Los Malos Hábitos
Los Malos Hábitos
Los Malos Hábitos
Perdiz Perdida
Premio de poesía en castellano
1
1. De fantasmas
2
Visita del fantasma
3
Un adiós de corazón
4
Un fantasma teatral
5
Te llevaremos en el corazón del corazón
6
Tu cuerpo yace
Iremos a lo vivo
de tu llaga.
7
Un dolor le pisa los talones a otro dolor
El invierno ha recrudecido.
8
Caeremos como gorriones
9
Hogar
10
Sin aspavientos
11
Hacías un pocito en la tierra con el cuchillo grande
12
Los serenos sentidos
¡Palomas invasoras!
13
2. Los malos hábitos
14
Al borde de las vías
15
La mala vida
16
De otra forma
17
No es bueno abandonarse a la tristeza
18
Una literatura vitalista
19
Una etología familiar
Acá está el poema. Un lugar para tratar con mis muertos, hacerles
compañía, verlos envejecer. Hasta que pidan una muerte definitiva.
20
Una geografía del más allá
Abro una de las puertas del bargueño. Al lado de las cenizas de mamá,
hay una bolsa plástica con tus papeles; la libreta de casados en la que tus hijos
siguen vivos, tu partida de nacimiento, fotocopias de la casa de sepelios, una
foto carnet… Repaso, uno a uno, esos documentos de ultratumba. Papá, que
se haga tu voluntad de ser recordado.
21
Un muerto me pide un vaso de agua
¿Qué nos mantiene unidos? ¿El sueño? (Los muertos nunca actúan de
manera directa.) ¿La sed? ¿Ambas cosas a la vez? Debo vivir en paz en este
remolino ambiguo en el que pierdo y recupero a mis muertos queridos.
22
Enlutado
23
La vitalidad de los muertos
24
No es obra del azar
Las cosas tienen hábitos que los muertos interfieren. Una radio portátil
vuelve a funcionar cuando te nombran. Una foto tuya se cae de las páginas de
un libro que sacamos, de improviso, del estante, después de verte en sueños;
de un libro que no estábamos buscando.
25
Fabular no es hacer ficción
26
Nada que no nos incite a la confianza
27
Nunca viajaste, mamá
28
Mi mente se ha vuelto más porosa
29
3. Existencias débiles
30
El error de vivir
31
¿Volverte más consistente?
¿Qué gesto
era
—de qué—
ponerte
súbitamente
de espaldas
en tu mesa
cuando
recién llegado
a la ciudad
buscaba
tu rostro
en la temprana
penumbra
del bar?
32
Un joven kafkiano
Salía
a recorrer
las calles
desiertas
a la hora
de la siesta.
Repasaba
las vidrieras
de las tiendas
de música
que conocía
de memoria.
Regresaba
con el mismo
desasosiego.
No existía
todavía
un mundo
para mis paseos.
33
En provecho de los verbos
En el cosmos
de las cosas
el alma
del niño
ve
la botella
vacía
estrellándose
contra las piedras
volviéndose
en la tierra
astillas
cortantes
de vidrio
y luz.
34
Jugamos al vóley en una habitación en ruinas
35
Testigo
Soy sensible
a las presencias
especiales
del parque.
(Tienen
—como yo—
derecho
a existir.)
Se mueven
—son luciérnagas—
en una nube
de posibles.
Casi
al borde
de la nada.
Como
les digo:
puedo
dar fe
de su valor
y quisiera
que ustedes
también.
36
Transmisible
Soy elegido
para contemplar
de cerca
el izado
de la bandera.
Siento
un súbito
dolor
agudo
que me quita
el aire.
¿Era
necesario
—me pregunto—
para hacer
de mi vida
algo
consistente?
37
Reglamento escolar
En el paroxismo
del alcohol
(de la impotencia)
papá
me persigue
por la casa
con las tijeras
de cortar tela.
Telefonearon
de la escuela:
con el cabello
largo
no me dejarán
pasar.
38
Una voluntad de arte en un medio hostil
Los átomos
de verdad
que bordean
nuestro mundo
son reales
pero
a veces
resultan
excesivamente
pequeños.
39
Encierro
Quieren
que salga
de casa.
Que vea
gente.
No entienden
que debo
trabajar
trabajar
y trabajar.
Para tener
un alma.
40
Olímpico
Nada
de noche
muy borracho
en aguas
profundas.
Pero
irrumpe
un instante
su conciencia.
Cambia
el punto
de vista.
Dramáticamente
patalea
a ciegas
se aferra
a un borde.
41
No exageres con los muertos
Me advirtió.
1.
—Es como
si rascaras
la misma
picadura.
2.
—Es como
si aceleraras
sin parar
el motor
de tu coche
empantanado:
las ruedas
girarían
más abajo
cada vez.
42