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El Evangelio Verdadero
El Evangelio Verdadero
El Evangelio Verdadero
1. Buenas Noticias 1
2. Examinarse 7
3. La Misión 20
4. Evangelismo Bíblico 27
6. El Cambio en el Evangelio 45
11. Evangelizar 93
¿Estamos realmente cumpliendo la gran comisión de Cristo? ¿Vemos como resultado de nuestro
ministerio una iglesia creciente y pujante de hombres y mujeres consagrados que comunican el
evangelio al mundo?, estas son preguntas que debemos plantearnos, no podemos negar que estamos
muy ocupados en la iglesia, afanados por cumplir a tiempo diversos programas. Pero, ¿estamos
cumpliendo con la misión encomendada por nuestro Señor Jesucristo?
Nuestra atención se centra de inmediato en la necesidad de poseer una bien madurada estrategia de
acción diaria, en función de la meta a largo alcance que nos proponemos alcanzar.
Al igual que un edificio se construye de acuerdo con un plano diseñado en función de su uso, así
también todo lo que hacemos debe tener un propósito. De lo contrario nuestra actividad puede resultar
inútil por falta de rumbo y por confusión de metas.
Lo anterior explica lo que ha motivado esta serie de lecciones, las cuales debo mencionar, son una idea
original del hermano Greg Kedrovsky (http://greg.kedrovsky.net) fundador de varias iglesias bautistas
en latinoámerica y EEUU.
Las presentes lecciones contienen un esfuerzo por descubrir los principios que dirigieron las acciones
del Maestro; con la esperanza de que nuestros propios esfuerzos puedan conformarse a una pauta
semejante.
Las lecciones estas intentadas para ser lo mas claras posibles, es por ello que se ha utilizado una
variedad de traducciones de la Biblia, buscando la mejor interpretación, para que podamos comprender
el evangelio, y que al compartirlo con los inconversos podamos dar razón de la fe y esperanza que hay
en nosotros.
En los casos en que no fue posible encontrar una buena traducción o interpretación de un pasaje, se ha
traducido directamente del griego, utilizando el texto griego NESTLE-ALAND 27 (INA27).
En las páginas que siguen, encontrarán principios y estrategias que utilizó nuestro Señor Jesucristo y el
apośtol Pablo. Sus vidas enteras se encaminaron a predicar el evangelio, no ocurrió nada fortuito: no
hubo energías malgastadas ni palabras ociosas. Al igual que un general planea el curso de la batalla,
ellos hicieron planes para triunfar.
A nosotros, los que hemos nacido de nuevo por fe en el Señor Jesucristo, se nos ha encomendado la
Gran Comisión de predicar el evangelio a un mundo que desconoce el verdadero mensaje de salvación,
en un tiempo que han surgido muchos falsos profetas predicando “otro evangelio”, y no que exista otro
como bien nos dice el apóstol Pablo, sino que ha sido tergiversado por el enemigo.
Ahora, depende de usted cumplir con la Gran Comisión, pues cuando exhalemos nuestro último suspiro
en este cuerpo, se nos habrá terminado la oportunidad de predicar el evangelio, pues en el cielo ya no lo
podremos hacer.
Jorge Romero Díaz.
Buenas Noticias
Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen
firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en
vano. Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí:que Cristo murió por nuestros pecados según las
Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, (1Cor.15:1-4 NVI)
Introducción
Esta es la primera lección de una serie que trata sobre el evangelio, definiremos su significado, y cual es el evangelio de la
gracia, también veremos sobre como examinarnos si hemos nacido de nuevo o no, cuales son las señales de una conversión
verdadera y una falsa, examinaremos el falso evangelio que se esta predicando, la misión que tiene todo creyente, la
seguridad eterna de la salvación, la libertad en Cristo, como compartirlo con otros, etc.
La presente lección es una breve introducción al evangelio, encontrará en ellas algunas explicaciones de los versículos y
palabras del original griego del NT, las que serán ampliadas en las próximas lecciones. Nuestro ruego a Dios para que estas
lecciones le sean iluminadoras.
Creerle es creer que Él es verdadero y real, pero creer en Él es recibirle y estar unido a El como uno solo.
Sí, Dios es un Dios de infinito amor. Él no quiere que nosotros vivamos una vida sin esperanza, tratando de hacer lo mejor
que podamos, pero nunca sabiendo si hemos hecho lo suficiente para ir a morar con el Señor Jesucristo o no.
Por eso fue que Dios mandó a Su Hijo al mundo. Jesús nació de una virgen, vivió una vida perfecta, murió en una cruz y
resucitó, no para ser un ejemplo, sino para pagar por todos los pecados del mundo, tal como dice este versículo:
«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en
expiación1 por nuestros pecados.» (1Jn 4:10 RVA1989)
1. Expiación es el sacrificio voluntario de la vida sin pecado de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, Por
medio del cual anuló el poder del pecado que separa a Dios del creyente.
La Biblia dice que para ir a morar con Jesucristo, una persona tiene que ser perfecta, completamente limpia de pecado. Pero...
Dios dice en Su Palabra que cada persona en el mundo ha pecado.
«porque todos pecaron y no alcanzan1 la gloria de Dios» (Rom 3:23 RVA1989)
1. Gr. Ysteréo, no alcanzar, faltar, carecer de, ser inferior, acaberse. Tuggy nos da algunos ejemplos de su uso:
a) No alcanzar, faltar : Heb_4:1; Heb_12:15.
b) Carecer de : Mat_19:20; Mar_10:21; Luc_22:35.
c) Ser inferior, ser menos : 2Co_11:5; 2Co_12:11.
d) Acabarse : Jua_2:3.
La Biblia también enseña que si nosotros recibimos lo que merecemos por nuestros pecados, tenemos que estar separados de
Dios por toda la eternidad en el infierno.
«Porque la paga1 del pecado es muerte2;[...]» (Rom 6:23a RVA1989)
1. Gr. opsónion: (de opson, vianda, y oneomai, comprar), se usaba para todo aquello que se traía para comerlo
con pan, provisiones, suministros para un ejército, la paga de un soldado, así el salario del pecado es en
especie: la muerte, un pago irrenunciable.
2. Muerte en la biblia significa estar separados de Dios por toda la eternidad en el infierno
Sin embargo, Dios claramente nos revela Su deseo de que todos estemos algún día con Él. Por esto Él hizo lo único que Él
podía hacer para salvarnos, y al mismo tiempo ser justo. Él pagó por todos nuestros pecados y nos ofrece como regalo una
Pablo nos exhorta a “examinarnos” a nosotros mismos y a “probarnos”, para ver si estamos en la fe o no.
• Este es un tema que casi no se toca en las iglesias.
• Si alguien dice que es un cristiano, damos por sentado que lo es (para no “ofenderlo o juzgarlo”).
• Pero el mensaje de las Sagradas Escrituras es claro... y por ello debemos ocuparnos de ello.
La Biblia menciona...
• Falsos maestros... falsos profetas... falsos apóstoles... falsos Cristos... y un falso evangelio.
• Entonces, ¿por qué es que creemos que todos los que se llaman “cristianos”, lo son?
• En la Iglesia de hoy, hay muchos “falsos convertidos” (personas que han experimentado una “falsa
conversión”).
• Estos son aquellos que dicen “Señor, Señor...” (¡y son muchos!) pero no son salvos.
• Pablo sabía que “de vosotros mismos” se levantarían hombres que no formaban parte del rebaño (se
veían como cristianos, pero no lo eran).
• «Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no
perdonarán la vida al rebaño; y que de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán
cosas perversas para descarriar a los discípulos tras ellos.» (Hch 20:29-30 RVA1989)
• Hay personas en las iglesias (aun en la nuestra) que han “creído en vano”.
• «Además, hermanos, os declaro el evangelio que os prediqué y que recibisteis y en el cual también
estáis firmes; por el cual también sois salvos, si lo retenéis como yo os lo he predicado. De otro modo,
creísteis en vano.» (1Co 15:1-2 RVA1989)
No tienen la salvación, aunque ellos/as crean que sí.
Desde los tiempos del apóstol Pablo, había miembros de la iglesia que se decían cristianos, pero no actuaban
como creyentes, hoy continúa ocurriendo lo mismo, incluso hasta se ha rebajado el evangelio a unas pocas
leyes espirituales, hay personas que caminan creyendo que son cristianos, por que una vez tomaron una
decisión pero su vida nunca cambió, siguieron actuando en sus vidas como siempre.
Podemos tener un alto grado de seguridad que en nuestra iglesia no todos han nacido de nuevo, no todos son
convertidos, ahora bien; no podemos ver en el corazón de cada persona, al menos yo no puedo, sin embargo;
no necesitamos hacerlo, Dios dice que sí podemos saber si alguien es salvo:
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así
también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no
puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. Todo árbol que no lleva
Los mandamientos que el Señor le ha dado a la Iglesia, son los que el apóstol Pablo llama: la ley de Cristo.
«Ya sabéis cuáles son las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús.» (1Ts 4:2 RVA1989)
Y, ¿cuáles son algunas de ellas? Bueno, pues en la 1era. Epístola a los Tesalonicenses capítulo 5, tenemos una
lista de mandamientos, aunque no contiene todos los mandamientos de la ley de Cristo (Mat.28:19-
20;Efe.5:1-10,18-25, 6:1-18); son suficientes para que nos demos cuenta que los cristianos no estamos sin
ley:
«El que dice: "Yo le conozco" y no guarda sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en él.»
(1Jn 2:4 RVA1989)
“Juan no esta diciendo que la vida cristiana signifique una obediencia sin ningún tipo de faltas a la voluntad de
Dios, sino más bien que el cristiano desea habitualmente guardar sus mandamientos y hacer aquellas cosas que
agradan a Dios. Juan contempla el tenor global de la vida de la persona. Si alguien dice que conoce a Dios, pero
no guarda sus mandamientos, entonces es evidente que no está diciendo la verdad.” W. McDonald
La desobediencia a Cristo es prueba de que nosotros no le conocemos. Mas claro no canta un gallo, dice el
adagio popular, La desobediencia a Cristo de parte de alguien que profesa ser un creyente, es un mentiroso, no
es cristiano, no es salvo. Aún se encuentra en hiel de amargura y en prisión de maldad, como dice la Escritura
en Hch.8:23.
«Pero en el que guarda a su palabra b, en éste verdaderamente el amor de Dios ha sido perfeccionado.
Por esto c sabemos que estamos en él.» (1Jn 2:5 RVA1989)
a) Lit. “todo el que persiste en guardar”.
b) Significa la ley de Cristo.
c) O sea; mediante un continuo guardar los mandamientos de Cristo.
El pensamiento es que el amor de Dios hacia nosotros ha sido llevado a su meta cuando guardamos su palabra.
Cumple su objetivo y alcanza su fin al producir obediencia a Él. Ningún cristiano lleva una vida de perfecta
obediencia a los mandamientos del Señor, pero muestra en su vida el deseo de obedecerle, para el hijo de Dios:
«[...] Sus mandamientos no son gravosos.» (1Jn 5:3 RVA1989).
¿Puede decir con sinceridad al igual que Pablo que se deleita en la ley de Dios?. (Rom.7:22) ¿Constantemente
consulta las Escrituras para conocer la voluntad de Dios para su vida? ¿o simplemente cree que es cristiano por
que hizo profesión de fe, y asiste a la Iglesia, y no es tan malo como los demás que conoce? ¿Cuál es su actitud
hacia al pecado? No pregunto si usted peca, sino ¿qué es lo que usted siente cuando peca? ¿Le hiere, le
molesta? ¿Le preocupa? ¿Siente que quebranta su comunión con el Padre? ¿Le provoca confesarle a Dios sus
pecados, y rectificar su vida? ¿Que es lo que siente? O ¿Sigue su vida como si nada?
“Se nos advierte con claridad que no debemos amar el mundo, ni las cosas que están en el mundo, por la
sencilla razón de que el amor hacia el mundo no es compatible con el amor para con el Padre. Todo lo que el
mundo tiene para ofrecernos puede ser descrito como los deseos de la carne, la codicia de los ojos, y la
soberbia de la vida. Los deseos de la carne se refiere a los apetitos corporales sensuales que proceden de
nuestra malvada naturaleza. La codicia de los ojos se aplica a los malvados deseos que puedan surgir de lo que
vemos. La soberbia de la vida es una impía ambición de propia exhibición y de propia gloria. Estos tres
elementos de mundanalidad se ilustran en el pecado de Eva. El árbol era bueno para comer; esto es los deseos
de la carne. Era agradable a los ojos; esto es la codicia de los ojos. Era un árbol codiciable para alcanzar
sabiduría; esto describe la soberbia de la vida.” W. McDonald
Usted tiene que tomar una decisión. O usted obedece al sistema mundial, vivir en el mismo y disfrutarlo, u
obedece a Dios. “seguir la corriente de este mundo” es como poner en orden las sillas de la cubierta del Titánic
antes de hundirse. Vea lo que el Apóstol Pablo tiene que decir en Gálatas 6:14: «Pero lejos esté de mí el
gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien el mundo me ha sido crucificado a mí
y yo al mundo». El Apóstol Pablo está diciendo: “que entre él y el mundo se encuentra la cruz de Cristo. Ambos
están tratando de ganarle, y yo, como hijo de Dios, soy obediente a Él, y la gloria le pertenece a Cristo.”
Si usted es hijo de Dios, no puede andar con esa multitud que sigue a Satanás toda la semana, y luego andar con
los que siguen al Señor los domingos. Eso es algo que no debemos hacer. No vivamos como si Dios no viera
nuestros pecados, «[El inconverso] Dice en su corazón: "Dios se ha olvidado. Ha ocultado su rostro; nunca lo
verá."» (Sal 10:11 RVA1989)
Sin embargo, Dios ve cada una de nuestras obras y conoce cada uno de nuestros pensamientos (aun los más
CONCLUSIÓN:
• Todos tenemos que morir. Todos debemos estar preparados para el día cuando nos toque pasar de este
mundo al siguiente.
• Si ha nacido de nuevo, alabe a Dios, y continúe obedeciéndole el resto de su vida.
• Si no ha nacido de nuevo, vaya a Cristo ahora mismo, Él murió en la cruz para pagar su deuda para con
Dios, Él derramó Su sangre para limpiar de pecado a todo aquel que cree en Él.
• Nuestra misión de vida (y de la vida) es muy fácil de entender. Sólo requiere que nos hagamos
una pregunta...
En 3 millones de años, ¿qué será lo único importante de esta vida que valdrá la pena?
• En 150 años, lo único que será importante es el hecho de si está en el cielo o en el infierno.
• Usted puede tener: Una buena educación (muchos títulos), un buen trabajo, una buena casa, un buen
carro, una linda familia (bien cuidada)...
• Y cuando se muera, pasa la eternidad en el infierno... ¿De que le sirvieron todos sus logros?
La meta de este lección (y de esta serie) no es la de hacerle sentir culpa porque no anda “tocando puertas”
• En primer lugar, queremos que usted esté bien seguro de su propia salvación. (ver lecciones 1 y 2)
OJO: Simplemente “asistir a la iglesia” no quiere decir que usted es salvo—que es cristiano.
(es como creer que por llegar a una institución financiera nos convierte en sus socios).
Luego, aprenderemos acerca de los falsos evangelios que se pregonan hoy, y de cómo Dios guía a una persona
para ser salvo. Ergo; no se sienta culpable. Nuestro objetivo es prepararle y motivarle a cumplir con su misión
de vida:
Como el Padre mandó al Hijo al mundo, así el Hijo nos manda a nosotros.: ¡La misma misión!. Así que
analicemos para qué vino el Señor Jesucristo a este mundo, pues el Padre lo mandó con una misión especifica
que cumplir, esta también deberá ser la nuestra, porque según Juan 17:18, la misión del discípulo es la misma
de su Maestro.
«Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido a.» (Luc 19:10 RVA)
1. Primero: Vino a buscar lo que ha sido perdido. El texto del griego original nos indica que han estado
perdidos y; que continúan perdidos, y que por tanto; debemos ir en busca de los pecadores perdidos,
no así la interpretación “lo que se había perdido” pues la palabra “había” señala unicamente al
pasado, entendiendo que en el presente ya no están perdidos, esta interpretación contradice claramente
todo el Nuevo Testamento. Veamos algunas interpretaciones que están correctas:
«Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.» (Nueva Traducción
Viviente).
«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo perdido.» (Nuestro Pueblo)
«Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.» (Lenguaje
Sencillo)
a) ¿Sabe qué es “buscar”?: “Hacer algo para hallar a alguien o algo”. Dicc. RAE
b) El Señor Jesucristo vino para “hacer algo” específico con el fin de hallar lo que ha sido perdido.
c) «Fiel es esta palabra y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero.» (1Ti 1:15 RVA). “Lo que ha sido perdido” se refiere
d) Los pecadores perdidos no van a llegar a la iglesia. Tenemos que ir adonde ellos.
e) Debemos estar buscando (“haciendo algo”—como individuos y como iglesia para encontrar) a
los pecadores perdidos o inconversos.
b) De esto surge una pregunta: ¿Salvos de qué?: «El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que
desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.» (Jua 3:36 RVA).
Salvarlos de la ira de Dios.
◦ «pues sé que mediante vuestra oración y el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi
liberación,» (Flp 1:19 RVA). Aquí significa liberación.
◦ «De modo que, amados míos, así como habéis obedecido siempre -no sólo cuando yo estaba
presente, sino mucho más ahora en mi ausencia-, ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor;» (Flp 2:12 RVA). Aquí salvación significa la solución de un problema que se había
suscitado en la iglesia de Filipos, donde existía un serio caso de desunión (Fil.2:1-4; 4:2). Pablo
les dice que la respuesta al problema era que adquirieran la mente humilde y sacrificada del
Señor Jesús.
En otras palabras: «Les he mostrado el camino de la liberación del problema en que están
sumidos. Ahora trabajen en su solución con temor y temblor»
◦ «Como los marineros procuraban huir de la nave, y echaron el esquife al mar simulando que
iban a largar las anclas de la proa, Pablo dijo al centurión y a los soldados: —Si éstos no quedan
en la nave, vosotros no podréis salvaros.» (Hch 27:30-31 RVA). Aquí significa liberación de
morir ahogados.
◦ Pero los usos de la palabra "salvo" y "salvación" en que estamos primariamente interesados son
aquellos que tienen que ver con la liberación del pecado. Este es el significado más normal en el
Nuevo Testamento. Tenemos que aprender aquí a distinguir los tres tiempos de la salvación:
pasado, presente y futuro:
• «El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído
en el nombre del unigénito Hijo de Dios.» (Jua 3:18 RVA). Salvarlos de la condena del pecado.
• «Pero, para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y
hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.» (Apo 21:8 RVA). El pecado condena al inconverso al lago de
fuego, al infierno por toda la eternidad.
• A esto se refirió Pablo: «Conociendo, entonces, el temor del Señor, persuadimos a los hombres;»
(2Cor.5:11)
El apóstol Pablo esta diciendo que conociendo a que debemos temerle los hombres: “a la ira de
Dios, a la condena del pecado en el infierno”. ¡Convensamos a los hombres!.
d) «Respondiendo Jesús les dijo: —Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos.
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.» (Luc 5:31-32 RVA). ¡Así
tenemos que hacerlo—como nuestro Maestro lo hizo (somos Sus discípulos)!
• Cristo vino para llamar a los pecadores al arrepentimiento, a que cambien su manera de pensar
creyendo el evangelio.
• Al compartir el evangelio con el inconverso, nuestra meta es que se de cuenta de que debido a
su pecado está bajo la ira de Dios.
• Schafer en su Teología Sistemática dice: “Ninguna persona se puede convertir a Cristo desde cualquier
otra creencia sin un cambio de mentalidad.” y agrega: “La llamada del Nuevo Testamento al
• «En el NT el tema tiene principalmente referencia al arrepentimiento del pecado, y este cambio de
parecer involucra tanto un apartarse del pecado como un acercarse a Dios. Cristo empezó su ministerio
con un llamamiento al arrepentimiento (Mat_4:17), pero el llamamiento es dirigido, no a la nación,
como en el AT, sino al individuo. En el Evangelio de Juan, de carácter distinto a los Evangelios
Sinópticos, no se menciona el arrepentimiento, ni siquiera en relación con la predicación de Juan el
Bautista; en el Evangelio de Juan y en la 1ª Epístola se acentúan los efectos, p.ej., en el nuevo
nacimiento, y, generalmente, en el volverse activamente del pecado a Dios por el ejercicio de la fe
(Jua_3:3; Jua_9:38; 1Jn_1:9), como en el NT en general.» Dicc. Vine
a) La tarea del evangelista es compartir el evangelio, no la de llevar al pecador a una “decisión por
Cristo”. ¡NO!
b) «Os digo que del mismo modo habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por
noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.» (Luc 15:7 RVA). Hay gozo en el cielo por
un pecador que se arrepiente (que se convierte).
• Nuestra misión de vida es ir a donde están los inconversos y predicarles el evangelio, el crecimiento lo
da Dios: «Yo planté, Apolos regó; pero Dios dio el crecimiento. Así que, ni el que planta es algo, ni el
que riega; sino Dios, quien da el crecimiento.» (1Co 3:6-7 RVA).
• Nuestro “blanco” (la meta de lo que hacemos) es que el inconverso entienda que el ha quebrantado la
ley de Dios, y que por ello esta bajo la ira de Dios, condenado al lago de fuego por toda la eternidad.
c) ¿Y esto como podemos lograrlo?; pues bien, Dios nos ha dado 10 instrumentos poderosísimos con los
cuales podemos lograrlo, son los 10 mandamientos de la “Ley de Dios”:
1. «De manera que la ley ha sido nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que seamos justificados por la
fe.» (Gál 3:24 RVA). La Ley llevará al pecador a Cristo.
2. «Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se
cierre, y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios.» (Rom 3:19 RVA). La Ley cerrará la boca del
orgulloso y soberbio, y lo pondrá bajo el justo juicio del Dios Santo.
3. «¿Qué, pues, diremos? ¿Que la ley es pecado a? ¡De ninguna manera b! Al contrario, yo no habría
a) Gr. amartía: “errar el blanco, no alcanzar el objetivo”. El objetivo de todo ser humano es «respetar
(temer) a Dios y guardar sus mandamientos» (Ecl.12:13). Dios considera el amartía, como un daño
que a sí mismo se hace el pecador.
4. «La ley entró para agrandar la ofensa, pero en cuanto se agrandó el pecado, sobreabundó la gracia;»
(Rom 5:20 RVA). Cuando “introducimos” la ley de Dios, el pecado abunda y el pecador estará listo y
preparado para la gracia.
d) «Porque cuando los gentiles que no tienen ley practican por naturaleza el contenido de la ley, aunque no
tienen ley, son ley para sí mismos. Ellos muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, mientras que
su conciencia concuerda en su testimonio; y sus razonamientos se acusan o se excusan unos a otros, en el
día en que, conforme a mi evangelio, Dios juzgue los secretos de los hombres, por medio de Cristo
Jesús.» (Rom 2:14-16 RVA). Lo mejor de todo: ¡La conciencia del pecador nos ayuda!
[1] La palabra “conciencia” quiere decir “con + conocimiento”.
[2] ¡El pecador sabe que es culpable de haber violado la ley de Dios porque su propia conciencia le
acusa.
[3] Nuestra tarea es simplemente sembrar la semilla buena, perfecta y santa de la Ley de Dios.
• Así le mostramos al inconverso que es un pecador delante de Dios (que tiene una necesidad).
• Si reconoce su pecado y necesidad de salvación, ¡Cristo lo salvará! Pero primero, tiene que darse cuenta
que sus pecados lo mantienen bajo la ira de Dios.
«Jesús le dijo: —Vé, llama a tu marido y ven acá.» (Jua 4:16 RVA). El Señor Jesucristo le reveló su
pecado.
«Respondió la mujer y le dijo: —No tengo marido. Le dijo Jesús: —Bien has dicho: "No tengo marido";
porque cinco maridos has tenido, y el que tienes ahora no es tu marido. Esto has dicho con verdad.» (Jua
4:17-18 RVA). Usó el 7mo. mandamiento: ¡No cometerás adulterio!
«Le preguntó cierto hombre principal, diciendo: —Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida
eterna? Y Jesús le dijo: —¿Por qué me llamas "bueno"? Ninguno es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú
conoces los mandamientos: No cometas adulterio, no cometas homicidio, no robes, no digas falso
testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» (Luc.18:18-20 RVA).
«Entonces él dijo: —Todo esto lo he guardado desde mi juventud.» (Luc 18:21 RVA). El joven trata de
justificarse a sí mismo (orgullo, soberbia).
«Jesús, al oírlo, le dijo: —Aún te falta una cosa: Vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.» (Luc 18:22 RVA). Pero la Ley cierra su boca..
Este joven mentiroso, ni siquiera estaba cumpliendo el primer mandamiento: «No tendrás otros dioses
delante de mí.»(Éxo 20:3 RVA). El dinero era su dios (había reemplazado al Dios verdadero).
«Entonces él, al oír estas cosas, se entristeció mucho, porque era muy rico.» (Luc 18:23 RVA). Este
joven no quiso cambiar su manera de pensar (arrepentirse), entonces se fue en su pecado.
f) Utilicemos los 10 instrumentos de la Ley de Dios para aplicarlos a la vida del pecador, para que él vea
cual es su condición (separado de Dios, condenado al infierno por toda la eternidad).
[1] Hasta entonces, no sabrá que necesita a Jesucristo como Señor y Salvador.
[2] Pero, una vez que se vea en el espejo de la perfecta Ley de Dios, entenderá la necesidad de
Cristo como Salvador—y Señor, sabrá que Él es la única fuente de justicia y vida eterna.
C. [Repaso] Cristo vino a este mundo para buscar y salvar a los pecadores perdidos.
«Mientras andaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, que es llamado Pedro, y a su
hermano Andrés. Estaban echando una red en el mar, porque eran pescadores. Y les dijo: "Venid en pos de mí, y
os haré pescadores de hombres."» (Mat 4:18-19 RVA). La gran comisión de la Iglesia es formar “pescadores de
hombres”
1. Meta: Todo lo que hagamos (estudios bíblicos, seminarios, predicas, etc) en nuestra Iglesia debe ser para
este fin: “Reproducirse”.
2. El “seguidor/a de Cristo” (el discípulo/a) debe ser un “pescador de hombres”, caso contrario, no es un
discípulo/a.
No hay nada más importante, porque en 150 años... todo lo demás ¿qué importará?
Prestemos atención a las palabras de un famoso predicador bautista del siglo XIX:
“Yo prefiero traer un pecador a Jesús, que descubrir todos los misterios de la Palabra, porque la
Dios envía a todos los cristianos con la misma misión que Cristo: buscar y salvar a los perdidos. (Juan 17:18;
Luc 19:10)
• Todo lo que hacemos debe ser para cumplir con nuestra misión de vida: la de buscar y salvar a los
pecadores perdidos.
• Debemos ir y buscarle. Este primer deber es el que muchas veces no hacemos, y si no vamos por
ellos no podrán ser salvos (Romanos 10).
• La persona debe entender que ha pecado. Para esto, explicamos asuntos que Dios escribió en su
conciencia, como algunos de los diez mandamientos.
• Debe entender la justicia de Dios, pues es el tema del evangelio. Así verá que es culpable ante Dios
como Juez y que merece un castigo.
• Es muy importante que le expliquemos con cuidado qué hizo Dios para poder salvar a todos los
hombres.
• Finalmente, la persona debe tener muy claro qué debe hacer para salvarse.
No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren
tergiversar el evangelio de Cristo. Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio
distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien
les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! (Gál 1:7-9 NVI 1999)
Actualmente es muy popular, y ampliamente aceptado lo que se conoce como el evangelio de la prosperidad,
John F. McArthur, Jr. hace una comparación de este “evangelio”, para una mejor comprensión lo he resumido
en un cuadro:
Ve al Espíritu Santo como un poder para ser utilizado El Espíritu Santo es una persona que capacita al
por el Creyente en todo lo que desea. creyente para hacer la voluntad de Dios.
“Si la teología de la prosperidad fuese cierta, y la voluntad de Dios para cada creyente es “perfecta salud y
prosperidad financiera”, entonces pareciera que muchos de los héroes de la fe citados en Hebreos 11 no
tuvieron una poderosa fe después de todo. Ciertamente aquellos que sufrieron azotes, cadenas y cárceles (v.36),
El evangelio moderno (un evangelio falso) no menciona la justicia de Dios, sino que promociona la felicidad
(una “mejora de vida”). Quienes lo creen, se convierten en seguidores de mentirosos, cuyo fin inevitable es la
condenación eterna. Los que predican tales cosas, dice el apóstol Pablo “son malditos (anatemas)” Gál.1:8-9.
I. Los errores en el evangelio moderno
• Existen por lo menos 2 áreas de error en el evangelio contemporáneo, (en el otro evangelio Gál.1:7-9).
El falso evangelio en sí.
Los falsos maestros hablan de que Jesucristo murió para “darnos la felicidad, pero ... ¿que dicen Las
Sagradas Escrituras, cual es el evangelio verdadero?.
Este es el evangelio: «Que Cristo murió por nuestros pecados» (no para conseguirnos la felicidad y
prosperidad económica) y resucitó para darnos vida.(1Cor.15:1-4)
¿Conoce bien el evangelio? ¿Lo comprende? No debemos caer en el error de predicar un falso evangelio, es por
eso que esta serie de estudios comenzó presentando y explicando el evangelio, porque cuando lo conocemos y
lo comprendemos bien, entonces; y solo entonces, estamos listos para poderlo presentar a los no creyentes de
una manera clara y bíblica...
Al conversar con la gente en la calle, verán que casi todos saben que son “pecadores” (en un sentido general).
Pero..., se molestan y algunos hasta se enojan cuando se les dice que irán al infierno. Ellos ven esto como algo
injusto, cruel e irracional.
¿Cómo podemos mostrarle al inconverso sus pecados personales, para persuadirle que necesita al Señor
Jesucristo (la justicia de Él)? Es realmente muy sencillo...
«La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma.» (Sal 19:7a RV1960)
La ley convierte el alma, esto significa que produce arrepentimiento, que hace cambiar de parecer (los
pensamientos; el alma misma) convenciendo el corazón del inconverso de sus pecados. Dicho de otra manera;la
ley no salva, pero tiene el poder de dar entendimiento que convierte el alma (para que vayamos a Cristo para
salvación).
II. La importancia de la ley en el evangelismo
Tenemos que decirle a la gente exactamente lo que ha hecho para merecer “la pena” de muerte (la
primera muerte y también la segunda del lago de fuego (apo.21:8)).
Primero le damos las “malas noticias”, y cuando las haya entendido, procedemos a darle las “buenas
noticias”.
Sin las malas noticias, las buenas no son buenas (más bien son una locura).
La manera de presentar las “malas noticias” es como lo hizo nuestro Señor Jesús y los apóstoles: con la
ley (la torah h8451)
CONCLUSIÓN:
Vaya y busque a un inconverso para experimentar. Son 4 pasos fáciles...
1. La pregunta: ¿Se considera a sí mismo una buena persona?
2. Los mandamientos (para ver si es una buena persona). Empiece con los “3 grandes”.
3. El juicio: “En el día del juicio, ¿será culpable o inocente?”
4. El destino: “Entonces, ¿irá al cielo o al infierno?”
El Espíritu dice concretamente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe atendiendo a
espíritus engañadores y a enseñanzas inspiradas por demonios. Tales enseñanzas provienen de
hipócritas mentirosos, cuya conciencia ha sido cauterizada. Prohíben el matrimonio y no permiten
comer ciertos alimentos, los cuales Dios ha creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, los
coman con acción de gracias. Porque todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable si se
recibe con acción de gracias, porque la palabra de Dios y la oración lo santifican.
(1Ti 4:1-5 NTIGE Lacueva 1984)
Parte de la responsabilidad de todo pastor y/o maestro es avisarles de los peligros doctrinales que existen en
nuestros días (con la esperanza de protegerlos de los mismos).
La enseñanza falsa es inspirada por demonios y promulgada por medio de la hipocresía de mentirosos.
«Desde Mileto, Pablo envió a Efeso e hizo llamar a los ancianos(1) de la iglesia.» (Hch 20:17 RVA) A partir de
este versículo, el apóstol Pablo le da instrucciones a los ancianos(1).
(1) En el v.17 el apóstol los llama ancianos (Gr. presbiteros), y a los mismos en el v.28 los llama obispos
(Gr. Epískopos, supervisor). Obispo y anciano en realidad es una sola persona; “anciano” refiriéndose a
la dignidad del oficio, indica la experiencia y comprensión espiritual maduro de aquellos que son así
descritos; y “obispo” o supervisor enfatizando su labor y responsabilidad. Las principales
responsabilidades de los ancianos u obispos es la de supervisar la obra de la iglesia (vers. 17) y así
proveer la dirección espiritual que necesita.
(28) Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto
como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.
(29) Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos feroces que procurarán acabar
con el rebaño.
(30) Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los
discípulos que los sigan.
(31) Así que estén alerta. Recuerden que día y noche, durante tres años, no he dejado de amonestar
con lágrimas a cada uno en particular. (Hch 20:28-31 NVI 1999).
I. El Evangelio De La “Felicidad”
• Es un evangelio falso y los que lo predican (independientemente de sus intenciones y su sinceridad) son
falsos profetas—o sea, son “lobos rapaces” que vienen para destruir.
• Este evangelio de la “Felicidad” nos ofrece a Cristo Jesús como una “mejora de vida”, no como la
fuente de justicia que necesitamos para la salvación.
1. Este evangelio dice que Cristo “murió en la cruz del Calvario para comprarnos la felicidad”.
2. O sea, “acepte a Cristo (pídale que entre en su corazón) y usted tendrá gozo, paz y felicidad duradera
(será “bendecido, prosperado y victorioso en todo”).
III. El Ecumenismo
El Ecumenismo es un movimiento que mezcla toda clase de creencias, religiosas y no religiosas, que
pretende amalgamar en una súper religión mundial distintas confesiones de fe, tanto protestantes como
ortodoxas, católico- romanas, sean modernistas o neomodernistas, musulmanes, induistas, etc. y aún
creyentes renacidos que, carentes de discernimiento espiritual, son envueltos en tal corriente
(Eze..22:26).
Su doctrina conjuga modernismo en cuanto reinterpreta y corrompe el significado de las Escrituras.
Más Dios dice: «... se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar, y así
trastornan la fe de algunos. A pesar de todo, el fundamento de Dios es sólido y se mantiene firme, pues
• Que cualquiera que no se haya portado bien en este tiempo, tendrá una segunda oportunidad durante el
milenio, si se porta súper-bien vivirá eternamente en el paraíso terrenal, caso contrario cesará de existir.
• Los muertos cesan de existir, no existe el infierno, no hay condenación eterna para nadie.
La Biblia enseña que sí existe el infierno, y que allí serán arrojados todos los que eligieron no creer el
evangelio de la gracia de nuestro gran Dios:
«Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y
el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Vi un gran trono
blanco, y al que estaba sentado en él, ante cuyo rostro huyeron la tierra y el cielo, y no fue hallado lugar
para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, en pie delante del trono, y unos rollos fueron
abiertos, y también fue abierto otro rollo, el cual es de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que habían sido escritas en los rollos, según sus obras. Y el mar entregó a los muertos que
había en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados, cada
uno según sus obras. Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la muerte
V. Movimiento G12
El G12 tiene un perfil neo-pentecostal y carismático, con énfasis en la experiencia personal y mística por
encima de la Palabra de Dios. Practican un comercialismo religioso hasta el punto de eliminar “el propio
nombre evangélico o cristiano”. Tienen una visión empresarial de la iglesia.
Pretenden tener la última palabra de la revelación de Dios para la iglesia en este siglo. Promulgan una
pretensión de santificación instantánea mediante la obtención y liberación del poder como resultado del
Encuentro, propuesto como condición fundamental.
Su fuente única de autoridad crítica descansa en la participación en el Encuentro. Se practica la manipulación
psicológica y espiritual, especialmente en el Encuentro. Esto es esencial en el G12, pues no permiten a los
participantes las condiciones y el tiempo necesarios a la reflexión crítica.
Tienen un excesivo énfasis en los métodos y en la estructura programática, la que están obligados a seguir al pie
de la letra, a pesar de que Dios no unge métodos, sino a personas.
Usan el crecimiento numérico como único criterio de legitimidad bíblica y evangélica. Su evangelismo está
enfrascado en los resultados numéricos en vez del compromiso con la verdad. El movimiento está construido
sobre una experiencia personal basada en la visión de un líder. (igual que los mormones).
Con respecto a su doctrina y teología, se resaltan las siguientes prácticas opuestas a la Palabra de Dios:
• “Confesar” las metas: El G12 enseña que: “Tienes que escribir las metas y confesarlas; el diablo te va
a decir: ‘no confieses tu meta, tal vez no la alcances’.” “No tengas temor de reclamar tus metas, ten
metas ambiciosas, que impliquen el esfuerzo de la fe, que vayan más allá de la lógica y cuando actúas
en la fe, Dios mueve a los ángeles para que te ayuden
El “confesar” y “reclamar” tus metas no es otra cosa que “confesión positiva”, un disparate que enseña
que Dios actuará según tus deseos. El siguiente material es extraído de el estudio bíblico “El
carismatismo y la Biblia”, ofrecido en la IBB en Agosto de 2005”:
La “confesión positiva” es la noción antibíblica que los cristianos pueden crear cosas (y aún controlar su
futuro) al confesarlo o “profetizarlo”. La premisa básica de la “confesión positiva” tal y como la
enseñan los movimientos y organizaciones que hemos descrito es: Dios creó las cosas con sólo hablar
las palabras. Nosotros somos creados a imagen de Dios. Por lo tanto nosotros también podemos crear
cosas (o situaciones) con sólo hablar las palabras (o reclamarlas), porque somos dioses.
• Confesión Positiva: Aquellos que enseñan esta doctrina alegan que las palabras son una fuerza creativa
(de ahí el nombre “palabra y fe”), con el poder de influenciar tanto el mundo físico como el espiritual.
VI Los Mormones
1. Terminología
1. Para un mormón, la Trinidad es un cargo ejercido por tres dioses separados: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo.
1. Recuerde que la doctrina correcta sobre la Trinidad es que sólo hay un Dios que ha
existido eternamente y este Dios único existe en tres Personas: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Ellos no son tres dioses individuales, sino un sólo Dios.
2. Los mormones creen en un dios que solía ser un hombre en otro planeta, que siguió las leyes y
las ordenanzas de ese dios en ese planeta y resultó promovido a obtener su "divinidad" con un
manto de justicia. Y, además de esto, tiene una esposa que es una diosa.
3. Pregonan que todos podemos llegar a ser iguales a Dios, si obedecemos todos los mandamientos
de la iglesia mormona.
VIII. Adventistas
1. Para ellos la salvación es el premio por guardar la ley de Moisés, por lo que viven bajo la maldición de
la ley: “Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito:
«Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley.» Ahora bien, es
evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque «el justo vivirá por la fe». La ley no
se basa en la fe; por el contrario, «quien practique estas cosas vivirá por ellas». (Gál 3:10-12 NVI 1999)
La ley le fue dada al pueblo Israelita, no a la Iglesia. Lucas 16:16 nos dice que la ley llegó a su fin
cuando Juan el Bautizador inició su ministerio, y el apóstol Juan en 1:17 nos dice que al llegar a su
fin la vigencia de la ley de Moisés, ahora estamos bajo la gracia, la cual vinieron por medio de
nuestro Señor Jesucristo.
A continuación mencionamos algunos de los errores y herejías de esta religión:
1. Nuestros pecados serán finalmente puestos en Satanás.
2. Jesús y el Arcángel Miguel son la misma persona.
3. La adoración tiene que hacerse los Sábados.
4. El 22 de Octubre de 1844 Jesús entró en la segunda y última fase de su obra expiatoria.
5. El Juicio Investigativo: el destino de todas las personas será decidido con base en este evento en el
futuro.
6. La muerte no existe más: es el alma dormida.
7. Los malvados son aniquilados y no tendrán que pagar en el infierno por sus pecados.
CONCLUSIÓN:
Escrito está: “lobos rapaces” entrarán a la Iglesia encubiertamente—disfrazados con “vestidos de ovejas”—para
intentar destruirnos, tienen apariencia de piedad, son agradables, colaboradores, pero... son falsos profetas,
falsos maestros y falsos apóstoles que predican un falso evangelio.
De todo esto, rescatemos 2 cosas:
1. (2Cor 13.5) Primero, examinarse a sí mismo para ver si está en la fe (si es salvo o no).
Si el Espíritu está convenciéndole en este momento de pecado, justicia y juicio, ¡escúchele!
2. Cristianos: «Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha
llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo
mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al
mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de
la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio
de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios.» (2Co 5:17-20 NVI 1999)
➢ Todos los reconciliados (todos los salvos) hemos recibido el ministerio de la reconciliación.
➢ Dios nos ha enviado a este mundo como Sus embajadores para ofrecer la reconciliación a todos
los pecadores perdidos.
➢ Nuestra misión es la misma de nuestro Señor Jesús: Buscar y salvar a los pecadores.
➢ Hemos sido enviados a predicar el evangelio verdadero, el bíblico (1 Cor.15:1-4),
➢ Comencemos compartiéndolo con nuestra familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo, de
estudios, y a cualquiera que tengamos oportunidad.
➢ Oremos por cada una de las personas a quienes les compartiremos el mensaje de reconciliación.
➢ Seamos constantes en el cumplimiento de nuestra misión.
Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, que con hipocresía
hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán
abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de
ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es
bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque es santificado
mediante la palabra de Dios y la oración. (1Ti 4:1-5 RV1977)
Hemos visto que hay muchos evangelios falsos que se predican en nuestros días. Aquellos que anuncian “Pare de
Sufrir” Cristo es “la solución a todos sus problemas”. O que no creen en la muerte segunda, o que existen segundas
oportunidades.
• También hemos visto el verdadero evangelio de la Biblia.
• Que Cristo murió por nuestros pecados y en Él Dios nos ofrece la justificación.
Además hemos visto el método que usó nuestro Señor Jesucristo al predicar el mensaje de la vida eterna.
• El usó la Ley—la Ley moral de Dios (expresada en los 10 Mandamientos).
• Debemos empezar con la Ley para que el inconverso tome conciencia de su pecado y lo pueda reconocer en
su vida, que sepa; que tal condición pecaminosa lo mantiene alejado de Dios, y lo condena al infierno por
toda la eternidad, y que solo yendo al Señor Jesús, creyendo Su mensaje, el evangelio de la salvación podrá
revertir esa condición.
Ahora tenemos que preguntarnos: ¿ si nuestro Señor Jesús nos dejó un método para predicar el mensaje de
salvación? ¿Por qué es que nadie usa la Ley para evangelizar?
Para responder a estas interrogantes, tenemos que aprender un poco acerca de la historia de la Iglesia...
I. Durante los tiempos del Nuevo Testamento, se usaba la Ley para “evangelizar”.
A. Nuestro Señor Jesucristo usaba la Ley.
1. Por supuesto el evangelio que el Señor Jesús anunciaba no es el nuestro.
a) El estaba anunciando el “evangelio del reino”, que el reino estaba cerca (no que uno tenía
que creer en Cristo crucificado y resucitado... no había muerto en aquel entonces).
b) Sin embargo, el principio es igual: Cristo usaba la Ley antes de ofrecerle a alguien la
salvación (para generar el reconocimiento del pecado y de la necesidad de un Salvador).
2. «Cierto dirigente le preguntó: —Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?
—¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los
mandamientos: “No cometas adulterio, no mates, no robes, no presentes falso testimonio, honra a
tu padre y a tu madre.” —Todo eso lo he cumplido desde que era joven —dijo el hombre. Al oír
esto, Jesús añadió: —Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. Cuando el hombre oyó esto, se
entristeció mucho, pues era muy rico.» (Luc 18:18-23 NVI 1999)
II. Los grandes predicadores evangelistas de los siglos pasados usaban la Ley para evangelizar.
Lea las siguientes citas de algunos de los grandes “héroes de la fe” de los últimos siglos de la Iglesia.
Martín Lutero (1483-1546) Satanás, el dios de toda disensión, despierta diariamente nuevas sectas.
Y por último—la que, de todas las demás, nunca habría previsto ni sospechado—él ha levantado una
secta tal que enseña que los hombres no deben ser aterrorizados por la Ley, sino exhortados
suavemente por la predicación de la gracia de Cristo.
John Bunyan (1628-1688) El hombre que no conoce la naturaleza de la Ley, no puede conocer la
naturaleza del pecado.
John Wesley (1703-1791) Es el método ordinario del Espíritu de Dios el de convencer a los
pecadores por la Ley. Es la Ley, puesta al lado de la conciencia, que generalmente quiebra las
piedras en pedazos. Es más especialmente esta parte de la Palabra de Dios que es viva y eficaz, llena
de vida y energía y más cortante que cualquier espada de dos filos.
[Dijo lo siguiente instruyendo a un joven predicador.] Predique el 90% ley y el 10% gracia.
Jonathan Edwards (1703-1758) La única manera de saber que si estamos pecando es por medio
del conocimiento de Su Ley moral.
Al leer cosas así, tengo que preguntar: ¡¿Qué fue lo que sucedió
1. Es obvio que hoy el evangelio es muy, muy diferente.
2. Hoy nadie quiere “ofender al pecador” con palabras como pecado, justicia, infierno, lago de fuego,
juicio, ira, etc.
3. Todo el mundo quiere hablar de las bendiciones y la felicidad en Cristo... de la vida abundante que
hay en Él... de la prosperidad y la victoria que se ofrece a quien quiera...
¿Qué pasó para que hubiera un cambio tan drástico de un siglo a otro?
1. Lo que sucedió fue que inició un cambio de periodo en la historia de la Iglesia.
2. A comenzado el fin de Iglesia de “Filadelfia” (Apo. 3:7-13), y ha dado inició al de la Iglesia
apóstata: “Laodicea” (Apo.3:14-20). El periodo de la Iglesia de Filadelfia termina con el
arrebatamiento, mientras tanto cada día cobra más fuerza la Iglesia de Laodicea, y con este cambio,
el error ha entrado en la Iglesia como una inundación...
III. El cambio en el evangelio se debe al poder creciente de la Iglesia de Laodicea.
A. Hemos de estudiar la historia de la Iglesia como estudiaríamos cualquier otro tema: usando la Biblia como
nuestra guía (porque es la autoridad final en todo).
1. Dios nos ha dado un bosquejo de la historia de la Iglesia en el mensaje a las 7 iglesias en
Apocalipsis 2 y 3.
2. Por lo que se dice de cada una de las 7 iglesias en Apocalipsis, podemos ver características de 7
periodos distintos en la historia y el desarrollo de la Iglesia.
3. La penúltima iglesia mencionada es la de Filadelfia (desde aprox. El año 1500 d.C.~ hoy)
i. Esta es la iglesia de la “puerta abierta”.
ii. La Reforma quebró el control que la Iglesia Católica tenía sobre el mundo, y le devolvió al
hombre común y corriente la Palabra de Dios en su propio idioma.
iii. Llevaron el evangelio hasta el fin de la tierra (y usaban la Ley, como vimos antes).
iv. A la Iglesia de Filadelfia Dios la alaba por varias cosas, y le promete que la guardará de la
Gran Tribulación, por lo que esta iglesia será arrebatada.
4. Y la última es la iglesia de Laodicea; aprox. Desde el año 1900 d.C. hasta hoy.
i. A esta iglesia, el Señor Jesús no la alaba en nada, lejos de eso la reprende por varias cosas, y
les dice que debido a su condición espiritual será (no que podría ser) vomitada, tienen la
puerta cerrada, manteniendo al Señor fuera de sus vidas, sin embargo, a pesar de ello Él esta
a la puerta y los llama, si alguien le oye y le abre, Él entrará, y cenaran juntos.
CONCLUSIÓN:
¿Qué debemos hacer cuando estamos viviendo días de apostasía?
➢ Tenemos que enseñar la Sana Doctrina, basada exclusivamente en las Sagradas Escrituras.
➢ Digamos ¡NO! A la religiosidad, tradiciones, experiencias, y cualquier otra cosa que no este basada en la
Biblia en sus manuscritos originales.
➢ Tenemos que volver a dedicarnos a nuestra misión de vida. Recuerde las palabras de Spurgeon: “Yo
preferiría traer a un pecador a Jesús que descubrir todos los misterios de la Palabra, porque la salvación es
aquello por el cual hemos de vivir.”
➢ Tenemos que volver a predicar la Ley al evangelizar, para preparar el corazón del incrédulo para la gracia
de Dios en Jesucristo.
➢ Tenemos que predicar el evangelio de la Biblia.
➢ Sobre todo... hemos de comprender que nos queda poco tiempo. Cristo puede venir por su Iglesia en
cualquier momento, y nuestro mensaje es urgente—más urgente hoy que ayer, y será aun más mañana que
hoy.
➢ Por favor, herman@s, evangelicemos. (predique todos los días, o al menos dedique un día a la semana a
ello).
➢ Seamos como los creyentes de Filadelfia...
Y Pedro a ellos: ¡Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús el Mesías
para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo! (Hch 2:38 BTX3)
Anteriormente vimos acerca de la apostasía en nuestro tiempo, en la presente lección analizaremos un error de
interpretación de Las Sagradas Escrituras, por quienes predican que es necesario bautizarse en agua para que
los pecados puedan ser perdonados, ellos basan su doctrina en el libro de Hechos de los Apóstoles capitulo 2, y
versículo 38.
En el día de Pentecostés, el apóstol Pedro fue quien predicó a la multitud de judíos que estaban reunidos en
aquel histórico día, tal evento esta registrado en el libro de Los Hechos de los Apóstoles, 2:14-40, Mundo
Hispano comenta Hch.2:38, sobre quienes lo utilizan erróneamente para predicar la necesidad ineludible del
Bautismo en agua como condición para recibir perdón de pecados, y el don del Espíritu Santo: «en el discurso
de Pedro se encuentra el v.38 que se usa como texto de prueba por aquellos que creen en la regeneración
bautismal. En primer lugar, el método de texto de prueba es un recurso que, si no es erróneo, es débil,
quienquiera que lo use».
• Casi cualquier individuo puede enseñar lo que desea, autorizándolo en la Biblia, según su propio sistema
de interpretación bíblico (hermenéutica) y su propio juicio.
• Mundo Hispano nos alerta sobre la equivocación de utilizar un solo versículo para apoyar toda una
doctrina, tal práctica se conoce como “texto de prueba”, por supuesto; lo correcto es recurrir a las reglas
de la sana hermenéutica (el método gramático-histórico) para aclarar Hch.2:38.
• Un “texto de prueba” es aquel que queda solo o aislado, no teniendo ningún apoyo claro en las Escrituras
en forma total, incluso hasta se le puede contradecir por la Escritura en su totalidad.
• Al contrario, un “texto de resumen” es aquel que recoge en una declaración clásica una enseñanza o un
número de enseñanzas. Juan 3:16, por ejemplo, es un “texto de resumen”, no es un “texto de prueba”,
porque abraza verdades que son establecidas en toda la Biblia aparte de este gran versículo».
• Al revisar el v.38, encontramos que definitivamente tal versículo sí dice que es necesario el bautismo
para recibir el perdón de pecados.
• Todos sabemos que la salvación es por gracia por medio de la fe y el Nuevo Testamento es muy, muy
claro en que no es por obras (ninguna obra que nosotros hacemos).
• Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el
regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. (Efe 2:8-9 NVI 1999)
• Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el
lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, (Tito 3:5 NVI 1999)
Pero, ¿qué hacemos con Hechos 2.38 que parece enseñar que uno tiene que bautizarse en agua para ser salvo?
Pues bien; la palabra clave de el versículo es “bautícese”, por lo que debemos examinar el uso de la palabra
“Bautismo” en el NT , empezando por el libro de los hechos.
Al continuar leyendo los hechos de los apóstoles, encontramos un acontecimiento sobresaliente en el capítulo
10, Pedro recibe una visión, Vio el cielo abierto y algo parecido a una gran sábana que suspendida por las
cuatro puntas, descendía hacia la tierra. En ella había toda clase de cuadrúpedos, como también reptiles y aves.
—Levántate, Pedro; mata y come —le dijo una voz. —¡De ninguna manera, Señor! —replicó Pedro—. Jamás
he comido nada impuro o inmundo. Esto sucedió tres veces, y en seguida la sábana fue recogida al cielo. Dicha
Al continuar nuestra lectura del libro de los hechos, encontramos otro acontecimiento importante relacionado
con el bautismo, el cual nos da aún mas luz sobre el tema. (Hch 18:24-28)
(24) Por aquel entonces llegó a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría. Era un hombre
ilustrado y convincente en el uso de las Escrituras.
(25) Había sido instruido en el camino del Señor, y con gran fervor hablaba y enseñaba con la mayor
exactitud acerca de Jesús, aunque conocía sólo el bautismo de Juan.
(26) Comenzó a hablar valientemente en la sinagoga. Al oírlo Priscila y Aquila, lo tomaron a su cargo y
le explicaron con mayor precisión el camino de Dios.
(27) Como Apolos quería pasar a Acaya, los hermanos lo animaron y les escribieron a los discípulos de
allá para que lo recibieran. Cuando llegó, ayudó mucho a quienes por la gracia habían creído,
(28) pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús es el
Mesías. (NVI 1999)
Lo que encontramos aquí, se le conoce como “El error de Apolos”.
I. (Hech 18:24-25) Apolos, igual que Pedro en Hechos 2:38, está predicando el “bautismo de
arrepentimiento”, el mismo bautismo que predicó Juan el Bautista.
A. En Hechos 2:38, Pedro predica el bautismo de arrepentimiento.
● Él dice que sólo hay “un” bautismo porque todos los demás (incluyendo el bautismo en agua) son tipos
y cuadros de este bautismo espiritual.
3. Recuerde que la palabra “bautismo” es una transliteración (no una traducción) de una palabra griega que
CONCLUSIÓN:
¿Tenemos que bautizarnos en agua para ser salvos?
• No. Sólo hay dos o tres versículos que podrían usar para enseñar que alguien tiene que bautizarse en
agua para ser salvo, y ya los hemos analizado en sus debidos contextos. La Escritura es clara: La
salvación es por gracia por medio de la fe, no por obras (incluyendo el bautismo en agua).
«Ustedes han sido salvados por medio de la fe. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios
se las regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede
sentirse orgulloso. (Efe 2:8-9)
«y Dios nos ha dado la salvación, no "porque la mereciesen la bondad y justicia de nuestras propias
obras, sino porque Dios, en su misericordia, lavó nuestros pecados, nos hizo nacer de nuevo y nos dio
una nueva vida por el "Espíritu Santo, (Tit 3:5 Castellano-International. Bible Society CST-IBS)
• La doctrina de “la regeneración bautismal” es una herejía muy seria porque agrega una obra a la
salvación, si alguien cree que cuando se bautizó en agua, esta le limpió los pecados, esta creyendo en
una herejía, en un falso evangelio, y por tanto no es salvo. Está confiando en que la obra de bautizarse
en agua lo ayuda para ser salvo, además de Cristo Jesús, y por eso el evangelio que ha creído esta
corrompido, no ha creído el evangelio de la gracia de Dios.
• Pablo dice que los que predican otro evangelio—un evangelio de obras (como este del bautismo para
salvación)—es “anatema”. Es maldito, esta condenado por Dios.
«Pues bien, que la maldición de Dios caiga sobre cualquiera, sea uno de nosotros o un ángel del cielo,
que os predique un evangelio diferente del que yo os he predicado. Lo repito: si alguien os predica un
evangelio diferente del que un día recibisteis, que la maldición de Dios caiga sobre él. (Gál 1:8-9 CST-
IBS)
¿Qué tenemos que hacer para ser salvos, entonces? Buena pregunta...
«Los sacó de allí y les preguntó:
Señores, ¿qué he de hacer para salvarme? Ellos le respondieron:
Cree en el Señor Jesucristo, y seréis salvos tú y toda tu familia.
(Hch 16:30-31 CST-IBS)
✔ Si el bautismo en agua nos salva (del pecado, la muerte y el infierno), Jesucristo era un pecador.
✔ El bautismo en agua, entonces, no puede ser para salvación (porque Cristo se bautizó en agua y
Él no necesitaba la salvación).
✔ Segundo: (Luc.23:39-43) El malhechor arrepentido que murió a la par de Cristo no se bautizó en
agua.
✔ (v39-41) El malhechor reconoció su maldad y su culpabilidad
✔ (v43) Fue salvo en ese preciso instante, sin haberse bautizado en agua.
✔ Si el bautismo en agua es necesario para la salvación, Cristo mintió y el malhechor murió en sus
pecados porque no se bautizó antes de morir.
● Aunque los dos son argumentos bien fuertes en contra del bautismo para salvación, los herejes que
siguen en el error de Apolos los descartan fácilmente diciendo que son casos especiales. Por esto, el
cristiano debe estar preparado a explicar la doctrina de la salvación por gracia por medio de la fe sin
usar estos dos “casos especiales”.
● La Biblia (en sus manuscritos originales) es la única fuente de la verdad, comprendamos cada pasaje en
su debido contexto, he allí la importancia de aprender y usar una buena hermenéutica.
● Quien esté enseñando el bautismo en agua para salvación, ha caído en el “error de Apolos”.
● Entonces, como Priscila y Aquila, trate de llevarlo aparte y explicarle el camino del Señor más
exactamente. Si tiene carácter y humildad, como Apolos, recibirá la corrección. De lo contrario, evítelo.
«Evita las necias controversias y genealogías, las discusiones y peleas sobre la ley, porque
carecen de provecho y de sentido. Al que cause divisiones, amonéstalo dos veces, y después
evítalo. Puedes estar seguro de que tal individuo se condena a sí mismo por ser un perverso
pecador. (Tit 3:9-11 NVI 1999)
«Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra
de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos. (Rom 16:17 NVI 1999)
«Si alguno no obedece las instrucciones que les damos en esta carta, denúncienlo públicamente y
no se relacionen con él, para que se avergüence. (2Ts 3:14 NVI 1999)
Y cuando se reunió una inmensa muchedumbre, pues las gentes de ciudad tras ciudad venían acudiendo a
Él, les habló por parábola, diciendo: El sembrador salió a sembrar su semilla, y al sembrarla, una cayó
junto al camino y fue pisoteada, y las aves del cielo la comieron. Otra cayó sobre terreno pedregoso (1), y
habiendo brotado, se secó (Lit. Fue secada) por no tener humedad. Otra cayó en medio de las espinas, y
creciendo juntamente las espinas, la ahogaron. Y otra cayó en buena tierra, y habiendo crecido, dio fruto a
ciento por uno. Diciendo estas cosas, exclamaba: ¡El que tiene oídos para oír, oiga! Y sus discípulos le
preguntaban cuál sería el significado de la parábola. Él dijo: A vosotros ha sido dado conocer los
misterios del reino de Dios, pero a los demás, por parábolas, para que viendo no vean y oyendo no
entiendan. Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Los de junto al camino son los que
oyeron, pero luego viene el diablo (Lit. calumniador) y quita (Lit. levanta(2)) la palabra de sus corazones,
para que no crean y sean salvos. Los de sobre el terreno pedregoso son los que cuando oyen, reciben la
palabra con gozo, pero éstos no tienen raíz; creen por un tiempo, pero en el tiempo de la prueba se
apartan. La que cae entre las espinas, éstos son los que oyeron, pero al continuar su camino, son ahogados
por preocupaciones, riquezas y placeres de la vida, y no maduran (Gr. Telesforéo(3)) fruto. Pero la que cae
en buena tierra, éstos son los que oyeron la palabra con corazón recto y bueno, y producen fruto con
perseverancia(4). (Luc 8:4-15 BTX3)
(1) Gr. Petródis: es un suelo rocoso, con frecuencia descripto como una delgada capa de tierra sobre lecho
de roca o con grandes rocas bajo la superficie
(2) Gr. aíro: alzar o levantar, significa que la semilla esta encima de la tierra, por lo que el diablo
fácilmente la puede levantar.
(3) Gr. Telesforéo: Llevar a una consumación o a un fin determinado (telos, fin; fero, traer). ser uno que
lleva a conclusión (madurez). El significado aquí es que no produjo ningún fruto.
(4) Gr. katéjo: «mantener abajo»,manteniéndose a profundidad de tierra, de modo que no se marchite y
seque bajo el sol, y no se vea ahogado por abrojos y espinos.
INTRODUCCIÓN:
En lecciones anteriores vimos que la misión de la Iglesia de Cristo Jesús es la misma misión de Él. Nuestro
Señor Jesucristo es la Cabeza y Su Cuerpo es la Iglesia.
Cada cristiano es un miembro de este Cuerpo de Cristo y por lo tanto, si es lleno de y controlado por el Espíritu
Santo, él hará lo que la Cabeza quiere. Y... ¿Qué es lo que quiere el Señor Jesús?
«porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que ha sido perdido (Luc 19.10 INA27).
El Señor Jesús quiere buscar y salvar lo que esta perdido. Esto indica que el Salvador no fue a Jericó por
casualidad, sino con el propósito de buscar en particular a Zaqueo
«Fiel es la palabra, y digna de ser aceptada por todos: Jesús el Mesías vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero(1). (1Ti 1:15 BTX3).
Nuestro Señor Jesús quiere salvar a los inconversos, quienes están perdidos en sus pecados.
[Evangelismo #08] La parábola del sembrador - Página 70
(1) El apóstol no esta diciendo que él es el primer salvado, sino el primer pecador, el mayor de todos.
Esta responsabilidad se pone aun más seria cuando vemos que en nuestros días se predica un falso
evangelio—un evangelio moderno.
«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (Mat 7:21-22 BTX3)
Y entonces les declararé: Nunca les conocí. ¡Apártense de Mí ustedes que obran sin Torah (ley).
(Mat 7:23 NT NV)
Muchos le dirán al Señor en el día del juicio: “¡Señor! ¡Señor!” y Él les dirá: apártense de mi, nunca
les conocí, pues ustedes actuaron sin obedecer mi ley.
Es por esto que debemos aprender a cómo sembrar la semilla del evangelio como Dios quiere.
¿Cómo podemos sembrar la semilla del evangelio en los corazones de los hombres de manera que
produzcan buen fruto—que resulte en una verdadera conversión y no en otra falsa?
D. Así que... Con estas definiciones de los elementos básicos, analicemos los 4 diferentes tipos de
tierra y lo que pasa con la semilla de la Palabra de Dios cuando se siembra en cada uno de ellos.
II. Las definiciones de los cuatro tipos de tierra en la parábola
Observe que en 3 de los 4 tipos de tierra no germina la semilla para salvación.
A. Mar 4:14-15 BTX El sembrador siembra la palabra, y los de junto al camino son éstos: donde se
siembra la palabra pero, cuando la han oído, enseguida viene Satanás y quita la palabra sembrada.
El que oye y “olvida”.
1. A muchos que oyen el evangelio, se les olvida, porque Satanás (“el maligno” en Mateo 13.19 y
“el diablo” en Lucas 8.12) quita la Palabra que sembramos en sus corazones.
2. Esta es otra ocasión de alguien que oye el evangelio pero que no se convierte.
a. Muchos quieren ver en 2Timoteo 2.4 este tipo de tierra.
2 Timoteo 2:4 Nadie, mientras sirve en el ejército, se entromete en asuntos civiles si quiere
satisfacer a quien le reclutó.» (EUNSA)
i. “Los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas y los placeres de la vida han
“ahogado” la semilla del evangelio y no produce fruto”. Aunque esta interpretación se oye
bonita, no es lo que el pasaje dice.
ii. El versículo habla de alguien que fue reclutado como soldado (ya es cristiano), y se ha
enredado en los negocios de este mundo.
iii. Y cuando un santo hace esto, su vida y su andar en Cristo no producen fruto.
b. Marcos 4:19 pero las preocupaciones de este mundo, la seducción de las riquezas y los apetitos
de las demás cosas les asedian, ahogan la palabra y queda estéril. (EUNSA)
La semilla que se sembró entre los espinos “llega a ser estéril o infructuosa”.
i. Observe que e este caso la semilla se volvió estéril.
ii. O sea, la semilla no pudo nacer. No es que crezca y no produj fruto. Es que no germinó. No
llegó a ser una planta.
CONCLUSIÓN:
La parábola del sembrador, nos enseña mucho acerca del evangelismo y lo que podemos esperar al ir a
compartir el mensaje de salvación.
Simón Pedro es quien nos presenta la parábola del “cerdito pródigo”. Y por supuesto, se basa en la parábola del
“hijo pródigo”. Usted recuerda que el Señor Jesucristo mencionó la parábola del “hijo pródigo”. Es una de las
mejores parábolas que Él presentó.
El hijo pródigo, no demuestra cómo un pecador puede llegar a ser un hijo, sino cómo un hijo llega a ser un
pecador. Es una historia conocida y no vamos a entrar en detalles. Pero usted recuerda que había un padre que
tenía dos hijos. Uno de esos hijos, el más joven, quería irse a un lugar apartado.
Él se apartó de su hogar y se fue a divertir. Tenía bastante dinero, y con él logró muchos “amigos”, pero cuando
se acabó el dinero, tuvo que salir a buscar trabajo, y tuvo que trabajar para un hombre que tenía cerdos.
Estamos seguros que cuando el Señor Jesucristo dijo eso, los publicanos y los fariseos se estremecieron porque
un joven judío nunca podía descender más bajo que eso, es decir, él había descendido a lo más bajo que se
podía descender. Podríamos decir que este joven estaba usando drogas, se había entregado al sexo, y había
hecho las peores cosas que podía haber hecho. Este joven fue a parar a la pocilga.
Ahora, podemos hacernos esta pregunta: ¿Qué se puede decir en cuanto a este muchacho? Alguien le hizo al Dr.
Remner, la siguiente pregunta: “Supongamos que el muchacho hubiera muerto en la pocilga, ¿qué hubiera
sucedido entonces?” Y el Dr. Remner contestó:
“Bueno, si él hubiera muerto en la pocilga, hubiera ocurrido algo seguro, él nunca hubiera llegado a ser un
cerdo muerto. Él era un hijo. Él era un hijo cuando dejó su hogar, y era un hijo cuando llegó a ese país apartado,
alejado. El era un hijo cuando estaba viviendo en pecado, y él es un hijo cuando llega a la pocilga. Y ya que él
era un hijo, él tenía que hacer una declaración algún día. Y ningún cerdo podía haber hecho eso. Él dijo: Mi
padre se encuentra en esa gran casa, tiene siervos que están viviendo mejor de lo que estoy viviendo. Y yo soy
su hijo, y estoy viviendo aquí entre los cerdos; y él dijo: Me levantaré e iré a mi padre. Ahora, ningún cerdo
podía decir eso, a no ser que se esté dirigiendo en la dirección opuesta”.
La siguiente pregunta que nos hacemos es:
¿Qué va a hacer el padre con este muchacho? Bueno, según la ley de Moisés, en Deuteronomio, 21:18 al 20.
Ese muchacho debería haber sufrido la muerte por apedreamiento. Pero eso no fue lo que ocurrió. Él regresó a
su hogar y comenzó su confesión. Él dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Pero él no pudo terminar
de decir todo lo que quería. Su padre no le permitió eso. En lugar de decir lo que uno esperaba que él dijera, por
lo menos uno esperaba que el padre hubiera dicho a un siervo: “Anda y córtame algunas ramas de nogal y
tráelas aquí y voy a darle una paliza a este muchacho que no se olvide jamás. Él ha arruinado mi nombre, ha
gastado mi dinero, y ha desperdiciado su tiempo. Ha estado en el pecado, y le voy a enseñar una buena
lección”. Pero, eso no fue lo que ocurrió. Usted recuerda que ese muchacho recibió, por así decirlo, su castigo
cuando vivió en esa provincia apartada.
Todos los pródigos reciben su castigo cuando se encuentran lejos del hogar. Cuando ellos regresan al Padre
Celestial, siempre hay un banquete preparado para ellos, y un vestido nuevo y un anillo. Y se nos dice que
comenzó una gran fiesta. La diversión se encuentra en la casa del padre, y nunca en la pocilga.
Lo interesante de todo esto es que el Apóstol Pedro dice: la puerca lavada. Esa puerca que ya había sido lavada,
estaba bastante limpia, dice, y regresa a revolcarse en el lodo.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde la capa de tierra era delgada; esta semilla, por
faltarle profundidad a la tierra, no tardó en brotar; (Marcos 4:5 CST-IBS)
INTRODUCCIÓN:
La parábola del sembrador nos enseña mucho acerca del evangelismo y lo que podemos esperar
al ir a predicar el mensaje de salvación.
Una de las cosas más importantes de esta parábola es la enseñanza sobre la falsa conversión.
¿Cómo es que podemos saber que un “creyente” realmente no se convirtió?
¿Cómo podemos distinguir entre una falsa y una verdadera conversión?
La parábola del sembrador nos da 5 señales de una falsa conversión.
A. La semilla sembrada en pedregales brota pronto (hay resultados inmediatos) porque no hay
profundidad de tierra.
1. Debido a que solo hay una capita de tierra encima de la piedra, entonces todo el crecimiento
sucede rápido y para arriba.
2. No puede echar raíces debido a las piedras.
B. En el falso convertido, esta característica se manifiesta en la falta de un carácter profundo.
1. No hay profundidad ni en su andar ni en su hablar.
2. No tiene raíz y por esto todo el crecimiento es superficial (para arriba en vez de para abajo).
C. ¿Cómo se ve esto en la vida real?
1. Gregory Kedrovsky en su libro “¿Está Seguro? ¡Esté Seguro!”, dice que el falso convertido es
fácilmente reconocible por que anda toda la “chatarra cristiana”.
a) Tiene el pececillo pegado en su carro a la par de dos o tres diferentes calcomanías que
dicen cosas como “Mi Jefe es un carpintero judío” o “Jesús es mi copiloto”.
b) Su llavero tiene un clavo doblado en la forma de una cruz y también anda un collar con
una cruz de madera del tamaño de un pequeño árbol.
c) Tiene 568 diferentes camisetas que tienen dichos y dibujos que representan cosas que
él cree que tienen algo que ver con Cristo y el cristianismo.
d) Su vocabulario muestra un dominio increíble del lenguaje cristiano.
2. Tiene muchas “ramas” y “hojas”... pero no tiene raíces y por lo tanto no tiene fruto.
[Evangelismo #09] Las 5 señales de una falsa conversión - Página # 82
a) No posee fruto, pero tiene las “hojas” del pececillo, de las camisetas, etc.
b) El falso convertido tiene todas estas “hojas y ramas” para tratar de impresionar
porque aun él mismo sabe (en lo profundo de su corazón) que lo que tiene no es
genuino.
e. Así es con los “recién convertidos”: Las pruebas revelan su verdadera condición.
i. Durante tiempos de prueba el falso convertido deja de creer y se aparta de los
caminos de Dios para volver a su mundo de comodidad y pecado.
ii. El verdadero convertido que tiene raíces profundas en Cristo Jesús y ha recibido el
“agua de vida”, crecerá y florecerá bajo la luz de las pruebas.
iii. La aflicción, la persecución y la tribulación son lo que el verdadero creyente
necesita para crecer en Cristo y florecer llevando el fruto del Espíritu.
f. Por tanto, lo peor que usted puede hacer con una planta es esconderla de la luz del sol.
i. Si es una buena planta en buena tierra, necesita la luz del sol para crecer y florecer.
ii. Si no es una buena planta, la luz del sol lo mostrará rápidamente.
iii. ¡Es igual con el nuevo convertido!
g. Lo peor que podemos hacer con alguien que acaba de convertirse a Cristo es
esconderlo de las pruebas (de la aflicción, la persecución y la tribulación).
i. Es mejor que la prueba revele una falsa conversión ya...
(a) Porque si escondemos al falso convertido de las pruebas, estaremos dándole una
falsa esperanza.
(b) Y en el día del juicio será demasiado tarde (será lanzado al lago de fuego).
CONCLUSIÓN:
Mat 7:15-20*
15) Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces.
16) Por sus frutos los reconoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17) Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos.
18) No puede un árbol bueno dar frutos malos, ni un árbol malo dar frutos buenos.
19) Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego.
20) Así que, por sus frutos los reconoceréis.
* Todos los versículos han sido tomados de la Biblia Textual, salvo mención contraria.
Las 5 señales; son 5 diferentes tipos de fruto, de los cuales nos dice la Biblia que serán
manifiestos en la vida de un verdadero cristiano.
(Mat 7:15-18) Cristo Jesús dijo que la evidencia convincente de una conversión era el fruto que se
podía ver en su vida.
(Mat 7:18) Un árbol malo es incapaz de (no “puede”) dar buen fruto; de la misma forma que un
buen árbol es incapaz de (no “puede”) dar fruto malo.
(Mat 7:19-20) Si no hay buen fruto en el árbol (en la vida del “convertido”) es porque no se ha
convertido. Todavía es un inconverso y cuando muera, irá al infierno.
Al existir un cambio de naturaleza, porque nació de nuevo, el verdadero convertido dará su fruto
siempre. Es decir, nunca se apartará de los caminos de Dios.
Obviamente algunos árboles dan fruto más rápido y más a menudo que otros. No obstante, el
árbol no deja de ser un árbol que da fruto.
Una vez que alguien nace de nuevo, ya es una nueva creación, y nunca dejará de ser
una nueva criatura.
Es como un árbol aguacate cuando da fruto—da aguacates. Obviamente da su fruto en
su tiempo, pero nunca deja de ser un árbol aguacate.
El cristiano nunca deja de ser un “árbol que da fruto” porque es Dios quien lo hizo como es—una
nueva criatura que da fruto en su tiempo.
(Jud 24) Él es poderoso para guardar a los Suyos sin caída y así presentarlos sin mancha delante de
Su gloria.
El verdadero cristiano nunca se apartará de la fe.
Obviamente lucha contra el pecado y a veces pierde la batalla (y cae en el pecado). Sin
embargo, ¡lucha! El que no lucha (el que se aparta de la guerra), no se convirtió.
Según Lucas 8:13, el que se aparta de la fe, nunca fue un cristiano—nunca se convirtió
a Cristo—a pesar de haber “creído” por algún tiempo.
A. El deseo de Dios (la voluntad de Dios) para cada creyente es que sea lleno de “frutos de
justicia” por medio de Jesucristo.
1. Con “justicia” se quiere decir lo que es justo, lo que es correcto.
2. Puesto que el cristiano es una nueva criatura, hay un deseo profundo de hacer lo justo y lo
correcto, y dejar de hacer lo injusto y lo incorrecto.
[Evangelismo #10] Las 5 señales de una verdadera conversión – Página 89
(2Ti 2:19) Sin embargo, el fundamento de Dios se mantiene firme, teniendo este sello: Conoció el
Señor a los que son suyos, y: Apártese de iniquidad todo el que pronuncia el nombre del Señor.»
a) Se aparta del pecado (porque se arrepintió) y...
b) Hay hambre y sed de justicia en el corazón de un verdadero creyente en Cristo.
B. Este punto a veces confunde a los cristianos porque en su experiencia cotidiana, caen en el
pecado, incluso hasta se podría decir que todavía “les gusta” el pecado.
El testimonio de Pablo en Romanos 7 nos ayuda a entender esto.
1. « pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, (Rom 7:22)
El cristiano se deleita en la Ley de Dios (Ver este tema en la lección Examinarse). Es decir, se
deleita en la justicia—en hacer lo justo y lo que es correcto (evitando lo injusto, lo malo y lo
incorrecto).
2. Sin embargo, el santo sigue pecando y, en algún sentido, “le agrada”.
(15) Porque no logro entender lo que hago; pues lo que quiero no lo hago; y en cambio lo que
detesto lo hago.
(16) Y si hago precisamente lo que no quiero, reconozco que la Ley es buena.
(17) Pues ahora no soy yo quien hace esto, sino el pecado que habita en mí.
(18) Porque sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita el bien; pues querer el bien está a mi
alcance, pero ponerlo por obra no.
(19) Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
(20) Y si yo hago lo que no quiero, no soy yo quien lo realiza, sino el pecado que habita en mí.
(Rom 7:15-20)
(v.17) Lo que tenemos que entender es que no es el “nuevo hombre en Cristo” quien peca y que le
gusta el pecado. Es el viejo hombre—es la carne. William Mc Donald comentando este
versículo dice “Pero aquí hemos de ser cuidadosos. No debemos excusar nuestros pecados
pasando la culpa al pecado morador. Somos responsables de lo que hacemos, y no debemos
usar este versículo para «quitarnos el muerto de encima». Todo lo que está haciendo Pablo
aquí es seguir la fuente de su conducta pecaminosa. No excusarla.”
(v.18) “ No puede haber progreso en santidad hasta que aprendamos lo que Pablo aprendió aquí —
que en mí, es decir, en mi carne, no habita el bien—. La carne aquí significa la naturaleza
malvada y corrompida que es heredada de Adán y que sigue estando en cada creyente. Es la
fuente de cada mala acción que una persona lleva a cabo. No hay nada de bueno en ella.
Cuando aprendemos esto, quedamos liberados de buscar bien alguno en la vieja naturaleza.
Nos libra de sentirnos frustrados cuando no encontramos bien alguno ahí. Y nos libra de
ocuparnos con nosotros mismos. [...] Para confirmar la inutilidad de la carne, el apóstol
lamenta que aunque tiene el deseo de hacer lo que es bueno, no tiene en sí mismo los recursos
para transformar estos deseos en acción.” William McDonald.
(v.19) Jesús—es el bien de la justicia (de una vida recta).
(v.20) “ Este versículo lo podríamos parafrasear de la siguiente manera: «Y si lo que no quiero (lo
que no quiere la nueva naturaleza), eso hago (lo que hace la vieja naturaleza), ya no lo obro
yo (la persona), sino el pecado que mora en mi interior». De nuevo se ha de clarificar que
Pablo no se está excusando ni rechazando su responsabilidad. Sencillamente, está declarando
que no ha encontrado liberación del poder del pecado que mora en él, y que cuando peca, no
lo hace con la anuencia del nuevo hombre. ” William McDonald
[Evangelismo #10] Las 5 señales de una verdadera conversión – Página 90
“Por esto, la vida del cristiano es una lucha entre el hombre interior que quiere andar
conforme a la Ley de Dios; y el hombre exterior ―de carne― que quiere pecar.” Gregory
Kedrovsky
(v.21) Si este es el testimonio de su vida, entienda que no es “usted” quien lo hace sino el pecado
que todavía mora en sus miembros. No se desanime, siga luchando contra el pecado. No dude
de su salvación simplemente porque cae en el pecado. La presencia de esta lucha debe
animarle porque es evidencia convincente de que nació de nuevo.
3. El fruto de justicia a veces se manifiesta más en la lucha entre el nuevo hombre (“me deleito en la
Ley y quiero andar conforme a ella”) y el viejo hombre (“me gusta el pecado y quiero pecar”).
C. Un cristiano “cae” en el pecado, pero el falso convertido practica el pecado; es decir; lo hace
constantemente y ni siquiera se da cuenta de que pecó, incluso hasta le agrada.
1. (2Ped 2:22) Es como el perro que se vuelve a su propio vómito.
2. Vuelve a su vómito para comérselo porque le sabe bien. Le gusta. Le da placer. Esa es su
naturaleza.
3. El pecador inconverso practica el pecado porque le gusta. Le da placer. Le “sabe” bien. Lo disfruta.
Así es su naturaleza.
4. El cristiano, sin embargo, procura alejarse del pecado, pero de vez en cuando cae, y es muy
diferente al inconverso. Cuando se da cuenta de lo que ha hecho, se siente asqueroso, como si
hubiera “comido su propio vómito”.
D. Este fruto de justicia también se manifiesta en hambre y sed de la Palabra de Dios.
1. Nadie tiene que enseñarle a un bebé a desear la leche. Nace con hambre y el conocimiento
innato de cómo alimentarse.
2. Si un “creyente” no tiene deseo de alimentarse espiritualmente en la Palabra de Dios, es una
indicación que su conversión es falsa.
3. « Me regocijo en tu palabra, Como quien halla un gran botín. (Sal 119:162 RV77)
Para el cristiano, la Palabra de Dios es un tesoro invaluable.
Quien no ama Las Sagradas Escrituras, es porque no conoce a Dios.
a. El verdadero cristiano desarrollará la disciplina y el hábito de leer la Biblia todos los días.
b. Escudriñará la Biblia para conocer la voluntad de Dios en su vida.
c. Y cuando la Biblia dice que debe hacer algo, lo hace, o si debe dejar de hacer algo, lo deja
de hacer.
d. Nadie tiene que estar encima de un verdadero creyente obligándolo a leer la Biblia y a
obedecer lo que dice. Es un gozo para él ser “hacedor” de la Palabra.
Ahora, conociendo que cuando predicamos el evangelio hay falsas y verdaderas conversiones, ¿hay algo que
nosotros podamos hacer para que la semilla del evangelio lleve el buen fruto de arrepentimiento y fe en
Cristo? Esta misma parábola del sembrador nos da la respuesta.
Porque todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél
en quien no creyeron? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no oyeron? ¿Y cómo oirán sin haber
quien predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos
son los pies de los que proclaman buenas nuevas! (Romanos 10:13-15 BTX3)
INTRODUCCIÓN
¿Cuáles son algunas de las razones por las cuales no testificamos de Cristo con decisión?
1. Muchos dicen que no evangelizan porque les da temor hablar con los desconocidos.
El temor y el miedo son emociones, que no debemos dejar que nos controlen. Hay maneras de vencer al temor y
vamos a ver algunas en esta lección.
Nadie espera que un soldado vaya a la batalla sin entrenamiento o sin armas. Sin embargo, esto es
exactamente lo que esperan del cristiano: Que testifique sin entrenamiento y sin armas.
B. Estas lecciones fueron diseñadas para entrenarle y equiparle para esta batalla.
3. Muchos cristianos (especialmente los jóvenes) dicen que no quieren testificar a sus amigos porque echarán a perder
la amistad.
Pero, ¿qué tipo de amistad tiene usted si deja a su amigo morir en sus pecados y pasar toda la
eternidad en el lago de fuego?
4. Otra razón parecida a la tercera es usar la amistad como excusa para no testificar.
A. Aunque, por supuesto, debemos ser “amigos de pecadores” como Jesús, no debemos usar la amistad como
una excusa para no testificar.
B. Si no hablamos con los inconversos acerca del evangelio, ellos nunca oirán y si no oyen, ¿cómo van a creer para
ser salvos?
Porque todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en
quien no creyeron? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no oyeron? ¿Y cómo oirán sin haber quien
predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies
de los que proclaman buenas nuevas! (Romanos 10:13-15 BTX3)
Porque la palabra de la cruz ciertamente lo consideran como locura los que se están perdiendo, pero
para nosotros que somos salvos, es poder de Dios. Porque está escrito: Destruiré la sabiduría de los
sabios, Y el entendimiento de los intelectuales pondré a un lado. ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el
escriba? ¿Dónde el disputador de esta edad? ¿No enloqueció Dios la sabiduría del mundo? Por
cuanto en la sabiduría de Dios el mundo dejó de conocer a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios
salvar a los creyentes por medio de la necedad de la predicación. (1 Corintios 1:18-21 INA27)
Cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante
de mi Padre celestial; pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, Yo también lo
negaré delante de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 10:32-33 BTX3)
5. Otra excusa por la cual los cristianos no testifican es que “la gente ya ha oído”.
A. Tal vez sí, o tal vez no. Aun en los países ya “alcanzados” hay muchos que nunca han oído una presentación bíblica
del evangelio de Jesucristo. El falso evangelio se predica en la mayoría de las “ iglesias” y por esto muchos que
creen que son salvos, no lo son—más bien, son falsos convertidos. Por lo tanto, necesitan oír la Ley y el
evangelio de Jesucristo igual que cualquier otro inconverso.
B. Además, hay que tocar una vida varias veces con el evangelio para que la persona lo entienda, se arrepienta de sus
pecados y confíe en Cristo.
C. Así que, aunque creamos que “ya han oído”, debemos ir y testificarles.
6. Otros dicen que no testifican porque creen que las personas no querrán hablar de cosas espirituales.
Si testificamos con amor y un interés genuino en la persona, veremos que la gran mayoría quiere hablar acerca de la
eternidad porque Dios “ha puesto la eternidad en el corazón” de cada hombre, mujer y niño y por esto cada uno
teme la muerte.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y puso eternidad en el corazón de ellos, sin que el
hombre alcance a entender la obra que Ha-’Elohim ha hecho desde el principio hasta el fin.
(Eclesiastés 3:11 BTX3)
y librar a todos aquellos que, por temor de la muerte, están sujetos a vivir en esclavitud.
(Hebreos 2:15 BTX3)
7. La última razón por la cual no se testifica es, quizá, la verdadera: “Da pereza”.
A. Sólo 2% de los cristianos evangelizan activamente. Los demás, dice Gregory Kedrovsky; son los “tibios” de la
Iglesia de Laodicea (los que serán vomitados por el Señor).
Sé tus obras, que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Y por cuanto eres
tibio, y no caliente ni frío, estoy por vomitarte de mi boca. (Apocalipsis 3:15-16 BTX3)
¿No tienes ningún deseo de ver a otros ser salvos? ¡Tenlo por seguro que tú tampoco eres salvo!
C. Piénselo así: Si alguien le diera cien dólares por cada vez que comparte su fe, ¿qué tipo de evangelista sería?
¡Muchos nos convertiremos inmediatamente en evangelistas de tiempo completo! Por lo tanto, cada uno de
nosotros debemos arrepentirnos porque somos más celosos por el dinero que por la causa de nuestro Señor
Jesucristo. ¿Cuánto más vale un alma que el dinero?
A través de estas lecciones, queremos eliminar cualquier excusa que tengamos para dejar de ser tibios.
2. Diariamente mueren personas, tanto físicamente como en sus pecados. El evangelismo es la obra más importante de
la Iglesia. Así que, prepárese para la batalla y métase en la guerra espiritual por las almas.
Oh, mis amigos, estamos agobiados con incontables actividades en la iglesia, mientras que la verdadera
obra de la Iglesia—la de evangelizar y ganar a los perdidos—está casi completamente abandonada.
[Oswald J. Smith]
LA COMPRENSIÓN FUNDAMENTAL:
LA NECESIDAD Y LA URGENCIA
Esta primera sección es un repaso de enseñanzas que hemos visto en lecciones anteriores, pero es importante que lo
entendamos y mantengamos en mente antes de ver los “métodos” de testificar. Lo que sigue nos ayudará a comprender el
deber que tenemos para evangelizar y así vencer cualquier temor que tengamos a través de la compasión por los que están
pereciendo en sus pecados.
1. Puesto que el pecado entró en el mundo por un hombre. Después que Adán pecó, él y sus descendientes sólo pudieron
engendrar pecadores, así todos los seres humanos están bajo sentencia de muerte, que es el castigo del pecado. O sea, el hombre
nace muerto espiritualmente porque nace “en pecado”—nace pecador.
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la
muerte, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12
BTX3)
Porque por cuanto la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un Hombre la
resurrección de los muertos. (1 Corintios 15:21 BTX3)
2. Puesto que el hombre nace pecador, peca; y puesto que peca, está condenado.
por cuanto todos pecaron, no alcanzan la gloria de Dios (Romanos 3:23 INA27)
1. Todo ser humano está condenado sin Jesucristo, y la ira de Dios está sobre él.
Quien cree en Él, no es juzgado; el que no cree, ya ha sido juzgado, porque no ha creído en el
nombre del Unigénito Hijo de Dios. (Juan 3:18 BTX3)
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo, no verá vida, sino que la ira
de Dios permanece sobre él. (Juan 3:36 BTX3)
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del
justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras. (Rom 2.5-6)
A. Le dará vida eterna, gloria, honra y paz a todo aquel que hace lo bueno.
Vida eterna a los que pacientemente hacen el bien, buscan gloria, honor e inmortalidad; pero gloria,
honor y paz a todo el que obra lo bueno: al judío primeramente y también al griego, (Romanos 2:7,
10 INA27)
B. Le dará ira, enojo, tribulación y angustia a todo aquel que hace lo malo.
pero ira y enojo a los que, con un espíritu de interes propio, desobedecen a la verdad y son
persuadidos por la injusticia; tribulación y angustia sobre toda persona que hace lo malo (el judío
primero, y también el griego); (Romanos 2:8-9 INA27)
como está escrito: No hay justo ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Todos se apartaron, a una fueron hechos inútiles; no hay quien haga lo bueno, [no hay ni siquiera
uno]. (Romanos 3:10-12 RVA1989)
A. Todos hemos hecho lo malo por lo menos una vez en nuestras vidas—todos hemos violado la Ley de Dios (los Diez
Mandamientos)—y una sola infracción es suficiente para condenarnos.
B. La “paga, recompensa o retribución” que el pecado da es la muerte—la muerte espiritual, la muerte física y la
segunda muerte, la cual es eterna en el lago de fuego.
"El pecado da como pago(1) la muerte..." (Romanos 6:23a Palabra de Dios para Todos)
(1) Gr.opsónion: (de opson, vianda, y oneomai, comprar) paga, salario de cualquier tipo.
Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los que cometen inmoralidades
sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como
herencia el lago de fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte.» (Apocalipsis 21:8 NVI 1999)
4. Debemos entender esta “horrenda expectación de juicio” del inconverso que cae en las manos de Dios.
A. Leamos la descripción del lugar de tormento (el cual es solo una sombra del lago de fuego): ¡Este es un lugar
real!
Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino blanco, haciendo banquete cada día
con esplendidez. Había también cierto mendigo llamado Lázaro, el cual, lleno de llagas, había sido
echado junto a su puerta. Y ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico, y hasta los perros
callejeros venían a lamerle las llagas. Sucedió entonces que murió el mendigo y fue llevado por los
ángeles al seno (un puesto de honor) de Abraham. Y murió también el rico y fue sepultado. Y
alzando sus ojos en el Hades, estando en tormentos, ve a Abraham desde lejos y a Lázaro en su
regazo. Y dando voces, dijo: ¡Padre Abraham, ten misericordia de mí! y envía a Lázaro para que
moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.
[Evangelismo #11] Evangelizar Página #97
Abraham respondió: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en abundancia en tu vida, y Lázaro
asimismo los males, pero ahora es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo eso, entre
nosotros y vosotros ha sido puesta un gran abismo, de tal modo que los que quieran cruzar de aquí a
vosotros, no puedan, ni de allá pasar a nosotros. Dijo entonces: Padre, te ruego pues lo envíes a la
casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos; para que les testifique solemnemente, a fin de que
no vengan ellos también a este lugar de tormento (1). Pero Abraham dice: A Moisés y a los profetas
tienen: ¡Óiganlos! Pero él dijo: No, padre Abraham, pero si alguno llegara a ellos de los muertos
(resucitado de los muertos), se arrepentirán. Pero le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se convencerán si alguno se levanta de entre los muertos. (Lucas 16:19-31 BTX)
(1) Gr. Básanos = Piedra de toque. (Traducida como tormento). La piedra de toque es una piedra dura de color
oscuro compuesta por una mezcla de sustancias de grano fino que no puede ser atacada por los ácidos. Estas
cualidades la hacen adecuada para probar la pureza de los metales. En la antigüedad era empleada para
conocer la pureza del oro. Cuando se quiere probar una alhaja, se frota en esta piedra hasta que haya producido
una huella del metal, después se vierte una gota de ácido nítrico. Pues el rico se sentía como una huella de
metal al que le vertían constantemente ácido, un tormento que le roía la carne eternamente, padeciendo una
sed tal, que le bastaba sentir en sus labios una gota de agua.
B. Job 18 contiene una descripción de este lugar de tormentos—la morada eterna del impío.
Así es la morada del malvado, el lugar del que no conoce a Dios.» (Job 18:21 NVI)
C. Sus moradas son de oscuridad. Cuando un impío muere, la luz “se apaga” y él está puesto en una oscuridad
perpetua.
La lámpara del malvado se apagará; la llama de su fuego dejará de arder. Languidece la luz de su
morada; la lámpara que lo alumbra se apagará. (Job 18:5-6 NVI)
Espantos lo asaltan por doquier, Y lo hostigan paso a paso. (Job 18:11 BTX3)
Es arrancado de su morada, objeto de su confianza, y es conducido (por la muerte) ante el rey de los
espantos. (Job 18:14 RVA1989)
ii. El Señor Jesucristo nos revela en Mateo 25.41, que este lugar fue preparado para el diablo y sus ángeles, y que
todos los seres humanos que lo rechazan (no elegirlo es rechazarlo Luc. 11:23), compartirán por toda la
eternidad el infierno con Satanás y sus ángeles.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles. (Mat 25.41)
iii. El infierno es peor que la mejor película o novela de terror que el hombre pueda inventar. El ser humano no tiene la
suficiente creatividad para imaginarse lo terrorífico que es el infierno.
E. Las moradas eternas del inconverso son de dolor, hambre, sed, oscuridad y espanto. ¿Podría imaginarse cómo será
sentir que le viertan ácido en la carne, padecer de sed y hambre por siempre, existir en oscuridad total y espanto?
F. En este lugar de oscuridad y tormento, la fortaleza de su piel y los miembros de su cuerpo son destruidos gradual y
lentamente.
La enfermedad devorará su piel, Y el primogénito de la muerte sus miembros. (Job 18:13 BTX3)
i. El primogénito de la muerte se refiere a la más terrible criatura que la muerte jamás engendró, es la que
se dará un banquete con los miembros de cuerpo del condenado en el infierno.
ii. Así que, en sus moradas de oscuridad, terror, hambre, s e d , quebrantamiento, fuego y castigo eterno, el
cuerpo del impío es destruido eternamente.
(43) Si tu mano te causa tropiezo, córtala, más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos manos al infierno, al
fuego inextinguible.
(44) [[Manuscritos dudosos añaden versículo 44 del v.48.]]
(45) Y si tu pie te causa tropiezo, córtalo, más te vale entrar cojo en la vida, que con los dos pies ser echado al
infierno.
(46) [[Manuscritos dudosos añaden versículo 46 del v.48.]]
(47) Y si tu ojo te causa tropiezo, sácalo, más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que con los dos ojos ser echado
al infierno,
(48) donde su gusano no muere y el fuego no se extingue.
(Marcos 9:43-48 BTX3)
El gusano inmortal y el fuego inextinguible, son unicamente débiles figuras de lo que es el infierno, la
realidad es mucho más terrible.
Y saldrán, y mirarán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí: Su gusano no morirá, ni su fuego se
extinguirá, y será el horror de todos los mortales. (Isaías 66:24 BTX3)
En asuntos espirituales no existe la neutralidad, Dios le da la oportunidad a todo ser humano de elegir a Su
Hijo como su Señor y Salvador, quien no lo hace; ha decidido estar en contra de Dios, y por tanto se condena a
sí mismo al infierno.
El que no está conmigo, está contra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama. (Lucas 11:23 BTX3)
G. Dios no tiene placer en la muerte del impío, sino que “se duele del castigo”. Él quiere darle al pecador misericordia
y clemencia, porque sabe lo que le espera si muere en sus pecados.
Pero ahora, dice YHVH: ¡Volveos a mí de todo corazón, Con ayuno, lloro y lamento! ¡Rasgad
vuestro corazón, Y no vuestros vestidos! ¡Volveos a YHVH vuestro Dios, Que es clemente y
compasivo, Lento para la ira y grande en misericordia, Y se conduele de la desgracia!
(Joel 2:12-13 BTX3)
¿Quiero Yo la muerte del impío? dice Adonay YHVH. ¿No vivirá, si se aparta de sus caminos?
(Ezequiel 18:23 BTX3)
Porque Yo no quiero la muerte del que muere, dice Adonay YHVH. Por tanto, ¡convertíos y viviréis!
(Ezequiel 18:32 BTX3)
1. El hombre inconverso necesita la justicia. La única cosa que lo librará de la muerte—la justa condenación por sus pecados
—es la justicia.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo el que cree:
al judío primeramente (el evangelio se predicó primero a los judíos), y también al griego. Porque en
el evangelio está siendo revelada una justicia divina de fe a fe,(de principio a fin) como está
escrito: El justo vivirá a base de fe. Porque la ira de Dios está siendo manifestada desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. (Romanos
1:16-18 BTX3)
3. Entendiendo la necesidad urgente de los inconversos (puede morir en sus pecados en cualquier momento),
comprenderemos que la situación de los incrédulos es grave, y por tanto; nuestra misión de vida es impostergable. Dios
nos ha encargado a nosotros la predicación del evangelio de la justicia— somos la única esperanza para todos los que
están condenados a la muerte. Si nosotros no testificamos a los pecadores perdidos, ¿quién lo hará? Menos del 2% de
cristianos evangeliza activamente. La necesidad es grande y el mensaje es urgente.
4. Tanto en la iglesia primitiva como en la de hoy, hay quienes son “cristianos” pero solo en privado, no comparten el
evangelio porque les da vergüenza, debido a ello, el apóstol declara que a él no le da vergüenza predicar el Evangelio de
la gracia de Dios, porque es el poder de Dios para salvar a todo el que cree.
Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos
justificados por la fe. (Gálatas 3:24 NVI 1999)
La presente lección gira alrededor de este principio. Así es cómo Jesús testificaba y es también cómo Pablo
evangelizaba. Por tanto, si queremos evangelizar de una manera efectiva y poderosa (o sea, de una manera bíblica), tenemos
que aprender a aplicar este principio.
La Ley, dice Pablo; es un “guía” (Gr. Paidagogós). El paidagogós era un siervo que tenía la responsabilidad de llevar a los niños
a la escuela, era un instructor, un guía y un custodio, y esta es precisamente la función de la ley, llevar al pecador a Jesucristo
para alcanzar la salvación—la justificación—por la fe en Cristo.
1. Dios nos ha dado la Ley para llevar al “soberbio” (al hombre arrogante, orgulloso, altivo) a la cruz. La Ley es lo que le
cierra la boca y le hace entender su condenación bajo el justo juicio de Dios. Por lo tanto, la Ley es para el soberbio.
Pero sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se
cierre, y todo el mundo esté bajo juicio ante Dios. Porque por las obras de la ley nadie será
justificado delante de él; pues por medio de la ley viene el reconocimiento del pecado.
(Romanos 3:19-20 RVA1989)
2. La Ley nunca ha salvado a nadie; pues su función es darnos el conocimiento necesario para que reconozcamos el
pecado en nuestra vida, comprendiendo que pecado es todo aquello que es contrario a la naturaleza Santa de Dios,
dándonos la ley este conocimiento podemos darnos cuenta que somos pecadores, y que la única posibilidad de
salvación que tenemos es ir a Jesucristo por fe, y confiar plenamente en su sacrificio en la cruz por todos nuestros
pecados, cuando permitimos que la ley nos guíe a Jesucristo (cuando el soberbio ya no es tan soberbio sino humilde y
temeroso de Dios), la gracia de Dios puede sobreabundar para su salvación. Por lo tanto, la gracia es para el humilde.
Así, la ley entró para que el pecado se hiciera más evidente; pero donde el pecado abundó,
sobreabundó la gracia; (Romanos 5:20 BTX)
La ley nos muestra que son pecaminosos muchos de nuestros pensamientos, temperamentos,
palabras y acciones, de modo que al ir conociendo la ley, y comparándola con lo que hacemos,
reconocemos la cantidad de pecados que hemos cometido, y así vemos como se multiplican nuestras
transgresiones. No es que la ley hace abundar más el pecado, sino que lo deja al descubierto, como
dejar que entre una luz más clara a una habitación, deja al descubierto el polvo y la suciedad que
había ahí desde antes, pero que no se veían, esa es una de las funciones de la ley, otra; es ser nuestra
guía para llevarnos a Jesucristo.
3. La soberbia, un pecado terrible, y Dios resiste a los soberbios (a quienes no quieren reconocer su condición pecaminosa).
La soberbia, (Gr. yperífanos) literalmente “el que se muestra por encima de los demás”, es aquel quien se sube en el
pedestal que él mismo se ha creado y, desde ahí, contempla a los demás. La característica del hombre soberbio es que
mira despectivamente a través de su arrogante presunción, la soberbia es una de las características de aquellos que han
sido abandonados por Dios (Rom. 1:30,32); de los que han sido esparcidos en los pensamientos de sus propios corazones,
según las palabras del cántico de María (Luc. 1:51). Dios no tiene nada que ver con los soberbios. La amistad con Dios
está marcada por la humildad, así como la enemistad con Dios por la soberbia. La soberbia produce amistad con el
mundo, pero enemistad con Dios. Dios resiste a los soberbios , y al mismo tiempo también da gracia a los humildes. Este
es nuestra regla a seguir en el evangelismo: La Ley para el soberbio y la gracia para el humilde.
Pero da (Dios) mayor gracia, por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los
[ Evangelismo #12 ] El Principio Guía Página #100
humildes. (Santiago 4:6 BTX3)
4. Cuando estamos conversando con alguien “soberbio” (cuando no hay humildad, ni arrepentimiento), hemos de
enfrentarlo con la Ley. Una vez que vemos que la Ley ha hecho su trabajo—cuando percibimos un poco de preocupación
en el pecador por su condición delante de Dios—podemos hablarle de la gracia de Dios para su salvación.
5. La ley le muestra al inconverso cuanto pecado hay en su vida, y que esa condición le condena eternamente en el
infierno, es función de la ley conducir al pecador a cambiar de parecer y así cambiar de conducta. O sea, lo lleva al
arrepentimiento para salvación.
La Ley de YHVH es perfecta, Restaura(1) el alma. El testimonio de YHVH es fiel, Hace sabio al
sencillo. (Salmos 19:7 BTX3)
(1) Heb. Shub: (volver, regresar, volver a Dios, arrepentirse. Dicc. De Chávez y Vine).
Nosotros no obstante sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente, sabiendo esto: Que
la ley no está puesta para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, y para los homicidas,
para los fornicarios y los homosexuales, para los secuestradores, y los mentirosos y perjuros, y para
cualquier otro que se opone a la sana doctrina, conforme al evangelio de la gloria del bienaventurado
Dios, el cual me fue encomendado. (1 Timoteo 1:8-11 BTX3)
1. Pablo dice que el “uso legítimo” de la Ley durante la época de la Iglesia es en el evangelismo. La Ley no es para el
“justo”—para el que ya fue justificado en Cristo Jesús (o sea, no es para el cristiano). Es para el pecador que es ignorante
de sus pecados o que simplemente no quiere reconocer que es un pecador que merece el castigo de Dios.
2. Si queremos que el pecador “reconozca” sus pecados, tenemos que usar la Ley. Este es el diseño divino de la Ley—la Ley
moral de los Diez Mandamientos.
¿Qué diremos entonces? ¿La ley es pecado? ¡Jamás! Más bien, no conocí° el pecado sino por medio
de la ley, y ciertamente no habría conocido la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. Y el pecado,
aprovechando la ocasión por medio del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia; pero sin
la ley el pecado está muerto. Así que, en un tiempo, yo vivía sin ley; pero cuando vino el
mandamiento, el pecado revivió, (Romanos 7:7-9 BTX3)
° Gr. Ginósko: darse cuenta, comprender, reconocer.
¿Qué concluiremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Sin embargo, si no fuera por la
ley, no me habría dado cuenta de lo que es el pecado. Por ejemplo, nunca habría sabido yo lo que es
codiciar si la ley no hubiera dicho: «No codicies.» Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que
le proporcionó el mandamiento, despertó en mí toda clase de codicia. Porque aparte de la ley el
pecado está muerto. En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero cuando vino el mandamiento,
cobró vida el pecado y yo morí. (Romanos 7:7-9 NVI)
3. Cristo usaba la Ley para testificar a los pecadores, como el joven rico de Lucas 18.18-23.
A. Este joven creía que nunca había violado los cinco mandamientos que el Señor Jesucristo le mencionó. Era “soberbio”
porque sentía estar por encima de los demás, tenía un concepto más alto de sí del que era prudente.
Cierto dignatario le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús
B. Así que, usando la esencia de los primeros dos mandamientos (“No tendrás dioses ajenos delante de Mí” y “No te harás
imagen ni ninguna semejanza”), Jesús descubrió el pecado “mascota” del joven. Su dinero había llegado a ser un ídolo para él.
Era culpable de amar al dinero más que a Dios.
Pero Jesús, luego de oírlo, le dijo: Aún te falta una: Vende cuanto tienes y repártelo a los pobres, y
tendrás un tesoro en los° cielos; y ven, sígueme. Cuando él oyó estas cosas, se puso muy triste,
porque era rico en gran manera. (Lucas 18:22-23 BTX3)
C. El rico se fue triste porque no quiso arrepentirse de sus pecados, no quiso cambiar su vida, no fue humilde. Era
soberbio—arrogante—y el Señor Jesucristo no le habló de la gracia. Le reveló sus pecados enfrentándolo a la Ley, y
cuando este joven rico prefirió las riquezas a Dios, lo dejó irse en sus pecados.
A. Pablo tuvo la oportunidad de hablar con Félix, un alto funcionario de Roma, acerca de la fe en Jesucristo.
¡Le testificó! ¿Y cómo lo hizo?
Después de algunos días, llegó Félix con Drusila su propia esposa (quien era judía), envió por Pablo,
y lo oyó acerca de la fe de Jesús el Mesías. (Hechos 24:24 INA27)
Pero al disertar(i) él sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix se llenó de temor y
le dijo: ¡Vete por ahora! Cuando tenga un tiempo conveniente, te enviaré a llamar.
(Hechos 24:25 BTX3)
i. Gr. Dialégomai traducido “Disertar” Se usa primariamente de pensar cosas distintas dentro de uno mismo, y
resolverlo en la mente propia; después de tenerlo claro en mi pensamiento, lo converso o razono con otras
personas; Es hablar detenida y metódicamente sobre un tema para exponerlo y explicarlo. Esto es lo que Pablo
hizo con Félix.
ii. Pablo disertó acerca de la justicia. O sea, le explicó la norma de justicia de Dios, la Ley moral de los Diez
Mandamientos.
Porque cualquiera que guarde toda la ley, pero tropiece en un punto, llega a ser culpable de todos.
Porque el que dijo: No adulterarás, también dijo: No asesinarás. Ahora bien, si no adulteras, pero
asesinas, te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como quienes van a ser juzgados
mediante una ley de libertad. (Santiago 2:10-12 BTX3)
iii. (Stg 2.10) Luego le explicó el asunto del dominio propio, que no había perseverado siempre en el bien hacer
(si alguien ha violado la Ley, aun una sola vez, ya se condenó).
Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque está escrito: Maldito
todo el que no permanece en todas las cosas que han sido escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
(Gálatas 3:10 BTX3)
iv. Pablo habló también del juicio venidero—que Dios juzgará a cada uno con justicia y conforme a sus obras.
Y así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio,
Pero según tu dureza y tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de ira y de la
revelación del justo juicio de Dios; el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
(Romanos 2:5-6 BTX3)
C. Félix comprendió bien porque la Biblia dice que “se llenó de temor”. ¡Tenía miedo del justo juicio de Dios! ¡Qué
bien! Sin embargo, no se arrepintió sino que mandó a sacar a Pablo de su presencia. No quiso escuchar más.
(Hech 24.25)
D. La Ley es para los soberbios, para convencerles de su gran necesidad delante de Dios y hacerles temer, y de Su
justo juicio. Es un arma muy efectiva para evangelizar.
1. Si una persona es verdaderamente humilde—si comprende que ha violado la Ley de Dios y que por esto merece Su
ira (el castigo)—entonces, compártale la gracia. No siga torturándole con los Diez Mandamientos.
2. En Juan 3, vemos que Cristo no habló de la Ley con Nicodemo. Antes, le dijo que tenía que nacer de nuevo y le habló de
la gracia de Dios (como en el famoso versículo de Juan 3.16).
A. Nicodemo era un fariseo y por lo tanto era un experto en la Ley. Aparentemente la Ley había hecho su tarea de
crear la humildad en el corazón de Nicodemo porque el Señor Jesucristo no le respondió ásperamente como hizo, por
ejemplo, con los otros fariseos en Mateo 23. Ni tampoco le mencionó los Diez Mandamientos como con el joven
rico de Lucas 18.
B. Al rabí que vivía bajo la carga pesada de la Ley, Cristo le habló de la gracia de Dios y de la necesidad de nacer
de nuevo creyendo en el Mesías.
3. Vemos este mismo patrón de “gracia para el humilde” en la salvación del carcelero en Hechos 16.
Pidió entonces una luz y corrió adentro, y lleno de temor, se postró ante Pablo y Silas, y
conduciéndolos afuera, les dijo: Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? Contestaron ellos:
Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y tu casa. (Hechos 16:29-31 BTX3)
A. ¿Por qué Pablo no lo enfrentó a la Ley de Dios? ¿Por qué le dijo que simplemente tenía que creer en el Señor
Jesucristo y sería salvo?
B. Pablo y Silas habían estado orando y cantando en voz alta—tan alta que todos los presos (incluyendo el carcelero
también, porque estaba con ellos) podían escucharlos.
Pero hacia la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los presos
escuchaban. (Hechos 16:25 BTX3)
C. Dios mandó un terremoto para sacudir el lugar y sacar a Sus siervos. El carcelero pensó que los presos se habían
escapado, y el carcelero estuvo a punto de quitarse la vida, porque la ley romana decía que si se escapaba un preso el
carcelero tenía que sufrir su condena.
Repentinamente hubo un gran terremoto, hasta tal punto que fueron sacudidos los cimientos de la
cárcel, y al instante todas las puertas fueron abiertas, y las cadenas de todos fueron soltadas.
Despertando entonces el carcelero, al ver abiertas las puertas de la cárcel, y suponiendo que los
presos se habían escapado, sacó la espada y estaba a punto de suicidarse. (Hechos 16:26-27 BTX3)
Pero Pablo le dijo a gran voz: ¡No te hagas ningún mal, que todos estamos aquí!
(Hechos 16:28 BTX3)
E. Cuando entró en la presencia de Pablo, estaba “temblando” y “se postró”. ¡Temía morir y se humilló delante de Pablo
y Silas! (Hch 16:29)
F. Aparentemente él escuchó (prestó atención) a las oraciones y los cantos de Pablo y Silas acerca de Dios, el pecado, la
justicia y el juicio por venir. Cuando vino el terremoto, él temía morir porque sabía que era pecador y estaba
condenado. Y quería ser salvo.
G. Pablo no tuvo que usar la Ley para convencer al carcelero de sus pecados porque el hombre ya estaba
humilde, temeroso de Dios y arrepentido.¡Quería la salvación! Así que, Pablo le dio al humilde la gracia de Dios:
¡Cree en el Señor y serás salvo! (Hech 16.30-31)
1. Recuerde y aplique este principio, y verá que funciona muy bien en el evangelismo.
2. Si está hablando con un soberbio que no quiere reconocer sus pecados y su culpabilidad delante de Dios,
confróntelo con la Ley moral de Dios.
3. Ahora bien, cuando la persona entiende que merece la ira de Dios y esto le preocupa, comparta con ella las buenas
nuevas de la gracia de Dios en el Señor Jesucristo.
4. Y por supuesto; no se le olvide que el comprender el evangelio, arrepentirse y creer en nuestro Señor Jesucristo, es solo el
principio de una nueva vida, por tanto;
Anímele a fortalecer su fe, y para ello ...
Invítele a la iglesia,
Visítele regularmente para enseñarle sobre su nueva vida, y sobre todo ...
Ore por esa persona.
Relacionarse
Crear
Convencer
Revelar”
Recuerde las letras “RCCR” y sabrá hacia donde quiere ir en cada encuentro en que testifique. Este principio es
bíblico, podemos verlo en el encuentro que Jesús tuvo con la mujer samaritana en Juan 4.
Todavía no estamos hablando de los “pasos prácticos” que debe seguir cuando testifica. Aquí sólo queremos
ver como “fluye” una conversión con un desconocido cuando uno procura testificarle.
“RCCR” Representa “Relacionarse, Crear, Convencer y Revelar”. Son cuatro etapas (o pasos) a seguir en un
encuentro al testificar. Así que, cuando usted conoce en que etapa se encuentra, ya sabe hacia donde quiere ir (¡a la
siguiente!).
R - “Relacionarse”
Llega una mujer de Samaria con el propósito de sacar agua, y Jesús le dice: Dame de beber.
(Juan 4:7)
1. Jesús se relaciona con la mujer samaritana (una desconocida) hablando acerca del agua. Los dos estaban
juntos a un pozo, el tema de la conversación era muy natural.
2. Debemos siempre tratar de conversar amablemente con la gente con la cual nos encontramos durante el transcurso de
nuestros días.
Sugerencia: Siempre saludemos a las personas con que nos encontremos, eso nos permitirá establecer una relación, y
aunque no todos van a querer conversar con nosotros, garantizado que algunos sí.
3. Conversemos sobre un tema “natural” (el clima, trabajo, estudios, deportes o cualquier otra cosa que está sucediendo
en las noticias, no recomiendo temas controversiales como la política) puede romper el hielo, simpatizando con la
persona.
4. Si la persona no quiere charlar, está bien (de todos modos, trate de por lo menos regalarle “La Roca Firme” antes de
despedirse). Sin embargo, si está conversadora, usted sabe hacia donde quiere ir: “Crear”.
C - “Crear”
(Pues sus discípulos habían ido a la ciudad para comprar alimentos.) Le dice entonces la mujer
samaritana: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana? (Porque
judíos y samaritanos no comparten).° Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y
quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva. Le dice: Señor, ni
vasija tienes, y el pozo es hondo. ¿De dónde pues, tienes el agua viva? ¿Eres tú acaso mayor que
nuestro padre Jacob que nos dio el pozo, del cual bebió él, y sus hijos, y sus ganados? Respondió
Jesús y le dijo: Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo
le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le daré se hará en él una fuente de agua que
brota para vida eterna. (Juan 4:8-14 BTX3)
° Esto es, no comparten utensilios de comida o de bebida.
2. Observe que no necesitó desarrollar una larga amistad con esta mujer. En cuestión de minutos había simpatizado
con ella lo suficiente como para “darle vuelta” a la conversación y mencionar temas espirituales.
3. Él usó el tema del agua como un “trampolín” para conversar sobre los asuntos de Dios. Habló acerca del
“agua viva” y la “vida eterna”.
4. Esto puede ser la parte más difícil del encuentro para testificar, pero con la práctica uno puede desarrollar la
habilidad de hacer esta “transición” de las cosas naturales a las espirituales. En la siguiente sección vamos a ver
algunas maneras de hacer esto, por ahora sigamos con el encuentro de Jesús y la mujer samaritana para ver como
“fluye”.
5. Ella estaba abierta a seguir hablando de este tema, entonces vemos que el Señor Jesús lleva la conversación a la
siguiente “etapa” (la de “Convencer”).
C - “Convencer”
Le dice la mujer: Señor, dame esa agua, para que no tenga sed ni venga aquí a sacar. Le dice: Ve,
llama a tu marido y regresa acá. Respondió la mujer, y dijo: No tengo marido. Jesús le dice: Bien
dijiste: No tengo marido, porque cinco maridos tuviste, y el que ahora tienes no es tu marido. En esto
has dicho verdad. (Juan 4:15-18 BTX3)
1. Cristo usó la Ley (el 7mo.mandamiento: no cometas adulterio) para convencer a la mujer de sus pecados.
2. Este es el “uso legítimo” de la Ley en el evangelismo. Sirve para “cerrar la boca” del pecador y dejarlo bajo el juicio
de Dios. Así que, puesto que la mujer no era humilde (quería justificarse a sí misma), Cristo le habló acerca de la
Ley.
3. Esta obra de convencimiento es, por supuesto, la del Espíritu Santo (Juan 16.8). Pero nosotros formamos parte del
proceso porque podemos darle al Espíritu las “municiones” que ocupa para llevar a cabo Su tarea de convencer al
pecador de sus pecados, de la justicia de Dios y del juicio por venir. Lo hacemos confrontando a la persona con la
Ley de Dios.
4. El Señor Jesucristo no le permitió a la mujer cambiar el tema y desviar la conversación. Siguió hablando de la
salvación y cuando ella mostró interés en lo que le estaba “ofreciendo”, Él reveló la solución a sus problemas.
Le dice la mujer: Señor, estoy viendo que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte
(Gerizim), y vosotros decís que en Jerusalem está el lugar donde se debe adorar. Jesús le dice: Mujer,
créeme que viene una hora cuando ni en este monte ni en Jerusalem adoraréis al Padre. Vosotros
adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero viene una hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y
verdad, porque también el Padre tales adoradores quiere que lo adoren. Dios es espíritu; y los que
adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Le dice la mujer: Sé que viene el Mesías, que es llamado
el Ungido; cuando Él venga, nos declarará todas las cosas. (Juan 4:19-25 BTX3)
R - “Revelar”
2. Una vez que la persona está convencida de su necesidad, podemos revelar la solución: la gracia de Dios en la
Persona y la obra del Señor Jesucristo.
3. En esta etapa predicamos la gracia de Dios, pero sólo si el pecador muestra alguna indicación de que está
preocupado por su situación; recuerde el principio guía de “La ley para el soberbio y la gracia para el
humilde”. Caso aparte es cuando nuestro encuentro es casual, con un desconocido que probablemente jamas
volveremos a ver, en tal caso prediquemosle el evangelio completo.
“RCCR”
Relacionarse, Crear (una oportunidad para hablar de Dios), Convencer (usando la Ley) y Revelar (a Jesucristo
como el Señor y Salvador). Así es cómo se ve, a grandes rasgos, un encuentro para testificar. Ahora lo que queremos
ver son los pasos prácticos de uno de estos encuentros.
En todo el proceso que sigue, es muy importante que tenga el espíritu correcto—un buen tono de voz y una buena actitud.
En general, su actitud debería ser de compasión mezclada con alarma (inquietud y urgencia). Sea agresivo si es necesario
(porque se trata de rescatar un alma del infierno) pero no enojado ni gritando. Su tono debería ser más como un ruego con
preocupación. Si usted está genuinamente preocupado por la persona y su destino eterno, tendrá mucha libertad para
hablar con decisión. Su actitud debería ser así: “Usted aun no entiende a lo que se enfrenta aquí. Dios no lo necesita a
usted; usted necesita a Dios”.
A. Como el Señor Jesús en Juan 4, primero debe “relacionarse” un poco con la persona.
B. Empiece en el ámbito natural y luego cambie al sobrenatural (el espiritual). Hable acerca del fútbol o del clima,
y luego utilice algo de las noticias para dirigir la conversación hacia lo espiritual.
C. La clave aquí es estar siempre atento e intencional en sus conversaciones. Mantenga siempre el evangelismo
en su mente y busque la manera de darle vuelta a la conversación para hablar de Dios y las cosas espirituales.
D. El ejemplo que Todd Friel utiliza en su manual de testificar es de la muerte de una persona importante.
Lea la siguiente conversación y piense en lo que usted haría para hacer lo mismo.
“Genial, gracias por preguntar. ¿Supiste que (llena el espacio con el nombre de la
persona muerta) acaba de morir?”
“¿Te hace reflexionar un poco y pensar en lo que nos va a pasar después de la muerte.”
[¡Bingo! Ya está ahí. Use cualquier noticia o simplemente coméntele sobre lo que aprendió en la iglesia
esta semana. Esto lo llevará directamente a un encuentro para testificar.]
E. Otro ejemplo:
F. Mark Cahill, en su libro One Thing You Can’t Do In Heaven (“Una cosa que no puedes hacer en el cielo”) dice
que cuando hablamos con la gente, debemos procurar hacerles pensar en lo que pasará después de la muerte.
Aquí están algunas de sus ideas para ayudarle a la gente a considerar la eternidad.
i. En 150 años...
a. Pregúntele a la persona: “En 150 años, ¿qué le va a importar? ¿Dinero, casa, carro, novios, novias...?
¿Qué le va a importar en 150 años?
b. En 150 años, lo que nos va a importar a todos es que si estamos en el cielo o si estamos en el infierno.
Esta pregunta puede ayudarle a alguien a darse cuenta que las cosas más importantes son las eternas, no
las de este mundo.
a. Aunque esta pregunta es muy común, siempre sirve para hacerle a la persona reflexionar sobre cómo
está con Dios.
b. Cuando le hace a alguien esta pregunta, tenga cuidado con el tono de su voz porque es tan directa que a
veces puede ofender a la persona. Así que, es muy importante mostrar un interés genuino por ella (como,
por ejemplo, en el tono de su voz y mirarle a los ojos).
b. La primera pregunta puede ser algo como esta: “¿Qué cree que pasa después de la muerte?”
c. Después de que la persona explique lo que cree, hágale esta pregunta: “¿Por qué cree eso?” (Esta
pregunta es importante porque obligará a la persona a evaluar la fuente de autoridad de lo que cree.)
[Evangelismo #13] El Principio de RCCR Página #108
f. La tercer pregunta es la que dirige la conversación hacia donde usted quiere ir: “¿Usted se considera una
buena persona?” (No importa si dice que sí o que no. Si dice que sí, siga inmediatamente con la cuarta
pregunta. Si dice que no, pregúntele por qué y después siga con la cuarta pregunta.)
g. La última pregunta es la que abre la puerta para la Ley: “¿Ha guardado usted los Diez
Mandamientos?”
a. Aunque esta pregunta es buena para el “proyecto de investigación”, también sirve dentro de una
conversación común y corriente. Es interesante saber lo que la gente cree, especialmente en cuanto a lo
que pasa después de la muerte.
b. Así que, hágale a alguien esta pregunta y tenga interés genuino en su respuesta. Escúchele.
Continúe haciendo preguntas para aclarar lo que no entiende. Y siga conversando sobre Dios hasta que
pueda testificarle de lo que usted cree (lo que la Biblia dice) acerca de lo que pasa después de la muerte.
v. En todo el mundo, ¿qué es lo más importante para usted ahora? Y e n el día de su muerte,
¿qué cree que va a ser lo más importante para usted?
a. Hága la primera pregunta y espere hasta que se explique. Muchos dirán cosas como el dinero, la
familia, la buena salud, etc.
c. Utilice su respuesta para la segunda pregunta para hacerle entender que lo más importante en el día de
la muerte es la salvación—si va a ir al cielo o al infierno.
d. Estas dos preguntas pueden empezar una buena conversación acerca de las cosas espirituales y
eternas.
G. Estas ideas sólo son ejemplos, pero pueden ayudarle si usted nunca ha hablado con alguien de esta manera.
i. Muchas veces el miedo o la pena nos paraliza, pero con un poco de preparación de antemano (como, por
ejemplo, el “proyecto de investigación”), podemos vencer el temor y lograr testificarle a alguien. Con
la práctica, vamos mejorando y formando nuestro propio “estilo” y llegamos a ser mucho más personales en
nuestro trato con la gente.
ii. Así que, haga el intento con estas ideas y luego genere otras con las cuales usted se sienta más cómodo.
2. Puede empezar regalando La Roca Firme o un buen tratado evangelístico para “romper el hielo” y compartir el
evangelio.
A. Esta es una manera muy directa para iniciar un encuentro para testificar. Puede aplicarla en una conversación
normal con alguien, o cuando sale con la intención específica de compartir el evangelio.
B. Usted se acerca a alguien y con una sonrisa le ofrece un tratado (La Roca Firme, o cualquier buen tratado
evangelístico. Lo que sigue es un ejemplo de cómo dirigir la conversación.
“¿Qué es?”
C. El tratado le ayuda a romper el hielo, simpatizar con las personas, y le abre la puerta para conversar sobre la
salvación. Todo esto puede suceder en menos de dos minutos.
D. Desde ahí, sólo necesita saber cómo usar la Ley para testificar.
Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo
el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. Por tanto, nadie será justificado en
presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos
conciencia del pecado. (Romanos 3:19-20 NVI)
Si puede recordar cinco preguntas, puede guiar con confianza cualquier encuentro para testificar. Así es. Recuerde
cinco preguntas principales y estará en control de toda conversación que tenga acerca de su fe.
Es recomendable memorizar los Diez Mandamientos, una frase breve para cada uno. De esta manera sabrá
exactamente dónde está en una conversación y hacia dónde debe ir.
A. Esto revelará si la persona es soberbia o humilde (recuerde el principio de guía: la Ley para el soberbio y la
gracia para el humilde).
B. Si dice que no es una buena persona (lo que es poco probable), siga con los Diez Mandamientos para saber qué
quiere decir con eso. Es posible que sólo esté bromeando o que se sienta mal por haber hecho algo malo que
desilusionó a otra persona (pero no a Dios). A menos que diga “He pecado contra Dios” (Salmo 51), no es
humilde. Muchos tienen remordimientos por errores que han cometido y están sufriendo las consecuencias, pero
no se han arrepentido delante de Dios.
«Porque yo reconozco mis transgresiones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra
ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos (Salmos 51:3-4a BTX3)
i. Proverbios 20.6 dice que “muchos hombres proclaman su propia bondad (RVA)”. Eso es el orgullo, la
soberbia y la auto-justificación revelándose.
ii. Por tanto, usted ya está listo para enfrentarlo a la Ley, “cerrar su boca” y “ponerlo bajo el juicio de Dios”.
A. Algunos dirán que sí y otros que no. Cualquiera que sea la respuesta, usted debe decirle algo como:
“Consideremos algunos de ellos y veamos. ¿Alguna vez ha mentido usted?”
B. En este momento es más fácil empezar con los “tres grandes” que tratar de enseñarle a la persona todos los Diez
Mandamientos. Los “tres grandes” son (y son más fáciles de manejar en este orden):
i. El noveno mandamiento: No hablarás falso testimonio contra tu prójimo (no mentir, hablar con
equívocos y planear o pretender engañar en cualquier forma a nuestro prójimo. Hablar injustamente
contra nuestro prójimo, dañar su reputación. Dar falso testimonio contra él o, en la conversación
corriente, calumniar, murmurar y andar con chismes; tergiversar lo que se ha hecho, exagerar, y
pretender de cualquier forma mejorar nuestra reputación degradando la fama del prójimo).
ii. El octavo mandamiento: No robarás (La traducción no hurtarás califica dentro de la actual terminología
legal como una forma de delito leve. La traducción adecuada es no robarás por cuanto incluye toda
forma y grado de apropiación ilegal: El secuestro, el rapto, no cumplir con el horario completo en el
C. Así que, es más fácil empezar a enseñarle la Ley con esta pregunta: “¿Alguna vez ha mentido usted?” (este
es el noveno mandamiento).
i. Unos dirán que sí, que han mentido. Otros tratarán de justificarse a sí mismos diciendo que sólo eran
“mentiritas blancas”. Y algunos tratarán de negarlo totalmente.
ii. En el ultimo caso, amablemente presione: “¿Quiere decir que nunca ha dicho ni una sola mentira,
ni una mentirita blanca, ni tampoco una exageración en toda tu vida?”
iii. Quizá le dirá: “Bueno, tal vez cuando era niño”.
iv. Esto es suficiente, porque el tiempo no perdona una infracción de la Ley.
v. Pregúntele, entonces: “¿Esto quiere decir que usted es un...?” o ¿el haber mentido lo convierte en un...?
vi. Quiere guiarlo muy amablemente a decir que es un “mentiroso”. El que miente es un mentiroso.
Si no quiere decírselo, pregúntele que si usted mintiera, ¿cómo lo llamaría? Es mucho más fácil acusar
a otro de ser mentiroso que confesar que uno mismo lo es.
vii. De todos modos, lo que quiere establecer aquí es que él ha mentido y por lo tanto Dios lo ve como un
mentiroso. Luego, siga con lo de robar.
D. Pregúntele: “¿Alguna vez ha robado?” (este es el octavo mandamiento).
i. El valor del objeto robado es irrelevante. Puede ser un lápiz usado o un millón de euros.
ii. Si ha robado algo, con mucha bondad y compasión ayúdele a entender que es un ladrón: “Entonces,
¿esto quiere decir que usted es un...?” o como se dijo antes, puede ponerse usted como ejemplo.
E. El último mandamiento de los tres “grandes” es el séptimo. Así que, hágale esta pregunta: “¿Ha cometido
adulterio?”.
i. Dígale que Cristo dijo que mirar a una persona para codiciarla era cometer adulterio con ella en el
corazón.
«Oísteis que fue dicho: No adulterarás; pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla,
ya adulteró con ella en su corazón. (Mateo 5:27-28 BTX3)
ii. Entonces, uno no tiene que hacer el acto físico para ser culpable de violar este mandamiento.
iii. Con sólo el pensamiento, uno ya es adúltero (este mandamiento incluye ambos sexos).
F. Cuando termina con el tercero de los “tres grandes”, debe hacerle entender lo que todo esto implica.
i. Manifiéstele: que debido a que ha violado la ley de Dios, eso lo convierte en:“un mentiroso, ladrón y
adúltero, y que tiene que rendirle cuentas a Dios en el día del juicio”. Así es cómo se usa la Ley para que
las personas reconozcan el pecado en su vida, y que por tanto son pecadores.
ii. El pecado es cualquier infracción de la Ley, entonces al enseñarle al pecador la Ley (y como
acabamos de ver, no es muy difícil), usted puede ayudarle a entender sus pecados—sus ofensas delante
de Dios.
Todo el que practica el pecado, también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la
ley. (1 Juan 3:4 BTX3)
iii. Usted verá que la mayoría de la gente no suele enojarse sino que se pone sobria. Puede ser que alguien
[Evangelismo #14] Ley para Testificar Página #112
le diga, “Yo no creo en la Biblia” o “ cada religión tiene su propia Biblia y por eso no creo en ella” o
cosas similares. (recuerde que la Biblia son los manuscritos originales, que las que usamos en nuestro
idioma son solo interpretaciones.)
a) En este caso puede decirle que no están hablando de la Biblia sino de la ley moral que está escrita
sobre su propia corazón (y que su conciencia le da testimonio que es la verdad).
b) Todos sabemos que es malo mentir, robar y adulterar. Además, todos tenemos un sentido de
justicia porque creemos que los criminales deben ser castigados (¿Quién diría que un violador de
niñas debe ir libre sin castigo?). No se trata de la Biblia sino de una ley moral que todos
compartimos. Y siga testificándole.
iv. Si los “tres grandes” no funcionan para establecer su culpabilidad, siga explicándole todos los demás
Diez Mandamientos para ayudarle a entender que no ha obedecido siempre.
Aquí las “láminas evangelísticas” le ayudarían bastante porque contienen una explicación de cada uno
de los Diez Mandamientos (palabra por palabra, con referencias bíblicas).
i. Probablemente le dirá que no. Si la persona trata de esquivarlo, simplemente sea directo con ella y no se lo
permita.
ii. Puede explicarle este mandamiento así: “Dios dice que Él debe ser el principal amor de su vida.
Matthew Henry lo explica así: «Este es el primero y gran mandamiento de la ley de Dios, que le
amemos; y que cumplamos cada parte de nuestro deber para con él a partir de un principio de amor:
Hijo mío, dame tu corazón. Tenemos que amar a Dios con todo nuestro corazón, y con toda nuestra
alma y con toda nuestra fuerza. Esto es:
1. Con un amor sincero , que no sea de palabra ni de lengua, sino interiormente, en verdad.
2. Con un amor fuerte . Él que es nuestro Todo debe tener nuestro todo, y nadie sino Él.
3. Con un amor superlativo ; debemos amar a Dios por sobre toda criatura y no amar sino lo que
amamos por Él.
4. Con un amor inteligente . Amarlo con todo el corazón, y con toda la inteligencia requiere que
veamos una buena causa para amarlo.
5. Con un amor entero ; Él es UNO, nuestro corazón deben estar unido en este amor. ¡Oh, que este
amor de Dios pueda ser derramado en nuestros corazones!»
iii. Alguien podría decirle, “No creo en Jesús”. Respóndales, “Lo sé, sólo estoy diciéndole lo que Él dijo” y
siga.
i. Probablemente dirá que no porque todo el mundo relaciona este mandamiento con los paganos en la selva
adorando dioses.
ii. Una vez que confiese que ha tomado el nombre de Dios en vano, dígale: “Que en vez de usar otra palabra
de maldición para expresar disgusto, ha tomado el nombre de Aquel que le dio vida, aliento y todo lo que
es preciado para él, y lo ha tirado al lodo. ¡Imagínese! La gente no usa el nombre de Hitler o Hussein para
jurar y, ¿usted usa el nombre del Dios Todopoderoso así? Eso se llama blasfemia y Dios promete que ‘no
dará por inocente al que tomare Su nombre en vano’ (Exod 20.7)”.
Nota: En este momento, debería empezar a observar algo. La persona puede empezar a callarse (cierra
su boca ante la Ley como dice Romanos 3.19) Eso es bueno. Continúe con los mandamientos. Si alguien se
molesta, se pone a “pelear” (a interrumpir y discutir) y le falta el respeto, use todos los mandamientos que
pueda (sea paciente, manso y amable) para cerrar su boca con la Ley.
iii. Cuando se predica el evangelio correctamente, se obtienen dos reacciones:
1. La persona recibió con agrado el mensaje, o...
2. Se molestó; por que aunque entendió el evangelio, su soberbia le impide reconocer su miserable
condición pecadora.
Puede explicar este mandamiento así: “Dios requiere un día de cada siete y usted ha fallado en darle lo que
exige. Le ha dado siete días cada semana para disfrutar de toda su vida y de la creación a su alrededor.
¿Cuántas veces no ha apartado ni siquiera un día en cada siete para mostrar su gratitud y agradecimiento
por todo lo que Él le ha dado?”
K. El Mandamiento #5: “¿Ha tratado siempre a sus padres de una manera agradable a Dios?”
La explicación: “Dios no olvida los pecados de nuestra juventud. La Biblia dice que la rebeldía es como el
pecado de la brujería (1 Samuel 15.23a)”.
ii. Siga explicándo: “Es bueno saberlo pero, ¿alguna vez ha llamado a alguien ‘tonto’, ‘estúpido’ o
‘infeliz’? La Biblia dice que si se enoja contra alguien sin causa, ha cometido homicidio en su corazón (Mat
5.22). Dios no juzga únicamente nuestras
acciones; juzga también nuestros pensamientos”.
Pero Yo os digo que cualquiera que se enfurezca contra su hermano quedará expuesto al juicio, y
cualquiera que diga a su hermano: ¡Raca!, (1) quedará expuesto ante el Sanedrín, (2) y cualquiera que
diga: ¡Moré!,(3) quedará expuesto al fuego del infierno(4). (Mateo 5:22 BTX3)
1. Raca, del arameo, significa "cabeza vacía", "sin cerebro", de ahí estúpido, ignorante,
insensato.
2. Sanedrín. Tribunal Supremo de los judíos.
3. obtuso, lento, pensamientos desprovistos de inteligencia (de una raíz mu, ser tonto), un
reproche más serio que «Raca»; moré ataca el corazón y carácter; de ahí que el Señor lo
condene con mayor severidad.
4. La palabra que se traduce por "infierno" es Geenna o Gehenna, un lugar en el valle de
Hinom donde se había ofrecido sacrificios humanos (Jer_7:31), y donde la quema continua
de toda clase de inmundicias y cada veres lo hacía una ilustración apropiada del lago de
fuego.
i. Al llegar aquí, la Ley probablemente ya ha hecho su obra de cerrarle la boca a la persona, así que
probablemente no tendrá que pasar mucho tiempo explicándole este mandamiento.
O. La meta es que por el uso de la Ley, podemos darle al inconverso un buen entendimiento de su condición
peligrosa delante de su Creador. Así que, después de enseñarle la Ley, necesitamos ayudarle a ver su
culpabilidad delante de Dios.
A. Puede decirle algo así: “La Biblia dice que un día de estos usted va a morir y será juzgado por el Señor (Y tal
como está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, Heb 9.27).
Llegado ese momento, Dios le juzgará por cada pensamiento, palabra y hecho (Rom 2). El día de su juicio,
¿será hallado inocente o culpable delante de Dios?”
B. Si la persona no ha empezado a dudar, incomodarse o a burlarse de usted, lo hará ahora porque ya es obvio
hacia dónde quiere ir.
C. La mayoría dirá “inocente”, pero es muy importante que confiese su culpa, entonces usted debe tratar de
ayudarle a hacerlo.
D. La persona dirá algo como: “Pero, yo soy una buena persona”. Usted le contesta: “Pero, acaba de confesar que
ha violado Sus mandamientos. ¿Será inocente o culpable?”
E. Muchos tienden a sostener su propia bondad: “Pero no he hecho esas cosas desde hace tiempo”.
Contesta: “Intente eso en una corte de justicia. ‘Juez, sé que soy culpable pero eso fue hace años.’ A él no le
importará. Un buen juez le castigará sin importar cuánto tiempo ha pasado. Castigan a los criminales de
guerra por delitos que cometieron hace décadas. Dios no olvida nuestros pecados y el tiempo no los perdona.
Entonces, ¿inocente o culpable?”
F. Si todavía proclama su inocencia, intente esto: “Digamos que colocamos en su cerebro un chip de alta
tecnología que graba cada uno de sus pensamientos, palabras y hechos por un mes. Luego, llamamos a sus
amigos y a su familia, y les proyectamos en una gran pantalla lo que ese chip grabó. Eso es exactamente lo
que Dios va a hacer con toda su vida. Todos sus pensamientos van a ser revelados ante Él. Está en graves
problemas”.
G. Recuerde que el Apóstol Pablo “persuadía” a los inconversos acerca del evangelio:
Y todos los sábados discutía en la sinagoga, y persuadía a judíos y a griegos. (Hechos 18:4 BTX3)
Entrando entonces en la sinagoga, habló durante tres meses con todo denuedo, discutiendo y
persuadiendo acerca del reino de Dios. (Hechos 19:8 BTX3)
y estáis viendo y oyendo que este Pablo ha hecho cambiar de idea a mucha gente, no sólo de Éfeso,
sino de casi toda Asia, persuadiéndolos de que no son dioses los que se hacen con las manos.
(Hechos 19:26 BTX3)
Agripa dice a Pablo: ¡Por poco me persuades a hacerme Cristiano! (Hechos 26:28 BTX3)
Y les fijó un día, y vinieron muchos adonde él posaba, y desde muy temprano hasta la tarde,
testificando fielmente, les explicaba el reino de Dios y los persuadía acerca de Jesús, apoyándose
tanto en la ley de Moisés como en los profetas. (Hechos 28:23 BTX3)
Conociendo pues el temor del Señor, persuadimos a los hombres. Ante Dios hemos sido hechos
manifiestos, y espero que también ante vuestras conciencias sea manifiesto.
(2 Corintios 5:11 BTX3)
Y nosotros hemos de hacer lo mismo...
[Evangelismo #14] Ley para Testificar Página #115
Sed imitadores de mí, así como yo del Mesías. (1 Corintios 11:1 BTX3)
Porque se trata de la eternidad de la persona con la cual estamos hablando.
H. Ahora, si alguien está realmente molesto y retador, eso puede ser muy bueno porque quizá sea una indicación
de que la persona está asustada. (Piénselo así: Lance una piedra hacia un grupo de perros y el que ladra
más fuerte es al que usted le pegó.) Lo ideal es que la persona le confiese su culpabilidad, pero si simplemente
no se rinde, en algún momento usted tendrá que decirle, “Oiga, está dando vueltas sobre lo mismo, y si
escuchara la voz de su conciencia y fuera honesto, sabría que es culpable ante Dios. Además, esto es lo que la
Biblia dice y si usted se llama inocente está llamando mentiroso a Dios”.
I. La mayoría dirá de mala gana algo como: “Bueno, es que no creo en Dios pero, sí, sería culpable”.
J. No pase a la cuarta pregunta hasta que la persona confiese su culpabilidad (o, en el peor caso, usted confiesa por
ella). De todos modos, cuando el asunto de la culpabilidad ya está establecido, siga con la cuarta pregunta.
A. Puede decirle: “Si es culpable ante Dios, ¿debería Él mandarlo al cielo o al infierno?”
B. Algunos dirán que al infierno, pero la mayoría dirá que al cielo. Entonces, obtendrá las mismas excusas que
en el paso tres, o de repente descubrirá que la persona conoce más de lo que ha revelado hasta ahora. La
siguiente es una típica conversación.
“Voy a ir al cielo.”
“¿De verdad? ¿Por qué?” “Porque Dios perdona.” “¿Y cómo funciona eso?”
[Aquí es donde las cosas pueden nublarse mucho si usted no está totalmente concentrado. Casi todos han
escuchado que Dios los ama o que Dios los perdonará, pero no tienen ninguna idea de cómo recibir ese
perdón. De nuevo, cuando está testificando a alguien que asiste a una iglesia, necesita concentrarse bien, ya
que son de los más duros a quienes va a testificar. Han sido inmunizados al pecado. La “gracia” que han
recibido les ha reducido su capacidad de reconocer su pecado.]
“Dios es perdonador.”
“Entonces, ¿me está diciendo que Dios simplemente permitirá que cada violador, asesino, mentiroso
y fornicario entre en el cielo porque Él es perdonador?”
“Entonces, ¿si simplemente digo ‘Lo siento’ y pido el perdón a Dios, Él va a decir ‘Ay, no te
preocupes, no me importa que me hayas ofendido con tus pensamientos, palabras y hechos. ¿Qué
estaba Yo pensando? Disculpa. ¡Entra en el cielo!’? ¡Jamás! Eso no funcionaría con un juez aquí en
la tierra y no funcionará con Dios. Usted debería sentirlo, claro. Ha violado la Ley de Dios y por esto
la justicia tiene que ser satisfecha.”
C. Esta parte de la plática podría extenderse eternamente, así que en algún momento tiene que presionar el
asunto. Pero, cuando la persona finalmente confiese (o cuando usted tiene que informarle—que debe ser el
último recurso) que Dios debe mandarla al infierno, entonces continúe.
A. Esta pregunta es clave y esencial porque revelará si la persona tiene interés en oír las Buenas Nuevas del
evangelio o no. Si un hombre o una mujer no se preocupa por el hecho de que va a ir al infierno, no tendrá
[Evangelismo #14] Ley para Testificar Página #116
ningún interés en las Buenas Nuevas. Aun más que esto, es muy posible que se mofará de ellas—se reirá de la
solución porque no cree que tiene un problema.
B. Si la persona no expresa ninguna preocupación, trate de explicarle lo que la Biblia dice acerca del infierno.
i. Tal vez puede decirle algo como: “¿Sabe cómo es el infierno? Es un lugar de llanto y crujir de dientes, de
sed sin fin y de dolor intolerable. No tiene ni piso ni fundamento (siempre tendrá la sensación de estar
cayendo). Está sumamente caliente y oscuro, y durará para siempre”.
iii. Siga explicando: “ahora sabe que es un enemigo de Dios en su mente y a través de sus malas obras, y que
Su ira está sobre usted. La Biblia dice que ‘horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo’ y que Él va a
derramar Su enojo y Su ira sobre usted. ¿No entiende que habrá tribulación y angustia para usted en aquel
día? ¿No le preocupa esto?”
i. No debemos ser tan prontos de tildar a cada persona que muestra un poco de resistencia como un “perro” o
un “cerdo” y así no darle “las perlas del evangelio”.
No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus
patas y se vuelvan y os despedacen. (Mateo 7:6 BTX3)
ii. Sin embargo, hemos de estar dispuestos a retener las cosas santas cuando la gente es antagonista, soberbia,
terca, dura, irrazonable u hostil. Esto es exactamente lo que Jesús hizo con el hombre principal en Lucas 18
porque quiso auto justificarse.
D. Debemos hallar el equilibrio entre ofrecer la gracia al humilde y retener las Buenas Nuevas, hasta que la
persona esté abierta, humilde o silenciosa.
F. Si la persona confiesa su temor o si dice que no está preocupada pero su comportamiento dice lo contrario,
usted tendrá el placer de compartir con ella la Buenas Nuevas.
Pero Él fue traspasado por nuestras transgresiones, Molido por nuestros pecados. El castigo de
nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, Cada cual se apartó por su camino, Pero YHVH cargó en Él el pecado de todos nosotros.
(Isaías 53:5-6 BTX3)
1. Puede usar el ejemplo de un tribunal de justicia para que la persona entienda lo que Cristo realmente hizo por ella.
A. Cuando alguien viola una ley en nuestra sociedad, le sacan una multa, o lo condenan a la carcel.
B. Puede ser una multa monetaria por haber estacionado el carro en un lugar prohibido. Quizá sea una sentencia de
tiempo en la cárcel, y en algunos países puede ser hasta la pena de muerte.
2. El asunto aquí es muy sencillo. Dígale a la persona algo como esto: “Usted violó la Ley de Dios, pero Cristo pagó
su multa”, o “sufrió su condena”.
3. En la cruz, todos nuestros pecados fueron puestos en Jesús y Dios el Padre derramó toda Su ira sobre Él. Cristo
nunca pecó pero sufrió la ira de Dios por todos nosotros. Él pagó nuestra multa, sufrió nuestra condena.
Pero Él fue traspasado por nuestras transgresiones, Molido por nuestros pecados. El castigo de
nuestra paz cayó sobre Él, Y por su herida fuimos sanados. Todos nosotros nos descarriamos como
ovejas, Cada cual se apartó por su camino, Pero YHVH cargó en Él el pecado de todos nosotros.
(Isaías 53:5-6 BTX3)
Porque también el Mesías padeció una vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevaros a
Dios; muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu; (1 Pedro 3:18 BTX3)
A. La justicia de Dios: Si Él derramo toda la ira en Su propio Hijo que sufrió por el pecado ajeno, ¿cómo escapará
el hombre de la ira de Dios cuando merece “pagar la multa” por sus propios pecados?
i. La justicia de Dios es rígida, severa y aun puede parecernos “cruel” (dura y violenta). Pero Dios castigará al
inconverso por cada pecado—cada infracción de la Ley—hasta por cada pensamiento o palabra ociosa.
ii. Así que, el hombre que sabe esto, temerá a Dios y Su justo juicio.
B. El amor de Dios: En la cruz vemos la más plena manifestación de la gracia y el amor del Creador para con
nosotros, Sus criaturas.
i. Cuando alguien viola la Ley, hay una multa que tiene que pagar. Dios es justo, no se le puede sobornar, y la
multa tiene que pagarse. Pero Dios es compasivo y misericordioso. Ama a Sus criaturas tanto que Él mismo
“pagó la multa”.
ii. No hay mejor prueba del amor de Dios para con los hombres o de Su gracia para salvarnos, que la cruz.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que
cree en él, no perezca(1), sino que tenga vida eterna. (Juan 3:16 RV1977)
1. Gr. apólymi, se encuentra en voz media, y significa perecer.
iii. Así que, el inconverso que teme el juicio de Dios, está listo para escuchar el evangelio de Jesucristo—
porque en Él, y sólo en Él, hay perdón de pecados y por tanto salvación.
5. Entonces, asegúrese que la persona entienda esto: “Usted violó la Ley de Dios, pero Cristo pagó su multa”. En
esta sencilla declaración se ve tanto la justicia de Dios (la multa tiene que pagarse) y el amor de Dios (Él mismo
pagó la multa sufriendo “el infierno en la cruz” por nosotros). Este es el mensaje de la cruz.
A. La siguiente pregunta que usted debe hacerle a la persona es esta: “¿Sabe cómo recibir el perdón de pecados y
la vida eterna? ¿Sabe cómo puede ser salvo?”
B. Muchos dirán algo como “orar” o “aceptar a Jesús” (porque en nuestra sociedad muchos han oído algo del
evangelio).
Y cómo de nada que fuera útil me he retraído de anunciaros y enseñaros, públicamente y de casa en
casa; proclamando solemnemente a judíos y a griegos el arrepentimiento para con Dios, y la fe en
nuestro Señor Jesús. (Hechos 20:20-21 BTX3)
2. Recuerde que su “blanco” en un encuentro para testificar es el arrepentimiento. (hay un breve comentario sobre el
significado de esta palabra en las páginas 23 y 24 de estas lecciones.)
Pues bien, Dios, pasando por alto esos tiempos de ignorancia, ahora manda a todos los hombres en
todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual va a juzgar a la
humanidad con justicia, por medio del Varón que designó, presentando a todos garantía de ello
cuando lo resucitó de entre los muertos. (Hechos 17:30-31 BTX3)
B. Así que, mientras no haya arrepentimiento, Dios resiste al hombre que está en sus pecados. No hay salvación
si no hay arrepentimiento. Puede ser que crea, pero ha creído en vano (aun los demonios creen y tiemblan, pero
ellos no son salvos).
El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y se aparta, alcanzará
misericordia. (Proverbios 28:13 BTX3)
i. Cuando confiamos en Cristo como Señor y Salvador, recibimos perdón de la pena del pecado.
ii. No hay bendición para el que encubre sus pecados, esto es, quien rehúsa llevarlos a la luz y confesarlos
delante de Dios y cualquier otro al que haya ofendido.
iii. Pero todo aquel que confiesa y se aparta de sus pecados tiene la seguridad de que Dios no sólo le
perdona, sino que también los olvida ([...] Y ya nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades. He. 10:17).
iv. Cuando un inconverso reconoce y confiesa sus pecados a Dios, a Quien ha ofendido. Esto se refiere a
reconocer delante de Dios, con humildad, quebrantamiento, tristeza y temor que ha violado Su Ley y
que por esto le ha ofendido.
v. La persona puede usar los Diez Mandamientos como una ayuda para confesar sus pecados. Puede ir uno
por uno, confesando cómo los ha violado. (en oración y en privado por supuesto)
vi. La confesión en sí no es el arrepentimiento porque tiene que haber un cambio en el
comportamiento. El arrepentimiento es “un cambio de parecer que resulta en un cambio de
comportamiento”. La persona tiene que decidir apartarse de sus pecados—dejar de practicar el pecado.
Es un cambio radical, de “180 grados”.
vii. Recomiendo la lectura y aprendizaje del significado de la palabra arrepentimineto en las páginas 23 y 24
de estas lecciones.
viii.Asegúrese que la persona entiende que sin el arrepentimiento genuino delante de Dios, no hay
salvación. Si no quiere dejar su pecado, Dios no le puede otorgar la gracia (para salvación) porque aun
lo resiste.
D. El temor de Dios es lo que motivará al hombre a apartarse de sus pecados (a arrepentirse). Si usted ha hecho bien
su tarea de “enseñarle la Ley” y la persona ha respondido al convencimiento del Espíritu Santo, temerá a Dios y
el justo juicio que está por venir. Así que, irá a Jesucristo arrepentido.
Por la misericordia y la verdad se expía el pecado, Y mediante el temor de YHVH se aparta uno del
mal. (Proverbios 16:6 BTX3)
3. Recuerde también que la “meta” de todo es guiar a la persona a confiar en el Señor Jesucristo (o sea, a poner su fe
en Él para que sea salvo de la ira venidera).
A. El pecador arrepentido tiene que poner su fe (su confianza completa) en la Persona de Jesucristo y en Su obra
en la cruz. Tiene que “aferrarse” al Señor Jesucristo como su única esperanza de salvación (del infierno, del
lago de fuego, de la ira de Dios).
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios atestiguada por la Ley y los
Profetas. Esta es la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo para todos los que creen. Pues
no hay distinción; (Romanos 3:21-22 RVA1989)
B. Si quiere usar un ejemplo aquí, el del paracaídas funciona muy bien. Puede decirle: “Tiene que confiar en
Cristo como usted confiaría en un paracaídas si tuviera que lanzarse de un avión. Sabría que tendría que pasar
por la puerta de ese avión y el paracaídas sería su única esperanza de salvación. Así que, se aferraría al
paracaídas con todo lo que tiene—con toda su fe y confianza. Esto es lo que tiene que hacer con Jesucristo
porque un día va a pasar por ‘la puerta de la muerte’ y saldrá de este mundo y entrará en el otro. Sin estar bien
aferrado a Jesús (sin haber puesto su fe en Él), caerá a su muerte en el infierno.”
4. Además, recuerde que Dios salva al que se arrepiente y pone su fe en el Señor Jesucristo, no al que “hace una
A. Como regla, no debemos guiar a nadie en “la oración del pecador”. No es bíblico—la Biblia nunca nos manda
hacerlo.
B. Piense en este ejemplo: Si alguien que usted conoce comete adulterio contra su esposa, ¿lo guiaría adonde su
esposa para decirle a su amigo: "Repite después de mi: Lo siento mucho, nunca debí dormir con esa mujer..."?
¡Nunca haría tal cosa y nosotros no debemos hacerlo con un pecador! Si Dios salva a alguien, Él no necesita de
nuestra ayuda para finalizar el proceso.
C. Si alguien le dice que quiere orar en ese momento, puede decirle: "Ore y luego yo oraré por usted”.
Permítale que el exprese en la oración lo que siente en su corazón, jamás lo guíe. No obstante, no es probable
que la persona quiera orar con usted porque es algo sumamente personal entre él y Dios. Piénselo;
¿Querría usted que alguien estuviera escuchando su confesión ante Dios?
D. En cualquier caso (si ora o no ora con usted), no le dé a la persona la seguridad de que ya es salva—que ya
tiene la salvación. Esta obra le pertenece al Espíritu Santo.
El Espíritu mismo da testimonio con(1) nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
(Romanos 8:16 BTX3)
(1) Gr. Symmarturéo: denota dar testimonio juntamente con (syn:unión; con o junto a)
E. Dígale que lea su Biblia y que obedezca lo que lee. Debe también invitarle a la iglesia para que pueda
congregarse y aprender más de la Biblia y la voluntad de Dios.
Y considerémonos los unos a los otros para estímulo del amor y de las buenas obras; no
abandonando nuestra propia asamblea, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos, y
tanto más, cuanto veis que aquél día se acerca. (Hebreos 10:24-25 BTX3)
Además del temor de hablar con los desconocidos, hay otro que siempre tenemos que enfrentar. Tememos el fracaso,
que la persona nos pueda insultar o que se burle de nosotros.
El resultado negativo, entonces, sería la primera y segunda: La persona rechaza a Cristo y el evangelio.
Si es así, ¿por qué no testificamos más? Hay una probabilidad de que dos de cada cuatro veces que
compartimos nuestra fe, habrá resultados positivos. ¡Esta es una buena probabilidad! El 50% de las veces
que predicamos el evangelio, habrá buenos resultados. ¡Qué bueno!
La Biblia dice que aun cuando la gente rechaza el mensaje del evangelio que le predicamos, ¡hay buenos resultados!
¡Dios es glorificado en nosotros!
Si sois insultados por el nombre del Mesías, sois bienaventurados; porque el Espíritu de gloria y de
Dios reposa sobre vosotros.° (1 Pedro 4:14 BTX3)
° TR añade: ciertamente de parte de ellos, El es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
¿Cuál es uno de los temores más grandes que tenemos en cuanto a testificar? ¡El fracaso! ¡El temor de
que la gente nos rechace!
Pero la Biblia dice que si nos rechazan por el nombre de Jesucristo, somos “bienaventurados” (Gr. Makários;
supremamente bendecidos) y Dios es glorificado.
¡Es mejor que la loto!, ¡ganar, ganar, ganar, siempre ganar!. No hay manera de perder cuando evangelizamos. Aun cuando
nos rechazen, estamos glorificando a Dios y Él nos recompensará luego.
Siendo así, que cada vez que testificamos a alguien, “ganamos”, ¿cuál es la única situación que nos hace “perder”?
“Perdemos” cuando no testificamos.
En el cielo vamos a poder adorar a Dios, alabarle, cantar canciones, aprender Su Palabra y gozar de la comunión y el
compañerismo que tenemos con los otros santos.
¿Podrá usted predicar el evangelio a alguien en el cielo? No, porque no habrá inconversos ahí. La única oportunidad que
tiene para ganar almas—para rescatar gente del infierno—es hoy.
Cuando usted respire por última vez, ya no podrá predicarle a ningún inconverso. ¿No debería ser el evangelismo una
prioridad en su vida ahora, mientras todavía puede hacerlo?
Muchos no testifican porque creen que “no tienen el don”. Pero nuestro Señor Jesús nos dio un mandamiento a todos los
creyentes, a dicho mandamiento lo llamamos “La Gran Comisión”.
Id pues, discipulad a todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas que os mandé. He aquí Yo estoy con vosotros todos
los días hasta el fin de los siglos. (Mateo 28:19-20 BTX3)
pero recibiréis poder cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalem, en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8 BTX3)
Porque todo el que invoque el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en
quien no creyeron? ¿Y cómo creerán en Aquel de quien no oyeron? ¿Y cómo oirán sin haber quien
predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies
de los que proclaman buenas nuevas!° (Romanos 10:13-15 BTX3)
° Manuscritos inferiores añaden: de los que anuncian la paz.
Si usted cree que no tiene el “don” para evangelizar, ¡bienvenido al club! La única manera de llegar a ser buenos
evangelistas y así cumplir con la Gran Comisión es practicar: “Haz obra de evangelista”.
Pero tú sé sobrio en todo, soporta los sufrimientos, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
(2 Timoteo 4:5 BTX3)
Como en los deportes, cuando se empieza, es torpe y no sabe nada. Pero puede mejorar su habilidad practicando. Es igual
en el evangelismo. A través de estas lecciones ya hemos recibido la enseñanza y el entrenamiento, entonces sólo nos
queda una cosa más: ¡Practicar, practicar, practicar!
Oh, mis amigos, estamos agobiados con incontables actividades en la iglesia, mientras que la verdadera
obra de la Iglesia—la de evangelizar y ganar a los perdidos—está casi completamente abandonada.
[Oswald J. Smith]
No tienes nada que hacer sino salvar almas. Por lo tanto gasta y gástate en esta obra. [John Wesley]
Yo preferiría traer a un pecador a Jesús que desenmarañar todos los misterios de la Palabra, porque la
salvación es aquello por el cual hemos de vivir. [Charles H. Spurgeon]
Es esencial que cada participante de estas lecciones testifique de Jesucristo. No tiene sentido recibir tanta
enseñanza si no lo aplicamos. ¡Así que, esta es su oportunidad para ver que usted puede evangelizar y que no es
tan difícil como a veces creemos!
¿A donde vamos?
Pues comience con su familia, vecinos, amigos, compañeros y finalmente con desconocidos,
cuando se testifica a vecinos o desconocidos recomendamos que lo hagan de dos en dos, tal como
nuestro Señor envió a los setenta y dos, la encuesta facilita acercarse a los desconocidos, si lo
consideran necesario elijan un líder por clase, o tomen las decisiones en grupo. Con la encuesta pueden
testificar en lugares públicos en donde hay mucha gente. Por ejemplo:
Un parque.
Una universidad (aun durante los fines de semana hay mucha gente en las universidades).
Cada persona debe llevar una tabla con las encuestas (estas deben llenarse y tabularse para conocer los
resultados), llevar La Roca Firme u otro tratado aprobado por la Iglesia para repartirlos y usarlos al testificar.
Si usted tiene una copia de las “láminas evangelísticas”, llévelas también.
La meta: ¡Testificar!
Como van de dos en dos, pónganse de acuerdo quien tomará la iniciativa en cada encuentro. Empiece
acercándose a la gente con una sonrisa, y le pregunta que si le puede ayudar con una encuesta, si le dice que
no, Mírele a los ojos y amablemente pregúntele: “¿Puedo darle uno de estos?”, si le dice que sí, entrégueselo
Si aceptó llenar la encuesta, allí tiene una gran oportunidad para testificar ¡aprovéchela!.
Sea amable, salude, sonría, etc. La mayoría le responderá amablemente si usted es amable en su trato con
ellos.
Al entregarle nuestra publicación o un tratado a alguien, si le responde con algo como, “Gracias, ¿y qué es
esto?”, entre de una vez en una conversación con la persona diciéndole que es un tratado cristiano y que
ustedes están allí con un grupo de personas de su iglesia hablando con la gente acerca de lo que cree. Si
usted nota interés en la persona, siga con lo que ha aprendido en estas lecciones: “¿Qué cree usted que pasa
después de la muerte? ... ¿Por qué cree eso? ... ¿Se considera una buena persona? ... ¿Cree que ha
guardado los Diez Mandamientos?” ¡Así de sencillo! Usted puede hacerlo.
Al final de la presente lección encontrará una encuesta que traduje y adapté del sitio
http://www.livingwaters.com, para que pueda ser usada, o si lo prefieren pueden crear la propia.
¿Cómo lo hacemos?
1. Oren antes de salir y vayan todos como un grupo al lugar que escogieron.).
2. Antes de comenzar póngase de acuerdo cuánto tiempo testificaran, a qué hora deben estar de regreso en el
lugar que acordaron, etc.).
3. No deben ir “en masa”. De dos en dos está bien, más de dos intimida a la gente (aun una pareja a veces
asusta).
4. Vayan por más o menos un hora, o una hora y media a lo mas, y después reúnanse nuevamente
en el punto acordado.
5. Después, si es posible, vayan todos a algún lugar para tomar o comer algo porque muchos van a querer
contar sus historias (¡las buenas y las malas!). Si no pueden ir a otro lugar o a la casa de alguien del
grupo, aparten un tiempo allí mismo para compartir lo que Dios hizo.
6. Para finalizar, si quieren seguir evangelizando, acuerden otra cita y hagan lo mismo.
Porque todos los que sin ley pecaron, sin ley también perecerán;° y todos los que en la
ley pecaron, por medio de la ley serán juzgados (porque no son los oidores de la ley los
justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán declarados justos; porque cuando los
gentiles, que no tienen ley, hacen por naturaleza cosas de la ley, éstos, no teniendo ley,
son ley para sí mismos; los cuales muestran la obra de la ley escrita en sus corazones,
dando testimonio juntamente con su conciencia; y acusándolos o defendiéndolos sus
razonamientos) (Romanos 2:12-15 BTX3)
El pagano en la selva estará bien en el día del juicio, si nunca ha violado la Ley que Dios ha escrito en su
corazón (si nunca ha violado los principios escritos en su conciencia).
Ha menudo esta pregunta es simplemente una manera de escudarse de la responsabilidad moral. Si la persona
está realmente preocupada por “los paganos en la selva”, debe convertirse a Cristo, capacitarse como
misionero y llevarles el evangelio.
Este es un ejemplo de idolatría (una violación del segundo mandamiento). La persona no hizo un ídolo
con sus manos sino en su mente. Pero, el resultado es igual: Hizo un falso dios con el cual ella está cómoda
(un dios que pasa por alto sus pecados).
El Dios de la Biblia (nuestro Creador) es Santo, bueno y justo. Él es tan Santo, bueno y justo que castigará
cada pecado, incluso cada palabra ociosa que hemos hablado. Pero, Él es también clemente y
misericordioso, por tanto les ofrece a todos la salvación si se arrepienten de sus pecados para confiar en el
Señor Jesucristo para su salvación.
Si hay un Dios que nos ama tanto, ¿por qué hay, entonces, tanto sufrimiento en el mundo?
Muchos utilizan la pobreza y el sufrimiento en el mundo como una excusa por la cual rechazan el concepto
de un Dios bondadoso que quiere salvarnos.
El sufrimiento que existe en el mundo es resultado del pecado del hombre (de los pecados de toda la
humanidad). No debemos echarle la culpa a Dios porque Él no lo hizo. ¡Nosotros lo hicimos!
Yo ya soy salvo.
Pregúntele si ora diariamente, si se reúne en una Iglesia en la que prediquen una sana doctrina, si lee la Biblia
todos los días. Cuando alguien está enfermo físicamente, a menudo no tiene apetito, no come. Es igual en lo
espiritual, si alguien no está a cuentas con Dios no leerá las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios le muestra
cuan pecador es, así que elige no leerla.
Luego, pregúntele si sabe a donde cree que irá el día que muera, ¿al cielo o al infierno?, su respuesta nos dirá si
conoce el evangelio, si dice que al cielo pregúntele por que, su respuesta le dirá si ha nacido de nuevo o no. Si
dice que no sabe, es un falso convertido, enséñele los Diez Mandamientos y siga todo el proceso para
evangelizarlo como si fuera un inconverso (porque lo es).
Yo no creo en Dios.
Simplemente porque no creemos en algo, no lo hace desaparecer. Use el ejemplo del camión. “Si yo estuviera
parado en medio de una carretera diciendo que no creo en los camiones... ¿Qué creen que me va a pasar
cuando camine en medio de la carretera y un camión me atropelle?” Simplemente porque no creo en los
camiones no cambia la realidad de que los camiones existen.
Si tiene las “láminas evangelísticas”, saque la última del “Ateísmo”. Cuando vemos una edificio, ¿cómo
sabemos que hubo un constructor? Cuando vemos una pintura, ¿cómo sabemos que la hizo un pintor? El
edificio es una prueba de que existió un constructor, y una pintura es la prueba de que fue hecha por un pintor.
Todas las cosas que existen tienen un Hacedor. La creación es la prueba de que existe un Creador. Si no hay un
[Evangelismo #16] – ¡A Testificar! – Página 126
Creador, ¿quién hizo toda la materia? ¿De dónde vino?
Romanos 1:20 dice que cada persona en este mundo sabe que hay un Creador—es obvio debido a la
creación. Así que, no tenemos que “convencer” a nadie. El ateísmo es simplemente otro escudo detrás del
cual el pecador se esconde porque no quiere reconocer su responsabilidad moral delante de Dios.
Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo
que son inexcusables. (Romanos 1:20 BTX3)
Entonces, enfréntelo a la Ley de Dios, enséñele los Diez Mandamientos, que conozca sobre el juicio y el
infierno. Deje que su conciencia le dé testimonio de la verdad de lo que usted le está diciendo.
Yo no creo que la Biblia sea la Palabra de Dios. Fue escrito por los hombres y está llena de errores.
Por supuestos los hombres “escribieron” la Biblia. Cuando usted escribe una carta con un lápiz, ¿quién la
está escribiendo—usted o el lápiz? Usted. Así es con la Biblia. Dios usó a los hombres para escribir las
palabras que Él quiso en la Biblia. A esto se le llama “inspiración”.
Si alguien quiere una prueba del origen divino y de la naturaleza sobrenatural de la Biblia, es el
cumplimiento de las profecías. El estudio de “El Profesor y Los Profetas” (publicado en Slideshare) es un
argumento que puede utilizar. O puede usar una de las “láminas evangelísticas” que trata sobre esto. Las
profecías de la Escritura que se han cumplido muestran claramente que la Biblia es de Dios.
Esta es una respuesta muy común entre las personas que tienen una “religión” en vez de una relación con
Dios (como, por ejemplo, los falso convertidos o los Católicos).
La ilustración de la ley civil y un tribunal de justicia a menudo les muestra a estas personas que simplemente
confesar los pecados no sirve ¿recuerda lo que significa confesar en 1 Juan 1:9?. “Si yo estoy delante de
un juez... culpable de un crimen grave... y se lo confieso, ¿me dejará libre? ¡Por supuesto que no! Aun si
confieso mi infracción de la ley y me arrepiento, ¿qué me dirá? Me va a decir que es bueno que haya
reconocido lo que hice, pero todavía hay una multa que hay que pagar. Así que, ¡después de mi confesión y
mi arrepentimiento, voy para la cárcel a pagar la multa!”
Dios es un Juez justo y exige la paga de la multa. Alguien tiene que pagar la multa, porque de lo contrario,
Dios no sería justo (sería un Juez corrupto que deja ir libres a los culpables). La multa se pagará—sea el
pecador o Jesucristo (cuando el pecador arrepentido pone su fe en Cristo Jesús). La confesión no es
suficiente, ni tampoco el arrepentimiento. Necesitamos al Sustituto para tomar nuestro lugar “en la cárcel”—
necesitamos a Jesucristo y Su sacrificio en la cruz.
Sí, claro, he mentido pero esto no quiere decir que soy una mala persona.
Por más humilde que parezca la persona que le dice esto, usted tiene que entender que está justificándose a
si mismo y la fuente de esto es el orgullo y la soberbia.
Si alguien le dice: “Sí, he mentido pero esto no quiere decir que soy un mentiroso”, dele vuelta a la
pregunta: “Si yo le miento a usted, ¿cómo me llamaría?” ¡Un mentiroso! Es mucho más fácil acusar a los
demás que reconocer los pecados propios.
Lo que dice Apocalipsis 21:8, que todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde con fuego y
azufre (este versículo está en las “láminas evangelísticas”).
¿Cómo es posible que el cristianismo sea la única manera de llegar al cielo? Hay muchas religiones y
muchos caminos al cielo. ¿Está diciendo que todos los musulmanes, todos los budistas, todos los judíos y
todos los hindúes van a ir al infierno?
Sin embargo, no es el cristiano que dice esto sino el Señor Jesucristo. Él dijo: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14.6).
La mejor manera de mostrarle a alguien que sólo Jesucristo puede llevarnos a Dios es a través de la Ley. Use
la Ley para mostrarle que está condenado y luego explíquele lo que Jesucristo hizo en la cruz para salvarlo.
Esta es la gran diferencia entre el Señor Jesucristo y las religiones del mundo. Nadie más (ni Mahoma, ni
Buda, ni nadie) puede perdonar los pecados—sólo Jesús. Todos los demás eran pecadores como nosotros con
sus propias “multas” que tienen que pagar. Cristo fue el único hombre que no pecó y por lo tanto fue el
único que no tuvo que morir. Por eso, Él pudo morir por nosotros y así “pagar nuestra multa” (no tenía una
multa propia que pagar porque nunca violó la Ley).
[¿Qué debemos hacer cuando alguien nos dice algo como lo que sigue?] ¡Usted puede cuidarse a sí
mismo y yo haré lo mismo! No estoy de acuerdo con lo me está diciendo. ¡Vaya usted y no se meta
conmigo!
Procure presentarle la verdad con mucho amor y preocupación. Dígale que “diez de cada diez personas
mueren” y que nadie sabe cuando le tocará.
Trate de, por lo menos, darle algo para leer luego. Pero, no se desanime. Si le ha hablado acerca de la Ley,
la gracia o el evangelio, Dios usará esa semilla para cumplir con Sus propósitos.
[Estas diez preguntas se adaptaron de The Basic Training Course por Ray Comfort y Kirk Cameron del
ministerio “Way of the Master”. www.livingwaters.com o www.wayofthemaster.com]
Si hace el esfuerzo para memorizar unas pocas cosas, puede manejar mejor cualquier encuentro para
testificar. Además de las sugerencias aquí, siempre es bueno memorizar versículos bíblicos que necesita a
menudo cuando está evangelizando (como, por ejemplo, Apocalipsis 21.8, Hebreos 9.27, etc.).
Puede recortar esta tarjeta de referencia rápida, doblarla a la mitad y laminarla. Será del tamaño de una tarjeta
de presentación y usted puede llevarla fácilmente a donde sea en su cartera o bolsillo.
Hola. Mi nombre es ______________ Somos de la Iglesia _____ y estamos levantando una encuesta sobre
lo que creen las personas. ¿Nos podría regalar unos minutos de su tiempo? Si No
Sexo: M F Edad: Joven Adulto Mayor
¿Cual cree que es el propósito de los 10 ¿Se considera una buena persona? Si No
mandamientos? _____________________________ ¿Ha guardado los 10 mandamientos? Si No
¿Cuantos de los 10 mandamientos conoce? Éxodo 20 ¿Me permite hacerle unas preguntas para ver si es verdad?
No tendrás dioses ajenos delante de Mí. ¿Ha mentido alguna vez? Si No
No te harás imagen ni ninguna semejanza. • Esto incluye medias verdades, mentiras blancas,
mentiritas, exageraciones, etc.
No tomarás el nombre de YHWH tu Dios en ¿Cómo llamaría usted a una persona que miente?
vano. ________________________________ Apo. 21:8
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. ¿Sabe que los mentirosos serán lanzados al infierno
por toda la eternidad? Si No
Honra a tu padre y a tu madre. ¿Ha robado alguna vez? Si No
No asesinarás. • El valor o el tamaño no importa, copiar en un
examen o tomar tiempo en el trabajo es robar.