Capitalism">
Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Origen y Evolución de La Universi

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 37

Origen y evolución del universo...

Introducción

La comprensión de la forma como se estructura la sociedad peruana en los grandes


lineamientos de su evolución económica y social desde su in corporación a la civilización
occidental, es fundamental para establecer también la forma como se inserta la educación
como sistema que sirve a un modelo social determinado. El mismo criterio es válido para el
análisis de la Universidad. Esta no constituye un elemento separado del sistema educativo ni
vive al margen de las condiciones económicas y sociales que caracterizan el conjunto de las
relaciones sociedad-Estado.

La pretensión de constituir la Universidad como un fuero de libertad absoluta y donde la


esencia está dada por las ideas, la racionalidad pura y la reflexión del espiritu, no pasa de ser
una teoria construida al margen de la historia y en la que se prescinde del proceso real de
formación del conocimiento, su organización y transmisión. La ciencia y la cultura sur gen
como un impulso de la inteligencia y la necesidad humana de ubicarse y comprender;
corresponden con el dominio que paulatinamente el hombre ha ejercido sobre la naturaleza y
con las modalidades civilizadoras que la sociedad organizada ha impuesto para retener su
dominio sobre las cosas, sobre los pueblos y sobre los hombres.

La Universidad se funda en la tradición de mantener y acrecentar la ciencia y la cultura creadas


a través de la historia de la humanidad, por ello, su misión es social y no puede dejar de
expresar en su quehacer las necesidades de la sociedad en la cual está inserta y de reproducir
en su interior al mismo tiempo, las caracteristicas de la organización social global.

Podriamos aqui introducir como elemento que aligera la carga de los condicionamientos
sociales que operan sobre la Universidad, el ejercicio de su posibilidad critica que es
precisamente el factor que ha llevado a algunos autores a proponer, equivocadamente a
nuestro juicio, una Universidad como reflexión pura, considerando que de esta forma se
obviaban los condicionamientos sociales. En efecto, no se trata de evadir estos
condicionamientos, sino de encararlos. Abstraerse de la realidad y pretender la negación es un
ejercicio mental imposible de llevar a la práctica en la institución universitaria, porque ella está
encamada en la realidad misma. Por lo tanto, el enclaustramiento no es una negación de la
realidad, sino una toma de posición sobre ella, pero que niega a la Universidad su contribución
posible para cambiar la sociedad que se rechaza

Queremos decir con este, que la Universidad está atrapada en una tradición de conocimiento
adquirido que es el que la sociedad, a través de los poderes que la controlan la impone
transmitir y acrecentar. Pero ella posee, diferencia de otras instituciones sociales encarnadas
más bien en los requerimientos de la producción material, los instrumentos para pro cesar el
conocimiento, analizar la realidad, comparar los periodos históricos, señalar las
contradicciones, fijar las tendencias y formar consecutivamente las generaciones y los
individuos que unidos a otras fuerzas sociales, tendrán la capacidad de denunciar y de
proponer ideologias altemativas para la construcción de una nueva sociedad.

Esto es asi porque la Universidad tiene a su cargo las más altas funciones de la capacitación
social si bien sus miembros pueden ser y de hecho son, los implementadores del orden y el
progreso compatible con lo establecido, lo pueden ser también del cambio y las
reorientaciones de ese progreso. Sucede emo, cuando la Universidad no se conforma con
aceptar pasivamente los roles funcionalmente impuestos por los intereses dominan tes en la
conducción de la sociedad, sine que utiliza mas elementos de ciencia y cultura en una práctica
que ella por si misma asume: la de la critica; es decir, la de la problematización de la sociedad y
el pensarla en la perspectiva de una construcción de futuro que comienza por la formación que
ella imparte y la reflexión social que propone.

La racionalidad del trabajo universitario incorpora asi una dimensión politica que la convierte
en una especie de conciencia histórica de la sociedad en que actúa. Era de advertir sin
embargo, la presencia de una contra dicción a veces insalvable, entre esta pretensión politica
de la Universidad y su capacidad real de acción ante factores externos que objetivamente
están en posibilidad de asediarla materialmente y de exigirle un comportamiento funcional a
los requerimientos del orden establecido. Un pro ceso de modernización capitalista, exigirá
por ejemplo una alta racionalidad profesional y de especialitación tecnificada a la Universidad,
pero se opondrá rotundamente a la critica y a lo que la Universidad podria hacer para la
formación politica del proletariado en programas de proyección social. Esto porque el proceso
de acumulación capitalista en una fase de modernización, no puede permitir la interferencia
que representaria la participación del trabajador en la gestión empresarial, por decir lo menos

Se deduce de lo expuesto que la Universidad recibirá normalmente una presión de


comportamiento funcional y de énfasis con el proceso productivo y los intereses dominantes.
Sucederá también que en los casos de desfase, entendido de como el anacronismo
universitario con respecto del avance material, la presión sobre la Universidad será de
modernización, acudiendo en el esfuerzo tanto los agentes internos que representan la
tendencia, come externamente los que detentar el control económico y politico.

En el otro extremo, la reacción contra los roles de funcionalidad im puestos desde fuera, sólo
puede provenir de la propia Univenidad. Ello ocurre cuando la Universidad reacciona contra el
rol pasivo y arremete contra el tisterna, asumiendo una actitud que obviamente no es ni pande
er de liderazgo politico, sino de denuncia y contestación. De critica confrontación, tulerando
en su interior la insurgencia de movimientos estu diantiles y profesorales que se constituyen
en fuerzas politicas y que como sales, rebasan lo académico para buscar coincidencia con
fuerzas prove nientes de otros sectores de la mociedad.

Pensamos que esta interpretación de la Universidad y de las modali dades como ella se inserta
socialmente, pasiva o criticamente, es pertinente para el estudio y la comprensión de pueblos
subdesarrollados, dominados y dependiente. Es el caso peruano, y consideramos que esta
perspectiva de análisis es particularmente valios para conocer los roles alteros, las
contradicciones y las vacilaciones que permanentemente entrecruzan la historia de la
Universidad en el Perú. De esta manera, los conceptos de funcionalidad, dufuncionalidad,
enfase, desfase, anacronisme, etcétera, no surgen como conceptualizaciones meramente
categoriales y que se explican en la dinámica universitaria en si, sino que nos dicen
previamente la rela ción entre la Universidad y el proceso histórica de formación de la
sociedad peruana.

La herencia colonial

La fundación de la Universidad es un hecho ligado a la conquista española y a la necesidad de


la corona de trasplantar instituciones que asegurase la estructura colonial de los territorios
sometidos a su dominio, Una vez transcurridos los años violentos de la conquista, la Corona se
consagró a la organización administrativa de su imperio y trasladó a América una burocracia
estatal, eclesiástica y militar que constituyó la base del poder económico, social y político de
las colonias

Una de las expresiones más importantes del dominio territorial fue la fundación de ciudades
que reproducían las formas de vida y costumbres de la metrópoli. Este proceso, que
simultáneamente implicaba la implantación de un sistema social y la sujeción de territorios y
poblaciones aborígenes a ese sistema, demandaba una atención educativa. Recordemos
además que la propia justificación de la conquista y colonización fue la propagación del
evangelio y "la cristianización de los infieles". De esta manera, la educación cumplía un
objetivo importante, tanto para la Corona como para la Iglesia. En efecto, tras el conquistador
y el cura evangelizador, llegó el encomendero y una serie de autoridades que buscaron
adecuar la implantación del imperio de España en América. Fueron estas autoridades que se
establecieron dentro de los territorios conquistados quienes vieron con interés la posibilidad
de fundar centros educativos conformes al modelo europeo, solucionando así el grave
problema económico que significaba enviar a sus hijos a España.

Esta última razón es la que nos explica que los primeros en propiciar la creación de un Estudio
General en el Perú, fueron los vecinos más notables y los miembros del Cabildo, obteniendo el
apoyo de los dominicos.

Esta convergencia de intereses se pone de manifiesto en 1551 al crearse por iniciativa de Fray
Tomás de San Martin, los Estudios Generales de Lima, con las mismas prerrogativas,
privilegios, y libertades que el Estudio y Universidad de Salamanca. La Universidad de Lima,
entregada luego a la advocación de San Marcos, tenía la finalidad de adoctrinar y enseñar.
Carlos V y los señores poderosos que escuchan a Fray Tomás de San Martin, señala José
Antonio Eguiguren, no podían ser indiferentes a la idea de formar clases dirigentes en América,
con una doble finalidad: conservar políticamente los nuevos dominios y propagar la fe religiosa
La Universidad de Salamanca fue el patrón según el cual se organizó la institución universitaria
en el Perú. Con una orientación religiosa y jurídica y con un concepto teológico y literario de la
enseñanza se organiza la institución a cargo de una orden religiosa (los dominicos) y en locales
conventuales.

Se convirtió la cultura en un privilegio de casta-dice Mariátegui negada a los grupos inferiores y


orientada en la Universidad a formar clérigos doctores Hasta 1637 la Universidad de San
Marcos había producido gran número de doctores en teología, artes y leyes, en Lima más de
100 pero solo se conocían 3 o 4 médicos que habían estudiado en otras partes. Durante el siglo
xvi no existió la ciencia médica en el Perú. En las cátedras de teología que fueron regentadas
por dominicos y jesuitas prevaleció la tendencia mística mientras que en Europa esta corriente
ya estaba siendo superada. Se insistía en la Universidad limeña en el derecho canónico como
base de la enseñanza del derecho.

Surge pues la Universidad como un punto de enlace entre la religión y la cultura; pues toda
cédula de creación de universidades dada por el rey de España, tenia que ser ratificada por una
Bula Pontificia que le otorgaba el título de católica, siguiendo en esto también a la Universidad
de Salamanca modelo de la universidad de la época.

Acotamos por último un elemento más que enriquece la imagen de la universidad colonial: la
creación de la cátedra de lengua indígena, especialmente para los caras evangelizadores, este
intento al parecer de acercarse a una realidad distinta se vio frustrado al desaparecer
temporalmente esta cátedra de San Marcos

En efecto, la Universidad de Lima, creada bajo administración eclesiástica y que luego es


asumida directamente por la Corona a fines del mismo siglo xv, fue una institución creada en
beneficio de las clases privilegiadas y donde los hijos de la nobleza peruana debían adquirir
títulos que le dieran status y prominencia en las jerarquías superiores de la sociedad virreinal.
Se constituyó pues como una Universidad aristocrática, que como expresara M. V. Villarán en
su trabajo sobre las profesiones liberales era funcional al carácter aristocrático y centralizado
de la organización colonial. Al mismo tiempo se trataba de una Universidad fuertemente
influenciada por la escolástica medieval donde el conocimiento se varaba en la teologia,
primeras escrituras, filosofía de Santo Tomás, etcétera, acompañados de otros estudios como
derecho, ciencias naturales, medicina. En sintesis la Universidad de Lima se fundó por iniciativa
del Cabildo y de los vecinos más notables para darles una educación europea a s hijos. Esta
caracteristica hizo que el continente de alumnos que se incorporaron a la universidad
provinieran principalmente de la aristocracia limeña más ligada a la sociedad española.

La Universidad se propuso formar a esta gente como una élite intelectual y dirigente que
llenarían posteriormente la burocracia del Estado Virreinal y de la Iglesia. "Se educaba para
hacer de la juventud legión de monjes y de esclavos, con el propósito de conseguir la sumisión
religiosa a la Iglesia y la sumisión politica a la monarquia española". En este empeña de la
Universidad de formar gente que ocupase los puestos claves se dejó de lado a los mestizos e
indígenas quienes eran escasamente instruidos en conventos y parroquias

b La Universidad de San Marcos y la educación superior en la Colonia

Hablar de educación superior durante los primeros tiempos de la Colonia es hablar de la


Universidad de San Marcos.

La Universidad de Lima -nombre con el que se funda-, surgió por iniciativa de los curas
dominicos como un Estudio General 1548, según el esquema de la Universidad medieval,
ocupando el local del Convento del Rosario de Lima. Este Estudio General se inscribió en la
Universidad de Lima con el apoyo del Cabildo y Vecinos y con la Real Cédula de fundación
otorgada por la Reina Gobernadora el 12 de Mayo de 1551, igualando en rango a la
Universidad de Salamanca. Coincidió la fundación con el gobierno del virrey Andrés Hurtado de
Mendoza.

Bajo la tutela de los dominicos se dictaron las primera cátedras de teologia, artes, gramática y
retórica. Organizada en 5 facultades: teologia, artes, canones, leyes y medicina, otorgaba los
grados de bachiller, licenciado y doctor.

Una vez obtenida la cédula real de fundación, los dominicos iniciaron el pedido para obtener la
Bula Pontificia que ratificase la fundación hecha por los Reyes de España. El delegado para esta
misión fue Fray Tomas de San Martin pero su gestión no tuvo el beneficio para los promotores
pues el virrey Toledo que gobernaba el Perú en ese momento inició la reforma de la
Universidad de Lima, cambiando su organización y desplazando a los dominicos del rectorado
El año de 1571 el Papo Pio V ratificó la cédula de fundación, 25 de julio, con la Bula Exponi
Nobis que le otorgó el carácter de católica.

La reforma de 1571 organizada por Toledo fue la primera que se hizo dentro del claustro con
una orientación predominantemente laica al incorporar al rectorado al jesuita Pedro
Fernández de Valenzuela, primer rector que rompe con la tradición de les dominicos en el
rectorado. Con Fernández de Valenzuela se inicia un periodo de 10 años de gobierno laico
hasta 1581 en que se alternaron civiles, clérigos y religiosos, perdurando esta modalidad hasta
la emancipación.

La reforma de Toledo significó también para la Universidad un cambio de local: dejaron el


Convento del Rosario de Lima de la Orden de los dominicos y pasaron a ocupar el Convento de
San Marcelo en 1571 (de los agustinos) hasta 1576 se cambiaron a su definitivo local en la
Plaza de la Inquisición donde permanecieron hasta la segunda mitad del siglo xvm.

A partir de mediados del siglo xv la Universidad de San Marcos compartió su labor docente no
sólo con los Colegios Mayores de Lima, sino también con dos universidades de provincia: San
Cristóbal de Huamanga y San Antonio Abad en el Cuaco. La primera fue fundada el 3 de julio
de 1677, aprobada por Real Cédula el 31 de diciembre de 1680 y confirmada por el Papa
Inocencio XI con la Bula Pontificia del 20 de diciembre de 1882 por iniciativa del Obispo de
Huamanga Cristóbal de Castilla y Zamora.

San Cristóbal de Huamanga inició su misión educativa con las cátedras de Gramática, Artes,
Vísperas de Teología y Prima de Teologia. Para fines del siglo xv se forma la 3a Universidad
colonial y segunda provincial: San Antonio Abad en el Curco. En 1692 se dio la Real Cédula de
Carlos II, 1 de abril, autorizando su fundación, y fue ratificada por la Bula Pontificia de
Inocencio XII. El origen más remoto de esta Universidad se encuentra en el Colegio Seminario
que fundara el Obispo del Cuzco Antonio de Rioja en 1588.

A estas universidades de provincias se les llamo Menores, para diferenciarlas de la Universidad


más antigua, San Marcos, que recibía el nombre de Universidad Mayor de San Marcos

Pero el trabajo en San Marcos no fue nunca de gran creatividad, ni mejoró con la competencia
de las nuevas universidades. Quizás una de las causas de esta pobreza académica la podamos
ver en la rivalidad creciente entre los clérigos españoles y criollos la que perjudicaba en gran
medida a la juventud estudiosa de la época. Tanto la orden de agustinos como de franciscanos
se vieron removidas por la presencia de rectores españoles. Tal ver por ello y en forma paralela
comenzó a dar un fenómeno de creciente importancia en los Colegios Mayores creados sobre
todo en el siglo xvi.

San Marcos fue pues perdiendo prestigio e importancia a pesar de ser la principal universidad
del virreinato. Para 1680 se dice que la Universidad se halla en atraso por tener 9 cátedras
vacías en toda la Universidad". A esto se unía la falta de opositores a las cátedras y el hecho de
que muchos alumnos se pasaron a Colegios Mayores y Universidades Pontificias.

Los estudios en San Marcos reflejaban esta decadencia y crisis. La mayoría se limitaba a repetir
pasajes teológicos o de filosofia escolástica. Los Colegios Mayores no se libraban en cierta
forma de este fenómeno, pues era una caracteristica que: "la producción intelectual en la
Universidad y Colegios Mayores del siglo xv se distingue por su completa insuficiencia científica
y la absoluta preponderancia de la teologia"
Recién después de transcurrido más de un siglo de vida universitaria se funda en 1678 la
cátedra de Prima de Matemáticas, con un ausentismo absoluto de alumnos. Este hecho
demuestra claramente el desprecio que reinaba hacia las materias científicas En igual
abandono se encontraban las ciencias naturales y las ciencias médicas.

La mayoria de Colegios Mayores podian otorgar titulos de pasante, lector, licenciado y


bachiller en artes y teologia quedando solamente los títulos de maestro y doctor en artes y
teologia como privilegio de la Universidad de San Marcos. Siendo este otro factor más, que
determiné la pérdida de la hegemonía educativa que ostentaba San Marcos. La opinión del
virrey Manso de Velasco expresa claramente este problema: "la juventud se instruye en los
colegios y religiones, y el curso de la Universidad, ministra poca materia a su adelantamiento",

El panorama educativo en el siglo xv nos demuestra un monopolio absoluto de la Iglesia en la


educación colonial: A los colegios que se fundan en esta época: San Ildefonso en 1608 por
agustinos, Colegio Guadalupe 1611 por los franciscanos y San Pedro Nolasco en 1626 por los
mercedarios, se aunaron otros controlados por clérigos y religiosos " y además la Universidad
de San Marcos. Ciertos rectores y otras autoridades eran elegidos cada año entre seculares
alternadamente

Apreciación critica de la Universidad Colonial


Esa Universidad Colonial, señala V. A. Belaunde, estaba volcada sobre los intereses coloniales;
la única materia nacional que se estudió fue la lengua quechua, pero no con el objeto de
conocer mejor la población que constituía la base de la sociedad peruana, sino con el fin de
habilitar en la posesión de esa lengua a los que deberían propagar la fe. No se trataba pues de
una Universidad libre y que podia disponer por si misma la organización de sus materias y
disciplinas. Los colegios que la constituían esta ban sujetos a la autoridad eclesiástica. Las
universidades menores creadas posteriormente en Huamanga, Cuzco y Puno tenian las mismas
caracteristicas y propósitos.

Esta doble sujeción convertia la Universidad en una institución tradicional y poco sensible a los
cambios que sin embargo estaban modificando la base económica del Imperio español, por la
penetración de Inglaterra a partir del siglo xv y el paulatino quiebre de la estructura
monopólica. De esta manera, la Universidad se anquilosó, manifiesta Basadre, y en pleno siglo
xvn siguió dedicada a llevar las cargas de la burocracia virreinal y de la Iglesia, desde una
perspectiva aristocrática.

Sin embargo el siglo xvm habia registrado una profunda crisis en los intereses de la aristocracia
virreinal, por la baja producción de ceo y plata y la modificación de la politica de
comercialización de España con sus colonias. Este hecho, como se sabe fue sobre todo
perjudicial para la aristocracia y comercio del virreinato peruano, pero la Universidad no fue
capaz de preparar cuadros para enfrentar la emergencia. Más aun, el auge intelectual del siglo
xvm, recogido parcialmente por la administración de Carlos III no deja huella en San Marcos y
la filosofia racionalista y la fisica de Newton hallan acogida más bien en el Colegio de San
Carlos, donde a fines del siglo xvm encontraremos las expresiones de un pensamiento
reformista, difundido especialmente por Toribio Rodriguez de Mendoza Mientras tanto en San
Marcos, Baquljano y Camillo perdia el favor real por su crítica al proceso a Tupac Amaru,
expuesta en el "Elogio" de recepción del virrey Jáuregui en 1781 y posteriormente, en 1815
don Francisco de Arrese, catedrático de Primera estructura, era expulsado de la Universidad
por defender la educación popular y publicar y señalar la responsabilidad del príncipe.
Vale decir pues que a pesar de la descomposición de la sociedad virreinal ya a fines del siglo xv
y la convicción que en la élite aristocrática se va formando sobre lo inevitable de la
emancipación, causa por la que se habían comenzado a luchar en otros territorios de América,
la Universidad no participa en nuestro medio de ese espíritu. La defensa de la libertad de
enseñanza, la difusión clandestina del pensamiento, se entronizó entonces en San Carlos y de
allí emergieron los liberales que mayoritariamente coparian la primera asamblea constituyente
del Perú republicano, este trabajo de San Carlos, tenía sus antecedentes en la actitud abierta
de los colegios regentados por los jesuitas. Pero fueron expulsados en 1767. Ello marcó una
etapa importante dentro del proceso educativo tanto en España como en las colonias.

En el Perú el virrey Amat (1761-1776) por real orden recibió especial encargo de proceder a la
reforma de las instituciones educativas peruanas a cargo de la orden de San Ignacio

Los jesuitas hasta ese momento ocupaban un lugar preferencial en lo que a educación superior
se refiere; si bien no intervinieron directamente en la fundación de la Universidad de San
Marcos, la labor realizada en los Colegios Máximos de San Pablo, San Pedro, el Colegio de San
Martin y el Seminario de Santo Tomás fue importante poniéndose en algunos casos a la altura
de la Universidad y llegando a convertirse en fuertes rivales

La docencia de los jesuitas no se había limitado a los colegios, sino que también ocuparon
importantes cátedras en la Universidad de San Marcos. Inclusive durante el gobierno del virrey
Toledo se les llegó a ofrecer la dirección de la Universidad pero no fue aceptada. Su actitud
docente, su apertura al progreso de las ciencias y su disposición para discutir los
planteamientos liberalistas, fueron en cierto modo el único fermento educativo favorable a la
aparición de hombres que luego adoptarian posición por la emancipación. De alli pues el rol de
San Carlos en oposición al silencio de San Marcos

La ideologia emancipadora, poco grata a la élite criolla en su primera reacción no penetró en el


Perú a través de la cátedra universitaria, sino a través de San Carlos, de las logias secretas y de
la difusión de un pensamiento critico en el Mercurio peruano. La universidad, encerrada en sus
privilegios reales y pontificios, instrumento dócil de la administración virreinal y convertidos en
funcionarios de la Corona sus autoridades y profesores, no tuvo ningún peso significativo en el
proceso de emancipación. Producida la independencia, recibió solemnemente a San Martin y
luego a Bolívar, pero dentro de un ritual formalista y que no expresaba una ver dadera
identificación con el nuevo estado de las cosas

La vieja aristocracia colonial se había refugiado en la Universidad y el espiritu de la colonia,


cuyo hogar por excelencia fue la Universidad, como señala Mariátegui, sobrevivió en ella,
porque a pesar de la emancipación siguió fiel a su tradición escolástica y conservadora. Esta
herencia colonial, gravitó negativamente en el proceso de restructuración de la Universidad
como una institución de la República.

d] La crisis de la Universidad en el siglo xix

Se conoce poco y se conoce mal el desarrollo de nuestra Universidad en el siglo pasado, las
formas como ella dejaron de ser una institución de la colonia para asumir un carácter
republicano; el proceso de inserción y correspondencia con la evolución socioeconómica del
país o por el contrario su atraso y resistencia para responder a las demandas del proceso
social.
La Universidad del siglo pasado es ante todo una creación de ley pero que no plasma en la
realidad como expresión correspondiente a la implantación de la República. En los primeros
años de la República se crearon por ejemplo las Universidades de Trujillo y Arequipa, pero su
organización y contenido de cursos y carreras no significó un asumir la ideologia de la
emancipación y estructurar planes de estudio que correspondían con la necesidad de formar
los cuadros que necesitábamos para cimentar las bases económicas del pais y arraigar el
sentimiento nacionalista del nuevo Estado.

En la práctica la Universidad no funcionó; su marcha fue de carácter administrativo, en tanto


que la enseñanza se impartia sobre todo en los Colegios Mayores. La Universidad, refugio de la
aristocracia y del pensamiento conservador, se mantuvo al margen de la República y
contribuyó muy poco o nada, a evitar el desorden de los primeros desafíos de la República.
Esta situación duró hasta 1855; el Reglamento de Instrucción de ese año pretendió darle a la
Universidad un carácter más afín con la República y agrupó los Colegios Mayores en la
Universidad, estableciendo el régimen facultativo para los cursos de teologia, jurisprudencia,
medicina, ciencias naturales y matemáticas y filosofía y letras. Se trataba de esta forma de
eliminar la Universidad Colonial y de crear un primer contenido orgánico y funcional, afin con
el mayor ordenamiento público del Estado y la vertebración de la economia nacional en tomo
a la explotación comercial del guano,

Pero la Universidad opuso resistencia al Reglamento de 1855, como a la adecuación normativa


de 1861. El rector de San Marcos, Juan Vásques Solis, protestó de la intervención del Estado y
del sometimiento de la Universidad a la Dirección de Estudios del Ministerio de Instrucción,
aduciendo que se echaban por tierra los fueros y las constituciones aprobadas por cédulas
reales y bulas pontificias.

En realidad, la aristocracia criolla habla continuado apegada a las instituciones coloniales y la


burguesia era apenas un grupo en formación que carecia de fuerza para imponer el punto de
vista favorable a la expansión de sus intereses. Por eso, señala Mariátegui, la Universidad no
cumplia una función progresista y creadora en la vida peruana y resultaba extraña y contraria a
las corrientes vitales que surgian imponiéndose a las sobrevivencias coloniales

Las palabras del rector de San Marcos, José Gregorio Paz Soldán al proclamarse la vigencia del
estatuto de 1861 son explicativas de la situación:

Desde la cátedra como desde el púlpito se lanzaban imprecaciones contra nuestra libertad e
independencia, contra la soberanía nacional, la santidad de las leyes patrias, el derecho de la
emisión del pensamiento o de la palabra escrita, las regalias del patronato nacional. Y ningún
individuo ni gobierno puede ser olvidado de sí mismo y de sus deberes.

A partir entonces de 1861 se da lo que podríamos calificar la etapa de profesionalización de la


Universidad en el Perú y en la cual realmente comienza o se expresa la Universidad en
términos correspondientes con el dinamismo de las necesidades de la República, dentro del
contexto de aquella época. Comienza el auge de la abogacia y la medicina, como las carreras
más importantes y a través de la filosofia se refuerza el culto a los valores de la sociedad liberal
que la incipiente burguesia se esforzaba en arraigar: estabilidad y orden público, propiedad
privada, libertad económica, derecho a la educación, etcétera.
Sin embargo, la perspectiva del conocimiento será enciclopédica y apegada a las teorias y las
técnicas europeas. La influencia francesa es particularmente importante en el ámbito de la
cultura universitaria pero no existía en cambio un esfuerzo para organizar el conocimiento de
materias que condujesen al análisis de la realidad nacional. Recién en 1866 creaba la cátedra
de historia del Perú, la de geografia histórica y la de historia general de América. Victor Andrés
Belaunde comenta que, a pesar de estos cursos, la orientación de la Universidad no contribuía
a forjar la conciencia nacional; el conocimiento era predominantemente enciclopedia.

La Reforma de 1876 es en realidad la que en términos objetivos nos proporciona el esquema


de una Universidad acorde con el proyecto politico que se imponía en el pais. El gobierno de
Manuel Pardo representa la presencia de la burguesla civilista en el poder. La necesidad de
ordenar la hacienda pública, sanar la economia interna y reforzar la importancia del capital
privado es coherente con la expansión de una burguesía formada en torno a las
especulaciones con el guano, propietaria de tierras y con intereses financieros y comerciales
conectados con el exterior. La consolidación de la burguela y su alianza con el capitalismo
inglés requerirá entonces de un gobierno estable, un respeto a la ley y un aparato educativo
que integre culturalmente al país, le haga permeable a los patrones ideológicos en trance de
legitimación, al mismo tiempo que prepara y califica a la población para las exigencias de un
aparato productivo que trata de generalizarse en el pais, Desde este punto de vista, la
Universidad pasa entonces a formar parte del proyecto civilista y a convertirse en instrumento
de la formación de cuadros profesionales que la burguesía requiere. La Reforma de Pardo,
convirtió a San Marcos en Universidad Mayor y a las de provincias en menores ligadas a San
Marcos, creó la Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas, con la finalidad de estudiar los
fenómenos económicos y políticos del país y formar los expertos que el desarrollo del país
demandaba. Se modifican los planes de estudio de las Facultades de Letras y Jurisprudencia y
el propio Pardo mencionó en su mensaje a la Nación de 1876 que "la Facultad de Ciencias debe
adaptarse a las necesidades de nuestro progreso industrial"." Por otra parte, crea la Escuela de
Ingenieros, profesionalizando de esta manera, un importante sector de las carreras técnicas:
ingenieria civil, de explotación de minas y de establecimientos metalúrgicos e industrias
quimicas.

Esta pretensión de una Universidad nacional y equilibrada en la organización de su plan de


estudios y funcional con las necesidades de la política del Estado y los ministerios del aparato
productivo, tenia además un carácter selectivo elitista. La antigua aristocracia, tradicional
inservible a eta modernización de la sociedad peruana, fue echada de la Universidad, pero ésta
pasó de inmediato a convertirse en un reducto de control civilista. Una nueva aristocracia de
origen burgués se implantaba en la Universidad, tomaba los cargos de autoridad y las cátedras
principales, contratando además en el extranjero el personal que requeria la implementación
de su proyecto. Por lo demás el acceso era selectivo facilitándose los estudios a los hijos de las
clases altas y en pequeña proporción a aquellas provenientes de los grupos medios urbanos en
tanto la burguesía requería aumentar sus cuadros profesionales y técnicos por la propia
expansión del proceso pro ductivo. Va de si, que este mecanismo de selectividad en la
movilidad de los sectores medios, no modificaba el carácter elitista de la universidad; el titulo
universitario servía simplemente para ensanchar limitadamente a una clase dominante
necesitada de profesionales y técnicos. La Universidad compensaba con prestigio y capacidad
para intervenir en el manejo del pais, a aquellos cuya extracción de clase no provenia de la
propiedad de la tierra, de las finanzas o el comercio.
Como hemos analizado en otros aspectos de muestra evolución histórica, la guerra con Chile
constituyó una grave interferencia al proceso politico de consolidación de la burguesia civilista.
La Universidad sufrió la misma interferencia. La extremada lentitud con que la burguesía
recuperaba su control de la economia y su red interna-externa, obligándose inclusive a
modificar su programa y modalidades de estructuración del aparato pro ductivo, dejó a la
Universidad en una transición sin rumbo fija. Ello determinó que sin perder su carácter elitista,
reaparecieran las tendencias teóricas y literarias, junto a los aspectos profesionalizantes. Esa
es la Universidad que criticará el positivismo de los intelectuales peruanos de fin de siglo y la
Universidad que se ensaya reformar en 1901.

En síntesis, tres tipos de universidad son observables a lo largo del siglo xix; la primera es la
Universidad colonial que subiste prácticamente hasta 1861 y que se caracteriza por su total
aislamiento y ausencia en el esfuerzo por construir y organizar el Estado-nación. Viene en
segundo lugar, la Universidad que se instala a partir de 1866 y cuya concreción como modelo
se alcanza en 1876, vinculado el modelo al intento de estructuración capitalista del gobiemo
de Manuel Pardo. Es la universidad en la que sobre las tendencias enciclopedistas emergen las
orientaciones profesionalizantes y técnicas. Se tratará también de una universidad elitista y
reservada a las clases altas de la nueva sociedad que se diseña. La tercera fase se ubica entre
fines del siglo pasado y comienzos del actual. Una abundante legislación (1884, 86, 88, 1901)
trata de reimpulsar la Universidad, pero ésta se mantendrá aferrada al elitismo
profesionalizante, al enciclopedismo teórico, a la erudición explicativa y a la docencia
verbalista. Es decir, aferrada a un modelo anacrónico, en tanto que la reconstrucción.
económica y politica del pais pasaba por la necesidad de modernizar la estructura agro minera
exportadora con fuerte participación del capital extranjero y acentuación de la dependencia
pues la burguesia civilista se resignaba a un rol de intermediación financiera y mueve control
politico del Estado La primera reacción contra esta Universidad que no logra articularse con el
proceso politico y la posibilidad de modernizar el pais via un modelo de capitalismo
dependiente surge en los mis preclaros intelectuales del civilismo. Ellos intentarán cambiar los
hábitos y obsolescencia de la enseñanza universitaria, introduciendo el positivismo europeo.
Javier Prado en primer lugar introduce en su trabajo La eveluriin de la idea filosófica, el
pensamiento de Spencer y recomienda métodos de estudio basados en la observación de la
realidad y en la experimentación. Se crea de inmediato la cátedra de sociologia, que es
asumida por Mariano H. Comejo, La Facultad de Derecho introduce el estudio del positivismo
en los cursos de filosofia del derecho y derecho penal, en tanto que el año 96 Martin Man
zanilla dicta un curso de economia politica en el que sostiene la relatividad de las leyes
económicas En 1900, Manuel Vicente Villarán plantea en su lección inaugural, el problema de
las profesiones liberales, que la vincula a la necesidad de status en las clases medias porque
ellas carecian de acceso a la propiedad y a la industria. Al parecer no eran más que hechos
aislados. En general, según la opinión de V. A. Belaunde, se trataba de un positivismo erudito y
exponitivos, centrado en el conocimiento de las teorias y no en la utilización del método para
aplicarlo al conocimiento de la realidad nacional" Mariátegui, sin embargo, va más allá, tras la
crítica liberal de la intelectualidad positivista, señala, no hay más que una nación episódica del
civilismo que carece de recuño y de decisión para darle a la Universidad, al igual que a su
empresa económica, una función progresista y creadora A pesar de sus limitaciones, el
positivismo instala en la Universidad un aparato critico, se introducen cuños que mejoran la
capacidad reflexiva del estudiante, y el profesorado, aun cuando vinculado a la aristocracia
civilista, conforma una élite de gran brillo intelectual. Todo lleva pues a hacer mis visible el
desajuste: la Universidad se ha hecho más profesional, pero su organización es anacrónica, no
responde a un proceso social dinamizado por la expansión económica, la consolidación de
sectores modernos, la rapidez de las comunicaciones, las formas como el progreso cientifico
que viene de fuera impacta la información y la reacción de las clases sometidas a ese consumo,
en fin, el acrecentamiento de la urbe.

Entre 1900 y 1910, la población universitaria oscila de 1 000 a 1 100 estudiantes y los
fermentos de una inquietud social derivada de los factores mencionados en el párrafo
anterior, comienzan a expresarse en la Universidad. En 1907, es la Universidad del Cuzco la
que plantea reivindicaciones académicas, en 1908 la Ley 801 reconoce a la misma el derecho
de hacer estudios universitarios y en 1909 es clausurada la Universidad del Cuzco, como lo
habia sido también la de Arequipa en 1907, por disturbios estudiantiles, De esta manera, la
Universidad entraba a su fase de más aguadas convulsiones. De la crisis de definición histórica
que la había afectado en el siglo xix, pasaba a las crisis derivadas por la intensificación de la
modernización en el Perú, sus contradicciones y ambigüedades, sus fases de aceleración y
radicalización combinadas con el retorno a periodos de tradicionalismo conservador. La
Universidad sufrirá estas tendencias y sus crisis se articulan a partir de esos momentos, en los
llamados procesos de "Reforma universitaria" fenomeno que caracteriza la historia de nuestra
Universidad, al igual que en otros paises de latinoamerica, desde fines de la segunda década,
hasta el inicio de la del sesenta.

LOS PROCESOS DE REFORMA UNIVERSITARIA

Introducción

Los movimientos de Reforma universitaria se inician en América Latina con el "Manifiesto de


Córdoba" de 1918; m propagación en el Perú es en el año 1919. Desde esa fecha, son cuatro
los momentos más precises de Reforma universitaria que cuajan en leyes que consagran las
principales reivindicaciones de la Reforma. Tenemos a la primera Reforma de 1919, la de 1980-
31, la de 1946 y la de 1960.

¿Cuál es la naturaleza de la Reforma universitaria?; qué es lo que ex plica la persistencia del


tema y el reformismo de la lucha estudiantil durante cuarenta años? Precisamos en primer
lugar que la evolución y modernización de la Universidad en nuestro continente, está ligada
con los procesos de reforma. Sin embargo, no es éste un fenómeno que puede explicarse
unilateralmente y como la expresión voluntarista de profesores y estudiantes. Hay en la
Reforma, en los origenes del primer movimiento y en sus resurgimientos posteriores, una
relación directa entre el estado social de la época y la Universidad, entre el desarrollo de las
tendencias que expresan modificaciones en el comportamiento de las fuerzas sociales y la
necesidad universitaria de romper el aislamiento y su marginación del proceso social.

Pero la Reforma expresa también el estado de descomposición interno de la Universidad, la


incompetencia para el cumplimiento de sus funciones; el desajuste entre el sentido elitista de
su organización y composición y la emergencia de los grupos medios que paulatinamente se
instalan en ella y presionan por redefinir la Universidad en la perspectiva de sus intereses y su
visión de la sociedad.

Contra la universidad elitista, aristocratica, reducida a la formulación de profesionales calcados


de las universidades europeas, la Reforma de Córdoba constituye un movimiento de
recuperación de calidad académica y un intento de encarar en la personalidad de la
universidad latinoamericana, la reflexión crítica que se basa en el conocimiento de la realidad
social. El ideario de la Reforma, expresa Darcy Ribeiro, correspondia con el momento histórico
en que ella se desencadenó y con el contexto social latino americano, cuyas élites intelectuales
empezaban a tomar conciencia del carácter autoperpetuante de su atraso en relación a las
otras naciones y de las responsabilidades sociales de la Universidad, para reclamar una
modernización que las volviese más democráticas, mis eficaces y más actuan tes hacia la
sociedad.

Pero este programa de acción no surge de un idealismo puro. Históricamente, estamos ante la
insurgencia de los sectores medios y la Reforma universitaria es parte de la ideología que ella
elabora para ganar significación socioeconómica y movilizare hacia el poder politico. La gran
industrialización y los cambios que sacuden y aceleran el desarrollo de los paises capitalistas
después de la primera guerra mundial, conmovieron y afectaron también el tradicionalismo de
los pueblos latinoamericanos. La a modernización adquirió un rimo más rápido y nuestros
paises ingresaron un proceso de industrialización capitalista que agudizó las contradicciones y
a los grupos intermediarios de su holgura y relativa comodidad como simples profesionales,
burócratas o dependientes de un aparato productivo hasta ese entonces pequello y en cierto
modo estático. El des arrollo de un capitalismo dependiente, afectó sobre todo a los sectores
medios, porque el crecimiento industrial aceleró la diferenciación de las clases.

Sucede asi, lo que José Luis Lanuza califica como "la proletarización de la clase media" Los
maestros, los periodistas y empleados de comercio se organizan. Los estudiantes,
pertenecientes en alto número a estas clases, no podían escapar al movimiento general; su
expresión de lucha fue la Reforma universitaria.

En realidad, la institución universitaria no había logrado desarraigar totalmente la herencia


colonial; simplemente habla amalgamado en universidad, con esta otra proveniente de la
universidad napoleónica de tipo profesionalizante. El resultado, como señala Ribeiro, fue una
estructura compartimentada en escuelas autárquicas, incapaz de dominar y trasmitir el saber
cientifico de su tiempo, de aplicarlo y adoptarlo a las necesidades locales como búsqueda de
solución para los problemas nacionales Derivó de ello un gremialismo profesionalizante y un
feudalismo profesoral. " Los intentos de modernización, dentro de una dependencia
socioeconómica y cultural que nos hacia tributarios de Inglaterra, Francia y los Estados Unidos
agravaron más el panorama; la incapacidad para asumir soberania económica se reproducia en
la Universidad como una actividad cultural mediocre, superficial y de mero eruditísimo
académico, El panorama reformista de 1919, es pues una bandera contra este estado de cosas
y la conducción a cargo de lideres estudiantiles provenientes de los sectores medios no hace
sino confirmar que éstos habían llegado ya a la Universidad, pero la crisis social y los cambios
económicos hacían obsoleta una universidad academizante y elitista que no les podia en ab
soluto beneficiar. Esta disposición para la reforma prueba además, que es en los sectores
medios donde surge primeramente la conciencia de los cambios ocurridos y los perjuicios
sufridos en el reacomodo modernizador de los años veinte. La politización de los sectores
medios, la búsqueda de acuerdos y alianzas con el proletariado que emergía, está pues en la
raiz de la Reforma universitaria, al igual que en las luchas sociales y en la creación de las
organizaciones politicas de aquella época.

Desde luego, la Reforma universitaria no se agota en un solo hecho; ella se constituyó como un
proceso y adquirió particular dinamismo bajo situaciones coyunturales. Esto se explica por la
misma naturaleza de la modernización y los constantes reacomodos, precisamente por su
carácter dependiente y la relativa autonomia de los actores politicos internos para mantener
los objetivos de las politicas económicas. La fragilidad estructural expresada en avances y
retrocesos, determinaba la vigencia de ciertos principios de lucha, en tanto los estigmas y
opresiones de una sociedad secular mente atrasada no se lograban superar. Esta situación,
particularmente graficable en el caso de los movimientos sociales latinoamericanos se aplica
también a la Reforma universitaria. Ella persiguió, desde sus primeras formulaciones, un
programa de soluciones que inculca las aspiraciones de libertad y progreso de nuestros
pueblos. De alli su vigencia e importancia en la historia continental latinoamericana.

Sin embargo, entiéndase bien, la Reforma era el programa de una pequeña burguesia y
correspondía con la evolución histórica de nuestras sociedades. Su absoluta pertinencia, en
términos de la dinámica modernizadora de los años treinta o cuarenta, tenia que desgastarse
posteriormente, por razón de la decantación de otras fuerzas sociales, por la modificación de
las relaciones internacionales con los centros hegemónicos del capitalismo, per la aparición de
modelos alternativos que encarnaban para la Universidad comportamientos más acordes con
las necesidades contemporáneas del desarrollo y la autodeterminación. Porque en fin, el
propio reformismo se fue desprestigiando en el reivindicasionismo de logros pequeños e
insustanciales, en tanto que la dinámica social encaraba para los sectores populares, en plena
expansión, roles de mayor importancia que los asumidos por el movimiento estudiantil
identificado durante un largo tiempo con las banderas del reformismo universitario.

Nada de lo expuesto quita importancia a los movimientos de Reforma universitaria; precisa


simplemente su vigencia y significación desde que aparecen y la reiteración significativa de sus
tópicos, en tanto nuestro continente no lograba estructurar una efectiva modernización y no
se daban las condiciones para una ruptura social de cambio revolucionario Pero ubica al mismo
tiempo los limites de su valides como movimiento por razón de las fuerzas sociales que hacia
fines de la década del sesenta comenzaron a expresar sus interesa de manera más articulada y
a presionar consecuentemente por un cambio más radical de las estructuras sociales. La
actualización histórica pretendida por la Reforma universitaria devino insuficiente, aun cuando
algunos de sus planteamientos han pasado a convertirme en elementos inconmovibles de la
universidad en Latinoamérica.

Este es tal vez el principal significado de la Reforma universitaria. Ella ha aportado el concepto
de la "autonomía universitaria", el estudio de la realidad nacional y latinoamericana, como
soporte de la función de critica social de la Universidad; el cogobierno en la conducción de la
Universidad, la gratuidad de la enseñanza, el derecho de tacha, etcétera. Todo ello encierra
riqueza de pensamiento, la necesidad de abrir y democratizar la Universidad y la acción de
crear una Universidad creativa y con personalidad propia.

La Reforma universitaria, es por cierto un hito de nuestra historia, significó en su momento, un


movimiento cuestionador del orden imperante en América Latina y rescató para la Universidad
una función de crítica social y de compromiso con la realidad concreta. Esta caracterización
global, es pertinente para situar y analizar la importancia que a su vez tiene la Reforma
universitaria en los cuatro periodos que tipifican su implantación en el Perú.

a] Academicismo y meta politica de la Reforma de 1919

El movimiento de Reforma universitaria en el Perú tiene su antecedente próximo en la difusión


de la ideologia reformista que habla inspirado en 1918 el movimiento de los estudiantes de
Córdoba. Pero responde también a los cambios que se manifestaban en la sociedad peruana a
fin de la segun da década del siglo. Como consecuencia de las tendencias capitalistas en el
comportamiento de nuestro aparto productivo y la rápida penetración de los inversionistas
norteamericanos, la economia peruana habia experimentado un mayor dinamismo, La
exportación de minerales y productos agricolas se habia incrementado notablemente, sin que
aumentasen en la misma proporción las importaciones.

Este crecimiento del comercio, la facilidad de las vias de communicación y una elevación de la
inversión privada en los sectores secundarios y terciarios, acarreaban modificaciones
importantes en el comportamiento de la sociedad. El fortalecimiento de la vida urbana era
notable, al igual que la emergencia de los sectores medios y populares. Estos factores gra
vitaron negativamente sobre la estabilidad del orden instaurado por los civilistas. Dentro del
mismo civilismo, se fortalecia un sector burgués de tipo financiero y empresarial que
cuestionaba el conformismo de los sectores vinculados a la venta de la tierra y a las
especulaciones de la intermediación y representación financiera. Por otra parte, los grupos
sociales derivados del mayor crecimiento económico procesaban rápidamente
comportamientos politicos ligados a reivindicaciones sociales, como la lacha por la jornada de
ocho horas diarias de trabajo o las acciones para obtener mejores condiciones de trabajo
acudiendo en varias ocasiones a la huelga.

La Universidad, reducto del civilismo aristocrático fue también asediada por esta movilización
social. Los sectores medios buscaron en ella una forma de calificare y de prepararse para la
implementación del incipiente proceso industrial. En realidad, la expansión económica y el
crecimiento urbano habia facilitado la ampliación de los sectores medios, pero en contrario
habla perjudicado sus posibilidades de progreso por la capacidad de esos sectores para
acceder a la propiedad y tener que asumir los altos costos exigidos por su emergencia y
pretensiones de ascencionismo social. Esto convertía a los grupos medios en el núcleo social
más dispuesto, potencialmente, para concientizarse políticamente. Adicionalmente, había sido
el sector más beneficiado con el crecimiento de los servicios educativos, razón por la cual su
desplazamiento hacia la Universidad fue concomitante con la imposibilidad de canalizar su
movilidad social por medios más directamente ligados a la producción.

Pero la Universidad era una entidad mediocre, con una tendencia inevitable a la
burocratización académica y a expresar desde la cátedra el punto de vista ideológico de la
oligarquia conservadora que se habla refugiado en ella. No podia ser en manera alguna la
Universidad renovada y democrática que debia expresar el sentir de los grupos que
mayoritariamente la componían. El triunfo de Legula accediendo al poder como representante
de las clases medias, constituyó indudablemente la coyuntura favorable para que esa misma
clase se expresara en la Universidad.
Una brillante generación universitaria en la que podemos ubicar a Raúl Porras Barrenechea,
Victor Raúl Haya de la Torre, Manuel Abastos, Luis Alberto Sánchez, Jorge Guillerme Legula,
Manuel Secane y Jorge Rasadre entre otros, conducen el movimiento. En él se sintetizan y
amalgaman dos actitudes: la insurgencia politica de la clase media, formando en la lucha
estudiantil a quienes serán luego protagonistas centrales del proceso politico del Perú
contemporáneo y el carácter académico del programa universitario que se persigue. La
Reforma de 1919, testimonia Basadre,

fue, aparte un estallido de clases medias en la población estudiantil, usa demanda clamorosa
por una enseñanza mejor, una protesta ostensible contra lo que entonces se calificó como
"esclerosis de la docencia" sus postulados principales afirmaron la necesidad de elevar el nivel
de la docencia, piedad sobre las cátedras, que era ejercicio sin consideración al transcurso del
tiempo y de atraer a los jóvenes hacia la ciencia y la cultura. Con este último propósito, los
memoriales estudiantiles plantearon la creación de la cátedra libre y el establecimiento de
concursos.

En efecto, San Marcos había llegado en 1920 a una población de casi 1,500 estudiantes y
presentaba una composición democratizante, pero ello contrastaba con el profesorado
civilista, reacio a hacer concesiones y a despojarse de los últimos atributos de prestigio social
que les quedaba, perdido el político. Estaba el profesorado constituido por varias figuras de la
aristocracia civilista y allegados de la clase media. San Marcos habia sido, para ellos, más un
trampolin para figuraciones en la alta conducción politica del pais, que una presencia dedicada
a la docencia y la investigación. Por ello mismo, la Reforma se radicalizó como una lucha entre
profesores y estudiantes y fue el pedido más exigente, el del derecho de tacha, sancionado
luego en las leyes 4002 y 4004 que promulgara Legula, aliado en aquellas circunstancias al
movimiento estudiantil, porque convenia a sus intereses el liquidar al civilismo universitario. "
La respuesta fue la negativa de los profesores a aceptar la ley, pero los principios de la
Reforma persistieron, figuraron también en la Ley Orgánica de Educación de 1921. Muy poco
tiempo después, Legula, rota su alianza con sectores populares, medios y juveniles, persistió el
movimiento estudiantil y desterró a sus principales figuras.

Lo que nos interesa resaltar sin embargo es la importancia de algunos aspectos que precisan la
naturaleza dual de la Reforma; el punto de partida es la critica objetiva al carácter cientifico de
la Universidad, pero la lucha es captada y capitalizada por lideres provenientes de los sectores
medios. Se fortalece el gremialiano universitario y adquieren importancia histórica la
Federación de Estudiantes del Perú, reconocida oficialmente por el propio gobierno en 1919. El
profesorado a su vez, reaccionó más en función de su posición de clase y perspectiva politica,
que levantando las criticas sobre la pobreza del trabajo académico. Poco a poco, la presión
social contenida en el movimiento hizo que éste se radicalizar, aun cuando siempre mantuvo
una oscilación entre las tendencias estrictamente académicas y la politica representada por
Haya de la Torre Finalmente, tres principios de la Reforma pasan a constituir la base de una
Universidad democrática, critica y comprometida con la realidad social: "autonomla", contra
las tendencias represivas del Estado; "cogobiemo", como expresión de la democracia y la
corresponsabilidad en la conducción interna; "extensión" para demostrar en la actividad
práctica el trabajo y el contacto con la realidad nacional.

Estos tres elementos, son a nuestro juicio los que dan relieve y trascendencia histórica al
movimiento reformita de 1919, más allá de los conflictos, anécdotas, avances y retrocesos que
la narración del hecho cotidiano puede mostramos sobre los primeros momentos de la
reforma y las relaciones con la dictadura de Leguia. La primera conquista estudiantil, la
autonomia universitaria, resultaba en verdad indispensable para garantizar la libertad
académica y la función critica de la Universidad. Pero la autonomia era concebida además
como un requisito y un instrumento de defensa contra la interferencia del Estado oligárquico y
la forma como usualmente se habia manipulado la Universidad para ponerla al servicio de los
intereses politicos de la oligarquia en el poder. La idea de una Universidad libre, cientifica y al
servicio del pueble requeria de autonomia, de normas que la preservaran de la agresión
extema. Desde esta perspectiva la autonomía resultaba pues una conquista fundamental y es
éste el contexto inequivoco que le dio origen, pasando asi a ser un elemento incorporado y
central de la nueva tradición universitaria que se formaba.

En cuanto al cogobierno, expresado en la fórmula de un tercio de representación estudiantil en


los órganos de gobierno de la Universidad, expresaba la voluntad democrática del
estudiantado. Pero también algo más, el rescatar el carácter democrático en si de la
Universidad, como fundamento para la responsabilidad compartida, reconociéndose en el
estudiante la capacidad de tomar decisiones, de participar en la gestion y ejercer el control.

Queremos reflexionar ahora sobre el programa de extensión, el mismo que toma su primera
forma práctica y operativa en el Congreso Estudiantil del Cunco de 1920. Jorge Basadre fala
que este congreso mostro junto a una tendencia de apertura a las clases populares, la
presencia aún fuerte de las posiciones conservadoras. Asi por ejemplo, se sanciones entre los
objetivos de la Federación de Estudiantes, la defensa de la propiedad. Mariátegui señala que
efectivamente el movimiento pro-reforma carecia de programa definido, pero afirma la
importancia del voto que creó las Universidades Populares, destinadas a vincular a los
estudiantes revolucionarios con el proletariado y a dar un vasto alcance a la agitación
estudiantil, En efecto, la creación de las Universidades Populares significó el primer intento
organico de una relación entre el sector universitario y los sectores populares; consistia su
actividad en cursos de extensión, difusión y capa citación, cuyo contenido combinaba el
análisis critico de la realidad nacional, con temas de rigurosa preparación de tipo disciplinario.
La docencia estaba a cargo de estudiantes y los planes de estudio tenian estructura curricular.
Su primer rector fue Victor Raúl Haya de la Torre y el pro pio Mariátegui se contó entre sus
profesores. El proyecto y la tesis de hacer Begar la Universidad al pueblo y establecer una
relación consistente entre el estudiante y el obrero tuvo en la creación de la Universidades
Populares y su programa de extensión, una de sus realizaciones más prácticas y concretas.

La observación más detenida sobre el trabajo de la Universidades Populares y la aplicación de


la política de extensión universitaria, nos hace reparar en una dimensión de la reforma que
pone el énfasis no tanto en las exigencias del mejoramiento académico y cientifico de la
Universidad, como en su presencia politica y la obligación universitaria de asumir una
responsabilidad de acción social, que es esencialmente politica, por el ejercicio critico, la
libertad de opinión, de denuncia y los efectos concientizadores que tal trabajo supone.
Autonomía y extensión, se constituirán pues en la práctica como elementos funcionales de una
Universidad poli tica y cuya finalidad de compromiso social, definiran la institución
universitaria con un rol polémico e innovador del sistema.

Esta pretensión está sin duda implicita en la reforma y sus dirigentes mas lúcidos tuvieron clara
conciencia de ello, desde tal perspectiva, la Universidad Popular fue el primer hite de un
cambio que surgia desde la Reforma, pero cuya verdadera dimensión era su presencia activa y
trans formadora a nivel nacional. Haya de la Torre, afirmó en ese entonces: "al costado de la
Universidad rejuvenecida, pero nada mas que rejuvenecida por la revolución, creamos otra
joven, fuerte e hija suya quizás; hija vencedora de la madre: nuestra Universidad Popular
González Prada, donde fundimos nuestros esfuerzos y nuestro credo revolucionario con la
rebelión dolorosa de los trabajadores. Ella será un dia la vasta Universidad social del Perú que
cantara el responso a la otta". Haya de la Torre es pues consciente en 1924 de los efectos y
trascendencia de las obras surgidas de la Reforma universitaria. Su liderazgo tenía
necesariamente que crear una dinámica de agitación estudiantil y de contrastación con el
orden establecido. A partir de ese momento, la Universidad entra en constante movimiento;
se asumen las causas del descontento popular, se presiona por la popularización de la
enseñanza universitaria y la propia Universidad se convierte en un reducto de discusión y
cuestionamiento politico del régimen y del sistema. Huelgas y reces, prisión y deportación de
dirigentes, se convirtieron entonces en elementos tipificantes del movimiento estudiantil y de
la inquietud universitaria.

La época de la dictadura de Legula está llena de incidentes violentos con la Universidad; tal vez
el más famoso es el de la oposición estudiantil a la consagración del Perú al Sagrado Corazón
de Jesús y que motivó la deportación de Haya de la Torre. Pero la agitación no se reducia a
Lima y a San Marcos. También habla radicalismo en Cuzco y en Arequipa, Se luchaba contra la
dictadura; se buscaba la alianza de los sectores populares y los universitarios reformistas del
afio veinte, hacian periodismo esclarecedor: La Razón, Claridad, Amauta, Labor, son bellos
testimonios escritos donde persisten las huellas del mformio, pero buscando ahora canales
más definidos y politicos para expresar la necesidad de llevar a cabo una revolución social en el
Perú. Nada de ello descuidaba sin embargo la preocupación interna por la Universidad, donde
las reformas habían sido efimeras y los estudiantes vivían la contradicción de una Universidad
que sólo había cedido en cuanto a la ampliación de la matricula, pero que se gula siendo
mediocre y reaccionaria. Casi a fines de la dictadura de Legula los profesores sanmarquinos
fueron violentamente cuestionados por el estudiantado. La discrepancia reflejaba, según
nuestra observación, la oposición entre las extracciones de clase de un profesorado adscrito al
civilismo aristocrático y un estudiantado dominado por la clase media. Nuestros catedráticos,
dice Mariátegui en Claridad, son activos o reaccionarios laten tes, que, en politica doméstica,
suspiran impotente y nostálgicamente por el viejo orden de cosas.

La agitación estudiantil de 1919 y su prolongación durante el Oncenio hasta cuajar en el


segundo movimiento de Reforma universitaria en 1931 trasciende sin embargo al hecho corto
y nos lleva a una revaluación histórica de aquel proceso de Reforma universitaria. No se trata
de medir ésta por sus logros; la Universidad por ejemplo permaneció básicamente inalterada
en cuanto a la pobreza de su enseñanza y métodos de trabajo cientifico, pero cambió sin
embargo en significación sociopolitica. La dinámica de un movimiento estudiantil activa, la
presencia de algunos profesores dispuestos a asumir la critica y a renovar culturalmente la
Universidad, la exigencia de planes de extensión, etcétera, habian inevitable mente redefinido
la Universidad. Nunca más, después de 1919 volvió ésta a su calma imagen de los tiempos
precedentes y la elitización que subsistió en ella tuvo que redefinirse en función de las nuevas
clientelas que hablan accedido a la Universidad.

Desde luego, la Reforma estaba inserta en un clima de radicalización social y de cambios a este
nivel que la involucraban necesariamente, pero lo que es importante rescatar es que
históricamente no se quedo en el mero dato académico, a pesar que estuvo fuertemente
caracterizada por esta preocupación, sino que trascendió el aula e identificó a las generaciones
universitarias de ese entonces, con la problemática social del país. Nunca antes. la Universidad
había dado ese testimonio. Ciertamente, la Reforma la cristalizó un modelo de Universidad;
tampoco podia ella alcanzarse en el contexto de ebullición social y profundos desajustes que
sufría el pais. De alli que la Reforma reaparecerá en los años posteriores, como exigencia
estudiantil para que la Universidad se adaptara real y definitivamente a las instituciones de la
Reforma. No nos queda pues ninguna duda al afirmar que la Reforma trastorno
profundamente la Universidad en el Peru. La tradicional, apegada a los abolengos coloniales y
los catedráticos aristocráticos y a las cúpulas del poder oligarquico, murió con el proceso y las
luchas reformistas de la dé cada del veinte. Lo que surgio después, con sus dudas, vacilaciones
y crisis constantes, es indudablemente tributario de la Reforma, de la subsistencia de sus
topicos principales y de la inadecuación de una estructura universitaria que en su evolución
posterior no ha logrado cristalizar los viejos ideales de la Reforma ni elaborar nuevos
comportamientos para un pais definitivamente más complejo en su organización
socioeconómica y sociopolítica.

b) La politización de la Universidad y el APRA

Un fenómeno que ha caracterizado nuestra Universidad desde la primera Reforma


universitaria ha sido el de la politización. Nos ha interesado indagar sobre este asunto, que a
juicio de muchos estudiosos constituye el principal problema de la Universidad en el Perú. La
observación y reconstrucción histórica de los hechos, la lectura de las fuentes y la convencion
con testigos y actores de la primera Reforma universitaria nos ha llevado a la siguiente tesis: la
politización está implicita en los planteamientos de la Reforma, la que a su vez sirve como
instrumento para la emergencia politica de los sectores medies. Existe, consecuentemente,
una estrecha relación entre el reformismo universitario y la organización del primer partido de
clases medias en el Perú: el aPRA.

Jorge Basadre ha escrito en su libro de testimonio: La vida y la historia, que la Reforma de 1919
fue un movimiento limpie, generoso y audaz "Nuestro ideal difundido fue sobre todo el
mejoramiento de la enseñanza", afirma, para señalar a continuación que su terapéutica contra
la mala calidad de la docencia fue exigir el derecho de tacha y la cátedra libre, pero ignorando
los problemas derivados de la falta de rentas universitarias En la entrelinea de lo que escribe
Basaden, se observa un afin de reconocer el carácter académico de la Reforma, admitiendo sin
embargo que para algunos la Reforma era ante todo una necesidad de politizar y acercarse al
pueblo, más que un programa para dotar de mayor solvencia cientifica, cultural y social a la
Universidad. La idea de un proceso de Reforma que ha perdido su carácter primigenio lo
encontramos en el siguiente párrafo:

Para las izquierdas tradicionales, como para las que surgieron después, la Reforma se ha ido
convirtiendo más y más en una ebullición enderezada entre los grupos y circules
conservadores o hasta moderados, cuya base está en el descontento contra males y
deficiencias evidentes de provecho, acaso, de planes, disimulados o no, que no son
precisamente académicos. Bajo el manto de la Reforma universitaria ha quedado deshecha a
menudo la continuidad de la vida institucional, se ha cultivado el dogmatismo y la
omnisapiencia prematura de los jóvenes y se ha llegado a crear, más de una vez, climas de
intimidación y de intransigencia"
Esa Reforma olvidada por los propios estudiantes y la marginación de la Universidad del
progreso material que Leguia suscitó, llevan Basadre a afirmar que a pesar de todo San Marcos
quedó reducida a los aspectos esenciales de la formación profesional y a subsistir en la
penumbra, Sin embargo, evoca lineas más adelante, un clima, fruto inequivoco de la Reforma y
de lo que, sostenemos, existió en ella desde el primer momento: la politización de la
Universidad, conviviendo con el remozamiento académico:

Fue la mia, 1919, la primera generación universitaria que vio interrumpir sus estudies a los
interrumpió voluntariamente, con frecuencia periódica Después análogo proceso se ha
repetido e incrementado hasta llegar a la crisis endemica [ Cuando alguien cogia en aquella
época la campana del patio de Ciencias Politicas y la comenzaba a tocar, las voces de
Asamblea! hacían que los salones de clase y los corredores quedaran vacios y los muchachos
se reunion en el vasto salón llamado el General, el recinto más grande en la casona de San
Marcos Surgieron asi alumnos que iban al claustro universitario diariamente y no entraban en
las aulas, ni rendian exámenes ni hacian trabajos en relación con sus asignaturas; y que cuan
do finalizaban sus estudios en una facultad corrian a matricularse en otra para seguir cursos
suplementarios. Se destacaban ellos en cambio, por su oratoria en las asambleas o en los
comicios públicos o por su habilidad para buscar votos para la Federación de Estudiantes o los
organismos de las Facultades. Se formó así una generación de extraordinaria receptividad
hacia la política y de ella emergieron dirigentes de la izquierda, el fundador y varios de sus
principales dirigentes del aprismo, el jefe socia lista Luciano Castillo [...

Pero la tesis del carácter también politico de la Reforma y de la forma como en ella se fue
configurando un movimiento de clases medias que busca nuclear y conducir a los sectores
obreros y campesinos, la encontramos en forma más precisa al seguir el pensamiento y la
acción de Haya de la Tome en ese tiempo. Desde 1917, año en que Haya llega a Lima, es visible
su participación en los hechos sociales y las acciones politicas que convulsionan y precipitan el
fin de la República aristocrática. En 1918 forma parte de la Comisión Obrero-Estudiantil que
intervino para la obtención de la jornada de ocho horas. En 1919 es miembro del Comité
General de la Reforma y consigue aquel mismo año la presidencia de la Federación de
Estudiantes del Perú. En 1920 participa y preside el Congreso de Estudiantes del Cusco; apoya
la creación de las Universidades Populares y se consagrará al trabajo en ellas hasta que en
1923 es el con ductor del movimiento obrero-estudiantil que se opone victoriosamente a la
consagración del Perú al Corazón de Jesús Leguia lo deporta, viaja a Centroamérica y Cuba,
participando en la creación de Universidades Populares. Finalmente, el 7 de mayo de 1924
funda en México la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA).

¿Qué quiere decir este periplo de Haya entre 1917 1924? Es claro que para Haya de la Torre la
Reforma universitaria no tiene un carácter fundamental y exclusivamente académico Per el
contrario, el hombre de 24 años que en 1919 llega a la presidencia de la Federación de
Estudiantes del Perú es ya un politico cuyo pensamiento surge de una visión donde se
entrecruzan su origen de clase media provinciana con ante cedentes aristocráticos y la
constatación de un pais desintegrado, atrasado culturalmente y profundamente dependiente
de la penetración económica norteamericana. La Reforma de la Universidad no es su meta
última, pero el movimiento le proporciona en cambio la oportunidad histórica del liderazgo, la
conformación de una élite dirigente, con gente como él, proveniente de los sectores medios.
Al mismo tiempo, la ideologia reformista le proporciona una forma de conocimiento e
interpretación de la realidad continental Haya la pone en práctica y la profundiza. Poco a poco,
la Reforma universitaria se ha convertido para él en la cura sobre la que irá construyendo la
teoria de la unidad continental, la de la emancipación de América Latina; el APHA. Pero la
reflexión teórica de Haya se va dando también en la acción y ella se expresa en las
Universidades Populares, entidad en la que se esboza y se pone en práctica de alguna manera
su concepción de frente de trabajadores manuales e intelectuales, bajo la conducción en este
caso de los universitarios que enseñan y contribuyen a forjar la conciencia del trabajador.
Todos los antecedentes de Haya, antes de 1924, son los de un dirigente de la Reforma
universitaria y ésta a su vez se ha convertido en un factor de impulso para la liberación de los
pueblos latinoamericanos Desde esta perspectiva, la Reforma politiza necesariamente la
Universidad y se convierte además en un hecho que antecede y preside la fundación del APRA.

Veamos en los propios términos de Haya de la Torre, la vinculación entre la Reforma


universitaria y el aprismo, al como las ideas primigenia mente inspiradoras. La Reforma
universitaria no fue marxista, dice Haya, comentando que hacia 1919 se conocia muy poco de
Marx y que entre obreros y estudiantes la literatura más difundida era la anarquista. Es el
tema de la libertad, el del radicalismo libertario, el que orienta la filosofia de la Reforma y la
concreta como una acción que busca la justicia social. Igual ruta adscribe Haya a la Revolución
mexicana otorgando a ambos hechos, el carácter de antecedentes del APA:

De esta suerte, la Reforma universitaria y la Revolución mexicana pre sentaron una relativa
simetría histórica entre sus distintos y lejanos procesos de protesta e insurgencia, bajo el signo
idealista de su lucha por la justicia y la libertad, que de un lado al otro del continente coincidió
en dos levantamientos distintos y dispares. Con estos antecedentes se fundó el APKA-la
Alianza Popular Revolucionaria Americana el 7 de mayo de 1924, dia de la entrega en México
de la bandera unionista de nuestros pueblos a su Federación de Estudiantes.

En su Conferencia de 1923 a los estudiantes de la Universidad de La Habana sobre el problema


social en el Perú, Haya caracteriza la sociedad peruana como una sociedad explotada y víctima
de una minoría que acumula todos los privilegios. Contra esa situación se han unido dice, IOS
trabajadores manuales e intelectuales y asumido una actitud combativa y renovadora,
señalando como centro de esa unión, "nuestra Universidad Popular González Prada, institución
de cultura para el pueblo, sostenida por los estudiantes de Vanguardia del Peri Y en efecto, en
una carta de 1925 a Julio R. Barcos, amigo de nacionalidad argentina, Haya confirma que
frente al reaccionismo de San Marcos, la lucha contra Legula y la clase dominante, son las
Universidades Populares las que se ponen al frente, porque alli se unen los obreros, los
estudiantes, los indigenas, los campesinos y los empleados.

Pero la vinculación más clara entre estas Universidades, fruto de la Re forma y el APRA, la
encontramos en la carta que Haya envía en 1925 a Julio A. Coello en Santo Domingo, dándole
instrucciones para formar la sección nacional del APMA. Dice ahí Haya de la Torre:

Para preparar la conciencia popular, instruir a las masas y organizar el "frente único" de
trabajadores manuales e intelectuales, deben instituirse Universidades Populares del tipo de la
González Prada del Perú o de José Marti, de Cuba, donde los trabajadores intelectuales
instruyen a los trabajadores manuales sobre la base de una revelación realista, clara y precisa
de nuestros grandes problemas históricos y de los dos grandes apotegmas de nuestro
programa: lucha antiimperialista y unidad de los pueblos de América Latina, que a su vez,
suponen como condición previa el derrocamiento del poder politico de las actuales clases
gobernantes y la toma de él por el APBA como representante organizado del frente único de
trabajadores manuales e intelectuales**
En realidad, las Universidades Populares expresan para Haya la verdadera dinamización social
de la Reforma, pero ésta a su ves, sólo se explica por su carácter revolucionario y cuestionador.
Es decir, que no se trata de una reforma solo académica sino de un carácter esencialmente
político

Yo he atendido siempre la reforma universitaria como todo lo contrario al refinamiento de un


sistema que creara mejor, es decir, más definida, y más fuerte, una casta profesional. Mi
concepto de la Reforma es justa mente el opuesto y yo no pienso sino como la mayor parte de
los sinceros revolucionarios del 18 al 22. Convertir al estudiante en simple obrero intelectual
con conciencia de clase de "simple obrero intelectual", democratizar, vale decir, proletarizar lo
más posible las universidades, hacer del profesional un factor revolucionario y no un
instrumento de la reacción, un servidor consciente y resuelto de la mayoría de la sociedad, es
decir, de las clases explotadas, tender hacia la Universidad Social y educar al estudiante en el
contacto inmediato y constante con las clases trabajadoras, he ahí en mi opinión, los fines
verdaderamente revolucionarios de la Reforma.

Contribución muy importante del pensamiento de Haya de la Torre sobre este asunto lo
encontramos en su articulo "La Reforma universitaria", publicado en Teoria y táctica del
aprismo. Señala ahi Haya que la Reforma esta determinada más por causas económicas que
académicas; menciona entre ellas, la intensificación del empuje imperialista en nuestro
continente, generando un industrialismo que debilita a las clases medias, obligándolas a
organizarse y luchar per la captura del Estado. La Reforma, dice Haya incorpora ese análisis a
partir de la observación de la realidad, la enriquece con la reflexión sobre los acontecimientos
que están sucediendo contemporáneamente; por ello su importancia para la creación de
lideres revolucionarios, decididos a luchar contra el imperialismo. "

En realidad toda la obra y el trabajo politico de Haya de la Torre entre 1919 y 1924 ponen de
manifiesto un sólo personaje y una sola meta; en se confunden el dirigente estudiantil y el
politico; el reformismo universitario y la necesidad de la acción politica. Las Universidades
Populares con su sentido de unidad obrero-estudiantil y el APRA como un frente de
trabajadores manuales e intelectuales, tienen en ese sentido una relación esencial y directa. La
fundación del APRA en 1924 y el trabajo de profundización teórica y práctica que realiza Haya
entre ese año y 1930 añadirá nuevos elementos para su proyecto politico, pero sin que los
nuevos aportes hiciesen olvidar a Haya su adhesión y su pasión por el reformismo
universitario.

¿Hacia la instauración de una Universidad política?

El hilo conductor entre Reforma universitaria y la politización de la Universidad, inevitable en


el contexto de su nueva composición social y la definición politica de las clases medias,
entronca pues con la fundación del aprismo. La Reforma, que según el propio fundador del
partido estuvo en su origen, pasó a convertirse en uno de los puntos de acción concreta y
partidaria del aprismo. El aprismo hizo politica en la Universidad y la utilizo durante un largo
periodo con fines de proselitismo, formación de cuadros y captura de rectorados y cátedras,

Visto el problema desde las consideraciones sociohistóricas que hemos expuesto, la


politización de la Universidad en el Perú no se debe en si al APRA, sino al hecho de haber sido
el AprA el partido que captó de la Reforma universitaria la inquietud politica de las clases
medias que la conformaban. Es en realidad la insurgencia de esta clase, su falta de movilidad
social y de presencia significativa en el aparato productivo, a lo que se unía su incapacidad
para evadir la presión que sobre su standard habitual de vida le habla producido la expansión
industrial, lo que motivé su gran desplazamiento hacia la Universidad. Dentro de ella, los
nuevos universitarios tenian que reaccionar contra el carácter aristocrático de fata y asumir un
planteamiento politico para la reivindicación de sus pretensiones de liderazgo politico,
compensatorio de su escara significación social y económica El APRA surge y es a fines de la
década del veinte, el partido que aglutina esencialmente a las clases medias; el ApRa no podia
renunciar a su origen y de hecho no renunció a la Universidad, a la que controló prácticamente
hasta 1960.

La politización universitaria, por consiguiente, es casi un fenómeno natural que surge en el


Perú, que se desarrolla justamente por la presencia del APRA, pero que no se agota en la
praxis de la infiltración partidaria aprista. El segundo movimiento de Reforma universitaria,
surgido en 1930 a propósito de incidentes violentos en la Facultad de Medicina tiene también
un carácter politico y el movimiento no estuvo controlado por el APRA, sino por sectores cuya
simpatia era más bien hacia las tendencias de tipo comunista que aparecen precisamente en la
crisis del treinta. La obra testimonial de Tomás escajadillo, que fue Secretario general de la rep
en aquella oportunidad, nos muestra por ejemplo que junto a las reivindicaciones académicas,
la Reforma del treinta se define politicamente contra el civilismo que trató de regresar a San
Marcos, se identifica con las luchas obreras de la región del centro y los estudiantes ganan las
calles mis de una vea para demandar reformas sociales. "

En realidad, el reformismo del 19 al amparar un planteamiento social de la Universidad habia


generado un modelo de Universidad muy sensible a la critica y al análisis de la realidad
nacional, mal podian mas portavoces renunciar a ese modelo si él, por obra de la dictadura de
Leguia, de los destierros y persecuciones a la dirigencia estudiantil no se habla concretado. La
coyuntura del treinta nos muestra ad un caso en el que la dirección del movimiento no es
aprista, aun cuando hay en el simpatizantes de Haya de la Torre, que tiene un tinte reformista
más radical, por la tajante definición de los fines sociales de la Universidad y la obtención en
ésta de la participación estudiantil en el gobierno universitario, su intervención es la selección
de profesores y en la elección del rector.

La Reforma de 1931, dice José Antonio Encinas, nace no sólo de un deseo de renovación social
de la Universidad, sino del pueblo; expresa la protesta contra el abuso de la tirania, pero
también la necesidad de encontrar una Universidad que canalizara las inquietudes sociales,
intelectuales y politicas. Por todo ello, añade Encinas, la Reforma debla ser algo más que
académico, para convertirse en programa social, de renovación espiritual y fuerza moral para
la Universidad. "

En efecto, el Estatuto universitario de 1931, promulgado en pleno pe ceso electoral, no


registró una participación, o si se quiere, no constituyó un triunfo aprista, pero lo importante
del caso es que una vez más la Reforma se nos aparece con una dimensión política, y el
movimiento estudiantil, como un actor politica más. Retomemos los hechos para con firmar
nuestra apreciación. El triunfo de Sánchez Ceno genera descontexto estudiantil. El APA se hace
fuerte en la Universidad y en abril de 1932 la Universidad es recesada. Posteriormente, es
reabierta por el gobierno de Benavides; tanto él, como un sucesor Manuel Prado, pretenden
mediante leyes y un severo sistema de control reprimir el movimiento estudiantil, anular los
efectos de la Reforma y volver al academicismo profesionalirante de las facultades
confederadas. Sin embargo, en medio de este control politico, el Estado no puede impedir el
crecimiento de la Universidad, el fortalecimiento en ella de los sectores medios su imitación
contra el retorno de los gobiemos oligárquicos y su fe e impaciencia per recuperar los
principios de la Reforma universitaria. Es decir, la politización de la Universidad se habia
convertido en un fenómeno real. Esta observación nos hace reparar en el profundo error
histórico que gobernantes, intelectuales conservadores y la derecha política y económica han
cometido en el Perú con la Universidad. Pretendieron focalizar la politica como un mal de la
Universidad; opusieron, que la politización era producto de una mera instrumentalización que
venia de fuera; ignoraron las bondades que en una perspectiva de modernización de la
educación universitaria tenia la rerfoma. En fin, con torpeza y miopía persiguieron el
reformismo y reprimieron la politica, al menos en sus efectos externos. Pero olvidaron que la
politización universitaria tenia raices profundas y era la expresión tanto de lo que
legitimamente intelectuales de izquierda y estudiantes afirmaban el ser y la misión social de la
Universidad, su contribución activa y militante para encarar los problemas nacionales, como
que la politización era un fenómeno que paulatinamente se iba instalando en la sociedad
peruana y modificando el pasivismo de las clases medias y alentando anias de libertad en los
sectores más oprimidos. ¿Cómo podia y cómo puede la Universidad ser ajena a la politisación
en un pais subdesarrollado y donde las clases que acceden a ella encuentran la posibilidad de
una tribuna y una acción organizada?

En el contexto de una profunda crisis socioeconómica como la que afectara al Peri al iniciarse
la década de los años treinta, resultaba pues inevitable que la Universidad asumiese la
denuncia de la situación social, reclamando para si misma una reforma sustantiva. La
politización se instala a partir de este segundo movimiento de reforma y tiene su ralz en el
mimo proceso de radicalización e ideologización que caracteriza la emergencia de ciertos
sectores sociales. En el caso universitario, los sectores medios que se instalaron en ella y la
convirtieron prácticamente en su bastión de reivindicadores y ascenso social.

No es extraño de otra parte que estos movimientos de reforma coincidan con la


modernización de la sociedad peruana que se iniciaba precisamente por aquellos años. El
abandono de los moldes tradicionales, el énfasis en los fenómenos de urbanización y
complejisación del aparato productivo requerian de una Universidad diseñada en función de la
formación profesional, de cuadros y de investigación que la modernización requeria. La
Reforma en consecuencia y la politización contenida en ella formaron también parte de la
modernizacion de la sociedad peruana y fue por lo mismo, una demanda que a partir de esos
momentos se expresó como una presión constante en la dinámica de los movimientos
estudiantiles.

La Reforma universitaria reapareció por eso bajo el gobierno de Bustamante y Rivero, cuando
se promulgo la ley No 10555 de neta inspiración aprista y que llevó a Luis Alberto Sanches a su
primer rectorado de San Marcos. Esta reforma como lo reconoce Esequiel Ramires Novoa que
fuera presidente de la FEP, es de ideologla y determinación aprieta y pone de manifiesto la
forma como car partido habla prácticamente galvanizado a la juventud sanmarquina. Se trata
sin embargo, de la época de mayor apogeo partidario del Apra, de allí que su presencia
universitaria fuese total en el país, salvo en la Universidad Católica, que también en aquella
oportunidad se mantuvo al margen de la Reforma.
Pero es importante reconocer además las bondades de la ley No 10555.. Junto con los
principios básicos de la Reforma (autonomia, cogobiemo, etcétera) la ley contuvo excelentes
disposiciones en cuanto al régimen de estudios, los requisitos para la docencia y la
investigación, las rentas y ventajas excepcionales en cuanto politica de servicios y extension
universitaria. Podría decirte de esta ley que ella combinó los elementos reivindicacionistas de
la reforma, con aquellos que tendian a modernizar la Univenidad en un niveles de preparación
académica y posibilidad por lo mismo de responder más adecuadamente al proceso de
industrialización que el aprismo pretendió implantar en el Perú entre 1945-48.

Se ha señalado de este periodo que la Universidad se politizó y se convirtió en una especie de


sucursal del Partido Aprista. Ambas cosas son ciertas, pero requieren una interpretación y
comprensión fuera de las con notaciones discursivas de rigor. La politización de la Universidad
entre 1945 y 48 era algo absolutamente inevitable por las características del mismo proceso
politico nacional. El reformismo democrático del cuarenta y cinco pretendia realizar el
proyecto politico de cambio social diseñado a comienzos de la década del treinta, pero que se
frustrara por la recuperación oligarquica y los gobiernos de Sánchez Cerro y Benavides. La
democracia del 45 significaba participación y movilización: significaba sindicalización intensa,
movimientos campesinos, intenso ejercicio de la libertad de prensa. En ese contexto, la
presencia universitaria, su capacidad de agitación, la discusión ideológica, el debate, es decir,
todo lo que constituye la politización formaba parte también del clima democrática. De alli la
Reforma universitaria.

Por otra parte, resultaba lógico que esta politización fuese mayormente utilizada por el APRA;
porque era esta fuerza la que hegemónicamente controlaba el movimiento y las presiones
reivindicacionistas de los sectores populares y medios. En el 45 el Apra queria y sentia que la
toma del poder y el gobiemo de partido estaba cerca El APrA requeria para este objetivo de la
Universidad, de la formación de cuadros. Por eso la Universidad fue ciertamente aprista y por
eso la Reforma de aquel periodo fue inspiración del APA. Fue sin embargo una reforma
interesante, una ley positiva y un periodo apasionante, aun en un arrebato aprista.

Por todo ello y a pesar que la ley 10555 fue derogada por la dictadura de Odría y perseguido
duramente el movimiento estudiantil, no disminuyó la efervescencia politica del estudiantado;
su inquietud simplemente se ocultó para reaparecer nuevamente en los movimientos
estudiantiles que precedieron a la ley No 13417 en 1960.

d] La Reforma del sesenta y el desarrollo

El transcurso de cuarenta años habia modificado sensiblemente la estructura del aparato


productivo y de las clases sociales en el Perú. Ello repercutio en la forma como se produjo la
Reforma del sesenta. Se trata de una reforma donde si bien persisten las reivindicaciones
básicas de la primera Reforma de 1919, ella tiene que buscar su ubicación en el interior de
relaciones sociales que son sumamente fluidas y complejas. En el Perú no sólo opera una
nueva geografia social y un proceso de modernización mucho más definido, sino que al mismo
tiempo se han producido hechos sustantivos en el orden internacional que gravitan
indudablemente sobre el Perú. Puede acaso la problemática peruana del sesenta explicarse al
margen de la reestructuración imperialista de la nueva frontera kennediana, las repercusiones
continentales de la Revolución cubana y la exigencia por el desarrollo?

En efecto, la década del 60 se caracteriza por la preocupación de des arrollar el continente y


hachar contra el subdesarrollo Planteamiento éste que sobre todo se habia hecho fuerte en las
nuevas generaciones de técnicos, profesionales y politicos impactados por el trabajo analitico y
el diagnóstico socioeconómico de organismos internacionales como la CEPAL, el BID, etcétera.
Esta actitud fue asumida también por los gobiernos de la región y dentro del marco de
posibilidades que ofrecia la Alianza para el Progreso. Pero si a este nivel las politicas se
orientaban hacia un marcado esfuerzo de crecimiento económico en los países de la región,
hay que señalar también la presión de las demandas populares y el efecto propagador de los
movimientos políticos que se identificaban con un cambio social sustantivo, teniendo además
como elemento de respaldo a su actitud, el triunfo de la Revolución cubana. Los sectores
sociales más dinámicos y entre ellos la Universidad, no podían ser extrafios a estas posiciones
de revisión y cuestionamiento del orden imperante en Latinoamérica. El triunfo de la
Revolución cubana por ejemplo, inicia un estilo de acción politica, que por sus caracteristicas
de moralización interna, de participación de los sectores populares, de reformas
socioeconómicas y de enfrentamiento con la hegemonia de las empresas capitalistas
norteamericanas, representaba un proceso de liberación nacional LLamado a commocionar
profundamente a toda Latinoamérica y a concientizar a los grupos politicos más
dinámicamente dispuestos, a radicalizar sus propios procesos nacionales. Es objetivamente
atribuible a esos grupos, la finalidad sea de emular el ejemplo cubano (caso de las guerrillas en
Perú y en Bolivia) o de atacar por una via no similar los mismos problemas que Fidel Castro
habla encarado con éxito politico en Cuba. Janio Quadros en Brasil, Juan Bosch en Santo
Domingo o Betancourt en Venezuela, parecieron ser a su vez los que por una via de tipo
democrático aseguraban para sus pueblos un cierto proceso de afirmación nacional o cuando
menos de recuperación de autonomia frente al rol central y hegemónico de los Estados
Unidos. El ascenso al poder de Belaúnde en Perú o de Frei en Chile, parecia confirmar por otra
parte la via de tipo democrático, como posibilidad para un frente exitoso de lucha contra el
subdesarrollo. Estos dos últimos casos se manifestaban ya avanzada la década y sin un
cuestionamiento previo, sobre si la via del formalismo democrático era la ade cuada para
cambiar la sociedad, o, si en los hechos, la reacción de los sectores de derecha lograria frenar
las posibles acciones reformistas.

No se puede ignorar sin embargo que el ascenso de John Kennedy a la presidencia de los
Estados Unidos y su mensaje de "nuevas fronteras" condicionaba el replanteo de las relaciones
entre las dos Américas, a partir de soluciones de tipo democrático representativo.

En el interior de esos sistemas debía darse la posibilidad de desarrollo de nuestros pueblos,


dependiendo ello en gran medida de la ayuda norteamericana y de la capacidad de nuestros
gobiernos para modernizar nuestra economia en base a un desarrollo de tipo industrial y
empresarial y con previo saneamiento de las politicas financieras y monetarias. La Alianza para
el Progreso y la formulación de los modelos desarrollistas de la CEPAL, fueron en su momento
las expresiones mas concretas de una división politica de tipo continental que contaba con el
respaldo de los Estados Unidos y la presencia en nuestros paises de gobiernos democráticos
con cierta base de respaldo popular. Es un hecho sin embargo, que esta concepción doctrinaria
de la lucha contra el subdesarrollo en América Latina, fue más útil en cuanto sirvió de punto de
partida para un esclarecimiento y cumplimiento del orden imperante en la región, que como
expresión concreta de logros. Los grupos de izquierda, alentados por el éxito de la Revolución
cubana, por la incapacidad de los gobiernos modernizantes para liquidar a la derecha
tradicional y por el desprestigio creciente del nuevo tipo de penetración imperialista,
realizarán una intensa labor de denuncia y agitación social. El foquismo guerrillero, el
fortalecimiento sindical de los sectores proletarios, la virulencia de las protestas en los medios
universitarios, el apoyo a sus tesis en algunos sectores de la Iglesia católica, el respaldo en fin
de intelectuales pequeño burgueses radicalizados en el cuestionamiento del orden social
imperante, etcétera, son expresiones de una dinámica interna de contentación que tiende a
cuajar en procesos sociopoliticos de cambio y que con distintas posibilidades de éxito,
aparecen formulados en la década del 60 como alternativas a los proyectos del reformismo
democrático. Enunciado así el problema, es importante la mención al fracaso de la mayoria de
los proyectos reformistas democráticos, devenidos algunos de ellos en dictaduras militares de
derecha y atrapados los más en las propias limitaciones de procesos carentes de autonomia
para fijar sus propios objetivos de desarrollo nacional.

La via de la revolución violenta sustentada por algunos grupos de izquierda no llegó tampoco a
concretarse en ningún pais latinoamericano. Lo que al puede contabilizarse es la clara
conciencia de los problemas de la región y los intentos para formular una correcta
interpretación de la problemática latinoamericana Contra las soluciones de la Alianza para el
Progreso, de los modelos cepalinos y las tesis de las fases progresivas del desarrollo, surgirá la
teoria de la dependencia externa y la dominación interna, para explicar los fracasos de los
intentos demo-modernizantes y capitalistas en la región y demostrar entre otros puntos
centrales, que la lucha contra el subdesarrollo, era una lucha contra la dependencia exterior de
los paises centrales del sistema capitalista, en la medida en que nuestras economías eran
periféricas de los intereses hegemónicos en el centro y que consecuentemente, el
subdesarrollo latinoamericano era lo que posibilitaba el desarrollo de las metropolis. Es decir,
que sólo la formulación de un proyecto autónomo, que implicase afirmación nacional y
cuestiona miento sustantivo de la dependencia, podia efectivamente iniciar la libe ración y el
desarrollo de nuestros pueblos."

El Peru no estaba al margen de esta situación. El gobierno de Manuel Prado a fines de la


década del cincuenta, se mantenia en el poder gracias al apoyo que le prestaba el APRA, pero
era incapaz de resolver la crisis de hegemonia que se le planteaba per razón de las
contradicciones entre los viejos y los nuevos sectores de la burguesia ubicados a su interior y
las diversas posiciones respecto del rol del imperialismo en nuestro país y las posibilidades de
un capitalismo nacional. Como consecuencia de esta situación, el pais se vio entrampado en
una aguda polémica que se centró sobre el carácter y la permanencia de la IPC en el Perú, en
tanto se agudizaba la crisis económica y se recortaban las posibilidades de manejo de la
situación por parte del gobierno. El clima era propicio para una nueva radicalización política,
que apoyase las tesis del desarrollo y la recuperación de la soberanía nacional. Los grupos
medios sobre todo, fueron asi ganados a posiciones de reforma, modernización y cambio
social, expresados en proyectos politicos competitivos del aprismo. Es pues en este contexto
que a comienzos de la década del sesenta se fortalecen nuevos agentes politicos que redefinen
las reglas de juego. El Apra, desgastada en la lucha politica, quebrada la linea ortodoxa de su
conducción y des prestigiada por sus alianzas electorales con la derecha, pierde fuerza. Ello es
sobre todo visible en la Universidad, entre los profesionales y empleados. Queremos resaltar
aqui la presencia de los sectores medios en la Universidad. Estos sectores habian crecido
sustancialmente en el Perú y hecho de la Universidad su mejor bastión de ascenso social y de
expresión política. En 1960, es elase media el estudiantado y es clase media el profesorado.
Pero en clase media no es ya absorbida plenamente por el aprismo; su diferenciación interna,
ha creado también matices y discrepancias que se expresan en la creación de partidos politicos
modernos y dispuestos a ganar el poder: Acción Popular, Democracia Cristiana y Social
Progresismo Dentro del clima de politización que ya caracterisaba a la Universidad, os grupos,
asi como otros de orientación marxista, sustituyen al apra en la conducción del movimiento
estudiantil, asi como en el control y redefinición de la Universidad respecto de las tareas
nacionales del desarrollo. Tema que por otra parte implicó una actualización y redefinición de
la Reforma universitaria.

Un primer factor a considerar en esta nueva dimensión de la Reforma, es que la temática del
desarrollo y el subdesarrollo, si bien no planteada exactamente en esos términos había sido un
tema recurrente en la posición. de los movimientos estudiantiles y de algunos sectores
profesorales, desde los albores de la Reforma universitaria en 1919. La lucha por la autonomia
universitaria y el estudio de la realidad nacional y latinoamericana, aparecerán como el
soporte de la función de crítica social de la Universidad; el cogobiema, como expresión del
derecho de los estudiantes a garantizar el buen gobiemo y el compromiso de la Universidad; el
derecho de tacha, la cátedra paralela, la gratuidad de la enseñanza, etcétera, como la
expresiones concretas de una Universidad creativa, cientifica y abierta al pueblo.

Sin embargo, y por la breve duración de lo que se conseguia en cada ley de Reforma, la
Universidad se mantuvo al servicio del orden establecido y lo implementó a través de una
enseñanza de tipo básicamente profesionalizante con particular énfasis en las llamadas
profesiones liberales. La demanda de critica social, fue mantenida por grupos que eran
minoritarios en la Universidad, pero cuya importancia radicaba en su capacidad de control de
la conducción del movimiento estudiantil. De esta manera y gracias a la acción de exs grupos,
los ideales de la Reforma universitaria pasaron a convertirse en parte de la Universidad misma
y de las aspiraciones para hacer de ella una auténtica institución nacional. Al comenzar la
década de los 60, la Reforma cumplia algo más de cuarenta años. A pesar del tiempo
transcurrido y de los factores que hablan impedido su plena cristalización, la Reforma
significaba una renovada presencia de lucha estudiantil y lo poco de nuevo y de democrático
que existía en nuestras universidades

Esta caracterización es válida en sus rasgos generales con el conjunto de elementos que suelen
aparecer en la mayoría de estudios realizados sobre la problemática universitaria de América
Latina. Ella nos sirve para ubicar a la Universidad peruana en la década del 60 y establecer los
principales aspectos que la Reforma toma en ese contexto

Una precisión de orden conceptual se impone ante modo. Nuestra Universidad de la década
del 60, forma parte de una sociedad dominada y dependiente; los valores fundamentales y el
tipo de producción que orientan las relaciones sociales, corresponden en lo esencial a los
intereses que regulan la organización de la sociedad y el Estado burgués Subdesarrollo y
capitalismo son por consiguiente dos notas características de la sociedad peruana. La
Universidad, tributaria del sistema, lo sirve en mas requerimientos de formación profesional o
de determinados tipos de investigación. Dentro de estas limitaciones el movimiento estudiantil
principalmente, se caracterizará por su intento de mantener una función de critica para la
Universidad y de rescatar instrumentos que como la autonomía o el tercio estudiantil
permitiesen a la Universidad el ejercicio de una actividad libre y orientada al cuestionamiento
del orden social y económico de la sociedad burguesa.

Es importante sin embargo señalar un cierto clima de recuperación democrática formal que
vive la Universidad peruana al iniciare la década del 60. El movimiento estudiantil habia sido
duramente reprimido bajo la dictadura del general Odria, profesores de militancia aprista
hablan sido cesados en sus cátedras, la organización de la Universidad y el desarrollo en
general de sus actividades durante esa época, se caracterizó por la mar cada mediocridad que
le imponia un gobiemo dictatorial de derecha.

Pero al comenzar la década, reacomodos en la estructura de poder y los requerimientos de un


proceso de desarrollo capitalista, determinaban nuevos comportamientos politicos y la
necesidad de incorporar a estos objetivos, instituciones claves de la sociedad; tal es el caso de
la Universidad. Al empuje de esta dinámica sucumbió el Partido Aprista, cuya dirigencia aceptó
finalmente las reglas de jurgo impuestas por los grupos oligárquicos nacionales que
capitaneaban Manuel Prado y Pedro Beltran. Aun cuando la justificación partidaria presentase
la participación del aprismo en el "gobierno de convivencia" como una actitud táctica para la
ulterior captura del poder, el hecho concreto es que el reformismo aprista arriaba su carácter
de opción de izquierda, para reforzar con su organización y masas partidarias, a la derecha
peruana. "

Esta situación a nivel nacional, resintió el rol que en el plano universitario había jugado el
aprismo. Su condición de socio en el poder le permitió capturar los rectorados de las
principales Universidades, pero en contrario perdió fuerza y prestigio en las filas del
movimiento estudiantil como en algunos sectores profesorales. El APrA pretendia del control
de las Universidades las posibilidades de seleccionar y formar sus cuadros técnicos. Al mismo
tiempo le aseguraba al sistema lo que éste demandaba: una universidad pasiva, eficiente en
sus objetivos de formación profesional y contribución técnica a un desarrollo economicista,
pero acrítica y no cuestionante del orden imperante en cuanto organización de la economía
del pais. Requisito necesario para este tipo de universidad es que ella resistiese la presión de
vastos sectores sociales que pugnaban por acceder a la educación superior. Una deficiente
organización educativa no dejaba otra salida para la inmensa población incorporada al régimen
de escolarización, que el ingreso a la Univenidad. Esta sin embargo, se mantenia estática al
iniciarse la década del 60, sólo existian ocho universidades en todo el pai. La población
estudiantil estabilizada en 30,000 habia copado las posibilidades de atención universitaria. El
egreso masivo de estudiantes secundarios que pugnaban por ingresar a la Universidad, hacia
mas dificil el mantenimiento de las ocho Universidades atendiendo sólo 30, 000 privilegiados.
Tomemos como ejemplo los datos de ingreso el año 1960: los postulantes en toda la
Universidad Peruana fueron 14,665; los ingresantes apenas 5,429. Esta presión a lo largo del
decenio se mantendria en constante aumento. Tenemos asi que en 1965, a mitad del
quinquenio, los postulantes habian aumentado a 34,349 de los cuales sólo ingresaron 15,766,
a pesar de que en el lapso y como reacomodo de la modernización educativa se habian creado
24 universidades más. Es decir, que las soluciones ideada durante la primera mitad del
quinquenio se manifestaban incapaces de resolver las demandas de una mayor apertura y
posibilidades de acceso al sistema universitario o reorientarlas hacia otras modalidades de
capacitación superior.
¿Cómo se resolvieron las contradicciones entre el sistema sociopolitico dominante que
pretendia una Universidad en orden, apolitica y eficiente, y las demandas tanto internas
como extemas, de acceso a ella y contenido reformista de la Universidad?

La pregunta nos plantea dos cuestiones de contenido distinto pero a las cuales el sistema tenla
que encontrar una solución común, sin perder de vista al mismo tiempo, el tipo de Universidad
que le interesaba consolidar

Por lo que se refiere a la dinámica interna de las universidades, se puede observar que
disminuida la importancia del Arna y en proceso de identificación con los sectores más
conservadores de la Universidad, el cuestionamiento de la Universidad tradicional es retomada
por otros sectores estudiantiles y profesorales. Capitalizando la poca participación política de
la mayor parte del estudiantado, serán dos las corrientes que en la década del 60 retoman las
banderas de la Reforma universitaria adecuandolas a sus propios contenidos ideológicos así
como a los requerimientos nacionales concretos. De un lado se puede señalar la corriente
socialista marxista que rápidamente logra desplazar al aprismo en el liderazgo del movimiento
estudiantil. Del otro lado se pueden aglutinar a grupos reformista de diversas tendencias,
incluyendo sectores progresistas y modernizantes, pero donde la concepción más orgánica
parecia provenir de los demócratas cristianos. " La consolidación de los sectores marxistas en
la conducción del movimiento estudiantil, se apoyó en varios factores. Mencionemos entre
ellos, la aparición de profesores que invocaban su condición de marxistas y el creciente
prestigio de un aparato teórico que ofrecía mayor rigurosidad cientifica para la interpretación
de la realidad nacional: el desprestigio de la administración universitaria que inclusive trató
alguna vez de comprar el silencio de las dirigencias estudiantiles; la incapacidad de la derecha y
el APRA, así como de los sectores reformistas, para oponer una alternativa más coherente; la
agresividad en fin para comandar demandas estudiantiles y su enfrentamiento al sistema de
dominación nacional. En el ámbito internacional, el triunfo de la Revolución cubana, fue sin
duda el factor que más alentó y ayudó en sus inicios a la radicalización del movimiento
estudiantil y al triunfo de las corrientes manditas. El modelo cubano como fomula de
liberación nacional y continental prendió fundamentalmente en las universidades estatales,
más diversificadas en su composición social. Comenzaba también una década de más claro
enfrentamiento con el imperialismo norteamericano, y el modelo cubano, al igual que la
apertura hacia Moscú o Pekin, daban mayores posibilidades de penetración al marxismo. En el
caso peruano, el movimiento estudiantil fue capturado por facciones de izquierda marxista, am
cuando internamente enfrentados y hasta divididos por su cantera de origen y su concepción
de la estrategia revolucionaria para la captura del poder.

Los sectores que hemos denominado "reformistas" en un sentido amplio y general, también
contribuian desde su propia perspectiva a politizar la Universidad, frustrando los objetivos de
una universidad acritica y estrictamente profesionalizante. Movimientos politicos que luego
cuajaron en estructuras partidarias, tendrán un origen netamente universitario. Tal el caso de
Democracia Cristiana, estrechamente vinculada con sectores profesorales de la Universidad
Católica; de Acción Popular cuyo fundador v luego presidente de la República, Fernando
Belaunde Terry, era decano de la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Ingenieria. El
mismo origen universitario podria aplicárse al Social Progresismo, constituido por un núcleo de
profesores de gran prestigio personal y profesional
La temática del subdesarrollo y del desarrollo y del enfrentamiento con la oligarquía nacional
está presente en estos grupos; lo mismo que las de mandas por una univenidad reformada,
con mayor capacidad de análisis cientifico y de vinculación con los problemas del país.

Este desborde interno, al que se sumaba la presión externa de los que pugnaban por ingresar a
la Universidad, determinaban una parálisis universitaria que hacían muy frágil la vinculación de
esta institución con el Estado oligárquico. No debemos olvidar por otra parte que el régimen
de Prado expresaba agudas controversias entre los distintos sectores componen tes de la
dominación oligárquica. La presencia del APRA dentro del cuadro politico operante y el
fortalecimiento de un sector empresarial moderno, influian y presionaban por una
modificación de la sociedad tradicional, optando por un modelo de apertura social y
democracia que hicieren factible la modernización efectiva del país y la formulación de politica
de desarrollo en una perspectiva capitalista.

La capacidad de negociación era a pesar de todo posible en estos sectores por razón de sus
compromisos de linea-caso del apra y su interés en concretar una nueva hegemonia politica-
sector moderno de la burguesia De alli que la irrupción de las nuevas fuerzas sociales en la
Universidad y su exigencia de reformas, encontrase un resquicio para la negociación y
aceptación de su demandas por el régimen pradista, por cuanto al interior de éste existian
grupos que encontraban beneficioso para sus propios proyectos, una universidad reformada,
moderna y previsible mente menos conflictiva.

el La Ley N° 13417 y sus proyecciones en la crisis universitaria de la década del sesenta

Como hemos visto, la Reforma y la ley universitaria de 1960, son consecuencia tanto de las
tensiones internas universitarias y la reconducción del movimiento estudiantil por obra de
dirigencias marxistas, democristianas y populistas, as como por la redefinición del aprismo y su
acerca miento a la burguesía empresarial.

Desde tal perspectiva, la Reforma del sesenta está inmensa en los cambios que comienzan a
operarse en la sociedad peruana y fortalece el carácter politico de la Universidad. En 1930 José
Antonio Encinas habia escrito: "Privar a la Universidad de contenido politico, impedir que
filosofe en libertad acerca de los intereses de la nación, constituye el más grande error
cometido en la educación de la juventud, Ese silencio aniquila la función de pensar e inhibe
cualquier propósito" ,"Esta reflexión nos parece de gran actualidad observando el proceso
reformista de 1960, En treinta años el movimiento de Reforma habia forjado un anhelo de
universidad caracterizada por su misión social y su presencia politica en el pais. Pero también
en treinta años los gobiernos oligarquicos habian perseguido y utilizado todos los recursos a su
alcance para reprimir la politica en la Universidad y retomar a la institución pasiva y funcional
concorde con un modelo de gobierno y de control social. Sin embargo, la movilización de la
sociedad peruana en los albores de la década del sesenta es muy intensa y superior a la
capacidad de control del poder oligarquico que es debordado por la agitación social y
cuestionado también per sectores de la burguesia empresarial. Era este sector el que
encuentra en la presencia de los partidos políticos modernos o alternativamente en un gran
pacto con el APRA, que ha olvidado su radicalismo primigenio, la posibilidad de lograr
definitivamente una modernización sólo lograda a medias y aprovechar la coyuntura
internacional para afianzar el modelo de desarrollo capitalista dependiente. La respuesta
popular a su vez se puede detectar en el seguimiento de los procesos migratorios, de
urbanización y proletarización de la década del sesenta, que se expresan acompañados de
tomas de posición politica que cuestionan el orden imperante: tomas de tierras, invasión de
terrenos urbanos, huelgan, aumento de la sindicalización, guerrillas campesinas y aumento de
la radicalización en los grupos marxistas

En este proceso de ideologización y politizacionn de la sociedad peruana, la Universidad vuelve


a adquirir un rol importante. Un rol que no sólo se expresa en el movimiento reformista de
1960 y en la ley 13417, sino que va más allá, generándo ahi los antecedentes de una posición
de permanente cuestionamiento y agitación que se prolonga como caracteristica hasta el
presente.

La ley 13417 recogió las demandas sustantivas del movimiento universitario: autonomia, tercio
estudiantil en el gobierno de la Universidad, catedra paralela, derecho de tacha, extensión
social, gratuidad de la enseñanza en las universidades estatales, etcétera. Por otro lado, se le
devolvían sus rentas propias y se le aseguraba la otorgación anual de partidas presupuestales.
Todas estas medidas que cautelaban tanto la organización académica como la administrativa y
financiera de la Universidad, aseguraban en el texto de la ley, el rol social de ésta asi como su
proyección en la comunidad. Conjunto de medidas que sólo funcionaban para las
universidades estatales, mientras que las privadas eran exceptuadas por razones de la doble
orientación contenida en la ley. En efecto, sancionar las instituciones de la Reforma para las
universidades estatales, obedecia a la intención de resolver la politización en sus
universidades, pero sin aspirar a que ellas cumpliesen los objetivos últimos de la ley.

En efecto en la misma ley 13417 se incluían las bases para un modelo de universidad detallista,
racionalmente eficiente y si era posible, neutral ideológicamente. Nos referimos a las
facilidades que la ley daba para la creación de universidades privadas favoreciéndolas con un
régimen de exepción que presuntamente debía evitarles cualquier contaminación reformista.
Se creaba inclusive una situación tributaria que estimulaba la inversion nacional o extranjera
en universidades a las que se les exigia un capital social muy bajo permitiendo a los
inversionistas o donantes jugosas exoneraciones y deducciones tributarias

Analicemos en el mismo contexto legal los dos regímenes universitarios que se establecian:

Ley 13417

Art. 20 "Solo por ley podrá el Estado crear o suprimir Universidades Nacionales".
Art. 4 "Sólo podrian fundarse Universidades Particulares y Facultades, Escuelas o Institutos
dentro de ellas, previa autorización del gobierno y siempre que se acredite su necesidad y la
existencia de medios pedagógicos y económicos que aseguren su funcionamiento.

Observese en qué medida la creación de universidades nacionales es sometida al largo tramite


de la discusión y aprobación legislativa, mientras que para las universidades privadas se
dispone sólo de autorización del Ejecutivo y a partir de consideraciones muy genéricas, sujetas
a la negociación entre las partes.

Los artículos 63 y 64 crean un Patronato integrado por representantes de diversas actividades


y cuya finalidad es gestionar el incremento del patrimonio de las universidades. En la práctica
estos patronatos sirvieron para incrementar las rentas de las universidades privadas.

El Art. 80 eres un régimen de excepción para la Universidad Católica, universidad privada en


cuyo modelo de organización y gobierno, distinto del impuesto por la ley, se inspiraron las
otras universidades privadas que se crearon en la década del sesenta Finalmente, el Art. 81
favorece las donaciones, exonerándolas de impuestos y permitiendo su deducción como gasto
por el doble de su valor. En la práctica, las grandes empresas privadas canalizaron sus
donaciones hacia las universidades particulares.

Independientemente del carácter público e privado de la personalidad juridica de las


universidades, éstas constituyen un servicio educativo nacional que no resiste privilegios y
diferenciaciones en su organización y finalidad. La discriminación introducida en la ley 13417
era pues ajena a la misión de la institución universitaria y sólo puede explicarse como parte de
una estrategia politica; mientras que las universidades estatales eran entregadas a la
masificación y cumplían una estricta finalidad de movilidad y contención social, las otras, las
universidades privadas, eran estimuladas para convertise en las instituciones modernas que la
misma modernización politica y económica del pais requerian,

El modelo dual de universidad reformista-desarrollista, incorporando para estos efectos a los


nuevos sectores emergentes de la sociedad, impactaba a quienes encontraban en la
Universidad una via eficaz de desclasamiento y ascenso social. Para otro vasto sector, las
penurias para acceder a la Universidad no eran satisfechas por una universidad masificada por
los efectos de un crecimiento inorgânico y sin ninguna capacidad de prestar servicios tanto en
la enseñanza como en la investigación. Devino entonces un malestar que radicalizo la protesta
estudiantil, levando a muchos a las posiciones politicas más extremas. Este fenómeno resulta
explicable si se tiene en cuenta que la nueva clientela universitaria era en su mayor proporción
clase media de todo tipo y particularmente pequeña burguesia empobrecida y carente de
posibilidades en el estrecho margen de un aparato productivo insuficiente. La universidad
mediocre no hizo sino aumentar la desazón y protesta de estos sectores
Autoridades, profesores, estudiantes, se vieron, avanzada la década del 60, atrapados en una
politización interna, plena de fricciones y de fraccionamientos ideológicos; sectaria en el
comportamiento y definición de algunos grupos, marginando de su actividad principal el
interés por un trabajo autenticamente universitario. La pauperización era total; la Universidad
se habia convertido en campo de batalla entre grupos que obedecian consignas de sus partidos
politicos. A duras penas se salvaban las "prestigiadas" universidades privadas de la capital,
pero relegadas a una función de apoliticismo y de acriticismo de eficiencia en la formación
profesional pero de redacto también en los sectores más privilegiados de la sociedad. Esta
universidad privada, era un dato más de la crisis de la Univesidad Peruana. No correspondia
acaso esta crisis con aquella que a nivel nacional generaba el falso confrontamiento entre la
derecha agro exportadora y el desarrollismo belaundista? Por algún sitio el sistema socio
politice comenzaba a crujir y arrastraba en su calda a la Universidad

En sintesis, la ley 13417 respeto los planteamientos básicos de la Reforma, pero obra al fin y al
cabo de un ambiguo período de modernización, introduce los criterios que permitirán la
apertura de universidades dedicadas a la producción de los profesionales y técnicos requeridos
por el proceso desarrollista, en tanto las universidades nacionales de mayor envergadura son
relegadas a una aparente democratización de su gobierno y apertura a los sectores populares,
pero sin ninguna posibilidad de mejora en su producción académica y de vinculación positiva
con el pais en sin programas de extensión y proyección. Se inicia la fase de los problemas de
masificación estudiantil, ausencia de rentas y de profesorado calificado. En realidad, lo que
subyace y lo que fluye es una problemática universitaria compleja, que el reformismo no
puede ya resolver. La promulgación de una ley de ese tipo en 1960 representaba una cierta
reiteración anacronica. El movimiento estudiantil liderado en aquella oportunidad por jóvenes
universitarios afiliados a la Democracia Cristiana y Accion Popular, frenado por su temor al
marxismo y en competencia con estos grupos, optó por reiterar los tópicos de la Reforma que
todavia en aquella oportunidad aceptaban plenamente las dirigencias marcas y combinarlos
con exigencias académicas, acordes por lo demás con las tendencias tecnocratizantes de sus
partidos Oportunidades de radicalizar el movimiento de ir hacia un compromiso social y
político de mayor actividad fueron des aprovechados, a pesar del prestigio alcanzado por la
Federación de Estudiantes del Perú, que logró, además de la ley 13417 y el pasaje
universitario, la renuncia del ministro de Gobierno y multitudinarias protestas ciudadanas per
la politica vejatoria de los derechos humanos del gobierno pradista. Aun asi y a pesar de la
frustración estudiantil y el fracaso de la ley 13417. en su pretensión de reorientar la
organización y producción universitaria, el movimiento estudiantil tuvo un momento entre
1963 y 1965 en que la politización pareció volcado hacia una posición de enlace orgánico con
las movilizaciones populares. Nos referimos al programa de "Cooperación Popular
Universitaria" organizado dentro del proyecto reformista de los primeros meses del gobierno
de Belaunde. Obras de saneamiento público, construcción de viviendas, caminos, postes
sanitarios, llevado a cabo por el propio pueblo y financiados por el gobierno, contaron con la
organizada. colaboración de brigadas universitarias. Se producia asi un pequeño experimento
de relación orgánica entre los universitarios y el pueblo. Pero la acción no estuvo acompañada
de una orientación movilizadora en términos políticos y la propia Universidad se abstuvo de
participar institucionalmente. Por fue ello un gesto efimero y voluntarista que terminó cuando
les limites de la intentona reformita de Belaunde llegó a su fin no más allá del año 65,
La evolución posterice de los hechos y el permanente deterioro universitario demuestra pues
que se necesitaba algo mis que una ley reformista y gens meramente efectistas. Lo que
pugnaba por cristalizar en el Peru y que el reformismo belaundista no era capaz de conseguir
era la organización de un movimiento popular, que presionase por una transformación social
sustantiva. La Universidad, convulsionada desde 1919, habia sido depositaria durante ese largo
tiempo, de un alto nivel de politización, por mas que su calidad académica fuese baja. La
presión por un modelo de universidad politica, comprometida con el cambio, en el contexto de
la década del sesenta no pudo ser resuelta con la aplicación mecánica de los principios
reformistas, insertos además en una perspectiva moderniza dora. Al fallar tanto este
reformismo como aquel que a nivel nacional trataban de consolidar los sectores mis licidos de
la derecha económica y el aprismo, la Universidad entró a una fase de desintegración y
parálisis de prácticamente todas sus funciones. La crisis universitaria de fines de Ia década del
sesenta era aún más grave que aquella existe a comienzo del mismo periodo.

La pérdida de la autonomia universitaria y la sübita imposición de un modelo totalmente


inusitado para su organización y estructura académica, surgen de ese agotamiento de la
universidad tradicional y de los fracasos reformistas para modernizarla en una perspectiva
funcional. El gobierno militar instaurado en 1968, intérprete de la necesidad de liquidar un
perio de histórico de nuestra patria y abrir otro, se concretó a insertar la problemática
universitaria en el proyecto global de reformas que debian producirse en nuestro pais Y
también en este campo, como en casi todos los que abarcó la acción de las fuerzas armadas en
el poder, los actores universitarios pasaron a un lugar secundario, porque el cambio no
provenia de la consulta si de las presiones sociales organizadas, sino de la decisión politica de
imponer y realizar un modelo que implicase cambios cualitativos importantes en la
organización socioeconómica del Perú.

A estos objetivos debieron adaptarse todos, también la Universidad. Asi se impusieron el D. L


17437 a comienzos de 1969 y el D. L. 19326 en 1972 De las virtudes y aspectos de estos
instrumentos normativos habrá que referirse en un análisis por separado. Lo que nos interesa
altar ahora la forma como se liquida la fase histórica del reformismo universitario en el Perú y
se inicia otra llamada a modernizar la Universidad, ligándola a un proyecto politico que afecta
a toda la sociedad en su conjunto, El problema radicó sin embargo en el origen mismo de la
acción. Los cambios no se hacen por decreto; las costumbres y los comportamientos políticos
no se modifican con discurso. La asociación de la Universidad por la fuerza al proceso politico
de 1968 tenia este vicio de origen, que no se salvó con decretos-leyes ni con tardias
rectificaciones. Conclusión, la Universidad fue uno de los varios problemas no resueltos y más
bien agravados por el proceso politico que condujo la fuerza armada en la década del setenta.

Cuando se produjo el golpe militar del 3 de octubre de 1968, fueron muy pocos los que
imaginaron el carácter reformista del movimiento. En algunos sectoces civiles hubo marcada
resistencia a pesar del desgaste y la impopularidad en que habia caido el gobierno de
Belaunde. En la Universidad, hubo algunas, como la UNI que se alinearon rápidamente
ganadas por la inmediata expulsión de la ipc, asignandolo entonces al nuevo gobierno un
carácter nacionalistas. En otro, caso de San Marcos, cuyo rector era Luis Alberto Sánchez,
connotado lider aprista, se produjeron manifestaciones de condena. El movimiento estudiantil
por su parte a mantuvo entre el silencio y el rechazo, dada la confusión de las dirigencias para
entender la naturaleza e intenciones últimas del régimen militar. En realidad la nota
fundamental era la de distanciamiento. La Universidad estaba afectada por su desorbitado
crecimiento y la inorganicidad de la ley 13417 para enmarcar sus necesidades de desarrollo
académico y cientifico. Inclusive el Parlamento habia elaborado un anteproyecto de ley que
modificaba la organización de la Universidad incorporándola a un nuevo sistema educativo
nacional" Lo que resultó imprevisible no fue entonces que se derogara la ley 13417, sino la
rapidez con que actuó el gobierno militar, sorprendiendo a la Universidad con un dispositivo y
un modelo inimaginable.

El Decreto Ley N° 17437, promulgado en febrero de 1969, fue la primera expresión de politica
universitaria del régimen. Sin debate previo como seria luego su caracteristica, el gobiemo
impuso un modelo tecnocratico como idea central de la nueva organización y fines de la
Universidad. La ley establecia un modelo de universidad apolitica, sin autonomia, racionalizada
y dependiente de las demandas de técnicos y profesionales del aparato productivo en revisión.
En sinteis, sin ningún compromiso ni capacidad de critica social. Como explicar esta ley en un
gobierno que pretendia cambiar estructuras y llamaba a la participación? La reacción frente al
modelo podia ser favorable en las universidades privadas de alto prestigio, en la medida que
legitimaba el tipo de trabajo que hacían," peo aun ellas la politización comenzaba a penetrar,
de modo que la resistencia al modelo se generalizo restando posibilidades de entendimiento y
de contribución universitaria al proceso de cambios que el gobierno impulsaba. La tesis
implicita de vincular la Universidad a las necesidades, funcionales de la industrialización del
pais, prohibiendo para ello toda perspectiva de trabajo politico universitario, caia en el error
de ignorar la naturaleza critica de la Universidad y de marginar a ese componente principal: el
movimiento estudiantil.

En qué medida esta politica universitaria era consecuente con el pro grama de
transformaciones que se anunciaba? Y por otra parte, la imposición de un modelo extraño a
nuestra realidad no agravaba la crisis universitaria en lugar de resolverla? Con respecto a la
primera cuestión. hay que admitir que no habia una relación directa. Las politica realizadas
afectaban el sistema socioeconómico y politico tradicional (Reforma agraria, Comunidades
laborales, nacionalizaciones, etcétera), introduciendo variaciones importantes en las
relaciones internas de dominación. Al mismo tiempo, era manifiesta una voluntad de
afirmación de soberania nacional cuestionando y revisando la relación de dependencia del
Perù respecto del sistema capitalista internacional. Comenzaba entonces a ponerse en práctica
el "modelo peruano basado en la consecución de una democracia social de participación plena.
Aun aceptando el carácter limitado de las reformas y la búsqueda subyacente de un
fortalecimiento del sector industrial desde perspectivas capitalistas, debemos admitir que el D.
L 17437 y las declaraciones del general Velasco sobre los cambios necesarios en la Universidad,
no contenian las disposiciones ni las expresiones más adecua de al tipo de comportamiento
universitario que se queria obtener. En cuanto modelo, la ley iba mucho más allá de lo que
podia dar de si una reestructuración universitaria que no perdiera de vista las condiciones
sociales y culturales en las que debía actuar la Universidad. Pero de otra parte las
declaraciones del gobierno contra la politización universitaria antes que facilitar una
autocritica, invitaban a la irritación y la defensa ciega de la autonomia. Es decir que eran
previsibles los efectos contrarios que generaría la ley por su inadecuación de fondo y forma,
aun en esa perspectiva de vertebración con el proco de modernizacion en curso. El contraste
es mayor si se toma en cuenta además las tendencias a la radicalización del proceso que
impulsata el general Velasco.

En el contexto citado, la primera formulación de politica universitaria del régimen militar y su


aferramiento a ella durante tres años fue una contribución más a la crisis de la Universidad y
no a su solución. Por efecto de esta politica la Universidad fue aislada del proceso politico
nacional, impedida de dar su contribución critica, incapacitada en razon de su desarme y
paralización, de formar los técnicos y profesionales que el mismo proceso demandaba.
Ciertamente, la Universidad estaba ya en crisis y consecuentemente una politica que pretendia
poner la Universidad al servicio de la transformación social tenia que tomar en cuenta lo
problemas de la masificación, la mediocridad académica y el radicalismo estudiantil, pe no
pretender la solución mediante un proyecto de universidad apolitica y acritica. Con el D. L.
17437 estos problemas agudizaron. El modelo de Universidad tecnocrático lo fue posible de
optimizar en algunas universidades privadas, pero en el resto del sistema universitario, las
notas predominantes fueron el enfrentamiento, la represión, el caos. El perjuicio fundamental
fue para la Universidad, ya que en cierto modo la residencia a la ley la precipitó a más grave
crisis " El modelo de universidad departamentalizada no llegó nunca a implementarse
adecuadamente en la mayoria de las universidades. Recién en marzo de 1972, el gobierno
deroga el D. L. 17437 y promulgó la Ley General de la Reforma de la Educación, modificando
sustantivamente política universitaria. La sección IV del D. L. 19326 aún vigente, aunque no
rige en la práctica, devuelve a la Universidad su autonomía, garantizando la libertad de
pensamiento y de ejercicio de la función critica. Las lineas directrices son las de una
universidad auto gobernada y marcada por el compromiso político de su aposte calificado al
proceso de cambio y de desarrolla. En esta medida, la autonomia normativa y académica es lo
más relevante de la ley. Es la Universidad la que se da su propia reglamentación dentro de los
lineamientos generales de la ley y del estatuto. Pero el estatuto encargado a una comisión de
estamentos universitarios, no ha sido promulgada por el gobierno en virtud, según
manifestaciones expresas, de haber sido rebasada la ley. De esta manera, se ha producido una
situación en la que la ley 19326 deviene en una simple declaración de intenciones, en tanto
subsista con todos sus vicios la vigencia real del D. L. 17437. Y esa situación es la que preside la
vida universitaria aún hoy en día. Subsiste a pesar de la caída de Velasco en 1975; subsiste en
plena revisión del proceso y de la crisis económica que son las predominantes del gobierno del
general Morales Bermúdez. Subsiste aunque ya fueron renovados los rectores y ha
desaparecido el coser. Y porque subsiste, es que subsiste también la crisis universitaria.

No podemos caer sin embargo en el error de la simplificación. La subsistente organización


universitaria prevista por el D. L. 17437 es una de las causas de la nueva y larga crisis que se
instala en la Universidad desde 1970. Pero hay que buscar las causas mis profundas de esta
crisis en el propio proceso modernizador en su conjunto. Es la incapacidad del modelo de
desarrollo para generar un nuevo comportamiento de la economia, posibilitar una
redistribución efectiva de la riqueza y estimular la participación revolucionaria del pueblo, la
que progresivamente ha ido frenando las reformas y desmontándolas. La actual crisis
económica y la desesperada búsqueda de soluciones desde un retorno a la ortodoxia
capitalista, no ha hecho otra cosa que acelerar la descomposición.
La Universidad, institución per demás sensible a les procesos sociales ha vivido en la
incertidumbre de ubicarse ante un proceso marcado por incesantes contradicciones de avance
y retroceso, Fue tempranamente des armada de su posibilidad de ejercicio critico. Sufrió los
efectos de un aumento extraordinario de su población al mismo tiempo que se le negaban los
recursos de renovación científica y las rentas para atender adecuadamente a los nuevos miles
de estudiantes. De esta manera, la crisis universitaria se ha convertido en una crisis estructural
y en la que la des ubicación de la Universidad y su nula producción, son funcionales de la crisis
total que afecta al país.

Es pues en este balance sombrío de la trayectoria universitaria y el agravamiento de su crisis


en les últimos años.

También podría gustarte