Relatoría Capítulo I La Mercancía

Relatoría capítulo I La mercancía (sección primera, mercancía y dinero).
César Wilfredo Chindoy Chindoy.

En el primer capítulo de la mercancía Karl Marx investiga sobre los elementos
imprescindibles que constituyen la riqueza en las sociedades en las que domina el modo de
producción capitalista, es así como Marx define que el cúmulo de mercancías ha sido uno
de los factores que contribuyeron en la estructuración de estas sociedades, sin embargo,
advierte que por ello su objetivo inicial es hacer el análisis de la mercancía individual y por
supuesto en tanto interacción con las demás formas del trabajo abstracto. Karl Marx hace
énfasis en que la función de la mercancía a merced de sus propiedades es satisfacer las
necesidades humanas otorgándole su carácter cualitativo, además le atribuye otra
característica constitutiva de la mercancía la cual es su variable cuantitativa delimitando de
esta manera el valor de uso y valor de cambio que se establecen en los procesos de
intercambio de los productos del trabajo humano.
Los valores de uso, es decir, las formas concretas en que aparece el trabajo humano
se presentan como la riqueza sin importar la forma social en que se aproveche la misma, no
obstante, ¿cómo se establece el valor de cambio de las mercancías?, en primer lugar, dice
Marx hay que ver al valor de cambio en su carácter cuantitativo, ósea mediante la
proporción en que se intercambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra.
Ahora bien, los valores de uso, es decir, la mercancía en su forma concreta debe poseer una
medida que permita establecer el intercambio proporcionalmente igual con la mercancía
que se pretenda investigar, estos son según Marx la cantidad del trabajo socialmente
necesario para su producción, determinando las variables trabajo y temporalidad como los
factores necesarios que intervienen en la producción de valores mercantiles y por ende
también en la definición de la magnitud del valor.
Por otro lado, la magnitud del valor no siempre permanece estática, pues varía en
relación a la fuerza productiva de trabajo implicada para la elaboración de X mercancía, de
esta forma cuanto mayor sea la fuerza productiva del trabajo menor será el tiempo de
trabajo que se requiere para la producción de dicha mercancía, por consiguiente su costo
disminuiría y viceversa, esto quiere decir que si la producción de una mercancía es más
compleja esta adquirirá un valor de cambio mayor que la que requiere menos tiempo para
su producción. Además, Marx aclara que la magnitud de valor de una mercancía no se
determina por su relación consigo misma sino en cuanto se reconoce como producto de
trabajo privado independiente esto es a través de su socialización con las demás
manifestaciones concretas del trabajo en su forma abstracta.
Para Marx una de las formas simples de intercambio de mercancías que condujeron
a la forma de dinero actual socialmente aceptada fue el intercambio entre las mismas
mercancías de diferentes tipos de trabajo privado (trueque). No obstante, para lograr
equiparar una mercancía a otra Marx define la forma relativa del valor y la forma
equivalente del valor; la primera cumple un rol activo ya que posee la cualidad de definir su
forma de valor en relación a su valor equivalente que se encarga de servir como medida
para evaluar la magnitud de valor del primero lo cual quiere decir que la forma de
equivalente es la manera en que es directamente intercambiable por otra mercancía, en
definitiva en la relación de intercambio entre dos mercancías, una de ellas aquella cuyo
valor ha de ser expresado cuenta únicamente como valor de uso, mientras que la otra
aquella en la que se expresa el valor cuenta sólo como valor de cambio.
Debido a las diversas formas de trabajo y por ende a las diferentes formas de
mercancías, ahora una mercancía ya no se encuentra en relación social sólo con una clase
singular de mercancías, sino con el mundo de las mercancías, de esta forma dice Marx que
se vuelve obvio que no es el intercambio el que regula la magnitud de las mercancías, sino
la magnitud de las mercancías la que regula las relaciones de intercambio. De igual manera
para adentrarse al terreno de las relaciones de intercambio modernas mediadas por el
dinero, Marx reconoce que la forma general del valor se da cuando las mercancías
representan su valor de manera simple porque lo representan en una sola mercancía y de
manera unitaria porque lo representan en la misma mercancía, es decir, cuando todas las
mercancías se dan expresan su valor en el mismo equivalente. Es así como el dinero
desempeña dentro del mundo de las mercancías el papel de equivalente em general.
Finalmente, Karl Marx hace un acotamiento sobre lo que él considera es el carácter
fetichista de la mercancía, para ello Marx menciona que la mercancía esconde un carácter
místico, ya que un objeto a pesar de ser transformado por el trabajo humano seguirá siendo
el mismo objeto, por lo cual su carácter místico no proviene de su valor de uso, ni de su
forma de valor, sino que se refleja porque la mercancía reflecta ante los hombres el carácter
social de su propio trabajo como caracteres objetivos inherentes al producto del trabajo, de
esta manera el propio movimiento social de las mercancías aparentan controlar al sujeto
que las fábrica y este último se siente ajeno a sus propios productos.

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