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Cultura de La Calidad Personal

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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN Y DOCTRINA


ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO
PROFESIONAL PNP PUNO

LA INTERCULTURALIDAD
ASIGNATURA:
CULTURA DE LA CALIDAD PERSONAL
DOCENTE:
S2 PNP GALLEGOS VERA JAZMINS YAHAIRA
PRESENTADO POR:
ESTUDIANTE PNP CHOQUE AROAPAZA JOSE IVAN
SECCIÓN:
5TA
NRO DE ORDEN:
08
PUNO- PERÚ
2022
DEDICATORIA

Primeramente, a dios por haberme permitido llegar a este punto y haberme


dado salud ser el manantial de vida y darme lo necesario para seguir adelante
día a día para lograr mis objetivos propuestos, además de su infinito amor y
bondad.

Este presente trabajo está dedicado primeramente a Dios y a mis queridos


padres por el deseo de superación y amor que me brindan cada día y que han
sabido guiar nuestras vidas por el sendero de la verdad y el buen camino a fin
de poder honrar a nuestras familias con los conocimientos adquiridos,
brindándonos el fruto de sus esfuerzos y sacrificios por ofrecernos un mañana
mejor, luego a todas las personas que nos han ayudado a realizar nuestro
sueño de pertenecer a esta prestigiosa institución.

A mi catedrático por su gran apoyo y motivación para la culminación de


nuestros estudios profesionales, por su apoyo ofrecido en este trabajo por
haberme transmitido los conocimientos obtenidos y llevarme paso a paso en el
aprendizaje.

2
ÍNDICE

DEDICATORIA..........................................................................................................................2
ÍNDICE........................................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................4
OBJETIVOS...............................................................................................................................5
CAPÍTULO I...............................................................................................................................6
INTERCULTURALIDAD......................................................................................................6
¿Qué es cultura?.................................................................................................................6
¿Qué es interculturalidad?...............................................................................................8
La Interculturalidad como principio normativo.........................................................10
Formulación del problema..............................................................................................11
Objetivos.............................................................................................................................12
Citas......................................................................................................................................12
Actitudes.............................................................................................................................13
CAPITULO II............................................................................................................................13
INTERCULTURALIDAD EN EL PERÚ............................................................................13
La situación actual............................................................................................................14
¿Qué es necesario hacer desde la educación?.........................................................15
Conclusiones provisionales...........................................................................................16
Tarea a futuro.....................................................................................................................18
CAPITULO III...........................................................................................................................20
INTERCULTURALIDAD EN AMÉRICA LATINA...........................................................20
Nociones normativas, derecho consuetudinario y culturas diversas..............20
Nuevas definiciones de interculturalidad....................................................................23
Fundamentaciones y normas legales para el tratamiento de las relaciones
interculturales: Perú.............................................................................................................25
El contexto..........................................................................................................................25
CONCLUSIONES....................................................................................................................29
RECOMENDACIONES..........................................................................................................30
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................31
ANEXOS...................................................................................................................................32

3
INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de Educación Intercultural Bilingüe en América Latina y en el
Perú estamos hablando de educación para las poblaciones indígenas alejadas
de los centros urbanos y por largo tiempo olvidadas por el estado como sujeto
de derechos, entre ellos el de la educación. Desde que la escuela llegó a las
zonas rurales de América Latina, selvas, montañas y llanos habitados por las
poblaciones indígenas, el sistema educativo dio rienda suelta a la labor
civilizadora y de reproducción del orden hegemónico criollo que le había sido
encomendada, desconociendo las instituciones y manifestaciones
socioeconómicas, culturales y lingüísticas de las poblaciones a las que decía
atender. Entonces la educación no era ni intercultural, ni bilingüe, ni siquiera
educación, era simple adoctrinamiento, primero de mano de las misiones
evangelizadoras y luego a través de las campañas de castellanización que
buscaban la uniformidad lingüístico-cultural para contribuir a la conformación de
los Estados nacionales.

4
OBJETIVOS
Dar a conocer el enfoque interculturalidad desde un paradigma ético-político
parte del reconocimiento de las diferencias culturales como uno de los pilares
de la construcción de una sociedad democrática, fundamentada en el
establecimiento de relaciones de equidad e igualdad de oportunidades y
derechos.

La Política Nacional para la Transversalización del Enfoque Intercultural tiene


como objetivo orientar, articular y establecer los mecanismos de acción del
Estado para garantizar el ejercicio de los derechos de la población
culturalmente diversa del país, particularmente de los pueblos indígenas y la
población afroperuana, promoviendo un Estado que reconoce la diversidad
cultural innata a nuestra sociedad, opera con pertinencia cultural y contribuye
así a la inclusión social, la integración nacional y eliminación de la
discriminación.

5
CAPÍTULO I
INTERCULTURALIDAD
¿Qué es cultura?
Algunos reclaman por la vaguedad con que se suele utilizar el término cultura y
su derivado intercultural; pero ni bien se intenta una definición se descubre la
complejidad que encierra el concepto y. por tanto. La dificultad que representa
definirlo. Ante este escollo, muchas veces se renuncia al esfuerzo de precisar
nuevas expresiones.

En realidad, si bien es cierto que el tema es muy complejo y que la definición


de cultura conlleva toda una perspectiva teórica, en el marco de
un discurso orientado a elaborar una propuesta educativa, es indispensable y
de hecho no es tan difícil como se piensa proponer una definición operativa de
cultura y de interculturalidad. Así, por cultura podemos entender los modos de
vivir o los modos de ser compartidos por seres humanos.

La cultura y el lenguaje articulado son propios de los humanos; es lo que


diferencia específicamente a nuestra especie de todas las demás. Los
humanos tenemos la capacidad de ir amoldando y transformando no sólo la
naturaleza, sino nuestras propias relaciones con el mundo y nuestra propia
forma de vivir. A través de nuestra historia, hemos ido creando y modificando
nuestra relación con el mundo en un proceso acumulativo y evolutivo hecho
posible porque lo que creamos y aprendemos lo transmitimos también a
nuestra descendencia sin necesidad de modificación genética. Para ello,
hemos inventado y seguimos renovando constantemente sistemas simbólicos
complejos, que son muy variados en el mundo entero. Tienen también un
importante
grado de arbitrariedad; ante cualquier reto nuevo que se nos plantea, los
humanos siempre tenemos varias y a menudo muchas alternativas y
posibilidades de creación. Las respuestas a las necesidades y la
propia construcción de nuevas necesidades son así un producto de nuestra
historia. Hoy en día reconocemos que la facultad de creación de

6
sistemas simbólicos no es exclusivamente humana, lo que nos abre una
importante perspectiva ecológica, pero nos hace ver también con mayor
claridad

decisiva que tiene esa facultad para la especie humana a diferencia de todas
las demás. Por ello seguimos hablando de cultura como el modo propio del ser
humano de relacionarse con el mundo.

La relación con el mundo implica la relación con la naturaleza, con los demás,
consigo mismo, con la trascendencia; nos relacionamos con el mundo
conformas de mirar; de sentir, de expresarnos, de actuar, de evaluar.

Aunque las expresiones materiales manifiestas son parte de la cultura, es


importante entender que, en tanto es vida, una cultura no se reduce nunca a la
suma de todas sus producciones. Lo central de la cultura no se ve, se
encuentra en el mundo interno de quienes la comparten; son todos los hábitos
adquiridos y compartidos con los que nos relacionamos con el mundo. Por esta
razón, podemos afirmar que la cultura, a la vez que se internaliza
individualmente, es un hecho eminentemente social, puesto que es compartida
y se socializa permanentemente en todas las interacciones de la sociedad, y en
forma muy particular en los procesos educativos.

Al asumir esta definición operativa de cultura, recordemos que una cultura se


gesta al interior de los diversos grupos a los que los humanos se unen por
diversas afinidades, sean éstas ideológicas, de clase, de credo, de origen
territorial, de origen étnico, de edad, de sexo, etc. En estos grupos se generan
y comparten modos de ser y hasta un lenguaje propio que son cultura. La
relación entre las diversas culturas que coexisten en cualquier país es una
relación entre personas y de ahí deviene su complejidad. Cuanto más
estratificado socialmente sea el país, esa relación tenderá a ser no sólo
compleja, sino conflictiva. Es necesario reconocer y asumir el conflicto cuando
se presente, pues éste implica contacto con el otro, condición básica para la
construcción de una identidad, sea personal o cultural, social. Por esta razón, si
pensamos en la gestación de una identidad nacional, debemos admitir que el

7
conflicto entre los ciudadanos de un país puede ser el germen de un
entendimiento. El diálogo, por difícil que sea, es mejor que la incomunicación.
El volver la espalda al otro, por ser diferente y desigual, conlleva
desarticulación, imposibilidad de entendimiento, de lograr acuerdos, consensos
de compartir historia. Reconocer relaciones conflictivas conlleva el deseo
incluso oculto o tardío en manifestarse de solucionar el conflicto. En la
búsqueda de soluciones se descubrirá que hay Intereses comunes, hecho que
ayuda a comprender al otro y a tomar conciencia de que yo tanto como el otro
tenemos responsabilidades que cumplir en la gestación de un proyecto político,
un futuro mejor para todos. En suma, en las relaciones entre miembros de
culturas diferentes está presente el conflicto, pero no todo es conflicto.

Ahora bien, de hecho, es posible calificar la relación entre culturas distintas


como una "relación intercultural". Sin embargo, cuando escuchamos hablar de
una "educación intercultural", es probable que nos cueste un poco saber
exactamente qué significa la expresión, a qué tipo de educación se refiere. Más
aún, si nos preguntaran qué es interculturalidad como hablantes intuimos que
hay algo más en ella que una mera relación entre culturas; el término se refiere
a una noción cuyo contenido semántico requiere ser explicitado. La
comprensión de la abstracta interculturalidad nos llevará a emplear el
calificativo intercultural con mayor precisión, buscando que se ajuste a la
definición del concepto que lo subyace.

¿Qué es interculturalidad?
La interculturalidad se refiere a la interacción entre culturas, de una forma
respetuosa, donde se concibe que ningún grupo cultural esté por encima del
otro, favoreciendo en todo momento la integración y convivencia entre culturas.
En las relaciones interculturales se establece una relación basada en el respeto
a la diversidad y el enriquecimiento mutuo; sin embargo no es un proceso
exento de conflictos, estos se resuelven mediante el respeto, el diálogo, la
escucha mutua, la concertación y la unión. Es importante aclarar que la
interculturalidad no se ocupa tan solo de la interacción que ocurre, por ejemplo,
entre un chino y un boliviano, sino además la que sucede entre un hombre y

8
una mujer, un niño y un anciano, un rico y un pobre, un marxista y un liberal,
etc. Por qué no "mestizaje cultural". La noción de "mestizaje cultural" ha tenido
cierto éxito en el Perú al buscar dar cuenta del encuentro o del choque si se
prefiere de las culturas autóctonas con la de los colonizadores españoles. Tal
vez el término pueda seguir siendo interesante para expresar la voluntad de
quienes, desde tradiciones étnicas y culturales diversas, buscan construir un
terreno común de entendimiento. Sin embargo, expondremos ahora varias
razones que nos hacen pensar que en la actualidad su uso no es muy
conveniente. Por todo ello, nos parece más provechoso dejar de lado ese
término para centrarnos en lo que realmente importa: el estudio de las
transformaciones que ocurren en nosotros y que compartimos con otros al
entrar en contacto permanente con personas y grupos que suelen expresarse,
actuar, pensar o sentir de modo distinto al que acostumbramos. Lo importante
es entender de qué manera en el contacto cotidiano entre grupos de orígenes
históricos distintos, ocurren las transformaciones sociales y cómo van de la
mano con cambios en las mentalidades, en los universos simbólicos, en el
imaginario de las personas, en sus maneras de sentir y percibir el mundo y, en
especial, en sus maneras de acercarse y enfrentar situaciones nuevas, de
relacionarse con datos culturales distintos a los propios. En este sentido, el
mundo andino se ha caracterizado siempre por una gran diversidad cultural.
Ahora bien, puede ser, muy variada la actitud frente a la diversidad cultural y a
las consiguientes relaciones interculturales en las que uno se encuentra
sumergido. Por ejemplo, es posible que ciertas influencias no sean reconocidas
e incluso sean rechazadas. El reconocimiento, desconocimiento o rechazo de
influencias culturales depende, naturalmente, del prestigio que está
socialmente asociado a cada uno de los ámbitos culturales. Pensemos cuánto
de influencia árabe hay en la cultura hispana, sin que sea generalmente
reconocida. Del mismo modo ¿cuánto de influencia andina habrá en la cultura
criolla del Perú, aunque no se la quiera admitir? Es de esperar que cada
persona tienda a reconocer y valorar dentro de sí misma las influencias
culturales de ámbitos que gozan de mayor prestigio. Este proceso es complejo,
no unilineal, y depende incluso en parte del contexto en el que se encuentre la
persona, aquí simplemente interesa señalar que existen influencias que, pese a
no ser reconocidas, actúan eficazmente en el comportamiento individual o

9
colectivo. Pensemos, por ejemplo en la influencia de la lengua materna en la
manera de hablar otro idioma: aunque se la quiera negar, esta influencia jamás
desaparece por completo.

La Interculturalidad como principio normativo


Más allá de la existencia de las relaciones interculturales, la interculturalidad
puede tomarse como principio normativo. Entendida de ese modo, la
interculturalidad implica la actitud de asumir positivamente la situación de
diversidad cultural en la que uno se encuentra. Se convierte así en principio
orientador de la vivencia personal en el plano individual y el principio rector de
los procesos sociales en el plano axiológico social. El asumir la interculturalidad
como principio normativo en esos dos aspectos individual y social constituye un
importante reto para un proyecto educativo moderno en un mundo en el que la

multiplicidad cultural se vuelve cada vez más insoslayable e intensa.

En el nivel individual, nos referimos a la actitud de hacer dialogar dentro de uno


mismo y en forma práctica las diversas influencias culturales a las que
podemos estar expuestos, a veces contradictorias entre sí o por lo menos no
siempre fáciles de armonizar. Esto supone que la persona en situación de
interculturalidad, reconoce conscientemente las diversas influencias y valora y
aquilata todas. Obviamente, surgen problemas al intentar procesar las múltiples
influencias, pero al hacerlo de modo más consciente, tal vez se facilita un
proceso que se inicia de todos modos al interior de la persona sin que ésta se
dé cabal cuenta de ello. Este diálogo consciente puede darse de muchas
formas y no sabemos bien cómo se produce, aunque es visible que personas
sometidas a influencias culturales diversas a menudo procesan estas
influencias en formas también similares. Por ejemplo, en contraposición a la
actitud de desconocimiento y rechazo de una vertiente cultural con poco
prestigio, actualmente ciertas comentes ideológicas están desarrollando una
actitud similar de rechazo de la vertiente cultural de mayor prestigio.

10
La interculturalidad como principio rector orienta también procesos sociales que
intentan construir sobre la base del reconocimiento del derecho a la diversidad
y en franco combate contra todas las formas de discriminación y desigualdad
social relaciones dialógicas y equitativas entre los miembros de universos
culturales diferentes. La interculturalidad es así concebida. Posee carácter
desiderativo; rige el proceso y es a la vez un proceso social no acabado sino

más bien permanente, en el cual debe haber una deliberada intención de


relación dialógica, democrática entre los miembros de las culturas involucradas
en él y no únicamente la coexistencia o contacto inconsciente entre ellos. Esta
sería la condición para que el proceso sea calificado de intercultural" En este
sentido, la interculturalidad es fundamental para la construcción de una
sociedad democrática, puesto que los actores de las diferentes culturas que por
ella se rijan, convendrán en encontrarse, conocerse y comprenderse con miras
a cohesionar un proyecto político a largo plazo. En sociedades
significativamente marcadas por el conflicto y las relaciones asimétricas de
poder entre los miembros de sus diferentes culturas, como es el caso peruano,
un principio como el de la interculturalidad cobra todo su sentido y se torna
imperativo si le desea una sociedad diferente por ser justa. El asumir así
plenamente la interculturalidad implica confiar en que es posible construir
relaciones más racionales entre los seres humanos, respetando sus
diferencias. EL mundo contemporáneo cada vez más intercomunicado, es
también un mundo cada vez más intercultural como situación de hecho en el
que, sin embargo, pocas culturas (y en el límite una sola) disponen de la mayor
cantidad de recursos para difundir su prestigio y desarrollarse. Es decir, vivimos
en un mundo intercultural en el que tiende a imponerse una sola voz: la
apuesta por la interculturalidad como principio rector se opone radicalmente a
esa tendencia homogenizante, culturalmente empobrecedora. Parte de
constatar las relaciones interculturales y afirma la inviabilidad a largo plazo de
un mundo que no asuma su diversidad cultural como riqueza y como potencial.

Formulación del problema


Conocer e identificar la importancia que tiene la interculturalidad para la buena
convivencia entre países, porque las relaciones que existen entre las
sociedades actuales con las diversas culturas que existen en cada país. Es por

11
ello que es necesario que se fortalezcan estas relaciones, ya que la
interculturalidad es una actitud que va directamente en contra del racismo y la
discriminación y esto se orienta a reconocer la riqueza cultural del mundo.

Objetivos
Razón por la cual la interculturalidad es hoy más importante que nunca, para
enriquecernos, para crecer, para unirnos cooperativamente, para ser más
flexibles, tolerantes y eficaces en nuestra comunicación y por nuestra cultura.

Citas
Fragmentos de texto extraídos del artículo "La comunicación intercultural" de
Miquel Rodrigo Alsina:

-Toda cultura es básicamente pluricultural. Es decir, se ha ido formando, y se


sigue formando, a partir de los contactos entre distintas comunidades de vidas
que aportan sus modos de pensar, sentir y actuar. Evidentemente los
intercambios culturales no tendrán todos, las mismas características y efectos.
Pero es a partir de estos contactos que se produce el mestizaje cultural…

– Una cultura no evoluciona si no es a través del contacto con otras culturas.


Pero los contactos entre culturas pueden tener características muy diversas. En
la actualidad se apuesta por la interculturalidad que supone una relación
respetuosa entre culturas.

– Mientras que el concepto "pluricultural" sirve para caracterizar una situación,


la interculturalidad describe una relación entre culturas. Aunque, de hecho,
hablar de relación intercultural es una redundancia, quizás necesaria, porque la
interculturalidad implica, por definición, interacción.

– No hay culturas mejores y ni peores. Evidentemente cada cultura puede tener


formas de pensar, sentir y actuar en las que determinados grupos se
encuentren en una situación de discriminación. Pero si aceptamos que no hay
una jerarquía entre las culturas estaremos postulando el principio ético que
considera que todas las culturas son igualmente dignas y merecedoras de
respeto. Esto significa, también, que la única forma de comprender

12
correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con
sus propios criterios culturales. Aunque esto no debe suponer eliminar nuestro
juicio crítico, pero si que supone inicialmente dejarlo en suspenso hasta que no
hayamos entendido la complejidad simbólica de muchas de las prácticas
culturales. Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo que lleva a
interpretar las prácticas culturales ajenas a partir de los criterios de la cultura de
la persona intérprete.

Actitudes
La interculturalidad se consigue a través de tres

actitudes:

 Visión dinámica de las culturas.


 Considerando que las relaciones cotidianas se producen a través de la
comunicación.
 Construcción de una amplia ciudadanía, sólo aceptada con la igualdad
de derechos como ciudadanos.

Etapas

El enfoque intercultural tiene tres etapas:

1. Negociación: es la simbiosis.
Compresiones y avenencias necesarias para evitar la
confrontación.

2. Penetración: salirse del lugar de


uno, para tomar el punto de vista del otro.

3. Descentralización: perspectiva en la
que nos alejamos de uno mismo, a través de una
reflexión de sí mismo.

CAPITULO II
INTERCULTURALIDAD EN EL PERÚ
II. 1 Derechos Humanos y democracia Según un estudio realizado el año 2005,
el país latinoamericano que más preocupa en términos de cultura social
autoritaria (orden sin libertad) y de ilegitimidad del sistema democrático es el

13
Perú. Al parecer, los peruanos preferimos el orden al ejercicio de las libertades,
de ahí la demanda social de liderazgos personalizados fuertes que ofrecen
orden y disciplina. La educación no ha hecho nada significativo para erradicar
el autoritarismo como cultura social. Si no priorizamos la educación ciudadana
en la educación pública, el retroceso continuará, la gobernabilidad democrática
será cada vez más frágil y la institucionalización del país seguirá siendo una
retórica sin contenido.

El estado actual de la cultura ciudadana y de la legitimidad del sistema


democrático en el Perú es deplorable. Y si comparamos estos fenómenos con
los otros países de la región el panorama es bastante preocupante.

Frente a la "cultura autoritaria instalada en el sentido común" que no concibe el


orden con libertad, ¿qué podemos y qué debemos hacer desde la educación?
Una primera posibilidad es ajustarnos a estas expectativas y empezar a ofrecer
una educación conservadora que refuerce los prejuicios existentes. Creo que
esta posibilidad hay que descartarla de entrada. La educación es, por esencia,
opción por el cambio, el mejoramiento, la excelencia humana. Por ello, los
educadores son por naturaleza disconformes. Un educador conformista es una
contradicción. La otra posibilidad, es optar por introducir cambios en la cultura
social existente, ilustrarla, democratizarla. ¿Y cómo se democratiza el sentido
común desde la educación? La respuesta es: construyendo ciudadanía.

Creo que de no ser atacada desde sus raíces la cultura social autoritaria
actualmente vigente, ésta se reproducirá incontroladamente y el descrédito de
la democracia que tenemos seguirá en ascenso. Si no optamos por introducir
cambios en la cultura autoritaria de las escuelas para ir sustituyéndola
paulatinamente por una cultura democrática auténtica, el autoritarismo social
seguirá creciendo y la legitimidad social de las opciones políticas autoritarias irá
en aumento. Si las prácticas democráticas de resolución de conflictos -vía
deliberación en común- están ausentes en el día a día de la vida escolar, los
educandos incorporarán los hábitos autoritarios que encuentran e internalizarán
los valores antidemocráticos que la cultura de la escuela les inculca.

14
La situación actual

Desde hace aproximadamente diez años, se hace un seguimiento sostenido


sobre el estado de la ciudadanía y la evolución de los grados de apoyo y de
satisfacción con la democracia en un conjunto de países latinoamericanos,
entre ellos el Perú.

El informe del 2005 hace un sugerente y lúcido balance comparativo de la


evolución de los grados de apoyo y satisfacción con la democracia en América
Latina (AL) durante los últimos diez años. En éste, el Perú es el país que más
preocupa en términos de cultura social autoritaria (orden sin libertad) y de
ilegitimidad del sistema democrático.

Independientemente de los éxitos macroeconómicos, que hasta ahora no han


tenido ningún efecto significativo en términos de reducción de la pobreza
(seguimos siendo una democracia de mayorías pauperizadas). En general los
datos del Perú son muy preocupantes por el impacto negativo que está
teniendo en la cultura política y cívica (la crítica al desempeño del gobierno).

Podemos decir enfáticamente que en términos de cultura política y cultura


cívica, no sólo hemos "experimentado un (grave) retroceso en los últimos años,
sino que somos el país que más ha retrocedido en toda la región. Este
retroceso se evidencia: primero, en el hecho de que en nuestro país -a
diferencia de los otros países de la región- el índice de "apoyo a la democracia"
ha descendido 18 puntos (de 63 % en 1996 a 45 % en el 2004 %) -el índice de
descenso más alto de la región-, y que tengamos el índice más bajo en AL de
satisfacción con la democracia (7 %, nos sigue luego Paraguay con 13 % ,
Ecuador con 14 % y Bolivia con 16%).

¿Qué es necesario hacer desde la educación?

En lo que a nosotros nos concierne como educadores, no hemos hecho nada


significativo desde la educación para erradicar el autoritarismo como cultura

15
social y para Sentar las bases de una cultura cívica y ciudadana que le dé
legitimidad y sustento a la democracia incipiente que tenemos.

Ni la deliberación pública ni la participación política son hábitos sociales, y la


tolerancia ni el respeto a las diferencias son virtudes públicas. Se entiende que
las virtudes de la vida pública se deberían aprender en los espacios de
socialización secundaria, y de manera privilegiada en la escuela. Pero para ello
habría que transformar la cultura de las escuelas y hacer de ellas espacios
privilegiados de formación ciudadana. Pero si persistimos en no hacer de la
educación ciudadana la columna vertebral de la educación pública, la
involución de la ciudadanía y la praxis del antipolítico continuarán en ascenso.
Y es que en educación no hay estancamientos, o se avanza o se retrocede. Si
no se implementan procesos formativos que integren a las culturas, los
procesos reformativos no se detienen.

Las instituciones educativas fomentan una educación intercultural para todos


contribuyendo a la afirmación de la identidad personal y social del estudiante
como parte de una comunidad familiar escolar, local, regional, nacional,
latinoamericana y mundial. Esta es la condición para que el estudiante
comprenda la realidad en la que vive, se sienta parte importante de ella y
construya relaciones equitativas entre hombres y mujeres.

La identidad cultural se afirma, desde los primeros años de vida, con la


comunicación a través de la lengua materna, porque ésta expresa la
cosmovisión de la cultura a la que es estudiante pertenece. El dominio de la
lengua, aprendida desde la infancia, posibilita el desarrollo de la función
simbólica de la que se vale el pensamiento para representar la realidad y
comunicarla a través del lenguaje.

Conclusiones provisionales

Que construir ciudadanía es la tarea más importante que nos compete hoy
como educadores. En un país donde la mayoría de los ciudadanos y las
ciudadanas están en situación de pobreza, donde nos negamos
sistemáticamente a reconocer que el racismo y la discriminación cultural -que
campean en la vida cotidiana- son expresiones privilegiadas de fracturas de

16
identidades fundacionales, sólo construyendo interculturalidad se puede
cambiar el rumbo de los acontecimientos. Se nos ha enseñado, y muy bien,
que la pobreza es fundamentalmente ausencia de libertades (no sólo de
recursos) y que no se combate con políticas de tutelaje sino al revés,
construyendo ciudadanía y fortaleciendo la inclusión cultural.

La educación ciudadana no debe convertirse en una nueva estrategia


subrepticia de homogeneización de las diferencias y de pasiva asimilación
cultural. Las diferencias culturales no son ni deben ser entendidas como un
obstáculo para el ejercicio de la ciudadanía. No hay una sino muchas maneras
de ser ciudadanos y de entender lo que ello implica. La ciudadanía se concibe
de muchas maneras. Todas las culturas poseen concepciones de la dignidad
humana, pero no todas la conciben en términos de derechos humanos." Por
otro lado, no se puede establecer a priori una jerarquía de concepciones de
manera imparcial. "…Todas las culturas son incompletas y problemáticas en
sus concepciones de la dignidad humana.

La educación ciudadana debe ser para todos indígenas y no indígenas- , pero


no debe ser la misma para todos. Debe ser diferenciada, significativa y
adaptada a las características culturales de los educandos. Y además de ser
pertinente y significativa, debe ser intercultural. ¿Qué es lo que esto quiere
decir?

Que se tiene que empezar por "identificar, interpretar y orquestar una


multiplicidad de puntos de vista culturalmente diferenciados (sobre la cultura
política), para poder propugnar una comunidad argumentativa democrática en
la

cual todos tengan igual poder de habla". En esta línea venimos implementando
hace tres años un proyecto a nivel latinoamericano de educación ciudadana
intercultural para pueblos indígenas en Perú, Bolivia, Nicaragua, México y
actualmente han ingresado Ecuador y Brasil.

Fruto de los trabajos de investigación iniciados en el marco de este proyecto es


posible afirmar que hay diferencias significativas entre la concepción ilustrada y

17
la concepción amerindia de los derechos humanos que es importante
considerar en programas de educación ciudadana con pueblos indígenas. Así
por ejemplo, mientras que desde la concepción ilustrada liberal-republicana de
los derechos fundamentales, éstos son derechos individuales, desde la
concepción amerindia el derecho a la vida, por ejemplo, pasa necesariamente
por el derecho a la tierra, que por su connotación simbólica y religiosa es un
derecho colectivo fundamental. Los derechos fundamentales incluyen pues -
desde esta perspectiva- a los derechos colectivos, sin los cuales, los derechos
individuales

pierden sentido y concreción real. Otra diferencia es que la diferencia entre


derechos individuales y derechos colectivos no es -desde la perspectiva
amerindia- ni evidente ni obvia. Y esto es así porque se parte de una
concepción

comunitaria, no liberal individualista, de la identidad personal (las personas se


identifican normalmente por su comunidad de procedencia, lo que no sucede
en las urbes modernas pues en ellas se pierde el sentido comunitario). En
tercer lugar, desde la concepción amerindia de la dignidad, no tiene sentido
establecer una diferenciación entre derechos de primera, segunda y tercera
generación, porque derechos de tercera y cuarta generación son, desde esta
mirada, derechos tan o más fundamentales que los derechos civiles y políticos,
que son los de primera generación. Esta taxonomía, si bien da cuenta de cómo
se ha ido desarrollando la teoría clásica de los derechos, introduce de manera
soslayada y tal vez no intencional, una jerarquía que a todas luces no es
universalizable ni multicultural.

Que la educación ciudadana en nuestro país sea prioridad número uno de


educación nacional, significa que ésta no se debe restringir a los pueblos
indígenas ni a las zonas rurales; se debe impartir también en las ciudades,
priorizando los espacios urbano-marginales, porque son espacios privilegiados
de encuentros y desencuentros interculturales.

18
Tarea a futuro
La gran tarea a futuro que nos concierne a todos es la de construir políticas de
Estado auténticas, es decir, desde abajo. Y para ello tenemos que aprender a
partir del reconocimiento de la diversidad cultural y del pluralismo político que
nos conforma como el punto de partida de los consensos a largo plazo que aún
no hemos sabido construir en el país.

En las sociedades pluriculturales como la nuestra, la construcción de


consensos interculturales es la base de la gobernabilidad democrática sobre la
que se erige la posibilidad del desarrollo humano como realidad tangible. Sin
gobernabilidad no hay desarrollo humano. La verdadera gobernabilidad se
logra generando procesos amplios de consulta y deliberación pública inclusivas
de la pluralidad política y la diversidad cultural. La deliberación pública sobre
los asuntos públicos es la esencia de la democracia Deliberar es construir
dialógicamente soluciones compartidas a problemas comunes. La deliberación
es el punto de partida de la praxis política basada en el debate racional y la
concertación de voluntades; es la negación de la violencia como medio para
solucionar problemas.

La participación y el buen gobierno presuponen una cultura política intercultural


común y una ética de la responsabilidad compartida que es preciso construir en
el día a día, en el aula, en la escuela, en la universidad, etc. Para que los
canales institucionalizados de participación y deliberación pública funcionen
como debe ser, se requiere instalar hábitos sociales de participación
ciudadana. Se requiere la formación de una cultura política pública que sea
transcultural, es decir, que incorpore y no censure las diversas maneras
culturalmente diferenciadas de entender el buen gobierno.

Pero sólo desde Estados multiculturales inclusivos de la diversidad es posible


impulsar procesos sociales significativos de educación ciudadana intercultural
para todos. Los Estados nacionales monoculturales colocan y están destinados
a colocar, por ideología, la educación ciudadana intercultural como un tema
marginal de la educación pública, prescindible, descartable. Esto quiere decir

19
que el cambio cultural que nuestro país requiere involucra un cambio de
modelo de Estado, no sólo la descentralización la cual ya tenemos, implica su
modificación sustancial. Pero el Estado nacional moderno no tiene -en este
campo- capacidad de autotransformación. Esto es tarea de los movimientos
sociales, es el gran reto de la sociedad civil en las sociedades pluriculturales y
por qué no, el gran reto de la educación nacional.

CAPITULO III
INTERCULTURALIDAD EN AMÉRICA LATINA
Nociones normativas, derecho consuetudinario y culturas diversas
Estamos acostumbrados a que las fundamentaciones o lineamientos jurídico-
normativos de los Estados, en materia de derechos educativo-culturales y de
derechos civiles de los pueblos indígenas, tiendan a volverse parte del derecho
positivo. Un sector de las tendencias de la reorganización de las relaciones
sociales en conflicto se expresa en las tentativas de uno y otro es decir, de los
indígenas y los no indígena de reformar las constituciones y los recursos
normativos: leyes, decretos, reglamentos.

En América Latina las más importantes o quizá visibles modificaciones


normativas han ocurrido en las legislaciones de educación y cultura, dejando
desarticulados los espacios relativos a los derechos estratégicos de los pueblos
respecto a la territorialidad o a la tierra y el acceso, en condiciones de equidad
y respeto a sus peculiaridades, a los servicios y necesidades fundamentales:
capital, crédito, tecnología, control de la cadena productiva y de circulación,
poder jurisdiccional, gobierno y gobernabilidad local, espiritualidad, salud, etc.

Pese a la diversidad y singularidad de los movimientos étnicos, existe un denominador


común en todos ellos: sea por la impugnación sea por la negociación o por las dos
vías, si en un momento dado es necesario, sus demandas tienen que ver con la
reorganización misma del poder en las sociedades locales, regionales e incluso
nacionales. Estas reelaboraciones políticas, el modo de organizar las relaciones
sociales, económicas y culturales, tienen, claro está, un valor simbólico, pero también
un valor operacional y práctico porque se constituyen en alternativas distintas a las
normadas y están al servicio de la redefinición de la participación en el poder político.
Impugnación y concertación son complementarias y se definen por el contexto y la

20
coyuntura. Y cada uno de estos campos de acción se constituye en los frentes de
lucha del movimiento popular.

La legalización de los derechos étnicos, siendo un bien y un valor apetecido y en cuyo


logro se invierten esfuerzos y luchas, es también un terreno inseguro y huidizo, lo cual
determina que, a través de nuevas luchas, se amplíen por un lado los horizontes
jurídicos y, por otro, se extiendan los espacios y los ámbitos del ejercicio de esos
derechos.

El eje de la reflexión tiene entonces que ver con el modo en que se debe
organizar el poder dada la necesidad histórica de participar en los escenarios
políticos, económicos y culturales donde los movimientos que expresan las
diversidades buscan espacios para disputar y ejercer los derechos cívico-
culturales, los derechos ciudadanos y los derechos de los pueblos. El punto de
conflicto aparente es el juego recíproco entre el reconocimiento de la igualdad
de todos ante la ley (como consta en la mayoría de las Constituciones
latinoamericanas) y, al mismo tiempo, la necesidad de reconocer y discriminar
positivamente los derechos colectivos de los pueblos y de los grupos
específicos, es decir, de todos aquellos que aspiran al reconocimiento de sus
diferencias.

El derecho al derecho consuetudinario, ilustrado con ejemplos distintos, como el de


Chiapas (México) en lo que se refiere a gobernabilidad regional, elección de
autoridades, constitución de instancias de representación moderna, etc., o el de
Guatemala, ilustrado por las luchas del movimiento maya en búsqueda de sus formas
de viabilizar la justicia ancestral, recuperar preceptos éticos, religiosos y tradicionales
propios, o el caso del movimiento indígena ecuatoriano, que se sirve de conceptos de
la propia reproducción cultural para sustentar nociones como la de territorialidad, o el
de Costa Rica, ilustrado con el ejemplo del proyecto de Ley para el Desarrollo
Autónomo de los Pueblos Indígenas, cuya meta es hacer converger coherentemente
los distintos servicios del estado.

Las tensiones legales, políticas y sociales son una especie de telón de fondo
de esta discusión sobre el derecho consuetudinario, particularmente en

21
escenarios que todavía padecen la violencia institucionalizada, la violencia de
Estado, la violencia cultural, la violencia urbana y la rural. Sirvan como ejemplo
las oleadas de linchamientos, ajusticiamientos y toma de la justicia por mano
propia, dada la desconfianza en el sistema de justicia normado por el derecho
que es universal para todos. Casos de aplicación de justicia por mano propia,
basados en buena cantidad de ejemplos en normas consuetudinarias, se dan
en Ecuador, Guatemala, Perú y México, y revelan a mi juicio la percepción que
tienen los movimientos sociales acerca de la impunidad, la corrupción y el
hermetismo de los sistemas de justicia que, a la larga, son expresiones
pragmáticas de las formas que tiene «el otro» para apoderarse, controlar
yejercer el poder.

Pero, finalmente, ¿qué o quién pone en tela de juicio el orden establecido?


Tendremos que reconocer que son los movimientos étnicos con un mayor nivel
de organización política los que están en condiciones de cuestionar a fondo el
orden legal y que, a través de sus cuestionamientos y razonamientos, vuelven
obsoletas las leyes y las normas producidas por la sociedad política
latinoamericana.

Hay que reconocer, así mismo, que el cuadro orgánico de los movimientos
étnicos es flexible, pero, además, aleatorio. Flexible porque se adapta a las
necesidades de la institucionalidad moderna a fin de mediar los consensos
posibles; porque recupera recursos de la cultura ancestral para potenciar la
aceptación de las bases sociales comunitarias y, aleatorio porque es selectivo y
coyuntural y debe trabajar orgánicamente de un modo diferenciado, según los
contextos, las circunstancias y las discusiones que sobre «interculturalidad» y
«multiculturalidad» o «pluriculturalidad» nos indican énfasis e intereses
distintos.

Algunos autores reconocen en la noción de «multiculturalidad» la de la


«diversidad» pero en la esfera de lo privado, aunque fuese colectivo, y en la de
«pluriculturalidad» el ejercicio de los derechos en la esfera de lo público. Sería
esta una buena distinción a condición de que fuera establecida
sistemáticamente por los usuarios, que, de hecho, en muchos casos las usan
indistintamente. Creo que aparte de usar «pluriculturalidad o multiculturalidad»
cultural, que son etimológicamente formas sinónimas, en verdad de lo que se

22
trata es de que «pluriculturalidad» o «multiculturalidad» son conceptos políticos
que, precisamente por eso, tienen lecturas políticas distintas, dependiendo del
interpretante.

Para la mayoría de los Estados la pluriculturalidad o la multiculturalidad afecta


al mundo de lo privado, al ejercicio de los derechos culturales que, en el ámbito
de lo público, se restringen a las funciones educativas y quizá religiosas,
mientras que, para los movimientos sociales de los pueblos, el esfuerzo y la
intencionalidad política convierten esos derechos privados en derechos, por un
lado públicos y, por otro lado, colectivos, es decir de los pueblos.

Nuevas definiciones de interculturalidad


Ya en sus orígenes la noción de interculturalidad partía del reconocimiento de
lo diverso y de la identidad. Originalmente también suponía el diálogo cultural
entre iguales. No porque no se reconocieran las desigualdades manifiestas
sino porque intencionalmente se deseaba buscar una relación de equilibrio y de
diálogo. Se buscaba aplicar a la relación entre culturas una lógica similar a la
de los derechos humanos universales: si existen los mismos derechos para
todos como personas, también las culturas peculiares, y con más precisión las
indígenas, están en condiciones de equidad.

Esta argumentación, feliz para el logro de algunos resultados, por ejemplo


haber contribuido a la autoestima cultural, de otro lado soslayó el hecho de que
si hay que luchar por el reconocimiento y valoración de las culturas y por el
ejercicio de los derechos culturales, se debe precisamente a que las culturas
están en condiciones de desventaja y a que los derechos culturales están
humillados y no hay condiciones sociales para ejercerlos.

El enfoque sobre interculturalidad se centró entonces en las condiciones


subordinadas de las culturas indígenas, o mejor aún, en las condiciones
subalternas de los pueblos indígenas.

23
El reconocimiento de la marginación social y cultural dio paso al reconocimiento
del conflicto sociocultural y, de allí, algunos movimientos indígenas como el
ecuatoriano, partiendo siempre de las contradicciones y el conflicto social,
plantearon la opresión nacional y la explotación social como dos aspectos
inherentes a la cuestión indígena; por eso su lucha tuvo como horizonte la
construcción de la nación y de las nacionalidades. La interculturalidad como
parte del proyecto de nación ha sido y es discutida por otros movimientos
indígenas latinoamericanos, por ejemplo el movimiento maya de Guatemala.

El debate indígena sobre estos temas ha dado pie a que algunos sectores
sociales de nuestros países se pregunten si este proyecto de nación no afecta
a la ya asumida idea de nación (que nace con nuestras repúblicas) y que
obviamente se deriva del concepto de Estado-nación. Ningún movimiento
étnico latinoamericano está por la descomposición del Estado, pero sí por la
reelaboración de nuevas relaciones sociales, culturales, políticas y económicas
en el seno del Estado, incluso en el caso de que las propuestas étnicas abonen
a favor de los procesos autonómicos. La lógica esencial de los movimientos
étnicos latinoamericanos radica en el hecho de que si el Estado excluyó a los
pueblos indígenas del acceso a los servicios sociales más básicos, es el mismo
Estado el que debe remediar o corregir esas formas de exclusión.

Quizá la lección más importante para las clases políticas latinoamericanas,


sobre todo para las de aquellos países con mayorías indígenas, consista en
reconocer que la ausencia de respuestas a esas demandas sociales básicas
fragiliza la democracia y puede acarrear fracturas sociales más agudas que las
existentes, agravando el clima de violencia y de disolución moral. Por otro lado,
hay suficientes ejemplos en el mundo que muestran que, aun en el caso de
haberse logrado las autonomías regionales, no se han desestructurado los
Estados nacionales y, lo más importante, no ha cambiado sustancialmente el
carácter del Estado.

24
Muchos movimientos indígenas, en el esfuerzo de potenciar el diálogo social,
de aprovechar las nuevas condiciones de apertura democrática y de debilitar
las resistencias hacia el supuesto intento desestabilizador de los Estados
nacionales, han propuesto la interculturalidad como nueva forma de relación e
interacción social. Es en el campo de la educación donde ha habido mayores
desarrollos. La «interculturalidad para todos» e incluso la «interculturalidad y el
bilingüismo para todos» han sido propuestas recogidas y reelaboradas en
algunas reformas educativas regionales.

Para concluir con esta síntesis del desarrollo de las ideas, se puede afirmar
que la interculturalidad como diálogo se perfila más bien como diálogo entre
iguales pero diferentes y, poco a poco, va ampliando su esfera de
significaciones para convertirse en una estrategia del desarrollo.

De vuelta al ámbito educativo, también se viene desarrollando la propuesta de


interculturalidad para la paz, no sólo como efecto del debate educativo mundial
sobre educación para la paz, sino porque efectivamente en muchos países, por
ejemplo, los de la región centroamericana, se han dado o se van a dar, como
en Colombia, importantes pasos para terminar con décadas de guerras
internas.

Fundamentaciones y normas legales para el


tratamiento de las relaciones interculturales: Perú.
El contexto
La diversidad etnolingüística y cultural peruana es un hecho socialmente
reconocido desde hace al menos dos décadas. El rostro multilingüe del Perú
nos remite a la existencia de minorías y mayorías étnicas de diferentes troncos
sociolingüísticos. Sin embargo, es en el escenario de la civilización andina
donde han ocurrido las experiencias precursoras de educación bilingüe. De
hecho, como en Ecuador y Bolivia, la educación bilingüe se remonta a la
década de los cuarenta en la escuela puneña.41 De modo más sistemático y
ya en los años setenta, surgieron valiosas experiencias en la región andina, y
ya en la década de los ochenta también en la región de la selva amazónica.

25
El marco normativo

La Constitución Política del Perú, como otras de la subregión, reconoce la


igualdad ante la ley de todos los peruanos, así como a la identidad étnica y
cultural:

A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen,
raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra
índole. A su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la
pluralidad étnica y cultural de la Nación. Todo peruano tiene derecho a usar su
propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete.

En cuanto a los derechos educativos, el Estado peruano reconoce el derecho a


una educación que respete la identidad (título I, De la persona y de la sociedad,
cap. II, De los derechos sociales y económicos, art. 15) y reconoce como
personas jurídicas a las comunidades campesinas y a las comunidades
nativas, con su propia identidad cultural (título III, Del régimen económico, cap.
VI, Del régimen agrario y de las comunidades campesinas y nativas, art. 89)

En materia de educación bilingüe declara:

Así mismo fomenta la educación bilingüe e intercultural, según las


características de cada zona. Preserva las diversas manifestaciones culturales
y lingüísticas del país. Promueve la integración nacional.

(título I, De la persona y de la sociedad, cap. II, De los derechos sociales y


económicos, art).

Respecto al estatuto de oficialización de algunas lenguas nacionales la


Constitución señala:

Son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también


lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley.
(título II, Del Estado y la Nación, cap. I, Del Estado, la Nación y el Territorio, art.
48).

26
El caso peruano respecto a la oficialización de las lenguas vernáculas es uno
de los más paradigmáticos y muestra hasta qué punto iniciativas democráticas
que vienen desde el Estado, cuando no existe el suficiente apoyo político de las
bases sociales, pueden caer en el vacío. Ya en 1972 el gobierno
«revolucionario» peruano tomó la iniciativa de la oficialización del quechua y,
como vimos, tal precepto se repite en la Constitución de 1993. Así mismo, el
gobierno militar de los 70 creó los dispositivos institucionales para promover no
sólo el desarrollo de esta lengua andina mayoritaria, sino para sentar las bases
de una educación bilingüe innovadora, reconociendo la idiosincrasia cultural de
un Perú multilingüe y multicultural.

Por su parte, el mundo académico impulsó procesos de investigación y de


formación de recursos humanos sin precedentes en los países andinos de la
subregión. Muchas nociones de la sociolingüística latino-americana y de la
antropología andina se forjaron a la luz de pensadores vinculados con la
Universidad de San Marcos y con el Instituto de Estudios peruanos. Sin
embargo, la participación indígena fue prácticamente inexistente y los larvados
prejuicios sobre las formas culturales del altiplano funcionaron una vez más
para desdeñar y dejar morir la iniciativa de oficialización del quechua y las
experiencias de EBI impulsadas por la Universidad. El llamado Plan de
Fomento Lingüístico, por ejemplo, emprendió la tarea de describir las variantes
del quechua y el quichua, y los estudios comparativos de las lenguas andinas
dieron lugar a la creación de estudios descriptivos y filológicos que, en los
ochenta, contribuyeron al desarrollo de la lingüística andina.

Hace 20 años, en 1976, y en la misma región de Puno, con apoyo de la GTZ, el


Ministerio de Educación emprendió un programa de escuela primaria en
quechua y en aimara. En el marco de dicho programa se desarrolló el concepto
de EBI, germen de la propuesta que, a inicios de los noventa, impulsaba la
«interculturalidad para todos».

Los conocidos acontecimientos políticos derivados de la presencia de Sendero


Luminoso en todo el Perú y particularmente en el sur andino donde, por así
decirlo, se acumulaban las experiencias de EBI, terminaron por crear un clima

27
inseguro para estas experiencias. La política oficial, a su vez, restringió la
educación pública con esta modalidad y fueron las ONGs y las iglesias las que
asumieron la responsabilidad de continuar con las experiencias educativas de
EBI.

La Dirección General de Educación Bilingüe, DIGEBIL, es reemplazada en la


actualidad por una Oficina de Educación Bilingüe. Para el Ministerio de
Educación la EBI es la modalidad adecuada para la población indígena.
Conceptualmente se reconoce que es necesaria la constitución de una escuela
que reconozca la diversidad y sea culturalmente pertinente.

La interculturalidad que a veces se antepone al bilingüismo (EIB) se entiende


como un intercambio equitativo que propicia relaciones dialógicas y supone,
además, un enriquecimiento y la posibilidad de transferencias mutuas entre las
culturas. El país se reconoce como plurilingüístico y pluricultural.

 Políticas y estrategias para la Educación Intercultural Bilingüe EIB

Las estrategias impulsadas por el Ministerio de Educación, en concordancia


con otras políticas públicas, incluso expresadas en la Constitución, son las de
la descentralización y la modernización.

La formación de los docentes bilingües estará a cargo de 4 institutos


pedagógicos de EBI, que en Perú tienen nivel universitario. Y es de destacar
aquí que en Iquitos, para una decena de lenguas de selva, y en Puno, para las
dos lenguas andinas, existen planes universitarios que ofrecen programas de
formación de recursos humanos para la EIB.

 Principales problemas y avances

Quizá uno de los principales problemas actuales es la falta de apoyo político a


la EBI estatal, pero igualmente la falta de participación de las organizaciones
indígenas. Además, existe por parte de los maestros un rechazo a la formación
en educación bilingüe en los institutos pedagógicos, tal vez por falta de difusión
de las innovaciones y quizá también por el temor de los maestros de responder
a algo que desconocen, aunque sean bilingües. Según fuentes oficiales, el
Ministerio no responde a toda la demanda (sólo cubre un 15% de la misma).

28
Los avances más significativos, como se ha subrayado previamente, son el
apoyo de las ONGs al desarrollo de experiencias locales, y el hecho de que la
EIB peruana parte de y tiene la posibilidad de ampliar su cobertura a partir de
experiencias propias. Así mismo, la aportación académica que ha contribuido al
desarrollo de las ideas, especialmente en Ecuador y Bolivia.

 Estos son algunos de los países en Latinoamérica que han empezado a


tomar acciones en favor de la interculturalidad.

CONCLUSIONES
La interculturalidad es importante para poder compartir nuestras riquezas
culturales que nos permiten conocer las diferentes formas de vida.

 Es importante mirar a nuestros pueblos indígenas, no sólo en función de


sus carencias, sino para reconocer la diversidad de organizaciones y
sistemas de relaciones que han desarrollado y que aún se conservan.
 Hablar diferentes lenguas tiene una importancia para tener una buena
competencia cognitiva, entre diferentes culturas tanto del Perú como de
América Latina.
 La interculturalidad se relaciona con la tolerancia para saber convivir con
diferentes grupos y personas, de forma simétrica sin que una cultura
central se imponga a otras locales para crear una monocultura, sino que
se relacione de forma horizontal en diálogo entre diversas culturas que
conviven adecuadamente.

29
 Desde nuestro punto de vista como futuros docentes debemos
reconocer los derechos que tienen las personas de diferentes pueblos
indígenas y preocuparnos por que estas personas sean reconocidas
como parte de la sociedad, con igual dignidad que el resto de las
personas y por lo tanto merecen el respeto y una protección adecuada.

RECOMENDACIONES

 Promover el cumplimiento y difusión de los marcos normativos


específicos sobre derechos colectivos de los pueblos indígenas.
 Promover, a través de procesos de Consulta Previa y mecanismos de
participación, espacios de diálogo intercultural que logren generar
canales de intercambio y comunicación con los pueblos indígenas.
 Reconocer y proteger las formas de contacto o relacionamiento de los
Pueblos Indígenas en aislamiento y contacto inicial, salvaguardando su
vida e integridad desde el respeto a sus propias costumbres y modos de
vida.
 Promover el trabajo articulado de los gobiernos regionales, locales y
sectores para asegurar el acceso y uso a la tierra, y el aprovechamiento
responsable de los recursos naturales, así como garantizar la legalidad

30
de la propiedad comunal de los pueblos indígenas en concordancia con
el marco legal vigente y el desarrollo sostenible.

BIBLIOGRAFÍA
https://idehpucp.pucp.edu.pe/opinion_1/la-educacion-intercultural-y-el-
desarrollo-humano-en-el-peru/
https://www.servindi.org/actualidad/80784
https://camp.ucss.edu.pe/blog/la-interculturalidad-en-el-peru-el-desafio-de-las-
politicas-publicas/
https://www.monografias.com/trabajos94/investigacion-intelturalidad/
investigacion-intelturalidad
https://www.expoknews.com/15-ejemplos-de-interculturalidad/
https://sites.google.com/site/runachaykanan/interculturalidad-y-educacion-en-el-
peru
https://gratisdeberes.com/derecho/ejemplos-de-interculturalidad-en-el-peru/
https://red.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/biblioteca/090418.pdf
https://centroderecursos.cultura.pe/es/registrobibliografico/interculturalidad-y-
educaci%C3%B3n-en-el-per%C3%BA

31
https://www.radionacional.com.pe/audios/para-todos/peru-un-pais-intercultural

https://slideplayer.es/slide/19795/

https://www.senace.gob.pe/wp-content/uploads/2019/06/evento-1-Importancia-
de-la-Comunicacion-Intercultural.pdf

https://concepto.de/interculturalidad/

https://diccionario.cear-euskadi.org/interculturalidad/

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1019-
94032020000100211

https://www.educacion.navarra.es/web/dpto/atencion-a-la-diversidad/
multiculturalidad/recursos/reflexiones-interculturalidad

ANEXOS
DEFINICIONES

 AFRODESCENDIENTE Aquella persona de origen africano que vive en las


Américas y en todas las zonas de la diáspora africana por consecuencia de la
esclavización, habiéndosele negado históricamente el ejercicio de sus
derechos fundamentales. Se puede afirmar que una persona es
“afrodescendiente” en tanto desciende de las personas de origen africano que
fueron parte del proceso de esclavización colonial; o se asume así por libre
ejercicio de autorreconocimiento o autoidentificación (Ministerio de Cultura,
2014).

 CIUDADANÍA INTERCULTURAL Ciudadanos y ciudadanas que asumen la


diversidad cultural en forma positiva, respetando y valorando todas las culturas,

32
etnias y grupos culturales que conviven en un territorio, desarrollando diálogos
horizontales y relaciones armoniosas (Ministerio de Cultura, 2015).

 COMPETENCIA INTERCULTURAL Conjunto de habilidades, conocimientos


y actitudes que le permite a una persona comunicarse e interactuar
apropiadamente con personas de diferentes culturas. Implica el aprendizaje de
nuevos patrones de comportamiento, de aprender a mirarse y mirar al otro con
respeto y adquirir capacidades para aplicarlos en interacciones de carácter
intercultural. (Ministerio de Cultura, 2015).

 CULTURA Formas aprendidas de pensar, sentir y hacer, así como sus


manifestaciones y producciones, resultado de la relación entre los seres
humanos y la naturaleza, que comparte un grupo social, basadas en valores,
conocimientos, tradiciones, costumbres, símbolos y otros. Una cultura se
construye, cambia y/o resignifica en diálogo con otras culturas (Ministerio de
Cultura, 2015).

ANEXO 2

Silabo desarrollado del curso cultura de la calidad personal

SEMANAS CONTENIDOS
PRIMERA FUNDAMENTOS DE CULTURA DE CALIDAD.
SEMANA Concepto de cultura. Concepto de calidad. Cultura de calidad en las
organizaciones y de cultura de calidad personal.
- Prueba de entrada.
SEGUNDA CULTURA
SEMANA Generalidades. Cultura, diversidad cultural e interculturalidad.
-Exposición Dialogada.
-Taller de identidad cultural.
TERCERA CULTURA DE CALIDAD EN LAS ORGANIZACIONES.
SEMANA Concepto. Características. Clasificación. Cultura organizacional de la
PNP.

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-Taller. Proceso para implementar una cultura de calidad en la PNP.
CUARTA GENERALIDADES SOBRE CULTURA DE LA CALIDAD.
SEMANA Características de la cultura de calidad. Principios de la calidad.
 Taller. Cultura de calidad vs. Cultura del ahí va.

QUINTA CALIDAD DE VIDA.


SEMANA Concepto. Características. Calidad de vida institucional y personal.
 Taller. Calidad de vida del Personal PNP.
 Lectura: Decálogo del Desarrollo.
SEXTA CALIDAD DE VIDA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
SEMANA Calidad en el servicio.

 Taller. Beneficios sociales del Personal PNP.


SÉTIMA CALIDAD DEL SERVICIO.
SEMANA Herramientas de mejoramiento contínuo en la calidad del servicio.
 Taller. Aplicando herramientas de mejoramiento contínuo en el servicio
policial.

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