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HPH 163 F
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MSc. Yunisleidis Alonso Fuentes,IDr.C. Antonio Jesús Caballero Moreno,IIMSc. Geidy Rodríguez López,III
I Máster en Prevención del uso Indebido de Drogas. Licenciada en Psicología. Hospital General Docente “Enrique
Cabrera”, servicio de Psiquiatría Galigarcía. La Habana, Cuba.
II Doctor en Ciencias. Especialista de II grado en Psiquiatría, Profesor Titular. Hospital General Docente “Enrique
Cabrera”, servicio de Psiquiatría Galigarcía. La Habana, Cuba.
III Especialista en Psicología de la Salud. Profesor Auxiliar. Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”. La
Habana, Cuba.
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
Sin embargo, en el contexto sanitario actual, donde los sistemas de cuidados eficientes buscan
la mejoría en la atención a las necesidades específicas de los pacientes, resulta imprescindible
conocer rigurosa y exactamente la naturaleza de los problemas que presentan los pacientes y su
gravedad.10
En nuestra práctica clínica observamos que la adicción al alcohol, continúa siendo la causa
número uno de ingreso tanto en mujeres como en hombres para tratamiento y debido a los
pocos estudios cubanos existentes que muestre un perfil neuropsicológico de las conductas
adictivas, para luego establecer líneas de trabajo más adecuadas, es que surge esta
investigación.
SUJETOS Y MÉTODOS
Sin embargo, en el contexto sanitario actual, donde los sistemas de cuidados eficientes buscan
la mejoría en la atención a las necesidades específicas de los pacientes, resulta imprescindible
conocer rigurosa y exactamente la naturaleza de los problemas que presentan los pacientes y su
gravedad.10
En nuestra práctica clínica observamos que la adicción al alcohol, continúa siendo la causa
número uno de ingreso tanto en mujeres como en hombres para tratamiento y debido a los
pocos estudios cubanos existentes que muestre un perfil neuropsicológico de las conductas
adictivas, para luego establecer líneas de trabajo más adecuadas, es que surge esta
investigación.
RESULTADOS
Grupo de pacientes: La edad promedio de la muestra fue de 45.47±7.9 años. Compuesto por 13
mujeres y 4 hombres. Predominaba en los pacientes una escolaridad en el rango de 9 a 17 años
de estudio, con una media de 12.0 años, que corresponde con los estudios pre universitarios.
Del total de pacientes estudiados, todos tenían diagnóstico de Dependencia Alcohólica, según los
criterios del DSM-IV.
Grupo control: Los casos controles tenían una edad promedio de 45.47±7.9 años de edad. No se
encontraron diferencias significativas con el grupo de pacientes (ver tabla 1). Compuesta
igualmente por 13 mujeres y 4 hombres y con el mismo nivel de escolaridad, por lo que decimos
que ambos grupos están perfectamente pareados en edad, sexo y escolaridad.
Tabla 1. Características sociodemográficas de pacientes y controles
Pacientes Controles
media DS Media DS U p
Edad 45.47 7.9 45.47 7.9 144.5 0.999
Años de educación 12.00 2.73 12.00 2.73 144.5 0.999
Sexo (% mujeres) 13(76.4%) 13(76.4%) Λ2=0.001 0.999
En cuanto a las características clínicas mentales del grupo de pacientes con dependencia
alcohólica, se encontró en los ítems seleccionados de la sesión 11 del SCAN los siguientes
resultados:
La edad al inicio de la ingestión de bebidas alcohólicas varió de los 14 a los 35 años con una
edad media de 23.0 años, y un 71,4% se encuentran en el rango de más de 16 años de
consumo. El resto del porcentaje entre 6 y 10 años. Los años de consumo varían desde los 5 a
los 30 años con una media de 20.8 años.
El 53,0% (9/17) de los pacientes tenían necesidad subjetiva de consumir alcohol, mostrando
indicadores de irritabilidad, intranquilidad, cambios del humor, así como preocupación por esta
situación. El 70,6% presentaron signos ligeros de incapacidad para mantener la abstención del
consumo de alcohol, ya que habían utilizados diversos métodos con éxito durante un mes o
más.
El 64.7% de los alcohólicos mostraron signos marcados de alteraciones en la capacidad detener
el consumo una vez iniciado. Todos los pacientes refirieron niveles de tolerancia alto y el 94.1%
mantenían el consumo de alcohol a pesar del daño físico y mental. Como se puede apreciar es
un grupo de pacientes con graves problemas con la dependencia al alcohol.
Existen estudios sobre los efectos neuropsicológicos deficitarios de las drogas sobre el cerebro,
pero la aparición de los test neuropsicológicos destinados a evaluar específicamente el
rendimiento frontal es todavía aún más reciente. Se realizó un análisis de los resultados primero
por instrumentos aplicados y después por dimensiones evaluadas.
En la prueba de screening de funciones ejecutivas Batería de Evaluación Frontal (FAB), se
obtuvieron diferencias significativas entre los grupos, alcohólicos y controles (U de Mann-
Whitney = 8.5 p= 0.0003). Demostrando así que los alcohólicos presentan dificultades en la
secuenciación.
El 47.06% de los alcohólicos alcanza desempeños correspondientes en la FAB de Demencia
frontosubcortical con puntajes inferiores a 13, lo cual se traduce en dificultades en las
capacidades ejecutivas. El 47.06 % muestra un déficit frontosubcortical, con puntajes inferiores
a 16, lo cual se traduce en una disminución en las capacidades ejecutivas y solamente un
paciente tuvo puntaje normal en la prueba.
En cuanto a la ejecución de los grupos por ítems de la FAB, se encontró que en similitudes el
35,29 % de los alcohólicos reciben un puntaje de 2, indicando una disminución de la capacidad
de abstracción del pensamiento y el 17,64 % obtuvo un puntaje de 0.El grupo control se
comportó de diferente manera, el 82,4 % refirió respuestas pertenecientes a una capacidad de
abstracción del pensamiento.
El 42,85 % de los alcohólicos, generaron de seis a nueve palabras en un minuto en el ítem de
fluidez en el léxico. El 14,28 % no reciben puntaje, pues logran generar menos de tres palabras.
En el ítem de programación motora el 57,14 % de los pacientes, reciben puntaje de 2,
realizando la ejecución de tres series consecutivas correctamente. Esto indica una disminución
de programación de una secuencia motora. El 88,23 % del grupo control alcanza un puntaje
completo (3). Los sujetos no presentaron dificultad alguna en la imitación de las series puño-
borde-palma y lograron ejecutar la misma seis veces consecutivas.
El ítem de resistencia a la interferencia los alcohólicos recibieron un puntaje de 2, indicando
disminución para seguir instrucciones conflictivas. Solo un paciente obtuvo el máximo puntaje,
representando el 14,2 %. En el ítem de go no go, el 42.8 % de los alcohólicos reciben un
puntaje de 2, indicando dificultades para inhibir respuestas automáticas (control de los
impulsos). Se observó que la mayor parte de los sujetos pudo ejecutar la imitación, pero
encontraron difícil inhibir la tendencia a imitar los golpes del evaluador durante la serie. El 88,23
% de los casos controles alcanza un puntaje completo en la serie motora go no go.
La totalidad de los alcohólicos no presentan dificultades en el ítem de Conducta de Prehensión y
el grupo control se comportó de igual manera. Lo cual indica la ausencia del reflejo primitivo de
prehensión (tomar las manos del evaluador).
El indicador categorización fue analizado a partir del primer ítem del Test Batería de Evaluación
Frontal, se obtuvieron diferencias significativas entre los grupos, alcohólicos y controles. (U de
Mann-Whitney = 39.0, p= 0.0002), demostrando que los alcohólicos presentan dificultades para
generar conceptos pertenecientes a una misma categoría semántica.
Se observó que, con frecuencia, las respuestas dadas a este ítem consistían en similitudes
concretas entre los objetos presentados y especialmente frente a los objetos mesa-silla, donde
se observó la tendencia a responder; la silla es para sentarse y la mesa para comer o escribir,
que obedece a diferencias de conceptos y no similitudes.
Para el análisis de la Fluidez verbal en los grupos, se utilizó la prueba Fluidez Verbal Fonológica y
Semántica (FAS). Se encontraron diferencias significativas tanto en la fluidez verbal fonológica
como en la fluidez verbal semántica. Se obtuvo que los sujetos alcohólicos presentaron mayor
dificultad que los controles en la ejecución de tipo fonológica (U de Mann-Whitney = 29.0, p=
0.001), así como en la fluidez verbal semántica los alcohólicos tuvieron mayor dificultad para la
realización de la prueba (U de Mann-Whitney = 37.0 p= 0.002).
Tabla 2. Comparación de la ejecución del test de Stroop entre los grupos estudiados.
Pacientes Controles
Media DS Media DS U p
STROOP-P 88.17 15.64 98.47 7.71 89.50 0.054
STROOP-C 67.35 13.19 82.94 11.05 51.00 0.001
STROOP-PC 34.82 10.75 46.29 6.44 45.00 0.001
En la tabla 2 se observa los resultados de los pacientes en el test de Stroop, según la cantidad
de palabras leídas P,el número deelementos C, y según conflictivas PC. Al analizar la ejecución
por baremos de la prueba, encontramos que ni los alcohólicos, ni los casos controles
presentaban dificultad en la velocidad de lectura. En cuanto al número de elementos de color,
los dos grupos se encontraban acorde a la norma, las diferencias significativas están dadas en
cuanto al rendimiento, ya que los casos controles rindieron mejor. En la página de conflictivas,
los alcohólicos estuvieron según baremos: limítrofes, obteniendo puntajes entre menos una y
menos dos desviaciones estándar, pero todavía no se encuentran en una ejecución patológica.
Por lo que estos resultados nos indican que los alcohólicos no presentan dificultad significativa
en el control-inhibición cognitivo.
En el análisis por dimensiones (Ver tabla 3), constatamos que los sujetos alcohólicos (grupo 1)
presentaron en la dimensión o subproceso de las funciones ejecutivas: Secuenciación-planeación
alteración. Esta alteración se caracterizó por una dificultad en la categorización, para generar
conceptos pertenecientes a una misma categoría semántica, lo cual indica alteración de la
capacidad de abstracción del pensamiento, la capacidad de secuenciar actos motores, donde se
observa en la programación motora dificultades en la imitación de gestos, así como dificultades
en el control de la imitación del evaluador ante la serie go-no-go, caracterizado por la torpeza y
lentitud con que una parte de los sujetos ejecutó la actividad. Demostraron pobre fluidez verbal,
flexibilidad mental y planeación.
La alteración en la secuenciación-planeación se hizo evidente tanto cuantitativa como
cualitativamente y no respondió a factores como el nivel educacional y las habilidades
académicas, ya que parte de los sujetos evaluados que presentaron alteración en esta dimensión
tienen un nivel de estudio preuniversitarios. Por tanto, esta alteración en la secuenciación-
planeación que caracterizó a los sujetos alcohólicos responde a un déficit cognitivo,
específicamente a una disfunción ejecutiva atribuible a la enfermedad.
Este análisis permite plantear que los sujetos alcohólicos presentaron dificultad para formularse
metas, anticipar y secuenciar las operaciones mentales necesarias para resolver una tarea
novedosa y aplicar la estrategia elegida.
Al observar y analizar la dimensión Mantenimiento y manipulación de la información,
constatamos que el grupo 1 presentó dificultad para mantener y manipular la información. Los
indicadores a través de los cuales se hizo evidente esta disejecutividad fueron: el déficit en la
memoria de trabajo, en el control atencional y en la velocidad de procesamiento. Lo cual es
necesario para guiar nuestra conducta hacia un fin.
Los sujetos del grupo 2 presentaron una buena memoria de trabajo, un control atencional
estable y una velocidad de procesamiento mayor, por lo que tuvieron conservada la dimensión
ejecutiva responsable del mantenimiento del curso cognitivo, retención y manipulación de la
información.
La dimensión Monitoreo y retroalimentación, no se encontró afectada en los alcohólicos según el
indicador de disejecutividad evaluado: falta de inhibición. Aunque los sujetos del grupo control
mostraron mejor ejecución y capacidad para inhibir respuestas erróneas.
Tabla 3. Dimensiones caracterizadas entre los dos grupos.
A medida que los pacientes comenzaban a consumir alcohol a edades más temprana se
encuentra mayor frecuencia de dificultad en la fluidez verbal fonológica.
A medida que los pacientes comenzaban a consumir alcohol a edades más temprana se
encuentra mayor frecuencia de dificultad en la flexibilidad mental y planeación.
Por otra parte, se encontraron correlaciones negativas entre la fluidez verbal, flexibilidad mental
y planeación y control atencional y velocidad de procesamiento con años de consumo.
A menor puntaje en la fluidez verbal fonológica, mayor los años de consumo crónico de
alcohol.
A menor puntaje en la flexibilidad mental y planeación, mayor los años de consumo
crónico del alcohol.
A menor puntaje control atencional y velocidad de procesamiento, mayor los años de consumo
de alcohol.
DISCUSIÓN
El objetivo de la propuesta está dirigido, bien sea a corto o largo plazo a la activación-
estimulación de habilidades cognitivas, para mejorar el estado funcional de los pacientes
alcohólicos.
En el caso de este grupo de estudio, se valoró la posibilidad de desarrollar estos mecanismos a
través de la Modalidad de Entrenamiento en Estrategias. La modalidad consiste en enseñar
estrategias cognitivas que sean aplicables en una amplia variedad de contextos a los pacientes
alcohólicos. Estas estrategias pueden ser de ayuda interna y/o estrategias de ayuda externa. Por
un período de 20 sesiones, con una frecuencia de dos días por semana durante una hora.
Secuenciación
El uso de objetos como agendas, reloj-alarmas, calendarios para facilitar el recuerdo del
sujeto.
El uso de calculadoras para los problemas de cálculo.
La música. A través del ejercicio del ritmo, un músico suizo desarrolló técnicas que
ayudaron a regular hábitos motores. Por medio de estos ejercicios del ritmo consiguió
potenciar nociones como velocidad, duración, simultaneidad y sucesión. Logró corregir
defectos. 30
Actividades deportivas, culturales y sociales, utilizadas como reforzadores inmediatos y
alternativos al consumo de sustancias y no la preferencia desadaptativa, por
reforzadores asociados al consumo de sustancias.
Se concluye que los sujetos del grupo de estudio se caracterizaron por un patrón de adicción
alcohólica moderado y grave. La dimensión Secuenciación y Mantenimiento y manipulación de la
información, se encontraron alteradas. Los indicadores de disejecutividad constatados fueron:
categorización, fluidez verbal, flexibilidad mental, falta de inhibición motor, memoria operativa,
control atencional y velocidad de procesamiento. Disfunción ejecutiva atribuible a la enfermedad.
El indicador de disejecutividad conservada fue el Control- Inhibición cognitivo. La relación entre
características clínicas y disfunción ejecutiva se encuentra presente a partir de datos clínicos
como tiempo de evolución de enfermedad, existiendo correlaciones entre ellas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Yunisleidis Alonso Fuentes. Hospital General Docente “Enrique Cabrera”, servicio de Psiquiatría
Galigarcía. La Habana, Cuba. Dirección electrónica: yuniaf@infomed.sld.cu