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Guía para Dirección de Cultos Cristianos
Guía para Dirección de Cultos Cristianos
Guía para Dirección de Cultos Cristianos
INTRODUCCIÒN
Puede haber distintas opiniones a esta definición, pero les entrego lo que en
particular siento. El culto es una conversación con Dios; cómo sería esto, pues bien es una
dinámica en donde se puede hacer un diálogo usando las alabanzas, la Palabra y las
oraciones. La idea es que el culto no sea solo una presentación de los “artistas y las
actividades”, sino de algo que tenga el objetivo de hablar a las vidas de los oyentes como
también a quien dirige.
Debemos entender por organizar, el ubicar en una secuencia lógica las distintas
partes del culto de adoración a Dios de tal manera que se cumpla el objetivo particular de
este. El uso de la palabra “particular de este” se debe entender que hay cultos con un
objetivo específico o particular, como evangelismo, Semana Santa, etc. El objetivo general
nunca cambia, que es la adoración a Dios, pero se debe considerar si hay una ocasión
especial.
1- Programa
Soy pecador
Necesito tu perdón
También Isaías nos habla que, al ver la gloria de Dios y la adoración celestial, sintió la culpa
de sus pecados, y eso hacemos. Deberíamos sentir lo mismo al esta frente a Dios, él nos pide
eso, por lo que nuestra respuesta sería la confesión, el siguiente punto del devocional
1.3 Oración de confesión
Entonces esa sería la próxima parte del culto y lo podemos hacer con una alabanza o un
himno.
¿Cuándo sientes el perdón de Dios, que ocurre? Gratitud, Gratutud ¡ ¡ ¡ Sentimos el perdón
de Dios, estamos limpios para estar en su presencia, ahora queremos alabarle, darle gracias
Himno de exaltación a Dios, que como: “Te loamos oh Dios”; “Santo, Santo, Santo”, “Cuan
grande es Él” u otro. Esta parte sería:
Las alabanzas también deben estar relacionadas con el tema. A veces ocurre que antes del
culto recién se consulta por el tema del sermón, cuando ya no hay tiempo de buscar
alabanzas. Lo ideal es una semana antes. En este punto también es importante considerar
que el predicador puede que no tenga tan pronto el tema a predicar; como pastor confieso
que en ocasiones no me he sentido seguro qué predicar hasta poco antes del día del sermón,
también que estando el culto, Dios cambia la inspiración o la Palabra. Por tal motivo toda
esta planificación siempre debe entenderse como una guía, pues quien debe tomar la
dirección del culto es el Espíritu Santo, quien en ocasiones nos lo hace saber de maneras
poco convencionales…. Aconsejo que consulte por el tema del sermón, y si no tiene la
respuesta a tiempo para el ensayo, no insista y confíe en que, así como Dios da la Palabra al
predicador, también inspirará las alabanzas.
1.5 Participación especial
Siempre es bueno tener un tiempo para expresar a través de los dones y talentos una
alabanza y adoración a Dios, esto puede ser cantos, testimonios, declamación, etc.
Básicamente las podemos dividir en tres tipos:
1.6.1 Ministerio formal de la iglesia: Esto puede ser el coro de la iglesia, el ministerio de
alabanzas u otros grupos de personas organizadas y que estén bajo la cobertura de
la iglesia local u otra de la misma fe, si es un invitado de otra congregación, debe
avisar primero al pastor, nunca olvidemos el orden de autoridad dada por Dios en
la iglesia.
1.6.2 Un hermano que lo solicite: Esto es algún hermano pidió con tiempo una
oportunidad para entregar alguna expresión de adoración a Dios. En esta
participación se asume que la persona se preparó con tiempo en oración y ensayo
para dar la excelencia a Dios.
1.6 Himnos.
Ya escasea en muchas iglesias esta rica tradición de los himnos, pero yo aconsejo no
perderla, los himnos están llenos de doctrina y profundidad en la Palabra de Dios. Estos son
capaces de llevarnos al tema del culto y el Sermón con mucha elocuencia. Los himnarios
contienen un índice temático que es de mucha ayuda para buscar el himno adecuado,
podríamos dividir básicamente en cinco partes la manera de buscar un himno para el culto:
1.7.1 De invocación: Estos son los que dan el inicio, hablan de buscar a Dios, de quien
es Dios, de cómo estamos al venir a buscarle. Algunos ejemplos son “Santo Santo,
Santo”, “Te loamos oh Dios”, “A Dios demos Gloria”, etc.
1.7.2 De Alabanza: Estos se pueden combinar con los canticos espirituales y tienen
relación con la exaltación, nos hablan del poder y gloria de Dios, de quienes somos
nosotros ante la majestad del Todopoderoso Dios. Algunos ejemplos pueden ser:
“Cuan Grande es Él”, “Castillo fuerte es nuestro Dios”, Hoy canto el gran poder de
Dios”, entre otros.
1.7.3 Para algún momento especial: Hay cultos que evocan algún momento especial
ya sea por una fecha importante para el mundo cristianos, como navidad, semana
santa, mes de la biblia; o para la iglesia local como aniversario, bodas, bautismos u
otro similar, ejemplo en el mes de la Biblia “gozo la santa Palabra leer”, “bellas
palabras de vida”.
1.7.4 Para introducir el Sermón: Esto es muy importante; quien dirige el culto
idealmente debe saber el tema del sermón para buscar una alabanza o himno que
conecte con el tema, para esto está lo que mencionamos del índice temático de los
himnarios.
1.7.5 Para finalizar el culto: al igual que el punto anterior, el himno final es
generalmente después del sermón, con el propósito que los oyentes se retiren
sintiéndose conectados con la idea central del culto, sería como la conclusión; por
ejemplo, si el culto es evangelismo y se hizo un llamado a aceptar a Cristo, lo más
apropiado sería un himno que evoque la salvación o la victoria de Jesús como “Hallé
un buen amigo”, “ he decidido seguir a Cristo”, etc.
Hay tres áreas desde la preparación hasta la conclusión del culto que deben
considerarse, cada una incluye lo que se debe tomar en cuenta para desarrollar su programa
devocional.
ÁREA INTERIOR.
Nunca olvide que dirigir el culto es ser el medio por el cual el Espíritu Santo de Dios a través
del coordinador lleva a la congregación a un encuentro con su salvador. Por ende, debe
sentir que usted como templo del Espíritu Santo, debe estar en plena conexión con Dios.
En este sentido es imprescindible se prepare en oración y con plena conciencia del reto y la
la bendición de lo que estará haciendo. Ocurre que la primeras veces que coordinamos hay
mucha devoción en prepararnos para dirigir un culto, pero luego que se hace frecuente, el
peligro es que viene un relajo y se hace de forma casi mecánica, perdiendo esa dinámica
entre Dios, usted y la congregación. Jamás deje de sentir que esta frente a la presencia de
Dios, que usted es indigno de tal honor, pero lo acepta como acto de obediencia y como un
gran privilegio (Isaías Cap. 6).
ÁREA EXTERIOR
Esta es quizá una de las áreas que cada vez se le da menos importancia, me refiero a nuestra
presentación personal; antes que nada, debemos reflexionar en que para Dios es siempre lo
mejor, para Dios la excelencia. Si estamos de acuerdo, entonces debo presentarme a dirigir
un culto mejor de lo que lo haría si tuviese que presentarme ante una autoridad terrenal,
mejor que ante mi jefe en el trabajo, mejor que en mi graduación, etc. Menos que eso es
poner a Dios por debajo de los hombres. Es cierto que Dios se preocupa más de lo interior,
pero no significa que desprecia lo exterior. En este sentido recuerdo cuando Dios nombró
los sacerdotes, el mismo escribió su vestimenta, la manera de presentarse para oficiar los
cultos; todo debía ser de lo mejor, con tal orden y reverencia, que quedamos al debe en
nuestros días (Éxodo 28), todo debía ser especial, recuerdo cuando Pedro reconoció a Jesús
resucitado, se puso la túnica para presentarse a él (Juan 21:7), Moisés se tuvo que sacar su
calzado ante Dios, etc. Esto nos enseña que una vida interior, también se refleja en el cuidado
exterior. No se trata de pomposidades ni vestimenta de marcas, se trata de presentarse digno
para un Rey por dentro y por fuera.
ÁREA DE EXPRESIÓN
Esta es un área muy importante, no olvidemos que lo que hace el coordinador es “expresar”
a la congregación lo que está recibiendo del Espíritu. Para ello el coordinador debe
preocuparse de:
Como punto final, les menciono un riesgo que se debe evitar, esto es “cortar el culto”, la
biblia nos enseña que no debemos apagar el Espíritu (1 Tes 5:19),¿ cómo se puede hacer
esto?, veamos algunas cosas que evitar:
El riesgo de estos talleres es que pensamos que se nos complica todo y nos sentimos
incapaces de hacerlo bien, o descubrimos nuestras falencias y nos frustramos y se decide no
querer dirigir otro culto más. Pero no olvide que la “práctica hace al maestro”, que Dios
nunca dijo que todo lo de él sería fácil, que dirigir un culto, es transformarse en un canal
donde el Espíritu Santo lleva a la congregación a conectarse con su Dios, tal bendición si
vale la pena el esfuerzo.