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Ikaro Canto Chamanico

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Acerca del 'Icaro' o Canto Chámanico

Article · January 1993

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1 author:

Rosa Giove
Centro de rehabilitación de toxicómanos y de investigación de medicinas tradicionales - Takiwasi
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SEE PROFILE

All content following this page was uploaded by Rosa Giove on 10 September 2020.

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ACERCA DEL
“ICARO” O
CANTO SHAMANICO
Rosa Giove∗

En la selva del Perú se denomina "icaro" al canto o melodía que


utilizan los curanderos durante los trabajos rituales que realizan.

Sin traducción literal en idioma castellano, quechua u otra


lengua de la zona, su significado en el plano operativo es mucho más
profundo a importante: el canto shamánico es el arma curativa, la
sabiduría y el vehículo de la energía personal del curandero, el
símbolo de su poder.

La acción de "icarar" implica "cargar" con el poder del shamán


un objeto o pócima, confiriéndole alguna propiedad específica para ser
transmitida al receptor, ya sea limpieza, protección, curación, daño o
para influir sobre su voluntad. Esto se hace cantando el icaro
directamente sobre el objeto 0 sustancia transmisor. El objeto será


Rosa Giove, médico-cirujano, es miembro del Centro TAKIWASI (Artículo inédito)
7
luego remitido al interesado y la sustancia ingerida en caso de líquidos
(pócimas) o el humo soplado si se trata de tabaco icarado.

El icaro es parte fundamental del quehacer curanderil de la


Amazonía. Resume el conocimiento del shamán, constituyendo su
patrimonio curativo, su arma de trabajo y la herencia que deja al
aprendiz. Siendo vehículo de su energía, su eficiencia depende en gran
medida de la preparación del curandero mediante dietas, ingestión de
purgas, régimen de vida a integración de la sabiduría ancestral. Un
maestro no transmite a su aprendiz “técnicas" ni instrucción formal
sino que le acompaña y guía para que capte el conocimiento que le
está predestinado. Como parte de esta enseñanza va cediendo "sus"
icaros.

Cada shamán es dueño de sus icaros, como es dueño de su


experiencia y sabiduría, por haberlos recibido a su vez de su maestro o
directamente de la naturaleza. Es común que los curanderos
manifiesten que las cosas que saben, incluidos los icaros, han sido
aprendidos en sueños, en visiones o que les han sido dados por las
plantas. Cuentan que en estos estados de conciencia inducidos por
brebajes de "plantas maestras" han captado la melodía, sin mediar
voluntad ni raciocinio, sintiendo que se impone por sí misma y
muchas veces en idioma desconocido. En el momento de la curación,
generalmente, surge en igual forma.

Ni las palabras, ni la comprensión del texto del icaro son


imprescindibles, pero sí la melodía y que el curandero sienta,
comparta su espíritu. Si se compenetra con el icaro sabrá cuándo,
cómo y con quién utilizarlo. Los icaros que utilizan los shamanes
poseen letra muy simple, aludiendo a determinadas plantas, animales
y elementos del paisaje local poseedores de poder o simbolismo. En la
actualidad se encuentra en muchos icaros sincretismo cristiano y
alusiones bíblicas. La mayor parte de ellos está escrita en castellano,
quechua y otros dialectos según la procedencia de los maestros más
antiguos, aunque algunos son sólo melodías monocordes y muy
repetitivas.

8
¿Cómo actúan los icaros? Podríamos decir que al igual que los
Mantras en las tradiciones orientales, lo hacen sobre determinados
centros energéticos, mediante vibración sonora, modulando así la
función orgánica, y que hay un conocimiento subconsciente que guía
al shamán a elegir el icaro adecuado a cada circunstancia.

Podríamos decir también que el icaro es un pretexto para que el


shamán transmita su energía. O que es el mensaje transmitido en el
icaro el que cura.

No hay una respuesta precisa, puede ser una o todas las razones
a la vez. Cualquier explicación enmarcaría dentro del racionalismo un
fenómeno que transciende lo racional y por lo tanto sería válida sólo a
nivel testimonial y sujeta a experimentación.

Comprometida en un proceso de exploración personal que me


ha llevado a experimentar in vivo algunas "técnicas" shamánicas,
quiero dejar testimonio del valor del icaro, percibido pese a mi
formación como médico-cirujana.

Trabajar en esta región del Perú sin tomar en cuenta la riqueza


de la Medicina Ancestral es imposible, pues cada caso, cada paciente,
trae información válida. Es, sin embargo, necesario cambiar la visión
que nos ha dado nuestra cultura y aprender a ver de otra forma la
relación del hombre con la naturaleza, aceptando que aunque no
tengamos una explicación racional hay una capacidad medicatriz en
todas las personas, que en algunas se manifiesta espontáneamente y
que puede ser desarrollada o "desbloqueada" trabajando sobre el
cuerpo: el curandero utiliza fundamentalmente su cuerpo y su energía
para curar.

Mi primer contacto con el icaro fue ver cómo las "curiosas" o


las abuelas soplaban con humo de tabaco o perfume "icarado" sobre
los centros energéticos de los niños nerviosos o asustados y también a
aquéllos que tenían cólico de gases, con resultado favorable
inmediato. Posteriormente, supe (y experimenté) que también
funciona con los adultos, quienes manifiestan una sensación de
relajación y disminución de sintomatología vagal.
9
He tenido también oportunidad de ver cómo las madres de dos
lactantes con miasis (larva de mosca dentro de la glándula lacrimal y
en piel de narina, respectivamente) susurraban una tonada monótona
semejante al sonido del insecto adulto para hacer que la larva se
asome al orificio de entrada. En ambos casos funcionó.

En el pueblo de Chazuta conocido por sus shamanes, el


curandero Reninger Guerra Flores es famoso por curar mordedura de
serpientes venenosas: calma el intenso dolor con icaros.

Durante rituales curativos donde se utiliza brebajes de plantas,


los curanderos orientan la curación, modulan la energía individual y
colectiva, y cuidan la unidad del grupo. Percibido bajo estado
modificado de conciencia, el icaro ayuda a metabolizar las visiones,
remueve contenidos subjetivos en diferentes niveles, nos guía en el
trabajo de autoexploración y al mismo tiempo es la ligazón con el
plano real actual. Aunque no hay una secuencia precisa para estos
icaros, el shamán sabe o percibe cuál es el adecuado. La fuerza del
curandero se ve en la eficacia de sus icaros, que son captados a nivel
físico por cada miembro del grupo.

Fue durante una sesión de Ayahuasca (ritual curativo en que se


ingiere una pócima psicoactiva a base de Psychotria viridis,
Banisteriopsis caapi y Brugmansia sp.) en que, bajo los efectos del
brebaje, empecé a comprender el significado interno del icaro. Debo
manifestar que pese a tener efecto psicoactivo con sensación de
ampliación de percepciones y visiones, no se pierde contacto con la
realidad y la función mnésica.

El relato de las visiones tiene importancia en cuanto a la


secuencia y explicación de cada icaro que he ido recibiendo. El
contenido y los términos expresan mi bagaje personal y cultural
porque se manifiestan y actúan a través de mí, removiendo energías y
bloqueos personales y formando parte de un proceso evolutivo que me
ha involucrado totalmente. No ha sido un proceso lineal, ha tomado
tiempo y he debido atravesar ciclos temáticos correspondientes al
estímulo de cada centro energético. No ha habido influencia sólo de
10
Ayahuasca, sino también de otras plantas depurativas, dietas, ayunos,
baños de plantas, purgas y exacerbación de sueños.

La primera visión (que se repitió varias veces hasta que me di


cuenta que era un icaro) fue ver una pequeña mujer planta verde que,
saliendo de la botella que contenía la pócima, me guiaba en el camino
del autodescubrimiento cantando y bailando. La melodía que cantaba
era la forma de invocar la presencia de la "madre" de la planta:
"Madre Ayahuasca". Esta "madre" de las plantas, como lo refieren los
curanderos, es equivalente al alma o espíritu del ser humano.

He demorado mucho en atreverme a cantar estos icaros: no los


reconocía como míos y tampoco sentía que los pudiera usar. He
experimentado una fuerte lucha entre la negación de mi racionalidad y
la aceptación de mi yo profundo. A mayor rechazo, mayor imposición
de los icaros mediante repetición de sueños, malestar físico y tensión.
Hasta que al final, he aceptado estos icaros que las plantas y la vida
me regalan.

Luego de varias sesiones con sensación de visualización y


activación de centros energéticos, manifestada a nivel físico como
hormigueo o calor en diferentes puntos, se repetía una y otra vez la
visión de figuras geométricas de diferente color en cada punto y que a
su vez correspondía a una forma natural, a un simbolismo y a un
sonido vocal. Pero las vocales no eran cinco como en nuestro alfabeto
sino siete con la inclusión de las letras "S" y "M". Entendí que a cada
centro correspondía un icaro-llave que me sería dado.

Durante dos años he recibido seis icaros, en espacios de tiempo


diferentes, sin premeditar el contenido ni el orden, siempre en forma
imprevista, involuntaria, a través de visiones, de sueños y de semi-
sueño favorecidos por las dietas y el trabajo ritual con plantas-
maestras.

11
Primera visión sobre Chakras: Sesión de Ayahuasca, Puerto Maldonado, 1990.
Localización y características de cada centro energético de mi cuerpo.

13
Visión sobre circulación de la energía personal y su relación con las diferentes
enfermedades, visualizadas como bloqueos a obstrucciones en el paso de la energía.
El fluido es de diferente color, acorde con cada chakra.

15
Visión sobre la capacidad medicatriz del cuerpo, visualizada como la interacción y complementariedad de una
persona con respecto a otra y la utilización del fluido energético para "desbloquear" o liberar de enfermedad.
Visualización del Báculo de Mercurio, en el que las dos serpientes tienen tres puntos de unión: el primer
chakra (caudal), el tercero (plexo solar) y el quinto para la salud física. Estos puntos alineados permiten la
ascensión de la energía fundamental que va a alimentar y permitir el florecimiento lunar de la flor del
conocimiento, aquélla que nunca se marchita. A1 mismo tiempo, se ha formado el símbolo del infinito
16uniendo tierra y cielo. (Dibujos: Rosa Giove)
El segundo icaro corresponde al chakra (centro energético en la
tradición hindú) de la base, en relación con la sexualidad. Es la letra
"S" y es una pequeña serpiente roja, de fuego, que inicia su ascenso
(¿despertar de la Kundalini?) reptando lentamente hacia el abdomen y
región sacra, en forma tridimensional como si el cuerpo fuera
transparente. Tiene que ver con la energía vital y el poder curativo del
cuerpo, la fuerza ascendente de la tierra que va hacia arriba, hacia el
sol. Mientras escucho el icaro de la "S" cantado por la pequeña mujer-
planta con voz sibilina, suave, arrastrando las SSS como enfatizando
el reptar de la serpiente, veo a los otros asistentes a la sesión de
ayahuasca con un fulgor rojizo en la base y aunque la voz sale de mi
interior no la reconozco como mía.

En orden ascendente, el segundo chakra, infra-umbilical,


corresponde a la letra "M" a la que visualizo sólida, muy apoyada en
la tierra, concreta, material. Siento que el sonido debe salir del vientre,
cuna del instinto, del miedo, de la vida y de la muerte.

El sonido de estas dos letras o chakras activarían los dos


primeros centros en relación con los impulsos más primarios.

Hacia arriba, la columna luminosa que era anaranjada en el


segundo chakra se vuelve verdosa y es un árbol que se abre con
generosidad en el tórax. Soy consciente entonces de mi respiración
con una agradable plenitud. Es la letra "A", apertura bucal que nos
proyecta y nos permite tomar aire, ampliarnos, distender el árbol
respiratorio, abrir la conciencia, los recuerdos y el alma.

La energía circulante entre estos dos puntos (infra y supra


umbilical) forma un arco luminoso que girando en un plano horizontal
forma un sol-girasol amarillo que corresponde al plexo solar. Se activa
entonces este centro con sus mecanismos de protección y capacidad de
acceder a un conocimiento profundo de uno mismo, con la tristeza y la
alegría, con la emoción, la curación y la comunicación sin palabras de
contenidos profundos, tan profundos como el sonido de la letra "U".

17
Superando este punto, llegamos entonces a la letra "O", línea
sin principio ni fin, representación del ciclo eterno, fundamental, el
Ouroboros, punto del corazón. Es allí donde reside el máximo poder
curativo que es el Amor, representado como un sol de color violeta, y
donde mora la intuición. Es la letra "O" un círculo portador de todo el
simbolismo relativo a esta figura.

La letra "E" corresponde al chakra frontal. Nos daría la


oportunidad de "Escuchar", no sólo de captar con claridad el sonido
sino de "Entender" el mensaje que nuestro cuerpo o la naturaleza nos
da y de aprovecharlo en su máxima amplitud.

Finalmente llegamos al chakra superior relacionado con la letra


"I" de Infinito, de Inmensidad, de Interior, de Iluminación... El icaro
correspondiente nos ayudaría a estar en condiciones de "ver" el
interior de las formas, con más intensidad y luz y sobre todo a
discernir, a ver la importancia a integrar la imagen al todo, con una
visión universal. Ver en otra dimensión, con otros ojos, con más
trascendencia y vivir plenamente cada instante.

Aún no termino de recibir todos los icaros, no sé si recibiré la


serie completa ni cuándo ni qué habrá luego. Tampoco sé qué
mecanismos subconscientes puedan haber favorecido esto ni si es
cierto que funciona. Me cuesta salir del esquema racional y debo
admitir que hay una serie de incógnitas interesantes que no tienen
explicación. Existe un conocimiento de la vida escondido muy
profundamente dentro de cada uno de nosotros, alejado de nuestra
conciencia por el exceso de estímulos externos y el mal use de nuestro
cuerpo. Si nos ponemos en condiciones propicias, este conocimiento
puede surgir en forma inesperada, alumbrando un camino que hasta
entonces no veíamos.

18
“S”1
Introdúceme en tu cuerpo
desde allí yo te hablaré.
Introdúceme en tu mente,
desde allí te alumbraré.
Introdúceme en tu corazón,
desde allí te daré calor.
Oirás mi voz de serpiente
deslizarse en tu oído.
Verás mi luz sin verla
a través de Los sentidos...
y mi calor te seguirá
más allá del frío frío
Y seré parte de ti,
tierra lanzada al infinito...
Mi voz te susurrará
cosas que crees no saber.
Dentro de ti vas a encontrar
la respuesta a tu ser
Ocho (8), doble círculo fecundo
dos serpientes enroscadas,
que te hablan sin decir...
que te dicen sin hablar...
NADA
Soy la energía en ti dormida,
despiértame ya.
Quiero ascender, reptar de una vez,
Cruzar el cero (O) ya,
cerrar el círculo aquel,
donde la flor duerme en la cruz...
Cuando el azul llegue a tu cara
y la luna a tu cabeza,
a su encuentro yo iré,
serpiente roja, desde la base,
a fundirme con el sol...

1
Icaro recibido en rituales de Ayahuasca
20
Y mi voz te guiará a través del agua
con el color del amor...

RECONSIDERACIÓN DE LA SERPIENTE

Echada en el suelo, con el cuerpo entero en contacto con la madre


tierra, enrollada sobre mí misma, sintiendo mi piel contra mi piel...
reptar sintiendo la hierba, la humedad, las texturas presionando cada
pedacito de mi superficie, escuchando el susurro lejano de las entrañas
de la tierra desde hace siglos, voz de los deseos de la piel, larga,
extensa, fría, protectora y sensitiva, estimulando y despertando
sensaciones embrionarias, recordando recordares-serpientes de otras
épocas y lugares.

Ni rechazo ni abominación, no era entonces la maldita


perseguida a quien se achacan todos los males... desdoblada en mí y
en Mí, era reconocida y respetada... en coronas y tronos, en brazos y
pies de dioses y mortales, en poemas y canciones... enroscada en el
báculo de Mercurio, donde el sol alado me coronaba, conocimiento
solar que reconoce la luna que me alumbra y refleja la capacidad
curativa de mi poder; en la cabeza de las diosas, sosteniendo la luna y
dándoles fuerza oscura... despertando en oriente, roja de fuego,
silbando a irritada sintiendo ser conductora de la roja agua de la vida,
ascendiendo al sol de la conciencia... arrastrándome silenciosa y lenta,
ascendiendo sinuosa y femenina, secreta, para dormir en el centro de
la flor eterna... buscando la imagen especular, desdoblada de sí, que
posibilite la unión complementaria que pueda transformarme en
infinito.

Sentada en mí, estable, siento que puedo conectar tierra y cielo,


mi fuerza es de abajo, me sustenta la tierra, pero puedo ir hacia arriba
y mirar desde a11í, a través del cristalino ojo azul sin tiempo, donde
están contenidas todas las serpientes de los tiempos y todas, serpientes
visibles e invisibles, terrestres, marinas y aladas-dragones, todas,
comunicándose con el hombre y al hombre consigo, instándolo a
acceder a lo sagrado y a lo más profundo, a lo trascendente a
impersonal.

21
De pronto, en medio de la noche, caídas las defensas
racionales, el espejo me mostró mi aspecto de serpiente: ni buena ni
mala, agresiva y dulce, presente y material-visión... mi aspecto de
serpiente. Y me fuerza a mirarla, a entenderla, a sentirla despojada de
polarización moralista, no hay mal ni bien, sólo naturaleza con doble
valorización, con dualidad indiferenciada de fuerzas, sin
responsabilidad pero no irresponsable, sólo existiendo... a veces
blanca, a veces negra... con ojos sorprendentemente inocentes en
semejante figura, con hálito vital y destino involuntario... Súbitamente
entiendo el porqué del temor que la serpiente suscita, por qué la
repulsión, el miedo, la necesidad de cargarla de negatividad y de
situarla lejos, muy lejos... muy diferenciada de nosotros.

Siento que le temo porque sabe cosas que están profundamente


enterradas en mí, porque las sensaciones de su piel son las mías sin
inhibiciones, porque su materialidad es tal que mi espíritu protesta
temiendo le impida llegar alto en su vuelo... Y es más temible la
primera, la serpiente marina que surge bruscamente de las aguas del
inconsciente, agua clara en su superficie si no la muevo, pero oscura si
ella la revuelve para salir, el Leviathan mítico, que puede transformar
en caos la aparente calma de mi racionalidad; temo que me jale a sus
profundidades, temo sumergirme y descubrir todo lo que mi censura
escondió de mí; serpiente primera, dormida hace siglos en las
primeras aguas de mi cuerpo material, asociada a los instintos, a los
miedos primordiales, mi primer demonio de agua... por no verte no
dejas de existir... te temo cada vez que el viento interno sopla
trayéndome tu voz...

Serpiente que debe esconderse para no ser atacada so pretexto


de ser peligrosa (el mito de la autodefensa...). Aquélla que mata el Yo
como lo conozco, no con el veneno de sus colmillos, sino con el poder
de su símbolo, que nos recuerda que por mucho que nuestra
racionalidad y nuestra técnica avancen, hay una fuerza natural que no
podemos dominar ni predecir, que nos recuerda que la fuerza de la
vida y de la muerte es sucesión ininterrumpida, simbolizada por el
Ouroboros, la serpiente que muerde su cola, macho y hembra, activa y
pasiva, muriendo y renaciendo con todo su contenido esotérico,
encerrando todo y todos los tiempos y avanzando una y otra vez sobre
22
sí misma, hacia adelante, sin comienzo ni fin, con el punto O, cero
inexistente, en la boca... y aquella culebrita que duerme hasta que la
vida la despierta en el chakra de la base, lineal representación de la
vida y del poder curativo de la energía del hombre, tan simple en su
línea que es la fuerza de la naturaleza; a ti también te temo, porque me
sacas de la abstracción recordándome que tengo un cuerpo limitado en
el tiempo por mi individualidad mientras que tú, indiferenciada línea
persistes en todas las serpientes que no conozco aún. Porque te he
sentido luchando por subir, he sentido tu fuerza, desbloqueando mi
cuerpo en cada paso, sin que yo lo haya decidido, sin que sepa yo
cómo hacerlo. Porque reconozco en ti el gusto mío de abrir la boca y
aprisionar la vida, el tiempo, el conocimiento... y porque esa misma
boca puede traer el término de todos los esfuerzos. Porque yo también
quisiera, como tú, estar pegada a la tierra, sentir que mi calor es el que
ella me da y emerger de sus entrañas cualquier noche por un baño de
luna... Mirar cambiar en el mundo los valores, desde el interior de mi
inmóvil y ofidiano ojo azul, con los ojos físicos cerrados y "viendo"
como sólo los animales despojados de la rígida-racional-envoltura
cerebral pueden ver: hacia adelante y hacia atrás, más allá del tiempo
y de la distancia, prolongando también el oído y descubriendo la voz
de la serpiente madre, como la oyó Eva, hablando desde adentro de
uno mismo, sin palabras, directamente a las células... desafiando hasta
a los dioses...

He debido encontrar mi ser-serpiente y despertarla para que ella


me despierte a mí. Descubrirla en mi cuerpo y en mi mente y sentir mi
cuerpo y mi mente; aprender a oír la voz de la serpiente que quiere
contarme cosas simples de cuando el pie del hombre pisaba la tierra,
miraba hacia el cielo, acostumbraba hablar con sus dioses, consigo
mismo y con los otros seres y sabía escuchar... aceptar la serpiente
escondida en mí con todo, con lo bueno y lo malo, ser unidad en ella y
con mis fases clara y oscura... para empezar a ser.

Recién entonces la serpiente habló... habló cantando y


enseñando. Me regaló el Icaro de la serpiente y lo acepté, como acepté
mi ser-serpiente.

23
Y fui una cobra gigante, erguida sobre un cúmulo de serpientes
pequeñas anudadas, viviendo todas en mí; bailaba estirándome y
encogiéndome delante de mis ojos, fijos en el suyo, frontal, azul y
negro, profundo pozo de donde emergen lenguas bífidas también
azules que se introducen en nuestras frentes haciéndonos escuchar su
voz desde adentro: es la mariri2 -lengua de la serpiente roja que a
veces duerme y otras despierta, que todo lo puede, que todo lo cura si
es sana la mano que la guía...

Me pidió invocarla con el canto y supe que debía hacerlo...


Mientras la serpiente canta desde algún lugar dentro de mí, me siento
enferma, en otra vida, en una cama medieval. Invoco la ayuda de la
Virgen, apareciendo entonces una mujer hermosa y robusta, vestida de
negro y con un gran escote que deja ver el seno... se acerca a mí
cogiéndome del brazo derecho con fuerza, ocasionándome dolor y
miedo... al soltarme veo que ha dejado en mi brazo un aro de brillo
metálico, que es una serpiente con dos cabezas; está incrustado en mi
piel de modo que no puedo retirarlo sin hacerme daño, como si
estuviera grabado en ella. Es difícil aceptara la serpiente, es más
difícil vivir con ella pero imposible desprenderse de su poder.. Hay
que elegir cuál de las dos cabezas mira el camino, o cuál camino
seguir, el de la luz o el de la oscuridad. Yo soy la Virgen Negra -soy
la madre y la hija de la serpiente, soy la sabiduría. Soy la virgen
negra, no virgen en el sentido que piensas: soy madre. La madre
naturaleza y la madre sabiduría en la naturaleza, la que alimenta con
su seno a la serpiente y que nutre al espíritu. La virgen negra,
serpiente elevada sobre las serpientes, con albedrío por mis pies, pero
serpiente... la virgen madre, π, complemento femenino indispensable
para materializar el Verbo, para la síntesis de α y Ω, necesaria para
conjugar el principio y el fin del conocimiento, tierra y espíritu, hasta
la máxima lejanía y más allá, hasta donde la mente no puede llegar;
elemento Tu indispensable para que la línea pierda su racional
cuadratura y se convierta en círculo, conjugación de los cuatro
elementos, tierra-materia, aire-espíritu, fuego-energía, agua-
conciencia, como la serpiente en Ouroboros, inicio-fin-sin fin que es
la vida, Dios... Y son las alas del espíritu, del espíritu nuevo,

2
Flema que es la sabiduría shamánica materializada. Se puede transmitir por deglución.
24
redescubierto, las que permitirán despertar a la flor-serpiente-dragón-
águila-unicornio-luz-Nada...

Sobre la cobra erguida se superponen, tan velozmente que la


mente no puede controlar, las diosas antiguas en sorprendente
metamorfosis, serpiente-sabiduría dormida en las profundidades de la
memoria universal, arquetipo fundamental que trasciende las
diversidades culturales en la noche; poder matriarcal de la tierra-
madre reprimido por el culto de un espíritu inmaterial-materiófobo o
de un materialismo vacío. Larga sucesión de diosas naturales,
evolucionando con el hombre; la serpiente, la Luna, Tanith, Isis,
Ishtar, Astarté, Minerva, Cibeles, Demeter, la Virgen María para el
cristianismo, todas diosas con relación a la fecundidad (inclusive la
virgen María cuya misión fue "encarnar a Cristo"), diosas mediadoras
entre la voz de la serpiente-materia y el espíritu solar, y que portan
atributos de la serpiente, sin embargo tampoco debemos olvidar que la
serpiente es esencia, arquetipo dual, oposición de contrarios en uno, y
que también hay en ella un aspecto sexual masculino-femenino
asociándose a la imagen de Python, Apophis, Tifón, Satán, el Dragón
chino o medieval, cargados de agresividad pero al mismo tiempo
alados, con capacidad de elevarse, y la serpiente emplumada de Mayas
a Incas.

Siendo así, ¿por qué la Virgen cristiana pisa la cabeza de la


serpiente, mientras que las diosas antiguas la colocaban en lugar
preferente (la corona de Isis, los brazos de Ishtar, el seno de Atena)?
¿Es que la religión del espíritu debe aplastar la materia, lo telúrico? Si
la Virgen es intermediaria entre el cielo y el hombre, ¿no será que
utiliza la serpiente como soporte, accediendo a un conocimiento
antiguo, elevado y trascendente a través del contacto con la cabeza de
la serpiente?... No es la lucha de Dios contra el demonio, del Bien
contra el Mal, es la lucha del hombre contra sí mismo, del hombre-
espíritu contra el hombre-materia, contra sus tendencias más
instintivas por no poder aceptar su esencia material. La serpiente no es
mala, hay un error en el mal use de su poder, de su fuerza, el intentar
ser espíritu puro sin limpiar las cargas físicas, olvidarse del cuerpo-
serpiente y querer obtener su conocimiento obviando el rito, la esencia
sagrada, el respeto que un saber tan fundamental y antiguo merece...
25
recién entonces el verdadero espíritu brillará y la serpiente tendrá alas
para ascender al sol, serpiente-dragón de la época de la alquimia y de
oriente, relegado a las tinieblas desde la Época de las Luces, en que se
sustituyó la luz verdadera por falsos y fríos soles.

Soy ahora una de varias pequeñas serpientes. Caliento mi


cuerpo en el calor del sol, disfrutando el calor y olor de la tierra, hasta
que una sombra eclipsa el sol; mis hermanas huyen aterrorizadas,
escondiéndose debajo de las piedras... yo también temo al ave que se
acerca, pero es mayor la curiosidad por verla de cerca. Sé que me ha
visto y paralizada de temor-ansiedad la espero, cerrando los ojos.

La sensación de mi cuerpo suspendido en el aire, con el viento


rodeándome, el volar compensa todo el temor y riesgo... veo la tierra
desde donde ninguna serpiente la vio... pero... ¡ pero yo ya no soy una
serpiente!... en pleno vuelo veo que soy un embrión de dragón dentro
de un opalescente huevo que reverbera con la luz del sol, cada vez
más cercano... siento lejos mi recuerdo terrestre y la plenitud de la
libertad me llena, no hay más que luz, paz y belleza en el solar campo
de girasoles que veo debajo, nada que desear ahora... salvo, por
supuesto, no caer... reasumo mi cuerpo nuevamente, y la suave
canción del viento es interrumpida por un creciente ruido: los
girasoles se revuelven arrancados de raíz por turbulentas aguas de
donde emerge la cabeza de una fálica serpiente de piedra, que
causándome gran temor me lleva a asumir la posición fetal. Siento la
gran fuerza de esta serpiente pétrea, fuerte, sin tiempo, que despierta
de su sueño en las profundidades de la tierra, de mi subconsciente y
remueve temores, eliminando pequeños soles y quedando erecta, ante
el sol-espíritu como manifestación de que aunque esté sumergida
puede emerger en cualquier momento, y que tiene un lugar ahora, no
en oposición al sol, sino con él. Florece en su superficie un cactus y el
paisaje vuelve a la calma. Yo pequeño dragón ya sé volar y puedo
seguir el vuelo del águila.

Es tiempo ya de retomar la voz de la serpiente, de ser serpiente


alada, de volver a nuestra esencia humana y de aceptar la dualidad de
26
la serpiente, de enfrentar nuestro aspecto de serpiente y utilizarlo para
curarnos y luego para curar. En todo este proceso, en que se polariza
la lucha instinto versus razón, la serpiente está en ambos bandos, hay
que saberla ver y aprender a colocar el punto de encuentro en la casa
del espíritu, en el corazón. No olvidemos que la Medusa era cabeza
coronada con serpientes y se petrificó al verse en un espejo, la razón
no puede aceptar lo instintual, lo irracional como parte suya si
prescinde de la unificación en el verdadero espíritu, aquél que
comprende la unicidad-tridimensionalidad del Todo, que va más allá
del pensamiento aristotélico y que reestructura al ser en lugar de
volverlo contra sí mismo, dándole trascendencia y espacio en el
cosmos.

Hace casi 5 años desde la noche en que durante una Sesión de


Ayahuasca, tuve el primer contacto con la serpiente dormida en mí.
Durante este tiempo, mediante sueños, visiones (durante sesiones de
Ayahuasca, musicoterapia, thetas con otras plantas maestras), y
percepción física durante el estado de vigilia, he ido profundizando y
comprendiendo el simbolismo de la Serpiente. Desagradable a veces,
sorprendente otras, y siempre apasionante es el camino del
autodescubrimiento, camino que nunca se termina de andar.

Siento que es una evolución en que se toma contacto con


contenidos muy profundos dentro del subconciente y que no es
solamente interesante, pintoresco ó esotérico sino que es una forma de
acceder a un conocimiento real, coherente y curativo desde el
momento en que reconocemos conscientemente como propios todos
los aspectos de nuestro ser profundo. Es precisamente el
descubrimiento de nuestras fases oscuras, las que la censura racional
nos oculta, el que nos da la posibilidad de aceptarnos en nuestra
dimensión real y trabajar sobre nosotros mismos para depurar o
potenciar nuestro cuerpo energético y poderlo utilizar adecuadamente.

27
Visión en dieta
inicíática con
ingestión de la
planta maestra
Uchusanango -
Agosto 1992 (dibujo
Rosa Giove)
Desde lejos veo el
muro de ladrillo de la
Maloka (casa ovalada
de una pieza con
techo de palma,
típica de la
Amazonía), donde se
desarrolla la sesión
de Ayahuasca de esta
noche. La fuerza
telúrica de la Selva
hace temblar la
shacapa(*) y a los
participantes,
percibiéndose la
energía en el
ambiente... y ya no
estoy fuera (lel
círculo, sino adentro,
participando con los
demás miembros de
Takiwasi en la sesión
colectiva. Mientras
resuenan los icaros y
la shacapa nos
envuelve en su
sonido, semejante al
aletear (le pájaros
selváticos, la maloka
se convierte en
serpiente roja que nos encierra en un espacio protegido. Con movimientos lentos, reptando,
una de sus dos cabezas, la caudal, hunde su lengua bífida en la tierra absorbiendo una
luminosidad que recorre su cuerpo. Somos uno con la serpiente en la sensación de
movimiento y, con su cabeza delantera, nos elevamos a (in plano superior que, cual anillo
azul brillante ha formado su lengua-mariri(+): Es la energía de la tierra que al pasar por su
cuerpo se transforma en sabiduría y nos eleva, confundiendo con la suya, las lenguas azules
que se proyectan en nuestras frentes. Perdemos la sensación (lel YO individual, para ser
uno trascendente y, al mismo tiempo, tomamos contacto con nuestro aspecto animal, con el
espíritu animal más afín a cada uno; veo así que uno tiene la altura y visión (lel águila, pero
también su agresividad; el segundo, la fuerza y pereza (lel oso; otro, la simpatía y
curiosidad (lel mono; el cuarto el vuelo, podery espíritu (lel dragón y yo el aspecto dual (le
la serpiente... Cuando la mareación colectiva alcanza el clímax, vibra la botella que

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contiene la pócima, y una pequeña mujer-verde, la Madre-Ayahuasca, sube con
movimientos acrobáticos y elegantes por un amarillo rayo de luz que se proyecta hacia la
luna, invitándonos a subir con ella. Baila con la luna en sus diferentes fases, mostrando al
mismo tiempo movimientos de Tantra Yoga. Sus movimientos van dibujando una blanca y
luminosa flor (le muchos pétalos que se eleva aún más y en cuya cavidad se alberga, en
posición de flor de loto, luego de que el rayo de luz penetrara por una apertura en forma de
vulva.
(*) abanico que se hace con hojas de la palmera "shacapa". Se utiliza en sesiones curativas.
(+) flema que se dice es la materialización de la sabiduría del shamán. Su aprendiz debe
deglutirla cuando el shamán le indique para "heredar" sus conocimientos.

Visión de
Músicoterapia,
1989 (Dibujo:
Rosa Giove)
Bajo el
resplandor de la
luna llena, una
elevada montaña,
pétrea y cubierta
de hielo, time su
base sumergida
en agua y está
rodeada por el
cuerpo de una
gran serpiente
negra, de aspecto
amenazador.
Mientras declina
la luna y
amanece, la
serpiente vomita
varias serpientes
más pequeñas
que se esconden
en las grietas de
la montaña.
Finalmente,
como si se
vomitara a sí
misma, abre las
fauces y deja
salir su piel, por
su cara interna,
limpia, clara,
brillante...
E1 sol se
encuentra ya en
la circa y
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confiere un fulgor rojizo a todo. La Tuna que está en las entrañas de la montaña brilla a
través de ella que, translúcida, permite ver en su interior las figuras de diosas de varias
épocas, superponiéndose. La Virgen María se encuentra en la cumbre. La gran serpiente
dormida bajo las aguas del subconsciente encierra la base de nuestro mundo visible, que
puede parecernos frío y duro. Es necesario que la serpiente deje escapar todos sus aspectos,
mostrándose a nosotros como es: dual, diosa lunar oculta en las profundidades; atributo de
diosas lunares de todos los tiempos y poseedora de aspectos que son positivos aún bajo la
luz del espíritu. Evolución cíclica del tiempo y del conocimiento, el pasaje del reinado de la
Luna y de la serpiente, del conocimiento instintual y esotérico, de influencia de las fuerzas
naturales con sus dioses telúricos que ante la emergencia del nuevo Dios-espiritu-razón, es
desplazado a las profundidades del subconsciente colectivo, donde espera resurgir en un
nuevo ciclo... Si en la oscuridad de la noche es el instinto que nos guía y no los ojos, así
también, deslumbrados por el brillo solar perdemos la capacidad de "ver" y de "vernos"
dejándonos orientar no por las sensaciones de todo nuestro cuerpo, sino por nuestros
sentidos-conciencia, que nos permiten ver sólo lo que racionalmente "debemos" ver...

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