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Ensayo Rebelión en La Granja

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO DE SUCRE
CUMANÁ, ESTADO SUCRE

COMPARACIÓN DE LA FÁBULA “REBELIÓN EN LA GRANJA” ESCRITA


POR GEORGE ORWELL CON LA SITUACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA Y
SOCIAL EN VENEZUELA ACTUALMENTE.

(ENSAYO)

PROF.: BACHILLER:
LUIS ALARCÓN GARCÍA EUNESMI
PROBLEMÁTICA DEL DESARROLLO V-26.293.468
SOCIOECONÓMICO DE VENEZUELA

CUMANÁ, MARZO 2021


ENSAYO SOBRE EL LIBRO REBELIÓN EN LA GRAJA DE GEORGE

ORWELL (1945)

La obra literaria perteneciente al género fábula “Rebelión en la Granja”

desvelada por el escritor del británico George Orwell publicada en el año 1945,

quien en su obra presenta mediante una especie de alegoría y en forma

satírica, una dura crítica a los gobiernos de índole totalitaria.

Cabe destacar, que este libro fue considerado en el momento de su

publicación, como una crítica bastante contundente al régimen estalinista, y

que además, impidió durante mucho tiempo, su publicación.

Esta alegoría transmite en un lenguaje metafórico, cómo una revolución

puede modificar u modelo político, sin importar que este esté asentado desde

varias generaciones atrás. Incluso, plantea la idea de cómo hasta los gobiernos

más “íntegros” pueden ser infestados y corroídos por la corrupción, cuando

eligen malos líderes.

Orwell en esta obra, narra los hechos acontecidos durante la rebelión de los

animales de la granja de la familia Jones, la granja “Manor”, propiedad del Sr.

Jones, tras la revuelta de los animales, lograron expulsar a los humanos que

utilizaban inescrupulosamente a los animales de dicha granja, y que además

eran explotados. Además, se crearon leyes, donde se declaraba la enemistad


con el hombre y sus costumbres, a no adoptar ningún vicio o costumbre de los

humanos, y recordar que todos los animales siempre serán iguales y deberán

ser respetados por igual, en otras palabras todos los animales .tendrían los

mismos derechos, sin excepción alguna.

Asimismo, nos comenta cómo los animales de la granja alentados por la

desatención de su amo, el Sr. Jones, implantaron su propio modelo político al

que llamaron “Animalismo” y podríamos decir que era una réplica idéntica del

socialismo, donde ellos mismo dirigirían la granja con igualdad. El cerdo

Wllingdon Beaty también llamado cerdo mayor, era el más viejo y sabio de

todos los animales, y fue el promotor de la idea de tomar el control, cuyos

ideales cautivaron la mayoría de los animales de la granja y les pareció

magnífica a excepción del burro Benjamín, que su único función principal en la

vida era ser un sinvergüenza y Mollie la yegua, que era vanidosa y

extremadamente perezosa.

Esta rebelión fue motivada por el cerdo más viejo de la granja, el “Viejo

Mayor”, quien explicó a los animales de la granja el sueño que este tenía,,

además de infundirle sus ideales para lograr la libertad y derrotar a los

humanos y erradicar por completo su opresión.

El viejo mayor falleció, pero dejó como herencia sus ideales al resto de los

animales, en el discurso en la granja les dijo:


“¡Trabajar noche y día, con cuerpo y alma, para derrocar a la raza
humana! Ése es mi mensaje, camaradas: ¡Rebelión! Yo no sé
cuándo vendrá esa rebelión; quizá dentro de una semana o dentro
de cien años; pero sí sé, tan seguro como veo esta paja bajo mis
patas, que tarde o temprano se hará justicia”. (P.22)

Lastimosamente, el “Viejo Mayor” no alcanzó a ver los frutos que había


sembrado, pues días después de haber pronunciado sus palabras al resto,
falleció.

La rebelión no se hizo esperar, en poco tiempo debido a la inestable vida

que tenían los animales, se rebelaron contra del Sr. Jones y sus trabajadores,

desterrándolos por completo de la granja, cuyo alzamiento lo podríamos

calificar como un golpe de Estado.

Después de esta rebelión de los animales y el destierro de la familia Jones,

los cerdos, que eran los animales más inteligentes y con una buena memoria,

asumieron el liderazgo y la administración de la granja. Snowball era quien

estaba a la cabeza del grupo, pues el tenia buenas ideas y era el más

inteligente de todos.

Snowball, fue quien promulgó el asentamiento de las siete reglas animales,

que regirían el “animalismo” y todos empiezan a vivir este nuevo proyecto, en el

que todos ponían todo su empeño y comían hasta llenarse.

Sin embargo, no todos los animales eran íntegros, algunos cerdos se

aprovechaban detrás de la figura de Snowball y rompían las reglas y comían


más que los demás animales. Además, habían animales que obviaban las

reglas para poder evadir el trabajo como la gata y la yegua Mollie, quienes se

escabullían durante todo el día y solo aparecían a la hora de comer. Sin

embargo, a los animales se les había dejado un mensaje de igualdad, donde

las jerarquías todos tuvieran las mismas condiciones, es decir, todos debían

trabajar en igualdad de condiciones para gozar los frutos a partes iguales.

Los siete mandamientos animales establecidos por Snowball fueron los

siguientes:

“Todo lo que caminara sobre dos pies sería el enemigo.

Todo lo que caminara sobre cuatro patas o tenga alas sería


amigo.

Los animales no usarían ropa.

Los animales no podrían dormir en camas.

Los animales no beberían alcohol.

Ningún animal mataría a otro.

Todos, absolutamente todos los animales, serían iguales”.


(P.30)

Estas eran las leyes del “animalismo” instaurados en la granja. En un

principio, los animales cumplían las reglas, Napoleón y Snowball eran quienes

daban las propuestas a los demás animales. El primero siempre quería


imponer su voluntad, mientras que el segundo deseaba ayudar a los demás

dándole apoyo, enseñanzas y poniendo orden. Snowball era quien debido a su

gran inteligencia, lideraba todo tipo de actividades en la granja pero claro sin

antes entrar en discusión con Napoleón, quien gozaba de un poder de

convencimiento bastante alto, muchas veces podía salirse con la suya.

Los animales de la granja fueron enseñados a leer y a recibir educación,

operaciones matemáticas, sin embargo pocos aprendieron perfectamente. Los

cerdos, fueron quienes aprendieron todo y quienes impartían los conocimientos

con los demás. Sin embargo, luego de que Napoleón se hiciera con el poder,

los hijos de los cerdos aprendían aparte y ningún animal de otra especie se

podía acercar a ellos.

Los granja del Sr. Jones “Granja Animal”, fue renombrada como “Granja

Animal”. En un intento por recuperar sus propiedades, acompañado por media

docena de hombres, se enfrentó a los animales en la que los cerdos llamaron

“Batalla del Establo de las Vacas”. En dicho enfrentamiento resultaron

ganadores los animales, Donde Snowball y Boxer, quien era un mayestático

caballo, fueron premiados por su loable lucha en la batalla.

Napoleón se sentía opacado por las brillantes propuestas de Snowball, este

fue invadido por la ambición de poder y decide revelarse y destruir los planes

de Snowball, para ello utilizó un ejército privado de perros, que él mismo había
cuidado desde que fueron destetados, para poder tomar el control y liderar la

granja, cuyo objetivo acabó logrando.

Al inicio de la administración de Napoleón todo marchaba bien, pero a

medida que el tiempo corría, los animales comenzaron a ser explotados sin

inmisericordemente y su calidad de vida en la granja disminuyó

considerablemente. Se habían tergiversado aquellos ideales de igualdad con

que se inició el proyecto de rebelión y Napoleón culpaba de todos los males al

anterior y desterrado líder, Snowball. Convirtiendo a Snowball, ante los ojos de

los demás animales, como un enemigo del animalismo. Sin embargo, muchos

animales negaban esta posibilidad, pues aseguraban haberlo conocido bien.

Napoleón convenció con su poder verbal a los animales de la granja de que

Snowball era un conspirador.

De igual forma, comenzó a ejecutar las ideas de Snowball, como lo fue la

construcción del molino de viento que permitiría a los animales a protegerse del

frío durante la temporada de invierno y que además, de hacer funcionar

maquinarias que alivianarían el trabajo que los animales ejecutaban.

Los chanchos poco a poco se convirtieron en un grupo de clase elitista de la

granja, al punto que los cachorros del resto de los animales tenían prohibido

relacionarse con los suyos y fueron adoptando de manera paulatina las

costumbres de los hombres, que además, estaban totalmente prohibidas por

los mandamientos instaurados.


Incluso muchos animales fueron asesinados, acusándoles de conspiradores,

asesinatos que se podría decir que era una terrible violación de las reglas que

ellos mismos habían concertado, y por ende, de los derechos que se le habían

dado a los animales.

Cabe destacar que a medida que transcurría el tiempo, Napoleón y sus

secuaces fueron modificando las reglas con el propósito de manipularlas a su

favor. Y poder hacer y deshacer a su antojo.

Los cerdos comenzaron a controlar absolutamente toda la información que

llegaba a los demás animales de la granja. Además, de manipularla a su

conveniencia. Esto hacía que los animales quedaran muy confundidos y

terminaban por someterse a lo que el “líder” les dictaminaba.

Incluso, Boxer, el majestuoso caballo, respondía a todo con una frase que

técnicamente se convirtió en su chacra: “Debo trabajar más, debo trabajar

más.” El equino repetía esta frase una y otra vez, sin darle importancia a la

transgresión de sus derechos.

Otra de las calamidades que sufrieron los animales fue el racionamiento de

los alimentos debido a la deficiente producción y por ende existencia de este

recurso necesario. A los animales se les había reducido la porción de comida,

menos a los cerdos, quienes vivían cómodamente, de hecho, eran los únicos

que gozaban del privilegio de comer más que los demás.


De igual manera, se hubo recogido la cosecha del árbol de manzanas y

todos los frutos fueron destinados al consumo de los cerdos. Los demás

animales no recibieron manzana alguna de la cosecha. Lo mismo sucedía con

la leche de las vacas. Esta fue la justificación de la desviación de las manzanas

y la desaparición de la leche de los establos:

“—Camaradas —gritó—, imagino que no supondréis que


nosotros los cerdos estamos haciendo esto con un espíritu de
egoísmo y de privilegio. Muchos de nosotros, en realidad,
tenemos aversión a la leche y a las manzanas. A mí
personalmente no me agradan. Nuestro único objeto al comer
estos alimentos es preservar nuestra salud. La leche y las
manzanas (esto ha sido demostrado por la Ciencia,
camaradas) contienen substancias absolutamente necesarias
para la salud del cerdo. Nosotros, los cerdos, trabajamos con
el cerebro. Toda la administración y organización de esta
granja depende de nosotros. Día y noche estamos velando
por vuestra felicidad”.(P.35)

Además, los animales de la granja fueron obligados a trabajar incontables

horas al día, sin descansos y en condiciones deplorables, lo que podríamos

considerar como esclavitud, solo que tenían medio domingo para “descansar”.

El líder Napoleón, tenía la pretensión de hacer creer al resto de los animales,

sobre todo a los de poca inteligencia y memoria, que con los humanos, mal

vivían y no tenían derecho alguno. Squealer, quien fungía como el lacayo y

emisario de Napoleón, siempre narraba discursos, donde ilustraba a los

animales sobre “cifras de progreso” que al ser contrastadas con la realidad, no

se veían materializadas, porque la granja ya no tenía el mismo auge de


productividad, que cuando era administrada por los humanos, los Jones.

Squealer se encargaba de manipular y persuadir a los demás animales,

haciéndoles creer que Napoleón era un líder muy bueno y un gran trabajador,

que siempre se preocupaba por el bienestar de todos los animales. Cuando en

realidad, era todo lo contrario y este vivía de manera ostentosa.

Incluso, cuando algo surgía algún infortunio en la granja por los errores y la

pésima gerencia de sus gobernantes, Napoleón le echaba la culpa a Snowball

a pesar de que ya había pasado bastante tiempo lego de haberlo desterrado de

la “granja Animal”. También es importante resaltar que la matanza de los

animales, ordenada por el mismísimo Napoleón, fue justificada bajo el alegato

de que estos tenían pensamientos adversos al líder y se oponían a las

ordenanzas de Napoleón.

“Todas las noches, se decía, él se introducía al amparo de la


oscuridad y hacía toda clase de daños. Robaba el maíz,
volcaba los cubos de leche, rompía los huevos, pisoteaba los
semilleros, roía la corteza de los árboles frutales”. (P.56)

Los animales viejos fueron aislados, esto debido que ya no estaban aptos

para trabajar, les suprimieron todos los beneficios de jubilación que en sus

inicios tenían, su calidad de vida decayó estrepitosamente y sus espacios de

esparcimiento fueron utilizados para sembrar cebada

“Ahora que el campito de detrás de la huerta se había


destinado para la cebada, circulaba el rumor de que
alambrarían un rincón de la pradera larga, convirtiéndolo en
campo donde pastarían los animales jubilados”. (P.70)
Sin embargo, ese rumor, nunca se convirtió en realidad. Los animales viejos

se quedaron sin espacios para recrearse.

Cabe destacar, que la cebada fue destinada única y exclusivamente para el

consumo de los cerdos.

“Los animales husmearon hambrientos y se preguntaron si se


les estaba preparando un pienso caliente para la cena. Pero
no apareció ningún pienso caliente, y el domingo siguiente se
anunció que desde ese momento toda la cebada sería
reservada para los cerdos”. (P.71)

Asimismo, Napoleón envió a anunciar que todos los días, los cerdos

recibirían diariamente una ración de cerveza, cosa que también estaba

prohibido en el reglamento.

Otra violación a las reglas del “animalismo”, fueron los acuerdos que, pese a

la mala gestión de Napoleón, se vio en la necesidad de pactar con los

humanos. Esto motivado a las altas carencias de recursos, la ineptitud de

Napoleón y su mala gestión. Esta relación con los hombres, fue juzgada por

todos los animales de la granja ya que iba en contra de los principios del

“animalismo”.

“…se divulgó que Napoleón había convenido en vender la


pila de madera al señor Pilkington; también había de
celebrarse un convenio formal para el intercambio de ciertos
productos entre «Granja Animal» y Foxwood. Las relaciones
entre Napoleón y Pilkington, aunque conducidas únicamente
por intermedio de Whymper, eran casi amistosas.” (P.64)

A pesar de que esta obra es una fábula, siete décadas después de su

publicación, se puede decir que Venezuela está protagonizando la réplica de

esta historia, en las dos últimas décadas el gobierno se ha comportado de la

misma manera que se describe en el libro, mermando la calidad de vida y

violando los derechos de sus ciudadanos, mientras ellos cada día viven más

cómodos y se enriquecen a costa de los recursos del país.

De igual manera, en los últimos años se ha evidenciado cómo han

pretendido persuadir a la ciudadanía, alegando que en gobiernos anteriores las

personas vivían en malas condiciones, que no tenían derechos a nada. Y a raíz

de la esperanza de cambio que vivía Venezuela desde el año 1958, debido a la

crisis política que atravesaba desde entonces, eligieron a aquel líder político

que surgió, comandando aquel golpe de estado del 4 de febrero de 1992.

El discurso manejado por dicho personaje, fue la inclusión, la igualdad, el

rescate de la Nación y fue el inicio de la instauración del modelo político que

actualmente se padece, lo llamaron ‘’Socialismo del siglo XXI’’, y que a lo largo

de su instancia, han intentado convencer a la población que han sido ellos,

quienes el que les ha dado todos los bienes que poseen.

Recordamos aquellas palabras de Hugo Chávez, donde expresó:


“Seguiremos batallando por la verdadera unidad e integración
de nuestros pueblos, pero no es con el imperialismo que
vamos a integrarnos. Bastante daño le ha hecho el imperio al
proyecto de Bolívar”.

En la actualidad esas palabras, quedaron al aire, puesto que, el mismo país

está desunido completamente e incluso, ya no posee las mismas relaciones

con gran parte de la comunidad internacional. La pregunta sería, ¿Es

conveniente esta situación para el país? En lo particular, podemos decir que

no, esto influye negativamente en el desarrollo económico y social de la nación.

No podemos quitar el hecho de que en un inicio, las cosas marcharon bien y

se denotó una ligera mejoría con respecto a la opresión y desigualdad social

que vivía el país con respecto a las gestiones anteriores, incluso en el factor

económico.

Pero así como subió como la espuma, velozmente las cosas fueron

cambiando negativamente y, a medida que el tiempo fue transcurriendo, aquel

discurso de esperanzas, de unión, de igualdad social, se fue transformando en

lo contrario, en un discurso déspota, de odio y se ha contagiado de una

enfermedad degenerativa en todo gobierno, la corrupción.

Así como napoleón se valió de los perros que había criado, el gobierno

venezolano para la consumación de su régimen, ha contado con el respaldo y

fuerza de los cuerpos de seguridad de la Nación, quienes han llegado a

asesinar a todo aquel que se le oponga. Así como Orwell lo narra en su

historia.
Incluso, técnicamente ha desterrado a miembros de su equipo tildándolos

de traidores y exponiéndolos al escarnio público como conspiradores, como

enemigos de la Revolución.

Así como Napoleón acusaba a Snowball de todas las irregularidades que se

presentaban en la granja Animal, actúa el Gobierno Nacional, cuando se

desata alguna calamidad en nuestro país, siempre la culpa es de todo el

mundo, menos de ellos. Siempre se busca un culpable ajeno a la “Revolución”,

o es la oposición venezolana, o es el imperio Yankee, pero nunca será la mala

administración de los recursos que ellos ejecutan al patrimonio nacional.

Un ejemplo común de esto, es la deficiencia en el servicio eléctrico nacional,

años atrás se le culpaba al fenómeno del “niño”, porque los embalses de agua

estaban secos, debido a la inexistente lluvia, con el inicio de las lluvia,

continuaba la misma falla, pero luego culparon a los animales silvestres, luego

sería el imperio que saboteaba el sistema eléctrico. Sin embargo, nunca se han

pronunciado públicamente para reconocer las fallas en su gestión y aceptar

que el mantenimiento preventivo es prácticamente inexistente.

Cuando los productos alimenticios que integran la canasta básica se

empezaron a escasear, la culpa era del imperio, del bloqueo y las sanciones.

Lo que nunca se ha dicho, es que ese déficit de alimentos se debe a la

inseguridad jurídica que tenían las empresas. Todo el proceso de expropiación

de empresas productoras de alimentos, alentó a que la mayoría de las

empresas vendieran sus activos y se fueran del país. Entonces, es oportuno


decir que fue una política mal aplicada, las empresas expropiadas dejaron de

producir en su mayoría.

Otro de los factores que influyó en la producción de la empresa privada,

fueron las políticas cambiarias. Sabemos, muy bien que la materia prima que

se produce en el país nunca ha satisfecho la demanda requerida por el sector

productivo, razón por la cual, los productores acuden a la importación de la

materia prima faltante. El Gobierno comenzó a implementar distintas tasas de

de cambio y en las llamadas subastas diarias que se realizaban, las empresas

debían egresar cada vez sumas más altas de bolívares a fin de poder importar

la mercancía necesaria y cubrir la cuota de producción. Factor que impacta en

el costo de producción de los bienes.

Esto obviamente ha alimentado durante tantos años la monstruosa

hiperinflación que sufre el venezolano para poder “surtir” sus despensas de

alimentos. Entonces, esta situación refleja claramente la mala gerencia a la que

está sometido el país.

Igualmente podemos tocar las condiciones a las que están obligados a

trabajar los venezolanos. Ganando un sueldo actual que no alcanza para cubrir

el costo de su alimentación como gasto principal, porque no estamos contando

con el resto de las necesidades de aseo personal, vestuario, salud,

esparcimiento y demás. Perfectamente se puede comparar con las condiciones

de esclavitud a las que eran sometidos los animales de la granja. El sueldo de

un trabajador no alcanza para absolutamente nada.


Actualmente, el sueldo mínimo venezolano es de 1 millón 800 mil bolívares,

y el precio de un kilogramo de harina de maíz oscila entre 1 millón 700 mil y 2

millones de bolívares. ¿Es posible mantener hoy en día una familia con un

sueldo de 1.800.000,00 de bolívares en Venezuela? Es totalmente imposible.

Para hacer la comprensión más simple, un pasaje en el transporte público está

en 100.000 bolívares. Supongamos que una persona paga dos pasajes diarios

para trasladarse a su lugar de trabajo, debe desembolsar 200.000 bolívares.

Esto implica un gasto al mes de 4 millones 800 mil. ¿Gana un venezolano para

cubrir el gasto de transporte y alimentarse adecuadamente? Absolutamente no.

Ahora hablemos de las manzanas y las cebadas que destinaron para los

cerdos. Hoy en día mientras un ciudadano común, metafóricamente se mata

para obtener dinero extra y poder servir un plato de alimento en sus hogares.

Los cerdos acaparan todas las manzanas y cebada en sus hogares. Una

pequeña porción del país, es la que tiene acceso a una alimentación adecuada,

vestuario en condiciones, los mejores servicios de salud, transporte particular y

viven como reyes.

Incluso, sus hijos, son tratados como las crías de los cerdos en la “granja

animal”, no se mezclan con cualquiera, hacen viajes y disfrutan en el “imperio”;

“menospreciado” por nuestros gobernantes, estudian en las mejores

universidades del mundo, gozan de todos los beneficios que un venezolano

que devenga un sueldo mínimo mensual pueda darle a sus hijos. Si, ellos se

comen las manzanas que deberían ser para todos los venezolanos.
Cuando alguien del Gobierno enferma, o alguno de sus familiares, tienen la

mejor atención, acuden a los mejores servicios de salud privados, viajan a

tratarse fuera del país, tienen la facilidad transportarse tranquilamente. Sin

embargo, cuando uno de nuestros familiares se enferma de gravedad, nos toca

rezar para que no se compliquen más las cosas. Le llevamos en un vehículo

particular de cualquier persona que nos tienda la mano, encontramos las

instalaciones hospitalarias en condiciones deplorables, casi nunca

encontramos un médico que atienda a tiempo una emergencia, no hay

existencia de medicamentos e insumos para atender al paciente, no hay sillas

de ruedas y muchas veces, en el peor de los caso hay que instalar al paciente

en un cartón en el piso porque no hay camas disponibles. ¿Esto es igualdad de

condiciones? Rotundamente, no lo es. La igualdad social que se profesa en

Venezuela es simple y llanamente una historia de ciencia ficción.

Sin contar las condiciones laborales que tienen el personal de salud. Y no

solo el personal de salud, todos los gremios sufren de esta calamidad, sector

educativo, policial, bomberiles, saneamiento, servicios básicos y todos los

gremios del sector público.

Otro palpable ejemplo, es la situación de los jubilados y pensionados, esos

adultos mayores que luego de sus años de trabajo deberían gozar de un retiro

digno. En la historia que se nos presentó anteriormente, pudimos notar como

los animales viejos se quedaron sin espacios para permanecer luego de su

retiro, fueron prácticamente echados al abandono, a la desidia. Pues en esa

desidia están hundidos los adultos mayores en Venezuela, puesto que la

pensión no les alcanza para nada, no pueden adquirir sus medicamentos, no


les alcanza para alimentarse y de paso, se ven en la necesidad de permanecer

en colar durante largas horas para poder cobrar el dinero. Sin contar la

cantidad de adultos mayores que han fallecido en las colas. ¿Este era

realmente el ideal de “jubilación” que imaginaba el presidente Chávez para sus

connacionales? Podemos decir que de esta manera se premia toda una vida de

servicio al país, mal viviendo y muriendo en las peores condiciones.

En esta parte hacemos alusión al hecho de que Napoleón manipulaba la

información a su conveniencia. Algo muy similar sucede en Venezuela, los

medios de comunicación son censurados, los periodistas son perseguidos y

encarcelados por informar la verdad. ¿Es esto propio de una democracia? A mi

parecer, no lo es.

Igualmente podemos citar el ejemplo de las persecuciones políticas. El

Gobierno acusa de traidores, enemigos y conspiradores a todo aquel que se

oponga a su modelo político. Todo aquel que haga frente públicamente y se

declare en desacuerdo con las medidas del Estado, es sencillamente

perseguido y en muchos casos encarcelados. Recordemos que este libro de

Orwell era considerado como una crítica al estalinismo, pues podemos decir

con toda propiedad que en este sentido, los organismos de inteligencia del

Estado, actúa de manera muy similar a la KGV de aquel momento.

Los animales asesinados en la granja por tener pensamientos contrarios a

los ideales de Napoleón, sorprendentemente se adapta a los asesinatos de

jóvenes por las Fuerzas del Estado, durante las protestas en contra del

gobierno. Los mismos fueron asesinados por defender y expresar sus ideales.
En pocas palabras podemos decir que todo aquel que se muestre en contra del

Estado, es vilmente atropellado y oprimidos.

El gobierno tomó posesión absoluta del país y al final se han convertido en lo

que tanto rechazaron y condenaron al principio, han llegado a parecerse tanto

a gobiernos anteriores, incluso podríamos decir que han podido llegar a ser

peores.

Esta llamada “Revolución Bolivariana” fue promovida por Willingdon Beauty,

El Verraco Mayor de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, fue su proyecto y

tras su muerte, todo su “legado” se fue al piso, quedó totalmente defenestrado.

Hoy en día solamente quedan ruinas de aquel proyecto visionario que tanto

profesaba y defendía.

Al final lo que se ha logrado es la deterioración de la calidad de vida del

venezolano. Por ende, la población en general continúa en la misma o quizás

en peores condiciones de desigualdad, hambre y opresión que antes de la

“Socialismo del siglo XXI”. Como ocurrió en la historia de la granja Manor, solo

cambiaron de opresor.

La fábula podría tomarse como una medida reflexiva sobre todos los

acontecimientos que vive el país y que ha vivido a los largo de la historia. Lo

difícil es despertar el interés en la población, ya que estos sencillamente

muestran un desinterés o desconocimiento por la historia de la nación y por


ende estamos sumergidos en un lago de ignorancia. Razón por la cual, se

cometen siempre los mismos fallos.

Asimismo, en el país se denota una pérdida considerable de los valores, una

descomposición social alarmante. Todas las calamidades que sufre el país, ha

logrado que al venezolano, se le distraiga la moral. A tal punto, que la familia

como institución principal de la sociedad, ha fallado en su rol educativo.

Incluso, el país está sufriendo una terrible enfermedad. Una enfermedad

llamada corrupción, que infecta y destruye todo cuanto toca. Y lo peor de todo

es que los venezolanos, ya nos hemos adecuado a esta situación. Ya lo vemos

como norma y esto es incorrecto.

La corrupción ha corroído todos los cimientos de nuestra nación. La

hallamos en todas partes y convivimos tranquilamente con ello.

Está latente en todas partes en las que nos desarrollamos diariamente,

desde que salimos de casa nos topamos con esa compañera non grata, desde

el funcionario que dirige el tránsito, el funcionario de seguridad, el trabajador de

la salud, el que expide los documentos de identidad, los entes administradores

de justicia, el de la superintendencia de precios, el recolector de impuestos y

pare usted de contar.

Lo grave de esta situación, como dije anteriormente, es que ya nos hemos

acostumbrado a ello. Y nos hemos convertido en participes de esta enfermedad

degenerativa. Porque cuando apañamos este tipo de situaciones, somos

cómplices, ni hablar de cuando nos convertimos en los personajes que

pagamos sobornos, somos los principales corruptos.


Definitivamente, esta situación debe cambiar, y está en manos de nosotros

los “animales” de esta granja arcar la diferencia y obligar a Napoleón y sus

cerdos a que se apeguen a las normas establecidas.

Debemos dejar de actuar como la yegua Mollie, que era vanidosa, tonta y

floja o como la gata, que evadía sus responsabilidades. Debemos ser nosotros

los agentes de cambio, dese nuestros espacios, tomar las riendas de la granja

y sacarla adelante.

Bien sabemos que el ser humano es corruptible, pero es una realidad que se

podría controlar. Para ello existe la historia, la educación y los valores. Si

faltamos a nuestros valores, principios, ideales o como se nos antoje llamarle,

estamos faltándonos a nosotros mismos. Nos estamos traicionando.

Si leemos esta alegoría de Orwell, vamos a sentir que estamos leyendo la

ficha de descripción de la realidad venezolana. Una nación rica pero,

pobremente administrada.

Y no solo por la gerencia de turno. No, la responsabilidad también recae en

los gobiernos anteriores que no supieron administrar debidamente los recursos

de la Nación. Permitiendo así, que esta se convirtiera en un caos.

Culmino con una recomendación a quienes tenga la oportunidad de leer este

ensayo:

Ilustrémonos, eduquémonos y empapémonos de la historia, solo ella nos

enseñará cuales son los errores cometidos en el pasado. Para que así en el

futuro, podamos evadir caer en desgracia y cometer los mismos fallos que
otros cometieron, y de este modo, que las futuras generaciones puedan seguir

el camino que hemos arado en la tierra que heredarán.

No permitamos que nuestro corazón de manche por la ansias de poder,

pues ese sentimiento, es el primer paso para la destrucción de cualquier

proyecto que estemos construyendo.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LAS FRASES QUE INMOTALIZARON A HUGO CHÁVEZ (2016). “Reportaje de

la televisora Telesur” Disponible en: www.telesurtv.net/news/Las-frases-

que-inmoratalizaron-aHugo-Chavez-20160305-0013.html

ORWELL, G. (1945). “Rebelión en la Granja” Edición Digital 2020 Traducción:

Rafael Abella

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