El Oso Pomposo
El Oso Pomposo
El Oso Pomposo
Adaptación Esopo
En el bosque estaban de fiestas. Las flores y árboles lucían erguidos en todo su esplendor
formando bonitos escaparates. Esa noche había una verbena y todos los animales acudían
al claro del bosque, muy contentos, con sus mejores galas.
Todos vieron llegar a Oso Pomposo por la senda: grande, peludo, vestido con unas mallas
rosas, pulseras y collares de colores y pendientes en las orejas. Algunos lo miraban
sonriendo y se daban codazos al verlo pasar por su lado, pero Oso Pomposo se propuso
disfrutar de la noche y no hacer caso de las miradas burlonas.
De repente:
Los animales del bosque que estaban presenciando la escena, se fueron arremolinando
alrededor.
- ¿Por qué no dejas a Pomposo en paz? ¡No hace daño a nadie vistiendo así! - dijo un
joven zorro alzando la voz.
- ¿Quién te has creído que eres? ¡Zorro enano! - le gritó, olvidándose por un momento de
Oso Pomposo.
- ¡Un pequeño zorro que no dice más que la verdad! - dijeron los padres del zorro
apoyando a su hijo.
- ¡Cada uno viste como quiere! - dijeron las culebras y serpientes.
- ¡No hace daño a nadie! - dijeron los búhos y lechuzas.
- ¿Por qué no lo dejas en paz? - hablaron las polillas y mariposas.
- ¡Basta ya! ¡Queremos disfrutar de la noche! - dijeron los sapos y ranas saltando
valerosamente delante de Pomposo para protegerlo.
Ante la avalancha de protestas el lobo no tuvo más remedio que agachar las orejas y se
fue muy enfadado.
Moraleja: Debes sentirte bien siendo tú mismo, sin importar lo que piense el resto.
Cuando alguien te moleste por tus gustos y tu apariencia siempre existirán personas que
te defenderán.