viven cerca, quizás en
extrema miseria, cultiven otras porciones aprovechables de esas propiedades, falta sin duda
gravemente a la justicia social y no simplemente a la caridad, caso en el cual el Gobierno,
previa justa indemnización, puede y aun en algunos casos debe, si no han precedido actos
de violencia, expropiar esos terrenos y parcelarlos para beneficio común. 268
Sin embargo, la ocupación de tierras no se fue tarea fácil para los campesinos. La
reforma de López no transformaba la distribución de la tierra, pues era mínima la
propiedad que pretendió darse a los campesinos a fin de mantenerlos en un régimen
asalariado. Era el gobierno quien las pagaba a los terratenientes para vendérsela a
los campesinos.269 Archila explica que entre 1958 y 1961 los campesinos tuvieron
el 20,1% de participación en términos de protestas y luchas sociales en Colombia y
fueron el tercer actor más visible entre 1958 y 1990, después de los asalariados
(33,3 %) y los cívicos (22,6 %). En número de acciones sociales los campesinos
tuvieron tres ascensos, siendo el primero entre 1959 y 1961. 270 Durante este periodo
se presentaron procesos de colonización de tierras en Tequendama y Sumapaz.
Comparto con el autor que el conflicto de los campesinos perduró debido a que el
Estado no había resuelto el problema fundamental sobre la distribución de la tierra,
lo que mantenía la colonización y la confrontación entre hacendados y campesinos,
entre los terratenientes y los colonos.
266
Manosalva Los obispos, p. 96. Ver también El Eco del Vaticano, “Declaración del Episcopado
Colombiano a propósito de la reforma agraria”. No. 635. [Garzón] julio y agosto de 1960, pp. 101-
107.
267
Lukas Rehm, "Procesos violentos de formación del Estado en los inicios del Frente Nacional en
el Tolima, Colombia." Revista Colombiana de Sociología 38.1 (2015): 39-62. Web. enero 3, 2018.
Disponible en https://doi.org/10.15446/rcs.v38n1.53263
268
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 4.
269
Molano, pp. 549-550.
270
Los otros dos ascensos escapan a nuestro campo de estudio: 1971-75 y 1979-90. Archila, p. 188.
94 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, el capitalismo para el episcopado nacional “no [era] en sí mismo
condenable”274 por parte de la jerarquía, que afirmaba que “el trabajo humano no se
puede considerar como una simple mercancía, sujeta para la determinación de su
precio a la ley de la oferta y la demanda". 275 Hizo, además, una distinción entre el
capitalismo de patrones y el capitalismo de Estado, asociando el segundo al
marxismo y afirmando preferir el primero:
Y es claro que el capitalismo de Estado pesa sobre los trabajadores más duramente que el
capitalismo de patrones que al menos tienen sobre sí las leyes y el poder de un Estado que
guarda una posición neutral entre patrones y obreros, velando sólo porque queden a salvo
los derechos de los unos y de los otros.276
Esta visión tradicional que los religiosos hacían de las relaciones de trabajo o de la
distribución de los medio de producción dentro de una estructura paternalista en el
sistema de hacienda, reflejaba la supervivencia de una praxis desactualizada de las
demandas económicas y sociales actuales. Ahora bien, el capitalismo de Estado
era un concepto asociado a la distribución social de la riqueza, o al concepto vulgar
del marxismo.
271
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 4.
272
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 8.
273
“Declaración”, p. 103.
274
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 9.
275
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 7.
276
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 9.
Capítulo I 95
Los prelados siguieron justificando la desigualdad, lo que era una razón importante
para la Violencia. Así, de acuerdo con los religiosos la gente no debía cultivar
desprecio por el hacendado, ni por toda aquella persona que tuviera riqueza, sino
que debía esperar la atención “religiosa” de los deberes de los patrones de pagar lo
que correspondía al trabajador. Debía aislarse el odio contra el “capitalista”, lo que
era visto como un problema de la lucha de clases.279
277
De Roux, Una Iglesia, p. 23-24.
278
Franco, Orden, pp. 191-192.
279
“Pastoral Colectiva (Parte I)”, p. 3. Ver también Arias, El Episcopado, p. 196.
96 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
comunitaria. Hernando Vaca explica que esta forma mediática procuró volver al
campesino un “agente social”, permitiendo la interacción y mitigando la marginalidad
y el atraso en que estaba sumido.280 Hubo en este sentido una forma de mitigación
de los problemas sociales que dejaba la misma estructura de explotación, no
obstante dentro de la configuración de un pensamiento religioso confesional.
280
Vaca, p. 266.
281
Francisco Gutiérrez Sanín, "¿Una historia simple?." En: Comisión Histórica del Conflicto y sus
Víctimas (Editores), Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. Colombia:
Centro Nacional de Memoria Histórica (2015), pp. 4-5.
282
Juan Carlos Villamizar, "Elementos para periodizar la violencia en Colombia: dimensiones
causales e interpretaciones historiográficas." Ciencia Política 13.25 (2018): 173-198, p. 192.
Capítulo I 97
Pero la propiedad privada burguesa moderna es la última -y más acabada- expresión del
modo de producción y de apropiación basado en los antagonismos de clase, en la
explotación de los unos por los otros. En este sentido, los comunistas pueden resumir su
teoría en esta fórmula única: abolición de la propiedad privada.283
Podemos concluir que la participación ideológica del clero tiene una relación con el
establecimiento de un sistema axiológico relacionado con los valores de bondad y
la sumisión, lo que deriva en la dependencia. Estos valores no pueden desligarse
del contexto real en el que fueron difundidos, si se tiene en cuenta lo que explica De
Roux, en el sentido que “toda religión es una realidad socialmente situada”.284 En
este sentido, la jerarquía tradicional tuvo la tendencia de adaptar el sistema de
valores cristianos y eclesiásticos a unas estructuras políticas y sociales que
beneficiaba en últimas a una élite bipartidista.
283
Carlos Marx y Federico Engels. Manifiesto del partido comunista. Centro de Estudios Socialistas
Carlos Marx. México, 2011, p. 48. Web. 23 de septiembre de 2019. Disponible en
https://centromarx.org/i mages/stories/PDF/manifiesto%20comunista.pdf
284
De Roux, Una Iglesia, p. 22.
285
“Declaración”, p. 1.
286
“Declaración”, p. 6.
98 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Las acciones con carácter social de la Iglesia en el país se dieron tras el Concilio
Vaticano II (1962-1965), generando rupturas entre algunos eclesiásticos y la
jerarquía.291 La encíclica de Juan XXIII Humanae Salutis convocó al clero secular,
287
“Declaración”, p. 7.
288
Molano, pp. 570-571.
289
Archila, pp. 91-94.
290
Molano, pp. 572-573.
291
El Concilio Vaticano II (1962-1965) fue de carácter ecuménico. Anunciado por Juan XXIII en 1959
y en gran parte realizado por su sucesor, Pablo VI.
Capítulo I 99
regular y a las iglesias no romanas, para unirse sobre los principios de la iglesia
romana.292 Hay que advertir en el Concilio una forma de adaptación de la institución
religiosa a los cambios del contexto mundial, en vista de seguir ocupando un
espacio en la sociedad, es decir, que no es tan cierta la afirmación de que la Santa
Sede luchara contra la inequidad, aunque manifestara preocupación por las
condiciones socio-económicas de la población mundial.
292
El Eco del Vaticano. “Motu proprio “Concilium” por el cual se fija la fecha del próximo Concilio
Ecuménico”. No. 645. [Garzón], marzo y abril de 1962, p. 273. Juan XXIII, Humanae Salutis.
Disponible en https://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/apost_constitutions/1961/documents/hf_j-
xxiii_apc_19611225_humanae-salutis.html
293
Bidegaín, pp. 191-192.
294
Bidegaín, pp. 192-193.
295
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 5.
296
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 5.
100 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Sobre el caso del general Rojas, es importante ver cómo se identificó con el
conservatismo. No obstante, hubo un cambio en la construcción de sus argumentos.
Ayala emplea el método contént-analisis para revisar la frecuencia con la que
297
“Pastoral Colectiva de 1958”, p. 5.
298
Bidegaín, p. 189.
299
César Augusto Ayala Diago, Resistencia y oposición al establecimiento del Frente Nacional: Los
orígenes de la Alianza Nacional Popular (Anapo). Colombia 1953-1964. Universidad Nacional de
Colombia, 1996, p. 35.
300
Molano, p. 559.
301
Bidegaín, pp. 189-190.
302
Bidegaín, p. 178.
Capítulo I 101
aparecen las categorías de análisis, cuyas cinco primeras, de acuerdo con este
método, son: nacionalismo, reconciliación de clases, religión, pueblo y fuerzas
armadas. Como puede verse, la religión ocupaba un lugar importante, si se tiene en
cuenta su influencia en el contexto de la vida política y los conflictos sociales del
momento. Rojas representaba los valores mismos del conservatismo y de la Iglesia
católica, y por esta razón la élite bipartidista especialmente conservadora le imprimió
al general un tinte mesiánico.303
303
Ayala investiga sobre la frecuencia de las categorías utilizadas por Rojas en sus discursos, y para
ello escoge los años de 1953-54-59.303 Los años 53 y 54 constituyen los primeros de su
posicionamiento político y sus decisiones. El año 1959 refleja sus emisiones discursivas en un
contexto en el que el general es llamado a su defensa ante el Senado. Ayala, "El discurso", p. 207.
304
Helg, La educación, p. 267.
305
González, Poderes, p. 303.
306
Ronal Rodríguez, Rojas Pinilla ¿un dictador? de la dictadura positiva a la dictadura negativa,
Universidad del Rosario (Tesis de pregrado), 2006, pp. 44-45.
102 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
convocadas por el sumo pontífice para dar solución a asuntos de fe, moral y
disciplina eclesiástica especialmente para la Iglesia Universal. Las decisiones
deben ser aprobadas por el papa. Aunque se llame segundo, la Institución religiosa
ya había celebrado 21 concilios ecuménicos, siendo los más importantes los de
Éfeso (431), Trento (1545-1563) y Concilio Vaticano I (1869-1870).307
Si bien la Alianza para el progreso era difundida en América Latina a partir de 1961
por el presidente de EE.UU. John F. Kennedy como un proyecto para sacar de la
pobreza a los países en vía de desarrollo, influyó en el apoyo económico del país
norteamericano para obras sociales de cooperación internacional. El fin de esta era
combatir y prevenir la expansión del comunismo que había triunfado en Cuba en
1959.309 En el contexto del conflicto con el Estado en Tolima se configuraron
movimientos políticos con influencia de la Revolución Cubana.310
Esto explica por qué la iglesia propuso salvar a la población de las condiciones de
exclusión y miseria en la que se encontraba, aunque su propuesta fuera la de
establecer una sociedad católica. El Concilio Vaticano II dejó ver un escenario de
307
“La legión de María y el Concilio Ecuménico”, Cristiandad, Neiva. No. 241. 15 al 22 de diciembre
de 1962, p. 7.
308
Alfonso, pp. 112-117.
309
Diana Marcela Rojas, "Alianza para el progreso en Colombia". Análisis político 23.70 (2010): 91-
124.
310
El Movimiento Obrero Estudiantil Campesino (MOEC) fue la primera organización política
inspirada en la experiencia de Cuba de 1959. El MOEC no tuvo buenas relaciones con los dirigentes
del Partido Comunista. Gonzalo Sánchez, et al. Bandoleros, gamonales y campesinos: el caso de la
violencia en Colombia. El Ancora, 1984, p. 125.
Capítulo I 103
311
El Eco del Vaticano, “Instrucción Colectiva del Episcopado Colombiano sobre la celebración del
Concilio Ecuménico Vaticano II”. No. 641 [Garzón] julio y agosto de 1961, p. 195. Ver también, Arias,
El Episcopado, pp. 195-196
312
González, Poderes, p. 304.
313
Rehm, pp. 51-52.
104 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
314
Para comprender la coyuntura ideológica de la guerrilla colombiana con los movimientos políticos
comunistas internacionales, así como los principales hechos que permitieron la conformación de la
guerrilla de las Farc y la diferencia entre los modelos de guerra (Insurreccional y Guerra Popular
Prolongada), ver Mario Aguilera, "Las FARC: auge y quiebre del modelo de guerra." Análisis
Político 77, Bogotá, 2013.
315
Rehm, p. 53.
316
Rehm, p. 55. David Felipe Peña Valenzuela, "Lucha por el poder y representación política del
campesinado: los exguerrilleros liberales del sur del Tolima, 1957-1960." Anuario Colombiano de
Historia Social y de la Cultura 44.2 (2017): 171-197, p. 174.
317
Aguilera, Guerrilla, p. 32-33, 50-51. David Felipe Peña Valenzuela, "Lucha por el poder y
representación política del campesinado: los exguerrilleros liberales del sur del Tolima, 1957-
1960." Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 44.2 (2017): 171-197, p. 174.
318
Villamizar, “Elementos”, p. 185.
319
Ver Uribe López, p. 100.
320
Victorino Pérez Prieto, "Los orígenes de la teología de la liberación en Colombia: Richard Shaull,
Camilo Torres, Rafael Ávila, Golconda, Sacerdotes para América Latina, Cristianos por el socialismo
y Comunidades Eclesiales de Base." Cuestiones Teológicas 43.99 (2016): 73-108. Web. marzo 2,
2019. Disponible en http://www.scielo.org.co/pdf/cteo/v43n99/v43n99a04.pdf. Alfonso 183-195.
Capítulo I 105
Si bien posiciones como la de Camilo Torres y varios religiosos que compartían sus
ideas se enmarcaban en esta necesidad de reforma eclesiástica, había un amplio
sector de la jerarquía, en cabeza del arzobispo Crisanto Luque, que se oponía a
esta forma más coloquial de llevar el ejercicio pastoral y celebrar la liturgia. Por otro
lado, el enfoque académico de la Facultad de Sociología fundada en unión con
Orlando Fals-Borda, no gustaron a la jerarquía eclesiástica, que veía en ello un foco
de filtración del comunismo. 325
321
Cf. Javier Darío Restrepo. Golconda: La revolución de las Sotanas, 25 años después, Bogotá,
Editorial Planeta, 1995.
322
Alfonso, p. 116.
323
“La legión de María”, p. 7.
324
Arias, El Episcopado, pp. 198-199.
325
Broderick, p. 137.
106 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, es importante el aporte de Juan Carlos Villamizar a estar tesis al
recalcar e papel de algunos religiosos que cuestionaban la acción de la élite social
y la institución eclesiástica. Estos religiosos, como el padre Louis Joseph Lebret,
desarrollaron estudios sobre las condiciones de atraso social y material de la
población en distintas partes del país junto con Camilo Torres. De allí surgió el
estudio “Las condiciones del desarrollo de Colombia” (1958).328 Hay una
preocupación teológica por actuar en favor de la población más afectada por la
inequidad que dejaba el mundo moderno. 329 Había otra parte de la institución,
representada por clérigos y laicos, que tuvieron sus orígenes inclusive en algunos
326
Arias, El Episcopado, pp. 196-198.
327
Broderick escribe una biografía rigurosa sobre Camilo Torres. Los capítulos 4 y 5 narran su vida
dentro de la institución católica, su perfil intelectual, su acción social en Lovaina y los principales
estudios e investigaciones que influyeron en su pensamiento y posteriormente en su conducta a
favor de las clases marginales. Su tesis misma “Una aproximación estadística a la realidad
socioeconómica de Bogotá”, que le valió su título de sociólogo de la Universidad Católica de Lovaina
en 1958, es la muestra de su trabajo político y su posición religiosa. Cf. Broderick, pp. 45-117.
328
Villamizar, Juan Carlos. Pensamiento económico en Colombia: construcción de un saber, 1948-
1970. Editorial Universidad del Rosario, 2013, p. 31.
329
Villamizar, Pensamiento, pp. 212-216.
Capítulo I 107
En este marco de ideas, delimitado por las necesidades sociales que los Estados
no habían resuelto y por el cuestionamiento cristiano de solidaridad que tuvieron
algunos sectores de la Iglesia latinoamericana, tiene su génesis la Teología de la
Liberación, en la que converge el espíritu idealista cristiano y marxista. El cura Pérez
del ELN explica que la Teología de la Liberación es la primera teología cristiana
propiamente latinoamericana, a diferencia de la teología romana que había
perdurado en gran parte de la historia, o de otras manifestaciones dadas en las
Antillas y América tras el flujo de religiosos católicos de Europa. 332 De acuerdo con
el cura Pérez se trató un cuestionamiento de la praxis religiosa, a la relación del
individuo con la fe. Sergio Silva, explica algo similar: la Teología de la Liberación “es
-deliberada y conscientemente o no- un intento de reflexionar la fe desde la cultura
moderna y en una perspectiva de teología fundamental, que subraya la pregunta
por la credibilidad de la fe cristiana”. 333 Se trataba de una vocación por llevar a la
praxis social las enseñanzas de los evangelios, lo que marca una diferencia en la
prédica y la acción religiosa.
330
Plata y Vera presenta dos interpretaciones historiográficas de la institución religiosa. Aparte de la
iglesia como promotora o defensora del statu quo y de la violencia política, se encuentran las lecturas
que abordan a una parte de la institución eclesiástica que estuvo más acorde a las necesidades
sociales y contribuyó en resolver conflictos locales. Cf. Plata Quezada, William Elvis y Jhon Janer
Vega Rincón. "Religión, conflicto armado colombiano y resistencia: un análisis bibliográfico." Anuario
de Historia Regional y de las Fronteras 20.2 (2015): 125-155, pp. 127-137.
331
Villamizar, Pensamiento, pp. 241-243.
332
Pérez, pp. 76-77.
333
Sergio Silva, "La teología de la liberación". Teología y vida, 2009, vol. 50, no 1-2, 93-116, p. 105.
Web. marzo 4, 2019. Disponible en http://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492009000100008
108 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
A partir del Concilio Vaticano II la Iglesia y los episcopados en América Latina fueron
llamados a la idea de modernizarse, de asumir un compromiso frente a las
necesidades y los cambios de la sociedad contemporánea por parte de los
eclesiásticos. Hay que entender que las condiciones sociales de pobreza y de
exclusión social que sufrían los países latinos contribuyeron a que algunos
religiosos cuestionaran su ideal evangelizador en vista de hacer una Iglesia más
comprometida con la gente, que llevara una práctica religiosa más acorde con los
principios del cristianismo.
334
Encíclica Populorum Progressio, p. 4, Pablo VI, 26 de marzo de 1967. Web. marzo 3, 2019.
http://w2.vatican.va/content/paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-
vi_enc_26031967_populorum.html
335
“Populorum”, p. 13.
Capítulo I 109
provecho común del país”.336 Las demandas que señalaba el sumo pontífice
advirtieron la pobreza, la falta de gobiernos legítimos, y las consecuencias sociales
que se derivarían de estos dos factores.
Se presentó una relación sobre los escenarios en los que participó la Iglesia católica
en Colombia durante la Violencia. Los obispos, si bien no tuvieron una posición
homogénea frente a los temas políticos y sociales sensibles, su acción religiosa sí
marcó una línea ideológica, generalmente proconservadora, lo que permitió que se
presentaran acciones más profundas de participación de hecho en el conflicto, como
sucedió en contexto de elecciones o con los casos de colaboración armada. Como
se observa, hay una gran influencia del discurso religioso a nivel intrínseco de la
Iglesia. Estos discursos en su orden de mayor a menor jerarquía fueron: las
encíclicas papales, las conferencias episcopales y las pastorales o circulares, estas
últimas emitidas por los obispos. Por otra parte, los espacios de circulación de estos
discursos fueron la televisión, el cine, la prensa religiosa, y el púlpito. Ahora, es
importante ver cómo el discurso contribuyó a la configuración de una ideología sobre
una moral cristiana en el departamento del Huila, entre 1946 y 1964, como se
analiza a nivel ideológico en el segundo capítulo.
336
Vaticano, Encíclica Pacem in Terris, p 46. Juan XXII. Roma, 11 de abril de 1963. Web. marzo 3,
2019. Disponible en http://w2.vatican.va/content/john-xxiii/es/encyclicals/documents/hf_j-
xxiii_enc_11041963 _pa cem.html
Capítulo II 111
1946), la retoma del poder conservador (1946 y 1953), el golpe militar de Rojas
Pinilla (1953-1957) y los dos primeros gobiernos del Frente Nacional (1958-1966).
El obispo Martínez durante este periodo fue admirado por sus logros en materia
religiosa. Creó tres curatos: la Inmaculada Concepción de Neiva, la Catedral de
Garzón y la Iglesia de San Antonio en Pitalito, propuso reivindicar al pueblo cristiano
afectado por las reformas liberales y por la ideología comunista. Martínez fue un
constante defensor de la sociedad integral cristiana. En palabras del religioso
huilense Jenaro Díaz Jordán:
El gobierno de Monseñor Martínez se ha distinguido por un magno esfuerzo en pro del clero,
su valerosa defensa de los sacerdotes, la casa de servicios espirituales, la capilla del
seminario construido adyacente a la catedral y sobre todo la obra monumental del Seminario
de Garzón. Es así mismo admirable esta administración por su eficacia en la parte
económica, por la cruzada ardorosa por recristianizar el pueblo, de lo que dan una prueba
impresionante sus visitas pastorales, sus numerosos escritos, y las donaciones debidas a
1
El Eco del Vaticano, “Reseña de la labor realizada por Monseñor Martínez Madrigal durante su
gobierno de su Diócesis de Garzón”. No. 657. [Garzón] marzo y abril de 1964, p. 491.
2
El obispo solicitó incluso aporte económico a sus fieles para contribuir a la construcción de una
emisora para la Santa Sede. Gerardo Martínez, “Circular No. 44”, El Eco del Vaticano. No. 539.
[Garzón] marzo 15 de 1949, pp. 459-460.
3
González, “La Violencia”, pp. 303-456.
Capítulo II 113
Por otra parte, la provincia eclesiástica de Garzón entre 1905 6 (año de creación del
departamento) y 1972 correspondió a los límites actuales del departamento. Es
decir, la administración de Gerardo Martínez repercutió en todo el departamento del
Huila entre 1946 y 1964 durante el periodo de Violencia.
He acatado y acataré con profundo respeto las autoridades y entidades constitucionales que
siguen a la república en el orden civil. En el orden espiritual seguiré indefectiblemente las
normas trazadas por el Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la Tierra, a quien todos los
católicos debemos sujeción.7
Como se verá más adelante el obispo solo acató las decisiones políticas que no
alteraban el estado tradicional de la relación con el Estado, es decir, la Constitución
de 1886 y el Concordato de 1887. La gestión del jerarca procuró la cohesión del
4
Jenaro Díaz Jordán, Proceso histórico de pueblos y parroquias de la diócesis de Garzón, Neiva:
Imprenta Departamental Huila, 1959, p. 343.
5
Acción conservadora, “Discurso de Agradecimientos del Sr. Pbro. D. Jesús Antonio Castro R.”
[Garzón] julio 17 de 1947, p. 5.
6
Es importante mencionar que Esteban Rojas cumplió el papel de principal promotor de un sistema
educativo confesional en la región tras la Guerra de los Mil Días. El religioso en 1905 administraba
67 escuelas oficiales. Un año antes se había expedido el Decreto Nacional 491 de 1904 que
reglamentaba la enseñanza moral católica. Jairo Ramírez Bahamón, "Educación en el Huila 1905-
1922: Reconstrucción de la escuela y consolidación del proyecto católico." Revista Entornos 1.9,
Neiva, 1995: 13-22, p. 18.
7
Gerardo Martínez, “Respuesta del Excmo. Señor Obispo al Presidente del Senado”, El Eco del
Vaticano. No. 541. [Garzón] junio-julio de 1949, p. 8.
114 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Ahora bien, los pronunciamientos de la diócesis, así como las acciones de los
religiosos no dejaron de tener un impacto sobre la sociedad huilense, ya que se
8
Gerardo Martínez, “Circular No. 68”. El Eco del Vaticano. No. 567 [Garzón] septiembre de 1951, p.
439.
9
El Eco del Vaticano, “Informe sobre actividades de la Cooperativa “Esteban Rojas LTDA”. No. 653.
[Garzón] julio y agosto de 1963, pp. 430-433.
10
La información Semanario Liberal, “Una simple cuestión de urbanidad” [Neiva] agosto 26 de 1933,
p 1.
Capítulo II 115
Gerardo Martínez presentó su renuncia ante la Santa Sede por razones de salud en
1964, y en su lugar fue nombrado José de Jesús Pimiento. 11 Una preocupación del
obispo Pimiento en la última parte de este periodo de estudio (segunda parte del
año 1964) consistió en la integración de los fieles y los clérigos para “formar la
opinión pública en la Iglesia”.12 Era necesario conectar más a los religiosos con las
necesidades y opiniones del pueblo religioso que los seguía.
11
El Eco del Vaticano, “La Santa Sede acepta la renuncia de Monseñor Gerardo Martínez Madrigal
y nombra a Monseñor José de Jesús Pimiento Rodríguez como Obispo de Garzón”, marzo 3 de
1964. No. 657. [Garzón] marzo y abril de 1964, p. 490.
12
El Eco del Vaticano, “Discurso presentado por el Excmo. Señor Obispo José de Jesús Pimiento,
en el Banquete ofrecido por la Ciudadanía de Neiva”, No. 660 [Garzón] septiembre a diciembre de
1964, p. 15.
116 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
13
El Eco del Vaticano nació en 1903, en Garzón, tres años después de haberse creado la Diócesis.
Se considera el “órgano oficial” de la iglesia en la región, por lo que resulta un documento
imprescindible para comprender la función e intenciones del clero frente a la población huilense.
14
El decreto era encabezado de la siguiente manera: “Nos. Gerardo Martínez, por la gracia de Dios
y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Garzón…”. Diócesis de Garzón. “Decreto No. 31”. El Eco
del Vaticano. No. 538. [Garzón] enero de 1949, pp. 442-443.
Capítulo II 117
15
Sandra Durán, Eloísa Lamilla y Germán Ferro, “La religiosidad popular en la construcción de una
geografía de lo sagrado en la ciudad de Neiva”, Historia Comprehensiva de Neiva, Neiva: Academia
Huilense de Historia, 2016, p. 227
16
Durán, et. al, p. 227.
17
Cristian Salamanca Arévalo, "La iglesia en Neiva. El papel eclesiástico en la organización socio-
política durante el siglo XIX" Historia Comprehensiva de Neiva 2: 173-200, p. 180.
18
Salamanca, pp. 180-181.
118 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Los íconos religiosos como los santuarios, así como la distribución de los epicentros
religiosos como Neiva o Garzón ilustran el carácter activo con el cual la diócesis ha
desarrollado su proyecto católico. Durán y otros autores han visto esta perspectiva
de larga duración en la práctica religiosa del departamento:
19
Durán, et. al, p. 227.
20
Leopoldo del Ave María es un sacerdote viejocatólico en el Huila. Su nombre es Julio Emilio
Arboleda Zapata. Nació en Cartago, Valle del Cauca, el 4 de marzo de 1954. Estudió Ciencias
Religiosas en la Pontifica Universidad Javeriana y vivió en Roma durante 6 meses, en donde
perteneció a la orden de los franciscanos. De ahí proviene el nombre religioso “Leopoldo del Ave
María”. Es disidente de la iglesia tradicional, pero decidió conservar su nombre por el que lo conocen
muchas personas en el municipio que actualmente vive, Villavieja, y en el que presta de manera
voluntaria sus servicios religiosos junto a un grupo de sacerdotes. Se declara defensor de los más
pobres. Hermano Leopoldo del Ave María, entrevista personal realizada para esta investigación
(Villavieja; noviembre 9 de 2019). Ver también “Afirma religioso: “En Colombia las muertes las
provoca la corrupción””. SemanarioVoz.com, diciembre 2 de 2016. Disponible en
http://semanariovoz.com/afirma-religioso-en-colombia-las-muertes-las-provoca-la-corrupcion/. Ver
también la entrevista "Las muertes en Colombia no las genera la guerrilla, las genera la corrupción":
Sacerdote. Café Stereo La Radio Boliviana, diciembre 3 de 2016. Disponible en
http://radiocafestereo.nu/index.php /component/k2/item/2107-las-muertes-en-colombia-no-las-
genera-la-guerrilla-las-genera-la-corrupcion-sacerdote
21
Los viejos católicos o veterocatólicos corresponden a un conjunto de Iglesias cristianas que se
separaron de Roma en la segunda mitad del siglo XIX, debido al rechazo de algunos religiosos de
Austria, Polonia, Alemania y Suiza a la infalibilidad del papa, decretada en el Primer Concilio Vaticano
(1869-1970). Los religiosos de esta comunidad se congregan por la Unión de Utrecht, y tienen
comunión con la Iglesia anglicana. Los religiosos se difieren de la Iglesia tradicional por su relación
con el celibato, que es opcional, el derecho de cada obispo para fundar su templo, y difieren de
Roma, en el sentido que no consideran al papa como la única autoridad para definir las doctrinas en
materia de fe y moral. Iglesia Misionera San Pablo, “Historia de la Iglesia Viejo Católica”. Disponible
en https://icacviejoscatolicos.wixsite.com/iglesiamision era/untitled-c24jx
Capítulo II 119
22
Leopoldo, p. 237.
23
El Eco del Vaticano, “Bula de su Santidad Pablo VI, por la cual se erige en concatedral la Iglesia
de la Virgen María Inmaculada de Neiva”. No. 660 [Garzón] Septiembre a diciembre de 1964, pp. 4-
5. Concatedral hace referencia a que comparte el mismo nivel de dignidad e importancia de sede
episcopal dentro de la institución eclesiástica.
24
El Eco del Vaticano. Acta Número 1. No. 660 [Garzón] septiembre a diciembre de 1964, p. 6.
25
“Homilía del Excmo. Sr. Obispo de la Inauguración de la Catedral de Neiva”. El Eco del Vaticano.
No. 660 [Garzón] septiembre a diciembre de 1964, p. 8.
26
Durán, et. al, p. 231.
Capítulo II 120
Los santuarios de la capital han movilizado a la población con mayor fuerza desde
principios del siglo XX, no obstante, sus raíces religiosas populares provienen desde
la Colonia y están cargados de connotación simbólica. Ejemplo de estos santuarios
ubicados en la capital son: el de San Roque en Caguán, el de Santa Rosalía en
Palermo, el de Nuestra Señora del Carmen en Santa María y el del Señor de los
Milagros en San Francisco. El santuario de Santa Rosalía es una incrustación de
yeso sobre rocas que tienen grabados e imágenes precolombinas (arte rupestre).388
387
Eloísa Lamilla Guerrero, "El cementerio central de Neiva (Huila): Escenario de activación,
reinterpretación y disputa de múltiples memorias." Universitas Humanística 72.72 (2011).
388
José Andrade, Vladymeer León y Edwin González. Pinturas rupestres en Palermo, Huila. Testigos
silenciosos en los santuarios católicos, 2007. Disponible en En Rupestreweb,
http://www.rupestreweb.info/
palermo.html
389
Milina Muñoz. “Una visita al santuario de Nuestra Señora de las Mercedes de Nátaga, Huila”.
Biblioteca Nacional de Colombia, 1962. 212-220, p. 215. Web. agosto 10 de 2019. Disponible en
http://catalogo.bib
liotecanacional.gov.co/uhtbin/cgisirsi.exe/?ps=Cm9IkWPjRS/B.NACIONAL/120970029/9
122 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Saúl Quintero asumió el mando de los bandoleros “Tres Espadas” y “El Mico”, tras
el asesinato de estos dos en Palermo. “El Renco” Quintero fue asesinado a las
afueras de este municipio huilense luego de que su compañera sentimental lo
390
Ramírez Bahamón, "Educación", p. 14.
391
Jairo Ramírez Bahamón, “La educación pública: Mucho conservadurismo y poca ciencia”. Huila,
100 años no es nada II, Comp. Luis Ernesto Lasso. Neiva, 2008 38-39.
392
“La religiosidad popular”, p. 247.
393
Leopoldo del Ave María, “Estado y clericalismo: poder antipopular”, "Huila: 100 años no es nada."
Comp. Luis Ernesto Lasso Alarcón, 2008, p. 238.
394
Benjamín Alarcón Yustres, “Saúl Quintero: de Bandolero a Santo”, Palermo, caminos de paz.
Com. Carlos Parra Rojas y Luis Ernesto Lasso Alarcón, Neiva: 2016, p. 46.
Capítulo II 123
395
Yustres, pp. 52-54.
396
Yustres, p. 54.
397
Sánchez, "Historia", pp. 196-199.
398
Bernardo Tovar Zambrano, "Religión, tradición e identidad. La cultura ecuestre y pastoril de la
comarca opita." Historia General del Huila, V5. Academia Huilense de Historia, 1996, 411-461, p 416.
124 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
399
María Victoria Uribe, "Mata, que Dios perdona. Gestos de humanización en medio de la
inhumanidad que circunda a Colombia." Veena Das: sujetos del dolor, agentes de dignidad. Editor
Francisco Ortega, 2008: 171 191, pp. 177-178. Web. 20 de noviembre. Disponible en
http://www.bdigital.unal.edu.co/8285/1/VeenaDas .pdf#page=171
400
Uribe, "Mata", pp. 179-180.
401
Gerardo Martínez, “Carta Pastoral para la Pascua de 1944”, Acción conservadora. No. 251.
[Garzón] 3.
Capítulo II 125
Muy privilegiada sería la parroquia que contara siquiera con veinte niños de comunión diaria.
Conservan su inocencia porque la Providencia divina les ha puesto un ángel que los guarde;
pero el fervor no lo sienten, porque el hogar en el que se ha mecido su cuna, es frío casi casi
pagano; sus padres hechos al ambiente materialista; no solo no les inculcan la piedad a sus
hijos, sino que con satánica crueldad los alejan de Dios. Y si en épocas ya idas la escuela
suplía la deficiencia de los padres en el campo religioso y moral, hoy, oh Dios mío! Es mejor
callar!402
El llamado del obispo era mantener el catecismo católico. En la pastoral
recomendaba tres cosas para rendir el homenaje que Dios merece: primero, oír la
palabra divina ya que fortalece la fe; segundo, hacer constantemente oración ya que
es un medio de comunicación íntima entre Dios y el alma, lo cual fortalece en el
creyente su conocimiento sobre el Supremo; y tercero, estudiar el catecismo para
enseñarlo a los hijos, ya que “la ignorancia religiosa aleja a los hombres de Dios y
los precipita al abismo del vacío y del error”.403
Además, hacia mediados de los años cuarenta del siglo pasado se estaban aunando
esfuerzos para construir el Seminario de Garzón. Gerardo Martínez manifestó que
“una obra bella” era contribuir para que el Seminario fuera una realidad, pese al
rechazo por parte de algunas personas “impías”: “Abriga Ud. dudas sugeridas por
los impíos acerca de la importancia y suma utilidad de la obra del Seminario?
Acérquese al prelado que él le ayudará a desvanecerlas”. En este sentido el obispo
organizó la semana “Proseminario”.404 El centro de estudios era para el obispo “el
corazón de la Diócesis”.405
402
Martínez, “Carta Pastoral”, p. 3.
403
Martínez, “Carta Pastoral”, p. 4.
404
Acción conservadora [Garzón] julio 15 de 1944, p. 3.
405
Gerardo Martínez, “Circular No. 49”, El Eco del Vaticano. No. 540. [Garzón] abril 3 de 1949, p.
482.
406
Acción conservadora, “Proseminario” [Garzón] febrero 2 de 1946, p. 2.
126 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Otros autores a distancia de tantas desgracias son… los maestros marxistas que,
despreciando olímpicamente al Episcopado colombiano que protestó inútilmente contra los
desafueros en las universidades, colegios y escuelas, formaron en el materialismo más
brutal, durante los últimos 16 años a estos mismos jóvenes que encabezaron la acción
demoledora del 9 de abril.408
Por otra parte, para la diócesis la construcción de la Presentación en Gigante
contribuía a restar los males padecidos por las mujeres: “ella piensa en placeres,
visitas, bailes, en espectáculos, en noches pasadas en fiestas, en la que perece
primero la salud moral y después la física”.409 Asimismo la fundación en Neiva de
un nuevo colegio por parte de las Hijas de María Auxiliadora aportaba a la
reconstrucción moral del departamento.410 Los centros de estudio de las Hermanas
de la Presentación se fundaron en la región finalizando el siglo XIX y comenzando
en XX. En Neiva, en 1882; en Timaná, en 1892; en Pitalito, en 1894; en Garzón, en
1896; en Agrado, en 1899; en Altamira, en 1905, y en San Agustín, en 1938. 411
407
El Eco del Vaticano, “El Seminario Diocesano”, No. 567. [Garzón] septiembre de 1951, p. 437.
408
Martínez, “Carta Pastoral”, p. 2.
409
El Eco del Vaticano, “Un sagrario más”. No. 541. [Garzón] mayo de 1949, p. 490.
410
El Eco del Vaticano, “Asuntos diocesanos”. No. 541. [Garzón] abril y mayo de 1949, p. 494.
411
El Eco del Vaticano, “Las Hermanas de la Presentación en el Huila”. No. 562. [Garzón] abril de
1951, pp. 366-367.
Capítulo II 127
412
La consagración al Corazón de Jesús se presentó en Colombia en 1902. La Jerarquía celebró los
50 años en 1952 como símbolo de “paz y reconciliación”. Gerardo Martínez, “Circular No. 74” 15 de
mayo de 1952. El Eco del Vaticano. No. 575. [Garzón] mayo de 1952, pp. 71-73.
413
Henríquez estudia la procedencia del Sagrado Corazón, su simbología y la relación que tuvo en
el contexto de la Revolución Francesa, como un elemente religioso usado por los
contrarrevolucionarios. Henríquez, "El sagrado", pp. 80-81.
414
Henríquez, "El sagrado", pp. 81-83.
128 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
A nivel moral como era contemplado en el país integrista de los católicos, la familia
era el núcleo fundamental. Por esta razón debía mantenerse unida, legitimada por
el matrimonio y guiada por el catecismo. 420 El Episcopado en Colombia fue sólido
en su interés por controlar la moral de los individuos: “Es la Iglesia la única que
actúa en el interior de la persona, formando integralmente su conciencia”,
expresaron los religiosos en la pastoral de la Acción Cultural Popular en 1958. 421
415
Calderón, p. 144.
416
Henríquez. Imperio, pp. 133-134.
417
Vaticano, “Radiomensaje de su Santidad Pío XII a los fieles de Colombia con motivo de la Primera
Asamblea Nacional de las Obras Católicas”. Junio 20 de 1952. Web. octubre 29 de 2019. Consultado
el 16 de junio de 2019. Disponible en https://w2.vatican.va/content/pius-
xii/es/speeches/1952/documents/hf_p-xii_spe_19520620_fedeli-colombia.html
418
El Eco del Vaticano. “Ley 1 de 1952. Por la cual se conmemora el cincuentenario de la
consagración oficial de la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús y se declara una
Fiesta Nacional”. No. 576. [Garzón] junio de 1952, pp. 87-88.
419
Henríquez, Imperio, pp. 85-86.
420
Gerardo Martínez, “Pastoral para la Cuaresma de 1952”, El Eco del Vaticano. No. 573. [Garzón]
febrero 20 de 1952, pp. 33-41.
421
El Eco del Vaticano, “Instrucción Pastoral sobre la Acción Cultural Popular”. No. 628. [Garzón]
septiembre, octubre y noviembre de 1958, p. 467.
Capítulo II 129
Los religiosos se preocupaban por la afluencia de fieles, así los párrocos de la región
denunciaron ante la diócesis la disminución de asistencia de los fieles a la misa en
Fortalecillas, celebraban que hubiera más religiosos en Vegalarga, 422 describían las
misiones llevadas por clérigos a las comunidades indígenas de Caquetá.423 Para un
mayor control, en El Eco del Vaticano ponían de manifiesto los límites de la provincia
eclesiástica de Garzón, así como el de las parroquias en los distintos municipios. 424
422
El Eco del Vaticano, “De los autos de visita”. No. 543. [Garzón] octubre de 1949, p. 52.
423
“El lugar dista de aquí unas 35 horas en johnson, o 40 y más en lancha, o 9 días en canoa. Se
trata de un lugar de clima más benigno, punto estratégico para reclutar niños del Caquetá, miriti y
apaporis”. Fr. Luis de Garzón O.F.M. Cap. “Las misiones en el Caquetá”, El Eco del Vaticano. No.
543. [Garzón] octubre de 1949, p. 54.
424
El Eco del Vaticano, “Límites de las parroquias de la Diócesis”. No. 548. [Garzón] febrero de 1950,
pp. 129-139.
130 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
siguiendo a Cortés, el pensamiento antiliberal del clero llegó hasta bien entrado el
siglo XX,425 tal como se ha expuesto en el caso particular de Martínez en Garzón.
Hay que llevar al convencimiento de todos los colombianos que el gobierno liberal no
constituye una amenaza ni un peligro para sus creencias religiosas ni el menor
cercenamiento de los legítimos derechos y garantías de que deben disfrutar todos los cultos
morales en el pueblo civilizado.427
Sin embargo, en esta manifestación del partido liberal hay una aparente ingenuidad
o una premisa de conservar el arraigo jurídico que había gozado la religión católica.
Si el liberalismo pretendía convencer al conservatismo y al clero de mantener en un
mismo nivel de derecho su culto religioso al igual que otros cultos en boga, como
los protestantes, se puede pensar que los dirigentes liberales o desconocieron lo
que consideraron los conservadores como “legítimos derechos y garantías” en el
ejercicio del catolicismo en Colombia o pretendieron aprobar reformas que no
425
Cortés, La batalla, pp. 401-405.
426
Vázquez, "La Iglesia", p. 324.
427
La Información Semanario Liberal, “La reconquista del poder y sus responsabilidades”. No. 267.
[Neiva] mayo 20 de 1933, p. 1.
Capítulo II 131
cambiara mucho el estado jurídico actual que para 1930 aún conservaba la
institución eclesiástica.
Martínez rechazó las reformas al sistema educativo liberal, y como forma de control
de la escuela ordenaba a sus párrocos un seguimiento riguroso a los educadores.
Cuantificó a los maestros siguiendo un plan denominado “la marcha de las escuelas”
en 1943. La idea era que los sacerdotes y los párrocos en sus distintas jurisdicciones
realizaran un informe detallado sobre el número de maestros, junto con sus nombres
y escuelas en las que prestaban sus servicios. Los sacerdotes debían entregar una
“clasificación de estos [los maestros] atendida su conducta y competencia, y demás
datos necesarios para rendir una información completa exigida por alguna autoridad
superior y proporcionar además al clero diocesano oportuna y previa orientación”. 428
Su preocupación radicó en la vida disoluta de muchos educadores, y otros
problemas relacionados con la “moral indebida” y con el hecho que las mujeres
estuvieran encargadas de la instrucción. En la circular manifestó el obispo Martínez:
Hay que confesar que no todo marcha como fuera de desearse. El abuso de licor en algunos
maestros, y aun maestras, la vida relajada en varios; algún caso comprobado de corrupción
de menores; tentativas de coeducación; la impreparación y la pereza en no pocos; los
inconvenientes de las maestras madres; el poner maestras en las escuelas de hombres sin
recordar que hace apenas dos lustros se alegó como causa para quitar las escuelas a las
Hermanas de la Caridad el que “la mujer es incapaz de formar varones” etc., fueron
obstáculos para que las escuelas no rindieran todo lo que de ellas se esperaba”.429
En la misma pastoral resaltó el interés por mantener un estado educativo
concordante con los principios católicos, en una escala de conceptos tradicionales:
la vida espiritual cristiana, la moral y la buena conducta, y posteriormente, en
congruencia con los hechos de la Violencia, el anticomunismo y el antiliberalismo.
La educación con principios católicos se presentó para el jerarca como la
oportunidad para resarcir todos los problemas nacionales. Al respecto escribió
Martínez:
Hogar, escuela y sociedad, los tres factores decisivos en la educación de la niñez pueden
en tesis general calificarse hoy de desfavorables. Pero cuentan con valiosísimas
428
Gerardo Martínez, “Las escuelas primarias”, Acción conservadora. No. 247. [Garzón] febrero 7 de
1944, p. 4.
429
Martínez, “Las escuelas”, p. 4.
132 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
excepciones, tanto más precisas cuanto más raras, llamadas a colmar los deseos del Divino
Maestro, de volverle los niños a Él.430
Así, cuando el jerarca se preguntaba por las causas que permitieron la
transformación de los niños, que pasaron de ser unos seres educados en el
Evangelio y los principios cristianos en sus hogares, a ser seres groseros y déspotas
con sus superiores, encontraba en las reformas liberales las causas principales:
Quizá haya muchas causas. Y no será la menor el vuelco que dieron las cosas con la
transformación política iniciada en el año 30. Es lo cierto que aquí en nuestro Huila hubo
maestro de escuela que como prácticas de obras manuales, pidió todos los catecismos e
hizo que los niños los redujeran en el pilón a masa para hacer cartones. Húbolos también
quienes dictaron, como tema de instrucción cívica a los alumnos, conferencias sobre las
funciones de los órganos sexuales. Visitador de escuela hubo que aprovechando el
momento de pasar ante él su propia esposa próxima de ser madre, tomó de ello ocasión
para explicar a su hijo por qué su mamá estaba tan gruesa. Uno de nuestros Directores de
Educación alardeaba de que ya en las escuelas los alumnos eran personitas, verdaderos
hombrecitos.431
La instrucción de la Eucaristía era dictada desde el Vaticano. Pío XII exhortó a los
párrocos a mantener la asistencia de sus feligreses a la misa. 432 Que los niños
aprendieran en las escuelas cómo una mujer adquiere el estado de gravidez o que
fueran tomados como seres pensantes de la sociedad no era bien visto, puesto que
para el clericalismo el conocimiento debía permanecer en la expectativa de lo
sobrenatural. El liberalismo, con las reformas del 30, proponía en cambio un saber
científico, lo que revivía el debate sobre la autoridad del conocimiento, debate que
se había dado con las reformas constitucionales de la segunda mitad del siglo XIX
relacionadas con el sistema educativo.
Los medios para luchar contra esta nueva enseñanza, ajena a la fe católica, era la
construcción de templos, parroquias y seminarios, en dónde acoger y fortificar de
esta manera a la población creyente para enfrentar los males de la modernidad.
Estos fueron los temas discutidos en la diócesis a causa de las reformas educativas
de López Pumarejo. En estos debates sobresalió la voz del obispo para quien la
educación atravesaba por una crisis generada por la Revolución Rusa:
430
Gerardo Martínez, “Por la niñez”, Acción conservadora. [Garzón] abril 23 de 1947, p. 2.
431
Martínez, “Por la niñez”, p. 2.
432
El Eco del Vaticano, “Curia Romana”. No. 543. [Garzón] octubre de 1949, p. 45.
Capítulo II 133
…el estudio de la Religión en dieciséis años de régimen liberal fue nulo en las escuelas y
colegios oficiales; ahora, aunque el Gobierno favorece e impulsa el estudio teórico y práctico
de la Religión, tampoco se hace nada debido a la ineptitud de algunos maestros que solo
buscan en el magisterio una nómina para pasar la vida.434
Ahora bien, la ignorancia en materia religiosa era la causante del indiferentismo
religioso. Por esta razón era fundamental la directriz de crear centros de catequistas
por parte de las autoridades religiosas locales, por lo que debía impulsarse la
construcción del Seminario Mayor de Garzón.435
La construcción del Seminario contó con apoyo del gobierno nacional. La ley 33 de
1948 del Congreso de Colombia decretó financiar parcialmente las obras religiosas
de la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá en Barranquilla y del Seminario
Mayor de Garzón. Además autorizaba la realización de distintas actividades que
permitieran recaudar dinero, siempre y cuando se pactara con el alcalde y recibiera
este un 10% de las utilidades como contribución a las Sociedades de Mejoras
Públicas.436 La instrucción religiosa era fundamental para Martínez, y por lo tanto
433
Gerardo Martínez, “Circular N° 41. El prelado habla sobre los últimos sucesos”, mayo 5 de 1948,
Acción conservadora [Garzón] mayo 12 de 1948, p. 4.
434
Olegario Rojas Castro. “Informes parroquiales (Íquira)”, El Eco del Vaticano. No. 593-594.
[Garzón] diciembre de 1953, p. 352.
435
Martínez Gerardo, “Pastoral del Exmo. Y Rvdmo. Señor Obispo de Garzón para la Cuaresma de
1956”, El Eco del Vaticano. No. 608. [Garzón] febrero de 1956, pp. 113-119.
436
Artículo 3°: “La Nación contribuye con la suma de doscientos mil pesos ($ 200.000) para la
construcción del edificio destinado para el Seminario Diocesano de Garzón, cumplidos como están
los requisitos que exige la Ley 71 de 1946”. Artículo 4°: “La Contraloría General de la Republica
señalará el procedimiento legal pertinente para la entrega de las cuotas señaladas en los Artículos
1o y 2º de esta Ley, que serán entregadas conjuntamente al Excelentísimo señor Obispo de
Barranquilla y la párroco de la iglesia de Nuestra Se\ora de Chiquinquirá, en la ciudad capital del
Atlántico, y al Excelentísimo señor Obispo de Garzón, respectivamente”. República de Colombia.
Ley 33 de 1948. Web. Disponible en http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1589449
134 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
…un peligro para la juventud y una amenaza a nuestra querida patria, en su totalidad
católica, que necesita para su desarrollo y futura grandeza de hombres cuya educación haya
sido cimentada en la doctrina Divina que Jesucristo legó a la Iglesia para su custodia, difusión
y defensa, como la única depositaria de la verdad…438
El arzobispo actuaba con “la firme esperanza de que al frente de la Universidad
Nacional [fuera] puesto un hombre que [dirigiera] y [diera] enseñanza a los alumnos
de acuerdo con la doctrina católica”.439 Como se puede ver hay una enorme
influencia del pensamiento religioso sobre las decisiones que se tomaban en el alma
máter. La Universidad Nacional ya había vivido polémicas antiliberales por parte de
las autoridades eclesiásticas desde su fundación en 1867.440
437
El Eco del Vaticano, “De Conferencias Episcopales”. No. 553. [Garzón] julio de 1950, p. 223.
438
Ismael Perdomo, “Carta de Ismael Perdomo a Antonio Rocha”, Acción conservadora. No. 252.
[Garzón] abril 29 de 1944, p. 2.
439
Perdomo, “Carta”, p. 2.
440
Para entender el contexto de la fundación de la Universidad Nacional de Colombia ver Cortés, La
batalla, pp. 425-464.
441
Artículo 18: “Las leyes determinarán lo relativo al estado civil de las personas, y los consiguientes
derechos y deberes. Asimismo, podrán establecer el patrimonio familiar inalienable e
inembargable”. Acto Legislativo 1 del 5 de agosto de 1936. Disponible en http://www.suin-
juriscol.gov.co/view Documen t.asp?id=1824914
Capítulo II 135
sobre los asuntos civiles de la familia. Implicaba que se excluyeran de los protocolos
religiosos a los fieles que vivían en unión libre o concubinato:
Los que hicieren deben ser tratados como PECADORES PÚBLICOS puesto que son
CONCUBINARIOS; se le han de negar los sacramentos, aunque los pidan públicamente,
mientras no reparen el escándalo dejando su manera de vivir o contrayendo verdadero
matrimonio ante la Iglesia; no pueden ser válidamente admitidos en las asociaciones o
corporaciones piadosas: son INFAMES CON INFAMIA DE HECHO.442
La cita que apareció en Acción Conservadora había sido tomada de una nota de
prensa de La voz Católica de Cali que expresaba el desdén del prelado por toda
unión matrimonial que no se realizara bajo los principios católicos. En Garzón,
además, se volvía costumbre celebrar uniones matrimoniales en horario nocturno,
por lo que el obispo Martínez hizo un llamado a los párrocos para que celebrara
conscientemente las uniones en horas de misa y no por la noche. 443 En cuanto a los
hijos fuera del matrimonio, llamados popularmente “ilegítimos”, con orden del
arzobispo primado en 1949, la diócesis dio paso a decretar igualdad de condiciones
para ambos casos (legítimos e ilegítimos). Esto quería decir que ya no era necesario
especificar este detalle en la margen del certificado de bautismo. 444
442
Acción conservadora, “Por la santidad del matrimonio católico y por el honor y la dignidad de los
hogares cristianos”, La Voz Católica de Cali [Garzón] abril 30 de 1947, p. 2 (mayúscula del texto
original).
443
Acción conservadora, “Circular del Excmo. Sr. Obispo sobre matrimonios nocturnos”. No. 324.
[Garzón] mayo 12 de 1947, p. 2.
444
El Eco del Vaticano, “El Excmo. Sr. Obispo adopta para esta Diócesis la siguiente resolución del
Excmo. Sr. Arzobispo Primado”. [Garzón] s.f. 488.
445
, Gerardo Martínez, “Pastoral para la Cuaresma de 1950”, febrero 20 de1950. El Eco del Vaticano
[Garzón] abril de 1950, p. 150.
446
El Eco del Vaticano. No. 553. [Garzón] julio de 1950.
136 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
El Estado por tomaba medidas de coerción. En este mismo año de 1950 el Gobierno
de Laureano Gómez promovió un censo, para lo que distribuyó 3250000 carteles en
su publicidad. Al Huila llegaron 51344 afiches promocionales de esta iniciativa que
pretendió, más allá de cuantificar la población en los principales departamentos,
obtener información como lo decían algunos de sus anuncios publicitarios: “Persona
no censada no es persona”, “Cooperación”, “La verdad se impone, dígala a los
censos”.447
447
República de Colombia. Contraloría General de la Nación. Dirección de censos nacionales. “La
organización censal en Colombia en 1950 Estudio Crítico”. Coordinador de censos nacionales Luis
B. Ortiz C. 27-29. Web. Disponible en
http://catalogoenlinea.bibliotecanacional.gov.co/client/es_ES/search/asset/ 132756/0
448
De acuerdo con Cortés, con el Concordato de 1887, el gobierno colombiano apoyó el arribo de
comunidades religiosas, como los Hermanos de la Salle que llegó en 1890 durante el arzobispado
de Bernardo Herrera. Las comunidades tendrían el doble objetivo de coadyuvar a la recristianización
y evangelizar las comunidades indígenas en regiones adonde había poca o nula presencia
eclesiástica. La imagen de Bautista de la Salle, para la diócesis de Garzón, era la del religioso
dedicado a la conformación de la comunidad católica al haber sido el fundador de los “Seminarios
para maestros de escuela para el campo”. Cortés, La Batalla, p. 506. Ver también “San Juan Bautista
de la Salle, Patrono de todos los Maestros”, El Eco del Vaticano. No. 568. [Garzón] octubre de 1951,
pp. 457-459.
449
Esta organización de la Iglesia, fue concebida por Pío XI (“el patriarca de la Acción Católica”) a
principios del siglo XX. Se puede considerar como “adiutorium” del clero, “que es tanto como decir
colaboración de los seglares en el apostolado jerárquico, según la definición clásica de vuestra
asociación”. También tiene el sentido de “espejo de unión” y “bandera de salvación”. El Eco del
Vaticano, “Esenciales características de la Acción Católica”. No. 633. [Garzón] marzo y abril de 1960,
pp. 37-42.
Capítulo II 137
misional del movimiento en Colombia, como el folleto del padre Jorge Monastoque,
director de la Unión de Trabajadores de Boyacá y la cartilla de la Doctrina Social
Católica del Padre F. Mejía S. I.450
Este miembro de la Acción Católica estudió en la capital del país y se reunía con
otros religiosos del movimiento católico y con el arzobispo. En el encuentro de 1951
en la capital los religiosos trataron las acciones de la organización religiosa: la
importancia de promover sindicatos, cooperativas, granjas, predicar la doctrina
eclesiástica manifiesta en las encíclicas papales, y defender a los campesinos.
Asimismo la orden de formar dirigentes preparados para la tarea de la organización
de la “masa”, de líderes que fueran integrales moral y psicológicamente. Para crear
líderes con estas cualidades era necesario crear círculos de estudio entre diez y
quince integrantes, teniendo en cuentas que los grupos fueran “lo más homogéneo
posible para que haya espíritu de confianza y fraternidad”. 451
450
Ambos documentos se consideraban las brújulas del movimiento de Acción Católica, y contenían
el pensamiento de esta organización de religiosos y laicos. Rómulo Trujillo, “Carta a los párrocos”,
Eco del Vaticano. No. 561. [Garzón] marzo de 1951, p. 343.
451
Rómulo Trujillo, “Recuerdos de un mes de estudios”, El Eco del Vaticano. No. 562. [Garzón] abril
de 1951, p. 358.
452
Lewis Coser analiza el fenómeno de las instituciones voraces en tres niveles que se relacionan
entre sí: primero, las personas al servicio de los gobernantes; segundo, las personas, especialmente
mujeres, que están a beneficio de familias voraces, y tercero, las personas inmersas en
colectividades voraces. En las tres condiciones el investigador encuentra que los individuos no tienen
voz ni voto, y que están a entera merced del amo, del esposo o del líder. Ver Lewis Coser. Las
instituciones voraces. México: Fondo de Cultura económica, 1978.
453
Coser, p. 125.
138 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte la diócesis dio la directriz de conformar el grupo Movimiento de Acción
Social Cristiano (MASC) como alma de la Unión de Trabajadores Católicos para que
actuaran en la organización de la Acción Social Católica en Colombia. 454 Escribió
Trujillo en ese entonces: “[el] sacerdote que desee crear el MASC debe avisar a la
Coordinación Diocesana, de donde se le mandarán los estatutos y lo pondrán
inmediatamente en comunicación con la Directiva Nacional, que es la que dirige el
Movimiento en el país”.455 En la misma nota de Trujillo aparece una “Consigna”:
“Todo párroco que quiera trabajar en la A. S. C. [Acción Social Católica] debe
proceder inmediatamente a la creación de una célula o centro de MASC”. 456 Por
parte de la diócesis se emitió la orden para que todas las parroquias de la provincia
eclesiástica contaran con miembros que participaran en el MASC. Ahora bien, esta
manera de estructurar las acciones del clero alrededor de la Acción Social y la
Acción Católica requirió que los párrocos pagaran cuotas a la organización religiosa,
cuotas que algunas parroquias tuvieron en mora. 457
Para que existieran más dirigentes laicos preparados en la habilidad de conducir las
acciones dadas por la Acción Católica en distintas poblaciones del país, los párrocos
escogían las personas más aptas para llevar a cabo su formación. En este sentido
las personas debían contar con “alguna preparación intelectual y religiosa”. 458 La
Acción Católica debía continuar su lucha contra la expansión comunista en el
contexto internacional.
454
Trujillo, “Recuerdos”, pp. 358-361.
455
“Recuerdos”, p. 361.
456
En el texto original la palabra “consigna” aparece en mayúscula sostenida. “Recuerdos”, p 361.
457
Gerardo Martínez, “Circular No. 125”, El Eco del Vaticano. No. 631. [Garzón] abril a diciembre de
1959, pp. 6-7.
458
Rómulo Trujillo, “Curso de dirigentes”, El Eco del Vaticano. No. 565-566. [Garzón] julio y agosto
de 1951, p. 427.
Capítulo II 139
La diócesis de Garzón llegó a preparar a 300 religiosos en 1962, para que fueran
dirigentes de la Acción Católica del Huila. 463 Queda señalar que en los municipios
de Palermo y Santa María, en donde hubo presencia de pájaros y chulavitas, se
prepararon 29 y 48 personas respectivamente. 464 Por esta razón es importante
hacerse la pregunta sobre las relaciones que existieron en estas poblaciones entre
las autoridades civiles y las eclesiásticas, si se tiene en cuenta la actividad de grupos
459
En el caso de la región la censura no era un asunto nuevo. A nivel regional, entre 1905 y 1922
los religiosos ejercieron la censura en cumplimiento de directrices de las altas jerarquías
eclesiásticas en el Concilio Plenario Latinoamericano desarrollado en Roma en 1899. En este
concilio la iglesia prohibió de forma oficial todos los textos noticiosos de “herejes y apóstatas que
atentaran contra la fe católica, y aquellos documentos literarios que tuvieran contenido obsceno”. En
el departamento del Huila, el clero censuró los periódicos del político liberal Anselmo Gaitán Useche.
Acebedo, p. 29.
460
El Eco del Vaticano. “Conclusiones de la Cuarta reunión del Consejo Episcopal Latino Americano”.
No. 634. [Garzón] mayo y junio de 1960, pp. 59-64.
461
“Conclusiones”, p. 63.
462
Cristiandad, “Ha triunfado la verdad”. Nota Editorial. No. 235. [Neiva] 3 al 10 de noviembre de
1962, p. 3.
463
El Eco del Vaticano. “Informe del Delegado de la Acción Católica para el Excmo. Señor Obispo”.
No. 644. [Garzón] enero y febrero de 1962, p. 263.
464
“Informe del Delegado”, p. 263
140 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Lástima da con ese campesino que haya tenido que sufrir tanto por los odio políticos, que
nada les ha dejado de bueno y les ha dejado todos los males. Ahora, gracias a Dios, están
trabajando con mucho entusiasmo y unidos, y parece, que la violencia, al menos política, no
vuelva a aparecer, contando con ayuda de Dios. 467
Para la Violencia que acá se estudia la presencia del conflicto que llevó a la
organización armada campesina se da en el sur del Tolima especialmente, aunque
cabe señalar que este departamento había presenciado hechos de organización
social y política en la década del 20 del siglo anterior, en el Líbano, en donde hubo
465
Tarquino Sierra Lozada, “Informe de la Parroquia de Nuestra Señora de Las Mercedes de
Colombia”, El Eco del Vaticano. No. 649. [Garzón] noviembre y diciembre de 1962, p. 354.
466
Los centros poblados de la región cercanos al Tolima, como San Luis y El Carmen fueron
escenarios de la violencia bipartidista a mediados del siglo anterior. El gobernador del Huila, Gustavo
Salazar Tapiero, solicitó apoyo de la fuerza pública. La Policía Nacional dispuso 100 hombres para
vigilar los límites entre estos dos departamentos, de acuerdo con los informes del Archivo histórico
del Tolima consultados por Olmedo Polanco y que comprendieron el periodo del 7 de agosto de 1950
y el 7 de agosto de 1951. Polanco, pp. 76-77.
467
“Informe de la Parroquia”, p. 355.
Capítulo II 141
La labor de los sacerdotes no podía omitir este aspecto que tocaba sus parroquias;
en este sentido los religiosos en el departamento necesitaron recuperar su autoridad
para influir política y socialmente como se afirma en esta investigación. La diócesis,
de acuerdo con las publicaciones de El Eco del Vaticano, resaltó constantemente el
papel de la autoridad eclesiástica como sucesora de Cristo.
468
Gonzalo Sánchez, “Los bolcheviques del Líbano”, Ensayos de historia social y política del siglo
XX. Ancora Editores Ltda, Banco de la Republica, 1985, pp. 18-107.
469
Acción conservadora, “Ofrecimiento del banquete y del Obsequio del Clero”. No. 326. [Garzón]
Julio 17 de 1947, p. 3.
470
Acción conservadora, “Alocución del Prelado”. No. 325. [Garzón] mayo 31 de 1947, p. 2.
471
José Pizzardo y Carlos Confalonieri, “La recta formación de los clérigos (I)”, Roma, marzo 7 de
1950, El Eco del Vaticano. No. 568. [Garzón] octubre de 1951, pp. 453-454.
142 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Se observa que en el caso particular del obispo Martínez los puntos más
amenazantes para el orden cristiano propuesto en el Syllabus, eran el cuarto
(socialismo, comunismo, sociedades secretas, sociedades bíblicas, sociedades
clerico-liberales), puesto que hay una condena al comunismo como causante de
todos los males; el séptimo (errores acerca de la moral natural y cristiana), ya que
denuncia una moral que atenta contra la enseñanza del catecismo y de las buenas
costumbres; el octavo (errores acerca del matrimonio cristiano), cuando condena el
concubinato, velando por un orden en la familia y el hogar cristianos, y el décimo,
en el sentido en que el liberalismo ha generado cambios en las políticas integristas
que había tenido el clero colombiano antes de la reforma del 5 de agosto de 1936.
El Syllabus se enmarcó “dentro de una coyuntura particular: la de la confrontación
entre la Iglesia católica romana y las propuestas del mundo político “moderno””. 475
472
“Alocución del Prelado”, p.2.
473
Gerardo Martínez, “Carta a los padres de los Seminaristas”, El Eco del Vaticano. No. 576. [Garzón]
junio de 1952, pp. 91-92.
474
Gerardo Martínez, “Circular No. 105”, El Eco del Vaticano. No. 613. [Garzón] octubre y noviembre
de 1956, pp. 218-219.
475
Cárdenas, p. 730.
476
El Eco del Vaticano, “Congreso Eucarístico Bolivariano. Alocución del Sumo Pontífice”. No. 539.
[Garzón] febrero de 1949, p. 451.
Capítulo II 143
Gerardo Martínez no descartó que los sacerdotes utilizaran todos los mecanismos
para cohesionar a los fieles: “se ha de procurar durante este año como homenaje
de filial amor todos los medios que estén a nuestro alcance”. En el mismo párrafo:
“dejamos al celo de nuestros buenos sacerdotes escoger los medios que juzguen
de mayor eficacia para alcanzar del cielo las gracias para extender más y más el
reinado de cristo”.480
477
El Eco del Vaticano, “Mensaje del Excmo. Sr. Obispo de Garzón al dignísimo Presidente del
Congreso Eucarístico Bolivariano”. No. 539. [Garzón] febrero de 1949, p. 454.
478
Simón Bolívar. “Carta al General Gamarra”. 30-VI-1826. El Eco del Vaticano. No. 579. [Garzón]
septiembre de 1952, p. 162.
479
Gerardo Martínez, “Circular No. 59”, junio 16 de 1950, El Eco del Vaticano. No. 553. [Garzón]
julio de 1950, p. 220.
480
Martínez Gerardo, “Circular No. 45”, marzo 20 de 1949, El Eco del Vaticano. No. 539. [Garzón]
febrero de 1949, pp. 460-461.
144 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, considerando la dignidad que el catolicismo otorga al sacerdote, este
debía vivir a la altura de su misión, lo cual ponía en duda los votos de pobreza.
Martínez lo llamaba con un oxímoron: “esplendorosa sencillez”:
Ahora bien: Dada la dignidad excelsa del sacerdocio cristiano, participación y prolongación
maravillosa del eterno sacerdocio de Cristo y, dada la trascendencia social del ministerio que
desempeña el párroco como embajador de Cristo, como cooperador de Dios en la hora de
santificar y salvar las almas, es evidente que la casa parroquial, la que comúnmente
llamamos casa cural, debe estar revestida de esa esplendorosa sencillez y encantadora
decencia con que se realzan siempre la religión cristiana, la verdadera virtud, y la misma
dignidad humana.481
Años después, hacia 1964, la jerarquía colombiana continuaba dictando
instrucciones eclesiásticas para que fueran ejecutadas por obispos y párrocos en
todas las latitudes del país. Así indicaba que las personas que realizaban labores
colaborativas con las acciones de la Iglesia fueran recomendadas por el obispo de
lugar, y velaba porque en todos los establecimientos de educación se enseñara
catequesis o se instruyeran a los estudiantes en cantos litúrgicos. 482 Si bien había
disminuido el discurso beligerante, la misión de cohesionar a fieles y laicos fue
notoria en las pastorales de este año de 1964, tanto en el obispo Pimiento, sucesor
de Martínez, como en la jerarquía eclesiástica nacional.
481
Acción conservadora, “Discurso del R. P. Francisco A. Cadena B. en la bendición de la primera
piedra para la nueva casa cural de Nazaret” abril 11 de 1948 [Garzón] mayo 12 de 1948, p 3.
482
El Eco del Vaticano. “Normas de la Jerarquía Colombiana para la correcta Aplicación de la
Constitución sobre la Sagrada Liturgia”. No. 660. [Garzón] septiembre a diciembre de 1964, p. 18-
19.
Capítulo II 145
Por ejemplo, al obispo Martínez los fieles de Timaná le escribieron una carta,
firmada por Misael Mejía y Mejía, en la que exaltaban su misión pastoral.483 El
obispo era asociado a las acciones del mártir apóstol Pedro cuando decidió
abandonar Roma, y en el camino se encuentra con Cristo. Pedro le pregunta que a
dónde se dirige, y él dice que a Roma. Luego le pregunta la razón, y Cristo le
responde: “A que me crucifiquen a la vez”. Entonces Pedro se devuelve con su
“rebaño”.484 Esta narración en forma de parábola enaltece la misión evangelizadora
del prelado, que debía soportar un presente social y político que le restaba
importancia como autoridad en el orden social. Se trata de un escrito realizado por
una persona ilustrada, de la que no se encontraron referencias biográficas, pero por
su tono escrito e ideas expuestas se observa un nivel cultural elevado. Además
exponer ideas compatibles con el pensamiento religioso de Martínez.
…porque conoce vuestras excelsas virtudes y sabe de las duras batallas que a diario libras
con los enemigos de la Iglesia y en defensa del rebaño que se os ha confiado; y este pueblo
espera en vos, Exc. Sr., porque sabe que no flaquearéis ante las constantes arremetidas del
espíritu del mal.485
La idea sacrificial se explican los términos con que se dirigen los fieles:
…este pueblo católico sabe quién sois y a quién representáis….. Comprende que sois, Exc.
Sr., digno y auténtico representante de Cristo, un sucesor del pescador apóstol, del primer
Obispo de Roma; que formáis gallardamente, parte de aquella falange que escogió Jesús
483
Acción conservadora, “Elocuente saludo al excelentísimo Sr. Obispo Gerardo Martínez Madrigal”
agosto 1 de 1947, Timaná. No. 330. [Garzón] octubre 29 de 1947, pp. 2-3.
484
“Elocuente saludo”, p. 2.
485
“Elocuente saludo”, p. 2.
146 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
para conquistar el mundo, y por eso, acude jubiloso a escuchar vuestra voz,…. y a implorar
vuestra santa bendición.486
En cuanto a su relación con el apostolado:
Veinte siglos han transcurrido desde entonces….. y los discípulos de Cristo, los sucesores
de Simón Pedro, …….sostenidos por el edificante ejemplo de Gran Apóstol, prosigue la
conquista del mundo, afrontando persecuciones y tormentos. Y con pastores como vos, Exc.
Sr., y con pueblos católicos como este, estamos ciertos de que Jesús no tendrá que repetir
la bella cuanto profunda frase: a Roma a que me crucifiquen otra vez….. 487
También la labor del obispo Martínez parecía tener un impacto positivo en los fieles
del círculo católico de Santamaría (Santa María), municipio del noroccidente de la
región. En una carta dirigida al “Excelentísimo Señor Obispo” los campesinos de
Círculo Católico agradecieron y bendijeron al prelado por su labor pastoral. Esta
organización proclamó su “adhesión irrestricta al Supremo Jerarca de este rebaño
y orgullosamente manifiesta que está listo a secundar todos sus afanes por el
auténtico engrandecimiento espiritual y material de la Diócesis”. 488 En Martínez, por
su parte, hubo una defensa del campesino como representante de las virtudes
“cristianas y cívicas”. Llegó a solicitar que en cada parroquia se construyera “la Casa
del Campesino”, que era una especie de espacio de esparcimiento y reposo cuando
los campesinos tuvieran que ir a los principales centros urbanos. 489
Surge la pregunta sobre qué significa un obispo o un párroco para la sociedad civil.
Durante la construcción de la casa cural del párroco de Nazaret, vereda del
municipio de Garzón, el sacerdote Francisco A. Cadena se refería al hecho como
un acontecimiento social, por tratarse de la vivienda del delegado apostólico en la
población:
Él [El obispo], como representante de Dios, vigila, fomenta y hace crecer las vidas de las
almas que se hacen cristianas, con el sacramento del bautismo. Los párrocos, bajo la
autoridad de los Obispos, son el instrumento de Dios para santificar al mundo .490
486
“Elocuente saludo”, p. 2.
487
“Elocuente saludo”, p. 2.
488
Acción conservadora, “Saludo al Excmo. Señor Obispo”. No. 293. [Garzón] enero 12 de 1946, p
1.
489
El Eco del Vaticano, “Circular No. 83”. No. 591-592. [Garzón] octubre y noviembre de 1953, pp.
319-320.
490
Acción conservadora, “Discurso del R. P. Francisco A. Cadena en la bendición de la primera
piedra para la casa cural de Nazaret”, abril 11 de 1948. No. 336. [Garzón] mayo 12 de 1948, p. 3.
Capítulo II 147
Para el sacerdote hay una correlación entre el amor de los fieles hacia su delegado
apostólico con la acción de contribuir en la calidad de vida del mismo:
Cuánto más aprecian los fieles de una parroquia a su párroco, tanto más debe lucir ese
aprecio en la decencia de la casa parroquial. Mas no se hacen todas las obras parroquiales
de una vez. Por tanto, no sólo se justifica, sino que se impone ese acto, como estricto
cumplimiento de un deber sagrado que pesa sobre los fieles de esta parroquia de Nazaret,
que hoy se aprestan para cometer sin tardanza, esta obra importantísima encaminada a
proporcionar a su párroco una morada verdaderamente digna.491
Los sacerdotes debían entonces estar en todos los escenarios de la vida social: “en
los campos, en las oficinas, en las fábricas, en los hospitales, en las cárceles, en
medio de las masas de trabajadores, haciéndose hermano de sus hermanos para
ganarlos a todos a Cristo”.492 Sin embargo, para América Latina, que era la tercera
parte importante del clero mundial de acuerdo con la diócesis, había puesta todas
las esperanzas en los procesos de recristianización.493
Por otra parte, los sacerdotes debían aumentar en número para dar cobertura a la
región.494 Y debían practicar la enseñanza de acuerdo con el concilio de Trento,
puesto que el comunismo había traído la destrucción del hogar cristiano y todos los
actos de bandolerismo y saqueos de las ciudades y los campos en Colombia. 495
También el clero español colaboró con el envío de religiosos a América Latina,
considerando “sus afinidades”. La jerarquía española preparó entonces la Obra de
Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, aprobada por la Santa Sede para
preparar a sacerdotes españoles que cubrieran las misiones necesarias en América
491
“Discurso del R. P”, p. 3.
492
El Eco del Vaticano, “El sacerdote frente a la ardua tarea de hoy, Carta del Sumo Pontífice al
Rmo. P. Clemente Milwaukee, Ministro General de los PP. Capuchinos (A.A.S., 41 (1949), pp. 64-
66)”, Roma, diciembre 4 de 1948. No. 549. [Garzón] marzo de 1950, pp. 144-145.
493
El Eco del Vaticano, “La escasez del Clero en América Latina”. No. 653. [Garzón] mayo de 1951,
p. 375.
494
Gerardo Martínez, “Circular No. 139”. Septiembre 15 de 1962. El Eco del Vaticano. No. 648.
[Garzón] septiembre y octubre de 1962, p. 337.
495
Gerardo Martínez, “Pastoral de Excmo. y Rvdmo. Señor Obispo de Garzón. 11 de febrero de
1963”, El Eco del Vaticano. No. 650. [Garzón] enero y febrero de 1963, p. 365.
148 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Que el paso del R. P. Ramírez por los pueblos del Huila, sirva de comprobación exacta e
inequívoca de que esos predicadores del libertinaje, de las malas ideas y de las doctrinas
comunizantes, son verdaderos enemigos de la Iglesia y llevan su odio y rencor hasta rendir
a machetazos la vida de los discípulos del Señor. Que descanse en la paz de Dios tan
esclarecido sacerdote y amigo.499
El Radio y algunos particulares han traído la siguiente espeluznante noticia: que en Armero,
al mes completo de haber asesinado al padre Ramírez y casi a la misma hora, cuando uno
de los asesinos del padre Ramírez llevaba de diestro un caballo, más manso que el burro de
Sancho Panza, arrastrando una zorra de conducir chécheres viejos, de súbito el caballo deja
su mansedumbre, se entigrece y acomete contra el conductor, y a mordiscos, a manotones
y coces, en pocos momentos le tritura la cabeza y le parte los brazos y lo mata. 500
Sobre esta idea sacrificial, escribió Martínez:
Por ello os decía que el espíritu de sacrificio es la base del cristianismo. Pero eso es
precisamente lo que el mundo, infiltrando el error y la sensualidad por las lecturas malas, ha
hecho que desaparezca del hogar y de la sociedad. Lejos, muy lejos de la sociedad está hoy
496
El Eco del Vaticano, “El Clero Español y el Apostolado en América Latina”. No. 613. [Garzón]
octubre y noviembre de 1956, p. 223.
497
Gerardo Martínez, “Pastoral del Exmo. y Rvdmo. Señor Obispo de Garzón para la Cuaresma de
1956”, El Eco del Vaticano. No. 608. [Garzón] febrero de 1956, p. 118.
498
Uribe, Matar, p. 52.
499
Acción conservadora, “El cadáver del Padre Ramírez”. No. 336. [Garzón] mayo 12 de 1948, p. 7.
500
Acción conservadora, “Otrosí”. No. 337. [Garzón] mayo 29 de 1948, p. 4.
Capítulo II 149
ese espíritu de sacrificio: el placer en todos sus aspectos, es lo que se persigue y a ello se
sacrifica el alma misma.501
Por el amor y respeto que profesamos a nuestra sociedad se dignen evitar esas inmundas
verbenas públicas en que algunas personas, que tienen dignidad y hogar para respetar se
confunden con la hez y hacen vivir a nuestras cultas ciudades momentos de verdadero
salvajismo.504
501
Gerardo Martínez, “Pastoral para la cuaresma de 1949”, enero 28 de 1949, Acción conservadora.
No. 346. [Garzón] marzo 19 de 1949, p. 3
502
Otro caso de sevicia contra religiosos fue el señalado por Guzmán Campos sobre el sacerdote
Jaime Castillo Walteros, de Santa Catalina, cerca de San Juan de Urabá, que fue asesinado luego
de suplicar por su vida el 30 de julio de 1950. Guzmán et. al., Vol. 1. p. 251.
503
Acción conservadora, “Circular del 20 de junio de 1944 por Gerardo Martínez”. No. 256. [Garzón]
junio 24 de 1944, p. 1.
504
“Circular del 20 de junio”, p. 1.
150 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
El licor era el motor de muchos males, motor que había sido posible por la falta de
formación cristiana de la familia y la sociedad.507 En las víctimas del alcoholismo “la
severidad de los principios morales se va relajando”. 508 Sin embargo, la fiesta de
San Pedro tenía la noción de honrar la memoria del Sumo Pontífice: “Solo el trono
del Papa se yergue con firmeza inquebrantable aún en estos tiempos de universal
desorientación”.509 Asimismo los párrocos en Algeciras informaban que las
personas malgastaban el dinero producto de las cosechas en la embriaguez, y esto
se debía de acuerdo con las autoridades eclesiásticas a la ignorancia de muchos
de sus habitantes en materia religiosa.510 El mismo caso de consumo de licor se
505
Acción conservadora “Plausible medida sobre moralidad pública”. [Garzón] abril 9 de 1947.
506
Acción conservadora, “La voz del pastor”, “Circular No. 30 dirigida a los “venerables sacerdotes”,
mayo 11 de 1946. No. 303 [Garzón] julio 15 de 1946, p. 2.
507
El Eco del Vaticano, “Pastoral colectiva del Episcopado Colombiano”. No. 570. [Garzón] diciembre
de 1951, pp. 484-485.
508
S.J. Luis Muñoz, “El alcoholismo y la consciencia”, El Eco del Vaticano. No. 576. [Garzón] junio
de 1952, pp. 92-95.
509
Gerardo Martínez. “Circular No. 75”, El Eco del Vaticano. No. 575. [Garzón] mayo 31 de 1952, pp.
73-74.
510
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per Parochos”. No. 579. [Garzón] septiembre de 1952.
Capítulo II 151
Alarmante considerar cómo en un pueblo pequeño haya más de 60 cantinas en donde cada
ocho días escandalizan a todo el pueblo. (…) Aquí en el pueblo aprecian al sacerdote por
interés y no les interesa la vida cristiana; los ricos son los más relajados y nunca van a Misa.
Hay mucha miseria moral y material. Como consecuencia de la embriaguez muchos
adulterios y concubinatos.513
511
“Gesta”, septiembre de 1952, p. 144.
512
“Gesta”, septiembre de 1952, p. 145.
513
Tarquino Sierra Lozada, “Informe de la Parroquia de Nuestra Señora de Las Mercedes de
Colombia”, El Eco del Vaticano. No. 649. [Garzón] noviembre y diciembre de 1962, p. 355.
514
Bernardo Tovar Zambrano, "Religión, tradición e identidad. La cultura ecuestre y pastoril de la
comarca opita." Historia General del Huila, V5. Academia Huilense de Historia, 1996, 411-461, pp.
429-442.
152 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
515
Esther Sofía Sierra Jiménez, El misionero protestante y la práctica de evangelizacion-conversion
la Misión Alianza Evangélica en el Norte de Santander 1944-1956. Tesis para obtener título de
Historiador, Universidad Industrial de Santander, Escuela de Historia. Bucaramanga, 2008, p. 133.
516
Gerardo Martínez, “Circular No. 79”, El Eco del Vaticano. No. 587. [Garzón] mayo de 1953, pp.
262-264.
Capítulo II 153
Aún así el obispo hacía un llamado a los religiosos de la diócesis a no permitir que
sus feligreses fueran atraídos por otras doctrinas. Escribió el obispo en 1945 que “la
solapada y tenaz labor protestante y masónica desarrollada al amparo de nuestras
instituciones católicas, aunque parezca paradójico, ha tenido como fruto el sembrar
en algunos espíritus el recelo contra el sacerdote, y el alejarlos de sus
enseñanzas”.518
Sin embargo, la jerarquía hacía un balance del estado de las misiones protestantes
frente al de las misiones católicas en 1956, extrayendo unas cifras no tan negativas.
De acuerdo con El Eco del Vaticano el impacto de los grupos protestantes era menor
frente al número de religiosos, de lugares de culto y de formación religiosa y
educativa que tenía la Iglesia católica en el territorio nacional. 519 En el Huila se trató
de algunos casos menores de acuerdo con los informes de los párrocos a la diócesis
publicados en El Eco del Vaticano.
517
López, “Misiones”, pp. 68-82.
518
Gerardo Martínez, “Pastoral para la fiesta de Inmaculada Concepción”, Acción conservadora,
[Garzón] diciembre 1 de 1945, p. 2.
519
“Estado actual del catolicismo y del protestantismo en Colombia”, El Eco del Vaticano. No. 609.
[Garzón] marzo de 1956, p. 161.
520
Presbítero Horacio Valderrama, “Informes Parroquiales”, El Eco del Vaticano. No. 591-592.
[Garzón] octubre y noviembre de 1953, pp. 324-327.
521
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per Parochos”. No. 578. [Garzón] agosto de 1952, p. 118.
154 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
522
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per Parochos”. No. 579. [Garzón] septiembre de 1952, pp. 138-
139.
523
“Gesta”, septiembre de 1952, p. 142.
524
Presbítero David Oviés G. “Informe de la Parroquia de San Sebastián de La Plata”, El Eco del
Vaticano, No. 624. [Garzón] noviembre y diciembre de 1957, p. 392.
525
Presbítero Rodrigo Martín. Informes Parroquiales (Carnicerías), “El Eco del Vaticano”. No. 629.
[Garzón] enero de 1959, pp. 491-492.
526
Presbítero Alonso Peña, “Informe de la Parroquia del Perpetuo Socorro de Neiva”, El Eco del
Vaticano. No. 653. [Garzón] julio y agosto de 1963, p. 429.
527
Ospina. Las sectas, pp. 114-116.
Capítulo II 155
Como se puede observar, si bien la labor protestante en los informes de los párrocos
no figura como víctima de numerosos hechos violentos, para las autoridades
eclesiásticas sí causo una fuerte preocupación, razón por la cual estas dedicaron
varias páginas de El Eco del Vaticano para tratar a su enemigo en materia religiosa.
Asimismo en los otros dos medios de difusión que proponía Ospina, explicados
algunos párrafos atrás, como la instrucción y la beneficencia, la Iglesia católica
también hizo frente.
Después de 45 años de una lucha tenaz en todos los campos: la guerra, la cátedra, la tribuna
pública y parlamentaria, la prensa, los comicios, el liberalismo logró conquistar para el país
528
Gilberto Vargas Motta, "El proceso político durante el siglo XX". Historia General del Huila. V. 5.
Academia Huilense de Historia, 1996, p. 358.
156 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
las libertades públicas en formas que hace de Colombia uno de los países de más libres
instituciones. 529
Sin embargo, las reformas de López Pumarejo fueron rechazadas por Martínez
porque atentaban contra la forma de vida católica que había llevado con relativa
tranquilidad en el departamento. Esto es una constante en la postura religiosa y
política del prelado de Garzón, y será un tema recurrente en el desarrollo de la
presentación en este trabajo investigativo. Al ser antiliberal y en muchos casos al
apoyar al partido político conservador, el prelado estaba transmitiendo un claro
mensaje político. Escribió en 1949 Martínez:
Si en la época en que escribía monseñor Perdomo se podía decir que no era lícito apoyar el
liberalismo colombiano, qué no podremos decir hoy después de los manifiestos liberales en
los cuales ratifican su programa de libertad de cultos, de escuela laica, de rechazo de los
dogmas reaccionarios, de divorcio con disolución de vínculo (…). Qué no podremos decir
ahora, después del 9 de abril, cuando en su orgía diabólica ratificaron su odio a la iglesia de
Cristo.530
529
La Información Semanario Liberal, “El deber liberal de hoy y las reivindicaciones sociales”. [Neiva]
julio 15 de 1933, p. 1.
530
Gerardo Martínez, “Carta Circular No. 47”, El Eco del Vaticano. [Garzón] abril 28 de 1949, p. 475.
531
Gerardo Martínez, “El regreso del pastor”, Acción Conservadora. No. 256. [Garzón] junio 24 de
1944, p. 3.
Capítulo II 157
las palabras oficiales del órgano del Vaticano para manifestar que el Observatorio
Romano (L'Osservatore Romano), prensa oficial del sumo pontífice, señalaba que
el diario moscovita Pravda mentía cuando afirmó que “durante la guerra el Vaticano
apoyó a la Italia fascista, a la Alemania nazi y al Japón”. Por eso, “el sumo pontífice
se ha enfrentado con el marxismo socialista en todo momento y que ha sido
necesario denunciar su materialismo y su odio al catolicismo”. 532 Cuando se
cumplieron 60 años de la encíclica Rerum Novarum de León XIII, la diócesis de
Garzón honró la imagen del sucesor de Pío IX y la contrapuso a la imagen de “genio
fatídico” de Marx. 533
Si León XIII no hubiera conjurado el peligro rojo tan oportunamente, los seguidores de Marx
hubieran ya arrollado a los estados capitalistas y el mundo sería hoy una gigantesca pira
que consumiría con sus llamaradas de odio cuanto nos queda de civilización y de
cristianismo.534
Es importante mencionar que el contexto internacional era conocido en el Huila por
medio de la radio de onda corta, que para 1952 ya contaba con dos años
aproximadamente de historia, como lo hiciera saber monseñor Gutiérrez en el
encuentro de directores de educación.535 De esta forma se tuvieron en la década
del 40 noticias de la Segunda Guerra Mundial; en los 50, de la Guerra Fría, la guerra
en Vietnam y la Revolución Cubana, como mencionó un locutor de la región.536 La
radio además era en las décadas del 40 y 50 un canal de transmisión de la eucaristía
desde el templo.537 La emisora Radio Garzón tenía prohibido difundir información
asociada al comunismo del país y la región. El Gobierno seccional había decretado
esta medida en la circular 128 del 10 de marzo de 1956. 538 En el caso de Radio Sur,
532
Acción conservadora, “Moscú miente” dice el órgano del Vaticano”. No. 294. [Garzón] enero 19
de 1946, p. 3.
533
Rómulo Trujillo, “Los sesenta años de la Rerum Novarum”, El Eco del Vaticano. No. 563. [Garzón]
mayo de 1951, pp. 372-374.
534
Trujillo, “Los sesenta”, pp. 372-374.
535
Julio Eduardo Benavides Campos. Historia de la televisión en Colombia y su función pública
(1953-1958). Tesis de Doctorado en Historia. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2012, p.
59.
536
Jorge Chaparro Salgado, locutor de Radio Sur, Pitalito, agosto 16 de 2004. Entrevista realizada
por Olmedo Polanco. Polanco, p. 62.
537
Polanco, p. 64.
538
Polanco, p. 124.
158 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Tenemos fuertes reservas las que pondremos en actividad a la hora que bien se nos antoje;
que siga el liberalismo batiendo palmas de victoria, nosotros nos reímos de su vanagloria;
estamos tranquilos porque bien sabemos que estos son “cuentos alegres” de nuestros
adversarios; el Huila es y será conservador. Ahí lo veremos! 543
Tras los hechos del Bogotazo, la prensa regional citó en primera plana las palabras
de Laureano Gómez, con las que en El Siglo exaltó la presidencia de Mariano
Ospina Pérez, puesto que para él encarnaba el sentido de la patria nacional:
539
Polanco, p. 149.
540
Polanco, p. 152.
541
La hacienda Matamundo fue un escenario de la Guerra de los Mil Días (1899-1902), y fue un
centro de congregación de la élite regional. Después de 1943, cuando el predio es vendido por la
familia Uribe Afanador a Max Duque Gómez, distinguido conservador, se convirtió en centro de
reunión de la dirección local y nacional de la elite bipartidista. Por sus corredores caminaron Eduardo
Santos, Mariano Ospina Pérez, Guillermo León Valencia, Carlos Lleras Restrepo, Misael Eduardo
Pastrana, Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay y los parlamentarios, Luís Ignacio Andrade
y Germán Zea Hernández, entre otros. Diego Rafael Cerón Peña. La otra historia de Matamundo. El
Magolo prensa cultural (versión digital). 2010. Web. 12 de octubre de 2019. Disponible en
https://elmagolocultural.blogia.com/2010/010506-la-otra-historia-de-matamundo.php.
542
Polanco, p. 74
543
“Franco Tirador”, “El triunfo liberal…?”, Acción conservadora. No. 330. [Garzón] octubre 29 de
1947, p. 1.
Capítulo II 159
544
Acción conservadora, “Mensaje del Dr. Laureano Gómez”. No. 335. [Garzón] abril 26 de 1948, p.
1.
545
“Dios salve a Colombia”, Acción conservadora. No. 335. [Garzón] abril 26 de 1948, pp. 1-2.
160 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
546
Acción conservadora, “Alocución del Prelado”. No. 325. [Garzón] mayo 31 de 1947, p. 1.
547
Luis Ignacio Andrade fue un diplomático conservador que encabezó la dirección regional. Fue
acérrimo antiliberal, y no veía con buenos ojos la amistad del líder de la dirección nacional del
conservatismo Laureano Gómez con el liberal Alfonso López Pumarejo. Reynel Salas Vargas. Luis
Ignacio Andrade, El camino hacia la paz de un hombre controvertido. Ed. Imprimimoscolombia.
Neiva, 2017, p. 89.
548
“Peregrinos conservadores retan al liberalismo a “batirse”, Archivo personal de recortes
periodísticos de Jorge Andrade Rivera, s.f. Estos documentos fueron conservados por el
periodista en un libro artesanal que no específica las fechas de publicación, y que se encuentra
disponible en la Academia Huilense de Historia Neiva.
549
“Peregrinos”.
550
Arias, "Estado laico", p. 70.
162 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Gerardo Martínez, al igual que sucedió con Mariano Ospina Pérez, elogió la
presidencia de Laureano Gómez por encontrarla compatible con sus principios
religiosos:
católico sincero, conocedor a fondo de todos los problemas patrios, con el aplomo de sus 61
años y el ejemplo del patricio que le entrego la República, la Iglesia Católica espera un
periodo de rejuvecimiento del espíritu de Cristo en la nación.551
En 1953, durante la corta administración de Urdaneta, se reafirmaron relaciones
ente el Estado Colombiano y la Santa Sede, por lo que el gobierno contribuyó con
rubros, predios y otras prebendas a la labor de las misiones católicas en el territorio
nacional. La Iglesia igualmente dictaba las medidas para catequizar a los indígenas,
daba su recomendación sobre los empleados civiles que debían ejercer en el
territorio de sus misiones, solicitaba el apoyo del Estado y de la fuerza pública,
establecía cómo debía orientarse la educación de las escuelas señalando como
determinantes de las instituciones los principios establecidos en esta comisión. 552
Según un comunicado de El Eco del Vaticano, en Pitalito se informaba a la diócesis
que las autoridades civiles y el Alcalde apoyaban el trabajo misional de la Iglesia. 553
551
El Eco del Vaticano. No. 554. [Garzón] agosto de 1950, p. 226.
552
El Eco del Vaticano, “Convención sobre misiones entre la Santa Sede y la República de
Colombia”. No. 588. [Garzón] junio de 1953. 267-270, pp. 284-287.
553
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per Parochos”. No. 578. [Garzón] agosto de 1952, p. 123.
554
Leopoldo, p. 234.
Capítulo II 163
La educación para los religiosos debía estar comprometida con la enseñanza de los
principios eclesiásticos. La enseñanza era impartida desde estas lógicas por los
sacerdotes quienes “están no solo autorizados sino obligados a enseñar que el
liberalismo es pecado”. 556
Para la diócesis en cabeza del obispo Martínez, las reformas liberales habían
retomado un pensamiento materialista, permitido la filtración del protestantismo y la
libertad de cultos, la enseñanza de falsas doctrinas por maestros de baja calidad
moral que acababan con la familia católica, suplantado la autoridad religiosa por la
civil. Sin embargo en Martínez la autoridad civil era importante, siempre y cuando
se tratara de una autoridad que defendía los intereses eclesiásticos.
555
Leopoldo, p. 235.
556
El liberal, julio 12 de 1943. Cit. por Arias, "Estado laico", pp. 69-96.
164 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
No obstante, en la región hubo una tendencia a que sus líderes fueran católicos y
por lo tanto se catalogaran defensores de la Iglesia. Para Gerardo Martínez la
compatibilidad entre esta idea moderna y el mundo evangelizado era inconcebible:
“Se llaman católicos, pero una cosa los distingue de los demás pecadores: el odio
profundo –aunque a veces disimulado- a la Iglesia y a sus ministros”. 557 El rechazo
del catolicismo al liberalismo tiene sus raíces en la segunda mitad del siglo XIX, y el
Papa que lo enfrentó abiertamente fue Pío IX que lo señaló como un error. El
Syllabus fue aceptado por la jerarquía colombiana que encontró en él los problemas
de entonces en materia social, política y religiosa. 558
…elogiaron la labor religiosa de Luis Calixto Leiva, al lado de Esteban Rojas e Ismael
Perdomo, y la contrasta con la de liberales como los Cuéllar, cuya participación en la historia
liberal de la región se encuentra en la Venturosa de Ramón Manrique.559 Calixto fue elevado
a la figura de Obispo.560
557
Martínez, “Carta Circular No. 47”, p. 475.
558
Cortés, La Batalla, pp. 403-404.
559
La Venturosa de Ramón Manrique narra la guerra de los Mil Días a nivel local en la hacienda
Matamundo. En sus personajes se refleja el conflicto ideológico y religioso de la Iglesia con el
liberalismo, la masonería y la apostasía. Los personajes son ficticios, aunque la obra recoge el
carácter de la violencia y la discrepancia de partidos de la época. Ramón Manrique, La venturosa.
Gesta de guerrilleros y bravoneles, relato de íncubos y súcubos, amores, trasgos y vestiglos, Bogotá,
Ed. Centenario Kelly, 1947.
560
Planismo, “Nuestras Tendencias”. [Neiva] febrero 3 de 1934, p. 2.
Capítulo II 165
Pocas veces (…) un hombre eminentemente civil por su contextura política, (…) ha logrado
adquirir todo el prestigio de un caudillo, (…) que alrededor de su nombre se han congregado
todos los elementos liberales, desde las más humildes masas campesinas y obreras, hasta
los más elevados exponentes de la cultura liberal colombiana.561
Este liderazgo representaba una amenaza para la conformación de la sociedad
católica integral, proyecto religioso de orden universal concebido desde el Vaticano,
la Conferencia Episcopal y la diócesis de Garzón. Las propuestas laicas de López
atabaca un ideal social confesional defendido por toda la institución eclesiástica.
561
La Información Semanario Liberal, “Alfonso López, futuro presidente de Colombia”. [Neiva] julio
22 de 1933, p 1.
562
La Información Semanario Liberal, “No hay cuestión religiosa”. [Neiva] julio 8 de 1933.
563
Periódico El Combate. No. 132, mayo de 1937. Cit. en Salas, p. 224.
166 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
por un ser superior. En el caso del liberalismo, ese aspecto metafísico, religioso, es
prescindible para construir la sociedad.
El obispo retomaba las ideas manifiestas por otros prelados para defender el
catolicismo más antiliberal que se reflejó en la jerarquía colombiana: “Estamos pues
en nuestro derecho cuando enseñamos con los Pastores de la Iglesia colombiana
muertos en Olor de santidad, Monseñor Esteban Rojas y Fray Ezequiel Moreno
Díaz, que el liberalismo colombiano es pecado”. 564 Rojas había sido un perseguidor
acérrimo del liberalismo en la región, y condenó a excomunión al periodista Antonio
Gaitán Useche y a los escritores de La Opinión.565 Hay una marcada línea antiliberal
en la diócesis como los explican Sánchez Suárez566 y Leopoldo del Ave María.567
López, por medio del poder construyente, obtuvo la declaración de espíritu eminentemente
católico, según la cual el trabajo es la función social y la propiedad implica para su dueño,
obligaciones en pro de la comunidad. Bases estas que son el sustentáculo del nuevo criterio
u orden que hoy claman para sí las más progresistas acciones del orbe.568
564
“Carta Circular No. 47”, p. 476. Ver Jairo Ramírez Bahamón y Antonio Iriarte Cadena. "El Colegio
de Elías o el fin de la hegemonía de un proyecto laico". Cuaderno Surcolombiano 12. Universidad
Surcolombiana, Neiva, 1993 p. 41
565
Acebedo, p. 32.
566
Los procesos de laicismo iniciados en la segunda mitad del XIX, fueron opacados por la
recristianización del obispo huilense. René Sánchez Suárez. "Historia de la Ideas en el Huila".
Historia General del Huila, V5. Academia Huilense de Historia, 1996, pp. 187-188.
567
En su momento el primer prelado de Garzón “tampoco se quedó atrás, predicando desde el púlpito
contra los opositores del conservatismo”. Leopoldo, p. 235.
568
El Debate, “En acto de torpeza, Gómez ha ordenado la disolución del partido Conservador” No.
172. [Garzón] abril 25 de 1942.
Capítulo II 167
Aunque para la jerarquía no existe tal correlación entre la idea liberal con la católica,
en la prensa conservadora se señaló que hubo apoyo de liberales a la defensa
acérrima del catolicismo después de las consecuencias del 9 de abril, en los que
“quedó en evidencia el carácter abiertamente anticristiano de la revolución”.570 Estos
liberales, de acuerdo con la noticia, resolvieron “abandonar definitivamente la
doctrina liberal” que vinieron profesando “engañados” para asumir una defensa de
la Iglesia, comprometiéndose a entregar sus vidas a las causas y necesidad de esta
institución religiosa. 571
Hay que preguntarse sobre la carga negativa que pudieron haber tenido los liberales
locales del siglo XX, si se considera la idea de que el liberalismo radical del siglo
XIX con sus reformas había podido distanciar al pueblo creyente católico de este
569
“En acto”.
570
Acción Conservadora, “Del error a la verdad”. No. 341. [Garzón] 07 de agosto de 1948, p. 3.
571
“Del error”, p. 3.
572
Gerardo Martínez, “Circular No. 48”, mayo 10 de 1949, El Eco del Vaticano. No. 540. [Garzón]
abril y mayo de 1949, p. 480.
573
“Carta Circular No. 47”, p. 475.
574
Cortés, La batalla, pp. 294-315.
168 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Por otra parte, la administración pública del departamento era para los liberales muy
rezagada respecto a la del resto de departamentos de Colombia. En una carta
firmada el 27 de febrero de 1945, el periodista Jorge Andrade expresó su opinión
sobre la proyección económica del departamento. La ganadería y la agricultura
debían ser el motor del desarrollo. La construcción de carreteras permitiría movilizar
los productos, lo que a su vez contribuiría a sacar del atraso a su población.576
Y no persistió también diez y seis años nuestro régimen liberal ante una de las oposiciones
más vigorosas y mejor organizadas que haya visto el país? No nos hagamos ilusiones. Si
rompemos la unión nacional será para retirarnos del poder por un largo tiempo. (...) No cabe
duda de que el partido liberal posee hoy una mística y que las masas populares siguen hoy
a Gaitán. Pero el partido conservador es también una gran fuerza, también tiene mística y
575
Luis Javier Ortiz Mesa, "La Iglesia católica y la formación del Estado-nación en América Latina en
el siglo XIX. El caso colombiano". Almanack. 2013, n.6, 5-25 17. Web. Abril 18 de 2019. Disponible
en http://www.scielo.br/pdf/alm/n6/2236-4633-alm-06-00005.pdf
576
“Un guarismo económico”, Archivo personal de Jorge Andrade Rivera, febrero 27 de 1945.
Academia Huilense de Historia, Neiva.
Capítulo II 169
también tiene caudillos (...) Y por encima de todo eso, la Constitución del 86 que es un
formidable instrumento de gobierno...577
Hay una porción sensata del liberalismo que rechaza y deplora estos hechos: son las
derechas. Loor a ellas. Pero los principios de la secta son anticristianos y por eso el golpe
577
Acción conservadora, “Política Liberal. Discurso “pronunciado por el doctor Carlos Lozano y
Lozano, ilustre jefe liberal, en la convención de parlamentarios liberales”. No. 336. [Garzón] mayo 22
de 1948, p. 2.
578
Constitución de 1886. Disponible en http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1
.jsp?i=7153#4
579
Acción conservadora, “Declaraciones del Dr. Alfonso López, sobre colaboración liberal”. No. 336.
[Garzón] mayo 22 de 1948, p. 2.
170 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
de abril fue ante todo contra la religión, contra Cristo, fue una GUERRA RELIGIOSA que
desató con furia infernal.580
Entonces se encontró una porción liberal católica, que señalaba el obispo y a la que
invitaba a votar por candidatos que representaran los intereses eclesiásticos en las
elecciones presidenciales de 1949: “A los hijos de la Iglesia que de buena fe han
militado en el liberalismo solo les queda el camino de votar por candidatos
netamente católicos, o abstenerse de votar para no ir contra su consciencia”. 581 La
diócesis de valía de esa preferencia liberal por el culto católico para mover a la
población a la acción política.
580
Builes, “El verdadero”, p. 2. (mayúscula del texto original).
581
Gerardo Martínez, “Circular No. 46”, El Eco del Vaticano. No. 540. [Garzón] abril 10 de 1949, p.
474.
582
“Líderes católicos”, p. 6.
Capítulo II 171
Miguel Ángel Builes, antiliberal y anticomunista, señalaba que la prensa liberal y “la
educación laica “sovietizante” han sido las causantes de los males del país,
especialmente de los hechos violentos del 9 de abril en Colombia, como vimos en
su carta contra el comunismo, o en la Pastoral de 1944 que él mismo cita. Miguel
Ángel Builes se refirió a la prensa como distractora de las masas:
Desde hace 30 años algunas publicaciones periódicas especialmente en Bogotá han venido
desorientando al pueblo con enseñanzas ateas y volterianas, sin que dejen de protestar
como Pilatos, que son inocentes. (...) Son periodistas sin principios, que cambian según sus
intereses personales o de secta...583
Siguiendo esta lógica, para el prelado los autores de estos hechos fueron los
predicadores del comunismo. Al parecer, este movimiento ya había sentado unas
583
Builes, “El verdadero”, p. 2.
172 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
bases fuertes a lo largo del territorio nacional. Por su parte, el obispo Martínez
publicó en Acción Conservadora:
El comunismo tiene por bandera el mejorestar de las clases trabajadoras, dignas, es cierto,
de toda clase de consideraciones. Pero como lo hace con prescindencia absoluta del destino
ultraterreno de la humanidad, echa mano de los medios más detestables, así sea el odio de
clases, el desprecio de toda autoridad y el exterminio de todo el que sienta de otra
manera.584
Por otra parte, fueron visibles las simpatías con el gobierno nacional que tanto exaltó
Laureano Gómez.
Hay que decirlo a todo pulmón: el Comunismo ha sentado sus reales entre nosotros; tiene
pervertida las multitudes de las capitales y cuenta con adeptos hasta en las remotas aldeas.
(...)
Nuestro primer mandatario, consecuente con su programa de gobierno, aceptó gustoso de
nuevo la colaboración del partido de oposición, con el fin de oponer un solo frente al
verdadero enemigo nacional: el Comunismo. 585
Ahora bien, el hecho del Bogotazo, visto como “lección” para el pueblo colombiano,
era la oportunidad excelente para recordar el mensaje de difusión católico. Para el
prelado “el mundo no puede arreglarse sino volviendo a los cimientos cristianos”. 586
Frente a la acción de las fuerzas militares que reprimieron a la población sublevada,
el obispo manifestó que estas fueron “el instrumento de que se valió la Divina
Providencia para defendernos”.587
584
Martínez, Gerardo, “El regreso del pastor”, Acción conservadora, [Garzón] jun. 24, 1944, p. 3.
585
“Dios salve”, pp. 1-2.
586
“Dios salve”, pp. 1-2.
587
“Dios salve”.
588
Builes, “El verdadero”, pp. 2-3.
Capítulo II 173
Para Builes era preciso “combatir”, y para ello propuso algunos medios: la acción y
la penitencia, la recristianización, comenzando “por intensificar la enseñanza de la
doctrina cristiana, por la predicación constante en los templos y el adoctrinamiento
continuo y paciente en los barrios y veredas”. Para este punto solicitó al gobierno
que sustituyera a los maestros que enseñaban ideas ajenas e incluso
contradictorias con la fe cristiana. Como vemos, el pensamiento de monseñor Builes
no dista de las acciones que tomó Martínez en Garzón, con el censo de las escuelas
y los señalamientos a los maestros liberales o a los que simplemente no comulgaran
con el catolicismo.589 Por otra parte, esos deseos de ampliar el catecismo y los
escenarios de difusión fueron congruentes con las directrices pontificias de Pío IX y
León XIII.
La excomunión fue una medida para atacar a los que predicaran o siguieran ideas
asociadas a la doctrina comunista. De acuerdo con esto, se prohibió cualquier tipo
de difusión de mensaje asociado a este sistema de ideas. 590 El dictado de la Santa
Sede tenía dos objetivos: prohibir actos considerados antirreligiosos, que atentaran
contra la práctica de la fe católica, y determinar la excomunión para los practicantes
y difusores de las doctrinas comunistas.591
589
Builes, “El verdadero”, p. 3.
590
Curia Romana, “Excomunión contra el comunismo”. Firmado por Pietro Vigorita, Notario de la
Segunda Congregación del Santo Oficio, El Eco del Vaticano. No. 541. [Garzón] junio-julio de 1949,
pp. 1-2.
591
El Eco del Vaticano, “Decreto de Roma Sobre el Comunismo”. No. 543. [Garzón] octubre de 1949,
pp. 46-47.
174 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
que hiciera un juramento a Cristo, así como la Patria hacía juramento a la bandera.
Son relativamente reiteradas las exhortaciones a la acción que hacía Builes: “cueste
lo que cueste, aún la sangre y la vida”, “Tengan presentes los católicos que en el
momento del ataque deben defender su hogar, sus templos y sus altares, los
conventos que exornan los poblados, las personas sagradas, sacerdotes, religiosos
y monjas, sus colegios y las legítimas autoridades”. 592
En el discurso del obispo Builes, el comunismo ocupó un papel como principal gen
de los males sociales presentes:
Bien sabéis vosotros, amados hijos nuestros, que desde el día mismo en que recibimos el
sagrado cargo pastoral -hace de ello 24 años- y a todo lo largo de nuestro episcopado, no
hemos parado de señalaros los peligros que amenazaban y siguen amenazando a la
Religión y a la Patria por parte del comunismo y demás sectas y partidos anticristianos, los
cuales unas veces con franqueza y abiertamente, otras de soslayo y con hipocresía, afilan
sus puñales contra el corazón de la Iglesia y de las instituciones de la República .593
592
Builes, “El verdadero”, p. 1.
593
Builes, “El verdadero”, p. 3.
594
Builes, “El verdadero”, p. 1.
Capítulo II 175
El comunismo con apoyo del liberalismo colombiano pudo realizar los atentados del
9 de abril. Para el prelado, el comunismo dado su número reducido no hubiera
podido realizar estos hechos solo. En segunda medida las emisoras de los
revolucionarios, siempre llamaron a la acción a los “liberales”. Como tercer
argumento, la organización de los hechos violentos en todas las poblaciones fue
liderada por los liberales de dichas regiones. Además, en toda Colombia solo
encarcelaron a liberales, de acuerdo con Builes, que son llamados por el
Episcopado Nacional como “secta anticristiana”. 596 Otro argumento que aduce es
que los liberales fueron los que le exigieron al “excelentísimo señor Presidente” la
renuncia de sus funciones. Las poblaciones conservadores, en este orden de
argumentos, permanecieron sin ningún tipo de alteración del orden público.
En cuanto al conflicto mundial, en El Eco del Vaticano la curia diocesana publicó las
disposiciones de la Santa Sede frente a las guerras en territorio de Siria e Israel, 597
595
Builes, “El verdadero”, p. 2.
596
Builes, “El verdadero”, p. 2.
597
Pío XII, “Los santos lugares”, El Eco del Vaticano. No. 541. [Garzón] junio-julio de 1949, p. 3.
176 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Así, si se tiene en cuenta lo expuesto por Manosalva, que los obispos después de
las elecciones de junio de 1949 fueron “cambiando el tono”,602 en el caso del obispo
Martínez, el comunismo siguió siendo el principal promotor de los problemas de
descristianización de la sociedad, asimismo las reformas de la República Liberal
que permitieron la educación mixta, laica y quitaron las prioridades sobre lo civil que
alguna vez tuvo la Iglesia. 603 A finales del año 1953, el obispo Martínez invitó a sus
fieles a rezar en aquellas naciones azotadas por el comunismo.604 En 1961
continuaron los señalamientos al comunismo como mal del mundo tras la
Revolución Cubana.605
Con razón en estos momentos en que el mundo entero se ve amenazado por el comunismo,
todas las Naciones, aún las no católicas, han aplaudido y admirado esas profundas
598
El Eco del Vaticano, “Persecución comunista contra la Iglesia”. No. 541. [Garzón] junio-julio de
1949, p. 6.
599
Rómulo Trujillo, “Acción Social Católica”, El Eco del Vaticano. No. 553. [Garzón] julio de 1950, p.
222.
600
El Eco del Vaticano, “Congreso Internacional de la U.M.C. [Unión Misional del Clero]”. No. 554.
[Garzón] agosto de 1950, p. 227.
601
El Eco del Vaticano, “Discurso del Papa sobre la Educación de los Adultos”. No. 588. [Garzón]
junio de 1953, pp. 275-283.
602
Manosalva, “Los obispo”, p. 56.
603
Gerardo Martínez, “Pastoral para la cuaresma de 1953”, El Eco del Vaticano. No. 584. [Garzón]
febrero de 1953, pp. 211-218.
604
Gerardo Martínez, “Circular No. 84”, El Eco del Vaticano. No. 593-594. [Garzón] diciembre de
1953, pp. 342-343.
605
El Eco del Vaticano, “Declaración del Cardenal Obispo de Bogotá, Primado de Colombia, y de los
Arzobispos de Colombia”, mayo 11 de 1961 [Garzón] mayo y junio de 1961, pp. 169-170. Gerardo
Martínez, “Circular No. 134”, El Eco del Vaticano. No. 640. [Garzón] mayo y junio de 1961, p. 175.
Capítulo II 177
enseñanzas de orden social que acaba de darnos el Papa en su citada encíclica Mater et
Magistra.606
Hacia 1962 aunque hay un mensaje de los prelados de no corresponder a ningún
grupo promotor de violencia, sí la “descristianización” de la sociedad y la
“desmoralización” siguieron siendo las palabras en la palestra de los religiosos. No
obstante, como se expuso antes en este capítulo, estos males tenían nombre
propio: liberalismo, protestantismo y comunismo.607
Es conveniente recordaros, amados hijos, que a ningún católico le está permitido dar su
nombre al partido comunista, y que quienes lo hacen con conocimiento, incurren ipso facto
en excomunión reservada a la Santa Sede y quedan separados del campo de la Iglesia,
excluido de los santos sacramentos y de los bienes espirituales de ella, y privados de
sepultura eclesiástica.608 .
La aversión al comunismo generaba el más hostil desprecio por parte del obispo, y
abría el camino a que se viera como correcta la relación de los clérigos con las
autoridades civiles, e incluso la organización y la defensa de la sociedad católica:
Los católicos no podemos jamás tomar parte ni indirectamente en tales atentados contra el
orden y la paz; por el contrario, debemos secundar la labor de las actividades, y aun exigirles
que obren con energía y con valor en la persecución y castigo de los criminales, porque es
evidente que si no hay sanción para ellos, cada día se sentirás más autorizados para
proseguir en su obra de destrucción y de ruina. 609
En la Pastoral de 1963, el obispo escribió que el comunismo era “aquella doctrina
atea y materialista, aquella doctrina que niega la existencia de Dios (…), aquella
doctrina que enseña que el hombre no tiene alma (…) igualándolo así a la bestia y
negándole su libertad y su dignidad”. 610
606
Gerardo Martínez, “Circular No. 138”, junio 4 de 1962. El Eco del Vaticano. No. 647. [Garzón] julio
y agosto de 1962, p. 315.
607
El Eco del Vaticano, “Declaración del Episcopado Colombiano sobre la Violencia”, Bogotá, agosto
31 de 1962. No. 649. [Garzón] noviembre y diciembre de 1962, pp. 353-354.
608
Gerardo Martínez, “Pastoral del Exmo. Rvdmo. Señor Obispo de Garzón para la Cuaresma de
1960”, El Eco del Vaticano”. No. 633. [Garzón] marzo y abril de 1960, p. 43.
609
Gerardo Martínez, “Circular No. 140”, 31 de marzo de 1963, El Eco del Vaticano. No. 650. [Garzón]
enero y febrero de 1963, p. 368.
610
Gerardo Martínez, “Pastoral de Excmo. y Rvdmo. Señor Obispo de Garzón”, 11 de febrero de
1963, El Eco del Vaticano. No. 650. [Garzón] enero y febrero de 1963, p. 354.
178 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Con el papa Pablo VI hubo una disminución del discurso anticomunista. Se presentó
una exhortación a seguir a Cristo en todas sus enseñanzas. El sumo pontífice vio
entonces cuatro puntos del Concilio Vaticano II, que podían arrojar alguna reforma
al interior de la Iglesia mundial: uno, la redefinición de la Iglesia a sí misma; dos,
una reforma y un rejuvecimiento de la actividad eclesiástica; tres, un llamado al
perdón y la conformación de la unidad, y cuatro, una correlación con el pueblo que
se ha extraviado por medio del amor. 611
611
“Cuatro objetivos fundamentales del Concilio en la mente y palabra de S.S. Paulo VI”, El Eco del
Vaticano. No. 654. [Garzón] septiembre y octubre de 1963, pp. 434-448.
612
Gerardo Martínez, “Pastoral de Cuaresma para 1962”, El Eco del Vaticano. No. 645. [Garzón]
marzo y abril de 1962, p. 275.
613
José de Jesús Pimiento. Circular No. 9. “Despedida del Excelentísimo Señor Obispo con ocasión
del Concilio”, 30 de agosto de 1964, El Eco del Vaticano [Garzón] septiembre a diciembre de 1964,
p. 28.
614
Arias, El Episcopado, pp. 189-194.
Capítulo II 179
Martínez, al igual que Builes, fue enfático en su lucha contra la doctrina soviética en
todos los escenarios, ya que, entre otras cosas, esta cambiaba el sentido de la
autoridad tanto civil como religiosa. En resumen las reformas que se realizaran
durante la República Liberal afectaron a la diócesis, tal como lo plantean los
discursos de Martínez sobre la familia y la escuela, o los distintos comunicados
sobre el papel de la Acción Católica y la Acción Social, la concepción de la autoridad
divina del obispo y los párrocos, el rechazo vehemente del protestantismo, la crítica
a la desmoralización de la sociedad que se observa en todos los escenarios, como
en la paganización de los rituales religiosos o las fiestas populares, y por supuesto,
en el claro mensaje político, mensaje afín a los principios del partido conservador,
como mayor garante de la difusión del catolicismo en Colombia. Como se ha
presentado a lo largo del capítulo, la diócesis fue crucial para intervenir en el
pensamiento sobre la Violencia, al construir un sistema de ideas que fue transmitido
por distintos canales para movilizar a la población civil en función de un proyecto
social específico, esto es, un proyecto de sociedad clerical.
CAPÍTULO III: OBEDIENCIA CIVIL,
PROSELITISMO POLÍTICO Y
PARTICIPACIÓN DE HECHO EN LA
DIÓCESIS DE GARZÓN (1946-1964)
1
Otra interpretación de la posición de la Iglesia en los conflictos sociales tiene que ver con su rol
como promotora del desarrollo, esto es, una iglesia más social ligada a las problemáticas de la
pobreza que genera el mundo moderno. Plata y Vega. "Religión", pp. 125-155.
2
Quezada y Vega. "Religión", p. 131.
3
Juan Felipe Iriarte Flórez. Operación Huila-proyecto reformista de una élite intelectual en el Huila
1962-1963. Tesis de Maestría en Historia. Bogotá, Universidad de los Andes, 2010, pp. 13-15.
Capítulo III 183
Es relativamente común que los dirigentes locales reflexionaran sobre los conflictos
internacionales relacionándolos con los procesos político-sociales del país, como
explicaba Ayala sobre la influencia de la Guerra Civil Española en el discurso del
bipartidismo nacional. En la prensa local liberal se informaba sobre los conflictos
internacionales, atendiendo a las directrices del liberalismo.
4
La Información Semanario Liberal, “El Dr. Alfonso López hace sensacionales declaraciones
políticas en Nueva York” [Neiva] 30 de septiembre de 1933, p. 4.
5
La Información Semanario Liberal, “Una simple cuestión de urbanidad”. Sección Vox Populi [Neiva]
agosto 26 de 1933, p. 1.
184 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Alfonso López, Eduardo Santos, Agustín Nieto Caballero, Enrique Olaya Herrera,
Nemesio Camacho, Nicolás Esguerra, entre otros.6
Los ricos deben apresurarse a favorecer este movimiento con sus dineros, antes que la
creciente de las pasiones arruine todas sus riquezas hundiéndolos en el cieno del
6
La Información Semanario Liberal, “Una nueva época; una misma conducta” [Neiva] julio 8 de 1933,
p. 1.
7
La Información Semanario Liberal, “La policía Amenaza Social, Nuevas aventuras detectivescas”.
[Neiva] septiembre 16 de 1933, p. 1.
8
La Información Semanario Liberal, “Por fin…….?”. [Neiva] 30 de septiembre de 1933, p. 4.
9
Amigo del pueblo. “Las injusticias sociales y la movilización del catolicismo al terreno social”.
Discurso pronunciado en el Teatro Colón de Bogotá por el sacerdote Dr. Luis María Murcia. No. 57.
[La Plata] julio 14 de 1934, p. 1.
Capítulo III 185
comunismo. Los pobres deben apresurarse a ingresar en este movimiento salvador para que
se reconozcan sus derechos conculcados, para que se les proteja en sus necesidades, para
que sin exponerse en luchas fratricidas, puedan conseguir su pedazo de tierra, su casa, etc.
y vivir al abrigo del manto protector de la Iglesia que siempre los mirará como hijos muy
queridos.10
La exhortación religiosa y política se dibujó en un escenario de confrontación entre
“La falange de Cristo” y “las falanges de Satán”. La primera prometía bienestar, y
las segundas, de acuerdo con los religiosos, lo totalmente contrario, destrucción y
ruina.11 Aunque invita a no exponerse en “luchas fratricidas” hay una carga
polarizadora del discurso y una exhortación a la acción de vincularse a un
movimiento social cuyo contexto estaba dado en un escenario violento de la primera
violencia.
El Amigo del pueblo atacó las reformas liberales de López Pumarejo, especialmente
las del matrimonio civil, la dirección de la educación laica, y la sustracción de los
religiosos de otros asuntos civiles, y empleó argumentos históricos, maniqueístas
lógicamente: diálogos entre un sabio y un ignorante, o argumentos de políticos en
donde el clero se mostró defensor de la relación del Estado con la Iglesia, citando
al expresidente Theodore Roosevelt.12 El clero afirmaba además estar en
concordancia con Alemania y su relación con la Santa Sede, así como con las
acciones que en el devenir histórico la Iglesia había utilizado para su expansión en
intentos de homogeneizar la sociedad.13
10
El amigo del pueblo. “La nueva era”. No. 55. [La Plata] junio 10, 1934, p. 1.
11
“La nueva era”, p. 1.
12
El amigo del pueblo “La Doctrina Regeneradora”. No. 56. [La Plata] junio 10 de 1934, p. 1.
13
“La Doctrina”, p. 2.
186 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Hoy por hoy el elemento pobre no tiene derecho a educarse, solamente los hijos de los ricos,
los menos aptos para la educación porque están degenerados a fuerza de mimos y de vicios,
son los que pueden pagar los fuertes derechos y pensiones de los colegios. Al pobre se le
han cerrado las puertas.15
14
La Información Semanario Liberal, “Un régimen reblandecido”. [Neiva] julio 29 de 1933, p. 1.
15
Planismo Órgano Socialista de Neiva, “Protección a la infancia”. [Neiva] febrero 3 de 1934, p. 3.
16
“Entre Líneas”, Archivo personal de Jorge Andrade Rivera. s.f.
17
La Información Semanario Liberal, “Una inmigración indeseable Más jesuitas para Colombia”
[Neiva] julio 22 de 1933, p. 3.
Capítulo III 187
A esto se sumaban las connotaciones que la Iglesia daba al pasado, al largo legado
clerical que había conducido la realidad latinoamericana. En el pensamiento de los
18
“Una inmigración, p. 3.
19
La información Semanario liberal, “El asunto de las misiones capuchinas” [Neiva] septiembre 18
de 1933, p. 1.
20
“El asunto”, p. 2.
21
Leopoldo, p. 234.
188 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
religiosos de la región, finalizando la década del 40, aún figuraba con nostalgia las
misiones evangelizadoras que trajeron la Conquista y la Colonia para América
Latina. En este sentido, el 12 de octubre era visto como una oportunidad de
salvación para los incivilizados o también denominados “salvajes”:
Tierra de bendición es la tierra americana desde el día en que la Cruz vino a coronar las
cumbres milenarias de los Andes. A su sombra nacieron las instituciones políticas y sociales,
y germinó y desarrolló como en tierra de fecundidad extraordinaria el árbol de la libertad,
para construir, en la plenitud de la Historia, las brillantes nacionalidades que pletóricas de
vida son hoy el orgullo de la Humanidad.22
Sin intentáramos trazar ese mapa emocional de la capital huilense, sentiríamos al dibujar
con los pinceles de la inteligencia, el hondo palpitar del corazón, el fragoso bullir de la
juventud, y la atractiva grandeza de una esperanza. Porque tales son los límites de la urbe
de don Juan de Cabrera, don Juan Alonso y don Diego de Ospina…24
22
Acción conservadora, “12 de octubre. ¡Salve fiesta de la fe y de la raza!”. [Garzón] octubre 12 de
1948, p. 1.
23
Jorge Andrade Rivera, hermano del distinguido dramaturgo Gustavo Andrade Rivera, nació en
Neiva el 11 de octubre de 1922 y fue periodista de formación política liberal, corresponsal en 1949
de El Liberal, en 1950 de El Tiempo en Bogotá, y primer presidente del Círculo de Periodistas del
Huila, fundado en 1955. Huila Revista Trismestral, Vol. III. No. 16, Neiva, junio y julio de 1961. Nota
introductoria del artículo. Academia Huilense de Historia, Neiva.
24
Discurso pronunciado por el periodista liberal en el Círculo de Periodistas del Huila durante la
inauguración del edificio de la Compañía Colombiana de Seguros, el 12 de octubre de 1956. Jorge
Andrade Rivera, “Ayer, hoy y mañana de Neiva”, Huila Revista Trimestral, Vol. III. No. 16, Neiva,
junio y julio de 1961, p. 104. Academia Huilense de Historia, Neiva.
25
Jorge Andrade Rivera, “Encanto emocional de España”, Huila Revista Trimestral, Vol. III. No. 16,
Neiva, junio y julio de 1961, p. 82. Academia Huilense de Historia, Neiva.
Capítulo III 189
Por otra parte, el periodista liberal Jorge Andrade se mostraba preocupado por
asuntos civiles: comunicó a la opinión pública la situación de paro de
transportadores por las condiciones de las carreteras de Florencia. En otro artículo
de octubre del mismo año, el periodista se refirió a Garzón como un “nido de
carreteras” teniendo en cuenta la ubicación del municipio respecto a sus
departamentos vecinos: Cauca, Caquetá, Florencia y Cundinamarca (por la vía a
Neiva).27
La comisión, dirigida por el liberal Luis López de Mesa, pretendía traer el desarrollo
de la población rural al ponerla en contacto con el conocimiento occidental. El Huila,
como Nariño, habían sido las regiones escogidas, lo que dejaba ver sus condiciones
de atraso económico y de bienestar social de la población. 30 Bernardo Tovar explica
cómo entrando al siglo XX, en la imagen del huilense se resaltaba su condición de
rezago respecto a otras regiones del país: no había vías, ni ferrocarril, ni aviación,
26
Reflexión de Luis Ernesto Lasso (entrevista personal). “Ordenanza No. 36/37, junio 16 de 1937”,
p. 53. Libro de ordenanzas. En "Olvido y restauración de la memoria", Alcaldía de Teruel. Director
del proyecto Jader Rivera Monje, Neiva, junio de 2005, p. 5.
27
“Garzón, nido de carreteras”. Archivo personal de Jorge Andrade Rivera, octubre de 1945.
Academia Huilense de Historia, Neiva.
28
Informe presentado por Tulio Gaviria. Estudio de la Comisión de Cultura Aldeana. Departamento
de Huila, 1935, p. 214. Bogotá, Biblioteca Nacional de Colombia.
29
Tulio Gaviria, “Comisión”, p. 218.
30
Carlos Jilmar Díaz Soler, "La campaña de cultura aldeana (1934-1936) en la historiografía de la
educación colombiana." Revista Colombiana de Educación 38-39 (1999), pp. 3-4.
190 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
31
Tovar, "Religión", pp. 414-415.
32
En varios números de este periódico conservador, de Garzón, se hacía publicidad a la feria
ganadera, un evento que duraba alrededor de cuatro días, y en el que se daban todas las garantías
para la promoción y cuidado de “los animales” durante el desarrollo del evento.
33
“Deficiente Servicio de Transporte por parte del ferrocarril local”, Archivo personal de Jorge
Andrade Rivera, sf. Academia Huilense de Historia, Neiva.
34
Presbítero Horacio Cuéllar, “Informe de la Parroquia de San Lorenzo de Suaza”, El Eco del
Vaticano. No. 641. [Garzón] julio 29 de 1961, pp. 203-204.
35
Milina Muñoz. "Creencias populares entre campesinos de San Agustín (Huila)". Revista
Colombiana de Folclor Vol. 3, no. 8 (1963) 100-113, pp. 103-104. Biblioteca Nacional de Colombia.
Capítulo III 191
Por otra parte, la crisis de la depresión de EE.UU. durante esta década del 30 había
llevado a que la élite política se fijara en el desarrollo industrial. Las reformas de
López habían privilegiado la educación asignándole, mediante la ley 12 del
Ministerio de Educación en 1934, los recursos para la Comisión que se realizó en
1935. Así se reglamentaba la disposición de elementos técnicos, como la
radiodifusión, el suministro de bibliotecas, y de todo el personal profesional, entre
los que se destacan médicos y educadores, para cubrir las demandas de la
población.38 No obstante, los resultados en materia educativa, como se expuso en
el primer capítulo, fueron en ciertos términos cualitativos. Hay que señalar que a
mediados de siglo el Huila contaba con la menor distribución de carreteras y
ferrocarriles en el país, cuyo porcentaje lo conformaron un 4.0% y un 2.8 %
respectivamente.39
36
Alberto Ducuara Manrique, "Raíces de la agroindustria en el Huila el arroz, pionero de un incipiente
desarrollo industrial (1930-1990)." Historia Caribe 6.18 (2011): 165-185.
37
Bernardo Tovar Zambrano, "La economía huilense entre la tradición y la modernidad (1900-1960)".
Historia General del Huila, V. 3., Academia Huilense de Historia, 1996, pp. 121-124.
38
Díaz Soler, p. 7.
39
Posada, p. 35.
40
Guillermo Morales Ramírez, Historia de la Diócesis de Garzón, Segunda mitad del siglo XX. Fondo
de Autores Huilenses, Neiva, 2000, pp. 324-325.
192 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
41
Guzmán et. al. Vol. 1., p. 132.
42
Acción conservadora. No. 246. [Garzón] febrero 12 de 1944, p. 1.
43
Luis Ignacio Andrade fue un líder político de Altamira (Huila) perteneciente al partido conservador,
que abandonó su profesión diplomática para hacer parte del sacerdocio. Su papel en la dirección
local de este partido fue importante en Garzón. El Espectador “De ministro de Estado a ministro de
Dios”, Bogotá agosto 6 de 2012. Web 20 de septiembre de 2018. Disponible en
https://www.elespectador.com/noticias/politica/de-ministro-del-estado-ministro-de-dios-articulo-
365744
44
Acción conservadora, “Manifiesto del Directorio Nacional Conservador”. Comunicado del 18 de
julio de 1944. No. 258. [Garzón] julio 29 de 1944, p. 1.
Capítulo III 193
45
“Asaltado un camión en Neiva, por conservadores”, Archivo personal de Jorge Andrade Rivera. En
el documento aparece escrito a mano el año “1943”, y la noticia tiene la fecha “Sábado 16”. El recorte
está debajo de la noticia “Victoria liberal en el Huila, ganada ayer”. Academia Huilense de Historia,
Neiva.
46
“Incendiaria arenga hizo el cura párroco de Neiva”, Archivo personal de Jorge Andrade Rivera,
lunes 11 de 1944. Academia Huilense de Historia, Neiva.
194 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
e Hijos en la ciudad capital.47 La policía, que había realizado pesquisas durante tres
días, no encontró el material detonante mencionado en el periódico conservador. 48
El Directorio Nacional Conservador, por su parte, liderado por Alfonso Uribe Misas,
Juan Uribe Cuarta, Silvio Villegas, Guillermo León Valencia, Roberto Cavelier, entre
otros, manifestó: “Creemos que existen razones suficientes para declarar una
guerra civil”. Para los conservadores el cierre de El Siglo por parte de la fuerza
pública, que rodeó el edificio impidiendo la circulación de personal el 10 de julio de
1940, había resultado molesta y fuertemente reprobada. Laureano Gómez, por su
parte, recibió asilo político en Brasil.49
47
Hermógenes Liévano (1881-1946) fue un comerciante y empresario de la región, que tuvo al
comienzo de su carrera escasos recursos económicos y que logró sobresalir realizando transporte
de carga por el Río Magdalena. Fue dueño de la Ferretería Hermógenes Liévano en el centro de la
capital, propietario de numerosos bienes raíces y cofundador, junto con el ganadero Ricardo
Perdomo, del Banco del Huila que luego compraría el Banco de Bogotá. Tras su muerte, el patrimonio
familiar es heredado por sus hijos, que realizaron una importante actividad comercial y empresarial
en la región. Rolando Centeno Tapiero y Alexánder Quintero Bonilla, “Los pioneros de la actividad
empresarial en Neiva”. Historia Comprehensiva de Neiva, T. 3. 2014, pp. 88-89.
48
Archivo personal de Jorge Andrade Rivera. Academia Huilense de Historia, Neiva.
49
“Manifiesto”, p. 1
Capítulo III 195
De acuerdo con Villamizar clasifica dos periodos del conflicto armado: uno de
violencia bipartidista entre 1945 y 1964, y una etapa que corresponde al conflicto
después de los ataques a Marquetalia, Riochiquito y Guayabero en 1964, año que
coincide con el fin del obispado de Martínez. Para Villamizar las dos etapas tienen
características de una guerra civil prolongada, y presenta en común los siguientes
rasgos: desplazamientos, muertes violentas, desapariciones, masacres y despojo
de tierras.53
50
Acción conservadora. No. 255. [Garzón] mayo 27 de 1944, p. 5.
51
Calderón, pp. 134-135.
52
Guzmán et. al., Vol. 1., pp. 54-55.
53
Villamizar, “Elementos”, p. 177 y p. 186.
196 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Ahora bien, la violencia en el norte del Huila dejó profundos cambios en la vida
cotidiana de sus habitantes. Los testimonios de quienes vivieron la guerra en
municipios como Palermo y Teruel y la inspección de San Luis expresan que la
violencia cambió su vida cotidiana, al tener que observar los hechos de “muerte”,
“miedo”, la acción de “los bandoleros, las prohibiciones a nivel estatal que limitaban”,
54
González, “La Violencia”, pp. 352-363. José Jairo González Arias, El estigma de las repúblicas
independientes 1955-1965. CINEP, 1992, pp. 43-45.
55
Guzmán et. al. Vol. 1., p. 141. José Jairo González y and Elsy Marulanda Alvarez. Historias de
frontera: colonización y guerras en el Sumapaz. Cinep, pp. 112-113. Molano, p. 562.
56
Guzmán, Vol. 1., p. 294-295.
57
González, “La Violencia”, pp. 334-335.
Capítulo III 197
lo que causó “zanjas que ahondan aún más las diferencias políticas”. 58 El Mapa 2.
presenta una distribución de las parroquias en las que hubo mayores registros y
referencias de la Violencia. Se observa que a zona norte y occidente, dada su mayor
cercanía a zonas de trayectoria histórica de conflicto, como el sur de Tolima y
Sumapaz, está conformada estas poblaciones afectadas.
58
Marta Cecilia Cedeño, "La vida cotidiana en el occidente del Huila durante la violencia (Palermo,
Teruel y San Luis 1948-1964)". Editorial Kimpres Ltda. Bogotá, 196-212, p. 212.
59
Anexo 1. DAS Seccional Huila, “Informe sobre la cuadrilla de bandoleros dirigida por Héctor Pérez
González, Alias “Tres Espadas”, mayo 19 de 1964. González, “La Violencia”, pp. 439-445.
60
En Yaguará fueron asesinados a bala y machete 47 liberales, de acuerdo con Delimiro Moreno.
En Peñas Blancas (corregimiento de Guacirco, en Neiva), fueron asesinadas 26. Gustavo Salazar
Tapiero, gobernador, declararía la masacre como perpetrada por los “comunistas”. Ver Oscar
Cardozo, “La masacre de Peñas Blancas (Huila), un crimen de 58 años de impunidad”, El
Espectador, noviembre 4 de 2020. Disponible en
https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/verdad/a-58-anos-de-la-masacre-de-penas-
blancas-en-huila/
Mapa 2. Principales parroquias y poblaciones en las que se presentó Violencia (1946-1964).
3.3 La diócesis y el 9 de abril en la región
El 9 de abril para la Iglesia en Colombia constituyó el principal detonante de la
violencia de más de cincuenta años en la región, así como el motivo del origen de
distintos cinturones de miseria en municipios como Neiva, Pitalito, Garzón y La
Plata.675 En los comunicados del obispo Martínez no se encuentran antecedentes
de “Violencia” previos a 1948, lo cual desconoce todo el origen de la reconquista
conservadora del poder que configuró episodios claros de violencia política desde
1946. Lo cierto es que en la mira de los religiosos continuaron las alegorías sobre
el asesinato de Gaitán:
Dijérase que la raza maldita de Caín había pasado por ahí como una tromba y que en su
desesperación odio no solo al hombre sino también a las cosas, destruyó no solo el aliento
vital de sus semejantes pero también la piedra y la tierra y hasta el aire.676
Pero hay un momento, que es cuando asesinan a Jorge Eliecer Gaitán, a quien la gente
humilde llamaba el tribuno del Pueblo, en que los liberales se levantan con mucha fuerza
675
Morales, p. 324.
676
Presbítero Rómulo Trujillo, “Meditación sobre las ruinas”, Acción Conservadora. No. 338. [Garzón]
junio 6 de 1948, p. 2.
677
Acción Conservadora, “El Directorio Nacional Conservador denuncia ante el Dr. Echandía las
calumnias de los diarios liberales”. No. 336. [Garzón] mayo 12 de 1948.
200 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
contra los conservadores, porque lo cierto es que se pensaba que este crimen era obra del
gobierno de Ospina.678
678
Miguel Pascuas, “Toda una vida combatiendo por la dignidad del pueblo de Colombia”. Jesús
Santrich mayo 27 de 2013. Web. septiembre 16 de 2019. Disponible en: https://www.resistencia-
colombia.org/medios/ crb/1023-toda-una-vida-combatiendo-por-la-dignidad-del-pueblo-de-colombia
679
“Meditación”, p. 2.
680
La crueldad de la violencia en el territorio nacional abarcó, además de las numeras acciones de
sevicia que se describe en investigaciones al respecto, medidas de ultraje a la persona. Una buena
descripción de los mecanismos aplicados por los actores violentos está en la obra de Guzmán, en el
capítulo denominado “Tanatomanía de la Violencia”. Guzmán et. al., Vol. 1., pp. 245-257.
681
Acción Conservadora, “Proposiciones aprobadas por la Convención Conservadora”. No. 340.
[Garzón] julio 20 de 1948, p. 2.
Capítulo III 201
682
“Gaitán”, p. 4.
683
“Toda una vida”.
684
González, “La Violencia”, p. 323.
202 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Otras personas se refirieron al hecho como algo positivo, ya que “ese señor estaba
alborotando mucho a los comunistas y a otros revoltosos y por eso ocurrieron tantas
cosas por allá en Bogotá”. 685 Esta misma persona cuenta que algunos liberales sí
comenzaron a lanzar insultos contra conservadores. De San Luis salieron personas
hasta la vereda Argelia para escuchar noticias de la radio sobre el tema, había
profundo interés de recibir la noticia.
685
Cedeño, p. 199.
686
Cedeño, pp. 201-202.
Capítulo III 203
políticas o partidistas, como expone María Laboa. 687 No obstante, es indudable que
entre Martínez y los principios del partido conservador regional y nacional hubo
muchas simpatías, como no las hubo entre este y el partido liberal por las reformas
de 1936.
Ahora bien, la autoridad posee una connotación divina que justifica el respeto
manifiesto de la autoridad eclesiástica hacia la civil, como escribió Martínez:
Los católicos no podemos olvidar que estamos obligados a respetar, obedecer y defender
las autoridades legítimamente constituidas, no por fines humanos ni serviles, sino por fines
sobrenaturales y divinos. Así nos lo enseña San Pablo: “toda persona está sujeta a las
potestades superiores, porque no hay potestad que venga de Dios. Por lo cual, quien
desobedece a las potestades, a la voluntad de Dios desobedece. (Rom. XIII-1)”.688
Ahora, si se suma a este escenario la herencia ecuestre y pastoril que permitió el
latifundio en la primera mitad del siglo XX en la región, como estudia Bernardo
Tovar, se comprende la reproducción de unas estructuras sociales que permitieron
el poder y la sumisión al patrono, al hacendado, al que antes llamaron “amo”. 689
Esta clase pudiente de entonces, sobre la que giró la sociedad huilense y que aún
se observa en su fiesta principal era defendida en las pastorales de la diócesis.
De esta forma desde el punto de vista religioso católico las acciones que realizaron
individuos que “defendieron la patria”, como las fuerzas militares tras los hechos del
9 de abril, quedaron excusadas, ya que de acuerdo con el jerarca la fuerza pública
supo defender la autoridad. Hay, en los discursos de Martínez, ciertas afirmaciones
que justifican hechos de violencia, si estos fueron originados por católicos. Afirmó
el obispo: “Todos los católicos que cooperaron en la defensa del gobierno legítimo,
tienen la certidumbre de haber realizado actos meritorios, grandes y nobles”. 690 La
crisis expresa en los hechos del 9 de abril, fueron el resultado de decisiones políticas
del mal gobierno (liberal) que impactaron, para el prelado, de forma negativa a la
687
Juan María Laboa, "León XIII y la vida política europea." Anuario de historia de la Iglesia 12 (2003):
43-57, p. 52.
688
Gerardo Martínez, “Circular N° 41. El prelado habla sobre los últimos sucesos”, mayo 5 de 1948,
Acción conservadora [Garzón] mayo 12 de 1948, p. 4.
689
Tovar, "Religión", pp. 422-423.
690
Martínez, “Circular N° 41”, p. 4.
204 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
En Martínez hay referencias directas que mezclan los conceptos “Dios” y religión
católica. De ahí que las determinaciones tomadas por el liberalismo nacional, y que
recayeron en restar prioridad al catolicismo, por ejemplo en el escenario educativo,
fueran tomadas como por obras del demonio. De acuerdo con las fuentes revisadas,
se observa una necesidad de infundir miedo en el pueblo católico de tal forma que
no calara en ellos las ideas que pudieran restar privilegios eclesiásticos. Menguar
el protagonismo administrativo del clero en los escenarios sociales -familia y sistema
educativo especialmente- era sinónimo de amenaza para el prelado. La jerarquía
eclesiástica se identificó más con el proyecto conservador, y hacia este pedía
sumisión:
Cuando los pueblos se convencen de que Dios tiene derechos supremos sobre el individuo,
sobre el hogar y sobre la sociedad, lógicamente se respeta y aún se ama todo lo que es
sagrado: su doctrina, sus templos, sus imágenes, y sobre todo sus ministros, gozan de un
fuero especial, se les asigna un puesto de prelación, y se les considera por encima de toda
baja ambición. En sus ministros, dispensadores de todos los tesoros divinos, ven siempre
los buenos hijos de la Iglesia, la representación de la verdad, de la justicia, de la paz y del
amor; sus manos sagradas, sus labios guardianes de la verdad, su corazón rescindo de la
caridad, su mente atalaya de la justicia, se mueven y vibran siempre a impulsos del bien, y
por ello, se les respeta y se les ama.691
La diócesis de Garzón buscó influir por todos los medios posibles no solo en la
religiosidad de las personas sino en su obediencia, lo que trasgrede el escenario
espiritual. Por otra parte, el arraigo católico de gran parte de la población del
departamento coadyuvaba a configurar el proyecto religioso. A esto se suma el bajo
nivel educativo de la población. La información que circuló en gran parte de la
población campesina durante la Violencia en Huila fue suministrada por los medios
de comunicación –especialmente la radio-, por la escuela que tenía unas precarias
691
Martínez, “Circular N° 41”, p. 4.
Capítulo III 205
Gonzalo Sánchez plantea que las guerras en Colombia han estado acompañadas
de procesos de amnistías, por lo que él las clasifica en tres periodos o procesos del
conflicto: el primero, que enmarcan las guerras civiles a partir de 1854, el segundo,
consiste en la violencia de mediados de siglo XX, y el tercero, que arranca de los
60, y que comprende la situación actual de conflicto. 692 En las dos primeras etapas,
la dirección ideológica, a la que ha correspondido la jerarquía de la Iglesia, ha sido
dada por la clase dominante, no obstante, la dirección militar ha contado con una
gigantesca base popular.693 Esto posiblemente explique el temor a que la población
subvirtiera el orden que había impuesto tantos años de tradición religiosa y política.
La connotación divina de la autoridad inculca una verdad y por lo tanto una conducta
forjada a mediano y largo plazo.
692
Gonzalo Sánchez. “Raíces histórica de la amnistía o las etapas de la guerra en Colombia”.
Ensayos de historia social y política del siglo XX. Ancora Editores Ltda., Banco de la Republica, 1985,
p. 218.
693
Sánchez, Ensayos, p. 222.
694
Se refiere al obispado y a la Iglesia encargada de las fuerzas militares. Su diócesis se encuentra
en la capital de la República.
206 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Con frecuencia algunos párrocos de los pueblos, sobre todo de los municipios del sur y del
occidente del departamento, apartándose de su misión pastoral y evangelizadora, o
identificando ésta con la propia defensa de los postulados del Partido Conservador y del
Gobierno, incitaban desde el púlpito a las masas campesinas a la retaliación contra los
liberales y contra la infiltración de los “evangélicos” y comunistas.695
La iglesia de Suaza, por su parte, denunciaba ante la curia diocesana que las
organizaciones sociales y religiosas como la Acción Católica, la Legión de María y
los comités de Cáritas,699 eran perseguidos indirectamente pero con contundencia
695
González, “La Violencia”, p. 328.
696
González, “La Violencia”, p. 412.
697
La jerarquía eclesiástica nacional manifestó que el asesinato del religioso Jiménez Castillo
Walteros era una acción violenta más, que se sumó a otros seis casos cometidos por enemigos del
catolicismo. El Eco del Vaticano, “Protesta del clero nacional”. No. 557. [Garzón] noviembre de 1950,
p. 287.
698
Juan Sebastián Gómez Trujillo, “La Plata-Huila Tres historia de la violencia bipartidista”, 11-06-
19. Web 16 de octubre de 2019. Disponible en
https://www.utadeo.edu.co/es/articulo/crossmedialab/277626/la-plata-huila-tres-historias-de-
violencia-bipartidista
699
Los comités de Caritas fueron creados en Colombia en 1956 por la Conferencia Episcopal de
Colombia con el fin de contribuir en obras de asistencia social y mitigar el impacto negativo de las
poblaciones que han sufrido pobreza, violencia o desplazamiento. Web. noviembre 8 de 2019.
Disponible en https://www.caritas. org/donde-trabajamos/america-latina-y-el-
caribe/colombia/?lang=es
Capítulo III 207
Este llamado del obispo al amor fraternal contrastó con los hechos mencionados en
donde religiosos fueron señalados partícipes por su discurso incendiario, la toma de
postura política proconservadora y la acción directa. Aunque el obispo Martínez
continuó después de 1949 asumiendo una actitud proselitista y partidaria en buena
medida del conflicto. En El Eco del Vaticano no se encontraron más acciones de
700
Presbítero Horacio Cuéllar. “Informe de la Parroquia de San Lorenzo de Suaza”, El Eco del
Vaticano. No. 641. [Garzón] julio 29 de 1961, pp. 201-202.
701
Transcripción: “…el primero es la falta de comprensión entre los esposos, (texto ilegible) y los
hijos lo que hace que no se viva la vida del amor que es lo único que hace la felicidad del hogar, y
como consecuencia de ello también en la sociedad hay una tendencia al odio y la venganza que de
ninguna manera cuadra con lo que debe ser una sociedad cristiana.” Autos de Visitas. Libro V. desde
noviembre de 1961. Archivo disponible en la Diócesis de Garzón, p. 6.
208 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
influencia del factor religioso en los procesos electorales del país y de la región
después de las pastorales de 1949.
Por eso no se puede decir que sea fanfarronada del presidente afirmar que le dará mate a
la violencia. Ya ha dado pruebas suficientes de su energía, dará luchar contra los violentos,
vengan de donde vinieren sin contemplaciones de ninguna naturaleza …702
Sin pretender generalizar, Leopoldo escribe que hay clérigos que utilizan los
sacramentos para su provecho: “son explotadores que utilizan la religión como
702
Cristiandad, Órgano de la Acción Católica, [Neiva], 27 de julio al 3 de agosto de 1963, p. 3
703
Cristiandad, El Excmo. Señor obispo de Garzón pide decidida acción contra los violentos, [Neiva],
19 al 16 de febrero, p. 1.
704
Leopoldo, p. 219.
Capítulo III 209
escudo para dominar y vivir, y muy bien, por cierto”. 705 La reflexión que hace el
sacerdote Leopoldo es coherente con la realidad de devoción de buena parte de
población huilense de entonces: “Estos testimonios tan coloquiales nos sumergen
en la realidad religiosa de los huilenses de conciencia mágica ingenua, que creen
en el destino y a la última hora, el estigma de la ignorancia los persigue”. 706
705
Leopoldo, p. 237.
706
Leopoldo, p. 239.
210 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
en nombre y por autoridad de Dios”. 707 Estos hombres, por supuesto, debían estar
formados en los valores tradicionales de la familia: “nuestros candidatos deben ser
hombres de principios firmes, que reconozcan que el individuo, la familia y la
sociedad vienen de Dios, le pertenecen y le deben sujeción”. 708 El mensaje, con
aparente sentido espiritual, impactaba sobre los fieles tratándose de un escenario
de violencia bipartidista. El proselitismo político en el contexto de elecciones influyó
en la imagen beligerante que el liberalismo configuró de los párrocos y de la Iglesia,
lo cual permitió su asociación a los brazos más ortodoxos del conservatismo. En
muchos casos, es importante ver cómo la palabra trascendió el límite y pasó a la
acción, en el sentido de movilización social.
Por otra parte es importante recalcar que la institución eclesiástica, de acuerdo con
una directriz de la Conferencia Episcopal de Colombia de 1927, recordada por las
mismas autoridades religiosas treinta años después, debía abstenerse de acceder
o participar en procesos de elecciones políticas.709 Sin embargo, dada la relativa
autonomía de los religiosos, el obispo Martínez continuó su acción proselitista. La
Ilustración 7. refleja cómo el obispo indicaba la conveniencia de elegir candidatos
que defendieran a la Iglesia en el Congreso:
707
Acción conservadora, “La voz del prelado”, “Circular No. 34”. No. 319. [Garzón] marzo 5 de 1947,
p. 1.
708
“La voz”, p. 319.
709
En esta conferencia de 1927 se dictaron medidas como: “absténgase los sacerdotes de firmar
telegramas, o enviar escritos a los periódicos, sea para quejarse de las autoridades, sea para
alabarlas, o con otros fines” o “prohibimos de manera absoluta a los párrocos y demás eclesiásticos
concurrir a reuniones de carácter eleccionario”. El Eco del Vaticano, “Circular No. 107”. No. 618.
[Garzón] abril de 1957, p. 300.
Capítulo III 211
Existe otra mirada a estas alianzas de clérigos con determinados sectores políticos.
Para el religioso historiador de la diócesis, Guillermo Morales, eran los candidatos
políticos o los grupos políticos los que buscaron a los sacerdotes para
“aprovecharse en muchas ocasiones de la influencia de los pastores sobre el
pueblo”.710
En la actividad electoral del país hay que acotar algunos elementos. En primera
medida las elecciones durante buena parte del siglo XX estuvieron marcadas por
una directriz partidista. Ahora bien, se celebraron elecciones continuamente, en los
primeros 50 años se presentaron gobiernos tipo hegemónicos: la Hegemonía
Conservadora (1885-1930), la República Liberal (1930-1946) y el retorno del
conservatismo (1946-1953), lo que afectó la participación electoral como sucedió en
1949. En el caso del Huila, en un decreto del 2 de noviembre de 1949 se notificaba
a la población la destitución de los cargos públicos a 8 funcionarios de la alcaldía
de Neiva, los cuales tuvieron que ser restituidos por medio de las interpelaciones de
los abogados Alberto Losada Lara y Guillermo Hernández Rodríguez. 711 En este
punto sobre la intención de dominio hegemónico de los partidos, concuerda también
Delgado. Es importante ver cómo de un dominio unipartidista se llegó a un dominio
electoral bipartidista tras el Frente Nacional, lo que también conllevó un desgaste
710
Morales, p. 327.
711
Archivo personal de Jorge Andrade Rivera. s.f.
212 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Así Neiva, Aipe, Algeciras, Baraya, Campoalegre, Colombia, Hobo, Rivera, Tello y
Villavieja tuvieron mayor cantidad de votos liberales, siendo una excepción el
municipio de Colombia, que para las elecciones de 1968 presentó mayoría de votos
conservadores. Por otra parte, municipios como Íquira, Palermo, Pitalito y Teruel,
fueron de tradición partidista conservadora como lo mostraron sus resultados
electorales. Cabe mencionar que, salvo el caso de Yaguará del que no se conoce
información de sus resultados electorales, en estos municipios ganó las elecciones
el partido conservador con notable diferencia.
712
Cf. Oscar Delgado, "Los sistemas electorales para el Congreso en Colombia (1821–2002)."
Estudios Socio-Jurídicos 4.2 (2002): 67-129, p. 73.
713
Sin título 20. Web. noviembre 20 de 2019. Disponible en:
https://wsr.registraduria.gov.co/IMG/pdf/Libro_
-Estudio_comparado.pdf
714
Las tres fuentes son: Para elecciones de 1943 y 1968: Edgar Bautista, Jaime Ramírez y Orlando
Rodríguez, “La violencia en el Huila 1946-1964”. Tesis de Especialización en Instituciones Jurídico-
políticas y Derecho Público, convenio Universidad Surcolombiana-Universidad Nacional de
Colombia, Universidad Surcolombiana, Neiva, 1996, p. 11. Para las elecciones de 1945: “Estadística
Electoral. Resultado de las elecciones para Representantes al Congreso Nacional, verificadas el 18
de marzo de 1945”. Web. febrero 3 de 2020. Disponible en
http://biblioteca.dane.gov.co/media/libros/BOL_S06_1945_12.PDF. Para las de 1949 (Diputados),
1951 (Senadores), 1958 (Representantes), 1960 (Representantes) y1964 (Representantes).
Archivos electorales. Informes de la Registraduría Nacional del Estado Civil, Bogotá, 1949, 1952,
1958, 1960 y 1964, Bogotá.
Capítulo III 213
Carnicerías. Santa María fue un fortín de estos grupos, no obstante de este último
municipio no se conocen resultados, pues su fundación data de 1965.
En este orden de ideas, en Palermo para las elecciones de 1958, los conservadores
obtuvieron 4359 frente a 499 liberales; en las de 1960, 2588 votos conservadores
frente a 280 liberales, y en las elecciones de 1964, 2823 votos conservadores contra
194 liberales. En Íquira, 841 conservadores frente a 2 liberales para las elecciones
de 1949; para las elecciones de 1958, 1286 conservadores frente a 41 liberales;
1014 conservadores frente a 37 liberales para las elecciones de 1960, y 843 votos
conservadores contra 24 liberales para las elecciones de 1964, y para el caso de
Teruel, de donde fue oriundo Saúl Quintero, para las elecciones de 1949, 745 votos
conservadores contra 128 liberales;1439 votos conservadores contra 170 liberales
para las elecciones de 1958; 906 votos conservadores contra 34 liberales en los
escrutinios de 1960 , y 882 votos conservadores contra 44 liberales en las
elecciones de 1964. Fueron realmente significativos los resultados en esta
población en la que se establecieron mecanismo de persecución liberal.
San José de
- - - - - - - - -
Isnos
Suaza - - - - 743 287 785 0 0
Tarqui - - - - 929 132 1431 0 0
Tello 209 759 150 955 334 1288 367 0 0
Teruel 396 89 400 92 745 128 708 0 0
Tesalia - - - - - - - - -
Timaná - - - - 1599 229 1174 0 0
Villavieja 138 572 88 307 546 558 268 0 0
Yaguará - - - - 428 353 334 0 0
TOTAL 2993 2990 4967 2927 26403 23322 31632 0 0
216 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Elecciones 1968
1958 (Representantes) 1960 (Representantes) 1964 (Representantes)
(Asamblea)
Municipios
Conservadores Liberales Conservadores Liberales Conservadores Liberales Conservadores Liberales
Tesalia- Tesalia-
Carnicerías 1705 208 carnicerías carnicerías - - - -
1393 153
Colombia 1597 960 1079 515 934 442 762 661
Elías 857 31 626 14 351 11 - -
Garzón 5160 868 3364 697 3883 708 - -
Gigante 231 4956 116 3132 112 2619 - -
Guadalupe 1757 208 1443 224 1194 242 - -
Hobo 40 1201 21 806 25 544 31 707
Íquira 1286 41 1014 37 843 24 1009 51
La Plata 2802 2302 1761 1699 1316 977 - -
Palermo 4359 499 2588 280 2823 194 2290 223
Paicol 714 71 639 103 454 51 - -
Capítulo III 217
Elecciones 1968
1958 (Representantes) 1960 (Representantes) 1964 (Representantes)
(Asamblea)
Municipios
Conservadores Liberales Conservadores Liberales Conservadores Liberales Conservadores Liberales
San José de
- - 1014 532 - - - -
Isnos
Suaza 943 394 782 427 721 269 - -
Tarqui 3085 173 1564 206 1224 116 - -
Tello 445 2375 141 1597 91 670 161 1234
Teruel 1439 170 906 34 882 44 1005 90
Tesalia - - - - 1286 36 - -
Timaná 2504 238 1503 183 1407 140 - -
Villavieja 616 1183 304 693 228 395 364 495
Yaguará 714 658 396 492 271 402 - -
TOTAL 50116 50481 32827 33194 31169 29232 9128 5166
Tabla 1. Resultados electorales por municipios.
La Tabla 1. también muestra otro aspecto que se relaciona con la marcada
diferencia partidista en los municipios. En este orden de ideas, se observa la
presencia liberal en municipios como Tello, Neiva, Campoalegre, Gigante, y se
destacan otros municipios conservadores de los que no se encontraron registros
de violencia armada de grupos paraestatales, pero que sí tuvieron una marcada
presencia religiosa católica, como Elías y Garzón.
La diócesis con frecuencia publicó pastorales del obispo en las que hubo un
evidente proselitismo político. Para las elecciones de concejales, diputados y
representantes de 1949 el obispo Gerardo Martínez exhortó a los creyentes a votar
por candidatos que integraran un “parlamento digno”, complementario de la
administración presidencial del momento, a saber, la de Ospina Pérez:
715
Javier Duque Daza, "La circulación de la clase política en Colombia: El congreso de la republica
durante el frente nacional." Sociedad y Economía 8 (2005): 29-60, p. 32.
716
Informe del Registrador Nacional del Estado Civil a la Honorable Corte Electoral. Registraduría
Nacional del Estado Civil, Archivo de 1949, pp.9-11.
Capítulo III 219
Dios y la patria nos piden el concurso y como esos son nuestros grandes ideales, por Dios
y por la Patria acudiremos a las urnas.717
En estas elecciones, quedaron como representantes Luis Ignacio Andrade y Max
Duque Gómez. Ambos fueron conservadores. Por parte del liberalismo quedó
elegido Efraín Rojas Trujillo del partido Liberal Colombiano Gaitanista.718
Nunca como ahora ha tenido tanta trascendencia el acto del voto; tenemos perfectamente
deslindados en el mundo entero y por ende en nuestra patria, los dos campos: las derechas
y las izquierdas, o diríamos con mayor precisión, el bien y el mal. Cristianismo y comunismo
son las dos fuerzas que se disputan el campo. El cristianismo fuente de paz, de justicia y
de amor; el comunismo símbolo de guerra, de libertinaje y de odio; la bandera de Cristo
717
Acción conservadora, “La voz del prelado”, Circular No. 34. No. 319. [Garzón] marzo 5 de 1947.
Las mayúsculas corresponden al texto original.
718
El Tiempo, “Cuál fue el resultado, por Secciones, del Debate Electoral del 16 de marzo”. [Bogotá]
abril 3 de 1947, p. 1.
719
Acción conservadora, “¡Levantemos la bandera!”. No. 348. [Garzón] febrero 05 de 1949, p. 1
720
“¡Levantemos la bandera!”, p. 1
721
“Circular No. 46”, pp. 471-472.
220 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
sostenida en alto desde el Vaticano por su legítimo sucesor invitando a la paz, a la justicia
y al amor, y la bandera del Soviet agitada en torbellinos de destrucción. 722
La pastoral que prohíbe votar por “abrileños” pretendió movilizar a la población por
medio del miedo. El episcopado guardaba cierto celo por la pérdida de fieles (“han
abandonado la ley divina y se portan en la práctica como incrédulos”),723 y por otra
parte, denunciaba al liberalismo como “perseguidor de la Iglesia”. 724 El prelado
retomó de forma literal las palabras del arzobispo Ismael Perdomo: “Por demás
está repetir lo que la nación debe a la Religión: fundación de colegios, hospitales,
casas de beneficencia, reducción de salvajes, conservación de la integridad
nacional”.725
En estas elecciones, que daban reapertura al congreso cerrado por Ospina Pérez,
el obispo Martínez, como autoridad eclesiástica de la región, reflejó en sus palabras
la inclinación conservadora, exhortando al pueblo a elegir representantes afines al
ejecutivo, es decir, que apoyaran al entonces presidente Laureano Gómez:
722
Acción Conservadora, “Los prelados de Colombia condenan el liberalismo y prohíben votar por
candidatos abrileños”, abril 10 de 1949. No. 350. [Garzón] mayo 14 de 1949, p. 1
723
“Los prelados”, p. 1.
724
“Los prelados”, p. 1.
725
Circular No. 46”, p. 473.
726
“Circular No. 48”.
727
“Circular No. 48”.
728
Gerardo Martínez, “Circular No. 67”, El Eco del Vaticano. No. 567. [Garzón] agosto de 1951, p.
438.
Capítulo III 221
A las palabras del obispo, se sumaba la acción contra los liberales en algunos
municipios. El delegado de la Registraduría, Luis Moncaleano, relató el
“conocimiento informal” del asesinato de tres campesinos liberales de Neiva y un
caso similar dado en Timaná. 730 Sin embargo afirmó que “no siempre las
autoridades han estado a la altura de su deber”. Debido a estas necesidades de
orden público, los representantes de la registraduría para las elecciones de 1949,
solicitaron el apoyo de la fuerza pública en los siguientes municipios: Algeciras,
Campoalegre, Aipe, Villavieja, Tello, Colombia y el corregimiento de San Alfonso .731
Las elecciones del 5 de junio de 1949 dejaron en Neiva ocho curules para el
liberalismo y tres para el partido conservador. Cuando fue nombrado como alcalde
el conservador Pablo Gutiérrez Vélez este retiró de los cargos públicos a la mayoría
de los liberales y puso en su lugar a miembros del partido conservador.732 Es
importante recordar que la Pastoral Colectiva de 1949 sentó la posición de los
obispos respectos a estas elecciones tan importantes, considerando que definían
el futuro de la nación tras las consecuencias sociales y políticas que dejó el
asesinato del líder liberal.733 En el contexto de las elecciones de Senado y Cámara
de 1951, el obispo Martínez continuaba con su llamado a legislar a favor del
conservatismo como se observa en la Ilustración 8. La Asamblea Departamental
729
“Circular No. 67, p. 438.
730
Informe del Registrador Nacional del Estado Civil, Archivo de 1949, p. 117.
731
Informe del Registrador, 1949, p. 128.
732
González, “La Violencia”, p. 326.
733
Del obispo Martínez se tienen dos pastorales al respecto. Aparte de la ya citada “Los prelados
de Colombia condenan el liberalismo y prohíben votar por candidatos abrileños”. Acción
Conservadora [Garzón] mayo 14 de 1949. Gerardo Martínez, “Pastoral para la Cuaresma de 1949”,
El Eco del Vaticano [Garzón] enero de 1949 437. En esta última, el obispo condena al liberalismo y
al comunismo como grandes males de la nación.
222 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Concejales,
Elecciones Diputados,
Municipales diputados y
Presidenciales representantes, y
(1947) representantes
(1946) senadores (1947)
(1949)
Liberales 17636 19553 21800 28780
Conservadores 21005 18900 23779 30831
Tabla 2. “Resultados electorales en los últimos 5 años”. El Tiempo, septiembre 16 de 1951.736
734
Decreto 3520 de 1949. Gobernación del Huila. Cedeño, p. 200.
735
“La Patria y la Iglesia nos piden el voto con toda autoridad y razón; luego es nuestro deber
sagrado depositarlo”. Gerardo Martínez, “Circular No. 78”, El Eco de Vaticano. No. 584. [Garzón]
febrero de 1953, pp. 230-231.
736
“Resultados electorales en los últimos 5 años”. El Tiempo, septiembre 16 de 1951. Disponible en
https://news.google.com/newspapers?nid=N2osnxbUuuUC&dat=19510916&printsec=frontpage&hl
=en
Capítulo III 223
(…) teniendo en cuenta las gravísimas circunstancias actuales del país y la urgencia
inaplazable de que él regrese lo más pronto posible al orden constitucional, considera de
alta conveniencia para la nación que todos los ciudadanos intervengan en el plebiscito
decretado por la Honorable Junta Militar de Gobierno.738
La preocupación de los jerarcas consistió en “conseguir que las Corporaciones
Legislativas correspondientes deroguen las reformas constitucionales de 1936 y
demás que estén en desacuerdo con los principios católicos”. 739 El nuevo acuerdo
bipartidista, para el liberalismo, había sido fruto “de los partidos para retornar a las
instituciones, reconstruir el estado de Derecho y volver al libre juego de la lucha
737
Uribe, Matar, p. 44.
738
Frente Liberal, “El Episcopado colombiano advierte a los católicos que tienen la obligación de
votar el plebiscito”. noviembre 19. No. 313. [Neiva] noviembre 23 de 1957, p. 1.
739
“El Episcopado”, p. 4. noviembre 23 de 1957, p. 1.
224 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
740
Frente Liberal, “Política de Paz”. No. 317. [Neiva] diciembre 21 de 1957.
741
Frente Liberal, “Vivo y fervoroso entusiasmo a favor del plebiscito en todos los pueblos del Huila”,
No. 313. [Neiva] noviembre 23 de 1957, p.1.
742
Gerardo Martínez. “Circular No. 13”, noviembre 23 de 1957, El Eco del Vaticano. No. 624.
[Garzón] noviembre y diciembre de 1957, p. 189
743
Frente Liberal, “La sentencia Evangélica”. No. 317. [Neiva] diciembre 21 de 1957.
Capítulo III 225
Los dos comisionaban con las patrullas militares, vestidos de tenientes. Serrato con una
metralleta y Munar con una larguísima carabina mexicana. El cura decía misa uniformado,
bendecía las armas de la patrulla y salía con ella a perseguir campesinos. A los prisioneros
los decapitaba a machete y regaba el cuento de que los habían matado "los chusmeros
nueveabrileños".746
Son relativamente conocidas estas anécdotas que figuran en distintas fuentes sobe
el carácter guerrerista del cura Munar. La vereda Órganos, junto a Santamaría (hoy
municipio), fueron “fortines de la acción “chulavita” y de los “pájaros” de los años
744
El Eco del Vaticano, “Últimos nombramientos”. [Garzón] julio de 1950, p. 224.
745
Morales, p. 286
746
Carlos Arango Z., FARC, veinte años de Marquetalia a la Uribe, 1984, p. 104. Web. septiembre
13 de 2019. Disponible en https://www.farc-ep.co/pdf/FARC-20-a%C3%B1os-marquetalia-uribe.pdf
226 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
50 al 53”. Por esta razón política existieron serias rivalidades entre Órganos y San
Luis, incluso se denuncia una masacre cometida por estos grupos armados, hechos
“atribuidos increíblemente a la mentoría intelectual de un sacerdote sobre la
policía”.747
en el mismo pueblo la gente comentaba que eso era una guerra política entre godos, que
era como se le llamaba despectivamente a los conservadores, por lo reaccionarios y
plegados a las posiciones atrasadas, feudales, de la iglesia y los cachiporros, que era como
los conservadores llamaba a los liberales.750
Régulo Oviedo, entrevistado por González Arias, confiesa haber escuchado una
misa en la que Munar condenaba al liberalismo como “una peste y un microbio”.
Por esta razón “él salía a comisión con el fusil y la sotana, con la policía y los
secuaces que ellos usaban”. 751 San Luis, población con tendencia liberal, de
acuerdo con el párroco de Palermo, era un lugar de carencia religiosa, que vivía en
abandono.752
747
González Arias, “La Violencia”, p. 335.
748
“Toda una vida”.
749
“Toda una vida”.
750
“Toda una vida”.
751
Régulo Oviedo, en Neiva, 26 de marzo de 2011. José Jairo González Arias, “Neiva Rural”. Ed.
Bernardo Tovar Zambrano y Reynel Salas Vargas, 2012, Historia comprehensiva de Neiva.
752
Presbítero Teódulo Monje, “Informes Parroquiales (Palermo)”, El Eco del Vaticano. No. 630.
[Garzón] febrero y marzo de 1959, p. 506.
Capítulo III 227
Esto teníamos escrito a principios de 1951 pero he aquí que la noche del 19 al 20 de
septiembre de dicho año un grupo de malhechores sorprendió la pequeña guarnición y
después de haber asesinado personas, incendió la población y redujo a cenizas la iglesia y
la casa cural. Poco después se trató de reedificar el pueblo no lejos de las ruinas. Pero una
nueva incursión de los bandidos lo destruyó definitivamente.753
Establecimos un cerco militar de cinco horas que calmosamente fuimos cerrando hasta
dominar la situación, después de un prolongado y duro combate. Capturamos fusiles,
revólveres, escopetas y grases, y en el cuartel de la policía hallamos 4000 cartuchos de
fusil y un fusil italiano equipado con 5000 proyectiles en la casa cural, vivienda del sacerdote
católico de apellido Monar.754
En esta toma participaron “el cabo Martínez a quien por chanza le decían el cabo
Martillo (…) Simón Chala, Abelardo Trilleras, Jaime Guaracas, y otros más”.755 Las
guerrillas de Marulanda y Loaiza contaron con “el aval de la Dirección Nacional
Liberal”, recuerda Miguel Pascuas. 756
Podemos decir que con las arengas amenazantes de los curas, los feligreses por temor se
unían al partido conservador, y esta ligazón de los curas, de la iglesia digamos, con el
conservadurismo más atrasado se veía en las consignas de los pájaros y chulavitas, cuando
tras las matanzas del nueve de abril gritaban ¡que viva cristo rey y la santa iglesia y que
mueran los cachiporros!, que era como le decían a los liberales; o sencillamente gritaban
consigan de muerte contra los “nueveabrileños”, que era el otro nombre que le daban los
753
Díaz Jordán, p. 355.
754
Arturo Álape, Las Vidas de Pedro Antonio Marín. Manuel Marulanda Vélez Tirofijo. Editorial
Planeta. Bogotá (1989), p. 153.
755
“Toda una vida”.
756
“Toda una vida”.
228 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
conservadores a los liberales que se habían levantado en protesta por el asesino ato de
Gaitán.757
Aurora Moreno Torres evidencia, a partir de los testimonios tomados de
campesinos de Palermo (Huila), filiaciones del clero con la policía conservadora
que perseguía y amenazaba a campesinos por discordia bipartidista. 758. Aurora
también se refiere a las contiendas entre Órganos y San Luis, y una de sus fuentes
refiere la toma de Órganos en los siguientes términos:
Con bombas atacaron el cuartel de policía, la guerrilla fue a la iglesia y en una virgen
encontraron un fusil, que habíamos llevado con un acólito para el padre Monart, yo vivía en
Órganos y la gente se fue, no los apoyó, porque habían quedado más que todo
conservadores, los liberales que no se quisieron voltear se había ido un mes antes, la
guerrilla llegó y mató mucha gente, le zampó candela al pueblo, después atacaron San
Luis…759
…pero en esta historia hubo algo más lamentable y fue que los policías que lograron
escapar, en la huida le metieron candela a varias casas y el fuego se propagó rápidamente
por todos lados. Al final, todo el pueblito se incendió, quedando sólo en pie la casa cural y
la iglesia que tenían techos de cinc. Todo quedó en cenizas, incluyendo la casa donde yo
me crié, pero nosotros, mi mamá, mi hermana Graciela y yo ya estábamos en San Luis. 760
Yo recuerdo que la cárcel quedaba cerca de la casa cural que era donde yo vivía, entonces
me podía dar cuenta que de noche traían presos de varias partes, hasta de Neiva, y ahí los
torturaban con garrote y quién sabe qué otras cosas porque los gritos de dolor se
escuchaban claritos; es decir que el cura también se daba cuenta, pero ni se inmutaba,
parecía de acuerdo con todo lo que ocurría en el pueblo por órdenes del sargento García. 761
757
“Toda una vida”.
758
Aurora Moreno Torres, Campesinos en el sur del Tolima. Estudio de caso. 1960-1965. Tesis de
pregrado, Universidad del Valle. Cali, 2011, pp. 1-26. Web. marzo de 2018. Disponible en
http://bibliotecadigital.univalle.edu.co/xmlui/handle/10893/1015
759
Moreno, Campesinos, p. 10.
760
“Toda una vida”.
761
“Toda una vida”.
Capítulo III 229
Las personas torturadas por los chulavitas eran señaladas de ser chusmeros. Las
persecuciones a los liberales iban acompañadas de frases violentas, lapidarias. La
consigna de sectarismo a muerte que gritaban contra los liberales era “viva la virgen
del Carmen, viva Cristo Rey, viva Laureano Gómez y abajo el partido liberal” o
“muera el partido liberal”.762 Miguel Pascuas también explica que se organizaron
autodefensas de campesinos para contrarrestar la violencia y persecución que
sufría la población por parte de los “pájaros” y “chulavitas”. 763 Se trató de un
mecanismo para recuperar la zona de la posible filtración armada liberal o
comunista.
Estas líneas las estampamos no como una simple protesta, sino como una nueva
constancia histórica contra los que tradicionalmente han sido el azote de la Iglesia en
Colombia. Esperamos que estas negras páginas de nuestra historia contemporánea, han
de abrir los ojos a tantos incautos que, por desconocimiento de los hechos pasados o por
falsas propagandas, militan en las filas de los enemigos de su fe y de su Dios. 764
Por esta razón el prelado predicó una “cruzada por la paz”: “que la amarga lección
actual de devastación, de sangre, de lágrimas y de muerte nos sirva a todos para
que no dejemos apagar en nuestros espíritus la luz del evangelio, única que puede
librarnos del abismo”. 765 Era claro que el obispo pedía fortalecer la iglesia frente a
los ataques que denunciaba la jerarquía en el país: “También alguna de nuestras
parroquias fue destruida a sangre y fuego por la crueldad de los bandoleros que
ejercían su criminal labor en lugares vecinos. Y aunque ello no hubiese sucedido,
no puede sernos indiferente la suerte de nuestros compatriotas que son nuestros
hermanos”.766
762
“Toda una vida”.
763
“Toda una vida”.
764
Gerardo Martínez, “Circular No. 70”, El Eco del Vaticano. No. 569. [Garzón] noviembre 6 de 1951,
p. 466.
765
“Circular No. 70”, p. 70.
766
Gerardo Martínez, “Circular No. 73”, El Eco del Vaticano. No. 575. [Garzón] mayo de 1952, p.
69.
230 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
El cura Jesús Antonio Munar era considerado “el Cura Justiciero” y de acuerdo con
los testimonios siempre andaba armado. También se dice que tuvo aspiraciones
de ser alcalde del municipio San José de Isnos, ubicado al sur de la región. 767 Fue
fundador de este municipio y queda abierta la pregunta sobre cuáles fueron sus
acciones violentas en esta zona sur de la región debido a la carencia de archivo.
Munar, además, andaba con una virgen, Nuestra señora de Aránzazu, a la que le
metía, junto a otros cómplices, armas que transportaban y “cabalgaban adonde
querían ir”.768 Sobre la virgen hueca en la que guardaba armas el cura Munar,
también habla el guerrillero Miguel Pascuas:
En una ocasión el Padre Monar mandó a un acólito para Órganos con 2 caballos y una
remesa y un fusil de caballería punto 30 de los corticos muy nuevecito; el acólito me convidó
para que le ayudara, mi mama estaba de acuerdo que yo fuera con ese muchacho que tenía
apellido Calderón. Cuando llegamos a Órganos entramos a la iglesia y allí Calderón le
entregó el fusil al sacristán para que lo guardara dentro de la virgen; era una estatua hueca,
grande de la virgen del Carmen. Con el fusil metieron también harta munición y ya eso
indicaba que la iglesia también estaba metida directamente haciendo la guerra contra los
liberales.769
Munar asistió a los cursos dirigidos por la Acción Social, previa citación realizada
por el obispo.770 Munar finalmente fue removido de San Luis, de acuerdo con
Miguel Pascuas, y en su reemplazo fue puesto Tarsicio Camero, que poco tiempo
después fue trasladado a Algeciras con Miguel y su madre.
767
Leopoldo, p. 237.
768
Leopoldo, p. 237.
769
“Supe tiempo después, que entre el armamento y la munición que recuperó la guerrilla estaba lo
que el sacristán guardó dentro de la virgen. Cuando ingresé a las FARC, dos antiguos guerrillero
del Davis, Lozano y Mundo Viejo, me contaron que el propio Marulanda recuperó el fusil punto 30;
un arma muy linda, de caballería”. “Toda una vida”.
770
Gerardo Martínez, “Circular No. 126”, El Eco del Vaticano. No. 631. [Garzón] abril a diciembre
de 1959, pp. 7-8.
771
Adriana Fernández, “Reconstrucción de la memoria colectiva de los habitantes del corregimiento
de San Luis –Neiva sobre los hitos o hechos más significativos en los últimos 50 años”. Tesis de
Pregrado, Universidad Surcolombiana, Neiva, 2016, pp. 27-43.
Capítulo III 231
Ramón Tovar, fundador y dirigente del partido comunista en Palermo, contó a Luis
Ernesto Lasso la anécdota personal de que el cura Munar sentenciaba a muerte a
los liberales y otros líderes políticos. “A este sí… a este no…”, cuenta Tovar, “a mi
hermano le tocó sí, y a mí no”. Fusilaron a ocho personas y echaron sus cuerpos
al río Baché.
El 20 de julio de 1958 el caserío de San Juanito (cerca de San Alfonso) fue testigo
de la masacre de varios campesinos. En la población vecina de San Alfonso “los
772
Ortiz, p. 23.
773
Gabriel Díaz, entrevista personal (Soacha; marzo 30 de 2019).
774
Ortiz, p. 19.
232 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
775
La masacre de la familia fue narrada por el sobreviviente Celso Rojas al sacerdote Leopoldo del
Ave María. Entrevista personal. Ver también Leopoldo, p. 235.
776
El primer mes más violento fue noviembre, con 50 muertes; el tercero, septiembre con 21, y el
cuarto, junio con 16 homicidios. Archivo Histórico de Ibagué. Memoria del Ministro de Gobierno al
Congreso de 1959. Guillermo Amaya Ramírez, Imprenta Nacional, Bogotá, D. E. 73-77. Polanco, p.
82.
777
De este sacerdote no se encontraron fuentes que contribuyeran a su relato biográfico. En
entrevista con Leopoldo, el sacerdote viejocatólico lo confundió con Jesús Antonio Munar. Sin
embargo en el texto publicado por él mismo, habla de este padre como si fuera una persona
diferente al cura de Órganos.
778
Leopoldo, p. 236.
779
Leopoldo, p. 236.
Capítulo III 233
Hubo otro caso de un sacerdote en Palermo “que ayudaba a los pájaros y que por
las noches se reunía con ellos y los animaba para que siguieran acabando con la
semilla del mal”.782 Este sacerdote, Horacio Cuéllar, durante la década del 50, tuvo
un hijo con una muchacha de servicio. Los viernes y sábados se montaba “cananas
al hombro y salía a matar campesino”.783 Luis Ernesto Lasso, reconocido profesor
de Literatura y escritor del departamento, que fue monaguillo, narra desde su
experiencia la anécdota. 784 El sacerdote, oriundo de Garzón, había sido religioso
de El Pital y había convertido en mansión la casa cural, casa que para el obispo
780
“Gaitán”, p. 4.
781
Acción conservadora, “Los liberales de Garzón desmienten las informaciones calumniosas del
Corresponsal de “El Tiempo” en Neiva”, mayo 05 de 1948. No. 336. [Garzón] mayo 12 de 1948.
782
Cedeño, p. 211. Manuel Marulanda en su Diario de Campaña se refirió a la llegada de los pájaros
a Génova (Caldas), su tierra natal: “Irrumpieron los primeros pájaros para asesinar indefensos
campesinos, con la consigna: ¡Viva Laureano Gómez! ¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva Cristo Rey!
¡Abajo el partido liberal!”. Discurso pronunciado por Marulanda Vélez en las profundidades del
cañón del Duda el 17 de julio de 1990. Ver también Leopoldo, p. 236.
783
Entrevista a Luis Ernesto Lasso abril 5 de 2020.
784
Entrevista a Lasso abril 5 de 2020.
234 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Martínez era “lo mejor de la Diócesis”.785 Hacia los sesenta el sacerdote presidió la
parroquia de Suaza.
En 1955 las autoridades en Garzón contaron con el apoyo de civiles como cuerpo
auxiliar de la Policía en la zona rural. 786 En la zona urbana, de acuerdo con Polanco
se conformó una junta compuesta por miembros de distinguidas familias locales
conservadoras que censuraba los actos públicos. 787 Según un comunicado de El
Eco del Vaticano, en Pitalito se informaba a la diócesis que las autoridades civiles
y el Alcalde apoyaban el trabajo misional de la Iglesia.788
785
Díaz Jordán, p. 357.
786
Archivo Histórico de Garzón. Decreto extraordinario No. 013. Noviembre 5 de 1955. Cit. en
Polanco, p. 119.
787
Decreto ordinario No. 021 firmado el 18 de abril por el alcalde Juan Ramón Castillo M. Polanco,
p. 120.
788
El Eco del Vaticano, “Gesta dei per Parochos”. No. 578. [Garzón] agosto de 1952, p. 123.
789
Camilo Salas, “Héctor Polanía Sánchez”, Gobernantes del Huila, Academia Huilense de Historia,
Neiva, Julio de 2015, p. 85.
790
Polanco, p. 141.
791
Sobre estos programas no se refiere el historiador Camilo Salas, que hace una biografía muy
escueta sobre el político conservador. Esta información se encuentra en los archivos de Radio Sur,
Capítulo III 235
Resulta indispensable preguntarse por los acuerdos o la acción conjunta entre las
autoridades civiles con las religiosas. En la estrategia de persecución de liberales
y luego comunistas de mediados del siglo XX, se emplearon esfuerzos conjuntos
que vinculaban a la fuerza pública y al clero. En las indagaciones al papel de los
párrocos y de la diócesis no se encontró información puntual sobre la Acción
Católica en estos procesos. Hay carencia de archivo o del acceso a los archivos
que figuran en la diócesis. Los estudios historiográficos de la región no profundizan
en las relaciones de posibles “bloques de poder” que pudieron haberse
presentado.792
En este municipio del norte del departamento, que colinda con Cundinamarca y el
sur del Tolima, el párroco denunciaba como principal mal en sus habitantes: “el
odio político y el espíritu de retaliaciones y venganzas, los chismes de carácter
político y las calumnias”. 794
emisora de Pitalito, que consultó Olmedo Polanco en su tesis. Camilo Salas enfatiza la biografía del
personaje en hechos irrelevantes para el análisis político local y nacional: sus matrimonios, sus
hijos, sus logros económicos. No menciona su trabajo periodístico más polémico, como lo desarrolló
Olmedo Polanco, ni menciona siquiera el liderazgo conservador y la evidente inclinación católica
que tuvo Héctor Polanía en el sur de la región. Ver Polanco, p. 155.
792
El concepto de “Bloque de poder contrainsurgente” es desarrollado por Vilma Liliana Franco para
comprender las estructuras de control institucional y social dadas por la clase dominante y el aparato
estatal. Ver Restrepo, Vilma Liliana Franco. Orden contrainsurgente y dominación. Universidad de
La Sabana, 2009, pp. 221-122.
793
Presbítero Agustín Sierra, “Informes parroquiales (Colombia)”, diciembre 14 de 1958, El Eco del
Vaticano. No. 629. [Garzón] enero de 1959, p. 487.
794
Sierra, p. 487.
236 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
En este mismo contexto del Frente Nacional, en 1962 el senador José Domingo
Liévano acusó a los sacerdotes Miguel Antonio Poveda y Adolfo Sánchez 799 de
795
Presbítero Edilberto, “Informes parroquiales (Colombia)”. Diciembre 14 de 1958. El Eco del
Vaticano. No. 629, Garzón, enero de 1959, p. 491.
796
El Debate, “Armar los campesinos como medio efectivo de aniquilar facinerosos”, en Neiva,
agosto 4 de 1962.
797
El Debate, “Nueve víctimas de la violencia en Tesalia”, Neiva, agosto 4 de 1962.
798
Rehm, p. 51. Ver también Manuel Marulanda Vélez. Cuaderno de Campaña, p. 17. Web.
Disponible en farc-ep.co/pdf/Cuadernos-de-campaña-Manuel-Marulanda-Vélez 1973.pdf
799
Miguel Poveda nació en 1910 y fue nombrado en 1937; Adolfo Sánchez, en 1906 y nombrado
sacerdote en 1937. “Reseña de la labor realizada por Martínez durante su gobierno de su Diócesis
de Garzón”. El Eco del Vaticano. No. 657, marzo y abril de 1964. [Garzón], p. 493.
Capítulo III 237
El alcalde había informado ante la Gobernación que el padre Poveda era el autor intelectual
de la violencia en la región; que auxiliaba con dinero, ropa, comida, drogas y municiones a
los facinerosos y que además estaba en connivencia con el Juez municipal para ampararlos.
La primera autoridad en el municipio de Íquira señalaba además que, mediante reuniones
en la casa cural, los familiares de los malhechores eran avisados de los planes y
movimientos militares en la zona.800
El Vicario General de la diócesis desmentía las acciones del padre Poveda, en una
noticia del periódico Cristiandad, que apareció el 1 de diciembre de 1962. Para la
Acción Católica los sacerdotes Miguel Poveda y Adolfo Sánchez eran personas
distinguidas de la Iglesia en la región. Para el vicario se trataba de personas
legítimamente constituidas. El religioso que escribe la columna ataca los cargos
que se les sindicaba a los dos sacerdotes, así como de manera abierta se dirigía
incriminando a los autores de las presuntas difamaciones. El religioso escribió: “Yo
no he podido, queridos padres, imaginaros en andanzas de complicidad nocturna
por nuestros campos verdes de apostolado fecundo como se ha sostenido con un
cinismo repugnante”. 801 En este caso, a pesar de los reiterados elogios del
sacerdote Buenaventura a los dos sacerdotes, no hay claridad sobre la
participación de estos en hechos de violencia, no obstante en la columna de prensa
sí se observa que al interior de la institución religiosa en la región se sabe de qué
acciones se le acusaban a algunos religiosos, como en el caso de militar en la
noche en los campos.
800
Polanco, p. 126.
801
Buenaventura Parra S.P. “Carta abierta”, diciembre 5 de 1962, Cristiandad, No. 239. Diciembre
1 al 8. Neiva, p. 1
802
“Funestas consecuencias”, Nota Editorial, Cristiandad. No. 239. Diciembre 1 al 8. Neiva, p. 3.
238 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Resulta importante resaltar que los religiosos Adolfo Sánchez, Horacio Cuéllar,
Miguel Antonio Poveda fueron oriundos de Garzón. Precisamente son los religiosos
de los que aquí se refieren menciones y datos sobre su participación en la Violencia
de la región, como actores activos, proconservadores y que estuvieron asociados
a la organización y participación social violenta. Todos estos admirados por el
obispo Martínez, junto a Jesús Antonio Munar y Juan Ángel Ortiz. Ángel Ortiz
también fue nombrado en Palermo.804 Fue señalado como un “destacado miembro
chulavita desde la década del 50 en San Luis” según los habitantes de Oporapa,
municipio en donde el sacerdote emprendió la difusión y lucha contrainsurgente .en
las décadas del sesenta y del setenta. En San Luis patrulló con la policía en la
cacería de “herejes liberales”, lo que provocó desplazamientos de campesinos de
esta tradición política.805
803
“Bodas de Plata de tres beneméritos sacerdotes”. Cristiandad. No. 240. Neiva 8 al 15 de
diciembre de 1962, p. 1.
804
Díaz Jordán, p. 353.
805
Casos de implicación de la iglesia en la violencia en Colombia. Insumo para la Comisión de la
Verdad | Berkeley, CA. Mayo de 2016, p. 53. https://evangelizadorasdelosapostoles.files.word
press.com /2016/06/casos-v5.pdf
Capítulo III 239
CONCLUSIONES
La Iglesia católica jugó un papel importante durante la Violencia nacional en el
departamento de Huila, al influir en la población religiosa y al ser señalada como
partícipe en algunos acontecimientos beligerantes. Se entiende en este contexto
como institución eclesiástica al conjunto de sus representantes, siendo estos el
obispo de la diócesis de Garzón, Gerardo Martínez Madrigal (1942-1964) y los
curas párrocos de las distintas poblaciones de la región. Esta investigación es un
aporte historiográfico más a los estudios sobre la relación de la Iglesia católica con
la Violencia.
Recordemos que la influencia que la Iglesia tuvo se presentó en dos vías: una, que
consistió en la confrontación ideológica de los proyectos de sociedad ajenos al
catolicismo, como los del liberalismo en Colombia o el comunismo internacional. A
esto se le denominó Recristianización y pensamiento religioso de la diócesis de
Garzón durante la Violencia (1946-1964). La búsqueda de una configuración de la
sociedad católica conllevó una diferencia profunda entre dos proyectos: uno, que
consistió en la intención de conformar una sociedad integral católica, y otro, en la
configuración de una sociedad más acorde con el contexto moderno, con algunos
avances en la construcción del Estado laico en Colombia, y que fue impulsada por
el liberalismo de la primera mitad del siglo XX. Los medios empleados en Huila
para dicha recristianización y confrontación ideológica fueron las conferencias
episcopales, las pastorales colectivas, los medios impresos y radiodifusores locales
y nacionales, tal como se presentó en los capítulos dos y tres.
Ahora bien, las maneras de participación que la Iglesia utilizó para influir en el
contexto de violencia entre 1946 y 1964 estuvieron presididas por procesos de
transformación política, social y cultural del país, y del contexto internacional. Los
años 30 y parte del 40, es decir lo que se denominó República Liberal (1930-1946),
fueron antecedentes del conflicto en el caso nacional y local, como se explica en el
transcurso de los tres capítulos. A esto se suma que la zona occidental y norte de
la región fue un territorio que colinda con los viejos caminos del conflicto de la
década del 20 y del 30, a saber, el sur del Tolima, el oriente caucano y el Sumapaz
(Cundinamarca).
Este discurso contra las reformas del liberalismo influyó en la población católica, y
llegó a presentarse casos de clericalismo y anticlericalismo en la década del 30, en
regiones como Santander y otras partes del país, lo que reflejó la polarización de
la población, dentro de un Estado que definía sus relaciones con el poder religioso.
Al igual que sucedió en otras partes del mundo, siguiendo la directriz del vaticano
en el contexto nacional y regional se organizó la Acción Católica y la Acción Social
como medios para buscar la sociedad integral católica en las décadas del 30 y del
40. En el caso de la región, en la diócesis de Garzón, el encargado de la Acción
Católica fue el presbítero Rómulo Trujillo. Este presbítero viajó a la capital para
instruirse en este movimiento religioso, e impulsó organizaciones sociales y
sindicatos con hombres que fueran moral y físicamente capacitados, siguiendo las
directrices de la diócesis y de la Acción Católica.
En este orden de ideas, en El Eco del Vaticano, el obispo presentó su visión sobre
la realidad social y política, no solo del departamento sino del país. En Cristiandad
lo hizo Rómulo Trujillo. En Radio Sur y Radio Garzón se transmitió la voz religiosa
con pleno sentido moralizador como se estudió en el segundo capítulo.
El clero se inclinó por mantener la familia aliada a la moral cristiana, y en este orden
de ideas defendió con ímpetu el matrimonio católico como única unión legítima para
garantizar la continuidad de la familia y de la sociedad. Por otra parte, la diócesis
elogió la labor de religiosos que, en algunos casos, adquirieron la figura de mártires,
como sucedió con Pedro María Ramírez, párroco de Armero. El linchamiento de
Ramírez, oriundo de La Plata, generó un impacto por su sentido “desacralizador”,
lo que reclamó la voz de la Iglesia. Martínez se pronunció al respecto. Queda por
hacer un recuento de los distintos religiosos que perecieron en el conflicto, si se
tiene en cuenta que estos sumaron también como víctimas.
En pocas palabras, la religión católica fue la principal fuente espiritual del Huila.
Asimismo el principal canal de control social. El obispo Martínez hizo seguimiento
de las acciones sociales en todos los municipios de acuerdo con las fuentes que
suministraban los párrocos y que eran publicadas en el periódico oficial El Eco del
Vaticano.
Ahora bien, hay una fecha importante en la configuración del conflicto debido a las
determinaciones que los prelados tomaron en Colombia sobre los hechos de
violencia: el 9 de abril de 1948. Este día nefando de la historia nacional tras el
asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, conllevó a que los clérigos lo
tomaran como excusa para prevenir a los votantes o para hablar de escarmiento a
la población civil. Fue la fecha para indicar que dos males se tomaron el país: el
liberalismo y el comunismo. Ante esto se pronunció Martínez, y en El Eco del
Vaticano se reprodujeron las pastorales de Builes en las que el obispo antioqueño
culpó al comunismo como causante de los desmanes.
El 9 de abril sirvió para hacer proselitismo político -en boca de religiosos- en época
de elecciones, lo cual ha sido tomado en esta investigación como una forma de
participación de hecho. En otras regiones, el fenómeno de influencia eclesiástica
en elecciones ha sido estudiado, no obstante en el Huila no se había realizado este
seguimiento. Así se encontró que la Iglesia de la región, en cabeza de Martínez,
demostró su apoyo por el conservatismo en las elecciones presidenciales de 1946
y 1949, en las elecciones parlamentarias de 1947 y 1951, y estuvo a favor de la
248 La Diócesis de Garzón durante la Violencia en el Huila (1946-1964)
Otros casos de religiosos que llevaron a cabo una participación de hecho fueron:
el padre Hospitia en San Alfonso Huila, los religiosos Poveda y Adolfo Sánchez de
Íquira, el sacerdote Juan Ángel Ortiz en San Luis. Asimismo el caso de Horacio
Cuéllar en este municipio cercano a la capital.
Tras los procesos del plebiscito, el obispo Martínez redujo su manera recalcitrante
de referirse a sus tres grandes enemigos. Hay que mencionar que en este
escenario se gestaba el Concilio Vaticano II, lo que determina algunos cambios en
la concepción del cristianismo y del ejercicio del catecismo para los religiosos. Se
trataba de una Iglesia más acorde al contexto de la modernidad. Este concilio
culminó en 1965, año de conformación las guerrillas de más duración en la historia
del país, como las Farc y el ELN. En el caso de la segunda, se vincularon al
movimiento algunos religiosos seguidores de una teología que reivindicaba la
acción evangélica acorde al cristianismo y que asociaron a Camilo Torres Restrepo.
Es también un escenario de la consolidación de numerosos movimientos sociales.
En el caso regional, si bien hay un cambio en el discurso del obispo Martínez, que
puede considerarse un poco menos beligerante, no se vieron hallazgos de su
aprobación o rechazo a nuevas formas de manifestación del evangelio, asociadas
a las propuestas por Lebret o a los análisis económicos y humanistas. Martínez
continúa su visión tradicional de la Iglesia. No obstante, en la región el papel de
algunos religiosos pertenecientes a la iglesia veterocatólica, liderados por Leopoldo
Conclusiones 249
del Ave María en el norte de la región, reivindican esa Iglesia heredera del Concilio
Vaticano II, preocupada por la coherencia entre la acción religiosa y el evangelio.
Estos religiosos han logrado una amplia acogida popular por la celebración de
oficios religiosos sin remuneración alguna y por su gestión respecto a las personas
con necesidades socioeconómicas.
Esta investigación debe verse como una contribución a la memoria del conflicto, a
esclarecer actores tanto civiles como eclesiásticos, de los que solo se habla en la
historiografía regional, a veces con un tinte apologético, y que contribuyeron al
crecimiento del problema social de la violencia. Por otra parte, debe coadyuvar a
entender relaciones entre la tradición económica y cultural, con la gestación y
desarrollo de conflicto, si se tiene en cuenta que aquí se analizaron fuentes de
ambos partidos políticos, por medio de la prensa religiosas y bibliografía
especializada sobre la Violencia.
La tesis a manera personal contribuyó a entender la participación del clero con los
procesos de violencia en la región, tema suscitado por los relatos que escuchaba
en la Universidad Surcolombiana, especialmente en las clases de Literatura
Huilense y Colombiana, en las se esbozaba los alcances eclesiásticos durante los
fenómenos de violencia del siglo XX.
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