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Libro El Diseño de La Casa (Ok)

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1

EL DISEÑO
DE LA CASA

Pastor y maestro
Osvaldo Rebolleda
2
Este libro fue impreso
con anterioridad
Ahora es publicado en
Formato PDF para ser
Leído o bajado en:
www.osvaldorebolleda.com

Provincia de La Pampa

rebolleda@hotmail.com

Todos los derechos de este material son reservados para el


Señor, quién los ofrece con la generosidad que lo
caracteriza a todos aquellos que desean capacitarse más y lo
consideran de utilidad.
No se permite la reproducción parcial o total, la
transformación de este libro, en cualquier forma o por
cualquier medio, sin al menos mencionar la fuente, como
una forma de honrar el trabajo y la dedicación que dio vida
a este material.
Se permite leer y compartir este libro con todos los que más
pueda y tomar todo concepto que le sea de bendición.
Edición general: Fuente de Vida
Revisión literaria: Marcela Recchia
Diseño de portada: EGEAD
Todas las citas Bíblicas fueron tomadas de la Biblia versión Reina
Valera, salvo que se indique otra versión.
3
Contenidos

Introducción................................................................... 6

Capítulo uno

Una invitación a la eternidad.......................................... 14

Capítulo dos

El diseño de la casa……………..................................... 26

Capítulo tres

Fundamentos y cambios………….................................. 44

Capítulo cuatro

De la deuda al propósito................................................. 64

Capítulo cinco

La unción revelada..……............................................... 78

Capítulo seis

El gobierno espiritual…..…........................................... 90

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Capítulo siete

Gobernando desde el cuerpo……………………..........106

Capítulo ocho

La casa de Dios ……………………………………… 120

Reconocimientos…………………………………….. 130

Sobre el autor………………………………………….132

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Introducción

Este libro surge de conceptos que Dios me impartió al


recibir directivas para abrir una nueva obra, una nueva
congregación. Yo no tenía ninguna intención de hacerlo, ya
que mi tarea personal consistía en predicar y enseñar en
diferentes ciudades de manera totalmente abierta, más allá
de toda barrera denominacional. Pero una noche el Señor
nos habló claramente, lo hizo estando yo en mi oficina,
como a mi esposa en la habitación y fue entonces cuando
determinamos abrir un nuevo lugar de reunión para la
ciudad.

Por supuesto no teníamos a nadie esa noche, pero al


día siguiente, determinamos invitar gente a nuestra casa; y
fue de esa manera que el centro cristiano Fuente de Vida
comenzó en la provincia de la Pampa. En la primera semana
buscamos un local y en un par de meses estábamos
inaugurando un hermoso lugar que había sido edificado con
la intención de abrir allí, una agencia de autos o algo por el
estilo, sin embargo era el lugar que Dios había preparado
para que estableciéramos un nuevo tiempo espiritual para la
ciudad.

Pensábamos estar listos y comenzamos a caminar en


lo que sería un verdadero taller de enseñanza personal.
Utilizo el término pensábamos, por una simple razón, ya
6
que con el transcurso del tiempo nos fuimos dando cuenta
de cuánto teníamos para aprender respecto de trabajar con la
gente y cuánto nos faltaba para comprender los diseños de
Dios.

Yo no tenía idea de lo que estaba emprendiendo,


porque el primer tiempo fue maravilloso, crecimos mucho
en apenas unos pocos meses, pero después comenzaron los
tremendos ataques que tanto nos han enseñado. Lecciones
que sin duda merecen varios libros como éste, pero de todas
ellas quería extraer una enseñanza especial que hace a la
edificación del Cuerpo de Cristo y estoy persuadido de que
este libro lo va a bendecir en gran manera.

La Pampa se ha caracterizado por ser una provincia


muy cerrada a los cambios, de hecho, las estructuras
institucionales, religiosas, de legalismo, de manipulación,
de control y hasta de caudillismo fueron, durante mucho
tiempo, características en muchas de las congregaciones
pampeanas y aclaro esto porque, como en todos los ámbitos,
hay contadas excepciones.

Eduardo Castex es una ciudad pequeña y su gente es


amable y hermosa, pero en el área espiritual estaba
totalmente cerrada como la noche más oscura, con un alto
dominio de las tinieblas y una extremada división entre las
congregaciones de ese lugar, todo lo nuevo era sospechoso
y diabólicamente peligroso. En ese ambiente establecimos
la obra, con una visión de Reino, con fundamentos

7
apostólicos y proféticos. Por supuesto, es de imaginar la
oposición que se levantó desde todos los sectores.

Con ese entorno y en esas circunstancias, Dios me


habló del Diseño que había preparado para su Iglesia. El
Señor me habló de mudar pensamientos a una dimensión
espiritual elevada, pero a la vez profunda, como así
también, de un desafío difícil pero no imposible, el desafío
de soltar palabras diferentes y poderosas, capaces de abortar
los pensamientos equivocados, engendrados desde la
religiosidad, de la miseria, la mezquindad y el control.

Palabras que además de interrumpir lo equivocado,


fueran capaces de engendrar una nueva generación con
mentalidad apostólica y de Reino, una mentalidad de
conquista, de riqueza, de bendición, de abundancia y de
vida. Dios me habló de un pensamiento diferente,
transgresor pero positivo. Dios me desafió al cambio, pero
me advirtió que no sería fácil, que seríamos atacados,
criticados y resistidos, pero que si nos atrevíamos El estaría
con nosotros dándonos la victoria, porque ese Diseño que Él
me estaba dando era made in Cielo. Dios nos ha mostrado
su mano en cada uno de los avances y esto ha sido de tanta
enseñanza para nosotros, que pensé, bajo la inspiración del
Espíritu Santo, en la idea de escribir de manera sencilla y
llevadera, algunos conceptos que fueran de bendición para
pastores, líderes y hermanos que también estén
manifestando el Reino en lugares difíciles, donde las
estructuras religiosas todavía no hayan sido quebrantadas.

8
Por eso creo que este material va a bendecir su vida,
impulsándolo a creer en un tiempo profético y maravilloso
de Dios para su Iglesia. “El diseño de la casa” es un práctico
exponente de los cambios que deben producirse en estos
tiempos para adecuarnos a la estación espiritual que estamos
viviendo. Por eso le pido que lea atentamente cada capítulo
con entusiasmo y pidiéndole al Espíritu Santo que le traiga
convicción de cada una de las palabras aquí escritas.

Le aclaro y le advierto algo antes de que usted lea


esta material. Nosotros todavía no hemos terminado nuestra
tarea, hoy puedo decir que hemos avanzado mucho y
nuestros conceptos espirituales han sido mudados a
dimensiones más elevadas y todo eso ha sido por la
confrontación, la dificultad y la prueba. La trascendencia de
la obra que pastoreamos se mudó de los límites de la ciudad
y hoy afectamos naciones a través de las enseñanzas que el
Señor nos ha dado. Debo reconocer que no somos en la
ciudad lo que deberíamos ser, pero cuando estamos tocando
al mundo, no puedo dejar de maravillarme de los diseños de
Dios.

Creo que al nacer Jesús, en una pequeña ciudad


llamada Belén, de una joven e inexperta madre, con un
proveedor carpintero, nadie pudo imaginar un impacto
mundial. Es más creo que fue tan osado el diseño Divino,
que ni el diablo pudo ver o entender lo que estaba
ocurriendo. Jesús siempre fue atacado, siempre debió

9
enfrentar ambientes hostiles, pero al verlo, nadie pudo
dimensionar el impacto que estaba causando en el mundo
entero. Esa fue la mayor proeza, que solo fue un niño
indefenso, un joven intrascendente, un maestro con doce
locos que lo seguían, un reo colgado en un madero, pero
también fue un Rey que se sentó en un Trono sobre todos
los tronos y cuando lo hizo, fue una sorpresa, se le hizo
tarde al infierno para impedirlo, su Reino ya estaba
establecido.

Yo no hubiese escrito este libro sin la autorización del


Señor, es más creo profundamente que esta ha sido su idea,
porque yo no sentía que debía exponer o enseñar algunas
cosas que todavía no las hemos abrazado por completo, pero
cuando servimos a Dios, recibimos sus diseños y de ellos
hablamos, si pudiéramos predicar o escribir solo de las
experiencias personales, nadie podría hacerlo con plenitud,
hablamos y enseñamos lo que pertenece a Dios y por eso lo
puedo hacer con mucho temor, con mucho respeto, pero con
la firme convicción de estar haciendo la voluntad del Padre.

Cuando Moisés fue por primera vez a hablar con el


faraón, todavía no era más que un viejo tartamudo con ideas
raras, cuando el Señor libertó al pueblo y Moisés bajó con
las tablas del monte Sinaí, habló la voluntad de Dios sin
haberla vivido y cuando murió en el monte mirando la tierra
de lejos, creyó en lo que jamás pisó, y toda una generación
lo cuestionó porque con su liderazgo ninguno entró a poseer
las promesas. Sin embargo nuestra eternidad interior nos

10
habilita, porque todo esto no es un diseño humano, después
de su muerte, Moisés se convirtió en el libertador que
condujo al pueblo hasta la tierra prometida.

Hoy vivimos un tiempo de transición, algunas cosas


las viviremos con intensidad y otras serán la pista de
despegue para la generación que nos preceda, de una forma
u otra, tenemos vida eterna y veremos los diseños
cumplidos porque Dios es fiel. Contribuir al desarrollo y
entendimiento de un diseño celestial es un gran privilegio
que voy a disfrutar. Lo invito a que juntos hagamos una
oración y que podamos renovar el entendimiento de nuestra
mente para comprender cuáles y cómo son esos diseños del
Reino de los cielos.

“Padre te alabamos y nos acercamos a tu Trono con


confianza en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, en El
hallamos la confianza para recibir tu voluntad, para forjar
en nuestro espíritu y nuestra mente, ideas que tengan que
ver con tus diseños Divinos, diseños que provengan de tu
voluntad, diseños que contengan tu plan para nuestros
tiempos, diseños que podamos entender y ejecutar, diseños
claros pero contundentes, Señor, te pedimos sabiduría,
revelación y entendimiento de cada palabra y de cada
expresión, para saber examinar todo, para saber retener lo
bueno y para saber rechazar todo concepto que no
provenga de Ti, Padre te amamos y te damos gracias en el
nombre de Jesucristo, Amén”…

11
Ahora sí amado lector, le invito a navegar por el mar
de las palabras que por momentos serán de gran
confrontación, por momentos simplemente divertidas, por
momentos profundas y por momentos superficiales y más
amenas, por eso le pido una vez más que cuide no perder
pensamientos que, entre líneas, acechan como verdaderas
perlas para su espíritu.

12
13
Capítulo uno

Una invitación a la eternidad

Dios tiene para nosotros como Iglesia, un diseño


Divino. Él está procurando que podamos entenderlo, por eso
es necesario cambiar algunos conceptos. Y cambiar
conceptos quiere decir que hay cosas que tal vez nunca las
hemos escuchado, pero que no significa que no provengan
de Dios, por eso en este tiempo y con la aprobación del
Espíritu debemos aceptarlas o al menos abrirles la puerta de
la consideración.

Dios es un Dios que se renueva, que crea


continuamente cosas nuevas, porque ese es su oficio, Él es
creador, entonces, como creador, diseña su voluntad
continuamente. El pretende dar, por medio de su Espíritu
Santo, diseños a sus hijos para que trabajemos conforme a
ellos y podamos manifestar el Reino de los cielos al mundo
entero.

“Dios ha diseñado un plan


Para manifestar su Reino,
nosotros debemos ejecutarlo”
14
Si Dios no fuera un Dios de diseños, todas las vidas
tendrían que ser iguales, sin embargo Él ha creado matices
diferentes para cada vida, no somos el resultado de la
casualidad, no nacimos de un repollo, ni nos trajo una
cigüeña, sino que somos un diseño precioso y único de
Dios. Por eso ha puesto en cada uno de nosotros
apariencias diferentes, llamados diferentes, dones
diferentes, talentos diferentes, y lugares específicos donde
debemos emprender proyectos de Reino para gobernar en
Su nombre.

Como eterno creador que no habita en el tiempo, Dios


no sufre limitaciones. Él sabe desde antes de los tiempos
entendibles para nosotros, todo lo que ha de acontecer, por
lo tanto, cuando hablo de conocer nuevos diseños, hablo de
nuevos para nosotros y cuando digo que El crea
continuamente cosas nuevas, digo que Su dinámica produce
en nosotros sorprendentes novedades, difíciles de entender,
porque no son dadas a la mente natural, sino al espíritu y si
no estamos en perfecta sintonía con Él, algunas cosas,
simplemente nos parecerán grandes locuras. (1 Corintios
1:18)

El apóstol Pablo recibió el diseño de la Iglesia y lo


expuso como pudo con palabras escribiendo principalmente
la carta a los de Efesios, y digo como pudo, porque las
palabras son muy limitadas a la hora de explicar lo Divino,
es decir, aquello que le fue revelado en el tercer cielo no era

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fácil de describir, por eso dijo que algunas cosas no las
podía ni escribir y otras, eran difíciles de entender, pero que
leyendo con mucha atención y gracia Divina podríamos
entender.

Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús


por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la
administración de la gracia de Dios que me fue dada para
con vosotros; que por revelación me fue declarado el
misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo
cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el
misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no
se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.
(Efesios 3:1 al 5 V.R.V.)

Cuando estoy predicando la Palabra o dando


enseñanzas en distintas conferencias, tengo la plena certeza
de estar frente a gente de buena voluntad, gente que en
verdad desea escuchar y provocar cambios en su vida para
alcanzar todo lo que Dios tenga para ellos; lamentablemente
no siempre pueden alcanzarlo y creo que uno de los motivos
fundamentales de ese fracaso es la preocupación que les
demanda su vida personal.

“Uno de los motivos que hace fracasar a la gente


es la desmedida preocupación por las cuestiones
personales”

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Creo que los cristianos en verdad queremos hacer la
voluntad del Señor, pero se, y puedo afirmarlo sin temor a
equivocarme, que para captar un diseño Divino es necesario
no preocuparnos por nuestra situación y ocuparnos del
Reino de Dios, porque eso traerá todas las cosas a nuestras
vidas. Si el justo por la fe debe vivir, es necesario
despojarnos del temor, la incertidumbre, la preocupación y
el afán.

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,


qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro
cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido? no os afanéis,
pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o
qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas
cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán. (San Mateo 6:25
y 6:31 al 34 V.R.V.)

La única forma de conocer y de conseguir una vida


regida por los diseños de Dios, es por medio de la
revelación y ésta no puede ser dada por un hombre, sino por
el Espíritu Santo que habita en nosotros, por lo tanto
debemos encontrarnos con la capacidad de desprendernos
de los afanes y de buscarle a Él y Su Reino por sobre todas

17
las cosas, sabiendo que en Él están todas nuestras
soluciones.

La pregunta es: ¿Por qué el Señor nos habla de


revelación y de los diseños de su casa? Porque creo que eso
es lo que verdaderamente importa, su plan y su propósito
eterno. Los nuestros, solo son problemas domésticos a los
que no le quiero quitar trascendencia, porque sería como
tratar de ignorar que cada uno de nosotros, estamos
transitando una realidad que puede ser adversa o difícil,
pero déjeme decirle que más allá de nuestra realidad, está la
verdad eterna del plan y el diseño de Dios.

“Aquellos que procuren edificar sobre los diseños de


Dios, recibirán el favor y la abundancia”

Ser parte del plan eterno de Dios es lo mejor que nos


puede pasar en la vida, además, el que no se preocupa por
sus cosas, sino que se ocupa del Reino, ese recibirá el favor
de Dios, porque nuestro Dios es un Dios de pacto y Él sabe
recompensar a los que le obedecen captando la idea de su
corazón. Puedo afirmarle una vez más, que aquellos que
procuren edificar sobre los diseños de Dios, recibirán el
favor y la abundancia, porque Dios se ocupará de sus
problemas.

Entender los diseños de Dios y ser parte de ellos nos


conviene. Pero no digo esto como quién calcula los
beneficios de manera egoísta y solo para provecho personal.

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Lo digo porque es lógico que en nuestra vida anhelemos que
nos vaya bien y por otra parte, sería bueno que vivamos
deseando tocar la eternidad de Dios y participando de sus
diseños, estas dos cosas son lo mejor que nos puede pasar
en la vida.

Muchas personas aceptan a Jesucristo como Señor y


salvador de sus vidas, muchos se congregan durante años y
tratan de ser fieles en su comportamiento, van a cuantas
reuniones pueden, leen la Biblia con atención y si es
posible, hacen un curso teológico o un seminario bíblico.
Muchos oran y buscan cumplir con algún trabajo en áreas
de servicio dentro de la congregación, sin embargo, jamás
tocaron, ni tocarán el propósito eterno de Dios.

Quisiera explicarme bien al respecto: Cuando


aceptamos a Jesucristo, tenemos la vida eterna y por lo tanto
viviremos una eternidad, la muerte ya no se enseñoreará de
nosotros. Cuando digo que algunos nunca tocarán el
propósito eterno de Dios, me refiero a Su plan de establecer
el Reino de los cielos en toda la tierra. Es decir, podemos
llegar a vivir eternamente con Él, sin embargo podemos no
haber contribuido en nada respecto de Su diseño de Reino.

Hay gente que entiende la vida cristiana solo en la


esfera de lo natural, es como si el único comprometido para
hacer algo fuera el Señor respecto de ellos y no ellos
respecto de Él y de Su plan. Es fácil caer en la trampa de
pensar que estamos participando de Su plan eterno por el

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solo hecho de congregarnos o portarnos relativamente bien.
Podemos caer en la trampa de pensar que por recibir alguno
de sus tantos favores, estamos bien con el Señor, sin
embargo, no estamos pensando como Dios piensa.

Cuando Jesús manifestó la hora de ir a Jerusalén


donde sería crucificado, Pedro le reconvino, diciendo: Señor
no te conviene ir, mejor quédate con nosotros, entonces,
Jesús le respondió: Pedro solo estás pensando cómo piensa
el hombre, pero no como piensa Dios. Es decir, hay un
punto de vista humano y hasta diría carnal, que parece
inofensivo y bueno, sin embargo es totalmente rechazado
por Dios ¿Quién pensaría sin conocer la historia, que estaba
mal lo que Pedro sugería? Me parece que cualquiera que
ame bien a su maestro, actuaría humanamente normal si
dijera lo que Pedro le sugirió a Jesús, sin embargo Jesús
rechazó eso y no solo lo rechazó, sino que le dijo sin temor
a ofenderlo: “Apártate de mí Satanás...”

“Jesús estaba pensando en los diseños del Padre


y eso lo llevó más allá de su propio bienestar”

Pedro por su parte, estaba pensando como lo hacemos


naturalmente cualquiera de nosotros, que nada nos pase, que
nada nos perturbe y que todo nos salga bien. Entonces le
llegó la confrontación del Señor diciendo: Pedro, “Dios no
piensa así”.

20
En el evangelio recibimos y muchas veces
entregamos un mensaje de beneficio total, pero no
entregamos de entrada ninguna demanda de Dios y tal vez
lo hacemos inconscientemente para que nadie se espante,
pero solo le terminamos diciendo una porción de la verdad.
Nadie para evangelizar diría: “El que quiera salvar su vida
la perderá, pero el que pierda su vida por causa del
evangelio, ese la hallará”. (San Mateo 16:25) “El que
quiera seguir a Dios, debe tomar su cruz, negándose a sí
mismo, en todo, para poder seguirlo” (San Mateo 16:24)
Es decir, no nos dijeron y lamentablemente evitamos decir,
cuál es el verdadero diseño de Dios y eso es grave, porque
Dios no es legalista, pero es totalmente legal, porque su
propuesta no tiene nada que ver con una religión, sino con
un Reino.

Hoy tenemos una manera de ver nuestra vida y


nuestro entorno y por supuesto, tenemos una manera, a
veces muy particular, de pensar la voluntad de Dios y creo
que no estamos pensando como Dios piensa, al menos no lo
hicimos así durante muchos años, generando una Iglesia que
hasta nuestros días, solo espera el favor Divino pero que no
entiende los diseños del Reino de los cielos y, por lo tanto,
no reacciona ante los mandatos del Supremo.

Nuestras oraciones de hoy, son más para pedir que


para escuchar y eso deja en evidencia una peligrosa
tendencia que tiene que ser revertida, porque lo más
importante es que lo escuchemos a Él y le obedezcamos en

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todo. Hemos procurado que Dios nos complazca los deseos,
pero no procuramos ni tan siquiera intentamos, comprender
los suyos. Hemos presentado largas listas de peticiones,
pero no estamos actuando eficazmente cuando Él solicita
algo como Señor y Rey.

“Hemos procurado que Dios nos complazca los deseos,


pero no hemos procurado comprender los suyos”

Esta tendencia no es total ni absoluta, por lo tanto


genera dos tipos de cristianos muy diferentes. Unos viven su
comunión con Dios esperando que Él los toque con su
gracia, mientras que otros procuran escuchar a Dios y
buscan desde la comunión, complacerlo con sus acciones.
Unos buscan ser ungidos y otros procuran ungirle, unos
buscan su corona y otros buscan coronarle, unos buscan
bendiciones y otros simplemente lo bendicen, unos buscan
que el Altísimo les obedezca, mientras que otros quieren
saber su voluntad para ponerla por obra. Los primero
buscan ser tocados por la eternidad y los otros simplemente
tocan la eternidad de Dios. Usted sabrá de cual corriente
prefiere ser.

Nuestro propósito de vida es muy limitado, solo


abarca el período de vida espiritual, ni siquiera toda nuestra
vida natural, solo el tiempo que caminamos en luz. El
propósito de Dios es eterno, por eso nos excede totalmente,
es decir, comenzó mucho antes de que naciéramos y
terminará mucho después de que nuestro cuerpo vuelva al

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polvo. Por eso debemos aprovechar bien el tiempo y cruzar
la línea de nuestra breve vida para tocar la eternidad de
Dios, interviniendo en sus diseños, aportando con nuestras
vidas, al cumplimiento de su plan.

Les doy algunos ejemplos: Noé puso por obra un


diseño Divino y tocó la eternidad de Dios; podría haber
construido un pequeño bote para su familia y no estaría mal,
sin embargo no hubiese tocado la eternidad de Dios
participando en sus diseños, solo habría sido el diseño de un
hombre llamado Noé.

Abraham recibió un diseño de Dios y se encaminó a


cumplirlo, no sabía muy bien a dónde tenía que llegar, solo
recibió en su corazón el mandato de su creador que le dijo
que en él había una gran nación y con eso fue suficiente.
Abraham solo podría haber procurado una familia, pero si
hubiera pensado así, jamás hubiera llevado a Isaac al monte
para entregarlo en sacrificio, ni tampoco hubiera tocado la
eternidad de Dios. Abraham pudo no entender muchas cosas
en su época, de hecho la Biblia dice que le tuvieron que
predicar el evangelio. Sin embargo el patriarca adoptó el
extraño diseño de Dios y se dispuso a concretar su parte,
tocando así, la eternidad Divina. Hoy es el padre de la fe y
todo porque su obediencia le fue contada por justicia.

“Ellos pudieron ser hombres comunes,


sin embargo no se inventaron un propósito”

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Moisés recibió el diseño de Dios cuando estaba
cuidando ovejas. De hecho, el llamado a libertador le
pareció tarde e inoportuno, pero se encaminó a cumplirlo.
Esto podemos tenerlo hoy escrito y aprendido, pero en
realidad, para el pensamiento humano, lo que Dios le
propuso a Moisés era una verdadera locura. Él podría haber
seguido con sus ovejas en el desierto, de hecho, ya había
formado una hermosa familia con Séfora y los años se le
habían pasado. Sin embargo, Moisés dispuso su corazón
para cumplir con su parte en el diseño de Dios y por ello,
alcanzó el propósito divino. La prueba contundente de estos
personajes que tocaron la eternidad del Padre está en que
hoy, después de tantos miles de años, seguimos hablando de
ellos y eso se hará por toda la eternidad.

Ellos pudieron ser hombres comunes, sin embargo no


se inventaron un propósito, sino que adoptaron el propósito
que Dios había diseñado para ellos y tocaron así el
propósito eterno que el Padre había diseñado para su
creación, eso les dio y les dará por siempre una
trascendencia total, porque todo ser humano que logra tocar
la eternidad de Dios pasará a ser un protagonista de la
historia y de los diseños Divinos.

Ya tiene hecha la invitación, usted amado lector, bien


puede ser un cristiano feliz que concreta algunos logros
humanos y aceptables, como el de formar una hermosa
familia, tener una casa, comprar un coche, disfrutar unos
viajes y aún servir en el templo, pero la invitación es mucho

24
más elevada, no tiene que ver con lo natural, aunque lo
incluye, tiene que ver con participar de los diseños eternos
de Dios para su Reino y quién sea parte de eso, simplemente
estará tocando la eternidad.

“El hombre hace muchos planes en su corazón,


pero solo prevalecerá el propósito Divino”
Proverbios 19:21 VBL

25
Capítulo dos

El diseño de la Casa

El profeta Ezequiel ejerció su ministerio en la


cautividad, la gracia maravillosa de Dios lo puso como una
lumbrera para guiar a su pueblo a la humillación y el
cambio. El Señor le mostró a Ezequiel por medio de
visiones, las abominaciones que el pueblo cometió en el
templo, con la idolatría y la adoración a falsos dioses, pero
también utilizó la vida de Ezequiel para presentar su
voluntad y nuevos diseños que levantarían a su pueblo a la
comunión y el compromiso verdadero.

Sería bueno para nuestra comprensión, el leer juntos


todo el libro de Ezequiel que es más que interesante, aunque
contiene muchos pasajes misteriosos y difíciles de entender,
en especial al comienzo y al final del texto, al punto tal, que
los judíos prohibían a los jóvenes la lectura del libro hasta
que no tuvieran al menos treinta años. Pero no se asuste, le
propongo compartir un pequeño pasaje del capítulo cuarenta
y tres, una porción central del libro del profeta Ezequiel,
donde habla de restauración y de diseños Divinos.

Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta


casa, y avergüéncense de sus pecados; y midan el diseño
de ella. Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho,
26
hazles entender el diseño de la casa, su disposición, sus
salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus
descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus
leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden
toda su forma y todas sus reglas, y las pongan por obra.
Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el
recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí
que esta es la ley de la casa. (Ezequiel 43:10 al 12)

Los capítulos centrales del libro de Ezequiel, son


ricos en el desarrollo de las características del templo, como
lo son las medidas, los detalles y circunstancias que Dios
había determinado para la casa o el templo que Él quería.
Incluso el Señor estableció la forma en la que debían hacer
todas las cosas, tanto los sacerdotes como el pueblo en
general, digamos que fue muy específico en todo.

“Dios es un diseñador,
Y nosotros debemos interpretarlo”

Traigamos este proceder Divino a nuestros días. Hoy


el Señor nos está dando diseños para su Iglesia, si
funcionáramos en la actualidad con los diseños de la década
del veinte, pregunto: ¿Estaríamos a tono con la sociedad de
hoy? Seguramente que no, porque tendríamos un lenguaje y
vestimentas antiguas, liturgias de culto y actitudes pasadas
de tiempo, que no encajarían con una sociedad actual.
Atienda muy bien a esto amado lector, no estoy expresando

27
que hay que negociar el mensaje con el sistema o con los
cambios culturales, jamás diría tal cosa.

Lo que sí creo, es que si la ciencia y la sociedad


evolucionan, que si la cultura y las circunstancias cambian,
la expresión que identifica a la Iglesia debe cambiar. Por
supuesto que no estoy haciendo referencia a las doctrinas
fundamentales, sino a la expresión que nos identifica a
nosotros. Es decir, a pesar de que Cristo es el mismo, la
iglesia debe cambiar su actitud para insertase en la sociedad.
No puede una iglesia de la edad media alcanzar una
sociedad del siglo XXI, es imposible y dejo bien sentado
que no estoy hablando de doctrinas fundamentales, estoy
hablando de cosmética y de un profundo cambio de
pensamientos y actitudes que deben ser establecidas por
revelación. Por ejemplo, la iglesia del primer siglo, no
utilizó los medios de comunicación para expandir su
mensaje, pero sería absurdo que hoy, no aprovecháramos
esa tecnología.

Dios necesita que Su iglesia evolucione, y usted, bien


podría preguntar: ¿Cómo va a ser eso? Si la Palabra es la
misma, si tenemos la misma Biblia, tenemos el mismo Dios,
que es el mismo ayer, hoy y por los siglos, cómo vamos a
cambiar. ¿No sería esto peligroso? La verdad es que no. No
solo no es peligroso, sino que además es necesario. Por
ejemplo: Yo soy el mismo desde que nací, tengo el mismo
nombre, el mismo ADN, las mismas huellas digitales, sin
embargo no queda en mí nada de la materia con la que nací,

28
todo se ha ido renovando en mi cuerpo, cada célula, cada
átomo de mi ser fue renovado y si la Iglesia es un cuerpo
también se va renovando, ya no hay en la tierra ninguno de
los padres apostólicos, pero no debemos ignorar la esencia
que dejaron para vivir lo apostólico. Yo conservo en mí ser
los recuerdos y las experiencias del pasado, hoy he
cambiado de apariencia, pero la esencia sigue estando
intacta.

Por otra parte, mis pensamientos y mis acciones


fueron cambiando por la experiencia, yo soy el mismo
desde que nací, pero ya no tomo mamadera, ni me tienen
que dar la papilla en la boca haciendo el avioncito para que
pueda comer, simplemente he cambiado, he sido mudado,
he madurado en todo para encontrarme hoy con una
capacidad de hacer y de entender las cosas que antes no
podía, hubo en mí una clara evolución, no podría buscar
plenitud de vida en mis primeros siete años de vida, se
supone que hoy soy el mismo mejorado.

“La Iglesia es un cuerpo y como tal,


debe ir creciendo y madurando en todo”

El apóstol Pablo enseñó a la congregación de Éfeso


algo que nos llega a nosotros. Lea con atención lo que dice
respecto de la edificación del cuerpo: “Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para

29
la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar
emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo,
bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de
cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose
en amor. (Efesios 4:11 al 16 V.R.V.)

Este pasaje de Efesios, deja muy en claro que hay un


cambio permanente, porque crecimiento es eso, “cambio
permanente”. Si los ministerios trabajan con el propósito de
que todos lleguemos a la unidad de la fe, debemos
comprender que vamos avanzando, pero que
indudablemente todavía no lo hemos logrado, solo hemos
avanzado en parte, es decir, cuando nacemos tenemos todo
el potencial interno para lograr en el futuro grandes cosas,
de hecho todo ser humano que ha logrado algo en esta vida,
nació como un indefenso niño, sin embargo la maduración,
el crecimiento y el cambio lo fueron proyectando hasta
alcanzar la plenitud de un hombre o una mujer capaz de
consumar propósito y destino. Así también el cuerpo de
Cristo.

30
Jesús fue formado en el vientre de María y nació
como un indefenso niño que tuvo que ser alimentado,
higienizado y cuidado cada día, hasta que el lógico
desarrollo de la vida lo fue independizando. A los nueve
años ya manifestaba algunas actitudes que evidenciaron
capacidad y cambio, sin embargo recién cuando cumplió los
treinta años comenzó su ministerio; no solo porque los
sacerdotes eran designados como tales a esa edad y él fue
nuestro sumo sacerdote, sino también porque había
alcanzado la medida de la estatura de la plenitud en su vida.
Entonces y solo entonces pudo manifestar al Cristo para
exhibirlo al mundo.

Recuerde que Cristo significa “Ungido” es decir, que


Jesús manifestó la unción plena, cuando alcanzó la madurez
y por ello pudo declarar que el Padre lo había ungido para
dar buenas nuevas a los pobres, para sanar a los
quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los
cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los
oprimidos y para predicar el año agradable del Señor. (San
Lucas 4:18 al 19) Es decir que madurez permite la unción y
la unción abre paso a la manifestación del Reino.

“Madurez permite la unción


y la unción abre paso a la manifestación del Reino”

Hoy en día, la Iglesia debe ir madurando para que el


Padre pueda soltar un peso de unción lo suficientemente
grande como para romper el yugo de tinieblas e impiedad

31
que cubre el mundo, porque con la unción que hemos
alcanzado hasta ahora no vamos a romper más yugo del que
ya hemos roto. Necesitamos el trabajo de los cinco
ministerios establecidos por el Señor, para que podamos
alcanzar la unidad de la fe y la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo, no de Jesús el hijo del carpintero, sino
del Cristo.

Cuando Pedro recibió la revelación de que Jesús era


el Cristo, no descubrió que Cristo era el apellido de Jesús,
sino que descubrió la unción que había en Jesús el hijo del
carpintero. Hoy nosotros somos como el hijo del carpintero,
del panadero, del mecánico, del doctor, pero eso no es lo
que puede cambiar al mundo, sino la maduración necesaria
para que la unción se manifieste a través de los hijos
espirituales del Padre Eterno, estableciendo definitivamente
el Reino de los cielos.

Para que un niño madure necesita ser instruido,


necesita mudar sus pensamientos, el apóstol Pablo dijo:
“Cuando era niño pensaba como niño, hablaba como niño,
juzgaba como niño, más cuando ya fui hombre, dejé lo que
era de niño”. (1 Corintios 13:11) Crecimiento es cambio,
cambio es dinámica de vida y eso debe verse reflejado en la
Iglesia, porque la Iglesia no es una institución religiosa, la
Iglesia es un ente vivo, llamada: “Cuerpo de Cristo”.

Dios en este tiempo nos quiere romper las estructuras


equivocadas y formarnos en torno de las estructuras

32
correctas. Él desea cambiar nuestra mentalidad, nuestro
lenguaje, nuestras actitudes sin dejar de lado los
fundamentos de nuestra vida cristiana, fundamentos que
según el apóstol Pablo, deben ser apostólicos y proféticos.
Con lo cual ya estamos frente a un gran desafío.

Hoy las cosas han cambiado en la sociedad, todo ha


evolucionado de manera vertiginosa, estamos en la recta
final para la plena manifestación del Reino de los cielos en
la tierra y la Iglesia tiene que vestirse con los ropajes
adecuados. Es decir, si quisiéramos hacer las cosas a la
manera de los apóstoles de la Iglesia primitiva estaríamos
viajando al pasado para recuperar modelos que hoy
sencillamente no sirven, es decir, tratar de sanar a la gente
con la sombra puede ser una intención cargada de piedad,
pero eso fue para Pedro, hoy debemos abrazar lo nuestro.
Por eso Pedro no anduvo escupiendo a los ciegos, eso fue
para Jesús y a menos que Dios quiera repetir algo, debemos
ir en busca de lo nuevo.

Si alguien me invitara a predicar a Mar del Plata, a


Buenos Aires, o a Tierra del fuego y yo determinara viajar
al estilo de Pablo y Bernabé, tendría que ir caminando o a lo
sumo iría en un burro o cuando mucho en un caballo. Si yo
quisiera mantener la misma actitud, la misma postura y todo
lo que Pablo hacía, entonces me vestiría igual que él, me
pondría túnica y sandalias y la gente podría pensar que
estoy loco por vestirme o actuar del mismo modo que lo
hizo el apóstol. Sin embargo eso es lo que procuramos

33
cuando declaramos que necesitamos volver a la Iglesia
primitiva.

“Debemos renovar el entendimiento


para comprender la voluntad de Dios”

Pablo hacía cosas que eran correctas para su tiempo,


lo que Dios necesita es que conservemos los mismos
fundamentos dados por el Espíritu Santo pero con la
constante metamorfosis que produce la renovación del
entendimiento, cimentados en la palabra y renovados para
funcionar en la corriente que el Espíritu Santo procure
generar hoy.

Ante el diseño Divino, Ezequiel recibe y transmite la


revelación para que podamos ver cuáles son las entradas,
cuáles las salidas del diseño de la casa, los principios y los
detalles. Y dice que todos tenemos entrada por un mismo
Espíritu al Padre, es decir que el diseño que Dios quiere hoy
para la iglesia, debe ser dado por el Espíritu Santo, que trae
revelación de la palabra y nos lleva a toda verdad y justicia.

Es decir, funcionamos como una iglesia apostólica,


una iglesia que también tiene principios de familia, pero que
también tiene principios de cuerpo, que manifiesta al nuevo
hombre, que se viste de guerrera y que también tiene
principios edilicios. Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios, edificados sobre el

34
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo
santo en el Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:19 al 22 V.R.V.)

“Lo apostólico es una mentalidad,


no un nuevo nombramiento para algunos”

Así como el Señor por medio de Ezequiel recalca la


santificación como un principio fundamental, como la ley
primera de la casa, así sigue siendo en nuestros días, una
iglesia apostólica, una iglesia profética busca y vive en la
voluntad del Padre. Por eso lo profético es fundamental,
porque trae la voz y dirección de Dios y lo apostólico es una
mentalidad, no un nuevo nombramiento para que algunos
hombres sean reconocidos como jefes de alto rango.
Apóstol significa enviado y eso no tiene que ver con un
ministerio más elevado, sino con una mentalidad de ser
enviados con propósito de parte de Dios.

De hecho, un apóstol nunca será el mayor como lo


vemos hoy, sino el menor, porque en el Reino de los cielos,
el menor puede alcanzar una mayor dimensión de autoridad
y el que se humilla es exaltado a mayores niveles de poder.
Hoy la cosa se ha desvirtuado y de pronto vemos a un
apóstol como aquel digno de toda gloria, sin embargo,
Cristo dejó bien en claro con su vida, que siendo enviado

35
por el Padre, es decir, siendo un apóstol, se humilló hasta lo
sumo para recibir un nombre sobre todo nombre y fue
coronado en gloria, recibiendo toda autoridad, poder,
dominio y señorío.

Cristo fue enviado por el Padre a morir en el madero


y su credencial de apóstol fue su extrema obediencia al plan
Divino. Hoy vemos a muchos que piden un nombramiento
de apóstol por su trayectoria, por las obras que abrieron en
el pasado, por los años de ministerio que tienen o,
simplemente, porque tienen mucha gente reunida en una
congregación, eso es una verdadera estupidez que lo único
que hace es llamar a lo que es falso para que funcione como
verdadero y a la larga eso se tiene que terminar.

Este tipo de actitudes son muy perjudiciales para el


desarrollo del plan Divino, los ministros de hoy, deben tener
sumo cuidado a la hora de procurar un ascenso con lo que
no está diseñado para promocionar a nadie. El apostolado
no es un nivel superior de reconocimiento humano, es un
ministerio creado por Dios y dirigido soberanamente por Él,
para edificar y preparar el cuerpo de Cristo.

Si Dios quiere un diseño para la iglesia hoy, es un


diseño de mentalidad apostólica, porque esa es la estación
que estamos viviendo, entonces, tiene que ser mudada
nuestra mente para adecuarnos a esta estación y no
pretender combatirla. Muchos rechazan hoy el diseño
apostólico porque piensan que es una moda, pero en

36
realidad es tan viejo como el ser humano, de hecho Adán
fue el primer apóstol, es decir, fue el primer enviado por
Dios para establecer su Reino en la tierra.

Una cosa es segura y tengo que aclararla; hoy se


muestra mucho rechazo por lo apostólico, y eso es
totalmente legítimo, sobre todo, por la mala exposición que
algunos han hecho de lo apostólico. Porque lo peor que
puede pasar cuando Dios está estableciendo algo diferente,
es que alguien trate de exhibirlo sin antes comprenderlo
desde la revelación. Yo conozco gente que se auto postuló
para ser apóstol y aún juntó firmas para que lo proclamen
como tal, sin embargo un apóstol solo puede ser levantado
por el Señor, recuerde que Efesios cuatro once dice: “Y Él
mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros, profetas, a
otros evangelistas, a otros pastores y a otros maestros”.
Cuando dice: “Él mismo constituyo” se refiere a Dios, no a
que el hombre mismo se va a constituir en algo. No son las
autoridades institucionales las que tienen autoridad para
determinar nombramientos ministeriales.

Cuando le quitamos a Dios el derecho de diseñar su


Iglesia como se le dé la gana, nos podemos auto postular y
eso es peligroso. El mayor enemigo de lo verdadero son las
imitaciones, porque es entonces cuando muchos entran en
duda y temor. Pero bueno, aunque lo traten de combatir, lo
falso nunca podrá anular lo verdadero. Si a usted le tienen
que dar mucho dinero, puede que dude o aún puede
invadirlo el temor de que lo engañen o traten de estafarlo

37
con algunos billetes falsos, de todas maneras no creo que
rechace la entrega, a lo sumo, analizará cuidadosamente
cada uno de los billetes y después se los meterá en el
bolsillo. Lo apostólico es igual, puede ser verdad que andan
sueltos muchos apóstoles falsos, pero si queremos estar en
sintonía con Dios, debemos analizar con cuidado y no
rechazar todo, sino que debemos aceptar lo que viene del
Trono de Dios y rechazar lo evidentemente falso.

“Es verdad que andan suelto muchos apóstoles falsos,


pero debemos analizarlo con cuidado
y no rechazar todo…”

Jesús advirtió que vendrían tiempos difíciles donde


muchos procurarían trabajar desde el engaño; en el libro de
San Mateo en el capítulo veinticuatro, verso veinticuatro
dice: “Porque vendrán falsos Mesías y falsos profetas; y
harán grandes señales y milagros, para engañar, de ser
posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido”. Pero no
dijo tengan temor y no reciban nada, porque nunca más
enviaré un profeta o nunca más volveré. Jesús dijo que
extremáramos los cuidados y nada más. No se olvide que el
diablo es un experto imitador de Dios, él no es un creador,
solo es un imitador y como tal, falsifica lo verdadero.
Claro, todo lo falso tiene su imperfección y puede ser
detectado, sobre todo por aquellos que caminan en la luz y
no en las tinieblas.

38
El que nació en una congregación de mentalidad
religiosa o estructurada, una congregación con gobierno
presencial, tiene que cambiar la mentalidad a una
mentalidad de Reino y se lo digo como pastor pero también
como mensajero del Señor en este tiempo. La iglesia de
hoy, es una iglesia de Reino con mentalidad de enviada, con
propósito y con destino de conquista para establecer el
Reino de los cielos para la gloria del Dios Padre.

Quisiera que usted pueda ver algo: en el día del


Pentecostés, cuando fueron todos llenos del Espíritu Santo,
había ciento veinte personas y todos hablaban en lenguas. El
apóstol Pedro, se puso en pié y dio un mensaje cortito,
profético del libro de Joel y se convirtieron tres mil
personas. El apóstol Pedro habló y dijo que esos hechos que
estaba aconteciendo ahí , ese derramar del espíritu, era lo
que había dicho el profeta Joel que sucedería, que en los
últimos tiempos el Señor derramaría de su espíritu y que
pasarían cosas tremendas.

Es decir, lo que estaba escrito en la Palabra estaba


sucediendo, Joel proféticamente dijo algo más, que Dios iba
a derramar sobre la tierra la lluvia temprana y la lluvia
tardía. ¿Y qué quiere decir esto? Bueno, en medio oriente
hace mucho calor y, por este motivo, la tierra se seca, se
parte, se agrieta y es imposible meter un arado en esa tierra,
pero en la época del mes de diciembre, aproximadamente,
ellos comienzan a recibir lo que se llama la lluvia temprana,
es la primera lluvia que ablanda la tierra para poder pasar el

39
arado y poder sembrar la semilla, si la lluvia temprana no
viene no se puede meter la semilla en la tierra. Lo que vivió
el apóstol Pedro en el Pentecostés, fue la lluvia temprana, y
digo esto porque Dios derramó la lluvia del espíritu para
poder sembrar la semilla de la palabra.

Dios nunca hubiese podido sembrar la semilla del


evangelio, las buenas nuevas de que Cristo murió en la cruz
del Calvario si no hubiese derramado del Espíritu, es decir,
primero derramó una lluvia temprana y sembraron las
primeras semillas y hasta el día de hoy se siguen
sembrando, por eso estamos a la espera de la lluvia tardía y
de la cosecha más grande que jamás se halla levantado en el
planeta tierra.

En Palestina, cuando se siembra la semilla, hay


épocas donde la lluvia se mantiene de manera intermitente,
hay chubascos, es decir, cae un poco de agua y después
seca, mientras tanto la plantita va creciendo. Cuando la
cosecha está ya casi lista ellos esperan lo que se llama la
lluvia tardía, que es la que termina de abrir y de elevar el
fruto, para poder, de esa forma, levantar la cosecha con
efectividad.

“El que nació en una congregación de mentalidad


religiosa o estructurada, tiene que cambiar”

Joel habló de que Dios iba a derramar la lluvia


temprana y la lluvia tardía, la temprana fue la del

40
Pentecostés, hablando espiritualmente, pero nosotros
estamos viviendo el tiempo en el que Dios va a derramar la
lluvia tardía. ¿Qué quiere decir la lluvia tardía? Que
estamos esperando proféticamente que dentro de poco
tiempo Dios derrame de Su Espíritu sobre todo el planeta
tierra de una manera como nunca jamás se vio.

Hay Salmos que hablan de que toda la tierra alabará


al Señor y que todo será lleno de su gloria, eso no se ha
visto hasta ahora, es más, la mayor parte del mundo no
conoce al Señor, solamente un cuatro por ciento de la
población mundial ha tenido experiencias sobrenaturales
con el Espíritu Santo. Si en muchas de las congregaciones
de hoy en día, el Espíritu Santo fuera quitado, ni cuenta se
darían, porque no buscan vivir en el aroma de su presencia,
pero lo que se viene de Dios para la iglesia en este tiempo,
es apostólico y profético para manifestar el Reino.

Los cambios de Dios ya son un hecho. Cambios


radicales se están estableciendo por medio de la revelación
y digo que son un hecho, porque aunque estemos en una
etapa de transición, ya fueron decretados en el cielo y eso es
suficiente para que en la tierra haya alguien que los declare
¿Está listo para esto? Si no, tenga cuidado, porque la
historia podría pasarlo de largo y eso sería una verdadera
pena, porque nuestra vida es muy breve y hay momentos
muy fugaces que son momentos claves para ser retenidos.

41
Los fariseos de la época de Jesús, fueron hombres de
Dios, que estudiaban las Escrituras y trataban de vivir por
ellas, pero no pudieron interpretar los tiempos que vivieron,
conocían la letra, pero cuando la Palabra encarnada se
presentó ante ellos, lo terminaron matando. Es decir,
conocer las Escrituras no nos habilita para reconocer lo que
Dios está haciendo hoy, por eso debemos extremar los
cuidados y procurar en oración comprender y aplicar los
diseños Divinos establecidos para nuestros días.

42
43
Capítulo tres

Fundamentos y cambios

La historia de la iglesia en la superficie, parece ser


irrelevante para el cristianismo del siglo XXI. Sin embargo,
el Cristianismo, a diferencia de cualquier otra religión, está
profundamente arraigado en la historia, porque el
cristianismo no es una religión más, sino la única verdad
que tiene que ver con la vida y los diseños de Dios para los
hombres. Es la manifestación de un Reino y no de una
religión.

Aunque no es la propuesta de este libro, le


recomiendo recorrer la historia de la iglesia, porque los
acontecimientos vividos son vitales para nuestro
entendimiento de la evolución o los estancamientos que los
diseños de Dios han padecido a través de los años. Mucho
debe ser recogido de los eventos entre el tiempo de los
apóstoles y la presente estación o reforma apostólica.

Y estas cosas les acontecieron como ejemplo,


y están escritas para amonestarnos a nosotros,
a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
1 Corintios 10:1 al 13

44
El apóstol Pablo exhorta a la iglesia de Corinto a que
procure aprender de los ejemplos del pasado de Israel, a fin
de no cometer los mismos errores. Como la historia antigua
de Israel, debemos recordar y aprender de la historia de la
iglesia cristiana, para no cometer los mismos errores hoy y
recuperar si es necesario, el rumbo que tal vez, por diversas
circunstancias, alguna vez perdimos.

Por ejemplo, muchos escépticos de la fe cristiana a


menudo asocian al cristianismo con la violencia y el
imperialismo de las Cruzadas. Pero una mirada objetiva a la
historia de la iglesia, nos mostrará que las cruzadas
ocurrieron en un momento cuando el papado era una
institución política corrompida por el poder y la codicia. Las
cruzadas se aprovecharon del cristianismo, pero no tenían
nada que ver con el evangelio de gracia subyacente.

“Hay rara filosofías religiosas, algunas de las cuales


se presentan bajo la bandera del cristianismo”

Hoy, nuestra cultura a menudo afronta nuevas y raras


filosofías religiosas, algunas de las cuales se presentan bajo
la bandera del cristianismo. Esto no es nada nuevo. La
historia está llena de herejías que han tratado de infiltrarse
en la iglesia, por eso, entender la doctrina cristiana a la luz
de la historia de la iglesia, nos ayudará a separar la ficción y
las modas, de los hechos y de la doctrina de la verdadera fe
cristiana.

45
Personalmente he tenido que estudiar sobre la historia
de la Iglesia, porque conocer el desarrollo de los
acontecimientos que nos trajeron hasta nuestros días, es
fundamental. Eso me ha permitido en parte, saber de dónde
han venido algunas cosas que hemos adoptado. He visto que
unos cuantos conceptos que tenemos en el cristianismo de
hoy, como ciertos y seguros, solo son engendros nacidos de
la verdad mezclada con la religiosidad. Creo que todos los
ministros que se consideren leales siervos de Dios, deben
tener a bien el revisar profundamente las raíces de todo su
conocimiento, porque hay conceptos institucionales que en
ocasiones se defienden y se enseñan como verdades
absolutas, pero que sin embargo solo son conceptos de
hombres que se introducen para mal, porque no son parte
real del diseño del Señor para su Iglesia.

Eso es muy peligroso porque tal vez hoy, podemos


estar caminando con modelos que Dios ya dio por
terminados. La corriente de esta sociedad nos inunda y nos
afectan las cosas que no deberían afectarnos. Nosotros
deberíamos estar viviendo en una cultura de Reino, pero sin
embargo la mayoría, hemos sido criados en una “subcultura
evangélica” y eso nos ha afectado muy mal, porque en esa
subcultura se infiltró la religión. La religión es comandada
por un espíritu que opera desde los tiempos antiguos,
recuerde que los hombres volvemos a la tierra, pero los
espíritus no, por lo tanto esos espíritus que operaron en los
fariseos en la época de Jesús, criticando e influenciando

46
para llevarlo a la cruz, son los mismos espíritus que
pretenden hoy matar el potencial del cuerpo de Cristo.

Cuando somos personas maduras o independientes,


profesamos pensamientos a los cuales no estamos
dispuestos a renunciar de ninguna manera, sin embargo, no
sabemos muy bien cuando tuvieron origen en nosotros, ya
estamos acostumbrados a ellos y los hicimos nuestros. Por
ejemplo, en el caso de los hombres, tenemos un equipo de
fútbol que consideramos como el mejor, es el equipo que
podemos amar, defender, alentar y aún sentarnos a discutir
con otros por sostenerlo en la sima de los mejores del
mundo, el problema es que ya no recordamos cuando
comenzamos a pensar así. Generalmente es el equipo que
nuestro padre nos recomendó abrazar y para complacerlo o
simplemente por creerle, hoy podemos discutir por la causa
o defender esos colores como los mejores del mundo, pero
la gran pregunta es: ¿Será tan así? ¿Es en verdad que el club
de nuestros amores es el mejor del mundo? ¿Según quién?

Hoy, como cristianos, tenemos que tener cuidado de


no estar aceptando pensamientos o liturgias adoptadas en el
pasado, sin saber cuándo ni cómo llegaron a nosotros.
Debemos tener temor a la hora de conducirnos, no sea que
hoy nos encontremos levantando algo que Dios ya derribó
hace un tiempo atrás. Las denominaciones, por ejemplo, son
un claro exponente de cuidado y expansión del evangelio,
sin embargo, también han sido en muchos casos, la cuna de
perversas liturgias o costumbres. En algunos casos

47
encumbrados pastores de trayectoria y dignos varones del
Reino, determinaron cosas para defender la sana doctrina y
terminaron deformando una verdad. Poner un puntal de
madera en una viga nueva es bueno, porque la ayudará a
endurecer derecha, pero determinar dejarlo revistiéndolo
para convertirlo en una columna permanente es un peligro
total para la construcción, porque las buenas intenciones de
un puntal, no sirven como columnas de un edificio y
lamentablemente eso es lo que se ha hecho en muchas
denominaciones.

“La cultura nos inunda, nos afecta y nosotros


deberíamos estar viviendo una cultura de Reino”

El pueblo de Israel caminó en el desierto durante


cuarenta años de la mano de Moisés, ellos habían sido
arrancados de la esclavitud de Egipto y eran conducidos a la
tierra prometida, sin embargo la obstinación de sus
corazones los hizo padecer el desierto y la dificultad sin que
muchos de ellos pudieran entrar a la tierra.

Uno de esos momentos de dificultad, se produjo


cuando el pueblo murmuró contra el Señor y entonces Él
mismo les envió serpientes ardientes que los mordían
causando gran mortandad. Ante el arrepentimiento de ellos
y la intercesión de Moisés, el Señor les dio un diseño
Divino, les dijo que debían construir una serpiente de
bronce y levantarla en alto, para que todo aquel que fuera

48
picado, mirara a la serpiente de bronce y permaneciera con
vida.

La serpiente de bronce funcionó muy bien en ese


momento, porque era un diseño de Dios, pero los años
pasaron, el pueblo conquistó la tierra, pasó la época de los
jueces, pidieron reyes a Dios, llegó el reinado de Saúl, el
reinado de David, el reinado de Salomón, después se dividió
el reino y en las dos tribus de Judá, que eran el reino del
Sur, comenzó a reinar Roboam, el hijo de Salomón y luego
pasó el gobierno de Abías, de Asa, de Josafat, de Joram, de
Ocozías, de la reina Atalía, del rey Joás, de Amasías, de
Uzías y de Jotam, hasta que un día llegó al trono Ezequías,
hijo del rey Acaz quién también gobernó sobre Judá.
Comenzó a reinar cuando tenía veinticinco años, y reinó en
Jerusalén veintinueve años. Ezequías fue un rey que hizo lo
recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas
que había hecho David.

Ezequías fue un rey que combatió decididamente la


abominable idolatría de Judá, hizo quitar los lugares altos,
quebró las imágenes de los dioses falsos, rompió los
símbolos de Asera y curiosamente hizo pedazos algo que
estaba siendo utilizado para la falsa adoración, era la
serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta
entonces los hijos de Israel le quemaban incienso. Ezequías
no solo la hizo destruir, sino que además la llamó Nehustán,
que significa, “Cosa de bronce”.

49
El rey Ezequías puso su esperanza en el Señor y la
Palabra dice que entre todos los reyes de Judá no hubo otro
como él, ni antes ni después, pues siguió a Dios y no se
apartó de él, sino que guardó todos los mandamientos que
Jehová prescribió a Moisés y además hay algo que quisiera
destacar sobremanera y es que la Biblia dice que Jehová
estaba con él y, adondequiera que iba, Ezequías prosperaba.
(2 Reyes 18:1 al 7)

Alguien alguna vez entendió un diseño de Dios para


sus días y ese diseño fue útil, aplicable y salvó la vida de
miles de personas, pero con el paso del tiempo, solo quedó
la adoración del objeto que alguna vez sirvió para un
propósito determinado. Los hijos de Israel, comenzaron a
levantar con adoración lo que Dios ya había derribado, se
supone que al momento de entrar a la tierra, cuando ya no
había serpientes, la imagen de bronce debió ser destruida,
sin embargo, como fue un diseño de Dios y como alguna
vez funcionó la siguieron utilizando, convirtiendo su
devoción en idolatría.

Dios se agradó de Ezequías porque entendió los


tiempos y la necesidad de los cambios, algunos seguramente
pensaron que los hechos de Ezequías fueron dignos de un
hereje, sin embargo Dios se agradó de los cambios, porque
Él es un Dios de cambios. Quisiera que pueda traer este
ejemplo a nuestros días y descubrirá cuántos ministros del
evangelio conservan y defienden algunas “Cosas” que ni
ellos saben dónde y cuándo se establecieron, porque si las

50
buscamos en la Escritura, algunas ni siquiera están o si
están, fueron mal interpretadas.

“Algunas cosas fueron verdad para su tiempo,


pero Dios ya se mudó de ellas”

En el pasado, grandes y verdaderos hombres de Dios


pudieron recibir “Cosas” de parte de Dios y está bien, pero
no debemos idolatrar todo lo que aquellos hombres dijeron,
porque algunas de esas “Cosas” fueron verdad para su
tiempo, pero Dios ya se mudó de ellas. Hoy tenemos que
interpretar los tiempos y la voluntad de nuestro Señor. No
sea que nos encontremos idolatrando “Cosas” que nada
tienen que ver con el plan de Dios para nuestras vidas.

Sabe que la idolatría comenzó en el cristianismo


cuando entendieron por decisión del liderazgo que sería
bueno conseguir algunos objetos que llamen la curiosidad
de la gente y poder así atraerlos a los templos. Entonces
alguien dijo: ¡Tengo unas sandalias que fueron del apóstol
Pedro! Y otros se alegraron diciendo ¡Qué bueno, tenemos
que exhibirlas! Entonces otro dijo: ¡Tengo un pedazo de
madera y un clavo, que me dijeron que puede ser de la cruz
utilizada en el Calvario para matar a Jesús! ¡Que tremendo,
tenemos que traerla! Y así, se fueron sumando tantos
objetos que en esa época, dicen los historiadores, llegó a ser
un verdadero mercado de la fe. Le cuento otra: Alguien
dijo: ¡Tengo en un frasco un poco de leche sacada de los
pechos de María, la madre de Jesús! Entonces se pusieron

51
locos de alegría y dijeron: ¡También hay que exhibirla! Esto
parece muy insensato, pero usted lo puede comprobar en
cualquier libro de historia. Es más, puede comprobar
personalmente como continúa esa estupidez idolátrica en el
catolicismo de hoy.

Menos mal que hoy no tenemos la vara de Moisés, ni


el manto que utilizó Elías que luego le cayó a Eliseo con la
doble unción, menos mal que no tenemos un mechón del
pelo de Sansón, ni la quijada que utilizó para matar filisteos,
menos mal que no embalsamaron al burro que utilizó Jesús
para entrar en Jerusalén, de lo contrario estaríamos haciendo
cultos especiales para utilizar el poder de las “Cosas” que
alguna vez fueron, pero que ya no son diseños de Dios.

Noé fue un hombre maravilloso y nadie discute su


capacidad de escuchar un diseño Divino, pero ese diseño
que resolvió un problema en su tiempo no tiene por qué
repetirse. Vea que Moisés muchos años después se encontró
con el mismo problema que Noé, es decir, no se encontró
con el diluvio, pero si con el mar Rojo que les impedía el
paso a la tierra prometida y para colmo los egipcios los
venían persiguiendo para matarlos, aun así, Moisés no
determinó ante ese problema construir un barco, porque en
su tiempo el diseño fue una vara y con eso fue más que
suficiente. Es decir ante el mismo problema, en distinto
tiempo, distinto diseño de parte de Dios.

52
El mar Rojo se abrió ante el pueblo de Israel y se
cerró matando a los egipcios, porque en su momento fue
totalmente efectiva la vara en la mano de Moisés, sin
embargo cuando los hijos de Israel estaban llegando a la
tierra prometida debieron cruzar el río Jordán bajo la
dirección de Josué y, aunque el problema se repitió, Josué
no construyó un barco, ni levantó una vara, a pesar de ser un
discípulo de Moisés, la Palabra enseña que Josué, enviado
por un diseño Divino, ordenó a los sacerdotes que llevaran
el arca y cuando ellos pusieron sus pies en el agua, el Jordán
se abrió, las aguas se detuvieron y ellos cruzaron en seco.
Un diseño para cada tiempo, fíjese que muchos años
después el profeta Elías se encontró ante el mismo río
Jordán y debió atravesarlo, pero él no construyó un barco, ni
levantó una vara, ni llamó a los sacerdotes de su época, en
su caso solo golpeó el manto y el río se abrió.

Hoy la Iglesia está caminando en dimensiones


diferentes, no digo mejores o superiores, eso lo podrá decir
el Señor, pero sí puedo asegurar que son diferentes. Si yo
analizo los tiempos de hoy, sabiendo que estamos en Cristo
y que somos su Cuerpo y que por ello podemos reclamar su
autoridad, potestad y poder y si sumo a eso que hoy
podemos hacer las mismas cosas y aún mayores que las que
hizo Él, entonces podría afirmar que estamos en tiempos
mejores. Pero cuando vemos el funcionamiento manifestado
hoy a nivel mundial, solo puedo opinar que estamos en un
tiempo diferente y eso hasta que tengamos la capacidad de
humillarnos ante la presencia de Dios buscando y pidiendo

53
sus diseños para estos tiempos y los pongamos por obra con
toda valentía, dejando atrás todo lo que alguna vez
adoptamos y que hoy solo se han convertido en cosas que
nos están deteniendo el avance.
La Biblia contiene la historia de Cristo, la Iglesia
existe para contar la historia de Cristo y la historia de la
Iglesia es una continuación de la historia Bíblica. Cuando la
iglesia nació, lo hizo con fundamentos apostólicos y
proféticos, ¿Quiénes fueron pioneros en el campo sino los
apóstoles? La Iglesia la fundó Cristo, pero los apóstoles son
los que salieron a predicar la palabra, la iglesia comenzó
siendo apostólica, pero luego con el tiempo, la convirtieron
en una simple institución. Los procesos desgastan, anulan,
matan y diseñan humanamente nuevas ideas que por
supuesto no son de Dios.

“La iglesia comenzó siendo apostólica


y Divina, pero luego con el tiempo,
la convirtieron en una institución”

Si alguna vez estudió la historia de la Iglesia o tiene


la posibilidad de estudiarla, como le aconsejé hacer, preste
mucha atención y verá usted que a través del tiempo y con
la reforma que inició Martín Lutero, se recuperó la verdad y
los fundamentos, pero no aparecieron más los profetas, ni
tampoco los apóstoles, quedando como máximas
autoridades de las congregaciones, los pastores y como
ayudantes los evangelistas, que al final también terminaban

54
pastoreando en algún anexo, oficiando de pastores, pero en
realidad ese no era el diseño establecido por Dios.

La Biblia dice que Dios iba a levantar sobre su iglesia


primeramente apóstoles, luego profetas, evangelistas,
pastores y maestros. Cinco ministerios en la iglesia con el
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,
para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo
de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo. (Efesios 4:11 al 13)

Hoy estamos recuperando el lenguaje correcto, la


visión correcta y el pensamiento correcto. Digo estamos por
una sencilla razón, hay muchas congregaciones atrasadas o
detenidas en las viejas tradiciones o estructuras y creo que
hasta el destrabe total, solo podemos decir que estamos
entendiendo, porque somos un Cuerpo y hasta que no
entendamos y avancemos en verdadera unidad, solo estamos
recuperando poco a poco los diseños de Dios. Diría que en
este tiempo estamos en plena transición y nueva reforma.

Las congregaciones que han abrazado la visión de


Reino, no le tienen miedo a la palabra apostólica, no tienen
miedo de cambiar conceptos, porque vivir los nuevos
conceptos dados por Dios, detonarán la manifestación de Su
poder. Cuando revisamos la historia de Israel, veremos que
Dios siempre respaldó con poder sus diseños, pero muy por
el contrario, cada vez que su pueblo se salía de su plan,

55
terminaban sufriendo los embates de la adversidad y del
Señor solo conseguían silencio. Si hoy queremos establecer
efectivamente el gobierno de la luz en todas las naciones de
la tierra, debemos elegir entre conservar los diseños que
hemos utilizado con mediocre resultado o avanzar a los
diseños de Dios, preparados para este nuevo milenio que
estamos viviendo.

“Los ministros tenemos la tarea de escuchar a Dios,


adoptar sus diseños y transmitirlos al pueblo”

El gobierno en las congregaciones bajo la autoridad


de un solo hombre es antibíblico y ya no puede sostenerse
con efectividad. El gobierno, en primer lugar, es
exclusividad de Dios, para eso el Espíritu Santo nos guía a
toda verdad y justicia (San Juan 16:13) Los hombres
tenemos la tarea de negarnos a nosotros mismos, de vivir en
el Espíritu y de ser capaces de escuchar a Dios y sus
Diseños, para adoptarlos y aplicarlos sin excusa. Hoy,
muchos pastores conducen a los miembros de su
congregación en base a programas elaborados por otros, o
por medio de sistemas pensados para producir algunos
resultados numéricos, pero sin la aprobación divina.

Los ministerios y las congregaciones no deben


desarrollarse a través de ideas naturales, ni manejos
empresariales, ni programas de marketing, ni a través de
diseños humanos de ningún tipo, la iglesia tiene un
propietario, alguien que la compró con un precio de Sangre

56
y es el único y soberano dueño, que puede gobernar sobre
ella, cambiando y estableciendo diseños a su antojo, él es el
Señor y nadie más.

Los pastores estamos para apacentar a la grey; los


evangelistas están para proclamar el evangelio y a través de
la obra del Espíritu, ganar almas para el Reino; los apóstoles
están para recuperar fundamentos y bajarlos para nuestros
días, no están para establecer nuevos fundamentos como
algunos dicen, los fundamentos o cimientos, ya fueron
puestos, hoy deben recuperar la revelación a la manera del
Reino y expandir el dominio territorial; los profetas están
para dar dirección y guía de Dios a la iglesia y los maestros
están para enseñar y aclarar el panorama apostólico y
profético de manera tal, que todos puedan entender cómo
caminar por los diseños de Dios.

Todos los ministerios deben formar equipos


apostólicos y presbiterios proféticos que trabajen en unidad,
que se complementen como es debido, para perfeccionar
correctamente y por medio del poder del Espíritu Santo a
todos los santos para que cumplan estos, con la obra de su
ministerio, que es la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre
maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
para que ya no seamos como niños, sacudidos por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la
astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del

57
error; sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en
todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir,
Cristo, de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y
unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme
al funcionamiento adecuado de cada miembro edificados a
través del amor. (Efesios 4:11 al 16)

En algún momento esto se fue perdiendo, los


maestros desaparecieron de las congregaciones, quedando
en la enseñanza los pastores o los ancianos, aún
evangelistas, diáconos o hermanitos de buena voluntad. Los
profetas desaparecieron de las congregaciones, dejando de
ser los encargados de direccionar al gobierno de la Iglesia,
solo quedaron en las congregaciones pentecostales, algunos
profetas denominados de cocina, porque solo direccionaban
a los hermanitos en cuestiones domésticas. Ellos
sobrevivieron la hecatombe, pero no eran muy bien vistos.
También sobrevivió el ministerio del evangelista, pero
escasamente funcionaron en su don, porque muchos fueron
puestos como encargados de obra o coordinadores de cultos
y nada más. De esa manera se perdió el potencial de
gobierno y la conciencia de Cuerpo a nivel universal, se
centralizó todo en la congregación gobernada por un
presbiterio sin visión de Reino, solo con la intención de
conservar la Iglesia sin mancha y sin arruga para que Cristo
venga a buscarla y llevarla en Gloria por toda una eternidad,
se forjó una Iglesia temerosa del mundo, encerrada y
escondida entre cuatro paredes, sin autoridad de conquista y
con la única esperanza de que venga Cristo a buscarlos para

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librarlos del mundo. Lamentablemente y aunque les pese a
muchos, ese no es, ni nunca fue el diseño de Dios y no estoy
diciendo de ninguna manera que Cristo no va a venir, eso
sería una verdadera herejía, lo declaro y lo proclamo:
¡Cristo viene pronto! Pero la Iglesia debe ser edificada para
manifestar el Reino de los cielos en la tierra y no para hacer
las valijas y esperar encerrada entre cuatro paredes a que se
produzca el rapto.

“Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra,


despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los
hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones,
lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy”.
Joel 3:9 y 10

En este tiempo tener una visión de Reino es


totalmente diferente a tener una visión de templito
evangélico o una mentalidad de gobierno presencial. Yo
llamo gobierno presencial al gobierno de cuerpo presente
como el que Jesús tuvo con sus discípulos, creo que ese
gobierno fue totalmente limitado, porque a pesar de ser
Jesús, ese gobierno representa para nosotros, una Iglesia que
todavía no ha pasado a la dimensión espiritual.

Fíjese usted que los discípulos caminaban con Jesús,


comían con él, veían y participaban de los milagros, tanto
en sanidades, como en liberaciones, pero en realidad no
entendían mucho, por eso cuando el maestro fue apresado,
todos salieron corriendo, ese gobierno es de cuerpo presente

59
y hay una corriente evangélica que lo adoptó, remplazando
al buen pastor, con un pastor local, con las atribuciones de
manejar la vida de la gente hasta lo inimaginable, pero esta
es una Iglesia que no entiende Reino, al igual que no lo
entendieron los discípulos de Jesús.

“La enseñanza del Cristo resucitado fue suficiente


para que los discípulos entregaran sus vidas al martirio”

Luego de la Cruz, Jesucristo se les apareció a sus


discípulos durante cuarenta días, con pruebas indubitables
de que había resucitado. La Biblia no dice exactamente qué
pasó, pero la enseñanza del Cristo resucitado fue suficiente
para que todos los discípulos entregaran sus vidas hasta el
martirio. Es decir, hay una iglesia que necesita al pastor
para todo y hay una iglesia que es conducida por el Espíritu
Santo, coordinada, pastoreada e instruida por un equipo
apostólico, donde por supuesto es clave la presencia del
pastor, jamás se me ocurriría plantear la ausencia pastoral,
pensar eso sería una estupidez, pero sí tengo que expresarle
lo que en Efesios cuatro, desde el versículo once al
versículo trece dice, lea atentamente este pasaje una vez
más: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
medida de la estatura de la plenitud de Cristo”. Es decir,

60
los cinco ministerios trabajan juntos para un fin,
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo y luego dice: “Hasta que”
Es decir hay un hasta, hay un momento de madurez donde
la fe nos unirá, donde el conocimiento nos inundará y donde
la medida sea la necesaria para que el Reino de los cielos
sea totalmente manifestado. Esto no es posible sin madurez,
porque la inmadurez produce desorden y el desorden nunca
manifestará al Cuerpo.

Si usted analiza bien estos conceptos, se dará cuenta


que la mentalidad de Reino no deja fuera al pastor, por el
contrario, lo levanta al nivel en el que tiene que funcionar
espiritualmente y recupera los cuatro ministerios restantes,
que deben activarse con total plenitud, porque ese es el
diseño de Dios para la Iglesia. Por otra parte, las malas
experiencias y los procesos que dejaron en evidencia a los
falsos infiltrados en las filas de la Iglesia, no anularán jamás
un diseño que es Divino y poderoso.

Por último y antes de terminar este capítulo quisiera


destacar lo que creo como fundamental en los diseños de
hoy: “Los presbiterios proféticos” es decir, equipos de
personas que caminando en la plenitud y llenos del Espíritu
Santo medien, ministren y trabajen entre los equipos
apostólicos y el pueblo. Los integrantes de los presbiterios
proféticos son personas ungidas, llenos del Espíritu,
nombrados, equipados y capacitados por los equipos
apostólicos designados por Dios. Es decir, todo bajo la guía

61
del Espíritu Santo y en orden, para respetar los diseños de
Dios.

Estos conceptos pueden estar confrontando su mente


y puede también, no estar de acuerdo con alguno de ellos,
sin embargo creo que recuperar estos valores hará
revolucionar el mundo espiritual. Si usted no los acepta,
está bien pero sigo viendo a mucha gente viviendo como
simples evangélicos con Biblia, pero sin visión del
propósito eterno de Dios para su Iglesia a nivel mundial y
creo que es tiempo de hacer algo al respecto.

Por otra parte, lo que estoy planteando no es algo


nuevo, ni tampoco es algo para enseñar a todos, porque ya
hay miles viendo y viviendo en este diseño Divino, es decir,
los que están viviendo y aplicando esto, sabrán que no llego
con una noticia, pero deben entender que es necesario
impartirlo todavía a muchos otros. Los que no están
viviendo estos diseños harían bien al menos en enojarse un
poco, porque eso evidenciaría que lo están pensando, pero
no se apure a descalificar, ni tire este libro por ese enojo o
por un desacuerdo con lo que le planteo a través de estas
líneas, mejor sería orar, y que lo decida el Señor. ¿No le
parece?

62
63
Capítulo cuatro

De la deuda al propósito

Antes de avanzar en este capítulo, quisiera aclararle


una vez más que al mencionar al gobierno presencial, no
estoy atacando al ministerio pastoral, de hecho yo soy un
pastor, solo estoy tratando de encerrar una mentalidad que
nos atrapó sin dejarnos avanzar. Por eso le llamo “Gobierno
presencial” a la actitud posesiva y sin avances. Por eso hice
referencia a la relación de Jesús como el maestro que
caminó con sus discípulos y el Cristo que simplemente se
fue a la diestra del Padre.

Cuando Jesucristo caminó con sus discípulos les


enseñó con dedicación y esmero, ejerciendo el ministerio
del buen pastor, pero un día los tuvo que dejar, diciéndoles:
“A ustedes les conviene si yo me voy, porque en mi lugar
vendrá el Espíritu Santo y El los llevará a toda verdad y
justicia y les recordará todo lo que yo les enseñé”. (San
Juan 14:26) Por supuesto que los discípulos no querían esto
y es lógico, sin embargo era lo mejor que les podía pasar.

Cuando Cristo se fue a la diestra del Padre, comenzó


el ministerio apostólico de sus discípulos, ellos fueron
enviados a hacer nuevos discípulos a las naciones de la
64
tierra, enseñando y bautizando, acompañados de poderosas
señales (San Marcos 16.15 al 18) Pero Cristo les dejó muy
en claro que no debían hacerlo hasta no ser envestidos con
poder de lo alto (Hechos 1:8) Cuando fueron llenos del
Espíritu Santo, no solo recibieron poder, sino que además
recibieron dirección permanente de la voluntad de Dios.

Caminar con el maestro les facilitaba la obediencia,


porque no tenían más que escuchar lo que el maestro decía
y se dirigían como Él lo determinaba, aunque no lo
entendían, lo importante era ser obedientes. Pero cuando el
maestro se fue, quedaron desorientados, hasta que fueron
llenos del Espíritu Santo y pudieron recibir dirección
Divina. Sin la presencia del maestro comenzó el gobierno
espiritual.

“Debemos cambiar de una visión de gobierno presencial


a una visión de gobierno espiritual”

Quisiera entonces exponerle algunas diferencias entre


el gobierno presencial y el gobierno espiritual. Creo
fervientemente que en esta era, Dios necesita que
cambiemos de una visión de gobierno presencial a una
visión de gobierno espiritual. En el año dos mil ocho me
retiré a un ayuno total por varios días y en ese ayuno,
además de recibir la guía de Dios para mi ministerio, el
Señor me dijo que comenzara en la congregación con una
“Escuela de gobierno espiritual” y así lo hice
inmediatamente, permaneciendo en la enseñanza hasta estos

65
días. Por otra parte me impactó mucho que el Señor me
dijera que no le llamara escuelita dominical a las clases
dadas a los niños de la congregación, me dijo que
proyectara una “Escuela de sabiduría primaria”. Pude
percibir a través de estas directivas, que Dios está muy
interesado en que aprendamos y vivamos bajo el gobierno
de la sabiduría espiritual.

Analicemos estos conceptos: Desde el gobierno


presencial, el pastor le va a decir a la gente de su
congregación cosas como estas: “Yo te gané”. “Yo te cuidé,
merezco que me honres”, “Vos sos de los nuestros”, “Si acá
naciste acá te debes quedar, este es tu lugar”, “No te juntes
con gente de otras congregaciones”, “No participes de
actividades ajenas a esta casa”, “No consumas enseñanzas
de otros lados, te tiene que ser suficiente la comida que te
damos acá”, “Con todo lo que Dios hizo por tu vida, no
podes dejar de servirlo”, es decir, es un gobierno que te
genera deuda, te mete en compromisos y pactos que Dios
nunca estableció.

En una iglesia de gobierno espiritual usted no está en


deuda con nadie, Dios lo trajo, Dios lo ganó, Dios lo
sustenta, Dios lo levanta, Dios lo puede mover, Dios lo
instruirá respecto de su voluntad y lo que es muy
importante, Dios lo mantendrá totalmente sujeto a las
directivas de las autoridades designadas por El, es decir, no
lo hará por temor, ni por manipulación, ni por intimidación,
sino por revelación. En el Reino el Señor es el apóstol, el

66
profeta, el maestro, el pastor y el evangelista, el Señor es el
Padre espiritual, Él es la autoridad verdadera y el que
reparte los dones, el Señor es todo en todos. Claro todo lo
hará a través de personas y está bien que reconozcamos eso,
porque de lo contrario nos volveremos personas incapaces
de reconocer a alguien, y eso es diabólico, todo lo hace
Dios a través de las personas. Pero también es diabólico
cuando los ministros creen que son ellos los padres, jefes y
generadores de todo y exigen reconocimiento, manipulando,
intimidando y enseñoreándose de sus hermanos. Es el Señor
y la gracia del Señor en todos y para todos.

Reitero que los hombres y mujeres encargados de


apacentar, de guiar, de ministrar y de impartir son dignos de
respeto, de honra y de reconocimiento por su hermosa y
digna tarea, pero usted no está en deuda con los ministros,
lo que los ministros hacemos no lo hacemos únicamente por
ustedes, lo debemos hacer porque el Padre nos envió a
hacerlo, lo hacemos por un llamado que recibimos y por el
cual recibiremos recompensa eterna y debemos hacerlo por
un amor que naturalmente nunca tuvimos, un amor, una
carga y unas capacidades otorgadas por Dios, para ejercer
una función que no tiene nada que ver con ser bueno o
mejor que nadie, solo es un mandato Divino.

Por otra parte, los ministros no estamos para gobernar


gente, sino ambientes, no debemos hacernos expectativa
con la gente, sino en la fe del espíritu, porque de lo
contrario podemos terminar totalmente heridos y no

67
debemos ejercer nuestro cargo almática o carnalmente, de lo
contrario, no solo no será efectivo, sino que además
terminaremos pecando, porque la Iglesia del Señor es un
cuerpo espiritual.

“El pastor no está para gobernar gente,


sino ambientes espirituales”

Yo soy pastor y maestro de la Palabra, si no tuviera


un llamado a ejercer estos dones, estaría pecando, porque
cada uno de los cinco dones ministeriales deben ser
establecidos con llamados Divinos y no con la buena
voluntad de los que quieren hacer algo para el Señor. Por el
contrario, le aconsejo a todos los que tienen buena voluntad
pero no tienen certeza de su llamado, que no se metan a
hacer lo que Dios no los envió a hacer, porque las buenas
intenciones en el Reino no sirven.

Como pastor, hago cosas porque Dios me mandó a


hacerlas, y hago cosas porque a través del Espíritu Santo,
Dios me capacita en amor y sabiduría. La gente que yo
pastoreo no tiene deuda conmigo, si alguien quiere irse a
otra congregación, yo le tengo que soltar y bendecir, porque
yo no puedo retener a la gente, Dios es el que los trae y es
Dios el que los establece estratégicamente donde deben
estar. De hecho he despedido a hermanos con tristeza, pero
sin dolor, ni rencor, porque muchas veces es Dios quién está
haciendo algo y combatirlo no es sabio.

68
En la mentalidad pastoral le pueden decir a la gente
que ellos son los que los ganaron para Cristo, que son piedra
de su corona, pero la verdad es que nadie puede ganar ni un
osito de peluche. El único que gana almas es Cristo,
nosotros solo podemos ser, por misericordia, canales para
hablar, pero el Espíritu Santo es el que convence de pecado,
de justicia y de juicio.

Entonces, cuando alguien lo hace nacer con la


mentalidad de “Yo te gané”, usted ya está en deuda. Tiene
que saber que ningún hombre lo ganó, Cristo lo ganó, por
eso no tiene que abandonar su propósito. En la iglesia con
gobierno espiritual, no se hacen cosas para quedar bien con
nadie, si usted va al templo a orar a la mañana temprano, o
va al culto para quedar bien con el pastor, sus principios ya
están mal y tendrá que corregirlos.

Usted tiene que concurrir a las reuniones de oración o


culto, porque entendió por revelación que Dios lo lleva, que
Dios lo envía, eso es una mentalidad de enviado
(Apostólica), usted tiene que comprender en su espíritu lo
que significa no dejar de congregarse como algunos tienen
por costumbre, no que lo termina haciendo por el pastor,
porque mañana cuando falte ese pastor usted va a decir con
enojo y frustración: “Pero con todas las cosas que hice por
él, y con todo lo que me esforcé para agradar a este tipo y
mira ahora lo que me hizo, me defraudó con su actitud…”
Pero en el gobierno espiritual, así como usted no está en
deuda con el pastor, el pastor no está en deuda con usted.

69
“En el gobierno espiritual,
usted no está en deuda con el pastor
Y el pastor no está en deuda con usted”

Tampoco estamos en deuda con Dios, Cristo pagó la


deuda. El evangelio es justamente eso, sacarte de la deuda y
saldar tus cuentas en la vida. En la iglesia con mentalidad de
Reino sabemos quiénes somos, entendemos posiciones,
posesiones y el Pacto que tenemos con Dios. En una iglesia
apostólica la mente cambia, el pastor no cuida las ovejas
porque si, sino que espera ser recompensado espiritual y
naturalmente y no se avergüenza por ello, porque no lo
encubre, sino que lo asume.

Quiero que pueda verlo desde un plano natural. Si un


pastor cuida un rebaño de ovejas, no las cuida porque tiene
ganas de perder el tiempo, las cuida porque tiene ganancia
en eso, y si usted está pensando en el buen pastor que es
Jesucristo y los asalariados, déjeme explicarle que
Jesucristo se refería a los que no tienen vocación o llamado,
que solo quieren ser pastores para ganar dinero. Pero si
alguien es pastor con llamado y con amor, bien merece
recompensa en esta vida y en la vida eterna.

En la mentalidad de Reino, el pastor apacentará su


vida pero no va a esperar nada a cambio de parte suya, no le
hará reclamos salariales, solo esperará del Señor. No hay
deuda de la gente, Dios es el que, por pacto, asegura

70
recompensa, eso evita frustraciones y reclamos. El Señor
dijo que el obrero es digno de su salario (1 Timoteo 5:18),
que no se le debe poner bozal al buey que trilla (1 Corintios
9:9) y que el que trabaja para el altar, debe comer del altar
(1 Corintios 9:13), es decir, así también anunció el Señor,
que los que anuncian el evangelio, vivan del evangelio (1
Corintios 9:14) Un pastor no debe depender jamás de la
gente, sino de Dios y la gente no debe diezmar y ofrendar
pensando en el pastor, sino en Dios que es el que lo pide y
paga a sus obreros.

Personalmente y como pastor, puedo decirle que en


mis funciones me estableció el Señor, el que me dio el
mandato fue el Señor, el que me sostiene es el Señor, yo no
dependo de la gente, aunque Dios use la vida de muchos
para sostenerme y bendecirme económicamente. Usted
tampoco depende de mí o de su pastor, depende de Dios.
Cuando el pastor lo entiende no trabajará frustrado ni
ofendido, solo doblará sus rodillas y hablará con su patrón.

Cuando la gente lo entiende deja de opinar y


preocuparse por lo mucho que puede ganar su pastor, a
menos que esté dispuesto a discutir con Dios y discutirle
¿Por qué ha determinado esa paga para sus obreros?
(Recuerde en todo momento que estoy hablando de una
Iglesia y de ministros con mentalidad de gobierno espiritual,
no estoy hablando de cambalaches que se dicen pastores,
pero que roban al pueblo aprovechando su posición, ellos ya
tendrán su merecido) He visto con tristeza que muchas

71
instituciones fijan un sueldo al pastor o la bendita junta de
ancianos determina cuanto debe ganar el siervo. Déjeme
decirle que eso no es cuidado administrativo, es
manipulación diabólica. La iglesia de Reino no fabrica
asalariados, sino que honra con doble honra con la certeza
de romper los límites del pensamiento humano, para ir en
busca de la voluntad Divina, sabiendo que hacerlo así desata
la poderosa bendición del Rey.

La mentalidad de gobierno presencial, genera deuda


ética con el ministerio. Nos enseñan que para no ser
desobedientes y quedar bien con el pastor tenemos que
hacer determinadas cosas, que para no actuar con rebeldía
tenemos que hacer lo otro. Mire mi amado hermano, nunca
haga nada para quedar bien con los hombres y mucho
menos por temor, hágalo por el Señor y para el Señor,
créame que si hay alguno digno de temor es solamente Él.

Cada vez que se levante a orar, cada vez que asista a


una reunión, cada vez que realice algún trabajo en el
templo, cada vez que lea o estudie la Biblia, hágalo por
usted y por su comunión con Dios, El sabrá recompensarlo
a su tiempo. Nunca lo haga por quedar bien con alguien o
esperando reconocimiento de hombre, porque terminará
frustrado y defraudado.

“Un pastor no debe utilizar la manipulación


Y mucho menos el temor para conducir al pueblo”

72
No estoy expresando que esté mal que usted haga
algo para sus hermanos o para el pastor porque les ama, si
es por amor, usted no esperará nada a cambio, pero si es por
compromiso la cosa terminará muy mal y de eso estoy
haciendo mención. Conozco mucha gente herida por hacer
muchas cosas y no recibir ni siquiera la atención que
esperaban a cambio. Así tampoco un pastor puede utilizar la
manipulación y el temor para conducir al pueblo de Dios.

Como pastor me pongo feliz cada vez que veo a los


hermanos venir a la reunión, cuando los veo venir a orar o
hacer cosas en el templo, me da mucho gozo, pero sabe lo
que estoy pensando, que por su esfuerzo, yo puedo
trasmitirle lo que el Señor me está diciendo, que por venir,
ellos están avanzando a su propósito y que yo también estoy
avanzando en el mío, por eso puedo sentir gratitud por lo
que hacen, pero el tema no es personal, ellos también deben
sentir gratitud si yo cumplo mi tarea con denuedo, porque
también se benefician, pero no hay deuda.

Dios quiere que nosotros cambiemos la mentalidad de


deuda, por la mentalidad de la gracia y dejemos de hacernos
expectativas entre nosotros y miremos a Cristo avanzando al
propósito con fe y con actitud. Jesucristo tuvo decenas de
discípulos que estaba pastoreando, aún los enviaba de dos
en dos, con toda su autoridad y hacían milagros como sanar
leprosos, resucitar muertos, liberar endemoniados y cosas
verdaderamente tremendas, pero un día se le fueron setenta
por unas palabras que no entendieron.

73
Jesús no abandonó su ministerio, no se deprimió, ni
tampoco se puso a llorar, sino que miró a los doce más
íntimos y les preguntó: ¿Ustedes también se quieren ir? Los
doce se quedaron considerando que no les convenía, porque
solo Él tenía palabra de vida eterna, pero aun así, cuando lo
apresaron dispararon uno para cada lado y todos lo negaron.

A pesar de tantas manifestaciones sobrenaturales que


el Señor evidenciaba en su ministerio, solo tuvo a doce y
uno de ellos no solo le robaba, sino que además lo terminó
entregando cobardemente a la justicia. Es decir, pastorear el
rebaño que le tocó pastorear a Jesús es algo difícil de
soportar, pero él no estaba mirándolos naturalmente, sino
espiritualmente, de lo contrario bien podría haber
reaccionado mal, porque a la luz de las evidencias, los que
debieron morir crucificados eran los discípulos y no el
maestro.

“Jesucristo fue un apóstol, un enviado por el Padre


y por eso no se hizo expectativas con nadie”

Cuando Judas lo entregó, Jesús no manifestó rencor,


ni dolor por el tiempo invertido en ese discípulo y aunque se
entristeció por lo que vendría sobre Judas, le dijo: “Lo que
pensabas hacer, hazlo pronto”. Aún la noche anterior no
tuvo problema en lavarle los pies, porque cada una de las
cosas que hizo Jesús no tenían que ver con los hombres,
sino con un propósito establecido por el Padre. Jesucristo

74
fue un apóstol, es decir un enviado por el Padre y por eso no
se hizo expectativas con nadie, no generó deuda en la gente,
ni aceptó hacer cosas para quedar bien con nadie, él sabía
que durante un tiempo tendría que soportar el gobierno
presencial, de hecho un día les dijo: “Hasta cuando los he
de soportar…” Sin embargo un día sus amados discípulos
funcionarían sin Él, solo dirigidos por el Espíritu Santo y a
ellos les dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta
el fin del mundo”.

Hay un célebre apóstol llamado Pablo, que antes de


convertirse era un perseguidor de la Iglesia. Pablo conocía
muy bien las escrituras, había estudiado a los pies de
Gamaliel, un famoso y reconocido maestro judío, dicen los
historiadores que Pablo sabía ocho idiomas diferentes y
estaba muy preparado en todo, sin embargo iba en
contramano respecto de la voluntad de Dios. Un día tuvo un
encuentro con Jesucristo y a partir de ese día su vida
cambió.

Pablo fue uno de los apóstoles más efectivos del


Señor, sin dudas fue el que recibió mayor revelación del
Espíritu respecto de la Iglesia y sus diseños, pero Pablo
nunca caminó con el maestro de Galilea, el no conoció a
Cristo como los demás discípulos, Pablo no vio los milagros
en vivo y en directo como los doce, él no comió con Jesús,
no durmió cerca del buen pastor, pero sin embargo el
apóstol Pablo desarrolló su ministerio y alcanzó su

75
propósito desde el gobierno espiritual y no desde el
gobierno presencial.

Ser un enviado desde el gobierno presencial es muy


básico y limitado. Tal vez y solo tal vez, puede llegar a ser
efectivo en una etapa de madurez espiritual primaria,
porque cuando un niño es inmaduro, no está mal que los
padres le estén encima todo el tiempo, pero cuando el niño
crece, es enfermizo y destructivo seguir sobre esa persona
adulta.

Una congregación de gobierno presencial es


dependiente de los hombres y limitada para todo, pero una
congregación de gobierno espiritual es doblemente
dependiente, pero del Espíritu de Dios y es totalmente
ilimitada, porque así es el Reino de los cielos.

76
77
Capítulo cinco

La unción revelada

En este tiempo las congregaciones deben recuperar la


mentalidad de Reino, la mentalidad de conquista, la
mentalidad de pacto. En la mentalidad de gobierno
espiritual Dios es el que nos ganó, Dios es el que nos cuida,
aunque vivamos en comunión con los hermanos
ayudándonos mutuamente, nuestra dependencia está en el
cielo. Los equipos apostólicos son para edificar al pueblo en
servicio, es decir, los ministros son los más pequeños, pero
con toda la autoridad, sabiendo que no están sobre los
hermanos, sino por debajo de ellos, porque los que se
humillan serán exaltados. En el gobierno espiritual, los que
están para servir no pierden autoridad, sino que la ganan.

No que seamos competentes por nosotros mismos


para pensar algo como de nosotros mismos,
sino que nuestra competencia proviene de Dios,
el cual asimismo nos hizo ministros competentes
de un nuevo pacto, no de la letra,
sino del espíritu; porque la letra mata,
mas el espíritu vivifica.
2 Corintios 3:5 y 6 V.R.V.

78
En una mentalidad pastoral usted se va a encontrar
con actitudes como: “Respéteme que soy el pastor” En una
mentalidad apostólica, como pastor lo que quiero es poder
lavarle los pies a cada uno de ustedes, porque yo sigo siendo
quién soy aunque les sirva desde lo más bajo, para eso me
ha puesto el Señor, y en el Reino, el que es menor, será
mayor ante Sus ojos, y el que sirve siempre será
recompensado por El, así que no se trata de hacerse el
humilde, es una cuestión con Dios, no con los hombres.

Cuando Cristo le lavó los pies a sus discípulos no los


estaba mirando naturalmente, sino espiritualmente, es decir,
Él estaba dando una enseñanza eterna que llegaría hasta
nuestros días para trastocar los conceptos culturales, porque
esa tarea era la más desprestigiada de la servidumbre, sin
embargo estaba siendo promocionada a las más elevadas del
Reino.

“Cuando un ministro es levantado por el Señor


no necesita mostrar su autoridad, simplemente se ve”

Como pastor no espero ganar autoridad manipulando


gente, la autoridad ya me la ha dado el Señor, no es algo
que tenga que demostrar, es algo que ya poseo. Los
ministros con mentalidad apostólica no deben ganar
autoridad, deben ejercer autoridad, no deben procurar
tampoco ejercer autoritarismo, sino autoridad para gobierno.
No por medio de palabras persuasivas de humana sabiduría,
ni por intimidación, ni por manipulación, ni por amenazas,

79
sino desde la unción del Espíritu, porque es la unción la que
rompe todo yugo y toda fortaleza que se levanta contra el
conocimiento de la verdad.

Por ejemplo un pastor puede decir: “Hermano usted


me tiene que respetar porque acá yo soy el pastor” Mire, si
esa autoridad ha sido dada por Dios, no puede ser reclamada
a los hombres, esa autoridad solo debe manifestarse desde la
unción del llamado y el llamado está en el espíritu, no en la
carne, ni en la credencial que lo habilita para ejercer un
cargo.

Cuando Dios da algo, es por su gracia y no por


merecimiento, somos iguales entre nosotros, en valor y
trascendencia ante el Señor, solo es cuestión de orden y
gobierno, pero no para enseñorearnos unos de otros como
los gobernantes de las naciones de la tierra, sino como para
Dios. (San Lucas 22:25) Dios nos da autoridad para
gobierno a cada uno y punto. No podemos ganarla, no
podemos comprarla, ni tampoco decir ¡Respétenme! Usted
me va a respetar si descubre que hay una unción que Dios
puso sobre mi vida y si no, no me va a respetar aunque se lo
grite. Peor aún, porque el grito nunca será gobierno.

En congregaciones con una visión pastoral he visto


gente esforzándose para que los respeten, para que los
obedezcan, pero eso no debe ser así. Mire hermano, cuando
hay revelación de la palabra usted respeta y obedece porque
conoce los principios de Dios y sabe lo que le conviene.

80
El que entiende espiritualmente algo, obedece la
autoridad, y la respeta ¿Sabe por qué? Porque se le reveló
que hay que obedecer y respetar la autoridad, no porque se
lo están imponiendo.

“El que entiende espiritualmente algo, obedece la


autoridad, y la respeta por revelación, no por miedo”

En una mentalidad de gobierno espiritual siempre


será dependiente de la Palabra y le rendirá cuentas al
Espíritu Santo, y usted puede preguntar: ¿Pero cómo? ¿Uno
también debe rendirle cuentas al pastor? Sí, de las tareas
encomendadas sí, porque en la congregación el pastor es la
autoridad para desarrollar tareas, pero debe tener la
revelación continua de la presencia del Espíritu Santo,
porque es a quién usted le debe rendir cuentas por lo que
hace con su vida en todo momento. Cuando la gente no lo
entiende así, en la congregación vive de una manera, pero
en su casa y en su trabajo, vive de otra totalmente distinta y
eso es hipocresía. En el gobierno espiritual no se puede
eludir la presencia del Espíritu Santo, porque Él es una
realidad constante.

En este tiempo escuchamos palabras de integridad, de


santidad, de consagración, pero si usted no hace lo que le
está diciendo su pastor, no le origina un problema a él, el
pastor después que le enseñó la voluntad de Dios, queda
libre delante del Señor por haber cumplido con su trabajo, el
problema se lo origina a usted mismo, porque la

81
desobediencia en el Reino siempre traerá consecuencias. Y
por supuesto que estoy hablando de mandatos espirituales,
no de cualquier capricho pastoral.

La autoridad y el gobierno de los siervos de Dios no


deben ser reclamadas, como tampoco debe ser reclamado un
llamado, yo he visto a muchos hermanos protestando
porque supuestamente no le reconocen su llamado, sin
embargo si el llamado está, estará el ámbito para ejercerlo.
La autoridad es respaldada por una unción, de lo contrario
no hay autoridad. Tampoco necesita demostrarse, sino que
simplemente se revela cuando está, de lo contrario nunca
estuvo.

En una congregación de mentalidad apostólica no hay


manipulación, ni legalismo, pero sí hay gobierno, por eso
los ministros no deben permitir ciertas cosas, por una
cuestión de que Dios da mandatos claros de no permitir y de
no aceptar el pecado y con eso es suficiente, entonces los
ministros tendrán que decir y hacer una y otra vez lo que el
Señor les dijo, por sobre la simpatía de la gente.

Jesucristo como apóstol fue enviado por el Padre, pero


no andaba con vueltas para decir algunas cosas, hablaba y
obraba con autoridad. Ser de una congregación con
mentalidad renovada, no significa ser liviano ni facilista
como algunos han entendido, por el contrario, no es
legalista pero es totalmente legal y eso significa una
santidad desde el corazón y no una santidad superficial

82
como tenían los fariseos, a quienes Jesús los llamó
sepulcros blanqueados, porque por fuera lucían limpios y
ordenados, pero por dentro estaban en desorden y mal
estado.

Y cuando terminó Jesús estas palabras,


la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene autoridad,
y no como los escribas.
San Mateo 7:28 y 29 V.R.V.

¿Sabe cómo funciona la iglesia de gobierno


espiritual? Por revelación. ¿Sabe cómo funciona la iglesia
de gobierno presencial? Por temor, por obediencia al
hombre, por sujeción, pero al final, solo termina
funcionando por religiosidad. Es más, puede terminar
funcionando por manipulación, por intimidación o amenaza,
lo cual en el mundo espiritual, es hechicería.

Entonces un hermano me podría decir: “pastor ¡Hago


esto en mi congregación, porque me dijeron que lo haga!
¿Está mal?” Bueno todo depende, si usted entendió que el
que le dijo que haga tal o cual cosa es un hombre sin
autoridad Divina, yo le respondo: “¡Sí! está mal”. Porque no
hay que agradar a los hombres, sino a Dios. Pero si usted
entendió que es Dios el que está llevando adelante su obra y
que por medio de la autoridad delegada a un hombre le está
diciendo que haga determinada cosa, está muy bien,
obedezca y Dios lo recompensará por ello.

83
La revelación espiritual dice que todo lo que usted
haga debe hacerlo como para Dios, cada vez que se cuida de
decir una mala palabra, cada vez que resuelve un cambio,
cada vez que se levanta a orar, cada vez que mejora su
actitud, cada vez que controla su carácter, cada vez que no
acepta hipocresía en su vida, usted lo debe estar haciendo
por revelación, porque debe saber que Dios lo está mirando,
y porque debe saber que Él demanda el cambio, por una
sencilla razón, todo lo nuestro, tanto lo bueno como lo
malo, debe pasar por la cruz.

“Todo lo nuestro, tanto lo bueno como lo malo,


debe pasar por la cruz”

Yo he visto gente que al llegar el pastor, le agarra el


ataque de la limpieza y el orden, cuando ven estacionar el
auto del pastor disparan para todos lados, pero la verdad es
que antes de que llegue el pastor Dios ya los estaba
mirando. Hay gente que habla mal y hace cosas indebidas,
pero si está el pastor cambia de actitud rotundamente y
cuida los gestos y las palabras.

En la mentalidad de un gobierno espiritual, usted


determina agarrar la Biblia y apagar el televisor, no porque
acaba de estacionar el pastor, sino porque hace las cosas
bajo la convicción del Espíritu, usted sabe que Dios lo está
mirando y cuando Dios nos mira, no procura intimidarnos,
lo hace con un inagotable amor que genera convicción de

84
cambio y no hacemos las cosas porque un hombre llegó a
casa, sino porque entendemos la voluntad de Dios.

Cuando llega el pastor a su casa tiene que ser algo


totalmente natural, porque si cuando llega el pastor usted
esconde la botella de vino, quiere decir que cuando estaba
tomando no se le reveló que Dios lo estaba mirando.
Entonces, si Dios lo estaba mirando, no tiene sentido que
esconda nada, tome un vaso con vino si Dios lo habilita y
disfrútelo sin culpa, de lo contrario estará pecando, pero
asegúrese de que es Dios el que lo está habilitando y no su
propio corazón.

“Si Dios lo habilita disfrute sin culpa,


de lo contrario estará pecando”

Cuando nosotros abrimos la obra en esta ciudad,


comenzó a llegar gente herida de otras congregaciones y
con conceptos muy equivocados del evangelio. Una vez me
invitaron a un cumpleaños de una hermana, lo hacían en un
salón bastante grande, la comida estuvo muy rica y todo
muy tranquilo y natural. Yo nunca había hablado en contra
o a favor de la música o del baile y esa noche nadie me
preguntó nada tampoco.

Al promediar la media noche determinamos con mi


esposa retirarnos a descansar porque al otro día teníamos
servicio. La sorpresa me la lleve cuando después de que
todos me despidieran en paz y después de alejarme varios

85
metros del lugar, escuche la música bien fuerte. Eso me
llamó la atención y no porque lo considerara malo, sino
porque hasta ese momento todo era demasiado tranquilo.
Entonces me volví y miré por una ventana. Para mi sorpresa
ya estaba la pista de baile a pleno y las hermanitas
meneándose con libertad. Se da cuenta, yo no tengo
problema con eso, pero seguramente estaban esperando que
el pastor dijera: “Hasta mañana…”

El problema de esa actitud, es que manifiesta el


resultado de un gobierno presencial, pero si el pastor no
está, parece que Dios tampoco. Esto ocurrió en una inocente
fiesta de cumpleaños, pero denuncia un estado de
conciencia totalmente equivocado que a la larga puede
generar un gran daño.

“Hacedlo todo para la gloria de Dios”


1 Corintios 10:31 V.R.V.

Amado lector, seguramente habrá apreciado que he


tratado de exponer cuando hay autoritarismo, manipulación
y legalismo en los ministros, pero también expongo en el
mismo capítulo a los hermanos que actúan con rebeldía o
hipocresía. Eso es porque he visto ambas cosas de continuo.
He visto ministros manipuladores aprovechándose de su
gente y he visto ministros del espíritu ignorados por gente
rebelde. También puedo decir que he visto hermanos nobles
abusados por sus autoridades, así como hermanos
manipuladores que tratan de controlar a sus pastores.

86
¡Amados! Esto no debe ser así, la Iglesia del Señor es
justamente eso, la Iglesia del Señor y no de los hombres.
Tengamos temor en este tiempo y siendo ministros o laicos,
cuidemos respetar a Dios, a las autoridades por Él
establecidas y a todos los miembros de la Iglesia que son
nuestros hermanos.

“Sométase toda persona a las autoridades superiores;


porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que
hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y
los que resisten, acarrean condenación para sí mismos”.
Romanos 13.1 y 2

Pero cuidado:

“En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían


ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre
ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por
Dios, sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y
peligrosas, sin que ustedes se den cuenta”
2 Pedro 2:1

Acá puedo ver dos clases de exhortaciones en la


Palabra, primero a estar sujetos a las autoridades y luego a
tener cuidado de que esas autoridades no sean falsas. Pero
también he visto otra clase de peligro y es esta: Hay
ministros que sí son de Dios, que sí fueron levantados por el
Señor, que sí tienen un llamado y que sí comenzaron bien,

87
sin embargo los he visto funcionar bajo un espíritu de
religiosidad que los hace manipuladores, autoritarios y
malos administradores de la gracia. Ante esto, tengo la
certeza de que esos ministros aman verdaderamente al
Señor, pero han sido engañados por espíritus que los
controlan y que dañan a mucha gente con malas enseñanzas
y con ese perverso autoritarismo plagado de injusticias. A
los tales solo les digo, que por favor aun a regañadientes
hagan como Naaman, tengan la humildad de aceptar esta
posibilidad y métanse en el río de la gracia del Señor las
veces que sea necesario y salgan con su piel como un bebé,
que es como Dios nos necesita, sin las costras que provoca
la lepra de la religiosidad, sino como niños que simplemente
le sirvan con alegría y mucho amor.

88
89
Capítulo seis

El gobierno espiritual

Las personas no pueden ser gobernadas sino desde el


control de un ambiente. Los gobernantes de las naciones,
provincias o ciudades, solo pueden tomar decisiones en un
territorio determinado, dependiendo de la facultad que se les
haya asignado a través del voto popular, pero no pueden
gobernar personas, solo gobiernan ambientes. Si son
honestos, pueden estar pensando en las personas, pero no
tomarán decisiones en base a los sentimientos que les
pueden despertar las personas, sino que actuarán conforme
al beneficio que le puedan provocar a la región que les
corresponda gobernar.

Ellos deben observar el comportamiento del mercado


interno, del mercado externo, deben guiarse por números,
estadísticas, estudios y deben establecer gobierno de la
mejor manera y siempre pensando en el territorio asignado
en sus funciones. Dentro de esos territorios mencionados,
como naciones, provincias o ciudades, estamos nosotros y
todas las personas que habiten dicha región.

90
Algunas de esas personas determinan cumplir con las
leyes, los decretos o los reglamentos que establece el
gobierno y otros habitantes determinan no cumplir con las
decisiones del gobierno, por eso hay gente que se revela y
está en contra del gobierno, como también hay gente que
trabaja para el gobierno.

El hombre no nació para ser gobernado por el


hombre, aunque algunos lo procuren con todas sus fuerzas,
por ejemplo un gobierno de facto, un gobierno militar,
procurará utilizar la fuerza y el temor para gobernar, por eso
utilizará los golpes, las prohibiciones, los encarcelamientos
y aún la muerte de aquellos que pretendan la libertad de
pensar diferente. Estos gobiernos clausuran medios de
comunicación y tratan de manejar la vida de los habitantes.
Pero aun así, esos perversos gobiernos, solo pueden
controlar los ambientes, pero no a las personas. Ellos
ejercen presión, intimidación, amenazas y miedo, pero la
gente sigue siendo libre en su corazón, por eso, en un
gobierno militarizado, siempre hay muchos muertos y
muchos desaparecidos, porque hay gente que jamás será
gobernada por esos diabólicos sistemas. En tales casos,
algunos determinarán ser obedientes, pero gobernados
jamás.

“Gobernar personas es una soberanía exclusiva de Dios,


solo que jamás lo hará por imposición”

91
Cuando un gobierno es bueno y gobierna bien su
territorio, la misma gente va a querer que continúen en
funciones y los volverán a votar, es decir, si se gobierna
bien un ambiente la misma gente colabora y trabaja en
función de las determinaciones del gobierno. Por eso nunca
se procura gobernar personas, sino territorios que contienen
personas. Gobernar personas es una soberanía exclusiva de
Dios, solo que jamás lo hará por imposición, sino otorgando
revelación. El gran problema de Adán, fue pretender
gobernar un ambiente sin dejarse gobernar por Dios y esa
fue su hecatombe y por supuesto la nuestra cuando lo
intentamos.

Cristo recuperó para nosotros el gobierno Divino. En


Él, tenemos la oportunidad de regresar al original, podemos
hoy retomar el diseño del Padre y dejarnos gobernar por su
Espíritu, de tal manera que su gobierno nos conduzca al
propósito y la bendición, porque ya tenemos la escuela de
Adán, que con su actitud quedó fuera del huerto y sudando
su frente para sobrevivir.

Ahora bien, Dios desea que volvamos a Él y nos


dejemos gobernar para ser conducidos al propósito y la
bendición, madurando a la medida de la plenitud de Cristo,
para que en su nombre y como miembros de su cuerpo,
podamos manifestar el Reino de los cielos en la tierra, por
tal motivo, determinó que cinco unciones diferentes
interpreten y traduzcan para el pueblo los diseños Divinos.
Ninguna de esas cinco unciones puede realizar la tarea

92
independientemente de las otras, porque todas cumplen el
ministerio de perfeccionar a los santos para la obra de Dios.
Pero el Señor no estableció nunca que los hombres ungidos
para ocupar dichos cargos en alguna de esas cinco unciones
gobiernen a otros hombres.

Llevemos esta idea al plano espiritual. Muchas veces


ese gobierno de manipulación, de querer imponer una idea
se mete en la iglesia, la idea es que obedezcan, es por ese
motivo que si una iglesia ha vivido bajo este tipo de
gobierno, ha llegado a tener mucha gente en sus
congregaciones y, muchos de los hijos que han funcionado
por miedo a las personas y que han sido obligados a ir a la
iglesia, el día que tuvieron la posibilidad de decidir ellos
mismos, han optado por dejan de ir, es decir nunca se
conectaron con el espíritu sino que se conectaron con un
gobierno humano, por eso es que en una iglesia con
mentalidad de Reino, es decir una iglesia que funciona por
revelación, no se utiliza la manipulación, ni la intimidación,
ni la amenaza, de lo contrario no es una Iglesia de Reino.

“Una iglesia con mentalidad de Reino,


funciona por revelación, no por intimidación”

Si se nos revela la voluntad de Dios, avanzaremos en


todo, si no se nos revela simplemente nos perderemos el
avance y el propósito. Creo que Dios opera desde la
revelación, y el riego de la revelación es que muchos se
pierdan los beneficios de la obediencia. Por ejemplo: Si

93
alguien quiere trabajar en una fábrica y el dueño cuando lo
ocupó le dijo que la asistencia tenía retribución y pago, así
como el llegar tarde tenía descuento, el trabajador se verá en
la presión diaria de cumplir, no porque el patrón le recuerda
cada día el pacto, sino porque se le reveló la ganancia y no
le conviene faltar y o llegar tarde.

De la misma manera sucede cuando nosotros


tomamos una revelación de Dios y determinamos caminar
por ella, es porque lo que se nos impartió es la Palabra, no
una amenaza, ni tampoco una manipulación. Si amamos a
Cristo lo seguimos y si lo amamos más que a nuestra propia
vida alcanzaremos nuestro propósito, porque el Señor dice
que el que quiera seguirlo, debe negarse a sí mismo, tomar
su cruz y caminar en obediencia, además dice que el que
quiera defender su vida y sus derechos, puede hacerlo a
través del libre albedrío, sin embargo el propósito eterno de
Dios no se cancela por nada, a lo sumo el único que se lo
pierde es el que decide no ser gobernado por una santa
voluntad eterna.

En una iglesia con un gobierno militarista va a existir


la presión y la amenaza porque hay desesperación por
conseguir obediencia, pero en una iglesia de Reino se
determina caminar por revelación, por eso hablamos del
amor de Cristo, por eso hablamos desde la gracia y no es
que uno tenga un evangelio light, sino que buscamos la
revelación, porque a los que se les revele aunque puedan ser
pocos harán proezas con el Señor. Pero lamentablemente a

94
los que no se les revele y caminen detrás de una excusa
continua y se frenen continuamente ante sus propias
limitaciones, perderán toda oportunidad de honrar al Padre
y de vivir en plenitud.

Igualmente creo que hay inoperantes del Reino se van


a sentar a disfrutar cosas que los comprometidos han
logrado, pero nunca serán protagonistas, porque Dios nos
está invitando a meternos en el río de su Espíritu y el que se
conecte con su Espíritu recibirá recompensa, pero el que no
lo haga, aunque disfrute mucho, el día de mañana mirará de
afuera.

“Nuestras reuniones deberían ser el ambiente ideal


para que el cuerpo de Cristo sea edificado”

Si un hermano asiste a las reuniones de culto, pero lo


hace con un corazón endurecido, con verdadero disgusto y
además desea que termine pronto la reunión, esa persona se
perderá lo que Dios tiene para ella, porque nuestras
reuniones no deben ser solo reuniones, sino que deben ser el
ambiente para que el cuerpo de Cristo sea edificado y si
alguien tiene disgusto en su corazón o está por compromiso,
no puede participar de esa impartición, por una sencilla
razón, Dios está mirando los corazones no las apariencias
externas, por lo tanto el que pretenda sostener su fe con
obras, pero sin corazón, no pueden ser parte del cuerpo,
porque en el cuerpo se puede entrar solo por justicia. La

95
Palabra dice que con el corazón se cree para justicia y sin
ella, no hay acceso al cuerpo.

La voluntad se quiebra, pero la revelación perdura,


por eso cuando una persona tuvo un encuentro personal y
verdadero con Cristo nunca se apartará definitivamente.
Usted me dirá: ¡Bueno, yo conozco a un hermano que dio
testimonio de su conversión, pero hoy está apartado junto a
toda su familia! Puede ser, yo también conozco hermanos
en esa condición, pero una cosa le puedo asegurar, si
recibieron la nueva vida en Cristo, solo es una cuestión de
tiempo, pero van a volver. Tal vez, puede que congreguen
en otro lado o que vuelvan en crisis, pero van a volver.

“El esclavo no queda en la casa para siempre;


el hijo sí permanece para siempre”
San Juan 8:35

Cuando uno se pregunta como hizo Noé para trabajar


más de cien años construyendo un barco, la respuesta es
fácil: “Revelación”. La revelación nos hace responsables y
sin responsabilidad no hay gobierno.

En nuestra casa, en nuestro hogar, en nuestra


economía pasa lo mismo, a veces no logramos establecer
gobierno, descubrimos así que los ambientes también están
vivos, pero como no tenemos lucha contra sangre y carne y
los ambientes tienen vida espiritual, entonces tenemos que
gobernar desde el espíritu, y no se puede gobernar si no se

96
es responsable porque para poder gobernar hay que ser parte
del cuerpo y nadie puede ser parte del cuerpo si no es
responsable. No existen los miembros irresponsables. Usted
no puede tener un funcionamiento parcial de su cuerpo
porque algunos miembros son irresponsables, su cuerpo está
bajo el gobierno de la cabeza con total responsabilidad, de
no ser así estará evidenciando alguna enfermedad.

Por ejemplo nunca votaríamos para que nos gobierne


una persona que no es responsable, los irresponsables no
pueden gobernar nada, ni su propia vida, por eso una
persona irresponsable visita, por ejemplo al médico y este le
dice que debe cuidarse en las comidas, que no debe comer
grasa, ante su falta total de responsabilidad siempre pondrá
una excusa y terminará comiéndosela igual, vemos entonces
que no puede gobernar su vida, mucho menos gobernará su
ambiente porque todo es cuestión de revelación.

Por el contrario, una persona responsable, toma el


consejo y lo pone por obra, por eso en lo espiritual Dios
cada vez que nos habla nos da consejo y nos exhorta a
seguirlo, sin embargo la iglesia evidencia la falta de
responsabilidad y mientras lo siga haciendo, el cuerpo no
podrá madurar a la estatura de la plenitud que Dios espera y
lo que es peor, no podrá manifestarse al mundo que tanto lo
necesita.

El Reino de los cielos no puede gobernar la tierra y la


creación toda, si no lo hace desde el cuerpo de Cristo,

97
porque así lo ha diseñado el Padre en su sola potestad.
Cristo es el segundo Adán, al menos en orden de aparición,
y así como el Padre había comisionado al primero a
señorear y a sojuzgar, lo ha determinado con el segundo,
para ello está la Iglesia que es su cuerpo, la plenitud de a
Aquel que lo llena todo. (Efesios 1:23) Por lo tanto, no
puede haber gobierno espiritual, si no hay gobierno de la
cabeza a los miembros.

“No puede haber gobierno espiritual,


si no hay gobierno de la cabeza a los miembros”

Al cuerpo no se llega por buena voluntad, sino por


revelación y se funciona por ella. La buena voluntad es
imperfecta, pero la revelación no pone excusas. Cuántas
veces el Señor manda a sus hijos a congregarse y sin
embargo cuando alguien no lo hace, simplemente expondrá
su excusa creyendo que tiene razón. Cuántas veces Dios
manda a su pueblo a orar, pero cuando confrontamos a un
hermano que no oró, seguramente tendrá una excusa de por
qué no lo hizo y eso no es problema para convivir, pero para
gobernar es clave y el Reino está para ejercer gobierno, no
para jugar a los evangélicos.

Con esa actitud natural, sin revelación espiritual,


somos los únicos perjudicados, porque formamos parte de la
generación que en este tiempo tiene su oportunidad y
cuando actuamos irresponsablemente, perdemos todo lo que
Dios quiere hacer con nosotros. Necesitamos ser

98
responsables y tener actitud ante las cosas. Responsabilidad
es necesaria para pertenecer al cuerpo y pertenecer al
cuerpo es necesario para gobernar espiritualmente y de eso
se trata el Reino de los cielos.

En el libro de Hebreos, en el capítulo cinco, versos


siete al nueve dice lo siguiente: “Y Cristo en los días de su
carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a
causa de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo
que padeció aprendió la obediencia, y habiendo sido
perfeccionado vino a ser autor de eterna salvación para
todos lo que le obedecen”.

Nunca una persona va a poder gobernar si no sabe


obedecer, para llegar a ejercer gobierno primero debe
aprender a obedecer y la obediencia es el resultado de la
madurez y la revelación. Por ejemplo: Si nuestro hijo es un
desobediente nunca le daríamos el auto para que lo
gobierne. A un irresponsable no le podemos dar el gobierno
de nada, por una sencilla razón, gobierno es administración
responsable.

¿Cómo se manifiesta la responsabilidad? Bueno, con


la obediencia a los principios. Para la responsabilidad se
necesitan dos cosas, primero tener libertad, porque sin ella,
nadie puede ser responsable, es decir, usted no acusaría a un
hombre privado de su libertad de no asistir al trabajo,
porque cuando fue encerrado perdió toda oportunidad. Si

99
mandamos a un niño a pintar una casa, no podemos culparlo
si no fue o si lo hizo mal, porque es niño y no se le demanda
una responsabilidad a un niño. Usted no puede hacer
responsable de una acción a quién está atado de pies y
manos, porque para hacerlo responsable, primero tendrá que
liberarlo y eso no me deja otra cosa que pensar que Dios nos
está pidiendo algo lógico, porque Él, no demanda
responsabilidad a los cautivos, sino a los que hemos sido
liberados. Claro, libertad es un proceso y tal vez por ello no
estamos siendo muy efectivos.

“Dios no demanda responsabilidad a los cautivos,


sino a los que hemos sido liberados”

Por otra parte para la responsabilidad hace falta la


ley. Una ley siempre demandará obediencia. Si no hubiera
una demanda, no haría falta la obediencia y la
responsabilidad para ejecutarla, pero Dios es un Dios legal y
aunque no es legalista, su legalidad es inquebrantable, de tal
manera que aunque nos ama con un amor eterno, nos puso
un abogado para que defienda nuestras causas generadas por
la irresponsabilidad.

La responsabilidad siempre es el resultado de una


obediencia y la obediencia es el resultado de la madurez.
Por eso es que ni los niños, ni los animales, ni los faltos de
cordura pueden obedecer de manera perfecta. Cuando en el
antiguo pacto alguien tenía que hacer un sacrificio a Dios
para tener comunión con El, debían ofrecer un animal,

100
derramando la sangre para hacer expiación por los pecados
cometidos. El Señor no rechazaba jamás la sangre inocente,
porque consideraba que la sangre de un cordero, por
ejemplo, era la sangre de alguien a quien nunca se le había
exigido una responsabilidad, por eso los corderos nunca
pecan. Nosotros, no le podemos pedir responsabilidad a un
animal y Dios tampoco lo hizo, por lo tanto el cordero solo
se comportaba como cordero porque para eso nació.

Dios no rechazaría jamás la sangre de ese cordero,


porque jamás sería un irresponsable, y por una sencilla
razón era cordero, actuaba como cordero y era obediente a
lo que fue creado, a su naturaleza. Y ¿Por qué nunca un
hombre pudo ofrecer su sangre como sacrificio por
expiación de pecados? Y, porque el hombre con su
naturaleza caída era rebelde por naturaleza, no era obediente
a los principios de Dios aunque pudiera ser relativamente
bueno, siempre estaría pecando con su corazón.

Pero hubo uno que tuvo que aprender obediencia,


porque si Cristo no hubiese aprendido obediencia, nunca
hubiese haber podido ir a la cruz, si él no hubiese sido
desafiado a aprender obediencia nunca hubiese podido
ocupar el lugar del hombre, porque el hombre fue desafiado
a aprender obediencia, pero el hombre por causa de su
rebeldía fue un irresponsable y terminó siendo echado del
Edén.

101
El Padre mandó al hijo para que ocupe ese papel y
para que el hijo pueda hacer lo que no pudo el hombre por
su naturaleza caída, por eso es que el hombre no está
capacitado para ser gobernado, ni para gobernar porque la
naturaleza de rebeldía está en él. Cuando el Señor le dijo al
hombre que no comieran de esa fruta ¿Qué hicieron?
Comieron, y a partir de ese día y hasta la actualidad el
hombre se rebela contra la voluntad de Dios, las cosas en el
mundo van a cambiar cuando haya un quiebre y la gente se
vuelva a Dios, aceptando voluntariamente su gobierno.

“Debemos vivir bajo el gobierno de Dios,


de lo contrario no tendremos gobierno de nada”

Cuando el Espíritu Santo viene a gobernar nuestra


vida, podemos tener gobierno de ambientes, pero no de
personas. Cristo fue el mejor ejemplo, Él aprendió a
obedecer al Padre y le funcionaron las cosas en la tierra
porque aprendió obediencia, y una persona que obedece es
responsable, y cuando una persona es responsable puede
ejercer gobierno, pero un irresponsable jamás podrá ejercer
gobierno.

La obediencia se aprende y aprenderla duele. La


obediencia por si sola duele, porque es un renunciamiento a
los derechos, pero sin embargo tiene su fruto al caminar por
ella. Si Dios nos manda a hacer algo y nosotros no lo
hacemos, perderemos nuestro rango de autoridad, y luego
no le podemos decir ni a los demonios que se vayan, es

102
decir, debemos someternos al gobierno de Dios en
obediencia absoluta, porque de lo contrario, no tendremos
gobierno de nada en el mundo espiritual.

En sus diseños, Dios nos propone volvernos a Él,


dejarnos gobernar, recibiendo su voluntad a través de la
revelación de la Palabra escrita y profética, por medio de la
operación del Espíritu Santo y en obediencia total recibir
por gracia la autoridad y el poder de Cristo, para gobernar
ambientes, no personas, sino ambientes, que deben ser
llenos de luz y de unción, porque la luz disipa las tinieblas y
la unción rompe todo yugo. Cuando esas cosas pasan, el
Reino de los cielos se manifiesta con poder.

En sus diseños, Dios no pensó en fundar una religión


más, ni en un templito evangélico, Él pensó en establecer el
Reino de los cielos en la tierra, gobernando al hombre para
que el hombre gobierne en su Nombre y eso es lo que la
iglesia no ha entendido, quedándose encerrada entre cuatro
paredes, conservando estructuras y fortalezas que necesitan
ser derribadas. Este tiempo que vivimos, es un tiempo
maravilloso si sabemos abrazarlo, es un tiempo de apertura
y revelación, para reforma y conquista. Tal vez usted lo esté
viendo, tal vez no, pero Dios va a sacudir su Iglesia para
que despierte, así que antes del sacudón es mejor decir:
¡Estoy despierto! ¡Estoy dispuesto! ¡Enséñame a mí!

En el libro de Lucas, en el capítulo 22:39 al 46


tenemos el traumático momento del Getsemany, cuando

103
momentos previos al encarcelamiento, Jesús clamaba ante el
Padre con fervor ante los acontecimientos que sabía venían
sobre su humanidad. Fue el momento en el que tuvo que
determinar su obediencia, el momento en que optó por
hacerse responsable aunque no fuera culpable de nada.

Los discípulos por su parte, no pudieron acompañarlo


ni siquiera en oración. Jesús les reclamó y les pidió que por
favor le ayudaran a orar, porque su alma estaba turbada y
por el momento feroz que se venía contra su vida. Los
discípulos simplemente se volvían a dormir. Jesús regresó
en más de una ocasión y les dijo: “Orad que no entréis en
tentación”, sin embargo se volvieron a dormir.

En este pasaje vemos claramente que estaba por


ocurrir en el mundo lo más trascendente que jamás había
ocurrido, el diseño de Dios que cambiaría por completo el
rumbo de toda la creación, sin embargo los discípulos se
durmieron. Debo confesar que una gran parte de la Iglesia
se encuentra así y es una obligación de los ministros que la
ayudemos a despertar, como el enamorado a la Sunamita del
Cantar de los cantares.

La palabra tentación usada por Jesús, en el griego es


la palabra: Peirasmós que significa: Puestos a prueba, pasar
por una experiencia o experimento, ser solicitados, pasar
por adversidad. Sin embargo los discípulos
irresponsablemente no lo obedecieron y por lo tanto no
pudieron gobernar por sobre las circunstancias que vinieron.

104
Cuando Jesús estaba en agonía era cuando más
intensamente oraba, creo que dejándonos una clara
enseñanza de lo que debemos hacer. Cuando vuelve y los
encuentra durmiendo les dice ¡Levántense! que en el griego
es Anístemi que significa levántense, párense y resuciten!
Hoy la iglesia debe despertar de su estupor, debe despertar
de los sueños vanos de estos tiempos y debe levantarse
superando toda tentación y gobernar ante los
acontecimientos finales que se vienen para el mundo entero.

“Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por


la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. Por lo cual dice: Despiértate,
tú que duermes, Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia
cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos
de cuál sea la voluntad del Señor”
Efesios 5:13 al 17

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de


levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de
nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche
está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las
obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz”
Romanos 13:11 y 12

105
Capítulo siete

Gobernando desde el cuerpo

El mayor problema en la iglesia de hoy es no


reconocer el cuerpo de Cristo, el pecado no nos permite ver
a Cristo, pero la falta de compromiso no nos permite ver al
cuerpo, es decir, el Señor por su gracia ya nos permitió ver a
Cristo, por eso nos convertimos, pero la desobediencia y la
irresponsabilidad no nos permiten ver el cuerpo.

¿Sabe cuál es el mayor problema en la iglesia de hoy?


que hay individualismo, la mayoría no discierne el cuerpo
de Cristo, por eso muchos pueden determinar no hacer lo
que Dios está diciendo y ni siquiera se preocupan, hoy
cualquiera determina tomarse un tiempo y dejar de
congregarse sin siquiera pensar que está haciendo algo
malo, muy por el contrario si alguien le preguntara hasta
podría llegar a contestarle: “¡No! ¡Estoy re bien, yo con
Dios no tengo problema, solo que me tomé un tiempo!” Es
decir, no tiene idea que con su actitud está afectando a toda
la congregación, no tiene revelación del cuerpo. Un
miembro de nuestro cuerpo, jamás actuaría de semejante
manera ¿Verdad?

106
“Nadie puede pretender gobierno por haber creído,
es el cuerpo el que gobierna”

La gente actúa de esa manera porque no está viendo


al cuerpo, y el que no ve al cuerpo no es parte de él y si no
somos parte del cuerpo no podemos tener gobierno, porque
el que gobierna ambientes es Cristo en la tierra, no puede
hacerlo un cristiano de manera individual e independiente,
no puede pretender gobierno por el solo hecho de haber
creído, es el cuerpo el que gobierna. Es decir, Cristo es el
que gobierna pero desde el cuerpo y se supone que nosotros
somos los miembros de Su cuerpo.

Por eso la palabra dice que cuando nosotros nos


bautizamos, nos sumergimos en un cuerpo, entonces lo que
hacemos afecta al resto del cuerpo, y si no logramos ver
esto es porque no somos del cuerpo, y nunca tendremos
gobierno. Seremos simplemente espectadores. Es decir,
seremos salvos, pero no tendremos gobierno, ni seremos
partícipes del cambio en la ciudad, ni de nuestro hogar,
porque no estamos operando desde un cuerpo, estamos
operando desde nuestra persona, nuestro capricho, nuestra
independencia.

Nosotros tenemos mucho poder y mucha autoridad,


pero si funcionamos en la unidad de la fe y el conocimiento.
Como miembros del cuerpo de Cristo tenemos la autoridad
de Cristo, pero individualmente somos como simples
espectadores sentados en la platea, porque hay cosas que

107
solo nos van a funcionar como miembros activos del cuerpo
y no por las canciones que cantamos.

Por eso hermanos, cuando el Señor nos habla en el


libro de Efesios de que no tenemos lucha contra carne y
sangre y luego, comienza a enumerar todas las luchas
espirituales que tenemos y nos dice que debemos vestirnos
de toda armadura espiritual, esa armadura a la que hace
referencia es del cuerpo, no es la de una persona. Es un
cuerpo el que sale a la guerra, es el cuerpo del nuevo
hombre, es el cuerpo el que ora y produce cosas, es el
cuerpo el que tiene gobierno para echar las tinieblas fuera
de una ciudad, no es una persona, por eso cuando una
persona dice yo estoy bien con Dios no está entendiendo
nada, porque esto tiene que ver con todos, hay cosas que
solo las vamos a poder hacer entre todos, por eso Dios está
rompiendo fortalezas entre las congregaciones porque se
nos debe revelar que es entre todos y no por medio de un
ungido famoso o de alguna congregación especial. La
búsqueda de reconocimiento y la competencia, solo
evidencian que no estamos entendiendo Reino.

“Es el cuerpo de Cristo el que debe gobernar


una ciudad, no una congregación privilegiada”

Debemos buscar la unidad entre las diferentes


congregaciones, para que sea levantada la iglesia de la
ciudad. Pero necesitamos una unidad desde el espíritu, no la
fachada de una falsa hipocresía religiosa. Si bien esto es

108
algo sobrenatural que tiene que hacer Dios, mientras que
llega ese tiempo, cada congregación puede hacer algo para
que se vaya generando esa unidad, lo importante es
empezar, porque si buscamos la unidad para la ciudad, es
importante que primero la encontremos entre los miembros
de cada congregación y, en ocasiones, ni siquiera a eso
llegamos.

Si nosotros pretendemos funcionar efectivamente en


el gobierno espiritual de la ciudad, tenemos que procurar en
nuestra vida y en nuestra casa, tener la situación resuelta, no
me refiero a tener todo en perfecto orden, pero sí a tenerlo
todo bajo el gobierno del Espíritu. Si no podemos gobernar
nuestro carácter, o nuestros ojos, o nuestro cuerpo, o nuestra
boca no podemos pretender que un ambiente sea gobernado
por nuestra autoridad.

Esto es un proceso, el gobierno se nos irá ampliando,


por eso es necesario controlar algunas cosas porque el
gobierno viene de un cuerpo. Por ejemplo, nuestra ropa no
es nuestro cuerpo, sin nada vinimos y sin nada nos iremos
de este mundo, pero nuestra ropa no somos nosotros, y todo
lo que excede a nuestro cuerpo, no es nuestro cuerpo, puede
vestir nuestro cuerpo pero no es nuestro cuerpo, por eso
debemos entender que en la iglesia el cuerpo está formado
por lo espiritual, todo lo natural que tengamos no puede ser
parte, porque el cuerpo de Cristo es espiritual.

109
Toda carne y todo pensamiento humano y carnal no
puede ser parte del cuerpo de Cristo. Por eso es que el Señor
dice que debemos morir a nuestro yo. Porque si cada uno
nosotros trabajamos desde nuestra individualidad, jamás
seremos un organismo conjunto. Por eso el cuerpo tiene que
amar más el propósito de Dios que la vida de cada uno de
sus miembros. Por esta razón, lo primero que hizo Jesús fue
aprender obediencia, de lo contrario nunca habría tenido
gobierno de ambientes, ni jamás hubiese podido llegar a la
cruz para consumar propósito.

“Lo primero que hizo Jesús, fue aprender obediencia,


porque si no, nunca hubiese tenido gobierno”

Imagínese usted que si Jesús no hubiese obedecido a


las pequeñas directivas del Padre, jamás podría haber
llegado a la obediencia de la cruz. Imagínese que nosotros
hoy en día, exhortamos a la gente a que ore y no lo hace,
cómo podremos entonces morir al resto de nuestros deseos
al grado de gobernar una ciudad, si no podemos obedecer
las cosas más esenciales y lógicas, y por consiguiente cómo
podremos obedecer lo que sea trascendente o implique un
alto costo.

Si no podemos obedecer el horario de inicio


determinado para comenzar una simple reunión, si no
podemos obedecer un principio de Dios como el de hablar
sin decir malas palabras ¿Cómo vamos a hacer para
obedecer cosas mayores? Lo triste es que siempre

110
tendremos una explicación de por qué no obedecemos. Pero
debemos entender que nuestro grado de obediencia, será
nuestro grado de responsabilidad y nuestro grado de
responsabilidad, será nuestra autoridad para ejercer
gobierno.

Comprendamos que Dios no nos puede conducir a


propósitos superiores, si ni siquiera podemos obedecer
culto. Si no podemos obedecer cosas básicas, no podemos
pretender ser merecedores de recibir mayores cosas. La falta
de obediencia es una falta de responsabilidad total, y
recordemos que ser irresponsable nos quita gobierno,
porque nos deja fuera del cuerpo.

El Padre gobernó a Cristo, pero Cristo gobernó a


Jesús y Jesús gobernó los ambientes. Es decir, Cristo nunca
hubiese podido manifestarse en un hombre llamado Jesús, si
Jesús no hubiese muerto al yo. Jesús siempre estuvo sujeto a
un gobierno superior, por eso los demonios le obedecían a
Él, simplemente porque Jesús le obedecía al Padre.

El motivo por el cual una iglesia no puede lograr


gobierno de ambientes en una ciudad es simple, es porque la
iglesia no está obedeciendo al Espíritu Santo, que con tanto
amor nos dice por dónde tenemos que ir. Por eso cuando un
cristiano no obedece, no puede gobernar las cosas como
debería porque hay irresponsabilidad, porque lo primero que
necesitamos para ejercer gobierno, es la obediencia.

111
Jesucristo nos muestra el ABC del gobierno con el
testimonio de su propia vida. El poder que tuvo sobre la
creación, incluyendo a los demonios, fue por una simple
razón, era obediente. Y Jesús es la iglesia, y la iglesia es Su
cuerpo. La pregunta es: ¿Está todo el cuerpo trabajando en
unidad? ¿Obedecen todos los miembros del cuerpo las
directivas de la cabeza?

Atención, en este punto voy a expresar lo que


considero de suma gravedad. He llegado a la conclusión,
que la cabeza tiene total dominio sobre el cuerpo y que en
realidad todos los miembros del cuerpo que no obedecen, no
son tenidos como tales por el Señor, es decir, nosotros
podemos contar u opinar que hay tantos miembros en el
cuerpo de Cristo, pero para Dios solo son miembros los que
responden a la cabeza.

“Para Dios solo son miembros del cuerpo de Cristo


los que responden a la cabeza”

Si por causa de una amputación, una persona tuviera


que usar una prótesis, por más real que parezca, nunca
estará sujeta a las órdenes de la cabeza y por lo tanto esa
persona, tampoco la considerará parte activa de su
organismo, a lo sumo la utilizará porque estéticamente le
agrada. Es más, puede que en parte cumpla una función de
la que el resto del cuerpo se vea beneficiado, como apoyo o
agarre, pero nunca pertenecerá al cuerpo definitivamente,
por eso es posible renunciar a esa prótesis o quitarla a la

112
hora de dormir, porque nunca será el cuerpo, no tiene vida,
no recibe impartición del resto del organismo, está, pero sin
vida, no late con el cuerpo y jamás lo hará. Hoy creo que
tenemos algunos miembros ortopédicos en la iglesia y eso
es innecesario para los diseños de Dios.

Si el Reino se trata de gobierno y nosotros somos el


cuerpo de Cristo, debemos comprender que para gobernar
sentados con Él en lugares celestiales, primero el Espíritu
debe cobrar gobierno sobre nuestras vidas, a través de
nuestra entrega y rendición. Si Dios nos gobierna a
nosotros, nosotros podremos gobernar todo lo que Él nos
haya otorgado en mayordomía.

Si Dios nos gobierna a nosotros, nosotros podremos


gobernar nuestra vida en su nombre y para su gloria,
podremos gobernar nuestro cuerpo, nuestro tiempo, nuestras
relaciones, nuestra familia, nuestra economía, es decir, si no
podemos gobernar el bolsillo, no podremos gobernar un
principado. Por eso es tan importante que la iglesia
comprenda la gravedad de no desarrollar los dones, los
talentos, la unción y todo lo que el Señor, en su gracia, nos
haya otorgado.

La adversidad viene cuando alguien se sale del


cuerpo por irresponsabilidad o desobediencia, porque Dios
con su gracia y con su amor los bautizó en el cuerpo, el
problema es que si alguien comienza a excusarse una y otra

113
vez por sus fallidas acciones de desobediencia, quedará
poco a poco fuera del cuerpo.

Si cada vez que el cuerpo demanda la acción de uno


de sus miembros no está, si cada vez que el cuerpo se reúne
a orar, no está, si cada vez que hay que colaborar en algo,
no está, entonces solo terminará evidenciando que no forma
parte el cuerpo, porque no es sensible a sus estímulos y con
esas actitudes el cuerpo no lo registrará. Debemos
comprender que todo lo que quiera hacer Dios en este
tiempo es por medio del cuerpo de Cristo.

Por eso Dios nos manda a reunirnos. Claro, usted se


puede preguntar: Si tenemos mentalidad de Reino, y la
mentalidad de Reino es fuera del templo, ¿Por qué Dios nos
manda a reunirnos? Si un padre de familia tiene varios hijos
ya mayores, que a su vez se han independizado y cada uno
tienen su familia es bárbaro, pero qué ocurre si el padre los
quiere a todos juntos como familia en su mesa los
domingos. ¿No es esto hermoso cuando ocurre? ¿Y qué me
diría usted si uno de los hijos nunca concurre o lo hace cada
tanto? ¿No pensaríamos que algo anda mal?

La palabra de Dios dice que Él necesita juntarnos,


que desea reunir a su pueblo, porque somos sus hijos,
porque nos quiere ver en comunión, porque nos quiere
dirigir, equipar, impartir y porque allí Él derrama bendición
y vida eterna (Salmo 133). ¿Podremos negarnos al diseño
que el Padre pensó para su Casa?

114
“El Espíritu Santo está en todos lados,
pero Su objetivo es el de unir el cuerpo”

Donde se juntan los hijos, allí está el cuerpo, por eso


el Señor dice: “Donde dos o tres están reunidos en mi
nombre allí estaré Yo” (San Mateo 18:20). El cuerpo está
cuando hay unión, si no nos juntamos no está el cuerpo,
porque el Espíritu Santo está en todos lados, pero Su
objetivo es el de unir el cuerpo, el problema es que los que
no son del cuerpo no lo escuchan.

El Padre, la Sangre, el Cuerpo, el Espíritu Santo, la fe


y la esperanza son nuestra verdadera unidad. Cuando el
Señor nos enseña en la Santa Cena que tenemos que comer
el pan, nos dice que lo tomemos y lo partamos, es decir,
primero el pan está entero, pero se corta en pedacitos para
que cada uno de los hermanos coma una pequeña porción y
eso se hace porque el Espíritu Santo nos está queriendo
enseñar que no somos varios panes, sino un solo pan. Jesús
dijo: “Yo soy el pan de vida”. Un solo pan, un solo cuerpo.

El diácono o encargado de traer el pan, no traerá


pedacitos al templo, sino un pan entero, luego se corta y se
reparte, pero al finalizar la reunión, se tiene que ir tan unido
como llegó, es decir, a pesar de irse repartido entre todos los
hermanos, se va entero, porque a pesar de ser muchos,
somos un solo cuerpo, un solo pan.

115
Cuando comemos el pan, debemos hacer memoria y
recordar que Jesús enseñó a sus discípulos diciendo:
“Tomad, comed que este es mi cuerpo que por vosotros es
partido, haced esto en memoria de mi” (1 Corintios 11:24),
es decir si hay unión y comunión, hay cuerpo, si no hay
unidad solo hay un pan. Porque lo que representa al cuerpo
es la unión, por eso el Señor por medio de su Palabra nos
pide que nos examinemos cada uno a sí mismo y nos
pidamos perdón; que si nos hemos ofendido, arreglemos
toda situación de conflicto, porque si no hay unión no hay
cuerpo, solo hay pan.

“Arreglemos toda situación de conflicto,


porque si no hay unidad, no hay cuerpo”

El pan se convierte en cuerpo. Debemos entender que


si queremos que se manifieste el cuerpo, la unidad es
fundamental, porque donde no hay unidad no hay cuerpo.
Por eso el Espíritu Santo siempre viene para unirnos, para
convencernos de justicia, de pecado y de juicio. La
desunión, nunca será justicia para el cuerpo; ser
desmembrados, nunca manifestará al cuerpo de Cristo en
plenitud y eso es lo que el mundo está necesitando: “Que el
cuerpo se manifieste con plenitud”.

Por eso Pablo dice: “Porque el que come y bebe sin


discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe
juicio para sí”. (1 Corintios 11:29) No está hablando del

116
Felipe o el mignon, está hablando de los hermanos que
están a nuestro lado.

Pregunto ¿Usted piensa que a la hora de la reunión el


Espíritu Santo le puede llegar a decir que no asista a dicha
convocatoria, que mejor se quede a descansar? La respuesta
es fácil y todos la sabemos, Él jamás diría eso. Él quiere que
todo el pueblo se reúna para alabarlo, que todos con alegría
se integren a la unidad, es entonces cuando el Padre se place
en soltar verdadero poder.

Cuando Dios nos habla una palabra de fe, lo hace


para el cuerpo, no para que la recibamos individualmente,
Dios desea que todo el cuerpo genere, establezca y
gobierne. El problema es que hay demasiadas
individualidades, y por eso no alcanzamos cosas con
efectividad. Hay muchos que no se interesan en el propósito
corporativo, solo están pensando en ellos y en sus
circunstancias de vida y ese no es el diseño de la Casa.

Lamentablemente mientras un grupo da su vida en


obediencia, los que componen el resto se hacen los
distraídos, y el problema de que esto suceda surge con el
tiempo, porque el cuerpo no se manifestará en gobierno. Y
como unos se entregan por completo y otros no, Dios va a
respaldar solamente a algunos. Pero es el cuerpo el que
tendría que desatar una ola de unción sobre la ciudad, el
problema es que mientras unos dicen sí, otros dicen no.

117
Y esto es algo muy serio que tenemos que madurar.
Debemos entender que la iglesia es un cuerpo, un ente
espiritual, un organismo vivo. Nos debe importar a todos,
nos debe importar propósito, nos debe importar el territorio
que pisamos, porque podemos libertar la tierra entre todos
o Dios no lo hará. Dios no lo hará con uno, no es que no
pueda, es que no quiere hacerlo sino a través de la unidad,
con un grupo de gente comprometida, porque ese es el
cuerpo que pretende manifestar al mundo para manifestar
definitivamente el Reino, porque donde todos nos unimos
de verdad, allí está el cuerpo y donde está el cuerpo de
Cristo, está la unción y donde está la unción allí hay libertad
y gobierno.

Esta conciencia en la gente tiene que ser trabajada por


el liderazgo, no debemos permitir que el humanismo ocupe
nuestros púlpitos, porque solo alimentará el ego y la
individualidad. Debemos impartir el diseño correcto, pero
no solo debemos hacerlo con palabras, debemos demostrar
que nosotros también lo hemos entendido, uniéndonos con
otros pastores y ministerios.

Yo sé que muchos no desean esa unidad por causa de


las diferencias que suele haber y de las despreciables
actitudes que muchos líderes tienen, pero debemos al menos
orar por una unidad verdadera y hacer lo que esté a nuestro
alcance para lograrlo.

118
Por otra parte debemos dejar de competir y de
criticarnos, no es una mejor iglesia la más grande, ni
tampoco la más exitosa, no es un mejor ministro uno
famoso o elocuente, que uno sencillo y desconocido. No
debemos competir, porque según el diseño de Dios, algunas
iglesias deben ser grandes y otras no. Jesús solo tuvo setenta
discípulos, se le fueron casi todos, le quedaron doce y el
tesorero era ladrón. Después de tantos milagros, no parece
un ministerio muy exitoso. Pero pregunto: ¿Esa percepción
es correcta?

119
Capítulo ocho

La casa de Dios

La primera mención que se hace de esta expresión en


la Biblia, es en el libro de Génesis, en el capítulo
veintiocho, versículos diez al diecinueve, pasaje que le
invito a leer con atención y detenimiento. Me pareció bien
extraerlo de la versión “Dios habla hoy”, porque si bien ni
el texto ni el contexto varían, utiliza palabras muy acordes a
mi objetivo, veamos: “Jacob salió de Beerseba y tomó el
camino de Harán. Llegó a cierto lugar y allí se quedó a
pasar la noche, porque el sol ya se había puesto. Tomó
como almohada una de las piedras que había en el lugar,
y se acostó a dormir. Allí tuvo un sueño, en el que veía
una escalera que estaba apoyada en la tierra y llegaba
hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y
bajaban. También veía que el Señor estaba de pie junto a
él, y que le decía: "Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo
Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tus descendientes les
daré la tierra en donde estás acostado. Ellos llegarán a ser
tantos como el polvo de la tierra, y se extenderán al norte y
al sur, al este y al oeste, y todas las familias del mundo
serán bendecidas por medio de ti y de tus descendientes.
Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que
120
vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte
sin cumplir lo que te he prometido."
Cuando Jacob despertó de su sueño, pensó: "En
verdad el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía." Tuvo
mucho miedo, y pensó: "Este lugar es muy sagrado. Aquí
está la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!" Al día
siguiente Jacob se levantó muy temprano, tomó la piedra
que había usado como almohada, la puso de pie como un
pilar, y la consagró derramando aceite sobre ella. En ese
lugar había antes una ciudad que se llamaba Luz, pero
Jacob le cambió el nombre y le puso Betel.”

Este pasaje tan maravilloso bien puede introducirnos


a un pensamiento capaz de cerrar adecuadamente las
enseñanzas que pretendo exponer en este libro.

Jacob había engañado a su padre Isaac haciéndose


pasar por Esaú, su hermano, quién debía ser el heredero
natural de la bendición patriarcal. Luego había huido rumbo
al desierto para evitar la venganza de Esaú, quién ya había
expresado su intención para con él. De pronto, atrapado por
un sueño, los cielos se le abrieron. Vio una escalera que
estaba apoyada en la tierra y llegaba hasta el cielo, y por la
cual los ángeles de Dios subían y bajaban. También escuchó
al Señor confirmando la bendición generacional y
expresando que no lo dejaría hasta concretar su plan para
con él.

121
Al despertar Jacob estaba maravillado por todo eso y
le llamó a ese lugar “Casa de Dios” y “Puerta del cielo”.
Esa manifestación del Reino tan impresionante que para
Jacob fue un sueño, para nosotros debe ser una realidad
palpable. Porque nosotros siempre admiramos lo que Dios
hizo con los personajes de la Biblia y no está mal, sin
embargo, hoy vivimos en un tiempo mucho mejor que ellos
y en un pacto mucho más elevado que el de ellos. Nuestro
pacto con Dios está establecido por la Sangre preciosa de
Jesucristo, la Sangre que derramó en la cruz del Calvario.

“Siempre admiramos lo que Dios hizo en el pasado,


pero nosotros hoy vivimos un tiempo mucho mejor”

Veamos cómo es esto: Jacob vio una puerta,


Jesucristo dijo: “Yo soy la puerta” (San Juan 10:9), Jacob
vio una escalera con ángeles que subían y bajaban, Jesús
habló de eso en el evangelio de Juan, capítulo uno,
versículos cuarenta y siete al cincuenta y uno: Cuando
Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He
aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le
dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y
le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas
debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo:
Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de
la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y le
dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis

122
el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y
descienden sobre el Hijo del Hombre.

Jesús hizo referencia a su persona, no solo como la


puerta del cielo, sino que además habló de la escalera y de
los ángeles como una clara manifestación de conexión
Divina. Esta expresión de los ángeles subiendo y bajando
habla a las claras del Reino de los cielos manifestándose.
Jesús también expuso claramente ese tiempo al anunciar que
el Reino de los cielos había llegado. (San Marcos 1:15)

Jesucristo fue el Reino de los cielos en acción, los


cielos se abrieron. El Padre habló y el Espíritu Santo vino
sobre Él con poder. A partir de ese momento los enfermos
fueron sanados, los cautivos liberados y a todos les era
anunciado el Reino de los cielos. Por favor, preste atención
que no les era anunciada una nueva religión, sino el Reino.

El Reino de los cielos en la tierra es Dios con


nosotros, no solo nosotros con Dios, es decir, siempre
procuramos que la gente acepte a Jesucristo como Señor y
salvador de sus vidas y está bien, solo que nosotros nos
ponemos felices con una oración y aunque ninguno de los
que se entregaron (Como decimos nosotros) consuma
propósito, estamos felices de que son salvos y verán el
Reino en los cielos algún día. Sin embargo, hasta Jesús nos
enseñó a orar en el Padre nuestro para que el Reino de los
cielos venga a nosotros, no que nosotros subamos al Reino
y no está mal que lo hagamos si nuestro cuerpo vuelve al

123
polvo, pero el diseño de Dios, está en la tierra. El Génesis
comienza con Dios depositando al hombre en un huerto
para llenar la tierra con su gloria y gobernar en su nombre,
con ese objetivo cumplido tiene que terminar la historia,
porque todo lo que Dios establece, funciona.

“Los diseños de Dios siguen vigentes


Porque todo lo que Dios establece, funciona”

El problema es que nosotros procuramos hacer las


cosas al revés y nos creemos que lo máximo del plan de
Dios, es llevarnos con Él en gloria, cuando en realidad Él
pretende venir a la tierra para establecer un gobierno de
Reino y manifestar Su Gloria.

Dios siempre quiso conectar el cielo con la tierra,


solo que los hombres no lo hemos entendido así. Cuando
imagino el huerto del Edén, imagino una verdadera puerta
del cielo, una verdadera casa de Dios en la tierra. El
problema es que el hombre con su pecado, generó la
clausura de la puerta y el cierre de la casa. Por lo tanto el
Señor, en su misericordia, ideó un nuevo plan para restaurar
su presencia en la tierra.

A través de los años hubo muchos contactos de Dios


con los hombres; lo hizo con Noé, con Abraham, con
Moisés, con Josué, con Elías, con Daniel y con muchos
otros hombres de fe, que se asomaron a su Divinidad,

124
hombres a los que les abrió momentáneamente la puerta de
los cielos y les reveló parte de su plan.

Déjeme explicarle con algunos ejemplos: El Edén fue


una casa para Dios en la tierra, en ella depositó su gloria y
desde ese lugar procuró expandirse y llenar la tierra, siendo
representado por el hombre. El arca de Noé fue una casa de
Dios para salvación. El tabernáculo de Moisés fue una casa
de Dios en el desierto para morar con su pueblo y
conducirlos a la tierra prometida. El tabernáculo de David
fue una casa de Dios en Jerusalén para bendecirlos. El
templo de Salomón fue una casa de Dios para impartir
gloria a su amada nación Israel. El problema es que los
hombres no lo entendieron así, por esa razón cuando
Jesucristo vino y entró en el templo de Jerusalén dijo: “Esta
debería ser una casa de oración y ustedes la han convertido
en una cueva de ladrones”, porque en todos estos casos, el
hombre terminó desvirtuando la casa de Dios y su diseño.

Dios siempre procuró habitar entre los hombres, por


eso diseñó casas. La palabra casa, en el hebreo original,
proviene de la palabra Bayit, que significa: Cámara,
habitación, tienda, templo, morada, y esa es la expresión
utilizada para definir un lugar donde Dios pueda morar
entre los hombres, manifestando Su Reino en la tierra. Es
hermoso apreciar a través de las Escrituras como Dios ha
tratado de habitar entre nosotros, pero también es muy
triste, ver como el hombre ha desbaratado estos diseños
tantas veces.

125
“Dios siempre ha tratado de habitar con los hombres,
pero los hombres siempre han descuidado sus moradas”

Dios nunca desiste de sus diseños por eso y a través


de Cristo habitó entre los hombres, ya no en un huerto, ni en
un arca, ni en un tabernáculo, ni en un templo, sino en un
hombre. Pero claro, los hombres que debieron ser los
beneficiados con semejante misericordia, terminaron
matando en un madero a Emmanuel, que significa: “Dios
con nosotros”. Pero como expresé anteriormente, Dios
nunca desiste de sus diseños, por lo tanto, todavía sigue
trabajando en ellos.

Cuando Cristo estaba por ir a la cruz les dijo a sus


discípulos y a través de ellos a nosotros, que el Espíritu
Santo vendría en su lugar para habitar dentro de ellos y por
supuesto, dentro de nosotros. (San Juan 16:7) El apóstol
Pablo definió a este hermoso privilegio como el habernos
convertido en templos del Espíritu Santo o moradas de
Dios.

“El cuerpo de ustedes es como un templo,


y en ese templo vive el Espíritu Santo
que Dios les ha dado.
Ustedes no son sus propios dueños”
1 Corintios 6:19 B.L.S.

126
“Todos los de la iglesia son como un edificio
construido sobre la enseñanza de los apóstoles
y los profetas, y en ese edificio
Jesucristo es la piedra principal.
Es Él quien mantiene firme todo el edificio y lo
hace crecer, hasta formar un templo dedicado al Señor.
Por su unión con Jesucristo, ustedes
también forman parte de ese edificio,
donde Dios habita por medio de su Espíritu”
Efesios 2:20 al 22 B.L.S.

¡Qué maravilloso es el Señor! Su diseño es


increíblemente espectacular, claro que hoy, faltaría que su
pueblo lo entienda y que sus hijos dejen de comportarse
como miembros de una religión más.

El sueño de Jacob era totalmente profético y el Señor


le había dicho: “No te dejaré hasta que haya hecho lo que te
he dicho” Y cuando el Señor habla, cumple. Por eso, nunca
desistió de sus diseños. Él lo comenzó con Adán, lo dibujó
en el cielo con el arco iris de Noé, lo continuó con Abraham
y lo sostuvo en cada una de las generaciones hasta llegar a
nosotros.

Jacob recibió su promesa certificada con un sueño,


pero en Jesús, el sueño se hizo realidad. Jesucristo fue la
casa de Dios en la tierra, fue la puerta del Reino que se
abrió para la gracia y la verdad, fue el camino por el cual los

127
ángeles subieron y bajaron del Trono, fue el poder y el
único Rey verdadero.

Cuando Jesús fue apresado y presentado ante la


justicia romana, Pilatos le preguntó: ¿Eres tú el rey de los
judíos? Jesús le contestó: “Lo soy, pero mi reino no es de
este mundo”. Gloria a Dios, era el Reino de los cielos entre
los hombres, Dios lo había traído a la tierra. Él abrió la
puerta, Él extendió el camino, Él puso una escalera y Él
diseñó una manera de quebrar el malvado corazón de los
humanos y lograr su objetivo: “Habitar entre los hombres”.

Claro, usted puede estar pensando que Jesucristo se


fue a la diestra del Padre. Entonces ¿Qué pasó? Bueno, yo
dije que su plan era habitar en la tierra, no solo visitar la
tierra. Por eso sus diseños son maravillosos, porque cuando
Jesús ascendió y nos hizo moradas del Espíritu, lo hizo con
la única intención de habitar en la tierra a través de una casa
llamada Iglesia, edificada con piedras vivas, donde
determinó manifestar su gloria hasta llenarlo todo. ¡Aleluya!

“Hoy la Iglesia es casa de Dios


y la Iglesia somos nosotros”

Se da cuenta mi amado lector, por qué es tan


importante ser edificados por el Señor siguiendo sus diseños
y no inventando diseños humanos. Porque nadie debe
intervenir jamás con estúpidas ideas humanas, cargadas tal
vez, de buenas intenciones, pero que no dejan de hacer otra

128
cosa que retrasar la manifestación de la gloria que tanto
necesita el mundo. En el libro de romanos, capítulo ocho,
versículo diecinueve dice: “Porque el anhelo ardiente de la
creación, es el aguardar la manifestación de los hijos de
Dios” Pero por supuesto, la creación no nos soporta más
manifestándonos como hombres, sino como hijos del Reino
de los cielos. La creación nos espera como herederos llenos
del Espíritu que extiendan la gloria, fructificando,
señoreando y sojuzgando todo, para que el Reino venga a
nosotros y se quede acá en la tierra.

Sí, parece increíble su infinito amor, pero según sus


diseños, nosotros somos la casa de Dios, por algo el apóstol
Pablo dijo: “Para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en
amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos
los santos cuál sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo,
que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de
toda la plenitud de Dios.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las
cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a Él
sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las
edades, por los siglos de los siglos. Amén.

129
Reconocimientos

“Quisiera agradecer por este libro a mi Padre celestial,


porque me amó de tal manera que envió a su Hijo Jesucristo
mi redentor.
Quisiera agradecer a Cristo por hacerse hombre, por morir
en mi lugar y por dejarme sus huellas bien marcadas para
que no pueda perderme.
Quisiera agradecer al glorioso Espíritu Santo mi fiel amigo,
que en su infinita gracia y paciencia,
me fue revelando todo esto…”

“Quisiera como en cada libro agradecer a mi compañera de


vida, a mi amada esposa Claudia por su amor y paciencia
ante mis largas horas de trabajo, sé que es difícil vivir con
alguien tan enfocado en su propósito y sería imposible sin
su comprensión”

130
Como en cada uno de mis libros, he tomado muchos
versículos de la biblia en diferentes versiones. Así como
también he tomado algunos conceptos, comentarios o
párrafos de otros libros o manuales de referencia. Lo hago
con libertad y no detallo cada una de las citas, porque tengo
la total convicción de que todo, absolutamente todo, en el
Reino, es del Señor.

Los libros de literatura, obedecen al talento y la


capacidad humana, pero los libros cristianos, solo son el
resultado de la gracia divina. Ya que nada, podríamos
entender sin Su soberana intervención.

Por tal motivo, tampoco reclamo la autoría o el


derecho de nada. Todos mis libros, se pueden bajar
gratuitamente en mí página personal
www.osvaldorebolleda.com y lo pueden utilizar con toda
libertad. Los libros no tienen copyright, para que puedan
utilizar toda parte que les pueda servir.

El Señor desate toda su bendición sobre cada lector y


sobre cada hermano que, a través de su trabajo, también
haya contribuido, con un concepto, con una idea o
simplemente con una frase. Dios recompense a cada uno y
podamos todos arribar a la consumación del magno
propósito eterno en Cristo.

131
Pastor y maestro
Osvaldo Rebolleda

El Pastor y maestro Osvaldo Rebolleda hoy cuenta con


miles de títulos en mensajes de enseñanza para el
perfeccionamiento de los santos y diversos Libros de
estudios con temas variados y vitales para una vida
cristiana victoriosa.
El maestro Osvaldo Rebolleda es el creador de la Escuela de
Gobierno espiritual (EGE)
Y ministra de manera itinerante en Argentina
Y hasta lo último de la tierra.

rebolleda@hotmail.com

www.osvaldorebolleda.com

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Otros libros de Osvaldo Rebolleda

“Todos tenemos un
perfume de adoración
atrapado en nuestro
espíritu. Reciba una
revelación para ser
quebrantado como
frasco de alabastro
ante la presencia del
Rey de Gloria…”

“Un libro que lo


llevará a las
profundidades
de la Palabra de
Dios, un
verdadero
desafío a entrar
en las
dimensiones del
Espíritu”

133
Un material que todo ministro
debería tener en su biblioteca…

«Todo cambio debe ser producido por Dios


a través de los hombres y no por los hombres
en el nombre de Dios…»

www.osvaldorebolleda.com

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Libros de temas
variados y útiles para
el desarrollo de su
vida espiritual, todos
pueden ser bajados
gratuitamente en la
página Web del
pastor y maestro
Osvaldo Rebolleda

ww.osvaldorebolleda.com

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www.osvaldorebolleda.com

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www.osvaldorebolleda.com

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