Nothing Special   »   [go: up one dir, main page]

Historia Del Rock Nacional

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Periodo 1950 – 1959

El rock llegó a la Argentina en la década del 50; como reflejo de la explosión musical que se
expandía por el mundo entero. Pero ese furor ágil, rebelde y descontraído , llegaría como una nueva
música de moda. El verdadero rock argentino tardaría todavía una década más en nacer. El
panorama musical de la Argentina estaba gobernado por cantantes románticos. Por ese entonces el
bolero todavía cubría un lugar importante en las pistas de baile y obviamente, el tango y el folklore
eran herencias respetadas de otros tiempos. La influencia de Elvis Presley, Bill Halley & The Comets
y otros despertó en los artistas argentinos ganas de rockear.

Periodo 1960 – 1969

Ya en los 60’ y con la incorporación del twist de la mano de Chubby Checker, el género ganó más
adeptos entre cantantes y músicos locales. Con Los Beatles a la cabeza las escalas comenzaron a
alterarse. En la Argentina, programas televisivos como «Ritmo y Juventud» y «El Club Del Clan»
proclamaba la llegada de la nueva ola musical. Palito Ortega, Jhony Tedesco, Jolly land, Violeta
Rivas, Nicky Jones, Chico Novarro, Lalo Fransen y varios más asumieron la vanguardia juvenil del
momento, pero el cambio no pasaría por ellos. Un grupo no numeroso de jóvenes rebeldes e
inquietantes asumió esa nueva filosofía de vida que a partir del rock se expandía por todo el mundo.
Las pautas eran distintas, opuestas a todo lo establecido. Las premisas de los rockeros argentinos se
basaba en conceptos éticos y estéticos opuestos a todo lo conocido. La idea consistía en tomar el
nuevo mensaje musical y cantar en castellano los sentimientos y vivencias de quienes no estaban de
acuerdo con el modelo establecido por la sociedad. Como reflejo de la Beatlemanía, los pelos largos
comenzaron a aparecer y la imagen sufrió cambios notables. Pero el gran cambio no pasaba
simplemente por el aspecto: en bares, plazas, pensiones y otros puntos de encuentro, el rock en
castellano comenzaba a ser una realidad . Allí estaban Javier Martinez, Miguel Abuelo, Tanguito,
Pajarito Zaguri y otros que, sin ser músicos, también compartían la flamante filosofía. las primeras
épocas fueron realmente duras: carentes de medios, perseguidos por la policía, ignorados por los
productores, incomprendidos por la prensa y el resto de los jóvenes, su radio de acción se vio
circunscripto a escasos puntos de reunión. Primera Década (1967-1977) En 1965 llegaron a Buenos
Aires Los Gatos Salvajes, un grupo rosarino que si bien ingreso en un circuito menos bohemio y más
comercial, se sumó a la consigna casi utópico de cantar rock en castellano. Desde el Uruguay
llegaron Los Shakers, de los hermanos Fattorusso, excelentes músicos que cantaban en inglés, y
poco apoco todos comenzaron a converger en Pasarotus, un boliche de jazz en Pueyrredón al 1700
que cambió su denominación por La Cueva junto con la perla de once, plaza Francia, el instituto di
tella y algunos otros pocos sitios marginales o casi desconocidos fueron el centro de incipiente
movimiento . Los primeros en grabar fueron Los Beatniks, quienes en junio de 1966 lanzaron a la
calle su primer simple Rebelde. Vendieron nada más que 200 copias. En 1967, Litto Nebbia y Los
Gatos dieron la primera estocada: su simple debut, «La Balsa», «Ayer nomás», vendió nada menos
que doscientas mil copias. El rock argentino tenía su primer éxito masivo, y entonces el movimiento
cobró fuerza. Comenzaron los festivales, los productores prestaron mayor atención al fenómeno,
apareció la revista «Pinap», la legión de jóvenes se engrosó considerablemente, y nuevos músicos
se atrevieron a mostrar lo suyo. Con la aparición de Manal y almendra junto con los Gatos el rock
tenía su trilogía esencial, y aquellos tibios intentos de Los Beatniks, Los Abuelos de la Nada y otros
comenzaban a dar sus frutos. La década del ‘70 recibió rock como movimiento en pleno desarrollo.
Ya no sólo estaba Almendra, Manal y Los Gatos. Nuevas bandas y solistas se sumaban al género,
cada cual con sus propias ideas, sueños y convicciones: vox Dei, Arco Iris, Pedro y Pablo, La barra
de Chocolate, Pappo’s Blues, La pesada del Rock and Roll y muchos más. Por entonces , el
incipiente rock argentino era denominado «Música Beat». Pero el rock iba más allá del éxito
momentáneo con estribillos pegadizos, En Belgrano surgió Almendra, con Spinetta a la cabeza. En
Caballito de la unión de charly García y Nito Mestre se forma Sui Generis. Miguel Peralta, cantante
folklórico, se asomó un día por La Cueva y aceptó como desafío y a modo de repudio cantar Vidala
del angelito. Lo aplaudieron a rabiar. Muy pronto se haría llamar Miguel Abuelo. El grupo conformado
por Gabis, Martinez y Medina tocaba Blues y se llamaba Manal. Miguel Abuelo junto con Los Abuelos
de la Nada, logró un contrató con la CBS. Almendra tuvo mejor suerte y su tercer simple se convirtió
en un éxito: Tema de Pototo y luego con Muchacha, ojos de papel, que se convertiría en otro gran
clásico del rock nacional. Un grupo de Quilmes llamado Vox Dei venía pisando fuerte. Su primer
simple Azúcar amarga, dejó claro su enorme potencial. Los festivales comienzan a ponerse de moda.
El primer concierto masivo fue el Festival Pinap, organizado por la revista del mismo nombre. 12.000
personas llegaron al lugar para ver los shows de Almendra, Manal y otros grupos de barrio. En 1969,
se separan Los Gatos momentáneamente y volvieron a reunirse con Pappo reemplazando a Galiffi.
Se volcaron a un estilo más rockero hasta que se disolvieron definitivamente a fin de año. Pappo
forma Pappo’s Blues, hoy una leyenda. La relación de los de Almendra se desgastó y terminaron
separándose. Manal grabó un disco brillante, pero el sello comenzó a zozobrar financieramente y
Manal se separó.

Periodo 1970 – 1979

La Cofradía de la Flor Solar fue el primer grupo en intentar un modo de vida comunitario. Aparecieron
en 1969, grabaron en 1971 y apoyaron a otro dúo que venía trabajando desde hace tiempo: Pedro y
Pablo, es decir Miguel Cantilo y Jorge Durietz. En 1971, Vox Dei dejó grabada la primera obra
conceptual : La Biblia. Los medios de difusión seguían vedados para la gran mayoría de los rockeros.
En febrero de 1970 apareció la revista «Pelo» con los objetivos de apoyar a los progresivos y
diferenciarlos de los complacientes, pero eso no bastaba para apuntar a un movimiento que cada vez
contaba con mayor cantidad de artistas y recitales. Los festivales B.A. Rock – organizados por
«Pelo» – congregaban multitudes, pero los medios de comunicación tergiversaban los
acontecimientos y las posibilidades de trascendencia masiva no eran muchas. En el período 72-73 se
produjo un sub-movimiento que, resistido en un principio por los propios rockeros , logró finalmente
allanar el camino de la masividad: el rock acústico. Color humano, pescado Rabioso, Aquelarre, Vox
Dei, Arco Iris, Alma y Vida, Moris, Litto Nebbia, Billy Bond y La Pesada del Rock And Roll, Pappo’s
Blues y algunos pocos más, eran los nombres importantes del panorama, pero la aparición del rock
acústico de la mano de León Gieco, Raúl Porchetto, Miguel y Eugenio y Sui Generis modificó las
estructuras musicales y amplió el horizonte. Ya no se necesitaban instrumentos eléctricos para
comunicar el mensaje del rock. En el auditorio Kraft de la calle Florida, se produjo un «acústicazo» de
entrecasa. León Gieco, Raúl Porchetto y Sui Generis brindaron dos shows sorpresivos bajo el
nombre de Porsuigieco. La violencia ya era pan de todos los días en Argentina, y se trasladó también
al rock. Primero fue la muerte de José Alberto Iglesias, Tanguito, que su vida terminó bajo las ruedas
de un tren en Palermo. Los grupos más populares del ‘75 fueron Aquelarre, Invisible y Sui Generis
que con «Confesiones de Invierno» , consolidó su prestigió y pegó el estirón con «Pequeñas
anécdotas sobre las instituciones». Ese disco fue censurado por ser una sátira sobre la vida política
del país. Tuvieron que dejar afuera dos temas «Juan represión» y «Botas locas» y pulir tres temas.
Un grupo similar a Sui Generis fue Vivencia quienes lograron el éxito con el tema «en mi cuarto».
Otro dúo acústico fue Pastoral y su momento llegaría con su segundo disco «El hospicio». Ya en
1975, Sui Generis era el número indiscutido del rock argentino y su separación a fines de ese año
congregó una verdadera multitud en el estadio Luna Park. El 24 de marzo de 1976, la presidenta
Isabel Perón es derrocada por un golpe militar, y el nuevo gobierno ajustaría las clavijas, ya
instaladas, en el rock que como movimiento joven, pasa automáticamente a ser considerado
sospechoso. Con la separación de Sui Generis tres nuevas agrupaciones surgieron y captaron la
adhesión de un amplio sector de audiencia. Los Desconocidos de Siempre ( Nito Mestre ), La
Máquina de Hacer Pájaros ( Charly Garcia) y Polífemo ( David Lebón ). Muchos de los pioneros del
rock argentino había emigrado al exterior en busca de nuevos horizontes. Ya no estaban Edelmiro
Molinari, Miguel Abuelo, Miguel Cantilo, Aquelarre, Claudio Gabis, Javier Martinez y otros, pero
Invisible, Gieco, Porchetto, Alas, Arco Iris, Soluna, Nebbia Trío, Espíritu, Crucis, El Reloj y muchos
más cubrían las necesidades de un público que seguía aumentando el número. El rock seguía
adelante pero el clima de represión y terror comenzó a hacer sentir. Muchos músicos eligieron
exiliarse. Otros optaron por resistir. En la argentina de 1976, nadie podía sentirse seguro. El rock no
era la excepción a la regla.
Este periodo histórico conocido se lo reconoce como la «Gran Crisis», que coincidió con los peores
años de la dictadura militar, y con la desaparición de los grupos más importantes. El rock había
ganado terreno en los medios de comunicación, pero seguía habiendo escollos insalvables. Revistas
como » Expreso imaginario «,»Estornudo «,» Algún Día»y» Roll», en distintos momentos y con
distintos logros, sirvieron para apuntalar la difusión del movimiento, algo en lo cual colaboraron
infinidad de revistas subterráneas. El 11 de noviembre de 1977, Charly hace un recital como
despedida que se llamó «Festival del amor». Allí volvería a juntarse Sui Generis de manera informal,
La Máquina tocaría por última vez y estarían presentes todos sus amigos. Algo así como la primera
formación de Serú Giran. Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Rodolfo Mederos y domingo Cura
participaron de un espectáculo llamado «Encuentro». En 1978 vuelve a la carga Pappo’s Blues. A
León Gieco, con El fantasma de Canterville, y Nito Mestre y los desconocidos de siempre, con su
primer álbum, les fue muy bien. Ricardo Sóule se habría de Vox Dei y Litto Nebbia preparaba el
equipaje para radicarse en México por algunos años. El exilio también alcanzó a algunos integrantes
de Crucis y posteriormente a León Gieco. Cuando la fiebre del fútbol mundial taponaba cualquier
intento musical, un nuevo fenómeno daba sus primeros pasos coincidiendo con una supuesta muerte
del rock propagada por cierta prensa: Serú Giran. Serú Giran cambió las cosas, rescató la energía, el
encanto de la canción, el fiel reflejo de una realidad agobiante, y la participación del público en los
recitales. La reunión de Almendra contribuyó al replanteo de las estructuras musicales. Y el rock
recuperó gran parte de su publicó. Esta fue un buen negocio y sin darse cuenta el rock cayó en un
periodo de «revival». Muchos renombres engrosaron la lista de los reaparecidos: Manal, Moris,
Espíritu, El Reloj, Pedro y Pablo. Estos últimos fueron fundamentales en la nueva tendencia que se
impondría poco tiempo después : la canción contestataria.

Periodo 1980 – 1989

Ya comenzaban a aparecer los nombres que marcarían los años ‘80. Por un lado Pappo despedía a
Pappo’s Blues y presentaría en sociedad Riff. Por el otro, se formaban bandas como dulces 16 y
Virus, que comienzan a remar desde La Plata, lugar que albergaba a Patricio Rey y sus Redonditos
de Ricota. Manal se volvió a juntar. Serú Giran hace un recital gratuito en La Rural al que acuden
60.000 personas. Raúl porchetto alcanza un pico de popularidad con Metegol, al igual que La Banda,
grupo de Rúben Rada. La peor represión de la dictadura militar había pasado en 1981, y muchos
músicos regresan al país, par júbilo de sus fans. Ellos fueron Litto Nebbia, Miguel Cantilo, Piero y
Moris. No pocos se percataron del regreso de Miguel Abuelo, que primero conformó un trío y luego
aumentó su banda hasta formar lo que serían los Abuelos de la Nada. El grupo Virus, liderado por
Federico Moura, tocaba New-Wave que todavía no era muy valorizado por los músicos. Tuvieron que
vivir eso en carne propia cuando se presentaron en «Prima Rock» en Ezeiza para mostrar en
sociedad su gran trabajo » Wadu-Wadu» y los bombardearon con proyectiles. En marzo Serú Giran
se separa porque Pedro Aznar decide continuar sus estudios en Berklee. Otros grupo que
destacaban en la escena del momento era Alejandro Lerner. En 1982 dos hechos marcaban la
historia del rock en Argentina. Por un lado, la Guerra de las Malvinas provocó la inmediata censura
de la música en inglés y entonces el rock argentino logró el espacio que reclamaba y merecía desde
hacía ya muchos años. Juan Carlos Baglietto fue la sorpresa de 1982, abriéndoles las puertas a
músicos del interior postergados hasta el momento por el pulpo porteño. El rosarino y su banda -en la
que estaban Fito Paez, Silvina Garré y Rúben goldín – bajaron a Bs. As. Y grabaron Tiempos
Difíciles, un disco que lo pondría en boca de todos. El famoso y polémico Festival de la Solidaridad
Latinoamericana confirmó el alcance masivo del rock argentino y sus artistas. La admisión sólo
requería de la donación de ropa de abrigo. Los músicos preferían la paz que la guerra y su intención
era solidarizarse con los soldados que sufrían en Malvinas. La apertura política decretada por el
Proceso significó el momento de auge de la canción contestataria. Y era lógico. El gobierno de facto
había silenciado muchos sentimientos y la gente estaba ávida de escuchar y los músicos ávidos de
escuchar verdades. Pero los músicos de rock – perseguidos, censurados, reprimidos, golpeados y
temidos por la dictadura militar- comenzaban a apuntar sus artillerías hacia nuevos horizontes
musicales. En su gran mayoría y sobre todo los creadores rockeros se orientaron hacia un nuevo
lenguaje musical, que estaba cambiando el nuevo panorama internacional. El new-wave y su rescate
de las melodías pop y la energía del rock and roll, habían dejado secuelas en el rock argentino.
Curiosamente, los encargados de poner fin al auge protestón fueron unos undergrouns que tomaban
la música de los ‘60 para reírse de todos: Los Twist. Ellos gestaron toda una época que la llamada
«música divertida» coparía los oídos de los adolescentes. Como contracara de esa propuesta, los
músicos rosarinos surgidos de la sombra de Baglietto representaban la faceta «seria» de la escena.
El punto de intersección de ambas propuestas era hacer arte en libertad. El panorama se amplio
cada vez más con el encubrimiento de nuevos nombres (Celeste Carballo, Fito Páez, Alejandro
Lerner) que se sumaron a los grandes de la otra década (Charly Garcia, Luis A. Spinetta, Litto
Nebbia, León Gieco, Raúl Porchetto, David Lebón, Miguel Cantilo). Lentamente, el pop ganó espacio
en la música de rock, y los grupos «modernos» fueron venciendo la resistencia del publico.
Contrariamente a lo que muchos pensaban, la llegada de la democracia tras los oscuros días de
régimen militar mermó la popularidad del rock. La intensa difusión lograda en la época de Malvinas
sirvió para ensanchar el margen de edad de los consumidores del género. En 1983 resurgió el rock
duro. De la mano del viejo líder del estilo, Pappo, con su grupo Riff, el rock pesado se implantó como
un metálico movimiento de resistencia del avance del pop. Pero el furor no duró mucho y para el ‘84,
el heavy metal comenzaba a mostrar sus primeros signos de eclipsamiento. Sin embargo grupos
como La Torre y Púrpura mantuvieron viva la llama del rock and roll. Los Twist, Virus, Los Abuelos…
conformaron la punta del iceberg del rock «moderno». Si bien no estaba Serú Giran para liderar el
panorama, la carrera solista de Charly García sirvió de parámetro para medir las nuevas tendencias.
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota hicieron brillantes recitales a partir del repertorio de su
primer disco, Gulp!. Miguel Mateos y Zas pudieron diferenciarse del resto con su segundo disco
Huevos, y el tercero, Tengo que parar. Cuatro muchachas ( Díaz, Epumer, Sinessi y Ruffianatti)
conformaban Viudas e Hijas de Roque Enroll, una idea comercial que funcionó mejor de lo que se
esperaba. En 1985, sale al aire la radio Rock & Pop. Es el primer intento de una radio que sólo se
dedique al rock y resulta ser un boom de audiencia. Con medios Soda Stereo grababa su segundo
disco Nada Personal, que iniciaba una escalada en el gusto popular. Además de Patricio Rey…,
Sumo era la sensación más fuerte del underground. Luca Prodan y el resto de los de Sumo parecían
marcianos que habían aterrizado en Buenos Aires. Sin embargo el grupo de 1985 fue Zas, cuyo disco
Rockas Vivas fue el éxito del momento. Los Violadores comenzaron como un irreductible grupo de
Punk. Por su lado los Fabulosos Cadillacs, un grupo multitudinario, desafinado y ruidoso proclamó la
llega del Ská. En 1987 Soda… y Sumo eran los grupos que más progreso evidenciaron. Sus discos
Signos y Llegando los Monos, respectivamente, fueron muy vendidos. Soda.. comenzó a exportar su
música y Sumo llegó a Obras. Charly y Aznar graban juntos Tango 4 y Spinetta grabó junto a Fito
Páez La,la,la , quien ya había registrado Giros. Lo que se observa claramente en esta segunda
década es que el rock contó con tantos anticuerpos necesarios para atravesar una crisis profunda,
que después llevó a una etapa de crecimiento ordenado, para pasar, por causa de la guerra de
Malvinas, a una popularidad masiva. Las ediciones discográficas y la cantidad de conciertos creció
enormemente. Pero el mercado permaneció estático por la crisis económica que la democracia no
pudo resolver.

Periodo 1990 – 1999

La tercera década del rock nacional no comenzó muy bien a nivel institucional. Cuando Alfonsín llegó
al gobierno varios grupos rockeros fueron invitados a participar de recitales al aire libre en parques
públicos, por el secretario de cultura de la municipalidad. Todo cambió cuando asumió Felix Luna que
suspendió esa serie de conciertos veraniegos por considerar que «podrían provocar violencia». Pero
el rock estaba muy ocupado para preocuparse por esa triste declaración. 1987 sería el año de
cosecha de Soda…, que provoca crisis histéricas en varios países latinoamericanos. Tras sus pasos
estaban Los enanitos verdes. Quienes comenzarían a declinar serían los Zas, ya que pierden terreno
en la Argentina. Uno de los primeros grupos de reggea fueron Los Pericos, que causan conmoción
con el tema El ritual de la banana, que empuja hacia arriba a su álbum debut. Pronto aparecen más
bandas como la Zimbabwe , Todos al obelisco, etc. Los Fabulosos… comenzaron a crecer de ritmo
con Yo te avise, su segundo trabajo. Charly García vuelve a convocar multitudes con Parte de la
Religión y Luis A. Spinetta madura su Tester de Violencia. Fito Páez comienza a recuperarse de las
desgracias familiares con Ciudad de pobres corazones. Pappo vuelve a armar Riff con Oscar Moro y
un muchacho que promete: Jaf. Los que inician un camino por el sendero del éxito son Los Ratones
Paranoicos. Pero lo peor del año fue la muerte de Luca Prodan en Diciembre de 1987. No podía
controlar el alcoholismo. Iban a internarse en una clínica para desintoxicarse, pero murió dos días
antes de cobrar la suma que se lo permitiría. Moría el hombre y nacía la leyenda. Cuando el rock no
había asimilado la perdida de Luca, moría Miguel Abuelo. Sólo, con pocos amigos alrededor y sin
plata, dejaba este mundo cruel en marzo de 1988. Sumo se dividió en dos grupos. Divididos y Las
Pelotas. Andrés Calamáro se dedicó de lleno a su carrera de solista, sin mucho éxito. Los que
comenzaron a llenar cualquier lugar donde tocasen eran Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Hilda Lizarazú formo la banda Man Ray. Rata Blanca comenzó a imponerse como una banda de »
metal clásico «, tomando influencias de Deep Purple. Fabiana Cantilo mantenía su carrera de solista
con algunos altibajos. Todos tus Muertos llegaba con el disco Invasión 88, un compilado Under. 1988
terminó con otra muerte: Federico Moura, que tomó al publico de Virus con la guardia baja. Su
enfermedad fue mantenida en secreto por su entorno, y eso ayudó a que sus últimos días
transcurrieran en paz. En 1989 la crisis no perdonó a nadie, el país atravesó la peor hiperinflación de
su historia. Para esa época el disco ya era viejo y el compact-disc caro. El rock no sería ajeno a tales
vaivenes y muchos contratos fueron devueltos. A comienzos de 1990, Fito Páez hace pública su
decisión de irse del país y sus palabras causan revuelo nacional. Tenía Tercer Mundo parado y sin
miras de salir. En Europa lo edita y consigue un éxito masivo y regresa. Mientras Andrés Calamáro
en España, junto con Ariel Roth y otros conforman Los Rodriguez. Rata Blanca dio una gran sorpresa
con sus millones de discos vendidos. Charly compone Filosofía barata y zapatos de goma en el que
incluye su versión del himno Nacional Argentino. La Portuaria grabó cuatro albumes, el último Huija.
Diego Frenkel abandonó La Portuaria para grabar su albúm solista. Los años ‘90 fueron cambiantes
para la escena del Rock nacional. Los grandes como Charly García, Spinetta, Fito Páez y Soda
Stereo, mantuvieron intactos sus laureles. Fito Páez tuvo éxito masivo con las ventas de El amor
después del amor, Circo Beat y Euforia. Spinetta fue diametralmente opuesto con la aparición de
Fuego Gris. En 1995 volvió con Los Socios del Desierto y un repertorio renovado. Charly García tuvo
una década compleja. Atravesó dos internaciones tras un par de colapsos nerviosos. Pero nada pudo
pararlo: en 1992 se reunió con Serú Giran – llenando dos River-, y dejando el álbum doble grabado
en directo Serú ’92. Editó La hija de la lágrima, Estabas en llamas cuando me acosté e hizo un
Unplugged para la cadena MTV. En 1996 se preparó para sacar Say no more. Patricio Rey… siguen
con su estilo underground vendiendo y convocando mucho público, con su último disco Luzbelito.
Illya Kuriaki & The Valderrama pasó de ser el grupo del » hijo de Spinetta» a tener un peso por
derecho propio: Chaco, su tercer disco, el que rindió cuentas de un crecimiento. Rata Blanca y
Ataque 77 , padecieron de un éxito circunstancial, con Mujer Amante y Hacélo por mi,
respectivamente. Las Pelotas se autoabastecen sin necesidad de estar contando con una burocracia
multinacional a la que abominan. Los Divididos alcanzó en su tercer disco La Era de la Boludez la
masividad, éste es una radiografía de la mentalidad argentina de los ‘90. En los ‘90 fueron los años
en los que el punk y el heavy metal trascendieron hacia la masividad. Como ser Dos Minutos, Todos
Tus Muertos,etc. De la mano de Hermética el heavy metal volvió a reinar. Problemas internos
hicieron que se dividan el Malón y Almafuerte. Ahora el centro metálico está en A.N.I.M.A.L , un trío
potente. El grupo Los Visitantes se hizo de la nada, su mezcla de rock y tango devolvió al rock
urbano su mística porteña. En esa veta figuran Los Piojos, quienes vieron subir sus acciones en 1996
y Los Caballeros de la Quema. Por el lado de la Cultura Stone, La Renga pisó fuerte con el álbum
«Desnudo para Siempre o Despedazado por Mil Partes» y luego se fue asentando con otros de
menor éxito. Viejas Locas se consolidó con «Me Gustas Mucho», hit durante 1999. El rock alternativo
no pudo establecerse, salvo los Babasónicos que fueron los únicos en llegar a Obras. Los Brujos han
sido los más constantes pero todavía no vieron fortuna. Juana la Loca es otro que viene asomando.
Ellos y los otros seguirán intentándolo, de eso se trata todo.

También podría gustarte