Jesús Klaus Berger
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Acercarse a
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Ahora que ya he acabado su lectura, mucho antes de lo que pensaba porque lo he ledo sin aliento, creo que ya s por qu se han decidido a publicarlo y, si yo fuera la directora de la editorial, tambin correra el riesgo de hacerlo: es un gran servicio poner a nuestro alcance este libro bipolar, que resulta a la vez atrayente e incmodo, apasionado y crtico, combativo e iluminador y cuyo autor aparece, a veces, como un profesor de exgesis atrado por la mstica y, otras, como un mstico que domina exgesis. Contemplata tradere, transmitir lo meditado, constituye mi existencia como biblista, reconoce el autor, y por eso hace constantes referencias a la experiencia religiosa en el judasmo veterotestamentario y a la tradicin monstica de la Iglesia antigua y el Medievo, que tienen en comn la orientacin mstica en el sentido ms amplio del trmino.
Se dirige a gente de hoy para decirles qu es lo que tienen de Jess y dar una respuesta a quienes se preguntan si posee l todava hoy alguna importancia para ellos. Evita toda jerga teolgica, habla de forma sencilla, clara y sin rodeos, recurre a formulaciones giles y sorprendentes, intentando que el texto est al alcance de cristianos y no cristianos, especialistas y legos, personas creyentes y no tan creyentes. Contribuye a ello el excelente trabajo del traductor, que ha conseguido una gran fluidez de lenguaje y acierta
Qu pretende?
Ofrecer un modelo alternativo de acercamiento a Jess a travs de los textos bblicos, sin esquivar nada de lo que tienen de perturbador. Fundamentar una hermenutica de lo extrao, a partir de la conviccin de que la imagen de Jess que presenta supone un cambio: A Jess no es posible entenderlo slo con la cabeza: quien quiera saber algo de l debe lanzarse al congenial modo de conocimiento de la mstica. Rescatar la fuerza que tienen los textos de Jess y sobre Jess que, ms que una llamada a la voluntad humana, tocan la capacidad amorosa y el anhelo del corazn. Exponerse al texto: Dejarme leer por l, hacer hablar a sus propias reglas, escuchar el texto mismo, esforzarme por no sofocarlo con sistemas de
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reglas aportados por m y que no podan sino serle ajenos. Alejar de l cualquier filtro filosfico-hermenutico, todo patrn psicolgico, toda hiptesis sociolgica o terico-religiosa, porque estos sistemas de reglas no revelan nada acerca del texto, pero delatan todo sobre la perplejidad de los intrpretes. Plantear preguntas totalmente imposibles, acientficas e ingenuas, realmente molestas para muchos: se puede aprender a orar junto a Jess? Cmo se llega a ser feliz con l? Hasta qu punto hay que entender al pie de la letra lo que dice? Es posible morir con l? Es Jess la verdad?
desde el corazn
miza con los trminos ya habituales de fe pascual y pospascual, as como los criterios que, supuestamente, posibilitaran discernir los dichos autnticos de Jess Klaus Berger de los no autnticos: Qu se hace luego con los autnticos? Existen ro no lo incomparable, lo que entonces dichos de Jess de se sustrae a toda posible anaprimera y segunda clase? Y loga y, para ello, se elimina a quin decide al respecto? Los fuerza de interpretaciones todo eliminamos de la Biblia?. lo que de l resulta inquietante Rebate con rotundidad el in- y que es lo que tiene que ver tento de ajustar los textos has- con la presencia real de Dios ta el punto de tornarlos irreco- entre nosotros. Cuando lo que nocibles para obtener lo que es autnticamente cautivador, se deseaba extraer de ellos: el el verdadero y real motivo de hombre absolutamente bueno, los relatos sobre Jess es que el humanista, el dolo de la to- en ellos se trata del Dios inlerancia, el precursor de la fi- aprehensible, incomprensible, lantropa: todo eso podra ser- misterioso. lo Jess sin necesidad de Dios. Denuncia como una peliPorque si se excluye al Espri- grosa amenaza el que la Igletu Santo por razones meto- sia se deje acaparar de forma dolgicas, se bloquea de an- conciliadora y pacfica por la temano el acceso a la Trinidad sociedad como por los simy el significado de Jess en el pticos vecinos de al lado, y horizonte de la relacin con sean slo el sentido comn y Dios. la normalidad del ciudadano A Jess se le permite ser medio las normas para estaaquellos aspectos de l que tie- blecer qu pasajes bblicos hay nen buena acogida y cada cual que leer o dejar de leer, aunse crea a discrecin su propia que para ello haya que alisar imagen de Jess, eliminando ideolgicamente los evangede l todo lo extrao, escarpa- lios, banalizando la imagen do, escandaloso, incmodo, in- de Dios que en ellos se transcomprensible y mstico, hasta parenta. Una gran parte de que de l no queda ms que los transmisores profesionales un ejemplo moral de carc- de la fe ministros, telogos, ter genrico: un Jess de catequistas, profesores de relibro de texto lnguido y ligin divulga en la actualide papel, que resulta in- dad una imagen de Dios alardiferente al noventa y mantemente trivial, una especie nueve por ciento de los de muro de goma del perdn jvenes. universal. Y aunque Jess no Disiente de los que fue ningn maestro de moral, pretenden conocer a s era un maestro que situaba Jess partiendo de tr- en el contexto de Dios las conminos de comparacin cretas acciones bsicas del ser ya existentes y com- humano. prenderlo bajo el tcito Se distancia tanto del rasupuesto de que l po- cionalismo posconciliar como da ser esto o aquello, pe- del fundamentalismo neocat-
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A FONDO
lico, convencido de que a Jess, ms que de sus enemigos, habra que protegerlo de sus amigos.
Qu propone
El libro, que no pretende ser sistemtico (no hay ms que ver el ndice), gira en torno a una serie de convicciones expuestas con atrevimiento y vigor: Devolver a la Biblia su propia voz a partir de una hermenutica de lo extrao, sin eliminar lo inquietante de sus diversos relatos, sino preguntndose por la contribucin que los textos pueden hacer hoy da desde s mismos, dnde radica su importancia y en qu pueden enriquecernos, revelarnos nuevos aspectos y mover de verdad al cristianismo. Hay que partir de la alteridad de los textos: cuanto ms ajeno le resulte a nuestra poca, tanto ms escandaloso, provocador y, a la postre, eficiente y elocuente puede resultar para nosotros. Porque no somos nosotros quienes sometemos el texto a crtica y lo amoldamos a nuestras necesidades, sino que el texto nos somete a crtica a nosotros. La Biblia es un libro extrao y tiene que parecernos inslita; de lo contrario, carecera de fuerza. No contiene los derechos humanos, sino que habla del derecho de Dios sobre las personas, y esta alteridad es una provocadora riqueza que nos permite percatarnos de lo que nos falta. No pode-
El libro llama a no perder el contacto con el camino vital del propio Jess
mos, por tanto, usarla como florilegio para enriquecimiento mstico de teoras de ayuda existencial en boga, ni como cantera para proposiciones de fe: Debe volver a ser sorprendente, perturbadora, inmanejable, intil desde el punto de vista terico, inservible. La verdad de la Biblia es la clase de verdad que aflora en una historia de amor. En una historia de amor, uno dice: Esta mujer o ninguna. De modo anlogo, en la Biblia se trata de este Dios o de ninguno. De este Jesucristo o de ninguno. No huir de sus textos impopulares, aqullos en los que aparecen ngeles, demonios o milagros imponentes, no explicables de modo naturalista; cualquier intervencin de Dios en el mundo; la resurreccin y el regreso de Jesucristo; todos los textos evanglicos fundacionales de la Iglesia No hay que intentar arreglar nada para explicar de algn modo los relatos y hacerlos comprensibles para el entendimiento. No son las historias escribe K. Berger lo que debera ser aminorado, sino que nosotros mismos deberamos empequeecernos delante de los relatos: eso es lo que se llama humildad. Lo cual no significa que debamos dejar la razn a la puerta de la iglesia, sino ms bien introducirla con nosotros
y, una vez dentro, reconocer sus lmites. Si ya un gran amor entre personas escapa a nuestra comprensin, cunto ms el encuentro con Dios!. Quien reduce estos relatos a lo soportable les hurta su referencia a Dios: en ellos sale a nuestro encuentro el Dios grande e incomprensible y slo nos resta el asombro. Ms all de su significado simblico, son confrontacin y encuentro con el incomprensible poder de Dios. Visitar la habitacin de la mstica: la realidad es una casa con varias habitaciones comunicadas entre s: la de las ciencias exactas, la de la sabidura y valores, la del arte y la de la mstica, entendida como lo oculto, lo invisible, lo no evidente para el entendimiento. Decir mstica no es hacer referencia a algo privado, enfermizo o subjetivo, sino aceptarla como una dimensin autnoma de la realidad hacia la que cada vez conducen ms y ms veredas yuxtapuestas. La transfiguracin y la resurreccin de Jess, la anunciacin a Mara y las visiones apocalpticas de Jess no son entonces fenmenos marginales, sino que pasan a ocupar un lugar central.
Qu consigue?
Aunque no se est de acuerdo con todas las afirmaciones del libro, una de sus convicciones se queda grabada en el lector: no dejar perder en la propia vida vivida el contacto con el camino vital de Jess. Si, segn W. Benjamin, la interrupcin de lo eternamente idntico es la puerta por la que puede entrar el Mesas, el apasionamiento y originalidad de K. Berger al presentar a Jess interrumpe lo eternamente idntico. Ojal abra para muchos una puerta que le permita entrar.
Dolores Aleixandre, rscj
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