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LEISHMANIASIS
LEISHMANIASIS
LEISHMANIASIS
La Leishmaniasis son infecciones parasitarias causadas por distintas especies de Leishmania y que
se transmite en ciclos zoonóticos o antroponóticos por diferentes especies de flebotominos. Su
gravedad y manifestaciones clínicas van a depender de la especie de parasito y la respuesta
inmunitaria del hospedador teniendo así desde formas cutáneas hasta viscerales.
Esta es una enfermedad estrechamente ligada a la pobreza, de la cual no se han desarrollado vacunas
eficaces y a pesar de los esfuerzos por controlarla esta parece estar expandiendo su área geográfica
de prevalencia.
ETIOLOGÍA
Las especies del género Leishmania son protozoos flagelados digenéticos los cuales presentan dos
morfotipos en su ciclo viral, el amastigote y el promastigote, estos se desarrollan en los macrófagos
del hospedador vertebrado y en el tubo digestivo del artrópodo vector.
La forma visceral presenta una respuesta de tipo Th2 en la cual hay una producción de citocinas que
llevan a una respuesta de tipo humoral por la activación de las células B las cuales no asumen un
papel de gran efecto ante la infección permitiendo así su progresión pudiendo ser letal de no tratarse.
La forma cutánea difusa es muy rara y se comporta como la visceral con ausencia de respuesta tipo
Th1, progresión continua y falta de respuesta a los tratamientos específicos.
Entre estas dos formas existen intermedias dentro de las cuales la más común es la Leishmaniasis
cutánea localizada en la cual se producen citocinas de tipo Th1 y Th2 dependiendo del tiempo en
evolución de la enfermedad.
EL AGENTE
La primera Leishmania descubierta fue la Leishmania donovani, recibió este nombra al ser descubierto
de forma casi simultánea en 1903 por Leishman y Donovan a través del estudio de tejido esplénico de
pacientes afectados por la enfermedad.
En la actualidad se conocen por lo menos 21 especies de Leishmania patógenas para humanos donde
cada una de ellas es responsable de una forma específica de Leishmaniasis.
Los amastigotes son formas no flageladas que miden entre 2-4 micras que luego de ser ingeridas
evolucionan en el intestino intermedio del jején donde pasa a ser protomastigotes, estos últimos son
formas flageladas que miden 15-20 micras y poseen un flagelo de longitud de 28 micras.
Estos protomastigotes viajan a las glándulas salivales del insecto de ahí completaran su ciclo cuando
el insecto pique a un huésped y los inocule allí. Los protomastigotes serán ingeridos rápidamente por
los macrófagos del huésped y en su interior volverán a su forma primaria de amastigotes los cuales
continuarán replicándose hasta provocar la lisis celular. Cuando el macrófago infectado se rompe se
liberan los amastigotes que allí se encontraban y estos se diseminan para infectar nuevos macrófagos
donde repetirán su multiplicación.
EPIDEMIOLOGÍA
La Leishmaniasis se encuentra distribuida a nivel global y afecta entre 60-90 naciones de América del
sur, América central, Europa, África y Asia, con la sola excepción de Australia y el Sudeste Asiático.
Se consideran por la OMS dentro del grupo de enfermedades desatendidas que prevalecen en
regiones tropicales y subtropicales empobrecidas, además de que el área afectada por esta está
extendiéndose por razones que aún no son claras.
La Leishmaniasis posee una distribución geográfica heterogénea donde el 90% de los casos de
Leishmaniasis visceral se encuentran en tan solo cinco países: India, Bangladés, Nepal, Sudán y
Brasil; por otro lado, el 90% de los casos de Leishmaniasis cutánea se encuentran en ocho países:
Brasil, Perú, Afganistán, Siria, Paquistán, Irán, Argelia y Arabia Saudí.
Este tipo de distribución se da en parte por el complejo ciclo de vida de parásito en el cual intervienen
un huésped, vectores y reservorios. Existen por los menos dos especies de vectores los cuales se
distribuyen en diferentes regiones geográficas y más de 20 especies de Leishmania, cada una de ellas
responsables de una enfermedad en específico.
Su incidencia varia ampliamente por región y forma clínica, un ejemplo de esto es que en España la
incidencia anual de formas viscerales es de 0.3/10 5 habitantes y la mayoría de estos casos son
procedentes de la meseta central y de la costa mediterránea mientras que una tercera parte son
asociados a infección por VIH; en Brasil por su parte la incidencia de la forma visceral es 10 veces
mayor y 1 de cada 1º casos está asociado a infección por VIH; en el sudeste Asiático la magnitud de
la enfermedad es aún mayor y es raro que esta se asocie al VIH.
VECTORES
Los jejenes son los vectores responsables de la Leishmaniasis, de estos vectores se conocen cerca
de 70 especies diferentes capaces de transmitir la enfermedad. Son insectos que forman parte de la
familia Psychodidae del orden Diptera y se dividen dos géneros de flebótomos: Lutzomyia en América
y Phlebotomus en el Viejo Mundo.
Los jejenes habitan áreas de vegetación alta, densas y muy húmedas aun así algunas especies
pueden adoptar hábitos domiciliarios y peridomiciliarios.
Estos insectos tienen poca habilidad para volar y debido a esto se mantienen en los alrededores de
su área de alimentación sin elevarse demasiado sobre el nivel del suelo por lo que siempre se
encontraran en áreas bajas.
Las hembras se alimentan al atardecer con sangre la cual es necesaria para que completen la
maduración de sus huevos, por encima de esto existen diferentes especies con patrones de
alimentación y reposo distintos.
Los jejenes ingieren el microorganismo tras picar animales o humanos infectados y luego de un tiempo
adquieren la capacidad de transmitir la infección a través de la picadura, al picar inoculan entre 10 y
100 promastigotes.
En ocasiones los jejenes se encuentran demasiado infectados por lo que los parásitos obstruyen la luz
de la probóscide haciendo que se dificulte su alimentación lo que lleva al insecto a picar múltiples
veces y realizar varias inoculaciones y a su vez esto aumenta la transmisividad de la enfermedad.
El riesgo de infección irá en dependencia del tipo de especie que se encuentre en el área y de la
prevalencia local de reservorios humanos o animales. Los humanos con infección asintomática no
tienen gran eficacia como reservorios.
RESERVORIO
La Leishmaniasis muestran un doble comportamiento de acuerdo con el reservorio, cuando el
reservorio son especies animales hablamos de una zoonosis y cuando el reservorio y fuente de
infección son los humanos hablamos de una antroponosis.
Como regla general los humanos son las victimas casuales de infección y son huéspedes accidentales
por el contrario los mamíferos constituyen el verdadero reservorio de la enfermedad. Las excepciones
a esta regla la ocupan la Leishmaniasis visceral en la India, transfusiones de sangre, trasplante de
órganos y los adictos a las drogas por vía intravenosa portadores de Leishmaniasis en Europa, estas
situaciones representan verdaderos reservorios de la enfermedad.
Los reservorios más importantes para L. infantum de las formas viscerales zoonóticas son los perros
y además de ellos existen diversidad de reservorios naturales gran cantidad de mamíferos domésticos
y salvajes.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Cada especie de Leishmania causa una forma clínica especifica de Leishmaniasis cuyas
manifestaciones dependen de la especie infectante y de la respuesta del huésped.
Existen varios factores determinantes del papel de la especie, el principal es el *zimodemo expresado
por el microorganismo. Diferentes tipos de este microorganismo que están dotados de idéntico
zimodemo causan formas clínicas similares mientras que ejemplares de una
Zimodemo: patrón
misma especie pueden causar manifestaciones clínicas distintas si presentan
electroforético de
isoenzimas
distintos zimodemos. Otros factores que influyen en el papel de la especie son
su grado de infectividad, virulencia y patogenicidad.
Las Leishmaniasis, en especial aquellas causadas por especies viscerotrópicas, pueden permanecer
totalmente asintomáticas. En el caso de las sintomáticas existen tres síndromes clínicos principales:
Leishmaniasis cutánea
Leishmaniasis cutáneo mucosa
Leishmaniasis visceral
LEISHMANIASIS CUTÁNEA
Forma más frecuente y más ampliamente distribuida de manera geográfica. Presentan un amplio rango
de gravedad y manifestaciones clínicas, que oscilan desde la infección completamente asintomática
hasta lesiones cutáneas de diversa índole.
Forma típica:
Periodo de incubación variable de semanas o meses
La lesión inicial aparece en el punto de inoculación en áreas descubiertas y pueden presentar
las siguientes características:
- Pequeña mácula eritematosa
o Única de forma general
o Evolución lenta a pápula eritematosa violácea
- También evoluciona a un Nódulo
o Duro
o Infiltrado
o No adherido a planos profundos
o No doloroso
o Pruriginoso
o Recubierto de una piel violácea que se descama con facilidad
o Coronado por una costra espesa muy adherida. Cuando esta costra se arranca se
puede observar su cara interna donde se pueden notar:
Espigones córneos
Signo del rastrillo de Montpellier: negativo de los infundíbulos foliculares
dilatados
úlcera crateriforme de bordes verticales y fondo limpio
En ciertas especies los pacientes presentan una adenopatía satélite a las lesiones cutáneas de
donde es posible aislar el parasito, esto es más notables en aquellas infecciones por Leishmania
Braziliensis y por otras especies del subgénero viannia.
La intensidad del parasitismo en la lesión ulcerada es variable y va a depender de la especie
de Leishmania que este infectando y se pueden observar los amastigotes en el interior de los
macrófagos, así como en el espacio extracelular.
El parasitismo de las lesiones disminuye mientras la enfermedad evoluciona hacia la cronicidad
Infiltrado inflamatorio con células mononucleares y macrófagos de respuesta celular
competente
Los macrófagos se pueden detectar por medio de una reacción llamada Leishmania o
intradermorreacción de Montenegro estas son pruebas de hipersensibilidad tardía a través de
inoculación de antígenos brutos del parásito por vía intradérmica.
La respuesta humoral es variable y menos relevante en este tipo de Leishmaniasis que en las formas
visceral o la cutánea mucosa. La lesión se cura de forma espontánea y luego de meses o años y en
dependencia de la especie del parasito puede dejar una cicatriz atrófica.
En algunos casos la lesión se disemina por vía linfática y hematógena lo que lleva a la producción de
gran cantidad de lesiones las cuales se presentan en su mayoría sin ulceraciones y con un aspecto
parecido al acné. Durante la diseminación se puede afectar las mucosas de la vía aérea superior, esto
sucede rara vez, aunque se observa de forma frecuente en pacientes afectados por Leishmania
braziliensis.
Leishmaniasis cutáneas del nuevo mundo: son causadas por cinco especies diferentes de
Leishmania:
Leishmania infantum
- Causa más común de Leishmaniasis cutánea en países europeos del arco mediterráneo
occidental
- Puede infectar en zonas endémicas de Centroamérica en su mayoría niños de 5 años y
jóvenes adultos, esto al igual que en el mediterráneo
- Las lesiones:
o Único nódulo
o En algunos casos se ulcera
o Curan de forma espontánea en un tiempo
aproximado de un año LEISHMANIASIS CUTÁNE A
Leishmania tropica RECIDIVANTE
- También es llamada Leishmaniasis cutánea ESTE TIPO DE LEISHMA NIASIS NO
antroponótica o urbana RESPONDE DE MANERA A DECUADA AL
- Se extiende desde la India al norte de África TRA TAMIENTO Y SE ASOCIA A ESPECIES
DERMÓTROPAS EN AMÉRICA.
- Aparición de numerosas lesiones ulcerosas, secas, indoloras y de curación espontanea
dejando una cicatriz
- Puede reinfectar luego de años dando paso a una lesión cercana a la cicatriz llamada
Leishmaniasis cutánea recidivante.
Leishmania major o zoonótica:
- Propia de áreas rurales y periurbanas del norte África, Oriente Próximo, Asia Menor
y Central
- Su reservorio son las diferentes especies de jerbos
- La lesión evoluciona rápido a:
o Lesión ulcerada grande
o 2-8 cm de diámetro
o Fondo papilomatoso y húmedo
o Bordes elevados
o Recubierta por una costra purulenta
- Sobreinfección bacteriana acompañada de linfangitis y adenopatía satélite
- Lesión de curación espontanea en un tiempo de 6 meses y dejando una cicatriz
Leishmania aethiopica:
- Agente de Leishmaniasis cutánea zoonótica en Etiopía, Sudán y Kenia
- Lesiones nodulares localizadas que pueden afectar las cavidades oronasales
Leishmaniasis en América:
Leishmania mexicana:
- Se extiende del sur de Estados Unidos a Brasil
- Desarrollo similar a Leishmania major
- Curación de 3-4 meses
- Se puede asentar en el pabellón auricular, en la península del Yucatán recibe el
nombre de úlcera de los chicleros la cual se caracteriza por un fenómeno corrosivo
en el cartílago auricular.
Subgénero viannia, todas las especies de este subgénero presentan una curación clínica de
más de seis meses:
- Leishmania braziliensis
o La de mayor distribución geográfica
o Sindrome de leishmaniasis localizada:
Lesiones únicas
Destrucción intensa de tejido mediado por una respuesta inmunitaria
robusta
En la mayoría de casos se observa adenopatía satélite a la lesión
ulcerada y que se puede autolimitar en periodos variables
- Leishmania guyanensis y Leishmania panamensis:
o El pian bois y la picada de bejuco se asocian a su infección
o Son similares en las fases estado
o Aparición de numerosas lesiones:
Ulcerosas
Costrosas
Verrugosas
Afección linfática esporotricoide
En baja proporción evolucionan a leishmaniasis cutáneo mucosa
- Leishmania peruviana
o Produce la forma Uta en los valles interandinos
o Afecta generalmente a niños
La ulceración de las lesiones es poco frecuente y se asocia a traumatismo de las lesiones nodulares.
En esta forma el individuo no puede desarrollar una respuesta inmune competente lo que lo hace
anérgico a los antígenos del parásito.
LEISHMANIASIS CUTÁNEO-MUCOSA
Cuando la leishmaniasis cutánea difusa se disemina a las mucosas de la cara se produce lo que es la
leishmaniasis cutáneo mucosa por infección de leishmanias del nuevo mundo, pero las más frecuentes
son las especies braziliensis, panamensis y guyanensis las cuales pertenecen al subgénero viannia y
se distribuyen de forma amplia por el continente americano.
Esta también puede ocurrir fuera de Latinoamérica de forma ocasional, existen muchos casos fuera
del continente por infecciones de Leishmania infantum.
El parasito posee la capacidad de diseminarse a las mucosas faciales por vía hematógena
o linfática. Esta diseminación afecta del 1-10% de las leishmaniasis cutáneas.
Por una escasez de parásitos en las lesiones
Por una respuesta inmunitaria celular exacerbado con la intradermorreacción de Montenegro
positiva
Producción elevada de anticuerpos específicos
Esto suele ocurrir de 1-5 años luego de que las lesiones cutáneas han finalizado su cicatrización y en
ocasiones aparecen con las lesiones aun activas.
Esta inicia como una lesión eritematosa que luego pasa a ulcerarse, por lo general se ubica en las
narinas de la nariz y al desarrollar horada el tabique nasal provocando así una destrucción inflamatoria
de los tejidos cercanos y desfiguración del rostro. Cuando las lesiones se encuentran en una etapa
avanzada producen la obstrucción de las vías respiratorias superiores, la faringe y la laringe.
Las lesiones laríngeas merecen una importante atención cuando se inicia el tratamiento ya que en
algunos casos se ha observado exacerbación del edema, con riesgo de insuficiencia respiratoria que
se asocia con la muerte del parásito.
La leishmaniasis cutáneo mucosa no se cura de forma espontánea si no que se complica de manera
fácil con sobreinfecciones bacterianas y es potencialmente letal.
LEISHMANIASIS VISCERAL
Este tipo de leishmaniasis puede ser causada por diferentes especies viscerotrópicas de Leishmania:
Los órganos diana de esta enfermedad son el bazo, hígado y médula ósea.
La leishmaniasis visceral presenta gran cantidad de manifestaciones clínicas variadas, esta puede
cursar de forma asintomática o bien puede evolucionar a una forma aguda, subaguda o crónica. Los
primeros síntomas aparecen luego de un período de incubación de 3-8 meses. Dentro de estos
primeros síntomas se encuentran lo que es astenia, anorexia, pérdida de peso, fiebre intermitente y
hepatoesplenomegalia que puede ser masiva.
Especialmente en los niños se puede presentar en una forma clínica llamada síndrome hemofagocítico
en el cual se presentan los siguientes síntomas:
Fiebre
Hepatoesplenomegalia
Pancitopenia
Coagulopatía con proliferación histiocítica benigna generalizada
Hemofagocitocis en bazo, médula ósea, ganglios linfáticos y el hígado, asociado a
hipertrigliceridemia e hipofibrinogenemia.
Usualmente este síndrome es debido a infección por Leishmania donovani, se caracteriza por lesiones
cutáneas que afectan preferentemente el rostro e inicia como una erupción maculopapular o nodular
perioral que se puede generalizar.
El síndrome se ha descrito en
África e India. En Sudán afecta al
50% de los pacientes con la
forma visceral en los 6 primeros
meses desde el diagnostico,
aunque es autolimitada y cura de
forma espontánea en 12 meses
sin tratamiento adicional. En la
India afecta del 5-10% de los
pacientes que han sido tratados
con éxito de leishmaniasis
visceral, aparece años después
del tratamiento y requiere un
nuevo ciclo terapéutico.
COINFECCIÓN POR EL VIH Y LEISHMANIA SPP.
Aquellos sujetos infectados de forma simultánea con estas enfermedades pueden presentar las
mismas manifestaciones clínicas que aquellos que no padecen VIH, esto bajo un número
constantemente elevado de linfocitos CD4+ y de una adecuada solvencia inmunológica, todo esto se
logra con cifras superiores a 500 células CD4+/mm 3 de sangre circulante. Por el contrario, aquellos
con VIH y una gran afectación inmunológica muestran patrones atípicos:
Los infectados con leishmanias que producen daño visceral presentarán afectación orgánica
atípica, un mayor grado de parasitemia y producción anormal de inmunoglobulina G. existen
casos de lesiones en la laringe, el pulmón, pleura, tubo digestivo y peritoneo.
Los infectados por Leishmanias que causan daño cutáneo presentarán una afectación más
grave, lesiones atípicas o afectación visceral.
Frente al tratamiento antiparasitario los pacientes con VIH y afectación inmunológica grave tienden a
mostrar mayor fracaso y una alta tasa de recidivas al final del tratamiento sin importar la Leishmania
infectante.
Es posible contraer infección con Leishmania por intercambio de agujas y jeringas, aunque más del
90% de los pacientes con VIH y leishmaniasis visceral presentan una reactivación de infecciones
previas.
DIAGNÓSTICO
Diagnóstico de Leishmania:
Identificación del parásito: cuando la carga parasitaria es importante resulta fácil por el contrario
se dificulta en los casos de las formas visceral y cutánea.
Examen de láminas de tejidos teñidas con la tinción de Giemsa para visualizar el parásito:
- Examen microscópico sea realizado bajo objetivo de inmersión de aceite para
visualizar mejor los amastigotes y que el operador sea experimentado, para evitar
confundir los amastigotes de Leishmania con otros microorganismos de aspecto
puntiforme, como por ejemplo Histoplasma spp.
- Confirmar las características morfológicas de las leishmanias (silueta redonda u
ovalada, de 2 a 4 micras de diámetro) y asegurarse siempre de visualizar el
cinetoplasto.
Cultivos de tejido Cinetoplasto: es una estructura mitocondrial
Inoculación al hámster especializada con forma de barra, que contiene ADN
extranuclear en maxicírculos y minicírculos
encadenados.
Diagnóstico de Leishmaniasis visceral:
TRATAMIENTO
Leishmaniasis cutánea
Especie (zona geográfica o Medicamento/ Posología
grupo específico) tratamiento
Antimoniato de meglumina intralesional: inyección de 1-5 mL en la base de la lesión
Crioterapia con nitrógeno líquido cada 3-7 días hasta la curación
Tratamientos locales
Leishmaniasis cutánea Pomadas de paromomicina al 15% con cloruro de metilbencetonio al 12% durante
del Viejo Mundo 20 días
Termoterapia con 1 o 2 aplicaciones de calor localizado (50 °C durante 30 s)
Tratamientos sistémicos 20 mg/kg de peso al día i.v. durante 20 días
Leishmaniasis cutánea del 20 mg Sb5+/kg de peso al día i.m. o i.v. durante 20-30 días
Antimoniales
Nuevo Mundo (todas las
pentavalentes
especies del parásito)
Isetionato de 7 mg/kg de peso al día i.v., días alternos, tres dosis
L. guyanensis
pentamidina
L. guyanensis, L. braziliensis 2,5 mg/kg de peso al día p.o. durante 28 días
Miltefosina
y L. panamensis
PREVENCION Y CONTROL
Por la falta de vacunas eficaces su prevención radica en la reducción del riesgo de exposición a los
vectores con el uso de repelentes, insecticidas y medidas de barrera como mosquiteros, protección en
las viviendas, uso de vestimenta que cubra bien el cuerpo y evitar aquellos lugares donde los vectores
se encuentren.
Todas estas medidas se deben adaptar a cada región y las características epidemiológicas de la
misma.