Economies">
Abril Septiembre 2-3-1977 Violencia en Venezuela y America Latina
Abril Septiembre 2-3-1977 Violencia en Venezuela y America Latina
Abril Septiembre 2-3-1977 Violencia en Venezuela y America Latina
ECONOMIA y
\
CIENCIAS SOCIALES
" Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Dr. Rodolfo Quintero
: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Central de Venezuela
Tema central:
Violencia en Venezuela
y América Latina
CARACAS, ABRIL-SEPTIEMBRE
2-3/1997
Universidad Central de Venezuela
RECTOR
TRINO ALCIDES DiAl
VICERRECTOR ACADÉMICO
Guisseppe Giannetto
VICERR"'CTOR ADMINISTRATIVO
Julio Corredor
SECRETARIA
Ocarina Castillo
DECANO
Rafael Ramírez Camillo
COORDINADOR ACADÉMICO
Víctor Rago
COORDINADOR ADMINISTRATIVO
Tibisay Hung
COORDINADOR DE EXTENSiÓN
Humberto Farfán
Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales
«Dr. Rodolfo Quintero»
DIRECTOR
José Rafael Zanoni
COORDINADORA
Flor Maritza Andriani
CONSEJO TÉCNICO
Edgardo Lander, Gisela Hobaica,
Samuel Hurtado, Víctor Córdoba,
Dick Parker, Oswaldo Rodríguez,
Venancia La Cruz
Carlos Padrón, José F. Salinas,
Lady Fonseca, Alberto Camardiel,
Antonio Montilla, Mildred Valera
REVISTA VENEZOLANA DE
ECONOMIA y
CIENCIAS SOCIALES
CARACAS, ABRIL-SEPTIEMBRE
ISSA-0012-9895
Depósito Legal: PP 199502DF21
EDITORIAL , '" , 7
ENSAYOS Y ARTICULOS
TEMA CENTRAL:
VIOLENCIA EN VENEZUELA Y AMERICA LATiNA
RESEÑAS oo oo oo 288
RESUMENES/ABSTRACTS oo oo 298
EDITORIAL
La década de los años sesenta vio nacer la sociología del desarrollo. Esta
rama del conocimiento se expandió con rapidez en los Estados Unidos de
Norte América donde, tomando mucho del pensamiento de los clásicos,
produjo un complejo cuerpo de teorías, análisis y prescripciones, las cuales
consiguieron un buen nivel de aceptación en los países subdesarrollados, en
especial entre sus élites dirigentes.
Otro modelo que alcanzó gran difusión fue el expuesto por Hoselitz
(1960). Este señaló la existencia de tres etapas o estadios económicos que
podían distinguirse en el camino de las sociedades europeas hacia la
modernidad, a saber:
Hoselitz (1960) señaló que era falsa la suposición de que 105 modelos
económicos de Occidente -que fueron percibidos como teorías generales y
universales del crecimiento-, funcionarían adecuadamente en todos 105
países. Esta posición asumía una cierta uniformidad en 105 patrones. de
conducta económica de todos 105 pueblos, que según Hoselitz, no existía o
aparecía de manera irregular y poco frecuente. Lo que estaba en juego, en su
¿ Tiene sentido el desarrollo? 17
criterio, no era modificar las relaciones entre los diversos factores que
intervienen en la dinámica económica, sino modificar ciertos patrones de
relación social o hasta la estructura social completa, que muchas veces
atentaban contra el crecimiento. La teoría del sistema social de Parsons
proveía, según Hoselitz, la herramienta conceptual que permitía acercarse a
los dilemas de la acción social referida al ámbito económico. Primero,
invitaba a analizar las sociedades subdesarrolladas en términos de las
relaciones funcionales entre subsistemas como el económico y el cultural.
Luego, ofrecía un modelo de cinco pares de patrones culturales (pattern
variables) en cuyos polos podían ubicarse las características más
resaltantes de las orientaciones de la acción social en diversos tipos de
sociedad; en este caso, las desarrolladas y las subdesarrolladas. Según
Hoselitz, en el subdesarrollo las recompensas se obtienen sobre líneas de
estatus y parentesco y no como producto del sistema educativo y del logro
personal. También sostiene que en el subdesarrollo, las actividades relativas
a la producción son típicamente difusas en oposición a específicas. Por
último menciona que la orientación colectivista asociada al subdesarrollo, no
es del todo dañina pues, nada se logra si la acción social no se vierte de
alguna forma ( generalmente mediante legislación y principios éticos) al plano
comunal. El individualismo extremo, dice, conlleva con frecuencia a modos
de apropiación de los bienes que son totalmente incompatibles con el
bienestar general, como lo atestigua el caso de muchas élites asiáticas y
latinoamericanas que despliegan una forma abusiva de apropiación de los
bienes y del monopolio del poder que entraban más que facilitan el
crecimiento económico.
tecnológicamente simples, están más cerca del meollo del asunto que los
miembros de las civilizaciones avanzadas. Yo sostengo que esto no es
verdad. Los sencillos grupos tribales que viven en la actualidad no son
primitivos, sino que están embrutecidos. Las verdaderas tribus primitivas hace
miles de años que dejaron de existir. El mono desnudo es, esencialmente una
especie exploradora, y toda sociedad que no haya avanzado ha fallado en
cierto modo, se ha "extraviado". Algo ha ocurrido que le ha impedido avanzar,
algo que va en contra de la tendencia natural de la especie a explorar e
investigar el mundo que le rodea. Las características que los primeros
antropólogos estudiaron en estas tribus pueden ser muy bien los mismos
rasgos que impidieron el progreso de los grupos afectados. Por consiguiente,
es peligroso emplear esta información como base de cualquier estudio general
de nuestro comportamiento como especie (Morris, 1968, 16-17).
Las dos próximas secciones del trabajo exploran en más detalle los pro y los
contra de las políticas de industrialización hacia adentro y de las políticas de
apertura que han venido a reemplazarlas. Esperamos mostrar con este
balance, que las políticas económicas puestas en práctica en Latinoamérica
desde los ochenta, lejos de resolver los problemas de la región, los han
agravado, siendo necesario entonces formular una estrategia de
modernización alternativa ajustada a la realidad del continente.
El tercer factor que puede citarse como índice del fracaso del
desarrollismo, es la enorme deuda externa que contrajeron los países
subdesarrollados para salir del atraso. La deuda de nuestros países es, sin
lugar a dudas, uno de los legados más conspicuos de varias décadas de
políticas de modernización; un legado que alcanza los 306.256 millones de
dólares en Sudamérica para 1993. Un porcentaje muy elevado de los
presupuestos nacionales deben emplearse para pagar estos compromisos
(De Venanzi,1996a), frenando cualquier posibilidad de emprender nuevas
inversiones que resulten necesarias. En México, por ejemplo, el servicio
anual de la deuda externa es superior al presupuesto educativo global de
ese país (PNUD,1991).
Es por ello que dicha política, que no está destinada a resolver los
problemas de fondo de los países pobres y mucho menos a promover su
bienestar, traerá -como de hecho ya se observa en el caso de países como
Argentina, México y Venezuela-, la necesidad de imponer ajustes continuos
de diversa magnitud, los cuales seguirán deteriorando la condición
socioeconómica de grandes capas de la población. Esta visión pesimista de
la nueva orientación hacia el mercado y la apertura es compartida, incluso,
por algunos autores que ven con simpatía muchas de las políticas
económicas que convergen en el proceso globalizador. Sorensen (1991)
26 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Aún así, persiste un gran esfuerzo por repensar o reformular la teoría del
desarrollo, traducido en un abanico de teorías modificadas o heterodoxas del
desarrollo, el cual tiene su origen tanto en el fracaso de la óptica tradicional
de la modernización, como en los graves problemas sociales que viene
generando la aplicación de políticas de ajuste estructural y apertura
¿ Tiene sentido el desarrollo? 27
Algunos autores como Mires han considerado este esfuerzo con mucha
ironía:
Se observa que los objetivos del desarrollo humano son tan ambiciosos
como aquellos propuestos en las teorías clásicas del desarrollo, y por lo
tanto forman una lista de buenas intenciones cuyo cumplimiento deberá
asegurarse mediante acuerdos y pactos nacionales que, a nuestro juicio,
tropiezan con barreras formidables para consolidarse efectivamente bajo
sistemas económicos regidos por la competencia abierta, la propensión al
individualismo y la segmentación social. Estas tendencias lejos de promover
la solidaridad y el entendimiento, producen excesivas dislocaciones y
conflictos entre los diversos sectores sociales y dentro de ellos mismos (De
Venanzi,1996c). Particularmente difícil resultará revertir la fuerza e
influencia de los grupos de poder, que lejos de debilitarse han concentrado
mayor riqueza dentro de un sistema que combina libertades económicas con
una política tributaria de carácter regresivo. La relativa falta de análisis sobre
el componente político del desarrollo humano, afecta las posibilidades de
actuar con eficacia en los campos de la educación, la salud y el ingreso.
Hemos sostenido a este respecto, que a los fines de dar respuesta a estos
retos ha surgido una nueva especialización que llamamos sociología de la
pobreza (De Venanzi, 1996b,c), la cual evidentemente proporciona
información muy valiosa sobre las condiciones de vida de las grandes
mayorías, aunque su marcado carácter descriptivo y economicista le impide
captar el fenómeno de la pobreza como un proceso en movimiento y con
ello, proponer estrategias de fondo destinadas a contrarrestarla con más
efectividad.
El argumento central del desarrollo social es que hay que crear las
condiciones para generar ingresos mediante el trabajo y proveer a los
pobres de servicios sociales que aumenten su capacidad para responder
30 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Calderón identifica esta impotencia del Estado como una de las claves
explicativas de un posible panorama de caos que reinará en América Latina
en un futuro cercano.
funcionarios, sigue en boga la idea más establecida de que hay que crecer
primero, para distribuir después. Esto es especialmente cierto entre las
élites dirigentes que mantienen muchos compromisos algunos de los
cuales no admiten ni el mediano ni el largo plazo. En este sentido resulta
más provechoso políticamente, invertir en grandes fábricas e infraestructuras
y otros proyectos altamente visibles, que invertir directamente en la
población de modo que ella misma se transforme progresivamente en
agente activo del desarrollo.
Conclusiones
Bibliografía
Adams. R. et al. (1965). Cambios sociales en América Latina: sus derivaciones para la
política económica de los Estados Unidos, Libreros Mexicanos Unidos, México.
Bartelmus, P. (1990). Sustainable Development: a Conceptual Framework, Working
Papers, United Nations, Nueva York.
Baum.W.y Tolbert.S. (1984). Investing in Development: Lessons of World Bank
Experience, Oxford University Press, Nueva York.
Bauman, Z. (1992). Intimations of Postmodernity, Routledge, Nueva York.
Beckerman, W.(1992). "Economic Growth and the Environment: Whose Growth?
Whose EnvironmentT, World Development, Vol.20, No.4
Berstein, H. (1973). Underdevelopment and Development: the Third World Today,
Penguin Books, Londres.
Brinton, C. (1961). The Fate ot Man, George Braziller, Nueva York.
Calderón, F. (1992). "Hacia un nuevo orden estatal en América Latina" en ALOP
Amércia Latina: Opciones estratégicas de desarrollo. Nueva Sociedad, Caracas.
Cardoso, E. y Helwege, A. (1992). "Below the Line: Poverty in Latín Arnerica", World
Development, Vol.20, NO.1.
CESAP (1996). "¿Es posible en Venezuela el desarrollo sustentableT Juntos, NO.29.
Clark, J. (1995). 'The State, Popular Participation, and the Voluntary Sector", World
Development, Vol. 23, No. 4.
Costa Pinto. (1963). La sociologfa del cambio y el cambio de la sociologfa, Universidad
de Buenos Aires, Buenos Aires.
De Souza, H. (1996). "Brasil: tierra para pocos, miseria para muchos" El Nacional,
Caracas, 1 de junio.
DESAL (1969). Marginalidad en América Latina, Herder, Barcelona.
Elkan,W. (1956). Economics and Economic Policy of Dual Societies, Institute of Paciñc
Relations.
Frank, A. G. (1991). "Latín American Development Theories Revisited: a Participant
Review Essay", European Journal of Development Reserach, Vol.3, NO.2.
García Canclini, N. (1990). Culturas hfbridas. Estrategias para entrar y salir de la
modernidad. Grijalbo, México.
Gómez, E. (sf), Socialismo y Mercado.
Graham, C. (1992). "The Politics of Protecting the Poor During Adjustment: Bolivia's
Emergency Social Fund, World Development, Vol. 20, No. 9.
Gutiérrez. E. (1989). Reconversión industrial y lucha sindical, Nueva Sociedad,
Caracas.
Haubert, M. (1991). 'The Sociology of Development: What Sociology? What
DevelopmentT, European Journal of Development Research, Vol. 3, No. 2.
Heilbroner. R. (1963). The Great Ascent, Nueva York.
Hettne, B. ( 1990). Development Theory and the Three Worlds.
Hirschman, A. (1992). "Industrialization and Its Manifold Discontents: West, East and
South", World Development, Vol. 20, No. 9.
Hoselitz. B. (1957). "Non Economic Factors in Economic Development", American
Economic Review, Vol. 47.
40 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
riencias más cercanas, como las del general y revolucionario Emiliano Zapata,
además de palabras mucho más cercanas: las del grupo inicial de guerrilleros
del EZLN. Chiapas, al sureste de México, dolor de cabeza del imperio de arri-
ba, que basa su poderío ideológico en el hecho de controlar cuatro de cada
cinco imágenes que se proyectan a través del mundo. Chiapas, la inesperada
aparición de una peligrosa paradoja.
desde los tiempos del porfirismo. La vía férrea que sigue la línea costera (sólo
hay dos líneas: la otra atraviesa parte del norte del estado) data de principios
de siglo y su tonelaje es limitado por los viejos puentes portiristas que cruzan
las hidrovenas del sureste. El único puerto chiapaneco, Puerto Madero, es
sólo una puerta más de salida para que la bestia saque lo que roba.f
Las cantidades casi hablan por sí solas de la calidad del absurdo despojo.
La parquedad de los números que nos enrostran los autores, es la parquedad
misma de la realidad en su concreción, vista así por quien quiera verla, y mil
veces obviada por quienes así lo han deseado. Es esta la realidad en cifras
que se pretende desconocer cuando de ella tratan nuestros autores tendencio-
sos, que hablan de bestia hambrienta, saqueo capitalista, y sobre una bestia
que saca lo que roba, calificativos que, ciertamente, son incómodos a la vista,
y sumamente indecorosos, por los personajes a los que indirectamente alude.
En primera instancia, para nada parecía una arbitrariedad pensar que esto
podía achacársele parcialmente, y sin temor a equivocaciones, a la rigidez y a
la común esterilidad de cierto tipo de lenguaje periodístico, que fundamentán-
dose en una precaria objetividad se limita a describir profilácticamente los
hechos, o a la rutinaria labor de quienes viven de la palabra, que poseen una
asombrosa y consecuente habilidad para banalizar un hecho que no tiene
nada de ordinario (y viceversa). Pero era mucha la recurrencia.
Luego, y creo que es una percepción más cabal, fue quedando claro que
no por vulgar capricho fue tan común que lo cronológico sirviera de eje sobre
el cual habrían de girar las demás referencias al hecho. Es decir, parece ser
5Rivera Calderón, Fernando. "En algún lugar de la selva". La guillotina. México. No. 30,
marzo-abril de 1995. p. 36.
6Martfnez Vázquez, Griselda y Montesinos, Rafael. "Rebelión y crisis polftica". Memo-
ria. México. No. 64, marzo de 1994. p. 36.
7Dussel, Enrique. "Sentido ético de la rebelión maya de 1994 en Chiapas". Apuntes
Filosóficos. Caracas. Venezuela. No. 6, 1994.
8 Garzap., Rogelio. "Circo, sotanas y cuernos de chivo". Picahielo. México. No. 5, abril-
mayo de 1994. p. 12.
46 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
En México, en los medios, los partidos, el común, hay una condena casi
total y enfática a la violencia. 'La mayor parte de los partidos, incluido el PRO,
reaccionó con extrema cautela ante la sorpresa del ataque guerrillero y procu-
ró deslindarse totalmente de la responsabilidad de los hechos: 'rechazamos la
violencia', 'creemos en las elecciones', respondieron al unísono (...), y colocó
a los partidos cerca -pese a todas sus diferencias- de la versión reduccionista,
regional, de los acontecimientos en Chiapas."17
"En parte aturdido por el coro de autoelogios de los últimos tiempos sobre
el resultado de su gestión sexenal, Salinas de Gortari afirmó con contundencia
en esta ocasión: 'Esta no es una rebelión indígena'; se trata, por el contrario,
de 'grupos armados violentos'. Al dictamen seguía la sentencia: a los indíge-
nas arrepentidos: programas gubernamentales de asistencia y hasta el
'perdón', a los diri~entes responsables: violencia y guerra. Zanahoria y garrote
eran lo índícado."
Por último, una de las ideas que más es defendida por estos personajes es
la de que el levantamiento zapatista se encuentra circunscrito a causas y de-
mandas locales. Enrique Krauze, Jaime Labastidas, y de nuevo Octavio Paz,
entre otros, fueron de esta opinión. Octavio Paz, por ejemplo, afirmaría: "En
cuanto a las negociaciones hay ciertas dificultades que, presumo, experimen-
tan los insurrectos. Estas dificultades, a mi juicio, pueden reducirse a dos
puntos. El primero: la diferencia de intereses, perspectivas, finalidades e in-
cluso lenguaje entre algunos dirigentes de extracción urbana y las de los líde-
res indígenas. El segundo: las divergencias tradicionales entre las distintas
comunidades indias (...). A los campesinos deben preocuparles sobre todos
los problemas de la tenencia de la tierra y otros conexos (refracciones, liberta-
des municipales, fin del caciquismo, educación, salud, etcétera), mientras que
para los dirigentes de extracción urbana los temas de política nacional tienen
que ser los primordiales. ¿Esas diferencias son superables? No lo creo. ,,30
Caso ilustrativo de esta situación fue el de Televisa: "La lucha por la infor-
mación en este país apenas comienza. Por ejemplo, el ejército de informado-
res de distintos medios de prensa que convocó el enfrentamiento de Chiapas
no ha tenido un trato equitativo de parte de las autoridades locales (lo que
equivale a decir el ejército nacional). Por el contrario, se ha dado un trato prí-
3Opaz, Octavio. "Chiapas: hacia las negociaciones". Vuelta. México. Omito involunta-
riamente fecha y otros datos, imposibles de identificar en la copia que tengo del arti-
culo.
310raz-Polanco, Héctor." Autonomía y Racismo". Memoria. México. No. 63, febrero de
1994. p. 18.
32Garza P., Rogelio. op. cit. p. 12.
52 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
vilegiado hacia los enviados de Televisa, trato que produce abucheos y críti-
cas constantes del resto de la prensa nacional y extranjera. Los recorridos
prefabricados para las cámaras de Televisa en helicóptero de la fuerza aérea,
o las 'coreografías' preparadas ex profeso para la foto de indígenas recibiendo
despensas de manos del ejército, ocultando que éstas se ofrecían luego de
varias horas (seis, ocho o a veces más) y condicionadas a demostrar que no
se era simpatizante zapatista, son apenas una muestra de las muchas denun-
cias realizadas por el Centro Fray Francisco de Vitoria, de religiosos domini-
cos, que ilustra el complejO de tergiversaciones que oprime la inteligencia de
mHlones de televidentes.· 3
La respuesta del EZLN es casi inmediata, y digamos que desde este mo-
mento se avizora lo que luego induciría a Antonio García de León a afirmar:
•...nunca antes el terreno de la ~uerra se había desplegado tan claramente en
el terreno del lenguaje mismo ..." 4
Pero el debate continuaba, y trascendía las voces del EZLN. Pablo oon-
zález Casanova, Carlos Montemayor y Miguel León Portilla, por ejemplo,
coinciden en la necesidad de apoyar las demandas democráticas de los pue-
blos indígenas. Además, otros autores se encargan de contraponerse a los
análisis más peregrinos e irresponsables: "Juzgar la violencia independiente-
mente de las condiciones históricas en que se produce significa actualmente
desconocer que Chiapas es sólo el signo más alarmante de una ruptura muy
profunda. Fincar la responsabilidad en algunos sectores de la Iglesia o de la
izquierda es subestimar la capacidad de rebelión de los indígenas y de los
pobres y desentenderse del apoyo popular muy amplio que necesariamente
tiene la insurrección en el sureste. Buscar de este modo a los responsables
significa desconocer, sobre todo, la profunda impopularidad de la utopía auto-
36
ritaria del liberalismo· • Opinión que es reafirmada con énfasis: "...cabe des-
cartar en todo análisis serio del conflicto, la tesis infantil acerca de la 'mano
negra' exterior como causante del estallido (o sus variantes, como la eterna
'manipulación indígena' o el 'oscuro financiamiento exterior). Es conveniente
concentrarse en comprender las causas internas -que no quiere decir exclusi-
350p. cit. pp. 73-74. Comunicado intitulado "Composición del EZLN y condiciones
gara el diálogo", escrito el6 de enero de 1994, y publicado el18 de enero.
B-rorres Farés, Javier. "Chiapas cuestiona el conjunto del proyecto". Memoria. México.
No. 63, febrero de 1994. p. 23.
54 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Luís Hernández Navarro dirá más tarde: "Mientras tanto, quienes con su
rebelión precipitaron el que nuestro país redescubriera su realidad profunda,
resisten en el sur la ofensiva en su contra. Hoy, se puede señalar sobre ellos,
lo mismo que hace 45 años dijo el siempre presente José Revueltas a propó-
sito de la Caravana de los Mineros de Nueva Rosita: 'pienso en aquellos que
sin darse cuenta de lo que dicen, afirman que los mineros están manejados
por fuerzas ocultas. Pienso en ellos y creo que tienen razón: los mineros se
mueven bajo el impulso de las implacables y poderosas fuerzas ocultas que
laten dentro de su propio corazón. Estas fuerzas invisibles, que cuando se
hacen conscientes en el alma del pueblo, son capaces de destruir y construir
un mundo.· 38
mal, Yucatán. Este es un llamado a construir una paz duradera estando dis-
puestos a reconocer las injusticias del 'orden establecido', ya aceptar y llevar
a cabo las transformaciones necesarias de ese orden, aunque ello afecte' a
sus intereses, con tal de favorecer a sus hermanos marginados de este síste-
ma."40
cit. p. 17.
40 0p .
41CIOAC. "Declaración pública" Memoria. México. No. 63, febrero de 1994. p. 46. El
documento fue elaborado por el Comité Ejecutivo Nacional de la CIOAC, y tiene fecha
del 7 de enero de 1994.
42"De los intelectuales espa/'loles a Salinas de Gortari". Memoria. México. No. 63,
febrero de 1994. p. 14.
56 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
res de esa región. Chiapas no es tan peculiar; ocupa un 75 por ciento del uni-
verso capitalista, uno, grande y libre (...). El inmenso Chiapas de la aldea glo-
bal no tiene quien le escriba ni quien le permita ratificar su identidad, y cuando
ejerce el lenguaje de la revuelta se atribuye a la inspiración de revolucionarios
urbanos, señoritos del marxismo residual o de la Teología de la Liberación
(...). Nada se dice de esos señoritos, igualmente urbanos, que con veinte du-
ros de Kan Popper predican la utopía de la edad de oro como consecuencia
de la instauración universal de la sociedad abierta y del democratismo, crean-
do un desfase entre lo que se predica y lo que se ve. Esos peligrosos señori-
43
tos neoliberales ...•
Más tarde, el mismo EZLN, yen carta dirigida a Álvaro Cepeda Neri, del
periódico La Jornada, agregaría: "Quisiera platícaríe a usted algunas cosas
que ocurren por estas tierras y que, es seguro, no saldrán nunca en diarios y
revistas pues lo cotidiano no les interesa. Y hay, créame usted, un heroísmo
cotidiano que es el que hace posible que existan los destellos que, de tanto en
tanto, iluminan la aparente mediocridad de nuestra historia patria (...).
"(...) Ángel, tzeltal cuyo orgullo es haber leído completo el libro de Womack
sobre zapata ('Tardé tres años. Sufrí, pero lo terminé, dice cada vez que al-
guien se atreve a dudar de su proeza). Se viene encima mío blandiendo en la
mano izquierda un periódico (en la derecha porta una carabina M·1). 'No en-
tiendo su palabra de este señor', me reclama. 'Usa palabras duras y no se
conoce su camino. Parece que entiende nuestra lucha y parece que no la
entiende'. Yo reviso el periódico y Ángel me señala la columna de un editoria-
lista ·X'. Le explico a Angel lo que ese señor dice: que sí es cierto que hay
pobreza en Chiapas, pero que no es posible que los indígenas se hayan pre-
parado tan bien y que se hayan alzado con un plan, que los indígenas siempre
se alzan sin plan, así nomás, de pronto; que eso quiere decir que hay gente
extraña y extranjera que se está aprovechando de la pobreza indígena para
hablar mal de México y de su presidente, que el EZLN está entre los indígenas
pero no los representa. Ángel empieza a dar vuelta y vuelta; enfurecido, no
alcanza a hablar con orden, mezcla atropelladamente palabras en dialecto y
en 'castilla'. '¿Por qué siempre nos piensan como niños chiquitos?', me
avienta en la cara la pregunta. Yo casi tiro el arroz semicrudo que algún coci-
nero novato me ha dedicado 'especialmente para el sub'. Sigue más calmado
cuando le dan su plato: '¿Por qué para ellos no podemos pensar solos y tener
buen pensamiento con buen plan y buena lucha'. Yo entiendo que no es a mí
a quien pregunta; Ángel entiende que no es para mí esa pregunta; sabe bien
Ángel que esa pregunta va para el improbable señor del 'artículo de fondo'.
Sabemos los dos, Ángel y yo, que esa y otras preguntas quedarán sin res-
puesta. '¿Acaso la inteligencia sólo llega en su cabeza del ladino? ¿Acaso
43yáZquez Montalbán, Manuel. "Chiapas". Memoria. México. No. 63, febrero de 1994.
p. 10. Tomado de El País, periódico español.
El discurso polftico del Ejército Zapatista de Uberación Nacional. 57
44García de León, Antonio; Poniatowska, Elena y Monsivais, Carlos. op. cit. pp. 107-
110. De la carta intitulada: "Dicen algunos miembros del EZLN", escrita el 26 de enero
de 1994, y publicada el 30 de enero.
58 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
Se ha dicho, creo que con razón, que la carta intitulada: "¿De qué nos van
a perdonar?", escrita por el subcomandante Marcos el 18 de enero de 1994,
es la que va a conmocionar definitivamente a una nación que hasta el mo-
mento aún veía absorta la insurrección zapatista.
I
El 16 de enero: nueva violación del cese al fuego por parte del tropas fede-
rales
49Garcla de León, Antonio; Poniatowska, Elena y Monsivais, Carlos. op. cit. p. 91.
Comunicado intitulado: "Nombramiento de Manuel Camacho 801ls", escrito el 13 de
enero de 1994, y publicado el 19 de enero.
50 0p. cit. p. 94. Comunicado intitulado: "Ley de Amnistía", escrito el 18 de enero de
1994, publicado el 21 de enero.
60 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
"¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los que, du-
rante años y años, se sentaron ante una mesa llena y se saciaron mientras
con nosotros se sentaba la muerte, tan cotidiana, tan nuestra que acabamos
por dejar de tenerle miedo? ¿Los que nos llenaron las bolsas y el alma de
declaraciones y promesas? ¿Los muertos, nuestros muertos, tan mortalmente
muertos de muerte 'natura!', es decir, de sarampión, tosferina, dengue, cólera,
tifoidea, mononucleosis, tétanos, pulmonía, paludismo y otras lindezas gas-
trointestinales y pulmonares? ¿Nuestros muertos, tan mayoritariamente
muertos, tan democráticamente muertos de pena porque nadie hacía nada,
porque todos los muertos, nuestros muertos, se iban así nomás, sin que nadie
llevara la cuenta, sin que nadie dijera, por fin, el'jYA BASTA!' que devolviera
a esas muertes su sentido, sin que nadie pidiera a los muertos de siempre,
nuestros muertos, que regresaran a morir otra vez pero ahora para vivir? ¿Los
que nos negaron el derecho y don de nuestras gentes de gobernar y gober-
namos? ¿Los que negaron el respeto a nuestra costumbre, a nuestro color, a
nuestra lengua? ¿Los que nos tratan como extranjeros en nuestra propia tierra
y nos piden papeles y obediencia a una ley cuya existencia y justeza ignora-
mos? ¿Los que nos torturaron, apresaron, asesinaron y desaparecieron por el
grave 'delito' de querer un pedazo de tierra, no un pedazo grande, no un pe-
dazo chico, sólo un pedazo al que se le pudiera sacar algo para completar el
estómago?
cit. pp. 89-90. Carta intitulada: .. ¿De qué nos van a perdonar?" Escrita el 18 de
510 p.
enero de 1994, y publicada el 21 de enero.
El discurso político del Ejército Zapatista de Uberaclón Nacional. 61
que algún 'kamarrada' o 'boggie el aceitoso' sea el que termine por aparecer
tras el pasamontañas y la 'nariz pronunciada' (como dice La Jornada) del 'sup'
(como dicen los compañeros), propongo lo siguiente: yo estoy dispuesto a
quitarme el pasamontañas si la sociedad mexicana se quita la máscara que
ansias con vocación extranjera le han colocado años ha. ¿Qué pasará? Lo
previsible: la sociedad civil mexicana (excluyendo a los zapatistas porque
ellos lo conocen perfectamente en imagen, pensamiento, palabra y obra) se
dará cuenta, no sin desilusión, que el 'sup-Marcos' no es extranjero y que no
52
es tan guapo como lo promovía la 'media filiación' de la PGR. Pero no sólo
eso, al quitarse su propia máscara, la sociedad civil mexicana se dará cuenta,
con un impacto mayor, que la imagen que le habían vendido de sí misma es
falsa y la realidad es bastante más aterradora de lo que suponía. Uno y otra
mostraríamos la cara, pero ía gran diferencia estará en que el 'sup-Marcos'
siempre supo cómo era su cara realmente, y la sociedad civil apenas desper-
tará del largo y perezoso sueño que la 'modernidad' le impuso a costo de todo
y de todos. El 'sup-Marcos' está listo a quitarse el pasamontañas, ¿está la
sociedad civil mexicana lista a quitarse su máscara? No se pierda el próximo
episodio de esta historia de máscaras y rostros que se afirman y niegan (si los
aviones, helicópteros y máscaras verde olivo lo permiten)."53
"¿Por qué callan todos? ¿La 'democracia' que querían era ésta? ¿La com-
plicidad con la mentira? ¿El hacerse de oídos sordos cuando, recién lanzado a
los cuatro vientos el elogiable mensaje para la democracia de ocho partidos
políticos nacionales, el señor Salinas de Gortari tiene el cinismo de apoyar
explícitamente al candidato del PRI? ¿Esta es la democracia que nos propo-
nen a cambio de deponer las armas? ¿La democracia en la que el gobiemo
federal es juez y parte del proceso electoral? ¿Por qué el gobierno federal
retira de la agenda de diálogo el punto referente a la política nacional? ¿Los
indígenas chiapanecos son 'mexicanos' para explotarlos y no pueden ni opinar
cuando se trata de la política nacional? ¿El país quiere el petróleo chiapane-
co, la energía eléctrica chiapaneca, las materias primas chiapanecas, la fuer-
za de trabajo chiapaneca, en fin, la sangre chiapaneca, pero no quiere la opi-
nión de los indígenas chiapanecos sobre la marcha del país? ¿La de
'ciudadanos en formación'? ¿Para el gobierno federal los indígenas siguen
siendo niños chiquitos, es decir 'adultos en formación'? ¿Hasta cuándo van a
entender? ¿Cuánta sangre más se necesita para que entiendan que queremos
respeto y no limosnas? Todo intento de hablar parece inútil, el gobierno fede-
ral quiere hablar consigo mismo. ¿Por qué nadie hace el favor de decirle al
gobierno federal que lo que piden no es diálogo sino monólogo? ¿O es el mo-
nólogo un 'diálogo en formación'?
550 p. cit. pp. 112-113. Carta intitulada: "Fuerza política en formación", escrita el 31 de
enero de 1994, publicada el 4 de febrero.
560 p. cit. p. 28.
El discurso polftico del Ejército Zapatista de Uberación Nacional. 63
"Cuando el EZLN era tan sólo una sombra arrastrándose entre la niebla y
la oscuridad de la montaña, cuando las palabras justicia, libertad y democracia
eran sólo eso: palabras. Apenas un sueño que los ancianos de nuestras co-
munidades, guardianes verdaderos de la palabra de nuestros muertos, nos
habían entregado en el tiempo justo en que el día cede su paso a la noche,
cuando el odio y la muerte empezaban a crecer en nuestros pechos, cuando
nada había más que desesperanza. Cuando los tiempos se repetían sobre sí
mismos, sin salida, sin puerta alguna, sin mañana, cuando todo era como
injusto era, hablaron los hombres verdaderos, los sin rostro, los que en la no-
che andan, los que son montaña (...).
"Hablaron así los hombres sin rostro, no había fuego en sus manos y era su
palabra clara y sin dobleces. Antes que el día venciera otra vez la noche se
fueron y en la tierra quedó su palabra sola:
"¡Ya Basta!"
"Los hombres y mujeres del EZLN, los sin rostro, los que en la noche an-
dan, los que son montaña, buscaron palabras que otros hombres entendieran
( ...). ,,63
Y así fue que esa masa antes difusa, la sociedad civil mexicana, comenzó
a entender y a reencontrarse, en los hombres sin rostro, encamación de los
hombres verdaderos, en los guerrilleros del pasamontañas negro, en los hom-
bres sin rostro con palabras de fuego:
"Pero si quieren saber qué rostro hay detrás del pasamontañas, es muy
sencillo: tomen un espejo y véanlo. Nosotros queremos decirles a ustedes, a
los que han dicho la verdad, no a los que han seguido el camino de la mentira,
que si la muerte se detuvo el día se detuvo, fue gracias a ustedes y a la gente
que hay detrás de ustedes.,,64
"Pero nosotros hoy decimos ¡BASTA!, somos los herederos de los verda-
deros forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y
llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el
único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una
dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que
representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. "70
"La necesidad nos fue juntando y dijimos BASTA (oo.). Nos organizamos y
hemos decidido EXIGIR LO NUESTRO EMPUÑANDO LAS ARMAS (...). He-
mos comenzado los combates contra el ejército federal y otras fuerzas repre-
sivas; somos miles los mexicanos dispuestos a VIVIR POR LA PATRIA O
MORIR POR LA LIBERTAD en esta guerra necesaria para todos los pobres,
explotados y miserables de México y no vamos a parar hasta lograr nuestros
propósitos.
7°García de León, Antonio, Poniatowska, Elena y Monsivais, Carlos. op. cit. p. 33. La
"Declaración de la Selva Lacandona" aparece en diciembre de 1993, en el órgano
informativo del EZLN, El Despertador Mexicano, pero no es sino el2 de enero de 1994
cuando alcanza proyección nacional, como se sabe, un día después de estallado el
levantamiento.
68 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
cautela y de gran respeto por estas formas que algunos consideran tradicio-
nales. Es por ello también, que en una región frecuentada y atravesada por
activistas y promotores de todo tipo, lograron pasar simplemente desapercibi-
dos. El estilo depurado de Marcos, que se puede constatar en todos sus co-
municados y cartas, condensa de manera singular estos riquísimos veneros ."76
Pero el mismo Marcos narrará esta experiencia:
"Bueno, entonces... voy a explicar. El EZLN nace cuando nace, con los
referentes de las organizaciones político-militares de la guerrilla de los se-
sentas y de los setentas en América Latina, quiero decir: estructuras político-
militares con el planteamiento central de derrocar a un régimen y así a gran~
des rasgos la toma del poder por parte del pueblo en general y que variaba
este pueblo, este referente pueblo, variaba según el país en que se encontra-
ra.
"Cuando llega el primer grupo del EZLN aquí, a las selvas de Chiapas, es
un grupo muy pequeño, con esa estructura político-militar que te digo y em-
pieza a hacer su trabajo de adaptación, al medio, de sobrevivencia, de lo que
se llama permear el territorio, hacerlo transitable, pero sobre todo de forjar en
el combatiente -en ese grupo de combatientes inicial- la fortaleza física e
ideológica para el proceso guerrero. Quiero decir con esto que la montaña
obraba como una escuela de cuadros, inflexible y constante; día y noche, pero
se estaba formando. En ese período, no hay cámaras, no hay grabadoras, no
hay prensa, ni siquiera hay acciones militares, y entonces lo único que permite
agarrarte a la montaña y aguantar eso (...) era únicamente la esperanza a la
que nos aferrábamos entonces -hace diez años- de que todo eso que estába-
mos aprendiendo con muchos sufrimientos y con muchos problemas iba a
tener resultado algún día. En ese entonces, te digo, hay un doble proceso de
aprendizaje, el de los mestizos -como se les dice aquí a los de la cíudad-, y el
de los indígenas.
"El de los indígenas para aprender pues, desde lo más elemental, desde la
castilla -el español-, historia de México, lecto-escritura y nociones elementales
de matemáticas, geografía, biología, química, en fin , lo que nosotros traíamos
de nuestra cultura básica, y por el lado de nosotros, aprender que era la con-
cepción del mundo, principalmente de los indígenas de la zona, pero también
una serie de aptitudes físicas con las que ellos no nacen, pero que desde pe-
queños están aprendiendo: a caminar, a manejar el machete, a cargar gran-
des pesos por grandes distancias, a reducir su alimentación a lo mínimo indis-
pensable -en este caso maíz y azúcar-, y en este rejuego, pues, de intercam-
bio, de dar y tomar, ambos entramos a la montaña como nuevos. Quiero de-
cir, para los indígenas la montaña es algo sagrado, algo especial, algo mágico
y algo terrible en última instancia; no, no entran los indígenas a la montaña.
De hecho, cuando entramos nosotros en muchos de ellos había el temor de
76Garcia de León, Antonio, Poniatowska, Elena y Monsivais, Carlos. op. cit. p. 21.
70 Revista Venezolana de Economia y Ciencias Sociales
que algo fuera a pasar sin que se concretara todo esto. La montaña es el lugar
de los muertos, de los dioses, de los dioses buenos y de los dioses malos, y
en este sentido, pues no había nadie con la experiencia -ni siquiera por parte
de ellos- de la vida en la montaña, mero en la montaña -quiero decir-, lo que
ellos hacían era vivir en sus poblados y se iban de cacería o a recorrer el te-
rreno buscando donde sembrar, pero de ida y vuelta, pero de ahí a quedar a
vivir ahí, no era así. Entonces, nosotros debemos confrontar una visión -si me
entiendes- romántica de la guerrilla, cuyo referente inmediato son las grandes
acciones militares, incluso, en los más desubicados, la toma del poder, todo lo
que pudiera ser referencia a las guerrillas triunfantes de entonces, que eran la
cubana y la nicaragüense. El medio, pues, te hace volver los pies a la reali-
dad, y entender que toda revolución -de inmediato o en el proceso-, pero en
concreto toda revolución, te exige un costo, y sólo quienes estén dispuestos a
pagar ese costo pueden llevarla a cabo (...).
autoritario que hay en el mundo, y lo más absurdo además, que una sola per-
sona pueda decidir sobre vida y muerte de sus subalternos, y por otro lado, la
tradición indígena que si antes fue forma de vida, después de la conquista se
convierte en la única forma de sobrevivir, es decir, aislados, arrinconados, las
comunidades se ven obligadas a defenderse en colectivo, a vivir en colectivo,
a gobernarse en colectivo.
nes. Quiero decir, las decisiones estratégicas, las decisiones grandes, como
dicen los compañeros, el pensamiento más grande tiene que confrontarse a
nivel democrático; no, no hacia arriba, sino hacia abajo precisamente. Quiero
decir, si va a haber una acción o una serie de acciones que vayan a implicar a
toda la organización, se tiene que ir abajo, tener la autoridad desde abajo
directamente, y de ahí, entonces, sí sacar las órdenes, los trabajos o las indi-
caciones generales. Esto lo comenzamos a hacer con muchos problemas,
tenemos todavía muchos problemas en eso. Pero, en ese sentido, el comité
tampoco es el que manda (...), la diferencia es que incluso ese comité tiene
que sujetarse en cierto tipo de decisiones, otra vez las más importantes, las
más grandes, a las comunidades (...).
"Finalmente, era ceder el poder a quien lo debe tener siempre, en este ca-
so pues a la mayoría de la población. Entonces, en este entretejerse, pero no
es un tejido así, normal, hay una dominancia -que es lo que quiero que me
entiendas-, también ocurre a nivel ideológico, los... digamos, los plantea-
mientos ortodoxos, que pudieras decir, esté, del marxismo, del leninismo,
conceptos teóricos o históricos respecto, por ejemplo, que 'la vanguardia de la
revolución es el proletariado', etcétera, etcétera, 'la toma del poder', 'la instau-
ración de la dictadura del proletariado', y todo eso, se ve confrontado también
con una tradición ideológica -¿cómo te diré?- un poco mágica, mágica en un
sentido, pero muy real en otro (...). Si nosotros hubiéramos sido ortodoxos, y
no hubiéramos hecho trabajo con indígenas, no hay ningún ortodoxo, yo creo
que hay muchos teóricos en crisis... ¿a quién se le iba a ocurrir que eran los
indígenas los que iban a provocar todo esto?, ni siquiera entre la concepción
leninista esa de que 'el eslabón más débil', ni siquiera estaba contemplado
que fueran los indígenas -¿no? Te digo que hay un proceso de aprendizaje,
forzado pues, ni siquiera es que digamos; bueno, vamos a aprender a ver qué
pasa, ¡No!, tú llegas cuadrado, como cualquier ortodoxo, como cualquier teó-
rico que cree que sabe -¿no?- lo que sabe."77
Como se ve, a partir del larguísimo (y a la vez apretado) recuento que ha-
ce el subcomandante Marcos, no puede entenderse el carácter definitiva-
mente particular del discurso zapatista si se desconoce el hecho de que, a lo
interno del EZLN, llegó a producirse un profundo quiebre con la vieja manera
de pensar de la izquierda ortodoxa. En este sentido, Pablo González Casano-
va defiende la tesis de que en Chiapas" ...repiensan la revolución con inmen-
sa profundidad. Hay cambio y creación en lenguajes, conceptos, retóricas y
prácticas de organización, concientización y lucha; muchos de ellos son revo-
lucionarios. Por revolucionarios entiendo que a partir de herencias pasadas y
experiencias e imaginaciones actuales, en la Lacandona encuentran nuevos
caminos para alcanzar una sociedad en que desaparezcan las relaciones de
ciendo, y vemos que esa palabra que viene de lejos para nombrar la razón de
82
gobierno, 'democracia', es buena para los más y para los menos.n
Por alguna u otra causa (...), no han tenido las repercusiones que tuvo el
EZLN, pues puede ser un accidente histórico, puede ser un accidente teórico,
puede ser un accidente práctico, puede ser cualquier otra cosa, pero, eviden-
temente, no es por falta de lucha. Eso de que el EZlN acabó con la falacia de
que el mexicano aguanta todo, no es cierto. habían muchos mexicanos antes
que lo habían demostrado...aa
Es por esto que un EZLN que no aspira a la toma del poder polftico, ejerce
el digno acto de renuncia: "Dejamos atrás nuestras tierras, nuestras casas
están lejos, dejamos todo todos, nos quitamos la piel para vestimos de guerra
y muerte, para vivir morimos. Nada para nosotros, para todos todo, lo ~e es
nuestro de por sí y de nuestros hijos. Todo dejamos todos nosotros;" y le
reconoce a la sociedad civil la fuerza que le provee de legitimidad: "Con uste-
des, todo somos. Sin ustedes, somos otra vez ese rincón sucio y olvidado de
la patria."90
95Garcfa de León, Antonio; Poniatowska, Elena y Monsiváis, Carlos. op. cit. p. 14.
96Slixen, Samuel y Fazio, Carlos. op. cit. p. indefinible por el estado de la copia.
El discurso político del Ejército Zapatista de Uberaci6n Nacional. 79
97ibídem.
98Garcia de León, Antonio; Poniatwska, Elena y Monsiváis, Carlos. op. cit. p. 208.
Comunicado intitulado: "Aniversario del asesinato de Zapata", escrito el 10 de abril de
1994, publicado el 11 de abril.
80 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Socia/es
vivió, nombrada sin nombre, en nuestra tierra. Nombre sin nombre, estando
vino Votán Zapata en nuestra tierra. Hablando calló su palabra en nuestra
boca. Viniendo está. Votán Zapata, guardián y corazón del pueblo."99
Zapata es, sin duda alguna, esencial en el discurso, acción y reclamo del
EZLN.
Recuerdo a Ernesto Sábato. ¿Que qué tiene que ver Sábato con el EZLN?
Creo que mucho. Decía Ernesto (y valga la confianza y el tuteo) que decía
Martín Buber "...que la problemática del hombre se replantea cada vez que
parece rescindirse el pacto primero' entre el mundo y el ser humano, en tiem-
pos en que el ser humano parece encontrarse en el mundo como un extranje-
ro solitario y desamparado. Son tiempos en que se ha borrado la imagen del
Universo, desapareciendo con ella la sensación de seguridad que se tiene
ante lo familiar: el hombre se siente a la intemperie, sin hogar. Entonces, se
pregunta nuevamente sobre sí mismo.
"Ha llegado el momento de decir adiós al siglo XIX, a ese maravilloso siglo
XIX, con Stephenson y su máquina de vapor, su electricidad, su pujante eco-
nomía capitalista, su optimismo cósmico. Ese siglo en que todos los males de
la humanidad iban a ser resueltos mediante la Ciencia y el Progreso de las
Ideas; en que se ponía a los hijos nombres como Luz y Libertad, yen que se
constituían bibliotecas de barrio llamadas Músculo y Cerebro.
990 p,cit. p. 212. Comunicado intitulado: "Vctán Zapata", escrito el 10 de abril de 1994,
publicado el 11 de abril.
El discurso polltico del Ejército Zapatista de Uberación Nacional. 81
"Esta crisis no es sólo la crisis del sistema capitalista: es el fin de toda esa
concepción de la vida y el hombre.. ."1Oo
Así nos escribía Ernesto Sábato, ya en 1951. Y las severas críticas, de de-
recha e izquierda, de las que fue objeto por sus opiniones, lo llevaron a un
silencio que duró casi diez años. Hoy, la historia le otorga irónicamente la
razón, sólo que a veces pareciera que el mundo nos ofrece una imagen mu-
cho más desoladora de la que percibía entonces Ernesto.
Bibliografía
El objetivo central del Fordismo era lograr que los aumentos en la produc-
tividad, resultado de la organización científica del trabajo, fueran acompaña-
dos: "...por un lado, del crecimiento de las inversiones financiadas por las
ganancias y, por otro, del crecimiento del poder adquisitivo de los asalariados"
(Leborgne y Lipietz, 1992: 20). Esto es lo que se conoce como el "círculo vir-
tuoso" de la regulación fordista, cuyos elementos son: productividad-consumo
inversión-crecimiento (Iranzo, 1990), lo cual permitió una coherencia macroe-
conómica en el régimen de acumulación. Sin embargo, era necesario garanti-
zar el crecimiento regular del poder adquisitivo de los asalariados, y es aquí
donde el keynesianismo logra articular una respuesta basada en la adminis-
Del fordismo q la flexibilidad laboral: supuestos, crisis y realidades ... 87
por parte del capital, como interlocutor colectivo de los trabajadores (Collazo,
1994).
1.3.2 El sindicato
3 El caso italiano es el más representativo de este sistema. La ley 300 de 1970 esta-
blece la legislación de sostén como generalmente se le denomina en el Derecho Labo-
ral. En América Latina sólo en el Uruguay no existe legislación de control, pero tam-
fOCO la hay de protección.
En la Unión Soviética al modelo de organización del trabajo se le dió el nombre de
STAJANOVISMO, debido al nombre de un excampesino (Alesksei Stajanov) que fue
sometido a un experimento de la Organización del Trabajo. El experimento consistió
92 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
al grado de que en el año 1966 se creó, mediante ley, el Banco de los Traba-
jadores de Venezuela (BTV),7 bajo el control fundamental de la CTV
(Arconada y Lander, 1985). Este tipo de concesiones estatales a la central
obrera, sin duda, que no tienen su origen en las necesidades del régimen de
acumulación, sino que forman parte de una política corrupta y clientelar, pro-
pias de las perversiones en que degeneró el populismo en América Latina.
7 Este Banco fue sometido a un desfalco masivo por parte de sus directivos en com-
plicidad con la dirigencia de la CTV, lo cual ocasionó su intervención gubernamental
en 1981.
94 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
Ante este serio reto planteado por los trabajadores, los patrones entienden
que la solución a toda la crisis del modelo no estaba en aumentar la remune-
ración y la seguridad social, sino que era necesario modificar las condiciones
psicológicas y técnicas del trabajo (coríat, 1991). La acumulación de rigideces
en la economía de postguerra es señalada como la causante de la crisis. En
Del fordismo a la flexibilidad laboral: supuestos, crisis y realidades ... 95
Los supuestos sobre los que descansa esta concepción, suponen una
abierta contradicción con la idea neoliberal de como se organiza la sociedad,
en tanto que ésta se basa básicamente en el mercado, como espacio de re-
gulación, donde todas las relaciones son de índole contractual y la interven-
ción estatal sólo se justifica para garantizar la libertad de los contratos y la
protección contra la violencia (Nozick, 1990: 7). Es decir, cualquier otra ac-
ción distorsiona el funcionamiento del mercado, más aún si ésta tiene carácter
distributivo. Es por ello, que la ofensiva neoliberal iniciada hace dos déca-
das, tiene como uno de sus escenarios de transformación más importantes,
las relaciones y legislaciones laborales conquistadas por los trabajadores en el
Estado de Bienestar.
a entrar en relación con cualquier otro adulto que consienta y tenga ese dere-
cho.
En tal sentido, el Plan Laboral del régimen del general Pinochet restringió
las negociaciones colectivas a cada empresa, prohibiendo la negociación por
rama de industrias; en segundo lugar, limitó el protagonismo de la negociación
a empleadores y trabajadores, sin involucrar al gobierno ni al resto de la sa-
ciedad. Es responsabilidad de los libres contratantes, la ponderación en las
demandas o en las ofertas que hagan, ya que están corriendo riesgos objeti-
vos: " ...los trabajadores el riesgo de quedarse sin sus empleos, y el emplea-
dor, el riesgo de quedarse sin trabajadores competentes ... Ambos el riesgo de
que la empresa quiebre, en un contexto de alta competencia como el que
caracteriza a una economía de libre mercado" (Piñera, 1991: 15).
Con respecto a la Reconversión Industrial, hay que señalar que en los paí-
ses de alta industrialización, ésta estuvo dirigida al desarrollo de tecnologías
ahorradoras de energía, desarrollo de fuentes alternativas de energéticos,
creación de sustitutos a las materias primas, introducción de tecnologías que
permitieran el ahorro de mano de obra, renovación de industrias, etc. (Soria,
1990). En los países latinoamericanos, la Reconversión Industrial ha estado
más dirigida hacia una desregulación de las relaciones laborales, por la vía de
los hechos. Tal es el caso de los procesos que hemos conocido en Venezuela,
en las áreas de telecomunicaciones, portuarias, siderurgia entre otras." Iguales
experiencias, se han observado en México, Bolivia y Chile en áreas como la
minería, por nombrar sólo algunos casos y países. En realidad han sido pocos
los sectores que han innovado en tecnología, quizás el más avanzado en la
región ha sido el sector financiero (Banca, Seguros, etc.) y algunas industrias
del sector petroquímico (Moncayo, 1992).
La crisis estructural del capitalismo sirvió de marco para una ofensiva neo-
liberal. En el plano laboral el discurso neoliberal expresa la necesidad de
arremeter contra las "exageradas" cargas sociales del Estado de Bienestar y
contra la intervención del Estado en las relaciones laborales, a través de las
"asfixiantes" legislaciones laborales. El neoliberalismo se presentó como res-
puesta a la crisis producida por las rigideces del estatismo. Sin embargo,
progresivamente se convirtió en una institucionalidad para un nuevo orden
Ahora bien, lo que nos interesa precisar es que esta demanda volátil se
convierte en otro de los incentivos a la flexibilidad, ya que se requiere de
"saber-haceres" especializados y flexibles que puedan responder a la deman-
da de pequeñas series (Leborgne y Lipietz, 1992). Esto es el origen de la lla-
mada especialización flexible, que se expresa a través de la desintegración de
las empresas y de la subcontratación inter-empresas.
Finalmente, es necesario señalar que las dos últimas décadas de este vio-
lento reacomodo capitalista, han tenido como correlato un proceso cultural de
individualización, un descreimiento en las organizaciones colectivas y un de-
rrumbe de los referentes teórico-políticos que habían nutrido de fuerza al mo-
102 Revista Venezolana de Economia y Ciencias Sociales
vimiento de los trabajadores a nivel mundial. Hoy por hoy, la debilidad política
de los trabajadores es el mejor contexto para que la ofensiva del capital pueda
imponer sus políticas flexibilizadoras sin mayor oposición.
V. La flexibilidad laboral
Los dos primeros modelos son presentados por los postfordistas como el
camino a la humanización de la producción. No obstante, los críticos señalan
que "... hay un peligro real de que la Implicación negociada en la democracia
de los hombres libres (según Piore y Sabel) se convierta en la democracia de
los machos libres" (Leborgne y Lipietz, 1992: 26). Se trata de alertar sobre la
consolidación de una aristocracia obrera de hombres y diremos más, de
hombres blancos y nacidos en esos países, mientras que los otros sectores de
la población: mujeres, negros e inmigrantes son sometidos a relaciones labo-
rales altamente flexibles propias del modelo inglés y norteamericano, conoci-
do como taylorismo salvaje o neotaylorismo (Collazo, 1992).
nes, tales como más horas libres, mayores días de descanso o aumentos en la
seguridad social, según sea el caso.
VI Consideraciones finales
Bibliogafia
Aglieta, Michel (1979): Regulación y crisis del capitalismo, Siglo XXI, México.
Arconada, Santiago (1979): El papel de la contratación colectiva en la relación capita/-
trabajo, UCV, Caracas.
Arconada, Santiago y Edgardo Lander (1985): "La Confederación de Trabajadores de
Venezuela ante la crisis" en Crisis y movimientos sociales en Venezuela, Tropykos,
Caracas.
Cardoso, Fernando H. y Enza Faletto (1972): Dependencia y desarrollo en América
Latina, Siglo XXI, México.
Atkinson, John (1987): "Flexibilidad o fragmentación? El mercado de trabajo del Rei-
no Unido en la década de los ochenta" en Trabajo y Sociedad, Volumen 12, No 1,
Madrid.
Birgin, Mauricio (1990): "La flexibiliqad laboral en Argentina" en Hernández Alvarez,
Osear: La flexibilización del trabajo, Instituto de Estudios Jurfdieos del Estado Lara,
UCLA, Venezuela.
Bronstein, Arturo (1990): "La flexibilidad del trabajo. Panorámica internacional" en
Hernández Alvarez, Oscar La flexibilización del trabajo, Instituto de Estudios Jurfdi-
cos del Estado Lara, UCLA, Venezuela.
110 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Panitch, Leo: "Trade Unions and the Capitalist State", New Left Review, N°124, enero-
febrero de 1981. Traducción de Edgar Vázquez.
Piñera, José (1991): "Libertad para los Trabajadores" en Ciencia Política, N° 23, Bo-
gotá.
Pitz, Karl (1990): "Nuevas tecnologías, estrategias japonesas de dirección y el futuro
del Trabajo", en: Gutiérrez G. Esthela (coord): La ocupación del futuro. Flexibiliza-
ción del trabajo y desreglamentación laboral, Fundación Friedrich Ebert, Editorial
Nueva Sociedad, Caracas.
Piare, Michel (1990): "Dos concepciones sobre flexibilidad del trabajo", en Gutiérrez
G., Esthela (coord): La ocupación del futuro. Flexibilización del trabajo y desregla-
mentación laboral. Fundación Friedrich Ebert, Editorial Nueva Sociedad, Caracas.
Soria, Victor (1990): "Reconversión tecnológica y flexibilización del trabajo" en Gutié-
rrez G., Esthela (coord): La ocupación del futuro. Flexibilización del trabajo y oesre-
glamentación laboral. Fundación Friedrich Ebert, Editorial Nueva Sociedad, Cara-
cas.
Treja, María Eugenia(1992): "Consenso y coerción en la fábrica. Solidarismo y proce-
so de trabajo en Costa Rica", Trabajo, N° 8, México.
Weffort, Francisco: "El populismo en la politica brasileña", fotocopia.
zapata, Francisco (1991): "Definiciones del movimiento sindical en América Latina",
Revista ALAI, N° 132, Año 14, segunda época, Quito.
_-...,. (1990) "El sindicalismo en América Latina" en: Revista Trabajo, N° 3-4,
México.
_-:-:-",:""",:"_ _(,1986) El conflicto sindical en América Latina, El Colegio de México,
México.
Rev. Venez. de Econ. y Ciencias Sociales 1997, Vol 3 N" 2-3 (abr-sept), pp. 112-121
«El espacio liso y el espacio estriado, -el espacio nómada y el espacio sedentario, -el espacio en el que
se desarrolla la máquina de guerra y el espacio instaurado por el aparato de Estado, no son de la
misma naturaleza. Unas veces podemos señalar una oposición simple entre los dos tipos de espacios.
Otras debemos indicar una diferencia mucho más compleja que hace, que los términos sucesivos de
las oposiciones consideradas no coincidan exactamente. Otras, por último, debemos recordar que los
dos espacios sólo existen de hecho gracias a las combinaciones entre ambos: el espacio liso no deja
de ser traducido, trasvasado a un espacio estriado; yel espacio estriado es constantemente restituido,
devuelto a un espacio liso».
Deleuze y Guattari (1994: 483, 484)
«Por tanto, no sólo el mar, el desierto, la estepa y el aire, son el lugar de una confrontación entre lo liso
y lo estriado, también lo es la propia tierra, según que exista una agricultura en espacio-urbe. Es más:
¿no habrá que decir lo mismo de la urbe? Contrariamente al mar, la urbe es el espacio estriado por
excelencia; pero así como el mar es el espacio liso que se deja fundamentalmente estriar, la urbe sería
la fuerza de estriaje que volvería a producir, a abrir por todas partes espacio liso, en la tierra y en los
demás elementos -fuera de ella, pero también en ella-. Espacios lisos surgen de la ciudad que ya no
son únicamente los de la organización mundial, sino los de una respuesta que combina lo liso y lo
agujereado, y que se vuelve contra la ciudad: inmensos suburbios cambiantes, provisionales, de nó-
madas y de trogloditas, residuos de metal y de tejido, patchworl<, que ya ni siquiera son afectados por
los estriajes de la moneda, del trabajo o de la vivienda. Una miseria explosiva, la ciudad segrega, y que
correspondería a la formula matemática de Thom: «un alisado retroactivo». ¿Fuerza condensada,
potencialidad de una respuesta?»
Ibid: 489, 490
pre fue estriada, nació estriada. Cuanto más regular su entrecruzamiento, más
denso fue el estriaje, más homogéneo. Los espacios lisos rodeaban la ciudad
no la penetraban, eran mantenidos al margen, por principio. Eran los dos
modelos de aparato de Estado: el aparato vertical del Imperio, el aparato iso-
morfo de la ciudad.
El siglo XX, sin embargo, trae otros retos. La ciudad crece, se expande. Al
lado del espacio estriado aparece uno nuevo: el liso, el espacio nómada en
contraste con el espacio sedentario el instaurado por el aparato del Estado.
Se hace presente el espacio liso, donde se desarrolla la máquina de guerra
(Deleuze y Guattari 1994:483). El espacio liso poblado por las multiplicidades
no métricas, acentradas, direccionales que cambian de naturaleza al dividirse.
En fin, nace y aparece el barrio de ranchos. El habitante del barrio a pesar de
estar en la ciudad no se convierte, no deviene ciudadano, deviene lo que ha
dado por llamar marginal. Marginal, en apariencia, al proceso social, econó-
mico y cultural de la ciudad que lo recibe, que lo alberga en su seno sin saber
que hacer con él.
Los esfuerzos de los aparatos de estado por afrontar esta situación han si-
do importantes, en algunos casos, y tímidos en otros. Se necesitaba construir
más ciudad, más espacio estriado para sustituir este espacio liso. Las distin-
tas batallas contra los barrios de ranchos han sido manifestaciones de estos
esfuerzos. No obstante, el espacio liso crece cada día más. Las condiciones
socioeconómicas de sus pobladores, la pobreza y la marginación son un factor
importante de este constante proceso. En ciudades como Lima, México, Río
de Janeiro o Caracas la situación es muy similar. No cesan de crecer las ba-
rriadas por todos lados, sin control alguno, con su aspecto de provisionalidad,
de campamento nómada, de máquina de guerra. Espacio liso que se ocupa
sin contar. En fin, de rizoma que se extiende sin control alguno alrededor de
las ciudades o creando agujeros dentro de las ciudades de la Región. Barria-
das en las cuales el Estado, la estructura arborízante, la máquina de captura,
le es difícil ejercer apropiación y control. No puede hacerlo, está fuera de su
control. Son Estados, en muchos casos, débiles y dependientes de un poder
mayor en cuanto a su control y soberanía.
En este sentido, la acción directa del Estado sobre los barrios de ranchos
ha tenido que ser, hasta ahora, de tolerancia, incluyendo la dotación poco
estructurada de infraestructuras y servicios, de materiales de construcción y
de créditos individuales a lo largo de los años, además de tímidas políticas de
consolidación; es decir, de estriaje. Al Estado venezolano le ha sido difícil
reconstruir espacios estriados a partir de los espacios lisos generados por los
barrios de ranchos en las ciudades del país. No ha sabido cómo hacerlo. En
muchas ocasiones se ha negado esta realidad, a tal punto de no considerar
estas zonas -en muchos casos muy grandes como en Maracaibo- como parte
de la estructura urbana.
Basta sólo mencionar que hasta hace pocos años, las oficinas municipales
de planeamiento urbano no representaban las áreas de los barrios de ranchos
en los planos oficiales. Las áreas de barrios eran tratadas como los espacios
de seguridad: una mancha blanca en el plano. Es curioso, así se representan
también los espacios que ocupa otra máquina de guerra: las fuerzas armadas.
Esfuerzos de los pobladores de los barrios por hacer notar su existencia, así
como el trabajo de opinión generado por algunos investigadores, entre ellos
Bolívar (1995), Villanueva y Baldó (1994 y 1995), Bolívar y Baldó (1996), por
el reconocimiento de estas zonas en las ciudades venezolanas, han intentado
que la situación algo cambie en el mundo oficial. Ahora se empieza a pensar
más en serio en cómo integrar el barrio de ranchos a la estructura urbana, por
lo menos en el discurso, muy poco en la práctica. Se intentan desarrollar pía-
nes, estudios y prácticas de demostración de lo viable de una acción integra-
dora (cf. Martín y Virtuoso 1994).
Sin embargo, como han señalado algunos autores, entre ellos Villanueva
(1995), una de las causas de este fenómeno es que lo urbano en nuestros
116 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Por otro lado, los gastos que han hecho los habitantes de los barrios de
ranchos deberían de alguna manera ser reconocidos. No hacerlo sería perci-
bido como una estafa: de alguna manera se estimuló su aparición porque
convenía a quien dirigía el aparato del Estado. Durante largos años los cons-
tructores de barrios de ranchos, sus habitantes, gastaron sus dineros en sus
viviendas, estimulados por la posibilidad de alcanzar un mejor nivel de vida.
Por supuesto, reconocer estos gastos tiene un costo y alguien tiene que pa-
garlo. Se necesitaría, además, reubicar aquellos pobladores que por razones
geológicas o de otro tipo deban salir de las zonas que ocupan. Esto implicaría
construir viviendas de sustitución para ubicarlos en el mismo sitio. Habría que
construir, también, redes de servicios conectadas a las ya existentes en las
ciudades. Se necesitaría llevar agua potable a cada casa, también la electri-
cidad, el teléfono, el gas, las cloacas. Todo ello sería, entre otras condiciones,
lo que habría que hacer para convertir estos espacios lisos en espacios estria-
dos; es decir, en ciudad formal, estriada.
Durante años el Estado ha ignorado este espacio liso que rodea y permea
las ciudades. Como dijimos, cuando el aparato de Estado se ha ocupado del
barrio de ranchos o lo destruye para hacer ciudad -espacio estriado-, o lo ma-
quilla para aparentar que lo quiere asimilar. Los movimientos de opinión tanto
de pobladores de estos espacios como de aquellos estudiosos de este tema
han propugnado nuevos enfoques, por supuesto todos desde la misma óptica
del aparato de Estado. Los más atrevidos -los que llamaremos los técnicos -
Villanueva y Baldó como sus representantes- insisten en estriar el barrio como
lo hemos descrito. Quieren hacerlo parte de la ciudad, de cierta manera reco-
nocerlos para transformarlos en parte de la estructura urbana. Y, aparente-
mente según ellos, ello es posible y viable.
Modelo urbano: el barrio de ranchos, una manera de habitar fa ciudad. 119
Por su lado, los investigadores más tradicionales -Bolívar, entre los más
representativos- pugnan por el reconocimiento y por la valoración de la vida
de estos nómadas modernos. Esta posición defiende los valores que allí se
han generado y a través de su estudio y difusión postulan una transformación
e integración paulatina a la trama urbana y que a la larga sus pobladores se-
rán aceptados por los ciudadanos, por los habitantes de la ciudad. Devendrán
ellos también ciudadanos.
Bibliografía
Ambientalismo yambientología
El ambientalísmo
El conservacionismo
El contaminacionismo
La ambientología
Cuadro No. 1
Actividades humanas para el uso y valoración de recursos
~
Yanomami
Seguridad. Estado
venezolano
EIYanomami
Hablar de soluciones para los problemas que enfrenta el Alto Orinoco nos
obliga a destacar.
Escenario conservacionista
Escenario evolutivo
Escenario destructivo
Conclusión
Desde una perspectiva ambientológica las soluciones del problema del Alto
Orinoco obligan a trascender las visiones conservacioilistas y contaminacionistas
parciales; se requiere realizar esfuerzos para redefinir el equilibrio de un sistema
en el cual uno de sus controles fundamentales, la etnia yanomami, está en un
proceso de transformación en su relación con el medio natural y su cultura, debido
a su interacción con otros agentes sociales.
Bibliografía
Ales, C. y J. Chiappino (1985). MedicaJ. Aid, Shamanism and Accu/turation among the
Yanomani of Venezuela. IWGIA Document , N° 53, pp.73-90.
Arvelo Jiménez, N. (1983). "La reserva de biósfera yanomami: una auténtica estrategia
para el ecodesarrollo nacional". Caracas, IVIC - Departamento de Antropología
(mimeo.)
Attali, J. (1976). B antieeonómico. Editorial Labor, Barcelona, Guillaume Marc, 322 p.
Attali, J. (1980). B Mito del Desarrollo. Kairón Editorial, Barcelona, 256 p.
Banco Mundial (1992). "Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1992. Desarrollo y Medio
Ambiente". Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento I Banco Mundial,
Washington, 300 pp.
Blade, J. (1983). "Religión Yanomami: reflexiones." La Iglesia en Amazonas, N° 14-15,
Puerto Ayacucho, pp. 29-30.
Bortoli J. (1983). "Yanomami, política como mediación de las relaciones sociales (relación
social, autoridad, educación)". La Iglesia en Amazonas, N° 14~15, Puerto Ayacucho, pp.
16-28.
CENAMB (1995). Diagnóstico Ambiental del Alto Orinoco. Cuadernos del CENAMB N~ 1.
Caracas, 114 p.
Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1980). Estilos de Desarrollo y Medio
Ambiente en la América Latina, México, Fondo de Cultura Económica.
Chagnon, M. (1996). Yanomami warfare, socialorganization and marriage alliances, Tesis
Doctoral, Universidad de Michigan, Ann Arbor.
De Lisio A. (1995). La búsqueda de una metodología de estudios Integrales del ambiente.
La experiencia del CENAMB, Cuademos del CENAMB, N° 3, 116 p.
Eguillor L. (1983). "La evangelización entre los Yanomami". La Iglesia en Amazonas, N° 14-
15, Puerto Ayacucho, pp.86-89.
Finkers, Juan (1986). Los Yanomami y su sistema alimenticio. Puerto Ayacucho, Editorial
Texto.
Fuentes, E. (1979). "Los Yanomami y su ecosistema". La Iglesia en Amazonas, N° 2,
Puerto Ayacucho, pp.13-16.
_-::-__ (1980). "Los Yanomami y las plantas silvestres", Antropológica, N° 54,
Caracas, pp. 3-158.
_ _ _ _ (1983). "Situación actual de los Yanomami", La Iglesia en Amazonas, N° 14-15,
Puerto Ayacucho, pp. 65-73.
Holmes R. (1983). Estado nutricional en la población Yanomami de la Sierra Parimaen: Las
filariasis en el Territorio Federal Amazonas (Venezuela). Caracas, Yarzáabel Eds.
IlIich, lvan (1974). Energía y Equidad. Barcelona, Seix Barral Editores, 92 p.
Leff, Enrique et al. (1986). Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental de
desarrollo. México, Siglo XXI Editores, 476 p.
Le6nJ.B. (1981). EcoIogfayambienteen Venezuela. Caracas, SeixBarral, 251 p.
Lizot, J. (1980). "La agricultura Yanomami", Antropológica, N° 54, Caracas.
_ _ _o (1984). "Los Yanomami" En: K Weidmann (comp.): La amazonia venezolana,
Caracas, OscarTodtman Editores, pp. 136-152.
_ _ _o (1985). Diccionario yanomami-español. Caracas, Facultad de Ciencias Económicas
y Sociales - UCV.
Morín E. (1984). Ciencia con conciencia. Madrid, Ed. ABC, 305 p.
_ _ _ 'o B árbol del conocimiento. Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
Odum, H. T. (1983). Systems ecoIogy. NevvYork, John Willey and Sons.
Conflictos y consensos sociales en el uso de los recursos naturaies... 135
HéctorValecillos
Sin embargo, esa orientación es hoy en día sólo historia. Ella ha sido sus-
tituida por enfoques que subrayan o predican claramente las virtudes o bene-
ficios de esa inversión. Como expresión de este cambio cabe observar que el
¿ Podrá salvarnos fa inversión extranjera? 137
Visto con objetividad, es innegable que existe mucho de razón en estos ar-
gumentos. Sin embargo, el punto decisivo, en mi opinión, es el de evaluar
hasta qué punto el cambio de orientación de la política económica nacional,
que conlleva una modificación radical en los fines y medios de la actuación
del Estado y de los particulares en la esfera económica, puede ir acompañada
efectivamente de un aumento significativo en el esfuerzo inversionista de los
extranjeros. Esto nos conduce lógicamente a examinar, por un lado, los facto-
res que comprobadamente han determinado las corrientes de la inversión
extranjera, y, por el otro, a evaluar la forma en que esa inversión se ha repar-
tido entre los distintos países huéspedes. Sólo un enfoque de esta naturaleza
nos permitirá calibrar adecuadamente la contribución real que la lEO puede
aportar a la recuperación y al crecimiento de la economía nacional. Contribu-
yendo, además, a redefinir la política en esta materia de una forma menos
voluntarista e ideológica.
7. Tasas de cambio.
Los factores que realmente atraerían grandes masas de lEO son precisa-
mente los factores que la aplicación de la terapia de choque tiende a afectar
negativamente. Esta experiencia universal de la lEO se ha comprobado am-
pliamente en los países de la ex Unión Soviética, en los cuales la instrumen-
tación de políticas ortodoxas sólo ha dado lugar a pequeños flujos de capital
provenientes del exterior, carentes de significación macroeconómica. Améri-
ca Latina no se aparta mucho de este patrón. Así, los países de la región que
han registrado mayores flujos de inversión extranjera -como México y la Ar-
gentina- lo han hecho, primordialmente, no en aplicaciones directamente
productivas, sino en la esfera especulativa. Por el contrario, China Continen-
tal, que no ha seguido las prescripciones del FMI y ha fracasado abiertamente
en acometer reformas juzgadas vitales como la clarificación de los derechos
de propiedad y la garantía de contratos, ha sido el país que mayores flujos de
inversión extranjera ha recibido en los últimos diez años.
Cuadro 1
Grupos de lEO de los miembros de la Tríada, finales de los 80
ESTADOS UNIDOS:
AMÉRICA LATINA: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, El Salvador,
Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Venezuela.
ASIA: Bangladesh, Pakistán, Filipinas
OTROS: Nueva Guinea, Arabia Saudita.
COMUNIDAD EUROPEA:
AMÉRICA LATINA: Brasil
ASIA: India, Sri Lanka, Vietnam
AFRICA: Ghana, Marruecos
OTROS: Checoslovaquia, Hungría, Polonia, ex Unión Soviética,
ex Yugoslavia
JAPON:
ASIA: Corea del Sur, Singapur, Tailandia, Taiwan
OTROS: Fiji
Fuente: TeMD, World Investment Report, 1992, p. 33
Conclusiones
SUBDESARROLLO, URBANIZACION y
VIOLENCIA1
Gustavo 1. de Roux
Urbanización y violencia
Las violencias que ocurren en el ámbito urbano, entre las que sobresalen
las de carácter social y delincuencial, vienen extendiéndose a una velocidad
sin precedentes llegando a ser, hoy por hoy, responsables de la mayor canti-
dad de los homicidios que se cometen en casi todos los países del hemisferio.
Ciudades hasta hace poco consideradas como pacíficas y seguras, están ex-
perimentando sosiego y la apacibilidad de sus moradores. En Cali, por ejem-
plo, la tasa de homicidios por 100.000 habitantes se quintuplicó entre 1984 y
1994. Por el número de víctimas que produce y por sus corolarios, la violen-
cia se ha convertido en el principal problema de muchas ciudades y en la pri-
mera causa de muerte.
1._ E1 presente documento se ha servido profusamente del texto del mismo autor,
"Ciudad y Violencia en América Latina", publicado en los Cuadernos de Salud y
Oesa"ollo, Volumen 2 de agosto de 1994, por la Corporación Salud y Desarrollo,
Bogotá
146 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
La reproducción de la violencia
Son muchos los ingredientes que se conjugan en una sociedad para ha-
cerla productora de violencia. La promoción del consumo de alcohol, por
ejemplo, agenciada a veces por los Estados, contribuye a la extensión de la
violencia. El consumo de alcohol per capita viene aumentando en la mayoría
de los países de América Latina. En el decenio anterior ese incremento fue
del 7% para Colombia y Chile, de 11% para México, de 16% para Panamá y
de 31% para Brasil (Yunes y Rajs, 1993). La alta relación entre consumo de
alcohol y el homicidio es de conocimiento público y muchas investigaciones lo
confirman. Mención aparte merece el efecto del consumo de drogas. Quie-
nes tienen adicciones cometen robos para poderlas adquirir. Además, el alto
valor de las drogas y su carácter ilegal hacen de su comercio una fuente con-
tinua de violencia.
Muchos, entre los jóvenes que realizan actos violentos, fueron empujados
o compelidos a cometerlos. De alguna manera fueron instrumentalizados. No
siempre son los jóvenes de las pandillas quienes escogen el camino de la
violencia, sino que son elegidos por la misma violencia. Un niño y un joven
violento son personajes alterados por interferencias en su desarrollo normal, o
que han sido condicionados para crear la violencia. Los jóvenes desean afir-
mar su identidad como personas y el modelo que les ofrece la sociedad es el
de consumidor a ultranza. Quieren ser reconocidos como it1dividuos y la so-
ciedad los anonimiza y registra como peligro; buscan diversión y les ofrecen
espectáculos televisados de violencia y armas, primero de juguete y después
letales; reclaman un ambiente sano y se les concede uno de exclusión y pri-
vaciones cuando no de agresiones; les ofrecen bienes de consumo por todos
los medios, y la pobreza les niega la posibilidad de adquirirlos.
sociales que la recrean y reproducen. Pero hay tres factores que pueden se-
ñalar, entre muchos otros que hacen una contribución sustantiva a ese proce-
so. Uno, es la deshumanización del desarrollo; otro, la bestialización de la
cultura; y, uno más, la desnaturalización de la justicia.
América Latina, una región rica en recursos naturales pero asolada por la
pobreza, el desempleo, la acentuación de diferencias sociales, violencia social
creciente, y por una deuda externa de 500 mil millones de dólares, tendrá que
buscar modelos alternos a los ya ensayados para superar sus propias trage-
dias. Infortunadamente, los modelos de desarrollo han tendido a privilegiar al
crecimiento económico con concentración de riqueza, descuidando la equi-
dad y la justicia social, constituyendo corrientes que potencian el surgimiento
de conflictos. Los Programas de Ajuste Estructural, por ejemplo, realizados
en todos los países de América Latina, dirigidos a neutralizar desequilibrios
macroecnómicos y a trenzar caminos para el crecimiento sostenido, asumie-
ron equivocadamente al desarrollo social como corolario de la expansión eco-
nómica. No solamente sus resultados económicos y financieros no son satis-
factorios, sino que han traído graves consecuencias sociales.
La extraña lógica del "desarrollo" de muchos países del Tercer Mundo, los
ha uevado a seguir gastando mucho más en armas que en inversión social.
Como señala el "Informe sobre Desarrollo Humano" del PNUD (1994), como
promedio los países pobres tienen 19 soldados por cada médico. India, un
país con inmensas necesidades básicas insatisfechas pagó, por aviones caza,
recursos con los que hubiera podido ofrecer enseñanza básica a sus 15 millo-
nes de niñas que no asisten a la escuela; Nigeria compró al Reino Unido tan-
ques por un valor equivalente al de vacunar a todos sus niños carentes de
inmunización. Irán gastó en la adquisición de dos submarinos el equivalente a
lo que hubiera costado suministrar medicamentos esenciales a todo el país.
Corea, con el importe de 28 misiles, hubiese podido proveer agua potable a
3.5 millones de personas.
La bestialización de la cultura
La desnaturalización de la justicia
En América Latina, en unos países más que otros, los ciudadanos vienen
perdiendo credibilidad en la institución policial y en la justicia. En un sondeo
de opinión realizado en Cali sobre la confianza de la población en las institu-
ciones públicas se encontró que, aproximadamente la mitad de los ciudada-
nos, desconfía de la policía y que tres cuartas partes de ellos piensan que su
acción es ineficaz, entre otras razones por complicidad de algunos agentes
con la delincuencia (Desepaz, 1993). La ineficacia de la policía contra la vio-
lencia urbana que viene in crescendo parece ser generalizada y está afectan-
do su imagen por doquier. En Colombia, con las nuevas medidas tomadas
por la oficialidad y con los procesos que viene adelantando la Fiscalía para
sanear la institución policial, parece abrirse una esperanza. La destitución de
3.000 agentes, es una muestra de ello. Estas medidas son alentadoras, por-
que difícil será lograr la paz mientras persistan en la policía elementos de
corrupción, y mientras que los mayores responsables de la seguridad ciuda-
dana no den garantía de honestidad y eficiencia.
Como señala Pizarro (1988:88), "la violencia puede verse desde dos pers-
pectivas: como un mal que debe ser extirpado como se extirpa un órgano
enfermo, o como un indicador de las serias insuficiencias que aquejan al Es-
tado y a la sociedad. En la primera visión, toda la terapia se reduce a medi-
das policiales y de orden público; en la segunda, se busca un tratamiento inte-
gral para superar los factores estructurales que se hallan en la raíz de los
comportamientos violentos". Entre esos factores se encuentran la pobreza y
los condicionantes que la determinan y la producen. Pero además, se en-
cuentran valores que hay que recomponer para asegurar la convivencia ar-
mónica. Para lograr la paz y la seguridad ciudadana se requiere que los go-
biernos hagan en la prevención y control de las violencias, un objeto de la
gestión pública.
Bibliografía
Miedo e inseguridad
Siendo así, las relaciones que se pueden establecer entre los dos órdenes
de fenómenos que constituye la sensación de miedo y el crecimiento de los
crímenes no guardan una necesaria correspondencia en términos de causali-
dad u homología. Todo lo contrario, se trata de relaciones extremadamente
complejas como bien lo demuestran algunos sobresalientes analistas france-
ses (Lagrange, 1993; Lagrange y Zauderman, 1991; Ocqueteau y Pérez-Díaz,
1989a, 1989b; Robert, 1985, 1990; Roché, 1990).
2 "La préocupation pour le crimen est aussi appelée peur sociale ou préoccupation
sociale. (...) Par opposition a une inquiétude vécue dans de "monde concú', c'est-a-
dire celui des valeurs (ce á quoi lon croit) et des normes (ce quü faut pour la societé).
Cette dimension de l"inquiétude est donc plus génerale (doú I"adjectif de social qui est
utilisé), rnoins personelle (cest pourquoi on dit préoccupation plutot que peur), moins
liée au contexte immédiat (elle se réfere á I"organisation social et non a la peur dans le
quartier). (...) La préoccupation pour le crime est en fait une préoccupation pour
I'ordre social et les marqueurs ou les agents de cet ordre" (Roche, 1994: 46). En la
misma dirección, concluye Caldeira al analizar el discurso sobre la violencia y el cri-
men en la ciudad de Sao Paulo: "A partir de los discursos de la criminalidad, se llega
a los más variados aspectos de la vida social -el comportamiento de mujeres y hom-
bres, de jóvenes y ancianos, de pobres y ricos, de familias; la escuela, la televisión, el
trabajo, la política. Todo lo cual conlleva que la discusión sea orientada hacia una
preocupación metodológica por la restauración de las distancias sociales, el respeto a
los comportamientos sociales que se perciben amenazados, al reconocimeinto de
normas y, sobre todo, al culto de la autoridad" (Caldeira, 1989: 167).
3 Las estadísticas oficiales de criminalidad confrontan no pocos problemas, entre los
cuales está la supresión de elevadas "cifras negras"; la intervención de criterios buro-
cráticos de evaluación del desempeño administrativo ante los actos de criminalidad;
las "negociaciones" paralelas o al margen entre víctimas, agresores y autoridades; la
implementación de determinadas políticas de seguridad pública que coyunturalmente
privilegian el contenido de una u otra modalidad delictiva y promueven la renuncia por
parte de las víctimas a la denuncia correspondiente, renuncia motivada por el desinte-
167 La criminalidad violenta urbana en Brasil: tendencias y caracteristicas
Tabla 1
Tasa de violencia global y de homicidios por cien mil habitantes.
Países de la Comunidad Económica Europea (CEE) 1983-1987
Los datos revelan que las tazas globales de criminalidad son elevadas en
los Países Bajos, Francia, Alemania occidental, Dinamarca y en Gran Breta-
ña, sobre todo si son comparadas con las mismas tasas de Japón (12,9 ocu-
rrencias/cien mil habitantes). Se puede verificar de acuerdo a lo reflejado en
rés personal o el descrédito de las instituciones. Al respecto, ver: Paixao (1983), Coel-
no (1987), Fundación Joao Pinheiro (1986), Robert y otros (1994), Wright (1987).
Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales 168
la tabla anterior que existe un crecimiento acelerado en los Países Bajos, Di-
namarca, Alemania -países que disfrutan de una gran prosperidad económica
durante el mismo período-, sin despreciar las cifras que ofrece Gran Bretaña.
Aliás Morris (1989) ha demostrado un acentuado crecimiento de la criminali-
dad en Gran Bretaña entre 1960 y 1988. Entre el final de la Segunda Guerra
Mundial y el inicio de la década del sesenta, las estadísticas oficiales indica-
ban menos de 750 mil ocurrencias criminales. A partir de este período se pre-
senta una escalada en la violencia. En 1964, se registraron mil actos de vio-
lencia; en 1975, dos mil; en 1985, tres mil. En cuanto a los homicidios son
significativas las tasas correspondlentes a Dinamarca, Portugal, Alemania,
Francia y Bélgica, aunque ciertamente no son relevantes en relación a las
tasas tan elevadas en algunos países de América del Sur como Brasil. En
Francia los estudios realizados por Robert y sus colaboradores (1994) indican
que en veinticinco años, entre 1950 y 1974, no hubo un crecimiento significa-
tivo de la violencia global ni de los homicidios ni de las violaciones. Entretan-
to, en el mismo período observan una notable explosión de las infracciones
contra el patrimonio, en particular robos y atracos. De hecho, los homicidios
crecieron con mucha menor rapidez que los actos de delincuencia en general.
En 1930, en toda Francia, se registraron 470 homicidios. En 1991 el número
de ellos estuvo en el orden de los 625; sin embargo, en los años sesenta el
aumento estuvo en el orden del 30%. En comparación, entre 1950 y 1991, el
número de atracos y robos registró un aumento del 1300%. En la misma di-
rección crecieron las infracciones de la legislación contra drogas, estas ocu-
rrencias en el mismo período indican un aumento de más de veinte veces; lo
mismo se observa en otros países europeos, en particular Alemania.
En los Estados Unidos el informe Uniform Crime Reports indica que, entre
1958 y 1968, las tazas nacionales de homicidio pasaron de 4,6 a 6,8/cien mil
habitantes; las de secuestro, de 9,3 a 15,5; las de robo, de 54,9 a 131; las de
robo con agravantes, de 78,8 a 141; la combinación de crímenes violentos por
asalto de 147,6 a 294,6. En términos porcentuales, el crecimiento fue de un
48% para los homicidios, 67% para los secuestros, 139% para los asaltos,
79% para robos con agravantes; y, un 100% para crímenes violentos por robo
u otras ocurrencias (Weiner y Wolfgang, 1985). Este movimiento ascendente
se mantuvo hasta el inicio de la década de los ochenta, período a partir del
cual se registró una tendencia a la disminución. Sin embargo, desde el año
5 Wright (1987) en su libro The great American crime myth critica duramente las fuen-
tes de información sobre el crimen en los Estados Unidos, fuentes manipuladas por
los diferentes agentes sociales y pollticos, que distorsionan la verdad respecto de los
datos. Sobre esa perspectiva se propuso derrumbar los mitos construidos alrededor
de la criminalidad violenta. En sus palabras: "In this book, eleven myths about crime,
which are considered to be truths about human Iife and human nature by much of
American public, are identified. These myths sere as the basis for what government is
doing to control crime, but they may or not may valid, and they can be subjected to
rigorous analysis" (Wright, 1987: 9). Entre los mitos analizados se mencionan los
siguientes: el crimen se está tornando cuantitativa y cualitativamente peor; la posibili-
dad de ser víctima de alguna modalidad de la violencia criminal extremadamente
elevada; entre los más vulnerables a ser víctimas están los viejos y las mujeres adul-
tas; el miedo al crimen está fracturando la cohesión social y deteriorando la comuni-
dad urbana moderna; etc.
6 En este terreno las divergencias no son pequeñas. El catálogo de causas y justifica-
ciones en relación al crecimiento de la criminalidad y la transformación de los patro-
nes de criminalidad incluyen argumentos de distinta naturaleza como por ejemplo:
debilitamiento de lazos comunitarios, pérdida de las identidades culturales, creci-
miento de la pobreza y las desigualdades sociales, concentración demográfica con
sus efectos sobre las instituciones de socialización primaria y secundaria tales como
la familia, la escuela y los grupos sociales, recrudecimiento de los conflictos raciales
y étnicos, tendencia del comportamiento de los jóvenes a tornarse más violento, indi-
Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales 170
los años 1984 y 1993 (Caldeira, 1989; Feiguin y Lima, 1995). Los sucesos
relativos al tráfico y uso de drogas aportaron un comportamiento irregular,
creciendo a lo largo del período 1981-1985 en la región metropolitana, ten-
diendo a la declinación durante 1986-1987 conforme anota Caldeira en su
análisis. Es muy probable que esas oscilaciones respondan más bien a la
insistencia de los órganos policiales en la represión de las actividades por
drogas y no precisamente en algún tipo de modificación en la conducta de los
traficantes de drogas o los consumidores. No obstante, a partir de 1988, se
manifiesta una tendencia hacia el crecimiento de esa modalidad delictiva.
Conforme queda señalado en el estudio largamente mencionado de Feiguin y
Lima (1995), "en 1988, ese delito contribuía con una tasa de 8,6 por 100000
habitantes. En 1989, la taza corresponde a 6,2, pasando a 10,1 en 1991en
1993 es de 12,0. Si se considera sólo el período comprendido entre 1989 y
1993, se verifica que las tasas referentes al tráfico de drogas sufrieron un
incremento del orden del 93,6% o sea, prácticamente se duplicaron en cinco
años" (p.78). La tabla 2 que a continuación se presenta ilustra esa evolución
de los delitos con violencia.
Tabla 2
Tasas de delitos con violencia según sus tipos.
Municipio de Sao Paulo 1985-1993. Por 100 000 habitantes
-j
9 Las fuentes para medir las muertes por causas externas o ilegítimas, incluidos los
homicidios voluntarios, confrontan igualmente una serie de problemas. No obstante,
la implantación del Sistema de Información sobre Muertes (SIM) ha tenido un gran
avance y mejoría sustancial en cuanto a los datos estadísticos e indicadores disponi-
bles de mortalidad; se estima que los registros abarcan cerca del 75% de los casos de
muerte bajo esas circunstancias. En las regiones del norte, nordeste y centro oeste se
conoce que parte de las muertes no son consignadas en el registro civil, el propio
archivo civil deja de informar al Ministerio de Salud. Se estima que la información de
muertes por causas mal definidas es elevada lo que conduce a dudar de aquellas
consideradas por causas externas o ilegítimas donde se agrupan las ocurridas por
hechos de violencias. Cf. Camargo y otros (1995). Además, existen serios problemas
de compatiblización de las informaciones procedentes de distintas fuentes, como son
los datos ofrecidos por el Ministerio de Salud, los contabilizados por la Prefectura
Municipal de Sao Paulo y los registro policiales. Cf. Feiguin y Lima (1995).
10 Para las informaciones relativas al país en su conjunto: Souza (1994); Camargo y
otros (1995).
Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales 174
11 La ausencia de estudios como los realizados por Zaluar para la ciudad de Río de
Janeiro imposibilitan extraer conclusiones objetivas.
12 La investigación realizada con apoyo del Centro Brasilero para la Infancia y la
Adolescencia (FCBIA), en Sao Paulo, cuenta con la coordinación de Myriam Mesquita
Pugliese de Castro y participaron Cristina Eiko Sakai, Amarylis Nóbrega Ferreira,
Nelson A. Casagrande y Marcelo Gómes Justo. Los resultados en detalle fueron da-
dos a conocer en una publicación especializada, Cf. Castro (1993). El mismo fen6-
meno está siendo detectado en todo el país, en especial en las ciudades de Rlo de
Janeiro, Vitórií3, Salvador, Recife y Aracaju. Sobre el tema, consúltese CBIA (1993).
13 Refiriéndose al estudio de Mercy y otros (1993), Souza destaca que: 1) en los Esta-
dos Unidos cerca del 65% de los homicidios registrados durante 1990 fueron por ar-
mas de fuego; 2) este instrumento tiene una influencia decisiva en el crecimiento de
los Indices de muertes violentas; 3) la presencia de un arma de fuego contribuye a
que aumente /a probabilidad de que en un enfrentamiento exista un muerto; la pose-
sión de un arma de fuego encierra un riesgo significativo para el propietario y su fami-
lia. Observan otros autores que por cada vez que un arma de fuego es empleada para
175 Lacrimínalídad víolenta urbana en Brasil: tendencias y caracterfstícas
matar por legitima defensa, ella es utilizada 43 veces en suicidios, accidentes y asesi-
natos que no tienen por objetivo la preservación de la vida de quien la posee.
14 Sobresaliente es el estudio comparativo entre Jamaica, Argentina y Brasil respecto
a las muertes cometidas por las fuerzas policiales, realizado por Chevigny (1990).
Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales 176
Finalmente habría que añadir las muertes por violencia producidas por ten-
siones generadas en las relaciones interpersonales, que nada parecen tener
en común con la violencia cotidiana. Estas abarcan un sin número de situa-
ciones conflictivas en las que se pueden ver envueltas personas conocidas y
donde muchas veces, ya sea accidental e inesperadamente, desencadenan la
muerte de uno de 105 contendientes. Tales situaciones conflictivas abarcan
conflictos entre parejas, entre parientes, vecinos, amigos, colegas de trabajo,
entre conocidos que frecuentan 105 mismos lugares de esparcimiento, entre
personas que se cruzan diariamente en la vía pública, entre patrones y em-
pleados, comerciantes y clientes; las mismas resultan, en no pocas ocasiones,
de discusiones y desacuerdos acerca de una propiedad o bien, por pasiones
no correspondidas, compromisos no saldados, reciprocidades frustradas, ex-
pectativas no satisfechas en cuanto al desempeño convencional del papel de
padre, madre, mujer, hijo, estudiante, trabajador, jefe de familia, etc.
Lo que más alarma en estas situaciones son las banalidades por las que se
produce la muerte. El relato minucioso de cada suceso deja entrever una
cierta gratuidad, como si la vida fuese energía que brotase aquí y ahora, des-
provista del valor que le atribuimos en nuestra cultura occidental moderna y,
15V. Amaral, L. H. Flcury: "Las masacres hacen que la policía se mude". Folha de S.
Paulo. Sao Paulo, 29 de marzo, 1993, cuaderno 1-9. Sobre este mismo tema, véase
también Barcellos (1993).
177 La criminalidad violenta urbana en Brasil: tendencias y características
Los resultados de ese impacto pueden ser medidos: por un lado, el au-
mento de las decisiones arbitrarias de la policía que presionada debido a la
escasez de recursos, terminaba por volverse cada vez más selectiva, reser-
vándose el derecho de calificar los delitos como "menos" o "más" graves, cosa
esta que tuvo consecuencias funestas en tanto se acentuaron los mecanismos
informales de la actuación policial ante los delitos. Relegando los formalismos
legales a un segundo plano se ubicaban los hechos delictivos en distintos
espacios de atención lo que produjo disputas de intereses, arreciándose los
conflictos de poder entre los distintos agentes de control del orden público así
Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales 178
Por otro lado, como la capacidad del Poder Judicial tendía igualmente al
agotamiento, la resultante fue una actitud más rigurosa en cuanto a la perfec-
ción en la presentación del hecho delictivo. En determinadas situaciones se
procura exigir de la policía mayor rigor formal, rechazando casos considera-
dos poco fundamentados y elaborados, alepando descuido por la inobservan-
1
cia de los requisitos legales establecidos. Entre tanto en otros aspectos se
vuelve igualmente selectiva: disminuye las reclusiones penales en casos con-
siderados poco "graves" o irrelevantes, evitando de esta forma presionar al
sistema peninteciario, sobrecargado con más de la población carcelaria que
puede aceptar; al mismo tiempo es menos indulgente con los delitos conside-
rados "graves" (según la óptica de los magistrados, los más violentos) y, sobre
todo, con aquellos practicados por delincuentes reincidentes. De todas formas
persiste la actitud en contener el aumento de la desmedida superpoblación
carcelaria y tratar de mantenerla en límites "soportables". Sean cual fueren
esas estrategias, el sistema penitenciario es obligatoriamente el tributario del
estrangulamiento y sobre todo el responsable de rotundo fracaso del control
efectivo de la violencia. Su unidad básica, la prisión, continúa mereciendo el
calificativo de "escuela de violencia" en virtud de las condiciones de vida allí
reinantes (Coelho, 1986).
Bibliografía
Adomo, S. & Pinheiro. P.S. (1993). "Violencia contra enancas e adolescentes, violen-
cia social e Estado de Dereito". en: Sao Paulo em Perspectiva. Revista da Fun-
dacáo SEADE. Sao Paulo, 7(1): 105-118, jan.lmar.
Adomo, S. (1994). "Crime, justíca penal e igualdade jurídica: os crimes que se contam
no tribunal do júri" Revista USP. Sao Paulo, 21: 133-51. mar.lmai.
Caldeira, T. (1989). "Ter medo em Sao Paulo". in: Brant, V.C. (org): Sao Paulo.
Trabalhare vivero Sao Paulo: Brasiliense.151-87.
Caldeira, T. (1992). "City of walls: crime, segregation, and citizenship in Sao Paulo".
Ph. D. Dissertation in Anthropology, Graduate División of the University of Califor-
nia at Berkeley.
Camargo, A.B.M.; Ortiz, LP.; & Fonseca, LAM. (1995). "Evoíucao da mortalidade por
acidentes e violencias em áreas metropolitanas". En Monteiro, CA (org): Velhos
e novos males da saúde no Brasil. A evolu~ao do pets e suas doencas. Sao Pau-
lo: Hucitec; NUPENS/USP.
Zaluar, A. (1991c). "Genero, justica e violencia. Dados" en: Revista de Ciencias So-
ciales. Rio de Janeiro, 34(2): 191-218.
Zaluar, A. (1989a). "O Rio contra o crime: imagens da justica e do crime. Relat6rio de
pesquisa". Convenio OAB/Finep. Rio de Janeiro: luperj. mimeo.
Zaluar, A. (1989b). "A policia e a comunidade: paradoxos da (in)convivencia". en:
Presem;a Politica e Cultura. Rio de Janeiro, 13: 144-53, mai.
Zaluar, A. (1990). "Teleguiados e chefe: juventude e crime". en: Religiao e Sociedade.
sao Paulo: Centro de Estudos da Religiao, 15(1): 54-87.
Zaluar, A. (1991a). "Cultura da violencia. en: Serie Estudos Especial. Rio de todas as
crises. Rio de Janeiro: IUPERJ.
Zaluar, A. (1993a). "Urban violence, citizenship and public policies". International
Journal of Urban and Regional Research. Oxford/Cambridge, 17(1): 55-68.
Zaluar, A. (1994). Condominio do diabo. Rio de Janeiro: Revan e UFRJ.
Rev. Venez. de Econ. y Ciencias Sociales, 1997, Vol. 3 NO 2-3, (abr-sept), pp. 182-189
LA CONEXION CRIMINALIDAD
VIOLENTA/DROGAS ILICITAS:
UNA MIRADA DESDE LA
CRIMINOLOGIA
1. Precisiones conceptuales
A partir de los años setenta, con la creación en Estados Unidos de una se-
rie de institutos de investigación, entre ellos el Instituto Nacional sobre el Abu-
so de Drogas (NIDA) a nivel oficial, la investigación comenzó a generar una
mejor comprensión de la conexión criminalidad violenta/drogas.
Estamos ante una criminalidad violenta que tiene una serie de fines entre
los cuales Goldstein señala los siguientes casos: "1) disputas sobre territorio
entre distribuidores de drogas rivales; 2) asaltos y homicidios cometidos den-
tro de la jerarquía de distribución, como medio de imponer códigos normati-
vos; 3) robos a distribuidores de drogas y la retaliación violenta del distribuidor
o jefe; 4) eliminación de informantes; 5) castigo por vender drogas adulteradas
o falsas; 6) castigo por no pagar deudas; 7) disputas sobre drogas o su para-
fernalia; 8) robos violentos relacionados con la ecología social del control de
áreas" (Goldstein, 1995:257).
En los últimos años se han realizado una serie de investigaciones más allá
de Estados Unidos, partiendo de este marco conceptual tripartita. Por ejemplo,
en España, y concretamente en el País Vasco, Javier Elzo y colaboradores
incorporan al tercer modelo "los delitos de tráfico en su sentido más amplio
partiendo del cultivo, los delitos de contrabando inherentes a la importación
ilegal de drogas ilícitas y los delitos monetarios" (1992:33).
En otras palabras, este estudio, al igual que otros, han ampliado los plan-
teamientos de Goldstein para adecuarlos a la realidad contemporánea, ca-
racterizada por una compleja relación entre demanda y oferta de drogas ilíci-
tas, la cual se convierte en una de las más poderosas fuentes de múltiples
violencias, donde se insertan, entre otros, la corrupción, el lavado de dinero y
el incremento del tráfico de armas (Camacho, 1996:14). Por lo tanto, todo
parece indicar que hay que ir más allá debido a que su análisis, sólo es posi-
ble tomando como punto de partida la actual globalización de la economía
mundial, donde las drogas no sólo son fuente de grandes ganancias - una
nueva acumulación de capital ilegal - sino también de criminalidad violenta,
como resultado de su carácter ilegal. No está de más recordar aquí que la
criminalidad en la actualidad también puede ser un comercio global y una red
financiera internacional comprometida en el suministro de bienes y servicios
prohibidos (Myers, 1995/96:183). Esta realidad lleva a plantear la coexistencia
de una criminalidad sistémica local, y quizás predominantemente urbana, con
una criminalidad sistémica internacional (Sheptycki, 1995:616) lo cual corn-
plejiza las características del modelo.
sistémica, una es nacional, e incluso local, mientras que la otra desconoce las
fronteras nacionales. Pero además, aquí no sólo los procesos son diferentes,
sino también los actores sociales, lo cual complejiza la formulación de políti-
cas a seguir, al verse obligadas a acogerse a una serie de tratados interna-
cionales, plasmados en leyes penales nacionales, para responder simultá-
neamente a distintas realidades locales e internacionales.
3. Modalidades de criminalización
Por lo expuesto, afirmamos con Sheptycki que "la coyuntura actual mues-
tra al control social fragmentado en una multitud de contextos de acción y
formas de autoridad, dónde el Estado-Nación disminuye su importancia y la
totalidad cohesiva es remplazada por una multiplicidad de espacios de repro-
ducción" (1995:630). Pero a su vez, tal como hemos podido demostrar a tra-
vés de este breve mapa criminológico de las drogas, también se observa una
criminalidad violenta fragmentada que llama a nuevas reflexiones e investi-
gaciones, más allá de los estereotipos de "narcotráfico", "carteles", "mafias",
·criminalidad organizada", etc.
La conexión criminalidad violenta/drogas i1fcitas: una mirada desde la criminalidad 189
Bibliografía
COMPARANDO VIOLENCIA Y
CONFIANZA EN lA POllCIA EN
AMERICA lATINA1
Roberto Briceño-León
Leandro Piquet Carneiro, Luis Fernando Velez
José Miguel Cruz, Enrique Oviedo y Alfred McAlister
Metodología
Resultados
Tabla 1
Victimización en ciudades de América Latina
Considera mala o
muy mala a la policía
Caracas 27.6
Cali 25.1
San Salvador, CA 18.1
Río de Janeiro 28.7
Santiago de Chile 15.6
Houston,Texas 9.6
Entre el 5% y el 10% reportó que tenía una arma de fuego, pero una cifra
aún mayor manifestó estar dispuesto a tenerlo si pudiera adquirirla. Los
porcentajes más altos se encontraron en Caracas y Cali, y el más bajo en Río
de Janeiro. Llama la atención que la disposición a adquirir un arma sea el más
bajo en la ciudad que expresó el más alto porcentaje de evaluación negativa
de la policía, lo cual sugiere que si bien es posible pensar que la desconfianza
en la policía puede conducir al deseo de tener un arma para defenderse por sí
mismo, hay otros factores culturales que, como muestra los datos de Río de
Janeiro, deben estar influyendo en esta actitud (ver tabla 3). En Brasil durante
la monarquía y luego en la República, existieron leyes muy estrictas sobre las
armas, pues su posesión en manos de los civiles ha sido considerado una
amenaza para el Estado y se castiga severamente; estas características, así
como un proceso de independencia sin guerras populares, pueden ayudar a
comprender la singularidad de los resultados encontrados en Río de Janeiro.
Tabla 3
Posesión de armas de fuego y disposición a adquirirlas
Conclusión
Cuadro 1
Distribución de la población objetivo según Censo 1990 y la muestra
La recolección de la información
2 Un defe igual a 3 [el menor entero mayor que (1.49+0.17)2=(1.66)2] obliga a triplicar
un tamaño base de una muestra aleatoria simple.
202 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
La violencia en Caracas 3
La victimización
Robados
meses, pero aun así, estos datos reportan un número importante de ciudada-
nos víctimas de robos a mano armada.
Un 10% había sido robado una vez, un 3% dos veces, un 2% tres veces y
un 1% cuatro o más veces en el último año.
Amenazados
Heridos
El 0,9% de la población había sido herido con arma de fuego el año ante-
rior y un 0,2% había sufrido una herida por arma blanca en el mismo período.
Cuadro 2
Porcentajes de respuestas sobre victimización
ordenadas por la columna total
Veces o ersonas
Preguntas: 1 2 3 >=4 Total
¿ Cuántas veces o cuántos ... (%) (%) (%) (%) (%)
?
La presencia de la violencia
Cuadro 3
Porcentajes de respuestas a preguntas referidas a presenciar
actos violentos
ordenadas por la columna total
Preguntas:
. Cuántas veces o cuántos...
Sentimiento de temor
Dos espacios de la ciudad son considerados aun más inseguros: los me-
dios de transporte y el centro de la ciudad.
Los información que se utilizó para producir este análisis está contenida en
el Cuadro 4 y el gráfico que sigue.
Cuadro 4
Porcentajes de respuestas sobre temor
ordenadas por la categoría mucho
Preguntas:
¿Qué tan temeroso está de ser Mucho Algo Nada No Total
atacado o robado en... (%) (%) (%) sabe (%)
%
Nada Nosabe
8% 2",1,
-~
~
Algo
~%
47%
La conducta de inhibición
Cuadro 5
Porcentajes de respuestas sobre conductas inhibidas
ordenadas por la categoría Si
Cuadro 6
Porcentajes de respuesta a la evaluación de la eficacia de los juzgados se-
gún el acuerdo o no de tomar la justicia por su propia cuenta si las autorida-
des fallan
Población Global
4 El constructo barrio o no barrio fue incluido en este estudio a propósito de su uso por
parte de la oeEI en el proceso del díseño de la muestra. Dicha clasificación fue desa-
rrollada por Fundacomún para referirse a las viviendas de los sectores pobres que
muestran precarias condiciones en oposición al resto de la ciudad.
La cultura emergente de la violencia en Caracas 211
La disposición a armarse
Cuadro 7
Porcentajes de respuestas sobre armas
ordenadas por la categoría Si
Se quiso conocer cuál era el nivel de aprobación que tenía ese tipo de
conductas entre la población y le preguntamos que opinaría si una comunidad
mata a alguien que la ha tenido aterrorizada. Un tercio de la población (38%)
aprobaría ese comportamiento; poco más de la mitad, un 51% no lo aprobaría
pero lo entendería, es decir que posiblemente lo perdonaría, y sólo un 11%
rechazó este procedimiento ilegal.
Conclusiones
Bibliografía
LA CRIMINALIDAD EN CARACAS:
PERCEPCIONES y REALIDADES 1
Cada vez se debate con más ahínco, el verdadero papel de la opinión pú-
blica, debate que se agria o se suaviza, según se esté del lado demonizado o
beatificado de la encuesta en cuestión. La capacidad de consumir pública-
mente y la posibilidad de opinar ¿anónimamente?, van sustituyendo el ejerci-
cio de unos derechos y creando otros, cuyo alcance y posibilidades son aún
desconocidas en sociedades cada vez más heterogéneas y menos integradas.
Al margen de esa digresión, pero sin olvidarla del todo, es bueno señalar
que la inseguridad personal o la seguridad ciudadana, la violencia y la delin-
cuencia, son aspectos de la vida social que en nuestro país están suscitando
las más variadas posiciones. La opinión de la "opinión pública" y la percepción
de inseguridad como el marco valorativo y conceptual de esa opinión, son
aspectos claves para la comprensión del fenómeno de la criminalidad violenta
en Caracas y en Venezuela.
Todos los estudios de opinión pública coinciden en señalar, que para los
venezolanos, especialmente aquellos que habitan las grandes ciudades, sin
importar al sector social al que pertenezcan, tanto la delincuencia como la
inseguridad personal, se convierten en el primer problema social, en el segun-
do problema nacional después de la situación económica, y en el problema
que más afecta su vida personal, superando con creces, en ocasiones, al alto
costo de la vida y el desempleo."
Uno de los elementos que puede ser de gran ayuda para la estimación de
la cifra negra, es la serie de resultados obtenidos en las encuestas sobre vic-
timización. Actualmente, la Dirección de Prevención del Delito del Ministerio
de Justicia se encuentra en la fase de aplicación de una, ya que los resultados
válidos de la última realizada en el país, corresponden al año 1985. Por esa
razón, no se disponen de los criterios suficientes para una adecuada estima-
ción de la mencionada cifra.
12 Las cifras correspondientes al afio 1996, pueden sufrir ciertas correcciones, ya que
es la primera versión producida por la División de Estadistica de la Policla Técnica
Judicial.
13 Hasta la fecha, el último anuario de la OCEI disponible, es el correspondiente al afio
1994.
14 "Todo aquel que se apodere de algún objeto mueble, perteneciente a otro para
aprovecharse de él, quitándolo, sin el consentimiento de su dueño del lugar donde se
hallaba". Art. 453, Código Penal Venezolano, 1964.
15 "El que por medio de violencias o amenazas de graves daños inminentes contra
personas o cosas, haya constreñido al detentor o a otra persona presente en el lugar
del delito a que le entregue un objeto mueble o a tolerar que se apodere de éste." Art.
457, Código Penal Venezolano, 1964.
16 "El que sin intención de matar, pero si de causarle daño, haya ocasionado a alguna
persona un sufrimiento flsico, un perjuicio a la salud o una perturbación en las facul-
tades intelectuales" Art.415, Código Penal Venezolano, 1964.
17 "El que intencionalmente haya dado muerte a una persona", Art. 407, Código Penal
Venezolano, 1964.
224 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Cuadro N° 3
Delitos registrados contra las personas
Cuadro N° 4
______HU~~~.Iegj~trados ._ _
Año Venezuela Tasa x Caracas Tasa x
N° de De- 100.000 N° de 100.000
1986
Iitos
._--~~-----_
72.798 409
........
Delitos
....
,~~-,.
29.189
__-----
.
917
1987 97.781 535 44.659 1.375
1988 80.000 427 32.147 971
1989 86.558 450 26.293 780
1990 77.700 398 21.677 678
1991 78.211 391 19.812 613
1992 66.146 323 18.523 568
1993 68.328 326 19.010 577
1994 76.582 358 18.747 563
1995 78.027 357 17.444 518
1996 85.613 384 18.630 548
Fuente: OCEIICPTJ/Cálculos propios.
Cuadro N° 5
Hurtos de vehículos registrados
_..-._-",---,---
Año Venezuela Tasa x Caracas Tasa x
N° de Deli- 100.000 N° de De- 100.000
_.-
1986
tos
-~--"'-----_.
25.105 141
Iitos
-~""""""---,",,",,,,"-----~._-
14.403 452
1987 25.019 137 14.475 445
1988 27.071 144 13.909 420
1989 30.201 157 15.735 466
1990 29.536 151 14.621 458
1991 29.816 149 15.650 485
1992 30.607 149 17.475 536
1993 36.065 172 17.956 545
1994 33.620 157 15.473 465
1995 26.929 123 11.620 346
1996 24.740 111 10.320 304
Fuente: OCEI/CPTJ/Cálculos propios.
226 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
Cuadro N° 6
Desvalijamiento de vehículos registrados
--,----
Año Venezuela Tasa x
-----'--,-
Caracas Tasa x
N° de Deli- 100.000 N°de 100.000
tos Delitos
1991
-"._-_.~
21.863
....
,
109 15.643
---
485
1992 23.674 115 15.754 483
1993 24.051 115 15.937 483
1994 14.361 67 7.392 222
1995 6.812 31 3.054 91
1996 4.980 22 2.199 65
Fuente: OCEIICPTJ/Cálculos propios.
En relación a los robos registrados (Cuadro No. 7), mientras la tasa nacio-
nal experimenta un incremento del 6,6% entre 1986 y 1996, en Caracas de-
crece en un 1.6% . Entre la tasa más alta del período en Caracas, alcanzada
en el año 1993 y la del año 1996, la diferencia es del 26%.
La criminalidad en Caracas: percepciones y realidades 227
Cuadro No. 7
Robos registrados
Cuadro N° 8
Robos- Lesiones registrados
Cuadro N° 9
Robos de vehículos registrados
Año
1990
Venezuela
--_._... N° de Delitos
6.695
........-_~. __._
Tasa x Caracas
100.000 ...-.-."". N° de Delitos
34 3.513
Tasa x
-----_._.
100.000
110
1991 8.180 41 3.163 98
1992 9.598 47 3.768 115
1993 14.505 70 6.512 197
1994 17.609 82 6.992 210
1995 18.647 85 6.602 196
1996 21.967 99 7.437 219
Fuente: OCEI/CPTJ/Cálculos propios.
Cuadro N° 10
Lesiones personales registradas
Cuadro N° 11
Lesiones en Caracas
Lesiones Lesiones
(N° oficial) (N° Medicina
_~_ _. .;;;.Le;;.@9alL-
1994 6.257 6.210
1995 5.469 9.510
1996 5.393 9.189
Fuente CPTJ/Medicina Legal.
* Se excluyen lesiones por accidentes de tránsito y casos
de atención médica por violación.
20 Hely Durán, Jack Castro, Ana MarIa Sanjuán y MarIa A Morales: "Caracterización
de las lesiones de causa externa fatales y no fatales del Area Metropolitana de Cara-
cas. 1986-1996", Cátedra de Medicina Legal, División de Medicina Legal y Centro para
la paz y la Integración, 1997. (Investigación en curso). Debido a que no ha sido proce-
sada la totalidad de la información existente para la culminación de la investigación,
los datos preliminares que se presentan a lo largo del documento, constituyen una
primera versión realizada a los fines de esta presentación, por lo que reflejan tenden-
cias, pudiendo sufrir posteriormente algunas variaciones y no ser concluyentes.
21 Ana MarIa Sanjuán y MarIa Alejandra Morales, Sistema de Vigilancia Epidemiológica
de Lesiones Intencionales No Fatales, Hospital "Miguel Pérez Carrefio", del Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales, 1990-1996, (investigación en curso).
230 Revista Venezolana de Economla y Ciencias Sociales
Cuadro N° 12
Lesiones atendidas en emergencia años 1995 y 1996
TIPO DE LE510N 1995 1996 Varo
Mas Fem Total Mas Fem Total %
H. por Armas de 1.444 117 1.561 1.602 98 1.700 +08
Fuego
H. por Armas 613 59 672 845 93 938 +39
Blancas
Politraumatismos 750 274 1.024 1.067 353 1.420 +39
No indican causa 14 8 22 O O O
Total 2.821 458 3.279 3.514 544 4.058 +23
Tasa Les. x
100.000 2.493 3.081 +23
Fuente: Proyecto " Sistema de vigilancia epidemiol6gica de lesiones intencionales
no fatales. 1995-1996."
Cuadro N° 13
Lesiones atendidas en emergencia años 1995 y 1996 (porcentajes)
22 Como punto de información es importante señalar, que en este trabajo sólo apare-
cen reflejados los casos que se atendieron en la emergencia. Aquellos de mayor gra-
vedad, que requirieron intervenciones quirúrgicas y rehabilitaciones o tratamientos de
otro tipo, no están incluidos en las cifras expuestas. Este otro conjunto de ingresos al
hospital, por lesiones intencionales, puede llegar a un 20% del total de casos, además
de los atendidos en la Emergencia.
La criminalidad en Caracas: percepciones y realídades 231
Cuadro N° 14
Causa de la lesión
CAUSA DE LA %
LESION
Riña 26.5
Atraco 23.0
Ajuste 16.0
Golpiza 15.0
Golpiza familiar 5.3
Golpiza conyugal 10.9
Ataque sexual 2.8
Fuente: Proyecto • Sistemade vigilancia epidemiológica de
lesionesintencionales no fatales. 1995-1996."
Cuadro No.1S
Homicidios registrados
"" .,.,,'''--
Año Venezuela
.'....
Tasa x
__ .... ' - . . - . - , . , .
.~--
Incremento Caracas
~.~----...... __ _,
.. ....
~,.. ..................
-
Tasa x Incremento
_ _ _ _ N° d.!..~. ~ 1<p.ClOO__ Tasa N° de Delitos 1oo.09!!-~ _ _
1986 1.501 8.4 100.0 335 13.4 100.0
1987 1.485 8.1 96.4 360 14.2 105.9
1988 1.700 9.1 100.3 479 18.6 138.8
1989* 2.513 13.0 154.7 1.186 45.4 338.8
1990 2.474 12.6 150.0 1.010 31.6 235.8
1991 2.502 12.5 148.8 1.036 32.1 239.5
1992** 3.366 16.4 195.2 1.541 47.2 352.2
1993 4.292 20.5 244.0 2.064 62.6 467.1
1994 4.733 22.1 263.0 2.188 65.7 490.2
1995 4.481 20.5 244.0 2.007 60.0 447.7
1996 4.961 22.3 265.6 1.902 56.0 417.9
Fuente: OCEI/CPTJ/Cálculospropios. * En el importante incremento del númerode homicidios de este
alío, hay que considerar el llamado "Caracazo" del 27-02-89 , fecha en la cual murieron violenta-
mentecerca de 500 personas. **En las cifras de este alío hay que considerar, como producto de un
evento inusual,las víctimasresultantes de los dos intentosdel golpede Estado(04-02-92y 27-11-92).
Cuadro N° 16
Homicidios. Area metropolitana de Caracas
(Medicina legal)
----_.---::------_ ..._------ -----
Año
1990
~-~
Caracas
__
N° de Delitos .._--
.
Tasa x 100.000
._--~
1.444 49.7
1991 1.331 45.8
1992 2.115 65.0
1993 2.625 80.7
1994 2.637 80.1
1995 2.334 70.1
1996 1.991 64.5
Fuente: Proyecto Conicit N0 95000720. 25
Cuadro N° 17
En relación a la edad de las víctimas, (Cuadro No. 18), el dato más resal-
tante se relaciona con el hecho de que el 53,5% de las mismas tiene una edad
comprendida entre 105 15 Y 24 años, aunque un mayor porcentaje se ubica en
el rango de edad comprendido entre 10520 Y 105 24 años (27,8%). Las tasas
de homicidios para estos grupos de edad, dan cuenta, por tanto, del carácter
25Como referencia para calibrar la gravedad de este hecho, se comparan con las
nuestras las tasas de otras ciudades y países: Brasil 22.0, Sao Pauto 50.2, Río de
Janeiro 54,6; México 20.6, Ciudad de México 17.3; Argentina 12.4; Estados Unidos
11.0, Washington 77.0; Colombia 70.3, Medellín 271.9, Cali 112.2, Francia 4.6; Cana-
dá 2.6; Chile 1.9, Santiago 2.2; Japon 1.0. Fuente: OPS.
234 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
Cuadro N° 18
Edad de las víctimas
u
EDAD
.. - - . _
-. ~' .....
1992
J . - ....... _ _ _ _ _ _ _
1993
,
"'~._,._
1994
...... ,.~. --, .
....,_..-. - ..-...
1995....
... _-~""""'---~-'"
1996
_
......
TOTAL
_- -_._-
..,.......,...,.........
%
-
'_.~"_Lr<""""'_3>L.I>-~.--'_
O-S
____ _'._ ......... ''''"~~ •. _"'-_~_~. -.......,.,.,_"", ,.,.".,......0-'-. ~.~
a,.~_&.
18
•....., _ _ _......._
18
--
5-9 19 20 7 12 10 68 0.6
10-14 52 58 61 44 41 256 2.3
15-19 544 637 706 572 476 2.935 25.7
20-24 546 699 724 676 530 3.175 27.8
25-29 354 408 442 403 332 1.939 17.0
30-34 274 267 240 227 183 1.191 10.5
35-39 120 173 160 129 130 712 6.3
40-44 82 97 90 90 88 447 4.0
45-49 48 54 63 55 48 268 2.4
50-54 29 43 31 29 30 162 1.4
55-59 17 16 17 20 15 85 0.8
> 60 46 38 47 29 31 191 1.7
Fuente: Proyecto Conicit N° 95000720.
Cuadro No. 19
Homicidios en jóvenes de Caracas (Tasa x 100.000 habitantes)
Cuadro N° 20
Según el tipo de arma utilizada para la comisión del homicidio (cuadro No.
21), se observa que el arma de fuego se utilizó en un promedio del 89% de los
homicidios cometidos en la ciudad de Caracas. Puede observarse, además,
que en el año 1992, el arma de fuego se utilizó en el 83% de los casos, mien-
tras que en año 1996, se utilizó en el 90%.
Cuadro N° 21
Homicidios según tipo de arma
Cuadro N° 22
Homicidios según día de la semana (Porcentaje)
--.....
Día de la
__ ._--- .. . ~ ,
1992
~ . . , . . ~
1993
..... '. __,... , '~' ...... ~ _ _ _ _ _ _* - '-.Jo.~ •
1994
. ~ - _ 1995
....... "'''-~. _.- •..
1996
--~ ..._---"'-.$-.
- Semana
- - ' ....-..,....... - _.--.,9.9
Lunes
~ ....... -- ._--
9.6
-- ~- ~--_
11.9
...."" ~
10.9
• _ _v
10.3
_ _ _ ..., ...." .... _ .
Cuadro No 23
Homicidios según horas
- ---_ ---- - ..._.-,,,,,,,, ..-
__._,- ,...,---- _. -
.
-Hora
-~- ----
00:00-3:00am
.....
224 294
oO· ... "-
~--
1994
.....-- .....
_ _ _ _, • . - . . , _
294
1995 1996 TOTAL
291 226
-- 1.328
....
..... _ _. . . ._ ' " ' _
" --_
..~ . ....-... - ................
%
... _ .... -- .....
13.8
-
3:00am-6:00am 208 266 272 228 170 1.144 11.9
6:00am-9:00am 159 195 181 190 166 891 9.3
9:00am-12:00m 175 194 207 182 149 907 9.5
12:00m-3:00pm 181 239 212 192 132 956 10.0
3:00pm-6:00pm 216 228 239 211 146 1.040 10.9
6:00pm-9:00pm 285 366 360 274 205 1.490 15.5
9:00pm-00:00 263 516 423 373 275 1.850 19.3
Sin Información 345 325 410 360 420 1.860 11.4
Fuente: Proyecto Conicit N° 95000720
Cuadro N° 24
Homicidios según meses
---------~-~------
.!1~~_._.~L_~.~~~~.Lr~
......
-~~ .......-~-
__
Enero 138 211 268 227 182 1.026 8.81
Febrero 142 156 193 174 155 820 7.04
Marzo 147 191 172 193 188 891 7.65
Abril 139 209 228 182 151 909 7.80
Mayo 160 238228 193 194 1.013 8.70
Junio 156 186 234 184 155 915 7.80
Julio 182 199 208 204 155 948 8.14
Agosto 182 210 238 166 158 954 8.19
Septiembre 170 184 188 184 159 885 7.60
Octubre 182 244 197 205 145 973 8.35
Noviembre 285 220 201 185 144 1.035 8.89
Diciembre 270 348 257 219 178 1.272 10.92
Fuente: Proyecto Conicit N° 95000720.
Cuadro No. 25
Delitos registrados en el área metropolitana de Caracas, según Parroquia y
Municipio Tasa x 100.000 hab.
tas que se les administra a los familiares de las víctimas de muertes violentas
en Caracas, durante los años 1996-199730 , ya que ha permitido obtener una
información adicional a la que se recaba en la base de datos. De algunos de
los resultados preliminares de la entrevista ya procesados, se consideran de
interés para este trabajo, los siguientes:
1.- Un 79% de las víctimas, tenía algún tipo de actividad laboral, bien sea
en el sector formal o informal de la economía. Un 47% tenía sólo instrucción
primaria. Un 32% tenía, además de la educación primaria, algún tipo de
adiestramiento técnico. Un 78% tenía pareja estable y un 43%, por lo menos
un hijo. Un 83% murió cerca de la zona en la que vivía.
2.- De las entrevistas se desprende, que en 37% de los casos estaba pre-
sente el alcohol, bien porque lo había consumido la víctima, bien porque
existen las sospechas de que lo había consumido el victimario, o se conoció
que la víctima se encontraba cerca de en un lugar de consumo de alcohol. 31
Cuadro N° 26
Homicidios según causa 1996
Causa %
Atraco/robo 37.6
Ajuste de cuentas 33.4
Riña 12.7
Violencia juvenil 0.8
Desconocida 7.0
No Informó 8.5
Fuente: Entrevista a familiares. Proyecto Conicit N° 95000720.
2.- Entre las posibles razones para el descenso en las tasas de los delitos
registrados, merecen la pena destacarse dos: o se cometen menos delitos o
no se denuncian. Las razones para que se cometan menos delitos o no se
denuncien, se relacionan, entre otras muchas de suma importancia, con un
funcionamiento adecuado de la administración de justicia y con un cierto gra-
do de eficiencia en la acción policial, tanto preventiva como represiva. Sobre
la eficiencia de la policía, los casos resueltos apenas llegan al 25% de los
casos. Sobre el sistema judicial, baste señalar que más del 70% de la pobla-
ción penal del país, se encuentra todavía en condición de procesada."
5.- El robo de vehículos es uno de los delitos más temidos por los sectores
medios de la población, ya que, debido al sostenido deterioro del poder adqui-
sitivo,35 es un bien de difícil reposición. Este temor se debe también, a la gran
repercusión de aquellos casos que se han conocido, en los que algunas per-
sonas perdieron la vida al tratar de impedir el robo de su vehículo. El incre-
mento en la tasa de este delito y las diversas modalidades para su comísrón"
es abandonado en un paraje solitario), pedir rescate (el carro es robado y luego lla-
man al dueño y le piden una recompensa por su entrega), la compra de "vidas" o
papeles (necesidad de limpiar otro carro implicado en algún delito grave), el desman-
telamiento para la venta de repuestos (aquellos modelos de carros cuyos repuestos
comienzan a desaparecer del mercado). Muy recientemente, una de la principales
Comisarías de la Policía Técnica Judicial, ubicada en uno de los sectores de clase
media de la ciudad, fué intervenida al comprobarse que algunos de sus funcionarios
estaban implicados en el robo de vehículos.
37 Fuente: Anuario de Estadistica Delictiva ( Las personas víctimas de este delito tratan
de resolverlo por sus propios medios, ofreciendo recompensas e inviertiendo buena
parte de su tiempo en recorridos por la ciudad a los fines de encontrar ellas mismas
su vehículo, ofreciendo paga de recompensa por el mismo).
38 Uno de los más graves problemas que confrontan los hospitales públicos de la
ciudad, es el copamiento de las emergencias por lesiones de causa violenta, ya que
la atención al trauma violento consume importantes recursos médico-quirúrgicos de
los hospitales, los cuales, a lo largo del afio 1996, han presentado graves problemas
de dotación de insumos.
39 Ver de Joao Yunes, " Mortalidad por causas violentas en la región de las Américas."
en el que se señala que la relación por cada muerto por causa externa, es de 25
lesionados. En Cisalva, Cali, han encontrado que la relación más exacta es la de uno
a diez.
La criminalidad en Caracas: percepciones y realidades 243
9.- Vinculando las causas conocidas de las lesiones con las conocidas de
los homicidios, es posible reconocer, que buena parte de los mismos, han
estado relacionadas con actos privados de resolución de conflictos (riñas,
ajuste de cuentas, golpizas), en los que ha mediado algún grado de intencio-
nalidad o premeditación, producto de un marcado deterioro en las relaciones
personales y familiares y de furias y desmesuras que contaron con la cercanía
de un arma de fuego. El objetivo de estos actos de violencia, se diferencian
de aquellas lesiones y homicidios cuya finalidad era la propiedad de un bien
de valor económico (robos y atracos), los cuales pueden y parecen haber
comportado algún grado de organización (la presencia de grupos, vehículos,
monto de lo robado, etc).
11.- Uno de los escenarios que invade cada vez más la terminología ca-
suística de violencias graves y fatales, es el denominado "ajuste de cuentas".
Lo impreciso del término y su ambigüedad, permite que la información sobre
los hechos delictivos y violentos siga siendo inexpugnable y confusa. Dicho
término permite la inscripción de cualquier tipo de violencias, incluso aquella
producto de los excesos policiales, en el que incurren algunos agentes, tanto
en el ejercicio de su deber, como en la resolución de sus conflictos de índole
privada abusando de la institucionalidad. Este escenario tiene dos acepcio-
nes, una en el campo policial (arreglo de cuentas del crimen organizado, en-
frentamiento de bandas) y otra en el sociocultural (resolución violenta de con-
flictos personales). Es preciso hacer indagaciones que permitan establecer las
dinámicas implícitas en este escenario, que faciliten la discriminación de la
premeditación y la intencionalidad presentes en algunos de estos ajustes de
cuentas, que lo diferencia sustancialmente de las riñas producto del alcohol.
13.- Una de las creencias más generalizadas en tomo a las causas del in-
cremento de la delincuencia, se relaciona con el consumo y el tráfico de dro-
gas. En el caso de Caracas, tal circunstancia pareciera no estar presente en el
aumento de la violencia homicida, ya que el resultado de los exámenes toxi-
cológicos a las víctimas de dicha violencia, indica una mayor prevalencia de
consumo de alcohol que de algún tipo de droga. Es por ello que parece priori-
tario el inicio de campañas educativas que orienten a la población sobre algu-
nas de las consecuencias del indiscriminado consumo de alcohol.
El que más de un 50% de las víctimas de homicidios entre 1992 y 1996 tu-
vieran entre 15 y 24 años de edad, significa que los jóvenes son las princi-
pales víctimas de la violencia. Pero existen sobradas constataciones que indi-
can, además, que son también sus principales victimarios.
"En esta sociedad, para tener poder, hay que ser rico o peligroso." Así se
expresó recientemente, un joven latinoamericano, al hablar sobre sus deseos
y posibilidades reales en el futuro.
ción de una sociedad cuya minoría se globaliza hacia el siglo XXI y su mayo-
ría vive en condiciones de exclusión y desprotección propias del siglo XIX,
empujan a muchos jóvenes urbanos pobres, a reconstruir y a afirmar su iden-
tidad, en un contexto social cuyo modelo único e ideal es el de consumidor a
ultranza. De modo que muchos jóvenes, para cumplir con el ritual societal de
tener poder, ya que no pueden ser ricos, deciden ser peligrosos.
Cuadro N° 27
Relación de menores retenidos desde 1990 hasta 1996, según tipo de falta
cometida
._ _.,-",--_.
.. _._~-...., .... _...".,....._._-
1990 .1991 1992__"""... 1993 1994 1995 1996 TOTAL
---
Ingreso de
..--_.,_.....__.....""_..-.::IL.,
~"" ..._ _ _ _
Es por ello que hay que editar y revisar propuestas sociales a esta proble-
mática juvenil, al no-futuro, a la desesperanza, replanteando manejos jurídicos
y policiales y analizando la lógica de las organizaciones colectivas que, como
250 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
El 40% de los casos de las lesiones no fatales atendidas que fueron estu-
diadas y previamente presentadas, fueron de violencia contra la mujer. Estos
casos aparecen reflejados por la gravedad de las lesiones sufridas y por la
voluntad de las mujeres de informar que dicha lesión fue producto de una
agresión. Lo más preocupante, es el hecho de que en un 89% esas víctimas
son reincidentes, es decir, han sido varias veces abusadas y golpeadas en el
seno del hogar. La causa de esa reincidencia se encuentra, según las vícti-
mas, en la repetida impunidad de los agresores, ya que las veces anteriores
en que denunciaron la agresión de la que fueron objeto, aquellos fueron rápi-
damente puestos en libertad regresando al hogar, por lo que la situación de la
víctima se hacía cada vez más comprometida.
causa de la misma.
Por otra parte, cabe señalar, que más del 80% de las mujeres víctimas de
los homicidios que tuvieron lugar en Caracas entre los años 1992-1996, murie-
ron como consecuencia de heridas o golpizas causadas por sus respectivas
parejas. Aún queda por determinar, además, qué porcentaje de las muertes
conocidas como accidentales, lo son realmente, en el caso de algunas vícti-
mas mujeres.
En tanto, hay que aprovisionarse con ciertas políticas puntuales, que per-
mitan ir revirtiendo los altos niveles alcanzados por la criminalidad y la violen-
cia. Ellas pueden ser las siguientes:
Bibliografía
No está de más recordar que durante varias décadas se han realizado una
serie de investigaciones sobre el fenómeno de las drogas, especialmente en
los círculos académicos e institutos especializados de los países desarrolla-
dos, y particularmente por especialistas norteamericanos. Pero es en los últi-
mos quince años, cuando se ha desarrollado con profundidad la investigación
sobre el abuso de drogas, así como, sobre el tráfico ilícito desde múltiples
perspectivas y disciplinas. Al respecto, hoy en día existe un acuerdo general
sobre las dimensiones globales del fenómeno de las drogas y de la creciente
complejidad de las industrias de las drogas, con avasallantes consecuencias
en la economía, la política y la vida social de las naciones del mundo. No
obstante, algunos aspectos claves necesarios para una total comprensión del
fenómeno, así como para una acertada formulación de políticas públicas de
prevención parecieran limitados o ausentes. Llama la atención en este senti-
do, la poca importancia otorgada a los análisis de género y la ceguera frente a
la relación mujer/drogas. Así se explica que sean muy escasas y muy recien-
tes las investigaciones, en su gran mayoría, limitadas a aspectos relacionados
con el consumo en los países desarrollados, en especial en Estados Unidos,
canada e Inglaterra. Unas promovidas por los gobiernos dentro de planes
dirigidos a estudiar el área de la salud de la mujer, y otras surgidas de las
inquietudes de los grupos feministas .
1. La cuestión mujer/drogas
Es decir, esta publicación que reúne más de 300 investigaciones sobre las
drogas y la mujer, señala una problemática particular y propia de la mujer
consumidora de drogas, con lo cual puede concluirse que la mujer, en su pro-
pia especificidad de mujer, debe ser objeto de estudio independientemente del
hombre y del joven.
En este sentido, hay que destacar como para 1980, la mitad de los pa-
cientes que ingresaron en los puestos de emergencia en los hospitales de
Estados Unidos eran mujeres con episodios relacionados con abuso de dro-
gas, siendo las de mayor consumo los psicofármacos, y concretamente los
llamados "tranquilizantes menores" y "sedantes" Hecho que le dio un perfil
muy particular al consumo de drogas femenino y a su posible explicación, con
importantes variaciones en función del status socio-económico y marital de la
mujer, así como, de la fuente para su adquisición, no considerado por mucho
tiempo, tema prioritario de investigación.
no se enfocaban las vidas de las mujeres sino el impacto que pudiera tener la
adicción de una mujer embarazada en la salud del feto. A su vez, las adiccio-
nes de las mujeres se relacionaban con "personalidades inadecuadas", desta-
cando mayores perturbaciones psicológicas entre ellas, en concordancia con
la tendencia de la medicina moderna de asociar los problemas de la mujer con
su " incapacidad psicológica" y su "frágil" sistema nervioso, y toda enfermedad
con su mente. No existe la menor duda, que en general, las mujeres son ca-
talogadas más frecuentemente que los hombres como "deprimidas",
"psicóticas" o afectadas por algún trastorno no especificado (Ettore, 1985).
2. La cuestión mujer/criminalidad
Las tres teorías consideran la modernización como una variable clave pa-
ra comprender las modificaciones de la criminalidad femenina aunque, siguen,
al igual que las teorías anteriores, buscando explicaciones de tipo individual
pero, en este caso, su conducta es el producto de asumir una función que no
le corresponde.
a) ambas áreas han sido muy poco estudiadas hasta los años setenta;
Hoy en día, la conexión más frecuente que se puede percibir entre el con-
sumo de drogas y la criminalidad es la de ésta como medio de financiar el
consumo, pero en el caso de la mujer, esta conexión económica es más com-
plicada, por las diferencias en las oportunidades económicas entre mujeres y
hombres. En última instancia, el compromiso con un estilo de vida de adicción
callejera es la forma más frecuente en que se pueden conectar la criminalidad
y el consumo costoso de drogas.
262 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
Esta situación abre una línea de investigación nueva, ya que se sabe muy
poco sobre estas mujeres y los roles y funciones que desempeñan en el nego-
cio de las drogas, aspectos cruciales de la cuestión drogas/criminalidad de la
mujer para poder formular programas de prevención integral. Pero aquí no
pueden contemplarse explicaciones de tipo biológico o puramente psicológico.
En nuestro continente, las mujeres son mayoritarias en casi todas las cate-
gorías de desempleados y subempleados, aumentando cada vez más en la
mayoría de los países, a pesar de que uno de cada tres hogares en el mundo
esta dirigido por mujeres. Ante esta realidad, no es extraño que por ejemplo,
la mujer en América Latina se vea ante la opción de incluir, dentro de su mar-
gen de adaptaciones que desarrolla para sobrevivir la de escoger un tipo de
trabajo actualmente considerado criminal, como es el de su participación en el
negocio de las drogas. La necesidad económica, que para la mujer es mayor
que para el hombre, en momentos de crisis y desempleo, le ofrecerá mayores
oportunidades para el trabajo ilegal que para el trabajo legal.
Antes de menlados del siglo XIX, el empleo de la cárcel para la mujer era
muy limitado en Europa y Estado Unidos. Tal como señalamos antes, a la
mujer se le controlaba dentro del ámbito privado, en el seno de la familia.
Primero el padre y luego el esposo ejercían total control legal sobre sus hijas
y esposas. Tenían el derecho a castigarlas si eran desobedientes o poco cas-
tas. Cuando la mujer estaba fuera de control era enviada al monasterio y la
esposa descarriada, a la casa de corrección o al reformatorio. Predominaba la
concepción, todavía vigente hoy en día, de que la mujer era diferente al
hombre por lo cual debía ser "feminizada" y sujeta a entrenamiento domésti-
co, ya que ella no era en si misma criminal sino "sexualmente inmoral"
(Pollock - Byme, 1990:38,54). Siguiendo esta lógica, a comienzos del siglo XX
la mujer era encarcelada por delitos de orden público como la prostitución y
otros "vicios".
Cuadro 1
Población carcelaria femenina
(porcentajes)
ANO PAises
COLOMBIA eCUADOR PERU VENEZUELA
1985 7.0 8.0 8.0 3.0
---
1986 6.6 6.5 3.4
1987 6.4 6.5 4.2
1988 7.3 7.0 4.6
1989 8.5 10.8 6.7 4.6
1990
1991
-7.7 10.4
12.1
7.7
9.1
4.9
5.3
1992 7.5 12.7 9.0 5.7
1993
1994
6.0
5.9
12.9
12.1
8.9
8.2
-
6.1
Por otra parte, la magistrada catalana Sona I Puigvert (1992), al revisar va-
rios estudios realizados sobre la mujer reclusa, señala dos características
fundamentales que la diferencian del hombre recluso, y que transcribimos a
continuación:
Algunas de las conclusiones del Informe fueron las siguientes: "La causa
de reclusión con mayor incidencia es la tenencia de drogas" (p.625), "el retar-
do judicial somete a las procesadas a un estado de indefensión que causa
que le causa daño irreparable" (...) "la situación de la mujer soltera -madre y
reclusa- llama a reflexión ya que no cuenta con la protección legal" (...) "la
situación familiar de las reclusas sufre cambios desfavorables. Muchas veces
268 Revista Venezolana de Economra y Ciencias Sociares
son abandonadas por sus parejas, y sus hijos se deben criar sin el afecto y
apoyo de la madre" (p.626).
Se determinó que una posible vía de llegar a las reclusas era la de sumi-
nistrarles el cuestionario realizado por la profesora Ligia Sánchez para medir
los patrones de consumo de drogas de un grupo de mujeres del Area Metro-
politana. Además, para probar ese cuestionario en una población particular
corno son las reclusas y, al mismo tiempo, complementar el banco de datos
sobre mujeres de la profesora Sánchez.
Luego de realizar los contactos respectivos con las autoridades del Ministe-
rio de Justicia, procedimos a visitar el Anexo Femenino para iniciar las entre-
vistas. En esta actividad participaron la propia profesora Sánchez junto con
Zaida Martínez, Coordinadora Nacional de Investigaciones de la Fundación
José Félix Ribas y su asistente, Verloisse Herrera. Mientras tanto, yo me en-
cargaría de revisar los expedientes para constatar la situación jurídica de las
reclusas y recoger algunos datos complementarios.
Cuadro 11
Hijos menoresde 18 años
'. Fr...... ..
Edad .......•... . %'. L.···
0.;3 ...... .... 17 25,37
.. 4~7 .: ··ii.···· 15 22,39
8-11 ...•.... : 12 17,91
12~15 .,
10 14,93
..'
.........
16~18 . 13 19,40
N=26
Por otra parte, de las 32 reclusas 38.7% tenían que ver con delitos relacio-
nados con drogas, de las cuales 13% son menores de 27 años de edad 01er
Cuadro 111).
Cuadro 111
Tipos de delito y edad
Edad
I
....
;~~'~rsc>; proD¡eihid •
Contra .
::::~;/l~'>
S.R.
"-''¡-,
l<na.•
[', ...
>',."
.
Fr. .'. •ll.•••. •.• ·!"r;.. Fr:.·..:.'I~········,
'l& Fr,' 'l&
·;.····'···i·
18.22 1 3,23 5 16,13 1 3,23 1 3,23 8
..
23·27···· O 0,00 3 9,68 3 9,68 O 0,00 6
28'-32 ...• 3 9,68 O 0,00 2 6,45 O 0,00 5
3J.37.·. 2 3,23 3 9,68 2 6,45 O 0,00 6
N-32 -
Sobre el consumo de drogas, las reclusas entrevistadas reportaron la si-
guiente información: 68.7% han consumido cigarrillos; 53.1% alcohol; 34.3%
marihuana; 21.8% tranquilizantes; 18.7% cocaína; 15.6% bazuco, como se
puede observar en el Cuadro IV.
270 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
Cuadro IV
Consumode drogas. Lícitase i1icitas
Tipo de Ifotal
droga 1· 1+ .....
'l(,
.
N=32
Leyenda
1· : Menos de 1 año sin consumir
1+: Más de 1 año sin consumir
alentar al Sistema Penal para que cumpla con los estandares mínimos
de tratamiento a la mujer reclusa (...) y que considere lo adecuado de
medidas alternativas a la prisión para mujeres por delitos de drogas
(p.3).
Anexo I
Carlota Wigglesworth
Así llegan al aeropuerto elegido. Los británicos están muy bien equipados
para detectar contrabando de drogas y la policía aduanal es muy competente.
En Inglaterra, la leyes sumamente severa con respecto a este delito en parti-
cular. Allí comienza pues la terrible experiencia que yo presencio continua-
mente y que, con la esperanza de evitar nuevas detenciones, he buscado el
modo de hacer sonar la alarma en Venezuela y lo hago ahora públicamente,
a través dellntemet, en Venezuela Analftica, revista electrónica; esta respeta-
da por su seriedad y cuyos artículos son reproducidos igualmente, con cierta
frecuencia, por la prensa escrita.
Quiero poner énfasis en otro hecho; por regla general, la mujer reclutada,
una vez que opera bajo estos sindicatos, no tiene escape. Las probabilidades
de que cumpla su misión y regrese a su país, son mínimas. Si la misión es
cumplida con éxito, es vuelta a utilizar. Si la detienen la familia es víctima de
represalias. Se me ha informado que, a tres mujeres detenidas, les han mata-
do los hijos. Una suramericana recibió en la cárcel la noticia del asesinato de
su hijo de 16 años; dormido en su cama, en la casa de su abuela, lo ejecuta-
ron de un tiro a la sien. A otra mujer, también le mataron la hija, cuando salía
de una tienda de su ciudad, disparándole a la cabeza igualmente. Un tercer
niño fue arrollado y muerto por un automóvil y, al hermano de otra prisionera
lo asesinaron a palos.
Mi trabajo con estas priSioneras se originó en la conexión que tiene con ni-
ños la ALAF, es decir la Anglo Latin American Foundatlon. Esta fundación
recauda fondos para asistir a niños desamparados de Latinoamerica. Pense
que podíamos ayudar con los hijos desamparados de estas mujeres pero no lo
logramos porque ellas no informan a sus familiares que están presas; sin em-
bargo, hay tanta necesidad de atenderlos y el peligro es tan inminente que
pienso que tenemos que hacer algo. Trabajo muy de cerca con el Centro Co-
munal de Catia, a través de las Damas Voluntarias del Servicio Social lnter-
comunal, Capítulo Venezolano, pero no consigo ese maravilloso puente que
pudiera darle entrada a un proyecto de apoyo y asistencia para los niños de
estas mujeres detenidas tan lejos y por tiempos tan largos.
encontrar, en Venezuela a quien quiera alertar para evitar que mujeres incau-
tas se conviertan en "mulas" que seguramente van a ser detenidas.
Lo que aquí digo tiene visos de novela de televisión de esas que tanto
gustan en Venezuela y que tratan el tema con tanta crudeza y horror que la
gente piensa que se trata de ficción, pero es muchas veces la realidad. Quiero
que haya comunicación con las mujeres en riesgo de ser engañadas con una
falsa bondad que luego va a ser cobrada con la mayor crueldad que pueda
imaginarse. Difícil resulta esa comunicación con mujeres que no leen la pren-
sa, no oyen programas de noticias por radio y sólo ven los "culebrones" difun-
didos por la televisión con sus enseñanzas nocivas. Hay que buscar la manera
de hacerles saber que no caigan en la trampa.
Anexo 11
La queja más frecuente es hacia el servicio médico, el cual, según las in-
ternas, funciona de manera muy precaria y la gran mayoría de las veces sin
personal especializado, lo que las lleva a manifestar que "nadie se preocupa
por la salud de ellas, ni física ni mental",
Reclusi6n de mujeres por delito de drogas. Reflexiones iniciales 277
Bibliografía
Adfer, F. (1975) Sisters in crime: The Rise of the New Fama/e Criminal, Nueva York:
Mc Graw-Hill. .
Almeda Samaranch (1992) "El contro social sobre la mUjer", Poder y Ubertad N°. 19
Anglin, M.O. & Y-I Hser (1987) "Addicted Women and Crimen, Criminology, Vol. 25,
N°.2, julio
Bona 1. Puigvert, R. (1992) "Control Judicial sobre los Penales", Poder y Ubertad, N°.
19.
Burt, M.R., TH. J. Glynn & B.J. Sowder(1979) Psychological Characteristics of Drug-
Abuse Women, Rockville, Md: National Institute on Drug Abuse, U.S. Department
of Health and Human Services.
Cain, M. (1990) "Towards Transgression: New Directions in Feminist Criminology",
International Journal of the Sociology ot Law, 18.
Carien, P.J. (Editor) (1985) Criminal Women: Autobiographical Accounts. Cambridge:
Polity Press.
Dobash, R., R. Dobash & S. Gutteridge (1986) The Imprisonment of Women Nueva
York: Basil Blackwell.
Ettore, B. (1985) "Psychotropics, Passivity and the Pharmaceutical Industry" in A.
Henman, R. Lewis, T. Malyon Big Deal: The Politics of the I/Iicit Drugs Business.
Londres: Pluto Press.
Glynn, TH. J., H. Wallenstein Pearson & M. Sayers (Editors) (1983) Women and
Drugs, NIDA Research Issues 31. Rockville, Md: Nationallnstitute on Drug Abuse,
U.S. Department of Health and Human Services.
Heidensohn, F. (1968) "The Deviance of Women: A critique and An Inquiry", The
Brittish Journal of Sociology N°. 19, junio
lIanud (1979) "Criminalidad femenina en tres países latinoamericanos", ILANUD AL
OlA, Afio 2 N°. 5, agosto.
Inciardi, J.A. D. Lockwood & A.E Pottieger (1993) Women and Crack-Cocaine. Nueva
York: Macmillan.
Lambert, E Y. (1990) (Editora) The Col/ection and Interpretation of Data From Hidden
Populations, NIDA Research Monograph 98, Rockville, Md: National Institute on
Drug Abuse, U.S. Department of Health and Human Services.
León, F.R.& R. Castro de La Mata (1989) Pasta Básica de Cocaína: un estudio multi-
displinario. Lima:Cedro.
Leonard, EB. (1982) Women, Crime and Society. A Oritique of Criminological Theory.
Nueva York & Londres: Longman.
Maher, L. (1990) "Criminalizing Pregnancy - The Downside of a Kinder, Gentle Na-
tion?", Social Justice, Vol. 17, N°.3. San Francisco, otoño,
Miller, E.M. (1986) Street Women. Filaderphia: Temple University Press.
Owen B. & B. Bloom (1995) "Profiling women prisoners: findings from National Sur-
veys and a California Sample" The Prison Journal Vol. 75, N°.2, junio.
Pollak, O. (1950) The CriminalityofWomen, Filaderfia: University Pennsylvania Press.
Pollock-Byerne, J.M. (1990) Women, Prison and Crime. Pacific Grove, California:
Brooks/Cole.
Prather, J.E. & N.V. Minkov (1991) "Prescriptions for Despair: Women and Psychotro-
pic Drugs" in N.Van Den Bergh (Editor) Faminist Perspectives on Addictions. Nue-
va York: Primavera.
278 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
ORIENTACION BIBLlOGRAFICA
Dick Parker
LINARES, Yelitza. "Es necesaria una cultura de la paz." En: Sic, Vol. 58, N°
572, 1995, pp. 74-76.
LOPEZ MAYA, Margarita. "Notas teórico-metodológicas para la investigación:
la protesta popular en la Venezuela contemporánea" En: Revista
Venezolana de Análisis de Coyuntura Vol. 2, N° 2, Caracas, jul-dic. 1996,
pp. 59-71.
LUENGO, Néstor Luis. "La diversidad de la violencia y sus respuestas." En:
Sic, Vol. 58, N° 571, 1995, pp. 9-11.
MARTINEZ, Ibsen et al.: 27 de febrero: cuando la muerte tomó las calles.
Caracas, El Ateneo/El Nacional, s/f, 133 p.
MONTENEGRO, N., Ana YADIRA, Zorimar NOrrARO A., y Mercedes
SANCHEZ S. "Evaluación de los programas de asistencia a la mujer
víctima de violencia llevados a cabo por las organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales", Tesis de Licenciatura, Caracas,
Universidad Central de Venezuela.
MOSONYI, Esteban Emilio y Gisela, JACKSON. "Venezuela antindígena en
la Venezuela contemporánea." En: Nueva Sociedad, N° 105,1990, pp. 130-
140.
MULLER ROJAS, Alberto. "Las fuerzas del orden en la crisis de febrero." En:
Politeia, N° 13,1989, pp. 115-154.
MUNARRIZ, Mikel. "Los sucesos del 27 de febrero a la luz de la doctrina
social." En: Sic, Vol. 52, N° 514, 1989, pp. 163-165.
NAVARRO, J.C. Y PEREZ PERDOMO, R. Seguridad personal un asalto al
tema. Caracas, Ediciones lESA, 1991.
NOLFF, Max. "Los primeros brotes." En: Cuadernos del Cendes, N° 11,1989,
pp. 36-44.
OJEDA, William. Las verdades del 27-N. Caracas, Vadel Hermanos Editores,
1993,114p.
OLMO, Rosa del. "Droga y criminalización de la Mujer." En: Nueva Sociedad,
N° 93, pp. 156-167.
_ _ _ _ _ _. "Reclusión de mujeres por drogas. Reflexiones iniciales",
Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales, Vol. 3, N° 1,
Caracas, ene-mar. 1997, pp, 255-273.
"Orden establecido Versus Democracia." En: Sic, Vol. 52, N° 514, 1989,
pp.147-150.
PACHECO, Ibéyise. "Los pozos de la muerte: ¿amenazan a la democracia?".
En: Sic, Vol. 49, N° 484,1986, pp.148-149.
PASQUALI, Antonio: "Violencia y derechos de la infancia" en Antonio
PASQUALI: El orden reina: escritos sobre comunicaciones. Caracas, Monte
Avila Editores, 1991, pp. 261-268.
PEDRAZZINI, Yves. La metropolisation de Venezuela et les barrios de
Caracas. Tesis de Doctorado, Ecole Politechnique Fédérale de Lausanne,
1994,428 p.
Orientaci6n bibliográfica 283
SPIRITTO, Fernando. "Un nuevo proyecto político para Venezuela: (qué pasó
el 27 de febrero)." En: Politeia, N° 13,1989, pp. 231-253.
TARRE BRICEÑO, Gustavo: El espejo roto: 4F, 1992. Caracas, Editorial
Panapo, 1994, p. 255.
TERAN, José Gregorio. "Los discursos sobre el 27 de febrero." En: Sic, Vol.
514, 1989, pp. 155-157.
_ _ _ _ _ _ _ _. "Los sucesos de la prensa diaria." En: Sic, Vol. 52, N°
513,1989, pp. 107~10.
TRIGO, Pedro, "Violencia en los barrios". En: Sic, Vol. 55, N° 541, 1992, pp.
26-29.
"Venezuela neoliberal y violenta." En: Sic, Vol. 56, N° 554, 1993, pp. 146-148.
VIRTUOSO, José. "Cómo reflexionar y actuar sobre la violencia urbana." En:
Sic, Vol. 57, N° 570,1994, pp. 477-449.
_ _ _ _ _ _. "El reten de Catia: para muestra un botón." En: Sic. Vol. 53.
N° 525,1990, pp. 211-213.
WANLOXTEN, Gustavo, Iris CASTELLANOS y Eduardo DELPRETTI. El 4 de
febrero: por ahora..., Caracas, Fuentes Editores, 1992, 160 p.
WUNSCH, David. "Las secuelas de la tortura: un relato desde la cotidianidad."
En: Sic, Vol. 57, N° 569,1994, pp. 414-415.
WYSSENBACH, Jean Perre. "Amnistía Intemacional1994 (informe)." En: Sic,
Vol. 58, N° 580, 1995, pp. 453-455.
VI Reunión Científica Nacional de Epidemología: La violencia en Venezuela.
San Cristobal, Asociación Venezolana de Epidemología, 1994.
"23 DE ENERO: ¿francotiradores o víctimas?" En: Sic, Vol. 52, N° 513, 1989,
pp.111-112.
Rev. Venez. de Econ. y Ciencias Sociales 1997 Vol. 3 N° 2-3 (abr-sept), pp. 285-287
INVESTIGACIONES EN CURSO
SOBRE VIOLENCIA EN VENEZUELA
Carolina González
Dick Parker
sobre la violencia en I
1 los me~ios.i,mpresos de
i Petare. Construcción
I de alternativas para la I 1
I
! resolución pacífica de
I conflictos desde y con
i los jóven~s.!
I J
I
_._-_._---
286 Investigaciones en curso
~~!~-=:'~intervención "-·I!~~la .~
'= '__._
i María Alejandra 1 para la identificacion y I Integración. UCV. I
IMorales. 1 prevención de .
I 1violencias en el Hospital.
'"Mi~~Pérez car[~~~.: ~ . _ ___ . _... _ .
Roberto Briceño-León I La violencia en : IESA-LACSO.
y Rogelio Pérez ¡ Venezuela: I
I Perdomo ! dimensionesy políticas .
L __ ~ d~_ control, _ _ 1. _ _ •
I~Ei!ua~o de.t'lJTla.s +-[?~~~Y viole~.!!I~ _~ H~gar~~ Crea ~ ~
I
Luis Gerardo Gabaldón Violencia policial CEMPEC- Universidad ,
de los Andes
i 1
¡
f MagalYHuggins : Mujer, violencia y i CENDES-UCV .. I
I
~~º~abeth Yalderrama. I
, ciudadanía
Maríalsabe,'Morales' y VictimÚ:a'ciÓn-deliCtiva- f Ministerio de Justicia
_ 1_ .__ __ __ _
·'-1
-1
Raquel Pontivien Sistematización de Fiscalía General de la i
¡
-,---------l---
Leoncio Barrios
.- -_.- +_PoliC?ié!.-~uc~
IViolencia y televisión. Escuela de ¡
.
I í Comunicación Social-
l. 1 :UCV.
i Rubén Alayón I Los procesos de I Escuela de Trabajo. I
'I~~:;~:tila, María--j ~'r~~~-i:¡nfractor ante-T~~tYt~tode-Ciéncia5---;
Josefina Ferrer ! la ley penal. i Penalesy Criminología, I
IRoberto aiiceno León ¡vinculadas
Actitudes y normas ~Cb~'r8torio de Ciencias I
~
1 a la I Sociales (LACSO)-UCV. I
violencia. 1 :
~ 'm~:;:
: María Josefa Ferrer y Inseguridad personal en I
Cristina Mateo • la UCV. . Penales y Criminológicas,
~. .. _ _.___ I_Esc. J.!.abajº-ª~cial-U~.Y;._J
: ToscaHemández: : Las múltiples caras de- : Instituto de Investigaciones ¡
¡ Cristina Mateo y ¡ la violencia en ¡ en Ciencias Sociales l"
> .. J Socil~L.U9Y........ j
; Cristina Mateo y : Bandas juveniles: ¡ Núcleo de Estudios sobre ~.
. C.arolina Gonzále~_~encia y. moda. Violencia, UCV.
j María Margarita Stress. Efectos de la : Universidad Simón Bolívar.
RESEÑAS
logrado montar una fascinante radiografía fuentes suministradas por los servicios de
de la descomposición del régimen. Natu- inteligencia y se empeña en reforzar la
ralmente, el autor dedica mucha atención a imagen negativa prevaleciente en círculos
las investigaciones que aparentemente oficiales. Destaca el carácter dogmático y
pretendían esclarecer los asesinatos de de un marxismo ortodoxo y manualesco
Colosio y Ruiz Massieu, mostrando como, del grupo de universitarios que a comienzo
desde sus inicios, las distintas facciones de los ochenta incursionó en la selva de
rivales dentro del PRI intentaban aprove- Chiapas y se empeña en presentar a Mar-
charlas para descalificar a sus rivales y cos como un ególotra que ha logrado ma-
encubrir a sus allegados. Particularmente nipular a los dirigentes indígenas en fun-
interesante es el papel de los sucesivos ción de un movimiento subversivo de cuña
fiscales y el escándalo provocado por la tradicional. Su evidente falta de simpatía
•siembra' de un cadáver en la propiedad de con los zapatistas se refleja no solamente
Raúl Salinas, con la aparente complicidad en esta interpretación sino, además, en la
de uno de los fiscales. ausencia en su arqueo bibliográfico de
cualquier fuente de información proporcio-
La cantidad de escándalos que han nada por los propios zapatistas. Estos
salpicado los noticieros pollticos mexica- prejuicios impiden que el autor aprecia
nos durante los últimos años no es casua- cuan profundamente el contacto de un
lidad, sino más bien síntoma de las debili- grupo de marxistas ortodoxos con la reali-
dades y fisuras que vienen manifestándose dad indígena se encuentra reflejado en un
dentro del partido de gobiemo. Uno de las discurso y una estrategia política que son
más sonados estuvo relacionado con el evidentemente novedosos. Esto, a su vez,
financiamiento de la campaña electoral del lleva a que Oppenheimer no pueda enten-
PRI. Frente a las crecientes dificultades der el profundo impacto que el movimiento
para la utilización indiscriminada del erario zapatista ha tenido en la escena política
público para estos fines, el PRI convocó mexicana. (Le recomendamos el artículo
una reunión confidencial con los empresa- sobre Chiapas que publicamos en este
rios que más se habían enriquecido du- mismo número de la revista).
rante el sexenio de Salinas, para sugerir
donaciones de 25 millones de dólares cada A pesar de esta debilidad, el libro es
uno para facilitar la elección del candidato fascinante y de lectura obligada para quie-
priista. En este caso, como en otros regis- nes quieren entender la crisis polltica que
trados por Oppenheimer, el tratamiento se atraviesa el México contemporáneo.
caracteriza por su equilibro y ponderación,
pero sobre todo es utilizado para iluminar
facetas de una cultura política mexicana Dick Parker
que es evidentemente en crisis y provoca
niveles cada vez mayores de escepticismo
entre la opinión pública. Howard J. Wiarda, Latín American
Politícs, Washington, Wadsworth
Aun cuando gran parte del libro está Publishing Company, 1995.
dedicada al análisis del partido de gobier-
no, no podía faltar una entrevista con el La lectura de Latín American PoIitícs,
subcomandante Marcos, ni una interpreta- libro reciente del prolífico latinoamerica-
ción del fenómeno zapatista. Desafortuna- nista estadounidense Ho-war J. Wiarda,
damente, sobre este tema, Oppenheimer me hizo revisar una referencia de Carlos
manifiesta los mismos prejuicios que ha- Fuentes quien en El espejo enterreao
bían caracterizado su anterior libro sobre (México: FCE, 1992) señalaba que des-
Cuba. Otra vez recurre preferentemente a de Latinoamérica,
290 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
mericanos, como para los Estados posible encontrar una salida a los graves
Unidos en tanto permitirla mayor segu- problemas que sufre la sociedad vene-
ridad y estabilidad en una materia de zolana. Con frecuencia se afirma que el
prioritario interés estratégico para to- ejercicio de la democracia ha conducido
dos. a la anarquía y al desorden, creando las
condiciones propicias para las multifa-
Vista esta amplia zona de intereses céticas manifestaciones que ha adopta-
complementarios, y aún convencidos do la corrupción en la actualidad.
de que una nueva relación hemisférica
es una necesidad y no un mero desva- Estos conceptos sobre el devenir po-
rlo idealista, el desafio sigue siendo Iltico nos recuerdan las ideas que sobre
¿Cómo reforzar las conductas del Dr. el "gendarme necesario" había elabora-
Jekyll? ¿Cómo promover una nueva do Laureano Vallenilla Lanz, uno de los
fórmula de cooperación desde ambos más conocidos exponentes de la co-
lados? rriente positivista en nuestro país. A la
luz de esta concepción, el caudillismo
La fórmula es promover las vincu- habría sido el elemento fundamental
laciones entre interlocutores que en para la "conservación social" desde los
Latinoamérica y en Estados Unidos inicios del sistema republicano. Bajo
compartan la nueva visión de las rela- este mismo criterio se nutrió ideológica-
ciones hemisféricas delineada por mente la tendencia a instaurar gobiernos
Wiarda: en las redes gubernamentales revestidos con la suficiente dosis de
y no gubernamentales que se ocupan autoritarismo como para garantizar la
de asuntos con potencial para la coor- paz y la estabilidad, factores indispensa-
dinación y complementación y, muy bles para el camino al "progreso", que
especialmente, en círculos de acadé- entonces era identificado con las inver-
micos y analistas productores de lo siones extranjeras. El "gendarme nece-
que se ha dado en llamar sario" fue durante mucho tiempo el mo-
"conocimiento pollticamente relevante", deloque permitió explicar la consolida-
es decir, conocimiento específico sobre ción del caudillismo y legitimar la tiranía
Latinoamérica, sobre Estados Unidos, gomecista. Precisamente la larga paz
sobre la agenda de cada cual y del que reinó en Venezuela durante 27 años,
hemisferio, y sobre las nuevas estrate- resultado de la represión y de la nega-
gias para construir una sana y auspi- ción de toda libertad poJltica, favoreció la
ciosa polltica hemisférica. explotación del petróleo en manos de los
poderosos consorcios internacionales.
Eisa Cardozo de Da Silva
Esas reflexiones en torno a la anti-
González Abreu, Manuel: Auge y cst- gua, pero reactualizada idea sobre el
da del Perezjimenismo (el papel del "gendarme necesario", obedecen a la
empresariado). Caracas, Universi- necesidad de escudriñar en ese rasgo
dad Central de Venezuela, Consejo peculiar de la sociedad venezolana, e
de Desarrollo Cientrfico y Huma- incluso latinoamericana, que se expresa
nrstico, 1997. 199 p. en la admiración de los regímenes auto-
cráticos, a veces designados con los
En los últimos tiempos se ha difundi- eufemismos de "gobiernos fuertes" o de
do cierta tendencia a exaltar los regíme- "mano dura". Esta tendencia histórica y
nes dictatoriales, bajo la consideración su persistencia hasta nuestros días se
de que únicamente a través de la impo- explica como la búsqueda de la estabili-
sición de gobiernos autoritarios Iserá dad bajo la tutela de los dictadores mili-
294 Revista Venezolana de Economle y Ciencias Sociales
tares, del orden frente a la descomposi- diato de posguerra, en que aún campea-
ción de la estructura política y de la ba el entusiasmo por el triunfo de la
honradez administrativa ante la galo- libertad sobre los reglmenes fascistas,
pante e irrefrenable corrupción. De ah! la del comienzo de la guerra fría que tendrá
nostalgia por los gobiernos fuertes, el su expresión concreta en América Latina
sueño por el retorno de lo que para otros a través de la imposición de dictaduras
han sido las pesadillas en el pasado. militares en resguardo de la seguridad
continental ante el fantasma del comu-
En Auge y carda del perezjimenismo nismo. El golpe del 24 de noviembre de
de Manuel González Abreu queda des- 1948 se inscribe en el proceso de cre-
truida esa visión idílica sobre los gobier- ciente militarización de las naciones
nos militares. A lo largo de sus páginas latinoamericanas, que está intímamente
se derrumba la imagen de la dictadura vinculado al Tratado Interamericano de
como ejemplo de eficacia administrativa Asistencia RecIproca suscrito en Rlo de
y modelo político al servicio de los inte- Janeiro en 1947.
reses nacionales. Por el contrario, a
través del estudio histórico concreto el Los dictadores latinoamericanos de
autor detecta los mecanismos del fun- esos años se hablan transformado en
cionamiento Intimo del régimen, estre- los "gendarmes necesarios" del siglo XX,
chamente vinculado con los intereses de en el factor indispensable para la
empresarios extranjeros y de algunos "conservación social". Nuevamente es-
sectores internos que lograron enrique- taba en juego el triunfo del orden sobre
cerse gracias a los favores del círculo el "caos" que sobrevendrla con el triunfo
gubernamental. La investigación ha sido de las doctrinas comunistas. El dictador
concebida a partir de la perspectiva militar latinoamericano de la segunda
metodológica propia de la historia eco- posguerra estaba en la obligación de
nómica, cuya esencia radica en descu- destruir a las fuerzas que amenazaban
brir los finos hilos que unen el poder con desestabilizar el sistema y defender
polltico con los intereses económicos y su integridad mediante la aplicación de
captar los matices que definen el perfil la doctrina de la seguridad continental.
de las clases sociales. Estructura políti-
ca, sectores empresariales y capital Manuel González Abreu estudia la
extranjero configuran los ejes de la com- primera etapa del perezjimenismo, des-
pleja red de interrelaciones que se esta- de la "fase de liquidación de bastiones
blecen en el contexto de las nuevas fundamentales de la organización socio-
condiciones mundiales bajo la hegemo- polltica", representados básicamente por
nía norteamericana. los sindicatos obreros y los partidos
políticos, hasta su imposición absoluta
El autor estudia la realidad venezola- en el poder tras el fraude electoral de
na desde la consolidación del régimen 1952. Una vez considerado el proceso
perezjimenista hasta su resquebraja- de fortalecimiento del régimen dictato-
miento y la apertura a la democracia rial, inicia el análisis de la "estrategia
representativa. En primer lugar examina económica empresarial" bajo la tutela de
el papel de las fuerzas armadas en el la dictadura. Con esta finalidad examina
golpe del 18 de octubre de 1945 y la los mecanismos de "acción y coacción"
orientación de las alianzas que a partir del Estado destinados a la
de ese momento se conformaron, to- "manipulación" de los grandes recursos
mando en cuenta las condiciones del provenientes de la explotación petrolera.
cuadro histórico mundial. En tal sentido, El incremento constante de los ingresos
diferencia con precisión el perIodo inme- fiscales, gracias a la favorable coyuntura
Reseflas 295
RESUMENES y ABSTRACTS
RESUMEN
En este trabajo, el autor explora las raíces del desarrollismo a partir de la so-
ciología del desarrollo de inspiración norteamericana y examina los supuestos
teóricos que lo subyacen. Muestra como, en América Latina, los plantea-
mientos desarrollistas sirvieron de justificación de las políticas de industriali-
zación por sustitución de importaciones y como el agotamiento de éstas, esti-
muló críticas de diverso índole, desde las de inspiración neoliberal hasta
aquellas que llegaron a cuestionar el mismo sentido del desarrollo. Finalmen-
te, evalúa críticamente lo que califica como las mutaciones de la teoría del
desarrollo, revisando sucesivamente los planteamiento sobre "desarrollo hu-
mano" del PNUD, y los conceptos de "desarrollo social", "desarrollo sustenta-
ble" y "ajuste con rostro humano".
ABSTRACT
In this article, the author explores the roots of the theory of development and
the suppositions it inherited from North American sociological theory. He ar-
gues that, in Latin America, this theory served to justify import-substitution
industrialization and that the crisis of this economic model stimulated severe
criticisms, covering a spectrum from those inspired in neoliberalism to others
which question the very notion of development. Finally, the article discusses
what the author characterizes as the current transformations of development
theory: "human development", "social development", "sustainable develo-
pment" and "development with a human face".
RESUMEN
Este artículo empieza con el reconocimiento del enorme impacto del discurso
zapatista en los medios masivos de comunicación y el hábil empleo que el
EZLN ha hecho de los mismos. El autor plantea que, a pesar de eso, aún falta
la disposición o interés de ponderar con justeza las reales dimensiones de un
discurso que se acerca con admirable humildad y con extraordinaria sagaci-
dad, a una ruptura con la palabrería cansada de la izquierda obsoleta.
ResúmenesJAbstracts 299
ABSTRACT
This article begins by commenting the enormous impact of the Zapatist dis-
course in the mass media and the intelligent use which the EZLN has made of
them. Nevertheless, the author argues that there is a lamentable reluctance to
recognize the important contribution of a discourse which, with admirable hu-
mility and notable sagacity, breaks with the tired language of an obsolete Left.
RESUMEN
En este artículos, el autor discute las características y la crisis del modelo de
regulación social asociado con el fordismo y el Estado de Bienestar, enfati-
zando el papel de 105 sindicatos y de 105 contratos colectivos. En seguida,
analiza como 105 actuales requerimientos del proceso de acumulación capita-
lista estimuló la búsqueda de formas de f1exibilización de las relaciones labo-
rales y dió lugar a nuevos modelos, sobre todo en las economías más desa-
rrolladas. En el caso de América Latina, se plantea que el argumento neolibe-
ral sobre la f1exibilización, lejos de servir para facilitar la introducción de for-.
mas más eficientes de producción, generalmente justifica una ofensiva gene-
ral diseñada a debilitar el sector laboral.
In this article, the author discusses the characteristics and the crisis of the
model of social regulation associated with the names of Ford, Keynes and the
Welfare State, emphasizing the function of the trade unions and the importan-
ce of collective contracts. He then analyzes how the most recent requirements
of capital accumulation have stimulated the search for a f1exibilization ot labor
relations and the installation of new models, above all in the more developed
economías. In the case of Latín Ameríca, it is argued that the neoliberal case
in favor of f1exibilization, rather than opening up opportunities for more effi-
cient production, normally serves to justify a simple weakening of labor's bar-
gaining power.
300 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
RESUMEN
Partiendo de la conceptualización de Deleuze y Guattari sobre "el espacio liso
y el espacio estriado' o "el espacio nómada y el espacio sedentario", el autor
comenta cómo el desarrollo urbano latinoamericano durante el siglo XX y, en
particular, durante las últimas décadas, ha sido testigo del crecimiento acele-
rado del "espacio liso, nómada" en forma de los barrios de ranchos, asenta-
mientos construidos a partir de invasiones de terrenos y sin planificación. A
diferencia de los slums característicos de las ciudades industriales del siglo
XIX en los países desarrollados, donde las precarias condiciones de infraes-
tructura sanitaria y la inexistencia de servicios comunales se fueron superando
mediante leyes, regulaciones y, sobre todo, por el mejoramiento general de
las condiciones socioeconómicas, los barrios latinoamericanos del siglo XX
tienden a permanecer e incrementarse en condiciones subnormales de urba-
nización yde vida urbana. El artículo termina con algunas reflexiones sobre
las implicaciones de las tendencias actuales para futuras políticas.
ABSTRACT
On the basis of a conceptual proposition offered by Deleuze and Guattari, the
author examines how, during the zo" century and particularly during recent
decades, Latin American urban development has been characterized by an
explosive growth of beatos de ranchos without a mínimum of planning. These
th
barrios cannot be compared with the 19 century slums in the industrial cities
of the developed world, where the precarious sanitary conditions and the gene-
ral lack of communal services was gradually remedied on the basis of laws,
regulations ando above all, thanks to the general improvement of socioecono-
míe conditions. The bemo« tend to remain and grow together with their ínade-
quate infrastructure. Finally, the author offers suggestions on the implications
of thís tendency for future policies.
RESUMEN
El artículo comienza por ubicar la perspectiva ambientológica, diferenciándola
de aquellas del conservacionismo y del contaminacionismo. En seguida, abor-
da la complejidad del entorno en el Alto Orinoco e identifica los principales
ResúmeneslAbstracts 301
ABSTRACT
The article begins explaining the characteristics of the ambientological
approach and differentiating it from the conservationist and contaminationist
traditions. It then broaches the complex nature of the Alto Orinoco region and
identifies the principal actors which affect the natural equilibrium of the area,
highlighting the importance of the Yanomami and indicating the dangers pro-
voked by more recent arrivals such as the Salesian rnissíons, the New Tribes
and the garampeiros, etc. The authors finally suggest how the conservationist
and contaminationist approaches lead to inadequate proposals for the region
and proposes a more integral visión of the problem.
RESUMEN
El autor propone examinar la validez de la tesis según la cual la solución de
los principales problemas de la economía venezolana pasa por una apertura
total e indiscriminada a las inversiones provenientes del exterior. Revisa la
evidencia sobre los motivos que estimulan al capital extranjero a comprometer
inversiones productivas en países subdesarrollados y llega a la conclusión que
éstas no suelen dirigirse a aquellas naciones que se someten a las recetas del
Fondo Monetario Internacional. Allí fluye más bien capital especulativo (como
en los casos de México y Argentina) o se compra empresas locales con el
propósito de asegurar el mercado para la casa matriz, como parece haber sido
el caso mayoritariamente en Europa Oriental. Concluye sugiriendo que, en el
caso venezolano, de no producirse cambios significativos en la orientación de
una política inspirada en este mito, se corren graves riesgos de profundizar la
recesión.
ABSTRACT
The author questions the validity of the thesis that a solution for the principal
problems of the Venezuelan economy requires the indiscriminate reception of
foreign investments. He sifts the evidence on the considerations which snrnu-
late foreign firms to commit productive capital in underdeveloped countries
302 Revista Venezolana de Economfa y Ciencias Sociales
and concludes that these do not favor those that summit themselves to the
application of IMF prescriptions. These latter countries tend to attract specula-
tive capital (as in the cases of Mexico and Argentina) or find that foreign capi-
tal is interested primarily in buying local firms in order to guarantee markets for
the parent firm (as is apparently the general experience in East Europe). The
article concludes suggesting that, in the Venezuelan case, if there is no subs-
tantial change in the actual policíes inspired in an unquestioned faith in foreign
investments, there is a real danger of prolonging the actual economic reces-
sion.
RESUMEN
El artículo comienza registrando el alarmante aumento en las tasas de violen-
cia en las ciudades latinoamericanas durante la última década. Constata que
la violencia, por el número de víctimas o por la magnitud de sus secuelas, ha
adquirido carácter endémico en muchas ciudades o está en proceso de adqui-
rirlo en otras. Argumenta que sería simplista explicar esta expansión de la
violencia solamente por las secuelas de la urbanización acelerada, como pue-
de ser por ejemplo la pobreza, el desempleo o la pérdida de valores tradicio-
nales, por muy importantes que sean estos factores. Explora las implicaciones
de un tipo de desarrollo que caracteriza de deshumanizada, la desintegración
del núcleo familiar, la proliferación del fenómeno de los niños de la calle, la
creciente corrupción, la inoperancia de los sistemas judiciales y la influencia
nefasta de los medios de comunicación y concluye reclamando la búsqueda
urgente de soluciones.
ABSTRACT
This article begins registering the alarming increase in the incidence of violen-
ce in Latin American cities during the last decade. Violence, whether rneasu-
red in terms of the number of victíms or of its consequences, has become
endemic in many citíes and is about to do so in the resto The author argues
that it is simplistic to explain the phenomenon exclusively in terms of the im-
pact of an accelerated process of urbanization with the consequent increase in
poverty and unemployment or the loss of traditional values, however important
these factors may be. He turns his attention to what is characterized as an
inhuman development model, to the disintegration of the family unit, the pro-
liferation of niflos de la calle, the growing corruption, the inadequate coveraqe
of the judicial systems and the negative influence of the mass media. The
article concludes emphasizing the urgent need for solutions.
Resúmenes/Abstracts 303
RESUMEN
El autor presenta el incremento de la violencia en la sociedad brasileña como
una manifestación más de un fenómeno de alcance mundial, ofreciendo in-
formación respecto a las tendencias recientes en los Estados Unidos y en
Europa. Además, sugiere que Brasil difícilmente podría aislarse de las ten-
dencias mundiales, sobre todo porque el país se encuentra dentro del círculo
de las rutas del tráfico internacional de drogas y de otras modalidades de de-
lito organizado a nivel mundial como el contrabando de armas, actividades
éstas donde parece ubicarse la génesis del crecimiento de la violencia global.
Sin embargo, como la magnitud, el mayor o menor peso de las ocurrencias
violentas y su impacto sobre el sistema de justicia varía de acuerdo a las dis-
tintas sociedades y sistemas sociales, el autor dedica el resto del artículo al
análisis de la evidencia disponible sobre el fenómeno en el Brasil.
ABSTRACT
The author suggests that the recent increase in urban violence in Brazil must
be considered as part ot a world-wide phenomenon and offers comparative
information on the tendencies in the United States and Europe. He argues that
Brazil could hardly remain immune, above all because the country forms part
of the international circuit ot drug traffic and of other forms of international
organized crime such as arms smuggling, activities which have undoubtedly
contributed to the overall íncrease in violence. Nevertheless, as the magnitude
ot the problem and its impact on the judicial system varies from country to
country and in function of the different social systems, the rest of the article is
dedicated to the details of the Brazilian experience.
RESUMEN
En este artículo, la autora aborda el complejo problema de la relación entre
criminalidad violenta y drogas ilícitas. Empieza con unas primeras precisiones
conceptuales; luego, muestra cómo el tema tiene una compleja historia que
remonta a las primeras décadas de este siglo, cuando se empieza a criminali-
zar las drogas con las primeras leyes penales sancionadas en Estados Unidos.
Después destaca la importancia del aporte del norteamericano Paul J.
Goldstein al actual debate sobre las distintas manifestaciones de violencia.
304 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
ABSTRACT
In this article, the author explores the complex relationship between violent
crime and the iIIegal drug trade. After the initial conceptual discussion, the
author traces the history of the relatíonship, beginning in the early decades of
the zo" century when the first penal sanctions were introduced in the United
States. Finally, the current state of the debate is presented, underlining the
crucial contribution of the North American Paul J. Goldstein.
RESUMEN
El artículo explica los alcances de un estudio coordinado entre centros de
investigación de varias ciudades latinoamericanas y promovido por la Organi-
zación Panamericana de Salud, que tuvo como propósito homogeneizar técni-
cas y procedimientos de recolección de información y análisis de datos, en
tomo a los aspectos culturales y normativos de la violencia, con el objetivo de
entender las similitudes y las diferencias entre las distintas sociedades de la
región. Los autores ofrecen los primeros resultados, con datos comparativos
sobre la incidencia de asaltos a mano armada, heridos por arma blanca y por
arma de fuego y la proporción de los entrevistados que tiene algún pariente
asesinado. Además, registran evaluaciones subjetivas sobre la eficiencia de la
policía y información sobre la posesión de armas y la disposición de adquirir-
las.
ABSTRACT
This article explains the nature of a study, coordinated by the Panamerican
Health Organization with Research Centers in various Latin American cities,
which is based on the use of identical techniques and processes for obtaining
information on cultural and normative aspects of violence, in order to further
our understanding of the similarities and differences between the societies of
the region. The authors offer their initial results, with comparative information
on the respective rates of armed attacks, gun and knife wounds and the pro-
portion ot the sample interviewed who had had a parent assassinated. Fur-
thermore they offer information on subjective evaluations of police efficiency
and on arms possession and the desire to acquire them.
Resúmenes/Abstracts 305
RESUMEN
Los autores de este artículo ofrecen los primeros resultados de una investiga-
ción sobre violencia en Caracas. Un muestreo elaborado en conformidad con
pautas acordadas con la Organización Panamericana de la Salud, permite
indagar sobre la incidencia relativa de los distintos tipos de violencia, las acti-
tudes frente al fenómeno y su impacto en la vida cotidiana, como también
sobre apreciaciones respecto a la (in)eficacia del sistema de justicia y la dis-
posición de recurrir a formas extra-legales de ajusticiamiento o de armarse.
ABSTRACT
The authors of this article offer preliminary results of a research project on
violence in Caracas. The evidence used is based on a survey elaborated in
accordance with norms established by the Panamerican Health Organization
and permits an analysis of the relative importance of the different types of
criminal violence, attitudes toward the phenomenon and its impact on the sha-
ping of everyday customs. It also reveals information on attitudes toward the
judicial system, the willingness to tolerate extra-judicial solutions such as Iyn-
chings, to buy firearms or to introduce the death sentence.
RESUMEN
Este trabajo comienza examinando las percepciones corrientes sobre el pro-
blema de la violencia criminal en Venezuela. En seguida, revisa las cifras
oficiales sobre la criminalidad en Caracas, donde se refleja el alarmante au-
mento de la criminalidad violenta durante la última década y, en particular,
desde 1989. La parte central del artículo está dedicada a complementar las
cifras oficiales, sobre la base de una investigación más sistemática que aque-
lla de los organismos oficiales, de las fuentes de información disponibles. Fi-
nalmente, la autora ofrece sus propias reflexiones sobre los factores que inci-
den en este auge de la delincuencia violenta.
ABSTRACT
This article begins by registering current perceptions in relation to the problem
of criminal violence in Caracas. It then revises the official statistics on violent
crime during the last decade, with particular attention to the period after 1989,
306 Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales
and offers the results ot a research project which serves to complement the
official data. Finally the author offers her own interpretation of the causes of
the recent crime wave.
RESUMEN
Históricamente las mujeres han constituido una proporción sumamente redu-
cida de la población encarcelada. Además, en la literatura sobre el problema
del tráfico de estupefacientes, se ha prestado poca atención al papel de la
mujer. Sin embargo, en Venezuela durante la última década, la proporción de
mujeres entre el total de reclusos se ha duplicado (de 3% a 6%) y la mayoría
de ellas están acusadas de delitos relacionados con el tráfico de drogas. Esta
circunstancia lleva a la autora a replantear la relación mujer/drogas y, en tér-
minos más generales, la cuestión mujer/criminalidad y a sugerir las líneas de
investigación que se abren al respecto.
ABSTRACT
Traditionally, women have accounted for a very reduced proportion of the
imprisoned population. Furthermore, the literature on the drug traffic has paíd
almost no attention to the role of women. Nevertheless, in Venezuela during
the last decade, the proportion of women in the overall jail population has dou-
bled (from 3% to 6%) and the majority are detained for crimes related to drug
trafficking. This leads the author to underline the need to reexamine the reía-
tion women/drugs and, in more general terms, the question women/criminality
and to suggest potential areas for research.
Rev. Venez. de Economfa y Ciencias Sociales Vol. 3 N° 2-3 (abr-sept), pp. 307-309
COLABORADORES
IADORNO, Sergio I
Brasileño, investigador del Centro de Estudos da Violencia, del Rectorado de
la Universidad de Sao Paulo.
IALVIAREZ, Yelitza
Socióloga venezolana, investigadora del Centro de Estudios Integrales del
Ambiente (CENAMB), de la Universidad Central de Venezuela.
IAVILA, Oiga I
Venezolana con maestría en Psicología. Investigadora del Laboratorio de
Ciencias Sociales (LACSO), Universidad Central de Venezuela.
IBANKO, Katalina
Historiadora de origen argentina, actualmente profesora de la Maestría en
Historia de América Latina Contemporánea y de la Escuela de Economía en
la Universidad Central de Venezuela.
IBRICEÑO-LEÓN, Roberto I
Sociólogo venezolano con un doctorado en Ciencias Sociales de la
Universidad Central de Venezuela. Es Director del Laboratorio de Ciencias
Sociales (LACSO) de la misma universidad.
ICAMARDIEL, Alberto
Venezolano con Maestría en Estadística y profesor del Postgrado en
Estadística de la Universidad Central de Venezuela.
1 DEROUX, Gustavo I
Investigador colombiano, director del Centro de Investigaciones de Salud y
Violencia, Universidad del Valle, Cali.
IITURRIZA, Reinaldo I
Estudiante de la Escuela de Sociología de la Universidad Central de
Venezuela. El artículo es producto de un Taller de Investigación sobre Los
Discursos Políticos en el México Contemporáneo.
1JAUA, Elías
Sociólogo venezolano e investigador en el Instituto de Investigaciones en
Comunicación (ININCO) de la Universidad Central de Venezuela.
IMARCANO, Luis 1
Arquitecto, investigador venezolano del Instituto de Urbanismo, Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.
IMcALlSTER, Alfred I
Regional Advisor on Violence and Health, Panamerican Health Organization,
Health Behavior and Lifestyle Program, Washington D.C.
IOVIEDO, Enrique
Investigador chileno en Sur Profesionales, Santiago de Chile
IVALECILLOS, Héctor I
Economista venezolano. Profesor e investigador del Instituto de
Investigaciones, Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad
Central de Venezuela. Asesor de la Central de Trabajadores de Venezuela.
IZUBILLAGA, Verónica I
Socióloga venezolana e investigadora del Laboratorio de Ciencias Sociales
(LACSO) de la Universidad Central de Venezuela.
REVISTA VENEZOLANA DE ECONOMíA y CIENCIAS SOCIALES
INS1RUCCIONES
PARA LA PRIESIENTACION
DEORIGINALES
1. Los artículos sometidos a la consideración del Comité Editorial deben ser inéditos. Se
pide el texto en diskette, preparado en procesador de palabras (sistema operativo MS DOS, Word
Perfect o convertido al formato ASCII» para su lectura en una computadora IBM o compatible,
junto con dos copias a doble espacio en papel tamaño carta
2. El texto debe presentarse en base a 25 líneas de 70 espacios por página. Tanto los
subtítulos, como la ubicación en el texto de cuadros o tablas, deben ser claramente indicados.
Cada cuadro o tabla debe presentarse en hoja aparte colocado con su debida identificación al final
del texto. Las notas también deben aparecer debidamente enumeradas al final del artículo. Las
referencias bibliográficas deben incorporarse en el mismo texto según las normas del sistema
«Harvard» colocando entre paréntesis el apellido del autor, coma, año de publicación, coma,
página(s). Ejemplo: (Lévi-Strauss, 1979, 22-25). Según el mismo sistema, la bibliografía
colocada al final del artículo se ordena alfabéticamente según el apellido de los autores. En caso
de registrarse varias publicaciones de un mismo autor, éstas se ordenan cronológicamente, es
decir, en el orden en que fueron publicadas. Cuando un mismo autor tiene más de una publicación
en un mismo año, se mantiene el orden cronológico, diferenciándose las referencias de este
mismo año utilizando letras: ejemplo (1978c). En todo caso, las referencias deben ser registradas
en la bibliografía, presentándose la información de rigor en el orden y de la manera siguientes:
PARA LIBROS, apellido(s), nombre(s), año de publicación (entre paréntesis), título, lugar de
publicación, casa editora, páginas; y PARA ARTICULaS, apellidos, nombres, año (entre
paréntesis), título (entrecomillado), nombre de la revista, volumen, número, lugar de publica-
ción, páginas. Ejemplo: Tedesco, Juan Carlos (1993a). «Universidad y clases sociales: el caso
argentino», Revista Latinoamericana de Ciencias Políticas, Vol. 3, n° 2, Buenos Aires, pp. 197-
227.
3. La extensión de los artículos no debe exceder 30 páginas (o 50.000 bytes), si bien el
Comité Editorial podría admitir flexibilidad en caso de que el interés del tema lo amerite.
4. Los autores deberán enviar junto con sus artículos, un resumen de 6 a 10 líneas del
artículo y otro de 6-8 1. neas de SL s datos personales (incluyendo: (1) lugar o lugares donde está
destacado, (2) breve lista de sus obrr.s más importantes).
5. Los originales que el Comité Editorial considera potencialmente apropiados para su
publicación en la Revista serán sometido al arbitraje de especialistas en el tema y los comentarios
remitidos al autor junto con cualquier sugerencia de la Dirección de la Revista.
6. El Comité Editorial se reserva el derecho de aceptar o rechazar los artículos sometidos
o a condicionar su aceptación a la introducción de modificaciones.
7. Los autores de los artículos publicados recibirán cinco ejemplares de la revista en que
aparece su artículo y una suscripción a la revista por un año.
PUBLICACIONES DE LA
DIRECCION DE COORDINACION
DE EXTENSION
FACES-UCV
ALA VENTAENLALIDREIUAFACES-UCV
Planta bajadelEdificio FACES
CENTRO DE DOCUMENTACION <<MAX FLORES DIAZ»
SERVICIOS
CONVENIOS INTERINSTITUCIONALES
HORARIODE SERVICIO
lEi
~~
~~.vt~~~W
REVISTA
POLITEIA
POLITEIA es la publicación periódica arbitrada del Instituto de Estudios Políticos de la
Universidad Central de Venezuela, y está abierta a todas las corrientes del pensamiento,
especialmente en el área de las Ciencias Pollticas y sobre aspectos relativos a América
Latina.
En cada número se publican los resultados de los trabajosde los investigadores asociados a
este centro de investigaciones.. asl como también contribuciones, ensayos, artículos-e
informaciones referidas principalmente a las Ciencias Políticas, y en general a las Ciencias
Sociales.
Sus artículos son reseñados en las siguientes· bases de datos: DARE de la UNESCO,
disponible también en el CD·RO~ UNESCO, enlinea vfa ECHO r'host"de la Comisión de
las Comunidades Europeas, Luxemburgo).
SUSClUPCIONES 1996:
INDIVIDUAL INSTITUCIONAL
Venezuela Bs. 5.000,00 Bs. 6.000,00
América Latina USS40,OO USS.45,OO
Resto delMundo USS45,OO US$.50,OO
eFal'or emitir cheque de gereucla no c.odo.ablc, la nombre de la Facultad de Clcnciu
JurldicllJ y Políllcu de la uc,V.
DlRECCION
Universiclad Central de Venezueta. Facultad de Ciencias lur1d.icas y Pollticas. Instituto de Estudios
PoUticos. Ciudad UnivcrsJlaria, Los Chaguaramos. TlfIFax: '8-2-60'2382-{236.5). caracas-
Venezuela.
c-mail:aalvarezlWDo.conkit.vc:.
También puede enviar su corrcspoodencla al apartado de Correos 61.591.
Chacao-Edo.Miranda. Venezuela.
MARZO-ABRIL 1997 NR 148
Director: Heidulf Schmidt
Jefe de Redacción: S. Chejfec
COYUNTURA: Carlos Iván Degregori. Perú. Más allá de la toma de rehenes.Guillermo Waksman. Uruguay, La
izquierda avanza hacia el gobierno. APORTES: Manuel Antonio Garretón. Revisando las transiciones democrá-
ticas en América Latina. Nora Segura Escobar / Donny Meertens. Desarraigo, género y desplazamiento interno
en Colombia. María Luisa Ramos. Creencias y valores de los parlamentarios en Venezuela. TEMA CENTRAL:
ESTADOS y ACTORES EN UN MUNDO COMPLEJO. Héctor-León Moncayo. Los movimientos sociales entre
la condicionalidad y la globalización. James N. Rosenau. Demasiadas cosas a la vez: la teoría de la complejidad
y los asuntos mundiales. Benjamín Schwarz. Estados Unidos y la dirección el mundo. Juan Gabriel Tokatllim.
Condicionalidad y certificación. El caso de Colombia. Iban de Rementería. Los mercados agrícolas y el medio
ambiente. Elmar Riimpczyk. Biodiversidad ¿una última oportunidad para el Sur? John D. French. Comercio y
trabajo en el mundo. Hacia la cláusula social. Ronaldo Munck. Dilemas laborales y sindicales.
TARIFAS DE SUSCRIPCIÓN
(2 números al año)
Nombre:
Dirección;
4. PROGRAMA PARA CUBRIR CONnNGENCIAS: Que se presenten en !a actividad de investigación. Las investigadores
pueden solicitar este tipo de ayuda una vez cada dos (2j años.
Límitede financiamiento; Bs. 200.000,00.
6. TESIS DE POSTGRADO: Límite de financiamiento: Bs. 60.000,00 paro las Tesisde Maestrías y Especializaciones
y Bs. 80.000,00 para TesisDoctarol.
2. BECAS PARA EGRESADOS DE lA UCV: Aplica sólo para los fbstgrados de la UC.V, reconocidos par la Comisión
de Estudias de Postgrados. Modalidodes:
2. l.- PROGRAiVIA BECAEGRESADOS CON MENCION HONORIFICA
2.2.- PROGRAiVIA SUBVENCION MATRICULA-EGRESADOS
2.3.- PROGRAiVIA DECREDITO EDUCATIVO O BECACREDlTO
PUBLICACIONES .. ,'
1. PUBUCACIONES DE UBROS: Apoya la divulgaciónde los resultcdos de investigación del personal docenle
y de investigación en publicaciones especializadas.
@>
SEDE DEL CONSEJO DE DESARROLLO CIEfrnFICO y HUMANlmCO
Av. P~¡ncipal de la Floresta crucecon ~v. José Féltx Sosa, Oto. Silente.
Tells.. 284.76.66 - 284.72.22. Fax. 285.11.04
FONDO BIBLIOGRÁFICO SOBRE
AMÉRICA lLATINA-CIENCIAS SOCIALES (FOBAlL-CS)
PUBLICACIONES
En abril de 1989 se inició la edición del Boletín trimestral' Sumarios de Revistas FOBAL-
CS'. Dicho boletín agrupa las tablas de contenidos de las publicaciones periódicas del FOBAL-
CS que han ingresado desde el segundo semestre de 1988. Con ello el usuario podrá localizar
y solicitar los artículos que sean de su interés desde cualquiera de los centros integrados al
programa Actualmente se plantea la posibilidad de hacer la información acumulada disponible
para los usuarios a través de diskettes. (Para más información se puede dirigir a la Coordinación
REDINSE, Residencia l-A. FACES, UCV, tIf.: 662.83.15.)
Sobre la base de un Convenio suscrito entre la FACES y la Biblioteca Nacional en enero
de 1993, se ha dado inicio a la publicación de una Serie Bibliográfica FOBAL-CS que
contempla la edición de dos tomos por año. Está circulando ya el primer número dedicado a la
Revolución Cubana, preparado por el profesor Dick Parker y están en preparación tomos sobre
El Caribe Anglófono (del Profesor Andrés Serbín), sobre la actual discusión en tomo a la
Democracia en América Latina (del Prof. Edgardo Lander), sobre los Debates Centrales en las
Ciencias Sociales Latinoamericanas (de la Profesora lrayma Camejo), y otro sobre Colombia
---------------------------------~-------
Nombre
Institución
Domicilio
Ciudad, estado y pars _
Código postal Teléfono _
Fax .Tipode suscripción _
Fecha Finna ,...- _
Suscripciones:
Institucional: Venezuela Bs. 4500 Individual: Venezuela Bs. 3400
Exterior $ 30 Exterior $ 20
Impreso en Venezuela por
MIGUEL ANGEL GARCIA E HIJO, S.R.L.
Sur 15, N" 107, El Conde
Telf.: 576.13.62 - Caracas
Próximo número
REINALDO ITURRIZA LOPEZ EL DISCURSO POLmCO DEL EJERCITO ZAPATISTA DELIBERACION NACIONAL
EllAS JAUAMILANO DELFORDISMO A LA FLEXIBILIDAD LABORAL: SUPUESTOS, CRISIS
Y REALIDADES DELA REGULACION SOCIAL
LUIS F. MARCANO GONZALEZ MODELO URBANO: EL BARRIO DERANCHOS, UNA MANERA DEHABITAR
LACIUDAD
ANTONIO DELISIO YYEUlZA ALVlAREZ CONFLICTOS y CONSENSOS SOCIALES EN ELUSO DELOS RECURSOS
NATURALES DEL ALTO ORINOCO: UNA APROXIMACION AMBIENTOLOGICA
HECTOR VALECILLOS ¿PODRA SALVARNOS LA INVERSION EXTRANJERA?
RESEÑAS - RESUMENES/ABSTRACTS