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Creencias Populares, Supersticiones y Fraseología Europa

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En

martes, ni te cases ni te embarques, dice un refrán conocido por todos. ¿A qué


superstición está vinculado? ¿Sabemos más refranes supersticiosos? ¿Cuántas creencias
populares somos capaces de recordar? Cerca de una veintena de especialistas tratan de
responder a estas preguntas estudiando las creencias populares, las supersticiones y los
refranes presentes en la competencia activa o pasiva de los hablantes de la sociedad
actual. Su finalidad es doble: por una parte, sistematizar lo específico de cada cultura y
lengua, y por otra, perfilar lo más nítidamente posible el conjunto homogéneo de
referencias determinantes para averiguar las analogías y las diferencias existentes entre
las creencias populares y las supersticiones con respecto a los refranes de diferentes
lenguas y culturas. De este modo, pretenden realizar una aportación innovadora que a
partir de una reflexión teórica y metodológica previa sobre las creencias populares, las
supersticiones y las unidades lingüísticas estables, proporcione el diseño de un modelo
operativo que garantice la adecuada transmisión y posterior reutilización del material
recopilado en distintos países (Brasil, Bulgaria, España, Francia, Italia, México,
Polonia, Portugal, Ucrania y Venezuela).

La obra no se limita a ofrecer información de índole cultural y lingüística y sus posibles


correspondencias con las distintas culturas y lenguas de trabajo (búlgaro, español,
francés, gallego, italiano, polaco, portugués, ucraniano), sino que pretende proporcionar
un instrumento de trabajo fiable tanto para futuras investigaciones como para la
enseñanza / aprendizaje de la culturas, de las lenguas y de la traducción.
BIBLIOTECA
FRASEOLÓGICA Y PAREMIOLÓGICA
Serie «Monografías»
N.º 3

CREENCIAS POPULARES, SUPERSTICIONES Y FRASEOLOGÍA


Coordinado por Julia SEVILLA MUÑOZ y María Antonella SARDELLI

Centro Virtual Cervantes


INSTITUTO CERVANTES
2015
Segunda edición revisada y ampliada. Primera edición (Madrid, 2008), publicada por el Grupo de Investigación UCM
930235 Fraseología y paremiología.

La editorial de la Biblioteca fraseológica y paremiológica no comparte necesariamente las opiniones expresadas en los
textos publicados. Los únicos responsables son sus propios autores.

© Los autores de esta obra y las coordinadoras de la Biblioteca fraseológica y paremiológica: (Julia SEVILLA MUÑOZ y
M.ª I. Teresa ZURDO RUIZ-AYÚCAR)

Comité científico de la Biblioteca fraseológica y paremiológica:


M.ª Teresa BARBADILLO DE LA FUENTE (Universidad Complutense de Madrid, España)
Mari Carmen BARRADO BELMAR (Universidad Complutense de Madrid y revista Paremia, España)
Peter BARTA (Universidad Eötvös Lórand, Budapest, Hungría)
Françoise CAZAL (Universidad de Toulouse, Francia)
Germán CONDE TARRÍO (Universidad de Santiago de Compostela, España)
Gloria CORPAS PASTOR (Universidad de Málaga, España)
Carlos CRIDA ÁLVAREZ (Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, Grecia)
Lucília CHACOTO (Universidad de Algarve, Portugal)
Grabiela FUNK (Universidad de las Azores, Portugal)
André GALLEGO (Universidad de Toulouse, Francia)
Peter GRZYBEK (Universidad de Graz, Austria)
Annette Myre JORGENSEN (Universidad de Bergen, Noruega)
Abraham MADROÑAL (CSIC, España)
Manuel MARTÍN SANCHEZ (Universidad de Alcalá, España)
Wolfgang MIEDER (Universidad de Vermont, Estados Unidos)
Joulia NIKOLÁEVA (Universidad La Sapienza, Roma, Italia)
Antonio PAMIES BELTRÁN (Universidad de Granada, España)
José Luis RANGEL MUÑOZ (Universidad de Guadalajara, México)
Fermín de los REYES (Universidad Complutense de Madrid, España)

ISBN: 978-84-695-6421-9

Estudio preliminar, por Julia SEVILLA MUÑOZ

I Parte: España
1. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Castilla», por Julia SEVILLA MUÑOZ y María del Carmen UGARTE GARCÍA
2. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Galicia», por Elena ALONSO PÉREZ ÁVILA y Vanessa FERNÁNDEZ
PAMPÍN
3. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en el País Vasco», por Jennifer APARICIO MORGADO
4. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en una localidad andaluza en la noche de San Juan», por Salud JARILLA BRAVO

II Parte. Europa
1. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Francia», por Béatrice MARTÍNEZ
2. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Alsacia (Francia)», por Carinne TSCHANN
3. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Italia», por Maria Antonella SARDELLI
4. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Cerdeña (Italia)», por Angela Giovanna MURA
5. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Portugal», por Lucília CHACOTO
6. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Bulgaria», por Adriana MITKOVA
7. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Polonia», por Małgorzata KOSZLA-SZYMAŃSKA, Justyna PIETRZAK y
Jennifer APARICIO MORGADO
8. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Ucrania», por Olga TARNOVSKA

III Parte. América


1. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Venezuela», por Luisa A. MESSINA FAJARDO
2. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en México», por Gabriel MEDRANO DE LUNA
3. «Creencias populares, supersticiones y fraseología en Brasil», por Sandra TEIXEIRA y Rosinês DE JESÚS DUARTE

IV Parte. Estudio comparado


1. «Estudio de la presencia/ausencia de creencias populares y supersticiones», por Maria Antonella SARDELLI
2. «Estudio de la frecuencia referencial global de las creencias populares y supersticiones», por Maria Antonella SARDELLI
3. «Estudio de la frecuencia referencial de las creencias populares y supersticiones por zonas geográficas», por Maria Antonella
SARDELLI
4. «Estudio temático de las creencias populares y supersticiones», por Julia SEVILLA MUÑOZ

Conclusiones generales, por Julia SEVILLA MUÑOZ y Maria Antonella SARDELLI.

Bibliografía General

Anexo: Fuentes documentales (Selección bibliográfica reseñada)


1. España, por Anna MIANSARYAN
2. Francia, por Elena GUTIÉRREZ SANCHEZ
3. Italia, por Justyna BEATA PIETRZAK
Julia SEVILLA MUÑOZ
Universidad Complutense de Madrid (España)
sevilla@filol.ucm.es

Del 31 de diciembre de 2005 al 31 de diciembre de 2008 se desarrolló el Proyecto I+D+i: El mínimo paremiológico:
opciones metodológicas y su aplicación a la didáctica de lenguas (HUM2005-03899/FILO, Ministerio de Ciencia e
Innovación). De 2008 a 2011 se continuó la investigación sobre el mínimo paremiológico y su aplicación didáctica en el
marco de un segundo Proyecto de Investigación I+D+i: Ampliación del mínimo paremiológico (2008-2011, FFI2008-
02681/FILO, Ministerio de Ciencia e Innovación). A partir de 2012, las investigaciones sobre la aplicación del mínimo
paremiológico prosiguen con otro Proyecto de Investigación I+D+i: Estrategias para aplicar las TIC al proceso de
adquisición de la competencia paremiológica en el marco de la enseñanza/aprendizaje de lenguas (FFI2011-24962, 2012-
2014, Ministerio de Ciencia e Innovación, actualmente Ministerio de Economía y Competitividad).

El equipo investigador de estos Proyectos, dirigidos por Julia Sevilla Muñoz, ha ido ampliando el número de sus miembros.
En los dos primeros participaron Germán CONDE TARRÍO (Universidad de Santiago de Compostela) y los siguientes
docentes de la Universidad Complutense de Madrid:

M.ª Teresa BARBADILLO DE LA FUENTE (Dpto. Didáctica de la Lengua y la Literatura).


Mari Carmen BARRADO BELMAR (Dpto. de Filología Italiana).
Pilar BLANCO GARCÍA (Dpto. de Filología Francesa).
Fernando GARCÍA ROMERO (Dpto. de Filología Griega y Lingüística Indoeuropea).
M.ª Josefa POSTIGO ALDEAMIL (Dpto. de Filología Románica, Filología Eslava y Lingüística General).
M.ª I. Teresa ZURDO RUIZ-AYÚCAR (Dpto. Filología Alemana).

A partir de 2006 se incorporaron dos becarias de investigación que disfrutaban de una beca predoctoral UCM:

Marina GARCÍA YELO.


Maria Antonella SARDELLI.

Todos ellos pertenecen al Grupo de Investigación UCM 930235 Fraseología y Paremiología, grupo pionero en España en
investigación paremiológica y en la aplicación de un método paremiológico comparado 1.

En el tercer Proyecto se han integrado como miembros algunos de los investigadores que han colaborado con los otros dos
Proyectos:

Véase información del grupo en la página web de Instituto Cervantes: Portal del Hispanismo, y en la página web de la
Universidad Complutense de Madrid. En la actualidad, Germán Conde Tarrío no es miembro activo del Grupo sino
colaborador, por ser miembro activo del Grupo de Investigación PHRASEONET (Universidad de Santiago de Compostela)
desde su creación.

Carlos Alberto CRIDA ÁLVAREZ (Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, Grecia).


Agnieszka ILSKA (Universidad Nicolás Copérnico, Torun, Polonia).
Manuel MARTÍ SANCHEZ (Universidad de Alcalá, España).
Joulia NIKOLÁEVA (Universidad La Sapienza, Roma Italia).
Manuel SEVILLA MUÑOZ (Universidad de Murcia, España).
Josefina VELASCO MENÉNDEZ (Universidad de Salamanca, España).

Por otra parte, las dos becarias finalizaron ya el período de disfrute de sus respectivas becas y obtuvieron el grado de
Doctor, pero siguen colaborando en el último Proyecto concedido al ser docentes universitarias, Marina García Yelo en la
Universidad Pontificia de Comillas (Madrid, España) y Maria Antonella Sardelli en la Universidad de Bari (Italia).

Estos proyectos han permitido al equipo investigador disponer de un corpus de paremias sistemático y homogéneo,
elaborado a partir de dos criterios fundamentales: la selección de un tipo de signos lingüísticos, los enunciados sentenciosos
o paremias (especialmente refranes y frases proverbiales) y la delimitación del concepto de «mínimo paremiológico»,
entendido como el conjunto de unidades paremiológicas cuya vigencia se ha comprobado en un amplio espectro
sociocultural (Sevilla y Barbadillo, 2005). Sobre esta base la investigación se centra en demostrar la viabilidad de la
fundamentación teórica y metodológica adoptada para la explotación del material en los ámbitos de la
enseñanza/aprendizaje del español como lengua extranjera y de la correspondencia con unidades lingüísticas análogas de
las lenguas de trabajo (alemán, francés, gallego, griego, italiano, portugués), de los mecanismos que actúan en el proceso de
traducción, del tratamiento lexicográfico, de las relaciones de carácter intercultural y de los medios de comunicación
audiovisual y electrónica.

Entre los resultados de los Proyectos se encuentra una base paremiológica multilingüe (el Refranero multilingüe), única por
su combinación lingüística y de fácil acceso al estar publicada en la página web del Centro Virtual Cervantes
(www.cvc.cervantes/lengua/refranero). En dicha base sólo hay una paremia cuya temática aborda el campo de las
supersticiones. Se trata del conocido refrán En martes, ni te cases, ni te embarques.

Para el buen desarrollo de los Proyectos, hemos trabajado el mínimo paremiológico español principalmente con estudiantes
del Programa de Doctorado 299 —en fase de extinción actualmente— de la Universidad Complutense de Madrid
Estructura y función de las unidades lingüísticas estables. fraseologismos y paremias, pues muchos son hispanistas de
distintas regiones españolas y de varios países (Brasil, Francia, Italia, Venezuela...).

Durante una de nuestras sesiones de trabajo celebrada en 2008, cuya finalidad era explicar las técnicas de investigación
aplicadas para obtener el mínimo paremiológico español y difundir los resultados de nuestras investigaciones, surgió el
tema de los refranes supersticiosos y nos preguntamos cuántos refranes supersticiosos recordaría el pueblo, qué
supersticiones seguirían en su memoria, qué semejanzas y diferencias habría entre las supersticiones de distintos países, qué
relación habría entre las supersticiones y la fraseología. Muchas de estas preguntas quedaron sin respuesta.

De esta forma, empezó a fraguarse la realización de una investigación sobre las supersticiones y los refranes de varios
países, teniendo en cuenta lo que Joaquín Calvo-Sotelo entiende por «ser supersticioso»:

Ser supersticioso consiste en creer que la desgracia puede ser conjurada o provocada por un objeto, por una palabras, una
actitud, y el futuro favorable o desfavorable, anunciado por un signo cualquiera. Ser supersticioso consiste en creer que el
destino nos hace señales con extraños semáforos, esos semáforos cuyas luces sólo los supersticiosos descifran y que nos
predicen la ventura o la desventura (1992: 181).

Nos propusimos estudiar las supersticiones y los refranes presentes en la competencia activa o pasiva de los hablantes de la
sociedad actual, con un triple objetivo:

sistematizar lo específico de cada cultura y lengua,


perfilar lo más nítidamente posible el conjunto homogéneo de referencias determinantes,
averiguar las analogías y las diferencias existentes entre las supersticiones y refranes de diferentes lenguas y culturas.

La investigación sobre supersticiones está vinculada por lo general al folclore, la etnología, la antropología e incluso a
temas esotéricos, como se puede apreciar en Internet.

Existe una abundante bibliografía sobre el tema, principalmente en España, en distintos soportes (informático o en versión
papel), en diferentes géneros (diccionarios, ensayos), con carácter general o local. Como botón de muestra, cabe mencionar
el Diccionario de supersticiones y creencias populares del antropólogo Francisco J. Flores Arroyuelo (Madrid: Alianza
Editorial, 2000). Se trata de una magnífica y exhaustiva recopilación por orden alfabético de los innumerables
comportamientos relacionados con objetos, animales, fechas... que durante siglos han intervenido en la existencia humana y
que se siguen teniendo en la actualidad. La obra se centra en el ámbito de España y sus distintas regiones y ha utilizado
fuentes escritas.

En una línea diferente se encuentran los estudios basados en fuentes orales, como los dirigidos por Juan Francisco Blanco, a
saber:

Medicina y veterinaria populares de la Provincia de Salamanca.


Prácticas y creencias supersticiosas en la provincia de Salamanca.
El tiempo. Meteorología y cronología populares.

Los tres fueron publicados en 1987, en la colección Archivos de Tradiciones Salmantinas por el Centro de Cultural
Tradicional de la Diputación de Salamanca, cuando su Director era Ángel Carril Ramos. Los tres son fruto del trabajo de un
amplio equipo de alumnos e investigadores del Centro, quienes mediante encuestas han ido recopilando un valioso material
en localidades salmantinas y lo han agrupado temáticamente. Se trata, sin duda alguna, de un excelente trabajo recopilatorio
de gran valor para estudios posteriores 2. Sirven de complemento a estudios anteriores, como los realizados por el Padre
César Morán, Luis Cortés o Ángel Carril Ramos:

César Morán: Creencias sobre curaciones, supersticiones recogidas en la provincia de Salamanca, en Memorias de la
Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria. Madrid, 1927, tomo VI.
César Morán: Datos etnográficos, en Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria.
Madrid, 1931, tomo X.
César Morán: De folklore salmantino, en miscelánea scientifica e literária dedicada ao Dr. Leite de Vasconcelos.
Coimbra, 1932.
Luis Cortés Vázquez: «Medicina popular riberana y dos conjuros de S. Martín de Castañeda», Revista de Dialectología
y Tradiciones Populares, tomo VIII, 1952, pp. 526-531.
Luis Cortés Vázquez: «Medicina popular del Rebollar», Revista Zephyrus, 1953, pp. 45-52.
Ángel Carril: «Veterinaria y medicina popular en Salamanca», Revista de Folclore, 1981, 5: 27-31.

El método de trabajo empleado se basa en la aplicación de la Guía básica para la recuperación etnográfica de Ángel Carril
y Juan Francisco Blanco, publicada por el Centro de Cultura Tradicional (Diputación Provincial de Salamanca) en 1986.

En cuanto a páginas web, muchas de las que existen hay que consultarlas con cierta prudencia porque incluyen información
sin indicar la procedencia geográfica ni la fuente y mezclando información de distintos países.

Resultan también muy interesantes los trabajos de Eduardo Tejero Robledo 3, centrados en la transmisión de la tradición
oral en la provincia de Ávila y en la Comunidad de Madrid:

Literatura de tradición oral en Ávila. Ávila: Institución «Gran Duque de Alba», 1994.
«Literatura popular en la Comunidad de Madrid (Refranero. Dictados tópicos. Cancionero)», Didáctica (Lengua y
Literatura), 1989, 1: 133-187.
«Paremiología geográfica en la Comunidad de Madrid. Su proyección didáctica en educación», Paremia, 6, 1997: 595-
599.
«Tradición oral en Miranda de Ebro y su zona de influencia», Estudios mirandeses: Anuario de la Fundación Cultural
«Profesor Cantera Burgos», 1998, 18: 33-54.
«La tradición oral en la cadena etnográfica», Didáctica (Lengua y Literatura), 1998, 10: 135-160.
«El sitio, número cósmico y sagrado: su simbología en la cultura y rendimiento en el 'Romancero'», Didáctica (Lengua y
Literatura), 2003, 15: 221-235.

Más recientemente, en la Revista de Folklore de la Fundación Joaquín Díaz, José Antonio González Salgado publicó en
2004 tres trabajos sobre distintos aspectos del folclore, entre ellos, los refranes y las supersticiones:

«El folclore en los atlas lingüísticos españoles (I): refranes, dichos y canciones», n.º 279: 93-98.
«El folclore en los atlas lingüísticos españoles (II): medicina popular y supersticiones», n.º 280: 125-129.
«El folclore en los atlas lingüísticos españoles (y III): gastronomía y costumbres», n.º 281: 166-170.

Teniendo en cuenta que los atlas lingüísticos reflejan las formas de la vida tradicional de la región, González Salgado busca
en ellos el material etnográfico que suele estar en notas de índole marginal, como el refranero, las cancioncillas
tradicionales, las supersticiones, la medicina popular, las costumbres. De este modo, recoge en los tres textos un valioso
material procedente de fuentes orales, un punto de referencia obligatorio para un estudio sobre esta temática.

En Italia, el dialectólogo Temistocle Franceschi toma como base el método aplicado para los atlas lingüísticos y elabora el
Atlante Paremiológico Italiano (1981-1984 y 1998=2000), lo que le permite recopilar numerosas variantes del mismo
refrán en distintas regiones de Italia. Los paremiólogos españoles todavía no han iniciado una empresa de esta envergadura.

En 2007 se publicó una interesante obra colectiva titulada Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos
(Burgos: Tentenublo). Editado por Elías Rubio Marcos, José Manuel Pedrosa y César Javier Palacios, con la colaboración
de Joaquín Díaz y José Luis Garrosa. La información registrada procede en su mayoría de fuentes orales y está agrupada en
cuatro grandes bloques: fenómenos del cielo, fiestas del invierno, verano y animales.

En lo que se refiere a ensayos paremiológicos, resultan muy escasos los estudios dedicados exclusivamente a los refranes
sentenciosos. De 1994 es el artículo de Francisco José Álvarez Curiel sobre el «Refranero supersticioso», publicado en la
revista Paremia (n.º 3: 59-64). Tomando como base el Refranero General Ideológico Español de Luis Martínez Kleiser
(Madrid: Hernando, 1953), extrae una selección de refranes que agrupa en función de su referente y los comenta
sucintamente. Por otra parte, Julia Sevilla ha analizado algunos refranes supersticiosos en varios trabajos:

«El valor etnolingüístico de los refranes», en G. Conde Tarrío, El componente etnolingüístico de la Paremiología.
Bélgica: InterCommunications, 2007, pp. 213-249.
«La interculturalidad a través del refrán (francés-español): el día de San Juan», J. de Dios Luque Durán y A. Pamies
Bertrán (eds.): Interculturalidad y lenguaje. Granada: Granada Lingvistica, 2007, pp. 151-163.
«Estudio contrastivo de la cultura francesa y española a través de los referentes culturales de los refranes y las frases
proverbiales», en La cultura del otro: español en Francia, francés en España Universidad de Sevilla, 2006, pp. 937-947
(Realizado en colaboración con Marina García Yelo).
«Las paremias relativas al gallo en francés y en español: estudio intercultural y traductológico», La Fraseología como
vehículo del pensamiento en el ámbito del Mediterráneo, Universidad de Alicante y Generalitat Valenciana, 2008, pp.
165-188 (Realizado en colaboración con Marina García Yelo).

En estos trabajos, se ha tratado de extraer el contenido etnológico que encierran los refranes y reconstruir aspectos de la
microhistoria ya desaparecidos.

No existe un estudio que relacione de forma sistemática supersticiones y refranes; tampoco hay un estudio comparado de
esta temática en un grupo de lenguas y culturas distintas.

Ciertamente el Grupo de Investigación UCM 930235 tiene como tema de investigación las unidades lingüísticas estables,
los fraseologismos y paremias principalmente desde tres enfoques: lingüístico, traductológico y didáctico. La vía
etnolingüística, la trabaja, pero no con asiduidad. Por tal motivo, se estimó muy conveniente retomarla, esta vez para
aplicar al mismo tiempo técnicas de investigación propias de los etnógrafos con las empleadas continuamente por el Grupo.

El objetivo principal es realizar una aportación innovadora que, a partir de una reflexión teórica y metodológica previa
sobre las supersticiones y las unidades lingüísticas estables, proporcione el diseño de un modelo operativo que garantice la
adecuada transmisión y posterior reutilización del material recopilado.

La obra no se limita a ofrecer una información de índole cultural y lingüística y sus posibles correspondencias en las
distintas culturas y lenguas de trabajo (español, francés, gallego, italiano, polaco, portugués, etc.), sino que pretende
proporcionar un instrumento de trabajo fiable.

La hipótesis de partida se fundamenta en el supuesto de que las supersticiones y los refranes constituyen una vía válida
tanto para comprobar la competencia lingüística, comunicativa y cultural de los hablantes de la sociedad actual en algunos
aspectos de la sabiduría popular transmitida por tradición oral, como para determinar las diferencias y las afinidades entre
el español y las restantes lenguas de trabajo, así como para estudiar un eficaz medio de transmisión de la lengua, la cultura
y las tradiciones folclóricas y populares españolas.

Con la elaboración de esta obra se pretende consolidar una nueva vía de investigación, la etnolingüística, y comprobar la
adecuación de los métodos empleados principalmente por etnógrafos como Ángel Carril o Juan Francisco Blanco.
Asimismo, la intención era que su elaboración sirviera para avanzar en la formación de jóvenes investigadores, los
estudiantes Doctorado, principalmente del Programa de Doctorado 299 Estructura y función de las unidades lingüísticas
estables: fraseologismos y paremias.

Uno de los objetivos consiste en proporcionar un material sistematizado y homogéneo analizado mediante un método
comparado. El método comparado de trabajo utilizado ha ido adquiriendo un gran auge entre los lingüistas españoles y
extranjeros que se han interesado por las paremias, tanto entre los jóvenes investigadores como en investigadores
consagrados. Cabe mencionar que aumenta paulatinamente el número de investigadores que aplican dicho método, como el
paremiólogo mexicano Herón Pérez (Colegio de Michoacán, México), la hispanista Natalia Vyshnia (Dpto. de Español de
la Universidad de Poltava, Ucrania), así como los estudiantes del mencionado Programa de Doctorado, coordinado por el
Grupo de Investigación UCM 930235, que ha contado con una treintena venidos de una docena de países, más los
procedentes de otras universidades españolas y extranjeras que solicitaron asistir a sus clases en calidad de oyente o recibir
asesoramiento para sus respectivas investigaciones.

Con esta obra, por último se persigue contribuir a la digitalización del patrimonio cultural contenido en las supersticiones y
los refranes.

La metodología empleada para la realización de esta obra sigue la metodología que está aplicando el Grupo de
Investigación UCM 930235 y los métodos de trabajo de los etnólogos Juan Francisco Blanco, Ángel Carril y Eduardo
Tejero Robledo, así como el método de trabajo de especialistas en literatura oral, como el hispanista José Manuel Pedrosa y
el italianista Temistocle Franceschi.

En una primera etapa, el objeto de estudio se ha centrado en las supersticiones y los refranes supersticiosos. El objetivo ha
consistido en recopilar las supersticiones y refranes supersticiosos directamente de informantes sin utilizar fuentes escritas
para su posterior estudio.

El establecimiento de la definición de «superstición» y «refrán» constituye el primer pilar teórico.


Para la definición de refrán, hemos seguido las teorías de Julia Sevilla (1987, 1988, 1993, 2002, 2005). Considerada una
unidad fraseológica estable, el refrán se encuentra en el grupo de las paremias o enunciados breves y sentenciosos,
concretamente en las paremias populares, y se caracteriza por:

Ser popular repetitivo, de temática general y práctica, de estructura bimembre por lo general y con elementos
mnemotécnicos.
Poseer, en muchos casos, un sentido metafórico o idiomático y, en ocasiones, jocoso.
Recurrir a figuras retóricas (metáfora, comparación, anáfora,…).
Tener un léxico sencillo, coloquial y, a veces, arcaico.
Formarse en la Edad Media y llegar hasta nosotros prácticamente intactos.
Haber sufrido la supresión de elementos sintácticos: De tal palo, tal astilla – Tel père, tel fils.

Para la noción de «superstición» partimos de la definición dada por el DRAE. Procedente del latín superstitio, es la
«creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón», relativa principalmente a la predicción de la ventura o desventura
(Calvo-Sotelo, 1992: 181). La superstición abarca el conjunto de creencias y actuaciones «creídas o practicadas de modo
más o menos clandestino, marginal, perseguido o simplemente ridículo", por lo que se distingue de «las creencias y
actuaciones plenamente ortodoxas, legítimamente vigentes» (Alonso del Real, 1971: 210).

El desarrollo de la investigación ha obligado, sin embargo, a ampliar el objeto de estudio a creencias populares, pues en el
material recogido hay también algunas creencias relacionadas sobre todo con las festividades religiosas. Es cierto que «el
término creencia popular ha venido a sustituir en etnografía al de superstición» (Martín Criado, 1999), pues carece de
connotaciones negativas. Así, hay etnógrafos que optan por aludir a «prácticas y creencias supersticiosas» (Blanco, 1987b).

La posterior ampliación del objeto de estudio con la inclusión de creencias populares ha permitido no verse en la difícil
tarea de levantar barreras entre algunas creencias populares relacionadas con algunas festividades religiosas y procedentes
en muchos casos de ritos precristianos.

A raíz de la información recogida en la primera edición, se ha estimado oportuno seguir en la segunda edición con la
inclusión de creencias populares relacionadas en parte con las supersticiones, pues, en efecto, resulta difícil en ocasiones
establecer una frontera nítida para aislar las supersticiones de otras creencias populares o de los conocimientos
tradicionales, como reconoce el etnógrafo Ángel Carril Ramos (1981 y 1982=2003: 26):

De los conocimientos tradicionales y que tienen incidencia en el vivir diario, son resaltables los relativos a la medicina y
veterinaria, y los meteorológicos. […] entremezclados con esos conocimientos cuya base científica es contrastable, hallamos
todo un mundo de creencias y supersticiones, restos de pretéritas culturas o condiciones de vida […] estos conocimientos a
los que aludimos se ven impregnados de una aureola misteriosa, secuela de una era mágica primitiva, sorprendentemente
latente en estas manifestaciones.

La investigación también nos ha hecho ver que no todas las supersticiones responden a una época anterior, pues en algunos
casos constituyen una «novedad no bien asimilada o deformación de las formas o anormalidad o enormidad de las normas
vigentes» (Alonso del Real, 1971: 211). Como decía Montaigne, superstición es lo que no es nuestra costumbre. Una
prueba es la celebración europea de «Halloween».

Para la recogida de material etnográfico directamente de informantes tomamos como base las técnicas empleadas por el
Grupo desde hace varios años en la elaboración del Refranero multilingüe que se puede consultar en la página web del
Instituto Cervantes (www.cvc.cervantes.es/lengua/refranero), así como en la confección de la Sección «El refranero hoy»,
publicadoen la revista Paremia (Sevilla Muñoz, 2007, 2008a y 2008b). Del mismo modo, se tiene muy en consideración el
método utilizado por los etnólogos Juan Francisco Blanco, Ángel Carril y Eduardo Tejero Robledo, así como por
especialistas en literatura oral, como el hispanista José Manuel Pedrosa y el dialectólogo Temistocle Franceschi.

En lo que se refiere al análisis del material recogido, se realizará de acuerdo con las pautas del método comparado del
Grupo de Investigación UCM 930235 Fraseología y paremiología (PAREFRAS). A continuación, incluimos una selección
de las publicaciones donde se puede observar las características de dicho método:

M.ª I. Teresa Zurdo; Rosa M.ª Piñel; Jesús Cantera; Julia Sevilla; M.ª Teresa Barbadillo; Carlos Crida; Agnieszka
Matyjaszczyk; Fernando Presa; Ana Díaz, «Paremias de la amistad en ocho lenguas europeas», Eslavística
Complutensis, 2003, 3: 173-198.
M.ª I. Teresa Zurdo; Rosa M.ª Piñel; Jesús Cantera; Julia Sevilla; M.ª Teresa Barbadillo; Fernando Presa; Agnieszka
Matyjaszczyk, «El amor en el refranero de cinco lenguas europeas (alemán, español, francés, italiano y polaco)», Revista
de Filología Alemana, 2001, 9: 145-163.
Mari Carmen Barrado Belmar, «Estudio semiótico de los números en los proverbios italianos», Paremia, 1993, 1: 75-86.
Jesús Cantera Ortiz de Urbina y Pedro Gomis Blanco, «Nombres de colores y locuciones en torno a ellos en francés y en
español», en Humanidades y Educación. Libro Homenaje a los profesores Covadonga Grijalva y Francisco Alarcón.
Almería: Universidad de Almería, 2001, pp. 75-88.
Germán Conde Tarrío, «Un alto en el trabajo: el descanso en los refraneros castellano, francés y gallego», Paremia,
2008, 17: 59-70.
Carlos Alberto Crida Álvarez, «Ejemplos de interculturalidad a partir de transferencias de paremias españolas al griego
moderno y su utilidad práctica», Paremia, 2008, 17: 71-78.
Fernando García Romero, «Una golondrina no hace primavera», Paremia, 2008, 17: 11-142.
Marina García Yelo, «Estudio contrastivo de las paremias relativas a la casa en francés y en español», en María Álvarez
de la Granja (ed.), Fixed Expressions in Cross-Linguistic Perspective. A Multilingual and Multidisciplinary Approach.
Hamburg: Verlag Dr. Kovač, 2008, pp. 211-226.
José Enrique Gargallo Gil, «Ya entra el sol por las umbrías. Altura y proyección del sol en el calendario romance de
refranes», Paremia, 2002, 11: 21-30.
Claire Nicolas, «Locutions verbales et nombres cardinaux. Analyse contrastive français-espagnol», en María Álvarez de
la Granja (ed.), Fixed Expressions in Cross-Linguistic Perspective. A Multilingual and Multidisciplinary Approach.
Hamburg: Verlag Dr. Kovač, 2008, pp. 323-40.
Maria Sardelli, «La Zucca (1551) de Anton Francesco Doni y su versión española», en Seminario Internacional
«Colección Paremiológica Madrid 1922-2007». Madrid: Biblioteca Histórica Municipal de Madrid, pp. 233-252.
Julia Sevilla Muñoz y Maria Sardelli, «Las concordancias paremiológicas del Diálogo de la Lengua de Juan de Valdés y
el Vocabulario de refranes y frases proverbiales de Gonzalo Correas», Criticón 99, 2007: 67-91.
M.ª I. Teresa Zurdo, «La música y la danza en el 'refranero'. Perspectiva multilingüe», Paremia, 2003, 12: 67-78.

En cuanto a las lenguas de trabajo, no hay una lengua de partida, puesto que se estudian de forma paralela las distintas
lenguas de trabajo y todas parten de un mismo modelo para sistematizar el material recogido. No ha habido una selección
lingüística previa, pues la combinación lingüística responde a la respuesta obtenida a la convocatoria de petición de
colaboradores. Sin embargo, la combinación lingüística resultante confiere a la obra un carácter original y, por tanto,
aumenta el interés científico de la investigación.

Como se ha mencionado, la idea inicial de realizar una investigación sobre las supersticiones, las creencias populares y los
refranes iba dirigida a los estudiantes de Doctorado. Dada la distinta procedencia de los estudiantes del mencionado
Programa de Doctorado, los investigadores deberían ser, en la medida de lo posible, lingüistas y nativos. Por eso, la
mayoría de los autores son doctorandos y algunos se encontraban iniciando los estudios de Doctorado, lo que supuso un
reto para el Grupo de Investigación, pues había de ser capaz de enseñarles:

las suficientes técnicas de investigación para realizar una labor de campo en dos ámbitos: supersticiones y creencias, por
un lado, y fraseologismos y paremias, por otro;
a trabajar por parejas y en equipo para las puestas en común de los resultados con vistas a homogeneizarlos;
a trabajar con doctorandos de distintos Programas de Doctorado, ya que no todos pertenecían al Programa coordinado
por el Grupo de Investigación;
a coordinar una obra colectiva, ya que una de las coordinadoras era doctoranda cuando se hizo la primera edición.

Cabe reconocer que los resultados obtenidos han sido sumamente satisfactorios, como se puede comprobar al leer las
distintas partes que componen la obra. Asimismo, ha sido muy loable la labor de coordinación realizada por Maria
Antonella Sardelli.

Para la recogida del material etnográfico y lingüístico se han seguido especialmente las pautas de la Guía básica para la
recuperación etnográfica de Ángel Carril y Juan Francisco Blanco (1986=1998). Las fuentes para recabar este material han
sido de índole oral, ya que el objetivo era trabajar con informantes. El acercamiento a los informantes se ha hecho mediante
entrevistas y encuestas, de acuerdo con los modelos de Juan Francisco Blanco, Ángel Carril, José Manuel Pedrosa, Eduardo
Tejero Robledo, Temistocle Franceschi y los elaborados por el Grupo de Investigación UCM 930235.

Tras la recogida del material, se ha sistematizado de acuerdo con el índice general referencial establecido y con las pautas
indicadas, según las cuales se ha descrito el material recogido incluyendo los datos del informante.

Se ha procedido a analizar el material recopilado conforme al método comparado aplicado habitualmente el Grupo de
Investigación UCM 930235 y se ha hecho hincapié de modo especial en dos aspectos: la frecuencia/ausencia de los datos y
la temática.
La elaboración de la obra duró un año, desde diciembre de 2007 a diciembre de 2008. El plan de trabajo seguido fue el
siguiente:

La delimitación del objeto de estudio ha sufrido modificaciones, pues no sólo se han recogido supersticiones sino también
creencias. Por otra parte, no sólo se tenía intención de recopilar refranes supersticiosos sino también todo tipo de unidades
fraseológicas (enunciados, expresiones, fórmulas) relacionadas con las supersticiones y las creencias (Sevilla Muñoz, 1987,
1988, 1993, 2002 y 2005).

En las unidades fraseológicas, existen dos grandes grupos: fraseologismos y paremias.

El fraseologismo es la expresión o unidad de más de dos palabras, caracterizada por su brevedad y forma estable; está
memorizado en competencia y funciona como un elemento oracional. Por ejemplo: No ver tres en un burro.
La paremia es el enunciado breve y sentencioso, de forma estable, insertado en el discurso y memorizado en
competencia. Por ejemplo: A caballo regalado, no le mires el diente (Sevilla Muñoz, 1988). La principal diferencia entre
ambas unidades fraseológicas reside en que el fraseologismo es una expresión y la paremias, un enunciado. Entre los
fraseologismos destacan dos grupos: las colocaciones y las locuciones:
Colocaciones: sintagmas libres con cierto grado de restricción combinatoria. Por ejemplo: desempeñar un papel.
Locuciones: unidades fraseológicas idiomáticas que funcionan como elementos frásticos (adverbio, verbo, sustantivo,
adjetivo). Por ejemplo: estar mosca, estar con la mosca detrás de la oreja.

Uno de los grupos más numerosos de paremias corresponde a los refranes. Sin embargo, en los refraneros hay otras
categorías paremiológicas que conviven con ellos y no son refranes. Se tratan, entre otras, de las frases proverbiales, los
dialogismos, las locuciones proverbiales:

Frase proverbial: paremia popular sin elementos mnemotécnicos, de estructura unimembre, con ausencia de rima, y que
expresa orden o mandato. Por ejemplo: Todos los caminos llevan a Roma. No se ha de mentar la soga en casa del
ahorcado.
Dialogismo: paremia con efectos humorísticos integrada por una estructura dialogada iniciada por el verbo "decir". Por
ejemplo: –Dijo la sartén a la caldera: 'Quítate allá, ojinegra'. Puede estar integrada por una frase de estilo directo
seguida de una apostilla irónica introducida generalmente por la conjunción "y". Por ejemplo: No era nada lo del ojo. Y
lo llevaba en la mano
Locución proverbial: paremia integrada por dos locuciones verbales enlazadas por una conjunción y de sentido
sentencioso. Por ejemplo: Ir por lana y volver trasquilado.

A la primera convocatoria acudieron una decena de estudiantes de Doctorado, número que fue cambiando a medida que iba
avanzando la investigación, pues algunos no llegaron a los plazos fijados, y otros investigadores —no doctorandos sino
docentes— se incorporaron unos meses después.

La procedencia geográfica de los investigadores fue muy variada: Brasil, España, Francia, Italia, Venezuela. Dentro de
España, hubo investigadores de Castilla, Extremadura, Galicia y País Vasco, Después se unieron investigadores de Bulgaria
y México. De esta forma, se ha llegado a una representación geográfica muy significativa, tanto parte española como
extranjera.

El trabajo se ha realizado tanto de forma individual como en equipo, más concretamente por parejas, a tenor de la respuesta
obtenida a la convocatoria. Así, hay dos autores para los capítulos dedicados a Castilla, Galicia y Brasil. Las autoras del
capítulo de Galicia han trabajado sin verse apenas, pues una de ellas estaba cursando el Doctorado en Italia.

En esta primera reunión se determinó un primer índice referencial para sistematizar el material que se iba a recopilar. Dicho
índice fue sufriendo modificaciones hasta el último momento, con el objeto de adaptarse al material recogido.

Para su elaboración se tuvieron en cuenta dos clasificaciones que siguen criterios referenciales y temáticos:

la de Juan Francisco Blanco (1987a, b y c) y Ángel Carril (Guía básica para la recuperación etnográfica, Blanco y
Carril, 1986=1998);
la de Jesús Cantera Ortiz de Urbina y Julia Sevilla (Diccionario temático de locuciones francesas con su
correspondencia española, 2004).

En esta primera sesión de trabajo se estableció también la relación de los distintos subapartados. Todos los asistentes a la
primera reunión plenaria participaron activamente en la confección del primer índice.

En cuanto al diseño de las encuestas o formularios para recabar información, se dieron algunos como modelo, sin imponer
un modelo único. Se determinaron los datos mínimos que debían proporcionarse de los informantes (fecha y lugar de
nacimiento), sin fijar franja alguna de edad. Asimismo, se estableció basarse en fuentes orales y tomar las fuentes escritas
como referencia para consultar después de la recogida de material.

Durante varios meses, se procedió a la búsqueda de informantes y a la consiguiente realización de encuestas y entrevistas.

Las encuestas y entrevistas se realizaron a todo tipo de informantes, sean jóvenes o de edad adulta; vivan en un pueblo o en
una gran urbe. Los primeros en ser encuestados o entrevistados fueron los familiares y los amigos.

El objetivo era recoger las supersticiones, creencias y unidades fraseológicas presentes en la competencia activa y pasiva de
los informantes, lo que ha hecho que, en ocasiones, se recojan datos de ascendientes nacidos en el siglo XIX. Estos datos
son muy valiosos porque permiten reconstruir parte de la cadena transmisora de la tradición oral.

En cuanto a la procedencia de las unidades fraseológicas, hay que buscarla tanto en fuentes orales como escritas, pues
muchas de las paremias supersticiosas ya no se encuentran en la competencia de los informantes, pero era importante
registrarlas para establecer la posible relación entre lengua y cultura.

En el caso de Salud Jarilla Bravo se dedicó sólo a un aspecto muy limitado: las supersticiones de la noche de San Juan en
una zona geográfica muy concreta, la Sierra de Huelva. Por tal motivo, no siguió el esquema establecido para el resto de los
capítulos.

Esta segunda reunión plenaria sirvió para comprobar el estado de las investigaciones; aislar y analizar los posibles
problemas y buscar una solución; revisar el índice; analizar la adecuación del método empleado para recoger el material;
proporcionar nuevas pautas para el buen desarrollo de la investigación y la presentación del material y de su estudio;
solicitar material complementario, como material gráfico original.

Tras varios meses, cada autor o pareja de autores entregaron sus respectivos materiales con el estudio correspondiente
siguiendo todos el mismo esquema (resumen y palabras clave en tres lenguas, introducción, desarrollo, conclusiones,
relación de informantes, bibliografía, curriculum vitae).

Para la redacción de los textos, tuvieron en cuenta las normas de publicación de la revista Paremia, revista científica de
carácter internacional que cumple los 33 criterios Latindex.

En cuanto a la referencia entre paréntesis de los informantes, compartimos la opinión de Ángel Carril (1991: 10): «La
ubicación entre paréntesis de la procedencia del dato, es una técnica noticia situacional que hay que entender en su estricto
sentido, pues ni éste es indicativo de exclusividades ni extensivo en el mismo lugar u otros». El material gráfico que ilustra
los textos no cumple una función ornamental sino aclaratoria, pues contribuye a facilitar la comprensión del texto. Por otra
parte, la petición de material gráfico a los autores ha supuesto en cierto modo un reto, pues se debía saber seleccionar la
imagen más adecuada para ilustrar la superstición en cuestión.

Las coordinadoras 4 procedieron a revisar el material entregado, a solicitar más información en su caso, a modificar en
repetidas ocasiones el índice, con el objeto de llegar a un material lo más homogéneo posible.

Las coordinadoras estudiaron el material entregado aplicando principalmente el método empleado por Julia Sevilla en su
Tesis Doctoral (Los animales en los dichos, refranes y otras expresiones en francés y español. Madrid, 1987).

Se ha realizado el estudio teniendo en cuenta los referentes, las lenguas y la temática, lo que nos ha llevado a analizar los
diversos capítulos que componen la obra, empezando por el estudio de la presencia o ausencia de los referentes
supersticiosos presentes en todas y cada una de las lenguas objeto de estudio.

En una segunda fase, nos hemos detenido en el análisis de la frecuencia referencial global de las supersticiones, lo cual nos
ha permito individualizar los elementos que con más frecuencia aparecen relacionados con alguna superstición, a saber, los
objetos y los animales. Para hacerlo, hemos optado por la presentación de estos datos mediante tablas ilustrativas que
evidentemente facilitan tanto el análisis de los porcentajes de aparición de los referentes estudiados, como la consulta del
mismo material por parte del lector.

Para profundizar todavía más en el análisis de los referentes supersticiosos incluidos en nuestro índice, hemos dedicado un
tercer apartado al estudio de la frecuencia referencial de las supersticiones por lenguas. De este modo, hemos podido
averiguar qué elementos figuran con más insistencia en cada lengua y qué supersticiones no parecen tener arraigo en uno o
más países.
El estudio temático de las supersticiones encontradas ha permitido afinar todavía más las analogías y diferentes existentes
en las culturas que nos ocupan.

Hemos dejado para el final el estudio de las paremias y de los fraseologismos relacionadas con el material etnográfico, con
el objeto de resaltar los puntos de contacto y señalar las peculiaridades de cada pueblo. Resulta muy interesante viajar de
una cultura a otra a través de las supersticiones y las creencias, así como comparar las unidades fraseológicas utilizadas en
cada lengua. Del mismo modo, resulta sumamente interesante detectar un considerable número de coincidencias en cuanto
a los referentes y las supersticiones en sí.

Una vez finalizado el estudio, se ultimó la estructura de la obra. Al estudio preliminar, sigue el material recogido por los
autores, el estudio del mismo por parte de las coordinadoras de la obra, la bibliografía general y el anexo.

El estudio preliminar sirve para explicar las distintas fases de la investigación llevada a cabo durante un año por un
grupo de docentes y estudiantes vinculados al Grupo de Investigación UCM 930235 Fraseología y paremiología y a
varias de sus actividades: el Programa de Doctorado 299 sobre fraseología y paremiología y los proyectos de
investigación sobre El mínimo paremiológico y su enseñanza/aprendizaje.
El material etnográfico y lingüístico aparece dividido según un criterio espacial:
1. Península Ibérica: Castilla, Galicia, País Vasco, Extremadura
2. Europa: Francia, Italia y Bulgaria.
3. América: México, Venezuela y Brasil

La primera parte contiene también un breve estudio de la noche de San Juan en una zona andaluza.

El estudio del material comprende cinco capítulos que abordan el análisis de los referentes globales y geográficos, la
temática y la fraseología.
La bibliografía general abarca las referencias bibliográficas citadas a lo largo de la obra, con el objeto de ofrecer una
visión de conjunto de estas fuentes documentales.
El anexo contiene una selección bibliográfica reseñada de trabajos publicados en España, Francia e Italia, de interés por
haber constituido la base teórica o metodológica de nuestra obra o por considerarlos de utilidad para profundizar más en
el tema. Tres han sido las doctorandas que han realizado esta reseña: Anna Miansaryan para la parte española, Elena
Gutiérrez Sánchez para la francesa y Justina Pietrzak para la italiana.

Tras la buena aceptación de la primera edición de esta obra colectiva, según se deduce de las reseñas realizadas (García
Yelo 2009a y 2009b), decidimos trabajar en una segunda edición ampliando el ámbito de investigación a otras culturas con
el objetivo de conseguir:

un mayor equilibrio entre los distintos capítulos;


una mayor información obtenida de nuevas fuentes orales;
un mayor número de regiones y países;
una revisión de las posibles erratas;

En enero de 2009 lanzamos una segunda convocatoria en la que nos dirigíamos, por un lado, a los autores de la primera
edición, para que revisaran y, llegado el caso, ampliaran, su primer estudio. De este modo, se han actualizado casi todos los
capítulos que integran la primera edición, aunque somos conscientes de que hay todavía mucho material por recopilar. Por
otro lado, nos pareció interesante ampliar la convocatoria a todos nuestros contactos, por si querían participar en este
proyecto. A raíz de esa convocatoria, hay capítulos nuevos, que corresponden a las supersticiones de Alsacia (Francia),
Cerdeña (Italia), Portugal, Polonia y Ucrania.

Estamos, pues, ante una segunda edición revisada, actualizada y ampliada que se enmarca en un Proyecto de Investigación
I+D+i, como sucediera con la primera edición. En esta ocasión se trata de un proyecto consagrado a la
enseñanza/aprendizaje de las unidades fraseológicas mediante la aplicación de las TIC. Por tal motivo y dada la creación de
la Biblioteca fraseológica y paremiológica, se estimó oportuno presentar la propuesta de publicación de la segunda edición
en este espacio del Centro Virtual Cervantes (Instituto Cervantes). De este modo, la vía etnolingüística está presente en
dicha Biblioteca desde sus inicios y los contenidos de esta obra colectiva alcanzarán una mayor difusión.

La coordinación de esta segunda edición ha sido llevada a cabo por Maria Antonella Sardelli.

Diez de los autores son doctorandos con perfiles muy distintos por diversos motivos: se encontraban en diferentes etapas
del Programa de Doctorado: Período de Docencia y elaboración de la Tesis Doctoral.
A ellos se les unieron posteriormente docentes de Bulgaria, México y España, no previstos en un principio. Asimismo, en la
última etapa de elaboración de la obra, se unieron tres estudiantes del Período de Docencia del curso 2008-2009 para la
confección de los anexos: Elena Gutiérrez Sánchez, Justina Pietrzak (Polonia) y Anna Miansaryan (Armenia).

Respondieron positivamente a la segunda convocatoria tres doctorandas y tres profesoras de universidad, lo que incrementa
sensiblemente el número de autores en la segunda edición.

Como la mayoría son hispanistas, el español ha servido de lengua puente para el intercambio científico y es la lengua en la
que se ha redactado la obra.

Se ha sistematizado el material siguiendo varios criterios: espacial, lingüístico, referencial y alfabético.

El criterio espacial ha llevado a realizar una primera clasificación por continentes, países y regiones.
El criterio lingüístico ha hecho que el material aportado por informantes castellanoparlantes permaneciera en un mismo
capítulo, «Castilla». En el caso de Extremadura, se ha estimado oportuno separarlo del capítulo dedicado a Castilla,
porque, pese a ser sus habitantes castellanoparlantes, proceden de una región bien delimitada y se tratan de residentes en
el País Vasco.
El criterio referencial ha permitido ir agrupando el material en apartados y subapartados fácilmente localizables.
El criterio alfabético ha regido el orden de los subapartados.

Como se ha explicado, desde un primer momento, se tomaron como punto de partida dos clasificaciones: la de Juan
Francisco Blanco (1987 a, b y c) y Ángel Carril (Carril y Blanco, 1986), y la de Jesús Cantera y Julia Sevilla (2004).
Sirvieron de complemento Le superstizioni dalla A alla Z dal Piemonte alla Sicilia de Roberto la Paglia (2006) y Storia e
interpretazione delle superstizioni de Massimo Centini (2000=2003).

No planteó problema establecer los grandes bloques referenciales: objetos; derecha/izquierda; partes del cuerpo; animales;
flores, plantas y árboles; números; días de la semana; meses; fenómenos atmosféricos; colores; alimentos y bebidas; astros
y otros cuerpos celestes; festividades; piedras y minerales; desechos orgánicos; la mujer; lenguaje.

Los apartados «el matrimonio; medicina y remedios; sueños; ciclos vitales, otras supersticiones» se añadieron con
posterioridad con el objeto de dar cabida al material que iba llegando.

Como hemos comentado, el índice inicial ha sufrido una serie de modificaciones hasta llegar a un índice que trata de
abarcar el mayor número de los referentes existentes en las creencias populares y supersticiones.

El apartado de los objetos comprende más de cincuenta subapartados. Su número fue creciendo sin cesar hasta el último
momento. Este apartado figura precisamente en primer lugar por su elevado número de referentes

Los subapartados siguen un orden alfabético. Casi todos los apartados se cierran con un apartado «otros» para aquellos
referentes que sólo aparecen en un espacio geográfico. Asimismo hay un apartado de otras supersticiones a modo de cajón
de sastre para aquellas supersticiones sin referente concreto.

Como todos los autores siguen el mismo esquema, resulta fácil pasar de un capítulo a otro con el objeto de establecer
posibles comparaciones.

Los datos de los informantes o de las obras de referencia aparecen entre paréntesis. Al final de cada capítulo figura la
relación alfabética de los informantes y de las obras consultadas.

Para facilitar la localización de las unidades fraseológicas, van en cursiva, negrita y en azul.

A continuación, se incluye el índice utilizado de referentes.

1.1. Aguja 1.24. Espejo 1.50. Vaso

1.2 Alfiler (o imperdible) 1.25. Figa 1.51. Vela

1.3. Anillo 1.26. Gorro o sombrero1.52. Ventana

1.4. Bolso 1.27. Herradura 1.53. Vestimenta

1.5. Botella 1.28. Hierro 1.54. Zapato

1.6. Botón 1.29. Hilo 1.55. Otros objetos


1.7. Broche 1.30. Joya 1.55.1. Armario

1.8. Calcetín 1.31. Llave y cerradura 1.55.2. Cabeza o figura deforme

1.9. Cama 1.32. Marco de fotos 1.55.3. Columna

1.10. Campana 1.33. Mesa 1.55.4. Crémaillière

1.11. Candelero 1.34. Moneda y dinero 1.55.5. Cruz

1.12. Cartera 1.35. Móvil 1.55.6. Cubo

1.13. Casa 1.36. Olla o cazuela 1.55.7. Fuente

1.14. Cencerro o esquila 1.37. Pañuelo 1.55.8. Hueso

1.15. Cigarro y cigarrillo 1.38. Paraguas 1.55.9. Jabón

1.16. Clavo 1.39. Peine 1.55.10. Libreta universitaria

1.17. Coche 1.40. Perla 1.55.11. Libro

1.18. Cuadro 1.41. Pipa 1.55.12. Trípode

1.19. Cubiertos 1.42. Plato

1.19.1. Cuchara y cucharilla1.43. Puerta

1.19.2. Cuchillo 1.44. Pulsera

1.19.3. Tenedor 1.45. Reloj

1.20. Cuerno 1.46. Taza

1.21. Dedal 1.47. Tijeras

1.22. Escalera 1.48. Toalla

1.23. Escoba 1.49. Torre

Si bien el número de referentes es muy reducido en este capítulo, resulta muy relevante por la fuerte presencia de la derecha
y la izquierda en el mundo de las supersticiones.

2.1. Ceja 2.6.2. Hombro

2.2. Mano 2.6.3. Lado del cuerpo

2.3. Ojo 2.6.4. Nariz

2.4. Oreja y oído 2.6.5. Pestaña

2.5. Pie 2.6.6. Puntapié del nasciturus

2.6. Otros 2.6.7. Taza

2.6.1. Cigarrillo 2.6.8. Vestimenta

Además de los objetos más próximos al ser humano, su propio cuerpo puede convertirse en referente habitual de
supersticiones:

3.1. Cabeza 3.15. Pierna (cojera)

3.2. Codo 3.16. Trasero

3.3. Diente 3.17. Uña


3.4. Joroba 3.18. Vientre

3.5. Labio 3.19. Sonidos producidos por el cuerpo

3.6. Lengua 3.19.1. Bostezo

3.7. Mano 3.19.2. Estornudo

3.8. Nariz 3.19.3. Hipo

3.9. Ojo 3.20. Otras partes del cuerpo

3.10. Oreja 3.20.1. Brazo

3.11. Pestaña 3.20.2. Ceja

3.12. Pelo o cabello 3.20.3. Frente

3.13. Pie 3.20.4. Mejilla

3.14. Piel (lunar y verruga) 3.20.5. Testículo

El segundo capítulo más voluminoso corresponde al mundo animal.

4.1. Abeja 4.20. Elefante 4.40. Piojo

4.2. Abejón 4.21. Escarabajo 4.41. Polilla

4.3. Alacrán 4.22. Gallina 4.42. Pulpo

4.4. Araña 4.23. Gallo 4.43. Ratón y rata

4.5. Ave o pájaro 4.24. Gato 4.44. Sapo y rana

4.5.1. Pájaro carpintero 4.25. Gaviota 4.45. Urraca

4.6. Búho 4.26. Golondrina 4.46. Vaca y toro

4.7. Burro y burra 4.27. Grillo 4.47. Venado

4.8. Caballo 4.28. Grulla 4.48. Otros animales

4.9. Caracol 4.29. Hormiga 4.48.1. Acauã

4.10. Cerdo 4.30. Lagarto, lagartija, salamandra y salamanquesa 4.48.2. Anguila

4.11. Ciervo volante 4.31. Lechuza 4.48.3. Atún


(Escornabois)

4.12. Cigüeña 4.32. Lobo 4.48.4. Bienteveo

4.13. Colibrí 4.33. Mariposa 4.48.5. Borococo

4.14. Comadreja 4.34. Mariquita 4.48.6. Escorpión

4.15. Conejo 4.35. Mosca y mosquito 4.48.7. Mirlo

4.16. Corneja 4.36. Oveja 4.48.8. Uirapuru

4.17. Cuco 4.37. Paloma 4.48.9. Zamuro

4.18. Cuervo y grajo 4.38. Pavo

4.19. Culebra, serpiente, víbora y tara4.39. Perro

5.1. Flores y plantas 5.1.20. Semilla 5.2.2. Higuera


5.1.1. Albahaca 5.1.21. Trébol 5.2.3. Madera

5.1.2. Apio 5.1.22. Trigo 5.2.4. Nogal

5.1.3. Azahar 5.1.23. Otras plantas y/o flores 5.2.5. Pino mayo

5.1.4. Cardo 5.1.23.1. Absintio 5.2.6. Sauce

5.1.5. Clavel 5.1.23.2. Amapola 5.2.7. Otros árboles

5.1.6. Helecho 5.1.23.3. Asfódelo 5.2.7.1. Abedul

5.1.7. Hinojo 5.1.23.4. Brezo 5.2.7.2. Abeto

5.1.8. Hortensia 5.1.23.5. Buganvilia 5.2.7.3. Álamo

5.1.9. Laurel 5.1.23.6. Cala 5.2.7.4. Alerce

5.1.10. Lirio de los valles 5.1.23.7. Corona de flores 5.2.7.5. Arce

5.1.11. Margarita 5.1.23.8. Crisantemo 5.2.7.6. Castaño

5.1.12. Muérdago 5.1.23.9. Epazote 5.2.7.7. Fresno

5.1.13. Palma 5.1.23.10. Flor de lis 5.2.7.8. Haya

5.1.14. Perejil 5.1.23.11. Hierbabuena 5.2.7.9. Roble

5.1.15. Ramo de flores 5.1.23.12. Kieri 5.2.7.10. Serbal

5.1.16. Romero 5.1.23.13. Marihuana 5.2.7.11. Tiemblo o álamo temblón

5.1.17. Rosa 5.1.23.14. Peyote 5.2.7.12. Tilo

5.1.18. Ruda 5.2. Árboles

5.1.19. Sábila 5.2.1. Eucalipto

6.1. Uno 6.9. Pares/Impares

6.2. Dos 6.10. Otros números

6.3. Tres (Tercero) 6.10.1. Seis

6.4. Cuatro 6.10.2. Ocho

6.5. Siete 6.10.3. Nueve

6.6. Trece 6.10.4. Doce

6.7. Diecisiete 6.10.5. Quince

6.8. Cifras exactas 6.10.6. Veintisiete

7.1. Días
7.2. Lunes
7.3. Martes
7.4. Miércoles
7.5. Jueves
7.6. Viernes
7.7. Sábado
7.8. Domingo
La segunda edición ha permitido incluir casi todos los meses.

8.2. Enero
8.3. Febrero
8.4. Marzo
8.5. Abril
8.6. Mayo
8.7. Julio
8.8. Agosto
8.9. Octubre
8.10. Noviembre
8.11. Diciembre
8.12. Otros
8.12.1. Junio
8.12.2. Septiembre

9.1. Arco iris


9.2. Granizo
9.3. Lluvia
9.4. Nieve
9.5. Tormenta y tempestad
9.6. Viento
9.7. Otros fenómenos atmosféricos
9.7.1. Témporas

10.1. Amarillo
10.2. Azul
10.3. Blanco
10.4. Morado
10.5. Negro
10.6. Rojo
10.7. Verde

Con la segunda edición, se han incluido bastantes referentes nuevos en este capítulo.

11.1. Aceite 11.17. Limón 11.27.6. Glücksschwein

11.2. Aceituna 11.18. Manzana 11.27.7. Guisante

11.3. Agua 11.19. Miel 11.27.8. Guindilla

11.4.Aguardiente 11.20. Naranja 11.27.9. Nuez


y queimada

11.5. Ajo 11.21. Pan 11.27.10. Patoles

11.6. Arroz 11.22. Pimienta 11.27.11. Pollo

11.7. Azúcar 11.23. Raya 11.27.12. Queso

11.8. Café 11.24. Sal 11.27.13. Remolacha

11.9. Carne 11.25. Uva 11.27.14. Repollo


11.10. Castaña 11.26. Vino 11.27.15. Sandía y melón

11.11. Cebolla 11.27. Otros alimentos y bebidas 11.27.16. Tortilla

11.12. Cerveza 11.27.1. Calabaza 11.27.17. Vieira

11.13. Chocolate 11.27.2. Canela 11.27.18. Zanahoria

11.14. Garbanzo 11.27.3. Champán 11.27.19.Supersticiones relacionadas con la comida

11.15. Huevo 11.27.4. Col

11.16. Lenteja 11.27.5. Dulce

12.1. Cielo
12.2. Estrella
12.3. Luna
12.4. Sol

13.1. Candelaria 13.19.2. Bautizo de Cristo

13.2. Corpus Christi 13.19.3. La Cruz

13.3. Cuaresma 13.19.4. San Antíoco

13.4. Día de los difuntos 13.19.5. San Bartolomé

13.5. Epifanía y Reyes 13.19.6. San Benito y Santa Clara

13.6. Navidad 13.19.7. San Isidro

13.7. Nochebuena 13.19.8. San Miguel de Arrechinaga

13.8. Nochevieja y Año nuevo 13.19.9. San Pascual Bailón

13.9. San Andrés 13.19.10. San Pedro

13.10. San Antón (San Antonio Abad) 13.19.11. San Pedro Regalado

13.11. San Antonio de Padua (13 de junio) 13.19.12. San Ramón

13.12. San Blas 13.19.13. San Sebastián

13.13. San Juan 13.19.14. San Vicente

13.14. San Nicolás 13.19.15. Santa Ana

13.15. San Pancracio 13.19.16. San Bárbara

13.16. Santa Lucía 13.19.17. Santa Odilia

13.17. Semana Santa 13.19.18. Carnaval


13.17.1. Domingo de Ramos
13.17.2. Pascua em marzo
13.17.3. Sábado de Gloria

13.18. Virgen de la Natividad 13.19.19. Schieweschan

13.19. Otras festividades 13.19.20. Otras

13.19.1. (La) Ascensión


Con la segunda edición, este capítulo se ha ampliado bastante.

14.1. Ámbar
14.2. Otras piedras y minerales
14.2.2. Agua marina
14.2.3. Carbón
14.2.4. Coral
14.2.5. Cristal
14.2.6. Esmeralda
14.2.7. Granate
14.2.8. Jaspe
14.2.9. Jaspe rojo
14.2.10. Rubí
14.2.11. Turquesa

15.1. Heces
15.2. Orines

16.1. Embarazo
16.2. Fertilidad
16.3. Menstruación
16.4. Otras supersticiones relacionadas con la mujer
16.4.1. La puérpera

17.1. Matrimonio
17.2. Noviazgo y boda

20.1. Nacimiento
20.2. Muerte

21.1. Celebración
21.2. Humo y fuego
21.3. Juego
21.4. Otras

22.1. Frases para desear suerte


22.2. Signos lingüísticos para propiciar la buena suerte
22.3. Frases o expresiones para ahuyentar la mala suerte o los malos espíritus
22.4. Maldiciones y amenazas
22.5. Otros signos lingüísticos
El material recopilado comprende supersticiones, creencias populares y unidades fraseológicas recogidas en distintas zonas
geográficas españolas (Andalucía, Castilla, Galicia, Extremadura y País Vasco) y relativas a diez países (Brasil, Bulgaria,
España, Francia, Italia, México, Polonia, Portugal, Ucrania, Venezuela), además de algunas regiones de países ya incluidos
en la primera edición, a saber, Alsacia (Francia) y Cerdeña (Italia). De este modo, el carácter internacional de la obra ha
permitido realizar un estudio comparado de gran interés en un amplio espacio.

El material no constituye un mero listado de datos caducos sino que sigue un esquema referencial bastante completo y
presenta una información vigente al estar presente en la memoria de los informantes. En ocasiones, se ha cotejado la
información con la existente en fuentes escritas.

Algunos datos incluidos ya en la primera edición como supersticiones son, en realidad, creencias populares relacionadas
con festividades religiosas y hechos constatables por la experiencia, como los referentes a la medicina popular. Pero, se han
incluido igualmente por su interés etnográfico. Este hecho nos ha obligado a reconsiderar el objeto de estudio y a ampliarlo
para dar cabida a algunas prácticas y creencias, así como algunas actuaciones pertenecientes al campo de la medicina
popular y algunos datos relativos a la simbología de plantas y piedras.

Desde un primer momento afloró el carácter universal de algunas supersticiones y creencias, algunas son muy antiguas.
Asimismo, destaca el gran número de referentes existentes en el mundo de las supersticiones, procedentes en su totalidad
del entorno que rodea al ser humano, como los objetos caseros o los animales domésticos.

Esta obra ha contado en todo momento con el asesoramiento y la supervisión de prestigiosos especialistas españoles y
extranjeros:

M.ª I. Teresa Zurdo Ruiz-Ayúcar (Universidad Complutense de Madrid).


José Manuel Pedrosa (Universidad de Alcalá de Henares).
Javier Calzacorta Elorza (Universidad de Deusto-Bilbao y Euskaltzaindia).
M.ª Teresa Barbadillo de la Fuente (Universidad Complutense de Madrid).
Germán Conde Tarrío (Universidad de Santiago de Compostela).
Manuel Sevilla Muñoz (Universidad de Murcia).
Carlos Alberto Crida Álvarez (Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, Grecia).
Eduardo Tejero Robledo (Universidad Complutense de Madrid).

Sus comentarios y observaciones han hecho posible, por un lado, proporcionar un material de utilidad para conocer el grado
de la competencia cultural y fraseológica hoy día en un tema concreto, y, por otro, ofrecer un material valioso para la
comunidad científica para realizar futuras investigaciones.

La inclusión de la segunda edición en la Biblioteca fraseológica y paremiológica (Centro Virtual Cervantes) ha supuesto
que sus contenidos sean revisados también por el Comité científico de dicha Biblioteca. Todo ello confirma la calidad
científica de esta obra colectiva.

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198.
(1) Vééase informacióón del grupo en la páágina web de Instituto Cervantes: Portal del Hispanismo, y en la páágina web de la Universidad
Complutense de Madrid. En la actualidad, Germáán Conde Tarríío no es miembro activo del Grupo sino colaborador, por ser miembro activo
del Grupo de Investigacióón PHRASEONET (Universidad de Santiago de Compostela) desde su creacióón. volver
(2) Vééase la reseñña correspondiente en el anexo I: Fuentes documentales. volver
(3) Vééanse la reseñña correspondiente a los trabajos de ÁÁngel Carril, Juan Francisco Blanco y Eduardo Tejero en el anexo I: Fuentes
documentales. volver
(4) En la primera edicióón, la coordinacióón corrióó a cargo de Maria Antonella Sardelli y Julia Sevilla Muññoz. volver
Julia SEVILLA MUÑOZ y María del Carmen UGARTE GARCÍA
Universidad Complutense de Madrid (España)
sevilla@filol.ucm.es y cugarte@ati.es

Tú creías, tú creías, tú creías en agüeros.

Resumen: Durante siglos, las supersticiones y las creencias populares ocuparon una parte importante de la cultura
castellana y, en la actual sociedad tecnológica, su importancia ha disminuido. El objetivo de esta investigación consiste en
descubrir cuáles están todavía muy presentes en la vida diaria y cuáles permanecen aún en el recuerdo de nuestros mayores.
El trabajo realizado se basa en la tradición oral para llegar a la información necesaria sobre las mismas, ya sean
informantes, refranes o expresiones de la sabiduría popular.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Castilla.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Castille »


Résumé : Pendant des siècles, les superstitions et les croyances ont occupé une partie importante de la culture castillane et,
dans la société technologique actuelle, leur importance a diminué. L’objectif de cette recherche consiste à découvrir quelles
sont les superstitions et les croyances qui sont encore très présentes dans la vie quotidienne et celles qui perdurent encore
dans le souvenir des personnes âgées. Le travail ici réalisé, part de la tradition orale pour aboutir à l’obtention de données
nécessaires à l’étude des superstitions et des croyances, et ceci par le biais d’informateurs, des proverbes ou des expressions
de la sagesse populaire.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Castille.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Castile»


Abstract: For centuries superstitions and believes have had an important role in the Castilian culture and, in the present
technological society, its importance has decreased. The aim of this research is discovering the superstitions and the
believes which are still present in our daily life and those one which still remains in the memory of our elders. The work
carried out is based on the oral tradition in order to reach the necessary information about superstitions and believes, either
through reporters or through popular proverbs or expressions of the popular wisdom.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Castile.

Durante siglos, las supersticiones y creencias populares ocuparon una parte importante de la cultura castellana, pero su
importancia ha disminuido de forma considerable en la actual sociedad tecnológica. Si bien es cierto que el número trece
causa bastante pavor o hay quien procura no pasar por debajo de una escalera o la novia tira con frecuencia su ramo a las
amigas solteras, muchas supersticiones o creencias han ido cayendo en el olvido.

El objetivo de esta investigación consiste en descubrir las supersticiones y las creencias populares que están todavía muy
presentes en la vida diaria y aquellas que permanecen todavía en nuestro recuerdo, en especial en el de nuestros mayores.
Por este motivo, para llegar a la información necesaria sobre las supersticiones y las creencias populares, apenas se han
consultado fuentes escritas, sino que se ha recurrido a la tradición oral, ya sea informantes, refranes o expresiones de la
sabiduría popular.

El trabajo de campo ha permitido reunir un buen número de supersticiones y creencias populares, que aparecen agrupadas
teniendo en cuenta su referente y de acuerdo con las pautas generales establecidas para la obra colectiva. La existencia de
varios referentes en una misma superstición o una misma creencia nos llevó a crear un sistema de reenvío, con el objeto de
facilitar su localización. Si bien, se ha recurrido a él en pocas ocasiones, pues se ha preferido por lo general repetir la
información, para evitar al lector tener que buscarla en otro apartado.

En cuanto a los informantes, proceden de distintos puntos de Castilla (Ávila, Burgos, Guadalajara, Madrid, Salamanca,
Segovia, Toledo...) y la edad de los mismos tampoco es homogénea. De forma sistemática, se proporcionan los datos de los
informante (nombre, lugar y año de nacimiento), salvo si se trata de nosotras mismas; en tal caso, indicamos sólo las
iniciales (C. U. = Carmen Ugarte, y J. S.= Julia Sevilla). De este modo, nos hemos convertido en informantes, pues
estimamos que también resulta relevante dar a conocer las supersticiones y creencias de las que somos testigos o aquellas
que permanecen en nuestros recuerdos, precisamente porque muchas de las supersticiones recogidas ya no se practican sino
que remiten a un tiempo pasado, a una sociedad rodeada de creencias y supersticiones.

En lo que atañe a la temática, bastantes supersticiones o creencias populares se refieren a la buena o mala suerte, a lo que se
debe hacer para ahuyentar la mala suerte y atraer la buena. Los portadores de la buena o mala suerte están por todas partes,
desde una aguja o un alfiler hasta una herradura o un gato negro. Se trata en su inmensa mayoría de referentes habituales de
la vida diaria: objetos, animales, plantas, números, colores... Todo ello destaca la gran imaginación del ser humano para
interpretar los distintos signos que pueden aparecer en el día a día.

El presente trabajo ofrece sólo una pequeña muestra del mundo de las creencias populares que durante largo tiempo han
pasado de generación en generación por tradición oral, pero constituye un número lo suficientemente importante para
conocer el papel relevante que hasta no hace tanto tiempo tenían las supersticiones en la sociedad.

No estamos ante un trabajo realizado de forma conjunta fruto de un simultáneo intercambio de datos, sino de dos trabajos
paralelos que se han unificado al llegar el momento de la redacción, efectuada en dos tiempos. Al trabajo redactado de
Carmen Ugarte centrado principalmente en una zona geográfica determinada, la provincia de Burgos, se han ido uniendo
los datos aportados por Julia Sevilla de otras provincias 1. De este modo, se ha llegado a unos resultados que abarcan una
amplia zona geográfica de Castilla, lo que permite disponer de una visión bastante interesante sobre sus supersticiones y
creencias populares.

En definitiva, se trata de una información de interés no sólo paremiológico sino cultural; una información que ayuda a
conocer un poco más la riqueza etnolingüística de unas tierras poseedoras de un importante legado cultural y lingüístico.

Da buena suerte encontrar una aguja (F. Nieto, Madrid, 1915; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937). Como no
resulta nada fácil localizar algo tan fino como una aguja, se emplea la expresión esto es como encontrar una aguja en
un pajar para aludir a la dificultad que entraña un acto.

Si se cae la carterilla de los alfileres, trae mala suerte (F. Nieto, Madrid, 1915). Esta superstición alude a las modistas,
porque tenían la costumbre de llevar los alfileres en una carterilla.

Si se encuentra un alfiler, trae mala suerte (I. Rubio, Segovia, 1927).


Los alfileres, muy grandes y con una cabeza blanca, que sujetan el traje de la novia el día de su boda o los que sostienen
su velo traen buena suerte, si se regalan a las solteras que desean encontrar novio (J. S.).
San Antonio de Padua (13 de junio) está relacionado con el noviazgo. En la Ermita de San Antonio de la Florida
(Madrid) y en el día de la festividad de Santo, el 13 de junio, las solteras posan sus manos en una pila bautismal situada
fuera de la ermita con alfileres y el número de alfileres que se claven en la mano indica el número de novios que tendrán
en el año. Las modistillas practicaban esta costumbre, pero con el tiempo se extendió a las mujeres que deseaban
encontrar novio.
En la actualidad, es indeterminado el número de alfileres que se echa en la pila, pero el número exacto asciende a 13
alfileres, por representar las 13 arras que el esposo entrega a la novia el día de la boda. Después se posa la palma de la
mano y el número de pretendientes que tendrá durante un año, de los que uno posiblemente será su marido (F. Nieto,
Madrid, 1915).
Sobre qué hacer con los alfileres existen dos versiones recogidas de informantes anónimos (C.U.) el día de San Antonio
del 2011 en los alrededores de la ermita del santo en Madrid:
La primera aconseja prender los alfileres en un sitio en el que puedan perderse; a medida que se van perdiendo van
saliendo los novios.
La segunda, por el contrario, aconseja prenderlos en una estampa del santo.

En cualquier caso el refranero deja claro que San Antonio da novio y San José matrimonio.
En la calle toledana de los alfileritos hubo durante mucho tiempo una hornacina con la imagen de la Virgen de los
Alfileritos, adonde acudían las mozas para pedirle un joven que las cortejara y dejaban un alfiler (I. Rubio, Segovia,
1915). Esta creencia está basada en una leyenda (Moreno, 1999) 2.
En Gumiel del Izán (Burgos) con los alfileres con los que se sujetaba el manto a la Virgen de los Dolores, durante las
procesiones de Semana Santa, se sacaban los pinches (espinas), pues así no se infectaban. Esta costumbre se halla en
otras localidades de la Ribera del Duero, siempre relacionada con alfileres que han sujetado alguna de los ropajes de las
imágenes durante la Semana Santa (C. U.).

Para poder recordar algo, hay quien se cambia el anillo de dedo o de mano (J. S.) (Véase 1.37. Pañuelo).
En el Año Nuevo, al hacer el primer brindis después de las doce campanadas, hay que llevar algo rojo y tener algo de
oro —un anillo, por ejemplo—, que se introduce en la copa (I. Rubio, Segovia, 1927; R. Arias, Madrid, 1972). El llevar
algo rojo es una costumbre de origen italiano, como recuerda Rosario Arias.

No se debe dejar el bolso en el suelo porque se va el dinero (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937); por eso,
conviene dejarlo en alto (V. Rodríguez Marlasca, Madrid, 1980).

Si se toma una botella de vino entre varias personas, quien termine la botella, se casará (J. S.).

Abrocharse de forma incorrecta una camisa o una chaqueta, según las informantes, puede significar buena o mala suerte
(I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915). Según Flores (2000: 57), anuncia un gran peligro, porque «se forma
una abertura por la que se introducen los maleficios».
Los botones del vestido de novia han de ser pares (F. Nieto, Madrid, 1915).
Si se encuentra un botón con cuatro agujeros es buena suerte, con dos no tanta porque resulta muy habitual (F. Nieto,
Madrid, 1915).

La cabecera de la cama debe estar orientada al norte, porque, además de ayudar a dormirse mejor debido a las corrientes
magnéticas que van de norte a sur (J. S.), sirve para que se engendren varones (C. U.). El refranero alude a poniente y
oriente:

Échate al oriente; échate has sano y levantarte has doliente.


La cabeza para el naciente y los pies para el poniente, si quieres vivir eternamente.

La cama debe estar hecha y ordenada de día. No debe dejarse nada encima de la cama, en especial el gorro, porque trae
mala suerte (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila 1937).
Para la noche de bodas, las hermanas o las amigas de la recién casada tienen que hacer la cama (Madrid: F. Nieto, 1915,
y R. Arias, 1972).
Hay que levantarse de la cama por el lado derecho para que el pie derecho sea el primero en ponerse en el suelo. Así no
se tendrán problemas ese día (J. S.).
Se procura evitar dormir en la cama donde ha muerto alguien, por miedo a encontrarse con su espíritu (J. S.).

En la villa medieval de Covarrubias (Burgos), se encuentra la Colegiata de San Cosme y San Damián, un edificio gótico
de finales del siglo XV (1470-1480) y, en el claustro, se puede admirar el precioso sepulcro protogótico de la infanta
Cristina de Noruega. La tumba se ha convertido en un símbolo del amor para las jóvenes, pues, junto a ella, colgada en
la pared, hay una campana. Se dice que la mujer que haga sonar la campana se casará en el plazo de un año y, más
concretamente, con el hombre elegido (J. S.) 3.
Se tocaba también la campana en otros lugares, pero con otra finalidad, para disipar las tormentas (Véase el apartado
9.5. Tormenta y tempestad).

Cuando se habita una casa de segunda mano, uno se informa o le informan de si han sucedido desgracias en ella, como
la muerte de alguno de sus moradores. Por otra parte, se procura no vivir en una casa cercana a un cementerio, para que
no entren los espíritus en la casa (J. S.).
Colocar una herradura —en especial boca arriba— en el umbral de las casas sirve para protegerlas de los malos espíritus
(C. U.).
Colocar romero en las ventanas y balcones sirve para proteger las casas de todo mal (C. U.).
Se aconseja no soplar las velas encendidas en casa sino dejar que se consuman por sí solas o utilizar un apagavelas, para
no atraer la desgracia (J. S.).
Entrar en casa con el paraguas abierto o abrir el paraguas dentro de casa trae desgracias, incluso la muerte (C. U.; I.
Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase 1.38. Paraguas).
El refranero relaciona la obra terminada con la desgracia: La casa compuesta, la muerte a la puerta.

En Aranda del Duero (Burgos), el día de San Isidro Labrador (15 de mayo) es costumbre —para los niños, por lo general
— tocar las esquilillas de los bueyes que acompañan a la imagen a la vez que formulan un deseo (Véanse las
campanillas en el apartado 13.10. San Antón).

No deben encenderse tres cigarrillos con una misma cerilla porque el tercer fumador se muere. Parece que esta
superstición procede de un hecho real, cuando tres soldados encendieron sus cigarrillos con la misma cerilla en las
guerras de trincheras durante la I Guerra Mundial. El enemigo pudo identificar así la posición con el primero, apuntar
con el segundo y disparar para matar al tercero. Al pasarse la cerilla para encender los cigarrillos, el enemigo localizaba
más fácilmente el blanco por la noche (C. U.).

Si se cruzan los cubiertos al poner la mesa, es signo de mala suerte (F. Nieto, Madrid, 1915).

No se deben regalar cuchillos ni objetos punzantes (navajas, tijeras, etc.), pues la amistad se rompe. Para evitarlo, se
puede aceptar el regalo dando algo a cambio, como una moneda, aunque sea de escaso valor, puede ser perfectamente un
céntimo (J. S.) (véase 1.34. Moneda y dinero).

Da mala suerte pasar debajo de una escalera apoyada contra una pared (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid,
1915) o debajo de un andamio (I. Rubio, Segovia, 1927; C. Sevilla, Guadalajara, 1968).

Se aconseja barrer hacia la puerta principal para echar la mala suerte o los malos espíritus (J. S.).
No hay que barrer después del atardecer, porque el descanso no podrá llegar a la casa (J. S.).
Cuando hay una visita inoportuna, se pone la escoba con el mango hacia abajo detrás de la puerta de modo que no se
vea. Así la visita se irá (C. U.; F. Nieto, Madrid, 1915). También se pone detrás de la puerta o se barre hacia arriba para
no tener visitas inoportunas (G. Ramírez, Palencia, 1953). Según Flores (2000: 185), la escoba detrás de la puerta de la
casa sirve para evitar el mal del ojo.
Si se barren los pies a una mujer, no se casa (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).

El hecho de que se rompa un espejo trae mala suerte, concretamente siete años de desgracias (C. U.), incluso puede
significar la muerte de un familiar (F. Nieto, Madrid, 1915). El refranero contiene una alusión irónica a esta superstición:
El mal agüero del espejo roto, es que hay que comprar otro.
Cuando moría alguien, daban la vuelta a los espejos en señal de luto (P. Hoyos, La Alberca, Salamanca, 1918).
No se debe mirar un espejo de noche, porque se sueña con el diablo (J. S.).

Poner el gorro en la cama trae mala suerte (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937).

Encontrarse una herradura es señal de buena suerte (C. U.), sobre todo si los agujeros suman un número impar (F. Nieto,
Madrid, 1915). Hay que guardarla para que la buena suerte no se vaya, como explica el refrán: Quien encuentra una
herradura, guárdela para su ventura.
Colocar una herradura en el umbral de las casas sirve para protegerlas de los malos espíritus (C. U.). Se dispone con los
extremos hacia arriba, porque de lo contrario se vaciará su reserva de buena suerte.

Si una mujer encuentra un hilo en la ropa, quiere decir que se va a echar novio. Si es blanco o de color claro, significa
que un rubio te persigue y, si es negro, un moreno (F. Nieto, Madrid, 1915). Para saber con qué letra empieza el nombre
del futuro novio, se coge el hilo, se enrolla en el dedo índice y se va desgranando el abecedario, una letra por cada
vuelta. La letra con la que se termina el hilo indica la inicial del nombre del novio (C. U.).

La llave está considerada un amuleto para la fertilidad. En muchos sitios se colocaban llaves debajo de las camas o en
los somieres donde dormía una mujer estéril para que fuera fértil (Lázaro, 1988: 67). Sin lugar a dudas, la llave se puede
considerar un símbolo fálico (Lázaro, 1988: 67), como parece demostrar la cerradura de la casa de la Bodoca (apodo de
la familia), en el pueblo burgalés de Zazuar. La mencionada cerradura, de la que hoy ya sólo queda la silueta —pues sus
dueños han guardado la parte metálica—, según comenta una vecina del pueblo, tenía forma de mujer con las sujeciones
—clavos metálicos— a la altura de los pezones y el ojo de la cerradura en el bajo vientre.
Con una llave hueca se quitaban los orzuelos aplicándola sobre el orzuelo (E. Lillo, El Pedernoso, 1946).
Las cerraduras constituyen también los puntos débiles por los que puede entrar en las casas tanto el bien como el mal;
de ahí que se protejan con distintos símbolos especialmente religiosos, no solo ornamentales. En cerraduras de la Ribera
del Duero (Burgos), observamos cruces protectoras, desde algunas muy sencillas hasta otras más sofisticadas y templos
que se entrelazan con las iniciales de los dueños.

No se deben poner los zapatos encima de la mesa porque trae mala suerte (F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).
Si en la mesa se derrama sal o se cae el salero de forma involuntaria, es señal de mala suerte. Hay que actuar
inmediatamente echando un poco de sal por encima de cada hombro, aunque algunos informantes indican que solo se
echa por encima del hombro izquierdo (J.S.) (Véase 11.24. Sal).

Como explica el refrán Por San Blas la cigüeña verás, y si llevas dinero cuando la veas, dinero no te faltará, existe la
creencia según la cual, si se lleva dinero en el bolsillo cuando aparece la cigüeña, el día de San Blas, el dinero no faltará
durante todo el año (Vivencia, 80 años; dato aportado por M.ª del Lirio Gallego Ayuso del I. E. S. El Empecinado).
Si se encuentra dinero, por ejemplo una moneda en la acera o en el suelo, es señal de buena suerte (F. Nieto, Madrid,
1915). Hay que recogerla porque traerá fortuna, por lo que se aconseja comprar a continuación lotería (I. Rubio,
Segovia, 1927; M. T. Bouyssi, Barcelona, 1921). La moneda debe estar de cara (I. Rubio), pero se recomienda recogerla
de todos modos y, si está de cara, mejor.
En España en general se compra mucha lotería para el sorteo de Navidad y para elegir el número que se va a comprar,
algunos buscan combinaciones relacionadas con alguna fecha importante, ya sean personales (nacimiento de un hijo,
fecha de una boda, cumpleaños, aniversarios) o eventos (victorias deportivas como el triunfo de España en el Mundial de
fútbol, muerte de un personaje famoso, llegada del Papa). Otros se mantienen fieles al mismo número (J. S.). Otros
prefieren comprar a ciegas el número, porque, piensan que, para tener suerte, no se debe saber el número del billete de
lotería hasta no salir de la tienda (A. Marañón, Alcalá la Real en Jaén, 1905).
Mucha gente viene a Madrid a comprar lotería, especialmente a Doña Manolita, porque piensan que ahí siempre toca (A.
Marañón, Alcalá la Real en Jaén, 1905) 4. También hay quien se desplaza a lugares marcados por un gran desastre,
porque se cree que la buena suerte les recompensará de la desgracia (J. S.). Asimismo, se suele comprar lotería en las
administraciones agraciadas con el Gordo el año anterior.
Especial atractivo tiene para los compradores de lotería el pueblo leridano de Sort, 'suerte' en catalán, cuya
administración La Bruixa d'Ort vende el mayor porcentaje de décimos en la lotería de Navidad (C. U.).
La lotería hay que pagarla, no sirve regalarla, porque de lo contrario no toca (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927).
Para que toque el billete de lotería comprado, se suele pasar sobre el vientre de una embarazada, un bebé recién nacido o
un niño, pues se considera que son afortunados (J. S.). Otros prefieren pasarlo sobre la espalda de un jorobado (J. S.) o
una prenda de color verde (C. U.)
La moneda puede servir para evitar que se rompa una relación, cuando alguien regala cuchillos u objetos punzantes
(navajas, tijeras, etc.), pues se debe dar a cambio del regalo una moneda, aunque sea de escaso valor, un céntimo (J. S.)
(Véase 1.19.2. Cuchillo y 3.4. Joroba).
Para pedir un deseo, se suele tirar una moneda a un pozo o a una fuente, a veces de espaldas. En el caso de los turistas
que van a Roma, es obligado tirar una moneda de espaldas —algunos dicen tres— a la Fontana di Trevi, para regresar a
Roma. Incluimos este dato en este apartado, porque son muchos los turistas españoles que cumplen con esta tradición.
De hecho, cuando en alguna fuente o pozo, se ven muchas monedas o a mucha gente tirando monedas, se piensa:
«Seguro que son españoles» (J. S.).

Para no olvidar algo, se solía hacer un nudo en la punta de un pañuelo (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927;
A. Díez, El Villar, León, 1941). Esa costumbre ha ido desapareciendo, puede que debido a la llegada de los pañuelos de
papel (Véase 1.3. Anillo).
No se pueden regalar pañuelos de bolsillo porque se pierde la amistad (I. Rubio, Segovia, 1927; M. L. Ortega, Melilla,
1928).

Entrar en casa con el paraguas abierto trae mala suerte. Abrir el paraguas dentro de casa o en un lugar cerrado trae
desgracias, incluso la muerte (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915). Si no queda más remedio y hay
que abrirlo, se aconseja hacerlo de lado, tal como explicó una vendedora de paraguas (J. S.). Se trata de una superstición
reciente, pues los paraguas se introdujeron en Europa en el siglo XVII.
Sacar el paraguas cuando está medio nublado espanta la lluvia (C. U.).
No se debe compartir el peine, pues trae consigo desgracias (J. S.).

Las perlas equivalen a lágrimas (I. Rubio, Segovia, 1927; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937). No se deben
regalar perlas, porque con ello se regalan lágrimas. Por eso, la novia no debe llevar perlas, pues equivaldría a muchas
lágrimas en el matrimonio (F. Nieto, Madrid, 1915).
Federico García Lorca recoge esta superstición en su obra La casa de Bernarda Alba (1936=2005: 247):

PRUDENCIA (A Angustia): ¿Te ha regalado ya el anillo?


ANGUSTIAS: Mírelo usted (Se lo alarga)
PRUDENCIA: Es precioso. Tres perlas. En mi tiempo las perlas significaban lágrimas.
ANGUSTIAS: Pero ya las cosas han cambiado.
ADELA: Yo creo que no. Las cosas significan siempre lo mismo. Los anillo de pedida deben ser de diamantes.
PRUDENCIA: Es más propio.
BERNARDA: Con perlas o sin ellas, las cosas son como uno se las propone.
MARTIRIO: O como Dios dispone.

Aparte de lo comentado para las cerraduras y las llaves (Véase el apartado 1.31. Llave y cerradura), las puertas, al igual
que las ventanas, eran el lugar por el que podían entrar en la casa los distintos peligros; de ahí que durante una época
fuera usual protegerlas poniendo en los dinteles jaculatorias, como la que puede verse en la siguiente imagen tomada en
Campillo de Aranda (Burgos) (C. U.).
Para tener felicidad en el matrimonio, el recién casado cruza el umbral de la puerta del lugar donde pasa la primera
noche llevando en brazos a su esposa (F. Nieto, Madrid, 1915; I. Rubio, Segovia, 1927).

Cuando hay una tormenta, se suele no tocar objetos metálicos, como las tijeras, porque atraen a los rayos en las
tormentas (C. U.).
Dejar las tijeras abiertas trae mala suerte (C. U.; F. Nieto, Madrid, 1915; E. González, Arenas de San Pedro, Ávila,
1937). Lo mismo sucede si se caen abiertas (F. Nieto, Madrid, 1915; I. Rubio, Segovia, 1927) o entregarlas abiertas.
Ni las tijeras ni cuchillos ni objetos punzantes se pueden regalar, porque conllevan la ruptura de la amistad. (C. U.; F.
Nieto, Madrid, 1915) (Véase 1.34. Moneda y dinero).

Sobre la tarta de cumpleaños se ponen tantas velas como años se cumplen, porque el fuego de la vela representa la vida
misma (Flores, 2000: 290). Una vez encendidas, hay que desear algo, y apagarlas todas de un solo soplo para que se
cumpla el deseo (C. U.; J. S.).
Para atraer la riqueza en todos los niveles, tanto material como espiritual. En el sorteo de Navidad del 2010 se jugaba en
Roa el número 00147 considerado un número feo por ser bajo. La dueña de la administración encendió dos velas
doradas para atraer la buena suerte, y momentos después el segundo premio cayó en el 00147 (C. U.) 5.
En general, se aconseja no soplar las velas encendidas en la casa; se deben dejar que se consuman por sí solas o utilizar
un apagavelas, para evitar alguna desgracia (J. S.).
Cuando alguien se presenta a una prueba o a un examen por lo general académico, una persona que lo aprecia —como
su madre— enciende una o varias velas en casa para que tenga éxito. La vela permanece encendida durante el tiempo
que dure el acontecimiento (J. S.).
La noche de Todos los Santos (31 de octubre), en un recipiente con aceite de oliva se encienden palomillas (lamparillas
hechas con mechas sobre un círculo con dos capas, una de corcho y papel de cartas de juego), tantas como familiares o
amigos fallecidos, para recordarlos e iluminar su camino en el más allá. Se deja que se consuman las palomillas. Esta
costumbre ya no se practica mucho en la actualidad (J. S.).
En Gumiel de Izán y Boada de Roa (Burgos) si, en la procesión de las Candelas (2 de febrero), que se realiza alrededor
de la iglesia, la vela que lleva la Virgen en la mano vuelve encendida a la iglesia, es señal de que el año va a ser bueno y
habrá una buena cosecha. En cambio, si se apaga, el tiempo va a estar muy revuelto y la cosecha será mala. La mayoría
de los años la vela se apagaba (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923; C. García, 1926; E. Calle, 1926. G. Viyuela,
Boada de Roa, 1926).
La misma creencia se tenía en otra localidad burgalesa, Quintana del Pidio, donde el día de las Candelas había una
procesión (C. Pérez, Quintana del Pidio, Burgos, 1932). Por otra parte, se dice que, si las velas que llevan los asistentes
en la mano lloran mucho, esto es sueltan mucha cera, significa que el invierno está por llegar (S. Cilla, Gumiel de Izán,
Burgos, 1928). En este sentido, otra informante comunica que «este año [2008] la vela de la Virgen volvió encendida a
la iglesia, pero las velas, que llevábamos en la mano, lloraban mucho» (C. U.)
Esta creencia está documentada también en pueblos de la provincia de Salamanca (Blanco, 1987: 57).
Dado que la ventana era otro de los puntos por los que podía entrar el mal en las casas, se procurara protegerlas. Sobre el
dintel de alguna ventana moderna, se ha conservado un doble símbolo: la cruz, y una rosácea de significado astral,
bastante abundante, por ejemplo, en los dinteles de la Ribera del Duero (C. U.).
Pero también eran puertas para mostrar el bien. En el pueblo palentino de Becerril de Campos, y siguiendo una
determinada moda de la arquitectura de principios del siglo XX, pero con clara intención didáctica, grabaron encima de
las ventanas de las escuelas distintos refranes morales.
Colocar romero en las ventanas y balcones sirve para proteger las casas de todo mal (Véase el apartado 5.1.16. Romero).

Cuando uno se ha puesto una prenda al revés, significa que le van a dar un regalo (I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F.
Nieto, 1915 y R. Arias, 1972).
Antes de la boda, el novio no debe ver a la novia con el traje de novia, pues trae mala suerte (J. S.).

No se deben poner los zapatos encima de la mesa porque trae mala suerte (F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929), si se trata
de zapatos nuevos (informante de 69 años de Valladolid Capita, en Miravalles, 2007).

Para evitar alguna desgracia, hay que dejar las puertas de los armarios cerradas (J. S.).

Si a alguien le pica la palma de la mano derecha, recibirá dinero y, si es la mano izquierda, quiere decir que están
hablando mal de esa persona, tal como explica Irene Rubio (Segovia, 1927), a quien se lo dijo una cuñada gallega (Rosa
López, 1926-27, Vega de Cascallana); pero también se dice de tarde en tarde en Castilla (J. S.).
Hay que tener cuidado cuando se cae algo de la mano, porque Lo que se cae de la mano, quiérelo el diablo.

Cuando a uno le zumban, pitan o silban los oídos es porque alguien está hablando de esa persona, por lo general mal. En
ocasiones, se dice: ¡Que hablen de mí, aunque sea mal! Si se trata del oído izquierdo, significa que están hablando mal
de esa persona (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915; M. L. Ortega, Melilla, 1928); si es el oído derecho,
hablan bien (I. Rubio, 1927; F. Nieto, 1915).

Levantarse con el pie izquierdo trae mala suerte y, por tanto, nada sale bien (C. U.). A quien está enfadado o ha tenido un
tropiezo, se dice: ¿Te has levantado con el pie izquierdo? (F. Nieto, Madrid, 1915), o se pregunta de forma genérica a
quien tiene un mal día: ¿Con qué pie te has levantado hoy? (J. S.).
Levantarse con el pie derecho, en cambio, da buena suerte (C. U.). En castellano existen refranes y expresiones
relacionadas con el pie derecho. Así, las locuciones Entrar con (el) pie derechoo entrar con buen pie—queriendo aludir
precisamente al pie derecho— se utiliza para indicar que se empiezan a dar acertadamente los primeros pasos en un
asunto. Se recomienda empezar el Año Nuevo con el pie derecho para tener un buen año (I. Rubio, Segovia, 1927; M. J.
Sanz, Hontangas, Burgos, 1963). Hay también locuciones adverbiales del tipo con el pie derecho, que significa con buen
agüero, con suerte, de la que existe el antónimo con el pie izquierdo, eso es, con mal agüero, con mala fortuna. También
se dice: ha empezado con mal pie, esto es, no ha empezado con el pie correcto. Germán Díez Barrio (1996: 79) explica
el origen de estas expresiones:

En los Misales se leía que el sacerdote que se disponía a celebrar la misa, una vez rezado el Introito, tenía que subir las
gradas del altar adelantando el pie derecho.
Este acto sirvió para que el pueblo denominara entrar con pie derecho al hecho de empezar a dar acertadamente los
primeros pasos de un negocio.

En Nochevieja, antes de que suenen las campanadas, hay que tener los pies en alto, encima de un taburete por ejemplo,
y, al empezar el Año Nuevo, se pone en el suelo primero el pie derecho o ambos a la vez (I. Rubio, Segovia, 1927).
Entre los refranes, cabe mencionar el siguiente: Entra con el pie derecho, si quieres hacer tu hecho.
Si uno se da con el codo, no hay que tocárselo, porque tendrá una sorpresa o recibirá un regalo (I. Rubio, Segovia, 1927;
F. Nieto, Madrid 1915, quien lo recuerda de su madre, Juana Serrano Sanz, nacida entre 1875 y 1880, en Redueña,
Madrid).

Se procura que sea un hecho alegre la caída de los dientes de leche relacionándolo con la llegada de un ratoncito, el
ratoncito Pérez. Cuando se cae un diente de leche, se pone por la noche debajo de la almohada donde reposa la cabeza
del niño. Al día siguiente, el niño comprobará que el diente no está y en su lugar hay una sorpresa, una moneda por lo
general (J. S.). Al parecer es una creencia muy antigua y existe también en otros países, como Francia, donde se
encuentra la Petite souris 6. En el caso de España, se atribuye su introducción en la mitología infantil, al jesuita Luis
Coloma, autor de un relato en 1894 para Alfonso XIII, cuando este tenía 8 años. El protagonista del relato es el
Ratoncito Pérez, que vive en una caja de galletas en la calle Arenal de Madrid. De este modo, es uno de los pocos
personajes ficticios con residencia real conocida.

Existe la creencia generalizada de que trae buena suerte encontrarse con un jorobado y, más aún, si se puede tocar la
joroba. Por eso, se pasa un décimo de lotería por la joroba para tener asegurado el premio (C. U.; I. Rubio, Segovia,
1927; .F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase 1.34. Moneda y dinero).

Para alejar la mala suerte, se cruza el dedo anular por encima del índice en ambas manos, al tiempo que se exclama:
¡Crucemos los dedos! (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).
Cuando alguien tiene las manos frías, se dice el refrán Manos frías, corazón caliente (I. Rubio, 1927; F. Nieto, 1915).
Ciertamente, no se trata de una constatación con base científica, sino de una forma de compensar el frío de las manos. El
refranero retoma este hecho para establecer una relación entre la temperatura de la mano y la duración del amor: Manos
frías, amor por un día, / manos calientes, amor para siempre (M. Gil, Campillo de Aranda, Burgos, 1923).
Era costumbre estrenar la ropa de primavera-verano el Domingo de Ramos. A quien no lo hacía se le decía: Domingo de
Ramos, quien no estrena, no tiene manos (J. S.; citado, entre otros, por Panizo, 1993). Existen variantes de este refrán:

Quien no estrena en el Domingo de Ramos, no tiene manos.


El que/Quien no estrena el Domingo de Ramos, no tiene pies ni manos.
En Domingo de Ramos, el que no estrena no tiene manos.
En Domingo de Ramos al que no estrena algo le cortan las manos.

Si pica la nariz, no hay que tocársela, porque habrá una sorpresa. También quiere decir que le persigue un viejo y un
joven le quiere dar un beso (I. Rubio, Segovia, 1927; R. Arias, Madrid, 1972). Asimismo, si pica la nariz, significa que
se va a pelear con alguien (I. Rubio, 1927; R. Arias, 1972; M. A. López, Sevilla, 1918).
A los niños pequeños no se les debe retorcer ni tirar de la nariz, porque dicen que no crecen, se quedan o salen
tartamudos (I. Rubio, 1927).

Cuando las desgracias se acumulan, hay quien piensa que alguien le ha echado mal de ojo 7 y lleva amuletos (por lo
general, alguna piedra preciosa) o realiza una serie de prácticas para quitárselo, como encender una vela negra con forma
de mujer o de hombres, en el caso de que uno imagine quién le ha podido echar el mal de ojo. Se deja consumir la vela y
se tira lo que queda por una alcantarilla (J. S.).
A los niños recién nacidos se les ponía en una bolsita de tela con una castaña loca y un trozo de pan dentro, prendida con
un imperdible en la fajuela, para librarlos del mal de ojo (E. L. El Pedernoso, 1946).

Se cierran los ojos de los muertos para evitar que vuelvan a buscar a la siguiente persona que ha de morir (J. S.).
La falta de un ojo da origen a convertir al tuerto en portador de desgracias, como se observa en el refrán Tuerto, sal de
mi huerto.
Lo mismo sucede con los bizcos: Dios nos libre de ojos bizcos, que todo lo ven torcido.

Cuando alguien cumple años, al verlo por primera vez, al tiempo que se le dice «¡Felicidades!», se le tira de la oreja
tantas veces cuantos años cumple (I. Rubio, Segovia, 1927; R. Arias, Madrid, 1972). Se va contando en voz alta y,
cuando ya se llega al final, se da un tirón más un poco más fuerte y se dice: «¡Y que cumplas muchos más!»,
deseándole que viva muchos años (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927).
Cuando se cae una pestaña, se coloca en la mano y se pide un deseo antes de soplar sobre ella para alejarla de la mano
(J. S.).
En luna creciente, hay que cortarse las pestañas para que crezcan (F. Nieto, Madrid, 1915).

Si se corta el pelo o las uñas en cuarto menguante, no crecen (I. Rubio, Segovia, 1927).
Se considera beneficiosa el agua de lluvia en mayo para hacer crecer el pelo, como lo corrobora el refrán: Agua de mayo
créceme el pelo, si no me crece me pongo el pañuelo (C. Pérez, Quintana del Pidio, Burgos, 1932) (Véase 9.3. Lluvia).

Se cortaba el pelo a las niñas el primer viernes de marzo para que saliera rizado (I. Rubio, Segovia, 1927).
El refranero advierte contra quien tiene el pelo rojo:

Con hombre pelirrojo o barbirroja, ten mucho ojo.


Bermejo o cordobés o diente ahelgado, dalo al diablo.

Además de los pelirrojos, los bizcos y los cojos no son bien aceptados: Dios nos libre de un cojo, de un rojo y de uno
que le falta un ojo. Sin embargo, se precisa que es peor un pelirrojo: Pelirrojo, peor que cojo.
No resulta agradable encontrar las primeras canas, pero se recomienda no arrancarlas porque, si se arranca una, saldrán
siete en el mismo sitio (J. S.).

El picor en los pies significa que va a nevar (C. U.).

Si le barren los pies a alguien, no se casa (P. Hoyos, La Alberca, Salamanca, 1918; I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F.
Nieto, 1915, y R. Arias, 1972).

Se dice de alguien que ha nacido de pie, si la buena suerte le acompaña con frecuencia (J. S.).
En cambio, se exclama ¡Qué mala pata! o ¡Ha empezado con mal pie!, cuando algo sale mal (J. S.).

No es buena señal en la mujer tener muchos lunares, como afirma el refrán Mujer de lunares, mujer de pesares.
El lugar en el que se encuentra el lunar es determinante para indicar la llegada de la buena suerte: Lunar en la cintura,
señal de buena ventura.

Tener muchas verrugas, según el refranero, es muy positivo: Hombre de verrugas, hombre de fortuna. Sin embargo,
existen muchos remedios populares para eliminar las verrugas (Véase 18. Medicina y remedios).

Tener problemas de locomoción está relacionado con la mala suerte. Ver a un cojo no acarreaba nada positivo, como
sucedía con los bizcos o los pelirrojos: Dios nos libre de un cojo, de un rojo y de uno que le falta un ojo. El refranero
da la solución para alejar la posible desgracia motivada por la visión de un cojo: Después de un cojo, un conocido; o si
no, dos cojos seguidos.

Cuando pica el culo, habrá un buen año de melones (E. Rodríguez, Gumiel de Izán, Burgos, 1927).
Se puede viajar para conocer lugares nuevos, visitar a las amistades, cambiar de aires,… pero se cree que la casa de uno
es el mejor lugar para descansar, como lo afirma el refrán En su casa, hasta el culo descansa (J.S.).

Existía la creencia de cortar, el primer viernes de mes, las uñas de las manos del bebé para que cantara bien (I. Rubio,
Segovia, 1927).
Si se corta el pelo o las uñas en cuarto menguante, no crecen (I. Rubio, Segovia, 1927).

Se dice que las manchas blancas en las uñas corresponden a mentiras, una por cada mancha (J. Muñoz, Toledo, 1927).
Se toca con un billete de lotería el vientre de una embarazada a punto de dar a luz (I. Rubio, Segovia, 1927) o un recién
nacido (C. Sevilla, Guadalajara, 1968) para salir agraciado, pues se dice que los recién nacidos llegan con un pan
debajo del brazo (Véase 1.34. Moneda y dinero).

El bostezo está relacionado con el diablo. Cuando se bosteza, se tapa la boca no solo por educación sino también para
evitar que entre el diablo, como señala el refrán: Por puerta abierta, el diablo se cuela.

¡Jesús! o ¡Salud! Estas exclamaciones se dice a quien ha estornudado. Lo que ahora es un acto de cortesía, en otro
tiempo era una forma bendecir el lugar y evitar la propagación de la peste, concretamente fueron los católicos romanos
quienes popularizaron su uso a partir del año 590, cuando la peste estaba muy propaganda en Europa. Para combatirla, el
Papa Gregorio Magno (540-604) ordenó procesiones y rezos. Se debía denunciar a quien estornudaba profiriendo la
exclamación ¡Salud!

Se tiene muy en cuenta el comportamiento de los animales para presagiar las tormentas. En ocasiones, no se trata de
superstición alguna, sino de que los animales perciben la llegada de las tormentas:

Los animales, ovejas y animales de labranza cuando se avecina tormenta, están nerviosos e inquietos. Nuestros labradores,
hombres sabios, lo saben y lo mejor es volver a casa y los animales parece que quieran llegar cuanto antes y se dan más prisa
(La Horra / Creencias: Jesús Hernando, 08/06/2008, 08/06/2008 8).

El ser humano presta atención al comportamiento animal para llegar a una serie de constataciones, que a veces pueden
resultar poco creíbles para la sociedad actual. Así, cuando los animales están vagos, sin hacer nada, luego habrá tormenta
(B. Monge López, 1922 9; un informante de 73 años nacido en 1934 en Madrid y residente en Aranda de Duero) 10. El
refranero nos lo recuerda: Animales perezosos, tiempo tormentoso.

Cuando las abejas salen del enjambre y vuelan todas en forma de ovillo, ese día hay una gran tormenta (La Horra /
Creencias: Jesús Hernando, 08/06/2008; 08/06/2008).
A quien mata una abeja le perseguirá la muerte, por los beneficios que reporta al ser humano (cera y miel) y por estar
consideradas criaturitas de Dios (J. S.). De ahí que el refranero aconseje tener abejas: Abejas y ovejas en mis dehesas.

Otro de los insectos que anuncia de tormenta es el famoso tábano: cuánto más pesados y picadores tormenta segura (La
Horra / Creencias: Jesús Hernando, 08/06/2008 [fecha de introducción del dato], 08/06/2008 [fecha de consulta]).

El refranero advierte de lo peligrosa que puede ser la picadura del alacrán, mortífera incluso:

Si te pica el alacrán, llama al cura y al sacristán.


Si te pica el alacrán, no comerás más pan.
Si te pica el alacrán, no vivirás más de un día ni comerás más de un pan.
Si te pica el alacrán, tres días comerás pan.

En verano, ver arañas en las casas es señal de que va a llover (C. U.). Esta superstición está documentada también en la
provincia de Salamanca (Blanco, 1987: 41). Si se encuentra una araña en la habitación, va a llover (I. Rubio, Segovia,
1927).
Según el refranero, la araña puede indicar buen o mal augurio, en función del momento del día en que se la vea:

Araña por la mañana, señal mala; pero si por la tarde la encuentras, señal buena.
Araña vista por la mañana, mala semana; a mediodía, alegría; después de anochecido, gozo cumplido.

Si la araña va bajando por el hilo hacia alguien, es muy buena señal, pues le traerá bienes o buenas noticias:

Araña que por su hilo hacia ti cae, bienes te trae.


Araña que por su hilo se descuelga, anuncia buenas nuevas.

La araña es la tejedora y no se debe romper su tela porque trae mala suerte, como señala el refrán: Quien rompe una tela
de araña, a ella y a sí mismo daña.
Se recomienda no matar arañas porque no son animales perjudiciales, pero una informante recuerda que su madre le
decía que, si se mataba una araña con la mano, le tocaría la lotería (la madre de R. Arias, Rosario Rodríguez Gancedo,
Madrid, 1937).

Ave de mal agüero, a mi vera no la quiero (Axel Briongos Pérez, I. E. S. El Empecinado). Se aplica a aquellas personas
que tienen fama de dar mala suerte o ser gafes. Se dice cuando a una persona le ocurre todo tipo de desgracias, por lo
que se aconseja no acercarse a ella (Se lo ha dicho su abuela, nacida en 1942 en Peñalba de Castro, a Lorena Pascual
Iglesias. I. E. S. El Empecinado).
Cuando uno se cambia de casa, se dice Jaula nueva, pájaro nuevo. Quiere decir que se moría uno de los dos (I. Rubio,
Segovia, 1927). Así lo transmitió la informante. El refranero presenta otra forma: Jaula nueva, pájaro muerto.

El búho trae buena suerte si es un regalo (I. Rubio, Segovia, 1927), como los elefantes. Sirve de amuleto para alejar los
peligros si se lleva como colgante.
Sin embargo, el grito del búho anuncia una muerte próxima (J. S.).

El refranero nos recuerda que la burra anuncia la lluvia cuando sacude las orejas: Si las orejas sacude la burra, lluvia
segura (C. U.).

Sobre el animal que se va a sacrificar. Si es cerda y está con la luna (en celo) no debe matarse, pues la carne se
estropeará (Gumiel de Izán: C. U. Confirmado para Tubilla del Lago por Delfín Cerezo).
Morcillas. Sobre el mondongo se hace la señal de la cruz antes de proceder a embutirlo en la tripa (Gumiel de Izán: C.
U.). La misma costumbre se sigue en Tubilla del Lago para el picadillo, en este caso «para que no lo ponga malo el
diablo» (Delfín Cerezo, 12/03/2008). Posiblemente tenga su origen en la manifestación de fe que para el cristiano viejo
la matanza siempre tuvo un aspecto festivo y de puertas para afuera. No podemos olvidar que la morcilla supone un
alimento prohibidísimo para judíos y musulmanes, pues no solo tiene su origen en el cerdo (animal impuro) sino que
también se incluye la sangre, otro alimento impuro (Véase 16.3. Menstruación).

La cigüeña es un ave bastante familiar en España en general y en Castilla en particular, donde resulta habitual verlas
anidar en la torre o en la fachada de la iglesia. La cigüeña está considerada un animal beneficioso y protector del lugar
donde se establece, por ser benefactora de la agricultura, pues limpia el campo de sabandijas, culebras, ratones (Sevilla
Muñoz, 2007a). A continuación, incluimos la transcripción de una popular cantinela infantil recogida en Gumiel de Izán
(Burgos):

Cigüeña, malagueña,
tu casa se quema,
tus hijos se te van,
a escribir una carta,
que luego vendrán.

Existen otras versiones de esta copla, como la recogida por el hispanista José Manuel Pedrosa (1994) en Espinareda de
Ancares (León):

Cigüeña, cigüeña,
la casa se te quema,
los hijos se te van
a la villa del pan.
¿Cuándo volverán?

La cigüeña también posee una simbología positiva porque es el pregonero de la bonanza, anuncia la llegada del buen
tiempo, como señala el conocido refrán Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves, del que existen
variantes mucho menos conocidas en la actualidad pero que dan una idea de la vida de este refrán:
Por San Blas, la cigüeña verás; y si está cerca el verano, más temprano.
Por San Blas, la cigüeña verás, y si no la vieres, señal de muchas nieves
Por San Blas, la cigüeña verás; y si no la vieres, mal año esperes.
Por San Blas, la cigüeña verás; y si no la vieres, mal año tendrás
Por San Blas, la cigüeña verás; y si no la ves, mal año es.
En San Blas la cigüeña verás, si la vieres año de bienes y si no la vieres año de nieves.

Suelen instalar sus nidos de cara al norte. Por eso, se dice estar cara al norte, como las cigüeñas (C. U.).
Por San Blas la cigüeña verás, y si llevas dinero cuando la veas, dinero no te faltará. Se dice que, si se lleva dinero en
el bolsillo cuando se ve una cigüeña, no se tendrán problemas económicos en todo el año (Vivencia, 80 años; aportado
por M.ª del Lirio Gallego Ayuso del I. E. S. El Empecinado). Irene Rubio (Segovia, 1927) también recuerda esta
superstición. Precisa que se refiere a la primera vez que se ve una cigüeña en el mes de febrero y no importa que sólo se
lleven unos céntimos 11.
La creencia de que las cigüeñas traen los niños recién nacidos está muy extendida, pero no procede de tradiciones
castellanas sino alemanas y holandesas.

Antes estaba muy extendida la creencia de que llevar una pata de conejo traía buena suerte (F. Nieto, Madrid, 1915).
Ahora, en vez de patas de conejo, se utilizan más bien todo tipo de amuletos (piedras, figuras de animales, etc.). La
mayoría de nuestros informantes aluden a las connotaciones positivas de este animal: llevar o tener una pata de conejo
augura buena fortuna.

La corneja está considerada un ave agorera por excelencia, como se observa al principio del Cantar de Mio Cid (1961:
9):

A la exida de Biuar ouieron la corneia diestra,


E entrando a Burgos, ouieron la siniestra.
Meçio myo Çid los ombros y en grameo la tiesta;
«Albriçia. Albarfañez, ca echados somos de tierra!»

El cuco es una de las aves que anuncian la primavera, como señalan los refranes:

Cuando el cuco llega, entonces es primavera; si aun no llegó, es que la primavera no comenzó.
Entre mayo y abril, o viene el cuco o viene la fin.

Cuando se escucha el canto del cuco, se cuenta el número de veces que emite el canto para saber los años que faltan para
casarse o para morirse.

El cuervo está considerado un ave de mal agüero (I. Rubio, Segovia, 1927). Por eso, ver un cuervo trae mala suerte (F.
Nieto, Madrid, 1915) 12.
Sigue estando vigente el refrán Si el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo. En ocasiones se recuerda que este
enunciado pertenece a la sabiduría popular al hacerlo preceder de esta fórmula introductoria: Como dice/decía mi
suegra… (J. S.).

Estos animales representan un gran peligro, como señala el refrán Si te pica la víbora volante, llama al cura que te cante.
Para librarse de ellos, el refranero da el remedio Quien come verbena el día de San Juan, se libra de reuma, de culebra
y de todo mal. Cuando se ve una culebra, se suele exclamar ¡Lagarto, lagarto! con la intención de alejar el peligro (E.
González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937).

Si regalan a uno una estatuilla de un elefante con la trompa para arriba trae buena suerte (I. Rubio, Segovia, 1927; R.
Arias, Madrid, 1972).

Si la gallina canta como el gallo, es presagio de muerte cercana, ya sea de su amo ya sea de la vecina, como indica el
refranero:
Gallina que canta como gallo, o anuncia su muerte o la de su amo.
Cuando canta la gallina, se muere la vecina.
Triste está la casa donde la gallina canta y el gallo calla.

Es importante el número de huevos que se pone a la llueca: Si quieres que tu clueca buenos pollos saque, no le eches
huevos pares.
Para echar huevos a una gallina clueca se preparaba una cesta o un cunacho con paja limpia y se colocaban encima los
huevos. Se solían poner de 13 a 17, siempre un número impar (aunque nadie sabía el porqué) y que no fueran
demasiados para que la gallina los pudiera cubrir bien con su cuerpo y las alas. También se elegían los huevos según se
quisiera que salieran pollos o pollas. Esto se notaba por la prendedura. Se cogían los huevos y se miraban al trasluz, y si
la prendedura estaba en un lado o en el otro se tenía casi la seguridad de que saldrían machos o hembras. Otra forma de
conocer de antemano el sexo era que de los huevos más redondos salían pollas y de los más alargados pollos. Se
esperaba que llegase el buen tiempo, porque, como dice el refrán: mayo frío, malo para pollos y bueno para trigo
(Alcozar / Etnografía, 22/01/2012).
La abuela Petra, cuando echaba los huevos a empollar, los echaba en número de quince y, cogiendo la gallina por las alas
y recogiéndolas sobre el resto del cuerpo, bendecía con ella los huevos, y haciendo la cruz sobre ellos recitaba: «Bendito
sea el Salvador, catorce pollitas y un cantador» (A. García, 1923, Gumiel de Izán).

Si el gallo canta a medianoche anuncia la muerte de alguien. Esta superstición nace a raíz del canto del gallo la noche en
la que murió Jesús (I. Rubio, Segovia, 1927). El refranero recoge esta superstición: Gallo que canta al sol puesto, canta
a muerto.
Si el gallo canta fuera de su hora habitual es señal de un cambio del tiempo, como anuncia el refrán Gallos anticipados,
tiempo cambiado.
Habrá un mal año cuando suceda lo que menciona el refrán siguiente: Si el pollo le pica al gallo, anuncia mal año.

Trae mala suerte ver un gato negro (C. U.), cruzarse con él o si pasa entre las piernas o corriendo delante de uno (I.
Rubio, Segovia, 1927).
Si se ve un gato negro, hay que comprar lotería porque va a tocar (F. Nieto, Madrid, 1915).
Pese a no ser un animal muy apreciado, el refranero advierte de lo que puede suceder si se mata uno:

Matar un gato, mal presagio.


Quien mata a un gato, espere algo malo.

El gato puede anunciar la lluvia, como explica el refranero: Cuando el gato estornuda, lluvia segura (M. Gil, Campillo
de Aranda, Burgos, 1923), Gato que mucho se lava, barrunta agua (M. Gil, 1923).

La presencia de una golondrina trae buena suerte, pues es una de las aves que anuncia la primavera, el buen tiempo,
como señala el refrán A 15 de marzo da el sol en la umbría y canta la golondrina. Pero se ha de ver más de una
golondrina, ya que Una golondrina no hace verano.
Si la golondrina adelanta su llegada, es señal de una primavera templa, como afirma el refrán Golondrina anticipada,
agua segura.
También es señal de buena suerte tener nidos de golondrina en la fachada de la casa, pues respetar sus nidos sirve para
alejar los rayos (J. S.).
Si vuela alto la golondrina, anuncia buen tiempo y, si vuela bajo, pronto lloverá, como explican los refranes siguientes:
Golondrina que con el ala roza la tierra, agua recela; Golondrinas altas, buen tiempo anuncian, / si vuelan bajas,
agua segura.

El grillo está considerado un portador de la buena suerte, en especial si anida en las casas (J. S.; véase Flores, 2000:
138).
Anuncia el buen tiempo, por lo que no es buena señal verlo cuando debería hacer frío: Si en Enero canta el grillo, en
Agosto, poco triguillo.

Ver muchas hormigas juntas es señal de que va a llover (I. Rubio, Segovia, 1927), como lo confirma otra informante:
De pequeña creía que mi abuelo era un vidente o algo por estilo porque, cuando nos íbamos a dar paseos por el pueblo y
veíamos muchas hormigas juntas, mi abuelo siempre decía que eso era porque iba a llover y, curiosamente, llovía. A mí,
por aquel entonces, me costaba entenderlo; me preguntaba qué relación tenían las hormigas con la lluvia. Pero, siempre
que veíamos muchas hormigas, acababa cayendo alguna gota (La Horra / Creencias: Angie, 08/06/2008, 08/06/2008).

Ver una hormiga alada es señal de lluvia (R. Arias, Madrid, 1972).
Según el refranero, no se debe causar mal alguno a las hormigas, pues A quien destruye un hormiguero, le vendrá
duelo.

Los lagartos son especialmente temidos por las mujeres, pues dicen que se sienten atraídos por la sangre menstrual (C.
U.; véase Rubio et alii, 2007, 309-317). Existía el miedo ancestral al lagarto. En Gumiel de Izán (Burgos) los chicos
asustaban con lagartos a las mujeres, los ataban con un palo y una cuerda la víspera del día de San Antonio para
impedirles coger la torta (A. García, 1923, y C. García, 1926. Véase 13.11. San Antonio de Padua).
Para alejar algo que puede acarrear mala suerte o que pueda resultar perjudicial, se dice: ¡Lagarto! ¡Lagarto!, a modo
de contrahechizo. También se dice para cuidarse de algo que se ha visto y que puede ser perjudicial (F. Nieto, Madrid,
1915).
Si se ve una culebra, también se dice: ¡Lagarto! ¡Lagarto! (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937).

Para curar las rijas se metía una lagartija viva en una bolsa de tela que se colgaba al pecho. Cuando la lagartija se secaba,
se curaba la rija del ojo (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923; C. García, 1926).

La mariquita está considerada un animal beneficioso, por anunciar una buena cosecha. Es positivo dejarla que se mueva
por los dedos «contándolos» (C. U.).
Si una mariquita se posa en la mano, trae buena suerte, sobre todo, si se echa a volar, tras haberle cantado. Son los niños
quienes cantan, sin saber muchas veces que trae buena suerte:

Mariquita, mariquita,
ponte el manto y vete a misa,
que, si no te lo pones hoy,
te lo pones mañana.
(J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915)

Cuando en verano las moscas se ponen pesadas y pican significa que va a haber tormenta (I. Rubio, Segovia, 1927; F.
Nieto, Madrid, 1915):

Con las moscas pasa lo mismo si vuelan bajo, tormenta, antes que las nubes nos amenacen éstos animales nos lo avisan
(La Horra / Creencias: Jesús Hernando, 08/06/2008; 08/06/2008).

Esta superstición está recogida también en la provincia de Salamanca (Blanco, 1987: 44). Cuando las moscas revolotean
en la habitación de un enfermo, es presagio de muerte. También es de mal augurio que entre en la habitación una mosca
grande (I. Rubio, Segovia, 1927).

Los ladridos del perro, cuando son prolongados y lastimeros, presagian la muerte de alguien cercano (I. Rubio, Madrid
1927).

Cuando los niños pierden un diente de leche, lo dejan debajo de la almohada para que el Ratoncito Pérez les deje un
regalito, generalmente una moneda, a cambio del diente (Madrid: R. Arias, 1971; F. Nieto, 915). Esta tradición está muy
extendida (Véase Pedrosa, 2005; véase 1.34. Moneda y dinero).

Cuando el sapo canta (cra, cra), barrunta agua (I. Rubio, Segovia, 1927), como indica el refrán Cuando canta el sapo,
trae agua en el papo.
Por eso, reza este refrán: Si los sapos cantan en enero, cierra tu cillero 13.
En algunos sitios, se conoce la rana de la suerte, como sucede en Salamanca, a raíz de haber una rana esculpida en la
fachada plateresca de su Universidad, una fachada plagada de objetos, personajes y animales quiméricos, elementos
vegetales. La rana está sobre una calavera, situada en uno de los laterales. Se dice que el estudiante que encuentre la rana
aprobará el curso. Puede que la rana simbolizara la lujuria que lleva a la muerte y sería una forma de recordar a los
estudiantes de la época que su objetivo no era entregarse a los placeres sino estudiar. En la actualidad, la rana sola o
encima de la calavera se ha convertido en un recuerdo turístico de la ciudad salmantina y el objetivo de todo turista es
encontrar la rana en la fachada.

Si se sueña con toros, va a llover (I. Rubio, Segovia, 1927).

El apio posee propiedades curativas según el refrán: ¿Tienes a tu hijo enfermo teniendo apio en tu huerto?

Antes la novia llevaba un ramito de azahar para que le diera buena suerte (I. Rubio, Segovia, 1927). Un ramito de azahar
indicaba la virginidad de la novia (F. Nieto, Madrid, 1915).

Sus flores, vilanos, que tienen nombres diferentes en las distintas localidades, están vinculadas en la Ribera del Duero a
la maduración de las uvas. Así en Gumiel de Izán, los niños los atrapaban, y luego los soplaban diciendo: «Pintaúvas,
pintaúvas, vete a pintar mis uvas, a mi viña de...» (C. U.). En Quintana del Pidio se decía: "Pelucho, pelucho, vete a
madurar mis uvas" (J. J. Calvo, 1956, Quintana del Pidio). En otros lugares de la Ribera estaban asociados a los buenos
deseos en general.
El cardo está relacionado con la noche de San Juan en Sigüenza (Guadalajara), pues se ponían cardos borriqueros ante la
puerta de la persona por la que se sentía animadversión y para transmitirle negatividad y tristeza. Al estar a finales de
junio, quien recibían los cardos eran con frecuencia los profesores.

El helecho, según el refranero, es muy positivo: Quien tiene granos de helecho, hasta de su mal saca provecho.

Al igual que el romero, el hinojo está relacionado con el amor verdadero, por lo que hay que comerlo si se pasa junto a
esta planta:

Quien pasa por el hinojo y no le muerde, sus amores pierde.


Quien ve el hinojo y no come dél, muérese de amores y no sabe de qué.

Si hay hortensias en casa, las hijas no se casan (I. Rubio, Segovia, 1927; M. A. López, Sevilla, 1918): En las casas
donde hay hortensias, las chicas se quedan solteras.

Cuando se sirve un guiso en el que se ha echado laurel y a alguno de los comensales le cae una hoja de laurel en el plato,
tendrá buena suerte (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915) 14.

Si alguien desea saber si alguien le quiere o no, puede deshojar una margarita. Cuando se va deshojando la flor, se va
diciendo «me quiere, no me quiere» (J. S.).

En algunos sitios se cuelga muérdago de la puerta de entrada a la casa, porque un beso dado a la persona amada bajo su
influencia atraerá la buena suerte y el amor (J. S.). Esta costumbre enlaza con la tradición existente en los pueblos
occidentales antiguos, en particular los celtas y los germanos, quienes la consideraban una planta mágica.

Para proteger la casa, se colgaba durante todo el año del balcón la palma o la rama de olivo bendecidas el Domingo de
Ramos. La bendición ya se hacía en el siglo VII y la Iglesia especificaba en el siglo XX que no se conservarse «como si
fueran amuletos, con un fin curativo o para mantener alejados a los malos espíritus y evitar así, en las casas y los
campos, los daños que causan, lo cual podría ser una forma de superstición» (El Domingo de Ramos, 2008).

Para que toque la lotería o conseguir trabajo hay que poner una ramita de perejil a San Pancracio (C. U.; I. Rubio,
Segovia, 1927). Se ve en muchos establecimientos públicos, en especial comercios y bares (J. S.).

La recién casada tira su ramo por encima de su cabeza y de espaldas a las mujeres solteras; quien lo recoge, se casará en
el año que sigue (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).

Al romero se atribuyen propiedades mágicas y afrodisíacas (C. U.). Lo confirman los refranes siguientes:

Quien va al monte y no coge romero, no tiene amor verdadero.


Quien ve romero y no lo coge, del mal que le venga que no se enoje.
De las virtudes del romero, se puede escribir un libro entero (M. Gil Campillo de Aranda, Burgos, 1922).

El romero y la Virgen. Se dice que, estando la Virgen en el río lavando, tendió los pañales del Niño en un romero y, en
premio, la Virgen concedió al romero tener sus flores azules. De ahí su carácter de planta beneficiosa para casi todo (C.
U.).
Domingo de Ramos. En los pueblos de Burgos, el romero está muy relacionado con el Domingo de Ramos. En Gumiel
de Izán, por ejemplo, el romero que se ha bendecido durante la procesión del Domingo de Ramos se lleva a casa y se
coloca en las ventanas o balcones para proteger la casa. Aunque se trata de una práctica que se hace mayormente por
tradición, porque siempre se ha hecho así, y no se le atribuye, al menos de forma consciente, un significado específico.
Algunos de los presentes en la función del Domingo de Ramos de este año, el 16 de marzo de 2008, comentaron que
habían oído en la televisión que el romero era bueno para proteger las casas contra robos o algo similar. Las ramitas de
romero se colocan tanto en la fachada principal de la casa como en la de atrás. Los hombres se colocan también un
ramito del romero bendecido en la solapa (Véase 5.1.13. Palma).

Desde hace relativamente poco tiempo, los asistentes a una boda tiran pétalos de rosa a los recién casados cuando salen
de la iglesia, para desearles felicidad y amor (J. S.). La nueva costumbre de echar pétalos de flores, ya sean naturales o
de papel, se debe posiblemente a que en las grandes ciudades se evita echar arroz para no atraer a las palomas. Las
palomas están consideradas un problema para la salud pública para las personas y los edificios, porque pueden transmitir
40 enfermedades y dañan el patrimonio con el ácido (Rodríguez, 2008: 54-56).

No debe faltar ruda en una casa, pues, como señala el refrán, En la casa donde hay ruda, no muere criatura.

Las pipas de calabaza consumidas con cáscara y todo servían para curar la solitaria (Gumiel de Izán, Burgos: A. García,
1923, y C. García, 1926).

Encontrar un trébol de cuatro hojas trae buena suerte en general (J. S.) y con las mozas, como indica el siguiente refrán:
Dame trébol de cuatro hojas, y darte he a escoger entre mozas.

En las bodas se echa trigo sobre la novia para invocar la fecundidad (C. U.) (Véase el apartado 11.6. Arroz).

Hay que guardar cuatro hojas de higuera debajo de una piedra a la vez que se reza un padrenuestro para que se quiten las
verrugas (Gumiel de Izán: A. García, 1923 y C. García, 1926). También son buenas esparcidas por el suelo del desván
para evitar la proliferación de insectos o polillas que podrían estropear la fruta u otros comestibles guardados en ellos
para el invierno. «Tiene su gracia —me dijo María Martín en el otoño del 2006 cuando fui a llevarle unas hojas de
higuera y añadió— son refranes verdaderos» (Gumiel de Izán).
La sombra de la higuera como la de nogal no es buena, como anuncia el refrán: De la higuera la sombra no es buena; y
la del nogal con cuidado has de tomar (Véase 5.2.4. Nogal).
La madera debe cortarse en la luna menguante de enero. Lo confirma el refrán En la menguante de enero, corta el
madero:

Los árboles de este tipo [olmos, sauces, chopos, encinas y otras especies locales] se compraban «en pie», es decir sobre
el terreno. Su valor se calculaba por el perímetro que tuviera a la altura de un hombre y según la clase de madera. Una
vez ajustados con el propietario, se marcaban con alguna señal y se cortaban en el mes de enero, con la luna en
menguante. La corta la llevaban a cabo los mismos carreteros y utilizaban hacha y tronzador; los troncos se hacían tozas
(2) que se transportaban sobre uno o dos carros unidos, según el tamaño, y la tamuja se dejaba en la tierra. Los carros y
los animales de tiro los ponía algún parroquiano a cambio de algún trabajo que debiera. La madera debía estar por lo
menos un año cortada antes de usarla para que se secara bien. Cuando estaba seca, se iba serrando, a brazo, según se
necesitaba o en ratos perdidos (Castrillo de la Vega: Martín Criado, 1987).
Construían carros con ruedas de madera y llanta de hierro, así como arados romanos, vertederas, yugos o yubios para
uncir los animales. Se decía que los maderos debían ser cortados en el menguante de enero. (Valdezate: Val de Ozate,
2005, pág. 9).

Esta creencia se hace extensiva también a las cañas, los mimbres y otros tipos de plantas a las que se les dará más tarde
un uso industrial.
Para ahuyentar la mala suerte se toca madera al tiempo que se dice toquemos madera. Cuando puede haber problemas o
se aproxima una situación difícil, se toca madera para que salga bien (E. González, Ávila, 1937) o esperando que no
suceda ninguna desgracia (F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).
Hay quien se toca la cabeza para que se realice lo que se desea y no haya ningún impedimento (F. Nieto, Madrid, 1915).
Si no se puede tocar madera, se toca la cabeza (I. Rubio, Segovia, 1927).
La madera que se va emplear para construir cruces no se estropeará con la polilla, como afirma este refrán: A la madera
que ha de servir de cruz, no le entra la polilla.

La sombra del nogal, por ser muy fría, es perjudicial para la salud. No se debe echar la siesta bajo ellos (C. U.), como lo
indica el refrán: A la sombra del nogal, no te pongas a recostar. También resulta dañina para las plantas, pues no
florecen a la sombra de este árbol, debido a una sustancia que desprenden las hojas.

Un refrán previene tanto de la sombra del nogal como la de la higuera: De la higuera la sombra no es buena; y la del
nogal con cuidado has de tomar. En los nogales cuyas ramas inferiores bajan hasta el punto de crear una bóveda que
impide que el aire se renueve y se lleva consigo el aire que por transpiración sale del árbol. Por otra parte, el nogal atrae
los rayos por la humedad que acumulan las hojas y no es aconsejable protegerse bajo el nogal cuando llueve. No
estamos, pues antes una aparente superstición sino ante un hecho comprobado.

Es un árbol extraordinariamente alto que se corta para la fiesta del mayo y se clava en la plaza del pueblo en medio de
una fiesta. En los pueblos con abundancia de pinares, el mayo es un pino, el pino mayo, y en los de vega un chopo.
Relacionados con el mayo encontramos las expresiones ser más largo que un mayo y ser más derecho que un chopo,
pues el chopo elegido además de alto es también lo más derecho posible. Así describe el profesor Núñez Beltrán (2006:
128) esta fiesta en el pueblo ribereño de Tórtoles de Esgueva:

La fiesta simbólica de primavera es pinar el mayo [negrita en el original] la noche del 30 de abril. Los quintos en medio
de gran alegría cortan un chopo en la vega, el «mayo», y lo acarrean adornado al pueblo para levantarlo junto al pilón,
cuando la media noche marca el comienzo del mes de mayo. Es símbolo de virilidad. Una fiesta tiene lugar en torno al
nuevo mayo, a la luz de la hoguera de la quema del viejo. De esta fiesta con comida y bebida se hace partícipe al pueblo.
Puede considerarse como una fiesta de paso, los jóvenes quintos, que pronto irían a la mili (cuando en el pasado era
obligatorio el servicio militar), entran en la plenitud del mundo de los adultos y esto se expresa en este árbol que se pone
de pie. La quema del árbol viejo indica que, tras un año de prueba, han sido aceptados los quintos del año anterior.

En muchos pueblos de la Ribera del Duero se sigue pingando el mayo 15 el día primero y sigue siendo un rito ligado a la
juventud a los quintos, que suelen dejar su huella en la peculiar ortografía de los carteles que pegan al mayo. En lo alto
del mayo dejan un penacho de hojas y se colocan algunos adornos, sobre todo naranjas (Véase el apartado 11.20.
Naranja); en Caleruega cuelgan algunos limones, pero su significado se desconoce (J. L. Palacios, Caleruega, Burgos,
1972).

Cuando alguien tenía verrugas, se escondían hojas de sauce debajo de una piedra por donde pasaba mucho quien tenía
las verrugas y se secaban las verrugas (Gumiel de Izán: A. García, 1923 y C. García, 1926).
Cuando han sucedido dos desgracias, se teme que pueda venir la tercera. Entonces, se suele decir: No hay dos sin tres,
para manifestar ese temor o para corroborarlo cuando se produce la tercera desgracia (J. S.).
Si se encuentra un botón con dos cuatro agujeros es buena suerte, con dos no tanta porque resulta muy habitual (F. Nieto,
Madrid, 1915).
En el baile, a los animeros (personas que rezan por las ánimas), hay que darles dos perras gordas: «una porque sí y otra
porque no» (E. Lillo, 1946, El Pedernoso).

Se considera el tres un número portador de la buena suerte: Los números nones son los mejores, y el número tres el
mejor (de todos) es.
Cuando no se consigue algo en varias ocasiones, se suele decir: ¡A la tercera va la vencida!, para animar a intentarlo
una vez más. También se dice cuando se ha conseguido a la tercera ocasión, para confirmar que es cierto el contenido de
este enunciado (J. S.).
En otras ocasiones, sin embargo, el número tres no es portador de la buena suerte. Así, se recomienda no encender tres
cigarrillos con una misma cerilla porque seguramente morirá el tercer fumador (C. U.) (Véase el origen de esta
recomendación en 1.15. Cigarro y cigarrillo).

Si se encuentra un botón con cuatro agujeros es buena suerte, con dos no tanta porque resulta muy habitual (F. Nieto,
Madrid, 1915).
Si se encuentra un trébol de cuatro hojas, llegará la buena suerte (J. S.).
Hay que guardar cuatro hojas de higuera debajo de una piedra a la vez que se reza un padrenuestro para que se quiten las
verrugas (Gumiel de Izán: A. García, 1923, y C. García, 1926).

El siete está considerado un número de la buena suerte (R. Arias, Madrid, 1972).
Sin embargo, el siete adquiere un sentido negativo cuando se rompe un espejo, pues quien lo ha roto tendrá siete años de
desgracias (J. S.).
Por otra parte, saldrán siete canas en el sitio en el que se arranca una (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927).
El refranero también advierte contra el siete: Año de siete, quién lo oyese y no lo viese.

El número trece trae, por lo general, mala suerte: trece comensales 16, la fila trece en un avión, la habitación número
trece,... (I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F. Nieto, 1915, y R. Arias, 1972), hasta el punto está tan arraigada esta
superstición que en algunos hoteles no existe la planta trece (R. Arias, Madrid, 1972). El refranero advierte lo que puede
suceder si hay trece comensales: Mesa de trece, uno fenece.
El día trece también es un día nefasto si cae en martes. Son muchas actividades las que no se deben hacer este día por
miedo a que ocurra alguna desgracia. Así, se desaconseja salir de casa, emprender viajes, como indica el conocido
refrán: En martes, ni te cases ni te embarques. Existen variantes de este refrán, como el recogido en la Ribera del
Duero: Trece y martes ni te cases ni te embarques ni cochino martes, o estos otros:

El martes ni gallina eches, ni hija cases.


El martes ni hijo cases, ni cochino mates.
El martes ni de casa mudes, ni tu hija cases, ni tu ropa tajes.
En martes ni tela urdas, ni hija casas, ni las lleves a confesar porque no dirán la verdad.
Si quieres que tu gallina buenos pollos saque, no le pongas trece huevos ni la eches en martes.

En nuestra cultura es el martes y no el viernes, como en la cultura anglosajona, porque se asocia el martes con Marte, el
dios de la guerra y, por tanto, relacionado con la muerte.
Hay casos en los que el trece no acarrea mala suerte, cuando se trata de la llamada docena del fraile, que tiene trece
huevos. Se trata de un uso del sistema duodecimal para aludir a quien busca para sí un beneficio mayor que para los
demás. Esta expresión está basada en un cuento popular que llegó a alcanzar una gran difusión 17.
En la actualidad, es indeterminado el número de alfileres que se echa en la pila bautismal situada fuera de la ermita de
San Antonio de la Florida (Madrid) el 13 de junio, pero el número exacto es 13 alfileres, por representar las 13 arras que
el esposo entrega a la novia el día de la boda. Después se posa la palma de la mano y el número de pretendientes que
tendrá durante un año, de los que uno posiblemente será su marido (F. Nieto, Madrid, 1915).

Sacar el peso exacto o ser muy exacto en las cosas puede hacer que venga la muerte; para evitarlo se conjura tocando
madera.
Véase, a continuación, la recreación de una conversación mantenida en una tienda de pueblo en Burgos, en mayo de
2008, del que fuimos testigos. La informante es una mujer de unos 45 años:

I: Dame medio kilo.


[Al ver el peso]:
T: ¡Huy por Dios, hija, qué exacta soy!, ¿verdad? Habrá que tocar madera, no sea que venga el hombre de la guadaña
[toca el tajo que tiene detrás].
I: ¿Qué es eso de que venga el hombre de la guadaña?
T: La muerte, dice que si es muy exacto te viene la muerte, yo siempre toco madera cuando saco el peso exacto, no
cuesta nada, chica.
[...]
I: Pues no, no lo había oído yo, fíjate, eso de que cuando se es exacto... hay esa superstición.
T: A mí lo que me han dicho: ¡Huy qué exacto, hija!... Bueno, tocaré madera... (Burgos, mayo del 2008).

Los números impares en general son números de la buena suerte (R. Arias, Madrid, 1972), como señala el refrán: Los
números nones son los mejores, y el número tres el mejor de todos es. Así, trae buena suerte encontrar una herradura
cuyos agujeros sumen un número impar (F. Nieto, Madrid, 1915.). Aunque no siempre se cumple esto: Años pares, abrir
los costales; años, nones, pocos montones.
El número impar también está presente para la obtención de buenos pollos:

Si quieres que tu clueca buenos pollos saque, no le eches huevos pares.


Para la mesa, huevos pares; para la hechura, huevos nones. )

Los números pares en los años no anuncian nada bueno:

Año de pares, nunca bueno.


Año de pares, año de pesares.

También resultan nefastos los cantos pares:

Cuando cantos pares, agua a mares; cuando cantos nones, sol a montones.

Sin embargo, en el caso de los botones del vestido de novia, se recomienda que sean pares (F. Nieto, Madrid, 1915).

El número quince, conocido con el apelativo de la niña bonita, es el número de la buena suerte (I. Rubio, Segovia,
1927; F. Nieto, Madrid, 1915).

El lunes no está considerado un buen día, como lo señala el refrán: Los lunes, ni las gallinas ponen (Zazuar: Paula,
alumna de 1.º en el I. E. S. El Empecinado).

El martes está considerado un día nefasto, como explica el refrán: Para quien no tiene la suerte de su parte, todos los
días son martes.
Uno de los pocos refranes supersticiosos empleados en la sociedad actual es En martes, ni te cases, ni te embarques.
Existen más variantes, como la siguiente: En martes ni te cases ni te embarques ni vayas a ninguna parte. El refranero
insiste en que no es un buen día para casarse: Boda buena, boda mala, el martes en tu casa (Paula, 1994, residente en
Zazuar y alumna de 1.º I. E. S. Juan Martín el Empecinado).

Por lo general, el jueves está considerado un buen día, un día de buena suerte (F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase 13.17.
Semana Santa).
Un grupo de refranes relacionados con los días y las festividades da pie para recomendar una serie de actividades. En el
caso de que la Pascua cayera en jueves, el refranero recomienda lo siguiente:
Pascua en jueves, vende tu capa y échala en bueyes.
Pascua en jueves, siembra trigo en donde pudieres; pascua en domingo, no siembres trigo.

Existía la creencia de cortar, el primer viernes de mes, las uñas de las manos del bebé para que cantase bien (I. Rubio,
Segovia, 1927).
Del mismo modo, se cortaba el pelo a las niñas el primer viernes de marzo para que saliera rizado (I. Rubio, Segovia,
1927). Por lo general, se desaconseja cortar el pelo el viernes, en especial si la luna está en cuarto menguante (Flores,
2000: 65).
Según el refranero, algunos huevos son especiales porque se han puesto el Viernes Santo: Huevo puesto en Viernes
Santo, nunca dañado.
Otros refranes aluden a lo que se debe hacer cuando la Navidad cae en viernes o en domingo:

Navidad en viernes, siembra por do pudieres; en domingo, vende los bueyes, y échalo en trigo.

Era costumbre estrenar la ropa de primavera-verano el Domingo de Ramos. De quien no lo hacía se decía: Domingo de
Ramos, quien no estrena, no tiene manos (J. S.; véase 3.7. Mano).
Una planta que adquiere un valor especial el día del Domingo de Ramos es el romero (Véanse 5.1.16. Romero y 13.17.
Semana Santa).
El refranero recomienda realizar unas actividades determinadas en domingo:

Pascua en domingo, vende tu capa y échalo en trigo.


Si San Juan fuere en domingo, vende tus bueyes y échalo en trigo.

El ser humano depende del tiempo atmosférico para realizar numerosas actividades, por lo que era importante disponer
de acertados pronósticos del tiempo. Las cabañuelas son pronósticos del tiempo que hace el vulgo observando ciertos
días del año.
En Tubilla del Lago (Cerezo, s. f.1) cuentan las cabañuelas a partir del tiempo que hace alrededor de Navidad. Así lo
narra nuestro informante.

Era un día del mes de diciembre, tenía entonces 12 años, cuando oí comentar a mi abuela: «Hemos elegido estos días
para hacer la matanza, porque, según rezan las cabañuelas, hará un buen tiempo para estos menesteres». «¿Qué son las
cabañuelas?», le pregunté. Ella cogió el taco que estaba colgado en la pared, lo puso sobre la mesa, pasó unas hojas,
hasta llegar al día 13 y me dijo: «Mira, hijo, las cabañuelas van hacia delante y hacia atrás, cada día de ellas se
corresponde con un mes del año, de esta forma:
Cabañuelas “hacia adelante”
El 13 de diciembre corresponde al mes de enero del año próximo.
El 14 de diciembre corresponde al mes de febrero del año próximo.
El 15 de diciembre corresponde al mes de marzo del año próximo.
El 16 de diciembre corresponde al mes de abril del año próximo.
El 17 de diciembre corresponde al mes de mayo del año próximo.
El 18 de diciembre corresponde al mes de junio del año próximo.
El 19 de diciembre corresponde al mes de julio del año próximo.
El 20 de diciembre corresponde al mes de agosto del año próximo.
El 21 de diciembre corresponde al mes de septiembre del año próximo.
El 22 de diciembre corresponde al mes de octubre del año próximo.
El 23 de diciembre corresponde al mes de noviembre del año próximo.
El 24 de diciembre corresponde al mes de diciembre del año próximo.
Cabañuelas “hacia atrás”
El 25 de diciembre corresponde al mes de diciembre del año próximo.
El 26 de diciembre corresponde al mes de noviembre del año próximo.
El 27 de diciembre corresponde al mes de octubre del año próximo.
El 28 de diciembre corresponde al mes de septiembre del año próximo.
El 29 de diciembre corresponde al mes de agosto del año próximo.
El 30 de diciembre corresponde al mes de julio del año próximo.
El 31 de diciembre corresponde al mes de junio del año próximo.
El 1 de enero corresponde al mes de mayo del mismo año.
El 2 de enero corresponde al mes de abril del mismo año.
El 3 de enero corresponde al mes de marzo del mismo año.
El 4 de enero corresponde al mes de febrero del mismo año.
El 5 de enero corresponde al mes de enero del mismo año.

Si observas atentamente el tiempo que hace en cada uno de estos días, sabrás el tiempo que hará en la primera y segunda
quincena del mes al que corresponde el día de las cabañuelas. Las que van hacia adelante nos indican el tiempo de las
primeras quincenas; las que van hacia atrás, el tiempo de las segundas quincenas».

Se trata de un reflejo del instinto de supervivencia de los hombres sencillos que no aspiraban a encontrar las leyes de la
Naturaleza para dominarla, sino simplemente la observaban con paciencia para conocerla y evitar los peligros, para
aprovecharse de los favores que les presta, para respetarla como hacían los mayas y los aztecas, primeros pueblos que
utilizaron las cabañuelas, aunque de modo diferente al de nuestros abuelos.

La madera debe cortarse en la luna menguante de enero. Lo confirma el refrán En la menguante de enero, corta el
madero.
En el mes de enero, la presencia de la luna significa un cambio de tiempo y normalmente marca el principio de heladas:
En luna de enero tardía, ningún labrador confía (E. Calvo, Quintana del Pidio, Burgos, 1920).
En enero no es bueno ver un grillo, porque anuncia el buen tiempo y para las cosechas no resulta beneficioso en este
mes: Si en Enero canta el grillo, en Agosto, poco triguillo.

La primera vez que se ve una cigüeña en el mes de febrero, si le pilla con el dinero en el bolsillo, aunque sean céntimos,
señal de prosperidad, tendrá dinero todo el año (I. Rubio, Segovia, 1927).

Se cortaba el pelo a las niñas el primer viernes de marzo para que saliera rizado (I. Rubio, Segovia, 1927).
Marzo produce bastante temor en los pastores por su rigurosa meteorología, como explican el refrán Cuando marzo
vuelve de rabo, ni deja cordero con cencerro ni pastor enzamarrado.
También habrá muchas desgracias si la Pascua cae en marzo, como afirma el refrán Pascua en marzo señal de mal año
(escuchado por M. Juez, Peñaranda de Duero, Burgos, 1993, a su padre, 1962, y a su abuela, 1938, ambos también de
Peñaranda). Lo mismo sucede con la Semana Santa: Semana Santa en marzo, año bellaco; Semana Santa en abril,
año gentil. (Véase 13.17. Semana Santa).
Si hay niebla en marzo, en torno al diez de mayo llueve (E. Calle, Gumiel de Izán, Burgos 1926).

Si la Semana Santa, cae en abril, en cambio, habrá un buen año: Semana Santa en marzo, año bellaco, Semana Santa
en abril, año gentil.

Se considera beneficiosa el agua de lluvia en mayo para hacer crecer el pelo, como lo corrobora el refrán: Agua de mayo
créceme el pelo, si no me crece me pongo el pañuelo (C. Pérez, Quintana del Pidio, Burgos, 1932), del que existen
variantes, como: Agua de mayo, crece el pelo y no hace daño (escuchado por Fernando Hernando, nacido en 1991 en
Villalba de Duero, a sus padres, naturales también de esta localidad burgalesa) (Véase 9.3. Lluvia).

El arco iris anuncia el buen tiempo (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915). Por el refranero, observamos que
la sabiduría popular ha vinculado el arco iris con la lluvia (Sevilla Muñoz, 2007b: 244-245) y con la llegada del buen
tiempo:

Arco iris abajo, señal de buen charco.


Arco iris arriba, señal de buen día.
(Burgos: C. Cuesta, Quintana del Pidio, 1920, y J. M. Cabañes, Terradillos de Esgueva, 1948)

Aunque los informantes no han sabido precisar por qué se dice arriba y abajo, es muy probable que se refiera a los
puntos cardinales por los que sale y se pone el sol, formas que, por el curso del río, sirven para denominar esos puntos
cardinales en la Ribera del Duero.
Los pronósticos basados en el arco iris tienen en cuenta el momento del día en el que aparece:

Arco por la mañana, señal de agua, arco por la tarde, señal de aire.
Arco iris al amanecer, agua antes de anochecer.
Arco por la tarde, buen tiempo aguardes 18.

y la orientación del arco hacia Poniente o Levante:


Arco al poniente, deja al arado y vente.
Arco iris al Levante, levanta el tiempo al instante.

La lluvia en las bodas da buena suerte: Novia mojada, novia afortunada (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F.
Nieto, 1915, y R. Arias, 1972), pero también existen refranes contrarios que anuncian tristeza y muchos motivos para
llorar (F. Nieto, Madrid, 1915):

Novia mojada, novia apaleada.


Novia mojada, novia desgraciada.
Boda llorona, novia llorona.

Es creencia generalizada que el agua de lluvia es buena para el pelo, pues hace crecer el pelo. Lo confirma el refrán:
Agua de mayo créceme el pelo, si no me crece me pongo el pañuelo (C. Pérez, Quintana del Pidio, Burgos, 1932). Esta
creencia la comparten también los horrenses:

Bueno pues no sé si es una creencia o simplemente un dicho, pero siempre desde pequeña he oído decir que «con el agua
de mayo crece el pelo»; así que nosotras, de niñas, cuando llovía en mayo... encantadas de mojarnos con la excusa de que
así nos crecería el pelo. Imagino que este dicho es muy popular en la mayoría de los pueblos. Si fuera verdad, con lo que
ha llovido este mes de mayo tendríamos todos una melena hasta los pies (La Horra / Creencias, Marta, 08/06/2008,
08/06/2008).

Dado que la lluvia es un fenómeno atmosférico muy importante para muchas actividades humanas, resulta importante
saber pronosticarla. Si bien algunos pronósticos pueden ser frutos de la experiencia: Cielo empedrado, suelo mojado
(escuchado a B. Monge López, nacida en 1992, por L. Kwuadu López, de Brazacorta, Burgos, 1994); Golondrina que
con el ala roza la tierra, agua recela. Golondrinas altas, buen tiempo anuncian, / si vuelan bajas, agua segura. Otros
pronósticos, en cambio, rozan el mundo de las supersticiones, como recuerda el refranero: Si las orejas sacude la burra,
lluvia segura (C.U.); Cuando el gato estornuda, lluvia segura (M. Gil, Campillo de Aranda, Burgos, 1923), Gato que
mucho se lava, barrunta agua (M. Gil, 1923).
Es creencia generalizada en Castilla la Vieja que cuando se oye el afilador, a los dos días llueve (C. U.)
Rogativas entre San Marcos y San Isidro
En numerosos pueblos, entre San Marcos (25 de abril) y San Isidro (15 de abril) se celebran todavía las rogativas, por las
que la imagen de la Virgen, de un santo, o simplemente una procesión con estandartes se dirige a los distintos puntos
cardinales del pueblo con el objeto de bendecirlos e invocar así la lluvia tan beneficiosa en esta época del año. Estas
prácticas han dado en algunos pueblos letanías de índole popular, como la siguiente:

Lunes a Revilla,
martes a Monzón,
miércoles a Sotillo,
jueves la Ascensión.

Durante muchos años se hacían coincidir también con la fiesta de la Ascensión del Señor.
Entre estas rogativas destacamos por sus elementos singulares el pingado 19 de la cruz en Aranda de Duero, es decir, la
Bajada de la Cruz, que se celebra el día 3 de mayo, Invención de la Santa Cruz (Véase 13.19.3. La Cruz). Tras recorrer
en procesión unos metros, se llega a la Plaza Mayor, donde se pinga la cruz. Se realizan una serie de danzas y, al
finalizar cada una, se alza los brazos y se hacen sonar los palillos, al tiempo que se grita: «¡Agua!, ¡agua!, ¡agua!»,
«¡agua para las cebadas!», «¡agua para las viñas!», etc.

Se hacían toques de tentenublo para disipar las tormentas. El toque de campana iba acompañado de una letra
mnemotécnica que con frecuencia se adaptaba a las circunstancias de la localidad. Un ejemplo lo constituye la recogida
en Terradillos de Esgueva (J. M. Cabañes, 1948) 20:

¡Al Andiable, no!


Que allí tengo una viña yo.
¡A la Nava!, ¡a la Nava!
Que allí no tengo nada.
¡A la Nava!, ¡A la Nava!
Que allí no tengo nada.
Y dicen que los pedriscos —no sé si a la Nava—; pero se iban.

Otras veces, para disolver las tormentas de granizo, se disparaban cañonazos, como se hacía en la granja de La
Ventosilla. Hoy técnicas más modernas y depuradas, pero herederas de alguna manera de aquellas prácticas,
«bombardean» las nubes con yoduro de plata para disolver los granizos.
Santa Bárbara. Antes del Concilio Vaticano II su festividad era el 4 de diciembre. Dada la inconsistencia sobre la vida
de la santa, el Vaticano II quitó del calendario su fiesta 21.
Abogada contra las tormentas, entre otras cuestiones, su nombre forma parte de numerosos conjuros y retahílas, como
este recogido en Fuentenebro (Burgos) por los niños del C. R. A. Valle del Riaza, en la primavera del 2007. Cuando
truena se dice:

Santa Bárbara bendita,


que en el cielo estás escrita,
con papel y agua bendita:
Si es agua, cae abajo,
y si es piedra, que quede arriba.
En la hora de la muerte
paternoste amén Jesús.
(Se tiraban piedras hacia arriba) 22.

Existen variantes, como la aportada por Cándido Meruelo (Sotillo de la Ribera, Burgos, 1939):

Santa Bárbara bendita,


que en el cielo estás escrita,
con papel y agua bendita,
en el ara de la cruz,
paternostre, amén, Jesús

También se reza a Santa Bárbara en otras localidades, como La Alberca (P. Hoyos, 1918), donde, para alejar la tormenta,
se quema incienso.
Cuando hay tormenta también se enciende la vela de Alberca, la que se pone en el monumento el Jueves Santo (P.
Hoyos, La Alberca, Salamanca, 1918). Esta práctica está presente en otros lugares: la vela de Jueves Santo se enciende
cuando hay tormentas para que se aleje (I. Rubio, Segovia, 1927).
Para alejar las tormentas, se encendía un poco cantueso en la calle (I. Rubio, Segovia, 1927).
El Sábado de Gloria mientras repican las campanas en la misa de Resurrección se salía a la calle para coger diez piedras
pequeñas, llamadas aleluyas. Se rezaban avemarías y si había tormenta se tiraban a lo alto (E. Lillo, 1946, El
Pedernoso).

De algunos vientos, hay que huir, como el solano: Aire solano, malo en invierno y peor en verano. Es malo por muchos
motivos:
a) para encontrar abrigo, pues da de cara en los tradicionales abrigaños (partes soleadas y abrigadas);

b) para la salud de las personas, que con ese viento sienten malestar general, dolor de cabeza y dolores musculares;

c) para echar basura a las viñas, pues si se tapa con viento solano «se vuelve ratonina» (se estropea);

d) para plantar los ajos pues estos se salen de la tierra; en general es malo poner cualquier planta con viento solano.
(Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923; C. García, 1926, y M. Martín, 1919).

Cuando el aire viene de solano dura siete días (E. Lillo, 1946, El Pedernoso).

El color amarillo es rechazado por los actores porque da mala suerte. Parece que el origen de esta superstición viene del
hecho de que Molière murió durante una representación cuando iba vestido con un traje amarillo (J. S.).

La novia debe llevar algo prestado y azul, además de algo viejo (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).

La novia lleva un traje blanco como símbolo de virginidad y, por lo general, las mujeres invitadas no deben llevar un
vestido blanco (J. S.).

El gato negro puede ser portador de la mala o de la buena suerte. Para algunos, verlo trae mala suerte, cuando se cruza
con él, pasa entre las piernas o pasa corriendo por delante de uno (I. Rubio, Segovia, 1927). Para otros, el hecho de ver
un gato negro puede traer riqueza si se compra lotería, porque tocará (F. Nieto, Madrid, 1915).
El garbanzo negro no es comestible y encontrarse uno en la comida no es buena señal, como se observa en este refrán:
La novia que se come un garbanzo negro y novio tiene, poco lo quiere.
La expresión Tocarle a uno la negra significa que en un sorteo se lleva la peor parte. La práctica de la suerte tiene
remota ascendencia, por creer que Dios manifestaba así su voluntad. En la antigua Grecia, y posteriormente en Roma, la
elección de cargos públicos solía confiarse al azar con habas o piedras blancas y negras. La blanca era la venturosa; la
negra, la desventurada.
Los colores blanco y negro han sido siempre considerados como signos de felicidad y de desgracia respectivamente. En
la fábula de las Parcas se dice que estas divinidades infernales que tejen y cortan el hilo de la vida, hilaban lana blanca
para una vida feliz y prolongada, y lana negra para una existencia corta y desdichada. Y cuando la vida de los seres
humanos se acercaba a su fin, hilaban siempre lana negra (Panizo Rodríguez, 1988).

En el Año Nuevo, al brindar después de las doce campanadas, hay que tener algo de oro —un anillo—, que se introduce
en la copa y llevar algo rojo (I. Rubio, Segovia, 1927; R. Arias, Madrid, 1972) para tener amor en el nuevo año. El llevar
algo rojo es una costumbre de origen italiano, recuerda Rosario Arias. Unas semanas antes en las tiendas de lencería o en
los grandes almacenes, prolifera la venta de ropa interior de color rojo.

La información que hemos recogido sobre el color verde no es por lo general de índole supersticiosa sino que está regida
por el simbolismo o la lógica.

El color verde representa valores positivos cuando simboliza la esperanza. A la Virgen para las rogativas se le pone un
manto verde, como se observa, entre otros muchos pueblos, en Quintana del Pidio (Burgos):

Pero como la fe mueve montañasy nuestros antepasados la tenían muy firme, acudieron confiados a la Virgen para pedir
su ayuda. Y ahí está la Virgen saliendo de su ermita con su flamante vestido verde —color de esperanza— recorriendo
durante tres días los caminos de nuestro territorio municipal. Entre rezos y cánticos (y es de fe para este pueblo) que se
levantó un aire cierzo muy fuerte y un gran frío que se llevó aquella peste de mosquitos. Después, cuando por imperativo
del tiempo hacían rogativas para pedir agua, le ponían el vestido verde. De ahí que haya llegado hasta nosotros esa frase
que nos sale espontánea cuando el campo necesita lluvia: Pongamos a la Virgen el vestido verde [cursiva original]
(Quintana del Pidio: Calvo Pérez: 1996).

La costumbre de poner un vestido verde a la Virgen para invocar la lluvia se tenía también en Aranda de Duero
(Burgos):

Generalmente precede a la resolución de llevar a la Virgen de las Viñas a Santa María, un novenario, a cuyo fin se la
pasea en procesión alrededor de la Ermita. La camarera la pone un traje verde, que es de tradición y de nombre
«llovedero», y cuando esto no basta, como sucedió el año a que nos venimos refiriendo, baja al pueblo con una
solemnidad y una devoción admirables (Benito y Arias Miranda, 1936: 192).

El color verde era desaconsejable en la vestimenta femenina 23, como señala el refranero:

La que se viste de verde, en/a su hermosura se atreve.


La que se viste de verde, toda su hermosura pierde.
Quien se viste de verde, a su rostro se atreve.
Quien con verde se atreve, por guapa se tiene.
La que a vestirse de verde se atreve, por guapa se tiene.
La que se viste de verde, o es guapa o se lo cree.
Del diablo se aconsejó la morena que de verde se vistió.

Al parecer este refrán procedería de Andalucía, pues una informante (A. Lleó, Madrid, 1975) nos comenta que su madre
(J. Muñoz, Baena, Córdoba, 1940) conoce la forma Quien se viste de marrón, por guapa se tiene, recibida por tradición
oral de su madre, Pilar García, nacida en Madrid en 1903, con la siguiente explicación: el verde no es un color
favorecedor en Andalucía y el marrón no favorece en Castilla, porque las tierras castellanas son marrones y pasa
inadvertido quien se viste de este color.
Para que toque la lotería hay que pasar el décimo por una prenda de vestir de color verde (C. U.)

Cuando se estrena casa, lo primero que se debe meter es aceite y sal (R. Arias, Madrid, 1972).
Si se derrama aceite en la mesa o en el suelo, es signo de mala suerte (I. Rubio, Segovia, 1927).
Hay que tener siempre aceite en casa para evitar pedirlo a una vecina y, así, evitar alguna desgracia (J. S.).

El agua está presente en muchas supersticiones y creencias, es el elixir que atrae a los crédulos vecinos que utilizan tus
frías aguas como panacea. (Marqués Sanz: 2008).
El agua serenada sirve para curar muchas enfermedades y lavar heridas. Por otro lado abundan en la geografía española
las fuentes cuyas propiedades son conocidas o simplemente mágicas. En la Ribera (Burgos) tenemos entre otras:

Santa Marina de Revilla. Actual despoblado, en el curso del Gromejón, entre Gumiel de Izán y Quintana, que estuvo
habitado hasta principios del siglo XX. Su iglesia estaba dedicada a Santa Marina. La tosferina se curaba yendo a beber
agua al pozo de Revilla y pasando un par de veces por debajo de su puente. También valía en algunos casos pasar varias
veces por debajo de un puente de cualquier río (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C. García, 1926).

San Pedro Regalado. Situada en el cerro de El Águila, cuenta la tradición que nació para socorrer la sed del santo. Lo
cierto es que data del tiempo de los romanos que ya conocían sus propiedades.

Tórtoles de Esgueva. En el convento de Santa María la Real de monjas benedictinas existía una fuente «En el convento
existe una fuente que Alfonso VIII mandó construir para curar la ictericia (fiebre amarilla) que sus soldados padecían»
(http://tortolesdeesgueva.iespana.es/htm/historia.htm, consultada el 01/03/2008).

Ciruelos de Cervera. Detrás de la iglesia hay una fuente con agua para curar animales que tienen algún mal (B.
Herrero, Ciruelos de Cervera, Burgos, 1953).
Agua corriente no mata a la gente, dice el refrán. Por lo general se considera que el agua que corre no representa
peligro para la salud (C. U.).
No hay que brindar con agua sino con vino o una bebida alcohólica (J. S.), porque trae mala suerte.

El comer ajo sirve para evitar la mordedura de la víbora, como explican los siguientes refranes:

A quien ajos comió, la víbora no mordió.


No os morderá la víbora, Sancho, que habéis comido ajo.

Para que sea buena la cosecha de ajos, se han de cumplir requisitos determinados: Ajar [sembrar ajos] en días nones y
sembrarlos con maldiciones.

En las bodas, se arroja arroz en forma de lluvia a la salida de la iglesia sobre la cabeza de los recién casados para invocar
la fecundidad y desear prosperidad en el matrimonio. (C. U.; I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid 1915).

Que se caiga el café en la mesa, mala suerte (I. Rubio, Segovia, 1927).

Llevar siempre una castaña de la India en el bolsillo trae buena suerte y, además, nunca dolerá la cabeza (I. Rubio,
Segovia, 1927).
Las castañas de Indias puestas en los armarios previenen la polilla (C. U.).

Al que come cebolla, se le afloja la polla (I. Andrés, Soria, 1952).

Para curar las verrugas se frotan con los garbanzos las verrugas y luego se tiran a un pozo (M. C. Campo, 1953, Gumiel
del Mercado, Burgos, 1953) (Véase el subapartado dedicado a las verrugas en 18. Medicinas y remedios).
Antes había que limpiar bien los garbanzos para eliminar piedrecillas o garbanzos negros. La existencia de estos
garbanzos negros ha dado pie a una superstición recogida por el refranero: La novia que se come un garbanzo negro y
novio tiene, poco lo quiere.

Para que no llueva el día de la boda, la novia lleva una docena de huevos a Santa Clara (J. S.; G. Ramírez, Palencia,
1953) (Véase Gozalo de Andrés, 2003a).
Era motivo de alegría encontrar dos yemas en un huevo, porque trae buena suerte (J. S.).
Existe la expresión la docena del fraile referida a quien quiere sacar un beneficio aprovechándose de los demás. Se trata
de una alusión a la docena de huevos que compró un fraile en un cuento (Véase. 6.6. Trece).

Representativas de la fecundidad de campos y personas. En los pueblos de la Ribera del Duero, donde es un fruto
preciado y caro, se colocan en lo alto de los mayos y de las cruces de mayo. Así lo describe de Moral García (2004:
363):

Todo este mes [mayo] está presidido por el «Mayo». Era un árbol, un chopo generalmente, colocado en medio de la
plaza. Se encargaban de ello los jóvenes, lo que daba al acto un carácter iniciático, pues al ponerlo en medio de la plaza
los jóvenes expresaban de alguna manera su utilidad y participación en la sociedad. Esta costumbre acabó
desapareciendo en el año 1960. El «Mayo» colocado en el centro de la plaza, servía para festejar el despertar y florecer
de la naturaleza. Ponían naranjas en lo más alto del árbol. No sé a qué se debe este hecho, pues las naranjas son frutas
ajenas al clima de esta tierra. Sin duda tenía un sentido mágico, y era una forma de provocar la fecundidad de la
naturaleza para que fuera generosa.

A nuestro juicio, las palabras del profesor Moral respecto al significado de la erección del mayo en la plaza por parte de
los jóvenes son excesivamente pudorosas. Por lo general, y como veremos a continuación, el mayo es un claro símbolo
de virilidad que penetra en la tierra para fecundarla.
En cuanto a las naranjas, sí que era habitual colocar alguna de estas preciadas frutas, ya que en estas latitudes eran
auténtico artículo de lujo, en lo alto de las cruces de mayo así como de mayos y cucañas.

El pan es el alimento por antonomasia y además representa al mismo Dios pues eligió esa forma para seguir presente.
Por ello, si se cae el suelo, hay que besarlo inmediatamente para desagraviarlo (C. U.; P. Carril, Salamanca, 1948; I.
Rubio; Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915; J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927) (Véanse 13.10. San
Antón y 13.11. San Antonio de Padua).
Se dice que los recién nacidos llegan con un pan debajo del brazo, para indicar que traen prosperidad al hogar (J. S.).
No se debe poner el pan al revés, boca abajo en la mesa, porque trae mala suerte (P. Carril, Salamanca, 1948; I. Rubio,
Segovia, 1927), pues con ello se ofende al Señor 24.
Cuando alguien se casa es bueno dejar una barra o un trozo de pan en el horno para que nunca falte (I. Rubio, Segovia,
1927).

El tronco de una berza relleno de sal sirve para curar las verrugas (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C.
García, 1926) (Véase el subapartado dedicado a las verrugas en 18. Medicinas y remedios).
Encontramos en un artículo dedicado a la villa salinera de Poza de la Sal y su centro de interpretación el siguiente
comienzo:

Dice el refranero popular que 'de los olores el pan, de los sabores la sal', 'que sin sal, ni plática, ni manjar', además de
que 'todo sabe mal'. El 'oro blanco' ha inspirado todo tipo de frases y supersticiones, porque no hay que olvidarse de que
'si vierte el salero, faltará la sal, pero no el agüero'. Y es que, además de dar sabor a nuestros platos, a esta sustancia
debemos hasta el salario, palabra que procede del término romano 'salarium argentum', que era el pago que recibían los
legionarios en forma de sal (B.P.R., 2005).

Es una superstición muy generalizada que trae mala suerte derramar sal o el salero en la mesa de forma involuntaria (P.
Hoyos, La Alberca, Salamanca, 1918; I. Rubio, Segovia, 1927) o en el suelo (I. Rubio, 1927). El refranero nos previene:
Derramar el vino es buena señal, pero no la sal.
Verter el vino es bueno; verter la sal, mala señal.
Si se vierte el salero, faltará la razón, pero no el agüero.
Verterse el vino es buen sino, derramarse la sal, mala señal.

Federico García Lorca menciona esta superstición en su obra La casa de Bernarda Alba (1936=2005: 246):

AMELIA (A MAGDALENA)
¡Ya has derramado la sal!
MAGDALENA
Peor suerte que tienes no vas a tener.

Se procuraba no derramarla porque suponía un desperdicio perder algo que costaba antes mucho dinero (P. Carril,
Salamanca, 1948). Para contrarrestar la posible mala suerte, hay que echar un poco de la sal derramada por encima de
cada hombro (E. González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937) o al hombro izquierdo de quien lo ha derramado, porque
se ciega a los malos espíritus o al diablo (J. S.).
No se debe pedir sal a una vecina porque trae mala suerte (Encarna González, Arenas de San Pedro, Ávila, 1937) o se
riñe con la vecina; si no queda más remedio, se le paga lo que corresponda (P. Carril, Salamanca, 1948). Por eso, hay
que tener siempre sal en casa.

Las uvas de la suerte son las que se toman en Nochevieja, una por cada campanada, al tiempo que se pide mentalmente
doce deseos (I. Rubio, Segovia, 1927). Se trata de una costumbre relativamente reciente, pues data del siglo XX, de los
años 20, de un año en el que los viticultores catalanes tuvieron una producción excesiva. Al son de cada campanada se
toma una uva y cada una tragada significa que se tendrá un mes bueno. Otros ritos pueden acompañar la llegada del Año
Nuevo. Antes de empezar las campanadas, hay que levantar los pies y, al empezar el Año Nuevo, se pone en el suelo
primero el pie derecho o los dos a la vez (I. Rubio, Segovia, 1927).

Trae buena suerte el vino, si se vierte vino o champán en el vestido de la novia o si se derrama en la mesa (I. Rubio,
Segovia, 1927). Se suele exclamar: ¡Alegría, alegría! (F. Nieto, Madrid, 1915). En esos casos, se toca el vino con la
punta de los dedos para tocarse después el pelo de la cabeza, al tiempo que se dice ¡Alegría, alegría! (E. González,
Arenas de San Pedro, Ávila, 1937; J. Muñoz, Córdoba, 08-03-1940, comenta que lo hace su madre P. García, Madrid,
11-10-1903). El refranero confirma que es buena señal y lo contrapone al derramamiento de sal:

Derramar el vino es buena señal, pero no la sal.


Verterse el vino es buen sino, derramarse la sal, mala señal.

Hay que brindar con vino y no con agua, para alejar la mala suerte (J. S.).
Al brindar se golpean ligeramente las copas antes de beber su contenido, pero ya no se recuerda que se hace para
espantar a los malos espíritus y evitar así que entren en las personas cuando abren la boca (J.S.).
Quien termina una botella cuando hay varias personas bebiendo, se casará en el año (J. S).
(El) vino sacado hay que gastarlo (Martínez Kleiser, 1953: 75 y 734) [La razón no es exactamente supersticiosa, sino de
índole enológica, puesto que al volverlo a la cuba estropearía el que hay en ella. También hay una razón sociológica de
beber en compañía. Tú verás.]

Las pipas de calabaza consumidas con cáscara y todo servían para curar la solitaria (Gumiel de Izán, Burgos: A. García,
1923, y C. García, 1926).

No se deben contar las estrellas, porque trae mala suerte (J. S.).
Hay que pedir un deseo cuando se ve una estrella fugaz, porque se consigue (I. Rubio, Segovia, 1927; Madrid: F. Nieto,
1915, y R. Arias, 1972).
Cuando las estrellas brillan mucho en las noches de invierno anuncian fuertes heladas (C. U.).

Con la luna menguante deben recogerse los frutos (Véase 5.2.3. Madera).
Si se corta el pelo o las uñas en cuarto menguante, no crecen (I. Rubio, Segovia, 1927).
Con la luna creciente deben sembrarse los frutos. Existe también una paremia que desaconseja hacerlo durante la luna
menguante: Cuando mengue la luna, no siembres cosa alguna (E. Calvo, Quintana del Pidio, Burgos, 1920). Otro
refrán recomienda no realizar actividad alguna. Cuando mengua la luna no comiences cosa alguna.
En luna creciente, hay que cortarse las pestañas para que crezcan (F. Nieto, Madrid, 1915).
Si se corta el pelo con luna nueva, crece más aprisa (aportado por Francisca, natural de Honduras y residente en
Terradillos de Esgueva-Burgos).
Según el refranero, conviene inicia la matanza en la luna nueva: Si quieres que te cunda el tocino, mata en luna nueva
tu cochino.
No era conveniente echar basura a las viñas: «Aquí cuando se iba a echar basura a las viñas no se podía ir cuando estaba
la luna llena, porque se descomponía, se volvía tierra...» (Sotillo de la Ribera [Burgos-España]. C. Meruelo, Sotillo de
la Ribera Burgos, 1932. Entrevista 02/05/2008, DW_D031202052008_1942).
La luna llena adelanta los partos (C. U.).
Si tiene cerco la luna, al día siguiente hará malo o lloverá (C. U.), como señalan los siguientes refranes:

Luna con cerco, agua trae en el cuerno.


Luna con cerco, agua presto.
Luna coronada, campiña mojada.
Luna en su cerco con estrellas, agua traen ellas 25

Otro refrán relaciona el color de la luna con la proximidad de la lluvia: Luna, que amarillea, agua otea (M. Gil,
Campillo de Aranda, Burgos, 1923).
La luna nueva está asociada también con la lluvia en los refranes:

Agua a la entrada de la luna, o mucha o ninguna.


Luna tronada, toda mojada.

La luna llena puede estar vinculada a la lluvia:

Luna llena empañada, no menguará sin agua.


Luna llena inflamada, presto la verás mojada.
Luna llena tronada, cuarenta días de mojada.
Luna llena y mojada, trae diez días de aguada (escuchado a B. Martín, 1947, por L. Kwuadu, 1994).

Si es brillante, lo está al buen tiempo: Luna llena brillante, buen tiempo por delante.
En el mes de enero, la presencia de la luna significa un cambio de tiempo y normalmente marca el principio de heladas:
En luna de enero tardía, ningún labrador confía (E. Calvo, Quintana del Pidio, Burgos, 1920).

Reproducimos un conjuro para que salga el sol recogido en Fuentebro (Burgos) por los niños del C. R. A. Valle del
Riaza, en la primavera del 2007:

Sal, solito, y te daré un quesito 26

El día de la Candelaria (2 de febrero) sirve de punto de referencia para sabe si el invierno ha terminado o no:

Si la Candelaria fora, ya está el invierno fora; que fore que deje de forar, la mitad del invierno falta que pasar
(I. Rubio, Segovia, 1927).)
Si la Candelaria llora, el invierno ya va fora.
Si la Candelaria canta, el invierno se adelanta. Ni que llore ni que deje de llorar, la mitad del invierno falta por pasar
Refranes aportados por Jesusa a través de Caleruega noticias web (04/02/2008, [consulta 07/ 02/2008]

En Gumiel de Izán (Burgos) se realiza una procesión de las Candelas alrededor de la iglesia; si la vela que lleva la
Virgen en la mano vuelve encendida a la iglesia, es señal de que el año va a ser bueno y habrá una buena cosecha (véase
1.51. Vela). También se hace en Salamanca (Blanco: 1987, 57).

En la localidad de Castrillo de Murcia (Burgos) el diablo, en la figura del Colacho, visita el pueblo en la festividad del
Corpus Christi, salta sobre los colchones donde están los niños nacidos en el año y huye ante la presencia de la custodia
portada por la Cofradía del Santísimo. Con esta ceremonia los niños quedan exentos de todo mal especialmente de la
hernia (Rubio et alii, 2007: 198-201).
La tradición sigue viva y con participación creciente tanto de originarios del pueblo como de amigos y allegados que ese
día colocan a los niños pequeños en los colchones. E. Sáez (Burgos, 1940) comenta que un vecino no depositó a sus
hijos mayores en los colchones, aunque sí lo hizo con los pequeños; estos últimos sufrieron de hernia, pero no los
mayores. La tradición se cumplió pero al revés.
El Colacho va vestido con ropa amarilla y careta característica, careta de la que se despoja para dar el salto, y va provisto
de un zurriago en su mano derecha. Le precede el atabalero que a golpe de tambor va guiándolo. El Colacho salta sobre
los distintos colchones donde han colocado a los niños nacidos en el año, ya que los más mayorcitos podrían levantarse
y enganchar al Colacho. Le persigue la Cofradía del Santísimo con la custodia que bendice a los niños (C. U.; E. Sáez,
Burgos, 1940, y López-Urrutia, 2008).

La Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos (2 de noviembre) fue instituida en el año 998 por el abad de Cluny,
Odilón de Mercœur, con el fin de interceder de manera especial por las almas del purgatorio. Muy pronto se difundió
esta conmemoración por todo el Occidente cristiano (Cantera Ortiz de Urbina, Cantera Montenegro y Sevilla, 2002:
129). Por la mañana, se retiran las lamparillas que se encendieron la víspera para recordar a los familiares o amigos
fallecidos y alumbrarles el camino. Si queda alguna encendida, se deja que se consuma ella sola.
Se trata de una festividad solemne en la que se visita los cementerios para reza por los difuntos y llevarles flores,
preferentemente crisantemos. No se parece en absoluto a Halloween, celebración con origen en Irlanda y muy difundida
en EE.UU. Hace algunos años llegó a España y se ve a jóvenes disfrazados de brujas, vampiros, muertos vivientes...
Tampoco semeja a la alegre festividad de los muertos celebrada en México.
Obras clásicas de la literatura española tiene como núcleo argumentativo el día de los difuntos, como El Burlador de
Sevilla de Tirso de Molina (siglo XVII), Don Juan Tenorio de José Zorrilla (siglo XIX) y El Monte de las Ánimas en las
Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. La obra de Zorrilla ha alcanzado una gran difusión y es una de las más
representadas en el teatro español. En la localidad madrileña de Alcalá de Henares es costumbre asistir a la
representación nocturna de Don Juan Tenorio el 2 de noviembre.
Da mala suerte hablar mal de un difunto, por lo que se debe resaltar sus cualidades (J. S.).

La Navidad es una festividad familiar rodeada de alegría, por eso, El que nace en Navidad, es listo de calidad (E.
Calvo, Quintana del Pidio, Burgos, 1920).

La medianoche de la Nochebuena es un momento especial que da origen a algunas supersticiones, como la preñez de las
viñas. Se decían que a las doce las viñas se quedaban preñadas y se pedía a Dios «para que no se helaran y dieran buen
fruto» (Delfín Cerezo, 2008).

El último día del año, día de San Silvestre, en muchas casas particulares tenía lugar una costumbre que se conocía con el
nombre de «los estrechos», «los años» o los casamientos. Consistía en hacer papeletas con el nombre de todos los que
estaban en casa en ese momento, introducirlas en un recipiente e irlas sacando después, de dos en dos, haciendo parejas;
por lo general, sin embargo, -y ahí radicaba la gracia- se incluían algunas papeletas más con nombres de animales o
cosas (el gato, la campana de la iglesia, la fuente del pueblo, etc.) que no eran precisamente buenos compañeros para
pasar la noche. Porque lo que se perseguía era pasar la velada acompañado por algo o alguien y, si era posible, alguien
agradable, naturalmente; los niños y jóvenes, por su parte, salían en grupos a cantar villancicos para pedir el aguinaldo:
el caso era no estar solo. ¿Y por qué? Pues porque según la leyenda, la noche de San Silvestre había reunión de brujas;
ese era el momento elegido para tener su espantosa convención anual y por ello la gente hacía uso de todos los medios a
su alcance para alejarlas, desde hacer ruido con cacerolas hasta poner las tijeras abiertas en forma de cruz en la chimenea
para que no se colaran dentro de la casa. El ruido, el bullicio organizado la noche de San Silvestre tiene, pues, un origen
legendario, aunque ahora se quiera confundir con manifestaciones de alegría por el nuevo año que llega. Año que, por
cierto, será meteorológicamente, según algunos, tal y como sea el último día del anterior: Si por San Silvestre llueve,
todo el año llueve (Díaz González: 1989).
Tomar las doce uvas de la suerte es una costumbre relativamente moderna, que según la tradición popular fue puesta en
circulación por el gremio de viticultores de Málaga un año en que tenían excedentes de cosecha (C. U.). Hay que tomar
una uva por cada campanada de las doce de la medianoche. Durante muchos años, se seguía el reloj de la Puerta del Sol.
Con la llegada de las Comunidades Autónomas, la gente se reúne al pie de otros relojes.
Para empezar bien el año, se brinda con champán en una copa con algo de oro, se lleva algo rojo y se pone primero el
pie derecho (I. Rubio, Segovia, 1927).
En cuanto al día de año nuevo lo que se haga ese día influye sobremanera en lo que ocurre el resto del año (C. U.).
Una vez llegado el Año Nuevo, hay que tirar todas las cosas del año anterior, especialmente los calendarios, porque
guardarlos trae mala suerte (V. Rodríguez Marlasca, Madrid, 1980).

En muchos sitios, la festividad de San Antón (San Antonio Abad), el 17 de enero, marca el comienzo de las fiestas del
año, cerrando el ciclo de la Navidad, hasta San Antón, Pascuas son. Es el protector de los animales, por lo que su
imagen aparece con un cerdo a sus pies 27. La relación entre el santo y el cerdo es antiquísima. Se le invoca para que
proteja a todos los animales domésticos y, en especial al ganado porcino.
El día De San Antón los habitantes de Miranda (Burgos) parten con sus animales en romería hasta la ermita del santo y
dan nueve vueltas a la ermita para evitar que los animales tengan dolores de estómago y gocen de buena salud. En la
actualidad, las personas también dan las nueves vueltas para pedirle al santo solución a sus problemas (Laguna, 2008).
Al finalizar la romería, se regresa a casa con el bollo preñao, un panecillo relleno de chorizo.
En Madrid, en la iglesia de San Antón, se forman largas colas para la bendición de los animales, después de la misa.
Asimismo venden un pan de San Antón, en otro tiempo se regalaba 28.
San Antón, además de proteger a los animales, protege del rayo, de los incendios, de las quemaduras, de los perros
rabiosos y de las brujas (San Antón Abad: 16) 29.
La manda de San Antón. Sobre la sanación de los animales es importante recordar la tradición de la Manda en el pueblo
ribereño de Milagros (Burgos) mediante la cual se ofrecían exvotos al santo para su posterior subasta y reparto del
dinero entre los pobres (C. O.: 2008).
La tradición de la Manda, de origen incierto, se remonta a siglos atrás. Transmitidos oralmente de generación en
generación, los recuerdos de los milagreños aluden a la gran vocación por San Antón en el municipio, a quien veneraban
todos los propietarios de animales. Cuando un animal enfermaba, o simplemente por prevención, se acostumbraba
mandar al santo, como una especie de exvoto, las patas de los animales cuando eran sacrificados para comer, productos
de la matanza y vino, con el objeto de que les librara de los males. Estos donativos que posteriormente se subastaban
entre la población.
Actualmente, se ha perdido la costumbre principalmente por la mecanización del campo y el lote que subasta el
Ayuntamiento está integrado por los productos donados por las empresas de la localidad.
Otra costumbre era el cochinillo de San Antón, consistente en cebar un cerdo entre todos los vecinos del pueblo, para
venderlo o subastarlo. El dinero obtenido se dedicaba a socorrer a los necesitados. El cerdo llevaba al cuello una
campanilla y corría libremente por las calles del pueblo. Por la noche, los vecinos lo recogían y alimentaban; dormía y
comía cada noche en una casa. De ahí nace la expresión ser como el cochino de San Antón, para referirse a quienes van
de casa en casa de familiares y amigos, para quedarse a comer en ellas. Se aplica en particular a los niños.

Se invoca a San Antonio 30 para encontrar objetos perdidos rezando un padrenuestro (C. U.; P. Hoyos, La Alberca,
Salamanca, 1918; J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927; A. Carril 31, Salamanca, 1954).
Produce más efecto si el padrenuestro es doble 32, «aparece seguro» (E. Lillo, 1946, El Pedernoso, Cuenca).
Se invoca a San Antonio para que proporcione marido (C. U.):

San Antonio, bendito,


dame un marido,
que no fume tabaco,
ni beba vino,
que no vaya con otras,
sino conmigo (copla popular leonesa).

En Madrid se va a misa temprano a la ermita del santo, San Antonio de la Florida, allí en la pila del agua bendita hay
que echar trece alfileres, uno de ellos doblado; se echan y se vuelve a meter la mano otra vez con la palma extendida
hasta tocar los alfileres. Si sale uno clavado en la piel es que ese año la agraciada encuentra novio (C. U.).
El refranero también relaciona San Antonio con la obtención d un novio, al tiempo que menciona que San José está
relacionado con el matrimonio. San Antonio da novio, y San José matrimonio (Véase 1.2. Alfiler).
El pan de los pobres. Sin duda reminiscencia de la piedad del santo, que según cuenta la tradición buscaba pan en las
panaderías para repartirlo entre los más pobres.
En Madrid tanto en San Antonio de la Florida como en la iglesia de San Antonio de Cuatro Caminos se entrega a los
fieles a cambio de una limosna dos panecillos: el uno hay que comerlo y el otro es para guardar hasta el año siguiente.
La tradición dice que el pan se ha de guardar en una bolsa blanca, y al siguiente año mojarlo con agua y ofrecérselo a los
pájaros, porque de esta forma el pan, el alimento, no faltará en casa (A. García, Gumiel de Izán, Burgos, 1923).
San Antonio y el número trece. San Antonio murió en Padua el 13 de junio de 1231. El número 13 está muy ligado a la
devoción del santo, como ya hemos mencionado en el hecho de que sean 13 los alfileres que se echan en la pila para
pedir novio. Desde el primer momento se produjeron gran número de milagros gracias a su intercesión. El Papa León
XIII concedió indulgencia plenaria a los fieles que siguieran la práctica de los «trece martes de San Antonio» por la cual
han de rezarse trece martes seguidos o trece domingos una serie de oraciones.
Gumiel de Izán: la torta y los panecillos. En la cofradía de San Antonio suelen estar apuntados casi todos los varones
del pueblo. Cada año 13 socios, otra vez el número 13, son los encargados de «dar los panecillos».
La ermita, sin ningún elemento arquitectónico que destacar, está colocada en lo alto de un cerro:

San Antonio está en un alto


San Roque en una ladera
La Virgen del Río está
en medio de su arboleda.

y la víspera, tras la ceremonia religiosa, se echaba cuesta abajo una torta aromatizada con anises, partida en pedazos; los
chicos corrían por sus trozos sirviéndose de lagartos del monte cercano para alejar a los competidores, principalmente
las mujeres, pues es sabido que las mujeres tienen especial miedo de los lagartos porque dicen que son atraídos por la
menstruación.
Desde unos años para acá, la torta simplemente se reparte entre los presentes y hay quien lleva un trozo a casa para los
que no han podido ir. Hoy hay para todos.
Cabe notar que, pese a lo que pudiera pensarse, esta torta no es considerada un pan inferior, sino al contrario, un pan
superior y muy apreciado. La torta es delgada y de masa crujiente, sin miga, esponjada y aromatizada con un poco de
aceite por encima que se echa según se saca del horno. Su origen proviene de la costumbre de probar con esta masa la
temperatura del horno cuando se cocía en los hornos comunitarios el pan de toda una quincena. Las tortas, el día que se
cocía, se repartían entre la familia y allegados constituyendo un alimento muy apreciado. No sueñes con torta, que tu
madre no ha cocido, es una paremia que proviene de esta costumbre y se aplica a los que sueñan despiertos.
El origen de que anteriormente se tirara la cuesta abajo y no se diera en la mano es desconocido, pero probablemente
fuera mera cuestión práctica: no había torta para todos. En cualquier caso, y además de ser la merienda de aquel día para
unos cuantos chicos, este trozo de pan era comido con respeto, considerado como beneficioso por estar bendecido, al
igual que se hace hoy en día llevando expresamente un trozo a los enfermos o mayores que no han podido acudir a las
vísperas. Por ser la torta un alimento que endurece rápido hay que consumirla inmediatamente y lo único que diferencia
a la torta de San Antonio de la que puede comprarse en las panaderías cualquier día es que la de San Antonio lleva
anises y además está bendecida.
El día de la fiesta, y tras la procesión alrededor de la ermita en la que la imagen del santo es llevada a hombros en andas
por los cofrades que dan los panecillos, se procede al reparto de panecillos entre los socios. Estos panecillos son
redondos, en la vida cotidiana del pueblo un panete, de cuatrocientos gramos de peso. Para su reparto en San Antonio, lo
mismo que el día de Jueves Santo hace la cofradía de la Cruz, se aromatizan con anises. Cada cofrade recibe uno y
anteriormente se daba también al socio un vale que podía cambiar por dos vasos de vino. Antiguamente, la mayor parte
de la gente no se quedaba a comer, solo algunas cuadrillas de mozos que acudían a la romería en carros engalanados con
ramas, los padres de familia volvían a casa a compartir el panecillo con los suyos. Los que daban los panecillos
celebraban una comida de fiesta todos juntos a la que solían invitar a algunos allegados.
Hoy a la romería acuden tanto familias como las distintas cuadrillas y se come en una campa cercana a la ermita
sombreada por pinos donceles. Después de la misa se reparten los panecillos que sirven allí mismo, delante de la ermita,
de aperitivo, compartiéndolos con los amigos y haciéndose acompañar del vino del porrón que circula libremente.
Algunos envían el panecillo a los que están fuera del pueblo y no han podido acudir a la fiesta o actualmente se congela
para poderlo consumir en los meses de verano.
Puede que esta costumbre provenga de un intento de alivio de la necesidad hacia los hermanos de la cofradía, dado que
por caer la fiesta a principios del verano, cuando las despensas estaban vacías, alguno de los cofrades pasaría necesidad
y era una forma de socorrerle.
En cualquier caso, el panecillo sigue comiéndose hoy como algo especial. (Gumiel de Izán, Burgos: C. U.).

La festividad de San Blas (3 de febrero) está relacionada con la llegada de las cigüeñas y el buen tiempo: Por San Blas,
la cigüeña verás, y si no la vieres año de nieves, del que existen bastantes variantes (Véase el apartado 4.12. Cigüeña).
La llegada de la cigüeña resulta muy beneficiosa y puede ser portadora de bienes económicos para todo el año, si se
lleva dinero en el bolsillo, la primera vez que se la ve: Por San Blas la cigüeña verás, y si llevas dinero cuando la veas,
dinero no te faltará (Vivencia, 80 años; aportado por M.ª del Lirio Gallego Ayuso del I.E.S. El Empecinado; I. Rubio,
Segovia, 1927).

San Juan Bautista, cuya festividad se celebra el 24 de junio, coincide con el solsticio de verano. Anuncia el final de la
primavera:

Sanjuanada venida, primavera ida.


Llegados a San Juan y San Pedro, ya acabó la primavera.

Es la noche más corta del año y está considerada la noche mágica, por lo que se realizan multitud de prácticas mágicas
muy antiguos, que varían según los pueblos y que tienen lugar en el exterior (la plaza del pueblo, en una colina,...). Es el
momento de reunirse y celebrar la llegada del verano, con cantos en torno a la hoguera.
Como suele hacerse en los últimos años, en la noche de San Juan en la plaza de la Cooperativa burgalesa de Caleruega
se enciende una gran hoguera para poder para quemar los malos deseos. La gente se lleva papel y bolígrafo para tirar a la
hoguera los papeles con sus deseos o con las cosas que no quiere que sucedan. Además, se canta en corro alrededor de la
hoguera y luego se salta por encima de ella (C.U.).
En la Ribera (Burgos) lo más común es que los mozos y mozas esperen la salida del sol haciendo chocolate. En
Sigüenza, se alzan altares a san Juan adornados con rosas; se ponen rosas en la ventana o el balcón de la mujer amada
(Sevilla Muñoz: 2007c). En algunos sitios reciben el nombre de «enramadas»:

En la noche de San Juan, las enamoradas recogen de sus novios las enramadas.

Pero, sin duda lo más conocido es la hoguera de San Juan. Al anochecer, se enciende la hoguera y se baila toda la noche:
Bailemos este San Juan; que el que viene, Dios sabe quién lo bailará.

Una serie de plantas adquieren propiedades curativas si se comen el día de San Juan, como la verbena: Quien come
verbena el día de San Juan, se libra de reuma, de culebra y de todo mal.
Incluso hay filtros de amor que surten efecto esta noche: Si te quieres casar, come sábalo por San Juan.
Las tormentas en esta época del año, abundantes, se consideran peligrosas: Agua por San Juan, quita vino y no da pan
(C. U.).
A San Pancracio se le pone perejil para que toque la lotería o para pedirle trabajo (C. U.)

El refranero anuncia desgracias en función del mes en el que se celebre la Semana Santa: Semana Santa en marzo, año
bellaco; Semana Santa en abril, año gentil.

En Gumiel de Izán se cortan ramos de romero para hacer la procesión, no se llevan palmas. El romero se bendice en la
ermita de San Roque, dentro del casco urbano, desde donde se sube a la iglesia cantando la primera de las canciones
típicas de la Semana Santa gomellana. No se llevan imágenes, solo los ramos. Los niños también llevan ramos de
romero pero adornados con un lazo, rosquillas y diferentes golosinas, que reparten entre los conocidos a la salida de
misa.
Esta costumbre de adornar los ramos y palmas que llevan los niños con dulces es típica de toda la provincia de Burgos,
como puede comprobarse en el Diario de Burgos del 17/03/2008 con fotografías tomadas en Burgos, Belorado y Aranda
de Duero entre otras localidades. Incluso hay un artículo, sobre la fiesta en la capital, titulado «El día de las palmas y las
gominolas». Su origen es desconocido, simplemente se hace por tradición, aunque parece ser que era una especie de
premio dado a los niños buenos, que de alguna forma estaría relacionado con la llegada de los Reyes y del Ratoncito
Pérez (Marda: 2008).
El Domingo de Ramos es una festividad muy importante, en el que no se trabaja, como lo afirma el refranero: El
Domingo de Ramos, no podes ni un palo (M. Gil, Campillo de Aranda, Burgos, 1923).
El refranero recuerda la costumbre de estrenar algo en este día:

Domingo de Ramos, quien no estrena se queda sin pies y sin manos


(María Juez Aguilera, del I. E. S. El Empecinado, lo escuchó a su abuela, 1938, y a su padre, 1960; todos de
Peñaranda de Duero, Burgos).

Existen variantes de este refrán:


Domingo de Ramos, el que no estrena no tiene manos.
Domingo de Ramos, el que no estrena se condena.
Domingo de Ramos, quien no estrena no saca manos.

El que la Pascua caiga en marzo siempre se ha considerado mala señal, por ser considerado marzo un mes irascible
(Sevilla Muñoz, 2007b). Este año, 2008, la Pascua ha caído tan temprana (el 23 de marzo) que va a ser la Pascua más
temprana de nuestras vidas. El refrán siguiente ya lo indica: Pascua en marzo señal de mal año (esto es, cuando la
Pascua se adelanta es señal de mal año). Ha aportado el refrán María Juez Aguilera (1992) del I.E.S El Empecinado. Lo
escuchó a su abuela (1938) y a su padre (1962), ambos de Peñaranda. No es el único refrán que advierte de lo que puede
suceder si la Pascua cae en marzo:

Pascua marzal, (o) hambre o mortandad.


Pascua marzal, hambre, guerra o mortandad.
Pascuas marzales, hambrientas o mortales.
Pascua marzal, poca hierba y menos pan.
Pascua enmarcá 33, o hambre o mortandad.
Pascua enmarcá, muertes o esterilidad
Pascua marcelina, hambre canina.

La Pascua en marzo puede anunciar también un año lluvioso, lo que no será bueno para las cosechas: Semana Santa
enmarzá, año de lluvias será.

Esa noche se cogía agua bendita de la iglesia para bendecir las casas y se decía: «Perros malignos, iros de aquí, que no
tenéis parte en ninguno de los que estamos aquí» (E. Lillo, 1946, El Pedernoso).

La Bajada de la Cruz en Aranda de Duero. Entre las rogativas para invoca la lluvia, destacamos por sus elementos
singulares el pingado de la cruz 34 en Aranda de Duero, es decir, la Bajada de la Cruz, que se celebra el día 3 de mayo,
Invención de la Santa Cruz. Caída en desuso durante algunos años, la tradición fue revitalizada a principios de los años
90 por la Cofradía de la Cruz y la Concejalía de Cultura (Valdivielso Arce, 1995), y hoy cuenta con una nutrida
concurrencia, aunque son pocos los que participan activamente en la ceremonia. La procesión sale de una de las iglesias
del casco viejo, la de San Juan hoy convertida en museo sacro, y recorre unos pocos metros hasta llegar a la plaza
mayor, en la que la cruz se pinga.
La procesión es sencilla y cuenta con pocos símbolos, un estandarte que abre la marcha y la cruz, que es portada a
hombros y en horizontal, por los cofrades que recubren sus hombros con un lienzo blanco.
Delante de la cruz tres filas de danzantes, dos a un lado y una a otro, ejecutan distintas danzas, especialmente jotas,
acompañados por un grupo de gaiteros: dulzaina y caja. Los danzantes, que visten camisa blanca, se acompañan de
palillos, castañuelas sencillas, adornadas de cintas de colores. Al terminar cada danza levantan los brazos y hacen sonar
repetidamente esos palillos mientras se suceden los gritos de invocación de la lluvia: «¡Agua!, ¡agua!, ¡agua!», «¡agua
para las cebadas!», «¡agua para las viñas!», etc.
A pesar del corto recorrido, la procesión dura más de dos horas, ya que se trata de bailar a la cruz el mayor tiempo
posible. A la llegada a la plaza, se pinga la cruz.
En algunos sitios, como en Gumiel de Izán (Burgos), el pino mayo se cristianiza y se convierte en la llamada cruz de
mayo compartiendo con el mayo mucho de su simbología (Véase 5.2.5. Pino mayo).
La cruz de mayo se pingaba el día de la Invención de la Cruz, el 3 de mayo, y permanecía hasta la Exaltación de la Cruz,
el 14 de diciembre. Todos los barrios pingaban su cruz y servía de punto para que los vecinos organizaran las veladas
estivales alrededor de ella, pero sobre todo durante el mes de mayo. Todas las noches había música y baile alrededor de
la cruz y los vecinos compartían dulces y vino.
En lo alto se colocaba una guirnalda o corona profusamente adornada con huevos huecos pintados de colores, papeles y
cintas de colores y naranjas (Véase 11.20. Naranja). En la cruz se colocaba una estampa de la Virgen u otra imagen
piadosa que miraba hacia la iglesia.
La cruz de mayo se sigue pingando todavía en un barrio de Gumiel de Izán cuya imagen reproducimos a continuación.
(Véanse 5.2.5. Pino mayo y 9.3. Lluvia).

San Isidro Labrador, quita el agua y saca el sol.


San Isidro, patrono de los labradores, cuya fiesta se celebra el 15 de mayo, supone en muchos pueblos la culminación de
la serie de rogativas para pedir agua iniciadas en San Marcos; normalmente se materializa en una procesión en la que la
imagen se asoma al campo para la tradicional bendición de los campos. Lo habitual, sobre todo en Madrid, de la que es
su patrono, es que haya un buen aguacero la tarde de su fiesta, aunque la mayoría de los labradores agradecen, sobre
todo si el año viene de lluvias, que al menos esa tarde los deje hacer la procesión. En cualquier caso y como indica el
refrán señalado arriba, el día de San Isidro representa un punto de inflexión y en alguna medida el adiós al invierno.
Como les ocurre a otros santos, la imagen de San Isidro está inseparablemente ligada a los bueyes con los que se le
representa y que llegan a ser igualmente objeto de culto por parte de los fieles.
En un cuento publicado en Diario de Burgos (Gutiérrez Rogero: 2008), el día de la festividad del santo, un hombre le
reza a san Isidro para que no falte comida a los animales que le acompañan:

— Mira, Isidro, que como Éste [señala el sagrario] no lo socorra, no tendremos algarrobas para tus bueyes.
— No te visitaré más días, ni te haré compañía, no acariciaré a tus bueyes, ni jugaré con tu perro.
[Y para agradecer la lluvia]
¿Ves, Isidro, qué fácil es hacer feliz a esta gente? Tú eres bueno, pero un poco despistado. ¿No te parece a ti que esto lo
podías haber hecho hace quince días? Cuenta con las algarrobas para tus bueyes y vino para tu cantimplora.

En la Ribera del Duero, la fiesta de San Pedro Regalado, el 13 de mayo, además de ser la primera romería importante, a
la que acudían y acuden muchos fieles de la comarca, marca un punto de inflexión en la meteorología de la zona. Las
heladas alrededor de esta fecha son peligrosas (C. U.). Los vecinos de los pueblos de la Ribera del Duero, pero no los de
La Aguilera, que se burlaban de esta práctica, acudían al convento de Domus Dei, bajo la advocación de San Pedro
Regalado para buscar remedio contra las lombrices (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C. García, 1926) (Véase
18. Medicina y remedios).

Se dice que San Sebastián no debe tener el sol en la espalda, en la procesión, porque pueden helarse las viñas
(Caleruega: Caleruega noticias web (04/02/2008, [consulta 07/ 02/2008]).

Desde muy antiguo, las piedras y los minerales son amuletos para atraer la buena suerte, curarse de algún mal (véase 18.
Medicina y remedios) o adquirir una determinada propiedad. Algo que no dejan de recordar especialmente las tiendas de
bisutería (J. S.). También se le atribuyen propiedades terapéuticas tanto en el plano psíquico, como en el espiritual o en el
psíquico. De este modo se entra en el campo de la Gemoterapia 36.

Si bien el ámbar no es una piedra ni un mineral sino una resina fósil, está incluido en esta sección porque suele estar con
ellos en los estudios de gemología y gemoterapia.

Los collares o colgantes de ámbar son muy apreciados porque se dice que tienen virtudes curativas (J. S.) y también
porque ahuyentan el mal de ojo (Flores, 2000: 185). Muchos de ellos vienen del norte de Europa.
Pese a que las joyas con granates contribuyen a aumentar el poder del propietario, la vitalidad, la fuerza y la sensualidad,
se recomienda no regalarlas a la persona amada, si se quiere que dure la relación (J. S.).

Las joyas con algún rubí favorecen la dinamicidad y la alegría de vivir.

Pisar mierda sin darse cuenta trae buena suerte (C. U.; F. Nieto, Madrid 1915), por lo que hay quien va inmediatamente a
comprar lotería.
Las cagadas de un pájaro en la cabeza o en alguna prenda, especialmente de palomas, traen buena suerte. (Memoria:
05/05/2008, 05/05/2008. Irene Nieto, 1927; Celeste, 1988).

El que orine un animal encima de uno, especialmente un perro, trae mala suerte. La locución estar meado por los perros,
común en Argentina, hace referencia a la mala suerte del que empieza un negocio y le sale mal (Memoria: 05/05/2008,
05/05/2008).

Si durante el embarazo a la mujer tiene antojos y no lo consigue, en el sitio donde ponga la mano le saldrá al niño una
mancha en la piel, el llamado «antojo» (C. U.).
La mujer embarazada no puede ser madrina de bautizo porque se producirán daños para ella y para la criatura que está
en su vientre (A. García, 1923, Gumiel de Izán, D, Cerezo, 1946, Tubilla del Lago).

En las bodas se tira trigo sobre la novia para invocar la fecundidad (C. U.).
La llave está relacionada con la fertilidad. Se colocaban llaves debajo de las camas o en los somieres donde dormía una
mujer estéril para que fuera fértil (Lázaro, 1988: 67).
La cabecera de la cama debe estar orientada al norte, pues sirve para que se engendren varones (C. U.).

Bañarse, lavarse el pelo (R. Arias, Madrid, 1972 recuerda que lo decía su abuela, Rosario Gancedo, Madrid, 1905; I.
Rubio, Segovia,1927) o mojarse los pies (I. Rubio) era perjudicial y podía producir la interrupción súbita del flujo
menstrual, lo cual no impedía, según manifiestan algunas amigas, «que te mandaran a regar en esos días» (C. U.).
No podía hacerse mayonesa porque se cortaba (C. U. y grupo de La Horra; Irene Rubio, 1927; Rosario Arias, Madrid,
1972; G. Ramírez, Palencia, 1953).
No se debe tocar las plantas, porque se secan (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927; Irene Rubio, 1927).
No se puede entrar en la bodega, pues el vino se picaría (J. Muñoz, Villa de Don Fadrique, Toledo, 1927).
No podía hacerse matanza pues la carne no unía. Lo confirma G. Viyuela (Boada de Roa, Burgos, 1926), el grupo de
horrenses en el foro (La Horra / Creencias, 17/06/2008, 18/06/2008) y Delfín Cerezo (s.f.2) de Tubilla del Lago
(Burgos). Hay que tener buen pulso para estazar el cerdo, esto es, partir una res en trozos para sacar sin defecto las dos
tiras de lomo, los solomillos y los jamones. Separadas las piezas de carne se procede a hacer el picadillo. Pero, las
mujeres que en ese preciso instante tengan la menstruación no pueden tocar la carne. Lo mismo ocurre dos días después
al hacer los chorizos. Las mujeres más mayores afirman que, si una mujer, en estas circunstancias, toca la carne, no salen
bien los chorizos.

Para tener felicidad en el matrimonio, el recién casado cruza el umbral de la puerta del lugar donde pasa la primera
noche llevando en brazos a su esposa (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).
Tienen que hacer la cama de la noche de bodas, las hermanas o las amigas de la recién casada (R. Arias, Madrid, 1972;
F. Nieto, Madrid, 1915).
Si se barren los pies a una mujer, no se casa (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Nieto, Madrid, 1915).
El grado del amo que siente la novia está relacionado con los garbanzos negros, como señala este refrán: La novia que
se come un garbanzo negro y novio tiene, poco lo quiere.
Antes de la boda, no el novio no debe ver la novia con el traje, pues trae mala suerte (J. S.).
La novia debe llevar algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul, con lo que se representa respectivamente el
pasado, el futuro, el presente y la pureza (J. S.).
Los alfileres, muy grandes y con una cabeza blanca, que sujetan el traje de la novia el día de su boda o los que sostienen
su velo traen buena suerte si se los regala a las solteras que desean encontrar novio (J. S.).
Los botones del vestido de novia han de ser pares (F. Nieto, Madrid, 1915).
La novia lleva un traje blanco como símbolo de virginidad y, por lo general, las mujeres invitadas no deben llevar un
vestido blanco (J. S.).
La novia no debe llevar perlas, pues derramará muchas lágrimas en el matrimonio (F. Nieto, Madrid, 1915).

Antes la novia llevaba un ramito de azahar para que le diera buena suerte (I. Rubio, Segovia, 1927). Un ramito de azahar
indicaba la virginidad de la novia (F. Nieto, Madrid, 1915).
Se decía que la novia que lleva reloj iba a tener desgracias (J. S.).
Para que no llueva el día de la boda, la novia lleva una docena de huevos a Santa Clara, al monasterio de las clarisas
franciscanas más cercano para que las monjas pidan expresamente a santa Clara la gracia de tener buen tiempo el día de
la boda y, sobre todo, que no llueva. Es una práctica muy extendida (J. S.) (Véase Gozalo de Andrés, 2003a).
Si llueve en la boda, se dice a modo de consuelo: Novia mojada, novia afortunada.
Trae buena suerte ver entrar o salir del coche o de la iglesia a la novia (I. Rubio, Segovia, 1927).
En las bodas se tira trigo sobre la novia para invocar la fecundidad (C. U.) y arroz sobre los novios a la salida de la
iglesia para desear prosperidad.
La recién casada tira su ramo por encima de su cabeza y de espaldas a las mujeres solteras; quien lo recoge se casará en
el año que sigue (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).
Si se vierte vino o champán en el vestido de la novia es señal de buena suerte (I. Rubio, Segovia, 1927).

Los alfileres están relacionados con la petición de novio, ya sea a San Antonio el día de su festividad (el 13 de junio) o a
la Virgen, como sucede con la imagen de la calle de los Alfileritos en Toledo (Véase 1.2. Alfiler).
Si una mujer encuentra un hilo en la ropa quiere decir que se va a echar novio (F. Nieto, Madrid, 1915) (Véase más
información en 1.29. Hilo).

Para quitar los calambres en la cama y por consiguiente favorecer el sueño, se aconseja poner los pies hacia adelante o
poner cuatro tapones de corcho metidos en la almohada, como se explica en esta conversación grabada por Carmen Ugarte
en agosto de 2008 en Gumiel de Izán, al sur de la provincia de Burgos, en plena Ribera del Duero:

Paca: Que, no se quitan las calambres, aunque esté medio tumbada.


Pepi: Cuando te den las [sic] calambres, pones los pies para adelante.
Paca: Como los de Alicante.
Pablito: No te cuesta nada...
Paca: Anda, sí que los pongo así, pero que no...
Pablito: Que no tienes paciencia para nada, tú ponles así, para hablar sí, pero [...]
Paca: Me dieron unos..., que los tengo que quitar, me dijo uno que pondría, en la almohada, en el almohadón, cuatro tapones,
tapones de corcho, y la verdad, ¿eh?, que los tengo que quitar, que ya me empiezan a dar así los días... Que los tengo que
quitar.
Pablito: ¿Y los has cambiado? Pues pon otros cuatro.
Paca: De las botellas que tiene mi chico.
I: Pues pon otros cuatro, ¿no? Si funcionan... Si funcionan, qué más da, si funciona qué más da lo que sea.
Paca: No los tenía que haber quitado cuando me dio el ataque.
I: ¿Y dónde los pones? ¿Debajo de la almohada?
Paca: Metidos.
I: ¿Metidos en la almohada? Cuatro tapones...
Paca: Me lo dijo el chico.
Pepi: ¿Uno en cada esquina?
Paca: No, no, juntos.
Pepi: ¡Ah, juntos!
I: ... y metidos en la almohada. Y entonces, ¿duermes mejor?
Paca: No me dan las calambres, aunque no duermo no me dan las calambres. (29-08-2008, Gumiel de Izán)

Llevar siempre una castaña de la India en el bolsillo aleja para siempre el dolor de cabeza (I. Rubio, Segovia, 1927) 37.

En Gumiel del Izán (Burgos) con los alfileres que se sujetaba el manto a la Virgen de los Dolores, durante las procesiones
de Semana Santa se sacaban los pinches (espinas), pues de esa forma no se infectaban. La creencia se extiende a otras
localidades ribereñas (C. U.).

En la localidad de Castrillo de Murcia (Burgos) el Colacho, que simboliza el diablo, visita el pueblo en el Corpus Christi;
salta sobre los colchones donde están los niños nacidos en el año y huye ante la presencia de la custodia portada por la
Cofradía del Santísimo. Con esta ceremonia los niños quedan exentos de todo mal, especialmente de hernias (C. U.) (Véase
13.2. Corpus Christi).

Para cortar las hemorragias, se ponen telas de arañas espesas y sucias encima de la herida de la que sangre (G. Ramírez,
Palencia, 1953).

A pesar de las propiedades medicinales que parecía tener el agua del convento de benedictinas en Tórtoles de Esgueva (ver
apartado de agua y fuentes), las gentes de la Ribera acudían a las benedictinas en busca de su remedio más particular contra
el llamado mal de amarillo (ictericia).
A cambio de una limosna, las hermanas daban una hoja con unas oraciones para un novenario: había que rezarlas nueve
días seguidos e ir a misa, pasados los cuales desaparecía (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C. García, 1926). E.
Calle Gumiel de Izán, 1926) corrobora que a ella le hizo efecto y que le desapareció la enfermedad pasados nueve días.
Esta tradición se siguió hasta por lo menos el traslado de las monjas a Aranda en la década de los 70.

Los vecinos de los pueblos de la Ribera del Duero, pero no los de La Aguilera, que se burlaban de estas creencias, acudían
al convento de Domus Dei, bajo la advocación de San Pedro Regalado a buscar remedio contra las lombrices.
Los frailes recibían a los fieles enfermos en el presbiterio, bajo la imagen suspendida del santo, y tras bendecirlos con agua
bendita rezaban una oración. A cambio recibían una limosna (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C. García, 1926).

Para curar antiguamente las enfermedades del pecho ponían un pichón vivo en cada sobaco (T. Calvo, Gumiel de Izán,
Burgos, 1935). En la localidad burgalesa de Brazacorta, el curandero abría por la mitad un pichón vivo y lo aplicaba al
pecho del paciente (J. M. Cilla, Gumiel de Izán, Burgos, 1960).

Con una llave hueca se quitaban los orzuelos aplicándola sobre el orzuelo (C.U.), o se hacía un mojete (montoncito) de
piedras pequeñas en la calle y el que lo tiraba se llevaba el orzuelo (E. Lillo, 1946, El Pedernoso).

Las pipas de calabaza consumidas con cáscara y todo servían para curar la solitaria (Gumiel de Izán, Burgos: A. García,
1923, y C. García, 1926).

Cuando alguien tenía verrugas, se escondían hojas de sauce debajo de una piedra por donde se pisara mucho y se
secaban las verrugas. (Gumiel de Izán: A. C y C. G).
El tronco de una berza relleno de sal sirve para curar las verrugas. (Gumiel de Izán, Burgos: A. García, 1923, y C.
García, 1926).
Para curar las verrugas se frotan con ellos las verrugas y luego se tiran a un pozo (M. C. Campo, 1953, Gumiel del
Mercado, Burgos, 1953).
Se tira en un pozo tantos garbanzos como verrugas tengas y uno se marcha para no oírlos caer (E. Lillo, 1946, El
Pedernoso).
El refranero aconseja emplear saliva en ayunas: Para las verrugas, saliva en ayunas (F. Rodríguez Marín, 1926: 359) 38.

Para tener un vientre plano, se aconseja tomar hierbaluisa: La hierbaluisa, la panza alisa (M. Gil, Campillo de Aranda,
Burgos, 1923).

No se debe mirar un espejo de noche, porque se sueña con el diablo (J. S.).
El refranero señala que no es bueno soñar con un huevo: Soñar con un huevo, mal agüero.
El refranero contiene más datos sobre el significado de determinados sueños. Así, el soñar con dientes anuncia la
proximidad de la muerte: Soñar con dientes, muerte próxima de parientes.
Soñar con muertos puede tener sentido distinto: si un difunto nos tira del vestido mientras dormimos, significa que
pasaremos una larga enfermedad; si nos llama, hay que responderle que no vamos, pues de lo contrario vendrá a
buscarnos en el siguiente sueño; si nos abraza, tendremos una larga vida (J. S.).

Se dice que la mejor hora para nacer o morir es el amanecer (C. U.).
La luna llena propicia, adelanta los partos (C. U.).

Para morir o para nacer el amanecer es la hora más propicia: Para morir y nacer, el amanecer.Eso lo saben bien tanto
las personas que atienden los partos como las que cuidan a los moribundos (C. U.).
No se habla mal de los muertos para evitar que vengan por esa persona al día siguiente (J. S.).
Si se visita por primera vez la fuente La Reana (Velilla del Río Carrión), un estanque rectangular con tres arcos de
piedra, y está seca, habrá una muerte temprana. Incluso hay una losa que advierte de esta circunstancia (G. Ramírez,
Palencia, 1953).

No se debe celebrar algo sin saber a ciencia cierta si se ha conseguido, pues trae mala suerte (C. Sevilla, Guadalajara,
1968). Tampoco se debe hacer un regalo antes de que nazca un bebé, sino que se debe esperar su nacimiento. Esta idea
queda reflejada en cierto modo en la frase No cantes victoria antes de tiempo.

Los días en los que la cocina no tiraba y el humo se revolvía, era señal de que iba a llover (C. García, Gumiel de Izán,
Burgos, 1926). Véase también Rubio et alii (2007: 97).
Se dice que los niños no deben jugar con fuego porque luego se mean en la cama (J. S.).

Cuando alguien pierde en el juego, se dice a modo de consuelo: Desgraciado en el juego, afortunado en amores. Existe
también la forma contraria, Afortunado en el juego, desgraciado en amores, pero se emplea menos.

Hay que tirar todas las cosas del año anterior, especialmente los calendarios, porque guardarlos trae mala suerte.

¡Vaya usted con Dios! Esta frase ya no se emplea. Se decía para desear al interlocutor que le fuera todo bien.

Dios me libre o Dios nos libre se emplea para protegerse de algo negativo.
¡Crucemos los dedos! se dice para alejar cualquier aspecto negativo o todo lo que pueda ser un obstáculo a lo que
vamos a hacer. Para cruzar los dedos, se pone el corazón encima del índice.
Vade retro (Santanás). Exclamación empleada para protegerse de algo negativo.
Dios mediante es una expresión ya poco utilizada para evitar que algo negativo suceda.
Si Dios quiere no se emplea mucho en la lengua actual.
¡Lagarto, lagarto!se dice para ahuyentar el peligro, como el que puede causar una culebra.
Tocar madera se dice bastante para ahuyentar el peligro mientras se toca madera con los dedos. Hay quien la toca sólo
con los dedos índice y meñique mientras mantiene doblados el corazón y el anular.

Cuando alguien es objeto de muchas desgracias, se suele exclama: ¡es un gafe! o ¡parece que te ha mirado un tuerto!
Si es la víctima la que habla, puede decir ¡parece que me ha mirado un tuerto! o ¡pongo un circo y me crecen los
enanos!
Algunas frases tienen un claro carácter localista, como ¡Ay, qué alforjas! Se emplea en Terradillos de Esgueva (Burgos)
«ante una situación desastrosa o un plan de difícil salida con cierto fatalismo y una pizca de humor» (Cabañes, 2008).
Puede tener una réplica por parte de los interlocutores: ¡Unas más largas y otras más cortas!
En cambio, para indica que alguientiene muy buena fortuna se dice que ha nacido con buena estrella, tiene buena
estrella, ha nacido de pie.
¡Jesús! o ¡Salud! Estas exclamaciones se dice a alguien que ha estornudado. Lo que ahora es un acto de cortesía, en
otro tiempo era una forma bendecir el lugar y evitar la propagación de la peste, concretamente fueron los católicos
romanos quienes popularizaron su uso a partir del año 590, cuando la peste estaba muy propaganda en Europa. Para
combatirla, el Papa Gregorio Magno (540-604) ordenó procesiones y rezos. Se debía denunciar a quien estornudaba
profiriendo la exclamación ¡Salud!

Las supersticiones y creencias populares registradas muestran que la sabiduría popular ha ido pasando de generación en
generación de padres a hijos por tradición oral. Si bien es cierto que muchas de ellas ya no se practican, siguen estando
presentes a modo de recuerdo de una amplia parcela de la cultura popular.

Ha resultado muy interesante comprobar cómo informantes de distintas zonas geográficas coincidían en sus datos o cómo
otros precisaban los datos aportados por otros. Pero, lo que nos ha parecido muy enriquecedor ha sido contactar con la
gente del pueblo para averiguar lo que saben o recuerdan sobre las supersticiones y las creencias, comprobar cómo algunas
están muy vivas en la vida diaria.

Los referentes de las supersticiones abarcan un abanico muy amplio: objetos, animales, plantas,...que veían habitualmente.
Estos referentes permiten reconstruir la sociedad autora y transmisora de las supersticiones y creencias recogidas.

El número de informantes no ha sido muy numeroso, pero lo consideramos suficiente para servir de objeto de estudio.
Aparecen muchos datos de la provincia de Burgos y otros procedentes de provincias como Madrid, Toledo Segovia, Ávila,
Guadalajara, Cuenca o, Salamanca, lo que permite poder cotejar los datos aportados. Por otra parte, la investigación
realizada no está cerrada sino que deja una puerta abierta a futuras investigaciones no sólo sobre una zona geográfica en
concreto sino también desde un punto de vista comparado con otras zonas geográficas.

Hemos puesto en práctica varios métodos de trabajo para recabar información emanada directamente del pueblo, evitando
en la medida de lo posible las fuentes escritas. Estimamos que los resultados obtenidos son muy satisfactorios y
contribuirán a seguir investigando en este campo. Además, el objetivo de relacionar supersticiones y fraseología nos ha
llevado a localizar un importante número de expresiones y paremias, que de lo contrario habrían pasado inadvertidas a los
ojos de muchos hablantes. Hemos tratado de captar su mensaje, de llegar más allá de la mera forma lingüística. Los
fraseologismos y las paremias han sido la llave que nos ha abierto la puerta a un mundo ya inexistente en algunos casos,
hemos retrocedido en el pasado o hemos traído el pasado al presente. Esperamos que el lector, cuando realice este viaje al
pasado descubra toda la riqueza que hemos observado.

Para finalizar, citamos un refrán escuchado en la localidad burgalesa de Fuentecén: No te fíes de agüeros y llenarás tus
graneros, esto es, no nos dejemos influenciar mucho por las creencias populares cuando se trata de conseguir beneficios
con nuestro esfuerzo.

Los informantes de María del Carmen Ugarte García van precedidos por un cuadrado □:

(J. S.). SEVILLA MUÑOZ, Julia. Nacida en Vélez-Málaga (Málaga, en 1960) y residente en Madrid. Co-autora de este
trabajo.
(C. U.) UGARTE GARCÍA, María del Carmen. Nacida en Gumiel de Izán, Burgos, 1953. Co-autora de este trabajo.

□ ANDRÉS, Isabel. Nacida en Soria, 1952.

ARIAS RODRÍGUEZ, Rosario. Madrid, 17-08-1972. Aporta supersticiones conocidas por ella o transmitidas por su
madre Rosario RODRÍGUEZ GANCEDO.

BOUYSSI BOBED, M.ª Teresa. Nacida en Barcelona, residente en Madrid, 17-05-1921.

□ CABAÑES, José María. De Terradillos de Esgueva, Burgos, 1948; residente en Aranda de Duero, profesor, webmáster
de la web de Terradillos de Esgueva.

□ CALLE, Elisa. Nacida y residente en Gumiel de Izán, Burgos, 1926; labradora y ama de casa.

□ CALVO, Tomás. Nacido en Gumiel de Izán, Burgos, 1935.

□ CALVO GARCÍA, Enrique. Nacido y residente en Quintana del Pidio, Burgos, 1920, labrador.

□ CAMPO, María del Carmen. Nacida en Gumiel del Mercado, Burgos, 1953, residente en Aranda de Duero, maestra.

CARRIL RAMOS, Ángel. Nacido en Salamanca, 06-08-1954/31-07-2002.

CEVALLOS DE BENITO, Felicitas. Nacida en Algete, Madrid, 07-01-1929.

□ CILLA, José María. Nacido en Gumiel de Izán, Burgos, 1960.

□ CILLA, Socorro. Nacida y residente en Gumiel de Izán, Burgos, 1928; cartera.

□ CUESTA, Carmen. Nacida y residente en Quintana del Pidio (Burgos), 1920; labradora, ama de casa.

DÍEZ CALZADA, Adela. El Villar (León) 1941.

□ GARCÍA, Ángeles. Nacida en Gumiel de Izán (Burgos), 1923; residente en Madrid, labradora, cocinera, empleada de
servicios generales.

GARCÍA, Celia. Nacida en Gumiel de Izán (Burgos), 1926; residente en Madrid, ama de casa.

□ GIL, María. Nacida en Campillo de Aranda, Burgos, 1923.

□ HERRERO, Benita. Nacida en Ciruelos de Cervera (Burgos), 1953.

HOYOS CERECEDA, Pilar. La Alberca (Salamanca), 12-10-1918.

□ I.E.S. Juan Martín el Empecinado. Aranda de Duero (Burgos). Encuesta realizada a los siguientes alumnos de E.S.O.
en 2007:

HERNANDO, Fernando. Nacido en Villalba de Duero (Burgos), 1991. Aporta datos escuchados a sus padres.
HERNANDO PEÑALBA, Roberto (1991).
KWUADU LÓPEZ, Lidia. Nacida en 1994, en Brazacorta (Burgos). Aporta datos recogidos a Benedicto Martín (1947).
Blasa Monge López (1922).
ORTEGA ANTÓN, Antón. Nacido en 1992. Aporta los datos que le ha facilitado un informante nacido en Madrid en
1935, que vivió en Roa (Burgos) y en el momento de la encuesta en Aranda de Duero (Burgos).
Paula [ignoramos el apellido]. Nacida en 1994 y residente en Zazuar (Burgos).
PASCUAL IGLESIAS, Lorena. Nacida en Peñalba de Castro (Burgos) en 1991, Aporta los datos escuchados a su
abuela, nacida en 1942, también en Peñalba de Castro.
VILLARRUBIA SIBAJA, Aarón. Nacido en 1991.

LILLO, Encarnación. Nacida en El Pedernoso (Cuenca) en 1946.

LLEÓ MUÑOZ, Arancha, nacida en Madrid, 23-01-1975. Recuerda información que su madre, Josefa Muñoz Santiago
(Baena, Córdoba, 08-03-1940), ha recibido a su vez de su madre política, Pilar García (Madrid, 11-10-1903).

LÓPEZ GAGO, M.ª Ángeles. Nacida en Sevilla, residente en Madrid, 23-7-1918, Sevilla.

MARAÑÓN SERRANO, Adolfo. Nacido en Alcalá la Real (Jaén), 1905. Su nieto Miguel Marañón es el informante que
relata varias anécdotas de su abuelo relacionadas con las supersticiones.

□ MARTÍN, María. Nacida y residente en Gumiel de Izán (Burgos) 1919, labradora, carnicera, ama de casa.
□ MERUELO, Cándido. Nacido y residente en Sotillo de la Ribera, Burgos, 1934, albañil.

MUÑOZ HUERTAS, Julia. Villa de Don Fadrique, Toledo, 30-08-1927.

NIETO SERRANO, Francisca. Madrid, barrio de Chamberí, 15-09-1915. Algunos de los datos, se los transmitió su madre,
Juana Serrano Sanz, nacida entre 1875 y 1880, en Redueña, Madrid.

ORTEGA MOLERO, M.ª Luisa. Nacida en Melilla, 21-06-1928.

□ PALACIOS, José Luis. Caleruega, Burgos, 1972; webmáster de Caleruega noticias web.

□ PÉREZ, Concha. Nacida y residente en Quintana del Pidio (Burgos), 1932), labradora y ama de casa.

□ RAMÍREZ, Gloria. Nacida en Palencia en 1953.

□ RODRÍGUEZ, Estefanía. Nacida en Gumiel de Izán (Burgos), 1927.

RODRÍGUEZ GANCEDO, Rosario (nacida en Madrid en 1937), aporta recuerdos de su madre, Rosario GANCEDO
LADO (Madrid, 05-10-1905)

□ RODRÍGUEZ MARLASCA, Virginia. Nacida en Madrid, 1980.

□ SÁEZ, Ernesto. Nacido en Burgos, 1940; vinculado a Castrillo de Murcia, maestro.

□ SANZ, María José, nacida en Hontangas, Burgos, 1963.

SEVILLA MUÑOZ, Carmen. Guadalajara, 26-07-1968.

□ VIYUELA, Gabriela. Nacida y residente en Boada de Roa (Burgos), 1926, labradora y ama de casa.

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Julia SEVILLA MUÑOZ

Doctora en Filología Francesa por la Universidad Complutense de Madrid en 1987, de la que es profesora desde 1985.
Actualmente es Profesora Titular, acreditada para Cátedra, en el Dpto. Filología Francesa de esta Universidad. Su docencia
aborda materias centradas en la Lingüística aplicada a la traducción (principalmente francés-español). Ha pronunciado
conferencias y ha impartido seminarios en distintas ciudades españolas y en distintos países (Francia, Bélgica, Italia,
Hungría, Grecia, Portugal, Japón, México, Noruega, Ucrania). Su investigación, pionera en España, está centrada en la
Lingüística aplicada a la traducción y en la Paremiología comparada, en especial los refranes o paremias populares. Fue
fundadora, en 1993, y es Directora de Paremia, la primera revista española y la segunda del mundo dedicada al estudio y
conservación de los enunciados sentenciosos, en particular los refranes. Destaca su labor de coordinadora de:

Reuniones científicas: I Congreso Internacional de Paremiología (UCM, abril de 1996), del II Congreso Internacional
de Paremiología (Univ. de Córdoba, mayo de 1998) y de dos Seminarios Internacionales Complutenses (mayo de 1998 y
noviembre 2007).
Equipos de investigación: El primer equipo español de investigación paremiológica interuniversitario financiado por el
Ministerio de Educación, en el que participaron 4 universidades (Univ. Santiago, Valencia, Murcia y UCM). El primer
equipo interdepartamental e interfacultativo de investigación paremiológica de la Universidad Complutense de Madrid.
Es una de las directoras del primer grupo de investigación nacional e internacional sobre fraseología y paremiología, con
investigadores de varios países: el Grupo de Investigación UCM 930235 Fraseología y paremiología.
Proyectos de Investigación: dos Proyectos Lingua (financiados por la Comunidad Europea) sobre lenguas
especializadas.
Ediciones de refraneros multilingües:

877 refranes españoles con su correspondencia catalana, gallega, vasca, francesa e inglesa (autores: J. Sevilla, J.
Cantera, M. Burrel, J. Calzacorta y G. Conde). Madrid: EUNSA, 1998, 2ª edición revisada y ampliada en el año
2000.
1001 refranes españoles con su correspondencia en ocho lenguas (alemana, árabe, francesa, inglesa, italiana,
polaca, provenzal y rusa) (autores: J. Sevilla, J. Cantera, Mª I. T. Zurdo, R. M. Piñel, S. L. Arora, M.ª T. Barbadillo,
F. Ruiz, A.-S. Ould Mohamed-Baba, A. Arroyo, M. Burrel, F. Presa, A. Grenda, M.ª P. Blanco y G. Turover). Madrid:
Eiunsa, 2001; 2ª edición revisada y ampliada en el año 2008.

El primer programa de doctorado en el mundo sobre fraseología y paremiología (inicio curso 2004-2005), con
profesores de varios países: Programa Interfacultativo (299) Estudio y función de las unidades lingüísticas estables:
fraseologismos y paremias (UCM). Este programa se encuentra en extinción.
El Doctorado en Estudios Franceses con Mención de Excelencia ( Dpto. Filología Francesa, Universidad Complutense
de Madrid), de 2012 a 2012.

Investigadora principal de varios proyectos de investigación I+D+i financiados por el Ministerio de Educación y Ciencia, y
de un proyecto financiado por la AECI (Ministerio de Asuntos Exteriores), fue colaboradora de la sección El Trujamán
(Centro Virtual del Instituto Cervantes).

Entre sus numerosas publicaciones paremiológicas y editora de varios refraneros multilingües, destacan:

Proverbes, expressions proverbiales, sentences et lieux communs sentencieux de la langue française d'aujourd'hui, avec
leur correspondance en espagnol (autores: Louis Combet y Julia Sevilla), en Paremia, 4, 1995: 7-95.
El calendario en el refranero español (autores: Jesús Cantera y Julia Sevilla). Madrid: Guillermo Blázquez, editor, 2001.
El calendario en el refranero francés (autores: Jesús Cantera y Julia Sevilla). Madrid: Guillermo Blázquez, editor, 2001.
Refranes y proverbios de Hernán Núñez (1555). Edición crítica de L. Combet, Julia Sevilla Muñoz, G. Conde Tarrío y J.
Guia. Madrid: Guillermo Blázquez, 2001.
Los 494 refranes del Seniloquium (autores: Jesús Cantera y Julia Sevilla). Madrid: Guillermo Blázquez, Editor, 2002.
Libro de refranes y sentencias (1549) de Mosén Pedro Vallés. Edición crítica de Jesús Cantera y Julia Sevilla. Madrid:
Guillermo Blázquez, Editor, 2003.
Los 173 refranes que emplea Juan de Valdés en el Diálogo de la Lengua (1535). (Autores: Jesús Cantera y Julia Sevilla).
Madrid: Guillermo Blázquez, Editor, 2004.
Diccionario temático de locuciones francesas con su correspondencia española (Autores: Julia Sevilla Muñoz y Jesús
Cantera). Madrid: Editorial Gredos, 2004.
Pocas palabras bastan. Vida e interculturalidad del refrán. (Autores: Julia Sevilla y Jesús Cantera. Editor: Ángel
Carril). Salamanca: Centro de Cultura Tradicional (Diputación de Salamanca), 2002.
Refranes, otras paremias y fraseologismos en Don Quijote de la Mancha (Autores: Jesús Cantera Ortiz de Urbina, Julia
Sevilla Muñoz y Manuel Sevilla Muñoz). Editado por Wolfgang Mieder. Burlington, Vermont: University of Vermont,
2005.

María del Carmen UGARTE GARCÍA

Nacida en Gumiel de Izán (Burgos, España) el 13 de marzo de 1953, con apenas pocos meses vino a vivir a Madrid, donde
sigue residiendo, aunque ha mantenido siempre una fuerte vinculación con su lugar de nacimiento.

Estudió Económicas, Estadística e Investigación Operativa y Filología Hispánica, por este orden, en la Universidad
Complutense de Madrid. Como economista trabajó primero en el área financiera y de planificación, para especializarse
después en el área de informática como especialista en tecnologías de la información.

Su interés por la lengua la llevó al área de la terminología informática y a la traducción especializada, habiendo colaborado
con distintos organismos e instituciones, y coordinando algunos grupos de trabajo en esta área entre los profesionales
informáticos.

Desde siempre ha mostrado un gran interés por los temas de cultura popular, con atención especial a la comarca de la que es
originaria, siendo colaboradora habitual de la revista bimestral Nos Interesa, que publica el Ayuntamiento de Gumiel de
Izán.

En 2004 inició su doctorado en el programa de doctorado Estructura y función de las unidades lingüísticas estables:
fraseologismos y paremias Durante el periodo de investigación (2005-206) estudió la lírica popular en la Ribera del Duero
mediante el análisis de un corpus de composiciones breves recogidas muchas de ellas directamente en trabajo de campo. En
diciembre de 2012 defendió su Tesis Doctoral sobre la literatura oral en la Ribera del Duero, en particular fraseologismos y
paremias.

Ha participado en distintos seminarios, en la primera y segunda ediciones del Interdisciplinary Colloquium on Proverbs
(Tavira, Portugal, noviembre de 2007 y 2008) y entre los trabajos de campo cabe destacar la coordinación del trabajo
llevado a cabo por los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza en sus respectivos pueblos, con la publicación del trabajo en la
página web del centro y un opúsculo de difusión local. Igualmente, y durante la primavera del 2008, se llevó a cabo en el
pueblo de Quintana del Pidio entrevistas sobre cuestionario acerca de los refranes meteorológicos, que dieron lugar a una
conferencia y un número doble de la revista Cuadernos del Salegar, publicada por la Asociación El Salegar de la
mencionada localidad.

Otro de los trabajos realizados ha sido sobre la iluminaria de Terradillos de Esgueva (Burgos) publicado en Culturas
Populares, 2007, 5.
(1) Apartados cuya autora es Carmen Ugarte: 1.9./ 1.10./ 1.22./ 1.30./ 1.39./ 4.2./ 4.5./ 4.11./ 4.22.2./ 4.3.1/ 4.33.4/ 5.1.2./ 5.1.11./ 5.1.14./
5.1.16./ 5.2.4./ 5.2.5./ 6.7.8./ 7.2./ 8.1./ 8.2./ 8.6./ 8.10./ 9.5.3./ 10.1./ 10.3./ 11.2./ 11.8./ 11.14.4./ 11.14.8./ 12.4./ 13.3./ 13.5./ 13.9./ 13.10./
13.11.2./ 13.11.3/ 13.11.5./ 13.11.9./ 13.11.12./ 13.11.14./ 15.2./ 16.1./ 16.2./20.1
Apartados cuya autora es Julia Sevilla: 1.1./ 1.3./ 1.4./ 1.5./ 1.7./ 1.13./ 1.13.2./ 1.16./ 1.19./ 1.23./ 1.26./ 1.28./ 1.29./ 1.32/ 1.40./1.41./
1.42.1./ 2.2./ 2.4.2/ 3.2./ 3.3./ 3.4./ 3.5./ 3.6./ 3.7./ 3.10.4.1./.3.10.5./.3.10.6./.3.10.7./.3.10.8./ 4.5./ 4.9./ 4.10./ 4.12./ 4.13./.4.14./ 4.15./ 4.16./
4.17./.4.20./ 4.21./ 4.22.1./ 4.26./ 4.28./ 4.29./.4.30./.4.31./.4.32./ 5.1.4./ 5.1.5./ 5.1.6./ 5.1.8./ 5.1.10./ 5.1.12./ 5.1.13./.5.1.15./ 5.1.17./.5.2.2./
6.1./ 6.2./ 6.3./ 6.4./ 6.6./ 6.7.5./ 7.5./ 7.6./.8.3./8.5./ 10.1./ 10.2./ 10.3./ 10.5./ 11.1./ 11.3./ 11.5./ 11.6./ 11.12./ 11.13./ 11.14.6./ 13.2./ 14./
19./21.1./21.3.
Apartados con redactados por Carmen Ugarte y Julia Sevilla: 1.2./ 1.6./ 1.15./ 1.17./ 1.20/ 1.24./ 1.27./1.34./ 1.35./1.37./ 1.38./
1.42.6./1.42.10/ 2.3/ 3.1./ 3.8./ 3.9./ 3.10.2./ 3.10.4.2./.4.1./.4.3./ 4.4./ 4.7./ 4.18./ 4.21./ 4.24./ 4.25./4.27./ 4.33.8./ 5.1.9./ 5.2.1./.5.2.2./.5.2.3./
6.5./ 7.3./ 7.8./ 8.4./ 9.1./ 9.3./ 9.4./ 10.4./ 10.6./ 11.4./ 11.9./ 11.11./ 11.14.8./ 11.20./ 12.2./ 12.3./ 13.1./ 13.4./ 13.6 / 13.7./ 13.8./ 13.9./
13.10./ 15.1./ 16.3./ 17/ 18./ 20.2./ 21.2./ 22. volver
(2) En la época de los descubrimientos y las guerras en Flandes, muchas mujeres rezaban por sus esposos o novios en tierras lejanas, como
Doña Soledad Vargas, doncella de noble familia enamorada de don García de Ocaña, quien se marchó a las Indias a los pocos días de
prometerse con ella ante la imagen de la Virgen. Pasó el tiempo y don García no regresaba. Cerca del palacio de la joven había una hornacina
con Nuestra Madre Dolorosa y a ella encomendó sus oraciones. Como al día siguiente tuvo noticias de su amado, intensificó sus rezos
nocturnos a la Virgen. Para que no interrumpiera sus oraciones por el sueño, su doncella la despertaba clavándole un alfiler, que después
dejaba a modo de ofrenda a la Dolorosa. Esta escena se repitió en bastantes ocasiones hasta que don García volvió y se casó con doña Sol. La
Devoción a la Virgen se transformó con el tiempo en la piadosa creencia para las jóvenes de que, si le rezaban y depositaban un alfiler en la
hornacina pronto tendría un novio. volver
(3) La princesa Cristina, hija del rey Haakon, tenía 24 años cuando llegó a Castilla en el año 1257. Se desposó con el infante don Felipe de
Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio. Murió cuatro años después, en Sevilla, donde se instaló con su esposo. Su cuerpo fue trasladado al
pueblo burgalés de Covarrubias, en cuya Colegiata reposan sus restos (Véanse fotos de la estatua de la princesa situada delante de la
Colegiata, del sepulcro y la campana en la página web http://www.ecovarrubias.com/ es/turismo/index.asp?iddoc=9, consulta: 02-1-2008). volver
(4) Miguel Marañón recuerda una anécdota de su abuelo Adolfo Marañón Serrano, nacido en 1905 en Alcalá la Real (Jaén), contada por su
padre. Su abuelo era pescadero en un pueblo de Jaén y, una vez que tenía que venir a Madrid por negocios, se llevó a su padre también.
Decidió que había que comprar lotería en la capital, «porque en Madrid es donde siempre toca». Se acercaron a Doña Manolita y su abuelo
pidió a su hijo que comprara el billete a ciegas, diciendo que «no lo mires, no debes saber el número que compras hasta que no salgamos de
la tienda». Cuando ya habían salido del despacho de lotería, su abuelo le dijo a su padre que mirase el número. Su padre se lo dijo y la
respuesta de su abuelo fue de lo más divertido: «¡Maldita sea: ya nos han engañado!». volver
(5) Según la noticia aparecida en el Diario de Burgos (23/12/2010). volver
(6) El hispanista José Manuel Pedrosa ha realizado un magnífico estudio sobre La historia secreta del Ratón Pérez (2005) y a él remitimos
para recabar más información. volver
(7) El mal de ojo es la energía negativa que alguien dirige a través de su mirada hacia personas o animales para «ocasionarles numerosos
males e inconvenientes» (Flores, 2005: 184). volver
(8) Estos datos no proceden de informantes a los que hemos entrevistados, sino que se trata de un foro que tiene un apartado dedicado a los
refranes dentro del capítulo cultura, historia y tradiciones. La primera fecha corresponde a la introducción del dato y la segunda, al día en
que realizamos la consulta. volver
(9) Dato aportado por Lidia Kwuadu López, nacida en 1994 y estudiante en el I.E.S. Juan Martín el Empecinado (Aranda de Duero, Burgos).
volver
(10) Este dato lo aporta Marcos Ortega Antón, nacido en 1992 y estudiante en el I.E.S. Juan Martín el Empecinado (Aranda de Duero,
Burgos). volver
(11) Sin embargo, según un informante de San Llorente (Valladolid, nacido en 1935), esto sucede si se lleva mucho dinero en el bolsillo en
ese momento (Miravalles, 2007). volver
(12) Para una informante de Benavente (Zamora), nacida en 1924, es mal presagio ver volar cuervos (Miravalles, 2007). volver
(13) Antiguamente, el cillero era quien almacenaba y guardaba los diezmos y primicias de la Iglesia de Dios. Hoy es el almacén o panera
donde se guardan las cosechas. El canto de los sapos en enero indica humedad y templanza. Un mes de enero húmedo no es bueno, por lo que
se aconseja no vender el grano y cerrar las paneras, porque, al ser un año de mala cosecha, se cogerá poco cereal y valdrá caro («Los
pronósticos de las cabañuelas», Cartelera Arandina, n.º 586, 20 de enero del 2010). volver
(14) Sin embargo, para una informante de Benavente (Zamora), nacida en 1924, significa que esa persona no se casará (Miravalles, 2007).
volver

(15) Pingar el mayo es plantarlo, ponerlo en posición vertical. volver


(16) El hecho de que 13 comensales traiga mala suerte está relacionado con la Última Cena de Cristo con sus discípulos. volver
(17) Un fraile fue a comprar una docena de huevos y le dijo a la tendera: «Quiero una docena, pero como son para distintas personas, me los
vas a poner por separado. Para el abad me pones media docena (6); para el padre tornero un tercio de docena (4); y para mí, sólo, un cuarto
de docena». Así lo hizo la tendera y el fraile pagó trece huevos al precio de una docena, y se marchó. Al revisar las cuentas, ella adivino el
engaño y, cuando el fraile volvió a la semana siguiente por más huevos, le dijo: «¡Señor fraile, le pongo junta la docena de huevos... y ya se
hará vuesa merced los repartos por el camino» (Roque, 2008). volver
(18) Véase el artículo de José Enrique Gargallo (2006a). volver
(19) Pingar la Cruz es ponerla en posición vertical. volver
(20) Véase también la página web http://club.telepolis.com/jcabanes/dichos/nava.htm, (consultada: 08/04/2008). volver
(21) «La celebración de su festividad fue eliminada en la reforma de 1969/1970), alegando que “los hechos de Santa Bárbara son
completamente fabulosos y que incluso acerca del lugar en el que sufrió el martirio hay mucha disensión ente los entendidos”» (Cantera Ortiz
de Urbina, Cantera Montenegro y Sevilla, 2002: 144). volver
(22) «Instantes después otro relámpago y otro trueno, mayores si cabe que el anterior, causaban un nuevo sobresalto a mi abuela, que
continuaba rezando, casi gritando...

Bárbara divina y santa


que con palma de martirio
estás con Cristo y su Madre
gozando en el cielo empíreo.

La tormenta continuaba, los relámpagos y truenos se sucedían sin interrupción, la lluvia caía a cántaros, la calle se había convertido en un
torrente, y mi abuela seguía con sus jaculatorias...

¡¡¡Santo Dios, Santo Fuerte, Santo inmortal


Líbranos de la muerte y de todo mal!!!
Ay, Santa Bárbara bendita...!»
(José de Frutos: «Santa Bárbara y los truenos», Val de Ozate, 2010, p. 73).

volver
(23) Sin embargo, para una informante de Simancas (Valladolid), de 61 años, da buena suerte llevar una prenda de color verde (Miravalles,
2007). volver
(24) Puede suponer una ofensa a la Virgen, tal como explica Ángel Carril «Si el pan al colocarlo sobre la mesa poníase boca abajo, supondría
una ofensa a la Virgen, invitando a su correcta posición alegando que ésta, con tal acto, lloraba» (1981-1982 = 2003: 60). volver
(25) Véase el artículo de José Enrique Gargallo (2006b). volver
(26) Primer verso de una rima mucho más larga, en algún trabajo del I. E. S. El Empecinado durante la primavera del 2007 aparece recogido
como refrán. volver
(27) Acerca del significado de este cerdo encontramos cuatro teorías (San Antón Abad: 16 -17). La aparición del marrano con San Antón es
algo que no está muy claro. Habría cuatro posibles hipótesis para poder explicarlo. Una primera se basaría en un milagro que, según la
tradición, tiene como escenario España, concretamente Barcelona. Hasta allí fue San Antón volando en una nube, requerido por la reina,
cuyos hijos tenían el demonio en el cuerpo. Ya alojado en casa del preboste Andrés, llegó un lechón en la boca a quien le faltaban los ojos y
las patas. El preboste Andrés, enfadado, quería arrojar al animal a la calle, pero San Antonio sanó al cochinillo milagrosamente.
La segunda considera que este animal sería el símbolo del mal, de aquellos demonios que le tentaban durante su estancia en el desierto de
Egipto, y que él consigue dominar. No hay que olvidar que desde la Edad Media las representaciones de ciertos animales como el cerdo,
sirven como símbolo de los pecados, de las bajas pasiones humanas (lujuria, gula).
Otra conjetura dice que haría referencia a los sacrificios de animales que los griegos y los romanos hacían a sus dioses, considerados
demonios por la nueva fe cristiana.
Y por último, la cuarta opción estaría relacionada con los monjes seguidores de San Antón, quienes se dedicaban a curar con la grasa del
gorrino, unos sarpullidos en la piel producidos por la ingestión de pan de centeno. El llamado «mal de los ardientes» se convirtió en una
epidemia en el siglo XI. volver
(28) El origen del pan de San Antón. Su origen está en el hecho de que los antoninos curaban a los peregrinos enfermos de mal de los
ardientes producido por la ingestión de pan de centeno. La ingesta de pan de trigo, que ofrecían los monjes a los peregrinos en el convento de
Castrogeriz (Burgos), servía para paliar los estragos de esta enfermedad. Son muchos los sitios en los que se ofrece este pan de San Antón a
los fieles. volver
(29) En este librito (San Antón Abad: 39-40), se registra un responsorio bastante completo para invocar la intercesión del santo que
transcribimos completamente:

Responsorio del glorioso y milagroso San Antonio Abad


Para las cosas perdidas; para que las fieras no dañen a los animales que se quedan en los montes, y para que aparezcan si se pierden:

Abogado en sufrimiento
eremita prodigioso,
penitente sin segundo,
Job en paciencia, animoso;
con razón te clama el mundo
el Santo más milagroso.
Por su intercesión se apagan los incendios
Vences las mayores plagas
con tu Caridad ardiente;
sanas lepras, curas llagas,
y aun el fuego más vehemente
matas, extingues y apagas.
Medicina de todos los animales
De todos los racionales,
eres Refugio y consuelo,

logran de tu santo celo


alivio en todos sus males.
Contra las tentaciones del demonio
De las fuertes invasiones
De Luzbel y sus secuaces
Triunfas con muchos blasones
Y a todos verlos los haces
venciendo sus tentaciones.

Por virtud especial, curan los panecillos y las campanillas del Santo las dolencias a todos los animales [cursiva nuestra].

Con panecillos curáis


Prodigios y maravillas,
Mil tragedias remedias,
Y al son de unas campanillas
A todo bruto sanáis.volver

(30) Se refiere a San Antonio de Padua, franciscano nacido en Lisboa (ca. 1195) y fallecido en la ciudad italiana de Padua en 1231. No hay
explicaciones claras sobre el motivo por el que se lo invoca para, entre otros favores y beneficios, encontrar los objetos perdidos, aunque
puede que guarde relación con un suceso que se narra entre sus milagros (De vita et miraculis Sancti Antonii de Padua, quae in eius maiore
legenda in toto vel in parte non ponuntur, en la Chronica XXIV Generalium ordinis minorum, pp. 132-133): un novicio huyó del convento
tras robar un valioso psalterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se
vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolverlo. volver
(31) Ángel Carril (nacido en 1954 en Salamanca), comentó a Julia Sevilla en 2002 que entre las creencias transmitidas por tradición oral por
su familia se encontraba la de rezar un Padrenuestro a San Antonio para ayudarle a encontrar algo que había perdido. volver
(32) Un padrenuestro doble es el que repite cada verso de la oración dos veces: «Padre nuestro, que estás en los cielos. / Padre nuestro, que
estás en los cielos. / Santificado sea tu nombre. / Santificado sea tu nombre...». volver
(33) Enmarcá es «enmarcada», esto es «la Pascua de Resurrección cuando cae hacia el 25 de marzo. Día de San Marcos» (Rodríguez Marín,
1926: 362). volver
(34) Pingar la cruz es ponerla en posición vertical. volver
(35) San Pedro Regalado (1390-1456) fue beatificado en 1456 por el Papa Inocencio XI y canonizado en 1746 por el Papa Benedicto XIV. Su
tumba se encuentra en el Santuario de San Pedro Regalado (La Aguilera, un barrio de Aranda) y ha recibido visitas de reyes y emperadores,
como Isabel la Católica, Fernando el Católico, el Cardenal Cisneros, Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II y Felipe V. volver
(36) Véase al respecto Deon: Instituto de Ciencias Superiores y la Fundación Crecimiento Interior
http://www.deon.com.ar/gemoterapialist.html [27/08/2011]. volver
(37) También evita que salgan hemorroides, según un informante de 82 años de Pedraja de Portillo (Valladolid), según registra en su trabajo
Miravalles (2007). volver
(38) Rodríguez Marín comenta que se trata de un remedio empírico que seguramente «nunca las habrá extirpado». volver
Elena ALONSO PÉREZ ÁVILA 1
Sección de Publicaciones de la Naciones Unidas (UNOG, Ginebra, Suiza)
ealonsop@gmail.com

Vanessa FERNÁNDEZ PAMPÍN


Universidad Complutense de Madrid (España)
vaneferpa_5@hotmail.com

Resumen: Recopilación y estudio de las creencias populares, las supersticiones que siguen vigentes en Galicia y los
refranes a ellas asociados empleados todavía hoy por la comunidad de hablantes o por las generaciones anteriores, como los
padres o los abuelos. Los refranes y las supersticiones proceden de distintas localidades gallegas.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Galicia.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Galicie »


Résumé : Recueil et étude des croyances populaires et des superstitions encore en vigueur en Galice et des proverbes qui
leurs sont associés y qui sont encore utilisés aujourd'hui par la communauté parlante ou par les générations précédentes, tels
que les parents et grands-parents. Les proverbes et les superstitions proviennent de plusieurs localités galiciennes.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Galice.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Galicia»


Abstract: Compilation and study of the popular believes and the superstitions currently in use in Galicia and proverbs
related to them yet used today by the Galician speaker community or the previous generation, such as parents or
grandparents. Proverbs and superstitions were collected in different areas of Galicia.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Galicia.

Galicia ha sido desde siempre una tierra de meigas, de brujas, de magia, quizás debido a un pasado mítico, a su tiempo
meteorológico, a su duro paisaje y su situación con respecto al resto de la Península (la finis terrae 2). Tierra generadora de
grandes dosis de trabajo a los antiguos inquisidores, quienes afirmaban que Galicia está muy afligida por la plaga de
meigas; hecho que no es ninguna novedad pues todo gallego saber perfectamente que, cuando se habla de meigas, avé-las
hailas.

Esta tierra rica en supersticiones, creencias ancestrales, tradiciones místicas ha suscitado el interés de numerosos
antropólogos y especialistas en tradiciones, y de ella se han ocupado ya en numerosos estudios y trabajos de investigación.
En nuestro caso, queremos únicamente mostrar aquellas supersticiones que siguen vigentes hoy en la sociedad de la
tecnología, de la imagen, del estrés y de las prisas, presentes en el recuerdo de gallegos de todas las edades y que, en
muchos casos, aún siguen siendo practicadas y se integran en la vida cotidiana de muchos gallegos y gallegas que las
perciben no como hechos anacrónicos, mágicos o extraños sino como tradiciones positivas; se trata de un enriquecimiento
cultural que, en muchas ocasiones, no está falto de lógica.

El primer punto de esta pequeña investigación sobre las supersticiones en Galicia, se acerca a las supersticiones y creencias
populares relacionadas con objetos de la vida cotidiana.

Meter la mano en el costurero y pincharse con una aguja conlleva el suceso de algo negativo. Nos lo transmite Diana
Mojón Álvarez (Vigo, 1992), quien se lo escucha a su madre.
María del Carmen Méndez (Solláns, 1968) dice que, cada vez que se pinchaba con la aguja de la máquina de coser por
despiste, alguien estaba pensando mal de ella.

Marta García Prol (Vigo, 1978) cuenta que en las bodas se colocan alfileres a las solteras y, si no se les caen, significa
que se casarán pronto.
Para favorecer la fortuna se coloca el día de fin de año un anillo de oro en una copa de champán. Se debe de beber todo
el champán con el anillo dentro de la copa, cuidando de no beberse el anillo, pues la buena fortuna puede cambiarse.
Según Sandra Lamas Rey (Vigo, 1992), perder la alianza de matrimonio mientras tu pareja está de viaje, se asocia a
connotaciones negativas: algo malo sucederá a tu pareja.

Es negativo colocarlo en el suelo porque se escapa el dinero. Es una superstición muy común que mucha gente cumple.
Pili Fernández Pintos (Solláns, 1973), por ejemplo, no deja que en su coche se pongan los bolsos en las alfombras;
tienen que estar en los asientos o encima de las piernas de los acompañantes.
Elena Alonso Pérez-Ávila (Ourense, 1981) no lo coloca en el suelo ni tampoco en la cama ni al lado de una papelera.
Tampoco se debe poner una papelera al lado de una caja registradora porque se va el dinero ganado.

Perder un botón es indicio de buena suerte (Andrea Fernández Estévez, Vigo, 1991).
Abrocharse de forma incorrecta una camisa o una chaqueta, depende de los informantes, puede significar buena o mala
suerte (Andrea Fernández Estévez, Vigo, 1991; Ángela Díaz González, Vigo, 1992).

La cama no debe estar con los pies hacia la puerta, pues es la posición de los muertos. Se cree que la muerte tiene una
entrada más fácil en esa posición.
La cama es uno de los lugares más propicios a la acción de las brujas, meigas... Los signos de protección contra los
males de ojo o meigallos se deben colocar debajo de la cama. José Penedo Fernández (Vigo, 1978) nos explica que,
quien no puede conciliar bien el sueño por algún motivo, debería poner un amuleto o algo con lo que se sienta protegido
debajo de la cama.

En O Valadouro (en Lugo), el pueblo de Mar Viamonte Expósito (O Valadouro, 1973), cuando las campanas al ser
tocadas siguen sonando como si llorasen (laian), los mayores del lugar afirman que es signo de que alguien del pueblo
va a morir.

Un cigarrillo no se puede encender con una vela, es mucho mejor hacerlo con una cerilla o un mechero. Charo Calvo
Diéguez (Santiago de Compostela, 1981) nos comenta que, si lo encendemos con una vela, se está poniendo en peligro
la vida de un marinero; si lo encendemos con un mechero ante un grupo de fumadores, es bueno apagar la llama tras
cada cigarrillo encendido, pues tres o más cigarrillos con la misma llama, no connota nada positivo. Son supersticiones
muy corrientes, conocidas y practicadas.
Al empezar la cajetilla, si se pone un cigarrillo al revés (con el filtro hacia abajo, se pide un deseo y se cumplirá, si es el
último cigarrillo que fumas. Como la anterior, es una superstición muy recurrente y seguida (J. Morchón Viñas, A
Coruña, 1973; S. Lamas Rey, Vigo, 1992; A. Fernández Estévez, Vigo, 1991).
Si la forma de encender el cigarrillo es importante, no menos va a serlo cómo lo apaguemos: Ángela Díaz González
(Vigo, 1992) nos explica que no apagarlo puede atraer la mala suerte y Andrea Fernández Estévez (Vigo, 1991) nos dice
que apagarlo con el pie induce a la mala suerte, pues estás pisando parte de tu aire.

El cuadro debe estar colocado en su lugar de forma recta. Si, al volver a casa, el cuadro está torcido o movido supone
malos augurios para esa casa. Nos lo indican dos informantes: Marta García Prol (Vigo, 1978) y Diana Mojón Álvarez
(Vigo, 1992), quien se lo escucha muy frecuentemente a su madre.

Se cree que pasar por debajo de una escalera es funesto, porque, al hacerlo, se rompe el triángulo que forma la escalera
con el suelo, asociado a la Santísima Trinidad. Romperlo bruscamente puede ser negativo.

El acto de barrer los pies a una joven o a una viuda hará que no se case. Se trata de una superstición muy habitual
conocida por todos nuestros informantes y utilizada por nosotras mismas.
Darle con el palo de la escoba a alguien en la cabeza es signo de mal agüero, pues se puede interrumpir su crecimiento.
Esta superstición nos la informa María Dolores Álvarez Crujeiras (Agüiño-Ribeira, 1934) y se puede relacionar con el
siguiente refrán recogido en Vázquez Saco (2003: 805): Si pasas por debaixo do pau, non medras máis [Si pasas por
debajo de un palo, no creces más].
Barrer la casa por la noche hacia fuera echa la suerte de la casa y la desprotege de las meigas. María de Carmen Rico
Rodríguez (Aguións – A Estrada, 1952) nos comenta que su madre no soportaba que se barriese la cocina por la noche.
Nos lo comenta también Carmen Pérez-Ávila (Ourense, 1948). Una variante de esta superstición es la que nos transmite
Charo Calvo Diéguez (Santiago de Compostela, 1981), según la cual, no se puede barrer de noche porque las ánimas que
vienen a calentarse a la lareira (chimenea) se espantan.
Otros informantes nos explican que, en el caso de barrer por la noche, debe dejarse el polvo acumulado en el suelo, para
que precisamente no se vaya la suerte de la casa.
Con respecto a la acción de barrer, Vázquez Saco (1987: 350) y Ferro Ruibal (2003: 291) recogen el siguiente refrán: O
día que non se varre, entra na casa quen non se sabe [El día que no se barre, entra en casa quien no se sabe].
Si se quiere echar de casa a alguien o evitar la visita de una persona determinada, podemos echar sal en la puerta o poner
una escoba detrás de la puerta, según nos explican respectivamente Charo Calvo Diéguez (Santiago de Compostela,
1981) y Carmen Pérez-Ávila (Ourense, 1948).
Adrián Pérez Álvarez (Vigo, 1991) nos dice que su madre siempre deja la escoba con el palo hacia abajo para ahuyentar
los malos espíritus que se puedan acercar a la casa.

Romper un espejo trae siete años de desgracia. Se trata de una superstición muy extendida, de la que todos los
informantes hablan. Se puede reparar echándose sal por los hombros hacia atrás. Los informantes no se ponen de
acuerdo si se tiene que echar sal sólo por el lado izquierdo o por ambos lados.
Se considera de mal agüero mirarse de noche en un espejo. Si te miras con una vela, corres el peligro de ver en el
interior al diablo o tu propio entierro. Muchos de los informantes aluden a esta superstición. Santiago Méndez Rodríguez
(Carballal, 1991), por ejemplo, nos dice que se la ha escuchado a su abuelo.
Era corriente tapar con paños negros los espejos, o ponerlos de cara a la pared cuando moría una persona en casa, para
no ver reflejada la imagen del difunto que aún no había dejado su casa durante el velatorio. Esta superstición figura en el
Breviario Enciclopédico de Eladio Rodríguez González (2001).

La mano es uno de los símbolos más comunes de protección ante las meigas y el mal de ojo. Ante algo que nos causa
mal augurio, cruzamos los dedos de formas distintas según los momentos; se utilizan en forma de mano las figas o higas
de origen romano o medieval. Una de las formas más comunes de estos amuletos es la de la mano cerrada en la que
sobresale el dedo pulgar entre el índice y el corazón. En Galicia son muy frecuentes estos amuletos, realizados con
distintos materiales (los más comunes y conocidos, el azabache y la cerámica), con formas diferentes, para que nos
protejan de los que tienen dos caras en vez de una, contra los que quieren quedarse con el trabajo ajeno, contra los
híbridos de sapo y mariposa (Véase el apartado 4. Animales), contra los retorcidos de todo tipo, contra los piojosos de
espíritu, etc. Sobre estos elementos nos informan José Penedo Fernández (Vigo, 1978) y Pili Fernández Pintos (Solláns,
1973) (Véase también 3.7. Mano).

El hecho de poseer o encontrar una herradura es positivo. Para algunos informantes, la herradura debe tener siete
agujeros y para otros, como María Rico (A Estrada, 1980), hay que colgarla en la puerta de casa, con el objeto de
protegerla. No recuerda la forma en que tiene que colocarse la herradura, si hacia arriba o hacia abajo.

El marco de fotos debe estar bien colocado, pues, si se deja al revés de la foto, por ejemplo, puede atraer malos augurios
a quien esté en la foto. De la misma forma, Dolores Álvarez Crujeiras (Agüiño- Ribeira, 1934) explica que, si se cae el
marco y se rompe el cristal, es negativo para la persona que está en la foto.

La madre de Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) cuenta que la mesa debe estar derecha, sin patas cojas, pues, de lo
contrario, algo negativo sucederá en casa.
Desirée Hernández Acosta (Vigo, 1992) ha escuchado muchas veces a su abuela reñirle por pasar por debajo de la mesa,
pues cree que, al hacerlo, se interrumpe el crecimiento normal del niño.

Encontrar una moneda en el suelo es positivo, ya que tras ella llegan más monedas, más dinero.
Se suele tirar una moneda a una fuente o determinados lugares «sacralizados» con agua para pedir un deseo. Nuestros
informantes aducen variantes en cuanto a la forma de tirar la moneda, unos dicen que con tirarla normal, mientras que
otros la tiran de espaldas y por el lado izquierdo.
Regalar un pañuelo a alguien es símbolo de mala fortuna, porque se cree que ese pañuelo hará llorar a quien se lo
regalen. Nos lo han explicado Lucía Crespo Rodríguez (Candeán – Vigo, 1991) y Sandra Lamas Rey (Vigo, 1992).

Sobre el paraguas, todos nuestros informantes coinciden en señalar que abrirlo en un lugar cerrado, augura mala suerte.
Carmen Villar (Ourense, 1978) dice que realizar esa acción acorta el crecimiento (Véase18. Medicinas y remedios).
Manuel López (Ribeira, 1978) nos explica que no se puede llevar un paraguas en un barco, lancha ni cualquier tipo de
embarcación, ya que el sitio del paraguas es debajo del agua, no encima y, si se lleva encima, se está llamando al peligro.

Desirée Hernández Acosta (Vigo, 1992) nos comenta que regalar perlas es regalar lágrimas, por lo tanto, nada positivo.
Ángeles González Dafonte (Vigo, 1968), madre de Ángela Díaz González (Vigo, 1992), nos explica que quien se casa
con un collar de perlas propicia la mala suerte en su matrimonio. La misma afirmación realiza Lucía Crespo Rodríguez
(Candeán – Vigo, 1991), también de la zona de Vigo.

Con respecto a la puerta, es tradición que los recién casados pasen el umbral de la puerta en un gesto de unión para que
ese matrimonio empiece con buen pie; este gesto consiste en que el novio cruza el umbral con la novia en brazos.
Entrando así se cree que tendrán un matrimonio feliz.

Al comprar las pulseras de hilos, se pide un deseo que se realizará si se mantiene la pulsera colocada en la muñeca hasta
que se rompa. Muchos informantes aluden a esta superstición: Javier Morchón Viñas (A Coruña, 1973) y Elena
Mosquera Souto (Betanzos, 1973) fueron quienes nos la recordaron.
Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) comenta que ella no lleva pulseras en la mano derecha porque cree que no da buena
suerte.

Dejar abiertas las tijeras o que te las entreguen abiertas en la mano representa un mal augurio. Muchos informantes
aluden a esta superstición teniendo especial cuidado de no dejar o entregar las tijeras abiertas; es el caso de Mar
Viamonte Expósito (O Valadouro, 1973), o de Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992).

Las velas son un elemento con una gran carga de significado supersticioso o de creencia tradicional. Se utilizan para
realizar peticiones a los santos, bien sea en lugares sacros o en casa. La vela debe estar encendida hasta que se acabe y
suele ir acompañada de una promesa. Es muy frecuente escuchar la expresión vou poñer unha vela... [voy a poner una
vela...], cuando se tiene que hacer algo que resulta difícil o cuyo resultado es incierto.
Las velas bendecidas de la Candelaria se guardan en casa y cuando se produce una tormenta muy fuerte, se encienden
como símbolo de protección ante el trueno y el rayo. Nos lo comenta Mar Viamonte Expósito (O Valadouro, 1973).
En cuanto a la forma de apagarlas, Silvia Rodríguez (Moaña, 1985) cuenta que su abuela la reñía mucho de pequeña por
apagarla con un soplido, debido posiblemente a la connotación religiosa que tiene en sí la vela. Silvia entendía que ese
gesto no era positivo y poco a poco lo ha ido incorporando a su forma de actuar.

Patricia Fernández Parada (Solláns, 1985) cuenta que su abuela, Dolores Álvarez Crujieras (Agüiño- Ribeira, 1934),
cuando saltaban por la ventana de dentro hacia fuera, les decía a ella y al resto de sus nietos que se quedarían pequeños;
es una forma de acortar el crecimiento, por lo que, para evitarlo, les obligaba a realizar la acción contraria, saltar de
fuera hacia dentro.

En cuanto al pie relacionado con la derecha y la izquierda, existe la creencia de que levantarse con el pie izquierdo
conlleva tener un mal día. Levantarse con el pie derecho se identifica con lo contrario: con tener un buen día. Cuando las
cosas salen bien solemos decir: Me he levantado con el pie derecho. Esta superstición está totalmente arraigada en la
expresión lingüística de nuestra comunidad.
Con respecto a la cabeza hemos recogido el siguiente refrán: Si queres enfermar, lávate a cabeza e vaite deitar 3 [Si
quieres enfermar, lávate la cabeza y acuéstate]. Otilia Pintos Carballal (Solláns – Calo, 1938) nos confirma que este
refrán se utiliza en la zona de Santiago. Alude a lo malo que puede ser acostarse con el pelo mojado en una época en la
que no existía el secador.

Los dientes, en general, se relacionan con connotaciones negativas: Cando un neno endenta, a morte tenta [Cuando a
un niño le salen los dientes, tienta a la muerte]; Quen ten mal dente, ten mal parente alude a que una persona con un
diente mal, tiene un pariente que le va a dar tanto dolor como ese diente.
El hecho de que a los niños les salgan los dientes ha generado en Galicia una superstición recogida en diversos refranes
con sus respectivas variantes. Nos referimos a la creencia de que, cuando a un niño le salen los dientes, su madre pronto
se quedará embarazada de nuevo, el niño tendrá un hermano:

O dente do neno que vén temperán pronto trae un novo irmán [El diente del niño que sale pronto trae un nuevo
hermano] (Ferro Ruibal, 1987: 219).
Cando o meniño endentece, axiña irmanece [Cuando al niño le salen los dientes, pronto tiene hermanos] (Ferro Ruibal,
1987: 255)
Se o teu fillo comeza a endentecer, xa podes arranxarte para outro fillo ter [Si a tu hijo le empiezan a salir los dientes,
ya puedes prepararte para tener otro hijo] (Ferro Ruibal, 1987: 255).
Tarde endentado, tarde hermanad [Al que tarde le salen los dientes, tarde tiene hermanos] (Vázquez Saco, 2003: 608).

Muchos informantes creen que pasar la mano por la joroba de alguien da buena suerte, tanto que se llega a pasar un
décimo de lotería para que toque (María Rico, A Estrada, 1980).

La mano es uno de los símbolos más comunes de protección ante las meigas y el mal de ojo. Ante algo que nos da mal
augurio, cruzamos los dedos de formas distintas según los momentos; se utilizan en forma de mano las figas o higas de
origen romano o medieval. Una de las formas más comunes de estos amuletos es la de la mano cerrada en la que
sobresale el dedo pulgar entre el índice y el corazón. En Galicia son muy frecuentes estos amuletos, realizados con
distintos materiales (los más comunes y conocidos, el azabache y la cerámica), con distintas formas, para que nos
protejan de los que tienen dos caras en vez de una, contra los que quieren quedarse con el trabajo ajeno, contra los
híbridos de sapo y mariposa (Véase el apartado 4. Animales), contra los retorcidos de todo tipo, contra los piojosos de
espíritu, etc. Sobre estos elementos nos informan José Penedo Fernández (Vigo, 1978) y Pili Fernández Pintos (Solláns,
1973) (Véase también 1.25. Figa).
Ana Fernández Morais (Ourense, 1992) nos envía los siguientes refranes sobre el estado de las manos: Manos frías,
amores todos los días, o bien al contrario, Manos calientes, amores ardientes. Aunque no están en gallego, son
habituales en Galicia.

No podíamos dejar de nombrar en Galicia algo como o mal de ollo, o meigallo, el mal de ojo producido principalmente
por la envidia que alguien tiene hacia otra persona y a la que quiere hacer mal. Sería muy difícil e inabarcable describir
todas las formas posibles en que se puede manifestar el mal de ojo en Galicia, por lo que haremos una breve alusión. A
través de los ojos se podía comprobar si una persona tenía mal de ojo. José Penedo Fernández (Vigo, 1978) comenta que
aquellas personas con problemas físicos en los ojos, manchas o pequeños derrames internos eran considerados
portadores de esa desgracia y no se podía cruzar la mirada con ellos, pues a través de los ojos podían pasárselo a otras
personas. Este informante relaciona esto con la imagen que muchas veces tenemos de los ancianos, que pasean con la
cabeza gacha y sin levantar la mirada. Con respecto al mal de ojo hay un gesto muy común que se puede relacionar con
él, el marcar con un dedo el ojo (normalmente el izquierdo) como forma de aviso de que estamos observando.
Actualmente ha perdido en parte esa connotación de peligro que antes podía tener este gesto.

Las mujeres escogen la luna creciente para cortarse el pelo, porque se cree que crece más y con más vigor (Véase
también 12.3. Luna).

Se queres que o teu fillo creza, lávalle os pés e rápalle a cabeza [Si quieres que tu hijo crezca, lávale los pies y córtale
el pelo] (Vázquez Saco, 2003: 432, 1105).


Los animales ocupan un lugar muy importante en el imaginario colectivo gallego, por ser uno de los principales elementos
supersticiosos. Intentaremos explicar en este breve apartado, las creencias, tradiciones y supersticiones que han llegado
hasta nosotras con los animales como protagonistas. Además de las funciones que el gato, el perro, el búho, el lagarto, el
gallo, la gallina, el cuervo.... cumplen en la naturaleza, nuestros campesinos les han otorgado cualidades propias de lo
humano, humanizándolos. Dada la característica inherente al ser humano de dividir las cosas en buenas y malas, los
animales no podían ser menos y también se dividen en negativos y positivos. En la cultura gallega es fundamental esta
dicotomía bien – mal. Cabe afirmar que la cantidad de animales gallegos portadores de rasgos negativos es mayor que su
contraria. Uno de los animales humanizados más típicamente gallego es el lobo, generador de muchas historias y leyendas
y de muchas noches de miedo en los pueblos gallegos.

Para entender todo el halo supersticioso que rodea al mundo animal en Galicia se deben tener en cuenta tres factores:

1. el conocimiento y la sabiduría pasaban de padres a hijos de forma oral y se basaban en la experiencia obtenida a
través de la observación directa de lo que mejor conocían, su entorno natural.
2. no existía ni el meteorólogo ni la racionalidad con la que se observa la medicina, la tranquilidad que inspira un
hospital con muchas personas muy entendidas en casi todas las enfermedades posibles, la cura a determinado tipo de
picaduras, etc.
3. la fuerte presencia de la muerte en la vida cotidiana gallega y la relación que los vivos establecían con los muertos.

Los animales cumplen tres funciones principalmente: avisan de las posibles muertes de los habitantes del lugar con señales
diversas, llenan de buena o mala fortuna una casa o a un pueblo y pronostican el tiempo meteorológico que se espera, por lo
menos, al día siguiente (Véase 9. Fenómenos atmosféricos).

La abeja posee connotaciones positivas. Se considera que tiene virtudes especiales es el símbolo del trabajo. Además se
cree que las almas bajaban a la tierra en forma de abejas. Hay refranes con diversas variantes, que hacen alusión a este
motivo:

O que mata unha abella ten sete anos de pena [El que mata una abeja tiene siete años de pena] (Pili Fernández Pintos,
Solláns – Calo, 1973). Variante: O que mata unha abella, ten cen días de pena [El que mata una abeja tiene cien días
de pena]
O que mata unha abella ten cen anos de cadea [El que mata una abeja tiene cien años de pena]
O que mata unha abella ten nove días de pena [El que mata una abeja tiene nueve días de pena]

Las abejas pronostican, al igual que otros muchos animales, cambios meteorológicos, como se aprecia en el siguiente
refrán:

Abellas revoltas, tempestades ás voltas [Abejas revueltas, tempestades cercanas] (Ferro Ruibal, 1987:209, 3228;
Quintáns Suárez, 1992: 94).

Por el contrario los abejones son considerados de forma negativa. Se cree que los abejones son brujas o meigas que se
disfrazan así para hacer mal, en concreto daño al ganado, a las cosechas. Se recoge esta superstición en el siguiente
refrán muy conocido por buena parte de nuestros informantes:

O que mata un abellón, ten cen días de perdón [El que mata un abejón tiene cien días de perdón].

Es un animal de mal agüero, sobre todo las más grandes y negras. Se relaciona, con las meigas, con el diablo, con
sucesos negativos. Algunos de nuestros informantes se afanan por sacar pronto de casa ese tipo de arañas.
Por otro lado, pronostica el tiempo: cuando caminan hacia arriba en las paredes, señalan buen tiempo; cuando caminan
hacia abajo, auguran tormenta (treboada). Al salir de sus escondrijos se dice que va a llover, que ventan chuvia, como
explica un refrán aportado por Sandra Lamas Rey (Vigo, 1992):

Cando a araña estende o seu manto, é sinal de bo tempo [Cuando la araña extiende su manto, es señal de buen tiempo]

Santiago Méndez Rodríguez (Carballal, 1991) cuenta lo que dice su abuela con respecto a las arañas: si por casualidad te
pones debajo de su tela, es signo de buen agüero. Lo entiende como un símbolo de protección.

Los graznidos de algunas aves nocturnas son de fatal agüero y avisan del vagar de un alma en pena o de la próxima
muerte de alguien del lugar. Esto es lo que se dice del búho (que en gallego recibe el nombre de moucho)y de la lechuza
(curuxa en gallego) (Véase también 4.31. Lechuza).

Sobre este animal hemos recogido un refrán supersticioso (Vázquez Saco, 2003: 16 y 287), que se dice por la zona de
San Miguel de Buciños en la provincia de Lugo, según el cual:

Besta branca non a come o lobo [Yegua blanca no la come el lobo].

En esta zona no existen precedentes que lo contradigan.

Lucía Latorre Piñeiro (Ourense, 1981) comenta que para ahuyentar a los malos espíritus hay que llevar un colgante con
la cabeza de un escornabois con los cuernos para abajo.

Este animal es muy temido en Galicia, por lo que se le asocian connotaciones muy negativas. Recibe distintos nombres:
doñiña, donicela, denosiñsa. Recuerdo de pequeña escuchar hablar sobre este animal con un tono miedoso, de misterio
ante la sola posibilidad de su presencia. Se le atribuye a su mordedura una excepcional gravedad, que, como muestran
muchos refranes, no hace presagiar nada bueno (Véase18. Medicinas y remedios: «Picaduras de animales»):

Se te morde a doniña prepara a sabaniña [Si te muerde la comadreja prepara la sábana] (Pura Trinidad Penelas
Legaspi). Sabaniña es la sábana que se utiliza para amortajar un cadáver.
Se te morde a donicela, busca camisa para a terra [Si te muerde la comadreja, busca camisa para la tierra] (Ferro
Ruibal, 1987: 398).
Se te morde unha deluciña, busca confesor axiñ [Si te muerde una comadreja, busca confesor pronto] (Zamora
Mosquera, 1972: 224).

La mayoría de nuestros informantes aluden a las connotaciones positivas de este animal: llevar o tener una pata de
conejo augura buena fortuna. Otros nos presentaron el siguiente refrán, recogido también en Vázquez Saco (2003: 288),
quien documenta su existencia no sólo en lengua gallega, sino también en catalán y castellano, donde se iguala la cara
del conejo al diablo:

O demo ten cara de coello [El diablo tiene cara de conejo].


Variante: Vei que o demo ten cara de coello [Ved que el diablo tiene cara de conejo].

El canto de este pájaro se escucha en Galicia entre marzo y abril, empezando primero por la costa y extendiéndose luego
al interior. Sobre el canto del cuco, se dice que la primera vez que se escucha su canto no debe ser en ayunas, puesto que
te puede capar, dejarte seco; puede producirte cosas negativas. Esta superstición fue recogida de forma oral en la zona de
Pol, en Lugo. Mónica Legaspi Torre (Pol, 1981) cuenta que su madre cuando era niña (ella lo sigue haciendo ahora) y
mediaba el mes de marzo, le llevaba una galleta a la cama para que su niña no escuchase el canto en ayunas. Esta
superstición aparece reflejada en una paremia recogida por Vázquez Saco (2003: 37):

O que oie o cuco en aiunas, leva albarda pró ano [El resto del año no será propicio a la suerte].

En la zona de Puxeiros, en Vigo, escuchar el canto del cuco, en especial por la noche, tiene connotaciones negativas,
pues, según nuestros informantes, anunciaría la muerte de alguien del lugar.

Por su color negro y por su sonido característico son aves tenidas en poca estima. Se consideran aves de mal augurio,
por anunciar la muerte de alguien del lugar, como dan fe los refranes siguientes:

Cando o corvo se acerca, hai carne fresca [Cuando el cuervo se acerca, hay carne fresca]
Se o corvo se aveciña, hai morte na campiña [Si el cuervo se avecina, hay muerte en la campiña]
¿Corvos ó anoitecer? Algunha cousa quer [¿Cuervos al anochecer? Alguna cosa quieren] (Zamora Mosquera, 1972:
67).

Con respecto a los cuervos, no todo es negativo, como se aprecia en la paremia siguiente recogida por Vázquez Saco
(2003: 22).
Corvos á dreita, sorte ben feita [Cuervos a la derecha, suerte bien hecha]

Si los cuervos están situados a la derecha, la suerte acompaña a quien los ve.

Víbora: considerado también un animal muy peligroso y ponzoñoso, el refranero recomienda matarlos sin miramiento
alguno: Se te morde a víbora ou o viborón, busca a aixada i-o aixadón 4 [Si te muerde la víbora o el viborón, busca la
azada o el azadón]. Sin embargo, si te pica un escáncer o una culebra (que no se considera peligroso ni de mal augurio,
recuerdo propio de niñez, pues cuando un adulto veía un escáncer le sacaba importancia a ese animal), se dice: Se te
morde unha culebra, remedio terás pra ella [Si te muerde una culebra, remedio tendrás para ella]. Ambas paremias
están recogidas en Vázquez Saco (2003: 535, 13857 y 13866). Una alusión a la maldad de la víbora se encuentra en la
expresión utilizada muy comúnmente en gallego cuando se dice de alguien que Ten lingua de víbora [Tiene una lengua
viperina, de víbora].

Cuando una gallina se cae del ponedero (poleiro en gallego) anuncia muerte en casa:

Galiña que cae do puleiro, morte na porta [Gallina que cae del aseladero, muerte en la puerta] (Vázquez Saco, 2003:
27).

Otra paremia alude a las rarezas de estos animales, pero esta vez de forma positiva; si tienes un animal «especial» ni lo
vendas, ni lo cambies por nada:

Galiña das pernas verdes, nin as troques nin as vendas [Gallina de las piernas verdes, ni la cambies ni la vendas]
(Vázquez Saco, 2003: 27).

La gallina también es un referente meteorológico, por anunciar un cambio de tiempo, normalmente relacionado con la
lluvia cuando están todas juntas en el corral o cuando se limpia, cuando se saca los piojos (en gallego: cando se
espiolla). Así lo explican las siguientes paremias:

Están as pitas moi xuntas, sinal de tempo trocado [Las gallinas están muy juntas, señal de cambio de tiempo] (Otilia
Pintos Carballal, Solláns – Calo, 1938).
Cando a galiña se espiolla, é sinal de choiva [Cuando la gallina se saca los piojos, es señal de lluvia] (Quintáns Suárez,
1992: 94).

El caldo de gallina se emplea en la medicina popular (Véase18. Medicinas y remedios: «Alimentación y medicina
tradicional»).

También se dice que, cuando una gallina canta como un gallo, anuncia muerte en casa. Lo confirman las siguientes
paremias:

A galiña que canta como o galo é mala estrucia na casa [Gallina que canta como el gallo es mala cosa para casa]
(Vázquez Saco, 2003: 20).
Cando a galiña canta como o galo, a morte está no tellado [Cuando la gallina canta como el gallo, la muerte está en el
tejado] (Vázquez Saco, 2003: 20).
Cando a pita canta de galo, véntalle a morte a seu amo [Cuando la gallina canta de gallo, le ve la muerte a su amo]
(Vázquez Saco, 2003: 20).
¡Pobre da casa onde a galiña canta e o galo canta! [¡Pobre de la casa donde la gallina cante como el gallo!] (Ferro
Ruibal, 1987: 113).

Si el gato es negro significa tanto buena como mala suerte, dependiendo de los informantes. En general, el gato negro es
sinónimo de mala suerte, de mal augurio, mucho más si tiene algún tipo de contacto con el ser humano. Para algunos
informantes, es negativo que se cruce en tu camino, tanto por la derecha como por la izquierda; pero, para otros, sólo
resulta negativo si hay cruce de miradas entre el gato y la persona. Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) y Marta García
Prol (Vigo, 1978) comentan que sólo atrae la mala suerte si se cruzan las miradas del gato y la persona. Para Ángeles
Rodríguez Fraga (Brión – A Coruña, 1978), si el gato se cruza por la derecha presagia buena suerte, si se te cruza por la
izquierda, mala suerte. El mal augurio en general de estos animales queda claro en la siguiente paremia (Vázquez Saco,
2003: 399): Gárdate do gato que non miaña[Guárdate del gato que no maúlla]. En este caso, se nos advierte que
tengamos cuidado con los gatos que no maúllen.
Enviar un pelo de gato a alguien provoca enfermedades tales como la epilepsia. El pelo de gato se relaciona con el mal
de ojo, con desear mal a otra persona (Santiago Méndez Rodríguez, Carballal, 1991).
Las acciones del gato anuncian varios fenómenos atmosféricos (Véase9. Fenómenos atmosféricos).

La gaviota puede anunciar varios fenómenos atmosféricos. Lo confirman los siguientes refranes meteorológicos:

Gaviota a tierra volando, marinero velas rizando.


Gaivota no porto, tempo revolto [Gaviota en el puerto, tiempo revuelto]
Gaviota que busca madriguera, anuncia tempestad de esta manera.
Animales perezosos, tiempo tormentoso.

(Véase también 9. Fenómenos atmosféricos).

Cuando un grillo entra en casa no se debe matar porque se cree que son las almas de las personas fallecidas en esa casa.
Recogido de forma oral, María del Carmen Méndez (Solláns, 1968) explica que su abuela lo decía muy frecuentemente
y que no les dejaba matarlos ni sacarlos de casa hasta que se fuesen ellos solos.

Estos animales tienen en el imaginario supersticioso gallego connotaciones negativas muy parecidas en tanto que
transmisores, por un lado, de una serie de enfermedades, transmiten o aire, o colleitizo, o orballo; y por otro, de malos
augurios como veremos a continuación.

Se cree que, por donde pasa el lagarto, deja una especie de efluvio maligno que produce el colleitizo, orballo ou rastro
(panadizo o cualquier inflamación del tejido celular).

En Galicia este anfibio recibe muchos y distintos nombres: salamántiga, píntia, salamanquesa, pinchorra... Se cree que
es muy venenosa y que su sola presencia, proximidad y segregaciones producen males en los animales; los hinchaba de
tal forma que podían llegar a la muerte. Cuando se ve una salamandra, no se puede abrir la boca porque se caen los
dientes. El contacto con ella hace que en los dedos salga su forma. Su fama de mal augurio se puede apreciar en los
refranes siguientes:

Se te morde a salamántiga, que che fagan logo a cama [Si te muerde la salamandra, que te hagan pronto la cama]
(Vázquez Saco, 2003: 79, 21410; Ferro Rubial, 1987: 401, 7183).
Xarabandixa picando, a campiña tocando [Salamandra picando, la tierra tocando] (Vázquez Saco, 2003: 563, 14871).

Los graznidos de algunas aves nocturnas son de fatal agüero y significan un aviso del vagar de un alma en pena o el
aviso de la próxima muerte de alguien del lugar. Esto es lo que se dice del búho, que en gallego recibe el nombre de
moucho y de la lechuza (curuxa en gallego). Sobre la lechuza Patricia Fernández Parada (Solláns, 1985) dice que hace
unos meses en su aldea murieron varias personas en los mismos días y escuchó a un vecino suyo decir: «Eu xa sabía que
esto pasaría, andivo a curuxa a cantar por ahí estas semanas» [Yo ya sabía que esto pasaría, ha cantado la lechuza por
aquí estas semans].
El canto de este animal es señal de mal tiempo. Nos lo confirma Alex de Vea, según le dice su abuela y nos lo ratifican
las siguientes paremias:

Curuxa tardega, auga noitega [Lechuza que viene tarde, trae agua de noche] (Zamora Mosquera, 1972: 69).
A curuxa de madrugada, vento ou xeada [La lechuza que canta de madrugada, trae viento o helada] (Vázquez Saco,
2003: 753).
A curuxa no ameixón, mortandá ou tempo bon [La lechuza en el ciruelo, muerte o buen tiempo] (Vázquez Saco, 2003:
753).

(Véase también 4.6. Búho).

Las leyendas gallegas aplican al lobo características humanas negativas, astucia, maldad, sigilo, sed de muerte... Una de
las leyendas sobre este tema referida a una mujer lobo nos la recuerda Visitación Vázquez Valencia (Tosende, 1949) y la
encontramos recogida en la obra de González Reboredo (2007: 178-179). Como medio de protección ante este animal y
otros sucesos no explicables racionalmente, se pueden ver en este pueblo gran cantidad de cruces insertas en las paredes.
Uno de los lugares donde más se ven es en los molinos, muíños en gallego, un lugar muy propicio a los sucesos
extraños; solían estar a las afueras del pueblo, al lado de un río o regato con profusa vegetación y sus labores se
realizaban durante el día y la noche.
Los muíños hidráulicos de río suelen estar en lugares inhóspitos y propicios a la aparición de lobos y de otros elementos
ultraterrenales o no, como el molino situado en Santa Mª de Vailamaior de Boullosoa, en el lugar de Montecelo,
ayuntamiento de Baltar. Algo curioso de este edificio son los numerosos grabados con motivos de cruces que se pueden
observar tanto en la puerta de entrada, como en el muro divisorio interior y en el exterior en unas pequeñas rocas que
están colocadas en frente a la fachada. Nos preguntamos qué pudo haber sucedido en este lugar.

Estos pequeños y delicados animalitos reciben en gallego nombres diversos, resultando algunas de las palabras más
bonitas de nuestro idioma: xoaniña, xoañiña de Deus, margaridiñas, avelaíña... que dejan entrever a través del
diminutivo, las connotaciones positivas que se les atribuyen. Si una mariquita se posa en la mano, significa buen
augurio, sobre todo si cantándole se la obliga a volar. Una de las canciones que más se utilizan en esta zona: Mariquita
voa, voa/ Mariquita voa, voa/ que che hei de dar pan de broa 5..., así repetidamente hasta que vuele. No es
recomendable matar a estos animales por considerarlo un hecho muy grave. A esto aluden las siguientes paremias
recogidas por Zamora Mosquera (1972: 211) y algunos de nuestros informantes:

Quen mate unha avelaíña, morrerá moi axiña [Quien mata una mariquita, morirá muy pronto]

Con el término mosquito hago referencia a lo que en Galicia se conoce como Cabalo do demo, una especie de libélula
sin brillos azules en las patas, como una mezcla entre un mosquito y una araña. Este insecto tiene la costumbre de volar
alrededor de las luces, y sobre él se dice que trae buenas noticias, pero no debe matarse, porque, de lo contrario, las
noticias se convertirán en desgracia. Se dice lo mismo de las mariposas pequeñas que por las noches entran en las casas
(Vanessa Fernández Pampín, Calo – Teo, 1981).
Charo Calvo Diéguez (Santiago de Compostela, 1981), sin embargo, nos comenta que son presagio de mal agüero.

Se consideran de mal agüero los aullidos de los perros, pues se cree que alguien cercano morirá. Es una de las
supersticiones más comunes en el pueblo gallego y una de las que más rápidamente aprendidas por los niños. Confirman
esta idea refranes como los siguientes:

Can que moito ladra ruín é para a casa [Perro que mucho ladra, es ruin para casa] (Ferro Ruibal 1987: 146).
Can que moito lambe, tira o sangue [Perro que mucho lame, saca sangre] (Ferro Ruibal 1987: 147).
A mordedura dun can cúrase queimando os pelos [La mordedura de un perro, se cura quemando los pelos] (Ferro
Ruibal 1987: 509).

El perro sin rabo, o can rabelo, o el de color negro tiene connotaciones poco positivas como evidencian las siguientes
paremias (Ventín Durán, 2007: 88):

De home coxo e can rabelo arrenego [Del hombre cojo y del perro sin rabo arrenego]
De home coxo e can rabelo líbrenos Dios como do demo [De hombre cojo y perro sin rabo líbrenos Dios como del
diablo]
Nin bo Pedro nin bo can negro [Ni buen Pedro ni buen perro negro]. Según el refrán no hay ningún Pedro que sea buena
persona, al igual que ningún perro negro transmite confianza.

El perro también resulta positivo, como manifiesta la siguiente paremia:

Cando mexa o can, diñeiro na man [Cuando mea el perro, dinero en la mano] recogido en Ventín Durán, (2007:87). En
este caso, puede anunciar la llegada de dinero.

Se trata de un insecto amarillo, considerado muy peligroso, porque se come la madera y puede inocular la rabia en los
perros. Existe el refrán Se te morde a rela, podes buscar a Sabela [Si te muerde la polilla, puedes buscar a Sabela]
(Vázquez Saco, 2003: 535, 13855). Según Carré Alvarellos, rela es la polilla u oruga que destruye la madera.

El pulpo es objeto de muchas supersticiones relacionadas con las curaciones de enfermedades más o menos comunes
(Véase 18. Medicinas y remedios).

Sapo: Es un animal muy negativo porque al tocarlo o acercarse a él, vótache o aire, transmite una serie de enfermedades
de muy diversa índole. De él se decía que podía dejar ciega a la persona porque los sapos mean en los ojos de quien los
mira. Esta superstición la comenta Ángeles Rodríguez Fraga (Brión – A Coruña, 1978), quien la escuchó a su madre y a
su abuela. Se puede ver el carácter negativo de este animal en el siguiente refrán documentado en la obra de Zamora
Vicente (1972: 49):

Cada gota de auga na sega, val por un sapo na terra [Cada gota de agua en la siega, vale por un sapo en la tierra]. Se
compara el mal que hace un sapo en la tierra con el daño causado por la lluvia en julio y agosto, pues son los meses en
los que se siega.

Las ranas ayudan a pronosticar el tiempo, como queda patente en los siguientes refranes:

Si hoxe canta a ran, está bon día mañán [Si hoy canta la rana, está buen día mañana] (Vázquez Saco, 2003: 43).
Cando as rans cantan no xaneiro, sinal de lama no rueiro [Cuando las ranas cantan en enero, señal de lama en la aldea]
(Quintáns Suárez, 94). Si las ranas cantan en el mes de enero, se debe a que hay lluvias, y por lo tanto, se produce lodo.
El rueiro es la zona intermedia o común de todas las casas que forman una aldea.

Las urracas en Galicia se llaman pegas y se cree que portan malas noticias. Si revolotean con frecuencia alrededor de
una casa y si en ella hay algún enfermo, es señal de que morirá pronto. Recogida esta creencia de forma oral (Pili
Fernández Pintos, Solláns, 1973; María del Carmen Méndez, Solláns, 1968; Dolores Castelo González, Calo, 1958),
aparece también en las Supersticiones de Galicia de Jesús Rodríguez López (1971) y en el Breviario Enciclopédico de
Eladio Rodríguez González (2001).
La negatividad de estos pájaros se resume muy bien en los siguientes refranes:

Cando as pegas cantan, algo ventan [Cuando las urracas cantan, algo ven] (Vázquez Saco, 2003: 21).
Crego, pegas e choias, dou ó demo estas tres xoias [Cura, urracas, choyas, doy al diablo estas tres joyas] (Vázquez
Saco, 2003: 22).
Variante: Cregos, frades, pegas e choyas, do ao demo as catro xoyas (Vázquez Saco, 2003: 22).

Son muchos los remedios supersticiosos que se aplican a las enfermedades de estos animales (Véase 18. Medicinas y
remedios).

Sobre el escorpión, los informantes orales nos transmiten su negatividad y su miedo a la picadura, Otilia Pintos Carballal
(Solláns – Calo, 1938), Mari Carmen Rico Rodríguez (Aguións – A Estrada, 1952), Santiago Méndez Rodríguez
(Carballal, 1991) y su abuela Carmen Graña (Carballal, 1936). De este animal se dice que: Se te morde un alacrán
busca viño e busca pan e máis crego e sacristán, antes hoxe que mañán, pois logo te enterrarán [Si te muerde un
escorpión busca vino y busca pan y cura y sacristán, mejor hoy que mañana, pues pronto te enterrarán] (Ferro Rubial,
1987: 509, 9361). Con el vino y el pan alude a la comida que en la casa del difunto se solía ofrecer a los sacerdotes y
familiares que llegaban de lejos para velar el cadáver. Sobre este refrán existen muchas variantes.
(Véase18. Medicinas y remedios).

Como ya comentábamos en la introducción, una de las funciones que se le atribuían y atribuyen (se sigue oyendo este
tipo de comentarios) a los animales, es la de pronosticar el tiempo, como se aprecia en los refranes. Por ejemplo se dice
que Cando o merlo pía como o asubío do home, ó outro día Chone [Cuando el merlo pía como el silbido de un hombre,
al día siguiente llueve] (Quintáns Suárez, 1992: 94).

Sobre este número figura en el refranero la siguiente paremia supersticiosa, ya que, según el tiempo que haga en los días
1,5 y 8, así será el tiempo el resto del mes:
Se como primo, quinto e como quinto octavo, como comezo, acabo [Si como el primero, el quinto y como el quinto el
octavo, como empiezo, acabo] (Vázquez Saco, 2003: 165).

Después de pasar algo malo a alguien, resulta habitual escuchar la famosa frase Non hai dúas sin tres [No hay dos sin
tres], para significar que vuelve a suceder otra cosa igual de mala o peor.

El número tres aparece asociado con la alegría y la tristeza en el refrán aportado por Lola Castelo González (Calo,
1958): A tres días de alegrías, trinta días de agonías [A tres días de alegrías, treinta días de agonías]. En este refrán, se
alude a que la buena suerte o la felicidad no es eterna.

Nuestros informantes relacionan este número con la simbología religiosa, al igual que el cinco o el tres, con lo que
algunos de ellos lo tienen como amuleto y, cuando compran lotería, piden que el décimo acabe en siete. Adrián Pérez
Álvarez (Vigo, 1991) y Adrián Álvarez Silva (Vigo, 1991) lo hacen. Lucía Montero (Vigo, 1992) dice que su padre hace
lo mismo.

El número trece tiene asociadas connotaciones muy negativas, mucho más si coincide en martes; está asociado por la
mitología romana al dios Marte, dios de la guerra, y relacionado con la muerte. El trece recuerda a la última cena que
Jesucristo tuvo con sus Apóstoles (el número trece era Judas), el día previo a su crucifixión. Muchos informantes
conocen esta superstición y tienen un especial cuidado en no casarse ni embarcarse este día: En martes nin te cases nin
te embarques. Manuela Parada Álvarez (Calo-Teo, 1957) comenta que intenta llevar los martes y 13 un amuleto en
forma de bruja para sentirse protegida. Otros muchos informantes (Benigno Bouzas González, Vigo, 1992; Desirée
Hernández Acosta, Vigo, 1992; Lucía Crespo Rodríguez, Candeán – Vigo, 1991; Sandra Lamas Rey, Vigo, 1992...)
comentan que ese día no se debe empezar nada importante ni se debe firmar un contrato ni estrenar algo.

Este número está rodeado de una gran negatividad, dado que se relaciona con el famoso trío de seises, la numeración del
diablo. Carmen Pérez (Ortoño, 1950) comenta que ella no compra cosas que vengan en cantidades de seis, no compra
media docena de huevos ni de rosas, etc.

Hemos encontrado referencias al veintisiete en el refranero gallego con respecto al tiempo meteorológico:

Como vén o vintesete, así vén o mes seguinte [Como viene el veintisiete, así viene el mes siguiente].
Variante: Según vexas o vintesete, así verás o mes seguinte, si o vintenove non o desminte [Según veas el veintisiete, así
verás el mes siguiente, si el veintinueve no lo desmiente] (Vázquez Saco, 2003: 165, 3925/ 289, 7113).

En algunos días de la semana, se desaconseja hacer determinadas cosas. Mónica Legaspi Torre (Pol, 1981) comenta que,
para su abuelo, los días con «r» eran aciagos, malos para realizar labores del campo. En esos días no se podía uno sentar
en las piedras ni lavarse una herida en el río, porque tardaría más en curar. Hemos recogido refranes que aluden a estos
hechos, pero se refieren a los meses con esa letra en vez de a los días (Véase 8. Meses). Tampoco se cortaba las uñas en
esos días porque decía que le salían padrastros.
Según explica Vanessa Fernández Pampón (Calo – Teo, 1981), si durante el día las cosas no avanzan como debieren, se
dice: Hai días que é mellor non levantarse da cama [Hay días que es mejor no levantarse de cama].
Aparte de los días que contienen una «r», nuestros informantes no conocen muchas supersticiones gallegas basadas en
los nombres de los días. Incluimos, a continuación, las que nos hicieron llegar:

Según el refrán enviado por Elena Alonso Pérez-Ávila (Ourense, 1981) y recogido por Ventín Durán (2007: 87): Luns,
di a sabedoira, tal mañán tal o día [Lunes, dice la sabiduría, tal mañana tal el día], como amanece la mañana del lunes,
sigue todo el día el tiempo así.
Como hemos mencionado, este día es muy conocido por sus propiedades negativas que aluden al dios Marte, dios de la
guerra. Así se observa en algunos refranes recogidos de forma oral (Dolores Mirás Jorge, Calo, 1978; Juan Carlos
García, Foz, 1966; Silvia Rodríguez, Moaña, 1985; Nair Martínez Rodríguez, Vigo, 1992) (Véase 6.6. Trece):

En martes, nin cortes nin plantes [En martes, ni cortes ni plantes](Juan Carlos García, Foz, 1966).
En martes nin a cama mudes nin a roupa laves [En martes no cambies la cama, ni laves la ropa] (Nair Martínez
Rodríguez, Vigo, 1992).
O martes día trece a terra desaparece [El martes día trece la tierra desaparece] (Silvia Rodríguez, Moaña, 1985).
En martes nin te cases nin te embarques [En martes, ni te cases ni te embarques].
En martes nin porco mates, nin churra botes que pitos saque [En martes ni mates el cerdo, ni dejes salir del corral la
gallina que vaya a poner huevos] (Ferro Ruibal, 1987: 549).
En martes nin panos cortes nin a filla cases [En martes ni los paños cortes, ni la hija cases] (Ferro Ruibal, 1987: 378).

En el refranero gallego podemos encontrar tanto connotaciones negativas como positivas en referencia a este día de la
semana, el último laborable de la semana para muchos. Como positivas, José Penedo Fernández (Vigo, 1978) comenta
que O venres é o día dos amantes [El viernes es el día de los amantes]; puede que esta creencia esté relacionada con la
diosa Venus, la diosa de la belleza y el amor. Como negativas, localizamos en Vázquez Saco (2003: 597, la paremia
Navidá en viernes, sementa onde poideres [Navidad en viernes, siembra donde pudieres]. Lo que significa que no será
año de buenas cosechas; lo contrario se dice cuando el año entra en domingo: Navidá en domingo, vende os bois e vótao
en trigo [Navidad en domingo, vende los bueyes y échalo en trigo].Relacionado con la Pasión de Jesucristo encontramos
la paremia Vivir como quixeres e morres ó viernes [Vivir como quisieres y morir el viernes] (Vázquez Saco, 2003: 292).

El sábado en el refranero gallego tiene connotaciones positivas, como se advierte en las siguientes paremias recogidas
por Ferro Ruibal:

Non hai sábado sen sol nin moza sen amor nin vella sin dor [No hay sábado sin sol ni chica sin amor ni vieja sin dolor]
(Ferro Ruibal, 1987: 523).
Non hai sábdo sen sol nin romeiro sen flor nin rapaza sin amor [No hay sábado sin sol ni romero sin flor ni chica sin
amor] (Ferro Ruibal, 1987: 523).

En cuanto al tiempo meteorológico, el refranero gallego afirma que Cando o sábado chove e o domingo antes da misa,
pola semana adiante verás que risa [Cuando el sábado llueve y el domingo antes de la misa, durante la semana verás
qué risa]. Es decir, si llueve el sábado y el domingo antes de misa, lloverá toda la semana (Ferro Ruibal, 1987: 523).
Otro pronóstico aparece en la siguiente paremia alusiva al domingo: Auga domingueira, auga semaneira [Agua de
domingo, agua toda la semana] (Vázquez Saco, 2003: 155).

Existe una vinculación entre las supersticiones relacionadas con los meses del calendario y el capítulo dedicado a los
fenómenos atmosféricos. Consideramos que tanto los refranes como las supersticiones están integrados en la vida cotidiana
de los gallegos relacionándose con los distintos aspectos que rodean su día a día y constituyendo así un tejido cultural
difícil de segmentar en compartimentos estancos. De ahí que muchas de las supersticiones y refranes que estamos
presentando se podrían clasificar bajo distintos epígrafes. Habida cuenta de que en virtud del tiempo meteorológico se
debían llevar a cabo determinadas tareas agrícolas o pesqueras, la mayor parte de los refranes relacionados con los meses
tienen como objetivo facilitar el recuerdo del tiempo meteorológico que solía caracterizar a cada uno de los doce meses y
de las actividades agrícolas correspondientes, así como de las precauciones que debían tomar los habitantes para adaptar
sus costumbres a esas condiciones meteorológicas y no sufrir enfermedades. En muchos casos, la enseñanza contenida en
los refranes del calendario se basa en la lógica adquirida en la experiencia, mientras que en otros casos se sustentan en
creencias supersticiosas. Se observa un paralelismo con muchos de los refranes que se analizarán en el apartado de las
festividades (Véase el apartado 13. Festividades), en los que se refleja el tiempo que suele hacer en Navidad, en Pascua, etc.

Algunas de las advertencias que se recogen en estos refranes pueden contradecirse entre sí, como se pone de manifiesto en
el siguiente ejemplo:

Nos meses de erre en pedra non te sentes


[En los meses de erre en piedra no te sientes] (Ferro Ruibal, 1987: 549).
Los meses que contienen la letra «r» son los otoñales (septiembre, octubre, noviembre) e invernales (diciembre, enero,
febrero), esto es, los meses que se caracterizan por las bajas temperaturas y el mal tiempo, condiciones atmosféricas ante las
que el cuerpo humano es más propenso a padecer enfermedades. Este refrán tiene, sin embargo, su contrapunto en Ni en
invierno ni en verano en la piedra pongas el ano (Elena Alonso Pérez-Ávila, Ourense, 1981). En este refrán se aconseja
no sentarse en las piedras ni en invierno ni en verano, pues en cualquier período este gesto puede provocar catarro u otras
enfermedades. Hemos localizado el siguiente refrán que se encuentra en estrecha relación con el primero:

Nos meses que non teñan erre non te achegues as mulleres


[En los meses que no tengan erre no te acerques a las mujeres] (Ferro Ruibal, 1987: 549). En los meses que no tienen erre,
es decir los meses estivales, el calor provoca que no se soporte el excesivo contacto con otras personas.

17 de xaneiro, San Antonio verdadeiro [17 de enero, San Antonio verdadero] (Consuelo González Cortiñas, Ourense,
1951). La explicación de este refrán radica en la confusión que se da entre los gallegos entre dos santos de mismo
nombre: San Antonio Abad y San Antonio de Padua. La fiesta consagrada al primero es el 17 de enero, mientras que el
día reservado al segundo es el 13 de junio. En general, los gallegos no tienen conciencia de la existencia de dos santos
distintos y piensan que se trata del mismo. Se tiende a privilegiar el 17 de enero como la fecha dedicada a los
«Antonios», considerando falsa el 13 de junio, como se muestra en una ampliación del refrán que nos ha enviado
Lourdes Conde Martínez (Allariz, 1949): 17 de xaneiro, San Antonio verdadeiro; día trece de San Xoan, San Antonio
mentirán [17 de enero, San Antonio verdadero; día trece de San Juan (junio), San Antonio mentiroso].

Os doce primeiros días de febreiro son os doce meses do ano inteiro [Los doce primeros días de febrero son los doce
meses del año entero] (Vázquez Saco, 2003: 105). Este refrán alude a la creencia de que las condiciones atmosféricas
manifestadas en cada uno de los 12 primeros días de febrero anuncian el tiempo meteorológico de cada uno de los 12
meses del año. En este caso, la enseñanza contenida en el refrán es de carácter exclusivamente supersticioso pues es
difícil de aceptar que la experiencia de comprobar los doce primeros días de febrero refleje los doce meses del año ya
que, por poner un ejemplo, es dudoso que el 8 de febrero nos encontremos (especialmente en Galicia) con el tiempo del
mes de agosto (octavo mes del año).

Marzo marzolo, trebón e raiolo [Marzo marzolo, con rayos y truenos] (Lourdes Conde Martínez, Allariz, 1949). En este
refrán se refleja la visión popular del mes de marzo, se avisa de su tiempo inestable y tormentoso. Este refrán se halla a
medio camino entre la relación con una superstición (el hecho de que en marzo haga mal tiempo no se basa en ningún
dato científico), pero también con la experiencia de observación de varios meses de marzo que a lo largo de los años han
resultado ser, efectivamente, tormentosos.
Entre marzo e abril sae o cuco do seu cubil [Entre marzo y abril sale el cuco de su cubil] (Lourdes Conde Martínez,
Allariz, 1949) Este refrán pone de manifiesto la llegada de la primavera con el despertar de la naturaleza.

Maio chuvioso, verán caluroso [Mayo lluvioso, verano caluroso] (Otilia Pintos Carballal, Solláns – Calo, 1938). En esta
paremia se refleja la creencia que se tenía de que si el mes de mayo era lluvioso y frío el verano mostraría la tendencia
contraria, es decir, caluroso.
Vodas maiais, todas mortais [Bodas de mayo, todas mortales] (Ferro Ruibal, 2003: 549). En este refrán se pone de
manifiesto que mayo no es un mes propicio para casarse, que trae mal agüero.
Antes do 40 de Maio non te quites o saio [Antes del 40 de mayo no te quites el sayo] (María Rivas, Rábade, 1948). Por
medio de esta paremia se advierte de la imprudencia de dejar la ropa de abrigo antes de mediados de junio. Aunque
parece que en mayo ya empieza a hacer calor, se tenía la creencia de que en esa época se podían coger más resfriados.
Cando marzo maiea, maio marcea [Cuando marzo mayea, mayo marcea] (María Rivas, Rábade, 1948). En esta paremia
se refleja la creencia de que en cada mes debe hacer el tiempo apropiado y esperado. De no ser así, por ejemplo que en
marzo haga el tiempo que le corresponde a meses más avanzados del año y más cercanos al verano, luego en los meses
en los que se espera calor y buen tiempo estará lluvioso con bajas temperaturas.
En Conde Tarrío (2001: 112) hemos encontrado: Maio frío, moito trigo [mayo frío, mucho trigo]; Auga de maio, pan
para todo o ano [Agua de mayo, pan para todo el año]. Estos dos refranes ponen de manifiesto la necesidad que se ha
dado, en la tradición gallega, a la lluvia de mayo, pues se refleja su importancia fundamental en los cultivos,
especialmente del trigo.

Se agosto ven nubrado: poucas castañas, e nabos furados [Si agosto viene nublado: pocas castañas y nabos
agujereados] (Visitación Vázquez Valencia, Tosende, 1949). Este refrán alude a que, dependiendo de cómo sea el mes de
agosto y, en general, el verano, en otoño se obtendrá una cosecha buena o mala: parece que se privilegia el hecho de que
en agosto debe hacer el calor que como mes central del verano le corresponde.
El mes de octubre implica la llegada del otoño, y con este deben llegar las características meteorológicas propias de esta
época del año, de lo contrario, no se darán las cosechas que se necesitan para pasar el invierno como se señala en el
siguiente refrán: Flores no outono: fame no ano novo [Flores en otoño: hambre en Año Nuevo] (Quintáns Suárez,
1992: 81).

En novembro, cavar non che lembro [En noviembre, cavar no recuerdo] (Lourdes Conde Martínez, Allariz, 1949). En
este refrán se presenta la idea de que no se debe trabajar el campo en noviembre. En la misma idea se insiste en el
siguiente refrán recogido en Quintáns Suárez (1992: 82): No mes dos mortos: non saches a horta nin capes o porco [En
el mes de difuntos: no saches la huerta ni capes al cerdo].

En decembro descansar, en xaneiro traballar [En diciembre descansar, en enero trabajar] (Lourdes Conde Martínez,
Allariz, 1949). Se refleja en esta paremia la creencia de que en diciembre, por ser el mes en el que se celebra el
nacimiento de Cristo con las fiestas de Navidad no se debía trabajar.

Se chove moito en Nadal, ano formal [Si llueve mucho en Navidad, año formal] (Carmen Pérez-Ávila, Ourense, 1948).
En este último refrán se hace hincapié en la idea recogida en muchos otros refranes que hemos visto en relación a los
meses: la creencia profundamente arraigada en la tradición gallega de que es bueno que en cada época del año se dé el
tiempo esperado y adecuado para ella, es decir: mal tiempo en invierno, lluvia en primavera, calor en verano... y que
cuando se da alteración del orden natural de las estaciones no presagia nada bueno y, en general, es señal de hambrunas
provocadas por malas cosechas.

Como acabamos de observar en relación a los meses, los fenómenos atmosféricos tienen una presencia fundamental en las
creencias supersticiosas y en el refranero de Galicia. La mayor parte de la población gallega, que dependía del mar o de las
actividades agrícolas y ganaderas, vivía en función de las estaciones del año, del tiempo meteorológico, los ciclos lunares,
etc. Se utilizaba el refranero para ayudar al marinero y al campesino a detectar las señales naturales que anuncian mal o
buen tiempo, tempestades, cambios de temperatura, etc., así como a recordar las fechas importantes: saber cuándo plantar
un tipo de cereal, cuándo se debe hacer la siega, etc.

Hay una elevada cantidad de supersticiones y refranes en los que se recogen diversos elementos que presagian cambios
atmosféricos:

Lourdes Conde Martínez (Allariz, 1949) recuerda el siguiente refrán que contiene una superstición relacionada con el
arco iris: Arco da vella ó mediodía, chuvia para todo o día [Arco iris al mediodía, lluvia para todo el día].
Arco da vella ó anoitecer, bo tempo ó amencer [Arco iris al anochecer, buen tiempo al amanecer] (Conde Tarrío, 2001:
115), pero aparece recogido también el refrán que muestra un significado contrario: Arco da vella ó poñente, solta os
bois e vente [Arco iris al poniente, suelta los bueyes y vente] , incluso para advertir a los pescadores para que no salgan
a faenar: Arco da vella ó poñente, colle as artes e vente [Arco iris al poniente, coge las artes y vente], Arco da vella ó
poñente, amarra a lancha (o barco) e vente [Arco iris al poniente, amarra la lancha y vente], Arco da vella ó poñente,
forza de remos e vente [Arco iris al poniente, fuerza de remos y vente].
En referencia al arco iris, que aparece cuando se combinan dos fenómenos meteorológicos normalmente opuestos ―la
lluvia y el sol―, hemos detectado que suele provocar interpretaciones contradictorias, en algunos casos positivas, pero
normalmente negativas, como muestra el siguiente refrán:

Cando chove e fai sol anda o demo por Ferrol [Cuando llueve y hace sol anda el demonio por Ferrol] (Rafael de Jesús,
Ourense, 1972). Hay que desconfiar de los días en los que llueve y hace sol.

Si chove o día de San Blas, chove trinta días máis [Si llueve el día de San Blas, llueve treinta días más] (Vázquez Saco,
2003: 196). El día de San Blas es el tres de febrero. A diferencia de los refranes anteriores, en este caso la paremia es
exclusivamente supersticiosa pues no se basa en ningún tipo de hecho comprobado por la experiencia, no hay ningún
fenómeno físico que diferencia al día de San Blas de otro día cualquiera (por ejemplo, del día siguiente); sin embargo, sí
que hay un fenómeno físico que justifica que si el cielo presenta un aspecto «aborregado» lloverá.

Ano de neves, ano de bens [Año de nieves, año de bienes] (Elena Alonso, Ourense; también recogido en Conde Tarrío,
2001: 114). En este refrán se refleja el buen augurio de la nieve, en el que se insiste también en el siguiente refrán que
hemos recogido en Conde Tarrío: Abriga a neve ó trigo como abriga unha nai ó seu fillo [Abriga la nieve al trigo como
abriga una madre a su hijo].
Charo Calvo Diéguez (Santiago de Compostela, 1981), Santiago de Compostela nos ha contado que cuando hay
tormenta hay que quemar una rama de laurel del ramo de Domingo de Ramos para que amaine.
Asimismo, Ramón Rey Vich (Ferrol, 1952) nos recuerda que el comportamiento de algunos animales puede ser presagio
de tormenta: como los pájaros que vuelan baja, los animales perezosos, las gaviotas que vuelan desde el mar hacia tierra,
etc. Se recogen estas ideas en algunos refranes que nos ha enviado:

Pulpo: Si empieza el pulpo a flotar, amenaza temporal. Por este motivo, nos indica Manuel Silva Cordo (A Estrada,
1976), aficionado al buceo, que cuando el tiempo en el mar está revuelto es más probable pescar pulpos.
Gaviota: Gaviota a tierra volando, marinero velas rizando.
Gaivota no porto, tempo revolto [Gaviota en el puerto, tiempo revuelto]
Gaviota que busca madriguera, anuncia tempestad de esta manera.
Animales perezosos, tiempo tormentoso.
(Véase también 4.25. Gaviota).

Hemos recogido más refranes en los que la gaviota se percibe como referente meteorológico, en todos ellos se insiste en
la idea de que cuando la gaviota está en el mar pronostica buen tiempo, mientras que si se acerca a tierra es señal de
lluvia o temporal:

Gaivotas á terra, mariñeiros á merda [Gaviotas a tierra, marineros a la mierda] (Manuela Parada Álvarez, Calo-Teo,
1957).
Si a gaivota ta no mar, colle o arado e para arar; si a gaivota ta na terra no te apartes da lareira [Si la gaviota está en
el mar, coge el arado y para arar; si la gaviota está en tierra no te apartes de la cocina] (Pura Trinidad Penelas Legaspi).
Cando a gaivota se achega ó labrador, mal lle vai ó pescador [Cuando la gaviota se acerca al labrador, mal le va al
pescador] (Manuela Parada Alvarez, Calo-Teo, 1957).
Gaivotas no horto: tempo revolto [Gaviotas en el huerto: tiempo revuelto] (Quintáns Suárez, 1992: 94).
Gaivotas na horta: mal tempo á porta [Gaviotas en la huerta: mal tiempo a la puerta] (Quintáns Suárez, 1992: 94).

También el comportamiento del gato ha sido considerado como una buena fuente de pronóstico del tiempo:

Entre nuestros informantes se puede oír la expresión de Vai cambialo tempo, o gato estase lavando [Va a cambiar el
tiempo, el gato se está lavando].
Variante: Cando o gato se lava sinal de inverno [Cuando el gato se lava, señal de invierno] (Ferro Ruibal, 1987: 313).
Cando o gato se achega a lareira, sinte mal tempo [Cuando el gato se acerca a la cocina (de leña), siente el mal tiempo]
(Vázquez Saco, 2003: 21).

Cuando hay un enfermo de meningitis o enfermedades de este tipo, se tapan todas las luces con un paño de color rojo.
Vanessa Fernández Pampín (Calo – Teo, 1981) recuerda que, siendo niña, un amigo suyo enfermó de meningitis y su
madre tenía toda la habitación cubierta con paños rojos, en las ventanas para que no le diese luz directa, pero también en
las lámparas.

Tratamos en este punto las supersticiones relacionadas con alimentos de la vida cotidiana. Resulta sorprendente la cantidad
de creencias que hay sobre ellos.

Las madres de Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) y Desirée Hernández Acosta (Vigo, 1992) por un lado, y Elena
Alonso Pérez-Ávila (Ourense, 1981), por otro, afirman que derramarse el aceite es signo de mala suerte.

Manuel Silva Cordo (A Estrada, 1976) explica una superstición muy extendida: brindar con agua da mala suerte cuando
otra gente brinda con vino o champán, según la ocasión.
La madre de Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) nos cuenta que tener cerca un lugar donde el agua corre de forma
continuada, una fuente, un manantial, un riachuelo... es un signo de las fuerzas positivas de ese lugar.
Con el agua, Ana Fernández Morais (Ourense, 1992), nos envía los siguientes refranes muy habituales en gallego:
Cando o río sona, auga leva [Cuando hay un rumor será por algo] y Auga que non has beber, déixaa correr [Si algo no
te interesa, déjalo pasar].
Una bebida muy típica gallega es el aguardiente que se obtiene después de destilar el bagazo (residuo de la uva) en potas
de cobre o alquitaras. Puede tener una graduación oscilante entre 40 y 50 grados. El aguardiente se solía tomar por las
mañanas para entrar en calor y con efectos terapéuticos, pues ayuda a curar catarros, alivia el dolor de muelas... El
aguardiente es la base de la queimada, bebida realizada al fuego con azúcar, cáscara de limón y granos de café. Para que
la queimada esté buena y cumpla los efectos para los que se prepara, hay que lanzarle un conjuro. Hay varios conjuros
según las zonas de Galicia en la que nos movamos. El más habitual en la comarca de Santiago es el que presentamos a
continuación y que además de cumplir esa función, resume de forma muy clara el imaginario supersticioso y cultural
gallego, puesto que en él aparece buena parte de los elementos supersticiosos que desarrollamos en este trabajo. Sobre la
costumbre de esconxurar a queimada, encontramos la siguiente paremia recogida en Zamora Mosquera (1972: 212),
Quen non esconxura a queimada, non escorrenta as malas fadas [Quien no conjura la queimada, no ahuyenta las
malas hadas].

Conxuro

"Mouchos, coruxas, sapos e bruxas


Demos, trasgos e diaños,
espritos das nevoadas veigas.
Corvos, píntigas e meigas,
feitizos das menciñeiras,
podres cañotas furadas,
fogar dos vermes e alimañas.

Lume das Santas Compañas,


mal de ollo, negros meigallos,
cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo de can, pregón da morte
fuciño do sátiro e pé do coello.
Pecadora língua de mala muller
casado cun home vello.
Averno de Satán e Bencebú,
lume dos cadáveres ardentes,
corpos mutilados dos indecentes
peidos dos infernais cús,
muxido da mar embravescida.
Barriga inútil da muller solteira,
falar dos gatos que andan a xaneira,
guedella porca da cabra mal parida.
Con este fol levantarei
as chamas deste lume
que asemella ao do inferno,
e fuxirán as bruxas
acabalo das súas escobas,
índose bañar na praia
das areas gordas,
¡oíde, oíde! os ruxidos
que dan as que non poden
deixar de queimarse no augardente
quedando así purificadas.
E cando este brebaxe
baixe polas nosas gorxas,
quedaremos libres dos males
da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume,
a vós fago esta chamada
si é verdade que tendes mais poder
que a humana xente,
eiquí e agora, facede cos espritos
dos amigos que están fóra,
participen desta queimada."

CONJURO DE LA QUEIMADA

Búhos, lechuzas, sapos y brujas.


Demonios, duendes y diablos,
espíritus de las nebulosas fincas.
Cuervos, salamandras y meigas,
hechizos de las curanderas.

Podridos troncos ahuecados,


hogar de gusanos y alimañas.
Fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros hechizos,
olor de los muertos, truenos y
rayos.

Aullido de perro, anuncio de muerte;


hocico del sátiro y pié de conejo.
Pecadora lengua de la mala mujer
casada con un hombre viejo.
Infierno de Satán y Belcebú,
fuego de los cadáveres ardientes,
cuerpos mutilados de los indecentes,
pedos de los infernales culos,
mugido de la mar embravecida.
Vientre inútil de la mujer soltera,
maullar de los gatos en celo,
pelo malo y sucio de la cabra mal parida.
Con este fuelle levantaré
las llamas de este fuego
que se asemejan a las del infierno,
y huirán las brujas
a caballo de sus escobas,
yéndose a bañar a la playa
de las arenas gordas.
¡Oíd, oíd! los rugidos que dan
las que no pueden
dejar de quemarse en el aguardiente
quedando así purificadas.
Y cuando este brebaje
baje por nuestras gargantas,
quedaremos libres de los males
de nuestra alma y de todo embrujamiento.
Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego,
a vosotras os hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que la humana gente,
aquí y ahora, haced que los espíritus
de los amigos que están fuera,
participen con nosotros de esta Queimada.

O que pola noite come cebola, pola mañán tén cara de mona [Quien por la noche come cebolla, por la mañana tiene
cara de mona] (Quintáns Suárez, 1992: 64; Vázquez Saco: 2003, 422).

Dice el refrán, Chiculate antes de bañarse non debe tomarse, si un non ten ganas de enterrarse [Chocolate antes de
bañarse no debe tomarse, si uno no quiere enterrarse] (Vázquez Saco: 2003, 352).

María del Carmen Rico Rodríguez (Aguións – A Estrada, 1952) comenta que los primeros huevos de las gallinas más
jóvenes, los que todavía salían manchados de sangre, se le daban a los niños por considerarlos beneficiosos para la
memoria.
Para poder cocinar un huevo antes hay que romperlo y mejor es destrozar la cáscara del huevo sin dejar ningún hueco
donde el diablo pueda agacharse y entrar en nuestra casa. Lo explica Santiago Méndez Rodríguez (Carballal, 1991),
quien se lo escuchó a su abuela, Carmen Graña (Carballal, 1936).
La forma de cocinar un huevo es importante para quien lo vaya a comer. Xosé Signorini (Bertamiráns – Ames, 1973)
escucha a su padre el refrán Un ovo sin sal, dúas veces fai mal [Un huevo sin sal hace dos veces mal]. También la
recoge Vázquez Saco (2003: 537) con la variante Un ovo sin sal, sete anos fai mal [Un huevo sin sal hace siete años
mal], es decir, mejor echarle sal para que tenga buen sabor y no siente mal.
Con la clara del huevo se puede adivinar el futuro, como queda ya explicado en el punto 13. 8. San Juan.
Los huevos se llevan a Santa Clara para que el día de una boda no llueva, puesto que, dependiendo de los informantes,
se considera negativo (o positivo, otros) que llueva ese día. Lo explica Marina Pereira, de Tui.

De las naranjas se dice: A laranxa pola mañán ouro, pola tarde prata, pola noite mata [La naranja por la mañana oro,
por la tarde plata, por la noche mata] (Quintáns Suárez, 1992: 64). A Manuel Silva Cordo (A Estrada, 1976) su madre le
decía que las naranjas por la noche no sentaban bien, no eran buenas.
El pan de Galicia se diferencia muy fácilmente del de otros lugares: por la forma de cruz que, en los bollos o molletes, se
les hace para que, al fermentar el pan, se levante. Esta cruz es una forma pagana de sacralizar este elemento básico en la
alimentación occidental. José Penedo Fernández (Vigo, 1978) cuenta que el padre de un amigo suyo hacía pan y siempre
les explicaba que el pan había que bendecirlo con la cruz y decía: Dios che poña o que che falte [Dios te ponga lo que te
falta]. Esta frase se utiliza también cuando se hacen los chorizos para que el acabado sea el deseado.
La colocación del pan es muy importante, la parte con harina ha de estar hacia abajo y la cruz hacia arriba, si no es así
puede acarrear malos augurios. Lo dicen Marta García Prol (Vigo, 1978), Charo Calvo Diéguez (Santiago de
Compostela, 1981) y Antonio Taboada (Soutelo, 1963). La bolla de pan no puede estar con la base hacia arriba, porque
de esta forma vuela un barco. Se corresponde con una superstición del imaginario italiano, pero se aplica
específicamente al mar.

Sobre la raya, Jose Jamardo (Pontecesures, 1979) nos dice que la raya a una mujer con menstruación le sienta mal. Su
madre utiliza el siguiente refrán: Non comas a raia por moi ben que che vaia [No comas raya, por mucho que te
apetezca].

Dar la sal en la mano es señal de mala suerte. Para que esto no suceda, se dejar en la mesa el salero para que la otra
persona lo recoja de la mesa.
Si se cae la sal en la mesa, hay que tirarla hacia atrás, para que no cause mala suerte, como explica Marta García Prol
(Vigo, 1978).
Echarse sal por los hombros es la forma de contrarrestar la negatividad de otra superstición.

Derramarse el vino es buena señal. De ello da fe el refrán siguiente: Derramarse o viño é bo sinal, pero non o sal
[Derramarse el vino es buena señal, pero no la sal] (Conde Tarrío, 2001: 390). Nos lo dicen muchos de nuestros
informantes: Marta García Prol (Vigo, 1978), Jose García, Manuel Silva Cordo (A Estrada, 1976).
Cuando se cae champán o vino sobre la mesa al abrir la botella, María del Carmen Méndez (Solláns, 1968) y Dolores
Mirás Jorge (Calo, 1978;) exclaman ¡Salud!, como forma de ahuyentar la mala suerte por haberse derramado algo.

Sobre la vieira se dice que A vieira é boa para a goteira [La vieira es buena para la gota]. Lo confirma Manuela Parada
Álvarez (Calo-Teo, 1957), quien cree que la vieira es buena para el ácido úrico.

Ramón Rey Vich (Ferrol, 1952), capitán de navío de Ferrol, quien en su larga trayectoria marinera ha recopilado
numerosos refranes relacionados con el mar, nos envía el siguiente refrán: Alba roja, vela moja. Es decir, cuando el
amanecer es rojo es presagio de lluvia, que «mojará la vela».
Conde Tarrío (2001: 117) recoge dos refranes que corroboran y completan la idea: Roibéns 6 de sol posto, é sinal de
tempo enxoito [Arreboles cuando se pone el sol, es señal de tiempo seco]. Cuando el anochecer es rojo quiere decir que
al día siguiente hará buen tiempo y lucirá el sol. La idea contraria se recoge de nuevo en: Roibéns de sol levantado,
tempo mollado [Arreboles cuando sale el sol, tiempo mojado], Aurora roiba, ou vento ou choiva [Aurora roja, o viento
o lluvia] (Conde Tarrío, 2001: 115). Todas estas paremias sobre el color rojo del anochecer o del amanecer se basan en
hechos de experiencia: la creencia se sustenta en la repetición de un determinado fenómeno que ha otorgado validez a la
tesis recogida en el refrán.
Carmen Villar (Ourense, 1978), nos indica otra superstición asociada a la imagen del anochecer rojo: cuando el
anochecer es rojo, es señal de sangre o guerra en algún sitio.
Además, hemos recogido los siguientes refranes en los que se refleja los indicios sobre el tiempo atmosférico que puede
ofrecer el cielo: Horizonte claro con cielo nublado, buen tiempo declarado(Ramón Rey Vich, Ferrol, 1952).
El aspecto que ofrece un cielo nublado, que tiene la capacidad de sugerir distintas imágenes (un suelo empedrado, lanas
de ovejas, etc.), normalmente pronostica lluvia y mal tiempo:
Ceo aborregado, auga de contado [Cielo aborregado, agua inmediata] (Lourdes Conde Martínez, Allariz, 1949).
Ceo empedrado, solo mollado [Cielo empedrado, suelo mojado] (María Rivas, Rábade, 1948). Hemos recogido el
mismo refrán con pequeñas variantes en Conde Tarrío (2001: 116): Ceo empedrado, chan mollado [Cielo
empedrado, suelo mojado]; Ceo empedrado, vendaval ó rabo[Cielo empedrado, vendaval al rabo]; Ceo empedrado,
agro mollado[Cielo empedrado, campo mojado], entre otras variantes.

Es muy conocida la creencia de que cuando se ve una estrella fugaz hay que pedir un deseo y se te cumple. Todos
nuestros informantes de una mediana edad, hasta 45 años, aluden a esta superstición.

Cuando la luna presenta un cerco, es síntoma de que va a llover: Circo na lúa, auga segura [Cerco en la luna, agua
segura] (Conde Tarrío, 2001: 116).
Este elemento tiene en el pueblo gallego tanto connotaciones positivas como negativas. Se cree que influye en el
carácter y en los destinos. Es corriente escuchar anda de lúa, está de lúa [anda de luna, está de luna], refiriéndose a
alguien que tiene cambios de carácter muy bruscos en días puntuales.
Determinados alimentos no se pueden exponer a la luna porque se estropean. En noches de luna llena no se expone un
cerdo abierto después de la matanza, se alunaría el tocino, se estropearía. Las patatas tampoco se pueden dejar bajo la
luna hay que colocarlas en un lugar cerrado, porque dálles a lúa, se ponen azuladas.
Dependiendo del estado en que se encuentre la luna, se harán unas cosas o no: la luna de enero es la llamada lúa morta,
hace que no se poden las vides. La luna de marzo, sin embargo, favorece la poda de los árboles. El refranero alude a los
momentos en que se deben realizar siembras, podas, nacimientos de animales: No minguante da lúa non sementes
cousa ningunha [En el menguante de la luna no plantes ninguna cosa] (Ferro Rubial, 1987: 533). En este caso nos dice
que no se debería sembrar nada con luna menguante: Queres que a vaca che dé boa leite, busca que che paira no carto
crecente [Si quieres que la vaca te de buena leche, busca que para en cuarto creciente] (Vázquez Saco, 2003: 44), y en
este hacer que la vaca tenga su cría en cuarto creciente para que después pueda seguir dando buena leche.
Las mujeres eligen la luna creciente para cortarse el pelo, porque se cree que crece más y con más vigor (Véase también
3.12. Pelo o cabello).
Las personas que trabajan en hospitales, temen las noches de luna llena porque hay muchas más mujeres que dan a luz.
Andrea Fernández Estévez (Vigo, 1991) comenta con respecto al poder de la luna que si tienes un amuleto y lo colocas
en noche de luna llena en una ventana o fuera, ese amuleto cogerá el poder de la luna llena, se reforzará.
Santiago Méndez Rodríguez (Carballal, 1991) dice que de pequeño su abuela no le dejaba señalar a la luna porque decía
que le salían sabañones en las manos.
Muchos refranes aluden al misterio de la noche, mucho más misteriosa si está presidida por la luna:

Ninguén sabe o que a lúa quer, nin o que vai facer [Nadie sabe lo que la luna quiere, ni lo que va a hacer] (Vázquez
Saco, 2003: 163].
Non saias da casa ó luar, que non sabes quen che quere ben nin quen che quere mal [No salgas de casa al anochecer,
que no sabes quién te quiere bien ni quién te quiere mal] (Ferro Rubial, 1987: 361; Vázquez Saco, 2003: 475).
Noites craras de luar, non saias da casa a cucar [Noches claras de luna, no salgas de casa a mocear] (Zamora
Mosquera, 1972: 159). Hace referencia a que las noches claras de luna mejor no salgas a campar, a presumir. No se sabe
lo que puede pasar con la luna brillando con todo su esplendor.

Muchas de las devociones consagradas a los santos están también relacionadas muy estrechamente con la medicina popular
y curaciones tradicionales 7.

Lourdes Conde Martínez (Allariz, 1949) envía el siguiente refrán: Polo nadal, frío cordial [Por navidad, frío cordial] y
otro refrán en el que se relaciona el período comprendido entre La noche de todos los santos y navidad: De Santos a
Nadal é inverno natural [De Santos a Navidad es invierno natural] Estos dos refranes aluden a la creencia de que en
Navidad el frío es más llevadero, como si el invierno respetase las fiestas navideñas, así lo ha interpretado nuestra
informante.

Hemos recogido también el refrán: Se ouvires as tres misas de Nadal, ninguén che fará mal [Si oyes las tres misas de
Navidad, nadie te hará mal] (Ventín Durán, 2007: 89). A través de este refrán se pone de manifiesto la creencia de que si
se oían las tres misas de Navidad se adquiría una protección contra las malas acciones de las personas.

El siguiente refrán es conocido por todos los gallegos: A San Andrés de Teixido vai de morto o que non vai de vivo [A
San Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo]. Se suele hacer romería a San Andrés de Teixido porque se
cree que quien no va caminando a San Andrés en vida estará condenado a vagar toda la eternidad en ese camino y su
alma no podrá salvarse. Este refrán aparece registrado también en Ventín Durán (2007: 87): A san Andrés de Teixido, ou
morto ou vivo [A San Andrés de Teixido, o muerto o vivo] (ibídem: 88) aparece la variante: Quen non vai unha ves na
vida ó san Andrés, despois de morto vai tres [Quien no va una vez en la vida a San Andrés, después de muerto va tres].
Germán Conde Tarrío (2001: 390) registra también la variante: A San Andrés de Teixido, vai de morto quen non foi de
vivo [A San Andrés de Teixido, va de muerto quien no fue de vivo].

La festividad de Solláns (Calo – Teo) celebrada el primer domingo de septiembre es San Antoniño. Es muy curioso ver a
las mujeres solteras del pueblo hacer colas y hasta enfadarse por sacar el santo en procesión para que les ayude a
encontrar novio y futuro marido. Esto sucede año tras año y se conocen casos en los que la petición es aceptada y
cumplida por parte del Santo.
Xurxo de Melide comenta que a Santo Antonio, también se le rezan rosarios para que aparezcan cosas que estaban
perdidas; a su madre siempre le aparece lo que busca. Esta información fue conocida por Vanessa Fernández Pampón
(Calo – Teo, 1981).

Carmen Riande (Boborás, 1930) nos ha transmitido la siguiente superstición que se le atribuye a este santo: por San
Blas, en Vigo se bendice el pan en algunas iglesias, se coge un trocito y se lleva a casa para prevenir los males de
garganta. También se pasa un paño por San Blas y con ese paño se previenen los males de garganta, pasándolo por la
propia garganta.
Se dice ¡San Blas!, cuando alguien estornuda para prevenir enfermedades relacionadas con la garganta, porque es
patrón de las enfermedades que le afectan y de los laringólogos. Así se recoge también en la superstición que nos ha
enviado Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992):

Ir a San Blas te cura la garganta. De nuevo, se insiste en la creencia de que la devoción hacia este santo puede ayudar a
curar y a salvaguardarse de los males de garganta.

A San Juan (San Xoan) está consagrada la noche más mágica de todo el año, dado que se trata de la noche más corta.
Son numerosos los ritos y creencias asociadas a esta noche. Por este motivo se repite en los distintos apartados de
nuestro trabajo de recopilación de supersticiones y tradiciones gallegas.
En general, en toda Galicia, como en muchas otras zonas, se encienden hogueras en la víspera de San Juan sobre las que
saltan jóvenes dejándose llevar por el encanto da noite das meigas. Se salta por encima del fuego un número impar de
veces, recitando una fórmula (hay varias). Se dice que puede ayudar a que los enfermos se curen, sobre todo si saltan
desnudos, así como a las jóvenes que buscan marido: si saltan la hoguera sin tocar las llamas se casarán antes de que
pase un año.
Rodríguez López (2001: 137) transcribe los versos del poeta Alfredo Brañas acerca de sus recuerdos de la noche de San
Xoan. Deseamos recogerlos también en este trabajo, por condensar eficazmente la idea de esta noche:

¡Lembranzas! 8
¿Quén pode esquencer de vello
os seus tempos de rapás?
¿Quén pode esquencer a noite,
a noitiña de San Xuan,
C’o seu s’équito de bruxas,
fogueiras, baños de mar,
augas de rosas, parrandas,
troulas, bailes y aínda mais?
si hasta vello, como somos,
ós fogos imos brincar!

Al finalizar la noche de San Juan, después de haber saltado las hogueras y antes de que saliese el sol, la gente salía a
caminar entre la hierba y el trigo para empaparse con el orballo (llovizna matutina), como símbolo de purificación
(Mónica Legaspi Torre, Pol, 1981).
El baño de medianoche: A las doce en punto, si nos bañamos o lavamos en las fuentes milagrosas o santas, nos servirá
de remedio para casi cualquier mal, ya que las propiedades mágicas y curativas de estas fuentes aumentan este día y a
esa hora.
Carmen Villar (Ourense, 1978) y Minerva Rodríguez Garrido (Ourense, 1981) han visto desde siempre a sus abuelas
poniendo pétalos de flores en un cuenco con agua en la noche de San Xoan; a la mañana siguiente, se lavan la cara con
el agua que, se cree, se bendice durante la noche y sirve para rejuvenecer la piel. Rodríguez López recoge una variante
de este rito (2001: 134), en la que se deja el cuenco con las flores al sereno. Lucía Latorre Piñeiro (Ourense, 1981) nos
ha enumerado las flores que se solían incluir en el cuenco del agua que son: las flores del sabugueiro (saúco),
madreselva, rosa y, opcionalmente, romero.
El huevo de San Juan. Se abre en un vaso de agua un huevo fresco. Se deja toda la noche y según la superstición es un
pronóstico de que algo va a suceder. Así, si es una chica la que busca marido, aparecerá una herramienta o un objeto que
le indique la profesión de su futuro marido. Recogido del informante, Xosé Signorini (Bertamiráns – Ames, 1973) y
Ángeles Rodríguez Fraga (Brión – A Coruña, 1978). En el Breviario Enciclopédico de Eladio Rodríguez (2001), se
reconoce esta superstición con el nombre de Poñer ó serau.
Consuelo González Cortiñas (Ourense, 1951), nos envía el siguiente refrán relacionado con San Juan: Por San Xoan a
sardiña molla o pan [Por San Juan la sardina moja el pan]. Existen más refranes reacionados con San Juan:

No día de San Xoán baila o sol pola mañán [En el día de San Juan baila el sol por la mañana] (Ferro Ruibal, 1987: 541,
10018). Refrán que corresponde a una creencia recogida de forma oral según la cual, al amanecer el sol, el día de San
Juan, sale bailando.
(A) auga (chuvia) de San Xoán, tolle o viño e non dá pan [El auga (la lluvia) de San Juan, quita el vino y no da pan]
(Conde Tarrío, 2001: 120); Auga de San Xoán, nin palla nin pan [Agua de San Juan, ni paja ni pan] (Conde Tarrío,
2001: 112); En San Xoán, a mexada dun can [En San Juan, la meada de un perro] (Conde Tarrío, 2001: 112). En todos
estos refranes se pone de manifiesto la visión negativa de que llueva en San Juan, pues arruina la fiesta ―«nin palla», es
decir, no se pueden encender las hogueras―, pero tampoco ayuda a mejorar los cultivos.

Este santo se tiene en casa como protección, nuestra informante lo tiene como referente en la cocina con una moneda y
una ramita de perejil al lado para atraer la suerte y el dinero (Silvia Rodríguez, Moaña, 1985).

Patrona de la vista y de los ciegos, porque perdió la vista para luego recuperarla justo antes de que le fuese aplicada la
pena de muerte. La propia Iglesia Católica reconoce que la historia de esta Santa se encuentra a medio camino entre la
superstición y la historia y que en su leyenda se encuentran diversos datos que no se pueden explicar. Se le invoca para
proteger los ojos y curar enfermedades relacionadas con ellos y con los problemas de vista, pero también para pedirle
que ciegue a otras personas (Lucía Latorre Piñeiro, Ourense, 1981).

Se dice que Domingo de Ramos, o que non estrena fáltanlle as maus [Domingo de Ramos, el que no estrena le faltan
las manos] (Vázquez Saco, 2003: 389).
De forma oral, Marta García Prol (Vigo, 1978) nos transmite el mismo contenido a través de un refrán en castellano de
uso bastante común en Galicia: Si no estrenas algo en Domingo de Ramos, te cortan pies y manos.
Diana Mojón Álvarez (Vigo, 1992) comenta que Quen non estrea en Domingo de Ramos non estrea en todo o ano
[Quien no estrena en Domingo de Ramos no estrena en todo el año].
As Pascuas en marzo, ou fame ou mortazo [Las Pascuas en marzo, o hambre o muerte]. Señal que trae mala suerte que
la Pascua recaiga en marzo. Existe el refrán opuesto: Altas ou baixas en abril son as Pascuas [Altas o bajas en abril son
las Pascuas] (Conde Tarrío, 2001: 119).
En Domingo de Ramos se lleva a misa una palma o una rama de olivo para que el cura las bendiga. Esas plantas benditas
se colocan en las entradas de las casas o en el coche y se utilizan como elemento de protección. Silvia Rodríguez
(Moaña, 1985) recuerda que, cuando ella se compró un coche, su abuela metió en él una ramita de olivo y ahí sigue
hasta el día de hoy, a pesar de que la rama está casi deshecha, pero ningún miembro de su familia se atreve a sacarla del
coche.

A paxariña que o día da Ascensión menea os ovos quédanlle golos [La pajarita que el día de la Ascensión menea los
huevos le quedan tontos] (Vázquez Saco, 2003: 12, 195). Existe también la variante: A paxariña que o día d`Ascensión
menea os ovos, quédanlle lolos [El pájaro que el día de la Ascensión mueve los huevos, le quedarán huecos] (Vázquez
Saco, 2003: 12, 195). Estas paremias aluden a la creencia según la cual, el día de la Ascensión, en conmemoración de la
solemnidad, los pájaros van al nido solamente una vez.
Quen durme o día da Ascensión, todo o ano é dormilón [Quien duerme el día de la Ascensión, todo el año es un
dormilón] (Vázquez Saco, 2003: 391, 9759). En Baralla (provincia de Lugo), el día de la Ascensión nadie duerme ni
siquiera la siesta para evitar que suceda lo que dice el refrán.

Marina Pereira (Tui, 1958) cuenta que en San Bartolomé, un barrio de Tui (Pontevedra) hacen unas fiestas en las que
llevan a los niños pequeños para pasarlos tres veces por debajo del Santo y después se tiene que dar un golpe pequeño en
la cabeza para que se les pase el miedo. La misma superstición nos cuenta Silvia Rodríguez (Moaña, 1985), pero en su
versión hay que pasar cuatro veces y se gozará de buena suerte.

Para eliminar las verrugas hay que ofrecerle a San Benito una docena de huevos. La tradición exige que se pidan los
huevos de uno en uno y a personas distintas (M. Rodríguez Garrido, Ourense, 1981; M. Pereira, Tui, 1958; C. Pérez-
Ávila, Ourense, 1948; C. Villar, Ourense, 1978). Existen varias parroquias con San Benito como patrón en Galicia donde
se celebra esta tradición, como San Benito de Gondomar (Tui) o San Benito de Coba do Lobo (Ourense, el más
conocido).

San Benito de Coba do Lobo, hei de ir alá miña nai se non morro [San Benito de la Cueva del Lobo, he de ir allá,
madre, si no muero].

Parece que esta superstición tiene variantes, pues Carmen Riande (Boborás, 1930) comenta que, para curar males
cancerígenos, hay que llevar a San Benito de Domillo (Pontevedra) todos los huevos que quepan en una mano.
El mismo rito se dedica a Santa Clara según nos cuenta Fernando Alonso, de 58 años de A Coruña: hay que llevar una
docena de huevos a las monjas de clausura del convento de Santa Clara de A Coruña para que no llueva el día de tu
boda.

Ventín Durán (2007: 88) recoge el siguiente refrán: O vintedous de xaneiro, san Vicente Ferreiro, quen traballa neste
dia fai da casa un pardiñeiro [El veintidós de enero, san Vicente Ferreiro, quien trabaja en este día hace de su casa un
edificio arruinado]. Trabajar el día de san Vicente Ferreiro es presagio de mala suerte para su hogar.

Desirée Hernández Acosta (Vigo, 1992) señala el ámbar como un símbolo de protección y buena suerte, como algo
positivo.

Pisar heces de perro es símbolo de buena suerte. Muchos informantes coinciden en esta superstición (Marta García Prol,
Vigo, 1978; Lucía Crespo Rodríguez, Candeán – Vigo, 1991; Adrián Álvarez Silva, Vigo, 1991).

Una tradición muy antigua y conocida extensamente en Galicia aconseja a las mujeres que se quieren quedar
embarazadas acudir durante la noche mágica de San Xoan 9 (San Juan) a la playa de A Lanzada (Pontevedra) a recibir
nueve olas en la barriga. El mismo rito pueden hacer aquellas que buscan marido o compañero. Esta tradición también se
podía practicar en el último domingo de agosto y en el día de la Ascensión. El 9 era un número mágico en la tradición
celta 10. La relación entre la sexualidad, la fertilidad, la mujer y las olas de las Rías Bajas está recogida desde hace
siglos, por ejemplo, en muchas «cantigas d’amigo». A continuación incluimos una cantiga de Martin Codax 11:

Quantas sabedes amar amigo


Quantas sabedes amar amigo
treydes comig’ a lo mar de Vigo:
E banhar-nos-emos nas ondas!
Quantas sabedes amar amado
treydes comig’ a lo mar levado:
E banhar-nos-emos nas ondas!
Treydes comig’ a lo mar de Vigo
e veeremo’ lo meu amigo:
E banhar-nos-emos nas ondas!

Treydes comig’ a lo mar levado


e veeremo’ lo meu amado:
E banhar-nos-emos nas ondas!

En general, las creencias preventivas que hemos recogido en referencia a las embarazadas dan cuenta de la cantidad de
lo que se creía que no debían hacer como las que a continuación mencionamos:
No pueden comer moras, percebes, lenguado o raya, para evitar que el niño nazca con pigmentaciones en la piel en caso
de que la madre se hubiese mojado con el agua de cocinar estos alimentos. Nos lo explican varios informantes: Antonio
Taboada (Soutelo, 1963); Jose Jamardo (Pontecesures, 1979), Dolores Castelo González (Calo, 1958), Manuela Parada
Álvarez (Calo-Teo, 1957) ha oído a su madre decir que su hermana tiene una mancha en la pierna porque se le cayó un
percebe en la pierna al comerlo cuando estaba embarazada de ella.
Las embarazadas tampoco deben comer liebre o conejo porque el niño podría nacer con un labio leporino (Manuela
Parada Alvarez, Calo-Teo, 1957).
Si una mujer embarazada va a un bautizo, puede pasarle algo al niño que están bautizando. Nos lo explica Andrea
Fernández Estévez (Vigo, 1991), quien lo escuchó en su casa.
Las embarazadas no pueden tocar la carne del cerdo durante la matanza porque la estropean ni hacer chorizos por lo
mismo; no pueden tocar plantas y árboles porque los secan. Con respecto a esto, Santiago Méndez Rodríguez (Carballal,
1991) cuenta lo que le dijo su abuela, Carmen Graña (Carballal, 1936): cuando ella estaba embarazada, y más tarde sus
hijas, se les advertía que no podían tocar los árboles frutales la primera vez que dan fruto, pues no volverían a dar fruto
de nuevo, se secarían.
Si una mujer embellece con el embarazo, es porque va a dar a luz un niño. Pero, si se estropea de cara, seguramente
tendrá una niña. Es una creencia muy conocida. Nos la explicó Mar Viamonte Expósito (O Valadouro, 1973).

La mujer con menstruación tiene efectos negativos. A continuación relacionamos algunos de ellos. Carmen Villar
(Ourense, 1978) y Minerva Rodríguez Garrido (Ourense, 1981) han oído en su familia que durante la menstruación uno
no se debe lavar la cabeza y tampoco debe tocar nada que se vaya a comer porque las mujeres son «impuras» en ese
período.
Por otra parte, si una mujer con la menstruación se mira en un espejo, éste se pone negro (véase también Taboada
Chivite 1972). Asimismo, si hace salsa mayonesa, se corta. Si entra en una bodega, estropea el vino.

Hasta hace relativamente poco tiempo la población gallega vivía mayoritariamente en núcleos de población rurales en los
que no se contaba con medios de transporte, ni públicos ni privados, y había que ir a pie para desplazarse a otros núcleos
más grandes en los que se tuviera a disposición mayores servicios. Los gallegos, que ya tenían también dificultades para
acceder a una educación básica, no tenía la posibilidad de estudiar Medicina en la universidad, y los profesionales de estas
materias no eran muy frecuentes. Por todo ello, los remedios «caseros» y las creencias que se pasaban de generación en
generación y que servían de voz de la experiencia, sustituían en la mayoría de los casos a la medicina científica. Se trataba
en general de remedios naturales, la mayor parte inocuos que, si bien para los casos más graves son claramente
insuficientes e, incluso, perjudiciales, para muchas enfermedades comunes constituyen una gran ayuda y se avalan en la
propia experiencia, es decir, se han probado y han dado un resultado positivo.

En este tipo de medicina se mezclan males reales con males ficticios, males físicos con males psíquicos, remedios naturales
con sobrenaturales, remedios con rezos, etc. Asimismo, pone un especial énfasis en la prevención, demostrando un vasto
conocimiento de la meteorología, de las características de la propia tierra, de la flora y fauna gallegas y sus potenciales
aplicaciones, de las enfermedades más comunes que aquejaban a la población en las diversas zonas de la geografía gallega.
Es decir, detrás de estos tratados de medicina tradicional y natural, a medio camino entre la magia y la experiencia, se
encuentra una fuente de información fundamental de la cultura y tradiciones gallegas.

Vamos a relacionar las supersticiones y refranes que nos han facilitado nuestros informantes con algunos de los temas
principales englobados en el ámbito de la medicina tradicional y los remedios populares.

Miguel Besteiro Diaz (Nadela, 1949) nos ha transmitido la superstición gallega de «levantar la paletilla» que recogemos
a continuación. Este informante nos ha contado un suceso acaecido cuando él tenía unos cinco años de edad y que afectó
a su hermano Julio, cuando éste tenía unos trece años. Julio llevaba bastante tiempo sin apetito, con debilidad y fatiga,
síntomas que ningún médico acertaba a atribuir a una enfermedad concreta y por los que recibía tratamientos y
medicaciones diversas, pero sin éxito. Por indicación de su madrina, que pensaba que «este neno ten a paletilla caída»
[este niño tiene la paletilla caída], fue llevado por su madre y unas vecinas, a escondidas de su padre, a una sanadora o
compostora que vivía en el pueblo de Santa Comba, que dista 2 kms. de Nadela, llamada Doña Xusta. La sanadora lo
tumbó en el suelo, boca arriba, le estiró las piernas y le juntó ambos pies. Después, le estiró sus brazos separados y a la
vez lo incorporaba de forma que quedó sentado y con los brazos muy separados, a continuación intentó juntárselos para
comprobar si coincidían los dedos y las palmas de sus manos. Dado que no coincidían con exactitud, exclamó Doña
Xusta: «Ten a paletilla caída». Para levantarla, le proporcionó una bolsita de tela (tipo escapulario), recién cosida por
ella misma, en la que introdujo algo a escondidas, se la colgó en el interior de su camiseta con un imperdible y le dio la
indicación de que no se lo podía quitar nunca, hasta que estuviese curado. Julio fue mejorando y en unos meses recuperó
el vigor, el apetito y mejoró su aspecto y color. Su padre, al comprobar la mejoría del hijo, atribuyó el mérito a la
medicina científica, mientras que su madre se la achacó al escapulario que llevaba oculto a todos, incluidos los doctores
que lo reconocían.
Se trata de una superstición porque se creía que con el mero hecho de «levantar la paletilla» es decir, un hombro, se
podía curar una enfermedad que era ya de por sí difícil de diagnosticar: se trataba de un caso de falta de ánimo, apetito,
tendencia a la depresión. En una época en la que todas aquellas enfermedades o dolencias que no tenían síntomas físicos
se relacionaban a lo sobrenatural y supersticioso, se acudía a una curandera en vez de a un médico. La curandera podía
curar con un simple toque en un brazo y esa cura se mantenía llevando una bolsita con hierbas colgada del cuello.
En relación con esta superstición, se puede encontrar más información en Rodríguez López (2001: 104-110) aunque
deben existir diversas variantes, pues el autor no hace ninguna referencia a la bolsita colgada del cuello.

Este mal tan común ha sido objeto de preocupación en una tierra caracterizada por la lluvia, la humedad, el frío «que se
te mete en los huesos» y que no sólo favorece enfermedades de las vías respiratorias, sino reumas y diversos males de la
estructura ósea.
Para prevenir este amplio abanico de males los gallegos recordamos una serie de refranes y supersticiones que aconsejan
sobre distintos hábitos que pueden favorecer su prevención y que están relacionados tanto con la forma de vestir, como
con la forma de alimentarse y con las distintas estaciones del año:
É millor quecer que toser [Es mejor cocerse que toser] (Nerea Pérez Pérez, Ourense, 1993). El refrán aconseja estar
siempre bien abrigado, incluso cuando uno siente calor, pues el frío es la fuente de todos los males. Este refrán está
relacionado con otro de carácter general Ande eu quente ríase a xente [Ande yo caliente ríase la gente], en el que se
expresa la carencia de importancia en lo que piense la gente cuando nuestra salud está asegurada.
Dolores Castelo González (Calo, 1958) dice que cuando ella era niña, su madre creía que con un catarro (u otras
enfermedades como el sarampión) el agua tenía un efecto negativo sobre el enfermo, con lo cual se la prohibían.
Recuerda lo mal que lo pasaba por no poder beber agua. En su casa se escuchaba el siguiente refrán: O que con auga se
cura, pouco dura [Quien se cura con agua, poco dura]. En cambio, Ferro Ruibal (1987: 509) recoge el refrán que
muestra la creencia contraria: Para o enfermo que é de vida, a auga élle menciña [Para el enfermo que no está muy
grave, el agua es medicina].

El ajo puede curar distintos males, especialmente picaduras de insectos y erupciones cutáneas (Véase Marina Iglesias
2005: 68).
El refranero alude a la relación entre la forma de alimentarse y su repercusión para la salud, como se aprecia en estos
refranes que recuerda Nerea Pérez Pérez (Ourense, 1993).

Non comer por ter comido, non é mal de perigo [No comer por haber comido, no es un mal de peligro]. Este enunciado
pone en guardia contra los excesos en la comida.
O almorzo cedo, cria carne e sebo [El almuerzo temprano, cría carne y grasa]
O leite co viño, fai do vello un mociño [La leche con el vino, hace del viejo un jovencito]

Asimismo, el caldo de gallina en Galicia se utiliza como revitalizante. A una mujer que acaba de dar a luz, se le regalaba
una gallina para que en su casa le hiciesen una sopa. María Rivas (Rábade, 1948) da fe de esto con el siguiente refrán:
Caldo de galiña ós mortos resucita [Caldo de gallina, a los muertos resucita].

Hemos señalado ya (Véase Catarro en 18. Medicinas y remedios) la visión negativa que se tenía del agua para curar
ciertas enfermedades. Una idea parecida se recoge en el siguiente refrán:

A auga todo o lava, menos a mala fada [El agua todo lo lava, menos la mala hada] (Ferro Ruibal, 1987: 546). Es una
clara alusión a la mala suerte o al mal de ojo.

Es muy frecuente que en todas las casas gallegas haya botellas de agua bendita o de fuentes que se creen milagrosas para
durante el año tener de esa agua. Beber esa agua palia muchas enfermedades. La nómina de lugares con estas
propiedades sería interminable; citamos, por ejemplo, el lugar de Puente Vea, donde hay un manantial de agua con
propiedades minerales importantes. Lucía Crespo Rodríguez (Candeán – Vigo, 1991) nos habló del Santuario de La
Virgen de Las Hermitas, en A Lama (Pontevedra), situado en el lugar denominado As sete fontes; la gente que allí acude
(durante todo el año, aunque la festividad es el 4 y 5 de agosto) debe beber de las siete fuentes para sanar. El agua de la
fuente de Santa Margarita en la parroquia de Luou (Teo) ayuda a eliminar las verrugas. A mí me sucedió de pequeña:
tenía verrugas en las manos y me llevaron el día 21 de julio a la fiesta de Santa Margarita; me lavaron las manos con un
pañuelo empapado con el agua de la fuente y las verrugas desaparecieron (Vanessa Fernández Pampón, Calo – Teo,
1981) (Véasetambién 11.3. Agua).

Carmen Villar (Ourense, 1978) recuerda que abrir un paraguas dentro de casa acorta el crecimiento. De igual manera
sucede si se pasa por debajo de una mesa o por debajo de otra persona (Véase1.38. Paraguas).
Lucía Latorre Piñeiro (Ourense, 1981) ha oído que en la Pobra do Caramiñal a los niños enfermos de tangaraño, es
decir, raquitismo, se les llevaba en pequeños ataúdes en las procesiones para prevenir la muerte.

Señalada ya la importancia de los remedios caseros hasta tiempos recientes, es obvio el papel protagonista que
desempeñaban las plantas como fuentes de remedios y medicinas. En realidad, muchas de esas plantas efectivamente
tienen propiedades curativas y aún hoy se utilizan para muchas medicinas y productos farmacéuticos.
Entre las propiedades curativas de las plantas medicinales podemos destacar las siguientes:

el romero para curar la gripe y resfriados


la flor de malva como desinfectante
la hierba luisa, remedio para todos los males
el eucalipto, en infusión, sirve para tratar la diabetes
la celidonia es buena para la vista y, si se extrae el líquido que contiene, cura verrugas y callos (Véase Marina Iglesias
2005: 74).

María Rivas (Rábade, 1948) recuerda que si por la mañana encuentras una berza que nadie ha visto se te curan las
verrugas.
Lucía Latorre Piñeiro (Ourense, 1981) ha oído que se debe poner una «xesta» (retama) en la puerta del coche o en los
balcones de las casas para protegerlas y para tener buena suerte.

Los granos de trigo pueden curar las úlceras de los ojos (Véase Rodríguez López 2001: 128-9). A propósito del trigo,
Elena Mosquera Souto (Betanzos, 1973) señala que es símbolo de fertilidad. Por eso, muchas novias suelen incluirlo en
el ramo de novia.

Deseamos, en este punto, hacer un inciso en el apartado 18 (Medicinas y remedios) para profundizar en las supersticiones
relacionadas con el trigo. En Galicia, a causa de la humedad que caracteriza a esta tierra, los cereales se almacenan en un
granero de piedra elevado del suelo denominado hórreo. Encima de los hórreos se suelen colocar símbolos cristianos
(cruces) o paganos.

Árboles

También los árboles cumplían una función importante en la medicina tradicional. Para los gallegos, era necesario
encontrarse en armonía con la naturaleza que les rodeaba para alcanzar la armonía física y psíquica:

Higuera
Carmen Pérez-Ávila (Ourense, 1948) recuerda que, durante su infancia, en Manzaneda les advertían que, si se
duerme la siesta a la sombra de una higuera, se pueden tener pesadillas. A este respecto, Rodríguez López (2001:
129) señala que la sombra de los árboles tiene virtudes diferentes dependiendo del árbol que la produzca; por
ejemplo, la sombra del castaño y del nogal son malas o perjudiciales mientras que las del roble y eucalipto son
buenas. El autor relaciona con este hecho el refrán El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
A propósito de la higuera, Elena Mosquera Souto (Betanzos, 1973) recuerda que el líquido blanco que se produce en
el higo al arrancar el rabo ayuda a eliminar las verrugas de las manos.
Saúco/ Sabugueiro
Rosa Borrajo Cid, natural de Roimelo (Ourense), abuela de Lucía Latorre Piñeiro (Ourense, 1981), comenta que el
saúco es un árbol de bienvenida y de protección. Por tanto se debe plantarlo al lado del hogar. Si se corta el saúco
protector, traerá mala suerte a las personas que habitan la casa. Además, los pétalos de sus flores se usan en la
mañana de San Juan para purificar y rejuvenecer la piel (Véase 13.13. San Juan).

Carmen Riande (Boborás, 1930) nos cuenta cómo curar los males de las vacas. El tercer domingo de mayo se llevan
varas de árbol para bendecirlas ante la Virgen de Xuvencos. Cuando una vaca está enferma, se le da con la vara
bendecida y se cura.

Tanto el fuego como su resultado, el humo, ocupan un lugar muy importante en la cultura gallega, pues alrededor del
fuego se pasaban muchas horas cuando la televisión no había llegado y el frío apretaba en los largos y húmedos
inviernos gallegos. El fuego presidía las veladas a las que podían acudir las ánimas por las chimeneas (lareiras en
gallego); se apreciaba su presencia en los ligeros movimientos de las llamas. Por este motivo no se podía escupir al
fuego, ya que se consideraba peligroso ofender al visitante y entrar en contacto con el ánima.
El fuego debía permanecer encendido la noche del velatorio de un cadáver, por un lado, porque era la manera de
propiciar calor y, por otro, porque se consideraba que el humo del fuego ayudaba al difunto a liberarse de su espacio, tal
como nos lo explica María Dolores Álvarez Crujieras (Agüiño- Ribeira, 1934).
En caso de muerte o enfermedad de un animal, se enciende fuego en el corral. Este fuego se suele encender y avivar con
laurel, considerado especial por su poder purificador. En todas las casas gallegas solía haber un laurel, un loureiro.
Cuanto más humo se produzca mejor porque se limpia y protege del mal que afectó al animal muerto al resto de los
animales del corral. Mónica Legaspi Torre (Pol, 1981) recuerda cómo, cuando en su casa murió una vaca, su familia las
sacó a todas del establo y encendió un fuego con laurel para que el humo limpiase ese espacio de posibles males. Lo
mismo se hace cuando alguien considera que en su casa hay algo no positivo, un mal de ojo, enfermedades reiteradas...
se purifica y limpia con el humo de laurel.
Igualmente se considera purificador y protector contra el poder de las meigas y sus males de ojo, el humo que se produce
al encender la cacharela de San Juan el día 24 de junio (Véase 13.13. San Juan).

¡Mucha mierda! se dice sobre todo en el ámbito teatral para desear suerte (Informante: Silvia Rodríguez, Moaña, 1985).
La variante gallega sería ¡Moita merda! Sin embargo, nuestra informante nos la transmitió en castellano, al igual que
otros muchos que la citaron.
Rómpete una pierna. Frase utilizada para desear suerte (Silvia Rodríguez, Moaña, 1985), se supone que al decir eso a
alguien que tiene que actuar, le va a salir bien la actuación y no va a tener problemas.
¡Vai pola sombra! (Vanessa Fernández Pampín, Calo – Teo, 1981)
¡Vai con Dios! (Vanessa Fernández Pampín, Calo – Teo, 1981) Estas dos frases tienen un significado más o menos
común, si bien la segunda de ellas introduce el término religioso para dar más fuerza al deseo de que todo salga bien. Se
utilizan en contextos en los que alguien va a realizar algo sobre lo que los hablantes consideran que necesita un buen
deseo.

Las frases que se presentan a continuación se utilizan en contextos donde se cree necesaria una protección extra bien por
el tema de conversación que se trata o la situación en que se producen. Dependiendo de la concepción de la vida que
tenga el hablante, utilizará términos religiosos o paganos:
Non me falte a Virxe. Pili Fernández Pintos (Solláns, 1973) facilita esta frase.
¡Dios me libre! (M.ª Pilar Pampín Sánchez, Calo, 1963). La forma gallega de esta frase sería ¡Deus me libre!, si bien
por influencia y la educación recibida en castellano, se utiliza en este tipo de frases el castellanismo. Se utiliza en
diversos contextos como medida de protección ante algo negativo en una conversación. Tiene una variante cuando se
incluyen a más personas en esa conversación: ¡Dios nos libre!
Vade retro (Susana Fernández Parada, Solláns, 1981). Esta informante la utiliza como medio de protección cuando habla
de algo negativo.
Meigas fóra, aportada por Pili Fernández Pintos (Solláns, 1973).
Dios mediante (Pili Fernández Pintos, Solláns, 1973). Esta expresión es muy utilizada en Galicia y en contextos
distintos. En gran mayoría de los casos se utiliza con el castellanismo, en vez de con Deus, que sería la palabra gallega.
Es muy común ver esta expresión en los camiones, en la parte delantera, para evitar en lo posible accidentes e
infortunios durante los viajes, o cuando se habla de algo negativo para evitar que suceda.
Si Dios quere (M.ª Pilar Pampín Sánchez, Calo, 1963). Esta expresión es muy común escucharla en el siguiente
contexto: Ata mañán, si Dios quere [Hasta mañana si Dios quiere], al despedirse de alguien que se va a ver al día
siguiente.
Deus me arrede [Dios me aparte] (Pili Fernández Pintos, Solláns, 1973).
¡Parece cousa de meiguería! [Parece cosa de meiguería] (Pili Fernández Pintos, Solláns, 1973).
¡Lagarto, lagarto! (Silvia Rodríguez, Moaña, 1985).

Los informantes de Vanessa Fernández Pampín van precedidos por un cuadrado □:

ALONSO PÉREZ-ÁVILA, Elena. Ourense, 24-07-1981.

FERNÁNDEZ PAMPÍN, Vanessa. Calo-Teo, 11-05-1981.


ALONSO MURGA, Fernando, A Coruña, 1949, funcionario.

□ ÁLVAREZ CRUJEIRAS, Dolores, Agüiño- Ribeira, A Coruña, 1934.

□ ÁLVAREZ SILVA, Adrián, Vigo, 1991, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ AMARILLA, Liz, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

BESTEIRO DÍAZ, Miguel, Nadela (Lugo), abogado, 1949.

□ BLANCO ALONSO, Miguel Ángel, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

BORRAJO CID, Rosa, Roimelo (Ourense), jubilada, 1931.

□ BOUZAS GONZÁLEZ, Benigno, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ BROZ RODRÍGUEZ, Xurxo, Melide - A Coruña, 1973, arqueólogo.

CALVO DIÉGUEZ, Charo, Santiago de Compostela, 1981.

□ CASTELO GONZÁLEZ, Dolores, Calo, A Coruña, 1958, ama de casa.

CONDE MARTÍNEZ, Lourdes, Allariz (Ourense), 1949, asistenta.

□ CRESPO RODRÍGUEZ, Lucía, Candeán – Vigo, 1991, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

DE JESÚS, Rafael, Ourense, 1972, funcionario.

□ DÍAZ GONZÁLEZ, Ángela, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ DOMÍNGUEZ DOMÍNGUEZ, Delmira, Entrimo - Ferreiros, Orense, 1938.

□ FERNÁNDEZ ESTÉVEZ, Andrea, Vigo, 1991, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

FERNÁNDEZ MORAIS, Ana, Ourense, 1992, estudiante.

□ FERNÁNDEZ PARADA, Patricia, Solláns – Calo, A Coruña, 1985, profesora de primaria.

□ FERNÁNDEZ PARADA, Susana, Solláns – Calo, A Coruña, 1981, educadora social.

□ FERNÁNDEZ PINTOS, Pili, Solláns – Calo, A Coruña, 1973, arqueóloga.

□ GARCÍA PROL, Marta, Vigo, 1978, profesora de biología.

□ GARCÍA, Juan Carlos, Foz – Lugo, 1966, arqueólogo.

GONZÁLEZ CORTIÑAS, Consuelo, Ourense, 1951, funcionaria.

□ GONZÁLEZ DAFONTE, M.ª Ángeles, Vigo, 1968.

□ GRAÑA, Carmen, Carballal, Candeán – Vigo, 1936.

□ HERNÁNDEZ ACOSTA, Desirée, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ JAMARDO, Jose, Pontecesures, A Coruña, 1979, aparejador.

□ LAMAS REY, Sandra, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

LATORRE PIÑEIRO, Lucía, Ourense, 1981, bióloga.

□ LEGASPI TORRE, Mónica, Pol, Lugo, 1981, técnico de medio ambiente.

LÓPEZ LÓPEZ, Raquel, Ourense, estudiante, 1995.

LÓPEZ, Manuel, Ribeira (Pontevedra), 1978.

MANGANA, Marisa, Baños de Molgas (Ourense), 1949.

□ MARTÍNEZ RODRÍGUEZ, Nair, Vigo, 1992, Estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ MÉNDEZ RODRÍGUEZ, Santiago, Carballal (Candeán) – Vigo, 1991, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.
□ MÉNDEZ, María del Carmen, Solláns – Calo, A Coruña, 1968.

□ MIRÁS JORGE, Dolores, Calo, A Coruña, 1978, licenciada en económicas.

□ MOJÓN ÁLVAREZ, Diana, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ MONTERO, Lucía, Vigo, 1992, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

□ MORCHÓN VIÑAS, Javier, A Coruña, 1973, arqueólogo.

□ MOSQUERA SOUTO, Elena, Betanzos, A Coruña, 1973, arqueóloga.

□ PAMPÍN SÁNCHEZ, María del Pilar, Calo, A Coruña, 1963.

□ PARADA ÁLVAREZ, Manuela, Calo, Teo, 1957.

□ PENEDO FERNÁNDEZ, José, Vigo, 1978, profesor de historia.

□ PENELAS LEGASPI, Pura Trinidad, Pol, Lugo, 1929.

PEREIRA, Marina, Tui (Pontevedra), 1958, funcionaria.

□ PÉREZ, Carmen, Ortoño – Ames, 1950, Ayudante de florista.

PÉREZ ÁLVAREZ, Adrián, Vigo, 1991, estudiante: I.E.S. Carlos Casares.

PÉREZ-ÁVILA TABOADA, M.ª del Carmen, Ourense, 1948, profesora de biología en la enseñanza secundaria.

PÉREZ PÉREZ, Nerea, Ourense, estudiante, 1993.

□ PINTOS CARBALLAL, Otilia, Solláns – Calo, A Coruña, 1938.

REY VICH, Ramón, Ferrol (A Coruña), Capitán de Navío, 1952.

RIANDE, Carmen, Boborás (Ourense), 1930, jubilada.

□ RICO RODRÍGUEZ, María del Carmen, Aguións – A Estrada, Pontevedra, 1952.

□ RICO TERCEIRO, María Laura, Aguións – A Estrada, Pontevedra, 1927, profesora retirada.

□ RICO, María, A Estrada, 1980, farmacéutica.

RIVAS, María, Rábade (Lugo), 1948, profesora de historia en la enseñanza secundaria.

□ RODRÍGUEZ FRAGA, Ángeles, Brión – A Coruña, 1978, Ayudante de florista.

RODRÍGUEZ GARRIDO, Minerva, Ourense, profesora de filosofía en la enseñanza secundaria, 1981.

□ RODRÍGUEZ, Silvia, Moaña, Pontevedra, 1985, profesora de francés.

□ SIGNORINI PÉREZ, Xosé, Bertamiráns – Ames, 1973, florista.

□ SILVA CORDO, Manuel, A Estrada – Pontevedra, 1976.

TABOADA, Antonio, Soutelo (Pontevedra), 1963.

□ TORRE PENELAS, Paz, Pol, Lugo, 1958.

□ VÁZQUEZ VALENCIA, Visitación, Tosende, Orense, 1949.

□ VIAMONTE EXPÓSITO, Mar, O Valadouro, Lugo, 1973, arqueóloga.

VILLAR, Carmen, Ourense, 1978, periodista.

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Elena ALONSO PÉREZ ÁVILA

Licenciada en Filología Hispánica en la Universidad de Santiago de Compostela en 2004, obtuvo el Premio Extraordinario
de Fin de Carrera de la Comunidad Autónoma de Galicia.

Durante el curso 2004/2005 realizó el Máster en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera
de la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid.

Ha cursado el programa de doctorado en Lingüística, Lingüística Aplicada e Ingeniería Lingüística de las universidades de
Turín y Roma La Sapienza (Italia) y ha obtenido el título de Doctora en Lingüística.

Elena Alonso ha sido responsable de un curso de Lengua Española en la Universidad de Roma La Sapienza como profesora
contratada desde febrero de 2006.

Sus investigaciones se centran en la paremiología y la fraseología, la lingüística contrastiva, la lexicografía, la lingüística


computacional ―en este ámbito ha realizado estudios sobre el procesamiento del lenguaje natural, los instrumentos
informáticos para la extracción de la información y la lingüística de corpus― y la lingüística aplicada a la didáctica de las
lenguas extranjeras. Su interés por la paremiología la ha empujado a ponerse en contacto con el Grupo de Investigación en
fraseología y paremiología de la Universidad Complutense de Madrid, donde ha trascurrido un fructífero período de
estudio. Con la colaboración de dicho grupo llevó a cabo las actividades de coordinación del Congreso Paremiologia:
classificazione, traduzione e tecnologie informatiche, celebrado en Roma en marzo de 2008 y organizado en el marco del
proyecto Γνώμη (Gnome) de investigación paremiológica.

Además del congreso sobre paremiología celebrado en Roma, Elena Alonso ha participado con comunicaciones en el
Congreso Internacional de Lexicografía EURALEX (Barcelona, 2008), en los XII Encuentros Complutenses en torno a la
Traducción (Madrid, 2008), XXII Encuentro Internacional de Jóvenes Lingüistas (Sevilla, 2007). Entre las publicaciones
relacionadas con la paremiología cabe citar:

“Propuesta de anotación semántica para una base de datos paremiológica”, en Proceedings of the XIII EURALEX
International Congress, Barcelona, 2008. 1337-1344.
"Acomodación de la traducción paremiológica de La Celestina en dos épocas: 1506-1995”, en prensa, Congreso
Internacional XII Encuentros Complutenses en torno a la traducción, 2008.
“Paremia guardada, dos veces ganada. Criterios de ordenación de paremias en los repertorios paremiográficos
españoles e italianos”, en L’Europa dei proverbi. Roma: Università La Sapienza / Viella 2009, pp. 447-468.

En la actualidad, trabaja en la Sección de Publicaciones de la Naciones Unidas en Ginebra (UNOG).

María Vanessa FERNÁNDEZ PAMPÍN

Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Santiago de Compostela.

Cursa estudios de Doctorado en la Universidad Complutense de Madrid dentro del programa: Estructura y función de las
unidades lingüísticas estables: fraseologismos y paremias. En concreto, se encuentra en la fase de elaboración de su Tesis
Doctoral.

Sus líneas de investigación son la paremiología, la fraseología y la didáctica.

Además, ha participado como ponente en congresos, como los siguientes:

Europhras 2010: Cross – Linguistic and cross – cultural perspectives on praseology and paremiology (Granada, 30 de
junio – 2 de julio), con la comunicación titulada: «Los accidentes geográficos marinos en los refraneros gallegos».
Seminario Internacional Unidades fraseológicas y TIC, Madrid, 5 – 7 de octubre de 2011 con la comunicación titulada:
«Paremiología y fraseología en Educación Secundaria. El Refranero Multilingüe como punto de partida».

Desde 2009 ha colaborado en el Proyecto Refranero Multilingüe (Instituto Cervantes) en la sección de lengua gallega.
(1) Las dos autoras se han repartido el trabajo de la siguiente forma:
Vanessa Fernáández Pampíín se ha encargado de la redaccióón de los apartados 1 Objetos; 2 Derecha/izquierda; 3 Partes del cuerpo; 4 Animales; 6
Núúmeros; 10 Colores; 11 Alimentos y bebidas; 12 Astros, otros cuerpos celestes; 14 Piedras y minerales; 15 Desechos orgáánicos; y 22 Lenguaje.
Asimismo, ha contribuido con datos muy valiosos procedentes de sus informantes a la redaccióón de los otros apartados.
Elena Alonso Péérez-ÁÁvila, por su parte, se ha encargado de la redaccióón de la Introduccióón y los siguientes apartados: 8 Meses; 9 Fenóómenos
atmosfééricos; 13 Festividades y 18 Medicinas y remedios. En el capíítulo 18 ha incorporado elementos variados relacionados con la ««medicina
popular»» como son ««el embarazo»», ««la leyenda de levantar la paletilla»», ««los catarros»», ««la menstruacióón»», ««alimentacióón y medicina
tradicional»», ««agua»», ««crecimiento»», ««plantas»», ««áárboles»» y ««animales»». Ademáás, ha contribuido con numerosas supersticiones
conocidas por ella misma o por sus informantes al resto del trabajo (por ejemplo, el cigarrillo, el bolso, el aceite, el pan, el lunes, el perro, etc.). volver
(2) Antes del descubrimiento de Améérica varios puntos geográáficos de la Europa occidental recibieron el nombre de finis terrae, en
Galicia, en Portugal, en Francia, por considerar que ahíí acababa el mundo conocido. volver
(3) Hemos encontrado este refráán plasmado en Váázquez Saco quien documenta su existencia en portuguéés y castellano: Se queres
depressa enfermar, lava a cabeçça e vai-te deitar (Chaves); Si quieres enfermar, láávate la cabeza y vete a echar (Castillo). volver
(4) Aixada / aixadóón: utensilios de labranza para cavar. A quien le pique tiene que buscarlos para hacer la sepultura. volver
(5) Pan tíípico de Galicia, hecho con harina de trigo de color oscuro y con una textura muy compacta. Uno de los díías en es obligatorio
comer este pan es el díía 23 de junio, acompaññando a las sardinas de la sardiññada de San Xoáán. volver
(6) Nubes de color rojo (teññidas por el sol que se pone o se alza) que pueden aparecer al anochecer o al amanecer y, dependiendo de su
aparicióón en un momento u otro, seráán anunciadoras de buen o mal tiempo, como se refleja en el contenido de los refranes que hemos
recogido. volver
(7) Por intentar mantener un orden en la presentacióón de material y para evitar innecesarias repeticiones, hemos decidido recopilar toda la
informacióón concerniente a los santos en un mismo apartado y dejamos al criterio del lector la vinculacióón con el apartado 18. Medicinas y
remedios, de las supersticiones correspondientes. volver
(8) Traduccióón nuestra: ««¡¡Recuerdos! ¿¿Quiéén puede olvidar de viejo sus tiempos de chaval? ¿¿Quiéén puede olvidar la noche, la
nochecita de San Juan, con su sééquito de brujas, hogueras, bañños de mar, aguas de rosas, fiestas, remedios, bailes y aúún máás? si hasta
viejo, como somos, a los fuegos vamos a saltar!»». volver
(9) Remitimos al apartado de ««Festividades y Santos»» para profundizar en las supersticiones asociadas a la noche de San Juan. volver
(10) Máás informacióón en el siguiente artíículo de Santos (2001) publicado en prensa: ««A Lanzada, el mar que embaraza»». volver
(11) Ferreira daCunha, Celso (1956): O Cancioneiro de Martin Codax, Ríío de Janeiro. Disponible en
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/Codax/comp_quantas.shtml. volver
Jennifer APARICIO MORGADO
Universidad Complutense de Madrid (España)
Drusilda_1983@hotmail.com

Resumen: La sabiduría popular se compone de aquellas breves enseñanzas que nuestros antepasados nos han transmitido
de generación en generación, debido a su utilidad y al importante mensaje que en las mismas se encierran. Estos pequeños
tesoros de sabiduría también se encuentran en las creencias populares, en las supersticiones y en las prácticas que ellos
mismo llevaban a cabo movidos por la fe y por la firme creencia de su efectividad.

Este trabajo pretende mostrar una pequeña muestra de toda esa gran variedad de creencias que al día de hoy siguen
llevándose a cabo, mientras que otras solamente sobreviven en la memoria de nuestros mayores.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. País Vasco.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie au Pays Basque »


Résumé : La sagesse populaire se compose de quelques enseignements que nos ancêtres nous ont transmis de génération en
génération, de fait de leur usage et de l´important message qu´ils contiennent. Ces petits trésors de connaissance, nous
pouvons les retrouver dans les croyances populaires, dans les superstitions et aussi dans les habitudes qu’eux–mêmes
exécutaient emportés par la foi et persuadés de leurs effectivités.

Ce travail a pour but de montrer une petite partie de toute la grande variété de croyances, qui sont encore en vigueur de nos
jours, alors que d’autres survivent seulement dans la mémoire de nos grands-parents.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Pays Basque.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in the Basque Country»


Abstract: The popular wisdom is composed of those brief teachings, which were transmitted by our ancestors from
generation to generation, due to their usefulness and the important message that they contain. These small wisdom treasures
can also be found in the popular believes, in the superstitions and in the practices that they used to carry out driven by the
faith and firm belief in their effectiveness. This paper intends to show a small sample of this great variety of beliefs, which
are still used nowadays, while others only survive in the memory of our elders.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Basque Country.

Desde el principio, la puesta en marcha de este proyecto me pareció algo bastante interesante y enriquecedor. Valen apenas
unos minutos de reflexión para darnos cuenta tanto del elevado número de supersticiones y creencias populares existentes
como de la importancia que tienen a lo largo de la vida de los seres humanos. Al contrario de lo que pudiéramos creer, su
existencia no se debe a la ignorancia o a la incultura de la gente, sino todo lo contrario, son la herencia de nuestros
antepasados en forma de pequeños consejos y advertencias, para hacernos llegar la sabiduría de otros tiempos en los que
existían otras reglas, otras necesidades y otras realidades. Simplemente hay que saber apreciar estos consejos en su justa
medida, ya que estas palabras encierran, en la mayoría de las ocasiones, historias, motivos y situaciones reales que las
provocaron; cuestiones que han llegado a ser conocidas en la actualidad, gracias a la supervivencia de este tipo de
enunciados.

La sabiduría popular se ha ido transmitiendo a lo largo de los años de generación en generación, de padre a hijo. Estas
breves enseñanzas llenas de los conocimientos de otros tiempos permanecen ocultas en los recuerdos de nuestros abuelos,
esperando que alguien las descubra y desee conocer tanto su contenido como los motivos que provocaron su creación.

La necesidad de rescatar del olvido este tipo de enseñanzas nos ha llevado a la puesta en marcha de este proyecto, en el que
el instrumento fundamental de trabajo han sido los diversos informantes, que gustosamente han compartido con nosotros su
tiempo, sus recuerdos y sus experiencias de juventud.

La primera forma de proceder en la elaboración de este trabajo fue la de dirigirnos a las personas de nuestro entorno más
próximo (familiares y amigos), quienes gustosamente y haciendo en algunos casos más esfuerzo que en otros, consiguieron
proporcionarnos un material básico con el que comenzar este trabajo. Posteriormente y gracias a la apertura de la puerta de
la memoria, nuestros informantes de manera lenta pero constante nos hacían llegar nuevas prácticas y supersticiones, que
resurgían de manera espontánea y natural.

Cabe destacar que de esta principal fuente de sabiduría y conocimiento, hemos logrado recoger una amplia variedad de
supersticiones relacionadas tanto con las labores del campo extremeñas, así como con las costumbres más arraigadas en los
caseríos del País Vasco. Esta dualidad de territorios y de temática se debe entre otros motivos, a que el material con el que
hemos trabajado, ha sido ofrecido por dos informadores principales: Agustina Trejo Corbacho, natural de Balcarrota
(Badajoz) y Jabier Kalzakorta, vecino de Markina-Xemein (Vizcaya). No podemos pasar por alto que, en el caso de las
supersticiones y de los refranes facilitados por los miembros de la familia Morgado Trejo, es posible que en alguna de las
ocasiones, la información recogida pueda estar de algún modo influenciada o contaminada por las tradiciones y las
costumbres del País Vasco, ya que los cuatro miembros de dicha familia, se trasladaron desde su Extremadura natal hasta
tierras vizcaínas en 1963, para establecer su residencia en Sestao localidad donde actualmente siguen residiendo dos de sus
miembros. Por eso, en este trabajo aparecerán de manera alternativa e intercalada, diversas referencias y comparaciones
entre el material recogido durante nuestro periodo de investigación, con el refranero vasco, y con las prácticas llevadas a
cabo en las tierras vascas, en algunos casos idénticas o muy parecidas, a las ofrecidas por nuestros informantes extremeños
o castellanos.

Debido a la enorme amplitud que abarca el campo de las supersticiones, en varias ocasiones, algunos de nuestros
informantes nos solicitaron algún tipo de indicación, como la aportación de un listado o índice que delimitase de algún
modo el campo de búsqueda, y que, al mismo tiempo, les ayudase a evocar sus recuerdos. Resulta curioso comprobar que,
tras la lectura de un simple índice o mediante el análisis de las supersticiones aportadas por otros informantes, nuestros
colaboradores no sólo se acordaban de nuevas supersticiones, sino que también aportaban nuevas variaciones e incluso
supersticiones contrarias a las ya recogidas, lo que posee mayor interés para nosotros.

Nos hemos apoyado en dos libros sobre las supersticiones, con el objeto de poder entablar conversaciones con los
informantes e intentar guiarles mediante preguntas concretas al descubrimiento de nuevas supersticiones o prácticas que
hubiesen conocido en algún momento de su vida. Estos dos libros a los que hemos hecho mención son los siguientes:

AGUIRRE, A. (1996): Supersticiones populares vascas. Bilbao: Editorial Orain


ERKOREKA, A.; DUVERT, M. (2000): Leyendas, cuentos y supersticiones. Serie Etnografía de Bermeo, 3 Bilbao:
Editorial Doniene.

Una vez finalizada esta primera parte del trabajo y gracias a todo el material recogido, comenzamos la segunda parte
documentando, cuando fuera posible, las diversas supersticiones aportadas. Los dos textos que nos han ayudado en esta
tarea de documentación han sido los siguientes:

AZKUE, R .M. de (1989): Euskaleŕiaren Yakintza: (Literatura Popular del País Vasco). Costumbres y Supersticiones
(Volumen I). Bilbao: Euskaltzaindia; Madrid: Espasa-Calpe.
KALZAKORTA, J. (2003): «Sesenta y tres creencias populares recogidas por Jean Elissalde (1883-1961)», Etniker
Bizkaia, 12: 227-253.

La aportación de supersticiones vascas y castellanas de estas dos obras, así como los breves comentarios existentes en la
segunda referencia, han hecho posible documentar las supersticiones recogidas y mostrar la enorme variedad de
supersticiones existentes no sólo en cuanto a su temática, sino también en cuanto a las variaciones e incluso
contradicciones.

Tanto el mundo de las supersticiones como las diversas cuestiones relativas a las mismas, constituye una materia que ha
despertado mi interés. La posibilidad de realizar un trabajo de investigación y documentación sobre ellas, me ha permitido
no sólo aumentar el escaso número de supersticiones que conocía, sino también ampliar mis conocimientos sobre esta
materia en un idioma como el euskera. Estos aspectos me han animado a llevar a cabo este trabajo.

En un principio, la única y exclusiva finalidad que guiaba nuestros pasos era la de dar a conocer toda la sabiduría que
nuestros abuelos encierran en sus enseñanzas, y que el paso del tiempo y su muerte pueden hacernos perder para siempre.
Curiosamente y a medida que íbamos progresando en la elaboración de este trabajo, nuestros objetivos fueron ampliándose
de modo considerable, ya que nos dimos cuenta de la posibilidad de contribuir a la difusión y de la divulgación de la
sabiduría popular de una tierra como la del País Vasco, lugar donde las tradiciones y las supersticiones gozan de un especial
protagonismo. Es habitual encontrarnos con todo tipo de publicaciones relativas a este tema en nuestras bibliotecas, pero no
gozan de una gran divulgación; se limitan a mantener vivo el recuerdo de estos comportamientos llevados a cabo en
nuestros caseríos dentro de nuestras fronteras.

Del mismo modo y gracias al artículo facilitado por el profesor universitario Jabier Kalzakorta, se nos presenta una
oportunidad inmejorable para divulgar un capítulo inédito del escritor Jean Elissalde. En concreto, este autor llevó a cabo
un cuaderno denominado Saltsa-Maltsa, donde recopiló fraseología en euskera en su pueblo natal, Azkaine, de Lapurdi.
Aunque la mayor parte de este trabajo apareció publicado en la revista Gure Herria entre 1952 y 1956, el capítulo de dicho
texto denominado Folklore nunca fue publicado, hasta que en 2003 Jabier Kalzakorta lo publicó en la revista Etniker
Bizkaia.
Por lo tanto, no sólo hemos conseguido recopilar una variada gama de supersticiones y de fraseología relacionada con ellas,
sino que también hemos conseguido completarlas mediante las propias vivencias de nuestros informantes.

El primer punto de esta pequeña investigación sobre las supersticiones en Galicia, se acerca a las supersticiones y creencias
populares relacionadas con objetos de la vida cotidiana.

Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924), cada vez que le pide a su nieta que le enhebre una aguja o que le ayude a
buscar un número de teléfono de la agenda, suele exclamar: Santa Lucía te conserve la vista durante muchos años.
También lo documenta Azkue (1989: 256) «Luŕetik oŕatz bat nai beste zerbait yasoeran, auxe esaten da: Santa Luziak
bistea gorde dagidala» [Al levantar del suelo un alfiler o alguna otra cosa, se dice: Santa Lucía me conserve la vista]. La
frase elogia el buen grado de visión que posee una persona, ya que la misma ha sido capaz de ver algo tan sumamente
difícil de encontrar como este pequeño objeto en el suelo.
Si una mujer ve un alfiler en el suelo y no lo recoge, muestra su dejadez, su falta de laboriosidad por lo que no
encontrará hombre dispuesto a desposarla (G. Landeta Uriarte, Zamudio, 1931). Esta creencia se enmarca en una época
concreta, en la que la figura de la mujer giraba en torno a la casa y sus tareas quedaban reducidas a las labores del hogar
y al cuidado de los hijos. Azkue (1989: 256) documenta también esta superstición: «Oŕatz bat luŕean ikusi ta jasoten
eztuen emakumea ezta emakume» [La mujer que viendo un alfiler en el suelo no lo levanta, no es mujer].

Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983) durante años ha llevado a cabo la práctica de cambiarse el anillo de mano o
de dedo para acordarse de algo pendiente de realizar, sin saber que dicha forma de proceder estaba relacionada con el
mundo de las supersticiones. En la revista Etniker Bizkaia, donde se analizan y comentan las supersticiones recogidas
por Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 230 y 239), además de establecer la forma euskalduna de esta superstición
«Mandatu baten ez ahanzteko, ohi da koropilo baten bere mokanesean egitea» [Para no olvidar un recado, se acostumbra
hacer un nudo en el pañuelo], se afirma la realización frecuente de esta práctica.

Son varias las tradiciones relacionadas con las campanas en Vizcaya. En concreto, en la tradicional maskarada celebrada
en el barrio de Lamiako se lleva a cabo una representación donde aparecen seres mitológicos y diversos personajes
pertenecientes a las viejas creencias populares de la zona. En dicha representación se plasma cómo las sorgiñas o brujas
—que celebran los tradicionales akelarres y que disfrutan de la noche con sus rituales a la luz del fuego— se retiran a
sus escondites al escuchar las campanas de la Iglesia anunciando la llegada del nuevo día. Por lo general, las campanas
son consideradas objetos benditos y de culto, y, por consiguiente, poseen una capacidad protectora.

Según la informante Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, Olaria, 931), cuando un cuchillo está boca arriba, significa que
las almas del purgatorio están sufriendo. Por ello y para evitarles mayores sufrimientos, se modifica la posición del
cuchillo. Si comparamos esta superstición con las recogidas por Azkue (1989: 455) en Euskaleŕiaren Yakintza,
comprobamos que se trataría de una nueva variante relacionada con este objeto y su posición:

Labana bat agoaz gora luŕean bada:


A) Labana-yabeak zoriona izanen du.
B) Maian badago ere bai
C) Aŕotzen bat dator etxera.
D) Loteria izando du nagusiak
E) Beŕi txaŕa etxe artan
F) Nabela ahoz gora mahainean badago, bilhaka izanen da.
G) Purgatorikokoak sufritzen ari dira (dada por nuestra informante)
[Si una navaja está en tierra hoja arriba:
A) Su dueño tendrá una dicha.
B) Aun si queda sobre la mesa
C) Algún forastero viene a casa
D) Al dueño le tocará la lotería
E) Mala noticia en aquella casa
F) Si la navaja está boca arriba en la mesa, habrá disputa.
G) Los del purgatorio están sufriendo]

Garbiñe Landeta relaciona la posición del cuchillo boca arriba con otra superstición, la que establece la necesidad de
darle la vuelta a los cuchillos de la casa porque, si se les deja de ese modo, los dueños de la casa tendrán problemas
económicos. Por ello, es costumbre exclamar: ¡El dinero se va de nuestra casa!, para advertir el peligro que conlleva no
modificar la posición de estos objetos. Azkue (1898: 455) también recoge esta superstición: «Aizkora bat (nai gainibeta
bat) agoz gora badago, guretik badoa dirua esaten da» [Si un hacha (o un cuchillo) esta boca arriba, se dice: El dinero
se va de nuestra casa]
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) recuerda que en su casa siempre aconsejaban a los niños que no jugasen
girando los cuchillos sobre la mesa, ya que traía mala suerte.

En relación a este objeto, Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983) recuerda haber escuchado en su casa en varias
ocasiones la advertencia de que a las personas solteras no se le debe barrer los pies, ya que de otro modo no conseguirán
contraer matrimonio en la vida.
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) nos explica que, en el caso de que una escoba se caiga por sí sola al suelo,
significa que en breve recibiremos una visita en la casa.
La misma informante recomienda no barrer por la noche porque echamos fuera de nuestra casa a la buena suerte.

Siempre se ha relacionado la rotura de un espejo con el acaecimiento de algún tipo de desgracia. Azkue también lo
documenta (1989: 458) «Izpilu bat etxean autsiezkero laister zori txaŕa» [La rotura de un espejo denota un próximo
infortunio en la casa].

La herradura está asociada con la buena suerte. Por eso, M.ª Jesús Aurrekoetxea Gotilla (Lauros-Loiu, 1956) la coloca
en el árbol de Navidad. Resulta bastante habitual que la gente regale este objeto hoy día e incluso aparece en pulseras o
colgantes, con el objeto de que el portador tenga asegurada la buena suerte y, con ello, la felicidad. En los antiguos
caseríos se puede observar una herradura colgada de la viga maestra. La informante Agustina Trejo Corbacho
(Balcarrota, 1924) recuerda que de niña solía recoger herraduras del suelo para colgarlas detrás de la puerta principal
para que reinara la buena suerte en la casa. Era una práctica habitual, como documenta Azkue (1989: 456): «Feŕa bat
luŕean ikusiezkero gorde egiten dute ta etxean nonbait esegiten da, zoria ekartzen omenduelako» [Viendo en tierra una
herradura, suelen guardarla y colgarla en algún lugar de la casa, porque según dicen, trae consigo la felicidad]. Azkue
(1989: 456)también alude al hecho de meter en el bolsillo una herradura agujereada para atraer la felicidad: «Zulodun
feŕa batek, sakelean satuta, zori ona ekarten dau» [Una herradura agujereada, metida en el bolsillo, trae felicidad].

En la actualidad es muy conocida la superstición de que todo barco que se echa al mar, necesita ser bautizado con
anterioridad, para que no sufra ningún tipo de desgracia. El informante Fermín Aparicio Pinilla (Bilbao, 1958) nos
explica que, además de este «bautismo inicial», es necesario que la botella se rompa en el acto, sin importar el número
de intentos necesarios para ello, ya que de otro modo ningún marinero se atreverá a subirse al navío, debido a la mala
suerte que este acto implicaría tanto para el barco como para su tripulación. Relacionado con esto, y según la opinión de
Antxon Aguirre Sorondo en su libro titulado Supersticiones Populares Vascas, en los astilleros de Euskal Herria era
practica habitual introducir medallas y monedas en un hueco interior de los barcos, tras finalizar su construcción y antes
de que se realice su botadura. Según la información recogida en el libro, las medallas aseguraban la protección de los
cuerpos y de las almas, mientras que, las monedas aseguraban la obtención de una buena pesca. Esta forma de actuar
sería el precedente existente en el País Vasco de la actual superstición de que es necesario bautizar con alcohol cualquier
tipo de navío antes de su primer viaje por la mar.

Bernabé Morgado Holguera (La Roca de la Sierra, Badajoz, 1926) recomendaba a sus nietos que no vaciaran una hucha
por completo, sino que dejaran siempre algunas monedas, ya que el dinero llama al dinero.

Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) recomienda no abrir el paraguas en un sitio cerrado y no jugar con este
objeto dándole vueltas o girándolo sobre su propio eje, ya que se atrae la mala suerte.

Desirée Hernández Acosta (Vigo, 1992) nos comenta que regalar perlas es regalar lágrimas, por lo tanto, nada positivo.
Ángeles González Dafonte (Vigo, 1968), madre de Ángela Díaz González (Vigo, 1992), nos explica que quien se casa
con un collar de perlas propicia la mala suerte en su matrimonio. La misma afirmación realiza Lucía Crespo Rodríguez
(Candeán – Vigo, 1991), también de la zona de Vigo.

Pilar Aparicio (Bilbao, 1952) relata que nunca deja las tijeras abiertas para evitar que lleguen las desgracias.

Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) enciende una vela amarilla en la habitación de su hija, cada vez que ésta tiene
que realizar alguna cuestión importante, como un examen, para que la suerte le sonría. La vela solamente permanece
encendida durante el tiempo que dure tal acontecimiento.
Ana Garrote Abadía (Sestao, 1957) nunca enciende una vela de color negro en su casa para evitar la mala suerte. Del
mismo modo, nunca apaga las velas soplando, sino que previamente se moja los dedos con saliva, y las apaga tocando la
mecha con ambos dedos. Esto evita atraer la mala suerte.
Entre las personas mayores, resulta habitual encender velas —incluso cada día— en memoria de las personas fallecidas,
como hace Karmele Goikoetxe, amiga de la informante M.ª Jesús Aurrekoetxea Gotilla (Lauros-Loiu, 1956). Asimismo,
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) siempre el día de Todos los Santos pone una vela en casa para alumbrar a
los difuntos. Junto a la vela hay una Virgen de su devoción.

Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recomienda no estar en medio de la corriente que se produce entre dos
ventanas, ya que, además de coger un resfriado, se decía que este acto atraía la mala suerte.

El ponerse de manera inconsciente cualquier prenda al revés tiene un significado. Para Eunate Llona Aurrekoetxea
(Bilbao, 1983) y Raquel Pérez (Bilbao, 1983), esta circunstancia es un presagio de buena suerte, mientras que para
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959), este hecho significa que a esa persona le van a hacer un regalo en breve. En
este último caso se suele preguntar en voz alta: «¿Es que te van a hacer un regalo?». De este modo avisamos que se ha
puesto una prenda al revés. También existe una versión en euskera de esta conocida superstición ofrecida por Jean
Elissalde (Kalzakorta, 2003: 238 y 252): «Arropa bat kontraz emaiten duenak ustegabean, dohain zerbeit ukhanen du
laster» [Quien viste ropa al revés sin darse cuenta, tendrá pronto un don].

Según las propias palabras de Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959), cada vez que a una persona le pican las palmas
de las manos, es debido a que su número de riquezas crecerán en los próximos días. De hecho la expresión que ella
misma utiliza desde siempre para referirse a este curioso fenómeno es la siguiente «Si te pica la palma de la mano es
señal de que te van a dar dinero».

«Azkonaraŕen erpe bat lepotik, zinzilika yarten zaio edo zekion ume bati, begizkorik inork ez egin al izateko» [A un
niño se le pone o se le ponía colgado del cuello una garra de tejón para que nadie pueda hacerle mal de ojo] (Azkue,
1989: 38). Según nos confirma el informante Jabier Kalzakorta Elorza (Markina-Xemein, 1961), esta superstición
aparece recogida en la obra titulada «Acto para la Nochebuena» de Pedro Ignacio de Barrutia. Esta es la primera obra de
teatro escrita en lengua vasca en territorio peninsular. Por lo tanto, aunque ningún informante haya procedido a
confirmarnos su existencia, su simple inclusión en un texto del siglo XVIII que sigue siendo representada en época
navideña en diferentes puntos de nuestra geografía, otorga suficiente base como para poder afirmar que esta superación
sigue siendo conocida en la cultura y en el folclore de Euskalerria.
Un viejo remedio para saber si una persona tenía mal de ojo, consistía en ponerle delante un vaso lleno de agua. A
continuación se vertía dentro una gotitas de aceite y, en el caso de que ambos líquidos se mezclasen, dicha persona era
poseedora de un mal de ojo, pero en el caso de que el aceite siguiese siendo una masa compacta en la superficie del
vaso, esa persona no era portadora del mal de ojo (Agustina Morgado Trejo, Badajoz, 1959).

Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) nos comenta que, si se empieza a sentir picor en la orejas, significa que
alguien está hablando mal de nosotros. Se trata de una superstición muy conocida, también en el País Vasco, como
explica Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 235 y 241):
Eskuineko beharria kilika denean, norbeit zure ale mintzo da nunbeit: ezkerreko beharria denean kilika, nunbeit zure
kontra mintzo da. Hola mintzo denarentzat, huna zerb erraiten duten hainitzek: Mintzo denak mihia ausikiko ahal dik!
[Cuando sientes cosquilleo en la oreja derecha, alguien esta hablando a favor de ti en algún sitio. Cuando sientes
cosquilleo en la oreja izquierda, alguien en algún sitio esta hablando contra ti. Para el que esta hablando así he aquí lo
que dicen muchos: ¡Ojala muerda su lengua quien habla así!].

Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931) recuerda que, en su juventud, era habitual salir a la calle con la cabeza
descubierta durante el mes de mayo. Esta práctica era bastante habitual entre las gentes del lugar, ya que se decía que las
lluvias de dicho mes ayudaban a que el pelo naciera mucho más sano y fuerte. Azkue recoge esta práctica (1989: 66):
«Maiatzeko Irak ulea aztekoak izaten dira. Lenago il onetako euri-eginetan eguratsera urteten eben burutsik nai
emakumak, ulea aziko uste ebelako» [Las aguas de mayo suelen ser para que crezca el pelo. Antes, en los días de lluvia
en este mes, hombres y mujeres solían salir descubiertos al aire libre, por el pelo]. Según aparece documentado en
Gotzon Garate, era conocidas en todas las tierras de Euskal Herria las propiedades de las aguas de lluvia vertidas durante
este mes ya que según la sabiduría y creencias populares Maiatzean ez da ulerik ebaki bear [En el mes de mayo no se
debe cortar el pelo], Maiatzeko urak ilea asteko [El agua de mayo para crecer el pelo] que recuerdan el castellano Agua
de mayo, crece pelo un palmo (Véase también 8.6. Mayo).

Jabier Kalzakorta recuerda que, si los dueños de la casa fallecen, hay que comunicárselo a las abejas del panal, no sólo
para evitar que puedan morir también, sino para que, al conocer la noticia, se pongan inmediatamente a fabricar mayor
cantidad de cera, la cual se utilizará para elaborar las velas o candelas del funeral del difunto. Azkue (1989: 428) recoge
también esta superstición: «Erleai, etxeko nagusia naiz andrea ilezgeroz, nagusia il da naiz etxeko andrea il da eŕaten
zakote. Ori eŕaten ezpada, erleak iltzen direla uste dute» [A las abejas, en caso de muerte del dueño o dueña, se les dice:
ha muerto el amo, o ha muerto el ama. Creen que de no decir esto mueren luego las abejas].

La visión de este animal normalmente se relaciona con la cercanía de algún tipo de desgracia o acontecimiento negativo,
pero si su piel tiende más al color blanco que al negro, no hay nada que temer, pues las de color más oscuro son
portadoras de malas noticias, como observa Azkue (1989: 426): «Mitxilota zuriak argitu egiten dau, baltzak baŕiz
ilundu» [La araña blanca suele alegrar; en cambio, la negra entristece]. Esta superstición todavía está presente en el
imaginario vasco, como explica Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 23-05-1959). Integrante de la Coral Amatza vio
como una de sus compañeras advirtió la presencia de una araña colgando de una de las ventanas y alguien exclamó: «¡Es
una araña de las claritas, estas son de las que traen buena suerte!».
En cuanto a la visión de la araña negra relacionada con el acontecimiento en poco tiempo de una desgracia se suele decir
la frase «Armiarma beltz bat ikustea, sorte txarra dakar» [El ver una araña negra, trae mala suerte] (Garbiñe Landeta
Uriarte, Zamudio, 1931), Azkue (1989: 425-426) también recoge esta superstición:
Aramu baltza lenengo ikusten dabena zori txaŕak yoko dau [Quien primeramente ve una araña negra, será pronto
objeto de desdicha].
Armiarma beltz andiak iragarten du:
A) Etxean norbait ilen dela.
B) Miarma baltzak ameraunetik urteten badau, zori txar bat dakar estera.
[Una araña negra grande, anuncia:
A) que alguien ha de morir en casa.
B) Si una araña negra sale de la telaraña, trae un infortunio a casa].

Si encontramos al pájaro carpintero golpeando el tronco de un árbol produciendo el sonido TOC-TOC-TOC, significa
que el animal está pidiendo la llegada de la lluvia. Así lo explica Lorenza Elorza Salaberria (Markina-Xemein 1928):
«Okilak arbola zulatzen bahiardu: TOK-TOK-TOK euri eske dago» [Si el pájaro carpintero esta agujereando el árbol:
TOC-TOC-TOC, está pidiendo agua]. Azkue (1989: 161) también recoge esta superstición: «Okila, kantatzen duenean,
euria eskantzen ari da» [El pájaro carpintero, cuando canta, esta pidiendo lluvia]. La informante Maria Luisa Rike
Landeta (Gamiz-Fika, 1935) nos hace llegar otra frase en euskera, en la que también aparece reflejada la solicitud de
lluvia realizada por este ave: «Okilek kantetan dauenean, egarri dan seinale eta eurixeri gedarrez dau» [Si el pájaro
carpintero canta, seinal de que tiene sed y esta llamando a la lluvia].
Lorenza Elorza Salaberria (Markina-Xemein, 1928) explica que, si encontramos al pájaro carpintero golpeando el tronco
de un árbol produciendo el sonido TOC-TOC-TOC, significa que ese animal está pidiendo que llegue la lluvia. Según
sus propias palabras: «Okilak arbola zulatzen bahiardu: TOK-TOK-TOK euri eske dago» [Si el pájaro carpintero esta
agujereando el árbol: TOC-TOC-TOC, está pidiendo agua]. Muy parecida superstición es la que encontramos en el libro
titulado Euskaleŕiaren Yakintza, (Azkue, 1989: 161) y que dice así: «Okila, kantatzen duenean, euria eskantzen ari da»
[El pájaro carpintero, cuando canta, esta pidiendo lluvia].
Si un petirrojo te mira cuando estás en la ventana de tu casa o fuera de la casa, es una señal positiva, pues, como explica
Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935: «Zama gorrixe norberan adi dauenean, notizi ona» [Cuando el petirrojo te
mira, vas a recibir buenas noticias]).

La presencia del cuco siempre ha estado relacionada con la buena suerte. Quien escucha el canto del cuco y tiene en ese
momento monedas en el bolsillo, carecerá de problemas económicos durante el año (Garbiñe Landeta Uriarte, Zamudio,
1931). Esta misma creencia era compartida por Miren Gotilla Urrutia (Lauros-Loiu, 31), quien solía preguntar a sus
nietos si llevaban dinero en los bolsillos, siempre que paseaba con ellos, y escuchaba el canto del cuco. Esta superstición
está recogida en la frase Kukuek abesten duenean, dirua poltsan badaramazu, urte guztian aberatz [Si cuando canta el
cuco llevas dinero en el bolsillo, serás rico durante todo el año].

Los graznidos del cuervo están asociados con la llegada del viento, como recuerda haber escuchado decir a la gente de
su pueblo, Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935). Igualmente, Azkue (1989: 158) también recoge esta
superstición de la siguiente manera: «Beleak KAKAKA egiten badu, egoëa» [Si el cuervo hace CACACA, viento a
tierra (posibilidad de que sea viento del sur)].
Relacionado con la superstición anterior, Miren Lafuente Gamboa (Bilbao, 1982) afirma haber escuchado en varias
ocasiones a un amigo suyo la siguiente expresión Si el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo. Dicho refrán lo que
muestra es la estrecha relación existente entre la altura del vuelo de este animal con un cambio brusco de temperatura, en
concreto con la predicción de la llegada de una fuerte bajada de las temperaturas.

Se mataba a la gallina que cantaba como un gallo, porque se creía que dicho acontecimiento pronosticaba una muerte
cercana en la casa (Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 13-07-1924). Para contrarrestar este nefasto acontecimiento,
los dueños de la casa se apresuraban a matar a dicho animal al día siguiente. Jean Elissalde (Kalzakorta 2.003: 237 y
248) recoge también esta creencia: «Oilo batek kukuruku egiten badu, berehala hil behar da, eta zorigaitz etcheari» [Si
una gallina canta como un gallo hay que matarla enseguida o vendrá una desgracia a la casa].
En el momento de incubación de las gallinas, era costumbre ponerles o dejarles cerca, una crucecita en los ponederos,
para que hubiera una buena remesa de polluelos sanos y fuertes. Del mismo modo, la cruz servía también para
protegerlos del rayo y de cualquier otro tipo de mal. Informante: Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 13-07-1924)
Se dice que los ruidos fuertes perturban a las gallinas de tal manera que les impiden poner huevos. Jabier Kalzakorta
Elorza (Markina-Xemein, 1961) nos explica que, en los días de tormenta, el ruido de los truenos azora de tal modo a las
gallinas que dejan de poner huevos: «Trumoi-hotsak ez die oiloei arraultzak jartzen uzten» [La voz de los truenos no
deja poner huevos a las gallinas].
También nos lo confirma Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931). Recuerda que en su caserío, cada vez que había
tormenta, el número de huevos puestos era menor, en comparación con los días soleados. Azkue (1989: 173) documenta
también este hecho:

Trumoia danean:
A) Oiloak eztau aŕautzakin gauza onik egingo.
B) Txita gutxiago ateratzen dira.
[Cuando truena:
A) La gallina no hará cosas buenas con los huevos.
B) Salen menos pollos].

Si el gallo emite su característico (KIKIRIKI) en el momento de ponerse el sol, es un anuncio de que al día siguiente
habrá niebla, mientras que, si su canto se escucha durante la noche, es un signo inequívoco de que al día siguiente habrá
un día lluvioso (Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 1924). Esta misma superstición, pero en su versión euskalduna,
nos la proporciona Maria Luisa Rike Landeta, vecina de Gamiz-Fika y nacida en 1935: «Oilarrak gabean zazpi
kukurruku egin ezkero, etxian norbait ilko da» [Después de que el gallo cacaree siete veces durante la noche, alguien
morirá].
Si un gallo canta en el transcurso de la noche, fuera de sus horas habituales, significa que algo malo pasará en la casa,
como la muerte de uno de sus moradores. Para evitarlo, se mata al animal. Es una superstición antigua que recuerda
Eunate Llona Aurrekoetxea (Bilbao, 1983). Tras la consulta del refranero, encontramos varios refranes relacionados con
el canto del gallo y la muerte recogidos por el investigador y escritor Gotzon Garate. Algunos de ellos son los siguientes:
Oilarrak badu gauez jotzen, norbait hilgo da berandu bañolen [Si el gallo canta por la noche, alguien morirá antes de
que se haga más tarde]; Oilarrak gabean kukurruku jotzen badu, laister izando da gorputzen bat etxe artan [Gallo que
canta al sol puesto, señal de muerto].

El gato negro siempre se ha considerado un signo de mala suerte o un aviso de la proximidad de una desgracia (Raquel
Pérez Blanco, Bilbao, 1983). En cambio la negatividad asociada a este felino desaparece en las supersticiones recogidas
por Azkue (1989: 41-43), en las que aparece como símbolo de felicidad: «Gatu beltxak xantza emaiten dizu» [El gato
negro trae felicidad], y de buena suerte: «Gatü beltxa bizkaŕean erabiliz, xantza huna» [Trayendo un gato negro en la
espalda, llega la buena suerte]. Es más, tanto su nacimiento como su entrada en la casa son signos positivos:

Etxean katar beltz bat yaioezkero, zorionaren zantzua izaten da.


[Si nace en casa un gato macho negro, suele ser señal de felicidad]
Gatu beltxa etxean, xantza huna etxean.
[Gato negro en casa, la felicidad en la casa]

Relacionado con esta temática, el etnólogo y filólogo Gotzon Garate nos proporcionó dos refranes en los que se plasma
tanto la visión positiva como la negativa relacionada con este felino y su color de piel. En concreto nos encontramos con
estas dos consejos que establecen Katu beltza etxean, txartza (zorte) ona etxean [Gato negro da buena suerte]; Katu
beltza suerte txarra [Gato negro atrae a la mala suerte].
Según Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935), desde siempre para varios de sus familiares, es un mal presagio
ver un gato negro debajo de una escalera, ya que, si este hecho se produce, significa que la mala suerte está cerca. Como
ella dice: «Katu baltza eskailerapien dauenean, zorte txarra» [Si un gato negro se pone debajo de la escalera, mala
suerte].
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda haber escuchado a su abuela (Eulogia Isabel Holguera Gallardo, La
Roca de la Sierra, 1908) en más de una ocasión que, cuando el gato anda con las patitas en el hocico, es señal de que
pronto llegarán las lluvias. Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 236 y 244) recoge también este pronóstico de lluvia:
«Gathua muthurraren garbitzen ari denean, euria laster ethorriko delako seinalea da» [Cuando el gato está limpiándose el
hocico, es señal de que pronto lloverá]. Este comportamiento también ha sido reflejado en las «atsotiz» o frases de
nuestros antepasados euskaldunes de muy diferentes maneras, pues, aunque en ellas el gato proceda a limpiarse zonas
diferentes de su cuerpo, todas ellas auguran la cercanía de las lluvias. Estos son algunos de los refranes que aparecen
documentados en la obra de Gotzon Garate: Katua bibotea garbitzen ari bada euria laster [Si el gato se limpia el
bigote, lluvia seguro]; Katua muturra garbitzen uria seguru [Si el gato se limpia el morro, lluvia seguro]; Katua
aurpegia garbitzen ari bada, euria laixter [Si el gato se limpia la cara, pronto lluvia]; Katua muxua garbitzen ari
denean (edo ari bada) euria urrian [Si el gato se limpia o se está limpiando el beso (suponemos que se referirá al morro
u hocico), lluvia en octubre].
Del mismo modo queremos destacar el único refrán encontrado referido al anuncio de la lluvia, pero que refleja un
comportamiento totalmente diferente de los anteriores: Katuak sutondora errimetan (hurbiltzen) badiez, eurixe seguru
[Cuando el gato se acerca al fuego, lluvia segura].
Son también habituales las expresiones referidas al comportamiento de esta animal como aviso de un empeoramiento del
tiempo, como se refleja en las siguientes frases: Katua nortera (iparraldera) begire aurpegi garbitzen Bakau denpora
(eguraldi) txarra [Si el gato se limpia la cara mirando hacia el norte, tiempo malo]; Katuak muturra garbitzen
duenean, eguraldi txarra [Cuando el gato se limpia el morro, tiempo malo].

La familia Morgado Trejo afirma que la presencia de las golondrinas en cualquier lugar es algo positivo, ya que desde
siempre recuerdan haber oído que este animal fue el encargado de arrancar las espinas de la corona de Jesucristo; lo que
le hizo merecedor del calificativo de «pájaro o animal de Dios». Por la consideración de animales sagrados, tampoco
estaba permitido hacerle ningún tipo de daño, ni matarlos ni estropear sus nidos. La advertencia de no dañar su nido
queda registrada en el texto de Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 236 y 246): «Ainharak ohantzea atche baten egiten
duenean, bakea akhartzen du harat, eta ohantzea ez da lniholaz desegin behar» [Cuando una golondrina hace un nido en
(el tejado de) una casa, trae paz a la casa y jamás hay que destrozar el nido]. Por su parte, Zabala (1928: 307) recoge la
creencia de que tanto el petirrojo o chindor como la golondrina limpiaron las heces con las que el reyezuelo o chepech
ensució la cabezade Jesús y la Virgen 1.
La golondrina con sus movimientos anuncia la llegada de la lluvia, como lo atestiguan los siguientes dos refranes
extraídos de la obra de Gotzon Garate denominada 27173 Atsotitzak – Refranes – Proverbs – Proverbia (2003) donde se
documenta lo siguiente; Elaiak goixean txio-txioka denpora ona [Golondrinas que cantan anuncian buen tiempo]
Txinarak goizean kantari, egu(r) aldi ona [Golondrinas que cantan anuncian buen tiempo]. Como no podía ser de otra
manera, la importancia de este animal, también aparece reflejada en la obra de Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 236 y
246) de la siguiente manera: «Ainhar lur arrasean dabilalarik, hurbil da euria» [Cuando la golondrina anda a ras de
suelo, lloverá pronto (lit. la lluvia está cerca)]. Este comportamiento es debido a que, según recoge Silvia Larocca en su
página web sobre el tema 2, estas aves buscan las moscas y los mosquitos que vuelan con mayores dificultades por la
humedad que se acumula en sus alas.

Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) nos recuerda que en su pueblo de Balcarrota, Extremadura, cada vez que se
veían en el cielo unas aves conocidas con el nombre de grullas 3, era una señal inequívoca de que al poco tiempo
empezaría a llover. Es decir, que la visión de grullas en el cielo, era presagio de lluvia.

Escuchar el canto de una lechuza es un signo de mal augurio, pues, según explica Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota,
1924), si alguien lo escuchaba desde su propia casa, significaba que alguien del vecindario moriría a los pocos días.

Jabier KalzaKorta Elorza (Markina-Xemein, 1961) nos comenta que las mariquitas presagian el tiempo que hará al día
siguiente. Según sus propios recuerdos, se ponía este pequeño insecto en la parte superior de la mano, al mismo tiempo
que se le susurraban una palabras, para saber de antemano el tiempo que haría al día siguiente. Azkue (1989: 433)
recoge esta práctica y añade que, además de susurrarle unas palabras, era necesario lanzarla al aire:

Euskaleŕian, nonnai, neskamutikoak mamutxo au arkitzen dutenean, eguraldia biramonean nolakoa izango dan yakiteko,
gora-goraka yaurtikitzen dute zerbait esanez. Ona emen orainarte bildu ditudan esakeratxoak.
[Es costumbre general de Euskalerria que cuando niños encuentran este insectito lo lancen en alto para saber qué tiempo
hará al día siguiente, diciéndole algo]

Trascribimos a continuación las fórmulas que solían decirse y la explicación de Azkue:

Maria gona-goŕi, ¿biar eguzki ala euri? Euria baldi bada, kutxatilan gorde: eguzkia baldin bada, infernuan eŕe.
[María la de la saya roja, ¿mañana sol o lluvia? Si llueve, guárdala en la cajita; si hace sol, arda en el infierno].
Katalin gori: egun iguzki, bihar euri.
[Catalina roja: hoy sol, mañana lluvia].
Txipilota gona-goŕi, biar euzki ala euri. Beatz-artean bera igoten da. Egaz asten bada, eguraldi ona; bestela, txaŕa.
[Mariposa de sayas rojas, mañana sol o lluvia. Ella suele subir entre los dedos. Si empieza a volar, buen tiempo; de lo
contrario malo].

Del mismo modo que está muy extendida en bastantes regiones españolas la superstición de que, cada vez que a un niño
se le cae un diente de leche, si lo deja debajo de su almohada, por la noche vendrá el Ratoncito Pérez y, a cambio de
llevárselo, le dejara un regalo, esa misma creencia aparece también en el País Vasco. Sin embargo, una mariquita lleva a
cabo el cambio y no recoge los dientes de debajo de la almohada sino del tejado, adonde los niños lanzaban sus dientes,
para que la mariquita les trajese los nuevos. Según la informante Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931), en su niñez
se solía decir lo siguiente: «Maritxu tailetako gona gorridune, eroaizu agin zaharra ta ekarri barrie» [Mariquita de los
tejados, la de la falda de color rojo, llévate el diente viejo y tráeme el nuevo].

En relación a las predicciones del tiempo, Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935), nos hace llegar una curiosa
superstición relacionada con las ovejas y la lluvia, ya que según ella misma nos cuenta, en caso de que una oveja esté
continuamente comiendo, eso significa que el mal tiempo está cerca. La paremia que en euskera se utiliza para transmitir
esta enseñanza es la siguiente: Jan eta Jan badabil ardixe, engeneralean denporal txarra dator [Si la oveja no para de
comer, mal tiempo].

Los aullidos de un perro presagian la muerte de algún vecino en pocos días. Así lo ha escuchado Jabier Kalzakorta
Elorza (Markina-Xemein, 1961) de la gente del lugar: «Txakur-zaunkak edo hobeto txakur-uluak aguas entzuten badira
norbait laster hilgo delako seinalea da» [El ladrido de un perro, o mejor los aullidos de este si son escuchado de noche,
es señal de que alguien pronto morirá]. Según Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 235 y 242): «Etchean norbeit hiltzerat
doalarik, zakhurra hasten da marramaka. “Urrurika” erraiten dute Gerezietan» [Cuando alguien está a punto de morir en
una casa, el perro empieza a aullar (marrumaka). En Gerezieta empleaba para esto la voz «urrurika»].
Cabe destacar que en la zona de Gamiz-Fika, el aullido de este animal no posee consecuencias tan nefastas como las que
aquí aparecen. Según una vecina de la zona Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935), su aparición solamente
acarreará la llegada de malas noticias, las cuales no tienen que estar relacionadas necesariamente con la suerte de alguna
persona.

Para proteger los campos en el País Vasco, se cogían sapos vivos y se los ensartaba en palos (zotz)que se clavaban en los
límites de las huertas (Jabier Kalzakorta Elorza, Markina-Xemein, 1961). Cuando se pudrían, se los sacaba del palo y se
los echaba a la huerta para que sirvieran de abono. El propio Jabier cuenta que existe un refrán que explica esta
costumbre y no está recogido en los refraneros escritos: Besterik ezean, zapoa zotzean [Si no hay otra cosa, el sapo en el
palillo]. Corresponde al enunciado castellano: Cuando no hay mas, contigo Tomás.
Durante los años de su infancia, Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) recuerda que se aconsejaba a los niños que
se mantuvieran alejados de los sapos, ya que escupían veneno.
Si se escucha el canto de las ranas por la noche, habrá buen tiempo, tal como nos comenta Maria Luisa Rike Landeta
(Gamiz-Fika, 1935). En Gamiz-Fika, su pueblo natal, se atribuye esta cualidad a una especie de ranas en concreto
(ugazioak): Ugazioak kantetan daudenean biharamunean eguraldi ona [Cuando las ranas (Ugazioak) están cantando,
mañana tiempo bueno]. Azkue (1989: 46) recoge este pronóstico, pero, en lugar de ranas, aparecen sapos. Sapoak klik-
klok kantetan badiardu, biaramonean eguraldi ona [Si el sapo canta clic-cloc, al día siguiente buen tiempo]. Un refrán
muy parecido es el que encontramos en la colección de Gotzon Garate: Zapoa klin klan, bihar eguraldi on [El sapo clin
clan, mañana buen tiempo]. Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 236 y 244) también recoge una paremia que relaciona
estos animales con el buen tiempo: Apoa kantari, beroaren seinalea [Si el sapo canta, es señal de que hará calor].

Entre las varias creencias relacionadas con los animales existentes en los caseríos, Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-
Fika, 1935) nos hace llegar la siguiente, en la que se afirma que, en caso de que veamos a una o varias vacas rumiando,
significa que al poco tiempo la lluvia caerá sobre los campos, como se explica en la paremia que ella ha escuchado en
varias ocasiones: Behixek eusnar badabiltzez, euria etorriko da [Cuando la vaca rumia, va a llover].
Relacionada con el comportamiento de este mamífero y la llegada de las lluvias, encontramos la superstición facilitada
por Miren Lafuente Gamboa (1982), en la que se establece que, si una vaca esta tumbada o sentada (la informante no lo
recuerda bien), significa que la lluvia no está cerca.
Una costumbre muy extendida consiste en tener colgadas en las puertas, ventanas y jambas de las casas, ramas de laurel u
olivo bendecido el Domingo de Ramos, como hace nuestra informante Pilar Aparicio Pinilla (Bilbao, 1952), quien siempre
tiene colgada en la pared de su cocina una ramita de laurel bendecido. Siguiendo sus propias palabras, el ramo debe estar
colocado de tal manera que sus hojas siempre estén boca abajo. Así la casa quedaba protegida de cualquier peligro. La rama
de laurel se pone también en el umbral de la puerta de la casa, para que proteja la casa de los rayos (Jabier Kalzakorta
Elorza, Markina-Xemein, 1961). Según Azkue (1989: 165), se pone espinoalbar: «Eloŕri xuri-buketa bat seila guzietan
ezaŕten da, txismita ta orzantzetik begiratzeko» [Se coloca sobre las barreras un ramillete de espinoalbar para defenderlas
de rayos y truenos].

Eunate Llona Aurreketxea (Bilbao, 1983) conoce la siguiente superstición relacionada con el ramo de las novias. Siguiendo
la tradición, la flor de azahar nunca puede faltar en el ramo de la novia, ya que dicha flor es símbolo o señal de pureza y
virginidad (Véase también 17.2. Noviazgo y boda).

Es sabido por todos que, en caso de tormenta, no es aconsejable situarse bajo un árbol ni cerca de él, ya que atrae los
rayos. A pesar de ello y siguiendo el consejo de una vecina de Zamudio, Garbiñe Landeta Uriarte (1931), si uno se
cobija bajo un espino, el rayo no le alcanzará. Del mismo modo, si en día de tormenta se lleva una hoja de este árbol, no
se correrá peligro alguno. Azkue también recoge esta superstición (1989: 168):

Tximistaketan dagon garaian pago-azpian yaŕiezkero iltzeko aŕiskua dago. Eloŕi-azpian yaŕiezkero eztago aŕiskurik. Eta
den lekuan dela eloŕi-ostoa kolkoan sartzen duena eztu tximistak yoko.
[Si uno se pone bajo una haya al tiempo que chispean rayos, hay peligro de muerte, mas no poniéndose bajo un espino.
De todas maneras, no herirá el rayo a quien meta en su seno hoja de este árbol].

Una informante bilbaína siempre ha oído en su casa, que el mejor remedio para protegerse contra el mal de ojo consistía
en tocar cosas u objetos de madera carentes de patas, ya que, en caso contrario, no servirían como protección. Muchas
personas utilizan la expresión tocar madera mientras tocas un objeto de este material para evitar que les suceda algo
negativo. Según Germán Conde Tarrío (Calo-Teo, 1954) la explicación de esta superstición es la siguiente: antiguamente
y debido a que las casas se fabricaban en madera, cuando en la misma se producía un incendio, la única manera de saber
si había fuego en la habitación contigua consistía en tocar la puerta y parte de la pared que la rodeaba, ya que, en caso de
que estuvieran calientes, significaba que tras ellas había fuego, por lo que no se debía abrir la puerta. En cambio, si la
puerta estaba poco caliente significaba que no había peligro y se podía abrir la puerta para escapar de las llamas. Con el
tiempo, esta tradición se fue perdiendo y la acción de tocar madera servía para atraer la buena suerte, aunque
originariamente la buena suerte consistiera en la necesidad de tocar madera para salvar la vida y poder así escapar del
fuego.

Es tal el miedo que provoca el número trece en muchas personas que, en vez de utilizar este número, emplean
expresiones, como doce más uno o simplemente no lo nombran (Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 1924).

Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983) siempre ha escuchado que tanto los martes como los viernes son días poco
propicios para el comienzo de una labor importante, para la realización de un viaje o para la celebración de una boda.
Azkue (1989: 51) también recoge esta superstición: «Martitzena ta barikua egun txarrak dira bear baŕi bat asteko» [El
martes y el viernes son malos para empezar un nuevo trabajo]. Aquellas personas que, desobedeciendo estas
recomendaciones, se casaban en martes, se les auguraba un matrimonio tortuoso y lleno de dificultades, como lo refleja
el siguiente refrán (Azkue 1989: 53):

Martitzeneko ezkontzea martirioa.


Ta sabauko bada yakin ez
[Casamiento de martes, martirio.
Y no se sabe si se ha de salvar]

De igual modo, los días 13 de cada mes eran considerados días nefastos, y peor aún si caen en martes.
En castellano, se dice todavía bastante el refrán En martes, ni te cases ni te embarques, que tiene una segunda parte,
según la informante Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959): En martes, ni te cases ni te embarques, ni gallina eches,
ni hija cases. Asimismo, la informarte Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) conoce otra variante: En martes, ni
te cases ni te embarques, ni gallina eches, ni hija cases, ni tu cochinita mates.

En la sabiduría popular euscalduna (Azkue, 1989: 53), hemos encontrado la forma Asteartean ezaldi ez bordaltu ez
itsasoratu [En martes, ni te cases ni te embarques], así como el cambio negativo que ha sufrido el día de martes en
cuanto a la celebración de casamientos, ya que antiguamente era considerado un día propicio para ello: «Astearteak
izaten ziren aldi batez ezkontzeko egunak» [Un tiempo, los martes solían ser los días de casamiento] (Azkue, 1989:
275).

La informante Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931) recuerda que, en su juventud, era habitual salir a la calle con la
cabeza descubierta durante el mes de mayo. Esta práctica era bastante habitual entre las gentes del lugar, ya que se decía
que las lluvias de dicho mes ayudaban a que el pelo naciera mucho más sano y fuerte. Azkue recoge esta práctica (1989:
66): «Maiatzeko Irak ulea aztekoak izaten dira. Lenago il onetako euri-eginetan eguratsera urteten eben burutsik nai
emakumak, ulea aziko uste ebelako» [Las aguas de mayo suelen ser para que crezca el pelo. Antes, en los días de lluvia
en este mes, hombres y mujeres solían salir descubiertos al aire libre, por el pelo]. Según aparece documentado en la
colección de Gotzon Garate, eran conocidas en todas las tierras de Euskal Herria las propiedades de las aguas de lluvia
vertidas durante este mes ya que según la sabiduría y creencias populares Maiatzean ez da ulerik ebaki bear [En el mes
de mayo no se debe cortar el pelo], Maiatzeko urak ilea asteko [El agua de mayo para crecer el pelo] que recuerdan el
castellano Agua de mayo, crece el pelo un palmo (Véase también 3.12. Pelo o cabello).

Cuando el arco iris surca los cielos, se advertía a los niños del peligro que conllevaba salir a la calle, ya que se creía que
este fenómeno succionaba los ríos, los pozos e incluso los niños que salían al exterior de sus casas, según explica Jabier
Kalzakorta Elorza (Markina-Xemein, 1961):

Ostarkua egoten zenean nezka-mutil txikiei esaten zitzaien etxetik ez ateratzeko. Ostarkuak hanka bat beti jartzen du
putzu batean edo eureka batean eta uste zen beste hankarekin uneak iruntzi egiten zituela.
[Cuando estaba el arco iris, a las niñas y a los niños pequeños se les decía que no salieran de casa. El arco iris siempre
pone una pierna en el pozo o en un río y se creía que con la otra pierna se tragaba a los niños].

Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931) recuerda haber oído la relación entre este fenómeno atmosférico y el llanto de
los ancianos: Estruke eta aurie atso zaharrak negarrez [El arco iris y la lluvia, personas mayores llorando].

El paraguas es considerado un elemento capaz de atraer la lluvia y de provocar el enfado de los cielos. Por eso, no
conviene llevar paraguas en un barco, como explica Fermín Aparicio Pinilla (Bilbao, 1958), quien, cada vez que navega
en un barco, jamás lleva consigo un paraguas, ya que piensa que con ello se está llamando a la tempestad. Asimismo,
Eunate Llona (Bilbao, 1983), cuenta que en un día de sol escuchó a un anciano preguntar a una chica si quería que
lloviese, ya que, al llevar consigo ese objeto, estaba llamando a la lluvia.
Si caminando por el campo, salen a nuestro paso gusanos que se arrastran por el suelo, eso significa que al día siguiente
lloverá en la zona (Garbiñe Landeta Uriarte, Zamudio, 1931). Azkue también recoge este pronóstico (1989: 161): «Aŕak
azalean dabizanean, euria laster» [Cuando los gusanos andan a flor de tierra, lloverá pronto].
En contraposición al refrán castellano que dice Siempre la primera gota de lluvia le cae al más tonto, nuestra
informante Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935) nos hace llegar la versión en euskera que reza: Eurie hasten
danean, lehenego alperra joten dau [Cuando empieza a llover le pegará primero al vago]. Según la opinión de esta
informante, la explicación de esta singular expresión se encuentra en que

[…] la persona que es vaga, como se pasa el día sin hacer nada, siempre está mirando al cielo, y es normal que, en caso
de llover, siempre le caiga la primera gota de lluvia, es decir, que le pille la lluvia precisamente durante esos largos ratos
que se pasa mirando a cielo sin hacer nada.

La informante Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda haber escuchado a su madre Agustina Trejo Corbacho
(Balcarrota, 1924) en más de una ocasión el refrán meteorológico Cielo aborregado, a las veinticuatro horas mojado,
cada vez que el cielo se llenaba de nubes de colores blanco esponjoso, lo cual significaba que a las pocas horas el cielo
rompería a llover.
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) solía decir en sus años de juventud que El buen llover, el solano ha de
traer, ya que era sabido entre los hombres y las mujeres del campo que, tras la copiosa lluvia, siempre llega el bochorno
y el calor sofocante.

Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) invoca a Santa Bárbara cada vez que sobre su casa cae una fuerte tormenta. De
esta forma, se protegía tanto la casa como a sus moradores de la caída de los rayos. Azkue (1989: 167) también recoge
esta creencia:

Ostotsa denean, argizai bedeinkatua erazeki, kirieleisonak esan ta Santa Barbarari otoitz motoitz au egiten zaio: Santa
Barbara bendikatu, zeruan dago iskribatu, papera ta ur bendikatu, Santa Barbara bendikatu.
[Cuando truena se enciende cera bendita, se dicen los kyrie eleison, y a Santa Bárbara se le dirige esta oracioncilla.
“Santa Bárbara bendita, en el cielo está escrita, papel y agua bendita, Santa Barbara bendita”].

Se puede pedir ayuda a Santa Bárbara y a la Santa Cruz, como hace Lorenza Elorza Salaberria (Markina-Xemein, 1928)
en los días de tormenta, cuando exclama:

Santa Barbara
Santa Kruz Jauna
balia zakiguz
inuzenteen ogixe
Jauna da miserikordixe
[Santa Barbara,
Señor Santa Cruz
Protégenos
Por el pan de los inocentes
Por la misericordia de Nuestro Señor].

En ocasiones, sólo se encendía la vela. Así lo hace una vecina de Zamudio (Olaria) Garbiñe Landeta Uriarte (1931):
cada vez que hay tormenta, enciende una vela para repeler el rayo y sus efectos, y para que nadie de la casa sufra
accidente alguno por su culpa: «Kandela bat pisten da inisitua atzera botatzeko eta minik ez diezagun egin» [Se enciende
una vela para echa atrás el rayo y para que no nos haga daño].
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) cuenta que, en su Extremadura natal, existía la creencia de que era
necesario tener siempre en las cuadras animales de pelo como burros o caballos, para que evitar la caída de un rayo cerca
de la casa.
Otra forma de proteger la casa de las tormentas consiste en colocar un hacha en la puerta de la casa, tal como explica
Lorenza Elorza Salaberria (Markina-Xemein, 1928). Cuando era niña y permanecía en casa de su tío en el caserío
Egixarre de Etxebarria (Bizkaia), cada vez que se acercaba la tormenta y empezaban a sonar los truenos, este familiar
salía en busca del hacha de la casa, y la colocaba en la puerta principal para proteger tanto la vivienda como a su
ocupantes de los posibles efectos de los rayos. Según sus propias palabras en euskera:

Trumoi-hotsa zenean nere osabak, Egixarre baserrrikoak, aizkora hartu eta atean jartzen zuen. Oinezturik ez zen, modu
horretara, baserrita jausten.
[Cuando había ruido de truenos, mi tío, el del caserío de Egizarre, cogía el hacha y la ponía en la puerta. Se creía que de
esa manera los rayos no caían encima de la casa].

Continuando con el tema de los rayos, Jabier Kalzakorta Elorza (Markina-Xemein, 1961) relata una curiosa explicación
al origen de los rayos: cuando se oyen truenos en Markina-Xemein, se dice que los gentiles (seres extraordinarios de
proporciones gigantescas) están jugando a los bolos. Se dice: Jentillek bolaketan dihardue [Los gentiles están jugando a
los bolos]. Otra posible explicación viene de Bilbao, pues Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983) recuerda que, de
pequeña, ella y sus amigos solían decir que los truenos eran provocados por el ruido que producían los ángeles jugando a
los bolos: «Ya están los angelitos jugando a los bolos».
Las tormentas y los rayos son dos elementos temidos por los hombres en la mayoría de las culturas. Existen varias
supersticiones relacionadas con las maneras utilizadas por los hombres para protegerse de sus efectos. Maria Luisa Rike
Landeta (Gamiz-Fika, 1935) recuerda que, en su casa desde siempre, cada vez que estalla una tormenta es costumbre
esparcir agua bendita por la casa, así como encender velas bendecidas, para proteger tanto a los habitantes de la casa
como el propio inmueble de sufrir cualquier tipo de daño o perjuicio. Por eso se decía: «Inestue dauenetan ur
bedeinketue bota eta kandela bedeinketue ixetu» [Cuando hay relámpagos hay que echar agua bendita y encender velas
bendecidas].

Según un vecino de Markina-Xemein llamado Juan Ibarzabal, más conocido en el pueblo por el nombre de Buztarri, se
puede pronosticar el tiempo que hará en el año teniendo en cuenta el tiempo de los primeros quince días del mes de
agosto, los denominados illegunak: el tiempo del primer día corresponde al tiempo que hará en el mes de enero, el del
segundo día, el que hará en febrero, etc. (Jabier Kalzakorta Elorza, Markina-Xemein, 1961). Esta creencia aparece
documentada en el texto de Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 237 y 250) y añade que en otra zona son los tres primeros
días de abril: «Zotalegunak Azkainen urtheko lehen hamabi egunak dire. Biriatun aldiz, apirilaren lehen hirur egunak,
omen…» [Zotalegunak son de Azkaine los doce primeros días del año. En Biriatou, en cambio, son los tres primeros
días de abril, según dicen].

Raquel Pérez Blanco (Bilbao, 1983) nos comenta que, cuando se sacan aceitunas para comer en familia, nadie toma la
última que queda (llamada «aceituna de la vergüenza»), pues quien lo haga nunca se casará.

El pan es considerado «Pan de Dios», por lo que no se podía tirar ni pisar. Si se cae al suelo, había que darle un beso
antes de comerlo. Así lo recuerda Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924). Su hija, Agustina Morgado (Badajoz,
1959) nos comenta que, tras recogerlo del suelo y darle un beso, ella lo dejaba en algún sitio que tuviese un poco de
altura, para que nadie pudiera pisarlo.
No se pone en la mesa el pan dado la vuelta, porque es un signo negativo, tal como recuerda Jabier KalzaKorta Elorza
(Markina-Xemein, 1961). El pan siempre debe estar con la parte rayada hacia arriba, ya que, de lo contrario,
inmediatamente alguien de la familia le da la vuelta. Ignora el motivo de esta creencia y sigue practicándose todavía.
En la localidad vizcaína de Murélaga, Aulestia en euskera, hay un pan que no enmohece. Se llama Ogi salutatue, como
explica Jabier Kalzakorta Elorza (Markina-Xemein, 1961): «Aulestin Gabon egunean ogia bedeinkatu eta gorde egiten
zan. Ogi hori ez zan lizuntzen. Ogi horri “ogi salutatue” deitzen citación» [En Aulestin, el día de Nochebuena se
bendecía el pan y se guardaba. Ese pan no enmohecía. Ese pan se le llamaba «ogi salutaue» (“Ogia” es pan en euskera)].
En esta población, era costumbre bendecir el pan el día de Nochebuena y guardarlo para el año siguiente. Este pan, no se
sabe el motivo, no coge moho a pesar del paso del tiempo.
El tema del pan de Nochebuena que no se enmohece está presente en otra zona vasca, pero con un objetivo concreto.
Eunate Llona que su abuela Miren Goitia Urrutia (Loiu-Lauros, 1931) en la cena de Nochebuena cogía el pan, hacía la
señal de la cruz sobre su corteza con un cuchillo, le daba un beso, para guardarlo a continuación debajo del mantel hasta
que se terminase de cenar. Este pan se conservaba en casa, para dárselo a los animales, en el caso de que se pusieran
rabiosos. Curiosamente a este pan no le salía nunca moho, por mucho tiempo que pasase. Eunate Llona continua
haciéndolo, como ella misma afirma: «así como mi amoma [abuela es euskera] lo hacía siguiendo la tradición de su
madre, nosotros lo seguimos haciendo».
Parecida superstición, pero esta vez en el día de Nochevieja, cuenta Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931): para que
los perros y gatos no se pongan rabiosos durante el año, en el transcurso de la cena del día de Nochevieja pone un trozo
de pan, el denominado kuskur (cuscurro) debajo del mantel mientras cena la familia, para que de ese modo el pan quede
bendecido. Al día siguiente prepara un guiso de carne, sobras y pan; le añade el currusco y se da de comer ese guiso a
los perros y a los gatos domésticos para que estén protegidos. Cabe destacar que Azkue (1989: 250) recoge una
superstición en la misma línea pero de objetivo contrario, ya que, si tanto el perro como el gato comen pan bendecido,
estos animales se ponen automáticamente rabiosos: «Ogi benedikatua yaten dien xakuŕa edo gatüa erabiatzen da» [Perro
o gato que coma pan bendito se pone rabioso.]
«Mientras haya borona, nadie pasará hambre», oía decir de joven Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931). La borona
es la propia mazorca de maíz, pero en el refrán parece referirse a la harina de maíz elaborada de los talos 4. Esta paremia
era de uso habitual en la zona de Dima en Bizkaia, como recoge Azkue (1989: 256): «Artoa dagoan lekuan goserik ez»,
Diman esaten da [«Donde hay borona no hay hambre», se dice en Dima].
Se daba de comer pan de un mendigo al niño que tenía problemas en el habla para que las superara. Maria Luisa Rike
Landeta (Gamiz-Fika, 1935) recuerda haberlo escuchado en varias ocasiones a su madre relacionado con la época de la
posguerra. Azkue recoge esta superstición (Azkue, 1989: 251): «Berbetan atzeratxo dagoan umeari berba eragiteko,
eskeikuan ogixe emon» [Al niño que está atrasadito en hablar se le da de comer pan de un pordiosero para que se suelte].

Si a la informante Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 23-05-1959), por cualquier motivo, se le cae sal al suelo,
automáticamente le viene a la cabeza la idea de que algún problema le surgirá en los próximos días. Del mismo modo,
siempre ha escuchado que la sal nunca puede pedirse o regalarse. Según sus propias palabras, este objeto era la forma de
pago en la época de los romanos y, por ello, se consideraba que, si se daba a terceras personas, equivalía a regalar el
sueldo o una parte del mismo. Estas consecuencias negativas se asocian también a la tradición euscalduna, como recoge
Azkue (1989: 246): «Gatza erorten danean, atsekabe andiren batek yoko du hura» [Cuando cae la sal, alguna gran
aflicción ha de sentir la persona (a quien se le ha caído)].
Cuando se ha agregado mucha sal a la comida, se suele decir lo siguiente: Jatekoa gazi badau, kozineu deunak
eskontako gania deko [Si el que cocina hace la comida salada, tiene ganas de casarse]. Esta exclamaciónm es utilizada
de manera habitual en la actualidad por Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935) cada vez que la comida no se
encuentra en su justo punto de sal. Del miso modo Azkue (1989: 246) recoge esta misma idea, pero en este caso
ampliada a la posiblidad de que dicho ingrediente sea añadido en exceso o en defecto en la comida: Yakia gazi dakaŕen
bazkalginak ezkonmina du[La cocinera que trae la comida salada tiene ansias de casarse]. Eztuzu ezkontzeko gogo
andirik [No tiene usted muchas ganas de casarse].

Si se vierte vino en la mesa durante la comida o una celebración, es positivo; pero, si es aceite, acontecerá alguna
desgracia (Agustina Morgado Trejo, Badajoz, 1959). Según sus palabras, el vino siempre está presente en las
celebraciones, por lo que, si este líquido se derrama, es señal de que estamos festejando algo positivo que nos ha
ocurrido. En cambio el aceite, elemento indispensable para cocinar, considerado casi un tesoro por su escasez, no podía
desperdiciarse. Lo recoge Azkue (1989: 237 y 257, respectivamente):

Ardoa maitik erortzen bada, poza daka [Si cae vino de la mesa, trae alegría].
Orioa yausiezkero, zori txaŕa dator. Ardöa yausiezkero baŕiz, poza [Si cae aceite a tierra, sobreviene una desgracia. Si lo
caído es vino, sobrevendrá algo regocijante].

Esta misma idea queda reflejada en la advertencia recogida por Gotzon Garate: Zamau gañera ardua, pozteko dogu
motibua [Derramar vino buen destino, derramar sal, mala señal].

Según explica Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931), cuando el cielo se pone de color rojizo al anochecer, es signo
inequívoco de que el viento soplará con fuerza en breve: Iluntzea gorri, aizea etorri [Rojizo al anochecer, viene el
viento].

Había que esperar a la luna menguante para talar árboles o cortarse el pelo, tal como relata Kalzakorta Elorza (Markina-
Xemein, 1961): «Arbolak jotzeko zein ilea ebakitzek ez da edozein egun on. Gehienetan ILBERAN ebakitzen da ilea»
[Para la tala de árboles y del pelo, no todos los días son buenos. En la mayoría de las ocasiones el pelo se corta en cuarto
menguante]. Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935) recuerda haber escuchado en más de una ocasión una
recomendación en euskera, cuando alguna persona de su familia deseaba cortarse el cabello, «Ilberan ulea ebai ezkero,
indertsua urtetan dau» [Si cortas el pelo en menguante, crece más fuerte]. Relacionado con esta creencia, Azkue (1989:
164) ofrece otras variantes: «Ilzaŕean moztu bear da ulea, zuritu eztaitean» [El pelo debe cortarse en plenilunio para que
no se encanezca]. «Umeari ilea ilberan moztu bear zaio» [Al niño debe cortársele el pelo en cuarto menguante].
Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931) recuerda lo siguiente: «Ur bizietan oilopeko aŕautzak oilaskotsu izaten
dira»[Los huevos que se ponen bajo la gallina en aguas vivas, suelen ser abundantes en pollos]. La expresión Ur bizietan
(«en aguas vivas») alude al momento en que la luna se encuentra en su estado menguante, cuando «las gallinas se
convierten en gallos». Con estas palabras se quiere decir que, si una persona quiere tener un varón, es necesario
engendrarlo en luna menguante, o aguas vivas; en el caso de desear una niña, en luna creciente. A pesar de que en la
superstición aparezcan referenciados estos animales, Garbiñe Landeta solamente lo ha escuchado para su aplicación a las
personas.
Relacionado con el influjo de la luna, nuestra informante Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935), recuerda haber
oído en su casa desde siempre que las plantas de la huerta o del baserri es necesario que se corten en luna menguante, ya
que de otro modo se corre el riesgo de que las plantas se sequen. Ella misma explica lo siguiente:

Landarak ilberan podeu behar direz. Ostantzean, ure galtzen dabe eta il egiten dira.
[Las plantas siempre hay que podarlas en menguante, sino se secan].

Dependiendo del aspecto que presente la luna durante la noche, podemos adivinar el tiempo que hará al día siguiente.
Nuestra informante Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959), asegura que cuando la luna está rodeada por un aro
blanquecino, al día siguiente habrá lluvia. Esta misma creencia aparece reflejada en el refranero de Gotzon Garate:
Ilargi koroatua, laster euri [Cerco en la luna, agua segura]; Ilargi koroatua, euri-ekarle [Cerco en la luna, agua
segura].

Está muy arraigada la costumbre de ir a rezar ante la figura de San Antonio, en el Santuario de Urkiola, para pedir novia
(Jabier Kalzakorta Elorza (Markina-Xemein, 1961). A San Antonio, se le atribuyen también cualidades protec-toras
hacia el ganado. Cuando dos aldeanos se cruzan y uno de ellos lleva a su lado una yunta de bueyes o una vaca por
ejemplo, se exclama en voz alta: «San Antoniok zaindu daiazala» [Que San Antonio te lo cuide]. Azkue amplia la
práctica a las mujeres (1989: 281):

Urkiolako elizondoan baseliza bat datza. Senargai-gura diran emakumeak araxe yoten dabe bila. Baltzerana gura dabenak
oŕatz baltzak yaurtigi daroaz baŕura. Senargai beilegia nai dabenak baŕiz oŕatz zuriak.
[Junto al templo de Urkiola hay una ermita. Las muchachas que ansían tener novio van allá en su busca. La que quiere un
moreno suele echar dentro alfileres negros; más la que quiere un rubio echa alfileres blancos].

Eunate Llona Aurrekoetxea (Bilbao, 1983) posee en la cuadra familiar imágenes o estampas de San Antonio Abad, para
que los animales de la casa estén protegidos ante cualquier plaga o enfermedad.
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda que, de niña, era costumbre, llegadas las fiestas de San Antón,
bendecir a todos los animales de la casa para su protección.
Eunate Llona Aurreketxea (Bilbao, 1983) comenta que su amuma (abuela) Miren Goitia Urrutia (nacida en Loiu-Lauros
(Bizkaia) el 14 de noviembre de 1931) cada vez que nacía un novillo en el caserío solía decir «San Antonio bendito», ya
que de este modo se protegía al animal, y se auguraba que el mismo creciese sano y fuerte.

Según la creencia popular, cuando nos damos cuenta de la pérdida de una de nuestras pertenencias, se exclamaba: «San
Antonio Bendito ayúdame a encontrar mi objeto perdido» para encontrar lo antes posible el objeto extraviado. Esta
forma de proceder, también la recoge Jean Elissalde Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 236 y 243):

Galdu duzuna atcheman nahi baduzu, egiozu othoitz San Antoniori (Azkaindarrek lehen atchematen zituztenak, berehala,
San Antonioren elizako itchuraren aintzinean pausatzen zituzte!
[Si quieres encontrar lo que has perdido, reza a San Antonio. Antaño, los de Azkaine, ponían de seguido en la iglesia
delante de la imagen de san Antonio los objetos que encontraban].

Esta superstición aparece reflejada también en las atsotiz o frases proverbiales euscaldunas recogidas por Gotzon Garate
en su valioso diccionario (2003): San Antonio galduben billatzaillea, ta billauben gordetzallia, komeni bada, argitu
dedilla [San Antonio el que encuentra las cosas perdidas, guardián de las cosas encontradas, si es conveniente, que
aparezca(n)]; Gauza galdu idoroteko, San Antonio artu bitarteko [Para encontrar una cosa, coge a San Antonio como
mediador].

La festividad de San Blas (3 de febrero), en Vizcaya era tradición hacer originariamente una romería a la Iglesia de San
Blas en Abadiño; hoy se ha extendido a otras localidades. Allí se celebra una misa multitudinaria, en la que se bendice lo
que se denomina “cordón de San Blas” (cordones de colores fabricados en algodón). Se regalan dichos cordones a
familiares y amigos, y se llevan colgados durante nueve días (una novena) para que les protejan durante el año de los
males de garganta. Tras esos nueve días, se quema el cordón. Igualmente, en esta misa se bendicen caramelos de
malvavisco que también se regalan junto con el cordón.

Los fuegos de San Juan aparecen en la memoria de nuestros informantes. Garbiñe Landeta Uriarte (Zamudio, 1931)
recuerda que, en la víspera de la noche de San Juan, era costumbre en el lugar preparar un fuego y alrededor de él cantar
la siguiente coplilla:

San Juan Bagilea, denpora ederrea, sugeak eta zapoak erre, artoak eta gariek gorde!, viva San Juan! Etxean eta kanpoan.
[San Juan de Junio, tiempo maravilloso, quema las serpientes y los sapos, guarda el maíz y el trigo! Viva San Juan! En la
casa y fuera].

Esta superstición se llevaba a cabo para que las siembras de todo el año fueran buenas y las plantas nacieran fuertes y
sanas.
Para que el molesto cardo de los campos no afectase a las cosechas, era necesario arrancarlo la víspera del día de San
Juan y evitar así su reparación durante el año. «SanJuan bezperan kendu egin behar dira, urte guztien ez daitezen
gehiago atera» [Hay que quitarlo la víspera de San Juan, para que no salga más durante el año] (Garbiñe Landeta
Uriarte, Zamudio, 1931).
En el día de San Juan era necesario ir a la fuente por agua al amanecer y traerla a casa para beber durante el día con el
fin de no tener dolor de garganta durante el año. Esta costumbre de ir por agua a la fuente cercana del monte, se llevaba
a cabo porque no había agua corriente. Se hacía esta práctica para no tener dolor de garganta el resto del año y gozar así
de buena salud: «Sanjuan Egunean iturriko ure ekarri ezkero, urte osoan samako minik ez eukiteko. Eguzkiak urten
orduko» [El día de San Juan, después de traer el agua de la fuente, para no tener dolor de garganta durante todo el año. A
la hora de salir el sol] (Garbiñe Landeta Uriarte, Zamudio, 26-09-1931).
Durante la noche de San Juan, además de la típica hoguera que se hace para celebrar el comienzo del verano, es típico en
el País Vasco elaborar ramos de San Juan que posteriormente se ponen en la huerta para que la cosecha sea buena.
Desde siempre la noche de San Juan ha tenido un carácter mágico para las gentes del campo. Maria Luisa Rike Landeta
(Gamiz-Fika, 1935) lleva a cabo el siguiente ritual: el día de San Juan se recogen diversas flores y hierbas con las que
posteriormente se confeccionan diversos ramos que se colocan en las puertas, y ventanas de la casa o en la propia huerta,
para bendecir la casa y las cosechas. En sus palabras

San Juanatan erremue atean, bentanan edo soloan imini etxea bedeinketuteko [En san juanes poner un ramo en la puerta,
ventana o huerta, para bendecir la casa]

Esta misma informante explica que sus vecinos tienen por costumbre colocar en el día de San Juan una ramita de fresno
en la puerta de sus casas para protegerlas de cualquier infortunio y, al mismo tiempo, para atraer la buena suerte. De
hecho en euskera se dice:
San Juanatan Solo bakotxean goizean goiztik leizar erromea imini bedeinkatuteko [En la huerta hay que plantar o poner
una rama de fresno].

Otra superstición típica de la noche de San Juan es la que establece que durante esa noche, la primera persona que se
acerque a la fuente de la localidad, encontrará cerca de ella un vaso de cristal (Maria Luisa Rike Landeta, Gamiz-Fika,
1935). Esta superstición queda confirmada en la frase en euskera:

San Juanatan iturrira lehenengo doanak kristalezko edalontzi bat topeko dau [En san juanes el primero que va a la fuente
encontrara un vaso de cristal].

El País Vasco ha sido desde siempre un lugar lleno de supersticiones relacionadas con el mundo de las brujas y de los
hechizos. Prueba de ello es la superstición narrada por Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935), quien afirma que
incluso hoy es costumbre que en la noche de San Juan los niños de la zona prendan fuego a varias ramas de trigo que
llevan en sus manos mientras pasean por las huertas del pueblo alzando sus voces en un cántico dedicado a San Juan,
con la finalidad de alejar de sus tierras a las brujas y a las culebras. Según establece la propia superstición en euskera:

San Juanatan gari txolari sue emoten jaken eta solorik solo joaten zan sorginek eta suguiak ilteko, san juan kantea
kantetan [El día de san juan se prendía fuego a los ramos de trigo y se iba de huerta en huerta cantando la canción de San
Juan, para terminar con las brujas y culebras].

En la mayoría de los locales comerciales podemos comprobar que todavía hoy se sigue conservando una imagen de San
Pancracio con laurel bendecido, ya que, según dice la tradición, la posesión de este santo protege el negocio y ayuda a
que él mismo prospere (visto en un bar del municipio de Olate).
Pilar Aparicio Pinilla posee en su casa una imagen de San Pancracio. Según sus propias palabras, la posesión de su
imagen en la casa asegura salud y trabajo para sus moradores.

Se recomendaba retrasar el estreno de una prenda para que coincidiera con alguna festividad importante. Al ser lo
normal el proceder al cambio de la ropa con el cambio de estación, el día elegido para lucir por primera vez las nuevas
prendas solía ser el Domingo de Ramos, conociendo con la fiesta religiosa. De este modo, se podía lucir la prenda en su
primer día ante todos los vecinos. Según las propias palabras de Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 23-05-1959), se
decía el siguiente refrán: Domingo de Ramos, el que no estrena no tiene manos, y el que estrena se condena. La
primera parte del refrán lo decía la persona que estaba orgullosa de su nueva prenda, mientras que la segunda (y el que
estrena se condena) era exclamada por la persona que no estrenaba en ese día,ya fuera por escasez económica, o
simplemente porque no quisiera hacerlo.
En las puertas, ventanas y jambas de las casas, se cuelgan boca abajo ramas de laurel u olivo bendecido el Domingo de
Ramos (Pilar Aparicio Pinilla (Bilbao, 12-10-52). Así la casa quedaba protegida de cualquier peligro. La rama de laurel
se pone también en el umbral de la puerta de la casa, para que proteja la casa de los rayos (Jabier Kalzakorta Elorza,
Markina-Xemein, 22-03-1961).

Según una vieja superstición de Markina-Xemein, en la ermita de San Miguel de Arrechinaga, existen tres gigantescas
piedras. Entre una de ellas y un pequeño peñasco que hay en el suelo, se forma un pasillo muy pequeño lugar de paso.
Según cuenta la tradición, la persona que sea capaz de dar tres vueltas por esta parte del canal, sin llegar a tocar ninguna
piedra, en breve conseguirá encontrar un novio o una novia (Jabier Kalzakorta Elorza, Markina-Xemein, 1961).

Miren Gotilla Urrutia (Lauros-Loiu, 1931) considera negativo preparar la canastilla de un bebé antes de que este
nazca. De hecho, con motivo del alumbramiento de sus dos nietos mayores Aitzol Llona y Eunate Llona, impidió a su
hija M.ª Jesús Aurrekoetxea llevar a cabo cualquier tipo de preparativo. Esta creencia igualmente es compartida por la
informante Agustina Morgado (Badajoz 1959), quien antes de nacer su hija, solamente preparó lo imprescindible,
dejando cuestiones para ella más importantes como la compra del coche de paseo, o de la propia cuna para un
momento posterior al parto, ya que, si procedía de cualquier otro modo, tenía el presentimiento y el temor de que algo
negativo podía ocurrirle a la criatura que llevaba en su vientre.
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda una vieja superstición: si una mujer embarazada tenía un antojo y
no saciaba su apetito, provocaba la aparición de una mancha en el feto en la primera parte que tocaba en su cuerpo la
embarazada. Este tipo de mancha se llama antojo y, dependiendo de la forma que la misma adoptase tras el
nacimiento del bebé, la gente decía poder saber la falta del alimento que lo había causado, esto es, la falta de una
manzana, una fresa… Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 237 y 250) recoge esta superstición:

Emazte bat esperantzetan delarik, zerbeiten jateko gutizia heldu bazaio eta gutizia hori bethetzen, sor-seinale
ethorriko zaio eskua lehenik pausatuko duen lekhuan.
[Si una mujer está embarazada y tiene el antojo de comer algo que no la sacia, se le formará un lunar en el primer
lugar que ponga la mano].

Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda que en el caso de que una mujer sintiese fuertes ardores de
estómago, o bien puntuales o bien de forma habitual, se acostumbraba a decirle que estaban relacionados con el
hecho de que su hijo nacería con mucho pelo.
Del mismo modo, esta informante recuerda otra superstición relacionada con la fertilidad y con las mujeres
extremeñas. En concreto Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924) recuerda que en su Extremadura natal existía la
creencia de que una mujer podía quedarse embarazada si se ponía los pantalones de un hombre. De hecho, cuando
nacía un hijo de madre soltera, ante las evasivas de la madre sobre la identidad del padre de la criatura, la gente del
lugar solían decir que «esa mujer que había quedado embarazada de los pantalones». Esta creencia tiene una
explicación lógica. De hecho, a principios de siglo, no era habitual que las mujeres llevasen pantalones, prenda
típicamente masculina. De ahí la creación de esta frase. Domínguez Moreno (1984: 136-144) documenta esta
superstición y afirma, además, que a la mujer que no puede tener hijos se le aconseja llevar la camisa sudada de una
embarazada que ha parido varias veces llevándola puesta. A raíz de esta superstición y por miedo a quedarse
embarazadas, muchas mujeres cacereñas se demuestran recias a vestirse por los pies.
En varios pueblos de Extremadura como en el de Campo Lugar, existía la tradición de que los quintos (los muchachos
que se marchaban a hacer el servicio militar), debían hacer lo que se denomina «correr los gallos». Esta singular
costumbre consistía en que estos jóvenes, a caballo, intentaban cortar la cabeza de un gallo vivo, que previamente
había sido colgado por las patas de una cuerda en el medio de la calle. Una vez logrado este objetivo, los jóvenes
entregaban las cintas de colores que colgaban de cada gallo a sus novias o a las muchachas del pueblo con quienes
mantuvieran una relación especial, ya fuese amistosa, afectiva o de cualquier otro tipo. Nuestra informante Agustina
Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924), no consigue recordar los motivos originarios de esta tradición que aparecen
documentados en el libro de Domínguez Moreno (1984: 136-144). Según el autor, esta forma de proceder obedece a
una creencia según la cual entregar el lacito que estaba atado al cuello de un gallo propiciaría la infertilidad de las
mujeres extremeñas. En concreto y en su versión original, las cabezas cortadas de los gallos se arrojaban contra los
vestidos de las novias, ya que, según la superstición que posteriormente dio lugar a esta tradición, de este modo se
lograba potenciar la fertilidad de la mujer casadera. En las tierras extremeñas el gallo está considerado un ave de alto
poder genésico, lo que explica que sea precisamente este animal y no otro el que tome parte de esta curiosa
superstición (Véase Domínguez Moreno, 1984: 136-144).
Agustina Trejo Corbacho (Bancarrota, 1924), se dice capaz de adivinar el sexo de un bebé, antes de que éste llegue a
nacer. En concreto, y teniendo en cuenta tanto el aspecto de la embarazada como la forma de su vientre, si la mujer
experimenta cualquier tipo de embellecimiento su futuro bebé será de sexo varón. En cambio, si su aspecto apenas
cambia, o, por el contrario, empeora el sexo de su futuro bebé será femenino. A este respecto, Jennifer Aparicio
Morgado (Bilbao, 1983) ha escuchado en un par de ocasiones que las mujeres embarazadas y más hermosas durante
la gestación llevan varones en su vientre. En lo que se refiere a la forma de la barriga de la embarazada, se dice que,
si es redonda y baja, la mujer tendrá una niña; mientras que, si es alta y picuda, nacerá un niño.
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) suele utilizar la frase Este ha nacido de pie cuando una persona posee
mucha suerte y es capaz de salir airoso de cualquier situación. Debido a la dificultad que conlleva que un niño nazca
dando la vuelta, esto es, saliendo en primer lugar sus nalgas, en caso de que el parto no sea dificultoso y el bebe nazca
sano, se considera un bebe afortunado hasta el final de sus días. Esta afirmación aparece documentada por
Domínguez Moreno (1986: 3-12) de la siguiente manera: «Si el niño nació de pie será feliz de por vida y le sonreirá
la suerte».
Relacionado con el momento del nacimiento (día/noche) Fermín Aparicio Morgado (Bilbao, 1958) afirma que los
bebés nacidos durante la noche son más folclóricos y menos trabajadores mientras que los nacidos durante el día son
más activos, despiertos y trabajadores.
Celia Pinilla Cerrajería (Gallarta, 1930) era fiel seguidora de la superstición según la cual la mujer que acaba de parir
debe beber cerveza para tener buena leche con la que amamantar a su bebé. De hecho, la informante regaló una
botella de cerveza a su nuera tras el nacimiento de su tercera nieta.

Existen muchas supersticiones para quedarse embarazada. Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda que,
durante una excursión con un grupo de amigas, visitaron la ermita del Santuario de Santa Casilda, cerca de Briviesca
(Burgos). Una vez allí, una de sus amigas, la cual deseaba quedarse en estado pero que no lo conseguía, llevó a cabo
en ese mismo lugar el siguiente ritual: se puso de espaldas a un determinado arco y lanzó un trocito de teja por
encima de su hombro. Si pasaba por el centro del arco, se produciría el nacimiento de una niña, y, si lanzaba una
chinita o piedra pequeña, sería un varón. Ella, aconsejada por el resto de acompañantes, hizo dos lanzamientos. A los
pocos meses, se produjo la alegre noticia de que esperaba gemelos ¡de ambos sexos!

Es una creencia muy extendida que las mujeres con menstruación no pueden realizar una serie de actividades: tocar
las plantas, hacer embutidos, ligar la mayonesa, amasar el pan,... pues las plantas se secaban, los embutidos se
estropeaban, la mayonesa se cortaba, la levadura no subía.

En el País Vasco existe la superstición de que la lluvia en el día de la boda provocará un matrimonio marcado por los
celos y la desconfianza como de hecho así lo refleja Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 238 y 251) «Esposek euria
balin badute, espos jeloskorrak izanen direlako seinalea» [Si los esposos tienen lluvia es señal de que serán celosos].
A los futuros contrayentes se les aconsejaba no asistir a escuchar misa en la iglesia en la que publicaba sus propias
amonestaciones, ya que corrían el riesgo de tener un matrimonio lleno de desgracias y de infortunios (Agustina
Morgado Trejo, Badajoz, 1959).

Si en el momento de casarse, el día amanecía lluvioso, era augurio de que el matrimonio sería afortunado. Se solía
decir Novia mojada, novia afortunada (Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 1924). Existe también la forma
contraria: Novia mojada, llanto para la novia.

Nuestras informantes Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) y Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983)
recuerdan que antes de la forma de peinarse las mujeres se podía deducir su estado civil o situación social, es decir, su
condición de solteras, casadas o viudas. A este respecto, Azkue (1989: 281) señala la costumbre, por parte de las
mujeres casadas, de cubrirse la cabellera, mientras que no existía dicha obligación para las mujeres solteras. Azkue
comenta que incluso esta costumbre ha tenido su reflejo en la literatura, como demuestra Moguel (1995: 3) en su
novela en euskera titulada Peru Abarca:

Neskatillac erabillezan uleac aguirijan euren garbitasunaren ezaugarritzat. [Las muchachas traían los cabellos al
descubierto como señal de su pureza].

Muestras representativas de los diferentes tocados con los que las mujeres se cubrían la cabellera en Euskal Herria y
que confirman las anteriores palabras de Azkue, se pueden admirar en el tradicional mercado medieval que se celebra
todos los años en el Castillo de Butrón, y en el que podemos observar toda clase de costumbres y degustar productos
típicos de aquella época.
La informante Eunate Llona Aurreketxea (Bilbao, 1983) conoce la siguiente superstición relacionada con el ramo de
las novias. Siguiendo la tradición, la flor de azahar nunca puede faltar en el ramo de la novia, ya que dicha flor es
símbolo o señal de pureza y virginidad (Véase también 5.1.15. Ramo de flores).
Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) nos hace llegar la curiosa superstición en la que se advierte el peligro que
conlleva para un recién nacido el ser apadrinado por una pareja de novios, ya que, en ese caso, el niño o la niña nunca
llegarán a casarse.
Jennifer Aparicio Morgado (Bilbao, 1983), recuerda haber escuchado a ciertas personas de su familia materna la
siguiente manera de proceder para saber el nivel adquisitivo que tendrá nuestro futuro novio o novia. En la noche de
San Juan, los muchachos y las muchachas casaderas deben depositar a medianoche tres patatas debajo de sus camas.
Una de ellas estará sin pelar, otra medio mondada y la tercera totalmente pelada. Antes de que amanezca y si mirara
en algún momento el lugar donde están ocultas las patatas, debe seleccionar una de ellas, la cual le indicará el estado
económico de su futuro novio. En caso de escoger la patata sin pelar, será una persona de abundantes riquezas, la
medio pelada significa posición media, y la pelada, que no gozará de una posición desahogada. Una vez realizada esta
práctica, no es posible modificar la respuesta obtenida, por lo que el futuro novio o novia, por muchos esfuerzos que
haga, nunca podrá mejorar su situación económica.

Un viejo remedio contra el dolor de oídos infantil consistía en verter unas gotitas de leche de una mujer recién parida
en los oídos de los niños o niñas aquejados de esta enfermedad. Según Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924),
si era una niña la que presentaba la dolencia, se le echaba la leche de una mujer que había dado a luz un niño y al
revés.
Agustina Trejo Corbacho (Balcarrota, 1924), recuerda como de niña era costumbre ir a la vaquería de su pueblo natal
a beber leche recién ordeñada. Esta práctica era necesaria llevarla a cabo durante nueve días seguidos en la época de
los primeros días de la primavera, para de ese modo tener buena salud, y asegurase así mantener alejada de ella lo
más posible cualquier posibilidad de caer enferma por cualquier motivo.
Según la tradición extremeña (Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 1924), un viejo remedio para curar las verrugas
consistía en enterrar un trozo de tocino en un lugar por el que nunca más se volviera a pasar, ya que si cumplíamos
esta promesa, la verruga poco a poco iría disminuyendo, hasta desaparecer por completo de nuestro cuerpo. Parecida
superstición nos ofrece Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959), quien en su caso nos aconseja que una tercera
persona esconda tantos garbanzos como verrugas tengamos en el cuerpo para que las mismas desaparezcan. Del
mismo modo que la anterior, es necesario que la persona que las sufre, ni las encuentre, ni vuelva a pasar nunca por el
sitio en el que las mismas fueron enterradas o escondidas.
El informante Fermín Aparicio Pinilla (Bilbao, 1958) nos hace llegar la siguiente superstición relacionada con el
mundo de los marineros. En concreto, en las máquinas de los barcos así como en sus motores, es habitual colocar
cabezas de ajos colgando o encima de las piezas que han sufrido varias reparaciones, o cuando se produce una avería
de gran importancia en el barco. Dicha acción se lleva a cabo para ahuyentar los malos augurios y alejar así los malos
espíritus.

Relacionadas con los sueños hay varias supersticiones. Así, una informante bilbaína nos comenta que cada vez que
sueña con serpientes, niños o bebés, a los pocos días sucede un acontecimiento negativo que le provoca un disgusto
bastante importante. Por otra parte, existe la difundida creencia de que, si en el sueño aparece muerta una persona que
está viva y completamente sana, es buena señal, ya que se le está alargando la vida. En cambio, si sucede lo contrario,
esto es, si soñamos con una persona ya fallecida, es un anuncio de que en breve recibiremos a alguien en nuestra casa.

Cuando alguien fallecía, se le bajaban los párpados, pues de lo contrario habría otro fallecimiento a los pocos días
(Agustina Trejo Corbacho, Balcarrota, 1924). Del mismo modo, también se le cerraba la boca —en caso de que
estuviera abierta— con un pañuelo en su interior o mediante una cinta atada desde la barbilla a la cabeza. Se hace con
el objeto de evitar que la persona fallecida llame a otra para que le acompañe en su viaje al otro mundo. También se
hace en el País Vasco, pues Eunate Llona Aurrekoetxea (Bilbao, 1983) nos comenta que se siguen llevando a cabo
estas prácticas para evitar que la persona fallecida pueda invitar a más personas a acompañarla en su viaje. Azkue lo
recoge en su obra (1989: 216).
En Olivenza (Badajoz), cuando fallece una persona, se da la vuelta a cuadros y espejos en la casa del difunto. No
podemos asegurar la vigencia actual de esta superstición, pero sí que la misma se llevaba a cabo desde hace 20 años
(Agustina Trejo Corbacho, 1924). En relación a esta práctica, como así aparece documentado por Domínguez Moreno
(1989: 183-187), esta manera de proceder servía para ayudar al alma del difunto a abandonar la vivienda que había
sido su casa, con el objeto de que no pudiera reconocerla ni regresar a la misma.

En casi todos los pueblos de la provincia se cubren los espejos con crespones negros, se le da la vuelta a los cuadros,
se recogen los adornos y las cortinas, se ponen tapetes negros en las camillas y se cierran todas las ventanas.
Aseguran que esto ayuda al alma a salir de la casa donde viviera y le impide un futuro reconocimiento de la misma
una vez que haya salido, por si le diera «la bobá de golvel p'acá».
Desde nuestro punto de vista, sería una especie de ritual para indicar o ayudar al alma del difunto a olvidar su pasado,
y dirigirse hacia su descanso eterno.

Maria Luisa Rike Landeta (Gamiz-Fika, 1935) ha oído en varias ocasiones que, en el momento de fallecer una
persona, ya sea esta un niño o una persona adulta, es necesario cerrarle los ojos, ya que si no lo hacemos, alguien
mñas morirá a los pocos días. Según ella misma recuerda en su versión en euskera «Ume zein pertsona zarra hiltenien
begixek irite lotuten bada, batan bat eroango dau beragaz» [Cuando un niño o una persona mayor muere y tiene los
ojos abiertos, es señal de que alguien más va a morir].

La informante Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda que en su juventud le molestaba que la gente le
echase a la cara el humo del cigarro. Pero, cada vez que reprochaba a alguien este comportamiento, recibía esta
respuesta: Es que el humo va a la mujer más guapa. La misma explicación aporta Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003:
238 y 253): Khea ederrenari doala da errana [Se dice que el humo va donde está la más hermosa (o el más guapo)].
Azkue (1989: 247) la documenta Kea edeŕagana yoaten da [El humo suele ir a la hermosa] y Edeŕenari yiten zako
kea [El humo viene a la más hermosa]. Dentro del refranero elaborado por Gotzon Garate, encontramos varios
refranes o frases hechas en euskera referidas a este fenómeno: Kea ederreari, lehendabiziko euri tanta alperrerari[El
humo al más hermoso, y la primera gota de lluvia al más vago]. Keak galantagana joten dau [El humo va al más
hermoso].
Fermín Aparicio Pinilla (Bilbao, 1958), cada vez que ve la luz encendida en una habitación vacía de la casa, exclama:
«¿Es que va a parir el gato?», para manifestar su malestar por el despilfarro de luz que realiza su familia. Azkue
(1989: 157) recoge la superstición relacionada con la existencia de una luz excesiva en una habitación: «Sukaldean bi
argi eraxekita daudenean: Katuak umeak egingo dauz»[Cuando en la cocina hay dos luces encendidas: La gata
tendrá cría].
Cabe mencionar el elevado número de variantes en euskera, como las siguientes:

Sukaldean bi argi eraxekita daudenean:


A) Katuak ezkontzen dere.
B) Katuak txizaginen asiko dira.
C)) Katuak umeak egingo dauz.
D) Bigaŕen argi ori arimentzat izan daiteala, esaten da.
E) Bi argi oiek zerterako dire? Bat onaindako, bertzea gaizki eŕaten ari direnendako.
[Cuando en la cocina hay dos luces encendidas:
A) Se casan los gatos
B) Los gatos se empezarán a orinar
C) La gata tendrá cría.
D) Se dice: «Que esa segunda luz sea para las ánimas»
E) ¿Para qué esas dos luces? La una para los buenos, la otra para los que se ocupan en hablar mal].

Jean Elissalde (Kalzakorta, 2003: 238 y 251) alude a otra variación: «Bi argi sukaldean phizten dituenari eia apheza
esperantza duen galdetzen zai» [A quien enciende dos luces en la cocina se le pregunta si espera al cura].

Relacionadas con la puesta por primera vez de prendas de vestir hay una serie de frases para desear que la lleven con
salud. Así, Agustina Morgado Trejo (Badajoz, 1959) recuerda que cada vez que se estrenaba una prenda o unos
zapatos, los demás tiraban de la prenda nueva o pisaban los zapatos exclamando: «¡Que los rompas con salud!».
Esta costumbre, aunque llevada a cabo de manera diferente también se conocía en el País Vasco, como explica Jean
Elissalde (Kalzakorta, 2003: 230 y 239): «Norbeitek jauntzi berri bat ezartzen duenean, zimiko bat besoan egiten
zaio, erranez: Zimiko berri» [Cuando alguien estrena nueva ropa, se le pellizca en el brazo diciendo: «¡Pellizco
nuevo!»].

Existen frases para proteger a alguien querido de posibles desgracias. Por ejemplo, la frase Que Dios me lo bendiga,
me lo cuide y me lo proteja. Bernabé Morgado Trejo (1962), cada vez que va de visita a casa de su madre, en el
momento de marcharse, le pide que le dé la bendición, para sentirse protegido de todo mal hasta la próxima vez que
regrese a casa de su madre. Las palabras que su madre exclama en voz alta y siempre en la puerta de la casa justo
antes de marcharse son las siguientes: Que Dios me lo bendiga, me lo cuide y me lo proteja.

En este trabajo, hemos observado algunas maneras que tiene el ser humano de comportarse o de reaccionar, ante una
situación determinada. Pensemos, por ejemplo, en todas aquellas actuaciones que llevamos a cabo en situaciones tan
dispares como el día de nuestra boda o en la celebración de un funeral, situaciones en las que las supersticiones gozan de
un especial protagonismo, aunque en la mayoría de las ocasiones pasen inadvertidas. Llevar algo viejo, algo nuevo, algo
prestado y algo de color azul el día de nuestra boda, lanzar arroz sobre los recién casados,... son creencias actuales que
poseen un fuerte trasfondo de superstición desconocido ya para muchas personas.
Desde siempre las supersticiones y en concreto su práctica están consideradas una característica de incultura e
ignorancia, llegándose incluso afirmar que las mismas son «cosas de viejas», esto es, prácticas obsoletas solamente
llevadas a cabo por personas mayores y residentes en los pueblos. Es cierto que este tipo de prácticas no goza de mucha
fuerza en la actualidad, siendo solamente algunas de ellas las que siguen vigentes en la memoria de las nuevas
generaciones. La inmensa mayoría de las supersticiones existentes recogen diversas creencias de las que no tenemos
prueba ni de su certeza ni de su efectividad, sino simplemente de su existencia y de su práctica por estas gentes
consideradas «analfabetas y poco cultivadas», ignorantes de los libros y de la razón. A pesar de esta categórica
afirmación, muchas de ellas abarcan cuestiones que, si bien no podemos afirmar su veracidad de manera absoluta y
concreta, al menos se acercan bastante a la misma, como ocurre con las supersticiones relacionadas con el
comportamiento de los animales ante los fenómenos atmosféricos (anuncio de lluvia, de empeoramiento o mejoramiento
del tiempo, niebla o nieve al día siguiente…) que han surgido de la simple observación del comportamiento de los
animales domésticos, y evidenciado por los hombres y las mujeres del campo.
Una cuestión bastante curiosa es el comportamiento apreciado en la práctica totalidad de las personas que se
autodenominan como personas no influenciables por este tipo de prácticas. La mayoría de las mismas, a pesar de
defender a ultranza que no creen en este tipo de creencias y de vivir por ello más tranquilos que el resto de los mortales
que las siguen, no ocultan su realización, aunque sea de manera tenue o solapada de algunas «por si acaso», como ellos
alegan. No deja, pues, de ser contradictorio que estas personas, en principio alejadas de estos falsos prejuicios y cuentos
de viejas, terminan acatando sus mandatos por miedo a que se cumplan.
No es menos cierto, que, si el ser humano hiciese caso a la totalidad de las supersticiones existentes, sería imposible
vivir con un mínimo de tranquilidad, no sólo por el elevado número de precauciones que sería necesario tomar, sino
también por el grado de contradicción que se aprecia en algunas de ellas.
Gracias a la investigación llevada a cabo para la realización de este trabajo, hemos descubierto que un mismo elemento
(por ejemplo: la lluvia) en relación con una misma temática (el día de la celebración de la boda) puede tener
connotaciones positivas o negativas para los contrayente (fortuna para la novia, o matrimonio marcado por los celos).
Del mismo modo, si comparamos las supersticiones, observamos que en función de la perspectiva y de la zona
geográfica, puede ser interpretada como algo positivo o negativo, circunstancia que se aprecia en relación con las
creencias relacionadas con la presencia de un gato negro.
La superstición no posee una base científica o racional, sino que simplemente es un sentimiento, una forma de proceder
aprendida de nuestros antepasados, que nos empuja a comportarnos de un modo determinado, ante el temor de que algo
malo pudiera acaecer de no hacerlo.

Los informantes de origen extremeño van precedidos por un cuadrado □:


APARICIO MORGADO ,Jennifer. Nacida el 3 de enero de 1983 en Bilbao (Bizkaia). Autora de este trabajo.
APARICIO PINILLA , Fermín. Nacido en Bilbao el 20 de junio de 1.958 y que actualmente vive en Leioa (Bizkaia).
APARICIO PINILLA, Pilar. Nacida en Bilbao el 13 de octubre de 1952 y residente en Leioa, un pueblo de Bizkaia.
AURREKOETXEA GOTILLA, M.ª Jesús. Nacida en Lauros-Loiu en Bizkaia el 8 de julio de 1956.
CONDE TARRÍO, Germán. Nacido en la localidad gallega de Calo-Teo el 27 de noviembre de 1954.
ELORZA SALABERRIA, Lorenza. Nacida el 22 de octubre de 1928 en Markina-Xemein.
GARROTE, ABADÍA, Ana. Nacida el 1 de julio de 1957 en Sestao (Bizkaia).
LLONA AURREKOETXEA, Eunate. Nacida en Bilbao el 2 de marzo de 1983, nos ha hecho llegar algunos de los
refranes que recuerda haber escuchado a su abuela (GOITIA URRUTIA, Miren. Nacida en Loiu-Lauros (Bizkaia) el 14
de noviembre de 1931 y fallecida el 27 de marzo de 2007).
HOLGUERA GALLARDO , Eulogia Isabel. Nacida en La Roca de la Sierra en abril 1908 y fallecida en octubre de
1993. El refrán a ella atribuido es proporcionado por su nieta Agustina MORGADO TREJO, nacida en Badajoz el 23 de
mayo de 1959.
KALZAKORTA ELORZA, Javier. Nacido en Markina-Xemein el 22 de marzo de 1961.
LAFUENTE GAMBOA, Miren. Nacida en Bilbao el 3 de abril de 1982, y residente en el barrio bilbaino de Deusto.
LANDETA URIARTE, Garbiñe. Nacida el 26 de septiembre de 1931 en Zamudio–Olaria (Bizkaia).
□ MORGADO HOLGUERA, Bernabé. Nacido en La Roca de la Sierra (Badajoz) el 20 noviembre de 1926, y fallecido
el 26 de abril de 2.001. La superstición que aporta nos la ha hecho llegar su nieta Jennifer APARICIO MORGADO
nacida en Bilbao el 3 de enero de 1983.
□ MORGADO TREJO , Agustina. Nació en Badajoz el 23 de mayo de 1959. En la actualidad vive en la localidad
vizcaína de Leioa, desde el año 1981.
□ MORGADO TREJO, Bernabé. Nacido en Badajoz el 23 de junio de 1962. Un año después junto con su familia se
traslada a la localidad de Sestao (Bizkaia) en la que actualmente sigue residiendo.
PÉREZ BLANCO, Raquel. Nacida en Bilbao el 28 de diciembre de 1983.
PINILLA CERRAJERÍA , Celia. Nacida en la localidad vizcaina de Gallarta el 8 de agosto de 1930, y fallecida el
30 de julio de 1995.
RIKE LANDETA, Maria Luisa. Nacida en Gamiz-Fika en laprovincia de Bizkaia, el 18 de diciembre de 1935.
□ TREJO CORBACHO, Agustina. Nacida en el pueblo extremeño de Balcarrota provincia de Badajoz el 13 de julio de
1924. En el año 1963, ella junto con toda su familia se trasladó a la localidad vizcaína de Sestao (Bizkaia).

AGUIRRE, A. (1996): Supersticiones populares vascas. Bilbao: Editorial Orain.

AZKUE, M. de (1989): Euskaleŕiaren Yakintza. [Literatura Popular del País Vasco], Costumbres y Supersticiones
(Volumen I). Bilbao: Editorial Euskaltzaindia; Madrid: Espasa-Calpe.

DOMINGUEZ, J. M. (1984): «Ritos de fecundidad y embarazo en la tradición cacereña», Revista de Folklore, 46: 136-
144 [en línea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=410].

— (1986): «El ciclo vital en la provincia de Cáceres: del parto al primer vagido», Revista de Folklore, 61: 3-12 [en
línea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=528]

— (1989): «La muerte en Extremadura: apuntes etnográficos», Revista de Folklore, 108: 183-187 [en línea:
http://www.funjdiaz.net/ folklore/07ficha.cfm?id=801].

ERKOREKA, A.; DUVERT, M. (2000): Leyendas, cuentos y supersticiones. Bilbao: Editorial Doniene.

GARATE, G. (2003): 30.466 atsotitzak – refranes – proverbes – proverbia. Bilbao: Editorial Fundación Bilbao Bizkaia
Kutxa.

KALZAKORTA, J. (2003): «Sesenta y tres creencias populares recogidas por Jean Elissalde (1883-1961)», Etniker
Bizkaia, 12: 227-253.

Jennifer APARICIO MORGADO


Natural de Bizkaia nació en Bilbao el 3 de enero de 1983. Licenciada en Derecho por la Universidad de Deusto (Bilbao),
compagina su pasión por el derecho con la elaboración de la tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid.
Enamorada de la escritura, ya ha comenzado a dar sus primeros pasos en este campo mediante la publicación del
capítulo titulado «La paremiología jurídica: el refrán y la justicia» en el libro que lleva por título El componente
etnolingüístico de la Paremiología, así como su participación en la actualización de la obra titulada Guía Práctica del
Abogado realizada por Emilio González Bilbao y publicada en diciembre de 2007.
En la actualidad se encuentra inmersa en varios proyectos relacionados con futuras publicaciones referentes entre otros
temas, a la recopilación y estudio de las diferentes supersticiones existentes en el País Vasco.

«La paremiología jurídica: el refrán y la jusitica», en El componente etnolingüístico de la Paremiología. The


ethnolinguistic component of Paremiology. Edición de Germán Conde Tarrío. Cortil-Wodon (Bélgica): E.M.E. &
InterCommunications; 2007, pp. 45-65.
«Supersticiones y fraseología en el País Vasco», en Supersticiones y fraseología. Edición de Julia Sevilla Muñoz y
M.ª Antonella Sardelli. Madrid: Universidad Complutense de Madrid - Grupo de Investigación UCM 930235
Fraseología y Paremiología; 2008, pp. 149-314.
«Funcionalidad de las paremias jurídicas latinas», en Paremiología y herencia cultural. Edición de Antonio Pamies
Beltrán, Juan de Dios Luque Durán y Patricia Fernández Martín. Granada: Granada lingvïstica, 2011, pp. 51-58.
(1) Esta cita se encuentra documentada también en las Leyendas cuentos y supersticiones de Antón Erkoreka y Michel Duvert (Etnografía de
Bermeo, 3). volver
(2) Consúltese la página web http://www.tutiempo.net/silvia_larocca/. volver
(3) Según el Diccionario de la Real Academia Española la grulla es un «ave zancuda, que llega a doce o trece decímetros de altura y tiene
pico cónico y prolongado, cabeza en parte cubierta con algunos pelos pardos y rojos, cuello largo y negro, alas grandes y redondas, cola
pequeña, pero de cobijas largas y cerdosas, y plumaje de color gris. Es ave de paso en España, de alto vuelo, y suele mantenerse sobre un pie
cuando se posa». volver
(4) En el País Vasco, es tradición que en el Día de Santo Tomás se pongan puestos en la calle para comprar todo tipo de productos típicos de
los baserris (productos alimenticios y animales vivos), como el tradicional talo con chorizo, consistente en una torta elaborada con harina de
maíz, en la que se enrolla un chorizo. Precisamente nuestra informante se refiere a la harina con la que se hacían estas tortas, ya que con ella
se elaboraba un alimento tan básico e imprescindible como es el pan. volver
Salud JARILLA BRAVO
Universidad Complutense de Madrid (Españña)
saludmjarilla@gmail.com

La maññana de San Juan


cuaja la almendra y la nuez;
asíí cuajan los amores
cuando dos se quieren bien 1

Resumen: En este trabajo hemos querido recoger y presentar una muestra de nuestro folclore popular a travéés del
testimonio de personas residentes en un pueblo de la Sierra de Huelva (Andalucíía). Dichos informantes nos han ilustrado
sobre los diferentes ritos y supersticiones que teníían lugar, y que aúún hoy en díía tienen lugar en la máágica noche de San
Juan. Podemos asíí analizar y dejar constancia de la gran variedad de manifestaciones que enriquecen y forman parte de
nuestra cultura popular.

Palabras clave: Creencia popular. Supersticióón. Tradicióón oral. Huelva. San Juan.

Titre : ««Croyances populaires, superstitions et rites d’’une localitéé andalouse pendant la nuit de la Saint Jean»»
Réésuméé : Dans ce travail nous avons voulu rassembler et préésenter un ééchantillon de notre folklore populaire àà
travers le téémoignage de personnes réésidantes dans un village de la Montagne de Huelva (Andalousie). Ces personnes
nous ont illustréé sur les difféérents rites et superstitions qui avaient lieu, et qui, encore de nos jours, ont lieu, pendant la
nuit magique de la Saint Jean. Nous pouvons ainsi analyser et rendre compte de la grande variéétéé de manifestations qui
enrichissent et font partie de notre culture populaire.

Mots cléé : Croyance populaire. Superstition. Tradition orale. Huelva. Saint Jean.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Rites in an Andalusian Town in the Saint John Night»»
Abstract: In this work we wanted to collect and present an example of our popular folklore through the testimony of
people living in a town of Sierra de Huelva (Andalusia). These reporters explained us different rituals and superstitions
which took place and keep taking place in the magic night of Saint John. This way we can analyze and record the great
variety of signs and expressions which enrich our popular culture.

Keywords: Popular Belief. Superstition. Oral Tradition. Huelva. Saint John.

Existen infinidad de creencias, supersticiones y ritos ligados a díías del calendario que gozan de gran popularidad. En este
trabajo nos centraremos en la noche de San Juan, con el fin de acotar las numerosas posibilidades que se nos presentan al
enfocar el tema desde el punto de vista de la supersticióón. Ademáás se ha realizado un trabajo de campo, indagando sobre
las diferentes manifestaciones que tienen o tuvieron lugar en la noche de San Juan, en una zona muy concreta del sur de
Españña. Hemos extraíído el material aquíí presentado de testimonios vivos que han prestado amablemente su ayuda y
compartido su saber popular para poder asíí recopilar todos los ritos y supersticiones caracteríísticos de este pueblo, lugar
de nacimiento de todos ellos, y poder contribuir, de esta forma, a su difusióón y conservacióón. El municipio aquíí referido
es un pueblo onubense de la Sierra de Aracena, Galaroza.

Hemos escogido este díía porque, aunque se trata de una festividad muy conocida y con unos ritos que la inmensa mayoríía
cree conocer, existen zonas rurales y pequeñños enclaves que poseen una serie de rituales alejados de los
««convencionales»» o que han ido quedando en el olvido con el pasar de los añños. Hoy en díía la repercusióón y la fama
de la hoguera en la noche de San Juan es de dominio púúblico 2 y ha dejado en el olvido otras representaciones tíípicas de
nuestro folclore; por ello no hay que dejar de lado otro elemento muy ligado al santo que en esta noche se festeja, el agua.

Todas estas creencias son importantes para conocer un pueblo. El pensamiento primitivo forma parte del patrimonio
comúún de tradiciones humanas que une a los que participan de ellas y los sumerge en un pasado colectivo. La mayoríía de
estas creencias pertenecen a un pasado muy antiguo y difíícil de precisar, pues se pierde en los confines del tiempo y se va
alejando con el tiempo, pero a su vez forma parte de la historia cotidiana.

La recoleccióón de estos saberes populares, estos ritos y supersticiones, aquíí presentados, se ha realizado en un entorno
concreto donde las creencias se siguen transmitiendo de generacióón en generacióón, y asíí a travéés de ellos se puede
llegar a interpretar y delinear las caracteríísticas principales de un pueblo 3.
Paulatinamente, con el transcurso del tiempo, las supersticiones se han ido disolviendo hasta desaparecer en la mayoríía de
los casos. Solo los ancianos y algunas personas aprensivas o temerosas que mantienen sus creencias ancestrales las
conservan hoy díía y transmiten este saber tan rico y particular.

Todas las creencias populares a lo largo de la historia se van enriqueciendo mediante aportaciones de otras culturas con las
que mantienen contacto; de ahíí la dificultad que encuentran las grandes ciudades para mantener y transmitir de
generacióón en generacióón, sus ritos máás ancestrales. La larga permanencia musulmana en Españña, asíí como, la
colonizacióón americana que trajo consigo un gran núúmero de extranjeros a la Peníínsula, contribuyeron a ensanchar el
caudal de nuestras supersticiones.

Andalucíía ademáás advirtióó estas influencias con máás fuerza que cualquier otra regióón españñola (Guichot y Sierra,
1986).

La noche de San Juan es una festividad en la que convergen tanto ritos paganos como festividad religiosa. En la noche que
va del 23 de junio al 24 se celebra la llegada del solsticio de verano, la noche máás corta del añño, por lo tanto entre sus
significados estáá el triunfo de la luz sobre la oscuridad y en su origen era sobretodo una fiesta solar. El díía 24 se celebra la
festividad de San Juan Bautista 4. Se ha convertido de este modo en el santo máás celebrado en Europa y demáás partes del
mundo.

Segúún Caro Baroja es posible que la coincidencia de este Santo con el díía del solsticio de verano estéé relacionada con el
rito representativo del Santo por excelencia y donde el agua es la protagonista: el bautismo (Caro Baroja 1979: 120). El Sol
y el agua son asíí los dos elementos celebrados fundamentales de la vida humana.

La mayoríía de los ritos y fiestas que durante esta noche se siguen reproduciendo añño tras añños provienen de creencias de
origen pagano, que celebraban, como hemos mencionado, el paso de estacióón y la llegada del verano. Se han heredado una
serie de rituales, fiestas, práácticas, tradiciones y costumbres que perduran hasta nuestros díías, ya sean procedentes del
mundo pagano o cristiano.

La noche de San Juan se ha considerado la noche máágica por excelencia y ha recibido el culto máás intenso en todos los
paííses europeos y de máás alláá de los confines de Europa.

La Inquisicióón, consciente de sus limitaciones, en modo alguno persiguióó a quienes practicaban estos ritos ancestrales, al
menos de una manera sistemáática; se limitóó muy de vez en cuando a realizar algúún que otro proceso, que casi nunca
terminaba en castigo; en otras ocasiones, se aprestaba a solicitar informacióón al Comisario de un determinado pueblo para
que expusiese lo que acontecíía en esa noche en dicho lugar. Por lo general, el interéés inquisitorial se centróó en tres
facetas: la recogida de plantas, especialmente si era llevada a cabo por religiosos; la realizacióón de actos adivinatorios, en
su gran mayoríía relacionados con futuros casamientos, y, finalmente, la cura de niñños herniados. Ejemplos de este tipo de
práácticas ha quedado reflejado en el libro Eros y Táánatos de Bláázquez Miguel (1989: 165-166):

[……] Los áárboles y las plantas eran venerados esa noche, incluso aquellos que durante el añño carecíían de importancia
[……] (Bláázquez Miguel, 1989: 165).

[……] Era creencia extendida por toda Españña, que el rocíío hacíía que esa noche muchas plantas adquiriesen virtudes
máágicas [……] (Bláázquez Miguel, 1989: 166).

De lo mencionado es posible individuar los elementos principales que forman parte de los rituales de la noche de San Juan
son el fuego, el agua y las hogueras y los elementos vegetales.

El fuego se convierte, durante esta noche, en el elemento principal en torno al cual tienen lugar los demáás ritos cuya
manifestacióón máás conocida es la danza que se realiza alrededor de las hogueras de San Juan hasta el amanecer. Esta
costumbre de encender hogueras, tan arraigada en nuestro folclore, parece proceder de antiguos cultos paganos del dios Sol,
pero tambiéén estáá relacionada con la prevencióón de epidemias, que en ciertas éépocas de la historia diezmaron la
poblacióón y generaron un estado de riesgo y desconcierto (Bláázquez Miguel 1989: 165-166). Segúún la leyenda, las
cenizas que se generan en las hogueras que permanecen ardiendo durante toda esta noche máágica poseen propiedades
curativas. Si se salta sobre una hoguera al menos tres veces (tiene que ser siempre un núúmero impar) se consigue un añño
de buena suerte, ademáás de alejar maleficios 5. Las hogueras que se levantan en la noche de San Juan permanecen ardiendo
toda la noche para bailar a su alrededor hasta el amanecer. Estas fogatas, ademáás de representar la purificacióón a travéés
del fuego, simbolizan el triunfo de la luz sobre la oscuridad.

Se cree tambiéén que en esta noche máágica las aguas se vuelven máás puras. El culto y la importancia que se da en este
díía a las aguas (tanto las procedentes de mar como la de rííos, fuentes, manantiales, incluyendo tambiéén el rocíío de la
maññana siguiente a la noche de San Juan) es muy representativo. Las fuentes fueron objeto de adoracióón de los pueblos
indíígenas en éépoca pagana y en la éépoca cristiana se pretendióó condenar tal hecho. En vista de los pocos resultados
obtenidos, se quisieron cristianizar estos ritos atribuyendo a dichas fuentes o manantiales nombres de santos cristianos.
Entre ellos, San Juan ocupóó el primer lugar (Caro Baroja, 1979: 156).
Infinidad de fuentes salutííferas, milagrosas, con propiedades curativas, poseíían tal fama que lograban crear verdaderos
centros de peregrinacióón. Segúún la creencia popular, las aguas en la noche de San Juan adquiríían virtudes excepcionales,
sobre todo de caráácter medicinal. Baññarse en un ríío o incluso sumergir simplemente los pies; utilizar el agua del rocíío
de la maññana de San Juan para lavarse la cara y hasta mojarse todo el cuerpo en la hierba empapada de rocíío se
consideraban práácticas propiciatorias de buena salud durante todo el añño. En la actualidad, la accióón de baññarse en
agua en esta noche aúúna toda la poblacióón hispáánica.

Existen tambiéén otros ritos que se siguen practicando hoy en díía cada noche del 23 de julio y que siguen gozando de fama
y reconocimiento en toda la Peníínsula Ibéérica. Nos referimos a la prááctica de quemar un papel en el que se escribe algo
que se quiere olvidar. Otros, en cambio, queman un deseo que esperan se cumpla. Las jóóvenes suelen aprovechar la magia
de la noche de San Juan para expresar el deseo de encontrar marido o para pedir consejos acerca del hombre que suponen
enamorado de ellas, para saber cóómo se desarrollaráá su posible relacióón con éél (Cfr. Bláázquez Miguel, 1989). En
realidad, muchos de los ritos se realizan con la finalidad de encontrar pareja o desentraññar los misterios del corazóón del
amado.

Esta serie de ritos y creencia que hemos expuesto son aquellos que la gran mayoríía reconoce cuando se habla de la noche
de San Juan y, por tradicióón, se repiten cada añño. Pero cada regióón, cada pueblo, posee sus propias supersticiones, sus
propios ritos y sus fiestas, heredados de sus antepasados y conservados a lo largo del tiempo.

Pasamos ahora a analizar los ritos de la noche de San Juan que se recrean y repiten en Andalucíía, máás concretamente en
un pueblo de Huelva, Galaroza.

Aquíí, a diferencia de lo que pasa en el resto de Españña, lo máás representativo no son las hogueras de San Juan, sino que
sus ritos y festividades se desarrollan alrededor del agua.

Como hemos explicado al principio de este estudio, las supersticiones y los ritos, con el paso de los añños se van diluyendo.
Las generaciones actuales casi no conocen estas supersticiones ni las reproducen. De todos modos, las zonas rurales de
menor tamañño se ocupan actualmente con mayor ahíínco de su conservacióón, por considerarlas representaciones
genuinas y autenticas de su cultura popular. En estas zonas rurales, las tradiciones se siguen conservando y transmitiendo
de generacióón en generacióón para que el transcurso de los añños no borre este fragmento de su historia. Por eso, muchos
pequeñños ayuntamientos se encargan de motivar e incentivar este tipo de actividades entre las generaciones máás
jóóvenes. Asíí, el ayuntamiento de Galazora mantiene vivo su pasado y su historia popular, a travéés de su portal de internet
y demáás actividades.

Galaroza es un pueblo de Andalucíía que se encuentra en la Sierra de Aracena, en un entorno particular que presenta unas
caracteríísticas muy peculiares. Junto con Navahermosa y Las Chinas (núúcleo compartido con el municipio de La Nava),
Galaroza estáá situado en el centro de la Sierra onubense. Galaroza puede considerarse un centro de cierta relevancia, si se
tiene en cuenta que casi toda su poblacióón de la sierra (alrededor de 1700 habitantes) se concentra en este Galaroza 6.

Entre los monumentos de valor históórico, arquitectóónico y paisajíístico del pueblo, destaca el caseríío de Galaroza,
declarado Conjunto Históórico. En cuanto a la historia del pueblo, conviene destacar que se desarrollóó en éépoca medieval
en un cerro coronado por la iglesia de la parroquia. La mayoríía de las casas son de dos plantas y con pocos huecos al
exterior.

La posterior evolucióón históórico-urbaníística de Galaroza ha terminado de configurar la actual forma triangular que
presenta la localidad y que rodea en su totalidad al Cerro de Santa Bríígida.

Abundan las fuentes, pozos, presas, albercas, lievas y manantiales. Una de sus fuentes máás representativa y caracteríística
es la fuente de los doce cañños, situada en una zona muy cééntrica del pueblo.

Por tanto el agua se puede afirmar que prima como elemento. Aunque hoy en díía la importancia econóómica del agua no
es comparable con la importancia que tuvo tiempo atráás y sigue representando simbóólicamente la fertilidad y la riqueza
(Bláázquez Miguel, 1989: 170). El agua representa el origen de la vida (Aguirre Baztáán, 1995: 54).

Mediante el testimonio que nos han ofrecido algunos de los habitantes de Galaroza, hemos podido individuar una serie de
ritos y fiestas peculiares y caracteríísticos del sur de Españña en torno a la noche de San Juan y que a continuacióón
pasamos a enumerar. La caracteríística principal es la ausencia de hogueras y la abundancia de ritos relacionados con el
agua.

Como se puede observar a continuacióón, la gran mayoríía de los ritos y creencias que hemos recogido gracias a nuestros
informantes estáán ligados al agua y a la naturaleza, tíípicos del entorno en el que se desarrollan, pues los áárboles van a ser
protagonistas en muchos de los diferentes ritos y creencias que aquíí presentamos.

Antes de la noche de San Juan, hay que coger agua de una fuente o de un manantial. Se llena un vaso con el agua
recogida y, cuando cae la media noche, se vierte un huevo en dicho recipiente. El vaso se deja durante toda la noche
entre el 23 y el 24 de junio y, al díía siguiente, el huevo que habííamos dejado en el vaso aparece con la forma de un
barco: la yema queda suspendida en el fondo del vaso y con la clara se ha formado lo que representaríía a las velas de la
nave. Otra opcióón es ir directamente a una fuente y realizar ahíí el rito.
Se dice que, si en la noche de San Juan te lavas la cara en un manantial o en una fuente, seráás máás agraciado. Por eso,
era costumbre ir a las fuentes a lavarse la cara la noche de San Juan con la esperanza de que al díía siguiente se le
concediese la gracia.
Muchas jóóvenes aúún hoy en díía repiten cada noche de San Juan este rito que asegura revelar quiéén es la persona que
las quiere. Se preparan papelitos doblados en cuatro pliegues en cuyo interior se debe escribir el nombre de la persona
que se desea. El núúmero de papelitos es variable y depende de la cantidad de personas que sean del agrado de cada
chica. Se llena un vaso con agua de manantial (varios informantes han hecho hincapiéé en que se trate de agua de
manantial, de una fuente de origen natural para que el rito sea efectivo), se sumergen los papelitos en el agua y asíí se
dejan durante toda la noche. El vaso tiene que recibir la luz de la luna y para ello se suele dejar en una ventana. A la
maññana siguiente el papelito que se ha abierto (en caso de que se haya abierto alguno) corresponde a la persona que
comparte los mismos sentimientos. Otros informantes nos dicen que tiene que ser otra persona la que escriba los
nombres en los papeles y los deposite en el vaso de agua. Otros sostienen que debe ser la persona interesada quien
introduzca los papelitos escritos en el vaso.
Antiguamente en la noche de San Juan los jóóvenes colocaban ramitos en las ventanas, en las rejas o en las puertas de
las mozas y dependiendo del tipo de áárbol que formara el ramo teníía un significado particular que todos conocíían.
Existíía todo un cóódigo y dependiendo del tipo de áárbol (eran plantas y áárboles que formaban parte de la vegetacióón
que se encuentra en la zona) significaba una cosa u otra: si por la maññana amanecíía un ramillete de nogal cogido a la
ventana, significaba que alguien queríía hablar con la persona que vivíía en esa casa; si se encontraban ramas de áálamo,
alguien queríía declararle su amor; las ramas de parra indicaban que se estaba tachando a esa persona de borracha; si de
higuera se trataba, significaba que la dueñña de la casa estaba algo loca; el olivo significaba que alguien queríía olvidar a
la persona a la que dejaba las ramas 8.
Otra festividad que se ha recuperado en este pueblo de Huelva (Galaroza) y que se hace coincidir con la festividad de
San Juan y San Pedro es la ««Fiesta del Pirulito»» 9. Es una fiesta que requiere unos díías de preparacióón. Consiste en
ir a coger un pino y llevarlo hasta la calle donde va a ser colocado y plantado, acto que se convertíía en todo un ritual y
una celebracióón. La vííspera de San Juan, mayores y niñños salíían con ilusióón, alegríía y espííritu de fiesta a buscar
un pino en las zonas de alrededor del pueblo y por el camino iban cantando las canciones que referiremos máás adelante.
Para preparar la fiesta, se levantaban desde el suelo unos palos largos o pinos 10 cada uno en un barrio o en una calle.
Los vecinos de la calle son los encargados de adornar el pino con cadenetas. Para recuperar todo el encanto de la
tradicióón ancestral de esta fiesta se ha querido mantener la forma que antiguamente utilizaban para fabricar las famosas
cadenetas que engalanan el áárbol: se hacen en papel de diferentes colores y sus eslabones se pegan con una mezcla
artesanal casera compuesta por agua y harina. En las hojas del pino o en la parte superior se fijan una cebolla y un
espejo, segúún nos han contado, para proporcionar buena suerte a la calle y a los vecinos.
Durante la festividad, que comienza al caer la tarde, se come, se canta y se baila alrededor del pino. Lo máás tíípico son
los dulces fritos como los buññuelos, las flores y los pestiñños, acompaññados de copitas de aníís y vino dulce.
Los vecinos de la calle y demáás personas que se han reunido para celebrar San Juan junto al pino, entonan coplas
tíípicas como:

Pirulito que bate, que bate


Pirulito de Tíío Garrapate
Pirulito de verde limóón
Pirulito de mi corazóón
En esta calle hay un pino
En el pino una cebolla
En la cebolla un espejo
Donde se mira mi novia.
Estribillo
Pirulito que bate, que bate
Pirulito de Tíío Garrapate
Pirulito de verde limóón
Pirulito de mi corazóón

Con la copla siguiente se instigaba a los mozos a que subiesen por sus ramas:

En esta calle hay un pino


Que no lo gatina un gato
Que lo gatina fulano
Con su divino zapato
Estribillo
Pirulito que bate, que bate
Pirulito de Tíío Garrapate
Pirulito de verde limóón
Pirulito de mi corazóón

Otra cancióón tíípica de San Juan que se cantaba junto al pino era la que reproducimos a continuacióón:

Díía de San Juan alegre


Díía triste para míí
Porque Juanito se llamaba
El novio que yo perdíí
Estribillo
Pirulito que bate, que bate
Pirulito de Tíío Garrapate
Pirulito de verde limóón
Pirulito de mi corazóón

Como hemos podido observar en los diferentes ritos, supersticiones y creencias que nos han relatado nuestros informantes,
el agua y los elementos vegetales son las representaciones máás caracteríísticas de esta festividad. Gracias a las actividades
y labores de recuperacióón de muchos municipios, fiestas tradicionales populares como las que aquíí recogemos, se
conservan y mantienen vivas hoy en díía.

Las iniciativas para transmitir y difundir, en los tiempos que corren, los ritos ancestrales pertenecientes a una cultura
arcaica, enriquecen y mantienen la historia popular que poco a poco se estáá perdiendo. Galaroza es uno de los pueblos que
se preocupa de sus tradiciones populares y pretende que las futuras generaciones continúúen rescatando y conservando
estos vestigios de su propia historia popular.

MÚÚÑÑIZ DOMÍÍNGUEZ, Maríía. Nacida en Galaroza (Huelva), el 18-07-1983.

BRAVO ROSADO, Providencia. Nacida en Galaroza (Huelva), el 28-12-1950.

ROSADO TRUJILLO, Salud. Nacida en Galaroza (Huelva), el 13-04-1926

DOMÍÍNGUEZ PORRAS, Maríía Dolores. Nacida en Galaroza (Huelva), el 31-10-1955.

DOMÍÍNGUEZ PORRAS, Manuela. Nacida en Galaroza (Huelva), el 2-03-1936.

MARTÍÍN ORTEGA, Joséé. Nacido en Galaroza (Huelva), el 20-08-1948.

AFÁN DE RIBERA, A. J. (1885): Fiestas populares de Granada, Granada: Lealtad.

AGUIRRE BATZÁN, A. (1995): ««Aguas amnióóticas y aguas bautismales»», en El agua: Mitos, ritos y realidades.
Granada: Anthropos, 54-78.

ANTÓN CANTERO, P. (1995): ««Las tramas del agua. (El agua como metááfora viva)»», en El agua: Mitos, ritos y
realidades. Granada: Anthropos, pp. 166-189.

BLÁZQUEZ MIGUEL, J. (1989): Eros y Táánatos. Brujeríía, hechiceríía y supersticióón en Españña. Toledo: Editorial
Arcano.

CARO BAROJA, J. (1979): La estacióón del amor. Madrid: Taurus.

—— (1984): El estíío festivo. Fiestas populares del verano. Madrid: Taurus.

GUICHOT Y SIERRA, A. (1986): Supersticiones populares andaluzas. Barcelona: Editoriales Andaluzas Unidas.

RODRIGUEZ BENEYTO, E. (1986): Aspectos históóricos de Galaroza. Sevilla: Paz y Bien.


http://asociacionlieva.blogspot.com/2007/07/se-recupera-el-pirulito.html (consulta: 16/5/2008)

http://www.aecyt.com/ [Asociacióón españñola cultura y tradicióón] (consulta: 16/5/2008)

http://www.galaroza.org/ [Ayuntamiento de Galaroza] (consulta: 20/5/2008).

Salud JARILLA BRAVO

Licenciada en Filologíía Italiana por la Universidad Complutense. Finalizóó sus estudios en la Universitàà degli Studi di
Firenze (Italia) con una beca Erasmus. Realizóó el trabajo de investigacióón de doctorado con el tíítulo ««Los exempla
medievales en el Purgatorio de Dante»». Pasóó un añño de su investigacióón en la Scuola Normale Superiore di Pisa.
Magííster de Traduccióón en el Instituto de Lenguas Modernas y Traductores de la UCM. Actualmente realiza la Tesis en el
Doctorado sobre Literatura y Traduccióón Italiano-Españñol. Primer curso del Doctorado Estructura y funcióón de las
unidades lingüüíísticas estables: fraseologismos y paremias.

Ha impartido clases de Documentacióón Aplicada a la traduccióón y Nuevas Tecnologíías en el Instituto de Lenguas


Modernas y Traductores de la Universidad Complutense de Madrid. Es traductora e intéérprete.

Sus lííneas de investigacióón son: traduccióón literaria y didááctica de la traduccióón, las paremias en las literaturas
españñola e italiana y didááctica de la lengua.
(1) Vééase Antonio Joaquíín Afáán de Ribera (1885: 120). Sigue a continuacióón otro fragmento del mismo autor.

Es popular tradicióón
que al vulgo nadie le arranca
que recobra la hermosura
quien áá las doce se lava.
Pues al bendito San Juan
este privilegio ensalza
como santo que el bautismo
colmóó de infinitas gracias.
Las resultas da el espejo
áá la siguiente maññana;
pero las feas remiten
áá otro añño sus esperanzas.
Fiestas populares de Granada
Antonio Joaquíín Afáán de Ribera volver

(2) Caro Baroja (1979: 140), en La estacióón del amor, destaca ese fenóómeno cada vez máás difundido: ««[……] la civilizacióón moderna,
o máás bien el sucedááneo de esta, que con su aire hííbrido se extiende por toda Españña, tiende a desarraigar la fiesta como otras muchas
[……]»». volver
(3) La multiculturalidad, caracteríística de las grandes urbes, y la era cientíífica y tecnolóógica que hoy en díía nos envuelve dificultan esta
labor de transmisióón generacional del saber popular. En los pueblos pequeñños las creencias permanecen hoy en díía máás vivas, ya que es
máás fáácil la labor de recopilacióón y de transmisióón de padres a hijos. Ademáás son menos propensas a contaminaciones externas. volver
(4) Se celebra el nacimiento de San Juan Bautista. La tradicióón cristiana sitúúa la fecha de nacimiento de San Juan seis meses despuéés de la
llegada al mundo del Mesíías. volver
(5) Consúúltese la páágina web de la Asociacióón españñola Cultura y Tradicióón [http://www.aecyt.com/]. volver
(6) Para máás detalles, vééase la páágina web del pueblo: http://www.galaroza.org/. volver
(7) Algunos de los ritos y supersticiones que aquíí recogemos ya aparecíían individuados por Alejandro Guichot y Sierra en su libro
Supersticiones populares andaluzas (1986: 118-120). volver
(8) En la páágina del ayuntamiento de Galaroza [http://www.galaroza.org/], donde se describe el ritual con todo lujo de detalles, se nombran
tambiéén otros tipos de áárboles con su significado correspondiente: perero, te quiero; jaguarzo, te abrazo: cerezo, te enderezo, etc. volver
(9) Vééase la páágina web http://asociacionlieva.blogspot.com/2007/07/se-recupera-el-pirulito.html. Sobre la tradicióón de esta fiesta, se puede
consultar tambiéén el libro de Emilio Rodrííguez Beneyto, Aspectos históóricos de Galaroza (1986: 72). volver
(10) Sobre la tradicióón de adornar un áárbol, vééase Caro Baroja (1984) en El estíío festivo. Fiestas populares del verano:

La aparicióón de un áárbol adornado, como síímbolo de la fiesta, no sóólo por mayo y San Juan sino en el verano, y la conduccióón de
««ramos»» procesionales, son elementos materiales del ciclo festivo popular segúún va visto. En la Antigüüedad tambiéén eran
conocidas semejantes conducciones de áárboles y su colocacióón delante de las casas [……].
[……] la fiesta entra en un ciclo en que la Naturaleza ofrece un elemento claro y que se crea una ««forma»» máás de expresióón
festiva. volver.
Bééatrice MARTÍNEZ
Universidad Complutense de Madrid (España)
bmartinez@gmail.com

Il y a de la superstition àà ééviter la superstition


Francis Bacon.

Resumen: Desde los inicios de la humanidad, las supersticiones ocupan un lugar significativo en la vida de las
civilizaciones. Pero a pesar de que siempre se han rechazado por reflejar la ignorancia de la gente, hoy díía, las
supersticiones siguen presentes en nuestra vida diaria y se siguen transmitiendo de generacióón en generacióón. Este
trabajo pretende recopilar, a travéés de fuentes orales, un gran núúmero de supersticiones y creencias populares francesas
intentando, en la medida de lo posible, dar sus respectivas paremias.

Palabras clave: Supersticióón. Fraseologíía. Refráán. Creencia popular. Tradicióón oral. Francia.

Titre : «« Croyances populaires, superstitions y phrasééologie en France »»


Réésuméé : Depuis le déébut de l’’humanitéé, les superstitions occupent une place importante dans la vie des gens.
Toujours niéées du fait qu’’elles repréésentent l’’ignorance, aujourd’’hui, les superstitions continuent àà êêtre préésentes
dans notre vie de tous les jours y se transmettent de géénéération en géénéération. Ce travail préétend recueillir, àà travers
des sources orales, un grand nombre de superstitions et de croyances populaires franççaises, qui seront, dans la mesure du
possible, accompagnéées par leurs respectifs proverbes.

Mots-cléés : Superstitions. Phrasééologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. France.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in France»»


Abstract: Since the beginning of the human race, superstitions take an important place in the life of civilizations. But,
though they have always been rejected cause they reflect people ignorance, nowadays superstitions are still present in our
daily life and are still transmitted from generation into generation. This work means to collect - through oral sources –– a
great number of French superstitions and popular believes, trying, as far as possible, to give the respective proverbs.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. France.

Desde los inicios de la humanidad, las supersticiones ocupan un lugar significativo en la vida de las civilizaciones, sin
importar su nivel de desarrollo y su lugar de existencia.

La mayoríía de nuestras creencias occidentales provienen de la antigüüedad, una éépoca en la que cada suceso representaba
un signo. Pero las supersticiones cobraban fuerza en la ignorancia de las poblaciones y en sus miedos máás profundos. El
miedo a las enfermedades, a la muerte, al diablo, a Dios, el desconocimiento del cuerpo humano y de la naturaleza en
general, han contribuido a la existencia de un elevado núúmero de supersticiones. Posiblemente, la Edad Media es la
éépoca máás representativa del poder de la supersticióón. En efecto, las leyendas eran, entonces, muy numerosas y, la
imaginacióón de la gente, propicia a dejarse llevar por semejantes creencias.

A lo largo de la historia, la Iglesia y el Estado han intentado en vano erradicar las supersticiones, en su mayoríía carentes de
elementos lóógicos, racionales y dominables.

Hoy díía, las supersticiones siguen presentes. Nos tranquilizamos diciééndonos que antiguamente reflejaban la ignorancia
de la gente, y que en nuestra éépoca influyen bastante menos en nuestro comportamiento diario, debido a nuestro máás
avanzado conocimiento cientíífico de la vida. ¡¡Pues no! Lo demuestra la perennidad de las supersticiones. Se siguen
transmitiendo de generacióón en generacióón: ¿¿quiéén no ha evitado pasar por debajo de una escalera? ¿¿Quiéén no ha
tocado madera para conjurar la fatalidad? Alcanzan todas las edades, todos los áámbitos sociales y profesionales: ¿¿quéé
artista no tiene sus pequeñños trucos antes de salir en escena? Si un díía nos hemos dicho: ««hago este gesto por si acaso,
prefiero no tentar a la suerte»», estamos participando de la creencia colectiva. ¿¿Y si los supersticiosos tuvieran razóón?
En Francia, cuando se regala una aguja a alguien, este úúltimo tiene que pinchar a la persona con la misma aguja; de lo
contrario podríía romperse la amistad. Por eso se dice que Le mauvais voisin donne une aiguille sans fil [El mal vecino
da un aguja sin hilo]. La aguja con el hilo representa la imagen de un cosido, es decir, que, al pincharse con esa misma
aguja, el hilo ««cose»» la amistad entre ambos (J. Dimon, 1943, Montgaillar).
Se debe conservar en un lugar seguro la aguja que sirvióó para coser la mortaja de un muerto, ya que estas agujas estáán
muy cotizadas por los brujos para hacer malas jugadas, como quitarle el apetito a un invitado poniendo la aguja debajo
de su plato (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Para no volver a conocer el miedo, en la regióón de Auvergne, se aconseja llevar siempre consigo un alfiler que haya
servido para sujetar la mortaja de un muerto (E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais).
En Paríís, la que quiere echarse un novio y casarse pronto tiene que robar un alfiler, sin que la pillen, del vestido de una
novia. Puede que de esa supersticióón proceda esta paremia: Filles y éépingles sont àà qui les trouve [Chicas y alfileres
pertenecen a quien los encuentre] (J. Bodon, 1953, Paríís V).

No se debe dejar el bolso en el suelo porque se pierde el dinero. Parece evidente que la cuestióón del dinero es
importante porque Qui n'éépargne pas un sou n'en aura jamais deux [Quien no ahorra una peseta no tendráá nunca
dos] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Tampoco se puede dejar el bolso encima de la mesa o de la cama porque trae mala suerte (R. y G. Eychenne, 1940 y
1946, Loubens).

No se deja dinero encima de la cama, para evitar que se gaste pronto (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

En Arièège, máás vale no prestar atencióón cuando una campana suena sola porque significa que la muerte estáá cerca
(J. Dimon, 1943, Montgaillar).
Si repican las campanas la noche de Santa-ÁÁgata, serviráá para ahuyentar a los brujos. Tambiéén, el ruido de la
campana asusta y paraliza a las brujas. Hay una expresióón muy tíípica en Francia para decir que nos han reññido
fuertemente: Se faire sonner les cloches [Hacerse repicar las campanas]. Es posible que, siendo tan ruidosas y pudiendo
asustar cuando repican, esa creencia explicara esa locucióón (G. Letalec, 1926, Brest).
Para quitar el rocíío, alejar la tormenta y el granizo, hay que tocar las campanas (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946,
Loubens).
Se dice, en Bretañña, que se escuchan con frecuencia las campanas desde el fondo del mar cuando nos encontramos en
la bahíía de Douardenez. En ese mismo lugar se ubicaba la magníífica y brillante ciudad de Ys, que fue engullida por el
mar (G. Letalec, 1926, Brest).

Cuando se termina de hacer la mudanza a una nueva casa, se invita a quienes a ayudado a hacerlo. Se llama la pendaison
de la créémaillièère ala comida o la fiesta con la que se celebra el final de la mudanza. Es una tradicióón muy antigua,
que viene de la Edad Media, cuando, al finalizar la construccióón de una casa, se invitaba a comer a quienes habíían
contribuido en su construccióón. Se poníía una olla grande colgada de la chimenea, precisamente con la
««créémaillèère»», lo úúltimo que se instalaba en la casa. La expresióón pendre la créémaillèère estáá muy extendida
en la lengua francesa.
Cuando no se utiliza, hay que dejar la ««créémaillèère»» puesta al revéés en la cocina para que ningúún brujo entre en la
casa (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Nunca hay que encender tres cigarrillos con la misma llama, de lo contrario el tercer fumador moriráá (A. Castel, 1922,
Loubens). Parece que esta supersticióón proviene de la guerra entre los Boers y los ingleses, pues los Boers mataban a
un ingléés de tres: al ir encendiendo sucesivamente los tres sus respectivos cigarrillos, se podíía localizar al primero,
apuntar al segundo y matar al tercero (J. Dimon, 1943, Montgaillar).

En Lorena, si se pone un clavo de crucifijo en el brazo de un epilééptico, su crisis pasaráá repentinamente (A. Meyer,
1929, Epinal).
Para que la herida causada por un clavo no se agrave, hay que clavarlo en el tronco de un roble (A. Castel, 1922,
Loubens).
Para alejar las pesadillas, los romanos clavaban clavos de un ataúúd en la puerta de su habitacióón (J. Dimon, 1943,
Montgaillar).

Nunca se debe regalar un cuchillo, a un amigo o a un familiar, porque se cortaríía la amistad o la buena relacióón. Para
evitarlo, hay que intercambiarlo por una moneda (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
En l’’Arièège, se aconseja no devolver el cuchillo a quien se lo haya olvidado en nuestra casa, tiene que venir éél a
recuperarlo y asíí se evita romper la buena relacióón (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922,
Loubens).
En Lorena, nunca hay que dejar el cuchillo plantado en el pan si no queremos pasar hambre (A. Meyer, 1929, Epinal).

En Normandíía, se dice que quien no come manzanas corre el riesgo de que le crezcan cuernos (G. Letalec, 1926, Brest).

Es peligroso y trae mala suerte pasar por debajo de una escalera. Esa supersticióón viene del hecho de que una escalera
apoyada contra una pared forma un triáángulo. El triáángulo es el síímbolo de la Santa Trinidad (Padre, Hijo y Espííritu
Santo). Si se pasa por debajo, se rompe esa Trinidad, lo que supone un sacrilegio (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946,
Loubens; A. Castel, 1922, Loubens; A. Meyer, 1929, Epinal; G. Letalec, 1926, Brest).

Cuando no se utiliza, hay que dejar la escoba puesta al revéés en la cocina para que ningúún brujo entre en la casa (R. y
G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Nunca se debe pasar por encima de una escoba, porque trae mala suerte. (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Tampoco se debe barrer la casa de noche, pues podrííamos darle un golpe a un alma errante, lo que la enfadaríía mucho
(R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
En la regióón de la Marne, se dice que una escoba empapada hace que llueva (G. Letalec, 1926, Brest).

Siete añños de mala suerte para quien rompa un espejo, porque se pensaba que los malos espííritus habitaban en ellos. Le
miroir est le vrai cul du diable [El espejo es el verdadero culo del diablo] dice una frase proverbial medieval francéés.
Esta creencia muy comúún en Europa parece venir del hecho de que se utilizaba un espejo para adivinar el futuro.
¿¿Pero por quéé siete añños de infortunio? El siete representa un ciclo de vida; de ahíí se deduce que el espejo, objeto
que refleja la apariencia de una persona, y, por tanto, de su estado de salud, auguraba siete añños de enfermedad o de
mala suerte si ééste se rompíía. Un miroir porte en soi l’’image laquelle il ne voit [Un espejo lleva en síí la imagen que
no ve] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; G. Letalec, 1926, Brest; A. Meyer, 1929, Epinal; J. Dimon, 1943,
Montgaillar; J. Bodon, 1953, Paríís V).

Un novio que pierde su sombrero yendo a la iglesia no puede esperar nada bueno en su vida (J. Grandon, 1930,
Marseille).
Si se tira el sombrero encima de la cama, hay riesgo de muerte (Georgette Letales, Brest, 1926).
Tocar el pompóón rojo de la gorra de un marinero trae buena suerte. Esta supersticióón estáá muy extendida en Francia 1.

Si encontramos una herradura por el camino, nos traeráá mucha suerte (J. Dimon, 1943, Montgaillar).

Segúún algunas creencias cientííficas, el planeta Marte influye en el hierro. En efecto, su color rojo es debido a la
importante presencia de hierro, casi tres veces máás que en la tierra. Se dice, en Paríís, que tocar hierro y llevar un poco
encima, nos protege de las malas influencias y de la mala suerte, sobre todo cuando nos encontramos con un sacerdote
(J. Bodon, 1953, Paríís V).

En Francia, cuando se regala una aguja a alguien, este úúltimo tiene que pinchar a la persona con la misma aguja; de lo
contrario podríía romperse la amistad. Por eso se dice que Le mauvais voisin donne une aiguille sans fil [El mal vecino
da un aguja sin hilo]. La aguja con el hilo representa la imagen de un cosido, es decir, que al pincharse con esa misma
aguja, el hilo ««cose»» la amistad entre ambos (J. Dimon, 1943, Montgaillar).

En el Morbihan se dice que, cuando en un cruce se duda sobre quéé camino elegir, se lanza una llave por encima del
hombro para conocer la buena direccióón. Sóólo hay que seguir el camino que la llave indica en el suelo (G. Letalec,
1926, Brest).
En Normandíía, si conseguimos pegar a un hombre-lobo con una llave de modo que le brote sangre, puede que ééste
úúltimo vuelva a su estado normal (G. Letalec, 1926, Brest).

No se puede ser trece en la mesa porque uno de los comensales moriráá (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; G.
Letalec, 1926, Brest; A. Meyer, 1929, Epinal; J. Dimon, 1943, Montgaillar; J. Bodon, 1953, Paríís V).
Si se pasa por encima de una mesa a un bebéé, no viviráá mucho tiempo (A. Meyer, 1929, Epinal).

Para darle buena suerte a una novia, hay que ponerle una moneda agujereada en el bolsillo cuando se dirige hacia la
iglesia (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

No se debe abrir un paraguas en un lugar cubierto porque trae mala suerte (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer; G.
Letalec, 1926, Brest; A. Meyer, 1929, Epinal; J. Dimon, 1943, Montgaillar; J. Bodon, 1953, Paríís V).

Para protegerse del mal de ojo, siempre hay que quitar los pelos que quedan en el peine despuéés de haberse peinado.
Parece ser que tiene que ver con la brujeríía y la utilizacióón que se puede hacer con el pelo si cae en malas manos (J.
Bodon, 1953, Paríís V).

Parece ser que, si enterramos en un campo de patatas, viejas pipas rotas, alejaremos los jabalííes (R. y G. Eychenne,
1940 y 1946, Loubens).

Para no enfadarse con la persona a quien regalamos unas tijeras, hay que pedirle que nos pinche el dedo con ellas (R. y
G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Trae muy mala suerte dejar unas tijeras abiertas (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Los marineros de Bretañña dicen que un marin est en train de mourir [un marinero estáá muriééndose] cada vez que
oyen un vaso tintinear (G. Letalec, 1926, Brest).
Para conocer los pensamientos de otro hay que beber en su vaso (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Nunca se tiene que encender su vela o un cirio en la iglesia, utilizando la llama de otra vela ya encendida, porque
prolongamos los rezos de esta vela, en detrimento de su propio rezo (E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais).

El ataúúd de un niñño nacido muerto tiene que pasar por la ventana y no por la puerta de la casa, de lo contrario las
mujeres embarazadas que pasaríían por esa puerta estaríían en peligro (G. Letalec, 1926, Brest).

Para proteger a un niñño, con una salud déébil, de las damas de blanco (una clase de hada) o de las hadas, hay que
vestirle de blanco hasta que cumpla los siete añños (G. Letalec, 1926, Brest).

En Auvergne, para que un niñño no sufra posibles hechizos y/o sabaññones a lo largo de su vida, sus primeros zapatos
seráán de piel de lobo (E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais).
Cuando se termina de hacer la mudanza a una nueva casa, se invita a quienes a ayudado a hacerlo. Se llama la pendaison
de la créémaillièère a la comida o la fiesta con la que se celebra el final de la mudanza. Es una tradicióón muy antigua,
que viene de la Edad Media, cuando, al finalizar la construccióón de una casa, se invitaba a comer a quienes habíían
contribuido en su construccióón. Se poníía una olla grande colgada de la chimenea, precisamente con la
««créémaillèère»», lo úúltimo que se instalaba en la casa. La expresióón pendre la créémaillèère estáá muy extendida
en la lengua francesa.
Cuando no se utiliza, hay que dejar la ««créémaillèère»» puesta al revéés en la cocina para que ningúún brujo entre en la
casa (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
En Arièège, se aconseja no devolver el cuchillo a quien se lo haya olvidado en nuestra casa, tiene que venir éél a
recuperarlo y asíí se evita romper la buena relacióón (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922,
Loubens).
Tampoco se debe barrer la casa de noche, pues podrííamos darle un golpe a un alma errante, lo que la enfadaríía mucho
(R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
El ataúúd de un niñño nacido muerto tiene que pasar por la ventana y no por la puerta de la casa; de lo contrario las
mujeres embarazadas que pasaríían por esa puerta estaríían en peligro (G. Letalec, 1926, Brest).

Todo lo que viene por y de la derecha se considera buen presagio. En cambio, todo lo que viene por y de la izquierda
representa un signo funesto o siniestro (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Grandon, 1930, Marseille; J. Dimon,
1943, Montgaillar; G. Letalec, 1926, Brest; A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer; J. Bodon, 1953, Paríís V).

Si se siente un estremecimiento en la ceja izquierda, es signo de que algo inquietante va a ocurrir. En cambio, cuando
ocurre en la ceja derecha, es buen augurio (J. Bodon, 1953, Paríís V).
Aquellas personas que tienen las cejas gruesas y tupidas son cabezones. Si la ceja tupida estáá bien peinada, la persona
es recta y sabia. Por lo contrario, si su ceja es muy clara, se trata de un cobarde (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

La mano derecha es de Dios, y la mano izquierda es del demonio. Por lo tanto, la mano izquierda tiene connotaciones
negativas; de ahíí las expresiones como, Avoir deux mains gauches [Tener dos manos izquierdas]. En francéés esa frase
significa que la persona es muy torpe. En cambio, en españñol se dice tener mucha mano izquierda para hablar de una
persona diplomáática y convincente (J. Grandon, 1930, Marseille).
Para que su matrimonio no sea un fracaso, la novia debe abstenerse de tocarse la mano derecha con la izquierda (A.
Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Siempre hay que empezar con el pie derecho, ya sea para levantarse, acostarse, andar, bailar, embarcar o desembarcar,
con el objeto de tener buena suerte. De lo contrario, si tienes un mal díía y-o estáás de mal humor, te diráán: Tu t’’es
levéé du pied gauche? [Te has levantado con el pie izquierdo] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Dimon,
1943, Montgaillar; J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
En Paríís, se dice que pisar por inadvertencia el pie de alguien, trae mal augurio (J. Bodon, 1953, Paríís V).

Tocar la joroba de un jorobado da buena suerte (J. Bodon, 1953, Paríís V; A. Castel, 1922, Loubens).

La Mano de Gloria es la mano de un ahorcado que la ha vendido antes de su muerte. Las brujas poseen siempre una
porque con su grasa se pueden fabricar candelabros máágicos, que tienen poderes de destruccióón y permiten encontrar
tesoros perdidos (G. Letalec, 1926, Brest).
Para curarse los cóólicos o la rabia de dientes, hay que pasar por la tripa o por las encíías, la mano con la que hayamos
asfixiado lentamente a un topo (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Una joven a quien le pica la nariz debe saber que un viejo quiere besarla. Segúún las versiones, puede significar que
habráá pelea o que alguien piensa en ella (J. Bodon, 1953, Paríís V).
Segúún el tamañño de la nariz de un hombre podemos caracterizarlo. En efecto, si su nariz es larga y grande, se trata de
un hombre vigoroso y lujurioso; si es aguileñña, un hombre real; si es puntiaguda, coléérico; si es pequeñña, hipóócrita,
y si es gorda, impudente. Quizáás por eso existe esta paremia: Un grand nez ne gââte jamais beau visage [Una nariz
grande nunca ha estropeado una bonita cara] (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

De la misma manera que con la nariz, el tamañño o el estilo de la oreja tiene un significado. Si son grandes, es un signo
de torpeza y de fatuidad; si son pequeññas, bordeadas y tensas, indican la locura; si son aplastadas, la vulgaridad y, por
úúltimo, aquellos con orejas cuadradas seráán reconocidos como personas puras y nobles (J.-N. Tamisier, 1948, Les
Arcs).

En Paríís se dice que, si tenemos hipo con mucha frecuencia, la tez estaráá siempre fresca (J. Bodon, 1953, Paríís V).

Solo hay abejas en las casas respetables, por lo que hay que cuidarlas bien o, de lo contrario, se iráán. Son signo de
felicidad para los habitantes de la casa (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

En general, cuando se ve una arañña, es un augurio de buena suerte sóólo si se la aplasta inmediatamente. En funcióón
del momento del díía en que aparecen, se dice lo siguiente: Araignéée du matin: chagrin [Arañña de la maññana: pena].
Araignéée du midi: profit [Arañña del medio díía: provecho]. Araignéée du soir: espoir [Arañña de la tarde: esperanza]
(R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
En Bretañña, se dice que una arañña que pasa por encima de la cara de alguien durmiendo, significa que esa persona
tiene cááncer (G. Letalec, 1926, Brest).
Si en una casa, la arañña hila su tela de arriba a abajo, es signo de que pronto se recibiráá dinero (R. y G. Eychenne,
1940 y 1946, Loubens).
No se deben quitar las telas de arañña en los establos ni en las cuadras, ya que protegen los animales de los hechizos (R.
y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Tanto el grito del búúho como el de la lechuza es considerado un signo precursor de muerte. Tambiéén constituye un
presagio de esterilidad el ver un búúho (G. Letalec, 1926, Brest).

Trae buena suerte encontrarse con un caballo blanco. Y, si en el mismo díía, una joven consigue encontrarse con cien
caballos blancos, podráá ver a su futuro marido en el núúmero cien (E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais).
Si un caballo se detiene bruscamente delante de una casa y muestra signos de páánico, significa que pronto habráá una
muerte en esa casa (A. Meyer, 1929, Epinal).
Para que un caballo no se canse corriendo, se le cuelga alrededor del cuello, un diente de lobo. Para que no relinche, un
collar de piedras, y para que huya o corra, una pata de topo (J. Dimon, 1943, Montgaillar).
En la Manche, en la costa del pueblo de Yport, se dice que a veces unos caballos salen del mar y que su mirada es tan
irresistible y fascinante que, si se les mira fijamente, nos atraeráán y nos engulliráá el mar (G. Letalec, 1926, Brest).

Los tziganes (gitanos) no pueden soportar las comadrejas y dicen que, cuando se cruzan con una, hay que inmovilizarse,
recoger tres piedras y tirarlas delante de síí. De esta forma no pueden echar mal de ojo. Se puede escuchar la frase
proverbial: Il faut se mééfier mêême d’’une belette morte [No hay que fiarse hasta de una comadreja muerta];
seguramente tiene que ver con esta supersticióón, y que significa que siempre es mejor estar a la defensiva (J.-N.
Tamisier, 1948, Les Arcs).
No hay que matar a una comadreja que tiene críías, de lo contrario sus pequeñños vendráán a vuestro armario a comerse
la ropa (J. Dimon, 1943, Montgaillar; R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Para alejar la tormenta, hay que tirar piedras sobre todas las cornejas que estéén posadas sobre las ramas de los áárboles,
y asíí dispersarlas, porque Quand les corneilles s’’assamblent, du bois pour ton hiver assemble [Cuando las cornejas se
juntan, reúúne mucha madera para el invierno] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Las chicas que oyen cantar a un cuco, piensan que se casaráán antes de que pase el añño (R. y G. Eychenne, 1940 y
1946, Loubens).
Si se posee dinero en el momento en que se oye el canto de un cuco, significa que el añño seráá próóspero. Por lo
contrario, si se es pobre, significa que tendráá riññas y, si encima ademáás se estáá en ayunas, puede que se muera de
hambre (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Dimon, 1943, Montgaillar).

El cuervo es un animal temido. Se dice que es un páájaro de mal agüüero (G. Letalec, 1926, Brest).
Si se oye el graznido del cuervo, por la maññana al salir de casa, conviene renunciar a salir y quedarse en casa (G.
Letalec, 1926, Brest).
La muerte, la hambruna y la guerra son siempre anunciados por los cuervos (G. Letalec, 1926, Brest; R. y G. Eychenne,
1940 y 1946, Loubens).
En Lorena, un cuervo que grita muy temprano anuncia la tormenta; si grita bajo la lluvia, significa que el invierno seráá
largo, y que haráá buen tiempo si abre el pico al sol (A. Meyer, 1929, Epinal).
En Bretañña, se representan a dos cuervos en las fachadas de las casas, uno para anunciar los nacimientos y el otro las
muertes (G. Letalec, 1926, Brest).

Para encontrar a un ahogado, hay que llevar un gallo en la barca de búúsqueda, ya que este cantaráá justo en el momento
en que pase por encima del cuerpo. (G. Letalec, 1926, Brest).
Se dice que un gallo nacido un Viernes Santo cantaráá antes que los demáás (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Los bretones observan mucho la actitud del gato, porque anuncia muchos sucesos. Si el gato juega, su dueñño va a
volver. Si se limpia el hocico, se acerca una tormenta. Por eso, los siguientes refranes franceses: Quand le chat se
déébarbouille, bientôôt le temps se brouille [Cuando el gato se lava, pronto el tiempo empeora], Quand le chat passe la
patte sur la têête, bientôôt il y aura tempêête [Cuando el gato se pasa la pata por la cabeza, pronto habráá tormenta]. Si
le da la espalda al fuego de la chimenea, se produce un naufragio. Si se quema los pelos, hay ahogados en el naufragio.
En cambio, su ronroneo, anuncia el fin del mal tiempo (G. Letalec, 1926, Brest).
Cuando el gato es de color negro, se le emparenta con el diablo y los brujos se convierten en gatos. De hecho, en
Provenza, se dice que, cuando se le da pan bendito a un gato, se pone rabioso (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs; A.
Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).
Una joven que le pisa la cola a un gato, pierde la esperanza de poder casarse a lo largo del añño (A. Garrigues, 1925, St
Cyr-sur-mer).
Es de mal presagio encontrarse con un gato cuando uno se va de viaje (A. Meyer, 1929, Epinal).

En Provenza, tener un grillo en casa es signo de felicidad, porque estáá considerado un protector del hogar (A.
Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer; J. Grandon, 1930, Marseille).
Cuando se escucha cantar un grillo, significa que ha acabado el invierno y llega el verano. De ahíí el refráán: Si le
grillon chante, plus de geléées àà craindre [Si el grillo canta, no temas máás heladas] (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-
mer; J. Grandon, 1930, Marseille).

El lagarto es un animal considerado amigo del hombre, por lo que se puede poner su cola en nuestros zapatos para tener
suerte en el juego y ser feliz (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Se dice en Provenza que, para curarse de una enfermedad de la piel, hay que comer lagarto. (J.-N. Tamisier, 1948, Les
Arcs).

En Bretañña, si se ve una salamandra en el ríío, quiere decir que su agua es sana (G. Letalec, 1926, Brest)
Para conseguir casarse, las mujeres de máás de treinta añños deben salir de noche a crier àà la chouette [gritar a la
lechuza]. Pero se arriesgan a que se transformen en lechuza el díía de su muerte, si su destino fuera quedarse solteras (R.
y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Para saberlo todo de alguien, hay que ponerle encima mientras duerme un corazóón y un pie derecho de una lechuza (G.
Letalec, 1926, Brest).
Si se escucha el grito de una lechuza, hay que tirar sal en el fuego de la chimenea para conjurar la mala suerte (G.
Letalec, 1926, Brest).

Para asegurarse su vuelta a casa, el viajero debe colgar en su bastóón un corazóón y una lengua de perro. Quizáás por
eso exista el refráán Langue de chien, sert de méédecin [Lengua de perro sirve de méédico], para recordar que, al
llevarla consigo, el viajero no contraíía enfermedades que le impidieran volver (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946,
Loubens).
Cuando un perro rabioso muerde a una persona, no hay que matarlo, porque, si lo hace, la enfermedad seráá incurable
(R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Cuando una persona acaba de morir, hay que acercar un perro al cadááver. Si ééste se acerca sin miedo, significa que el
alma del muerto ha subido al cielo (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Se sabe que un barco va a hundirse en su próóximo viaje si se ve una fila de ratas desembarcar. De ahíí, la frase les rats
quittent le navire [Las ratas abandonan el navíío] (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Con frecuencia se levanta la piedra que se encuentra cerca de la entrada de una casa desafortunada, porque seguro que se
encuentra un sapo debajo de ella (G. Letalec, 1926, Brest).
Parece ser que, si la rana canta, es signo de que viene la lluvia. Por eso. se dice: Si la grenouille appelle Rigot, Rigot,
Rigot, il pleuvra sur la plaine àà tire-larigot [Si la rana llama a Rigot, Rigot, Rigot, lloveráá mucho sobre la llanura] (R.
y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Cuando una sola urraca canta cerca de una casa, es signo de muerte. De ahíí el refráán: Quand on voit une pie, tant pis;
quand on en voit deux, tant mieux [Cuando se ve una sola urraca, peor; cuando se ven dos, mejor] (J. Dimon, 1943,
Montgaillar).
Quien come sesos de urraca, se volveráá loco (G. Letalec, 1926, Brest).

Para saber si uno se casaráá pronto, hay que arrancar los péétalos de un cardo y ponerlos al pie de la cama. Habráá boda
si por la maññana uno se encuentra con un cardo en flor (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Para protegerse de los rayos, hay que poner laurel bendito en la entrada de la granja y de la casa. Tambiéén cumple una
funcióón protectora si se lleva encima de la cabeza cuando se estáá fuera y truena (J. Dimon, 1943, Montgaillar).

Es muy frecuente regalar lirio de los valles (muguet) el 1 de mayo, porque se dice que da buena suerte. Esta costumbre
se practica en toda Francia y figura en bastantes manuales de lengua francesa 2.

Desde la éépoca de los druidas, el muéérdago constituye un elemento importante para las preparaciones de las pociones.
Puede curar la ictericia, las fiebres y los cóólicos. Es un remedio contra el veneno si se bebe o si se pasa por el
estóómago (G. Letalec, 1926, Brest).
Tirar una rama de muéérdago en el fuego de la chimenea durante la noche buena, protege la casa todo el añño (R. y G.
Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
El perejil se seca inmediatamente si lo toca una mujer embarazada (J. Grandon, 1930, Marseille).
Para obtener un precioso perejil en su huerta, se aconseja que lo plante un tonto o un niñño (R. y G. Eychenne, 1940 y
1946, Loubens).

La reciéén casada tira su ramo por encima de su cabeza y de espaldas a las mujeres solteras; quien lo recoge, se casaráá
en el añño que sigue (I. Rubio, Segovia, 1927; F. Cevallos, Algete, Madrid, 1929).

Para garantizar una buena cosecha, hay que cortar algunas espigas, la vííspera de San Juan y por la maññana (R. y G.
Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Si se tiene una higuera enferma, hay que hacer un fuego al pie del tronco con sus propias hojas, el díía de San Juan (J.-N.
Tamisier, 1948, Les Arcs).
Para calmar un toro furioso, se lo ata a una higuera (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
En Provenza, trae mala suerte pasar entre dos higueras (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Se cree que, en una familia donde no hay un heredero macho, no creceráá nunca una higuera. Por eso, se dice: Jamais
figuier sans hééritier [Nunca higuera sin heredero] (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

En cuanto se produzca la ocasióón, hay que tocar madera para conjurar el mal de ojo y la mala suerte. Es lo que se dice:
Toucher du bois [tocar madera] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Grandon, 1930, Marseille; J.-N. Tamisier,
1948, Les Arcs; J. Bodon, 1953, Paríís V). Es una creencia que viene de la Edad Media, donde los cristianos decíían que
la costumbre de toucher du bois [tocar madera] veníía del hecho de que el Cristo habíía sido crucificado sobre una cruz
de madera. Por eso, tocar madera era una forma de súúplica o de oracióón que permitíía protegerse de la adversidad (R.
y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Bodon, 1953, Paríís V; J. Dimon, 1943, Montgaillar).

Si uno duerme a la sombra de un nogal, no se despertaráá nunca máás (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Para anunciar que seguramente se produciráá un tercer hecho, hoy díía se dice con frecuencia la fóórmula jamais deux
sans trois [nunca dos sin tres] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

El núúmero trece es signo de muy mal augurio para algunos, hasta signo de muerte; de hecho, no existe el piso núúmero
trece en algunos edificios y menos aúún la habitacióón 13 en los hoteles. (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens ; J.
Grandon, 1930, Marseille ; J. Dimon, 1943, Montgaillar ; G. Letalec, 1926, Brest ; A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-
mer).
Para otros, en cambio, el núúmero trece trae buena suerte. (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Para que no venga ningúún animal a la huerta, hay que tocar todas las verduras con la punta de una escoba el ocho de
junio (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Quien salte nueve fuegos en la noche de San Juan, se casaráá a lo largo del añño (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946,
Loubens).
Dejar el anillo que se va a regalar a la persona amada durante nueve díías en el nido de una golondrina y tener nueve
peleas con el ser amado antes de su boda haráá que la unióón sea buena (J. Dimon, 1943, Montgaillar).


Para no ser vííctima de un hechizo, hay que conseguir decir el díía en el que uno estáá, en la conversacióón, cuando se
habla de brujeríía (G. Letalec, 1926, Brest).
Se dice que lo bueno que se hace el 1 de enero, se haráá todo el añño, y, lo malo tambiéén. Es de buen augurio cruzarse
ese díía con un jorobado, tocarle la joroba e invitarle a agua. En cambio, es de mal augurio que la primera persona con la
que nos crucemos ese díía sea una mujer (J. Grandon, 1930, Marseille).

Si llevamos una esmeralda un lunes, la semana acabaráá mal y no seráá productiva (J. Bodon, 1953, Paríís V).

En Francia, se dice que no hay que casarse un miéércoles, ni tampoco llevar guantes, porque trae mala suerte (R. y G.
Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Para alejar el mal de ojo, no se debe hilar lana un jueves, ni tampoco comer gallo, trabajar ni llevar un rubíí (G. Letalec,
1926, Brest).

Por lo general, el viernes es un díía en el que se aconseja no emprender nada para evitar la mala suerte, por ser
considerado nefasto. Por ejemplo, ese díía no hay que viajar, cambiarse de ropa, casarse, enterrar a alguien ni coser. (J.
Bodon, 1953, Paríís V; R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Grandon, 1930, Marseille; G. Letalec, 1926, Brest).
En Francia, el díía de la mala suerte es el viernes trece (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922,
Loubens; J. Dimon, 1943, Montgaillar; J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs; J. Grandon, 1930, Marseille; A. Garrigues, 1925,
St Cyr-sur-mer; G. Letalec, 1926, Brest; J. Bodon, 1953, Paríís V; E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais; A.
Meyer, 1929, Epinal).
En cambio, una persona que nazca un viernes seráá vidente y tendráá el poder de curar las fiebres (G. Letalec, 1926,
Brest).

Si se quiere salir de viaje, hay que hacerlo un sáábado para que todo salga bien (A. Castel, 1922, Loubens).
Si uno se lava las manos y los pies en el mar, un Sáábado Santo, se asegura de no morir ahogado (G. Letalec, 1926,
Brest).

Todo lo que nos salga bien o mal el uno de enero, se repetiráá todo el añño (J. Grandon, 1930, Marseille ; A. Meyer,
1929, Epinal).
Si al cruzarse con un jorobado el uno de enero, le da agua y le toca la joroba, le daráá suerte todo el añño (A. Meyer,
1929, Epinal).
Al contrario, si la primera persona con la que uno se cruza, el uno de enero, es una mujer, le daráá mal suerte (A. Meyer,
1929, Epinal).
Se dice que todos los nacidos en el mes de enero seráán generosos, melancóólicos, tendráán espííritu, caráácter,
ambicióón y perseverancia (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Los nacidos en febrero seráán complicados, caprichosos, egoíístas, pero tambiéén reflexivos (J.-N. Tamisier, 1948, Les
Arcs).

Los que nazcan en marzo seráán inquietos pero simpááticos (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Para el cuidado de los ojos, dan buenos resultados unos algodones con salvia de vid, en marzo.
Se dice que los niñños que nacen en abril son ambiciosos, ardientes e intréépidos (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Para tener valor, hay que comer ajo por la maññana, y para tener poder, hay que coméérselo en abril (R. y G. Eychenne,
1940 y 1946, Loubens).

En Tarn, se aconseja no casarse en mayo porque en ese mes todos los asnos se enamoran. Existe al respecto un refráán
que dice: Mariages de mai ne fleurissent jamais [Bodas de mayo no florecen nunca] o tambiéén: Si le dicton dit vrai;
mééchante femme s'éépouse en mai [Si el refráán es verdadero, con mala mujer se casa uno en mayo] (R. y G.
Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922, Loubens).
Antiguamente, se prohibíían las bodas en mayo porque se temíían por los nacimientos que hubiera nueve meses
despuéés, ya que era éépoca de carnaval, es decir de locura. De ahíí el refráán: Noces de mai, noces mortelles [Bodas de
mayo, bodas mortales] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Seráán activos, combativos y generosos, los que nazcan en julio (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Los niñños nacidos en agosto seráán nerviosos, sensibles y amables. (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Los nacidos en octubre son refinados, tíímidos y muy guapos (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Seráán finos y violentos todos aquellos que nazcan en noviembre (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

Los que nacen en diciembre son generosos, pero tambiéén fanááticos, cambiantes e independientes (J.-N. Tamisier,
1948, Les Arcs).
Los agricultores prestan mucha atencióón a los úúltimos díías de diciembre porque creen poder conocer el desarrollo del
añño siguiente. La cosecha de vino seráá buena, si el viento sopla entre el 25 y el 26; el tiempo de marzo estáá
anunciado por el tiempo del 27; moriráá un rey, si hay viento en la noche del 27 al 28; el tiempo del 28 anuncia el
tiempo de abril; el 29, el de mayo y el 30, el de julio, y habráá nacimientos difííciles, si el viento sopla en la noche del 30
al 31 (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922, Loubens).
Segúún una antigua creencia, el díía de la semana donde cae la Navidad, ejerce una influencia sobre el curso de las
cosas:

Noëël vint un lundi, Y tout se perdit [Navidad vino un lunes y todo se perdióó].
Quand Noëël tombe un mardi, pain y vin de toute parts [Cuando Navidad cae un martes, pan y vino por todas partes].
Noëël le jeudi, c'est la famine [Navidad el jueves, hay hambruna].
Mais s'il tombe un vendredi, le bléé roule sur la cendre [Pero si cae un viernes, el trigo rueda sobre las cenizas].
Si le jour de Noëël se trouve êêtre un dimanche, les ennuis de l'hiver viendront en avalanche [Si el díía de Navidad es
un domingo, los problemas del invierno vendráán en avalancha] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J.-N.
Tamisier 3, 1948, Les Arcs).

Son versáátiles, inteligentes, pero tambiéén de caráácter déébil, los nacidos en junio (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).

El arco iris es signo de mal augurio (A. Castel, 1922, Loubens).


Hay que cortar un arco iris con su dedo, escupiendo en la mano, mezclando la saliva en forma de sol, al tiempo que se
dice: Je te couperai - net comme une sonnette [Te cortaréé como un timbre] (A. Castel, 1922, Loubens).
En un campo con un espejo, el granizo no puede caer. Tampoco en una casa donde hemos tirado tres granos de sal (R. y
G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

No se debe llevar nada de color amarillo en el teatro porque da mala suerte. Dicha supersticióón existe desde que murióó
Molièère en escena vestido de ese color (J. Bodon, 1953, Paríís V).

Se debe utilizar ese color con mucho cuidado porque es el color de las hadas y no hay que ofenderlas para que traigan
buena suerte (G. Letalec, 1926, Brest).

Para tener valor, hay que comer ajo por la maññana, y para tener poder, hay que coméérselo en abril (R. y G. Eychenne,
1940 y 1946, Loubens).
Para protegerse todo el añño de las fiebres y de los hechizos, hay que cocer ajo bajo las cenizas durante la noche de San
Juan y coméérselo al díía siguiente (G. Letalec, 1926, Brest).
En Provenza, se pone ajo cerca de las cunas para alejar a las serpientes (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).
Existe un refráán que alaba lo bueno que llega a ser el ajo para el hombre: Si l’’on savait ce que l’’ail vaut, on en
planterait des journeaux [Si supiééramos lo que vale el ajo, lo plantarííamos en una superficie tan grande como lo que
puede trabajar un hombre en un díía].

En Auvergne, se dice que quien ponga huevos en los cimientos de la casa en construccióón, sóólo conoceráá la felicidad
y la prosperidad (E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais).

Si nos muerde una persona que acaba de comer lentejas, nos morimos inmediatamente (G. Letalec, 1926, Brest).

No se debe nunca poner el pan boca abajo encima de la mesa, si no se quiere que entre el hambre y la pobreza en la
familia (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; A. Castel, 1922, Loubens; J. Dimon, 1943, Montgaillar; J.-N.
Tamisier, 1948, Les Arcs; J. Grandon, 1930, Marseille; A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer; G. Letalec, 1926, Brest; J.
Bodon, 1953, Paríís V; E. Barraire, 1924, Charroux en Bourdonnais; A. Meyer, 1929, Epinal).

En Provenza, se cuelga del cuello a los niñños un sobre de pimienta, para evitar que los brujos les echen mal de ojo,
porque, antes de poder pronunciar una maldicióón, los brujos deben conocer obligatoriamente el núúmero de granos que
hay en el sobre (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

En general, si se derrama sal encima de la mesa o en el suelo, hay que coger un poco y tiráárselo por encima del hombro,
pues de esta manera nos protegemos de la mala suerte (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Tambiéén es bueno llevar sal encima, ya que asíí uno se protege de las brujas (G. Letalec, 1926, Brest).

Si se consigue pronunciar por completo un deseo, al ver una estrella fugaz, antes de que éésta desaparezca, el deseo se
cumpliráá. De ahíí el refráán: Quand on voit une éétoile filante, ce que l’’on pense arrivera [Cuando se ve una estrella
fugaz, lo que uno piensa ocurriráá] (Jean-Noëël Tamisier, 1948, Les Arcs).

Para la gente del campo, la luna tiene mucha influencia sobre los cultivos y la siembra. Por ejemplo, si la luna es de
color rojizo, todo lo que se siembre no creceráá. De ahíí el refráán: Lune rousse, rien ne pousse [Luna rojiza, nada
crece]. Pero esas creencias no eran bien vistas por algunos agróónomos franceses, al ser supersticiosas y no cientííficas.
Tambiéén existe el refráán: L’’homme éétant par trop lunier, de fruits ne remplit son grenier [Hombre muy observador
de la luna, de frutas no llena su cesta] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

En Francia, se dice que siempre hay sol los sáábados para permitir a la Virgen Maríía secar la camisa del domingo del
niñño Jesúús. Por eso, es habitual escuchar el refráán: Pas de samedi sans soleil [Ni un sáábado sin sol] (J. Grandon,
1930, Marseille; A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).
Tambiéén es este astro el que, segúún las creencias populares, da buena salud y energíía de sobra. Suele traer suerte,
como lo indica este refráán: Làà oùù entre le soleil, le méédecin n’’entre pas [Donde entra el sol, el méédico no entra]
(A. Meyer, 1929, Epinal). Lo consideramos supersticióón porque parece ser que el sol influye en la ubicacióón al sur de
las casas, asíí como en el núúmero de ventanas que debe tener una casa.

Para proteger la casa y sus habitantes, todo el añño, ese díía se trae de la iglesia un cirio bendito. El que consigue
mantenerlo encendido, a lo largo del camino, hasta su casa, estáá seguro de no morir ese añño. Por eso, se escucha esta
paremia: Celui qui rapporte le cierge de la Chandeleur alluméé, pour sûûr ne meurt pas dans l’’annéée [El que
consiga traer el cirio de la Candelaria encendido, no muere este añño] (G. Letalec, 1926, Brest).
Para que el añño sea próóspero y lleno de felicidad, se hacen crepes el díía de la Candelaria y hay que conseguir lanzar
uno encima de un armario de la casa o que se quede pegado en el techo 4. De ahíí el refráán: ÀÀ la Chandeleur, il faut
manger la soupe doréée; pour avoir de l'argent toute l'annéée [En la Candelaria, hay que comer la sopa amarilla; para
tener dinero todo el añño]. Tambiéén hay que dar a las gallinas un trozo de crepes, para que pongan muchos huevos (G.
Letalec, 1926, Brest).

En Francia, se confunde la fiesta de la Toussaint (Todos los Santos) y el díía de los muertos. En efecto, el díía de todos
los santos es el uno de noviembre y el díía de los muertos, el dos. Pero, desde antes del Concordato, se hace de la
Toussaint el díía de los muertos. En ese díía es obligada la visita a las tumbas de los seres queridos. Se dice que se creóó
para no enfadar a las almas de los cementerios por no recordarlas y rezarlas al menos un díía al añño. De ahíí el refráán:
La Toussaint est le jour oùù les morts de demain vont rendre visite àà ceux d'hier [La Toussaint es el díía en el que los
muertos de maññana visitan a los de ayer]. Tambiéén existe un refráán con connotaciones humoríísticas: Les morts ont
de la chance: ils ne voient leur famille qu'une fois par an, àà la Toussaint [Los muertos tienen suerte: sóólo ven a su
familia una vez al añño, en la Toussaint] (G. Letalec, 1926, Brest).
Quien trabaje la tierra el díía de los muertos, los molestaráá y los despertaráá, por lo que vendráán a visitarlo y a
atormentarlo a lo largo de su vida. Por eso, en Provenza, se dice el refráán: Le jour des morts ne remue pas la terre, si
tu ne veux sortir les ossements de tes pèères [El díía de los muertos no muevas la tierra, si no quieres sacar los huesos
de tus padres] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; G. Letalec, 1926, Brest; J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs; A.
Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Para proteger la garganta todo el añño, hay que comer sal o pan bendito el díía de San Blas, ya que Pour Saint Blaise, il
y a de la neige jusqu’’àà la queue de l’’ââne [Por San Blas, la nieve llega hasta la cola del burro] (A. Castel, 1922,
Loubens).

Patróón del díía del solsticio de verano, es un díía donde se producen muchos fenóómenos extrañños y prodigiosos (G.
Letalec, 1926, Brest).
La tradicióón francesa consiste en encender un gran fuego para despedir el fríío. Por eso se dice: ÀÀ la Saint-Jean, les
feu sont grands [En San Juan, los fuegos son grandes] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).
Durante ese díía no tiene que haber ninguna gallina incubando, pues de lo contrario alguien de la casa moriráá ese añño.
Tal creencia se ve reflejada en el refráán: Si Saint-Jean trouve poule couvant, il y aura mort de bêêtes ou de gens [Si
San Juan encuentra una gallina incubando, habráá muerte de animales o de gente] (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946,
Loubens; J. Dimon, 1943, Montgaillar).
Siempre que la Semana Santa cae en el mes de marzo, en Francia se dice que: Si Pââques marsine, il y aura guerre y
famine [Si la Semana Santa cae en marzo, habráá guerra y hambruna] (G. Letalec, 1926, Brest).
El viento que sople el Domingo de Ramos, soplaráá todo el añño (R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens).

Parece ser que, si se elige a una mujer embarazada como madrina de un barco o de un niñño, el barco se hundiráá (G.
Letalec, 1926, Brest).
En Provenza, para no abortar, una mujer embarazada no debe utilizar el color rojo ni tampoco plantar ni recoger perejil,
pues podríía secar a su hijo (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

En Lorena, para ser féértil, una mujer debe comer muchos puerros (A. Meyer, 1929, Epinal).

Siempre se ha dicho que la mayonesa cortada y la leche agria, los licores con un gusto alterado, son signos de que una
mujer con la menstruacióón anda cerca (A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Hoy díía, el méédico estáá presente en todos los pueblos de Francia, pero aúún asíí se siguen utilizando remedios antiguos,
de grand-mèère [de abuela], para curar algunos males. Dos de los refranes que resumen el espííritu de la gente que sigue
acudiendo a los curanderos, son los siguientes: S’’il ne font pas du bien, ils ne peuvent pas faire du mal [Si no curan,
tampoco pueden hacer dañño]; La faute du méédecin, la terre la recouvre [El error del méédico, la tierra lo cubre].

Aquíí van algunos de esos remedios, bastante curiosos, aúún utilizados o practicados en la zona de los pirineos franceses:

Contra las lombrices en los niñños, se les da a beber agua hervida con harina de trigo, tras haberla dejado reposar medio
díía. Tambiéén sirve comer lombrices fritas sobre una tostada de pan o beber un litro de ajo macerado en agua.
Para el cuidado de los ojos, dan buenos resultados unos algodones con salvia de vid, en marzo.
Contra el reuma, se recomiendan masajes de ortigas.
Para eliminar verrugas, hay que frotarlas con sudor de caballo.
Los dolores de tripa se curan con un caldo hecho a base de culebra seca.
Los que tienen problemas con el híígado, masticaráán péétalos de gavanza (flor del escaramujo).
La orina humana estáá indicada para curar un corte. Se dice tambiéén que lavarse la cara con ella, hace que la tez se
ponga clara.
Un remedio, para todo, muy empleado por los ancianos, es el pan mojado en vino dulce.

(R. y G. Eychenne, 1940 y 1946, Loubens; J. Grandon, 1930, Marseille; J. Dimon, 1943, Montgaillar; G. Letalec, 1926,
Brest; A. Garrigues, 1925, St Cyr-sur-mer).

Si en una casa no se ha recibido correctamente a un comensal, el fuego de la chimenea no prenderáá o haráá mucho
humo (A. Meyer, 1929, Epinal).

En el teatro, para desear suerte se dice merde! [mierda], y nada máás. Se hace asíí porque antiguamente se iba al teatro
en calesa y si habíía muchas heces de caballo delante de la puerta del teatro, anunciaba que la representacióón iba a tener
ééxito (J. Bodon, 1953, Paríís V).

Una de las frases máás famosas para ahuyentar la mala suerte es Vade retro Satanas. Con estas palabras Jesucristo no
accedióó a postrarse delante de Satanáás (J.-N. Tamisier, 1948, Les Arcs).
Otra manera de ahuyentar la mala suerte consiste en pronunciar, despacio pero varias veces, la frase tu ne
m'ensorcèèleras pas [no me hechizaráás], si se tiene la sensacióón de haberse cruzado con una bruja (G. Letalec, 1926,
Brest).

Como queda reflejado en todas estas creencias y supersticiones, no cabe duda de que estamos sometidos a unos miedos
ancestrales que aparecen a pesar de nuestro escepticismo y, por los cuales, caemos de una forma u otra en actos
sistemááticos para los que inconscientemente necesitamos la famosa excusa: por si acaso. Otra frase que afirma dicho
concepto, es este popular dicho gallego que dice: ««Las meigas no existen, pero haberlas, hailas»». No cabe duda de que,
para mucha gente, el actuar en funcióón de las supersticiones que nos han transmitido, es ocasióón de burla. Por todo ello, y
con el fin de acallar algunas voces crííticas, quisiera finalizar con esta frase de Oscar Wilde: La logique est le dernier
refuge des gens sans imagination [La lóógica es el úúltimo refugio de la gente sin imaginacióón]. Por lo que, si tomamos
por cierta esta famosa afirmacióón del genio irlandéés, podemos concluir en que un nexo de unióón inexorable entre las
culturas y los pueblos es la imaginacióón, ya que ninguna supersticióón contesta a la lóógica pero síí al afáán de responder
a lo que escapa al conocimiento.

Los informantes que han colaborado en este trabajo nacen en zonas geográáficas distintas, y hoy, por razones diversas,
todos estáán viviendo en l’’Arièège, departamento des Midi-Pyrenéées, donde residen mis padres, Julia y Jean-Paul, los
recopiladores de toda la informacióón recibida. Gracias a los distintos ííndices, la gran capacidad de memoria, las largas
visitas y no menos largas conversaciones amenizadas por la estupenda cocina de mi madre, Julia, hemos conseguido
recopilar numerosas supersticiones de diferentes regiones francesas.

Figura 1: Mapa de Francia por regiones


(porcentajes de informantes).

CASTEL, Audelia, Loubens, nacida el 18 de enero de 1922 en Loubens (Arièège, Midi Pyrenéées).
DIMON, Jacques, Montgaillar, nacido el 5 de agosto de 1943 en Foix (Arièège, Midi Pyrenéées).

EYCHENNE, Gervaise, Loubens, nacida el 9 de marzo de 1946 en Loubens (Arièège, Midi Pyrenéées).

EYCHENNE, Roger, nacido el 14 de septiembre de 1940 en Loubens (Arièège, Midi Pyrenéées).

GARRIGUES, Alfonsine, St Cyr-sur-mer, nacida el 12 de febrero de 1925 en Cassis (Provence Alpes Côôte d’’Azur).

GRANDON, Jeanine, Marseille, nacida el 7 de agosto de 1930 en Marseille (Provence Alpes Côôte d’’Azur).

TAMISIER, Jean-Noëël, Les Arcs, nacido el 24 de junio de 1948 en el Chââteau des Arcs (Provence Alpes Côôte
d’’Azur).

LETALES, Georgette, Brest, nacida el 2 de marzo de 1926 en Brest (Bretagne).

BODON, Jacqueline, Paríís V, nacida el 17 de diciembre de 1953 en Paríís (Ile-de-France).

BARRAIRE, Edmonde, Charroux en Bourdonnais, nacida el 5 de septiembre de 1924 en Aurillac (Auvergne).

MEYER, Antoinette, Epinal, nacida el 27 de octubre de 1929 en ÉÉpinal (Lorraine).

Quisiera dar mi máás sincero agradecimiento a todas estas personas que han ayudado a recordar gran parte del pasado y han
sido tan amables con su tiempo y nuestra memoria. Gracias, tambiéén, a Julia y a Jean-Paul Martíínez por dedicarle tantas
tardes y cenas a este trabajo.

El presente trabajo se ha realizado tomando como úúnica fuente los informantes orales, pero a continuacióón se relacionan
algunas referencias bibliográáficas sobre la temáática de las supersticiones.

AA.VV. (1989): Le Petit Robert. Dictionnaire de proverbes y dictons. Collection les usuels. Paríís: Le Robert.

MARTÍN, E. (1939): ««Locutions y Proverbes, origine y explication»». Bibliothèèque des chercheurs y des curieux. Paríís:
Ed. Librairie Delagrave.

MOZZANI, E. (1999) : Le livre des superstitions - mythes, croyances y léégendes. Collection les Bouquins. Paríís:
ÉÉditions Robert Laffont.

VAN GENNEP, A. (1942 = 1998): Le folklore franççais. Du berceau àà la tombe. Cycles de Carnaval. Carêême y de
Pââques. Paríís: ÉÉditions Robert Laffont.

Bééatrice MARTÍNEZ

Licenciada en Lengua españñola, tiene una tesina en Españñol Lengua y Civilizacióón Extranjera en la Universidad de
Toulouse-le-Mirail. Actualmente doctoranda en el Departamento de Filologíía Francesa, es miembro del Grupo de
Investigacióón Fraseonet (Universidad de Santiago de Compostela). Profesora en el Instituto Francéés y en la Universidad
Complutense de Madrid (CSIM y Dpto. de Filologíía Francesa).

Colaboradora de la lengua francesa en el Proyecto de Investigacióón para la elaboracióón del Refranero multilingüüe
(Centro Virtual Cervantes. Añños 2008 y 2009).

Autora de publicaciones sobre las paremias españñolas y su comparacióón con las de otros idiomas, principalmente el
francéés, de las que se incluye a continuacióón una seleccióón:

««La investigacióón sobre las paremias beti recopiladas por Thééodore Tsala»», Paremia 17: 201-208, 2008.
««Las paremias francesas y sus variantes formales»», en Pedro Mogorróón Huerta y Salah Mejri (dirs.) Fijacióón,
desautomatizacióón y traduccióón / figement, dééfigement et traduction. Alicante: Universidad de Alicante, 2009, pp.
131-142.
(1) Como lo ha comprobado Julia Sevilla. volver
(2) De esta costumbre ha sido testigo Julia Sevilla. volver
(3) Los datos facilitados por Jean-Noëël Tamisier proceden de un cuaderno en el que nuestra informante ha ido recogiendo algunas
supersticiones que le contaba su madre. En cambio, los refranes relacionados con las supersticiones de este apartado han sido comentados por
los tres informantes aquíí mencionados. volver
(4) Julia Sevilla fue testigo de esta supersticióón en Burdeos. volver
Carine TSCHANN
CES Felipe II, Campus de Aranjuez, UCM (Universidad Complutense de Madrid, España)
tschanncarine@gmail.com

Resumen: En la época en la que vivimos, dominada por lo científico y lo tecnológico, la memoria colectiva pierde cada día
más sus referencias a la sabiduría popular. Sin embargo gran parte de nuestra vida se sigue basando en las supersticiones y
las creencias populares. El objetivo de esta investigación consiste en transmitir parte de la cultura, las tradiciones
folclóricas y la sabiduría popular de Alsacia. Basándonos en la tradición oral, hemos recopilado información de índole
cultural y lingüística perteneciente a los dos mundos que influyen la región: el latino y el germánico.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Alsacia.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Alsace »


Résumé : À l'époque dans laquelle nous vivons actuellement, dominée par les sciences et les technologies, la mémoire
collective perd tous les jours un peu plus ses références à la sagesse populaire. Néanmoins une grande partie de notre vie se
base encore sur les superstitions et les croyances populaires. L’objectif de notre recherche consiste à transmettre certains
éléments de la culture, des traditions folkloriques et de la sagesse populaire alsacienne. A cet effet, nous nous sommes basés
sur la tradition orale pour compiler des informations d’ordre culturel et linguistique provenant des deux mondes qui
influencent la région, le monde latin et le monde germanique.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe Croyance popular. Tradition orale. Alsace.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Alsace»


Abstract: In the time we live in, dominated by science and thecnology, the community memory loses its reference to
popular wisdom more and more. Nevertheless, the mayority of our life is still based on superstitions and popular belevies.
The aim of this research is to transmit part of Alsatian culture, folkloric tradictions and popular wisdom. Basing on oral
tradition, we collected information of cultural and linguistic nature belonging to the two worlds which have influence on
the region: the latin and the Germanic world.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Alsace.

En la época en la que vivimos, dominada por lo científico y lo tecnológico, la memoria colectiva pierde cada día más sus
referencias a la sabiduría popular. Nuestro propósito es contribuir a la conservación de esta sabiduría, transmitiendo la
información de índole cultural y lingüística que proporcionan las fuentes orales. De todo el amplio abanico que comprende
el acervo popular, nos centraremos en un aspecto determinado: las supersticiones y las creencias, concretamente las
existentes en Alsacia, una región situada al noreste de Francia.

El motivo de elegir este tema se debe al lugar relevante que ocupan las supersticiones y las creencias en la vida del ser
humano, pues desde tiempos inmemoriales el pensar humano se ha visto influenciado por ellas, muchas de ellas hincan sus
raíces en los miedos y la incapacidad de la razón para explicar algunos fenómenos.

Aunque la gran mayoría de los contemporáneos no dudan en afirmar que los progresos en el ámbito de la ciencia y los
avances tecnológicos han hecho perder mucho terreno a las supersticiones, gran parte de nuestra vida se sigue basando en
ellas al actuar frente a un gato negro, un salero volcado, una escalera…

Nos pareció interesante estudiar este aspecto cultural, ya que Alsacia tiene la particularidad de encontrarse en la frontera de
tres países 1, de tres culturas y de dos mundos: el germánico y el latino.

Para llevar a cabo este estudio, hemos realizado encuestas y entrevistas a nativos alsacianos, del entorno más cercano, esto
es familiares y amigos. Todos son originarios de Alsacia, en su mayoría del Departamento del Haut-Rhin, exceptuando a
Nobert Marchal (Luneville, 1959) y a su hermana, Muriel Limare (Sarrebourg, 1955), ambos nacidos en Lorena, región
limítrofe, pero que han pasado prácticamente toda su vida en Alsacia. Sus testimonios despertaron muchos recuerdos y, por
ser originaria de Alsacia, decidí presentarme igualmente como informante.

Se les ha preguntado qué es lo que entendían por supersticiones y creencias y, a continuación, se les ha propuesto recordar
supersticiones y fraseología que les evocaran los referentes del índice inicial de la obra colectiva.

Este trabajo de campo ha permitido reunir un apreciable número de supersticiones y creencias, perfectamente ordenadas por
su referente y, por tanto, fáciles de localizar.
Estamos ante un material de sumo interés por haber sido recogido directamente de fuentes orales y no de fuentes escritas,
con toda la dificultad que entraña una investigación de esta índole. Las fuentes escritas aparecen en una segunda fase de la
investigación, cuando su consulta sirve para complementar o comprobar algún dato concreto.

El principal objetivo de este trabajo es la conservación de un aspecto de la sabiduría popular y, de este modo, la
contribución, en la medida de lo posible, en la transmisión de la cultura, las tradiciones folclóricas y la sabiduría popular
alsaciana.

Con este estudio, perseguimos varios objetivos concretos:

averiguar qué supersticiones y creencias populares están todavía presentes en la cultura alsaciana,
compararlas con las existentes en el resto de Francia, trabajo realizado por Béatrice Martinez;
proporcionar una herramienta de trabajo fiable para especialistas, principalmente etnógrafos, traductores, lingüistas, etc.

Para iniciar nuestra investigación tenemos en cuenta la siguiente hipótesis de partida: dado que vivimos inmersos en una
sociedad tecnológica, parte de los conocimientos de la sabiduría popular nacidos en una sociedad eminentemente rural se
encuentran en cierta medida relegados a un segundo plano. Por tal motivo, ¿seremos capaces de hallar material auténtico
sobre supersticiones en una zona geográfica concreta, una zona ciertamente fronteriza? ¿El material recopilado será
suficiente para realizar un estudio comparado con las supersticiones francesas ya recogidas? ¿Cuáles serán las
supersticiones que más se recuerdan? ¿Conseguiremos despertar parte de la competencia dormida en nuestros informantes?

No se debe dar una aguja a alguien sin pincharle inmeditamente después, sino podrían surgir conflictos con dicha
persona (N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958), lo que se hace también en Francia.
Según una de nuestras informantes, J. Tschann (Mulhouse, 1926), cuando a uno le cuesta pasar el hilo por el ojo de la
aguja, a la tercera vez dice una oración: Seigneur, moi, je ne le vois pas, mais toi, si ! [¡Señor, yo no lo veo pero tú, sí!]
y el hilo entra; comenta que siempre funciona.

Se dice que perder la alianza atrae la mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).

También da mala suerte quitársela, ya que aumenta enormemente las posibilidades de perderla (R. Solomon, Mulhouse,
1978; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).
Cuando se enseña un anillo, hay que dejarlo en la mesa y que sea la otra persona quien lo coja, ya que trae mala suerte
pasarlo de mano en mano (G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Soñar con un bolso negro es señal de mal augurio (G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Al acabar una botella de vino, se dice que la persona que termina la botella se casará o le ahorcarán antes de que acabe el
año (marié(e) ou pendu(e) avant la fin de l’année/ [casado/a o ahorcado/a antes de fin de año]). (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Antes de botar un barco, se lo bautiza rompiendo una botella de champán en su casco para dar buena suerte a la nave y a
su tripulación (J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

En los círculos futbolísticos, muchos jugadores suelen ponerse, en primer lugar, el calcetín izquierdo para favorecer la
buena suerte (K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959).

Hay que orientar la cama de tal forma que el cabecero apunte al norte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Meyer, Oswald,
1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse,
1978), porque se dice que de esta forma se duerme mejor (N. Girard, Mulhouse, 1971).
No hay que dejar el sombrero sobre la cama, pues da mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1960; C. Girardot, Strasbourg,
1958; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949). En el capítulo dedicado a Francia, se incluye también esta superstición.
Se dice que levantarse de la cama pisando primero con el pie izquierdo da mala suerte para todo el día; de ahí el empleo
de la expresión se lever du pied gauche [levantarse con el pie izquierdo]para describir a quien le salen mal las cosas o
está de mal humor (H. Joachim, Haguenau, 1978; C. Tschann, Mulhouse, 1978; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Se comenta que quienes se llevan bien en la cama se llevan bien en la vida (A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

Cuando se oye una campana o una campanilla significa que un ángel está pasando (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949;
C. Girardot, Strasbourg, 1958; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Durante las fiestas de Pascua se dice que las campanas no suenan porque se han ido a Roma (L. Tschann, Roderen,
1924; J. Tschann, Mulhouse, 1926), se van el jueves y vuelven el domingo (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se explica esta creencia por la tradición del silencio de las campanas impuesta, en el siglo séptimo por la Iglesia en
conmemoración de la muerte de Jesús. Las campanas dejan de sonar el jueves por la noche hasta el domingo por la
mañana, día de la resurrección de Cristo. El domingo, vuelven de Roma, bendecidas por el Papa y cargadas de huevos de
Pascua que se esconden por los jardines para que los niños los busquen.
En Alsacia coexisten la tradición de las campanas y la del conejo, tradición heredada de los países nórdicos y
germánicos. Se dice que el conejo de Pascua pasa por los jardines y deja escondidos los huevos. Hoy en día los niños
suelen buscar los huevos escondidos por el conejo o preparan varios nidos para que los pueda depositar (N. Girard,
Mulhouse, 1971; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cuando uno encuentra un trébol de cuatro hojas lo debe guardar en su cartera para que le traiga suerte y fortuna (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959;
A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

Hay que quitarse el sobrero al entrar en una casa, de lo contrario se atrae mala suerte (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949).
No hay que abrir el paraguas dentro de la casa, da mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot,
Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal,
Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; R. Solomon, Mulhouse, 1978; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L.
Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
La pendaison de la crémaillière es una tradición muy famosa en Alsacia, así como en el resto de Francia. Cuando se
concluye la mudanza a una nueva casa, se suele invitar a una comida a las personas que han ayudado porque trae buena
suerte (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que trae buena suerte que la recién casada atraviese el umbral de su casa llevada en brazos por su marido (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando un pájaro hace su nido en la ventana de una casa significa que la casa está bendita (D. Doniat, Mulhouse, 1950;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando una casa alberga el nido de una golondrina significa que la casa está bendita (M. Limare, Sarrebourg, 1955).
El muérdago y el acebo llenan la casa de buenas vibraciones en Navidad (J. Doniat, Mulhouse, 1959).

Encender un cigarrillo con una vela mata a un marino (J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cuando a uno le duele un diente, tiene que girar un clavo alrededor del diente dolorido y luego clavarlo en un árbol; de
este modo, el dolor desaparecerá (M. Limare, Sarrebourg, 1955). En el capítulo dedicado a Francia se alude a una herida
en general.

Un refrán dice femme au volant, mort au tournant [mujer al volante, muerte en la curva], cuya correspondencia 2
española sería mujer al volante, peligro constante (J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cuando a uno se le cae una cuchara, significa que alguien está pensando en él (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Cuando una cuchara se cae, augura una visita (C. Girardot, Strasbourg, 1958).

Nunca hay que regalar cuchillos, porque trae mala suerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978).
Si se hace, hay que pedirle al que recibe el regalo una moneda (M. Limare, Sarrebourg, 1955; N. Marchal, Luneville,
1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse,
1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978), porque se dice que de lo contrario se rompe la amistad
entre quien los regala y la persona que los recibe (D. Doniat, Mulhouse, 1960), como se observa también en Francia.
Sucede lo mismo respecto a los objetos puntiagudos, como las tijeras (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Cuando un cuchillo se cae, significa que alguien piensa en ti (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Cuando un cuchillo se cae, augura una visita (C. Girardot, Strasbourg, 1958).
No hay que cruzar cuchillos en la mesa porque trae mala suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Pinchar el pan con un tenedor trae mala suerte (L. Tschann, Roderen, 1924).

Pasar bajo una escalera trae mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse,
1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau,
1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer, Strasbourg,
1952; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse,
1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando se pone una escalera contra la pared se forma un triángulo que representa la Santa Trinidad. Por eso, no hay que
romper el símbolo pasando por debajo, porque trae mala suerte. Si un perro o un gato pasa por debajo antes que la
persona, no pasa nada (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).

Guardar la escoba al revés hace huir a los ladrones (G. Tschann, Mulhouse, 1959). En el capítulo dedicado a Francia, se
indica que se deja puesta al revés para evitar la entrada de un brujo en la casa.

Romper un espejo da mala suerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978), siete años de mala suerte como especifican casi todos
los informantes (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J.
Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H.
Joachim, Haguenau, 1978; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer, Strasbourg, 1952; D.
Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926;
L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

No hay que dejar el sombrero sobre la cama, pues da mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1960; C. Girardot, Strasbourg,
1958; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949). En el capítulo dedicado a Francia, se incluye también esta superstición.
Tocar la borla o el pompón de la gorra de un marinero trae buena suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; A. Jeannot,
Mulhouse, 1924; M. Meyer, Strasbourg, 1952; N. Meyer, Oswald, 1967; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978). Esta creencia está muy extendida por toda
Francia.

Encontrar una herradura trae buena suerte (C. Girardot, Strasbourg, 1958; N. Marchal, Luneville, 1959) o simplemente
tener una trae buena suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; K. Marchal, Strasbourg, 1983; A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; H. Joachim, Haguenau,
1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; N. Meyer, Oswald, 1967; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se recomienda tener una herradura encima de la puerta para hace huir a las brujas (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Una herradura colgada en la puerta (A. Jeannot, Mulhouse, 1924) o encima de la puerta trae buena suerte (G. Tschann,
Mulhouse, 1959).
La herradura debe tener las puntas hacia arriba para evitar que se caiga la felicidad que contiene (D. Doniat, Mulhouse,
1950; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).
Cruzar hierro o cuchillos sobre la mesa trae mala suerte (L. Tschann, Roderen, 1924).

Romper el hilo tres veces cuando uno cose da mala suerte (H. Joachim, Haguenau, 1978).

Según una de nuestras informantes, J. Tschann (Mulhouse, 1926), cuando a uno le cuesta pasar el hilo por el ojo de la
aguja, a la tercera vez tiene que decir una oración: Seigneur, moi, je ne vois pas, mais toi, si ! [Señor, yo no lo veo pero
tú, si] y el hilo entra; dice que siempre funciona.
En Alsacia, el tiempo en abril es traicionero, aunque el mes empiece con sol y calor no hay que fiarse; de ahí el refrán
que dice En abril, ne te découvre pas d’un fil ; en mai, fais ce qu’il te plaît [En abril no te quites ni un hilo, en mayo
haz lo que te plazca] (G. Tschann, Mulhouse, 1959; D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A.
Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978). Ciertamente, este refrán no
incluye una superstición propiamente dicha sino un pronóstico de la sabiduría popular basado en la experiencia de
siglos. De todas formas, hemos incluido el refrán porque los informantes, y bastantes, lo citaron en las encuestas al salir
el referente fil.

Cuando el cierre de la cadenita se desplaza, si se desliza hacia el colgante significa que alguien está pensando en uno (D.
Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Trae mala suerte ser trece en torno a una mesa (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; C. Girardot,
Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que trae mala suerte presentar el pan al revés en la mesa (D. Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse,
1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J.
Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978), porque atrae el diablo (G.
Tschann, Mulhouse, 1959).
Reírse en la mesa es llorar antes de acostarse, como indica la paremia: Rire à table, c’est pleurer avant de se coucher
(A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Cuando se enseña un anillo, hay que dejarlo en la mesa y que lo coja otra persona, ya que trae mala suerte pasarlo de
mano en mano (G. Tschann, Mulhouse, 1959).
No hay que cruzar cuchillos en la mesa, porque da mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; J. Tschann,
Mulhouse, 1926).
Cruzar hierro o cuchillos sobre la mesa trae mala suerte (L. Tschann, Roderen, 1924).
No hay que dejar en la mesa las tijeras abiertas, porque trae mala suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924).

Encontrar dinero hace que se consiga más dinero, porque el dinero atrae al dinero (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Encontrar una moneda en el suelo es signo de buena fortuna. Se dice que c’est le début de la fortune [es el principio de
la fortuna] (L. Tschann, Roderen, 1924; D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Girardot, Strasbourg, 1958; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Tirar una moneda en una fuente favorece la buena fortuna (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978),
aunque no todos los informantes opinan así, porque para algunos trae mala suerte (G. Tschann, Mulhouse, 1959).
En algunas fuentes, hay que tirar una moneda tras pedir un deseo para que se cumpla (N. Marchal, Luneville, 1959; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949).
Cuando se regalan cuchillos, hay que pedirle al que recibe el regalo una moneda (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M.
Limare, Sarrebourg, 1955; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978),
porque se dice que sino se rompe la amistad entre las personas. (D. Doniat, Mulhouse, 1960). Tampoco hay que regalar
objetos cortantes sin pedir una moneda a cambio, porque se pueden cortar las relaciones de amistad (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; C. Girardot, Strasbourg, 1958; N. Marchal, Luneville, 1959).
Cuando a uno le pica la nariz, significa que va a ganar dinero (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Cruzarse con un cuco augura fortuna; de ahí el dicho francés Coucou dans les bois, si tu as de l’argent sur toi tu seras
riche toute l’année [Si tienes dinero encima cuando se escucha al cuco en el bosque serás rico todo el año] (N. Marchal,
Luneville, 1959).
Cuando uno encuentra un trébol de cuatro hojas lo tiene que guardar en su cartera para que le traiga suerte y fortuna. (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959;
A. Jeannot, Mulhouse, 1924).
Se dice que hay que comer un plato de lentejas en Nochevieja para tener dinero a lo largo del nuevo año (C. Girardot,
Strasbourg, 1958; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Esta superstición es una tradición que se conoce sobre todo en los círculos italianos; puede que se deba a la influencia
italiana, pues cabe recordar que Alsacia acogió a muchos inmigrantes italianos desde finales del siglo XIX hasta
mediados del siglo XX.

Poseer una cazuela vieja resulta positivo, pues se dice que c’est dans les vieilles caserolles qu’on fait les meilleurs
soupes [En las viejas cazuelas se hacen las mejores sopas] (A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

No hay que regalar pañuelos, porque atraen las penas (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949).
Hacer un nudo en el pañuelo aleja a los malos espíritus (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Hacer un nudo en el pañuelo permite acordarse de cosas que uno tiene pendientes (A. Doniat, Mulhouse-Dornach,
1949).

No hay que abrir el paraguas dentro de la casa, porque da mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot,
Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal,
Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; R. Solomon, Mulhouse, 1978; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L.
Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Tener una herradura encima de la puerta hace huir a las brujas (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Una herradura colgada en la puerta o encima de la puerta (G. Tschann, Mulhouse, 1959) trae buena suerte (A. Jeannot,
Mulhouse, 1924).

Cuando uno ve en un reloj digital la misma cifra para las horas y para los minutos (ej.: 22:22) tiene que pedir un deseo.
Si el deseo se ha pedido antes de que cambie la hora se realizará (N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Tschann, Mulhouse,
1978).

Se puede leer el porvenir en los posos de café que se forman en el fondo de la taza (D. Doniat, Mulhouse, 1950).

Cuando se caen las tijeras, significa que uno se va a cortar en poco tiempo (D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard,
Mulhouse, 1971).
No hay que regalar objetos cortantes como las tijeras sin pedir una moneda a cambio, porque se pueden cortar las
relaciones de amistad (C. Girardot, Strasbourg, 1958; N. Marchal, Luneville, 1959).
No hay que dejar en la mesa las tijeras abiertas, porque trae mala suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924).

Romper un vaso trae mala suerte. Se dice en alsaciano Gleck un glass, wie bald brischt déss (Traducción al francés
realizada por el informante: Le bonheur et le verre, tous deux se brisent [Felicidad y cristal, ambos se rompen]) (L.
Tschann, Roderen, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983).
Pero si el vaso que se rompe es de cristal (o de verre blanc) no trae mala suerte sino que trae siete años de felicidad (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959;
N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959;
M. Meyer, Strasbourg, 1952; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse,
1978).
Cuando se brinda, hay que mirar a los ojos a la persona con la cual se brinda, sino trae siete años de relaciones sexuales
insatisfactorias (sept ans de mauvais sexe) (N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando varias personas brindan, los brazos de unos no deben cruzarse con los de los otros, da mala suerte (N. Girard,
Mulhouse, 1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
No hay que brindar con agua porque trae mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que, si una persona bebe en el vaso de otra, podrá leer sus pensamientos (C. Tschann, Mulhouse, 1978). Esta
misma superstición figura en el capítulo dedicado a Francia.

Encender tres velas con la misma cerilla trae mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Encender un cigarrillo con una vela mata a un marino (J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Antes de soplar las velas del pastel de cumpleaños, hay que pedir un deseo. El deseo se cumple si se consigue apagar
todas las velas (N. Girard, Mulhouse, 1971; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; J. Tschann,
Mulhouse, 1926).
Encender un cirio durante una tormenta aleja los rayos (L. Tschann, Roderen, 1924).
Para traer suerte a alguien que lo necesita se le puede encender una vela (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).

Hay que poner un cristal blanco cerca de la ventana para no dejar entrar las malas vibraciones en las casas. (D. Doniat,
Mulhouse, 1960).
Cuando un pájaro hace su nido en la ventana de una casa, significa que la casa está bendita (D. Doniat, Mulhouse, 1950;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).

La pendaison de la crémaillière es una tradición muy famosa en Alsacia, así como en el resto de Francia. Cuando se
concluye la mudanza a una nueva casa se suele invitar a las personas que han ayudado porque trae buena suerte (C.
Tschann, Mulhouse, 1978).

Hay una fuente en la meseta de Taennchel que, según la tradición, si pedimos un deseo mientras bebemos de ésta el
deseo se cumple (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
La cresta del Taennchel es una zona misteriosa para muchos. Su particular paisaje compuesto de enormes rocas con
extrañas formas despierta en los visitantes mucha curiosidad. Según la leyenda ya en tiempos de los druidas se
consideraba una zona muy cargada de energía.

Existe un hueso en forma de «V» en el pollo, la quilla, que se utiliza para pedir un deseo. Dos de las personas que se
comen el pollo piden un deseo, luego cada una agarra una de las extremidades de la quilla, y tiran hacia sí. El hueso se
rompe y la persona que se queda con la parte más grande verá cumplido su deseo (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).

Cuando varias personas se saludan, estrechándose las manos, los brazos de unos no deben cruzarse con los de los demás,
da mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se dice que la mano izquierda es la mano del diablo, por extensión toda la parte izquierda está maldita. Ciertas
expresiones ilustran estas supersticiones. Se suele decir de una persona torpe que tienedos manos izquierdas (deux
mains gauches) o que es torpe (gauche). El adjetivo francés para decir «torpe» (gauche) tiene la misma raíz que la
palabra «zurdo» (gaucher) (H. Joachim, Haguenau, 1978; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Tschann, Mulhouse, 1978). De
hecho, Lucien Tschann (Roderen, 1924) cuenta que, hasta los años 60, en Francia, se obligaba a los zurdos a escribir con
la mano derecha; a veces se les prohibía usar la mano izquierda y se les ataba detrás de la espalda para que se
acostumbraran a escribir con la derecha.
Para desear buena suerte a alguien se puede decir: je te tiens les pouces [te sujeto los pulgares] (D. Doniat, Mulhouse,
1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat, Mulhouse, 1950) o je te croise les doigts [te cruzo los dedos] (N. Girard,
Mulhouse, 1971) (M. Limare, Sarrebourg, 1955) (K. Marchal, Strasbourg, 1983) o je croise les doigts [cruzo los dedos]
o rezaré por ti. (C. Tschann, Mulhouse, 1978)
Para tener buena suerte, se puede decir je croise les doigts [cruzo los dedos] o santiguarse (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; H. Joachim, Haguenau, 1978; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Hay un refrán que dice: mains froides, coeur chaud (manos frías, corazón caliente), en alsaciano es kalti hand, warmi
lieb (main froide, chaudes amours) (L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978), para significar que la
gente con las manos frías es gente apasionada.
Cuando a uno le pitan los oídos significa que alguien está hablando mal de él (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D.
Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Cuando a uno le pitan los oídos significa que alguien está hablando de él (D. Doniat, Mulhouse, 1960):
Si se trata del oído izquierdo significa que alguien habla mal del él (L. Tschann, Roderen, 1924; M. Meyer,
Strasbourg, 1952);
Si se trata del oído derecho significa que alguien habla bien del él (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann,
Mulhouse, 1978);

Dos informantes dijeron lo contrario, invirtiendo el dicho (N. Marchal, Luneville, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949).

Pisar un excremento con el pie izquierdo trae buena suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse,
1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg,
1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926;
L. Tschann, Roderen, 1924).
Si se pisa un excremento con el pie derecho, no pasa nada (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que levantarse de la cama pisando primero con el pie izquierdo da mala suerte para todo el día (G. Tschann,
Mulhouse, 1959); de ahí el empleo de la expresión se lever du pied gauche (levantarse con el pie izquierdo) para
describir a una persona a quien le salen mal las cosas o que está de mal humor (H. Joachim, Haguenau, 1978; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).
En el ámbito futbolístico, con mucha frecuencia los jugadores entran en el terreno de juego con el pie izquierdo, por
superstición (K. Marchal, Strasbourg, 1983).
En los círculos futbolísticos, muchos jugadores suelen ponerse, en primer lugar, el calcetín izquierdo para favorecer la
suerte (K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959).

Para que un niño tenga buena dentadura, hay que tirar sus dientes de leche en un agujero de ratón. De esta superstición
viene quizás la historia del ratoncito Pérez, equivalente español de la historia de la petite souris que trae dinero a los
niños cuando se les caen los dientes de leche (C. Girardot, Strasbourg, 1958).
Perder los dientes en un sueño augura la muerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Cuando a uno le duele un diente, tiene que girar un clavo alrededor del diente dolorido y luego clavarlo en un árbol (M.
Limare, Sarrebourg, 1955).
Se utilizan los capullos de las flores de naranjo para ayudar a los recién nacidos a dormir y para calmar los dolores
relacionados con los dientes emergentes (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Tocar la chepa de un jorobado trae buena suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D.
Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg, 1955; M.
Meyer, Strasbourg, 1952; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; L. Tschann, Roderen, 1924; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; N. Marchal, Luneville, 1959).

Cuando varias personas se saludan, estrechando las manos, los brazos de unos no deben cruzarse con los de los otros, da
mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se dice que la mano izquierda es la mano del diablo, por extensión toda la parte izquierda está maldita. Ciertas
expresiones ilustran estas supersticiones, se suele decir de una persona torpe que tienedos manos izquierdas (deux mains
gauches) o que es torpe (gauche). El adjetivo francés para decir «torpe» (gauche) tiene la misma raíz que la palabra
«zurdo» (gaucher) (H. Joachim, Haguenau, 1978; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
De hecho, Lucien Tschann (Roderen, 1924) cuenta que, hasta los años 60, en Francia, se obligaba a los zurdos a escribir
con la mano derecha; a veces se les prohibía usar la mano izquierda y se les ataba detrás de la espalda para que se
acostumbraran a escribir con la derecha.
Se dice de los zurdos que son personas torpes, gauches. El adjectivo francés para decir «torpe» (gauche) tiene la misma
raíz que la palabra «zurdo» (gaucher) (H. Joachim, Haguenau, 1978; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando se enseña un anillo, hay que dejarlo en la mesa para que lo coja otro, ya que trae mala suerte pasarlo de mano en
mano (G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Para saber cuántos hijos va a tener uno, tiene que cerrar el puño y mirar cuántos pliegues tiene debajo de la primera
falange del dedo meñique. El número de pliegues corresponde al número de hijos que uno va a tener (J. Tschann,
Mulhouse, 1926).

Cuando a uno le pica la nariz significa que va a ganar dinero (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976)
Se dice que el tamaño de la nariz de un hombre es proporcional al tamaño de sus atributos (N. Girard, Mulhouse, 1971;
D. Stelhin, Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cuando se brinda, hay que mirar a los ojos a la persona con la cual se brinda, sino trae siete años de relaciones sexuales
insatisfactorias (de mauvais sexe) (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971).

Cuando a uno le pitan los oídos significa que alguien está hablando de él (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
En ocasiones especiales, cuando se toma champán, se suele bendecir a la gente con una gota de champán detrás de cada
oreja (L. Tschann, Roderen, 1924).

Si alguien tiene una pestaña en el moflete se le dice que pida un deseo y adivine en cuál está; si acierta, se cumple el
deseo (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; C. Tschann, Mulhouse,
1978).

Se dice que levantarse pisando primero con el pie izquierdo trae mala suerte durante todo el día; de ahí el empleo de la
expresión se lever du pied gauche (levantarse con el pie izquierdo) para describir a una persona a la que le salen mal las
cosas o que esta de mal humor (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que los niños que nacen con manchas de vino es porque sus madres no han satisfecho sus antojos (C. Tschann,
Mulhouse, 1978).

Se dice que la verruga es uno de los signos distintivos de las brujas (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse,
1978).
Para quitarse las verrugas se puede hacer una cataplasma a base de ajo (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Uno siempre tiene que poner la mano delante de la boca al bostezar, en caso contrario, un espíritu malo podría poseer a
la persona. Es lo que se suele decir a los niños para enseñarles buenos modales (D. Doniat, Mulhouse, 1960).

A quien tiene hipo se le dice que le está creciendo el corazón (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat, Mulhouse, 1960).
Para que se vaya el hipo hay que decir: j’ai le hoquet, j’ai le hoquet… je ne l’ai plus, merci petit Jésus ! [¡tengo hipo,
tengo hipo… no lo tengo más, gracias Jesusito!] (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Cuando varias personas se saludan, estrechando las manos, los brazos de unos no deben cruzarse con los de los otros, da
mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando varias personas brindan, los brazos de unos no deben cruzarse con los de los otros, da mala suerte (N. Girard,
Mulhouse, 1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Se dice que trae buena suerte que la recién casada atraviese el umbral de su casa llevada en brazos por su marido (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).


La mayoría de los informantes se ha referido al siguiente refrán francés:

Araignée du matin : chagrin,


Araignée du soir : espoir.
[Araña de la mañana, pena,
Araña de la noche, esperanza]

El momento del día en el cual uno se cruza con una araña determina cómo se desarrollará su día (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot,
Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg, 1955; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer,
Strasbourg, 1952; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).
Uno de los informantes añade que Araignée du midi : profit [Araña del medio día, beneficio] (G. Tschann, Mulhouse,
1959).
Trae mala suerte pisar una araña (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Cuando las arañas tejen es signo de que va a hacer buen tiempo (D. Doniat, Mulhouse, 1950; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).

Cuando un pájaro hace su nido en la ventana de una casa significa que la casa está bendita (D. Doniat, Mulhouse, 1950;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando los pájaros vuelan bajo significa que va a llover (M. Limare, Sarrebourg, 1955).

Cruzarse con un caballo blanco da buena suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950).

Ver una cigüeña anuncia un nacimiento (D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Las cigüeñas traen a los niños desde Alsacia (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; C.
Tschann, Mulhouse, 1978), porque esta región suele estar en su ruta migratoria hacia el continente africano. De hecho,
en Estrasburgo, la capital de Alsacia, la mayoría de los recuerdos de la ciudad guardan relación con la cigüeña (peluches,
manteles, tazas…).

Las patas de los conejos traen buena suerte. Se trata de un amuleto muy común (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat,
Mulhouse, 1960; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
En Alsacia coexisten la superstición de las campanas y la superstición del conejo, tradición heredada de los países
nórdicos y germánicos. Se dice que el conejo de Pascua pasa por los jardines y deja escondidos los huevos. Hoy en día
los niños suelen buscar los huevos escondidos por el conejo y preparan varios nidos para que los pueda depositar (N.
Girard, Mulhouse, 1971; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cruzarse con un cuco augura fortuna; de ahí la paremia francesa Coucou dans les bois, si tu as de l’argent sur toi tu
seras riche toute l’année [si tienes dinero encima cuando se escucha al cuco en el bosque serás rico todo el año] (N.
Marchal, Luneville, 1959).

Los cuervos, con su plumaje negro, son animales de mal augurio; se dice de ellos que traen mala suerte (A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; A.
Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; R. Solomon, Mulhouse, 1978; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924).

El escarabajo da buena suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cruzarse con un gato negro augura mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; D.
Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; H.
Joachim, Haguenau, 1978; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N.
Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926); un informante precisa que
trae mala suerte cruzarse con un gato negro cuando uno va en coche, sobre todo en el caso de que vaya de links uf lart
[de izquierda a derecha] (L. Tschann, Roderen, 1924).
Cuando se pone una escalera contra la pared se forma un triángulo que representa la Santa Trinidad. Por eso, no hay que
romper el símbolo, trae mala suerte. Si un perro o un gato pasa por debajo antes que la persona, no pasa nada (A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949).

La llegada de las golondrinas anuncia la primavera (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978;
D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Marchal, Luneville, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949).
Cuando una casa alberga el nido de una golondrina significa que la casa está bendita (M. Limare, Sarrebourg, 1955).
Un refrán dice que si l’hirondelle voit la Saint Michel, l’hiver ne reviendra qu’à Noël [si la golondrina ve el día de San
Miguel, el invierno no volverá hasta Navidad] (C. Girardot, Strasbourg, 1958; N. Marchal, Luneville, 1959).

Trae mala suerte matar a una hormiga (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

La mariquita da buena suerte (C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; L. Tschann, Roderen, 1924),
porque se dice que es una criatura de Dios (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat,
Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978); de ahí la
cancioncilla francesa:

Coccinelle, demoiselle
Bête à Bon Dieu
Coccinelle, demoiselle
vole vers les cieux
petit point blanc
elle attend,
petit point rouge
elle bouge,
petit point noir
coccinelle, au revoir.
[Mariquita, señorita
Bicho del señor,
Mariquita, señorita
Vuela hacia el cielo
Puntito blanco
Espera,
Puntito rojo
Se mueve,
Puntito negro,
Hasta luego]

También se dice que tienen tantos puntos como años (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Cruzarse con una pareja de palomas augura un matrimonio en el entorno próximo de la persona que se las cruza (D.
Doniat, Mulhouse, 1950).

Cuando se pone una escalera contra la pared se forma un triángulo que representa la Santa Trinidad. Por eso, no hay que
romper el símbolo, trae mala suerte. Si un perro o un gato pasa por debajo antes que la persona no sucede nada (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).

Para que un niño tenga buena dentadura, hay que tirar sus dientes de leche en un agujero de ratón (C. Girardot,
Strasbourg, 1958). De esta superstición viene quizás la historia del ratoncito Pérez, equivalente español a la historia de la
petite souris que trae dinero a los niños cuando se les caen los dientes de leche (C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se utilizan los capullos de las flores de naranjo para ayudar a los recién nacidos a dormir y para calmar los dolores
relacionados con los dientes emergentes (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

A los niños les gusta soplar sobre el aquenio del cardo, el cardillo (fleur de pissenlit). Antes de soplar hay que pedir un
deseo y se dice que, si una de las semillas del cardo germina, el deseo se realiza (C. Tschann, Mulhouse, 1978).

No hay que regalar claveles a un actor, ya que traen mala suerte (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se suele recomendar el hinojo para luchar contra los gases (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse,
1978).

Es habitual comprar o regalar lirio de los valles (muguet) el día 1 de mayo. Se dice que da buena suerte (N. Girard,
Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann,
Mulhouse, 1978). Esta costumbre se practica en toda Francia.
Trae todavía más suerte cuando uno mismo lo recoge en el bosque (D. Doniat, Mulhouse, 1950).

Se deshoja una margarita para saber si alguien le quiere y cuánto le quiere. Cada vez que se quita un pétalo, se dice una
frase del texto siguiente:

Il m’aime,
Un peu,
Beaucoup,
À la folie,
Passionément,
Pas du tout…
(N. Girard, Mulhouse, 1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
[Me quiere,
Un poco,
Mucho,
Con locura,
Apasionadamente,
Nada de nada…]

Besarse bajo el muérdago el primer día del año trae buena suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
Sobre todo cuando se trata de parejas jóvenes o jóvenes prometidos (D. Doniat, Mulhouse, 1960; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
El muérdago y el acebo llenan la casa de buenas vibraciones en Navidad (J. Doniat, Mulhouse, 1959).

Trasplantar perejil trae mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).


Cuando se regalan menos de doce flores siempre hay que regalar un número impar (A. Doniat, Mulhouse-Dornach,
1949; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
La dama de honor que atrapa el ramo de flores tirado por la novia se casa ese año o es la próxima en casarse (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Trae mal augurio el que un marido regale flores amarillas a su mujer, porque se dice del amarillo que es el color de los
cornudos (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).

Se dice que las niñas nacen en las rosas y los niños en los repollos (D. Doniat, Mulhouse, 1960).

A los niños les gusta soplar sobre el aquenio del cardo, el cardillo (fleur de pissenlit). Antes de soplar hay que pedir un
deseo y se dice que, si una de las semillas del cardo germina, el deseo se realiza (C. Tschann, Mulhouse, 1978).

El trébol de cuatro hojas trae buena suerte (C. Girardot, Strasbourg, 1958; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare,
Sarrebourg, 1955; N. Marchal, Luneville, 1959; R. Solomon, Mulhouse, 1978; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann,
Mulhouse, 1978), sobre todo cuando uno lo encuentra o lo regala (M. Meyer, Strasbourg, 1952; C. Tschann, Mulhouse,
1978; N. Girard, Mulhouse, 1971; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949; K. Marchal, Strasbourg, 1983; J. Tschann, Mulhouse, 1926).
Cuando uno encuentra un trébol de cuatro hojas lo tiene que guardar en su cartera para que le traiga suerte y fortuna (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959;
A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

Cuando a uno le duele un diente, tiene que girar un clavo alrededor del diente dolorido y luego clavarlo en un árbol (M.
Limare, Sarrebourg, 1955).
A la Sainte Catherine tout arbre prend racine [En Santa Catalina todos los árboles echan raíces] (L. Tschann, Roderen,
1924). Con este refrán se indica que el que quiera ver los árboles que planta echar raíces tiene que plantarlos el día de
Santa Catalina, el 25 de noviembre.

Para ahuyentar las ondas negativas o los eventuales problemas que pudieran surgir, se dice je touche du bois [toco
madera], tocando madera (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; N. Marchal, Luneville, 1959; L. Tschann, Roderen, 1924). Si no se tiene madera cerca al decir je touche du bois
se toca uno la cabeza como si ésta última fuese de este material (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse,
1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat,
Mulhouse, 1960).

No hay que dormir la siesta debajo de un nogal porque emite malas vibraciones (M. Limare, Sarrebourg, 1955; K.
Marchal, Strasbourg, 1983), desprende acidez alrededor suyo (N. Marchal, Luneville, 1959).
El propio Plinio ya afirmaba sobre la sombra de este árbol: «es densa y aun causa dolor de cabeza en el hombre y daño a
cualquier cosa plantada en su vecindad…» y escribe que «la naturaleza de algunas plantas a pesar de no ser exactamente
mortal es nociva debido a sus mezclas de fragancias o a sus jugos, por ejemplo, el rábano y el laurel son dañinos para la
vid; puede inferirse que la vid posee un sentido del olfato y es afectada por las fragancias en un grado prodigioso»
(Sampietro, 2002: 2).

Besarse bajo el muérdago el primer día del año trae buena suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
Cuando uno tiene problemas y no sabe qué hacer se le aconseja abrir la Biblia al azar. La primera frase que lea le
indicará el camino (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Es habitual comprar o regalar lirio de los valles el día 1 de mayo. Se dice que da buena suerte (N. Girard, Mulhouse,
1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse,
1978).
Algo que se ha producido dos veces se producirá tres veces, ya sea bueno o malo; por eso se suele decir jamais deux
sans trois [no hay dos sin tres]. Se puede verificar fácilmente la no veracidad de esta expresión de uso muy extendido
(A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg,
1958; N. Marchal, Luneville, 1959; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978; A. Jeannot, Mulhouse,
1924).

Romper el hilo tres veces cuando uno cose da mala suerte (H. Joachim, Haguenau, 1978).
Según una de nuestras informantes, J. Tschann (Mulhouse, 1926), cuando a uno le cuesta pasar el hilo por el ojo de la
aguja, a la tercera vez tiene que decir una oración: Seigneur, moi, je ne vois pas, mais toi, si ! [Señor, yo no lo veo pero
tú, sí] y el hilo entra; dice que siempre funciona.

El trébol de cuatro hojas trae buena suerte (C. Girardot, Strasbourg, 1958; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare,
Sarrebourg, 1955; N. Marchal, Luneville, 1959; R. Solomon, Mulhouse, 1978; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann,
Mulhouse, 1978), sobre todo cuando uno lo encuentra o lo regala (M. Meyer, Strasbourg, 1952; C. Tschann, Mulhouse,
1978; N. Girard, Mulhouse, 1971; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim,
1949; K. Marchal, Strasbourg, 1983; J. Tschann, Mulhouse, 1926).
Cuando uno encuentra un trébol de cuatro hojas, lo tiene que guardar en su cartera para que le traiga suerte y fortuna (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959;
A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

Se suele decir que la cifra siete trae buena suerte. El siete es una cifra muy recurrente en la cultura: los siete días de la
semana, los siete pecados capitales, los siete colores del arco iris, etc. Esta cifra está considerada como la cifra perfecta
(A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Romper un vaso es signo de siete años de mala suerte (L. Tschann, Roderen, 1924). Pero, si el vaso que se rompe es de
cristal (o de verre blanc), no trae mala suerte sino que trae siete años de felicidad (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949;
D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C.
Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer, Strasbourg, 1952; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Romper un espejo da mala suerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978), aunque casi todos los informantes especifican que trae
siete años de mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse,
1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer, Strasbourg,
1952; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando se brinda, hay que mirar a los ojos a la persona con la cual se brinda, para evitar tener siete años de relaciones
sexuales insatisfactorias (sept ans de mauvais sexe) (N. Girard, Mulhouse, 1971).

El número «trece» trae, por lo general, mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat,
Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim,
Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; M. Meyer,
Strasbourg, 1952; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978) pero ciertas personas dicen lo contrario para
ahuyentarla (G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Uno de nuestros informantes hace referencia a la última cena en la cual estuvieron presentes todos los apóstoles, los
trece, Judas inclusive (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Trae mala suerte ser trece en torno a una mesa (D. Doniat, Mulhouse, 1960; D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Girardot,
Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

El número 666 corresponde a la cifra del diablo. Por extensión los números compuestos de series de 6 auguran malas
cosas (D. Doniat, Mulhouse, 1950; H. Joachim, Haguenau, 1978; K. Marchal, Strasbourg, 1983; C. Tschann, Mulhouse,
1978).
Cuando uno ve en un reloj digital la misma cifra para las horas y para los minutos (22:22, por ejemplo), tiene que pedir
un deseo. Si se pide el deseo antes de que cambie la hora, se realizará (N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
Está mal visto regalar un número par de flores si no son doce o más (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).

Desde siempre, el hombre depende del tiempo atmosférico para realizar sus actividades, por lo que era importante
disponer de acertados pronósticos del tiempo. «Las cabañuelas son pronósticos del tiempo que hace el vulgo observando
ciertos días del año» 3.
Uno de nuestros informantes nos comentó que, en Alsacia, para saber el tiempo que va a hacer durante los doce meses
del año siguiente hay que fijarse en el tiempo de los doce últimos días de diciembre del año anterior, es decir:

El tiempo que hace el 20 de diciembre corresponde al tiempo que hará durante el mes de enero del año próximo.
El del 21 de diciembre corresponde al mes de febrero del año próximo.
El del 22 de diciembre corresponde al mes de marzo del año próximo.
El del 23 de diciembre corresponde al mes de abril del año próximo.
El del 24 de diciembre corresponde al mes de mayo del año próximo.
El del 25 de diciembre corresponde al mes de junio del año próximo.
El del 26 de diciembre corresponde al mes de julio del año próximo.
El del 27 de diciembre corresponde al mes de agosto del año próximo.
El del 28 de diciembre corresponde al mes de septiembre del año próximo.
El del 29 de diciembre corresponde al mes de octubre del año próximo.
El del 30 de diciembre corresponde al mes de noviembre del año próximo.
El del 31 de diciembre corresponde al mes de diciembre del año próximo (G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Encontramos también otra variante de esta cabañuela, en la obra de Claude Seignolle, Traditions populaires de
Provence 4, donde se dice que el tiempo de los doce últimos días antes de Navidad indica el tiempo de los doce meses
del año próximo:

El 13 de diciembre corresponde al mes de enero.


El 14 de diciembre corresponde al mes de febrero.
El 15 de diciembre corresponde al mes de marzo.
El 16 de diciembre corresponde al mes de abril.
El 17 de diciembre corresponde al mes de mayo.
El 18 de diciembre corresponde al mes de junio.
El 19 de diciembre corresponde al mes de julio.
El 20 de diciembre corresponde al mes de agosto.
El 21 de diciembre corresponde al mes de septiembre.
El 22 de diciembre corresponde al mes de octubre.
El 23 de diciembre corresponde al mes de noviembre.
El 24 de diciembre corresponde al mes de diciembre.

Durante las fiestas de Pascua se dice que las campanas no suenan porque se han ido a Roma (L. Tschann, Roderen,
1924; J. Tschann, Mulhouse, 1926), se van el jueves y vuelven el domingo (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se explica esta creencia por la tradición del silencio de las campanas impuesta, en el siglo séptimo por la Iglesia en
conmemoración de la muerte de Jesús. Las campanas dejan de sonar el jueves por la noche hasta el domingo por la
mañana, día de la resurrección de Cristo. El domingo, vuelven de Roma, bendecidas por el Papa y cargadas de huevos de
Pascua que esconden por los jardines para que los niños los busquen.

El viernes es un día aciago, hay muchas cosas que se desaconseja hacer este día: comer carne, viajar, reírse… (A.
Jeannot, Mulhouse, 1924). Hay un refrán que corrobora este dicho Qui rit vendredi pleure dimanche [Quien ríe el
viernes, llora el domingo] (D. Doniat, Mulhouse, 1950; G. Tschann, Mulhouse, 1959). El refranero insiste: Il ne faut
rien entreprendre un vendredi. El viernes (en español, el martes) no hay que emprender nada. (C. Tschann, Mulhouse,
1978). Fuente: Mazo [1997, p. 613].
En la mente de la gente, el día más nefasto de todos es el viernes 13 (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare,
Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; K. Marchal, Strasbourg, 1983; M. Meyer, Strasbourg, 1952; N. Meyer,
Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann,
Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Hay gente que dice que jugar a la lotería (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Marchal, Luneville, 1959) este día trae buena
suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958).
Aunque se desaconseja hacer muchas cosas el viernes, se dice que le jour du vendredi saint en bouteille mets ton vin
[El día de viernes santo embotella tu vino] (N. Marchal, Luneville, 1959).

Si se desaconseja viajar el viernes es para hacerlo mejor al día siguiente; se dice que el sábado es el mejor día para
emprender un viaje (A. Jeannot, Mulhouse, 1924).

Trae mala suerte trabajar un domingo, ya que es el día del Señor (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat,
Mulhouse, 1950; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat, Mulhouse, 1960).

Entre el 31 de diciembre y el primero de enero se suelen tener buenos propósitos para el año nuevo (C. Tschann,
Mulhouse, 1978).

El tiempo que hace es muy importante para la gente del campo y de la viña. Por eso encontramos refranes sobre el tema,
como Mars, sec et beau, remplit les tonneaux [Marzo, seco y soleado, llena los toneles] (L. Tschann, Roderen, 1924).

Tonnerre en avril remplit les barrils [Trueno de abril llena los barriles] (L. Tschann, Roderen, 1924).
Se dice que los niños nacidos en abril son entusiastas, ambiciosos y audaces (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
En Alsacia, el tiempo en abril es traicionero, aunque el mes empiece con sol y calor no hay que fiarse; de ahí el refrán
siguiente: En abril, ne te découvre pas d’un fil, en mai fais ce qu’il te plaît [En abril no te quites ni un hilo, en mayo
haz lo que te plazca] (G. Tschann, Mulhouse, 1959; D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A.
Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Es habitual comprar o regalar lirio de los valles el día 1 de mayo (D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse,
1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978). Se dice que da buena suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse,
1924).

Se desaconseja cazar el 2 de noviembre, ya que trae mala suerte (N. Marchal, Luneville, 1959).
Se dice que En novembre, s'il tonne, l'année sera bonne [Si truena en noviembre, el año será bueno] (D. Doniat,
Mulhouse, 1950).

Desde siempre, el hombre depende del tiempo atmosférico para realizar sus actividades, por lo que era importante
disponer de acertados pronósticos del tiempo. «Las cabañuelas son pronósticos del tiempo que hace el vulgo observando
ciertos días del año» 5.
Uno de nuestros informantes nos comentó que, en Alsacia, para saber que tiempo va a hacer durante los doce meses del
año siguiente hay que fijarse en el tiempo de los doce últimos días de diciembre del año anterior, es decir:
El tiempo que hace el 20 de diciembre corresponde al tiempo que hará durante el mes de enero del año próximo.

El del 21 de diciembre corresponde al mes de febrero del año próximo.


El del 22 de diciembre corresponde al mes de marzo del año próximo.
El del 23 de diciembre corresponde al mes de abril del año próximo.
El del 24 de diciembre corresponde al mes de mayo del año próximo.
El del 25 de diciembre corresponde al mes de junio del año próximo.
El del 26 de diciembre corresponde al mes de julio del año próximo.
El del 27 de diciembre corresponde al mes de agosto del año próximo.
El del 28 de diciembre corresponde al mes de septiembre del año próximo.
El del 29 de diciembre corresponde al mes de octubre del año próximo.
El del 30 de diciembre corresponde al mes de noviembre del año próximo.
El del 31 de diciembre corresponde al mes de diciembre del año próximo. (G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Encontramos también otra variante de esta cabañuela, en la obra de Claude Seignolle, Traditions populaires de
Provence 6, donde se dice que el tiempo de los doce últimos días antes de Navidad indica el tiempo de los doce meses
del año próximo:

El 13 de diciembre corresponde al mes de enero.


El 14 de diciembre corresponde al mes de febrero.
El 15 de diciembre corresponde al mes de marzo.
El 16 de diciembre corresponde al mes de abril.
El 17 de diciembre corresponde al mes de mayo.
El 18 de diciembre corresponde al mes de junio.
El 19 de diciembre corresponde al mes de julio.
El 20 de diciembre corresponde al mes de agosto.
El 21 de diciembre corresponde al mes de septiembre.
El 22 de diciembre corresponde al mes de octubre.
El 23 de diciembre corresponde al mes de noviembre.
El 24 de diciembre corresponde al mes de diciembre.

Se dice que a los pies del arco iris, se encuentran tesoros (D. Doniat, Mulhouse, 1960; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que, si puedes pasar debajo de un arco iris, puedes cambiar de sexo (C. Girardot, Strasbourg, 1958).
Trae buena suerte ver un arco iris (D. Stelhin, Mulhouse, 1976).

Alsacia es una región de mucha lluvia, muchos novios tienen que acomodarse con ella el día de su boda; de ahí el refrán
Traditions Mariage pluvieux, mariage heureux [Boda lluviosa, boda dichosa] (C. Tschann, Mulhouse, 1978), cuya
correspondencia española es Novia mojada, novia afortunada.

Se dice que no augura nada bueno un entierro bajo la lluvia o la nieve (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949).

Encender un cirio durante una tormenta aleja los rayos (L. Tschann, Roderen, 1924).
Se dice que Traditions En novembre, s'il tonne, l'année sera bonne [Si truena en noviembre, el año será bueno] (D.
Doniat, Mulhouse, 1950).

Recibir un regalo (flores, ropa,…) de color amarillo no es buen signo, ya que este color simboliza la infidelidad. Es de
mal augurio cuando un marido le regala flores amarillas a su mujer, porque se dice del amarillo que es el color de los
cornudos (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949).

Se dice que cuando una se casa tiene que llevar algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul el día de la boda (D.
Doniat, Mulhouse, 1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cruzarse con un caballo blanco da buena suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950).

El color morado está asociado al tema de la violencia, de hecho en francés las palabras «violet» y «violence» tienen una
raíz común. Este color trae mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

El negro es el color del duelo (D. Doniat, Mulhouse, 1960; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949), aunque en ciertos países
orientales es el blanco el que tiene esta función (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Soñar con un bolso negro es señal de mal augurio (G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Los cuervos, con su plumaje negro, son animales de mal augurio; se dice de ellos que traen mala suerte (A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; A.
Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; R. Solomon, Mulhouse, 1978; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C.
Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924).
Cruzarse con un gato negro augura mala suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; D.
Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; C. Girardot, Strasbourg, 1958; H.
Joachim, Haguenau, 1978; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N.
Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; J. Tschann, Mulhouse, 1926); un informante precisa que lo
que trae mala suerte es cruzarse con un gato negro con el coche, sobre todo en el caso de que vaya de Traditions links uf
lart [de izquierda a derecha] (L. Tschann, Roderen, 1924).

El verde es el color de la esperanza (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Meyer,
Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978), aunque en el
ámbito del teatro es un color que nunca se lleva ya que trae mala suerte (N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot,
Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

No hay que brindar con agua porque trae mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).

Para ahuyentar a los vampiros y a los malos espíritus hay que colgar ajo cerca de la cama (D. Doniat, Mulhouse, 1960;
D. Stelhin, Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978; J. Doniat, Mulhouse, 1959).
Para quitarse las verrugas se puede hacer una cataplasma a base de ajo (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

En general, a la salida de la Iglesia, se suele tirar arroz a los novios para traerles suerte y prosperidad (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal,
Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Girardot, Strasbourg, 1958; H. Joachim, Haguenau, 1978; A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Poner sal en vez de azúcar o viceversa augura una buena noticia (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Se dice en alsaciano Fom colter café tomf, verdma schen [Con el vapor del café frío uno se hace guapo]. Más que una
superstición esta frase denota el humor del alsaciano (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se puede leer el porvenir en los posos de café que se forman en el fondo de la taza (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D.
Stelhin, Mulhouse, 1976).

Para remediar la tos nocturna se aconseja cortar una cebolla en varios trozos y dejarla cerca del enfermo (J. Doniat,
Mulhouse, 1959; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Para pasar la resaca se recomienda tomar sopa de cebolla (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que la cerveza o levadura de cerveza favorece la subida de la leche a las embarazadas (J. Tschann, Mulhouse,
1926).

El chocolate está considerado un excelente remedio para la gente nerviosa y para luchar contra la depresión (C. Girardot,
Strasbourg, 1958).

Existen varias tradiciones acerca de los huevos de Pascua.


Una de ellas, anterior al Cristianismo, consistía en pintar y decorar huevos.
A partir de la Edad Media, como estaba prohibido comer huevos durante la Cuaresma, la gente del pueblo, al tenerlos en
grandes cantidades, empezó a intercambiarse y regalarse huevos bendecidos por la Iglesia.
Los nobles, a su vez, adoptaron también esta tradición, pero haciéndola suya regalaban huevos que eran ricamente
adornados. De ahí, a partir del siglo XVI, aparece otra variante tradicional: se regalaban huevos con una sorpresa dentro.
Luis XIV desarrolla enormemente esta tradición en su corte. En 1885, en Rusia, Peter Carl Fabergé empieza a diseñar, a
petición de la familia imperial rusa, sus preciosos huevos Fabergé.
Luego, los huevos frescos se vacían para rellenarlos con chocolate o se regalan huevos de chocolate con una sorpresa
dentro. Esta tradición sigue viva en la época actual con una adaptación: los huevos de chocolate Kinder, muy apreciados
por los niños.
Hoy en día, durante la Pascua, en Alemania y en Alsacia, se suelen colgar huevos pintados a mano en pequeñas ramas
cortadas. El Domingo de Pascua, los niños alsacianos van por los jardines en busca de los huevos de chocolate que les
ha dejado el conejo.
En Alsacia coexisten la superstición de las campanas y la superstición del conejo, tradición heredada de los países
nórdicos y germánicos. Se dice que el conejo de Pascua pasa por los jardines y deja escondidos los huevos. Hoy en día
los niños suelen buscar los huevos escondidos por el conejo o preparan varios nidos para que los pueda depositar (N.
Girard, Mulhouse, 1971; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando uno rompe un huevo accidentalmente significa que va a recibir buenas noticias (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
También se dice que es un signo que anuncia una visita (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Se dice que hay que comer un plato de lentejas en Nochevieja para tener dinero a lo largo del nuevo año (C. Girardot,
Strasbourg, 1958; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978). Esta superstición es una tradición que se
conoce sobre todo en los círculos italianos; recordamos que Alsacia acogió a muchos emigrantes italianos desde finales
del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.

Se aconseja comer una manzana en Nochebuena para tener buena salud durante todo el año (D. Doniat, Mulhouse,
1960).

Se dice que para que el pan suba hay que hacer el signo de la cruz (santiguarse) antes de hornearlo (A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que trae mala suerte presentar el pan al revés en la mesa (D. Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse,
1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; N. Marchal, Luneville, 1959; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J.
Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978), atrae el diablo (G. Tschann,
Mulhouse, 1959).
Antes de cortar el pan hay que hacer por debajo una cruz con el cuchillo. (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard,
Mulhouse, 1971; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924).
Pinchar el pan con un tenedor trae mala suerte (L. Tschann, Roderen, 1924).

Trae mala suerte volcar un salero (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; J. Doniat, Mulhouse, 1959; H. Joachim,
Haguenau, 1978; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Para remediarlo hay que coger un poco de sal con la mano derecha y tirarla por encima del hombro izquierdo (A.
Jeannot, Mulhouse, 1924; G. Tschann, Mulhouse, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950;
C. Girardot, Strasbourg, 1958; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
También se dice que da mala suerte pasarse la sal de mano en mano, se aconseja acercar el salero pero dejándolo en la
mesa (G. Tschann, Mulhouse, 1959; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Se dice que cuando la comida está demasiado salada significa que quien cocina está enamorado (D. Doniat, Mulhouse,
1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg,
1955; M. Meyer, Strasbourg, 1952; N. Meyer, Oswald, 1967; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse,
1978).

Derramar vino o gastarlo inútilmente trae mala suerte (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

En ocasiones especiales, cuando se toma champán, se suele bendecir a la gente con una gota de champán detrás de cada
oreja (L. Tschann, Roderen, 1924).

Es tradición comerse un glücksschwein, un cerdito de mazapán, en San Nicolás ya que trae buena suerte para todo el
año (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Existe un hueso en forma de «V» en el pollo, la quilla, que se suele utilizar para pedir un deseo. Dos de las personas que
se comen el pollo piden un deseo, luego cada una agarra una de las extremidades de la quilla, y tiran hacia sí. El hueso
se rompe y la persona que tiene la parte más grande verá cumplido su deseo (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).

Se dice que si tu as du chou dans ton jardín, il éloigne le médecin [Tener repollo en el huerto aleja al médico] (D.
Doniat, Mulhouse, 1950).

Para cosechar zanahorias grandes hay que tocarse el muslo lo más a menudo posible al sembrarlas (M. Limare,
Sarrebourg, 1955).

Es de buen augurio ver una estrella fugaz, se dice que en tal caso hay que pedir un deseo y se realiza (C. Girardot,
Strasbourg, 1958; H. Joachim, Haguenau, 1978; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann,
Mulhouse, 1926; L. Tschann, Roderen, 1924; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat,
Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal,
Strasbourg, 1983; M. Meyer, Strasbourg, 1952; N. Meyer, Oswald, 1967; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
Ciertas personas comentan que una estrella fugaz es un alma que sube al cielo (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).

Un refrán advierte: Lune rousse rien ne pousse [Luna rojiza, no crece nada] (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).
No hay que pescar en luna llena, porque los peces no pican (N. Marchal, Luneville, 1959).
Las mujeres son más fértiles durante las noches de luna llena; tienen más posibilidades de quedarse embarazadas estos
días (C. Girardot, Strasbourg, 1958).

Se dice que no respetar el ayuno de Cuaresma trae mala suerte (D. Doniat, Mulhouse, 1960).

Se dice que es de mal augurio no visitar a los difuntos el día de Todos los Santos, excepto si uno está enfermo (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat, Mulhouse, 1960).

Un refrán indica que les hivers les plus froids sont ceux qui prennent vers les Rois [los inviernos más fríos son los que
estallan en Reyes] (D. Doniat, Mulhouse, 1950; L. Tschann, Roderen, 1924).

Un refrán advierte: Noël au balcón, Pâques au tison [Navidad en el balcón, Pascua con el tizón] (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que a los niños nacidos en Navidad les espera un bonito porvenir; están bendecidos, gozan de suerte y felicidad a
lo largo de su vida (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; M. Limare,
Sarrebourg, 1955).
Un refrán dice que la pluie du jour de Noël vide greniers et tonneaux [Lluvia de Navidad vacía graneros y toneles] (L.
Tschann, Roderen, 1924).

Es tradición besarse debajo del muérdago para tener buena suerte y prosperidad todo el año (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot,
Mulhouse, 1924; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; L. Tschann,
Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que, en San Juan, si uno salta nueve veces por encima de la fogata de San Juan se casará en el año. También se
dice que protege de los reumatismos y de la osteoporosis (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Si los niños se han portado bien, San Nicolás viene para recompensarlos con naranjas, mandarinas o con un regalito. En
caso contrario, es el padre «Fouettard» (Hans Trapp en alsaciano) el que viene para castigarlos azotándoles con un látigo
y frotándoles las mejillas con carbón para que todo el mundo sepa que se han portado mal (D. Doniat, Mulhouse, 1960;
C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Un refran dice que le jour du vendredi saint, en bouteilles mets ton vin [El día de Viernes Santo pon tu vino en botella]
(A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; L. Tschann, Roderen, 1924).
Se dice también que en estos días no se debe «hervir» la colada, ya que trae mala suerte (M. Limare, Sarrebourg, 1955).
El Domingo de Pascua se suele saborear la tradicional y muy famosa receta del cordero Pascual, el lamala. Se trata de
un bizcocho tierno en forma de cordero que se come en familia; nos recuerda el simbolismo del sacrificio del cordero en
la tradición judeo-cristiana (J. Tschann, Mulhouse, 1926).
Durante las fiestas de Pascua se dice que las campanas no suenan porque se han ido a Roma (L. Tschann, Roderen,
1924; J. Tschann, Mulhouse, 1926), se van el jueves y vuelven el domingo (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se explica esta creencia por la tradición del silencio de las campanas impuesta, en el siglo séptimo por la Iglesia en
conmemoración de la muerte de Jesús. Las campanas dejan de sonar el jueves por la noche hasta el domingo por la
mañana, día de la resurreción de Cristo. El domingo, vuelven de Roma, bendecidas por el Papa y cargadas de huevos de
Pascua que esconden por los jardines para que los niños los busquen.
En Alsacia coexisten la superstición de las campanas y la supersticion del conejo, tradición heredada de los paises
nórdicos y germánicos. Se dice que el conejo de Pascua pasa por los jardines y deja escondidos los huevos. Hoy en dia
los niños suelen buscar los huevos escondidos por el conejo o preparan varios nidos para que los pueda depositar (N.
Girard, Mulhouse, 1971; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

En el Monte Santa Odilia, hay una fuente más abajo del monasterio de Hohenbourg que se dice que cura a los enfermos
(L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978). Santa Odilia, cuya festividad se celebra el 14 de diciembre,
es la patrona de Alsacia y de los ciegos; se dice que cura las enfermedades de ojos y oídos (A. Doniat, Mulhouse-
Domach, 1949).

En Alsacia, el primer domingo después de Mardi Gras [carnaval], se celebra la fiesta del Schieweschlawe, fiesta pagana
del solsticio de primavera. Con el objetivo de ahuyentar al invierno, los habitantes de Offwiller se acercan, al anochecer,
al bosque donde hacen girar en el aire unos discos en llamas que simbolizan el sol.
Se ata a una varilla flexible un disco de diez centímetros de diámetro, hecho de madera de haya, previamente colocados
en brazas, y se la da vuelta en el aire.

Se dice que el ámbar sirve para aliviar el dolor de dientes de los bebés y niños; por eso, se les suele colocar un collar de
ámbar alrededor del cuello o de la muñeca (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J.
Tschann, Mulhouse, 1926; D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; H. Joachim, Haguenau, 1978; K.
Marchal, Strasbourg, 1983; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que llevar un ágata encima ayuda al fumador a dejar el tabaco (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

La aguamarina es, según se dice, una piedra que favorece la descongestión nasal y que protege de las afecciones
respiratorias (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Hay que poner un cristal blanco cerca de la ventana para no dejar entrar las malas vibraciones en las casas (D. Doniat,
Mulhouse, 1960).

Se dice que la esmeralda es una piedra que permite encontrar el equilibrio interior (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Se dice que el jaspe favorece una mejor regulación del hígado (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Se dice que el jaspe rojo absorbe las malas energías y las evacúa (C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que la turquesa aleja las malas ondas y hace que la persona que la lleva sea positiva (J. Tschann, Mulhouse,
1926).

Pisar un excremento con el pie izquierdo trae buena suerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse,
1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg,
1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Meyer, Oswald, 1967; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926;
L. Tschann, Roderen, 1924).
Pisar un excremento con el pie izquierdo trae buena suerte; si es con el pie derecho, no pasa nada (D. Doniat, Mulhouse,
1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Para desear buena suerte a alguien, se suele decir Traditions merde ! [¡mierda!] (J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard,
Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978) o tres veces Traditions merde a la
persona que lo necesita (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; H. Joachim, Haguenau,
1978; N. Meyer, Oswald, 1967; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que cuando una mujer embarazada tiene la barriga redonda, lleva una chica; si su tripa es puntiaguda, lleva un
chico (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Girardot, Strasbourg, 1958; N. Marchal, Luneville, 1959; C. Tschann,
Mulhouse, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955).
Se dice que la cerveza favorece la subida de la leche (J. Tschann, Mulhouse, 1926; M. Meyer, Strasbourg, 1952).
Se dice que para tener un niño el medio tiene que ser ácido, por eso se aconseja a la mujer hacer unos baños de asiento
con vinagre (J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Se dice que las personas estériles están malditas, pues su infertilidad es un castigo por haber pecado (A. Doniat,
Mulhouse-Dornach, 1949).
Las mujeres son más fértiles durante las noches de luna llena; tienen más posibilidades de quedarse embarazadas estos
días (C. Girardot, Strasbourg, 1958).

Se dice que una mujer cuando está con el periodo no logra hacer mayonesa porque se le corta (Danielle Doniat,
Mulhouse, 1960; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Se dice también que, cuando una mujer está con el periodo, no tiene que hacer pan ni suflé porque no subirá (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; M. Limare, Sarrebourg, 1955; J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Un refrán dice Traditions femme au volant, mort au tournant [mujer al volante, muerte en la curva], cuya
correspondencia española es mujer al volante, peligro constante (J. Doniat, Mulhouse, 1959; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que las mujeres en los barcos traen mala suerte (G. Tschann, Mulhouse, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Un refrán dice Traditions Mariage pluvieux, mariage heureux [Boda lluviosa, boda dichosa] (A. Doniat, Mulhouse-
Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; N. Marchal,
Luneville, 1959; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978); su
correspondencia española es Novia mojada, novia afortunada.
Trae mala suerte que el novio vea a la novia con el traje de boda antes de la ceremonia. También se dice que el novio no
tiene que dormir con su novia la víspera de la boda (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; J.
Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que trae buena suerte que la recién casada atraviese el umbral de su casa llevada en brazos por su marido (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que cuando una se casa tiene que llevar algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul el día de la boda (D.
Doniat, Mulhouse, 1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Al acabar una botella de vino, se dice que la persona que termina la botella se casará o morirá ahorcada antes de que
acabe el año: Traditions marié(e) ou pendu(e) avant la fin de l’année [casado/a o ahorcado/a antes de fin de año]. (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1960; J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard, Mulhouse, 1971;
J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; L. Tschann, Roderen, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
La dama de honor que atrapa el ramo de flores que tira la novia se casa ese año o es la próxima en casarse (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C.
Tschann, Mulhouse, 1978; H. Joachim, Haguenau, 1978; M. Limare, Sarrebourg, 1955; D. Stelhin, Mulhouse, 1976).
Cruzarse con una pareja de palomas augura un matrimonio en el entorno próximo de la persona que se las cruza (D.
Doniat, Mulhouse, 1950).
Hay un refrán que dice: Traditions Saint-Nicolas marie les filles avec les gars [San Nicolás casa a las chicas con los
chicos] (D. Doniat, Mulhouse, 1960).

Se dice que, para aliviar el dolor de una picadura, hace falta aplicar en ella un poco de esencia de lavanda (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se dice que la orina es antiséptica y que se puede utilizar para desinfectar las heridas (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C.
Tschann, Mulhouse, 1978).
Para pasar la resaca se recomienda tomar sopa de cebolla (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Para reducir los efectos del alcohol se recomienda comer almendras (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se recomienda aplicar una cataplasma de arcilla para curar las heridas y también en caso de dolores reumáticos (J.
Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se recomienda aplicar una cataplasma de repollo en caso de dolores de tripa (J. Tschann, Mulhouse, 1926).
Se utilizan los capullos de las flores de naranjo para ayudar a los recién nacidos a dormir y para calmar los dolores
relacionados con los dientes emergentes (D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Se suele recomendar el hinojo para luchar contra los gases (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse,
1978).
El chocolate está considerado un excelente remedio para la gente nerviosa y para luchar contra la depresión (C. Girardot,
Strasbourg, 1958).
Para quitarse las verrugas se puede hacer una cataplasma a base de ajo (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Se dice que soñar con la muerte de alguien le alarga la vida (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse,
1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Soñar con un caballo negro augura una desgracia (M. Meyer, Strasbourg, 1952).
Perder los dientes en un sueño augura la muerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Soñar con un bolso negro es señal de mal augurio (G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Se dice que, cuando hay un nacimiento en una familia, suele también haber una muerte (A. Doniat, Mulhouse-Dornach,
1949; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Doniat, Mulhouse, 1950; C. Tschann, Mulhouse, 1978; C. Girardot, Strasbourg,
1958).
Se dice que a los niños nacidos en Navidad les espera un bonito porvenir; son bendecidos, gozan de suerte y felicidad a
lo largo de su vida (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; M. Limare,
Sarrebourg, 1955; M. Limare, Sarrebourg, 1955).
Para saber cuántos hijos va a tener uno, tiene que cerrar el puño y mirar cuantos pliegues tiene debajo de la primera
falange del dedo meñique. El número de pliegues corresponde al número de hijos que uno va a tener (J. Tschann,
Mulhouse, 1926).
Ver una cigüeña augura un nacimiento (D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse, 1959).
Se dice que las niñas nacen en las rosas y los niños en los repollos (D. Doniat, Mulhouse, 1960).

Se dice que cuando nos cruzamos con un coche fúnebre hay que santiguarse (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Trae mala suerte pasear por un cementerio de noche (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se dice que no augura nada bueno un entierro bajo la lluvia o la nieve (A. Jeannot, Mulhouse, 1924; J-C. Tschann,
Kingersheim, 1949).
Perder los dientes en un sueño augura la muerte (R. Solomon, Mulhouse, 1978; G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Trae mala suerte o provoca la muerte festejar el cumpleaños antes de la fecha (D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat,
Mulhouse, 1960; N. Girard, Mulhouse, 1971; M. Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Meyer,
Oswald, 1967; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Sobre la tarta de cumpleaños se ponen tantas velas como años se cumplen. Una vez que las velas están encendidas, hay
que pedir un deseo y de un solo soplo apagarlas todas para que se cumpla el deseo (N. Girard, Mulhouse, 1971; M.
Limare, Sarrebourg, 1955; K. Marchal, Strasbourg, 1983; J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Un refrán dice que Traditions il n’y a pas de fumée sans feu [no hay humo sin fuego] (D. Doniat, Mulhouse, 1950).
Se dice que en San Juan, si uno salta nueve veces por encima de la fogata de San Juan se casará en el año. También se
dice que protege de los reumatismos y de la osteoporosis (J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Un refrán dice Traditions Heureux au jeu, malheureux en amour (Afortunado en el juego, desgraciado en amores) (A.
Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Stelhin, Mulhouse, 1976; G. Tschann, Mulhouse,
1959). También se invierte el refrán y se dice Traditions Heureux en amour, malheureux auTraditions jeu (Afortunado
en amores, desgraciado en el juego) (D. Doniat, Mulhouse, 1960; C. Girardot, Strasbourg, 1958; A. Jeannot, Mulhouse,
1924; N. Marchal, Luneville, 1959; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cuando, por casualidad, dos personas pronuncian la misma palabra en el mismo momento, tienen que pedir un deseo y
se realizará (G. Tschann, Mulhouse, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978; G. Tschann, Mulhouse, 1959).

Cuando uno tiene problemas y no sabe qué hacer se le aconseja abrir la Biblia al azar. La primera frase que lea le
indicará el camino (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949).
Se dice comúnmente que los calvos son buenos amantes (C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Cruzarse con un deshollinador trae buena suerte. (D. Doniat, Mulhouse, 1950; N. Girard, Mulhouse, 1971; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; J. Tschann, Mulhouse, 1926; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Para desear buena suerte a alguien, se suele decir Traditions merde ! [mierda] (J. Doniat, Mulhouse, 1959; N. Girard,
Mulhouse, 1971; A. Jeannot, Mulhouse, 1924; K. Marchal, Strasbourg, 1983; N. Marchal, Luneville, 1959; D. Stelhin,
Mulhouse, 1976; J-C. Tschann, Kingersheim, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978) o tres veces Traditions merde ! a la
persona que lo necesita (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; H. Joachim, Haguenau,
1978; N. Meyer, Oswald, 1967; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Decir Traditions bonne chance ! a alguien trae mala suerte a la persona a quien se le desea (D. Doniat, Mulhouse,
1950; K. Marchal, Strasbourg, 1983; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Para desear buena suerte a alguien se puede decir Traditions je te tiens les pouces [te sujeto los pulgares] (D. Doniat,
Mulhouse, 1960; C. Tschann, Mulhouse, 1978; D. Doniat, Mulhouse, 1950) o Traditions je te croise les doigts [te cruzo
los dedos] (N. Girard, Mulhouse, 1971) (M. Limare, Sarrebourg, 1955) (K. Marchal, Strasbourg, 1983) o Traditions je
croise les doigts [cruzo los dedos] o rezaré por ti. (C. Tschann, Mulhouse, 1978)
También se puede encender una vela para la persona que lo necesita (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann,
Mulhouse, 1978).

Para tener buena suerte se puede decir Traditions je croise les doigts [cruzo los dedos] (A. Doniat, Mulhouse-Dornach,
1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950; D. Doniat, Mulhouse, 1960; H. Joachim, Haguenau, 1978; D. Stelhin, Mulhouse,
1976; C. Tschann, Mulhouse, 1978) o santiguarse (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Para ahuyentar al diablo se dice Vade retro Satanas (A. Doniat, Mulhouse-Dornach, 1949; D. Doniat, Mulhouse, 1950;
A. Jeannot, Mulhouse, 1924; C. Tschann, Mulhouse, 1978).
Para ahuyentar a la mala suerte se dice Traditions je touche du bois [Toco madera] y se toca madera (N. Marchal,
Luneville, 1959; C. Tschann, Mulhouse, 1978).

Hay una blasfemia alsaciana que dice Gott ferdom mi [nor e mol] [Dios condéname otra vez], la gente no suele
pronunciar esta expresión ya que se dice que podría pasar… la gente usa una expresión que suena similar (D. Doniat,
Mulhouse, 1950; L. Tschann, Roderen, 1924; J. Tschann, Mulhouse, 1926).

Las supersticiones y creencias que hemos inventariado en nuestro estudio nos enseñan que los progresos tecnológicos y
científicos, que rigen de forma predominante la sociedad actual (sobre todo en el mundo occidental) no han conseguido,
pese a proponérselo como uno de sus objetivos, erradicar la influencia de las supersticiones en la vida cotidiana. Al
contrario, siguen ahí vigentes en la memoria de la gente, en sus actos y sus palabras. La sabiduría popular se sigue
transmitiendo de generación en generación, y aunque la gente pretenda que la superstición no forma parte de su vida, deja
que dirija multitud de sus actos, se deja influenciar y llevar por el ramo de la novia, la moneda en la fuente de los deseos, la
estrella fugaz, las cuatro hojas del trébol...

Con este estudio, hemos recopilado supersticiones y creencias presentes hoy en día en la cultura alsaciana… Además de
registrar un número apreciable de unidades fraseológicas y manifestaciones de la lírica popular gracias a la colaboración de
los informantes, hemos aportado un importante material procedente directamente de la tradición oral. Ahí radica
precisamente uno de sus méritos: es un material valioso y vivo, de utilidad tanto para etnólogos como para lingüistas,
paremiólogos, fraseólogos, traductores, filólogos… Como se ve reflejado en el estudio comparado, pocas supersticiones de
nuestro estudio nos han permitido contrastar las supersticiones recogidas en Alsacia con las registradas en Francia por
Béatrice Martinez. Sin embargo, nos han servido para ampliar notablemente el estudio más general de las supersticiones
francesas y así poder participar de la perduración de la sabiduría popular de nuestro país y de nuestra región.
Reconocemos también que la aplicación de las técnicas de investigación de etnólogos como Ángel Carril, Juan Francisco
Blanco, Eduardo Tejero y filólogos como José Manuel Pedrosa, M.ª Teresa Zurdo Ruiz-Ayúcar o Julia Sevilla Muñoz han
contribuido a recopilar un material de calidad, mucho más importante de lo que esperábamos.
Alsacia, disputada durante siglos por Francia y Alemania, por ser una región muy rica y de gran valor estratégico, se ve
influenciada por la cultura germánica; por ello, encontramos en las encuestas de nuestros informantes supersticiones que no
se hallan en el resto de Francia pero que pueden compararse con las supersticiones de otras zonas geográficas no
francófonas, como la germánica. Dicha comparación sería objeto de una nueva investigación. Aprovechamos aquí para
plantear la propuesta de realizar tal estudio comparativo.

En cuanto al material fraseológico recogido, destaca por la variedad de sus categorías (dichos, paremias, locuciones,
coplas) y de las subcategorías, como se observa en los distintos grupos de refranes (supersticioso, meteorológico, moral,
médico). Lógicamente el grupo más nutrido es el de los refranes supersticiosos, seguido del de los meteorológicos. En
ocasiones, los informantes han aportado variantes que no hemos encontrado documentadas y formas propiamente
alsacianas, lo que aumenta el valor del material recopilado. También resulta interesante saber que todavía están presentes en
la competencia lingüística de los hablantes, si bien bastantes ya son poco usadas. Por otra parte, la localización de
correspondencias españolas en un número considerable muestra la existencia de supersticiones comunes en ambos países,
así como de un caudal paremiológico común.

Con este trabajo, se ha pretendido demostrar la validez de una metodología aplicada en la presente obra colectiva.
Consideramos que los resultados lo han mostrado ampliamente y esperamos que más investigadores se animen a aplicarla
en otras zonas geográficas.

TSCHANN, Carine. Nacida el 16 de abril 1978 en Mulhouse (Haut-Rhin). Doctoranda en el programa de Doctorado 299
Estructura y función de las unidades lingüísticas estables: fraseologismos y paremias. Autora del presente trabajo.

DONIAT, André. Nacido el 4 de enero de 1949 en Mulhouse-Dornach (Haut-Rhin). Fue empleado de la Seguridad social.

DONIAT, Danièle. Nacida el 21 de marzo de 1950 en Mulhouse (Haut-Rhin). Fue preparadora en farmacia hasta su
reciente jubilación, por lo que ha aportado una valiosa información relativa a remedios.

DONIAT, Danielle. Nacida el 21 de junio de 1960 en Mulhouse (Haut-Rhin). Es secretaria en una empresa. Vive en un
pequeño pueblo llamado Berrwiller. Ha aportado mucho material relacionado con la infancia, ya que un su entorno próximo
tiene relación con muchos niños.

DONIAT, Jacques. Nacido el 23 de julio de 1959 en Mulhouse (Haut-Rhin). Es secretario judicial en el Tribunal de
Segunda Instancia de Mulhouse.

GIRARD, Nathalie. Nacida el 25 de diciembre de 1971 en Mulhouse (Haut-Rhin). Es comercial en una firma de
cosmeticos. Fue costurera.

GIRADOT, Christiane. Nacida el 1 de enero en Estrasburgo (Bas-Rhin). Es contable.

JEANNOT, André. Nacido el 5 de septiembre de 1924 en Mulhouse (Haut-Rhin). Fue asegurador. Esta jubilado y
mantiene una intensa actividad política. Amante del teatro y la literatura.

JOACHIM, Herrade. Nacida el 18 de junio de 1978 en Haguenau (Bas-Rhin). Es farmacéutica.

LIMARE, Muriel. Nacida el 17 de junio 1955 en Sarrebourg (Moselle). Es cocinera de un gran supermercado de la zona de
Estrasburgo.

MARCHAL, Kevin. Nacido el 23 de marzo 1983 en Estrasburgo (Bas-Rhin). Siguiendo la tradicion familiar, es empleado
de la S.N.C.F. (ferrocarriles) al igual que su padre y su abuelo. Tiene el puesto de guardagujas. Fanático del fútbol, es
portero de un equipo local.

MARCHAL, Norbert. Nacido el 6 de febrero de 1959 en Luneville (Meurthe-et-Moselle). Es empleado de la S.N.C.F.


(ferrocarriles) al igual que su padre y su hijo. Fue jugador de fútbol profesional en su juventud. Durante muchos años ha
entrenado a numerosos equipos locales. Es un pescador empedernido.

MEYER, Myriam. Nacida el 28 de agosto de 1952 en Estrasburgo. Fue secretaria de la empresa familiar durante gran parte
de su vida.

MEYER, Nadine. Nacida el 1 de marzo de 1967 en Oswald (Bas-Rhin). Es farmacéutica.

SOLOMON, Rachel. Nacida el 25 de noviembre de 1978 en Mulhouse (Haut-Rhin). Doctorada en Ciencias de la


Educación por la Universidad de Estrasburgo, es actualmente profesora en un instituto del sur de Alsacia. Amante de
Africa, donde ha residido y trabajado muchos años.
STEHLIN, Delphine. Nacida el 26 de noviembre de 1976 en Mulhouse (Haut-Rhin). Es documentalista y encargada de la
promoción cultural en el Instituto francés de Madrid.

TSCHANN, Gilda. Nacida el 5 de noviembre de 1959 en Mulhouse (Haut-Rhin). Es secretaria en el servicio de Control
médical de la Seguridad social. Le encanta cocinar y la meteorología.

TSCHANN, Jean-Claude. Nacido el 3 de noviembre 1949 en Mulhouse (Haut-Rhin). Siguiendo la tradicion familiar, fue
fucionario de la Policía nacional al igual que su padre y su abuelo.

TSCHANN, Juliette. Nacida el 30 de marzo de 1926 en Mulhouse (Haut-Rhin). Fue gerente de supermercado. Siempre se
ha interesado por la medicina alternativa, sabe mucho de plantas, piedras y esoterismo.

TSCHANN, Lucien, Roderen. Nacido el 24 de diciembre 1924 en Mulhouse (Haut-Rhin). Fue funcionario de la Policía
nacional al igual que su hijo.

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Carine TSCHANN

Profesora de francés dentro de la Licenciatura y del Grado en Traducción e Interpretación (CES Felipe II, Campus de
Aranjuez, UCM). Licenciada en Ciencias del Lenguaje en la Universidad Paris VIII. DEA en Filología Francesa por la
Universidad Complutense de Madrid, está elaborando la Tesis Doctoral sobre fraseología francesa.
(1) Esta zona fronteriza se lama dreyeckland [tres esquinas de paííses]. volver
(2) Seguimos la terminologíía de Julia Sevilla (2004), al emplear ««correspondencia»» en vez de ««equivalencia»». volver
(3) Vééase el mismo apartado en el capíítulo dedicado a las creencias populares, supersticiones y fraseologíía en Castilla. volver
(4) C.f. Traditions populaires de Provence, «« Les Fêêtes et croyances»», Claude Seignolle, Maisonneuve et Larose, 1996. volver
(5) Compáárese con las cabaññuelas en Castilla, en el capíítulo dedicado a Castilla. volver
(6) C.f. Traditions populaires de Provence, «« Les Fêêtes et croyances»», Claude Seignolle, Maisonneuve et Larose, 1996. volver
M.ª Antonella SARDELLI
Università degli Studi di Bari «Aldo Moro» (Italia)
mariasardelli@gmail.com

Resumen: Las creencias populares y las supersticiones integran una parte importante de nuestra cultura. Rechazadas
durante mucho tiempo por ser consideradas señal de ignorancia e incultura, están retomando vida e importancia incluso
entre las nuevas generaciones. Nuestro objetivo, en este trabajo, es documentar las supersticiones que están vigentes en la
actualidad a partir de fuentes orales. En la medida de lo posible, cada superstición irá acompañada de una o más paremias
en las que queda reflejada.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Italia.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Italie »


Résumé : Les croyances populaires et les superstitions constituent une importante partie de notre culture. Niées pendant
très longtemps car considérées comme preuve d’ignorance et d’inculture, elles reprennent vie même parmi les nouvelles
générations. L’objectif de ce travail est de documenter, à travers des sources orales, les superstitions qui perdurent de nos
jours. Dans la mesure du possible, chaque superstition ira accompagnée d’un ou plusieurs proverbes qui la représent.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe Croyance popular. Tradition orale. Italie.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Italy»


Abstract: Popular believes and superstitions are a very important part of our culture. Rejected for a long time for being
considered signs of ignorance and lack of learning, superstitions are now finding a new life and importance even among the
new generations. Our aim, in this work, is to document the superstitions still in force at present starting from oral sources.
As much as possible, each superstition will be accompanied by one or more proverbs in which it is reflected.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Italy.

Resulta muy difícil establecer lo que es, en la actualidad, la superstición y distinguirla de las simples tradiciones milenarias
que se arraigan en las culturas locales italianas y, en especial, en las regiones sureñas.

En la antigüedad se entendía por superstición todo lo que iba en contra de los dogmas cristianos. Practicar la brujería, creer
en la eficacia de pócimas y brebajes contra el mal de ojo o para conquistar el corazón del amado o de la amada, etc. Todo
esto venía tachado de supersticioso. Claro está que, en este caso, el adjetivo supersticioso tenía una acepción más bien
negativa, puesto que se asociaba a las prácticas mágicas y a los maleficios de las brujas.

Pero la pregunta es: ¿qué se entiende ahora por superstición? Dando por descontado que la Iglesia sigue persiguiendo estas
creencias «paralelas», por así decirlo, porque se desvían de la visión religiosa de la vida y del mundo, los italianos se han
ido creando su concepto de la superstición. La gran mayoría del pueblo italiano entiende por superstición todo el conjunto
de creencias propias de una determinada sociedad o comunidad, creencias que se toman por verdaderas a la luz de las
experiencias colectivas pero que no encuentran una justificación científica y no se pueden demostrar empíricamente.
Dichas creencias están fundadas en la observación e interpretación del comportamiento de los animales, por ejemplo, o en
la interpretación de las variaciones lunares y sus efectos en las mareas y en los cultivos. También es verdad que muchas
supersticiones son una respuesta humana al miedo a lo divino, lo demoníaco, lo inexplicable. Las supersticiones a veces
surgen como alternativa a la postura rígida y fría de la Iglesia, que inculca el temor a las brujas y a todos los seres
vinculados con el maligno. El carácter intrínseco de muchas supersticiones hace que, muchas veces, quien cree en este tipo
de prácticas venga tachado de ignorante y retrasado.

Si consultamos un diccionario italiano de reciente publicación y buscamos la entrada superstizione nos encontraremos con
la siguiente definición:

Insieme di credenze o pratiche rituali proprie di società e ambienti culturalmente arretrati, fondate su presupposti magici ed
emotivi. Dal punto di vista delle grandi religioni, ogni credenza o pratica che sia in disaccordo con la religione costituita o
ne alteri l’equilibrio interno (per es., nel cattolicesimo, ogni atto di culto falso o superfluo quale la divinazione, la magia,
vari riti privati, ecc.). Com. Credenza nell’influsso di fattori extraterreni o magici sulle vicende umane.
Dal lat. Superstitio- onis, der. di stare «stare», col pref. super- «sopra» —opposto di religio—sec. XIV (Devoto-Oli 2004-
2005) 2.

En otra fuente se da una definición algo distinta del mismo fenómeno:


[vc. dotta, dal lat. superstitiōne, da superstāre, «star sopra»; prop. «ciò che sta sopra, sovrastruttura», opposto a religio,genit.
religionis, insieme suelto di formule sacre].

1. Credenza, atteggiamento o pratica consistente nell’attribuire fenomeni spiegabili razionalmente e naturalmente a


cause occulte o soprannaturali. (gener.) Credenza irrazionale nell’influenza positiva o negativa di determinati fattori
sulle vicende umane: la s. del gatto nero.
2. Eccesso di scrupolo o timore religioso. All’interno di ogni religione, il residuo di antichi culti e di precedenti credenze
religiose, non completamente eliminato.
(Zingarelli, 2008) 3.

Como podemos observar, en ambos casos se alude a la existencia de cultos paralelos a los de la religión oficial, como
pueden ser las sectas satánicas o no, la creación de asociaciones que veneran dioses distintos respecto a los de la religión
constituida, etc. También es verdad que hoy en día siguen existiendo una serie de prácticas divinatorias que en la mayoría
de los casos se han revelado verdaderos fraudes de gente sin escrúpulos que se aprovechaba de la debilidad y de la buena fe
del prójimo. Sin embargo, no es esto lo que entendemos por superstición en la actualidad. Si es cierto que, por una parte,
sigue habiendo gente, sobre todo mujeres, que acuden a magos y brujos para que les predigan el futuro y les ayuden a
solventar problemas amorosos o de salud, digamos que la gran mayoría del pueblo italiano es perfectamente consciente de
la charlatanería de estos supuestos magos y que esto ya no se considera supersticioso.

Entonces, volvemos a nuestra pregunta: ¿qué se entiende por superstición? En nuestro caso nos conformaríamos con la
segunda parte de la primera definición que aparece en el diccionario de Nicola Zingarelli: «la superstición es una creencia
irracional en la influencia positiva o negativa de determinados factores en los acontecimientos humanos». Un ejemplo
evidente es la famosa superstición del gato negro, que, queramos o no, sigue afectando a mucha gente de todos los niveles
culturales y de todas las clases sociales. Ser supersticioso o no serlo no depende de la clase social o del tipo de estudios
cursados. Ser supersticioso es una condición de vida, una manera de ser que se aprende desde niño y en la que puede que
influya el entorno familiar, aunque no se puede tomar como una verdad cierta en todo caso.

Muchos italianos son supersticiosos, pero la gran mayoría de ellos prefieren ocultar sus creencias a causa de todos los
prejuicios que se han ido creando en torno al mundo de la superstición. Antes se decía que sólo las brujas son supersticiosas
y que ser supersticioso era un pecado, pues se supone que determinadas creencias están en desacuerdo con los fundamentos
religiosos. Así que hoy en día a la pregunta «¿Sei superstizioso?» muchos contestan con una frase histórica de Peppino de
Filippo 4: Non è vero ma ci credo!

Basándose en este principio, son muchos los que prefieren no pasar por debajo de las escaleras por si acaso, y los que se
quedan esperando en la acera a que otro transeúnte les adelante porque han visto cruzar un gato negro y no quieren jugarse
el día por culpa de la mala suerte que acarrearía la simple vista de un gato negro. Y cuántos, en Nochevieja, llevan ropa
interior de color rojo para propiciarse el año nuevo. En este caso no se puede hablar simplemente de tradición.

Evidentemente, no somos los primeros en acercarnos al tema de las supersticiones. En efecto, son muchos los estudios que
se han publicado en este sentido y que iremos citando a lo largo de este trabajo para fundamentar nuestras teorías. Sin
embargo, nuestro cometido, desde el principio, ha sido distinto: intentar descubrir qué supersticiones, de entre las miles que
se hallan documentadas en diversos repertorios de folclore popular, siguen vigentes, cuáles recuerda el pueblo.

Esa idea nos ha llevado a rebuscar en nuestra memoria las creencias que teníamos algo dormidas, lo que nos enseñaron de
pequeños y que ha ido condicionando el resto de nuestra existencia. De este modo, hemos crecido con la idea de que hay
cosas que pueden propiciar la buena suerte y cosas que puede traernos mala suerte y, por eso, sería mejor evitar.

Cuando nuestros recuerdos no eran lo suficientemente claros, hemos acudido a una serie de informantes, en su gran
mayoría familiares y personas de nuestro entorno más cercano, cuyos nombres aparecen al final del trabajo, junto a unos
cuantos datos de interés para documentar el grado de supervivencia de una creencia según la generación que más la práctica
y la transmite a su vez. Cuando la fuente oral es el mismo autor, aparecerán entre paréntesis las iniciales «M.A.S.».
Figura 1: Mapa de las regiones de Italia.

Así que podemos afirmar que el nuestro ha sido principalmente un trabajo de campo en una zona bien delimitada de Italia:
la Puglia 5. Somos conscientes de que, evidentemente, lo que se cree en nuestra región no puede valer para todo el resto de
Italia, sobre todo en un país tan peculiar como el nuestro, caracterizado por sus diferencias locales y sus hablas dialectales,
que siguen siendo un rasgo distintivo de cada región y, dentro de ella, de cada realidad local.

Dentro de los límites de nuestro estudio, nos hemos centrado en las supersticiones todavía actuales, dejando a un lado las
que lo fueron en su momento y que son ahora un vago recuerdo de un pasado ya lejano.

Para el desarrollo de nuestro trabajo y con vistas a la comparación entre varias culturas y países que formará parte del
último capítulo de este libro, seguimos el índice general que aparece al principio de este capítulo. En caso de ausencia de
superstición en un determinado número del índice, se pasará directamente al número siguiente, manteniendo invariable la
numeración del índice general.

En la medida de lo posible, cada superstición irá acompañada de las paremias en las que cada creencia queda reflejada. Eso
servirá para demostrar la estrecha relación existente entre el mundo de las supersticiones y las otras formas de expresión de
la sabiduría popular, en este caso, los enunciados sentenciosos. Es sabido que, en la antigüedad, cuando no todo el mundo
sabía leer y escribir, una de las formas de transmitir los conocimientos de los mayores era a través de pequeñas píldoras de
sabiduría: los refranes. Las creencias supersticiosas formaban parte del bagaje cultural de la sociedad antigua, pues de su
conocimiento dependía, en muchos casos, el buen desenlace de muchos acontecimientos de la vida rural de antaño, desde
las cosechas hasta la localización de la período de fertilidad de la mujer; desde la previsión del tiempo a través de la
observación de las estrellas y los astros hasta la descodificación de las señales de la naturaleza, como el canto del cuco para
predecir futuras bodas o el ladrido del perro para anunciar muerte próxima en familia.

Todas estas creencias y muchas más aparecen documentadas en este estudio, pero siempre a partir de fuentes orales.

Después de la debida premisa, podemos pasar al desarrollo de las entradas relacionadas con las supersticiones italianas
objeto de estudio.

Empezamos nuestro recorrido por el universo de las supersticiones italianas con la ilustración de las creencias relacionadas
con los objetos que se enumeran a continuación.

Regalar una aguja trae mala suerte y puede ser considerado anuncio de discusiones y peleas. Silvia Delzotti (Santo
Spirito di Bari, 1930) comenta que, en italiano, existe un refrán para advertir lo peligroso que es regalar objetos
puntiagudos o cortantes: Dono che punge, dono che disgiunge [Regalo que pincha, regalo que separa]. Una variante de
la paremia es Cosa che punge amore disgiunge (Monge, 2007: 145); se trata de la traducción literal del refrán
piamontés Còsa ch’a ponz amor a dësgionz.
Si una mujer embarazada encuentra una aguja en la calle, puede estar segura de que su bebé será de sexo femenino
(M.A.S., Padova, 1979).
Si una chica, al zurcir, se pincha, le puede pasar de todo, según el dedo en el que se pinche:

Pulgar: suerte
Índice: disgustos
Medio: un hombre la notará
Anular: llegarán noticias, correo
Meñique: boda
(M.A.S., Padova, 1979).

Si se encuentra una aguja en el suelo hay que recogerla. De otra manera, se tendrá mala suerte. En este sentido, Donato
Sardelli (San Vito dei Normani, 1941) recuerda que, cuando era pequeño, a los niños se les solía enseñar una cantinela
en la que se relacionan precisamente la aguja y su potencial propiciatorio de buena o mala suerte:

Chi trova un ago e se lo prende,


la fortuna ormai lo attende.
Chi trova un ago e non lo raccoglie,
la sfortuna presto lo coglie.
Chi alla sfortuna non crede per niente,
fa la cosa più intelligente.

A continuación viene la traducción española:

Quien halla una aguja y se la queda,


la fortuna ya lo aguarda.
Quien halla una aguja y no la recoge,
la mala suerte lo coge.
Quien en la mala suerte no cree para nada,
hace la cosa más inteligente.

La misma cantilena aparece en la actualidad en algunos abecedarios para las escuelas primarias con el objetivo de
retomar parte de la tradición de nuestros abuelos que, en una sociedad tecnológica como la nuestra, corren el riesgo de
desaparecer para siempre.
Los italianos dan mucha importancia a la cábala y a la interpretación de los sueños, pues cada sueño se correspondería
con un número, número que saldrá en la combinación de la lotto (Véase el apartado 21. Otras supersticiones). Los
mayores saben a qué corresponde cada número y van interpretando los sueños con acierto. Los jóvenes acuden a libros e
intentan dar un significado a sus sueños para luego jugar al lotto los números correspondientes. En la cábala, soñar con
agujas indica que pronto alguien nos dirigirá palabras cortantes, desagradables. Esta creencia queda reflejada en el refrán
Aghi in sogno, parole amare in arrivo [Agujas en sueño, palabras amargas llegando] (Lapucci, 2006: 18).

Si se encuentra un alfiler en el suelo, es preciso recogerlo para que la buena suerte nos sonría durante todo el día. Lo
mismo se dice de las agujas (M.A.S., Padova, 1979).
Regalar alfileres, agujas, broches y todo tipo de objeto puntiagudo trae mala suerte. En general, se dice que traerían
discusiones en familia o provocarían ruptura de amistades (M.A.S., Padova, 1979). Esta creencia queda reflejada en un
refrán de uso común en italiano: Dono che punge, dono che disgiunge [Regalo que pincha, regalo que separa] (S.
Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930).

En algunas partes de Italia, se dice que trae buena suerte llevar un anillo con la fecha de nacimiento (M.A.S., Padova,
1979).
De difusión más general la superstición relacionada con las alianzas (M.A.S., Padova, 1979):

Si se caen en la Iglesia, durante la ceremonia de la boda, los novios tienen prohibido recogerlas, pues conllevaría
infelicidad en el matrimonio y próxima separación; sólo pueden recogerlas el cura o los testigos.
Si, tras la boda, se pierde la alianza, es preciso volver a comprar otra igual y volver a ponérsela al dedo repitiendo el
rito que se realiza en la boda. De otra manera, la pareja está destinada a pasar por muchos disgustos y a tener una
unión infeliz.
Trae mala suerte dejar el bolso en la cama, pues presagia pobreza. Algo parecido pasa cuando se deja el bolso en el
suelo: en ese caso, quien lo hace perderá dinero. Del mismo modo, se dice que trae mala suerte dejar el gorro en la cama,
porque, en la antigüedad, sólo solían hacerlo los médicos cuando iban a visitar a los enfermos (Véase 1.26. Gorro o
sombrero).

Es de buen auspicio encontrar un botón. Quien lo encuentra entablará una nueva amistad (M.A.S., Padova, 1979).

Regalar un broche o cualquier otro objeto punzante (un cuchillo, unas tijeras, etc.) trae mala suerte al que lo recibe. Para
alejar la mala suerte, el que lo recibe puede hacer dos cosas:

pinchar al que lo regala (Teresa Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946);


entregar una moneda simbólica a quien le trae el regalo (Silvia Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930).

De no hacerlo, se corre el riesgo de que la amistad se rompa. En italiano existe un refrán que advierte lo peligroso que es
regalar objetos puntiagudos o cortantes: Dono che punge, dono che disgiunge [Regalo que pincha, regalo que separa]
(Silvia Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930) (Véanse también 1.19.2. Cuchillo y 1.47. Tijeras).

Trae mala suerte levantarse por la parte izquierda de la cama, pues la izquierda es la parte del diablo. Del mismo modo,
es de mal agüero apoyar primero el pie izquierdo o ponerse la zapatilla izquierda antes que la derecha. De esta
superstición proceden las locuciones italianas alzarsi con il piede sinistro [levantarse con el pie izquierdo] y, en general,
alzarse con il piede sbagliato [levantarse con el pie equivocado], que alude, evidentemente, al pie izquierdo. Ambas
locuciones se emplean en la actualidad.
Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) nos explica que está muy difundida en Siena la creencia según la cual sólo una
persona puede hacer una cama individual. Si la hacen dos personas, se dice que no se casarán.
Otra versión de esta superstición consiste en que, si tres mujeres rehacen la cama, la más joven de ellas morirá pronto.
Cuando era pequeña, una tía abuela —que era monja— venía a visitarnos todos los veranos y se quedaba con nosotros
varios días. Mis padres trabajaban, con lo cual nosotras nos ocupábamos de las tareas domésticas. Entre otras cosas,
había que hacer todas las camas y recuerdo que mi tía se negaba cuando éramos tres (ella, mi hermana y yo) y aducía
que, de hacerlo, nos iba a pasar algo.
Una de nuestras informantes, Anna Maria Delzotti (Molfetta, 1956), comenta que trae mala suerte dejar una percha en la
cama debido a su forma que recordaba a una cruz, lo que sucedía con las antiguas perchas de madera, llamadas, en la
jerga dialectal, crocette [crucecitas].

Existen más objetos que no se pueden dejar en la cama para evitar que la mala suerte nos arrolle. Francesco Franchino
(Taranto, 1978) explica que, en el pueblo de sus padres (Montegiordano, en Calabria), se dice que trae mala suerte
tumbarse en la cama con los zapatos puestos.
Dejar los zapatos en la cama se considera signo de mal agüero, pues, en el imaginario colectivo, los zapatos en la cama
se asocian a la muerte. De hecho, cuando alguien fallece, antes de meterlo en el ataúd, se suele dejarlo en su cama, con
traje de corbata y zapatos puestos. Se supone que éste es el único momento en la vida de una persona en el que puede
llevar los zapatos puestos estando en la cama (Véase 1.54. Zapato).
Resulta también importante la orientación de la cama para propiciar buena suerte y larga vida. En Montegiordano
(Cosenza, en Calabria) se dice que la cama no puede estar orientada con los pie en dirección de la puerta, pues
recordaría la posición horizontal en la que se saca al fallecido de su casa (F. Franchino, Taranto, 1978). Lo mismo
comenta Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981).

Recibir una cartera de regalo es signo de mal agüero, pues augura ruina o pobreza. Para alejar los malos presagios el que
la regala debe dejar en la cartera una moneda simbólica. La gente ha asumido esta costumbre y, si quien regala no cae en
la superstición, quien lo recibe se la recuerda y exige su moneda simbólica (M.A.S., Padova, 1979).

En algunos pueblos agrícolas es de uso común poner un cencerro a los animales de la granja (caballos, bueyes, ovejas,
cabras, etc.) para preservarlos de maleficios (V. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1936).

Francesco Franchino (Taranto, 1978) comenta que para los jóvenes fumadores, encender un cigarrillo es un ritual. Pero
no siempre se consigue encenderlo completamente, pues a veces la parte a la derecha o a la izquierda del que lleva el
cigarrillo en la mano se enciende y la otra parte, evidentemente, se queda apagada. Curiosamente, este hecho se
relaciona con la posibilidad de tener relaciones sexuales dentro de poco tiempo. Entonces, cuando si se enciende sólo
una parte, según la que sea, se suele decir esta cantilena:

Sigaretta accesa a destra, scopata persa;


sigaretta accesa a sinistra, scopata in vista.
[Cigarrillo encendido a la derecha, polvo perdido;
cigarrillo encendido a la izquierda, polvo en vista].

Esta relación entre el cigarrillo y el sexo se halla también en otra creencia, difundida entre los jóvenes, según la cual
cuando un fumador o una fumadora te echan humo a la cara, eso indica que quieren tener sexo contigo (F. Franchino,
Taranto, 1978).
Encender varios cigarrillos con la misma llama provocaría la muerte de la más joven de entre las personas que recibieron
fuego (F. Franchino, Taranto, 1978) 6.

Encontrar un clavo en la calle trae buena suerte, sobre todo si está oxidado. Entre otras cosas, se dice que, si una mujer
halla el clavo, se casará en el año (M.A.S., 1979).
Si una mujer embarazada encuentra un clavo en la calle, su bebé será de sexo masculino. Lo mismo se dice de las chicas
en edad de merecer: si encuentran un clavo, su primogénito será un macho (M.A.S., 1979).
El clavo sacado de un ataúd es de buen agüero para las cosechas (M.A.S., 1979).

Cuando, en un coche de tres puertas, el pasajero que está en el asiento posterior sale, es preciso bajar los asientos
delanteros para que pueda pasar. Una vez terminada la operación salida, hay que volver a colocar los asientos delanteros.
De no hacerlo, la mala suerte caería sobre los que siguen en el coche (R. Sardelli, Mesagne, 1981).
Ver un coche fúnebre por la calle es signo de mal agüero. En este caso, para alejar la mala suerte, se suele toccare ferro
(tocar madera) o fare le corna, eso es, un gesto con la mano que reproduce dos cuernos (véase 1.20. Cuerno). Por lo
general, cuando se ve un ataúd vacío, una de las creencias más antiguas y más comunes, sobre todo en el sur de Italia,
aconseja fare gli scongiuri —gestos para alejar la mala suerte, como tocarse en las partes íntimas para los hombres o
tocarse el seno izquierdo para las mujeres. El sepulturero está destinado a tener la misma carga negativa, pues la gente
huye de él y si se lo encuentra por la calle, lo considera un mal presagio, señal de mala suerte, disgustos y hasta lutos.

Es de mal agüero que un cuadro se caiga (M.A.S., 1979).


No se deberían colgar cuadros que representan aves, pues traen mala suerte (M.A.S., 1979).

En la cultura italiana los cubiertos tienen su propia simbología. Según Anna Maria Delzotti (Molfetta, 1956) trae mala
suerte cruzar los cubiertos en la mesa. Además, cada cubierto está más o menos relacionado con la buena o la mala suerte.

En la superstición, se asocia la cuchara con la mano derecha o la izquierda y se dice que

trae mala suerte sujetar una cuchara en la mano izquierda (M.A.S., 1979);
si a un niño se le cae la cuchara es posible presagiar su futuro simplemente observando con que mano la recoge: la
derecha indica prosperidad y felicidad, mientras que la izquierda indica mala suerte (M.A.S., 1979).

Si se cae presagia discusiones, contrastes o disgustos en familia (M.A.S., 1979).


Si se cae mientras se está en la mesa, presagia ruptura de un noviazgo, siempre que la persona a la que se le caiga tenga
pareja (M.A.S., 1979).
Si se pierde, se tendrán visitas inesperadas (M.A.S., 1979).
Trae mala suerte enseñar o dar a alguien un cuchillo por la punta. Del mismo modo, los cuchillos no se regalan para
evitar ruptura de la amistad, pues el cuchillo corta «las relaciones». En el caso de que se reciba un cuchillo de regalo,
quien lo recibe debe dejar al donante una moneda simbólica. Un refrán italiano advierte sobre la peligrosidad de regalar
objetos punzantes o cortantes: Dono che punge, dono che disgiunge [Regalo que pincha, regalo que separa] (S.
Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930).
En la antigüedad, los campesinos guardaban un cuchillo debajo de la almohada para alejar los malos espíritus (M.A.S.,
1979).
Es creencia común que colgar un cuchillo en la puerta de casa sirve para alejar los malos espíritus que pudieran venir del
exterior (M.A.S., 1979).
Se cree que cuando a alguien se le cae el tener, otra persona está pensando en él. Lo confirma el refrán

El cuernecito rojo, o bien de coral, o bien de oro o, incluso, en la versión en plástico —mucho más barata y difundida—
es uno de los amuletos más concurridos en Italia. Con esta forma se han hecho colgantes, llaveros y objetos para todo
tipo de uso. Se dice que llevar encima un cornetto della fortuna ayuda a alejar la mala suerte (M.A.S., 1979). También
existe otro tipo de colgantes que se llevan para propiciar la buena suerte y que representan el número 13 (número
afortunado frente al 17, número maldito), una herradura o un trébol de cuatro hojas 7.
Estas creencias están tan arraigadas en la mentalidad italiana que se han retomado incluso en un cartel de propaganda
sobre un seguro de vida (Roma, 2009). En este cartel se juega tanto con las imágenes como las palabras, según se
aprecia en la transcripción que sigue a continuación:

Corna, cornini
e stracorna:
se la vita continua,
il premio ritorna.
Aglio, gobbetto,
zampa di coniglio:
o pagano me,
o pagano mio figlio.
Ve lo giuro e
spargo il sale,
mentre guardo un quadrifoglio
chi assicura la sua vita
mette in salvo
il portafoglio

Cuernos, cuernecitos
y más cuernos:
si la vida sigue,
el premio vuelve.
Ajo, jorobado,
pata de conejo:
o me pagan a mí,
o le pagan a mi hijo.
Os lo juro y
derramo sal,
mientras miro un trébol
quien asegura su vida
resguarda
su cartera

Para alejar la mala suerte se suele reproducir la imagen de los cuernos con la mano la derecha, aunque no es tan insólito
hacerlo con ambas manos. Con mucha frecuencia, el gesto va acompañado de la expresión facciamo le corna [hagamos
los cuernos], empleada para desear y desearse buena suerte ante la perspectiva de un desenlace poco propicio (M.A.S.,
1979). En la gran mayoría de los casos, los cuernos se reproducen con los dedos hacia arriba, tal y como se aprecia en el
dibujo. Sin embargo, se dan casos en los que la mala suerte que nos están echando es tanta y tan fuerte que para
oponerse a esa fuerza negativa se considera oportuno repetir el mismo gesto con las dos manos, con los dedos hacia
abajo, y acompañando el gesto con la fórmula Tiè! Tiè! De este modo, no sólo se intentaba ahuyentar la mala suerte, el
mal de ojo, etc., sino que se quería dar a entender al interlocutor que lo que está deseando para nosotros le caiga a él con
la misma fuerza e intensidad. En la actualidad, el de los cuernos es más bien un gesto scaramantico, que sirve para
conjurar la mala suerte, y no se refleja en absoluto en la persona que lo provoca.

En algunos pueblos del sur de Italia se considera de mal agüero que el novio regale un dedal a la prometida. Si lo hace,
su boda no se celebrará nunca (M.A.S., Padova, 1979).

Es de mal agüero pasar debajo de una escalera (M.A.S., Padova, 1979). Una de las razones aducidas para explicar esta
superstición es que, al apoyarla contra la pared, la escalera formaría un triángulo que simbolizaría las tres personas de la
Trinidad. Por eso, pasar debajo de una escalera se considera una grande falta de respeto hacia la divinidad. Así lo
explican también Roberto La Paglia (2006: 69) y Massimo Centini (2003: 103). Además, se dice que, si pasa una mujer
soltera, no se casará nunca (M.A.S., Padova, 1979) 8.
Si se barren, aunque accidentalmente, los pies de una mujer soltera, ésta no se casará nunca (M.A.S., Padova, 1979). En
algunas regiones, esta superstición se extiende a los solteros (Véase Centini, 2003: 81).
Es signo de mal agüero barrer la casa antes del amanecer y después de la puesta del sol, pues, de hacerlo, se echa la
buena suerte fuera de la casa (M.A.S., Padova, 1979).
Antes, cuando se compraba una escoba nueva, se aconsejaba emplearla por primera vez barriendo alguna habitación
dentro de la casa antes de echar el polvo fuera de la puerta. De este modo, se favorecía la prosperidad y se evitaba barrer
fuera la buena suerte (M.A.S., Padova, 1979). Esta superstición está documentada también por Massimo Centini (2003:
80). En la actualidad, se cree que no es conveniente comprar una escoba en agosto o en mayo, pues, de hacerlo, habrá un
fallecimiento en familia. Un conocido refrán advierte: Se pulisci la casa con una scopa verde in maggio, scopi via
anche il padrone di casa [Si limpias la casa con una escoba verde en mayo, barres fuera también al dueño de la casa].
La primera vez que se entra en una casa nueva, hay que barrerla echando el polvo hacia fuera, para echar los malos
espíritus que la habitan (M.A.S., Padova, 1979) 9.

La acción de romper un espejo preanuncia siete años de desgracia (M.A.S., Padova, 1979). Esta creencia es muy antigua
y está muy bien documentada en el ensayo de Massimo Cellini (2003: 108). En el imaginario popular, romper el espejo
equivale a destruir su propia alma, tal vez porque el espejo, al reflejar la imagen de la persona, se considera el símbolo
del «Yo». Estas teorías quedan reflejadas en el refranero italiano:

Chi rompe uno specchio ha sette anni di guai [Quien rompe un espejo tiene siete años de desgracias]
Specchio rotto, sett’anni di disgrazie [Espejo roto, siete años de desgracias]
Chi rompe lo specchio, rompe l’amore [Quien rompe el espejo, rompe el amor]

La última paremia puede interpretarse o bien literalmente o bien como una clara alusión a un juego que hacen los
enamorados. Cuando se reflejan en una fuente, un lago, un espejo de agua inmóvil, si uno de ellos encrespa la superficie
del agua, ese gesto se considera una señal de que quiere romper la relación con su pareja.
La superstición que relaciona la ruptura del espejo con los siete años de desgracias que eso conlleva está documentada
también por Carlo Lapucci (2006: 1118), quien sugiere un remedio para obviar los siete años de desgracias que presagia
la ruptura de un espejo: recoger todos los fragmentos del espejo roto y tirarlos en un torrente donde el agua corra rápida.
El hecho de mirarse continuamente en el espejo puede provocar la aparición de un demonio o un espíritu malvado
(M.A.S., Padova, 1979). Lapucci (2006: 1117) recoge esta misma creencia.
En el sur de Italia, todavía se celebran los velatorios en casa. Cuando fallece alguien, lo primero que se hace, si muere en
el hospital, es devolver el cuerpo a la familia que se encarga de prepararlo para el funeral. Una vez preparado, el cuerpo
se deposita en el ataúd y, antes de que lleguen amigos y familiares más o menos cercanos, se cubren con sábanas blancas
todos los espejos de la habitación donde se vela al muerto. Por lo general, esta costumbre se interpreta como signo del
luto y del duelo de la familia. La gente lo lleva haciendo desde hace años, desde generaciones, pero parece haberse
perdido el significado de este hecho. Una de nuestra informantes, Vita Sardelli (San Vito dei Normanni, 1932) recuerda
haber oído la explicación del origen de esta costumbre a una señora ya muy mayor que vive en San Vito dei Normanni:
según ella se cubren los espejos en presencia de un cadáver para que el alma del fallecido no se vea reflejada en el
espejo y pueda irse con tranquilidad al otro mundo; de lo contrario, se quedaría retenida en la casa.

Trae mala suerte dejar el gorro en la cama, porque recuerda la costumbre de los médicos de dejarlo en la cama cuando
iban a visitar a los enfermos (M.A.S., Padova, 1979).
Lo mismo se dice del bolso que, dejado en la cama, trae mala suerte, pues presagia pobreza (Véase el apartado 1.4.
Bolso).

La herradura se considera una especie de amuleto esencialmente por dos razones: primero, porque el hierro con el que
está hecha, en el imaginario colectivo, posee propiedades mágicas; segundo, porque su forma de media luna se asocia a
la divinidad. Por eso, en la actualidad se dice que trae buena suerte encontrar una herradura (M.A.S., Padova, 1979). En
ese caso y siempre que tenga un número impar de agujeros, habrá que colgarla en casa, en un lugar que esté a la vista.
En algunos pueblos del sur de Italia, se ata a la herradura una guindilla roja. Pero la herradura es signo de buen agüero
sólo si se encuentra o se recibe de regalo. No pasa lo mismo cuando se compra, pues pierde su influjo positivo (M.A.S.,
Padova, 1979).

Existen ademanes o gestos que se hacen habitualmente para alejar la mala suerte o propiciar la buena suerte. Por lo
general, cuando alguien prevé algo malo sobre otra persona, estando esta última delante, para alejar la mala suerte se
suele toccare ferro 11 [tocar hierro], eso es, buscar una superficie de hierro y tocarla repetidamente repitiendo la fórmula
toccare ferro. La misma práctica se realiza para ahuyentar el mal de ojo (M.A.S., Padova, 1979).
En italiano se toca hierro porque, desde hace siglos, a este metal se atribuyen propiedades mágicas. Extraído desde las
vísceras de la tierra, el hierro es uno de los primeros materiales trabajados por el hombre. También se dice que su origen
procede de un relámpago que cae en la tierra, con lo cual el hierro sería el elemento que une el cielo, la tierra y el fuego.
Su dureza es proverbial y hace que sea un escudo ideal contra el peligro y el mal. Por eso algunos objetos de hierro se
consideran verdaderos amuletos, como la herradura (Véase 1.27. Herradura).
En realidad, existen muchos más gestos que, en el imaginario colectivo, tienen el mismo poder de alejar la mala suerte
que el de toccare ferro. Mencionamos a continuación los más difundidos en la actualidad (M.A.S., Padova, 1979):

Para los hombres, tocarse en las partes íntimas. Se hace cuando se habla de muerte o de acontecimientos trágicos que
de alguna manera pueden afectarnos más o menos de cerca. A veces el simple hecho de aludir a la posibilidad de no
poder volver a verse dos persona, sea por la razón que sea (trabajo, traslados, viajes largos, etc.) hace que se asocie la
distancia a la muerte y puede provocar en el hombre el gesto instintivo de tocarse sus partes íntimas.
Para las mujeres, tocarse el seno izquierdo, aunque se trata de una costumbre que se va difundiendo más
recientemente.
Reproducir la imagen de los cuernos con la mano, sobre todo la derecha, aunque no es tan insólito hacerlo con ambas
manos. En este sentido, es de uso común la expresión facciamo le corna [Hagamos los cuernos], empleada para
desear y desearse buena suerte ante la perspectiva de un desenlace poco propicio (Véase el apartado 1.20. Cuerno).

En cambio, cuando se espera el buen éxito de algo, cuando se desea el desenlace feliz de un acontecimiento, etc. se
suelen incrociare le dita [Cruzar los dedos].

Encontrar una llave en el suelo, por la calle, trae buena suerte (M.A.S., Padova, 1979).

Cuando se organiza una comida o una cena, se debe procurar que el número de invitados varíe entre tres y nueve. Se
aconseja evitar que se sienten trece personas en una mesa porque ese número trae mala suerte, puesto que recuerda la
Última Cena, cuando Jesús fue traicionado justamente por el apóstol número trece (M.A.S., Padova, 1979).
La mujer que se siente en la esquina de una mesa cuadrada no se casará (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). Lo
mismo se dice de las mujeres quienes, al tomar asiento en una mesa, bien sea redonda o cuadrada, tengan la pata de la
mesa entre sus propias piernas. Esta creencia se halla documentada también en el refranero italiano, aunque ya la
superstición aparece aplicada a todo el género humano:

Chi si siede all’angolo del tavolo non si sposa


(Bianchessi, 2008: 149)
[Quien se sienta en la esquina de la mesa no se casa]

Cuando se está en la mesa, no se deben cruzar las piernas ni los cubiertos: trae mala suerte (M.A.S., Padova, 1979; véase
también el apartado 1.19. Cubiertos).
Se recomienda, cuando se está en la mesa, evitar contar historias macabras para no llamar la atención de los malos
espíritus (G. F. Sardelli, Mesagne, 1984).
Trae mala suerte sentarse encima de una mesa, pues, de hacerlo, se dice que el dueño de la casa fallecerá pronto (M. C.
Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939).

Encontrar una moneda en el suelo trae buena suerte. Cuando se ve una, se aconseja recogerla y guardarla (M.A.S.,
Padova, 1979). Otros dicen que habría que coger la moneda sólo si está de cara. Si está de cruz, mejor dejarla, pues
atraería la mala suerte y se perdería dinero.
Recordamos haber oído de nuestra abuela (E. Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1921-†1998) que las monedas con un
agujero en el centro traen buena suerte. Lo mismo se dice de las monedas fabricadas en los años bisiestos y las monedas
relacionadas con el año jubilar. He ahí un ejemplo de monedas con un agujero: se trata de la reproducción de las dos
caras de dos monedas noruegas, a saber, la de una corona y la de cinco coronas.
Trae mala suerte dejar dinero sobre la mesa (A. De Liso).

No se regalan pañuelos porque se dice que traen lágrimas (S. Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930). Esta creencia queda
reflejada en el siguiente refrán: Fazzoletto porta lacrime [Pañuelo trae lágrimas] (Lapucci, 2006: 406).

Lo mismo se dice de los broches, de los cuchillos, y de los objetos punzantes en general (Véanse los apartados 1.7.
Broche, 1.19.2. Cuchillos y 1.47. Tijeras).
Es de mal agüero abrir un paraguas en casa. Esa acción atraería disgustos y lágrimas (M.A.S., Padova, 1979). Massimo
Centini (2003: 104) recoge también esta superstición y explica que abrir el paraguas en casa es un mal presagio porque
el paraguas recordaría el baldaquín con el que se solía cubrir al cura que llevaba viático al enfermo.
Buscar un paraguas y no encontrarlo indica la llegada de problemas en la esfera sexual (F. Franchino, Taranto, 1978).
Soñar con un paraguas indica traición por parte de amigos queridos (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941).
Cuando se cae un paraguas, debe recogerlo alguien que no sea el dueño para evitar desgracias y mala suerte. Si una
mujer soltera recoge su paraguas no se casará nunca (M.A.S., Padova, 1979).
También se dice que abrir el paraguas cuando hay sol provoca lluvia (M.A.S., Padova, 1979).

Si el peine se cae de las manos mientras se está peinando una persona, eso quiere decir que alguien que le quiere está
pensando en ella. Al emplearse, habrá que ser extremadamente cuidadosos para que no se rompa ninguno de los dientes.
De lo contrario, habría que esperarse mala suerte y disgustos (S. Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930).
Si el peine se cae de las manos por la mañana, mientras se está peinando una persona, se dice que le llegará alguna
noticia (S. Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930). Con este respecto, el refranero dice:

Se il pettine cade al mattino


novità in cammino.
(Lapucci, 2006: 882)
[Si el peine se cae por la mañana
novedades vienen de camino].

Es aconsejable no utilizar el peine de una persona muerta. De hacerlo, se correría el riesgo de dejar de vivir pronto (M.
C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939).

Las personas supersticiosas coinciden en afirmar que las perlas traen lágrimas y dolores. Por eso se dice que las perlas
no se regalan, a menos que sean collares de filas impares o que la mujer que las reciba pague una moneda simbólica para
evitar que se cumpla la superstición. Regalar perlas a la pareja puede implicar también ruptura de la unión.
Esta creencia queda reflejada en el siguiente refrán:

Chi dona perle


dona lacrime.
(Lapucci, 2006: 876)
[Quien regala perlas
Regala lágrimas].

Se desaconseja entrar por la puerta de casa con el pie izquierdo para no atraer la mala suerte en esa casa (M.A.S.,
Padova, 1979).
Cerrar una puerta en sueños significa cerrar con el pasado (Donato Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941).

Existe una curiosa creencia que asocia los latidos del corazón humano a las agujas del reloj. Por eso, si se para el reloj en
una casa, sin que se haya roto, el corazón de una persona de la casa o cercana a ella dejaría de latir (M.A.S., Padova,
1979).

Si las tijeras se caen al suelo, antes de recogerlas, es preciso pisarlas para anular el presagio negativo. Aunque sería
mejor que las recogiera otro (S. Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930).
Si una de las puntas de las tijeras se cae y se clava en el suelo, se interpreta como presagio de muerte. En cambio, si se
caen y se rompen las puntas, es presagio de desilusiones amorosas (G. Taranto, Gioia del Colle, 1983).
Regalar tijeras, al igual que cualquier otro objeto punzante (broches, cuchillos, etc.), trae mala suerte (Véanse también
los apartados 1.7. Broche y 1.19.2. Cuchillo). En el caso de recibir tijeras de regalo, se aconseja dar a cambio una
moneda simbólica para alejar la mala suerte que podría recaer sobre la persona que lo recibe (S. Delzotti, Santo Spirito
di Bari, 1930).
Trae buena suerte colgar las tijeras en la pared, igual que tener un cuchillo colgado en la puerta de la casa (D. Sardelli,
San Vito dei Normanni, 1941). (Véase el apartado 1.19.2. Cuchillo).
Cuando dos personas se secan las manos en la misma toalla, pronto discutirán. Tal vez por eso que las parejas más
jóvenes suelen tener en el cuarto de baño toallas distintas con iniciales o de diversos colores (p.e., rosa para ella y azul
para él). En algunas familias, hasta los hijos tienen sus propias toallas (G. Taranto, Gioia del Colle, 1983).

Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) comenta que en Siena (Toscana) se dice trae mala suerte subir por la Torre del
Mangia antes de licenciarse (Véase apartado 1.55.3. Columna). De hacerlo, se correría el riesgo de no acabar la carrera.

Trae mala suerte observar a alguien a través del cristal de un vaso, pues esta acción sería preludio de una discusión
inminente con esa persona. Tal vez, esta superstición se puede justificar pensando en que el hecho de mirar algo o a
alguien a través de un cristal distorsiona la imagen del sujeto, alterando su figura (G. Taranto, Gioia del Colle, 1983).
Es peligroso mirar a través de un vaso roto, pues atrae la mala suerte (M.A.S., Padova, 1979).
Derramar vino o cava en la mesa durante un brindis trae buena suerte. Cuando eso ocurre, en italiano se suele decir
Allegria! Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) también recuerda que, cuando eran pequeños, en Navidades o Nochevieja,
siempre que se derramaba el cava en la mesa, su madre se mojaba el dedo en el vino y tocaba a los hijos detrás de las
orejas para alejar el mal de ojo y, al mismo tiempo, propiciar la buena suerte. Esta costumbre se mantiene en la
actualidad.
Los que participan en el brindis, al elevar las copas, deben mirarse en los ojos. De lo contrario, atraen la mala suerte (G.
Taranto, Gioia del Colle, 1983; F. Franchino, Taranto, 1978; G. F. Sardelli, Mesagne, 1984).
Cuando se hace un brindis con vasos de plástico, se debe procurar que los vasos no se toquen, para lo que se tocan los
dedos de la mano con la que se sujeta el vaso. Tampoco se puede hacer un brindis con agua o bebidas sin alcohol: trae
mala suerte (G. Taranto, Gioia del Colle, 1983; F. Franchino, Taranto, 1978; G. F. Sardelli, Mesagne, 1984; R. Sardelli,
Mesagne, 1981) (Véase también 11.3. Agua).
Algunos dicen que trae mala suerte hacer el brindis levantando el cáliz con la mano izquierda y que hay que verter el
agua con la mano derecha o se atraerán enemistad y rencor, en recuerdo de Judas, quien en la última cena sirvió agua a
Jesús con la mano izquierda.
Si se rompe un vaso al hacer un brindis, anuncia muerte inminente (M.A.S., Padova, 1979).
Si se utiliza el mismo vaso para el agua y el vino, es preciso verter los líquidos en la misma dirección, o bien de la
derecha hacia la izquierda o bien de la izquierda hacia la derecha. De no hacerlo, se puede tener mala suerte (R. Sardelli,
Mesagne, 1981).
Cuando se está tomando vino en una comida, es preciso esperar a que el vaso esté vacío antes de seguir sirviendo vino.
De lo contrario, se atrae la mala suerte sobre el que bebe de ese vaso. Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari, 1946)
explica que esta superstición se ha condensado en una frase sentenciosa

Riempi il bicchier che è vuoto e vuota il bicchier che è pieno.


[Llena el vaso que está vacío y vacía el vaso que está lleno].

Nuestra informante aprendió esta paremia de una amiga del Veneto.

Es de mal agüero que una gota de cera caiga por un lado de la vela (M.A.S., Padova, 1979).
Todos nuestros informantes coinciden en la creencia según la cual, en las celebraciones de los cumpleaños, todas las
velas de la tarta deben apagarse de un solo soplo y no antes de haber expresado un deseo. El deseo se hará realidad sólo
si se consigue apagar todas las velas de una vez.
Distinto es el caso de las velas que están de adorno en casa o se poner en la mesa durante la comida. Esas velas no se
pueden apagar con un soplo, pues de ese modo el que las apaga se acorta la vida. Para evitar este inconveniente, es
preciso apagar las velas con un apagavelas, o, a falta del aparato, con el pulgar y el índice previamente humedecidos con
saliva para evitar quemarse (M.A.S., Padova, 1979).

Ponerse una camiseta o cualquier tipo de prenda al revés anuncia una invitación importante (R. Sardelli, Mesagne,
1981).
Por lo general, se dice que llevar ropa de color violeta trae mala suerte, pues se asocia con el color de las casullas que
llevan los sacerdotes durante la Cuaresma (M.A.S., Padova, 1979). En cambio, para los artistas, es de mal agüero llevar
ropa amarilla el día del estreno (Véase apartado 10.1. Amarillo).
La gente suele asociar momentos especialmente felices o afortunados de su vida a la ropa que llevaba puesta ese día. Por
eso, resulta habitual ver a los estudiantes llevando la «camiseta de la suerte» el día del examen, eso es, la camiseta que
llevaban puesta la última vez que sacaron buena nota. Lo mismo pasa con bufandas, ropa interior, etc., prendas que de
alguna manera, en el imaginario supersticioso, pueden propiciar la buena suerte. Está claro que cada uno tiene ropa
portafortuna según los acontecimientos positivos que, evidentemente, varían de individuo a individuo (M.A.S., Padova,
1979).

Trae mala suerte regalar zapatos a la pareja, porque se produciría una próxima ruptura del noviazgo (M.A.S., Padova,
1979).
Trae mala suerte poner los zapatos en forma de cruz, al igual que los cubiertos y cualquier otro objeto porque se
considera una falta de respeto hacia la cruz en la que crucificaron a Jesús (M.A.S., Padova, 1979) (Véase también el
apartado 1.19. Cubiertos).
Al ponerse los zapatos por la mañana, siempre se debe empezar por el pie derecho porque trae mala suerte ponerse
primero el zapato izquierdo. Lo mismo debería hacerse con los calcetines o con las medias. Por lo general, el pie
izquierdo encierra una simbología altamente negativa (M.A.S., Padova, 1979).
Francesco Franchino (Taranto, 1978) recuerda que en el pueblo de sus padres (Montegiordano, en Calabria) se dice que
trae mala suerte poner los zapatos en la cama porque se asocia a la muerte, pues, cuando alguien fallece, lo colocan en la
cama, con traje de fiesta y zapatos (Véase también 1.9. Cama).

Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) comenta que en Siena (Toscana) se dice que trae mala suerte pasar por los colonnini
antes de licenciarse.
Tampoco es aconsejable subir por la Torre del Mangia (Véase el apartado 1.49. Torre).

Por lo general, derecha e izquierda forman una pareja de opuestos en la que la derecha representa todo lo bueno, lo
favorable, lo fausto y la izquierda, por el contrario, todo lo malo, lo desfavorable y lo infausto. De hecho, en italiano, tal y
como sucede en español, sinistro/siniestro, como adjetivo, es algo amenazante, aplicable tanto a una mirada como a una
situación macabra. Podemos hablar incluso de un día siniestro cuando queremos referirnos aun día desgraciado, un día
funesto 12.

En lo que a la derecha se refiere, si buscamos destro en un diccionario de italiano nos encontramos con las siguientes
definiciones, entre otras:

3 agg. CO fig., svelto, agile; capace, abile: d. di mano, d. alle armi


5 agg. LE propizio, favorevole: credi tu... qui vedermi | esser venuto... senza voler divino e fato d.? (Dante)
(De Mauro – Il Dizionario della Lengua Italiana [http://www.demauroparavia.it/32106]) 13.

La segunda definición del adjetivo, de uso más bien literario, resalta esa idea de lo propicio y lo favorable que se suele
asociar a la derecha.

Evidentemente, la religión jugó un papel importante en la elaboración de la simbología que rodea el binomio
derecha/izquierda. Nos lo explica muy bien Alfonso Di Nola (1993: 109) en su ensayo sobre Le superstizioni degli italiani:

Nel lessico religioso «sinistra» equivale a maleaugurante, sfavorevole, avverso, contrario, funesto, infausto, nefasto,
negativo, detto di persona, bieco, minaccioso, torvo, truce, losco, ostile, maligno, non è puramente casuale che la
terminologia delle assicurazioni e quella della cronaca chiamino «sinistro» una disgrazia.
«Destra», invece, equivale ad abile, capace, pronto, avveduto, sagace, positivo, favorevole, fortunato, beneaugurate 14.

De ahí que sinistro/siniestro (izquierda) indique siempre un presagio desfavorable y destro/diestro (derecha) un presagio
favorable.

Así llegamos a lo que nos ocupa ahora: las supersticiones que relacionan principalmente algunas partes del cuerpo —pero
no sólo— con el binomio derecha-izquierda. Curiosamente, en las parejas supersticiosas que iremos presentando, no
siempre se mantiene la simbología clásica. Tal vez, esto se debe atribuir a algún fallo en el proceso de transmisión de la
superstición que nos habría llegado distorsionada. O, a lo mejor, simplemente se debe entender que no todo se puede
encasillar en unos tópicos que pretendemos que rijan el universo simbólico que subyace las acciones más comunes y
naturales de nuestra existencia.

Si se advierte un temblor en la ceja del ojo derecho, este fenómeno se interpreta como el anuncio de un hecho propicio.
(M.A.S., Padova, 1979).
Si el temblor se advierte en la ceja del ojo izquierdo, se dice que pasará algo malo, que se preanuncia un disgusto o una
desgracia. (M.A.S., Padova, 1979).
Si se advierte un picor en la mano izquierda, se dice que pronto se recibirá dinero (T. Moretti, Santo Spirito di Bari,
1946). En italiano existe una paremia que confirma esta relación entre el picor y el dinero:

Se ti prude la mano manca


soldi nella banca.
(Lapucci 2006: 952)
[Si te pica la mano izquierda
dinero en el banco].

En cambio, el picor en la mano derecha anuncia pérdida de dinero (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).

Trae mala suerte levantarse de la cama con el pie izquierdo. Esta idea se queda manifiesta en las locuciones italianas, de
uso frecuente en la actualidad, alzarsi con il piede sinistro [levantarse con el pie izquierdo] y, en general, alzarsi con il
piede sbagliato [levantarse con el pie equivocado], que alude, evidentemente, al pie izquierdo 15. La última locución se
conoce también en la variante Partire con il piede sbagliato [Partir con el pie equivocado] (Quartu, 2001: 403). (Véase
también el apartado 1.9. Cama).
Según la superstición, para empezar bien el día habría que levantarse siempre con el pie derecho, pues, de esta forma, se
propicia la buena suerte.

Los jóvenes fumadores relacionan el cigarrillo con el sexo. En concreto, se fijan en la parte del cigarrillo que se
enciende, pues, al encender un cigarrillo, puede que una parte se encienda y otra se quede apagada. Para ellos, es
importante saber la parte que se enciende, pues de eso, según la creencia popular, depende que tengan o no relaciones
sexuales en un tiempo muy próximo. Existe una cantilena que expresa los dos términos de esta superstición:

Sigaretta accesa a destra, scopata persa;


sigaretta accesa a sinistra, scopata in vista.
[Cigarrillo encendido a la derecha, polvo perdido;
cigarrillo encendido a la izquierda, polvo en vista].

(Véase también el apartado 1.15. Cigarro y cigarrillo).

Las partes del cuerpo están ampliamente valoradas en todos los idiomas y en todas las culturas y se emplean
frecuentemente para la creación de metáforas que tienen como objeto medir la relación del hombre con sus símiles y con su
entorno en general. De ahí que las partes del cuerpo puedan considerarse elementos universales que intervienen en diversos
grados y matices en la elaboración de una cultura paralela, una cultura subterránea, alimentada por el miedo a lo diferente, a
lo «anormal». Lo anómalo, lo que se aleja de lo que comúnmente se concibe como justo y perfecto, suscita también cierto
respeto y se convierte a menudo en objeto de creencias no sustentadas científicamente pero aparentemente comprobadas
por la experiencia del pueblo que las ha ido defendiendo y transmitiendo hasta nuestros días.

Presentamos, a continuación, una breve selección de las partes del cuerpo que habitualmente se relacionan con alguna
creencia supersticiosa:

En la tradición popular esta prominencia se considera un potente talismán. Por eso, cuando se encuentra a un jorobado,
es de buen agüero tocarle la joroba. Esta creencia está documentada en el refranero italiano, pues se dice que

Il gobbo porta fortuna.


[El jorobado trae buena suerte].

Lapucci (2006: 517), en su largo comentario a esta paremia, explica su origen al mismo tiempo que la extensión de la
misma idea a otras protuberancias presentes al mundo animal o vegetal:

Si usano figure di gobbetti come talismano; anche toccare una gobba o incontrare un gobbo per strada è indice di novità
gradite. La gobba, come ogni protuberanza, si collega al concetto che tutti ciò che è rigonfio, enfiato, emana una forza
positiva in quanto è l’inizio di una vita nascosta, di uno sviluppo, di una germinazione dove s’ingorga la vitalità. Così
porta fortuna toccare il ventre di una donna incinta e le erbe magiche che si raccolgono nel turgore del germoglio; così
allontana il malocchio anche toccare il membro virile eretto e le sue appendici 16.

En cambio, cuando se encuentra a una mujer con joroba, se aconseja escupir tres veces en el suelo a sus propias espaldas
y hacer el gesto de los cuernos con las manos para alejar el mal de ojo.

En las supersticiones, la lengua se asocia con las personas chismosas que, en el imaginario italiano, traen mala suerte.
De hecho, se suele decir que de estas personas, igual que las envidiosas, tirano i piedi para indicar que tienen una
especie de influjo negativo por lo que, por mucho que se intente hacer bien las cosas, nunca se tendrá éxito. Otra forma,
más despectiva, de referirse a las cotillas es a través de la expresión malelingue [malas lenguas], que alude,
evidentemente, a las personas que hablan mal de los demás, que siempre tienen algo que criticar y muestran envidia
cuando la buena suerte acompaña a sus conocidos o amigos. Para protegerse de este tipo de personas, se guardan trenzas
de ajo en las cocinas (Véase también apartado 11.5. Ajo) 17.

En las supersticiones, como hemos visto anteriormente (véase 2.2. Mano), se distingue entre la mano derecha y la mano
izquierda. Contrariamente a lo que se dice de la derecha, que siempre se asocia con algo favorable, y la izquierda, que
representa algo poco propicio y desfavorable, en el caso de las manos la simbología se invierte 18. Además, la mano está
relacionada con el picor y se dice que, si se advierte un picor en la mano izquierda, se recibirá dinero; mientras que, si se
advierte un picor en la mano derecha, se perderá dinero. Esta creencia queda reflejada en el refranero italiano de la
siguiente manera:

Se ti prude la mano manca


soldi nella banca.
(Lapucci, 2006: 952)
[Si te pica la mano izquierda
dinero en el banco].

Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari, 1946) conoce otra versión de esta superstición, según la cual el picor en la mano
derecha presagia palos. Las palabras siempre van acompañadas de un gesto de la mano que oscila como señal de
amenaza.

Por lo general, a los picores que interesan las partes del cuerpo se asocian con frecuencia premoniciones y advertencias
en tono más o menos jocoso. El picor se relaciona también con la nariz, como lo demuestran algunas frases sentenciosas
que se adscriben al patrimonio paremiológico italiano:

Prurito al naso:
lettera o bacio.
(Lapucci 2006: 952)
[Picor en la nariz:
carta o beso].

conocido también en la versión más jocosa

Prurito al naso:
cazzotto o bacio.
(Lapucci 2006: 952)
[Picor en la nariz:
castañazo o beso].

Otro refrán resulta menos específico y más prudente:

Naso che prude


sorpresa in arrivo.
(Lapucci 2006: 952)
[Nariz que pica:
sorpresa que va llegando].

Por último, existe otro enunciado que relaciona el picor de la nariz con el picor de la mano:
Se pizzica il naso,
notizia che piace;
se prudon le mani,
dono oggi o domani.
(Lapucci 2006: 908)
[Si pica la nariz,
noticia que agrada;
si pican las manos,
regalo hoy o mañana].

También existe la creencia según la cual si dos personas en una conversación llegan a decir lo mismo a la vez deben
tocarse la nariz con el índice de la mano izquierda. De no hacerlo, están destinadas a no casarse nunca (G. Taranto, Gioia
del Colle, 1983).

Cuando le zumban a uno los oídos, significa que están hablando mal de él. Por lo general, el soplo en los oídos no es
bien visto y suele alertar a quien lo sufre. Es sabido que fidarsi è bene e non fidarsi è meglio y piensa mal y
acertarás 19.

Cuando se nos cae una pestaña y, tocándonos la cara, nos la encontramos en la mano, se coge con el índice de la mano
derecha y se ofrece a una amiga. Ésta tendrá que apoyar su dedo índice sobre el nuestro haciendo que la pestaña se
quede entre los dos dedos. Luego, se mueven las dos manos interesadas al ritmo de una cantilena, que es distinta según
el pueblo —y se expresa un deseo. A continuación se libera la pestaña y se sopla. Si la pestaña vuela al aire, el deseo se
hará realidad (M.A.S., Padova, 1979).

Si alguien se toca el pelo nada más despertarse, lo más seguro es que, si ha soñado con algo, no pueda recordarlo (T.
Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).

El pie aparece en numerosas supersticiones italianas (Véanse 1.9. Cama y 2.5. Pie).

En las culturas occidentales, se detecta una fuerte relación entre el mundo animal y el mundo de los seres humanos, donde
los animales se cargan de simbolismos que sobrepasan el límite de lo conocido para adentrarse en un mundo espectral del
que el hombre necesita protegerse. Además, es universalmente conocida la creencia que asocia los animales a las almas de
los seres humanos que, al desprenderse del cuerpo de origen, se refugian en una forma animal y siguen buscando a los
vivos para comunicar con ellos. Alfonso Di Nola (2000=2006: 27) hace un amplio estudio de esta relación entre hombre y
animal en su ensayo sobre las supersticiones:

Il rilievo dei rapporti che intercorrono tra l’uomo e il mondo degli animali selvatici e domestici, e che si cala in un esteso
arco di superstizioni, corre lungo la falsariga di una prevalente preoccupazione dell’uomo: il terrore della morte e il tentativo
di liberarsene costruendosi un immaginario itinerario di sopravvivenza., direttamente collegato, fra l’altro, alla diffusa
credenza secondo la quale dal corpo dell’uomo morto si distacca un’anima o un alito, un soffio o un doppio che assumono
forma animale e che continuano a presentarsi ai sopravvissuti, imponendo loro rispetto e particolari regole di contatto.
Questo tipo di mitologia, di natura universale, offre tuttora ampie testimonianze presso di noi, non solo negli ambienti
popolari e contadini, ma anche nelle classi medie e colte delle città. In alcuni casi è anche possibile individuare la loro
ascendenza nelle credenze religiose del mondo antico 20.

Como bien afirma Alfonso Di Nola, la simbología que relaciona el ser humano a los animales, tanto domésticos como
salvajes, está ampliamente difundida en gran parte de la sociedad italiana, sin distinción de clase social o creencia religiosa.
Pero no es la única forma conocida de acercar los animales a lo sobrenatural, a creencias supersticiosas que han
influenciado las más importante decisiones de nuestros antepasados, que se regían en una especie de abecedario natural
basado en la interpretación de los signos de la naturaleza siempre viva y activa en el desarrollo de la sociedad humana.

Del enorme abanico de supersticiones que marcaban los días de las generaciones anteriores a la nuestra, son pocas las que
han sobrevivido a los cambios determinados por el paso del campo a la ciudad y por la incipiente industrialización y el
descubrimiento de tecnologías cada vez más modernas y más eficientes que han alejado el hombre de la madre naturaleza.
En esa nueva era, el hombre parece no tener necesidad ninguna de acudir a la naturaleza para encontrar la explicación a los
fenómenos naturales que antes se interpretaban a través de la lectura de los signos, las huellas que dejan en el grande papel
de la naturaleza.

El progresivo alejamiento del mundo del campo ha hecho que nuestros jóvenes no conozcan la mayoría de los animales que
antes estaban en continuo contacto con el hombre, le daban sustento y le ayudan para las labores agrícolas. Muchos niños
no han visto nunca un caballo, no saben cómo es una vaca y de las ovejas puede que conozcan los dibujos animados que
ven en la televisión.

La nuestra es una sociedad más civilizada pero, si miramos hacia atrás, tal vez nos demos cuenta de que hemos pagado un
precio muy alto: hemos perdido el contacto con la naturaleza en todas sus formas y, por consiguiente, el conocimiento de
una tradición de símbolos e imágenes que la rigen y la gobiernan.

Evidentemente, en este panorama de decaída y pérdida de los valores tradicionales, siempre queda algo bueno y positivo
que contar. Los animales domésticos siguen estando presentes en el imaginario supersticioso, así como los ratones y las
arañas, desde siempre premonitores del buen tiempo y propiciadores de buena suerte.

Aunque en italiano no aparece esa amplia gama de animales que podemos encontrar en español, queda alguna huella de lo
que debió ser la Biblia de nuestros abuelos. Esta parte de nuestro estudio, en la que presentamos una selección de las
supersticiones, actualmente vigentes, relacionadas con el mundo animal, quiere ser un intento de rescate de una parte de
nuestra cultura.

Cuando una abeja entra en una habitación de la casa, se dice que aporta buenas noticias. Por eso, se considera que trae
mala suerte echarla o matarla, pues se perjudicaría cualquier éxito futuro. En San Vito dei Normanni, se dice lo mismo
de un insecto parecido a la abeja que se llama purcidduzzu di Sant’Antonio y cuya aparición presagiaría buena suerte,
éxitos futuros, serenidad, felicidad, etc. (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939).

Ver una araña por la noche anuncia buen tiempo (M.A.S., Padova, 1979). Esta creencia se ha quedado reflejada en el
siguiente refrán que relaciona la presencia de telarañas con el buen tiempo:

Quando il ragno fa il bucato il bel tempo è assicurato


(Monge, 2007: 112)
[Cuando la araña hace la colada el buen tempo está asegurado]

Resulta claramente metafórica la introducción de la expresión fare el bucato [hacer la colada]que alude a la presencia
del buen tiempo, pues cuando no hace bueno no se suele lavar ropa porque resulta problemático conseguir que se seque
y no se moje bajo la lluvia, la nieve, la niebla, la humedad, etc.
A esta se añaden algunas paremias sinónimas:

Quando il ragno tesse all’aperto


è finito il tempo incerto.
(Lapucci, 2006: 979)
[Cuando la araña teje al aire libre
Se ha acabado el tiempo inestable].
Se il ragno tesse in casa la pioggia viene,
se tesse cuando piove pioggia dura.
(Lapucci, 2006: 979)
[Si la araña teje en casa llega la lluvia,
si teje cuando llueve la lluvia dura].
Quando il ragno va per il camino
temporale vicino.
(Lapucci, 2006: 980)
[Cuando la araña va por la chimenea
tempestad cercana].

El último enunciado se debe entender literalmente, ya que, cuando la araña va por el camino, significa que está buscando
un refugio para protegerse del frío y de la lluvia. También se dice que encontrar una araña trae buena suerte, siempre que
no se le haga daño:

Ragno
porta guadagno
(e chi l’ammazza fa il suo danno).
(Lapucci, 2006: 979)
[Araña
trae ganancia
(y quien la mata hace su propio daño)].
Por eso también se dice matar a una araña trae mala suerte (M.A.S., Padova, 1979).
Otras paremias relacionan la araña y la telaraña con amores próximos, siempre que se vean por la noche:

Ragno di sera
amore spera.
(Lapucci, 2006: 979)
[Araña de noche
amor guarda].
Ragnatela al mattino, dolore,
ragnatela a mezzogiorno, noie,
ragnatela di sera,
bene spera.
(Lapucci, 2006: 979)
[Telaraña por la mañana, dolor,
telaraña al mediodía, disgustos,
telaraña por la noche,
bien espera].

Las aves negras, como el cuervo, se consideran animales aciagos y su simple vista anunciaría mala suerte y
acontecimientos trágicos. En italiano se comenta de algunas personas que son uccelli del mal augurio [aves de mal
agüero] refiriéndose a los que predicen desdichas o son muy pesimistas y siempre propensos a ver los lados negativos de
las cosas. Estas personas se consideran capaces de desprender influjos nefastos y, en la medida de lo posible, se huye de
ellas para evitar su contaminación. La expresión essere un uccello del malaugurio se conoce también variantes, como
essere un uccellaccio del malaugurio y fare l’uccello/l’uccellaccio del malaugurio (Quartu, 2001[1993]: 542).

El caballo es un animal muy apreciado en el mundo campesino. Los más aficionados siguen criando caballos en sus
fincas por el simple placer de verlos crecer y, en algunos casos, adiestrarlos y montarlos. Existen numerosas
supersticiones vinculadas con la figura del caballo. Por lo general, se refieren a un encuentro fortuito con el caballo, que
se interpretaría como presagio de buena o mala suerte dependiendo del color del vello del animal:

Ver un caballo blanco puede presagiar inquietud, desasosiego, disgustos. Por lo general, se dice que ver a un caballo
de este color trae mala suerte. (M.A.S., Padova, 1979).
Ver un caballo gris se interpreta como presagio de próxima realización de sueños y deseos (S. Delzotti, Santo Spirito
di Bari, 1930).

También se tiene en cuenta la postura en la está el caballo y se dice que si el caballo nos enseña la parte posterior, nos
esperan desilusiones y tristeza (M.A.S., Padova, 1979).

Las cigüeñas no son animales que se vean con mucha facilidad en el sur de Italia. De hecho, la mayoría de los sureños
no han visto una cigüeña en su vida, a no ser por televisión, en algún documental o alguna película ambientada en países
nórdicos o, quizás, en algún zoológico de la zona.
Sin embargo, casi todos los niños han oído hablar de la famosa cigüeña blanca que de vez en cuando se apoya en los
techos de las casa y deja caer por la chimenea al bebé que lleva en el pico, envuelto en una sábana, para regalar
hermanitos o hermanitas a los niños de la casa (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).

En la creencia popular, cuando alguien oye el canto de un cuco tiene que recoger lo que en ese momento tiene a sus pies
y llevarlo encima un tiempo. De ese modo, lo que lleva consigo le traerá buena suerte (F. Franchino, Taranto, 1978) 21.

El cuervo, en la simbología antigua, es la personificación del mal, siempre asociado a los maleficios perpetrados por
brujas y curanderos. Por eso, en las supersticiones, el cuervo se ha convertido en el ave de mal agüero por excelencia,
cuya presencia induce a hacer todo tipo de gestos para conjurar la mala suerte (R. Sardelli, Mesagne, 1981).
En cambio, soñar con un cuervo presagia buenas noticias que van a llegar de parte de parientes lejanos (D. Sardelli, San
Vito dei Normanni, 1941).

La gallina es un animal todavía muy presente en los corrales de las casas de campo en el sur de Italia. La gallina
protagoniza, junto al gallo, algunas de las supersticiones más conocidas en la actualidad. Las gallinas del sur de Italia,
por lo general, llevan plumas marrones o son maculadas; resulta muy difícil encontrar gallinas todas blancas o todas
negras. Quizás por eso las supersticiones más conocidas están relacionadas con gallinas de esos colores. En concreto, se
dice que encontrar una gallina negra indica que estamos rodeados de personas de poco fiar, gente peligrosa que conspira
a nuestras espaldas. Soñar con una gallina negra se interpreta de la misma manera. En cambio, la gallina blanca anuncia
noviazgos y alegrías en amor (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941).

Otra creencia se refiere más bien a la gallina en su oficio de empollar y se afirma que no es conveniente molestar a las
gallinas cuando están empollando. Pero, si, por casualidad, se tropieza con una de ella incubando sus huevos, eso se
puede interpretar como presagio de dinero que va a llegar (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941).
El campesino suele observar el comportamiento de las gallinas, pues determinadas actitudes pueden servir para
pronosticar el tiempo. Por ejemplo, su cacareo o el hecho de que deje de empollar anuncian lluvia (V. Sardelli, San Vito
dei Normanni, 1936). Estas creencias quedan reflejadas en el refranero italiano:

Schiamazza l’oca e la gallina, la pioggia si avvicina


(Monge, 2007: 82)
[Cacarean la oca o la gallina, la lluvia se acerca]
Quando la gallina va alla cenere presto piove 23.
(Lapucci, 2006: 476)
[Cuando la gallina va a la ceniza pronto llueve]
Quando la gallina si spollina
la pioggia è vicina (Lapucci, 2006: 476)
[Cuando la gallina aparta los polluelos
la lluvia está cerca]

Junto a la gallina, el gallo es otro de los animales siempre presentes en las creencias supersticiosas. Antes, como no
existía reloj, nuestros antepasados se guiaban para levantarse con el canto del gallo, que se despierta al amanecer y no
vuelve a cantar hasta el día siguiente. Pero, si, por casualidad, el gallo canta durante el día, fuera de su hora habitual, su
canto se interpreta como una premonición de mal tiempo (V. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1936). Esta creencia
queda expresada en las siguientes paremias:

Quando il gallo canta fuor d’ora


o vuol piovere o piove allora.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta fuera de su hora
o bien va a llover o ya llueve].
Quando il gallo canta fuor d’ora
il bel tempo va in malora.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta fuera de su hora
el buen tiempo se va al demonio].
Quando il gallo canta fuor d’ora
doman non è più il tempo che fa ora.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta fuera de su hora
mañana ya no hará el tiempo que hace hoy].

Según el refranero italiano, entonces, si el gallo no canta en las horas habituales, se considera una clara señal de que el
tiempo va a cambiar, en el acto, dentro de un rato o al día siguiente. Pero también existe otra paremia según la cual, si el
gallo, en verano, canta en la puesta del sol o en el crepúsculo, si el tiempo está nublado se despejará:

Quando il gallo canta dopo cena


se è nuvolo si rasserena.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta después de cenar
si está nublado se despejará].

Otras paremias documentan distintas creencias que relacionan el canto del gallo en el gallinero o determinados
comportamientos del gallo en algunas estaciones del año con el pronóstico de lluvia:

Quando il gallo canta a pollaio


aspetta l’acqua sotto il grondaio 24.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta en el gallinero
espera agua debajo del canalón].
Quando il gallo in estate beve
presto o tardi l’acqua si vede.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando en verano el gallo bebe
tarde o temprano agua se ve].
Quando il gallo beve d’estate tosto piove.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo bebe en verano en seguida llueve] 25.

Hablando de las supersticiones vinculadas a los animales no podíamos olvidarnos del célebre gato negro que ha
alimentado el miedo de cuantos, a pesar de no creer ciegamente en lo que no se puede comprobar científicamente, no
desafían la suerte por si diera la casualidad de que algo parecido existiera.
El gato es el animal doméstico más presente en nuestras casas después del perro. Conocido por su independencia y su
oportunismo, este animal suscita sentimientos contrarios en los seres humanos. Por una parte los niños y los amantes de
los animales lo admiran y aprecian por su belleza, así como su capacidad de conquistar al hombre simplemente
ronroneando y restregándose en sus piernas. Por otra parte, sus ojos almendrados, que brillan por la noche y le permiten
ver en la más absoluta oscuridad, han originado un oculto terror hacia este animal, alimentado también por las
numerosas leyendas que corren sobre el gato y que se han ido transmitiendo hasta nuestros días. Se decía, por ejemplo,
que el gato, sobre todo el gato negro, era el animal preferido por Satanás. Los gatos negros eran también los ayudantes
de las brujas, cuando éstas no los utilizaban para preparar sus pócimas y brebajes.
De este modo, el gato ha ido evocando magias, misterios, supersticiones, tanto que, en la actualidad, se considera uno de
los más peligrosos portafortuna de nuestra época, cuya presencia se suele interpretar como signo nefasto y cuya imagen
conserva un importante atisbo de negatividad. De ahí que se diga que, si un gato negro cruza la calle, trae mala suerte. El
desgraciado que tropieza con un gato negro cruzándole el camino, empezará a hacer todos los gestos propiciatorios
habidos y por haber. Entre otras cosas, le veremos fare le corna, tocarse en sus partes íntimas, toccare ferro, etc.
Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) explica que en Siena se conocen algunos remedios contra la mala suerte atraída por
la vista de un gato negro:

dar una vuelta más larga para no tener que seguir por la misma calle por donde ha cruzado el gato negro;
esperar a que otro desgraciado pase por ese camino y se haga carga de la mala suerte que le iba a tocar a otro.

Por muy cruel que pueda parecer este remedio, mucha gente se para en la calle y espera a que otros transeúntes le
precedan en el camino.
Todo el mundo rehúye al gato negro por su supuesta relación con prácticas demoníacas y brujerías que le otorgarían esa
carga tan negativa que en el imaginario colectivo es responsable de todo los acontecimientos malos que puedan seguir la
vista de un felino negro. Sin embargo, parece ser que el origen de esta superstición estriba en razones mucho más
prácticas, ligadas al vivir cotidiano, como explica Roberto La Paglia (2006: 36):

Sembra però che il gatto nero porti sfortuna semplicemente perché, quando le strade erano fangose e venivano
attraversate solo dalle carrozze tirate da cavalli, una sola era la preoccupazione principale di chi le guidava: quella di
evitare i gatti neri. Infatti, complice il buio della notte e il fango sparso ovunque, se i cavalli, impediti ad avvistare i gatti
per via dei paraocchi, si trovavano i piccoli animali neri fra le gambe, si imbizzarrivano, disarcionando il guidatore e
rischiando di ribaltare la carrozza con gli occupanti 26.

De todos modos, por malo que sea el gato, no conviene matarlo, pues al que lo hiciera le caerían siete años de desgracia.
Si el gato negro no se cruza en el camino de alguien sino que va en la misma dirección o va a su encuentro, trae buena
suerte (R. Sardelli, Mesagne, 1982).
También existen supersticiones en las que el gato sirve para pronosticar el cambio del tiempo. Donato Sardelli (San Vito
dei Normanni, 1941) recuerda algunas:

si el gato hace piruetas, anuncia viento;


cuando el gato se sienta en las cenizas calientes, anuncia tempestad;
si el gato se friega a menudo las orejas y se lame las patas o el hocico, anuncia lluvia.

Esta última creencia se ha quedado reflejada en el refranero italiano, donde se lee

Quando il gatto si lecca il pelo, viene giù l’acqua dal cielo.


(Monge, 2007: 87)
[Cuando el gato se lame el pelo, cae agua del cielo] 27.

Los puertos y las playas del sur de Italia están plagadas de gaviotas. Los marineros interpretan sus vuelos y sus
graznidos para pronosticar el tiempo y establecer si el día es propicio para salir con el barco a pescar. En cuanto a la
vinculación de este animal con las supersticiones, se dice simplemente que trae mala suerte matar una gaviota (C.
Moretti, Santo Spirito di Bari, 1917).

Cuando hay baja presión, las golondrinas vuelan rozando la superficie del agua para cazar mosquitos (C. Moretti, Santo
Spirito di Bari, 1917):

Rondine bassa porta in terra acqua (Lapucci, 2006: 732)


[Golondrina baja trae lluvia en la tierra].

También existen algunos refranes meteorológicos relacionados con la golondrina. El primero avisa que la presencia de
las golondrinas señala la llegada de la primavera:

San Benedetto, tutte le rondini sotto il tetto.


[San Benito, todas las golondrinas debajo de los tejados].

Otro refrán indica precisamente lo contrario, al advertir que la aparición de una golondrina no necesariamente señala la
llegada de la primavera:

Una rondine non fa primavera


[Una golondrina no hace primavera]

Para introducir la figura del grillo en el ecosistema italiano remitimos directamente a las palabras de Lapucci (2006:
530):

Alle nostre latitudini si trovano principalmente due tipi di grillo, il grillo campestre di colore bruno o nero, detto grillo
canternino, che vive nelle gallerie scavate nei terreni erbosi, e il grillo domestico simile al precedente ma di colore
marroncino o grigio chiaro, detto grillo del focolare (Acheta domesticus), che vive nelle crepe dei muri presso i camini,
come il grillo parlante di Pinocchio che rappresenta la voce della coscienza 28.

En lo que se refiere a las supersticiones vinculadas al grillo, podemos afirmar que, tal vez debido a su existencia
subterránea, el grillo mantendría cierta relación con las almas de los muertos y se cree que cuando un grillo aparece en
una casa, el alma de un familiar fallecido quiere ponerse en contacto con los vivos (C. Moretti, Santo Spirito di Bari,
1917). Esta creencia está documentada también en el Dizionario dei proverbi italiani deCarlo Lapucci (2006: 530):

Grillo del focolare


un’anima ti vuol parlare.
(Lapucci, 2006: 530)
[Grillo del hogar
un alma contigo quiere hablar].

Por lo general, el grillo se considera una presencia benéfica para la casa y su canto propiciaría bienestar y felicidad a
quienes lo escuchan. Por eso, no se debe molestar o echar este animal cuando se encuentra por la casa (D. Sardelli, San
Vito dei Normanni, 1941).

Más que el lagarto, un animal muy difícil de encontrar en el Mediterráneo, en Italia es muy conocida la lagartija, no sólo
por su importante presencia en las casas rurales y en todos los jardines y parques de villas y pueblos, sino también por su
aparición en nuestra cultura supersticiosa. La lagartija es un ser inocuo que muy a menudo se ve pasear por las paredes
exteriores de las casas y son muy pocas las personas que se asustan. De hecho, la mayoría de la gente las contempla
complacida, pues tener una lagartija en el balcón o en la azotea es señal de buena suerte. A nadie se le ocurriría matar
una lagartija, pena una secuela de catástrofes y tragedias que se abatirían sobre su casa y su familia (T. Moretti, Santo
Spirito di Bari, 1946) 29.
También es de buen agüero ver una lagartija con dos colas, siempre que se la coja (D. Sardelli, San Vito dei Normanni,
1941). También lo afirma el refranero:

Chi vede una lucertola a due code e non l’acchiappa ha visto la fortuna che gli scappa
(Lapucci, 2006: 610)
[Quien ve la lagartija con dos colas y no la coge ha visto la fortuna que se le va].

Ave nocturna, la lechuza era un animal sagrado en la antigua Grecia, símbolo de Atenas, diosa del conocimiento
racional, y símbolo del saber premonitorio de los adivinos. La lechuza está muy presente en las metáforas y en el
lenguaje figurado, donde aparece como símbolo de la falsa encantadora y de la mujer seductora. De hecho, en italiano se
define civetta [lechuza] a la mujer vanidosa y frívola, que quiere llamar la atención del hombre con malicia y tácticas
engañosas. De ahí la locución fare la civetta [hacer la lechuza] y el empleo del verbo civettare con el sentido de
provocar maliciosamente a alguien 30.
A la lechuza se atribuye el poder de premonición de desgracias y se considera encarnación del mal por su costumbre de
vivir en la oscuridad y por ser un animal desde siempre asociado con la brujería. Por eso, la presencia de una lechuza
nunca es de buen agüero, pues anuncia desgracias (M.A.S., Padova, 1979). El refranero lo confirma:

Civetta che canta vicino a casa cattiva nuova.


(Lapucci, 2006: 248)
[Lechuza que canta cerca de casa mala notizia].
La mala nuova la porta la civetta.
(Lapucci, 2006: 248)
[La mala notizia la trae la lechuza].

Además, si la lechuza se posa en el techo de una casa predice la muerte de uno de sus ocupantes (M.A.S., Padova,
1979).
Hasta su canto es nefasto, sobre todo si viene de la izquierda. Para Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981), su canto anuncia
muerte.
Asimismo, el canto de la lechuza, como el de otros volátiles (véanse 4.22. Gallina y 4.23. Gallo) puede servir para
pronosticar la lluvia:

Quando la civetta canta al mattino


la pioggia sta vicino.
(Lapucci, 2006: 248)
[Cuando la lechuza canta por la mañana
la lluvia está cercana]

que es la traducción literal del refrán del Véneto Quando soete canta al matin gavemo la piova da vicin (T. Moretti,
Santo Spirito di Bari, 1946).

La mariquita es uno de los pocos animales que poseen un halo positivo. En las creencias populares, la mariquita trae
buena suerte. Por eso se dice, que cuando uno de estos insectos se posa en la mano o en cualquier otra parte del cuerpo,
no hay que echarla, pues su simple presencia es sinónimo de buenas noticias y deseos que se harán realidad (F.
Franchino, Taranto, 1978; G. Taranto, Gioia del Colle, 1983).

Los mosquitos se hacen notar por la molestia que causan cuando infestan el aire con su vuelo, lo que sucede sobre todo
cuando hay baja presión en la atmósfera. Por eso se dice que su presencia anuncia lluvia (D. Sardelli, San Vito dei
Normanni, 1941). El refranero italiano lo confirma:

Quando i moscerini volano bassi è segno di pioggia.


(Lapucci, 2006: 732)
[Cuando los mosquitos velan bajo es señal de lluvia].

Lo mismo se dice de las moscas y de los moscones, que siempre se cuelan en las casas cuando va a llover o para
protegerse del frío. Nuestra reacción más habitual es intentar echarlo con el primer trapo de cocina que tengamos a
mano. Pero no se debe olvidar que este animalito tan insignificante y tan molesto, cuando entra en una habitación y se
pone a volar por doquiera y a zumbar sin parar está anunciando novedades o visitas (M. C. Sardelli, San Vito dei
Normanni, 1939). Esta creencia queda reflejada en el refranero italiano:

Moscone,
novità o persone
(Lapucci, 2006: 732)
[Moscón,
novedad o personas].
Ronzone,
lettera o padrone
(Lapucci, 2006: 732)
[Moscón,
carta o casero].

Si hasta ahora hemos visto que la aparición de un moscón, por muy molesta que sea, presagia algo bueno, lo mismo no
se puede decir de las avispas, que anuncian visitas desagradables:

Vespa
novità molesta.
(Lapucci, 2006: 732)
[Avispa
novedad molesta].

Por último, a modo de curiosidad, estaría bien hacer constar que en las casas antiguas, cuando sólo existía la chimenea
para calentarlas en los largos y fríos inviernos de hace tiempo, se prestaba mucha atención a los sonido producidos por la
lumbre ardiendo y se decía que cuando el fuego «rugía» anuncia la llegada de una carta o de una visita:

Fuoco brontolone
lettera o padrone.
(Lapucci, 2006: 732)
[Fuego gruñón
carta o casero].

Hasta la mosca, que no suscita tanto miedo como los moscones y las avispas, causa su parte de problemas al hombre. Su
presencia, de todos modos, se asocia siempre a la llegada del mal tiempo, casi siempre lluvia (D. Sardelli, San Vito dei
Normanni, 1941; T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946; C. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1917):

Quando mordono le mosche


le giornate son già fosche.
(Lapucci, 2006: 730)
[Cuando muerden las moscas
los días ya son foscos].
Quando le mosche mordono
si avvicina il temporale.
(Lapucci, 2006: 730)
[Cuando las moscas muerden
se acerca la tormenta].
Mosca noiosa, tempo che cambia.
(Lapucci, 2006: 730)
[Mosca engorrosa, tiempo que cambia].

Entre los animales que anuncian lluvia, contamos con las golondrinas (Véase también 4.26. Golondrina).

En el imaginario colectivo il cane è il miglior amico dell'uomo [El perro es el mejor amigo del hombre]. Quien tiene la
suerte de amar los animales y tener un perro en casa se habrá dado cuenta del cariño que este animal sabe demostrar y de
cómo su sola presencia puede reconfortar en los momentos difíciles. Si su aparición en el refranero es considerable,
tanto en italiano como en otras lenguas —evidentemente, por la cercanía de este animal con el hombre— lo mismo no se
puede decir de las creencias populares, que no incluyen el perro sino para recordarnos que oír su ladrado presagia muerte
(R. Sardelli, Mesagne, 1981). La explicación de esta superstición, aparentemente en contraste con la imagen altamente
positiva que tenemos de los perros, llega de las palabras de Massimo Centini (2000=2003: 91) 31:

Una tradizione popolare sostiene che il cane sarebbe in grado di vedere gli spiriti e soprattutto di avvertire la presenza
della morte. Infatti quando il cane ulula nei pressi di una casa dove c’è un malato, si dice che la sorte dell’infermo sia
ormai segnata.

Del perro también se dice que cuando ladra aparentemente sin razón es porque está viendo un espíritu, un fantasma, el
alma de un difunto (M.A.S.).

Los ratones son conocidos por sus capacidades extrasensoriales, por lo que son capaces de advertir con cierta antelación
desastres, derrumbamientos, naufragios, aluviones (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). Esta creencia está
documentada también en el refranero italiano:

Quando la casa crolla i topi scappano.


(Lapucci, 2006: 1176)
[Cuando la casa se derrumba los ratones huyen].
Quando la nave affonda i topi scappano.
(Lapucci, 2006: 1176)
[Cuando el barco se hunde los ratones huyen].
Quando la nave affonda i topi sono i primi a fuggire.
(Lapucci, 2006: 1176)
[Cuando el barco se hunde los ratones son los primeros en huir].

Los campesinos solían asociar el ratón con la encarnación de un espíritu. Por eso, cuando en la habitación en la que
descansaba el cuerpo de un hombre recién fallecido aparecía un ratón, se afirmaba que se trataba del alma del muerto
que intentaba salir y se le abría la puerta (G. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1934). Esta creencia está registrada
también en la obra de Massimo Centini (2000=2003: 102).
Más común entre los niños del tercer milenio es el famoso topino dei dentini que visita a los niños que pierden los
dientes de leche para regalarles, en su lugar, una pequeña moneda (R. Sardelli, Mesagne, 1981). No tenemos que ir muy
lejos para tener un testimonio directo de una larga tradición de dientecitos perdidos y ratoncitos que los recogen:

Cuando, de niña, empecé a perder los primeros dientes de leche recuerdo que me asusté bastante. Pensaba que me iba a
quedar sin dientes, con tan solo las encías en la boca. Entonces mi madre intentó calmarme, explicándome que no iba a
pasar nada de lo que temía, que los dientes iba a salir otra vez y más grandes y fuertes. Y, con mi más grande maravilla,
me contó la historia del topino dei denti, un ratoncito que buscaba los dientes de leche que se les caían a los niños. Si se
los dejaban debajo de la almohada, el ratoncito iría a visitarlos por la noche, se llevaría el diente y dejaría una moneda en
su lugar. De repente se me secaron las lágrimas. Esa misma noche, dejamos en mi mesita un platito con leche fría y
galletas al ratoncito y, cómo no, dejamos el diente debajo de la almohada para que el ratoncito pudiera llevárselo. La
mañana siguiente, no se puede describir con palabras la alegría que me dio ver que en el platito que había dejado en la
mesita de noche sólo quedaban migas y habían apurado e vaso de leche. Inmediatamente fui a comprobar si mi diente
seguía debajo de la almohada y, con gran sorpresa, vi que ya no estaba y que, en su lugar, había una moneda de cien liras.
Mi madre me había dicho la verdad.
Desde entonces, esperaba que se me cayeran todos los dientes de leche para ir juntando las monedas que el ratoncito iba
dejando (M.A.S., Padova, 1979).

Francesco Franchino (Taranto, 1978) recuerda también que, cuando se le cayó su primer diente de leche, sus padres le
enseñaron una cantinela que tenía que repetir antes de guardar el diente para el ratoncito:

Prendi il dentino,
mettilo in un buchino,
che arriva il topolino
e ti lascia un soldino.
[Coge el dientecito,
mételo en un agujerito,
que llega el ratoncito
y te deja una monedita].

De todos modos, esta creencia se arraiga en tiempos antiguos y tiene una enorme difusión no sólo en Italia, sino también
en otros países. Por lo que se refiere a nuestra península, la leyenda del ratoncito de los dientes se ha ido enriqueciendo
con cada vez más detalles que van variando de región a región. En Bari, por ejemplo, donde es muy fuerte la devoción a
San Nicolás, se dice que los niños, cuando pierden los dientes de leche, suelen recitar una cantinela a San Nicolás para
que reciba el viejo diente y les mande otro sano y fuerte (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). Lo confirma también
el refrán

San Nicola / san Nicola – vi do la vecchia / e mi date la nuova.


(API – 10.04.29.10)
[San Nicolás / san Nicolás – os doy la vieja / y me dais la nueva].

José Manuel Pedrosa (2005: 136), en La historia secreta del Ratón Pérez 32, documenta la misma tradición en Sicilia,
donde

[…] los niños meten el diente dentro de un pequeño agujero y hacen una promesa a San Nicolás para pedirle que les
ayude a encontrar lo que piden:

Santu Nicola, Santu Nicola,


Vi dognu la zappa vecchia,
vui mi dati la zappa nova.
San Nicolás, San Nicolás,
te doy mi pico viejo,
dame un pico nuevo»]

En otros pueblos italianos, en lugar de guardar el diente debajo de la almohada, se lanza al tejado y se pronuncia y
verdadero conjuro. Seguimos citando de José Manuel Pedrosa (2005: 95):
En el pueblo italiano de Calitri 33 se han documentado también un ritual y una fórmula parecidos [a otros registrados en
Portugal]. El conjuro que acompañaba la operación de lanzamiento del diente era pronunciado en el muy singular
dialecto calitrano:

TITT’, TITT’, TITT’,


teccut’ lu stuort’
e damm’ lu r’rr’tt’;
rammill’ fort’,
chi romb’ r’ port’;
rammill’ san’,
chi romb’ r’ pan.
[«Tejado, tejado, tejado,
aquí tienes el diente torcido,
y dame uno derecho;
dámelo fuerte,
que rompa la puerta;
dámelo sano,
que rompa el pan»].

El sapo 34 se considera desde siempre un animal poco agradable y, por su aspecto, se ha relacionado con prácticas
demoníacas y conjuros de brujas y curanderos. Sus ojos dorados desprenden una siniestra malicia que de alguna manera
justifica su asociación a las fuerzas oscuras del mal.
El sapo está rodeado de cierto halo de misterio y se ha convertido, según Raffaella Sardelli (Mesagne, 1981) y Giuliana
Taranto (Gioia del Colle, 1983); simboliza:

el diablo, pues se dice que el diablo suele presentarse en forma de sapo;


la muerte, porque el sapo sería la reencarnación de las almas de los difuntos;
las personas intratables, puesto que el sapo es un animal muy solitario que repele por su aspecto;
las brujas, que, según la creencia popular, los utilizaban, igual que los gatos, las lagartijas, los murciélagos etc., para
preparar sus pociones y conjuros.

Por eso el sapo se ha cargado de una fuerte influencia negativa que lo ha convertido en víctima inocente del miedo
irracional del hombre. Tómese como ejemplo lo que explica Carlo Lapucci (2006: 1022) en su Dizionario dei proverbi:

Nelle campagne toscane un tempo la superstizione spingeva a infilzare i rospi sopra le canne e, piantando queste in terra,
lasciarli morire in aria. Cerimonia misteriosa e macabra, che si collega all’idea che nel corpo del rospo fossero presenti
forze demoniache 35.

En tiempos más recientes, ya se han perdido esas macabras costumbres de hacer estragos de sapos. En la actualidad, el
sapo es un animal apreciado por el campesino, pues libera la huerta de todo tipo de bicho que daña su verdura, de las
arañas a las babosas y los caracoles. Además, son numerosas las supersticiones que identifican al sapo como anunciador
de lluvia (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941). Siguen a continuación algunas paremias que relacionan el sapo con
los pronósticos meteorológicos:

Quando canta il rospo


il tempo si fa fosco.
(Lapucci, 2006: 1022)
[Cuando canta el sapo
el tiempo se hace fosco]

y del término de la estación invernal:

Quando canta il rospo


l’inverno s’è già mosso.
(Lapucci, 2006: 1022)
[Cuando canta el sapo
el inverno ya se ha movido].
Quando canta il rospo
l’inverno lascia l’orto.
(Lapucci, 2006: 1022)
[Cuando canta el sapo
el invierno deja la huerta].

Otra creencia asocia el sapo con las almas de los difuntos (Véase también 4.43. Ratón y rata). Por eso se dice que los
sapos son animales casi sagrados que no deben ser molestados (M.A.S., Padova, 1979) 36.
La urraca es conocida por su extremada curiosidad y por su tendencia a llevarse y ocultar objetos brillantes. Tanto es
verdad, que llega a meterse en la casas, sobre todos las del campo, para robar todo lo que desprenda brillo y esplendor,
desde los vasos de cristal dejados a escurrir en la cocina, hasta pequeñas joyas dejadas desentendidas en los muebles de
la casa. Por eso, en italiano se suele llamar con razón gazza ladra.
En cuanto a las supersticiones, la urraca no es objeto de muchas creencias en Italia. Sólo se dice que cuando una urraca
aparece en primavera, anuncia la llegada del tiempo malo (C. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1917). Esta idea queda
reflejada en la siguiente paremia:

Una sola gazza in primavera


di cattivo tempo è foriera.
(Lapucci 2006: 1022)
[Una sola urraca en primavera
de mal tempo es anunciadora].

En Milán, en la Galleria Vittorio Emanuele II, hay un escudo en el que aparece un toro, símbolo de la ciudad de Turín.
La leyenda dice que trae buen suerte pisar los atributos del toro con un pie y girar sobre ese pie manteniendo los ojos
cerrados. Cuando más suerte trae es la medianoche del 31 de diciembre, en la que se aconseja hacer uno o más giros de
360º con el talón del pie derecho pisando los atributos del toro 37.

A diferencia de la fauna, la flora no registra una fuerte presencia en el mundo de las supersticiones, por lo menos en lo que
queda de ellas en la actualidad.

Tener tiestos de albahaca en la terraza o en el balcón sirve para ahuyentar los malos espíritus de la casa.

En la actualidad quedan huellas de una práctica muy antigua que, al parecer, se sigue perpetuando en algunos pequeños
pueblos del sur de Italia y, en especial en Sicilia donde las chicas solteras lanzan claveles rojos en la calle por la que pasa
su amado. Si el chico —que se espera esté enterado del asunto— coge el clavel significa que pronto declarará su amor a
la chica. En cambio, si lo pisa sin miramiento la chica no tendrá esperanza ninguna de poder conquistar su corazón (S.
Delzotti, Santo Spirito di Bari, 1930). Esta creencia está documentada también en la obra de Roberto La Paglia (2006:
57-58).

Trae mala suerte tener hortensias en casa.

Antes se creía que guardar ramos de laurel en casa, cerca de la chimenea, alejaba litigios y discordias en familia (M. C.
Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). (Véase también Roberto La Paglia 2006: 47).

Para saber si la persona amada nos quiere o no se suele coger una margarita de campo y deshojarla pronunciando las
palabras «me ama» y «no me ama» a medida que se van arrancando los pétalos. Según lo que nos toca decir al arrancar
el último pétalo sabremos si nos quieren o no.

El muérdago, junto al agrifolio, es una de las plantas típica de la época navideña que se emplean para tener un buen año
nuevo. Según la creencia importada en casi toda Europa desde Estados Unidos y practicada entre las parejas italianas
más jóvenes, el muérdago es la planta portafortuna de los enamorados. En Navidad se cuelgan del techo varios ramos de
muérdago y, si dos enamorado se paran por un casual justo debajo de esta planta, se tienen que besar. De este modo,
seguirán juntos toda la vida (G. F. Sardelli, Mesagne, 1984; R. Sardelli, Mesagne, 1981); F. Franchino, Taranto, 1978).

La palma bendita del Domingo de Ramos se suele guardar en casa para protegerla de todo tipo de desgracias.
Según la tradición, la novia, al salir de la iglesia, debe tirar el ramo de flores y la persona que consiga cogerlo se casará
en el año (Véase también 17.2. Noviazgo y boda).

Antiguamente se decía que llevar una hoja de romero en el bolsillo ayudaba a recordar lo que había que hacer durante el
día (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). Esta superstición está registrada también en la obra de Roberto La Paglia
(2006: 68). En la actualidad, la gente se ata un hilo de algodón a un dedo de la mano para acordarse porqué se lo ató
cuando lo mire. Otra opción es hacer un nudo a un pañuelo (M.A.S., Padova, 1979).

Trae buena suerte encontrar un trébol de cuatro hojas.

Se dice que trae mala suerte descansar a la sombra del nogal (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941). Este árbol está
relacionado también con las brujas y los ritos de la noche de San Juan (Véase el apartado 13.13. San Juan).

Los números tienen una fuerte carga simbólica, sobre todo en la cultura italiana donde la interpretación cabalística de los
números está en la base del vivir cotidiano de la gran mayoría de la gente que intenta dar un significado a las coincidencias
de la vida, a acontecimientos que parecen casuales, pero que siempre conllevan algo misterioso que permite relacionarlos
con las líneas del destino que ya está trazado para cada uno de nosotros. En la mentalidad meridional, poco o nada existe de
azaroso y casual. Todo tiene su sentido y su razón de ser. Y si no se encuentra a la primera, el italiano medio intenta buscar
esa relación íntima entre los sucesos cotidianos y el camino que nos corresponde en el grande libro. Como se puede
observar, estas creencias están al límite entre el sentido común y la herejía. La religión no apoya determinadas actitudes del
hombre pero eso no quita que el hombre siga en su tentativa de encauzar sus duda y miedos en la interpretación cabalísticas
de los números.

Existen muchas otras creencias que hacen que determinados números se consideren afortunados o desafortunados, sobre
todo si asociados a determinados días de la semana o a algunos eventos o actividades en concreto (Véase 19. Sueños).
Vamos a presentar a continuación una serie de números vinculados a determinadas supersticiones, intentando explicar su
origen y sus repercusiones en la vida cotidiana de la gente común.

El dos es el número asociado a los cuernos. Por lo general, la gente cree que trae mala suerte regalar parejas de objetos
precisamente porque el que recibe el dono lo asociaría inmediatamente a su símbolo cabalístico: los cuernos. Por eso, si
se quiere obsequiar a una mujer con flores, se le regala una rosa o una margarita pero nunca se le ocurriría a un hombre
obsequiarle dos rosas. Como mucho pasaría directamente a tres flores o a un ramo de un número impar de flores
(M.A.S., Padova, 1979).

El tres es un número positivo. Se considera el número perfecto, pues se asocia a las tres personas de la Santísima
Trinidad. De este modo, todo lo que está relacionado con este número adquiere una especie de halo benéfico y es bien
visto en el imaginario popular. (M.A.S., Padova, 1979).

El número cuatro, según la simbología cabalística, representa el ataúd, y, en concreto, el ataúd vacío. Por eso se cree que
el número cuatro trae mala suerte y, siempre que sea posible, se procura evitar las ocurrencias de este número en las
actividades de la vida cotidiana (M.A.S., Padova, 1979).

El número siete tiene un significado especial en el imaginario italiano. Es creencia común que, en el ciclo de la vida
humana, el séptimo año conlleve un cambio en el estado de la persona. Por eso, en el caso de los matrimonios, se habla
de la crisis del séptimo año (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).
El aura nefasta que envuelve el número siete lo convierte en un número aciago, pues recuerda los siete años de expiación
que le tocan a quien mata un gato, así como los siete años de desgracia que caen al que rompe un espejo o derrama la sal
(Véanse 1.24. Espejo, 4.24. Gato y 11.24. Sal).
El número trece se incluye entre los números afortunados en el juego. En efecto, en la numerología el trece es el número
que asegura la victoria en la quiniela, el famoso totocalcio en el que cada semana el pueblo italiano es capaz de llegar a
jugarse medio sueldo apostando por los equipos que ganarán los partidos que se contienden el título cada fin de semana
del campeonato nacional. De ahí que fare tredici indique el beneficio económico conseguido jugando al totocalcio y, en
una acepción figurada, todo tipo de beneficio o ventaja recibida, así como el conseguimiento de una situación ideal que
evidentemente favorece el que la llega a disfrutar. Tanto es verdad que, con el paso del tiempo, se ha ido creando
colgantes y pequeños amuletos que representan el número trece y que los más supersticiosos suelen llevar encima para
alejar la mala suerte 39.
A la interpretación positiva de este número hay que añadir su valor más oscuro y temible que lo asocia a la mala suerte.
Por ejemplo, en Italia el trece es un número aciago cuando está relacionado a los convidados a una mesa. En principio,
se dice que cuando se organiza una comida, se debe procurar evitar sentar trece personas en la misma mesa porque trae
mala suerte. De hecho, no existen vasijas de trece piezas, sino que el número de platos se limita a doce (R. Sardelli,
Mesagne, 1981; G. Taranto, Gioia del Colle, 1983; F. Franchino, Taranto, 1978). Esta superstición derivaría del episodio
bíblico de la Última Cena, cuando Jesús se sentó en la mesa con sus doce discípulos y anunció que uno de ellos lo iba a
traicionar. Uno de ellos: el décimotercero de los hombres sentados en esa mesa. De ahí que en la actualidad nos hayamos
quedado con la idea de que el número trece no trae mala suerte cuando se habla de gente sentada en la mesa.

En la antigüedad, los latinos aconsejaban la elección del día diecisiete del mes como día afortunado y consideraban el
cinco un día aciago (Di Nola 1993=2006: 20). En la actualidad, a diferencia de lo que ocurre en otras culturas, para los
italianos el diecisiete es el número nefasto por excelencia. Tal vez, la razón de la asociación del número diecisiete al mal
agüero reside en algún acontecimiento celebrado en ese día, a saber, una peste, una carestía, un terremoto, etc., eso es, un
evento trágico que tuvo que dejar una huella en la memoria de todo el pueblo italiano, aunque hoy en día se ha perdido
su rastro y sólo nos queda la creencia, universalmente asumida entre los italianos, que el diecisiete es un número
infausto, sobre todo si asociado al viernes (Véase también 7.6. Viernes). Quizás la razón de la elección del viernes como
el día nefasto se arraiga en la creencia cristiana que coloca en ese día la pasión y muerte de Jesús. De ahí que, en los
pueblos pequeños de la península, se siga practicando la abstención de la carne todos los viernes de la Semana Santa y
que se prohíba participar en fiestas y bailes en ese día (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).
Digamos que, por lo general, el número diecisiete asusta a los más supersticiosos que llegan a encerrarse en casa el
viernes diecisiete para no incurrir en desagradables sorpresas. También se han dado casos de gente que se ha negado a
ocupar el asiento diecisiete en trenes o aviones, con lo cual, algunas compañías aéreas han optado por eliminar la fila
diecisiete, pasando directamente de la dieciséis a la dieciocho. Lo mismo ocurre en algunos restaurantes, que se han
visto obligados a quitar la mesa diecisiete puesto que ningún cliente se atrevía a cogerla.
Si lo pensamos bien, se trata simplemente de sugestiones, ideas que tenemos metidas en la cabeza y que nos empujan a
actuar de forma irracional. Pero es lo de siempre: non è vero, ma ci credo!

En el imaginario popular italiano existen días faustos y días infaustos cuya localización movería la mayor parte de los
acontecimientos de la vida cotidiana.

Por lo general, el lunes se considera el peor día de la semana pues es cuando se vuelve a las obligaciones después de los
momentos de placer que se disfrutan el sábado y el domingo. Por eso se dice proverbialmente

Lunedì è san Musone


(Lapucci, 2006: 616)
[El lunes es san Morros]
Il lunedì è fratello della domenica
(Lapucci, 2006: 616)
[El lunes es hermano del domingo]

que indica que, después de los regocijos, siempre llega el pesar.


En la creencia popular, el tiempo del lunes puede ser indicador fiable del tiempo que hará en el resto de la semana:

Brutto lunedì, bella settimana


(Lapucci, 2006: 617)
[Lunes malo, semana buena]

Existen también algunas supersticiones populares relacionadas con el primer día de la semana. Según algunas creencias,
el primer lunes del mes sería peligroso porque en esa fecha nació Caín. Lo mismo se dice del último lunes de diciembre,
que se identifica con la fecha de nacimiento de Judas (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).
Según la cábala, los sueños que se hacen el lunes y el martes anuncian o predicen la verdad (D. Sardelli, San Vito dei
Normanni, 1941). En el refranero italiano se halla una paremia que relaciona el lunes y el martes con el mundo de los
sueños:

Sogni di lune e sogni di Marte


se non son veri lo sono in parte
(Lapucci, 2006: 663)
[Sueños del lunes y sueños del martes
si no son verdaderos lo son en parte].

Por una parte, el martes se considera un día afortunado siempre que la entrada de la luna coincida con el primer martes
después del novilunio (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941). Esta creencia queda reflejada en la paremia

Quando la luna ha un marte


è buona per tutte l’arte
(Lapucci, 2006: 616)
[Cuando la luna tiene un martes
es buena para todos los oficios]

conocida también en la forma

Di luna al primo marte


si fanno tutte l’arte
(Lapucci, 2006: 616)
[Cuando la luna está en el primer martes
Se hacen todos los oficios].

Sin embargo, tiene mucha más difusión la creencia —confirmada por todos nuestros informantes— según la cual no es
aconsejable casarse y dar comienzo a cualquier tipo de oficio el martes y el viernes:

Né di venere né di marte
non si sposa né si parte
(né si dà principio all’arte)
(Lapucci, 2006: 1232)
[Ni el viernes ni el martes
no se casa ni se parte
(ni se da comienzo al oficio)]

conocida también en la forma

Di Venere e di Marte non si sposa e non si parte 40


(Lapucci, 2006: 1232)
[El viernes y el martes no se casa y no se parte]

La razón de la asociación del martes y del viernes como días poco propicios para las salidas y las bodas no es del todo
clara. Lapucci (2006: 1233) ofrece algunas posibles explicaciones: por una parte, aduce el hecho de que el martes,
siendo el segundo día de la semana, representaría un comienzo con cierto retraso, desfasado respecto al principio natural
de las cosas que sitúa en el lunes; otra explicación hace coincidir la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra
en martes. Más probable, en la opinión del paremiógrafo italiano, que la asociación del segundo y quinto día de la
semana dependa de la unión de los dioses de la antigüedad que dieron su nombre a estos días, Venus, la diosa del amor,
y Martes, dios de la guerra. La maldición que cayó sobre las dos deidades determinaría la consiguiente calificación del
martes y del viernes como días ominosos. Es posible también individuar una razón religiosa de la implicación nefasta de
estos dos días: la noche entre el martes y el miércoles se celebraría la Última Cena de Jesús con sus discípulos y el
viernes coincidiría con la Pasión y muerte de Jesús. Por este motivo, junto al martes y al viernes, el miércoles se suele
considerar día aciago para las bodas y los oficios.

Según una conocida superstición, no debería haber bodas el martes y el miércoles para no causar la ruina en la futura
familia (Véase 7.3. Martes).
Una antigua creencia considera el miércoles el último día útil para llevar a cabo obligaciones y programas de trabajo (M.
C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). Esta creencia queda reflejada en la paremia

Mercoledì, settimana finita


(Lapucci, 2006: 689)
[Miércoles, semana terminada]

conocida también en la variante

Mercoledì dentro, settimana fuori


(Lapucci, 2006: 689)
[Miércoles dentro, semana fuera]

El miércoles, asociado a la luna, presagia tormenta, hielo, ruina (D. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1941). Lo dicen
también las paremias:

La luna di mercoledì è peggio che tempesta e gelo


(Lapucci, 2006: 689)
[La luna el miércoles es peor que tormenta y hielo]
Luna mercurina
tutto il cielo ruina
(Lapucci, 2006: 689)
[Luna el miércoles
todo el cielo arruina].

Al igual que el miércoles, el jueves no es un buen día para realizar proyectos laborales. Por lo general, el jueves da la
impresión de que la semana se haya acabado y lo que no se consigue terminar en ese día quedará para la semana
siguiente (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). Muy significativas, en este sentido, las siguientes paremias:

Giovedì
quel che non è fatto resta lì
(Lapucci, 2006: 507)
[Jueves
lo que no está hecho ahí se queda]
Venuto giovedì, finita la settimana
(Lapucci, 2006: 507)
[Llegado el jueves, acabada la semana]

con la variante

Giovedì arrivato, settimana finita


(Lapucci, 2006: 507)
[Jueves llegado, semana acabada]

El jueves está relacionado también con los fenómenos atmosféricos. Por lo general se dice que, observando el tiempo
que hace en ese día, es posible pronosticar el tiempo del resto de la semana (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni,
1939), como queda confirmado en las siguientes paremias:

Quando di giovedì il sole insacca


prima di domenica sole o acqua
(Lapucci, 2006: 507)
[Cuando el jueves está nublado
antes del domingo sol o lluvia]
Quando il sol insacca in giove
non è sabato che piove
(Lapucci, 2006: 507)
[Cuando está nublado el jueves
no hay sábado con lluvia]
Se giovedì se ne va col cappello in testa
piove prima che venga la festa
(Lapucci, 2006: 507)
[Si el jueves se va con el gorro en la cabeza (nublado)
llueve antes de que llegue la fiesta (el domingo)]

De los que nacen el jueves se dicen que están siempre en el medio (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). La
misma idea se encuentra en las siguientes paremias:
Giovedì dimezza [sparte in mezzo] la settimana
(Lapucci, 2006: 507)
[El jueves divide [parte en el medio] la semana]
Chi nasce di giovedì è sempre nel mezzo
(Lapucci, 2006: 507)
[Quien nace el jueves está siempre en el medio]
Giovedì e curiosi stanno sempre nel mezzo
(Lapucci, 2006: 507)
[Jueves y curiosos siempre están en el medio]

Al igual que el martes, el viernes es un día aciago, en el que se desaconseja casarse, salir de viaje o empezar cualquier
oficio. Todos nuestros informantes lo confirman. Además, lo demuestra una paremias supersticiosa que tienen todavía
gran arraigo en el imaginario popular:

Né di venere né di marte
non si sposa né si parte
(né si dà principio all’arte)
(Lapucci, 2006: 1232)
[Ni el viernes ni el martes
no se casa ni se parte
(ni se da comienzo al oficio)]

conocida también en la variante

Di Venere e di Marte non si sposa e non si parte


(Lapucci, 2006: 1232)
[El viernes y el martes no se casa y no se parte]

Existe también una paremia que relaciona el viernes al comienzo de una obra u oficio:

Chi comincia l’opera di venerdì


O gli va male o la lascia lì
(Lapucci, 2006: 1233)
[Quien empieza la obra el viernes
o le sale mal o la deja ahí]

Otras paremias asocian el viernes con determinados fenómenos meteorológicos o con determinadas festividades del
calendario cristiano:

Meglio che vada una città in cenere


che la luna faccia in venere
(Lapucci, 2006: 1233)
[Más vale que una ciudad se haga cenizas
que la luna nazca el viernes]
Se piove il venerdì santo
piove maggio tutto quanto
(Lapucci, 2006: 1233)
[Si llueve el viernes santo
llueve todo el mes de mayo]
Pioggia di venerdì,
bella domenica
(Lapucci, 2006: 1233)
[Lluvia el viernes
bueno el domingo]
Pioggia di venerdì
non dura un dì
(Lapucci, 2006: 1232)
[Lluvia el viernes
no dura un día]

y la paremia antónima
Venerdì promette e mantiene
(Lapucci, 2006: 1232)
[El viernes promete y mantiene]

según la cual el viernes daría comienzo a un período negativo en cuanto al tiempo y en cuanto al influjo negativo que lo
convierte en un día aciago.
En lo que respecta a la explicación racional de este miedo innato hacia el viernes véase 7.3. Martes.
El viernes es un día triste pues recuerda la Pasión y muerte de Cristo. Por este motivo se desaconseja entregarse a fiestas
y diversiones en ese día. De lo contrario, días funestos son de esperar (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). Esta
creencia queda reflejada en la paremia

Chi ride di venerdí piange di domenica


[Quien ríe el viernes llora el domingo]

conocida también en la variante

Chi ride di venerdí piange per tre dí


[Quien ríe el viernes llora durante tres días]

El día funesto por excelencia, ya lo hemos anunciado, es el viernes diecisiete. Lo más supersticiosos procuran no salir y
no emprender nuevas actividades ese día del año que, por suerte, sólo cae en algunos meses y no todos los años el
diecisiete coincide con un viernes. Italia es, que sepamos, el único país que considera el viernes diecisiete un día aciago.
Para más detalles véase 6.7. Diecisiete.
Contrariamente a todo lo dicho anteriormente, el diecisiete es un buen día para nacer. Según la creencia popular, quien
nace el viernes tendrá buen carácter (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939), como afirma la paremia

Chi nasce di venerdì è senza fiele


(Centini, 2000=2003: 89)
[Quien nace el viernes es sin hiel].

El sábado es el día dedicado a la magia. En la antigüedad se decía que las mujeres debían procurar no dejar ropa tendida
el sábado para que las brujas no le echaran el mal de ojo (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). En la actualidad
esa creencia se ha perdido y el sábado es el día más apreciado de la semana, preludio del día de fiesta: el domingo.

El domingo es el día consagrado a Nuestro Señor, día de fiesta y de descanso y se dice que se dice que trae mala suerte
trabajar ese día:

Lavorare di festa non porta fortuna


(API 02.04.08a.02; BM, V.5.5.2.5)
[Trabajar de fiesta no trae buena suerte]

más que nada porque

La domenica si riposò anche il Signore


(Lapucci, 2006: 340)

[El domingo descansó hasta el Señor]

De todos modos, la idea general es que

Chi nasce di domenica non ama lavorare


(Lapucci, 2006: 340)
[A quien nace el domingo no le gusta trabajar]

De los que nacen de domingo se dice que serán afortunados (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). Lo confirma
la paremia
Chi nasce di domenica ha sette fortune
(Lapucci, 2006: 340)
[Quien nace el domingo tiene siete fortunas]

Según Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939) es muy importante acertar en la elección del día de la
boda para obtener éxito o fracaso en la futura unión. En la creencia popular, el lunes, el martes, el miércoles y el
domingo son días propicios para las uniones. En especial, el lunes traería buena salud y fortuna a la novia y el martes
sería portador de riqueza. En cambio, el jueves, el viernes y el sábado son días nefastos, en los que se desaconseja
contraer matrimonio.

Al igual que para los días, existen también meses del años faustos e infaustos para las bodas. Cada mes promete
felicidad o desgracia. Por eso se dice que los novios deberían tener cuidado en la elección del mes en el que consagrar su
unión, porque pueden traer alegrías o desgracias, buena o mala suerte. Sigue a continuación la relación de los meses con
lo que proporcionarían a los novios en la opinión de Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939)

Enero: cariño y fidelidad;


Febrero: amor y unión;
Marzo: alegrías o penas, según la propia naturaleza de este mes universalmente conocido como pazzerello y variable;
Abril: alegría;
Mayo: poco propicio para la boda;
Junio: amor, novios; anuncia viajes;
Julio: trabajo y, al mismo tiempo, dificultades económicas;
Agosto: cambios;
Septiembre: riquezas y alegría;
Octubre: amor y escasez de dinero;
Noviembre: felicidad;
Diciembre: amor eterno.

Los meses, en general, tienen importancia para los supersticiosos, no sólo para la celebración de la boda sino también
para quienes han nacido en un determinado mes (M. C. Sardelli, San Vito dei Normanni, 1939). Roberto La Paglia
(2006: 64) hace un curioso estudio de los meses sobre las características de cada individuo en función del mes de
nacimiento, como se aprecia en esta tabla:

MES DE NACIMIENTORASGOS CARACTERIZADORES


ENERO Persona pasional, con cierta inclinación a la melancolía y a la depresión.
FEBRERO Persona original y creativa, amante de las artes y de la cultura en general.
MARZO Siempre gozarán de buena inteligencia y mucha fortuna. Necesitarán compresión ajena.
ABRIL Persona tolerante y comprensiva. Muy variable el humor.
MAYO Posee dulzura y malicia al mismo tiempo. Extremadamente tozudo.
JUNIO Perspicaces, alegres y amantes de largas conversaciones.
JULIO Apego a la familia y a los recuerdo de la niñez.
AGOSTO Grande éxito en la profesión. Fuerte personalidad y atrevimiento.
SEPTIEMBRE Soberbios, precisos, perfeccionistas.
OCTUBRE Poseen un fuerte sentido de la justicia. Pasión por el deporte.
NOVIEMBRE Pasión, orgullo y atracción para los nacidos en este mes.
DICIEMBRE Fuerte deseo de libertad y sentido la elegancia.

Según las creencias populares italianas, los últimos tres días de enero son los más fríos del año y abren el paso a una
temperatura más agradable. Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939) explica que estos días se suelen
recordar como i giorni della merla 41 [los días del mirlo hembra].

El mes de diciembre es de considerable relevancia para los campesinos para prever el tiempo del año venidero y, al
mismo tiempo, organizar las siembras y las cosechas. En San Vito dei Normanni existe una práctica muy difundida entre
los campesinos que han sobrevivido al desarrollo socio-económico de la ciudad: el recuento de las calennere, eso es, las
cabañuelas. En realidad se trata de prever el tiempo del año venidero a partir de los días de sol, lluvia o nieve que se
cuentan en el mes de diciembre. Según Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939), las calennere se
empiezan a contar desde el 1 de diciembre y acaban el 24 de diciembre. Al principio cada día corresponde a un mes del
año en orden creciente; después de los primeros doce meses, se sigue contando pero en orden decreciente, tal y como
aparece en la siguiente tabla:

Mes de diciembre
1 Enero
2 Febrero
3 Marzo
4 Abril
5 Mayo
6 Junio
7 Julio
8 Agosto
9 Septiembre
10 Octubre
11 Noviembre
12 Diciembre
13 ----
14 Noviembre
15 Octubre
16 Septiembre
17 Agosto
18 Julio
19 Junio
20 Mayo
21 Abril
22 Marzo
23 Febrero
24 Enero
25 NAVIDAD

Los campesinos, entonces, cuando empieza el mes de diciembre van apuntando en el calendario, al lado de cada día, el
tiempo que hace —si hace sol, si nieva, si hace frío, si llueve—, tanto en la primera docena del mes como en la segunda.
De este modo, si resulta que el 11 de diciembre hizo sol y el 14 de diciembre hizo frío y estaba un poco nublado, el año
siguiente, el mes de noviembre será frío, habrá días de sol y días en el que el cielo estará un poco nublado, pero en
principio no va a llover. Estas previsiones vienen bien para programar las siembras y las cosechas. Nuestra informante
afirma que, en principio, sus propias previsiones para los años venideros suelen ser bastante acertadas.

En la actualidad muchas de las costumbres de nuestros antepasados se han perdido. Evidentemente, el establecimiento de
una sociedad urbana frente a la sociedad eminentemente rural en la que vivíían nuestros abuelos ha determinado la péérdida
de determinados valores que caracterizaban su díía a díía. Antes los campesinos basaban sus previsiones en la observacióón
del universo que los rodeaba y sabíían interpretar las seññales de la naturaleza. De todo esto queda muy poco en nuestro
mundo. En este apartado nos limitaremos a una seleccióón de los fenóómenos que siguen guiando la vida de los italianos y
mediante los cuales se trata de dar una explicacióón a acontecimientos y sucesos aparentemente inexplicables. En algunos
casos se dice que hay animales que, con su canto o su actitud, suelen anunciar determinados fenóómenos atmosfééricos.

El arco iris estáá rodeado de un halo de misterio y su presencia ha alimentado numerosas historias y leyendas. Por lo
general se dice que, cuando se ve un arco iris, habríía que buscar el punto en el que nace porque, el que lo consigue,
encontraríía una olla llena de monedas de oro (R. Sardelli, Mesagne, 1981).
Otra creencia se sirve del arco iris para explicar la existencia de la homosexualidad en la sociedad actual. Segúún la
supersticióón, si una mujer pasa por debajo de un arco iris se convierte en hombre, no en cuanto al aspecto, sino en lo
que ataññe al caráácter y a las inclinaciones sexuales. Lo mismo díígase del hombre que, en este caso, se convertiríía en
mujer.

Son muchos los animales que, en el imaginario popular, anunciarían lluvia con su canto o con su comportamiento. En
este sentido, la mayor parte de las creencias quedan reflejadas en las siguientes paremias que dividimos por actante:

ARAÑA

Quando il ragno tesse all’aperto


è finito il tempo incerto.
(Lapucci, 2006: 979)
[Cuando la araña teje al aire libre
Se ha acabado el tiempo inestable]
Se il ragno tesse in casa la pioggia viene,
se tesse cuando piove pioggia dura.
(Lapucci, 2006: 979)
[Si la araña teje en casa llega la lluvia,
si teje cuando llueve la lluvia dura]
Quando il ragno va per il camino
temporale vicino.
(Lapucci, 2006: 980)
[Cuando la araña va por la chimenea
tempestad cercana]

ASNO

L’asino che starnuta di mattina


chiama il sole.
(Lapucci, 2006: 82)
[El asno que estornuda de por la mañana
Llama el sol]
Starnuto d’asino pioggia vicina.
(Lapucci, 2006: 82)
[Estornudo de asno lluvia cercana]
Quando l’asino scuote le orecchie e sbuffa
vuol piovere presto.
(Lapucci, 2006: 82)
[Cuando el asno sacude las orejas y bufa
quiere llover pronto]
Quando gli asini ragliano
la pioggia è vicina.
(Lapucci, 2006: 82)
[Cuando el asno sacude las orejas y bufa
quiere llover pronto]

GALLINA

Schiamazza l’oca e la gallina, la pioggia si avvicina


(Monge, 2007: 82)
[Cacarean la oca o la gallina, la lluvia se acerca]
Quando la gallina va alla cenere presto piove.
(Lapucci, 2006: 476)
[Cuando la gallina va a la ceniza pronto llueve]
Quando la gallina si spollina
la pioggia è vicina.
(Lapucci, 2006: 476)
[Cuando la gallina aparta los polluelos
la lluvia está cerca]

GALLO
Quando il gallo canta a pollaio
aspetta l’acqua sotto il grondaio.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo canta en el gallinero
espera agua debajo del canalón]
Quando il gallo in estate beve
presto o tardi l’acqua si vede.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando en verano el gallo bebe
tarde o temprano agua se ve]
Quando il gallo beve d’estate tosto piove.
(Lapucci, 2006: 479)
[Cuando el gallo bebe en verano en seguida llueve]

GATO

Quando il gatto si lecca il pelo, viene giù l’acqua dal cielo


(Monge, 2007: 87)
[Cuando el gato se lame el pelo, cae agua del cielo]

GOLONDRINA

Rondine bassa porta in terra acqua.


(Lapucci, 2006: 732)
[Golondrina baja trae lluvia en la tierra]

LECHUZA

Quando la civetta canta al mattino


la pioggia sta vicino.
(Lapucci, 2006: 248)
[Cuando la lechuza canta de por la mañana
La lluvia está cerca]

MOSQUITOS

Quando i moscerini volano bassi è segno di pioggia.


(Lapucci, 2006: 732)
[Cuando los mosquitos velan bajo es señal de lluvia]

VACAS

Quando la mucca alza il muso


fiuta la pioggia.
(Lapucci, 2006: 734)

Cuando hay tormenta con muchos truenos y relámpagos, se suelen echar migas de pan —mejor si es pan bendecido el
día de San Antón— a la calle para apaciguar la tormenta (Véase 13.11. San Antonio de Padua). Con la misma intención
de placar la tormenta se pueden incluso echar agua bendita —que siempre se suele tener en casa para bendecir la mesa
en las reuniones familiares o contra el mal tiempo—, ramitas de olivo bendecidas en Semana Santa, etc. Incluso, en
casos muy especiales, hay gente que llega a colgar de la puerta de su casa o de la baranda del balcón un escapulario de la
Virgen del Carmen o un rosario, para que la Virgen proteja esa casa de los efectos del mal tiempo.

La simbología y el significado intrínseco de los colores están muy presentes en la memoria colectiva. Por lo general, se dice
que existen colores que traen buena suerte y colores que conllevan influjos negativos que hacen pensar en la mala suerte.
De ser un color como otro para la gente común, el amarillo se convierte en un color con cierta trascendencia para los
artistas de teatro, quienes consideran que llevar ropa amarilla el día de un estreno atrae la mala suerte, lo cual puede
implicar el fracaso de la representación (M.A.S., Padova, 1979).

Para la mayor parte de los italianos el morado es un color maldito, pues llevar ropa de ese color puede atraer la mala
suerte. Tal vez el origen de esa superstición resida en la religión que emplea ese color para las casullas de los sacerdotes
durante la semana santa, como signo de luto para la Pasión y muerte de Cristo (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).

En casi todas las culturas, el negro es el símbolo del luto. Antes las mujeres solían llevar el luto durante años después de
la muerte de un familiar. En la actualidad, son cada vez menos las mujeres que mantienen esta costumbre y el negro se
ha convertido en símbolo de elegancia y afectación. El negro es un color que se usa mucho también porque ayuda a
aparentar cierta delgadez o por lo menos a disimular cierta gordura. Pero, por lo general, el negro conlleva un matiz más
bien negativo, se asocia a la muerte y a la desgracia y trae mala suerte llevar prendas de ese color (M. C. Sardelli, San
Vito dei Normanni, 1939).

El rojo, en el imaginario popular, simboliza la pasión, la sensualidad, el amor. Por eso a la amada se suelen regalar rosas
rojas. También se dice que llevar ropa interior roja en Nochevieja sirve para propiciar un año próspero, lleno de felicidad
y hacer realidad los deseos (R. Sardelli, Mesagne, 1981; F. Franchino, Taranto, 1978).

Al igual que los animales, los alimentos y las bebidas están presentes, aunque en menor medida, en el imaginario
supersticioso italiano. Siguiendo el criterio de la vigencia, enumeramos a continuación los elementos que con más
frecuencia aparecen en las creencias actualmente practicadas en Italia, en especial, en el sur de la península.

Derramar el aceite en la mesa o, peor todavía, en el suelo es signo de mal agüero. Para alejar, de alguna manera, la mala
suerte atraída con esa acción se aconseja echar sal en el charco de aceite (R. Sardelli, Mesagne, 1981).

Trae mala suerte brindar con agua o bebida sin alcohol. En el caso de verse obligados a hacerlos, se debe procurar que
los vasos no se toquen, interponiendo los dedos de las manos que sujetan el vaso. lo mismo se hace cuando se brinda con
un vaso de plástico (Véase también el apartado 1.50. Vaso).

El ajo sirve para ahuyentar a los malos espíritus. En otros tiempos, cuando estaba muy arraigada la existencia de
hombres lobos y vampiros, el ajo era uno de los elementos fundamentales de la decoración de toda casa. En la
actualidad, es fácil encontrar trenzas de ajo en las cocinas de las casa de campo, aunque no todos saben explicarse el
porqué de una tradición ya muy antigua. Hoy simplemente se dice que poner una trenza de ajos encima de la puerta
ayuda a alejar las enfermedades y los peligros causados por las malas lenguas (Véase también apartado 3.6. Lengua).
El ajo siempre ha sido considerado uno de los mejores remedios contra el mal de ojo (T. Moretti, Santo Spirito di Bari,
1946). Tanto es verdad que en el cine de los años cincuenta y sesenta del siglo XX italiano se encuentran muchas
muestras de esta antigua creencia. Sin duda, unos de los personajes emblemáticos, en este sentido, es Gaetano
Pappagone o simplemente Pappagone, personaje imaginario interpretado por un gran actor de la comedia italiana en
vernácula, Peppino de Filippo (1903-1980). Pappagone nació en 1966, en un programa televisivo llamado Scala Reale.
Era un personaje golfo, ignorante pero cómico y pronto se convirtió en un personaje-fenómeno. Ayudante del
comendador de Filippo (Cummantatore Pupino Di Filippo). A Pappagone se atribuye una famosa frase que,
aparentemente, remite a un antiguo dicho napolitano y que refleja una mentalidad altamente supersticiosa:

Aglio e fravaglio,
fattura ca nun quaglia,
corna e bicorna
capa alice e capa d'aglio.
[Ajo e interioras,
conjuro que no cuadra,
cuernos y doble cuernos,
cabeza de anchoa y cabeza de ajo].

Parece ser que estos versos se pronunciaban en los conjuros para alejar el mal de ojo.
Por tradición, en las bodas, se suele echar arroz a los novios cuando salen de la iglesia, después de la ceremonia. Hoy en
día, se ha puesto de moda también echar pétalos de rosas o confeti. Sin embargo, el arroz sigue manteniendo su
primacía.

Quien encuentra un garbanzo negro en su plato va a tener suerte (M.A.S., Padova, 1979).

Las lentejas se consideran símbolo de prosperidad y abundancia. Por eso, según la tradición popular, en Nochevieja
habría que comer siempre un plato de lentejas para propiciar el año nuevo, con la esperanza de ser feliz y tener
suficientes medios económicos (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946). En un estudio reciente sobre las fraseología de
la uva en italiano, mencionábamos la costumbre de comer lentejas

Mucho más extendida es la costumbre de comer lentejas para acompañar el zampone o el cotechino porque la forma
circular de las lentejas recordaría las monedas sonantes que se espera que el año recién empezado traiga consigo. Sin
embargo, las lentejas, a pesar de su larga tradición, no han engendrado ningún tipo de expresión idiomática y tampoco
aparecen en el refranero italiano relacionadas con la Nochevieja o simplemente como sinónimo de buena suerte. En
cambio, las uvas sí tienen su proverbio que circula por la red y aparece recogido en varias antologías dedicadas a las
tradiciones navideñas italianas: Chi mangia l'uva a Capodanno conta i quattrini tutto l'anno [Quien come uvas en
Nochevieja, cuenta monedas todo el año] (Sardelli, 2007: 139-140).

Junto con las lentejas, los frutos secos, las uvas, las granadas y la calabaza con alimentos que, consumidos en
Nochevieja, traen buena suerte 42.
En la interpretación de los sueños, de suma relevancia en la cultura italiana, comer lentejas o soñar con lentejas se
considera de buen agüero, pues indicaría adquisición de dinero en un futuro próximo (D. Sardelli, San Vito dei
Normanni, 1941).

Trae mala suerte poner el pan en la mesa al revés. Lo mismo se dice si, al partir una hogaza, se encuentra un hueco
dentro. Sería señal de muerte inminente de un familiar (M.A.S., Padova, 1979).
Además, es costumbre besar el pan si se cae al suelo, pues el pan representa el cuerpo de Cristo (M.A.S., Padova, 1979).

Al igual que el aceite, la sal también es uno de los elementos con los que se debe tener mucho cuidado cuando están en
la mesa. De la sal se dice que es muy peligroso derramarla en la mesa pues, de esa forma, se atraería la mala suerte. Para
remediarlo, se aconseja echar unas pizcas de sal por encima de uno de los hombros. Otros dicen que, para que el conjuro
sea más eficaz, es conveniente echar sal por encima de los dos hombros. En la actualidad, si bien la mayoría de las
mujeres dan por olvidadas este tipo de prácticas, algunas amas de casa se siguen poniendo muy nerviosas a la vista de la
sal derramada y procurar cumplir el conjuro liberatorio.
Esta superstición tienen un origen muy antiguo, que remite a la época de la guerra en Italia (primeras décadas del siglo
XX). Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939) explica que antes la sal era un bien precioso y muy caro.
Por eso se decía que era mala suerte que se derramara, porque en muchos casos no había suficiente dinero para volver a
comprarlo. Desafortunadamente, en la actualidad no siempre los que creen en la mala suerte vinculada a la sal pueden
encontrar una explicación lógica para esta superstición.
Silvia Delzotti (Santo Spirito di Bari, 1930) informa sobre la existencia de otra superstición muy arraigada en el sur de
Italia, según la cual no es conveniente pedir sal prestada. Si alguien se ve en la obligación de tener que pedir sal, debe
pagarla. De lo contrario, correría el riesgo de discutir con la persona que le facilita la sal.

Si derramar la sal o el aceite atrae la mala suerte, lo mismo no se dice del vino. Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari,
1946) nos explica que, cuando se derrama vino en la mesa, se dice Alegria! Aunque luego no es tan inusual ver al ama
de casa enfadarse por la suerte que le ha tocado al mantel, pues las manchas de vino son muy difíciles de limpiar. Si en
lugar de vino se derrama el champán, además del grito de alegría, es costumbre mojarse los dedos en el charquito que el
champán deja en el mantel y tocarse detrás de la oreja. De este modo, se propiciaría la buena suerte.

La guindilla es uno de los amuletos más empleados en Italia. Se dice que la guindilla, al igual que los cuernecitos, es
muy eficaz contra el mal de ojo. Por eso, en muchas casas, no faltan trenzas de guindilla que, unidas a las de ajo,
ahuyentarían los malos espíritus (Véase el apartado 1.20. Cuerno).

En la antigüedad, los acontecimientos más importantes de la vida de un hombre estaban regidos por la interpretación de los
astros y los planetas. Nuestros antepasados tenían la capacidad de predecir el tiempo así como cualquier gran evento de
alcance más o menos restringido a través de la interpretación de los cuerpos celestes, en especial las estrellas.

En la actualidad son pocos los fenómenos astrales que sabemos interpretar. La gran mayoría de nosotros no se para a pensar
en lo que las estrellas y los planetas pueden contarnos con sus lentos cambios y mutaciones. Las constelaciones, la luna, la
inmensidad del cielo nos dicen ya muy poco. A veces pasan jornadas enteras sin que sepamos decir que tal ha estado el día
o que tal nos ha parecido la noche.

La única noche del año en la que nos fijamos en el firmamento es el 10 de agosto, cuando las estrellas fugaces aparecen
más numerosas. Si aparece una estrella fugaz en el cielo, se pide un deseo. Pero no hay que perder el tiempo, pues, si
expresamos nuestro deseo cuando la estrella fugaz ya ha desaparecido, no se cumplirá (R. Sardelli, Mesagne, 1981).

En la práctica, los seres humanos tienen la inclinación innata a justificar empíricamente lo que en realidad no tiene
explicación lógica y tienden a buscar una forma de exorcizar sus propios miedos y temores a través de prácticas y creencias
que no tienen nada que ver con la religión en cuanto tal pero se van difundiendo y arraigando en la cultura popular. Así es
como han nacido las supersticiones, y muchas de ellas relacionadas con los santos y las festividades religiosas.

El 2 de febrero la Iglesia Católica celebra la Presentación de Jesús al Templo, llamada vulgarmente fiesta de la
Candelaria, porque ese día se bendicen las velas, símbolo de Cristo «luz para alumbrar a las gentes». Esta fiesta se llama
también de la Purificación de María, pues, en la cultura hebraica, la mujer se consideraba impura durante un período de
cuarenta días después del parto de un hijo macho y tenía que ir al Templo para purificarse. La purificación de María cae
el 2 de febrero, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre.
La fiesta de la Candelaria ha sido objeto de numerosas paremias que enriquecen el refranero italiano. Por lo general, el
tiempo que hace el día de la Candelaria se utiliza como punto de comparación para predecir el tiempo que hará en el
resto del año. Reproducimos a continuación una selección de paremias italianas relacionadas con esta fiesta y, junto a
cada una de ellas, la traducción literal en español:

Per la santa Candelora


se tempesta o se gragnola
dell’inverno siamo fora;
ma se è sole o solicello
siamo solo a mezzo inverno
(Lapucci, 2006: 177)

Por la santa Candelaria


si hay tormenta o si graniza
del inverno estamos fuera;
mas si hace sol o solito
estamos sólo a mitad del invierno
Per la santa Candelora
dell’inverno siamo fora,
ma se piove o tira vento,
dell’inverno siamo dentro / nell’inverno siamo ancora
(Lapucci, 2006: 177)

Por la santa candelaria


del inverno estamos fuera,
mas si llueve o hace viento,
del invierno estamos dentro / en invierno estamos todavía
Sole micante
Virgine purificante
Magis frigor quam ante
(nix erit mayor quanm ante)
(Lapucci, 2006: 177)
Sol que resplandece
(el día en que la) Virgen se purifica
Más frío que antes
(la nieve será más de la que ya ha caído)
Sole lucente
Maria purificante
plus hiem quam ante
(Lapucci, 2006: 177)

Sol resplandeciente
María purificándose
(la estación) será más mala que antes
Delle cere la giornata
ti dimostra la vernata,
se vedrai pioggia minuta
la vernata fia compiuta,
ma se vedi sole chiaro
marzo fia come gennaro
(Lapucci, 2006: 177)

De las ceras el día


te muestra el invierno
si ves lluvia fina
el invierno habrá terminado,
mas si ves sol claro
marzo será como enero
Per la Candelora
l’inverno fugge o si rincuora
(Lapucci, 2006: 177)

Por la Candelaria
el inverno huye o retoma fuerza
Di Candelora
l’orso esce fuora per un momento
e se vede l’ombra torna dentro
(Lapucci, 2006: 177)

Por la Candelaria
el oso sale por un momento
y si ve sobra vuelve para dentro
Se per la Candelora il tempo è bello
molto più vino avremo che vinello
(Lapucci, 2006: 177)

Si por la Candelaria hace buen tempo


Tendremos más vino que vinín
[el vino será bueno]
Se nevica per la Candelora
sette volte la neve svola
(Lapucci, 2006: 177)

Si nieva por la Candelaria


habrá siete nevadas pequeñas
[y la nieve se derretirá pronto]
Per la Candelora
è un freddo che s’abbaia
(Lapucci, 2006: 177)

Por la Candelaria
hace un frío que pela
[lit.: hace un frío que ladra]
La Candelaria
è il cuore dell’inverno
(Lapucci, 2006: 177)

La Candelaria
Es el corazón del invierno
Como podemos ver, algunas paremias conservan versos en latín y no todas responden a la idea general según la cual

Quando vien la Candelora


dall'inverno semo fora,
ma se piove o tira vento,
nell'inverno semo dentro

Cuando viene la Candelaria


del invierno estamos fuera,
pero si llueve o hace viento,
en el invierno estamos dentro

Maria Concetta Sardelli (San Vito dei Normanni, 1939), en una entrevista nos habló de la Candelaria para los
campesinos de un tiempo:

Antes no había televisión ni previsiones meteorológicas, con lo cual la gente humilde que vivía del trabajo de la tierra
solía fijarse en el tiempo que hacía en determinadas fechas del año para intentar prever el tiempo que haría en el resto del
año. Tal es el caso de la Candelaria, que aparece en una conocida copla en dialecto sanvitese

Nu giurnu li tagghia;
l’atru giurnu li carescia;
l’atru giurnu li ‘nzippa;
l’atru giurnu si scaffa intra.

Un día las corta [las ramas];


otro día las lleva;
otro día las coloca;
otro día se mete para dentro.

Estos versos se refieren al oso, que, según la creencia popular, nada más llegar la Candelaria, se construye su propia
madriguera con la leña que él mismo corta, transporta y coloca. Esta copla quiere significar que a partir de la Candelaria,
hay que contar cuatro días para que llegue el frío. El invierno no se ha acabado.

El dos de noviembre es, para los italianos, un día triste, en el que cada uno suelen ir al cementerio para visitar a sus
propios difuntos, rezando para ellos e intentando acordarse de los momentos que compartieron con ellos en vida. Una de
nuestras informantes, Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari, 1946) recuerda que cuando era niña, se practicaba un
extraño ritual el día de los muertos:

Credo che si mettesse una scarpa fuori dalla porta di casa avendo l’accortezza di nascondervi dentro dolci o paste. Non si
aveva un concetto positivo dei defunti. Non si faceva per onorarne la memoria, quanto per timore a che venissero a
infastidire i vivi 43.

Las costumbres relacionadas con el dos de noviembre se están perdiendo en gran parte de Italia. Sin embargo tenemos
constancia de su supervivencia en la provincia de Foggia (Puglia), donde se recuerda este día como la Befana dei morti
(F. Franchino, Taranto, 1978): en este día los difuntos volverían para regalar caramelos y dulces a los niños de la familia;
por eso los mayores acostumbran a preparar calcetines repletos de gominolas y dulces para los niños. Esta creencia está
documentada también en la obra de Giovanni Lavermicocca (2006: 184) sobre el folclore en Puglia.

Pascua y Navidad son dos fiestas religiosas muy importantes en Italia. El trasfondo religioso impide que haya muchas
supersticiones desarrolladas en torno a estas festividades, aunque en realidad debemos admitir que se están convirtiendo,
poco a poco, en ocasiones para hacerse regalos y gastar el dinero de la famosa «tredicesima» que el Gobierno Italiano
concede a cada contribuyente a finales de año. Sin embargo, sí existen formas de asegurarse la buena suerte que nos
llegan desde los lejanos Estados Unidos y se están arraigando en nuestras regiones. Por ejemplo, se dice que, en
Navidades, si dos personas coinciden debajo de una rama de muérdago —que se cuelga del techo en algunas casas—
tienen que besarse o tendrán mala suerte en el año a venir.

Nochevieja. Son muchas las tradiciones populares relacionadas con la Notte di San Silvestro, eso es, Nochevieja, y
Capodanno, es decir el primer día del año nuevo. Se dice que en la cena de Noche Vieja no pueden faltar las lentejas y el
cotechino o el zampone, pues la forma circular de las lentejas recordaría las monedas sonantes que se espera conseguir
para el año nuevo. Comer lentejas sería, entonces, una manera de augurar fortuna económica para el año nuevo. (Véase
apartado 11.16. Lenteja).
Otra costumbre que viene de lejos y que se está extendiendo en Italia, sobre todo en el norte, es la de comer uvas la
noche de la vigilia del nuevo año. Tanto es así, que se ha llegado a acuñar la siguiente forma proverbial:
Chi mangia l'uva a Capodanno conta i quattrini tutto l'anno
[Quien come uvas en nochevieja, cuenta monedas todo el año].

Otras creencias populares más antiguas aconsejan llevar ropa interior roja en Nochevieja para propiciarse el año nuevo
(M.A.S., Padova, 1979).
Año Nuevo. Al igual que para la noche entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, el primer día del año nuevo se deben
hacer determinadas cosas para asegurarse todo lo mejor para el futuro. Se empieza precisamente al tocar la medianoche.
Cuando dan las doce, cada enamorado tiene que estar con su amada y besarla; de lo contrario su relación correría peligro
de romperse durante el nuevo año. Además, es costumbre tirar de la ventana objetos viejos, platos, toda serie de objetos
que representarían las preocupaciones de las que nos gustaría librarnos para empezar con mejor ánimo el año nuevo
(M.A.S., Padova, 1979). Una vez superado este primer obstáculo, es aconsejable tener en cuenta el refrán

Quel che si fa il primo dell’anno


lo si fa tutto l’anno
[Lo que se hace el primer día del año
se hace todo el año].

según el cual el primer día del año deberíamos procurar hacer sólo lo que nos agrada para tener la certeza de volver a
hacerlo a lo largo del nuevo año. Por eso también se dice que hay que procurar estar alegres el 1 de enero para no
amargarse todo el año.
Algunas supersticiones están relacionadas con los encuentros que se pueden hacer le primer día del año (M.A.S.,
Padova, 1979): al salir de casa por primera vez el primer día del año, trae mala suerte encontrar una persona de sexo
opuesto, aunque se dice que trae buena suerte encontrar a un hombre mientras que es negativo encontrar con una mujer.
Lo cierto es que es absolutamente funesto encontrarse a un viejo o a un cura nada más salir de casa el primero de enero,
por la evidente relación que existe entre la vejez, la muerte y el cura.

El 13 de junio pervive una tradición muy antigua ligada a la celebración de la festividad de San Antonio de Padua. Por
esa fecha, en todas las iglesias de San Vito dei Normanni y de los alrededores se bendice el pan de San Antonio.

Recuerdo con añoranza la época de mi niñez, cuando el 13 de junio ya se había acabado las clases en la secundaria y mi
madre y mi tía nos llevaban a la iglesia a coger el pan de San Antonio. Mi tía llevaba una cesta enorme de pan que ella
misma había hecho el día anterior y lo depositaba en el altar de la Iglesia de San Miguel, que es la Iglesia a la que
solíamos ir para la celebración de este rito. Entonces, el sacerdote, después de misa, se acercaba a la cesta, bendecía el
pan y lo distribuíamos a todos los fieles que habían acudido a la función. Recuerdo que cada uno de nosotros –mi madre,
mi tía, mis dos hermanos y yo– nos llevábamos nuestra hogaza de pan bendito y ese día comíamos parte en el almuerzo y
en la cena. Ese pan no se podía tirar, pues estaba bendito. Si sobraba o se ponía duro se guardaba para cuando hubiera
tormenta y relámpagos y se tiraban unas migas a la calle para que dejara de llover (M.A.S., Padova, 1979).

Existe la costumbre de dirigirse a San Antonio cuando no se encuentra algo. Renata Loredana Pepe (Bari, 1962) nos
recuerda, al respecto, una copla que aprendió de niña:

Chi vuol trovar sollecito


del ben che si è perduto
si rivolga a Sant’Antonio
e chieda a lui aiuto

[Quien quiere encontrar enseguida


lo que ha perdido
se dirija a San Antonio
y le pida ayuda]

Los que cumplen con esta práctica aseguran que, tras rezar al santo, siempre hallan lo que buscan. En cuanto a los rezos,
pueden ser espontáneos aunque no faltan fórmulas como las siguientes:

Sant’Antonio dalla barba bianca


fammi trovare quello che mi manca
(Bianchessi, 2008: 136)
[San Antonio con barba blanca
haz que encuentre lo que me falta].

Las chicas le piden a San Antonio hasta para casarse:


Sant’Antonio fammi sposare
Che sono stufa di aspettare
(Bianchessi, 2008: 136)
[San Antonio haz que me caseque estoy harta de esperar]

En Italia ya no se conserva memoria de las creencias relacionadas con la noche de San Juan. Muchos estudiosos se han
esmerado en la labor de recopilar una tradición ya prácticamente en desuso en la península. Entre ellos, merece la pena
destacar el trabajo de Anna Andrini (2006: 45-46) que refiere algunas costumbres campesinas que se practicaban la
noche entre el 23 y el 24 de junio:

[…] la sera precedente il 24 giugno le contadine preparavano una piccola sfera di farina impastata con acqua e la
ponevano su un davanzale, esposta tutta la notte alla rugiada. Convinte di essersi così fatte un potente talismano contro le
streghe, lo collocavano l’indomani su di una trave,a protezione della casa.
Alla rugiada di San Giovanni si esponevano anche le coperte di lana, perché non potessero essere attaccate dalle tarme.
E, sempre nelle ore notturne, si raccoglieva qualche chicco acerbo d’uva, per darlo da mangiare ai polli il giorno dopo,
nella convinzione che ciò li distogliesse sempre dal beccare i grappoli della vite.
Al mattino del giorno di San Giovanni i contadini si alzavano presto. Era infatti usanza rotolarsi nell’erba umida di
rugiada per mantenersi in salute e per curare le piaghe e le irritazioni della pelle. Gli uomini facevano il bagno nei corsi
d’acqua per tener lontana la rogna. Le ragazze si bagnavano il viso con la rugiada dei fiori per diventare più belle 44.

Además, se decía que la hierba mojada por la brisa del amanecer poseía poderes curativos; por eso se cogía, se secaba y
se utilizaba en infusiones para el resfriado y brebajes para tratar enfermedades de los animales. En el día de San Juan se
recogían también las nueces —todavía verdes, para preparar un licor casero— y los ajos, que se secaba y se guardaba
para todo el año. Lo mismo se hacía con la lavanda.
Mauro Lavermicocca (2006: 98-99) intenta reconstruir, desde el punto de vista histórico, el culto de San Juan (24 de
junio) para justificar toda una serie de prácticas que tenían lugar después del solsticio de verano (21 de junio) y que
remitirían a los antiguos ritos de Constantinopla y a las antiguas creencias sobre brujas que se reunían en ese día para en
torno al nogal para llevar a cabo sus maleficios. Evidentemente, como explicábamos antes, se trata de prácticas muy
antiguas que ya no se celebran en la actualidad. En cambio, el día de San Juan aparece en un refrán dialectal muy
popular en la comunidad barese (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946):

San Giuanne, San Giuanne, pigghie chelumme e ammine nganne 45


(Lavermicocca, 2006: 103)
[San Juan, San Juan, coge las brevas y cómelas]

Este refrán alude a la cosecha de las brevas, que suele coincidir con el solsticio de verano. En la sociedad rural de hace
unos cincuenta años, la gente vivía de sus propias cosechas y poseer fruta del tiempo se consideraba una grande riqueza
y motivo de orgullo entre los campesino, tanto que se llegaba a celebrar con fiestas y bailes la llegada de la nueva
cosecha.

Las chicas que quieren encontrar marido piden a San Nicolás (véase 17.1. Matrimonio).

Trae buena suerte pisar excrementos de animales.


Si nos caen encima excrementos de pájaros, sobre todo palomas, eso es señal de buena suerte.

Desde los albores de los tiempos, la mujer siempre ha sido objeto de prejuicios en casi todas las culturas. En lo que se
refiere a la cultura italiana, notamos cierta misoginia en el refranero y cierta tendencia a desconfiar de las mujeres que se
embarazada o con menstruación en las creencias populares.

Son muchas las supersticiones relacionadas con la mujer embarazada. Cuando una mujer embarazada tiene un antojo,
habrá que intentar contentarla para que el hijo que lleva dentro no nazca con ese mismo antojo marcado en la piel, en la
misma zona en la que la madre se haya tocado nada más sentir el deseo de algo.
En este sentido, mi madre siempre nos cuenta que cuando estaba embarazada de mí y de mi hermana le habían prohibido
el café. Así que, por mucho que mi padre quisiera contentarla, no había forma de satisfacer su deseo, pues el café podía
hacerle daño a ella o al feto. Entonces, dice mi madre, que cuando se le antojaba café, intentaba pensar en otra cosa y,
sobre todo, no tocarse en ninguna parte del cuerpo para que no nos quedara la marca a nosotros. Pero no creo que lo haya
conseguido, pues entre mi hermana y yo estamos plagadas de voglie di caffè, eso es, las llamadas manchitas de café en
todo el cuerpo (M.A.S., Padova, 1979).

También se dice que mirando la forma de la barriga de una mujer embarazada se puede adivinar el sexo del bebé que va
a nacer. Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari, 1946) afirma, en este sentido, que «si la barriga de la mujer embarazada
tiene forma de pera, si acaba en una punta, el bebé será un macho; en cambio, si la barriga es bien redonda nacerá una
niña».
Otra forma de averiguar el sexo del bebé es preparar dos sillas cubiertas con un trapo o un cojín y esconder, debajo del
trapo de una silla unas tijeras. Si la mujer embarazada se sienta en la silla en la que se ocultan las tijeras, se dice que
tendrá un niño (T. Moretti, Santo Spirito di Bari, 1946).

Antes de decía que las mujeres con el período eran impuras y que por eso no podían dedicarse a muchas actividades por
miedo a que perjudicaran el buen éxito de las misma.

La familia de mi padre, desde hace diversas generaciones, está integrada, en su gran mayoría, por campesinos, hombres y
mujeres que han trabajado toda su vida en el campo y sólo conocen el valor de la tierra y de sus productos. Recuerdo
que, cuando era niña y todavía vivía mi tía Francesca (San Vito dei Normanni, 1927-†2004), cuando se acercaba la
cosecha de los tomates era fiesta en la casa paterna. Los sábados y domingos, que es cuando mis padres no trabajaban
(los dos son funcionarios), nos reuníamos todos en su casa o bien para hacer la salsa y las conservas de tomates o para
colocar los racimos de los tomates de invierno en hilos de hierro que luego se colgaban en los numerosos clavos que se
extendían por todo el techo del garaje, un lugar fresco en el que se suponía que los tomates así colocados tenían que
aguantar para todo el invierno. Es lo que nosotros, en nuestro dialecto, llamamos pummidori a pénn’la 46. Fuera lo que
fuera lo que íbamos a hacer, si alguna de nosotras —entre mi madre, mi hermana y yo— tenía la regla en ese momento
no nos dejaban participar porque decían que íbamos a estropear la conserva con sólo tocar con nuestras manos «impuras»
los botes de tomates. Para mis tías era imprescindible estar «limpias» cuando se iba a preparar cualquier tipo de
conserva, desde la de tomate a las de mermelada. Y nos preguntaban que tal estábamos ese día precisamente para
averiguar si estábamos en condiciones de echarles una mano o no. De lo contrario, nos echaban sin muchos miramientos
(M.A.S., Padova, 1979).

Las novias suelen ser muy supersticiosas y lo hacen todo con que el día de la boda sea perfecto. Lo primero es elegir el
día y el mes para la celebración del sacramento, pues de eso depende la fortuna económica de la pareja y la duración de
su unión (Véase 7.1. Días y 8.1. Meses).
El segundo paso es mirar las previsiones meteorológicas y esperar que acierten para evitar casarse en un día de lluvia.
Aunque también se dice Sposa bagnata, sposa fortunata (Novia mojada, novia afortunada). Con lo cual ya no sabe si
creer en el buen augurio que transmite el refrán y hacer a mal tiempo buena cara. También es importante que

el novio no vea a la novia con el traje de boda puesta antes de la ceremonia;


la novia lleve una algo prestado, algo azul y algo viejo para propiciar fortuna y felicidad;
la novia no debe llevar perlas, pues las perlas traen lágrimas;
cuando llega el momento de ponerse las alianzas, los novios deben tener mucho cuidado y procurar que no se caigan;
si se caen, sólo puede cogerlas el cura que oficia la misa. De lo contrario, atraerían la mala suerte sobre sí mismos;
una vez terminada la misa de boda, los novios salen de la iglesia y todos los invitados deber esperarles fuera y,
cuando se asoman por la puerta, echarles arroz, pues de este modo se les augura prosperidad y felicidad;
en la misma plaza de la iglesia, la novia se pone de espaldas al público y lanza su ramo de flores. Se dice que el que
lo coja (hombre o mujer indistintamente) se casará en el año.

Existen algunos rituales supersticiosos que suelen practicar las chicas que quieren encontrar novio y casarse:

las chicas que no encuentran novio, le piden a San Antonio (véase 13.11. San Antonio de Padua);
en Bari, las chicas que buscan marido suelen ir a la primera misa del 6 de Diciembre, fiesta de San Nicolás, a las 4 o
5 de la madrugada;
en Lecce se cree que, si una chica quiere casarse en el año, debe encender tres velas en tres iglesias de la ciudad.
Los italianos creen en la posibilidad de que los sueños sean una puerta abierta hacia mejores perspectivas de vida. De hecho
todos, tarde o temprano, aprendemos a interpretarlos —o por lo menos lo intentamos— a través de la consulta de la smorfia
napoletana, en la que se relacionan acontecimientos, personajes y objetos que pueden poblar los sueños de todo ser humano
con determinados números que luego servirían para jugar al lotto.

La palabra smorfia se dice que esté vinculada a Morfeo, dios del sueño en la antigua Grecia. En Nápoles existe una larga
tradición de acercamiento al mundo de los números a través del juego del lotto. La misma tradición se ha ido difundiendo
en toda Italia y ahora mismo existen varias smorfie en muchas ciudades de la península. Reproducimos a continuación, a
título de mera curiosidad, las primeras entradas del libro de La smorfia napoletana tal y como aparecen en la versión digital
de la obra en la que se puede ver como cada palabra está relacionada con uno o más números:

Abaco 48;
Abate-ti 38,33
in aeroplano 27
che amoreggia 83
ammalato 27
Abazia 53,84
Abbellimento 47
Abbonamento 11
Abbondanza 2
Abisso 4
Abito 38
[http://it.wikipedia.org/wiki/La_smorfia_napoletana#L].

Según esta antigua tradición de interpretación de los sueños a través de los números, cada objeto, cada entidad, cada
movimiento corresponde, en la smorfia, a un número concreto. La smorfia contiene noventa números y es prácticamente
imposible recordar con que palabra está relacionado cada uno de ellos. Sin embargo, existe una serie, aunque breve, de
relaciones binarias que un italiano siempre tiene en la cabeza y procura no reflejar en su vida diaria. Para dar una idea de lo
que representan para los italianos estos números, baste recordar que, por ejemplo, nunca se regala una pareja de objetos
iguales, pues el número dos está asociado a los cuernos. El cuatro tampoco es buen número, pues es el ataúd. Lo ideal es el
tres, por ser considerado el número perfecto, pues se asocia a las tres personas de la Trinidad. Pero no está mal visto regalar
números impares de cosas (5, 7, etc.).

Pero, ¿qué es el lotto? Un italiano lo tiene muy claro. Los niños, desde pequeños, están acostumbrados a ir al estanco a
coger tarjetitas del lotto para que sus padres puedan rellenarlas en casa consultando su propio libro de la interpretación de
los sueños. Pero, para un extranjero, no es tan fácil entenderlo. El lotto es una razón de vida para muchos italianos, que lo
consideran, además de un juego, un medio para comunicarse con sus propios difuntos. Mejor dicho, son los difuntos que se
comunican con los vivos y aparecen en sus sueños para ayudarles en la situaciones difíciles, aunque sea simplemente
dándoles unos números para que luego puedan jugarlos y, de esta forma, intentar mejorar su nivel de vida. Pero, en
realidad, no resulta imprescindible recibir números por boca de un difunto. Simplemente soñar con un familiar muerto ya
corresponde a un número, que es distinto dependiendo de que si el difunto habla o está callado o realiza alguna acción en
concreto. Por lo general, digamos que cuando sueñan con serpientes, con agujas (véase el apartado 1.1. Aguja), dientes que
se caen, o cualquier otra cosa que les llame la atención los italianos cogen su «biblia de los números» y van buscando los
que se corresponden a lo que han soñado. Los mayores aconsejan dejar siempre una libreta en la mesilla de noche para
apuntar los números que nuestros difuntos nos dan en sueños para que salgan en el sorteo del Lotto.

La mayoría de nuestros informantes pueden dar fe de haber experimentado esta extraña forma de comunicación con sus
difuntos en sueños.

En tiempos más recientes, hasta la grande máquina del lotto se ha puesto al día y se ha sacado una tarjetita especial para los
que quieran jugar su fecha de nacimiento y su signo zodiacal. ¡Por intentarlo que no quede!

Trae mala suerte celebrar un cumpleaños antes de la fecha. Asimismo, trae mala suerte celebrar el conseguimiento de un
trabajo o cualquier otra cosa de cierta relevancia antes de que se haya tomado posesión de lo que sea (o bien un puesto
de trabajo, la concesión de una beca u otro tipo de privilegio, etc.).

Existe una curiosa relación entre el humo del cigarrillo y el sexo. Entre los jóvenes se dice que, cuando un fumador o
una fumadora te echan humo a la cara, está expresando el deseo de tener sexo contigo (Véase apartado 1.15. Cigarro y
cigarrillo).

Es creencia común que el que es afortunado en el amor no suele ser afortunado en el juego, y viceversa. Lo confirman
los siguientes refranes:

Fortunato al gioco, sfortunato in amore


[Afortunado en el juego, desafortunado en el amor]
Sfortunato al gioco, fortunato in amore
[Desafortunado en el juego, afortunado en el amor]

Recogemos, en este apartado, una serie de cuestiones que ya hemos abordado a lo largo de este estudio. La finalidad de esta
reiteración es dar una idea clara de lo arraigada que están determinadas creencias en nuestra cultura. La prueba está en la
multitud de expresiones y gestos que se utilizan en la actualidad para desear suerte o para ahuyentar la mala suerte.

Existen muchas expresiones empleadas hoy en día para desear suerte. Por lo general, está prohibido desear suerte a
alguien antes de un examen o de un acontecimiento importante usando la clásica fórmula Auguri!, pues, de esa forma, se
condena a esa persona a tener más bien mala suerte. En ese caso se aconseja el empleo de otra fórmulas mucho más
coloquiales, como

In bocca al lupo! 47
[¡En la boca del lobo!]

a la que hay que contestar

Crepi il lupo!
[¡Muera el lobo!]

Existen también expresiones algo más vulgares, como

In culo alla balena!


[¡En el culo de la ballena!]

a la que se suele contestar

Sperando che non cachi!


[¡Con la esperanza de que no cague!]

Para terminar, entre las nuevas generaciones se está difundiendo cada vez más la fórmula

Tra le palle del riccio


[Entre los huevos del erizo]

a la que se contesta

Sperando che non pungano


[Con la esperanza de que no pinchen]
Sperando che si spezzino
[Con la esperanza de que se rompan]

Entre los signos y gestos que se emplean para ahuyentar la mala suerte destacan los famosos cuernos, acompañados, a
veces, de la expresión facciamo le corna. Entre los hombre, existe también un gesto propiciatorio algo más vulgar, que
consiste en tocarse las partes íntimas. En cambio las mujeres, por no compartir el aparato genital con los hombres, se
conforman a tocarse el seno, en concreto el seno izquierdo. Aunque se trata de signos muy modernos y no muy
arraigados en la comunidad italiana en general, aunque muy difundidos entre las jóvenes generaciones.
Otro gesto que pertenece a la cultura supersticiosa italiana es el tocca ferro o tocchiamo ferro que se hace ante la visión
de un carro fúnebre así como para alejar una situación o un desenlace que se nos presenta muy trágico o muy poco
agradable.

(M. A. S.) SARDELLI, Maria Antonella. Nacida el 31-10-1979 en Padova (Italia). Doctoranda en el programa de
Doctorado 299 Estructura y función de las unidades lingüísticas estables: fraseologismos y paremias. Autora del presente
trabajo.

Sigue, a continuación, la relación de tres generaciones de informantes, a saber, las primeras tres décadas de 1900, las
siguientes tres décadas de 1900 y, finalmente, los años 70, 80 y 90 del siglo XX:

1910-1920-1930

DELZOTTI, Edelia. Nacida el 5 de noviembre de 1921 y fallecida el 21 de agosto de 1998. Fue costurera. La autora
recuerda muchas anécdotas y supersticiones que le contó en los últimos años de su vida (1996-1998).

DELZOTTI, Silvia. Nacida el 16 de noviembre de 1930 en Santo Spirito di Bari (Puglia). A la largo de su vida ha viajado
mucho, siguiendo al marido, Generale dei Carabinieri, en sus desplazamientos de cuartel en cuartel.

MORETTI, Cosimo. Nacido el 1 de noviembre de 1917 en Santo Spirito di Bari (Puglia). Fue pescador. Ahora está
jubilado.

SARDELLI, Giuseppe. Nacido el 30 de abril de 1934 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia). Campesino, trabaja en
la finca que su famiglia posee desde varias generaciones.

SARDELLI, Maria Concetta. Nacida el 17 de septiembre de 1939 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia). Se dedica a
la costura y a la pastelería. Su familia tiene una finca desde varias generaciones.

SARDELLI, Maria Francesca. Nacida el 11 de julio de 1927 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia) y fallecida el 25
de febrero de 2004. Desde cuando tiene recuerdos, la autora la ha tenido como punto de referencia para todo lo que es
sabiduría popular.
SARDELLI, Vita. Nacida el 14 de julio de 1932 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia). Es pastelera por pasión. Su
familia posee una finca desde varias generaciones.

SARDELLI, Vitantonio. Nacido el 1 de septiembre de 1936 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia). Campesino,
trabaja en la finca que su famiglia posee desde varias generaciones.

1940-1950-1960

DE LISO, Angela. Nacida en Bari. Es dietóloga y trabaja en el Policlinico de Bari.

DELZOTTI, Anna Maria. Nacida el 9 de noviembre de 1956 en Molfetta (Bari, Puglia). Profesora de Instituto hasta hace
unos meses, actualmente se dedica a la escritura.

MORETTI, Teresa. Nacida el 5 de agosto de 1946 en Santo Spirito di Bari (Puglia). Funcionaria, trabaja por el Ministerio
de la Economía.

PEPE, Renata Loredana. Nacida en Bari el 6 de abril de 1962. Regenta una gestoría.

SARDELLI, Donato. Nacido el 14 de enero de 1941 en San Vito dei Normanni (Brindisi, Puglia). Funcionario (Ministerio
de la Economía) hasta febrero de 2008, actualmente se dedica a la gestión de la finca familiar.

1970-1980-1990

ALGARDI, Ervino. Nacido el 18 de enero de 1982 en Modugno (Bari). Licenciado en Económicas, trabaja en la gestoría
de su madre, Renata Loredana Pepe.

FRANCHINO, Francesco. Nacido el 3 de novembre de 1978 en Taranto (Puglia). Abogado. Actualmente trabaja como
funcionario por el Ministerio de la Economía.

TARANTO, Giuliana. Nacida el 13 de marzo de 1983 en Gioia del Colle (Bari, Puglia). Residente en Mottola (Taranto),
estudia Económicas en la Università degli Studi di Bari.
SARDELLI, Giovanni Francesco. Nacido el 20 de enero de 1984 en Mesagne (Brindisi, Puglia). Estudia Informática en la
Università degli Studi di Bari.

SARDELLI, Raffaella. Nacida el 15 de agosto de 1981 en Mesagne (Brindisi, Puglia). Estudia Ingeniería de la
Telecomunicación en la Università degli Studi di Siena (Toscana).

ANDRINI, A. (2006): Per fede e per scaramanzia. Usanze e superstizioni della tradizione contadina. Imola: Bacchilega
Editore.

BIANCHESSI, T. (2008): 101 proverbi d’amore. Florencia: Giunti-Demetra.

BOGGIONE, V.; Massobrio, L. (2004=2007): Dizionario dei proverbi. Turín: UTET.

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DE ROMA, G. (2007): Fioretti peri il mese di maggio. Padua: Edizioni Messaggero di Padova.

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LA PAGLIA, R. (2006): Le superstizioni. Dalla A alla Z, dal Piemonte alla Sicilia. Roma: Hermes Edizioni.

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ZINGARELLI, N. (2008): Lo Zingarelli. Vocabolario della lingua italiana. Bolonia: Zingarelli.

Maria Antonella SARDELLI

Doctora por la Universidad Complutense de Madrid. Licenciada en Filología Hispánica por la Università degli Studi di Bari
(Italia).

Miembro del Grupo de Investigación UCM 930235 Fraseología y Paremiología y miembro investigador del Proyecto de
Investigación I+D Estrategias para aplicar las tic al proceso de adquisición de la competencia paremiológica en el marco
de la enseñanza/aprendizaje de lenguas [Paremiastic] (FFI2011-24962, 2011-2013).

Co-responsable de la lengua italiana y de la lengua inglesa en el Proyecto Refranero Multilingüe (Instituto Cervantes
Virtual) financiado por el Instituto Cervantes (desde enero de 2006).

Sus líneas de investigación son las siguientes: Traducción, Lingüística Contrastiva, Fraseología y Paremiología, Didáctica.

Ha sido profesora de español en la Università degli Studi di Bari (Italia) y de italiano en la Universidad Complutense de
Madrid.

SELECCIÓN DE PUBLICACIONES

CAPÍTULOS DE LIBROS

«Las paremias en el Cancionero de Sebastián de Horozco», en José Labrador y Ralph Di Franco (eds.) Cancionero
Sebastián de Horozco. Toledo: Consejería de Educación, Ciencia y Cultura, 2010, pp. 71-122. ISBN: 978-84-7788-561-
0.
«Algunas consideraciones sobre el Diálogo de la Lengua (1535) de Juan de Valdés». en Antonio Manuel González
Carrillo (coord.) Post tenebras spero lucem. Los estudios gramaticales en la España Medieval y Renacentista.
Universidad de Varsovia y Granada: Editorial Universidad de Granada, 2010, pp. 169-190. ISBN: 978-8433851376
«De la traducción de unidades lingüísticas estables: Problemáticas, técnicas y estrategias», en Salah Mejri y Pedro
Mogorron Huerta (dirs.) Opacidad, idiomaticidad, traducción. Opacité, idiomaticité, traduction. Alicante: Universidad
de Alicante, 2010, pp. 311-326. ISBN: 978-84-9717-131-1.
«La traducción italiana de La casa de Bernarda Alba» en Efthimía Pandís Pavlakis (ed.) Cervantes, Lorca, Jorge
Cardoso y Leopoldo Zea. Madrid: Ed. del Orto, 2007, pp. 149-163.
«Critères pour l’application des techniques de ‘traduction en parémiologie’ aux énoncés sentencieux. Étude contrastive
italien- espagnol», en Michel Quitout & Julia Sevilla Muñoz (ed.) Traductologie, proverbes et figements. Paris:
L’Harmattan, 2009, pp. 183-194. ISBN : 978-2-296-07946-5.
«Las variantes léxicas en las locuciones verbales en el italiano actual», en Pedro Mogorrón Huertas y Salah Mejri (eds.)
Fijación, desaumatización y traducción. Figement, défigement et traduction. Alicante: Universidad de Alicante, 2009,
pp. 21-46. Con la colaboración de Salud JARILLA BRAVO. [julio de 2009] ISBN 978-84-7908-488-2.
«La Iglesia, Dios y los santos en la fraseología del Don Quijote de la Mancha. Estudio contrastivo de algunas
traducciones italianas», en Julia Sevilla, M.ª Teresa Zurdo y Carlos Crida (eds.) Los refranes y El Quijote. Atenas: Ta
kalós keímena, pp. 225-248, 2008. ISBN 978-960-90476-7-8.
«La Zucca (1551) de Anton Francesco Doni y su versión española», en Seminario Internacional “Colección
Paremiológica Madrid 1922-2007”. Madrid: Biblioteca Histórica Municipal de Madrid, pp. 233-252, 2007.

ARTÍCULOS

«Los refranes en la clase de ELE», Didáctica de la Lengua y la Literatura (DILL) 22: 325-350, 2010.
«Aproximación a la elaboración del mínimo paremiológico italiano», Cadernos de Fraseoloxía Galega, 11: 191-209,
2009.
«Aproximación a la didáctica de las unidades fraseológicas en las clases de lengua extranjera. Las expresiones sobre el
agua», FrecuenciaL 35: 29-34, 2009.
«Las concordancias paremiológicas del Diálogo de la Lengua de Juan de Valdés y el Vocabulario de refranes y frases
proverbiales de Gonzalo Correas», Criticón 99: 67-91, 2007 [en colaboración con Julia Sevilla].
«Las paremias en Le sottilissime astuzie di Bertoldo (1606) de Giulio Cesare Croce y su correspondencia italiana»,
Paremia 16: 117-128, 2007.
«Los Refranes neerlandeses (1559) de Pieter Bruegel (alemán-español-italiano)», Paremia 17: 167-178 [en
colaboración con Peter Feige].
«Las ediciones del Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627) de Gonzalo Correas», Culturas Populares,
Revista Electrónica 6 (2007), 16 pp. [http://www.culturaspopulares.org/].
«El fondo italiano de la Colección paremiológica (Biblioteca Histórica Municipal)», Paremia, 15: 29-40, 2006.
(1) Quiero dedicar esta segunda edicióón de mi estudio sobre Creencias populares, supersticiones y fraseologíía en Italia a mi abuelo
materno, fallecido hace algunos añños, por haber intentado transmitirnos su sabiduríía en el largo camino de su vida. Grazie, nonno! volver
(2) ««Conjunto de creencias o práácticas propias de una sociedad y ambientes culturalmente retrasados, basadas en presupuestos máágicos y
emotivos. Desde el punto de vista de las grandes religiones, cada creencia o prááctica que estéé en desacuerdo con la religióón constituida o
altere el equilibrio interno (por ejemplo: en el catolicismo, cada acto de culto falso y superfluo como la adivinacióón, la magia, diversos ritos
privados, etc.). Comúúnmente, creencia en el influjo de factores extraterrenales o máágicos en los acontecimientos humanos. Del lat.
Superstitio- onis, der. de stare ““stare””, con pref. super- ““sopra”” ——opuesto de religio——s. XIV»». volver
(3) ««[palabra culta, del lat. superstitiōne, de superstāre, ““estar encima””; propiamente ““lo que estáá encima, sobrestructura””, opuesto a
religio, genit. religionis, conjunto de fóórmulas sagradas].
1. Creencia, actitud o prááctica que consiste en atribuir fenóómenos explicables racionalmente y naturalmente a causas ocultas o
sobrenaturales. (gener.) Creencia irracional en la influencia positiva o negativa de determinados factores en los acontecimientos
humanos: la supersticióón del gato negro.
2. Exceso de escrúúpulo o temor religioso. Dentro de cada religióón, el resto de antiguos cultos y creencias religiosas anteriores no
completamente eliminadas»» volver.

(4) Peppino de Filippo es un céélebre actor de teatro de mediados del siglo XX. volver
(5) El mapa de Italia que aparece en la páágina anterior procede de la páágina web http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/db/
Regionen_in_Italienbeschriftet.png/ 340px-Regionen_in_
Italien_ beschriftet.png. volver
(6) Massimo Centini (2003: 106), en su ensayo sobre la historia y el origen de las supersticiones, nos explica el origen de esta creencia:
Questa credenza trae origine dal tempo di guerra. Infatti, in trincea, di notte, piùù soldati si accendevano la sigaretta con un solo fiammifero
per risparmiare; il cecchino nemico aveva cosìì tutto il tempo di prendere la mira e conseguentemente sparare al terzo soldato, che per logica
gerarchia militare era l’’ultimo ad accendere la propria sigaretta. Questa superstizione probabilmente ha avuto origine durante la Grande
Guerra, quando le trincee erano colme di soldati che dovevano difendere i confini in stressanti e logoranti combattimenti, dove si lottava e si
moriva per acquistare qualche metro in piùù, sotto il tiro incrociato di cecchini sempre in agguato.
[Esta creencia tiene su origen en la éépoca de la guerra. En efecto, en la trinchera, de noche, varios soldados encendíían el cigarrillo con una
sola cerilla para ahorrar; de este modo, el enemigo teníía todo el tiempo de apuntar y disparar al tercer soldado, que, por lóógica jerarquíía
militar, debíía ser el úúltimo en encender su proprio cigarrillo.
Es probable que esta supersticióón tuvo origen durante la Grande Guerra, cuando las trincheras estaban repletas de soldados que debíían
defender las fronteras en batallas estresantes y agotadoras, donde se luchaba y se moríía para conquistar pocos metros debajo del fuego
cruzado del enemigo al acecho]. volver
(7) La simbologíía del cornetto portafuna estáá todavíía muy viva en el pueblo italiano, hasta tal punto que, unos díías antes de licenciarme,
en octubre de 2004, un amigo me regalóó un cuernecito de oro blanco para colgarlo en la pulsera y me deseóó buena suerte para el díía de la
defensa de la tesina. volver
(8) Roberto La Paglia (2006: 69) documenta tambiéén una supersticióón muy difundida y relacionada con la accióón de tropezar en uno de
los peldañños de una escalera:
tropezar al subir por la escalera anuncia boda cercana;
tropezar al bajar por la escalera presagia péérdida de dinero.
Para máás detalles sobre las creencias relacionadas con la escalera es aconsejable la consulta de los ensayos de Massimo Centini (2003) y
Roberto La Paglia (2006) sobre el tema. volver
(9) Massimo Centini (2003: 80-81), en su libro sobre la Storia e interpretazione delle superstizioni, documenta muchas creencias
relacionadas con la escoba que seríía interesante conocer, aunque no todas se reflejan en la tradicióón popular supersticiosa del sur de Italia.
volver
(10) Existe una leyenda relacionada con la supersticióón en torno a la herradura. Se cuenta que un díía San Dunstano clavóó la pezuñña del
diablo para impedirle que hiciera dañño a alguien. El diablo suplicóó al santo que lo liberara y a ééste le dio tanta pena que lo hizo con una
condicióón: le pidióó que, en cambio, el diablo protegiera de todo maleficio las casas en las que se colgara la herradura. volver
(11) La expresióón equivale, en españñol, a tocar madera. Paolo Toschi (1959: 186-187) documenta la costumbre de algunos italianos de
tocar madera en lugar de toccare ferro, como es máás propio en nuestra cultura, y lo explica como sigue:
Se torniamo col pensiero all’’albero di maggio e a tutte le credenze sulla forza vitale e propiziatrice dello spirito arboreo, ci vien facile
spiegare come anche al legno si attribuiscano virtùù analoghe a quelle del ferro. E poi …… il legno èè un mezzo di difesa che piùù
facilmente si trova a portata di mano.
[Si volvemos con el pensamiento al áárbol de mayo y a todas las creencias sobre la fuerza vital y augural del espííritu del áárbol, nos resulta
fáácil explicar que a la madera tambiéén se atribuyen virtudes parecidas a las del hierro. Y ademáás... la madera es el instrumento de defensa
que máás fáácilmente se tiene a mano].
Conviene detenernos ahora en el significado del albero di maggio. En algunos pueblos del sur de Italia, se celebra la llegada del buen tiempo
con una fiesta del áárbol, que se celebra el primer domingo de mayo. Báásicamente la celebracióón se desarrolla alrededor de un áárbol
grande, de por lo menos veinte metros de altura, que los campesinos cortan en el bosque y llevan al pueblo donde las mujeres estaráán
esperando con comida y vino para celebrar la llegada del áárbol. Los pormenores de las celebraciones varíían segúún los pueblos y las
regiones pero todas se basan en las propiedades del áárbol que desprenderíía energíías positivas que propiciaríían el buen desarrollo de la
vida comunitaria y los pequeñños ééxitos personales. Roberto La Paglia (2006: 122) documenta la Festa dell’’albero en Alessandria del
Carretto, un pequeñño pueblo de Calabria. volver
(12) Con razóón, sinistro/siniestro indica tambiéén el accidente de trááfico y se asocia con frecuencia con el seguro. Por eso, se dice en
españñol, de seguro contra siniestros y, en italiano, de assicurazione contro i sinistri. volver
(13) ««Adjetivo, figurado; ráápido, áágil; capaz, háábil [...]; 5 adjetivo, propicio, favorable»». volver
(14) ««En el lééxico religioso 'izquierda' equivale a aciago, desfavorable, adverso, contrario, funesto, infausto, nefasto, negativo, dicho de
persona, BIECO, amenazante, TORVO, TRUCE, hostil, malvado, no es un caso que la terminologíía de los seguros y la de la cróónica llamen
'siniestro' una desgracia.
'Derecha', en cambio, equivale a háábil, capaz, listo, precavido, sagaz, positivo, favorable, afortunado, de buen agüüero»». volver
(15) En italiano se emplea tambiéén la locucióón sinóónima alzarsi con la luna storta [levantarse con la luna torcida] para decir que alguien
se ha levantado mal, que ha empezado mal el díía y va a estar de mal humor. volver
(16) ««Se emplean pequeññas figuras de jorobados como talismáán; tambiéén tocar una joroba o encontrar a un jorobado por la calle indica
novedades agradables. La joroba, como toda protuberancia, estáá ligada al concepto de que todo lo que estáá hinchado desprende una fuerza
positiva, pues es el principio de una vida oculta, de un desarrollo, de una germinacióón donde reside la vitalidad. Asíí, pues, trae buena suerte
tocar la barriga de una mujer embarazada y las hierbas máágicas en pleno brote; del mismo modo, aleja el mal de ojo tocar el miembro viril
erecto y sus apééndices»». volver
(17) En este sentido, Roberto La Paglia (2006: 63) refiere una curiosa costumbre que se practica en la zona de Náápoles para alejar las malas
lenguas:

A Napoli si usa mettere fuori dalla finestra un chiodo contro le malelingue al quale vengono appese delle forbici in modo tale da
restare aperte; in questa maniera si crede che le malelingue non possano entrare in casa perchéé tagliate dalla forbici.
[En Náápoles se suele poner fuera de la ventana un clavo contra las malas lenguas; de este clavo se cuelgan una tijeras de manera que
se queden abiertas; de este modo, se cree que las malas lenguas no puedan entrar en la casa porque las tijeras las cortan]. volver

(18) En el universo de los fraseologismos, la izquierda siempre es sinóónimo de maldad, negligencia, descuido. De hecho, existe una
locucióón en italiano en la que se relacionan el hecho de utilizar la mano izquierda con la superficialidad con la que se hacen las cosas: fare
una cosa con la mano sinistra. Otra acepcióón, menos difundida, se centra en la facilidad con que supuestamente se realizaráá una accióón.
Por tanto, no se necesitan ambas manos ni la derecha, la mano que máás utilizamos en nuestros quehaceres diarios. volver
(19) La observacióón de distintos fenóómenos, aparentemente naturales, puede servir para establecer que estáán pensando en nosotros o que
nos estáán nombrando. Es curioso, por ejemplo, el caso del hipo. Cuando una persona, de repente y sin razóón aparente, tiene hipo, se dice
que alguien estáá pensando en ella o la estáán mencionando en una conversacióón con una tercera persona. Pero todo sin malicia y sin dobles
fines. Segúún la creencia popular, se puede llegar a establecer quiéén es la persona que estáá pensando en nosotros. Si estamos con máás
gente, tenemos que pedirles que nos digan el primer núúmero que les sale a la mente y empezar a contar las letras del alfabeto hasta llegar a
esa cifra. Por ejemplo, si el núúmero es el diecisééis, tendremos que empezar a contar de la manera siguiente: 1A, 2B, 3C,…… 10L ……
hasta 16R. Eso quiere decir que el nombre de la persona que estáá pensando en nosotros empieza por ““R””.
Segúún otra supersticióón máás antigua, cuya explicacióón se ha perdido en los recovecos del tiempo, cuando la lumbre de la chimenea
sopla, es decir, cuando las llamas empiezan a temblar de manera que parece que el fuego va a apagarse, en ese mismo instante nuestros
antepasados sabíían con certeza que alguien estaba hablando mal de ellos. Y solíían decir: ««Una malalingua. Maledetta!»». Miles de veces
he sido testigo de situaciones parecidas en casa de mi abuelo. Fue mi tíía Francesca (San Vito dei Normanni, 1927-††2004) quien me revelóó
esta creencia que se va perdiendo a medida que desaparecen las casa antiguas en las que se sóólo se calentaban con chimeneas y la antigua
costumbre de reunirse todos cerca de lumbre despuéés de las largas horas de trabajo del díía. volver
(20) ««La importancia de las relaciones entre el hombre y el mundo de los animales salvajes y doméésticos, que se coloca en un extenso arco
de supersticiones, se justifica por una preocupacióón predominante en el hombre: el miedo a la muerte y la tentativa de librarse de ella a
travéés de un imaginario itinerario de supervivencia, directamente ligado –– entre otras cosas –– a la difundida creencia segúún la cual del
cuerpo del hombre muerto se desprende un alma o un halo, un soplo o un doble que toman forma animal y se siguen presentando a los vivos,
exigiendo respeto e imponiendo determinadas reglas para el contacto. Este tipo de mitologíía, de naturaleza universal, sigue ofreciendo
amplios testimonios cerca de nosotros, no sóólo en áámbito popular y campesino, sino tambiéén entre las clases medias y cultas de las
ciudades. En algunos casos, es posible individuar su procedencia de las creencias religiosas del mundo antiguo»». volver
(21) Roberto La Paglia (2006: 53) proporciona máás detalles sobre las supersticiones relacionadas con el cuco:

ÈÈ importante peròò distinguere da quale direzione viene il canto di questo uccello, se infatti il suo canto proviene da nord èè presagio
di problemi e dolori. In alcuni paesi èè ancora usanza tentare di capire quanti anni mancano ancora al matrimonio, oppure quanto
dureràà l’’amore, contando il numero dei suoni emessi dal cuculo.
[Pero es importante distinguir de quéé direccióón viene el canto de este ave; si su canto viene de norte presagia problemas y duelos.
En algunos paííses existe todavíía la costumbre de calcular los añños que quedan para casarse, o cuáánto duraráá el amor, a travéés del
núúmero de sonidos emitidos por el cuco].

Sobre el tema vééase tambiéén la obra de Massimo Centini (2003=2000: 94). volver
(22) El resultado de nuestro trabajo de campo coincide perfectamente con lo que comenta Roberto La Paglia (2006: 57) en su ensayo sobre
las supersticiones. volver
(23) Quizáás convenga explicar brevemente esta paremia que relaciona la gallina, la ceniza y la lluvia. Los campesinos saben muy bien que,
cuando va a llover, el aire se llena de pequeñños mosquitos e insectos que molestan a los animales en general y, cóómo no, las gallinas.
ÉÉstas úúltimas, para quitarse los paráásitos que se les meten entre las plumas, se agazapan en la ceniza y restriegan en ella las plumas que,
por la variacióón de la electricidad atmosféérica, se electrizan y dan cobijo a todo tipo de insecto. volver
(24) Conviene destacar que en italiano se cambia la terminacióón en ««a»» de la palabra ««grondaia»» por ««grondaio»» para que rime con
««pollaio»». Esta téécnica aplica con frecuencia en la creacióón de los refranes para facilitar su memorizacióón. volver
(25) Estas paremias se pueden explicar fáácilmente si se piensa que a los voláátiles de granja no les gusta la lluvia, con lo cual, si la
presienten, aguardan en el gallinero para no mojarse. En cuanto a los úúltimos dos enunciados, es sabido que, por lo general, pollos, gallos y
gallinas no beben mucha agua. Por eso, por contraste, si el gallo bebe mucho, sobre todo en verano, cuando pega máás el sol y el aire es
afoso, los campesinos suelen interpretar su necesidad de beber como premonicióón de pronta lluvia. volver
(26) ««Parece ser que el gato negro traiga mala suerte simplemente porque, cuando las carreteras estaban repletas de lodo y las cruzaban
sóólo carros tirados por caballos, la preocupacióón principal del que los conducíía era una sola: evitar los gatos negros. De hecho, cóómplices
la oscuridad de la noche y el lodo, si los caballos, que no podíía localizar los gatos negros a causa de los paraojos, se encontraban estos
pequeñños animales entre las patas, se asustaban y hacíían caer al conductor, con el riesgo de volcar el carro y los que la ocupaban»». volver
(27) Roberto La Paglia (2006: 33) alude tambiéén del gato como premonitor de visitas:
Ai giorni nostri, invece, il gatto annuncia una visita e prevede il tempo, ma porta anche fortuna, oppure disgrazia, per esempio morte
in famiglia. Per le visite esiste una casistica ben precisa: se l’’animale si pulisce la anteriore del corpo arriveràà un uomo; se si pulisce
quella posteriore, invece, una vecchia; se si lecca la coda, il visitatore non saràà una persona simpatica, ma se si lecca tutto il corpo, si
gratta dietro l’’orecchio e poi si passa la zampa sul naso, c’’èè da aspettarsi l’’arrivo di un ospite gradito.
[En la actualidad, el gato anuncia una visita y prevéé el tiempo, pero trae tambiéén buena suerte o desgracia, por ejemplo, muerte en la
familia. Para las visitas, existe una estadíística precisa: si el animal se limpia la parte anterior del cuerpo llegaráá un hombre; si se
limpia la parte posterior, llegaráá una vieja; si se lame la cola, la visita no seráá una persona simpáática; pero, si se lame todo el
cuerpo, se rasca detráás de la oreja y luego se pasa la pata en la nariz, es de esperar la llegada de un huéésped de agrado].

Massimo Centini (2003=2000: 97) tiene su propia versióón de esta creencia que relaciona el gato con los pronóósticos de lluvia y
las premoniciones de visitas máás o menos agradables:

Osservato anche come vero e proprio indicatore meteorologico, il gatto annuncia, con i propri gesti, le condizioni del tempo. Quando
si lecca le zampe annuncia pioggia, che potràà essere un vero e proprio nubifragio qualora l’’animale si passi le zampe dietro le
orecchie.
Se un gatto starnutisce la pioggia saràà prossima; se sta con la schiena rivolta verso la fonte di calore, annuncia tempesta. Inoltre, se di
mattina si lava l’’orecchio destro, preannuncia l’’arrivo di una persona gradita; di contro, se si lecca la zampa sinistra, avvisa del
sopraggiungere di uno scocciatore.
[Observado tambiéén como verdadero indicador meteorolóógico, el gato anuncia, con sus gestos, las condiciones del tiempo. Cuando
se lame las patas anuncia lluvia, que podráá ser una autééntica tempestad si se pasa las patas detráás de las orejas.
Si un gato estornuda, la lluvia estaráá cerca; si se encuentra con la espalda hacia la fuente de calor, anuncia tormenta. Ademáás, si por
la maññana se limpia la oreja derecha, anuncia la llegada de una persona agradable; por el contrario, si se lama la pata izquierda,
anuncia la llegada de una persona desagradable]. volver

(28) ““En nuestras latitudes, se encuentran principalmente dos tipos de grillos: el grillo del campo, de color marróón o negro, llamado grillo
canternino, que vive en las galeríías escavadas en los terrenos con hierba; y el grillo domééstico, parecido al anterior pero de color marróón
claro o gris claro, llamado grillo del focolare (Acheta domesticus), que vive en las grietas de las paredes, igual que el grillo parlante de
Pinocho, que representa la voz de la conciencia””. volver
(29) Roberto La Paglia (2006: 63) explica que

Nel Napoletano, quando a una lucertola si spezza la coda si usa dire ““Ai tuoi””, al fine di scongiurare le bestemmie mandate dalla
coda in movimento [……].
In Sicilia, piùù precisamente a Noto, sopravvive una macabra usanza: trovata una lucertola dalla coda biforcuta, si usa metterla
sott’’olio, dopo averla uccisa, al fine di propiziarsi fortuna e felicitàà.
[En la zona de Náápoles, cuando a una lagartija se el rompe la cola, se suele decir ««A los tuyos»» con el objeto de conjurar las
blasfemias dirigidas por la cola que se mueve [...].
En Sicilia, en concreto en Noto, sobrevive una macabra costumbre: cuando se encuentra una lagartija, se suele meterla en aceite,
despuéés de haberla matada, para conseguir fortuna y felicidad]. volver

(30) Para estas definiciones hemos acudido a la versióón digital del Dizionario della lengua italiana de De Mauro
[http://www.demauroparavia.it/23219]. La interpretacióón metafóórica de la lechuza procede del Dizionario dei proverbi italiani di Lapucci.
Para máás detalles vééase tambiéén el estudio de Massimo Centini (2003=2000: 92-93). volver
(31) Massimo Centini (2000=2003: 92) ilustra tambiéén máás creencias que relacionan el perro con la muerte y que, aunque parecen haberse
olvidado en las zonas del sur de Italia en las que hemos realizado nuestro trabajo de campo, parecen seguir vigentes en el centro-norte:

Un cane che abbaia davanti a una porta aperta èè cattivo segno; se abbaia alla nascita di un bambino indica un futuro infelice per il
neonato.
[……]
Anche un cane randagio che entra in un giardino e scava una buca, èè segno di prossima morte per qualcuno degli abitanti. Se un cane
abbaia un numero di volte dispari, annuncia morte di qualcuno.
[……]
Se si addormenta con le quattro zampe allungate, la nera signora colpiràà repentinamente la persona che si trova nella direzione degli
arti distesi dell’’animale.
[Si un perro ladra delante de una puerta abierta es mala seññal; si ladra ante el nacimiento de un bebéé anuncia un futuro infeliz para
el reciéén nacido.
[……]
Si un perro de la calle entra en un jardíín y cava un hoyo, es seññal de la próóxima muerte para uno de sus habitantes.
[……]
Si se duerme con las cuatro patas estiradas, la negra seññora cogeráá a la persona que se encuentra en la direccióón de las patas
extendidas del animal].

No podíían faltar supersticiones que vinculan fenóómenos atmosfééricos como la lluvia a determinados comportamientos del perro (Centini,
2000=2003: 92):

Se mangia l’’erba la pioggia èè prossima; e lo stesso vale se si gratta per troppo tempo (sempre che non abbia le pulci); se invece si
rifugia sotto il tavolo o sotto il letto il nubifragio saràà terribile.
[Si come hierba, la lluvia estáá cerca; lo mismo se dice si se rasca durante demasiado tiempo (siempre que no tenga pulgas); en
cambio, si busca amparo debajo de la mesa o debajo de la cama, la tempestad seráá terrible]. volver

(32) La historia secreta del Ratóón Péérez, el equivalente españñol del topino dei denti italiano, es una magníífica reconstruccióón de uno de
los mitos máás universales de nuestros tiempos: la historia del ratóón al que los niñños de todo el mundo –– desde Italia a Francia, desde
Españña a Japóón, pasando por India, China y Madagascar, etc. –– le han entregado sus dientes. Son muchas y variadas las leyendas que se
refieren a este misterioso ratóón. Para eso y máás detalles, remitimos directamente a esa preciosa joya de antropologíía comparada. volver
(33) Calitri es una ciudad de la Campania, situada en la zona de la Irpinia, en provincia de Avellino. volver
(34) Para documentar el origen de algunas supersticiones relativas al sapo hemos consultado del Dizionario dei proverbi italiani de Carlo
Lapucci (2006: 1022). Para máás detalles, vééase tambiéén la obra de Massimo Centini (2000=2003: 101). volver
(35) ««En la campiñña de Toscana, hace tiempo la supersticióón empujaba a clavar sapos en las caññas y, estas en el suelo, dejáándolos morir
colgando de estas caññas. Ceremonia misteriosa y macabra ligada a la idea de que en el cuerpo del sapo habíía fuerzas demonííacas»». volver
(36) Ya anunciáábamos al principio de este apartado acerca de las supersticiones relativas al mundo animal que muchos animales estáán
relacionados con los difuntos o se consideran encarnaciones de las almas de los difuntos que buscan a los vivos para comunicar con ellos. Lo
hemos visto con los sapos y lo podemos ver tambiéén con mariposas y falenas. Por lo general, se dice que cuando una mariposa o una falena
da vueltas y vueltas alrededor de una láámpara o un foco, no se trata de un simple insecto, sino de almas de difuntos que estáán cerca de
nosotros. Para máás detalles sobre la entraññable y misteriosa relacióón entre animales y almas difuntas remitimos a las obras de Alfonso Di
Nola (1993=2006: 27-30) y Massimo Centini (2000=2003: 95). volver
(37) Para máás datos sobre esta tradicióón tan arraigada en Miláán vééase el artíículo de prensa Galleria, ogni giorno in 10mila all' assalto
del toro antisfortuna (Corriere della Sera, 14 de enero de 2008, consultado el 2 de febrero de 2012
(http://archiviostorico.corriere.it/2008/gennaio/ 14/Galleria_ogni_giorno_10mila_all_co_7_080114006.shtml). volver
(38) Conviene recordar que el siete es un núúmero importante en la religióón cristiana, pues siete son los sacramentos (Bautismo,
Confirmacióón, Eucaristíía, Penitencia, Orden Sacerdotal, Matrimonio y Uncióón de los enfermos), los dones del Espííritu Santo (Sabiduríía,
Entendimiento, Ciencia, Consejo, Piedad, Fortaleza, Temor de Dios), las virtudes (Humildad, Generosidad, Castidad, Paciencia, Templanza,
Caridad, Diligencia) y los pecados mortales (Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia, Pereza). volver
(39) Tambiéén existen otros tipos de amuletos y objetos empleados en la actualidad para alejar la mala suerte. Para máás detalles al respecto
vééase el apartado 1.20. Cuerno. volver
(40) Esta paremia tiene su correspondiente españñol en a En martes ni te cases ni te embarques. volver
(41) Nos parece de cierto interéés seññalar que Giuseppino De Roma (2007: 10-11) recoge un cuento relacionado con los mirlos y el 29, 30 y
31 de enero. volver
(42) Vééanse, al respecto, los siguientes artíículos de prensa: ««Prosperitàà e salute»», de Maurizio Bianchi (Famiglia Cristiana, n.ºº
52/2009); ««I piatti del buon augurio»», de Terry y Toni Sarcina (Famiglia Cristiana, n.ºº 1/2009). volver
(43) ««Creo que se poníía un zapato fuera de la puerta de casa, despuéés de haber escondido en el zapato dulces o galletas. No se teníía una
concepcióón positiva de los difuntos. No se hacíía para honrar su memoria, sin por miedo a que volvieran a molestar a los vivos»».
Anna Andrini (2006: 47), en su libro sobre las creencias y costumbres en el mundo campesino, recoge una costumbre antigua relacionadas
con el díía de los muertos en la que se nota el respeto reverencial que se mantiene hacia los familiares fallecidos. volver
(44) ««[……] la noche anterior al 24 de junio las campesinas preparaban una pequeñña bola de harina empastada con agua y la poníían en la
ventana, expuesta a la brisa durante toda la noche. Convencidas de haber conseguido, de este modo, un potente talismáán contra las brujas, al
díía siguiente lo colocaban en una viga para proteger la casa.
A la brisa de San Juan se exponíían las mantas de lana para protegerlas de las polillas. Y, durante la noche, se cogíía algúún grano verde de
uva para dáárselo de comer a los pollos al díía siguiente, creyendo que, de esta forma, no volveríía a picar los racimos de uva.
Por la maññana del díía de San Juan los campesinos se levantaban temprano. Se solíía revolcarse en la hierba húúmeda de brisa para
conseguir salud y para tratar las llagas y las enfermedades de la piel. Los hombres se baññaban en los rííos para ahuyentar la tiñña. Las chicas
se lavaban la cara con la brisa de las flor de San Juan para parecer máás guapas»». volver
(45) Sigue el refráán raducido al italiano estáándar: San Giovanni, San Giovanni, prendi i fioroni e mangiali. volver
(46) Hoy en díía, estos tomates se han convertido en un producto de lujo, pues son muy apreciados entre los entendidos pero no hay mucha
gente que los siga conservando de esta manera, porque colgar los tomates asíí como se hacíía hace unos veinte añños supone muchas horas
de trabajo que las mujeres ««modernas»» no tienen o no quieren sacar para este tipo de actividades consideradas demasiado pesadas. volver
(47) Esta expresióón puede resultar un poco rara en españñol por su parecido a la locucióón meterse en la boca del lobo, que significa todo lo
contrario, es decir, arriesgarse, meterse uno mismo en una situacióón peligrosa. volver
G. Angela MURA 1
Universidad Complutense de Madrid (España)
angela_mura@yahoo.it

Resumen: Este trabajo presenta las creencias populares y las supersticiones más arraigadas en la isla de Cerdeña, un
territorio aislado por su propia naturaleza y, por consecuencia, altamente conservador y rico en creencias tradicionales. A
través del testimonio directo de un buen número de informantes procedentes de varias zonas de la isla, se han coleccionado
las unidades fraseológicas (especialmente refranes) asociadas a las supersticiones recopiladas.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Cerdeña.

Titre : « Croyances populaires, supertistions et phraséologie en Sardaigne »


Résumé : Cette étude présente les croyances populaires et les superstitions les plus ancrées en Sardaigne. Le fait que ce
territoire soit isolé par sa propre nature explique son caractère hautement conservateur ainsi que sa multitude de croyances
traditionelles. A travers le témoignage direct d’un bon nombre de personnes interrogées venant de plusieurs régions de l’île,
il nous a été permis de regrouper les différentes unités phraséologiques (et plus particulièrement les proverbes) associées
aux superstitions collectées.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Sardaigne.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Sardinia»


Abstract: This paper deals with deeply rooted popular believes and superstitions in Sardinia, a territory isolated by its own
nature. Consequently, this island remains highly conservative and possesses a wide range of traditional beliefs. Thanks to
the direct testimony of inhabitants coming from different areas of the island, we have been able to collect phraseological
units (especially proverbs) associated with the superstitions gathered.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular belief. Oral Tradition. Sardinia.

Antes de adentrarnos en el mundo de las supersticiones sardas, conviene ilustrar, a grandes rasgos, la situación lingüística
de Cerdeña. Por sus características territoriales y su realidad antrópica, esta isla del Mediterráneo muestra una imagen de
profunda diversidad y aparece como un lugar de contrastes y diferencias que ningún país en el mundo euromediterráneo
posee. Esto se debe a su naturaleza, a su autenticidad y primitivismo. Cerdeña es un lugar no contaminado, remoto y
exótico, rico en colores locales. Tanto las condiciones geográficas como los acontecimientos históricos han contribuido a
que la isla estuviera poco expuesta a las influencias externas y a los intercambios culturales. Siempre ha sido una de las
tierras más aisladas del Mediterráneo y, por consecuencia, una de las más conservadoras, lo que ha permitido la
preservación de un patrimonio cultural tradicional de gran riqueza.

Cerdeña presenta una discontinuidad lingüística marcada por un fuerte individualismo cultural. La lengua sarda comprende
una serie de variedades que se diferencian de una zona a otra o, mejor dicho, de un pueblo a otro; cada subregión posee su
dialecto, cada uno con su propio estilo, su timbre, su musicalidad. Son muchas las investigaciones que han intentado poner
orden en este magma de variantes léxicas y fonéticas. Por lo general, los estudiosos coinciden en distinguir dos macro-áreas
lingüísticas: una centro-septentrional (logudorese) y una meridional (campidanese), que dividen la isla en dos partes y se
subdividen, a su vez, en distintas subáreas como la del nuorese. Además de estas dos principales franjas lingüísticas, hay
otras variedades de origen alógeno: el catalán, hablado en la ciudad de Alghero, el tabarchino o ligure, dialecto de origen
genovés que se habla en la zona de Carloforte, el sassarese y el gallurese, que se alejan del sardo por su morfología
continental, por su sintaxis esencialmente italiana y por el léxico que, aunque contenga numerosos vocablos indígenas y
españolismos, presenta también un gran número de voces continentales que contrastan con el genuino léxico sardo.

A continuación presentamos un mapa de Europa, con el objeto de facilitar la ubicación de la región de Cerdeña (Figura 1) y
un mapa lingüístico de la isla, que refleja la fragmentación de la lengua sarda (Figura 2):
Figura 1: Mapa de Europa.

Figura 2: Mapa lingüístico de Cerdeña.

Este trabajo refleja plenamente la fragmentación arriba mencionada, pues el material se ha recopilado a partir de encuestas
y entrevistas realizadas en distintas localidades de la isla y, en consecuencia, muestra toda la gama de las variedades
lingüísticas habladas en el territorio sardo. Al transcribir las expresiones en sardo proporcionadas por los distintos
informantes, hemos optado por respetar el origen y la procedencia de cada una de ellas, reproduciendo fielmente sus
palabras, acompañadas de la adscripción de la variedad lingüística en la que se expresan, señalada entre paréntesis, y de la
traducción al español, debidamente incluida entre corchetes.
Para la realización de este trabajo hemos contado con la colaboración, la disponibilidad y la paciencia de un total de
veintisiete informantes procedentes de distintas regiones de Cerdeña —desde ciudades como Sassari o Cagliari hasta
algunos pueblos del interior como Bitti— y pertenecientes a distintas franjas de edades. El contacto directo con los
informantes nos ha permitido llevar a cabo un trabajo de campo en el que el testimonio real de los habitantes indígenas se
complementa con la observación directa de las distintas realidades sardas. En una segunda fase de la investigación, hemos
consultado algunas colecciones de refranes sardos y algunas obras dedicadas al estudio de las tradiciones populares de
Cerdeña, con el objeto de documentar los refranes y demás unidades fraseológicas que se suelen asociar a las creencias
populares y supersticiones recopiladas.

A través de las encuestas, hemos podido observar desde cerca el universo de las supersticiones sardas y hemos comprobado
que el mito de la superstición sigue vigente en la isla y que, al igual que la mayoría de las tradiciones que se propagan en
esta tierra tan antigua, las supersticiones se transmiten de generación en generación, perpetuándose a través de los siglos y
maravillándonos por su conservación inalterada. En este viaje por la isla de Cerdeña a través de sus supersticiones hemos
podido apreciar las mismas creencias expresadas en dialectos diferentes, prueba ésta de que las supersticiones han viajado y
siguen viajando de norte a sur, de este a oeste, condicionando las costumbres y las actividades de la mayoría de la población
sarda.

Aunque hemos registrado un gran número de supersticiones en toda la isla, hemos comprobado que la mentalidad
supersticiosa se ha arraigado con mayor fuerza en la zona central de la región, la Barbagia, que es la zona más
conservadora, una isla dentro de la isla, donde el cristianismo tardó mucho tiempo en ser aceptado como credo religioso por
las gentes del sitio, rebeldes por definición. Este hermetismo casi total caracterizó a la Barbagia durante varios siglos y se
manifestaba no sólo hacia las influencias procedentes de ultramar, sino también hacia los habitantes de las zonas llanas y de
las costas, mucho más proclives a las influencias externas. El aislamiento en que vivían los bárbaros (así llamaban a los
habitantes de esta zona montañosa) hizo que se conservaran los rituales y las tradiciones que en otras zonas ya habían
desaparecido.

Todo ello se refleja, en gran medida, en el mundo de las supersticiones que, aunque hayan sido readaptadas al cristianismo,
siguen conservando esa matriz pagana originaria, de la que aún no se han librado del todo. Heredadas por las numerosas
poblaciones colonizadoras que se establecieron en la isla durante varios años, cada una de ellas con su credo y pensamiento,
estas antiguas creencias supersticiosas se extendieron en el pueblo sardo mezclándose y amalgamándose con las creencias
autóctonas. Las supersticiones reflejan y expresan un mundo lejano, un microcosmo que ha sido capaz de conservar y
transmitir a su gente su propia manera de vivir y pensar. A veces documentadas a través de dichos y refranes, las
supersticiones reflejan los hábitos de la vida social de Cerdeña, marcada por el ritmo de las estaciones del que dependían
las labores agrícolas y ganaderas, los recursos principales de los sardos hasta hace poco. Estas supersticiones relacionadas
con la naturaleza humana y animal representan un universo dominado por la incertitumbre y la precariedad y testimonian
un mundo duro y cruel, el mundo en que vivieron nuestros antepasados, que luchaban para la supervivencia contra las
fatalidades imprevisibles de la naturaleza.

Realizaremos nuestro recorrido por las supersticiones vigentes en Cerdeña siguiendo el índice general de esta obra
colectiva, para cuya consulta remitimos al Estudio preliminar.

En la tradición popular de Cerdeña la aguja es un instrumento muy utilizado en distintos rituales supersticiosos para
conjurar la mala suerte. Recuerda Maddalena Guisu (Bitti, 1959) que no si donat unu muccatoreddu chene punghere
chin d’un acu chie lu retzit (nuorese) [no se regala un pañuelo sin pinchar con una aguja al que lo recibe], es decir,
regalar un pañuelo trae lágrimas y para evitarlo es preciso pinchar con una aguja a la persona destinataria del regalo, de
modo que las lágrimas estén provocadas sólo por la pequeña herida hecha por la aguja y no por otros males más
profundos y dolorosos.
Otra creencia que prevé el uso de las agujas como remedio contra los malos presagios está relacionada con las panas. Se
cuenta que las panas eran mujeres que habían muerto en el parto y que, durante siete años después de su muerte, a
partir de las doce de la noche hasta el amanecer, como penitencia tenían que lavar la ropa de sus niños en un río
sirviéndose de la tibia de un muerto. Si alguien interrumpía el trabajo de las panas, ellas tenían que volver a empezar su
labor y la pena se prolongaba durante siete años más. Según la creencia popular, al molestar a las panas se corría el
riesgo de que éstas se convirtieran en entidades peligrosas para los vivos; de ahí que antiguamente las mujeres en
Cerdeña tuvieran miedo de acercarse a un río durante la noche. Con objeto de conjurar el peligro, cuando una mujer
moría durante el parto, se solían poner en su ataúd varias agujas, junto a hilos de coser, dedales y unas pastillas de jabón
que ayudaran al alma en su labor de remendar y lavar la ropa de sus niños, para que la pena durara el menor tiempo
posible (A.M., Alghero, 1980).
Cuenta Giuliana Buffa (Bitti, 1937) que la aguja se utilizaba también en un ritual que seguían las mujeres sardas para
curar el orzuelo. Según nuestra informante, el ritual consistía en dibujar una cruz imaginaria con una aguja y un hilo de
coser delante del ojo infectado. Su hermana, Maria Buffa (Bitti, 1929) aporta unos detalles más: para que el ritual
surgiera efecto, las cruces que se delineaban delante del ojo cerrado tenían que ser tres y el hilo que se introducía en la
aguja debía ser exclusivamente de seda negra.

Sebastiano Sanna (Bitti, 1955) recuerda haber escuchado en el pueblo de Siniscola la expresión duas mizas diversas pro
s’ocru malu (nuorese) [Dos calcetines diferentes por el mal de ojo], que alude a uno de los numerosos remedios de la
población sarda contra el ocru malu (véase el apartado 18.2. dedicado al mal de ojo).

Se cree comúnmente que trae mala suerte levantarse por el lado izquierdo de la cama, pues es el lado del demonio
(A.M., Alghero, 1980).
También trae mala suerte, al levantarse, apoyar en el suelo primero el pie izquierdo y luego el derecho. De ahí la
expresión sarda chin su pede mancu ti ‘nche ses pesatu (nuorese) [te has levantado con el pie izquierdo] para aludir a
una persona que está de mal genio, evidentemente influenciada por el diablo (Sebastiano Sanna, Bitti, 1955).
Otra superstición relacionada con la cama consiste en la convicción de que las personas que hacen la cama no pueden ser
tres (Giulia Sanna, Sassari, 16/07/1980).
En las poblaciones rurales de Cerdeña el hogar doméstico representaba el centro de la vida familiar y, dependiendo de
las circunstancias, asumía distintos aspectos y funciones. Cuando llegaba el momento tan esperado del parto de una de
las mujeres de la familia, las otras mujeres de la casa y, con frecuencia, también las vecinas, preparaban el evento
colocando la cama en el centro de la habitación principal y poniendo debajo del colchón unas tijeras con las puntas
abiertas para proteger a la madre y al niño recién nacido de las fuerzas del mal, mientras recitaban las siguientes
palabras: Lassa su moriente e colli sa partoriente (nuorese) [Deja el que está muriendo y acoge la que está pariendo]
(M. Buffa, Bitti, 1929). (Véase 1.47. Tijeras)
En Cerdeña se suele preparar la cama nupcial con una atención especial. Tres días antes de la boda, se suele preparar la
cama de los futuros novios. En este ritual sólo pueden participar las mujeres: una de ellas tiene que estar casada y otra
soltera; todas las demás pueden asistir al evento, pero no pueden tocar la cama (C. Soro, Sassari, 1978).

Regalar una cartera trae mala suerte, pues se cree que quien la recibe al poco tiempo perderá una gran cantidad de
dinero. Para ahuyentar este mal presagio se suele regalar, junto a la cartera, una moneda de valor simbólico (A.M.,
1980).

Hay un refrán muy popular en toda la isla que evidencia la centralidad de la casa en la cultura sarda y que recomienda
salir de casa lo menos posible: Né in luni né in malti, da casa no t’appalti; né in malcuri né in ghjoi, da casa no ti moi
(gallurese) [Ni en lunes ni en martes, de la casa no te alejes; ni en miércoles ni en jueves, de la casa no te muevas], es
decir, cuanto menos sale una persona, mejor para ella (I. Leoni, Sassari, 1926).

Es de mal agüero ver un coche fúnebre por la calle, sobre todo si está vacío, es decir, sin el ataúd. Se dice que es
presagio de muerte inminente (G. Canu, Sassari, 1978).

Todos los informantes concuerdan en afirmar que, según una superstición muy difundida en Cerdeña, no hay que cruzar
los cubiertos en la mesa. Algunos suponen que es de mal agüero porque se considera una falta de respeto hacia la
crucifixión de Cristo. Hay que tener la misma precaución con otros objetos (Véase, al respecto, el apartado 1.54.
Zapato).
En algunos pueblos de Cerdeña el 2 de noviembre, día de la conmemoración de los difuntos, se solía —y se sigue
haciendo en algunas familias— dejar la mesa puesta la noche anterior, porque se piensa que las almas de los familiares
muertos vuelven a sus casas para comer. Maria Buffa (Bitti, 1929) cuenta que para esta cena especial se utiliza el
servicio de platos y vasos más nuevo de la casa, pero se evita poner los cubiertos en la mesa porque se teme que las
almas puedan usarlos con malas intenciones.

Trae mala suerte sujetar la cuchara con la mano izquierda (A.M., Alghero, 1980).

Trae mala suerte sujetar la cuchara con la mano izquierda (A.M., Alghero, 1980).

Trae mala suerte pasar por debajo de una escalera (A.M., Alghero, 1980).

Se cree comúnmente que es de mal agüero pasar la escoba por encima de los pies de alguien al barrer el suelo. Si la
escoba toca los pies de una mujer soltera, ésta nunca se casará. Giulia Sanna (Alghero, 1980) explica que esta
superstición es de origen sardo, pues antiguamente en Cerdeña las que construían las escobas de paja eran las monjas
que tenían sus bodegas en los conventos. De ahí, por extensión, que las mujeres tocadas por una escoba se queden
solteras, al igual que las monjas que la fabricaban.

Lucia Masia (Sassari, 1928) nos informa de la creencia según la cual si si truncat s’ispricu, isfortuna (nuorese) [si se
rompe el espejo, mala suerte]. El origen de dicha superstición es anterior a la invención del espejo mismo, pues en la
antigüedad se pensaba que toda superficie reflectante poseía propiedades mágicas. El hombre prehistórico que veía su
propia imagen reflejada en el agua de un lago o de un río podía pensar que se trataba de un alter ego. Por consiguiente,
cualquier perturbación que hubiera sufrido el reflejo era considerada un peligro para la salud de la persona reflejada.
Esta creencia se reforzó con la difusión de los espejos, pues aquí, al ver las imágenes torcidas y fragmentadas en el
reflejo de un espejo roto, fue aún más fácil creer en las posibles consecuencias negativas para las personas reflejadas.
Otros informantes precisan que la mala suerte a la que es condenada la persona que rompe un espejo dura exactamente
siete años, ni uno más, ni uno menos: Si si secata s’isprecu preparati a sette annos de tribulìa (nuorese) [Si se rompe el
espejo prepárate a siete años de mala suerte]. Según Giulia Sanna (Alghero, 1980) fueron los romanos quienes
decidieron que un espejo roto causaría siete años de penas, pues en esa época existía una creencia según la cual la vida
se renovaría cada siete años. Y, como a un espejo roto se le asociaba una «rotura» de la salud, se llegó a la conclusión de
que se hubieran necesitado siete años para volver a estar sanos como antes.
Vincenzo Salis (Sassari, 1980) recuerda una expresión popular relacionada con el espejo que dice: S’isprigu ingrannit
s’ogru ‘e su piseddu (logudorese) [El espejo hace crecer el ojo del niño]. Procede de la creencia según la cual en su
primer año de vida los niños no pueden mirarse en el espejo.
Caterina Soro (Sassari, 1978) recuerda que antiguamente en la ciudad de Sassari, cuando alguien moría, se solían cubrir
los espejos con un pañuelo o se volvían hacia la pared, para que no reflejaran las imágenes de los malos espíritus.

Es presagio de buena suerte encontrar una herradura por casualidad. Para que el influjo positivo perdure en el tiempo,
conviene colgar la herradura detrás de la puerta de la casa, como protección contra los malos espíritus (A.M., Alghero,
1980). Sebastiano Andrea Fotzi (Sassari, 1980) recomienda que se cuelgue la herradura con las extremidades hacia
arriba; en caso contrario, la suerte podría salir de la casa.

Se dice que, para alejar la mala suerte, hay que tocar hierro (A.M., Alghero, 1980).
Nos cuenta Caterina Soro (Sassari, 1978) que regalar cualquier objeto de hierro puntiagudo es señal de mal augurio.
También trae mala suerte llevar encima o tener al lado un objeto de este tipo, tal y como recomienda el refrán sardo
ferru acutu non jutas affacca (nuorese) [hierro puntiagudo no llevéis nunca cerca].

Maria Buffa (Bitti, 1929) nos informa de una antigua superstición que aún está vigente en su pueblo: nunca hay que
cambiar de ropa a un niño recién nacido encima de una mesa, pues este gesto recordaría la costumbre de vestir los
difuntos encima de la mesa antes de ponerlos en ataúd y, por consecuencia, sería de mal agüero para el niño.
Durante una comida o una cena es aconsejable evitar que se sienten trece o diecisiete personas alrededor de la mesa;
traería mala suerte a todos los comensales (A.M., Alghero, 1980).

Sebastiano Fotzi (Sassari, 1924) refiere una antigua creencia campesina según la cual los campesinos, después de la
siembra en el campo, volvían a casa y miraban hacia la luna. Cogían una moneda, se santiguaban y recitaban la siguiente
oración:

Luna noa, luna ezza:


sanu m’agattas e sanu mi lassas,
cun dinari in bùssia,
e cun trigu in lùssia.
(logudorese)
[Luna nueva, luna vieja:
que me encuentres sano y me dejes sano,
con dinero en la cartera,
y con trigo en la lussia 2]

Después de la invocación, el campesino guardaba la moneda en el bolsillo y poco después la volvía a sacar para
observarla: la moneda con el lado de la cruz hacia arriba era señal de riqueza, dinero y trigo; si, por el contrario, la
moneda salía con el lado de la cruz hacia abajo, era presagio de pobreza y ruina.
Si se encuentra una moneda en el suelo hay que cogerla y guardarla porque trae buena suerte (A.M., Alghero, 1980).

Se dice que regalar un pañuelo trae lágrimas (Véase el apartado 1.1. Aguja).

Trae mala suerte abrir el paraguas en sitios cerrados (A.M., Alghero, 1980).

Angela Casu (Martis, 1937) recuerda que, de pequeña, sus padres, para que no saliera de casa en las horas más cálidas
del día, le contaban la historia de Maria Pettèna, una vieja señora armada de un peine de hierro que esperaba a los niños
en la calle para llevárselos consigo. Es ésta una de las numerosas leyendas que se contaban a los niños con objeto de
asustarles e impedirles hacer algo (véase eM. Pettèna en el apartado 21.1.10).
Se piensa que, si a una persona se le cae el peine de las manos mientras se está peinando, hay alguien que está pensando
en ella (A.M., Alghero, 1980).

Al salir los novios de casa y después de la celebración eclesiástica, es costumbre tirar unos platos al suelo como señal de
buena suerte para la pareja. No hay un número preciso de platos para romper, lo que importa es que se cumpla con esa
práctica porque, de no hacerlo, se comprometería la felicidad de la pareja. Pietrina Guisu (Bitti, 1955) precisa que
normalmente los que tiran los platos al suelo son los padres de los novios, y que la ruptura del plato parece representar la
ruptura de la virginidad femenina.
Sebastiano Sanna (Bitti, 1955) informa de una curiosa superstición sarda: chie zirat in tundu su pilutzu in intro ‘e su
prattu s’aspettet disgràssia (nuorese) [Quien traza un círculo con un pelo que se encuentra dentro un plato que se espere
alguna desgracia].

Da buena suerte colgar las tijeras en una de las paredes internas de la casa. Para que las buenas energías hagan efecto,
hay que asegurarse de que las tijeras estén abiertas (A.M., Alghero, 1980).
Nos cuenta Giulia Sanna (Alghero, 1980) que, si las tijeras se caen al suelo, traen mala suerte. Para alejar el presagio
negativo, es conveniente pisarlas con el pie izquierdo.
Cuando las tijeras se caen y una de las dos puntas se clava en el suelo se dice que presagian muerte en la casa (G. Canu,
Sassari, 1978).
Durante el momento del parto, antiguamente las mujeres de la familia solían poner debajo del colchón de la futura madre
unas tijeras abiertas que defendieran a la madre y al niño de las fuerzas malignas (Véase el apartado 1.9. Cama).

Si dos personas utilizan la misma toalla, seguro que discutirán (F. Sanna, Sassari, 1985).

Es tradición, en algunos pueblos de la Barbagia que, dos días antes de las bodas, el novio vaya a casa de la futura esposa
para recoger el ajuar y la novia le entregue una vela encendida junto a un vaso de vino. Se considera este gesto un buen
augurio para una vida larga de salud y abundancia para la pareja. A este propósito, Vargiu (1981) y Spano (2003)
recogen la fórmula binu e candela allutta (logudorese) [vino y vela encendida].
Sebastiano Andrea Fotzi (Sassari, 1980) nos informa de otra superstición: si la cera cae por un lado de la vela, trae mala
suerte a las personas que la ven caer.
Su abuelo, Sebastiano Fotzi (Sassari, 1924) recuerda una procesión que se hacía en su pueblo el dos de febrero, día de la
Candelaria. En esta fiesta, que celebra la presentación al templo de Jesúcristo, se bendicen las velas (en italiano
candele), símbolo de Cristo; de ahí el nombre Candelora 3. Durante dicha procesión los hombres llevaban a hombros
una estatua de la Virgen que tenía entre las manos una vela encendida. Según la creencia popular, observando la vela se
podían prever las condiciones meteorológicas de todo el año: si permanecía encendida durante toda la procesión, el
tiempo y las cosechas serían buenas; si se apagaba, significaba mal tiempo y, por consiguiente, cosechas poco
abundantes.

En varios pueblos de Cerdeña, la primera vez que se viste a un niño recién nacido, se le suele poner la camiseta al revés,
para ahuyentar el mal de ojo (A.M., Alghero, 1980).

Trae mala suerte cruzar los zapatos entre sí, al igual que otros objetos, como los cubiertos, por recordar la crucifixión de
Cristo (F. Sanna, Sassari, 1985) (Véase también el apartado 1.19. Cubiertos).

Quien se siente encima de un trípode no crecerá en altura: Chie si sedet in supra ‘e sa trìpide abbarrat minore (nuorese)
[Quien se siente encima de un trípode se quedará pequeño] (G. Battista Guisu, Bitti, 1958).

La mayoría de los informantes coinciden en la creencia de que es de mal agüero echar cualquier tipo de bebida, sobre
todo vino o agua, en un vaso con la mano izquierda.

Parece que en Cerdeña el temblor de los ojos y, especialmente, de los parpados es un indicio muy específico de buena o
mala suerte, dependiendo de si el ojo que parpadea es el derecho o el izquierdo. Varias paremias sardas reflejan esta
creencia: Ociu destru, dannu prestu; ociu mancu dannu francu [Ojo derecho, desgracia pronto; ojo izquierdo,
desgracia salvada] (nuorese) (L. Masia, Sassari, 1928). En el mismo sentido, Maddalena Guisu (Bitti, 1959) recuerda
haber escuchado un refrán parecido que asocia el temblor de los párpados a una previsión de muerte: Cando ballat s’oju
mancu, est parente larganu; candu ballat s’oju destru, est parente costrintu (logudorese) [Cuando tiembla el ojo
izquierdo, es pariente lejano; cuando tiembla el ojo derecho, es pariente cercano (el que morirá)]. Ambos refranes,
aunque mencionen el “ojo”, se refieren al temblor de los párpados.

Es muy popular en Cerdeña la creencia según la cual, si a una persona le zumban los oídos, significa que alguien está
hablando de ella. Fijarse en cuál es el oído —el derecho o el izquierdo— puede ayudar a descubrir si están hablando
bien o mal. Son muchos los refranes en sardo que testimonian esta superstición y todos reflejan la misma creencia: si
zumba el oído derecho, alguien está hablando mal, mientras que si zumba el oído izquierdo, alguien está hablando bien.
Los refranes que hemos recopilado van variando según la zona de origen de los informantes. Unos ejemplos:

Uricra destra, nannene pestasa; uricra manca, in bidda mi antana (nuorese) [Oído derecho, hablan mal de mí;
oído izquierdo, en el pueblo me alaban] (G. Buffa, Bitti, 1937);
Muita a l’aricchj dresta, ca mi scusgi e ca mi sesta; muita a l’aricchj manca, ca mi straa e ca mi ‘anta (gallurese)
[Zumbido en el oído derecho, los que me descosen y los que me cortan; zumbido en el oído izquierdo, los que me
denigran y los que me alaban] (G. Sanna, 1980);
Drìnnita a s’uricra destra, in bidda mi molestan; drìnnita a s’uricra manca, in bidda mi ‘antan (nuorese)
[Zumbido en el oído derecho, en el pueblo me molestan; zumbido en el oído izquierdo, en el pueblo me alaban] (G.
Canu, Sassari, 1978).

Resulta interesante observar que estos refranes se alejan de la creencia general que hace coincidir la derecha con el
bien, con algo propicio, y la izquierda con el mal, con algo desfavorable, por ser el lado del diablo. En este caso se
invierten los valores y la derecha simboliza el concepto del mal y la izquierda el concepto del bien (Para más datos,
véase también 3.10. Oreja).

Como ya se indica en el apartado 1.2. Cama, se cree que es de mal agüero apoyar en el suelo el pie izquierdo al
levantarse de la cama. Siempre hay que apoyar primero el pie derecho. Cuando una persona está algo despistada o de
mal humor, se le suele decir chi su pede mancu ti ‘nche ses pesatu (nuorese) [Te has levantado con el pie izquierdo]
(A.M., Alghero, 1980).
Francesco Sanna (1985) nos comenta otra superstición que está relacionada con el pie: si una persona tropieza con el pie
izquierdo es señal de que pasará algo negativo en su vida; si lo hace con el pie derecho, el tropezón es signo de buen
augurio, por que —eso dicen— bajo ese pie puede haber un tesoro.

Es creencia común que soñar con perder uno o más dientes es señal de muerte inminente (A.M., Alghero, 1980).

Ver a una persona con joroba trae buena suerte. Para que la suerte llegue rápido, se recomienda tocar la joroba tres veces
(A.M., Alghero, 1980).

Como hemos apuntado anteriormente, en el apartado 2.3. Mano, trae mala suerte echar una bebida en un vaso con la
mano izquierda. Asimismo, se considera este gesto una falta de respeto hacia la persona que beberá.

De la misma manera, es de mal agüero llevar la cuchara en la mano izquierda (Véase 1.19.1. Cuchara y cucharilla).
Se usa la expresión chei sa manu ‘e Deus (logudorese) [como la mano de Dios] para referirse a algo, ya sea una buena
comida o un medicamento, que resulta muy saludable para los que lo toman. Este dicho procede de la antigua creencia
según la cual algunas personan tenían en las manos un poder oculto capaz de curar cualquier tipo de enfermedad
simplemente con el contacto directo a través de masajes con ungüentos naturales. Se piensa que estas manos encarnan
las manos del cielo, de Dios, que, a través de estas personas, manda su energía milagrosa a la tierra (M. Guisu, Bitti,
1959).

Una superstición muy difundida entre los jóvenes dice que, si dos personas hablan a la vez, tienen que tocarse la nariz.
De no hacerlo, no se casarán nunca (M. Guisu, Ozieri, 1984). Su hermana, Silvia Guisu (Sassari, 1986) añade otro
detalle muy curioso: el gesto de tocarse la nariz es una ayuda útil para llegar a la boda, pero no garantiza el amor eterno,
pues, para que la pareja no se separe nunca, hay que tocarse también el pelo.

En toda la isla se registran numerosos refranes que consideran el picor de la nariz una advertencia o una premonición, a
veces positiva y a veces negativa.
Empecemos por una paremia que asocia el picor de la nariz a una premonición negativa: Malighinzu a su nare o est
briga o est banzu o est regalu lanzu (logudorese) [Picor de la nariz o es pelea o es golpe o es regalo pobre] (M. C.
Leoni, Sassari, 1959).
Según los dos refranes que presentamos a continuación, el picor de la nariz puede ser un indicio tanto de discusión y
pelea como de buenos sentimientos: Malighinzu a su nasu o est murrunzu o est basu (logudorese) [Picor en la nariz
o es pelea o es beso] (G. B. Guisu, Bitti, 1958); Malighinzu a su nasu o punzu o basu (logudorese) [Picor de la nariz
o puño o beso] (A. Casu, Martis, 1937).
Sebastiano Sanna (Bitti, 1955) recuerda otro refrán donde el picor de la nariz anuncia una visita imprevista:
Manighinzu a su nasu arrivat istranzu (logudorese) [Picor de la nariz llega una visita].

Se asocia el temblor del ojo derecho a la buena suerte y el temblor del ojo izquierdo a la mala suerte e, incluso, a la
muerte:

Ociu destru, dannu prestu; ociu mancu dannu francu (nuorese) [Ojo derecho, desgracia pronto; ojo izquierdo,
desgracia salvada] (L. Masia, Sassari, 1928);
Cando ballat s’oju mancu, est parente larganu; candu ballat s’oju destru, est parente costrintu (logudorese)
[Cuando tiembla el ojo izquierdo, es pariente lejano; cuando tiembla el ojo derecho, es pariente cercano (el que
morirá)] (M. Guisu, Bitti, 1959).

Maria Buffa (Bitti, 1929) recuerda una paremia que indica la peligrosidad de los ojos de un intelectual que, según dicen,
es una persona que con su mirada desprende maldiciones y negatividad: S’ocru ‘e su litteratu unu puntu e unu ‘ocatu
(nuorese) [El ojo del literato uno pinchado y uno sacado].
En el mismo sentido, Sebastiano Fotzi (1924) refiere la paremia Deus ti ‘aldet dae zente sinnada e dae oju ‘e litteradu!
(logudorese) [Dios te salve de la gente ‘señalada’ (es decir, que tienen alguna deformidad fisíca) y del ojo del literato],
porque tienen una enorme capacidad de persuasión.
Todos nuestros informantes han escuchado al menos una vez en la vida la expresión ponner ocru (nuorese) [meter ojo],
que procede de la creencia según la cual, si alguien mira a otra persona, puede, aún sin querer, transmitir negatividad
aunque sólo con su mirada. Para conjurar que las energías malignas se transmitan de una persona a otra, se recomienda
acompañar la mirada con un contacto físico (A.M., Alghero, 1980).
Maria Cristina Leoni (Sassari, 1959) recuerda que su abuela solía recitar una cantilena supersticiosa cuando a algún
componente de la familia le entraba algo en el ojo:

Sant’Antiogu, sant’Antiogu
Una cosa m’est intrada in s’oju:
S’est minore tragadebochèla
S’est manna ogademindhèla.
(logudorese)
[Santo Antioco, santo Antioco
Una cosa me ha entrado en el ojo:
Si es pequeña trágatela
Si es grande quítamela].

Si a una persona les zumban los oídos, se cree que alguien está hablando de ella (bien o mal, dependiendo del oído). Los
refranes que expresan esta superstición son los siguientes:

Uricra destra, nannene pestasa; uricra manca, in bidda mi antana (nuorese) [Oído derecho, hablan mal de mí; oído
izquierdo, en el pueblo me alaban] (G. Buffa, Bitti, 1937);
Muita a l’aricchj dresta, ca mi scusgi e ca mi sesta; muita a l’aricchj manca, ca mi straa e ca mi ‘anta (gallurese)
[Zumbido en el oído derecho, los que me descosen y los que me cortan; zumbido en el oído izquierdo, los que me
denigran y los que me alaban] (G. Sanna, 1980);
Drìnnita a s’uricra destra, in bidda mi molestan; drìnnita a s’uricra manca, in bidda mi ‘antan (nuorese)
[Zumbido en el oído derecho, en el pueblo me molestan; zumbido en el oído izquierdo, en el pueblo me alaban] (G.
Canu, Sassari, 1978).

Para llegar a conocer el nombre del culpable, se suele preguntar un número a una persona que está cerca, el primer
número que le viene a la mente; luego se busca la letra del alfabeto que corresponde a ese número y se dice que esa letra
es la inicial del nombre de la persona que está hablando del otro.

Vargiu (1981), en una recopilación de dichos sardos en la variedad campidanese, colecciona las siguientes expresiones
relativas al binomio orejas/hablar mal:

D’hanti ammuinai is origas, puru! (campidanese) [¡Que le zumben los oídos!] (Vargiu, 1981);
Ti depinti essiri zumiadas is origas, poita s’est fueddau meda de tui! (campidanese) [Te tienen que haber zumbado
mucho los oídos, porque se habló muy (mal) de ti] (Vargiu, 1981).

En los cumpleaños, al festejado se le suelen tirar de las orejas tantas veces como años que cumple, como gesto
supersticioso de buen augurio (A.M., Alghero, 1980).
Hay un refrán que dice oriji longu vidale, oriji curtu vida corta (logudorese) [Oreja larga vida larga, oreja corta vida
corta] (Marina Guisu, Ozieri, 1984).

Según una creencia popular sarda, no hay que cortarse el pelo el viernes para evitar que aparezcan piojos. Hay una
expresión que procede de esta creencia: sa chenàpura est preducosa (nuorese) [el viernes es piojoso] (M. Guisu, 1959).

Los apartados 1.6. Cama, 1.16. Escoba, 1.35. Tijeras y 2.3. Pie muestran la abundancia de supersticiones que giran en torno
al concepto de ‘pie’. Enumeramos aquí una más.

Giovanni Battista Guisu (Bitti, 1958) recuerda haber escuchado de pequeño una discusión entre dos vecinos en la que
uno maldecía al otro con la expresión chi ti ‘nche ochene a pedes iforasa! (nuorese) [¡qué te lleven fuera por la parte de
los pies!]. Con esta exclamación se desea que la otra persona salga de su casa muerta. Esta expresión alude a la posición
en la que se solían poner los muertos en el ataúd para ser transportados de la casa al cementerio para el entierro.

Es creencia común que un lunar dentro del ojo es símbolo de buena suerte (A.M., Alghero, 1980).

Giuliana Buffa (Bitti, 1937) recuerda una antigua creencia que recomendaba evitar contar las estrellas porque se decía
que cantos isteddos contas tantos porros t’essin (logudorese) [cuantas estrellas cuentas tantas verrugas te salen], sobre
todo en los meses de verano.
Maria Buffa (Bitti, 1929) fue protagonista de un ritual que solían hacer en algunos pueblos para eliminar las verrugas de
las manos. El ritual tenía que celebrarse el día de San Juan (24 de junio) al amanecer, y consistía en tirar un puñado de
sal al agua (de un río o de una fuente) situándose con la espalda hacia el sol y, para que la magia surtiera efecto, había
que pronunciar las siguientes palabras: Comente si solve custu sale, si solvan sos porros meos (nuorese) [Así como se
disuelve esta sal, se disuelvan mis verrugas]. Con ella funcionó.

Existen dos paremias relacionadas con el picor en el trasero:

Manichinzu a culu annata ‘e orzu (logudorese) [Picor en el trasero año de cebada] (Espa, 1981);
Cando a s’omine li malinchinzat su culu, annu ‘e burdos (logudorese) [Cuando a un hombre le pica el trasero, año
de bastardos] (Espa, 1981).

Sebastiano Sanna (1955) nos transmite el dicho sas ungras inintro ‘e notte si che secan a sos mortos (nuorese) [las uñas
por la noche se cortan sólo a los muertos], que advierte que es mejor no cortarse las uñas después de la puesta del sol.
La primera vez que se cortan las uñas de un niño recién nacido, tiene que hacerlo la madrina, pues se piensa que si lo
hace otra persona el niño de mayor se convertirá en un ladrón (G. Buffa, Bitti, 1937).

Giovanni Battista Guisu (Bitti, 1958) testimonia la curiosa creencia según la cual si dos personas bostezan al mismo
tiempo significa que están pensando en la misma cosa, como señala el refrán ambos parís cascamus, ambos a su
matessi pesamus (logudorese) [los dos bostezamos simultáneamente, los dos pensamos en lo mismo].
Cuando un hombre siente picor en los testículos significa que será un año muy rico en habas: Rattinzu a buttones
annada ‘e fae (logudorese) [Picor en los testículos año de habas] (M. Saba, Martis, 1934).

En algunos pueblos de Cerdeña, las jóvenes en busca de un marido solían hacer predicciones más o menos jocosas
acerca del aspecto, del nombre y de la profesión del posible futuro esposo. Por ejemplo: si en la casa entraba una abeja,
creían que habrían encontrado un hombre que poseía colmenas (A.M., Alghero, 1980).
Cuando el panal de las abejas está boca abajo, anuncia un año de mal tiempo: Cando sa tana ‘e s’espe est a bucca a
terra, est annada mala meda (logudorese) [Cuando el panal de las abejas está boca abajo, es un año muy malo] (A.
Casu, Martis, 1937).

Nos cuentan que en los tiempos pasados en las poblaciones de Cerdeña reinaba el terror hacia un tipo especial de araña
venenosa, llamada s’argia, cuya picadura era considerada mortal para el ser humano. Cuando a una persona le picaba
s’argia, se practicaba un ritual mágico muy interesante: dependiendo del pueblo donde esto ocurría, o llevaban a la
persona enferma a un descampado en las afueras del pueblo y la cubrían hasta el cuello con estiércol y basura, de modo
que sólo la cabeza estuviera libre, o la colocaban en el centro de la habitación más grande de la casa o dentro de un
horno tibio. Una decena de personas disfrazadas —los hombres de mujeres y las mujeres de hombres— iniciaban una
danza purificadora alrededor del enfermo, haciendo bromas y parodias con el intento de que el pobre desafortunado se
riera. Según la creencia, si conseguían hacerlo reír, se salvaba; si no se reía, habría muerto en pocos días.
Simbólico era también el color de la araña, cuando ésta se encontraba: si era blanca, representaba a una persona soltera y
las personas que bailaban y cantaban alrededor del enfermo tenían que ser todas solteras; si era roja, simbolizaba a una
persona casada así que los que danzaban tenían que estar casados; una araña blanca y negra correspondía a una persona
viuda, y en este caso así tenían que ser los intérpretes del baile. Si, en cambio, se ignoraba el color era s’argia y el ritual
seguía este orden: los primeros en empezar los bailes eran los solteros que, con su canto, intentaban aliviar los dolores
del enfermo; si no lo conseguían, pasaban las personas casadas y, si éstas tampoco lograban calmar el sufrimiento de la
persona infectada, lo intentaban las viudas. El ritual terapéutico duraba alrededor de tres días, hasta que las condiciones
del enfermo mejoraban (M. y G. Buffa, Bitti, 1929; Bitti, 1937).
El testimonio de otros informantes difiere del anterior en unos detalles. Lucia Masia (Sassari, 1928) recuerda que, en su
pueblo, el número de personas que danzaban y cantaban alrededor del enfermo no se fijaba previamente, sino que tenía
que ser proporcional al número de picaduras de la araña. En el cuento de Sebastiano Fotzi (1924) notamos otra
diferencia en cuanto a la actividad de las personas que intentaban curar la picadura. Nuestro informante refiere que,
dependiendo de las reacciones del enfermo, se podía establecer si s’argia era soltera, casada o viuda. Si la araña era
soltera, las personas bailaban alrededor del infectado, si estaba casada había que cantar y, en el caso de que fuera viuda,
las mujeres tenían que llorar con attidu 4. En todo caso, las personas que bailaban, cantaban o practicaban el attidu
habían de tener el mismo estado civil de la araña incriminada.
Sebastiano Sanna (Bitti, 1955) recuerda haber oído la siguiente expresión: Su ballu ‘e s’aglia chi ti accana! (nuorese)
[¡Qué te hagan el baile de la araña!]. Se trata de una maldición, pues, si a uno le hacen el ritual de s’argia, significa que
está a punto de morir.
Existen algunas cantinelas que se entonan en el caso de que a una persona le pique s’argia:

Comare arza, comare arza mia


No fattedas male a sa persone mia
No fattedas male a s amia persone
Bos apa anarrer mutos e cantones
Mutos e cantones de ogni zenia
Comare arza mia, comare arza mia (logudorese)
[Comadre araña, comadre araña mía
No hagas daño a la persona mía
No hagas daño a mi persona
Les cantaré mutos y canciones
Mutos y canciones les cantaré
Comadre araña mía comadre araña mía]
(Ignazio Leoni, Sassari, 1926)

Trae mala suerte matar a una araña por la noche (G. Sanna, Alghero, 1980).
Se dice que, si se ve una araña por la noche, significa que al día siguiente hará buen tiempo (A.M., Alghero, 1980).

Friaxu cun is pillonis, marzu cun is bastonis (campidanese) [Febrero con las aves, marzo con los palos] (Vargiu, 1981).
Este refrán documenta una antigua predicción meteorológica basada en la observación de la naturaleza: si en febrero en
el cielo vuelan muchos pájaros, hay que prepararse para un mes de marzo muy severo.
Otro refrán relacionado con las aves advierte de la llegada del mal tiempo: Si èttant il pillonis, temporada sigura
(campidanese) [Si los pájaros se comportan de manera insólita, la tormenta es segura] (Pittalis, 2004).
Otro más dice: A Corpus Domini non si zirat su puzone in su nidu (logudorese) [El día de Corpus Dominae no da
vueltas el pájaro en el nido]. Este dicho advierte que nadie en este día de fiesta y celebración tiene que ir a trabajar, bajo
ningún concepto.
Una superstición bien arraigada en Cerdeña alude al ‘pájaro solitario’: si se para encima del techo de una casa y empieza
a cantar, significa que en poco tiempo ocurrirá una desgracia. En este sentido encontramos en la memoria de los isleños
el antiguo dicho que reza: Su solitariu cantat in cobertura, cosa mala que succedit (logudorese) [El pájaro solitario
canta en el techo, cosa mala ocurre]. Esta superstición parece proceder de los tiempos en que la isla estaba bajo la
dominación de los romanos (C. Soro, Sassari, 1978).

El canto del búho, según una superstición muy arraigada en Cerdeña, es presagio de muerte (A.M., Alghero, 1980).
El número de los sonidos del búho corresponde al número de años que separan a una persona del día de su muerte.
Cuando se oye el canto de un búho, se suele decir cuccummiao, cuccmmiao, cantu tempu b’appo a morrere? (nuorese)
[cuccummiao, cuccummiao, ¿cuánto tiempo me queda para morir?] (M. Guisu, Bitti, 1959). (Véase también 4.17. Cuco).

Se dice que el burro es el único animal que es inmune al mal de ojo. Lo confirma el siguiente refrán: A su molente no
intrat s’ocru malu (nuorese) [Al burro ne le entra el mal de ojo] (G. Battista Guisu, Bitti, 1955).

Trae mala suerte ver un caballo blanco por la mañana (A.M., Alghero, 1980).
Un antiguo refrán sardo dice: No abbàides in maju ne caddu ne massàju (logudorese) [No mires en mayo ni caballo ni
campesino]. Parece que es de mal agüero mirar a un caballo o a un campesino en el mes de mayo (M. C. Leoni, Sassari,
1959).
Numerosos informantes nos transmitieron el siguente refrán: A caddu frastimadu su pilu li lùtzigat (logudorese) (G.
Canu, Sassari, 1978) y algunas variantes diatópicas: A caddu ‘jastimatu lu pilu l’alluccica (gallurese) (G. Sanna,
Alghero, 1980); A caddu frastimadu su pilu li lughet (logudorese) [Al caballo maldito le brilla el pelo] (M. Saba,
Martis, 1934). El refrán alude a la creencia según la cual normalmente las maldiciones, los conjuros y las imprecaciones
contra los demás no producen el efecto deseado sino que provocan todo lo contrario: la imagen que transmite esta
paremia es bastante convincente, pues remite a la figura del caballo, considerado uno de los animales más elegantes, que
se hace cada vez más resplandeciente.

Es creencia popular que algunas personas tienen la capacidad, aunque involuntaria, de infundir el mal, porque —según
se dice— no tienen ‘buena mano’, por lo que todo lo que hacen está mal hecho. Esta creencia se refleja también en la
matanza del cerdo, una operación especialmente delicada en Cerdeña, tanto que hay un refrán que aconseja prudencia en
la elección de la persona que se encargue de todo el proceso para no echar a perder la carne y la grasa del animal: Porcu
mortu de mala manunza, lardu pudidu e petta in abbaruza (logudorese) [Cerdo matado por una mano mala, grasa
podrida y carne macerada] (M. Saba, Martis, 1934).

El canto del cuco era una señal muy útil para las mujeres que buscaban un novio. Las chicas sardas solían interrogar al
cuco para saber cuántos años tenían que esperar para el día de su boda. El número de sonidos emitidos por el cuco
correspondía al número de años que tenían que esperar para casarse (M. G. Sale, Florinas, 1915). (Véase también 4.6.
Búho).

Los cuervos eran considerados espíritus diabólicos que tenían el encargo de coger las almas de los muertos, como
explica una antigua creencia popular: Si si pesat traconàrja e si ‘iden sos corvos, b’hat mortu tzente a balla (nuorese)
[Si sopla el viento de tramontana y se ven los cuervos, han matado a una persona a tiros] (G. Buffa, Bitti, 1937).
El graznido de un cuervo es un aviso de muerte, como señala el conocido refrán Daghi cantat corvu marinu est morte
segura (logudorese) [Cuando canta un cuervo marino (la gaviota) es muerte segura] (G. B. Guisu, Bitti, 1958).

Como se considera que las víboras y las culebras son protectoras de la casa, se les atribuyen poderes mágicos y
benéficos. Las mujeres, en Cerdeña, aún conservan amuletos y talismanes que simbolizan demonios viperinos que alejan
la mala suerte. Por eso, se recomienda no matar a una culebra si entra en la casa: S’intrat colobra in pinnettu non
l’occhidas (logudorese) [Si entra una culebra en la cabaña no la mates] (S. Sanna, Bitti, 1955), porque, como señala el
refrán Si ‘occhis sa colobra in domo isfortuna (logudorese) [Si matas la culebra en casa, desgracia] (M. Guisu, Bitti,
1959).
La siguiente paremia refleja otra creencia relacionada con las culebras: Non contes sa cosa ca si che la mándicat sa
colobra (nuorese) [No cuentes las cosas porque podrían comérselas las culebras]. La paremia indica que es de mal
agüero contar las cosas que se poseen, pues al hacerlo probablemente se pierda todo lo que se ha acumulado (G. B.
Guisu, Bitti, 1958).

Trae buena suerte ver un escarabajo de cerca (A.M., Alghero, 1980).

Es creencia común que su puddu a mesanotte morit zente (logudorese) [si canta el gallo a las doce de la noche, muere
una persona] (M. Guisu, Ozieri, 1984).
Silvia Guisu (Sassari, 1986) precisa que, si se oye el canto de un gallo por la noche, no hay que pronunciar el nombre de
ninguna persona, para evitar que esa persona muera.
Según otra creencia, cando cantat su puddu su sero ‘intran petta ‘urata (nuorese) [cuando canta el gallo por la tarde,
introducen en el pueblo carne robada] (P. Guisu, Bitti, 1955).

El gato negro es el animal de mal agüero por excelencia. Si se ve un gato negro cruzando la calle, se aconseja parar y
esperar a que pase otra persona antes que nosotros, para que la mala suerte le toque al otro. Los más supersticiosos creen
que la dirección del gato es indicio de buena o mala suerte: si el gato negro cruza la calle del lado izquierdo al lado
derecho, trae buena suerte; si pasa de la derecha a la izquierda, trae mala suerte. En todo caso, hay unos gestos que suele
hacer la gente cuando ve un gato negro para alejar el mal agüero: tocar hierro, tocarse en las partes íntimas, hacer los
cuernos, cruzar los dedos (A.M., Alghero, 1980).
Según una antigua creencia popular, su ‘attu e i sa femina jughent septe fiados (logudorese) [el gato y la mujer tienen
siete espíritus]. De ahí la expresión sarda iugher septe fiados qu’et i s’attu (logudorese) [tener siete espíritus como los
gatos] (A. Correddu, Sassari, 1936).
Como consecuencia de esta creencia, se piensa que, si una persona mata a un gato —al que se atribuyen siete almas—,
pasará siete años de desgracias: Chie ‘occhit una gattu colat sett’annos de marturìa (nuorese) [Quien mata a un gato
vive siete años de martirio] (M. Guisu, Bitti, 1959).
Observando el comportamiento del gato, es posible hacer previsiones sobre el tiempo. Es creencia común que, si un gato
se toca el morro con las patas —gesto que suele hacer para lavarse—, significa que lloverá:

Cando gattu si labat deppet progher (nuorese) [Cuando el gato se lava va a llover] (M. Buffa, Bitti, 1929);
Candu la ‘jatta s’è laendi, è signali d’ea ch’è vinendi (gallurese) [Cuando el gato se está lavando, es señal de agua
que está llegando] (I. Leoni, Sassari, 1926);
S’attu samunat sa cara, signale de temporada (logudorese) [El gato se limpia la cara, señal de temporal] (C. Soro,
Sassari, 1978).

Como señalamos en el apartado 4.7. Cuervo, se piensa que el graznido de una gaviota es una señal de muerte cercana:
Daghi cantat corvu marinu est morte segura (logudorese) [Cuando canta un cuervo marino —la gaviota— es muerte
segura] (G. Casu, Martis, 1943).

Las mujeres sardas que aún estaban solteras intentaban adivinar la profesión del futuro novio mediante rituales
supersticiosos que se centran en la observación de los animales. Si veían una o más hormigas, el esposo sería un
campesino (A.M., Alghero, 1980). (Véanse también los apartados 4.1. Abeja y 4.33. Mariposa).

Una creencia supersticiosa dice que trae buena suerte ver una lagartija con dos colas. En estas circunstancias se suele
decir t’est essìa sa tilicherta a duas coas! (logudorese) [¡la lagartija con dos colas ha salido para ti!], es decir, ha llegado
para ti una época de suerte y abundancia (Espa, 1981).

Comer una salamanquesa era un remedio recomendado para curar varias enfermedades graves (A.M., Alghero, 1980).
Para los sardos el canto de la lechuza es una de las señales más temibles, pues anuncia una desgracia inminente:

Cantigu de istrìa disgracia manna in bìa (logudorese) [Canto de lechuza, desgracia grande de camino] (A.
Correddu, 1936);

Asimismo, puede indicar

la muerte de alguien, en general:


S’istrìa cantendhe, zente morzendhe (logudorese) [Lechuza cantando, gente muriendo] (A. Casu, Martis, 1937);
la muerte de un vecino:
Cando cantat s’istrìa morit zente in su ‘ighinadu (logudorese) [Cuando canta la lechuza muere alguien en el
vecindario] (S. Soro, Florinas, 1940);
un año malo para las cosechas:
S’abbocchinat sa tirulìa faghet annada ‘e carestia (logudorese) [Si grita la lechuza será un año de caridad] (I. Leoni,
Sassari, 1926).

En su recopilación de Proverbi e detti sardi dei parlanti la lingua sarda-logudorese, Enzo Espa (1981) recoge una
expresión s’istria faghet groga sa zente (logudorese) [La lechuza hace a la gente amarilla]. Esta frase alude al poder que
atribuían a la lechuza de presentir y comunicar la ictericia 5.
En el pueblo de Siniscola, para conjurar el canto de la lechuza (Espa, 1981) se solía entonar la siguiente cantilena:

Istrìa istrìa
Maleìtta sias
Maleítta da-e Deu
Non tocches samben meu
Fina chi contas
S’arena ‘e mare
Sa linna ‘e su monte
Corfu a balla
Ti sechet sa fronte!
(nuorese)
[Lechuza lechuza
Que tú seas maldita
Maldita por Dios
No toques a los que tienen la misma sangre que yo
Hasta que tú cuentes
La arena del mar
La madera del monte
Tiro de fusil
Te rompa la frente]

Antonia Falchi (Bultei, 1919) conoce otra versión de la misma cantilena:

Istrìa istrìa
Malaìtta sias
Malaítta dae Deus
Non tocches sambene meu
Su sambene meu no tocches
Linna can’hada in su monte ti potat brusiare
Arena cant’hada in su mare ti potat trazare.
(logudorese)
[Lechuza lechuza
Que tú seas maldita
Maldita por Dios
No toques a los que tienes la misma sangre que yo
Mi sangre no toques
Que te pueda quemar toda la madera que hay en el monte
Que te pueda llevar toda la arena que hay en el mar]

Maria Buffa (Bitti, 1929) recuerda una imprecación bastante dura que dice s’istrìa chi ti cantete! (nuorese) [¡qué te
cante la lechuza!] que, según comentábamos anteriormente, es un deseo de muerte.
Al igual que el de otras aves, también el canto de la lechuza es considerado un buen indicador de las condiciones
meteorológicas. En la parte nororiental de la isla (Gallura) sigue vigente la superstición según la cual el canto de la
lechuza anuncia la llegada del buen tiempo: Candu canta la cionca è tempu bonu (gallurese) [Cuando canta la lechuza
hace buen tiempo] (C. Soro, 1978).
Si, en cambio, estas jóvenes mujeres veían una mariposa, significaba que el futuro novio sería un hombre vanidoso
(A.M., Alghero, 1980) (Véanse también los apartados 4.1. Abeja y 4.29. Hormiga).
Por lo general, se consideran señales de buen auspicio las mariposas amarillas, rojizas y blancas. Si entran en casa y
empiezan a volar alrededor de una fuente luminosa, es señal de buena suerte (A.M., Alghero, 1980).
En particular, existe una especie de mariposa, conocida en italiano como farfalla di Sant’Antonio, cuya llegada anuncia
buenas noticias. Pero, si su color es oscuro, dicen que anuncia una desgracia. Antiguamente, al ver una mariposa de este
tipo, se solía exclamar: su malu ti picasa, su vonu che lassasa (nuorese) [llévate lo malo, deja lo bueno] (M. Buffa,
Bitti, 1929).

La mariquita se considera un animal que posee energías positivas y, por consiguiente, trae buena suerte. La superstición
dice que, si a una persona se le acerca una mariquita, no hay que alejarla sino que hay que esperar a que se vaya sola.
Los que la alejen, alejarán con ella la buena suerte (A.M., Alghero, 1980).

También el ‘baile’ de las moscas ofrece indicaciones sobre el tiempo. En particular, mediante la observación del vuelo de
las moscas es posible predecir el buen tiempo. Antiguamente, cuando las condiciones meteorológicas representaban una
preocupación mucho más grande que hoy en día, nuestros antepasados solían decir: Li muschi baddhendi, dumani è
ciurrata bona (gallurese) [Las moscas bailando, mañana hace buen día] (C. Soro, 1978).
Lo mismo se decía del ‘baile’ de los mosquitos: Sa muschina ballende, cras est die ‘ona [Los mosquitos bailando,
mañana hace buen día] (nuorese) (G. B. Guisu, Bitti, 1958).
Dolores Turchi (1999), apasionada estudiosa de las creencias populares de Cerdeña, narra la historia de la musca
macedda, un insecto maléfico que infundía terror en toda la población sarda. Nadie sabe como era exactamente este
insecto: algunos lo describen como una especie de mosca; otros lo consideran mucho más grandes; pero todos coinciden
en creer que su picadura era letal. Retrocediendo en el tiempo, parece posible identificar la musca macedda con el
mosquito anófele que, con su picadura, provocaba la malaria, enfermedad mortal por aquel entonces.
Según la tradición popular de la zona de Cagliari (en el sur de la isla) la musca macedda es un insecto que guarda un
tesoro escondido en un barril subterráneo. Los más supersticiosos intentaban siempre encerrarlas en tinas muy grandes
porque creían que, si las dejaban libres, con su picadura mortal hubieran podido destruir el mundo entero. Ha llegado
hasta nuestros días la expresión attentu a sa musca macedda! (logudorese) [¡cuidado con la mosca macedda!], que se
usa con valor irónico para decir que no se debe preocuparse por nada, pues la musca macedda no existe.
Hay una expresión sarda, fuiu che sa musca de Santu Sisinni (nuorese) [huido como la mosca de San Sisinnio] que
alude a otra figura fantástica inventada por la población de Cerdeña —la mosca de San Sisinnio— considerada una
mosca demoníaca que fue expulsada de la isla por San Sisinnio. Con esta expresión se indica a una persona
particularmente molesta y malvada, que se quiere alejar inmediatamente (M. G. Sale, Florinas, 1915).

Nos cuentan que en la víspera del día de San Juan (24 de junio), observando el comportamiento de un rebaño de ovejas,
es posible predecir el tiempo del otoño siguiente. Esta creencia queda reflejada en el siguiente refrán: Daghi si corcat sa
roba a bratzone istèrridu, atunzu ‘onu; daghi si corcat a fiancu, atunzu malu (logudorese) [Cuando el rebaño (de
ovejas) se tumba con las patas extendidas, otoño bueno; cuando se tumba de lado, otoño malo] (V. Salis, Sassari, 1980).

Sos canes avisan (logudorese) [los perros avisan]. El aullido de un perro funciona como una señal premonitora (A.M.,
Alghero, 1980).
Y, como indican los siguientes refranes, es una señal negativa:

Sos canes appeddan? Segnale malu! (nuorese) [¿Los perros ladran? ¡Mala señal!] (S. Sanna, Bitti, 1955);
Sos canes urulant, malu signale (logudorese) [Los perros aúllan, mala señal] (C. Soro, Sassari, 1978).

Más precisamente, el aullido de un perro está considerado un presagio de desgracia o muerte, debido a la creencia de que
los perros tienen el poder de ver a los difuntos. El aullido continuo e incesante parece anticipar el llanto para la muerte
próxima. A continuación presentamos los refranes que reflejan esta creencia:

Si unu cane ùlulat est ca ‘idet sa morte (logudorese) [Si un perro aúlla es porque ha visto la muerte] (G. Sanna,
Alghero, 1980);
Sos canes cando bòlulan o morit zente o cosa mala che capitat (logudorese) [Cuando los perros aúllan o muere
alguien o pasa algo malo] (G. Canu, Sassari, 1978);
Cando ‘orulan sos canes morit zente (logudorese) [Cuando aúllan los perros muere una persona] (I. Leoni, Sassari,
1926).
Por eso, nos sugiere Giuliana Buffa (Bitti, 1937), cando su cane ùlulat non facas numen (nuorese) [cuando un perro
ladra no pronuncies el nombre de nadie], pues se piensa que podría morir la persona nombrada.
Vargiu (1981) recoge un refrán cagliaritano que dice mussiu de cani, pilu de cani (campidanese) [mordisco de perro,
pelo de perro], eso es, por decirlo con otro refrán, a grandes males, grandes remedios. Este dicho remite a la usanza
supersticiosa de curar la herida provocada por el mordisco de un perro con un ungüento hecho con aceite en el que se
fríe el pelo del mismo perro que ha provocado la herida.

Como observamos en el apartado 3.6. Pelo o cabello, el refranero sardo aconseja no cortarse el pelo los viernes, si se
quiere evitar que aparezcan piojos: Sa chenàpura est preducosa (nuorese) [El viernes es piojoso] (M. Guisu, 1959).

El sapo y la rana, según una antigua creencia supersticiosa, cuando croan anuncian la llegada del mal tiempo, como
reflejan los siguientes refranes:

A su càntigu de sas aranas sas agheras non sun sanas (logudorese) [Al canto de las ranas el aire no es limpio]
(Espa, 1981);
Cando cantat rospo e rana de progher tenet gana (logudorese) [Cuando cantan el sapo y la rana de llover tiene
ganas] (Espa, 1981).

Soñar con un buey o con un toro es presagio de muerte (A.M., Alghero, 1980).

Se cree comúnmente que la sangre de las anguilas es un buen remedio contra la embriaguez (A.M., Alghero, 1980).
Antiguamente se decía que la sangre de las anguilas era de gran utilidad para que los niños empezaran a hablar antes (P.
Guisu, Bitti, 1955).

Para hacer una buena pesca de atún, hay que decir mentiras muy gordas (S. A. Fotzi, Sassari, 1980).

Según una antigua creencia sarda, el clavel servía a las jóvenes mujeres solteras para hacer pronósticos sobre el nombre
de su posible amado. Las chicas solían tirar un clavel al suelo y, al parecer, el futuro esposo tendría el mismo nombre de
la persona que hubiera recogido la flor (A.M., Alghero, 1980).

Se suele deshojar una margarita blanca para saber si la persona que se quiere corresponde el sentimiento o no. A medida
que se va deshojando la flor, se pronuncian las siguientes palabras: m’ama, non m’ama [me quiere, no me quiere]. Lo
que se dice al arrancar el último pétalo reflejará los sentimientos de la persona amada (A.M., Alghero, 1980).

El muérdago es una de las plantas portadoras de buena suerte por excelencia. En la época de Navidad se suele colgar en
la puerta de casa un ramo de muérdago para propiciar un año nuevo próspero y feliz (A.M., Alghero, 1980).

Dicen que, si se planta perejil con raíz, trae mala suerte. Hay que plantar las semillas (F. Sanna, Sassari, 1985).

Es tradición antigua que, durante las bodas, la novia, al salir de la iglesia, lance el ramo de flores hacia atrás, sin mirar.
La mujer soltera que consiga cogerlo se casará en ese mismo año (A.M., Alghero, 1980).

Según una antigua creencia registrada en algunos pueblos de la isla, unu cantzu ‘e ramasinu e de carvone de su olone
(su fogu de Sant’Antoni) allontanat su ‘ocu dae sa domo (logudorese) [un trocito de romero y de carbón del fuego de
San Antón aleja el fuego de la casa]. Se trata de un interesante remedio contra los incendios (A. Correddu, Sassari,
1936).

Espa (1981) recoge el siguiente refrán: chie semen mannicat a semen torrat (nuorese) [los que comen semillas vuelven
a las semillas], que refleja una creencia mágica según la cual no se pueden comer el trigo ni otros cereales destinados a
la siembra, ni siquiera en tiempos de estrechez, porque traería mala suerte.

Trae buena suerte encontrar un trébol de cuatro hojas. Cuidado: no hay que cogerlo, la suerte se trasmite solamente
mirándolo (A.M., Alghero, 1980).

Durante las bodas en Cerdeña se suele tirar un puñado de trigo a los novios para propiciarles una vida de abundancia y
fecundidad (C. Soro, Sassari, 1978).

Según las creencias populares, el asfódelo tiene una influencia nefasta. De hecho, existe un refrán que dice: Annu de
iscrarèa, annu de pelèa (nuorese) [Año de asfódelo, año de sufrimientos] (S. Sanna, Bitti, 1955).

Se dice que affollendi sa figu, fromentu a mindigu (campidanese) [denso de hojas de higuera, menos levadura en la
masa]. Este refrán procede de la creencia según la cual, con la llegada del buen tiempo, hay que meter poca levadura en
la masa (Vargiu, 1999).

Giuliana Buffa (Bitti, 1937) recuerda el siguiente refrán que relaciona la calidad de las nueces con el carácter del
marido: Nuche morta, maridu bonu (nuorese) [Nuez seca, marido bueno].

En la sabiduría popular el número dos aparece connotado negativamente, según indica la siguiente frase: Su duos est
numeru malu (logudorese) [El dos es un número infausto] (Espa, 1999).

El tres es el número perfecto. Siempre está relacionado con algo positivo (F. Sanna, Sassari, 1985).

El siete es el número infausto por excelencia. Como vimos en los apartados 1.7. Espejo y 4.10. Gato, romper un espejo y
matar un gato —al que se le atribuyen siete espíritus— provocan siete años de desgracias (A.M., Alghero, 1980).
Un antiguo refrán sardo dice que su tiàulu fait una coja dogna setti annus (campidanese) [el diablo celebra una boda
cada siete años]. Se suelen pronunciar estas palabras cuando una pareja empieza a tener problemas y discusiones, lo cual
se suele asociar a la famosa crisis del séptimo año (A.M., Alghero, 1980).
Según una superstición registrada en un pueblo del centro de Cerdeña, Bitti, no habría que pronunciar el nombre de una
persona siete veces en un mismo día, pues sería motivo de desgracias para la persona a la que se nombra: Iscuru su chi
nòminan sette bortas de su die (logudorese) [Pobre el que nombran siete veces al día] (I. Leoni, Sassari, 1926).
Espa (1999) recoge dos refranes sardos relativos al número siete y en los que se relaciona la mujer con el diablo para
indicar que las mujeres siempre piensan y actúan con maldad:

Sa femina la sulat sette ‘ortas su dimoniu (logudorese) [La mujer está soplada siete veces por el diablo]
Sa fèmina la setzit sette ‘ortas su diàulu (logudorese) [A la mujer la monta siete veces el diablo]

Una antigua creencia recomienda rezar el miserere, sobre todo durante las tormentas, porque gracias a esta oración se
pueden salvar siete hogares, es decir, siete familias: Su miserere sarbat sette ‘ochiles (nuorese) [El miserere salva siete
hogares] (P. Guisu, Bitti, 1959).
Por el contrario, existen dos supersticiones que predicen desgracias para siete familias. Para evitarlo habría que tomar
unas precauciones que, desafortunadamente, no dependen de la voluntad humana. Se dice, y en efecto los refranes los
confirman, que sería mejor no morir en viernes:
Chie morit in chenàpura in s’annu si che pigat sette rughes de su ‘ighinadu (logudorese) [Quien muere en viernes
dentro de ese año se lleva siete cruces en el vecindario] (G. Casu, Martis, 1943; S. Sanna, Bitti, 1955);

ni nacer la noche de Navidad:

Qui naschet sa nocte de Nadale bàrdiat septe domos de su bighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad mira (lleva desgracias) a siete casas del vecindario] (Spano, 1997).

Curiosamente, Espa (1999) recoge este último refrán y le atribuye un significado positivo: nacer en la noche de Navidad,
según la interpretación del autor, trae buena suerte a los vecinos:

Chies naschit sa notte ‘e Nadale bàrdiat sette domos de su ‘ighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad mira (protege) siete casas del vecindario];
Chie naschit sa notte ‘e Nadale custodit sette jannas de su ighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad custodia siete puertas (casas) del vecindario].

Por lo general, el trece se considera un número afortunado, que trae buena suerte. Aunque, en algunas ocasiones,
adquiere una connotación negativa; por ejemplo, es aconsejable evitar que se sienten trece conmensales alrededor de una
mesa durante un banquete (véase también el apartado 1.33. Mesa) (A.M., Alghero, 1980).

El número más temible para los supersticiosos es el diecisiete. La combinación más peligrosa es la asociación de este
número con un día, el viernes. Algunos hasta evitan salir de casa ese día —un viernes 17— para no incurrir en ninguna
adversidad (A.M., Alghero, 1980).
Al igual que el número trece, se piensa que sentarse diecisiete personas en una mesa es de mal agüero (A.M., Alghero,
1980).

Por lo general, el lunes se considera un día nefasto, por ser el día dedicado a la luna, algo sobre lo que no se puede
contar al cien por cien, pues nunca se muestra en su plenitud, siempre se expone a trozos. Es como si tuviera algo que
ocultar, algo misteriosamente peligroso. De ahí la expresión coloquial sarda a ddu biri a lunas (campidanese) [que
puedas verlo según la luna] (Gianni Canu, Sassari, 1978).
Junto a otros días de la semana como el martes y el viernes, el lunes —según la creencia popular— no es un día
propicio: Lunis, martis, chenapura, diez malas (logudorese) [Lunes, martes y viernes, días malos] (G. Buffa, Bitti,
1937).
Además, el refranero sardo recomienda no casarse ni construir una casa en lunes, por ser de mal agüero: Né in lunis né
in martis né t’accases né t’appartes (logudorese) [Ni en lunes ni en martes ni te cases ni construyas casa] (P. Guisu,
Bitti, 1955).
De esta superstición, deriva la expresión de mal augurio que dice: Chi ti cojes de lunis! (logudorese) [¡Qué te cases en
lunes!] (G. Sanna, Alghero, 1980).
En el apartado 1.42.7. Casa registramos otro refrán que aconseja no salir de casa unos días concretos (lunes, martes,
miércoles, jueves): Né in luni né in malti, da casa no t’appalti; né in malcuri né in gjoi, da casa no ti moi (gallurese)
[Ni en lunes ni en martes, de la casa no te alejes; ni en miércoles ni en jueves, de la casa no te muevas] (I. Leoni, 1926).

El martes es otro día desfavorable en la cultura sarda. Mejor evitar comenzar cualquier tipo de actividad, porque no
tendría mucho éxito. Basándose en esta creencia, Angela Correddu (Sassari, 1936) aconseja sabiamente: martis fuit!
(logudorese) [¡el martes escapa!], una expresión que solía usar frecuentemente su abuela.
Giovanni Battista Guisu (Bitti, 1958) recuerda un antiguo refrán muy conocido en el ambiente agropecuario de Cerdeña,
que reza: Né in martis mi tundas né in chenàpura m’iffundas (nuorese) [No me esquiles en martes ni me mojes en
viernes]. Es la misma lana la que indica los días de la semana en que no habría que tocarla.
Como mostramos anteriormente, en la cultura sarda el martes, junto a otros días de la semana, es un día infausto: Lunis,
martis, chenapura, diez malas (logudorese) [Lunes, martes y viernes, días malos] (G. Buffa, Bitti, 1937) (Véase el
apartado 7.2. Lunes).
El refranero sardo recomienda evitar emprender varias actividades los martes, a saber:

Casarse y construir una casa: Né in lunis né in martis né t’accases né t’appartes [Ni en lunes ni en martes ni te cases
ni construyas casa] (P. Guisu, Bitti, 1955) (Véase también 7.2. Lunes);
Salir de casa: Né in luni né in malti, da casa no t’appalti; né in malcuri né in gjoi, da casa no ti moi [Ni en lunes ni
en martes, de la casa no te alejes; ni en miércoles ni en jueves, de la casa no te muevas] (I. Leoni, 1926) (Véanse los
apartados 7.2. Lunes y 1.13. Casa).

Como acabamos de ver, el miércoles es uno de los numerosos días en que, según la tradición de Cerdeña, sería mejor no
salir de casa para no caer en desagradables sorpresas: Né in luni né in malti, da casa no t’appalti; né in malcuri né in
gjoi, da casa no ti moi [Ni en lunes ni en martes, de la casa no te alejes; ni en miércoles ni en jueves, de la casa no te
muevas] (I. Leoni, 1926) (Véanse los apartados 7.3. Martes, 7.2. Lunes y 1.13. Casa).
Según una antigua creencia, las condiciones atmosféricas del miércoles de cenizas, es decir, el primer día de la
Cuaresma en el calendario católico, indican el tiempo de los cuarenta días sucesivos, hasta llegar a la Semana Santa y,
precisamente, al Domingo de Ramos. Esta creencia queda reflejada en el siguiente refrán: Mercuris de lìssia malu, tottu
su barantinu malu (logudorese) [Miércoles de ceniza malo, toda la cuarentena mala] (A. Correddu, 1936].
Una expresión muy conocida y muy habitual en la isla es: in mesu chei su merculisi (nuorese) [en el medio como el
miércoles]. Se dice cuando una persona suele meterse continuamente en los asuntos de los demás y, por tanto, siempre
está en el medio, justamente como el miércoles, que se sitúa a mitad de la semana (A.M., Alghero, 1980).

Remitimos a los apartados 7.3. Miércoles, 7.2. Martes, 7.1. Lunes y 1.21.2. Casa, donde señalamos el refrán que
aconseja no salir de casa varios días de la semana: lunes, martes, miércoles y jueves: Né in luni né in malti, da casa no
t’appalti; né in malcuri né in gjoi, da casa no ti moi [Ni en lunes ni en martes, de la casa no te alejes; ni en miércoles ni
en jueves, de la casa no te muevas] (I. Leoni, 1926).
Según una antigua superstición, el jueves es un día poco adecuado para contraer matrimonio, porque se define fruidissu,
es decir, fugaz, porque está justo en el medio de la semana. Cristina Leoni (Sassari, 1959) añade que sa joia isposan sos
battios (logudorese) [los jueves se casan los viudos]; para todos los demás, casarse un jueves es poco propicio para el
futuro de la pareja.

Por lo general, el viernes —junto al lunes y al martes— se considera un día aciago: Lunis, martis, chenapura, diez
malas (logudorese) [Lunes, martes y viernes, días malos] (G. Buffa, Bitti, 1937) (Véanse también 7.2. Lunes y 7.3.
martes). Según indican nuestros informantes es mejor no casarse un viernes porque, en la religión cristiana, el viernes es
considerado un día de luto por la muerte de Cristo. De ahí que, los novios que decidan casarse ese día no recibirán la
bendición divina por no haber respetado la muerte del Señor y tendrán una vida infeliz (C. Soro, Sassari, 1978).
En la misma línea, considerando el viernes un día de penitencia, una antigua creencia popular dice que no hay que reírse
el viernes por respeto al sufrimiento de Dios. Quienes se rían recibirán una maldición y llorarán el domingo, como
refleja el refrán siguiente: Ca ridi lu ‘ennari piegni la duminica (gallurese) [Quien se ríe el viernes llora el domingo]
(C. Soro, 1978).
Presentamos a continuación dos paremias que relacionan el viernes con el nacimiento de una relación amorosa. Algunos
piensan que, si un amor nace un viernes, está destinado a terminar pronto. Otros están convencidos de que, a pesar del
día, ese sentimiento durará mucho tiempo. Las paremias anunciadas se expresan en estos dos sentidos:

Amore postu in chenapura pacu durat (nuorese) [Amor que nace en viernes dura poco] (M. Guisu, Bitti, 1959);

y, por el contrario:

Amore postu in chenapura meda durat (nuorese) [Amor que nace en viernes dura mucho] (S. Sanna, Bitti, 1955);
Amore poltha in chenabura meda dura (logudorese) [Amor que nace en viernes dura mucho] (M. C. Leoni, Sassari,
1959).

Otro refrán advierte que es trae mala suerte nacer el viernes: In chenapura nadu, vida curtza e triboladu (logudorese)
[Nacido en viernes, vida corta y desgraciado] (M. Guisu, Ozieri, 1984).
Como indicábamos anteriormente, tampoco es recomendable morir el viernes, porque la muerte de una persona —según
una curiosa superstición— conllevaría la muerte de siete personas más, todas ellas vecinas de casa. En concreto, el
refrán dice: Chie morit in chenàpura in s’annu si che pigat sette rughes de su ‘ighinadu (logudorese) [Quien muere en
viernes dentro de ese año se lleva siete cruces en el vecindario] (S. Sanna, Bitti, 1955) (Véase también el apartado 6.5.
dedicado al número siete).
Giuliana Buffa (Bitti, 1937) recuerda una antigua superstición que recomendaba no empezar una mudanza en viernes,
porque la casa nueva hubiera recibido la visita no deseada de los malos espíritus.
Los peluqueros sardos podrían librar los viernes si dieran crédito a la curiosa superstición que recomienda no cortarse el
pelo el viernes para que no aparezcan piojos: Sa chenàpura est preducosa (nuorese) [El viernes es piojoso] (M. Guisu,
1959) (Véase el apartado 4.40. Piojo).
Y, por último, recordamos el refrán que aconseja no casarse ni salir de viaje los viernes (ni los lunes y ni los martes):

E di ‘ennari e di malti, né t’accasi né ti palti (gallurese) [Y en viernes y en martes ni te cases ni partas] (A.M.,
Alghero, 1980),

del que se conoce también una variante que incluye el lunes entre los días aciagos:

Né in luni, vennari e malti, né ti sposi né t’appalti (gallurese) [Ni en lunes, viernes y martes, ni te cases ni partas]
(A.M., Alghero, 1980).

Como referimos en el apartado anterior, dedicado al viernes, se dice que, si una persona se ríe el viernes, el domingo
recibirá una maldición divina que la obligará a llorar. Esto por haberle faltado al respeto a Cristo en el día de su muerte.
El refrán que refleja esta creencia es el siguiente: Ca ridi lu ‘ennari piegni la duminica (gallurese) [Quien se ríe el
viernes llora el domingo] (C. Soro, 1978).

En el calendario sardo tradicional el año no empezaba con enero, como en la actualidad, sino con septiembre, llamado, de
hecho, capidanni. He aquí una tabla tripartida que refleja, respectivamente, el calendario en sardo, en italiano y en español:

Tabla calendario sardo-español-italiano


SARDO ITALIANO ESPAÑOL
CAPIDANNI (logud.)
CAPIDANNE (nuor.)
Settembre Septiembre
CABUDANNI (camp.)
CABBIDANNU (gallur.)
SANTU AINE (logud.)
SANTU GAVINU (nuor.)
Ottobre Octubre
MESI DE LADAMINIS (camp.)
OTTOB(B)RI (gallur.)
SANT’ANDRIA (logud./nuor.)
DOGNASSANTU o Novembre Noviembre
MESI DE SOS MORTOS (camp.)
NADALE (logud./nuor.)
MESI DE IDAS (camp.) Dicembre Diciembre
NADDALI (gallur.)
BERNARZU (logud.)
GENNAGLIU (nuor.)
Gennaio Enero
GENNAXU (camp.)
GINNAGGIU (gallur.)
FREARZU (logud.)
FREARJU (nuor.)
FREAXU (camp.) Febbraio Febrero
FRIBAGGIU (sassarese)
FEBBRAJU (gallur.)
MARTU (logud.)
MARTZU (camp.) Marzo Marzo
MALZU (gallur.)
ABRILE (logud.)
ARBILE (nuor.)
Aprile Abril
ABRILI (camp.)
ABBRILI (gallur.)
MAJU (logud./nuor./camp.)
MAGGIU (sassarese) Maggio Mayo
MAGGHJU (gallur.)
LAMPADAS (logur.)
LAMPARAS (nuor.) Giugno Junio
LAMPATA (gallur.)
TRIULAS (logud.)
TREGULAS (nuor.) Luglio Julio
MESI DE ARGIOLAS (camp.)
AUSTU (logud.)
Agosto Agosto
AGUSTU (nuor./camp.)

Si una persona no tiene preocupaciones ni angustias durante enero, no tendrá ningún tipo de problema a lo largo de todo
el año, como refleja el siguiente refrán: S’in custa die no tenes affannu, no des haer fastizu in totu s’annu (logudorese)
[Si en este mes no tienes angustias, no tendrás desgracias durante todo el año] (M. Saba, Martis, 1934).
Las personas que trabajan en el campo saben que: Gennargiu siccu, massaju riccu (campidanese) [Enero seco,
campesino rico] y Gennargiu sciustu, massaju arruttu (campidanese) [Enero lluvioso, campesino en ruina] (V. Salis,
Sassari, 1980).
Se piensa también que, si el 31 de enero llueve, el invierno durará poco y, si no llueve, seguirán cuarenta días más de
frío (A.M., Alghero, 1980).

Según una paremia antigua, los que nacen en el mes de febrero están destinados a crecer poco: Su ditzu antigu bene hat
natu: su frearjolu creschet pagu (nuorese) [El proverbio antiguo ha dicho bien: los que nacen en febrero crecen poco]
(P. Guisu, Bitti, 1955).
También hay refranes meteorológicos que aluden a febrero, a saber:

Friaxu cun is floris, marzu cun is bastonis (campidanese) [Febrero con las flores, marzo con los palos], es decir, si
en febrero hace buen tiempo, seguramente marzo será muy frío (Vargiu, 1981).
Friaxu cun is pillonis, marzu cun is bastonis (campidanese) [Febrero con los pájaros, marzo con los palos] (Vargiu,
1981).

El 2 de febrero es el día de la Candelaria (véase eñ apartado 1.51. Vela). En esta fecha, se organiza una procesión y se
lleva una estatua de la Virgen que tiene entre las manos una vela encendida, que simboliza a Jesucristo. Se dice que si la
vela permanece encendida hasta llegar al templo, llegará un año de buen tiempo y cosechas abundantes; si se apaga,
pasará todo lo contrario: habrá mal tiempo y carestía. (Sebastiano Fotzi, Sassari, 1924).

Como ya comentamos anteriormente, teniendo la isla de Cerdeña una tradición agropecuario, para los campesinos era de
fundamental importancia el cambio del clima y de las estaciones que, evidentemente, repercutía en las cosechas, sus
fuentes primordiales de ganancia. Veían la lluvia en marzo como una señal de presagio negativa para sus actividades del
campo, y esperaban con anhelo la lluvia de abril, que traía abundancia y bienestar. A este propósito, hay un refrán muy
conocido entre los ancianos de toda la isla que dice: Martu siccu, massaju riccu (loudorese) [Marzo seco, campesino
rico]. En el caso contrario, si la lluvia llega en marzo, hay otro refrán que se basa en la superstición según la cual la
lluvia de marzo pronostica cosechas poco abundantes: Malzu piuòsu, massaju piducchjòsu (gallurese) [Marzo lluvioso,
campesino piojoso] (C. Soro, Sassari, 1978).
Nos informan también de otro refrán que refleja una superstición relacionada con el primer trueno de marzo: si truena
por la mañana, en esa primavera hará mal tiempo; si truena por la tarde, en la primavera hará buen tiempo: Su primu
tronu ‘e martu s’est a parte ‘e manzanu est ‘eranu malu, s’est a parte ‘e sero est ‘eranu ‘onu (logudorese) [El primer
trueno de marzo, si lo escuchas por la mañana, primavera de mal tiempo; si lo escuchas por la tarde, primavera de buen
tiempo] (M. Grazia Sale, Florinas, 1915.)
A continuación mostramos otros dos refranes meteorológicos recogidos por Vargiu (1981), que ya tuvimos la
oportunidad de presentar el en apartado 8.3 Febrero:

Friaxu cun is floris, marzu cun is bastonis (campidanese) [Febrero con las flores, marzo con los palos], es decir, si
en febrero hace buen tiempo, marzo será seguramente muy frío (Vargiu, 1981).
Friaxu cun is pillonis, marzu cun is bastonis (campidanese) [Febrero con los pájaros, marzo con los palos] (Vargiu,
1981).

Según una antigua superstición, si el día de Pascua cae en marzo, hará un año de cosechas muy abundantes y fructíferas,
como indica el siguiente refrán: Pasca martale annada ‘e pane (logudorese) [Pascua de marzo año de pan] (L. Masia,
Sassari, 1928).
Los agricultores sardos sabían que si bolis binu in cuba, in marzu puda (logudorese) [si quieres vino en barril, poda en
marzo] (I. Leoni, Sassari, 1926).
Hay otra creencia supersticiosa que relaciona el rocío de marzo con el casamiento de la hija del campesino. El refrán que
refleja esta creencia dice: Si su lentore in martu no reposat, de su massaju sa fiza s’isposat (logudorese) [Si el rocío en
marzo no reposa, la hija del campesino se casa] (S. Soro, Florinas, 1940).
Otro refrán que refleja una previsión meteorológica basada en el mes de marzo es el siguiente: A Santa Maria Zirriola o
faghet bentu o faghet ranzola, e si no faghet né ranzola né bentu faghet baranta diez de malutempus (logudorese) [En
el día de Santa Maria Zirriola o hace viento o hace nevisca, y si no hace ni nevisca ni viento, hace cuarenta días de mal
tiempo] (V. Salis, Sassri, 1980).
Sebastiano Fotzi (Sassari, 1928) nos transmite un refrán que refleja una ambivalencia del mes de marzo: Marzu est
dottori: o sanada o morridi (campidanese) [Marzo es doctor: o cura o mata].
El mismo informante nos proporciona otro refrán que recalca la segunda opción de la paremia anterior y añade una
superstición sobre abril: Marzu pungit, arbili tundit[Marzo pica, abril esquila], es decir, marzo trae dolores agudos y
abril mata a los enfermos (S. Fotzi, Sassari, 1928).

Empezamos esta recopilación de refranes supersticiosos sobre abril retomando el último ejemplo del apartado anterior,
que refleja una superstición relacionada con marzo y abril: marzu pungit, arbili tundit (campidanese) [Marzo pica, abril
esquila] (S. Fotzi, Sassari, 1928) (Véase también 8.4. Marzo).
El 1 de abril es conocido como el día del Pesce d’Aprile [pez de abril], un día en que las personas suelen hacerse bromas
y burlas entre ellas. Según una creencia supersticiosa relacionada con este día del año, se aconseja no recoger dinero del
suelo el 1 de abril, pues podría tratarse de un pesce d’aprile, o sea, una broma:

Sa prima dì de arbili lassa su dinai in terra (campidanese) [El primer día de abril deja el dinero en el suelo] (Vargiu,
1981);
Su primu de abrile soddu non ndh’accoghes (logudorese) [El primer día de abril no recojas dinero] (G. Canu,
Sassari, 1978).

Vargiu (1981) recoge un refrán que dice arbili cun floris, maju cun is amoris (campidanese) [abril con las flores, mayo
con los amores], es decir, si en abril hace buen tiempo anuncia el comienzo de una relación amorosa.
Para terminar, un refrán meteorológico: Abrile asciuttu, massaju arruttu (logudorese) [Abril seco, campesino
desgraciado] (A. Correddu, Sassari, 1936).

Antiguamente, cuando la isla de Cerdeña estaba amenazada por la malaria, sobre todo en el mes de mayo –considerado
el mes de la Virgen–, solía morir un considerable número de niños. En esta ocasión los ancianos decían: Sa Madonna
s’er fachende sa corona (nuorese) [la Virgen se está haciendo la corona]. Probablemente creer que la Virgen llamaba a
los niños para crear su corona de estrellas los ayudaba a aceptar con menos dolor la pérdida de un niño (M. Guisu, Bitti,
1959). En esta misma línea, Espa (1981) recoge la frase in maju sa virzine si a’achet sa corona ‘e pitzinneddos
(nuorese) [en mayo la Virgen se hace la corona con los niños].
Según una antigua superstición, los novios que se casan en mayo morirán pronto. A este propósito, se suele decir: maju
attìu (nuorese) [mayo viudo] (S. Sanna, Bitti, 1955).
En mayo es de mal agüero mirar caballos y campesinos, como refleja el siguiente refrán: No abbàides in maju né caddu
né massàju (logudorese) [No mires en mayo ni caballo ni campesino] (M. C. Leoni, Sassari, 1959) (Véase también 4.8.
Caballo).
Y, una vez más, concluimos con un refrán sobre el tiempo: Maju de soli, frutta a muntoni (campidanese) [Mayo de sol,
fruta a montones] (S. Guisu, Sassari, 1986).

Julio es el mes nefasto por excelencia. Se define como trìulas triuladu (logudorese [julio desgraciado] (M. Guisu, Bitti,
1959) y también como làmpadas allampiadu (logudorese) [julio de fuego] (I. Leoni, 1926). Junto al mes de agosto, es
un mes de desgracias y preocupaciones: Trìulas cun austu est mese ‘e tribulare (logudorese) [Julio con agosto son
meses de desgracias] (M. Guisu, Bitti, 1959).
Todos los informantes coinciden en que julio es un mes nefasto, sobre todo, para las bodas:

Chie isposat in trìulas ch’essit triuladu (logudorese) [Quien se casa en julio acaba desgraciado] (P. Guisu, Bitti,
1955);
Chie s’isposat in triulas tribola tottu s’annu (logudorese) [Quien se casa en julio tiene desgracias todo el año] (G.
Buffa, Bitti, 1937).

Agosto está considerado un mes nefasto, un mes que trae imprevistos y preocupaciones: Austu mese de assustu
(logudorese) [Agosto mes de susto] (A.M., Alghero, 1980).
El refranero sardo recomienda no casarse en agosto, pues los novios:

vivirán en la pobreza: Sos chi in austu s’isposan de ricchesa no ‘ndhe gosan (logudorese) [Los que se casan en
agosto no disfrutan de la riqueza] (A. Casu, Martis, 1937);
o no tendrán hijos: Austu austidu (logudorese) [Agosto abortado] (L. Masia, Sassari, 1928).

Maria Buffa (Bitti, 1929) recuerda una antigua creencia que dice que el 15 de agosto, día de Mesagustu (ferragosto en
italiano), es un día propicio para los encuentros amorosos. Quienes buscan pareja tienen que esperar ese día y, según el
refrán, la encontrarán: Si ti cheres ischirriare sa ‘emina aspetta sa die ‘e mesagustu (nuorese) [Si quieres elegir una
mujer espera hasta el 15 de agosto].
Según una superstición documentada por Ignazio Leoni (Sassari, 1926), es de mal agüero bañarse en agosto: Chie si
bagnat in austu no assazat mustu (logudorese) [los que se bañan en agosto no prueban mosto]. Se dice que el baño en
agosto causa males mortales.
A continuación, presentamos algunos refranes sobre las predicciones que los agricultores solían hacer observando la
naturaleza en el mes de agosto:

Pùlighe in austu iradu, atunzu iscoàu (nuorese) [Pulga voraz en agosto, otoño sin cola], que significa: si en agosto
las pulgas son muchas, el siguiente otoño no lloverá (G. B. Guisu, Bitti, 1958);
Chini marrada sa bingia in austu prenidi sa cuba de mustu (campidanese) [Los que cavan la viña en agosto, llenan
el barril de mosto (vino)] (Vargiu, 1981).
Si prioriti in austu no tastas mustu (nuorese) [Si llueve en agosto no pruebas mosto] (C. Soro, Sassari, 1978);
Soli de austu, soli de mustu (logudorese) [Sol de agosto, sol de mosto] (C. Soro, Sassari, 1978).

Remitimos al apartado 1.13. Cubiertos, donde explicamos una antigua tradición supersticiosa del día 2 de noviembre.

Se dice que si llueve el 2 de diciembre, fiesta de Santa Bibiana, llegarán cuarenta días más de mal tiempo (A.M.,
Alghero, 1980).
Como vimos en el apartado 6.3. Siete, el refranero sardo registra distintos refranes sobre los que nacen en la noche de
Navidad. Algunos anuncian mala suerte y otros buena suerte:

Qui naschet sa nocte de Nadale bàrdiat septe domos de su bighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad mira (lleva desgracias) a siete casas del vecindario] (Spano, 1997).
Chies naschit sa notte ‘e Nadale bàrdiat sette domod de su ‘ighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad mira (protege) siete casas del vecindario] (Espa, 1981);
Chie naschit sa notte ‘e Nadale custodit sette jannas de su ighinadu (logudorese) [Quien nace en la noche de
Navidad custodia siete puertas (casas) del vecindario] (Espa, 1981).

Tampoco es recomendable casarse en septiembre, pues será breve la vida de los novios que no respetan esta superstición,
como indica el siguiente refrán: Ca sposa a capidannu no mori vecchju mannu (gallurese) [Quien se casa en
septiembre no muere muy viejo] (A. Correddu, Sassari, 1936).
Hay un refrán sardo que preanuncia riqueza y abundancia para los campesinos cuando sale la luna en septiembre y no
llueve: Daghi faghet sa luna ‘e cabidanni in siccu est massaju grande riccu (logudorese) [Cuando sale la luna en
septiembre en sequedad el campesino es muy rico] (V. Salis, Sassari, 1980).

El arco iris por la mañana anuncia la llegada de la lluvia: Arcu de mangianu, acqua de merì (campidanese) [Arco iris
por la mañana, lluvia por la tarde] (Vargiu, 1981).
El arco iris, al igual que el canto de la lechuza (véase 4.31. Lechuza), es una señal premonitora que anuncia ictericia.

A lo largo de estas páginas, en más de una ocasión, hemos observado que en Cerdeña nuestros antepasados utilizaban un
gran número de refranes meteorológicos supersticiosos, pues, a partir de la observación de la naturaleza, eran capaces de
hacer previsiones —más o menos creíbles— acerca de las precipitaciones. A continuación, presentamos una selección de
refranes que reflejan algunas creencias populares del mundo campesino sobre la llegada de la lluvia:

Arcu de mangianu, acqua de merì (campidanese) [Arco iris por la mañana, lluvia por la tarde] (Vargiu, 1981)
(véase 9.1. Arco iris);
Su bentu sulcitanu portat s’acqua (campidanese) [El viento que viene de Sulcis trae la lluvia] (Vargiu, 1981);
Abba et sole, trigu a muntone, subta sa cappa de nostru Segnore (logudorese) [Agua y sol, trigo a montones, bajo la
protección de Nuestro Señor] (S. Fotzi, Sassari, 1928);
Abba et bentu, annada de sarmentu (logudorese) [Agua y viento, año de uvas] (A. Correddu, 1936);
Aqua e bentu, annada de sarmentu; aqua e soli, annada de liori; aqua e frius annada de pipius (campidanese)
[Agua y viento, año de uvas; agua y sol, año de trigo; agua y frío, año de niños] (Vargiu, 1981);
Cando gattu si labat deppet progher (nuorese) [Cuando el gato se lava va a llover] (M. Buffa, Bitti, 1929);
Candu la ‘jatta s’è laendi, è signali d’ea ch’è vinendi (gallurese) [Cuando el gato se está lavando, es señal de agua
que está llegando] (I. Leoni, Sassari, 1926) (Véase 4.24 Gato);
Su corvu arroghidu signalat abba (logudorese) [El cuervo ronco señala agua] (C. Soro, Sassari, 1978);
Candu lu bòiu è tussendi, l’ea è vinendi (gallurese) [Cuando el buey está tosiendo, el agua está llegando] (C. Soro,
Sassari, 1978).

Según una antigua creencia, nunca hay que desear ni la lluvia ni la muerte, pues son dos fenómenos que tienen que
llegar según las leyes de la naturaleza, no a través de la invocación humana: S’abba e sa morte non cheret mai disizadas
(logudorese) [El agua y la muerte no hay que desearlas] (M. Guisu, Ozieri, 1984).

Observando el comportamiento de algunos animales, se pueden prever tormentas y tempestades:

Buey: Cando su boe ischitzinat s’anca marcat su temporale (logudorese) [Cuando el buey agita la pata señala la
llegada de una tormenta]; Boes betzos jocàndhesi, temporale (nuorese) [Bueyes viejos que juegan, tormenta] (G. B.
Guisu, Bitti, 1958);
Pájaro: Si èttant il pillonis, temporada sigura (campidanese) [Si los pájaros se comportan de manera insólita, la
tormenta es segura] (Pittalis, 2004) (Véase también 4.5. Ave o pájaro).
Gato: S’attu samunat sa cara, signale de temporada (logudorese) [Si el gato se limpia el morro, señal de tempestad]
(C. Soro, Sassari, 1978) (Véase 4.24. Gato).

Según otra superstición, también el trípode incandescente anuncia tempestad: Sa tripite ruja cramat sa temporata
(nuorese) [El trípode incandescente llama tempestad] (G. Buffa, Bitti, 1937).

En sardo contamos también con algunos refranes que reflejan otras tantas supersticiones relacionadas con el viento:

Aqua e bentu, annada de sarmentu; aqua e soli, annada de liori; aqua e frius annada de pipius (campidanese)
[Agua y viento, año de uvas; agua y sol, año de trigo; agua y frío, año de niños] (Vargiu, 1981) (Véase 9.3. Lluvia);
Su bentu sulcitanu portat s’acqua (campidanese) [El viento que viene de Sulcis trae la lluvia] (Vargiu, 1981) (Véase
9.3. Lluvia);
Arias arrubias, cras bentu (logudorese) [Cielo rojo, mañana viento] (S. Sanna, Bitti, 1955);
Bentu estu, casu meda (logudorese) [Viento de maestro, mucho queso] (Sebastiano Sanna, Bitti, 09/06/1955);
Cando b’est su carravatzu impiccatu torrat su ‘entu (nuorese) [Cuando se ahorca el escarabajo vuelve el viento].
Maddalena Guisu (1959) explica el ritual que dio origen a este refrán: durante los días de la trilla, cuando se calma el
viento, se inserta un escarabajo en la punta de un trípode que se subía encima de un carro. Este gesto, según la
creencia popular, propiciaba la vuelta del viento;
Sa luna cun sa coa, bentu promittidi (logudorese) [La luna con la cola, promete viento] (P. Guisu, Bitti, 1955).

Cuando la leña de la chimenea chisporrotea, llega la tramontana: Cando ischintiriddat sa linna est traconarja (nuorese)
[Cuando chisporrotea la leña es tramontana] (G. B. Guisu, Bitti, 1958).
Por último, cabe señalar la creencia documentada por Maria Buffa (Bitti, 1929) según la cual el viento fuerte era
presagio de malas noticias. Cuando sopla mucho viento, se suele exclamar: Chene contu hasa a ghirare. Miseru a chie
tocata (nuorese) [Volverás con malas noticias. Pobre a quien le toca].

Es de mal agüero ver un caballo blanco por la mañana (Véase también 4.8. Caballo).

El gato negro, como explicamos en el apartado 4.18. Gato, es un símbolo mefistofélico.

El rojo se considera un color que lleva las mismas fuerzas misteriosas que la sangre y, por consiguiente, se le atribuye la
capacidad de emanar fuerza y vitalidad (C. Soro, Sassari, 1978).
En la memoria colectiva, el rojo es un color que trae buena suerte. En Nochevieja, los más supersticiosos suelen llevar
ropa interior roja, para que sea de buen auspicio para el año siguiente (A.M., Alghero, 1980).

Antiguamente, cuando nacía un niño, para que las fuerzas del mal no se apoderaran de él, se solía pegar a la ropa del
recién nacido un pedazo de tejido verde, símbolo de buena suerte (A.M. Alghero, 1980).

Derramar el aceite en la mesa o en el suelo trae mala suerte, como refleja el siguiente refrán: Si ‘nche ghissa s’ozu
disgrassia (nuorese) [Si derramas el aceite, desgracia] (G. Buffa, Bitti, 1937).
El aceite es símbolo de muerte pues, como dice la siguiente expresión, S’ozu est Lughinzu (logudorese) [El aceite es el
diablo] (G. Casu, Martis, 1943).

En la creencia común el agua es la sustancia primordial, la esencia que origina el mundo. Por eso, es el ingrediente
principal en distintos rituales mágicos.

El ajo se usa en toda la isla de Cerdeña para alejar los malos espíritus (A.M., Alghero, 1980).

Durante las bodas, se suelen tirar a los novios, al salir de la iglesia después de la celebración eclesiástica, varios puñados
de arroz como augurio de fertilidad y prosperidad (A.M., Alghero, 1980).

Al igual que el aceite, es de mal agüero derramar el café en el suelo o en la mesa (A.M., Alghero, 1980).

Si una persona sueña con que un muerto le regala carne es presagio de desgracias, como señala el siguiente refrán: Si in
su sonnu unu mortu ti regala petta, disgràssia (nuorese) [Si en el sueño un muerto te regala carne, desgracias] (G.
Buffa, Bitti, 1937).
Si una mujer embarazada come carne de jabalí el niño que nazca estará lleno de deseos obsesivos: Si sa mama màndigat
petta ‘e porcabru su pizzinnu essit assorjòladu (logudorese) [Si la madre come carne de jabalí el niño nace
‘emporcado’] (A. Correddu, Sassari, 1936).
Antiguamente, cuando moría una persona, durante el velatorio había que dejar el cadáver sólo a las 12 h y a las 24 h,
para que se pudiera encontrar con las almas del paraíso. Mientras el cuerpo permanecía en la casa, no se podía comer
carne, pues traía mala suerte (M. Buffa, Bitti, 1929).

Según una curiosa superstición, siempre hay que romper la cáscara del huevo porque, si se deja entera, por ahí podría
infiltrarse el demonio (A.M., Alghero, 1980).

En Cerdeña, así como en el resto de Italia, es de buen auspicio comer lentejas en la cena de Nochevieja porque —según
dicen— traen dinero (A.M., Alghero, 1980).

Un antiguo refrán sardo reza: Si bi l’aches a ispizolare s’arantzi in d’unu cantzu solu ti isposas intro ‘e s’annu
(nuorese) [Si consigues mondar una naranja de una sola vez, te casarás en ese mismo año] (G. B. Guisu, Bitti, 1958).

Trae mala suerte poner el pan en la mesa al revés (A.M., Alghero, 1980).
Según la creencia popular, si durante una comida una persona ya tiene un trozo de pan en la mano y, sin darse cuenta,
coge otro, significa que hay un alma en pena que tiene hambre. Hay que tirar el trozo de pan hacia atrás para saciar el
alma hambrienta (M. Buffa, Bitti, 1929).
Vargiu (1981) recoge un refrán de la variedad campidanese que dice: Ogu bogau, pani cottu (campidanese) [Mal de ojo
quitado, pan cocido] 6.
Nunca hay que cortar el pan con un cuchillo, siempre hay que partirlo con las manos: Chie secat su pane intrèu, non
bìdet cara ‘e Deu (nuorese) [Quien corta el pan entero, no ve la cara de Dios] (G. Buffa, Bitti, 1937).
La preparación del pan, en las familias sardas, seguía un ritual bien preciso, que se basaba en supersticiones y creencias
mágicas. Por ejemplo, se dice que, si mientras el pan está fermentando entra una persona en la habitación, el pan no sale
bien: Cando est pesandhe su pane si b’intrat zente essit malu (nuorese) [Cuando está fermentando el pan si entra gente
sale malo] (M. Buffa, Bitti, 1929).
Cuando se apaga el fuego antes de cocer el pan, el pan no sale bueno: Cando che ‘ogas fogu prima ‘e coger pane, essit
su pane malu(logudorese) [Cuando quitas el fuego antes de coger el pan, sale el pan malo]. Hay que apagar el fuego
después de haber introducido en el horno el primer trozo de pan (Espa, 1981).

Es de mal agüero derramar sal. Parece que esta superstición procede de una leyenda que cuenta que antiguamente la sal
se consideraba un símbolo de amistad y, durante un banquete, se solía poner una copa llena de sal delante de todos los
comensales. Se cuenta que un día uno de los comensales rompió accidentalmente la copa de sal y el dueño de la casa,
enfadado, lo mató (G. Sanna, Alghero, 1980).
Si se cae la sal al suelo, hay que coger una pizca de sal de la mesa y tirarla hacia atrás por encima del hombro izquierdo.
Sólo así se puede alejar la mala suerte (A.M., Alghero, 1980).
Si se bautiza un niño sin dejar caer una pizca de sal en su cabeza, es de mal agüero para el niño, que en la vida sufrirá
penas y dolores, como queda reflejado en el siguiente refrán: Battisgiatu a lu bugghju e chena sali esci tontu lu
stèddhu e ha dannu e mali (gallurese) [Bautizado en la oscuridad y sin sal, sale tonto el niño y tendrá daño y mal] (C.
Soro, Sassari, 1978).
De esta creencia proceden también las expresiones portai pagu sali in conca (campidanese) [tener poco sal en la cabeza]
y sali in conca non ti’ndi hanti postu (campidanese) [no te han puesto sal en la cabeza], para referirse a una persona
poco lista, poco inteligente, que no ha recibido la bendición con la sal durante el bautizo (A.M., Alghero, 1980).
Asimismo, se basa en esta creencia la siguiente paremia irónica: Lu sassaresu è natu all’irriessu, battisgiatu a lu
bugghju e senza sali (gallurese) [Los de Sassari han nacido al contrario, bautizados en la oscuridad y sin sal] (I. Leoni,
Sassari, 1926).
Se suele echar sal en la cabeza también en las bodas. Los padres de los novios echan una pizca de sal en la cabeza de sus
hijos como señal de bendición para la futura vida matrimonial. Este gesto significa que la esposa tendrá que cumplir
todos sus actos de mujer con sapiencia y prudencia (C. Soro, Sassari, 1978).

Es de mal agüero soñar con uva negra: dicen que trae lágrimas (M. C. Leoni, Sassari, 1959).

Remitimos al apartado 1.18. Vela donde explicamos el origen de la expresión binu e candela allutta (logudorese) [vino
y vela encendida].
Servir el vino con la mano izquierda trae mala suerte porque, según todos nuestros informantes, es señal de traición, una
falta de respeto hacia la persona a la que se le está sirviendo el vaso de vino.
De la misma manera, es de mal agüero echar el vino al revés, con la palma de la mano hacia arriba (A.M., Alghero,
1980).
Cuando se abre una botella de vino, hay que tirar el primer sorbo al suelo (o en el lavabo) para que beban los muertos
antes que los vivos. De no hacerlo, los malos espíritus perseguirán a los que beben (A.M., Alghero, 1980).

Observando el cielo, se pueden hacer previsiones supersticiosas, no demostradas científicamente, sobre el tiempo. Estas
predicciones quedan reflejadas en los siguientes refranes:

Arias arrubias cras bentu (campidanese) [Cielo rojo, mañana viento].


In s’aria brebeis, acqua finzas a peis (campidanese) [Cielo aborregado, lluvia hasta los pies] (Vargiu, 1981).
Chelu ruju ‘e mare, bae massaiu ad arare; arias rujas de sole, prepare linna o pastore (logudorese) [Cielo rojo del
mar, va campesino a arar; cielo rojo del sol, prepara la madera oh pastor] (V. Salis, Sassari, 1980).

Sobre todo en los meses de verano, no hay que mirar con insistencia hacia el cielo para evitar que crezcan verrugas
(véase también el apartado 3.14. Piel en la parte dedicada a la verruga).

Como vimos en el apartado 3.10.7.2. dedicado a las verrugas, se dice que cantos isteddos contas tantos porros t’essin
(logudorese) [cuantas estrellas cuentas, tantas verrugas te salen].
Hay una antigua superstición que dice que si bi rughet un’isteddu ‘ache una pensamentu ca si abberat (nuorese) [si
cae una estrella expresa un deseo que se realiza]. De ahí la costumbre de observar el cielo la noche del 10 de agosto,
conocido como el día de las estrellas fugaces, para ver una estrella fugaz y expresar un deseo. Se dice que, si pensamos
en el deseo antes de que la estrella se vaya, éste se realizará (A.M., Alghero, 1980).
Hemos recopilado numerosos refranes que reflejan la creencia que es de mal agüero cuando las estrellas están cerca de
la luna: anuncia una muerte imprevista o un asesinato. Veamos algunos ejemplos:

Isteddu accurtzu a sa luna, tristu chie det ponner (logudorese) [Estrella cerca de la luna, triste quien será la víctima
de la mala suerte] (G. Casu, Martis, 1943);
Luna e isteddu vicinu, occhin zente (logudorese) [Luna y estrellas cercanas, matan a alguien] (C. Soro, Sassari,
1978);
Isteddu vitzinu a sa luna, tzente a balla ‘ochìen (nuorese) [Estrella cerca de la luna, matan a tiros a una persona] (G.
B. Guisu, Bitti, 1958).

Los ancianos más supersticiosos y, especialmente, los pastores que trascurrían las noches en el campo para cuidar de los
animales solían observar el cielo, prestando especial atención a la posición de la luna. Como vimos en el apartado
anterior, el 12.2. Estrella, creían que, si la luna estaba cerca de una estrella, era presagio de desgracia. A los que ya
hemos presentado, añadimos el refrán que dice: Sa luna est affacca ad s’isteddu, homine que bocchint o cosa que
succedit (logudorese) [La luna está cerca de una estrella, o matan a un hombre o pasa alguna desgracia] (C. Soro,
Sassari, 1978) 7.
Hasta hoy en día perdura la creencia según la cual la luna es capaz de influir en las costumbres y en el futuro de los seres
humanos. Por eso, se suelen repetir las siguientes expresiones:

Iscuru a quie naschet in mala luna (logudorese) [Pobre el que nace en luna mala] (C. Soro, Sassari, 1978);
Iscuru a chie naschet in luna torta (logudorese) [Pobre el que nace en luna menguante] (S. Fotzi, Sassari, 1928);
Biatu ca nasci in astru bonu (gallurese) [Dichoso el que nace en luna buena] (C. Soro, Sassari, 1978).

Cuando la luna es de color rojizo, es presagio de muerte sangrienta, como señalan las siguientes expresiones:

Cand’est sa luna ruja, sambene (logudorese) [Cuando la luna es roja, sangre] (A. Correddu, Sassari, 1936);
Sa luna ruja samben in mesu (logudorese) [La luna roja, sangre en el medio] (L. Masia, Sassari, 1928).

Cuando la luna llena ilumina todo el cielo anuncia la muerte de un pastor: sa luna che dedìe prestu porcarzu occhìet
(nuorese) [la luna como si fuera de día, pronto mata el pastor] (S. Sanna, Bitti, 1955).
Hay una paremia que dice: donnia primu ‘e luna nova sìnnati e nara sos verbos (nuorese) [el primer día de luna nueva
santíguate y pronuncia la fórmula de propiciación]. La fórmula a que alude el enunciado sentencioso es la siguiente:

Sa luna nova
sanu m’accates
sanu mi lasses
forte che ferru
santziatore che un mugrone (nuorese)
[La luna nueva
que me encuentres sano
que me dejes sano
fuerte como el hierro
saltador como un muflón]
(Espa, 1981).

Cuando la luna está ocultada por un velo, es presagio de muerte o anuncia la llegada de la lluvia: Luna cun corte o abba
o morte (logudorese) [Luna con cortina, o agua o muerte] (A. Correddu, Sassari, 1936).
Si la luna tiene una forma alargada, anuncia un día de viento, como señala el refrán: Sa luna cun sa coa, bentu
promittidi (logudorese) [La luna con la cola, promete viento] (P. Guisu, Bitti, 1955) (Véase también el apartado 9.6.
Viento).
Cuando en septiembre hay luna y no llueve es una señal propicia para los agricultores: Daghi faghet sa luna ‘e
cabidanni in siccu est massaju grande riccu (logudorese) [Cuando sale la luna en septiembre en sequedad el campesino
es muy rico] (V. Salis, Sassari, 1980) (Véase también 8.13.1. Septiembre).
La magia natural relacionada con las plantas, el agua y el fuego encuentra un terreno fértil en la isla de Cerdeña. Según
una antigua creencia, hay que cortar la madera cuando hay luna nueva: Sa linna si segat in luna noa (logudorese) [La
madera se corta en luna nueva] (I. Leoni, Sassari, 1926).
Remitimos al apartado 1.24. Moneda y dinero, donde nos detenemos en la explicación de un antiguo ritual que solían
seguir los campesinos, quienes, mientras miraban la luna, pronunciaban la siguiente cantinela:
Luna noa, luna ezza:
sanu m’agattas e sanu mi lassas,
cun dinari in bùssia,
e cun trigu in lùssia. (logudorese)
[Luna nueva, luna vieja:
que me encuentres sano y me dejes sano,
con dinero en la cartera,
y con trigo en la lussia]

En más de una ocasión, hemos tenido la oportunidad de presentar refranes meteorológicos relacionados con el astro
solar. Veamos algunos ejemplos:

Soli de austu, soli de mustu (campidanese) [Sol de agosto, sol de uvas] (C. Soro, Sassari, 1978) (Véase 8.9. Agosto).
Maju de soli, frutta a muntoni (campidanese) [Mayo de sol, fruta a montones] (S. Guisu, Sassari, 1986) (Véase 8.6.
Mayo).
Acqua e sole, trigu a muntone, sutta sa cappa de Nostru Signore (logudorese) [Agua y sol, trigo a montones, bajo la
protección de Nuestro Señor].

Nos cuenta Maria Buffa (Bitti, 1929) que antiguamente se solía contar una historia a los niños, para que no salieran de
casa en las horas más calidas del día. Se les solía decir que, si salían, encontrarían a sa mama ‘e su sole (nuorese) [la
mamá del sol], una mujer maligna que se comía a los niños que veía en la calle.

Remitimos a los apartados 1.38 Vela y 8.3. Febrero, que explican las tradiciones sardas relacionadas con el día de la
Candelaria, el dos de febrero.

Así como explicamos en el apartado 1.13. Cubiertos, en Cerdeña sigue vigente la tradición según la cual el día de la
conmemoración de los difuntos, el dos de noviembre, las mujeren preparan un banquete para las almas de los muertos de
la casa que, según la creencia, volverían a su casa para comer esa misma noche. Se suele preparar un plato de pasta,
acompañado de una botella de vino y una botella de agua. Normalmente el plato se cubre con otro plato y los muertos
sólo tienen que quitar el plato de arriba y se sacian con el olor de la comida. Para que las almas tengan luz para su
banquete, se coloca encima de la mesa también una lámpara de aceite. Lo que falta en la mesa en esta ocasión son los
cubiertos, pues dicen que las almas podrían servirse de ellos para matar a alguien.

Los pastores y los campesinos creían que observando el tiempo el 13 de diciembre, día de Santa Lucía, podían prever las
condiciones climaticas del día de Navidad: si en Santa Lucía hace buen tiempo, en Navidad hace mal tiempo y, al
contrario, si en Santa Lucía hace mal tiempo, en Navidad el tiempo será bueno: Lughìa netta, Pascha 8 brutta; Lughìa
brutta, Pascha netta (logudorese) [Santa Lucía limpia, Navidad sucia; Santa Lucía sucia, Navidad limpia] (S. Soro,
Sassari, 1940).
Dicen que, a las personas que nacen al amanecer del día de Navidad, los huesos nunca se les separarán: Cando unu
naschit arbeschende a sa die ‘e Nadal esos ossos non si li irjunghen (logudorese) [Cuando uno nace al amanecer de
Navidad sus huesos no se le separan] (P. Buffa, Bitti, 1955).
Si una persona nace la noche de Navidad, es señal de protección para siete vecinos: Chie naschit sa notte ‘e Nadale
b’ardiat sette domos de su ‘ighinadu (logudorese) [Los que nacen la noche de Navidad protege siete case del
vecindario].

Maddalena Guisu (Bitti, 1959) nos habla de s’harina capute (nuorese), término figurado que alude a las cosas que los
niños solían llevar de casa en casa el primer día del año como señal de buen augurio.
Comer lentejas en Nochevieja es de buen auspicio. Dicen que trae dinero (véase también el apartado 1.34. Moneda y
dinero).
Se dice que es de buen agüero encontrar por casualidad a una persona del otro sexo la mañana del último día del año
(A.M., Alghero, 1980).
Un gesto supersticioso típico del último día del año es tirar por la ventana algunos objetos viejos que simbolizan la
liberación de las preocupaciones y los afanes de todo el año (A.M., Alghero, 1980).
La noche entre el 16 y el 17 de enero, en muchos pueblos de Cerdeña se celebra un ritual conocido como su fogu de
Sant’Antoni, que consiste en preparar una gran hoguera alrededor de la cual se disponde la gente del pueblo, que gira en
torno al fuego llevando en las manos dulces y panes caseros y rezando. Es un rito propiciatorio muy difundido en toda la
isla (A.M., Alghero, 1980).
Antiguamente creían que un trocito de romero junto a un trozo de carbón sacado del fuego de San Antón podían alejar
los incendios de las casas: Unu cantzu ‘e ramasinu e de carvone de su olone (su fogu de Sant’Antoni) allontanat su
‘ocu dae sa domo (nuorese) [Un trozo de romero y de carbón de la hoguera (el fuego de San Antonio) aleja el fuego de
la casa] (Véase también el apartado 5.1.16. Romero).

Estaban muy de moda en la ciudad de Sassari unos libritos, llamados brevi de Sant’Antoni (logudorese), que contenían
medallas o imágenes que representaban al santo de Padua. La cubierta de estos libros era de tela, por lo general, de color
verde, con forma romboidal. Las viejas hechiceras recomendaban coser los libritos a la ropa interior; solo así la buena
suerte podía llegar a las personas creyentes (C. Soro, Sassari, 1978).

Entre los numerosos rituales mágicos que solían practicar las mujeres sardas con objeto de prever la identidad de sus
futuros esposos, destaca uno que se solía hacer en la noche de San Juan, el 24 de junio. La chica interesada ponía tres
habas debajo de su almohada: una con la cáscara entera, una con la cáscara cortada por la mitad y la otra sin cáscara. Las
tres tipologías de habas correspondían al estatus social del futuro marido de la chica: la primera representaba a un
hombre rico, la segunda a un hombre acomodado, la tercera a un hombre pobre. Al día siguiente la mujer tenía que
extraer un haba al azar y, de ah,í podía deducir el presagio (C. Soro, Sassari, 1978).
El día de San Juan, la primera persona que uno ve mientras coge el agua bendita, está enamorada: Sa die de Santu
Juanne su primu chi ‘ides leandhe abba santa est s’ammoradu (nuorese) [El día de San Juan el primero que ves
cogiendo el agua bendita es tu enamorado] (M. Guisu, Bitti, 1959).
En la noche de San Juan, los hombres de Cerdeña hacían un ritual para prever el tiempo del año siguiente. El ritual
consistía en enterrar por la mitad una piedra en el campo y sacarla al día siguiente: si la parte de la piedra que estaba
enterrada estaba húmeda anunciaba buen tiempo, si esa parte estaba seca era señal de mal tiempo: Sa notte ‘e Santu
Jubanne si sudorat sa perda accaffiada annada bona, si est assutta annada mala (nuorese) [La noche de San Juan si
suda la piedra enterrada año bueno, si está seca año malo] (S. Sanna, Bitti, 1955).
Hay otro ritual muy interesante que los pastores sardos practicaban en la noche de San Juan: dejaban libres las cabras
durante toda la noche, después de haberles dado mucha agua para beber. Si al día siguiente las cabras estaban agrupadas,
mal tiempo; si estaban esparcidas por el campo, buen tiempo (G. B. Guisu, Bitti, 1958).
A la noche de San Juan está asociado también otro ritual muy difundido en Cerdeña que consiste en una serie de gestos y
celebraciones campestres en honor al santo que acaban con un acuerdo entre dos personas que, mediante este ritual, se
hacen «compadres o comadres de San Juan» de por vida. Hay un refrán que refleja esta creencia: Mortu su pippiu,
sciusciau Santu Anni (campidanese) [Muerto el niño, terminada la relación de San Juan] (A.M., Alghero, 1980).

Remitimos al apartado 13.3. Navidad, donde exponemos una creencia supersticiosa que relaciona el día de Santa Lucía
(13 de diciembre) con el día de Navidad.
En Cerdeña existe un amuleto, llamado ocru de Santa Luchìa, que es una concha cuya forma recuerda el perfil de un
ojo y que es considerado como uno de los amuletos más potentes para ahuyentar las fuerzas malignas. La concha en sí
representa la fertilidad e incorpora el valor que procede de su proveniencia del agua —sustancia primordial de la que se
origina la vida— y también todas las fuerzas del simbolismo sexual. Frecuentemente en estos amuletos cuelgan unos
pequeños cascabeles, que tienen la función de reforzar la atracción de las fuerzas mágicas protectoras (C. Soro, Sassari,
1978).

Hay un refrán que dice: A chie non mandigat pabaranzolu sa die ‘e paschighedda li ‘essit sa terra in cara (logudorese)
[A los que no comen ‘pabaranzolu’ en el día después de Pascua, les salen manchas en la cara del color de la tierra] (S.
Guisu, Sassari, 1986).
Si no llueve en Semana Santa, llueve durante cuarenta días: Si no proit in cida santa, proit po quaranta (campidanese)
(A. Correddu, Sassari, 1936).

Cuantos puntos (de aguja) pones en el día de San Antioco, tantos gusanos te crecerán en el ojo: Cantos puntos pones a
Santu Antiogu ti pones sordes in s’ogru (logudorese) [Cuantos puntos pones a San Antioco te pones gusanos en el ojo]
(G. Canu, Sassari, 1978).
Según una antigua superstición, San Pedro —santo protector de los pescadores— todos los años pretendería llevarse
consigo a una persona que, en otras palabras, moriría: Dogni annu Santu Perdu ‘ndi bolit unu (campidanese) [Cada
año San Pedro quiere a un pescador] (A.M., Alghero, 1980).

Salvatore Soro (Florinas, 1940) recuerda una invocación a Santa Bárbara que solían hacer los campesinos para
ahuyentar la llegada del mal tiempo, que hubiera perjudicado las labores agrícolas:

Sant’Aivara de su campu
Liberàdenos dae sos tronos e dae sos lampos (logudorese)
[Santa Bárbara del campo
Líbranos de los truenos y de los lampos]

Una figura típica del Carnaval en Cerdeña es Zorzi Paza (Jorge Paja) o Re Giorgio, representado a través de un
muñeco de paja que, según la creencia popular, es responsable de todos los acontecimientos negativos del año anterior.
Durante un ritual muy sugestivo se quema el muñeco y, con él, el mal que lleva dentro de sí, y la gente baila alrededor
de la hoguera con la esperanza de un año mejor.

No hay que tirar piedras en un charco porque —según una antigua creencia— después de la muerte, hay que arrastrarlas
con los dientes: No ghettes petra a piu ca cando moris che la tiras a mossu [No tires piedras en un charco porque cuando
mueres las arrastras con los dientes] (M. C. Leoni, 1959).

Es una costumbre popular trazar, en el suelo o en una pared, una cruz con una piedra o un trozo de carbón como
recuerdo de una desgracia que ocurrió en ese mismo sitio. Este gesto sirve para evitar que se repita otra desgracia en el
mismo lugar. Se suele decir: Fai una gruxi cun d’una perda de carboni [Haz una cruz con una piedra de carbón]
(A.M., Alghero, 1980).

El coral se usa como un potente amuleto contra las fuerzas adversas. Este mineral deriva su fuerza amulética no de la
esencia de la materia que lo compone sino del color rojo, símbolo de la sangre, que para las poblaciones antiguas
representaba la energía de la vida. Al coral se le atribuye el poder oculto de alejar cualquier forma de maldad.
Generalmente, los amuletos de coral están compuestos por una base principal a la que se le pegan otros fragmentos del
mismo material con forma de tubos o pequeñas ramas. Se suelen hacer también pendientes, collares, anillos, colgantes
de coral, como señales de buena suerte.

Trae buena suerte pisar los excrementos de algún animal, sobre todo los de un perro (A.M., Alghero, 1980).
También es de buen agüero si a una persona le caen encima los excrementos de un pájaro (A.M., Alghero, 1989).

En Cerdeña son muchas las creencias y supersticiones relacionadas con el embarazo. En algunos pueblos había una
señora anciana que tenía sas afortiscias (logudorese), unas medallas que se usaban para ahuyentar el mal de ojo. Si una
mujer embarazada no se encontraba bien, solía pedir la ayuda de una de estas mujeres que hacían el siguiente ritual:
pasaban tres veces delante de la embarazada, rezando en silencio, luego tiraban al suelo las medallas y, dependiendo de
la manera en que caían sas afortiscias, podían saber si el parto iba a salir bien o no; si caían boca abajo, la mujer decía:
Custu no est de custu mundo! (logudorese) [¡Éste no es de este mundo!], es decir, este niño morirá (G. Casu, Martis,
1943).
Cuando una mujer embarazada se tropieza, si se cae boca abajo, va a tener un niño y si, tropezándose, se cae boca arriba,
tendrá una niña (C. Soro, Sassari, 1978).
Un refrán irónico relacionado con el embarazo reza: Cando est chinta sa muzere est inchietu e proghet; cando est
chinta s’antzedda est allegru e bocat sole (nuorese) [Cuando está embarazada la mujer hace mal tiempo y llueve;
cuando está embarazada la amante hace bueno y sale el sol] (G. B. Guisu, Bitti, 1958).
Como hemos visto en el apartado 11.14.5. Carne, se dice que, si una mujer embarazada come carne de jabalí, el niño
nacerá con muchos deseos obsesivos: Si sa mama màndigat petta ‘e porcabru su pizzinnu essit assorjòladu
(logudorese) [Si la madre come carne de jabalí el niño nasce ‘emporcado’] (A. Correddu, Sassari, 1936).
Son variados los trucos y rituales que se usan para saber con antelación el sexo del bebé. Algunos piensan que es
suficiente observar el vientre de la madre: si tiene una forma de cúpula, será niño; si es redondo, será niña (A.M.,
Alghero, 1980). En algunos pueblos del centro de Cerdeña se ponía un hueso de la espalda de un cordero en el fuego: si
se quemaba, nacería un niño; si se rompía, una niña (G. Buffa, Bitti, 1937).
Para asegurarse un embarazo sano y sin ninguna complicación, las mujeres tenían que seguir unas cuantas normas de
conducta, a saber:

Evitar mirar a las personas con graves malformaciones físicas, porque éstas podrían contagiarse a la criatura;
Evitar testimoniar y jurar en los tribunales;
Asistir a la misa de Navidad;
No hacer de madrina en ningún bautizo, pues eso provocaría la muerte del niño bautizado o del niño esperado;
Evitar lo que, en sardo, se llama su disizu (logudorese), o sea, el antojo. Siempre había que satisfacer los antojos —
generalemente alimentarios— de las mujeres embarazadas, pues se creía que ésta, si deseaba alguna comida en
especial y no la conseguía, cuando se tocaba en cualquier parte de su cuerpo, en ese punto preciso del cuerpo del niño
que tenía en el vientre aparecería una mancha. Para evitar que la marca fuera visible a los demás, en estos casos era
aconsejable que la mujer se tocase en una zona poco visible (M. Buffa, Bitti, 1929).

En los ambientes agropecuarios de la isla, estaba difundida la creencia según la cual, si una mujer tenía la regla, no podía
participar en las actividades de producción y elaboración de los productos típicos. Por ejemplo, estaba rigurosamente
prohibido participar en la realización de los salchichones caseros (G. Buffa, Bitti, 1937).
Se decía que, para llamar la atención de un hombre que se quería conquistar, solo había que echar una gota de sangre
menstrual en el café y dejar que él malavenido lo bebiera: se habría enamorado perdidamente. De esta creencia deriva la
expresión l’han datu sambene de culu a bìere (nuorese) [Le han dado para beber sangre de culo] (A.M., Alghero,
1980).

Son muchos los dichos supersticiosos sardos que aluden a la puérpera. Se pensaba que las mujeres, durante los cuarenta
días después de haber dado a la luz, estaban muy delicadas y tenían que quedarse en casa para evitar cualquier tipo de
infección y enfermedad que podía resultar mortal, como refleja el dicho siguiente: Sa fèmina pana tenet sa tumba
aberta baranta dies (nuorese) [La puérpera tiene la tumba abierta durante cuarenta días] (G. Buffa, Bitti, 1937).
Después de este largo periodo de descanso, la mujer podría volver a la vida normal pero, antes, tenía que recibir una
bendición purificadora. De esta creencia procede el dicho incresiada de partera (gallurese) [entrada en la iglesia de la
puérpera], que se usa en sentido irónico para aludir a las personas que van a la iglesia muy esporádicamente (M. Buffa,
Bitti, 1929).
El sacerdote practica el acto de purificación de la puérpera fuera de la iglesia, pues si la mujer entra antes de la
bendición, o sea, impura, la iglesia podría caerse al suelo: S’intras in cresia chena t’incresire b’abbarrat una petra sola
(nuorese) [Si entras en la iglesia sin purificarte sólo queda una piedra] (Espa, 1981).

A lo largo de estas páginas hemos señalado en varias ocasiones la creencia según la cual algunos días de la semana y
algunos meses del año son pocos propicios para la celebración de las bodas. Resumiendo la información recopilada, es
posible afirmar que los días de la semana nefastos para los novios son cuatro:

El lunes, día dedicado a la luna que, por su naturaleza intrínseca, es poco fiable y, por consecuencia, de mal agüero
para la vida conyugal de los futuros esposos. De ahí la expresión maldiciente chi ti cojes de lunis! (logudorese) [¡que
te cases en lunes!] (véase también el apartado 7.2. Lunes).
El martes —que pertenece a Marte, Dios de la guerra— junto al viernes —día en que se crearon los espíritus
malignos— son días nefastos para las uniones nupciales. Esta creencia queda reflejada en dos refranes muy
conocidos:
E di ‘ennari e di malti né t’accasi né ti palti (gallurese) [Y en viernes y en martes ni te cases ni partas] (A.M.,
Alghero, 03/07/1980);
Nè in luni, vennari e malti, nè ti sposi nè t’appalti (gallurese) [Ni en lunes, viernes y martes, ni te cases ni partas]
(A.M., Alghero, 1980) (Véase también 7.6. Viernes).

El jueves es otro día poco recomendado para las bodas, pues se dice que sa joia isposan sos battios (logudorese) [los
jueves se casan los viudos]; para todos los demás, casarse un jueves es poco propicio (véase también 7.5. Jueves).

Entre los meses desfavorables destacan:

Agosto, pues se dice que los que se casan en agosto:

No tendrán hijos: austu austidu (logudorese) [agosto abortado] (L. Masia, Sassari, 1928);
Tendrán problemas económicos: Sos chi in austu s’isposan de ricchesa no ‘ndhe gosan (logudorese) [Los que se
casan en agosto no disfrutan de la riqueza] (P. Guisu, Bitti, 1955) (Véase también 8.9. Agosto);

Septiembre, pues ca sposa a capidannu no mori vecchju mannu (gallurese) [quien se casa en septiembre no muere
muy viejo] (A. Correddu, Sassari, 1936) (Véase 8.13.1. Septiembre).

Antiguamente se decía coja fatta amarolla, pani mali pappau (campidanese) [boda celebrada forzosamente, pan mal
comido]. Esta paremia alude a las bodas programadas y organizadas sin el consentimiento de los novios, pues una unión
de este tipo nunca será feliz.
En el apartado 6.3. Siete indicamos un refrán sobre la famosa crisis matrimonial del séptimo año: Su tiaulu fait una coja
dogna setti annus (logudorese) [El diablo celebra una boda cada siete años].
Para asegurarse una vida conyugal feliz y próspera, los novios suelen respetar una serie de rituales supersticiosos que
atraen las fuerzas positivas y ahuyentan las negativas:

La novia no puede mostrar el traje de boda al futuro esposo antes del día de la boda;
La novia tiene que evitar mirarse al espejo el día de la boda. Si no pudiera evitarlo, tendría que quitarse un zapato o
un pendiente a la hora de mirarse al espejo;
Nadie puede ver al novio después de las doce de la noche;
Al pasar los novios, las mujeres del vecindario tiran al suelo unos platos. Este gesto representa la ruptura de la
virginidad femenina;
Al salir de la iglesia, a los novios se les tira el arroz, como símbolo de abundancia y prosperidad económica;
Durante el cortejo nupcial los invitados suelen tocar la bocina del coche para, según dicen, alejar los malos espíritus.

Stefano Flore (Anela, 1943) nos proporciona una imagen que refleja una boda celebrada en el pueblo de Tula (Sassari)
en los años treinta donde la novia llevaba un traje negro con objeto de alejar la mala suerte.

Hemos recogido una serie de invocaciones supersticiosas que usaban nuestros antepasados para conjurar achaques y
enfermedades:

Santu Portolu
Drommia solu solu
Solu souo drommiada
Timire no podiada
Ite dia timire?
Bidet sa Vergine Maria
L’ada iscrittu in su fronte:
Liberade nos da esa mala morte
Dae su fogu ardente
Dae sos lampos lampende da esos tronos tronende
E de asa traittorìa
Liberada siat s’anima mia
E de ogni veru cristianu. (logudorese)

[San Portolu
Dormía solo solo
Solo solo dormía
Temer no podía
¿Qué iba a temer?
Ve a la Virgen María
Lo tiene escrito en la frente:
Liberarnos de la muerte dolorosa
Del fuego ardiente
De los relámpagos que relampan y de los truenos que truenan
Y de la traición
Sea liberada mi alma
Y la de todos los cristianos]

Sant’Antiogu, sant’Antiogu
Una cosa m’est intrada in s’pju:
S’est minore tragadebochela
S’est manna ogademindela (logudorese)

[Santo Antioco, santo Antioco


Una cosa me ha entrado en el ojo
Si es pequeña cometela
Si es grande quítamela]

Santu bellu Simone


Peru missu in cajvone
Peru in cajvone missu
Cottu bos ana e frissu.
Mancu lu zirighesi
Comente l’hana intradu
Lu oghesini. (logudorese)

[Santo Simón bello


Pero metido en el carbón
Pero en el carbón metido
Os han cocido y frito.
Ni lo toquen
Tal y como lo han entrado (echado en el carbón)
Lo quiten]

La envidia y los celos son dos fuerzas subterráneas que siempre han causado daños y luchas entre las personas, sobre
todo entre los más ignorantes, que atribuían sus desgracias no al destino o al fato, sino al mal de ojo (s’ocru malu)
(nuorese). Antiguamente se pensaba que, si una persona miraba con inistencia a otra persona o a un animal, le transmitía
una maldición que llevaba la persona o el animal en cuestión a una grave enfermedad o a la muerte. Según la tradición,
para que el mal de ojo no surta efecto, la persona que mira debe tocar a la otra para neutralizar el poder del mal de ojo
(A.M., Alghero, 1980).
Los efectos del mal de ojo se manifestan con cansancio, debilidad, migraña y, en ocasiones, fiebre. Afortunadamente,
existen unas mujeres capaces de curar el mal de ojo a través de un ritual, llamado sa meighina ‘e s’oju (logudorese), que
consiste en una serie de oraciones acompañadas del uso de agua, aceite y trigo. Angela Correddu (Sassari, 1936) sigue
practicando un ritual de este tipo y, si bien no desvela las oraciones secretas que recita, nos explica a grandes rasgos en
qué consiste el ritual: se dejan caer tres granos de trigo, uno por uno, en un vaso de agua y, al mismo tiempo, se recitan
unas oraciones a Dios y a algunos santos. Si alrededor de los granos de trigo se forman unas burbujas de aire, significa
que la persona tiene mal de ojo. La cura prevé que el paciente beba unos sorbos de agua de ese mismo vaso. El agua que
sobra hay que tirarla al suelo, para que nadie se contamine al beberla.
Lucia Masia (Sassari, 1928) nos transmite su ritual para el mal de ojo. Deja caer una gota de aceite en un vaso de agua:
si ésta flota en el agua, la persona no tiene mal de ojo; si se dispersa en el vaso, sí que hay mal de ojo. En este caso,
pronuncia oraciones e invocaciones (secretas) y se santigua tres veces en la frente, en la barbilla y en la nuca del
paciente.
Antiguamente el temor a contraer el mal de ojo era muy fuerte y la gente solía llevar consigo objetos mágicos que
protegieran contra las energías negativas. Entre los amuletos más potentes contra el mal de ojo destaca sa punga
(logudorese); se trata de una bolsita de tela que contiene una imagen de un santo, unos granos de trigo, una pizca de sal y
unas flores secas benditas. Se solía coser esta bolsita mágica en la indumentaria de los niños recién nacidos, para
preservarlos del mal de ojo (G. Casu, Martis, 1943).
Otra forma de alejar el mal de ojo era la de poner dos calcetines diferentes: Duas mizas diversas pro s’ocru malu
(nuorese) [Dos calcetines diferentes para el mal de ojo].

Un antiguo remedio contra los ojos inflamados consistía en tostar en el fuego una rebanada de pan y empaparla con
vinagre. Se envolvía en un pañuelo y se apoyaba en los ojos infectados. Así se pasaba la inflamación (P. Guisu, Bitti, 1955).
Los rituales para curar las inflamaciones de la boca eran bastante desagradables: o había que escupir dentro de la boca del
enfermo o, según otro ritual, había que restregar dentro de la boca infectada un pañuelo que contenía excrementos secos.
Sólo podían practicar estos rituales las personas huérfanas de padre desde el nascimiento (M. C. Leoni, Sassari, 1959).

Para curar la pulmonía, se utilizaban las sanguijuelas. Se apoyaban en la espalda sobre las venas, atrapándolas dentro un
vaso de cristal para que no se movieran de ese punto.

Para curar las enfermedades de los niños, se solía trazar tres cruces imaginarias en el ombligo del bebé con tabaco en
polvo y pronunciar las siguientes palabras: Su male cumente ser vennitu t’incannasa (nuorese) [El mal, tal y como has
llegado, vete] (Giuliana Buffa, Bitti, 1937).
Otro ritual supersticioso practicado por algunas mujeres de la Barbagia, Ogliastra y Baronia, llamadas orassionaglias,
para curar a los niños enfermos consistía en coger tres o siete granos de sal y dejarlos caer en un vaso de agua o ponerlos
en la ropa del niño, bostezando y recitando estas palabras: Sa Santissima Trinidade che li vochet custu male (nuorese)
[La Santa Trinidad se lleve este mal] (Turchi, 1999).
Contra la gripe, se unta la crema de la leche en el pecho del niño y luego se cubre con piel de cordero (G. Buffa, Bitti,
1937).

Según una creencia muy antigua, las personas que han tenido un susto tienen que practicar el siguiente ritual, llamado
s’imbrusciadura: tienen que volver al mismo lugar donde han sufrido el susto y rodar en el suelo haciendo unos gestos
precisos y luego alejarse del sitio sin mirar hacia atrás (A. Casu, Martis, 1937).

Se ponen dos reliquias de filigrana en la zona donde pace el ganado infectado para que los animales pasen por encima y
reciban las influencias positivas de los amuletos (M. Buffa, Bitti, 1929).

Según la creencia común, es de mal agüero soñar con algunos animales, como los bueyes, o algunas frutas, como las
uvas negras y, por el contrario, trae buena suerte soñar con piojos, pues es una señal de inminente riqueza.
Se dice también que, si uno sueña con peces, está destinado a emprender un viaje en el mismo año.
Soñar con dientes es presagio de muerte inminente.
Hay un refrán sardo que dice: Daghi in sonnu t’ides l’addara crabina, cùradi puru ca tenes artrosi a s’ischina
(logudorese) [Cuando sueñas con excrementos de cabra, cúrate porque significa que tienes artrosis en la espalda] (G.
Sanna, Alghero, 1980).
Si se sueña con recibir carne de regalo, es señal de desgracia imprevista, como refleja el siguiente refrán: Si in su sonnu
unu mortu ti regala petta, disgràssia (nuorese) [Si en el sueño un muerto te regala carne, desgracias] (G. Buffa, Bitti,
1937) (Véase también el apartado 11.9. Carne).

Según antiguas supersticiones sardas, es de mal agüero nacer en la noche de Navidad, cuando hay luna menguante y en
el mes de febrero, como señalan los siguientes refranes:

Cando unu naschit arbeschende a sa die ‘e Nadal esos ossos non si li irjunghen (logudorese) [Si uno nace al
amanecer del día de Navidad sus huesos nunca se unirán].
Chie naschit sa notte ‘e Nadale b’ardiat sette domos de su ‘ighinadu (logudorese) [Los que nacen la noche de
Navidad protegen siete casas del vecindario] (Véase también 13.6. Navidad).
Iscuru a chie naschet in luna torta (logudorese) [Pobre el que nace en luna menguante] (Véase 12.3. Luna);
Su ditzu anticu bene hat natu: su frearjolu creschet pagu (nuorese) [El proverbio antiguo ha dicho bien: los que
nacen en febrero crecen poco] (Véase también el apartado 8.3. Febrero).

Antiguamente se atribuía a algunos animales la capacidad de preanunciar la muerte de algún familiar o vecino:
Ulular de los perros
Canto de la lechuza
Roer de las carcomas en los muebles
Toros enfadados

Por lo general, se decía que sa morte non benit mai sola (nuorese) [la muerte nunca llega sola], es decir, siempre les
siguen otras desgracias (M. Guisu, Bitti, 1959).
El refrán morte pregada vida durada (logudorese) [Muerte deseada vida alargada] alude a la creencia común de que,
cuando a un individuo se le desea la muerte, su vida se alarga muchos años (A.M., Alghero, 1980).
Según una antigua superstición, Si nos incappamos andandhe e torrandhe occannu no bi morimus (nuorese) [Si nos
encontramos a la ida y a la vuelta este año no morimos], es decir, si dos personas se ven dos veces en el mismo día y por
el mismo camino, pueden estar tranquilos que ese año no van a morir (G. B. Guisu, Bitti, 1958).
Hay otra creencia popular que sostiene que mortu male non tenet reposu (logudorese), es decir, los que mueren
trágicamente están destinados a un sufrimiento perpetuo (S. Sanna, Bitti, 1955).
En muchos pueblos de Cerdeña, piensan que, cuando la mala suerte llega a una zona, se expande y contagia a todas las
personas del vecindario. Se dice: sa morte colat a bichinàos (nuorese) [la muerte pasa por barrios] (P. Guisu, Bitti,
1955).
Terminamos esta recopilación de supersticiones relacionadas con la muerte con la figura de sa ‘idemortos, es decir, la
que ve los muertos. Este personaje es un vínculo entre las fuerzas misteriosas del más allá y los seres viventes. Se dice
que prima de morrer cataùnu hat su toccamentu (nuorese) [antes de la muerte todos tienen un presagio] (P. Guisu,
Bitti, 1955).

La sùrbile era una mujer que, durante la noche, se convertía en una mosca que, a través de la cerradura de las puertas,
conseguía entrar en las habitaciones donde dormían los niños recién nacidos y los mataba chupándoles la sangre. Para
que estos vampiros estuvieran ocupados y no entraran en las casas, se solía poner al lado de la ventana de la habitación
del niño una guadaña con numerosos dientes, o una escoba o un puñado de granos de trigo, para que la sùrbile se
entretuviera en contar los dientes de la guadaña, o los filamentos de la escoba, o los granos de trigo y no entrara a matar
al niño. La madre del niño, además, solía tapar la cerradura de la puerta con cera y ponía debajo de la cama un trípode
boca abajo que, según decían, alejaba los espíritus malignos (M. Buffa, Bitti, 1929).

Las janas, cuyo nombre deriva de Diana, diosa de la luna, eran hadas que, según la leyenda, se dedicaban a tejer
preciosas telas con telares de oro y a lavar la ropa en los ríos no con jabón sino con pan casero, llamado su grivacciu.
Las janas podían ser buenas o malvadas. Durante la noche, solían acercarse a las cunas de los niños y decretaban su
destino: si la jana era buena, el niño se consideraba bene vadadu [bien hechizado] y podía convertirse en un hombre
sano, afortunado y feliz; si, por el contrario, la entidad que se le acercaba era mala, se consideraba male vadadu, y
estaba condenado a una vida de sufrimiento. De aquí procede una maldición muy difundida en Cerdeña: Mala jana ti
hurrada! (nuorese) [¡Qué te persiga una hada malvada!](A.M., Alghero, 1980).

Se decía que el èrchito era el espíritu de un hombre que había cometido graves crímenes que, durante la noche, se
transformaba en un animal que predecía la muerte. Según la creencia, el èrchito se presentaba con el aspecto de un buey
enorme con unos cuernos de acero que mugía tres veces delante de la casa de la persona que estaba destinada a morir en
poco tiempo (M. Guisu, Bitti, 1959).

El ammuttadore era un duende que llevaba siete gorros rojos y se sentaba encima de las personas mientras dormían.
Cuentan que si el que estaba durmiendo se despertaba y conseguía quitarle uno de los siete gorros, el ammuttadore le
indicaba el camino para llegar a un tesoro. Según la creencia popular, este espíritu-duende era bajito y corpulento,
llevaba el traje tradicional típico de Cerdeña y se dedicaba a guiar los rebaños de ovejas, contándolas continuamente,
pero sólo hasta el número tres (M. Guisu, Bitti, 1959).

En el apartado 1.1. Aguja se describió la figura de las panas, mujeres que habían muerto en el parto y que, durante siete
años después de su muerte, a partir de las doce de la noche hasta el amanecer, como penitencia debían lavar la ropa de
sus niños en un río sirviéndose de la tibia de un muerto. Si alguien interrumpía su trabajo, tenían que volver a empezar
su labor y la pena se prolongaba durante siete años más. Si se molestaba a las panas, se corría el riesgo de que éstas se
convirtieran en entidades peligrosas para los vivos; de ahí que antiguamente las mujeres en Cerdeña tuvieran miedo de
acercarse a un río durante la noche. Con objeto de conjurar el peligro, cuando una mujer moría durante el parto, se solían
poner en su ataúd varias agujas, junto a hilos de coser, dedales y unas pastillas de jabón para ayudar al alma en su labor
de remendar y lavar la ropa de sus niños, así la pena duraba el menor tiempo posible (A.M., Alghero, 1980).

Según una antigua creencia, su porcu attuddadu era un cerdo con los ojos maléficos que anunciaba la muerte de alguien.
La superstición dice que cuando un malaventurado se encuentra con este espíritu, tiene que saltar encima de un fuego
formando una cruz antes de volver a casa; de no hacerlo, muere (M. Buffa, Bitti, 1929).

Es creencia común que el diablo vive en algunas zonas secas y montañosas de la isla. Según la tradición, hay zonas
donde es posible vender el alma al diablo. Entre estas, destaca Gorroppu, una garganta profunda situada entre dos
montañas. De aquí procede una antigua maldición que dice: Bae a Gorroppu [Vete al diablo](S. Sanna, Bitti, 1955).

Otro personaje fantástico de la superstición popular sarda es Maria Farranca (Maria → mujer; Farranca → zarpa;
mujer con zarpas) que, según dicen, es una mujer maligna que vivía dentro de un pozo y mataba a todos los niños que se
asomaban. Las madres solían decir a los niños: No t’affaccis in funtana ca ti ciappat Maria Farranca (campidanese)
[No te asomes al pozo que te coge Maria Farranca] (L. Masia, 1928).

Para evitar que los niños salieran de casa en los días invernales, las madres les decían que fuera había sa mama de sos
bentos (logudorese) [la madre del viento], una mujer mayor con el pelo largo y blanco que esperaba a los niños y se los
llevaba consigo (A. Correddu, Sassari, 1936).

La expresión Tho, Luxia Rabiosa! (campidanese) [¡Mira, Lucía Rabiosa!] hace referencia a otro personaje legendario,
identificado en ocasiones con una potente hada, o con una mujer tacaña petrificada por no haber dado limosna a un cura
(Vargiu, 1981).

Véase el apartado 1.39. Peine que contiene la descripción de la figura de Maria Pettèna.

Según una superstición que perdura hasta hoy en día, después de un funeral, no hay que volver directamente a casa, para
evitar que la carga de la muerte entre en la vivienda, sino que hay que ir a un bar o una cafetería para tomar algo en
honor del muerto.

Ti m’asa a bidere in su guppu ‘e s’abba (nuorese) [Me verás en el cazo de augua], o sea, en el cazo de donde estás
bebiendo agua verás reflejada mi imagen en lugar de la tuya (M. Guisu, Bitti, 1959).
Unnichi chi ne accasa (nuorese) [que hagas once]. Esta expresión procede de un sonido onomatopeico. Alude a los
últimos once gemidos antes de la muerte (M. Buffa, Bitti, 1929, que lo recuerda de su marido Sebastiano Guisu, 1925-
†2003).
Su ballu ‘e s’aglia chi ti accana! (nuorese) [¡Que te hagan el baile de la araña!]. Se trata de una maldición que hace
referencia al baile que se solía hacer alrededor de una persona que había recibido una picadura de una particular especie
de araña llamada argia, como descrito en el apartado 4.3. Araña. (S. Sanna, Bitti, 1955).
S’istrìa chi ti cantete! (nuorese) [¡Que te cante la lechuza!] (M. Buffa, Bitti, 1929). Se trata de una imprecación
parecida a la anterior empleada para desear la muerte de alguien. (Véase el apartado 4.31. Lechuza).
Chi ti cojes de lunis! (logudorese), [¡Que te cases en lunes!] (G. Sanna, Alghero, 1980). Como señalamos en el apartado
7.1. Luna, es una expresión de mal augurio que procede de la creencia que el lunes es un día poco propicio para las
uniones nupciales.
Mala jana ti hurrada! (nuorese) [¡Que te persiga una hada malvada!]. Es una maldición relacionada con la figura de las
janas, hadas que, en la tradición de Cerdeña, decretan el futuro de los niños, como explicamos en el apartado 21.1.2.
Janas.
Bae a Gorroppu [vete a Gorroppu, es decir, vete al diablo]. Maldición sugerida por Sebastiano Sanna (Bitti, 1955) y
explicada en el apartado 21.1.7. dedicado al Diablo.

(A. M.) MURA, G. Angela. Nacida en Alghero (Sassari) el 03/07/1980. Autora de este trabajo.

SORO, Caterina. Nacida en Sassari el 23/07/1978. Licenciada en Filología Hispánica por la Università degli Studi di
Sassari. Informante principal.

BUFFA, Maria. Nacida en Bitti (Nuoro) el 14/06/1929.

BUFFA, Giuliana. Nacida en Bitti (Nuoro) el 26/07/1937.

CANU, Giovanni. Nacido en Sassari el 15/07/1978.

CASU, Angela. Nacida en Martis (Sassari) el 19/10/1937.

CASU, Gavina. Nacida en Martis (Sassari) el 10/07/1943.

CORREDDU, Angela. Nacida en Sassari el 25/02/1936.

FALCHI, Antonia. Nacida en Bultei (Nuoro) el 31/01/1919.

FLORE, Stefano. Nacido en Anela (Nuoro) el 31/03/1943.

FOTZI, Sebastiano. Nacido en Sassari el 01/01/1924.

FOTZI, Sebastiano Andrea. Nacido en Sassari el 12/07/1980.

GUISU, Giovanni Battista. Nacido en Bitti (Nuoro) el 30/04/1958.

GUISU , Maddalena.Nacida en Bitti (Nuoro) el 31/07/1959.

GUISU, Marina. Nacida en Ozieri (Sassari) el 18/09/1984.

GUISU, Pietrina. Nacida en Bitti (Nuoro) el 04/07/1955.

GUISU, Silvia. Nacida en Sassari el 07/06/1986.

LEONI, Ignazio. Nacido en Sassari el 05/06/1926.

LEONI, Maria Cristina. Nacida en Sassari el 16/04/1959.

MASIA, Lucia. Nacida en Sassari el 08/03/1928.

SABA, Mario. Nacido en Martis (Sassari) el 13/04/1934.

SALE, Maria Grazia. Nacida en Florinas (Sassari) el 19/03/1915.

SALIS, Vincenzo. Nacido en Sassari el 06/05/1980.

SANNA , Francesco.Nacido en Sassari el 20/08/1985.

SANNA, Giulia. Nacida en Alghero (Sassari) el 16/07/1980.

SANNA, Sebastiano. Nacido en Bitti (Nuoro) el 09/07/1955.

SORO, Salvatore. Nacido en Florinas (Sassari) el 25/03/1940.

ESPA, E. (1981): Proverbi e detti sardi dei parlanti la lingua sarda-logudorese. 2 vols. Sassari: Edizioni Gallizzi.

— (1999): Dizionario sardo-italiano dei parlanti la lingua logudorese. Sassari: Carlo Delfino Editore.

SPANO, G. (1997): Proverbi sardi: trasportati in lingua italiana e confrontati con quelli degli antichi popoli. Nuoro:
Ilisso.
— (2003): Proverbi sardi. Nuoro: Ilisso.

TURCHI, D. (1999): Leggende e racconti popolari della Sardegna. Cagliari: Edizioni della Torre.

VARGIU, A. (1981): Guida ai detti sardi. Milán: SugarCo Edizioni.

G. Angela MURA

Doctora por la Universidad Complutense de Madrid.


Licenciada en Filología Hispánica por la Università degli Studi di Sassari (Cerdeña, Italia).
Miembro del Grupo de Investigación COLA (Corpus Oral de Lenguaje Adolescente) de la Universidad de Bergen
(Noruega).
Miembro del Grupo de Investigación GRIALE (Grupo de Investigación para la Pragmática y la Ironía del Español) de
la Universidad de Alicante.
Líneas de investigación: Fraseología Contrastiva (español-italiano); Conversación Coloquial; Lenguaje Juvenil.
(1) Quisiera agradecer especialmente a mi compaññera y amiga Caterina Soro, por haberme proporcionado informacióón úútil sobre distintas
tradiciones populares de Cerdeñña derivada de su profundo conocimiento de la lengua y cultura sarda. Asimismo, colaboróó en la
realizacióón de algunas entrevistas y puso a mi disposicióón fotos e imáágenes que ilustran las creencias populares y las supersticiones
presentadas. volver
(2) La lussia es un recipiente hecho de junco. volver
(3) La fiesta de la Candelora es conocida tambiéén como Purificacióón de Maríía porque, segúún una antigua creencia, una mujer se
consideraba impura durante cuarenta díías despuéés de haber dado a la luz un niñño de sexo masculino y, para purificarse, teníía que ir a un
templo. Nóótese que el 2 de febrero cae justamente cuarenta díías despuéés del 25 de diciembre, díía del nacimiento de Jesucristo. volver
(4) El attidu es un lamento que entonaban las llamadas attitadoras, unas mujeres que teníían el papel de llorar y alabar al difunto durante los
velatorios. Las attitadoras se situaban alrededor de la cama donde yacíía el muerto y cantaban ríítmicamente, evocando episodios de la vida
del difunto para provocar el recuerdo y la aññoranza en los presentes. ÚÚltimamente las autoridades religiosas han conseguido eliminar la
figura de las attitadoras, pues eran consideradas peligrosas porque, en ocasiones, sobre todo si el difunto no habíía muerto por causas
naturales, incitaban a la venganza. volver
(5) La ictericia es la coloracióón amarillenta de la piel y mucosas debida a un aumento de la bilirrubina que se acumula en los tejidos, sobre
todo aquellos con mayor núúmero de fibras eláásticas. volver
(6) A este propóósito, Vargiu (1981) refiere algunos pasos de la obra Miele Amaro de Salvatore Cambosu (1954) donde se describe un
antiguo ritual supersticioso que solíían seguir las mujeres para que el pan saliera bien. Proponemos aquíí la traduccióón españñola del
fragmento en cuestióón: ««En la vííspera de la hornada, a la puesta del sol, mi madre enterraba en secreto una bola de masa del color de la
tierra en la harina empapada con agua tibia y salada. Luego, dibujada una cruz en la masa con la punta del dedo, no séé quéé palabras u
oraciones cuchicheaba moviendo apenas los labios, como se suele hacer delante de una sepultura. Despuéés de unos instantes, cubríía todo
con trapos de lana, asíí como hacíía con los niñños, cuando estáábamos enfermos y tenííamos que sudar para mejorarnos. Esa especie de
ritual no me dejaba conciliar el sueñño enseguida, como otras noches. Fantaseando, terminaba por ponerme en lugar de esa bola y entonces
me dormíía, en un nido de lana»». volver
(7) Spano (2003), a este propóósito, comenta lo siguiente: ««Superstizione radicata, sebbene falsa in tutti i suoi rapporti. Qual relazione tra la
vicinanza o passaggio della luna sotto le stelle, e la perfidia dell’’uomo, o quelle disgrazie che Dio permette?»» [Supersticióón bien arraigada,
pero falsa en todas las relaciones que atestigua. ¿¿Cuáál es la relacióón entre la cercaníía o el paso de la luna al lado de las estrellas y la
maldad del ser humano, o las desgracias que Dios permite?]. volver
(8) En la lengua sarda con Pascha se entiende el díía de Navidad. Navidad es conocido como Pascha de Nadale. volver
Lucília CHACOTO
Universidad de Algarve (Portugal)
&
Centro de Lingüística da Universidade de Lisboa
lchacoto@ualg.pt

Resumen: Descripcióón y anáálisis de las supersticiones y de las creencias que siguen formando parte de la cultura popular
en Portugal, y aúún de la fraseologíía (incluso refranes) que estáá asociada a las supersticiones. Los datos han sido
obtenidos por medio de encuestas a informantes de distintas edades y de varias regiones de Portugal.

Palabras clave: Supersticióón. Fraseologíía. Refráán. Creencia popular. Tradicióón oral. Portugal.

Titre : «« Croyances populaires, supertistions et phrasééologie au Portugal »»


Réésuméé : Description et analyse des superstitions et des croyances qui restent encore vivantes au Portugal, ainsi bien que
la phraséologie (les proverbes inclus) associée aux supersititions. Les donnés ont été obtenues par des ênquetes menés dans
des différentes régions du Portugal.

Mots cléé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Portugal.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Portugal»»


Abstract: Description and analysis of superstitions and beliefs still valid in Portugal and phraseology (proverbs included)
related to them. The data were obtained from Portuguese native speakers with different ages.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Portugal.

De la ingenuidad brotan las supersticiones y las creencias populares, pero no siempre estáá equivocado el pueblo. A
menudo, su sabiduríía es fruto de la experiencia, de la práática y del conocimiento ancestrales que han superado el tiempo y
han llegado hasta nuestros díías por medio de la transmisióón oral. De padres a hijos, de abuelos a nietos, la sabiduríía
popular se transmitíía intentando preparar los niñños a su vida futura, enseññáándolos a cuidar a los enfermos, a obtener la
proteccióón divina, en suma, el complejo arte de vivir.
Portugal, puede que su historia (por ejemplo, la Inquisicióón y las hogueras donde se echaban a todas las mujeres a la máás
míínima sospecha de brujeríía), durante muchos siglos ha sido un paíís muy rico en creencias y supersticiones, algunas
todavíía vigentes y que ofrecen un incuestionable interéés desde un punto de vista cultural.

Las presentamos siguiendo el esquema incluido en el estudio preliminar de esta obra colectiva, en la que participamos con
la intencióón de completar el mapa europeo de la sabiduríía popular transmitida gracias a la tradicióón oral.

Para saber si una mujer embarazada va a tener un niñño o una niñña se coge una aguja con un hilo y se pone sobre la
mano izquierda. Si la aguja empieza a dar vueltas, es una niñña; si la aguja hace lííneas derechas, es un niñño (S. Reis,
Albufeira, 1978; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943). Segúún M. Carvalho (Lisboa, 1945), se pone la aguja sobre la
barriga de la mujer y los movimientos circulares y giratorios, significan que es una niñña, mientras los movimientos
pendulares quieren decir que es un niñño.

Encontrar alfileres no es bueno (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).

Suele cambiarse de mano el anillo de boda o ponerle un hilo para recordar algo (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Si una chica se prueba el anillo de boda de una mujer casada, no se casaráá (S. Reis, Albufeira, 1978).
Un anillo con un nudo o con la figura de una vííbora trae buena suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).
Cuando se tiene un orzuelo en el ojo, se frota la parte con un anillo de boda para que se quite (LC). (Vééase el apartado
3.9. Ojo).

No debe ponerse el bolso en el suelo para que el dinero no huya (S. Reis, Albufeira, 1978; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; I.
Gonççalves, Lisboa, 1939).
No es bueno poner un bolso (ni un sombrero, ni el monedero) encima de la cama (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Por lo general, encontrar botones no es bueno (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).


Cuando se abrocha incorrectamente una prenda de vestir, eso es, si se cambian los ojales, suele decirse que la persona se
casaráá con un borracho (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
El botóón puede estar relacionado con una pasióón, pues, como recuerda M.ªª A. Gonççalves (Viseu, 1943), Quem
arrecada um botãão, arrecada uma paixãão [Quien guarda un botóón, guarda una pasióón].

Si una mujer embarazada usa un broche, el bebéé puede nacer con la marca del broche en su cuerpo (D. Pintãão, Lisboa,
1936).

Solo se debe hacer por primera vez la cama de los niñños despuéés de que nazcan (S. Reis, Albufeira, 1978).
La cama no debe tener los pies en direccióón de la puerta, porque se dice que llama a la muerte (R. Sabóóias, Lisboa,
1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
No es bueno poner un sombrero, ni un bolso ni un monedero encima de la cama (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

No es bueno poner la cartera (tampoco un bolso o un sombrero) encima de la cama (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

La ubicacióón de la casa es importante, pues, como dice el refráán: Casa de esquina, casa de morte ou ruíína (Costa
Alves. 2006: 115) [Casa en la esquina o muerte o ruina], no es aconsejable comprar o alquilar una casa que hace
esquina.
Se debe poner una herradura encima de la puerta de casa para atraer buena suerte (S. Reis, Albufeira, 1978). La
posicióón correcta es con las puntas hacia arriba, de lo contrario la buena suerte se va (I. Gonççalves, Lisboa, 1939.
Vééase tambiéén el apartado 1.13. Casa).
No es aconsejable abrir el paraguas dentro de casa (S. Reis, Albufeira, 1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias,
Lisboa, 1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; I. Gonççalves, Lisboa, 1939). Pero, si se tiene que hacerlo, hay que
abrirlo tres veces para ahuyentar la mala suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; D. Pintãão, Lisboa, 1936). (Vééase
tambiéén el apartado 1.38. Paraguas).
El refranero aconseja tener una casa luminosa y soleada, si se quiere estar sano: Casa onde nãão entra sol, entra o
méédico (Costa Alves. 2006: 115) [Casa donde no entra el sol, entra el doctor] o Casa sem luz, tumba de vivos (Costa
Alves. 2006: 115) [Casa sin luz es sepultura de vivos], la luz es necessáária a la vida y a la salud.

Encontrar un cencerro trae buena suerte. Cuando se halla uno, se pone detráás de la puerta (I. Gonççalves, Lisboa,
1939).

Echar la ceniza de un cigarro o de un cigarrillo en el vino puede matar (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Se suele decir que el humo de los cigarrillos siempre busca a las personas hermosas (S. Reis, Albufeira, 1978).

El cuadro tiene que estar derecho en la pared para que no atraiga la mala suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I.
Gonççalves, Lisboa, 1939).

Los cubiertos no deben estar en cruz, porque traen mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978; M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943; I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Los cuchillos en cruz traen mala suerte (M. Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; S. Reis, Albufeira,
1978). Tampoco se debe poner el cuchillo con la hoja en direccióón de una persona, porque es peligroso (M.ªª A.
Gonççalves, Viseu, 1943).
Cortar el pan caliente con un cuchillo quita la fuerza a la panadera (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).
No se deben regalar cuchillos porque trae mala suerte. La persona que los recibe tiene que dar una moneda a quien se los
regala para ahuyentar la mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978).

Colgar un amuleto en forma de cuerno al cuello trae buena suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M. C. Chacoto, Torres
Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; D. Pintãão, Lisboa, 1936).
Segúún I. Gonççalves (Lisboa, 1939), poner un cuerno detráás de la puerta ahuyenta el mal de ojo 1.

No es bueno pasar debajo de una escalera, porque trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945;
R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I. Gonççalves, Lisboa,
1939; D. Pintãão, Lisboa, 1936).

No se pueden barrer los pies de una mujer soltera porque, de hacerlo, no se casaríía nunca (LC; M. C. Chacoto, Torres
Novas, 1935; M. Carvalho, Lisboa, 1945; S. Reis, Albufeira, 1978). (Vééase 3.13. Pie).
No se puede barrer la casa por la noche (S. Reis, Albufeira, 1978).
Poner una escoba al revéés, es decir, con el mango hacia abajo, por detráás de una puerta ahuyenta las visitas (S. Reis,
Albufeira, 1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; D.
Pintãão, Lisboa, 1936).

Romper un espejo trae siete añños de mala suerte (M. Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M. C.
Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I. Gonççalves, Lisboa, 1939; D. Pintãão, Lisboa,
1936) 2. Tampoco se debe quedar alguien con el espejo roto (S. Reis, Albufeira, 1978).

Colgar una figa al cuello trae buena suerte (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; S. Reis, Albufeira, 1978; I. Gonççalves,
Lisboa, 1939; D. Pintãão, Lisboa, 1936) y ahuyenta el mal de ojo (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M.ªª A. Gonççalves,
Viseu, 1943).
La figa aparece en una conocida expresióón portuguesa que se utiliza para ahuyentar la mala suerte: fazer figas,
corresponde a la fóórmula cruzar los dedos. La expresióón se suele acompaññar con un gesto que se realiza poniendo el
pulgar entre el ííndice y el dedo corazóón doblados. Ademáás, se golpea tres veces la madera con los nudillos de los
dedos y se dice figas, figas, o cruzando los dedos se dice figas, figas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Encontrarse una herradura es signo de buena suerte y se la coloca detráás de la puerta para proteger la casa (M. C.
Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).
Se debe poner una herradura encima de la puerta de casa para traer buena suerte (S. Reis, Albufeira, 1978). La posicióón
correcta es con las puntas hacia arriba, de lo contrario la buena suerte se va (I. Gonççalves, Lisboa, 1939. Vééase
tambiéén el apartado 1.13. Casa).
Hay quien tiene una herradura en su coche para propiciar la buena suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
La herradura trae buena suerte. Por eso se regala a los novios, como voto (promesa) de felicidad y de entendimiento
entre ellos (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Un hilo rojo puesto en la cabeza del niñño con la saliva de la madre es la solucióón para los hipos (S. Reis, Albufeira,
1978). (Vééase 3.19.3. Hipo).

La mujer embarazada no debe usar collares porque el cordóón umbilical puede enrollarse en el cuello del bebéé (D.
Pintãão, Lisboa, 1936).
La llave es un objeto de buena suerte (M. Carvalho, Lisboa, 1945) y, por eso, encontrar llaves trae buena suerte (I.
Gonççalves, Lisboa, 1939).

Cuando una pareja estáá enfadada, se debe poner la fotografíía de uno de ellos boca abajo en un cajóón hasta que se
calmen y hagan las paces (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

No se deben sentar trece personas a una mesa, porque trae mala suerte (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; I.
Gonççalves, Lisboa, 1939; D. Pintãão, Lisboa, 1936). M. Carvalho (Lisboa, 1945) explica que, de las trece personas,
puede morirse la máás joven o la mayor. (Vééase 6.6. Trece).
Tambiéén trae mala suerte sentarse en la esquina de una mesa, porque la persona que lo haga no se casaráá o lo haráá
tarde (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Derramar vino tinto en la mesa trae buena suerte y significa alegríía (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
No se debe pasar por debajo de la mesa, porque despuéés ya no se crece (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M.ªª A.
Gonççalves, Viseu, 1943).
Las mesas deben ponerse paralelas a la pared para no atraer la mala suerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
No se debe comer en la mesa con el sombrero en la cabeza (S. Reis, Albufeira, 1978). Ademáás de ser de mala
educacióón, trae mala suerte.
No conviene tener coja la mesa, como indica el refráán: Nem mesa que bula, nem pedra na serrilha (A. A. Moreira.
2003: 182, n.ºº 810) [Ni mesa que se ande, ni piedra en el escarpe].

En Nochevieja, se debe tener un billete en la mano justo antes de la medianoche, para que se tenga dinero todo el añño
(LC). Si se empieza el añño con dinero (puede ser una moneda, pero no es tan bueno como el billete), este no faltaráá
durante todo el añño (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Se debe poner una moneda en la mano de los difuntos para que puedan pagar su viaje al otro mundo (S. Reis, Albufeira,
1978).
En la vííspera de los Reyes, se come una granada y se guarda la corona con una moneda para que no falte el dinero
durante todo el añño (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).

Cuando se cocina, solo una persona debe remover la comida de la olla para que los guisos no pierdan el sabor (S. Reis,
Albufeira, 1978).
En Nochevieja se golpean las ollas para hacer mucho ruido y traer buena suerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939). Tambiéén
se tiran las cosas viejas para recibir nuevas (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).

Los paññuelos de bolsillo no se deben regalar (I. Gonççalves, Lisboa, 1939; D. Pintãão, Lisboa, 1936), porque se acaba
la amistad. Para ahuyentar la mala suerte y para que no se pierda la amistad, la persona que recibe el regalo tiene que dar
una moneda a cambio del paññuelo (LC; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; D. Pintãão,
Lisboa, 1936).

No se debe abrir el paraguas dentro de casa (S. Reis, Albufeira, 1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias, Lisboa,
1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; I. Gonççalves, Lisboa, 1939). Pero, si hay que hacerlo, se debe abrir tres
veces para ahuyentar la mala suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; D. Pintãão, Lisboa, 1936). (Vééase 1.13. Casa).

Las perlas traen buena suerte. En especial, da buena suerte tener un anillo con una perla. (M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943).
Sin embargo, algunas personas creen que las perlas traen láágrimas y, por eso, dicen que la novia no debe llevar perlas
en la boda (S. Reis, Albufeira, 1978).

Existe una tradicióón antigua segúún la cual el novio debe cruzar la puerta de la habitacióón donde va a pasar la noche
de bodas llevando a la novia en brazos (LC).
El refráán Porta fechada, saúúde da alma (A. Moreira. 2003: 229, n.ºº 663) [Puerta cerrada, salud del alma] refleja la
creencia segúún la cual por la puerta puede entrar lo malo, la envidia de los vecinos y las crííticas, los ladrones y los
falsos amigos. Por eso se cree que hay que mantener la puerta cerrada para tener una vida tranquila.

Puede que por influencia brasileñña, las personas suelen ponerse una tira de tela con las palabras Senhor do Bonfim
[Seññor de la Buena Fin]. Al ponéérsela, piden un deseo por cada nudo que le dan y no se la pueden quitar mientras no
se rompa sola (LC).

Un reloj parado significa un retraso en la vida (S. Reis, Albufeira, 1978).

No se pueden dejar las tijeras abiertas porque trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; I.
Gonççalves, Lisboa, 1939).
Si las tijeras se caen y quedan abiertas, clavadas en el suelo, significa que llegaráán visitas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Si la toalla se mancha de vino tinto, es una seññal de buena dicha (LC).

Romper un vaso da mala suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).


Si dos personas beben del mismo vaso, la segunda conoceráá los secretos de la primera (M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943).

En la tarta de cumpleañños se ponen velas en funcióón de los añños que se van a cumplir o se pone sóólo una o dos
velas con el núúmero de añños escrito; se encienden, se canta Parabééns a vocêê 3 y el que cumple añños, mientras
sopla para apagar las velas, pide un deseo (LC). Si es posible, deben apagarse todas de una vez 4.
Hay quien, antes de pedir un deseo, muerde la vela de la tarta de cumpleañños. Sóólo se tira la vela despuéés de
realizarse el deseo (S. Reis, Albufeira, 1978).
La vela del bautizo se guarda y se enciende si el niñño enferma (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Ponerse una prenda de vestir al revéés sin querer significa que se va a recibir un regalo (I. Gonççalves, Lisboa, 1939; M.
Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; D. Pintãão, Lisboa, 1936).
Debe ponerse al niñño reciéén nacido una prenda al revéés para ahuyentar el mal de ojo (S. Reis, Albufeira, 1978).
No hay que poner las prendas de vestir de los bebéés en la calle cuando hay luna para que no tengan cóólicos (S. Reis,
Albufeira, 1978).
Las mujeres deben ponerse bragas azules en Nochevieja para propiciar la buena suerte en el Añño Nuevo (S. Reis,
Albufeira, 1978; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).
El novio no puede ver a la novia con el traje de boda antes de la ceremonia porque trae mala suerte (M. C. Chacoto,
Torres Novas, 1935).
Hay que procurar no llevar pantalones blancos en el mes de enero, pues, como dice el refráán, Calçça branca em
Janeiro éé sinal de pouco dinheiro (LC) [Pantalones blancos en enero es seññal de poco dinero]. Lo mismo se dice de
los zapatos blancos (Vééase el apartado 1.54. Zapato).

No es bueno que los zapatos queden colocados en direccióón a la puerta, porque es signo de muerte (I. Gonççalves,
Lisboa, 1939).
Ponerse zapatos blancos y abiertos en invierno es seññal de poco dinero (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Si alguien siente picor en la mano izquierda es seññal de que estáá por llegar dinero (S. Reis, Albufeira, 1978).
La mano izquierda se solíía considerar maldita (D. Pintãão, Lisboa, 1936).
No se debe dar limosna con la mano izquierda (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943),
sino con la mano derecha. De hacerlo con la izquierda, se podríía pensar que la persona que da la limosna no es sincera
(I. Gonççalves, Lisboa, 1939).

Si alguien tiene las orejas calientes, significa que se estáá hablando de éél. Si la que estáá caliente es la oreja derecha,
estáán hablando bien; si es la oreja izquierda, estáán hablando mal (LC). S. Reis (Albufeira, 1978) conoce la versióón
opuesta, a saber, si la oreja izquierda queda roja es seññal de que hablan bien de alguien; si es la derecha, hablan mal de
esa persona. (Vééase el apartado 3.10. Oreja).

Se debe entrar siempre en cualquier sitio con el pie derecho para tener suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; S. Reis,
Albufeira, 1978; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I. Gonççalves, Lisboa, 1939)
(Vééase 3.13. Pie).
Se debe entrar con el pie derecho en el Añño Nuevo, saltando, por ejemplo, de una silla al suelo, si se quiere tener buena
suerte durante el añño (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Algunas personas dicen que se debe subir a una silla para tener
cosas cada vez máás positivas y mejores durante el añño nuevo (LC). (Vééase 3.13. Pie).
Cuando alguien no tiene buena suerte un díía, se dice que se levantóó con el pie izquierdo (LC) (Vééase 3.13. Pie).

Suele decirse que los ojos se rascan con el codo (R. Sabóóias, Lisboa, 1959) para evitar tocarlos.

Cuando se cae un diente de leche, el niñño debe salir de casa, ponerse de espaldas a la puerta, tirar el diente al aire, por
encima del tejado, y formular un deseo (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Si alguien tiene los dientes delanteros o paletas separados, se dice que tiene dientes de mentiroso (M. C. Chacoto, Torres
Novas, 1935).
No es bueno soññar con dientes, como indica el siguiente refráán Soññar con dientes es muerte de parientes (R.
Sabóóias, Lisboa, 1959).

Trae buena suerte tocar la joroba de alguien con la mano (M. Carvalho, Lisboa, 1945; I. Gonççalves, Lisboa, 1939).

Se dice que, cuando alguien se muerde la lengua, es porque se estáá hablando mal de éél (S. Reis, Albufeira, 1978).

Cuando a alguien se les caen las cosas de las manos significa que alguien quiere hablar con éél (LC).
Se cree que la mano de dedos largos es propia de una persona habilidosa (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Si alguien se pincha un dedo, significa que tendráá un deseo realizado (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Cuando alguien miente, debe cruzar los dedos por detráás de las espaldas para que no le pase nada malo (S. Reis,
Albufeira, 1978).
Se dice que, si alguien tiene las manos fríías, es porque estáá enamorado. Esta creencia queda reflejada en el siguiente
refráán: Mããos frias, coraççãão quente, amor ardente (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935) [Manos fríías, corazóón
caliente, amor ardiente], que presenta la variante: Mããos frias, coraççãão quente éé amor para sempre (R. Sabóóias,
Lisboa, 1959) [Manos fríías, corazóón caliente es amor para siempre]. Otro refráán completa el anterior al indicar que
quien tiene las manos calientes suele experimentar amores vagabundos o callejeros, poco duraderos: Mããos quentes,
coraççãão frio, amor vadio (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935) [Manos calientes, corazóón fríío].
El refranero recomienda alejar las manos del fuego, si se quieren evitar los sabaññones: Levar as mããos ààs fogueiras
éé a mããe das frieira (A. Moreira. 2003: 138, n.ºº 79) [Llevar las manos al fuego es la madre de los sabaññones].

El picor en la nariz es seññal de amor de un viejo (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935). M.ªª A. Gonççalves (Viseu,
1943) y I. Gonççalves (Lisboa, 1939) conocen una pequeñña variante de esta supersticióón que queda condesada en el
siguiente refráán: Amor de um velho e ciúúmes de um novo [Amor de un viejo, celos de un joven].
Se cree que hay una correspondencia directa entre el tamañño de la nariz y el tamañño del óórgano sexual. Lo confirma
el refráán Homem narigudo, poucas vezes cornudo (A. Moreira. 2003: 131, n.ºº 81) [Hombre narigóón pocas veces es
cornudo], que alude al ééxito de este tipo de hombres.
En el caso de las mujeres, hay que evitar las que poseen una nariz respingona, pues tienen fama de ser terribles y se
suelen comparar con el diablo: Mulher de nariz arrebitado éé levada do diabo (A. Moreira. 2003: 160, n.ºº 898) [Mujer
de nariz respingona es terrible como un diablo].
El hecho de tener pelos en la nariz indica que se posee un caráácter difíícil, como alude la expresióón Ter pêêlo na venta
(LC).

Cuando se tiene un orzuelo en el ojo, se frota con un anillo de boda para que se quite (LC). (Vééase 1.3. Anillo).
Suele decirse que los ojos se rascan con el codo (R. Sabóóias, Lisboa, 1959), para no tocarlos.
La expresióón: Deitar mau olhado a alguéém [Echar el mal de ojo a alguien] muestra que los ojos son un medio para
hechizar a alguien (LC).
Es creencia comúún que se puede confiar en quien tiene los ojos castañños pero no en las persona con ojos verdes: Ojos
castañños son leales (LC); Ojos verdes son traicióón (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).
Los ojos ayudan a conocer a una persona, porque suele decirse que los ojos son el espejo del alma (LC).

Cuando a alguien se le ponen las orejas calientes es seññal de que estáán hablando de éél (M. C. Chacoto, Torres Novas,
1935; M. Carvalho, Lisboa, 1945). En concreto, la oreja izquierda queda roja cuando hablan bien y la derecha cuando
hablan mal (S. Reis, Albufeira, 1978). Segúún otros informantes, tambiéén el picor en la oreja es seññal de que se estáá
hablando de alguien (I. Gonççalves, Lisboa, 1939). (Vééase 2.4. Oreja y oíído).

Cuando se cae una pestañña, se debe coger entre el pulgar y el ííndice y formular un deseo. Si, al separar los dedos, la
pestañña queda en el pulgar el deseo no se va a realizar. Si la pestañña queda pegada al ííndice, el deseo se haráá
realidad (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; I. Gonççalves, Lisboa, 1939).

Se corta un mechóón de cabello a los bebéés para que el pelo crezca máás (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Segúún otros,
no se debe cortar el pelo al bebéé antes de que cumpla un añño (S. Reis, Albufeira, 1978).
No se debe cortar el pelo en cuarto menguante porque se dice que se abren las puntas y no crece. Se debe cortar el pelo
en cuarto creciente porque crece máás deprisa y máás fuerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939; S. Reis, Albufeira, 1978).
Antes se solíía aprovechar el agua de la lluvia para lavarse el pelo, porque se creíía que quedaba muy suave y brillante.
Si se arranca una cana, van a nacer siete en el mismo sitio (LC).
Cuando uno empieza a tener canas se piensa ya en la proximidad de muerte, como anuncia el refráán: Cabelos brancos,
flores de cemitéério (A. Moreira. 2003: 61, n.ºº 6) [Canas son flores de cementerio].
El refranero enseñña a desconfiar de personas con determinadas caracteríísticas fíísicas, pues se considera que la
apariencia fíísica es el espejo del caráácter. He aquíí algunos ejemplos:

Falso por natura, cabelo negro, barba ruiva»» (A. Moreira. 2003: 115, n.ºº 37) [Es falso por naturaleza, el hombre
de pelo negro y barba pelirroja];
Ruivo ruivel, nunca fiel (A. Moreira. 2003: 279, n.ºº 116) [El pelirrojo nunca es fiel];
A homem ruivo e mulher barbuda, de longe os saúúda (A. Moreira. 2003: 18, n.ºº 341) [A pelirrojo y mujer con
barba, saludarlos de lejos];
Mulher de cabelo na venta nem o diabo a aguenta [Mujer de pelo en la nariz ni el diablo la aguanta] (A. Moreira.
2003: 160, n.ºº 888).

No se puede barrer los pies de una mujer soltera porque despuéés ya no se casaráá (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935;
M. Carvalho, Lisboa, 1945; S. Reis, Albufeira, 1978). (Vééase 1.23. Escoba).
Cuando alguien no tiene buena suerte un díía, se dice que se levantóó con el pie izquierdo (LC). (Vééase 2.5. Pie).
Cuando alguien se despierta gruññóón, se dice que ha dormido con los pies fuera de la cama (LC).
Se debe entrar siempre en cualquier sitio con el pie derecho para tener suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; S. Reis,
Albufeira, 1978; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; I. Gonççalves, Lisboa, 1939)
(Vééase 2.5. Pie).
Se debe entrar con el pie derecho en el Añño Nuevo, saltando, por ejemplo, de una silla al suelo, si se quiere tener buena
suerte durante el añño (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Algunas personas dicen que se debe subir a una silla para tener
cosas cada vez máás positivas y mejores durante el Añño Nuevo (LC) (Vééase 2.5. Pie).

Segúún donde tenga una mujer el lunar, se puede deducir su personalidad (I. Gonççalves, Lisboa, 1939). Lo indica
tambiéén el siguiente refráán:

Quem tem sinal no peito éé mulher de respeito./


Quem tem sinal no rosto éé mulher de desgosto./
Quem tem sinal na perna éé mulher de taberna.
[Quien tiene lunar en el pecho es mujer de respeto./
Quien tiene lunar en el rostro es mujer de disgusto./Quien tiene lunar en la pierna es mujer de taberna].

Si alguien pasa por debajo de las piernas de otra persona, no va a crecer máás. Para invertir el proceso, hay que cambiar
los papeles, eso es, la segunda persona debe pasar por debajo de las piernas de la primera (S. Reis, Albufeira, 1978).
Segúún otra versióón, no se puede pasar por encima de las piernas de otra persona porque éésta úúltima ya no va a
crecer. Para invertir el proceso, la misma persona debe pasar por encima de las piernas de la otra, pero en sentido
opuesto (LC).

No es aconsejable cortarse las uññas el domingo, pues Quem corta as unhas ao domingo leva a semana pedindo (M. C.
Chacoto, Torres Novas, 1935) [Quien se corta las uññas al domingo se pasa la semana pidiendo].

La forma del vientre de una mujer embarazada puede indicar el sexo del bebéé. Si es un vientre redondo, la mujer
tendráá una niñña; si es puntiagudo, seráá un varóón (S. Reis, Albufeira, 1978).

Cuando un niñño bosteza, se le hacen cruces en la boca para evitar que le entre el mal de ojo y para que no salga el buen
espííritu (M. Carvalho, Lisboa, 1945). El gesto debe ir acompaññado de la fóórmula Benza-te Deus [Dios te bendiga]
(M.C. Chacoto, Torres Novas, 1935).
Se cree que, si alguien bosteza mucho, tiene el mal de ojo (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
Tampoco es buena seññal el bostezo largo: Bocejo longo, fome, sono, preguiçça ou ruindade do dono (A. Moreira.
2003: 57, n.ºº 231) [Bostezo largo, hambre, sueñño, pereza o maldad del dueñño].

Un hilo rojo puesto en la cabeza del niñño con la saliva de la madre es la solucióón para los hipos (S. Reis, Albufeira,
1978). (Vééase 1.29. Hilo).
Para que los hipos se acaben, debe darse un susto a la persona (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943). Segúún otra creencia,
los hipos se paran apretando la nariz y cerrando la boca, es decir, quedáándose un rato sin respirar (I. Gonççalves,
Lisboa, 1939).

El refranero aconseja desconfiar de la persona cejijunta: Sobrancelhas unidas, sinal de laráápio (A. Moreira. 2003:
291, n.ºº 451) [Cejas juntas es seññal de ladróón].

Se dice que tener la frente larga es seññal de inteligencia (S. Reis, Albufeira, 1978).

Para unos informantes, ver una arañña es signo de suerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939); para otros, es seññal de dinero
(M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943; D. Pintãão, Lisboa, 1936).
Encontrar una arañña en casa antes del medio díía es seññal de dinero (S. Reis, Albufeira, 1978).
Cuando la arañña teje la tela, es seññal de lluvia (S. Reis, Albufeira, 1978).
La tela de arañña se utiliza para detener las hemorragias (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Se cree que las aves son animales que no traen buena suerte y de los que hay que guardarse. Lo confirman los siguientes
refranes:

Ave de bico nunca fez o dono rico (A. Moreira. 2003: 51, n.ºº 1817) [Ave de pico jamáás ha hecho rico a su dueñño],
que corresponde al españñol Ave de cuchar, máás come que val (Campos y Barella. 1993 [2005]: 36, n.ºº 355);
De ave de bico encurvado, guarda-te dela como do diabo (A. Moreira. 2003: 84, n.ºº 136) [No es de confianza un
ave de pico curvo].

En portuguéés existe la expresióón ser ave de mau agouro [ser un ave de mal agüüero], que se utiliza para designar a
una persona que siempre espera que ocurra lo peor (LC).

Para algunos, el búúho no trae precisamente buena suerte. Esta creencia queda reflejada en el refráán Quem segue um
mocho, vai ter a ruíínas (A. Moreira. 2003: 269, n.ºº 1571) [Quien sigue un búúho va a encontrar unas ruinas].
Para algunos, el búúho anuncia muerte (S. Reis, Albufeira, 1978).
Para otros, el búúho simboliza la sabiduríía, la ciencia (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Por eso, se suelen regalar búúhos de
todos los materiales y tamañños para propicar la buena suerte a quien los recibe (LC).

Cuando se intenta mata un puerco y no se muere fáácilmente, es seññal de que a alguien le da pena que se muera (S.
Reis, Albufeira, 1978).

A los niñños se suele contar que la cigüüeñña trae a los bebéés de Francia (I. Gonççalves, Lisboa, 1939; R. Sabóóias,
Lisboa, 1959; D. Pintãão, Lisboa, 1936).

La pata de conejo trae buena suerte. Algunas personas suelen tener una reproduccióón en su bolso o en su llavero como
amuleto (S. Reis, Albufeira, 1978).

El cuervo, ademáás de ser ladróón, trae mala suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
Ver a un cuervo es seññal de muerte (S. Reis, Albufeira, 1978). Segúún R. Sabóóias (Lisboa, 1959), el cuervo tambiéén
anuncia la muerte con su canto.

Las culebras son peligrosas porque, si huelen la leche de las mujeres que tienen niñños pequeñños, intentan mamarla.
Son tambiéén enemigas de los hombres. En general, ver una culebra, una serpiente o una vííbora trae mala suerte (M.
Carvalho, Lisboa, 1945).

Se ha extendido la costumbre de tener en casa un amuleto en forma de elefante para propiciar la buena suerte. Para que
surta efecto, se debe poner el elefante con la cola en direccióón de la puerta (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
Se piensa que los elefantes nunca se olvidan de nada. Por eso, se dice ter memóória de elefante (LC) [tener una
memoria de elefante].

Cuando se mata una gallina y la tarea resulta difíícil o el animal no se muere enseguida, se cree que a alguien le da pena
que la maten (S. Reis, Albufeira, 1978).
El gato negro se suele asociar a las brujas y, por eso, se cree que trae mala suerte (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).
Si un gato cruza la calle delante de nosotros, trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978; R. Sabóóias, Lisboa, 1959). En
cambio, para algunos ver un gato negro trae buena suerte (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Pisar la cola de un gato trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978).
Si alguien regala un gato, la persona que lo recibe tiene que darle una moneda a cambio para que no le traiga mala suerte
(S. Reis, Albufeira, 1978).
Matar gatos trae mala suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959); quien lo hace, tendráá un retraso de siete añños en su vida (D.
Pintãão, Lisboa, 1936)

Observar el comportamiento de los animales puede servir a predecir el tiempo atmosféérico. De las gaviotas se dice lo
siguiente:

Gaivotas em terra éé sinal de tempestade (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935) [Gaviotas en tierra es seññal de
tempestad]. Ahora tambiéén se dice que es seññal de hambre en el mar (LC);
Gaivotas em terra, sinal de mau tempo (A. Moreira. 2003: 123, n.ºº 10) [Gaviotas en tierra, es seññal de tormenta];
Se entra por terra a gaivota, éé o temporal que a enxota»» (A. Moreira. 2003: 284, n.ºº 131) [Si la gaviota viene a
tierra es la tormenta que la empuja].

Se piensa que cuando las golondrinas llegan en bandada traen la primavera (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935) y el
buen tiempo (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Por eso, se dice que: Uma andorinha nãão faz a Primavera [Una golondrina
no hace primavera], paremia conocida tambiéén en la variante: Uma andorinha sóó nãão faz Verãão, nem um dedo sóó
faz mãão (A. Moreira. 2003: 306, n.ºº 80) [Una golondrina sola no hace verano ni un solo dedo hace mano].

Matar un grillo trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978).

Se cree que el lagarto es peligroso porque ataca a la mujer (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
Para ahuyentar la mala suerte o los malos espííritus, existe la costumbre de golpear la madera con los nudillos y decir:
lagarto, lagarto (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

La lechuza trae mala suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Ver una mariposa a volar trae buena suerte para todo el díía (S. Reis, Albufeira, 1978).

Existe una cantinela infantil, muy popular, que se canta cuando se ve una mariquita: ««Joaninha voa, voa, que o teu pai
estáá em Lisboa»» [Mariquita vuela, vuela, porque tu padre estáá en Lisboa]. Se repite esta copla y se supone que la
mariquita debe volar. Pero no se la puede tocar, porque trae mala suerte (LC).
Cuando una mariquita se posa encima de una persona, significa que va a recibir correo (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

La mosca (moscarda) es seññal de visitas (S. Reis, Albufeira, 1978; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).

Existe un refráán que asocia la paloma con el tiempo meteorolóógico: ÀÀ rola e ao pardal, nãão engana o temporal (A.
Moreira. 2003: 27, n.ºº 786) [A la tóórtola y al gorrióón no engañña la tempestad].
Se cree que la paloma no trae buena suerte. En concreto, se dice que Casa de pombos, casa de tombos (D. Pintãão,
Lisboa, 1936) [Casa de palomas, casa de caíídas].
La saliva de perro sirve para sanar las heridas o la gangrena (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
El perro que aulla anuncia muerte o desgracia (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Para algunos solo es de mal agüüero oíír a
un perro aullar si ocurre por la noche (S. Reis, Albufeira, 1978).

El sapo trae mala suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).


Si la orina del sapo llega a los ojos, provoca ceguera (S. Reis, Albufeira, 1978).

No se puede oler albahaca porque se seca (R. Sabóóias, Lisboa, 1959). Para evitar que suceda, se pueden frotar las hojas
entre las manos: el olor se pegaráá a las manos (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).

Las novias deben poner esta flor en su ramo para indicar que son todavíía víírgenes (R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M.
Carvalho, Lisboa, 1945; I. Gonççalves, Lisboa, 1939), pues el azahar simboliza la pureza (M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943).

Si una mujer quema un cardo el díía de San Antonio y ese cardo espiga el díía de San Juan, ella muy pronto tendráá un
novio (LC).

En las fiestas de los santos populares se regala un clavel con una copla. Esta flor forma parte de estas fiestas y, por eso,
en Brasil y en Malaca tambiéén se utiliza (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Si alguien encuentra una hoja de laurel en el plato es seññal de que no se casaráá (S. Reis, Albufeira, 1978).

La margarita (««margarida»») tambiéén se llama ««malmequer»»). Algunas personas dicen ««bem-me-quer»», haciendo
un juego de palabras con ««querer mal»» y ««querer bien»». Se suele deshojar una margarita para saber si la persona
que nos gusta tambiéén nos quiere (R. Sabóóias, Lisboa, 1959). Mientras se va deshojando la flor, se va diciendo:
««Malmequer, bem-me-quer, muito, pouco ou nada»» (LC) [Me quiere mal, me quiere bien, mucho, poco o nada].

La hoja de la palma estáá relacionada con el Domingo de Ramos por su significado religioso (M. Carvalho, Lisboa,
1945).

Las flores de un ramo tienen que ser un núúmero impar (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

El romero estáá relacionado con la Semana Santa: se hace un ramo con palma y romero bendito y se guarda en casa para
usarse cuando truena, contra las enfermedades o algúún otro peligro (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

La ruda aleja las brujas (S. Reis, Albufeira, 1978). Se utiliza tambiéén contra el mal de ojo (M. Carvalho, Lisboa, 1945;
D. Pintãão, Lisboa, 1936), poniééndola detráás de la puerta (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

El tréébol de cuatro hojas trae buena suerte (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; I. Gonççalves, Lisboa, 1939; R.
Sabóóias, Lisboa, 1959; M. Carvalho, Lisboa, 1945; S. Reis, Albufeira, 1978; D. Pintãão, Lisboa, 1936).

Las espigas de trigo favorecen la fertilidad (S. Reis, Albufeira, 1978) y, en general, son seññal de abundancia (I.
Gonççalves, Lisboa, 1939).
Segúún M. Carvalho (Lisboa, 1945), se utiliza la esencia de eucalipto en la preparacióón de elixires y jarabes contras las
enfermedades respiratorias.

La sombra de la higuera es malsana (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).


Existe la creencia popular de que el tronco de la higuera estáá retorcida, por ser en una higuera donde se ahorcóó Judas
(M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Para ahuyentar la mala suerte, se suele golpear tres veces la madera (S. Reis, Albufeira, 1978; I. Gonççalves, Lisboa,
1939) pronunciando las siguientes palabras: Diabo seja cego, surdo e mudo [El diablo sea ciego, sordo y mudo] (R.
Sabóóias, Lisboa, 1959).

El nogal es un áárbol daññino. Lo dice tambiéén el refranero: ÀÀ sombra da nogueira, nãão te deites a dormir (Costa
Alves. 2006: 109) [A la sombra del nogal no te acuestes a dormir] y Debaixo da nogueira nãão façças cabeceira (A.
Moreira. 2003: 89, n.ºº 372) [Bajo el nogal no duermas].
Las hojas del nogal sirven para sanar las heridas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Cuando sucede un hecho parecido a otro por tercera vez, se suele decir Nãão háá dois sem trêês (LC). [No hay dos sin
tres].

Se cree que tres es el núúmero perfecto (M. Carvalho, Lisboa, 1945). porque Trêês éé a conta que Deus fez (A. Moreira.
2003: 301, n.ºº 311) [Tres es la cuenta que Dios hizo].
Quizáás, por esa misma razóón, golpear tres veces en madera trae buena suerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
Si tres personas se dividen un cigarrillo, la mayor de ella va a morir (S. Reis, Albufeira, 1978).
Asimismo, cuando tres personas participan en la misma tarea, se muere la máás joven o la mayor (R. Sabóóias, Lisboa,
1959).

El siete es un núúmero que trae buena suerte (S. Reis, Albufeira, 1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945).

En general, se cree que el trece trae mala suerte (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935), especialmente cuando se asocia al
viernes (S. Reis, Albufeira, 1978).
Para M. Carvalho (Lisboa, 1945) y D. Pintãão (Lisboa, 1936), este núúmero trae buena suerte, es decir, a unos trae mala
suerte y a otros buena suerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939).
No es bueno que trece personas se sienten a la misma mesa. Esta supersticióón procede de la ÚÚltima Cena de Cristo
(R. Sabóóias, Lisboa, 1959). Tambiéén se dice que, cuando trece personas se sientan a la misma mesa, una de ellas
puede morir. (Vééase 1.33. Mesa).

Las flores de un ramo deben ser de un núúmero impar (M. Carvalho, Lisboa, 1945).


El lunes es el díía de la pereza (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

El martes no es bueno hacer viajes (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

El viernes no es un buen díía para bodas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).


El viernes trece es un díía nefasto (S. Reis, Albufeira, 1978).
El viernes de Pascua no se debe trabajar en la tierra (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

El sáábado es el díía máás propicio para las bodas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Suele decirse que Calçça branca em Janeiro éé sinal de pouco dinheiro (LC) [Pantalones blancos en enero es seññal de
poco dinero].

Agosto es un mes de disgusto (S. Reis, Albufeira, 1978). Se suele decir que no se debe empezar ninguna actividad
importante en este mes, porque no se obtendráá buen resultado.

El arco iris es la unióón entre el cielo y la tierra (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Suele decirse que, cuando se llega al final
del arco iris, se encuentra un tarro de oro (LC; S. Reis, Albufeira, 1978). Segúún otra versióón, si alguien pasa por
debajo de un arco iris, se le cae encima un tarro lleno de monedas de oro (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Cuando se oye el afilador de tijeras y cuchillos (amola-tesouras), es seññal de que va a llover (LC).
Se cree que la lluvia es un síímbolo de fertilidad porque viene del cielo y fecunda la tierra (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Suele decirse que, cuando llueve y hace sol, las brujas estáán comiendo pan caliente. Lo confirma la siguiente paremia:
A chover e a fazer sol, estãão as bruxas a comer pãão mole [Cuando llueve y hace sol, estáán las brujas comiendo pan
caliente] (LC).
La lluvia de mayo teníía el poder de devolver la belleza a las viejas, al tiempo que se la quita a las jóóvenes: Chuva de
Maio, faz as novas ranhosas e as velhas formosas (Costa Alves. 2006: 116) [Lluvia de mayo cambia las jóóvenes en
feas y embellece a las viejas].
La lluvia el díía de la boda trae buena suerte (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943), como dice el refráán: Boda molhada éé
boda abenççoada (LC) [Boda mojada es boda afortunada].
Cuando empieza a llover se suele decir la siguiente cantinela para que escampe: Nossa Senhora da Conceiççãão façça
sol e chuva nãão (LC) [Nuestra Seññora de la Concepcióón, haga sol y lluvia no].

El comportamiento de las gaviotas suele estar relacionado con la lluvia. En efecto, se dice que

Gaivotas em terra éé sinal de tempestade (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935) [Gaviotas en tierra es seññal de
tempestad]. Ahora tambiéén se dice que es seññal de hambre en la mar (LC);
Gaivotas em terra, sinal de mau tempo (A. Moreira. 2003: 123, nºº 10) [Gaviotas en tierra, es seññal de tormenta];
Se entra por terra a gaivota, éé o temporal que a enxota»» (A. Moreira. 2003: 284, nºº 131) [Si la gaviota viene a
tierra es la tormenta que la empuja];
Gaivotas em terra, tempestade no mar (LC) [Gaviotas en la tierra, es seññal de tempestad en la mar].
Si una hoja de una planta va caer en el regazo de alguien, se debe a que es una hoja bendita] (M. Carvalho, Lisboa,
1945).

El amarillo es el color de la pereza. (S. Reis, Albufeira, 1978). Representa la rabia, o los celos pero tambiéén es seññal
de oro y abundancia (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Para otros, es el color del hambre. (R. Sabóóias, Lisboa, 1959) o de la
desesperacióón. (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

La novia debe ponerse una prenda ííntima azul para ser feliz en su matrimonio. (M. Carvalho, Lisboa, 1945). La prenda
puede ser una liga (S. Reis, Albufeira, 1978).
Las mujeres deben ponerse unas bragas azules en Nochevieja para propiciarse la buena suerte durante el nuevo añño.

Las novias deben vestirse de blanco el díía de la boda (LC), pues este color simboliza la pureza (S. Reis, Albufeira,
1978; R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
El color blanco tambiéén representa la paz o la pena que uno siente por algo que ha ocurrido (M. Carvalho, Lisboa,
1945).

Como el color morado suele relacionarse con la Semana Santa, no se ponen prendas de este color en otras éépocas (M.
Carvalho, Lisboa, 1945).

Como en muchas otras culturas, el negro es el color del luto. (R. Sabóóias, Lisboa, 1959) y se suele asociar a la muerte y
al dolor por la péérdida de alguien (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Simboliza la sangre y la pasióón. (R. Sabóóias, Lisboa, 1959) Segúún (S. Reis, Albufeira, 1978). Es el color de la
lujuria. Representa tambiéén la alegríía y el amor. Debido a la simbologíía que rodea este color, las mujeres mayores no
se suelen vestir de rojo para no ser confundidas con prostitutas (antes solíía pensarse que este color era muy utilizado por
ellas).
Si alguien padece sarampióón, se suele poner un paññuelo rojo en la ventana o una manta roja alrededor del enfermo.
Ponerse ropa interior de color rojo mejora la actividad sexual (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Se pone un poco de aceite de oliva en el agua para que el pelo se pueda peinar sin rizos (M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943).

En ciertos sitios se cree que hay que tener cuidado con las aceitunas pues, segúún el momento del díía, pueden sentar
mal. En efecto, se dice que la aceituna por la maññana es oro, por la tarde es plata y por la noche mata.

No se debe brindar con agua porque trae mala suerte (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Antes, el aguardiente se daba a los niñños para que se calentaran antes de salir para la escuela. Hoy se toma un vaso de
aguardiente con miel caliente para curar el catarro (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

El ajo protege del mal de ojo (S. Reis, Albufeira, 1978).


El refráán Alho e limãão sãão meio cirurgiãão [El ajo y el limóón son medio cirujano] (A. E. Borges. 2005: 12) alude a
las propiedades beneficiosas del ajo.

El arroz se suele utilizar en las bodas para echarlo sobre los novios cuando salen de la iglesia. Este gesto se asocia a
votos de abundancia y prosperidad (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Esta prááctica estáá tan arraigada en la cultura
potuguesa que una boda sin arroz no es boda (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

No se debe echar azúúcar en el caféé de nadie, porque trae mala suerte y hasta puede provocar la muerte de esa persona
(I. Gonççalves, Lisboa, 1939; M. Carvalho, Lisboa, 1945).

No se debe echar azúúcar al caféé de nadie, porque trae mala suerte y hasta puede provocar la muerte de esa persona (I.
Gonççalves, Lisboa, 1939; M. Carvalho, Lisboa, 1945).

El refranero recomienda comer la carne de ayer: Pãão de hoje, carne de ontem e vinho do outro Verãão fazem o
homem sãão (A. Moreira, 2003: 216, n.ºº 80) [El pan de hoy, la carne de ayer y el vino del verano pasado hacen el
hombre sano].

Comer castaññas crudas hace que se tengan piojos (S. Reis, Albufeira, 1978).

El téé de cebolla ayuda a tratar los catarros (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Las paremias O vinagre e o limãão sãão meio cirurgiãão [El vinagre y el limóón son medio cirujano] (A. E. Borges.
2005: 33) y Alho e limãão sãão meio cirurgiãão [El ajo y el limóón son medio cirujano] (A. E. Borges. 2005: 12)
aluden a las propiedades curativas y desinfectantes del limóón.

La miel tiene propiedades curativas y se emplea para tratar casi todas las enfermedades (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Aunque la ciencia no lo justifique, existen algunas creencias que establecen cuáándo conviene comer naranjas y cuáándo
es mejor no tomarla para que no resulten daññinas. Estas creencias estáán condensadas en las siguientes paremias:

Quem come laranja antes do Natal livra-se de um catarral (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935), esto es, se debe
comer naranjas antes de Navidad para no acatarrarse;
Laranja, de manhãã éé ouro, àà tarde prata e àà noite mata (R. Sabóóias, Lisboa, 1959) [Naranjas por la maññana
es oro, por la tarde plata y por la noche mata].

Todo ello justifica el consejo popular de que no se debe comer naranjas por la noche (S. Reis, Albufeira, 1978).

Cortar pan caliente con un cuchillo quita la fuerza a la panadera (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).
Cuando se hace el pan, antes de meterlo en el horno, se hace una cruz con la mano derecha en el pan y se dice: Deus te
acrescente, Deus te alevante, pela graçça de Deus e da Virgem Maria, P.N.A.M [Dios te aumente, Dios te haga crecer,
por la gracia de Dios y de la Virgen Maríía, Padre Nuestro Ave Maria] (M. Carvalho, Lisboa, 1945). De este modo, se
cree que el pan se coceráá bien.
No se debe poner el pan boca abajo encima de la mesa porque trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978).
Si el pan se cae al suelo, hay que besarlo antes de comerlo. De este modo, se pide perdóón a Dios por el descuido y que
lo limpie de impurezas (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Para S. Reis (Albufeira, 1978) se hace simplemente porque Nuestro
Seññor estáá en el pan.
El refranero recomienda comer el pan del díía: Pãão de hoje, carne de ontem e vinho do outro Verãão fazem o homem
sãão (A. Moreira, 2003: 216, n.ºº 80) [El pan de hoy, la carne de ayer y el vino del verano pasado hacen el hombre
sano].

Si se derrama la sal, hay que tirar un poco de pimienta hacia atráás, por encima de la espalda (S. Reis, Albufeira, 1978).

Como sucede con las naranjas y las aceitunas, hay que tener cuidado con el pescado, pues no se puede comer siempre.
Asíí lo indica la siguiente paremia: Raia em Maio, tumba àà porta, mas venha a raia, que a tumba nãão me importa
(A. Moreira. 2003: 277, n.ºº 4) [Rayas en mayo, la sepultura àà la puerta, pero venga la raya, que la sepultura no
importa].

Derramar la sal atrae la mala suerte. Si ocurre, se debe echar un poco de pimenta por detráás de la espalda (S. Reis,
Albufeira, 1978).
La sal tirada en la puerta evita que el mal de ojo entre en la casa.
La sal se suele utilizar tambiéén para para atraer la mala suerte en una casa (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
No es bueno pisar la sal (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Comer doce uvas pasas en Nochevieja trae buena suerte para los meses del añño siguiente (S. Reis, Albufeira, 1978).
Soññar con uvas significa que se va a recibir una carta (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

El hecho de que se derrame vino tinto en el mantel se interpreta como seññal de alegríía (M.ªª A. Gonççalves, Viseu,
1943; S. Reis, Albufeira, 1978; R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
El vino se emplea como remedio contra el dolor de oíídos. Pires de Lima (1943: 96) registra la siguiente paremia que
documenta dicha creencia: Un dolor de oíídos se sana con un poco de vino calentado echado en el oíído enfermo.
Tenemos constancia de que la leche caliente se utiliza para tratar este dolor (LC).
El vino es bueno tambiéén para tratar los catarros: Avinha-te, abifa-te e abafa-te. La paremia aconseja beber bastante y
taparse para sudar.
Cuando se celebra algo, hay que brindar con vino. Pires de Lima (1943: 109), al confirmarlo, desaconseja el brindis con
un vaso de leche o una taza de téé.
El vino se debe servir vertiééndolo de derecha a izquierda y no al revéés (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Segúún otra paremia, no se puede beber vino verde en enero, porque se muere: Vinho verde em Janeiro éé mortalha no
telheiro (A. Moreira. 2003: 313, n.ºº 205).
El refranero recomienda beber el vino del verano pasado: Pãão de hoje, carne de ontem e vinho do outro Verãão fazem
o homem sãão (A. Moreira, 2003: 216, n.ºº 80) [El pan de hoy, la carne de ayer y el vino del verano pasado hacen el
hombre sano].

Comer mucho queso perjudica la memoria (S. Reis, Albufeira, 1978).


El refranero aconseja comer queso con pan para estar sano:Queijo com pãão faz o homem sãão (A. Moreira. 2003: 240,
n.ºº 284) [El queso con pan hace el hombre sano].

Si uno ve caerse una estrella, debe pedir un deseo, pero no debe decíírselo a nadie para que ocurra. (S. Reis, Albufeira,
1978; M. Carvalho, Lisboa, 1945; R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Nunca se debe cortar el pelo en cuarto menguante porque se abren las puntas y no crece. El pelo debe cortarse en cuarto
crescente, porque crece máás deprisa y máás fuerte (I. Gonççalves, Lisboa, 1939; S. Reis, Albufeira, 1978).
Entre la luna creciente y la luna llena se formula un deseo que se realizaráá en la luna llena (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
La fortuna crece cuando se sacan billetes de gran valor a la luz de la luna llena (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Cuando uno tiene mucha suerte en la vida, se dice que la persona nasceu com o cu virado para a lua [Nacióó con el
culo vuelto hacia la luna].
Suele decirse que la luna es responsable de la fecha del parto (S. Reis, Albufeira, 1978).

El refráán A chover e a fazer sol, estãão as bruxas a comer pãão mole (LC) [Cuando llueve y hace sol al mismo tiempo
las brujas estáán comiendo pan caliente] refleja la creencia segúún la cual si llueve y hace sol, las brujas estáán
comiendo pan.

El 2 de febrero se enciende una vela bendita para ahuyentar los peligros o una tempestad con reláámpagos (M. Carvalho,
Lisboa, 1945).
El díía de la Candelaria, las velas puede servir para pronosticar el tiempo que duraráá el invierno. En concreto, Se as
candeias rirem estáá o Inverno para vir, se as candeias choram vai o Inverno embora [Si las candelas se reííren estáá
el invierno para venir, si las candelas lloran el invierno se acaba] (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Los ramos que se bendicen el Domingo de Ramos se conservan durante todo el añño y sirven para proteger de los
peligros. Por ejemplo, se queman cuando hay tempestades (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

La Nochevieja estáá rodeada de supersticiones. Asíí, se dice que:

hay que estrenar unas bragas blancas o azules para atraer la buena suerte;
hay que tirar los objetos viejos para obtener cosas nuevas;
se debe subir a una silla con el pie derecho;
hay que comer doce uvas pasas y pedir doce deseos al compáás de las doce campanadas;
se debe coger un billete y guardarlo en el bolsillo para tener dinero durante todo el añño.

(LC; R. Sabóóias, Lisboa, 1959; M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).

A San Antonio de Padua (conocido en Portugal como Santo Antonio de Lisboa) se dirigen los chicos o chicas que
quieren casarse. Para que el santo conceda lo que se le pide, se pone su imagen con la cara hacia la pared o, de ser
posible, se le saca el Niñño. La imagen se volveráá a poner bien o se le devolveráá el Niñño (segúún los casos) sóólo
cuando se haya encontrado pareja (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Otros ponen la imagen al revéés, con la cabeza hacia
abajo (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).
Mucha gente se casa el díía de San Antonio, porque se cree que trae suerte a los novios (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

El díía de San Blas se celebra la amistad o el noviazgo. En Vila Real era costumbre regalarse dulces. A los muchachos,
las chicas regalan un dulce, una empanada que termina con un pico hacia arriba, rellena de dulce de huevos, que se llama
««pito»». Se regala a las chicas una ««gancha»», una golosina, en forma de muletilla, hecha con azúúcar. Quien celebra
este santo puede estar seguro de mantener la amistad con la persona con la que se intercambia regalos, explica M.
Carvalho (Lisboa, 1945), quien vivióó allíí unos añños.

Cuando se quiere que la lluvia cese de caer, suele decirse una cantinela: Nossa Senhora da Conceiççãão façça sol e
chuva nãão [Nuestra Seññora de la Concepcióón, haga sol y lluvia no].

Pisar sin querer las heces trae dinero. (S. Reis, Albufeira, 1978) y, por eso, dicen que es bueno (R. Sabóóias, Lisboa,
1959).
Cuando alguien tiene las manos agrietadas y llenas de heridas por el fríío, deberíía mear en sus manos para remediarlo.
Se cree que los orines de los niñños saca las huellas de humedad de las prendas de vestir blancas (S. Reis, Albufeira,
1978).

La forma del vientre de una mujer embarazada indica si el bebéé es un niñño o una niñña: si es redondo, va a nacer una
niñña; si es oval, entonces se trata de un varóón. M. Carvalho (Lisboa, 1945) conoce la misma creencia, pero al revéés.
Segúún éél, si el vientre es redondo, naceráá un niñño.
Si la mujer embarazada suele tener problemas de digestióón, entonces se suele decir que el niñño tendráá mucho pelo
cuando nazca.
Tambiéén se cree que, si la mujer se queda embarazada teniendo ella misma un núúmero de añños par, el bebéé seráá
una niñña; si la edad de la madre corresponde a un núúmero impar, entonces tendráá un niñño.
Cuando una mujer estáá embarazada tiene ganas de comer algo, hay que ir a buscarlo para que el niñño no nazca con
pelo en el pie, o con la boca abierta, o con una seññal en el cuerpo con la forma del alimento deseado por la madre.
La mujer embarazada no debe oler flores para que el niñño no nazca con marcas o seññales. (S. Reis, Albufeira, 1978).
Mientras estáá embarazada, la mujer no debe estar jnto a objetos feos para que el niñño no nazca igual a ellos.
Si la mujer tiene un parto difíícil, se le da un vasito de vino de Oporto para que al niñño le resulte máás fáácil nacer.
Otras veces, como ocurre en Tavira (Algarve), se pone un mantel de la Virgen a la mujer para ayudarla a tener el niñño
máás deprisa (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Despuéés del nacimiento de su bebéé, la madre debe quedarse en casa un mes y debe comer caldos de gallina para
reponerse (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Se decíía que la mujer con el perííodo no podíía lavarse el pelo ni mojarse los pies. Tampoco podíía baññarse (S. Reis,
Albufeira, 1978).
Si una mujer con el perííodo quiere hacer un bollo o una tarta no le va a salir bien. (R. Sabóóias, Lisboa, 1959). Lo
mismo pasa con otros alimentos, como la mahonesa (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

Si dos mujeres se sientan de espaldas sin querer, entonces una tendráá un niñño y la otra seráá la madrina (M. Carvalho,
Lisboa, 1945).

La novia debe llevar azahar en su ramo para que le traiga suerte.


La novia no debe llevar oro en la boda, sobre todo si se celebra en la iglesia.
Despuéés de la boda, la novia, de espaldas a las invitadas solteras, tira el ramo hacia atráás. Quien coja el ramo seráá la
siguiente en casarse.
El novio no debe ver a la novia antes de entrar en la iglesia. Tampoco puede verla con el vestido puesto antes de la boda.
Quizáá por eso, es costumbre que el novio llegue a la iglesia antes de la novia (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935).
Cuando salen de la iglesia, es costumbre que la gente tire arroz a los novios, expresando asíí el deseo de que tengan
abundancia en su vida matrimonial.
El novio debe llevar a la novia en brazos cuando entren en su casa o donde sea que vayan a pasar la primera noche de
casados.
Si alguien barre los pies de mujer que todavíía no se ha casado, haráá que no se case nunca.
Si llueve el díía de la boda, se suele decir que es bueno para el matrimonio, pues tendráá suerte.
Los novios deben cortar juntos la tarta para pasar, asíí, toda su vida juntos (S. Reis, Albufeira, 1978).
En algunas familias, no se celebran bodas en agosto porque se cree que, de hacerlo, los novios seríían infelices (M.
Carvalho, Lisboa, 1945).
Dos amigas de la novia deben hacer la cama de los novios: una mujer casada y feliz en su matrimonio y por una soltera,
tambiéén feliz. Nunca seráán tres personas quienes realicen esta tarea. A veces se suele poner azúúcar encima de la cama
(M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

El téé de cebolla es bueno para los catarros (M. Carvalho, Lisboa, 1945). Para la fiebre se toma un téé de cááscara de
cebolla, con ajo y limóón (S. Reis, Albufeira, 1978).
La miel es muy buena para tratar muchas enfermedades (M. Carvalho, Lisboa, 1945); por ejemplo, contra los catarros,
se toma un vaso de aguardiente con una cuchara de miel caliente. M.ªª A. Gonççalves (Viseu, 1943) dice que la miel es
buena para la toz y la garganta.
Las hojas del nogal sirven para desinfectar las heridas (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
La tela de la arañña se emplea para detener las hemorragias (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Para la tos se pone zanahoria con azúúcar, se deja reposar y, al rato, se bebe el zumo (S. Reis, Albufeira, 1978).
Las paremias O vinagre e o limãão sãão meio cirurgiãão [El vinagre y el limóón son medio cirujano] (A. E. Borges.
2005: 33) y Alho e limãão sãão meio cirurgiãão [El ajo y el limóón son medio cirujano] (A. E. Borges, 2005: 12)
aluden a las propiedades curativas y desinfectantes del limóón.
El refranero aconseja comer queso con pan para estar sano: Queijo com pãão faz o homem sãão (A. Moreira, 2003: 240,
n.ºº 284) [El queso com pan haz el hombre sano].
Esta es otra recomendacióón del refranero: Pãão de hoje, carne de ontem e vinho do outro Verãão fazem o homem
sãão (A. Moreira, 2003: 216, n.ºº 80) [El pan de hoy, la carne de ayer y el vino del verano pasado hacen el hombre
sano].
La orina indica si una persona se encuentra bien, como explica el refranero: Urinar claro, figas ao méédico (A. Moreira.
2003: 308, n.ºº 141) quiere decir que si la orina es clara el méédico no hace falta. El refráán Quem bem urina escusa
medicina (A. Moreira. 2003: 243, n.ºº 434) seññala que, si uno no tiene problemas para orinar, entonces estáá sano, no
necesita al méédico.

Soññar con la muerte de alguien es seññal de que va a seguir viviendo (M. Carvalho, Lisboa, 1945).
Soññar con dientes significa muerte de personas de familia, como indica el siguiente refráán Soññar con dientes es
muerte de parientes (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).
Si se sueñña con uvas, es seññal de que se va a recibir una carta (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943).

En algunos sitios es costumbre coger al reciéén nacido y llevarlo a dar un pequeñño paseo para enseññarle el mundo (M.
Carvalho, Lisboa, 1945).

Despuéés de morir alguien en una casa, debe hacerse un cambio, mover un mueble, por ejemplo, para impedir que la
mala suerte se quede en la casa (M. Carvalho, Lisboa, 1945).

No se debe felicitar a quien cumple añños antes de tiempo, porque trae mala suerte (S. Reis, Albufeira, 1978).

Las janas, cuyo nombre deriva de Diana, diosa de la luna, eran hadas que, segúún la leyenda, se dedicaban a tejer
preciosas telas con telares de oro y a lavar la ropa en los rííos no con jabóón sino con pan casero, llamado su grivacciu.
Las janas podíían ser buenas o malvadas. Durante la noche, solíían acercarse a las cunas de los niñños y decretaban su
destino: si la jana era buena, el niñño se consideraba bene vadadu [bien hechizado] y podíía convertirse en un hombre
sano, afortunado y feliz; si, por el contrario, la entidad que se le acercaba era mala, se consideraba male vadadu, y
estaba condenado a una vida de sufrimiento. De aquíí procede una maldicióón muy difundida en Cerdeñña: Mala jana ti
hurrada! (nuorese) [¡¡Quéé te persiga una hada malvada!] (A.M., Alghero, 1980).
Es sabido que quien tiene suerte en el juego no la tiene en el amor (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Boa sorte [Que tengas suerte]


Oxaláá [Ojaláá]
Deus queira [Si Dios quiere]
Queira Deus [Si Dios quiere]
Se Deus quiser [Si Dios quiere]
Deus te oiçça [Dios te oiga]
Parte uma perna [Rompe una pierna]
Muita merda [Mucha mierda] (hay que decirlo 10 veces) (S. Reis, Albufeira, 1978)
Boa noite nos dêê Deus e salvaççãão para as nossas almas (Se dice cuando se enciende una luz) (M. Carvalho, Lisboa,
1945)
Entra com o péé direito, Vai àà merda [Entra com el pie derecho. Vete a la mierda] (R. Sabóóias, Lisboa, 1959).

Cruzes, canhoto! [¡¡Cruces, zurdo!]


Isola! [¡¡Aíísla!]
Lagarto, lagarto! [¡¡Lagarto, lagarto!]
O Diabo seja cego, surdo e mudo trêês vezes! ¡¡Que el diablo sea ciego, sordo y mudo tres veces!]
O entonces, ««O Diabo seja surdo, cegueta e maneta»» (M. Carvalho, Lisboa, 1945) [Que el diablo sea sordo, ciego y
manco]
Bate na madeira! [¡¡Golpea la madera!]

Deus me acuda! [¡¡Dios me asista!] (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943)


Deus me ajude! [¡¡Que Dios me ayude!] (M.ªª A. Gonççalves, Viseu, 1943)
Nãão háá dois sem trêês (LC) [No hay dos sin tres].

MOTA CUNHA REGO CARVALHO, Maria Margarida, nacida el 10 de Julio de 1945, en Lisboa.

DO CÉÉU VIEIRA GONÇÇALVES CHACOTO, Maria, nacida en el 30 de octubre de 1935, en Concelho: Torres
Novas; Distrito: Santaréém.

VIEIRA GONÇÇALVES CHACOTO, Lucíília Maria, nacida el 30 de noviembre de 1965, en Cascais.

GONÇÇALVES, Ilda, nacida el 30 de junio de 1939, en S. Sebastiãão da Pedreira, Lisboa.

GONÇÇALVES, Maria Améélia, nacida el 20 de agosto de 1943, en Mioma, Concelho de Satãão, Distrito de Viseu.

SABÓÓIAS, Rosáário, nacida el 28 de mayo de 1959, en Lisboa.

MOREIRA REIS, Sóónia Margarida, nacida el 5 de marzo de 1978, en Albufeira.

BORGES, A. E. (2005): Provéérbios sobre plantas. Lisboa: Apenas Livros.

CAMPOS, J. G.; BARELLA, A. (2005=1993): Diccionario de Refranes. 4.ªª reimpresióón. Madrid: Espasa Calpe.

COSTA ALVES, M. (2006): Mudam os ventos, mudam os tempos –– O Adagiáário Popular Meteorolóógico. Lisboa:
Gradiva, 3.ªª edicióón.
MADEIRA GILO, M. (2009): Dicionáário de Provéérbios. Guarda: Municíípio de Pinhel.

MOREIRA, A. (2003): Provéérbios portugueses. 3.ªª edicióón. Lisboa: Editorial Notíícias.

PIRES DE LIMA, F. de C. (1943): Ensaios. Porto: Portucalense Editora.

ROSEIRA, M.; MOREIRA RIBEIRO, F. A. (1955): Previdêência Socia. Plano de Educaççãão Popular, Colecççãão
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WARING, Ph. (2000): Dicionáário de Agouros e Superstiççõões. Mem-martins: Publicaççõões Europa-Améérica.

Lucília CHACOTO

Doctora en Lingüüíística, en particular la sintaxis, por la Universidade do Algarve (Portugal) en 2005, de la que es
profesora desde 1993. Sus lííneas de investigacióón son: lingüüíística históórica, historia de la lengua, sintaxis, ciencias del
lenguaje, paremiologíía y fraseologíía, traductologíía.

Formadora registrada en las ááreas y dominios A46 Portuguêês / Lííngua Portuguesa y A 61 Linguíística, registo nºº
CCPFC/RFO-12534/01, con certificado del Conselho Cientíífico-Pedagóógico da Formaççãão Contíínua, (Braga, 12 de
marzo de 2001). Es investigadora del Centro de Linguíística da Universidade de Lisboa (CLUL) (desde 2005). Colabora
con el Centro de Estudos Ataííde Oliveira (CEAO) de la Universidad de Algarve (desde julio de 2006), con el Instituto de
Estudos de Literatura Tradicional (IELT) de la Universidad Nova de Lisboa (octubre de 2006), con el Centro de
Linguíística da Universidade do Porto (CLUP)(desde junio de 2007), con el Grupo de Investigacióón UCM 930235
Fraseologíía y paremiologíía (desde 2008).

Colabora con el equipo de investigacióón BADARE, dirigido por Joséé Enrique Gargallo (Universidad de Barcelona) en
varios proyectos de investigacióón (BADARE –– Base de Datos sobre Refranes del Calendario y Meteorolóógicos en la
Romania, FFI2008-02998/FILO, 2008-2011, Ministerio de Ciencia e Innovacióón; Paremio Rom –– Paremiologíía
Romance: Refranes Meteorolóógicos y Territorio, FFI2011-24032, 2012-2014, Ministerio de Ciencia e Innovacióón,
actualmente Ministerio de Economíía y Competitivad).

Es consultora, desde 2009, del proyecto Ediççãão em CD-ROM de Teatro de Autores Portugueses do Sééculo XVI (POCTI
/ELT / 33464 / 2000), del Centro de Estudos de Teatro da Universidade Nova de Lisboa. Coordinado por el Profesor Dr.
Joséé Camõões, el proyecto tiene por objeto la identificacióón y clasificacióón de la Paremiologia e Fraseologia no Teatro
de Autores Portugueses do Sééculo XVI.

Es miembro del Consejo de Redaccióón de la revista Estudos de Literatura Oral –– ELO, de la Universidade do Algarve
(desde julio de 2006); evaluadora externa en la revista Paremia (http://www.paremia.org/), desde octubre de 2009; miembro
del Consejo Consultivo de la revista Entrepalavras, del Departamento de Letras Vernááculas da Universidade Federal do
Cearáá, Brasil, desde 2011 (http://www.entrepalavras.ufc.br/).

Entre sus publicaciones fraseolóógicas y paremiolóógicas destacan:

««Semelhançças e diferençças dos provéérbios meteorolóógicos no espaçço lusóófono»», en Joséé Gargallo Gil, Maria-
Reina Bastardas, Joan Fontana i Tous, G. Iannààcaro y A. Torres Torres (eds.), I Proverbi meteorologici –– Ai confini
dell’’Europa romanza. Alessandria: Edizioni dell’’ Orso, pp. 1-14, 2011.
««O Lugar dos Provéérbios na Lusofonia»», en Petrov, Petar (org.), Lugares da Lusofonia - Actas do Encontro
Internacional de Lusitanistas. Lisboa: Ed. Colibri - Universidade do Algarve, pp. 161-174. 2010.
««Algumas observaççõões sobre os provéérbios meteorolóógicos portugueses»», en Joséé Gargallo Gil, Maria-Reina
Bastardas, Joan Fontana y Antóónio Torres Torres (eds., Paremiologíía Romance. Los refranes meteorolóógicos.
Barcelona: Ediciones de la Universitat de Barcelona, 2010, cap. 6, pp. 83-93.
««La Celestina de Fernando de Rojas et la traduction portugaise des proverbes»», en M. Quitoud y J. Sevilla (ééds.):
Traduction, Proverbes & Traductologie, ÉÉditions de l’’Harmattan, 2009, pp. 71-80.
««Nãão háá rifãão velho, se éé dito a propóósito –– La condicióón en los refranes portugueses»», Actas do Congresso
Internacional Europhras 2008 [13-16/08/2008]. Helsinqui: University of Helsinki (en líínea), 2009.
««””Mais vale um gosto na vida que trêês vintééns na algibeira”” - Las estructuras comparativas en los proverbios
portugueses»», Aspectos formales y discursivos de las expresiones fijas; Conde Tarríío, G. (ed.). Frankfurt am Main u.a.:
Peter Lang, 2008, pp. 87-103.
(1) Quizáás, sus propiedades benééficas se deriven de la simbologíía que lo rodea. En efecto, para M. Carvalho (Lisboa, 1945), se piensa que
el cuerno es un síímbolo de fuerza. S. Reis (Albufeira, 1978) considera el cuerno un síímbolo de buena suerte y fertilidad. volver
(2) Segúún M. Carvalho (Lisboa, 1945), esta misma creencia tambiéén ha sido referida por un filipino y un canadiense en un programa de
televisióón de Canadáá. volver
(3) Transcribimos la letra de la cancióón de cumpleañños con su traduccióón al españñol:

Parabééns a vocêê, / Nesta data querida / Muitas felicidades / Muitos anos de vida. Hoje éé dia de festa. / Cantam as nossas almas /
Para a/o menina/o (el nombre del aniversariante) / Uma salva de palmas.
[Feliz cumpleañños para usted, / En esta fecha querida / Muchas felicidades / Que viva muchos añños / Hoy es un díía de fiesta /
Nuestras almas cantan / Para el niñño (a) (el nombre de la persona que celebra su cumpleañños) / Muchos aplausos].

volver
(4) Parece que esta supersticióón de áámbito mundial tiene su origen en la Grecia cláásica. Los griegos decíían que las velas simbolizaban la
vida y el núúmero de ellas debíía corresponder a los añños ya transcurridos en la vida de una persona (Cf. Philippa Waring. 2000.
Dicionáário de Agouros e Superstiççõões, Mem-martins: Publicaççõões Europa-Améérica, p. 24). volver
Adriana MITKOVA
Universidad de Sofia San Clemente de Ojrid (Bulgaria)
adrianamitkova@abv.bg

Resumen: Se ofrece un repertorio de creencias populares y supersticiones presentes en el imaginario búúlgaro y de algunas
creencias y costumbres donde se dejan sentir las huellas del cristianismo ortodoxo y de algunos ritos de origen pagano.
Bulgaria es un paíís pequeñño, pero las tradiciones y los ritos varíían mucho de una regióón a otra, de una localidad a otra.
Por eso se ha optado por presentar tanto supersticiones y creencias que figuran entre las máás comunes, como otras que
proceden de distintas localidades del paíís.

Palabras clave: Supersticióón. Fraseologíía. Refráán. Creencia popular. Tradicióón oral. Búúlgaro.

Titre : «« Croyances populaires, superstitions et phrasééologie en Bulgare »»


Réésuméé : Le texte offre un réépertoire des croyances populaires et des superstitions préésentes dans l’’imaginaire bulgare
ainsi que des croyances et coutumes oùù l’’on peut sentir les traces du christianisme orthodoxe et de certains rites d’’origine
païïenne. Bien que la Bulgarie soit un pays petit, les traditions et les rites varient beaucoup d’’une réégion àà une autre,
d’’une localitéé àà une autre. C’’est pourquoi j’’ai déécidéé de préésenter autant de superstitions et de croyances communes
que celles qui proviennent de difféérentes localitéés du pays.

Mots cléé : Superstition. Phrasééologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Bulgare.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Bulgaria»»


Abstract: The paper presents the repertoire of the popular believes and the superstitions, typical of the Bulgarian imagery,
and some beliefs and customs, in which traces of orthodox Christianity and some pagan rites are to be found. Bulgaria is a
small country, but its traditions and rites vary a lot from one region to another, from one place to another. Therefore stress is
laid not only on the most common beliefs and superstitions, but also on some particular ones, which come from different
towns and villages of the country.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Bulgaria.

Este trabajo presenta la riqueza de Bulgaria en creencias populares, supersticiones y fraseologíía. Algunas supersticiones y
creencias populares forman parte de mi conocimiento directo o de lo que he escuchado a miembros de mi familia. Otras me
han sido proporcionadas por informantes nacidos o residentes en distintos pueblos y ciudades del paíís. En muchos casos,
ellos, por su parte, las recuerdan de sus padres y abuelos 1.

Dejar una aguja debajo del umbral de la puerta de entrada con la punta hacia dentro, protege la casa y a la familia de
influjos negativos. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a Sashka Vartinkova (Alino, 1960).
No hay que coser un desgarróón o un botóón de la ropa mientras se tenga puesta. Se cree que, si uno lo hace, ««se
coseráá la mente»» (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992).

Si una persona pasa a otra un anillo, no debe ponéérselo directamente en la mano para que no se rompa la amistad.
Algunos creen que se recomienda dejarlo cierto tiempo en la mesa para que no se transmitan las desgracias y los
fracasos del otro (D. Koleva, Lovech, 1956).

Dejar el bolso en el suelo trae pobreza porque hace que se pierda el dinero.
Si pierdes un botóón de la ropa, tendráás un amor nuevo.

Se pone un huevo debajo de la cama para protegerse de ritos máágicos. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha
escuchado a su madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006) (Vééase tambiéén 11.15. Huevo).

Cuando se regala una cartera, dentro se pone un billete. De esta manera se desea al otro que siempre la tenga llena.

No se invita con el úúltimo cigarrillo del paquete, porque asíí uno le pasa al otro su suerte.
Otros creen que tampoco se invita con el primer cigarrillo (D. Karastoyanov, Sofíía, 1975). Algunos dicen que no se
invita con el primero, porque con éél se pide un deseo y se fuma el úúltimo (S. Radeva, Sofíía, 1962).

Si en la mesa se pone sin quererlo un cubierto de máás, habráá una visita Tsona Hristova (1932), de Leshnitsa, lo ha
escuchado a su madre Maríía Damianova (Karnare, 1907-††1992).

Si se cae un cuchillo, se tendráá la visita de un hombre.


Si se regala un cuchillo, se puede romper la amistad. Por eso, si se le da a una persona, éésta debe ««pagarlo»» de
manera simbóólica, dando una moneda.
Dejar el cuchillo con el filo hacia arriba puede provocar peleas en la casa Gueorgui Ivanov (Sokolovo, 1951), lo ha
escuchado a su madre Dimitrina Tankeva (Sokolovo, 1921-††1999).
Ya que el cuchillo es síímbolo de enemistad, existe en búúlgaro la locucióón на нож са [estáán a cuchillo] que significa
que dos personas son enemigas, que se llevan a matar.

Si se cae un tenedor o una cuchara, uno recibiráá la visita de una mujer.

Pasar debajo de una escalera trae mala suerte.


Existe otra supersticióón que tambiéén tiene que ver con la forma triangular: trae mala suerte pasar debajo de dos postes
del alumbrado púúblico inclinados de manera que formen un triáángulo. Se cree que, si se pasa, el mal se puede conjurar
cruzando los dedos.
Tropezar en uno de los peldañños de una escalera presagia mala suerte.

No barrer los pies de una persona soltera, porque no se casaráá.


No barrer la casa hacia fuera de modo que la basura salga por la puerta, porque asíí se barre la suerte de la casa (T.
Hristova, Leznitas, 1932; M. Damianova, Karnare, 1907-††1992).
Si se sufren frecuentes accidentes doméésticos (cortarse el dedo, quemarse, etc.), se lleva una escoba a la iglesia (M.
Liuncheva, Lukovit, 1957).
Si se limpia la ropa con una escoba, se puede quitar la suerte (P. Liunchev, Momchilovtsi, 1957).
Sentarse en una escoba trae mala suerte. Gueorgui Ivanov (Sokolovo, 1951) lo ha escuchado a sus padres Dimitrina
Tankeva (Sokolovo, 1921-††1999) y Yordan Tankev (Sokolovo, 1919-††1982).

Romper un espejo trae amor desgraciado. Algunos creen que, si rompes un espejo, tendráás tantos añños de amor
desgraciado cuantos sean los pedazos de espejo.
Cuando alguien muere, se cubren todos los espejos en su casa y se dejan asíí durante los primeros 40 díías despuéés de
la muerte, para que el alma del difunto pueda ir al cielo y no se quede errando y sufriendo en su casa. Se hace tambiéén
para que el difunto no se refleje en el espejo, no sea que se duplique la presencia de la muerte en la casa.
Se cree tambiéén que los espejos se cubren porque el alma y la imagen del difunto pueden volver a travéés del espejo y
causar males. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a Aneta Levieva (Sofíía, 1951).
Si el gorro se pone al revéés, se pone al revéés la suerte (D. Koleva, Lovech, 1956; S. Ivanova, Tserova koria, 1970).

Encontrar una herradura trae buena suerte.


Antes, en las aldeas la gente poníía herraduras en la puerta del patio para impedir la entrada de mal, la envidia, la
maldicióón. En muchos pueblos sigue existiendo esta tradicióón.
En la regióón de los montes los Rodopes, se cree que escupir en una herradura que se haya encontrado y arrojarla detráás
de la espalda sin volverse para verla trae buena suerte. Si al caer se oye el sonido del metal, la suerte es segura (P.
Liunchev, Momchilovtsi, 1957).

Cuando en primavera se oye el primer trueno, se da un ligero golpe en la cabeza con algúún objeto de hierro, porque se
considera que trae buena salud. Recuerdo esta prááctica de mi abuela, Maríía Damianova (Karnare, 1907-††1992), quien
la acompaññaba con la palabras желязна ти главица [que tengas la cabecita de hierro], pronunciadas tres veces.
Se considera que el hierro tiene el poder máágico de ahuyentar el mal, los malos espííritus y las enfermedades. Por su
forma puntiaguda, algunos objetos de hierro (hachas, clavos, etc.) se usan en práácticas destinadas a destruir la fuerza de
los malos espííritus, los vampiros, etc.
En la regióón de los montes los Rodopes, la gente cree que, despuéés de sacar al difunto de su casa, en el suelo, en el
lugar donde estaba el ataúúd, hay que clavar un clavo de hierro para que el muerto no se convierta en vampiro (N.
Liunchev, Sokolovtsi, 1922) 2.

Si una soltera lleva joyas en forma de llave, cerraráá con llave su suerte y no se casaráá (D. Koleva, Lovech, 1956).

Las mujeres y los hombres que se sientan en las esquinas de las mesas no se casan.
Si uno se sienta en la esquina de la mesa, le pediráán la mano dos personas.
Cruzar las piernas debajo de la mesa cuando se come trae pobreza (S. Ivanova, Tserova koria, 1970).

Encontrar una moneda en el suelo y recogerla trae buena suerte.


Se tiran monedas a los novios cuando salen de la iglesia porque les traeráá riqueza.
El que tira una moneda en una fuente, algúún díía volveráá allíí (D. Koleva, Lovech, 1956; B. Kiuchukova-Petrinska,
Targovishte, 1960).
Se pone una moneda de oro debajo de la almohada del bebéé para que pueda comprarse sueñños de oro (D. Koleva,
Lovech, 1956).
Cuando por primera vez se visita una casa nueva, se pone en la cocina una moneda para desear bienestar a los
anfitriones. Denitsa Liuncheva (Lukovit, 1979) lo ha escuchado a su abuela Ivanka Ivanova (Lukovit, 1935).
En algunas regiones del paíís existe la costumbre de poner una moneda en la mano o en la boca del difunto. De ahíí
proviene el dicho Без пара и в гроб та не турят [Sin una moneda no te ponen ni siquiera en la tumba].

Abrir un paraguas bajo techo o dentro de una casa trae desgracias.


Abrir un paraguas bajo techo o dentro de una casa causa lluvias abundantes y persistentes (S. Radeva, Sofíía, 1962).

Romper un plato por casualidad trae buena suerte (Vééase 1.50 Vaso).

No dejar abierta la puerta del ropero porque se iráá la riqueza de la casa (M. Liuncheva, Lukovit, 1957).
Al despedirse dos personas en la puerta, no deben estrecharse las manos cuando estáán a ambos lados del umbral para no
romper la amistad.

Regalar un reloj a la pareja puede provocar ruptura (D. Karastoyanov, Sofíía, 1975).
Dejarlas abiertas las tijeras puede provocar peleas en la casa. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su
madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Se lleva una toalla blanca cuando por primera vez se visita una casa nueva. Nikola Liunchev (Sokolovtsi, 1922) lo ha
escuchado a su madre Maríía Liuncheva (Sokolovtsi, 1901-††1994).

Romper un vaso por casualidad trae buena suerte (Vééase 1.42 Plato).
Si bebes del vaso de otro, sabráás sus secretos (D. Koleva, Lovech, 1956).

Apagar con un soplo todas las velitas de la tarta de cumpleañños hace que se te cumpla un deseo.

Poner los zapatos en una silla trae mala suerte (D. Koleva, Lovech, 1956) 3.
La novia pone en la suela de sus zapatos los nombres de sus amigas solteras. La mujer cuyo nombre se borre el primero
seráá la próóxima en casarse.

El picor en la mano izquierda significa que recibiráás dinero. El picor en la mano derecha significa que gastaráás dinero.

Si se tropieza con el pie izquierdo, luego el primer paso se da con el derecho, y a la inversa (D. Liuncheva, Lukovit,
1979).

Tocar la joroba de un jorobado trae buena suerte.

Si cuatro personas que se saludan o se despiden, se dan la mano simultááneamente de modo que sus brazos se crucen,
alguien se casaráá pronto (Vééase tambiéén 6.4. Cuatro).
Si durante una conversacióón se empieza a hablar de las manos y los interlocutores empiezan a miráárselas, significa
que alguien hablaráá mal de ellos.

Si a uno le pica la nariz por dentro, tendráá un disgusto o recibiráá una paliza.

El color rojo protege del mal de ojo. Por eso, se suele llevar un hilo rojo atado a la muññeca. Tambiéén se pone un hilo
rojo en la almohada del bebéé (Vééase tambiéén 10.6. Rojo).
El ajo tambiéén sirve para proteger del mal de ojo (Vééase 11.5. Ajo).

Cuando uno siente que le arden las orejas, significa que alguien estáá hablando de ti. Por eso, a veces, cuando se estáá
hablando mucho de una persona que no estáá presente, se dice сега му горят ушите [ahora le estáán ardiendo las
orejas].
Si uno siente un zumbido en el oíído izquierdo, los muertos estáán hablando de éél. Si el zumbido se produce en el oíído
derecho, los vivos estáán hablando de esa persona. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su madre
Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Cortarse el pelo o las uññas un viernes trae enfermedades (D. Koleva, Lovech, 1956) (Vééase tambiéén 7.6. Viernes).
En marzo se les corta el pelo a los burros, pero a la gente no, para que no se le corte la inteligencia y se vuelva tonta.
Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su abuela Ivanka Stefanova (Gaitanevo, 1908-††1981) (Vééase
tambiéén 8.4. Marzo).

Si se produce picor en las plantas de los pies, significa que se haráá un viaje (S. Ivanova, Tserova koria, 1970).

Si se ve una arañña en casa, habráá visitas.


Matar una arañña trae desgracias. Se considera que es la encarnacióón del alma de los difuntos.

A la suerte se la compara con un páájaro que se posa y en seguida echa a volar. Si no se lo coge ráápidamente, se pierde
la oportunidad. Por eso, los búúlgaros dicen птичка ти е кацнала на рамото [un pajarito se te ha posado en el
hombro] y птичката веднъж каца на рамото[el pajarito se posa en el hombro una sola vez].

Un búúho que se ha posado en la chimenea presagia muerte (P. Liunchev, Momchilovtsi, 1957) 4.
Al oíír la voz del búúho, para contrarrestar el mal, se cogen tres trozos de pan, se frotan contra los talones y se tiran
diciendo върви на друго място[vete a otro lugar]. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su madre
Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Existe la creencia de que hay que proteger y respetar a las cigüüeññas. No se debe matar a una cigüüeñña ni destruir un
nido de cigüüeñña.
El nido de cigüüeñña en el tejado de la casa protege a sus moradores de magias y males. Destruir un nido de cigüüeñña
trae desgracias a la casa y a quienes la habitan.
Ver a una cigüüeñña volando trae buena suerte (G. Ivanov, Sokolovo, 1951).

Si uno encuentra una comadreja, no la debe matar o espantar para evitar la aparicióón de otras comadrejas que se puedan
vengar mordiééndolo y envenenáándolo (N. Liunchev, Sokolovtsi, 1922; M. Liuncheva, Sokolovtsi, 1924).
Al ver una comadreja, se la llama con apelativos cariññosos para intentar ganarse su simpatíía y se la invita a casa para
cazar los ratones (N. Liunchev, Sokolovtsi, 1922; M. Liuncheva, Sokolovtsi, 1924).

Cuando se oye el cucúú de un cuco, si se tiene un bolsillo lleno, se recibiráá mucho dinero; si uno lo tiene vacíío, seráá
pobre. Por eso, se dice que la voz del cuco presagia cóómo va a ser el añño (D. Koleva, Lovech, 1956; P. Liunchev,
Momchilovtsi, 1957; S. Radeva ——Sofíía, 1962—— se lo ha escuchado a su abuela Sofíía Gueorguieva, Doganovo,
1919).
Si se oye el canto de un cuco cerca de una casa o en el patio, alguien de la casa moriráá en el añño.
Oíír el canto de un cuco que estáá en un áárbol seco o en una rama seca presagia desgracias (M. Liuncheva, Sokolovtsi,
1924).
Cuantas veces uno oye el canto del cuco, tantos añños de vida le quedan (D. Karastoyanov, Sofíía, 1975).

Una gallina que emite un sonido parecido al canto del gallo, presagia muerte. Petar Liunchev (Momchilovtsi, 1957) se lo
ha escuchado a su abuela Maríía Liuncheva (Sokolovtsi, 1901-††1994) 5.

El canto del gallo presagia buena suerte y visitas.


El gallo anuncia el inicio del nuevo díía, es decir, la salida del sol. La expresióón първи петли [primeros gallos] se
asocia a la hora cuando canta el gallo, al incipiente díía. Segúún las creencias, el perííodo entre la puesta del sol y los
««primeros gallos»» es cuando salen los vampiros, los duendes y otros personajes mitolóógicos. Con el primer canto del
gallo, ééstos pierden su fuerza.

Un gato que se cruza en tu camino trae mala suerte. La supersticióón se basa en la creencia de que el gato negro puede
ser la encarnacióón del diablo, por lo que se le asocia con la brujeríía y la magia negra. Por extensióón, la supersticióón
se refiere a gatos de todo tipo de colores. Existen varias creencias de cóómo se puede contrarrestar el mal:

escupir tres veces por encima del hombro izquierdo;


girar tres veces alrededor del hombro izquierdo;
escupir de modo que la trayectoria de la saliva cruce el camino del gato (S. Mitkov, Sofíía, 1958).

De esta supersticióón proceden las unidades fraseolóógicas да ми мине (черна) котка път [cruzáársele a uno un gato
(negro) en el camino] y да мине черна котка между нас [pasar un gato negro entre nosotros].

El canto de los grillos anuncia sol y sequíía Gueorgui Ivanov (Sokolovo, 1951) lo ha escuchado a sus padres Dimitrina
Tankeva (Sokolovo, 1921-††1999) y Yordan Tankev (Sokolovo, 1919-††1982).

Oíír la voz de una lechuza presagia muerte.


Si una lechuza se posa en el patio o entra en la casa, habráá una muerte en la familia.

Si una mariquita se posa en la mano de una chica y luego vuela, la direccióón que toma indica el lugar donde se casaráá
o desde el que vendráá su futuro esposo.

Ver una paloma blanca trae buena suerte.


Que una paloma se pose en la ventana trae buena suerte.

Los aullidos de perro presagian desgracias o mala suerte.


Los aullidos lúúgubres de perro son seññal de que ha habido o pronto habráá una muerte en la casa. Entonces se dice
кучето вие на умряло [el perro aúúlla a muerte]. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su abuela Ivanka
Stefanova (Gaitanevo, 1908-††1981).

Si se mata a un sapo, moriráán los padres (S. Radeva, Sofíía, 1962).

Si la vaca estáá echada con las piernas extendidas, habráá buena cosecha (S. Ivanova, Tserova koria, 1970).

Siempre se regala un núúmero impar de flores. Un núúmero par se lleva sóólo a los entierros y a los cementerios
(Vééase 6.9. Pares/Impares).
En la boda, cuando la novia tira el ramo por encima de su hombro, la mujer que lo coja seráá la siguiente en casarse
(Vééase tambiéén 17.2. Noviazgo y boda).
En muchos ritos estáán presentes ramilletes y coronas hechas de distintas plantas y flores. Algunos se regalan para
desear amor, fecundidad, salud, otros se llevan para protegerse de magias, del mal de ojo. Especialmente frecuente es
hacer ramilletes de una planta de la familia de los geraniááceos, con flores pequeññas de color lila, que se cultiva en los
jardines. El propio nombre de la planta es muy significativo: se llama здравец (zdravets), palabra formada de la raííz de
la palabra здраве (zdrave) [salud]. El ramillete se suele atar con un hilo rojo y se regala a los novios en la boda, a
personas que van a emprender un viaje o que van a hacer algo nuevo o difíícil.
Encontrar un tréébol de cuatro hojas trae buena suerte (Vééase tambiéén 6.4. Cuatro).

Se considera que el trigo simboliza el nacimiento y la fecundidad.


Estáá presente en distintos ritos y costumbres:

en estado crudo se usa en ritos para desear riqueza y fecundidad. En las bodas se tira cuando los novios salen de la
iglesia.
para los entierros y las misas de difuntos se prepara trigo hervido con azúúcar y nueces machacadas y se reparte entre
los presentes.

Tocar un objeto de madera es una prááctica muy extendida y los búúlgaros recurren a ella en dos tipos de situaciones:

al oíír algo que se considere un mal, una desgracia o cosa no deseable;


cuando se teme que algo que se considere bueno pueda empeorar o malograrse.

A veces, a falta de objetos de madera, se toca varias veces la cabeza o sóólo se pronuncia la frase ««toca madera»».

La gente joven no debe plantar nogales porque el hoyo que se cava es grande y se asocia al hoyo en el que se entierra a
los difuntos (M. Liuncheva, Sokolovtsi, 1924) 6.

El Domingo de Ramos se llevan ramitas de sauce a la iglesia para ser bendecidas, para luego llevarlas a casa. Se hacen
tambiéén pequeññas coronas que se colocan en las puertas.
Plantar un sauce antes de haber plantado otro áárbol trae pobreza. Gueorgui Ivanov (Sokolovo, 1951) lo ha escuchado a
sus padres Dimitrina Tankeva (Sokolovo, 1921-††1999) y Yordan Tankev (Sokolovo, 1919-††1982).

Encontrar un tréébol de cuatro hojas trae buena suerte (Vééase tambiéén 5.1.21.Tréébol).

El núúmero 13 es el núúmero nefasto.


Da mala suerte el díía viernes y 13.

Siempre se regala un núúmero impar de flores. Un núúmero par se lleva sóólo a los entierros y a los cementerios. Una
posible explicacióón es que los pares se relacionan con el máás alláá, los impares con el mundo de los vivos (P.
Liunchev, Momchilovtsi, 1957) (Vééase tambiéén 5.1. Flores y plantas).

El lunes es un díía poco propicio para dar dinero. Hacerlo puede acarrear problemas econóómicos durante la semana (D.
Karastoyanov, Sofíía, 1975) 7.
En algunas regiones del oeste de Bulgaria la gente cree que el lunes es un díía destinado al trabajo. Los nacidos un lunes
se ganaráán la vida con mucho trabajo, el trabajo seráá su destino. Se recomienda vestirse de blanco. Silvana Radeva
(Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre Naumka Dimitrova (Gaitanevo, 1940).
Es un díía apropiado para empezar algo nuevo. Se recomienda empezar la construccióón de casas o edificios.
Se considera el martes, en principio, un díía desfavorable.
Se cree que los nacidos un martes tienen poca suerte.
No se recomienda celebrar bodas en martes.
No se debe emprender nada nuevo en martes.
Se recomienda vestirse de rojo en martes. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre Naumka Dimitrova
(Gaitanevo, 1940).

En algunas partes, la gente considera que el miéércoles es propicio para emprender todo tipo de actividades, ya que el
trabajo rinde mucho Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre Naumka Dimitrova (Gaitanevo, 1940).
Los nacidos un miéércoles son equilibrados, sabios y lentos Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre
Naumka Dimitrova (Gaitanevo, 1940).
Ponerse el miéércoles ropa azul o morada trae buena suerte Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre
Naumka Dimitrova (Gaitanevo, 1940).

Los nacidos un jueves tienen mucha suerte en el amor y tienes dotes para las artes Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha
escuchado a su madre Naumka Dimitrova (Gaitanevo, 1940).
Se recomienda vestirse de verde el jueves. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre Naumka
Dimitrova (Gaitanevo, 1940).

Se considera el viernes, en principio, un díía desfavorable.


Es poco apropiado emprender algo en viernes.
Da mala suerte el díía viernes y 13 (Vééase tambiéén 6.6. Trece).
El viernes es un díía nefasto para casarse.
Cortarse el pelo o las uññas un viernes trae enfermedades (D. Koleva, Lovech, 1956) (Vééase tambiéén 3.12. Pelo o
cabello).
Los nacidos un viernes son desdichados y enfermizos.
No se lava la ropa en viernes, porque es el díía de la crucifixióón de Jesucristo (R. Valkanova (Sofíía, 1958) lo ha
escuchado a su madre Danka Valkanova (Gorni Dabnik, 1934).

El sáábado es el díía en que se recuerdan a los difuntos.


Se desaconseja emprender viajes, celebrar bodas, empezar trabajos o actividades nuevas en sáábado.
El sáábado es el díía máás nefasto para bodas (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992).
Los nacidos un sáábado son bohemios. Se considera que son hijos del Satanáás. Son háábiles, talentosos, todo les sale
bien y tienen capacidades profééticas Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su madre Naumka Dimitrova
(Gaitanevo, 1940).

El domingo es un díía sagrado y festivo. Antes se creíía que hacer los asíí llamados trabajos ««de mujeres»» (coser,
hilar, barrer, lavar y planchar la ropa) era un pecado que seríía castigado.
Son afortunados los que nacieron un domingo.

Febrero es el mes dedicado al arrepentimiento y al dios de la muerte Febros. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha
escuchado a la abuela de su esposo Nadezhda Mihailova (Kukush, 1908-††1993).

Los búúlgaros consideran el 1 de marzo como el momento crucial del ciclo anual, el momento que marca el inicio de la
primavera. Este díía se festeja con una costumbre de origen pagano tíípicamente búúlgara.
La tradicióón ha creado un personaje míítico, la llamada Abuela Marta, que personifica el mes de marzo (en búúlgaro el
nombre del mes es mart). Segúún la leyenda, la Abuela Marta es hermana de otros dos personajes mííticos que
simbolizan los meses de enero (Sechko el Grande) y de febrero (Sechko el Pequeñño). La Abuela Marta es una anciana
muy caprichosa y de caráácter inconstante: ora estáá riendo, ora estáá llorando. Estáá a veces de mal humor por culpa de
sus dos hermanos. La leyenda cuenta que los tres hermanos teníían un viññedo. Recogieron la uva y prepararon tres
toneles de vino. Pero los dos hermanos, despuéés de beberse sus toneles, se bebieron tambiéén el de su hermana.
Entonces la Abuela Marta se irritóó muchíísimo, se enfadóó con sus hermanos, pero luego se le pasóó la rabia y acabóó
riendo.
Asíí, los búúlgaros creen que Marta puede reíír y llorar. Este estado de áánimo tan cambiante se refleja en la cambiante
meteorologíía. Cuando la anciana sonrííe, hace sol, hace calor, y cuando estáá enfurecida, hace fríío, nieva. Por eso,
cuando el tiempo es cambiante, se dice времето е мартенско [el tiempo es de marzo], времето като през марта [el
tiempo es como en marzo], времето през марта като малко дете [el tiempo en marzo es como un niñño
pequeñño] 8.
Antes, la mayor parte de los ritos estaban destinados a aplacar a la Abuela Marta. Para tratar de alegrarla y de hacerla
reíír, la gente poníía en los patios, las cercas y los tejados tela, camisas o delantales de color rojo 9 y se regalaba una
especie de amuleto llamado martenitsa.
Hoy, ese antiguo ritual heredado de nuestros antepasados se ha convertido en una costumbre que simboliza la llegada de
la primavera. Para el búúlgaro, la martenitsa es sobre todo una tradicióón y un síímbolo para desear buena salud, suerte
y una cosecha abundante.
En su forma cláásica, la martenitsa es un pequeñño adorno hecho de hilos blancos y rojos entrelazados, a veces
rematado con unas borlas. Los colores tienen un valor simbóólico: el color rojo simboliza la vida, la sangre, la salud,
protege del mal, y el blanco, la pureza, la inocencia, la felicidad y la belleza.
Antes, se hacíían sobre todo de lana, hoy se hacen tambiéén de algodóón o de seda y, a veces, pueden estar adornadas
con otros elementos como abalorios, pequeññas monedas, etc.
La tradicióón estáá muy arraigada. El 1 de marzo todos los búúlgaros se regalan unos a otros martenitsi quese llevan
prendidas en el lado izquierdo del pecho, a modo de broches, o atadas a la muññeca, a modo de pulseras. En las aldeas
se ponen tambiéén al ganado y los áárboles frutales.
El amuleto trae buena salud y buena suerte durante el añño. Se lleva hasta que se vea el primer áárbol verdecido, la
primera cigüüeñña o golondrina. Entonces se quita y se cuelga en un áárbol verdecido.
En marzo se corta el pelo a los burros, pero a la gente no, para que no se le corte la inteligencia y se vuelva tonta.
Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su abuela Ivanka Stefanova (Gaitanevo, 1908, fallecida en 1981)
(Vééase tambiéén 3.12. Pelo o cabello).

Existe la creencia de que abril es el mes de las enfermedades, probablemente porque el tiempo es inestable. Existe un
refráán que dice: Докато има буква „„р”” в името на месеца, да се обличаш дебело и да се грижиш за
здравето си [Si en el nombre del mes hay una ««r»», abríígate bien y cuida de tu salud]. Silvana Radeva (Sofíía, 1962)
lo ha escuchado a su abuela Sofíía Gueorguieva (Doganovo, 1919).

Si llueve en mayo, habráá buena cosecha. Esta creencia halla su expresióón en el refranero búúlgaro: Майски дъждове
плащат дългове [Lluvias de mayo pagan deudas], Дъждовен май –– плодородна година [Mayo lluvioso, añño
fecundo], Дъждовен май –– плодородие безкрай [Mayo lluvioso, inmensa fecundidad].
Otros refranes estáán relacionados con el díía de San Jorge que cae el 6 de mayo: Гергьовският дъжд цена няма [Las
lluvias del díía de San Jorge no tienen precio], На гергьовския дъжд всяка капка е жълтица [Cada gota de la lluvia
del díía de San Jorge es una moneda de oro] 10; Всяка капка дъжд по Гергьовден е жълтица по Петровден [Cada
gota de lluvia de San Jorge es una moneda de oro el díía de San Pedro] 11. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) se lo ha
escuchado a su bisabuela Guerguina Ilieva (Doganovo, 1891-††1975). Otros dicen que son beneficiosas para el campo
las lluvias en Pascua y la festividad de San Jorge (P. Liunchev, Momchilovtsi, 1957).

En diciembre la gente tiene mala suerte, nada le sale bien. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su
madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Pasar debajo del arco iris trae buena suerte.


Si uno pasa debajo del arco iris, cambia de sexo.

En principio, se cree que el granizo es un mal enviado por Dios para castigar los pecados de la gente.
Si en algúún lugar cae mucho granizo, significa que allíí la gente es impíía, se ha cometido algúún pecado o un asesinato
que no estáá castigado (P. Liunchev, Momchilovtsi, 1957).
Se arrancan pequeññas hebras de la ropa y se ponen debajo de una piedra seca para que cese la lluvia (M. Liuncheva,
Sokolovtsi, 1924; N. Liunchev, Sokolovtsi, 1922).
Si las vacas y las cabras dan brincos, lloveráá. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su madre Fidanka
Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Se lleva este color como seññal de luto y estáá presente en ritos relacionados con la tristeza y el dolor.
La asociacióón del color negro con la desgracia encuentra su manifestacióón lingüüíística en unidades fraseolóógicas de
uso muy frecuente:

с черен повой ме е повила майка ми [mi madre me envolvióó en paññales negros]: significa que soy una persona
muy desgraciada, que llevo una vida llena de tristeza y dolor.
правя черен живота на някого [hacerle a alguien la vida negra] o правя черни дните на някого [hacerle a
alguien los díías negros] con el significado de causarle a uno graves problemas, dolor, desgracias.
бели пари за черни дни [dinero blanco para díías negros]: se dice cuando se ahorra dinero para díías malos, díías de
penuria.

Protege del mal, de las desgracias y trae buena salud.


Protege del mal de ojo y se lleva un hilo rojo atado a la muññeca. Se pone un hilo rojo en la almohada del bebéé (Vééase
tambiéén 3.9. Ojo).

Purifica y protege del mal, las enfermedades, desgracias y tiene fuerza curativa. Con estas creencias estáán relacionadas
varias práácticas:

se le lava con agua la cara al bebéé cuando alguien al verlo expresa su admiracióón. De esta manera se le protege del
mal de ojo y de los influjos negativos;
el díía de su santo, a uno se le moja la frente con agua, porque trae salud (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992).
Algunos dicen que lo mismo se hace tambiéén el díía del cumpleañños (D. Karastoyanov, Sofíía, 1975; S. Radeva,
Sofíía, 1962)
se vierte agua de un recipiente a otro detráás de la manija de la puerta. La accióón se repite tres veces y luego uno se
lava la cara con el agua para protegerse o curarse del mal de ojo. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha
escuchado a su madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).
Otros creen que esta agua cura del susto. Biliana Slavova (Kazanlak, 1986) lo ha escuchado a su abuela Vitka
Karaguenska (Rozovets, 1939).

Cuando una persona va a hacer algo nuevo o difíícil (por ejemplo, un examen o la boda), se echa agua delante de ella
para que pase por encima, asíí tendráá ééxito y buena suerte en su empresa. Es de uso muy frecuente la expresióón
върви му като по вода [todo le va como si fuera por agua], que significa que a uno todo le va sobre ruedas, que todo le
sale a las mil maravillas.
Derramar un vaso de agua o de alguna otra bebida en la mesa trae buena suerte.
El agua del bautismo no se tira, sino que con ella se riega algúún rosal (R. Valkanova, Sofíía, 1958).

El ajo ahuyenta al diablo y a los malos espííritus. Se pone en la casa, en el bolso o en el bolsillo (D. Koleva, Lovech,
1956). Se puede poner debajo del umbral de la casa. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su bisabuela
Guerguina Ilieva (Doganovo, 1891-††1975).
Protege del mal de ojo (Vééase tambiéén 3.9. Ojo).
Se pone en la mesa en muchas fiestas religiosas y tradicionales para ahuyentar a los malos espííritus, las enfermedades y
los malos pensamientos de la gente que haya entrado en la casa.
En algunas regiones, en las bodas se tira arroz para desear a los novios fecundidad. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970)
lo ha escuchado a su madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Si la mujer embarazada come un huevo con dos yemas, tendráá gemelos (Vééase tambiéén 16.1. Embarazo).
Se entierra un huevo de pascua en el campo para que el trigo se haga tan grande como el huevo. Petar Liunchev
(Momchilovtsi, 1957) lo ha escuchado a su abuela Maríía Liuncheva (Sokolovtsi, 1901-††1994).
Se pone un huevo debajo de la cama para protegerse de ritos máágicos. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha
escuchado a su madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-†† 2006) (Vééase tambiéén 1.9. Cama).

Poner el pan al revéés en la mesa trae mala suerte.


Poner el pan al revéés en la mesa trae pobreza. Daniela Koleva (Lovech, 1956) lo ha escuchado a su abuela Maríía
Damianova (Karnare, 1907-††1992) y Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su bisabuela Guerguina Ilieva
(Doganovo, 1891-††1975).
No se deja sin comer el úúltimo trozo de pan porque de lo contrario se pierde la buena suerte.
A quien deja sin comer el úúltimo trozo de pan, le venceráá su enemigo. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado
a su abuela Ivanka Stefanova (Gaitanevo, 1908-†† 1981). Lo confirma Nezabravka Zaharieva (Shumen, 1953).
Coger del pan de otro sin habéérselo pedido puede provocar peleas en casa (G. Ivanov, Sokolovo, 1951).
El pan estáá considerado sagrado, por lo que es un pecado tirar pan a la basura.
Los niñños no deben jugar con el pan (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992; G. Petkova, Kormiansko, 1926-
††2005) 12.
En casi todas las celebraciones (tanto en las de origen cristiano como en las de origen pagano) estáán presentes distintos
tipos de panes rituales. Tienen forma redonda y suelen adornarse con pequeññas figuritas hechas de masa:

se prepara pan para una serie de celebraciones y ritos festivos (nacimientos, bautismos, bodas, fiestas tradicionales y
familiares) en los que simboliza la vida, el nacimiento, la fecundidad, el bienestar.
para los entierros, los díías de los muertos y las misas de difuntos se suele preparar una especie de pan redondo hecho
de muchas bolas pegadas una a otra que se reparten entre los presentes, los parientes y los amigos.
en Navidad, para los niñños, se prepara un pan redondo adornado con una pequeñña rosquilla hecha de masa; para las
niññas, se adorna con una figurita en forma de lazo. Rositsa Valkanova (Sofíía, 1958) lo ha escuchado a su abuela
Vela Velchova (Gorni Dabnik, 1904-††1994).

A lo largo de los siglos se ha conservado el respeto al pan, que se ha convertido en síímbolo de la vida y del bienestar.
Por eso, los búúlgaros dicen Никой не е по-голям от хляба [Nadie es máás grande que el pan]. Se dice tambiéén
Къща без хляб да не замръква [La casa no debe anochecer sin pan].
Es una tradicióón fuertemente arraigada recibir a alguien con pan y sal. Se practica en distintas ocasiones: cuando se
reciben invitados especiales o de manera solemne, en inauguraciones, bodas, etc. El acto consiste en ofrecer al invitado
pan y sal, éél coge un trozo del pan, lo moja en la sal y se lo come. Se considera síímbolo de alegríía, fertilidad, buena
salud, ééxito. De esta tradicióón nace la expresióón посрещам с хляб и сол [recibir con pan y sal] que se usa para decir
de alguien que lo reciben de una manera solemne o muy cordial.

Derramar sal en el suelo trae pobreza o mala suerte.


Derramar sal en la cocina trae mala suerte. Svetla Ivanova (Tserova koria, 1970) lo ha escuchado a su madre Fidanka
Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).
Echar una pizca de sal detráás de la espalda aleja la mala suerte.
En una casa siempre debe haber sal, porque protege del mal, de enfermedades, de malos espííritus, pues se le atribuye la
fuerza de ahuyentar a los malos espííritus.
En algunos ritos se emplea contra magias, mal de ojo y enfermedades.

Derramar el vino en la mesa predice buena suerte.


Se lleva vino tinto a los entierros, díías de difuntos y misas de muertos y se echa sobre la tumba en forma de cruz.
Antes, las madres les daban de beber un poquito de vino tinto a sus hijos varones para que crecieran sanos, fuertes y
valientes. Silvana Radeva (Sofíía, 1962) lo ha escuchado a Sremka Marinova (Doganovo, 1915-††1992).
Al ver una estrella fugaz, si se pide un deseo, ééste se cumple.

Si la luna estáá roja, al díía siguiente haráá viento (R. Valkanova, Sofíía, 1958).

En el imaginario búúlgaro se han conservado algunas huellas del culto al sol. Despuéés de la puesta del sol no se barre la
casa, no se tira la basura y no se tiende la ropa lavada.

El díía de los muertos la gente va al cementerio para rendir homenaje a sus muertos. Se dejan flores y velas encendidas
en las tumbas. Tradicionalmente, se lleva trigo cocido con azúúcar, pan y vino tinto. Sobre la tumba se echa un poco de
vino y de agua formando una cruz. Actualmente, se llevan tambiéén pequeñños pastelitos dulces y salados. Se reparten
entre los presentes, las personas que ha acudido al cementerio, amigos y parientes. Al invitar con esta comida se dice За
Бог да прости [Para que Dios lo perdone], a lo que quien la recibe responde con Бог да го прости [Que Dios lo
perdone]. En algunas regiones del paíís existe la tradicióón de dejar comida en las tumbas.
El díía de los muertos siempre cae en un sáábado. En la tradicióón ortodoxa existen dos díías de los muertos
considerados ««grandes»»: uno en junio y otro en octubre.

En Bulgaria la Nochebuena, 24 de diciembre, es la máás venerada de las fiestas navideññas. Es el úúltimo díía de la
cuaresma. Se celebra en un ambiente muy ííntimo y familiar. Se reúúne toda la familia para cenar. Los platos
tradicionales que se sirven en la mesa festiva suman siempre un núúmero impar, habitualmente son 7, 9 u 11. Ademáás,
todos sin excepcióón estáán hechos con ingredientes vegetales, sin carne ni grasa animal. Los platos que
obligatoriamente se ponen en la mesa son sarmi (hojas de parra o de col fermentada rellenas de arroz con hierbas
aromááticas), pimientos secos rellenos de arroz, alubias cocidas, nueces sin descascarar, miel, oshav (frutas secas en
almííbar hervidas en agua con un poco de azúúcar), cebolla, ajo, una especie de pastel de hojaldre dulce con relleno de
calabaza, entre otros. Siempre estáá presente un pan redondo preparado en casa dentro del cual se ponen ramitas de
cornejo con distinto núúmero de botones (a cada núúmero de botones le corresponde una ««suerte»»: salud, felicidad,
buena suerte, una casa nueva, un viaje, etc.) y una moneda. A quien le toque la moneda, seráá el máás afortunado de la
casa. La comida suele regarse con vino o rakia (aguardiente de uvas o ciruelas). Los restos de la comida no se recogen
hasta la maññana siguiente.

La noche del 31 de diciembre o la maññana del 1 de enero se come un pastel de hojaldre salado con relleno de queso
blanco y huevos (banitsa) en el que se ponen ««suertes»» (habitualmente papelitos con augurios de salud, amor,
felicidad, buena suerte, viajes, estudios, etc.). Cada uno escoge un trozo del pastel y asíí le toca una ««suerte»» que le
predice el añño que viene.
El 1 de enero tiene lugar el rito llamado survakane. Se prepara una survachka hecha de ramitas de cornejo adornadas
con lana, lazos de distintos colores, palomitas, frutos secos, a veces con pequeññas rosquillas de pan (todos ellos,
síímbolos de la fertilidad, la fecundidad y la vitalidad). Con la survachka los niñños les dan suaves golpecitos
simbóólicos en la espalda a todos los miembros de la familia o a otras personas mayores, deseáándoles salud, fortaleza,
bienestar y ééxitos. Los golpecitos van acompaññados de unos versos tíípicos que contienen deseos y bendiciones. A
cambio, los niñños reciben monedas y golosinas.

La Semana Santa (en búúlgaro se le denomina Semana de la Pasióón) se abre con el Domingo de Ramos (llamado
tambiéén Díía de Sauces). En este díía se llevan a bendecir a la iglesia ramitas de sauce que luego se llevan a casa.
El Domingo de Ramos festejan todas las personas que llevan el nombre de alguna planta, flor o áárbol.
El Jueves Santo se pintan los huevos de pascua. Actualmente, se pintan tambiéén el sáábado, pero nunca el Viernes
Santo (en búúlgaro, Viernes de la Crucifixióón). El primer huevo siempre se tiññe de rojo. Con éél se toca la frente y las
mejillas de los niñños para que tengan buena salud. Existe en búúlgaro la expresióón гледам като писано яйце
[cuidarle a alguien como a un huevo pintado], significa cuidarle con esmero, con especial atencióón, velar por éél,
protegerlo. El huevo rojo se guarda hasta el Domingo de Resurreccióón del añño siguiente. Entonces se rompe y, si no
estáá estropeado o vacíío, durante todo el añño habráá suerte, salud y fecundidad. Si estáá estropeado y huele mal,
habráá enfermedades y pobreza (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992; S. Radeva, Sofíía, 1962) lo ha escuchado a su
tíía Anastasia Draganova (Doganovo, 1934).
El Domingo de Resurreccióón se llama en búúlgaro Velikden [Díía Grande]. La fiesta empieza el Sáábado Santo por la
noche con una ceremonia litúúrgica en las iglesias y a medianoche los sacerdotes, seguidos por la gente, dan tres vueltas
alrededor de la iglesia llevando velas. Despuéés de la liturgia la vela encendida se lleva a casa y se deja allíí hasta que se
queme.
El Domingo de Resurreccióón se regalan los huevos de pascua. La costumbre es ««chocar huevos»»: cada persona
selecciona un huevo y con su punta golpea ligeramente los huevos de otros para ver cuáál queda sin romper. Se cree que
la persona que termina con el huevo intacto tendráá un añño de buena suerte y salud.
Se come el asíí llamado kozunak que es una especie de pan dulce que simboliza el cuerpo de Cristo.
El Domingo de Resurreccióón y los 40 díías siguientes en vez de ¡¡Buenos díías!, la gente se saluda con Христос
възкресе! [¡¡Cristo ha resucitado!] y la respuesta es Наистинавъзкресе! [¡¡De verdad ha resucitado!].
Por ser una fiesta grande, la gente debe ponerse algo nuevo (M. Damianova, Karnare, 1907-††1992; T. Hristova,
Leznitas, 1932).
Quien nace en ese díía tendráá suerte toda la vida. En este sentido, existe la expresióón родил се е на Великден [nacióó
el Domingo de Resurreccióón] que equivale a ««nacer con estrella»».

Que se te caigan encima los excrementos de un páájaro, trae buena suerte.


Pisar un excremento trae buena suerte.

Durante los primeros tres meses del embarazo la mujer no le dice a nadie que estáá embarazada para no perder el bebéé.
No se dice a nadie que empieza el parto para que ééste sea máás fáácil.
La mujer embarazada no debe ir a entierros o misas de difuntos 13 o el bebéé tendráá problemas al nacer.
Se pone a la embarazada una pizca de sal en la cabeza (sin que ella lo vea), y si se toca la nariz, tendráá un hijo, si se
toca la boca, tendráá una hija.
Si la mujer embarazada come un huevo con dos yemas, tendráá gemelos (Vééase tambiéén 11.15. Huevo).

Antes, la mujer con menstruacióón no debíía entrar en la iglesia, porque se consideraba que estaba sucia (M. Liuncheva,
Sokolovtsi, 1924).
La mujer con menstruacióón no debe hacer labores del campo.

Una prááctica extendida entre la gente supersticiosa es el rito baene. Se trata de un rito máágico heredado de los
antepasados que se ejecuta sóólo por mujeres (llamadas bayachki). Es una cura mediante la magia. Un componente
importante es la pronunciacióón de conjuros dirigidos a la enfermedad con el fin de ahuyentarla o aplacarla. Se trata de
susurros y canturreos monóótonos o un movimiento de los labios mudo que se acompaññan de distintos actos y
movimientos. Durante el rito se utilizan objetos a los que se atribuyen cualidades máágicas: trapos o hilos rojos, ajo, sal,
harina, vinagre, cera, huevos, tenazas, plumas, tijeras, escoba, anillos, entre otros. Se atribuye a los objetos de hierro
(utensilios y herramientas) una fuerza extraordinaria para ahuyentar el mal. El fuego y el agua se consideran los
elementos máás poderosos en la magia 14.
Una prááctica para curar del susto es ««fundir una bala»». Consiste, con ciertas variaciones, en derretir un pedazo de
plomo y echarlo luego en un recipiente de agua. La accióón se repite tres veces: la primera, cerca de la cabeza del
enfermo, la segunda, cerca del corazóón y la tercera, cerca de los pies. Se da al enfermo de beber del agua, se le lavan la
cara y las manos. Se le mojan tambiéén la cabeza, el corazóón y los pies.
Se atribuyen a muchos santos cualidades curativas milagrosas. Cuando se celebra el díía del respectivo santo, se le
encienden velas y se reza ante su icono. A veces, se va a algúún lugar relacionado con el nombre del santo para
pernoctar allíí y para hacer donaciones. Se cree que tambiéén tienen fuerza curativa las reliquias de algunos santos.
Existe la creencia de que las plantas medicinales tienen mayor fuerza curativa si se recogen de madrugada y en
determinados díías del añño relacionados con fiestas religiosas o tradicionales. Entonces la recogida representa un
verdadero rito que varíía mucho de una regióón a otra.
Si el humo se eleva verticalmente, anuncia buen tiempo. Si se eleva serpenteando, lloveráá. Svetla Ivanova (Tserova
koria, 1970) lo ha escuchado a su madre Fidanka Miroslavova (Sokolovo, 1945-††2006).

Късмет! [¡¡Suerte!]
Стискам ти палци [Aprieto los pulgares por ti]. Equivale a ««Te deseo suerte»». La frase puede ir acompaññada de
un gesto que consiste en cerrar el puñño de manera que el pulgar quede apretado entre los demáás dedos.
Да ти върви по вода [¡¡Que te vayas por agua!]. Equivale a ««¡¡Que tengas mucha suerte!»».
На сполука! [¡¡Suerte! ¡¡ÉÉxito!]
На слука [¡¡Suerte!] se usa para desear suerte a los pescadores y a los cazadores.
От късмет да не се отървеш [¡¡Que no te libres de la suerte!]

Да не чуе дявол. [¡¡Ojaláá no nos oiga el diablo!]


Чукай на дърво! [¡¡Toca madera!]
Да не са ти (му) уроки. [¡¡Ojaláá no te/le hagan mal de ojo!]
Да спи зло под камък. [¡¡Que duerma el mal debajo de una piedra!]. Se expresa el deseo de que no ocurra o que no se
repita algo malo de lo que se estáá hablando.

MITKOVA, Adriana. Nacida el 18 de junio de 1962 en Sofíía, Bulgaria. Profesora en el Departamento de Estudios
Iberoamericanos, Facultad de Letras Cláásicas y Modernas, Universidad de Sofíía San Clemente de Ojrid, Bulgaria. Autora
del presente trabajo.

DAMIANOVA, Maríía, nacida el 7 de marzo de 1907 en el pueblecito Karnare (Karlovo), sur de Bulgaria, fallecida el 3 de
marzo de 1992. Abuela de Adriana Mitkova y madre de Tsona Hristova. Vivióó muchos añños en Sofíía.

DIMITROVA, Naumka, nacida el 27 de septiembre de 1940 en el pueblo Gaitanevo, (Elin Pelin), oeste de Bulgaria. Madre
de Silvana Radeva.

DRAGANOVA, Anastasia, nacida el 17 de abril de 1934 en el pueblo Doganovo (Elin Pelin), oeste de Bulgaria. Tíía de
Silvana Radeva.

GUEORGUIEVA, Sofíía, nacida el 23 de septiembre de 1919 en el pueblo Doganovo (Elin Pelin), oeste de Bulgaria.
Abuela de Silvana Radeva.

HRISTOVA, Tzona, nacida el 15 de agosto de 1932 en el pueblecito Leshnitsa (Lovech), norte de Bulgaria. Residente en
Sofíía. Madre de Adriana Mitkova.

ILIEVA, Guerguina, nacida el 23 de noviembre de 1891 en el pueblo Doganovo (Elin Pelin), oeste de Bulgaria, fallecida
en 1975. Bisabuela de Silvana Radeva.

IVANOV, Gueorgui, nacido el 21 de enero de 1951 en Sokolovo (Lovech), norte de Bulgaria.

IVANOVA, Ivanka, nacida el 20 de agosto de 1935 en Lukovit, pequeñña ciudad del norte de Bulgaria, residente en
Smolian, ciudad en los montes Rodopes, sur de Bulgaria. Abuela de Denitsa Liuncheva.

IVANOVA, Svetla, nacida el 25 de noviembre de 1970 en el pueblo Tserova koria (Veliko Tarnovo), norte de Bulgaria.

KARAGUENSKA, Vitka, nacida el 16 de febrero de 1939 en el pueblo Rozovets (Brezovo, regióón de Plovdiv), sur de
Bulgaria. Abuela de Biliana Slavova.
KARASTOYANOV, Dimitar, nacido el 12 de junio de 1975 en Sofíía.
KIUCHUKOVA-PETRINSKA, Boriana, nacida el 1 de febrero de 1960 en la ciudad Targovishte, noreste de Bulgaria.
Residente en Sofíía.

KOLEVA, Daniela, nacida el 25 de enero de 1956 en la ciudad Lovech, norte de Bulgaria. Residente en Sofíía. Hermana
de Adriana Mitkova.

LEVIEVA, ANETA, nacida el 19 de octubre de 1951 en Sofíía.

LIUNCHEV, Nikola, nacido el 22 de mayo de 1922 en Sokolovtsi, pueblo de la regióón de los montes los Rodopes, sur de
Bulgaria.

LIUNCHEV, Petar, nacido el 8 de marzo de 1957 en Momchilovtsi, pueblo de la regióón de los montes los Rodopes, sur
de Bulgaria. Actualmente vive en la ciudad Smolian, situada en la misma regióón.

LIUNCHEVA, Denitsa, nacida el 9 de octubre de 1979 en Lukovit, norte de Bulgaria. Residente en Sofíía.

LIUNCHEVA, Maríía, nacida el 28 de octubre de 1924 en Sokolovtsi, pueblo de la regióón de los montes los Rodopes, sur
de Bulgaria.

LIUNCHEVA, Maríía, nacida el 21 de mayo de 1901 en Sokolovtsi, pueblo de la regióón de los montes los Rodopes, sur
de Bulgaria, fallecida en 1994. Madre de Nikola Liunchev y abuela de Petar Liunchev.

LIUNCHEVA, Mariana, nacida el 21 de agosto de 1957 en Lukovit, norte de Bulgaria. Residente en la ciudad Smolian,
situada en los montes los Rodopes, sur de Bulgaria.

MARINOVA, Sremka, nacida en 1915 en el pueblo Doganovo (Elin Pelin), oeste de Bulgaria, fallecida en 1992.

MIHAILOVA, Nadezda, nacida en 1908 en la ciudad Kukush (desde 1913 se encuentra en el norte de Grecia y se llama
Kilkis), fallecida en 1993. Suegra de Silvana Radeva.

MIROSLAVOVA, Fidanka, nacida el 7 de marzo de 1945 en Sokolovo (Lovech), norte de Bulgaria, fallecida en 2006.
Madre de Svetla Ivanova.

MITKOV, Svilen, nacido el 8 de junio de 1958 en Sofíía.

PETKOVA, Ganka, nacida el 1 de octubre de 1926 en el pueblo Kormiansko, (Sevlievo), norte de Bulgaria. Fallecida el 28
de octubre de 2005. Suegra de Adriana Mitkova.

RADEVA, Silvana, nacida el 10 de febrero de 1962 en Sofíía.

SLAVOVA, Biliana, nacida el 29 de mayo de 1986 en Kazanlak, ciudad del sur de Bulgaria. Residente en Sofíía.

STEFANOVA, Ivanka, nacida el 21 de octubre de 1908 en el pueblo Gaitanevo (Elin Pelin), oeste de Bulgaria, fallecida el
8 de marzo de 1981. Abuela de Silvana Radeva.

TANKEV, Yordan, nacido el 18 de enero de 1919 en Sokolovo (Lovech), norte de Bulgaria, fallecido en 1982. Padre de
Gueorgui Ivanov.

TANKEVA, Dimitrina, nacida el 6 de enero de 1921 en Sokolovo (Lovech), norte de Bulgaria, fallecida en 1999. Madre de
Gueorgui IVANOV.

VALKANOVA, Danka, nacida el 7 de junio de 1934 en el pueblo Gorni Dabnik (Pleven), norte de Bulgaria. Madre de
Rositsa Valkanova.

VALKANOVA, Rositsa, nacida el 22 de noviembre de 1958 en Sofíía.

VARTINKOVA, Sashka, nacida el 17 de agosto de 1960 en el pueblo Alino (Samokov), oeste de Bulgaria.

VELCHOVA, Vela, nacida el 6 de febrero de 1904 en el pueblo Gorni Dabnik (Pleven), norte de Bulgaria, fallecida el 25
de marzo de 1994. Abuela de Rositsa Valkanova.

ZAHARIEVA, Nezabravka, nacida el 10 de octubre de 1953 en la ciudad Shumen, noreste de Bulgaria. Residente en
Sofíía.

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Diccionario enciclopéédico. Sofíía: Zaharii Stoyanov].

Adriana MITKOVA

Nacida el 18 de junio de 1962 en Sofíía, Bulgaria. Es Doctora en Filologíía por la Universidad de Sofíía San Clemente de
Ojrid, Bulgaria, de la que es profesora en el Departamento de Estudios Iberoamericanos, Facultad de Letras Cláásicas y
Modernas.

Sus temas de investigacióón son la morfologíía, la sociolingüüíística y la enseññanza de lenguas extranjeras.

Imparte clases de Sociolingüüíística del Españñol, Sociolingüüíística y Traduccióón, Aspectos sociolingüüíísticos de la


comunicacióón verbal y no verbal, Lengua Españñola y el curso monográáfico La influencia del factor sexo en la
comunicacióón.

Entre sus publicaciones, cabe mencionar el libro La categoríía semáántico-funcional aspectualidad en el españñol moderno
(Sofíía, Editorial de la Universidad de Sofíía San Clemente de Ojrid, 2008). Ademáás, es autora de artíículos sobre
morfologíía, sociolingüüíística del españñol y enseññanza del españñol como lengua extranjera. Tambiéén es coautora de
dos manuales de gramáática españñola, un manual de españñol, una coleccióón de textos de traduccióón del búúlgaro al
españñol, un diccionario españñol-búúlgaro y búúlgaro españñol.
(1) En los casos en los que he acudido a informantes, la víía de transmisióón figura entre parééntesis. En las demáás ocasiones se trata de
recuerdos personales. volver
(2) En Stareva (2007: 483) encontramos la descripcióón de muchas práácticas relacionadas con el uso de objetos de hierro contra magias,
malos espííritus, etc. volver
(3) La supersticióón estáá registrada tambiéén en Stareva (2007: 237). volver
(4) En Stareva (2007: 238) encontramos otra versióón de la supersticióón: si se oye la voz de un búúho en la chimenea, la casa quedaráá
despoblada. volver
(5) Segúún Stareva (2007: 238), esto presagia desgracias y para contrarrestarlas hay que degollar la gallina o dejarla en algúún bosque para
que la devoren los animales salvajes. volver
(6) Segúún algunas fuentes (Stoinev, Popov, Vasileva, Popov 2006: 223), a la gente joven se le prohííbe plantar nogales porque se cree que
cuando el tronco del áárbol se haga tan grueso como el cuello de la persona, éésta se moriráá. volver
(7) Segúún Stareva (2007: 74), en principio, es mejor recibir que dar algo. volver
(8) Algunas variantes de estas expresiones estáán recogidas en Slaveikov (1972: 123). volver
(9) Slaveikov (1972: 127) documenta el dicho Вържи му червено парцалче да зарадва баба Марта [ÁÁtale un trozo de tela roja para que
alegre a la Abuela Marta]. volver
(10) Estáán documentados tambiéén en Stoikova (2007), Grigorov, Katsarov (1986), Slaveikov (1972). volver
(11) La festividad de San Pedro se celebra el 29 de junio. volver
(12) La creencia estáá documentada tambiéén en el libro de Stareva (2007: 378). volver
(13) Segúún algunas fuentes (Stoinev, Popov, Vasileva, Popov 2006: 342), existe la creencia de que no va a entierros para que el bebéé no
nazca líívido como los muertos. volver
(14) Para una descripcióón detallada del rito puede consultarse a Stareva (2007: 152-154) y a Stoinev, Popov, Vasileva, Popov (2006: 18-19).
volver
Małgorzata KOSZLA-SZYMAŃSKA
Universidad de Varsovia
m.m.koszla-szymanska@uw.edu.pl

Justyna PIETRZAK y Jennifer APARICIO MORGADO


Universidad Complutense de Madrid
justynapie@hotmail.com y drusilda_1983@hotmail.com

Resumen: En el presente trabajo se estudia una seleccióón de creencias populares y de supersticiones existentes en la
cultura y la sociedad polacas. A travéés de encuestas realizadas a diversos informantes, se recogen tanto las supersticiones
vigentes en la actualidad como las que permanecen aúún en la memoria de varias generaciones ——en particular la
generacióón de mayor edad- pero cuyo uso ha disminuido. Con gran frecuencia estas supersticiones y creencias populares
quedan reflejadas en el lenguaje cotidiano, concretamente en las unidades fraseolóógicas como los refranes y las
locuciones.

Palabras clave: Supersticióón. Fraseologíía. Refráán. Creencia popular. Tradicióón oral. Polonia.

Titre : «« Croyances populaires, supertistions et phrasééologie en Pologne »»


Réésuméé : Cette éétude préésente une séélection de croyances populaires et de superstitions ééxistantes dans la culture et
la sociéétéé polonaises. Grââce aux enquêêtes rééaliséées aux informants, on a reccueilli tant les superstitions en pratique
aujourd’’hui que celles qui sont encore dans la méémoire de plusieures géénéérations —— en particulier la géénéération la
plus agéée —— mais dont l’’emploi a diminuéé. Ces superstitions et ces croyances populaires se reflèètent dans le langage
quotidien, en concrèète dans les unitéés phrasééologiques comme les proverbes et les locutions.

Mots cléé : Superstition. Phrasééologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Pologne.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Poland»»


Abstract: In this work we analize a selection of popular believes and superstitions belonging to the Polish culture and
society. Trough surveys to various informants, we collect both the superstitions valid nowadays both the ones which still
remain in the memory of different generations ——especially the old one—— though their use has decreased. Frequently,
these superstitions and popular believes are reflected in the everyday language, specifically in the phaseological units such
as popular proverbs and locutions.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular belief. Oral Tradition. Poland.

A travéés de las creencias populares, el hombre se redescubre a síí mismo. Por mucho que los tiempos cambien y la
tecnologíía haga acto de presencia de un modo cada vez máás palpable en nuestras vidas, las supersticiones siempre han
permanecido en nuestra memoria, proporcionando a los sujetos toda clase de consejos e indicaciones que muchos de
nosotros al díía de hoy seguimos respetando con una fe ciega, convencidos de su poder.
Desde el principio nos atrajo la idea de poder ampliar nuestro conocimiento acerca de este tema, gracias a la elaboracióón
de un proyecto de investigacióón lingüüíística de manera conjunta, y al enorme desafíío que suponíía adentrarse en la
cultura polaca, para una de las investigadoras siendo de nacionalidad españñola.

Es curioso descubrir como las creencias no son tan diferentes a pesar de las enormes distancias que separan a los paííses y a
las gentes y a los pueblos que habitan en ellos.

La sabiduríía popular es algo que desde el principio de los tiempos se ha ido transmitiendo de padres a hijos, hasta llegar a
nuestros díías. A pesar de la existencia de culturas diferentes, determinados objetos (tijeras, alfileres, anillos), algunos
núúmeros (siete, trece) y ciertos animales (perro, gato, cuervo) entre otros muchos elementos han sido dotados de una
significacióón propia, que al díía de hoy es compartida por la mayoríía de las personas que habitamos el planeta.

La puesta en marcha de este trabajo se debe a la amistad de la investigadora españñola con Natalia Antkiewicz, quien a
travéés de su palabra consiguióó crear en ella una enorme curiosidad por saber máás acerca de su paíís de origen, asíí como
por Julia Sevilla, responsable de que las tres autoras de este trabajo se pusieran en contacto.

El instrumento fundamental de trabajo con el que hemos elaborado este estudio han sido los distintos recuerdos y
anéécdotas que los informantes con los que hemos hablado gustosamente han querido compartir con nosotras. Como punto
de partida nos dirigimos a nuestros familiares y amigos quienes con mayor o menor esfuerzo consiguieron recordar todas
aquellas supersticiones que conocen o que alguna vez han visto llevar a cabo. Para ello confeccionamos una serie de
encuestas mediante las cuales conseguimos obtener nuevas supersticiones, al mismo tiempo que diferentes versiones de
algunas de las ya recogidas. Los informantes proceden de diez de las diecisééis regiones, voivodatos, en los que se divide
Polonia. Se trata de los siguientes voivodatos: Pomerania (PM en el mapa), Cuyavia y Pomerania (KP) en el norte,
Pomerania Occidental (ZP) en el noroeste; el Podlaquia (PD) en el noreste, Opole (OP), Silesia (SL) y Pequeñña Polonia
(MP) en el sur; Subcarpacia en el sureste; Masovia (MA) y Gran Polonia (WP) 1.

Figura 1: Mapa de las regiones de Polonia.

En algunas ocasiones pudimos documentar varias de las experiencias relatadas por los informantes, y que se mencionan en
varios apartados de nuestro escrito, asíí como incluir varias fotografíías e imáágenes que reflejan la mayoríía de las
práácticas comentadas, del mismo modo que varios elementos que se utilizan en las mismas o que las identifican de alguna
manera.

Se ha realizado la distribucióón de los diversos apartados que configuran este trabajo de investigacióón de la siguiente
manera: Małgorzata Koszla-Szymańska se ha encargado de recopilar las supersticiones referidas a los animales, las plantas
y los sueñños, mientras que Justyna Pietrzak es responsable de las creencias relacionadas con los objetos, las partes del
cuerpo y el matrimonio. Jennifer Aparicio ha elaborado los grupos menores, como las práácticas relacionadas con la
derecha y la izquierda de los objetos, los núúmeros, los díías de la semana, los meses del añño, los fenóómenos
atmosfééricos, los colores, los alimentos, los astros, las festividades, las piedras y los desechos, asíí como de las
relacionadas con la mujer, las medicinas, los ciclos, las denominadas como ««otras»» y de las del lenguaje.

Gracias a la realizacióón de este trabajo hemos podido profundizar nuestro conocimiento acerca de la cultura popular
polaca. Debido a nuestras distintas nacionalidades hemos podido conocer nuevas formas de pensar que nos han ayudado a
tomar conciencia de la enorme variedad de significados que puede llegar a tener un mismo objeto en el seno de una u otra
cultura. La finalidad de nuestra tarea ha sido la de dar a conocer la enorme variedad de creencias y supersticiones existentes
en el seno de la cultura polaca. Para ello no sóólo hemos contado con la incuestionable ayuda de nuestros colaboradores,
sino que hemos dado un paso máás, completando nuestras investigaciones mediante documentos, libros y fotografíías que
ayudan a comprender mejor esta riqueza cultural.

Se cree que las agujas, por ser unos objetos punzantes con los que las personas se pueden pinchar, no se deben regalar a
los amigos, ya que, de hacerse, se puede alterar la amistad existente entre dichas personas. La misma supersticióón se
practica con alfileres, broches, etc. por tener las mismas propiedades. Sin embargo, ese ««poder malééfico o negativo»»
se puede eliminar pinchando a la persona que recibe ese obsequio (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééanse 1.2.
Alfiler (o imperdible), 1.7. Broche, 1.19.2. Cuchillo y 1.47. Tijeras).
Las embarazadas no deben enhebrar la aguja, pues este acto podríía provocar el estrabismo en el niñño (U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949) (Vééanse 16.1. Embarazo y 1.31. Llave y cerradura).

No se aconseja regalar alfileres ni otros objetos punzantes, para que no se altere nuestra amistad con la persona que
recibe este tipo de obsequio (T. Kurowska, Legionowo, 1950). Para evitar que esto suceda, es preciso que la persona
obsequiada pinche a la persona de la que recibe el regalo (M. Lewandowska, Radom, 1955) (Vééanse 1.1. Aguja, 1.7.
Broche, 1.19.2. Cuchillo y 1.47. Tijeras).

El anillo de compromiso debe estar fabricado con un metal noble, es decir, seráá de oro, platino, etc. Los metales son, en
general, un síímbolo de la constancia y firmeza, lo que para un matrimonio tiene una importancia significativa. La
alianza de compromiso siempre subraya la fuerza del sentimiento. La mujer luciráá este anillo en el dedo anular de su
mano izquierda, es decir, en el mismo lado del cuerpo donde se encuentra situado el corazóón (T. Kurowska,
Legionowo, 1950).
Resulta peligroso que una persona se pruebe la alianza o el anillo de compromiso de otra, ya que, si lo hace, su futuro
matrimonio estaráá abocado a salir mal (M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 17.1. Matrimonio).
Es un mal presagio para los novios si, durante la ceremonia, tanto en la iglesia como en el ayuntamiento, la alianza se les
cayese al suelo. Para no alterar la felicidad de la pareja y de su matrimonio, esto se puede remediar: la alianza la debe
recoger el cura o el testigo de la boda (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 17.1. Matrimonio).
A quien le salga un orzuelo en el ojo, puede quitáárselo frotáándolo con un anillo de oro (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969)
(Vééase 18. Medicinas y remedios). Dicha supersticióón es un residuo de la creencia en el valor máágico y curativo que
la medicina popular adscribíía a los metales y piedras preciosas. En este sentido, el oro encontróó una gama de usos muy
amplia: a fin de curar la ictericia neonatal y para evitar que el niñño sea pelirrojo, a su primer bañño se echaba un anillo
de oro. Se creíía tambiéén que lamer un objeto de oro otorgaba elocuencia. Ademáás, el oro constituíía un remedio
eficaz en el tratamiento de cualquier tipo de erupciones cutááneas, abscesos, llagas o eccemas, creencia que ha
sobrevivido hasta hoy díía en la supersticióón del orzuelo (Zióółkowska, 1981: 88-89).
En algunas partes de Polonia se trata las urracas de ladronas, que roban cucharas de plata, sortijas de oro y otras joyas
para guardarlas en su nido (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééanse 1.19.1. Cuchara y cucharilla y 4.45. Urraca).

La mujer no debe dejar su bolso en el suelo, ya que se piensa que, si lo hace, perderáá o gastaráá el dinero con excesiva
rapidez, o tendráá péérdidas econóómicas (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A.
Szczepulska, Krakóów, 1979).

Si una botella vacíía se cae al suelo y se rompe, la persona a la que le ocurra tendráá mucha suerte. La misma
supersticióón se refiere a otros objetos de cristal, como vasos, copas, etc. (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.46.
Taza y 1. 50. Vaso).
Si una persona sueñña con una o varias botellas llenas significa que va a tener mucho ééxito en el amor y durante su
noviazgo. En cambio, si sueñña con botellas vacíías, significa que le ocurriráán desgracias de todo tipo (T. Pańczyk,
Radom, 1954) (Vééanse 17.2. Noviazgo y boda y 19. Sueñños).
En el díía que precede a la boda se suelen romper en el umbral de la casa de la novia botellas y viejas vajillas, lo que
deberíía asegurar buena suerte a los novios (M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 17.2. Noviazgo y boda).

No se debe coser el botóón a una prenda que se lleva puesta, porque seríía como si se fuera a coser su cerebro, es decir,
se convertiríía en una persona tonta (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Segúún una variante de la anterior supersticióón, si se cose un botóón a la prenda de otra persona, esta úúltima deberíía
agarrar entre los dientes un objeto, para que, junto con el botóón, no le cosan la memoria, es decir, para que no pierda la
memoria (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).
No se aconseja coger los botones que se encuentran en la calle, ya que, si uno lo hace, se cree que no tendráá nada en su
vida. En este sentido se encuentra la locucióón: I guzik z tego masz [Y no te queda máás que un botóón], para decir que
el esfuerzo de alguien no ha servido para nada (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Si una persona se abrocha mal los botones de una prenda, es seññal de que ese mismo díía va a emborracharse (M.
Pietrzak, Tuchola, 1939).
Si se ve a un deshollinador, hay que agarrarse un botóón de la ropa que se lleve puesta, y se haráá realidad todo lo que se
desee en ese momento (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; A. Szczepulska, Krakóów,
1979). Otra variante de esta supersticióón no consiste en que, cuando se ve a un deshollinador, no sóólo hay que
agarrarse un botóón de la ropa que se lleva puesta, sino que, para tener suerte, tambiéén hay que buscar a una seññora
que utilice gafas (J. P. Szczecin, 1979), a un hombre con gafas (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983), a un calvo o a un
barbudo (I. Radzymińska, Toruń, 1979).
El deshollinador, segúún las creencias polacas, trae, en general, buena suerte. Es un personaje que, a finales del añño, va
de casa en casa regalando a los inquilinos calendarios para el añño nuevo y deseáándoles con este motivo mucha
felicidad y prosperidad. De esta manera la gente se asegura buena suerte para el añño nuevo y da al deshollinador, en
seññal de agradecimiento, alguna moneda (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin,
1979; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; I. Radzymińska, Toruń, 1979).
Las personas supersticiosas afirman que no se debe regalar a nadie un broche porque es un objeto con el que podemos
pincharnos. Por esta razóón no trae buena suerte, a no ser que la persona obsequiada pinche a la que regala, con el cierre
de aguja del broche regalado (M. Lewandowska, Radom, 1955) (Vééase 1.1. Aguja; 1.2. Alfiler (o imperdible); 1.47.
Tijeras; 1.19.2. Cuchillo).

Es conocida la supersticióón segúún la cual una mujer embarazada no debe coser el calcetíín roto sin quitáárselo. Si lo
hace, su hijo o hija naceráá con una concrescencia en dos dedos de su pie, precisamente el mismo pie donde su madre
llevase el calcetíín cosido (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 16.1. Embarazo).

Es preciso prestar atencióón a la situacióón de la cama en el dormitorio. Los pies de la cama no deberíían mirar hacia la
puerta, ya que se anticiparíía la muerte de las personas que duermen en ella (I. Radzymińska, Toruń, 1979) (Vééase 20.2.
Muerte).
Si los ratones o ratas roen la cama, esto anuncia la muerte de la persona que duerme en ella (Podlaska, Krogulska, 2009:
151) (Vééase 20.2. Muerte y 4.43. Ratóón y rata).

En muchos pueblos polacos se atribuyen propiedades protectoras a las campanas, tratáándolas como si fueran
pararrayos. Por eso, durante una tormenta con fuertes truenos, todos los habitantes del pueblo oyen sonar las campanas,
porque se cree que su toque protege a la gente de los rayos. Dicha supersticióón proviene probablemente de la teoríía de
un sacerdote francéés llamado Jean-Antoine Nollet del siglo XVIII, fíísico experimental e investigador de electricidad,
quien afirmaba que la mejor manera de protegerse de los rayos era hacer sonar las campanas (M. Szymanek, Opole,
1976).
Los supersticiosos suelen creer tambiéén que las campanas o campanillas poseen un poder máágico de ahuyentar al
demonio y otros malos espííritus, quienes tienen miedo al ruido y otros sonidos. Por esta razóón, en los tiempos
medievales se solíía colocarlas junto a los caballos, los juguetes infantiles y la ropa en general (Podlaska, Krogulska,
2009: 178).
Existe tambiéén una supersticióón en la que se afirma que si durante la tormenta hacemos sonar a la vez dos
campanillas, el tiempo se tranquilizaráá. Otro poder máágico adscrito a las campanas, consiste en que se cree que
pueden bajar la fiebre y otorgar proteccióón ante las enfermedades (Podlaska, Krogulska, 2009: 178) (Vééase 9.5.
Tormenta y tempestad).
Si el reloj inesperadamente empieza a dar las campanadas, es seññal de que nos las mandan los muertos del otro mundo.
Si el timbre del despertador suena al mismo tiempo que las campanas de una iglesia, es un mal presagio (Podlaska,
Krogulska, 2009: 74) (Vééase 1.45. Reloj).

El fuego en general y tambiéén el de las velas de un candelero simboliza la vida humana y, al mismo tiempo, la ofrenda
que se hace a Dios. Por eso, los rituales con el fuego favorecen el desarrollo y la suerte del mundo humano. Existe una
vieja supersticióón, segúún la cual no se deben apagar las velas encendidas sopláándolas o utilizando los dedos para
apagar la llama. Si son velas de un candelero, lo mejor es encenderlas una por una y luego apagarlas conservando el
orden contrario, es decir, la que era la primera al encender, tendríía que ser la úúltima al apagar (T. Kurowska,
Legionowo, 1950).

Existe una supersticióón segúún la cual una persona no deberíía comprarse nunca como regalo una cartera. En cambio, si
otra persona nos regala ese mismo objeto tendremos asegurada nuestra buena suerte (T. Kurowska, Legionowo, 1950).
Tampoco es bueno regalar a una persona una cartera vacíía. Por eso, cuando queremos hacer a alguien un regalo de este
tipo, debemos meter dentro una moneda o un billete (T. Kurowska, Legionowo, 1950).
Se suele decir tambiéén que trae mucha suerte recibir una cartera de color rojo porque la persona que la reciba, seráá
gracias a ella muy feliz y rica (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 10.6. Rojo).
En éépoca navideñña, cuando se prepara la carpa ——un pescado que se come tradicionalmente en Polonia en la cena de
Nochebuena—— hay que guardar una escama suya en la cartera. Gracias a este ««talismáán»» no deberíía nunca faltar
dinero (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; J. Antkiewicz, Myszkóów, 1958; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; A.
Szczepulska, Krakóów, 1979; T. Kurowska, Legionowo, 1950; M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 13.7. Nochebuena).

La paremia polaca Gość w dom, Bóóg w dom [El huéésped en casa, Dios en casa] simboliza la hospitalidad polaca y se
utiliza para referirse al modo en que hay que tratar a los huééspedes o invitados, es decir, con cortesíía porque el
huéésped es como si fuera el mismo Dios al que estamos recibiendo en nuestra casa (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M.
Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). Esta
creencia es conocida en todo el paíís.
Compáárese tambiéén la variante:
Gość w próóg, w dom Bóóg.
[El huéésped en el umbral, en casa Dios]
(Przysłowia polskie, 2003: 24)

Si se sale de casa y, al poco rato, se regresa porque se ha olvidado algo, hay que sentarse y permanecer sentado o sentada
unos segundos antes de volver a salir de casa; si no se hace, se cree que se pierde la suerte o que no se tendráá ééxito
para arreglar los asuntos ese díía. Asíí lo practica Natalia Antkiewicz (Gdynia, 1983), cuya madre le obliga a obrar de
esta manera cuando esto sucede. Esta supersticióón es muy conocida y practicada por muchas personas en todo el paíís.
Si se sueñña con la casa familiar, significa que la estáá echando de menos. Si se sueñña con una en construccióón, es
seññal de que se aspira a una estabilizacióón de la situacióón profesional. Si en el sueñño se ve la casa completamente
vacíía, no se cumpliráán las esperanzas ni las aspiraciones. Si, en cambio, se ve una casa completamente destruida,
significa que no se tendráá suerte y es posible que tenga graves problemas de salud. El sueñño con el fuego
acompaññado de mucho humo advierte acerca de una visita de ladrones a la casa (Adamska, 2007: 54) (Vééase 19.
Sueñños).
Si las ratas abandonan una casa, es un presagio de que la casa se va a caer (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééase
4.43. Ratóón y rata).
Algunos supersticiosos creen que tener caracoles dentro de la casa trae mala suerte (T. Kurowska, Legionowo, 1950)
(Vééase 4.9. Caracol).
Un collar de castaññas colgado en la pared asegura tranquilidad y armoníía a la casa (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééase
5.2.7.6. Castañño).
Cuando una pareja se casa, al entrar en la nueva casa, el novio tiene que llevar a la novia en brazos para asegurarse la
felicidad (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939).

Existe una creencia o supersticióón divulgada entre muchos fumadores, que afrima que al encender un cigarrillo con el
fuego de una vela, hacemos morir a un marinero que estáá en alta mar. Los comentaristas dicen que esta tááctica era
utilizada en los tiempos de guerra, siempre y cuando se respetase una condicióón: que todos los marineros polacos
estuviesen en sus casas (M. Szymanek, Opole, 1976).

En el pasado, para proteger a las vacas de cualquier tipo de encantamiento o brujeríía que impediese que dieran leche, se
hacíía lo siguiente: se ahumaba al animal con humo hecho a base de hierbas asperjadas con agua bendida. Otra solucióón
conocida y practicada en Olszyny y Rożnowice consistíía en cocer en una cacerola nueva una mezcla compuesta de
leche ««podrida»», clavos y / o alfileres. Haciééndolo, se creíía que la bruja culpable del encantamiento de la vaca
sentiríía, a causa de los clavos, unos dolores insoportables. Se creíía tambiéén que dicha bruja al sentir esos dolores, se
veríía obligada a eliminar el encantamiento de la vaca. De esta manera su leche mejoraríía (B. Karaś, Bugaj, 1940)
(Vééase 4.46. Vaca y toro).

Existe una supersticióón muy difundida en todo el paíís segúún la cual los novios no deben ir a la ceremonia de su boda
en un coche negro, porque esto no augura un matrimonio feliz, sino todo lo contrario. Se dice tambiéén que ir a la boda
en un coche familiar trae mala suerte y que lo mejor es alquilarlo o tomarlo prestado (N. Kowalska, Laski, 1947)
(Vééanse 17.1. Matrimonio y 10.5. Negro).
Muchos conductores de coches, al ver un gato negro cruzando la carretera o la calle, paran el coche y regresan por donde
han venido, o eligen otra calle o carretera (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 4.24. Gato y 10.5. Negro).
Si soññamos con mirar un coche, significa que vamos a cambiar de domicilio, es decir, que vamos a mudarnos a otra
casa. En cambio, si en nuestro sueñño vamos en coche muy deprisa, tendremos problemas en nuestra vida (Adamska,
2007: 270) (Vééase 19. Sueñños).

La creencia en los poderes sobrenaturales o máágicos relacionados con algunos cuadros o imáágenes de los santos es
tratada por algunos catóólicos como supersticióón. Nos referimos, en concreto, a ciertos detalles que se encuentran en
los mismos. De ejemplo puede servir la creencia de algunas personas, segúún las cuales la cicatriz que tiene en su
mejilla la Virgen de Częstochowa se estáá alargando poco a poco. Estas personas afirman que cuando la cicatriz se
acerque al corazóón de la Virgen, llegaráá el fin del mundo y el juicio final (M. Szymanek, Opole, 1976).

Cuando en una casa se cae al suelo algúún cubierto, significa que a las pocas horas los dueñños de la misma tendráán
una visita. En esta situacióón se suele decir la expresióón Goście idą [Los huééspedes vienen], aportada por Natalia
Antkiewicz (Gdynia, 1983).
Si se cae al suelo una cucharilla, significa que va a venir un niñño hambriento (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Ademáás, en el interior del paíís se opina que, si a alguien se le cae una cuchara grande, tendráá la visita de una mujer
que va a comer en su casa; en cambio, si se le cae un tenedor, le visitaráá un hombre con el propóósito de comer (M.
Lewandowska, Radom, 1955) (Vééase el apartado 1.19.3. Tenedor).
Regalar a un niñño bautizado cucharas de oro o de plata le asegura la prosperidad en la vida (U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949).
En algunas partes de Polonia, se trata a las urracas de ladronas, que roban cucharas de plata, sortijas de oro y otras joyas
para guardarlas en su nido (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééanse 1.3. Anillo y 4.45. Urraca).

Si se cae un cuchillo al suelo, es seññal de una pelea inminente. Para evitarla se debe escupir tres veces (I. Radzymińska,
Toruń, 1979).
Ademáás, en el interior del paíís se cree que no se debe regalar a una amistad un cuchillo o un juego de cuchillos, ni
ningúún otro objeto cortante, puesto que este tipo de objetos suelen cortar los lazos amistosos con la persona a la que va
dirigido el regalo (M. Lewandowska, Radom, 1955) (Vééanse 1.1. Aguja, 1.2. Alfiler, 1.7. Broche y 1.47. Tijeras).

Si se cae un tenedor a alguien, significa que va a tener una visita, en concreto, la visita de una persona hambrienta de
géénero masculino (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939).

La persona que sueññe con recibir un dedal, tendráá ééxito en sus negocios, entablaráá nuevas amistades y seráá, en
general, feliz. En cambio, soññar con perder este objeto, significa pobreza (Adamska, 2007: 203) (Vééase 19. Sueñños).

Como en casi todos los lugares del mundo, pasar por debajo de una escalera de tijera es considerado como un
comportamiento que no le trae a nadie buena suerte (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska, Krakóów, 1979). Algunos afirman incluso que quien lo haga, sufriráá
siete añños de desgracias (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969). Por eso, la gente no suele pasar por debajo de una escalera
(N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).

Si se cae la escoba, es seññal de mal agüüero (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).


Los creyentes de otra supersticióón parecida afirman que, si se pone una escoba cerca de la puerta, la escoba tendráá el
poder de no permitir entrar en casa a la gente mala y de oscuras intenciones. Aññaden que es máás eficaz la escoba que
lleva atada una cinta roja (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 10.6. Rojo).
No es bueno limpiar la mesa y el banco de madera con la misma escoba, porque un comportamiento asíí puede causar
enfermedades (M. Szymanek, Opole, 1976).
Segúún otras creencias máás antiguas, la escoba ayudaba a las brujas a barrer de adentro hacia fuera, ya que de ese modo
echaban a la calle todo lo malo que se pudiera encontrar en los hogares (M. Szymanek, Opole, 1976).
Si un individuo barre hacia una persona, éésta nunca se casaráá (M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 17.2. Noviazgo y
boda).

Si se rompe un espejo, se sufriráán siete añños de mala suerte o habráá siete añños de sequíía (N. Antkiewicz, Gdynia,
1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939) afirman que. En cambio, esta accióón solamente conlleva siete añños de mala suerte
para la persona que lo rompióó (J. P. Szczecin, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; I. Radzymińska, Toruń, 1979; A.
Szczepulska, Krakóów, 1979; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983). Kopaliński (1996: 1344) registra la paremia:

Gdy się zwierciadło stłucze, siedem lat niepowodzenia


[Si se rompe un espejo siete añños de mala suerte].

Si alguien por despiste mirara su cara en un trozo del espejo roto, caeríía enfermo o incluso esta actuacióón podríía
costarle la vida. Por lo tanto, si uno lo quiere evitar, tendráá que recoger los pedazos del espejo roto con los ojos
cerrados (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969).
En el momento en el que ocurre un fallecimiento, se cubren los espejos que haya dentro de la casa del difunto (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 20.2. Muerte).
En la parte sur de Polonia (Rzędzianowice, Cáárpatos), al nacer un niñño, los vecinos solíían robar el gorro al padre para
que, al querer recuperarlo, se viera obligado a pagarlo con una botella de vodka o dinero. Sucedíía a veces al revéés, es
decir, el padre era quien robaba los gorros a sus vecinos porque asíí, creíía asegurar la buena suerte a su hijo. Esa
importancia que se da al gorro se puede explicar con la ayuda del fraseologismo urodzić się w czepku [nacer con gorro
puesto] (H. Zając, Rzędzianowice, 1944). Este fraseologismo equivale a las siguientes expresiones españñolas: nacer /
haber nacido de pie o nacer con buena estrella.

Es habitual poner sobre el dintel de la puerta herraduras colgadas, para atraer la buena suerte (N. Antkiewicz, Gdynia,
1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Encontrar una herradura por la calle asegura al transeúúnte buena suerte (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 4.8.
Caballo).
La herradura siempre ha sido un síímbolo de buena suerte (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; I. Radzymińska, Toruń, 1979;
L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Por eso, es normal que la gente, sobre todo, las mujeres lleven pequeññas
herraduras en sus collares, pendientes u otros objetos o adornos, o que tengan una de ellas guardada o colgada en algúún
lugar de la casa.
El origen de esta supersticióón estaríía relacionado con la leyenda sobre el San Dunstan y el diablo (Kopaliński, 1996:
892). Un díía el diablo pidióó al santo, que era un herrero háábil, que le herrara los cascos. San Dunstan, que era muy
espabilado, enseguida se dio cuenta de quéé se trataba, atóó a su cliente y adrede le infligióó mucho dolor. El diablo se
puso a gritar e invocar piedad, a lo cual Dunstan cerróó con éél un pacto: le iba a soltar con la condicióón de que el
diablo jamáás se acercara a un lugar donde estuviese colgada una herradura.

Si se pone un trozo de hierro debajo del mantel, previamente puesto sobre la mesa, durante la cena de Nochebuena, se
evitaráá la plaga de topos (M. Szymanek, Opole, 1976).
Existe tambiéén una creencia o supersticióón popular, segúún la cual todo lo que nos ofrece la tierra, es decir: la madera,
el hierro, etc. tiene el poder de ahuyentar a los malos espííritus. Segúún dicha supersticióón, la persona que tenga un
trozo de hierro en sus manos, es capaz, aunque sea por un momento, de cegar al diablo (M. Szymanek, Opole, 1976).

La mayoríía de las personas supersticiosas consideran que las mujeres embarazadas tienen que tener mucho cuidado
mientras estéén en ese estado. Por ejemplo no es aconsejable que toquen hilos, cordones, etc. De lo contrario, existe la
amenaza de que al bebéé se le enrolle al cuello el cordóón umbilical y, en consecuencia, el niñño se asfixie (N.
Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.1. Aguja, 16.1. Embarazo y 1.44. Pulsera).

Se dice que la persona que sueññe con una o máás joyas, seráá muy afortunada, ya que la esperan grandes riquezas y
honores. Si una persona sueñña con llevar las joyas puestas, esto augura que llegaráá a ocupar un cargo muy alto
(Adamska, 2007: 140) (Vééase 19. Sueñños).

Se dice que no es bueno dejar las llaves sobre la mesa, porque trae mala suerte. Esta supersticióón proviene
probablemente de Suecia.
Tampoco es bueno dejar que las llaves se caigan al suelo (T. Pańczyk, Radom, 1954).
Una mujer embarazada no debe mirar por el ojo de la cerradura porque, si lo hace, su hijo tendráá los ojos bizcos (T.
Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 1.1. Aguja y 16.1. Embarazo).

Existe una creencia polaca de caráácter bííblico segúún la cual los que se sientan al final de la mesa seráán los primeros
en el paraííso (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Las jóóvenes solteras no deberíían sentarse jamáás en las esquinas de las mesas, ya que, si lo hacen, se cree que nunca se
casaráán (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; A. Szczepulska, Krakóów, 1979; J. P.
Szczecin, 1979). Igualmente, un joven que se siente en la esquina de la mesa corre el peligro de quedarse soltero (V.
Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 17.2. Noviazgo y boda).
Cuando las personas se sientan en torno a una mesa dando la espalda a la puerta o a la ventana del comedor, su vida
estáá en peligro. Esta creencia o supersticióón se remonta a los tiempos lejanos en los que se creíía que, si se hacíía lo
anteriormente expuesto, el enemigo que entrara en casa o que estuviera fuera de ella mirando hacia la ventana, podíía
fáácilmente disparar a la espalda de su futura vííctima (M. Szymanek, Opole, 1976).

Estáá muy difundida la creencia de que, si se encuentra por la calle un cééntimo (en polaco: grosz, diminutivo: grosik),
se debe recoger, soplar en éél y guardarlo para tener buena suerte (grosik na szczęście[un cééntimo de buena suerte]).
Con esta situacióón se relaciona muy bien el refráán polaco: Do grosza grosz, to się napełni trzos (Skorupka, 1987: 264)
[Cééntimo a cééntimo, se llena la bolsa]. Dicho refráán polaco corresponde al refráán españñol: Grano a grano, se hace
granero (Pulido Ruiz, Leniec-Lincow, 2003: 243).
Anna Szczepulska (Krakóów, 1979) especifica, sin embargo, que es aconsejable recoger sóólo los cééntimos que estáán
con el anverso, es decir con la cara de la moneda hacia arriba, ya que sóólo estos propician buena suerte.
El soplar en la moneda es un recuerdo de la antigua brujeríía, en polaco gusło. Gusło era un gesto que se realizaba con
fines máágicos, sobre todo con el objetivo de asegurarse la proteccióón contra las fuerzas sobrenaturales. Otros gestos de
este tipo eran: escupir por encima del hombro, sacar la lengua, etc. Al gesto de soplar se recurríía en diferentes
situaciones: las madres soplaban en sus bebéés para protegerlos de malos espííritus; se soplaba en la boca de los
enfermos rezando al mismo tiempo para acelerar el proceso de su mejoramiento o recuperacióón; se soplaba en los
bienes que se trocaban para crear un aura buena entorno a ellos y propiciar de esta manera su multiplicacióón. El mismo
gesto se empezóó a aplicar tambiéén en lo referente al dinero, tanto a monedas como a billetes, y precisamente de ahíí
proviene el gesto supersticioso vigente hoy en díía de soplar en una moneda encontrada por la calle (Zióółkowska, 1981:
78-79).
Si a alguien le pican las palmas de las manos, significa que pronto va a recibir dinero (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983)
(Vééase 3.7. Mano).
Si pica la mano derecha, significa que se va a recibir dinero, mientras que, si pica la izquierda, se lo gastaráá con rapidez
(M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééanse 2.2. Mano y 3.7. Mano).
En la provincia de Varsovia, Radom, etc. se suele decir todo lo contrario. Si pica la mano derecha, significa que se va a
saludar (dando la mano derecha) a una persona amiga. En cambio, si pica la mano izquierda, se va a recibir dinero. Para
que esta creencia se cumpla, es necesario que una joven soltera pegue un golpe fuerte a la mano que pica con su propia
mano (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 2.2. Mano y 3.7. Mano).
A quien se le cae una mosca en el vaso de téé, va a ganar mucho dinero (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase
4.35. Mosca y mosquito).
El novio debe tener en el bolsillo del pantalóón el díía de la boda unas cuantas monedas. De esta manera, aseguraráá a su
futura familia prosperidad y bienestar (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 17.1. Matrimonio).
Una supersticióón polaca muy extendida (J. P. Szczecin, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979) establece que cuando los reciéén casados
(una vez celebrada la ceremonia) salen de la iglesia, se les tira encima monedas, que simbolizan el bienestar y como
deseo de que nunca les falte dinero. A continuacióón los reciéén casados deben recoger ellos solos todas las monedas del
suelo, sin que nadie les ayude (Vééase 17.1. Matrimonio).
Cuando un niñño cumple un añño, se ponen delante de éél distintos objetos: un vaso, una moneda, un libro y un rosario.
En funcióón de lo que el niñño coja primero se adivina su futuro (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska,
Wierzbiczany 1949; M. Pietrzak, Tuchola, 1939). Por ejemplo, si coge el vaso va a ser un borracho; el libro indica el
porvenir de un estudioso; el rosario, el de un religioso y una moneda designa la riqueza (Vééanse 1.55.11. Libro, 21.4.
Otras supersticiones y 1.50. Vaso).
Si, por ser despistado, alguien olvida alguna pertenencia suya en un sitio, esto significa que, tarde o temprano, va a
volver a ese lugar (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; L. Kazimierczak, Bydgoszcz,
1980) (Vééase 21.4. Otras supersticiones).
Si durante la cena de Nochebuena ponemos debajo de nuestro plato una moneda, evitaremos problemas financieros a lo
largo de todo el Añño Nuevo (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 13.7. Nochebuena y 1.42. Plato).

Corren rumores de que algunas personas aprovechan sus móóviles u ordenadores para comunicarse con los espííritus de
las personas muertas (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
Existe tambiéén una creencia segúún la cual durante una tormenta hace falta desconectar el móóvil. De lo contrario,
seráá posible que el rayo parta a la persona que lo lleve (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (Vééase 9.5. Tormenta y
tempestad).
Muchas personas enfermas de cááncer son de la opinióón de que es peligroso para ellas llevar un telééfono móóvil (B.
Zalewska, Warszawa, 1970).

El Miéércoles de Ceniza es un díía en el que tradicionalmente se termina los Carnavales y se seññala la entrada en la
éépoca religiosa de Cuaresma, cuando el recogimiento, la moderacióón y el sacrificio estáán por encima de todo. En ese
tiempo a los jóóvenes que viven en el campo les resulta difíícil aguantar la situacióón de recogimiento. Esa necesidad de
recurrir a una diversióón se observa en la costumbre de póółpoście, es decir el perííodo situado a la mitad de esos
cuarenta díías, aproximadamente el Tercer Domingo de Cuaresma. Con esta costumbre se relaciona la accióón de
romper las ollas de barro llenas de ceniza. Esta accióón, la realizaban grupos de jóóvenes rompiendo ollas de barro
contra las puertas de las casas en que vivíían las chicas en edad casadera. Si las muchachas queríían evitar esta
desagradable sorpresa, podíían hacerlo, pagando unos cééntimos a sus perseguidores (Ogrodowska, 2004: 116).
En el interior del paíís se cree que cualquier persona que piensa mudarse a otra casa, debe limpiar muy bien todas las
ollas y otros recipientes y utensilios de cocina. Las ollas quemadas se deben fregar hasta dejarlas relucientes, porque
existe una supersticióón que prohibe llevar a la casa nueva ollas sucias o quemadas. Este procedimiento le garantiza a la
persona que lo haga mucha suerte y prosperidad en el nuevo lugar que habitaráá (J. Zbiciak, Legionowo, 1948).
En general se dice que soññar con ollas no trae buena suerte. Se cree que toda persona que sueññe con una olla se
enfrentaráá con problemas o situaciones desagradables. Por ejemplo, soññar con una olla rota anuncia peleas y riññas
(Adamska, 2007: 83) (Vééase 19. Sueñños).
El refráán Nie święci garnki lepią [Las ollas no las hacen los santos] significa que no hace falta ser un santo ni una
persona extraordinaria para realizar un trabajo simple. Asíí que, dicho refráán da a entender que cualquier persona puede
hacer un trabajo tan poco complicado como el de alfarero que modela ollas de barro, ya que su realizacióón no requiere
capacidades especiales (Skorupka, 1987: 230).

No se regalan paññuelos, porque se cree que va a llorar la persona a la que se obsequia este objeto (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééanse 1.39. Peine y 1.40. Perla).

No se debe entrar en casa con un paraguas abierto, dado que este acto atrae a la mala suerte (V. Pietrzak, Gniewkowo,
1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; A. Szczepulska, Krakóów, 1979).

Si se encuentra por la calle un peine, no se debe recoger, ya que quien lo haga tendráá mala suerte (M. Pietrzak, Tuchola,
1939).
No se debe regalar a una persona un peine, ya que este objeto como obsequio trae mala suerte (Podlaska, Krogulska,
2009: 61) (Vééanse 1.37. Paññuelo y 1.40. Perla).
El soññar con peinarse con un peine anuncia una enfermedad grave, o la muerte de una persona conocida (M. Szymanek,
Opole, 1976) (Vééase 19. Sueñños).

Se aconseja no regalar perlas a los seres queridos ya que este hecho provoca mala suerte y láágrimas (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M. Szymanek, Opole, 1976; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééanse 1.37. Paññuelo y 1.39. Peine).
El díía de la boda, la novia, bajo ningúún concepto deberíía llevar un collar de perlas, ya que ééstas, siendo el síímbolo
de las láágrimas, podríían alterar para siempre la felicidad del matrimonio (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase
17.1. Matrimonio).
Si a alguien se le rompe un collar de perlas, tendráá mala suerte (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).

Entre la gente del mar es muy conocida la supersticióón, segúún la cual estáá prohibido encender una pipa con el fuego
de una vela. Se cree que si uno o una lo hace, uno de sus amigos marineros moriráá (A. Zióółkowska, Radom, 1949)
(Vééase 1.51. Vela).

Si durante la cena de Nochebuena ponemos debajo de nuestro plato una moneda, evitaremos problemas financieros a lo
largo de todo el Añño Nuevo (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 1.34. Moneda y dinero y 13.7. Nochebuena).
Si soññamos con platos, recibiremos una invitacióón a una ceremonia familiar solemne. Soññar con comprar un plato
anuncia la visita de huééspedes inesperados a nuestra casa. Si, en cambio, en nuestro sueñño somos los que los
rompemos, significa que nos vamos a enfrentar con muchos problemas y preocupaciones (T. Pańczyk, Radom, 1954)
(Vééase 19. Sueñños).

Todos los informantes coinciden en que nunca se debe saludar a nadie por encima del umbral sin haberlo pasado. En
estos casos se suele decir: Nie przez próóg! [¡¡No nos saludemos por encima del umbral!].
Esta supersticióón tiene sus raííces en la antigua tradicióón de enterrar a los muertos debajo del umbral, especialmente a
los que murieron de manera violenta o repentina, como suicidas, bebéés que nacieron muertos o no bautizados. Se creíía
tambiéén que las almas de los enterrados debajo del umbral permanecíían allíí cerca de sus cuerpos por lo que con este
lugar de la casa estaba relacionada toda una serie de rituales y prescripciones. En el umbral, por respeto a los muertos,
no se debíía partir leñña; debajo del umbral, las brujas introducíían objetos de hechiceríía para perjudicar a los
habitantes; saliendo con el ataúúd se daban uno o tres golpes en el umbral, gesto con el cual se creíía que el muerto se
despedíía de su casa y sus familiares. Un eco de las creencias relacionadas con el umbral lo encontramos tambiéén en la
supersticióón de franquear el umbral con el pie derecho, por ejemplo el díía de la boda, o pasar a la novia en brazos por
encima del umbral (Zióółkowska, 1981: 7-11).

Una pulsera de perlas no traeráá buena suerte, sino todo lo contrario (M. Szymanek, Opole, 1976). (Vééase 1.40. Perla).
Las mujeres embarazadas no deben ponerse ni collares, ni pulseras, porque se cree que si se ponen este tipo de adornos,
el cordóón umbilical se enrollaráá en el cuello del bebéé y la criatura se asfixiaráá en el vientre de la madre (M.
Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 16.1. Embarazo).

Si de repente en casa se para el reloj, es una mala seññal que predice la muerte repentina de uno de sus habitantes (U.
Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééase 20.2. Muerte).
Si el reloj inesperadamente empieza a dar las campanadas, es la seññal de que las mandan los muertos del otro mundo.
Si el timbre del despertador suena al mismo tiempo que las campanas de una iglesia, es un mal presagio (Podlaska,
Krogulska, 2009: 74) (Vééase 1.10. Campana).

Romper una taza, un vaso o cualquier otra pieza de la vajilla trae buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983)
(Vééanse 1.50. Vaso y 1.5. Botella).

La caíída de las tijeras anuncia una pelea (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Por esta razóón, todo tipo de objetos
cortantes como tijeras, cuchillos, limas, etc. deben estar guardados en cajones o cajas puesto que si estáán al descubierto,
auguran fuertes conflictos alrededor del sujeto que los posea.
A pesar de esta afirmacióón hay un díía en el añño, el díía de la cena de Nochebuena, en el que dichos objetos se deben
poner debajo de las patas de la mesa en la que se sientan todos. Este procedimiento les garantizaráá a todos los
familiares armoníía y tranquilidad (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 13.7. Nochebuena).
Si queremos seguir manteniendo amistad con una persona, no deberííamos regalarle tijeras ni otros objetos cortantes
como cuchillos, cortapapeles, etc. (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.1. Aguja, 1.2. Alfiler (o imperdible), 1.7.
Broche y 1.19.2. Cuchillo).

En algunas partes de Polonia (Łomża), se cree que, cuando el novio va a casa de la novia el díía de la boda, los dos
deben ponerse de rodillas delante de sus padres. Entonces el alcalde del pueblo o el casamentero les une las manos con
una toalla (ręcznik), ceremonia que se llama rękowanie [unióón de las manos con una toalla]. Esta ceremonia,
acompaññada de la bendicióón de los padres asegura a la pareja un matrimonio muy feliz, duradero y unido. Despuéés
los novios se dirigen a la iglesia (A. Kowal, Łomża, 1952) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Numerosas torres son famosas por alguna razóón y estáán relacionadas con mitos, leyendas y, naturalmente, con muchas
supersticiones, como la Torre Eiffel en Paríís o la Torre de Londres. En Polonia, en el pueblo de Kruszwica (distrito de
Inowrocław), tambiéén hay una torre famosa: la Torre de los Ratones, a la que estáán vinculadas algunas leyendas.
Cuando estamos en los oscuros interiores de la Torre, nos acordamos de la famosa leyenda sobre el rey Popiel, muy
malo y cruel, cuya espada siempre estaba cubierta de sangre de sus vasallos. Una de las leyendas dice que a Popiel, por
lo malo que era, se lo comieron los ratones que vivíían en la torre. De ahíí el nombre de la Torre. Desde lo alto de la
misma se ve el famoso lago Gopło, llamado en el Medievo Mare Polonorum, con sus pintorescos islotes y calas. En la
actualidad, esta Torre es conocida como centro de enigmááticos poderes. Segúún las afirmaciones de algunos
radiestesistas, hay lugares especiales, llamados chakras que son una especie de radiacióón terrestre. Los chakras, o
centros energééticos, influyen en los organismos vivos y en los de muchos radiestesistas. Gracias a dicha influencia,
estos úúltimos adquieren poderes curativos. Se comenta que, despuéés de visitar la Torre de los Ratones, bastantes
personas se sientes mucho mejor. Tal mejoríía en su estado se nota porque enseguida sienten vibraciones positivas (M.
Grzyb, Inowrocław, 1941).
Soññar con subir a una torre significa que nuestros planes se realizaráán. La persona que sueñña con estar en la parte
máás alta de la torre saldráá victoriosa de la lucha contra sus rivales. Se predice que, si se sueñña con subir a la torre de
una iglesia, esto significa que se cumpliráán los sueñños máás ííntimos de una persona (Adamska, 2007: 325) (Vééase
19. Sueñños).

Cuando un vaso se cae al suelo a alguien y se rompe, significa que tendráá mucha suerte (N. Kowalska, Laski, 1947)
(Vééanse 1.5. Botella y 1.46. Taza).
Cuando un vaso estalla por síí solo, sin ayuda de nadie, quiere decir que en ese lugar hay espííritus de personas muertas
(N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 20.2 Muerte).
Echar al vaso vacíío agua hirviendo trae mala suerte (T. Pańczyk, Radom, 1954).
Cuando un niñño cumple un añño, se ponen delante de éél distintos objetos: un vaso, una moneda, un libro y un rosario.
En funcióón de lo que el niñño coja primero se adivina su futuro (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska,
Wierzbiczany 1949; M. Pietrzak, Tuchola, 1939). Por ejemplo, si coge el vaso va a ser un borracho; el libro indica el
porvenir de un estudioso; el rosario, el de un religioso y una moneda designa la riqueza (Vééanse 1.34. Moneda y dinero,
1.55.11. Libro y 21.4. Otras supersticiones).
Cuando se sopla las velas en una tarta de cumpleañños, hay que pedir un deseo. Si las velas se apagan todas de un
soplido, significa que el deseo se cumpliráá; si, para apagarlas, hace falta soplar máás veces u otra persona nos ayuda a
hacerlo, el deseo no se haráá realidad (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak,
Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin, 1979; I. Radzymińska, Toruń, 1979; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Si de repente se apaga una vela, es seññal de que un marinero va a morir (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééase
20.2. Muerte).
Entre la gente del mar, es muy conocida la supersticióón, segúún la cual estáá prohibido encender una pipa con el fuego
de una vela. Se cree que si alguien lo hace, uno de sus amigos marineros moriráá (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
(Vééase 1.41. Pipa).

La expresióón que suelen decir los supersticiosos, okna to oczy domu [las ventanas son los ojos de la casa], indica que
los antepasados estaban siempre pendientes de la limpieza y del buen estado de las ventanas. En algunos pueblos se dice
incluso que Pan Bóóg zabiera dusze oknem [Dios se lleva las almas por la ventana]. Por eso, detráás de la ventana
algunas personas solíían poner comida destinada a las almas vagando en pena (Podlaska, Krogulska, 2009: 71-72).
Para ahuyentar a las brujas y los malos espííritus, hace falta echar guisantes o garbanzos contra los cristales de la
ventana. El que no acierta, no estaráá protegido (Podlaska, Krogulska, 2009: 72) (Vééanse 11.14. Garbanzo y 11.27.7.
Guisantes).
Los novios, al elegir la fecha de su boda, desean que ese díía haga muy buen tiempo. Se cree que, para que dicho deseo
se haga realidad, unos díías antes del díía de la boda, la novia debe poner sus zapatos fuera de la ventana (M. Szymanek,
Opole, 1976) (Vééanse 17.1. Matrimonio y 1.54. Zapato).

Existe una supersticióón relacionada con el modo de vestir al niñño el díía de su bautizo. Se dice que, si su madre le
pone la vestimenta empezando por el lado izquierdo, el niñño seráá zurdo (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 2.
Derecha/Izquierda).
Quien por descuido se pone por la maññana la ropa al revéés, tendráá durante todo ese díía mala suerte (V. Pietrzak,
Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). La expresióón na lewą stronę [al revéés] contiene la palabra
izquierda y quizáá se inscriba en un contexto máás amplio que asocia la izquierda a lo infausto, lo funesto (Vééase 2.
Derecha/Izquierda).
Otra variante de esta supersticióón, divulgada en el interior de Polonia afirma todo lo contrario. Se suele decir en esta
parte del paíís que la persona que se ponga la ropa al revéés, tanto una mujer como un hombre, va a gustar a otras
personas, o va a llamar su atencióón, naturalmente, en el buen sentido de la palabra. Otros dicen que cualquier persona
que salga de casa con la ropa puesta al revéés, tendráá un díía muy bueno (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (Vééase 2.
Derecha/Izquierda).
Una supersticióón extendida no sóólo en Polonia reza que el novio no debe ver a la novia con el vestido de boda puesto
antes de la ceremonia (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; L.
Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Si se regala a una joven soltera un par de zapatos, es seññal de que se casaráá pronto. Por esta razóón, en muchas tiendas
de recuerdos o regalos, se puede encontrar tambiéén una miniatura de zapatos pequeññitos destinados a regalar con este
propóósito a las jóóvenes solteras. Si, en cambio, una mujer regala a su marido un par de zapatos o incluso unas
zapatillas, significa que probablemente el hombre la va a dejar, es decir, se iráá a vivir a otra casa, con otra mujer. Por
eso, no es recomendable hacer este tipo de regalos al cóónyuge (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 17.2. Noviazgo y
boda).
Los novios, al elegir la fecha de su boda, desean que ese díía haga muy buen tiempo. Se cree que para que dicho deseo
se haga realidad, unos díías antes del díía de la boda, la novia debe poner sus zapatos fuera de la ventana (M.a
Szymanek, Opole, 1976) (Vééanse 17.1. Matrimonio y 1.52. Ventana).
Existe un rito practicado el díía de San Andréés para el que se utilizan los zapatos. Cada uno de los presentes se quita los
zapatos que se colocan en fila empezando desde la parte opuesta de la habitacióón y llegando hasta la puerta. Aquel
cuyos zapatos alcanzan el umbral de la habitacióón, se casaráá antes que los demáás (L. Kazimierczak, Bydgoszcz,
1980) (Vééase 13.9. San Andréés).
El díía de la boda, la novia no debe cambiarse de zapatos, pues significaríía que en un futuro cambiaríía tambiéén de
marido (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 17.1. Matrimonio).

No se deben poner tapas a la libreta universitaria (indeks) hasta finalizar el primer curso acadéémico. De lo contrario no
se pasaráán los exáámenes del primer añño, lo que equivale a perder la plaza en la universidad (J. P. Szczecin, 1979).
En la libreta universitaria (indeks) se aconseja doblar la úúltima páágina, de lo contrario se corre el riesgo de no acabar
jamáás los estudios (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).

La vííspera del examen hay que colocar el libro o los apuntes debajo de la almohada, para que los conocimientos durante
la noche se graben en la memoria de quien tiene que afrontar el díía despuéés una prueba (J. P. Szczecin, 1979; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983).
Cuando un niñño cumple un añño, se ponen delante de éél distintos objetos: un vaso, una moneda, un libro y un rosario.
En funcióón de lo que el niñño coja primero se adivina su futuro (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska,
Wierzbiczany 1949; M. Pietrzak, Tuchola, 1939). Por ejemplo, si coge el vaso va a ser un borracho; el libro indica el
porvenir de un estudioso; el rosario, el de un religioso y una moneda designa la riqueza (Vééanse 1.34. Moneda y dinero,
1.50. Vaso y 21.4. Otras supersticiones).

Si pica la mano derecha, se va a recibir dinero, mientras que, si pica la izquierda, se gastaráá con rapidez (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939) (Vééanse los apartados 3.7. Mano y 1.34. Moneda y dinero).
Otra versióón, conocida en el interior de Polonia, dice todo lo contrario: si pica la mano derecha, se va a saludar a una
persona amiga ese mismo díía. En cambio, si pica la mano izquierda, se va a recibir dinero. Para que se cumpla dicha
creencia, hace falta que una joven soltera le déé un golpe con su palma de la mano (A. Zióółkowska, Radom, 1949)
(Vééanse 3.7. Mano y 1.34. Moneda y dinero).
En una prueba escrita, para que salga bien, la primera letra hay que escribirla con la mano izquierda si se es diestro (I.
Radzymińska, Toruń, 1979).
Existe una supersticióón relacionada con el modo de vestir al niñño el díía de su bautizo. Se dice que, si su madre le
pone la vestimenta empezando por el lado izquierdo, el niñño seráá zurdo (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 1.53.
Vestimenta).

Maria Pietrzak (Tuchola, 1939) nos informa de que en el caso de picarle a uno un ojo, los polacos suelen decir: Prawe
–– łzawe, lewe –– śmiewe [El derecho –– lloroso, el izquierdo –– sonriente].
Para contradecir lo anteriormente expuesto, en el interior del paíís, sobre todo en la comarca de Radom hay quien dice
todo lo contrario, o sea: Prawe na zabawę, lewe na ulewę [El derecho para festejar, y el izquierdo para llover](el verbo
««llover»» se identifica aquíí con ««llorar»»).

Si por la maññana pica la oreja derecha y al anochecer, la oreja izquierda, significa que sucederáá algo bueno (B.
Zalewska, Warszawa, 1970).
Si a alguien le pita un oíído, esa misma persona pregunta a la persona que tiene enfrente W któórym uchu mi dzwoni?
[¿¿Cuáál de los dos me estáá pitando?]. Si la persona preguntada lo adivina, la otra le dice: Domnie złość, a do Ciebie
gość [A míí me va a visitar la rabia y a ti un huéésped]; si no lo adivina, le dice lo contrario: Do mnie gość, a do Ciebie
złość [A míí me va a visitar un huéésped y a ti la rabia] (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Si el oíído que pita es el derecho, significa que estáán hablando bien de uno; en cambio, si el que pita es el izquierdo,
significa que estáán hablando mal (J.P. Szczecin, 1979).
Si a alguien le pita el oíído derecho, recibiráá buenas noticias; si, en cambio, es el oíído izquierdo, hay que prepararse
para malas noticias (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969).

Si alguien estáá de mal humor, se dice que se ha levantado con el pie izquierdo wstać lewą nogą [levantarse con el pie
izquierdo] (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980; J. P. Szczecin, 1979; I. Radzymińska, Toruń, 1979, U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Es importante que los novios, el díía de la boda, al atravesar el umbral de la iglesia o del ayuntamiento, entren con el pie
derecho (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Dormir apoyado sobre en el lado izquierdo del cuerpo provoca sueñños desagradables (L. Kazimierczak, Bydgoszcz,
1980) (Vééase 19. Sueñños).
Si a alguien le pica la nariz, es importante fijarse en quéé parte de la nariz se produce esta pequeñña molestia, ya que se
le otorgan diferentes significados: un enfado o una visita. La informante no sabe especificar, sin embargo, cuáál de las
partes izquierda o derecha es responsable del enfado y cual es el preaviso de una visita (A. Szczepulska (Krakóów,
1979) (Vééase 3.8. Nariz).

Si a alguien se le cae una pestañña sobre la mejilla, tiene que adivinar en quéé mejilla se encuentra la pestañña, la
izquierda o la derecha, y debe darse una palmada en esta mejilla. Si acierta, se aseguraráá buena suerte (M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska Krakóów, 1979) (Vééase 3.11. Pestañña).

Del primer puntapiéé del bebéé en el vientre de su madre es posible predecir su sexo. Basta con que la embarazada
preste atencióón en quéé parte ha reibido el golpe: un puntapiéé a la derecha anuncia el nacimiento de un niñño; a la
izquierda, de una niñña (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 16.1. Embarazo).

Hay quien dice que revolver el azúúcar en una taza de téé, de derecha a izquierda significa que las vacas van a dar la
leche cortada (U. Witak, Laski, 1958) (Vééanse 4.47. Vaca y toro y 2.46. Taza).

Quien, por descuido, se pone por la maññana la ropa al revéés, tendráá durante todo ese díía mala suerte (V. Pietrzak,
Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). La expresióón na lewą stronę [al revéés] contiene la palabra
izquierda y quizáá se inscriba en un contexto máás amplio que asocia la izquierda a lo infausto, lo funesto.
Otra variante de esta supersticióón, difundida en el interior de Polonia, afirma todo lo contrario. Se suele decir, en esta
parte del paíís, que la persona que se ponga la ropa al revéés, tanto una mujer como un hombre, va a gustar a otras
personas, o va a llamar su atencióón, naturalmente, en el buen sentido de la palabra. Otros dicen que cualquier persona
que salga de casa con la ropa puesta al revéés, tendráá un díía muy bueno (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
Existe una supersticióón relacionada con el modo de vestir al niñño el díía de su bautizo. Se dice que si su madre le pone
la vestimenta empezando por el lado izquierdo, el niñño seráá zurdo (N. Kowalska, Laski, 1947).

Si a una persona le duele la cabeza, la mejor manera de quitarse ese dolor consiste en frotar las sienes con una cebolla o
con un trozo de hielo (T. Janas, Radom, 1955) (Vééase 18. Medicinas y remedios).
Si uno sueñña con su cabeza, presagia enfermedades del sistema nervioso. El sueñño con una cabeza calva, advierte de
la existencia de unas amistades no muy recomendables. Si, en cambio, se ve en el sueñño una cabeza con mucho pelo,
significa que tendráá mucho ééxito (Adamska, 2007: 88) (Vééase 19. Sueñños).

A veces los bebéés lloran sin cesar, no quieren beber ni comer y los méédicos no saben quéé les pasa. Entonces se cree
que la madre ha podido inconscientemente dislocar la columna vertebral del bebéé porque los huesos de los pequeñños
son propensos a la hiperflexibilidad y tienden a torcerse fáácilmente. Aunque los méédicos dicen que es una
supersticióón, mucha gente del pueblo cree que la úúnica solucióón es ir con el bebéé al curandero. Para reponer la
columna dislocada del bebéé, el curandero tiende su codo izquierdo hacia la rodillita derecha del bebéé y despuéés su
codo derecho hacia la rodillita izquierda del mismo (A. Zióółkowska, Radom, 1949).

En el interior de Polonia se cree que la persona que tiene los dientes delanteros un poco separados, es muy afortunada y
tendráá mucha suerte y felicidad durante toda su vida (B. Zalewska, Warszawa, 1970).
Cuando un niñño o una niñña se hacen algo mayores y cumplen unos cinco o seis añños, empiezan a caéérsele uno a
uno, los dientes primarios, es decir, los dientes de leche. Se dice que el niñño, al perder su primer diente de leche,
deberíía tirarlo al horno y pronunciar el siguiente conjuro: Piecu, piecu, daję ci ząb mleczny, a ty daj mi ząb żelazny
[Horno, horno 2 yo te doy un diente de leche y túú dame otro de hierro]. De esta manera, el niñño se asegura unos
dientes mucho máás fuertes que los de leche (U. Witak, Laski, 1958).
Si se sueñña con una dentadura muy bonita y blanca, significa que se cumpliráán todos los planes. El soññar con dientes
amarillentos o muy flojos anuncia una enfermedad grave u otra desgracia. Tampoco es bueno soññar con un diente roto,
porque un sueñño asíí presagia una enfermedad duradera. El soññar con los dientes caíídos presagia tambiéén una
enfermedad muy grave. Si en el sueñño se ve ademáás la sangre, anuncia una posible muerte (Adamska, 2007: 341)
(Vééase 19. Sueñños).
Natalia Antkiewicz (Gdynia, 1983) afirma, en cambio, que soññar con dientes se considera en general como algo
negativo, ya que es signo de mala suerte (Vééase 19. Sueñños).

Si se encuentra a un jorobado, se le deba acariciar la joroba para asegurarse buena suerte (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; L.
Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Si una persona sueñña con tener una joroba, significa que tendráá mucha suerte en las relaciones amorosas; este sueñño
presagia tambiéén la posibilidad de ganar el principal premio en la loteríía. En cambio, soññar con una persona jorobada
augura que las esperanzas no se cumpliráán. Si en el sueñño se habla con alguien jorobado, significa que se tiene cerca
un amigo en quien se puede confiar (Adamska, 2007: 82) (Vééase 19. Sueñños).

Si se besa una rana, se protegeráán los labios impidiendo que se sequen o se resquebrajen (Podlaska, Krogulska, 2009:
152) (Vééase 4.44. Sapo y rana).

Si empieza a picar la lengua, es que alguien estáá hablando de uno (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).
Quien se muerde la lengua, puede estar seguro de que, en el mismo instante, alguien habla de éél y, desgraciadamente, lo
hace de manera negativa (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééanse 3.19.3. Hipo y 3.20.4. Mejilla).

Cuatro personas no se deben dar la mano formando una cruz 3 (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola,
1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
No se deben mirar las manos, ya que este acto anuncia un entierro (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; N. Kochan,
Radom, 1939) (Vééase 3.13. Pie).
Si pican las palmas de las manos, significa que pronto se va a recibir dinero (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983) (Vééase
1.34. Moneda y dinero).
Si pica la mano derecha, se va a recibir dinero, mientras que, si pica la izquierda, se gastaráá con rapidez (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939) (Vééanse los apartados 2.2. Mano y 1.34. Moneda y dinero).
En la provincia de Varsovia, como Radom, etc., se suele decir todo lo contrario. Si pica la mano derecha, se va a saludar
(dando tu mano derecha) a una persona amiga. En cambio, si pica la mano izquierda, se que se va a recibir dinero. Para
que se cumpla esta creencia, es necesario que una joven soltera pegue un golpe fuerte a la mano que pica con su propia
mano (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 2.2. Mano y 1.34. Moneda y dinero).

En el caso de que pique la nariz, significa que en breve uno se enfadaráá (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949).
Segúún Anna Szczepulska (Krakóów, 1979), es importante fijarse en quéé parte de la nariz se produce el picor, ya que se
le otorgan diferentes significados, es decir: un enfado o una visita. La informante no sabe especificar, sin embargo, cual
de las partes izquierda o derecha es responsable del enfado y cual es el preaviso de una visita (Vééase 2.
Derecha/Izquierda).
Ademáás de lo anteriormente explicado, en la parte central de Polonia se cree que si pica la nariz, es la seññal de que esa
persona en poco tiempo va a tomar vodka (U. Witak, Laski, 1958).

Se suele decir que la persona con la que uno habla, debe mirar directamente a los ojos de su interlocutor porque con ello
demuestra que es honesta y digna de confianza. En cambio, si al hablar, no le mira directamente a los ojos, quiere decir
que es falsa o no muy honesta (H. Motyka, Radom, 1937).

Si se tiene las dos orejas calientes y / o rojas, significa que alguien estáá hablando mal de uno (B. Zalewska, Warszawa,
1970).
Si pica la oreja, es que alguien estáá hablando de uno (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).

Si a alguien se le cae una pestañña sobre la mejilla, tiene que adivinar en quéé mejilla, izquierda o derecha se encuentra
la pestañña, al mismo tiempo debe darse una palmada en esta mejilla. Si acierta, se aseguraráá buena suerte (M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska Krakóów, 1979) (Vééase 2. Derecha/Izquierda).
Si se cae una pestañña, significa que alguien le estáá echando de menos en ese mismo momento (U. Witak, Laski, 1958).
Despuéés del asíí llamado studnióówka [baile de 100 díías] que normalmente se organiza 100 díías antes del examen de
bachillerato, las chicas no deben cortarse el pelo. Las que no respeten esta recomendacióón, suspenderáán dicho examen
(V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969).
Para no correr el riesgo de suspender, se aconseja no cortarse el pelo antes de cualquier tipo de examen (M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983).
No se recomienda cortarse el pelo uno mismo, ya que esto trae mala suerte (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
En la parte interior de Polonia, no se conoce la supersticióón que prohííbe cortarse el pelo uno mismo. De este modo,
muchas personas llevan a cabo este acto sin darle mayor importancia. Pero, por otro lado, hay quien afirman que el pelo
cortado no deberíía tirarse a la basura porque la persona que lo haga, no lo tendráá sano, sino todo lo contrario: el pelo se
le iráá cayendo. Para que esto no suceda, hace falta quemarlo (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
No se debe cortar el pelo al niñño hasta que cumpla un añño, de lo contrario se le cortaríía el cerebro (L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980).
A las embarazadas se desaconseja teññirse el pelo durante el embarazo para que el pequeñño no tengo pelo rojo (V.
Pietrzak, 1969) (Vééase 16.1. Embarazo).
Uno no deberíía fiarse de las personas pelirrojas, ya que suelen ser falsas (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949).
Algunos méédicos polacos, sobre todo los cirujanos, tienen miedo a operar a las personas pelirrojas, porque suelen creer
que ééstas tienen la estructura interior del cuerpo distinta a la de las de otro color de pelo. Esta creencia hace que teman
enfrentarse con problemas que pueden aparecer durante la operacióón (T. Janas, Radom, 1955).
La mujer que, durante el embarazo, se pone guapa de cara, es que espera a un niñño; si, en cambio, la piel de su cara
pierde la frescura, el pelo el brillo, es seññal de que va a dar a luz a una niñña (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééanse 16.1. Embarazo y 3.14. Piel: lunar y verruga).

En la parte central de Polonia se dice tambiéén que es bueno mirarse uno mismo los pies o las piernas, ya que este
comportamiento le asegura buena suerte a toda persona que lo haga (T. Janas, Radom, 1955) (Vééase 3.7. Mano).
Para asegurarle buena suerte a una persona en un examen, quienes deseen que apruebe, le dan al futuro examinado una
patada en el trasero (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
Es tambiéén bastante popular dar un puntapiéé al entrar en la habitacióón donde se va a realizar un examen, para tener
buena suerte (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).

En muchas partes de Polonia existe una supersticióón segúún la cual las mujeres embarazadas deben evitar las posibles
emociones relacionadas con el susto. De no poderse evitar, cualquier mujer embarazada, al asustarse, no deberíía tocarse
ninguna parte de su cuerpo. Si una mujer embarazada se asusta por cualquier motivo y se agarra o se toca con la mano la
cabeza, la cara u otra parte del cuerpo, su bebéé al nacer, tendráá en la misma parte de su cuerpo un lunar o una verruga
(T. Janas, Radom, 1955) (Vééanse 16.1. Embarazo y 4.43. Ratóón y rata).
Si una mujer embarazada, al ver un ratóón, se asusta, no deberíía en ese momento tocarse ninguna parte del cuerpo. Si lo
hace, el bebéé al nacer tendráá en la misma parte de su cuerpo que su madre se tocóó, un lunar velludo (U. Witak, Laski,
1958) (Vééase 4.43. Ratóón y rata).
Se dice tambiéén que quien toque un sapo, le saldráá en la mano una verruga. A lo mejor, esta firme creencia lo explica
el hecho de que la piel de los sapos estéé cubierta de proyecciones glandulares cuyo aspecto hace que parezcan verrugas
(N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 4.44. Sapo y rana).
La mujer que durante el embarazo se pone guapa de cara, es que espera a un niñño, si, en cambio, la piel de su cara
pierde la frescura, el pelo el brillo, es seññal de que va a dar a luz a una niñña (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééanse los apartados 16.1. Embarazo y 3.12. Pelo o cabello).

Si una persona ve en su sueñño a otra persona que cojea, este sueñño le augura una futura desilusióón. Si sueñña que es
ella misma la que cojea, esto significa preocupacióón (Adamska, 2007: 161) (Vééase 19. Sueñños).

Despuéés de que una persona fallezca, le siguen creciendo las uññas y el pelo. La sensacióón de que el pelo y las uññas
del muerto parecen máás largos, se puede explicar. La piel del muerto se seca y se encoge, debido a lo cual su pelo y sus
uññas parecen máás largos. Se considera una evidente supersticióón (Z. Malicka, Otwock, 1945).

Si una mujer embarazada se mide el períímetro del vientre, corre el riesgo de que el cordóón umbilical se enrolle en el
cuello del bebéé y el niñño se asfixie (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase el apartado 16.1. Embarazo).
Si el vientre de la mujer embarazada es muy grande, va a nacer un varóón; en cambio, si no lo es, lo que se espera es la
llegada de una niñña (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 16.1. Embarazo). Asimismo, si el vientre de la mujer
embarazada estáá en posicióón alta, va a engendrar un varóón, mientras que, si estáá en posicióón baja, anuncia el
nacimiento de una niñña (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 16.1. Embarazo).

En la parte norteñña de Polonia (Kaszuby, Gdańsk), se dice que la muerte la anuncian no solo el ratóón y la lechuza, sino
tambiéén el bostezo de una persona. Se cree que este gesto, invita a su muerte. Por eso, cuando una persona estáá
bostezando, hay que hacer un chasquido con los dedos para no permitir que el alma abandone el cuerpo (K. Pająk,
Gdańsk, 1952) (Vééase 20.2. Muerte).

Si una persona estornuda una vez, significa que alguien la estáá alabando; si estornuda dos veces, la estáán criticando,
mientras que, si estornuda tres veces, quiere decir que alguien se ha enamorado de ella. Si estornuda cuatro veces, tiene
catarro (U. Witak, Laski, 1958).

Cuando una persona tenga hipo significa que alguien lo estáá recordando en ese momento o estáá hablando de éél (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979).
Cuando una persona tiene hipo, es seññal de que alguien estáá hablando de esa persona (J. P. Szczecin, 1979) y, en la
mayoríía de los casos, se cree que se estáá hablando mal (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska, Krakóów,
1979) (Vééanse 3.6. Lengua y 3.20.4. Mejilla).

Si a una persona le escuecen las mejillas, significa que alguien habla mal de esa persona (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969)
(Vééanse 3.19.3. Hipo y 3.6. Lengua).

Es de mal agüüero matar a una abeja (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).


Si una persona quiere comprar una colmena de abejas, no debe regatear el precio porque en el caso de hacerlo, las abejas
no le van a hacer la miel (U. Witak, Laski, 1958).

En Polonia, el abejóón tiene dos significados: el literal, eso es, abeja grande y el figurado, en el que se identifica con un
hombre que no hace nada y generalmente vive a costa de los demáás (truteń). Otro significado de este vocablo se refiere
a un tipo de insectos volantes (szerszeń) que, cuando son muchos, suelen ser peligrosos. Precisamente con este
significado hay bastantes supersticiones. Por ejemplo, una de ellas dice que una especie de abejones ataca los nidos de
abejas cortáándoles las cabezas y lleváándose sus muertos cuerpos a sus almacenes. Otra dice todo lo contrario, es decir,
que son las abejas que, conociendo la agresividad de los abejones, los esperan en sus nidos y los matan (K. Pająk,
Gdańsk, 1952).

El alacráán se llena de connotaciones negativas, sobre todo en las interpretaciones de los sueñños. En general, soññar
con un alacráán advierte ante posibles péérdidas que un individuo va a sufrir, acarreadas por parte de sus enemigos;
soññar con intentar cogerlo o cazarlo, significa que los proyectos que se estáán llevando a cabo son peligrosos; mientras
que si alguien se ve matando a un alacráán o escorpióón, significa que seráá capaces de defenderse de las acusaciones de
otras personas; por úúltimo, si este animal nos pica, significa que tendremos péérdidas (Adamska, 2007: 276-277)
(Vééase 19. Sueñños).

No se debe matar (J. P. Szczecin, 1979) ni siquiera hacer dañño a las araññas, y mucho menos cuando empieza a
oscurecer, por la tarde o tras la puesta del sol, ya que implicaríía atraer la mala suerte. Maria Pietrzak (Tuchola, 1939)
explica esta supersticióón mediante el siguiente cuento:
De todos los insectos que creóó Dios la máás fea resultóó la arañña. La arañña se puso muy triste por ser tan fea y la
Virgen, para consolarla le dijo que, si alguien no la matase por ser fea, tendríía mucha suerte.

Matar una arañña tambiéén invoca la lluvia (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 9.3. Lluvia).
Ver una arañña por la maññana es de buen augurio; en cambio, verla al atardecer o por la noche debe ser considerado
como presagio de algo malo (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Lo curioso es que en la parte central de Polonia se
cree todo lo contrario: ver una arañña por la maññana presagia mala suerte y, por eso, se recomienda matarla. En
cambio, si uno la ve al oscurecer, no deberíía matarla porque trae suerte (U. Witak, Laski, 1958).

Sobre el comportamiento de los páájaros, escribe el famoso poeta Adam Mickiewicz en Pan Tadeusz [Don Tadeo], epopeya
nacional polaca. A este tema dedica la penúúltima parte de dicha obra, es decir, Capíítulo once dedicado al Añño 1812, en
que se describen presagios o wróóżby wiosenne [augurios primaverales], referentes a diferentes páájaros (Mickiewicz,
1955: 299) como ááguilas, golondrinas, gansos salvajes, grullas cuyo comportamiento lleno de inquietud, anunciaba ——
en dicha obra—— la guerra.

Hoy en díía, se cree que los páájaros en general son síímbolo de buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

El páájaro carpintero trae suerte a las personas para que ééstas tengan dinero. Se dice que cuando se oyen los golpes que
el páájaro da con su pico contra un áárbol, llegaráán grandes cantidades de dinero en efectivo. Entonces hay que pensar
ráápidamente en algúún deseo y el páájaro carpintero nos ayudaráá sin falta a realizarlo (Podlaska, Krogulska, 2009:
142). Hay que contar las veces que el páájaro carpintero da con el pico en el áárbol (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).

Se considera que los búúhos, como las lechuzas, anuncian alguna tragedia. Por lo visto, esta creencia se debe a la
peculiaridad del verso del búúho y tambiéén a su apariencia, que recuerda la fisonomíía humana (U. Witak, Laski,
1958).

Se suele creer que los caballos fáácilmente reconocen los lugares poco saludables o infectados. Por eso, se dice que:
gdzie koń się tarza, po tym miejscu przechodzić nie można, a zwłaszcza bosą nogą, bo taki człowiek może dostać
okropne boleści żołądka lub na nogach i rękach brodawek [donde el caballo se revuelca, estáá prohibido pisar porque
la persona que lo haga, podráá sentir unos dolores tremendos del estóómago o en sus piernas y en sus manos apareceráán
verrugas](Z. Malicka, Otwock, 1945).
Los caballos siempre han sido considerados por las personas del campo como animales que no se rendíían fáácilmente a
los hechizos de las brujas. De ahíí que se creyera que todos los objetos relacionados con este animal, traíían a su dueñño
mucha suerte. Por eso, la herradura que perdíía un caballo traíía a la persona que la encontrara, tanta suerte (Z. Malicka,
Otwock, 1945) (Vééase 1.27. Herradura).
El caballo generalmente se considera síímbolo de fuerza, fidelidad, amistad o incluso de firmeza. Es de buen augurio oíír
a un caballo relinchar. El ver un caballo tropezar con algúún obstááculo es un signo negativo. El mejor presagio es ver al
mismo tiempo a un deshollinador, a un cura y un caballo blanco. Ver un caballo blanco o gris se considera, en general,
positivo mientras que la visióón de un caballo negro anuncia la existencia de algúún peligro (Podlaska, Krogulska,
Przesądy, 2009: 143) (Vééanse 10.3. Blanco y 10.5. Negro).

Los caracoles sóólo se pueden encontrar sobre las setas comestibles. Se dice tambiéén que los caracoles sirven para
reconocer las setas comestibles, puesto que las setas venenosas nunca tendráán gusanos o caracoles (T. Kurowska,
Legionowo, 1950).
Hay quienes afirman que, si la novia se pone, para el díía de su boda, un collar de conchas de caracoles, tendráá muchos
hijos (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 17.1. Matrimonio).
Algunos creen que tener caracoles en casa trae mala suerte (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 1.13. Casa).
El que sueñña con un caracol tendráá mucho ééxito gracias a un trabajo sistemáático y duradero. Asimismo, se dice que
si alguien sueñña con:

recoger caracoles, experimentaráá cambios en su vida;


comer caracoles, pronto caeráá enfermo;
pisar caracoles, cometeráá algúún error

(Adamska, 2007: 296).


(Vééase 19. Sueñños).
En la provincia de Cracovia es muy conocida la supersticióón segúún la cual la mujer embarazada no debe mirar durante
mucho tiempo a los cerdos. De lo contrario, su bebéé naceráá con cabeza de cerdo. Esta creencia proviene de una
historia antigua que hoy díía sigue contáándose en la regióón. En esa historia se narra que una joven mujer de Cracovia
dio a luz a su hijo con una cabeza de cerdo. La causa principal de este acontecimiento se reconduce al hecho de que la
joven, antes de dar a luz, miraba con intensidad un cuadro que representaba a un judíío sentado sobre un cerdo (S.
Bożyk, Krakóów, 1949) (Vééase 16.1. Embarazo).
Soññar con tener un cerdo anuncia bienestar. Soññar con una cerda y sus cerditos, indica que se haráá un gran negocio;
si aparece alguien cebando a los cerdos, se interpreta como seññal de bienestar; igualmente, si se sueñña con la muerte
de este gorrino se propicia felicidad (Adamska, 2007: 298) (Vééase 19. Sueñños).

Se cree, en algunas partes del paíís, que pisar un ciervo volante trae lluvia (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 9.3.
Lluvia).
Algunos actores de teatro consideran este insecto síímbolo de satanáás y lo llaman Woland (Poznań). Esta creencia
proviene de Rusia, de la novela El Maestro y Margarita de Mijail Buljakov, donde aparece el diablo Woland (Krystyna
Szymańska, Poznań, 21-12-1925).
En la antigüüedad, el ciervo volante teníía propiedades curativas, sobre todo, en lo referente a las enfermedades mentales
(Vééase 18. Medicinas y remedios).

Muchos informantes (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983¸¸ M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P.
Szczecin, 1979; I. Radzymińska, Toruń, 1979; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) confirman la existencia de la
creencia que establece que la cigüüeñña trae a los niñños reciéén nacidos. De hecho, dicha creencia estáá reflejada en la
expresióón wierzyć w bociany [creer en las cigüüeññas], que se puede utilizar tambiéén referida a una persona ingenua o
créédula (Kłosińska A. et all., 2007: 20).
Si las cigüüeññas hacen su nido encima de una casa, significa que allíí vive buena gente (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983;
M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
La felicidad mora en las casas donde hay un nido de cigüüeñña en el tejado (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).
Es importante saber en quéé posicióón estáá la primera cigüüeñña que vemos en el añño. Si la vemos volando, es seññal
de buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) o presagia buena salud, bienestar y ééxito en el amor (Zióółkowska,
1981: 111); si estáá de pie o sentada, es signo de mal agüüero, ya que indica mala salud, pereza y desilusiones en el
amor.
El nido ocupado por una pareja de cigüüeññas y en el cual pronto aparecen las críías se considera muy buena seññal; la
cigüüeñña soltera, en cambio, no suele tener connotaciones positivas (Zióółkowska, 1981: 111).
Es aconsejable fijarse en el material que utiliza para arreglar su nido: si predomina el estiéércol, el añño va a ser
próóspero; si emplea mucha paja, se deben esperar máás bien pocas ganancias (Zióółkowska, 1981: 111).
Si la cigüüeñña abandona su nido antes de lo habitual, hay que esperar lo peor, por ejemplo, una guerra, un incendio o
una enfermedad, etc. Si echa del nido a sus críías, va a haber mala cosecha y hambre (Podlaska; Krogulska, 2009: 141).
Quien mate a una cigüüeñña, estaráá condenado para la eternidad (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).

La persona que sueññe con esta ave, tendráá mucho ééxito en su trabajo y en sus negocios. Se comenta tambiéén que
podráá ahorrar mucho dinero que le ayudaráá a vivir feliz. Soññar con un colibríí muerto preanuncia un fracaso
(Adamska, 2007: 145) (Vééase 19. Sueñños).
Debido a su extraordinaria destreza, que le permite volar hacia adelante y hacia atráás, el colibríí se considera, en
muchas culturas, un animal envidiado por los dioses. Aunque esta ave sea el máás pequeñño de entre los páájaros, es
capaz de atacar a animales de mayor tamañño. Los supersticiosos creen que sus plumas son un eficaz remedio de amor.
Se dice tambiéén que el colibríí simboliza el renacimiento, la alegríía y la belleza (N. Kochan, Radom, 1939).

Para algunos jóóvenes, la saga de Harry Potter ha contribuido a la difusióón de supersticiones que, pese a ser muy
conocidas en varias culturas, no les habíían llegado a travéés de los medios de transmisióón tradicionales. Por ejemplo, a
raííz de la pelíícula, se ha recuperado la supersticióón de que las patitas de conejo blanco traen mucha suerte (B.
Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 10.3 Blanco).

Tanto las cornejas como los cuervos solíían asociarse a la muerte, el luto o la guerra, por tener estos páájaros una voz
ronca y plumas negras (U. Witak, Laski, 1958) (Vééanse 4.18. Cuervo y grajo; 20.2. Muerte).
Si los novios que se dirigen a la iglesia para celebrar su boda, ven por el camino un cuervo o una corneja, es mejor que
hagan como si no los hubieran visto, porque generalmente se cree que estos animales no traen buena suerte (U. Witak,
Laski, 1958) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Los cucos estáán relacionados con la longevidad. Cuando se lo oye cantar, se suelen contar los ««cu cúús»» que se oyen,
ya que su núúmero corresponderáá al núúmero de añños de vida que todavíía quedan por vivir (M. Pietrzak, Tuchola,
1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). Segúún Zióółkowska (1981: 100), el núúmero de los ««cu cúús»» puede
predecir tambiéén el núúmero de niñños o de añños felices de amor y armoníía.
Quien, de los familiares, oiga primero los ««cu cúús»» del cuco al comienzo del añño puede estar seguro de que, ese
mismo añño, su bolsillo estaráá lleno de billetes (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).

Tanto la corneja como el cuervo tienen connotaciones negativas en el imaginario supersticioso polaco (U. Witak, Laski,
1958) (Vééanse, al respecto, los apartados 4.16. Corneja y 20.2. Muerte).
Se cree que hay que respetar a este páájaro porque nunca se sabe quéé nos puede traer. El graznido de un cuervo es una
advertencia ante un acontecimiento no muy feliz que ocurriráá en breve y que ya no se puede evitar. Cuando vemos dos
cuervos volando el uno hacia el otro es presagio del estallido de una guerra (Podlaska, Krogulska, 2009: 145).

En las creencias populares este páájaro simboliza sobre todo la fidelidad matrimonial, puesto que vive en pequeñños
grupos, en los que la unidad báásica es una pareja que suele ser muy estable a lo largo de los añños (U. Witak, Laski,
1958) (Vééase 4.33.10. Grulla y 17.1. Matrimonio). Por eso, si los novios ven este páájaro el díía de su boda, pueden
estar seguros de que su futuro matrimonio seráá realmente feliz (K. Pająk, Gdańsk, 1952) (Vééanse 4.28. Grulla y 17.1.
Matrimonio).
Segúún otra creencia, se dice que muchas bandadas de grajos que se ven en el cielo en el mes de noviembre, anuncian la
llegada de lluvias o de nieves. Lo confirma el siguiente refráán: Gdy w listopadzie gawrony gromadnie latają, deszcze
albo śniegi zapowiadają [Cuando en noviembre los grajos vuelan en bandadas numerosas, lluvias o nieves anuncian] (T.
Pańczyk, Radom, 1954). Dicho refráán tiene su correspondencia españñola en Cuando el grajo vuela bajo, hace un fríío
de carajo (Vééase 8.11. Noviembre).
En muchos paííses de Europa, al igual que en Polonia, en algunos ambientes el grajo se asocia al dios de la guerra. Por
eso, cuando en los siglos pasados se veíían en el cielo volar bandadas de grajos, muchas personas lo interpretaban como
anuncio de una guerra u otro cataclismo (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 4.33.10. Grulla).
Esta creencia popular estáá registrada en un diario del siglo XIX en el que se escribe: ««Jeżeli stado żurawi przeleci
ponad wojskiem będącym w marszu lub na ćwiczeniach, to wojna nastąpi niebawem»» (Ulanowska, 1886, nr 108). La
versióón españñola del fragmento citado es la siguiente: ««Si una bandada de grullas vuela por encima de un ejéército
que estéé en marcha o haciendo ejercicios, seráá la seññal de que dentro de poco estallaráá una guerra»». Sobre las
mismas propiedades de la grulla escribe tambiéén Adam Mickiewicz en Pan Tadeusz [Don Tadeo], epopeya nacional
polaca de caráácter éépico (Mickiewicz, 1955: 299) (Vééase 4.29. Grulla).

Segúún una leyenda popular, Dios castigóó a un animal por sus culpas dejáándole sin patas. Desde aquel momento, ese
animal se ve obligado a reptar o arrastrarse. Naturalmente, se trata aquíí de diferentes tipos de reptiles. La gente, en general,
siempre les teníía y les sigue teniendo mucho miedo. No es de extraññar que haya muchas supersticiones que siguen
estando palpables en el comportamiento de la sociedad polaca (Bereszyński, Tomaszewska, 2006: 111).

Una de ellas dice que encontrar una serpiente en el camino trae mucha suerte. Para los eslavos, los primeros pobladores
de Polonia, encontrar una serpiente significaba vencer las dificultades. Los supersticiosos afirman que la persona que
vea una serpiente poniééndose tensa, venceráá a sus enemigos (Podlaska, Krogulska, 2009: 151).
Segúún otra supersticióón, si se ve una serpiente comiendo se va a recibir una suma de dinero. Se afirma tambiéén que
las serpientes nunca pican a las mujeres embarazadas. Ademáás, la cabeza y los dientes de este reptil traen suerte a los
que participan en los juegos de azar. Hay quien dice tambiéén que la piel de serpiente ayuda a curar el reuma (Podlaska,
Krogulska, 2009: 151).

Las figuritas de elefante traen buena suerte, siempre y cuando tengan la trompa levantada hacia arriba (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969). La
figurita de elefante se coloca con la trompa hacia la ventana, ya que, si se coloca con la trompa hacia la puerta, el
elefante va a sacar la suerte de la casa (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
El elefante con el que una persona sueñña simboliza a un adversario fuerte e influyente, que puede representar una
amenaza para los negocios. Soññar con estar sentado sobre un elefante augura un acontecimiento muy interesante e
inesperado. Si en nuestro sueñño se ven muchos elefantes, es un presagio de bienestar (Adamska, 2007: 278) (Vééase
19. Sueñños).
Cuando se oye cacarear a una gallina, es de esperar que habráá grandes problemas. En efecto, el cacareo de la gallina
anuncia muerte e incluso guerra. Los supersticiosos dicen que para ello no hay ningúún remedio (Podlaska, Krogulska,
2009: 143) (Vééase 20.2. Muerte).
Durante la cena de Nochebuena, los invitados no deberíían levantarse de la mesa. Si lo hacen, las gallinas de sus granjas
no van a poner huevos (Zadrożyńska, 2000: 56-57) (Vééase 13.7. Nochebuena).

Cuando el gallo canta, es la seññal de la llegada del amanecer, que simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Segúún una creencia popular, el canto del gallo ahuyenta a los demonios y a otros espííritus infernales. Tambiéén tiene el
poder de disminuir la influencia de malas energíías (T. Pańczyk, Radom, 1954).

Se cree comúúnmente que, si un gato negro cruza el camino de alguien, esta persona tendráá mala suerte. Para alejarla,
se recomienda escupir tres veces por encima del hombro izquierdo (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola,
1939). Existe tambiéén otro antíídoto: hay que esperar a que pase por el mismo camino otra persona y que de esta
manera se lleve consigo la mala suerte o, simplemente, volverse atráás para no seguir por la misma calle (V. Pietrzak,
Gniewkowo, 1969; I. Radzymińska, Toruń, 1979; A. Szczepulska, Krakóów, 1979) (Vééase 10.5. Negro).
Muchos conductores de coches, al ver un gato negro cruzando la carretera o la calle, paran el coche y regresan por donde
han venido, o eligen otra calle o carretera (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.17. Coche y 10.5. Negro).
A pesar de que generalmente el gato negro despierte emociones negativas, no se aconsejan agresiones a este animal. Por
ejemplo, no se le puede tirar de la cola, ya que la persona que lo haga, corre el riesgo de ser capturada por un demonio.
Al que le déé patadas, le amenaza el reumatismo, y éél que coma su carne, puede perder la razóón, entre otras cosas que
pueden sucederle (Podlaska, Krogulska, 2009: 144).
El gato que se lava, anuncia una visita inesperada (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Si un gato estornuda tres veces seguidas, es seññal de que a casa van a venir ladrones. En cambio, si estornuda una sola
vez, es presagio de un cambio en el tiempo, o incluso puede anunciar la llegada de la lluvia (Podlaska, Krogulska, 2009:
144) (Vééase 9.3. Lluvia).
Se suele decir que koty żyją siedem razy [los gatos tienen siete vidas]. Algunas personas afirman que el gato puede
llegar a tener incluso nueve vidas (Podlaska, Krogulska, 2009: 144).

Es bastante conocida entre los marineros la supersticióón segúún la cual las gaviotas que vuelan por encima de las olas
altas son las almas de los marineros que perdieron sus vidas en la mar. En las antiguas leyendas, la gaviota siempre se
consideraba el alma de un marinero muerto en la mar. Esta supersticióón estáá fuertemente arraigada en la conciencia
popular. Por eso, se cree que matar a una gaviota anuncia mala suerte (K. Pająk, Gdańsk, 1952).

Una creencia popular muy difundida establece que si las golondrinas vuelan bajo, esto significa que va a llover (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, 1969; J. P. Szczecin, 1979; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949; I. Radzymińska, Toruń, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Margarita Koszla-Szymańska
refiere, a este respecto, la paremia Kiedy się jaskóółka zniża, deszcz się do nas przybliża [Cuando la golondrina baja el
vuelo, se acerca la lluvia] (Vééase 9.3. Lluvia). Dicha creencia estáá basada no solo en la sabiduríía popular, sino
tambiéén en los fenóómenos atmosfééricos. Cuando se acerca la lluvia, hay mucha humedad en el aire y entonces todos
los mosquitos, moscas y otros insectos vuelan máás bajo. Y, por esta simple razóón, las golondrinas, que se alimentan de
estos insectos, tambiéén vuelan bajo (Podlaska, Krogulska, 2009: 142).
Los habitantes que viven en la casa bajo cuyo tejado la golondrina construye su nido seráán felices y no les faltaráá de
nada (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Se cree tambiéén que las golondrinas que hacen sus nidos en los establos o las pocilgas protegen a los animales que
viven allíí ante enfermedades y malos encantamientos. A quienes destruyan los nidos de golondrinas las vacas les daráán
leche con sangre (T. Janas, Radom, 1955).
La golondrina simboliza el principio de algo: su aparicióón en el cielo predice la primavera. Toda persona que vea la
primera golondrina, debe ráápidamente echarse agua o lavarse con ella, porque asíí se garantiza la proteccióón de su piel
contra los calientes rayos del sol en verano (Podlaska, Krogulska, 2009: 142).

Se suele creer que encontrar un grillo en casa propicia la buena suerte. Por eso, no es bueno matar estos insectos. Si
alguien lo hace, se cree que otros grillos vengaráán su muerte al poco tiempo (Podlaska, Krogulska, 2009: 151).

Para los pescadores, la grulla es un páájaro de mucha suerte. Cuando aparece en el cielo durante la pesca, anuncia que
seráá abundante (K. Pająk, Gdańsk, 1952).
En las creencias populares polacas, tanto la grulla como el grajo, se asocian a la fidelidad matrimonial. Por eso, si los
novios ven uno de estos páájaros durante el díía de su boda, pueden estar seguros de que su futuro matrimonio seráá
realmente feliz (K. Pająk, Gdańsk, 1952) (Vééanse 4.18. Cuervo y grajo y 17.1. Matrimonio).
En el pasado, al igual que el grajo, la grulla se asociaba al dios de la guerra (Vééase 4.18. Cuervo y grajo).

Trae buena suerte que las hormigas construyan un hormiguero cerca de una casa. Se dice que pueden sentirse seguros y
que es posible que lleguen a ser ricos. Por eso, la destruccióón de cualquier hormiguero trae mala suerte a la persona que
lo haga (Podlaska, Krogulska, 2009: 147).
Segúún otra supersticióón, si se pisa una hormiga, se atrae la lluvia. Se cree tambiéén que, si las hormigas se ponen muy
movedizas, es seññal de que el tiempo empeoraráá (Podlaska, Krogulska, 2009: 147) (Vééase 9.3. Lluvia).
Si de repente en una casa aparecen hormigas, el dueñño de la casa se pondráá enfermo (Podlaska, Krogulska, 2009:
147).
Tirar sal por descuido trae mala suerte, porque hace que aparezcan en casa las hormigas faraóón (N. Kowalska, Laski,
1947) (Vééase 11.24. Sal).

Se suele decir que el lagarto, la lagartija o la salamandra son síímbolos de la buena suerte. Por eso, no es aconsejable
hacer dañño a ninguno de dichos animales. Segúún una creencia popular bastante divulgada, se dice que las lagartijas
pequeññas cuidan de los bebéés reciéén nacidos y de los niñños que estáán en las casas. Si algo les pasa a los niñños, por
ejemplo si estáán enfermos, con su comportamiento lo seññalan al resto de los habitantes de la casa. Se cree tambiéén
que, si una lagartija entra en un domicilio por casualidad, es una seññal de la llegada de la buena suerte en el futuro
(Podlaska, Krogulska, 2009: 151).
Quien ve una salamandra, siempre tendráá mucha suerte. Quien ve dos salamandras juntas, tendráá suerte en el amor.
No es aconsejable hacer dañño a las salamandras. Si alguien lo hace, dicho reptil podráá vengarse causando, por
ejemplo, el incendio de la casa del culpable.
En las creencias populares polacas existíía tambiéén el convencimiento de que en el cuerpo de una salamandra podíía
entrar un alma vagando en pena. Por esta razóón, cuando uno veíía una salamandra en su casa o cerca de una ermita,
teníía que actuar con mucho cuidado (Podlaska, Krogulska, 2009: 150).

El canto de la lechuza apoyada en la cornisa o en el tejado de una casa anunciaba la muerte cercana de uno de sus
habitantes (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). Kopaliński (1996: 1090) registra la paremia: Sowa na dachu kwili,
komuś umrzeć po chwili [Lechuza en el tejado gorjea, pronta muerte a alguien le espera]. Difundida estaba la creencia
segúún la cual, entre los tíípicos sonidos que emite la lechuza, se podíían reconocer las palabras Póójdź, póójdź [ven,
ven] o Póójdź, w dołek pod kościołek [Ven, ven y báájate al hoyito debajo de la ermita] (Kopaliński, 1996: 1090;
Zióółkowska, 1981: 103).

Las primeras asociaciones relacionadas con el lobo son sumamente negativas, porque popularmente se creíía que era un
animal peligroso, salvaje, sanguinario y feroz. Este convencimiento se refleja en muchos dichos y expresiones populares
y coloquiales, como Nie wywołuj wilka z lasu [No llames al lobo que estáá en el bosque] que puede ser la
correspondencia de No despiertes a la bestia, Mejor (es) no menearlo o No te metas en la boca del lobo, etc. Ademáás
estáá muy difundida la paremia Człowiek człowiekowi wilkiem [El hombre es un lobo para el hombre 4] (A. Bereszyński,
S. Tomaszewska, 2006: 115-118).
Los supersticiosos dicen que, si un lobo ve a un hombre antes de que este advierta su presencia, este individuo puede
quedarse mudo. Se cree tambiéén que es peligroso pronunciar en voz alta la palabra lobo, sobre todo en diciembre,
porque quien lo haga, podráá encontráárselo un díía en su camino (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééase 8.13.
Diciembre).
Quien sueññe con un lobo, tiene a su alrededor, una persona falsa. Si se sueñña con cazar lobos, se venceráá una serie de
dificultades. Si, en cambio, se sueñña con estar rodeados por una manada de lobos, presagia un endeudamiento u otro
peligro. El sujeto que vea en su sueñño una loba, es seññal de que necesita ternura y preocupacióón (Adamska, 2007:
325) (Vééase 19. Sueñños).

Si una mariposa se pose encima de alguien, esta persona seráá feliz (I. Radzymińska, Toruń, 1979).
Nuestros antepasados creíían que las mariposas eran las almas de los muertos que regresaban para estar al lado de sus
familiares y allegados con el fin de cuidarlos o protegerlos. Si aparecen en grupo o son numerosas, significa que a las
personas vivas no les amenaza ningúún mal de parte de los muertos (Podlaska, Krogulska, 2009: 147).
Las mariquitas tienen tantos puntos negros en sus espaldas cuantos añños han vivido (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M.
Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Si cogemos una mariquita, la apoyamos en la palma de nuestra mano y éésta levanta el vuelo hacia el cielo, seremos
personas afortunadas (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983). La mariquita, llamada popularmente en Polonia boża króówka
[la vaquita de Dios], trae generalmente suerte, sobre todo cuando tiene siete lunares en su lomo o espalda. Una mariquita
asíí realiza los deseos, asegura el bienestar y el dinero a la persona que la encuentre (Podlaska, Krogulska, 2009: 140).
No se aconseja hacer dañño a una mariquita, porque entonces podríía traer mala suerte a quien lo haga (I. Radzymińska,
Toruń, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).

Las personas supersticiosas consideran la mosca síímbolo de lo malo, servidor del diablo. Se cree que las moscas
escuchan lo que dicen las personas y se lo comunican a los malos espííritus y a los demonios. Por eso, cuando estáán
cerca de nosotros, tenemos que tener mucho cuidado con lo que decimos y hacemos. Si de repente aparece una manada
de moscas, es presagio de una gran desgracia (Podlaska, Krogulska, 2009: 147).
Sin embargo, en algunas supersticiones la mosca tiene connotaciones positivas. Si a alguien le cae una mosca en el vaso
de téé, va a ganar mucho dinero (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 1. 34. Monedas y dinero).

La oveja es uno de los animales doméésticos máás antiguos de la humanidad y generalmente simboliza la ingenuidad y
timidez. Normalmente se considera inofensiva y hasta estúúpida. Por eso, era un animal que se aprovechaba frecuentemente
como ofrenda a Dios (Z. Malicka, Otwock, 1945). Existen varias supersticiones que relacionan la oveja con los sueñños:

si se sueñña con un rebañño de ovejas, llegaráán muchas riquezas;


si en el sueñño las ovejas son delgadas o estáán enfermas, esto significa que los planes financieros que llevan a cabo
fracasaráán;
no resulta bueno para las finanzas soññar con esquilar a una oveja;
si se sueñña con comer la carne de este ovino, tendráán lugar acontecimientos desagradables;
si se ve borrego blanco, cerca de nosotros habráá un buen amigo;
si se sueñña con una oveja negra, se tendráá cerca a un intruso (Adamska, 2007: 322) (Vééase 19. Sueñños).

La paloma simboliza la paz y las intenciones limpias. Se cree tambiéén que la paloma es la úúnica representante del
mundo animalíístico que no puede servir al diablo, asíí como el diablo no puede adoptar la figura de una paloma.
La paloma es el mensajero del amor y se cree que trae mucha suerte a los enamorados. En las bodas, tras el enlace
matrimonial, se libera palomas para traer buena suerte a los reciéén casados (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983) (Vééase
17.1. Matrimonio).
El que se atreva a matar una paloma seráá infeliz y desgraciado hasta el final de su vida.
Si doce palomas vuelan por encima de la cabeza de una persona, esta persona seráá muy afortunada (Podlaska,
Krogulska, 2009: 142).

Por lo general, el pavo tiene connotaciones negativas. Su voz predice una gran desgracia, incluso la muerte de algúún
familiar. Por ejemplo, se dice que si una mujer casada oye el verso del pavo real, pronto se quedaráá viuda (Podlaska,
Krogulska, 2009: 148) (Vééase 20.2. Muerte).
La mujer soltera que críía los pavos reales o les da de comer, tendráá problemas en encontrar a su futuro marido. Sin
embargo, si una muchacha soltera encuentra inesperadamente un pavo real en su camino, esto significa que se casaráá
pronto (Podlaska, Krogulska, 2009: 140) (Vééase 17.2. Noviazgo).
Se cree tambiéén que las plumas de pavo traen mala suerte. Si se encuentra una pluma de esta ave, se la puede mirar,
porque suele ser muy bonita, pero no se debe recoger (B. Zalewska, Warszawa, 1970).
Por la misma razóón no se recomienda regalar plumas de pavo (A. Szczepulska, Krakóów, 1979).
Sobre todo a las plumas de este animal les tienen miedo los actores y por esto, estáá prohibido emplearlas en la escena
(B. Zalewska, Warszawa, 1970).
Ademáás, si en el teatro hay un pavo real, el actor se niega a actuar, porque seguramente se equivocaráá (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939).
Sin embargo, cabe aññadir que en la regióón de Cracovia las plumas de pavo poseen tambiéén connotaciones positivas:
de hecho, el traje popular de Cracovia lleva jaeces de plumas de pavo real. Estas plumas recuerdan a los ojillos de pavo
que tienen por objetivo proteger al que lleva tal traje ante las malas miradas (Podlaska, Krogulska, 2009: 148-149).
Algunos creen que las plumas de los pavos reales protegen de los rayos durante una tormenta (B. Zalewska, Warszawa,
1970) (Vééase 9.4. Tormenta y tempestad).
El perro se considera el amigo y ayudante del hombre. Segúún algunas creencias, el perro tiene la capacidad de absorber
las enfermedades, males y otras desgracias de su dueñño. De allíí proviene el famoso grito: Na psa urok! [¡¡Por el
encanto del perro!], con que se intentaba disminuir la fuerza de dicho conjuro o incluso ahuyentarlo. A este grito
recurren generalmente las personas en dos tipos de situaciones: cuando quieren expresar su reconocimiento o
admiracióón hacia algo realmente bueno o encantador, o cuando intentan impedir que algo suceda. En este segundo caso
es un tipo de maldicióón o conjuro (Skorupka, 1987: 467). Este grito corresponde a la expresióón españñola ¡¡Por (el)
amor de Dios!
El aullido del perro anuncia una enfermedad o muerte. Asimismo, si el perro cava un hoyo en el jardíín, presagia una
enfermedad grave o incluso la muerte de uno de los habitantes de la casa (Podlaska, Krogulska, 2009: 149) (Vééase
20.2. Muerte).
Si un perro corre delante de los novios que van a la iglesia para celebrar la ceremonia de la boda, no es una buena seññal
para los futuros cóónyuges (Podlaska, Krogulska, 2009: 149) (Vééase 17.1. Matrimonio).
Tampoco es algo positivo cuando un perro desconocido pasa entre dos personas que son amigas, pues la amistad se
echaráá a perder (Podlaska, Krogulska, 2009: 149).
Si un perro muerde a una persona soltera, éésta se casaráá pronto (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 17.2.
Noviazgo).
El perro que coma hierba o se rasque durante largo rato, anuncia la llegada de lluvia (Podlaska, Krogulska, 2009: 149)
(9.3. Lluvia).

En la cultura popular polaca hay bastantes supersticiones relacionadas con este minúúsculo insecto. Segúún una de ellas,
cuando los piojos aparecen en las cabezas humanas, es un mal presagio que anuncia la llegada de algúún cataclismo.
Algunos dicen que los piojos aparecen siempre en las cabezas de los muertos. En cambio, otros afirman que tan solo
aparecen en las cabezas de los blancos (A. Zióółkowska, Radom, 1949).
Soññar con tener piojos anuncia la llegada de problemas y preocupaciones; su aparicióón en los sueñños tambiéén
advierte de la posible llegada de enfermedades. Si uno sueñña con cazar piojos, podráá coger una enfermedad
contagiosa, mientras que, si piensa en matarlos, se anuncia mucha felicidad y dinero (Adamska, 2007: 330) (Vééase 19.
Sueñños).

Soññar con polillas se considera una advertencia ante la existencia de enemigos o de falsos amigos que pueden causar
graves péérdidas econóómicas. Si, mientras se duerme, se piensa en polillas que vuelan, es seññal de la falsedad de
algunos amigos (Adamska, 2007: 197) (Vééase 19. Sueñños).

Si este animal aparece en nuestros sueñños, significa que tenemos a nuestro alrededor a alguien que se aprovecha de
nosotros (Adamska, 2007: 221) (Vééase 19. Sueñños).

A la mujer embarazada no se le debe negar nada, puesto que quien lo haga se lo comeráán los ratones (U. Witak, Laski,
1958). Segúún otra versióón, a quien niega un favor a una embarazada, los ratones le comeráán el mejor vestido (M.
Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 16.1. Embarazo).
Si una mujer embarazada se asusta al ver un ratóón, no deberíía en ese momento tocarse ninguna parte del cuerpo. Si lo
hace, el bebéé, al nacer, tendráá un lunar velludo en la misma parte de su cuerpo que su madre se tocóó (U. Witak, Laski,
1958; T. Janas, Radom, 1955) (Vééanse 16.1. Embarazo y 3.14. Piel: lunar y verruga).
Se cree que si las ratas huyen de un barco, significa que el barco se hundiráá. Si, en cambio, las ratas suben al barco
antes del viaje, es una seññal muy buena para los viajeros. Asimismo, si las ratas abandonan una casa, estáán indicando
que la casa se va a caer. Finalmente, si estos roedores abandonan una ciudad, sucederáá una catáástrofe u cataclismo
(Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééase 1.13. Casa).
Si estos animalitos roen la cama, esto anuncia la muerte de la persona (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééanse 1.9.
Cama y 20.2. Muerte).

Los sapos se consideran animales de las brujas. Muchos sapos viven en los cementerios, donde se meten en unos hoyos
y allíí se alimentan constantemente de gusanos, lo cual hace que no necesiten salir a la superficie. Allíí mismo alcanzan
tamañños enormes que les impiden abandonar los hoyos donde se esconden. Puede ocurrir que, al abrir una tumba, salga
de ella un sapo enorme. Este tipo de hechos constituyen la base de muchas supersticiones. Se dice, por ejemplo, que el
sapo mantiene relaciones con los muertos. Por eso, no es recomendable matarlo porque el que lo haga, sufriráá las malas
consecuencias de su venganza (N. Kowalska, Laski, 1947).
Quien toque un sapo, le saldráá en la mano una verruga. Esta creencia tiene su explicacióón si se tiene en cuenta que la
piel de los sapos estáá cubierta de proyecciones glandulares cuyo aspecto hace que parezcan verrugas (N. Kowalska,
Laski, 1947) (Vééase 3.14. Piel: lunar y verruga).
Si una rana busca un refugio u otro lugar para esconderse, se dice que va a haber tormenta (Podlaska, Krogulska, 2009:
152) (9.5. Tormenta y tempestad).
Segúún otra supersticióón, si se besa una rana, se protegen los labios impidiendo que se sequen o se resquebrajen
(Podlaska, Krogulska, 2009: 152) (Vééase 3.5. Labio).
Existen varias supersticiones que relacionan los sueñños y las ranas. Indicamos algunas:

si se sueñña con una rana escondida en la hierba, se podráá contar con la ayuda de un amigo para solucionar un
problema futuro;
si en el sueñño el sapo aparece en un estanque o en el fango, significa que habráá problemas, pero que se resolveráán;
si se sueñña con ranas que croan, se recibiráán buenas noticias;
cuando alguien sueñña con coger o capturar ranas, es seññal de que tendráá problemas de salud;
soññar con comer un plato de ranas, significa recibir honores (Adamska, 2007: 347)

(Vééase 19. Sueñños).

El encuentro de una urraca anuncia alegríía y juego.


Cuando la urraca grazna, avisa que los huééspedes se estáán acercando.
En algunas partes de Polonia se las consideran ladronas, pues roban cucharas de plata, sortijas de oro y otras joyas para
guardarlas en su nido (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééanse 1.3. Anillo y 1.19.1. Cuchara y cucharilla).
Soññar con una urraca es seññal de un posible robo. Soññar con una bandada de urracas predice la traicióón de una
mujer que denigraráá a la persona que ha tenido dicho sueñño (Adamska, 2007: 282) (Vééase 19. Sueñños).

Si se revuelve el azúúcar en una taza de téé, de derecha a izquierda, las vacas van a dar la leche cortada (U. Witak,
Laski, 1958). (Vééase 2. Izquierda/Derecha).
En el pasado, para proteger a las vacas de cualquier tipo de encantamiento o o brujeríía que impidiese que dieran leche
se ahumaba al animal con humo hecho a base de hierbas asperjadas con agua bendida. En Olszyny y Rożnowice, se
cocíía, en una cacerola nueva, una mezcla compuesta de leche ««podrida»», clavos y/o alfileres. De este modo, se creíía
que la bruja culpable del encantamiento de la vaca sentiríía, a causa de los clavos, unos dolores insoportables y se veríía
obligada a eliminar el encantamiento de la vaca. De esta manera su leche mejoraríía (B. Karaś, Bugaj, 1940) (Vééase
1.16. Clavo).
Por lo general, soññar con una vaca anuncia mucho amor, bienestar y una vida cóómoda. En funcióón de las situaciones,
soññar con una vaca puede tener varias interpretaciones:

Si se sueñña con una vaca con ubres llenas, lo que se planea se realizaráá con ééxito;
si en el sueñño aparece la vaca mientras estáá siendo ordeññada, se cree que no faltaráá nada;
si una mujer embarazada observa mientras duerme el parto de una vaca, su propio parto seráá difíícil

(Adamska, 2007: 157).


(Vééase 19. Sueñños).
Soññar con un toro anuncia, en general, problemas de todo tipo: situaciones peligrosas, enemistades, peleas en la familia
y enconadas discusiones. Si en el sueñño se llega a matar al animal, se evitan todos estos males. Si es una mujer joven
quien sueñña con este bovino, significa que no le faltaráán pretendientes ricos quienes vengan a pedir su mano. Ademáás
viviráá un romance lleno de pasióón difíícil (Adamska, 2007: 29) (Vééanse 16.1. Embarazo y 19. Sueñños).

En el sur de Polonia, a orillas del ríío Soła, en Koszarawa, una pequeñña aldea que estáá a 20 km de Żywiec, se cree
que, antes de ir de caza, cada montaññéés tiene que tocar una parte determinada del cuerpo de su mujer, porque le
garantiza tener una buena caza. Esta supersticióón ha permanecido vigente hasta la actualidad, y aparece muy bien
reflejada en una paremia bastante conocida en ese lugar: Im grubszy zwierz, tym wyżej bierz [Mientras máás gordo el
animal, agarra máás alto]. Naturalmente, la parte del cuerpo femenino que se debe tocar es diferente segúún el animal
que se quiera cazar. Si es una perdiz, es suficiente con tocar el dedo meññique de su mujer; si se quiere cazar una liebre,
hay que tocar su pie. Pero si se quiere cazar un venado, hace falta tocar su muslo entero (T. Bohun, Żywiec, 1951).
Si se sueñña con un venado corriendo por un bosque, significa que se tendráá un buen empleo. En cambio, si se ve a este
animal en un parque, se considera presagio de desgracia o tragedia en familia. Si aparecen en rebañño, anuncian que esa
persona tendráá muchos amigos; si se asiste a la lucha entre dos venados, es presagio de riquezas y poder. Si alguien,
mientras duerme, piensa con cazar a este mamíífero, se interpreta como anuncio de la muerte de un familiar mientras
que si lo que esa persona ve es que mata a este animal significa que tendráá problemas con sus enemigos. Para los
jóóvenes, soññar con un venado es presagio de gran amistad y, para los cóónyuges, de tranquilidad y estabilidad
(Adamska, 2007: 119) (Vééase 19. Sueñños).

En general, se cree que no se deben regalar esquejes de las plantas, porque las plantas ««se ofenderáán»» con el que
obsequia y no van a crecer máás o incluso se estropearáán (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).

Se dice que quien sueñña con comer apio tendráá una aventura amorosa. Si una mujer sueñña con plantar apio, su vida
seráá próóspera y feliz; en cambio, si es un hombre, su vida estaráá llena de romances y flirteos. Tambiéén soññar con
comprar apio anuncia la posibilidad de ligues. En cambio, si se sueñña con cogerlos, llegaráán grandes riquezas
(Adamska, 2007: 272) (Vééase 19. Sueñños).

Algunas personas creen que el cardo, siendo una planta cubierta de hojas espinosas, pertenece al signo de Capricornio,
pues cualquier persona de este signo es un individuo responsable y sensible, pero esconde estos rasgos bajo la apariencia
de frialdad e indiferencia. Segúún la Biblia, la espina es el síímbolo de las dificultades y del sufrimiento que tendráá que
soportar el hombre expulsado del paraííso. Su casa estaráá cubierta de plantas espinosas como ortigas o cardos. Por lo
que se ve, el cardo simboliza el sufrimiento (Z. Malicka, Otwock, 1945). Sin embargo, la gente que vivíía en la
Antigüüedad teníía otra opinióón muy distinta, ya que afirmaba que esta planta teníía el poder de ahuyentar al diablo y a
otros malos espííritus. De esta forma protegíía a la gente ante diferentes desgracias o peligros (B. Zalewska, Warszawa,
1970).

Alrededor de esta flor hay bastantes creencias supersticiosas. Una de ellas dice que el clavel tiene el poder de
protegernos de cualquier habladuríía (A. Kowal, Łomża, 1952).
Segúún otra supersticióón, los claveles son flores que traen mucha suerte. Por eso, las novias, el díía de su boda, llevan
los ramos de estas flores (A. Kowal, Łomża, 1952) (Vééase 17.1. Matrimonio).

En la noche de San Juan se buscan las flores del helecho. Encontrarlas trae buena suerte, como afirman todos los
informantes (Vééase 13.13. San Juan).
Se cree que, si se corta o se quema un helecho, se propicia la lluvia (Podlaska, Krogulska, 2009: 162) (Vééase 9.3.
Lluvia).
Colgando el helecho sobre la puerta se protege la casa de los reláámpagos (Podlaska, Krogulska, 2009:162) (Vééase 9.5.
Tormenta y tempestad).
Algunas personas afirman que, si alguien en casa estáá enfermo, entonces los helechos pierden su color verde intenso y
adquieren un color verde páálido. Cuando suceda esto, significa que la persona enferma se estáá recuperando (N.
Kowalska, Laski, 1947).

El hinojo es para muchas personas una planta curativa porque ayuda a los que tienen tos y problemas gáástricos. Las
mujeres supersticiosas creen que el hinojo ayuda a las madres lactantes a estimular la bajada de la leche. Sin embargo,
hay tambiéén opiniones distintas a las que acabamos de presentar. Pero hay que procurar no ingerir grandes cantidades
de hinojos, pues el exceso de hinojo puede tener efectos adversos como convulsiones, aturdimientos, irritacióón de la
membrana mucosa, etc. (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Hay quien dice que la hortensia cultivada en el jardíín de una casa trae mala suerte. Quizáás por esta razóón se cree que
esta flor, regalada por uno de los cóónyuges al otro. puede ser la causa principal de la discordia en un matrimonio (M.
Szymanek, Opole, 1976).

Muchas personas creen que las hojas de laurel tienen propiedades curativas. Sirven sobre todo para aumentar el apetito y
ayudar a hacer la digestióón. En la medicina popular, las hojas de laurel se emplean para preparar infusiones y
ungüüentos contra enfermedades como el reuma, el dolor de las articulaciones, etc. (M. Lewandowska, Radom, 1955)
(Vééase 18. Medicinas y remedios).
Se dice tambiéén que el laurel simboliza la longevidad (Podlaska, Krogulska, 2009: 159).
En las tradiciones populares de Polonia, al igual que en las de muchos otros paííses, se atribuye al laurel el poder de
ahuyentar los rayos durante la tormenta (Podlaska, Krogulska, 2009: 159) (Vééase 9.5. Tormenta).
Por la simbologíía que lo rodea, el laurel ha estado presente desde siempre en la confeccióón de coronas y palmas de la
Semana Santa (Podlaska, Krogulska, 2009: 159).

Es muy conocida una costumbre supersticiosa a la que recurren muchas mujeres o chicas jóóvenes cuando quieren saber
si sus novios o maridos las siguen queriendo. Con este propóósito, cogen una margarita (o una hoja de acacia) y van
quitando uno por uno sus péétalos y, pensando en el objetivo determinado de su amor, van repitiendo las siguientes
palabras:

Kocha, lubi, szanuje,


nie chce, nie dba, żartuje;
W myśli, w mowie, w sercu,
na ślubnym kobiercu
Me quiere, le gusto, me respeta;
no me quiere, no le importo, no me trata en serio;
en el pensamiento, en el habla, en el corazóón,
sobre la alfombra roja en una iglesia...

La margarita es la flor del amor y frecuentemente se aprovecha para hacer un ramo de novia. Esto se debe en parte a una
supersticióón, muy popular, relacionada con la flor de lis que, en la mayoríía de los casos, se rechaza como flor de novia,
porque se dice que trae la mala suerte. Ademáás, la margarita es una flor blanca que se distingue por su modesta y
simple belleza. Se suele creer que la mujer que es, al mismo tiempo, tan bella y modesta como la flor de margarita,
llegaráá a lograr todo lo que desee. Por eso, las margaritas despiertan, entre las novias y otras mujeres, emociones tan
positivas (N. Kochan, Radom, 1939) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Durante la éépoca navideñña, se cuelga en las puertas de sus casas un ramo de muéérdago con el objeto de propiciar la
buena suerte para el nuevo añño (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979 y U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949)
(Vééase 13.6. Navidad).
Con el mismo propóósito, en Nochebuena hay que meter un poco de muéérdago debajo del mantel (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 13.7.
Nochebuena).
En Navidad, existe tambiéén la costumbre de besarse debajo de los ramos de muéérdago colgados del techo, acto que
deberíía deparar a la pareja amor eterno (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; U.
Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 13.6. Navidad).
El muéérdago era venerado por los druidas celtas como una planta máágica. Sus hojas y frutos servíían para preparar
pociones, antíídotos, como por ejemplo los que se tomaban para asegurar la fecundidad. La usanza del beso debajo del
muéérdago, eco tal vez de estas creencias céélticas, es una tradicióón inglesa que se remonta al menos a principios del
siglo XVII (Kopaliński, 1996: 430) y que se ha extendido a varios paííses europeos.

En Polonia se cree que la accióón de asperjar o bendecir los cereales y colocar los ramos de las palmas entre ellos,
garantizaráá a quien lo haga unas cosechas abundantes y protegeráá la casa de tormentas y animales daññinos (Halina
Motyka, Radom, 1937) (Vééase 9.5. Tormenta).
Hoy díía se cree que, si el dueñño de la casa no prepara un ramo de palma aññadiééndole otras plantas y flores con el fin
de bendecirlo el Domingo de Ramos, no podráá disfrutar de la suerte hasta finales del añño (U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949).
Antes tambiéén se creíía que esas palmas bendecidas en la iglesia protegíían de enfermedades graves y de todo tipo de
epidemias y pestes. Por eso, la palma bendecida se colgaba fuera de la ventana de la casa para que pudiera cumplir con
su misióón protectora. Hoy díía se atribuye esta misma propiedad al cirio encendido (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase
13.17. Semana Santa).

Existe una creencia popular segúún la cual el perejil ayuda a las mujeres que no pueden tener hijos. Los griegos y los
romanos lo consideraban una planta sagrada. Ademáás, los romanos estaban convencidos de que comer mucho perejil
les daba fuerza y hacíía al hombre máás listo e inteligente (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 18. Medicinas y
remedios).
Es conocida tambiéén otra supersticióón bastante antigua relacionada con la fuerza máágica del perejil. Segúún ella, en
la Europa Medieval se creíía que era posible causar la muerte de una persona pronunciando su nombre a la vez que se
recogíían unas hojas de perejil. Una supersticióón máás actual indica que trasplantar la raííz del perejil no trae buena
suerte (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (20.2. Muerte).
La novia, despuéés de celebrarse la ceremonia de boda, tira hacia atráás su ramo de flores (este rito es llamado
oczepiny). Se cree que la muchacha que lo coja se casaráá la primera entre todas las que han acudido a la boda (M.
Szymanek, Opole, 1976; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980)
(Vééase 17.1. Matrimonio).
Se dice tambiéén que no trae buena suerte regalar flores que normalmente se emplean en los funerales, como los
crisantemos o las calas (M. Szymanek, Opole, 1976; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949)
(Vééanse 5.1.23.6. Cala y 5.1.23.8. Crisantemo).
En un ramo de flores, el núúmero de flores debe ser impar, ya que el núúmero par es para los muertos (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939) (Vééase 6.9. Pares/Impares).
Tampoco trae buena suerte regalar un ramo de flores a un hombre (M. Szymanek, Opole, 1976).

Segúún una antigua costumbre medieval polaca, un ramito de romero colocado debajo de la almohada puede proteger de
los malos espííritus. Ademáás, el romero plantado cerca de la puerta de casa ahuyenta a las brujas (H. Motyka, Radom,
1937).
Hace mucho tiempo en Polonia, esta planta se utilizaba para preparar jarabe y vino. Ademáás, muchas mujeres creíían
que teníía el poder de prolongar la juventud y mantener la belleza (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase 18. Medicinas y
remedios).
Se creíía que el romero teníía tambiéén propiedades curativas y que ayudaba en el tratamiento de enfermedades del
estóómago, del híígado y el reuma. Es conocido el caso de méédicos y enfermeras franceses que lo empleaban durante la
Segunda Guerra Mundial como remedio para desinfectar las heridas en los hospitales de campañña (H. Motyka, Radom,
1937) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Las espinas de la rosa ««prometen un pinchazo de amor»» asíí como el vencimiento de todos los obstááculos que
aparezcan en la realizacióón de los deseos (T. Janas, Radom, 1955). Para otros, las rosas con espinas traen mala suerte.
Por eso, es preciso quitar a la rosa sus espinas para aniquilar, de este modo, malos poderes (T. Janas, Radom, 1955).
Otras personas afirman tambiéén que la rosa china, el famoso hibiscus, trae mala suerte (T. Janas, Radom, 1955).
En algunos ambientes polacos se cree que, cuando una chica recibe una rosa y esa rosa empieza a marchitarse, la chica
no deberíía tirarla porque, de este modo, es como si se desprendiersa o rechazara los sentimientos de la persona querida.
En lugar de tirarla, es preciso ponerla sobre el radiador para que se seque y guardarla (T. Janas, Radom, 1955).

En Polonia, la ruda es una planta para las solteras. Maria Pietrzak (Tuchola, 1939) recuerda que en su tierra se dice que
una mujer se quedaráá soltera si siembra ruda. La expresióón siać rutę / rutkę[sembrar ruda] significa estar soltera
(Kłosińska et al. 2007: 472). Kopaliński (1996: 1007) explica, a este respecto, que las jóóvenes cultivaban en el jardíín
de la casa o en las ventanas flores para trenzar guirnaldas, accesorio tíípico e indispensable de los trajes regionales. La
ruda, como otras plantas de hoja perenne, (romero, mirto, lavanda), servíían para poder tejer guirnaldas, especialmente
las utilizadas en las bodas, tambiéén durante el invierno. Despuéés de las nupcias, las mujeres casadas ya no se
dedicaban a trenzar guirnaldas y, por consiguiente, a sembrar ruda. Lo seguíían haciendo las solteras con la esperanza de
encontrar algúún díía un marido tambiéén para ellas.

La sáábila se utiliza como un remedio para ahuyentar los mosquitos y otros insectos.
Las mujeres lactantes no deberíían consumir el jugo de hojas secas de esta planta porque, si lo hacen, su leche se
estropearáá (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Cuando las semillas empiezan a brotar, hace falta tomar unas cuantas de la misma planta y disponer para cada semilla de
un tiesto aparte. Lo mejor seríía que los tiestos fueran iguales de tamañño, color y material. Despuéés hay que ponerlos
en un lugar en que haya la misma cantidad de luz para asegurarles las mismas condiciones de crecimiento. Con cada
semilla plantada es necesario relacionar un acontecimiento familiar determinado como el matrimonio, el nacimiento del
bebéé, etc. Se cree que dichos acontecimientos se van a desarrollar segúún el orden de la brotacióón de las semillas
plantadas (K. Szymańska, Poznań, 1925).
En polaco antiguo la palabra ««castañña»» se vincula a muchas supersticiones relacionadas con las semillas de castañño.
Segúún una de ellas, algunos cazadores suelen llevarlas en los bolsillos porque se cree que dichas semillas o incluso las
mismas castaññas quitan todo tipo de dolores (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééase el apartado 5.2.7.6. Castañño).
Otras personas afirman que tanto las semillas de castañño como sus frutas, es decir, las castaññas, tienen el poder de
neutralizar la radiacióón. Se cree tambiéén que un collar de castaññas colgado en la pared asegura a la casa tranquilidad
y armoníía (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééanse 1.13. Casa y 5.2.7.6. Castañño).
Una de las supersticiones máás populares en Polonia consiste en encontrar un tréébol de cuatro hojas, lo que trae buena
suerte (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska,
Krakóów, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Izabela Podlaska y Miłosława Krogulska, en su libro Przesądy,
afirman que su poder es máás fuerte cuando alguien lo encuentra durante la noche de San Juan (2009: 158-159) (Vééase
13.13. San Juan).
Se cree tambiéén que si el tréébol de cuatro hojas lo encuentra una chica, podráá encontrar ese mismo díía al amor de
toda su vida. En cambio, si lo encuentra un chico, podráá evitar el servicio militar (Podlaska, Krogulska, 2009: 158-
159).
Otros creen que es igual de eficaz recoger y guardar un tréébol de tres hojas, puesto que esas tres hojas simbolizan a la
Santa Trinidad. Por esta razóón, incluso ese tréébol tan normal y corriente tambiéén puede servir de talismáán o amuleto
(Podlaska, Krogulska, 2009: 158-159).
Hay quien afirma haber visto un tréébol de cinco hojas. Existen supersticiones relacionadas con este tréébol, aunque
muy contradictorias. Segúún algunos, un tréébol de cinco hojas traeráá riqueza a la persona que lo haya encontrado.
Otros creen que ver un tréébol de cinco hojas presagia una enfermedad grave y, por eso, seríía mejor no tocarlo ni
cogerlo (Podlaska, Krogulska, 2009: 158-159).

Las personas entradas en añños afirman que, en el pasado, en vez de echar arroz o flores a los novios que salíían de la
iglesia despuéés de la boda, se les echaba trigo para propiciarles bienestar y fecundidad en el matrimonio. Se creíía que
la novia reciéén casada tendríía la misma cantidad de hijos que granos de trigo que se depositaran en su cabeza. El resto
de granos se recoge y se pone cerca de una cruz o un cuadro santo que se tenga en casa. La novia debe tambiéén poner
en su zapato como míínimo tres granos de trigo. Si la boda se celebraba en verano, los novios, para asegurarse la
fecundidad, hacíían el amor en un trigal; en cambio, si se celebraba en otoñño o invierno, poníían debajo de las sáábanas
nueve granos de trigo (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase 11.6. Arroz y 7.1. Matrimonio).
Tambiéén durante la cena de Nochebuena, en el llamado Boży kąt [rincóón de Dios], se colocaban ——y se siguen
colocando hoy en díía en algunas familias tradicionales—— las gavillas de trigo como recuerdo de los antepasados
muertos (H. Motyka, Radom, 1937).
Es muy conocida tambiéén la creencia popular segúún la cual el trigo, como producto principal del Pan de ÁÁngel que
se utiliza en las iglesias para la comunióón, encierra en la fóórmula del pan tres importantes virtudes, a saber: el
perdóón, la bondad y la prosperidad (H. Motyka, Radom, 1937).

El brezo es una planta que atrae las desgracias e incluso la muerte, por lo tanto no se debe llevar a casa ni tampoco se
debe cultivarlo en el jardíín de la vivienda (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). El brezo se utiliza tambiéén para cubrir
tejados o hacer escobas. Segúún las creencias populares, los brezales son, por lo general, lugares llenos de áánimas y
poderes máágicos (K. Pająk, Gdańsk, 1952). Sin embargo, en la parte interior del paíís se cree que esta planta trae buena
suerte (T. Pańczyk, Radom, 1954).

No se deben regalar las calas, ya que se consideran flores de los muertos (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 5.1.15.
Ramo de flores).

Los crisantemos no se regalan, ya que se consideran flores de los muertos (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949) (Vééase 5.1.15. Ramo de flores).
Si se sueñña con recibir un crisantemo, se tendráá mucha suerte en el amor. En cambio, si se sueñña con regalar a
alguien un crisantemo, significa la ruptura de las relaciones amorosas (Adamska, 2007: 36) (Vééase 19. Sueñños).

La flor de lis se rechaza como flor de novia porque se le atribuyen propiedades de mala suerte (N. Kochan, Radom,
1939) (Vééase 17.1. Matrimonio).

Todos los informantes comentan que, si en el momento en el que se estáá hablando con una persona, se menciona un
hecho o acontecimiento futuro que no se quiere que suceda, para evitar que ocurra se debe tocar madera sin pintar. A
esta prááctica se refiere la expresióón Odpukać w niemalowane [tocar en no pintado]. Zióółkowska (1981: 138-139)
aclara que este ritual se remonta a la antigua tradicióón fúúnebre de colocar a los moribundos y a los muertos en una
tabla de arce no pintada. A la madera de este áárbol se le atribuíían poderes máágicos para ahuyentar a los espííritus
malignos. Ademáás, tocáándola, se creíía que se iba a espantar al diablo que acechaba el alma del muerto. La tabla
fúúnebre sobre la cual se depositaban los cadááveres es tambiéén la protagonista de otra expresióón en la lengua polaca:
do grobowej deski [hasta la tabla fúúnebre] que significa: hasta la muerte, para siempre.
En muchas culturas y religiones, los pinos y otros áárboles conííferos simbolizan la vida, la fecundidad y el renacimiento
constante. Se creíía, y de hecho se sigue creyendo en la actualidad, que las pinochas o agujas de pinos protegíían de los
malos espííritus, los reláámpagos y las enfermedades. Por eso, se pensaba que iba a traer buena suerte plantar pinos u
otros conííferos cerca de las casas. Ademáás, puesto que son áárboles de hoja perenne, sus ramas se asociaban con la
esperanza de la llegada de la primavera (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (9.4. Tormenta y tempestad).

Tanto el sauce como el tiemblo (áálamo temblóón) se consideraban (y en algunos ambientes se siguen considerando)
áárboles relacionados con los malos espííritus. Por ejemplo, segúún una supersticióón, el famoso diablo polaco Rokita 5
vive en el hueco de un sauce. Pero hay tambiéén quien dice que el sauce protege de los espííritus malignos. De hecho,
con las ramas de sauce se realizan las palmas para el Domingo de Ramos (Podlaska, Krogulska, 209: 172) (Vééase
13.17. Semana Santa).
El sauce tiene la fama, sobre todo entre los curanderos, de ser un áárbol curativo. Se cree que la infusióón de las hojas de
sauce son un eficaz remedio anticonceptivo. Por otro lado, hay tambiéén quien afirma que la mujer que coma unos
granos o una flor de sauce, se quedaráá estééril y no podráá tener máás hijos. Contra el insomnio se recomienda lavarse
los pies en la decoccióón de raííz de sauce (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

El díía del Corpus se construyen al aire libre altares para la procesióón. Estos se adornan con ramas de abedul. Ese cree
que llevar a casa un ramo de abedul o incluso unas hojas de este áárbol, trae mucha suerte (Podlaska, Krogulska, 2009:
154) (Vééase 13.2. Corpus Cristi).
El abedul es un áárbol muy relacionado con la cultura popular polaca. En tiempos muy lejanos se consideraba un áárbol
máágico e indispensable para el tratamiento de enfermedades como el resfriado o el debilitamiento fíísico. Por ejemplo,
cuando alguien sentíía escalofrííos, lo mejor era ir a un bosque de abedules y ponerse a sacudir uno de estos áárboles
pronunciando las siguientes palabras: Trzęś mnie, jak ja ciebie, a potem przestań [Sacúúdeme como yo a ti y despuéés
deja de hacerlo] (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (Vééase 18. Medicinas y remedios).
Algunas curanderas afirmaban que, en el caso de sufrir un debilitamiento fíísico, hacíía falta salir de casa montado en
una escoba hecha de ramas de abedul. Al llegar hasta donde se cruzaban los caminos, era necesario tirar la escoba hacia
atráás y, sin mirar atráás, dirigirse a casa (A. Zióółkowska, Radom, 1949).

El áárbol de Navidad llegóó a Polonia en el siglo xix y se usaba en aquel entonces, sobre todo, en las ciudades. En el
campo era desconocido. Pero en su lugar se utilizaban las ramas de abeto para decorar las paredes, los marcos de los
cuadros e incluso esas ramas se colocaban sobre las puertas de las casas, establos, etc. En la regióón de Nowy Sącz y
Stary Sącz (sur de Polonia) durante las Navidades se poníían delante de las casas unos abetos pequeñños traíídos del
bosque, porque se creíía que no sóólo decoraban la casa, sino que tambiéén aseguraban la felicidad y el bienestar
(Ogrodowska, 2009: 19-20) (Vééase 13.6. Navidad).
En la parte sur y suroeste de Polonia (Podhale, Pogóórze, Rzeszóów, Sandomierz, Lublin, etc.) es conocida la costumbre
de colgar del techo, por encima de la mesa de Nochebuena la copa de un abeto, decorada con galletas caseras, manzanas
rojas, nueces, semillas de avena doradas y adornos de papel. Se cree que este tipo de decoracióón, llamado el áárbol
divino, no sóólo decora la casa sino que tambiéén tiene otras propiedades muy positivas porque protege la casa ante todo
tipo de desgracias y males, ademáás de asegurar a sus habitantes el bienestar, el acuerdo y el amor (Ogrodowska, 2009:
20) (Vééase 13.7. Nochebuena).

El áálamo es un áárbol muy caracteríístico del paisaje polaco pero no tan querido. No se recomienda a los novios
encontrarse en lugares donde crecen áálamos, ya que la relacióón no seríía duradera (U. Witak, Laski, 1958) (Vééase
17.2. Noviazgo).
Segúún las creencias cristianas, el áálamo es el úúnico áárbol que no expresóó ningúún dolor despuéés de la muerte de
Cristo. Por eso, ni sus hojas, ni sus ramas se aprovechan en Polonia en la elaboracióón de las palmas para el Domingo de
Ramos (Podlaska, Krogulska, 2009: 172) (Vééase 13.17. Semana Santa).
Se dice que el áálamo es un áárbol relacionado con el otro mundo. Segúún las creencias mitolóógicas, delante del Hades,
morada de los muertos, hay un bosque de áálamos negros y delante de dicha entrada hay un áálamo blanco (Podlaska,
Krogulska, 2009: 172). En vista de ello, siendo un áárbol relacionado con los muertos, no muestra asociaciones
positivas.

En la parte sur de Polonia se dice que se debe podar el alerce plantado cerca de la casa para impedir que alcance una
altura mayor que la de la propia casa. Si se permite que este áárbol llegue a ser máás alto que la casa, significa que la
persona que lo plantóó, moriráá pronto (U. Witak, Laski, 1958) (Vééase 20.2. Muerte).
Dado que el arce simboliza la fuerza y la prosperidad, se cree que trae buena suerte coger al niñño reciéén nacido en
brazos y dar con éél una vuelta alrededor de este áárbol. Asíí se le asegura un buen crecimiento y mucha salud. Se
comenta que esta creencia llegóó a Polonia desde Améérica (Podlaska, Krogulska, 2009: 170).
Los curanderos afirman que es muy recomendable estar cerca del arce, puesto que la presencia de este áárbol mejora la
salud, quita el estréés y fortalece la funcióón de todo el organismo (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééanse los apartados
5.2.7.8. Haya, 5.2.7.9. Roble y 5.2.7.7. Fresno).
Durante una tormenta conviene esconderse debajo de un arce para estar protegido de los rayos (U. Witak, Laski, 1958)
(Vééase 9.5. Tormenta y tempestad).
A la madera de arce atribuyen poderes máágicos, pues se cree que sirve para ahuyentar a los espííritus malignos (Vééase
5.2.3. Madera).
La vííspera del díía de Pentecostéés se decoran las puertas de establos y cuadras y hasta los cuernos de las vacas con
ramitas de arce y tilo, pues se piensa que protegeráán a los animales del mal de ojo (U. Witak, Laski, 1958) (Vééase
5.2.7.12. Tilo).

En el polaco antiguo la palabra ««castañña»» se vinculaba a muchas supersticiones relacionadas con las semillas de
castañño. Segúún una de ellas, algunos cazadores las suelen llevar en los bolsillos porque se cree que tanto las semillas
como las castaññas quitan todo tipo de dolor (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééanse 5.1.14. Semilla y 18. Medicinas y
remedios).
Otras personas afirman que las semillas de castañño y sus frutas tienen el poder de neutralizar la radiacióón. Se piensa
tambiéén que un collar de castaññas colgado en la pared propicia tranquilidad y armoníía para la casa (T. Bohun,
Żywiec, 1951) (Vééase 1.13. Casa y 5.1.20. Semilla).

Segúún algunas creencias populares, el fresno es un áárbol que ahuyenta a las serpientes y todo tipo de males (Podlaska,
Krogulska, 2009: 170).
Muchas personas, sobre todo los curanderos, afirman que es recomendable estar cerca de áárboles como el haya, el
roble, el arce y el fresno, puesto que su presencia mejora la salud, quita el estréés y fortalece las funciones del organismo
(Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééanse los apartados 5.2.7.8. Haya, 5.2.7.1. Abedul, 5.2.7.5. Arce, 5.2.7.9. Roble).

El haya es un áárbol tambiéén relacionado con ciertas creencias bastante positivas. Se comenta que, aunque durante una
tormenta lo máás peligroso para la gente es esconderse debajo de un áárbol solitario, resulta muy raro que los rayos
caigan sobre un haya por muy ramoso y frondoso que sea (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (9.5. Tormenta y tempestad).
Los curanderos afirman que es muy recomendable estar cerca del haya, puesto que su presencia mejora la salud, quita el
estréés y fortalece la funcióón de todo el organismo (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééanse los apartados 5.2.7.5. Arce,
5.2.7.7. Fresno, 5.2.7.9. Roble).
En la regióón de la Pomerania Occidental, sobre la isla Bielawa, situada en el lago Drawsko, habíía hasta hace poco una
haya enorme, que era uno de los mayores atractivos turíísticos de la regióón, porque se hizo muy popular una
supersticióón, segúún la cual quien tocara ese famoso haya, volveríía sin falta a la isla (J. Kołacz, Drawsko, 1946). Por
desgracia, el áárbol ya no estáá.

El roble es un áárbol importante para la cultura eslava. Para los eslavos, el roble era un áárbol majestuoso, rodeado de culto
y adoracióón. Los eslavos lo identificaban con el dios de reláámpagos, fuego y cielo. Las estatuas de Światowid, dios de los
eslavos, se hacíían de la madera de roble. Zygmunt Gloger (1845-1910), famoso etnóógrafo e historiador polaco, en una de
sus obras describe un roble enorme que estáá en un bosque en la regióón de Kielce. La gente del pueblo llama ese roble
««doctor»» puesto que, segúún se afirma, teníía el poder de curar toda una serie de enfermedades, como las de las víías
respiratorias y de los dientes. Para asegurarse que este tipo de tratamiento fuera exitoso, habíía que pronunciar antes de la
salida del sol el siguiente conjuro:

Powiedz mi powiedz móój kochany dębie


jakim sposobem leczyć zęby w gębie,

[Dime, por favor, dime, mi querido roble


¿¿de quéé manera curar mis dientes en la boca?]

Segúún una leyenda popular registrada por Oscar Kolberg, las hojas de roble, las bellotas y las ramas enteras, preparadas
adecuadamente, teníían el poder de curar úúlceras, nictalopíía, temblores en páárpados, etc. (Vééanse los apartados 18.
Medicinas y remedios, 5.2.7.1. Abedul, 5.2.7.5. Arce, 5.2.7.8. Haya, 5.2.7.7. Fresno).
Si las hojas secas de roble se mantienen en el áárbol hasta la primavera tardíía, significa que los abuelos pronto llegaráán
a ser bisabuelos (N. Kowalska, Laski, 1947).
En muchas partes de Polonia, hasta el díía de hoy han perdurado bastantes supersticiones curiosas relacionadas con los
robles viejos, que se refieren a los conjuros contra las enfermedades, encantamientos relacionados con el tiempo,
cosechas, etc. Se cree, por ejemplo, que recoger bellotas que conservan su cascabillo trae mucha suerte. Asimismo, se
piensa que trae mucha suerte tener en las casas, uno o varios muññequitos hechos de bellotas (N. Kowalska, Laski,
1947).

En la parte sur de Polonia se cree que el serbal es un áárbol que protege a la gente ante los malos espííritus y que tiene el
poder de ahuyentarlos. Los collares hechos con los rojos frutos de serbal, traen mucha suerte en el amor a los que los
hacen (U. Witak, Laski, 1958).
El serbal ha sido, y es en la actualidad, una de las plantas que se emplean para hacer coronas. Estas coronas se conservan
durante todo el añño para proteger la casa de diferentes enfermedades. Por ejemplo, se suele colgarlas en las ventanas de
las mujeres embarazadas, con el fin de protegerlas ante malos espííritus que puedan tener una influencia negativa sobre
sus futuros bebéés (U. Witak, Laski, 1958).

Muchas personas que viven en el campo opinan que el tiemblo protege de las enfermedades. Asimismo, se dice que
cualquier persona que se arrime a este áárbol, se va a desprender de malas energíías (A. Zióółkowska, Radom, 1949)
(Vééase 18. Medicina y remedios).

Segúún una vieja tradicióón, los novios, despuéés de celebrarse la boda, deben plantar juntos un tilo, por si un díía llegan
a reññir o tienen una situacióón conflictiva, pues entonces trataráán de resolver su problema bajo este áárbol. De este
modo, podráán solucionar positivamente el conflicto, alcanzar respeto mutuo y conseguir un amor máás duradero
(Podlaska, Krogulska, 2009: 171).
Durante una tormenta, es aconsejable esconderse debajo de un tilo para protegerse de los rayos (U. Witak, Laski, 1958)
(Vééanse los apartados 9.5. Tormenta y tempestad y 5.2.7.5. Arce).
La vííspera del díía Pentecostéés se decoran las puertas de establos y cuadras y los cuernos de las vacas con ramitas de
arce y tilo, porque se cree que protegeráán a los animales contra el mal de ojo (U. Witak, Laski, 1958) (Vééase 5.2.7.5.
Arce).

El núúmero siete suele asociarse a la buena suerte (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska, Krakóów, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980), por lo que, siempre
que se puede, se procura escoger objetos o amuletos que lleven ese núúmero.

El núúmero trece simboliza, en Polonia como en muchos otros paííses, la mala suerte. Se suele decir al respecto
pechowa trzynastka [maldito trece]. La simbologíía del núúmero trece se remonta a los tiempos muy antiguos en los que
el doce se consideraba núúmero perfecto (piéénsese tambiéén en el sistema duodecimal). Sumarle un uno significaba,
por consiguiente, romper esa perfeccióón.
Quedar decimotercero en una lista, por ejemplo en el ííndice de los alumnos de una clase en el colegio o entrar como
decimotercero a un examen oral en la universidad no pronostica buenas clasificaciones (J. P. Szczecin, 1979; L.
Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
La implicacióón nefasta del núúmero trece se ha ido consolidando por influencia de las creencias cristianas. En concreto,
recordemos el episodio bííblico relativo a la ÚÚltima Cena durante la cual Jesúús anuncióó a sus doce apóóstoles que
uno de ellos lo traicionaríía. De ahíí, probablemente, proviene la supersticióón segúún la cual es de mal augurio que
trece convidados se sienten a la misma mesa (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949). Esta
supersticióón estáá documentada tambiéén en algunos de los repertorios consultados (Kopaliński, 1996: 1211; Podlaska,
Krogulska, 2009: 99-100).
El díía trece de cada mes tambiéén suscita respeto, especialmente, si cae en viernes. Lucyna Kazimierczak (Bydgoszcz,
1980) suele decir entonces Trzynastego w piątek wszystko zdarzyć się może [El viernes trece cualquier cosa puede
suceder]. Por consiguiente, en viernes trece se desaconseja tomar decisiones importantes, acometer nuevas actividades e
incluso salir de casa.
Las personas nacidas en viernes trece suelen encontrarse con reacciones supersticiosas por su díía de nacimiento (J. P.
Szczecin, 1979).

En un ramo de flores, el núúmero de flores debe ser impar, ya que en Polonia, el núúmero par es para los muertos (M.
Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 5.1.15. Ramo de flores).
Es obligatorio consumir un poco de cada una de las doce comidas que se sirven durante el banquete de Nochebuena. De
esta manera se asegura la prosperidad para el añño nuevo (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 13.7.
Nochebuena).

Las personas que han nacido en martes tienen buen ojo para los negocios. Esto se dice porque en ese díía de la semana
solíían tener lugar las ferias (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

No es aconsejable dar comienzo a cualquier tipo de actividad el viernes, ya que se perderíía el buen ééxito de lo
acometido (Lucyna Kazimierczak (Bydgoszcz, 1980). Lo confirma la paremia Piątek to zły początek [El viernes mal
comienzo] (Podlaska, Krogulska, 2009: 85). Existen diferentes explicaciones para la creencia segúún la cual el viernes
es un díía de mal agüüero. Algunas de ellas son de tipo religioso: Adáán fue creado el viernes; el viernes Adáán y Eva
fueron expulsados del paraííso; el viernes Adáán murióó y, máás importante todavíía, el viernes murióó Jesúús.
Tambiéén se cree que el Juicio Final llegaráá un viernes.
Merece la pena recordar tambiéén que en la Edad Media, las ejecuciones se realizaban el viernes. De ahíí la expresióón
que asocia el viernes al dzień katowski [el díía del verdugo] (Kopaliński, 1996: 856-857).
Todos los informantes afirman que el viernes que coincida con el decimotercero díía del mes seráá considerado un díía
especialmente desgraciado, de mal agüüero (Vééase 6.6. Trece).

El sáábado siempre hay un poco de sol, porque la Virgen quiere secar los paññales del Niñño Jesúús (M. Pietrzak,
Tuchola, 1939). A este respecto, hay una paremia relacionada: Nie ma soboty bez promyczka słońca [No hay sáábado
sin rayito de sol] (Kopaliński, 1996: 1082).

Los nacidos el domingo son holgazanes y gandules (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980; I. Radzymińska, Toruń, 1979; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).
Esta creencia queda reflejada en las siguientes expresiones: urodzony w niedzielę [nacido en domingo]y urodzić się w
niedzielę [nacer en domingo] con las cuales se alude a una persona perezosa (Kłosińska et al., 2007: 278; Kopaliński,
1996: 749).
Natalia Antkiewicz (Gdynia, 1983), nacida precisamente en domingo, afirma haber escuchado que las personas nacidas
en domingo, ademáás de ser vagas, tienen buena suerte.

Del mismo modo que transcurre el primer díía del añño, asíí seráá el resto del añño que comienza (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 13.4. Nochevieja y Añño Nuevo).
Otra versióón de la misma supersticióón aconseja prestar atencióón a lo que hace el díía 1 de enero, pues, todo lo que se
haga en ese díía se va a hacer durante todo el añño que acaba de entrar (J. P. Szczecin, 1979; A. Szczepulska, Krakóów,
1979) (Vééase 13.8. Nochevieja y Añño Nuevo).
Los doce meses del añño seráán como los primeros doce díías de enero: el díía 1 coincide con enero; lo que se haga o
pase el dos de enero, se repetiráá durante todo febrero; el tres de enero sirve para pronosticar cóómo seráá marzo y asíí
el 12 de enero, que coincide con diciembre (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).

Todos los informantes coinciden en afirmar que el primer díía de la primavera, el 21 de marzo, es costumbre acercarse
hasta el ríío para ahogar a un muññeco llamado Marzanna, para que el invierno se vaya y deje paso a la primavera. La
costumbre de ahogar a Marzanna o Dziewanna es el eco de una antigua creencia eslava que perduróó a travéés de los
siglos y que estaba relacionada con el ciclo de la estaciones. Esta creencia expresaba la felicidad del renacer de la
naturaleza despuéés del perííodo de largo y severo invierno y la esperanza de buenas cosechas y de bienestar. Marzanna,
el síímbolo del invierno, era una especie de muññeco de paja ataviada de forma festiva. Antiguamente, se cogíía el
muññeco y se recorríía toda la aldea en procesióón; luego se le arrancaba la ropa ——que se esparcíía por los campos
—— se ahogaba en un ríío, lago o estanque.
Las bandadas de grajos que se ven en el cielo en noviembre, anuncian la llegada de lluvia o nieve. Lo confirma el
siguiente refráán: Gdy w listopadzie gawrony gromadnie latają, deszcze albo śniegi zapowiadają [Cuando en
noviembre los grajos vuelan en bandadas numerosas, lluvias o nieves anuncian] (T. Pańczyk, Radom, 1954). Dicho
refráán tiene tambiéén su equivalente en españñol: Cuando el grajo vuela bajo, hace un fríío de carajo (Vééanse 4.18.
Cuervo y grajo, 9.3. Lluvia y 9.4. Nieve).

Se cree que es peligroso pronunciar en voz alta la palabra lobo, sobre todo en diciembre, porque quien lo haga podráá
encontrarselo un díía en su camino (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééase 4.33. Lobo).

Ver un arco iris trae buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

El perro que coma hierba o se rasque durante largo rato, anuncia la posibilidad de lluvia (Podlaska, Krogulska, 2009:
149) (Vééase 4.40. Perro).
Matar una arañña provoca lluvia (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 4.4. Arañña).
El estornudo del gato presagia un cambio en el tiempo, o incluso puede anunciar la llegada de la lluvia (Podlaska,
Krogulska, 2009: 144) (Vééase 4. 24. Gato).
Las bandadas de grajos que se ven en el cielo en noviembre anuncian la llegada de lluvias (T. Pańczyk, Radom, 1954)
(Vééanse 4.18. Cuervo y grajo, 9.4. Nieve y 8.10. Noviembre).
Pisar un ciervo volante (Z. Malicka, Otwock, 1945) o una hormiga provoca lluvia (Podlaska, Krogulska, 2009: 147)
(Vééase 4.11. Ciervo volante).
Si las golondrinas vuelan bajo, significa que va a llover (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola 1939; V.
Pietrzak, 1969; J. P. Szczecin, 1979; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949; I. Radzymińska, Toruń, 1979; L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980). Margarita Koszla-Szymańska nos hace llegar a este respecto la paremia Kiedy się jaskóółka zniża,
deszcz się do nas przybliża [Cuando la golondrina baja el vuelo, se acerca la lluvia] (Vééase 4.26. Golondrina).
Si se corta o se quema un helecho, va a llover (Podlaska, Krogulska, 2009: 162) (Vééase 5.1.6. Helecho).

Las bandadas de grajos que se ven en el cielo en noviembre anuncian la llegada de lluvias o de nieves (T. Pańczyk,
Radom, 1954) (Vééanse 4.18. Cuervo y grajo, 9.3. Lluvia y 8.11. Noviembre).

Si una rana busca un refugio para esconderse significa que va a haber tormenta (Podlaska, Krogulska, 2009: 152)
(Vééase 4.45. Sapo y rana).
Se cree que algunas plantas pueden proteger de las tormentas y los rayos:

el laurel tiene el poder de ahuyentar los rayos (Izabela Podlaska, Miłosława Krogulska, 2009: 159) (Vééase 5.1.9.
Laurel);
los ramos de las palmas protegen la casa de las tormentas (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase 5.1.13. Palma);
las pinochas o agujas de pinos tiene la misma funcióón (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 5.2.5. Pino);
durante una tormenta, lo aconsejable es esconderse debajo de un tilo, un arce (U. Witak, Laski, 1958) o un haya (T.
Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééanse los apartados 5.2.7.5. Arce, 5.2.7.8. Haya y 5.2.7.12. Tilo).

Incluso las plumas de los pavos reales protegen de los rayos (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 4.39. Pavo).
Se atribuyen tambiéén propiedades protectoras a las campanas por considerarlas pararrayos. Por eso, durante una
tormenta con fuertes truenos, se suelen tocar las campanas (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 1.10. Campana).
Existe tambiéén una creencia segúún la cual durante una tormenta hace falta desconectar el móóvil; de lo contrario,
seráá posible que el rayo parta a quien lo lleve encima (A. Zióółkowska, Radom, 1949). (Vééase 1.35. Móóvil).


Para propiciar felicidad en la vida onyugal, quien se casa debe llevar algo azul, algo viejo y algo prestado (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; I. Radzymińska, Toruń, 1979; M. Pietrzak, Tuchola, 1939). Ademáás de los tres objetos
arriba mencionados, es preciso llevar tambiéén algo nuevo (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983) (Vééase 17.1. Matrimonio).

El color blanco es el color tíípico del traje de novia, simboliza la pureza y la inocencia.
Ver un caballo de blanco es, en general, algo positivo (Podlaska, Krogulska, Przesądy, 2009: 143) (Vééase 4.8. Caballo).
A raííz de la saga de Harry Potter, se ha vuelto a difundir entre los jóóvenes la supersticióón segúún la cual las patitas de
conejo blanco traen mucha suerte (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 4.15. Conejo).

Muchos conductores de coches, al ver un gato negro cruzando la carretera o la calle, paran el coche y regresan por donde
han venido, o eligen otra calle o carretera con tal de no seguir por le mismo camino (N. Kowalska, Laski, 1947)
(Vééanse 1.17. Coche y 4.24. Gato).
Los novios no deben ir a la ceremonia de su boda en un coche negro, porque, de hacerlo, se cree que su unióón no seríía
feliz (Vééase 1.17. Coche y 17.1. Matrimonio).
Un caballo negro anuncia la inminencia de algúún peligro (Podlaska, Krogulska, Przesądy, 2009: 143) (Vééase 4.8.
Caballo).

Los estudiantes polacos, en el studnióówka [baile de 100 díías] 6, llevan por costumbre ropa interior roja para que los
futuros exáámenes de la selectividad vayan bien (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Es frecuente hacer nudos rojos en los cochecillos de los bebéés o en sus ropas para protegerlos de las miradas de
malintencionados que podríían, entre otras cosas, echarles el mal de ojo (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; U.
Orchowska, Wierzbiczany, 1949). Natalia Antkiewicz (Gdynia, 1983) vio cóómo su abuela Romualda Jurczyk (Gdynia,
1933) hacíía un nudo con un lazo rojo en la cabecera de la cuna de su hermano, cuando era todavíía un reciéén nacido.
Se pone una escoba cerca de la puerta de entrada para impedir el acceso a gente mala y de oscuras intenciones. Para que
la prááctica resulte máás efectiva, se suele atar una cinta roja a la escoba (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 1.23
Escoba).
El folclore de muchos paííses asocia el color rojo a la magia. En efecto, hadas, magos, etc. (recuéérdese a Caperucita
Roja) suelen llevar gorros, capuchas y otro tipo de tocado de este color. Del mismo modo, los nudos de color rojo
tendríían un valor máágico y, por tanto, protegeríían de todo lo malo (Kopaliński 1996: 181-182).
Se suele decir tambiéén que recibir una cartera roja trae mucha suerte, felicidad y riqueza (T. Kurowska, Legionowo,
1950) (Vééase 1.12 Cartera).

En las bodas se arroja arroz a los novios para propiciarles buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééanse 17.1.
Matrimonio y 5.1.22. Trigo).

Si a una persona le duele la cabeza, la mejor manera de quitarse ese dolor es frotar las sienes con una cebolla o con un
trozo de hielo (T. Janas, Radom, 1955) (Vééanse 3.1. Cabeza y 18. Medicinas y remedios).

Para ahuyentar a las brujas y a los malos espííritus, hay que tirar guisantes o garbanzos contra los cristales de la ventana.
Quien no acierte, no estaráá protegido (Podlaska, Krogulska, 2009: 72) (Vééanse 1.52. Ventana y 11.27.7. Guisante).

Si el huevo se escapa de las manos y no se rompe, se va a tener buena suerte durante el resto del díía. Si el huevo se
rompe, se prevéé un díía máás bien desafortunado (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).

En muchas culturas se considera que las abejas son santas. De igual modo, la miel producida por ellas estáá relacionada
con lo sagrado y se aprovecha para la confeccióón de medicamentos, por sus propiedades curativas (N. Kowalska, Laski,
1947) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Antes de empezar una nueva hogaza de pan, se traza con el cuchillo el signo de la cruz y se besa (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Si el pan se cae al suelo, hay que recogerlo y besarlo (M. Pietrzak, Tuchola, 1939). Este especial respeto con el que se
trata el pan queda tambiéén reflejado en la expresióón Chleb rzecz święta [El pan es sagrado] (Toczyłowski, Kulasiński,
2003: 31).
En las bodas, antes de que los novios salgan hacia la iglesia, la madre de la novia les ofrece sal y pan, prááctica con la
cual se les quiere desear que nunca les falte comida (Vééase el apartado 11.24 Sal.).

Conviene recordar que tanto los antiguos eslavos como otros pueblos atribuíían a la sal propiedades máágicas. Este
producto se utilizaba como amuleto, ya que se creíía que traíía buena suerte. La sal se aññadíía al primer bañño del niñño
para proporcionarle pureza e integridad y se decíía que su consumo fomentaba la inteligencia y que derramarla alrededor
del hogar lo protegíía del fuego. (Zióółkowska, 1981: 124-126).

Trae mala suerte derramar la sal (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983; Anna Szczepulska, Krakóów, 1979). Se dice,
adermáás, que, a quien derrama la sal, le espera una pelea o un enfrentamiento (Violetta Pietrzak, Gniewkowo
20.07.1969). Para evitarlo, se ha de echar una pizca de la sal derramada con la mano derecha por encima del hombro
izquierdo (Urszula Orchowska, Wierzbiczany 1949). Vale la pena recordar que antañño la sal era un producto muy
valioso, lo cual explica que derramar la sal se considere nefasto, augurio de una pelea o discusióón. En polaco la sal ha
dado pie a las expresiones słono zapłacić [pagar saladamente], es decir, pagar un dineral, y słona cena [precio
salado],que corresponde a precio exorbitante (Zióółkowska, 1981:127).
Con la sal estáá relacionado un rito matrimonial: el de ofrecer a los reciéén casados pan y sal, productos que simbolizan
bienestar y prosperidad. Esta costumbre queda reflejada en la expresióón witać kogoś chlebem i solą [acoger a alguien
con pan y sal]. Entre los pueblos eslavos, se manifiesta, asóó, el respeto hacia los huééspedes (Kopaliński, 1996: 159;
Zióółkowska, 1981: 126). En este sentido, se emplea tambiéén la paremia Czapką, chlebem i solą, ludzie ludzi niewolą
[A la gente se la cautiva con el gorro, el pan y la sal] (Zióółkowska, 1981: 126) y su variante registrada por Kopaliński
Czapką, papką i solą, ludzie ludzi niewolą [A la gente se la cautiva con el gorro, la papilla y la sal] (1996: 175). Estos
enunciados indican que, con la reverencia y la hospitalidad, se granjea la simpatíía de la gente (Vééase 11.21. Pan).
Tirar sal por descuido trae mala suerte, porque hace que en casa aparezcan las hormigas faraóón (N. Kowalska, Laski,
1947).

Los niñños nacen en los campos de coles. (V. Pietrzak, 1969; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; M. Pietrzak, Tuchola,
1939; J. P. Szczecin, 1979).

Para ahuyentar a las brujas y los malos espííritus hay que echar guisantes o garbanzos contra los cristales de la ventana.
Quien no acierta, no estaráá protegido (Podlaska, Krogulska, 2009: 72) (Vééanse 1.52. Ventana y 11.14. Garbanzo).

Con las nueces o frutos del nogal y tambiéén con manzanas, se suele decorar la mesa durante la cena de Nochebuena,
porque se cree que todos estos frutos propician buena suerte y bienestar (T. Janas, Radom, 1955) (Vééase 13.7.
Nochebuena).

Janina Zbiciak afirma que la remolacha es muy sana. Cualquier persona que tenga problemas sanguííneos, deberíía beber
cada díía un vaso de zumo de remolacha. La receta de su preparacióón es muy simple. Hay que pelar una remolacha,
cortarla en rodajas y ponerla en una cazuela de barro, aññadir unos cuantos dientes de ajo y un litro de agua. Despuéés
hay que poner la cazuela en un lugar calentito y echar un poquito de sal. A los 3 o 4 díías el zumo de remolacha estáá
listo para beber. En relacióón con esto, Janina Zbiciak cita el refráán Kto je buraka, ten nie ma raka [El que coma
remolacha, no tendráá cááncer] (J. Zbiciak, Legionowo, 1948) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Si alguien ve una estrella fugaz, debe pedir un deseo y el deseo se cumpliráá (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L.
Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; J. P. Szczecin, 1979).
A la primera estrella que una persona vea durante la noche, debe pedirle un deseo, porque la supersticióón afirma que se
haráá realidad (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

La luna llena se suele asociar a la buena suerte (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

El díía de Corpus Cristi se construyen al aire libre altares para la procesióón. Estos altares se adornan con ramas de
abedul. Existe una creencia popular segúún la cual llevar a casa un ramo de abedul, o aunque sóólo unas hojas de este
áárbol, trae mucha suerte (Podlaska, Krogulska, 2009: 154) (Vééase el apartado 5.2.7.1. Abedul).

Durante la éépoca navideñña, se cuelga en las puertas de sus casas un poco de muéérdago para propiciarse buena suerte
durante el nuevo añño que pronto comenzaráá (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949) (Vééanse 5.1.12. Muéérdago y 13.7. Nochebuena).
Existen muchas supersticiones relacionadas con el tiempo meteorolóógico que se transmiten con las paremias: con el
refráán Zielone Boże Narodzenie, biała Wielkanoc [Navidad verde, Semana Santa blanca] se indica que si no hay nieve
en Navidad, hay que esperarla en Semana Santa (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). El refráán Gdy choinka tonie w
wodzie, jajko toczy się po lodzie [Cuando el áárbol de Navidad se hunde en el agua, el huevo rueda sobre el hielo](U.
Orchowska, Wierzbiczany, 1949)pronostica que, si en Navidad no hace fríío y la nieve se derrite, haráá fríío y nevaráá
durante la Semana Santa (Vééase 13.17. Semana Santa).

Durante la cena de Nochebuena se debe meter un poco de muéérdago debajo del mantel para asegurarse buena suerte (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969)
(Vééase 5.1.12. Muéérdago y 13.6. Navidad).
Existe tambiéén la costumbre de besarse debajo de los ramos de muéérdago colgados del techo, acto que deberíía
deparar a la pareja amor eterno (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949) (Vééase 5.1.12. Muéérdago).
En la parte sur y suroeste de Polonia (Podhale, Pogóórze, Rzeszóów, Sandomierz, Lublin, etc.), se cuelga el techo, por
encima de la mesa de Nochebuena, la copa de un abeto decorada con galletas caseras, manzanas rojas, nueces, semillas
de avena doradas y adornos de papel. Se cree que este tipo de decoracióón, llamado el áárbol divino, no sóólo decora la
casa, sino que tambiéén tiene otras propiedades muy positivas porque protege la casa ante todo tipo de desgracias y
males, asíí como asegura a sus habitantes el bienestar, el acuerdo y el amor (B. Ogrodowska, 2009: 20) (5.2.7.2. Abeto).
Cuando se prepara la carpa ——un pescado que se come tradicionalmente en la cena de Nochebuena——, hay que
guardar una escama en la cartera. Esta escama funcionaríía de talismáán y haríía que nunca faltara dinero (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; L. Kazimierczak; Bydgoszcz, 1980; A. Szczepulska, Krakóów, 1979; Joanna Antkiewicz,
Myszkóów, 1958; M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 1.12. Cartera).
Con las nueces y tambiéén con las manzanas se suele decorar la mesa durante la cena de Nochebuena, porque se cree
que estos frutos traen suerte y bienestar (T. Janas, Radom, 1955) (Vééase 11.27.9. Nuez).
Si durante la cena de Nochebuena ponemos debajo de nuestro plato una moneda, alejaremos posibles problemas
financieros a lo largo de todo el Añño Nuevo (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 1.42. Plato).
Se aconseja consumir un poco de cada una de las doce comidas que se sirven durante el banquete de la Nochebuena. De
esta manera, se asegura prosperidad para el añño que estáá por entrar (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Objetos cortantes como tijeras, cuchillos, limas, etc. deben estar guardados en cajones o cajas, puesto que, si estáán al
descubierto, auguran fuertes conflictos alrededor del sujeto que los posea. Sóólo hay un díía en todo el añño, el díía de la
cena de Nochebuena, en el que dichos objetos se deben poner debajo de las patas de la mesa en la que se sientan los
conmensales. Este procedimiento garantizaráá a todos los familiares armoníía y tranquilidad (T. Pańczyk, Radom, 1954).
(Vééase 1.47 tijeras).
Durante la cena de Nochebuena, los invitados no deberíían levantarse de la mesa. Si lo hacen, no pondráán huevos las
gallinas de sus granjas (Zadrożyńska, 2000: 56-57) (Vééase 4.22. Gallina).
Si en el díía de Nochebuena la primera persona que viene o llama a la puerta es una mujer, es presagio de mala suerte o
una enfermedad; si, en cambio, la visita es de un hombre, se interpreta como seññal de buen augurio (L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980) (Vééase 16. Mujer).
En Nochebuena nadie debe pelearse, porque ahuyentaríía la prosperidad y la felicidad para todo el añño siguiente (I.
Radzymińska, Toruń, 1979).
El díía de la Nochevieja, si entra primero una mujer en casa, llegaráá la mala suerte; si, en cambio, entra primero un
hombre, trae buena suerte (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969).
Los polacos creen que, del mismo modo que transcurre el primer díía del añño, asíí seráá el resto del añño que comienza
(N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 8.2. Enero). Por eso,
conviene tener cuidado con lo que se hace el 1 de enero, pues todo lo que un sujeto realiza ese díía va a repercutir en el
resto del añño, pues haráá lo mismo durante todo ese añño (J. P. Szczecin, 1979; A. Szczepulska, Krakóów, 1979)
(Vééase 8.2. Enero).

La vííspera del díía de San Andréés, el 29 de noviembre, es denominado en Polonia Andrzejki [Andresitos] y segúún la
tradicióón es una noche en la que se reúúnen las amigas solteras para realizar predicciones que se refieren a sus futuros
esposos.
J. P. (Szczecin, 1979), Anna Szczepulska (Krakóów, 1979) y Lucyna Kazimierczak (Bydgoszcz, 1980) recuerdan que en
sus colegios se organizaba por esas fechas, una tarde de fiestas y adivinaciones. Uno de los ritos consistíía en colar la
cera caliente de una vela, por lo tanto, ya disuelta, a travéés del ojo de una llave; el chorrito de cera caliente pasaba por
el ojo de la llave, para terminar cayééndose en una palangana llena de agua fríía. En cuanto la cera se endurecíía, se la
sacaba y se proyectaba a media luz su sombra en la pared. Observando su forma se intentaba adivinar el aspecto del
futuro esposo o predecir el porvenir.
Ewa Podkowska (Warszawa, 1987) afirma que, para que el augurio se cumpla, hace falta tener en cuenta un detalle muy
importante: la persona dispuesta a que se le prediga el porvenir debe sujetar la llave mientras otra persona se ocupa de
colar la cera caliente a travéés del ojo de la llave.
Existe otro rito con zapatos. Cada uno de los presentes se quita los zapatos que se colocan en la fila empezando desde la
parte opuesta de la habitacióón y llegando hasta la puerta. Aquel cuyos zapatos alcanzan primero el umbral de la
habitacióón, se casaráá antes que los demáás (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 1.54. Zapato).

Todos los informantes nos confirman que durante la Noche de San Juan se sale a los campos para buscar las flores de
helechos, ya que se dice que las flores de estas plantas traen buena suerte a quien las encuentre (Vééase 5.1.6. Helecho).
Encontrar un tréébol de cuatro hojas trae, en general, buena suerte. Su poder seráá máás fuerte aúún si se encuentra
durante la noche de San Juan (Podlaska, Krogulska, 2009: 158-159) (Vééase 5.1.21. Tréébol).
Durante la Noche de San Juan se tejen guirnaldas que se dejan correr en el agua del ríío. La persona cuya guirnalda llega
antes a un punto fijado de antemano, seráá feliz (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

Segúún una tradicióón muy difundida en Polonia, el Sáábado Santo cada familia debe ir a la iglesia con una cesta llena
de alimentos para bendecirlos. Esta usanza estáán tan arraigada que, para este díía, en las iglesias se establecen horarios
especiales en los cuales se bendicen las cestas. Estas cestas llevan habitualmente un huevo cocido, embutido, un trozo de
pan y queso, aunque cada uno puede aññadir lo que quiera. La cesta y, sobre todo, su contenido tienen un nombre
especial: święconka [lo bendito]. Los productos benditos se consumen en la comida máás importante de toda la Semana
Santa: el desayuno del Domingo. Segúún la supersticióón que nos refiere Urszula Orchowska (Wierzbiczany, 1949), de
la święconka no se debe desperdiciar nada, hay que comerlo todo, incluso las migas del pan bendito se deben echar a los
páájaros. De lo contrario se pasaríía hambre en el futuro.
Los refranes meteorolóógicos condesan bastantes supersticiones, como: Zielone Boże Narodzenie, biała Wielkanoc
[Navidad verde, Semana Santa blanca],con el que se indica que si no hay nieve en Navidad, hay que esperarla en
Semana Santa (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980). Asimismo, en la paremia Gdy choinka tonie w wodzie, jajko toczy
się po lodzie [Cuando el áárbol de Navidad se hunde en el agua, el huevo rueda sobre el hielo](U. Orchowska,
Wierzbiczany, 1949),se pronostica que si en Navidad no hace fríío y la nieve se derrite, haráá fríío y nevaráá durante la
Semana Santa (Vééase 13.6. Navidad).

En la confeccióón de coronas y palmas para el Domingo de Ramos se aprovecha el sauce (Podlaska, Krogulska, 209:
172), el laurel (Podlaska, Krogulska, 2009: 159) y, sobre todo, las hojas de palma. En cambio, no se deben utilizar las
hojas o ramas de áálamo, que, segúún las creencias cristianas, es el úúnico áárbol que no expresóó ningúún dolor
despuéés de la muerte de Cristo. (Podlaska, Krogulska, 2009: 172) (Vééanse 5.2.7.3. ÁÁlamo, 5.1.9. Laurel, 5.1.13.
Palma y 5.2.6. Sauce).
La hoja de palma bendita el Domingo de Ramos se seca y se guarda hasta el domingo de Ramos del añño siguiente para
propiciar prosperidad y felicidad (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 5.1.13. Palma).
Se cree tambiéén que las palmas bendecidas en la iglesia protegen de enfermedades graves y de todo tipo de epidemias y
pestes. Por eso, se suele colgar fuera de una ventana de la casa para que pueda proteger a sus habitantes (H. Motyka,
Radom, 1937) (Vééase 5.1.13. Palma).


Es frecuente llevar talismanes o piedras máágicas para espantar y ahuyentar espííritus malignos (N. Antkiewicz, Gdynia,
1983).

El áámbar es una piedra que protege de las enfermedades de la garganta. La mejor proteccióón la proporciona un collar
de áámbar no tallado (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 18. Medicinas y remedios).

Algunos informantes (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; I. Radzymińska,
Toruń, 1979) consideran positivo que los excrementos de un páájaro caigan encima de alguien, pues significa que esa
persona tendráá buena suerte.
Quien pisa un excremento de perro, debe ir a jugar a la loteríía (comprar un boleto), pues muy probablemente le toque.
En esta situacióón se utiliza la siguiente expresióón: Musisz zagrać w totolotka [Tienes que ir a jugar a la loteríía] (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983).

Si una mujer embarazada pide un favor y la persona a la que se lo pide se niega, esta úúltima puede estar segura de que
los ratones le van a comer su mejor vestido (Maria Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 4.29. Ratóón y rata). Segúún otra
versióón, a la mujer embarazada no se le debe negar nada, puesto que los ratones se comeráán a quien lo haga (U. Witak,
Laski, 1958) (Vééase 4.44. Ratóón y rata).
Las embarazadas no deben enhebrar la aguja, pues este acto podríía provocar el estrabismo en el niñño (U. Orchowska,
Wierzbiczany 1949) (Vééanse 1.1. Aguja y 1.29. Hilo).
A las mujeres embarazadas se les aconseja no llevar collares, cadenitas, pulseras o joyas parecidas, para evitar que el
niñño nazca con el cordóón umbilical alrededor del cuello o, lo que es peor, para que el niñño no nazca muerto (I.
Radzymińska, Toruń, 1979) (Vééase 1.42.10. Hilo; 1.32. Pulsera). Segúún otra versióón de dicha creencia, las mujeres
embarazadas no deberíían tocar hilos o cordones para evitar que el cordóón umbilical se enrolle al cuello del niñño y lo
asfixie (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.29. Hilo y 1.44. Pulsera).
Las embarazadas no deberíían teññirse el pelo durante el embarazo para que el pequeñño no tenga pelo rojo (Violetta
Pietrzak, 1969) (Vééase 3.12. Pelo o cabello).
La mujer embarazada no deberíía tocarse la tripa, pues atrae la mala suerte (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase
3.14. Piel: lunar y verruga).
Si una mujer embarazada ve un ratóón y se asusta, deberíía procurar no tocarse ninguna parte del cuerpo. Si lo hace, el
bebéé, al nacer, tendráá un lunar velludo en la misma parte del cuerpo que su madre se tocóó, (U. Witak, Laski, 1958)
(Vééase 3.14. Piel: lunar y verruga).
Si una mujer embarazada sueñña con el parto de una vaca, su propio parto seráá difíícil (Adamska, 2007: 157) (Vééanse
19. Sueñños y 4.46. Vaca y toro).
Una mujer embarazada no debe fijarse ni mirar durante mucho tiempo a los cerdos. De no respetarlo, su bebéé naceráá
con la cabeza de este animal (S. Bożyk, Krakóów, 1949) (Vééase 4.10. Cerdo).
Para que el bebéé sea inteligente y tenga un alma sensible, es recomendable que la mujer, durante el embarazo, escuche
múúsica cláásica y lea a los filóósofos (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Una embarazada que va a una boda traeráá mala suerte a los novios (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 17.1.
Matrimonio).
Trae mala suerte elegir a una mujer embarazada como madrina de un niñño que va a ser bautizado (N. Antkiewicz,
Gdynia, 1983; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949).
Una mujer embarazada no debe mirar por el ojo de la cerradura, porque, si lo hace, su hijo tendráá los ojos bizcos (T.
Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 1.1. Aguja y 1.31. Llave y cerradura).
Una mujer embarazada no debe coserse el calcetíín roto sin quitáárselo. Si lo hace, su hijo o hija naceráá con una
concrescencia en dos dedos de su pie, precisamente en el mismo pie donde su madre llevava el calcetíín cosido (T.
Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 1.8. Calcetíín).
Si una mujer embarazada se mide el períímetro del vientre, el cordóón umbilical puede enrollarse en el cuello del bebéé
y asfixiarlo (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 3.18. Vientre).
Existen algunas formas de predecir el sexo del bebéé que va a nacer:

Es posible predecir el sexo del bebéé con el primer puntapiéé que da en el vientre de su madre es posible predecir su
sexo. Basta con que la embarazada preste atencióón en quéé parte de la tripa ha sido golpeada: un puntapiéé a la
derecha anuncia el nacimiento de un niñño, a la izquierda de una niñña (U. Orchowska, Wierzbiczany 1949) (Vééase
2. Derecha/Izquierda).
La mujer que durante el embarazo se pone guapa de cara, espera a un niñño; si, en cambio, la piel de su cara pierde la
frescura, el pelo el brillo, va a dar a luz a una niñña (U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M. Bogdanowicz, Gdynia,
1983) (Vééanse 3.12. Pelo o cabello y 3.14. Piel: lunar y verruga).
Si el vientre de la mujer embarazada es muy grande, espera a un varóón; si no lo es, la mujer tendráá a una niñña (Z.
Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 3.18. Vientre).
Si el vientre de la mujer embarazada estáá en posicióón alta, el bebéé seráá un varóón; si estáá en posicióón baja,
anuncia el nacimiento de una niñña (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 3.18. Vientre).

Si en el díía de Nochebuena la primera persona que llama a la puerta es una mujer, anuncia la mala suerte o una
enfermedad; en cambio, la visita de un hombre es de buen augurio (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 13.7.
Nochebuena).

Los meses máás afortunados para celebrar enlaces matrimoniales son los que llevan la letra R (N. Antkiewicz, Gdynia,
1983; A. Szczepulska, Krakóów, 1979).
Trae mala suerte casarse en mayo (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; A. Szczepulska, Krakóów, 1979).
Para que el díía de la boda haga buen tiempo, la novia debe poner sus zapatos fuera de la ventana unos díías antes de la
celebracióón (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééanse 1.52. Ventana y 1.54. Zapato).
Los testigos de la boda no pueden ser dos hombres o dos mujeres, para no atraer la mala suerte. Lo ideal seríía que el
novio vaya con una madrina y la novia estéé acompaññada por un padrino (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Maria Pietrzak (Tuchola, 1939) advierte sobre el peligro de que una persona se pruebe la alianza o el anillo de
compromiso de otra: si lo hace, el futuro matrimonio estaráá abocado a salir mal (Vééase 1.3. Anillo).
Es un mal presagio para los novios si, durante la ceremonia, tanto en la iglesia como en el ayuntamiento, la alianza se les
cayese al suelo. Para no alterar la felicidad de la pareja y de su matrimonio, esto se puede remediar: la alianza la debe
recoger el cura o el testigo de la boda (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 1.3. Anillo).
En el díía que precede a la boda se suelen romper en el umbral de la casa de la novia botellas y viejas vajillas, para
asegurar buena suerte a los novios (Maria Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 1.5. Botella).
En algunas partes de Polonia (Łomża) se celebra todavíía un rito propiciatorio antes de la ceremonia. El díía de la boda,
el novio va a casa de la novia, ambos se ponen de rodillas delante de sus padres y el alcalde del pueblo o el casamentero
les une las manos con una toalla (ręcznik). Esta ceremonia, llamada rękowanie [unióón de las manos con una toalla],
acompaññada de la bendicióón de los padres, asegura a la pareja una unióón muy feliz y duradera. Despuéés los novios
se dirigen a la iglesia (A. Kowal, Łomża, 1952) (Vééase 1.48. Toalla).
En las bodas, antes de que los novios salgan hacia la iglesia, la madre de la novia les ofrece sal y pan, para desear a la
pareja que nunca les falte comida en su futura vida matrimonial (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin, 1979)
recuerda ademáás la existencia de otra versióón de esta misma supersticióón segúún la cual este rito se debe realizar de
regreso de la iglesia (Vééase tambiéén 11.24. Sal).
Es importante que los novios, el díía de la boda al atravesar el umbral de la iglesia o del ayuntamiento, entren con el pie
derecho para no atraer sobre síí mismos la mala suerte (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 2.5. Pie).
Cuando los reciéén casados salen de la iglesia, se les tiran encima monedas, que simbolizan el bienestar y el deseo de
que nunca les falte dinero. Para propiciar la buena suerte, los reciéén casados deberáán recoger ellos solos todas las
monedas del suelo, sin que nadie les ayude ((J. P. Szczecin, 1979; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; L. Kazimierczak,
Bydgoszcz, 1980; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; I. Radzymińska, Toruń, 1979) (Vééase 1. 34. Moneda y dinero).
El díía de la boda, el novio debe llevar en el bolsillo del pantalóón unas cuantas monedas. De esta manera, aseguraráá
prosperidad y bienestar a su futura familia (U. Orchowska, Wierzbiczany 1949) (Vééase 1.34. Moneda y dinero).
A los novios, a la salida de la iglesia se les arroja arroz para propiciar bienestar y fecundidad a los reciéén casados (M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééase tambiéén 11.6. Arroz y 5.1.22. Trigo).
Antañño a los novios que salíían de la iglesia despuéés de la boda, se les echaba trigo para asegurarles bienestar y
fecundidad. Se creíía que la novia reciéén casada tendríía la misma cantidad de hijos que granos de trigo que se
depositaran en su cabeza. Los granos se recogíían y se poníían cerca de una cruz o del retrato de un santo. La novia
debíía poner en su zapato como míínimo tres granos de trigo. Si la boda se celebraba en verano, los novios, para
asegurarse la fecundidad, hacíían el amor en un trigal; en cambio, si se celebraba en otoñño o invierno, poníían debajo
de las sáábanas nueve granos de trigo (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase 5.1.22. Trigo).
En las bodas, antes de comenzar el banquete, todos los invitados brindan por los novios. Tras beber el champáán los
novios lanzan sus copas hacia atráás con mucha fuerza. Se cree que si las copas se rompen, los novios seráán felices
durante todo su matrimonio. En caso contrario, su enlace estaráá rodeado de penas y desgracias (J. P. Szczecin, 1979; V.
Pietrzak, Gniewkowo, 1969; I. Radzymińska, Toruń, 1979; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; U. Orchowska, Wierzbiczany
1949).
Durante el banquete de boda, cuando llegan las doce de la noche, o incluso un poco máás tarde, es costumbre que se
celebren las llamadas oczepiny. El acto que consiste en quitar a la novia el velo. Todas las mujeres solteras presentes en
la ceremonia deben formar un cíírculo alrededor de la novia, cogerse de las manos y girar. La novia tiene los ojos
tapados y tira el velo hacia atráás. La primera mujer soltera que lo atrape seráá la siguiente en casarse (M. Szymanek,
Opole, 1976; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Los novios, despuéés de celebrarse la boda, tienen que plantar juntos un tilo. Se cree que, si un díía llegan a reññir o
tienen otra situacióón conflictiva, deben tratar de resolver su problema bajo este áárbol. De este modo, encontraráán
solucióón positiva a su conflicto, alcanzaráán respeto mutuo y conseguiráán un amor máás duradero (Podlaska,
Krogulska, 2009: 171) (Vééase 5.2.7.12. Tilo).
Cuando una pareja se casa, al entrar en la nueva casa, el novio tiene que llevar a la novia en brazos para asegurarse la
felicidad (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 1.13. Casa).
Una supersticióón, extendida no sóólo en Polonia, reza que el novio no debe ver a la novia con el vestido de boda puesto
antes de la ceremonia (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; M. Pietrzak, Tuchola, 1939; J. P. Szczecin, 1979; L.
Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949) (Vééase 1.53. Vestimenta).
Cuando una persona se casa tiene que llevar puesto algo azul, algo viejo y algo prestado (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983;
I. Radzymińska, Toruń, 1979; M. Pietrzak, Tuchola, 1939), y tambiéén algo nuevo (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983)
(Vééase 10.2. Azul).
La novia debe ponerse el velo ella misma o, por lo menos, no deberíía dejar que la ayude una joven soltera, pues éésta
podríía quitarle su futuro marido (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
El díía de la boda, la novia, bajo ningúún concepto deberíía llevar un collar de perlas, ya que ééstas, al ser síímbolo de
láágrimas, comprometeríían para siempre la felicidad del matrimonio (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 1.40.
Perla).
Hay personas que afirman que, si la novia se pone un collar de conchas de caracoles el díía de su boda, tendráá muchos
hijos (M. Szymanek, Opole, 1976) (Vééase 4.9. Caracol).
El díía de la boda, la novia no debe cambiarse de zapatos, pues significaríía que, en futuro, cambiaríía tambiéén de
marido (U. Orchowska, Wierzbiczany 1949) (Vééase 1.54. Zapato).
Los claveles son flores que traen mucha suerte. Por eso, las novias el díía de su boda llevan los ramos de estas flores (A.
Kowal, Łomża, 1952) (Vééase 5.1.3. Clavel). Otras flores que se utilizan para los ramos de novias son las margaritas,
pues simbolizan el amor. Nunca se emplea la flor de lis, pues trae mala suerte (N. Kochan, Radom, 1939) (Vééase
5.1.11. Margarita).
Los novios no deben acudir a la ceremonia de su boda en un coche negro, porque esto no les augura una unióón muy
feliz. Tampoco pueden utilizar el coche de la familia, pues trae mala suerte. Lo mejor es alquilarlo o tomarlo prestado
(N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 1.17. Coche).
En máás de una ocasióón, tras el enlace matrimonial se liberan las palomas (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983). La paloma
es el mensajero del amor y se cree que trae mucha suerte a los enamorados (Vééase 4.38. Paloma).
Si un perro corre delante de los novios que van a la iglesia para celebrar la ceremonia de la boda, no es una buena seññal
para los futuros cóónyuges (Podlaska, Krogulska, 2009: 149) (Vééase 4.40. Perro). Asimismo, si ven por el camino un
cuervo o una corneja, es mejor que hagan como si no los hubieran visto, porque generalmente se cree que estos animales
no traen buena suerte (U. Witak, Laski, 1958) (Vééase 4.16. Corneja). De lo contrario, si ven un grajo o una grulla
pueden estar seguros de que seráán felices, pues tanto la grulla como el grajo se asocian a la fidelidad (K. Pająk, Gdańsk,
1952) (Vééanse 4.18. Cuervo y grajo y 4.28. Grulla).
Una embarazada que va a una boda traeráá mala suerte a los novios (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980) (Vééase 16.2.
Embarazo).
Si alguien barre hacia una persona, éésta no se casaráá nunca (M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééase 1.23. Escoba).
Si un perro muerde a una persona soltera, es un signo de que pronto se casaráá (U. Orchowska, Wierzbiczany 1949)
(Vééase 4.40. Perro).
Si una joven soltera recibe un par de zapatos de regalo, se casaráá pronto. Por esta razóón, en muchas tiendas se
encuentran tambiéén zapatos en miniatura destinados a las solteras (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééanse 1.52. Ventana
y 1.54. Zapato).
La mujer soltera que críía los pavos reales o les da de comer, tendráá problemas en encontrar marido. Sin embargo, si
una muchacha soltera encuentra inesperadamente un pavo real en su camino, significa que se casaráá pronto (Podlaska,
Krogulska, 2009: 140) (Vééase 4.39. Pavo).

Muchas mujeres, cuando quieren saber si sus novios las quieren, recurren a una prááctica supersticiosa que consiste en
deshojar una margarita (Vééase 5.1.12. Margarita).
Para que un noviazgo entre dos personas que se quieren pueda desarrollarse felizmente y sea duradero, en los lugares de
sus encuentros no deberíía crecer ningúún áálamo (U. Witak, Laski, 1958) (5.2.7.3. ÁÁlamo).
Si una persona sueñña con una o varias botellas llenas, significa que va a tener mucho ééxito en el amor y durante su
noviazgo. En cambio, si sueñña con botellas vacíías, significa que le ocurriráán desgracias de todo tipo (T. Pańczyk,
Radom, 1954) (Vééase 1.5. Botella y 19. Sueñños).

Si a alguien le sale un orzuelo en el ojo, puede quitáárselo frotáándolo con un anillo de oro (V. Pietrzak, Gniewkowo,
1969) (Vééase 1.3. Anillo).
El áámbar protege de las enfermedades de la garganta. La mejor proteccióón, la proporciona un collar de áámbar no
tallado (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969) (Vééase 14.1. ÁÁmbar).
Las semillas de castaññas o incluso las mismas castaññas quitan todo tipo de dolores (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééase
11.10. Castañña).
Las castaññas tienen el poder de neutralizar la radiacióón (T. Bohun, Żywiec, 1951) (Vééase 11.10. Castañña).
Si a alguien le duele la cabeza, la mejor manera de quitarse el dolor es frotarse las sienes con una cebolla o con un trozo
de hielo (T. Janas, Radom, 1955) (Vééanse 3.1. Cabeza y 11.11. Cebolla).
El ciervo volante tiene propiedades curativas, sobre todo, en lo referente a las enfermedades mentales (R. Śniegocki
[www.lp.gov.pl/Members/ Haze/.../]) (Vééase 4.11. Ciervo volante).
Las hojas de laurel aumentan el apetito y ayudan a hacer la digestióón. Con el laurel se preparan tambiéén infusiones y
ungüüentos destinados contro el reuma, el dolor de articulaciones, etc. (M. Lewandowska, Radom, 1955) (Vééase 5.1.9.
Laurel).
El perejil se considera un remedio eficaz contra la esterilidad (B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 5.1.14. Perejil).
El romero tiene el poder de prolongar la juventud y mantener la belleza (H. Motyka, Radom, 1937) (Vééase 5.1.16.
Romero).
El romero ayuda en el tratamiento de enfermedades del estóómago, del híígado y de los huesos (H. Motyka, Radom,
1937) (Vééase 5.1.16. Romero).
El hinojo ayuda a combatir la tos y los problemas gáástricos. Sin embargo, su exceso puede tener efectos adversos como
convulsiones, aturdimientos, irritacióón de la membrana mucosa, etc. (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 5.1.7.
Hinojo).
El hinojo ayuda a estimular la bajada de la leche en las madres lactantes (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 5.1.7.
Hinojo).
Las mujeres embarazadas no deberíían consumir el jugo de hojas secas de sáábila. De hacerlo, su leche se estropearíía
(Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééase 5.1.19. Sáábila).
Se recomienda la remolacha, y especialmente su zumo, contra problemas sanguííneos (Vééase 11.27.13. Remolacha).
Las pinochas o agujas de pino protegen de las enfermedades. Por eso se cree que trae buena suerte plantar pinos u otros
conííferos cerca de las casas (T. Kurowska, Legionowo, 1950) (Vééase 5.2.5. Pino).
La infusióón de hojas de sauce es un eficaz remedio anticonceptivo. Pero los granos y la flor de sauce provocan
esterilidad, si se comen (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 5.2.6. Sauce).
Contra el insomnio se recomienda lavarse los pies en la decoccióón de raííz de sauce (T. Pańczyk, Radom, 1954)
(Vééase 5.2.6. Sauce).
El abedul es recomendable contra un resfriado o el debilitamiento fíísico. Cuando alguien siente escalofrííos, lo mejor es
ir a un bosque de abedules y sacudir uno por uno varios de estos áárboles pronunciando las siguientes palabras: Trzęś
mnie, jak ja ciebie, a potem przestań [Sacúúdeme como yo a ti y despuéés deja de hacerlo] (A. Zióółkowska, Radom,
1949) (5.2.7.1. Abedul).
Al aceite de abeto se adscriben propiedades relajantes y tranquilizantes (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (5.2.7.2.
Abeto).
Es muy recomendable estar cerca de áárboles como el abedul, el haya, el roble, el arce y el fresno, puesto que su
presencia mejora la salud, quita el estréés y fortalece todo el organismo (Z. Malicka, Otwock, 1945) (Vééanse 5.2.7.1.
Abedul, 5.2.7.5. Arce, 5.2.7.7. Fresno, 5.2.7.8. Haya, 5.2.7.9. Roble).
El roble tiene el poder de curar enfermedades de las víías respiratorias y de los dientes (Vééase 5.2.7.9. Roble).
Las hojas de roble, las bellotas y las ramas de este áárbol, preparadas adecuadamente, tienen el poder de curar úúlceras,
nictalopíía, temblores en páárpados, etc. (Vééase 5.2.7.9. Roble).
El tiemblo protege ante las enfermedades. Se dice que cualquier persona que se arrime a este áárbol, se va a desprender
de malas energíías (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (Vééase 5.2.7.11. Tiemblo o áálamo temblóón).
La miel se aprovecha en la confeccióón de medicamentos populares por sus innegables propiedades curativas (N.
Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 11.19. Miel).


Existen creencias muy generales sobre los sueñños. Indicamos a continuacióón las máás extendidas:

Dormir apoyado sobre en el lado izquierdo del cuerpo provoca sueñños desagradables (L. Kazimierczak, Bydgoszcz,
1980) (Vééase 2. Derecha/Izquierda)
El primer sueñño que se tiene en un lugar nuevo, en el que se duerme por primera vez, siempre se cumple (M.
Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

Otras supersticiones se basan en la interpretacióón de los sueñños.

Se considera negativo soññar con dientes, ya que es un signo de mala suerte (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983) (Vééase 3.3.
Diente).
Soññar con niñños tampoco se considera positivo (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).
Soññar con un alacráán se considera una advertencia ante posibles péérdidas, posiblemente causadas por enemigos.
Segúún lo que se sueñña, puede haber varias interpretaciones:

soññar con intentar coger o cazar un alacráán, significa que los proyectos que se estáán llevando a cabo son
peligrosos;
si alguien sueñña con matar un alacráán o escorpióón, seráá capaz de defenderse de las acusaciones de otras personas;
si alguien sueñña con que le pica un alacráán, tendráá péérdidas.

(Adamska, 2007: 276-277) (Vééase 4.3. Alacráán).


El que sueñña con un caracol tendráá mucho ééxito gracias a un trabajo sistemáático y duradero. Si en su sueñño estáá
recogiendo caracoles, habráá cambios en su vida. Si se sueñña con coméérselos, pronto caeráá enfermo. Si se sueñña con
pisarlos, se estáá a punto de cometer algúún error (Adamska, 2007: 296) (Vééase 4.9. Caracol).
Soññar con tener un cerdo presagia bienestar; soññar con una cerda y sus cerditos, anuncia un gran negocio; si aparece
alguien cebando a los cerdos, augura bienestar; igualmente, si se sueñña con que el cerdo muere se tendráá mucha
felicidad (Adamska, 2007: 298) (Vééase 4.10. Cerdo).
Quien sueñña con un colibríí, tendráá mucho ééxito en su trabajo y negocios. Asimismo, podráá ahorrar mucho dinero,
lo cual le ayudaráá a vivir feliz. En cambio, soññar con un colibríí muerto predice un fracaso (Adamska, 2007: 145)
(Vééase 4.13. Colibríí).
Si alguien sueñña con un elefante, significa que tiene un adversario fuerte e influyente que puede representar una
amenaza para sus negocios. Soññar con montar un elefante preanuncia un acontecimiento muy interesante e inesperado.
Soññar con muchos elefantes es un presagio de bienestar (Adamska, 2007: 278) (Vééase 4.21. Elefante).
Quien sueññe con un lobo tiene a su lado una persona falsa. Si se sueñña con cazar lobos, se venceráá una serie de
dificultades. Si, en cambio, se sueñña con estar rodeados por una manada de lobos, presagia un endeudamiento u otro
peligro. Si alguien sueñña con una loba, necesita algo de ternura en su vida (Adamska, 2007: 325) (Vééase 4.33. Lobo).
Si alguien sueñña con un rebañño de ovejas, le van a llegar muchas riquezas. Pero, si en el sueñño las ovejas estáán
delgadas o enfermas, anuncia un fracaso financiero. Tampoco resulta bueno para las finanzas soññar con esquilar ovejas.
Si se sueñña con comer carne de ovejano, tendráán lugar acontecimientos desagradables. Si alguien sueñña con un
borrego blanco, indica que tiene a su lado a un buen amigo; si sueñña con una oveja negra, hay un intruso en su vida
(Adamska, 2007: 322) (Vééase 4.37. Oveja).
Soññar con tener piojos anuncia la llegada de problemas y preocupaciones; su aparicióón en los sueñños tambiéén
advierte de la posible llegada de enfermedades. Si alguien sueñña con cazar piojos, puede que coja una enfermedad
contagiosa. Si se sueñña con matar piojos, anuncia mucha felicidad y dinero (Adamska, 2007: 330) (Vééase 4.41. Piojo).
Soñar con polillas se considera una advertencia ante la existencia de enemigos o de falsos amigos que pueden causar
graves péérdidas econóómicas. Si se sueñña con polillas que vuelan, es seññal de la falsedad de algunos amigos
(Adamska, 2007: 197) (Vééase 4.42. Polilla).
Si alguien sueñña con un pulpo, significa que alguien se aprovecha de éél (Adamska, 2007: 221) (Vééase 4.43. Pulpo).
Si se sueñña con una rana escondida en la hierba, se podráá contar con la ayuda de un amigo para solucionar un
problema futuro. Si en el sueñño la rana aparece en un estanque o en el fango, significa que habráá problemas que se
resolveráán gracias a los amigos. Si se sueñña con ranas que croan, llegaráán buenas noticias. Cuando alguien sueñña
con coger o capturar ranas, es seññal de que tendráá problemas de salud. Soññar con comer un plato de ranas, significa
recibir honores. Por el contrario, la persona que sueñña con ranas exóóticas, se enfrentaráá con situaciones
desagradables (Adamska, 2007: 347) (Vééase 4.45. Sapo y rana).
Soññar con una urraca se considera una advertencia ante un posible robo. Soññar con una bandada de urracas predice la
traicióón de una mujer (Adamska, 2007: 282) (Vééase 4.46. Urraca).
Soññar con una vaca anuncia, generalmente, mucho amor, bienestar y una vida cóómoda. Si se sueñña con una vaca con
las ubres llenas, los planes futuros se realizaráán. Si alguien sueñña con una vaca que estáá siendo ordeññada, no le
faltaráá nada en la vida. Si una mujer embarazada sueñña con el parto de una vaca, su propio parto seráá difíícil
(Adamska, 2007: 157) (Vééase 4.47. Vaca y toro).
Soññar con un toro anuncia, en general, problemas de todo tipo: situaciones peligrosas, enemigos, peleas en familia y
enconadas discusiones. Si en el sueñño se llega a matar al animal, se evitan todos estos males. Si es una mujer joven
quien sueñña con este bovino, esto significa que no le faltaráán pretendientes ricos y que viviráá un romance lleno de
pasióón pero difíícil (Adamska, 2007: 29) (Vééase 4.47. Vaca y toro).
Si se sueñña con un venado corriendo por un bosque, significa que se conseguiráá un buen empleo. En cambio, soññar
con un venado en un parque, se considera presagio de desgracia o tragedia familiar. Si se sueñña con un rebañño de
venados, se tendráán muchos amigos; si se sueñña con la lucha entre dos venados, es un presagio de riquezas y poder. Si
alguien sueñña con cazar a este mamíífero, se interpreta como anuncio de la muerte de un familiar; si alguien sueñña con
matar a este animal, significa que tendráá problemas con sus enemigos. Para las personas jóóvenes, soññar con un
venado es un presagio de gran amistad y para los cóónyuges, de tranquilidad y estabilidad (Adamska, 2007: 119)
(Vééase 4.48. Venado).
Quien sueñña con comer apio, tendráá una aventura amorosa. Si una mujer sueñña con plantar apios, su vida seráá
próóspera y feliz; en cambio, si un hombre sueñña con plantar apios, su vida estaráá llena de romances y flirteos.
Asimismo, quien sueñña con comprar apios tendráá aventurillas amorosas. Si se sueñña con coger apios, se esperan
grandes riquezas (Adamska, 2007: 272) (Vééase 5.1.2. Apio).
Si se sueñña con recibir un crisantemo, se tendráá mucha suerte en el amor. En cambio, soññar con regaláárselo a
alguien, significa que las relaciones amorosas se van a romper (Adamska, 2007: 36) (Vééase 5.1.23.8. Crisantemo).
Si alguien sueñña con una o varias botellas llenas, significa que tendráá mucho ééxito en el amor. En cambio, si sueñña
con botellas vacíías, significa que le ocurriráán desgracias de todo tipo (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééanse 1.5. Botella
y 17.2 Noviazgo y boda).
Si alguien sueñña con su casa familiar, significa que la estáá echando de menos. Si se sueñña con una casa en
construccióón, se aspira a una estabilizacióón de la situacióón profesional. Si alguien sueñña con una casa
completamente vacíía, sus esperanzas o aspiraciones no se cumpliráán; si sueñña con una casa completamente destruida,
significa que no tendráá suerte y es posible que tenga graves problemas de salud. Soññar con una casa en llamas y con
mucho humo advierte sobre una posible visita de ladrones (Adamska, 2007: 54) (Vééase 1.13. Casa).
Si alguien sueñña con mirar un coche, va a cambiar de domicilio. Si alguien va en coche muy deprisa, tendráá problemas
(Adamska, 2007: 270) (Vééase 1.17. Coche).
Quien sueñña con recibir un dedal, tendráá ééxito en sus negocios, entablaráá nuevas amistades y, en general, seráá feliz.
En cambio, soññar con perder un dedal anuncia pobreza (Adamska, 2007: 203) (Vééase 1.21. Dedal).
Quien sueñña con una o máás joyas, seráá muy afortunado, ya que le esperan grandes riquezas y honores. Si alguien
sueñña con llevar las joyas puestas, llegaráá a ocupar un cargo muy alto (Adamska, 2007: 140) (Vééase 1.30. Joya).
Soññar con ollas no trae buena suerte, pues, si se sueñña con una olla, se enfrentaráá con problemas o situaciones
desagradables. Asimismo, soññar con una olla rota anuncia peleas y riññas (Adamska, 2007: 83) (Vééase 1.36. Olla o
cazuela).
Quien sueñña que se peina con un peine presagia una enfermedad grave o la muerte de un conocido (M. Szymanek,
Opole, 1976) (Vééase 1.39 Peine).
Si alguien sueñña con platos, recibiráá una invitacióón a una ceremonia familiar solemne. Si se sueñña con comprar un
plato, se tendráá una visita inesperada. Si se sueñña con romper platos, significa que va a haber muchos problemas y
preocupaciones (T. Pańczyk, Radom, 1954) (Vééase 1.42. Plato).
Soññar con subir a una torre significa que los planes se realizaráán. La persona que sueñña con estar en la parte máás
alta de la torre saldráá victoriosa de la lucha contra sus rivales. Si alguien sueñña con subir a la torre de una iglesia, se
cumpliráán sus sueñños máás ííntimos (Adamska, 2007: 325) (Vééase 1.49. Torre).
Si alguien sueñña con su cabeza, sufriráá alguna enfermedad del sistema nervioso. Soññar con una cabeza calva,
advierte sobre amistades no muy recomendables; si se sueñña con una cabeza con mucho pelo, se tendráá mucho ééxito
(Adamska, 2007: 88) (Vééase 3.1. Cabeza).
Si alguien sueñña con tener una joroba, tendráá mucha suerte en las relaciones amorosas o ganaráá un premio importante
en la loteríía. En cambio, soññar con una persona jorobada es presagio de esperanzas fracasadas. Si alguien sueñña con
hablar con un jorobado, significa que tiene a su lado a alguien en quien puede confiar (Adamska, 2007: 82) (Vééase 3.4.
Joroba).
Si alguien sueñña con un cojo tendráá una desilusióón. Soññar con cojear uno mismo indica preocupacióón (Adamska,
2007: 161) (Vééase el apartado 3.15. Pierna, cojera).

Es preciso prestar atencióón a la situacióón de la cama en el dormitorio. Los pies de la cama no deberíían mirar hacia la
puerta, ya que adelantaríía la muerte de las personas que duermen en ella (I. Radzymińska, Toruń, 1979) (Vééase 1.9.
Cama).
Si las ratas o los ratones roen la cama, quien vive en casa moriráá pronto (Podlaska, Krogulska, 2009: 151) (Vééase 1.6.
Cama y 4.44. Ratóón y rata).
Si de repente se para el reloj de la casa, uno de sus habitantes moriráá de forma repentina (U. Orchowska, Wierzbiczany
1949; M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééase 1.45. Reloj).
Oíír el canto o verso de algunos animales se considera presagio de muerte. Esto se dice, por ejemplo, de
la lechuza sentada en la cornisa o en el tejado de una casa anuncia la muerte próóxima de uno de sus habitantes (U.
Orchowska, Wierzbiczany, 1949) (Vééase 4.32. Lechuza);
el pavo real, cuyo canto predice la muerte de algúún familiar (Podlaska, Krogulska, 2009: 148) (Vééase 4.39. Pavo
real);
el cacareo de la gallina (Podlaska, Krogulska, 2009: 143) (Vééase 4.22. Gallina);
el aullido del perro (Podlaska, Krogulska, 2009: 149) (Vééase 4.40. Perro).

Asimismo, ver un perro que cava un hoyo en el jardíín se considera presagio de muerte (Podlaska, Krogulska, 2009:
149) (Vééase 4.40. Perro).
Las cornejas y los cuervos se suelen asociar a la muerte, el luto o la guerra (U. Witak, Laski, 1958) (Vééanse 4.16.
Corneja y 4.18. Cuervo y grajo).
En la parte norteñña de Polonia (Kaszuby, Gdańsk), se dice tambiéén que el bostezo de una persona es presagio de
muerte. Por eso, cuando alguien estáá bostezando, hace falta hacer un chasquido con los dedos para no permitir que su
alma abandone el cuerpo (K. Pająk, Gdańsk, 1952) (Vééase 3.19.1. Bostezo).
Cuando un vaso estalla por síí solo, sin causa aparente, quiere decir que en el lugar donde se encuentra hay espííritus de
personas muertas (N. Kowalska, Laski, 1947) (Vééase 1.50. Vaso).
Si de repente se apaga una vela, un marinero va a morir (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983) (Vééase 1.51. Vela).
En la parte sur de Polonia se cree que, si hay un alerce plantado cerca de la casa, hay que procurar podarlo para impedir
que alcance una altura mayor a la de la propia casa. Si el áárbol llega a ser máás alto que la casa, la persona que lo
plantóó moriráá pronto (U. Witak, Laski, 1958) (5.2.7.4. Alerce).
Es posible causar la muerte de una persona pronunciando su nombre y, al mismo tiempo, cogiendo las hojas de perejil
(B. Zalewska, Warszawa, 1970) (Vééase 5.1.14. Perejil).
Cuando fallece alguien, se cubren los espejos en la casa del difunto (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska,
Wierzbiczany 1949) (Vééase 1.24. Espejo).
Antes de enterrar a los muertos, se esperan algunos díías (dos, tres, cuatro). Pero existe la supersticióón de que se debe
enterrar al muerto antes de que llegue el domingo, de lo contrario en la misma familia otra persona moriráá en breve (V.
Pietrzak, Gniewkowo, 1969).
Cuando alguien fallece, una vez que se ha celebrado el entierro, las personas que han ido a despedir al difunto no pueden
volver a mirar la tumba o la láápida del muerto, porque puede causar otro fallecimiento (N. Antkiewicz, Gdynia, 1983).

Los actores polacos tienen algunas costumbres supersticiosas que practican para evitar la mala suerte. Por ejemplo, si se
les cae el guióón, antes de recogerlo, deben pisarlo (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
No se debe obsequiar a nadie con recetas de cocina, ya que estas mismas recetas no le volveráán a salir a quien las revela
(V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969).
No se deben llevar colgantes en forma de cruz, ya que ello provocaríía una vida dura y llena de desgracias. Por ello, se
aconseja llevar medallas en su lugar (L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Si, por despiste, alguien olvida alguna pertenencia suya en un sitio, significa que, tarde o temprano, va a volver a ese
lugar (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
Recuéérdese, a este respecto, la tradicióón de echar una moneda en la Fontana de Trevi, el gesto con el cual los turistas,
no sóólo polacos, quieren asegurarse de volver a la Ciudad Eterna (Vééase 1.34. Moneda y dinero).
Un rito supersticioso de cierta difusióón es la denominada cadena de la buena suerte (łańcuch szczęścia). Se trata de una
carta, posible tambiéén en su versióón moderna del mensaje de texto víía móóvil o del correo electróónico, que se recibe
de un conocido o de un desconocido y que se debe reenviar a otras personas para conseguir suerte o para no atraer la
mala suerte. Si alguien rompe la cadena puede sufrir desgracias. El contenido del mensajeo puede ser muy variado.
Lucyna Kazimierczak (Bydgoszcz, 1980) recuerda que en éépoca de exáámenes se reciben mensajes con imáágenes de
trééboles de cuatro hojas, elefantes u otros síímbolos de buena suerte.
Encontrar a una monja por la calle trae mala suerte (I. Radzymińska, Toruń, 1979).
No se deben sacar de paseo a los reciéén nacidos que aúún no han sido bautizados para que no les echen el mal de ojo
(U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949).
Cuando un niñño cumple un añño, se ponen delante de éél distintos objetos: un vaso, una moneda, un libro y un rosario.
Dependiendo de lo que el niñño coja primero, se puede adivinar su futuro: si coge el vaso, va a ser un borracho; si elige
el libro, seráá un estudioso; si escoge el rosario, seráá un religioso; y, finalmente, si coje la moneda, seráá rico (N.
Antkiewicz, Gdynia, 1983; U. Orchowska, Wierzbiczany, 1949; M. Pietrzak, Tuchola, 1939) (Vééanse 1.55.11. Libro,
1.34. Moneda y dinero y 1.50. Vaso).
Nunca se debe pasar por encima de un niñño pequeñño, ya que, si se hace, ese niñño va a ser pequeñño siempre, no va a
crecer (M. Pietrzak, Tuchola, 1939).
Queremos incluir en este apartado algunas entradas que, pese a que no estéén del todo relacionadas con el mundo de la
supersticióón, vienen a constituir un importante bagaje de creencias que configuran un sistema de comunicacióón no verbal
comúúnmente aceptado en Polonia asíí como en otros paííses. Nos referimos a la simbologíía de flores y colores.

Segúún algunas creencias, sobre todo las de los jardineros, las plantas pueden hablarnos a travéés de síímbolos
determinados. De esta manera, entregando diferentes plantas a una persona, podemos transmitirle diferentes mensajes sin
recurrir al lenguaje oral. Por ejemplo, si un muchacho entrega a su novia una flor de cardo, le dice: Twoje słowa mnie ranią
[Tus palabras me hieren] (B. Zalewska, Warszawa, 1970).

CLAVEL
Esta flor simboliza un amor puro. Si un muchacho le entrega a su novia un clavel, con este gesto le transmite un mensaje
sin palabras, pero con el siguiente contenido: Moja miłość jest prawdziwa [Mi amor es verdadero]. Si le entrega un
clavel blanco es como si le dijera: Moje uczucie jest szczere [Mi sentimiento es muy sincero]. Si es rojo significa:
Bardzo ci dziekuję [Te agradezco muchíísimo] (A. Kowal, Łomża, 1952).
MARGARITA
Si un chico le entrega a su novia un ramo de margaritas, con este gesto le transmite las siguientes palabras: Ty jesteś
najpiękniejsza [Túú eres la máás bonita](U. Witak, Laski, 1958).
ROSA
En lo que se refiere a los colores de las rosas, se cree, por ejemplo, que una rosa roja simboliza el amor, sexo y pasióón.
La rosa de color rosa simboliza la amistad, la alegríía, la gratitud y el divertimiento; la amarilla, el entusiasmo; la de
color naranja, tambiéén el entusiasmo y, ademáás, la voluntad de vivir; la blanca, un amor incondicionable, la pureza y
la inocencia (T. Janas, Radom, 1955) (Vééase 10. Colores).

ABETO.
Muchas personas creen en las propiedades relajantes del aceite de abeto y afirman que calma la tensióón de múúsculos y
es, en general, tranquilizante (A. Zióółkowska, Radom, 1949) (Vééase 18. Medicinas y remedios).
SAUCE.
Se cree tambiéén que el sauce simboliza la alegríía, la constancia y el amor (Podlaska, Krogulska, 2009: 172).

VERDE:
color de la esperanza (M. Bogdanowicz, Gdynia, 1983).

Todos los informantes coinciden en que, para ayudar a alguien en una empresa difíícil, por ejemplo en un examen, se
dice trzymać za kogos kciuki [tengo cogidos los pulgares];corresponde, en españñol, a cruzar los dedos. Esta expresióón
suele ir acompaññada de un gesto que consiste en cerrar los puñños con los pulgares debajo de los demáás dedos.
Para desear buena suerte de cara a un examen, a una tarea difíícil, etc., se suelen utilizar expresiones como Połamania
rąk i nóóg! [¡¡Que se te rompan los brazos y las piernas! o ¡¡Róómpete los brazos y las piernas!], Połamania pióóra!
[¡¡Que se te rompa la pluma! o ¡¡Róómpete la pluma!]. ÉÉsta úúltima se emplea sóólo para pruebas y exáámenes
escritos (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P. Szczecin, 1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz,
1980; U. Orchowska, Wierzbiczany 1949; I. Radzymińska, Toruń, 1979; A. Szczepulska, Krakóów, 1979).

Quien tiene pensado acometer alguna empresa o tarea, no deberíía nombrarla ni hablar de ella, ya que su divulgacióón o
su revelacióón podríía perjudicar su ééxito. En estos casos, se suele contestar a las preguntas de los curiosos con la
fóórmula: Nie powiem, żeby nie zapeszać o Nie chcę o tym móówić, żeby nie zapeszać. El verbo zapeszać viene del
sustantivo pech [mala suerte] y corresponderíía en españñol a ««producir mala suerte, estropear»»; la expresióón
equivaldríía, por lo tanto, a No lo diréé para no estropearlo (M. Pietrzak, Tuchola, 1939; V. Pietrzak, Gniewkowo,
1969).
La persona que estáá a punto de examinarse o, máás genééricamente, de superar alguna especie de prueba (entrevista de
trabajo, un partido, etc.) y a la que se desea buena suerte suele contestar: Nie dziekuję [No doy las gracias]. Si dice sóólo
Dziekuję [Gracias] podríía comprometer el buen resultado de la empresa (V. Pietrzak, Gniewkowo, 1969; J. P.; Szczecin,
1979; L. Kazimierczak, Bydgoszcz, 1980).
(1) El mapa de Polonia procede de la páágina web http://es.wikipedia.org/wiki/Polonia #Organizaci.C3.B3n_pol.C3.ADtico-administrativa. Las
letras en el mapa son la denominacióón abreviada de los siguientes voivodatos: ZP –– Pomerania Occidental; P –– Pomerania; LB –– Lebus;
OP –– Opole; DS –– Baja Silesia; SL –– Silesia; WP –– Gran Polonia; KP –– Cuyavia y Pomerania; LD –– Lodz; WM –– Varmia y Masuria;
MA –– Masovia; PD –– Podlaquia; SW –– Santa Cruz; LU –– Lublin; MP –– Pequeñña Polonia; PK –– Subcarpacia. volver
(2) Se trata de un horno de azulejos que antiguamente servíía para calentar la casa en invierno. Se construíía generalmente en el rincóón del
salon, dormitorio u / y otras habitaciones. volver
(3) Alusióón a la Cruz de Cristo. volver
(4) Se trata de una cita de la comedia Asinaria de Plauto, retomada por Thomas Hobbes en Leviatáán: Homo homini lupus. volver
(5) Rokita es el nombre de uno de los diablos que aparece en las leyendas populares. volver
(6) Una fiesta de los alumnos del instituto, celebrado a finales de enero o principios de febrero, a partir de la cual faltan 100 díías a los
exáámenes de la selectividad (Vééase 3.12. Pelo o cabello). volver
Olga TARNOVSKA
Kyiv (Ucrania)
olga.innovation@gmail.com

Resumen: Recopilación y estudio de las supersticiones que siguen vigentes en Ucrania y las paremias a ellas asociadas. La
supervivencia de una cantidad importante de supersticiones en la vida diaria de un ucraniano joven lleva a pensar que frente
al así llamado «mínimo paremiológico» existe también el «mínimo de las supersticiones» que necesariamente forman parte
del vocabulario ucraniano de hoy.

Palabras clave: Superstición. Fraseologia. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. Ucrania.

Titre : « Croyances populaires, superstitions et phraséologie en Ukraine »


Résumé : Recueil et etude des superstitions encore en vigueur en Ukraine et paremia qui leur sont associés. La survie d'une
importante quantité de superstitions dans la vie quotidienne d'un jeune Ukrainien suggère que, par rapport à ce qu'on
appelle «minimum paremiologique» il ya aussi un «minimum des superstitions» qui nécessairement font partie du
vocabulaire ukrainien d´aujourd'hui.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Ukraine.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology en Ukraine»


Abstract: Collection and study of the superstitions still used in Ukraine and paremia associated to them. The survival of
such a significant number of superstitions in the young Ukrainians´ everyday life suggests that in addition to so-called
«paremiological minimum» there is also a «minimum of superstitions» that necessarily form part of today’s Ukrainian
vocabulary.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Ukraine.

Antes de empezar el estudio propiamente dicho me gustaría mostrar mi agradecimiento al Grupo de Investigación UCM
930235. Sus trabajos así como las metodologías y pautas de estudio utilizadas en la primera edición en 2008 han sido
fundamentales para la elaboración de este capítulo. Estas investigaciones han logrado reflejar el carácter universal de las
supersticiones recogidas en distintas partes del mundo.

De los países que han sido objeto de investigación en la primea edición, Bulgaria es quien, por cultura, religión y lengua,
más se aproxima a Ucrania. No obstante, y para mi sorpresa, he descubierto que numerosas supersticiones ucranianas están
relacionadas con las de Brasil, país que, a primera vista, no muestra similitudes evidentes. Sin profundizar demasiado en las
raíces de las supersticiones brasileñas, podemos comprobar que muchas provienen de la tradición judía, población
emigrante de los países del este y centro de Europa durante el siglo XX. Tan sólo una pequeña ilustración del enorme poder
de expansión de un fenómeno tan ancestral, local y pagano como las supersticiones y creencias populares.

Este estudio, en vez de ofrecer un panorama horizontal y amplio de supersticiones ucranianas mediante encuestas realizadas
a gente mayor, ha optado por ofrecer un corte vertical del mismo, utilizando como muestra jóvenes de 24 a 40 años de edad,
es decir, seguir cumpliendo con la filosofía «del mínimo» ya declarada en mi trabajo de investigación anterior (Tarnovska,
2002-2008), pero esta vez aplicada a las supersticiones ucranianas conocidas por jóvenes ucraniano-parlantes. Soy
consciente de que, de esa manera, se sacrifica la riqueza y la variedad de supersticiones conocidas por los hablantes
mayores ante la popularidad y amplio arraigo de la menor cantidad de las mismas en el vocabulario de una generación más
joven.

A modo de justificación quisiera añadir que los ucranianos están considerados gente muy supersticiosa 1, por lo que, por
muy escasa que fuera la contribución individual de un sujeto, el cuadro general del trabajo va a ser suficientemente rico.
Además, y como he mencionado al principio, contamos con la ventaja de una clasificación y organización de las
supersticiones muy exhaustiva. Por supuesto, para poder conseguir una visión completa, deberíamos de contar con la
representación de las 24 regiones de Ucrania, culturalmente muy diferentes unas de otras. Algunas de estas regiones
podrían ser tan originales desde el punto de vista lingüístico como lo pueden ser en España Galicia o País Vasco (Aparicio
Morgado, 2008; Pérez Avila y Fernández Pampín, 2008); pero, para investigar bien cada caso, sería necesario muchísimo
tiempo y un buen equipo de trabajo. Por tanto, en este estudio están presentes solamente algunas regiones.

Sobre el material lingüístico, hay que matizar los métodos de muestreo utilizados. La enumeración de los sujetos permite
establecer cierto orden en la composición del material. Así iniciamos la recopilación del material recordando todas las
supersticiones que nos venían a la cabeza al leer el guión metodológico. La informante número 1 ayudó en esta tarea,
añadiendo a lo propuesto nuevas supersticiones y creencias. Otros informantes (del 3 al 9) han ofrecido sus contribuciones
arbitrariamente y sin consultar el listado compuesto. Los restantes informantes (del 10 al 13) son los que se sumaron al
listado fundido de supersticiones, repasándolas una por una, confirmando (o no) su conocimiento y añadiendo nuevas
entradas.

Cabe destacar que, cuando nos acercamos a la gente joven para preguntarles por las supersticiones, la mayoría se sorprende
y afirma no conocer ninguna. Pero, al enumerarlas, resulta que la mayor parte de ellas les resultan familiares, porque las
supersticiones forman parte de la mentalidad de los ucranianos, aunque nadie piensa en las formas y los modos de conducta
adquiridos en términos de una superstición o creencia. La respuesta común, cuando se les explica que un comportamiento o
actitud proviene de una superstición, es: «¡Hombre! ¡Pero si esto lo sabe (lo hace) todo el mundo!».

Sin más, vamos a adentramos en el subconsciente colectivo ucraniano.

En general la aguja es considerada un instrumento de brujería. Las brujas cogen una aguja grande, llamada «de los
gitanos» y hacen conjuros sobre ella. A veces hasta la introducen en la tierra de una tumba. Después la clavan en la casa
(en la pared o en la cama) de la persona a la que quieren provocar algún mal. Una vez descubierta la aguja, no se puede
tocar con la mano sino que se debe cogerla con un papel o un trapo y alejarla de la casa. La persona que la toca con la
mano, enferma. (O.T.; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No se debe coser un botón o un desgarrón en la ropa puesta. Se cree que «se coserá la mente». Para evitarlo, se mete un
carrete de hilo en la boca de la persona a la que cosen la ropa y evitar que hable (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

El alfiler, en cambio, es un objeto que se utiliza mucho para proteger del mal de ojo, especialmente en el caso de los
bebés recién nacidos; por eso, siempre llevan un alfiler escondido en la ropa. (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N.
Kovalenko, 1977; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). En algunos lugares toda la ropa del niño tenía varios
alfileres (N. Kolomiets, 1974).

No se debe poner o probar un anillo de otra persona, se rompería la amistad con ella (N. Rudnichenko, 1978). Algunos
dicen que, para evitarlo, hay que poner el anillo en la mesa y la otra persona ha de recogerlo (S. Sikidina, 1979).

No es aconsejable poner el bolso en el suelo porque ahuyentará al dinero (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; L. Tarnovska,
1985; A. Romanik, 1981).

Las botellas vacías no se ponen encima de la mesa, pues provocaría falta de dinero (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985).

La persona a la que le toque tomar las últimas gotas de vino de una botella puede pedir un deseo (O.T.). Para que el
deseo se cumpla, tiene que soplar dentro de la botella y volver a taparla con su corcho (S. Sikidina, 1979; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).
En broma a veces se cuentan las últimas gotas de la bebida diciendo a cada gota: «niño, niña...». Al final se sabrá si el
bebé que se va a tener será un hijo o una hija (A. Romanyk, 1981).

Hay varias formas de evitar la mala suerte al cruzarse con un gato negro: esperar que alguien se lo cruce antes (V.
Sviatnenko, 1978) o coger un botón (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981) (Véanse también los apartados 3.7. Mano 4.24. Gato).

No se debe dormir en la cama con los pies hacia la puerta de la habitación, porque así sacan a los muertos de casa (O.T.;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Al regalar una cartera hay que poner un billete dentro, para que siempre contenga dinero (O.T.; N. Kovalenko, 1977; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Tampoco se regalan vacías otras cosas
destinadas a contener algo: cofrecitos, joyeros, cajitas, etc. (N. Kovalenko, 1977).

No se silba en casa para no alejar el dinero (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase también 1.34. Moneda y dinero).
En una casa nueva, antes de que entren los dueños, se deja entrar un gato para que atraiga el bienestar (N. Melnychuk,
1973; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase 4.24. Gato).
Si los invitados se van de casa o alguien se marcha de viaje, no se puede limpiar o barrer la casa, pues esas personas
tendrían un viaje muy malo (O.T.; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978) (Véase también 20.2 Muerte).
Antes de que alguien se vaya de viaje, toda la familia «se sienta para el camino» y se quedan callados un rato. Sólo
después la persona abandona el hogar. También es costumbre santiguarse antes de salir de viaje (O.T.; N. Rudnichenko,
1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Una mujer que tiene la menstruación no puede hacer ciertas tareas domésticas, como preparar las conservas de verduras
o mermeladas. Si no hay más remedio, se pone un manojo de clavos oxidados en el bolsillo (N. Rudnichenko, 1978)
(Véase 16.3. Menstruación).

Los cubiertos no se cruzan en el plato o en la mesa, porque es una mala señal (N. Kovalenko, 1977; A. Romanyk, 1981).
Si se cae algún cubierto de la mesa, significa que un visitante tiene prisa por llegar a su casa. Para saber si es hombre o
mujer el invitado apresurado, hay que fijarse en el género del cubierto que ha caído (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978):

Cuchara (en ucr. es femenino): Mujer


Cuchillo (en ucr es masculino): Hombre
Tenedor (en ucr es femenino): Mujer

No se recomienda a la joven soltera lamer la cuchara o el mazo de madera que sirve para aplastar patatas y amapola,
porque tendrá un marido calvo (O.T.; T. Pyrozhenko, 1980; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978).
Si en la cena de Nochebuena, Sviatvechir, se le caía a alguien la cuchara, se creía que habría un muerto en la familia (V.
Fedorchuk, 1984).

No se recomienda regalar un cuchillo (ni cualquier otro objeto punzante), pues se rompería la amistad con esa persona.
Para evitar posibles rupturas se debe dar algo de dinero a cambio del cuchillo regalado (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si se deja un cuchillo en la mesa durante la noche, al día siguiente puede haber discusiones (O.T.; T. Litvinenko, 1983;
V. Sviatnenko, 1978).
No es aconsejable dejar un cuchillo de canto en la mesa, porque atraerá discusiones (T. Litvinenko, 1983; V. Sviatnenko,
1978).
No se puede comer del cuchillo. Ese acto convertiría a la persona que lo haga en un malvado (O.T.; T. Litvinenko, 1983;
S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V. Sviatnenko, 1978).
El hombre que coma con cuchillo tendrá una esposa con mal carácter (V. Fedorchuk, 1984).
No se puede pinchar el pan con el cuchillo (T. Litvinenko, 1983).

Se cree que al barrer los pies a una joven soltera, ésta nunca se casará (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Para tener dinero en casa, hay que poner la escoba en la esquina con el mango hacia abajo (V. Sviatnenko, 1978). Otros
dicen que se debe poner la escoba en esa posición para que no la usen las brujas para volar (T. Litvinenko, 1983).
No se recomendaba pasar por encima de la escoba. Quien lo hace no va a crecer más (T. Litvinenko, 1983).
Si una chica empieza a barrer la casa, tiene que terminar todas las tareas, si no la dejará un muchacho en medio del baile
(V. Fedorchuk, 1984; A. Romanyk, 1981). Otros dicen que, de dejar las tareas a medias, la chica podría tener a un
marido que la pegue (pegará, parará y volverá a pegar) (S. Sikidina, 1979).
No se barre nunca hacia fuera, siempre hacia el centro de la casa o la habitación. Así el bien se queda en casa (O.T.; T.
Pyrozhenko, 1980; L. Tarnovska, 1985).
No se debe barrer la casa después de la puesta del sol.
Amuleto ucraniano: Oberig. En la cultura ucraniana sigue existiendo una especie de amuleto que protege a la persona o
el hogar. Se llama оберіг, oberig [el guarda]. Para hacer este amuleto se tomaba una escoba pequeña, que simboliza la
pureza del espíritu, y se le pegaban algunos objetos, flores, plantas, etc. que tienen valor simbólico o alguna propiedad
benéfica:

Cencerro o jarrón → cumplimiento de deseos.


Guindilla → vigor masculino.
Ajo → ahuyenta los malos espíritus.
Girasol → sol.
Escaramujo → belleza y juventud.
Maíz → atrae el dinero.
Amapola → conserva paz familiar.
Hierbas campestres → aseguran buena salud, etc.

El oberig se colgaba encima de la puerta de entrada de la casa o en la esquina. Actualmente es un regalo tradicional muy
popular entre los turistas en Ucrania.

En general el espejo tiene un simbolismo complejo en la cultura ucraniana, pues se considera una especie de mediador
entre este mundo y el mundo «del más allá». Las muchachas utilizan el espejo para adivinar su suerte y buscar a su
futuro marido. Las brujas lo usan para comunicarse con espíritus y hacer el mal.
Romper un espejo atrae las desgracias o siete años de infelicidad amorosa (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Kovalenko,
1977; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Hay que tirar los pedazos enseguida. En algunos
casos no basta con tirar los pedazos, sino que hay que remojarlos durante una noche en un perol con agua. Así se
evitarían los siete años de desgracias (S. Sikidina, 1979).
No se puede mirar en el espejo roto o con grietas (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Kovalenko, 1977; L. Tarnovska,
1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No se recomienda mirar en el espejo entrada la noche por temor a ver algo raro reflejado en él (N. Rudnichenko, 1978).
A las jóvenes se les prohíbe comer ante el espejo, ya que éste «se comerá su belleza» debido a su propio reflejo «al otro
lado» (N. Rudnichenko, 1978).
No se debe acercar un espejo a un bebé menor de un año y especialmente si no está bautizado ya que es más vulnerable a
las fuerzas del «más allá» y también porque tardará más tiempo en empezar a hablar o tartamudeará (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978).
Cuando muere alguien, los espejos de la casa se tapan con tela durante el tiempo en que el cuerpo permanece sin enterrar
o, incluso, durante los 9 días después de la muerte (según las creencias del cristianismo ortodoxo son los días que el
alma permanece en el lugar de la muerte) (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Algunos dicen que se hace para que el alma del difunto no
se vea en el espejo y no se asuste, ya que, si se asusta, se pierde y no puede abandonar este mundo (N. Rudnichenko,
1978). Otros afirman que es para que los vivos no vean al muerto en el espejo, lo que podría provocarles, a su vez, la
muerte.
Dos personas no deben mirarse juntas en el espejo. De hacerlo se enamorarán de la misma persona y se pelearán por ella
(O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979).
Una de las creencias más populares dice que, una vez fuera de casa, volver por algo provocará mala suerte durante todo
el día. La gente prefiere seguir su camino. Pero, cuando no hay más remedio que regresar, antes de volver a salir, hay
que mirarse en el espejo. De esta manera, la persona se protege de la mala suerte que la iba a perseguir durante todo el
día (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978).

Trae buena suerte encontrar una herradura (O.T.; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
En los pueblos, la gente cuelga una herradura en la puerta de la casa (la parte abierta hacia arriba) para proteger el hogar
de los malos espíritus (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si se pega un hilo a la ropa de una chica significa que le va a salir un novio, rubio o moreno, dependiendo del color del
hilo. A veces se coge el hilo y se enrolla alrededor del dedo, contando en cada vuelta una letra del alfabeto. Así se sabe
con qué letra empieza el nombre del muchacho (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981).
Para ahuyentar el mal de ojo, hay que hacerse una pulsera de hilo rojo (A. Romanyk, 1981).

Si se pierde una joya, poco tiempo después de haberla recibido como regalo, significa que no se regaló con sinceridad ni
generosidad.

No hay que poner las llaves en la mesa. De hacerlo, no habrá dinero (T. Litvinenko, 1983).

Los solteros y las solteras que se sienten en la esquina de una mesa cuadrada o rectangular, no se casarán (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978). También se considera que es bueno que el casado se siente allí, porque se dice que tendrá свій кут, sviy kut [su
esquina], es decir, su casa (N. Melnychuk, 1973).
Las botellas vacías encima de la mesa provocarán falta de dinero (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No se pueden limpiar las migas de la mesa con la mano: hay que usar un trapo o una esponja. Si se hace con la mano,
pronto se pedirá limosna con la misma mano (N. Melnychuk, 1973; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si alguien quiere volver al lugar que le ha gustado, tiene que tirar una moneda en el agua de una fuente, del mar o de un
río (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Encontrar una moneda, aunque sea pequeña, trae suerte (O.T.; A. Romanyk, 1981).
No se deben dejar monedas esparcidas en la mesa, porque trae discusiones a la familia.
Cuando se visita una casa el día de su inauguración, hay que llevar monedas y al entrar echarlas al suelo para asegurarse
de que siempre habrá dinero en esa casa (N. Melnychuk, 1973).
No se recomienda pasar el dinero directamente de mano en mano (se da o se recibe la suerte). Por eso, muchos
vendedores sólo cogen el dinero una vez depositado en la mesa o en el plato especial para ello (O.T.; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981). Esa costumbre se acentúa aún más al tratarse del dinero prestado: para que lo
recojan hay que ponerlo al borde de la mesa, tanto quienes lo prestan como quienes lo reciben caen en la pobreza (N.
Melnychuk, 1973).
Entre los vendedores del mercadillo existe la costumbre de coger el dinero de su primera venta del día y tocar o
«bautizar» con él todos los artículos en venta. Una especie de bendición na pochyn [para el inicio]. Así tendrán más
suerte vendiendo el resto. Antes de la primera compra, los vendedores no se prestan ni cambian dinero (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
No se aconseja silbar en casa, porque se perdería dinero (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska,
1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978; O. Grytsan, 1969) (Véase también 1.13. Casa).
Existe la creencia según la cual el dinero, especialmente el prestado, se coge con la mano izquierda y se da con la
derecha (N. Melnychuk, 1973; V. Sviatnenko, 1978).
Se pone una moneda de cinco kopecs (el «5» era la máxima puntuación que antes se podía obtener de nota en el examen)
debajo del talón derecho para tener suerte en el examen (T. Litvinenko, 1983; L. Tarnovska, 1985).

Si alguien pide prestado un cazo, una sartén o una olla, no puede devolverlos vacíos; de lo contrario, los suyos siempre
estarán igual de vacíos (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; V. Sviatnenko, 1978).

No se regalan pañuelos, pues servirían para secar lágrimas (N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981).
Tampoco se recomienda usar el pañuelo de otro, porque se «compartirán» sus lágrimas (N. Rudnichenko, 1978).
Para no olvidar algo importante, pensando en ello se hace «un nudo para la memoria» en un pañuelo que se mete en el
bolsillo. Una vez sacado el pañuelo del bolsillo, se recuerda enseguida el motivo de ese recordatorio (O.T.; A. Romanyk,
1981).

Si se rompe un plato por casualidad, atraerá buena suerte. Especialmente, se hace en las bodas, donde los novios rompen
los platos a propósito (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978).
No se deben tener platos o vasos rotos o con grietas en casa, ni se recomienda comer o beber de ellos, pues atraen las
desgracias (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
En una casa donde hay muchachas solteras la persona que ha entrado no debe quedarse de pie en la puerta esperando,
sino que se le ofrece un taburete o silla para sentarse (O.T.; S. Sikidina, 1979). Se dice: Сідай, щоб свати сідали!,
Siday, schob svaty sidaly [Siéntate, para que se sienten los casamenteros] (N. Rudnichenko, 1978).
Umbral. Más que con la puerta de la casa, las supersticiones ucranianas están relacionadas con el umbral de la misma.
En la antigüedad enterraban a los muertos en el umbral de la casa y ellos, supuestamente, guardaban el bienestar de la
familia de generación en generación. Por tanto, el umbral simboliza una especie de la frontera entre dos mundos que se
debe respetar (O.T.; S. Sikidina, 1979). Señalamos aquí algunas de las supersticiones más conocidas:

Si se estrecha la mano de una persona en el umbral, la amistad se rompe (O.T.; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).
Tampoco se aconseja pasar algo por encima del umbral. Las personas que se pasan algo tienen que estar del mismo
lado de la puerta, es decir, o dentro o fuera de la casa (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina,
1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No es aconsejable barrer hacia fuera del umbral (O.T.; L. Tarnovska, 1985).

No se suele regalar relojes a la persona querida, pues ese gesto implicaría separación. Para evitarlo, habría que dar algo
de dinero a cambio (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Cuando muere alguien, el reloj de la casa se para. Si no se ha parado solo, hay que pararlo (O.T.; N. Melnychuk, 1973).

Si no se consigue encontrar algo en casa, hay que coger una taza y ponerla del revés sobre la mesa (A. Romanyk, 1981).

No se regalan tijeras, cuchillos ni objetos punzantes porque simbolizan discusiones y peleas. Siempre hay que dar algo
de dinero a cambio para evitarlo (O.T.).
Cuando se pasan las tijeras, tienen que ir cerradas. Además, al pasarlas a alguien, hay que sonreír, para evitar discusiones
(N. Rudnichenko, 1978).

Dos personas no pueden secarse con la misma toalla, pues acabarían peleándose (O.T.; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk,
1981).

No se bebe en el mismo vaso en el que acaba de beber otra persona, pues, de hacerlo, «se transmiten» los pecados del
otro (O.T).

Una vela encendida, especialmente si traída de la iglesia, puede ahuyentar los malos malos espíritus. Cuando se percibe
algo raro en casa, se recomienda dar una vuelta rezando con una vela encendida en la mano (O.T.; L. Tarnovska, 1985;
V. Sviatnenko, 1978).
Cuando se deja una vela encendida en la iglesia se recomienda estar al lado hasta que se consuma la mayor parte de la
misma, porque las brujas roban las velas de la gente en la iglesia para pasarle los males (O.T).

Si alguien se pone una prenda al revés, significa que le van a pegar (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985). En ese caso, la persona se la tiene que quitar y la tiene que pisar suavemente (N. Kolomiets, 1974).
No se debe llevar la ropa de otra persona, pues «se apropia» de la suerte ajena (N. Rudnichenko, 1978).
La ropa que queda de un muerto se regala o se quema, nunca se tira (A. Romanyk, 1981).

No se debe andar con un sólo zapato. El que lo haga, provocaría la muerte de su propia madre (O.T.; S. Sikidina, 1979).

No se regala una cruz (colgante) porque se considera que se pasan al otro todas las desgracias que le tiene preparadas el
destino a uno. Dice un refrán: Кожен має свій хрест нести, Кozhen maye sviy jrest nesty [Cada uno tiene que llevar
su propia cruz] (en español Cada uno tiene su cruz). Por tanto, la cruz debe comprársela uno mismo, salvo el día del
bautizo, cuando son los padrinos los que regalan a su ahijado su primera cruz (N. Melnychuk, 1973).

Trae muy mala suerte si se cruza en el camino una persona (especialmente mujer) con el cubo vacío (N. Rudnichenko,
1978; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). En ese
caso, se recomienda abandonar la tarea porque se va a sufrir una desgracia. En ocasiones la gente espera hasta que la
persona llene los cubos de agua y la deja cruzar; los cubos llenos propician abundancia (S. Sikidina, 1979).

No se regala jabón, porque atraería una pelea (L. Tarnovska, 1985; O.T).

Si a alguien le pica la mano derecha, va a gastar dinero; si le pica la izquierda, lo recibirá (O.T.; L. Tarnovska, 1985).
En los Cárpatos, la zona montañosa en el oeste de Ucrania, se dice que, si a alguien le pica la mano izquierda, recibirá
dinero; pero, si le pica la derecha, va a estrechar la mano a alguien (V. Fedorchuk, 1984; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk,
1981).

Si al alguien le zumba el oído derecho, significa que una persona le alaba; si es el izquierdo, le critican (S. Sikidina,
1979).

Si una persona está de mal humor o se le cae todo de las manos, se dice: не з тої ноги встав, ne z toyi nogy vstav [se
ha levantado con mal pie], supuestamente, el izquierdo, ya que antaño se recomendaba levantarse de la cama poniendo
en el suelo primero el pie derecho (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978).

En la cultura ortodoxa se cree que en el hombro izquierdo de la persona se sienta el diablo y en el derecho el ángel. Por
tanto, si a alguien le llega un pensamiento malo o si se dice algo que no desea que suceda, se escupe a la izquierda para
que el diablo no lo haga realidad. Nunca se escupe a la derecha (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V.
Sviatnenko, 1978).
No se puede mirar por encima del hombro de alguien que está trabajando o le saldrá mal la tarea (V. Sviatnenko, 1978).

Cuando a un niño se le cae un diente de leche, lo tiran al desván diciendo Мишко, мишко, на тобі зуб кістяний, а
мені дай золотий (або залізний)!, Myshko, myshko, na tobi kistianyi zub, a meni dai zolotyi (abo zaliznyi)!
[¡Ratoncito, ratoncito, aquí tienes el diente de hueso, dame otro de oro (o de hierro)]. Se supone que el próximo diente
que le crezca al niño será resistente (N. Rudnichenko, 1978; Nina K.1974; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).

Se cree que hay gente que tiene легку руку,legku ruku [mano ligera] para ciertas cosas. En el caso de un peluquero, el
pelo cortado por él crece rápido. Si es una persona que cuida plantas, las plantas también crecen bien y no se secan
(O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V. Sviatnenko, 1978) (Véanse también los apartados 1.6. Botón y 4.24.
Gato).
La gente que suele beber en compañía elige a la persona con la mano ligera para que sirva la bebida a los demás. Se
supone que así se emborrachan menos y no les duele la cabeza al día siguiente. Cuando beben durante un tiempo, la
persona que sirve la bebida tiene que ser la misma, de lo contrario todos tendrán mucha resaca al día siguiente (N.
Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V. Sviatnenko, 1978).
Existe una expresión: з легкої руки, z legkoyi ruky [con la mano ligera], que quiere decir que algo ha tenido buen inicio
con una especie de bendición o la ayuda de alguien.
No se puede verter líquido inclinando la mano hacía el lado exterior (Mykola Ya. 1983; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
A este gesto, llamado дуля, dulia 2, en la cultura ucraniana se asocian muchos significados. Entre otros, se usa como
respuesta a un insulto con el significado implícito «no», pero también como remedio, cuando un gato negro se cruza en
el camino, cuando alguien mira con mal ojo o cuando se sospecha que la persona con quien uno está hablando es una
bruja (O.T.; N. Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Para
que el mal no afecte se hace este gesto con la mano en el interior del bolsillo. Los vendedores usan este remedio cuando
les toca un cliente peleón (O.T.; N. Kovalenko, 1977).
Cuando a alguien le sale un orzuelo en el ojo, le hacen este gesto delante del ojo afectado para que se cure (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si a uno le pica la nariz se dice que ese día va a beber alcohol (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V.
Sviatnenko, 1978; A. Romanyk, 1981).
Cuando la nariz pica, puede haber golpes o pelea (A. Romanyk, 1981).
Si la persona tiene algún plan y en el momento de pensarlo le pica la nariz, los planes fracasarán (O. Grytsan, 1969).

Como en muchas otras culturas, los ojos están relacionados con el mal de ojo: наврочити, navrochyty [echar mal de
ojo]. De las personas que son envidiosas, mal pensadas y malas se dice que tienen дурне око durne oko [ojo
malo/tonto]. Existen numerosos remedios contra el mal ojo (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si a alguien le «arden» las orejas o mejillas, significa que están hablando de él. Lo mismo se dice de alguien que tiene
hipo (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase también 3.19.3.
Hipo). En el caso de que le «ardan» las mejillas, la persona coge un anillo y traza una línea vertical en la mejilla que esta
ardiendo; si la línea que queda es blanca, hablan bien de ella y, si es negra, hablan mal (O.T.; S. Sikidina, 1979; V.
Sviatnenko, 1978).

Si a uno se le cae una pestaña, debe pensar en un deseo y decir de qué ojo se le ha caído. Si lo adivina, el deseo se
cumplirá (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).

Es recomendable cortarse el pelo en luna creciente, así crecerá rápido (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Si, en cambio, se pretende que el pelo no crezca mucho,
para mantenerlo corto por más tiempo, hay que cortárselo en luna menguante (S. Sikidina, 1979).
El primer pelo se corta a un niño a un año de edad y se guarda por mucho tiempo, para que tenga suerte (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Los pelos que caen no se tiran por ahí, porque «provocarían dolor de cabeza». Es mejor quemarlos o tirarlos al váter. Así
no acabarán en ningún otro sitio, por ejemplo, en el nido de un pájaro (N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
No se debe lavar el pelo justo antes de un examen porque se «limpiará» todo lo aprendido hasta el momento (N.
Rudnichenko, 1978; T. Litvinenko, 1983; L. Tarnovska, 1985).

Si uno está sentado con un pie cruzado por encima del otro, no se puede menear el pie de arriba, porque se columpia al
diablo (N. Rudnichenko, 1978; T. Litvinenko, 1983; S. Sikidina, 1979; V. Sviatnenko, 1978).

Se recomienda taparse la boca al bostezar para no dejar entrar los malos espíritus (O.T.; L. Tarnovska, 1985).

Si alguien tiene hipo, significa que están hablando de él (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase también 3.10. Oreja). Para librar a alguien de hipo, se aconseja asustarlo (O.T.; S.
Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

No se puede matar una araña ni romper su telaraña. Hacerlo atrae desgracias a la casa (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Cuando las arañas se meten en casa, se dice que lloverá (O.T.; L. Tarnovska, 1985).

Si un pájaro se mete en casa, significa que vendrá una visita (N. Rudnichenko, 1978).

Si cerca de una casa se oye el canto de un búho, significa que alguien de la casa morirá.

La cigüeña es un símbolo de paz y bienestar familiar. No se permite matar cigüeñas o destruir sus nidos. Si la cigüeña
hace un nido en el tejado de alguien es una buena señal (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Se dice a los niños que la cigüeña les traerá hermanos (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981;
V. Sviatnenko, 1978).

Si se oye el canto de cuco, se le pregunta en voz alta «¿cuántos años de vida me quedan?». Si contamos las veces que el
pájaro repite su sonido, sabremos la respuesta (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Cuando se oye el canto del cuco por primera vez en el año, es bueno tener dinero encima: así no faltará en todo el año
(A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

El cuervo siempre se considera un pájaro de mal agüero. De hecho, el verbo graznar: каркати, karkaty, en ucraniano,
significa atraer mala suerte. A la persona que se muestra pesimista o intenta impedir hacer algo, le dicen: не каркай, ne
karkai [no graznes] o no llames al mal (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978).

Si las culebras, serpientes o sapos hacen nidos cerca de la casa, significa que alguien echó un mal de ojo o un hechizo a
la familia que la habita. Suele acompañarse por discusiones familiares. En los sueños simbolizan a los enemigos (L.
Tarnovska, 1985).

Cuando una gallina canta como un gallo, es presagio de muerte (N. Rudnichenko, 1978).

Los gallos se conocen por la regularidad de su canto durante las distintas horas del día. Así, en nuestra cultura, existen
los llamados перші півні, pershi pivni [primeros gallos], que anuncian el nacimiento del nuevo día y el fin de la hora de
todos los malos espíritus (vampiros, hombre-lobos, brujas) que, con este canto, pierden su poder (N. Rudnichenko, 1978;
S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

El gato negro se considera representante del mundo diabólico y es un ser bastante indeseable ya que, según algunas
leyendas ucranianas, las brujas se transforman en gatos negros por el día (O.T.; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981;
V. Sviatnenko, 1978).
Si se regala un animal, gato o perro, hay que pedir algo de dinero a cambio, para que el animal tenga buena vida (A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978; O.T).
Cuando un gato negro se cruza por el camino de alguien, hay tres formas de evitar la mala suerte: esperar a que alguien
cruce el camino antes, cruzarlo cogiéndose un botón o haciendo con la mano el gesto dulia en el bolsillo (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985). La mujeres tienen una tercera opción: meterse una mano en
los senos y continuar (O. Grytsan, 1969) (Véanse también los apartados 1.6. Botón y 3.7. Mano).
En una casa nueva, antes de que entren los dueños, se deja entrar un gato (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985;
A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Según algunos, el sitio donde se pare y se tumbe es el peor sitio de la casa y
no hay que poner ni una cama, ni una mesa, ni estar mucho rato porque es el lugar del duende: домовик, domovyk
(O.T.). Se supone que los duendes protegen la casa (o, al revés, fastidian a sus habitantes) y se comunican con este
mundo a través de los gatos. Otros, en cambio, afirman que, si un gato elige un sitio, allí hay que poner algo: una mesa o
una cama. (S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase también el apartado 1.13. Casa).

Si las golondrinas vuelan bajo, es porque va a llover (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981;
V. Sviatnenko, 1978).

En ucraniano la mariquita se llama сонечко, sonechko [solecito] y se considera vaquilla de Dios. No se puede matar.
Los niños la cogen y le cantan una canción hasta que vuele (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).
Se cree que la mariquita tiene tantos años cuantos puntos negros hay en sus alas (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985;
A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si una paloma se mete en casa, alguien morirá (S. Sikidina, 1979).

Si un perro aúlla toda la noche, alguien morirá en el lado hacia donde aúlla (N. Rudnichenko, 1978; Nina K.1974; L.
Tarnovska, 1985).

Si de pronto aparecen ratones en casa, es porque se ha negado un favor a una embarazada (O.T.; T. Pyrozhenko, 1980; S.
Sikidina, 1979).

Si los sapos hacen nidos cerca de la casa, significa que alguien echó un conjuro o un hechizo a la familia que la habita.
Atraerán discusiones familiares (O.T.).
No se pueden coger sapos y ranas con las manos porque salen verrugas (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si hay un sapo aplastado en el camino, lloverá (O.T.).

Se regala siempre un número impar de flores. El número par es para los entierros o los cementerios (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véanse los
apartados 6.9. Pares/Impares y 10.1. Amarillo).
Los enamorados no se regalan flores de color amarrillo, porque presagian ruptura (O.T.; L. Tarnovska, 1985).
En muchas casas ucranianas se puede ver un ramillete de flores y plantas colgando del techo. Es un ramo que se prepara
para la fiesta de 14 de agosto (Makoveya). Se bendice en la iglesia y se guarda todo el año para que proteja la casa del
mal (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

En Ucrania esta planta silvestre se llama любисток, lyubystok, que viene de любити, lyubyty [querer], y se usa mucho
en los remedios populares y en los hechizos que preparaban las mujeres para atraer a los hombres. Por ejemplo, esa
hierba se echa en agua para lavar el pelo (O.T.; V. Sviatnenko, 1978).
A los bebés de pocos meses se les baña en agua con extractos de hierbas. En el caso de las niñas, se añade levístico para
que las «quieran los chicos» (O.T.; N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; V. Sviatnenko, 1978). En el de los niños,
añaden el hervido de la corteza del roble, para que sean fuertes (N. Melnychuk, 1973).

Existe una bonita leyenda sobre la flor de helecho que aparece una vez al año, la noche de San Juan: Івана Купала,
Ivana Kupala. Quien la encuentre tendrá el poder de entender a todos los animales y plantas de la tierra y también de
encontrar todos los tesoros que guarda. En realidad, los helechos, como sabemos, no tienen flor (O.T.; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) (Véase el apartado 13.13. San Juan: Івана Купала, Ivana
Kupala).

Los enamorados cogen una margarita o una flor de manzanilla grande y le arrancan pétalos uno por uno, diciendo a cada
pétalo «me quiere» o «no me quiere». El último pétalo dirá si la persona en qué se está pensando los quieren o no (O.T.;
S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V. Sviatnenko, 1978).

Las rosas son símbolo de amor, especialmente las rojas (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; V. Sviatnenko,
1978).

Ucrania, conocida como «el granero de Europa», es un país famoso por su trigo. El trigo, desde tiempos prehistóricos,
simboliza bienestar, riqueza y felicidad. Las espigas de trigo estaban presentes en los ramos de flores sagrados y en los
amuletos protectores llamados oberegy (Véase también el apartado 11.5. Ajo). También echaban trigo por encima de los
recién casados deseándoles abundancia y riqueza en la vida familiar (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La cena de Nochevieja no puede celebrarse sin un plato especial compuesto de trigo, amapola triturada con azúcar y
frutos secos: кутя, kutia (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978) (Véase también el apartado 13.7. Nochebuena: Святвечір, Sviatvechir).

Por su sabor amargo y por su olor fuerte el absintio se usa ampliamente en la medicina popular. Un ramo en el techo de
casa protege de los males y si se barre la casa con una escoba de absintio, nunca entrarán la fuerzas diabólicas (O.T.; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). No obstante, algunos afirman que la función del absintio era mucho más trivial,
pues su olor espanta las pulgas (S. Sikidina, 1979).

Las semillas de amapola son parte inalienable de la repostería ucraniana. Muchos platos tradicionales (como kutia para
la mesa de la Nochebuena, tortas, etc.) se preparan con las semillas de amapola trituradas con azúcar. La superstición
que nos ha llegado sobre esta flor es que, justo en los días de Navidad, no se puede llamar a la amapola por su nombre
sino que hay que usar otra palabra (por ejemplo: semilla). De no hacerlo, se tendrán piojos (A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978).
También se consideraba que las semillas de amapola silvestre, desparramadas alrededor de la casa, la protegen del mal
(N. Kolomiets, 1974).
Para proteger a la novia de un mal de ojo el día de la boda, se le echan semillas de amapola en el zapato (O.T.; L.
Tarnovska, 1985).

Uno de los atributos típicos de la mujer ucraniana (aparte del vestido tradicional) es una corona de flores. Hasta hace
cien años las madres de las niñas hacían coronas de flores; luego las niñas aprendían a hacerlas y, durante el verano,
siempre las llevaban en la cabeza. La corona era atributo de traje de novia y también se usaba en varios rituales (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). (Véase 13.13. San Juan: Івана Купала,
Ivana Kupala). Se creía que la corona no sólo adornaba a la chica, sino que le confería belleza y salud. Así se incluían en
la corona distintas flores y hierbas, cada una de las cuales simbolizaba algo distinto (N. Melnychuk, 1973):

equinacea → salud,
milhojas → fuerza del espíritu,
hierba doncella → longevidad e inmortalidad del alma,
flor de cereza y manzana→ entrega materna,
acerolo (viburno) → belleza, atractivo femenino,
levístico y centaurea azul → fidelidad y abnegación,
manzanilla → castidad femenina,
malva, rosa y peonia → esperanza, fe y amor,
lúpulo (brotes) → flexibilidad é inteligencia,
amapola → tristeza.
La costumbre de «tocar madera», bastante difundida en Europa, también es algo común en Ucrania. Normalmente se
toca cuando se habla de algo bueno para no estropearlo o, al revés, como prevención al oír o decir algo malo e
indeseable. Cuando no hay nada de madera, se toca la cabeza ya que el sonido es parecido (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La parte gruesa del tronco que se utiliza como apoyo para cortar madera con un hacha en los Cárpatos se llama кубан,
kuban. Es preferible que los hombres no se sienten encima de este tronco, ya que se quedarían calvos (V. Fedorchuk,
1984).

El Domingo de Ramos se llevan los ramos de sauce a la iglesia, se bendicen y se traen a casa, donde permanecen durante
toda la Semana Santa (Véase 13.17. Semana Santa).

Este número se considera dichoso en la cultura cristiana ortodoxa. El dicho Бог любить трійцю, Bog luibyt triytsyu
[Dios quiere la Trinidad] se aplica a muchas cosas: a la cantidad de hijos, a los intentos para hacer algo, etc. Incluso, los
borrachos siempre buscan a un tercero para emborracharse en compañía, ya que hacerlo en pareja está mal visto (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La copa número tres se bebe proclamando un brindis «al amor». (N. Kovalenko, 1977; N. Rudnichenko, 1978; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Se regala siempre un número impar de flores. El número par es para los entierros o el cementerio (Véase el apartado 5.1.
Flores y plantas).
Cuando se hacen las conservas, hay que hacer un número par de botes para que todo salga bien (N. Melnychuk, 1973).

Los nombres de los días de la semana que tienen en ucraniano una terminación femenina (miércoles, viernes y sábado), son
días que se consideran buenos para plantar verduras y frutas (Nina K.1974).

En la cultura ucraniana el lunes se considera un día «difícil» y no se recomienda emprender algo serio ni disgustarse si
las cosas no van bien (O.T.; O. Grytsan, 1969; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978). En algunos lugares, hace tiempo, los lunes no se dejaba entrar en casa a las mujeres extrañas ni se prestaban cosas
porque se creía que se corría el riesgo de tener una semana mala.

El martes es un buen día para empezar algo.

El miércoles y el viernes no se puede maldecir a la gente, porque los malos augurios se harán realidad (T. Pyrozhenko,
1980; Nina K.1974; S. Sikidina, 1979).
No se puede cortar el pelo el miércoles y el viernes ya que Jesús ha sufrido más estos días (T. Litvinenko, 1983).

El viernes es el día del sufrimiento de Cristo, por tanto hay que guardar respeto y no reírse, ya que dice el refrán Хто в
п´ятницю сміється, в неділю плаче, Jto v pyatnytsu smietsia, v nedilu plache [Quien se ríe el viernes, llora el
domingo] (O.T.; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).

Es un día festivo. Antes lo dedicaban a la iglesia, pero incluso ahora no se permite hacer ninguna tarea casera: coser,
limpiar, planchar, cortar el pelo, etc. considerándose todo ese trabajo como pecaminoso (O.T.; T. Litvinenko, 1983; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No obstante, en algunos sitios se creía que era bueno empezar hacer alguna cosa el domingo, así se empezaba a coser
una camisa el domingo y se terminaba en los días de entre semana (N. Kolomiets, 1974).

A diferencia de muchas culturas europeas, en ucraniano se han conservado los nombres originales de los meses que
concuerdan con las épocas o temporadas que marcan. Así febrero es лютий, liutyi [rabioso], abril es квітень, kviten
[floral], octubre es жовтень, zhovten [amarrillo]. Por supuesto, siendo un pueblo agrícola, los ucranianos prestaban
mucha atención a las estaciones del año, obteniendo pronósticos del tiempo y la cosecha según el comportamiento de cada
mes.

Entre las creencias más populares sobre los meses se puede mencionar que no es bueno casarse en mayo ya que el que lo
haga será desgraciado durante toda su vida –маятись, mayatys (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985).

Si llueve cuando alguien muere, significa que la tierra llora por él (N. Rudnichenko, 1978; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981).

Los enamorados no se regalan flores de color amarrillo porque presagian ruptura. (Véase 5.1. Flores y plantas). El
amarillo no es un color positivo (A. Romanyk, 1981).

El negro es un color de luto. Si alguien de la familia muere, los familiares tienen que llevar durante un año la ropa de
luto o al menos una cinta negra (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

El rojo simboliza amor y alegría.


Al cementerio no se puede ir con ropa roja, porque se atraen las enfermedades (N. Kolomiets, 1974).
Si en en el armario de alquien prevalece el color rojo, significa que le falta amor (S. Sikidina, 1979).

El agua también tiene mucho simbolismo cultural. Vamos a mencionar sólo las supersticiones y creencias más difundidas:

No se brinda con agua, porque es un presagio de pobreza. El vaso para brindar puede contener cualquier otra cosa:
compota, zumo, refresco o, preferentemente, alcohol.
Cuando alguien no se encuentra bien por haber estado entre mucha gente o en público, se le recomienda pasar por agua
corriente los brazos hasta el codo. De este modo, el agua se llevará la energía negativa.
La religión ortodoxa también le atribuye un poder especial al agua bendita. Siempre hay que tenerla en casa por si uno se
pone malo, ya que tiene poderes curativos (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978) (Véase el apartado 13.3.3. Bautizo de Cristo: Водохреща, Йордана, Богоявлення; Vodojrescha,
Jordana, Bogoyavlennia)
Si se le pide agua a alguien, no se dan las gracias. Tampoco se dan las gracias cuando se piden medicinas (V.
Sviatnenko, 1978).

El ajo ahuyenta los malos espíritus (O.T.; N. Kovalenko, 1977). Los dientes de ajo estaban presentes en los amuletos
protectores llamados oberegy (Véase también el apartado 5.1.22. Trigo).
Antiguamente se recomendaba llevar un diente de ajo en el bolsillo para protegerse del mal de ojo. Ahora lo hacen sólo
los novios el día de la boda (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
En la cena de la Nochebuena ponían un diente de ajo debajo del mantel para ahuyentar los malos espíritus (A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).

El huevo es uno de los símbolos centrales de la cultura ucraniana precristiana. Antaño simbolizaba el universo, la
abundancia y la fecundidad. Nos ha llegado la costumbre de pintar huevos durante la Semana Santa, Velykden. Los huevos
pintados, junto con el pan especial preparado para la ocasión, paska, formaban la comida sagrada del Domingo Santo, que
se bendecía al amanecer después de la misa nocturna (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978). (Véase 13.17. Semana Santa).

Si en una casa hay muchachas casaderas, no se pueden dar (en el sentido de prestar) huevos. De hacerlo, éstas no
tendrían hijos. En esa situación y en la obligación de prestar huevos, hay que exigir una pequeña compensación por ellos
(N. Melnychuk, 1973).
Los huevos tienen la propiedad de mostrar si a alguien le han echado un mal de ojo o un conjuro. Así, cuando uno se
siente mal, va a una curandera y ésta le pasa un huevo por el cuerpo, rezando. Luego el huevo se rompe en un vaso con
agua y si su contenido tiene un color o un olor extraños, significa que la persona ha sido objeto de un conjuro o de un
mal de ojo. En este caso, se repite el ritual hasta que el huevo, al romperse, presente un color y un olor normales. Las
curanderas, videntes o brujas pueden saber quién ha sido el malhechor (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

A las madres, cuyos hijos han muerto antes de ser bautizados, se les recomendaba que no comiesen manzanas el día 19
de Agosto, en la fiesta Яблучний Спас, Yabluchnyi Spas [Salvador de manzana] (ese día se preparan muchos platos
con manzana), para que sus hijos fallecidos siempre tuviesen manzanas para comer en el paraíso (N. Kolomiets, 1974).

El pan siempre ha gozado del máximo respeto del pueblo ucraniano. En general, la tradición eslava, rural y agrícola,
considera el pan su máximo bien. No en vano existe un refrán antiguo que dice: Хліб усьому голова, Jlib usiomu golova
[El pan es la cabeza de todo]. Para su vida diaria y su bienestar la gente dependía de la cosecha de trigo y, lógicamente, la
presencia de pan se observa en todas las facetas de la vida. Hasta ahora en actos especiales, bodas y celebraciones, a los
invitados más esperados se les recibe хлібом-сіллю, jlibom-sillyu [con pan y sal]. Respondiendo al obsequio, el invitado
inclina la cabeza delante del pan, algunos hasta lo besan, luego con la mano se arranca un trozo de pan, se moja en sal y se
come (O.T.; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si se va a visitar una casa por primera vez, es bueno llevar pan, porque así se augura bienestar a los dueños (N.
Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Nunca se tira el pan. Si se estropea, se da a los animales o a los pájaros. (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Si se muerde el pedazo de pan, se tiene que comer entero, porque se va dejando
la fuerza en los restos (S. Sikidina, 1979; V. Sviatnenko, 1978).
Las madres, al cortar pan, daban la corteza a las chicas para que «las quisieran los hombres» (S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985).
No se puede poner el pan al revés en la mesa: trae mala suerte y pobreza (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk,
1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Muchas celebraciones o rituales están acompañados por panes típicos. Para la boda, por ejemplo, se hace un pan bonito
y grande de harina blanca, adornado de flores, espigas y figuritas: коровай, korovay. Al terminar la comida celebrativa,
los novios reparten personalmente karavay entre los invitados. A veces en las bodas dan karavay a los novios para que le
peguen un mordisco: se dice que quien arranque el trozo más grande mandará en casa (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska,
1985; A. Romanyk, 1981). Este pan es muy apreciado. Por eso los invitados luego lo llevan a casa y lo reparten entre los
familiares que no han asistido a la boda (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978).
Si los panes que se hacen para la boda se abren en el horno, significa que la novia no ha conocido hombre (Mykola Y,
1983).
Para la Semana Santa se prepara otro tipo de pan, esta vez sagrado, de harina blanca, que se hornea en una forma
cilíndrica y luego se cubre de yema de huevo batida con azúcar por arriba y se adorna con granitos colorados
comestibles. Se llama паска, paska, y de sabor se parece al panettone italiano. Este pan se hace el Jueves Santo o el
sábado, nunca el Viernes de Pasión (N. Kolomiets, 1974). Cuando se prepara la paska, echan fuera a los hombres de
casa intentando hablar muy bajo y no hacer movimientos bruscos. Si no, no sale bien (S. Sikidina, 1979; A. Romanyk,
1981). La Paska se lleva a la iglesia a bendecir junto con los huevos pintados el Domingo Santo y se conserva bien
durante meses. La semana posterior a la Semana Santa se come paska en vez de pan. Y siempre se guarda una paska
bendita para llevarla a la tumba de los familiares difuntos el día del recordatorio, que se celebra en distintas fechas en
distintos pueblos, siempre después de la Semana Santa (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985) (Véanse 13.17.
Semana Santa y 13.4. Día de los difuntos: Поминки, Pomynky).
Si se derrama sal en la mesa, habrá una discusión familiar (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Para evitar esa discusión, en el centro de la sal derramada se
dibuja una cruz (S. Sikidina, 1979).
La sal ni se pide ni se presta (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Si la cocinera echa demasiada sal a la comida significa que se ha enamorado (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina,
1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Cuando muere alguien, los familiares reparten dulces y galletas entre la gente «para que recuerden» al difunto. Quien
reciba los dulces tiene que pronunciar una oración recordatoria. Por eso se pregunta el nombre de la persona fallecida y
no se dan las gracias (N. Kolomiets, 1974; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Cuando se visita a un recién nacido, hay que traer dulces para que tenga una dulce vida (A. Romanyk, 1981).

Si se ve una estrella fugaz, se pide un deseo. Si da tiempo a pedirlo antes de que desaparezca, se cumplirá (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si en invierno la noche es muy clara y se ven las estrellas, hará mucho frío (M. Yatsenok, 1983; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si la vaca dejaba de dar leche, cogían el cubo de ordeñar, lo llenaban con agua y lo dejaban en la calle «bajo las
estrellas» toda la noche para que «volviese» la leche a la vaca (N. Kolomiets, 1974).

Antaño la Luna era un referente importante para los ucranianos. La observaban y hacían sus predicciones sobre los
diferentes temas que les afectaban: el tiempo, el humor, el bienestar de la gente, la necesidad de hacer trabajos de campo y
hasta presagiaban buenos o malos augurios.

Nos han referido algunas creencias relacionadas con las fases de la luna:

es bueno hacer conservas de repollo y pepinos cuando la luna es creciente;


si alguien se corta pelo y uñas en esta fase, crecerán más rápido (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Kolomiets, 1974; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Con la luna llena, como es sabido, aparecen los vampiros y las criaturas diabólicas, lo cual provoca más agresividad y
mal humor entre la gente. No se recomienda contemplar la luna en esta fase y se teme dormir en frente de la ventana con
la luna llena (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Antaño la gente adaptaba sus actividades rutinarias a las horas de luz disponibles: se levantaban y se acostaban «con el
sol». Nos han llegado las supersticiones de no hacer ciertas cosas después de la puesta del sol: no prestar dinero, no
barrer ni limpiar la casa, no sacar la basura (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978), no hablar de los muertos (N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; T. Pyrozhenko, 1980; Oxana
G, 1969).
No se puede sacar a la calle a los niños no bautizados después de la puesta del sol, pues les podrían echar mal de ojo.
Tampoco se puede colgar su ropita lavada a secar a esa hora del día. En general, no se recomienda dejar la ropa a secar
por la noche (N. Melnychuk, 1973; A. Romanyk, 1981).
Si la puesta del sol es de color rojo, al día siguiente hará mucho viento (Mykola Ya. 1983; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).

En la cultura eslava el equivalente a la Candelaria española sería la fiesta de la «despedida del invierno», llamada
Масляна, Масляниця, Сирна неділя, Masliana, Maslianytsia, Syrna nedilia [Mantequillera o Semana de queso], que se
celebra en víspera de Cuaresma, precisamente la semana anterior, que normalmente cae en febrero o a principios de marzo.
La celebración dura una semana y se caracteriza por las comilonas abundantes, reuniones de familiares y amigos y por el
consumo de platos típicos: млини, mlyny [creps], вареники з сиром, varenyki z syrom [empanadas cocidas con requesón]
y otros platos donde se usan mantequilla, queso tierno y sus derivados. La celebración de la Masliana difiere mucho de una
región a otra. Cabe señalar que es una fiesta más bien de mujeres y se acompaña por juegos colectivos, bailes, canciones,
ritos y representaciones folclóricas sumamente alegres y desenfrenadas. Así la gente intentaba «prepararse» para siete
semanas de ayuno y abstinencia.

El último día de la Masliana, el domingo,es la época para pedir perdón a los que uno considere necesario. La gente se iba
de casa en casa pidiendo perdón diciendo tres veces: Прости мене!, Prosty mene! [Perdóname!] y le contestaban tres
veces: Бог простить!, Bog prostyt! [¡Dios te perdone!]. Luego se daban un beso (O.T.; N. Kolomiets, 1974). Hasta el
punto era así que la versión rusa de Facebook (Odnoklassniki.ru), dando crédito a esa costumbre antigua, ofrece en fechas
indicadas la opción de pedir perdón a los amigos, enviándoles un mensaje prototipo (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska,
1985).

El día de los difuntos tiene nombres distintos en ucraniano: Гробки, Проводи, Поминки, Фомина неділя, Grobky,
Provody, Pomynky, Fomyna nedilia [Tumbas, Despedidas, Recordatorios, Semana de Foma (San Tomás)]. En teoría la
fiesta se celebra el domingo que sigue al Domingo Santo pero, en la práctica, en muchos pueblos se celebra en fechas
distintas (lo calculan contando diez semanas después de la Semana Santa). La gente que no vive en los pueblos donde están
enterrados sus familiares, va un día antes y limpia las tumbas, planta flores, arranca las malas yerbas, pinta las vallas, etc.
La tradición es más propia de la parte central y este del país, ya que la religión católica de rito griego no le da tanta
importancia (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Se cree que justo ese día las almas de los muertos se ponen en la puerta del cementerio esperando la visita y se disgustan
mucho si nadie va a verlas. De la Semana Santa se guarda una paska bendita (pan especial) para llevarla a la tumba de
los familiares junto con los huevos pintados y otras comidas (Véase al respecto el apartado 11.21. Pan). Al llegar se dice:
Христос воскрес!, Jrystos voskres! [Cristo ha resucitado] delante de la tumba, a lo que el muerto supuestamente
contesta: Воістину воскрес!, Voistynu voskres! [Ha resucitado de veras] (frase típica de saludo el Domingo Santo) y
luego los familiares se sientan para comer en la hierba cerca de la tumba, aunque, como es una costumbre muy antigua,
al lado de muchas tumbas se hacen las mesas y banquillos, para que la gente se acomode bien y pase un rato hablando,
recordando a los difuntos. Ese día los bombones y galletas se reparten entre los niños que se cruzan en el camino.
También se dan a los mayores diciendo Пом’яніть (ім’я) в Царстві небесному! [Recordadle (nombre) en el Reino de
Dios] (O.T.; N. Kolomiets, 1974). Al terminar se deja un poco de comida y dulces en la tumba (O.T.; L. Tarnovska,
1985).
Cuando se va al cementerio, el día del recordatorio o en otras ocasiones, no se puede llevar uno de allí nada de las
tumbas o cosas allí encontradas, porque son propiedad de los muertos (O. Grytsan, 1969).
De los difuntos no se habla mal. Dice el refrán: Про мертвих або добре, або нічого [Sobre los muertos o bien o nada]
(O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Popularmente la fiesta se llama el Año Nuevo Viejo y se celebra desde por la noche del día 13 hasta 14 de enero. También se
celebra ante una mesa abundante щедра кутя [schedra kutia] 3 para cenar y también vienen grupos de jóvenes a cantar
canciones, está vez llamadas щедрівки, shedrivky, y a hacer espectáculo.

La tradición de esta noche es más jocosa aún. A los personajes de la koliada, se añade Маланка, Malanka, el personaje
grotesco femenino que hace bromas y travesuras en las casas: se pone a dar besos y abrazos, a robar cosas y pedir
«compensación». Si casualmente robaba algo de una chica soltera, se creía que la chica se casaría pronto (O.T.; N.
Melnychuk, 1973). Malanka es la encarnación jocosa de la diosa pagana de la fecundidad; normalmente un chico se
disfraza de ella y le ponen un maquillaje muy llamativo y carnavalesco.
Se cree que desde la Navidad hasta el Bautizo de Cristo el mundo de las fuerzas oscuras está mucho más activo y
próximo a nosotros. Esa es la época cuando las jóvenes hacen todo tipo de adivinanzas para saber su futuro. Se reúnen
por la noche en una de sus casas y, por medio de los espejos puestos enfrente uno a otro y unas velas, intentaban llamar a
su prometido (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
En algunas regiones las familias practicaban un ritual para conocer el tiempo que iba a hacer durante todo el año. Se
cogía una cebolla, se cortaba y con sus capas se hacían 12 círculos (uno por cada mes); se ponía en cada uno de ellos una
pizca de sal y a la mañana siguiente se observaba el resultado. Si se aguaba la sal dentro del hemisferio, eso significaba
que el mes sería «mojado», eso es, lluvioso (N. Kolomiets, 1974).
También había costumbre de «hablar seriamente» con árboles frutales que no traían buena cosecha. Se suponía que estos
días los árboles entienden la voz humana, así el dueño los golpeaba ligeramente con el hacha para «asustarles» (O.T.; N.
Kolomiets, 1974; A. Romanyk, 1981). También se hablaba con animales domésticos agradeciéndoles el trabajo y
productividad (S. Sikidina, 1979).
Al día siguiente, el 14 de enero, la familia se reúne para la comida y los grupos de niños, preferiblemente chicos, les
felicitan por el Año Nuevo, засівають, zasivayut [siembran], echando manojos de trigo desde la puerta hacia la casa y
deseándoles a los dueños una buena cosecha y bienestar para este año. Este trigo no se quita hasta el día siguiente (O.T.;
S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Para los ucranianos, el día de la Navidad es la fiesta familiar más importante de todo el año. La fiesta se celebra el 7 de
enero, ya que los ortodoxos, para sus fiestas religiosas, han conservado la tradición de celebrarla ateniéndose al calendario
Juliano que «se retrasa» Gregoriano en 13 días. Las Navidades ucranianas se inician en víspera de la Navidad (6 de enero),
pasan por la Epifanía (Маланка- Василь, Malanka-Vasyl, 13-14 de enero) y terminan el día del Bautizo de Cristo
(Водохреща, Vodojrescha, 19 de enero).

En Ucrania se sigue la mágica costumbre de que el comienzo de las cenas de celebración no lo marque el reloj sino las
estrellas. Justo cuando la primera estrella aparece en el cielo comienza la cena de la Víspera de Navidad o Свята Вечеря,
Sviata Vecheria [La santa cena] que junta a toda la familia para el inicio de las fiestas con muchas costumbres y tradiciones
que se remontan a la antigüedad. La iglesia no ha conseguido quitarle a la fiesta el carácter alegre y carnavalesco. Los
rituales están dedicados a Dios, al bienestar de la familia y al recuerdo de los antepasados.

Se presta mucha atención a lo que se pone en la mesa. Debajo del mantel se coloca un diente de ajo para ahuyentar los
malos espíritus (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Es el final del Ayuno y en la mesa tiene que haber doce platos
distintos (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985), entre éstos un plato especial compuesto de trigo, amapola
triturada con azúcar y frutos secos: кутя, kutia. Es un plato que se comparte entre todos antes de cenar y luego se deja
por la noche en la mesa para que los familiares difuntos también puedan comer algo. En algunos casos hasta dejan
cubiertos para los difuntos (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978). Se colocaba en el centro de la habitación un manojo de espigas de trigo, дідух - diduj, que simboliza
riqueza. Durante la cena, en algunos sitios, echaban paja debajo de la mesa y los niños pequeños se metían allí
cloqueando para que las gallinas pusieran huevos todo el año (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si en la cena de Nochebuena, Sviatvechir, a alguien se le caía la cuchara, se creía que alguien de la familia moriría (V.
Fedorchuk, 1984).
Con la primera estrella los jóvenes se juntan en grupos, se disfrazan y se van de casa en casa cantando колядки,
koliadky, una especie de villancicos, y haciendo pequeños espectáculos con participación de personajes folclóricos: la
cabra, el pastor, el hombre del saco, el gitano, «la muerte», etc. El objeto obligatorio es la estrella giratoria coloreada
pegada a un palo que llevaba el jefe de los колядники, koliadnyky. En algunas regiones se considera que los jefe del
grupo tienen que ser sólo hombres o chicos (O.T.; N. Melnychuk, 1973; Nina K.1974; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978) ya que la aparición de las mujeres en esas fiestas no trae «el bien en casa»; en otras partes,
eran grupos mixtos. Los koliadnyky pedían permiso a los dueños de la casa y empezaban su actuación con bromas e
improvisaciones, alabando al dueño y su familia. Después los dueños les obsequiaban con comida, bebida o dinero.

Los ucranianos no se privan de ninguna fiesta, así que la Nochevieja se celebra dos veces (al estilo nuevo, el 31 de
diciembre) y a lo antiguo (Véase 13.5. Epifanía y Reyes: Маланка - Василь, Malanka-Vasyl). La Nochevieja «a lo nuevo»
es una fiesta más «civil» que no tiene muchas creencias ni supersticiones. La gente la celebra reuniéndose tanto en familia
como con amigos, se toma mucha comida y alcohol.

Antes de las campanadas de medianoche, algunos cogen un papel y escriben sobre él los deseos para el año venidero.
Cuando empiezan las campanadas encienden este papel con un mechero, echan las cenizas en un vaso de champán y
beben el contenido. Si se consigue hacerlo todo antes de que suene la última campanada, se cumplirán los deseos (O.T.;
N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
En general, la gente intenta pasarlo muy bien, porque existe el refrán popular: Як Новий рік зустрінеш, так його і
проведеш [Como pasas la noche del Año Nuevo, así pasarás el año] (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

La antigua fiesta pagana del solsticio de verano se celebra en Ucrania el 7 de julio (antiguo 24 de junio) acoplándose a la
fiesta religiosa de San Juan Bautista, pero la esencia pagana de la celebración no se ha perdido.

La fiesta marca el final de la primavera y el inicio del verano y se cuenta con numerosos bailes y cantos rituales. Se
celebra siempre al lado de un lago o río. La celebración empieza al atardecer del día 6 de julio. Se hacen dos peleles de
los árboles en forma de hombre y mujer y alrededor de ellos, en un círculo, los jóvenes cantan y bailan. Luego uno los
peleles se quema y el otro «se ahoga» (O.T.).
Las muchachas que quieren casarse hacen unas coronas de flores, les ponen una vela encendida y las bajan al agua. Si la
corona no se mueve mucho y da vueltas, significa que la muchacha no se casará en el año. Si la corona sigue flotando
lejos con la vela encendida y llega a una orilla, significa que se casará y su novio vendrá desde el lado de la orilla donde
para la corona (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981). A veces los chicos van nadando
detrás de la corona de sus prometidas y las cogen en el agua. Eso propicia un buen inicio de su vida en común. Las
chicas se bañaban y se lavaban la cara ese día para «conservar» la belleza.
Entrada la noche, se hace una gran hoguera y los jóvenes saltan por encima del fuego. De esa forma «se queman» los
pecados y se purifica el alma. Se puede saltar sólo o en pareja; las parejas de jóvenes disfrutan saltando cogidos de la
mano porque la creencia afirma que, si, al saltar las manos no se separan al saltar, la pareja vivirá unida toda la vida
(O.T.; N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981).
La noche de Ivana Kupala se considera una noche diabólica. Todas las criaturas del más allá están alerta porque sólo
esta noche, una vez al año, aparece la flor del helecho. Quien la encuentre tendrá el poder de entender a todos los
animales y plantas de la tierra y también de encontrar todos los tesoros que ella guarda. Los helechos, como sabemos, no
tienen flor, pero la leyenda no deja de ser bonita. El gran escritor ucraniano Gogol describió esta leyenda en su novela
Ночь накануне Ивана Купала, Noch nakanune Ivana Kupala [La noche en víspera de Ivana Kupala] (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Otra creencia dice que todas las hierbas y plantas medicinales recogidas en la noche de Ivana Kupala o a la mañana
siguiente tienen un poder curativo especial, casi mágico (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981).

El Jueves Santo se llama Чистий Четвер, Chystyi Chetver [Jueves Limpio]. Para ese día, todo el mundo tiene que
ordenar y limpiar la casa y bañarse. Existía la creencia según la cual el cuervo lleva a sus niños a bañarse antes de que
salga el sol, así la gente enferma se bañaba de noche, antes de esa hora, para librarse de la enfermedad. Luego el
enfermo llenaba un cubo con el agua de su bañera y lo llevaba al cruce de dos caminos, lo vaciaba en el centro del cruce
diciendo «que se quede aquí todo el mal» y otros conjuros. La gente cautelosa evitaba salir de casa por la mañana
siguiente «para que no le pillase la enfermedad» y, por eso, sigue existiendo la superstición de no pasar por el centro de
un cruce de caminos, ya que allí siempre tiraban algún mal (por ejemplo, al quitar un mal de ojo a alguien con el huevo,
lo tiraban en el cruce de caminos) (N. Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981).
De la misa del Chystyi Chetver se traía una vela encendida intentando que no se apagase de camino a casa. Luego se
pintaba una cruz encima de la puerta de la casa para que los malos espíritus no entraran. A la vela «de la pasión» se le
atribuía un poder mágico: la guardaban y la encendían en momentos difíciles, cuando tenían algún miedo, cuando
alguien se enfermaba o moría.
El Domingo Santo, Великдень, Velykden [Gran Día], se prepara una cesta con comida que incluía: pan sagrado paska
(Véase 11.21 Pan), huevos pintados (tradicionalmente se pintan de marrón hirviéndose junto con las cáscaras secas de
cebolla), vino tinto y otros productos. La liturgia empieza el sábado por la noche y termina el domingo por la mañana.
Mucha gente se pasa toda la noche en la iglesia, pero otros muchos van a la iglesia antes de amanecer. Con la aparición
de la primera estrella sale la procesión festiva encabezada por el sacerdote y los coristas (хресний хід, jresniy jid [paso
de la cruz]), dando tres vueltas alrededor de la iglesia y bendiciendo a la gente y sus cestas de comida. En algunos sitios
hasta se lleva a bendecir el cuchillo para cortar la paska. (N. Kolomiets, 1974). A partir de ese momento y en los tres
días posteriores la gente se saluda diciendo, el primero: Христос Воскрес!, Jrystos voskres! [Cristo resucitó], a lo que
otro responde: Воістину Воскрес!, Voistynu voskres! [Resucitó de verdad]. Cuando llega la hora del alba y la comida
está bendecida, la gente se reúne alrededor de la iglesia o se van a casa de uno a tomar juntos un poco de la comida
bendita acompañada de vino. El rito se llama розговляння, rozgovliannia (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina,
1979). Se supone que han mantenido un ayuno muy estricto de Cuaresma y es su primera comida normal.
Durante esa comida y la posterior, en casa cada uno coge un huevo y lo golpea contra los huevos de los demás, la
persona cuyo huevo queda entero tendrá buena suerte durante ese año (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Velykden es una fiesta cristiana muy solemne, en la que se espera estar en familia, sin pelearse y sin pecar (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978).

La Semana Santa o Semana de Pasión empieza el Domingo de Ramos: Вербна Неділя, Verbna Nedilia [Domingo de
Sauce] cuando la gente lleva las ramas de sauce a bendecir a la iglesia y después vuelve a casa para esparcirlas por
habitaciones, a veces plantando unas ramas en la huerta para que crezcan bien las hortalizas.

En algunos lugares pegaban con estas ramas (suavemente, en broma) a los niños (y en muchos casos a los mayores
también) dormilones y desobedientes diciendo: Не я б’ю, верба б’є! Ne ya byu, verba bye! [No te pego yo, te pega el
sauce] (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Se creía que el sauce bendito puede parar el fuego y el viento (N. Melnychuk, 1973). Y se dice también que si duele la
garganta y se comen unos brotes del sauce bendito pasará el dolor (A. Romanyk, 1981).

La fiesta se celebra el día 19 de enero, cuando Jesús fue bautizado en el río Jordán. Se considera que el agua desde la
medianoche hasta la medianoche siguiente tiene poderes especiales, curativos, no se estropea y se guarda un año. En
víspera de la fiesta también la familia se reúne para la cena festiva, llamada голодна кутя, golodna kutiya [kutia en
ayuno]: durante el día se guardaba el ayuno y la mesa de la cena también se componía de platos magros, de vigilia.

Al día siguiente por la mañana, después de la misa, todo el pueblo se va al río o al lago más próximo, donde se hace un
agujero en el hielo en forma de una cruz. La cruz de hielo se pone al lado y a veces se pinta de rojo. El sacerdote celebra
una misa especial bendiciendo este pozo y todos los que quieren limpiarse de los pecados se meten en el agua,
zambulléndose tres veces con cabeza. Aunque en esta época puede hacer muchísimo frío, se dice que el agua está
bendita y nadie enfermará (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978).
El resto de los creyentes traen botes de cristal llenos de agua para que el sacerdote la bendiga. La gente hace una fila,
pone sus botes abiertos en el suelo y el sacerdote los bendice regándoles abundantemente con el agua, mojándoles las
caras y la ropa. De esa forma se sustituye el hecho de sumergirse en el agua helada. Luego la gente lleva ese agua a sus
casas y salpica, durante una oración, todas las esquinas y a otros miembros de la familia. En algunos casos no se lava la
ropa durante una semana pasada la fiesta, ya que el agua se considera bendita (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La época desde el Año Nuevo Viejo hasta unos días después de Vodojrescha suelen sucederse los días más fríos de todo
el año. La llaman Хрещенські морози, Jreschenski morozy [Las heladas del Bautizo] (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985).

Si uno pisa los excrementos o le caga un pájaro encima, significa que le llegará dinero (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; Nina
K.1974; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Si, al asustarse, una mujer embarazada toca o se agarra a una parte de su cuerpo (brazo, pierna, cara), se cree que al niño
le pueden salir manchas en esa parte del cuerpo (O.T.; V. Fedorchuk, 1984; T. Pyrozhenko, 1980; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si el marido de una embarazada corta madera un domingo o un día festivo, el niño nacerá sin algún miembro (A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La mujer embarazada no dice nada de su embarazo durante los primeros meses para que nadie le tenga envidia y, así, no
perder al hijo (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si una mujer quiere tener un hijo, se sienta en la silla donde acaba de estar sentada una embarazada y bebe lo que queda
en su vaso (S. Sikidina, 1979).
La mujer embarazada no debe asistir a entierros (O.T.; N. Rudnichenko, 1978).
A una mujer embarazada no se le puede rechazar un favor (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) o habrá ratones en
casa (T. Pyrozhenko, 1980; S. Sikidina, 1979).
Las embarazadas no pueden cortarse el pelo: supuestamente, le cortan la vida al hijo (N. Rudnichenko, 1978; Mykola
Ya. 1983; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Las embarazadas no pueden teñirse el pelo ni hacerse la permanente, porque es malo para el feto (O.T.; S. Sikidina,
1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Una mujer embarazada no puede pegar a un perro ni a un gato, pues tendría un hijo peludo (O.T.; L. Tarnovska, 1985).
No se compra nada al bebé antes de que nazca, ya que trae mala suerte (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Las mujeres embarazadas no deben pisar cuerdas, mangueras, cables para que el cordón umbilical no enrede al feto (N.
Melnychuk, 1973; L. Tarnovska, 1985).
Las mujeres embarazadas no deben escupir semillas para no tener un aborto (N. Melnychuk, 1973)
Las mujeres embarazadas no deben mirar fijamente a los minusválidos (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).

Una de las maldiciones más antiguas y fuertes es Щоб тобі пусто було!, Shob tobi pusto bulo [Que te sea vacío]. Se
decía para desear que alguien no tuviese descendencia (S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981). No obstante, ahora
algunos creen que es una maldición que lleva a la pobreza.

La iglesia prohíbe la entrada a una mujer que tiene periodo, puesto que se considera impura (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Cuando una mujer tiene la menstruación, no puede hacer conservas de verduras o mermeladas de frutas (N.
Rudnichenko, 1978; N. Melnychuk, 1973) ni otras tareas delicadas, ya que la masa para hacer pan (con levadura) no
subirá (S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).
Tampoco se recomienda, durante la menstruación, sacar con la mano algo de las conservas (de botes o barricas), porque
el resto se estropearía rápido (N. Melnychuk, 1973). No se puede plantar nada, porque la col y la cebolla darían brotes
falsos y el resto de las verduras se pudriría (Nina K.1974; L. Tarnovska, 1985).
Cuando una mujer tiene el período, no debe teñirse el pelo ni hacerse la permanente, porque no «se mantendrá» (O.T.; N.
Kovalenko, 1977; L. Tarnovska, 1985).

Un hombre casado no puede besar a una chica soltera, porque a ella le saldría bigote (N. Rudnichenko, 1978).
A una mujer que ha dado a luz se la considera «impura» durante una temporada. Tiene que volver a ser «introducida» en
la iglesia, cosa que normalmente sucede después del bautizo de su hijo/a (O.T.; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).
En general se considera que un hombre trae mejor suerte que una mujer, especialmente на почин, na pochyn [para el
inicio], al comprar algo, al entrar en un sitio primero, etc. (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978).
Las mujeres no pueden entrar en la iglesia si llevan pantalón, pues la Virgen lloraría al verlo (V. Sviatnenko, 1978).

Según la creencia popular, no es bueno casarse en mayo ya que el que lo haga será un desgraciado para toda la vida -
маятись, mayatys (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
Tampoco es bueno casarse en el año bisiesto, pues se dice que es el año de los viudos (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N.
Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978) 4.
Los parientes no deben casarse en el mismo día (N. Rudnichenko, 1978)
El velo de la novia no se pone antes de la boda (N. Rudnichenko, 1978). El velo de la novia no se tira y, cuando nace un
hijo, se hace con él una especie de cortinilla para tapar la cuna o el cochecito del pequeño (S. Sikidina, 1979).
Al final de la boda a la novia le quitan el velo y le ponen un pañuelo que simboliza su transformación en la esposa. Y
antes de que le pongan el pañuelo, ella baila con cada una de las chicas solteras, cubriéndoles la cabeza con el velo, para
que ellas se casen pronto (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985).
El día de la boda, la novia no mira atrás, porque traería mala suerte (N. Rudnichenko, 1978).
En la boda, al proclamar un brindis, no se hacen tintinear las copas, porque provocaría la falta de dinero (S. Sikidina,
1979).
Durante la ceremonia eclesiástica los novios tienen velas encendidas en las manos. La persona cuya vela se apaga
primero, morirá antes (N. Rudnichenko, 1978).
Durante la ceremonia de casamiento a los novios les ponen una toalla blanca bordada delante de sus pies. Se cree que
quien la pise primero «mandará» en la familia (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; N. Kolomiets, 1974; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). No es extraño que los jóvenes que conocen bien la
superstición estén muy pendientes de hacerlo antes que su futuro cónyuge. Esa toalla bordada se debe guardar bien,
porque si la roban o desaparece, significa que alguien les roba su felicidad (N. Melnychuk, 1973; S. Sikidina, 1979).
Si se rompe un plato por casualidad el día de la boda, será para traer buena suerte a los novios, por lo que los novios
suelen romper platos a propósito (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981; V. Sviatnenko, 1978). También rompen las copas de las que bebieron por primera vez siendo ya marido y mujer
(S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).
La novia se tiene que poner, según algunos, un vestido de manga larga, para que la vida con su esposo sea larga y un
zapato de punta y talón cerrado, para que no se pierda la felicidad (N. Kolomiets, 1974).
Para desearles riqueza, felicidad y bienestar a los novios, les tiran monedas, dulces y trigo (O.T.; S. Sikidina, 1979; L.
Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Para proteger a la novia de un mal de ojo el día de la boda, se le echaban semillas de amapola en el zapato (O.T.).
Antes de la boda, las mujeres casadas que son felices en su matrimonio, se reúnen para entrelazar una cinta de flores de
hierba doncella, llamada доля, dolia [destino] como regalo a la novia que le confería una vida matrimonial feliz (A.
Romanyk, 1981).
El novio no puede ver a la novia con el vestido puesto antes de la boda, porque trae mala suerte (O.T.; S. Sikidina, 1979;
L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).

Si a alguien le duele un diente o muela, hay que coger un diente de ajo y vendarlo a la palma de la mano del lado del
diente que le duele (Mykola Ya. 1983; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Cuando a alguien le sale un orzuelo en el ojo, le hacen el gesto дуля, duliadelante del ojo afectado y con eso el mal,
supuestamente, tiene que curarse (O.T.; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko,
1978).
Otro remedio contra los orzuelos es hacer un «ocho» con el hilo entre los dedos medio y anular de la mano derecha
(Mykola Ya, 1983).
Para eliminar verrugas llevaban un brazalete de hilo rojo (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Cuando existe la sospecha de que a uno le han echado un mal de ojo, hay una forma «casera» de quitarlo- спалити
вроки, spalyty vroky [quemar un mal de ojo]: se cogen nueve cerillas y se queman una por una y se sujetan entre los
dedos hasta que la llama lo permita (enumerando cerillas y diciendo «no» después). Luego se llena un recipiente de agua
y se meten los restos de las cerillas quemadas en él: si se ponen en posición vertical unas cuantas es señal de que la
persona es víctima de un mal de ojo. Se hace una cruz con el cuchillo encima del recipiente, se bebe un sorbo de los
cuatro lados y luego se mojan con ese agua las partes de cuerpo importantes. Al final el agua se tira por detrás del
hombro izquierdo (A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si a un niño pequeño le asustan o le echan un mal de ojo, la madre moja en su orín la parte inversa de su ropa (camisa,
camisón) y le hace un círculo alrededor de la cara tres veces (O.T.; V. Sviatnenko, 1978).

En la antigüedad se prestaba mucha atención a la interpretación de los sueños. Había días cuando los sueños tenían más
importancia y se consideraban providenciales віщий, vischiy.

Se dice que es mejor no contar los sueños antes del mediodía, para que no se cumplan (S. Sikidina, 1979).
Un perro en los sueños simboliza a un amigo, un gato un enemigo; ver un caballo significa mentir o escuchar mentiras;
ver sangre alude a cosas relacionadas con la familia.
Entre las creencias más difundidas sobre la interpretación de los sueños, está la siguiente: cuando se sueña con dientes
podridos con sangre, significa que algunos familiares están muy enfermos, próximos a la muerte (O.T.; L. Tarnovska,
1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978). Si se caen dientes sanos, morirán los parientes próximos.
Cuando se sueña con carne cruda roja es un presagio de lesiones o enfermedades graves en la familia (O.T.; A.
Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
Si en el sueño los familiares muertos se llevan a alguien que está vivo, significa que está persona morirá pronto (S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Cuando a alguien le muerden perros, va a tener problemas (V. Sviatnenko, 1978).
Si se ve a un muerto en el sueño, se tendrá una vida larga (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981; V.
Sviatnenko, 1978).

No es bueno dar al hijo el nombre del padre, o a la hija el de la madre, porque uno de ellos podría morir (N.
Rudnichenko, 1978) o porque podría tener la misma suerte que su progenitor (S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A.
Romanyk, 1981).
Tampoco se recomienda llamar a los recién nacidos con los nombres de los familiares fallecidos recientemente,
especialmente si la vida de los últimos no ha sido feliz, para que el pequeño no reciba el mismo destino (O.T.; S.
Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).

En la religión ortodoxa hay muchos ritos relacionados con la muerte. La creencia popular dice que el alma del muerto
permanece cerca del cuerpo durante los tres días después de la muerte «dándose cuenta» de que ya está muerto. Por eso,
intentan no dejar al difunto sólo y enterrarlo al tercer día. Luego el alma se queda durante los nueve días siguientes en la
tierra, cerca de su vida anterior y sus seres queridos. Al décimo día empieza su travesía al otro mundo, pasando por el
infierno viendo a los pecadores y sus sufrimientos y pensando en sus propios pecados, y al día 40 los ángeles llevan el alma
al cielo. También se considera que un año después de la muerte, el alma baja a visitar a sus familiares. Por eso en cada una
de estas fechas hace falta ir a la iglesia, encargar una oración especial y recordar al muerto ofreciendo una comida especial
a los amigos y familiares.

En las distintas regiones del país existen tradiciones de entierros propias de la zona, muchas veces contradictorias. Así del
mismo lugar nos han llegado dos versiones: antes de que se saque de la casa el ataúd con el difunto, todos tienen que
abandonar la casa; quien se quede dentro, será el siguiente en morir (T. Pyrozhenko, 1980). Y, al revés, cuando saquen al
difunto y dejen el ataúd reposar en un banquillo delante de la casa, todos los familiares tienen que quedarse en casa y
mirarlo a través de la ventana, deseándole al muerto «una vida eterna» (T. Pyrozhenko, 1980) para no temer su eventual
aparición «como fantasma» (V. Fedorchuk, 1984).

Cuando muere alguien, nadie limpia ni ordena la casa para que el difunto «tenga un buen viaje» (N. Melnychuk, 1973;
S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).
Cuando muere alguien, nadie puede sacar nada de casa ni mover los muebles hasta que pasen 40 días; en algunas
regiones, hasta después de un año (N. Melnychuk, 1973).
En muchos sitios, en el ataúd ponen un pañuelo con monedas dentro, para «sobornar» a San Pedro (Nina K.1974).
Nunca se adelanta o se cruza una procesión funeraria. A los difuntos les llevan en su ataúd al cementerio (a hombros, en
un carro o en coche) y los peatones o coches que se cruzan con la procesión se paran y les dejan pasar (O.T.; N.
Rudnichenko, 1978; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
No se puede mirar a la procesión funeraria por la ventana, para que el muerto no se lleve consigo a esa persona (Nina
K.1974; A. Romanyk, 1981; L. Tarnovska, 1985).
No hay que llorar mucho a los muertos, hay que dejarlos abandonar tranquilamente este mundo; de lo contrario sus
almas se quedan al lado de los familiares que más les lloraban (N. Rudnichenko, 1978; A. Romanyk, 1981).
Si se ve en sueños a un familiar recién fallecido metido en el agua, significa que hay que dejar de llorarle ya (O.T.; O.
Grytsan, 1969).
A los muertos se les tapan los ojos con monedas (S. Sikidina, 1979).
El agua con la que lavan a un muerto puede utilizarse para hacer brujería. Por tanto, después de lavarlo (es un rito que
hacen las mujeres mayores de fuera), se presta mucha atención a que se tire en un sitio donde no suele pasar gente (S.
Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981). Lo mismo se puede hacer con las cuerdas que se utilizan para sujetar al difunto (p.e.
sus pies juntos), por tanto se meten en el ataúd o se queman (A. Romanyk, 1981).
Hay gente que, queriendo hacer mal a alguien, pone sus cosas (una foto o ropa) en el ataúd de un muerto. Después de
esto, a la persona en cuestión, le empiezan a perseguir desgracias y enfermedades. La única forma de terminar con esta
situación es desenterrar al muerto y sacar el objeto (O.T.; N. Rudnichenko, 1978).
La gente dice que a veces los muertos aparecen en los sueños pidiendo alguna pertenencia suya. Para satisfacer sus
peticiones se lleva el objeto en el cementerio y se entierra en la tumba (O.T.).

Un cumpleaños no se celebra antes de la fecha, ni se regala nada antes de tiempo (O.T.; N. Rudnichenko, 1978; S.
Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).

Los hombres no pueden orinar en el fuego de una chimenea ni en el de una hoguera porque se le cubriría el miembro de
granitos (V. Fedorchuk, 1984).

Niños pequeños

No se puede mecer una cuna o un carricoche de niño vacío, porque es un mal augurio para el bebé (N. Rudnichenko,
1978; A. Romanyk, 1981).
Cuando se habla bien de un niño (alabando su belleza, su inteligencia, etc.), enseguida se le dice погане, pogane [malo]
y luego simbólicamente se le «escupe», diciendo Тьху, тьху, тьху!, Tju, tju, tju! o Тьху на тебе!, Tju na tebe [Te
escupo], para ahuyentar a los demonios y la envidia humana. A veces, después, se toca madera tres veces (O.T.; N.
Melnychuk, 1973; N. Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981).
Cuando hay un niño pequeño en casa (con menos de un año), no se presta ni se saca nada de casa, porque el niño podría
pasar a ser muy inquieto (T. Pyrozhenko, 1980).
No se puede sacar a la calle a los niños no bautizados después de la puesta del sol, pues les podrían «echar un mal del
ojo»; tampoco se puede colgar su ropa lavada a secar a esa hora del día (N. Melnychuk, 1973).
Se intenta no enseñar los niños pequeños, especialmente bebés no bautizados, a la gente por el temor de que les echen
mal de ojo (O.T.; N. Kovalenko, 1977; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk, 1981; V. Sviatnenko, 1978).
La ropa lavada de bebés no se seca al revés ni después de la puesta del sol (N. Melnychuk, 1973).
Para el bautizo del niño se utiliza una sábana-toalla, llamada крижма, kryzhma, que se guarda durante años y, cuando
el niño se pone malo, lo bañan y lo secan con la kryhzma (N. Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985;
A. Romanyk, 1981).
Si el niño duerme mal y llora mucho, hay que dejar de plancharle la ropa y las sábanas (N. Kolomiets, 1974).
Si ha habido gente en casa y el niño se ha puesto muy inquieto, puede que le hayan echado mal de ojo hasta sin querer.
Se coge un perol, se llena de agua, se meten dentro las cucharas que se utilizaban para la comida de los visitantes y «se
lavan», sacudiendo el perol y haciendo mucho ruido. Después las cucharas se sacan, se lavan con la mano derecha la
cara del niño tres veces y se secan con la parte inversa de un delantal (hay que ponérselo previamente). En muchos sitios
se secaba a los niños con la parte inversa de la ropa de la madre (N. Kolomiets, 1974; L. Tarnovska, 1985).
No se puede pasar por encima de un niño o de alguna parte de su cuerpo (brazo, pierna), porque se le condenaría a no
crecer más (O.T.; T. Litvinenko, 1983; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).

Persona

Si no se reconoce a la persona ni su voz (por teléfono), se le dice: Не впізнав - багатим будеш!, Ne vpiznav’ bagatym
budesh [No te he reconocido, vas a ser rico] (N. Kovalenko, 1977; S. Sikidina, 1979; L. Tarnovska, 1985; A. Romanyk,
1981).

Persona con el hábito

Si uno sale a hacer algo importante y encuentra en el camino a un cura, un monje o una monja —alguien con el hábito
—, le espera una desgracia (O. Grytsan, 1969; S. Sikidina, 1979; A. Romanyk, 1981).

Poste de alumbrado público

No se puede pasar debajo de los postes del alumbrado público en forma triangular. Se dice que es «la puerta de diablo» y
trae desgracias. Se puede ver que el trayecto que hace la gente al llegar a un lugar así, lo esquiva ladeando (O.T.; S.
Sikidina, 1979).

Cordón umbilical

El cordón umbilical después de que se secase y cayese, no se tiraba: lo guardaban y cuando el niño estaba a punto de
entrar en la escuela, se lo daban para que lo desenredara. Así le sería fácil estudiar. Después lo enterraban delante del
umbral de la casa (N. Kolomiets, 1974).
No se puede comer andando. Quien lo hace se peleará con la gente (T. Litvinenko, 1983).

З Богом!, Z Bogom! [¡Con Dios!] Se dice al emprender o empezar algo.

Хай Бог тебе береже/боронить!, Jay Bog tebe berezhe/boronyt! [¡Que Dios te guarde!]

Боже поможи! Бог в поміч!, Bozhe pomozhy! Bog v pomich! [¡Que Dios te ayude!]

Твої слова до Божих Вух!, Tvoyi slova do Bozhyj vuh! [¡Que Dios escuche tus palabras!] Se dice cuando alguien desea
algo bueno a otro.

Успіху!, Uspihu! [¡Suerte!]

Спаси Господт!, Spasy Gospody! [¡Que Dios te salve!] Se dice a veces como agradecimiento. El famoso cпасибo,
spasibo en ruso o cпасибі, spasybi en ucraniano proviene precisamente de la frase siguiente cпаси Бог, spasi Bog o cпаси
Біг, spasy Big [Dios salve].

Тримаю за тебе кулаки, Trymatymu za tebe kulaku [Mantendré los puños cerrados por ti]. Esta frase se usa para decirle
a alguien que se pensará en él con los «puños cerrados» en un momento clave (durante el tiempo que tiene su examen o una
cosa de gran importancia) participando así en el éxito de lo emprendido. En algunos casos, también «se regaña» a alguien
en el momento clave para él con el fin de desearle éxito (S. Sikidina, 1979).

Стою на порозі правою ногою, щоб була правда за мною, Stoyu na porozi pravou nogoyu, shob bulo pravo za
mnoyu! [Pisando el umbral con el pie derecho, para que el derecho se quede conmigo]. Se decía esa frase pisando el
umbral de la casa antes de salir a participar en un pleito, una discusión o una disputa. Así se pensaba atraer «la razón» y
salir victorioso de la disputa (N. Rudnichenko, 1978).
Сплюнь! Splyun! [¡Escupe!]. Frase que se dice a alguien para «espantar» el mal, a veces se sustituye con la imitación
onomatopéyica del escupitajo repetida tres veces: Тьху, тьху, тьху!, tju, tju, tju! (Véase el apartado 21.4. Otras)

Як би не наврочити! Yak by ne navrochyty! [¡Ojalá no tenga mal (de ojo)] Esas dos frases a menudo se usan juntas.

Не закудикуй! Ne zakudykuy! [¡No preguntes adónde!] Nunca hay que preguntar adónde va alguien, no llegaría a cumplir
lo propuesto.

Не каркай! Ne karkai! [¡No graznes!] Se decía a la gente que presagiaba cosas malas.

Не буди лихо, доки тихо! Ne budy lyho, doky tyho! [¡No despiertes al mal mientras duerme!]

Прости, Господи! Prosty Gospody! [¡Perdóname, Dios!] Se exclama después de decir algo indebido, vulgar o cínico.

En general en Ucrania la gente no cuenta sus intenciones a nadie, porque existe el refrán: Не кажи «Гоп!» доки не
перескочиш, Ne kazhy “gop” doky ne pereskochysh [No digas «gop» antes de haber saltado] que equivale al español «No
te alabes hasta que acabes». Tampoco a la gente le gusta contar lo bien que le va la vida, para que los demás no tengan
envidia. No es normal que un ucraniano cuente lo feliz que está, en cambio, muchos prefieren «hacerse pobres y humildes»,
para no instigar a otros a envidiarles o desearles el mal. Un rasgo de la mentalidad nacional.

Como hemos adelantado en la parte introductoria, a pesar de haber entrevistado tan sólo a algunos ucranianos jóvenes e
ignorado a los mayores —portadores tradicionales de la sabiduría popular—, se han podido recoger unas 300 supersticiones
variopintas y unas cuantas frases típicas populares. Evidentemente, las supersticiones conocidas por todo el mundo no serán
tantas (siempre habrá un mínimo), aunque me atrevo a suponer que en Ucrania el mínimo de supersticiones será bastante
más numeroso comparado con otros países. Si nos propusiéramos recopilar el máximo posible de supersticiones,
entrevistando a gente mayor de distintas regiones del país, podríamos hacer una enciclopedia.

Analizando el material recogido, me gustaría hacer alguna observación sobre el mismo. En primer lugar, no todo lo que se
ha recopilado puede clasificarse como una superstición. En algunos casos se trata de observaciones sobre la naturaleza: Si
las golondrinas vuelan bajo, lloverá (cuando baja la presión, los insectos vuelan más cerca de la tierra y las golondrinas,
para cazarlos, también vuelan hacía abajo). En otros casos, se trata de una práctica de sentido común y de seguridad
personal: No se puede comer del cuchillo.

No hemos incluido aquí las supersticiones y observaciones relacionadas con las fiestas religiosas y populares ucranianas ni
con las estaciones del año, exceptuando las más importantes, mencionadas en el temario común, porque diluirían el guión
del estudio.

En Ucrania, como hemos comprobado, se destacan dos temas que originan un número elevado de supersticiones: por un
lado, el día de la boda, sobre el cual hemos recogido aquí solo una pequeña parte, y, por otro, la salud y el bienestar de los
niños recién nacidos. Son dos temas que no tienen su propio apartado dentro de la clasificación internacional de
supersticiones y, desde mi punto de vista, quizá deberían tenerlo: boda y niños (bebés).

Si nos fijamos, casi todas las supersticiones tienen «un remedio» para evitar un final indeseado. Así para el gato negro
existe un botón o dulia en el bolsillo; para un regalo indebido —una recompensa; para un mal de ojo— un alfiler para
evitarlo o una receta para quitarlo. El pueblo, al fin y al cabo, es un sabio maestro que sabe mirar, observar, sacar
conclusiones y remediar los males. Y cuando hace falta también sabe reírse de sus propias supersticiones, ya que existen
chistes y bromas sobre las mismas. Aquí decimos: А найгірше, як чорний кіт, переходячи дорогу, [Lo peor es que un
gato negro, cruzando la calle rompa un espejo con un cubo vacío].

GRYTSAN, Oxana, Brovary, Región de Kiev, 11-01-1969.

MELNYCHUK, Nadia, Kiev, 04-08-1973.

KOLOMIETS, Nina, Región de Kiev, 01-11-1974.

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SVIATNENKO, Vadym, Kiev, 21-02-1978.

RUDNICHENKO, Natalia, Kiev, 19-09-1978.


SIKIDINA, Svitlana, Vyshgorod, Región de Kiev, 10-02-1979.

PYROZHENKO, Tetiana, Antecarpatos, Hutsuilschyna, 13-09-1980.

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Olga TARNOVSKA

Doctora en Filología española por la Universidad de Granada con la Tesis Doctoral titulada Consideraciones acerca del
mínimo paremiológico español (2003). Licenciada en Filología Inglesa y Francesa por la Universidad Nacional
Shevchenko de Kiev (Ucrania).

Selección de publicaciones:

«Acerca de los refranes machistas ucranianos y españoles: enfoque contrastivo», en Pamies, A., Luque J. de D. (eds.):
Trabajos de lexicografía y fraseología contrastivas. Granada: Método, 2000, 181-192.
«Correspondencias entre el "mínimum" paremiológico español y ruso», en Sabio, J. A., Guatelli, J., Guillén, G., Saúco,
M. (eds.): Traductologá y Lingüística Aplicada. VI Jornadas Hispano-Rusas sobre Traducción e Interpretación,
Granada: Método, 2002, 263-271.
«El léxico de la borrachera en el ruso y el ucraniano», en Pamies, A., Luque J. de D., Manjón F.J. (eds.): I Congreso
Internacional sobre Nuevas Tendencias de la Lingüística. Granada: Método, 2002, 227-239.
«Una aproximación al refranero ucraniano», en Sevilla Muñoz, J. (ed.): Paremia, 2003: 12, 107-114.
«Consideraciones acerca del mínimo paremiológico español», en Letras de Hoje, Estudos em torno da fraseologia 135
(39), Porto Alegre (Brasil): EDIPUCRS, 2004.
«El diagnóstico del refrán en el español actual», en Actas del XXIX Congreso de Hispanistas. Taegu: Ed. Universidad
Taegu, 2004.
«Supervivencia de los refranes del Quijote», en Actas del XI Coloquio Internacional de la Asociación de Cervantistas.
Seúl: Editorial Universidad Hanguk de Estudios Extranjeros, 2004, 369–384.
Refranero básico español con correspondencias en ruso y ucraniano. Kyyv: Logos, 2004.
«El mínimo paremiológico en la lengua española», en J. D. Luque y A. Pamies. (eds.): La creatividad en el lenguaje:
colocaciones idiomáticas y fraseología. Granada: Método/Granada Lingvistica, 2005, 197-217.
«Sobre los refranes del Quijote», en Didáctica de la lengua: Número monográfico dedicado a El Quijote (1605- 2005).
Madrid: Publicaciones Universidad Complutense, 2005, 285-300.
«La traducción ucraniana del Quijote y el mínimo paremiológico español», en Refranes en El Don Quijote, versión Cd-
rom, eds. Carlos Crida, M.ª Teresa Zurdo y Julia Sevilla. Atenas: Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas,
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tomo IV. Kiev: Editorial D. Burago, 2006, 160-167.
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Olga Tarnovska

Doctora en Filología española por la Universidad de Granada con la Tesis Doctoral titulada Consideraciones acerca del
mínimo paremiológico español (2003). Licenciada en Filología Inglesa y Francesa por la Universidad Nacional
Shevchenko de Kiev (Ucrania).
Selección de publicaciones:
«Acerca de los refranes machistas ucranianos y españoles: enfoque contrastivo», en Pamies, A., Luque J. de D. (eds.):
Trabajos de lexicografía y fraseología contrastivas. Granada: Método, 2000, 181-192.
«Correspondencias entre el "mínimum" paremiológico español y ruso», en Sabio, J. A., Guatelli, J., Guillén, G.,
Saúco, M. (eds.): Traductologá y Lingüística Aplicada. VI Jornadas Hispano-Rusas sobre Traducción e
Interpretación, Granada: Método, 2002, 263-271.
«El léxico de la borrachera en el ruso y el ucraniano», en Pamies, A., Luque J. de D., Manjón F.J. (eds.): I Congreso
Internacional sobre Nuevas Tendencias de la Lingüística. Granada: Método, 2002, 227-239.
«Una aproximación al refranero ucraniano»,en Sevilla Muñoz, J. (ed.): Paremia, 2003: 12, 107-114.
«Consideraciones acerca del mínimo paremiológico español», en Letras de Hoje, Estudos em torno da fraseologia
135 (39), Porto Alegre (Brasil): EDIPUCRS, 2004.
«El diagnóstico del refrán en el español actual», en Actas del XXIX Congreso de Hispanistas. Taegu: Ed. Universidad
Taegu, 2004.
«Supervivencia de los refranes del Quijote», enActas del XI Coloquio Internacional de la Asociación de Cervantistas.
Seúl: Ed. Universidad Hanguk de Estudios Extranjeros, 2004, 369–384.
Refranero básico español con correspondencias en ruso y ucraniano. Kyyv: Logos, 2004.
«El mínimo paremiológico en la lengua española», en J. D.Luque y A. Pamies. (eds.): La creatividad en el lenguaje:
colocaciones idiomáticas y fraseología. Granada: Método/Granada Lingvistica, 2005, 197-217.
«Sobre los refranes del Quijote», en Didáctica de la lengua: Número monográfico dedicado a El Quijote (1605-
2005). Madrid: Publicaciones Universidad Complutense, 2005, 285-300.
«La traducción ucraniana del Quijote y el mínimo paremiológico español», en Refranes en El Don Quijote, versión
Cd-rom, eds. Carlos Crida, M. ª Teresa Zurdo y Julia Sevilla. Atenas: Universidad Nacional y Kapodistríaca de
Atenas, 2006.
«El mínimo paremiológico español: análisis comparativo con las lenguas rusas y ucranianas», en Mova y Kultura 8,
tomo IV. Kiev: Editorial D. Burago, 2006, 160-167.

«Fraseología, cultura y metáfora universal en el léxico de la borrachera», en Mova y Kultura 9, tomo V. Kiev: Editorial
D. Burago, 2007, 189 -196.
(1) Una discusióón curiosa sobre la gran presencia de supersticiones en los ucranianos en un foro españñol: ««Tener como pareja a una
ucraniana cláásica (tradiciones para volverse máájara)»» [http://www.forocoches.com/foro/showthread.php?t=1385448&page=2]. volver
(2) Curiosamente, en Brasil y Galicia existe un objeto que imita ese gesto de la mano, llamado figa. Allíí se hace de piedra o de madera y el
artefacto tambiéén se utiliza para ahuyentar los malos espííritus. Vééase al respecto el apartado correspondiente en los capíítulos de esta obra
colectiva dedicados a Galicia(Fernáández Pampíín y Alonso Péérez-ÁÁvila) y a Brasil (Texeira y Duarte). El nombre figa es bien conocido
en Ucrania como sinóónimo de dulia. No obstante, en nuestra cultura no hacemos representaciones de la figa, por eso no estáá en el apartado
de objetos. volver
(3) Debido a la variedad religiosa ucraniana (la mayoríía son ortodoxos, pero tambiéén hay un 25 % de catóólicos de rezo griego) ciertas
tradiciones navideññas pueden diferir de una zona a otra. volver
(4) Sin ir máás lejos, en los úúltimos díías del añño 2007 máás de 2000 parejas en Kiev (sóólo) decidieron adelantar su boda y celebrarla
antes de que terminara el añño y asíí evitar casarse en un añño bisiesto que, segúún la tradicióón popular, no seríía propicio al matrimonio.
Asíí, el registro civil de Kiev recibióó máás de 2000 solicitudes de boda para el úúltimo díía del añño, un autééntico ««boom»», si se
considera que en 2006 sóólo 35 parejas decidieron darse el ««síí quiero»» en un 31 de diciembre http://www.diariopanorama.com
/diario/edicionant/2008/01/02/a-13619.html. volver
(5) Se cita por la primera edicióón porque es la que se ha consultado. volver
Luisa A. MESSINA FAJARDO
Universitàà degli Studi di Roma3 (Italia)
luisa.messinafajardo@uniroma3.it

Evitar las supersticiones es en síí una supersticióón.

Resumen: En este capíítulo estudiamos una parte de las supersticiones y creencias populares del pueblo venezolano,
aunque lo dicho abarca a toda Hispanoaméérica e incluso a Españña, por razones históóricas que son obvias. Ponemos de
relieve que existen supersticiones socialmente compartidas, transmitidas de generacióón a generacióón. Rituales a los que
los venezolanos recurren para disminuir la amenaza de muerte u otros temores.

Palabras clave: Supersticióón. Creencia popular. Fraseologíía. Refráán. Tradicióón oral. Venezuela. Españñol.

Titre : «« Croyances populaires, supertistions et phrasééologie au Véénéézuela »»


Réésuméé : Dans ce chapitre nous éétudions une partie des superstitions et des croyances populaires du peuple
véénéézuéélien, qui concerne toute l’’Améérique latine ainsi que l’’Espagne, pour des raisons historiques indééniables.
Nous mettons en éévidence l’’existence de superstitions socialement partagéées, transmises de géénéération en
géénéération. Des rituels auxquels les véénéézuééliens ont recours pour diminuer la menace de mort ou autres craintes.

Mots cléés : Superstitions. Croyance populaire. Phrasééologie. Proverbe. Tradition orale. Venezuela. Espagnol.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Venezuela»»


Abstract: In this chapter we study about some of the superstitions and the popular believes Venezuelan people have,
although we could include the whole of South America and even Spain in this study taking into account our shares history.
these superstitions have been passed on from generation to generation, some of them are practical like letting salt fall so
that one is protected, some are unusual like giving someone evil eye or curing one. There is also touching wood for good
luck and carrying charms for protection. Venezuelans often take part on many rituals to reduce the risk of death, etc.

Keywords: Superstition. Popular believe. Phraseology. Proverb. Oral tradition Venezuela. Spanish.

Mal de ojo, gatos negros, escaleras, espejos, sal, enanos, jorobas,…… Mitos, leyendas, fantasíías, supersticiones: creencias
de un pueblo, cultura de un pueblo; si por cultura entendemos lo que la gente hace y piensa. Signos y síímbolos abstractos,
arbitrarios, que oscilan entre lo tangible y lo intangible, que conforman un áámbito de la realidad, que se aprende y se
trasmite socialmente, de generacióón a generacióón. Todos los seres humanos nacemos en comunidades y de éésta
extraemos los elementos necesarios para interpretar la realidad y definir nuestras relaciones con todos los miembros de una
sociedad, segúún una lóógica que nos permite analizar, organizar y entender el mundo en un continuo dináámico y activo
que confluye en un espacio y en un tiempo. Las supersticiones, asíí como tambiéén los refranes que de ellas se desprenden,
forman parte de un saber compartido por una comunidad de hablantes. En este capíítulo, vamos a estudiar una parte de la
cultura de las supersticiones de un pueblo especíífico, el venezolano; aunque lo dicho no pertenece exclusivamente al áárea
geográáfica de Venezuela, sino que abarca a toda Hispanoaméérica e incluso a Españña, por razones históóricas que son
obvias.

De norte a sur, de Oriente a Occidente, las supersticiones son un fenóómeno mundial, valoradas como herencia cultural, si
bien, en ocasiones, consideradas meras curiosidades que aññaden sabor a la vida. De un modo u otro, las supersticiones,
mucho máás de lo que podamos imaginar, ejercen un efecto directo en la vida de la gente. Gran parte de nuestra vida se
basa en las supersticiones: en el teatro, el cine, la radio, la literatura, la vida cotidiana, los estudios, el trabajo, el ééxito. A
veces se mezclan y se confunden con el misticismo, la magia o el fetichismo. Pero, he aquíí, la incóógnita: ¿¿por quéé
ejercen tanta influencia entre la gente? ¿¿Cuáál es su origen? ¿¿Cambian de paíís en paíís, o se puede hablar tambiéén de un
caráácter universal de las supersticiones? Creo que esta obra colectiva responde claramente y sin vacilaciones a estas
preguntas.

Es evidente que, fundamentalmente, es el miedo, el temor, la incertidumbre, etc. lo que origina las supersticiones y las hace
desarrollar y difundir. Las supersticiones estáán relacionadas con las almas de los muertos, los espííritus, criaturas del máás
alláá que se comunican con los vivos con la finalidad de prevenirles, amenazarles, advertirles o recompensarles. Tambiéén
las supersticiones estáán relacionadas con las enfermedades y sus curaciones, a ellas se recurre con el fin de prevenir,
remediar o espantar los males. Existen tradiciones supersticiosas que consideran que las desgracias, los accidentes, las
separaciones, el fracaso, los problemas econóómicos, no son hechos casuales, sino que se deben a los espííritus malignos, o
a la negatividad emanada por personas que no nos aprecian. Un hechicero, un méédium, máás que un méédico, un
psicóólogo o un eclesiáástico, con frecuencia, entre muchas poblaciones, proporciona mayor confianza, seguridad y
garantiza la solucióón a todos los problemas.

Las supersticiones, aunque entre muchas poblaciones son iguales o muy parecidas, varíían tambiéén, bastante, de un
extremo a otro del planeta, y su difusióón depende de las tradiciones, leyendas, mitos y circunstancias pertenecientes a los
lugares. Sin embargo, existe un denominador comúún entre ellas que es la creencia de que sirven para apaciguar, dar
áánimo y seguridad a las personas y, ademáás, ahuyentar, dominar, controlar los males con la ayuda de una fuerza que
proviene de un mundo invisible, intangible, pero que estáá ahíí, al alcance del que cree en ellas.

Las supersticiones, por un lado pueden resultar inofensivas, pero, por otro, pueden llegar a ser nocivas e incluso mortales.

En muchos momentos de la historia de la humanidad ha habido intentos, por parte de la Iglesia y del estado, de erradicar las
supersticiones, inclusive recurriendo a condenas muy pesadas, pero de nada han servido, siempre han fracasado. La verdad
es que el hombre necesita dar una explicacióón, con frecuencia irracional, a eventos que sóólo puede controlar con la
capacidad de abstraccióón que posee, y que sóólo asíí estáá seguro de controlar.

No hay que poner la cama con los pies hacia la calle, porque se moriráá quien duerma en ella. La orientacióón de la
cama es importante para disfrutar de salud y larga vida. Suele sostenerse que la cabecera debe estar orientada hacia el
norte o hacia el este. Tambiéén se dice que dormir con los pies en direccióón a la puerta es de mal agüüero, ya que se
asocia con los velatorios que se hacen en los domicilios donde se suele colocar a los muertos precisamente manteniendo
esa direccióón para facilitar la salida del ataúúd. Pero, la cama es síímbolo de la procreacióón, del sueñño y del amor;
por lo que se asocia a los actos fundamentales de la existencia humana, como el nacimiento, la vida conyugal, la
concepcióón y la muerte.
Otras creencias supersticiosas con respecto a la cama son las siguientes: la cama no debe estar atravesada con respecto a
las tablas del suelo, porque la persona que duerma asíí tendráá una muerte lenta y no debe estar cruzada con respecto a
las corrientes subterrááneas de agua; ademáás, es de buena suerte levantarse por el lado derecho de la cama y tocar con
el pie derecho en primer lugar (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Poner la cartera en el piso trae ruina. Ademáás, se dice que, al regalar una cartera, se debe poner un billete de alta
denominacióón, para que la persona que la reciba tenga siempre mucho dinero. Asíí, pues, la cartera debe llevar propina.
Regalar una cartera es un buen gesto para con un amigo, pero regalarle la cartera con una moneda o un billete dentro es
mejor todavíía, puesto que asíí se ayuda a esa persona a no quedarse nunca sin dinero (B. J. Fajardo, Edo. Monagas,
1940).

Cuando se cae una cuchara al suelo llega alguien. Las supersticiones desempeññan un papel importante en Venezuela,
tambiéén durante la gestacióón. Algunas veces, las mujeres de la familia hacen juegos para adivinar el sexo del bebéé,
como la prueba de la cuchara y el cuchillo: una mujer cubre el cuchillo y la cuchara con una manta y los pone en dos
sillas; luego se pide a la embarazada que se siente en cualquiera de las dos; si ella se sienta encima del cuchillo cubierto,
la criatura seráá un varóón, mientras que, si se sienta en la cuchara, el bebéé seráá una niñña (I. Fajardo Lurúúa, Edo.
Monagas, 1942).

En Venezuela se suele decir que, si se cae un cuchillo al piso, llega un hombre.


Si se ponen dos cuchillos en el piso en cruz no llueve. Por otro lado, da mala suerte regalar cuchillos, como cualquier
otro objeto cortante, porque quiebran la amistad. Para contrarrestar este efecto, hay que pinchar ligeramente a la persona
que lo recibe.
El cuchillo es un objeto de uso corriente, pero es un instrumento de poder. En muchos paííses se considera fatíídico
regalar un arma blanca. Regalarla significa regalar poder.
Poner dos cuchillos cruzados es de mal augurio. Aunque hay pueblos en donde se suele poner dos cuchillos en forma de
cruz, para protegerse de los rayos.
El cuchillo es un objeto protector, pues protege de las brujas y de los malos espííritus. Tambiéén conviene clavar un
cuchillo en la puerta de casa, dejar dos cuchillos en cruz en el umbral de la puerta o esconder uno bajo el alfééizar de la
ventana, para protegerse del mal de ojo y la envidia.
El mango del cuchillo, al caer, apunta en la direccióón de donde vendráá la buena suerte. Si el cuchillo queda con el filo
hacia arriba, se espera mala suerte.
Cuando se cae un tenedor y un cuchillo al mismo tiempo, significa que pronto habráá boda en la familia (L. Z. Araujo
Montilla, Edo. Trujillo, 1980).

Cuando se caen un tenedor y un cuchillo al mismo tiempo, significa que pronto habráá boda en la casa.
No se deben cruzar tenedores y cuchillos porque trae mala suerte. Este hecho se ha convertido en un asunto de buena
educacióón, pero, en realidad, viene de la supersticióón. Despuéés de la muerte de Jesúús, colocar cualquier objeto
formando una cruz se interpretaba como un recuerdo de su muerte, por lo que se convirtióó en un presagio de mala
suerte. De hecho, cuando en el siglo XVIII, se regularizóó el uso de los cubiertos, los comensales evitaban dejarlos
cruzados sobre el plato al terminar de comer (M. del C. Suáárez Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

Pasar por debajo de una escalera es de mala suerte. Una escalera apoyada contra una pared con la superficie del piso
formando un triáángulo, representa la Trinidad. Por lo tanto, cruzarla significa atentar contra tal dogma; tambiéén puede
representar la entrada al mundo de los espííritus. Se dice, por otro lado, que quien pasa por debajo de una escalera, nunca
se casaráá (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Una escoba detráás de la puerta aleja a los invitados. La escoba, simbóólicamente barre todo aquello que
ensucia,incluyendo los maleficios. Una de las supersticiones consiste en recomendar poner una escoba en las casas en
las que se sospecha la llegada de una persona negativa o bruja, ya que al verla saldráá volando. De ahíí proviene la
creencia de que, cuando en una casa llega una visita molesta, se coloca una escoba invertida detráás de una puerta y la
inoportuna persona nos abandonaráá.
Al cambiarse de casa se debe cambiar de escoba, de lo contrario se atraeráá la mala suerte.
No debe apoyarse la escoba en la cama, porque las brujas se llevaráán a las personas que duermen en ella.
Cuando se barren los pies de una mujer, ella se casaráá con un viejo; a la mujer que le barran los pies le roban la fortuna,
por lo que no se casaráá; barrer de noche no se debe hacer porque aparecen las brujas, y barrer de noche quita vida a la
madre de la familia (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Romper un espejo trae siete añños de desgracia. El siete representa un ciclo de vida, por lo tanto, el espejo refleja el
aspecto de una persona, su salud; su ruptura auguraba siete añños de mala suerte.
Para cerciorarse de que los malos espííritus no perturben al muerto, es conveniente que los espejos estéén cubiertos
durante un velatorio con el objeto de facilitar la salida del espííritu (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

El que se mete debajo de la mesa no crece. Tambiéén se dice que, una vez sentados a la mesa, no se debe cantar, ya que
esto provoca que algunos de los participantes tengan, en el futuro, problemas mentales.
La mesa en torno a la que se come dispone de un largo repertorio de práácticas supersticiosas: estáá relacionada con la
nutricióón, los alimentos y el destino del hombre.
Nunca se debe discutir estando sentado a la mesa, puesto que las discusiones o peleas seráán estéériles.
Cuando alguien se sienta en el instante exacto que dan las doce campanadas de Nochevieja es seññal de muerte segura.
Estáá totalmente prohibido colocar paraguas, calzado, linternas, ropa, escobas y mucho menos a un reciéén nacido
encima de una mesa, esto garantizaríía que ese niñño nunca llegaráá a viejo.
Todos sabemos, ademáás que trece personas en una mesa propician la muerte y nueve, por el contrario, llevan la
serenidad (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

A lo largo de la historia el agua ha sido siempre síímbolo de la fertilidad, por lo que no debe sorprendernos que las
monedas y el agua figuren en tantas supersticiones y profecíías. Una prááctica muy difundida consiste en lanzar una
moneda al pozo y pedir un deseo. Se cree que las monedas se multiplicaráán en el agua, y si se tiran en la fuente o desde
un puente de una ciudad, se volveráá a visitar dicha ciudad (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Cuando suena el celular [el móóvil] dicen que es palabra cierta la que se estáá pronunciando. Naturalmente, en la
sociedad tecnolóógica en que vivimos tambiéén las supersticiones acaban informatizáándose (M. del C. Suáárez
Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

A la persona que coma directamente en las ollas o cazuelas, le lloveráá el díía de su boda (B. J. Fajardo, Edo. Monagas,
1940).

Si se deja caer un paraguas al suelo, habráá un asesinato en la casa.


Nunca ha de abrirse un paraguas en el interior de la casa, ni siquiera en un recinto. Contravenir a este precepto ocasiona
un mal que, en ocasiones, puede provocar la muerte. Se trata de una supersticióón relativamente reciente, puesto que los
paraguas fueron introducidos en Europa en el siglo XVII. Su simbologíía procede de los parasoles orientales, síímbolos
de la realeza. Se solíía decir que abrir el paraguas era usurpar la condicióón divina interrumpiendo el itinerario del reino
de la luz (el sol) lo que contribuíía a desairar a los dioses.
No se debe colocar los paraguas sobre la mesa puesto que acarrea molestias en la familia (M. del C. Suáárez Paredes,
Edo. Trujillo, 1985).

En Venezuela se suele decir que, cuando te regalan un dulce o una comida, hay que devolver el plato que lo contiene
sucio para que te vuelvan a dar máás.
Si en una mesa se ponen platos o vasos con grietas, eres un amigo indeseable.
Cuando se rompe un plato, se dice que es mejor que se rompa un plato y no una relacióón (B. J. Fajardo, Edo. Monagas,
1940).

Son muchas las supersticiones que giran alrededor de la puerta. Esta parte de la casa tiene un valor simbóólico muy
grande, como posible entrada o salida de cosas buenas y malas. Entre muchas supersticiones relacionadas con la puerta.
He aquíí algunas: sentarse en la puerta principal de una casa da mala suerte; sacar las maletas a la puerta de la casa
traeráá muchos viajes; colocar elefantes de espalda a la puerta en núúmeros impares, atraeráá buenas cosas para los
habitantes de la casa; para evitar visitas no deseadas se debe colocar una escoba detráás de la puerta; al regresar de un
funeral, clavar un alfiler en el marco de la puerta de la propia casa alejaba la mala suerte. Se dice tambiéén que se debe
colgar una planta detráás de la puerta principal, porque es una proteccióón para la mala suerte (M. del C. Suáárez
Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

Tener en una taza de arroz y monedas en casa trae prosperidad.


Es conocido tambiéén el conjuro de la taza de agua y las gotas de aceite para evitar el mal de ojo (L. Z. Araujo Montilla,
Edo. Trujilo, 1980).

Si se caen las tijeras con el pico abierto, si se dejan abiertas encima de la mesa, o si se dejan abiertas entre dos o máás
personas, generan pleito. Tambiéén colocar tijeras encima de la cama es de mala suerte. Cuando unas tijeras caen al
suelo, la persona a la que dirigen su punta seráá vííctima de un mal o desgracia inmediata. Nunca se deben regalar
tijeras; en caso contrario se debe dar a cambio una moneda o se debe pinchar a la persona destinataria del regalo. Las
tijeras son consideradas un elemento malééfico. Sin embargo, gozan de una funcióón dual; de hecho, en algunas
ocasiones sirven para contrarrestar las energíías negativas. Por ejemplo, abiertas en cruz junto a una puerta, impiden la
entrada de las brujas (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

El vaso con agua aleja a la gente.


Un vaso debajo de la cama absorbe las malas vibraciones. Para que al díía siguiente no llueva, se llena un vaso con agua,
se tapa con un platito y se vuelca el vaso sin derramar el agua: el sol esplenderáá (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Apagar las velas de un soplido trae buena suerte. En la Baja Edad Media, en Alemania, surgióó la idea de colocar en las
tartas de cumpleañños tantas velas cuáántos añños cumplíían los niñños máás una. De ahíí, se originaráán muchas
supersticiones que se han difundido en todo el mundo. Se dice que para dejar atráás los añños cumplidos y pasar a los
siguientes, hay que apagar todas las velas de un solo soplido (M. del C. Suáárez Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

Son muchas las supersticiones relacionadas con las prendas de vestir: la ropa al revéés evita el mal de ojo; cuando una
mujer se pone el vestido de novia de otra no se casa; soññar con traje de novia indica muerte; la ropa negra atrae luto;
usar ropa interior amarilla durante la Nochevieja trae prosperidad.
Soññar que se estáá casado y verse vestida de novia, significa muerte. Ademáás, se dice que el novio, no puede ver a su
prometida con el vestido de novia antes de la ceremonia, ya que le traeráá mala suerte (B. J. Fajardo, Edo. Monagas,
1940).

Si tiembla la ceja izquierda es porque algo inquietante va a suceder. Si eso ocurre en la ceja derecha, es de buen augurio
(M. del C. Suáárez Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

Todo lo que llega por la mano derecha se considera buen presagio. Mientras que todo lo que viene por la mano izquierda
representa un signo funesto o siniestro.
Por lo general, la mano izquierda tiene connotaciones negativas, pertenece al demonio; mientras que la mano derecha es
de Dios. Tambiéén se dice que, cuando pica la mano derecha, se recibiráá dinero; si se coloca la mano sobre el seno, se
tendráá máás dinero todavíía. Cuando pica la mano izquierda, van a cobrar dinero, eso es, se pierde dinero. Para
contrarrestar el efecto, se debe frotar la mano con madera.
Una mano fríía indica corazóón ardiente y una mano húúmeda es seññal de una naturaleza amorosa.
Si dos personas se lavan a la vez y se secan las manos con la misma toalla, tendráán palabras duras entre síí. Para
romper el augurio, se escupe en el agua o se hace la seññal de la cruz.
Se dice tener mucha mano izquierda para hablar de una persona diplomáática y convincente (L. Z. Araujo Montilla,
Edo. Trujillo, 1980).

Al levantarse, es necesario empezar el díía pisando con el pie derecho, para tener buena suerte. De lo contrario, se
tendráá un mal díía o se estaráá de mal humor (M. del C. Suáárez Paredes, Edo. Trujillo, 1985).

Tocar la joroba de un jorobado trae buena suerte (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Si se para una mosca en la nariz, esa persona recibiráá una carta. Las personas a las que les suda la nariz son muy
celosas (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Esta parte de la anatomíía humana, al igual que otras, tiene sus connotaciones supersticiosas, de diferente significado,
tanto positivo como negativo. Es conocido por todo el mundo que las personas ausentes saben cuáándo otros estáán
hablando de ellas debido al zumbido que sienten en los oíídos. Tambiéén se supone que tener la oreja izquierda roja y
muy caliente es seññal de que estáán hablando mal de esa persona. En cambio se estáá hablando bien si la que se pone
colorada es la oreja derecha (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977). Cuando a alguien se le ponen las
orejas calientes es seññal de que estáán hablando de éél (M. C. Chacoto, Torres Novas, 1935; M. Carvalho, Lisboa,
1945). En concreto, la oreja izquierda queda roja cuando hablan bien y la derecha cuando hablan mal (S. Reis, Albufeira,
1978). Segúún otros informantes, tambiéén el picor en la oreja es seññal de que se estáá hablando de alguien (I.
Gonççalves, Lisboa, 1939). (Vééase 2.4. Oreja y oíído).

Cuando una persona ve pasar a un pelirrojo, pellizca al que estáá al lado y pide un deseo, pues se cumpliráá (M. Lurúúa
Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).

Soññar con uññas indica traicióón. Ademáás, se dice que, si se cortan las uññas a un niñño detráás de la puerta de casa,
seráá un buen cantante (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).


Las leyendas y supersticiones sobre animales como, las mariposas, las araññas, el búúho, la relacióón del gato con el
demonio, las asechanzas del lobo, la amplitud de las historias asociadas con culebras, son algunas de las tantas creencias
que testimonian que la cercaníía del hombre con su entorno natural asume formas cambiantes y vivas, que definen sus
anhelos y sus temores. Se dicen cosas absurdas, como que los sapos son venenosos o que las culebras chupan la leche a las
vacas; que las salamandras resisten el fuego y, si las tiras en una hoguera, sobreviven. Las culebras suelen llevarse la parte
peor.

Una abeja alrededor de la casa anuncia visitas (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Si te cae excremento de páájaro, es buena suerte (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Cuando el búúho canta, hay un embarazo (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Tener caracoles en la casa es de mala suerte. Se dice, asimismo, que los cuernos y conchas de caracoles traen mala suerte
en la casa. A pesar de su belleza no se deben tener conchas de caracoles dentro de la casa, pues son de mal agüüero. Los
caracoles aparecen entre los talismanes y en el tarot; ademáás, se va difundiendo la lectura de caracoles. Esta prááctica
tiene mucha aceptacióón (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Cuando un colibríí entra en una casa es porque va a recibir visita (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Si sueññas con culebras son chismes (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Una tara negra en la casa significa muerte (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).

Tener elefantes de adornos en la casa mirando hacia adentro trae buena suerte. El elefante es objeto de diversas
supersticiones de signo favorable, con tal que la figura que lo representa tenga la trompa levantada. Para que el elefante
traiga buena suerte hay que colocarlo de cara al interior de la casa. Por otro lado, tambiéén se dice que hay que colocar
la figura de cara a la puerta de entrada (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Cuando la gallina canta, alguien va morir (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Cruzarse con un gato negro trae mala suerte. Los gatos negros y grises traen buena suerte si llegan a nuestra casa. Los
blancos son dudosos: algunos creen que traen buena suerte, otros dicen que traen enfermedades. Si un gato lo sigue,
espera recibir dinero. Es de mala suerte si un gato negro se cruza en su camino, pero hay varios modos de contrarrestar
el efecto; uno es regresar a casa y comenzar el camino otra vez y otro es dar doce pasos para atráás.
Algunos venezolanos dicen que, si se le pisa la cola a un gato, se debe escupir; si no se hace, no se casaráá nunca (I.
Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Ver un grillo verde trae buena suerte. Estos insectos son considerados con frecuencia un signo de buena suerte. Oíírlos
cantar presagia buena suerte, pero matarlos trae mala suerte (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).
Cuando la pava canta, hay un muerto (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Cuando un perro aúúlla en la noche, es porque ve espííritus (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Soññar con piojos es dinero (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Soññar con sapo es pobreza (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Cuando canta un borococo, hay una mujer embarazada en casa (L. Z. Araujo Montilla, Edo. Trujillo, 1980).

Cuando los zamuros estáán alborotados, es porque va a llover (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

El que se casa en enero no tendráá problemas econóómicos (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Cuando llueve con sol es que algo malo ocurriráá. Si se come en sartéén, llueve el díía de su boda. Una cruz con sal
corre la lluvia. Si se coloca una botella hacia abajo corre la lluvia. Cuando llueve hay que poner cuchillos para que no
llueva (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

No se debe poner ropa amarilla a los niñños reciéén nacidos porque se ponen amarillos (L. Z. Araujo Montilla, Edo.
Trujillo, 1980).

Soññar con aguas sucias anuncia problemas y enfermedades. El agua es un elemento al que se le suele asociar con
creencias supersticiosas: el agua turbia tiene el dominio de lo maligno, mientras que el cauce de un riachuelo de agua
transparente donde moran las ninfas o las hadas por antonomasia, es seññal de un poder benééfico. Máás alláá de las
leyendas, y atendiendo a las culturas, hay muchas maneras de interpretar el efecto de su accióón, con sacrificios y ritos
máágicos. Hasta el agua del rocíío simboliza algo, ya que, segúún se dice, recogido de buena maññana sirve sea como
filtro de amor que como ungüüento para el reuma.
Hay que echarle el agua al niñño para que no se lo lleve la bruja (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar,
1977).

Pisar la piel de ajo provoca problemas en casa (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).
Muchas supersticiones tienen que ver con el pan. Es sabido que el pan se considera un alimento sagrado, un don de Dios.
El trato con el pan exigíía un ritual que habíía que cumplir si no se queríía ver condenado a un castigo divino, a causa de
la ingratitud. El pan no podíía colocarse de cualquier manera ni con descuido; el pan siempre debíía colocarse con la
parte máás cocida hacia arriba, lo que significaba la cercaníía a Dios; si se colocaba al revéés indicaba que se estaba con
el demonio.
Si por cualquier motivo el pan caíía al suelo, era obligatorio recogerlo con rapidez, pedir perdóón a Dios, darle un beso
en seññal de desagravio, y, al final, volver a colocarlo sobre la mesa. Ahora simplemente se dice que poner el pan
invertido en la mesa es de mal agüüero (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

Cuando se derrama sal al suelo hay peleas. En ese caso, para quitar la mala suerte, se echa sal detráás del hombro
izquierdo.
La sal no se debe pasar de mano en mano, sino que se debe apoyar el salero sobre la mesa, porque el hecho de pasar la
sal de mano en mano, primero, simboliza una entrega de dinero a otra persona; segundo, significa pelea entre las
personas involucradas; y tercero, se asocia a una costumbre muy antigua segúún la cual se entregaba la sal en la mano a
la persona que uno queríía mandar a matar. La sal servíía, entonces, para seññalar a la persona condenada.
Cuando un hombre estáá borracho, es bueno ponerle sal en el bolsillo de la camisa para que se duerma (M. Lurúúa
Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).

Cuando se ve una estrella fugaz se pide un deseo. Las supersticiones con respecto a las estrellas son muy antiguas.
Desde tiempos remotos, el hombre ha creíído que el cielo es la morada de los dioses. El nacimiento de Jesúús estáá
relacionado con las estrellas; los Reyes Magos declararon que habíían visto una estrella brillar en el Oriente; de ahíí la
idea de que las estrellas brillantes indiquen un nacimiento. Las sociedades primitivas creíían que las estrellas eran almas
de las persona. Hoy en díía se sigue soññando con las estrellas: un deseo formulado cuando una estrella cae hace que se
cumpla (B. J. Fajardo, Edo. Monagas, 1940).

En luna creciente es bueno cortarse el cabello, porque crece en abundancia; como tambiéén se cortan las plantas para
que crezcan (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).
Luna llena brillante, buen tiempo por delante.
Cuando la luna estáá llena las mujeres se vuelven locas (I. Fajardo Lurúúa, Edo. Monagas, 1942).

Los viernes de Cuaresma salen las áánimas de 12 a 1 de la madrugada. (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo.
Bolíívar, 1977).

Sacar las maletas a la puerta de la casa en la Nochevieja traeráá muchos viajes. Sentarse y volverse a parar con cada una
de las doce campanadas, trae consigo matrimonio. Recibir el añño nuevo, con dinero dentro de los zapatos, para
propiciar la prosperidad econóómica. Para tener mucha ropa nueva, se deberáá llevar la ropa interior al revéés la noche
del treinta y uno. Llevar ropa interior roja, haráá encontrar el amor de la vida. Llevar ropa interior amarilla, trae felicidad
y alegríía. Comer una uva a cada campanada pidiendo un deseo, haráá que se le cumpla (M. Lurúúa Fajardo, Puerto
Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).

En el campo, las personas que se baññan en Semana Santa se vuelven peces.


Lavar en Semana Santa lastima las llagas de Jesúús (M. Lurúúa Fajardo, Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar, 1977).
El pastel de las bodas es síímbolo de una unióón féértil.

El ramo de la novia al ser arrojado, o la liga, a las chicas, propicia buena suerte a quien la reciba.
Arrojar arroz a la novia, es síímbolo de fertilidad (Vééase tambiéén 11.6. Arroz).

Analizando las diferentes supersticiones que hemos recogido, la mayor parte a travéés de fuentes orales, se observa que el
origen de muchas supersticiones son reliquias de otras culturas máás antiguas que evolucionan a raííz de algo.

Vivimos en una era de culturas mixtas. De generacióón en generacióón nuestras familias nos han inculcado desde valores
hasta supersticiones que, por muy insignificantes que sean, marcan una gran parte de nuestra personalidad.

Hemos querido, a travéés de este estudio, no tanto profundizar en la razóón o el porquéé de la existencia de las
supersticiones y creencias, sino máás bien hemos tratado de presentar un inventario exploratorio, no exhaustivo, de miedos
y temores contenidos en las supersticiones y creencias fuertemente arraigadas en el venezolano.

En el mundo máágico de las supersticiones del venezolano existen práácticas, costumbres y supersticiones que giran
alrededor de la vida como parte integral. Las supersticiones y creencias giran fundamentalmente alrededor de la muerte, el
matrimonio, el embarazo, las enfermedades, el amor, la envidia, los celos, la economíía, etc.

Mala suerte, buena suerte, mal agüüero, buen agüüero, mal de ojo, prosperidad, etc. son expresiones, profundamente,
arraigadas en nuestro inconsciente; en éél se guardan una infinidad de recuerdos, experiencias y deseos, a menudo
inaceptables, a causa de que pueden ser aterrorizantes, dolorosos, crueles, o rechazados socialmente y, por lo tanto, se
niegan a revelarse, y se prefiere, para contrarrestarlos, elegir otros caminos, como son los rituales cargados de simbolismo
que llamamos supersticiones.

Aunque muchas supersticiones son demostrablemente falsas, la gente se aferra a ellas, ya que alivian angustias ante
situaciones que se encuentran fuera de su control.

En fin, hemos observado que existen supersticiones socialmente compartidas, creencias e ideas transmitidas de generacióón
a generacióón y que en ningúún momento han perdido su vigor, es máás, se han radicalizado cada vez máás. Asíí como
algunas práácticas de proteccióón como, dejar derramar la sal, recibir mal de ojo, tocar madera, hacer hechizos, poseer
talismanes, etc., son rituales que se mantienen vivos en el colectivo imaginario del venezolano.

Las supersticiones, creencias populares y refranes que aquíí se proponen han sido recogidos gracias a la colaboracióón de
las informantes cuyas seññas de identidad daremos acto seguido. Conviene aclarar que dichas supersticiones eran conocidas
por las informantes, a pesar de la diferencia generacional existente entre ellas.

MESSINA FAJARDO, Luisa. Nacida en Venezuela en 1960, vive y trabaja en Italia, donde es profesora en la Universidad
de Roma Tre.

FAJARDO MESSINA, Blanca Josefina. Nacida en Venezuela, Estado Monagas, el 13 de febrero de 1940. Es ama de casa,
vive en Puerto Ordaz (Ciudad Guayana), pero tambiéén pasa mucho de su tiempo en Caracas. Viaja mucho, sobre todo a
Italia, y en sus viajes va recogiendo objetos antiguos e ííconos.

FAJARDO LURÚÚA, Izmenia. Nacida en Venezuela, Estado Monagas, el 28 de octubre de 1942. Es ama de casa, vive en
Caracas. Es una mujer activa, le encanta hablar con la gente, contar anéécdotas del pasado y chistes. Es amante de la
múúsica y pasa el tiempo realizando crucigramas y sopas de letras.

SUÁÁREZ PAREDES, Merlyn del C. Nacida en Venezuela (Edo. Trujillo), el 21 de marzo de 1985. Es licenciada en
Educacióón Mencióón Lenguas Extranjeras / Universidad de los Andes –– Núúcleo Universitario Rafael Rangel.
Actualmente estáá elaborando su trabajo de grado. Vive en el Estado Trujilo.

FAJARDO, Maryouris Lurúúa. Nacida en Venezuela (Puerto Ordaz –– Edo. Bolíívar), el 10 de julio de 1977. Es licenciada
en Contaduríía Púública, es Gerente de administracióón. Le llama la atencióón la diplomacia, le encanta bailar y su
pasatiempo es escuchar múúsica.

ARAUJO MONTILLA, Liliana Zairet. Nacida en Venezuela (Edo. Trujillo), el 8 de noviembre de 1980. Es licenciada en
Educacióón (mencióón Castellano y Literatura), Universidad de Los Andes –– Núúcleo Universitario Rafael Rangel. Vive
en el Estado Trujillo- Venezuela.
Luisa MESSINA FAJARDO

Vive y trabaja en Italia, donde ha sido profesora de españñol contratada en la Universidad Kore de Enna y, actualmente, es
docente investigadora en la Universidad de Roma Tre.

Sus lííneas de investigacióón son la paremiologíía, la fraseologíía, la traductologíía y la enseññanza de ELE 2.

Ha contribuido a la creacióón de la Associazione italiana di fraseologia e paremiologia Phrasis.

Se ha ocupado de problemas lingüüíísticos del españñol en diversas publicaciones, entre otras:

««Problemas lééxicos del españñol en Venezuela (con peculiar atencióón a una novela de Antonieta Madrid)»», Aion-sr,
2005, XLVII, 1, 95-136.
««El uso de los Cóórpora en L2»», Cultura Latinoamericana. Anales del I.S.L.A., n.ºº 8 –– 2006.
««El universo pragmáático, el papel metadiscursivo y la traduccióón del pre-texto clichéé con fines didáácticos»», en
Aion - Sezione Romanza –– XLIX, 2, 2007.
««Las paremias en la clase de literatura españñola: refranes de Sempronio en La Celestina»», Лінгвістиуні таметодиуні
проблеми навуання мови як іноземної. Полтава: ПІЕП ВМУРоЛ, 2008, 48-54.
««Del arcaíísmo a la (re)creacióón de paremias: aplicacióón en ELE»», Critica del testo, XI/1-2, 2008, 335-344.
««Les phrasééologiques universels, traduction, et application didactique Traductologie, proverbes et figements»»,
Michel Quitout & Julia Sevilla Muññoz (eds.). Paris : L'Harmattan, 2009, 121-130.
Messina Fajardo, l. A.: Paremiografíía, paremiologíía y literatura. Roma: Edizioni Nuova Cultura, 2012, 264 pp.
(1) ««Especie de culebra o vííbora venenosa»» (DRAE). volver
(2) ««Ave rapaz diurna que se alimenta de carroñña, de 60 cm de longitud y 145 cm de envergadura, de plumaje negro irisado, cabeza y
cuello desprovistos de plumas, de color gris pizarra, cola corta y redondeada y patas grises. Vive desde el este y sur de los Estados Unidos
hasta el centro de Chile y la Argentina»» (DRAE). volver
Gabriel MEDRANO DE LUNA 1
Universidad de Guanajuato (México)
gmedranodeluna@hotmail.com

Resumen: Las supersticiones en México cumplen una función muy importante, pues ayudan a desahogar esa parte oscura
del espíritu humano que sigue creyendo en el poder de los objetos. Desde tiempos de la Conquista, la mezcla de las razas
negra, europea e indígena dio por resultado un complejo mosaico de creencias en lo sobrenatural. En este trabajo
intentamos recuperar parte de esas creencias a través de las aportaciones de informantes nativos. En la medida de lo
posible, intentaremos relacionar cada superstición con un refrán.

Palabras clave: Superstición. Fraseología. Refrán. Creencia popular. Tradición oral. México.

Titre : « Croyances populaires, supertistions et phraséologie au Mexique »


Résumé : Les superstitions au Mexique accomplissent une fonction très importante, puisqu’elles aident à laisser libre cours
à cette partie obscure de l’esprit humain qui continue à croire au pouvoir des objets. Depuis les temps de la Conquête, le
mélange de races, comme la noire, l’européenne et l’indigène, a donné comme résultat un complexe mosaïque de croyances
au surnaturel. Avec ce travail on essai de récupérer une partie de ces croyances à travers les apports d’informateurs natifs.
Dans la mesure du possible, nous essaierons d’établir un rapport entre chaque superstition et un proverbe.

Mots clé : Superstition. Phraséologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition orale. Mexique.

Title: «Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Mexico»


Abstract: Superstitions in Mexico have an important function as they help to exteriorize the obscure part of the human
spirit which still believes in the power of objects. Since the age of the Conquest, the mixture among the black, the European
and the indigenous races led to a complex mosaic of believes in the supernatural. In this work we mean to recover part of
those believes through the contributions of native reporters. We will try to relate each superstition with a proverb as far as
possible.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Mexico.

El presente trabajo es resultado de una investigación enfocada al rescate de la tradición oral, específicamente lo
correspondiente a supersticiones y creencias populares mexicanas, las cuales se obtuvieron por medio de entrevistas
realizadas a diversos informantes originarios de diferentes ciudades de nuestro país.

El estudio se encuentra estructurado a partir de un índice proporcionado previamente al trabajo de campo y el cual consiste
en una taxonomía que muestra de manera establecida diversos temas; sin embargo, se han agregado algunas secciones para
poder ubicar ahí algunos de los datos obtenidos, ya que en el índice inicial no se contemplaban (4.48. Venado, 5.1.1.
Albahaca (Albaca), 5.1.19. Sábila, 5.1.23.9. Epazote, 5.1.23.11. Hierbabuena, 5.1.23.14. Peyote, 5.1.23.12. Kieri, 11.12.
Cerveza, 11.27.16. Tortilla, 13.18. Virgen de la Natividad, 13.19.9. San Pascual Bailón, 13.19.12. San Ramón, 14.2. Otras
piedras, 16. Mujeres). Aun con esta aportación debemos dejar en claro que estamos seguros de que no estamos presentando
ni abarcando la totalidad de las creencias de la gente de México.

Es importante mencionar también que más de una superstición está ubicada en más de un rubro, ya que contienen
elementos que permiten clasificarla de este modo. Por último, sólo queda agregar que al final se encuentra el listado de las
personas entrevistadas, además de un glosario con expresiones o vocablos que decidimos incluir para una mejor
comprensión de la información.

Se optó por retomar los refranes de la recopilación hecha por Herón Pérez Martínez en el Refranero mexicano
(2004=2005), por ser el texto más completo en cuanto a este tema se refiere; se incluye además lo que este mismo autor
expone en cuanto a sus rasgos discursivos que los sustentan, los tópicos a que se refieren, las variantes y su estructura
gramatical.


Cuando hay eclipse o luna llena, las mujeres embarazadas deben ponerse un alfiler o un cuchillo envuelto cerca de la
panza, porque se cree que, si no lo hacen, el bebé nacerá con alguna deformación (Rufina Sandoval Casarrubias).
Se coloca a las mujeres embarazadas un alfiler sobre la panza, si este se mueve es que el bebé será niña y, si se mantiene
quieto, entonces será niño (Francisco Javier Velásquez).

Un vaso de agua al lado de la cama alejará los malos espíritus (Julián Alonso Saavedra Flores).

Para proteger a los bebés de los malos espíritus se les prende en su ropita, un cigarro y una semilla «ojito de venado» 2,
para que no se apodere de su alma porque es aun limpia (Delia Romero Martínez).
Se coloca a los bebés un cigarro para evitar que les hagan ojo 3 (Francisco Javier Velásquez).
Si al prender el cigarro se prende solo de un extremo, significa que alguien te engaña (infidelidad) (Julián Alonso
Saavedra Flores).
Al abrir una cajetilla de cigarro, uno se debe voltear y pedir un deseo, este debe ser el último cigarro que se fume y, al
hacerlo, se debe repetir el deseo tres veces para que se cumpla (Ángela Jeraldine Canett García).

Pasar debajo de una escalera es de mala suerte para el que lo hace (Celia Aguirre Lona).
Jamás se debe pasar debajo de una escalera porque son siete años de mala suerte (Rosalía Cortés Carmona).
Pasar por debajo de una escalera en uso es de mala suerte (Patricia Hernández Rivera).

No se debe barrer por las noches porque se dice que se va el dinero y no rinde (Jorge Alberto Hernández).
Si alguien pone una escoba detrás de la puerta cuando alguien le visita significa que está corriendo a las visitas (Jorge
Alberto Hernández).
Barrer cuando están entrado visitas a la casa es significado de que las están corriendo (Jorge Alberto Hernández).
Cuando dejan a los niños dormidos en las hamacas les ponen debajo de ésta una escoba para protegerlos de los
chaneques y que estos se les acerquen y quieran jugar con ellos.
Cuando dejan a los niños dormidos en las hamacas, les ponen debajo de ésta una escoba para protegerlos de los
chaneques y así las mamás pueden seguir con tranquilidad haciendo sus labores cotidianas (Rosalía Cortés Carmona).
Hay que barrer comenzando año nuevo para sacar la mala vibra (Leticia Santacruz Oros).
Se barre la casa hacia afuera para ahuyentar las malas vibras (Guadalupe García Hernández).
Otra superstición advierte que, si le barren los pies a alguien, éste se casará con una viuda. Lo confirma el refranero
mexicano: Al que le barren los pies, suele casarse con viuda (Pérez Martínez, 1993: 191).
Para ahuyentar a una visita no deseada, se pone una escoba en la puerta de la casa.

Quebrar un espejo, significa mala suerte (Julián Alonso Saavedra Flores). Se cree que la mala suerte puede durar varios
años. En concreto, se dice que para quien quiebra un espejo son siete años de mala suerte (Fermín Rosales Camacho).
Para otros, los años infaustos serían cinco (Jesús Valencia). Para invertir el efecto se debe poner el espejo en una cubeta
llena de agua (Omar Gómez).
En los negocios, se cuelga un espejo para que ahí se reflejen las malas vibras y se regresen (Celia Aguirre Lona).
En los negocios se pone un espejo en forma de cubo para atraer la buena vibra y atraer el dinero (Rufina Sandoval
Casarrubias).
En los negocios se pone un espejo con una crucecita pintada en una esquina para que ahí se reflejen y se regresen los
malos deseos de la gente que quiere hacer daño (Gumersindo España Olivares, «Sshinda»).
Se coloca un espejo en la puerta de entrada de la casa para que corte las malas intenciones de quien entra (Mtra. María
Luisa).
No se debe poner un espejo muy grande frente a tu cama porque roba energía (Daniel Chacón).

Una herradura detrás de la puerta de un negocio es símbolo de buena suerte y protección de las malas vibras de la gente
que desea que el negocio no prospere (Rosalía Cortés Carmona).
Una herradura en la casa es señal de buena suerte, por lo general debe ir colocada detrás de la puerta principal para no
permitir entrar a los malos espíritus (Gabriel Medrano de Luna).
Que una jovencita se siente en una de las esquinas de la mesa, es de mala suerte, pues se dice que no se casará (Jorge
Alberto Hernández).

Si el comerciante se persigna al recibir el primer pago del día, su dinero le rendirá (Julián Alonso Saavedra Flores).
Con el dinero de la primera venta del día que recibe un comerciante, se persigna y hace «la cruz del comerciante». Este
dinero se guarda, no se le da a nadie durante el día, de lo contrario le traería mala suerte en las ventas (Celia Aguirre
Lona).
Durante la noche de Navidad se le ofrecen a la Virgen de la Natividad doce monedas, éstas se llevan a la iglesia y se le
pide que nunca falte el trabajo, el sustento en la casa y siempre haya salud (Rufina Sandoval Casarrubias).
Al iniciar el año se deben aventar unas monedas en el interior del hogar para asegurar que durante todo el año no faltará
el dinero en la casa (Gabriel Medrano de Luna).
Encontrarse un centavo en la calle es de buena suerte (Alfonso Magdaleno Chávez).
Si se encuentran diez centavos en la calle, se deben recoger y hacer una cruz con el dedo en el lugar donde se encontró,
para que traiga buena fortuna (Ángela Jeraldine Canett García).
Los amigos deben partir un billete para que les vaya bien en el dinero y algún día se encuentren otra vez (Lo deben
traer siempre) (Vicente García).
Para atraer el dinero a los negocios: se pone en el negocio un vaso con agua y todos los días se debe de tirar a la calle
(Esperanza Vieira).

Se dice que, si una persona come en la olla en la que se cocinó o preparó algún alimento, el día de la boda de esta
persona lloverá (Francisco Javier Velázquez) (Véase también 17.2. Noviazgo y boda).

Abrir un paraguas dentro de una casa y estar debajo de él, es de mala suerte (Francisco Javier Velázquez).

Las novias, cuando se casan, no deben usar perlas, ya que estoy significaría una vida llena de lágrimas (Delia Romero
Martínez).

Para evitar que hagan ojo a los bebés, se les pone una pulsera de color rojo (Rufina Sandoval Casarrubias).
En el estado de Chiapas a los niños recién nacidos se les pone un pulsera de ámbar para evitar que les hagan mal de
ojo 4, en caso de que alguien se los haga el ámbar se fractura evitando que el mal llegue al niño (Gabriel Medrano de
Luna).

Se recomienda usar la ropa interior al revés para evitar que les hagan brujería (Rufina Sandoval Casarrubias).
Para evitar que alguien les haga daño y protegerse de los malas vibras, deben ponerse la ropa interior al revés (Rosalía
Cortés Carmona).

Levantarse con el pie izquierdo es augurio de mala suerte durante ese día (Rufina Sandoval Casarrubias).

Si se recibe un golpe en el codo, no se debe sobar porque anuncia llegada de dinero extra (Ángela Jeraldine Canett
García).
Si el primer beso dado a una persona no es satisfactorio, es muy seguro que la relación no funcione (Ángela Jeraldine
Canett García).

Si se siente comezón en la mano, presagia sorpresa (Ángela Jeraldine Canett García).

Para curar el mal de ojo en los niños, se pone un puño de tierra cernida en el piso, y se talla al infante con un huevo al
mismo tiempo que se hacen oraciones (Sshinda) (Véase también 18. Medicinas y remedios).
Para evitar que la gente le haga ojo a los bebés, quien lo está cargando debe darle cuatro nalgaditas (Celia Aguirre Lona)
(Véase también 18. Medicinas y remedios).
La persona que muere y no cierra los ojos, quiere decir que pide misericordia para los vivos (María Andrea Granados
Vázquez).

Cuando un oído zumba, es porque alguien está hablando de esa persona (Ángela Jeraldine Canett García).

El cortarse el cabello después de comer hace mal a la salud (Patricia Hernández Rivera).
Cortarse el cabello el día de San Juan Bautista (24 de junio) crece más rápido (José Ricardo Elguera Mendoza).

Si uno estornuda dos veces seguidas es porque alguien está acordándose de él (Ángela Jeraldine Canett García).

No se deben tocar a los animalitos recién nacidos porque su madre ya no los querrá (Ángela Jeraldine Canett García).

Cuando el pajarito saltaparedes canta es de mala suerte (María Andrea Granados Vázquez).

Si un Tecolote (búho) llegara a cantar y un humano llegara a escucharlo, esto es presagio de que alguna muerte se
aproxima (Francisco Javier Velázquez). Esta superstición queda reflejada en el refranero mexicano: Cuando el tecolote
canta, el indio muere; no es cierto, pero sucede 5 (Pérez Martínez, 2004: 412).

Si se ve un colibrí es de buena suerte (María Andrea Granados Vázquez).


Cuando en una casa hay flores frescas, estas atraen a los colibríes y ello es señal de que en esa casa hay armonía (Mtra.
María Luisa).

Una pata de conejo es un amuleto para la buena suerte (Leticia Martínez).

Si una culebra pasa enfrente de una persona, se le augura la muerte, para contra restar esto, la persona que la vio está
obligada a matarla (Francisco Javier Velázquez).

Tener una gallina negra es de mala suerte y se le relaciona normalmente con actos de hechicería (Francisco Javier
Velásquez).
En algunos grupos indígenas del estado de Guerrero, al casarse, se lleva a cabo un baile ritual («El baile de la gallina»),
que consiste en que el novio escoge a una persona —el que juega la gallina— que llevará aventando y cachando a una
gallina por todo el pueblo acompañado de música de viento en un recorrido que inicia en la iglesia y termina en la casa
del novio o de la novia. Si la gallina muere en el trayecto, se dice que el matrimonio fracasará (Francisco Javier
Velázquez).

Se dice que, cuando va a haber un cambio de clima, los gallos cantan (José Ricardo Elguera Mendoza).

Es de mala suerte que se atraviese un gato negro en el camino (Jorge Alberto Hernández; Olivia Cisneros).
Ver un gato negro se considera de mala suerte, pues se relaciona con la hechicería, además de tener el color de la
oscuridad (Sshinda).

Una mariposa negra dentro de casa presagia la muerte de alguien cercano (Ángela Jeraldine Canett García).
Si una mariposa entra a la casa de alguien, significa que le traerá mala suerte durante el día (Alfonso Magdaleno
Chávez).
Cuando aparecen mariposas negras en las casas, deben de ser sacadas porque ellas auguran eventos fatídicos y, al
sacarlas de la casa, disminuye la gravedad del evento (Mtra. María Luisa Pérez).
Mariposas de colores: son de buena suerte (Mtra. María Luisa Pérez).

Cuando un perro ladra con sentimiento anuncia alguna tragedia (Jorge Alberto Hernández). Otros dicen cuando un
perro maúlla por las noches significa que alguien morirá (Ángela Jeraldine Canett García).
Cuando un perro ladra aparentemente sin razón es porque está viendo a un muerto, especialmente el día de Todo los
Santos (Jorge Alberto Hernández).
El perro negro es el acompañante del demonio, por eso hay que evitar molestarlos cuando los veamos (Sshinda).
Cuando un perro negro se aparece de noche es señal de que es un nahual o un demonio convertido en animal (Sshinda).
Si la mascota de la casa muere, es porque salvó la vida de algún integrante de la familia que estaba en riesgo de morir
(Ángela Jeraldine Canett García).

Cuando habrá eclipse, se pone un cordón rojo a las vacas, para que no se les eche a perder la leche y la maquinaria pueda
seguir trabajando (Vicente García).

Traer una patita de venado es un amuleto de buena suerte (Rosalía Cortés Carmona).
En la sierra de Guerrero a los niños pequeños se les pone una pata de venado en el pie para que se hagan más ágiles, es
decir, retomen las cualidades del venado (Francisco Javier Velázquez).

En general, las flores aportan armonía y limpian el hogar. Por ejemplo: cuando una persona de mal carácter entra a un
negocio o casa, la flor absorbe el carácter de la persona y se marchita en lugar de que el dueño de la casa o del negocio
lo absorba. Por lo anterior se cree que es bueno tener siempre flores frescas (Mtra. María Luisa Pérez).

Para quitar el mal de ojo en los bebés, se les soba todo el cuerpecito con un huevo y una ramita de albaca (Rufina
Sandoval Casarrubias).
Para la buena suerte en los negocios se pone una ramita de albaca (Rufina Sandoval Casarrubias).

Los claveles blancos son para la buena suerte y se ponen en un recipiente junto a un santito (Rosalía Cortés Carmona).

Durante la fiesta de boda, cuando la novia avienta el ramo, quien lo reciba, será la próxima en casarse (Leticia Martínez)
(Véase también 17.2. Noviazgo y boda).
Para alejar las malas voluntades (Olivia Cisneros).

Para la buena suerte, en los negocio se ponen rosas de diferentes colores (Rufina Sandoval Casarrubias).

La sábila está considerada una planta curativa y la utilizan como remedio para curar a personas con problemas de
estreñimiento, la dosis es un trozo de sábila cruda (Sshinda) (Véase también 18. Medicinas y remedios).
La sábila en la puerta de los negocios protege de las envidias y las malas vibras de la gente (Gabriel Medrano de Luna)
(Véase también 18. Medicinas y remedios).
Otro recurso es tener cerca de la entrada una maceta en la que esté sembrada una sábila o áloe. Esta planta deberá tener
atado en un extremo un listón rojo. La combinación de tales elementos protege y bendice el lugar y a los que allí habitan
o trabajan (Guadalupe García Hernández) (Véase también 18. Medicinas y remedios).
Una mata de sábila como regalo trae buena suerte a los negocios (Esperanza Vieira).

Para proteger a los bebés de los malos espíritus se les prende en su ropita, un cigarro y una semilla (ojito de venado),
para que no se apodere de su alma porque es aun limpia (Delia Romero Martínez).
A los bebés, sobre todo a los que son muy risueños y bonitos, se les cuelga una semilla de azabache o también llamada
ojo de venado para evitar que le hagan ojo (Fermín Rosales Camacho).
El ojo de venado se pone a los bebés a modo de amuleto para evitar que la gente les hagan mal de ojo (Rosalía Cortés
Carmona).
El ojo de venado puesto como collar en un bebé, absorberá todo lo malo y el bebé nunca enfermará (María Andrea
Granados Vázquez).
Se pone a los niños un ojito de venado, desde el momento en el que nacen y se les quita como al año, para prevenir el
mal de ojo 6 (Mtra. María Luisa Pérez).
Se cuelga a los niños en las muñecas o en el cuello un ojo de venado para que los proteja del mal de ojo (Olivia
Cisneros).
Cuando una persona halaga demasiado a un niño, se le debe permitir que lo toque porque con ello se cancela el mal de
ojo (Mtra. María Luisa Pérez).
Para que en la casa no falte comida: en un cazo de cobre se ponen siete puños de siete semillas diferentes y se mezclan.
Este caso debe colocarse a la entrada de la casa (Mtra. María Luisa Pérez) (Véase también el apartado 11. Alimentos y
comida).

Los ramos para negocio son también muy solicitados. Consisten en una combinación de varias yerbas y flores, entre las
que se encuentra el perejil, la ruda, el romero, la albahaca, los claveles y las violetas. Se ata con una tira de palma y se
rocía con agua perfumada. Debe comprarse los días martes o viernes y colocarse en el establecimiento donde, según
afirman los que saben, absorberá las vibraciones negativas y limpiará el ambiente para que las transacciones comerciales
ocurran sin tropiezos (Guadalupe García Hernández).
En el Estado de Morelos, el día 28 de septiembre, día de la fiesta de San Miguel, las personas acostumbran a elaborar
cruces con flores de Pericón, que en esa época florea por todos los campos de la región. Estas cruces se colocan en las
puertas, ventanas de las casas y en los campos cultivados, ya que por ser su aniversario, San Miguel anda de fiesta y
descuida por un día su labor de cuidar las puertas del infierno. El diablo anda suelto el 28 de septiembre y el olor de las
flores de pericón ahuyenta al maligno ser, y por lo tanto el infortunio. Superstición o no, el primer año que viviendo en
Morelos pasé un 28 de septiembre asaltaron mi casa. De ahí en adelante, por supuesto coloco cruces de pericón en mi
casa, después de todo, como decía mi abuelita: A donde fueres, haz lo que vieres (Rocío García Morelos).

Para la tos se usa buganvilia, canela, el jugo de limón y el gordolobo (María de la Luz Ortega Fragoso).

El epazote combinado con frijoles sirve para disminuir las flatulencias (Mtra. María Luisa Pérez).

Servido en té, es un remedio para las dolencias del estómago (Mtra. María Luisa Pérez).

El kieri es un planta considerada venenosa que se utiliza en la magia negra, y se dice que sólo un marakame 7 puede
cortarla, cualquier otra persona que la encuentre en su camino deberá de evitar tocarla o acercarse a ella, de lo contrario
será contraproducente (Jorge Arturo Chamorro).

Si se consume marihuana y el tiempo lo siente rápido significa que se pasó muy bien, de lo contrario si se pasa lento,
significa un mal «viaje» (Ángela Jeraldine Canett García).

El peyote es un cactus alucinógeno que crece principalmente en la región donde está establecida la cultura huichol. Para
comerlo se debe seguir un ritual que consiste en que un marakame pida permiso y sirva de guía a la hora de comerlo. Se
dice que la persona que coma peyote sin respetar dicho ritual se perderá, «se quedará en el viaje» 8 (Jorge Arturo
Chamorro).

Para la tos se usa buganvilia, canela, el jugo de limón y el gordolobo (María de la Luz Ortega Fragoso).

Los días siete son de buena suerte (Rosalía Cortés Carmona). Véase 7.1. Días.

Los días trece se consideran de mala suerte porque se relacionan con la película de Freddy Krueger (Jesús Valencia)
(Véase también 7.1. Días).

Los días siete son de buena suerte (Rosalía Cortés Carmona) (Véase 6.5. Siete).
Los días trece se consideran de mala suerte porque se relacionan con la película de Freddy Kruger (Jesús Valencia)
(Véase 6.6. Trece).

Los días martes 13 son días se debe de tener mucho cuidado porque son días de mala suerte (Delia Romero Martínez).
Lo confirma el refranero mexicano: En martes ni te cases ni te embarques.
Los días martes se consideran días buenos para realizar limpias 9 y hacer curaciones (Rosalía Cortés Carmona).
Ni en martes ni en viernes, se deben de hacer negocios (Esperanza Vieira).

En los viernes 13 se debe de tener mucho cuidado porque son días de mala suerte (Delia Romero Martínez).
Los días viernes se consideran días buenos para realizar limpias y hacer curaciones (Rosalía Cortés Carmona).

Si se señala el arco iris, salen mezquinos (granos, padecimiento en la piel) en las manos (José Ricardo Elguera
Mendoza).

Cuando llega una tempestad llamada «culebra», para romperla o destruirla se necesita hacer la señal de la cruz con un
cuchillo o machete hacia el cielo, en donde está la forma de culebra en la nube (José Ricardo Elguera Mendoza).
Ir a una pirámide, vestido de blanco, en el solsticio de primavera es para cargarse de energía… a pesar de todo, la zona
arqueológica de Teotihuacán, ubicada a 45 kilómetros del centro de la ciudad de México, cada año recibe a más de un
millón de visitantes que, vestidos de blanco en su mayoría y algunos usando una pañoleta roja en la cabeza, llegan a
subirse a las principales pirámides y templos, con el fin de cargarse de energía durante el equinoccio de primavera, que
suponen ocurre el 21 de marzo, aunque este año tal hecho astronómico sucedió un día antes (Guadalupe García
Hernández).

Para evitar que hagan ojo a los bebés, se les pone una pulsera de color rojo (Rufina Sandoval Casarrubias).
Usar ropa interior roja es para tener suerte en el amor (Guadalupe García Hernández).

En los negocios, para alejar la mala suerte y las malas vibras se cuelgan ajos (Celia Aguirre Lona).
En algunas casas se acostumbra poner una trenza de ajos detrás de la puerta principal o en la cocina para que rechace las
malas energías y nada malo pase en la casa (Rosalía Cortés Carmona).
En algunas casas se pone un manojo de ajos para alejar las malas vibras, malos espíritus y vampiros (Francisco Javier
Velázquez).

Aventar arroz a los novios cuando salen de la iglesia simboliza la abundancia para que nunca pasen penurias, que
siempre haya dinero y no falte nada en ese nuevo hogar que se está formando (Rosalía Cortés Carmona) (Véase también
17.2. Noviazgo y boda).
En año nuevo se ponen semillas, regularmente arroz o lentejas para que durante el año que empieza siempre haya
abundancia en el hogar (Rosalía Cortés Carmona).

A la hora de servir una cerveza, se sube la espuma y se derrama; esto significa que a quien le sucedió esto se
emborrachará (Francisco Javier Velásquez).

Para que el chocolate le salga espuma, no se debe ver al cocinar, solo dejar que hierva (Ángela Jeraldine Canett
García).

Para quitar el mal de ojo en los bebés, se les soba todo el cuerpecito con un huevo y una ramita de albaca (Rufina
Sandoval Casarrubias).
El huevo pasándolo por el cuerpo del niño limpiara las malas vibras que tenga, se vacía en un vaso de agua y si se ve
borroso es porque se le quito lo malo (María Andrea Granados Vázquez).
A los niños que se les ha hecho mal de ojo hay que llevarlos con un yerbero, este les reza y les limpia con un huevo,
posteriormente se rompe el huevo en un vaso con agua, la clara dibuja un ojo, lo que significa que el hechizo ha sido
roto (Esperanza Cisneros).

En año nuevo se ponen semillas, regularmente arroz o lentejas para que durante el año que empieza siempre haya
abundancia en el hogar (Rosalía Cortés Carmona).

Los comerciantes cargan un limón en la bolsa o el mandil para que tengan grandes ventas durante el día y les rinda el
dinero (Celia Aguirre Lona).

Para absorber las malas vibras de una casa, se pone en ésta una manzana roja (Celia Aguirre Lona).
En la entrada de los bares, para que haya grandes ventas durante el día, se vierte un poco de miel a los lados de la puerta
y enseguida se rompe una bolsa de hielos enfrente ésta cada vez se abre el negocio (Juan Manuel Islas Islas).
El que entre miel anda, algo se le pega, es un refrán muy representativo de lo que puede suceder cuando uno está
metido en algún negocio (Ángela Jeraldine Canett García).

Cuando se derrama la sal, se auguran cosas terribles (Delia Romero Martínez).


Si a alguien se le riega la sal, para que se le quite la mala suerte debe de tirar una poca hacia atrás por encima de su
hombro (Jorge Alberto Hernández).
Tirar la sal es un presagio de mala suerte para quien la tira, esto debido a que se dice que en la ultima cena de Jesucristo,
Judas tiro la sal, de ahí viene la expresión «estás salado». Para contrarrestar la mala suerte, es necesario ponerse sal en el
hombro izquierdo, preferentemente de la sal que se tiró (Francisco Javier Velázquez).
Al solicitar un salero no se debe decir «pásame la sal», porque esto provoca que quien la solicite tenga mala suerte, es
decir «tener la sal» (sal es como sinónimo de mala suerte) (Gabriel Medrano de Luna). No se debe pasar la sal, se debe
poner en el centro de la mesa, para evitar mala suerte (Julián Alonso Saavedra Flores).
Para desearle mala suerte a alguien: se le pone un puño de sal en la puerta de la casa a la persona a la que se le quiere
hacer mal (Esperanza Vieira).

Para atraer la buena suerte y clientes en un negocio es necesario trapear con agua hervida con canela (José Ricardo
Elguera Mendoza).

Se regala un puño de semillas de patoles 10, para desear buena suerte (Olivia Cisneros).

Comer sandía y melón por las noches cae mal porque es un fruto frío que puede estropear las vías respiratorias y el
estómago (María de la Luz Ortega Fragoso).

Si al recalentar una tortilla, ésta se esponja, se interpreta que en esa casa llegarán visitas (Francisco Javier Velázquez).
En los restaurantes, fondas o casas, para que una persona se llene más rápido, les sirven las tortillas con la panza de ésta
hacia arriba (Francisco Javier Velázquez).

Cocinar alimentos

Si se cocina enojado, la comida dará dolor de estómago (Ángela Jeraldine Canett García).

Cuando hay eclipse o luna llena, las mujeres embarazadas deben ponerse un alfiler o un cuchillo envuelto cerca de la
panza, porque se cree que, si no lo hacen, el bebé nazca con alguna deformación (Rufina Sandoval Casarubias).
Durante los eclipses, ya sean lunares o solares, las mujeres embarazadas corren peligro de perder el producto o de que el
niño nazca con alguna deformidad, para evitarlo las futuras madres se amarran un estambre rojo alrededor de sus
vientres (Cecilia Alcalá Rizo).
Si una mujer sale a la luz de la luna llena cuando está en cinta, se dice que el bebé corre el riesgo de nacer con
malformaciones, particularmente con labio leporino (Francisco Javier Velázquez).

La noche de Navidad las mujeres se ponen calzones rojos para tener suerte en el amor (Rufina Sandoval Casarubias).
Durante la noche de Navidad se ofrecen a la Virgen de la Natividad doce monedas, éstas se llevan a la iglesia y se le pide
que nunca falte el trabajo, el sustento en la casa y siempre haya salud (Rufina Sandoval Casarrubias).
Se dice que para viajar durante el año, se deben sacar maletas a la calle y caminar con ellas durante la noche del día 31
de diciembre antes de las doce campanadas (Jesús Valencia).
Durante la noche del día 31 de diciembre antes de las doce de la noche, se ponen tres moneditas a la divina providencia,
una vela, una ramita de canela y una manzanita en un plato con agua, todo esto para pedir lo que haga falta para el
próximo año y les sea concedido.
En año nuevo se ponen semillas, regularmente arroz para que durante el año que empieza siempre haya abundancia en el
hogar (Rosalía Cortés Carmona).
Si durante la Nochevieja y el Año nuevo, se está de mal humor, se dice que durante el año que comienza se estará en el
mismo estado anímico (Francisco Javier Velásquez).
Recomiendan ponerse ropa interior de color rojo durante de día 31 para recibir el año nuevo y tener durante este año
suerte en el amor (Leticia Martínez).
Hacer maletas y dar la vuelta por la calle en año nuevo es para viajar durante el nuevo año (Guadalupe García
Hernández).

Si se le reza a San Antonio, regresan los novios (Delia Romero Martínez).


Para encontrar novio, hay que poner a San Antonio de cabeza y rezarle su novena (Leticia Martínez).
San Antonio es el santo para encontrar novio, sólo se le debe poner de cabeza y una encender una veladora para que
conceda el deseo (Rosalía Cortés Carmona).
Si se pierde algo y se requiere encontrarlo en el momento se promete llevar al templo 13 monedas y depositarlas a San
Antonio y lo perdido aparecerá (Gabriel Medrano de Luna).

Los huicholes 11 del norte de Jalisco durante la Semana Santa, sacrifican a un animal (un toro o una vaca) dentro del
templo y avientan la sangre, a modo de ofrenda a los santos e imagines que aquí se encuentren. Al terminar este ritual
realizan otro al cual llaman lavarse la muerte que consiste en que ellos mismos se echen agua de un pozo en todo el
cuerpo y el marakame (un sacerdote) les ponga de la misma agua en la cabeza; si no se hiciere esto, se dice que se llevan
la muerte consigo y se pueden morir (Arturo Chamorro).

Durante la noche de Navidad se ofrecen a la Virgen de la Natividad doce monedas, éstas se llevan a la iglesia y se le pide
que nunca falte el trabajo, el sustento en la casa y siempre haya salud (Rufina Sandoval Casarrubias).
Se acostumbra rezar una oración a San Martin Caballero en punto de las doce del día, al mismo tiempo que se riega agua
a la entrada del negocio, esta costumbre acarrea dinero y trabajo (Mtra. María Luisa Pérez).
Se dice que en donde hay flores está la virgen, o incluso hace apariciones, pues a ella le gustan (Mtra. María Luisa
Pérez).

Para que este santo conceda un milagro, sólo se le debe de ofrecer un baile (Delia Romero Martínez).
En El Puerto de la Concepción, Tepezalá, Aguascalientes, se venera a este santo y en su fiesta el 17 de mayo si la
comunidad no tiene dinero para «hacerle su danza» el Santo se aparece y pide que le han hagan su fiesta y su danza, de
lo contrario no concederá milagros y bendiciones (Gabriel Medrano de Luna).

San Ramón es considerado el patrón de las mujeres embarazadas y de los presos y como ofenda se le llevan llaves y
candados para que conceda milagros. «Y así, en una de las minas en Guanajuato que lleva el nombre de este santo, la
gente acostumbra colgarlas en un espacio asignado al milagros» (Martín Ortega).

El día treinta y uno de diciembre acarrea varias supersticiones que tienen como finalidad proveer de buena suerte
durante el año venidero, entre ellas se encuentra la de vestir ropa roja (Patricia Hernández Rivera).
El día de año nuevo se acostumbra barrer la casa, para recibir el año con el hogar limpio (Patricia Hernández Rivera).
El Viernes de Dolores es una festividad que tiene lugar en la ciudad de Guanajuato, se realiza con la finalidad de alabar a
la Virgen de Dolores, para acompañarla en sus siete dolores que padeció cuando Cristo murió en la cruz. Se festeja una
semana antes de la semana Mayor; al ser Guanajuato un pueblo minero, en las minas principales se coloca un altar. Los
guanajuatenses, desde muy temprano, asisten al jardín de la Unión a dar la vuelta; las mujeres en un sentido y los
hombres en el sentido contrario, al encontrarse con alguna muchacha le regalan una flor. Posteriormente, se visitan los
altares en las minas, se celebra una misa y para terminar se les obsequian a los asistentes nieves de sabores, agua de chía
y caldo de camarón (Patricia Hernández Rivera).
Las fiestas de Guanajuato se celebran en junio, el 24 de junio, día de San Juan. Temprano por la mañana, se visita el
faro de la presa de San Renobato, de regreso —antiguamente— en la casa del gobernador —hoy casa de finanzas— se
ofrecía menudo a la gente. En la presa se instalaban diversos puestos de comida y cervecerías, también era muy típico
que las mujeres vistieran algún traje tradicional o que usaran un rebozo (Patricia Hernández Rivera).
El día treinta y uno de julio es el día de la cueva. Dicha fecha se acostumbra en la ciudad de Guanajuato subir a visitar a
la virgen en una cueva que se encuentra en el Cerro del hormiguero y posteriormente hacer un convivio familiar. En esa
misma fecha se podía observar un fenómeno que llaman «la culebra», dado que casi invariablemente llovía, al bajar el
agua del cerro parecía una culebra (Patricia Hernández Rivera).
El festejo de la virgen como patrona de Guanajuato tiene lugar durante el mes de mayo; para ser los encargados de los
festejos se designa a cada sector un domingo. El sector de los mercados —el Hidalgo y Embajadoras—, los taxistas,
maestros, etc. El último domingo se dedica al sector minero y es la peregrinación más esperada por toda la población,
algunas de las minas que participan son: La mina de Las torres, el Cobo, Las peregrinas, La cooperativa (una tradición
de esta mina es que para el día de la peregrinación realizaban una maqueta de la mina con una imagen de la virgen), etc.
El día treinta y uno de mayo sacan a la imagen de la virgen por las tres puertas de la basílica a bendecir a los
guanajuatenses y ellos pasan por debajo del manto (Patricia Hernández Rivera).
Celebraciones por la llegada de la virgen. Durante el mes de agosto se celebra la llegada de la virgen, se rezan rosarios y
se pasa —por tercera vez en el año— por debajo de su manto. Perafán de Rivera trajo a la virgen, pero en el camino se
perdieron, se hincaron a rezar al Señor para que les indicara el camino a Guanajuato y una paloma los guió. Trajeron la
imagen a la iglesia de los Hospitales, posteriormente la trasladaron a la basílica como patrona de Guanajuato, pero para
el mes de agosto es que visten a la virgen tal y como estaba cuando llegó (Patricia Hernández Rivera).

Cuando se camina con un bebé en brazos cerca de un panteón, se deben de arrojar piedras hacia atrás, para evitar que las
almas que andan penando se apoderen de los no bautizados (Delia Romero Martínez).
No se debe llevar a los niños «de brazos» a los panteones porque pueden perder su espíritu o adquirir mala energía. De
ser imperativa su entrada a un panteón, para protegerlos, se les deben de poner tres piedras pequeñas en el área en donde
se encuentra el corazón (Patricia Hernández Rivera).

En el estado de Chiapas poner ámbar en la cuna del bebé significa que quedará protegido contra malas vibras y el mal de
ojo (Gabriel Medrano de Luna).

Cuando una mujer está embarazada, se toma una medalla con la mano fija y se pone sobre la pancita del bebé, como
péndulo, y si es niño se mueve en forma vertical, y horizontal si es niña (Delia Romero Martínez).
Cuando hay eclipse o luna llena, las señoras embarazadas deben ponerse un alfiler o un cuchillo envuelto cerca de la
panza porque se cree que si no lo hacen el bebé nazca con alguna deformación (Rufina Sandoval Casarubias).
Para saber el sexo de un bebé cuando aún no ha nacido, las parteras soban el vientre de la embarazada y definen el sexo
según el tamaño de la cabeza del bebé; si es niña la cabeza es más pequeña, si es niño es más grande (Rufina Sandoval
Casarubias).
Si una mujer sale a la luz de la luna llena cuando está en cinta, se dice que el bebé corre el riesgo de nacer con
malformaciones, particularmente con labio leporino (Francisco Javier Velázquez).
Se dice que si una mujer embarazada tiene antojos, debe comer lo que se le antojó porque si no fuese así se cree que el
bebé puede nacer con alguna mancha del color de ese alimento. Es decir, si se le antojaron fresas y bebé podrá nacer con
una mancha o lunar rojo (Francisco Javier Velázquez).
Cuando hay eclipse las mujeres embarazadas deben de ponerse un listón rojo en la panza para evitar que el bebé nazca
con alguna deformación (Delia Romero Martínez).
Para saber el sexo de un bebé antes de nacer, algunas mujeres tocan el vientre de la embarazada y definen el sexo según
la forma del vientre; si el vientre está puntiagudo será niña, pero si está redondo se dice que es niño (Gabriel Medrano de
Luna).
Las mujeres embarazadas deben ponerse un cinto de seguros, si habrá algún eclipse; si no lo pone, el bebé nacerá
«chuchito» (Ana María Gutiérrez Patlán).
Las embarazadas no deben cenar mucho, porque a los bebés les crece la cabeza y no pueden nacer (Ana María Gutiérrez
Patlán).
En la fiesta de Santa María Magdalena en Xico, Veracruz construyen y dedican un arco floral a la Santa patrona, el cual
instalan en la entrada de la iglesia principal del pueblo. Este arco lo realizan con una flor blanca a la que nombran
cucharilla. La cucharilla crece en el cerro, y para ir a cortarla los hombres de la comunidad realizan cada año una
peregrinación de varios días. A esta actividad no deben de ir mujeres, de lo contrario la flor se mancha de color rojo.
Dicen que estas manchas tienen relación con el ciclo menstrual de la mujer y por esto se prohíbe a las mujeres que
asistan a dicha peregrinación (Cecilia del Mar Zamudio Serrano).

Se considera a las minas femeninas y, por esto, se dice que las mujeres no deben entrar a estas; de lo contrario, se ponen
celosas y corren el riesgo de que algún accidente suceda (Juan José Prado).
En las corridas de toros no debe haber mujeres en el ruedo, pues eso traerá mala suerte al torero y corre el riesgo de que
el toro lo pueda lastimar (Gabriel Medrano de Luna).

Es de mala suerte que el novio vea a la novia antes de la ceremonia religiosa con el vestido de novia, pues les trae mala
suerte a la vida matrimonial (Patricia Hernández Rivera).

Las novias cuando se casan, no deben usar perlas, ya que estoy significaría una vida llena de lágrimas (Delia Romero
Martínez).
Durante la fiesta de boda, cuando la novia avienta el ramo, quien lo reciba, será la próxima en casarse (Leticia Martínez)
(Véase también 5.1.10. Ramo de flores).
Tirar arroz a los novios cuando salen de la iglesia simboliza la abundancia para que nunca pasen penurias, que siempre
haya dinero y no falte nada en ese nuevo hogar que se está formando (Rosalía Cortés Carmona) (Véase también 11.6.
Arroz).
Si la novia llega tarde el día de su boda, se augura que el matrimonio fracasará (Francisco Javier Velázquez).
Para que los futuros esposos lleven una vida dichosa y llena de amor se les debe de regalar algo nuevo (Delia Romero
Martínez).
Se debe regalar a los novios algo antiguo o usado, ya que esto significa el amor y las buenas acciones que les enseñó su
familia (Delia romero Martínez).
Es de mala suerte que el novio vea a la novia con su vestido de bodas puesto antes de llegar a la iglesia (Leticia
Martínez).
Es de buena suerte que la novia el día de su boda use una prenda prestada que antes fue usada por otra novia (Leticia
Martínez).
Se dice que si una persona come en la olla en la que se cocinó o preparó algún alimento, el día de la boda de esta
persona lloverá (Francisco Javier Velázquez) (Véase también 1.36. Olla y cazuela).
Como parte de la ceremonia y para simbolizas unidad, un lazo grande de cuencas de rosario o un lazo (cuerda) es
colocado en la forma de un ocho alrededor de los cuellos de la pareja después de que ellos han intercambiado sus votos.
También es algo bonito cuando el lazo esta hecho de flores de naranja entrelazados (los cuales simbolizan fertilidad y
felicidad). Un lazo de rosario doble puede ser dado por una parte de los padres y debe de ser bendecido con agua bendita
tres veces en honor de la trinidad. Una persona/pareja especial pone el lazo alrededor de los hombros de la novia y el
novio, los hombros del novio primero. También el lazo puede ser atado alrededor de las muñecas. La pareja usa el lazo
durante el resto del oficio religioso (la curva del lazo simboliza su amor; el cual ata a la pareja juntos cada día cuando
ellos comparten la responsabilidad del matrimonio igualmente por el resto de su vidas) (Guadalupe García Hernández).

La sábila está considerada una planta curativa y la utilizan como remedio para curar a personas con problemas de
estreñimiento, la dosis es un trozo de sábila cruda (Sshinda) (Véase también 5.1.19. Sábila).
Para quitarles el hipo a los bebés, se les pone en la frente un hilito rojo con saliva (Rosalía Cortés Carmona) (Celia
Aguirre Lona).
A los niños cuando por alguna razón los asustó algo, los curan de espanto, envolviéndolos en una cobija con su vela de
bautismo y les rezan tres credos y el padre nuestro. Con esto, los niños se curan (Delia Romero Martínez).
Para que se quite el hipo, sólo se debe tomar agua de vaso al revés (Fermín Rosales Camacho).
Para curar el mal de ojo en los niños, se pone un puño de tierra cernida en el piso, y se talla al infante con un huevo al
mismo tiempo que se hacen oraciones (Sshinda) (Véase también 3.9. Ojo).
Para evitar que la gente haga ojo a los bebés, quien lo está cargando debe darle cuatro nalgaditas (Celia Aguirre Lona)
(Véase también 3.9. Ojo).
Si se quiere obtener dinero, el «Polvo de ajo macho», el «Polvo de ven dinero» y el «Polvo de nueve yerbas del indio»
son ideales. Para hacer buenos negocios, el «Polvo del retiro» promete «ambientar el hogar, la oficina o el negocio y
retirar a la persona que nos hace mal y nos perjudica». Según las indicaciones, «su preparación científica nos atrae el
bien, evita las malas influencias y retira fuerzas negativas». Debe arrojarse por donde pasa la persona negativa y
aplicarse al hogar o negocio durante nueve días. El sobrecito recomienda: «Use el incienso y el perfume del retiro»
(Guadalupe García Hernández).
Para atraerse la suerte en juegos de azar tampoco faltan recursos. El «Legítimo polvo de chango macho» promete
«espíritu de buena suerte en los juegos de azar y en los negocios, riqueza y protección contra espantos. Contiene oro y
plata para la buena suerte. Debe ponerse en manos y cuello antes de empezar a trabajar o a jugar» (Guadalupe García
Hernández).
Ciertos polvos llamados de «chuparrosa» son, según dice el sobre: «Perfume natural de las flores, polvo de chuparrosas
disecadas, molidas y pulverizadas en Luna llena para que conserven el perfume. Úselo polveando todo el cuerpo en día
viernes después del baño en la alcoba para obtenerla gracia del amor y las buenas amistades» (Guadalupe García
Hernández).
Para evitar que la gente haga ojo a los bebés, quien lo está cargando debe darle cuatro nalgaditas (Celia Aguirre Lona).
Cuando un bebé tiene hipo se les debe poner en la frente algún hilito o cordoncito rojo, para que se les quite (Vicente
García).
Para el dolor del cuerpo o «cuerpo cortado» viene bien una «friega» de alcohol con sal, posteriormente el enfermo debe
abrigarse bien y cuidarse de no salir al aire libre (Mtra. María Luisa Pérez).
Para la tos se toma ajo hervido con leche (María de la Luz Ortega Fragoso).
Para enfermedades de los bronquios:

Se sumergen los pies en un lavamanos de peltre con cenizas calientes y enseguida se vierte agua, igualmente, caliente
sobre el enfermo y este no debe de salir por ningún motivo a la calle durante algún tiempo (María de la Luz Ortega
Fragoso).
Vaporizaciones de eucalipto, buganvilia, ocote y ajo (Patricia Hernández Rivera).
A los enfermos de los bronquios se les pone su propio excremento envuelto en una venda y con ello se les quita lo
inflamado. A este remedio se le llama «veneno mata veneno», pues se cree que la infección provoca la inflamación de
los bronquios y el excremento es algo infeccioso, por lo que contrarresta la enfermedad (Patricia Hernández Rivera).
Se asan unos jitomates calientes y se aplican detrás de las rodillas —en la parte curva— y en las plantas de los pies,
posteriormente se envuelve al enfermo en mantas y se evita la exposición al aire libre (Patricia Hernández Rivera).

Para sacar lombrices:

Se pica un manojo de hierbabuena, se fríe con aceite de olivo y se hace con ella una torta de huevo, posteriormente se
escurre el aceite y se envuelve en un trapo, esto se le coloca en el estómago a la persona que tiene lombrices (María
de la Luz Ortega Fragoso).
Comer semillas crudas (Patricia Hernández Rivera).
Comer cáscara de aguacate (Patricia Hernández Rivera).

Para las heridas:

Lavar la herida con árnica (María de la Luz Ortega Fragoso).


También la árnica se puede tomar como «agua de tiempo» —en té—, para golpes que dejan heridas internas (María
de la Luz Ortega Fragoso).
Se hace un ungüento con la baba de sábila (Patricia Hernández Rivera).

Para el dolor de cabeza:

Se coloca una hoja de ruda o de hierba buena en cada sien (María de la Luz Ortega Fragoso).
Té de salvia (Patricia Hernández Rivera).

Para el estreñimiento se toma un jugo de naranja con dos yemas de huevo y, posteriormente, un vaso de leche (María
de la Luz Ortega Fragoso).

Para el empacho:

Generalmente este mal afecta a los niños, para curarlo se dan masajes en la espalda y un té amargoso de retama,
manzanilla o hierba buena (Mtra. María Luisa Pérez).
Una cucharadita de aceite con un sobre de polvos de estomaquil, se revuelve y con esta mezcla se soba el estómago,
el restante se toma con un té de istafiate (Patricia Hernández Rivera).

Para la fiebre se corta una papa en rodajas y se colocan en las plantas de los pies (Patricia Hernández Rivera).
Para el dolor de estómago es bueno el té de cedrón, hierba buena y manzanilla (Esperanza Cisneros).
Para la tos se toma flor de panal servida como té (Esperanza Vieira).
Para las anginas se asan unos jitomates y se colocan en las plantas de los pies (Olivia Cisneros).
Para conciliar el sueño:

Té de azahar (Esperanza Vieira).


Un baño con hojas de lechuga (Esperanza Vieira).
Comer hojas de lechuga (Olivia Cisneros).
Se ponen unas ramitas de poleo bajo la almohada para conciliar el sueño (Olivia Cisneros).

Para la diabetes:

Se licua la baba de sábila con agua (Patricia Hernández Rivera).


Jugo verde 12. Se toma en ayunas durante ocho días (Patricia Hernández Rivera).

Para la úlcera, se toma en ayunas por las mañanas, un licuado de media papa con repollo (Patricia Hernández Rivera).

Si se sueña con flores marchitas, significa que quien lo soñó tendrá alguna enfermedad o morirá. Se hace una analogía y
se dice que la vida se le está secando (Sshinda).
Si alguien sueña un camino largo, quiere decir que tendrá una vida larga (Sshinda).
Si se sueña con un camino sucio, se dice que una persona le tiene envidia a quien lo soñó (Sshinda).
Si alguien sueña que se le caen los dientes, significa que esa persona tendrá una renovación en su casa y en su vida
personal (Sshinda).
Entre los huicholes existe una costumbre que consiste en que un huichol (hombre o mujer), no debe casarse con un
mestizo, porque, si lo hiciera, toda su vida estaría soñando que los animales lo atacan o se los devoran en sueños (Arturo
Chamorro).
El que sueña popo le va bien con el dinero (Enrique Juárez Gutiérrez).

Esta falsa devoción a la muerte es una forma de idolatría, pues los «devotos» de la Santa Muerte creen que las imágenes
tienen poder, que no depende tanto del tamaño de la imagen, sino de los rituales que se hacen para «consagrarla».
Los que promueven este culto señalan detalladamente el ritual necesario para «consagrarla» y colocarla en el sitio más
adecuado. Según ellos, la «Señora», como también la llaman, se encargará de avisar al «creyente» si le agrada o no el
lugar escogido. Esto lo hará a través de un sueño o de un suceso extraño. Si ella quiere ser cambiada de lugar, no hay
más que complacerla, repitiendo todo el ritual necesario.
Las ofrendas que se le presentan a la imagen suelen ser las siguientes: manzanas, dulces, pan, licor, etc. Lo que nunca
debe faltar en la ofrenda, aseguran sus devotos, es el vaso con agua, una veladora encendida y un pan. Aparte de esto,
cada devoto puede ofrecerle lo que considere más conveniente.
Los días más adecuados para festejarla son el dos de noviembre y el aniversario de su llegada a cada casa.
Los devotos de la Santa Muerte la consideran una ayuda invaluable en los problemas familiares, desempleo, envidias,
enemistades, cuestiones de salud, amor o cualquier otro problema.
Incluso, aseguran, la Santísima avisa oportunamente a sus devotos para que eviten accidentes, robos o cualquier otro
imprevisto que atente contra la integridad del creyente.
La muerte no es una persona, es sólo un proceso biológico
Tal vez lo que favorece la extensión de este culto es su parecido con la devoción católica a los santos y a las imágenes de
los santos. Pero no hay que irse con la finta. Mientras las imágenes de los santos representan a personas que vivieron en
grado heroico la fe cristiana, la Santa Muerte no representa a nadie, puesto que la muerte no es una persona.
En efecto, la muerte no es otra cosa que la cesación o el término de la vida. Es sólo un proceso biológico que ocurre
cuando las funciones vitales —la respiración y la circulación (expresada por los latidos del corazón)— se detienen y se
da la pérdida irreversible de actividad cerebral, especialmente cuando se da la ausencia de actividad en los centros
cerebrales superiores, principalmente el neocórtex (Guadalupe García Hernández).

El que brinda sin beber le auguran siete años de mala suerte en el amor (Juan Manuel Islas Islas).
Si brindas y no tomas a la bebida, tendrás 7 años sin orgasmos (Julián Alonso Saavedra Flores).
Motivos asociados a los espíritus y la muerte

Si los bebés sonríen solos y miran hacia algún lugar con bastante frecuencia, es probable que los espíritus le estén
hablando (Ángela Jeraldine Canett García).
Cuando alguien especial se va de tu vida, es porque llegara una persona aún más especial que suplantara las emociones
(Ángela Jeraldine Canett García).

Conversación

Es mejor decir «hasta pronto», que «adiós», para que el encuentro sea más próximo (Ángela Jeraldine Canett García).
Si las personas dicen dos veces no al responder una pregunta, en realidad quiere decir que sí (Ángela Jeraldine Canett
García).

Destino

Si alguien se despide para siempre, y regresa tiempo después. Significa que siempre estuvo destinado a ti, de lo contrario
si no regresa nunca lo fue (Ángela Jeraldine Canett García).

Saludos

Al saludar a un niño personas desconocidas los padres deben pegarle una nalgadita para que no se enferme (María
Andrea Granados Vázquez).

Brujería

Si te hacen brujería debes poner unos anillos de metal y una pulsera bajo tu almohada para alejar las malas vibras (un
brujo te los debe dar) (Vicente García).

Susto

Si has pasado un susto o impresión fuerte, inmediatamente debes de orinar o comerte un bolillo o tortilla dura (José
Ricardo Elguera Mendoza).

MEDRANO DE LUNA , Gabriel. Nacido en Aguascalientes, el 3 de diciembre de 1968. Es autor de este trabajo.

AGUIRRE LONA, Celia, nacida en Guanajuato, Guanajuato.

CAMACHO, Fermín Rosales, nacido en Irapuato, Guanajuato.

CHACÓN, Daniel, nacido en León, Guanajuato.

CHAMORRO, Jorge Arturo, nacido en Tlaxcala, Tlaxcala.

CHÁVEZ, Alfonso Magdaleno, nacido en Guanajuato, Gto.

CISNEROS, Esperanza, nacida en Moroleón, Guanajuato.

CISNEROS, Olivia, nacida en Moroleón, Guanajuato.

CORTÉS CARMONA, Rosalía, nacida en Acapulco Guerrero

ELGUERA MENDOZA, José Ricardo, nacido en Rincón de Tamayo, Gto.

ESPAÑA, Gumersindo (El Sshinda), nacido en Juventino Rosas, Guanajuato.

GARCÍA, Ángela Jeraldine Canett, nacida en La Paz B.C.S.

GARCÍA, Vicente, nacido en Irapuato, Gto.

GÓMEZ, Omar, nacido en Tijuana, Baja California.

GRANADOS VÁZQUEZ, María Andrea.

GUTIÉRREZ, Enrique Juárez, nacido en Guanajuato, Gto.

HERNÁNDEZ RAMÍREZ, José Manuel, nacido en Guanajuato, Guanajuato.

HERNÁNDEZ, Jorge Alberto, nacido en Papantla, Veracruz.


HERNÁNDEZ RIVERA, Patricia, nacida en Guanajuato, Guanajuato.

ISLAS ISLAS, Juan Manuel, nacido en Tulancingo, Hidalgo.

MARTÍNEZ, Leticia, nacida en Zapopan, Jalisco.

MEDRANO DE LUNA, Gabriel, nacido en Aguascalientes, Ags.

OORTEGA, Martín, nacido en Guanajuato, Guanajuato.

ORTEGA FRAGOSO, M.ª de la Luz, nacida en Pachuca, Hidalgo.

PATLÁN, Ana María Gutiérrez, nacida en Silao, Gto.

PÉREZ, M.ª Luisa.

PRADO, Juan José, nacido en Guanajuato, Guanajuato.

RANGEL, Dolores.

ROMERO MARTÍNEZ, Delia, nacida en Zacatecas, Zacatecas.

SAAVEDRA FLORES, Julián Alonso, nacido en Irapuato Guanajuato.

SANDOVAL CASARRUBIAS, Rufina, nacida en Chilapa, Guerrero.

SANTACRUZ OROS, Leticia, nacida en Salamanca, Guanajuato.

VALENCIA, Jesús, nacida en Guanajuato, Guanajuato.

VELÁSQUEZ, Francisco Javier, nacido en Chilacachapa Guerrero.

VIEIRA, Esperanza Vieira, nacida en Moroleón, Guanajuato.

ZAMUDIO SERRANO, Cecilia del Mar, nacida en Coatzacoalcos, Veracruz.

PÉREZ MARTÍN, H. (2002): Los refranes del hablar mexicano en el siglo xx. Zamora: El Colegio de Michoacán –
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

— (2005=2004a): Refrán viejo nunca miente. Zamora: El Colegio de Michoacán.

— (2005=2004b): Refranero Mexicano. México D.F.: Academia Mexicana – Fondo de Cultura Económica.

Gabriel MEDRANO DE LUNA

Sociólogo por la Universidad Autónoma de Aguascalientes (México), maestro en estudios étnicos por el Centro de Estudio
de las Tradiciones de El Colegio de Michoacán y Doctor en Ciencias Sociales por la misma institución; se ocupa del
estudio del folclore literario, arte popular, danzas tradicionales, ferrocarriles y cultura popular.

Actualmente es profesor-investigador de la Universidad de Guanajuato donde realiza investigación sobre el folklore


literario y la cultura popular guanajuatense. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I.

Selección de publicaciones - Libros:

Los mundos mágicos de Sshinda. La cultura oral y la obra artística de un juguetero popular de Guanajuato, México,
Libro electrónico, «El jardín de la Voz». Biblioteca de Literatura Oral y Cultura Popular, Área de Teoría de la Literatura
y Literatura Comparada de la Universidad de Alcalá, Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, Centro de
Estudios Cervantinos, www.eljardindelavoz.com.
Juan Chávez: Una leyenda viva de Aguascalientes, 2.ª edición corregida, Universidad Autónoma de Aguascalientes,
2011.
¡Ay, Morena encantadora! El folklore literario ferrocarrilero de Aguascalientes, Instituto Cultural de Aguascalientes,
2008.
La Morena y sus Chorreados. Los ferrocarriles en Aguascalientes, Universidad Autónoma de Aguascalientes, 2006.
¿Posada y Herrán o Rembrandt y Velázquez? Transición y cultura en Aguascalientes, Junto con Diana Isabel Mejía
Lozada, Gobierno del Estado de Aguascalientes-Coordinación General de Asesores, Colección Textos para la
Transición, 2002.
¡Váaamonooos! Recorrido histórico y literario de los ferrocarriles en Aguascalientes, Red Utopía, A.C. - Jitanjáfora
Morelia Editorial, Serie FFCC, 2002.
Danza de Indios de Mesillas. Una danza de conquista en Tepezalá, Aguascalientes, El Colegio de Michoacán, 2001.
(1) Este trabajo se realizóó con la participacióón de:
Cecilia del Mar Zamudio Serrano, Wendy Yuridia Pizza Cortéés y Francisco Javier Veláásquez quienes ademáás de informantes hicieron labor de
auxiliares de investigacióón durante el Verano de Investigacióón Cientíífica de 2008 en la Universidad de Guanajuato;
ÁÁngela Jeraldine Canett Garcíía, Graciela Ordóóññez Alcaláá y Joséé Ricardo Elguera Mendoza quienes hicieron labor de auxiliares de investigacióón
durante el Verano de Investigacióón Cientíífica de 2009 en la Universidad de Guanajuato;
el Consejo de Ciencia y Tecnologíía del Estado Guanajuato (CONCyTEG).
Un gracias sincero a ellos pues con su colaboracióón se hizo realidad este trabajo.
Una labor importante para esta investigacióón fue la contribucióón de Guadalupe Garcíía Hernáández con diversas supersticiones y trabajo
de campo desde la ciudad de Guadalajara, Jalisco, Mééxico. Gracias a ella se anexa la supersticióón de Rocíío Garcíía Morelos. Un
agradecimiento especial a Guadalupe Garcíía por su aportacióón al texto. volver
(2) Ojo de venado. Semilla redonda de máás o menos 2 a 4 centíímetros que se usa para hacer amuletos contra la mala suerte. volver
(3) Hacer ojo (=echar mal de ojo). Se relaciona directamente con la mirada de las personas y el dañño que ééste causa a los bebéés. volver
(4) Mal de ojo. Mal que se relaciona con la mirada de las personas y se manifiesta en los bebéés, principalmente con mucho llanto y fiebre.
volver
(5) Refráán popular que, en forma sentenciosa, significa lo que enuncia. Parte de la creencia de los antiguos mexicanos de que el canto del
búúho es seññal de mal agüüero. De allíí se formóó la creencia que subyace al refráán. Variante: cuando el tecolote canta, el indio muere.
Dicen que esto no es cierto, pero sucede Cuando el tecolote canta, el indio muere; ello no es cierto, pero sucede; el tecolote canta, el indio
muere; yo no lo creo, pero sucede; si el tecolote canta, el indio muere; si el tecolote canta, el indio muere; ello no es cierto, pero sucede; si
el tecolote canta, el indio muere; esto no seráá cierto, pero sucede (Refranero Mexicano, 2004). volver
(6) Mal de ojo: se hace mal de ojo cuando una persona ve con una mirada muy profunda a un niñño y este acto enferma de manera
inexplicable al infante. Se dice que calientan la sangre, eso les sucede solo a los niñños. volver
(7) Marakame. Sacerdote huichol. volver
(8) Quedarse en el viaje: expresióón que se utiliza para referirse a las personas que pierden parte de la razóón por consumir. volver
(9) Hacer una limpia. Ritual que realizan personas que tienen el don de curar gente, y consiste en la mayoría de los casos en rezarle y frotarle
un huevo y varias yerbas al enfermo. Este remedio regularmente cura el susto, el mal de ojo y el empacho, entre otros. volver
(10) Patoles: especie de frijoles rojos. volver
(11) Huicholes: O tambiéén conocidos como Wixaritas, son un grupo éétnico originario de Mééxico que habitan en la Sierra Madre
Occidental, principalmente en los Estados de Jalisco y Nayarit. volver
(12) El jugo verde contiene: piñña, apio, perejil, nopal y dos toronjas. volver
Rosinês DE JESUS DUARTE
Universidade Federal da Bahia (Brasil)
rosiart20@yahoo.com.br

Sandra TEIXEIRA DE FARIA


Universidad Complutense de Madrid (España)
stdefaria@hotmail.com

Resumen: El trabajo tiene por objetivo presentar algunas de las creencias populares y supersticiones predominantes en
Brasil, resultado de la influencia de muchas culturas que determinaron la riqueza y variedad en la formacióón de su bagaje
socio-cultural. Se trata de una recopilacióón parcial, dada la envergadura del tema elegido, pero reúúne elementos
suficientes para obtener una nocióón máás amplia de esa realidad.

Palabras clave: Supersticióón. Fraseologíía. Etnologíía. Refráán. Creencia popular. Tradicióón oral. Brasil. Portuguéés.

Titre : ««Croyances populaires, superstitions et phrasééologie au Bréésil»» Réésuméé : L'objectif de ce travail est de
préésenter certaines croyances populaires et superstitions préédominantes au Bréésil, montrant ainsi l'influence de
nombreuses cultures qui ont participéés àà la richesse et àà la variéétéé du bagage socioculturel bréésilien. C'est un recueil
partiel, éétant donnéée l'envergure du thèème choisi, mais qui inclus les éélééments suffisants àà l'obtention d'une vaste
notion de cette rééalitéé.

Mots-clés : Superstition. Phrasééologie. Ethnologie. Proverbe. Croyance populaire. Tradition oral. Bréésil. Portugais.

Title: ««Popular Believes, Superstitions and Phraseology in Brazil»» Abstract: The aim of this work is to present a few
predominant popular believes and superstitions in Brazil, as a result of the influence of many cultures which have
determined the wealth and variety of the conformation of its socio-cultural baggage. This is a partial compilation, because it
is a vast subject, but it contains enough elements to have a wide notion of this reality.

Keywords: Superstition. Phraseology. Proverb. Popular Belief. Oral Tradition. Brazil. Portuguese.

Los oríígenes de las creencias populares y supersticiones en Brasil confluyen en la influencia de las diversas culturas que de
una forma u otra participaron en su formacióón. la primera en dar inicio a esas aportaciones, mezcláándose con las
indíígenas y posteriormente con las llevadas por los esclavos africanos. En el transcurso del tiempo otras influencias fueron
incorporadas a travéés de la inmigracióón ocurrida desde diferentes pueblos al paíís.

El objetivo del trabajo que aquíí se presenta es enseññar algunas de esas creencias y supersticiones que predominan en la
cultura brasileñña. Dada la amplitud del tema, nuestra labor consistióó en organizar y distribuir por grupos el material
recogido a travéés de informantes nativos que, generosamente, accedieron a colaborar en éésta recopilacióón.

El caráácter de nuestra investigacióón lejos estáá de tener por finalidad agotar todas las posibilidades, sino máás bien reunir
un núúmero representativo de supersticiones y creencias populares esparcidas de forma generalizada por el vasto territorio
brasileñño, significando una pequeñña muestra de la amplia variedad de material que puede ser encontrado.

En este trabajo presentamos supersticiones coincidentes en diversas culturas y otras que podemos considerar autóóctonas
por su acepcióón contextualizada en regiones determinadas de Brasil. Optamos, incluso, en ciertos momentos, por mantener
el nombre original para realzar su procedencia y autenticidad. En otros casos, provocóó dificultades la búúsqueda de
correspondencia con el españñol.

El sincretismo brasileñño no podríía dejar de estar presente en este trabajo, como tambiéén los síímbolos máás
significativos de la expresióón popular en lo referente al uso de objetos como amuletos para dar proteccióón y buena suerte,
como es el caso de la figa y de la pata de conejo.

Y aúún insertados en las distintas expresiones populares, habríía que resaltar la influencia que la vivencia de hechos,
considerados algunos inexplicables, ha colaborado para el arraigo y desarrollo de las creencias que marcan la cultura
brasileñña. Este aspecto estáá ejemplificado con dos casos que ocurrieron en Bahíía y que veremos máás adelante.

Debido a la doble clasificacióón que algunas de las aportaciones nos puede sugerir, decidimos colocarlas en los respectivos
apartados para facilitar su ubicacióón.
Las supersticiones de Brasil fueron facilitadas por personas de Sãão Paulo y Minas Gerais (regiones en el sureste del paíís),
de Bahíía (regióón nordeste) y de Cuiabáá (regióón centro-oeste) La edad de los informantes varíía entre los 21 y 80 añños.
A partir de estos datos, se puede afirmar que las supersticiones no es algo reservado tan sóólo a los mayores. Los adultos e
incluso los jóóvenes tuvieron considerable participacióón en esta recoleccióón. Tambiéén cabe llamar la atencióón el hecho
de que las supersticiones son recordadas por gente que vive en pueblos, bien como gente de las capitales como Sãão Paulo,
Salvador de Bahíía y Cuiabáá. La cultura, las costumbres y las creencias de los ancianos pasan de generaciones a
generaciones, convirtiééndolas en algo del cotidiano de personas de variados sitios y edades.

Todos los díías por la maññana, una anciana, dueñña de una pequeñña tienda en un barrio en las afueras de Salvador de
Bahíía, echaba agua por la calle, en frente de su casa. Asíí, se alejaba los males, principalmente la envidia. De esa manera,
su tienda seguíía teniendo ééxito. Un domingo de julio de este añño, en otro barrio de Salvador, máás cerca del centro,
situado en el paseo maríítimo, una mujer sorprendióó a una pareja que estaba sentada en su bar: la dueñña del bar tiróó al
suelo dos jarras llenas de agua. La chica, un poco asustada, preguntóó por quéé ella hacíía eso, a lo que la mujer contestóó:
como ellos no tienen buen espííritu, es para alejarlos, para que no vuelvan máás. Sobre las creencias de esa mujer y de otras
personas, jóóvenes y adultos de Brasil, vamos a hacer este breve estudio, en el que explicamos 144 supersticiones, algunas
de ellas con variantes.

Segúún los diccionarios, supersticióón es una creencia que no se basa en la razóón ni en el conocimiento y que lleva a crear
falsas obligaciones, a temer algunas cosas que no causan ningúún dañño y a creer en otras absurdas. El téérmino
supersticióón, sin embargo, para el pueblo conlleva algo vinculado a lo sobrenatural que debe ser respetado y seguido como
hicieron sus antepasados, de lo cual no se puede dudar y que por seguridad es mejor que se haga, antes de comprobar sus
efectos nefastos. Segúún el folclorista brasileñño Luis da Cââmara Cascudo (1986: 7): ««las supersticiones integran la
esencia intelectual humana, por ello, no hay momento en la historia sin su presencia»». Comenta tambiéén que toda
supersticióón tiene caracteríísticas defensivas, es decir, se respecta para evitar los males o alejar su concretizacióón.

Se trata, por supuesto, de otra concepcióón del mundo, otra forma de manejar los elementos que lo integran. En este
estudio, nos adentramos en esa singular visióón y optamos por considerar, en esta ocasióón, los registros propiciados
directamente por el pueblo, intentando explicar las causas, efectos y oríígenes de las siguientes supersticiones a travéés de
datos recogidos en libros y artíículos o mediante informaciones facilitadas en algunas pááginas web sobre el tema.

Conforme nos comentóó Tiago Joséé de Andrade Teixeira (Assis, SP, 1986), da mala suerte comprar el anillo de
compromiso y las alianzas a la vez. (Vééase tambiéén en 17.1. Matrimonio).

En cuanto a los calcetines, se dice que enrollar los calcetines formando una bola trae atraso en la vida (C. de Faria
Teixeira, Palmital, SP, 1939). Existe una paremia que aconseja Meia sóó para os péés [calcetíín solo para los pies] y
pone en duda que sea bueno asociarse con alguien para cuestiones de negocios.
Varios informantes mencionaron que colar caféé en calcetíín usado por el novio atrae la boda (vééanse tambiéén en 17.1.
Matrimonio y 11.8. Caféé).

Rosinêês de Jesus Duarte (Salvador –– BA, 1980) comenta que es conocido en su regióón que, si la cama estáá
posicionada con la parte de los pies hacia la puerta, se dice que éésa es la posicióón de los muertos y se considera de mal
agüüero. Esta idea viene de antañño cuando el velatorio era hecho dentro de las casas, el difunto estaba siempre con los
pies hacia la puerta. De igual modo se cree que, si se pone la cabeza en vez de los pies hacia la puerta, alguien de la
familia moriráá de repente. Encontramos las expresiones estar no fundo da cama [estar en el fondo de la cama] que
significa estar en las úúltimas, y cair da cama [caer de la cama] que significa tener un fallo, fracasar, tener una mala
sorpresa.

Cuanto a ééste objeto, la misma informante anterior recuerda la supersticióón de que láámpara en la mesilla de la cama
augura futuro incierto al enfermo.
Si se cae una cuchara es seññal de visita femenina (R. dos Santos Silva, Nazaréé das Farinhas –– BA, 1954; J. de
Andrade Teixeira, Assis –– SP, 1989; R. de Jesus Duarte, Salvador –– BA, 1980).

Respecto a los cubiertos, si se cae un tenedor al suelo, es seññal de visita masculina (R. dos Santos Silva, Nazaréé das
Farinhas –– BA, 1954 1; J. de Andrade Teixeira, Assis –– SP, 1989; R. de Jesus Duarte, Salvador –– BA, 1980).

Con relacióón a este objeto, en la zona rural, antiguamente y aúún hoy en díía, existe la supersticióón de que los cuernos
(chifre) o la cabeza de buey (cabeçça de boi) puestos en la verja o en el corral de la casa dan suerte y la quitan, segúún
los casos (C. de Faria Teixeira, Palmital - SP, 1939). En portuguéés es conocido el refráán: Chifre de argola nãão pega
mandinga [Cuerno en forma de aro no coge hechizo].

Segúún nos contaron varios de los informantes, aúún estáá muy extendida la creencia de que pasar por debajo de
escalera es peligroso. Se dice: Quem passa por baixo de escada fica pequeno [Quien pasa por debajo de la escalera se
queda pequeñño]. El sentido de ««pequeñño»» aquíí estáá relacionado con la ascensióón social, econóómica. La escalera
denota subida y pasar por debajo de lo que sube significa cortar el efecto positivo que el objeto tiene, produciendo la
renuncia a mejorar de vida. Tambiéén se dice: Passar por baixo de uma escada, dáá azar [Pasar por debajo de una
escalera, da mala suerte].

Cuando la escoba de barrer cae al suelo, es seññal de que se recibiráá una visita indeseada (C. de Faria Teixeira, Palmital
- SP, 1939; A. Andrade Bicalho Junior, Salvador de Bahíía, 1985).
Cuando se desea que una visita se marche ráápido, se debe poner una escoba detráás de la puerta (C. de Faria Teixeira,
Palmital - SP, 1939; A. Andrade Bicalho Junior, Salvador de Bahíía, 1985). Tambiéén hay la variacióón de esa
supersticióón donde se dice que la escoba de barrer puesta al revéés detráás de la puerta, espanta a la visita indeseada.
La informante Raimunda dos Santos Silva (Nazaréé das Farinhas –– BA, 1954) comenta que Quem boa romaria faz
quem em casa fica em paz [Quien buena procesióón hace quien en su casa se queda en paz] para alejar visitas
indeseadas.
Una supersticióón muy extendida por el pueblo brasileñño y comentada por varios informantes es la siguiente: barrer la
casa por la noche atrae desgracias, porque sacamos la suerte de ella.
Ademir Andrade Bicalho Junior (Salvador de Bahíía, 1985) tambiéén conoce la que dice que, si queremos que una visita
cansina no vuelva, basta barrer la casa de la cocina hacia el salóón.
Por otro lado, algunas de las supersticiones relacionadas con la escoba tienen su origen en costumbres introducidas en
Brasil por los judííos. Segúún sus creencias, barrer la casa desde la puerta de la entrada hacia dentro asegura que la
suerte no se marche (S. Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963).
Si uno quiere casarse no debe dejar que se les barran los pies, porque Se varrer os péés nãão casa [Si barren los pies no
se casa] (S. Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963). Encontramos tambiéén la variante: Si se barren los pies de una chica
soltera, ella no se casaráá en ese añño. (Vééase tambiéén en 3.13. Pie y 17.1. Matrimonio).

Es sabido que hay que tener precaucióón en noche de tormenta, porque dejar el espejo en descubierto atrae rayo (L.
Lima de Guimarãães, Mundo Novo-BA, 1930; S. Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963).
Laurita Lima (1930) nos contóó aúún que cuando se rompe un espejo, uno tendráá siete añños de infortunios. Ella se
acuerda de que se dice: Para espelho quebrado, sete anos de azar [Para un espejo roto, siete añños de desgracia].
La misma informante (L. Lima de Guimarãães, Mundo Novo-BA, 1930) comentóó que tambiéén se cree que romper un
espejo puede ocasionar el fin de un amor.

La figa es una imagen que reproduce una mano con el puñño cerrado y el dedo pulgar cruzado con el dedo ííndice. Es
usado como amuleto, muchas veces colgado de una cadena, para espantar malos fluidos y dar suerte. En Brasil estáá
sumamente extendida esa supersticióón y prueba de ello es que la mayoríía de los informantes la mencionóó. Existe una
locucióón que contiene la palabra figa y que se emplea para alejar la mala suerte: fazer figa. La misma idea se expresa
tambiéén con la locucióón cruzar os dedos [cruzar los dedos] (S. Teixeira de Faria, Assis, 1963).
Este objeto estáá en muchas casas de Bahia. La informante Valdelice Santos de Jesus (Iraráá –– BA, 1950) nos permitióó
sacar fotos de su figa (fotos 1 y 2). Ella la guarda dentro del armario de la cocina de su casa.

Conforme nos explicaron varios informantes, la herradura es usada detráás de la puerta de la casa para espantar la mala
suerte. Pero existe un refráán que reza todo lo contrario: Se ferradura desse sorte, burro nãão puxava carroçça [Si
herradura diera suerte, burro no tiraba del carro].
La herradura es tenida como un amuleto para atraer felicidad, salud, buenos negocios (J. de Andrade Teixeira, Assis,
1989). En Brasil se dice que la herradura comprada o regalada no vale. Es efectiva sóólo la herradura que se encuentra
casualmente.

Regalar joyas da mala suerte: puede provocar la ruptura del matrimonio (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1989).
(Vééase tambiéén 17.1. Matrimonio).

Solange Hespanhol Ferrari Rodrigues (Sãão Paulo, 1956) llegóó a oíír que, para que un difunto no se infle, hay que
poner una llave en su mano. (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).

Dormir sobre la mesa llama la muerte, por causa de la rigidez del apoyo y por la posicióón que se adquiere (T. de
Andrade Teixeira, Assis - SP, 1986). (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).

Encontrar una moneda en el suelo y cogerla trae buena suerte (S. Espanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo -SP, 1956).
Aúún estáá muy difundido entre la poblacióón que guardar una moneda en la cartera trae buena suerte (S. Espanhol
Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo -SP, 1956).

Algunos informantes comentaron que, si la futura novia come en la cazuela, llueve en el díía de la boda. (Vééase
tambiéén 17.2. Noviazgo y boda).

Los paññuelos no se regalan, porque se dicen que traen llanto al que los recibe. Por eso, si alguien regala un paññuelo, es
preciso dejarle una moneda para alejar el efecto negativo que se le atribuye (S. Teixeira de Faria, Assis, 1963).
No es bueno recibir paññuelos de regalo, pues llaman láágrimas a menudo provocadas por la muerte de algúún familiar.
Para que se corte el efecto negativo, hay que regalarle algo a la otra persona (C. de Faria Teixeira, Palmital, 1939).

Con relacióón a ééste objeto siempre oyóó decir que abrir el paraguas en casa trae mala suerte. Ademáás se dice que la
chica que abre el paraguas dentro de casa, jamáás se casa (A. Maria Bicalho, Salvador de Bahíía, 1980). (Vééase
tambiéén 17.1. Matrimonio).

Generalmente, las perlas estáán asociadas a láágrimas y, por esa razóón, hay que evitar regaláárselas (J. de Andrade
Teixeira, Assis –– SP, 1989). (Vééase tambiéén en 17.1. Matrimonio).

Tener giradas al revéés la taza de caféé o de téé, trae atraso en la vida (C. de Faria Teixeira, Palmital –– SP, 1939).

Una de las supersticiones máás conocidas entre la poblacióón brasileñña, y asimismo mencionada por diversos
informantes, se refiere a la accióón de apagar las velas de la tarta de cumpleañños de una sola vez. Se dice que al hacerlo
el deseo pedido se hace realidad.
Si una vela se apaga de repente durante una ceremonia es porque hay espííritus en ese lugar (R. de Jesúús Duarte,
Salvador de Bahíía, 1980).
Encender una vela detráás de la puerta, aparta el mal de ojo (T. Joséé de Andrade Teixeira, Assis –– SP, 1986).

Una supersticióón muy difundida entre los brasileñños recomienda usar ropas nuevas, incluso las ííntimas, entre
Nochevieja y el primero del Añño Nuevo. (Vééase tambiéén 13.8. Nochevieja y Añño Nuevo).
Igualmente deben despojarse de todo lo que estéé roto y viejo, como muestra de renovacióón . (Vééase tambiéén 13.8.
Nochevieja y Añño Nuevo).
Cuando estáán girados al revéés en el suelo las chanclas o los zapatos, hay que volver a enderezarlos porque esa
posicióón prenuncia muerte de alguien muy próóximo Chanclas y zapatos (R. Santos, Salvador de Bahíía, 1954).
Es muy comúún el uso de zapatitos de madera, hueso o metal, como adorno, para dar buena salud, suerte y una
situacióón econóómica equilibrada a la persona que los tenga (S. Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963).

Segúún nos informóó Joséé Carlos Teixeira (Assis - SP, 1938), en su juventud se decíía que, para apartar a los malos
espííritus de las naves en altamar, se usaban colocar una cabeza o figura deforme en la proa de la embarcacióón. En
portuguéés se llama carranca a ese objeto.

En el primer minuto del Añño Nuevo, la persona debe tener en su poder un billete de valor alto en la mano derecha o
dentro del zapato del pie derecho, y, en ééste caso, dar el primer paso (con el pie derecho) para ser feliz y jamáás faltarle
dinero (S. Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963). (Vééase tambiéén 13.8. Nochevieja y Añño Nuevo).

Segúún algunos informantes el picor en la mano es seññal de que se va a recibir una buena noticia. Lo confirma
tambiéén el refráán: Coceira na mãão, sinal de notíícia boa [Picor en la mano, seññal de buena noticia]. Pero tambiéén
se dice que el picor de la mano estáá asociado al dinero: Coceira em uma das mããos éé sinal de dinheiro [Picor en una
de las manos es seññal de dinero].

Un muerto con los ojos abiertos anuncia otra muerte (S. Hespanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo, 1956). (Vééase
tambiéén 20.2. Muerte).
La expresividad que transmiten los ojos no pudo dejar de ser comparada con la inexpresividad del que estáá muerto. De
ahíí la locucióón Ter olhos de peixe morto [Tener ojos de pez muerto] que alude a la calidad de aquel que tiene una
mirada parada, sin motivacióón, perdida en la distancia, como si no tuviera vida. Existe tambiéén la locucióón Fechar os
olhos[Cerrar los ojos],que significa morirse (S. Teixeira de Faria, Assis, 1963).
Baññarse en el mar con marea menguante aparta el mal y echa fuera el mal de ojo (R. de Jesus Duarte, Salvador de
Bahíía, 1980; S. Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963). (Vééase tambiéén 12.3. Luna).

Si alguien tiene una oreja caliente quiere decir que alguien estáá hablando de éél. Para que la persona deje de hablar de
alguien, si la de que se habla es una mujer, éésta tiene que morderse el aro del sostéén (R. Santos Silva, Salvador de
Bahíía, 1954). En Salvador de Bahíía se suele ver a la gente mordiendo el sostéén por las calles, en los autobuses, etc.
Tener cera del oíído es buena seññal (T. de Andrade Teixeira, Assis - SP, 1986). Lo confirma el siguiente refráán: Muita
cera no ouvido traz riqueza [Mucha cera en el oíído trae riqueza].

Para que el pelo crezca ráápidamente, algunos dicen que hay que cortarlo en luna nueva, otros creen que en luna
creciente (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980; J. de Andrade Teixeira, Assis - SP, 1989). Tambiéén se dice que
para renovarlo, en caso de pelo estropeado, se debe cortarlo en luna nueva. (Vééase tambiéén 12.3. Luna).
Quien tiene mucho pelo y no quiere que le crezca pronto: debe cortarlo en luna menguante (R. de Jesus Duarte, Salvador
de Bahíía, 1980; J. de Andrade Teixeira, Assis - SP, 1989). (Vééase tambiéén 12.3. Luna).

Trae buena suerte levantarse con el pie derecho. En cambio, trae mala suerte levantarse con el pie izquierdo (R. de Jesus
Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).
La misma informante nos explica que, si uno quiere casarse no debe dejar que se les barran los pies, porque se dice: Se
varrer os péés nãão casa [Si barren los pies no se casa]. Encontramos la variante: Si se barren los pies de una chica
soltera, ella no se casaráá en ese añño. (Vééanse tambiéén 1.23. Escoba y 17.1. Matrimonio).
Con respecto al primer ejemplo referente a los pies, hay una variante de esa supersticióón muy conocida y se refiere a
que es preciso entrar con el pie derecho en los sitios para tener suerte en lo que se vaya a hacer (S. Teixeira de Faria,
Assis - SP, 1963).
Sobre la posicióón de la cama, hay una referencia en la paremia: Dormir com os péés virados pra rua chama morte
[Dormir con los pies hacia la puerta llama la muerte]. (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).
Tambiéén citamos la locucióón: Ser péé-frio [Ser pie fríío], significa no tener ninguna suerte (S. Teixeira de Faria, Assis,
1963).

Si un búúho canta encima de la casa, por la noche, es seññal de muerte en la familia (R. Santos, Salvador de Bahíía,
1954). Tambiéén sabemos de la variante que dice: búúho volando sobre la casa anuncia la muerte de alguien que en ella
vive 2. (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).

El caballo Argel (nombre dado en portuguéés a los caballos que no tienen cola) trae mala suerte (S. Teixeira de Faria,
Assis - SP, 1963). En efecto, existe un refráán que reza: Cavalo Argel, traz desgraçça para si e para o dono [Caballo
Argel, desgracia para síí y para el dueñño]. Existen tambiéén algunas variantes con otros tipos de caballos: Cavalo suru,
sóó pro urubu [Caballo suru, sóólo para el grajo]; Cavalo de prado, dono encrencado [Caballo de prado, problemas para
su dueñño] 3.

Ver a una cigüüeñña es prenuncio felicidad y propicia larga vida (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).

Quizáá por ser el colibríí un páájaro de difíícil acercamiento, se dice que si un colibríí entra en casa trae buena suerte (S.
Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963).

Al igual que la figa (vééase el apartado correspondiente 1.25), la pata de conejo se emplea como amuleto para protegerse
de la mala suerte y al mismo tiempo para propiciar la buena suerte. Esta supersticióón fue comentada por la mayoríía de
los informantes 4. Existe un refráán empleado para espantar los males, aunque el actante es el pie de pato: Péé de pato,
mangalôô 5, trêês vezes [Pie de pato, mangalôô‫ ٭‬tres veces].

Muy extendida estáá la creencia de que soññar con serpientes es seññal de falsedad y traicióón 6. Varios de nuestros
informantes nos lo mencionaron. (Vééase tambiéén 19. Sueñños).

Segúún la misma informante, si un grajo se posa encima de una casa, da mala suerte. Las alusiones al grajo siempre son
despectivas, pues resaltan el lado negativo y feo que su aspecto produce. Encontramos el refráán: Um urubu pousou na
minha sorte [Un grajo posóó en mi suerte] para referirse a que su suerte cambiado para peor 7.

Cuando las gallinas se pelean, se dice que habráá una visita femenina 8 (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).
Conforme nos explicóó Joséé Carlos Teixeira (Assis - SP, 1938), hay un refráán que dice Galinha que canta como galo,
avisa morte do dono da casa [Gallina que canta como gallo, anuncia la muerte del dueñño de la casa]. (Vééase tambiéén
20.2. Muerte).

La misma funcióón de augurar muerte se atribuye al gallo que canta fuera de su hora. Lo confirma la paremia: Galo
cantando na boca da noite éé sinal que estãão furtando moçça [Gallo cantando entrada la noche avisa que una chica
estáá siendo secuestrada].

Es peligroso matar un gato, pues quien lo hace se asegura desgracia, segúún lo indica el refráán Quem mata gato tem
sete añños de atraso [Quien mata gato tiene siete añños de atraso en su vida] (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía,
1980).
Encontrarse a un gato negro en la calle es seññal de mal agüüero (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).
Aññade aúún la creencia de que soññar con gato representa traicióón o sensualidad. (Vééase tambiéén en 19. Sueñños).
La abuela de Rosinêês de Jesus, Camila Maria de Jesus (Iraráá, 1925), comenta lo siguiente: Quem pisa no rabo de gato
nãão se casa [Quien pisa en cola de gato no se casa]. (Vééase tambiéén en 17.1. Matrimonio).
Algunos comportamientos de los animales se consideran anunciadores de determinados tiempos atmosfééricos. Del gallo
se dice que si estornuda anuncia lluvia. Tambiéén encontramos el refráán meteorolóógico: Espirro de gato éé sinal de
chuva [Estornudo de gato es seññal de lluvia].

La Borboleta dentro de casa atrai felicidade [Mariposa dentro de casa atrae felicidad] (J. de Andrade Teixeira, Assis ––
SP, 1989). Se trata de una supersticióón bastante extendida en Brasil, segúún la cual no hay que alejar las mariposas
cuando se las ve, porque traen buena suerte y felicidad.

Existe la supersticióón de que crear palomas trae mala suerte, por ser un páájaro con peor genio de lo que se creen (R. de
Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).

Cuando un perro aúúlla es para anunciar mala suerte o muerte 9 (R. Santos, Salvador de Bahíía, 1954). (Vééase tambiéén
en 20.2. Muerte).
Segúún varios de nuestros informantes, otra supersticióón muy conocida es la de que no se deben contar muertos, pues
la próóxima persona en morir es la que cuenta. En la versióón popular oíímos lo siguiente: ««Quando se conta mortes
tem que dizer o núúmero de mortes mais um, que seria a de um cachorro qualquer, caso contráário, quem contou éé o
próóximo a morrer»» [Cuando se cuentan los muertos, hay que decir el núúmero de muertos máás uno, que se referiríía
al de un perro cualquiera, de lo contrario, el que los cuenta seráá el próóximo a morir]. (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).

Matar un sapo provoca la muerte de quien lo hace (J. de Andrade Teixeira, Assis - SP, 1989). Lo dice tambiéén el refráán
Quem mata sapo fica seco [Quien mata sapo queda seco]. Esta supersticióón debe estar relacionada con el uso de este
animal en rituales de brujeríías y hechizos donde, entre otras cosas, se utilizaban como guardianes del nombre de la
persona a la que se pretendíía herir. En efecto, uno de los rituales consistíía en coser la boca del sapo con un papel con el
nombre de la persona dentro. Y con respecto a esa parte del animal, encontramos la locucióón ter boca de sapo [tener
boca de sapo], para indicar que se tiene una boca muy grande 10.

Cuando el Acauãã 11canta atrae la lluvia (S. Espanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo - SP, 1956).

Si un bienteveo canta alrededor de una casa, anuncia carta con buenas noticias o visita (R. de Jesus Duarte, Salvador de
Bahíía, 1980). Si el páájaro canta enseguida es que llegaráá un hombre y si tarda es que seráá una mujer. Como
curiosidad, digamos que este páájaro posee un canto peculiar que parece estar diciendo su propio nombre (Bem-te-vi,
Bem-te-vi) que se interpreta como un aviso de que alguien se aproxima. Segúún las creencias cuando alguien muere, este
páájaro suele preguntar: Quem tu viste, bem-te-vi?

Quien oye el canto del uirapuru tendráá suerte y felicidad 12 (S. Espanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo - SP, 1956).

Varios informantes comentaron que la joven que coge el buquéé de la novia seráá la próóxima en casarse (Vééase
tambiéén en 17.2. Noviazgo y boda).

Las hojas de ruda se suelen colocar en el salóón de la casa o detráás de una de las orejas para evitar el mal de ojo. Dicen
que la casa que tenga plantado un pie de ruda en su jardíín estáá protegida y las fuerzas contrarias desaparecen. Esta
planta es muy utilizada en los rituales de macumba 13, candombléés 14, catimbóós 15 (S. Teixeira de Faria, Assis –– SP,
1963).
Segúún el refranero portuguéés, siete es el núúmero del mentiroso (S. Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963).

Varios de nuestros informantes dijeron que el 13 es el núúmero de la desgracia. Una de las primeras citaciones escritas
relacionada con este numeral proviene de la mitologíía nóórdica, en la era precristiana. De ahíí se extendióó a travéés de
Europa y, en la era cristiana, se vio reforzada con los hechos que sucedieron en torno a la Santa Cena, con Jesucristo y
sus doce apóóstoles.
Asociado al viernes, el 13 es un díía aciago. (Vééase tambiéén 7.6. Viernes).

El viernes, asociado al núúmero 13, es el díía de mala suerte (T. Teixeira de Andrade, Assis, 1986). Para evitar la mala
suerte, es aconsejable no salir de casa el viernes 13. (Vééase tambiéén 6.6. Trece).

Agosto es el mes en el cual hay que tener máás cuidado en todo lo que se haga (T. Teixeira de Andrade, Assis, 1986).
Hay que evitar casarse o hacer negocios importantes durante ese mes. (Vééase tambiéén 17.1. Matrimonio).

El díía de Nochevieja hay que vestirse de blanco (influencia de los cultos afro-brasileñños) o de amarillo, puesto que es
el color del oro para atraer la buena suerte para el nuevo añño. (Vééanse tambiéén 10.3. Blanco y 13.8. Nochevieja y
Añño Nuevo).

Novia que se viste de azul en el díía de la boda, moriráá temprano. (Vééase tambiéén 17.2 Noviazgo y boda).

El díía de Nochevieja hay que vestirse de blanco (influencia de los cultos afro-brasileñños) o de amarillo, puesto que es
el color del oro para atraer la buena suerte para el nuevo añño. (Vééanse tambiéén 10.1. Amarillo y 13.8. Nochevieja y
Añño Nuevo).

Jacqueline de Andrade Teixeira (Assis - SP, 1989) nos comentóó haber oíído que llevar dientes de ajo llama la felicidad.

Tirar arroz al salir de la iglesia trae riqueza y alegríía a los novios. (Vééase tambiéén 17.1. Matrimonio).

Derramar azúúcar trae buena suerte (J. de Andrade Teixeira, Assis - SP, 1989).

Varios de nuestros informantes dijeron que colar caféé en calcetíín usado por el novio atrae la boda (Vééanse tambiéén
1.8. Calcetíín y 17.1. Matrimonio).

Raimunda Santos (Salvador de Bahíía, 1954) nos contóó que soññar con carne anuncia muerte. (Vééase tambiéén 19.
Sueñños).
La pimienta caíída en el suelo produce pelea, discusióón (R. Santos, Salvador de Bahíía, 1954).

Derramar sal en el suelo o en la mesa es agüüero (S. Espanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo - SP, 1956).
Dar sal en la mano atrae miseria (S. Espanhol Ferrari Rodrigues, Sãão Paulo - SP, 1956). En la antigua Grecia la sal
simbolizaba la buena suerte, puesto que estáá presente en los elementos tierra y mar, ademáás de ser considerada
artíículo de lujo en el comercio, donde era utilizada como moneda 16.

No se puede dejar que falte sal en una casa, pues si a uno le falta sal, todo lo demáás (alimentos) faltaráá en ella (V.
Santos de Jesus, Iraráá –– Bahia, 1950).

Varios informantes comentaron que algunas frutas, como la uva o la granadina, si se comen en la entrada del Añño
Nuevo traen suerte y fortuna para el añño que se inicia (Vééase tambiéén en 13.8. Nochevieja y Añño Nuevo).

Una de las supersticiones muy conocidas en Brasil consiste en que seññalar a las estrellas hace nacer verrugas por el
cuerpo (A. M. Bicalho, Salvador de Bahíía, 1980; S. Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963; R. de Jesus Duarte, Salvador de
Bahíía, 1980). Tambiéén conocemos la variante: seññalar y contar las estrellas hace nacer verrugas en los dedos. En
Brasil, se usan las expresiones apontar estrelas [seññalar las estrellas] y contar estrelas [contar las estrellas] 17.
Destacamos tambiéén la locucióón ter estrela na testa[tener una estrella en la frente]que significa tener suerte.

Desde la antigüüedad el hombre se guióó por la Luna para realizar los trabajos agríícolas. Asimismo, la Luna perpetróó
un aura de encantamiento y significado en la vida cotidiana de los seres vivos y se ha generado la creacióón de muchas
supersticiones alrededor de su influencia sobre nuestro planeta. Destacamos algunos refranes meteorolóógicos: Quando
a Lua minguar, nãão deves começçar [Cuando la Luna menguar, no debes empezar]; Pelas luas se tiram as maréés [Por
las lunas se forman las mareas]; Quando a lua minguar, nãão se deve regar [Cuando la Luna menguar, no se debe regar];
Quando a Lua minguar, nada háá-de semear [Cuando la Luna menguar, nada debes sembrar].
Es conocido en el medio agríícola la supersticióón de que las verduras de cabeza (repollo, lechuga, etc.) deben ser
transplantadas en luna menguante y las de hojas (col, espinaca, etc.) cuando hay luna nueva (C. Teixeira, Assis - SP,
1938).
Otro ejemplo muy conocido es que para que el pelo crezca ráápidamente, algunos dicen que hay que cortarlo en luna
nueva, otros creen que en luna creciente (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980; J. de Andrade Teixeira, Assis -
SP, 1989). Y tambiéén se dice que para renovarlo, en caso de pelo estropeado, se debe cortarlo en luna nueva. (Vééase
tambiéén 3.12. Pelo o cabello).
Las mismas informantes aññaden otra supersticióón que dice que quien tiene mucho pelo y no quiere que le crezca
pronto: debe cortarlo en luna menguante. (Vééase tambiéén 3.12. Pelo o cabello).
Con relacióón al mar y la luna, baññarse en el mar con marea menguante aparta el mal y echa fuera el mal de ojo (R. de
Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980; S. Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963) (Vééase tambiéén 3.9. Ojo).
Baññarse en el mar con marea creciente trae fortuna (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980; S. Teixeira de Faria,
Assis - SP, 1963).

Hay una serie enorme de creencias y supersticiones con relacióón a la entrada del Añño Nuevo. Destacamos aquíí las máás
conocidas:

Lanzar flores y perfumes al mar, en el primer díía del añño, atrae las bendiciones de Iemanjáá 18, y espanta la envidia y
el atraso en la vida (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).
No es aconsejable pasar la noche vieja con los bolsillos vacííos, porque puede determinar falta de dinero durante todo el
nuevo añño (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980).
Sandra Teixeira de Faria (Assis –– SP, 1963) conoce la variante a esa supersticióón que dice lo siguiente: en el primer
minuto del Añño Nuevo, la persona debe tener en su poder un billete de valor alto en la mano derecha o dentro del
zapato del pie derecho, y, en ééste caso, dar el primer paso (con el pie derecho) para ser feliz y jamáás faltarle dinero
(Vééase tambiéén 2.5. Pie).
Asimismo, ambas informantes comentaron que se conoce que es recomendable incensar toda la casa en la vííspera del
Añño Nuevo, con carbóón e incienso, que, ademáás de atraer la suerte y dinero, neutraliza la mala suerte del añño viejo.
Varios informantes comentaron que algunas frutas, como la uva o la granadina, si se comen en la entrada del Añño
Nuevo traen suerte y fortuna para el añño que se inicia (Vééase tambiéén en 11.25. Uva).
Otra supersticióón muy extendida entre la poblacióón se refiere a la vestimenta: hay que vestirse de blanco (influencia
de los cultos afro-brasileñños) o de amarillo, puesto que es el color del oro (Vééanse tambiéén 10.1. Amarillo y 10.3.
Blanco).

Exponemos otras recomendaciones muy utilizadas por el pueblo brasileñño entre Nochevieja y Añño Nuevo. Muchos de
nuestros informantes coincidieron al mencionarlas:

El primer paso del añño debe ser dado con el pie derecho (Vééase tambiéén 2.5. Pie).
Usar ropas nuevas, incluso las ííntimas (Vééase tambiéén 1.53. Vestimenta).
Despojarse de todo lo que estéé roto y viejo, como muestra de renovacióón (Vééase tambiéén 1.53. Vestimenta).
Guardar el corcho de la botella de cava en un lugar que nadie pueda encontrarlo.
Hacer mucho ruido, gritar, para ahuyentar a los malos espííritus.
Lanzar monedas desde la acera hacia dentro de la casa para atraer dinero.
Mantener las luces encendidas para recibir un Añño Nuevo lleno de luz y alegríía.

A las chicas que quieren contraer matrimonio el refranero aconseja Moçça que quiser achar casamento, enterre Santo
Antôônio de cabeçça pra baixo [La chica que quiera casarse, entierre San Antóón boca abajo] (Sandra Teixeira de Faria,
Assis - SP, 1963).

Segúún nos informóó Conceiççãão de Faria Teixeira (Palmital - SP, 1939), en su juventud se conocíía la frase proverbial
que decíía: Mulher que se casa no dia de Sant’’Ana, morre no parto [Mujer que se casa en el díía de Santa Ana, muere
durante el parto]. (Vééase tambiéén 16.1. Embarazo).

Muchas supersticiones fueron creadas alrededor del embarazo. Aquíí vemos algunos ejemplos:

Rosinêês de Jesus Duarte (Salvador de Bahíía, 1980) y Conceiççãão de Faria Teixeira (Palmital - SP, 1939) comentaron
que estáá muy extendida la idea de que si la tripa de la mujer embarazada tiene una forma redondeada, es prenuncio de
que naceráá niñña. Si la forma es puntiaguda, naceráá niñño. Respecto al embarazo, Rosinêês cita el refráán Barriga
cheia, péé dormente [Barriga llena, pies durmientes].
Las mismas informantes aññaden que si la corona que se forma alrededor del pezóón de la mujer embarazada es clara, el
bebe seráá niñño, si es oscura, seráá niñña.
En el interior de Sãão Paulo, es conocida la supersticióón que aparece resumida en este enunciado: Mulher gráávida
nãão deve pular cercas, pois o bebêê nasceráá manco [Mujer embarazada no debe saltar verjas, pues de hacerlo el bebéé
naceráá cojo] (C. de Faria Teixeira, Palmital - SP, 1939).
La misma informante (C. de Faria Teixeira, Palmital - SP, 1939) aññadióó que en su éépoca de joven se conocíía la frase
proverbial que dice: Mulher que se casa no dia de Sant’’Ana, morre no parto [Mujer que se casa en el díía de Santa Ana,
muere durante el parto]. (Vééase tambiéén 13.11.16. Santa Ana).
Varios de nuestros informantes comentaron que, cuando una mujer embarazada tiene un deseo o un antojo y no es
satisfecho, el bebéé nace con un orzuelo.

Son muchas las supersticiones portuguesas relacionadas con el matrimonio 19. Algunas se refieren al díía de la boda. Los
siguientes ejemplos, cuya mencióón fue realizada por varios de nuestros informantes, ratifican su popularidad:

En la noche de la boda, aquel que apaga primero la luz seráá el primero en morir.
Poner los anillos de boda antes de la hora causaríía separacióón de la pareja.
Si en el momento de la boda, uno de los novios, al colocar la alianza al dedo del otro, la deja caer, el hecho ocasionaráá
infelicidad.
Celebrar la boda de dos hermanas el mismo díía trae mala suerte.
Tirar arroz al salir de la iglesia trae riqueza y alegríía a los novios. (Vééase tambiéén 11.6. Arroz).
Si la futura novia come en la cazuela, llueve en el díía de la boda. (Vééase tambiéén 1.36. Olla o cazuela).

Otras supersticiones versan sobre lo que se debe hacer o se debe evitar para casarse. Por ejemplo:

Ana Maria Bicalho (Salvador de Bahíía, 1980), con relacióón al matrimonio, siempre oyóó decir que abrir el paraguas
en casa trae mala suerte. Existe, la creencia de que la chica que abre el paraguas dentro de casa, jamáás se casa (Vééase
tambiéén 1.38. Paraguas).
Respecto a las bodas, Camila Maria de Jesus (Iraráá, 1925; abuela de R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahia, 1980),
hacíía el siguiente comentario: Quem pisa no rabo de gato nãão se casa [Quien pisa en cola de gato no se casa]. Vééase
tambiéén en 4.24. Gato.
Varios de nuestros informantes dijeron que colar caféé en el calcetíín usado por el novio atrae la boda. (Vééase tambiéén
en 1.8. Calcetíín y 11.8. Caféé).
Varios informantes comentaron aúún que la joven que coge el buquéé de la novia seráá la próóxima en casarse. (Vééase
5.1.15. Ramo de flores).
Asimismo, esos informantes tambiéén mencionaron que si se barren los pies de una chica soltera, ella no se casaráá en
ese añño. (Vééase tambiéén 1.23. Escoba y 3.13. Pie).
Rosinêês de Jesus Duarte (Salvador de Bahíía, 1980) contóó que si un hombre bebe el agua en que fue lavada una pieza
femenina (¡¡no usada!), se enamoraráá de la dueñña de la prenda. (Vééase tambiéén 1.53. Vestimenta).
La misma Rosinêês de Jesus Duarte (Salvador de Bahíía, 1980) comentóó que regalar joyas da mala suerte: puede
provocar la ruptura de la pareja. (Vééase tambiéén 1.30. Joya).
Generalmente, las perlas estáán asociadas a láágrimas y, por esa razóón, hay que evitar regaláárselas (J. de Andrade
Teixeira, Assis –– SP, 1989). (Vééase tambiéén 1.40. Perla).
Da mala suerte comprar el anillo de compromiso y las alianzas a la vez (T. Joséé de Andrade Teixeira, Assis –– SP,
1986). (Vééase tambiéén en 1.3. Anillo).

Trae mala suerte enseññar el vestido al novio antes de la ceremonia.


La novia que se viste de azul en el díía de la boda, moriráá temprano. (Vééase tambiéén 10.2. Azul).
Si, en el momento de la confirmacióón de la unióón, la novia coloca el anillo hasta el final del dedo del novio, ella
mandaráá sobre el marido.

Muy extendida estáá la creencia de que soññar con serpiente es seññal de falsedad y traicióón. Varios de nuestros
informantes lo mencionaron. (Vééase tambiéén 4.19. Culebra, serpiente, vííbora y tara).
Raimunda Santos (Salvador de Bahíía, 1954) nos contóó que es bastante conocido en Bahíía que ««sonhar com dente éé
sinal de morte. Se éé um dente da frente, anuncia morte de parente próóximo, se éé um molar ou préé-molar anuncia
morte de parente distante»» [Soññar con la extraccióón de un diente prenuncia muerte, con una variante: si es un diente
de la parte de la frente, indica muerte de pariente próóximo; si es una muela o un premolar, anuncia la muerte de un
pariente lejano]. (Vééase tambiéén 20.2. Muerte).
Segúún comentóó Raimunda Santos, Sonhar com piolho éé sinal que vem morte[Soññar con piojo anuncia muerte].
(Vééase tambiéén 20.2. Muerte).
Segúún la misma informante, Sonhar com carne éé sinal de morte [Soññar con carne anuncia muerte] (Vééase tambiéén
20.2. Muerte).
Conceiççãão de Faria Teixeira (Assis –– SP, 1939) citóó un ejemplo muy popular: Sonhar com a morte representa
saúúde para a pessoa com quem se sonhou [Soññar con la muerte significa salud para la persona con quien se soññóó].
Conceiççãão de Faria Teixeira (Assis –– SP, 1939) comentóó aúún que soññar con un niñño indica comenzar de nuevo
algo.
Segúún Rosinêês de Jesus Duarte (Salvador de Bahíía, 1980) contóó que soññar con gato representa traicióón o
sensualidad. (Vééase tambiéén 4.24. Gato).
Solange Hespanhol Ferrari Rodrigues (Sãão Paulo –– SP, 1956) y Sandra Teixeira de Faria (Assis –– SP, 1963)
mencionaron que tambiéén estáá muy extendida la idea de que soññar con agua anuncia limpieza, recomienzo,
purificacióón.

Existen supersticiones que relacionan la muerte con algúún animal que la anunciaríía:

Si un búúho canta encima de la casa, por la noche, es seññal de muerte en la familia (R. Santos, Salvador de Bahíía,
1954). Tambiéén sabemos de la variante que dice: búúho volando sobre la casa anuncia la muerte de alguien que en ella
vive (Vééase tambiéén 4.6. Búúho).
Conforme nos explicóó Joséé Carlos Teixeira (Assis - SP, 1938), hay un refráán que dice Galinha que canta como galo,
avisa morte do dono da casa [Gallina que canta como gallo, anuncia la muerte del dueñño de la casa]. (Vééase tambiéén
4.22. Gallina).
Segúún varios de nuestros informantes, otra supersticióón muy conocida es la de que no se pueden contar muertos, pues
la próóxima persona en morir es la que cuenta. En la versióón popular oíímos lo siguiente: ««Quando se conta mortes
tem que dizer o núúmero de mortes mais um, que seria a de um cachorro qualquer, caso contráário, quem contou éé o
próóximo a morrer»» [Cuando se cuentan los muertos, hay que decir el núúmero de muertos máás uno, que se referiríía
al de un perro cualquiera, de lo contrario, el que los cuenta seráá el próóximo a morir]. (Vééase tambiéén 4.39. Perro).
Cuando un perro aúúlla es para anunciar mala suerte o muerte (R. Santos, Salvador de Bahíía, 1954). (Vééase tambiéén
4.39. Perro).
En Brasil se dice que Dormir com os péés virados pra rua chama morte [Dormir con los pies hacia la puerta llama la
muerte] (S., Assis - SP, 1963). (Vééase tambiéén 3.13. Pie).
Dormir sobre la mesa llama la muerte, por causa de la rigidez del apoyo y por la posicióón que se adquiere (T. de
Andrade Teixeira, Assis - SP, 1986). (Vééase tambiéén 1.33. Mesa).
Solange Hespanhol Ferrari Rodrigues (Sãão Paulo, 1956) oyóó decir que un difunto con los ojos abiertos anuncia otra
muerte. (Vééase tambiéén 3.9. Ojo).
La misma Solange Hespanhol Ferrari Rodrigues (Sãão Paulo, 1956) aññadióó que tambiéén oyóó decir que, para que un
difunto no se infle, hay que poner una llave en su mano. (Vééase tambiéén 1.31. Llave y cerradura).
Si el difunto tarda en ponerse ríígido, vendráá a buscar a otra persona de la familia (R. de Jesus Duarte, Salvador de
Bahíía, 1980). Existe un refráán relacionado con esta creencia: Defunto mole chama outro na casa [Difunto blando
llama a alguien de la casa].
La misma informante (R. de Jesus Duarte, Salvador de Bahíía, 1980) comentóó que se acuerda de la creencia de que, si
en noche de San Juan una rama que estáá en la hoguera se cae con la punta para dentro de la casa, habráá gente muerta
en esa casa dentro del perííodo de un añño. Su abuela decíía la frase proverbial: Em note de sãão joãão, ramo de
fogueira virado para porta, éé sinal de que haveráá gente morta [En la noche de San Juan, rama de hoguera que se
inclina para la puerta, seññal que habráá gente muerta].
Jacqueline de Andrade Teixeira (Assis - SP, 1989) se acuerda de la frase proverbial Doente que espirra nãão morre no
dia [Enfermo que estornuda no muere en el díía].
Dentro de este apartado encontramos, ademáás de los refranes expuestos, las siguientes locuciones: Ter a morte àà
cabeceira [tener la muerte en la cabecera] y Ver a morte de perto [Ver la muerte de cerca], que significan librarse de una
situacióón peligrosamente fatal (S. Teixeira de Faria, Assis - SP, 1963) 20.

Algunos casos contados por el pueblo

Estos ejemplos fueron citados por Valdelice Santos de Jesus (Iraráá –– Bahíía, 1950) y Hermira Lima dos Santos
(Piritiba/BA - In Memorian):

1. ««Minha dindinha Geru contava, que quando ela ainda era menina, em uma noite de muita chuva e raios, trovoada láá
na serra, os meninos estavam brincando na varanda, quando faxiou um raio na soleira da casa, queimou tudo que era
eléétrico dentro de casa, um dos meninos ficou com o cabelo em péé, que levou tempo para baixar, o outro ficou gago.
Mas que depois de sete añños, o raio subiu como uma pedra e o menino gago ficou bom da gagueira»».
1a. ««Mi yaya Geru contaba que cuando ella todavíía era niñña, en una noche de tempestad y truenos alláá en la sierra,
los niñños estaban jugando en la terraza cuando cayóó un rayo en el umbral de la casa. Se quemaron todos los materiales
elééctricos dentro de la casa, uno de los niñños quedóó con los pelos de punta, tardando en volver a su estado normal, y
otro quedóó gangoso. Pero, segúún cuenta, pasados siete añños, el rayo subióó como una piedra y el niñño gangoso se
curóó totalmente»».
2. ««D. Miquelina tinha um papagaio esperto. Ela ensinou o papagaio a rezar o terçço. E todos os dias, D. Miquelina
rezava o terçço ààs seis horas da tarde. Quando se atrasava o papagaio começçava a gritar:
——Miquelina, Miquelina vem rezar! vem rezar a 'Ave Maria'!
E D. Miquelina tinha de largar tudo práá rezar o terçço»».
2a. ««Doñña Miquelina teníía un loro muy listo. Ella le enseññóó a rezar el rosario. Todos los díías, Doñña Miquelina
rezava con su rosario a las seis de la tarde. Cuando se retrasaba el páájaro comenzaba a gritar:
——¡¡Miquelina, Miquelina ven a orar! ¡¡Ven a rezar el ““Ave Maríía””!
Y Doñña Miquelina teníía que dejarlo todo para rezar el rosario»».

Cuando el humo del cigarrillo forma un cíírculo: es que la persona amada estáá pensando en la otra (J. Carlos Teixeira,
Assis –– SP, 1938). (Vééase tambiéén en 17.1. Matrimonio).
El entramado de supersticiones expuesto en esta recoleccióón, aunque simbolice una pequeñña parcela en el amplio abanico
de posibilidades existentes, es lo suficientemente significativo para revelar la subjetividad inherente en la cultura brasileñña
y enseññarnos la variedad y riqueza de material, tanto ya registrado como aúún por investigar, en el áámbito
paremiolóógico. Esperamos que nuestras aportaciones puedan impulsar el desarrollo de futuras investigaciones
relacionadas con el mundo de las creencias y supersticiones, tan sugestivo, de Brasil.

Jesus Duarte, Rosinêês de. Nacida en Salvador –– BA, en 1980. Es co-autora de este trabajo.
Teixeira de Faria, Sandra. Nacida en Assis - SP, en 1963. es co-autora de este trabajo.
Bicalho Junior, Ademir Andrade (Salvador –– BA, 1983).
Bicalho, Ana Maria (Salvador –– BA, 1980).
de Andrade Teixeira, Jacqueline (Assis - SP, 1989).
de Andrade Teixeira, Tiago Joséé (Assis - SP, 1986).
de Faria Teixeira, Conceiççãão (Palmital - SP, 1939).
dos Santos Silva, Raimunda (Nazaréé das Farinhas –– BA, 1954).
Hespanhol Ferrari Rodrigues, Solange (Sãão Paulo - SP, 1956). En los úúltimos veinte añños ha estado viviendo en
Cuiabáá (Mato Grosso).
Lima de Guimarãães, Laurete (Viççosa –– MG, 1973).
Lima de Guimarãães, Laurita (Mundo Novo –– BA, 1930).
Lima dos Santos, Hermira (Piritiba –– BA, In Memorian).
Santos de Jesus, Valdelice (Iraráá –– BA, 1954).
Teixeira, Joséé Carlos (Assis - SP, 1938).

CASCUDO, L. da C. (1985): Superstiççãão no Brasil. Belo Horizonte. Sãão Paulo: Editora Itatiaia; Editora da
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http://www.folclore.adm.br/supersticoes.htm [Secciones: Provéérbios y Superstiççõões] (acceso: 12.07.2008).
Rosinêês DE JESÚS DUARTE

Licenciada en Letras Vernááculas por la Universidade Federal de Bahia –– UFBA, en 2003. Hizo estudios de Postgrados
(Mestrado) en Filologíía Romáánica y recibióó el tíítulo de Mestre en 2007. Actualmente hace el doctorado en la misma
Universidad. En 2008 hizo algunas asignaturas en el Programa de Doctorado en Paremiologíía y Fraseologíía en la
Universidad Complutense de Madrid, como alumna visitante, con el fin de completar su tesis de doctorado. Durante los
úúltimos añños publicóó artíículos en el campo de la lexicologíía y lexicografíía. Actualmente, participa del grupo de
estudios de Críítica Textual de la Universidade Federal de Bahia.

Sandra TEXEIRA DE FARIA

Licenciada en Lengua y Literaturas Portuguesa y Brasileñña, Lenguas y Literaturas Españñola y Inglesa por la
Universidade Estadual Paulista –– UNESP –– Júúlio de Mesquita Filho, Campus de Assis, Estado de Sãão Paulo, Brasil, en
1986. Durante los úúltimos añños orientóó su trabajo al áárea de la enseññanza de portuguéés como lengua extranjera.
Participóó en la organizacióón de varios eventos relacionados con la enseññanza del Portuguéés, como el I Fóórum da
Lííngua Portuguesa no Contexto Ibéérico, realizado en la Universidad Complutense de Madrid, en Abril de 2007, y el
Congresso Internacional Machado de Assis, sempre atual realizado en la Universidad de Barcelona, en Octubre de 2008.
Tambiéén es directora del programa de radio Lusofonias, emitido por Radio Enlace, en Madrid. Es Presidenta de la
Asociacióón de Profesores de Lengua Portuguesa en Españña (APLEPES), desde su creacióón en 2006. Es colaboradora
honoríífica en el áárea de Lengua Portuguesa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y doctoranda en el
Programa de Doctorado de Fraseologíía y Paremiologíía tambiéén en la UCM.
(1) En cuanto a las visitas en general, no se debe visitar a la gente con mucha frecuencia, pues: Quem boa romaria faz quem em casa fica em
paz [Buena procesióón hace quien en su casa se queda en paz]. Dueñña Raimunda dos Santos Silva (Nazaréé das Farinhas –– BA, 1954)
recuerda que si uno se queda en casa, no deberíía preocuparse por visitas inesperadas. volver
(2) Encontramos la expresióón idiomáática: Sáábio como uma coruja [Sabio como un búúho], haciendo mencióón a la imagen de sabiduríía
con que se ha vinculado ese ave. volver
(3) Dueñña Laurita Lima de Guimarãães (Mundo Novo/BA, 1930) y su hija Laurete Lima de Guimarãães (Viççosa/MG, 1973) nos enseññan
algunos refranes sobre caballos: Cavalo peado nãão dáá coice [Caballo preso no agrede]; Cavalo quem faz éé o dono [Quien hace el caballo
es el dueñño]. El primer refráán para decir que si el caballo es muy valiente hay que mantenerlo preso, mientras el segundo enseñña que el
caballo es el reflejo de la personalidad del dueñño.
Encontramos tambiéén las locuciones: Passar de cavalo a burro [Pasar de caballo a burro] que significa empeorar de situacióón en cualquier
actividad o profesióón, bajar de categoríía, quedar máás pobre, descender en la escala social; Cair do cavalo [Caer del caballo] es tener una
gran sorpresa y salirse mal en determinado intento, salir derrotado; Tirar o cavalo da chuva [Sacar el caballo de la lluvia] es desistir de una
idea, proyecto o pretensióón, por no haber ninguna posibilidad de ééxito. volver
(4) Existe la locucióón tirar um coelho da cartola [Sacar un conejo del sombrero] que indica algo inesperado, pero bueno. volver
(5) Segúún el Dicionáário Houaiss da Lííngua Portuguesa (2001), el mangalôô es una ««planta de Brasil del géénero tíípico de plantas a que
pertenece la judíía»». Cuando se dice en el refráán mangalôô trêês vêêzes se refiere a que hay que lanzar tres pepitas de judíías al aire. Esta
supersticióón es para aislar el efecto de una persona o una cosa negativas. volver
(6) Hay paremias sobre la serpiente, de las que incluimos algunas a continuacióón: ÉÉ cobra engolindo cobra [Es serpiente tragando a la
serpiente], representa el dominio del máás fuerte, o máás háábil sobre el otro, considerando que ambos caracteres son semejantes; ÉÉ cobra
criada [Es serpiente adulta], cuando se quiere referir a que la persona ya conoce todas las artimaññas para intentar salirse con la suya; Fazer
a cobra provar do próóprio veneno [Hacer que la serpiente pruebe su veneno], significa dar la vuelta a una situacióón y que el culpable sufra
los sinsabores que generóó; Quem cria cobra, morre picado [Quien críía serpiente, muere por ella mordido], significa que si uno permite
ciertos comportamientos desde muy temprano, corre el riesgo de que luego se vuelvan en contra suya por no haberlos cortado antes. volver
(7) En el lenguaje popular, refiriééndose a una persona desempleada, se usa la expresióón estar lavando urubu [Estar lavando un grajo].
volver
(8) Incluimos algunos refranes sobre la gallina: Galinha que canta éé dona dos ovos [La gallina que canta es la dueñña de los huevos] que se
refiere a que se hace respetar aquel que pone las cosas claras; Em casa de Gonççalo canta a galinha, nãão canta o galo [En casa de Gonzalo
canta la gallina, no canta el gallo], para referirse a quiéén manda en la casa. volver
(9) Esta idea se confirma en la frase proverbial: Nãão ladra cãão sem ter razãão [El perro no ladra sin motivo]. volver
(10) Sobre los sapos, Valdelice Santos de Jesus (Iraráá –– BA, 1950) se acuerda de un refráán que dice Sapo nãão pula por boniteza, mas por
precisãão [Sapo no salta por belleza, sino por necesidad]. volver
(11) Segúún el Dicionáário Houaiss da Lííngua Portuguesa (2001) el acauãães un ««ave falconiforme presente desde Mééxico hasta
Argentina, siendo local y temporalmente encontrada en Brasil; con cerca de 47 cm de largo, plumaje amarillo-crema, torso oscuro, regióón
perioftáálmica con raya negra, que se extiende hasta la cabeza, y cola negra con la punta blanca»». Su canto, emitido en el crepúúsculo y al
amanecer, es considerado mal agüüero y prenuncia lluvias. volver
(12) El uirapuru es un páájaro tíípico de la regióón amazóónica. Dicen que no hay canto tan sublime como el suyo y los demáás páájaros se
callan para oíírle. Su canto se asemeja a los sonidos del clarinete y de la flauta. Su nombre proviene del tupi y significa ««páássaro pintado»»
(páájaro pintado). volver
(13) Segúún el Dicionáário Houaiss da Lííngua Portuguesa (2001), el téérmino macumba tiene dos acepciones: ««a. Rel. Designacióón
genéérica de los cultos afro-brasileñños originarios del nagôô y que recibieron influencias de otras religiones africanas (p. ej., de Angola y
del Congo) y tambiéén amerííndias, catóólicas, espiritistas y ocultistas. b. Frec. rel. B. Designacióón popular de esos cultos cuando
supuestamente practican la magia negra»». volver
(14) Segúún el Dicionáário Houaiss da Lííngua Portuguesa (2001), el téérmino candombléé se refiere a la ««religióón animista, original de
la regióón de las actuales Nigeria y Benin, llevada para Brasil y alláá establecidas, tal vez ya al principio del s. XIX, por africanos apresados
por el trááfico de negros, y en la cual sacerdotes y adeptos escenifican en ceremonias púúblicas o privadas, una convivencia con fuerzas de la
naturaleza y ancestrales»». volver
(15) Segúún el Dicionáário Houaiss da Lííngua Portuguesa (2001), el téérmino catimbóó alude al ««culto de hechizaríía que combina
elementos da magia blanca europea, con elementos negros, amerindios e catóólicos. Liderado por un maestro que esparce el humo en los
asistentes con su pipa y a quien se acude para resolver problemas diversos, sea para el bien, sea para el mal»». volver
(16) La sabiduríía popular nos presenta un refráán bastante extendido por Brasil y que dice lo siguiente: Para se conhecer um amigo, a
pessoa tem que comer sal com ele [Para conocerse un amigo, hay que comer sal con éél], o sea, para saber si alguien podráá ser realmente un
amigo hay que convivir un tiempo con éél. volver
(17) Jane Bichmacher de Glasman (2005), en su libro Presençça Judaica na Lííngua Portuguesa –– Expressõões e dizeres populares em
portuguêês de origem cristãã-nova ou marrana,

[……] esta supersticióón se contaba a los niñños para que no fueran vistos contando las estrellas en púúblico y delatados a la
Inquisicióón, pues el díía judaico comienza al anochecer del díía anterior, con el surgir de las primeras estrellas, dato necesario para
identificar el inicio del Shabat y de los festivos judaicos.

Para máás informacióón sobre el tema, consúúltese la páágina web http://www.filologia.org.br/viii felin/39.htm. volver
(18) En el Dicionáário Houaiss da Lengua Portuguesa (2001) el téérmino Iemanjáá alude a la ««divinidad que forma parte de la santeríía
Orisháá y que en Brasil estáá ligada al Candombléé. Representa el orixáá (protector) de las aguas saladas y es considerada la madre de otros
orixáás. Tambiéén conocida por Inaêê, Janaíína, Princesa do Aiocáá ou Arocáá, Rainha do Mar, Sereia do Mar»». volver
(19) Casamento acaba, mas ex-mulher éé para sempre [Matrimonio acaba, pero ex-mujer es para siempre]; Contrato de casamento leva
consigo o testamento [Contrato matrimonial conlleva testamento] (Sandra Teixeira de Faria, Assis –– SP, 1963). volver
(20) Siguen las locuciones: Abotoar um paletóó de madeira [Abotonar un abrigo de madera] o Vestir o paletóó de madeira [Vestir el abrigo
de madera], con las que se alude a la caja funeraria. volver
M.ª Antonella SARDELLI
Università degli Studi di Bari «Aldo Moro» (Italia)
mariasardelli@gmail.com

Esta publicación es el resultado de un largo trabajo de campo de filólogos de diversas nacionalidades que han aportado sus
conocimientos y los de sus informantes en lo que se refiere a creencias y supersticiones todavía vigentes y practicadas en su
propio entorno.

Esta cuarta parte está dedicada al estudio de la presencia o ausencia de las supersticiones en diversos países europeos y
americanos. Por lo general, podemos afirmar que en ocasiones las creencias superan las barreras físicas y se encuentran
profundamente arraigadas en los países más diversos, lo cual nos ha llevado a ir ampliando cada vez más el índice de
referentes supersticiosos hasta cubrir las lagunas detectadas por cada autor o informante. De este modo, hemos
confeccionado un corpus referencial muy amplio y variado que hemos procurado organizar en varias tablas ilustrativas de
la presencia-ausencia de superstición en cada cultura en función del referente objeto de estudio. Paradójicamente, existen
supersticiones que se repiten de forma generalizada. También existen casos de referentes supersticiosos que se encuentran
en los estudios particulares de cada cultura, aunque hagan referencia a supersticiones ligera o totalmente distintas. Por
supuesto, puede ocurrir que el mismo referente origine creencias diferentes entre sí por pequeños matices, tal y como
sucede en el caso del paraguas. El referente paraguas —que figura en nuestra tabla bajo el número 1.38.— aparece en
nueve de las diez zonas geográficas estudiadas, pero las supersticiones relacionadas con él no siempre coinciden. De hecho,
en su gran mayoría (a saber, Italia, Brasil, Bulgaria, Francia, Galicia, Venezuela, México, Castilla, Polonia), el paraguas se
asocia a la mala suerte y se desaconseja abrirlo en casa o en un lugar cerrado precisamente para alejar los efectos nefastos
que la acción provocaría en el imaginario colectivo. Pero, en algunos casos, se suele especificar el tipo de desgracia a la que
se enfrentaría quien abriera el paraguas:

para los italianos, abrir el paraguas en casa atrae disgustos y lágrimas; la misma acción puede también considerarse
presagio de muerte de un familiar próximo; además, abrir un paraguas cuando hace sol provocaría lluvias;
en Bulgaria también se dice que abrir un paraguas provoca la llegada de lluvias abundantes y persistentes;

En otras ocasiones se desaconseja no sólo abrir el paraguas sino también realizar otro tipo de acciones con él. Por ejemplo,
los extremeños procuran no jugar con el paraguas dándole vueltas o girándolo sobre su eje porque se considera signo de
mal agüero.

Para los venezolanos, está totalmente prohibido colocar paraguas encima de una mesa cuando hay un bebé en casa, porque,
de hacerlo, ese niño nunca llegaría a viejo. Los gallegos también tienen su propia superstición relacionada con el paraguas,
pues para ello no se puede llevar un paraguas en un barco, ya que el sitio del paraguas es debajo del agua, no encima y, si se
lleva encima, se está llamando al peligro. En cuanto a los italianos, lo relacionan también con la esfera sexual y el
matrimonio:

buscar un paraguas y no encontrarlo indica la llegada de problemas en la esfera sexual;


cuando se cae un paraguas, debe recogerlo alguien que no sea el dueño para evitar desgracias y mala suerte. Si una
mujer soltera recoge su paraguas no se casará nunca.

Para ellos soñar con un paraguas indica traición por parte de un amigo o un familiar. Como podemos observar, el mundo de
las supersticiones es muy complejo y su estudio más todavía. En este capítulo no pretendemos abarcar el análisis de la
totalidad de las supersticiones indagadas. Sin embargo, no podemos pasar por alto algunos datos salientes que hemos
podido deducir de la observación de las tablas referenciales que ofrecemos en este apartado. Para empezar, podemos señalar
casos de evidentes ausencias de superstición relacionadas con algunos referentes muy concretos. Por ejemplo, en el
apartado 2. Derecha/izquierda es fácil detectar la ausencia de supersticiones relacionadas con el tema en el País Vasco y
Extremadura. Lo mismo se puede afirmar de Galicia, de Extremadura y Venezuela en el caso de las supersticiones sobre
plantas y flores (entrada 5.1.). A estas culturas se unen también la mexicana y la brasileña cuando pasamos a analizar las
supersticiones relativas a los árboles (entrada 5.2.).

Si seguimos con este análisis, podemos observar que las supersticiones acerca de los números no están muy difundidas en
las culturas vasca, ucraniana y venezolana, aunque quizá dependa del entorno de los autores y de los conocimientos
aportados por sus informantes.

Los días de la semana y los meses no figuran con muchas ocurrencias en nuestras tablas de referentes. En el caso de
Venezuela (por lo que se refiere a los días de la semana) y País Vasco, Extremadura, Portugal, Ucrania y México (en lo que
atañe a las supersticiones de los meses del año) destaca la ausencia de dicha superstición.
México y Brasil vuelven a aparecer sin referencias sobre las supersticiones de los fenómenos atmosféricos mientras que los
informantes vascos y extremeños no han podido localizar creencias vigentes sobre algunos de los colores que integran las
entradas de nuestro índice general de referentes.

Los alimentos (apartado 11), los astros (apartado 12) y las festividades y santos (apartado 13) parecen poblar, de forma más
o menos abundante, el imaginario supersticioso colectivo. Pero volvemos a encontrarnos con muchas casillas vacías en las
tablas en las que se presentan las supersticiones relacionadas con

1. piedras y minerales (País Vasco, Extremadura, Francia, Italia, Bulgaria, Polonia, Venezuela y Brasil);
2. desechos orgánicos (País Vasco, Extremadura, Francia, Venezuela, México y Brasil);
3. la mujer (Venezuela);
4. el matrimonio (Galicia, Francia y Bulgaria);
5. medicinas y remedios (Francia y Venezuela);
6. sueños (Galicia, Francia, Bulgaria y Venezuela);
7. ciclos vitales (Galicia, Francia, Italia, Bulgaria y Venezuela).

Por otra parte, se han ido recogiendo también supersticiones que no tienen cabida en ninguno de los apartados enumerados.
Algunas aparecen en los apartados denominados "Otros" que se han ido creando para acoger supersticiones con el referente
general de las tablas principales en el caso de que se trate de creencias relacionadas con algún otro objeto, planta o animal
que sólo aparece en una cultura. Asimismo, existe el apartado 21. Otras supersticiones, que constituye una especie de cajón
de sastre en el que hemos ido organizando las supersticiones consideradas por algunos informantes muy peculiares y quizá
propias de su cultura. No figuran en este último apartado Venezuela y México.

Para terminar, nos ha parecido de cierto interés que los diversos autores y sus informantes señalen las expresiones verbales
más empleadas para desear suerte o alejar la mala suerte, al mismo tiempo que los signos que se suelen considerar
propiciatorios de buena suerte. Una vez más, en casi todas las culturas existen estos tipos de signos lingüísticos y
extralingüísticos, menos en Venezuela y Brasil, por lo que se deduce de las aportaciones de los informantes que han
colaborado para esta publicación.

Quizás, si pudiéramos realizar más encuestas en otras poblaciones de las mismas zonas geográficas, podríamos conseguir
otros tipos de resultados. Por eso resulta conveniente recordar que nuestro trabajo no pretende ser exhaustivo. Bien
conscientes de las limitaciones de espacio y tiempo de nuestro estudio, dejaremos constancia de los datos hasta ahora
recogidos y seguiremos profundizando en el tema en previsión de una segunda edición ampliada de esta publicación.
M.ª Antonella SARDELLI
Università degli Studi di Bari «Aldo Moro» (Italia)
mariasardelli@gmail.com

Tras una primera aproximación a la búsqueda de supersticiones en cada cultura mediante un índice previo con unas cuantas
entradas provisionales, nos hemos dado cuenta de que cada autor iba aportando cada vez más material, lo cual nos ha
llevado, por una parte, a la ampliación progresiva del índice general de las supersticiones estudiadas. Por otra parte, hemos
observado la necesidad de organizar en tablas los datos relativos a todo el material recogido para luego poder estudiar la
frecuencia referencial de las supersticiones globalmente y por zonas geográficas.

De cara a este análisis, hemos numerado las diversas entradas. De este modo, hemos podido confeccionar veintidós tablas
con un número variable de entradas. En la primera columna de cada tabla aparecen los elementos centrales de la
superstición y en las demás columnas se indican las zonas geográficas. La última columna señala la frecuencia referencial
global de las supersticiones que integran cada tabla.

Antes que nada, hemos tenido que establecer unos criterios básicos para la inclusión de las supersticiones en dichas tablas,
como la documentación en al menos dos zonas geográficas. Las supersticiones que sólo se encuentran en una figuran en
una entrada ad hoc que hemos denominado OTROS y que cierra cada apartado. Con posterioridad, desarrollamos el
contenido de OTROS en nuevas tablas para poner de relieve sus creencias y supersticiones peculiares.

Además, para facilitar la lectura de las tablas, cada zona geográfica tiene asignado un color que se repite en todas y cada
una de las tablas que se irán analizando a continuación. Al final de cada tabla se incluye la leyenda correspondiente, pues a
cada número de la primera columna se asocia el objeto correspondiente en el índice general.

Tras estas aclaraciones, podemos seguir con el estudio de la frecuencia referencial global de las supersticiones. Dada la
amplitud del tema y la gran cantidad de material recogido, procederemos al análisis de cada tabla, que irá seguido de un
análisis más pormenorizado por zona geográfica.

Como anunciábamos, procedemos al análisis de la primera tabla que versa sobre los objetos relacionados con las
supersticiones 1.
Como podemos observar, sólo se dan dos casos en los que el mismo objeto está relacionado con una superstición en todas
las lenguas de trabajo: 1.23. Escoba y 1.34. Moneda y dinero.

En lo que se refiere a la escoba, se señalan creencias comunes a todas las lenguas al mismo tiempo que creencias muy
singulares y peculiares de cada país. Sigue a continuación un breve esquema de las creencias comunes:

En la gran mayoría de los casos la escoba se suele relacionar con la acción de barrer los pies de alguien. Todos coinciden
con que si se barren los pies de una mujer soltera, ésta no se casará. Destacan los mexicanos, que hablan de barrer los pies
de un hombre en lugar de los de una mujer. Además, el hombre, en el caso en que se le barran los pies, no se quedaría
soltero, sino que se casaría con una viuda. Los polacos no distinguen el sexo de la persona objeto de esta superstición. Para
ellos, es suficiente barrer hacia una persona para que ésta no se case jamás.

Otra de las creencias más comunes relaciona la escoba con las visitas. Algunos consideran que para echar visitas cansinas
es suficiente con poner la escoba al revés detrás de una puerta (Brasil, Galicia, Venezuela, México, Castilla, Portugal).
Otros afirman que si la escoba se cae, anuncia la llegada de una visita (Brasil, Extremadura) o es señal de mal agüero
(Polonia).

Las escobas pueden servir también para ahuyentar los malos espíritus de una casa. Para eso hay que ponerla al revés
(Francia, Galicia). Para mexicanos, castellanos y polacos se obtiene el mismo efecto barriendo la casa hacia fuera, eso es,
en dirección de la puerta principal. Los italianos también están convencidos de que, cuando se entra en una casa nueva, hay
que barrer el polvo de la casa hacia fuera para echar a los malos espíritus que la albergan. Por el contrario, los ucranianos
siempre barren hacia dentro para que el bien se quede en la casa.
En cambio, si se coloca en una esquina con el mango hacia abajo trae dinero a la casa.

Por lo general, siempre y cuando no se viva en un piso recién estrenado, lo normal es barrer la casa hacia dentro, pues, de lo
contrario, se echaría fuera la buena suerte (Brasil, Bulgaria, Italia).

Otra superstición muy difundida recomienda no barrer la casa por la noche para no atraer desgracias (Brasil, Extremadura,
Francia, Galicia, Portugal, México), mientras que en Italia se considera de mal agüero barrer la casa antes del amanecer y
después de la puesta del sol.

A estas supersticiones más o menos extendidas, se añaden algunas creencias peculiares de cada cultura. Por ejemplo, en
Bulgaria se dice que en el caso de sufrir muchos accidentes domésticos, se debe llevar la escoba a la iglesia para que la
bendigan. Además, para los búlgaros, limpiar la ropa con la escoba o sentarse encima de una escoba es peligrosísimo.

Para los franceses, la escoba mojada anuncia lluvia. Además, en Francia se preocupan por no pasar encima de una escoba
para no tener mala suerte. Coinciden, en esta práctica, con los ucranianos, aunque por razones diferentes pues, para los
ucranianos, quien pisa una escoba deja de crecer (en altura, evidentemente).

En Polonia no se considera de buen agüero limpiar la mesa y el banco de madera con la misma escoba, pues, de hacerlo, se
pueden provocar alguna enfermedad.

En Ucrania se dice que si una chica empieza a barrer la casa, tiene que terminar la tarea si no la dejará un muchacho en
medio del baile o podría tener a un marido que la pegue (pegará, parará y volverá a pegar).

En Venezuela advierten que es mejor no dejar una escoba encima de una cama y que, cuando se hace una mudanza, siempre
hay que estrenar escoba en la nueva vivienda.

En cuanto a la moneda y el dinero (entrada 1.34.), podemos hablar también de supersticiones compartidas entre varias
culturas. Las resumimos en la siguiente tabla:

Como podemos observar, en Castilla, Galicia, Alsacia, Italia, Cerdeña, Bulgaria, Polonia, Ucrania y Brasil se asocia la
moneda a la acera o al suelo: en todos estos países, cuando se encuentra una moneda en el suelo se aconseja recogerla, pues
es señal de buena suerte y anuncia riqueza.

En Venezuela, para propiciarse riqueza y prosperidad, se suelen echar monedas a una fuente o a un río desde un puente.
Pero lo más común es echar una moneda a una fuente o a un pozo para pedir un deseo (Castilla, Galicia, Bulgaria). En el
caso de los españoles, siempre que van a Roma tiran una moneda de espaldas a la Fontana di Trevi, para regresar a Roma.

Las monedas y la cartera están relacionadas en el caso de dos creencias parecidas: los italianos, siempre que regalan una
cartera, procuran guardar una moneda simbólica en la misma para propiciar buena suerte al que la recibe de regalo. En
cambio los búlgaros están acostumbrados a conservar siempre una moneda en su propia cartera. Es decir, nunca la dejan sin
dinero para alejar pobreza y estrechez.

En el caso de las monedas y la casa nos encontramos con ligeros matices que diferencian las creencias difundidas
respectivamente en Bulgaria y México. Por lo general, para los búlgaros es importante dejar una moneda en una casa a la
que se va de visita por primera vez para propiciar buena suerte y riqueza a los anfitriones. En cambio, los mexicanos suelen
dejar alguna moneda guardada en su propio hogar para ahuyentar la pobreza y cualquier tipo de estrechez económica.

Por último, falta analizar la superstición relacionada con las monedas agujereadas que, tanto en Francia como en Italia se
consideran una especie de amuleto que trae buena suerte. En especial, en Francia, las novias suelen llevar monedas
agujereadas en los bolsillos cuando van camino de la iglesia. Asimismo, en Polonia las bodas están relacionadas con las
monedas: por un lado, el novio debe llevar en el bolsillo unas cuantas monedas para asegurar prosperidad y bienestar a su
futura familia; por otro lado, cuando los recién casados salen de la iglesia, se les tira encima monedas para que nunca les
falte dinero.

Por lo que se refiere a las supersticiones características de cada cultura, incluimos a continuación un breve esquema de las
creencias más interesantes:

llevar una moneda en el bolsillo cuando se ve por primera vez una cigüeña por San Blas trae buena suerte (Castilla);
la lotería no se puede regalar sino que comprarla para que toque (Castilla);
no se aconseja silbar en casa para no perder dinero (Ucrania);
es costumbre dejar una moneda debajo de la almohada de un niño para que haga sueños de oro (Bulgaria);
se pone una moneda de cinco kopecs debajo del talón derecho para tener suerte en el examen (Polonia);
cuando un niño cumple un año, se ponen delante de él distintos objetos: un vaso, una moneda, un libro y un rosario. Si
coge una moneda va a ser rico (Polonia);
se debe poner una moneda en la mano de los difuntos para que puedan pagar su viaje al otro mundo (Portugal);
para que no falte dinero durante el año, entre otras cosas, en Nochevieja, se debe tener un billete en la mano justo antes
de la medianoche y en la víspera de los Reyes, se come una granada y se guarda la corona con una moneda (Portugal).

Volviendo a la tabla inicial, podemos comprobar que dentro de los objetos que con mayor frecuencia aparecen relacionados
con alguna superstición hallamos, siguiendo la numeración que les corresponde,

1.24. Espejo, 1.27. Herradura y 1.51. Vela con catorce ocurrencias;


1.38. Paraguas con trece ocurrencias;
1.9. Cama, 1.22. Escalera, 1.33. Mesa, 1.47. Tijeras y 1.53. Vestimenta con doce ocurrencias;
1.19.2. Cuchillo con once ocurrencias;
1.1. Aguja y 1.3. Anillo con nueve ocurrencias.

Menos frecuentes las supersticiones relacionadas con los siguientes objetos:

1.8. Calcetín, 1.17. Coche, 1.18. Cuadro, 1.19.3. Tenedor y 1.44. Pulsera con cuatro ocurrencias;
1.7. Broche, 1.14. Cencerro o esquila y 1.25. Figa con tres ocurrencias;
1.11. Candelero, 1.21. Dedal, 1.32. Marco de fotos, 1.35. Móvil, 1.41. Pipa y 1.49. Torre con dos ocurrencias.

Finalmente, conviene destacar que en siete de las quince zonas geográficas estudiadas se encuentran supersticiones
relacionadas con objetos que no figuran en la tabla de referencia pero que se señalan bajo la denominación 1.55. Otros
objetos. Para esta entrada hemos confeccionado una tabla de referentes que sólo se hallan en uno de los países
anteriormente mencionados y que, hasta que no tengamos datos más detallados al respecto, se pueden considerar propios de
una determinada cultura. Sigue a continuación la tabla ilustrativa acompañada de la leyenda correspondiente 2:

En este apartado se incluyen todas esas supersticiones que se relacionan con alguna parte del cuerpo cuyo valor es positivo
o negativo dependiendo de si se involucra la parte derecha o izquierda. Como se puede observar en la tabla que
presentamos a continuación, no son muchas las creencias con estas características 3

Si entramos más en detalle, es fácil deducir que las partes del cuerpo que más se prestan a esta dualidad son los pies —que
aparecen en ocho de las diez lenguas de trabajo— y las manos —con cinco apariciones. Siguen las cejas —con tres
ocurrencias.

En este caso también hemos tenido que incluir un apartado 2.6. Otros pensando en esas lenguas que presentan el mismo
binomio positivo-negativo ligado a otra parte del cuerpo (Ucrania: 2.6.2. Hombro; Polonia: 2.6.3. Lado del cuerpo, 2.6.4.
Nariz, 2.6.5. Pestaña), a un objeto (Italia: 2.6.1. Cigarrillo; Polonia: 2.6.7. Taza, 2.6.8. Vestimenta) u otras situaciones
(Polonia: 2.6.6. Puntapié del nasciturus).
Las partes del cuerpo en general se hallan entre los elementos que con más insistencia se asocian a alguna superstición o
creencia popular después de los objetos (55 entradas), los animales (49 entradas) y los alimentos (27 entradas). Pero no
todas las partes del cuerpo contenidas en la tabla correspondiente se hallan con la misma frecuencia 4.

De un primer análisis de la tabla anterior se desprende que la joroba, la mano, la nariz, el ojo, la oreja, el pelo o cabello y el
pie son los referentes supersticiosos más difundidos.

Del mismo modo, es posible señalar las zonas geográficas en las que aparecen 3.20. Otras partes del cuerpo:

Alsacia: 3.20.1. Brazo


Cerdeña: 3.20.5. Testículo
Portugal: 3.20.2. Ceja y 3.20.3. Frente
Polonia: 3.20.4. Mejilla

Los animales ocupan un puesto de cierta relevancia dentro de los referentes supersticiosos más frecuentes. De hecho, con
sus treinta y tres entradas, los animales cuentan con muchas ocurrencias.

Basándonos en el estudio onomasiológico de las paremias españolas y francesas sobre animales que Julia Sevilla Muñoz
(1998: 221-233) publicó en la revista Proverbium, podemos distinguir tres grupos de animales: los animales domésticos
(D), los animales salvajes o libres (S) y los animales exóticos (E).

En los referentes supersticiosos registrados en la tabla 4. Animales, contamos con doce animales domésticos

4.7. Burro y burra


4.8. Caballo
4.10. Cerdo
4.15. Conejo
4.22. Gallina
4.23. Gallo
4.24. Gato
4.36. Oveja
4.37. Paloma
4.38. Pavo
4.39. Perro
4.46. Vaca y toro

A continuación vamos a enumerar los animales salvajes que hallamos en las supersticiones estudiadas:

4.1. Abeja
4.2. Abejón
4.3. Alacrán
4.4. Araña
4.5. Ave o pájaro
4.5.1. Pájaro carpintero
4.6. Búho
4.9. Caracol
4.11. Ciervo volante (Escornabois)
4.12. Cigüeña
4.13. Colibrí
4.14. Comadreja
4.16. Corneja
4.17. Cuco
4.18. Cuervo y grajo
4.19. Culebra, serpiente víbora y tara
4.25. Gaviota
4.26. Golondrina
4.27. Grillo
4.28. Grulla
4.29. Hormiga
4.30. Lagarto, lagartija, salamandra y salamanquesa
4.31. Lechuza
4.32. Lobo
4.33. Mariposa
4.34. Mariquita
4.35. Mosca y mosquito
4.40. Piojo
4.41. Polilla
4.42. Pulpo
4.43. Ratón y rata
4.44. Sapo y rana
4.45. Urraca
4.47. Venado

Entre los otros animales relacionados con las supersticiones (apartado 4.48.) figuran:

4.48.1. Acauã
4.48.2. Anguila
4.48.3. Atún
4.48.4. Bienteveo
4.48.5. Borococo
4.48.6. Escorpión
4.48.7. Mirlo
4.48.8. Uirapuru
4.48.9. Zamuro

De lo anterior se desprende, al igual que en el caso de las paremias (Sevilla 1998: 227), el claro predominio numérico de
los animales salvajes sobre los animales domésticos. Si profundizamos más en la naturaleza de los animales salvajes que
aparecen en las supersticiones registradas, podemos distinguir, además de denominaciones generales como pueden ser 4.5.
Ave o pájaro, 23 especies de volátiles:

4.5.1. Pájaro carpintero


4.6. Búho
4.12. Cigüeña
4.13. Colibrí
4.16. Corneja
4.17. Cuco
4.18. Cuervo y grajo
4.22. Gallina (D)
4.23. Gallo (D)
4.25. Gaviota
4.26. Golondrina
4.28. Grulla
4.31. Lechuza
4.37. Paloma (D)
4.38. Pavo (D)
4.45. Urraca
4.48.1. Acauã
4.48.4. Bienteveo
4.48.5. Borococo
4.48.7. Mirlo
4.48.8. Uirapuru
4.48.9. Zamuro

Dentro de la categoría más amplia de los volátiles, es posible distinguir entre

aves rapaces nocturnas (4.6. Búho, 4.16. Corneja, 4.31. Lechuza);


aves zancudas 5 (4.12. Cigüeña, 4.28. Grulla);
aves del orden de las Galliformes 6 (4.22. Gallina, 4.23. Gallo, 4.38. Pavo);
aves del orden de las Paseriformes 7 (4.45. Urraca);
pájaros carnívoros (4.18. Cuervo y grajo);
aves fácilmente domesticables (4.48.7. Mirlo, 4.45. Urraca);
aves trepadoras (4.17. Cuco, 4.5.1. Pájaro carpintero).

Contamos también con un ave palmípeda (4.25. Gaviota) y aves típicas de Brasil (4.48.1. Acauã, 4.48.4. Bienteveo, 4.48.5.
Borococo, 4.48.8. Uirapuru) o Venezuela (4.48.9. Zamuro).

Siguen, en orden de aparición,

los insectos:
4.1. Abeja
4.2. Abejón
4.3. Alacrán
4.4. Araña
4.11. Ciervo volante (Escornabois)
4.29. Hormiga
4.27. Grillo
4.33. Mariposa
4.34. Mariquita
4.35. Mosca y mosquito
4.40. Piojo
4.41. Polilla
4.48.6. Escorpión

los mamíferos:
4.8. Caballo
4.10. Cerdo
4.14. Comadreja
4.15. Conejo
4.24. Gato
4.32. Lobo
4.36. Oveja
4.39. Perro
4.43. Ratón y rata
4.44. Vaca y toro
4.47. Venado

los reptiles:
4.19. Culebra, serpiente, víbora y tara
4.30. Lagarto, lagartija, salamandra y salamanquesa

los moluscos de tierra o de mar (4.9. Caracol, 4.42. Pulpo)

y, finalmente,

los anfibios (4.44. Sapo y rana).

Queda por mencionar el único animal exótico contenido en las supersticiones propias de Castilla y Venezuela: el elefante
(entrada 4.20.).

La tabla siguiente corresponde a las supersticiones comunes 8:

Como podemos observar, el gato (entrada 4.24.) es el único animal que aparece en todas partes. Siguen, con catorce
ocurrencias, el perro (entrada 4.39.), el sapo y la rana (entrada 4.44.) con trece ocurrencias y, finalmente, la araña (entrada
4.4.), la gallina (entrada 4.22.) y el gallo (entrada 4.23) con doce ocurrencias. Así que, frente a una mayor insistencia de
animales salvajes frente a los animales domésticos, estos últimos siguen siendo más importantes desde el punto de vista de
las coincidencias de referentes supersticiones en las distintas lenguas de trabajo. Entre las entradas con menos ocurrencias
señalamos:

4.2. Abejón, 4.14. Comadreja, 4.16. Corneja, 4.32. Lobo, 4.36. Oveja, 4.40. Piojo y 4.41. Polilla con tres coincidencias;
4.3. Alacrán, 4.5.1. Pájaro carpintero, 4.7. Burro y burra, 4.9. Caracol, 4.11. Ciervo volante, 4.21. Escarabajo, 4.28.
Grulla, 4.38. Pavo, 4.42. Pulpo y 4.47. Venado con dos coincidencias.

Algunos animales aparecen sólo en los países del continente americano, como en el caso del Borococo (entrada 4.48.5.) y el
Zamuro (entrada 4.48.9.) —que están relacionados con algunas supersticiones de Venezuela— y de la acauã (4.48.1.), el
Bienteveo (4.48.4.) y el Uirapuru (4.48.8.) —que aparecen en las supersticiones de Brasil—.

Más abundantes los casos de animales que parecen estar relacionados con creencias difundidas sólo en territorio europeo.
Nos referimos sobre todo a 4.2. Abejón, 4.14. Comadreja, 4.16. Corneja, 4.17. Cuco, 4.18. Cuervo, 4.25. Gaviota, 4.26.
Golondrina, 4.30. Lagarto, lagartija y salamandra, 4.31. Lechuza, 4.32. Lobo, 4.34. Mariquita, 4.35. Mosca y mosquito.

Asimismo, se registran supersticiones relacionadas con animales que no aparecen en la tabla general. A los animales
mencionados cabe añadir:

4.48.2. Anguila y 4.48.3. Atún para Cerdeña;


4.48.6. Escorpión y 4.48.7. Mirlo para Galicia.

En Polonia (45), Castilla (28) y Galicia (28) se cuenta con el mayor número de supersticiones relacionadas con los animales
mientras que Extremadura, México y País Vasco se distinguen por el menor número de entradas documentadas en este
apartado. La zona geográfica que contiene más animales distintos respecto a los de la tabla general es Brasil (3 entradas).

A diferencia de lo que hemos comentado a propósito de los referentes que integran las tablas anteriormente analizadas, la
flora no aparece con mucha insistencia en las supersticiones de las zonas geográficas estudiadas. De hecho, por lo que se
refiere a las flores y plantas, predominan los casos de cinco y cuatro coincidencias por entrada, hasta llegar a un máximo de
nueve ocurrencias en ramo de flores (entrada 5.1.15.).

Además, en Galicia, Extremadura y Venezuela no se registran supersticiones con referentes de flores o plantas. En el País
Vasco, Bulgaria y Brasil se documentan dos supersticiones. Destacan Castilla y Polonia con dieciocho y veinte entradas
respectivamente.

Además de las flores y plantas que se encuentras en el índice general, contamos también con flores y plantas que aparecen
sólo en unas zonas geográficas en concreto:

Cerdeña: 5.1.23.3. Asfódelo.


México: 5.1.23.5. Buganvilia, 5.1.23.9. Epazote, 5.1.23.11. Hierbabuena, 5.1.23.12. Kieri, 5.1.23.13. Marihuana,
5.1.23.14. Peyote.
Polonia: 5.1.23.4. Brezo, 5.1.23.6. Cala, 5.1.23.8. Crisantemo, 5.1.23.10. Flor de lis.
Ucrania: 5.1.23.1. Absintio, 5.1.23.2. Amapola, 5.1.23.7. Corona de flores.

En el caso de los árboles (5.2. Árboles), Galicia, Extremadura, Venezuela y Brasil no registran supersticiones con los
referentes incluidos en nuestro índice general 10:

Realmente no son muchos los números que aparecen relacionados con supersticiones y creencias. Si en el País Vasco y en
Venezuela no parecen prestar mucha atención a este aspecto en el imaginario supersticioso popular, castellanos e italianos
son mucho más atentos a las relaciones entre los números y la vida diaria de cada cual.

Del análisis de los números se desprende un dato muy curioso: para todo el mundo el número aciago es el 13 (apartado
6.6.), excepto para los italianos (Italia en general y Cerdeña en particular), que temen el 17 (entrada 6.7.), sobre todo si está
asociado al viernes. Para los demás el día nefasto es el martes 13 (Castilla, Galicia); otros asocian la mala suerte al viernes
13 (Venezuela) o directamente a todos los días 13 (México). En cambio, para otros, el número 13 trae buena suerte
(Francia, Italia).

Sigue a continuación la tabla de los números relacionados con alguna superstición en dos o más zonas geográficas 11:

Además, existen también otros números supersticiosos, aunque se hallan solo en una zona geográfica:

Castilla: 6.10.5. Quince.


Francia: 6.10.2. Ocho, 6.10.3. Nueve.
Galicia: 6.10.1. Seis, 6.10.6. Veintisiete.
Polonia: 6.10.4. Doce.
Aunque con menor insistencia, los días de la semana aparecen entre los elementos supersticiosos. Además del martes
(apartado 7.3.) y del viernes (apartado 7.6.), que registran el porcentaje más alto de ocurrencias con once y doce entradas
respectivamente, el siguiente día en la lista de los más temidos es el lunes (apartado 7.2.) en los países europeos estudiados.
Siguen, en orden de frecuencia, el sábado (apartado 7.7.) y el domingo (entrada 7.8.) con 7 ocurrencias, el jueves (apartado
7.5.) con seis coincidencias y, para terminar, el miércoles (apartado 7.4.), señalado en cinco países. Se hallan alusiones a los
días en general (apartado 7.1.) en Galicia, Francia, Alsacia y México.

Incluimos a continuación la tabla correspondiente 12:

En esta larga enumeración de elementos relacionados con las supersticiones, no podían faltar los meses del año que, salvo
las debidas excepciones (Extremadura y México), figuran en todas las zonas geográficas con índices de aparición más o
menos elevados. En los dos extremos encontramos Francia y Cerdeña (11 ocurrencias) por un lado, y País Vasco, Ucrania,
Venezuela y Brasil (1 ocurrencia), por otro lado, respectivamente con más y menos supersticiones relacionadas con los
meses 13.

Nos encontramos con porcentajes algo distintos en el caso de los fenómenos atmosféricos, que parecen tener más
trascendencia en el imaginario supersticioso colectivo, sobre todo porque se suelen asociar a los refranes meteorológicos
que, desde hace siglos, guían los pasos de los campesinos de todo el mundo. Quizá, en la actualidad, mucho de estos
refranes se hayan perdido. Pero, como hemos podido comprobar a través del estudio de las supersticiones que se
documentan en este apartado, los refranes siguen ocupando un lugar muy relevante en la sabiduría popular, relacionándolos,
además, con las creencias populares más variadas 14.

Como se puede observar en la tabla anterior, menos el granizo – que cuenta sólo con dos ocurrencias en Francia y en
Bulgaria – la lluvia (entrada 9.3.), el arco iris (entrada 9.1.) y las tormentas (entrada 9.5.) tienen todavía cabida en el
imaginario supersticioso de nuestros países.

En el País Vasco existe también otro fenómeno atmosférico que se suele relacionar con otras supersticiones: nos referimos
esencialmente a las témporas (9.7.1.).

Los colores no aparecen con mucha insistencia en las supersticiones ilustradas. Digamos que, por lo general, el color que
con más frecuencia se carga de una connotación supersticiosa es el rojo (10.6.), con nueve ocurrencias, seguido por el
amarillo (entrada 10.1.), que aparece en ocho de las quince culturas que nos ocupan.

En tres casos (Castilla, Francia, Italia) este color está relacionado con los actores de teatro, para los cuales trae mala suerte
llevar ropa de ese color en un estreno. Según una informante francesa (Jacqueline Bodon, 17/12/1953, Paris V), dicha
superstición existe desde que murió Molière en escena vestido de amarillo.

Sin embargo, a ese color se atribuyen otras connotaciones, aunque siempre negativas. Por ejemplo, en Venezuela se dice
que a los niños recién nacidos no se debe poner ropa amarilla porque, de hacerlo, se pondrían de ese color, es decir,
enfermarían.

Completamente distinta la superstición brasileña asociada a este color, que parece tener la característica de propiciar la
buena suerte si se lleva el día de Nochevieja.

Para más detalles estadísticos, se puede consultar la tabla correspondiente que reproducimos a continuación 15:

Como podemos observar, se registran solo dos casos de supersticiones relacionadas con el morado (10.4.): para la gran
mayoría de los italianos es un color maldito, uno de los colores que traen mala suerte junto al negro —que se suele asociar
a la idea de la muerte— y el amarillo, color de cierta trascendencia en el mundo del teatro; los portugueses lo asocian a la
Semana Santa.

La comida y la bebida vuelven a aparecen con bastante frecuencia en las supersticiones. Por lo general, contamos con trece
entradas en la tabla que refleja los elementos que figuran en dos o más culturas y diecisiete entradas en la tabla que
relaciona algunos alimentos o bebidas más bien peculiares de alguna que otra realidad cultural.

De entre los alimentos y bebidas estudiados, la sal (entrada 11.24.) aparece en todas las lenguas de trabajo como objeto de
supersticiones comúnmente difundidas y generalmente caracterizadas por una carga negativa. De hecho, es universalmente
consabido que derramar sal en la mesa trae mala suerte.
El pan (entrada 11.21.) también se halla en la mayoría de las zonas geográficas estudiadas, menos en México y Brasil.

Sorprende también la frecuencia con la que se registran supersticiones relacionadas con el ajo (entrada 11.5.) —
generalmente empleado para alejar los malos espíritus—, el huevo (11.15.) —que se asocia a la presencia de malos espíritus
— y el vino (entrada 11.26.) —que se suele asociar a la idea de prosperidad y felicidad—.

Si observamos la tabla siguiente 16, podemos notar que existen elementos que sólo se encuentran en dos columnas. Nos
referimos esencialmente a

11.2. Aceituna, relacionada con la boda (País Vasco) y con la digestión (Portugal);
11.4. Aguardiente, empleada para conjuros (Galicia) y remedios (Portugal);
11.10. Castaña, asociada a enfermedades (Portugal) y empleada como remedio y para atraer la buena suerte (Castilla);
11.12. Cerveza, como remedio (Alsacia) y como señal de acontecimientos futuros (México);
11.14. Garbanzo, relacionado con la buena (Italia) y mala (Castilla) suerte;
11.17. Limón, del que se resaltan las propiedades curativas (Portugal) y que se asocia a la buena suerte (México);
11.23. Raya, incluida por los efectos negativos para la digestión (Portugal) y en las mujeres embarazadas (Galicia).

Hay supersticiones relacionadas con otro tipo de alimentos y bebidas. Los enumeramos a continuación junto al país de
procedencia:

Castilla: 1.27.1. Calabaza;


Alsacia: 11.27.3. Champán, 11.27.6. Glücksschwein, 11.27.11. Pollo, 11.27.14. Repollo, 11.27.18. Zanahoria;
Galicia: 11.27.17. Vieira;
Italia: 11.27.8. Guindilla;
México: 11.27.2. Canela, 11.27.10. Patoles, 11.27.15. Sandía y melón, 11.27.16. Tortilla;
Polonia: 11.27.4. Col, 11.27.7. Guisante, 11.27.9. Nuez, 11.27.13. Remolacha;
Portugal: 11.27.12. Queso;
Ucrania: 11.27.5. Dulce.

Evidentemente, si la vieira (entrada 11.27.17.) es típica de Galicia y, quizá por eso mismo, se relaciona con determinadas
supersticiones y conjuros, no se puede afirmar lo mismo de alimentos como el chocolate (entrada 11.13.), la manzana
(entrada 11.18.) o la miel (entrada 11.19.), pues son alimentos muy comunes y de fácil alcance ya en todas partes pero, en
algunos países, se han convertido en objeto de supersticiones muy difundidas y practicadas en la actualidad. En México
existe otra superstición ligada a la costumbre de cocinar los alimentos (11.27.19. Supersticiones relacionadas con la
comida).

También conviene destacar que las zonas geográficas de las que más supersticiones se incluyen en la tabla en la que se
desarrollan las entradas del punto 11.27. son Alsacia (5 ocurrencias), seguida por México y Polonia (4 ocurrencias) y,
finalmente, Castilla, Galicia, Italia, Portugal y Ucrania con 1 ocurrencia cada uno.

Los astros, planetas y otros cuerpos celestes no son elementos que se asocien con frecuencia a creencias y supersticiones.
En cambio, existen muchos refranes que se basan en la observación de determinados fenómenos atmosféricos o, como en
este caso, en la interpretación de los cuerpos celestes para predecir el tiempo atmosférico o el tiempo venidero en general.

Dada la naturaleza intrínseca de estos elementos y su presencia en terrenos resbaladizos, cuyas barreras son difíciles de
establecer con seguridad, hemos optado por incluir sólo esas entradas que hemos podido relacionar con las supersticiones.
Todas y cada una de ellas se asocian, por lo menos en una ocurrencia (véanse Extremadura, Italia, México), a alguna
creencia supersticiosa. Veamos la tabla correspondiente 17:

De su lectura podemos deducir que Cerdeña (4 entradas), Castilla, Galicia, Francia, Portugal, Bulgaria y Ucrania (3
entradas) cuentan con un mayor número de supersticiones. Además, de entre los elementos incluidos en la tabla, las
estrellas y la luna cuentan con un número considerable de ocurrencias en las lenguas indagadas, pues hablamos de doce y
catorce coincidencias respectivamente.

Por lo general, los hombres tienen una inclinación innata a justificar empíricamente lo que en realidad no tiene explicación
lógica y tienden a buscar una forma de exorcizar sus propios miedos y temores a través de prácticas y creencias que poco a
poco se han ido difundiendo y arraigando en la cultura popular. Así es como han nacido las supersticiones, y muchas de
ellas relacionadas con los santos y las festividades religiosas.

La Iglesia desde siempre ha rechazado y condenado estas formas de pseudocreencias. Pero, en realidad, son muchas las
creencias que se han ido desarrollando a pesar de la fe y, muchas veces, en paralelo con las creencias religiosas. Aunque,
por lo general, la superstición suele definirse como «Fe desmedida o valoración excesiva respecto de algo» (DRAE) y
«creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón» (DRAE), lo cierto es que el más alto porcentaje de supersticiosos
se registra precisamente entre los que se consideran creyentes y practicantes. Eso implica que muchas supersticiones estén
relacionadas con alguna festividad religiosa o tengan por objeto un santo que se esmeran en venerar para que los proteja de
todo tipo de mal o les propicie riqueza y prosperidad. Así sucede con San Pancracio, al que se suele poner una ramita de
perejil para conseguir trabajo o para que toque la lotería (véase 5.1.14. Perejil en el capítulo dedicado a las Supersticiones y
fraseología en Castilla).

Lo mismo se puede afirmar de algunas festividades, como el día de los difuntos. Se supone que la conmemoración de los
difuntos es una «festividad solemne en la que se visita los cementerios para rezar por los difuntos y llevarles flores,
preferentemente crisantemos» (véase 13.4. Día de los difuntos en el capítulo dedicado a las Supersticiones y fraseología en
Castilla). Sin embargo, en otros países, a la festividad tradicional se unen otras creencias que llevan a practicar extraños
rituales para conseguir la benevolencia del familiar difunto y protegerse de las molestias que podría causar en el caso de no
estar conforme con las actitudes de los vivos. Una de las informantes italianas, Teresa Moretti (Santo Spirito di Bari, 05-08-
1946) recuerda que, cuando era niña, la obligaban a dejar un zapato lleno de bombones y pasteles fuera de la puerta de su
casa. Según ella, eso no se hacía para honorar la memoria de los difuntos, sino por miedo a que volvieran del otro mundo
para asustar a los vivos. Según otra creencia más alegre, en este día los difuntos volverían para regalar caramelos y dulces a
los niños de la familia; por eso los mayores acostumbran a preparar calcetines repletos de golosinas y dulces para los niños.
(Véase 13.2. en el capítulo dedicado a las Supersticiones y fraseología en Italia).

Como éstas, se registran muchas otras supersticiones relacionadas con diversas festividades del calendario. Presentamos a
continuación algunas de las más comunes recogidas en la tabla (13. Festividades) correspondiente 18:

De una primera lectura de la tabla es fácil deducir que en Castilla (13 ocurrencias) y en Cerdeña (10 ocurrencias) aparecen
con más insistencia las supersticiones relacionadas con las festividades. Pero no todas las culturas presentan la misma
abundancia de creencias supersticiosas asociadas a alguna fiesta o santo. De hecho los extremeños, los venezolanos y los
brasileños aportan muy poco en este sentido, aunque sí cuentan con supersticiones relacionadas con santos que no tienen
cabida en la tabla general. Tal es el caso de 13.19.15. Santa Ana para los brasileños.

En este apartado contamos también con una contribución que nos llega de una autora andaluza que, en colaboración con
algunos informantes de un pueblo de Andalucía, realiza un estudio de las supersticiones que rodean la festividad de San
Juan (24 de junio).

Cabe señalar que Alsacia, Castilla, Cerdeña, Galicia, País Vasco, México y Ucrania cuentan también con otras
supersticiones que detallamos a continuación:

13.19.1. (La) Ascensión → Galicia


13.19.2. Bautizo de Cristo →Ucrania
13.19.3. La Cruz → Castilla
13.19.4. San Antíoco → Cerdeña
13.19.5. San Bartolomé → Galicia
13.19.6. San Benito y Santa Clara → Galicia
13.19.7. San Isidro → Castilla
13.19.8. San Miguel de Arrechinaga → País Vasco
13.19.9. San Pascual Bailón → México
13.19.10. San Pedro → Cerdeña
13.19.11. San Pedro Regalado → Castilla
13.19.12. San Ramón → México
13.19.13. San Sebastián → Castilla
13.19.14. San Vicente → Galicia
13.19.15. Santa Ana → Brasil
13.19.16. San Bárbara → Cerdeña
13.19.17. Santa Odilia → Alsacia
13.19.18. Carnaval → Cerdeña
13.19.19. Schieweschan → Alsacia
13.19.20. Otras → México

Después de las primeras entregas con las aportaciones de cada autor respecto al índice general inicial, hemos considerado
oportuno añadir a la relación de supersticiones estudiadas dos entradas relativas a las piedras y minerales que se hallan
mencionadas en las creencias castellanas, gallegas y mexicanas. En la península española se insiste en las virtudes curativas
del ámbar, además de la importancia simbólica que puede tener y que no hemos reflejado en este trabajo por no tratarse
exactamente de superstición sino, como dice la misma palabra, de simbolismo.

En cambio, para los mexicanos el ámbar protege contra malas vibras y el mal de ojo y por eso se suele meter en las cunas
de los bebés, que se consideran las criaturas más indefensas del género humano. Los mexicanos insisten también en la
importancia de arrojar piedras hacia atrás cuando se visita un cementerio con un recién nacido, para que los espíritus que
vagan penando en ese lugar sagrado no se apoderen del alma inocente del bebé, sobre todo si se trata de un niño que
todavía no ha sido bautizado.

Sigue a continuación la tabla relativa a las piedras y minerales en las supersticiones 19:

Al igual que el anterior, este apartado ha surgido a raíz de un primer análisis de las supersticiones documentadas por los
coautores de este volumen. Una vez más, Castilla y Galicia documentan las supersticiones relacionadas con las heces
(entrada 15.1.). En este caso, se unen también Italia y Bulgaria.

Del análisis de los capítulos correspondientes, resulta que, por lo general, todos coinciden en afirmar que pisar mierda
inadvertidamente trae buena suerte. Lo mismo se dice de los excrementos de pájaros en la cabeza o en alguna prenda. A
pesar de lo desagradable que puedan resultar ambos acontecimientos, la gente suele aprovecharse de la mala pasada para
intentar la suerte, o bien comprando lotería o bien apostando en cualquier otro juego que permita ganar dinero.

Como se puede observar en la tabla que viene a continuación, en Castilla se considera de mal agüero que un animal orine
encima de uno. Esta superstición u otra similar que tenga los orines como referente no se halla en ninguno de los países que
nos ocupan 20.

Mal que le pese, la mujer es objeto de muchas creencias supersticiosas que se registran en la gran mayoría de las zonas
geográficas indagadas.

Al sistematizar el material recogido al respecto, nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las supersticiones
documentadas giran en torno a tres aspectos de la naturaleza femenina: el embarazo, la fertilidad y la menstruación. Por
ejemplo, era creencia común que la mujer, durante la menstruación, no debía hacer la mayonesa ni conservas pues la
mayonesa no ligaría y las conservas se estropearían. Lo mismo decían de montar nata, preparar productos lácteos o comida
que necesitaban bastante tiempo y cuidado. Asimismo, las mujeres con el período tenían prohibido dar de comer animales y
regar plantas, pues los animales se desmedrarían por mala alimentación y las plantas se secarían sin remedio.

De todos modos, nos gusta creer que estas limitaciones ya no se aplican a las mujeres de nuestro siglo y que sólo son un
recuerdo de nuestras informantes mayores que lo vivieron en su juventud.

En los capítulos dedicados al tema, es posible hallar también muchos remedios y curas que se prestaban a las mujeres que
no conseguían quedarse embarazadas y muchas creencias relacionadas directamente con el embarazo. En casi todos los
países, por ejemplo, es posible predecir el sexo del bebé simplemente fijándose en la forma de la barriga de la madre (véase
16.1. Embarazo en cada uno de los capítulos que integran la entrada) o a través de una serie de trucos que se practican a
escondidas de la mujer embarazada. Por ejemplo, en Italia, hoy en día, si quieren saber el sexo del bebé antes de que se
pueda proceder a un examen clínico más efectivo, los familiares de la mujer le ofrecen dos sillas con cojines, procurando
esconder unas tijeras debajo de uno de los cojines. En función de la silla que la mujer embarazada elija, su bebé será de
sexo masculino o femenino (véase 16.1. Embarazo en el capítulo dedicado a las Supersticiones y fraseología en Italia).

Estas y muchas más supersticiones relacionadas con la mujer se hallan en los capítulos correspondientes de cada lengua.
Resumimos las ocurrencias de cada entrada en la tabla correspondiente 21:

Los mexicanos cuentan también con otras supersticiones muy curiosas que relacionan las mujeres con las minas o con las
corridas de toros. Véase, al respecto, el apartado correspondiente en el capítulo dedicado a las Supersticiones y fraseología
en México.
El noviazgo y el matrimonio participan también de un halo de superstición que contribuye, de alguna manera, conjurar los
daños y peligros relacionados con la nueva unión, al mismo tiempo que sirve para augurar felicidad conyugal y bodas
próximas a los que todavía no han tenido la suerte de encontrar su pareja ideal.

Por lo general, las supersticiones relativas al matrimonio intentan explicar la persistencia de la soltería en la sociedad
moderna a través de una serie de acontecimientos voluntarios o involuntarios en el que el hombre o la mujer pueda
encontrarse involucrados. Por ejemplo, se afirma que si se barren los pies de una mujer, ésta no se casará (véase el apartado
1. Objetos de este mismo estudio). En cambio, la que consiga coger el ramo de flores que la novia suele tirar al salir de la
iglesia se casará en el año.

Existen también objetos o acciones que, asociados al matrimonio, pueden predecir su desenlace feliz o trágico. Por ejemplo,
la novia no puede llevar perlas el día de la boda si no quiere propiciar la mala suerte en su matrimonio. Asimismo se afirma
que el novio no puede ver a la novia con el traje de boda puesto antes de la ceremonia, porque trae mala suerte. Hay una
serie de consejos que las novias de hoy suelen poner en práctica para asegurarse una unión feliz con su pareja. Por ejemplo:
la novia siempre procura llevar algo prestado, algo azul, algo viejo y algo nuevo; la novia no puede llevar broches el día de
la boda porque se dice que traen lágrimas. También se debe tener cuidado con el número de botones del traje (véase el
apartado 17.1. Matrimonio en el capítulo dedicado a Castilla) y en el tipo de flores que lleva en el ramo.

Se trata de toda una serie de prescripciones que nos puede parecen absurdas en el siglo xxi pero que nadie se atreve a
desatender por miedo a que lo que preceptúan se realice al contrario. Como decía un famoso actor italiano del siglo pasado,
ante la duda es mejor poner en práctica una y otra vez los rituales supersticiosos que nuestros antepasados nos transmiten,
aunque con una pequeña cláusula: «¡No será verdad pero me lo creo todo!».

Sigue a continuación la tabla ilustrativa de la presencia de supersticiones relativas al noviazgo y al matrimonio en las
diversas lenguas de trabajo 22:

Tras las aportaciones de la autora ucraniana, hemos ampliado el punto 17.2. para resaltar la «boda» como otro de los
momentos de la vida con el que se suelen asociar bastantes supersticiones.

Para más detalles, consúltense los apartados correspondientes en los distintos capítulos que componen la obra.

Dada la amplitud de los temas y la diversidad intrínseca de cada cultura, hemos optado por dejar más libertad a los autores
en la redacción de estos tres apartados. Lo más normal es que haya coincidencias entre las culturas más cercanas, pero
también se dan casos de aportaciones únicas y peculiares de determinados países.

Cabe señalar también que no todos los informantes consultados tenían conciencia de supersticiones que tuvieran por objeto
medicinas o remedios (véase Italia, por ejemplo), sueños o ciclos vitales (Galicia, Francia, Italia, Bulgaria, Venezuela). En
el caso de los ciclos vitales, quizá se deba tener en cuenta que es muy difícil pensar en la vida y la muerte en términos
supersticiosos, pues se trata de una forma de exorcizar miedos y temores que todo hombre tiene al respecto y que prefiere
custodiar en su corazón.

Para facilitar la consulta de los capítulos correspondientes a cada una de las lenguas que nos ocupan, ofrecemos a
continuación las tablas relativas a las supersticiones que abordamos en este apartado (sobre 18. Medicinas y remedios, 19.
sueños y 20. Ciclos vitales 23):

En la recta final de nuestro trabajo de recopilación nos hemos encontrado con algunas supersticiones que, por su propia
naturaleza, no tenían cabida en ninguno de los apartados confeccionados. Por eso, hemos creado un apartado que sirviera de
cajón de sastre para todas esas creencias difíciles de clasificar.

De este modo, hemos podido incluir supersticiones como la creencia según la cual trae mala suerte celebrar un cumpleaños
o cualquier otro acontecimiento antes de la fecha (véase 21.1. Celebración en los respectivos idiomas).
Asimismo, podemos encontrar en este apartado creencias muy curiosas relacionadas con el humo, el fuego o la luz (País
Vasco), las entidades misteriosas (Cerdeña), todas ellas aportaciones exclusivas de los autores de esta colección y de sus
informantes 24.

Cerramos este estudio con un apartado dedicado al lenguaje supersticioso. Por lo general, en cada lengua existen
expresiones que se emplean para desear suerte. Por ejemplo, en Italia, solemos decirle a alguien ¡In bocca al lupo! [En la
boca del lobo] para desearle suerte en un examen, un trabajo, algo que le preocupe mucho o que sea muy importante para
su futuro desde el punto de vista económico o social. Sin ir muy lejos, los gallegos suelen desearle suerte a alguien con una
frase que parece predecir males o desdichas pero que, en realidad, se aplica para todo lo contrario. Aludimos a ¡Rómpete
una pierna!

En Bulgaria, en lugar de cruzar los dedos, aprietan los pulgares y emplean la siguiente expresión Стискам ти палци que
equivaldría a «Te deseo suerte». La frase búlgara puede ir acompañada de un gesto que consiste en cerrar el puño de
manera que el pulgar quede apretado entre los demás dedos. En España y en Italia, en cambio, de acuerdo con la expresión
mencionada, se cruzan directamente los dedos.

Hallamos también otro tipo de diferencias relativas a las frases y signos que se realizan para alejar la mala suerte o lo malos
espíritus. Por ejemplo, en España es tan difundida la práctica de tocar madera como en Italia la de tocar hierro. Además, en
ambos países, a las palabras pronunciadas corresponde la acción física de tocar el material mencionado. Más común todavía
en casi todo el territorio ibérico es la expresión ¡Lagarto, lagarto! con la que se suelen exorcizar las desdichas que pueden
derivar de un determinado acontecimiento. Estos y más ejemplos de lenguaje y signos supersticiosos se pueden encontrar
en los apartados dedicados al tema en cada uno de los capítulos de las lenguas que integran las entradas que ofrecemos en
la siguiente tabla 25:

Tras el estudio global de la frecuencia referencial de las supersticiones, pasamos ahora al estudio de la presencia o ausencia
de las supersticiones por zonas geográficas. Destacan las referencias que con más frecuencia aparecen en cada cultura y las
que presentan unos porcentajes realmente bajos.

Para empezar, conviene señalar que Polonia cuenta con más supersticiones registradas, con 199 referencias debidamente
desarrolladas en el capítulo correspondiente a las Creencias populares, supersticiones y fraseología en Polonia. Siguen, por
número de entradas, Castilla con 181 referentes; Portugal, con 167 entradas; Alsacia con 155 ocurrencias; Cerdeña, con 150
entradas señaladas.

Quien parece tener menos relación con las supersticiones, por lo menos por lo que se deduce de los trabajos que integran
este volumen, son Extremadura (40 entradas) y Venezuela (57 entradas). Los datos relativos a las demás zonas que nos
ocupan se ofrecen en la tabla que viene a continuación:

Otro de nuestros cometidos ha sido indagar la frecuencia referencial por apartado dentro de cada lengua, para establecer
qué tipo de supersticiones priman en una lengua o qué elementos se desconocen en otra. Para hacerlo, hemos procedido a la
elaboración de una tabla por zonas geográficas, en la que se detallan las ocurrencias por apartado, incluyendo, cuando
proceda, las tablas de todos los apartados «otros» que hemos ido desarrollando en paralelo respecto a las tablas principales
y que ya hemos comentado en la segunda parte de este estudio. Conviene recordar que los apartados 18. Medicinas y
remedios y 19. Sueños constituyen una única entrada mientras que los apartados 14. Piedras y minerales, 15. Desechos
orgánicos, 17. El matrimonio, 20. Ciclos vitales sólo constan de dos entradas. Con lo cual, no es de extrañar que en estos
apartados —que diferenciamos señalándolos con otro color— se reduzca el número de entradas registradas en cada lengua.

Pero, antes de proceder al análisis de la frecuencia referencial de las supersticiones por zonas geográficas, nos parece
oportuno presentar de forma esquemática el número de referentes por apartado que hemos conseguido incluir en el índice
general. Para facilitar nuestro estudio, presentaremos de forma conjunta los referentes que integran las tablas principales y
los que componen las tablas de los apartados «otros» siempre y cuando proceda:

Una primera lectura de la tabla anteriormente incluida nos permite identificar los apartados que contienen un número de
entradas más elevado respecto a los que constan, ya de por sí, de pocos referentes señalados explícitamente. De ahí que 1.
Objetos, 4. Animales, 11. Alimentos y bebidas y 13. Festividades sean los apartados que integran más referentes
supersticiosos, pues cuentan, respectivamente, con 55, 49, 27 y 19 entradas. Siguen 3. Partes del cuerpo (20 entradas), 5.1.
Flores y plantas (23 entradas), 6. Números (10 entradas) y 8. Meses (13 entradas).
Entre los apartados que integran menos referentes supersticiosos conviene destacar 14. Piedras y minerales (2
entradas) y 15. Desechos orgánicos (2 entradas). En cambio, 17. Matrimonio (2 entradas), 18. Medicinas y remedios (1
entrada), 19. Sueños (1 entrada) y 20. Ciclos vitales (2 entradas), que aparentemente tendrían las mismas características de
los apartados anteriores, tienen tan pocas entradas simplemente porque, dada la variedad del material encontrado, hemos
preferido no desglosarlo y dejar a los autores cierta libertad de ir elaborando cada uno de los apartados con las debidas
remisiones a otras entradas de otros apartados. En este caso, entonces, el exiguo número de referentes no corresponde a un
igualmente exiguo número de supersticiones registradas.

Después de las debidas premisas, pasamos, entonces, a analizar las supersticiones registradas en el primer capítulo de este
volumen dedicado a Castilla. Como podemos observar en la tabla siguiente, los objetos (1. Objetos) y los animales (4.
Animales) son los referentes que con más insistencia aparecen relacionados a las supersticiones ilustradas en este capítulo.

Siguen, por número de entradas, 5.1. Flores y plantas, 3. Partes del cuerpo, 13. Festividades, y 11. Alimentos,
respectivamente con 18, 17, 13 y 15 referentes documentados. Cabe señalar que los apartados 15. Desechos orgánicos, 17.
Matrimonio, 18. Medicinas y remedios, 19. Sueños y 20. Ciclos vitales están completamente desarrollados en la parte
castellana de este trabajo. Por eso, en la tabla, el número de entradas va seguido de un asterisco.

En Galicia, al igual que en Castilla, predominan los animales (apartado 4) y los objetos (apartado 1) sobre los demás
referentes supersticiosos detallados. Sin embargo, los porcentajes de frecuencia de aparición son distintos, pues contamos
con 28 referentes animales y 25 referentes inanimados. Inmediatamente después encontramos las 12 entradas relacionadas
con 11. Alimentos y bebidas y las 9 entradas que integran el apartado 13. dedicado a las festividades del calendario.

Seguimos con otra comunidad del territorio ibérico: el País Vasco. Desafortunadamente, en vasco se registra un número
considerablemente inferior de supersticiones si comparado con las entradas que contienen el castellano y el gallego. Quizá
mucho dependa del número de informantes consultados y de los conocimientos compartidos de cada cultura.

Si nos limitamos a los datos aportados por la autora Jennifer Aparicio Morgado, podemos llegar a una serie de conclusiones
que resumimos en la siguiente tabla:

Es suficiente con fijarse en los números para darse cuenta de que las entradas se reducen visiblemente incluso en los
apartados que integraban un número considerablemente alto de referentes en las demás lenguas. De ahí que animales
(apartado 4) y objetos (apartado 1) aparezcan una vez más entre los apartados con más referentes relacionados con
supersticiones vascas pero en menor medida respecto a lo que habíamos podido observar anteriormente. De hecho,
contamos con 11 referentes incluidos en el apartado dedicado a los objetos relacionados con las supersticiones vascas y 14
referentes que integran el apartado dedicado a los animales relacionados con las supersticiones vascas. Además, es posible
detectar la ausencia completa de supersticiones relacionadas con los siguientes apartados: 2. Derecha/Izquierda, 6.
Números, 10. Colores, 14. Piedras y minerales y 15. Desechos orgánicos. Evidentemente, en algunos casos enumerados,
sorprende la ausencia de supersticiones documentadas, aunque conviene recordar que no todo el mundo comparte las
mismas creencias o da la misma importancia a lo que para otros es fundamental e imprescindible.

La misma impresión de extrañeza resulta del análisis de la tabla relativa a los referentes supersticiosos documentados por
los informantes de Extremadura:

Los 40 referentes supersticiosos extremeños se reparten de manera que animales (apartado 4) y objetos (apartado 1) siguen
manteniendo su lugar privilegiado en la relación de los elementos que con más frecuencia aparecen en las supersticiones de
esa zona de España. Sin embargo, al reducirse el número de referentes en la lengua, mengua inevitablemente el número de
entradas por apartado. En este caso concreto hablamos de 10 animales y 9 objetos asociados a una o más supersticiones. Al
subrayar una vez más la exigüidad de las entradas en este capítulo, no podemos dejar de mencionar un dato importante: 17.
Matrimonio, 18. Medicinas y remedios y 19. Sueños se pueden considerar los apartados más desarrollados.
(1) 1.1.Aguja 1.2 Alfiler (o imperdible) 1.3. Anillo 1.4. Bolso 1.5. Botella 1.6. Botóón 1.7. Broche 1.8. Calcetíín 1.9. Cama 1.10. Campana
1.11. Candelero (Candeeiro) 1.12. Cartera 1.13. Casa 1.14. Cencerro o esquila 1.15. Cigarro y cigarrillo 1.16. Clavo 1.17. Coche 1.18.
Cuadro 1.19. Cubiertos 1.19.1. Cuchara y cucharilla 1.19.2. Cuchillo 1.19.3. Tenedor 1.20. Cuerno 1.21. Dedal 1.22. Escalera 1.23. Escoba
1.24. Espejo 1.25. Figa 1.26. Gorro o sombrero 1.27. Herradura 1.28. Hierro 1.29. Hilo 1.30. Joya 1.31. Llave y cerradura 1.32. Marco de
fotos 1.33. Mesa 1.34. Moneda y dinero 1.35. Móóvil 1.36. Olla o cazuela 1.37. Paññuelo 1.38. Paraguas 1.39. Peine 1.40. Perla 1.41. Pipa
1.42. Plato 1.43. Puerta 1.44. Pulsera 1.45. Reloj 1.46. Taza 1.47. Tijeras 1.48. Toalla 1.49. Torre 1.50. Vaso 1.51. Vela 1.52. Ventana 1.53.
Vestimenta 1.54. Zapato 1.55. Otros objetos. volver
(2) 1.55.1. Armario 1.55.2. Cabeza o figura deforme 1.55.3. Columna 1.55.4. Cremallerie 1.55.5. Cruz 1.55.6. Cubo 1.55.7. Fuente 1.55.8.
Hueso 1.55.9. Jabóón 1.55.10. Libreta universitaria 1.55.11. Libro 1.55.12. Tríípode. volver
(3) 2.1. Ceja 2.2. Mano 2.3. Ojo 2.4. Oreja y oíído 2.5. Pie 2.6. Otros. volver
(4) 3.1. Cabeza3.2. Codo 3.3. Diente 3.4. Joroba 3.5. Labio 3.6. Lengua 3.7. Mano 3.8. Nariz 3.9. Ojo 3.10. Oreja 3.11. Pestañña 3.12. Pelo o
cabello 3.13. Pie 3.14. Piel (lunar y verruga) 3.15. Pierna (cojera) 3.16. Trasero 3.17. Uñña 3.18. Vientre 3.19. Sonidos producidos por el
cuerpo 3.19.1. Bostezo 3.19.2. Estornudo 3.19.3. Hipo 3.20. Otras partes del cuerpo. volver
(5) ««Se dice de las aves que tienen los tarsos muy largos y desprovistos de plumas; p. ej., la cigüeñña y la grulla»» (DRAE). volver
(6) ««2. adj. Zool. Se dice de las aves de costumbres terrestres y aspecto compacto, con patas robustas, que usan para escarbar en el suelo, y
pico corto ligeramente curvado. Las alas son cortas y el vuelo, aunque ráápido, suele ser poco sostenido. Generalmente presentan carúúnculas
faciales coloreadas; p. ej., la gallina, la perdiz y el faisáán»» (DRAE). volver
(7) ««2. adj. Zool. Se dice de las aves que se caracterizan por tener tres dedos dirigidos hacia delante y uno hacia atráás, para poder asirse con
facilidad a las ramas, aunque hay especies terríícolas»» (DRAE). volver
(8) 4.1. Abeja 4.2. Abejóón 4.3. Alacráán 4.4. Arañña 4.5. Ave o páájaro 4.5.1. Páájaro carpintero 4.6. Búúho 4.7. Burro y burra 4.8. Caballo
4.9. Caracol 4.10. Cerdo 4.11. Ciervo volante (Escornabois) 4.12. Cigüeñña 4.13. Colibríí 4.14. Comadreja 4.15. Conejo 4.16. Corneja 4.17.
Cuco 4.18. Cuervo y grajo 4.19. Culebra, serpiente, vííbora y tara 4.20. Elefante 4.21. Escarabajo 4.22. Gallina 4.23. Gallo 4.24. Gato 4.25.
Gaviota 4.26. Golondrina 4.27. Grillo 4.28. Grulla 4.29. Hormiga 4.30. Lagarto, lagartija, salamandra y salamanquesa 4.31. Lechuza 4.32.
Lobo 4.33. Mariposa 4.34. Mariquita 4.35. Mosca y mosquito 4.36. Oveja 4.37. Paloma 4.38. Pavo 4.39. Perro 4.40. Piojo 4.41. Polilla 4.42.
Pulpo 4.43. Ratóón y rata 4.44. Sapo y rana 4.45. Urraca 4.46. Vaca y toro 4.47. Venado 4.48. Otros animales. volver
(9) 5.1. Flores y plantas 5.1.1. Albahaca 5.1.2. Apio 5.1.3. Azahar 5.1.4. Cardo 5.1.5. Clavel 5.1.6. Helecho 5.1.7. Hinojo 5.1.8. Hortensia
5.1.9. Laurel 5.1.10. Lirio de los valles 5.1.11. Margarita 5.1.12. Muéérdago 5.1.13. Palma 5.1.14. Perejil 5.1.15. Ramo de flores 5.1.16.
Romero 5.1.17. Rosa 5.1.18. Ruda 5.1.19. Sáábila 5.1.20. Semilla 5.1.21. Tréébol 5.1.22. Trigo 5.1.23. Otras plantas o flores. volver
(10) 5.2. Árboles 5.2.1. Eucalipto 5.2.2. Higuera 5.2.3. Madera 5.2.4. Nogal 5.2.5. Pino mayo 5.2.6. Sauce 5.2.7. Otros árboles. volver
(11) 6.1. Uno 6.2. Dos 6.3. Tres (Tercero) 6.4. Cuatro 6.5. Siete 6.6. Trece 6.7. Diecisiete 6.8. Cifras exactas 6.9. Pares/Impares 6.10. Otros
núúmeros. volver
(12) 7.1. Díías. 7.2. Lunes. 7.3. Martes. 7.4. Miéércoles. 7.5. Jueves. 7.6. Viernes. 7.7. Sáábado. 7.8. Domingo. volver
(13) 8.1. Meses. 8.2. Enero. 8.3. Febrero. 8.4. Marzo. 8.5. Abril. 8.6. Mayo. 8.7. Julio. 8.8. Agosto. 8.9. Octubre. 8.10. Noviembre. 8.11.
Diciembre. 8.12. Otros. 8.12.1. Junio. 8.12.2. Septiembre. volver
(14) 9.1. Arco iris. 9.2. Granizo. 9.3. Lluvia. 9.4. Nieve. 9.5. Tormenta y tempestad. 9.6. Viento. 9.7. Otros fenóómenos atmosfééricos.
volver

(15) 10.1. Amarillo. 10.2. Azul. 10.3. Blanco. 10.4. Morado. 10.5. Negro. 10.6. Rojo. 10.7. Verde. volver
(16) 11.1. Aceite 11.2. Aceituna 11.3. Agua 11.4. Aguardiente y queimada 11.5. Ajo 11.6. Arroz 11.7. Azúúcar 11.8. Caféé 11.9. Carne 11.10.
Castañña 11.11. Cebolla 11.12. Cerveza 11.13. Chocolate 11.14. Garbanzo 11.15. Huevo 11.16. Lenteja 11.17. Limóón 11.18. Manzana
11.19. Miel 11.20. Naranja 11.21. Pan 11.22. Pimienta 11.23. Raya 11.24. Sal 11.25. Uva 11.26. Vino 11.27. Otros alimentos y bebidas.
volver
(17) 12.1. Cielo. 12.2. Estrella. 12.3. Luna. 12.4. Sol. volver
(18) 13.1. Candelaria 13.2. Corpus Christi 13.3. Cuaresma 13.4. Díía de los difuntos 13.5. Epifaníía y Reyes 13.6. Navidad 13.7. Nochebuena
13.8. Nochevieja y Añño nuevo 13.9. San Andréés 13.10. San Antóón (San Antonio Abad) 13.11. San Antonio de Padua (13 de junio) 13.12.
San Blas 13.13. San Juan 13.14. San Nicoláás 13.15. San Pancracio 13.16. Santa Lucíía 13.17. Semana Santa 13.18. Virgen de la Natividad
13.19. Otras festividades. volver
(19) 14.1. ÁÁmbar. 14.2. Otras piedras y minerales. 14.2.1. ÁÁgata 14.2.2. Agua marina 14.2.3. Carbóón 14.2.4.Coral 14.2.5. Cristal
14.2.6. Esmeralda 14.2.7. Granate 14.2.8. Jaspe 14.2.9. Jaspe rojo 14.2.10. Rubíí 14.2.11. Turquesa. volver
(20) 15.1. Heces. 15.2. Orines. volver
(21) 16.1. Embarazo. 16.2. Fertilidad. 16.3. Menstruacióón. 16.4. Otras supersticiones relacionadas con la mujer. 16.4.1. La puéérpera. volver
(22) 17.1. Matrimonio. 17.2. Noviazgo y boda. volver
(23) 20.1. Nacimiento. 20.2. Muerte. volver
(24) 21.1. Celebracióón. 2.1.2. Humo y fuego. 21.3. Juego. 21.4. Otras. volver
(25) 22.1. Frases para desear suerte. 22.2. Signos para propiciar la buena suerte. 22.3. Frases o expresiones para ahuyentar la mala suerte o
los malos espííritus. 22.4. Maldiciones y amenazas. 22.5. Otros signos lingüüíísticos. volver
Julia SEVILLA MUÑOZ
Universidad Complutense de Madrid (España)
sevilla@filol.ucm.es

El material etnográáfico recopilado se encuentra sistematizado segúún un criterio geográáfico para los capíítulos,
referencial para los apartados y un criterio alfabéético para los subapartados. Veintitréés apartados y numerosos
subapartados han dando cabida a los numerosos referentes existentes en dicho material. Incluso ha habido que aññadir en
casi todos los capíítulos el apartado ««otros»» para los referentes presentes sóólo en una de las zonas geográáficas
estudiadas.

Los capíítulos con máás subapartados corresponden a los objetos, los animales, los alimentos y la bebida.

Esta abrumadora variedad referencial contrasta con el reducido núúmero de temas que aflora del mencionado material, pues
nos encontramos con un grupo ciertamente pequeñño. ¿¿Cuááles son estos temas? La mala y la buena suerte, la muerte, la
vida, la salud, el dinero, el trabajo, el amor, la amistad, la descendencia.

Preocupa muchíísimo la mala suerte, por lo que hay que hacer todo lo posible por alejarse de la mala suerte y de todo lo que
pueda provocarla, ya sean objetos, animales, comportamientos humanos, seres humanos,... Para ello, el ser humano se
rodea de amuletos y objetos con propiedades protectoras o portadores de la buena suerte, como la figa en Galicia o la
herradura en muchos paííses, ya sea para proteger la casa, a nuestros familiares o amigos.

No resulta tan fáácil encontrarse con la buena suerte. Por eso, hay que estar preparado para atraparla cuando aparezca. El
refranero ya nos avisa de que no resulta fáácil que se produzca la ocasióón propicia para ser afortunado: A la ocasióón la
pintan calva.

El recorrido por los principales temas que afloran en el material recopilado en las distintas zonas geográáficas estudiadas,
deja a la luz sus diferencias o semejanzas. Existe un grupo de supersticiones y creencias de caráácter general, e incluso
universal, pues estáán presentes en casi todos los paííses. Frente a ellas, hay otras de caráácter local que permiten descubrir
la riqueza cultural de cada paíís.

Predomina en todos los paííses las supersticiones sobre la mala suerte, lo que la provoca, lo que se debe hacer para alejarla.

Las desgracias que azotan al ser humano han originado numerosas supersticiones que tratan de explicarlas con la existencia
de la mala suerte. Por eso, debe estar atento a todo lo que pueda provocarla, muy atento porque son bastantes cosas las que
no puede hacer o los signos que indican la proximidad de la mala suerte o la posibilidad de alejarla de su vida. Existen
actos y signos coincidentes y diferentes entre las zonas geográáficas donde se ha realizado la labor de campo.

Resulta ciertamente sorprendente el elevado núúmero de supersticiones y creencias comunes en los distintos paííses
estudiados. Algunas estáán consideradas cláásicas, como pasar por debajo de una escalera, derramarse la sal, abrir un
paraguas en un lugar cerrado o ver un gato negro. Algunas parecen propias del mundo mediterrááneo como derramarse el
aceite y otras nacen en un lugar concreto y se extienden por los paííses vecinos como vestir de amarillo. Las relacionamos a
continuacióón

Pasar debajo de una escalera (Castilla, Galicia, Francia, Alsacia, Italia, Cerdeñña, Portugal, Bulgaria, Venezuela,
Mééxico, Brasil).
Derramarse la sal (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Extremadura, Francia, Alsacia, Italia, Bulgaria, Venezuela, Mééxico,
Brasil).
Levantarse con el pie izquierdo (Castilla, Galicia, Francia, Alsacia, Italia, Cerdeñña, Venezuela, Mééxico, Brasil).
Cruzar los brazos con los de los demáás al estrechar manos o al brindar (Alsacia, Italia)
Ver un gato negro, cruzarse con un gato negro (Castilla, Paíís Vasco, Francia, Alsacia, Italia, Cerdeñña, Bulgaria,
Polonia, Ucrania, Venezuela, Mééxico, Brasil) o ver un gato negro debajo de una escalera (Paíís Vasco).
Romperse un espejo anuncia una gran desgracia (Paíís Vasco, Alsacia), incluso trae siete añños de mala suerte (Castilla,
Galicia, Francia, Italia, Cerdeñña, Portugal, Polonia, Venezuela, Mééxico, Brasil) o de amor desgraciado tantos añños
como fragmentos haya (Bulgaria).
El núúmero trece (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Extremadura, Francia, Alsacia, Bulgaria, Portugal, Venezuela, Mééxico,
Brasil), el viernes trece (Alsacia, Francia, Bulgaria, Brasil, Mééxico, Polonia, Portugal), el martes trece (Españña,
Venezuela, Mééxico), sentarse trece en una mesa (Alsacia, Italia, Cerdeñña, Portugal).
Sentarse en la esquina de una mesa (Italia, Cerdeñña, Portugal)
Abrir el paraguas en un lugar cerrado (Castilla, Galicia, Extremadura, Francia, Alsacia, Italia, Cerdeñña, Portugal,
Bulgaria, Venezuela, Mééxico) o entrar en casa con el paraguas abierto (Polonia).
Poner el pan al revéés en la mesa (Castilla, Galicia, Paíís Vasco Francia, Alsacia, Italia, Bulgaria, Ucrania, Venezuela).
Encender varios cigarrillos con la misma cerilla (Castilla, Galicia, Francia, Italia).
Apagar una vela antes de que se consuma soplando (Galicia, Paíís Vasco, Italia), hay que hacerlo con los dedos mojados
(Paíís Vasco, Italia).
Dejar unas tijeras abiertas (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Francia, Italia, Bulgaria, Venezuela).
Vestir de amarillo (Castilla) en el caso de los actores (Francia, Italia) o los niñños porque se ponen amarillos
(Venezuela). En Brasil el color amarillo trae buena suerte porque es el color de oro; por eso, la gente se viste de amarillo
o blanco para recibir el nuevo añño.
Recibir perlas (Castilla, Galicia, Italia, Polonia, Brasil) o paññuelos (Italia, Portugal) como regalo.
Regalar cuchillos sin recibir una moneda a cambio (Italia, Cerdeñña, Alsacia, Portugal).
Cruzar los cubiertos (Cerdeñña, Portugal).
Dejar las llaves sobre la mesa (Italia, Polonia).
Derramarse el aceite (Castilla, Galicia, Italia).
Brindar con agua (Castilla, Galicia, Italia, Alsacia).
Pedir sal a la vecina (Castilla, Italia).
Celebrar algo antes de haberlo conseguido (Castilla, Italia, Alsacia).
Las araññas negras (Galicia, Paíís Vasco) o pisar una arañña (Alsacia).

Son bastantes los actos o signos relativos a la mala suerte que singularizan las zonas geográáficas estudiadas. Incluimos a
continuacióón una seleccióón.

Caerse la carterilla de los alfileres, poner ropa encima de la cama, ver a un cojo o un pelirrojo, estar con una persona gafe,
derramarse caféé en la mesa, contar las estrellas, hablar mal de un difunto, orinarse encima un perro,.

Pincharse con aguja al meter la mano en el costurero, no apagar un cigarrillo, apagar un cigarrillo con el pie, tener una mesa
coja, llevar un paraguas en un barco, matar una abeja, encontrarse un perro sin rabo o de color negro, acercarse a un sapo o
tocarlo, realizar labores del campo los díías con ««r»», dar la sal en la mano, encender un cigarrillo con una vela porque se
pone en peligro la vida de un marinero.

Encender una vela negra.

Jugar haciendo girar los cuchillos en la mesa, girar el paraguas sobre su eje, matar una golondrina, tirar o pisar pan.

Encontrarse una mujer el uno de enero, pisar de casualidad a alguien, pasar entre dos higueras.

Perder la alianza o quitáársela; soññar con un bolso negro; romper el hilo tres veces cuando uno cose; regalar claveles a un
actor; que un marido regale flores amarillas a su mujer; recibir un regalo (flores, ropa,……) de color amarillo; trasplantar
perejil; trabajar un domingo; cazar el 2 de noviembre; derramar vino o gastarlo inúútilmente; no visitar a los difuntos el díía
de Todos los Santos; hacer ««hervir»» la colada el viernes santo; no respetar el ayuno de Cuaresma; las mujeres en los
barcos; reíírse en la mesa; la mano izquierda; se dice que las personas estéériles estáán malditas; pasarse la sal de mano en
mano; pasar un anillo de mano en mano.

Regalar una aguja, dejar una percha en la cama, regalar zapatos a la pareja, poner los zapatos en forma de cruz, no pasar
entre dos columnas si se quiere aprobar un examen.
Regalar una cartera, sujetar la cuchara con la mano izquierda, llevar encima o tener al lado un objeto puntiagudo, si la cera
cae por un lado de la vela, cruzar los zapatos, echar una bebida en un vaso con la mano izquierda.

Regalar un gato negro trae mala suerte a la persona que lo reciba, matar un gato o un grillo

Tropezar con uno de los peldañños de una escalera.

Tener caracoles en casa, que los novios vayan a la iglesia en el coche familiar, recoger un peine en la calle, regalar un peine,
echar al vaso vacíío agua hirviendo, cortarse el pelo uno mismo.

Volver a casa a por algo una vez que se ha salido, cruzarse con alguien que lleve un cubo vacíío, comprar algo para un
bebéé antes de que nazca, que la novia mire hacia atráás el díía de su boda.

Caerse un cuchillo de casualidad y quedar con el filo hacia arriba. Sentarse en la puerta principal de una casa.

Tener una gallina negra. Haber mujeres en una corrida de toros.

Enrollarse los calcetines formando una bola ralentiza los negocios o la vida en general.

Para protegerse de estos signos portadores de la mala suerte o de los actos que la provocan, existe la posibilidad de realizar
alguna prááctica, como tocar madera (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Francia) o hierro (Italia), al tiempo que se dice
respectivamente: ¡¡Toquemos madera! ¡¡Tocchiamo ferro! Asimismo, se cruzan los dedos y se dice: ¡¡Crucemos los dedos!
(Castilla, Galicia, Italia, Bulgaria).

Otra prááctica muy generalizada consiste en echarse un poco de sal por encima del hombro cuando se derrama en la mesa.
Barrer hacia fuera tambiéén aleja la mala suerte (Castilla, Italia, Mééxico), pero no se ha de hacer por la noche porque deja
desprotegida la casa (Castilla, Galicia, Extremadura, Francia, Mééxico, Brasil).

Estáá muy extendido por Españña decir ¡¡Lagarto, lagarto! para ahuyentar cualquier desgracia o peligro.

Si se debe abrir un paraguas en un lugar cerrado, se puede evitar la posible desgracia abriééndolo inclinado (Castilla).

En Galicia se echan de casa las araññas grandes y negras para expulsar la mala suerte.

En el caso de Bulgaria, Ucrania e Italia existen varias creencias para contrarrestar la mala influencia de un gato negro:

escupir tres veces por encima del hombro izquierdo (Bulgaria);


girar tres veces alrededor del hombro izquierdo (Bulgaria);
escupir de modo que la trayectoria de la saliva cruce el camino del gato (Bulgaria);
esperar a que alguien se lo cruce antes (Italia, Ucrania);
coger un botóón (Ucrania);
cambiar de ruta o retroceder (Italia).

Para alejar la mala suerte cuando se derramar sal en la sal hay que tirar sal (Castilla) o pimienta (Portugal) hacia atráás, por
encima de la espalda. Los polacos son máás atentos todavíía: se echa una pizca de sal con la mano derecha por encima del
hombro izquierdo (Polonia). Para los ucranianos, derramar sal en la mesa presagia una discusióón familiar. Para evitarla,
hay que dibujar una cruz en el centro de la sal derramada.

Se puede barrer por la noche siempre que se espere al díía siguiente para echar fuera el polvo (Galicia). En Francia, se echa
sal en el fuego de la chimenea para conjurar la mala suerte. En Italia, se lleva un amuleto en forma de cuerno rojo. En
Venezuela, se cambia de escoba al cambiar de casa.
Algunos signos o actos pueden son ambivalentes, como el canto del cuco, negativo en Bulgaria y Galicia (si se escucha en
ayunas) o positivo en el Paíís Vasco porque trae dinero.

El gato negro puede ser portador de buena o mala suerte en Castilla, en el Paíís Vasco y en Venezuela. El núúmero puede
ser bueno o malo en Castilla, Francia o Italia.
Matar una arañña es signo de mal augurio en Castilla y Bulgaria. En cambio, es buen augurio en Francia. Asimismo,
encontrar un alfiler, no es bueno en Españña y síí lo es en Italia.
Algunos comportamientos o acontecimientos pueden acarrear buena o mala suerte, como abrocharse de forma incorrecta la
camisa o la chaqueta (Castilla, Galicia), la lluvia el díía de la boda.
En Alsacia el viernes 13 siempre ha sido un signo de mal augurio, pero recientemente ha surgido una moda que invierte
esta creencia e invita a la gente a jugar a la loteríía este díía; romper un vaso, traer buena o mala suerte segúún sea el
material del que estáá hecho; la arañña puede ser portadora de buena o mala suerte segúún la hora del díía; el díía de la
semana (viernes es un díía aciago; el sáábado, no); algo que se produce tres veces, puede ser bueno o malo.

Existen tambiéén objetos o hechos portadores de la buena suerte que pueden contrarrestar la posible mala suerte, por lo que
se debe procurar tenerlos cerca o estar atentos o estar pendientes de las situaciones que puedan traer fortuna.

Encontrar una herradura (Paíís Vasco, Alsacia, Bulgaria, Cerdeñña, Polonia, Portugal, Ucrania; si los agujeros son
impares, mejor, Castilla, Italia; si los agujeros son siete, mejor, Galicia).
Encontrar un tréébol de cuatro hojas (Castilla, Italia, Cerdeñña, Alsacia, Portugal, Bulgaria, Polonia).
Levantarse con el pie derecho (Castilla, Galicia, Francia, Italia, Cerdeñña, Polonia, Venezuela, Brasil).
Derramarse el vino (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Extremadura, Italia, Portugal, Bulgaria) o el champáán (Castilla,
Italia).
Excremento de un páájaro en una prenda (Castilla, Italia, Cerdeñña, Polonia, Ucrania, Venezuela).
Llevar un colgante de áámbar (Castilla, Galicia).
Llevar una pata de conejo (Castilla, Galicia, Alsacia, Portugal, Polonia, Mééxico).
Pasar la mano por la joroba de alguien (Castilla, Galicia, Francia, Venezuela); dar agua a un jorobado y tocarle la joroba
(Francia, Alsacia, Portugal, Polonia) hasta tres veces (Cerdeñña).
Pisar sin darse cuenta heces (Castilla, Italia, Cerdeñña, Polonia, Ucrania) de perro (Galicia).
La presencia de grillos en la casa o cerca de ella (Castilla, Italia, Polonia, Venezuela).
Posarse una mariquita en la mano (Castilla, Italia) o verla (Alsacia).
El núúmero siete (Castilla, Galicia, Alsacia, Portugal).
El núúmero tres (Galicia, Italia).
El núúmero trece (Italia, Cerdeñña)
Ver golondrinas (Castilla, Extremadura).
Encontrarse con un caballo blanco (Francia, Alsacia, Italia, Polonia).

Encontrar una aguja, recibir como regalo un alfiler de la novia, encontrar un botóón de cuatro agujeros, empezar el añño
con el pie derecho, encontrarse un jorobado, ser una persona con suerte (tener buena estrella), tener lunares en un lugar
concreto, recibir como regalo un muññeco con forma de búúho o un elefante con la trompa hacia arriba, tener nidos de
golondrina en la fachada de la casa, encontrarse una hoja de laurel en la comida, llevar un ramito de azahar la novia, tener
granos de helecho, el núúmero siete, núúmeros impares, el núúmero quince, el díía jueves, encontrar un huevo con dos
yemas, ver entrar o salir la novia de la iglesia, soññar con un huevo.

Perder un botóón, matar un abejóón.

Ver araññas de color claro.

Encender una vela amarilla y dejarla encendida durante un examen o hecho importante.
Poner la cola de un lagarto en el zapato daráá suerte en el juego.

Cuando se concluye la mudanza a una nueva casa, se suele invitar a una comida a las personas que han ayudado porque trae
buena suerte; pisar excrementos con el pie izquierdo; comprar o regalar lirio de los valles (muguet) el díía 1 de mayo.

Llevar un anillo con la fecha de nacimiento, encontrar un clavo en la calle.

Derramar caféé o aceite en la mesa o en el suelo, tener un lunar en el ojo, llevar colgantes de coral.

Ver una mariposa, estrenar bragas blancas o azules en Nochevieja.

Romper un plato de casualidad.

Ver la luna llena, poner muéérdago debajo del mantel en Nochebuena, tirar dinero a los novios que salen de la iglesia.

Que se rompa un plato.

La direccióón en la que cae el mango del cuchillo apunta por dóónde vendráá la buena suerte.

Llevar una pata de venado.

La entrada en casa de un colibríí.

Pocas supersticiones aluden a lo que provocan la muerte, en ocasiones casi inmediata, como la picadura de un alacráán
(Castilla, Galicia), la mordedura de una vííbora (Galicia), romperse un espejo (Castilla, Italia), matar una abeja (Castilla),
abrir un paraguas en un lugar cerrado (Castilla), comer chocolate antes de baññarse (Galicia), estar en la corriente
provocada por dos ventanas (Extremadura), tocar la saliva de los sapos (Extremadura). Lo que si hay son muchos anuncios
de una muerte cercana:

El grito del búúho (Castilla; Galicia, Francia, Italia, Mééxico) o el búúho en la chimenea (Bulgaria).
El grito de la lechuza (Galicia, Extremadura, Francia, Italia, Cerdeñña, Bulgaria, Polonia) o el cuco (Bulgaria).
Cuando la gallina canta como un gallo (Castilla, Extremadura, Paíís Vasco, Bulgaria, Polonia, Ucrania).
El canto del pavo real (Polonia).
El canto del gallo a medianoche (Castilla), por la noche (Paíís Vasco) o a deshora (Italia).
La mordedura de una comadreja (Galicia).
El revoloteo de las moscas en la habitacióón de un enfermo o la entrada de una mosca grande en la habitacióón
(Castilla).
Los aullidos prolongados y lastimeros del perro (Castilla, Galicia, Paíís Vasco, Italia, Cerdeñña, Bulgaria, Polonia).
La obtencióón del peso exacto (Castilla).
Soññar con dientes (Castilla, Alsacia, Cerdeñña, Brasil, Portugal), con un muerto (Castilla), con carne o un piojo
(Brasil).
El revoloteo por una casa de una urraca (Galicia).
Un determinado taññido de las campanas (Galicia).
La detencióón brusca de un caballo delante de un caballo con signos de páánico (Francia).
Quedarse dormido sobre la mesa (Brasil).
El que pase por delante una culebra (Mééxico).

Otros hechos dignos de mencióón son los siguientes:

Nunca hay que encender tres cigarrillos con la misma llama, porque el tercer fumador moriráá (Castilla, Francia, Italia).
Si se enciende un cigarrillo a la llama de una vela, un marinero se muere (Alsacia).
No se puede ser trece en una mesa (Francia, Italia, Venezuela), porque el núúmero trece moriráá (Francia).
Un bebéé moriráá si se pasa por encima de una mesa (Francia).
Al acabar una botella de vino, se dice que la persona que termina la botella se casaráá o moriráá ahorcada antes de que
acabe el añño (Alsacia).
Si las ratas o los ratones roen la cama, la persona que duerme en esa cama va a morir pronto (Polonia).
Si de repente se para el reloj de la casa, uno de sus habitantes moriráá de forma repentina (Polonia).

Los animales estáán muy presentes en este apartado porque se considera que presienten la muerte. No hace mucho se dio la
noticia de que en un centro méédico castellano hay un gato que llega a la habitacióón del enfermo unas horas antes de su
fallecimiento. Este margen de tiempo permite al personal sanitario avisar a la familia del próóximo fallecimiento y darles
tiempo para que se despidan del ser querido.

Un aspecto que inquieta al ser humano es la presencia de espííritus, sobre todo en la casa. Muchas supersticiones aluden a
la forma de facilita su marcha de la casa o la forma de impedir que entren:

Cuando un ser querido fallece, se cubren los espejos (Italia, Bulgaria) se da la vuelta a los espejos (Castilla,
Extremadura) para que el espííritu del fallecido no vea su imagen reflejada (Galicia) y pueda abandonar la casa
(Extremadura).
Se enciende un fuego y se mantiene encendido durante todo el velatorio para ayudar al fallecido a liberarse de su espacio
(Galicia).
Se debe cerrar los ojos del muerto para que no permanezca en el mundo de los vivos (Castilla, Italia) y encender
lamparillas para alumbrar su camino al otro mundo (Castilla).
Despuéés de haber sacado al difunto de la casa, hay que hincar un clavo en el lugar donde estaba el ataúúd para que no
se convierta en vampiro (Bulgaria).
Se pone una herradura en la puerta principal (Castilla, Galicia, Italia), detráás de ella (Extremadura, Mééxico) o en la
viga maestra o en el áárbol de Navidad (Paíís Vasco). En Mééxico se pone la herradura detráás de la puerta de un
comercio para que prospere y protegerlo de las malas vibraciones. Hay amuletos de herraduras (Italia, Paíís Vasco). En
el Paíís Vasco se pone en la puerta una ramita de fresno el díía de San Juan para proteger la casa. En Venezuela se
colocan núúmeros impares de elefantes de espaldas a la puerta principal.
No se vive cerca de un cementerio (Castilla, Italia).
No se duerme en la cama de un muerto (Castilla).
Despuéés de morir alguien en una casa, debe hacerse un cambio, mover un mueble, por ejemplo, para impedir que la
mala suerte se quede en la casa (Portugal).

Se debe procurar cerrar las posibles entradas de la casa a la muerte. Por eso, la cama no debe estar con los pies hacia la
puerta principal (Castilla, Galicia, Italia, Portugal, Polonia). En definitiva, hay que tratar de establecer barreras entre los dos
mundos y evitar la presencia de los malos espííritus. En Galicia se ahuyentan llevando un colgante de escornabois (ciervo
volante) o poniendo la escoba al revéés. En tierras gallegas, no sóólo hay que protegerse de los espííritus sino tambiéén de
las brujas (las meigas) o del diablo. Asíí, cuando se cocina un huevo, hay que destrozar por completo la cááscara para que
el diablo no entre en casa por algúún hueco. El humo del fuego hecho con laurel ayuda a librarse tanto de las brujas como
del mal de ojo (Galicia). En Francia, llevar sal protege de las brujas en Francia y las telaraññas en las cuadras protegen los
animales de los hechizos. Por otra parte, no hay que apoyar una escoba en una cama porque las brujas se llevaráán a quien
duerme en esa cama.

Gozar de una larga vida constituye uno de los principales deseos del ser humano, lo que se refleja en las supersticiones.
Hay signos que anuncian una larga vida, como el abrazo de un muerto durante un sueñño (Castilla).

En la niññez se realizan ceremonias y actos para que queden exentos de todo mal, como la tradicióón del Colacho en
Castrillo de Murcia (Burgos). Asimismo, a lo largo de la vida, hay que cuidarse con todo tipo de remedios. La medicina
popular recurre no sóólo a los beneficios de eficaces plantas para curar las enfermedades sino tambiéén a supersticiones
para eliminar las verrugas, las lombrices, las hernias, etc. Algunas práácticas son muy curiosas, como la de comer lagarto,
porque cura de una enfermedad dermatolóógica (Francia).
La disposicióón de la cama es determinante tanto para tener un buen estado de salud como para engendrar varones
(Castilla). El nacimiento de niñños era importante en una sociedad rural en la que hacíía falta mucha mano de obra para
realizar las actividades agropecuarias. Tambiéén debíían crecer sanos, por lo que no se les debíía retorcer ni tirar de la nariz
(Castilla). En Galicia, se impide que pasen por debajo de la mesa o salten por la ventana; se mejora su memoria dáándoles
los huevos de las gallinas máás jóóvenes.

La caíída de los dientes de leche constituye un hecho relevante en la vida de un niñño y anuncia la llegada de un nuevo
hermano (Galicia).

Para quedarse embarazada, la mujer debe baññarse en una determinada playa la noche de San Juan y recibir nueve olas en
la barriga (Galicia). Puede desear no quedarse embarazada, en tal caso la mujer no debe ponerse pantalones (Extremadura).

Para adivinar el sexo del bebéé se fijaban en la forma del vientre (Extremadura, Italia), en el azar (si la futura madre
encontraba una aguja en la calle, seríía una niñña, Italia), o en la belleza de la madre: varóón si embellece; hembra si su
aspecto fíísico se estropea (Extremadura).

La desgracia sigue acompaññando al búúho, pues su canto puede presagiar esterilidad (Francia).

Se buscaba una explicacióón a la manchas en la piel del niñño, como la insatisfaccióón de un antojo de la madre durante el
embarazo (Extremadura, Italia, Castilla) o la ingesta de determinados alimentos (Galicia), lo que ademáás puede provocar
en el niñño un labio leporino (Galicia).

La embarazada debe evitar tocar la carne de la matanza o hacer chorizos, porque los estropea (Galicia). Otro tanto sucede
con la mujer durante la menstruacióón; sus efectos son negativos: corta la mayonesa (Castilla, Galicia, Italia), seca las
plantas (Castilla), malogra las labores agríícolas (Bulgaria). No pueden ir de procesióón ni de romeríía (Mééxico), ni entrar
en la iglesia (Bulgaria).

Los cuidados del pelo o de las pestaññas resultan importantes para hacerlos crecer fuertes y abundantes. Para ello, no hay
que cortarlos en luna menguante (Castilla); sin embargo, síí hay que hacerlo en el Paíís Vasco. En luna creciente, se
cortaráán las pestaññas (Castilla) o el pelo (Paíís Vasco).

Existen presagios de enfermedades. Por ejemplo: si una arañña pasa por encima de la cara de alguien cuando estáá
durmiendo significa que tiene cááncer (Francia).

Antes se recurríía con bastante frecuencia a la medicina popular. La instalacióón de ambulatorios en los pueblos grandes,
asíí como la proliferacióón de la medicina preventiva, de programas de radio y televisióón sobre dieta sana y salud en
general, conlleva una reduccióón de su prááctica, menos visitas al curandero y visitas regulares al méédico de cabecera.
Antes se iba al méédico cuando no quedaba máás remedio. En cambio, ahora quizáá se estéé produciendo lo contrario,
hasta el punto de que se procura mentalizar a la poblacióón para que no vayan al servicio de urgencias si no es necesario.

Hallar el amor, el amor verdadero, constituye el anhelo del ser humano, en especial de la mujer. Por eso, muchas
supersticiones explican cóómo encontrar novio:

Recibir como obsequio un alfiler del traje de la novia o el ramo de novia (Castilla).
Tocar la campana del claustro de la Colegiata de Covarrubias (Burgos, Castilla).
Clavarse alfileres el díía de San Antonio de Padua (Castilla). En Galicia, se pide a San Antonio de Padua novio, pero sin
la costumbre de los alfileres. Los alfileres, como en Castilla, estáán presentes en las bodas y constituye un medio para
saber si la mujer se casaráá pronto. Sin embargo, no se trata de los alfileres del traje de la novia, sino de los que llevan
las propias solteras en su traje durante la boda. Ademáás, han de superar una dificultad: deben evitar que no se les
caigan.

Para acelerar la boda, se cuela caféé en el calcetíín usado del novio (Brasil).
Hay una noche en el añño dedicada al amor, se trata de la noche de San Juan. Es un buen momento para declarar el amor a
la mujer amada mediante el obsequio de rosas (Castilla, Italia). Tambiéén San Juan es la noche máágica en Galicia. Se
encienden las hogueras y la mujer que la salte sin tocarla se casaráá antes de finalizar el añño.

Es una creencia generalizada que el novio no debe ver a la novia vestida para la ceremonia antes de la boda, pues acarrea
desgracias en el matrimonio.

Una vez encontrado el amor, hay que procurar conservarlo. Ya el mismo díía de la boda muchos actos van encaminados a
ese fin:

La novia debe llevar algo azul, algo prestado y algo viejo (Castilla, Italia; una prenda usada por otra novia en Mééxico).
Poner una moneda agujereada el bolsillo camino de la iglesia (Francia).
La novia no debe llevar un collar de perlas (Castilla, Galicia, Italia, Mééxico).
Se echa arroz a los reciéén casados (Castilla, Italia), monedas (Bulgaria).
El novio cruza el umbral de la casa con la novia en brazos (Castilla, Galicia).

Algunos actos pueden impedir el matrimonio: uno de los máás extendidos consiste en barrer los pies a una mujer (Castilla,
Galicia, Extremadura, Italia, Paíís Vasco). En Venezuela, se casaráá con un viejo o le roban su fortuna. En Mééxico, si se
barren los pies a un hombre, se casa con una viuda. Tampoco se casa la joven que se sienta en las esquinas de la mesa
(Italia, Mééxico), abre el paraguas en casa (Brasil) o come la úúltima aceituna en una comida (Paíís Vasco).

La amistad es fáácil de conseguir, el problema reside en conservarla. Por eso, no se debe regalar a las amistades objetos
punzantes (Castilla, Galicia, Francia, Italia, Venezuela) ni paññuelos de bolsillo (Castilla, Galicia, Italia), porque haráá
llorar a quien se los regala. Si se regala algúún objeto punzante, se puede alejar la desgracia pidiendo a cambio una moneda
(Venezuela) sin importar el valor (Italia) o pidiendo que le pinche en un dedo (Francia, Venezuela, Italia).

Las amistades pueden llegar a cansar si se convierten en visitas demasiado largas. La solucióón es muy sencilla: una escoba
colocada al revéés detráás de la puerta de entrada haráá que se vaya enseguida. En Galicia, tambiéén se recurre a la escoba
detráás de la puerta no sóólo para echar a alguien sino tambiéén para evitar que venga. Ademáás, si no se tiene a mano la
escoba, se puede recurrir a derramar sal en la puerta. En Extremadura y Brasil, tambiéén la escoba estáá relacionada con las
visitas: si se cae, anuncia la pronta llegada de una visita. En Bulgaria, una visita no anunciada apareceráá si se pone un
cubierto de máás en la mesa. Si se cae un tenedor o una cuchara, la visita seráá de una mujer (Bulgaria, Brasil); en el caso
de un cuchillo, se trataráá de un hombre.

La salud, el amor y la amistad son temas que preocupan al ser humano, pero no los úúnicos, pues estáá el dinero, necesario
para llevar una vida desahogada. Por una parte, hay objetos que ayudan a conseguirlo, como:

Encontrar dinero (Castilla, Galicia, Italia, Brasil. Bulgaria).


Pasar el déécimo de loteríía por la joroba de alguien (Castilla, Galicia) o el vientre de una embarazada (Castilla).
Llevar el dinero el díía en que se ve por primera vez una cigüüeñña el díía de San Blas (Castilla) o cuando se oye el
canto del cuco (Paíís Vasco, Bulgaria) eliminaráá los problemas econóómicos durante todo el añño.
Comprar un déécimo de loteríía acabado en siete (Galicia).
Orinarse encima un perro (Galicia).
Picar las manos (Extremadura, Italia).
Regalar una cartera con algo de dinero dentro (Italia, Venezuela) o llevar siempre una moneda en la propia cartera
(Brasil).
Tejer una arañña la tela de arriba abajo (Francia).
Comer lentejas en al Nochevieja (Italia).
Guardar el dinero de la primera venta del díía en un negocio (Mééxico).

Por otra, no se debe hacer determinados actos para evitar la péérdida del que ya tenemos, como dejar un bolso en el suelo
(Castilla, Galicia, Italia, Bulgaria), en la cama (Galicia, Italia) o cerca de una papelera (Galicia); dejar el cuchillo boca
arriba (Paíís Vasco): vaciar completamente una hucha (Extremadura).

Se puede adivinar si alguien piensa mal de uno por el zumbido de los oíídos (Castilla, Italia) o el picor de las orejas (Paíís
Vasco, Extremadura); si piensa bien o mal por el picor de las manos (Castilla). A veces, se distingue si se trata de la oreja
izquierda o la derecha. Si el cosquilleo estáá en la oreja derecha, se estáá hablando bien (Castilla, Paíís Vasco). Existen
otros medios de saberlo: pincharse con la aguja de la mááquina de coser de forma fortuita significa que alguien estáá
pensando mal (Galicia).

En ocasiones, los pensamientos negativos se manifiestan a travéés del mal de ojo que le ha echado y provoca un sinfíín de
desgracias y molestias. En el Paíís Vasco y en Francia, tocar madera sirve para protegerse de éél. En Galicia, el mal de ojo
(meigallo) estáá mucho máás presente que en otras zonas y hay muchas formas para protegerse, como los amuletos que se
colocan debajo de la cama. Uno de los amuletos máás frecuentes es la mááscara y la figa o mano (Galicia, Brasil). En
Francia, hay que quitar los pelos que quedan en el peine despuéés de haberse peinado.

Por úúltimo, cabe mencionar que ayuda a recordar pensamientos el cambiar el anillo de dedo o hacer un nudo en el
paññuelo (Castilla, Paíís Vasco).
El ser humano pide deseos durante todas las etapas de su vida, como el díía de su cumpleañños apagando las velas de la
tarta (Castilla, Italia, Bulgaria, Brasil, Venezuela) o en cualquier momento tirando una moneda a un pozo o a una fuente
(Castilla, Bulgaria, Venezuela), viendo un hecho poco frecuente como una estrella fugaz (Castilla, Galicia, Italia, Bulgaria),
soplando una pestañña (Castilla, Italia).

El cumplimiento de un deseo lleva implíícito alterar el orden lóógico, como poner un cigarrillo al revéés tras abrir una
cajetilla nueva de cigarrillos (Galicia). En Bulgaria, se pide un deseo con el primer cigarrillo de la cajetilla y se fuma el
úúltimo.

Otros objetos estáán relacionados con la peticióón de un deseo, como la pulsera de hilo que debe llevarse hasta que se
rompa (Galicia).

El tiempo que haráá es un tema de preocupacióón continua para el ser humano. La observacióón diaria de determinados
hechos ha originado un conjunto de predicciones alusivas a la lluvia, al buen o mal tiempo. Bastantes constituyen
pronóósticos infalibles, mientras otros resultan discutibles.

Constituyen presagios de lluvia cercana el vuelo rozando la tierra de determinados páájaros (como la golondrina en
Castilla, Italia, Francia), el vuelo desde el mar hacia la tierra de las gaviotas en Galicia, el canto nocturno del gallo
(Extremadura) o el estornudo del gallo (Brasil), el canto del acauᾶ (Brasil) o de la lechuza por la maññana (Italia), el cerco
de la luna (Castilla, Galicia, Extremadura, Italia), una arañña en la chimenea (Italia).

El comportamiento del gato puede anunciar lluvia si se limpia el hocico con las patas (Extremadura, Paíís Vasco, Italia). El
problema reside en que normalmente el gato se lava el hocico con las patas, pues humedece las patas con la lengua antes de
lavarse la cara.

Dependiendo del momento y de la éépoca, la lluvia es considerada positiva o negativa. Para el díía de la boda, se prefiere
un díía soleado, por lo que se llevan huevos a Santa Calara, tanto en Castilla como en Galicia.

En cuanto al anuncio del buen tiempo, citamos como ejemplo el hecho de que la gaviota estéé en el mar (Galicia).

El arco iris es un fenóómeno atmosféérico considerado positivo porque presagia el buen tiempo en funcióón del momento
del díía en el que aparezca.

Las tormentas provocan temor, en especial, los rayos, por su poder destructor. Se intenta alejarlas o protegerse de ellas
encendiendo velas el Jueves Santo (Castilla), quemando hierbas, como el laurel en el Domingo de Ramos (Galicia); se
echan migas de pan en el balcóón (Italia).

Hemos presentado una seleccióón de supersticiones y creencias agrupadas por temas. Remitimos al lector a la primera parte
para profundizar en el material aportado por los informantes.
Julia SEVILLA MUÑOZ
Universidad Complutense de Madrid (España)
sevilla@filol.ucm.es

Maria Antonella SARDELLI


Università degli Studi di Bari "Aldo Moro" (Italia)
mariasardelli@gmail.com

El material etnográáfico y lingüüíístico sobre supersticiones, creencias, fraseologismos y paremias aportado por decenas de
informantes de dentro y fuera de Españña lleva a varias conclusiones:

Su pervivencia en la sociedad actual, si bien en menor medida que en otros tiempos. Aunque en un principio no se
reconozca, la prááctica de supersticiones y creencias estáá bastante difundida en todas las edades y grupos sociales,
como el Ratoncito Péérez en la niññez, el apagar las velas de la tarta de cumpleañños o el pasar de bajo de una escalera
en todas las edades.
La existencia de cadenas de transmisióón oral de varias generaciones, con saltos generacionales en algunos casos (de
abuelos a nietos). La recogida de material para la elaborar la presenta obra ha llevado a realizar encuestas o entrevistas a
varias generaciones, lo que ha permitido, en algunos casos, remontarnos al siglo XIX y documentar el material en
fuentes escritas del siglo XVI.
La presencia de informantes jóóvenes cuya edad gira en torno a los veinte añños. En un principio se pensaba que sóólo
las personas de mayor edad iban a aceptar convertirse en nuestros informantes. Sin embargo, la realidad ha sido muy
distinta ya que hemos tenido la suerte de trabajar tanto con informantes de edad avanzada como con jóóvenes. Todo ello
ha resultado muy fructíífero para la investigacióón que hemos realizado porque en cierto modo muestran la vigencia de
muchas supersticiones nacidas hace varios siglos.
La rica variedad de referentes en torno a los cuales se ha sistematizado el material agrupado. Por la naturaleza del
material recopilado, ha sido necesario crear un ííndice bastante detallado capaz de englobarlo y facilitar su consulta.
Varios son los criterios utilizados para su estructuracióón: espacial, referencial, alfabéético temáático.
El descubrimiento del caráácter universal en los referentes y los temas de algunas supersticiones y creencias, como ya es
patente en el caso de los fraseologismos y paremias. El estudio del material recopilado nos ha sorprendido gratamente
porque hemos hallado muchos máás elementos comunes entre las supersticiones, creencias, fraseologismos y paremias
de lo que pensáábamos en un principio. A las supersticiones consideradas cláásicas como ver un gato negro, derramarse
la sal, no pasar por debajo de una escalera se unen otras menos conocidas pero no por ello menos universales como la
inconveniencia de barrer los pies a alguien o el peligro que supone la rotura de un espejo.
El hallazgo de peculiaridades en cada una de las zonas geográáficas estudiadas, en cuanto a referentes y temas. Junto
con las supersticiones de caráácter universal conviven otras de caráácter local, como poner la cola de un lagarto en el
zapato daráá suerte en el juego (Francia) o soññar con carne (Brasil).
La eficacia de las téécnicas de investigacióón de etnóólogos como ÁÁngel Carril, Juan Francisco Blanco, Eduardo
Tejero y filóólogos como Joséé Manuel Pedrosa, y M.ªª Teresa Zurdo Ruiz-Ayúúcar. Como anunciáábamos en el
Estudio preliminar, era nuestra intencióón aplicar téécnicas de investigacióón propias de la Etnologíía. Su aplicacióón ha
facilitado llegar a importantes resultados muchos máás de los esperados inicialmente y todos ellos váálidos tanto para la
presente investigacióón como para futuras investigaciones no sóólo por parte nuestra sino tambiéén por parte de
especialistas en distintos campos del saber (docentes, historiadores, filóólogos, etc.).
La obtencióón de resultados interesantes mediante la aplicacióón del méétodo comparado empleado por el Grupo de
Investigacióón UCM 930235 Fraseologíía y paremiologíía (PAREFRAS). El estudio del material recopilado segúún las
pautas del méétodo comparado de este Grupo nos ha llevado a conclusiones parciales sumamente relevantes. Su
comparacióón ha permitido que afloren las semejanzas y las diferencias entre las distintas zonas geográáficas donde se
ha realizado la labor de campo y localizar las posibles mejoras de dicho méétodo de cara a futuras investigaciones de
orden colectivo.
La aplicacióón de un méétodo eficaz para el trabajo en equipo, un equipo heterogééneo por su procedencia geográáfica,
formacióón investigadora y conocimientos lingüüíísticos. La creacióón del grupo de trabajo cuyo objetivo ha sido
elaborar una obra basada sobre todo en fuentes orales ha hecho aflorar una serie de obstááculos de orden teóórico y
metodolóógico que han supuesto un reto para las coordinadoras de esta investigacióón. Superar dichos obstááculos ha
llevado a establecer pautas complementarias para el trabajo en equipo en distintas fases de la confeccióón de la obra y a
revisar algunos aspectos del mencionado méétodo comparado.
La entrega de un material etnográáfico y lingüüíístico novedoso por la combinacióón lingüüíística, el perfil de los
autores, el méétodo comparado empleado, el intento de relacionar supersticiones y creencias con las unidades
lingüüíísticas estables existentes en la sabiduríía popular. En ocasiones la ausencia de refranes supersticiosos aportados
por los informantes o registrados por las fuentes escritas ha dificultado el establecimiento de dicha relacióón, como ha
sucedido con Mééxico y Venezuela.
La comprobacióón del valor etnográáfico de los fraseologismos y las paremias, pues constituyen llaves que permiten
retroceder en el tiempo y reconstruir la sociedad de antañño. En máás de una ocasióón los fraseologismos y las paremias
relacionados con las supersticiones y las creencias han proporcionado la víía para comprender las supersticiones en síí,
su origen y su vigencia.

La ampliacióón del áámbito de estudio a máás paííses en la segunda edicióón ha implicado:

el incremento del núúmero de referentes supersticiosos;


la posibilidad de una comparacióón y cotejo a máás largo espectro, lo cual ha permitido detectar puntos de contacto y
diferencias entre las distintas culturas;
la presencia de un mayor núúmero de variantes supersticiosas, entendiendo por variante supersticiosa la presencia de
laguna variacióón o modificacióón respecto a la versióón máás concurrida de una supersticióón dada.

Como ya se indicaba en la primera edicióón, el núúmero elevado de culturas objeto de estudios, unido a los rasgos propios
de cada cultura, han hecho que se detectara cierta diferencia entre paííses en los que se conserva un núúmero considerable
de fraseologismos y paremias relacionadas con algunas supersticióón (como en el caso de Castilla, Italia, Polonia, etc.)
frente a ensayo que reflejan un uso escaso de elementos idiomááticos y paremiolóógicos (Ucrania, Venezuela, etc.).

Esta investigacióón no estáá en modo alguno cerrada sino que nos ha permitido consolidar una nueva líínea de
investigacióón fundamentada en la etnologíía y la lingüüíística. Esperamos en un futuro no muy lejano presentar un nuevo
proyecto de obra colectiva con el objeto de seguir profundizando en la temáática de esta obra, comprobar la validez de una
serie de méétodos de trabajo y la eficacia de nuestra capacidad para la formacióón de jóóvenes investigadores.
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http://www.vesillia.com.ua/vesillia/svistok-dla-narecheno%BF-abo-ak-ma%BA-vigladati-%AB%B3dealne-
ves%B3lla%BB-zg%B3dno-z-ukra%BFnskimi-zabobonami.html
http://www.lahorra.com/foros/index.htm [La Horra, foro en línea]
http://es.groups.yahoo.com/group/memoria/ [memoria] (consulta en cita)
(1) Se cita por la primera edicióón porque es la que se ha consultado. volver
Anna MIANSARYAN
Universidad Complutense de Madrid (España)
annamiansaryan@yahoo.es

Como se explicóó en el Estudio preliminar, en este apartado vamos a presentar algunos de los textos que consideramos de
interéés para quienes se acerquen al estudio de las supersticiones españñolas. Nuestro objetivo es reseññar no sóólo obras
que nos han servido de base para la elaboracióón de nuestro trabajo, sino tambiéén colecciones que no hemos incluido
directamente en nuestras referencias bibliográáficas por estar centradas en supersticiones de localidades concretas de
Españña, lo que no les resta importancia, al tratarse de los pilares del estudio del folclore en general y de las supersticiones
en particular.

Existe una abundante bibliografíía sobre creencias y supersticiones, principalmente en Españña, en distintos soportes
(informáático o en versióón papel), en diferentes gééneros (diccionarios, ensayos), con caráácter general o local. Como
botóón de muestra de los repertorios con caráácter general que han visto la luz en los úúltimos añños, cabe mencionar el
Diccionario de supersticiones y creencias populares del antropóólogo, de Francisco J. Flores Arroyuelo (Madrid, Alianza
Editorial, 2000) y algunas obras etnográáficas que presentamos a continuacióón.

Para la elaboracióón de las encuestas a los informantes de esta obra colectiva y la sistematizacióón del material recogido el
libro de referencia ha sido la Guíía báásica para la recuperacióón de material etnográáfico de ÁÁngel Carril Ramos y
Juan Francisco Blanco, que reseññamos a continuacióón.

La Guíía báásica para la recuperacióón etnográáfica es una pequeñña joya de sumo interéés para el desarrollo de
cualquier tipo de trabajo de campo. La metodologíía ilustrada y las consideraciones sobre la naturaleza de los informantes y
las distintas formas de acercarse a ellos son fundamentales para el buen ééxito de un trabajo de campo que apunta a la
recogida de material etnográáfico presente en la memoria del pueblo.

En este libro, los autores ofrecen dos modelos de encuestas: 1) una encuesta intensiva, aplicada a un solo informante o a un
solo núúcleo de poblacióón, explotando al mááximo los conocimientos individuales o compartidos por una pequeñña
comunidad; 2) una encuesta extensiva, que abarca un áárea máás amplia, con lo cual se presta a la recogida de un mayor
núúmero de temas y de versiones del mismo tema.

En la segunda parte del volumen, se nos presenta el cuestionario realizado dividido en dieciocho grandes bloques en los que
se recogen los temas fundamentales relacionados con la etnografíía, a saber: ciclo de la vida; calendario festivo, vida social,
usos y costumbres, actividad agríícola y ganadera, transporte y comercio, artesaníía y arte popular (oficios y téécnicas),
magias supersticióón, literatura y múúsica, bailes y danzas, juegos y deportes, arquitectura, indumentaria, alimentacióón,
medicina, veterinaria, el tiempo metodolóógico y cronolóógico, biologíía.

Los mismos autores se basaráán en estas encuestas para la elaboracióón de los tres volúúmenes de la coleccióón ««Archivo
de Tradiciones Salmantinas»» que se reseññan a continuacióón.

Constituye un autééntico tesoro los consejos ofrecidos por ÁÁngel Carril Ramos y Juan Francisco Blanco en su libro. Su
méétodo ha servido de base para la recogida de material etnográáfico relacionado con creencias y supersticiones y para su
posterior organizacióón y catalogacióón en los distintos apartados que integran el ííndice general reproducido en el Estudio
preliminar que abre la obra.

Se trata de una magníífica y exhaustiva recopilacióón por orden alfabéético de los innumerables comportamientos
relacionados con objetos, animales, fechas... que durante siglos han intervenido en la existencia humana y que se siguen
teniendo en la actualidad. La obra se centra en el áámbito de Españña y sus distintas regiones y ha utilizado fuentes escritas.

Tras un primer acercamiento a la definicióón de supersticióón y a la ilustracióón de los distintos planteamientos con los que
se ha acostumbrado a considerar las creencias populares y supersticiosas a lo largo de los siglos, el etnóógrafo nos ofrece
un inmenso abanico de supersticiones que evidencian las múúltiples formas con las que el ser humano amolda el mundo a
sus intereses y a sus necesidades. No todas las creencias relacionadas son de alcance general. Algunas se pueden considerar
práácticamente desconocidas por la inmensa mayoríía del pueblo españñol por proceder de realidades sumamente
pequeññas o por haber caíído en desuso ya hace mucho tiempo.

A pesar de las notas anacróónicas que se pueden encontrar entre sus entradas, este diccionario se puede considerar una
valioso tesoro etnográáfico que nos ayuda a comprender mejor la compleja alma humana en todos sus aspectos máás
misteriosos, un espííritu inquieto que vacila entre las certidumbres establecidas por las progresivas revelaciones cientííficas
y el miedo y la incertidumbre que rodea las esferas de lo míístico.

Segúún comenta el propio autor en la introduccióón, en este volumen ««se entremezclan mundos tan parejos a la par que
opuestos como la religiosidad, la supersticióón, las creencias máágicas, el entorno natural, los antecedentes históóricos,
etc……»» (p. 9), todos elementos que volvemos a encontrar en la inmensa mayoríía de los textos dedicados a la
indagacióón de la prááctica innata de la supersticióón en distintas comunidades y paííses.

El rigor cientíífico del etnóólogo se detecta en la esmerada sistematizacióón del material recogido, dividido en cuatro
grandes apartados: el sistema digestivo, el sistema respiratorio, el sistema circulatorio y el aparato géénito-urinario. Todas
las informaciones detalladas van acompaññadas de los datos relativos a la procedencia geográáfica de los informantes y
responden a una pregunta concreta ratificada por uno o máás encuestados.

Oraciones, conjuros, frases y signos extralingüüíísticos supersticiosos ocupan un lugar importante en este volumen, lo cual
demuestra la interdisciplinar de un campo de trabajo muy complejo, cuya indagacióón daríía resultados insospechados si
llevada a cabo por un grupo heterogééneo de profesionales que lo abordasen desde múúltiples perspectivas, segúún la
especialidad de cada cual.

En una éépoca en la que se intenta dar nuevo auge a las viejas costumbres y recuperar conocimientos que se han
transmitido durante siglos de padre a hijos y que han ido desapareciendo con el traslado del campo a la ciudad, creemos
úútil dar a conocer las Hojas folclóóricas de Lorenzo Gonzáález Iglesias y del Centro de Estudios Salmantinos editados y
estudiados en la apreciable publicacióón dirigida por ÁÁngel Carril Ramos.

Uno de los primeros proyectos del Centro de Estudios Salmantinos ve la luz a travéés de las Hojas folclóóricas, que se
empiezan a publicar a partir del 18 de noviembre de 1951. El material distribuido en las Hojas folclóóricas fue recogido a
travéés de la una peticióón de trabajos originales a diversas personas y entidades de distinta procedencia geográáfica que
respondieron con máás o menos entusiasmo a la circular inicial proponiendo temas relacionados con distintas
manifestaciones del folclore. De este modo, se fraguóó una publicacióón perióódica que abarca distintas temááticas que se
reflejan en los ííndices y subííndices que complementan la edicióón críítica de ÁÁngel Carril.

Estudiando detenidamente el conjunto publicado, se observa que ciertos aspectos de la tradicióón y del folclore son máás
estudiados que menos tratados por eleccióón de los colaboradores, entre otros destacan el ciclo festivo y el calendario
popular presentes en máás de ochenta hojas, ademáás de una veintena de hojas en las que el tema se analiza colateralmente.
Se aprecia tambiéén un núúmero bastante importante de aportaciones relacionadas con el ciclo vital (a saber, nacimiento e
infancia, mocedad y matrimonio) y la tradicióón oral, bajo cuyo nombre se agrupan distintas manifestaciones de la
literatura folclóórica oral y escrita (a saber, romances, leyendas, cuentos, teatros y dramatizaciones, dichos, refranes,
adivinanzas, hablas locales o comarcales, oraciones, etc.).

En total son cuarenta las Hojas folclóóricas dedicadas expresamente a la ilustracióón de creencias y supersticiones. Pero se
encuentran tambiéén contribuciones aisladas que aparecen dentro de una hoja pluritemáática. Entre los temas tratados en las
hojas que integran la primera etapa de esta publicacióón hallamos creencias relacionadas con algunos fenóómenos
atmosfééricos, como las tormentas (Hoja 1, p. 1), el mal de ojo (Hoja 1, p. 4; Hoja 6, p. 24); la medicina popular y
curaciones supersticiosas (Hoja 12, p. 47; Hoja T, p. 52; Hoja 26, p. 101; Hoja 30, p. 117; Hoja 31, p. 124; Hoja 52, p. 207;
Hoja 53, p. 209; Hoja 54, p. 216; Hoja 64, p. 256; Hoja 65, p. 257; Hoja 66, p. 262; Hoja 67, p. 266; Hoja 75, p. 297; Hoja
76, p. 304); el amor (Hoja 14, p. 53); fertilidad y esterilidad (Hoja 31, p. 121; Hoja 32, p. 126); la mujer y el parto (Hoja 94,
p. 373); las brujas y la brujeríía (Hoja 16, p. 61; Hoja 19, p. 74; Hoja 20, p. 77; Hoja 21, p. 84; Hoja 96, p. 381); las fiestas
del calendario (Hoja 26, p. 104; Hoja 50, p. 197; Hoja 51, p. 201; Hoja 60, p. 238; Hoja 61, p. 241; Hoja 84, p. 333; Hoja
91, p. 361).

Se encuentran tambiéén hojas en las que se incluyen apartados generales titulados ««Supersticiones»» (Hoja 29, p. 113;
Hoja 68, p. 269), ««Varias creencias»» (Hoja 12, p. 45; Hoja T, p. 50) y ««Creencias populares»» (Hoja 60, p. 237; Hoja
61, p. 243; Hoja 62, p. 245) en los que tiene cabida todo tipo de creencia y supersticióón relacionado con los referentes
máás diversos. Algunas de estas aportaciones van acompaññadas de claras referencias al refranero supersticioso (Hoja 1, p.
1; Hoja 12, p. 47; Hoja T, p. 52; Hoja 19, p. 76; Hoja 20, p. 80).

Entre las once hojas de la segunda etapa de esta publicacióón contamos con algunas contribuciones dedicadas al refranero
(Hoja 3, pp. 413-414; Hoja 7, pp. 423-426).

Como hemos podido observar, se trata de una obra de gran interéés etnográáfico que merece un lugar de prestigio en las
monografíías españñolas dedicadas al estudio de las supersticiones y creencias españñolas.

Publicacióón perióódica mensual fundada y dirigida por Joaquíín Dííaz en 1980, la Revista de Folklore acoge
recopilaciones y estudios dedicados al amplíísimo campo de la Etnografíía. Prestigiosos especialistas en todas las posibles
manifestaciones del folclore (usos, costumbres, tradiciones, literatura popular, enunciados sentenciosos, etc.) contribuyen
con sus trabajos a hacer de esta revista un gran ««Enciclopedia de la etnografíía»» sobre diversas zonas de Españña.

Algunos de los artíículos publicados en esta revista forman parte de las referencias bibliográáficas consultadas para nuestra
obra. Entre ellos conviene recordarlos trabajos que se citan a continuacióón:

DOMINGUEZ, J. M. (1984): ««Ritos de fecundidad y embarazo en la tradicióón cacereñña»», Revista de Folklore, 46:
136-144 [en líínea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=410].

—— (1986): ««El ciclo vital en la provincia de Cááceres: del parto al primer vagido»», Revista de Folklore, 61: 3-12 [en
líínea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=528]

—— (1989): ««La muerte en Extremadura: apuntes etnográáficos»», Revista de Folklore, 108: 183-187 [en líínea:
http://www.funjdiaz.net/ folklore/07ficha.cfm?id=801].

GONZÁLEZ SALGADO, J. A. (2004a): ««El folclore en los atlas lingüüíísticos españñoles (I): refranes, dichos y
canciones»», Revista de Folklore, 279: 93-98 [en líínea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=2141].

—— (2004b): ««El folclore en los atlas lingüüíísticos españñoles (II): medicina popular y supersticiones»», Revista de
Folklore, 280: 125-129 [en líínea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=2147].

—— (2004c): ««El folclore en los atlas lingüüíísticos españñoles (y III): gastronomíía y costumbres»», Revista de
Folklore, 281: 166-170 [en líínea: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=2154].

Panizo Rodrííguez, J. (1988): ««Dichos castellanos»», Revista de Folklore, 96: 212-216 [en líínea:
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Para la elaboracióón del capíítulo sobre las supersticiones en Castilla, despuéés de la consulta de informantes, se ha
intentado documentar la informacióón recogida a travéés de la consulta de fuentes escritas. En particular, como se explicóó
en el Estudio preliminar que abre esta obra colectiva, han servido de modelo tres obras de Juan Francisco Blanco que
enriquecen la coleccióón ««Archivo de Tradiciones de Salmantinas»» publicada por la Diputacióón de Salamanca y editada
por el etnóógrafo ÁÁngel Carril Ramos. Sigue a continuacióón una breve descripcióón de la estructura y del contenido de
los volúúmenes a los que aludimos junto a otras obras que nos parecen de interéés en lo que se refiere a las tradiciones
populares en castellanas.

En este primer librito, junto a la Guíía báásica para recuperacióón etnográáfica (Carril-Blanco, 1998), nos hemos basado
para la organizacióón del material supersticioso recogido por los autores de nuestro estudio.

En esta obra, Juan Francisco Blanco recoge y cataloga conductas y procederes que, si bien aparecen etiquetados como
peculiares del territorio salmantino, se detectan en la inmensa mayoríía de las provincias españñolas. El material estudiado
es el fruto de una encuesta que se llevóó a cabo en diversos pueblos de la provincia de Salamanca, con el objeto de reflejar
las supersticiones y creencias que estaban todavíía vigentes en el momento de la elaboracióón de la obra. Las aportaciones
de los informantes consultados aparecen divididas en cuatro grandes capíítulos: el ciclo vital, la meteorologíía, las brujas y
otras creencias. El capíítulo sobre el ciclo vital integra las fases máás importantes de la vida del ser humano hasta su
inevitable desenlace, a saber, el nacimiento, la mocedad, la boda y la muerte.

En el capíítulo sobre la meteorologíía se describen algunas de las formas de pronóóstico meteorolóógico máás conocidas,
desde las cabaññuelas hasta la observacióón del comportamiento de determinados animales. Tambiéén se reproducen
oraciones y conjuros contra las tormentas o, por el contrario, para hacer que llueva.

El úúltimo capíítulo (Otras supersticiones) es una especie de cajóón de sastre en el que tienen cabida todas las creencias que
no se han podido incluir dentro de uno de los apartados anteriores. Aquíí encontramos algunas supersticiones relacionadas
con las piedras, asíí como creencias relacionadas con los astros (luna, estrella). Tambiéén se incluye una relacióón de
animales, plantas u objetos que se suelen considerar portadores de buena o mala suerte y se destacan algunos alimentos u
objetos que suelen ser referentes supersticiosos muy comunes, como el espejo, la escoba, la sal, el pan, etc.

Cada uno de los temas desarrollados en este libro va numerado consecutivamente, sin tener en cuenta la sucesióón de
capíítulos y, dentro de los capíítulos, de los apartados que los integran. Ademáás, cada subapartado responde a una de las
preguntas que formaban parte de la encuesta que se realizóó para la recogida de material.

Asimismo, es posible encontrar refranes y expresiones relacionados con las supersticiones estudiadas y toda una serie de
fóórmulas que, si bien no llegan a ser unidades fraseolóógicas propiamente dichas, es cierto que se emplean con frecuencia
para desear suerte o alejar la mala suerte y los malos espííritus.

Este libro representa un avance en el estudio de una de las manifestaciones del folclore en una éépoca en la que todavíía no
son muy valoradas.

El primero de los libros que integran la coleccióón ««Archivo de Tradiciones Salmantinas»» vierte sobre la medicina y los
remedios populares. Aunque la mayoríía de las creencias reflejadas en este estudio no se pueden considerar supersticiosas a
todos los efectos, tambiéén se incluyen datos deslindados del terreno de las supersticiones. Tal es el caso del apartado sobre
la prediccióón del sexo del feto (p. 69).

El material etnográáfico, recogido a travéés de encuestas realizadas en varios pueblos de la provincia de Salamanca, va
seguido de una relacióón de enfermedades que facilita considerablemente la consulta de este volumen.

En el tercer librito de la mencionada coleccióón ««Archivo de Tradiciones Salmantinas»» se recogen y catalogan las
supersticiones relacionadas con el tiempo meteorolóógico y el tiempo cronolóógico.

Dentro de las supersticiones relativas al tiempo meteorolóógico se colocan los pronóósticos y las predicciones que se
realizan a travéés de los animales, las plantas, los astros, los elementos atmosfééricos, etc. De un primer anáálisis del
material recogido, es posible detectar la abundancia de referentes supersticiosos animales, y, dentro de los animales, de aves
y animales doméésticos en general. Sigue la presentacióón de supersticiones relacionadas con algunas fiestas del
calendario, las cabaññuelas y otros tipos de pronóósticos del tiempo.

En un segundo capíítulo sobre los recursos en relacióón con el tiempo figuran, ademáás de pronóósticos generales, algunas
práácticas que se realizan para conseguir proteccióón de la casa y de las personas que las habitan; méétodos y oraciones
para ahuyentar las tormentas (pp. 67-76); méétodos para prevenir la caíída de rayos y objetos para protegerse de ellos (pp.
76-80); pronóósticos de la lluvia (pp. 80-83) a travéés de la observacióón de la lumbre y sus derivados (ceniza, hollíín,
humo, etc.); prediccióón de la lluvia a travéés de sííntomas del cuerpo (pp. 83); fóórmulas para provocar la lluvia o para
hacer que cese (p. 83); etc.

Al breve capíítulo sobre el tiempo cronolóógico ——que integra un apartado sobre los seññalizadores del tiempo y otro
sobre las fechas convencionales para ajustes y contrataciones—— sigue un capíítulo final que en el que se recogen las
paremias referidas al tiempo, tanto al tiempo meteorolóógico como al tiempo cronolóógico.

Cierra la publicacióón un anexo con un glosario lééxico y un calendario de las fiestas mencionadas en el estudio.
Al igual que para los dos libros anteriormente reseññados, todo el material etnográáfico ha sido recogido a travéés de
encuestas y posteriormente organizado y catalogado en los dos grandes capíítulos que integran este volumen.

El capíítulo final dedicado al refranero referido al tiempo se revela de gran interéés paremiolóógico y de gran utilidad para
estudiar los enunciados relacionados con las supersticiones.

Conviene recordar que ÁÁngel Carril Ramos cuenta tambiéén con una publicacióón sobre veterinaria y medicina popular
publicada en la Revista de Folclore. Como hemos podido observar, dentro del amplio conjunto de saberes que suelen
agruparse bajo el epíígrafe de etnologíía, aquellos relativos a la salud humana o animal, eso es, la medicina y los remedios
populares integran un grupo muy amplio de conocimientos compartidos que son patrimonio de la comunidad hispana.

En este trabajo en concreto, el autor ilustra algunos de los usos y recursos de la veterinaria popular salmantina,
deteniééndose en la enumeracióón de algunos de los remedios practicados para prevenir determinadas enfermedades, asíí
como remedios populares para superar los achaques y malestares de animales doméésticos. No faltan ejemplos de
curaciones supersticiosas aplicadas al hombre.

La obra titulada Creencias y supersticiones populares de la provincia de Burgos es sin duda una obra colectiva de gran
interéés etnográáfico, que recoge material procedente en su mayoríía de fuentes orales. Las informaciones registradas
aparecen distribuidas en cuatro grandes bloques: fenóómenos del cielo, fiestas del invierno, verano y animales. En todos los
apartados indicados, los elementos conductores, segúún reza el tíítulo, son el cielo, la tierra, el fuego y el agua. En torno a
estos elementos se desarrolla una amplia serie de supersticiones y creencias recopiladas en numerosas variantes y
fundamentadas a travéés de la consulta de fuentes escritas, entre las que priman estudios de especialistas de renombre en
este campo.

Esta obra es el fruto de una intensa labor de campo que se ve reflejada no sóólo en los fragmentos del corpus etnográáfico
reproducido, sino tambiéén en las relaciones de informantes y colectores que complementan el estudio ofrecido.

Los refranes, diseminados de forma máás o menos frecuente en todo el libro, ocupan un lugar importante en el apartado
dedicado a las creencias relativas a los pronóósticos del tiempo, que casi siempre van acompaññadas de un enunciado
sentencioso que las resume. Son numerosos tambiéén los referentes animales que da lugar a creencias al mismo tiempo que
a refranes supersticiosos a ellas asociados.

Esta obra es una clara demostracióón del valor etnográáfico del refráán, que refleja la cultura tradicional de todo un pueblo
a travéés de pequeññas pííldoras de sabiduríías que se han transmitido de generacióón en generacióón hasta llegar a
nuestros díías.

Ante la creciente péérdida de competencia en lo que se refiere al patrimonio transmitido por tradicióón oral de ÁÁvila, el
autor intenta preservar del olvido el enorme tesoro contenido en la literatura popular de la zona. Por esta razóón, Eduardo
Tejero realiza un cuidado trabajo de campo que une al detallado rastreo bibliográáfico, con el objeto de catalogar las
diversas manifestaciones de la tradicióón oral abulense todavíía presente en la memoria de los informantes encuestados.

Ocupan un lugar privilegiado en esta obra las canciones, coplas, romances, refranes, sentencias, adagios y dichos que se
han ido transmitiendo de generacióón en generacióón, de padre a hijo hasta llegar a nuestros díías.

El material recogido viene presentado por zonas o comarcas. Complementa la obra un ííndice de tíítulos, primeros versos,
etc. que facilita la localizacióón de las diversas canciones y coplas en el libro1.

Como hemos podido observar, la bibliografíía relativa a las supersticiones es muy amplia, sobre todo en Españña. A lo
largo de los añños se han ido publicando tanto diccionarios generales que recogen supersticiones conocidas máás o menos
en Españña como obras centradas en una o máás regiones españñolas Entre estos merece la pena mencionar un texto
cláásico que ilustra las supersticiones extremeññas recopiladas y comentadas por Publio Hurtado.

Publicada por primera vez a principios del siglo XX, la obra tuvo una segunda edicióón en 1989. El libro estáá dividido en
doce capíítulos en los que se intenta dar cabida a los rasgos máás importantes de la sabiduríía supersticiosa compartida por
la comunidad extremeñña. En el primer capíítulo el autor nos introduce en el mundo fantáástico, aludiendo a las leyendas y
creencias que son patrimonio comúún, aunque a veces se adaptan a la idiosincrasia de cada pueblo que las materializa de
forma distinta dependiendo de su cultura y de su historia particular.

Luego el autor alude a lo que era la ««Españña quiméérica»», ejemplificando el capíítulo con algunas leyendas importantes
de aquella éépoca, que entretuvo las veladas de los hispanos, como la Mesa de Suleyman, imponderable joya de jaspa
verde, festoneada de collares de piedras preciosas que decíían haber pertenecido a Salomóón, o la leyenda sobre Arnaud, el
cazador maldito que en las noches de tempestad recorríía las montaññas de Cataluñña difundiendo el terror en torno suyo
con satáánicos votos y blasfemias.

Especial interéés suscita el capíítulo dedicado a las brujas y a la brujeríía, en el que el autor se explaya en la descripcióón de
la influencia de este fenóómenos en la sociedad de antañño y se detiene en la descripcióón minuciosa de los tóópicos
relacionados con las brujas y sus hechizos, a saber, el aspecto fíísico de una bruja, sus caracteríísticas, sus poderes sobre las
personas y las cosas, etc.

La tercera parte del libro se centra en las supersticiones curativas y míísticas. En este sentido, se mencionan a saludadores y
se describen algunos de los amuletos máás difundidos. Tambiéén se alude a la eficacia de algunas oraciones que se
empleaban en la antigüüedad para sanar a los enfermos (p. 130).

Entre los temas abordados en este estudio, queda por resaltar un interesante apartado sobre la noche de San Juan, las
hogueras y las distintas costumbres que se practican para propiciar la salud, la fertilidad, el amor, etc.

El criterio temáático rige la presentacióón del material recogido en esta obra por Miguel ÁÁngel Morta-ÁÁlvarez y
Francisco ÁÁlvarez Curiel. El elemento central de cada capíítulo es el ser humano y la relacióón que mantiene con la
naturaleza, los animales, su cuerpo y su espííritu. Toda el libro aborda las percepciones del ser humano y a su capacidad de
desenvolverse en su entorno, de enfrentarse a sus temores mííticos a travéés de toda una serie de supersticiones y creencias
con las que procura dar una explicacióón lóógica a todas las incertidumbres de la vida, empezando por la concepcióón del
alma y la percepcióón de su propio cuerpo.

Siguiendo la estructura de la obra, en el primer capíítulo tienen cabida las supersticiones relacionadas con la naturaleza en
sentido estricto, eso es, la botáánica, los fenóómenos atmosfééricos y las predicciones del tiempo, los minerales, el fuego y
el agua como elementos de fundamental importancia en lo que se refiere a las creencias que rodean, por ejemplo, las noches
de San Juan. En el segundo capíítulo, se reflexiona sobre la importancia de algunas creencias relacionadas con animales:
animales doméésticos (el gallo), animales salvajes (la culebra, la salamanquesa, etc.) y animales exóóticos (los dragones) o
fantáásticos.

Entre los referentes supersticiosos que pertenecen a las partes del cuerpo humano se hallan sobre todo las manos, los ojos y
los dientes. Una parte importante de este capíítulo estáá dedicada a las deformaciones fíísicas como inspiradoras de
sentimiento de rechazo y animadversióón. Por lo general, se cree que las personas que presentan algúún defecto fíísico son
portadoras de algunos poderes máágicos no siempre positivos. De ahíí que se produzca un sentimiento de veneracióón y
temor y se llegue a sacralizar ciertos aspectos de la anormalidad fíísica a la que se atribuyen la capacidad de trae mala
suerte (como en el caso del tuerto) o tambiéén el poder de propiciar dinero o salud (como en el caso del jorobado).

En el cuarto capíítulo del volumen los autores insisten en la importancia de la esfera espiritual en la vida del hombre. Uno
de los referentes temááticos que con máás frecuencia aparecen en las supersticiones es el amor relacionado con los conjuros
o con el juego. Se alude tambiéén a la presencia de los núúmeros en algunas supersticiones, asíí como a la existencia de un
lenguaje ííntimamente ligado al mundo de las supersticiones. Al final de este capíítulo se aññade una relacióón de refranes
y otros tipos de paremias alusivas a las supersticiones explicadas en los distintos capíítulos del libro.

Cierra el capíítulo un repertorio temáático de las supersticiones estudiadas, lo que facilita la consulta del material
anteriormente organizado en los cuatro grandes apartados que hemos ido describiendo en esta breve reseñña.

Esta obra resulta muy interesante para un primer acercamiento a las supersticiones difundidas entre la comunidad andaluza
y sirve de complemento a otra elaborada por los mismos autores sobre los andaluces en el refranero (Máálaga: Editorial
Arguval, 1995).

Elena Gutiérrez Sánchez
Universidad Complutense de Madrid (España)
Elena.filol@gmail.com

Como se explicó en el Estudio preliminar, en este apartado vamos a presentar algunos de los textos que consideramos de
interés para quienes se acerquen al estudio de las supersticiones en Francia. Nuestro objetivo es reseñar no sólo obras que
nos han servido de base para la elaboración de la presente obra colectiva, sino también colecciones centradas en
supersticiones de localidades concretas de Francia.

A la catalogación temática del corpus confeccionado, sigue la enumeración de algunos de los temas más recurrentes en las
publicaciones de índole supersticiosa incluidas en este apartado seguidas por las referencias bibliográficas de una
publicación que hemos elegido como botón de muestra:

Superstición-religión: GAUDIN, P. ; SERFATY, M. ; GOUNELLE, A. (2005) : La religion est-elle une superstition ? Paris
: Atelier. Collection « Questions de vie ».

Superstición-magia: COURTES, N. (2004): L'Écriture de l'enchantement : Magie et magiciens dans la littérature française
du XVIIe siècle. Paris : H. Champion.

Superstición-astronomía: ADORNO, T.W. (2000): Des étoiles à terre : la rubrique astrologique du «Los Angeles Times » :
étude sur une superstition secondaire. Paris: Exils.

Superstición–medicina: LORTET, P. (1853) : De la superstition dans les sciences. Lyon: F. Dumoulin.

Superstición–etnología: CHAMPLAIN, S. (1613) : Les voyages du sieur de Champlain, xaintongeois, capitaine ordinaire
pour le roy, en la marine, divisez en deux livres, ou Journal très-fidèle des observations faites és découvertures de la
Nouvelle France : tant en la description des terres, costes, rivières, ports... qu'en la créance des peuples, leur
superstition, façon de vivre et de guerroyer. Paris: Jean Berjon.

Superstición–psicología: C.-R. H. (1822): Teratoscopie du fluide vital et de la [...] ambulance, ou démonstration


Physiologique et psychologique de la possibilité d'une infinité de prodiges réputés fabuleux ou attribués par l'ignorance
des philosophes et par la superstition des ignorans, à des causes fausses ou imaginaires. Paris: Ve Huet-Perdoux.

Superstición-literatura: MAXKENNA, A. (1998) : « Ils croient, ou ils croient croire : Réflexions sur la foi chez Montaigne
et chez Bayle », A nouvel usage: allégations et détournements des Essais à l'âge classique. Journée de travail, Société
internationale des amis de Montaigne, Paris [s.i.].

Son numerosos también los repertorios bibliográficos que recogen las referencias de todas las fuentes escritas relacionadas
con el mundo de las supersticiones:

Superstición-obra bibliográfica: DOMPNIER, B. ; BOLLE, P. ; BOUTRY,
P. ; DARTEVELLE, R. ; DELPAL, B. ; DEVOS, R. ; GROSPERRIN, B. ; LUIRARD, M. ; TRUCHET, B. (1988) : IV
Partie. Rhône-Alpes, in La piété populaire en France. Répertoire bibliographique. Tours: Turnhout (Brepols).

Del mismo modo, contamos con diccionarios que recogen las diversas supersticiones existentes por referentes o por temas:

Diccionarios o catalogaciones de supersticiones: NICOLAY, F. (1967): Dictionnaire des superstitions : Enquête sur les
superstitions. Paris : Le Jas du Revest Saint Martin, Basses-Alpes : R. Morel.

y obras que ilustran las supersticiones de una época concreta, como en el caso de la siguiente publicación:

La superstición en periodo determinado: DOMPNIER, B. (1998): La superstition à l'âge des Lumières. Paris: H.
Champion.

Para facilitar la consulta del corpus que incluimos a continuación, hemos dividido el material recogido por tipo de
publicación, empezando por los libros y manuales para luego seguir con los artículos publicados en revistas. Dentro de esta
primera gran clasificación, todas las entradas van ordenadas cronológicamente según la fecha de publicación de cada
repertorio. Sigue una catalogación basada en un criterio esencialmente geográfico y espacial, que permite distinguir entre
las obras que abarcan el estudio de las supersticiones en general de las que se dedican a analizar las supersticiones
difundidas en una zona concreta de Francia. Sin más preámbulos, pasamos a la relación de las fuentes bibliográficas que
integran nuestro corpus de referencia:

ADORNO, T.W. (2000) : Des étoiles à terre : la rubrique astrologique du « Los Angeles Times » : étude sur une
superstition secondaire. Paris : Exils.

AMBROSE, D. (2000) : Superstition. Paris : Éd. J'ai lu.

ASKEVIS-LEHERPEUX, F. (1988) : La Superstition. Paris : Presses Universitaires de France.

BAUDET, P. (1907) : Superstition populaire : à propos de deux haches trouvées dans une maison à Crécy-sur-Serre
(Aisne). Le Mans : Monnoyer.

BENOIST, É. (1712) : Mélanges de remarques critiques historiques, philosophiques, théologiques, sur les deux
dissertations de M. Toland, intitulées l'une « L'Homme sans superstition » et l'autre « les Origines judaïques », avec une
dissertation, tenant lieu de préface... Delf : A. Beman.

BERTRANT-SERRET, R. (1952) : La superstition transformiste. Paris : Bordas.

BILLAUD-VARENNE, J. N. (1789) : Le Dernier coup porté aux préjugés et a la superstition. Londres : (s.n.).

BOILLOT, F. (1955) : Félix de Grand' Combe. La Superstition... Paris : J. Oliven.

BOUSSEL, P. (1963) : Manuel de la superstition. Paris / Genève : la Palatine.

BRONNER, G. (2006) : Vie et mort des croyances collectives. Paris : Hermann.

BUDDEUS, J.F. (1740) : Traité de l'athéisme et de la superstition avec des remarques historiques et philosophiques.
Traduit en français par Louis Philon,... et mis au jour par Jean Chrétien Fischer. Amsterdam : P. Mortier.

CASTON, A. (1864) : Les Marchands de miracles, histoire de la superstition humaine. Paris : E. Dentu.

CAZE, P. (1831) : Essai de philosophie religieuse sur la superstition. Bordeaux : Lawalle.

CHAMPLAIN, S. (1613) : Les voyages du sieur de Champlain, xaintongeois, capitaine ordinaire pour le roy, en la marine,
divisez en deux livres, ou Journal très-fidèle des observations faites és découvertures de la Nouvelle France : tant en la
description des terres, costes, rivières, ports... qu'en la créance des peuples, leur superstition, façon de vivre et de
guerroyer. Paris : Jean Berjon.

CHARLIER, J. M. (2003) : Blueberry : les monts de la superstition. Paris : Dargaud.

CHRETIEN, L.J. (1835) : Usages, préjugés, superstitions, dictons, proverbes et anciens mots de l'arrondissement
d'Argentan,... Alençon : Poulet-Malassis.

COLAU, P. (1831) : Crimes de la superstition et du fanatisme occasionnés par l'intolérance religieuse. Adieux et dernières
prédications des missionnaires. Paris : J.L. Bellemain.

COURTES, N. (2004) : L'Ecriture de l'enchantement : Magie et magiciens dans la littérature française du XVIIe siècle.
Paris : H. Champion.

C.-R. H. (1822) : Teratoscopie du fluide vital et de la [...] ambulance, ou démonstration Physiologique et psychologique de
la possibilité d'une infinité de prodiges réputés fabuleux ou attribués par l'ignorance des philosophes et par la
superstition des ignorans, à des causes fausses ou imaginaires. Paris : Ve Huet-Perdoux.

CROVA, B. (1911) : Une pierre à cupules de notre époque, survivance et superstition. Le Mans : Monnoyer.

DEPLUS, P. (1903) : Superstition. Chauny : Agence générale d'assurances.

DESLYONS, J. (1670) : Traités singuliers et nouveaux contre le paganisme du roi-boit : le I, du jeûne ancien de l'Église
catholique la veille des Rois ; le II, de la royauté des saturnales remise et contrefaite par les chrétiens charnels en cette
fête ; le III, de la superstition du Phoebe ou de la sottise du Febvé. A MM. les théologaux de toutes les églises de
France. Paris : Vve C. Saveux.

DOMPNIER, B. (1998) : La superstition à l'âge des Lumières. Paris : H. Champion.

DOMPNIER, B. ; BOLLE, P. ; BOUTRY, P. ; DARTEVELLE, R. ; DELPAL, B. ; DEVOS, R. ; GROSPERRIN, B. ;


LUIRARD, M. ; TRUCHET, B. (1988) : IV Partie. Rhône-Alpes, in La piété populaire en France. Répertoire
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Las supersticiones aparecen también como tema recurrente en algunas obras de la literatura francesa. A través de la
consulta de la base de datos Frantex hemos realizado una búsqueda por temas que nos ha permitido constatar que el término
superstition tiene 1051 ocurrencias en dicha base de datos. De los 155 autores que emplean el término superstición en el
título de sus obras, la inmensa mayoría se colocan en el siglo XVIII francés (como Argens, Voltaire y Holbach, etc.). , pues
debido a que es en el período de la ilustración cuando los literatos se preocupan por aquello que era racional y lo que no lo
era (la religión, la superstición, etcétera). Si podemos sacar más conclusiones de nuestra búsqueda, es que el siguiente
período más fructífero de literatura relacionada con la superstición es el siglo XIX, y más concretamente, el período que
denominamos Romanticismo, con literatos de la envergadura de Víctor Hugo, Chateaubriand, Mme de Staël, etc. Sigue a
continuación una relación de autores y frecuencia de uso de la palabra superstición en cada uno de ellos:

Auteur Fréquence

Abbadie, Jacques 40

Argens, Jean-Baptiste d’ 85

Balzac (Guez De), Jean-Louis 14

Barruel abbé, Augustin 11

Barthélemy abbé, Jean-Jacques 15

Bernardin De Saint-Pierre 21

Bonnet, Charles 11

Charron, Pierre 13

Chateaubriand, François de 20

Delisle De Sales 35

Diderot, Denis 13

Duclos, Charles Pinot 12

Dulaurens, Henri-Joseph 19

Dupuis, Charles 10

Gérard abbé, Philippe-Louis 10

Helvétius, Claude-Adrien 52

Holbach, Paul-Henri d’ 89

Hugo, Victor 9

Le Comte Le Pére, Louis 13

Leroux, Pierre 14

Linguet, Nicolas-Simon 12

Maistre, Joseph de 18

Marmontel, Jean-François 18

Mercier, Louis-Sébastien 20

Raynal, abbé 29

Renan, Ernest 14

Sainte-Beuve, Charles 13
Staël, Germaine de 17

Thomas, Antoine-Léonard 14

Voltaire 70

Como podemos observar, D'Holbach (1768, La contagion sacrée ou histoire naturelle de la superstition, Londres) es el
literato francés que emplea con más frecuencia el del término superstition.

En el cuadro siguiente, podemos constatar que, de las obras introducidas en Frantext, Système de la nature ou des lois du
monde physique et du monde moral par M. Mirabaud (1771), es la que llama más la atención por las ocurrencias señaladas.

Título Edición Frecuencia

Le Christianisme dévoilé ou Examen des principes et des effets de la religion Londres : 1756 21
chrétienne

Système de la nature ou des lois du monde physique et du monde moral par M. Londres : 1771 64
Mirabaud

La Morale universelle ou les Devoirs de l’homme fondés sur la nature Amsterdam : M. M. Rey, 3
1776
Justyna BEATA PIETRZAK
Universidad Complutense de Madrid (España)
justynapie@hotmail.com

El objetivo del presente trabajo es proporcionar una bibliografíía báásica comentada a quien desee abordar el estudio de las
supersticiones vigentes actualmente en la cultura italiana y su reflejo en la lengua, especialmente en el refranero. Por eso, se
analizan las caracteríísticas fundamentales de tales obras y se indican sus particularidades.

No existen publicaciones en italiano que traten, en un estudio úúnico y sistemáático, las supersticiones vigentes en la
cultura italiana contemporáánea y sus reflejos en la lengua, especialmente en el refranero. Por lo general, las obras
existentes eligen como objeto de su anáálisis uno de los dos campos, supersticiones o refranes, limitáándose, en algunas
ocasiones, a una mencióón relacionada con el otro campo. Asíí pues, por un lado, destacan publicaciones de ííndole
antropolóógica y, por otro, las que surgen en el sector lingüüíístico y cuyo interéés reside en el refráán o en otras unidades
fijas de la lengua. Por tal motivo, presentamos las obras aparecen divididas segúún estos dos grandes bloques.

En el primero, es decir, entre los estudios sobre las supersticiones, encontramos publicaciones de caráácter variado. Desde
las que se podríían calificar de divulgacióón cientíífica, y que presentan la materia tratada con el debido rigor, hasta las que
surgen simplemente de la voluntad de documentar las tradiciones y creencias del pueblo, sin pretensiones cientííficas.

Este úúltimo es el caso de Per fede e per scaramanzia. Usanze e superstizioni della tradizione contadina, de Anna Andrini
(2006). Este libro constituye el tercero de los cuatro volúúmenes del ciclo C’’era una volta in Romagna 1, dedicado a la
cultura popular. La serie tuvo su origen en los encuentros de un grupo de mujeres ancianas residentes en un barrio de Imola,
ciudad de la provincia de Bolonia, que participaron en el proyecto ««Mayores solos»», iniciativa promovida por la
comunidad con el objetivo de paliar los efectos de la soledad y favorecer relaciones interpersonales. Los encuentros fueron
para las participantes una ocasióón perfecta para evocar los añños de infancia y juventud vividos en los pueblos limíítrofes
a la ciudad de Imola, antes de su emigracióón del campo en el periodo de posguerra.

A dar forma escrita a los recuerdos de las informantes (cuyas fotos aparecen en la páágina 7 del volumen), fue una de las
trabajadoras sociales, Anna Andrini, interesada en los temas de la cultura popular. Como ella misma comenta en la
««Introduccióón»» (p.15) su intencióón no era ofrecer al lector un trabajo cientíífico y exhaustivo de la materia, sino
describir de forma simple y fluida lo vivido en el campo tal y como lo vieron y sintieron los protagonistas.

A pesar de que la publicacióón se ciñña a una mera presentacióón de los datos y estéé desprovista de cualquier estudio o
comentario, se trata de un testimonio de apreciable valor que puede ser considerado como un verdadero trabajo de campo.

Por su caráácter de divulgacióón cientíífica se distinguen, en cambio, Storia e interpretazione delle superstizioni de
Massimo Centini (2003=2000) y Lo specchio e l’’olio. Le superstizioni degli italiani de Alfonso M. Di Nola (2006=2000).
Escritas por estudiosos en antropologíía, historia de las religiones y tradiciones populares, estas obras se caracterizan por el
rigor, la seriedad y el enfoque multidisciplinar, ofreciendo una lectura amena, interesante y muy instructiva.

Merece la pena destacar la figura de Di Nola, céélebre etnóólogo italiano que con su monumental obra titulada
Enciclopedia delle religioni suscitóó la admiracióón del gran estudioso rumano Mircea Eliade.

A mitad de camino entre Per fede e per scaramanzia y los libros de Centini y de Di Nola se sitúúa la publicacióón de Le
supestizioni dalla A alla Z, dal Piemonte alla Sicilia. Su autor, Roberto La Paglia (2006), es un premiado poeta
contemporááneo, aficionado a los temas de ocultismo y esoterismo. Con Le superstizioni ofrece una recopilacióón de
supersticiones de notable interéés a pesar de no ser un estudioso sino un aficionado.

Una introduccióón general acerca del concepto de la supersticióón la proporcionan Roberto La Paglia (2006) y Massimo
Centini (2003=2000). Roberto La Paglia dedica un breve capíítulo a las motivaciones psicolóógicas que estáán a la base de
las creencias supersticiosas (pp. 17-22) y otros dos capíítulos (pp. 23​​30) a la historia de la supersticióón. Máás exhaustivo y
completo resulta el estudio que ofrece Massimo Centini (2003=2000) en las primeras setenta pááginas de su Storia e
interpretazione delle superstizioni, en las que el cientíífico examina la supersticióón desde diferentes puntos de vista:
históórico, religioso, filosóófico, antropolóógico, sociolóógico, psicoanalíítico, etc.

Cada publicacióón de las mencionadas anteriormente acomete el estudio de las supersticiones desde diferentes enfoques y
con varias peculiaridades que presentamos a continuacióón.

En Per fede e per scaramanzia la atencióón de la autora se centra en las costumbres, tradiciones y ritos de la cultura
campesina en general, de la que las supersticiones constituyen sóólo una pequeñña parte.

El material recogido, como hemos ya mencionado, procede de la regióón de Italia, denominada Romagna 2, y en particular,
en la parte rural limíítrofe a la ciudad de Imola y cubre el arco de tiempo que va desde finales de siglo diecinueve hasta la
Segunda Guerra Mundial. No obstante, hay que recordar que en muchos casos las mismas tradiciones presentadas en el
libro, aunque con posibles variantes, pueden aparecer por todo el territorio italiano.

El estudio consta de dos partes: ««I ritmi della natura e del lavoro nei campi»» (pp. 17-51) y ««La vita degli uomini fra
supestizioni e profonde saggezze»» (pp. 53-73), divididas a su vez en breves capíítulos. La primera parte cuenta tradiciones
relativas a las principales fiestas del añño, tales como el Carnaval, la Semana Santa, la Cuaresma, la noche de San Juan, etc.
y los trabajos del campo como la cosecha, la matanza y otros. En la segunda parte se presentan las costumbres relacionadas
con el nacimiento, el matrimonio, la muerte y otros aspectos de la vida.

Como se desprende de lo anterior, los protagonistas de esta publicacióón son, en primer lugar, las tradiciones y las
supersticiones quedan relegadas a un segundo plano.

Un corpus máás completo, respecto al propuesto por Anna Andrini, lo ofrecen otras tres publicaciones Storia e
interpretazione delle superstizioni, Lo specchio e l’’olio. Le superstizioni degli italiani y Le supestizioni dalla A alla Z dal
Piemonte alla Sicilia que recogen supersticiones distribuidas en varias categoríías: objetos, colores, plantas, animales,
piedras, metales, personas y otros seres peculiares, partes del cuerpo, cuerpos celestes, distintas fechas del calendario,
acciones, etc.

En Le supestizioni dalla A alla Z de Roberto La Paglia, a parte de las creencias y supersticiones italianas, tienen cabida las
propias de otras culturas (color blanco en Britania, p. 49, creencias gitanas pp. 106-117, etc.) con las que se intentan
comparar fenóómenos que, evidentemente, no son exclusivos de la peníínsula italiana.

La parte máás amplíía la constituye un diccionario, en el que los conceptos que rodean las supersticiones, son organizados
por orden alfabéético (pp. 45-74). Los especialmente relevantes se tratan en un capíítulo aparte: el gato negro (pp. 31​​36),
mal de ojo (pp. 37-39), la noche de San Juáán (pp. 40-44), el matrimonio (pp. 75-76). De obligada consulta son tambiéén
los capíítulos ««Curiose superstizioni in alcune regioni italiane»» (pp. 77-97) y ««Superstizioni e feste popolari»» (pp. 118-
126), que proporcionan informacióón sobre originales creencias de alcance restringido a las comunidades locales italianas.

El lector debe tener en cuenta que la publicacióón de Roberto La Paglia es una mera recopilacióón de datos y, por
consiguiente, en la mayoríía de los casos, se echan en falta notas explicativas acerca de los oríígenes, motivaciones y causas
históóricas de las supersticiones.

Los estudios de Di Nola (2006=2000) y Centini (2003=2000) destacan ante todo por su enfoque multidisciplinar y
diacróónico. Con la conciencia de que los datos culturales no se pueden analizar de forma aislada, los autores ofrecen al
lector un estudio de supersticiones italianas a travéés de los tiempos y las culturas. Las supersticiones estáán sometidas a un
riguroso examen que abarca sus oríígenes, sus manifestaciones en la literatura, pintura, arquitectura, etc. y su
interpretacióón cientíífica; ademáás, se entrelazan los resultados de la investigacióón en diferentes disciplinas como
antropologíía, sociologíía, historia, historia de las religiones, psicoanáálisis, astronomíía, arqueologíía, medicina,
lingüüíística, etc. No faltan ejemplos de la vitalidad de las creencias supersticiosas en la actualidad.

Lo specchio e l’’olio de Di Nicola se compone de casi 130 pááginas distribuidas en 41 capíítulos en los que las
supersticiones estáán agrupadas por afinidad temáática o conceptual. En ««Animali di buono e malaugrio»» (pp. 23-26),
por ejemplo, se tratan conjuntamente las supersticiones referidas al gato, al perro y al búúho; en ««Il sale e le sue
ambiguitàà. Lo spargere olio»» (pp. 99-101) se agrupan estos dos ingredientes por el paralelismo de creencias con ellos
relacionadas.

La búúsqueda de una creencia concreta no resulta difíícil, pues tras la parte descriptiva se encuentra un ííndice analíítico
(pp. 133-143) que facilita la consulta del libro.

Massimo Centini, en su Storia e interpretazione delle superstizioni ha optado por la divisióón temáática. La parte analíítica
consagrada al estudio de las creencias supersticiosas –– ««Il mondo delle superstizioni»» (pp. 73-154) –– estáá dividida en
ocho capíítulos (««Oggetti pericolosi»», pp. 75-81; ««Giorni e date nefasti»» 82-90, etc.): cada capíítulo, a su vez, estáá
subdividido en apartados encabezados por palabras clave alrededor de las cuales estáán agrupadas las supersticiones
(««Oggetti pericolosi»» consta de las siguientes entradas: Bicchiere, Buchi, Caminetto, Coltello, Cucchiaio, Forbici,
Forcina, Grano, peglia e fieno, Pane, Pettine, Rasoio, Scopa).

La estructura del libro es muy transparente y de fáácil manejo. Una ventaja aññadida del estudio de Massimo Centini es la
inclusióón de reproducciones de cuadros, grabados y otros soportes visivos que ilustran lo expuesto en la parte textual. Pero
se detecta la carencia de las notas bibliográáficas, lo cual quizáás sea explicable por el caráácter divulgativo de la obra.

En las cuatro publicaciones examinadas los autores hacen referencia, en algunas ocasiones, a los refranes y otras unidades
fraseolóógicas, en que se quedan reflejadas las creencias supersticiosas. Sin embargo, estas referencias son máás bien
escasas y casuales.

Para informacióón bibliográáfica general sobre las supersticiones consúúltense las ««Letture consigliate»» en Massimo
Centini (2003: 155); la bibliografíía que recoge Roberto La Paglia (2006: 127) en su libro y la ««Nota bibliográáfica»»
comentada en Di Nola (2006: 129).
Existe otra publicacióón dedicada a la supersticióón que citamos aquíí aunque no hemos podido consultarla: ««Dizionario
delle superstizioni. Come difendersi da malocchio, iettatura, contagio e sventura»», de Alfonso Burgio.

Entre las obras de ííndole lingüüíística que pueden resultar de cierta utilidad en el estudio de las creencias supersticiosas
destacan dos publicaciones: el Dizionario dei proverbi italiani de Carlo Lapucci (2007) e I nomi del mondo. Santi, demoni,
folletti e le parole perdute de Gian Luigi Beccaria (1995).

Ambos autores, acreditados lingüüistas italianos, proporcionan al lector un estudio riguroso y exhaustivo de la materia
tratada. Carlo Lapucci recoge 25.000 refranes, dichos, frases proverbiales de la cultura popular italiana y dialectal
ilustráándolos con comentarios, anéécdotas, referencias y anotaciones de tipo cultural y geográáfico, etc. lo que confiere a
su obra un valor especial y que la distingue de otras publicaciones de ííndole paremiolóógica, que se reducen habitualmente
a una mera recopilacióón de enunciados sentenciosos. El manejo del diccionario resulta fáácil por su estructura: los refranes
estáán ordenados alfabééticamente por palabra clave y tienen asignado un núúmero de referencia que permite localizarlos
fáácilmente. Ademáás, las úúltimas pááginas incluyen un ííndice analíítico (pp. 1728-1854).

Las palabras clave, por ejemplo ago, cane, gatto, nodo suelen ir acompaññadas por un comentario que engloba la
definicióón, datos históóricos y antropolóógicos, usos metafóóricos relacionados con el téérmino y su funcióón en los
refranes en los cuales ééste aparece. A parte de esta breve explicacióón genéérica casi todos los refranes van seguidos por
una glosa aparte, espacio en el que se expone de manera especíífica y puntual sus caracteríísticas y, cuando procede, los
relacionas con las supersticiones correspondientes.

««I nomi del mondo»» de Gian Luigi Beccaria es un trabajo de ííndole cientíífica con el objetivo de recuperar el ingente
caudal de vocabulario de la cultura popular relegado en el olvido por la sociedad tecnolóógico-industrial. Sin embargo, no
se trata de una simple recopilacióón de téérminos, sino de un ««viaggio nella fenomenologíía della nominazione»» (p. 6),
es decir, la búúsqueda de motivaciones profundas que estáán en el origen de la nomenclatura popular, en la que se interpreta
el mundo a travéés de la magia y lo sobrenatural. El corpus propuesto abarca no solo los dialectos italianos sino tambiéén
un amplio abanico de otras lenguas europeas, lo que convierte el ensayo de Beccaria en una obra de considerable
envergadura y de gran amplitud de mirada.

Las creencias supersticiosas y sus huellas en diferentes unidades de la lengua aparecen a lo largo de todo el estudio, sin
embargo merece particular atencióón el apartado 6 ««Piove e fa sole»» (pp. 135-149) del capíítulo IV ««Diavoli, demoni,
folletti»», que propone un detallado examen de las interpretaciones que el pueblo daba a los fenóómenos atmosfééricos
tales como la lluvia, el arco iris, el trueno a travéés de las respectivas paremias.

ANDRINI, A. (2006): Per fede e per scaramanzia. Usanze e superstizioni della tradizione contadina. Imola: Bacchilega
Editore.

BECCARIA, G. L. (1995): I nomi del mondo. Santi, demoni, folletti e le parole perdute. Torino: Einaudi Editore.

CENTINI, M. (2000=2003): Storia e interpretazione delle superstizioni. Miláán: De Vecchi Editore.

DI NOLA, A. M. (2006=2000): Lo specchio e l’’olio. Le superstizioni degli italiani. Bari: Edizioni Laterza.

LA PAGLIA, R. (2006): Le superstizioni. Dalla A alla Z, dal Piemonte alla Sicilia. Roma: Hermes Edizioni.

LAPUCCI, C. (2007): Dizionario dei proverbi italiani. Milano: Mondadori.


(1) El primer volumen ««Fasìì la cùùt. I giochi dei bimbi di una volta»» describe los juegos de niñños. El tema del segundo ««Pasta e fagioli
al venerdìì. Le ricette perdute della cucina povera»» es la cocina y las recetas culinarias tíípicas de la tradicióón campesina de la provincia de
Imola; el cuarto volumen ««La Fatica e L’’Ingegno. Mestieri di un tempo che non esistono piùù»» estáá dedicado a los oficios hoy
desaparecidos. volver
(2) Romagna es una regióón históórica en la parte central de Italia, formada por las actuales provincias del sureste de la regióón Emilia-
Romañña (Ráávena, Ríímini, Forlíí-Cesena, partes de la provincia de Bolonia) una pequeñña parte del noroeste de la Toscana y del norte de
Marcas. volver

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