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Fósforo y Calcio
Fósforo y Calcio
Fósforo y Calcio
La homeostasis del calcio es regulada a través de flujos bidireccionales del calcio y el fósforo,
que tienen lugar principalmente en tres órganos diana: el intestino, los huesos y el riñón. Los
niveles de calcio extracelular son estrechamente controlados y estables debido a la gran
sensibilidad de estos órganos y las hormonas controladoras (parathormona, 1,25-
dihidroxiD3 y calcitonina), que actúan controlando las variaciones del calcio. Para adecuarse
a las necesidades de mineralización ósea, los niveles de calcio extracelular se ajustan a las
demandas del organismo
Calcio
El calcio libre ionizado es la forma activa, y está sometido a un control hormonal riguroso,
sobre todo por la PTH. Existen varios factores no hormonales importantes que influyen sobre
la concentración de calcio libre: la concentración de albúmina (la hipoalbuminemia se
relaciona con un calcio total bajo y un calcio libre normal), y el pH (el equilibrio ácido-base
modifica el calcio ionizado, disminuyendo este en la alcalosis). Dado que la
hipoalbuminemia afecta directamente a la concentración total de calcio en sangre aun cuando
el calcio ionizado permanezca normal, existe una fórmula para corregir el calcio:
Por ejemplo: Alb = 2,0 y Ca+2 = 7,4. El Ca+2 corregido sería (7,4 - 2) + 4 = 9,4.
Fósforo
Dada la amplia distribución del P en los alimentos, es difícil que en condiciones normales
exista déficit de origen alimentario. El adulto ingiriere unos 1400 mg/día de P, con grandes
oscilaciones, describiéndose déficit de P exógeno solo en los pacientes sometidos a nutrición
parenteral. Se lo encuentra en alimentos como la leche de vaca, carnes rojas, pescados y
legumbres.
La concentración normal de P en sangre oscila entre 2,5 a 5,6 mg/dl en los adultos y es algo
superior en los niños. Las determinaciones de P en el extracelular pueden no reflejar con
precisión la disponibilidad de fosfato dentro de las células.
El 85% del fósforo corporal se encuentra en el esqueleto mientras que el 15% restante se
distribuye en los tejidos blandos. El fosfato plasmático, que interviene en casi todos los
procesos metabólicos, se compone también de tres fracciones: unido a proteínas (12%),
ionizado (55%) y formando complejos (35%). La absorción del fósforo de la dieta por el
intestino es bastante eficaz (70-80% de lo ingerido). Se elimina por el riñón (que es el órgano
que ejerce sobre el fósforo un control más importante) y sufre reabsorción tubular proximal,
que es variable (50-90%), y no existen pruebas de que en el túbulo distal sea secretado. La
cantidad de fosfato eliminada en la orina depende de la dieta. Si la sobrecarga de fósforo
disminuye, aumenta la reabsorción tubular proximal y disminuye la fosfaturia; si la cantidad
de fósforo que llega al riñón aumenta, ocurrirá lo contrario. La PTH favorece la eliminación
de fosfato en la orina.
REGULACIÓN DEL CALCIO Y EL FOSFATO
Calcio
Fósforo
este nutriente es necesario y muy relevante para el funcionamiento de la célula, ya que por
un lado forma parte del ADN y de las membranas celulares, y por el otro, se lo necesita para
actividades relacionadas con la producción de energía y numerosas otras funciones del
metabolismo. También es un constituyente importante de los huesos y dientes, siendo el 85%
del fósforo del organismo parte de estas estructuras.
Este control conlleva una importante regulación hormonal por parte de la hormona
paratiroidea (PTH) y el llamado factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF23). Existen
más hormonas que también contribuirían en esta regulación, por ejemplo, la insulina, aunque
sus acciones aún no han sido bien estudiadas.
Dada la participación del fósforo en tantos procesos biológicos, niveles bajos en la sangre o
bien pérdidas del mineral pueden causar enfermedades serias, aunque dado que está
ampliamente disponible en la dieta, la deficiencia es poco común. Por otra parte, y dada la
relevancia del control renal de los niveles de fósforo en la sangre, en pacientes con deficiencia
renal crónica resulta muy difícil el manejo de este mineral. El sistema gastrointestinal lo sigue
incorporando, y los riñones no son capaces de eliminar el excedente, con lo que hay una
acumulación dañina, que afecta la regulación de calcio, y genera una elevación en la PTH,
que termina dañando distintos órganos por acumulación de calcio y fósforo.
En los pacientes con falla renal crónica, el control del fósforo que consumen en la dieta se
vuelve muy relevante, ya que el exceso de fósforo circulante eleva su riesgo de mortalidad.
El fósforo está presente en la mayoría de los alimentos, principalmente en aquellos ricos en
proteínas, como los lácteos, carnes y pescados. En general las frutas y vegetales contienen
poco fósforo, mientras que en algunas semillas, nueces, legumbres y cereales está presente
en abundancia. Sin embargo, la forma química del mineral en estas fuentes es mucho menos
fácil de absorber en el intestino que las fuentes animales. Es importante destacar que más allá
del contenido original de fósforo en los alimentos, este mineral es componente de muchos
aditivos y preservantes en alimentos procesados, que pueden constituir una fuente “oculta” e
importante de fósforo dietario.
Las dos hormonas más importantes que interviene en la regulación del metabolismo del
calcio y del fosfato son la PTH y la vitamina D. La vitamina D activa es el 1,25-(OH)2-D o
calcitriol cuya función es aumentar la absorción de calcio en el intestino y aumentar, en el
hueso la resorción de calcio. Ambas acciones dan como resultado aumentar la concentración
plasmática de calcio. Similar efecto ejerce el calcitriol sobre el fosfato.
HIPERCALEMIA
Tumores
Inmovilización ósea
HIPOCALEMIA
Hipoparatiroidismo
Que puede ser congénito o adquirido por una enfermedad auto inmune. La baja producción
de paratirina hace que disminuya la absorción intestinal de calcio y que no se movilice desde
el hueso Adicionalmente estará elevado la reabsorción renal de fosfato. Esto producirá
hipocalemia con hiperfosfatemia. Mientras que en la orina se encontrarán niveles
disminuidos de calcio y fosfato.
Enfermedad renal
Seudohipoparatiroidismo
➢ Tipo 1: Existe una actividad disminuida de las proteínas Gs acopladas al receptor (a)
o donde las proteínas Gs son normales y existe una alteración en el receptor o en la
traducción de la señal (b y c).
➢ Tipo 2: Se caracteriza por una respuesta normal del AMPc urinario tras la
administración de PTH, pero con ausencia de fosfaturia.
Deficiencia de calcitriol
Se da por un menor aporte en una dieta sobre en vitamina D, malabsorción intestinal o baja
exposición a rayos ultravioleta, o una alteración de la 25-hidroxilacion hepática de la
vitamina D, tal y como puede suceder en la cirrosis biliar primaria o en la enfermedad renal.
Pancreatitis aguda
HIPERFOSFATEMIA
La hiperfosfatemia es una concentración sérica de fosfato > 4,5 mg/dL (> 1,46 mmol/L). Sus
causas incluyen la nefropatía crónica, el hipoparatiroidismo y la acidosis metabólica o
respiratoria. Las características clínicas pueden deberse a la hipocalcemia asociada e incluyen
tetania. El diagnóstico se basa en la medición sérica del fosfato. El tratamiento consiste en
restricción del fosfato de la dieta y la administración de antiácidos que fijan fosfato, como el
carbonato de calcio.
Causas
La insuficiencia renal avanzada (tasa de filtración glomerular [TFG] < 30 mL/minuto) reduce
la excreción lo suficiente como para aumentar la concentración de fosfato sérico. Los
defectos en la excreción renal de fosfato en ausencia de enfermedad renal crónica también se
observan en el seudohipoparatiroidismo, el hipoparatiroidismo y la supresión paratiroidea
(como debido a hipercalcemia secundaria a exceso de vitamina A o D o a enfermedad
granulomatosa).
➢ Cetoacidosis diabética.
➢ Lesiones por aplastamiento.
➢ Rabdomiólisis no traumática.
➢ Infecciones sistémicas abrumadoras.
➢ Síndrome de lisis tumoral.
También se identifica hiperfosfatemia en pacientes que consumen cantidades excesivas de
fosfato por vía oral y, en ocasiones, en individuos que utilizan demasiados enemas con
fosfato. La hiperfosfatemia puede ser ficticia en pacientes con hiperproteinemia (por ejemplo,
en mieloma múltiple o macroglobulinemia), dislipidemia, hemólisis o hiperbilirrubinemia.
HIPOFOSFATEMIA
La hipofosfatemia es la concentración sérica de fosfato < 2,5 mg/dL (0,81 mmol/L). Sus
causas incluyen trastorno por consumo de alcohol, quemaduras, inanición y consumo de
diuréticos. Las características clínicas son debilidad muscular, insuficiencia respiratoria e
insuficiencia cardíaca; también pueden aparecer convulsiones y coma. El diagnóstico se
realiza a través de la medición de la concentración sérica de fosfato. El tratamiento consiste
en el suplemento de fosfato.
Si bien la hipofosfatemia suele ser asintomática, los pacientes con depleción crónica grave
pueden experimentar anorexia, debilidad muscular y osteomalacia. Pueden identificarse
diversos trastornos neuromusculares, como encefalopatía progresiva, convulsiones, coma y
muerte. Los pacientes con debilidad muscular asociada con la hipofosfatemia grave también
pueden presentar rabdomiólisis, en especial en presencia de alcoholismo agudo.
Los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada (especialmente aquellos en diálisis), a
menudo toman fijadores de fosfato con las comidas para reducir la absorción de fosfato de la
dieta. El uso prolongado de estos fijadores puede causar hipofosfatemia, sobre todo cuando
se combinan con una gran disminución de la ingesta dietética de fosfato.
Metabolismo Fosfocálcico
El metabolismo del calcio y del fosfato, la formación del hueso y de los dientes, así como la
regulación de la paratohormona (PTH), calcitonina (CT) y la vitamina D, son procesos que
están íntimamente relacionados.
El Calcio (Ca): Es uno de los elementos que más abundantes en el organismo, un adulto
tiene 1,4 kg de Ca y el 99% está en los huesos, la concentración de Ca plasmático está ente
8,9 – 10,3 mg/dl; por otro lado, dentro de la célula la concentración de Ca e 10000 veces
menor. El 40% de Ca plasmático está unido a proteínas como la albúmina ya que el descenso
de 1 g/dl de albúmina se acompaña de un descenso de 0,8 mg/dl de Ca (Albalate Ramon
M, 2020), el calcio sérico tiene una concentración de 8,5 – 10,5 mg/dl y circula de formas
diferentes:
El Fósforo (P): Tiene una concentración que fluctúa 2,5 – 5,6 mg/dl en los adultos, pero es
superior en los niños. El fosfato plasmático, interviene en la mayoría de procesos metabólicos
se compone de tres partes:
La absorción del fósforo de la dieta por el intestino es bastante eficaz (70-80 % de lo ingerido)
(Bradman, Regulación hormonal del balance fosofcálcico, 2012) Principales hormonas del
metabolismo del calcio y fósforo.
La vitamina D: Absorbe calcio y fósforo del intestino; favorece la actividad del hueso
aumentando la resorción y la mineralización, en el riñón aumenta la reabsorción tubular de
calcio y fósforo.
Nuestro organismo tiene 2 fuentes de vitamina D, una fuente procede de la dieta, alimentos
como las frutas, vegetales y setas que contienen vitamina D2 (ergo calciferol), mientas que
los productos lácteos, huevos, carnes y pescado graso son ricos en vitamina D3
(colecalciferol). La absorción de la vitamina D3 se realiza en la parte proximal y media del
intestino delgado mediada por as micelas y por un mecanismo similar al de los lípidos, una
vez en el interior del enterocito la vitamina D3 se empaqueta en los quilomicrones pasando
al sistema linfático, este es activado por los rayos ultravioletas de la luz solar y convertido en
colecalciferol pasa al torrente sanguíneo, a través del cual llega al hígado para ser hidroxilado
en la posición 24 por la fracción microsómica del hepatocito de allí pasa al riñón donde es
hidroxilada en la posición 1 por acción de la enzima 1-hidroxilasa localizada en la fracción
mitocondrial de la célula yuxtaglomerular.
Las tres hormonas: la vitamina D, la PTH y la calcitonina ejercen su acción de forma selectiva
en tres órganos que son el hueso, el intestino, y el riñón:
Cuando la calcemia está por debajo de lo normal, estos receptores acoplados a proteína G
estimulan la secreción de PTH, se dirige a los osteoblastos y a las células del túbulo
contorneado proximal en segundos, estas células del túbulo proximal sirven como glándula
endocrina para la hormona vitamina D. En ellas se produce la activación de la vitamina D,
formando la 1,25- dihidroxivitamina D3(calcitriol). El calcitriol estimula la absorción
intestinal de calcio y junto con la PTH estimula la movilización de calcio y la reabsorción
tubular renal. El resultado es el aumento de la calcemia con lo cual se inhibe la salida de PTH
frenando el estímulo para la activación renal de vitamina D.