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España Napoleónica
España Napoleónica
España Napoleónica
Índice
Contexto histórico
Gobierno y política
Planes napoleónicos
Reinado de José I
Los límites de la política josefina
Campañas militares
Supremacía francesa
Derrota y retirada francesa
Véase también
Ubicación de España napoleónica
Referencias
Bibliografía Capital Madrid
Enlaces externos Entidad Estado satélite del Primer
Imperio francés
Idioma oficial Español, francés
Contexto histórico Moneda Real
El dos de mayo las autoridades francesas decretaron la salida de los últimos miembros de la familia real,
entre ellos los infantes María Luisa y Francisco de Paula. Al percatarse de ello, el cerrajero Blas Molina
gritó al pueblo: «¡Traición! ¡Nos han quitado a nuestro rey y quieren llevarse a todos los miembros de la
familia real! ¡Muerte a los franceses!». Comenzó así el Levantamiento del dos de mayo. Murat escribió
sobre ello a José Bonaparte que «el pueblo de Madrid se ha levantado en armas, dándose al saqueo y a la
barbarie. Corrieron ríos de sangre francesa. El ejército demanda venganza. Todos los saqueadores han sido
arrestados y serán fusilados».8 Tal como escribió el general, esa noche comenzó en la capital una
implacable persecución de presuntos sublevados. Cualquiera que llevase una navaja —común entre los
artesanos madrileños— era arrestado y condenado a muerte sin previo juicio.9 Las ejecuciones se
realizaron a las cuatro de la mañana en Recoletos, Príncipe Pío, la Puerta del Sol, La Moncloa, el Paseo del
Prado y la Puerta de Alcalá.10
Gobierno y política
Planes napoleónicos
El caso de la intervención francesa en España es un claro ejemplo del carácter imperialista de la política
napoleónica en Europa.11 Por su personalidad, Napoleón Bonaparte despreciaba a un país como España,
regido por una dinastía decadente y por la regresión de un clero en su mayoría reaccionario.11 Entre sus
intenciones estaban las de renovar el país mediante reformas sociales y administrativas y poner sus recursos
a disposición de Francia. Todo ello se esperaba poder realizar con la colaboración o aquiescencia de la
población española.11 El objetivo último de Napoleón era alinear al país contra Gran Bretaña y, una vez
que se hubiera eliminado la oposición inglesa, que los navíos franceses y españoles llevaran los metales
preciosos de la América española a la metrópoli.11 El emperador francés llegó a pensar en el
desmembramiento de la monarquía hispánica en distintos virreinatos controlados por él directamente o
manejados a través de miembros de su familia, aunque desistió. Al final decidió nombrar a su hermano José
como nuevo monarca español para dirigir el país en su época, procedente del Reino de Nápoles11 En ese
sentido, le escribió:
España no es lo que el Reino de Nápoles, se trata de once millones de habitantes, más de 150
millones de ingresos sin contar con las numerosas rentas y posesiones de la América
española.12
Reinado de José I
El rey José I nunca ejerció una soberanía nominal:21 los españoles siempre lo vieron como un «rey
intruso».16 Incluso en los límites de una situación bélica, su autoridad por un lado se veía contrarrestada
por la hostilidad general de la población y por otro reducida a la nada con la insubordinación de los
generales franceses, quienes por lo general se comportaban como caudillos locales y agotaban los ingresos
fiscales o la producción agrícola del campo.16 El agotamiento de los recursos fiscales dejaba a la Hacienda
española exhausta y ello impedía cualquier esfuerzo reformista serio. Para empeorar la situación, en 1810
Napoleón concedió plenos poderes a los generales franceses en la zona al norte del Ebro, creando una
administración propia y separada de la del resto del país.18 A esta medida le siguió en 1812 la anexión
unilateral de Cataluña al Imperio Francés, decisión hecha prácticamente a espaldas de José I y sus
colaboradores españoles.16
Campañas militares
Supremacía francesa
El levantamiento general que se produjo en España en mayo-junio de 1808 provocó el aislamiento de los
cuerpos de ejército franceses desplegados por el país, especialmente en Madrid, Barcelona, Provincias
vascongadas y Guarnición de Lisboa, en Portugal.22 Las fuerzas del general Dupont, situadas en la
capital, se dirigieron a Andalucía, donde sometieron a duro saqueo a la ciudad de Córdoba y poco después
quedaron cercadas en Bailén cuando intentaban volver a Madrid.22 La llamada batalla de Bailén supuso la
primera derrota seria del Ejército imperial francés en las Guerras Napoleónicas, además de provocar la
retirada de todas las fuerzas francesas al norte del Ebro, incluido el rey José I que acaba de llegar a
Madrid.23
La nueva situación en España creada tras el descalabro de Bailén obligó al Emperador francés a plantear
una gran intervención militar en la Península ibérica, tanto para conjurar la amenaza militar española como
para asegurarse su control de una vez por todas.24 Así pues, en noviembre de 1808 entraba al mando de la
Grande Armée con unos 250 000 efectivos veteranos de otras campañas, que en una serie de batallas
destrozó a la resistencia española.24 Tras ocupar Madrid y volver a sentar a su hermano en el trono
español, Napoleón se dirigió hacia el norte con sus tropas: El ejército imperial logró rechazar en La Coruña
a los británicos del general Moore, quién murió durante el combate, y les obligó a reembarcarse en sus
navíos.24 A pesar de que Napoleón Bonaparte no permaneció en España más que unos meses (desde
noviembre de 1808 hasta comienzos de 1809), el país ocupó un lugar especial en sus planes dados los
constantes quebraderos de cabeza que le supusieron durante los siguientes años desde el comienzo de la
Guerra de Independencia.25 Esto se produjo no solo porque la contienda peninsular absorbió una parte
importante de las tropas de la Grande Armée, llegando a estar movilizados más de 370 000 hombres en
España durante la campaña de 1811, sino por los problemas que esta resistencia y el foco de conflictos que
significaban para los planes europeos de Napoleón.25 De hecho, entre 1807 y 1812 el país ibérico fue el
centro de la estrategia francesa y la obsesión del emperador francés se mantendría fijada en la península
hasta el inicio de la Campaña de Rusia, cuando España pasó a ser algo secundario.25
No obstante, Napoleón nunca pudo llegar a servirse de España para sus intereses estratégicos ya que desde
bien pronto tuvo que empezar por conquistarla enteramente, y este requisito nunca lo logró cumplir
efectivamente por más que sus tropas lograran mantener una clara superioridad militar.11 La guerra que
siguió al Levantamiento del 2 de mayo estuvo cargada de una atmósfera de violencia entre ambos bandos,
con los fusilamientos del 3 mayo en Madrid, saqueos como el de Córdoba (1808) o la columna de castigo
enviada a Jaén son ejemplos de ello.26 Los ataques de la guerrilla española a las tropas imperiales también
incluían un gran número de atrocidades y brutalidad que provocó un mayor aumento de la represión
francesa.26 Todas estas acciones se ven reflejadas en la serie de grabados Los desastres de la guerra, de
Francisco de Goya. En el periodo que va de 1809 a 1812 los franceses lograron imponer su poderío militar,
a pesar de que lo cual vieron limitado su control directo a los ámbitos urbanos y alrededores, viéndose
bloqueados de cualquier contacto o colaboración por parte de la población.26 Una cifra estimada de
50 000 guerrilleros lograron paralizar constantemente el tráfico y el abastecimiento de las tropas
imperiales.27 Esta situación significó que viajes de convoyes militares entre Bayona y Madrid a veces
llegaran a durar más un mes pese a la creación de un cuerpo de Gendarmería especial y las fuertes
escoltas.28 En el bando español, la guerra adquirió un carácter nunca antes conocido en cualquier tipo de
conflicto, con la implicación directa de amplios grupos de población: tanto del pueblo llano o la incipiente
burguesía, como también el clero, quienes dieron a la contienda el carácter de una cruzada y una segunda
reconquista.29
En 1810 el mariscal André Masséna intentó someter a Portugal mediante un asalto a Lisboa, pero sus tropas
fueron derrotadas en Buçaco por una coalición de británicos y portugueses.30 Las tropas francesas se
hallaban gravemente comprometidas en la retaguardia por la acción de la guerrilla y la protección de su
línea de suministros, lo que redujo la cantidad de unidades disponibles para las batallas en campo
abierto.30
A comienzos de 1812 los franceses habían conquistado buena parte del país, incluida la capital, la Meseta
Central, Aragón, Cataluña, levante y gran parte de Andalucía, aunque todavía se resistían fuertemente
Cádiz, San Fernando, Tarifa, Alicante, Cartagena, Galicia o Portugal, base de operaciones de las tropas
británicas de Arthur Wellesley, duque de Wellington. Si en ese año los franceses no hubieran tenido que
retirar parte de efectivos en la península para centrarlos en la Invasión napoleónica de Rusia, posiblemente
no se habrían dado las condiciones para el avance victorioso de Wellington que luego tuvo lugar.27 A
partir de la Derrota de Arapiles y la evacuación de Andalucía, las tropas imperiales se fueron retirando
paulatinamente al norte de España, protegidos por la línea del Ebro y los Pirineos. La batalla de Vitoria en
junio de 1813 supuso la última gran derrota de los franceses en la guerra antes de volver a cruzar la frontera
francesa.31 Finalmente, Napoleón retiraría a sus tropas de España y entregaría el poder nuevamente a
Fernando VII por el Tratado de Valençay.17
Véase también
Afrancesado
España durante la Guerra de Independencia Española
Guerras Napoleónicas
Restauración absolutista en España
Expolio napoleónico en España
Referencias
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multitud trató de impedir la partida de los josefina, mientras que Napoleón pre-tendía
príncipes, apedreando a los franceses. que este medio fuese el Bulletin de l’Armée
Murat limpió la plaza ordenando a sus d’Espagne. La cita con la que la profesora
tropas que dispararan contra el pueblo Larriba abre su estudio, tomada de una
levantado, pero la rebelión se propagó por carta de Metternich al ministro de exteriores
toda España.» austríaco «las gacetas le valen a Napoleón
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Bibliografía
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Enlaces externos
Napoleón y España (https://web.archive.org/web/20130510224738/http://www.artehistoria.jc
yl.es/v2/contextos/2465.htm)
La invasión Napoleónica a España (https://web.archive.org/web/20130121063322/http://bel
en.myweb.uga.edu/6120/invasion.htm)
Predecesor: Sucesor:
Reformismo borbónico Periodos de la Historia de España Reinado de Fernando VII
España napoleónica
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