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Psicología - Conciencia y Memoria
Psicología - Conciencia y Memoria
Psicología - Conciencia y Memoria
Conciencia:
Estado de percepción de nosotros mismos y del entorno. Nos permite tomar y organizar la
información de nuestro entorno
Niveles:
Estados de conciencia
Neurofisiología:
Tradicionalmente se ha considerado que el tálamo, una región del centro del cerebro
relacionada con el procesamiento de información sensorial (visual, auditiva y táctil), es la
estructura más importante para hacer posible la consciencia. Se pensaba así porque las
personas que sufren daño en esa parte del cerebro pueden perder la consciencia o una parte
de ella.
Pero recientemente se ha comprobado que cuando se anestesia a una persona ésta puede
quedar inconsciente incluso 10 minutos antes de que las neuronas del tálamo se desactiven,
lo que ha hecho sospechar a los investigadores que la consciencia más que en el tálamo radica
en la corteza cerebral, y otros experimentos con técnicas de electroencefalografía y
resonancia magnética funcional les han dado la razón. Ahora también creemos que la
consciencia aparece y se hace más profunda cuando las neuronas de la corteza cerebral, sobre
todo las de su parte posterior, que procesan diferentes tipos de información, se integran
funcionalmente, es decir, cuando en vez de trabajar separadamente, cada uno por su cuenta,
los circuitos neuronales de la corteza cerebral que procesan la información trabajan
colectivamente, en equipo.
Sueño y sus fases
Esta primera etapa comprende aproximadamente los primeros diez minutos del sueño, desde
que estamos en período de vigilia hasta que nos adormecemos, una etapa de
transición.
Se trata de una etapa corta, de apenas dos o tres minutos, en la que nos acercamos al sueño
profundo. Durante las fases III y IV del ciclo del sueño es cuando nuestro cuerpo se
encuentra en un estado de relajación profunda y cuando se dan los picos de
segregación de hormona del crecimiento, muy importante para los deportistas.
La etapa de sueño profundo suele ocupar aproximadamente un 20% del total del ciclo del
sueño. Es la etapa más importante de todas, ya que va a determinar la calidad de
nuestro descanso. Durante esta fase del sueño también es difícil despertarnos: nuestro
ritmo respiratorio es muy bajo, así como nuestra presión arterial, que suele descender
entre un 10 y un 30%.
Fase de sueño REM (rapid eye movement) o etapa de sueño paradójico
La etapa de sueño REM ocupa un 25% de nuestro ciclo del sueño, entre 15 y 30 minutos. Se
denomina fase de rapid eye movement debido al movimiento constante de los globos
oculares bajo los párpados. Esta fase se caracteriza por tener una alta actividad
cerebral, muy similar a la que tenemos mientras estamos despiertos: durante la fase
de sueño REM la actividad cerebral es muy alta, pero nuestros músculos se
encuentran bloqueados. Es la fase en la que soñamos y captamos información del
exterior.
Los trastornos del estado de conciencia son padecimientos donde el estado de alerta o de
vigilia se encuentran alterados. Esto puede variar desde la confusión leve (no poder pensar
claramente) hasta encontrarse totalmente inconciente (desmayado). El estado de conciencia
es normalmente controlado por diferentes partes del cerebro. Estos sistemas mantienen a una
persona alerta y conciente de sí misma y de su ambiente.
Los siguientes son distintos trastornos de la conciencia, que también pueden ser llamados
estados de conciencia:
Otra fuente;
Estado vegetativo: se caracteriza por la preservación del estado de vigilia asociado a una
pérdida completa del contenido de conciencia. Las funciones cardiorrespiratorias y de pares
craneanos están intactas habitualmente. Se trata de pacientes que estuvieron en coma y que
han recuperado el ciclo sueño-vigilia, mediado por el SRA. Los pacientes en estado
vegetativo pueden evolucionar en la minoría de los casos hacia una mejoría del contenido de
conciencia, o persistir sin cambios de su estado neurológico constituyendo para algunos
autores, el denominado estado vegetativo persistente, cuyo límite diagnóstico de tiempo es
controversial (11). La Multi-Society Taske Force desarrolló en 1991 los criterios diagnósticos
para el estado vegetativo: no evidencia de conciencia de sí mismo; no evidencia de respuesta
cognitiva voluntaria, sostenida y reproducible; no evidencia de comprensión o expresión del
lenguaje; presencia de ciclo sueño-vigilia; funciones hipotalámicas y de tronco encefálico
suficientes para mantener la vida; reflejos craneanos y espinales preservados en forma
variable. Definió estado vegetativo persistente aquel que se mantiene más de un mes, y estado
vegetativo permanente aquel que se mantiene más de 12 meses en la injuria encefálica
traumática o más de 3 meses en la no traumática.
En la Figura 1 se esquematiza el espectro evolutivo de las alteraciones de conciencia, con las
limitaciones que determina una simplificación esquemática de estas intrincadas y
complejas eventualidades evolutivas.
Memoria:
Etapas:
Otra fuente;
Niveles de procesamiento:
Tipos de memoria.
• En función del tipo de información: Podemos decir que la memoria verbal se encarga
de retener información con contenido verbal (aquello que leemos o las palabras que
escuchamos), mientras que la memoria no verbal es la que maneja el resto de
información (imágenes, sonidos, sensaciones, etc.).
Otra fuente:
Tipos de memoria
1. Memoria sensorial
Memorias excepcionales:
Las personas que tienen este tipo de memoria muy desarrollada son capaces de recordar
cualquier cosa que hayan visto, oído u olido. Es decir, de cada situación recuerdan, con todo
lujo de detalles, lo que ha ocurrido, lo que se ha dicho, cómo era el lugar, la luz que había,
cómo olía y cómo se sentían.
Recuerdo y Olvido:
En cierta ocasión, alguien preguntó a Albert Einstein qué es lo que hacía cuando tenía una
idea nueva, si la apuntaba en un papel o en un cuaderno especial. Al parecer, el sabio contestó
con contundencia: “Cuando tengo una idea nueva, no se me olvida”.
Nada más cierto: cuando algo nos emociona tanto como una idea nueva e interesante, es casi
imposible olvidarla. Lo que nos emociona no se olvida, y no importa que sean alegrías o
disgustos.
El cerebro retiene esas situaciones porque la emoción que las acompaña activa las regiones
implicadas en la formación de las memorias, como el hipocampo y la corteza cerebral.
Además, la liberación de hormonas como la adrenalina contribuye a reforzar la memoria de
las situaciones emocionales. Y como lo que nos emociona son las cosas importantes, las
emociones sirven para que solo lo importante se registre en la memoria.
A veces ocurre que las memorias están disponibles, pero no son accesibles, como cuando
decimos: “Pero si lo sabía, ¿por qué no me acuerdo?”, o “¿Qué he venido a hacer aquí?”, o
“Lo tengo en la punta de la lengua”... En muchos de estos casos, la incapacidad para recordar
se debe a que la memoria está relacionada con el estado fisiológico del cuerpo o con
nuestra situación exterior.
ESTUDIANDO EL OLVIDO Y LA MEMORIA DESDE LA NEUROCIENCIA
Si estudiamos bajo los efectos de una sustancia estimulante como la cafeína, por ejemplo,
suele ocurrir que la mejor manera de recordar lo aprendido es volver a la misma
situación, es decir, bajo los efectos de la misma sustancia. Si no, podemos quedarnos en
blanco en el examen.
En este caso, el olvido, más que en una pérdida de memoria, consiste en la incapacidad de
acceder a la misma. Por eso solemos recordar más tarde lo que no podíamos evocar en el
momento de la prueba.
Además, el recuerdo puede depender también del contexto ambiental en que nos hallamos,
como cuando no reconocemos a una persona si la vemos en un lugar diferente al de donde
solemos encontrarla, o cuando no recordamos lo que hemos ido a buscar a la cocina y
necesitamos volver al comedor para acceder a la memoria. La mejor manera de facilitar el
recuerdo consiste, entonces, en situarnos en un contexto orgánico y ambiental lo más
parecido posible al original, cuando adquirimos la información.
Cuadros clínicos.
El acto de olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar (o de almacenar
en la memoria) la información adquirida. A menudo el olvido se produce por el aprendizaje
interferente, que es el aprendizaje que sustituye a un recuerdo no consolidado en la memoria,
y lo "desaparece" de la conciencia. Hay que recordar que uno recuerda que ha olvidado algo,
es decir, que sabe que tenía un conocimiento que ya no está allí, es decir, tener conciencia de
haber tenido eso. Así, los recuerdos olvidados no desaparecen, sino que son sepultados en el
inconsciente.
La pérdida de memoria puede ser un síntoma de disfunción cerebral. Es uno de los motivos
más frecuentes de consulta, especialmente en personas de edad avanzada. A veces los
miembros de la familia notan e informan de la pérdida de memoria.
La mayor preocupación para el paciente, los familiares y el médico suele ser si la pérdida de
memoria es el primer síntoma de la enfermedad de Alzheimer, una forma progresiva e
incurable de demencia (un tipo de trastorno del cerebro). Los pacientes con demencia han
perdido la capacidad de pensar con claridad. Por lo general, si el paciente es lo
suficientemente consciente de su pérdida de memoria como para estar preocupado por ello,
por lo general no sufre de una demencia precoz.
¿Sabías que...?
• Las personas que son conscientes de su pérdida de memoria por regla general no
sufren demencia.
Los recuerdos pueden ser almacenados en la memoria a corto plazo o a largo plazo,
dependiendo de lo que se trate y de lo importante que sean para la persona.
• La memoria a largo plazo, como su nombre indica, almacena los recuerdos (como
el nombre de la escuela secundaria del sujeto) por largo tiempo.
La memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo se almacenan en diferentes partes del
cerebro. La memoria a largo plazo se almacena en muchas áreas del cerebro. Una parte del
cerebro (el hipocampo) ayuda a clasificar la información nueva y a asociarla con información
similar que ya está guardada en el cerebro. Este proceso convierte los recuerdos a corto plazo
en memoria a largo plazo. Cuanto más frecuentemente se utilice o se recupere un recuerdo a
corto plazo, más probable es que se trasforme en un recuerdo a largo plazo.
Causas frecuentes
• Demencia
• Depresión
Las alteraciones de la memoria relacionadas con la edad (denominado deterioro de la
memoria asociado a la edad) hacen referencia al ligero descenso fisiológico en la
funcionalidad cerebral que se produce con la edad. La mayoría de las personas de edad
avanzada tienen algunos problemas de memoria. Recuperar recuerdos de cosas nuevas, como
por ejemplo el nombre de un nuevo vecino o cómo utilizar un nuevo programa informático,
lleva más tiempo. Las personas de edad avanzada también tienen que ensayar los nuevos
recuerdos con más frecuencia para que estos se almacenen. Las personas con este tipo de
pérdida de memoria a veces se olvidan de las cosas, como dónde dejaron las llaves del coche.
Pero en ellos, a diferencia de las personas con demencia, la capacidad para realizar las
actividades diarias o de pensar no está afectada. Con tiempo suficiente, suelen recordar,
aunque a veces lleva más tiempo de lo conveniente. Este tipo de pérdida de memoria no es
un signo precoz de demencia o de la enfermedad de Alzheimer.
El deterioro cognitivo leve es un término impreciso que se utiliza para describir las
deficiencias en la funcionalidad mental que no son lo suficientemente graves como para
afectar al funcionamiento diario. La pérdida de memoria suele ser el síntoma más evidente.
En realidad, los recuerdos se pierden, no es que se tarde en recuperarlos, como ocurre en
personas con alteraciones en la memoria relacionadas con la edad. Los sujetos con un
deterioro cognitivo leve tienen problemas para recordar conversaciones recientes y pueden
olvidar citas importantes o eventos sociales, pero suelen recordar eventos pasados. La
atención y la capacidad para realizar actividades habituales no se ven afectadas. Sin embargo,
hasta la mitad de las personas con deterioro cognitivo leve desarrollan demencia en menos
de 3 años.
• Tener dificultad para recordar cómo hacer cosas que han hecho muchas veces antes
y cómo llegar a lugares en los que han estado a menudo.
• Ya no poder hacer cosas que requieren muchos pasos, como seguir una receta de
cocina.
• Olvidarse de pagar facturas o acudir a las citas.
En las primeras etapas de la demencia, las personas afectadas pueden ser conscientes de su
pérdida de memoria. Pero, a medida que la demencia progresa y a diferencia de las personas
con alteraciones en la memoria relacionadas con la edad, no son conscientes de su pérdida
de memoria y a menudo niegan que la tengan.
Algunos factores que aumentan el riesgo de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos
(como la hipertensión arterial, los niveles altos de colesterol y la diabetes) parecen aumentar
el riesgo de demencia.
Algunos de estos trastornos se pueden revertir con tratamiento. Se incluyen los siguientes:
Otros trastornos son solo parcialmente reversibles. Entre ellos se cuentan los que afectan al
suministro de sangre y nutrientes al encéfalo, como una parada cardíaca y ciertos tipos
de accidente cerebrovascular. También comprenden convulsiones inusualmente largas,
traumatismos craneoencefálicos, infecciones cerebrales, infección por VIH, tumores
cerebrales y el abuso de ciertas sustancias (incluido el alcohol). En pacientes con estos
trastornos, el tratamiento a veces puede mejorar la memoria y la función mental. Si el daño
es más extenso, el tratamiento puede que no mejore la función mental, pero a menudo puede
evitar un mayor deterioro.
Signos de alarma
En las personas con pérdida de memoria, ciertos síntomas son motivo de preocupación:
Las personas con signos de alarma deben consultar con un médico. Se debe acudir al médico
de inmediato si
• Tienen otros síntomas que sugieren un problema del sistema nervioso como dolores
de cabeza, dificultad para usar o entender el lenguaje, lentitud, problemas de visión o
mareos