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Cuentos para Niños
Cuentos para Niños
Cuentos para Niños
Durante siglos se han transmitido de forma oral y escrita narraciones y relatos que combinan
componentes o sucesos reales con elementos imaginarios, más conocidos como leyendas.
Las leyendas forman parte de la identidad de pueblos y comunidades, algunas cuentan con
numerosas versiones y las hay de diferente temática, para todos los gustos.
Al igual que los cuentos, las leyendas fomentan el desarrollo cognitivo y la creatividad, además
contienen valores que transmitir a los más pequeños.
Aquí te presentamos 13 leyendas cortas para compartir y disfrutar con los niños, llenas de
aprendizaje con las que podrán "dejar volar su imaginación".
También conocida como Quetzalcóatl y el maíz, esta leyenda es de origen azteca y trata de
explicar el surgimiento de uno de los ingredientes primordiales de la comida mexicana: el maíz. En
esta historia se considera como producto que surge como resultado de la acción divina.
Al mismo tiempo, esta leyenda es ideal para reflexionar con los más pequeños sobre la
importancia del esfuerzo y tesón para conseguir cualquier objetivo que nos propongamos en la
vida.
Cuenta la leyenda que, antes de la llegada del Dios Quetzalcóatl, los aztecas solo se alimentaba de
raíces y algún que otro animal que podían cazar.
El maíz era un alimento inaccesible porque estaba oculto en un recóndito lugar situado más allá de
las montañas.
Los antiguos dioses intentaron por todos los modos acceder quitando las montañas del lugar, pero
no pudieron conseguirlo. Entonces, los aztecas recurrieron a Quetzalcóatl, quien prometió traer
maíz. A diferencia de los dioses, este utilizó su poder para convertirse en una hormiga negra y,
acompañado de una hormiga roja, se marchó por las montañas en busca del cereal.
El proceso no fue nada fácil y las hormigas tuvieron que esquivar toda clase de obstáculos que
lograron superar con valentía. Cuando llegaron a la planta del maíz, tomaron un grano y
regresaron al pueblo. Pronto, los aztecas sembraron el maíz y obtuvieron grandes cosechas y, con
ellas, aumentaron sus riquezas. Con todos los beneficios, se cuenta, que construyeron grandes
ciudades y palacios.
Desde aquel momento, el pueblo azteca adora al Dios Quetzalcóatl, quien les trajo el maíz y, con
ello, la dicha.
Esta conocida leyenda forma parte de la cultura popular china y japonesa y parte de la base de que
las personas que están predestinadas están unidas con un hilo rojo. Además, refuerza la idea de la
existencia de que todos tenemos un “alma gemela”.
Esta historia no solo sirve para hablar del destino sino de los vínculos que se establecen entre las
personas, bien sean de amor, de amistad o compañerismo.
Cuenta una antigua leyenda que, hace muchos años, un emperador invitó a una poderosa bruja
que tenía la capacidad para ver el hilo rojo del destino.
Cuando la hechicera llegó a palacio, el emperador le pidió que siguiera el hilo rojo de su destino y
lo condujera hacia la que sería su esposa. La bruja accedió y siguió el hilo, desde el dedo meñique
del emperador, que la llevó hacia un mercado. Allí se detuvo frente a una campesina en cuyos
brazos sostenía a un bebé. El emperador, enojado, pensó que se trataba de una burla de la bruja e
hizo caer a la joven al suelo, provocando que la recién nacida se hiriera la frente. Luego, ordenó
que los guardias se llevaran a la bruja y pidió su cabeza.
Años después, el emperador decidió casarse con la hija de un poderoso terrateniente a la que no
conocía. Durante la ceremonia, al ver por primera vez el rostro de su futura esposa, el emperador
observó una cicatriz peculiar en su frente.
3. Kamshout y el otoño
Esta leyenda de origen argentino sirve para dar una explicación a la transformación de los árboles
en las estaciones de otoño y primavera. Pero también puede verse como una reflexión al riesgo
que supone la ignorancia, la cual puede ser la madre de los prejuicios hacia lo nuevo o diferente.
Hay que valorar otras opciones y no creer solo lo que ya sabemos o creemos saber.
También nos habla de la importancia de no burlarse de los demás cuando sus creencias u
opiniones no coinciden con las nuestras.
Cuenta la leyenda que en Tierra de Fuego hubo un tiempo en que las hojas de los árboles eran
siempre verdes. Un joven que vivía allí, Kamshout, tuvo que partir a un lugar lejano para cumplir
con un rito de iniciación al llegar la madurez.
Kamshout tardó mucho tiempo en volver y el resto de habitantes lo habían dado por muerto.
Un día, cuando nadie lo esperaba, Kamshout apareció y relató a los habitantes del pueblo cómo
todo este tiempo lo había pasado en un lugar en el que los árboles perdían sus hojas al llegar el
otoño y, en primavera, surgían otras nuevas de color verdoso.
Tras narrar su experiencia, nadie creyó sus palabras y sus paisanos se burlaron de él. Kamshout,
completamente enfadado, decidió marcharse al bosque y desapareció durante un tiempo.
Pronto, Kamshout reapareció convertido en un loro vestido con plumas verdes y rojas. Cuando
llegó el otoño, Kamshout tiñó las hojas con sus plumas rojas y pronto comenzaron a caer de los
árboles. Los habitantes pensaron que los árboles habían enfermado y que pronto morirían.
Kamshout no pudo contener la risa.
En la primavera, las hojas volvieron a surgir, esta vez de color verde. Desde aquel momento, los
loros se reúnen en los árboles para reírse de los seres humanos y vengar la burla hacia Kamshout,
su famoso antepasado.
País vasco y Navarra siempre se han caracterizado por ser territorios llenos de leyendas. Esta es
siempre un símbolo de la Navidad en estos lugares de España. No se conocen datos exactos del
origen de esta leyenda, aunque se cree que procede de Lesaka (Navarra).
Lope Isasi, historiador vasco, apuntó a que la palabra Olentzero puede venir del término en
euskera onen, que significa "bueno". Unida a la palabra zaro, que quiere decir "época", conforma
onenzaro: tiempo de lo bueno.
Cuenta la leyenda que en las montañas de Euskal Herria vivía un hada de pelo rubio y largo que
siempre iba acompañada de sus duendecillos de pantalones rojos, los prakagorri.
Un día, cuando estaban próximos a un riachuelo, los duendes advirtieron al hada de que algo se
encontraba entre los arbustos. El hada se acercó y vio a un bebé recién nacido que estaba allí
abandonado. Entonces esta le dijo: “tu nombre será Olentzero, porque es una maravilla haberte
encontrado. Y por este acto te daré los regalos de fuerza, coraje y amor, por todo el tiempo que tú
vivas”.
Después, el hada llevó al bebé a casa de un matrimonio que no tenía hijos. Estos lo cuidaron y el
Olentzero vivió feliz y aprendió el oficio de su padre, cortador de leña.
Cuando sus padres fallecieron, el Olentzero se quedó solo en su casa de las montañas. Entretanto,
los niños del pueblo lo miraban extrañados mientras lo veían recolectar leña.
Durante un frío invierno, el temporal dejó a los habitantes encerrados en sus casas. Ninguno de
ellos había preparado carbón para su chimenea y estaban pasando frío.
El Olentzero, quien no había parado de recolectar leña, decidió llevarla al pueblo y dejar un saco
lleno de leña en cada casa.
Al día siguiente, todos los habitantes estaban emocionados ya que el frío desaparecería de sus
casas. A partir de ese momento, los lugareños no olvidaron recolectar suficiente leña.
Desde entonces, el Olentzero decidió no repartir más carbón, pues no hacía falta, y lo sustituyó
por juguetes para los niños. Así, cada 25 de diciembre, el Olentzero sale de los bosques y reparte
la magia por los pueblos de Euskal Herria.
5. La mariposa azul
Esta antigua leyenda japonesa contiene una gran lección de vida que ha logrado perdurar gracias
al paso de generación en generación. Supone una metáfora sobre el presente y futuro, también
sobre la toma de decisiones.
Nadie más es responsable de nuestras determinaciones que nosotros mismos, al igual que ocurre
con la niña y la mariposa: nosotros decidimos si aplastarla o dejarla libre. De esta forma, nuestro
presente y futuro están en nuestras manos.
Una antigua leyenda oriental cuenta que, hace mucho tiempo en Japón, vivía un hombre viudo con
sus dos hijas. Las muchachas eran muy curiosas e inteligentes y siempre estaban dispuestas a
aprender. Continuamente le hacían preguntas a su padre y este trataba siempre de darles
respuesta.
A medida que pasaba el tiempo, las niñas tenían cada vez más dudas y hacían preguntas más
complejas. Incapaz de responder, el padre decidió mandar a sus hijas una temporada con un sabio,
un antiguo maestro que vivía en la colina.
Enseguida, las niñas quisieron hacerle todo tipo de preguntas. El sabio siempre respondía todas las
cuestiones.
Pronto, las niñas decidieron buscar una pregunta para la que el maestro no tuviera respuesta. Así,
la mayor decidió salir al campo y atrapó una mariposa, después, le explicó a su hermana el plan:
“Mañana, mientras sostengo la mariposa azul en mis manos, le preguntarás al sabio si está viva o
muerta. Si dice que está viva, la aplastaré y la mataré. En cambio, si responde que está muerta, la
liberaré. De esta forma, sea cual sea su respuesta, siempre será incorrecta”.
Al día siguiente, cuando le preguntaron al sabio si la mariposa estaba viva o muerta, deseando que
cayera en su trampa, este les respondió calmado: “Depende de ti, ella está en tus manos”.
6. Leyenda de la yerba mate
Esta leyenda de origen guaraní trata de dar una explicación al origen de una de las bebidas más
consumidas en Argentina: el mate. De hecho, cuenta con una fecha señalada en el calendario,
cada 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Mate. Esta es una historia que ha pasado de
generación en generación.
Además de conocer el surgimiento del mate, esta historia es ideal para abordar el valor de la
gratitud con los más pequeños, producto de ella surge una de las bebidas más preciadas.
Cuenta una antigua leyenda guaraní que, desde hace mucho tiempo, la Luna Yasí pasea desde
siempre por los cielos nocturnos, observando curiosa los árboles, ríos y lagos. Yasí solo conocía la
tierra desde el cielo aunque deseaba bajar y poder ver las maravillas de las que le hablaba Araí, su
amiga la nube.
Un día Yasí y Araí se animaron a descender a la tierra transformadas en niñas de largos cabellos,
dispuestas a descubrir las maravillas de la selva.
De pronto, entre los árboles, apareció un yaguareté que se acercaba para atacarlas. Pronto, un
viejo cazador apuntó con una flecha al animal y este escapó veloz del lugar. Yasí y Araí, que
estaban muy asustadas, volvieron rápido al cielo y no pudieron agradecer al señor.
Yasí decidió que esa misma noche le daría las gracias al anciano y, mientras este descansaba, le
habló desde el cielo y le dijo: “Soy Yasí, la niña que hoy salvaste quiero agradecer tu valentía, por
eso, voy a darte un regalo que encontrarás frente a tu casa: una nueva planta cuyas hojas tostadas
y molidas darán como resultado una bebida que acercará los corazones y ahuyenta la soledad”.
Al día siguiente, el anciano descubrió la planta y elaboró la bebida tal y como le había indicado la
luna. Así fue como nació el mate.
7. El Caleuche
Esta leyenda es originaria del Archipiélago de Chiloé (Chile). La inmensidad del mar siempre ha
despertado curiosidad por los secretos que se esconden en el agua, de aquí surgen leyendas como
esta que forman parte de la cultura popular del pueblo chileno.
Hay diferentes hipótesis sobre el surgimiento de esta leyenda, entre ellas, la posible relación con
otra leyenda europea conocida como “El holandés errante”.
El Caleuche cuenta con varias versiones, todas ellas coinciden en que un barco aparece y
desaparece entre la neblina a mitad de la noche. En cambio, varía la razón por la que lo hace:
rescatar a los desfallecidos en el mar; encantar y aprisionar pescadores; transportar brujos
durante sus fiestas; servir como barco de contrabando; como un buque fantasma con conciencia.
Cuenta la leyenda que un buque conocido por el nombre de Caleuche navega por las aguas de
Chiloé, en el país de Chile.
Al mando del barco se encuentran brujos poderosos y por las noches ilumina las aguas.
El Caleuche solo aparece por las noches y en su interior se escucha música que atrae a náufragos o
tripulantes de otras embarcaciones.
En cambio, si una persona que no es bruja lo mira se convierte en un madero flotante o se hace
invisible. Sus tripulantes se convierten entonces en lobos marinos o aves acuáticas.
Los tripulantes del barco tienen ciertas particularidades, como una pierna para andar y son
desmemoriados. Por eso, el secreto de esta embarcación siempre se mantiene a bordo.
Dice la leyenda que no hay que mirar al Caleuche porque, a los que lo hacen, reciben un castigo de
los tripulantes, quienes les tuercen la boca o les giran la cabeza hacia la espalda. Quien mira el
barco debe tratar que los tripulantes no se den cuenta.
Cuando el Caleuche navega cerca de la costa y se apodera de una persona, la lleva a las
profundidades del mar y le descubre inmensos tesoros, con la condición de no contar lo que ha
visto, si lo hace, su vida corre peligro.
Una de las buenas acciones del Caleuche es la de recoger a los náufragos que se encuentran en las
profundidades del mar y los acoge para siempre.
8. Leyenda del sol y la luna
Esta es una leyenda mexicana que trata de dar respuesta a cómo surgieron el sol y la luna, una
pregunta que la humanidad se ha hecho desde tiempos remotos.
Esta historia, además, pone de manifiesto la importancia de la valentía como virtud más valiosa
que la belleza o la riqueza. En este sentido, el conejo simboliza la abundancia, y sirve de
recordatorio de la cobardía de Tecciztécatl.
Dice una antigua leyenda que, antes de que existiese el sol y la luna, en la tierra reinaba la
oscuridad. Para crear a estos dos astros que hoy iluminan el planeta, los dioses se reunieron en
Teotihuacán, ciudad situada en el cielo. Como un reflejo, se encontraba en la tierra la ciudad
mexicana del mismo nombre.
En la ciudad, encendieron una hoguera sagrada y, sobre ella, debía saltar aquel poderoso que
quisiera convertirse en sol. Al evento, se presentaron dos candidatos. El primero, Tecciztécatl,
destacaba por ser grande, fuerte y, además, poseía grandes riquezas. El segundo, Nanahuatzin, era
pobre y de aspecto desmejorado.
Tras los muros de la Fortaleza Roja se esconden grandes misterios. A lo largo del tiempo, la
Alhambra ha sido la cuna de grandes leyendas, esta es una de ellas. Miles de historias se han ido
difundiendo entre los habitantes de Granada durante siglos, y de generación en generación. Esta
leyenda fue publicada en la segunda edición de la antología Cuentos de la Alhambra (1851) de
Washington Irving.
Cuenta la leyenda que un estudiante de la Universidad de Salamanca se dedicaba a viajar durante
el verano por otras ciudades de España, siempre acompañado de su guitarra para conseguir dinero
y poder pagar así sus estudios.
Víspera de la noche de San Juan llegó a Granada y , en uno de sus paseos, se encontró con un
soldado equipado con una antigua armadura y una lanza. El joven estudiante le preguntó al
soldado quién era y este respondió que, desde hacía 500 años, una maldición le obligaba a
proteger y custodiar el tesoro del rey Boabdil eternamente. Solo podía salir de aquel escondrijo
una vez cada 100 años, durante la noche de San Juan.
El joven se ofreció a ayudarle y el soldado le ofreció la mitad del tesoro a cambio de que rompiera
el hechizo. Para ello necesitaban a una joven cristiana y a un sacerdote en ayunas.
A la joven no fue difícil encontrarla, pero el único sacerdote al que localizaron tenía debilidad por
la comida. Entonces, el estudiante prometió al párroco parte de las ganancias si accedía a ayunar.
Esta leyenda venezolana pretende dar una explicación al origen de la Sierra Nevada de Mérida.
De forma simbólica, las águilas blancas de esta historia representan los cinco picos más altos
cubiertos de nieve que componen esta cadena montañosa de los Andes: Pico Bolívar, Bonpland,
Humboldt, La Concha, El Toro y El León. El silbido del viento en el lugar representa el dulce canto
de Caribay.
Esta leyenda fue registrada de forma escrita por Tulio Febres Cordero, historiador y escritor
venezolano, que se encargó de recopilar mitos y leyendas andinos provenientes de la tradición
oral.
Cuenta la leyenda que, al principio de los tiempos, vivía Caribay, hija del sol y la luna, quien tenía el
don de comunicarse con los animales. La muchacha iba siempre por el bosque oliendo las flores e
imitando el canto de las aves.
Un día, mientras estaba a la orilla de un río, vio sobrevolar cinco grandes águilas blancas, hasta
entonces, no había visto nada tan hermoso. Entonces, quiso alcanzarlas y las persiguió
ascendiendo montañas y atravesando valles. Pronto, al anochecer, perdió la pista de las aves.
Al no poder alcanzarlas, Caribay se lamentó para invocar a su madre, la luna. Su triste canto llamó
la atención de todos los que habitaban en el bosque.
Pronto, al escuchar el canto de la joven, las cinco águilas descendieron. Cada una de ellas, en una
de las cimas de las cinco montañas. Cuando Caribay se acercó a la cima de una de las montañas,
vio que las águilas estaban petrificadas. La muchacha se sintió culpable, pero pronto se dio cuenta
de que las águilas despertaron y comenzaron a aletear, dejando un hermoso manto de nieve.
Desde entonces, las cumbres de estas cinco montañas permanecen siempre cubiertas de nieve.